souza-generacion de conocimiento-construccion de teoria

50
Generación de Conocimiento y Construcción de Teoría en Proyectos de Desarrollo de Capacidad Institucional La propuesta del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” en el contexto del cambio de época 1 “El siglo XVIII determina el fin de una época y el comienzo de otra. Los problemas que se plantearon durante este siglo no hallaron solución en el marco del régimen social imperante y, por lo tanto, forzaron el cambio social. Un cambio social que...marcaría el fin de una época” (Prólogo del libro de J. Jacques Rousseau El Contrato Social; libro escrito en 1762) José de Souza Silva 2 Juan Cheaz 3 Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR) 1 Versión (bajo perfeccionamiento) del documento básico del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” presentado en el “Taller sobre la Generación de Conocimiento y Construcción de Teoría en Proyectos de Desarrollo de Capacidad Institucional”, realizado en San José, Costa Rica, 06- 09 de marzo del 2000. Este Proyecto es financiado por la Agencia Suiza de Cooperación y Desarrollo (COSUDE), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda (DGIS), el Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR) y organizaciones nacionales de ciencia y tecnología agropecuaria de América Latina. Los autores agradecen a los participantes del taller, que aportaran críticas y sugerencias para el perfeccionamiento de la visión del Proyecto y del contenido del documento. La visión, opiniones y posiciones expresadas aquí son de los autores, y no necesariamente coinciden con las visiones, opiniones y posiciones de las organizaciones que apoyan al Proyecto. 2 Ingeniero Agrónomo brasileño con Maestría en Sociología de la Agricultura y Ph.D. en Sociología de la Ciencia y la Tecnología; exJefe de la Secretaría de Gestión Estratégica de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA); y actual Gerente del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”. E-mail: [email protected] 3 Economista Dominicano con Maestría en Estudios del Desarrollo; Profesional Asociado del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” que integra su equipo de gestión en San José, Costa Rica. E-mail: [email protected]

Upload: blakefrancisco

Post on 27-Jun-2015

233 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Generación de Conocimiento y Construcción de Teoríaen Proyectos de Desarrollo de Capacidad Institucional

La propuesta del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”en el contexto del cambio de época1

“El siglo XVIII determina el fin de una época y el comienzo de otra. Los problemas que se plantearon durante este siglo no hallaron solución en el marco del régimen social imperante y, por lo tanto, forzaron el cambio social. Un cambio social que...marcaría el fin de una época” (Prólogo del libro de J. Jacques Rousseau El Contrato Social; libro escrito en 1762)

José de Souza Silva2

Juan Cheaz3

Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR)

(Trabajo en progreso: para discusión)

San José, Costa RicaMayo, 2000

1 Versión (bajo perfeccionamiento) del documento básico del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” presentado en el “Taller sobre la Generación de Conocimiento y Construcción de Teoría en Proyectos de Desarrollo de Capacidad Institucional”, realizado en San José, Costa Rica, 06-09 de marzo del 2000. Este Proyecto es financiado por la Agencia Suiza de Cooperación y Desarrollo (COSUDE), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda (DGIS), el Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR) y organizaciones nacionales de ciencia y tecnología agropecuaria de América Latina. Los autores agradecen a los participantes del taller, que aportaran críticas y sugerencias para el perfeccionamiento de la visión del Proyecto y del contenido del documento. La visión, opiniones y posiciones expresadas aquí son de los autores, y no necesariamente coinciden con las visiones, opiniones y posiciones de las organizaciones que apoyan al Proyecto.

2 Ingeniero Agrónomo brasileño con Maestría en Sociología de la Agricultura y Ph.D. en Sociología de la Ciencia y la Tecnología; exJefe de la Secretaría de Gestión Estratégica de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA); y actual Gerente del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”. E-mail: [email protected]

3 Economista Dominicano con Maestría en Estudios del Desarrollo; Profesional Asociado del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” que integra su equipo de gestión en San José, Costa Rica. E-mail: [email protected]

Page 2: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Generación de Conocimiento y Construcción de Teoríaen Proyectos de Desarrollo de Capacidad Institucional

La propuesta del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”en el contexto del cambio de época

Jose de Souza SilvaJuan Cheaz

RESUMENLos productos, procesos y servicios más relevantes del Siglo XXI serán aquellos intensivos de conocimiento. Sin embargo, mientras el conocimiento se establece como el factor estratégico de la época emergente, muchos proyectos para el desarrollo de capacidad institucional no incluyen un componente de apoyo a la construcción de la capacidad institucional para generar/ reconfigurar conocimiento en las organizaciones. Ellos tampoco generan conocimiento—apenas transfieren información; ni teorizan sobre sus experiencias y lecciones—apenas las sistematizan y las diseminan. Estos proyectos no son concebidos para el desarrollo de la capacidad para la gestión de la innovación institucional, lo que requiere un esfuerzo de investigación-aprendizaje para la generación de conocimiento organizacional y la construcción de teorías contextualizadas. Este tipo de esfuerzo demanda la interdependencia entre los procesos de sistematización y de teorización en los proyectos de desarrollo de capacidad institucional. El Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” se propone movilizar la imaginación, capacidad y compromiso de sus talentos profesionales para construir este tipo de capacidad. El documento (i) caracteriza el actual cambio de época, sintetizando las tres visiones de mundo que compiten para moldear la época emergente; (ii) ubica la dimensión de investigación del Proyecto en el contexto del cambio de época; (iii) justifica esta dimensión de investigación; (iv) propone cuatro marcos de referencia—filosófico, ontológico, epistemológico y metodológico—para comprender la naturaleza del esfuerzo a ser realizado; (v) sitúa al Proyecto en el contexto de los marcos de referencia; y, (vi) articula los marcos orientadores de la teorización y de la sistematización en el Proyecto.

INTRODUCCIÓN

La historia moderna revela que el poder es para los que generan y usan su propio conocimiento4. Eso sugiere la necesidad de que organizaciones y naciones desarrollen una capacidad mínima de generación/reconfiguración del conocimiento que necesitan, para evitar su excesiva dependencia de los que tienen esta capacidad. Esto es relevante pues, como nos enseña Michel Foucault, el conocimiento no puede ser concebido de forma separada del poder, ni la tecnología puede ser pensada separadamente de intereses humanos (Habermas 1968; Street 1992; Bell 1995).

Los proyectos de construcción de capacidad institucional tienen la obligación ética de incluir un aporte al desarrollo de capacidades locales para la generación/reconfiguración de conocimiento. Esta capacidad es imprescindible para las organizaciones de desarrollo, frente a: (i) la complejidad del proceso de desarrollo; (ii) los frecuentemente divergentes intereses de los actores que influencian la naturaleza, rumbo, prioridades y consecuencias del desarrollo; y, (iii) la diversidad de los contextos donde las acciones de desarrollo aportan su contribución y ganan su significado. Sin embargo, no todos los proyectos de desarrollo de capacidad hacen este tipo de aporte.

Imaginación, capacidad y compromiso para la gestión de la innovación institucional es el lema de la Red de Intercambio de Talentos para la Innovación Institucional (Red-ITI) del Proyecto “Nuevo Paradigma”, del Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR). Inspirado en este lema y comprometido con las consecuencias de su práctica, el Proyecto intenta: (i) abrir espacios para la interacción creativa; (ii) proponer “gatillos” para orientar el foco de la creatividad; y, (iii) negociar propósitos colectivos que generan energía emocional hacia decisiones y acciones asociadas a la gestión estratégica5 de la innovación institucional

4 Ver, por ejemplo, Leiss (1974), Wallerstein (1974), Restivo (1988), Castells (1996, 1997, 1998), Demo (1997), Landes (1998), Bell (1999), De Masi (1999), Perrault (1999), Busch (2000).

5 Para el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”, la gestión estratégica es aquella que incorpora innovaciones asociadas a las dimensiones de futuro, entorno, participación, estrategia y gestión, bajo una filosofía gerencial influenciada por el principio

2

Page 3: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

En consonancia con el hecho de que el ISNAR es un servicio basado en investigación, el Proyecto está iniciando un esfuerzo de esta naturaleza para desarrollar uno de sus componentes: su dimensión de investigación. De forma sintética, este documento: (i) ubica el presente esfuerzo en el contexto de un cambio de época; (ii) resume los elementos que integran la dimensión de investigación del Proyecto; (iii) propone cuatro marcos de referencia para ampliar la comprensión de la naturaleza del esfuerzo que se quiere desarrollar; (iv) sitúa el Proyecto en el contexto de dichos marcos; y, (v) articula algunos elementos para orientar el esfuerzo hacia la construcción de un marco orientador del esfuerzo de teorización del Proyecto y un marco orientador del proceso de sistematización de sus experiencias y lecciones.

¿Una época de cambios o un cambio de época?

“El siglo XVIII determina el fin de una época y el comienzo de otra. Los problemas que se plantearon durante este siglo no hallaron solución en el marco del régimen social imperante y, por lo tanto, forzaron el cambio social. Un cambio social que...marcaría el fin de una época” (Prólogo del libro de Juan Jacques Rousseau El Contrato Social; libro escrito en 1762)

De la misma manera como el Siglo XVIII marcó un cambio de época histórica—del agrarianismo al industrialismo, la historia registrará para la posteridad que la segunda mitad del Siglo XX y la primera del Siglo XXI representan igualmente otro cambio de época (De Souza Silva et al. 2000). Comprender que las turbulencias, inestabilidad, incertidumbre, discontinuidad, inseguridad y desorientación que hacen vulnerables a naciones y organizaciones son provocadas por un cambio de época—y no por una época de cambios—es crítico para definir la premisa y diseñar el marco orientador de la gestión de la innovación institucional.

Una época de cambios es aquella en que su identidad está establecida de forma inequívoca y en la cual sus características son reconocidas sin ser cuestionadas de forma generalizada en sus consecuencias. Por la relativa estabilidad de sus características, una determinada época nos permite identificarla de forma muy fácil. Al contrario, un cambio de época es un momento de la historia de la humanidad en que las características de la época vigente están en deterioro irreversible y en la cual las consecuencias de sus características para el desarrollo están bajo cuestionamiento inexorable por parte de la mayoría de las sociedades. Por el desorden y la inestabilidad que lo caracterizan, un cambio de época no es fácilmente identificable, principalmente en su inicio. Por eso, en un cambio de época están todos vulnerables, del ciudadano al Planeta (De Souza Silva et al. 2000).

Según Castells (1996), una época histórica cambia cuando se transforman de forma cualitativa y simultánea las relaciones de producción, relaciones de poder, experiencia humana y cultura, lo que ya ocurre desde la segunda mitad de los años 60 (Castells 1996, 1997, 1998). Tres procesos revolucionarios están generando cambios que no pertenecen a la época vigente, que están cambiando la época: (i) la revolución cultural iniciada por movimientos sociales, tales como el feminismo y el ambientalismo; (ii) la revolución tecnológica en torno a la tecnología de la información y sus ramificaciones en la infraestructura y medios de la comunicación y en las más diferentes áreas de la actividad humana; y, (iii) la revolución económica del capitalismo y del comunismo para superar la crisis económica planetaria que afectó diferencialmente a ambos. Así, los cambios globales en marcha no pertenecen a la época vigente, ellos están cambiando la época del industrialismo y forjando una nueva época6. Por ejemplo, a partir de la revolución cultural, varios cambios están forjando transformaciones hacia el desarrollo sostenible; mientras, a partir de

de la práctica del desarrollo de, no del desarrollo en las organizaciones, con el propósito de aportar al desarrollo de, no al desarrollo en sus sociedades. El desarrollo de es necesariamente negociado y realizado con la participación de los actores sociales del contexto donde se desarrollan las acciones de intervención, razón por la cual es también centrado en la construcción de capacidades locales. En contraste, el desarrollo en es practicado sin compromiso con las dimensiones histórica y material que caracterizan tanto las necesidades y realidades actuales como las aspiraciones futuras de los actores sociales del contexto donde se desarrollan las acciones de intervención. El desarrollo de se caracteriza por (i) la inclusión de los actores locales y de su conocimiento y experiencias y (ii) la promoción de su protagonismo y autonomía; el desarrollo en se caracteriza por (a) la exclusión de los actores locales y de su conocimiento y experiencias y (b) la creación de dependencia externa.

3

Page 4: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

la revolución económica, está en marcha un proceso de formación de un nuevo régimen de acumulación de capital cuyas características generan conflictos con las características del régimen de acumulación de capital de la época del industrialismo (ver ANEXO-1).

Un cambio de época genera una crisis de percepción (Capra 1982), que revela la imposibilidad de comprender la realidad emergente a partir de antiguas premisas y enfoques y la necesidad de generar nuevas premisas y enfoques para interpretar viejos y nuevos desafíos. En este contexto, la innovación institucional debe preceder a otros tipos de innovación (De Souza Silva et al. 2000). Las organizaciones necesitan primero innovar en sus marcos para pensar, decidir y actuar, para que estas innovaciones se reflejen en sus futuros productos y servicios. En la gestión de la innovación institucional, uno de los elementos a considerar es la importancia central del conocimiento7 para las naciones y organizaciones del Siglo XXI. En la época emergente, los productos, procesos y servicios más relevantes serán los intensivos de conocimiento. Según Bell (1999), la característica más representativa de la nueva época es el reemplazo de la tecnología8 mecánica de la época industrial por la tecnología intelectual que permite codificar el conocimiento teórico. La codificación del conocimiento teórico para la superación de problemas y desafíos prácticos es por lo tanto la tecnología intelectual más relevante del Siglo XXI, lo que transforma la capacidad para crear (Nonaka y Takeuchi 1995) y reconfigurar (Gibbons et al. 1994) conocimiento en una de las capacidades más estratégicas para las organizaciones de desarrollo en el Siglo XXI.

En resumen, la humanidad está saliendo de la época de la prevalencia de la tecnología material9

y entrando en la época del predominio de la tecnología intelectual10. Sin embargo, como la

6 Por ejemplo: (i) en las relaciones de producción, un factor intangible—conocimiento—ya es la fuerza productiva más relevante de la economía inmaterial emergente; (ii) en las relaciones de poder, la soberanía del Estado-Nación está siendo erosionada por el ascenso del poder de las corporaciones transnacionales, agencias y acuerdos multilaterales y mecanismos supranacionales; (iii) en la experiencia humana, la declinación de la autoridad patriarcal y el ascenso de las relaciones de género, junto con la vulnerabilidad del Planeta denunciada por los movimientos ambientalistas, desafían en definitiva las formas de producción y consumo que caracterizan la civilización occidental y la sociedad industrial de masa; y, (iv) en la dimensión cultural, el mundo camina hacia la cultura de la realidad virtual, donde los medios de comunicación ejercen un poder sin precedentes en la creación de valores y símbolos, percepciones y opiniones, decisiones y acciones (Castells 1996, 1997, 1998).

7 Datos no son información e información no es conocimiento. Datos son una secuencia de eventos o de símbolos, numéricos o no, todavía carentes de interpretación y por lo tanto de significados, articulados en un determinado orden y forma, que nos permite apenas contestar a preguntas del tipo qué. Información es el conjunto de significados derivados de los datos, a través de una interpretación que contextualiza las relaciones existentes entre ellos y que los presenta como tópicos organizados, permitiéndonos comprender apenas preguntas del tipo cómo. El conocimiento es un estado de entendimiento continuamente perfeccionado por el eterno proceso—dinámico e inacabado—de generar comprensión para permitirnos contestar preguntas del tipo por qué. El conocimiento no es una “cosa”, un producto que puede ser producido, vendido, transferido, comprado, empaquetado, transmitido y absorbido, como quieren muchos que emplean el término conocimiento como si fuera sinónimo de información. Solamente datos e información son “productos” que pueden ser manejados como tal. Por ejemplo, aún cuando alguien comparte lo que para él es su más elaborado conocimiento personal sobre un tema o problema, para los que lo escuchan (individuos, equipos, grupos sociales) todo llega apenas como información, que todavía necesita ser mentalmente y/o socialmente procesada y reconfigurada antes de ser parcial o integralmente apropiada o rechazada por los modelos mentales de los individuos, equipos o grupos sociales. El proceso de creación de conocimiento es influenciado por los valores, creencias, experiencias pasadas, intereses actuales y aspiraciones y compromisos futuros. Por eso no se debe hablar de gestión de conocimiento; el máximo que se puede proponer es la gestión del la información o la gestión del proceso de generación de conocimiento. En resumen, el proceso de creación de conocimiento implica la (re)interpretación, (re)combinación, (re)configuración y/o (re)ordenación permanente de antiguos y nuevos de datos e información. Esto ocurre en confrontación tanto con nuestro entendimiento previo como con nuestros valores, creencias, intereses, aspiraciones y compromisos asociados al tema o problema bajo análisis, pues nuestro objetivo—concientes o no—es ampliar o mejorar nuestra capacidad para juzgar acciones, eventos, fenómenos, hechos, etc., a partir de nuestra más actualizada comprensión sobre dichos elementos. Uno de los participantes del evento aportó a esta conceptualización de la siguiente forma: “conocimiento es más un verbo que un sustantivo”.

8 Tecnología aquí es conceptualizada de forma amplia, significando la aplicación de conocimiento—científico o no—para la realización de tareas prácticas a través de sistemas ordenados que involucran a personas, a otros seres vivos, a organizaciones y máquinas (Street 1992). Bajo este concepto, el manejo integrado de plagas, un cosechador mecánico, la organización de una universidad o de un sistema internacional de comercio es una tecnología; de la misma manera que el diseño y manejo de procesos participativos para el intercambio de ideas, información y apoyo también lo es. Por lo tanto, tecnología es el producto de un proceso de interacción social, que resulta en conocimiento cristalizado (plasmado) en algún tipo de aplicación práctica—material, social o intelectual (Street 1992; Barbour 1993; Bell 1999). Hasta una teoría es una tecnología (Bell 1995), del tipo intelectual: tecnología de la interpretación.

4

Page 5: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

competitividad será derivada principalmente de la flexibilidad institucional y gerencial11 (Castells 1996), la tecnología social12 será imprescindible para viabilizar la dinámica de la aplicación de tecnología intelectual. La innovación ya no es un producto del genio individual trabajando de forma aislada, como Marconi con la radio y Edison con la luz eléctrica (Bell 1999). Ahora la creatividad institucional depende principalmente (pero no exclusivamente) del esfuerzo de equipos (Gibbons et al. 1994). Así, la creatividad puede ser percibida y manejada como un producto de la interacción social y, por lo tanto, de la organización para la participación (Röling 1992).

El ascenso del conocimiento como fuerza productiva y de la codificación del conocimiento teórico como tecnología intelectual va a distinguir tres grupos de naciones (Bell 1999) y organizaciones:

1 El primer grupo, por ser capaz de generar/reconfigurar conocimiento, estará en capacidad de: (i) iniciar13 la generación de nuevos productos, servicios y/o procesos; (ii) inventar14, a partir de la codificación del conocimiento teórico (que es capaz de generar); y (iii) generar tecnologías de transformación15, o transformacionales. Este es un grupo altamente dependiente de la tecnología social para movilizar exitosamente a los talentos humanos que manejan la tecnología intelectual.

2 El segundo grupo, por ser capaz apenas de reconfigurar conocimiento ya existente, estará en capacidad de: (i) mejorar los nuevos productos, servicios y procesos generados por el primer grupo; (ii) innovar en términos de su flexibilidad institucional y gerencial para incorporar las invenciones generadas por el primer grupo; y (iii) generar tecnologías de extensión16 o tecnologías de nicho17. Este grupo también es altamente dependiente de tecnología social para movilizar de forma exitosa a los talentos humanos capaces de mejorar, innovar y generar.

3 El tercer grupo, no siendo capaz de generar ni reconfigurar conocimiento, estará en capacidad de: (i) replicar los productos, servicios y procesos iniciados y mejorados por los grupos anteriores, de acuerdo con los estándares por ellos establecidos; (ii) difundir, sobre la base del mercado, las invenciones e innovaciones de los grupos anteriores; y, (iii) adoptar las tecnologías de transformación, de extensión o de nicho generadas por los dos primeros grupos. Este grupo es el menos dependiente de tecnología social, a pesar de ser

9 Las tecnologías mecánicas, químicas y eléctricas son ejemplos de tecnologías materiales aportadas por la época histórica del industrialismo (Bell 1999)

10 Las tecnologías para la generación y principalmente para la codificación (programación, lingüística, algoritmo) de conocimiento teórico para fines prácticos son ejemplos de tecnologías intelectuales (Bell 1999; Knorr-Cetina 1981).

11 Eso es diferente en el caso de la productividad, que será derivada de la innovación tecnológica asociada principalmente a las tecnologías materiales (Castells 1996) y secundariamente a las tecnologías intelectuales.

12 Las tecnologías para la participación—organización, persuasión, negociación e interacción—de actores sociales son ejemplos de tecnologías sociales (Knorr-Cetina 1981).

13 La capacidad para iniciar la generación de nuevos productos, servicios y procesos deriva principalmente de la inversión en Investigación y Desarrollo (IyD) sobre la base de los avances teóricos de la ciencia (Bell 1999)

14 La capacidad para inventar es actualmente fuertemente dependiente de las posibilidades de la ciencia y de la lógica de la tecnología (Bell 1999).

15 Tecnologías de transformación son aquellas que generan un cambio revolucionario (transformacional) en la sociedad, como ha sido el caso de la tecnología de comunicación cristalizada en el teléfono (Bell 1999).

16 Tecnologías de extensión son aquellas que amplían el ámbito/alcance de una tecnología ya existente, como es el caso de la telefonía celular, que hace posible la movilidad del teléfono y provoca un impacto en la relación espacio-tiempo (Bell 1999).

17 Tecnologías de nicho son aquellas que representan una aplicación especializada de una tecnología ya existente en la realización de una tarea particular, como es el caso de las centrales telefónicas para organizaciones (Private-Branch Exchange, PBX), un sistema que facilita la comunicación telefónica interna en las organizaciones (Bell 1999).

5

Page 6: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

el que más la necesitaría, si hubiera una decisión política para aumentar su capacidad de iniciar, inventar, generar, innovar y mejorar.

Para el Proyecto, las organizaciones de CyT agropecuaria deberían, como principio, ser capaces de (o aspirar a ser capaces de) iniciar, inventar, generar, mejorar e innovar. Para eso, sus gerentes deben generar emoción colectiva entre los actores internos y externos relevantes para movilizar la energía creativa y construir el compromiso colectivo necesarios para la realización de este sueño. La variación en la magnitud del esfuerzo debería estar asociada apenas a restricciones de orden financiero, pero no a la falta de comprensión, decisión y acción en torno a la importancia vital de hacerlo. Sin embargo, sin emoción no hay pasión, apenas razón, lo que es insuficiente para realizar sueños. Para convencer a las organizaciones sobre la posibilidad de lograr dicho sueño, el mismo Proyecto intenta ser un proyecto de desarrollo de capacidad institucional que inicia, inventa, genera, mejora e innova en torno a la sostenibilidad institucional.

LA DIMENSIÓN DE INVESTIGACIÓN DEL PROYECTO ISNAR “NUEVO PARADIGMA”

No hay una tradición entre las organizaciones de CyT agropecuaria de generar conocimiento para su propia innovación institucional, lo que no ha permitido el desarrollo deliberado de esta capacidad. Lo que prevalece es un esfuerzo asociado al acceso, procesamiento y uso de información. Por un lado, las llamadas organizaciones que aprenden (Senge 1990) están más preocupadas en aprender a partir del conocimiento ya existente que en generar un nuevo conocimiento en sintonía con su contexto cambiante (Nonaka y Takeuchi 1995). Por otro lado, la mayoría de los proyectos de construcción de capacidad no apoya la construcción de la capacidad institucional para realizar las diferentes conversiones posibles entre conocimiento explícito y conocimiento tácito, y vice-versa. Finalmente, estos proyectos tampoco se preocupan en hacer un esfuerzo de teorización sobre los procesos que generan sus experiencias y lecciones, quedándose satisfechos en apenas sistematizarlas y diseminarlas.

En resumen, los proyectos de desarrollo de capacidad institucional generalmente no apoyan la construcción de la capacidad para generar/reconfigurar conocimiento en las organizaciones ni teorizan sobre los procesos que generan sus experiencias y lecciones. Por eso, en esta dimensión, no logran beneficiar a las organizaciones participantes del esfuerzo ni a otras organizaciones fuera de su círculo. El Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” intenta hacer una contribución en esta dirección a través de su componente de investigación.

En sus fases anteriores, el Proyecto no incluyó un componente formal de investigación. Solamente a partir de esta tercera fase el Proyecto propone ir más allá de la sistematización de sus experiencias y lecciones, pasando a desarrollar un esfuerzo deliberado en torno al proceso de generación/reconfiguración y apropiación de conocimiento y al proceso de desarrollo de teoría. Pero, ¿cuál es la fundamentación para el componente de investigación del Proyecto?

Contribución a la gestión de la innovación institucional

Las organizaciones casos pilotos del Proyecto necesitan de elementos de referencia para mejorar—en la marcha—el desempeño de la gestión de su proceso de innovación institucional. La generación—en la marcha—de estos elementos de referencia requiere un proceso simultáneo de interacción, observación, reflexión, sistematización, teorización y reconfiguración, sin el cuál los insumos propuestos podrían no ser pertinentes para el perfeccionamiento del proceso de gestión de la innovación institucional en estas organizaciones. Por lo tanto, el proceso de gestión de la innovación institucional de dichas organizaciones necesita ser blanco de un proyecto de investigación que permita identificar como ellas se apropian de la colaboración del Proyecto y como procesan y gestionan la aplicación de los productos de esta apropiación en su proceso de innovación institucional. Esta investigación permitirá identificar los actores, factores y procesos externos e internos (al Proyecto y a las organizaciones) que funcionan de forma impulsora o restrictiva para la apropiación de la colaboración. Esta investigación incluye un esfuerzo de sistematización de las experiencias y lecciones asociadas a la gestión de la innovación institucional

6

Page 7: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

y un esfuerzo de teorización sobre la dinámica de la interacción dialéctica entre los actores, factores y procesos que las generaran.

Contribución al proceso de colaboración y su apropiación

El Proyecto mismo necesita de elementos de referencia para mejorar—en la marcha—el desempeño de su colaboración. La generación—en la marcha—de estos elementos de referencia demanda un esfuerzo simultáneo de interacción, observación, reflexión, sistematización, teorización y reconfiguración, sin el cual los insumos propuestos pueden no ser adecuados para el perfeccionamiento del proceso de colaboración del Proyecto. Como consecuencia, el proceso de colaboración del Proyecto necesita ser blanco de un proyecto de investigación que permita identificar como los marcos orientadores (filosófico, conceptual, metodológico y operativo) influencian el proceso de apropiación de la colaboración. Esta investigación abre un espacio para identificar los factores externos e internos (al Proyecto y a las organizaciones) que funcionan de forma impulsora o restrictiva para la apropiación de la colaboración. Esta investigación incluye un esfuerzo de sistematización de las experiencias y lecciones asociadas a la dimensión de colaboración del Proyecto y un esfuerzo de teorización sobre la dinámica de la interacción dialéctica entre los actores, factores y procesos que la moldean.

Contribución al desarrollo de teorías

El Proyecto sistematizará y diseminará las experiencias y lecciones generadas en torno a su dimensión de colaboración y a la dimensión de gestión del proceso de innovación institucional en las organizaciones casos pilotos. Además, el Proyecto se compromete a realizar un esfuerzo de teorización para confirmar, desafiar y/o proponer teorías asociadas a la colaboración para la construcción de capacidad institucional y a la gestión de procesos de cambio e innovación institucional en organizaciones de ciencia y tecnología agropecuaria. Esto requiere que los proyectos de investigación mencionados anteriormente construyan los marcos orientadores de la sistematización y teorización de forma interdependiente, una vez que ambos se informan e influencian mutuamente. Igualmente, estos proyectos deben crear un “nodo” de interacción entre ambos para que los actores participantes puedan mantener la coherencia de sus aportes, como individuos y como equipo. Los resultados de este esfuerzo de teorización serán la base para una contribución del Proyecto para otras organizaciones dentro y fuera de América Latina que no han tenido la oportunidad de participar directamente de este experimento social18 representado por el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”.

Contribución a la comprensión sobre vulnerabilidad/sostenibilidad institucional

El Proyecto tiene la obligación moral de hacer una contribución teórica a la comprensión de la vulnerabilidad y sostenibilidad institucional de las organizaciones de CyT agropecuaria en el contexto del actual cambio de época. En un cambio de época, todo y todos están bajo presión para innovar. Por lo tanto, es apenas lógico que muchos conceptos, enfoques, modelos y paradigmas desarrollados bajo la racionalidad de la época en declinación no logren mantener su estatus como elementos de referencia para orientar a los actores sociales, económicos, políticos e institucionales del desarrollo. Esta es la razón por la que, frente a la vulnerabilidad generalizada que afecta diferencialmente a todas las naciones y organizaciones, todos estén buscando nuevos elementos de referencia para comprender las características y contradicciones de la época emergente y manejar los desafíos generados a partir de esta comprensión. El Proyecto intenta aportar a la construcción de una teoría que mejore nuestra comprensión sobre la génesis e implicaciones de la vulnerabilidad institucional19 de estas organizaciones y sobre cómo salir de la vulnerabilidad hacia la sostenibilidad institucional en el contexto del actual cambio de época.

18 Todo proyecto de desarrollo es un especie de experimento social, pues la dinámica del proceso de desarrollo no permite (ni debería permitir) la previsión anticipada de todo lo que deberá ocurrir. A lo largo del proceso, las percepciones particulares de los diferentes grupos de actores del desarrollo son ampliadas o transformadas, lo que puede resultar en la reconfiguración de muchos de sus valores, intereses, compromisos y, por lo tanto, sus acciones. Por eso, los fines y medios de los proyectos de desarrollo deberían estar bajo un constante proceso de reflexión y negociación.

7

Page 8: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

El Proyecto ha desarrollado un estudio prospectivo para contestar a la pregunta: ¿Una época de cambios o un cambio de época? A partir de la respuesta de que la humanidad experimenta un cambio de época, no una época de cambios, ahora el Proyecto necesita realizar una prospección de demandas en el nivel global para la gestión de la innovación institucional en el contexto de la época emergente. Esta investigación debe ser realizada de tal forma que las organizaciones casos pilotos del Proyecto puedan apropiarse de su metodología a través de un esfuerzo semejante al nivel de sus respectivos países.

Situación actual

El Proyecto ha desarrollado la primera versión de los proyectos de investigación mencionados aquí20, que serán reconfigurados a partir de este taller sobre la generación de conocimiento y la construcción de teoría en proyectos de desarrollo de capacidad institucional. Este es precisamente el propósito sustantivo del evento: aportar elementos de referencia para el perfeccionamiento de dichos proyectos. Se espera que este aporte incluya necesariamente una propuesta de dos marcos de referencia interdependientes: un marco orientador de la sistematización y un marco orientador de la teorización.

A lo largo del 2002, el Proyecto finalizará el Módulo de capacitación en la dimensión de investigación. Los elementos filosóficos, ontológicos, epistemológicos y metodológicos generados y validados en esta experiencia a la fecha serán articulados en dicho Módulo para beneficiar a otros proyectos de desarrollo de capacidad institucional, organizaciones de ciencia y tecnología agropecuaria, donantes y otros actores institucionales interesados en este tipo particular de capacidad institucional.

MARCOS DE REFERENCIA PARA LA COMPRENSIÓN

Tan importante como las propuestas que articulan las acciones son los marcos que generan la comprensión bajo la cual dichas propuestas son formuladas. El Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” intenta desarrollar su actividad de investigación a partir de una propuesta que sea coherente con sus marcos orientadores. Por lo tanto, el Proyecto necesita posicionarse sobre las premisas filosóficas, ontológicas, epistemológicas y metodológicas que orientarán su dimensión de investigación. Sin embargo, dentro de la misma comunidad científica no hay consenso sobre cuáles son los marcos filosófico, ontológico, epistemológico y metodológico más apropiados para orientar una investigación, principalmente en el área de las ciencias sociales21.

En el contexto del actual cambio de época, entre las críticas formuladas por los movimientos socioculturales (Ej., ambientalismo, feminismo) iniciados en los años 60, algunas fueron dirigidas a los pilares de la civilización occidental. Uno de estos pilares es la creencia de que el método científico es el único medio legítimo y capaz de generar conocimiento válido (Capra 1982, 1996). Sin embargo, la vulnerabilidad del Planeta y de la humanidad fue percibida—en gran parte—como un producto también de la aplicación de la ciencia (Barbour 1993). Bajo críticas irreversibles, la práctica de la ciencia pasó a ser cuestionada en su versión positivista (Ej., Leiss 1974) y, como

19 En un cambio de época, la vulnerabilidad institucional se transforma en un problema social, pues no se trata de la vulnerabilidad de una, o de algunas, sino (aunque diferenciada) de todas las organizaciones asociadas al proceso de desarrollo. En el momento actual del mundo, esta vulnerabilidad institucional generalizada está generando muchos, diversos y graves problemas para todas las sociedades (De Souza Silva et al. 2000)

20 Proyecto I: La sistematización de los procesos de innovación institucional y de los procesos de colaboración. Proyecto II: Visión prospectiva para demandas de innovación institucional en organizaciones de CyT agropecuaria en cambio de época.

21 Sobre las divergencias ontológicas, epistemológicas y metodológicas en la práctica de la ciencia en general, ver, por ejemplo, Susman y Evered (1978); Knorr-Cetina (1981, 1999); Latour (1987); Guba y Lincoln (1994); Reason (1994); Strauss y Corbin (1994); Bell (1995); Biagioli (1999). En la práctica de las ciencias agrarias en particular ver, por ejemplo, Kloppenburg (1991, 1992); Flora (1992); Molnar et al. (1992); Röling (1992); Bell (1995); Feldman y Welsh (1995); Warner y England (1995).

8

Page 9: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

consecuencia, otras propuestas filosóficas, ontológicas, epistemológicas y metodológicas están en proceso de desarrollo (Ej., Kloppenburg 1991; Feldman y Welsh 1995) como alternativas a aquellas moldeadas por la cultura positivista que prevalece hace más de cuatrocientos años.

Marco filosófico

Una de las más fascinantes búsquedas filosóficas emprendidas por la humanidad desde el tiempo de los filósofos Griegos es la que intenta contestar a la pregunta: ¿Qué es conocimiento? Sin embargo, hasta el presente, ninguna respuesta particular ha logrado conquistar el status de consenso universal. Dada la importancia central del conocimiento tanto para los avances de la humanidad como para la producción de riqueza y poder, las respuestas a dicha pregunta han reflejado percepciones influenciadas por intereses contradictorios en diferentes épocas.

Una síntesis22 de este esfuerzo filosófico: (i) incluye una distinción entre los principales tipos de conocimiento; (ii) caracteriza el dualismo epistemológico existente en la filosofía occidental; (iii) revela los intentos clásicos y contemporáneos hacia una síntesis epistemológica; y (iv) verifica como la cuestión del conocimiento ha sido percibida y manejada al nivel de las organizaciones.

Tipos de conocimiento

La división del conocimiento en conocimiento explícito y conocimiento tácito es absolutamente imprescindible para todos los interesados en emprender esfuerzos deliberados para manejar el proceso de reconfiguración de conocimiento existente y generación de nuevo conocimiento.

1 Conocimiento explícito es la comprensión que está formalizada, y muchos de sus aspectos se encuentran sistematizados/disponibles en diferentes formas: datos, fórmulas, reglas generales, procedimientos codificados, principios universales, textos escritos y procedimientos estandarizados. Los libros, documentos, informes, cursos de capacitación, clases y conferencias están entre los medios comunes para facilitar el acceso a dichos aspectos (Nonaka y Takeuchi 1995). La formalización y sistematización de aspectos del conocimiento explícito, que son sus fortalezas, pues facilitan su acceso y transferencia, son igualmente sus debilidades, pues pasan la impresión de que este es el único tipo de conocimiento válido. La formalización y sistematización forjan una percepción del conocimiento que ignora la importancia del conocimiento informal que poseen los actores locales sobre su contexto y sobre la dinámica de los micro-procesos que constituyen lo cotidiano de sus actividades personales y profesionales. Esta es la razón por la que el conocimiento científico, asumido como conocimiento universal, ha prevalecido sobre el conocimiento local: el conocimiento informal que poseen los actores del contexto donde el conocimiento científico aporta sus impactos.

2 Conocimiento tácito es el entendimiento informal, personal o social, difícil de expresar de forma sistematizada—poco visible e imposible de compartir por medios tradicionales. Este estado de compresión es intrínseco a los modelos mentales de actores del contexto donde se desarrolla cualquier actividad humana, incluso dentro de las organizaciones (Nonaka y Takeuchi 1995). La intuición y la imaginación son dos ingredientes relevantes para la generación de este tipo de conocimiento, que es un producto de la interacción entre los individuos o grupos en el contexto de las redes de relaciones y cadenas de eventos que influencian sus labores cotidianas, que son a su vez influenciadas por la percepción y acción de estos actores. El conocimiento tácito, a su vez, puede ser dividido en las dimensiones técnica y cognitiva. La dimensión técnica es aquella traducida a través de la expresión “saber-como” (know-how). La dimensión cognitiva incluye los modelos mentales,

22 Obviamente, este espacio no permite realizar una revisión crítica amplia y profunda de una cuestión que ha generado miles de libros y tesis de Doctorado. Desdichadamente, aquí se articulan apenas algunos aspectos claves mínimos necesarios para ubicar el esfuerzo del Proyecto en el contexto filosófico que influencia los marcos para pensar y actuar de los actores interesados en realizar un viaje hacia el mundo de la generación y apropiación del conocimiento.

9

Page 10: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

creencias, valores, esquemas y percepciones que influencian la forma de pensar y actuar de los actores, lo que en última instancia refleja la imagen de lo “qué es” la realidad y de lo “qué debe ser” el futuro. La apropiación de los aspectos accesibles del conocimiento tácito no es imposible sin la interacción directa y personal entre los actores interesados en dicho conocimiento. Eso solo ocurre a través de un esfuerzo creativo para expresarlo a través de imágenes verbales, metáforas, símbolos heurísticos y analogías.

En resumen, los dos tipos de conocimiento sintetizados aquí revelan el conocimiento abarcando ideas e ideales, razón y emoción, valores y hechos, teoría y práctica, pensamiento y sensaciones, mente y materia, discurso y acción. Sin embargo, los términos de estos binomios han sido histórica y artificialmente separados para atender a ciertos intereses a lo largo del tiempo, como se hará evidente a continuación.

Dualismo epistemológico

La jornada filosófica hacia la contestación de la pregunta ¿qué es conocimiento? ha sido marcada primero por una guerra epistemológica caracterizada por la dicotomía clásica expresada por las dos corrientes filosóficas conocidas como racionalismo y empirismo. Básicamente, el racionalismo asume que el conocimiento puede ser obtenido deductivamente por el razonamiento; mientras el empirismo (o empiricismo) propone que el conocimiento puede ser obtenido inductivamente a través de las experiencias sensoriales.

Para el racionalismo el conocimiento es el producto de procesos mentales abstractos y nunca de experiencias sensoriales. Existe un conocimiento a priori que no necesita ser demostrado o justificado por las sensaciones que nos permiten nuestros sentidos. Al contrario, la “verdad” es deducida a partir del razonamiento racional sobre la base de axiomas. La matemática es el típico ejemplo del razonamiento racionalista. En contraste, para el empirismo no hay un conocimiento a priori, pues la única fuente de conocimiento es la experiencia hecha posible por nuestros sentidos. Todas las cosas del mundo tienen una existencia intrínsicamente objetiva. La ciencia experimental es el ejemplo clásico del razonamiento empírico (Nonaka y Takeuchi 1995).

En resumen, para el racionalismo el conocimiento es obtenido de forma deductiva, a partir de constructos mentales, tales como conceptos, leyes o teorías; mientras para el empiricismo el conocimiento es derivado a partir de determinadas experiencias sensoriales. La historia de la filosofía occidental es la historia de la lucha epistemológica entre estas dos corrientes, con consecuencias inconmensurables para el proceso de generación de conocimiento. Una de las consecuencias de mayor impacto hasta el presente ha sido la tendencia de revelar una realidad dicotómica, constituida de dimensiones independientes e irreconciliables.

1 Platón y Aristóteles. Platón sistematizó una estructura sofisticada de pensamiento desde la perspectiva racionalista, una verdadera teoría de la idea donde el mundo físico es percibido como una mera sombra del mundo perfecto de las ideas. Es el ojo mental que permite a los hombres acercarse de las cosas a través de la razón apenas, sin permitir la intervención de variables sensoriales que distorsionan la percepción de la verdad. Aristóteles, quien fue un discípulo de Platón, criticó a su maestro. Para Aristóteles, la “idea” no puede ser separada de la “forma”, pues un objeto físico no tiene existencia independiente de la percepción sensorial. Por eso, él enfatizó la importancia de la observación y de la verificación como medios indispensables para la generación de conocimiento válido sobre la realidad.

2 Descartes y Locke. Con su cogito ergo sum (pienso, luego existo), Descartes pasó a ser considerado el padre de la filosofía moderna, quien visualizó un método que permitiría construir una ciencia de la naturaleza basada en la matemática y en principios fundamentales que dispensaban demostración. Como racionalista, Descartes propuso reglas generales para el pensamiento racional, tales como: (i) no aceptar nada como verdadero; (ii) dividir cada objeto de estudio en partes cada vez más pequeñas; (iii) realizar

10

Page 11: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

reflexiones que van desde el aspecto más sencillo hasta el más complejo, siempre en este orden; (iv) ser tan sistemático que nada será omitido; y, (v) dudar de todo, excepto de aquel que investiga. Estaba propuesto el método deductivo, donde el conocimiento es obtenido por la mente, no por los sentidos. John Locke, el fundador del empiricismo Británico, criticó a Descartes. Para Locke, las ideas que maneja la mente solo pueden ser aportadas por la experiencia, que él dividió en dos tipos: sensación y reflexión. La primera es la percepción sensorial, que es la fuente de la mayoría de las ideas; la segunda es la percepción de cómo opera nuestra mente, que es la otra fuente de la cual la experiencia provee comprensión para las ideas.

A lo largo del tiempo, la conveniencia de una visión dicotómica de la realidad se fue consolidando como una fuerza histórica para moldear los esfuerzos para interpretar la realidad y transformar el mundo. Hace cerca de 500 años Maquiavelo separó lo político de lo moral. Después, Galileo separó la realidad material cuantificable de la experiencia sensorial intangible, Descartes separó la mente de la materia, Bacon separó la ciencia de la sociedad, Hobbes separó el poder del pueblo y Smith separó lo económico de lo político.

Desde entonces, científicos y otros profesionales asumieron—consciente o inconscientemente—las premisas (y consecuencias) derivadas de las falsas dicotomías que separan el conocimiento de los intereses humanos, las teorías de los objetos de estudio, la reflexión de la práctica, el discurso de la acción, el decidir del actuar, la planificación de la ejecución, lo estratégico de lo operativo, el mensaje del medio (de comunicación), lo material de lo espiritual y el pensar del sentir. Sin embargo, no todos los pensadores—clásicos y contemporáneos—aceptaron los términos del debate definido por esta dicotomía, que se quedó conocida como dicotomía Cartesiana.

En búsqueda de una síntesis epistemológica

Sin embargo, no todos los pensadores—clásicos y contemporáneos—aceptaron los términos de un debate definido por esta dicotomía, que se quedó conocida como dicotomía Cartesiana. Entre los clásicos, el filósofo Alemán Immanuel Kant propuso que la base del conocimiento es la experiencia, sin aceptar la premisa empiricista de que la experiencia es la única fuente de todo el conocimiento. Para él, el conocimiento emerge cuando el pensamiento lógico del racionalismo y la experiencia sensorial del empiricismo son integrados en un esfuerzo conjunto donde ambos aportan y se influencian mutuamente. En desacuerdo con Kant, George W. Hegel propuso que tanto la mente como la materia derivan del Espíritu Absoluto a través de un proceso dinámico y dialéctico. El conocimiento empieza con la percepción sensorial, que se hace más subjetiva y racional, a través de una purificación dialéctica de los sentidos, hasta alcanzar el estado del auto-conocimiento, o del Espíritu Absoluto, la forma más elevada de conocimiento. Karl Marx integró la dinámica dialéctica de la propuesta de Hegel con las ciencias sociales de la época. Sin embargo, él rechazó la filosofía idealista y abstracta de Hegel, que no lograba explicar la dinámica del proceso de interacción entre los hombres y su contexto histórico y material. Para él, el conocimiento es un producto de la interacción entre el investigador y el objeto de la investigación, que ocurre en un proceso continuo y dialéctico, de mutua influencia, donde investigador e investigado son cambiados en el proceso. Nosotros conocemos las cosas en el proceso de actuar sobre ellas, argumentaba Marx desde la perspectiva materialista de su concepto de totalidad.

Entre los contemporáneos, el filósofo Alemán Edmund Husserl asumió que el conocimiento era posible apenas cuando se podía describir la interacción entre la “conciencia pura” y sus objetos, a través de una reducción fenomenológica, un método con el cual todo conocimiento factual y premisas racionales sobre un fenómeno son colocados aparte de tal forma que la intuición pura de su esencia puede ser analizada. Martin Heidegger, un estudiante de Husserl, rechazó la dicotomía Cartesiana entre el sujeto que piensa y el mundo objetivo; el investigador no actúa como un mero espectador sino que es alguien que desarrolla una relación cercana entre conocimiento y acción. El existencialista Francés Jean-Paul Sartre propuso que si queremos “conocer” el mundo nosotros debemos actuar en torno a (o hacia) un fin, pues la acción humana es definida por la intención que

11

Page 12: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

la genera. Es la selección intencional del fin que revela el mundo para nosotros. El fenomenólogo Francés Maurice Merleau-Ponty rechazó el dualismo Cartesiano entre mente y cuerpo cuando propuso que la percepción es una acción cognitiva corporal, y que la conciencia no es una cuestión de “Yo pienso que” sino de “Yo puedo”. Es a través del cuerpo que nosotros percibimos cosas y entendemos a otras personas. El filósofo Austríaco Ludwig Wittgenstein argumentó que el lenguaje es una fotografía de la realidad que corresponde a la lógica, rechazando la metafísica como algo que no hace sentido. Al final de su carrera, él pasó a percibir el lenguaje como un juego o interacción entre múltiples actores siguiendo ciertas reglas. El pragmático William James enfatizó la relación entre conocimiento y acción; si una idea funciona entonces la misma es verdadera. John Dewey fue otro pragmático quien se opuso a la teoría del espectador como teoría del conocimiento, porque esta separaba la teoría de la práctica y el conocimiento de la acción. Él insistió en que las ideas no tienen ningún valor, a menos que estas sean incorporadas en las acciones, que son de alguna forma reconfiguradas como consecuencia de tal incorporación. Así, el pragmatismo ha intentado una síntesis epistemológica que integra acción, experimentación y experiencia.

El conocimiento en las organizaciones

La generación de conocimiento y su papel en el desempeño de las organizaciones han sido blancos de estudios valiosos por parte de importantes pensadores clásicos y contemporáneos (Nonaka y Takeuchi 1995).

Alfred Marshall, un economista neoclásico, asumía que, bajo la lógica del mercado, toda firma tiene el mismo conocimiento, fijo y común a todas las demás firmas. Frederick von Hayek clasificó el conocimiento en conocimiento científico (conocimiento de reglas generales) y conocimiento circunstancial (determinado por la dimensión espacio-tiempo), argumentando que los contextos cambiantes redefinen la ventaja relativa del conocimiento que poseen diferentes individuos y firmas. Joseph A. Schumpeter enfatizó la importancia de combinar el conocimiento explícito que poseen diferentes individuos y firmas, pues él creía que la emergencia de nuevos productos, métodos de producción, mercados, materiales y formas de organización resultaban de nuevas combinaciones del conocimiento existente. Edith P. Penrose y otros economistas percibieron la firma como un mero recipiente de conocimiento. Desdichadamente, estos pensadores han ignorado el proceso a través del cual el conocimiento es generado en las organizaciones. También los sociólogos de la ciencia han aportado a la comprensión de como el conocimiento es generado (Ej., Bijker et al. 1989; Biagioli 1999), pero estos se han concentrado principalmente en el proceso de generación del conocimiento científico. El esfuerzo en torno a la generación de conocimiento en las organizaciones es más reciente y muy limitado.

Un análisis de la génesis y desarrollo de los estudios sobre la generación de conocimiento en asociación con la gestión y la teoría de las organizaciones revela el dualismo epistemológico que caracteriza la tradición filosófica occidental. Frederick W. Taylor desarrolló un enfoque científico para la interpretación y manejo de las organizaciones cuya orientación era derivada de los dictámenes del racionalismo—eficiencia, cuantificación, control y previsión, separando la razón de la emoción. George Elton Mayo, de la Universidad de Harvard, propuso un enfoque humanista con la misma finalidad, pues para él ciertos factores sociales y comportamentales eran clave para el aumento de la productividad en las organizaciones, separando los factores sociales de los factores técnicos. Solo recientemente existe un esfuerzo creciente de síntesis a partir de la combinación de estos dos enfoques.

1 La “gestión científica” de Taylor. Taylor decidió reemplazar las reglas tradicionales que influenciaban el desarrollo de las labores en las organizaciones por un nuevo tipo de conocimiento que permitía identificar el “mejor método” para realizar una tarea a través del estudio del tiempo y de los movimientos involucrados en tal proceso. Bajo la influencia de la visión mecánica de mundo, la gestión científica Taylorista consistió en transformar el conocimiento tácito de los trabajadores en conocimiento objetivo—conocimiento científico. Obviamente, esta iniciativa no consideraba las experiencias y

12

Page 13: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

la capacidad de juzgar de los trabajadores como fuentes relevantes de conocimiento. Los gerentes deberían aprender a clasificar, tabular y reducir el conocimiento tácito de los trabajadores a reglas y fórmulas, que deberían ser aplicadas en sus labores diarias. En este contexto, los trabajadores eran reducidos a meras piezas de un engranaje mecánico, sin imaginación ni creatividad, apenas “recursos” humanos, sin capacidad para generar conocimiento.

2 La “gestión humanista”de Mayo. Mayo defendió que los seres humanos eran “animales sociales”, y que deberían ser entendidos en el contexto de su propio grupo social. Para Mayo, los gerentes deberían desarrollar habilidades humanas sociales para facilitar la comunicación interpersonal dentro de los grupos formales e informales de la organización del trabajo. Con esto Mayo iniciaba el desarrollo de su teoría de las relaciones humanas, que enfatizaba la relevancia de los factores sociales para el aumento de la productividad del trabajo, a través del perfeccionamiento continuo del conocimiento práctico de los trabajadores. Desdichadamente, esta teoría de Mayo no fue desarrollada al punto de diferenciarla muy bien de la teoría Taylorista. Por eso fue absorbida más tarde por otras teorías “científicas” sobre los grupos humanos e interacción social similares a algunas de las teorías de Taylor, tales como la dinámica de grupos y comportamiento operacional, que tienden a tratar a los seres humanos como máquinas de estímulo-respuesta con poca o ninguna capacidad para generar conocimiento.

3 La síntesis de Barnard. Chester I. Barnard realizó un esfuerzo importante para sintetizar las teorías de gestión de los dos enfoques, articulando la racionalidad mecanicista de la “gestión científica Taylorista y los factores humanos de la “gestión humanista” derivada de la teoría de las relaciones humanas de Mayo. Para Barnard, el conocimiento consistía no apenas de contenido lingüístico y lógico sino también de contenido comportamental no lingüístico. Los líderes crean valores, creencias e ideas para mantener la coherencia interna del sistema de conocimiento de la organización y para manejarla como un sistema cooperativo. Por lo tanto, para Barnard existían tanto el conocimiento científico como el conocimiento comportamental, que él dejó sin explicar como ambos eran generados en las organizaciones. Sin embargo, este esfuerzo sentó las bases para el desarrollo de la teoría de las organizaciones.

4 El paradigma del “procesamiento de la información” de Simon . Impresionado con los avances en las ciencias cognitiva y de la computación, Herbert Simon desarrolló una visión de las organizaciones como máquinas de procesar información. Bajo esta visión, los seres humanos actúan como sistemas de procesar información, que extraen estructuras de significados a partir de información capturada a través de sus órganos sensoriales, y almacenan estos significados como nuevo conocimiento o los usan para decidir cursos de acción. Herbert Simon ignoraba tanto los procesos mentales no-lingüísticos (conocimiento comportamental) propuestos por Barnard como el conocimiento tácito de los actores locales. Para Simon, el conocimiento tácito era apenas una especie de ruido sin ninguna contribución válida. Su visión racionalista de corte Cartesiano le impidió percibir el potencial humano para crear conocimiento; él falló por no percibir la capacidad del ser humano para activamente descubrir problemas y generar conocimiento para resolverlos.

5 La “ciencia” del desarrollo de estrategias en las firmas. Prestigiada por la contribución de Michael Porter, con su marco para comprender como las firmas crean y mantienen ventajas competitivas, la ciencia del desarrollo de estrategias en los negocios ganó un importante impulso. Esto significó la cientización del proceso de desarrollo de estrategias, un proceso que (i) ignora valores y creencias; (ii) asume una lógica vertical a partir del conocimiento explícito de la alta gerencia; y (iii) no valoriza el papel del conocimiento como una fuente de competitividad. En resumen, esta visión del conocimiento en la ciencia de la estrategia es muy similar a la visión racionalista del

13

Page 14: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Taylorismo. El énfasis es centrado tanto en el pensamiento lógico y analítico—deductivo o inductivo—como en el uso del conocimiento explícito ya existente en el más alto nivel de la organización. Los factores humanos no cuantificables—valores, creencias, significados, experiencias, etc.—son excluidos de la planificación y gestión estratégicas. En reacción a este enfoque, algunos estudios de corte humanista sobre la dimensión cultural de las organizaciones intentaron desarrollar una imagen de las organizaciones como sistemas epistemológicos. Sin embargo, estos estudios fallaron por (i) no colocar suficiente atención al potencial creativo de los actores; (ii) asumir a los seres humanos principalmente como procesadores de información, no como creadores de información; y (iii) presentar la organización como pasiva con relación a su “ambiente” externo, ignorando su potencial para cambiar y crear.

6 Intentos contemporáneos de síntesis. Con su concepto de “sociedad del conocimiento”, Peter Drucker sugiere que la sostenibilidad institucional de las organizaciones depende de su capacidad de desarrollar prácticas sistemáticas para la gestión de su proceso de auto-transformación. Sin embargo, Drucker no propone la tecnología social a través de la cual estas organizaciones lograrían capitalizar sobre el conocimiento tácito cuya importancia él parece reconocer. Peter Senge presenta una propuesta para el desarrollo de “organizaciones que aprenden”, pero no sugiere como el conocimiento es generado en las organizaciones, sugeriendo que estas deben aprender del conocimiento existente. Como la civilización oriental no adopta el pensamiento binario que genera falsas dicotomías, es en Japón, lejos de la influencia de la tradición filosófica occidental, que Ikujiro Nonaka y Hirotaka Takeuchi, Universidad de Hitotsubashi, han desarrollado una de las más articuladas teorías de la creación de conocimiento en las organizaciones (Nonaka y Takeuchi 1995). Sin las limitaciones del dualismo Cartesiano, dicha teoría articula: (i) en la dimensión ontológica, la posibilidad de generar conocimiento en los niveles individual, grupal, organizacional e interorganizacional; y (ii) en la dimensión epistemológica, el esfuerzo para transformar conocimiento tácito en conocimiento explícito (externalización), conocimiento explícito en conocimiento tácito (internalización), conocimiento tácito en conocimiento tácito (socialización), y conocimiento explícito en conocimiento explícito (combinación).

Sin embargo, un esfuerzo de investigación que tiene como propósito “conocer para transformar” necesita configurar los marcos ontológico, epistemológico y metodológico que deben influenciar la forma de pensar y de actuar de los profesionales involucrados en el proceso. Ahí reside una fuente de dificultad, pues no hay un consenso sobre cuáles son los marcos orientadores más pertinentes a adoptar. Por eso, el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” necesita discutir y negociar los marcos de referencia que estarían en sintonía con su naturaleza, propósito, características y compromisos.

En el área de la filosofía de la ciencia, la visión dominante es derivada de la tradición científica conocida como positivismo, cuya génesis es identificada con relación al marco filosófico propuesto por Augusto Comte. El positivismo asume el método científico—la experimentación formal, observación empírica y análisis estadístico convencional—como el único medio legítimo para generar conocimiento válido (conocimiento objetivo), y acepta la explicación teórica de las relaciones (mono)causales de los fenómenos, la predicción de estos fenómenos de acuerdo con las leyes “naturales” que los rigen y el descubrimiento de “la” verdad como los únicos propósitos válidos para la práctica científica. Una de las características de la práctica científica moderna es la tendencia a pensar sobre la ciencia como un emprendimiento humano especial, gobernado por estándares que son esencialmente diferentes de los otros enfoques ordinarios para la generación de conocimiento y para resolver problemas. Esta supuesta singularidad de la ciencia es hoy desafiada de forma inexorable por una diversidad creciente de formas alternativas para la práctica de la ciencia (Knorr-Cetina 1981, 1999; Capra 1982, 1996; Latour 1987, 1999; Bijker at al. 1989; Nonaka y Takeuchi 1995).

A continuación, las premisas que diferencian los paradigmas existentes son identificadas de forma sintética para informar los contextos ontológico, epistemológico y metodológico donde se sitúa el

14

Page 15: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Proyecto. Considerando que el desarrollo del mismo Proyecto ha ocurrido bajo la influencia sustantiva del paradigma constructivista y en desacuerdo con las características del paradigma positivista para la práctica científica, apenas estos dos paradigmas son comparados dentro de los marcos ontológico, epistemológico y metodológico descritos abajo23. Los marcos son articulados en una secuencia para reflejar la interdependencia entre ellos, donde el próximo depende de los compromisos asumidos en el marco anterior.

Marco ontológico

¿Cuál es la forma y naturaleza de la realidad? Esta es la cuestión ontológica más relevante que debe contestar cualquier candidato a paradigma científico. Si se asume que existe un mundo “real” independiente de nosotros, entonces solamente preguntas y respuestas asociadas a esta realidad autónoma serán consideradas como relevantes. Otras cuestiones asociadas a aspectos de significación moral y estética son ignoradas por no ser de interés para la ciencia y, por lo tanto, para la investigación. Pero, si la premisa es que existen realidades socialmente construidas por actores cuyas acciones son impregnadas de valores, intereses, compromisos, propósitos y contradicciones, entonces el conjunto de preguntas y respuestas es muy distinto del anterior.

En el primer caso, las preguntas estarán formuladas para describir “qué” es la “realidad natural”, con sus leyes y mecanismos inmutables, y “cómo” estas leyes y mecanismos operan. Con eso, supuestamente se puede observar, explicar, predecir y controlar la realidad; pero sin el interés de cambiarla (ya que esta no es construida), apenas de explotarla. En el último caso, las preguntas estarán formuladas para comprender “cómo” y “por qué” diferentes grupos sociales construyen y reconstruyen diferentes realidades a partir de su ubicación en la relación espacio-tiempo, o contexto-historia. Con eso, supuestamente se puede interactuar con estos actores para establecer un proceso de negociación de una nueva percepción de la realidad, que sea más informada y sofisticada para permitir su transformación a partir de esta nueva comprensión. Por esta razón, la pregunta ontológica antecede a las preguntas epistemológica y metodológica, una vez que estas últimas exigen compromisos consecuentes con las respuestas a la primera.

Paradigma positivista

El paradigma positivista asume una realidad única, observable, aprensible y (cuantitativamente) mensurable, que existe independiente de nuestra percepción y acción, la cual se rige por leyes y mecanismos naturales inmutables. El conocimiento sobre “cómo” las “cosas” “realmente” son y funcionan en esta realidad es presentado en la forma de generalizaciones, independientes del tiempo histórico y del contexto social y material asociados al objeto de la investigación, muchas de las cuales son compartidas en la forma de leyes de causa-y-efecto. El método científico es asumido como el guardián de la objetividad de la investigación hacia “la” verdad última sobre la realidad “real” e inmutable, cuya homogeneidad de su funcionamiento es garantizada por las leyes y mecanismos naturales que la rigen. El paradigma positivista promueve el reduccionismo y el determinismo24. Por un lado, el paradigma intenta explicar un sistema biológico o social solamente a partir del funcionamiento de sus partes más pequeñas. Bajo este reduccionismo Cartesiano, el estudio de la realidad requiere su división en partes pequeñas, que deben ser divididas en partes todavía más pequeñas, hasta que sean encontradas sus unidades indivisibles, que analizadas aisladamente unas de otras finalmente revelan la esencia del todo. Por otro lado, el paradigma acepta la mono-causalidad. Para cada efecto detectado hay una causa y solamente una causa 23 Los interesados en un análisis comparativo entre los paradigmas positivista, postmoderno, constructivista y de la teoría crítica, en relación a sus dimensiones ontológica, epistemológica y metodológica, deben consultar Guba y Lincoln (1994).

24 Por determinismo se comprende la aceptación de la mono-causalidad. Para cada efecto detectado hay una causa y solamente una causa que lo genera. Si hay otras variables que supuestamente participan del fenómeno, estas deben ser consideradas como variables intervenientes sin mucha relevancia para explicarlo. Por ejemplo, es muy común que los científicos asuman un enfoque determinista en sus interpretaciones y propuestas. Por eso diferentes especialistas han apuntado hacia diferentes dimensiones—ambiental, social, cultural, económica, política, institucional, tecnológica, etc—para explicar la causa de ciertos fenómenos, tales como el subdesarrollo de las sociedades del llamado Tercer Mundo. En otro ejemplo, los que creen en la tecnología como la causa de todos los problemas o como la fuente de todas las soluciones son igualmente agrupados bajo la etiqueta de “determinismo tecnológico”.

15

Page 16: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

principal que lo genera. Si hay otras variables que supuestamente participan del fenómeno, estas deben ser consideradas apenas como variables intervenientes sin mucha relevancia para explicarlo.

Paradigma constructivista

Este paradigma asume que no hay una sino múltiples realidades, aprehendidas en la forma de construcciones mentales múltiples e intangibles, socialmente y experimentalmente construidas, y con significados asociados a los contextos y a los actores sociales que los generan. Las formas y contenidos de construcciones sociales—realidades—son dependientes de los individuos o grupos sociales que generan, sostienen y cambian estas construcciones. Ninguna de estas realidades es más verdadera que las demás en ningún sentido absoluto, apenas más o menos informada y sofisticada. La realidad socialmente construida del paradigma constructivista es mejor explicada por la existencia de reglas igualmente construidas, que por las leyes naturales de la realidad independiente propuesta por los positivistas. Por eso, así como son construidas, estas realidades pueden ser igualmente socialmente transformadas, reconfiguradas a partir de nuevas percepciones y acciones de los actores sociales en ellas interesados. Frente a la complejidad del contexto y a la agencia (Agency) de los actores sociales, el paradigma acepta tanto la multi-causalidad como la causalidad mutua, tanto para interpretar y comprender la complejidad y dinámica de lo que se está investigando como para orientar acciones para su transformación. Para el paradigma, el concepto de “agencia” de los actores sociales revela tanto la intencionalidad como la capacidad que estos actores tienen para escoger entre múltiples opciones y (principalmente) para realizar acciones deliberadas con un propósito transformacional. Es una fuente de cambio.

Marco epistemológico

¿Cuál es la naturaleza de la relación investigador-investigado y qué es lo que puede ser conocido? Todos los candidatos a paradigma científico aportan sus respuestas a estas preguntas. Sin embargo, dichas respuestas son necesaria e íntimamente vinculadas a la respuesta del paradigma a la cuestión del marco ontológico anterior. Aquí no se puede postular cualquier respuesta. Por ejemplo, si el paradigma asume la existencia de una realidad “natural”, independiente de nuestra percepción y acción, entonces el mismo asume que esta realidad puede y debe ser aprehendida de forma objetiva y sin la interferencia de intereses humanos. Si, por otro lado, se asume la existencia de varias realidades socialmente construidas, no se puede postular una posibilidad objetiva para generar comprensión sobre dichas realidades. Esta comprensión es necesariamente un producto de la negociación entre los “sujetos” del proceso de investigación: investigadores formales y actores del contexto bajo análisis.

Paradigma positivista

A partir de la premisa de la existencia de una realidad objetiva independiente de nosotros, el positivismo asume el investigador y el “objeto” de la investigación como entidades independientes, lo que permite al investigador estudiar dicho “objeto” sin influenciarlo o ser influenciado por el mismo. Ante cualquier posibilidad de influencia en cualquiera de las dos direcciones, varias estrategias son desarrolladas y seguidas para evitar o reducir esta amenaza a la validez de los resultados. El proceso de investigación ocurre mecánica y unidireccionalmente, desde el investigador hacia el objeto de la investigación, donde los valores y prejuicios del primero son eliminados para no influenciar los resultados asociados al segundo, a través del mecanismo de seguridad aportado por el método científico. Los resultados logrados pueden ser objetivamente replicados, si los mismos procedimientos metodológicos usados fueran rigurosamente seguidos. Estos resultados son “la” verdad que se busca encontrar de forma objetiva e imparcial.

Para postular la neutralidad científica, el positivismo predica la objetividad de la ciencia. El paradigma positivista asume que las “descripciones científicas” de la realidad son libres de valores (morales, personales, políticos, sociales). Según la doctrina positivista, la metodología científica

16

Page 17: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

garantiza la no-interferencia de intereses humanos y valores morales en la práctica de la ciencia25, ya que estos son innecesarios en un mundo constituido apenas por “hechos” (realidad objetiva). La epistemología positivista es comprometida apenas con la objetividad de la práctica científica en el proceso de “producción” de conocimiento y, por lo tanto, con la neutralidad del conocimiento “científicamente” producido. El modo clásico de “producción” de conocimiento—donde unos generan, otros transfieren y muchos adoptan, en un proceso lineal—es el producto más influyente de este paradigma, pues influencia tanto la formación de académicos y técnicos como el modelo de intervención de organizaciones y proyectos de desarrollo. Bajo la racionalidad positivista, el conocimiento tácito (no formal) y el conocimiento local (no científico) no tienen que aportar al proceso de “producción” de conocimiento válido. Solamente el conocimiento científico (formal y universal) es considerado como válido para el avance de la humanidad. Paradigma constructivista

A partir de la premisa de múltiples realidades socialmente construidas, el constructivismo asume que investigador e investigado están necesariamente vinculados entre sí, de forma interactiva, de tal manera que los resultados logrados son literalmente construidos y negociados dentro de la dinámica del proceso de investigación. Con eso, la distinción convencional entre ontología y epistemología desaparece en la práctica, pues el conocimiento generado en una investigación es asumido como un producto de la interacción—acción comunicativa—entre el investigador y los demás “sujetos” de la investigación. Al contrario del paradigma positivista, que promete aumentar la capacidad del investigador para observar, explicar, predecir y controlar el “objeto” de su investigación, el paradigma constructivista promete apenas aumentar la comprensión de ambos sobre ambos (investigador-investigado), para permitirles transformarse mutuamente, en la búsqueda por la construcción de realidades mejores.

El paradigma constructivista está permitiendo la emergencia de varias iniciativas epistemológicas que, en su conjunto, están forjando la emergencia de un nuevo modo para la generación y apropiación de conocimiento. Mientras la práctica del paradigma positivista ha resultado en una excesiva penetración de los dictámenes de la racionalización—eficiencia, cuantificación, control y previsión—en el proceso de “producción” de conocimiento, el paradigma constructivista demanda la flexibilización del proceso de generación y apropiación de conocimiento. El modo emergente de generación y apropiación de conocimiento depende de un esfuerzo transdisciplinario—esfuerzo combinado entre el conocimiento explícito de las disciplinas disponibles y el conocimiento tácito de los actores del contexto bajo investigación. Entre otros aspectos, eso implica la inclusión, en el proceso de investigación, de actores sociales cuyo conocimiento íntimo de su propio contexto y de las relaciones que los vincula con los demás actores de este mismo contexto los transforma en “expertos del contexto”. El conocimiento local, antes despreciado por los positivistas por no ser “científico”, asume bajo el constructivismo una relevancia inusitada que lo hace imprescindible para el éxito del proceso más amplio de la generación y apropiación de conocimiento.

Marco metodológico

¿Cómo debe el investigador proceder para conocer lo que existe para ser conocido? Para sostener su coherencia interna, los candidatos a paradigma científico deben necesariamente mantener la coherencia entre su respuesta a la cuestión metodológica y sus respuestas anteriores a las cuestiones ontológica y epistemológica. No es cualquier estrategia metodológica la que permite aprehender de forma objetiva a una realidad “natural” que existe independiente de nuestra voluntad. Tampoco se puede emplear cualquier metodología para comprender una determinada realidad socialmente construida con el propósito de transformarla. La cuestión metodológica no puede ser reducida apenas a una cuestión de métodos, pues estos están ética y políticamente

25 Sin embargo, investigaciones realizadas por los que se dedican a los estudios sociales de la ciencia revelan la ciencia como política por otros medios (Ej.; Knorr-Cetina 1981, 1999; Latour 1987; Shapin y Shaffer 1985; Restivo 1988; Bijker et al. 1989; Biagioli 1999). De hecho, las evidencias históricas revelan que la ciencia se ha desempeñado como un factor tanto de desarrollo como de desigualdad (Morazé 1979; Busch 2000), y las ciencias agrarias no son una excepción (Brockway 1979; Busch et al. 1995).

17

Page 18: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

asociados a las implicaciones de los compromisos derivados de las respuestas aportadas a las cuestiones ontológica y epistemológica anteriores.

Paradigma positivista

Metodológicamente, la práctica del paradigma positivista demanda la experimentación y el control. Cuestiones y hipótesis son establecidas en la forma de proposiciones sujetas a pruebas empíricas para verificarlas o falsificarlas. Las condiciones que pueden confundir los resultados deben ser cuidadosamente controladas para prevenir la influencia de dichas condiciones sobre los resultados a lograr. Bajo esta lógica, el tiempo histórico y el contexto material donde el objeto de la investigación está insertado son un estorbo para la investigación, por incorporar variables que distorsionan la pureza de la “verdad” que se quiere conocer. Eso reduce la posibilidad de la replicabilidad de los resultados, esta replicabilidad que hace posible una ciencia universal. Estas posibles distorsiones son evitadas con la aplicación rigurosa y objetiva del método científico. Tampoco el conocimiento tácito (informal y local) de los actores del contexto donde se inserta el “objeto” de la investigación es considerado válido para dialogar con el conocimiento científico (formal y universal), por estar contaminado por los valores e intereses de dichos actores.

Para postular el universalismo de la ciencia, el paradigma positivista ignora la historia y borra el contexto donde está insertado su “objeto” de investigación. Bajo el paradigma positivista, la ciencia es asumida como una actividad desarrollada para el bien exclusivo de toda la humanidad, una promesa realizada a partir de la premisa de que el conocimiento científico “neutral” es válido para todas las realidades y en todos los contextos26. El paradigma asume que los procesos existentes en la realidad son constantes y uniformes, para que se puedan emplear técnicas de investigación que permitan predecir los resultados futuros de un plan con relativa certidumbre. Eso permite la selección de medios a través de los cuales los factores del ambiente pueden ser utilizados de acuerdo con las necesidades y deseos humanos. Por asumir una realidad independiente de nuestra percepción y acción, el paradigma no necesita comprometerse ni epistemológica ni metodológicamente con los contextos histórico y material donde se inserta el “objeto” investigado. Tampoco sus teorías son dependientes de la historia y del contexto. Bajo el modo clásico de “producción” de conocimiento, los criterios científicos son considerados como los únicos criterios legítimos para evaluar la calidad y validez del conocimiento “producido” bajo las reglas del método científico. Así, los únicos evaluadores invitados para opinar sobre la calidad y validez de una determinada práctica científica son otros científicos de la misma comunidad paradigmática27.

Paradigma constructivista

Para este paradigma, la naturaleza variable y personal (intramental) de las construcciones sociales sugiere que las construcciones individuales o grupales pueden ser comprendidas y perfeccionadas apenas a través de la interacción entre investigadores, entre investigados y entre investigadores e investigados. La comprensión de estas construcciones implica el uso de técnicas hermenéuticas (Ej.; Thompson 1990:272-327), y requiere comparación a través de intercambios dialécticos entre estos actores, para quienes el tiempo histórico y el contexto son parte integrante de estas realidades socialmente construidas. Investigadores y demás sujetos de la investigación deben hacer explícitos sus valores y negociar las divergencias derivadas de los eventuales conflictos de intereses. También deben negociar nuevos valores y propósitos a lo largo del proceso.

26 Este ideal Platónico fortalece la creencia en la objetividad y neutralidad de la ciencia, pues sugiere que su práctica existe apenas para establecer la verdad o falsedad del conocimiento generado sin que haya ninguna finalidad o interés “no científico” influyendo o dirigiendo su curso de acción. Sin embargo, esta visión ingenua de la universalidad del conocimiento científico está bajo cuestionamiento creciente desde hace cerca de cuatro décadas. En las ciencias agrarias, las evidencias más sólidas en contra del supuesto universalismo de la ciencia son proveídas por la historia de la llamada Revolución Verde, que fue una imposición de la racionalidad de la agricultura comercial de países desarrollados de regiones templadas sobre la racionalidad de la agricultura tradicional de los países en desarrollo de las regiones tropicales. Todo eso bajo la premisa del universalismo de la ciencia.

27 Comunidad de científicos que comparten un mismo paradigma científico y, por lo tanto, la misma visión de mundo y la misma constelación de valores, premisas, teorías y reglas metodológicas articuladas y promovidas por un paradigma científico. (Ver Thomas Khun 1970).

18

Page 19: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

El paradigma considera el conocimiento tácito de los actores locales como imprescindible para la generación/reconfiguración de conocimiento, promoviendo un diálogo de saberes entre los actores del proceso de investigación, que incluye necesariamente a los investigados. El propósito final de una metodología es negociar/construir un consenso en torno a una nueva percepción de la realidad, que debe ser más informada y sofisticada que la percepción previa a la investigación. Así, tanto los investigadores como los demás “sujetos” de la investigación puedan actuar para transformar la realidad anterior en una nueva realidad, diferente y mejor. Por eso, el paradigma ha postulado el concepto de sensibilidad metodológica—la sensibilidad del investigador para percibir cuando ciertos aspectos no anticipados, del contexto y/o de los actores sociales que lo constituyen, requieren ajustes en la metodología originalmente seleccionada. Eso demanda del investigador y del investigado la intención y disposición para influenciar y ser influenciado en el proceso, cambiar y ser cambiado, pues bajo el constructivismo el propósito no es apenas la generación sino que también la apropiación (del conocimiento generado) para la transformación.

Cualquier metodología para la práctica del paradigma constructivista incluye un alto contenido ético. Al contrario del paradigma positivista, el paradigma constructivista demanda la inclusión de criterios—políticos, económicos, institucionales, éticos, etc.—postulados por los “sujetos” de la investigación. Para manejar esta matriz ampliada de criterios, el paradigma recomienda la participación de los actores del contexto como “evaluadores” permanentes del proceso. Bajo este paradigma, la estrategia metodológica sirve también para apoyar la construcción de teorías contextualizadas (Grounded Theories), que emergen como producto de la interacción dialéctica entre (i) teoría y práctica, (ii) discurso y acción, (iii) inducción y deducción, (iv) factores objetivos y subjetivos e, (iv) investigador y demás “sujetos” de la investigación.

En conclusión, el paradigma positivista investiga una “realidad estable e inmutable” para observarla, describirla, explicarla, predecirla y controlarla, bajo el argumento de la autoridad epistemológica (autoridad “científica”) y sin compromiso ético para cambiar la realidad investigada. En contraste, el paradigma constructivista investiga una “realidad dinámica y socialmente construida” para comprenderla y transformarla, bajo la autoridad del argumento (participación, persuasión y negociación).

EL PROYECTO EN EL CONTEXTO DE LOS MARCOS DE REFERENCIA

Por la naturaleza de su contenido ético, base filosófica y compromiso social, el Proyecto se identifica más con el paradigma constructivista que con el positivista. Sin embargo, esta posición política28 necesita ser fundamentada. A continuación, el desarrollo del Proyecto en general y su visión particular de la investigación que quiere desarrollar son situados en el contexto de los cuatro marcos de referencia ya compartidos para fundamentar esta sintonía.

El Proyecto en el contexto del marco filosófico de referencia

La filosofía del Proyecto es sintetizada por el compromiso ético representado por el principio orientador central de su modelo de intervención—la práctica del desarrollo de, no del desarrollo en las organizaciones. De la práctica de este principio ha emergido un modelo de colaboración que comparte el arte de hacer anzuelos, cuyo compromiso es crear autonomía. Este modelo desafía al modelo clásico de cooperación que entrega el pez o transfiere el anzuelo, creando dependencia e ignorando la contribución irremplazable de la historia, del contexto y del conocimiento local.

A partir de esta filosofía, el Proyecto: (i) aporta a la construcción de capacidades conceptuales, metodológicas y técnicas locales; (ii) genera conocimiento en el contexto de su aplicación; (iii) actúa bajo la lógica del proceso de construcción y apropiación colectiva; y, (iv) respeta la auto-determinación de naciones y organizaciones. Estos compromisos con las organizaciones con las cuales colabora presionan el Proyecto hacia ciertas premisas filosóficas cuyos propósitos no

28 La decisión por un paradigma es una decisión política, puesto que los elementos de referencia de dicho paradigma moldean la naturaleza, rumbo, prioridades y consecuencias de las acciones de él derivadas.

19

Page 20: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

pueden ser atendidos a partir de otras premisas que generan otros tipos de compromisos incompatibles con los ya negociados. Por lo tanto, con relación al marco filosófico de referencia, el Proyecto:

1 No asume la dicotomía positivista que separa el conocimiento explícito y el conocimiento tácito, creando la impresión de que hay la necesidad de escoger entre uno de los dos, cuando ambos son absolutamente relevantes para orientar los esfuerzos de desarrollo. El Proyecto promueve el uso del conocimiento local, pues el éxito de las intervenciones comprometidas con el contexto depende en gran parte del conocimiento local, cuyo acceso no es posible sino a través de la interacción con los actores sociales que lo tiene. La generación de conocimiento en el contexto de su aplicación demanda un esfuerzo transdisciplinario, donde ocurre una interacción dialógica—acción comunicativa crítica—entre los especialistas formalmente capacitados y los expertos del contexto, ambos con la posibilidad de influenciar y ser influenciados. En las organizaciones, este proceso de creación dialéctica permite transformar (i) conocimiento explícito en conocimiento tácito (internacionalización); (ii) conocimiento tácito en conocimiento explícito (externalización); conocimiento tácito en conocimiento tácito (socialización); y, (iv) conocimiento explícito en conocimiento explícito (combinación) (Ver Nonaka y Takeuchi 1995). El Proyecto debe aportar a la construcción de la capacidad para realizar estos tipos de combinación entre el conocimiento explícito y el conocimiento tácito.

2 Tampoco acepta el dualismo Cartesiano originado por la eterna guerra epistemológica entre racionalistas y empiricistas. El Proyecto asume como falsas las dicotomías que separan el razonamiento deductivo del razonamiento inductivo, el pensamiento de la materia, las ideas de las acciones, lo político de lo moral, lo económico de lo político, la realidad material de la experiencia sensorial, el mensaje del medio, los hechos de los valores, lo material de lo espiritual, el pensar del sentir. Al contrario, el Proyecto debe incorporar los elementos orientadores de todos los esfuerzos de síntesis, siempre cuando estos consideren la relación dialéctica que generalmente caracteriza la interacción entre dimensiones opuestas. La generación y apropiación de conocimiento es un proceso complejo de interacción dialéctica, donde no hay espacio para dicotomías, relaciones mono-causales y procesos lineales. Por ejemplo, en las organizaciones existe una trama compleja de relaciones convergentes y divergentes, que revelan los conflictos de interés de los actores sociales cuyos valores, percepciones, compromisos y acciones moldean diferentes redes de relaciones y cadenas de impacto. En su esfuerzo de investigación, el Proyecto debe evitar dichas dicotomías, y hacer un esfuerzo para convencer a las organizaciones sobre las inconsistencias resultantes de su práctica.

3 Rechaza: (i) el enfoque científico de Taylor; por considerar a los seres humanos como piezas mecánicas de una máquina sin valores, aspiraciones, conflictos, compromisos o sentimientos; (ii) el enfoque humanista de Mayo, por reducir los seres humanos a simples entidades psicológicas movidas por estímulos-respuestas, pero sin capacidad para generar conocimiento; (iii) la síntesis funcionalista de Barnard, que ignora las cuestiones de conflicto y poder en las organizaciones y no explica como el conocimiento es generado; (iv) la visión mecanicista de Simon, para quien las organizaciones son máquinas de procesar información; (v) el racionalismo Taylorista de especialistas (como Michael Porter) que aportan a la ciencia del desarrollo de estrategias para los negocios, ignorando la importancia de los valores, creencias, significados, experiencias y energía creativa de los seres humanos; (vi) la ingenuidad conceptual de Peter Drucker, que parece valorizar el conocimiento tácito pero no sugiere la tecnología social para capitalizar sobre su contribución potencial; y, (viii) la inocencia creativa de Peter Senge, que ha imaginado la “organización que aprende” pero no la “organización que genera” conocimiento. El Proyecto opta por la propuesta de Nonaka y Takeuchi (1995) para la generación de conocimiento en organizaciones,

20

Page 21: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

por su solidez teórica y pertinencia operativa hacia la generación y apropiación de conocimiento explícito y tácito en los niveles individual, de equipos, organizacional e interorganizacional.

4 Rechaza a la ciencia positivista, por no ser una ciencia de los seres humanos, y rechaza la tradición positivista por promover el método científico como el único medio legítimo y capaz para generar conocimiento válido. El Proyecto aboga una ciencia con conciencia, no una ciencia apenas para la eficiencia; también asume el método científico como uno método más para la generación de conocimiento, ni más ni menos importante que los otros. Al contrario de la singularidad del método científico para generar conocimiento, el Proyecto acepta las evidencias aportadas por los estudios sociales de la ciencia (Ej. Knorr-Cetina 1981, 1999; Restivo 1988; Bijker et al. 1989; Long y Long 1992; Biagioli 1999), que revelan la práctica científica como un proceso de construcción social, semejante a otras prácticas productivas, donde se mezclan hechos y valores, mente y materia, realidad material y experiencia sensorial, curiosidad individual y presión social, reglas científicas e intereses humanos, etc. El Proyecto asume la mayoría29 de las premisas y promesas del paradigma constructivista emergente, pero exclusivamente cuando su práctica está comprometida con el cambio transformacional y, por lo tanto, con la historia, contexto y futuro de los actores sociales involucrados en la investigación.

El Proyecto en el contexto del marco ontológico de referencia

El Proyecto asume la generación y apropiación de conocimiento como un proceso de construcción social dependiente de la percepción, decisión y acción de los actores que participan del mismo. Desde su concepción original, el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” se ha desarrollado como un proyecto contextual—proyecto centrado en varios contextos particulares, y comprometido con las realidades, necesidades y aspiraciones de los actores sociales que influencian y son, a su vez, influenciados por dichos contextos. Pero el Proyecto aspira generar—conjuntamente con estos actores—elementos de referencia capaces de transformar la percepción y, por lo tanto, las decisiones y acciones de dichos actores, siempre cuando ellos estén en acuerdo con la necesidad de construir una realidad diferentes y necesariamente mejor.

El carácter aplicado del mandato del Proyecto lo presionó desde su inicio hacia un esfuerzo para asegurar un alto grado de sintonía entre sus bienes/servicios públicos internacionales y las necesidades, realidades y aspiraciones de las organizaciones de ciencia y tecnología agropecuaria de América Latina. La primera actividad del Proyecto en 1992 fue la realización de trece estudios de casos para comprender el estado del arte de la planificación, seguimiento y evaluación (PSyE) de la investigación agropecuaria en el continente americano. Los resultados de estos estudios fueron discutidos y validados con la participación de representantes de la mayoría de los países de este hemisferio y de donantes con actuación en América Latina, que se reunieron en Ciudad de México en octubre de 1992. Estos participantes influenciaron los contenidos y las actividades prioritarias del Proyecto, a partir de la nueva comprensión de la realidad de PSyE, que se quedó más informada y sofisticada con el aporte de los trece estudios de caso. Por lo tanto, el Proyecto empezó su primera fase con un esfuerzo para comprender como los temas de su mandato se desempeñaban en los diferentes contextos organizacionales, para que la contribución de sus contenidos y actividades prioritarias fuera pertinente con estos diferentes contextos.

Desde entonces, el Proyecto ha perfeccionando su esfuerzo de planificación para aumentar el grado de pertinencia de la contribución de sus marcos orientadores, contenidos y estrategias y el grado de validez de sus impactos. El Proyecto ha salido de la tradición de los talleres regionales de

29 El Proyecto no asume, por ejemplo, las premisas y promesas constructivistas que no estén comprometidas con la posibilidad de la generación de una ciencia alternativa a la ciencia moderna, que está plagada por los mismos valores, propósitos y compromisos positivistas del proyecto modernista que influenció su génesis y evolución a la fecha. Para una crítica a la ciencia moderna en general, ver Restivo (1988); sobre la necesidad de reconstruir la ciencia y tecnología agropecuaria, ver Kloppenburg (1991).

21

Page 22: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

planificación, como los realizados en sus fases anteriores (1992-1994; 1995-1998), para la realización de misiones de negociación y planificación. En los talleres regionales, los contextos nacionales y organizacionales están representados por apenas uno o dos participantes, mientras las misiones nacionales abren un espacio para la participación de todos los gerentes y socios de cada una de las organizaciones asociadas al Proyecto. En este caso, tanto la comprensión como el compromiso son construidos de forma ampliamente participativa y negociada dentro del propio contexto en el cual el Proyecto tendrá que aportar su contribución. Con eso, el Proyecto ha llegado al nivel de los individuos, equipos y organizacional en su esfuerzo de planificación. Inmediatamente después, cada una de estas organizaciones tienen la oportunidad de proponer y negociar con el Proyecto un plan de colaboración que le es exclusivo. Este es uno de los factores que aportan a la sostenibilidad del Proyecto, y una de las razones por la cual las organizaciones participantes han decidido asumir los costos directos de la colaboración: la certeza de que la colaboración está en sintonía con su contexto particular.

Finalmente, el contexto ejerció su influencia máxima en el desarrollo de la hipótesis orientadora del Proyecto: el ascenso y declinación de las organizaciones de desarrollo están fuertemente asociados al ascenso y declinación de los modelos de desarrollo. Esta hipótesis30 reconoce que las organizaciones de desarrollo integran una matriz institucional que influencia y es influenciada por los modelos de desarrollo que ayuda a concebir, implementar y cambiar. Cuando estos modelos entran en crisis irreversible, las organizaciones que los practican experimentan grados variados de vulnerabilidad. Como consecuencia, cuando un nuevo modelo se establece en lugar del anterior, las organizaciones son presionadas para (re)construir la base de su sostenibilidad institucional, como es el caso en el momento actual en todos los países. En un cambio de época, la pasividad institucional puede significar la extinción de muchas organizaciones, o por lo menos la realización de procesos de cambio desde afuera hacia dentro, con consecuencias generalmente desastrosas para estas en particular y para la sociedad en general.

Como consecuencia, el Proyecto considera las especificidades de los diversos contextos en los cuales opera. Para eso, una investigación de procesos será realizada en torno a: (i) la colaboración del Proyecto, (ii) la apropiación de la colaboración, y (iii) la gestión del cambio institucional. Esto permitirá comprender como estos procesos influencian y son influenciados por los contextos, percepciones y acciones de los actores que los constituyen. También permitirá identificar los factores impulsores y restrictivos, externos e internos, tanto para el logro de los propósitos negociados como para el desempeño de las redes de innovación y cadenas de eventos. Frente a este compromiso, el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”:

1 Rechaza la respuesta positivista a la pregunta ontológica: ¿qué es la realidad? Ninguna experiencia del Proyecto confirma la existencia de una realidad única, independiente de nuestras percepciones y acciones, regida por leyes naturales y mecanismos inmutables, constituida apenas por hechos tangibles y mensurables, donde se puede rastrear la causa de cada efecto a partir de una perspectiva determinista, reduccionista y lineal. El Proyecto no tiene evidencias de que la realidad de las organizaciones es inmutable, y que lo que nos resta es apenas observarla, describirla, predecirla y controlarla. Si así fuera no habría sentido en iniciar procesos de cambio transformacional hacia la sostenibilidad institucional.

2 Asume la respuesta constructivista a la pregunta del marco ontológico. La experiencia del Proyecto con organizaciones casos pilotos confirma la existencia de diferentes realidades (dentro y entre organizaciones), socialmente construidas por las percepciones, decisiones y acciones de los actores internos y externos que integran diferentes cadenas de valores, relaciones y compromisos asociados a dichas organizaciones. Además, en la experiencia

30 El Proyecto rechaza la hipótesis organicista que transfiere la lógica de los organismos biológicos para la realidad de las organizaciones. Bajo esta lógica, las organizaciones experimentan un “ciclo de vida”—nacen, crecen, envejecen y mueren. Si así fuera, entonces no hay mucho que hacer. Esta hipótesis está en sintonía con las “leyes naturales” postuladas por los positivistas. Como los organismos biológicos no son inmortales, bajo esta hipótesis, a las organizaciones restaría apenas esperar que su muerte llegara.

22

Page 23: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

del Proyecto, la complejidad del todo (la organización) y la dinámica de sus redes de relaciones sugieren la importancia de comprender los procesos a través de los cuales estos actores crean, sostienen y cambian sus percepciones, decisiones y acciones para transformar la realidad de sus organizaciones. Para el Proyecto, las organizaciones son regidas más por valores, reglas y conflictos de naturaleza diversa (ética, social, política, administrativa) que por leyes “naturales” y mecanismos inmutables. El Proyecto ha encontrado que la realidad de las organizaciones puede ser comprendida y cambiada, desde cuando los actores locales participen del proceso de su propia transformación. En su dimensión ontológica, el esfuerzo de investigación del Proyecto generará conocimiento en el nivel individual, de los equipos, organizacional e interorganizacional.

El Proyecto en el contexto del marco epistemológico de referencia

Consecuente con su filosofía, el Proyecto ha sido concebido para América Latina, está ubicado en América Latina y es desarrollado por talentos Latinoamericanos. Eso ha implicado en, por ejemplo: (i) la valorización de los talentos locales; (ii) la incorporación del conocimiento tácito de los actores del contexto; (iii) el respeto por la complejidad de la realidad regional, nacional y organizacional; y (iv) la promoción del aprendizaje a partir de la diversidad de experiencias locales. Por lo tanto, más importante que los insumos técnicos tangibles aportados por el Proyecto son los procesos de interacción que este promueve para permitir el intercambio de ideas, capacidad y apoyo en torno a la gestión de la innovación institucional. En este contexto, el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”:

1 Rechaza la respuesta positivista a la pregunta epistemológica: ¿qué existe para ser conocido y cuál es la relación entre investigador e investigado? Coherente con su posición sobre la pregunta del marco ontológico anterior, el Proyecto no acepta que la ciencia existe para observar, describir y predecir las leyes naturales que rigen la realidad. El Proyecto tampoco acepta el dualismo Cartesiano que separa a los investigadores de los investigados y los métodos de los valores morales y de los intereses humanos. Esto no permitiría la interacción entre investigadores e investigados, que es imprescindible para el aprendizaje mutuo, el compromiso conjunto y las acciones colectivas requeridas por iniciativas de investigación para el cambio. Esta separación artificial e irreal impide la inclusión del conocimiento tácito/local sobre el contexto, dinámica de los procesos y papel de los actores nacionales y organizacionales, lo que para la dimensión de investigación del Proyecto es fundamental.

2 Asume la respuesta constructivista a la pregunta epistemológica, en coherencia con su posición sobre la pregunta del marco ontológico anterior, que asume la existencia de múltiples realidades socialmente construidas. Los procesos a través de los cuales los actores forjan su percepción y acción, las redes de relaciones y las cadenas de eventos que crean, sostienen y cambian estos procesos son los blancos preferenciales de la dimensión de investigación del Proyecto, lo que demanda sensibilidad teórica por parte de los investigadores. Sin este conocimiento, el Proyecto no será capaz de mejorar el grado de apropiación de su colaboración y, por lo tanto, de aportar a la construcción de capacidades pertinentes para el cambio institucional. La interacción entre investigadores e investigados debe ocurrir de tal manera que todos se transformen en investigadores, con igual posibilidad de comprenderse e influenciarse mutuamente. El conocimiento debe ser (i) generado y socialmente apropiado en el contexto de su aplicación e implicaciones; (ii) a través de un esfuerzo interdisciplinario; (iii) que incluye la participación de diversos actores locales con su conocimiento tácito; (iv) de forma comprometida con las realidades, necesidades y aspiraciones de dichos actores; y, (v) con la adición de los criterios sociales, políticos e institucionales de los actores del contexto.

El Proyecto y el contexto del marco metodológico de referencia

23

Page 24: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

El desempeño general del Proyecto es dependiente del desempeño particular de las interacciones que promueve para desarrollar su actividad de colaboración. Como consecuencia, el Proyecto:

· Actúa a través de una red de intercambio de talentos para la innovación institucional (Red-ITI), constituida por talentos profesionales formados bajo los marcos filosófico, conceptual, metodológico y operativo del Proyecto. Eso permite un cierto grado de coherencia en las formas de pensar, decidir y actuar de estos profesionales, cuando ellos interactúan con los talentos locales de las organizaciones con las cuales el Proyecto colabora.

· Promueve el concepto de participación como poder. Las organizaciones que participan del Proyecto tienen el poder de influenciar sus contenidos, marcos orientadores, políticas, prioridades y formas de colaboración, a través de la negociación con el equipo de gestión del Proyecto y con sus “profesionales y organizaciones asociadas”. Por esta razón, las organizaciones con las cuales colabora el Proyecto influyen en el desarrollo de los materiales de capacitación, en los contenidos de las misiones de facilitación técnica, etc.

· Desarrolla el concepto de valor colectivo agregado, para intentar contestar a la pregunta: ¿qué agrega la participación que no se puede lograr sin ella? Para aportar a la respuesta, el Proyecto mismo intenta agregar valor colectivo a su esfuerzo de colaboración, que ocurre principalmente a través de talleres donde un gran número de talentos locales tienen la oportunidad de movilizar su imaginación, capacidad y compromiso colectivo en torno a la reconfiguración y apropiación de la colaboración del Proyecto.

Con su desempeño dependiente de estos procesos de interacción, el Proyecto es absolutamente dependiente de la sensibilidad metodológica de los investigadores, lo que implica un compromiso permanente con la participación de los talentos locales en cualquiera actividad del Proyecto. La dimensión de investigación no debería ser una excepción. Por lo tanto, el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”:

· Rechaza la respuesta positivista a la pregunta metodológica: ¿cómo debe el investigador proceder para conocer lo que existe para ser conocido? Coherente con su posición sobre las preguntas de los marcos ontológico y epistemológico anteriores, el Proyecto no asume que la única práctica científica válida es aquella que incluye experimentación y control, lo que excluye la historia y el contexto donde se ubican los actores internos y externos que son clave para comprender la dinámica de las organizaciones en torno a las cuales la investigación será desarrollada. Al contrario, en el contexto del actual cambio de época, tanto la historia como el contexto se constituyen en dos de las fuentes de información más relevantes para la investigación del Proyecto. El Proyecto tampoco asume las hipótesis de investigación como algo fijo a ser sometido a pruebas empíricas para verificarlas o falsificarlas. Al contrario, las cuestiones y hipótesis deben ser propuestas apenas de forma exploratoria, como elementos indicativos y temporarios para orientar el inicio de la investigación, cuya dinámica contextual y negociaciones en la marcha revelarán la necesidad de perfeccionamiento, adiciones o supresiones. Finalmente, el Proyecto no puede aceptar métodos de investigación que limiten o impidan la participación de talentos profesionales de sus organizaciones asociadas. Al contrario, el Proyecto debe privilegiar los métodos interactivos, que necesariamente incluya el conocimiento explícito/tácito de los actores de las organizaciones participantes de la investigación.

· Asume la respuesta constructivista a la pregunta metodológica. El Proyecto asume que las construcciones individuales, grupales y organizacionales pueden ser comprendidas y, por lo tanto, transformadas a través de la interacción dialéctica entre los “sujetos” de la investigación. La metodología propuesta debe incorporar mecanismos para la participación con negociación. Ambos—investigadores e investigados—necesitan tener la posibilidad de construir consenso en torno a los avances hacia la construcción de una nueva percepción, más informada y más sofisticada, en torno a los diferentes temas bajo investigación. La metodología propuesta debe incorporar un alto contenido ético, y ser flexible para permitir

24

Page 25: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

ajustes en la marcha bajo la autoridad del argumento (participación, persuasión y negociación). La sensibilidad metodológica debe ser suficiente para apoyar la construcción de teorías contextuales, que emergirán en la marcha. Se debe incluir cuestiones, hipótesis y premisas orientadoras del esfuerzo inicial; así mismo se debe incluir algunos conceptos y proposiciones cuya pertinencia será negociada y perfeccionada en la marcha. Sin embargo, estos conceptos, cuestiones, hipótesis, premisas, y proposiciones deben ser negociados con los actores locales al inicio del proceso; su conocimiento tácito/local sobre la historia y el contexto cambiante que moldean el desempeño de la organización debe ser incorporado en el perfeccionamiento de estos elementos metodológicos orientadores.

En resumen, la filosofía que forja el modelo de colaboración del Proyecto demanda la sensibilidad de los aportes del paradigma constructivista, mientras rechaza el paradigma positivista, por su filosofía amoral, ontología artificial, epistemología insensible y metodología mecanicista.

HACIA UN MARCO ORIENTADOR DE LA TEORIZACIÓN EN EL PROYECTO

La conceptualización será la ciencia del futuro (De Souza Silva et al. 2000). Si los conceptos son propuestos para generar comprensión, y si la teoría es la tecnología de la interpretación para orientar la acción, hace falta construir nuevas teorías que articulen nuevos conceptos. En el contexto de un cambio de época, la comprensión es el ingrediente más escaso, visto que turbulencias, discontinuidad, incertidumbre, desorientación, inestabilidad, inseguridad y vulnerabilidad generalizadas son sus marcas registradas. Por lo tanto, para las investigaciones asociadas a la innovación institucional, hace falta proponer cuestiones más desafiantes, hipótesis más osadas y premisas más creativas.

Hace 2,500 años los Griegos inventaron teoría como una tecnología para mejorar su comprensión sobre ciertos fenómenos. Sin embargo, en el contexto de un cambio de época, el problema no se limita apenas a comprender sino en comprender para transformar. Nosotros debemos generar teorías comprometidas con la acción, debemos generar praxis.

Praxis es la teoría de la acción humana, es el conocimiento generado en, por y para la acción, es la combinación de las relaciones dialécticas entre una acción y el enfoque teórico que la informa. Una revisión de la praxeología de la innovación institucional—el estudio de los enfoques teóricos que informan la práctica de la gestión de la innovación institucional—nos revela un movimiento de ascenso y declinación de paradigmas, lo que también revela la necesidad y la oportunidad para proponer nuevos enfoques teóricos para esta práctica. En el Proyecto, su esfuerzo de teorización debe centrase en torno a tres teorías asociadas a la gestión de la innovación institucional:

· Teoría-3: teoría sobre la vulnerabilidad/sostenibilidad institucional, una vez que todas las organizaciones están bajo presión para cambiar de tal forma de poder salir de la vulnerabilidad hacia la sostenibilidad institucional.

· Teoría-2: teoría sobre la naturaleza, forma, propósito y marcos orientadores de la gestión del cambio institucional, desde que este es el proceso a través del cual la colaboración es apropiada hacia la innovación institucional.

· Teoría-1: teoría sobre la naturaleza, forma, propósito y marcos orientadores de la colaboración en proyectos de desarrollo de capacidad institucional, desde que estos aportan a la gestión de la innovación institucional.

Sin embargo, para aportar a la construcción de estas teorías, el Proyecto necesita de un marco orientador para su esfuerzo de teorización. Para eso se hace necesario contestar a algunas preguntas, tales como: (i) ¿por qué construir teoría?; (ii) ¿para quiénes construir teoría?; (iii) ¿qué es una teoría?; (iv) ¿cómo se construye una teoría?; (v) ¿con quiénes construir teoría?; (vi) ¿cómo expresar, formalizar y compartir la teoría construida?; y (vii) ¿cómo incorporar la teoría en la práctica?

25

Page 26: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Desdichadamente, hay más consenso sobre lo qué no es que sobre lo qué es una teoría. Sutton y Staw (1995), nos informan que: (i) citaciones bibliográficas no son teoría, a menos que nuevos argumentos y nuevas interpretaciones sean derivados de los conceptos articulados por las teorías citadas; (ii) datos no son teoría, pues los datos apenas describen cuáles patrones empíricos fueron observados, mientras una teoría interpreta por qué ciertas relaciones empíricas ocurren; (iii) variables, por si solas, no son teoría, pues una teoría necesita explicar por qué ciertas variables están conectadas entre sí y cómo; (iv) diagramas y figuras no son teoría, son apenas artificios útiles para mejorar la comprensión sobre ciertos procesos y las relaciones que los constituyen; y, (v) hipótesis no son teoría, son apenas puentes heurísticos entre datos y teoría, que facilitan la comprensión sobre ciertas relaciones entre determinados conceptos y variables, son afirmaciones sobre qué se puede esperar que ocurra, no sobre por qué se debe esperar que ocurra. Entonces, volvemos a la pregunta original: ¿qué es teoría?

Desde la perspectiva del Proyecto, teoría es (i) un conjunto articulado de respuestas sobre preguntas del tipo por qué; (ii) un conjunto de conexiones entre ciertos conceptos y variables; (iii) una historia—narrativa—comprensible sobre una cadena de eventos, fenómenos, actores, y hechos que amplían nuestro entendimiento sobre ciertos procesos; (iv) una guía para la acción transformadora; y, (v) una tecnología intelectual para la interpretación/conceptualización.

Sin embargo, el Proyecto no está proponiendo probar teorías existentes. El Proyecto propone la construcción de tres teorías contextuales. Para eso, los investigadores necesitan de un marco de referencia para la teorización, para guiarlos en el inicio del proceso de investigación. Dicho marco inicial debe incluir, para cada teoría que se desea construir:

1 Un conjunto de conceptos orientadores Para cada una de las teorías a ser construidas, ¿cuáles podrían ser los conceptos básicos cuyos significados deberían ser negociados para generar comprensión sobre lo que se quiere investigar y para aportar coherencia al esfuerzo colectivo de investigación, hasta que la interacción con los actores del contexto investigado sugiera su perfeccionamiento o reemplazo?

2 Un conjunto de preguntas de investigación. Para cada una de las teorías, ¿cuáles son las preguntas que se quiere contestar con la investigación, hasta que la interacción con los actores del contexto investigado sugiera su perfeccionamiento o reemplazo?

3 Un conjunto de hipótesis orientadoras. Para cada una de las teorías, ¿cuáles podrían ser las hipótesis indicativas del esfuerzo inicial, hasta que la interacción con los actores del contexto investigado sugiera su perfeccionamiento o reemplazo?

4 Un conjunto de premisas orientadoras. Para cada una de las teorías, ¿cuáles podrían ser las premisas indicativas para basar el esfuerzo inicial, hasta que la interacción con los actores del contexto investigado sugiera su perfeccionamiento o reemplazo?

5 Un conjunto de proposiciones orientadoras. Para cada una de las teorías, ¿cuáles podrían ser las proposiciones indicativas para guiar el inicio del esfuerzo, hasta que la interacción con los actores del contexto investigado sugiera su perfeccionamiento o reemplazo?

En resumen, el marco de referencia para la teorización en el Proyecto debe desarrollar y articular estos elementos de forma comprehensiva, de tal forma que puedan servir de guía para los investigadores del Proyecto y de las organizaciones participantes. El referido marco debe ser aplicado tanto para revisar los proyectos de investigación que el Proyecto ha propuesto como para influenciar la forma de pensar, decidir y actuar de los participantes de este esfuerzo.

26

Page 27: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

HACIA UN MARCO ORIENTADOR DE LA SISTEMATIZACIÓN EN EL PROYECTO

“La sistematización es un proceso de reflexión participativa acerca de los procesos y resultados de un proyecto, y es efectuada por los facilitadores y participantes del mismo” (en Selener 1996:3)

En el esfuerzo de investigación del Proyecto, la sistematización ocupa un espacio de la más alta relevancia. Por un lado, la sistematización permite articular las experiencias e interpretar sus lecciones; por otro lado es también la fuente de insumos para la teorización. Por eso, el Proyecto necesita de un marco orientador del esfuerzo de sistematización que atienda a estas dos funciones. Un marco orientador de la sistematización en el Proyecto debe contestar a algunas preguntas31, tales como:

1 ¿Qué es la sistematización? En el contexto del Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma”, la conceptualización de esta actividad es imprescindible, considerando que esta debe llenar dos funciones: (i) articulación de las experiencias e interpretación de sus lecciones y (ii) aporte de insumos para el esfuerzo de teorización.

2 ¿Por qué sistematizar? Esta es una pregunta de naturaleza filosófica y ontológica, cuya respuesta depende del paradigma de investigación adoptado. En secciones previas, este documento ha articulado varios argumentos a favor de la respuesta aportada por el paradigma constructivista, donde lo que se busca es conocer para transformar. Las razones para la sistematización aportan tanto coherencia como estímulos a la participación de los investigadores/facilitadores.

3 ¿Para qué sistematizar? El propósito y objetivos de la sistematización ayudan a precisar las acciones a ser desarrolladas, los eventos a ser analizados, las fuentes de información a ser consultadas y los actores claves a ser involucrados.

4 ¿Qué sistematizar? Esta es una pregunta de naturaleza epistemológica, cuya respuesta depende del paradigma de investigación adoptado. Este documento ha articulado varios argumentos a favor de la respuesta aportada por el paradigma constructivista, donde lo relevante son los procesos a través de los cuales los actores construyen y reconfiguran su realidad, que a su turno es construida y reconstruida a través de la percepción y acción de dichos actores.

5 ¿Cómo sistematizar? Esta es una pregunta de naturaleza metodológica, cuya respuesta depende del paradigma de investigación adoptado. Este documento ha articulado varios argumentos a favor de la respuesta aportada por el paradigma constructivista, donde la interacción entre investigadores y facilitadores del Proyecto y locales es imprescindible para capitalizar sobre el conocimiento local y el compromiso para la acción por parte de los participantes. Como principio, las reglas, formatos y procedimientos deberían atender a esta necesidad. En resumen, esta pregunta se refiere a la planificación y desarrollo de la sistematización, lo que nos remete al hecho de que el Proyecto trabaja con casos pilotos. Por lo tanto, uno de los métodos de investigación a considerar es el de “estudio de caso” (ver Yin 1998).

6 ¿Con quiénes sistematizar? Esta es una pregunta de naturaleza epistemológica y metodológica, cuya respuesta depende del paradigma de investigación adoptado. Este documento ha abogado en favor de las respuestas del paradigma constructivista, que no separa los investigadores de los investigados, al contrario los integra para que negocien y construyan consenso en torno a lo investigado y a lo que debe ser transformado como consecuencia de la investigación.

31 Se espera que los participantes del evento reflexionen sobre estas y otras preguntas afines, y compartan sus respuestas durante su participación.

27

Page 28: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

7 ¿Cómo compartir lo sistematizado? El Proyecto tiene por obligación diseminar sus experiencias y lecciones principalmente (pero no exclusivamente) en la región. ¿Cuáles serían las estrategias más pertinentes para cumplir con este compromiso?

8 ¿Cómo la teorización influye en la sistematización? Considerando que se quiere que la sistematización aporte insumos para la teorización, ¿cómo la sistematización debe reflejar ciertas necesidades del esfuerzo de teorización? ¿Cuáles elementos/aspectos de la construcción de teoría deben ser incorporados en el esfuerzo de sistematización?

9 ¿Cómo lo sistematizado aporta a la teorización? Una vez que la sistematización este en un estado más avanzado, ¿cómo se debe proceder para extraer de esta actividad los insumos que necesita el esfuerzo de teorización? ¿Qué mecanismos se deben establecer para el intercambio entre los dos esfuerzos?

CONCLUSIÓN

Un cambio de época implica necesariamente la declinación y ascenso de valores, conceptos, enfoques, modelos y paradigmas. Así, la sociedad necesita que las organizaciones de desarrollo revisen y, si es necesario, transformen sus valores, conceptos, enfoques, modelos y paradigmas.

Eso es precisamente lo que el Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” intenta hacer consigo mismo y con sus organizaciones asociadas. El Proyecto “Nuevo Paradigma” es un proyecto contextual, comprometido con los procesos a través de los cuales las organizaciones de ciencia y tecnología agropecuaria pueden aumentar el grado de sintonía entre los productos y servicios que aportan y las necesidades, realidades y aspiraciones de su entorno relevante. Solo esta sintonía puede aportar al grado de satisfacción de los actores del entorno, que a su vez es traducido en términos de reconocimiento por parte de estos actores hacia la pertinencia de la contribución de la organización, lo que a su vez puede ser transformado en apoyo político, institucional y financiero.

Consecuente con eso, el Proyecto (i) genera conocimiento en el contexto de su aplicación donde es socialmente apropiado; (ii) (re)combina conocimiento explícito-tácito y conocimiento científico-local en un esfuerzo transdisciplinario; (iii) incluye la participación (valor colectivo agregado) de actores del contexto (con sus intereses y conflictos); (iv) se compromete con las realidades, necesidades y aspiraciones del contexto; e (v) incorpora los criterios de aquellos actores para aumentar la pertinencia de su intervención y la validez de los impactos de la colaboración.

Ahora que su dimensión de investigación será desarrollada, el Proyecto desea hacerlo en sintonía con la identidad, características y compromisos que sus marcos orientadores le han generado, y que las organizaciones con las cuales colabora han legitimado por haber participado del proceso de construcción de esta identidad, características y compromisos.

Entre las visiones de mundo—mecánica, económica y holística (ver ANEXO-2)—que compiten entre sí para prevalecer en la época emergente, la visión holística es la que el Proyecto ha adoptado para influenciar su forma de pensar y actuar. La visión mecánica de mundo, heredada de la época del industrialismo, no sirve porque asume el mundo como una máquina, donde los seres humanos son llamados de “recursos” y manejados como meras piezas de un engranaje mecánico. Pero una máquina poblada por “recursos”—autómatas biológicos—no es capaz de generar conocimiento. La visión económica de mundo, forjada por los dictámenes de la doctrina neoliberal, no sirve porque asume el mundo como un mercado sin sociedades, donde los seres humanos son llamados de “capital humano” y manejados como productores, vendedores, consumidores, inversionistas, etc.; o son llamados de “capital intelectual” y son manejados como una mercancía. Pero como “capital”—una cosa—no tiene imaginación, la organización no puede generar conocimiento. La visión holística de mundo, forjada por los movimientos en torno a las preocupaciones ecológicas/ambientales, es la que más se acerca de una visión sistémica, donde los seres humanos son considerados como ciudadanos, “talentos humanos” con la capacidad de pensar y crear más allá de su experiencia y conocimiento previo. En este caso la organización es

28

Page 29: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

poblada por “talentos humanos”, que tienen vida social, política y espiritual, más allá de su dimensión biológica o de sus intereses puramente económicos. Los talentos humanos también tienen valores, creencias, emociones, pasiones, problemas, conflictos, aspiraciones y compromisos que influencian su percepción y, por lo tanto, su forma de pensar, decidir y actuar. La organización puede generar conocimiento.

En Proyecto ISNAR “Nuevo Paradigma” no acepta tratar sus participantes como “cosas” (recurso o capital) sino como talentos profesionales. Los talentos son capaces de imaginar y crear más allá de su conocimiento y experiencias previas. Esto coincide con lo que el Proyecto espera de los que participarán de su dimensión de investigación: imaginación, capacidad y compromiso para la gestión de la innovación institucional. Lo contrario nos presionará hacia el mimetismo institucional, donde no es necesario crear, solo imitar. ¿Hasta cuándo? ¿A qué costo?

BIBLIOGRAFÍA

Barbour, Ian. Ethics in an Age of Technology: the Gifford Lectures (Vol.2). New York: Harper San Francisco, 1993.

Bell, Daniel. The Coming of Post-Industrial Society: a venture in social forecasting . New York: Basic Books, 1999.

Bell, Michael M. “The Dialectic of Technology: commentary on Warner and England”. Rural Sociology, 60(4), 1995:623-632.

Biagioli, Mario (Ed). The Science Studies Reader. New York: Routledge, 1999.

Bjker, Wiebe; Hugues, Thomas; y Pinch, Trevor (Eds.). The Social Construction of Technological Systems: new directions in the sociology of history and technology. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, 1989.

Bonte-Friedheim, Christian; and Sheridan, Kathleen (Eds.). The Globalization of Science: the place of agricultural research. The Hague: International Service for National Agricultural Research (ISNAR), 1997.

Brockway, Lucile H. Science and Colonial Expansion: the role of the British Royal Botanic Gardens . New York: Academy Press, 1979.

Busch, Lawrence. The Eclipse of Morality: science, State and market. Hawthorne, New York:Aldine DeGruyter, 2000.

Castells, Manuel. The Rise of the Network Society (The Information Age: economy, society and culture; Volume III). Malden, Massachusetts: Blackwell Publishers, 1996.

Castells, Manuel. The Power of Identity (The Information Age: economy, society and culture; Volume III). Malden, Massachusetts: Blackwell Publishers, 1997.

Castells, Manuel. End of Millennium (The Information Age: economy, society and culture; Volume III). Malden, Massachusetts: Blackwell Publishers, 1998.

De Masi, Domenico (Ed). A Sociedade Pós-Industrial. São Paulo: Editora SENAC, 1999.

De Souza Silva, José. El Cambio de Época, el Modo Emergente de Generación de conocimiento y los Papeles Cambiantes de la Investigación y Extensión en la Academia del Siglo XXI . Trabajo invitado para la “I Conferencia Interamericana de Educación Agrícola Superior y Rural”, organizada por el IICA, realizada en Panamá, 16-19 de noviembre de 1999.

De Souza Silva, José; Cheaz, Juan; y Calderon, Johanna. La Cuestión Institucional: de la vulnerabilidad a la sostenibilidad institucional en el contexto del cambio de época. (Trabajo en progreso). San José, Costa Rica: Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR), 2000.

Demo, Pedro. Conhecimento Moderno: sobre ética e intervenção do conhecimento. Rio de Janeiro: Editora Vozes, 1997.

29

Page 30: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Feldman, Shelley; y Welsh, Rick. “Feminist Knowledge Claims, Local Knowledge, and Gender Divisions of Agricultural Labor: constructing a successor science”. Rural Sociology, 60(1), 1995:23-43.

Flora, Cornelia Butler. “Reconstructing Agriculture: the case for local knowledge”. Rural Sociology, 57(1), 1992:92-97.

Gibbons, Michael; Limoges, Camille; Nowotny, Helga; Schwartzman, Simon; Scott, Peter; y Trow, Martin. The New Production of Knowledge: the dynamics of science and research in contemporary societies . London: SAGE Publications, 1994.

Guba, Egon G; and Lincoln, Y.S. “Competing Paradigms in Qualitative Research”, pp. 105-117, in N.K. Denzin & Y.S. Lincoln (Eds.) Handbook of Qualitative Research. Thousand Oaks: SAGE, 1994.

Habermas, Jürgen. Knowledge and Human Interests. Boston: Beacon Press, 1968.

Khun, Thomas. The Structure of Scientific Revolutions. Chicago: The University of Chicago Press, 1970.

Kloppenburg, Jack. “Social Theory and the De/Reconstruction of Agricultural Science: local knowledge for an alternative agriculture”. Rural Sociology, 56(4), 1991:519-548.

Kloppenburg, Jack. “Science in Agriculture: a reply to Molnar, Duffy, Cummins, and Van Santen and to Flora”. Rural Sociology, 57(1), 1992:98-107.

Knorr-Cetina, Karin. The Manufacture of Knowledge: an essay on the constructivist and contextual nature of science. Oxford: Pergamon Press, 1981.

Knorr-Cetina, Karin. Epistemic Cultures: how the sciences make knowledge. Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1999.

Kolb, David A.; y Frohman, Alan L. “An Organizational Development Approach to Consulting”. Sloan Management Review, Fall, 1970:51-65.

Landes, David S. The Wealth and Poverty of Nations: why some are so rich and some so poor . New York: W.W.Norton & Company, 1998.

Latour, Bruno. Science in Action: How to Follow Scientists and Engineers through Society. Philadelphia: Open University Press, 1987.

Latour, Bruno. “Give Me a Laboratory and I Will Raise the World”, pp. 258-275, in Mario Biagioli (Ed). The Science Studies Reader. New York: Routledge, 1999.

Leiss, William. The Domination of Nature. New York: Beacon Press, 1974.

Levins, Richard. “Ten Propositions on Science and Anti-Science”. Social Text, V. 14(1-2), 1996: 101-112.

Long, Norman; y Long, Ann (Eds.). Battlefields of Knowledge: the interlocking of theory and practice in social research and development. London: Routledge, 1992.

McGivern, C.K.; y Fineman, S. “Research and Consultancy: towards a conceptual synthesis”. Journal of Management Studies, 20(4), 1983:425-439.

Molnar, Joseph J.; Duffy, Patrícia A., Cummins, Keith A., and Santen, Edzard Van. “Agricultural Science and Agricultural Counterculture: paradigms in search of a future”. Rural Sociology, 57(1), 1992:83-91.

Nanaka, Ikujiro; y Takeuchi, Hirotaka. The Knowledge-Creating Company: how Japanese companies create the dynamics of innovation. Oxford: Oxford University Press, 1995.

Perrault, Gilles (Ed). O Livro Negro do Capitalismo. Rio de Janeiro: Editora RECORD, 1999.

Pinch, Trevor; y Bijker, Wiebe. “The Social Construction of Facts and Artifacts: or how the sociology of science and the sociology of technology might benefit of each other”, pp.17-50, in Wiebe Bjker, Thomas Hugues y Trevor Pinch (Eds) The Social Construction of Technological Systems: new directions in the sociology of history and technology. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, 1989.

30

Page 31: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Quinn, James Brian; Anderson, Philip; y Finkelstein. “Managing Professional Intellect: making the most of the best”. Harvard Business Review, March-April, 1996:71-80.

Reason, Peter. “Three Approaches to Participative Inquiry”, pp. 324-339, in N.K. Denzin & Y.S. Lincoln (Eds.) Handbook of Qualitative Research. Thousand Oaks: Sage, 1994: 324-339.

Restivo, Sal. “Modern Science as a Social Problem”. Social Problems, Vol. 35(3), 1988:206-225.

Röling, Niels. “The Emergence of Knowledge Systems Thinking: A changing perception of relationships among innovation, knowledge process and configuration”. Knowledge and Policy, Vol.5(1), 1992:42-64.

Sagasti, Francisco R. “Knowledge and Development in a Fractured Global Order”. Futures, 27(6), 1995:591-610.

Selener, Daniel. Participatory Action Research and Social Change. Ithaca, New York: Cornell University, 1997.

Senge, Peter. The Fifth Discipline: the age and practice of the learning organization. London: Century Business, 1990.

Shapin, Steven; y Schaffer, Simon. Leviathan and the Air-Pump: Hobbes, Boyle, and the experimental life . Princeton, NJ: Princeton University Press, 1985.

Strauss, Anselm; y Corbin, Juliet. Basics of Qualitative Research: techniques and procedures for developing grounded theory. London: SAGE, 1998.

--- “Grounded Theory Methodology”, pp.273-285, in N.K. Denzin & Y.S. Lincoln (Eds.) Handbook of Qualitative Research. Thousand Oaks: SAGE, 1994.

Street, John. Politics & Technology. New York: The Guilford, 1992.

Susman, Gerald; y Evered, Roger. “An Assessment of the Scientific Merits of Action Research”. Administrative Science Quarterly, 23(4), 1978:582-603.

Sutton, Robert I. “What Theory is Not”. Administrative Science Quarterly, 40 (September), 1995: 371-384.

Thompson, John B. Ideology and Modern Culture. Stanford, CA: Stanford University Press, 1990.

Yin, Robert K. “The Abridged Version of Case Study Research”, pp. 229-259, in Leonard Bickman and Debra J. Rog Handbook of Applied Social Research Method. London: SAGE, 1998.

Wallerstein, Immanuel. The Modern World-System I: capitalist agriculture and the origins of the European world-economy in the sixteenth-century. New York: Academic Press, 1974.

Warner, W. Keith, y England, J. Lynn. “A Technological Science Perspective for Sociology”. Rural Sociology, 60(4), 1995:607-622.

Warner, W. Keith, y England, J. Lynn. “A Dialectic Technological Science Perspective: reply to Bell”. Rural Sociology, 60(4), 1995:633-638.

31

Page 32: Souza-Generacion de Conocimiento-Construccion de Teoria

Visiones de Mundo en Conflicto en el Contexto del Actual Cambio de ÉpocaVisión Mecánica de Mundo Visión Económica de Mundo Visión Holística de Mundo

Génesis. En los siglos XVI y XVII, se establece con la ciencia moderna una visión mecánica de la realidad. El marco conceptual de Galileo y Descartes, de una realidad objetiva gobernada por leyes matemáticas exactas, fue completado por la mecánica Newtoniana y la teología cristiana, legitimando el mecanicismo y validando sus implicaciones: reduccionismo, determinismo, linealidad y mono-causalidad. La revolución industrial estableció esta visión como dominante.

Génesis. A finales de los años 70, el régimen de acumulación de capital de la época del industrialismo empieza su declinación. Ahí inicia una revolución económica apoyada en la tecnología de la información para formar otro régimen de acumulación: corporativo-transnacional-informacional. A partir de la debacle del socialismo en Unión Soviética/Este Europeo, el sistema capitalista reemplaza la ideología del Estado por la ideología del mercado.

Génesis. En mediados de la década de los 60, varios movimientos sociales iniciaron una revolución cultural que cuestionó la civilización occidental y la sociedad industrial de consumo. Asumiendo que estamos todos vulnerables, esta revolución cultural propone una visión sistémica de mundo, bajo la cual todo está interconectado en la Tierra. Pero esta interdependencia no es sinónima de harmonía, pues nuestros conflictos de interés generan contradicciones.

El mundo es una máquina sin sentimientos, donde la razón mecánica excluye a la emoción humana. Sin espacio para los valores y los principios éticos, este reinado de la racionalización es “habitado” por piezas del engranaje que permite funcionar a la máquina. En este mundo, hay una ciudadanía por derecho, pero con pocos ciudadanos de hecho. Metáfora: la máquina.

El mundo es un mercado sin sociedades, donde las transacciones comerciales prevalecen sobre las relaciones sociales. Este mundo es habitado por proveedores-productores-procesadores-vendedores-consumidores-clientes-competidores-inversionistas. Aquí hay una ciudadanía por derecho, pero con pocos ciudadanos de hecho. Metáfora: el mercado.

El mundo es un sistema con múltiples dimensiones/ funciones interconectadas (espacial-temporal-ecológica-social-económica-política-institucional-ética), y es habitado por una diversidad de entidades vivas interrelacionadas, incluyendo la especie humana organizada en sociedades. Aquí, la ciudadanía por derecho genera ciudadanos de hecho. Metáfora: un sistema.

La organización es una máquina que transforma insumos en productos, y debe ser manejada como tal. Esta máquina particular es “compuesta” por “recursos humanos”, que son autómatas biológicos capaces de ejecutar tareas rutinarias, de replicar “recetas” y de imitar comportamientos, pero no son capaces de crear, porque no se les da el espacio para pensar.

La organización es un proveedor de productos y servicios para el mercado, y debe ser manejada como tal. La dinámica de este proveedor particular depende de su “capital humano”—una cosa, o de su “capital intelectual”—una mercancía; su fuente de motivación es el lucro máximo en el presente, y su fuente de inspiración y referencia es únicamente el mercado.

La organización es un sistema abierto y dinámico, que debe ser manejado, bajo un enfoque sistémico, como un facilitador del cambio y desarrollo. Ahí, los seres humanos son percibidos como ciudadanos(as) y gerenciados como “talentos” humanos, con imaginación y capaces de pensar y de crear más allá de su conocimiento y experiencias previas.

La historia no existe o no es relevante para la máquina. El pasado y el futuro están asociados a la idea de progreso, que significa más soluciones mecánicas. El eficiente funcionamiento de la máquina en el presente es lo que cuenta—el corto plazo.

La historia no existe o no es relevante para el mercado. El pasado ya no vuelve y el futuro todavía no ha llegado. En el largo plazo lo que cuenta es la acumulación contínua/creciente de capital; en el corto plazo el lucro máximo es lo que importa.

La historia. El pasado, presente y futuro están conectados. Para construir un futuro diferente y mejor es preciso pensar, actuar y aspirar diferente hoy, basándose en las lecciones del pasado, compromisos negociados y escenarios alternativos.

El contexto externo (entorno) es constituido por otras máquinas mecánicamente conectadas por procesos de una sola vía.

El contexto es constituido apenas por diferentes tipos de mercados con sus diferentes tipos de demandas y de clientes.

El contexto es un conjunto de sistemas interdependientes que conectan los seres vivos entre sí y con el cosmos.

Los modelos de intervención para el desarrollo son centrados en la oferta, como resultado de la racionalización—eficiencia, cuantificación, control y predicción—que genera rigidez y linealidad. El progreso es sinónimo de crecimiento, y los medios—crecimiento económico y desarrollo tecnológico—son privilegiados sobre los fines, que son plurales e individuales.

Los modelos de intervención para el desarrollo son centrados en la demanda, como resultado de las leyes del mercado, ignorando los aspectos sin voz ni voto en la realidad material y social. La modernización es sinónima de globalización, y los medios—crecimiento económico y desarrollo tecnológico—son privilegiados sobre los fines, que son plurales e individuales.

Los modelos de intervención para el desarrollo son centrados en el entorno, incluyendo el mercado y sus demandas, pero que va más allá, incluyendo otras dimensiones de las realidades material y social. El desarrollo sostenible incluye el desarrollo humano y social, subordinando los objetivos-medios a los objetivos fines: mejores condiciones, nivel y calidad de vida.

La tecnociencia (ciencia moderna + tecnología moderna) es un factor de transformación de ciertos insumos en información y tecnología, para aumentar la eficiencia de ciertos procesos productivos. Desde una base mecanicista que selecciona la eficiencia productiva de la máquina como la máxima referencia para el proceso de innovación, la especialización es descontextualizada de otras especializaciones y desvinculada de los valores humanos: ciencia para la eficiencia.

La tecnociencia es un proveedor de ciertos productos, procesos y servicios intensivos de conocimiento, para aumentar la competitividad de los que innovan basados en la ciencia. Desde una base economicista que selecciona el mercado como la máxima referencia para el proceso de innovación, la especialización tiene al mismo mercado como el único contexto relevante a considerar, generando una tecnociencia comercial dirigida para el lucro: ciencia sin conciencia.

La tecnociencia es apenas un sistema facilitador del cambio y desarrollo, que es un producto de la intervención y de la innovación, pues sin intervención e innovación no hay desarrollo, sólo evolución. Desde un compromiso con la totalidad, que implica considerar el encuentro entre sociedad, naturaleza, cultura y desarrollo, la tecnociencia es desarrollada bajo el control social ampliado, en el contexto de su aplicación e implicaciones: ciencia para la sociedad y la vida en el Planeta

Conceptos básicos: progreso-eficiencia-control-cuantificación-predicción-producción-productividad-progreso-engranaje-recursos humanos-resultados-impactos-costo/beneficio.

Conceptos básicos: competitividad-calidad-eficacia-valor agregado-competencia-lucro-mercado-cliente-modernización-capital humano/intelectual-sobrevivencia-individualismo-utilidad.

Conceptos básicos: sostenibilidad-complejidad-diversidad-Planeta-naturaleza-cultura-equidad-multicausalidad-sociedad-interdependencia-talentos humanos-solidaridad, valores.

4/12/水曜日