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Traducción de Jorge M. Escobar Sobre los principios de la astronomía de Johannes Kepler Nota del traductor Hacia 1991, Eloy Rada García, en la introducción a su traducción del Mysterium Cosmographicum, manifestaba alguna sorpresa porque si bien el de Johannes Kepler no era un nombre desconocido para el público en general, como tampoco lo era la importancia de su aporte a la ciencia, sus obras apenas habían frecuenta- do nuestro idioma. Ahora, más de una década después, quisiera expresar una sorpresa análoga: Kepler sigue siendo un extranjero en los territorios literariamente fértiles y filosófica y científicamen- te casi estériles de la lengua de don Sancho Panza. Rada García señala como única excepción la traducción de la Dissertatio cum Nuncio Sidereo (1610),realizada por Carlos Solís Santos en 1984, y algunos pasajes diseminados en manuales y obras especializadas de la historiografía científica. Podrían nombrarse, además, su propia traducción de 1991 del Mysterium Cosmographicum (1596) y una reciente del quinto libro del Harmonices Mundi Libri V (1619), realizada por José Luis Arántegui Tamayo en 2003. No creo dejar muchas otras por fuera, excepto la que ahora el lector tiene en sus manos. Quizá esta actitud reacia de la obra de Kepler hacia nuestro idioma es la causa de la indiferencia casi unánime que, como contrapar- te, hemos mostrado nosotros hacia ella. De ahí la abundancia de lugares comunes y visiones ses- gadas que, bajo la tutela de Koestler, aún condi- cionan nuestras opiniones. En general, Kepler es para nosotros aquel sonámbulo que tanto desveló a Koestler, el inconcebible místico que refor- mó la astronomía por ocho minutos que antes habrían resultado despreciables, el hacedor de contrapuntos planetarios y maquetas de sólidos perfectos, el hombre de las tres leyes y una fuer- za motriz proveniente del sol. No obstante, esto es apenas la parte más visible -y frecuentemente vista con equívocos- del edificio que constituye el sistema de pensamiento diseñado por Johannes Kepler. En realidad, Kepler no fue sólo un astró- nomo y un matemático sobresaliente. Para hon- rar su memoria, deberíamos recordarlo como él habría querido, como debe ser recordado: como un filósofo sobresaliente, a la par de sus otros dos contemporáneos sobresalientes, René Descartes y Francis Bacon, tal vez como una tercera vía, más abarcadora y exhaustiva. Precisamente la filosofía de Kepler sustenta y justifica todo el edificio de su sistema. Al igual que otros grandes filósofos, Kepler no se contentó con describir el mundo: quiso comprender por qué era así, de modo que sus logros en ciencia y cosmología apenas son inteligibles si se elimina su filosofía. El texto que ahora se traduce, Sobre los princi- pios de la astronomía, es un ejemplo de esa filo- sofía, quizá el más esquemático e ilustrativo con respecto a la teoría kepleriana de la ciencia. No he querido colmar la traducción de comentarios explicativos. He considerado más pertinente redactar una breve nota que insinuara mucho, dijera poco y remitiera a otros lugares de la obra de Kepler donde se tratan temas relacio- nados con los de este pasaje del primer libro de Epitomes Astronomiae Copernicanae. En cuanto a la teoría kepleriana del conocimiento, el lugar donde se expone, culminada, es el cuarto libro del Harmonice Mundi: allí se encontrará una dis- cusión de las armonías sensibles y las armonías puras. En cuanto a la teoría de la ciencia, Kepler desarrolla la exposición en diferentes etapas de su Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLII (106-107), 199-207, Mayo-Diciembre 2004

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Traducción deJorge M. Escobar

Sobre los principios de la astronomíade Johannes Kepler

Nota del traductor

Hacia 1991, Eloy Rada García, en laintroducción a su traducción del MysteriumCosmographicum, manifestaba alguna sorpresaporque si bien el de Johannes Kepler no era unnombre desconocido para el público en general,como tampoco lo era la importancia de su aportea la ciencia, sus obras apenas habían frecuenta-do nuestro idioma. Ahora, más de una décadadespués, quisiera expresar una sorpresa análoga:Kepler sigue siendo un extranjero en los territoriosliterariamente fértiles y filosófica y científicamen-te casi estériles de la lengua de don Sancho Panza.Rada García señala como única excepción latraducción de la Dissertatio cum Nuncio Sidereo(1610), realizada por Carlos Solís Santos en 1984,y algunos pasajes diseminados en manuales yobras especializadas de la historiografía científica.Podrían nombrarse, además, su propia traducciónde 1991 del Mysterium Cosmographicum (1596)y una reciente del quinto libro del HarmonicesMundi Libri V (1619), realizada por José LuisArántegui Tamayo en 2003. No creo dejar muchasotras por fuera, excepto la que ahora el lector tieneen sus manos.

Quizá esta actitud reacia de la obra deKepler hacia nuestro idioma es la causa de laindiferencia casi unánime que, como contrapar-te, hemos mostrado nosotros hacia ella. De ahí laabundancia de lugares comunes y visiones ses-gadas que, bajo la tutela de Koestler, aún condi-cionan nuestras opiniones. En general, Kepler espara nosotros aquel sonámbulo que tanto desvelóa Koestler, el inconcebible místico que refor-mó la astronomía por ocho minutos que anteshabrían resultado despreciables, el hacedor de

contrapuntos planetarios y maquetas de sólidosperfectos, el hombre de las tres leyes y una fuer-za motriz proveniente del sol. No obstante, estoes apenas la parte más visible -y frecuentementevista con equívocos- del edificio que constituyeel sistema de pensamiento diseñado por JohannesKepler. En realidad, Kepler no fue sólo un astró-nomo y un matemático sobresaliente. Para hon-rar su memoria, deberíamos recordarlo como élhabría querido, como debe ser recordado: comoun filósofo sobresaliente, a la par de sus otros doscontemporáneos sobresalientes, René Descartesy Francis Bacon, tal vez como una tercera vía,más abarcadora y exhaustiva. Precisamente lafilosofía de Kepler sustenta y justifica todo eledificio de su sistema. Al igual que otros grandesfilósofos, Kepler no se contentó con describir elmundo: quiso comprender por qué era así, demodo que sus logros en ciencia y cosmologíaapenas son inteligibles si se elimina su filosofía.El texto que ahora se traduce, Sobre los princi-pios de la astronomía, es un ejemplo de esa filo-sofía, quizá el más esquemático e ilustrativo conrespecto a la teoría kepleriana de la ciencia.

No he querido colmar la traducción decomentarios explicativos. He considerado máspertinente redactar una breve nota que insinuaramucho, dijera poco y remitiera a otros lugares dela obra de Kepler donde se tratan temas relacio-nados con los de este pasaje del primer libro deEpitomes Astronomiae Copernicanae. En cuantoa la teoría kepleriana del conocimiento, el lugardonde se expone, culminada, es el cuarto librodel Harmonice Mundi: allí se encontrará una dis-cusión de las armonías sensibles y las armoníaspuras. En cuanto a la teoría de la ciencia, Keplerdesarrolla la exposición en diferentes etapas de su

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producción, etapas que se complementan entresí. Mencionaré las más memorables: el primercapítulo del Mysterium Cosmographicum, elprimer capítulo de la Apologia pro Tychone con-tra Ursum (c. 1600-1601), el texto que ahora setraduce y, finalmente, el prefacio a las TabulaeRudolphinae (1627). De todos existen versionesque pueden consultarse con cierta facilidad ycuyas referencias, entre otras, se consignan enla bibliografía.

Para terminar, dos aclaraciones. De unaparte, he tratado de mantener las repeticiones deKepler hasta donde las posibilidades estilísticasdel castellano lo facilitan. En algunos casos, estoexplica el ritmo un tanto pesado de la traducción;en otros casos, la culpa es del traductor. De otraparte, no ha sido, por supuesto, la esperanza de

una reconciliación de nuestro idioma con la obrade Kepler aquello que ha motivado la elaboraciónde esta traducción. ¿Por qué un texto tan brevecomo el que ahora tiene el lector en sus manos,ya impaciente por abordarlo, habría de generar unferviente interés por su autor, un inesperado flo-recimiento de traducciones y comentarios? Creoser más pesimista al respecto: creo dirigirme aun lector ilusorio, a un recurso retórico; estospapeles serán, así, un nuevo cobijo para el olvidode Kepler. Intuyo, pues, que el motivo de estatraducción ha sido otro: una acción de gracias aun pensador y una obra que han condescendidoa proveerme de felicidad, una búsqueda escépti-ca, sino ad maiorem Kepleri memoriam, por lomenos ad maiorem Kepleri gloriam. El resultadofinal podría aparecer insatisfactorio.

EPITOMESAstronomiae Copernicanae*

LIBER PRIMUS

De principiis astronomiae in generedoctrinaeque spbaericae in specie

Quid est Astronomia? Est scientia, causastradens eorum, quae nobis in Terra versantibusde coelo et stellis apparent temporumquevicissitudines pariunt: quibus perceptis, coelifaciem, hoc est apparentias coelestes in futurumpraedicere, practeritarumque certa temporaassignare possimus.

Unde dicta est Astronomia? Ab astrorum,id est motuum, quibus astra moventur, lege seuregimine, ut Oeconomia a regenda re domestica,Paedonomus a regendis pueris.

Quae est cognatio hujus scientiae cumceteris? 1) Est pars physices, quia inquirit causasrerum et eventuum naturalium et quia inter ejussubjecta sunt motus corporum coelestium, etquia unus tinis ejus est, conformationem aedificiimundani partiumque ejus indagare.

Sobre los principios de la astronomía

¿Qué es la astronomía? Es la ciencia que, paranosotros que giramos con la Tierra, da las causas delo que aparece en el cielo y las estrellas y de lo queproduce los cambios en el tiempo. Con tales conoci-mientos, que son ciertos y fundamentales, podemosobtener el aspecto del cielo, esto es, podemos pre-decir las apariencias celestes futuras y asignar conseguridad los momentos de las pasadas.

¿Por qué se le llama astronomía? Debido a[que estudia] la ley o régimen de los astros -esdecir, de los movimientos con que se desplazanlos astros-, tal como [la palabra] Economía[proviene] de regir los asuntos domésticos yPedonomo de regir a los niños.

¿Cuál es el vínculo de esta ciencia con lasdemás? 1) Es parte de la física porque investigalas causas de las cosas y de los eventos naturales,porque entre sus temas de estudio se encuentranlos movimientos de los cuerpos celestes y porquesu único fin es descubrir la conformación deledificio del mundo y sus partes.

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SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LA ASTRONOMÍA DE JOHANNES KEPLER

2) Geographiae et hydrographiae seu reinauticae anima est astronomía. Quae enimdiversis terrarum oceanique locis et plagisdiversa coelitus eveniunt, ex sola astronomiadijudicantur.

3) Subordinatam habet chronologiam, quiamotus coelestes disponunt tempora annosquepoliticos et signant historias.

4) Subordinatam habet meteorologiam. Astraenim movent et incitant naturam sublunaremet homines ipsos quodarnmodo.

5) Complectitur magnam partem optices,quia commune cum ipsa subjectum habet,lucem corporum coelestium, et quia multasvisus deceptiones circa mundi motuunqueformas detegit.

6) Subest tamen generi mathematicarumdisciplinarum, et geometria atque arithmeticapro duabus alis utitur, quantitates etfiguras consideran s corporum motuunquemundanorum, et tempora dinumerans,perque haec demonstrationes suas expedienset totam speculationem ad usum seu praxindeducens.

Quotuplex est igitur astronomi curamunusque? Partes muneris astronomicipotissimum quinque sunt: historica deobservationibus, optica de hypothesibus, physicade causis hipothesium, arithmetica de tabulis etcalculo, mechanica de instrumentis.

Quomodo inter se differunt? Etsi nulla carumpotest carere demonstrationibus geometricis, quaead theoriam faciunt, numerisque, qui ad praxin,cum sint quidam quasi sermo geometrarum, trestamen priores magis ad theoriam pertinent, duaeultimae magis ad praxin.

De Observationibus

Describe mihi primam earum historicam.Historica conscribit, initio, qualis nobis appareatmundi facies, quidque in ea dietim mutetur,quid annuatim aut per longiores temporum

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2) La astronomía es el alma de la geografíay la hidrografía, es decir, de los temasnáuticos. En verdad, lo que acontece en losdiferentes lugares de la Tierra y los océanosy en las regiones celestes es discernido sólopor la astronomía.

3) Tiene subordinada la cronología, porquelos movimientos celestes fijan el tiempo ylos años políticos y delimitan los sucesoshistóricos.

4) Tiene subordinada la meteorología. Los astrosmueven e incitan la naturaleza sublunar y, dealgún modo, a los mismos hombres.

5) Se encuentra ligada a una gran parte de laóptica, porque tiene con ella un tema común,la luz de los cuerpos celestes, y porque pone aldescubierto muchos engaños de la visión sobrelos movimientos y el aspecto del mundo.

6) No obstante, hace parte del género de las dis-ciplinas matemáticas, de modo que se sirve dela geometría y la aritmética como de dos alas.Además, examina con atención las cantidadesy las figuras de los cuerpos y los movimientosde los cielos y calcula los tiempos, por lo cualordena sus demostraciones y conduce todaespeculación al uso, es decir, a la práctica.

¿De qué se ocupan, entonces, el cuidado yel trabajo del astrónomo? Principalmente soncinco las partes del trabajo astronómico: la histó-rica o sobre las observaciones, la óptica o sobrelas hipótesis, la física o sobre las causas de lashipótesis, la aritmética o sobre las tablas y el cál-culo y la mecánica o sobre los instrumentos.

¿De qué modo se diferencian entre sí?Aunque nada valioso, en tanto casi se consideranel lenguaje de los geómetras, puede faltar ni en lasdemostraciones geométricas, que se hacen para lateoría, ni en los números, que se hacen para lapráctica, las tres primeras [partes], sin embargo,son más pertinentes para la teoría, mientras quelas dos últimas lo son para la práctica.

Sobre las observaciones

Describeme la primera de ellas, la histórica.Al inicio, la histórica registra cuál es el aspectodel mundo que aparece para nosotros, qué cambiaen él diariamente, anualmente o por revoluciones

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circumactus, quae diversis terrae marisque locisappareant diversa, quae eadem. Et rarioresquidem seu notabiliores eventus, ut sunt eclipsesSolis et Lunae conjunctionesque insignes,depromit ex monumentis historicis, subtilioresvero stellarum singularum observationes exlibris artificum fide dignorum, ex Hipparcho,Ptolemaco, Albategnio, Arzachele et aliis, quoshi allegant, depromtas in unum colligit, addensetiam illa, quae praesens aetas observavit, quo inmunere prae omnibus aliis incredibili diligentiaversatus est Tycho Brahe, relictis 38 annorumpropriis observationibus copiosissimis, penecontinuis, fide dignissimis.

Observationes igitur hujusmodi debentartificiose inter se comparari, inque certasc1asses, per certos temporum circumactusdisponi, ut similes similibus coaptentur, eo feremodo, quo Aristoteles, naturam explicaturusanimalium, primo condidit historiam animaliumartificiosissimam, summatim recensens deomnibus speciebus, sub eodem genere constitutis,quae illis erant cornmunia.

De Hypothesibus

Describe etiam secundam partemastronomtci muneris. Secunda pars optica,consideratis his observationum varietatibus,et diversarum convenientia in quibusdam, adcausas penetrare nititur, quipus efficiatur, utoculis hominum species longe diversissimaea vero oboriantur, quas species astronomiappellant apparentias, Graece <j>awOj.1EvaUbi ut quisque pollet ingenio, ita plurimasapparentiarum diversitates salvat et efficit perunam aliquam sibique perpetuo similem motuumformam aut figuram corporum, demonstrationissuae methodum omnem accommodans legibuset theorematibus qua geometricis qua opticis,quae geometriae subordinata est, fitque ut adipsam rerum naturam, excogitandis hujusmodiformis motuum, alius alio propius perveniat.Itaque cum in hac dificili et caeca causarumcaptatione contingat naturae consultis, aberrare

cuyo tiempo sea mayor, así como los numerososacontecimientos que aparecen distintos en loslugares de la tierra y el mar y los que apareceniguales. Asimismo, extrae, de los monumentoshistóricos, los eventos más raros o notables comolos eclipses de sol y de luna y las grandes conjun-ciones: de los libros de especialistas fidedignos- Hiparco, Ptolomeo, Albategnio, Arzachelley otros a quienes éstos citan- toma las obser-vaciones más sutiles que ellos aducen acerca delas estrellas singulares y las reúne en un únicomodelo, agregando aquello que la época presenteha observado. En esta labor, el más versado detodos, con increíble exactitud, es Tycho Brahe,que, después de treinta y ocho años [de trabajo],dejó abundantes observaciones correctas, con casitotal continuidad entre ellas y muy fidedignas.

Por tanto, las observaciones deben comparar-se entre sí con arte. Expresa las verdaderas clases,ordenadas según las verdaderas revoluciones delos tiempos: que las [clases] semejantes se unana las semejantes, más o menos como Aristóteles,para explicar la naturaleza de los animales, enprimer lugar elaboró con gran arte una historiade los animales, aclarando exhaustivamente quéera común a todas las especies dispuestas bajo unmismo género.

Sobre las hipótesis

Describe también la segunda parte del tra-bajo astronámico. La segunda parte, la óptica,para penetrar en las causas se apoya en la consi-deración atenta de la diversidad de las observa-

. ciones y en la armonía que existe entre algunoshechos diferentes, logrando con ello que semuestre a los ojos de los hombres el sumamentediverso aspecto exterior [del mundo]. Los astró-nomos llaman apariencias a este aspecto exterior,en griego <j>aLVOj.1Eva. Cuando alguien se sirve delpoder de su inteligencia, enseguida salva la grandiversidad de las apariencias y produce una únicaforma, siempre semejante a sí misma, de losmovimientos (o figura de los cuerpos); en cuantoa sus demostraciones, [produce] toda clase demétodos que se acomoden a las leyes y teoremasde la geometría y la óptica, pues tales métodosse encuentran subordinados a la geometría. Portanto, al reflexionar de este modo acerca de la

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a vero in nonnullis opinionum suarum membris,nec eo minus tamen per illas salvent aparentiascoelestes, usus obtinuit, ut opinionem cujusqueex celebrioribus artificibus, qua causasexplicat apparentiarum coelestium, hypothesesappellemus, quia dicere solet astronomus, hocvel illo po sito vel supposito (ÚTTOTE6EvToa),quod ipse de mundo affirmat, sequi necessitatedemonstrationum geometricarum, ut apparuerintilla tam multa, quae insunt in consignationehistorica preadicta, quodque suo tempore.

Ita hodie tres feruntur hypothesium formae,Ptolemaei, Copernici et Tychonis Brahei.

Pertinet autem communiter ad has duaspriores partes etiam contemplatio naturae etproprietatum lucis, seu praxis doctrinae derefractionibus.

De causis hypothesium

Quaenam est tertia pars astronomicimuneris? Tertia pars physica vulgo non censeturnecessaria astronomo, cum tamen vel maximepertineat ad finem hujus partis philosophiae,nec nisi ab astronomo possit absolvi. Non enimmera debet esse licentia astronomis, fingendiquidlibet sine ratione, quin oportet ut etiamcausas reddere possis probabiles hypothesiumtuarum, quas pro veris apparentiarum causisvenditas, et sic astronomiae tuae principiaprius in altiori scientia, puta physica velmetaphysica, stabilias, non interclusus tamennec ab iis argumentis geometricis, physicis velmetaphysicis, quae tibi suppeditantur ab ipsadiexodo disciplinae propriae super rebus, adaltiores illas disciplinas pertinentibus, dummodonullam principii petitionem admisceas. Hoc enimpacto fit, ut astronomus (compos factus hactenuspropositi sui, ut causas motuum excogitaveritrationi consentaneas et aptas ad efficiendaomnia, quae habet observationum historia) jamin unum aspectum adducat, quae particulatim

forma de los movimientos, se alcanza la natura-leza misma de las cosas: lo diferente se aproximaa lo diferente. Así, pues, cuando en esta difícily ciega indagación de las causas se llega a losplanes de la naturaleza, es necesario alejarse enalgunos puntos de las opiniones propias, inclusosi éstas salvan las apariencias celestes. El usoobliga a que llamemos hipótesis a aquella opiniónde los especialistas más célebres con que se expli-can las causas de las apariencias celestes, porqueel astrónomo suele decir que lo que él afirma delmundo con esta o aquella posición o suposición(ÚTTOTE6EVToa)-es decir, cómo habrá de aparecertodo aquello que se encuentra predicho en elregistro histórico y todo aquello que pertenece asu propio tiempo- se sigue con la necesidad delas demostraciones geométricas.

Hoy se presentan, pues, tres formas de hipó-tesis: la de Ptolomeo, la de Copérnico y la deTycho Brahe.

De otro lado, a estas dos primeras partes engeneral también pertenece la contemplación de lanaturaleza y de las propiedades de la luz, es decir,la práctica de la doctrina sobre las refracciones.

Sobre las causas de las hipótesis

¿Cuál es, pues, la tercera parte del trabajoastronómico? La tercera parte, la física, usual-mente no se considera necesaria por el astróno-mo, si bien, en cambio, corresponde sobre todo alfin de esta parte de la filosofía [que es la astrono-mía] y no puede realizarse sino por el astrónomo.Ciertamente los astrónomos no deben tener unatotal licencia para fingir lo que deseen sin razón.Más aún, es necesario que también puedas dar lascausas probables de tus hipótesis, que vendes [alos demás] gracias a las verdaderas causas de lasapariencias. Por ello, con tal que no introduzcasninguna petición de principio, establece primerolos principios de tu astronomía en una cienciamás elevada -piensa en la física o en la metafí-sica- sin privarla, no obstante, de aquellos argu-mentos provenientes de la geometría, la física ola metafísica, proporcionados en abundancia porla exposición que de estos asuntos hace la propiadisciplina y que se extienden hasta aquellas disci-plinas más elevadas. Resulta así que el astrónomo(hasta aquí dueño de su empresa, aquel que habrá

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antea statuerat, et dissimulato fine hactenusproposito (qui erat demostratio phaenomenonet inde redundans in vitam communem utilitas)altiorem ipse finem summa cum gratulationephilosophantium affectet, ad illum finem omniasua placita, rursum qua geometricis, qua physicisargumentis referat, scilicet ut genuinam formamet dispositionem seu exornationem totius mundiponat ob oculos. Adeoque hic est ipsissimus libernaturae, in quo Deus conditor suam essentiamsuamque voluntatem erga hominem ex parte,et aAoyúl quodam scriptionis genere propalavitatque depinxit.

De tabulis

Quid quarto loco agitat astronomus ?Quarta et quinta partes ad inferiorem illumfinem referuntur, nempe ad utilitatem in vitacommuni. Quarta enim, quam arithmeticamappellavi, causas motuum inventas numeris aplicat,docens methodum, qua ad quodlibet tempus seupraeteritum seu futurum apparens coeli facies etconfiguratio siderum computetur. Hinc nascunturTabulae Astronomicae, quibus methodus jamdicta facilior et brevior efficitur; quare Graecieas appellant Kavovaa TTpOXELpoua cujusmodisunt Tabulae Ptolemaei, quas emendaruntante 400 annos Tabulae Alphonsi, et ante 80tabulae Copernici, quas Reinholdus exactiorescopiosioresque factas appellavit Prutenicas.Omnibus vero antecessorum tabulis, cum erroneaesint, colophonem imponere pollicentur TabulaeRudolphinae, sic indigetatae a Tychone Braheoaffectaeque, quae nunc lucem exspectant.

Haec igitur pars suppeditat chronologis,astrologis, meteoroscopis, medicis, nautis, agricolis,principia ad artem cuique suam necessaria.

de encontrar por la razón las causas convenientesy apropiadas de los movimientos, [causas] queproducen aquello que tiene [registrado] en la his-toria de las observaciones) lleva todo lo que anteshabía establecido particularmente a una únicarepresentación. Y si bien hasta aquí el propósito,aunque con un fin oculto, era la demostración delfenómeno y de allí la redundancia de su utilidaden la vida cotidiana, ahora trata de alcanzar, congran beneplácito por parte de los que filosofan, unfin más elevado al que refiere todas sus opiniones-es decir, sus argumentos geométricos y físi-cos-: poner ante los ojos la forma y la disposición(u ornato) genuinas del mundo. De tal suerte queallí se encuentra el mismísimo libro de la naturale-za, en el que Dios Creador en parte ha divulgado yrepresentado su esencia y su voluntad ante el hom-bre aAOYúl, con un cierto género de escritura.

Sobre las tablas

¿Qué hace el astrónomo en cuarto lugar?Las partes cuarta y quinta se refieren a aquelfin inferior, a saber, la utilidad en la vida coti-diana. La cuarta, que he llamado aritmética,aplica a los números las causas descubiertas delos movimientos, enseñando el método con quese calcula el aspecto que aparece en el cielo y laconfiguración de los astros en cualquier tiempoque se desee, sea pasado o futuro. De ahí nacenlas Tablas Astronómicas, con las que se elaboracon mayor facilidad y rapidez el procedimientomencionado. Por esto los griegos las llamanKavovaa TTpOXELpOua, de cuyo género son lasTablas Ptolemaicas, corregidas hace 400 añospor las Tablas Alfonsinas, [a su vez corregidas]hace 80 [años] por las Tablas Copernicanas, másexactas y abundantes, a las que Reinhold dio elnombre de Pruténicas. A todas las tablas de losantecesores, siempre que sean erróneas, prometenimponer el colofón las Tablas Rudolfinas, ambi-cionadas y casi concluidas por Tycho Brahe peroque aún esperan la luz.

Así, esta parte proporciona a cada uno -cronólogos, astrólogos, meteorólogos, médicos,marineros y agricultores- los principios necesa-rios para su propio arte.

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SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LA ASTRONOMÍA DE JOHANNES KEPLER 205

De instrumentis,sphaera materiali et theoriis

Enarra etiam quintam muneris astronomicipartem. Quinta pars mechanica idem fere praestatinstrumentis, quod quarta numeris, estquemultiplex. Nam primo famulatur parti historicae,quia ut obsservationes, quae sunt astronomiaefundamenta, sint exquisitae subtilitatisquesufficientis, oculi sunt instrumentis adjuvandi,quibus et certius collineent, et sine hallucinationeminutiusque numerent; in hoc itaque genereexstat liber Tychonis Brahei, Astronomiaerestauratae Mechanica dictus, magnam copiamexhibens exquisitissimorum instrumentorum,quorum apparatus fidem summam conciliatobservationibus per illa habitis et a Braheoconscriptis.

Jam vero quod attinet partes subsequentes,aut exempla facienda sunt ex materia lignea,metalica, chartacea et similibus, quibushipotheses astronomicas exprimamus et ob oculosponamus, ad docendos imperito s et tirones, autad sublevandum computationis laborem, quoin censu sunt sphaera materialis, at theoriae:aut oblectamenta paramus pro magnatibus autlocupletibus, quorsum conducunt automatacoelestia, coelum ipsum quadamtenus imitantiamotu artificioso sibi indito, quibus interdumpraeter nudam delectationem sua etiam onstatutilitas, coelo praesertim nubilo; aut rursumobservatoria condimus instrumenta, primo dictiscognata, sed usus communis et popularis causa.Hinc infinita varietas instrumentorum est orta,certantibus mechanicis manuum sollertia cumgeometrarum demonstrationibus ingeniosissimis.Praecipua tamen in hoc conveniunt, quod cummotu s et apparentiae coelestes sint sphaericae,curvilineae, nobis vero terrarum incolis substratasit facies horizontis plana, parietesque sint adejus perpendiculum erecti, corpora denique, quaemanibus tractamus, aut planitiebus terminenturmeris, aut mixtis saltem ex recto et curvo,instrumenta igitur nobis illa tractatu faciliorasunt, in quipus curvum in rectum est immutatum,cujusmodi sunt e primariis regulae circulidivisionibus exsculptae, quadrata geometrica

Sobre los instrumentos,la esfera material y las teorías

Explica también con detalle la quinta partedel trabajo astronómico. Como la cuarta delos números, la quinta parte, la mecánica, sueleocuparse de los instrumentos y es múltiple. Enprimer lugar sirve a la parte histórica, pues paraque las observaciones, que constituyen los fun-damentos de la astronomía, sean realizadas concuidado y con una precisión suficiente, los ojos seayudarán por instrumentos con los que enfocaráncon mayor precisión y juzgarán más minucio-samente y sin errores. En este punto sobresaleel libro de Tycho Brahe titulado Astronomiaerestauratae Mechanica, que muestra una granriqueza de excelentes instrumentos. El libro con-cilia una total fe en estos [instrumentos] con lasobservaciones obtenidas por medio de ellos yregistradas por Brahe.

Ahora bien, en lo que atañe a las partessubsiguientes, [éstas] son o bien para elaborarmodelos de madera, metal, papel y otros materia-les semejantes con los que reproducimos las hipó-tesis astronómicas y las ponemos ante los ojospara enseñar a los inexpertos y a los aprendices,o bien para aliviar la labor de cómputo. Tales sonlos bienes de la esfera material y de las teorías: obien preparamos pasatiempos para las personaseminentes o adineradas -a lo que conducen losautómatas celestes, que hasta cierto punto imitanpor sí mismos el propio cielo con un movimientopuesto artificialmente y a los que, además delsimple deleite, también está unida a veces su uti-lidad, principalmente con cielo nublado-, o bien,por el contrario, construimos instrumentos parala observación, de uso privado al comienzo perocuya causa es el uso común y popular. De ahíque la infinita variedad de instrumentos nazcade mecánicos que enfrentan la habilidad de lasmanos con las muy ingeniosas demostracionesde los geómetras. Sin embargo, en esto convieneprincipalmente que, aun cuando el movimientoy las apariencias celestes sean esféricos, curvi-líneos, lo que se refiera al horizonte se extiendapara nosotros, habitantes de la Tierra, en unplano, y que las paredes sean erigidas perpendi-culares a éste, de modo que los cuerpos con quetrabajamos estén delimitados exclusivamente por

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dictae, astrolabia, et propter aedificiorum planosparietes, sciaterica, instrumentum usum obtinenslatissime terra marique patentem, quo vix carereamplius humana vita protesto

Haec utilitas praecipue famulatur geographiaeet rei nauticae, quia chartae geographicae habentcirculos coelestes in planum projectos.

Nota

* Tomado de: Epitomes Astronomiae Copernicanae.Liber primus. De principiis astronomiae ingenere doctrinaeque sphericae in specie. En:Joannis Kepleri Astronomi Opera Omnia, 1858-1871 (ocho volúmenes, Christian Frisch editor),Volumen VI, pp. 119-122.

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planos o al menos por la composición de lo rectoy lo curvo. De esta manera, aquellos instrumen-tos donde lo curvo se transforma en lo recto sonoperados más fácilmente por nosotros. De estaclase son los astrolabios, llamados cuadraturasgeométricas, instrumentos destinados al trazo ymedición de las líneas rectas y obtenidos a partirde las principales divisiones del círculo; [por otrolado,] gracias a las paredes planas [se obtienen]los cuadrantes o relojes de sol, instrumentos cuyouso es patente en la tierra y el mar y del que lavida humana difícilmente puede privarse.

Esta utilidad sirve primordialmente a lageografía y la navegación, porque las cartas geo-gráficas tienen los círculos celestes proyectadosen un plano.

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