svetlana obra

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> Anterior < - > Letras vivas < - > Siguiente < > Í NDICE GENERAL < El mar me recuerda la espesura de mi desdicha. Incesante, su oleaje describe mi destino esperando un retorno q quizá nunca se consume. Él. Llegó como siempre lo hacen las cosas que dejan hue inesperadamente. Frente al océano, una noche de tantas que me devoraba la mise de vivir, de entre las aguas emergió, chorreante, aquella silueta Uno a uno, mis poros fueron penetrados por el aguijón del des De inmediato codicié lo que, intuía, iba a satisfacer hambres piel de no sé cuántos anocheceres, y supe que le regalaría secreto de mi pubis. En penumbras besos, caricias, traspasamos las fronteras de carne hasta que, abrupta, la humedad de mis muslos compitió c mis lágrimas: tal como había llegado se esfumó, sumiéndome, nuevo, en el suplicio de la soledad. Desde esa madrugada, escombro viviente, no renuncio a repe dentro de mí su cuerpo. Mientras, tan sólo miro, escucho, resp mi propio dolor en ojos, dientes, uñas, cabellos, y guardo —jun con la esencia de su sexo— una escama que me sirve para valid mi existencia. Svetlana Larrocha. (Mérida, Mex.), 1967. Escritora, editora y periodista, ha publicado Favilas nocturnas y Dorado y carmesí . Su obra se encuentra incluida en la Antología de Letras y Dramaturgia,1999 (FONCA-CONACULTA). Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la modalidad de Cuento. Actualmente es corresponsal de la revista Tropo a la Uña y directora de Columba Ediciones.

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Page 1: Svetlana Obra

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> ÍNDICE GENERAL <

El mar me recuerda la espesura de mi desdicha. Incesante, su oleaje describe mi destino esperando un retorno que quizá nunca se consume. Él. Llegó como siempre lo hacen las cosas que dejan huella: inesperadamente. Frente al océano, una noche de tantas que me devoraba la miseria de vivir, de entre las aguas emergió, chorreante, aquella silueta.Uno a uno, mis poros fueron penetrados por el aguijón del deseo. De inmediato codicié lo que, intuía, iba a satisfacer hambres de piel de no sé cuántos anocheceres, y supe que le regalaría el secreto de mi pubis. En penumbras besos, caricias, traspasamos las fronteras de la carne hasta que, abrupta, la humedad de mis muslos compitió con mis lágrimas: tal como había llegado se esfumó, sumiéndome, de nuevo, en el suplicio de la soledad. Desde esa madrugada, escombro viviente, no renuncio a repetir dentro de mí su cuerpo. Mientras, tan sólo miro, escucho, respiro mi propio dolor en ojos, dientes, uñas, cabellos, y guardo —junto con la esencia de su sexo— una escama que me sirve para validar mi existencia.

Svetlana Larrocha. (Mérida, Mex.), 1967. Escritora, editora y periodista, ha publicado Favilas nocturnasy Dorado y carmesí . Su obra se encuentra incluida en la Antología de Letras yDramaturgia,1999 (FONCA-CONACULTA).    Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la modalidad de Cuento. Actualmente es corresponsal de la revista Tropo a la Uña y directora de Columba Ediciones.

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Mérida · Yucatán · México, 2003

 

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Page 3: Svetlana Obra

Hoy es: Viernes, 25 de Marzo de 2005

X-Lourdes Cabrera X-Svetlana Larrocha

Traducción al maya: Aracely Poot Cen

 

Maya

Arrullo al revés

No cierres los ojos, niña taciturna... No te extravíes en el túnel de los sueños

No cuentes ovejas mejor mariposas carrouseles muñecas

Cuido tu vigilia de hadas malignas castillos de arena de rompecabezas conmigo, no temas

Manténte despierta deja que en mi vivan tus silencios que gritan inquietas nostalgias soledades viejas

Si quieres invento mudos cascabeles espigas obscuras espumas turquesas pero que siempre sean míos, mi niña,  tus cabellos (hebras de sol que me enredan) tu ternura frágil... que nunca se duerma.

Español

Jela’an wensik

Ma’ muts’ a wich chan X-ok’om óolal... Ma’ a saataal ichil a wenel ma’ a xookik taman mas malo’ob péepem, pe’etil, ba’axalo’ob. Kin kanantik áak’abe’ ti’ le x-wáayo’ob u suusil naj ku saatko’ob a natil. Wa’ yéetel teene’ ma’ a ch’ai sajkil. ma’ a wenel,

Arrullo al revés Jela'an wensik

Page 4: Svetlana Obra

p’aat tu kuxtal tin wiknal a yautil ma’ k’ami’ junp’éel ok’om óolal úuchben ch’eneknakil. Wa a k’áatej je in beetik kóok ts’áab, boox yi’, ya’ax u yomil Ba’ale, láayli’e chéen in tia’alo’ob, in chan X-ch’úupaal, u tso’otsel a pool (julk’iin ku babal k’aaxte) a yakunal mix bik’in u bíin wenel.

Estos materiales se publicaron en: Navegaciones Zur (Revista bimestral del Centro Yucateco de Escritores, A.C.) No. 20, Mérida Yucatán, marzo de 1998

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© Universidad Autónoma de Yucatán Centro de Investigaciones Regionales "Dr. Hideyo Noguchi"

Unidad de Ciencias Sociales Dirección General de Desarrollo Académico

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para Agustín Labrada

 

y el oasis fue un trino en los pliegues de la sábana, el mar no conocía paz en su horizonte, era vuelo el constante paso del gemido,

Mientras duró el relámpago, pronunciar dos nombres fue estar frente al espejo: en la arena florecieron las orquídeas y el cuchillo multiplicaba la manzana.

Mientras duró el relámpago era lumbre y agua la sombra de los poros; y aunque nada esfuma la impronta de lo frágil, aún son resplandor cuajado los estigmas.

Dicen que siempre le gustaron los caballos, quizá porque nació bajo el signo de Sagitario o porque su primer juguete fue un sonajero con forma de corcel.Cuando la llevaban a las ferias, su júbilo no ignoraba límites en los tiovivos, encaramada en alguna figura caballuna, acariciando las grupas de madera.Ya mayor, coleccionaba todo objeto de apariencia equina y hasta compró sacrificio– un pequeño rancho caballar. Fue en ese sitio donde una noche de viento –según relató un palafreneropenetró a su habitación un enorme caballo alado, que de tan blanco hería las pupilas. Una doncella contó que ahí mismo se escucharon resoplidos y jadeos.Lo cierto es que luego de esa noche, nadie supo de aquella mujer. Aunque hay quien afirma haberla visto en las dehesas, abrazando a un bebé que, en vez de llorar, emite tenues relinchos.

Una mano busca de otra el tacto sin escanciar lágrimas

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Es amor silenciado entre los muslos

Se tejen deseos en los poros con sólo una caricia Imposible el desgajo de memorias

Algún beso repite que expiró el último residuo de un quebranto

“No son ansias de atrapar lo ignorado”, descubren suspiros de hielo desnudos

Entonces se confirma que es por miedo que torturan las espinas

 

“... como los días de tu nique fueron míos, pero no s

pero siempre mSERGIO SALAZAR

... es que esa noche el alma y los poros no soportaron sus hambres o pretendinconsciente, extraerte el clavo, con otro, de aquel recuerdo, además de que el licor intrigó para despertar entre sus sábanas, sin embargo las circunstancias bordan el destino y lo que creíste aventura olvidada tras suspiros, se repite infinitas veces antes de otra luna y, mientras parpadeas, se va injertando mde tu carne, por eso te hundes en el mar de la congoja cuando cierto día decide abandonar tus caricias, tus ternuras, por qué esconder las estrellas que le regalabas, sin respuesta te reprochas alguna culpa que justifique lo injustificable... después, el ácido de los celos: imaginas su cuerpo bajo labios como los tuyos, pero nunca como los tuyos, que le humedecían de eternidades, entonces debes fingir que no te duele la entrepierna de tan sola, enmascarar ante el mundo esta pesadumbre que se derrama de los ojos con sólo pensarle y, sobre todo, descartar la opción del suicidio, porque es necesario vivir si sabes que es ese lecho, también te respira cada madrugada...

“... aquel miserable amor que tú acaso era un pedazo de eternidad.

IVÁN RÍOS GASC

Mirar me recuerda el desgarro que me vive. “Es estúpido sentir odio por un fantasma.” Sin embargo, maldigo la voracidad de esos labios que aprovecharon confusiones, licor o los ensayos de tu piel... Aspiro para descuajar algún sollozo. Impregnado, tu aroma me transporta a nuestro universo de penumbras y de sábanas:

Traduzco tus deseos, te ungen mis ternuras.

Humedad de entrepiernas resbalada.

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Mi rostro bajo el peso de tu vientre.

Con lágrimas llegas al orgasmo, encontrando tu verdad en el amparo de mis brazos.

Entonces palpo texturas y pienso que cuando se respira miedo en vez de aire, se pronuncian asperezas no sentidas y hasta, quizá, se fracturen genuinas emociones, pero matarlas, nunca. Hoy, entre celos, memoria y arrepentimiento debo sobrevivir, mientras sóacompañan tus rotos pantalones de mezclilla.

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Caravansary VISIONES Y CONFESIONES

Aunque fuera todo vastedad de niebla

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Svetlana Larrocha Tabasco HOY

Cuando Ulises abandonó el sitio que durante veinte años iba a dejar de ser su hogar, todo estaba dispuesto para hacer eterna la palabra retorno: el rumor de los presagios, la voluntad de las deidades. Todo. Incluso el dolor que Penélope, cada día, transformó en tejidos.

Así, el destino del viajero parece ser el mismo hasta nuestros días: transitar de la seguridad de un espacio propio a la utopía de deambular para encontrarse, constante que se advierte en el volumen La vasta lejanía, tercer trabajo de Agustín Labrada Aguilera que, como el hijo de Laertes, busca el navío para emprender el periplo.

Es característica de la poesía contemporánea el libre fluir de imágenes que para quien las crea son significativas pero que, sin embargo, pueden estar contaminadas de simbolismos que casi siempre oscurecen la palabra. No en Labrada, cuyos códigos de expresión universales otorgan signos comunicantes a su estilística.

En cuanto a su forma, La vasta lejanía abarca diversas estructuras, mismas que se repiten en cada uno de los tres poemarios que arman el volumen: sonetos, sentencias, ideogramas, prosa poética, entre otras, lo cual otorga una secuencia, una cadencia y un significado a lo que dice desde el continente particular de las ideas. Con toda intención ha dedicado textos, en el presente libro, a Rubén Darío, a José Martí y a Eliseo Diego, autores cuyos estilos vemos reflejados en poemas como éste:

"Nada heredé más que un poco de niebla y el rojo deseo de subir tras el himno a las eternidades". 

Parte de la obra también incluye el empleo simbólico de colores que matizan el paisaje: ocre, azul y negro, en ese orden, y se acompañan de evocaciones, cada una, de particulares estados de ánimo:

"No podemos asir nuestra fortuna, traducir santo y seña en múltiples reinados si hasta vencer nos deja un gesto ocre".

"No llores tanto azul no habrá cuerdas para colgar tu nombre en la distancia".

 

Lo mismo en cuanto se refiere a algunos animales, plantas y diversos elementos que describen la atmósfera del viaje, dejando entrever con ellos lo interno de esa travesía.

Tabasco HOY Derechos Reservados 2001

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Caravansary VISIONES Y CONFESIONES

Aunque fuera todo vastedad de niebla

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Svetlana Larrocha Tabasco HOY

Y, asunto clave en la tesis del autor, es el sueño. Por ello, por lo que significa aquí y más allá de lo planteado por Calderón de la Barca, la elegía nos invade como invade al viajero en carne propia. A partir de esta revelación, Homero es una simple ceguera frente a los ojos de nuestro Ulises:

"La encontré, al ocultarse las sirenas, con su lira tensada por los años y éramos ante el muro dos extraños.

"Allí se hizo el amor brisa y arenas hasta que un ciego de ancestral memoria transmutó con su niebla nuestra historia". 

La pareja acompaña en la travesía y resulta más un ideal que un signo de erotismo.

"Mientras dura el relámpago -cuyas águilas roen nuestro ayer-, somos bajo su lumbre el cuchillo y la fruta repitiendo un milagro en pos del alba". 

El ansia de buscar y de encontrarse es tan poderosa que el hombre no se satisface ni con paisaje ni con mujer ni con naufragio:

"¿Qué vamos a decirles a quienes tocan altares que jamás existieron, qué vamos a decirles de las grandes hogueras si no hemos conocido aún su lumbre?

"Qué no daría yo por otra lluvia, Cuyo laurel no sea una elegía, Aunque se borre el puente

Y sienta que la antigua leyenda nunca llegará".

Esta profundidad de Agustín se anuncia desde el primer poemario, de los tres que conforman el volumen: hallamos sentencias que tribulan. Por ejemplo, en "Primer poema del viaje":

"Errar en los códigos que atravesaste soñando como ángel, no justifica tu piedad por los años baldíos".

Más adelante, la negación anuncia una certeza contundente y más:

"... son muy breves las semanas del hombre".

Y algo de sus sentencias es reminiscencia de Oriente:

Nunca contemples la triste barranca, confundirías sus afiladas rocas con ávidas mujeres.

Aparecen pronto raigambres de infancia, evocaciones del padre, en uno de los poemas más significativos por su carga de filosofía y lirismo:

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"... descubro en mí demonios de mi padre y la guerra renace como un lobo que ha visto entre sus uñas dos sables siempre grises condenados a muerte".

Mediante el empleo preciso de los tiempos verbales, el poeta alcanza a resumir la temporalidad en unas cuantas líneas:

"No se deslizan tus pecados al fondo, la salvación vuelve con la memoria de los que morirán en tu recuerdo, pero no reconozcas al marcharte cuánto pudiste hacer y quedaste en lo oscuro, pero no reconozcas haber perdido si el paisaje no está vedado ante tus ojos".

Pero no sólo se trata de un poeta cuidadoso, dueño de un ritmo acabado en su discurso, de una musicalidad serena al servicio de los más etéreos sentidos: Labrada, finalmente, nos entrega en esta travesía, sobre todo, lo más intenso de nosotros, nuestra eterna y vasta obstinación:

"Ya arriesgué lo más puro, no festejo los remordimientos, no quiero traicionarme frente a tanto infinito, quizá sea el extranjero que no encuentra su casa".

Tabasco HOY Derechos Reservados 2001

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Semanario de Información y Análisis Político No. 556 Junio 16 de 2000

Fases

Sabiduría confinada

"La poesía [...] /[...] un arte / que pocos leen y al parecer / muchos detestan"

José Emilio Pacheco (Fragmento de "Dichterliebe")

Sabiduría confinada, encerrada, limitada al entendimiento de las minorías, la belleza de la palabra en combinación con la música de sus letras y sus acentos melodiosos nos remite una valiosa, pero elitista forma de saber, la gracia de esbozar un sonrisa al final de cierto poema de Quevedo o entrever a Nabokov retándonos tras las postmodernas páginas de Pálido fuego.

Tú y yo lo sabemos "Amar lo imposible tiene un precio

que tarde o temprano se paga" Mario Vargas Llosa

Por Svetlana Larrocha

Hojas sin destino, los días vuelan. La frivolidad guiña un ojo, te sonríe, burlándose de tu tristeza.

Esa mañana, como tantas, comenzó con un suspiro. Entonces te decidiste a aceptar, para romper tedios invernales, enredarte –otra vez– en apasionantes telarañas.

"¿Por qué no intentarlo? –pensaste– Quizá funcione, quizá..." Mas en el fondo, tú y yo lo sabemos, jamás colmará tu vacío.

Ella tampoco lo ignora. y aunque se afana en soslayar la verdad (¿admitirías que vives una quimera?), eres tentación irresistible para esa loba, cuya zalea de cordero no permite entrever ansias carnales.

La detesto al imaginar sus manos deslizarse por tu piel, alentando, dedos empapados en néctar, labios bebiéndote. Sí, porque sacian su sed pero jamás satisfacen tu hambre de ternura. Tú y yo lo sabemos.

Y es que luego de nocturnos placeres (ficticios cuando fantaseas que sus besos son otros), la tranquilidad percibida se torna nostalgia y eres más consciente de la soledad, pues ella es soledad, soledad quebradiza: Sólo eso puede brindarte.

No, no intentes ganar batallas perdidas de antemano. Para qué inventar paraísos donde infiernos... Admite: lo único que te provoca es lástima y nunca –tú y yo lo sabemos–, nunca la amarás.

Una habitación para cada historia Por Santiago Canales

Logo dijo la última palabra y la oscuridad lo envolvió disolviendo su silueta. Salió de la habitación para encontrarse en un pasillo que se prolongaba ilimitadamente. Apostadas a ambos lados se encontraban innumerables puertas. Caminó unos metros leyendo los letreros de los cuartos a su paso: "El Aleph", "Edificación de la muralla china", "El mundo de Guermantes". En el recinto estaban todas las obras reunidas por el tiempo. Se detuvo frente a "Una habitación para cada historia", giró el picaporte y, tomando aliento, inflamó la memoria de vocablos: "Logo dijo la última palabra..."

Indice de análisis

EDITORIALCONTACTO CON LA POLÍTICA NACIONALDESDE PALACIOLA CAMINERALA SEMANA DE LOS CANDIDATOS

Indice de artículos de información

EL ESCENARIO DE LOS GRINGOSUN CANDIDATO EN CARICATURATUNKUL POLÍTICOEL CANDIDATO DE CERVERA HACE CAMPAÑAEN LO OSCURITO, LOS PRIÍSTAS HABLAN MAL DE CERVERANO GOBERNARÁ QUIEN NO TENGA SANGRE AZTECA EN LAS VENASINEQUITATIVOS, LOS RECURSOS OFICIALES PARA CANDIDATOS

Indice de artículos de opinion

¿EL GOBIERNO DEL ESTADO DE YUCATÁN?NUEVO RUMBO DE LA NACIÓNMAQUIAVELO Y NUESTRA POLÍTICA LIBERTAD, DEBER Y DIGNIDAD¿TIENE SENTIDO LEVANTARLE EL BRAZO A UN PERDEDOR?HAY QUE ESTAR PREPARADOS

Indice de artículos sobre política peninsular

ESTADO DE CAMPECHEMUNICIPIO DE CAMPECHEESTADO DE QUINTANA ROOMUNICIPIO DE SOLIDARIDADMUNICIPIO DE BENITO JUAREZ

Poesía, cine, libros, etc.

GUADALUPE PERAZA ÁVILA, ESCULTORA POR HERENCIAFASESCINETCÁRDENAS Y SUS PALABRASELECCIONES: COMUNICAR PARA GANAR

Page 12: Svetlana Obra

 

Poema III Gabriel Avilés

  Ya no soy el que camina por la oscuridad sin referencia El tiempo de tu imperio se deslíe por mis llagas

  No soy el que mira los horizontes de tus sueños Ni el que cree en tus labios de profeta   Dices: –Las gaviotas provienen del Sur No las distingo, mis ojos ven hacia el Norte Donde los gusanos se procrean entre escombro Y una amor perdido los cobija   Ahora, no persigo tus pasos como esclavo El ciclo se termina No eres el guía Ni el gran maestre enviado por la muerte Para enseñarme la visión de las palabras Tus palabras son áridas El escucharlas produce soledad en otras tierras   Y susurras vientre abajo –El mundo se crea y se destruye al termino del día Mentira Las hormigas devoran estrellas en segundos   Quizás soy culpable Exigí un Dios, sin darme cuenta Que tu cuerpo es mármol de edades remotas   Nunca sabrás de escapatorias Naciste para ser imagen Que vislumbra la mar y vocifera: –El mar es universo creado para impregnarse al cuerpo Y no volverse invisible como llanto Esta vez prefiero el silencio No herirte como el oleaje que se impregna a tus piernas y te erosiona

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