souza-modo contexto-centrico de generacion de conocimiento

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La Universidad, el Cambio de Época y el “Modo Contexto-Céntrico” de Generación de Conocimiento 1 José de Souza Silva 2 Red “Nuevo Paradigma” para la Innovación Institucional en América Latina Servicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR) [email protected] 1 Versión ampliada de la conferencia presentada en el Seminario Internacional “La Educación Superior: las nuevas tendencias”, realizado en Quito, 23 y 24 de julio de 2002, promovido por el Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP) del Ecuador. Este trabajo integra un proyecto más amplio de investigación-acción financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) en América Latina. Sin embargo, la visión y opiniones compartidas aquí no necesariamente coinciden con la visión y opiniones de la organización del autor, ISNAR, o de la COSUDE. 2 Ingeniero Agrónomo brasileño; Ph.D. en Sociología de la Ciencia y la Tecnología; ex– Gerente de la Secretaría de Gestión Estratégica de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA), Brasilia, Brasil; ex–Oficial Superior de la FAO, Roma, Italia, para los Recursos Genéticos de América Latina y el Caribe; actual Gerente de la Red “Nuevo Paradigma” para la innovación institucional en Latinoamérica; y creador de la Teoría del Cambio de Época que interpreta la cuestión institucional asociada al fenómeno global de la vulnerabilidad-sostenibilidad institucional.

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Page 1: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

La Universidad, el Cambio de Épocay el “Modo Contexto-Céntrico” de Generación de

Conocimiento1

José de Souza Silva2

Red “Nuevo Paradigma” para la Innovación Institucional en América LatinaServicio Internacional para la Investigación Agrícola Nacional (ISNAR)

[email protected]

1 Versión ampliada de la conferencia presentada en el Seminario Internacional “La Educación Superior: las nuevas tendencias”, realizado en Quito, 23 y 24 de julio de 2002, promovido por el Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP) del Ecuador. Este trabajo integra un proyecto más amplio de investigación-acción financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) en América Latina. Sin embargo, la visión y opiniones compartidas aquí no necesariamente coinciden con la visión y opiniones de la organización del autor, ISNAR, o de la COSUDE.

2 Ingeniero Agrónomo brasileño; Ph.D. en Sociología de la Ciencia y la Tecnología; ex–Gerente de la Secretaría de Gestión Estratégica de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA), Brasilia, Brasil; ex–Oficial Superior de la FAO, Roma, Italia, para los Recursos Genéticos de América Latina y el Caribe; actual Gerente de la Red “Nuevo Paradigma” para la innovación institucional en Latinoamérica; y creador de la Teoría del Cambio de Época que interpreta la cuestión institucional asociada al fenómeno global de la vulnerabilidad-sostenibilidad institucional.

Page 2: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

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Page 3: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

INTRODUCCIÓNNo se pueden superar problemas de desarrollo

bajo la percepción y con los mismos métodos que los generaron

Nunca tantos líderes, gerentes y estrategas estuvieron bajo tan grande presión para

cambiar, sin necesariamente comprender por qué se debe cambiar, qué debe ser

cambiado, para beneficio de quiénes el cambio debe ocurrir, y cómo el proceso de

cambio debe ser desarrollado. Pero todo empieza justamente con la pregunta ¿“por

qué”? Es necesario pensar filosóficamente el cambio y el desarrollo. Sin comprender

“por qué” ni con qué propósito iniciamos un proceso de cambio, nos faltarán criterios

para saber si lo estamos conduciendo hacia un fin determinado, y nos faltarán

argumentos para convencer a otros de que el esfuerzo es necesario y relevante.

Observando muchos de los procesos de cambio institucional en marcha en América

Latina, nos parece que el cambio, que es solo un medio, se ha transformado en un fin

en sí mismo. ¿Por qué deben cambiar las universidades? ¿Para ser más eficientes?

¿Para ser más competitivas? ¿Para mejorar la calidad? ¿Para hacer una reingeniería

de su arquitectura organizacional? ¿Para hacer la planificación estratégica? Todo eso

se refiere únicamente a los medios. Tal vez la respuesta más sencilla es: para

reconstruir su relevancia en la sociedad, porque la sociedad está

experimentando un cambio de época.

Si esta fuera una respuesta plausible, las universidades necesitan pensar

filosóficamente su pasado, presente y futuro, porque éstos están necesariamente

interconectados, como nos alerta Eric Hobsbawm. La percepción filosófica que una

organización tiene de su pasado moldea en definitiva la interpretación de su

presente e influencia su imaginación hacia el futuro que desea construir. Para los que

están interesados en reconstruir su relevancia en la sociedad a la cual pertenecen,

este trabajo comparte un marco de referencia para configurar una alternativa que

contribuye en esta dirección. Se trata de una exploración del potencial de un nuevo

modo de generación de conocimiento, que está surgiendo para complementar al

modo clásico, cuyas contribuciones han encontrado límites, y han generado algunas

consecuencias negativas, que son hoy blanco de cuestionamiento.

El trabajo: (i) introduce los conceptos de coherencia y correspondencia, y su

contribución en la reconstrucción de la relevancia de la universidad en la sociedad;

(ii) contrasta las premisas ontológicas, epistemológicas, metodológicas y axiológicas

de los modos clásico y emergente; y, (iii) sintetiza las características del modo

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Page 4: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

“contexto-céntrico” de generación de conocimiento, que está emergiendo en el

contexto del actual cambio de época.

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Page 5: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

Figura-1: Los conceptos de coherencia y correspondencia,y los criterios de eficiencia y relevancia

Gra

do

de

co

her

en

cia

coh

ere

nci

ain

tern

aba

joal

to

Grado de correspondenciacorrespondencia con el contexto externobajo alto

!Peligrode extinción!

Bajo grado de eficienciaBajo grado de relevancia

!Atención!Alto grado de eficienciaBajo grado de relevancia

!Peligrode acomodarse!

Alto grado de eficienciaAlto grado de relevancia

!Atención!Bajo grado de eficienciaAlto grado de relevancia

Relevancia

Eficiencia

¿POR QUÉ CAMBIAR LA UNIVERSIDAD?El cambio como búsqueda de coherencia y correspondencia

La existencia es una eterna búsqueda de coherencia y correspondencia. Toda forma

de vida existe en una eterna construcción, fragmentación y reconstrucción de una

forma coherente de ser, que le asegure correspondencia con su entorno relevante,

para asegurar su existencia más allá de la simple sobrevivencia. Así, el concepto de

coherencia significa el grado de consistencia interna de un conjunto de reglas,

mientras que el concepto de correspondencia significa el grado de consistencia

externa entre dos o más conjuntos de reglas. En este sentido, una propuesta de

desarrollo puede alcanzar un alto grado de coherencia sin necesariamente lograr un

alto grado de correspondencia con el contexto de su aplicación (dimensión práctica)

e implicaciones (dimensión ética).

Coherencia-eficiencia y correspondencia-relevancia en los procesos de

cambio

Mientras la coherencia está asociada a la eficiencia interna de la gestión de los

medios, la correspondencia está asociada a la relevancia de los productos y servicios

que la organización aporta en el dominio de la existencia, que es su entorno

relevante. La Figura-1 permite verificar las diferentes formas de cómo el balance

entre eficiencia y relevancia se manifiesta.

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Page 6: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

Una organización está en peligro de extinción cuando su eficiencia interna y su

relevancia externa están simultáneamente bajas. La organización debe desarrollar un

auto-análisis para identificar brechas de coherencia interna y de correspondencia

externa. No obstante, una organización está en peligro de acomodación cuando

presenta altos grados de eficiencia y de relevancia, por el exceso de confianza

generado por su éxito. En este caso, la organización debe crear y mantener un

sistema de monitoreo permanente de los factores críticos externos e internos que

afectan su desempeño en cualquier tiempo. Cuando la eficiencia es alta pero la

relevancia es baja, la organización debe desarrollar un autoanálisis para identificar

brechas de correspondencia, lo que implica involucrar actores del entorno, que

pueden identificar donde la organización ha perdido sintonía con sus realidades,

necesidades y aspiraciones de los actores sociales de su entorno relevante.

Finalmente, cuando la relevancia es alta pero la eficiencia es baja, la organización

necesita desarrollar un auto-análisis para identificar brechas de coherencia.

Así, un alto grado de coherencia es logrado dentro de la organización, a través de la

armónica articulación entre filosofía, misión, objetivos, políticas, prioridades,

estrategias, recursos, etc., mientras que un alto grado de correspondencia es

alcanzado a través de una interacción intensiva y de alta calidad entre la

organización y los actores clave de su entorno relevante. Por lo tanto, todo proceso

de cambio institucional debe representar un esfuerzo consciente y deliberado de

búsqueda para mejorar el grado de coherencia y/o de correspondencia.

El papel de los marcos conceptuales y de las teorías de acción

El grado de coherencia de una organización está fuertemente asociado con la

consistencia del modo de interpretación—marco conceptual—que influencia la forma

de pensar de los que la integran, mientras que el grado de correspondencia está

fuertemente asociado con la consistencia del modo de intervención—teoría de acción

—practicado. Un marco conceptual no homogeniza sino que aporta coherencia. En la

ausencia de un marco conceptual, las diferencias funcionan como una

heterogeneidad, lo que es una dificultad. Cuando es compartido, un marco

conceptual transforma las diferencias en diversidad, lo que es una fortaleza. A su

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Page 7: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

vez, una teoría de acción es una garantía de que el modo de intervención guarda

correspondencia con el modo de interpretación. Es muy común encontrar brechas

entre modos de interpretación y modos de intervención y, por lo tanto, entre el

discurso y la práctica.

Un marco conceptual incluye un conjunto de premisas de orden ontológica (sobre la

naturaleza de la realidad), epistemológica (sobre la naturaleza del conocimiento y del

proceso de su generación), metodológica (sobre el método y la naturaleza del

indagar) y axiológica (sobre valores—éticos y estéticos—y la naturaleza de la

intervención), que moldean una visión de mundo; un conjunto de conceptos

derivados y/o asociados a las premisas anteriores; una o más teorías que articulan

dichos conceptos para indicar vínculos de asociación, correlación o causalidad; y una

o más hipótesis de trabajo para orientar iniciativas coherentes hacia la acción.

Una teoría de acción, a su turno, incluye un propósito a ser logrado; una filosofía de

intervención (una especie de promesa ética que anticipa la principal característica

del modo de intervención, como por ejemplo: practicar el enfoque del desarrollo de y

no el enfoque del desarrollo en un país, provincia, municipio, comunidad,

organización, etc.) para influenciar la forma de cómo el propósito debe ser logrado; y

algunas premisas ontológicas, epistemológicas y metodológicas para asegurarse de

que la filosofía propuesta (la dimensión axiológica) será incorporada y respectada.

¿Una época de cambios o un cambio de época?

El momento histórico requiere de todas las organizaciones una revisión y eventual

ajuste, reconfiguración o reemplazo de nuestros modos de interpretación e

intervención, porque la humanidad está experimentando un cambio de época, no una

época de cambios. Por eso, estamos todos vulnerables, desde el ciudadano hasta el

Planeta entero.

Los cambios globales en marcha no pertenecen a la época histórica del

industrialismo sino que están forjando una nueva época histórica. Cambios

cualitativos y simultáneos en las relaciones de producción, las relaciones de poder,

las formas a través de las cuales vivimos la experiencia humana y la cultura,

dominantes durante la época del industrialismo, están transformando el sistema de

ideas, el sistema de técnicas y la institucionalidad de aquella época histórica. Un

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Page 8: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

mundo nuevo, pero no necesariamente mejor, está emergiendo de los efectos

combinados de tres revoluciones—tecnológica, económica y sociocultural.

Esta es la génesis del actual cambio de época. La revolución en torno a la tecnología

de la información genera los cambios globales que reciben el apellido de virtual,

electrónico, inmaterial y digital. La revolución económica está estableciendo un

nuevo régimen de acumulación de capital, cuyas “reglas transnacionales” incluyen

privatización, liberalización, desreglamentación, acuerdos multilaterales,

mecanismos supranacionales y ajustes económicos impuestos por los agentes

internacionales de los cambios nacionales. La revolución sociocultural está

rescatando la relevancia de las dimensiones humana, social y ecológica de nuestra

existencia.

Cada una de estas revoluciones promueve una visión de mundo que intenta

prevalecer en la época emergente. Bajo la metáfora de la máquina, la revolución

tecnológica promueve una visión cibernética de mundo. Bajo la metáfora del

mercado, la revolución económica promueve una visión mercadológica de mundo.

Bajo la metáfora de la trama de relaciones entre formas de vida, la revolución

sociocultural promueve una visión contextual de mundo.

Por todo eso, la dimensión institucional—las “reglas del juego”—del desarrollo de la

época histórica del industrialismo enfrenta una crisis de legitimidad, una pérdida de

vigencia por las consecuencias negativas del desarrollo practicado bajo su influencia.

A su vez, esta crisis de legitimidad genera una crisis de percepción porque, en un

cambio de época, los modos de interpretación e intervención se quedan obsoletos.

Por eso, las organizaciones de desarrollo, incluso las universidades, están buscando

reconstruir su coherencia y correspondencia perdidas.

EL MODO CLÁSICO Y EL “MODO CONTEXTO-CÉNTRICO” DE INVESTIGACIÓNPensando filosóficamente la generación de conocimiento

Una nueva época establece un sistema de ideas, que generalmente privilegia modos

particulares de interpretación e intervención, incluso para la generación de

conocimiento. Durante la época histórica del industrialismo, el sistema de ideas,

creado bajo la influencia de una visión mecánica de mundo, forjó el modo clásico de

generación de conocimiento. Las características del modo clásico y las consecuencias

negativas del desarrollo practicado bajo su influencia están bajo cuestionamiento

generalizado e inexorable desde los años 60. Eso ocurre a partir de la revolución

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Page 9: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

sociocultural, que en el nivel macro criticó los pilares de la civilización occidental y

desafió los valores de la sociedad industrial de consumo, cuestionando también las

formas de generación, distribución y apropiación de conocimiento (comprensión),

poder (fuerza) y riqueza (capital).

En el conjunto de estos análisis críticos, la ciencia emergió simultáneamente como

factor de desarrollo y de desigualdad. Las características del modo clásico de

generación de conocimiento fueron examinadas para revelar sus límites y

distorsiones. Por eso, durante la segunda mitad del siglo XX, se empezó a percibir la

declinación de varios paradigmas científicos y de desarrollo, y el surgimiento de

varias iniciativas para construir nuevos modos de interpretación e intervención,

incluso para la generación de conocimiento.

Como consecuencia, la ciencia practicada bajo la tradición filosófica conocida como

Positivismo ha sido desafiada para abrir espacio al surgimiento de nuevas premisas

ontológicas (sobre la naturaleza de la realidad), epistemológicas (sobre la naturaleza

del conocimiento y del proceso de su generación), metodológicas (sobre el método y

la naturaleza del indagar) y axiológicas (sobre los valores, éticos y estéticos, y la

naturaleza de la intervención). El constructivismo, en su versión asociada a la

Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt, la versión crítica de la teoría del discurso y

la teoría de la red de actores, es una de las alternativas emergentes que más gana

legitimidad. Con su foco centrado en el contexto (“contexto-céntrico”), el

constructivismo se caracteriza por su potencial para la participación de la sociedad

en general y de los actores del desarrollo en particular, con profundas y positivas

implicaciones para iniciativas de cambio institucional en las universidades.

En el futuro, la humanidad contará con el modo clásico y el modo emergente

(contexto-céntrico) de generación de conocimiento, que ocupará espacios que el

primero no logra, porque las características responsables por las extraordinarias

contribuciones del modo clásico son las mismas que limitan su incursión en la

complejidad de la realidad, principalmente en los procesos que incluyen gente.

Las diferencias y complementariedades de ambos pueden ser deducidas a partir de

las premisas de cada una de las dimensiones ontológica, epistemológica,

metodológica y axiológica asociadas al esfuerzo de generación y apropiación de

conocimiento. La Figura 2 facilita la comprensión del contraste que se comparte a

continuación.

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Page 10: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

Ontologías: objetivismo y contextualismo

En su dimensión ontológica, el modo clásico (positivista) asume que la realidad existe

de forma objetiva, independiente de nuestra percepción, y que la misión de la ciencia

es descubrir ésta realidad como ella “realmente” es, describiéndola con precisión, en

sus mínimos detalles, para que seamos capaces de predecirla, controlarla y

explotarla. Bajo estas premisas, la realidad relevante es apenas lo que puede ser

visto, pesado, medido, contado, e idealmente, traducido al lenguaje matemático.

Caso contrario, no existe, no es verdad o no es relevante.

Al contrario del objetivismo del modo clásico, el modo contexto-céntrico

(constructivista) asume el contextualismo, bajo el cual no existe una sino múltiples

realidades, todas dependientes de las diferentes percepciones de los diferentes

grupos de actores sociales. No se niega la existencia de lo que llamamos de

“concreto”, pero se asume que nuestro acceso a lo “concreto” ocurre de forma

intermediada por los significados que le atribuimos culturalmente. Pero también se

reconoce la existencia de otras dimensiones subjetivas de la existencia, como la

simbólica y la espiritual. El modo contexto-céntrico también asume que si la realidad

es socialmente construida puede ser socialmente transformada por nuevas

percepciones, decisiones y acciones. Bajo estas premisas, además de la “realidad

dura” de los “hechos concretos”, se asume la existencia de una “realidad blanda”

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Marco filosófico para crear nueva Marco filosófico para crear nueva coherenciacoherencia y nueva y nueva correspondenciacorrespondenciaen modos de interpretación e intervenciónen modos de interpretación e intervención

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Dimensiones Dimensiones ontológicaontológica-epistemológicaepistemológica-metodológicametodológica-axiológicaaxiológica

Reduccionismo

Holismo

ObjetivismoContextualismoContextual

Valorativa

ConstructivismoConstructivismoBajo

la visión contextualde mundo

PositivismoPositivismoBajo

la visión mecánicade mundo

Non-contextual

Neutral

Figura-2

Page 11: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

constituida por una trama de relaciones, interacciones, conexiones, impactos e

implicaciones, que son incluso fuente de significados para los llamados “hechos

concretos” de la “realidad dura”.

En síntesis, el modo clásico es apropiado para identificar y describir los factores

responsables de las regularidades de los fenómenos físicos-químicos-biológicos que

existen independientemente de la intervención humana. El modo contexto-céntrico

es relevante para identificar e interpretar las diferentes realidades construidas por

las diferentes percepciones de los diferentes grupos de actores sociales, incluyendo a

los fenómenos “concretos” cuya comprensión dependa de los significados culturales

que les atribuimos.

Epistemologías: reduccionismo y holismo

En su dimensión epistemológica, el modo clásico asume que lo importante es

conocer las “leyes naturales” que rigen el funcionamiento de la realidad natural y

social. También asume que el todo está contenido en las partes, lo que permite

dividirlo en sus partes constituyentes, con el fin de conocer cada una de ellas en sus

mínimos detalles. Eso permite explicar el todo a partir del conocimiento de su menor

parte, de la misma forma como los físicos prometieron explicar el universo a partir

del conocimiento del átomo, y ahora los biólogos moleculares prometen explicar la

vida a partir del conocimiento del gene (más específicamente, del DNA). El

investigador debe actuar de forma “objetiva”, alejado del “objeto” y del “contexto”

de la investigación, para asegurar que sus resultados son la expresión de la “verdad

científica” que necesitamos conocer.

Al contrario del reduccionismo del modo clásico, el modo contexto-céntrico asume el

holismo donde es relevante comprender principalmente (pero no exclusivamente) los

procesos de interacción a través de los cuales los diferentes grupos de actores

sociales, económicos, políticos e institucionales construyen sus diferentes

percepciones de la realidad. De igual forma sistémica, también asume que el

conocimiento de las partes es necesario pero insuficiente para comprender la

dinámica del todo, lo que exige entender las relaciones entre las partes, entre éstas

y el todo, y entre el todo y sus partes. El todo no está contenido en las partes; su

dinámica es una propiedad sistémica—propiedad emergente—que surge de la

interacción entre las partes, pero que no se reproduce de forma aislada en ninguna

de ellas.

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Page 12: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

En resumen, el modo clásico es imprescindible para generar conocimiento

especializado sobre diferentes partes de la realidad; el modo contexto-céntrico es el

que mejor identifica e interpreta la trama de relaciones responsables por la dinámica,

paradojas y contradicciones del todo. El modo clásico “produce” análisis

especializados sobre partes específicas de la realidad; el modo contexto-céntrico

“construye” síntesis sobre la dinámica del todo.

Metodologías: positivismo y constructivismo

En su dimensión metodológica, el modo clásico asume que el único método

apropiado es aquel que realiza una asepsia ideológica de los valores, intereses y

compromisos del investigador y de los actores del contexto de la investigación. Así,

el método experimental, las técnicas estadísticas y cualquier estrategia metodológica

que permita traducir la realidad al lenguaje matemático son ideales para generar

conocimiento “objetivo” y, por lo tanto, “verdades científicas” válidas.

Por el contrario, el modo contexto-céntrico asume como apropiados los métodos

interactivos que permiten al investigador incorporar, como parte integral de la

investigación, a sí mismo y al resto del contexto (del cual él pasa a integrar) con sus

actores. Con eso, la generación de comprensión incluye el entendimiento de ciertos

procesos, relaciones y conexiones que ocurren en el contexto de la investigación,

que sólo el conocimiento tácito de los actores locales puede complementar el

esfuerzo de investigación, para aumentar el grado de validez de sus resultados e

impactos.

En resumen, el modo clásico es imprescindible para identificar y describir fenómenos

físicos, biológicos y químicos que no dependen de la historia ni del contexto, donde

su contribución no exige interpretaciones asociadas con la intervención humana,

mientras que el modo contexto-céntrico es indispensable para penetrar el mundo de

los fenómenos que involucran gente, donde la interacción del investigador con los

actores del contexto de la investigación (investigación-acción) es obligatoria para la

participación de éstos en la interpretación y transformación de su realidad. Mientras

la metodología positivista es comprometida com el propósito de conocer para

controlar, la metodología constructivista es comprometida com el propósito de

comprender para transformar.

Axiologías: neutralidad y compromiso

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Page 13: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

En su dimensión axiológica, el modo clásico asume la neutralidad de la práctica

científica. Bajo esta premisa, el método científico (positivista) es suficiente para

impedir la penetración de valores e intereses humanos, del investigador y de los

actores del contexto, porque nada logra romper su barrera de inmunidad ideológica.

No hay necesidad de negociación asociada a valores éticos y estéticos. Los

resultados científicos pueden ser manipulados ideológicamente; la práctica científica

es metodológicamente inmune a ésta manipulación.

Al contrario del neutralismo del modo clásico, el modo contexto-céntrico asume el

activismo frente a la necesidad de la interacción humana para crear consenso sobre

la realidad, el conocimiento para interpretar e intervenir en la realidad, y los valores,

intereses y compromisos que deben prevalecer en el proceso de transformación de la

realidad. Un paradigma científico genera implicaciones más allá de su dimensión

científico-técnica, incluyendo aspectos políticos, éticos, institucionales, etc. Hasta la

selección de una teoría es un proceso político, porque toda teoría refleja una visión

de mundo que influencia los modos de interpretación e intervención.

En síntesis, el modo clásico es más apropiado para intervenciones en procesos

físicos, biológicos y químicos donde los humanos no participen, mientras el modo

contexto-céntrico es crítico en todos los procesos donde valores e intereses humanos

están necesariamente presentes, porque son intrínsecos a su dinámica.

Se puede deducir que el modo contexto-céntrico de generación de conocimiento

asume un nuevo contrato social para la ciencia, que la compromete con la mayoría

de la sociedad; una ciencia con conciencia comprometida con las dimensiones

humana, social y ecológica, que subordinan el crecimiento económico y el desarrollo

tecnológico como medios, no como fines.

EL MODO “CONTEXTO-CÉNTRICO” DE GENERACIÓN DE CONOCIMIENTODe la indiferencia a la sensibilidad filosófica, teórica y metodológica

El modo contexto-céntrico es apropiado para ayudar a las universidades a

aproximarse más a la sociedad en general y a los actores del desarrollo en particular.

Como se muestra en la Figura 3, el modo contexto-céntrico ha sido desarrollado para

privilegiar las dimensiones humana, social y ecológica de la realidad. Si el desarrollo

incluye gente, la investigación del desarrollo debe ser presentar un alto grado de

sensibilidad filosófica, teórica y metodológica. El desarrollo, como proceso

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Page 14: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

permanente de transformación, ocurre en un espacio para el encuentro entre

sociedad, cultura y naturaleza.

Con éste enfoque, las universidades encontrarán mucho más facilidades para

demostrar una nueva relevancia a la sociedad. En términos prácticos, el

conocimiento generado asume varios atributos: conocimiento contextual, complejo,

transdisciplinario, ético y democrático.

Conocimiento éticoConocimiento éticoConocimiento contextualizado,que es intrínsecamente: reflexivo (auto-crítico) comprometido socialmente

Conocimiento contextualConocimiento contextualConocimiento generado en el contexto: de su aplicación (dimensión práctica) de sus implicaciones (dimensión ética)

Conocimiento democráticoConocimiento democráticoConocimiento generado bajocontrol social ampliado: sobre su calidad sobre la validez de sus impactos

El modoEl modocontextocontexto--céntricocéntrico

de generaciónde generaciónconocimientoconocimiento

Conocimiento socialConocimiento socialConocimiento socialmenteapropiado a través de: la participación de actores humanos la participación de actores non-humanos

Conocimiento transdisciplinarioConocimiento transdisciplinarioGeneración dependiente de:o la interacción entre disciplinaso la interacción entre conocimiento científico

(codificado) y conocimiento local (tácito)

Conocimiento complejoConocimiento complejoConocimiento sobrela dinámica de: problemas cambiantes (actuales) problemas en construcción (futuros)

Figura-3

Conocimiento contextual

Para el modo clásico, el contexto es una inconveniencia, porque incluye más

variables que las que el investigador necesita para trabajar de forma controlada,

razón por la cual fue inventado el laboratorio y la estación experimental, para

permitir el control de las variables escogidas por el científico. En cambio, el modo

contexto-céntrico asume el contexto como fuente de comprensión irremplazable.

Sólo el contexto puede ayudar al investigador comprender por qué un problema

existe y por qué el mismo ocurre en la forma como se manifiesta. Más allá de ayudar

en el diagnóstico, el contexto también ofrece muchas “pistas” para entender cuáles

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Page 15: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

entre varias de las opciones posibles para interpretar y gerenciar un determinado

problema es la más adecuada en cada caso particular donde el problema ocurre. El

contexto es la clave.

Conocimiento complejo

Los problemas y desafíos del contexto cambiante son siempre problemas y desafíos

complejos, que demandan un conocimiento necesariamente complejo para su

interpretación y manejo. El modo clásico trabaja con problemas sencillos de

investigación; el modo contexto-céntrico inicia su labor primero identificando

problemas complejos para la investigación. La complejidad de la realidad es la razón

para el surgimiento de éste modo constructivista, mientras que el modo clásico se

contenta con estudiar los problemas de investigación aislados del contexto de su

ocurrencia. Un problema complejo para la ciencia puede revelar un gran número de

problemas de investigación. Trabajando con problemas sencillos de investigación, el

modo clásico contribuye de forma extraordinaria a través de esfuerzos disciplinarios.

Esta no es una fortaleza del modo contexto-céntrico. Éste reemplaza a la mono-

causalidad y la linealidad (asumidas por el modo clásico) por la multi-causalidad y la

no-linealidad, que son típicas de los sistemas complejos y dinámicos, con múltiples

dimensiones y funciones, que son interdependientes y, muchas veces,

contradictorias, principalmente si son sistemas socio-técnicos. La complejidad es la

clave.

Conocimiento transdisciplinario

La complejidad del contexto requiere una comprensión amplia, profunda y sistémica,

imposible de ser generada con esfuerzos disciplinarios, que son típicos del modo

clásico. El modo contexto-céntrico incluye pero transciende la comunicación entre las

disciplinas disponibles para incorporar el conocimiento tácito de los actores locales,

que conocen ciertas interacciones de su contexto, que aún todas las disciplinas

juntas no son capaces de percibirlas y mucho menos de comprender sus múltiples

significados culturales locales. Sólo la interpenetración de los “saberes” de los

especialistas y de los actores locales permite una interpretación negociada de la

complejidad de la realidad. El diálogo es la clave.

Conocimiento social

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Page 16: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

El contexto no es un vacío social, porque es socialmente construido y reconstruido

por muchos actores sociales y sus organizaciones. Mientras el modo clásico excluye

su participación, el modo contexto-céntrico los incluye, aumentando el grado de

correspondencia entre las iniciativas planificadas y el contexto de su aplicación e

implicaciones. En el modo contexto-céntrico, la secuencia mecánica y lineal del modo

clásico, donde unos generan, otros transfieren y muchos adoptan, es reemplazada

por la apropiación social del conocimiento. Eso ocurre por parte de los actores

interesados durante el mismo proceso de su generación, que supera a la ecuación

lineal y reduccionista de la investigación-transferencia-adopción con el uso del

concepto de innovación como proceso, que integra de forma indivisible estos

“territorios”, compartimentalizados por la visión mecánica de mundo que los forjó.

Éste modo asume que el desarrollo, como proceso complejo y continuado de

transformación, ocurre en un espacio donde se integran, de forma convergente,

divergente y hasta contradictoria, sociedad-cultura-naturaleza. La interacción es la

clave.

Conocimiento ético

Mientras el modo clásico no hace autocrítica, porque se cree neutral, el modo

contexto-céntrico es reflexivo, se auto-analiza de forma permanente, además de

exigir de los participantes la habilidad de “ponerse en los zapatos de los otros”, para

entender mejor sus razones y aspiraciones. Finalmente, conscientes de la no-

neutralidad de sus intervenciones, los practicantes del modo contexto-céntrico

asumen que el conocimiento contextualmente generado es un conocimiento

socialmente comprometido con el contexto de su aplicación (dimensión práctica) e

implicaciones (dimensión ética). Eso implica que, bajo el modo contexto-céntrico, los

actores del contexto son invitados a participar del esfuerzo de planificación,

seguimiento y evaluación de la investigación desde el inicio, antes de que sean

formuladas las propuestas de intervención, para que tengan la oportunidad de

influenciar a partir del momento de la selección del problema para la investigación.

Es más, la posibilidad de su participación debe ser institucionalizada, para evitar que

sean invitados solo cuando coincida la existencia de gerentes e investigadores

sensibilizados para la interacción negociada. El compromiso es la clave.

Conocimiento democrático

16

Page 17: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

En el modo clásico, la evaluación científico-técnica de los “pares” (peer review) es

suficiente para definir la calidad de los resultados, en un análisis de la práctica

científica que no incluye sus impactos en el contexto de su aplicación e

implicaciones. En el modo contexto-céntrico, los criterios científico-técnicos son

imprescindibles pero insuficientes para definir la validez de los impactos del

conocimiento generado y aplicado. Si para cada modo de intervención corresponde

un modelo de evaluación, el surgimiento del modo contexto-céntrico requiere de la

creación de modelos sui generis de evaluación, que reconozcan sus características y

valoricen su contribución diferente. Como resultado, otros actores del contexto serán

incluidos como evaluadores, y la matriz de evaluación incluirá otros tipos de criterios

—ambientales, económicos, sociales, políticos, institucionales, éticos, etc.—que

interesan a la sociedad en general y a los actores locales en particular. Al contrario

de la indiferencia del modo clásico, causada por su falsa neutralidad frente a los

valores e intereses humanos, el modo contexto-céntrico es deliberadamente

incluyente del bienestar de la mayoría. La sociedad es la clave.

En conclusión, una universidad interesada en la incorporación deliberada de las

características del modo contexto-céntrico debe crear un espacio para la reflexión,

debate y negociación de las implicaciones de dicha decisión. No se trata sólo de

adoptar un lenguaje diferente, o de sólo generar un nuevo documento, sino de crear

un nuevo comportamiento. Las implicaciones son innumerables, y los cambios

correspondientes son difíciles de implementarlos. Los cambios en esta dirección

deben ser participativos. Su éxito depende de un amplio, largo y costoso esfuerzo

interactivo para la construcción y apropiación colectiva de un nuevo modo de

interpretación—marco conceptual—y de un nuevo modo de intervención—teoría de

acción—para ser usados simultánea y complementariamente con el modo clásico.

Habrá resistencias y conflictos.

Bajo el modo contexto-céntrico, ningún proyecto es desarrollado por un único

individuo, una única disciplina, y eventualmente, una única organización. Como

regla, bajo éste enfoque, un proyecto exige un equipo interdisciplinario y

eventualmente interinstitucional. ¿Cómo trabajar en equipos, si somos evaluados y

promovidos por nuestro individualismo? ¿Cómo trabajar con los actores locales en

una relación horizontal, donde ellos son también “sujetos” de la investigación?

¿Cómo gerenciar equipos y proyectos interinstitucionales? ¿Cómo gerenciar

conflictos en pequeños grupos? ¿Cómo comportarse en una comunidad rural o en

una favela de la periferia urbana? ¿Cómo negociar con otras organizaciones, sobre

17

Page 18: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

las cuáles no se tiene ascendencia administrativa ni política? ¿Cómo desarrollar

estrategias para el trabajo en equipo, donde científicos y actores locales trabajan

juntos? ¿Cómo gerenciar un esfuerzo transdisciplinario e interinstitucional? Estas

pocas preguntas apenas revelan la complejidad de la iniciativa, lo que implica la

comprensión y uso del pensamiento complejo. Pero aún esta dificultad no debe ser

suficiente para huir del desafío, porque su retorno será una mayor relevancia de la

universidad en su entorno general.

CONCLUSIÓN¿Quo vadis, universidad?

Uno de los sueños de la humanidad es volver al pasado para cambiar ciertos hechos

históricos, de tal forma que el presente fuera diferente y mejor. Mientras eso es

imposible con relación al pasado, el sueño es totalmente posible con relación al

futuro, ya que éste está siendo construido hoy. El presente es el pasado del futuro.

Pero, para transformar el futuro es necesario primero imaginarlo, inventarlo de forma

negociada, para entonces iniciar su construcción. Pero inventar el futuro es imaginar

y negociar una coherencia para él, y tomar decisiones y desarrollar acciones hoy, en

correspondencia con la coherencia imaginada y negociada.

La historia de la humanidad, en cualquiera de sus versiones—filosófica, religiosa,

social, política, material, etc.—es una historia de construcción, fragmentación y

reconstrucción de coherencias y correspondencias, que se quedan obsoletas en cada

cambio de época histórica. Diferentes modos de interpretación e intervención

coexisten en cada época, pero unos dominan y muchos son subordinados, dentro de

una jerarquía establecida por relaciones asimétricas de poder, que son generalmente

institucionalizadas a favor de los más poderosos en su intercambio con los más

débiles. Como concluyó Rousseau, en sus estudios, sobre el derecho del más fuerte,

para escribir El Contrato Social, el más fuerte no lo será siempre, para continuar

siendo el amo o señor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en

deber.

En un cambio de época, las antiguas asimetrías de poder son destruidas o

reconfiguradas, y son construidas nuevas relaciones asimétricas. Por generar

turbulencias, incertidumbre, inestabilidad, desorientación, inseguridad,

fragmentación, perplejidad y, por lo tanto, vulnerabilidad, el actual cambio de época

presiona a las organizaciones hacia la construcción de nuevas coherencias y

correspondencias. Es necesario construir una nueva relevancia en el dominio de la

18

Page 19: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

existencia, que es nuestro entorno relevante, porque éste ya está cambiando su

antigua coherencia, con la cual eventualmente estuvimos en correspondencia.

En este contexto cambiante, las organizaciones sostenibles son las organizaciones

cambiantes, capaces de interpretar de forma permanente los cambios que

transforman su entorno relevante, y de renovar, siempre que fuera necesario, sus

modos de interpretación e intervención. El contrario ya es bastante conocido: el

mimetismo institucional, donde la moda es imitar, porque es prohibido crear. Si

deciden desarrollar un cambio transformacional relevante, las universidades deben

tomar decisiones éticas y políticas, antes de las decisiones técnicas que contestan

sólo las preguntas del tipo “cómo hacer”, de carácter puramente instrumental, que

privilegian los medios sobre los fines.

Si el proceso de cambio es para incorporar el modo contexto-céntrico de generación

de conocimiento, la universidad debe desarrollar algunos pasos esenciales. Antes de

todo, se debe contestar a la pregunta, ¿estamos experimentando una época de

cambios o un cambio de época? La respuesta a esta pregunta se transformará en la

premisa-guía para influenciar la naturaleza, rumbo y prioridades del esfuerzo. Si

fuera el caso de que la respuesta es que estamos experimentando una época de

cambios, el esfuerzo no necesita continuar porque, en este caso particular, el modo

contexto-céntrico sólo tiene sentido si estamos convencidos de que estamos en un

cambio de época. Si la respuesta es que estamos experimentando un cambio de

época, hay unos momentos críticos que preceden al proceso mismo de cambio.

Primero, el conjunto de premisas de una de las tres visiones de mundo en conflicto—

cibernética, mercadológica y contextual—debe ser seleccionada para ayudar a

establecer una jerarquía de objetivos-fines, que deben subordinar las contribuciones

potenciales de otras visiones de mundo, siempre que estas contribuciones no estén

en conflicto con las premisas de la visión de mundo seleccionada. Segundo, se debe

reconstruir la génesis del modo clásico de generación de conocimiento, y desarrollar

una deconstrucción de sus características, identificando las premisas que las

fundamentaron, y discutiendo sus alcances y límites, y examinando críticamente

tanto sus contribuciones como sus impactos negativos. Tercero, se debe crear un

espacio y algunas estrategias de interacción, interna y externa, para explorar la

génesis, contribuciones potenciales y límites del modo contexto-céntrico de

generación de conocimiento. Cuarto, sus características deben ser analizadas,

identificando las premisas que las fundamentan, antes de construir estrategias hacia

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Page 20: Souza-Modo Contexto-Centrico de Generacion de Conocimiento

su apropiación. Finalmente, se deben analizar las implicaciones prácticas de iniciar

un proceso de cambio hacia la incorporación institucionalizada del modo contexto-

céntrico de generación de conocimiento en la universidad, para contribuir a la

reconstrucción de su relevancia en su entorno relevante.

Sin embargo, la universidad puede optar por no hacer dicho esfuerzo. En este caso,

hay que asumir las implicaciones de no hacerlo. Hacerlo demanda la existencia o

construcción de una intención estratégica, que se caracteriza por la existencia o

construcción previa de: (i) una visión de futuro (un sueño compartido) para la

universidad; (ii) una fuerte convicción de que vale la pena luchar para que dicha

visión se transforme en realidad; (iii) una voluntad política suficiente para permitir

salir del discurso a la acción; (iv) ciertas decisiones políticas hacia el apoyo irrestricto

de la gerencia alta e intermedia al proceso de innovación; y, (v) el coraje político

para asumir las dificultades como desafíos a ser interpretados y manejados.

La estadística revela que, por falta de una intención estratégica por parte de la

gerencia alta e intermedia, cerca de 75% de todas las iniciativas de cambio fracasan.

Esto es debido a que muchos gerentes inician procesos de cambio institucional

simplemente para ser políticamente correctos, pero que su mayor habilidad es fingir

que está cambiando para no cambiar. Estos son los especialistas en el arte del

camuflaje, una especie diferente de estrategas conocidos por su facilidad de evadirse

de las responsabilidades gerenciales que les tocan. Y, como consecuencia, sus

organizaciones están apenas sobreviviendo. ¿Hasta cuando? ¿A qué costo?

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