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8/18/2019 Soumastraste
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Felix Vodiča. La concreción de la obra literaria.
Síntesis de Jaime Amaro.
El estudio literario pasa por dos ciclos, el primero es el que se centra en la génesis de la obra y
el segundo es el que observa las transformaciones de la obra en las generaciones siguientes, estaestá en constante variación, pues cambian las perspectivas por las que se estudia la obra, esto
muestra el desarrollo de la obra en el tiempo. También es importante destacar que la obra de arte
literaria cumple una función social, la que se conoce al investigar la recepción de la obra.
La investigación de la vida de una obra literaria conlleva analizar la recepción que surge, la
relación entre el texto y el lector es activa y tiene el objetivo literario de encontrar las norma
estéticas, este estudio se caracterizó por:
- El dogmatismo estético, es decir, los valores estéticos que se creían eternos e inmutables,
esta idea existía porque se buscaba un conocimiento definitivo y verdadero.
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Subjetividad, es decir, modos individuales de recepción, los que pueden configurar, por
ejemplo, la recepción de época.
Mukařovsky: no estudia a la obra desde el punto de vista de su valor estético individual, sino que
la configuración estética de un período. Esto evidencia el valor evolutivo, pues la obra no es
invariable, el tiempo, espacio y medio social provocan que la tradición artística varíe. En otras
palabras, la misma obra puede ser estudiada en dos épocas distintas, mas su valor estético no será
el mismo, es más, ni si quiera es el mismo objeto estético, porque la concretización es diferente,
en palabras distintas, distintos lectores pueden enfrentarse a la misma obra, pero nunca será la
misma obra para cada uno de estos, un buen ejemplo es el caso de una obra teatral, la que nunca
es igual aunque se represente de la misma manera, con los mismos actores y escenografía.
La obra literaria posee una estructura, la cual funciona como un signo descifrado por el lector,
esta estructura sólo se relaciona con aspectos estéticos cuando el lector participa de ella, en otras
palabras, la obra se entrega incompleta, es el receptor el que la termina.
El estructuralismo de Praga explica que la estructura garantiza la eficacia estética, pues es un
ordenamiento pensado para ello, pero como la obra no se completa hasta que es leída, es
imposible que lo estético se encuentre en la estructura, por ende, la estructura no sostiene lo
estético, sino que lo artístico, por otro lado, la concreción es el reflejo de la obra en la conciencia y
se vuelve estética cuando alguien la considera como tal.
El interés del historiador de la literatura no se ha centrado tanto en la concreción individual,
este es un gran error, pues es el receptor el que determina las normas literarias de una época,
cuando una obra es valorada estéticamente en una época se vuelve parte de la tradición, puede
llegar, además, a transformarse en una norma por medio de la que se midan otras obras. En este
sentido es fundamental la misión de los críticos, son estos los que influyen en gran medida a
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Felix Vodiča. La concreción de la obra literaria.
Síntesis de Jaime Amaro.
institucionalizar valores literarios, cuando una obra no es valorada críticamente en su época,
queda en potencia de serlo, puede contribuir a formar normas futuras.
La obra de arte literaria, al ser concretizada, posee aspectos estéticos invariables y otrossubjetivos. Los aspectos que permanecen representan el principal interés para la estética de la
recepción.
Respecto a la concreción, una de las cosas importantes que la determina es la expectativa que
tiene el lector en relación al autor, es decir, el receptor posee una consciencia estética del autor, o
sea, normas que se mantienen en sus diferentes obras. Por otro lado, el autor también tiene su
propia concreción y expectativas de concreción.
L a gran importancia de la literatura clásica radica en que plantean normas que, desde el
presente, son mucho más amplias, estas normas tienden a influenciar al presente, pero no de la
misma forma, pues las normas, desde que nacen, tienden a evolucionar como si tuvieran vida.