teotihuacan a go gore! aullidos y disonancias de tierra caliente a la patagonia
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Año 2 - Número 12 - Diciembre 2012TRANSCRIPT
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Dirección General:Said Dokins/ Julio García Murillo
Coordinación Rufián Revista:Paula Arrieta
Equipo Editorial:Daniela AcostaPaula ArrietaCamila BralicCynthia Shuffer Constanza Villa
Corrección:Camila Bralic
Portada:Cynthia Shuffer, a partir de fotografía Natalia Molina.
Diseño y diagramación:Paula Arrieta
Fotografías:Elsa RezaNatalia MolinaEnrique JežikDiego Mier y TeránComité Invisible JaltencoErnesto Aroche | Lado BPablo SpencerJosé Carlo GonzálezArchivo/Pedro Valtierra/CuartoscuroCentro de Documentación de los Movimientos ArmadosLaura Adriana Hernández MartínezJavier SantosLeo LunaLapiztolaMiguel SierraEduardo ValdezRosario CoboFernando CaridiJulio García MurilloAndrés JuradoWorld Wide Web
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Teotihuacan a go gore!Aullidos y disonancias de Tierra Caliente a la Patagonia
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8 EDitoRialAcerca de este número 12 GobERnabiliDaD
13 Democracia en México Sayak Valencia
21 Disyunciones sobre el universo delincuencial mexicano Israel covarrubias
24 insuRGEnCia y EmERGEnCia antE El FRauDE ElECtoRal
26 Movimientos de la sociedad civil
27 Del nombre y el síntoma: Yo soy #131/ Yo soy #132 José Luis Barrios
32 Manifiesto #YoSoy132
34 Manifiesto - Arte por la izquierda
46 Manifestaciones y Organizaciones de la Sociedad Civil: ¿De las redes a la calle? Comité Invisible Jaltenco
60 1 de diciembre.
61 La batalla de Bellas Artes, entre pañuelos, vidrios rotos y un sax Ernesto Aroche & Mely Arellano | Lado B
68 El primer día del nuevo sexenio en San Lázaro Pablo Spencer
72 Guerrilla. Una perspectiva electoral a través de sus comunicados
73 Guerrilla. El nuevo escenario Jorge Lofredo
76 Comunicados: Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario Compilación del Centro de Documentación de los Movimientos Armados
Teotihuacan a go gore!Aullidos y disonancias de Tierra Caliente a la Patagonia
Índice
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90 PoRtaFolios
91 Por la ruta del sticker Laura Hernández M.
96 Apariciones - Said Dokins
101 Obra negra - Javier Santos
104 Muerte paralela - Lapiztola
110 Welcome to México - Yescka
114 PRoyECtos CuRatoRialEs – minERía, animalEs, ViolEnCia y DEsEo
115 Mina 8. Unidad Pasta de Conchos, Memoria y Documentos. México.
121 AFUERA. Encuentro internacional de arte urbano en Cerro de Pasco. Perú.
127 Obra de Fernando Caridi. Chile
127 La repartición de Chile, el relato de los cuepos. Por Comité M33 y el Colegio Contrametafísico de Liberación Acéfala
131 El relato de Chile, la repartición de los cuerpos. Por Blanca Guitiérrez Galindo
135 Necropolíticas de lo infecto: zombies, mosquitos, vampiros y falsos positivos. Obra de Andrés Jurado. Colombia 147 REsEñasInstrumentalización del cuerpo femenino y economía de deseo Laura García Hernández
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Acerca de este número
¡Libre el tocalli con la chirimía
y el teponaxtle anticipa el sol
hay nueva ola de los sacrificios
ven linda baby trae tu corazón
tengo un cuchillo nuevo de obsidiana
quiero estrenarlo sin vacilación!
Los Tepetatles
Teotihuacan a go go, 1965
Editorial Rufián
Como bailando en un enclave de tensiones
contradictorias se anuncian estas furibundas
hojas rufianes. Rabia, descontento, ironía, aullidos
y decepción alientan y des-alienan los tópicos
dialécticos que atisban un México y una Latinoamérica
que se revuelcan en lodazales de moronga y utopías
contemporáneas. Figuraciones de violencia, acción
directa y simulación activista derriban -unas contra
otras- las posibilidades emancipadoras encriptadas
-o enquistadas, tal vez- en los discursos críticos y
en las prácticas artísticas. No somos los surrealistas
peleando contra los procesos de Moscú ni la pluma
fusil de Diego Rivera atacando a las hegemonías
eclesiásticas del capital; aquí se revuelcan los
cuerpos todavía tibios de atropellos recientes
para los que sus procesos legales, electorales,
económicos y ecológicos quedan irresueltos en
imaginarios distópicos o en escenas de caritas bobas
y espectaculares. El escamoteo reina y su reino ocupa
hasta nuestros gestos más sutiles.
En el dossier que entregamos no hay una revisión
histórica de la democracia en México, ni su definición
desde la reflexión filosófico política o la acumulación
concatenada de datos históricos de la vida política
de nuestro país en su proceso electoral, más
bien a partir de ciertos episodios aparentemente
desconcentrados y aislados, pero por demás ocluidos
de la comunicación social general, ponemos a la vista
un panorama que, aunque resultará raquítico para
muchos, filtra y abre una discusión actual, intenta
expandir por vías críticas y artísticas propias del delirio
cultural, la coyuntura (o el fracaso) contemporáneo,
haciendo visible el Estado fallido mexicano, así como
las metodologías de explotación espectaculares del
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capitalismo global en los países latinoamericanos,
ya sea a cielo abierto o subrepticiamente, para
la acumulación de capital simbólico “radical”, del
mismo modo (elocuentemente) en que se hace
con la obtención mineral selectiva en el arrastre y
excavación de la corteza terrestre.
En la primera sección, Gobernabilidad, se exploran
escenarios terroríficos, una soberanía destrozada y
la instauración de la institución administrativa de
derechos, incluyendo vida y muerte. La articulación
crítica de las condiciones de posibilidad del mito
democrático engendra discursivamente a un
monstruo pigmeo de horror y capitalismo en un
México (desde el sexenio pasado), que en una
continuidad inusitada derivan en el desmontaje de la
ficción preindustrial (y criolla) de la narco-economía
y trata de blancas en México (y de sus territorios
aledaños: del Río Hudson a la Patagonia y de ahí a
la mazmorra más olvidada de África, un pueblito de
San Petersburgo o a la ciudad más monumental de
China).
Se sigue con un espectro mínimo, hasta donde los
ojos y los correos electrónicos llegan (o no lo logran),
de movimientos sociales en contra de guerras fálicas
(que ni el mismo Apollinaire imaginaría). Insurgencia
y emergencia ante el fraude electoral, avisa del
contraataque brutal a avanzadas espectaculares y
cinismo ideológico de la imposición presidencial,
con fuegos incendiarios que ponen en ridículo el
analfabetismo debordiano en nuestras escuelas
de enseñanza infantil. Sin embargo, las posiciones
cruzadas entre el ingenuo imaginario revolucionario
por vía electoral, ya sea por “voto nulo” o “voto
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útil”, hacia la mano torcida pseudodemocrática y
su proceso de impugnación contra las ventajosas
estrategias mediáticas, coacción de votos, desvío
de fondos para campañas y el corporativismo de
supermercado facilitando la compra de votos(1),
contrastan radicalmente con la posición de los
movimientos revolucionarios armados clandestinos.
Entre zurdos y siniestros, el arte se entromete con
estrategias activistas y la discusión política se hace
amplia y paradójica. En estas discusiones no resulta
sencillo tomar partido por la agencia política del arte
que se reviste de activismo ni por las acusaciones de
pertenencia a hegemonías rancias como argumentos
de falsedad. Más allá del arte se toma y reúne lo que
ya circula en medios electrónicos, y eso con el fin de
no reaccionar.
El Portafolio de artistas reviste un acelerador de
emancipación, memoria, luto y provocación.
Cinco artistas y colectivos mexicanos presentan
una serie de acciones, lecturas, intervenciones
y obras que pretenden eludir una sublimación
y más bien empujar hacia la visibilización de la
catástrofe en la que andamos metidos, poniendo
en evidencia las poéticas y políticas de la visibilidad
y señalando aparatos de dominación estatal como
la terapia del choque, la paranoia de inseguridad,
el terrorismo de Estado y la fetichización de la
memoria. Caminamos entre pegatinas y métodos de
tergiversación de señaléticas urbanas que interpelan
la arquitectura como instancia de la normatividad,
objetos asegurados y abandonados, repertorios
de representación del imaginario revolucionario
mexicano, la hibris, como condición monstruosa de la
delincuencia organizada y la invocación espectral de
los desaparecidos políticos, mediante la inscripción
de cada uno de sus nombres en un fetiche memorial.
Del mismo modo, los Proyectos curatoriales -
Minería, animales, violencia y deseo presentados
abren paso al repertorio sureño de la metáfora de
explotación, extensión, dominación y pauperización
social, tomando como eje la producción de muerte
asociada a la explotación minera y la guerra. Esta
sección que reúne muestras documentales acerca de
la situación minera en México, registro de encuentros
y desencuentros en enclaves de explotación
multinacional en Perú, una serie increíble que
critica los fenómenos espectaculares y televisivos
que explotan la miseria y tragedia (que explotan la
explotación) de la minería en Chile; una desorbitada
lectura de guerra fría, falsos positivos y mosquitos
en Colombia y al final, en la sección reseña, una
lectura feminista radical sobre las sociedades de la
vergüenza y el cuerpo como territorio heterotópico
en el cine documental.
Rutas de violencia que expanden las coyunturas
concretas y que marcan algunas notas para
vislumbrar una tragedia sistémica y global (y de los
paradigmas y ficciones que los rodean).
Esta edición Rufián, apenas lograda entre los ríos de
aullidos que fluyen por el Anáhuac, exige un trato
criminal a los textos, a sus fuentes y a la música que
nos cruzaba febril con obsidianas. “Teotihuacan a
(1) Existen un sin fin de anomalías en el proceso de elecciones en México que no es el fin ahondar aquí, para mayor información: http://aristeguinoticias.com/1607/post-elecciones/caso-monex-el-recuento/
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go go” de Los Tepetatles, octava canción de Arau
a go go (1965), se deja escuchar y derivar de su
psicodelia prehispánico-sacrificial al montaje de un
escenario del más bajo cine gore (y de la mejor teoría
que genera). Así abren estos aullidos y disonancias,
marcando en círculos rituales una ruta de la tierra
caliente mexicana, con sus cárteles armados o las
bases guerrilleras del sur en México a los desiertos
de Chuquicamata, límite que se emplaza en nuestro
imaginario latinoamericano hasta la Patagonia. De los
textos no sobra decir que unos fueron saqueados de
la red, otros arrebatados de las manos de sus autores.
Lo que se presenta no es inédito, circula y se reúne. Lo
inédito son las historias y apuntalamientos que nos
sitúan en una calle sin retorno. Todo crimen editorial
quede impune si una canallada más agresiva surge
al confrontar estos textos; si de esta reunión puede
hacerse una hoguera de las ignominias que relata, la
deuda está saldada (o, al menos, liquida sus posibles
intereses).
Said Dokins & Julio García Murillo
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GOBERNABILIDAD
The people are to serve the government (detalle) SANER
http://saner-dsr.blogspot.mx/ Callegenera 2012
Foto: Elsa Reza http://www.flickr.com/photos/elsareza/
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Democracia en México contemporáneo:
soñábamos con utopía y nos despertamos
gritando1
El horror y la violencia cotidiana en la que se desarrolla México contemporáneo ya no son un secreto para nadie. Al contrario, tal parece que ese bucle de sangre, destrucción y mutilación es ya una imagen que le cruza por la mente a la mayoría de los sujetos que escuchan el nombre de este país, sin importar en qué confín del planeta se encuentren. * Dra. Sayak Valencia
(1) Bolaño, Roberto (2000), “Un paseo por la literatura.” En tres, El Acantilado, Barcelona.* Sayak Valencia (Tijuana, 1980). Doctora Europea en Filosofía, Teoría y Crítica Feminista por la Universidad Complutense de Madrid. Poeta, ensayista y exhibicionista performática. Ha cursado estudios con Judith Butler, Gayatri Chakravorty Spivak, Beatriz Preciado, Monserrat Galcerán, entre otrxs. Ha dictado conferencias y seminarios sobre Capitalismo Gore, transfeminismos, feminismo chicano, feminismo poscolonial, arte y teoría queer en diversas universidades de Europa y América. Ha publicado los libros: Adrift´s Book (Aristas Martínez, Badajoz, 2012), Capitalismo Gore (Melusina, Barcelona, 2010), El reverso exacto del texto (Centaurea Nigra Ediciones, Madrid 2007), Jueves Fausto (Ediciones de la Esquina / Anortecer, Tijuana 2004), así como diversos artículos y ensayos en revistas de España, México, Argentina, los Estados Unidos y Colombia.
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Proponemos el término Capitalismo Gore como la
reinterpretación dada a la economía hegemónica y
global en los espacios (geográficamente) fronterizos
y/o precarizados económicamente. Tomamos el
término gore de un género cinematográfico que
hace referencia a la violencia extrema y tajante.
Entonces, con Capitalismo Gore nos referimos al
derramamiento de sangre explícito e injustificado
(como precio a pagar por el Tercer Mundo(2) que se
aferra a seguir las lógicas del capitalismo, cada vez
más exigentes), al altísimo porcentaje de vísceras
y desmembramientos, frecuentemente mezclados
con el crimen organizado, la división binaria del
género y los usos predatorios de los cuerpos, todo
esto por medio de la violencia más explícita como
herramienta de necroempoderamiento(3).
En este ensayo, trataremos de analizar algunas
de esas causas estructurales que, desde nuestra
perspectiva transdisciplinar, se conjugan y han
creado un entramado sumamente complejo y
cuyos rostros más visibles en México son el crimen
organizado, la guerra contra éste y el ejercicio de
rentabilización de la violencia espectacular.
Nuestra propuesta reflexiva nos indica que esta
violencia tiene que ver con el Estado mexicano
como proyecto fallido, como ejercicio de
prestidigitación, tiene que ver también con la
falta de perspectiva de los gobiernos, quienes
desde la época posrevolucionaria pusieron todo
(...) esta violencia tiene que ver con el Estado mexicano
como proyecto fallido, como ejercicio de prestidigitación, tiene que ver también con la
falta de perspectiva de los gobiernos, quienes desde
la época posrevolucionaria pusieron todo su empeño en la construcción de una democracia –meramente
discursiva–, pensando en ésta como en una panacea.
El horror y la violencia cotidiana en la que se
desarrolla México contemporáneo ya no son un
secreto para nadie. Al contrario, tal parece que
ese bucle de sangre, destrucción y mutilación
es ya una imagen que le cruza por la mente a la
mayoría de los sujetos que escuchan el nombre
de este país, sin importar en qué confín del
planeta se encuentren. Esta popularización
distópica de nuestro país, obedece a unas lógicas
de rentabilidad mediática que han lucrado –y lo
siguen haciendo– con la violencia espectacular;
haciendo del morbo, el desmembramiento y la
sangre un nicho de mercado más, que se inserta
en la lógica inexorable del Capitalismo Gore y
que no profundiza en las causas estructurales que
provocan la violencia que nos rodea.
(2) El término Tercer Mundo resulta muy problemático por ser políticamente incorrecto dentro de las lógicas del discurso neoliberalista. Sin embargo, usamos dicho término en sentido crítico, ya que consideramos que su eliminación es sólo una catacresis para no enunciar una realidad precarizada económica y existencialmente, que sigue siendo pertinente en la actualidad, ya que describe y explicita las medidas de explotación y saqueo económico de las que son objeto los territorios así identificados. También utilizamos dicha nomenclatura para referirnos a una geopolítica concreta, en nuestro caso México, que dadas sus condiciones económicas traza sus propias y distintas estrategias de empoderamiento que muchas veces se alejan de los sistemas “éticos” del Primer Mundo.(3) Para una reflexión más compleja y profusa sobre el Capitalismo Gore, consúltese: Valencia, Sayak (2010). Capitalismo Gore. Melusina, Barcelona.
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su empeño en la construcción de una democracia
–meramente discursiva–, pensando en ésta como
en una panacea.
Es cierto que la democracia es fundamental para
el ejercicio sano de un Estado laico y responsable.
Sin embargo, existe y ha existido una falta de
perspectiva y de contextualización por parte de
nuestros gobernantes, transmitida a la sociedad
civil a través de las distintas instituciones estatales;
puesto que no han considerado la práctica situada
de la política, es decir, no han sido críticos con el
discurso del proyecto de la modernidad ni han
sabido llevar a cabo una práctica geopolíticamente
pertinente para nuestro contexto mexicano dentro
de esa narrativa.
Dicha narrativa anglo-eurocéntrica corresponde
a un contexto político, social, racial, económico
y cultural totalmente distinto al nuestro, un
contexto que bajo sus discursos de progreso y
ascensión social tiene fuertes bases colonialistas y
cuya aceptación acrítica en el contexto mexicano
llevará al fracaso del Estado como proyecto
emancipador, puesto que refuerza la relación
de poder marcada por la diferencia colonial y
estatuida por la colonialidad del poder o dicho
en palabras de Walter Mignolo: “la trampa es que
el discurso de la modernidad creó la ilusión de
que el conocimiento es des-incorporado y des-
localizado y que es necesario, desde todas las
regiones del planeta, “subir” a la epistemología de
la modernidad”.(4) De esta manera, el querer subir
a la epistemología de la modernidad, hizo que desde
sus inicios el Estado mexicano fuera un proyecto
que dirigía, organizaba y gobernaba poblaciones
“ideales” bajo parámetros que no concordaban con
las poblaciones reales a gobernar.
Ya en 1909, el historiador Andrés Molina Enríquez,
en su libro Los grandes problemas nacionales,
argumentaba que el problema más profundo en
México era material; refiriéndose a la propiedad
de la tierra y no tanto, en contraposición a lo que
argumentaba Francisco I. Madero, un problema
meramente político y de democracia.
Así, más de un siglo después, uno de los problemas
más insidiosos en México es que los gobernantes
y las instituciones de nuestro país gobiernan para
un Estado mexicano “imaginario”, cuyas lógicas
anglo-europeas hacen imposible dar cabida o
representación a la mayoría de los ciudadanos
que pueblan este país, un Estado tremendamente
sexista, homófobo, anti-indigenista, autoritario,
corrupto, centralista, déspota y desobligado.
Un Estado que traiciona radicalmente los ideales
revolucionarios, los cuales buscaban destruir
el Estado oligárquico y crear uno nuevo que
incorporara a las clases campesinas, trabajadoras y
medias. Un Estado que a través de la Constitución
de 1917, “prometió reformas agrarias a los
campesinos, protección, beneficios sociales y
derechos de organización a la clase trabajadora;
el control nacional de los recursos naturales y la
liberación de espíritu, mente y cuerpo del control
católico”(5) y cuyo desarrollo biopolítico se ha
dado de manera desigual y hasta contradictoria, (a
excepción de algunos ejercicios de movilización,
reforma social y nacionalismo económico hechos
durante el gobierno de Lázaro Cárdenas) pues
mientras México se maravillaba ante el milagro
(4) Mignolo, Walter. “Las geopolíticas del conocimiento y la colonialidad del poder” entrevistado por Catherine Walsh en Polis Revista Académica (on-line) de la Universidad Bolivariana de Chile, Vol. 1, Núm. 4, 2003, p. 02.(5) Vaughan, Mary Kay. “Introducción.” p. 40, en Cano Gabriela, Jocelyn Olcott y Mary Kay Vaughan (comps.), (2010). Género, poder y política en el México posrevolucionario. FCE, México.
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difícilmente modificable a nivel estructural. Desde
mi perspectiva, existe un elemento que falta en
esta serie de análisis y que es necesario para crear
una crítica que logre articular un cambio en la
perspectiva y la forma en que entendemos “la
democracia”, puesto que este concepto actúa como
una pantalla, que invisibiliza ante la comunidad
internacional las narrativas de la violencia en las
que se sustenta la gobernanza en México.
Este elemento faltante se refiere a la creación, también
ubicada dentro del momento posrevolucionario,
de un arquetipo social que exalta la figura del
macho. Una especie de nacionalismo-machista,
donde aquél es el representante fiel de los ideales
nacionalistas. No afirmamos que esta exaltación
de la figura del macho como modelo cultural no
haya acompañado a los discursos y las prácticas
pre-revolucionarias. Sin embargo, nos centramos
en la época posrevolucionaria por considerar que
dada la cercanía en el tiempo, puede darnos mejor
noticia de cómo se construye la biopolítica estatal
que se retraduce en una biopolítica de género y
que tiene amplias consecuencias en la violencia
exacerbada actual; ya que este elemento aunado a
la violencia económica y a la depreciación simbólica
de aquellxs que no pueden ser hiperconsumidores,
crea un cóctel explosivo y el surgimiento de los
sujetos endriagos.
mexicano (1940-1970), el autoritarismo, la violencia
de Estado y la represión abrían caminos para que la
biopolítica del “estado benefactor” se transformara
en un estado neoliberal que radicalizaría las
desigualdades sociales, desestructuraría el
incipiente estado de bienestar y conduciría
a la necropolítica en la que nos encontramos
actualmente y que nos tiene de regreso del “sueño”
del progreso y la globalización.
Sin ánimos de ser reduccionistas o simplificar
demasiado, pero sí con ánimo de resumir,
podemos decir que ante la traición de los ideales
revolucionarios que se ve reflejada en el descuido
del campo, lo cual obligó a la migración forzada
de la clase campesina – primero del campo a las
ciudades y después a la migración transnacional–,
el adelgazamiento constante de la clase media,
el crecimiento de las desigualdades sociales, el
elitismo, el clasismo, el endoracismo, las crisis
económicas acumulativas, la falta de conciencia
crítica para decolonizarnos mentalmente y el
neocolonialismo capitalista (conocido y celebrado
como globalización) se crea un campo propicio
para que la violencia depredadora que nos atraviesa
y acompaña cotidianamente en México sea una
realidad innegable e incluso hasta predecible,
puesto que los acontecimientos antes citados
“[…]nos demostraron que el progreso no llegaba,
o peor aún, aparecían numerosos fenómenos
regresivos.” (6)
Los elementos antes enumerados son altamente
conocidos y citados por especialistas en distintas
disciplinas, elementos que conforman una serie
de labelizaciones dentro de los discursos críticos y
académicos. Y que parecen configurar una realidad
un presidente que busca legitimidad a la vieja usanza
mexicana: a través del despliegue de violencia
exacerbada para limpiar el honor del macho herido.
(6) Morin, Edgar. “En el corazón de la crisis planetaria.” p. 58, en Baudrillard, Jean y Edgar Morin (2004). La violencia del mundo. Paidós Ibérica, Barcelona.
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Tomamos el término endriago de la literatura
medieval, específicamente del libro Amadís de
Gaula.(7) Lo hacemos así siguiendo la tesis de
Mary Louise Pratt, quien afirma que el mundo
contemporáneo está gobernado por el retorno
de los monstruos.(8) El endriago es un monstruo y
se le describe como un ser dotado de elementos
defensivos y ofensivos suficientes para provocar el
temor en cualquier adversario. Su fiereza es tal que
la ínsula que habita se presenta como un paraje
deshabitado, una especie de infierno terrenal
al que sólo podrán acceder caballeros cuya
heroicidad rondara los límites de la locura y cuya
descripción se asemeja a los territorios fronterizos
contemporáneos.(9)
Hacemos una analogía entre el personaje literario,
que pertenece a los Otros, a lo no aceptable, al
enemigo, y los nuevos sujetos ultra violentos y
demoledores del Capitalismo Gore. Los sujetos
endriagos surgen en un contexto específico: el
postfordismo. Éste evidencia y traza una genealogía
somera para explicar la vinculación entre pobreza
y violencia, entre nacimiento de sujetos endriagos
y Capitalismo Gore.
Así, el contexto cotidiano de estos sujetos es
“[…] la yuxtaposición muy real de proliferación
de mercancías y exclusión del consumo; [son]
contemporáneo[s] de la combinación de un
número creciente de necesidades con la creciente
falta de recursos casi básicos de una parte
importante de la población.”(10)
Analicemos, pues, los lazos que existen entre la
violencia ejercida por los criminales mexicanos
(sujetos endriagos) y la construcción de la nación
mexicana basada en el machismo y el despliegue
de la violencia que ello implica.
Carlos Monsiváis nos dice que el término macho
está altamente implicado en la construcción
estatal de la identidad mexicana. Dicho término
se expande en México después de las luchas
revolucionarias como signo de identidad nacional
,(11) durante ese período el término machismo se
asociaba a las clases campesina y trabajadora, ya
que en la incipiente configuración de la Nación
mexicana, el macho vino a ser una superlativación
del concepto de hombre que más tarde se
naturalizaría artificialmente como una herencia
social nacional y que ya no se circunscribiría sólo
a la clases subalternas, dado que el machismo
cuenta entre sus características “la indiferencia
ante el peligro, el menosprecio de las virtudes
femeninas y la afirmación de la autoridad en
cualquier nivel.”(12)
Haciendo notar que las construcciones de género
en el contexto mexicano están íntimamente
(7) Es una obra maestra de la literatura medieval fantástica en castellano y el más famoso de los llamados libros de caballerías, que tuvieron una enorme aceptación durante el siglo XVI en la Península Ibérica.(8) Pratt, Mary Louise (2002). Globalización, Desmodernización y el Retorno de los Monstruos. Tercer Encuentro de Performance y Política. Universidad Católica. Lima, Perú, pág. 01.(9) Con territorios fronterizos nos referimos a las fronteras en general, pero hacemos hincapié en las fronteras del norte de México que lindan con los Estados Unidos que se ajustan perfectamente a lo descrito, por ser ciudades actualmente copadas por los cárteles de droga, los traficantes de personas, la prostitución y las distintas fuerzas represivas del Estado, creando así un campo de batalla, un territorio en estado de sitio y militarizado.(10) Lipovetsky, Gilles (2007). La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad hiperconsumista. Anagrama. Barcelona. Pág. 181.(11) Cfr. Monsiváis, Carlos (1981). “¿Pero hubo alguna vez once mil machos?” FEM, no 18, abril-mayo 1981, págs. 9-20, México.(12) Monsiváis, Carlos. Op. Cit. Pág.09.
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relacionadas con la construcción del Estado y que
éste a su vez retroalimenta el bucle de precarización
económica en el que vive cotidianamente nuestro
país, afianzando el capitalismo de cuates, es decir,
el capitalismo de oligopolio, que señala Denise
Dresser (en su discurso del 29 de enero de 2009
en el Foro “México ante la crisis”), este capitalismo,
junto a la figura del macho nacional, conforman
algunas de las criaturas del Estado que amenazan
con devorar al Estado y que unidas a factores como
el endoracismo, el neocolonialismo, la depreciación
del concepto de trabajo (pero sobre todo la
falta de trabajo) se convierten elementos que
articulan caminos distópicos para empoderarse
económicamente.
Uno de estos caminos, en nuestro país, es formar
parte de las filas del crimen organizado a través
de su escalafón más bajo: el de los sicarios que
conforman lo que en este ensayo denominamos el
proletariado gore.
Por ello, ante la coyuntura contextual del México
actual y su desmoronamiento Estatal, es necesario
visibilizar las conexiones entre el Estado y la
clase criminal, en tanto que ambos detentan un
mantenimiento de una masculinidad violenta
emparentada a la construcción de lo nacional. Lo
cual tiene implicaciones políticas, económicas
y sociales que están cobrando en la actualidad
un alto número de vidas humanas dada la lógica
masculinista del desafío y de la lucha por el poder
y que, de mantenerse, legitimará a la clase criminal
como sujetos de pleno derecho en la ejecución de
la violencia como una de las principales consignas
a cumplir bajo las demandas de la masculinidad
hegemónica y el machismo nacional.
Una muestra de ello, es la lucha contra el crimen
organizado emprendida por el presidente Felipe
Calderón, que nos habla de una estrategia pobre, un
síntoma de un gobierno que no tiene imaginación
ni liderazgo político. Un gobierno que busca
legitimidad a toda costa, después de ser acusado
socialmente de espurio, tras el sonado fraude
electoral de 2006 (que, desafortunadamente,
se repite en 2012). Un presidente que busca
legitimidad a la vieja usanza mexicana: a través
del despliegue de violencia exacerbada para
limpiar el honor del macho herido, haciendo uso
de las potestades y los recursos del Estado, en este
caso, del ejército para fines megalómanamente
privados. Una lógica extraña y sacrificial donde se
busca recuperar la honorabilidad con muertos.
Una estrategia de “seguridad” que no se preocupan
por las consecuencias reales del fenómeno de la
violencia(13), ni del miedo que está causando en
la población civil, que se ve atacada en dos frentes;
tanto por las reyertas entre bandas mafiosas como
por la ocupación del espacio público de las fuerzas
armadas, creando un miedo endémico que puede
manifestarse –como ya lo está haciendo en casi
todo el territorio– en el enclaustramiento de los
civiles en sus casas, presas de un sentimiento de
vulnerabilidad y de un sentimiento de culpa, no del
todo justificada; mientras, los criminales campan
con toda tranquilidad por el territorio mexicano y el
gobierno invisibiliza y reprime las manifestaciones
activas por parte de la población civil que le exigen
el cumplimiento de sus competencias en temas de
seguridad.
La guerra contra el narcotráfico que está
emprendiendo el Estado mexicano, nos dice:
(13) Esta despreocupación también tiene sesgos de género y se evidencia frente al escaso interés que muestra el gobierno ante el feminicidio en Cd. Juárez.
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[Quienes sólo buscan] soluciones basadas en el
mayor despliegue policial y militar, delata una
rotunda renuncia a la responsabilidad política por
parte de su autor. Son obra de políticos desprovistos
de imaginación que carecen de la visión o del interés
necesario para abordar las enormes injusticias
estructurales de la economía mundial de las que se
alimentan el crimen y la inestabilidad.(14)
Lo que los discursos oficialistas no dicen es que
en México los cárteles de droga no podrán ser
erradicados eficazmente mientras no se erradiquen
las desigualdades estructurales entre la población;
mientras “la ausencia de trabajo [persista y nos
ponga de frente con] la imposibilidad de encontrar
otra salida que no sea la migración;”(15) mientras
no se deconstruyan los conceptos de modernidad
y de progreso y dejen de utilizarse como directrices
del discurso político y éste integre las posibilidades
reales de una política geográficamente pertinente;
mientras no se escape a la espectacularización de
la violencia y la celebración del hiperconsumismo;
mientras no se cuestione el discurso político
basado en la supremacía masculina que necesita
el despliegue de violencia como elemento de
autoafirmación viril y, sobre todo, mientras no se
cuente con una estabilidad económica sostenible
que funcione a mediano y largo plazo.
Ante este panorama las preguntas cambian, ya no
es pertinente preguntarnos ¿cómo es posible que
esté ocurriendo esto en México?, sino ¿por qué
tardó tanto en pasar? La respuesta está inscrita en
el poder y en las tecnologías de la visualidad, con
esto me refiero a quiénes gestionan los medios
de información y entretenimiento y al servicio de
quiénes están estos medios, que forman parte de
las herramientas para crear visualidad, es decir,
presentaciones simbólicas, políticas, económicas
y de género que retransmiten a las audiencias y
crean una episteme de la violencia, donde ésta
aparece fragmentada y donde no se explican sus
causas estructurales ni sus consecuencias reales,
dado que las imágenes que nos son presentadas
por dichos medios se nos muestran de forma
desodorizada e incluso glamurosa (imitable en
su dimensión estética, es decir, consumible como
indumentaria, música, etc.), si se trata de una
película, un videojuego, una serie televisiva, etc., y
de forma segmentada y sobresaturada si se trata
de noticiarios y periódicos; donde la intención
directa no es de consumo sino de control social a
través de la gestión teledirigida del miedo como
herramienta biopolítica para imponer estados de
excepción e hipervigilancia con la conformidad y
el beneplácito de la población, bajo argumentos
que apelan a la seguridad.
Así podemos decir que la violencia espectacular
ejercida por los sujetos endriagos puede ser
leída como un poscolonialismo irreflexivo y
perverso que, por un lado, muestra obediencia
absoluta hacia el entramado patriarcal-capitalista-
hiperconsumista y, por el otro, da cuerpo a una
especie de multitudes contradictorias cuya
existencia muestra de manera radical que si bien las
relaciones de poder penetran en los cuerpos, existe
también un espacio de insurrección, en el caso
de los endriagos un empoderamiento distópico,
que muestra que dichas relaciones también son
penetradas e influenciadas por los cuerpos y las
poblaciones. O en otras palabras: ya no es posible
(14) Glenny. Misha (2008). McMafía. El crimen sin fronteras. Ediciones Destino, Barcelona. p. 475.(15) Saviano, Roberto (2008). Gomorra. Debolsillo, Mondadori, Barcelona. p. 82
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pensar el cuerpo social como un cuerpo dócil, más
bien es necesario analizarlo desde una perspectiva
situada que logre abarcar la complejidad de los
tiempos sin ánimo de abarcar todo el fenómeno,
ya que esta pretensión dista de ser posible.
Dicha perspectiva debe ir acompañada de
una revisión exhaustiva de conceptos como
democracia, progreso y futuro que han sido los
caballos de Troya utilizados por las instituciones
mexicanas para la aceptación e implantación
acrítica y descontextualizada de unas narrativas de
la modernidad que han desembocado en prácticas
de violencia extrema y capitalismo gore en nuestro
territorio; donde (la mayoría de) los gobernantes,
conservan la versión autoritaria del poder y piensan
en gobernar países con ayuda de la sangre. Lo cual
retroalimenta, a su vez, una lógica terriblemente
continuista con la colonialidad y la necropolítica
contemporánea, tan parecida a la ejercida en otros
tiempos por la monarquía, situándonos en un
espacio tristemente neofeudalista que nos hace
pensar, junto a Bolaño, soñábamos con utopía y nos
despertamos gritando.
La Farsa detrás de la guerra contra el narco. SANER, 2012
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Después de seis años de guerra intensa en contra de la delincuencia organizada, el Estado confirma el enorme déficit de efectividad que padecen las instituciones de seguridad pública en México. Con muchos de los principales líderes de las organizaciones delincuenciales en la cárcel o muertos, lo evidente es la insospechada capacidad de adaptación/mutación de la delincuencia (des)organizada a las condiciones y modalidades que el orden estatal pretende imponerle a lo largo del territorio a través de la confrontación, aseguramiento o persecución. * Israel Covarrubias
Disyunciones sobre el universo delincuencial mexicano
En México, la política ha manifestado en el último
sexenio una serie de equívocos que han llevado al
país hacia la radicalización de las fuentes y formas
del conflicto entre diversos actores y grupalidades,
así como a un incremento significativo en la
exasperación de las maneras que el Estado utiliza
para contrarrestar esa radicalidad. No es un hecho
aislado que el gobierno del presidente Felipe
Calderón Hinojosa (2006-2012) haya sido calificado
como uno de los peores de los últimos treinta
años respecto a su desempeño en el rubro de la
seguridad territorial de la nación y con particular
atención a la cuestión que redunda en el fenómeno
de la delincuencia organizada.
Hacia finales de 2006, el presidente Calderón
hizo pública su declaración de guerra contra el
narcotráfico como política de Estado, y que matizaría
después como guerra contra el “crimen organizado”,
para finalmente indicarla como “combate a la
delincuencia organizada”. El matiz no es gratuito,
ya que puso en evidencia el desconocimiento del
* Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Florencia y Director de la revista Metapolítica http://www.metapolitica.com.mx/
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permite la aparición del problema de su atribución,
por lo que precisamente criminalizar, nos vuelve
a recordar el DRAE, es “atribuir carácter criminal a
alguien o algo”. De este modo, delincuencia no es
sinónimo de criminalidad.
Después de seis años de guerra intensa en contra
de la delincuencia organizada, el Estado confirma
el enorme déficit de efectividad que padecen las
instituciones de seguridad pública en México.
Con muchos de los principales líderes de las
organizaciones delincuenciales en la cárcel o
muertos, lo evidente es la insospechada capacidad
de adaptación/mutación de la delincuencia (des)
organizada a las condiciones y modalidades que
el orden estatal pretende imponerle a lo largo del
territorio a través de la confrontación, aseguramiento
o persecución. Sin embargo, cabe subrayar que
el problema radica en que la delincuencia no es
exclusivamente un fenómeno territorial, ya que
partir de la última década se ha vuelto un fenómeno
de operatividad política. Esto es, un fenómeno que
permite controlar y dinamizar los flujos y procesos
que activan los intercambios entre mercado político
con el mercado económico, y entre este último con
el mercado social. A título ilustrativo tomemos
el estudio que realiza cada año Global Financial
Integrity: los flujos de dinero que salen anualmente
de manera ilegal de México ascienden a 50 mil
millones de dólares, “principalmente a través de
facturaciones fraudulentas de exportaciones de
bienes”.(1) Mientras este ámbito de rentabilidad
de los mercados de la delincuencia difusa y de los
mercados de bienes ilegales no sea controlado, se
volverá superflua cualquier acción estatal contra la
delincuencia organizada fundada exclusivamente
en la confrontación directa, pues en este sector,
presidente Calderón y de sus ministros de seguridad
respecto a la diferenciación funcional y jurídica
de entablar una “guerra” contra el narcotráfico o
contra del crimen organizado. Es decir, no todos
los grupos que el Estado mexicano identifica como
crimen organizado trafican narcóticos, ya que hay
los que trafican personas, animales, medicinas,
electrodomésticos, discos compactos, tecnología,
información, ropa, etcétera. Además, si revisamos la
legislación mexicana que controla y castiga el tráfico
de estupefacientes, en específico la Ley Federal
contra la Delincuencia Organizada creada en 1996
por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce
de León, y que contiene enmiendas significativas en
sus apartados de definición jurídica del fenómeno
de la delincuencia organizada a lo largo del sexenio
del presidente Calderón, no hay un solo artículo
que castigue al llamado “crimen organizado”, pues
jurídicamente el fenómeno está definido en la ley
como delincuencia organizada. Para quedarnos en
un ámbito sintáctico, podemos sugerir que delinquir
no traduce jurídicamente el vocablo criminalizar. Si
delinquir es “cometer un delito” como advierte del
Diccionario de la Real Academia del Español (DRAE),
es decir, se mantiene en un ámbito performativo,
entonces señala una acción que sólo a su término
(...) el número de personas asesinadas que ha producido
precisamente la guerra contra la delincuencia
organizada supera conservadoramente la cifra
de 60 mil muertos en los últimos cinco años.
(1) Pablo Cabañas Díaz, “México 2012. Avances y riesgos”, Metapolítica, año 16, núm. 78, julio-septiembre de 2012, p. 84.
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no se debe olvidar que el número de personas
asesinadas que ha producido precisamente la
guerra contra la delincuencia organizada supera
conservadoramente la cifra de 60 mil muertos en los
últimos cinco años, y que no pueden ser atribuibles a
ejecuciones “ordinarias” entre delincuentes aislados
u organizados, mucho menos a un efecto previsible
de la persecución militarizada del fenómeno, como
sucede en México.(2) En cambio, son la muestra clara
de la operatividad que imprime la delincuencia como
agente de dinamización de la lógica menos visible
de las instituciones, pero no por ello residual, para
que puedan concretarse los intercambios políticos
entre ilegalidad - institucionalidad - desarrollo -
sociedad.(3) Los esquemas binarios de legalidad-
ilegalidad no permiten una mejor comprensión de
los esquemas binarios de legalidad-ilegalidad no permiten una mejor comprensión de la enorme complejidad de los
fenómenos actuales de delincuencia organizada presentes en méxico.
la enorme complejidad de los fenómenos actuales
de delincuencia organizada presentes en México.
De hecho, bloquean la posibilidad de explicación
de las aristas que han dejado para la vida en
sociedad del país. Así pues, no podemos analizar
a los mercados criminales como pura inercia de un
pasado autoritario, ni como la emergencia de un
presente contradictorio, sino como un conjunto
de procesos políticos donde está teniendo lugar
la conclusión real de las maneras de dirimir el
conflicto. En la actualidad México es un país más
democrático institucionalmente, pero ha decidido
recurrir cada vez más al asesinato y, en general, al
acto delincuencial, para dirimir sus conflictos, lo que
consolida la evidente fragilidad de la estructuración
pública de la vida en común nacional, así como su
casi nulo sentido de estatalidad. De este modo,
asistimos a la consolidación de una regulación
precaria de lo público que se presenta como
consecuencia no esperada de la guerra “frontal”
contra la delincuencia organizada.
Es necesario finalizar sugiriendo que en México hoy
por hoy nos encontramos en un momento crucial de
cambio de los vectores generales que permiten la
reproducción de los fenómenos contrarios al orden
político, tal y como lo expresa(n) la(s) delincuencia(s)
organizada(s). Aunado al hecho de que algunos de
los intentos del Estado mexicano por responder
a esta situación de cambio son el verdadero
desafío y no la solución al problema general de la
delincuencia. No olvidemos que las soluciones no
necesariamente ofrecen salidas de continuidad a la
situación que se quiere recomponer. Insistir en lo
contrario es seguir convencido de que la política se
funda en sus continuidades y no en sus fracturas.
(2) Rodolfo Sarsfield, “A Tale of Two Cities. La guerra y la paz en México y Estados Unidos”, Metapolítica, vol. 16, núm. 79, octubre-diciembre de 2012, p. 94.(3) Israel Covarrubias, “México, Estado doble y soberanía criminal”, Metapolítica, año 16, núm. 78, julio-septiembre de 2012, pp. 109-114. Ahora disponible en: http://metapolitica.blogspot.mx/2012/06/sobre-charles-bowden.html
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INSURGENCIA Y EMERGENCIA ANTE EL FRAUDE ELECTORAL
El Demonio de las urnas - SANER - 2012
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INSURGENCIA Y EMERGENCIA ANTE EL FRAUDE ELECTORAL
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Movimientos de la sociedad civil
Fotografía: Natalia MolinaEstudiante de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, fotógrafa y activista por los derechos de las y los jóvenes y de la población LGBTTTI. Participó activamente en asambleas y marchas realizadas por el movimientos #YoSoy132. Ha trabajado como promotora cultural en el Instituto de la Juventud del Distrito Federal (INJUVEDF).Ha participado en las exposiciones fotográficas del concurso Mirada Joven organizado por UNFPA, “Mírame, Jóvenes en su ciudad” de INJUVEDF. Sus fotografías han sido publicadas en la revista Jóvenes en la ciudad en las ediciones de los años 2008,2010 y 2011.
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Ahí donde los movimientos sociales desbordan o sobrepasan las formas reguladas de representación y análisis, sin duda se opera algo que no puede ni debe ser soslayado y menos aún reducido a esquemas rudimentarios y torpes de interpretación que no hacen sino mostrar la imposibilidad de la institucionalidad de dar cuenta de los cambios complejos y profundos que una sociedad está sufriendo.* José Luis Barrios
Del nombre y el síntoma: Yo soy #131/ Yo soy #132
La política también es un problema de síntomas,
no basta con las lecturas estrechas que la reducen
a datos estadísticos de encuesta, a análisis de
coyuntura o dobles discursos semidemocráticos
de periodistas, que se producen desde las cúpulas
del poder político, mediático y fáctico. Los cambios
sociales y sus formas de construcción política pasan
por registros más complejos que la mera lectura
inmediatista con la que la mayoría de las veces se
intenta domesticar movimientos cuya naturaleza se
escapa de cualquier consideración que provenga
del orden establecido: ahí donde los movimientos
sociales desbordan o sobrepasan las formas
reguladas de representación y análisis, sin duda se
opera algo que no puede ni debe ser soslayado y
menos aún reducido a esquemas rudimentarios y
torpes de interpretación que no hacen sino mostrar
la imposibilidad de la institucionalidad de dar
cuenta de los cambios complejos y profundos que
una sociedad está sufriendo.
En el contexto electoral en que hoy se encuentra
el país, no es difícil adivinar que me refiero a lo
que ha pasado en la últimas tres semanas con las
movilizaciones estudiantiles y ahora sociales que se
han autodefinido Yo soy #131/ Yo soy 132. En estas
notas no voy a referirme a los fenómenos y procesos
de orden público ya conocidos de todos, sino más
bien desearía llamar la atención sobre dos aspectos
estructurales que considero que pueden aportar
una perspectiva amplia y de sesgo sobre la lógica
y el afecto que este movimiento ha producido y
que sin duda introduce una suerte de principio
de incertidumbre en la condiciones con las que
el discurso político global ha intentado construir,
desde al menos hace tres décadas, su noción
económico-liberal de democracia. El primero tiene
que ver con la implicación y la activación que se
desprende de los autonombrados movimientos
Yo soy 131, Yo soy 131 y uno más y Yo soy #132; el
segundo con el modo en que dicha activación ha
supuesto un desbordamiento de los marcos de
* Doctor en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México. Especialista en estética, la teoría del arte, cine y prácticas contemporáneas. Es profesor investigador en el Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, es asesor académico del MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) en la UNAM y Consejero Académico de Laboratorio de Arte Alameda
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representación y análisis del discurso político mismo
y que irremediablemente nos conduce a buscar una
comprensión más amplia de este acontecimiento
social.
Lejos de las lecturas “paternalistas” y “compresivas”
de la intelectualidad y el periodismo seudocrítico
de este país que pareciera que les perdonan la vida
a los jóvenes por ser tales –una actitud que sólo
demuestra las falacias de una democracia que se
funda en los consensos y los consuelos –, habría
que poner en contexto y horizonte la potencia de
significación que tiene un movimiento juvenil que
se expresa en esa fórmula que al tiempo que marca
identidades define intensidades.
Comencemos por el contexto: este movimiento
hay que pensarlo desde un cambio histórico que
involucra la noción misma de globalización y sus
derivas en los discursos políticos y económicos.
Las llamadas primaveras árabes, la crisis de la “zona
euro”, el movimiento de los indignados son parte, al
igual que el Soy #131/Soy #132 de un cambio radical
en el modelo global de comprensión del mundo que
desde el movimiento zapatista, el 11 de septiembre,
el 11 de marzo y la crisis económica del 2008 han
sido los síntomas que muestran claramente el límite
de un modelo imperial de política que se encuentra
en bancarrota o que, por ser generoso, no sabe
ni tiene idea de por dónde resolver una fractura
en la lógica misma de la representación política.
Desde luego, no se trata de igualar los distintos
procesos y movimientos, pero tampoco podemos
ser tan ingenuos (o perversos) para, en nombre del
análisis objetivo y estadístico tan caro a nuestros
politólogos y periodistas, ponderar las diferencias
y especificidades de estos fenómenos y producir
una suerte de domesticación sociologizante y
culturalista de la crisis e incertidumbre en la ideas
misma del globo y la globalización por la que
atraviesa la sociedad mundial en su conjunto.
En este contexto, al menos desde mi perspectiva,
el movimiento de jóvenes no puede ni debe ser
sustraído a los efectos que va produciendo el modo
global de mundo. Aquí toca más bien tomarse el
tiempo, es decir, ser lo suficientemente serios, para
comprender las variaciones de intensidad que el
modelo mundial de la globalización va produciendo
en los distintos emplazamientos geopolíticos,
culturales y sociales. En el caso del movimiento de
estudiantes/universitarios, quizá estemos obligados
a pensar en una situación donde la transición
democrática (la subjetividad política) y los derechos
sociales fundamentales (trabajo, seguridad,
educación, salud y cultura) se encuentran en una
situación de precariedad en la que los individuos no
encuentran espacio real para su representación.
Es innegable que contra todo supuesto y torpe
cálculo político, por parte del candidato del PRI y
sus asesores, de emplazar un discurso guionizado,
a partir de un prejuicio de clase y percepción sobre
los estudiantes de la Ibero, respecto a su “plan de
gobierno”, lo que se operó fue una lógica inversa
con los estudiantes de esta universidad que liberó
un afecto social y mostró la forma del inconsciente
discursivo del priismo: su autoritarismo, su
paternalismo, pero sobre todo su incapacidad para
negociar la condición real de una demanda social
legítima (basta con tener en cuenta el comentario
del Peña Nieto sobre Atenco y las declaraciones
del presidente de PRI en Ibero 90.9 para tener claro
el modo de reacción del Partido Revolucionario
Institucional ante el disenso).
La pobre retórica contra los detractores del plan
de gobierno del candidato priista es muestra de
esto. Habría que hacer un esfuerzo de análisis e
imaginación para observar que el asunto es algo
más complicado que las firmas de compromisos, los
cuales –y esto dicho con ironía – necesitarían como
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450 años para poder ser cumplidos… ¿La intentona
del inconsciente priista de instalarse otros 70 años
en el poder? En todo caso, al antipeñismo no
significa un pro algo o a alguien sino una figura
que plantea condiciones inéditas –o tal vez no
tanto– desde donde pensar el estatuto de la política
y una definición de Estado en una sociedad y una
afectividad colectiva que es presentada pero no
representada, de pensar la condición precaria
en la que se encuentran los individuos ante su
imposibilidad de devenir sujetos políticos.
Si bien la condición del contexto actual de este
movimiento tiene un carácter inédito construido en
su propio modo de enunciarse, también es cierto
que este modo de enunciarse, quizá de una manera
no tan consciente, hace eco de cierta contigüidad
de afectos y lógicas de enunciación que han estado
presentes, en su carácter de acontecimientos, en la
historia de la segunda mitad del siglo XX. Tiene que
ver con una figura político-social poco considerada
que es la figura de los movimientos sociales a
diferencia de la manifestaciones organizadas. Traigo
a cuenta dos de éstos: el 68 francés y el Movimiento
Zapatista.
Sobre el 68 francés vale la pena recordar que su
génesis discursiva se encuentra en lo que Jean
Paul Sarte calificó de una ruptura al interior
de la burguesía ilustrada francesa. Sin duda el
movimiento activado por los estudiantes de diversas
universidades privadas y públicas en alguna medida
puede ser leído dentro de esta lógica de ruptura de
sistema axiológico de clase: más allá de reivindicar
la política como interés de clase, es decir, como una
condición de lo público definido por el orden de lo
privado, estas formas de manifestación redefinen o,
para ser más preciso, recolocan la noción de público
como aquello que no le pertenece a nadie o lo (im)
propio . Esta característica está claramente puesta
en operación en el modo en que los estudiantes
han definido su condición apartidista pero política.
Lo que leo detrás de este recolocamiento es una
noción de lo en común del espacio político como
ocupación de singularidades no representadas, un
capital de acción que nos obliga a pensar el espacio
mismo de la política más allá de plataformas y
programas.
Pero no sólo eso. Para alguien que está
acostumbrado a leer en los enunciados las lógicas
de representación y de acontecimiento, sin duda
no puede pasar inadvertida la potencia que arrastra
tras de sí la configuración, pero sobre todo, el
desplazamiento del acto de resistencia producido
en primera instancia por una grupo de alumnos
de la Ibero, más tarde por el movimiento de
universitarios en su conjunto y posteriormente por
el juego de adiciones que distintas organizaciones y
movimientos de disidencia han operado al sumarse
en su declaratoria en la UNAM a este movilización.
Una vez hay una cierta resonancia de la estructura
enunciativa del 68 francés, una estructura que
tiene que ver con el modo en que se introduce
la figura retórica de la paradoja en la consigna y
con ello la imposibilidad de domesticación del
enunciado. En el movimiento estudiantil del 68
francés la consigna que detonó la resistencia y la
movilización fue ‘todos somos judíos alemanes’;
más allá de la referencia al estudiante expulsado
de la Sorbone, importa subrayar la implicación
las llamadas primaveras árabes, la crisis de la “zona euro”, el movimiento de los
indignados son parte, al igual que el soy #131/soy #132 de un cambio radical
en el modelo global de comprensión del mundo.
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que tenía en la posguerra europea y el régimen De
Gaulle este enunciado. Esto, desde luego, sumado
al uso metonímico de la barricada como el símbolo
mismo de la revolución francesa, sin duda producía
una paradoja en el uso del poder y la fuerza pública:
ponía en crisis las reivindicaciones mismas de
las múltiples fundaciones de la República. Algo
similar sucede con la fórmula Yo soy #131/Yo soy
#132. No se trata tan sólo de un juego de adición
matemática o sentimental al movimiento; sobre
todo se trata de la construcción de un cierto orden
matemático donde la contigüidad numérica define
una posibilidad y una potencia, es decir, una
multiplicidad singular y una singularidad múltiple
que produce su condición de resistencia y al mismo
tiempo configura un presentado sin representación,
una condición de los cuerpos en el lugar como
pura ocupación y afectación en el espacio político.
Tanto el confinamiento (arrinconamiento) sanitario
de Peña Nieto, como la marcha de la suavicrema
y la “asamblea” en la UNAM, antes de construir un
discurso, lo que colocan en el espacio político es
el singular de la primera persona (Yo) que siempre
y en todo caso es un múltiple (soy 131/132). Para
cualquiera que haya leído a teóricos y filósofos
como Spinoza, De Negri o Badiou no serán ajenas
estas consideraciones, a quien no lo haya hecho
quizá valga la pena que se dedique al periodismo
y la nota como forma precaria del análisis político
o a la lírica fácil de escritores mediáticos que le dan
“permiso” a los jóvenes de manifestarse.
tro aspecto que no puede pasar inadvertido
es la historia del “tránsito a la democracia” que
desde 1988 este país ha padecido como un deseo
imposible. Una confesión personal: tengo 50 años
y la mitad de mi vida ha transcurrido participando,
viendo y esperando que este deseo se haga
posible y confirmando el destino trágico de una
sociedad de castas. En algún sentido la transición
democrática en México ha sido un fracaso y lo ha
sido, en alguna medida, porque como sociedad
no hemos sabido crear las condiciones de presión
al orden político que permitan la construcción de
bien común como “eso” que define la noción misma
de lo político y lo público. No voy a hacer aquí una
historia de este fracaso, más bien me gustaría traer a
cuenta otro momento que socialmente produjo una
movilización inédita. De una genealogía totalmente
distinta, sin duda el movimiento zapatista ejerció
una presión real a la formas de la representación:
la figura del anonimato de la máscara como
borramiento del rostro generó otra de las formas
de lo presentado sin representación. El movimiento
indígena en la Sierra Lacandona fue y es algo más
que la reivindicación del derecho indio, es también
la construcción de una zona de indefinición y de
una constatación de la ausencia del rostro que
obligó al poder a negociar las condiciones mismas
del sistema democrático de representación. A la
hora que esa “máscara disfrazada” de mujer habló
ante la cámara de diputados produjo un vacío en
torno a las formas de ley que definen la alteridad
de género, de raza y de clase en este país, y puso
en evidencia la máquina de enunciación criolla que
define la condición de lo político en México.
Sería ingenuo pensar que el movimiento zapatista
y el movimiento estudiantil son lo mismo, antes
bien aquí intento mostrar el modo en que ciertas
movilizaciones y afecciones sociales introducen
condiciones inéditas de posibilidad que nos obligan
a repensar desde otro lugar y con otra mirada la
política como sitio de enunciación donde se pone
en juego el poder de la paradoja como forma, al
mismo tiempo iconoclasta y herética, que produce
una fractura en la hegemonía discursiva, pragmática
y real del estatuto de lo político en nuestra sociedad
y sobre todo pone en evidencia la torpezas, la
estrechez de mira y la falta de voluntad de sus
retóricas y sus discursos.
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En este contexto me gustaría terminar con una
provocación: quizá sería el momento de observar
qué está detrás de los discursos y sus retóricas a
la hora en que lo que pareciera estar en juego son
tres nociones distintas sobre el estatuto mismo de
lo político: la del PRI que construye su plataforma
desde una concepción tecnócrata y desarrollista a
partir de una espectacularización y simulación de
su discurso. (Basta con ver en encuadre en los spots
de Peña Nieto, sus corbatas siempre combinadas
y la vacuidad del significado de su slogan “me
comprometo y sabes que lo voy a cumplir”, que han
llegado a convertirse en guiñolescos después del
suceso de la Ibero). No así el discurso de Josefina
Vázquez Mota que en su inseguridad ha dado varios
bandazos: desde la apuesta por una campaña
basada en el género (Josefina diferente), hasta
una campaña de descalificación que dio entrada
al tercero excluido –López Obrador– a la hora de
mostrar su ineficacia después de seis años de la
llamada “guerra sucia” que ya no intimida a nadie,
hasta llegar al discurso de la inclusión del joven y
el futuro que mostró en su participación en la Ibero
y que ha intentado restituir la importancia de lo
femenino en la política en uno de sus múltiples
spots que intentan convencer al buen padre de
familia de que el voto por la mujer promete y
casi asegura el futuro de su hija… Perdón, nada
más machista y misógino que esa paternidad
que da permiso. Eso sin tomar en cuenta que su
discurso sobre la paz reproduce las formas más
reaccionarias de los procesos políticos que buscan
la reconciliación social evadiendo el problema de
la relación entre violencia, muerte social, la justicia
y los juicios políticos que son la única condición
que hace posible las transiciones democráticas
reales. Del otro lado el discurso de López Obrador
que ha crecido en credibilidad y que si bien puede
ser criticado desde las fobias poco objetivas de los
medios por populista, avejentado y bla, bla, bla…
algo que se ha visto a la distancia pareciera que
le da la razón: el hecho de construir no nada más
un programa de gobierno, no nada más formulas
gastadas de transiciones democráticas como las
de los gobiernos de coalición, sino un discurso
que redefine, no sin torpezas, las condiciones de
posibilidad del Estado y la política. Quizá aquí es
donde podamos encontrar la diferencia en la que
descansa la posibilidad de la política, aunque no
sin el riesgo de un desencanto, pero vale la pena
intentarlo.
Dejo para otro momento un análisis sobre la otra
reinvindicación del movimiento del Yo soy #131/132,
el que tiene que ver con el derecho a la información
y con las lógicas de diseminación de la estructura
paradójica de su enunciado y que sin duda
guarda una relación directa con la comunicación
en red y con la desestructuración constante del
sistema focalizado de toma de decisión propio del
asambleísmo… un problema por venir. Por ahora
basta con insistir en la potencia de este movimiento
que desborda los marcos de representación y
que en su modo de enunciarse abre la discusión
sobre la democracia más allá de los partidos, más
allá de los medios. Corrijo: habría que pensar que
el movimiento de estudiantes y universitarios se
coloca “más acá”, en el espacio del disenso como
la acción política misma donde se redefine el
espacio público (el político y el mediático). ¿La
institución del poder en México está capacitada
para generar la condición de representación de un
afecto instituyente que entiende la política como
fiesta que celebra el derecho a la expresión? ¿O
acaso tendremos que conformarnos con la tristeza
melancólica de nuestra ficción criolla que encarna
el mestizo?
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Manifiesto#Yo soy 132
#YoSoy132 es un movimiento de base
estudiantil que se articula a través de ocho
Principios Generales que permiten vincular y
regir la dirección y participación de todos los
comités y, a su vez, contribuir a la construcción
de la concientización ciudadana. De esta
manera, a la luz de los Derechos Humanos y
con base en los términos establecidos en el
artículo primero constitucional (http://info4.
juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/2.htm?s), se
enuncian a continuación los Principios que
rigen el movimiento:
1. Apartidista: La estructura y organización
del movimiento carece de cualquier tipo de
vínculo orgánico con partidos políticos.
2. Pacifista: Todas las manifestaciones,
protestas o acciones emanadas rechazan
cualquier tipo de violencia como recurso para
alcanzar sus objetivos.
3. Incluyente y plural: El movimiento busca la
inclusión de todos los individuos que, a pesar
de estar en cualquier zona del país, compartan
los principios que rigen la organización de
#YoSoy132. De esta manera, se busca reconocer
un vínculo de solidaridad y unidad de lucha, no
sólo con las personas que desean ser parte de
éste, sino con otros movimientos –sin que por
ello se afecte su autonomía–. Así,#YoSoy132
no hace distinciones ni prejuicios; no descarta
personas, sino argumentos.
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Manifiesto#Yo soy 132
4. Carácter político y social: Las acciones que
se generan dentro del movimiento deben estar
vinculadas con los asuntos políticos y públicos
del país. De esta manera, a través de la acción
política, se busca apelar a la construcción de
espacios para el diálogo, a la concientización
y trabajo conjunto de la ciudadanía y, en
principio, al desarrollo de los valores éticos en
la sociedad.
5. Autónomo y responsable: El movimiento
construye su autonomía a través de las
comisiones que lo integran y de las decisiones
que éstas toman a través del diálogo. En la
organización de éste, los integrantes asumen
una responsabilidad compartida y, a su vez,
reconocen y valoran los acuerdos internos
de las universidades que participan en el
movimiento. Lo anterior, como parte de la
expresión libre y democrática de cada una de
ellas.
6. Respeto a la libertad de expresión: Dentro
del movimiento se busca el tránsito horizontal
y transparente de la información, recurriendo
siempre al diálogo.
7. Compromiso en la construcción del país y la
transformación de su sociedad: Los estudiantes
que integran el movimiento buscan hacer
de sus conocimientos un arma para la
participación activa a favor de la sociedad y de
la vida pública.
8. Rechazo a la falsa democracia y las
imposiciones: El movimiento organiza sus
acciones en oposición a estos factores porque
considera, en principio, que corrompen
la construcción de la democracia y de la
ciudadanía.
Con estas directrices, #YoSoy132 reconoce
que es parte de una comunidad que la
antecede y determina; por lo que busca
orientar las habilidades de sus integrantes
a la conformación de acciones que permitan
contribuir a la sociedad y, a su vez, generar las
bases para la transformación del país mediante
la convicción, concientización, construcción y
ejecución de propuestas viables y conformadas
de manera interdisciplinaria.
#YoSoy132 sabe que no debe menospreciar
el conocimiento, la experiencia u opiniones
de terceras personas y, por el contrario,
entiende que es importante construir un
imperativo moral y una voluntad colectiva que
tenga la capacidad de transformar. Reconoce
que no existen diferencias esenciales entre
los individuos, sino desigualdades en
oportunidades, condiciones y circunstancias
que como movimiento buscará subsanar.
Es por todo lo anterior que el movimiento
#YoSoy132 busca construir lazos de solidaridad
y respeto con la ciudadanía; a través de los
cuales sea posible articular un plan de acción
para la transformación.
Por una democracia auténtica, ¡Yo Soy 132!
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Manifiesto. Arte por la izquierda
Nos proponemos llevar a cabo una multitud de
acciones artísticas y estéticas que intervengan
el espacio público, atacando así, las políticas
de representación y simulación democrática
orquestadas por el poder político y mediático.
Basta con materializar en público el disgusto
que nos produce vivir bajo el engaño
generalizado.
Hace tiempo apagamos la tele, y las cosas
tampoco mejoraron. Nos proponemos hacer lo
que nos caracteriza: hacer política a través de
otros medios. Alguien debe recordarnos que la
presidencia no lo es todo.
“Pare, mire, escuche.
No se desintegre”.
Julio 2012
Hay un fraude que parece elección.
La agitación que recorre México nos llevó a
tomar posición pública: Como la trepidación
no cederá, es imprescindible que nos
manifestemos.
Arteporlaizquierda.org es la plataforma donde
agentes del campo artístico convergemos para
intervenir en el momento de movilización
que vive el país. No nos interesa definirnos.
Tampoco afiliarnos. En cambio sí irrumpir en lo
público. El arte para hacer política no necesita
de lo político: por eso salimos a la calle.
Ha llegado el momento de reírnos de una
historia patria que va de los penachos a los
copetes y del cine a la telenovela. Apostamos
por la producción crítica contra el simulacro y
el presidencialismo resucitado.
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Acción Sopriana, Arte por la izquierda, 2012. Foto Enrique Ježik
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Acción Sopriana, Arte por la izquierda, 2012. Foto: Diego Mier y Terán
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Fotografía: Natalia Molina
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Las Organizaciones de la Sociedad Civil implican una nueva forma de gobernanza que trasciende la política partidista. La proliferación de este tipo de organizaciones agrupadas alrededor de “temas” o agendas específicos por los que abogan en el erosionado y putrefacto campo político e institucional, hace evidente la brecha que existe entre la (obsoleta) ideología que supuestamente representa cada partido y los temas por los que abogan estas entidades.* Comité Invisible Jaltenco Extraído del blog del Comité Invisible Jaltenco activo desde el 2012: http://comiteinvisiblejaltenco.blogspot.mx/
Manifestaciones y Organizaciones de la Sociedad CIvil: ¿De las redes a la calle?
En los últimos meses, mientras más se acercaron
las elecciones, más proliferaron manifestaciones
organizadas de la Sociedad Civil abogando por
temas como: elecciones limpias, una nueva ética
civil, voto “útil”, derechos humanos, transparencia
en los medios de comunicación, etc. Todas tienen
en común demandar una “democracia verdadera”,
y que tener como medio principal las tecnologías
de la información y comunicación, las cuales
instrumentalizan buscando retar las actuales
configuraciones de poder para crear alternativas
por medio de la interlocución con los poderes.(1) La
Sociedad Civil es una parte de la sociedad que no se
encuentra activa en el ámbito de la política formal, y
las Organizaciones de la Sociedad Civil son redes de
ciudadanos trabajando en temas específicos desde
(1)Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) aparecieron en México en los años 80 y pertenecen a los ámbitos de derechos humanos, desarrollo social, democracia, género y ecología. Tienen elementos en común con las Organizaciones No Gubernamentales. Un ejemplo de OSC en México activa desde hace más de 20 años es LaNeta S.C. Creada en 1991, es una organización civil que provee servicios de comunicación electrónica para organismos no gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro. Uno de sus propósitos es servir de enlace entre ONGs nacionales con las de la comunidad global para compartir información de las experiencias de las ONGs. Comunicación electrónica como herramienta para fortalecer los vínculos y el trabajo de las organizaciones e individuos que “están dando pasos para cambiar al mundo”.
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artículos, información, etc. En otras palabras, la
“democracia de las redes” trasciende la esclerosada
política partidista. Y sin embargo, ¿cuáles son las
implicaciones de hacer política en red?
Un antecedente a estas Organizaciones o
manifestaciones de la Sociedad Civil es el elitista
Grupo de San Ángel surgido el 9 de junio de 1994
por iniciativa de Demetrio Sodi de la Tijera, Carlos
Fuentes, Enrique González Pedrero y Jorge G.
Castañeda. Estos personajes invitaron a 66 personas
dedicadas a la política y a la cultura y academia para
firmar el texto titulado “La hora de la democracia”,
en el cual abogaron por la garantía de la legalidad y
transparencia de las elecciones de ese año y por una
agenda de “modernización democrática”, acceso
libre a los medios de comunicación y “transmisión
de programas de análisis político en horario triple
A”. Entre los miembros estaban: Teodoro Césarman,
Alfredo del Mazo, Amaila García, Gabino Fraga,
Federico Reyes Heroles, Adolfo Aguilar Zinser, Javier
Livas, Manuel Camacho, Lorenzo Meyer, Ricardo
García Sainz, Joel Ortega, Tatiana Clouthier, Vicente
Fox y Elba Esther Gordillo.
Ejemplos de manifestaciones u organizaciones
de la Sociedad Civil que han surgido últimamente
son: los “Intelectuales por Julian Assange”,
firmado, entre otros, por: Gabriel Orozco, Lorenzo
Meyer, Elena Poniatowska, Vicente Rojo, Hugo
Gutiérrez. Hay otro grupo que el 27 de Marzo de
2012 publicó un desplegado titulado “Preguntas
cuyas respuestas podrían transformar a México”,
firmado por intelectuales como Héctor Aguilar
Camín y Jorge Castañeda; ex ministros como Pedro
Aspe, Guillermo Ortiz y Fernando Gómez Mont;
académicos como Rolando Cordera, Ana Laura
Magaloni y Juan Pardinas; artistas como Gael García
Bernal y Rafael Cauduro; empresarios como Manuel
Arango, Alejandro Ramírez, etc. Está también “El
los campos social y civil. Estas organizaciones tienen
el propósito de crear espacios de diálogo entre los
ciudadanos y el gobierno, buscando fortalecer la
“democracia participativa”. A manera distinta de
las ONGs que dan servicios específicos a grupos
populares, las Organizaciones de la Sociedad Civil
son parte del espacio público y se manifiestan a
partir de temas específicos proponiendo políticas
para buscar el bien común. Las Organizaciones
de la Sociedad Civil implican una nueva forma de
gobernanza que trasciende la política partidista.
La proliferación de este tipo de organizaciones
agrupadas alrededor de “temas” o agendas
específicos por los que abogan en el erosionado
y putrefacto campo político e institucional, hace
evidente la brecha que existe entre la (obsoleta)
ideología que supuestamente representa cada
partido y los temas por los que abogan estas
entidades –que reflejan el actual estado de las cosas–,
reemplazando la representatividad y la legitimidad
partidista con nuevos valores. La proliferación
de manifestaciones organizadas de la Sociedad
Civil en México –que no son necesariamente
Organizaciones formales todavía–, se convirtió en
los últimos meses en un suplemento del campo del
espectáculo electoral: por un lado, la Sociedad Civil
se hizo visible a sí misma con marchas, desplegados,
portavoces, blogs, comentarios, páginas web,
manifiestos, grupos en las redes sociales, firmantes,
intercambio de opiniones, noticias, videos,
la “democracia de las redes” trasciende la esclerosada política partidista. y sin
embargo, ¿cuáles son las implicaciones de hacer
política en red?
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Grupo de los Cien”, una plataforma fundada en
1985 por Homero Aridjis conformada por cien
personalidades nacionales, la cual esta vez, apoyada
por el escritor francés y premio Nobel Jean-Marie G.
Le Clézio, abogó en un desplegado a finales de junio
de 2012 por “elecciones inmaculadas”.
Dos de los movimientos que abordan la cuestión de la
violencia en México (que ya están institucionalizados
y operan Organizaciones de la Sociedad Civil) son:
“Nuestra aparente rendición” y “Movimiento por la
paz”. En el campo discursivo mediático en México,
“la violencia” es un significante que engloba
situaciones heterogéneas: desde la militarización
del país, la corrupción extra-gubernamental, los
femicidios y la violación de los derechos humanos,
todas las instancias de “violencia” son fruto de la erosión del imperio de la ley y la violación sistemática de los derechos
humanos en el contexto del conflicto armado que fue creado por la guerra contra el narcotráfico.
hasta secuestros, extorsiones, crimen organizado,
desapariciones, etc. Todas las instancias de
“violencia” son fruto de la erosión del imperio de
la ley y la violación sistemática de los derechos
humanos en el contexto del conflicto armado que
fue creado por la guerra contra el narcotráfico.
Bajo el gobierno de Felipe Calderón, el modelo
de guerra contra las drogas fue institucionalizado
bajo pretexto de seguridad nacional. La violencia
que esta guerra causó ha llevado a las instituciones
nacionales a plantear un falso dilema que le sirve
de base a su estrategia de contención de la crisis
social que actualmente se vive en el país: ¿Proteger
los derechos humanos o garantizar la seguridad de
los ciudadanos? En otras palabras, la estrategia de
Calderón implica atacar la inseguridad con medidas
represivas que precisamente violan los derechos
humanos, reaccionando a los síntomas en vez de
dirigirse a las causas, en un momento en el que el
verdadero problema es la pérdida de soberanía del
Estado en ciertas áreas del país. Discutiblemente,
uno de los problemas de las Organizaciones de
la Sociedad Civil centradas en la violencia es que
plantean una subjetividad de ciudadanos-víctimas
reclamando sus derechos y restitución. El primer
grupo, “Nuestra aparente rendición”, es una iniciativa
de escritores, periodistas y productores culturales
que se reunieron para crear un foro de discusión,
que es también una plataforma de publicación,
discusión y denuncia de la violencia en México. El
“Movimiento por la paz con Justicia y Dignidad”,
liderado por el poeta Javier Sicilia tiene un aspecto
más activo y militante, habiendo organizado varias
marchas para pedirle justicia al Estado y “jalarle las
orejas” a los gobernantes. Trascendiendo la lógica
de la venganza, la noción de justicia que plantean
implica lograrla sin violencia, despersonalizando a
los responsables y transfiriéndole el saldo al Estado.
Sin embargo, es evidente que el crimen organizado
no es algo distinto a las instituciones nacionales
sino algo inherente a ellas. Uno de los “logros” del
“Movimiento por la paz” fue constitucionalizar el
estatus del ciudadano-víctima a través de la paliativa
“Ley general de víctimas”. Promulgada por Calderón
en abril de 2012, tiene el objetivo de darle justicia y
atención a quienes hayan sufrido la violación de sus
derechos. La ley ordena la reparación integral del
daño y que el Estado responda por ello por medio
del “Sistema Nacional de Atención a Víctimas” y
tiene el propósito de “rescatar la memoria, identidad
y dignidad de las víctimas y familiares; investigar
quiénes son los responsables y ver que se les
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detenga, juzgue y sancione; combatir la impunidad”.
Para redimir un poco a las víctimas del Holocausto
de Calderón, se creó además un registro nacional de
víctimas y se estableció el derecho de los afectados
de conocer la verdad de lo que les sucedió.(2)
“Arte por la izquierda” es un comunicado firmado
por el gremio de trabajadores de la industria
de la cultura. Convocados por su tlatoani más
colosal, respondieron al llamado para firmar una
declaración “a favor de la izquierda” y promover
el “voto útil”. Según su manifiesto, la plataforma
de izquierda representa al gremio de la cultura
porque implica “el avance de derechos civiles,
reproductivos y sociales”. La demanda considera,
además, que los temas de la política cultural son
secundarios ante la actual situación de urgencia.
Sin embargo, esta convocatoria se traduce a una
izquierda dudosa y travestida olvidadiza de la
política económica que ha venido a devastar al
país desde los 90. Y no nos sorprende, ya que este
gremio lleva dos sexenios gozando de los beneficios
de la neoliberalización (mercantilización) de la
cultura. Auto-censurándose, artistas, curadores,
funcionarios de museos, productores culturales,
arquitectos, diseñadores, críticos de arte, han sido
recipientes de cantidades de fondos sin precedentes
de manos de la iniciativa privada y gubernamental
para hacer proyectos, simposios, estudios en el
extranjero, festivales, catálogos, exposiciones,
etc., convirtiéndose en los portavoces de la élite
corporativa que conforma la oligarquía en el poder.
Esta “izquierda” no es más dudosa que la izquierda
estratégicamente moderada de López Obrador:
populista, nacionalista y conservadora moralmente,
demarcada de la izquierda progresista del resto de
América Latina, cuya política económica se disfraza
con la ambigüedad de su eslogan: “No habrá ni
monopolios ni privatizaciones”. Al contrario de lo que
defiende el grupo “Arte por la izquierda” y distinto a
la izquierda complaciente de AMLO, la izquierda no
implica únicamente la defensa de derechos civiles,
reproductivos y sociales, sino la lucha por el bien
común, una mejor redistribución de la riqueza, el
bienestar para todos, solidaridad, cooperativismo,
autonomía alimentaria bajo el régimen del
“comunismo”. Es luchar por la organización
igualitaria de la sociedad. Hay que tomar en cuenta
(2) En julio de 2012 Calderón propuso modificar la Ley General de Víctimas para clarificar la cuestión de la subsidiariedad, para asegurarse de que el primer responsable de la reparación del daño a las víctimas será el delincuente. Sólo cuando el delincuente no pueda reparar el daño, se encargará el Estado de hacerlo, para cobrárselo al delincuente. Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/07/05/politica/016n1pol.
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que hoy en día, la izquierda representa un mito
político, el de la idea consensual de que el éxito de
la izquierda en las elecciones creará para la acción
política circunstancias más favorables que el poder
tradicional de derecha. Si bien los gobernadores de
izquierda que ha tenido el DF han tenido resultados
espectaculares, la izquierda no sólo nacional sino
global, encara la necesidad de inventar una política
emancipatoria capaz de hacerle frente al mundo en
su situación actual.
Está también el manifiesto “(r)Evolución sin violencia:
una nueva ética civil”, al cual se suscribieron
productores culturales como Juan Villoro, Arnoldo
Kraus, Leonardo Da Jandra, Yoshua Okón y Daniel
Giménez Cacho. Este manifiesto promulga una
nueva “ética civil” con el propósito de dar directrices
“para restaurar el pacto civil e ideas para restaurar
la buena convivencia”, poniendo en marcha
“acciones civiles afectivas transinstitucionales”,
buscando una nueva moralidad como ciudadanos.
Ideológicamente correcto, busca trascender las
instituciones, argumentando que el bien común
se opone al mercado, propone plantear a la
especulación financiera como problema público,
y apunta a una lucha más allá del voto y limitar
y regular las grandes riquezas. El manifiesto da
muestras de un tipo de rebelión pasiva contra el
régimen: denunciar, boicotear a los monopolios y a
tiendas que sean dañinos para la economía nacional
y el medioambiente. Dibuja una moderada rebelión
ciudadana que incluye boicotear al gobierno, ocupar
calles, casetas, dependencias, comprometerse a
ejecutar actos de patriotismo anti-corporativo.
Esperamos que se materialice y se intensifique este
llamado rebelde lo antes posible en las calles.
El movimiento de estudiantes “YoSoy#132” reclamó
desde su inicio la transparencia de la información
y denunció la colusión del poder mediático con el
político y su injerencia en las elecciones de 2012
(colusión emblematizada por la unión entre Peña
Nieto y la actriz de telenovelas Angélica Rivera). El
movimiento demandó además, que la gente tuviera
acceso a una elección informada y organizó marchas,
mítines, asambleas para imaginar el México del
mañana y redactar un pliego de demandas. Los
jóvenes exigieron que el segundo debate de los
candidatos se transmitiera en cadena nacional y
organizó un tercer debate alternativo transmitido
en Internet en el que se hicieron las preguntas
que enviaron participantes del movimiento en la
red. Fue sintomático que Peña Nieto no se hubiera
presentado al debate organizado por “YoSoy#132”,
y que el resultado de las elecciones hubiera sido
previsto por varios comentaristas como Jorge G.
Castañeda, Jesús Silva-Herzog Márquez, Isabel
Turrent, quienes en un artículo de opinión tras otro,
aconsejaron a los jóvenes aceptar resignadamente
el inevitable resultado de las elecciones. Que
hubiera ganado Peña Nieto las elecciones con un
fraude masivo comprando votos implica el amargo
fracaso y tal vez la iniciación de los jóvenes en
los procesos políticos, su reality check. El haber
enfocado su lucha al campo de la comunicación fue
acertado y apunta a la importancia de los medios
de comunicación en la política –Emilio Azcárraga (el
Tigre) desde hace décadas se proclamó “soldado del
PRI”. Su movimiento, sin embargo, ha tenido grandes
huecos: el problema principal fue que decidieron
tenerle fe a las instituciones del país y al exigirles
meramente que operaran “como se debe”, han sido
incapaces de envisionar su quebrantamiento o de
proponer acciones mediáticas alternativas. Hay una
gran tradición de tactical media desde los años 60
influenciada por los Situacionistas. Los tactical media
privilegian intervenciones en la esfera mediática
para crear outlets alternativos, ya sea permanentes o
efímeros, para criticar el orden político y económico
por medio de la apropiación y transformación
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crítica. Por ejemplo, los experimentos con la contra-
información bajo la Italia de Berlusconi, en la que el
90% de los medios era manejado por el gobierno.
En este sentido, a los miembros de “YoSoy#132”
definitivamente les faltó tiempo y creatividad. Otro
de sus problemas fue que no buscaron defender
la libertad de expresión y la información con un
modelo de la base hacia arriba (grass roots) –lo cual
implicaría trabajar de manera horizontal, más que
enfocar las demandas hacia arriba– sino exigiendo
directamente transparencia al poder, sin ver que
ésta exigencia por su propia naturaleza cae en
un abismo sordo. Dos de las muchas preguntas
que les quedan por explorar para difundir sus
respuestas pedagógicamente son: ¿Cómo moldea
el imaginario social la televisión? ¿Cómo abrir
espacios cerrados? La información y la tecnología
de la información son factores importantes en
el proceso de subjetivación, resonando con la
memoria y la inteligencia social, con nuestras
sensibilidades y afectos. ¿Cómo contrarrestar los
efectos de la mentalidad televisa que prevalece en
las clases bajas el país, y la mentalidad SONY, FOX,
AXE, Universal, HBO, etc., que prevalece en las clases
media y alta? Assange, por ejemplo, no cree en la
utopía de la pseudo-radicalidad de la apertura de
los medios ni en su transparencia, sino en violar
las reglas para revelar secretos, ya que según él,
“por el momento tenemos una carencia severa de
información proveniente de organizaciones que
guardan secretos y que tienen un papel clave para
moldear cómo evoluciona la civilización y la manera
en la que todos nosotros vivimos”. El desafío actual
del movimiento “YoSoy#132” es retar los resultados
de las elecciones de formas más creativas que las
marchas pacíficas (boicots, huelgas, ocupaciones
reales y no simbólicas, etc.) y crear vías alternativas
de comunicación y difusión de la información, para
trascender al duopolio nacional de los medios.
Excepto por unas pocas que logran trascender la
red, institucionalizarse y materializarse en la calle,
las manifestaciones de la Sociedad Civil representan
la proliferación de opiniones y de tomas de
posición sin acción. La ola de movilizaciones,
demostraciones y acciones mediáticas que implican,
raramente trascienden las declaraciones éticas para
convertirse en procesos de autonomía social. Hay
que tomar en cuenta que la forma de operar en la
red de las manifestaciones de la Sociedad Civil se
basa en la presuposición del ideal habermasiano
de la comunicación: que es un sitio incluyente, de
diálogo recíproco y de libertad de expresión. Hoy
en día, la lógica de la red se ha convertido en el
modo normativo de organización de las relaciones
socio-políticas, ya que los principios centrales
de la democracia representativa –ciudadanía,
participación, igualdad, transparencia, libertad de
expresión, etc.– son fácilmente transplantables al
dominio de las redes. Parte de ello se deba tal vez a
que el actual régimen se basa más en la proliferación
de parloteo, la irrelevancia de la opinión y el discurso,
que en la represión, desacuerdo o en forzar el silencio.
Aunque siguen habiendo instancias de censura y
de represión directa al pensamiento crítico, estas
son instancias marginales si las comparamos con la
sobrecarga informacional y el secuestro de atención
de la política en red. Otro de los problemas de las
Organizaciones de la Sociedad Civil es que tienden
a reducir la política a la democracia, restringiendo la
política a estar informado, a comunicarse y a enviar
mensajes.
la izquierda no sólo nacional sino global, encara la
necesidad de inventar una política emancipatoria capaz
de hacerle frente al mundo en su situación actual.
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Uno de los posibles logros de las manifestaciones
u Organizaciones de la Sociedad Civil es hacer
visible en el campo mediático temas de urgencia
que le son extrínsecos o hasta antagónicos a
la política parlamentarista. Sin embargo, las
Organizaciones de la Sociedad Civil no tienen la
capacidad de alcanzar los centros de poder reales
ni de ganar poder político. Habría que plantear la
utilización de las redes sociales como instrumento
de organización política como un problema general
la organización política, ya que las redes sociales lo
hacen demasiado fácil. Es por eso que la mayoría
de las manifestaciones de la Sociedad Civil no
trascienden, sino que cumplen la función de hacer
que sus participantes tengan la satisfacción de estar
“comprometidos políticamente”. Además está el
problema obvio de exclusión de aquellos quienes
no tienen acceso a las redes, y que los temas por
los que abogan los movimientos de la sociedad
civil están enraizados en cuestiones de clase y por
lo tanto reflejan el interés por defender un estilo de
vida determinado. Por ejemplo: la clase media y alta
demandan un estilo de vida “seguro” vestidos de
blanco.
Finalmente, con las manifestaciones de la Sociedad
Civil prevalece el acto de comunicación sobre un
entendimiento de la política como una “lucha” en
la calle. Hay que tomar en cuenta también que la
forma actual de Capitalismo está sumergido en
las redes de comunicación. Actualmente, la fuente
principal de plusvalía son actividades que generan
flujos semióticos, por medio de la difusión semiótica
de mercancías y bienes. Es decir, el conocimiento,
las habilidades cognitivas son la fuente principal de
riqueza. La red es, por lo tanto, un sitio democrático
Tel Aviv, junio de 2012
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y al tiempo, la base del capitalismo. Sin irnos muy
lejos, toda la información intercambiada por las
manifestaciones de la Sociedad Civil en red, pasa
por las redes del magnate Carlos Slim, dueño del
monopolio de la informa-comunicación en contra
de los intereses democráticos y de bienestar del
país.
Los miembros de las manifestaciones y
Organizaciones de la Sociedad Civil, al contrario
que las muchedumbres partícipes en otras
manifestaciones recientes –llámeseles “explosiones
espontáneas de violencia” en las banlieues francesas
y londinenses, en Egipto, Siria, Libia, Palestina–
tienen todo que perder ya que vienen de clases
privilegiadas. Es por esta razón, por ejemplo, que la
lucha inicial del movimiento “YoSoy#132” se basó en
impugnar la forma de operación de las instituciones
pero dejándolas intactas, y que iniciaban cada mitin
entonando el himno nacional. Al impugnar el actual
resultado de las elecciones, ¿se podría dar el lujo
de llevar al país al caos que reinó en el México de
las primeras décadas del siglo XX? ¿Iniciarán los
estudiantes de clase media una tercera revolución?
Es necesario considerar que las subjetividades
creadas por las Organizaciones de la Sociedad Civil
que mencionamos arriba no son ni las de “activistas”
ni de “militantes” sino las de “víctimas”, “estudiantes
de clase media-alta por la transparencia de los
medios y por elecciones justas”, “artistas conscientes”,
Volante encontrado en la ciudad de Oaxaca, junio de 2012
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“escritores y periodistas comprometidos”, etc., y que
contrastan con las subjetividades de los que no
tienen nada que perder, quienes son sujetos de la
represión (Tepito, julio 2012, Atenco, 2006, etc.) y
los que vendieron su voto al PRI por una despensa.
¿Qué significante podría trascender y unir a todos
los movimientos, y a partir de qué subjetividad? ¿A
partir de qué bases se podrían crear nuevas formas
de ciudadanía radical?
El fraudulento triunfo del PRI demostró el fracaso de
las organizaciones que redujeron lo político a votar
estratégicamente; ya vimos que votar por uno o por
otro da lo mismo. Votar es lo único que nos pide el
Estado y al hacerlo, participamos en la ceremonia
de validación de las podridas instituciones del país.
Si algún movimiento, en cambio, hubiera luchado
por controlar la organización de las elecciones, por
hacerlas parte misma del movimiento, las cosas
hubieran sido muy diferentes. De acuerdo con Alain
Badiou, los miembros de un movimiento político
real no tienen más que tres relaciones posibles con
las elecciones: impedir que tengan lugar, si es el
viejo poder que las organiza; cancelarlas en cuanto
sea posible, si es el viejo poder el que las organiza;
organizarlas, si el viejo poder está por fin fuera del
estado y sin posibilidades de hacerlas.
Finalmente, tomando en cuenta la actual
dominación de la comunicación en la política, se
hace evidente que la política no se basa ni en la
representación ni en distritos electorales sino en
la presentación y mediatización de las ideas. La
consecuencia es que la política de hoy en día se
ha transformado en cuestión de epistemología y
de formas de expresión como técnicas para hacer
inteligible un “tema” determinado. Los temas
adquieren relevancia y resonancia de acuerdo
con su capacidad de hacerse visibles en el campo
socio-político y mediático y con su poder de afectar
emocionalmente a los receptores, por ejemplo con
miedo, inseguridad, indignación, enojo. Reflejando
la actual ideología neoliberal e intereses de clase, las
agendas temáticas se han reducido a temas como:
reconocimiento, derechos culturales, restitución,
tolerancia, respeto, seguridad, medio ambiente,
justicia ante la violencia, transparencia mediática
y electoral, etc. Más paliativos que pro-activos, y
mientras más se enfocan al campo de la emoción,
están más desconectados de los conflictos sociales,
Protestantes de palestinos en Bil’in fotografiados por un Baded Olilty para The Guardian, junio 2012
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alejándose de los procesos reales. Así se hace
más fácil darle la espalda a la calle y contemplar
los acontecimientos desde lejos, mientras que
proliferan los espectadores-visitantes y las encuestas
de opinión-comentarios. Lo que necesitamos son
lugares y sitios discursivos para construir formas
radicales de ciudadanía que abarquen a todos, que
provoquen el deseo de actuar, de solidarizarse y
de buscar el bien común. Y empezar a boicotear,
ocupar, deslegitimizar, desnormalizar, formulando
demandas en sintonía con la crisis económica
global y política, lo que implica que las instituciones
dejaron de funcionar hace mucho. Para ser eficientes,
se necesitará adoptar técnicas eficientes para
rearticular un espacio público antagónico, desde
un lugar de oposición y desafío, trascendiendo
el espacio público antagónico articulado por la
democracia liberal. Luchando por imaginar un
mundo opuesto al mundo en el que vivimos ahora,
emaciado y empobrecido por el asalto corporativo
a la comunidad y a la imaginación, considerando
que nosotros no somos los que tenemos el poder
de coerción, sino sólo el de persuasión.
FUENTES
• Julian Assange, debate con Slavoj Zizek y Amy
Goodman el 5 de julio de 2011 en Londres.
Disponible en red: http://www.democracynow.org/
blog/2011/7/5/watch_full_video_of_wikileaks_
julian_assange_philosopher_slavoj_iek_with_
amy_goodman.
• Alain Badiou, Sarkozy pire que prévu: les autres
prévoire le pire (Paris: Nouvelles Éditions Lignes,
2012).
• Andrea Becerril y Víctor Balinas, “Ley general de
víctimas” La Jornada, 26 de abril de 2012, disponible
en red: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/26/
politica/007n1pol.
• Franco Berardi (Bifo), After the Future (Oakland and
Ediborough: AK Press, 2011).
• Laura Carlsen, “Human Rights or Security? Mexico’s
False Dilemma” Counterpunch(Abril 20-22, 2012)
Disponible en red: http://www.counterpunch.
org/2012/04/20/mexicos-false-dilemma/
• Jodi Dean, Jon W. Anderson and Geert Lovink,
“Introduction: The Postdemocratic Governmentality
of Networked Societies” Reformatting Politics:
Information Technology and Global Civil Society
(London: Routledge, 2006).
• FUSDA Fundación por la Socialdemocracia de las
Américas, A.C.: “Las Organizaciones de la Sociedad
Civil” (Abril-junio 2009). Disponible en red: http://
www.fusda.org/Revista16/Revista16-LASORGANIZ
ACIONESDELASOCIEDADCIVIL.pdf.
• Sergio González Rodríguez, The Femicide Machine
(New York: Semiotext(e), 2012).
• Kubitschko, S (2012) “Critical media studies in
times of communicative capitalism: an interview
with Jodi Dean”, PLATFORM: Journal of Media and
Communication 4(1) (June): 39-44. ISSN: 1836-
5132 Online © Creative Commons Attribution-
Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Australia
licence.
• Jo Tuckman “Mexican Media Scandal: Secretive
Televisa Unit Promoted PRI Candidate”, The Guardian,
26 de junio 2012. Disponible en red: http://www.
guardian.co.uk/world/2012/jun/26/mexican-
media-scandal-televisa-pri-nieto.
• Paul Virilio, The Administration of Fear (New York:
Semiotext(e), 2011).
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Fotografía: Natalia Molina
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Fotografías: Natalia Molina
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1 de Diciembre
Fotografía: @earoche | Lado B
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La batalla de Bellas Artes, entre pañuelos, vidros rotos y un sax*Ernesto Aroche & Mely Arellano | Lado B:
A las 10 de la mañana del sábado 1 de
diciembre, mientras dentro del Congreso de la
Unión esperaban la llega de Enrique Peña Nieto
y afuera Carlos Valdivia era herido de gravedad
en los enfrentamientos entre manifestantes y
granaderos, miles de pañuelos ondeaban a lo
largo de la Avenida Juárez, frente a la Alameda.
Corría un airecito fresco, el sol todavía no
pegaba de ese lado y los pocos transeúntes,
algunos con café en mano, se detenían a
leer las historias de las víctimas, muertas o
desaparecidas, de la violencia del sexenio
recién concluido de Felipe Calderón: pañuelos
bordados a mano por familiares, amigos y
ciudadanos organizados en los diferentes
grupos del colectivo Bordados por la Paz.
Había gente de Monterrey, Guadalajara,
Puebla, DF y de Córdoba, Argentina. Frente al
hemiciclo a Juárez, a la sombra de una carpa,
algunas personas –entre ellas una señora que
horas antes se presentó contando el caso de
su hijo desaparecido- ya bordaban. Otras lo
hacían en las bancas que hay a lo largo de esa
calle.
La avenida Juárez estaba cerrada y la primera
marcha todavía un poco amodorrada, con
banderas perredistas, ya había pasado hacia el
zócalo.
Más tarde pasó otra marcha, o quizás era la
misma tratando de definir rumbo porque se
detuvieron unos 20 o 30 minutos y reiniciaron
sus pasos poco antes de las once pero en
sentido contrario, hacia el Monumento a la
Revolución. Hacia allá se dirigió una hora
después un tercer contingente mucho más
numeroso –llegó a abarcar las cinco calles de
Bellas Artes y la Alameda- y más organizado,
lanzando consignas contra Peña Nieto.
inicia la batalla
Pasadas las 12 del día, cuando el nuevo
presidente daba su primer mensaje a la nación,
el caos llegó a Bellas Artes antecedido de una
* Ernesto Aroche. Director, reportero y editor de LAdo B. 1974, Atlixco, Puebla. Egresado de Periodismo, de la UNAM. Ha trabajado en Síntesis Puebla, La Jornada de Oriente, El Columnista y Milenio Puebla. Colaborador de emequis, animalpolítico, MVS Noticias, Revista Obras de Grupo Expansión. Ex becario Prende. Es Coordinador de No Ficción. Fundador de Lado B.http://ladobe.com.mx/directorio/[email protected] | @earoche
Mely Arellano. Reportera y editora.1 977, Guadalajara, Jalisco. Egresada de LLH – FFyL, de la BUAP. Ha trabajado en Síntesis Puebla, La Jornada de Oriente, Revista ambiance y El Columnista. Fue becaria del Programa Prende, de la Ibero; y de la FNPI. Fundadora de Lado [email protected] | @melyarel
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asfalto y alguno que otro escudo de plástico
de los granaderos.
Los transeúntes y los bordadores, que metros
atrás habían montado su memorial ciudadano
por los muertos, ya se habían refugiado:
algunas personas se metieron al patio de la
Secretaría de Relaciones Exteriores, otras a los
negocios aledaños, otras sólo se replegaron a
las paredes o corrieron en dirección contraria.
Las puertas y rejas fueron cerradas. Los sonidos
de la batalla campal llegaban nítidos hasta ahí.
Nadie sabía con certeza, entre los refugiados,
qué estaba pasando y el saberse encerrados
aumentaba los nervios. Una chica alta y bonita
lloraba. Muchos hacían llamadas o mandaban
mensajes de texto o vía Twitter.
Un joven vestido de negro comenzó a cortar
los “tendederos” de pañuelos, causando la
inmediata protesta del grupo de bordadores
que estaba en el patio de Relaciones Exteriores
y que no podía salir; también esas rejas habían
sido cerradas. Dos o tres jóvenes soltaron los
tubos que llevaban en las manos y ayudaron
a levantar los pañuelos para pasarlos entre las
rejas, donde fueron resguardados. Una mujer
pasó también una botella de agua “para que
mojen pañuelos y puedan respirar si echan
gases”. Los gases, afortunadamente, nunca
llegaron.
En la zona de la refriega lo que ya había para
ese momento eran algunas columnas de
humo producto de la quema de plástico a la
altura de la barricada de rejas y el olor de los
líquidos inflamables de las bombas molotov.
Por varios minutos la policía sólo se contuvo
extraña calma que se quebró con el sonido de
los petardos y la prisa de los vendedores de
comida que suelen flanquear a las marchas
para hacer su agosto.
Una decena de jóvenes pasó corriendo con los
rostros cubiertos, algunos con palos o tubos
en las manos. Gritaban algo incomprensible.
La gente comenzó a buscar un lugar para
resguardarse.
Metros más adelante, en la esquina de la calle
López y la Avenida Juárez la batalla había
comenzando. Grupos de jovenes esbozados
instalaban una barricada con las rejas
tubulares que originalmente rodeaban a la
Alameda central y azuzaban a una compañía
de granaderos de la policía capitalina que
impedía el ingreso al zócalo de la ciudad.
Al concluir el acto protocolario en la Cámara
de Diputados y al no lograr romper el cerco
que se montó en torno al palacio legislativo,
los dos grupos de manifestantes, los pacíficos
encabezados por el grupo Más de 131 de la
Universidad Iberoamericana, y los radicales
que llegaron armados con tubos, palos y
bombas molotov, comenzaron el éxodo hacia
el centro de la ciudad sólo para hallarse con
los accesos cerrados.
Y mientras Peña Nieto desglosaba sus primeras
13 metas de gobierno frente al palacio de
Bellas Artes, comenzó el intercambio de
metralla hechiza, de un lado salían tubos,
piedras y cuanto objeto pudiera ser lanzado
al alcance de la mano, del otro los mismos
proyectiles eran regresados. Sonaban algunos
petardos y estallaban las primeras bombas
molotov incendiando momentáneamente el
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en formación “tortuga”, ideada por el ejército
romano para proteger pequeñas formaciones.
Uno de los policía que intentó apagar un
fuego fue jalado por los jóvenes embozados,
su osadía lo metió de lleno a una lluvia de
patadas y golpes justo a un costado del Vips de
la esquina de López y avenida Juárez, de la que
fue rescatado por otros manifestantes quienes
le permitieron el escape para que se refugiara
en las oficinas de la Subprocuraduría de la PGR
que se encuentra a unos pasos de esa esquina.
Destrozan el Wings
Al lanzar su primer embestida la policía logró
hacer retroceder a los anarquistas junto con
sus banderas rojinegras y demás rijosos hasta
la altura del edificio de Relaciones Exteriores
donde se habían resguardado los bordadores.
Ahí se levantó una nueva barricada y los
manifestantes aprovecharon para proveerse
de pertrechos arrancados del restaurante
Wings, que se ubica a un costado del edificio
de la SRE, sillas y mesas serían ocupadas para
preparar fogatas y como armas arrojadizas.
En twitter se hablaba de detenidos, heridos,
más enfrentamientos en la Alameda y la
acción de grupos de choque. Por las calles de
Dolores e Independencia pasaban granaderos
y patrullas que llegaban a la refriega, un
helicóptero sobrevolaba la zona.
Del Bancomer que está en la esquina de
Juárez y Dolores salía humo. Las rejas del
estacionamiento del edificio de la SRE que da
a Independencia también estaban cerradas.
Nadie podía entrar ni salir.
Fue hasta cerca de la una y media cuando al
fin abrieron el estacionamiento. La batalla se
había desplazado calles más abajo y había
comenzado la detención de manifestantes
quienes fueron golpeados brutalmente como
dan cuenta algunos videos que circulan por las
redes sociales.
Pasada las dos de la tarde la zona comenzó
a recuperar su ritmo habitual. Y aunque se
mantendría un grupo de granaderos en el
cruce del Eje Central y avenida Juárez, e incluso
se producirían algunos jaloneos e intercambio
de mentadas y hasta de patadas calles abajo,
los comerciantes informales ya montaban su
oferta de piratería.
Una niña caminaba de la mano de su papá,
una pareja de ancianos miraba el menú de una
fonda, un muchacho repartía volantes. Sólo las
sirenas de las patrullas rompían cada tantos
minutos la aparente tranquilidad de lo que
ya para ese momento parecía ser un sábado
cualquiera en el Distrito Federal.
Los pañuelos recuperados de Bordados por
la Paz, revueltos, sucios y algunos incluso
manchados de sangre, fueron acomodados por
el grupo de Puebla y de Argentina en el lobby
del hotel Marlowe, a media calle.
Cerca de las cinco de la tarde y pese a las
huellas de los enfrentamientos –vidrios rotos,
restos de objetos quemados, vallas encimadas,
semáforos rotos, un par de bancas a media
calle- la gente paseaba por la Alameda y Bellas
Artes tomando fotos de las pintas como si
fueron atractivos turísticos, mientras un joven
tocaba en el saxofón Somewhere over the
rainbow y la tarde del primer día del nuevo
sexenio llegaba tristemente a su fin.
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Fotografía: @earoche | Lado B
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Fotografía: @earoche | Lado B
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El primer día del nuevo sexenio en San Lázaro
Una frase cierra la crónica que Carlos Acuña
escribió para la revista emeequis, una frase
que recupera un graffiti que fue dejado
como saldo de la violenta jornada que se
vivió el pasado sábado en el Distrito Federal:
“Sobre los muros del Hotel Hiltón, también
destrozados, la cara de Peña Nieto ha sido
grafiteada junto a una pinta que intenta
resumir todo lo ocurrido en el día: “¿Te gustó
tu bienvenida?””
http : / /w w w.m-x .com.mx/2012-12-01/te -
gusto-tu-bienvenida-una-cronica-del-dia-
en-que-pena-nieto-tomo-posesion/
San Lázaro
* Fotografo por casualidad, un día por curiosidad, tomó una cámara fotográfica que encontró en su casa y lo demás vino después.Ha trabajado en diversos periódicos como Síntesis, La Opinion, El Sol de Puebla y como freelance para diarios locales en Puebla y agencias como Notimex, Associated Press.Pablo cree en la fotografía como una creación visual y a la vez un documento en el cual se expresan por medio de símbolos linguísticos las situaciones que uno percibe.
*Pablo Spencer
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Fotografía: Pablo Spencer
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Fotografía: Pablo Spencer
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Insurgencia y emergencia ante el fraude electoral
Guerrilla. Una perspectiva electoral a través de sus comunicadosCompilación del Centro de Documentación de los Movimientos Armados
Fotografías: Archivo/Pedro Valtierra/Cuartoscuro
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Guerrilla. El nuevo escenarioSin la fuerza social ni la capacidad de “manipulación política desde las sombras” que se le atribuye, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) parece encontrarse en un momento de suma expectativa frente a la coyuntura, puntualmente a la definición del conflicto poselectoral, a los caminos abiertos por nuevos actores político-sociales, como así también a las próximas definiciones que el nuevo ejecutivo federal asuma respecto a la guerra contra el narco.
*Jorge Lofredo
Publicado en El Sur Acapulco, 17 de Agosto de 2012, pág. 23. www.suracapulco.mx
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Sin la fuerza social ni la capacidad de “manipulación
política desde las sombras” que se le atribuye,
el Ejército Popular Revolucionario (EPR) parece
encontrarse en un momento de suma expectativa
frente a la coyuntura, puntualmente a la definición
del conflicto poselectoral, a los caminos abiertos
por nuevos actores político-sociales, como así
también a las próximas definiciones que el nuevo
ejecutivo federal asuma respecto a la guerra contra
el narco.
Así, pues, la pregunta se vuelve actual y
extensiva: ¿cómo se disponen las organizaciones
clandestinas mexicanas contemporáneas ante los
escenarios que se presentan? Si bien la búsqueda
de legitimidad para su causa es una constante de
las organizaciones políticas, en el caso puntual de
organizaciones clandestinas, como el EPR, pudo
observarse el tránsito en este proceso con mayor
nitidez desde 2007, incluida la campaña político-
militar que incluyó los sabotajes a los ductos
de Pemex, y el reclamo por sus desaparecidos,
que incluye la convocatoria a una Comisión de
Mediación, que aún continúa en labores.
Una primera mirada al asunto muestra que este
proceso de legitimación que ha encarado circula
en forma paralela con la de deslegitimación propia
del sistema; situación que se produce por factores
inherentes al mismo, antes que externos o por la
amenaza de fuerzas divergentes, centrípetas o
disolventes. Las denuncias de fraude que el grupo
ha realizado, no parten necesariamente de un
conocimiento profundo y ni aportan datos duros
que la sostengan, sino que apela a una estrategia:
su consumación no resulta fundamental para su
visión, sino que incide directamente entre los
sectores que se encuentran convencidos de que
ha sido posible; y, lo más importante, que es un
tema que es considerado como probable para
otro sector más amplio de mexicanos. La línea que
separa a los convencidos de quienes sostienen que
la elección no ha sido justa es tan delgada como
difusa.
Los vicios de la “vieja política” no fueron
exorcizados y tampoco hay una profundización
democrática, sino una restauración/regresión
autoritaria: esta es una segunda visión de la misma
cuestión, que abreva antes que otra cosa en un
fundamento ideológico. A partir de aquí, continúa
enfatizando en que ello ocurre porque el sistema
no funciona ni resuelve problemas cotidianos;
y no sólo ello sino que, además, exacerba los
conflictos. Basado en una vieja máxima radical
(“gane quien gane, siempre es el pueblo el que
pierde”), cualquier indicio que apunte a un cambio,
más no sea mínimo de la realidad, será saludado
por el EPR sin que ello signifique apoyo o sostén.
Por el contrario, de una lectura de los textos del
grupo se desprenden críticas tanto al candidato
del Movimiento Progresista como al Movimiento
#YoSoy132. Y ello resulta así pues el eperrismo
apunta a que las contradicciones que cimientan
el Estado Mexicano se agudicen hasta el punto
que se vuelvan excluyentes. “Si hay imposición
habrá revolución” es una consigna que el EPR no
los vicios de la “vieja política” no fueron exorcizados
y tampoco hay una profundización democrática,
sino una restauración/regresión autoritaria: esta
es una segunda visión de la misma cuestión, que abreva
antes que otra cosa en un fundamento ideológico.
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especificará la denominación de cada grupo que
la integra. Este enjuague de la identidad individual
de cada integrante abre nuevos interrogantes:
¿se trata sólo de un argumento semántico?,
¿será para reacomodar a nuevos integrantes o la
posible salida de grupos que antes integraban
la Coordinadora?, o ¿tan sólo un movimiento de
secrecía pero con valor táctico (específicamente
de seguridad) hacia su interior? Como fuese, una
denominación distinta en tiempos distintos puede
resultar atractiva para mancomunar esfuerzos para
hacer frente a la nueva etapa que se avecina.
¿Cuáles son las perspectivas a futuro, o al menos a
corto y mediano plazo? El final de la administración
panista e inicio de otra distinta, sea cual fuese su
signo, abre la posibilidad de un debate político
de largo aliento (democratización, papel de los
medios masivos de comunicación, guerra contra
el narcotráfico, Derechos Humanos, etc.) del cual
las organizaciones clandestinas, seguramente, no
se ausentarán. Los tiempos, las formas y el cómo
intervendrán, forma parte de otra discusión.
puede eludir ni sobre la cual dejará de expedirse,
pero el concepto “revolución” es inequívoco y
exclusivo de su ideología y accionar. La revolución
será socialista, tal como sostienen, o no será. La
fuerza del 132 es antes simbólica que concreta y
sirve para aunar y enlistar los sectores sociales
disconformes con el sistema político. Conocedores
sobre la asimetría de fuerzas respecto al Estado
Mexicano, la Revolución hoy no es propiedad de
ningún sector en particular, sino de la unidad de
fuerzas heterogéneas (unidad en la diversidad);
pero la única definición de revolución válida que el
EPR posee es la que plantea y no otra.
Más allá del caso puntual del EPR, es bien sabido
que ni la unidad de todas las fuerzas hoy en la
clandestinidad alcanzaría para hacer frente al
Estado; de hecho, en distintos textos emitidos, las
propias organizaciones clandestinas convocan a
la unidad de fuerzas revolucionarias, nacionales
y sociales, sin que refieran con exclusividad a las
clandestinas armadas. En parte por esta situación,
y tras un largo manto de silencio interrumpido
por ocasionales escritos, puede entenderse que la
Coordinación Revolucionaria Libertad (conjunción
de Tendencia Democrática Revolucionaria y otros
grupos) ha dado a conocer que, en adelante, no
Es bien sabido que ni la unidad de todas las fuerzas hoy en la clandestinidad alcanzaría para hacer frente al Estado
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Fotografías: José Carlo González
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ComunicadosPartido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular RevolucionarioAL PUEBLO DE MÉXICO
A TODAS LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNA-
MENTALES DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMA-
NOS NACIONALES E INTERNACIONALES
A TODAS LAS ORGANIZACIONES POPULARES,
POLÍTICAS Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
En el presente proceso electoral se ha visto y
se ha demostrado no sólo la posibilidad de un
fraude, existen evidencias concretas de que éste
está montado y diseñado para burlar la voluntad
popular y tratar de imponer por el mecanismo que
sea al candidato de la oligarquía. Solamente los
defensores del sistema son quienes niegan esta
pretensión autoritaria.
La mafia institucional, pregoneros y personeros del
régimen neoliberal se rasgan las vestiduras para
defender las instituciones que desde sus cimientos
están lacradas y carcomidas por la corrupción
y la descomposición generalizada, negando
cínicamente la instrumentación de las medidas
que están encausadas a burlar una vez más la
voluntad popular.
Quienes niegan con impertinencia las medidas
fraudulentas que están en curso, se curan en salud
al negarlas insistentemente, con el único propósito
de legitimar anticipadamente los resultados de
un proceso electoral amañado que desde los
medios de comunicación quieren presentar como
concurrido y civilizatorio, negando o descartando
por medio de voces oficiosas todo acto de
inconformidad.
Las medidas que anuncian la instrumentación
del fraude electoral en marcha es a través de la
dictadura de opinión, donde los monopolios de la
comunicación apuntalan la campaña del candidato
que se pretende imponer como presidente de
la República, destacando supuestas bondades,
capacidades, carismas y ventajas electorales que
28 de Junio de 2012
Agradecemos el apoyo de Jorge Lofredo y del Centro de Estudios de los Movimientos Armados CEDEMA en la aportación de los comunicados guerrilleros, mismos que también pueden ser revisados on-line junto con algunos otros en: http://www.cedema.org
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en realidad ocultan el autoritarismo que se profesa;
a la vez levantan polvareda con la campaña de
desprestigio hacia quienes consideran un peligro
para México por el sólo hecho de plantear la
renovación de la República y acabar con los
privilegios de la mafia política.
Campañas de desprestigio que en santa cruzada
han levantado la derecha, la ultraderecha, los
poderes fácticos, los conservadores y los dueños
del capital con el único propósito de preservar sus
intereses y privilegios de minoría rapaz.
El otro aspecto del fraude negado anticipada
y desesperadamente es el voto corporativo,
coaccionando a millones de trabajadores
sindicalizados a votar por un candidato designado
por las cúpulas empresariales, el charrismo sindical
es el instrumento que obliga por miedo de perder
el empleo a votar por el candidato que abandera el
grupo Atlacomulco.
Esto explica el río de dinero oculto con el que se
está apuntalando al candidato de la oligarquía.
Quedando al descubierto, por lo burdo y descarado,
los acuerdos truculentos que significan un gran
negocio mercantil, la venta y promoción de una
imagen mediática, la realización de encuestas
a modo para construir punteros electorales
para manipular la percepción y opinión pública.
Ninguna encuesta por muy metodológica que sea
puede sustituir la voluntad popular.
Cómo no señalar que el fraude electoral esté ya
instrumentado cuando las instituciones del Estado
por todos los medios están tratando de legitimar
un proceso que está viciado de origen, parte de esa
legitimización es imponer autoritariamente que se
acepte por anticipado el triunfo de un candidato
independientemente de los resultados en las
urnas. Se trata de poner de rodillas a la voluntad
popular.
El IFE lejos de ser una institución imparcial es el
instrumento político que está legitimando una
jornada electoral antes de, anticipadamente
está dando un veredicto que sólo beneficia al
candidato del duopolio televisivo, por el papel que
está desempeñando, el IFE constituye una lápida
sobre la voluntad popular.
Por enésima ocasión denunciamos y condenamos
el derroche obsceno de recursos económicos
en los procesos electorales, porque constituye
una ofensa para un pueblo que tiene más de 80
millones de mexicanos en la pobreza, de los cuales
40 están en la profunda miseria; un atentado a la
dignidad humana para comprar votos, cooptar
conciencias con baratijas y basura que presentan
como accesorios y recuerdos electorales, todo
dentro de la lógica mercantil.
El actual proceso electoral para muchos mexicanos
es uno de los últimos alientos y espacios muy
acotados para logar el cambio social en el país por
vías pacíficas, sin embargo, el régimen neoliberal
y sus instituciones están completamente
deslegitimadas, lo cual constituye un reflejo del
repudio popular hacia el actual gobierno, las
instituciones y los individuos que las representan.
Este hecho explica por sí solo la existencia del
abstencionismo político y de la lucha armada
revolucionaria.
El régimen neoliberal y sus políticas han conducido
al país a la quiebra económica, a la descomposición
política y social, a un baño de sangre y a una
larga noche de terror que no termina. Para los
politicastros y el puñado de oligarcas que tienen
secuestrado al país lo que menos les importa es
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la voluntad popular, sino los acuerdos cupulares,
por tanto para ellos, lo que más interesa es que
los políticos de oficio y los gobernantes en turno
funcionen como una junta administrativa que
garantice la continuidad de sus negocios.
Si los neoliberales han llevado al país al desastre
económico, político y social, a la violencia
institucional contra el pueblo, una pregunta
que debe estar presente en los que aún creen
en el proceso electoral y en consecuencia en
la democracia burguesa: ¿Será políticamente
moral seguir votando por los neoliberales?, ¿será
políticamente adecuado votar por aquellos que son
responsables de la masacre del pueblo?, ¿alguien
puede estar política y moralmente tranquilo de
votar por aquellos que han conducido al país a la
pobreza, miseria y violencia de Estado contra el
pueblo?
A un pueblo no se le puede negar de manera
leguleya la decisión de asumir la resistencia
combativa para la defensa de la voluntad popular;
un pueblo que permite su subyugación siempre
será explotado y oprimido; un pueblo que
pone una y otra vez la mejilla será eternamente
masacrado; un pueblo que no asume de manera
unitaria su lucha en un solo esfuerzo anti opresor
su emancipación será una utopía irrealizable; en
un país donde no se respeta la voluntad popular
no hay soberanía popular y por tanto no se puede
hablar de democracia, tampoco de instituciones
que defender. Que este proceso electoral concluya
con la condena y la repulsa popular cerrando el
paso a los neoliberales, y si la voluntad popular
es usurpada es legítimo recurrir a la resistencia
popular.
¡NI UN SOLO VOTO A LOS NEOLIBERALES!, ¡NI UN
SOLO VOTO A LOS ASESINOS DEL PUEBLO!, que las
mujeres y hombres progresistas, las conciencias
críticas contra el sistema y las conciencias políticas
que asumen el abstencionismo como forma de
lucha confluyan en un solo torrente de lucha
anticapitalista.
Este 28 de junio se cumple un año más de la masacre
de Aguas Blancas; un año más de impunidad donde
los responsables materiales e intelectuales siguen
gozando de impunidad; un año más donde las
víctimas siguen sin justicia y se les revictimiza. Un
año más de la irrupción pública que hizo nuestro
Ejército Popular Revolucionario, por tanto, un año
más de lucha revolucionaria, de compromiso con
el pueblo en la lucha contra la iniquidad social; un
año más de lucha al lado y con el pueblo contra el
régimen neoliberal y sus políticas que conducen a
la barbarie y a la ignominia donde el hombre se
denigra y se devora a sí mismo.
Ni el hambre, ni el terror de Estado, ni las balas
asesinas de los cuerpos represivos podrán minar
la decisión de organizar la voluntad popular de
combatir.
¡NI UN SOLO VOTO A LOS NEOLIBERALES!
¡NI UN SOLO VOTO A LOS ASESINOS DEL PUEBLO!
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS
LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS
POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAÍS!
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CRIMINALES DE ESTADO!
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¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
Comité Central del Partido Democrático Popular
Revolucionario (PDPR)/Comandancia General del
Ejército Popular Revolucionario (CG-EPR)
23 de Julio de 2012
AL PUEBLO DE MÉXICO
A TODAS LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMEN-
TALES DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS NA-
CIONALES E INTERNACIONALES
A TODAS LAS ORGANIZACIONES POPULARES, POLÍ-
TICAS Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
La designación oligárquica se consumó de facto al
declarar prematuramente triunfador a Enrique Peña
Nieto por medio del duopolio de los medios de co-
municación –Televisa y Tv-azteca–, dando un golpe
de comunicación y un albazo a todo el sistema elec-
toral, incluido la marioneta que funge como secre-
tario presidente del IFE, maniobra ilegal a la que se
sumaron el ilegítimo Felipe Calderón, el fascista de
Gabriel Quadri, la ultraderechista Josefina Vázquez
Mota. Operación reforzada desde el Pentágono en
una clara acción injerencista para tratar de imponer
por todos los medios un arbitrario triunfo del PRI.
Triunfo, que aún en los sectores populares que fue-
ron objeto de coacción, amenaza, corruptora acción
clientelar, no se cree, ni desea que llegue a los Pinos
el representante del grupo Atlacomulco-Televisa
por represivo y nefasto. El “haiga como haiga sido”
del fraude e imposición de 2006 se vuelve a repetir.
Un espurio en funciones entrega el poder a un im-
puesto tecnócrata neoliberal.
A como se van desenvolviendo los acontecimien-
tos en la trama político-jurídico-burocrática del
IFE, TRIFE y TEPJF integrada por representantes de
intereses oligárquicos y de políticos de oficio. Pro-
ceso electoral manejado desde el poder político y
económico, es inevitable impedir la imposición del
convenio mercantil entre los grupos Atlacomulco y
el siniestro duopolio, sólo mediante las vías jurídicas
y la movilización civil pacífica.
Ellos han pasado, una vez más, por encima de la vo-
luntad popular y de todo el sistema electoral mexi-
cano. Desde las mismas instituciones y poderes fác-
ticos movieron los hilos a su antojo para manipular
el libre derecho a sufragar antes del mismo 1 de
julio, adoptando cifras, comentarios omnipotentes
a manera de grilletes para cerrar el gran ultraje a la
sociedad que votó, continuaron esa dinámica de
abuso de las instituciones y medios de comunica-
ción para favorecer abiertamente a EPN hasta el fi-
nal de la contienda de los corrompidos y arbitrarios
procesos electorales mexicanos.
En la contienda electoral por la disputa del poder
Ejecutivo federal en la que sin guardar las aparien-
cias, televisa avasalló el derecho de la libre elección
con natural rabia y perversidad en sus medios elec-
trónicos e impresos al intensificar la manipulación
de la realidad con la pretensión de imponer su ver-
dad como absoluta persiguiendo mediante esta
forma de presión y coacción conducir voluntades
al método fascista, motivados por una ambición
insaciable y mezquinos intereses vinculados a crear
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fortunas inmorales a costa del erario público. Ahí
fueron a parar los ríos de dinero de origen bien ex-
plicable que apuntalaron la campaña del PRI.
Proceso electoral inconcluso oficialmente hasta
ahora, pero ni eso deteniendo la embestida a la po-
blación por medio de dinero, coerción y el bombar-
deo mediático del duopolio televisivo con un único
objetivo: la imposición de quien manifestó ser el
mejor administrador y defensor de sus intereses, he-
cho alevoso y perverso que facilita la imposición por
el grado de despolitización y el mar de miseria que
existe en el país, porque hay parias que por hambre
prefieren comer un día pollo y vivir un sexenio de
mendicidad.
Probado quedó una vez más que en México rige un
estado de derecho oligárquico, por lo consiguiente
desde la ley suprema, los tres órdenes de gobierno y
los tres poderes de la unión, política y jurídicamente
están anulados ante los intereses de las altas esferas
de la oligarquía que en complicidad con los grupos
de politicastros de oficio hace valer sus designa-
ciones cuantas veces lo requieran sus particulares
necesidades, en esa pugna interna por el poder
político y económico violentan el derecho al libre
ejercicio al sufragio, se burla la voluntad popular, se
cometen ofensivos fraudes, imposiciones espurias
y autoritarias; del mismo modo, se explota, reprime
y oprime políticamente a los sectores populares; se
persigue, encarcela, condena, tortura, asesina y des-
parece a críticos del sistema, disidentes y luchadores
sociales, ejerciendo con ello puntualmente la Ley y
administración de la justicia en cabal apego a la in-
terpretación y ejecución que el estado de derecho
oligárquico imperante y sus corifeos requieren: fun-
cionar para mantener en el poder a la burguesía, pre-
servar al sistema capitalista y al régimen neoliberal.
Por tanto, al exigir respeto y apego al estado de
derecho actual, por los diferentes sectores agravia-
dos se pasa por alto su esencia y razón de ser, oli-
gárquico, no puede la oligarquía aplicar leyes que
amenacen su propia existencia. Estado de derecho,
avalado por la mayoría de políticos de oficio cuya
actitud servil que un día es opositor y a la mañana
siguiente está con quien era su acérrimo enemigo;
de quien en el pasado fue detractor irreconciliable
del sistema de priistas y panistas, hoy por el “bien
del país” dan la razón a los intereses oligárquicos y
los poderes fácticos, aluden al igual que oligarcas
apegarse al estado de derecho y con cinismo exige
se apliquen las “leyes” a los inconformes.
En conclusión, las pasadas elecciones en México no
fueron ni farsa ni simulación, ni el fraude “clásico” y
burdo de los panistas, lo que estamos viendo es la
clara imposición de un candidato, con el estilo auto-
ritarismo priista de antaño en abierta complicidad
con el poder económico oligárquico, que todo lo
tienen sometido bajo el valor del capital. Ilustrativas
resultaron para entender que se tratan de eleccio-
nes en el marco de la democracia burguesa, en un
país capitalista subdesarrollado y dependiente del
imperialismo norteamericano que se hunde en la
descomposición y la corrupción sistémica y galo-
pante, en la que los intereses que prevalecen son los
de la oligarquía financiera por encima de la volun-
tad popular, el concepto democracia sólo les es útil
para legitimar su poder, adornar su discursos dema-
gógicos y ejercer la represión.
Por lo cual independientemente y a pesar del curso
de las impugnaciones y demanda de invalidación
de la elección para ocupar la presidencia de la Re-
pública, la gran cantidad de pruebas fehacientes
que son parte de la imposición, serán minimizadas
y diluidas entre el duopolio televisivo y el área jurí-
dica del sistema electoral mediante conclusiones le-
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Fotografía cortesía de CEDEMA
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guleyas, sentencias ambiguas y parciales. Ante esto,
no podemos permanecer apáticos, desmovilizados,
no debemos mediatizar el descontento por temores
a romper la inexistente estabilidad social, ni mucho
menos caer en la vileza de pactar y legitimar una
imposición descarada por los grupos de poder eco-
nómico y político de un personaje antipopular y re-
presivo como es Peña Nieto.
A quienes siguen manteniendo la esperanza en la
lucha electoral a pesar de sus limitaciones y ser una
competencia desigual, que en este proceso electoral
los volvió a movilizar por alcanzar un cambio social
por ese medio, la exigencia del momento indica no
bajar la guardia, a no abrir la puerta a la frustración
y dirigir la indignación a la resistencia popular en to-
das sus expresiones desde donde nos encontremos.
Rompamos mediante la denuncia la movilización,
las acciones políticas de masas, la protesta civil pa-
cífica, el círculo pernicioso de la mal llamada demo-
cracia mexicana que sólo hace cambios, reformas,
Leyes, crea ineptas comisiones especiales, después
de haber cometido los más infames agravios con-
tra el pueblo como: fraudes, genocidios, cruentas
y generalizadas represiones, autoritarias imposi-
ciones, crímenes de lesa humanidad, es decir, una
vez ahogado el niño se tapa el pozo, sin embargo,
la crueldad de los hombres del poder dejan inten-
cionalmente una rendija abierta para volver hun-
dir y ahogar en el mismo pozo a quien se requiera.
Cambios y reformas que no son de buena voluntad
o por vocación democrática, es la aplicación de una
medida política conservadora de gobiernos autori-
tarios para mediatización y control del descontento
y lucha popular de la coyuntura.
La resistencia popular no es sinónimo de violencia
cuando se lucha por demandas legítimas. Violencia
es la que viene del Estado. La violencia institucional
neoliberal es el pan de cada día que hoy ha cobrado
cerca de 100 mil vidas en asesinatos extrajudiciales.
La violencia a diario viene desde las instituciones
del Estado que tanto defienden los políticos de ofi-
cio; violencia es condenar a millones de mexicanos
a vivir en la mendicidad, en la permanente exclu-
sión de sus derechos constitucionales y humanos;
violencia es condenar a millones de trabajadores
al desempleo y al subempleo; violencia es la que
viven los hombres del campo que son obligados
a la expatriación forzada por hambre; violencia es
el desplazamiento forzado de más de un millón de
ciudadanos que huyen de sus lugares de origen por
la violencia institucionalizada; violencia también es
comprar conciencias y voluntades por un mendru-
go de pan. ¡Qué cosa puede ser más violenta que en
un proceso electoral se imponga por designación
autoritaria a un representante de una minoría sobre
la voluntad de las mayorías!
No debe haber titubeos, debemos mantener los
esfuerzos de organización y movilización, para no
permitir que la ignorancia a la que han destinado
a nuestro pueblo siga siendo objeto de manipula-
ción, que la miseria humana y económica siga sien-
do administrada en función de los intereses oligár-
quicos. No culpemos a quienes vendieron su voto,
mejor redoblemos esfuerzos por politizar a esos
sectores para que comprendan que ante su mise-
ria que viven el gastar en un solo día 200, 500 o mil
pesos no cambiará su condición social, compren-
damos que no tienen conciencia política de clase
y sobre todo que han perdido su dignidad al ser el
sujeto social que recrea e inconscientemente avala
al rapaz neoliberalismo, porque en el fondo la ma-
yoría de políticos de oficio de los distintos partidos
políticos electorales beben de la fuente ideológica
de la burguesía y se reproduce consciente e incons-
cientemente las formas de gobernar y hacer política
al estilo burgués.
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Desde la realidad que viven los desposeídos y la ini-
quidad que priva en el país después del funesto pro-
ceso electoral no hay quebranto a ningún estado de
derecho cuando diferentes sectores y organizacio-
nes populares llaman a la movilización popular ante
la imposición descarada. La movilización popular
es un derecho constitucional, una necesidad políti-
ca. No podemos acotar por temores infundados el
desarrollo de las formas de lucha para defender los
intereses populares.
Son tiempos de organizar y generalizar la resisten-
cia popular en todas sus expresiones, combinando
creativamente todas las formas de lucha, denuncia,
movilización, acciones políticas de masas, incluida
la jurídica-política a nivel nacional e internacional.
Que cada quien desde su trinchera como punto de
partida impulsemos la dignidad y la resistencia, que
ésta sea combativa y creativa porque la lucha no
debe terminar con la emisión del sufragio, con el fa-
llo parcial del TRIFE y TEPJF y la imposición de Peña
Nieto. La lucha del pueblo contra la injusticia, por la
igualdad económica, social y política es permanente.
No debe existir temor en impulsar y generalizar las
acciones políticas de masas, que de todos modos
los estigmas y la criminalización de parte del Esta-
do y sus oficiosos voceros es inevitable, porque las
legítimas acciones del movimiento popular y la res-
puesta de linchamiento inquisitorial mediático del
duopolio televisivo se dará, y que ambas posicio-
nes políticas antagónicas forman parte de la lucha
de clases. Esta sociedad desde hace mucho tiempo
ya ha estado dividida entre quienes todo lo tienen
y quienes nada tenemos más que nuestras manos
para trabajar, la conciencia y dignidad. La lucha en-
tre las clases sociales es inevitable e irreconciliable,
¡aceptémoslo!, los paradigmas de las transiciones
“pacíficas y civiles” sólo se dan en la mente retorcida
de priistas, panistas e ideólogos del imperialismo y
la burguesía. Es una quimera que más de uno con
buenas intenciones desearía pero la realidad es in-
eludible. La tenemos ante nuestros ojos.
Una tarea para el conjunto del movimiento popu-
lar es superar la atomización y sectorialización del
movimiento popular e incluir como una demanda
nacional y única la denuncia y la resistencia contra
la imposición del representante del poder oligárqui-
co, desterrando con la unidad política y de acción
las contradicciones secundarias para privilegiar los
puntos de vista coincidentes: la lucha es contra el
capitalismo y el neoliberalismo. Defendamos con el
mismo dinamismo y compromiso la lucha contra la
imposición, al igual hay que movilizarnos contra la
represión, con fervor exigir la presentación de los
detenidos desaparecidos y la libertad de los presos
políticos y de conciencia del país.
La etapa actual exige a todos lograr caminar unidos
a pesar de las diferencias que hasta ahora nos han
separado, en función de los intereses populares. No
hay lugar para la desmovilización; la lucha electo-
ral no debe estar separada de la lucha popular, sólo
algunos personajes insisten en elitizarla para bene-
ficio de la desatinadamente autodenominada clase
política.
De igual manera debemos tener claridad de que
una cosa es la necesidad política de la resistencia
popular que es amplia, diversa, que incluye canali-
zar descontento e iniciativas de los sectores agravia-
dos e inconformes en una misma dirección, que en
esencia es la lucha contra el capitalismo, contra el
neoliberalismo, contra el estado de derecho oligár-
quico, contra los responsables de la miseria, la po-
breza, contra los criminales de Estado y la violencia
institucionalizada que ejercen quienes hoy deten-
tan el poder.
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Delimitar las diferentes expresiones de lucha a un
marco de derecho oligárquico y a las formas bur-
guesas de hacer política restringe y sofoca las exi-
gencias populares. La lucha pacífica sí, pero como
parte de la resistencia popular.
¡A MOVILIZARNOS TODOS CONTRA LA ARBITRARIE-
DAD OLIGÁRQUICA Y PODERES FÁCTICOS!
¡REPUDIO TOTAL A LA IMPOSICIÓN NEOLIBERAL!
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS
LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLÍ-
TICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAÍS!
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CRIMINALES DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
Comité Central del Partido Democrático Popular
Revolucionario (PDPR)/Comandancia General del
Ejército Popular Revolucionario (CG-EPR)
8 de septiembre de 2012
A LAS ORGANIZACIONES POPULARES, POLÍTICAS Y
REVOLUCIONARIAS
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MÉXICO Y
EL MUNDO
A LOS MEDIOS ALTERNATIVOS DE COMUNICACIÓN
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
Un capítulo más de la tragicomedia sexenal de
la democracia burguesa cerró con mezquino
final feliz: la legalización de un proceso electoral
corrupto y la imposición autoritaria oligárquica del
priista Enrique Peña Nieto.
Desenlace que transcurrió de acuerdo a lo
establecido por sus productores, guionistas
y coautores: la oligarquía, poderes fácticos y
politicastros de oficio de toda laya que ocupan
lugares en la configuración de la acomodaticia y
tramposa simetría política que insaciablemente
vive del erario público. Actores que representan
el capital financiero, administradores
gubernamentales en permanente pugna, cuyas
causas y motivos principales, de la mayoría que
lidian en este ámbito, es única y exclusivamente la
posesión del poder económico y político dentro de
una institucionalidad delimitada por un estado de
derecho prooligárquico.
El papel estelar en el cierre de esta representación:
usos-costumbres de la democracia burguesa, lo
desempeñaron los venales sujetos de toga que
integran el faccioso TEPJF que con huisachearas
formas se encargaron de “blanquear” un sucio
proceso electoral de cabo a rabo, que afanosamente
actuaron como defensores de Peña Nieto,
diluyendo pruebas con argumentos leguleyos
basados en la superficialidad y una retórica
hueca en un falso debate entre magistrados, del
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS
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cual surgió la sentencia que legaliza un hecho a
todas luces anticonstitucional. Así por ejemplo,
los magistrados invocan la ley electoral para
justificar que los excesos de gastos en campaña no
son causal de anulación de la elección, pero ¿de
dónde provienen esos gastos extras de millones
de pesos?, ¿qué alma caritativa los donó? Y, ¿por
qué el pueblo mexicano tendrá que pagar la multa
de 90 millones por esos excesos de los gastos de
campaña?
Magistrada y magistrados que sin excepción
actuaron por consigna, al mostrar parcialidad
al armar y concluir el proyecto de impugnación
de la elección, sometiendo de nueva cuenta la
autonomía del poder judicial a la voluntad de la
dictadura del capital. Resolución autoritaria que
no sorprendió, pues son vicisitudes permanentes
y continuas del funcionamiento de un sacrosanto
estado de derecho prooligárquico.
Los acontecimientos postcontienda electoral
del 1 de julio del 2012, comprueban como se
legalizó de forma mediática, política y jurídica la
imposición oligárquica-partidos burgueses, de
su administrador en turno Peña Nieto, por medio
de unas elecciones pactadas en las cúpulas de la
oligarquía y el gobierno estadounidense, mismos
que compraron tanto al elector marginado,
desposeído, hambriento, desempleado, excluido,
hasta las más altas autoridades del sistema
electoral y el poder judicial; claro que según el
sapo fue la pedrada o el cañonazo de millones de
pesos.
Han transcurrido más de ocho décadas que una
élite de la clase en el poder impone su hegemonía
política con diferentes formas de violencia en
su lucha política electoral, enmascarada con
falsas autodenominaciones, llámense: sistema
de partidos, transición democrática, democracia
participativa, democracia representativa,
democracia joven, evolución democrática, etc,
etc…, siendo sólo adjetivos o categorías de forma
y fachada para resolver de acuerdo a sus intereses
la coyuntura sociopolítica del momento basada
en el análisis gubernamental de la correlación
de fuerzas y agudización de la lucha de clases
prevaleciente.
Dicho desenlace exhibe que la esencia de la
democracia burguesa no ha cambiado ni un ápice.
El poder político y económico es sólo para posesión
y disfrute de un manojo de potentados de la clase
en el poder, burgueses conservadores, racistas,
reaccionarios, represivos y proimperialistas (PRI-
PAN) para los cuales el sistema electoral es sólo
el instrumento político y jurídico, para sostener y
legitimar sus formas de hacer política y gobernar,
pero sobre todo, para la preservación del sistema
capitalista.
La constitución general de la República, las
instituciones del Estado, y en este caso el sistema
electoral, nos dotan en letra en sendos legajos de una
valiosa cantidad de derechos económicos, sociales
y políticos como ciudadanos mexicanos. Derechos
que a diario se nos escamotean, niegan, corrompen
y manipulan, cometiendo graves violaciones a los
derechos humanos y constitucionales, verbigracia
el voto voluntario y libre, que paradójicamente es
asechado por presión y coacción con diferentes
grados y formas de violencia que ejerce el Estado
a los empadronados principalmente, transgresión
flagrante a los tan enaltecidos conceptos de voto
libre y voluntario.
El Estado es una máquina para aplastar a
oponentes…, sin embargo hay quienes
convenientemente o por consigna, omiten,
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disciernen, repudian, descalifican y hasta susto
les causa esta definición conceptual clásica, es
una realidad que eso es lo que ha hecho y seguirá
haciendo el Estado burgués mexicano: ejercer el
monopolio de la violencia contra sus oponentes,
disidentes, críticos y luchadores sociales, aunque
sea en la institucional, “pacífica” y limitada lucha
política electoral, la cual no es ajena al conjunto
del movimiento popular.
Las cúpulas de los partidos progresistas políticos
electorales de antemano saben cómo actúa el
Estado, que al asumir posiciones antineoliberales,
por lo pronto, el cargo del ejecutivo federal será
sólo para la derecha y ultraderecha, hasta que las
fuerzas progresistas que participan en la lucha
política electoral se liberen de la mediatización y
temores infundados. Ante esta cruda realidad sólo
existen dos vías para acceder a la presidencial por
parte de los oponentes del PRI-PAN, traicionar a su
discurso y plataforma de lucha o inevitablemente
tener que impulsar la resistencia popular que
abraza diferentes tácticas de lucha.
Por vía de los hechos, el sistema electoral
mexicano es de contenido y objetivos contra
insurgentes al pretender encerrar, manipular y
dirigir por medio de sus infiltrados el descontento
y lucha popular en la disputa de cargos públicos y
la lucha parlamentaria burguesa, con la finalidad
de controlar y eliminar el potencial revolucionario
que persiste en las masas populares del campo y
la ciudad.
Para finalizar, saludamos y proponemos de manera
respetuosa al conjunto del movimiento popular
movilizado en esta coyuntura política electoral en
México.
Al Frente Antiimposición; al Frente Parlamentario
Progresista; a las asociaciones civiles, populares,
a las asambleas estatales de ciudadanos, al
#yosoy132 y partidos políticos lectorales que
postularon AMLO:
1. Es necesario impulsar una política de alianzas
con todas las fuerzas populares antineoliberales y
anticapitalistas.
2. Combinar todas las formas de lucha que abarque
desde la parlamentaria a la resistencia popular;
coordinación entre la acción parlamentaria-civil
pacífica; resistencia popular; pasar de la denuncia
en los recintos parlamentarios, a la huelga de
pagos, a la denuncia nacional e internacional; a
la movilización de masas y de éstas a las acciones
políticas de masas.
3. Las demandas generales: I) Repudio a la
imposición de EPN; II) Exigir juicio político y jurídico
a Calderón, García Luna, Galván Galván y Saynez
Mendoza por crímenes de lesa humanidad; III)
Juicio político y penal para el presidente secretario
del IFE, así como a los magistrados del TEPJF por
incumplimiento de funciones, violación de la
constitución; IV) Presentación con vida de todos
los detenidos-desaparecidos por motivos políticos
y sociales del país; V) Rechazo a la reformas
neoliberales, llamadas estructurales; VI) Libertad
inmediata a los todos los presos políticos y de
conciencia del país; VII) Rechazo a la iniciativa de
ley calderonista en materia laboral; VIII) Respeto al
libre derecho de manifestación, expresión de ideas
y organización; IX) Exigir el regreso de los militares
y marinos a sus cuarteles; X) Fin del rezago agrario
y por un nuevo reparto agrario; XI) Abolir de las
pensiones a los expresidentes de la República, de
los excesivos sueldos de magistrados, presidentes
consejeros del IFE y magistrados; XII) Alto a la
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privatización de la atención a la salud, educación
y seguridad social; XIII) Alto a la criminalización de
la pobreza, por orientación sexual, por posiciones
políticas-ideológicas, por el derecho a la libre
reproducción, a las madres solteras; por origen
étnico y condición socioeconómica; por condición
migrante; XIV) Respeto al régimen ejidal y de bienes
comunales; respeto a las libertades políticas y
democráticas de todos los mexicanos; XV) Respeto
a la autonomía de los gobiernos locales (estatal-
municipal) con la institucionalización del mando
único que se convierte en un poder que sobrepasa
a las propias autoridades; XVI) Cese a las prácticas
contrainsurgentes de los programas asistenciales;
XVII) Educación gratuita, científica y popular; XVIII)
Atención integral de salud gratuita, suficiente y
eficiente; XIV) Alto al saqueo y destrucción de
recursos naturales del suelo y subsuelo por medio
de proyectos de “desarrollo” como la minería, las
presas, hidroeléctricas, gaseoductos, autopistas,
proyectos ecoturísticos por parte de empresarios
nacionales y extranjeros; XX) Convertir los recintos
parlamentarios en foros de denuncia y propuesta
populares…
4. Exigir respeto y defender la soberanía nacional
y popular.
Es fundamental que en las alianzas populares
prevalezca el respeto a la vida y dinámica interna de
cada organización, colectividad e individualidad,
como también respetar la forma de lucha que cada
quien desarrolle, que el punto de confluencia sea
luchar contra la burguesía y el capitalismo. ¡Viva la
Unidad Popular!
¡A MOVILIZARNOS TODOS CONTRA LA
ARBITRARIEDAD OLIGÁRQUICA Y PODERES
FÁCTICOS!
¡REPUDIO TOTAL A LA IMPOSICIÓN NEOLIBERAL!
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS
LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS
POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAÍS!
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CRIMINALES DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
Comité Central del Partido Democrático Popular
Revolucionario (PDPR)/Comandancia General del
Ejército Popular Revolucionario (CG-EPR)
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PORTAFOLIOS
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Por la ruta del sticker
La aparición clandestina de graffitis, esténciles, stickers y posters en la vía urbana de todas las ciudades del mundo es una de las manifestaciones de una lucha por la recuperación del espacio público como terreno de la expresión civil. En respuesta a la invasión de publicidad comercial, aparecen constantemente lenguajes y estéticas que dejan constancia de la presencia humana en la calle, cuyo carácter ilegal se funda en una normatividad que tiene su base en la propiedad y no en el diálogo público.
* Laura Hernández M.
* Profesora e Investigadora en el Departamento de Filosofía Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, sus temas de investigación se enfocan a la filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein, Lingüística, Literatura hispanoamericana, Estudios culturales e interdisciplinares y a lenguajes marginales. Entre sus publicaciones destacan: Publicaciones La formación de conceptos en el caló. Licolm, Munich, 2002. Violencia y Argot, Actas del IX Congreso Internacional de Antropología. Barcelona, 2002. La importancia de la filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein para la lingüística del nuevo milenio. Escritos, Universidad de Puebla, 2001.
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no en el diálogo público. No obstante, el rechazo
y la eliminación de estas expresiones muestra de
por sí un intercambio de lenguajes, por supuesto
disfuncional, en el que una de las partes ejerce una
violencia, fundada en la autoridad de la ley y en
defensa de un supuesto orden público, que tiene
como propósito impedir que el otro sea escuchado.
En virtud de que esta relación es desigual,
el lenguaje clandestino se caracteriza por su
irreverencia y sentido del humor. Los stickers
callejeros, en especial, ironizan el lenguaje icónico
de la publicidad que usa una imagen como logo
publicitario que sirve para identificar una firma
comercial anónima. Quien pega un sticker afirma
una identidad a través de símbolos de variado
tipo, que aluden a la heroicidad de personajes de
caricaturas o de personajes históricos, políticos o
artistas, pero también encontramos figuras como
pistolas o escusados que materializan conceptos
como la violencia y la inmoralidad. Abundan las
que tienen un claro sentido político, como la figura
de un copete cruzado que simboliza la oposición a
Enrique Peña Nieto. Otros pueden contener frases
que reiteran la economía expresiva del eslogan
comercial, pero que a diferencia de éste, no venden
nada: son sólo las huellas de una presencia que
busca la mirada activa del transeúnte y que por eso
no son slogans, sino que podríamos considerarlos
aforismos.
El lugar del no-lugar
De acuerdo con Marc Augé, los “no-lugares” son
la manifestación más clara de la transformación
de las ciudades. Es un concepto que se presenta
en oposición al de “lugar”, que Mauss propusiera
para localizar a la cultura en las coordenadas de
un espacio y un tiempo. Los “no-lugares”, dice
Augé: “son tanto las instalaciones necesarias para
(...) el lugar no es sólo un punto en la geometría del
mundo, sino una manera de ver el mundo, que apela a la memoria de una ciudad y de
sus habitantes.
“Sin embargo, el espectáculo no es identificable
a simple vista, ni siquiera combinado con el oído.
Es lo que escapa a la actividad de los hombres, a
la reconsideración y corrección de su obra. Es lo
opuesto al diálogo.”
Guy Debord
la ciudad ha muerto, viva la ciudad.
Es indiscutible que la ciudad, tal y como la habíamos
concebido hasta el siglo pasado, ha desaparecido.
La concepción política de la urbis como espacio
de encuentro de todos los miembros de la civitas,
esto es, como espacio republicano, ha perdido
sentido en un mundo dominado por el consumo.
Sin embargo, incluso en una época oscura como la
nuestra, la potencia espiritual de la cultura aparece
con fuerza, recuperando el sentido humano de la
calle como lugar de encuentro.
La aparición clandestina de graffitis, esténciles,
stickers y posters en la vía urbana de todas las
ciudades del mundo es una de las manifestaciones
de una lucha por la recuperación del espacio
público como terreno de la expresión civil. En
respuesta a la invasión de publicidad comercial,
aparecen constantemente lenguajes y estéticas
que dejan constancia de la presencia humana
en la calle, cuyo carácter ilegal se funda en una
normatividad que tiene su base en la propiedad y
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la circulación acelerada de personas y bienes
(vías rápidas, aeropuertos), como los medios
de transporte mismos o los grandes centros
comerciales, o también los campos de tránsito
prolongado donde se estacionan los refugiados
del planeta.” (1)
La noción de “lugar” se convierte así en un
concepto fundamental para abordar la cultura en
el espacio urbano contemporáneo; en el sentido
en que el lugar no es sólo un punto en la geometría
del mundo, sino una manera de ver el mundo,
que apela a la memoria de una ciudad y de sus
habitantes. El monumento histórico representaría
por antonomasia un “lugar de memoria”, tal y como
lo plantea Pierre Nora, pues asigna una narración
histórica a esa representación y lo incorpora al
paisaje de la urbis, como espacio de la res publica:
como un lugar de conmemoración. Sin embargo,
su carácter subversivo se deriva del hecho de que la revolución consiste en la
transformación estética de la vida personal en el marco de la vida comunitaria, puesto que más que cambiar el mundo,
lo que se busca es cambiar la manera de ver el mundo.
no sólo los lugares a los que le asigna el Estado
un significado político son “lugares”; en realidad,
toda representación simbólica que aparece en el
espacio público es sede de una expresión cívica,
que es el resultado de una práctica que se produce,
con sus propias reglas, dentro de esas coordenadas
espacio-temporales.
(1) Marc Augé. Los no-lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad, Gedisa, Barcelona, 2008, p. 41.
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En el caso de un sticker, podemos decir que su
aparición en el escenario marco del “no-lugar”,
como es la calle por donde circulan personas y
automóviles, permite la emergencia de un “lugar”,
porque va al encuentro de la mirada del transeúnte,
al que pretende decirle algo. Sin embargo, la
práctica no está legitimada por una normatividad,
lo que impide su asignación como “lugar” y la
expulsa al margen de la ilegalidad, desde donde
se presenta como un objeto estético efímero, pero
repetitivo y reiterativo, que existe gracias a su
insistencia.
la política de la visibilidad
Toda expresión callejera tiene un carácter político
en tanto es una estética que pone en cuestión el
régimen de visibilidad dominante. Su carácter
subversivo se deriva del hecho de que la revolución
consiste en la transformación estética de la vida
personal en el marco de la vida comunitaria, puesto
que más que cambiar el mundo, lo que se busca es
cambiar la manera de ver el mundo. Una concepción
de lo político que parte del situacionismo de Guy
Debord(2) y que es desarrollada después por
Jacques Rancière(3), particularmente, en un libro
reciente: El espectador emancipado.
la recuperación de la ciudad es una lucha política que exige abandonar un concepto policíaco de la política que garantiza la
domesticación de nuestra mirada.
La idea central es la siguiente: si el capitalismo ha
llegado a convertir la realidad en el espectáculo
de la realidad, y con ello nos ha impedido acceder
a la vida (a actuar en ella), convirtiéndonos en
meros espectadores; la emancipación consiste
en convertir el mirar en una forma de actuar, es
decir, habrá que producir imágenes que hablen
y palabras que imaginen. La acción de mirar
consistirá también en trazar mapas, topologías
de la disposición de los cuerpos dentro de ciertos
espacios, concibiendo lo político como la tensión
entre la jerarquización de los lugares que ejerce el
gobierno (la policía) y el conjunto de las prácticas
guiadas por el principio de igualdad de cualquiera
con cualquiera y su preocupación por verificarla (la
emancipación).
Esta tensión ya se ha descrito en la disfuncionalidad
lingüística que se caracteriza por ser antidialógica,
desde el lado de la policía; su contraparte es el
principio de igualdad que se apropia de la forma
del lenguaje dominante para generar nuevas
miradas, liberando esos espacios. La elección del
ícono se incorpora a un paisaje urbano dominado
por la información visual y una enorme economía
lingüística que más que hablar tartamudea slogans,
(2) Guy Debord. La sociedad del espectáculo, La Marca Editora, Buenos Aires, 2008.(3) Jacques Rancière. El espectador emancipado, Manantial, Buenos Aires, 2010.
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pero que corre en dirección inversa; puesto que se
desplaza desde el espectáculo hasta la vida, para
crear un nuevo régimen de visibilidad.
La aparición de stickers en señales de tránsito
confirma esta condición dialógica, entre el lenguaje
dominante y la reasignación de sentido, pero
además convierte a la señal de tránsito –que es
esencialmente antidialógica porque sólo transmite
instrucciones que deben ser obedecidas– en
un lugar que habla de la circunstancia de quien
habita la ciudad. Así, las figuras humanas de las
señales de tráfico se convierten en personas que
llevan consigo cosas o que tienen caras, dejando
de ser abstracciones de transeúntes. La señal
verde del semáforo peatonal, cubierta por un
sticker “anticopete”, que simboliza la oposición
al candidato del PRI para presidente, en la época
de las elecciones, es un buen ejemplo de la
construcción de un diálogo cívico en un contexto
político complejo en el que la publicidad electoral
domina la visión urbana.
La recuperación de la ciudad es una lucha política
que exige abandonar un concepto policíaco de la
política que garantiza la domesticación de nuestra
mirada. Habrá que diseñar nuevas bitácoras para
recorrer los viejos caminos que nos conduzcan a
grandes visiones en las que fulgure nuestra vida. Es
un buen comienzo seguir la ruta del sticker.
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Apariciones Said Dokins
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Este proyecto trata sobre la idea de visibilidad y
ocultamiento como operaciones que conectan el
ejercicio de la memoria y el olvido, busca establecer
una reflexión entre los mecanismos del terrorismo
de Estado con la desaparición forzada de personas
y la memoria social. Donde por un lado el Estado
intenta desaparecer, física y simbólicamente,
cualquier tipo de acción o imaginario contrario a la
hegemonía; cada desaparición es una borradura del
texto revolucionario y cada vez que la insurgencia
intenta nuevamente mantener la memoria del
movimiento y de todos los desaparecidos y
asesinados, es un acto de reinscripción, desde
la oscuridad, desde ese otro lado que siempre
aparece oculto ante los medios, como espectro
mismo de tensión entre ejercicio de poder de
Estado y resistencia dentro de la lucha de clases.
El aparecer de los nombres de los desaparecidos
como acto de reinscripción desde una poética
de representación espectral, es lo que atañe a
esta pieza, montaje que tensiona la memoria y el
olvido, la inscripción y la borradura, la aparición y
la oclusión. Así como la memoria y su fetichización.
La instalación consiste en la colocación de una
gran cantidad de tiras de plástico traslúcido, que
forman a su vez un espiral circular en forma de cono
invertido. En cada tira se inscriben los nombres
de desaparecidos políticos latinoamericanos en
caligrafía con tinta de seguridad (a la luz normal se
ve transparente pero se activa con luz negra).
La instalación lleva luz negra instalada mediante
un dimmer automático que prende y apaga
lentamente, cada 2 minutos, de este modo las
inscripciones aparecen cada vez que la luz negra se
intensifica y desaparecen cada vez que se apaga.
Así mismo se realizó una pieza de audio exporofeso,
con sonidos experimentales de viola, violonchelo y
voces, por parte del Ensamble Tropo.
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Apariciones 2012, Said Dokins. Instalación (montaje
escritural). Caligrafía en tinta de seguridad y control
lumínico uv. Casa de la memoria indómita.
Fotografía Leo Luna. Producción: Mark Scubd,
Leo Luna y Jhovani Milián. Sonorización: Víctor
Zaragoza & Ensamble tropo.
Said Emmanuel Dokins Milián México 1983.
Estudió Artes Visuales en la Escuela Nacional de
Artes Plásticas y algunos estudios de Filosofía en
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Autónoma de México. Su práctica se desarrolla
entre los terrenos de la producción del arte en
espacio público, la investigación y la gestión
cultural, así como prácticas de caligrafía, graffiti,
instalación, intervención y video arte.
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Obra negra Javier Santos
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“Y descubrió que el verdadero sentido del arte
no era crear objetos bellos. Era un método de
conocimiento, una forma de penetrar en el
mundo y encontrar el sitio que nos corresponde
en él, y cualquier cualidad estética que pudiera
tener un cuadro determinado no era más que un
subproducto casual de librar esa batalla, de entrar
en el corazón de las cosas. Procuró olvidar las reglas
que había aprendido, confiando en el paisaje
como en un socio, abandonando voluntariamente
sus intenciones y rindiéndose a los asaltos del azar,
de la espontaneidad, a la embestida de los detalles
brutales.” Paul Auster.
Obra negra es una intervención que se planeó
iniciar en la esquina de La Galería de Comercio, con
la intención de poder expandirse a varios puntos
de la ciudad, consiste en apropiarse y señalar la
disponibilidad de elementos que hay en la calle
hacia un aprovechamiento libre y espontáneo.
La idea se retoma de cuando uno sale a pasear
en bicicleta por la ciudad, al dejarla un momento
para realizar alguna otra actividad la encadenas
a un poste, barandal o cualquier cosa con la que
inconscientemente nos apropiamos en base a
nuestra necesidad de “seguridad”, en este caso
Javier Santos (Smek), originario del estado de Oaxaca, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Fue becario del FONCA en el Programa “Jóvenes Creadores”, además de contar en su trayectoria con diversas exposiciones individuales y colectivas. Actualmente trabaja y colabora en proyectos independientes de arte callejero con el colectivo ARTEJAGUAR, AKA 47 Crew, Taller “DEMOS” y “Proyecto DOSCARAS Sonido”, forma parte del equipo fundador de ESTACIÓN CERO (Laboratorio de arte urbano) en la ciudad de Oaxaca.
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se sujetó un conjunto de marcos de cemento,
acomodados estratégicamente con la intención
de provocar el hurto (robo) y darle la vuelta a
esa necesidad de seguridad al dejar los objetos a
disposición, aprovechamiento y gusto personal de
lo ajeno.
A pesar de las políticas del espacio público, se debe
asumir como un lugar donde existe posibilidad de
activar la resistencia y autonomía para cuestionar
el uso real del mismo.
Este proyecto está a cargo de Javier Santos Smek
(Oaxaca Oax. Méx.) Se realizó de manera anónima,
se pretende que la pieza si llega a ser robada, con
el tiempo pueda generar su propio público.
Javier Santos Smek, México DF junio de 2012.
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Muerte ParalelaLapiztola Reflexiones sobre desaparición en México y narcotráfico
Oaxaca 2006 Conformado por Roberto Vega y Rosario Martínez Llaguno, Lapiztola es un taller de artes gráficas, estencil, street art, graffiti y técnicas mixtas que funciona colectivamente desde su formación en 2006, un año que vio una revuelta política en la ciudad de Oaxaca y, a su vez, generó un movimiento artístico y cultural importante en esa ciudad. Lapiztola trabaja con una estética urbana, en parte como protesta social, mediante la presentación de ideas visualmente para fomentar el diálogo social. Trabajo en gran parte con plantillas y serigrafías, crean plantillas de impresión que después se transfieren a plantillas reproducibles, sellos o adhesivos, logrando así una estética gráfica urbana.
Acción Sopriana, Arte por la izquierda, 2012. Foto: Diego Mier y Terán
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Welcome to México Yescka
Yescka ha hecho intervenciones en diferentes partes una de las mas importantes ha sido en TIJUANA “Pintando la Frontera” y en el Proyecto “Publico Privado” interviniendo fotografías exhibidas en la calle y también ha colaborado en la elaboración de un mural en QUITO PERU.Aunque su trabajo ha sido mas en las calles, Yescka también cuenta con un diversidad de trabajos gráficos y pictóricos, sin dejar el alto contenido político-social, en los que destaca su actual propuesta “Se Anuncia REVOLUCION” así como también proyectos en proceso como lo son PALESTINA EL OTRO ROSTRO, NEORUPESTRE, Y HABRIENDO PUERTAS, este ultimo unas instalaciones sobre puertas. La mayor parte de exhibiciones las ha hecho de manera colectiva como ASARO.
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Portada Título: Autodefensa Técnica: Stencil y Serigrafía Diámetro: 40cm
Arriba Título: Louse Bullet Técnica: Stencil y Serigrafía Tamaño: 80cmx100cm
Derecha Título: Frida Punk Street Técnica: Stencil, acrílico y pintura en aerosol Tamaño: 100cmx120cm
Superior página siguiente Título: The Rebels Técnica: Stencil, acrílico y pintura en aerosol Tamaño: 100cmx120cm
Inferior página siguiente Título: Zapapop Técnica: Stencil, acrílico y pintura en aerosol Tamaño: 100cmx120cm
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PROYECTOSCURATORIALES
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Mina 8. Unidad Pasta de Conchos, Memoria y Documentos
Fotografía: MIguel Sierra
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panorama se agrava a razón de que éstas operan
en cadenas de producción de alcance global que
iluminan eléctricamente la noción de un alto
capitalismo.
Sin embargo, la mina entraña otro imaginario: el de
la lucha social, el de las huelgas mineras que desde
el siglo XIX y a lo largo del XX han marcado hitos
en el movimiento obrero. De igual forma, la mina
implica una determinada forma de cultura obrera,
repleta de símbolos, objetos, corridos y cantos,
memorias, imágenes y modos de vida (botas,
linterna, casco, zapapico, carretillas). Y en el caso
de Pasta de Conchos, de la cultura de una región
del país, el norte de México, el desierto.
A partir de estos hechos, en confluencia con VI
Memorial de Pasta de Conchos y en alianza con la
Organización Familia Pasta de Conchos y el Centro
de Reflexión y Acción Laboral, se decidió hacer
una revisión documental de lo acontecido desde
entonces.(1) El relato lo articulan una serie de
objetos dispersos, constelaciones combativas que
intentan constituirse como documentos. Lo que
se presenta es una abierta intervención de archivo
que simultáneamente incluye elaboraciones de
artistas que dan cuenta de los cruces entre historia,
memoria y arte. Entre la posibilidad de un duelo
digno y la búsqueda de agencias de movilidad
y representación se pretende una mínima
colaboración para la marcha y procesión de las
piedras por el desierto de la historia.
Amanda de la Garza & Julio García Murillo. Ciudad
de México, 2012
Se oye por todo el desierto,
El grito de los mineros,
O ganamos esta lucha,
O tapamos agujeros,
Con patrones nacionales
Y patrones extranjeros.
Corrido a los mineros de Nacozari, José de Molina
El 19 de febrero de 2006 ocurrió una explosión
en la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos, ubicada
en San Juan de Sabinas, Coahuila. En el accidente
quedaron atrapados 65 mineros. A la fecha 63
de ellos permanecen sin sepultura. La petición
apelaba al rescate de los cuerpos. Desde el
momento del derrumbe hasta la fecha se han
complicado las negociaciones de las familias con la
empresa que explota la zona carbonífera, así como
con los organismos y dependencias estatales que
regulan la minería subterránea. Al mismo tiempo,
dichas negociaciones han generado la perspectiva
histórica de una constante repetición de las
disputas laborales a lo largo de un siglo.
Los diversos objetos que aparecen en esta muestra
se vuelven indicio de un hecho preciso, de un uso,
de una memoria con fecha y periodicidad. Sin
embargo, son también un filamento que permite
establecer un linde con la historia. La minería del
carbón se constituye como una de las actividades
productivas que está a la base del proceso de
industrialización y, por tanto, de explotación.
Las empresas mineras incumplen la normativa
nacional e internacional en cercana colusión con
autoridades de diferentes niveles de gobierno. El
(1) La muestra integra documentación y objetos de los mineros fallecidos así como de la lucha social acometida desde el desastre en febrero de 2006. Para el dossier que presentamos en Rufián, se muestran solamente las fotografías del fotoperiodista Miguel Sierra, las mismas muestran la vida y condiciones laborales de los mineros del norte de México, específicamente en dos emplazamientos: la Mina 8 Unidad Pasta de Conchos, y los pozos de carbón (conocidos como ‘pocitos’) que se explotan en la misma región.
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Pasta de Conchos
Fotografía: MIguel Sierra
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Pasta de Conchos
Fotografía: MIguel Sierra
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Encuentro de Arte Urbano AFUERA 2012Ciudad de Cerro PascoMarco Saldaña Soria Fotografías por Eduardo Valdez
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devorando y violentando todo lo que encontraba
a su paso, destruyendo viviendas, arrasando la
memoria histórica del lugar y obligando a sus
habitantes a vivir en una geografía apocalíptica
y gris que los mantiene en un constante
desplazamiento, llevando a los pobladores y a
la urbe al borde de un precipicio voraz que se
alimenta del consumo que vivimos diariamente en
nuestras sociedades de consumo capitalista.
A todo esto se suma los altos índices de
contaminación de plomo, zinc y cobre en el
ambiente y la falta de tratamiento del agua, lo cual
afecta la sangre de los pobladores, produciendo
trastornos en el aprendizaje, apatía, enfermedades
crónicas, etc. Muchos jóvenes y sobre todo niños
han resultado enfermos gravemente y ha cobrado
la vida de inocentes, dejando como telón de fondo
una realidad dura en la cual la irresponsabilidad
de las compañías mineras, con un gobierno que
fiscaliza poco o nada los abusos laborales hacia los
trabajadores de la mina y el daño que se genera en
el ecosistema, esta mezclado con la apatía diaria
que condiciona a los pobladores en el sentido
de que si la mina se va, la ciudad se estanca,
justificando toda acción en nombre del ¨progreso
y desarrollo¨.
¿Qué responsabilidad debe asumir un artista en
medio de una realidad como esta?
El encuentro de arte urbano AFUERA desarrollado
en Cerro de Pasco en julio del 2012 surgió como
una iniciativa independiente y sin fines de lucro por
parte de artistas urbanos y promotores culturales,
Marco Saldaña Soria y Máxim Holland quienes en
primera instancia, cansados de ver como el arte
Cerro de Pasco es una de las ciudades más altas del
mundo, ubicada a 4,300 metros sobre el nivel
del mar en la cordillera de los andes del Perú.
Desde tiempos precolombinos se extraía
minerales en los alrededores de Cerro de
Pasco, pero en el año 1630 fue descubierto
un yacimiento de plata que propicio el inicio de
un nuevo asiento minero y la llegada de miles de
forasteros de todo el mundo.
“La Ciudad Real de Minas” fue creciendo y
cobrando una real jerarquía a fines del siglo XVIII,
convirtiéndose en el productor de plata más
grande de Sudamérica, después de Potosí (Bolivia),
y consolidándose a lo largo del siglo XIX como el
más importante centro minero de la Republica del
Perú.
Con el tiempo la minería de plata cambio por la
de cobre, plomo y zinc, actualmente principales
productos de la mina. Compañías transnacionales
como la Cerro de Pasco Corporation (U.S.A.) fueron
tomando el control y el domino de la ciudad
hacia 1903, fecha en la que se incrementaron y
profundizaron las operaciones de excavación, pero
es hacia finales de los años 50 cuando se empezó
a cambiar radicalmente el espacio urbano de la
ciudad con el método del ¨Tajo abierto¨. (1)
El tajo abierto de Cerro de Pasco conocido como
“Tajo Raúl Rojas” (antes “McCune Pit”) mide
alrededor de 2 km de diámetro y es un método de
extracción minera que permite abaratar los costos
y aumentar la productividad de la mina. Con el
tiempo varios tajos se fueron uniendo, creando
un único gran agujero en el medio de la ciudad,
(1) Consulte Cerro de Pasco: Historia y Espacio Urbano por Federico Helfgott, elaborado para el proyecto AFUERA en http://marcosaldana.com/2012/11/1486/
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urbano se convierte en una herramienta más para
el mercado de las marcas publicitarias, decidieron
dar vida a una plataforma de comunicación que
reunió artistas nacionales e internacionales, con el
objetivo de pintar murales y desarrollar acciones
in situ que inciten a la reflexión en las calles de uno
de los pueblos más afectados por la minería en el
Perú, y quizás en el mundo.
Es imposible visitar este lugar y no reaccionar de
alguna manera ante la imagen apocalíptica del
enorme tajo abierto en el medio de la ciudad,
sirviéndonos todas las implicancias sociales y
ambientales que rodean este escenario frio e
inhóspito de los andes peruanos, como base para
estructurar la columna vertebral de un proyecto
autónomo que, a través del espacio público,
tuvo como uno de sus objetivos principales el
democratizar y descentralizar el acceso a la cultura.
La organización de AFUERA no tuvo un
posicionamiento político anti--‐minero. Fuimos
y somos conscientes que la ciudad subsistía de
la minería y que nuestras acciones simbólicas
en el espacio urbano corrían el riesgo de ser mal
interpretadas como actos vandálicos que buscan
entorpecer el desarrollo del país; incluso ser
tildados de “terroristas” por intereses particulares,
tomando en cuenta el contexto social del Perú en la
actualidad, donde la mayor cantidad de conflictos
sociales se deben a la complicada relación entre el
estado y el pueblo con las compañías extractores,
dígase mineras, petroleras, etc.
Nuestra visión abarca la autonomía y la
independencia de comunicación, razón por la
cual evitamos cualquier tipo de apoyo de marcas
comerciales y empresas privadas que le quitaran
autenticidad al proyecto. Es así como se obtuvo
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únicamente el apoyo de instituciones culturales y
un crowfunding llamado Kick Starter, plataforma
de donaciones de personas de todo el mundo a
través de internet, que permitió llegar a la suma
necesaria para brindar a los artistas convocados
alojamiento, transporte, comida, materiales, etc.
La previa investigación de los antecedentes
históricos y la realidad del lugar sirvieron como
motor inspirador para los artistas, quienes fueron
convocados por la organización para desarrollar
propuestas y acciones concretas en el espacio
urbano de Cerro de Pasco, planteando diferentes
miradas y acercamientos a la problemática.
Ishmael Randall, por ejemplo, inauguró el Museo
del Revale en un domo encontrado en el distrito
de Simon Bolivar. El trabajo de Randall consistió en
una selección meticulosa de una serie de desechos
que encontró en la ex laguna de Quilacocha, hoy
deposito de minerales tóxicos, todos estos objetos
que evidencian una Arqueologia del desecho,
fueron categorizados y mostrados a la población
en un espacio abandonado en el medio del casco
urbano. Elizabeth Lino, autoproclamada como
La última Reyna de Cerro de Pasco (natural del
lugar), vestida de Reina de belleza en una acción
emotiva y llena de lamento, lideró una sepultura a
un cuerpo putrefacto (la ex laguna de Quilacocha),
acompañada de músicos que tocaban melodías
tradicionales de la región, acompañada de una
comitiva de treinta personas de diversas edades.
Daniela Ortiz (Perú) y Xose Quiroga (España)
buscaron a través de la página web de la Bolsa
de Valores de Lima, los nombres de los gerentes
y directivos de la minera VOLCAM. Con ayuda
de guías telefónicas e información pública de la
SUNAT ubicaron las casas de estas personas en los
distritos más exclusivos de Lima, tomándole fotos
a las fachadas para posteriormente ampliarlas y
empapelarlas en las casas de los trabajadores de
la misma mina, colocando en cada imagen las
iniciales y el cargo en la empresa del dueño.
En las paredes de la ciudad los murales marcaron
una contundente presencia. Olfer Leonardo rindió
homenaje a Silveria Tufino, lideresa y mártir de
la lucha campesina de la recuperación de tierras
en los años 60´s en el pueblo de Rancas, historia
póstumamente escrita por el gran escritor peruano
Manuel Scorza (1928--‐1983) en el libro Redoble
por Rancas. Scorza relata la lucha silenciosa de los
campesinos en los andes peruanos en contra de
la compañía minera de ese entonces, la Cerro de
Pasco Corporation, lucha social que posteriormente
inspiro la reforma agraria del gobierno militar de
Velasco Alvarado en el año de 1974.
Artistas urbanos internacionales como Bastardilla
(Colombia) y Escif (España), también dejaron su
huella en diversos espacios así como Decertor,
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Jade, Eduardo Valdez, Susie Quillian, Ninya, INK y
Elliot Tupac, que escribió la frase “Tu Indiferencia
también contamina”.
Citando a Elizabeth Lino se podría intentar definir
la complejidad de las acciones de estos Artistas
como “lo analítico poético”, “la reivindicación de la
memoria” y “la denuncia”(2)
El artista comprometido con lo social a pesar
de su calidad humana altruista y entusiasmo
particular, tiene limitadas posibilidades de generar
un cambio radical en la sociedad y transformar
ordenes establecidos que datan desde los inicios
de nuestras republicas Oligárquicas, quienes junto
a grandes transnacionales tienen hoy en día el
control de nuestros países y recursos. Sin embargo;
intentando responder el cuestionamiento
planteado líneas arriba, los Artistas poseemos
herramientas y lenguajes que permiten hacer
notorio problemáticas sociales desde un orden
simbólico, sensibilizando a la sociedad, planteando
diálogos y reflexiones en aquellos espacios
urbanos heridos por el zaqueo y la desigualdad,
dispersando semillas en la población y asumiendo
la responsabilidad de nuestro papel como
comunicadores en la sociedad, estableciendo
redes de colaboración en un activismo cultural
autentico y comprometido.
No creemos que nuestros objetivos hayan sido
totalmente cumplidos, creemos que aún hay mucho
por aprender y que un trabajo mas integrado con
la población habría sido clave para generar una
mayor sostenibilidad del proyecto, sin embargo
es importante recalcar que esto es un inicio, el
inicio de un largo camino en el cual AFUERA busca
posicionarse como una plataforma que busca la
descentralización, acudiendo cada año a diversos
espacios que como CERRO DE PASCO muestran
una herida abierta y una problemática que desde
el ARTE público es necesario enfrentar.
(2) Consulte Texto escrito por Elizabeth Lino para AFUERA en la casona 80m2 en Barranco, Lima/Perú http://marcosaldana.com/2012/11/1477/
(...) los artistas poseemos herramientas y lenguajes que permiten hacer notorio problemáticas sociales desde un orden simbólico, sensibilizando a la sociedad, planteando diálogos y reflexiones
en aquellos espacios urbanos heridos por el zaqueo y la desigualdad, dispersando semillas en la población y asumiendo la responsabilidad de nuestro papel como comunicadores en la
sociedad.
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Chile
La repartición de ChileEl relato de los cuerposFernando Caridi Vergara
Exposición “ El relato de Chile, la repartición de los cuerpos”, galería La Miscelánea, 2012. Fotografías gentileza de Rosario Cobo, así como de la obra “Economía de los héroes /Héroes de la economía” presentada en la muestra “A partir de mañana todo” (México, 2012)
“Guerra del Pacífico?”, fotografía digital color, dimensiones variables.
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1. La minería latinoamericana se sitúa en un
enclave de repeticiones ideológicas generadas
por el modo de producción capitalista. La colusión
que los grandes corporativos globales realizan en
complicidad con las elites de estado para generar
una economía espectacular de representaciones
culturales, se sitúa históricamente como el
mayor latrocinio para los latentes momentos
de emancipación radical. Para su infortunio, sus
estrategias se develan precarias en términos de
alta construcción teórica y ajenas a inversiones de
bajo materialismo.
2. El 5 de agosto de 2010 ocurrió un derrumbe en la
mina San José, ubicada a 30 kilómetros de la ciudad
chilena de Copiapó. El desastre dejó atrapados a
33 mineros. Los trabajadores fueron encontrados
con vida 22 días después por un equipo de rescate
que penetró con alta maquinaria 623 metros bajo
tierra. “Estamos bien en el refugio los 33.” El 13
de octubre, tras terminar labores de encamisado
y 70 días después del accidente, los 33 fueron
extirpados “de las entrañas de la tierra”.
La operación tuvo un costo de 20 millones de
dólares y fue financiada por el Estado de Chile y por
la Corporación del Cobre (CODELCO). El evento de
rescate constituye uno de los acontecimientos con
mayor cobertura mediática de los últimos años. El
onanismo telespectacular produjo una farsa de la
exaltación nacional como festín orgiástico de los
capitales inmiscuidos.
3. Del 12 de julio al 12 de octubre del 2010 se
emplazó una huelga de hambre por un grupo de
comuneros mapuches acusados de infringir la
legislación antiterrorista.
Entre los delitos que les imputaron se enlistaba:
homicidio frustrado y atentado incendiario. Los
comuneros mapuches seguían su Programa
de Recuperación de Tierras, el cual consiste
en tomar posesión de los territorios de los
que sistemáticamente han sido desplazados y
despojados por políticas colonialistas, imperialistas
y neoliberales. El proceso de despojo se agudizó
durante la década de los noventa, al inicio de
la transacción a la democracia. La estrategia
de acción de los comuneros es la quema de
camiones madereros de las grandes empresas
forestales generando así un sabotaje en la cadena
de producción. Este delito, por genealogías
dictatoriales, es considerado atentado terrorista
y comparece ante la justicia militar. La misma
estratagema jurídica fue utilizada para acusar a
los anarquistas okupas. La sistematización legal
ermite la elaboración de montajes espectaculares
bajo una estructura de constante desplazamiento
de significantes vacíos.
4. La infantilización de las condiciones de
producción, distribución y consumo de las materias
primas de países periféricos, subdesarrollados,
tercermundistas, en vías de desarrollo (y los
eufemismos pertinentes para cualesquiera regiones
sempiternas en persistencia feudal), evidencian un
dispositivo ideológico que traviste un imaginario
pre-ilustrado de los discursos emancipatorios. El
minero es simultáneamente un menor de edad y
un héroe del capital a la vanguardia de los enanos
del progreso y otras disneyficaciones.
El comunero mapuche y el anarquista okupa son
productos de la ansiedad del terrorismo de estado.
Los sujetos ocluidos de la historia aparecen como
yacimientos emancipatorios contra la modalidad
contemporánea del tiempo.
5. “Todo hombre es un minero, toda mujer es su
mina.”
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6. En octubre de 1899 se descubrió el cuerpo de un
indígena recostado y perfectamente momificado
en el complejo minero de Chuquicamata. El cuerpo
presentaba una capa de costra verde producto
de un proceso de incorporación del cobre en los
tejidos orgánicos del indígena, por lo que se le
llamó “el hombre de cobre”.
El cuerpo fue expuesto en el Pabellón Chileno de
la Exposición Panamericana de Buffalo de 1901 así
como en ferias y circos, hasta llegar a la colección
del Museo de Historia Natural de Nueva York.
La circulación del hombre de cobre hace parte
de complicados procesos de transmutación del
capital y se constituye como mito originario de la
minería chilena.
7. La epifanía reaccionaria del estado-nación
menguante de Chile se anuncia telúrica en el
terremoto del 27 de febrero del 2010. La modulación
de la tragedia en términos de plusvalía simbólica
se hace posible. La extracción de los mineros es
consecuencia irrefutable de las fallas tectónicas
del capital.
8. El 16 de julio de 1971, Salvador Allende estatizó
la minería del cobre chilena. La ley fue aprobada
por unanimidad en el Congreso Nacional. Las
empresas Anaconda y Kennecott terminaron
debiendo cifras millonarias al Estado Chileno. Esto
se debió a que se le restaron las ganancias excesivas
a la prometida indemnización a razón de los bajos
impuestos que pagaban desde 1955. En 1981,
ocho años después del golpe militar, se revierte
el proceso de nacionalización y las concesiones
pasan a manos privadas con el beneficio de su
explotación hasta que se agote el yacimiento. La
inversión extranjera en Chile se disparó durante los
años oventa, periodo en que se consolidan en el
poder las elites neoliberales formadas en Harvard
y Chicago.
9. Juan Downey, Energy Systems, Center for Inter-
American Relations, Nueva York, 3 de abril – 11 de
mayo 1975. “Anaconda ausente. He sido conminado
hoy a retirar una serpiente viva de mi obra de arte.”
Juan Downey, The Debt, Exit Art, Nueva York, 28 de
junio – 9 de julio 1988.
10. El resto se sigue de aquí.
FIRMAN
El Comité M33
Colegio Contrametafísico de Liberación Acéfala
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“El hombre de cobre (la momia de Chuquicamata)”, figura de acción Los Mineros, cápsula fénix y accesorios bañados en cobre.
Texto Corporativo, letras de aluminio imitación cobre, tipografía aproximada a la utilizada por CODELCO Chile.
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El relato de ChileLa repartición de los cuerpos
Si las imágenes están en posibilidad de revelar
algo sobre la historia o sobre lo real es únicamente
poniéndose en relación unas con otras; es, dicho
de otro modo, sólo a través del estallido producido
por su encuentro como tocan lo real y se convierten
en vehículos de conocimiento. Así pensaron los
maestros del montaje, para quienes la activación
del el potencial cognitivo de las imágenes tiene
lugar por un choque entre lo heterogéneo y refiere
a procesos materiales.
En nuestros días el archivo y el inventario se
han convertido en figuras privilegiadas de lo
heterogéneo como estrategias para la operación
artística y han venido definiendo una vertiente
significativa del arte crítico -cuya historia se
remonta al dadaísta pasando por la década de
los sesenta del siglo XX, cuando el arte se amplió
definitivamente. De una u otra manera, los artistas
que han adoptado esta estrategia comparten la
convicción dadaísta de que los intercambios entre
imágenes y objetos revelan la existencia de un
mundo que se oculta detrás de otro.
Bajo esta perspectiva Fernando Caridi opera la
puesta en común de imágenes y objetos que,
provenientes de diversos espacios, postulan la
idea de minería como clave –no para llegar al o los
autores del o de los crímenes, porque esos son bien
conocidos-, para activar la cadena de significantes
que ordenan la construcción simbólica de un
discurso identitario con el que, específicamente
en el caso de la historia chilena, se ha operado la
repartición de los cuerpos en lugares sociales y
políticos.
Frente a lo monolítico de la definición de la
identidad nacional o como él mismo dice, de la
“imagen-país”, el artista presenta trozos de esa
construcción intentando enfatizar el carácter
corporal, puramente gestual de las imágenes, es
decir, su condición de síntomas. Se trata de poner
las condiciones para una experiencia que haga
posible la comprensión de la materialidad inscrita
en la producción de los espacios, las marcas del
tiempo y las inscripciones de la memoria en el
archivo de la historia chilena reciente.
De esa manera, el artista construye un horizonte
en donde tomar posición frente a lo real –tocarlo-
supone una concepción de la imagen como signo
y cuerpo, y del arte como un lugar en el que la
visualidad, el sonido y los objetos se encuentran
para proponer una interrogación crítica que
demanda la activación del cuerpo y la subjetividad,
lugares, éstos últimos, donde, al fin y al cabo,
ocurre materialmente la historia.
* Blanca Guitiérrez Galindo
* Maestra en Artes Visuales. Profesora de Arte Contemporáneo y Actual, Posgrado en Artes Visuales de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México
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Texto corporativo, letras de aluminio imitación cobre, tipografía aproximada a la utilizada por Grupo México.
Segundo mensaje de José Ojeda. Impresión digital. Serie Héroes de la economía- Economía de los héroes Recreación del rescate en la Mina San José, figuritas de
acción de los mineros y accesorios.
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Cajas de luz, matrices para impresión offset 4 tintas . De la serie Héroes de la Economía-Economia de los héroes.
Edición offset de 3000 impresiones en papel educación de la inversión a negativo de las páginas 30 y 31 del periódico chileno de circulación nacional La Tercera del día 23 de Agosto del 2010. De la serie Héroes de la Economía-Economia de los héroes.
Vista general instalación.
Circuito cerrado de televisión de 4 canales.
Video color, dos canales 4.32 ‘’. De la serie Héroes de la Economía-Economia de los héroes.
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Colombia
Necropolíticas de lo infecto: zombies, mosquitos, vampiros y falsos positivosSe analiza a partir de los referentes de seguridad nacional, de militarismo policíaco, de defensa mundial y guerrilla, una serie de agencias y escamotemos sobre la vida como decisión soberana. La lucha contra lo infecto en Estados Unidos y la entrega de falsos positivos en Colombia son los temas sobre los que se pretende levantar unas notas para definir una necropolítica de lo infecto. El punto general de la elaboración se desplaza a partir del análisis de la obra Haemagogia del artista colombiano Andrés Jurado(1) e intenta tipificar desde el arte un momento de desproporción de la violencia.*Julio García MurilloCOLEGIO CONTRAMETAFÍSICO DE LIBERACIÓN ACÉFALA
*Julio García Murillo. Teórico, artista y curador independiente. Estudia una Licenciatura en Filosofía (ULSA) y actualmente una Maestría en Historia del Arte (UNAM). Ha desarrollado diversos proyectos teóricos y artísticos. Últimamente ha colaborado intempestivamente con La Sociedad de los Perros, operativo teórico-conceptual que realiza proyectos de crítica y exhibiciones de arte. (1) Andrés Jurado. Artista Visual, Profesor del Departamento de Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia. Estudió en la Universidad de Caldas // Realizó la Profundización en la Universidad Nacional de Colombia en la escuela de Cine y TV (Línea de Arte y Nuevas Tecnologías). Ha dictado conferencias y talleres en diversas Universidades e instituciones culturales y educativas. Ha sido profesor de la Academia Superior de Artes de Bogotá (Universidad Distrital), también de la universidad Nacional de Colombia, y de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
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debería incluir consultas, pruebas y análisis en
laboratorio, manejo y cuidado de pacientes,
investigación de contactos y control de infección
(incluyendo aislamiento y cuarentena) (ibidem).
Tanto la cuarentena como las determinaciones
generales del brote, esto es, toda la enunciación
de lo infecto, es abiertamente expuesta como
una ficción, como un caso hipotético redactado
en correcto subjuntivo, que nos permitiría estar
listos para una emergencia real. De modo que
tras la supuesta premisa hipotética del brote
zombie se concluye con una generalización de los
procedimientos epidemiológicos tradicionales,
pero en la que lo real está asignado por el
suplemento zombie bajo el carácter de lo infecto
y emplazado bajo una correcta estrategia a seguir
y metas a lograr:
Determinar la causa de la enfermedad, la fuente de
infección/virus/toxina, aprender cómo se transmite y
qué tan fácilmente se propaga, cómo romper el ciclo
de transmisión y así prevenir más casos, y averiguar
cómo los pacientes pueden ser mejor tratados. No
sólo los científicos estarían trabajando en identificar
la causa y la cura del brote zombie, sino los CDC
y otras agencias federales mandarían equipos
médicos y primeros auxilios para ayudar a quienes se
encuentren en áreas afectadas (ibídem).
Pero acaso este escamoteo en el que se dispone
abiertamente un hipotético caso zombie como
pieza fantasma, como mera argumentación
ridícula y desechable ante la inminente llegada de
una emergencia real ¿no es una doble estructura
en la que lo real es también inscrito en una ficticia
estructura de repudio y exclusión? Aquello real
–que ahora suple el Apocalipsis zombie– ha de
ser suprimido, reprimido o retirado para que
pueda ser efectivamente pronunciado, medido y
Zombies y salud pública: hipótesis de lo infecto
Entre la más reciente propaganda de los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC por sus siglas en inglés) –agencia federal del
Departamento de Salud y Servicios Humanos del
gobierno de Estados Unidos– se puede encontrar
una campaña que expone de manera espectacular
la clínica y la salud como dispositivo fundante
y conservador de hegemonía bajo la particular
figuración de un gótico infecto contemporáneo. La
antedicha campaña lleva por título Preparedness
101 – Zombie Apocalypse, y su eslogan reza “If
you are ready for a Zombie Apocalypse, then you
are ready for any emergency” (Kahn, 2011). En la
fundamentación y el despliegue de la campaña
apenas se menciona tangencialmente el origen
vudú de los zombies “en Haití y en Nueva
Orleans”: un “cuerpo humano misteriosamente
animado que sirve a los no vivos” (ibidem); para
después desplazarse hacia formulaciones en las
que lo zombie se relaciona directamente con lo
infecto a través de referencias mediáticas: “en
películas, espectáculos y literatura, los zombies
son generalmente representados como aquellos
seres generados por un virus infeccioso que se
transmite a través de mordeduras o contacto con
fluidos corporales” (ibidem). Se presenta, como
suplemento a la explicación, material gráfico
que puede descargarse y propagarse –como la
mordida y los fluidos de los zombies– a través de
redes sociales y demás parafernalia web. Aunado a
lo anterior, es de interés la hipotética estrategia a
seguir en caso del brote:
Si los zombies empezaran a rondar las calles, los CDC
conducirían una investigación como cualquier otro
brote de enfermedad. Los CDC proveerían asistencia
técnica a ciudades, estados o aliados internacionales
que sufrieran la infestación zombie. Esta ayuda
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simbolizado. Con otras palabras, parecería que la
estructura estratégica de la epidemiología –del
cuerpo extraño que penetra los lindes del poder/
saber hegemónicos, ya que ha de quedar claro
que el caso es supuesto narrativamente al interior
de Estados Unidos– presenta una conformación
suplementaria en la que lo único que produce
el caso zombie es generar una exacerbación,
desbordar su propio circuito de enunciación. Por
tal motivo, lo infecto y lo ficticio de la fábula zombie
se articulan como instancias imaginarias de un
mismo plano, como lugares o “áreas afectadas” que
serán correctamente expulsadas o eyectadas de la
construcción social general.
Pero suponer que las prácticas médicas son ajenas
a discursos de poder, a estructuras de sumisión, a
espacios y topografías de exclusión, es una cuestión
que Foucault desplaza desde el Nacimiento de la
clínica al momento de hacer visibles los diferentes
modos de espacializarse de la enfermedad, las
tensiones entre el ver y el decir, la aguda instancia
en la que el lenguaje abre las viseras y, sobre todo,
la aparición de una soberanía de la mirada al
momento en que la enfermedad se hace histórica
(Foucault 2009). Lo que debe retener nuestra
atención, es que aquí se desarrolla un problema
de biopolítica, y esto significa que bajo la hipótesis
zombie se exacerba el “aumento vertiginoso de la
importancia de la vida biológica y de la salud de
la nación como problema específico del poder
soberano”, consecuencia que Giorgio Agamben a
través de Foucault determina como características
propias del “Estado de población” (Agamben, 1998,
p. 12). Es el poder soberano dividido –escindido–
jerárquicamente en departamentos y agencias de
Estado, el marco de decisión sobre la vida y sobre
la muerte. Pero esto no es nada nuevo.
El hipotético, ficticio y espectacular brote zombie
exacerba la cadena discursiva de la decisión sobre
quién ha de vivir y quién ha de morir. Ya que lo que
podría parecer una mera estrategia publicitaria
de los CDC –mismos que realizaron una serie de
campañas en torno a la influenza porcina mexicana
hace apenas tres años– abre una cadena de
enunciaciones en las que lo infecto es homologado
con lo no vivo. La figura del zombie hace surgir
el sitio que se le destina a todos estos cuerpos y
“áreas afectadas” por la constitución económico-
política de nuestros Estados alto-modernos: el
de lo no vivo, o aún peor, el de la no vida que no
merece vivir (ivi, p. 172). Lo constitutivo de esta
vida que no merece vivir es su capacidad de ser un
enclave de destrucción y de masacre en el que la
ley es suspendida para conservar la constitución
general del Estado. Todo lo anterior sostenido
por el paradigma de la seguridad nacional, el cual
genera irreductiblemente una zona de anomia: un
estado de excepción (Agamben, 2004, p. 27, p. 62).
Pero aquí hay que proceder con calma.
Lo que parece suceder en el caso hipotético no
es su aparente consecuencia –que de aparecer
zombies se realizarían una serie de labores de
exclusión y de exterminio– sino que la propia
enunciación hipotética visibiliza en su hipérbole
ficticia algo que anda siempre latente en torno
a la condición de los infectos: de entrada son
vistos como no vivos, como carne desechable.
Más que caso ficticio parecería articularse como
un desborde en la enunciación de los modos
contemporáneos de generar sujetos de epidemia.
En la básica enunciación hipotética se hace
patente un desplazamiento de la biopolítica, como
trato poblacional de flujos vivientes, a una estancia
excepcional en la que ya no son cuerpos vivos sino
áreas afectadas de no vida. Esta articulación se
inscribe directamente en la noción de necropolítica
y necropoder que Achille Mbembe desarrolla y en
la que se vislumbran
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las varias vías por las que, en nuestro mundo
contemporáneo, las armas son utilizadas en el interés
de la máxima destrucción de personas y la creación
de mundos muertos, formas nuevas y únicas de
existencia social en las que vastas poblaciones son
sujetas a condiciones de vida que les confieren el
estatus de muertos vivientes… bajo las condiciones
del necropoder, los límites entre resistencia y suicidio,
sacrificio y redención, martirio y libertad se vuelven
borrosos (Mbembe, 2003, p. 40).
Estos límites borrosos, esta zona de indeterminación
entre las distintas muertes posibles, se prefiguran
de manera consecuente en la constitución legal y
anómica del estado de excepción al configurar un
locus sin locus, un campo de decisión indecidible
entre hecho y derecho (Agamben, 1998, p. 47).
Un sitio ambiguo que para conservarse precisa de
producir una exterioridad de la ley –apocalipsis
zombie, y aquí la signatura bíblica y su lectura
secular no debe pasar desapercibida– en orden
a preservar el derecho como estatuto de ley. Se
podrá argüir que la estrategia es médica, eso puede
quedar claro, pero lo que ha de ser patente es que
dicha estrategia fundamenta las enunciaciones
desde el marco excepcional de la seguridad
nacional. El zombie opera como una ridiculización
del gran criminal benjaminiano que, sin embargo,
puede presentar ciertos índices de inversión crítica
(Benjamin, 2001, p. 27).
Por tal razón algo debe retenerse: la asignación
gótica mass media no es mero suplemento, y aquí
debe pesar incluso la enunciación peyorativa
de Giorgio Vasari en el renacimiento, en dónde
gótico es lo mismo que salvaje y alienado(1). La
infestación zombie –evidentemente mediada
por nociones clínico-espectaculares acerca de lo
infecto– proviene de una larga tradición en la que
el índice gótico adjudicado al muerto viviente
aparece como una negociación con los cuerpos
violentados por el avance capitalista en sus
diferentes etapas. Desde cuentos para niños, hasta
enunciaciones crípticas y de vanguardia como
en Maya Deren (Rice, 1999, p. 18-25), el muerto
que habla a través de los vivos aparece como una
negociación con el bárbaro, el salvaje, el indígena,
el primitivo o el colonizado. Una negociación
(1) Giorgio Vasari en el tercer capítulo de Le vite de più eccellenti architetti, pittori et scultori (1550) al hablar de los órdenes arquitectónicos afirma que el estilo “tedeschi” –refiriéndose a la arquitectura francesa de la edad media, pero inscribiendo peyorativamente usos y prejuicios romanos hacia la figuración histórica de los godos– es monstruoso y bárbaro (Vasari, 2007-2009). La descalificación de la arquitectura de la baja edad media, originalmente denominada opus francigenum (obra francesa), por mediación del prejuicio histórico del barbarismo de los godos es eminentemente renacentista; el uso se extiende y en los siglos XVII-XVIII es término común también utilizado negativamente por La Bruyère, Rosseau y Molière (Kimball, 1946, p. 275 ss.). La inversión radical frente a la caracterización del renacimiento y de la ilustración, pero inmerso en una disputa sobre caracteres nacionalistas en la Inglaterra del XVIII, la realiza Horace Walpole no sólo al construir Strawberry Hill sino al desplazar el término a la literatura –el subtítulo de El castillo de Otranto (1764) es “Novela gótica”– y abrir así la posibilidad de extender el término como burlona experiencia de la modernidad paralelamente articulada como categoría artística. Con este desplazamiento e inversión nace lo que se conoce como “lo neogótico” en el arte. Éste llega a ser identificado con lo sublime como categoría estética y de ese modo se inserta dentro de las caracterizaciones esteticistas e historiográficas del arte (Glendining, 1994, p. 102). Más adelante “lo gótico” adquirirá valores y caracteres nacionales, ya anunciados por el tedeschi vasariano, en Los principios de la arquitectura gótica de Schlegel (1805), tradición que se extiende incluso hasta la tipografía de la propaganda nazi como afirmación de lo alemán. Es peculiar que el mismo uso que da Vasari a la arquitectura la repite Clement Greenberg en la crítica de la pintura temprana de Jackson Pollock al caracterizar su obra como “gótica, mórbida y extrema”, y asimilando esta descripción con el surrealismo (Grunenberg, 1997, p. 169). La crítica de Greenberg se funda a su vez en el ideal de posguerra que pretendía el desplazamiento de todos los centros culturales y económicos hacia Norteamérica. Lo gótico de este modo surge con toda una carga de primitivismo, barbarie y subversión que se extenderá y asimilará a expresiones contraculturales surgidas y mantenidas desde las últimas décadas del siglo XX hasta nuestros días.
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que, como en el cuento de Borges, el subalterno
gaucho –bandido en este caso– desde siempre
fue tomado por no vivo, incluso por los propios
criminales: “Otálora, comprende, antes de morir,
que desde el principio lo han traicionado, que ha
sido condenado a muerte, que le han permitido el
amor, el mando y el triunfo, porque ya lo daban por
muerto…” (Borges, 1999, p. 40). Aquí se emplaza
una contradicción, una hipótesis de lo imposible
que sostiene una serie de argumentaciones aún
no zanjadas.
Violencia y crítica (del animal insignificante)
Posiblemente invertir la articulación de la hipótesis
zombie y generar una retención del índice que
nos trae los cuerpos violentados, masacrados
y tachados, sea una manera de pensar esta
negociación con las “áreas infectadas” sobre las
que se disponen medidas excepcionales y, de este
modo, de encontrar las contradicciones inscritas
en la articulación de la supuesta emergencia.
Pero tal vez sólo puede hacerse posible si se
apunta hacia una crítica. Evidentemente lo que
se intenta problematizar en este ensayo, no son
los cuerpos violentados –no hay duda alguna de
que se efectúan indiscriminadas masacres–, sino
la estructura de enunciación sobre la que dicha
violencia se manifiesta (y latenta).
De este modo, no se insistirá en escribir acerca de
lo real; más bien se pretende escribir acerca de
otras escrituras que latentan esta construcción de
fábulas hipotéticas. En este sentido, es de especial
interés la reciente obra del artista contemporáneo
colombiano Andrés Jurado.(2) En Taxinomia
ex Fabula, la última muestra en que participó
la infestación zombie –evidentemente mediada
por nociones clínico-espectaculares acerca de lo
infecto– proviene de una larga tradición en la que el índice
gótico adjudicado al muerto viviente aparece como una
negociación con los cuerpos violentados por el avance
capitalista en sus diferentes etapas.
en la Ciudad de México, presenta Haemagogia
(2011), una pieza que a modo de gabinete de
curiosidades despliega una serie de argumentos
y contradicciones que rozan con el estatuto del
animal, la clínica, el estado de excepción, los chivos
expiatorios y la necropolítica.
En primera instancia es preciso describir sus
elementos para así desarrollarlos críticamente.
Consta de una mesa de metal sobre la que se han
dispuesto una serie de objetos y procesos: un
proyector encuadra una película sobre la pared,
una caja entomológica, una serie de estructuras
ópticas que reflejan organismos en la misma pared,
impresiones en acetato que podrían perderse en el
aluminio de la mesa y cuatro hojas enmarcadas e
intervenidas sobre la pared perpendicular.
El haemagogus es un género de mosquitos, hallado
principalmente en Centro- y Sudamérica, que
(2) Página personal. [http://www.andresjurado.com/]
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presenta entre sus especies a distintos mosquitos
considerados vectores de transmisión de la fiebre
amarilla. El carácter de vector consiste en ser una
especie portadora y transmisora de infecciones
entre distintos géneros animales, en el caso de la
fiebre amarilla, entre el mono y el hombre.
Si se lee la pieza de derecha a izquierda, el primer
elemento del gabinete es un video, intervenido sólo
por la inscripción de subtítulos en español. Su título
es: The Silent War: Colombia’s Fight Against Yellow
Fever. Ésta es dirigida por Willard van Dyke y Ben
Maddow –directores del cuerpo de propaganda
americano durante la Segunda Guerra así como
durante posguerra–, es producida por Documentary
Film Productions –agencia de dudosa y espectral
procedencia– aproximadamente entre 1945-46.
El argumento general de la cinta se funda en el
montaje de una misión en la que “científicos de dos
países vecinos: los Estados Unidos y la República
de Colombia” unen sus fuerzas para acabar con
un mal silencioso: la fiebre amarilla. En primera
instancia, la cinta muestra un increíble despliegue
militar hacia todo el mundo, que más adelante se
resuelve en una intervención científico-médico-
militar por las sierras de Colombia. El militarismo
es inscrito como mediación que protege bajo el
instrumento de la ciencia los fines naturales del
hombre de estas montañas: la vida. El montaje
etnográfico y la ambigüedad en la que lo infecto
recorre los desastres y la victoria de posguerra, la
amenaza comunista así como la ola de refugiados
nazis hacia Sudamérica al aparecer en conjunción
con el mosquito, bajo la argumentación de la cinta
ya también vector de revueltas políticas, hacen
que la película genere una inversión paradójica
que desborda la leyenda del brote zombie
contemporáneo.
El animal es puesto en escena bajo una fábula
político-científica; lo infecto y la generación de
una exterioridad, de un objeto de deseo (para
su destrucción), es sintetizada en una topografía
contaminada, representación de una selva
generadora de piel amarilla y delirio, un lugar
“donde la muerte abunda” tanto como los árboles.
En la cinta la vida aparece en fiel coincidencia con la
ley. El animal –vector, objeto y sujeto de muerte– es
claramente diferenciado de los militares-científicos
humanistas así como de la población aquejada por
un mal que ha de acabarse con procedimientos
epidemiológicos generales. Un matamoscas o un
manotazo bastan. La fábula está cerrada: se ha
desplazado a un animal, por demás insignificante,
la ambigüedad de la decisión entre vida y muerte.
No queda más opción que aniquilarlo. No queda
más evidencia de un escamoteo.
Esta ausencia de aporía es absolutamente
invertida por los elementos que son dispuestos
sobre la mesa metálica. Junto al proyector hay
una caja entomológica que en un ejercicio
paratáctico –dialéctico que mantiene la tensión
sin resolverla–invierte el carácter del mosquito
generado por la cinta. Mientras que en el filme
el animal era resueltamente exteriorizado de
cualquier antropomorfismo, aquí hombre y animal
son empalmados. Este palimpsesto teriomorfo
es producido al incidir en la tensión y distensión
generada por la estructura suplementaria en la
que se monta la definición occidental y metafísica
del hombre (además de mero viviente es político o
lógico) y que en términos de Agamben se conforma
en la modernidad bajo la categoría de “máquina
antropológica”. Esta categoría es especialmente
aguda en este momento de Haemagogia ya que
conjuga simultáneamente la crisis de la taxonomía
de Linneo al verse en la imposibilidad de producir
una clasificación del hombre –se tenía el Homo de
homínido, pero al abrir los cuerpos no había un
diferencial biológico– visible determinante (a no
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ser por la cantidad de pelo), de modo que el Sapiens
aparece como imperativo más que como diferencia
específica biológica (Agamben, 2006, p. 58-63),
mientras que por otro lado, es justo el momento en
que Foucault identifica –tras la empresa anatómico-
clínica de la medicina moderna– como la crisis
que provocaron las fiebres al momento en que
“la medicina de las enfermedades” se transformó
en “la medicina de las reacciones patológicas”
(Fouccault, 2009, p. 271). Aquí la medicina ya es
la generadora y fundadora de enunciaciones de
poder y saber.
Este doble índice, anatómico-médico con
estructura suplementaria metafísica, es
traslapado y retorcido en la pieza en cuestión.
La caja entomológica se desplaza, al igual que
la cinta, a través de una estructura de montaje:
los mosquitos están atravesados por una aguja,
que a su vez atraviesa fragmentos de cinta
cinematográfica sobre la que puede leerse “Man”
y que también presenta manchas de sangre. En
vez de notas taxonómicas que pudieran definir
ese mosquito-hombre, se pueden leer una serie
de textos sueltos: “Fiebre amarilla”, “Haemagogus”;
pero también sitios geográficos: “Macayepo,
14 de octubre de 2000”, entre otros; así como
específicas reproducciones de archivo: “Intelligence
Memorandum. Office of African and Latin American
Analysis. Colombian Counterinsurgency”. Los datos
provienen de archivos recientemente abiertos
de la C.I.A. que informan acerca de las prácticas
de contrainsurgencia militar en Colombia de
mediados de los noventa hasta la fecha. Las fechas
y sitios específicos informan acerca de masacres.
La práctica a la que apela es a la que se conoce
como “Falsos positivos”: práctica que consiste en
el “asesinato extrajudicial de civiles por la milicia
colombiana, subsecuentemente presentados
como cuerpos caídos de la guerrilla con el fin de
lo infecto del brote zombie, de la fiebre amarilla, de la
masacre como condición de existencia al interior de los enunciados de seguridad y salud pública analizados,
parecerían ser más bien una condición contemporánea.
inflar los números de cuerpos caídos en combate”
(Evans, 2009).
Haemagogia genera una tensión sin resolución:
empalma dos problemáticas históricas que
incluyen a dos países en heterocronías económico-
políticas y, al mismo tiempo, tiende y distiende el
carácter del hombre y el animal: el mosquito es
vector y es simultáneamente una fábula invertida
–sin moraleja pero incorporando al hombre– de
chivos expiatorios de la violencia de guerrillas
y narcotráfico. Dos capas de textualidad que
revelan estancias naturales, históricas y jurídicas
irreconciliables y que refieren a lo que Walter
Benjamin llamaría en su Crítica a la violencia como
violencia mítica (2001, p. 39-42).
La sangrienta violencia mítica, aquella que consiste
en la reiterada fundación y conservación de la
soberanía mediante la constante histórica de un
estado de excepción, se inscribe en Haemagogia
bajo la figura de la expiación – Sühne (Benjamin,
1999, p. 199-201). Se instituye la práctica de los
falsos positivos como una constante y necesaria –lo
necesario está fuera de la ley– restitución del orden
social: dar números-cuerpos positivos. Número-
mosquitos-cuerpos que manifiestan vidas que no
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merecen en lo mínimo vivir, infectos topográfica
y geopolíticamente de posible masacre, de una
condición necropolítica. La tensión paratáctica de
Haemagogia genera la visión, tras poner a operar
este palimpsesto, de que es el intersticio entre
hombre y mosquito lo que constituye al animal
insignificante, es la posibilidad de ser aplastado
lo que lo constituye como un animal de matadero
al que, como hace hablar Nietzsche a Sileno, más
le valdría no haber nacido o morir pronto (2001,
p.54).
Lo infecto del brote zombie, de la fiebre amarilla,
de la masacre como condición de existencia al
interior de los enunciados de seguridad y salud
pública analizados, parecerían ser más bien una
condición contemporánea, una estancia en la que
lo no vivo es la diferencia específica, en la que el
suplemento tan ansiado por Linneo en vez de ser
sapiens o político como en Aristóteles, fuera viviente
que también es muerto. He ahí su condición de
posibilidad.
Vampiros multinacionales (mordeduras dialécticas)
Dos elementos quedaron al margen del análisis
de Haemagogia y son precisos para desarrollar
las necropolíticas de lo infecto aquí ensayadas. A
lado de la caja entomológica, se encuentran una
serie de estructuras consistentes en un juego de
lupas que, mediante lámparas, refractan luz hacia
la pared. Éstas sostienen con unas garras metálicas
cuatro tubos de ensayo que contienen cada una un
mosquito, de modo que cada estructura refracta
y reproduce un mosquito real sobre la pared,
infectando el espacio en donde corre en secuencia
el video de la fiebre amarilla. Fantasma sobre la
pared y mosquito real se integran e igualmente se
tensan. Retornan simultáneamente y de manera
abierta, sin escamoteo. Pero las estructuras,
que podrían parecer un juego meramente
fenomenológico, agudizan su operación dialéctica
al estar erguidas sobre tres acetatos que reproducen
las tradicionales escenas litográficas de Vlad Tepes
cenando ante una multitud de cuerpos empalados.
La verticalidad de las estructuras que proyectan
mosquitos sobre la pared es alterada por la
referencia horizontal: parecería como si la
inscripción del legendario vampiro abriera
simultáneamente la posibilidad del mosquito
como empalador y empalado, como explotador y
víctima. Esta doble escritura evidentemente juega
tanto con el video, como con la caja entomológica.
El mosquito es simultáneamente vector animal
–una especie de hermeneuta de la muerte– y
palimpsesto teriomorfo de la masacre. Hombre-
mosquitos situados al interior de fábulas que se
contraponen y se enciman bajo un registro que
poco a poco salta la vista: la sangre.
El carácter de lo infecto y de su contagio, así como
el activo referente etimológico de la sangre en
el propio título de la obra (haema-) e incluso la
abierta referencialidad del capital como estructura
vampírica (Carnero 2001), reiteran la contaminación
en una doble operación de succionar y pinchar. Al
momento de disponer lo infecto y su evidente carga
necropolítica en registros taxonómicos y de tortura
mítica, se hace retornar una condición límite de
irrepresentabilidad en la que no es posible, como
señala Mbembe, cualquier posibilidad de sacrificio.
Justo en el límite de esta imposibilidad, en estos
límites ambiguos, todo concepto se torna vacío
(barrado). Benjamin señalaría en esta sordidez de
la expiación anónima que “la sangre es el símbolo
de la mera vida” (2001, p. 41). Esto significaría que
la sangre es el símbolo de la vida que no puede
salirse del círculo de conservación y fundación
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Andrés Jurado, Haemagogia, instalación e intervención de archivo, 2012.
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mítica de la ley mediante su barramiento por la
fuerza. Lo que corresponde simbólicamente a
la mera vida (que no merece ser vivida y cuyo
suplemento no es una diferencia específica sino
su condición de muerte) es la sangre (como límite
de representación y estancia límite de vacuidad
conceptual).
El falso positivo, los empalados y succionados,
aparecen como un momento dialéctico
suspendido, como un momento sin decisión de
ley, como una estancia en la que la violencia como
medio es siempre excedida por una signatura
de soberanía. La aporía escamoteada por la
propaganda americana contra la fiebre amarilla, así
como la contradicción resuelta por la publicidad de
los CDC, es reabierta y dis-puesta en tensión bajo
diferentes registros de lectura y distintas instancias
críticas de la violencia. Esta múltiple inscripción
y borradura de enunciaciones de la violencia
puede leerse claramente en el cuarto elemento
de Haemagogia. Éste consiste en cuatro pequeños
cuadros que reúnen y sintetizan los referentes
diseccionados y dispuestos en la mesa metálica.
Cuatro cuadros elegantemente enmarcados, único
elemento no extraño a la fábula tradicional de la
galería, en una suerte de arquitectura desordenada
inscriben los elementos antes desarrollados:
mosquitos aplastados, sangre succionada y
referencias tanto a la fiebre amarilla como a los
archivos norteamericanos de los reportes de falsos
positivos. No es un momento de solución de la
(...) leer y extraer de diferentes enunciaciones contemporáneas, un punto crítico en el que violencia sea leída como una
ambigüedad jurídico-estética entre hecho y derecho (en última instancia entre vida y obra).
aporía entre los fines naturales (mera vida) y los
fines jurídicos (ley) que dispondría un momento
originario, más bien es la exposición abierta de la
misma. Una arqueología de una serie de escrituras,
borraduras y reinscripciones de violencia. Sin
solución, ni resolución.
En este sentido, la articulación de Deleuze y
Guattari no es extraña: “El vampiro no filia, contagia.
La diferencia es que el contagio, la epidemia, pone
en juego términos completamente heterogéneos:
por ejemplo, un hombre, un animal y una bacteria,
un virus, una molécula, un microorganismo” (2002,
p. 248). La heterogeneidad de términos es basta
en la pieza: infección, contagio, fiebre amarilla,
falsos positivos, invasión médico-militar, prácticas
extrajudiciales, taxonomía y referentes góticos.
(Falsas) conclusiones (positivas)
El recorrido por estas presuntas necropolíticas
de lo infecto se articula como un ensayo, como
una exploración que pretende leer y extraer de
diferentes enunciaciones contemporáneas, un
punto crítico en el que violencia sea leída como
una ambigüedad jurídico-estética entre hecho y
derecho (en última instancia entre vida y obra).
Hasta este punto, y sólo tras recaudar en la pieza
distintos índices de enunciaciones necropolíticas,
puede hacerse de alguna manera problemático
el referente gótico del campo desde el que se
nombra.
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Más que una referencia suplementaria o ficcional,
el referente vampírico y zombie funcionan para
articular diferentes registros de violencia que
abren simultáneamente un carácter fundamental
de la estética. No puede pasarse por alto que
para Kant, lo gótico o escolástico, es la inversión
de lo sublime. Dentro de la categorización de lo
sublime, Kant identifica lo sublime terrorífico o
terrible [Schreckhaft-Erhabene] como aquello “que
acompaña un sentimiento de horror y melancolía”
y que refiere a la soledad como estado terrorífico de
lo sublime. “De ahí que los enormes desiertos, como
el inmenso desierto de Schamo en Tartaria, hayan
dado siempre ocasión a la gente para ubicar allí
sombras terribles [fürchterliche Schatten], duendes
[Kobolde] y fantasmas [Gespensterlarven]” (Kant,
2004, p. 5). La visión del monstruo surge aquí, pero
no por mediación de estos espectros sino como su
degeneración. “Las cosas contrarias a la naturaleza
con las que se pretende lo sublime, aunque poco o
nada se consiga, son las monstruosidades [Fratzen]”
(ivi, p. 11). Las monstruosidades más adelante
serían identificadas con lo salvaje y bárbaro.
La referencia a la estética y el uso explícito de
una obra de arte como dispositivo que nos ayude
a enunciar diferentes inscripciones críticas de
violencia tiene como fin apuntalar, en diferentes
registros, los usos acostumbrados en los que el arte
contemporáneo se considera de manera ingenua
igual u homóloga a la vida, sin un concepto crítico
y jurídico de ésta. Llevándola incluso a un proceso
de escamoteo mayor, de violencia silenciosa tan
grande como una selva.
En este sentido, y tomando en cuenta que
este no es más que un intento, aludir a unas
necropolíticas de lo infecto pretende no definir
un tipo de necropoderes, sino más bien señalar
que el carácter de lo infecto está relacionado con
(...) el referente vampírico y zombie funcionan para
articular diferentes registros de violencia que abren
simultáneamente un carácter fundamental de la estética.
el de lo no vivo o propiamente con la vida que no
es digna de ser vivida. Una ley tachada, un logos
rasgado por la sucesión de sus suplementos, un
cuerpo falseado por la positividad de su gravedad
corporal y barrado por el pago de los militares
superiores, son sólo algunos de los elementos que
se intentan remover. Una serie de inscripciones
contemporáneas que conservan la ley, a fuerza de
no provocar la demanda de justicia.
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Instrumentalización del cuerpo femenino y economía del deseo*En un juego de valores e intercambios de deseos encontramos una operación muy clásica de la construcción de una figuración femenina en términos de la fantasía masculina. Dicha operación obedece a la oferta del estrecho montaje que significa un cuerpo a disposición del placer, partida de juego en términos de amo y esclavo.**Laura García Hernández
RESEÑAS
las sociedades de la verguenza
Es un alfabeto colérico ocluido, y del que
son despojadas en el exceso de deseo y
necesidades masculinas, para inducirlas a una
producción de la vergüenza como mecanismo
psíquico del poder, sostenido en una línea de
la autodenigración sin escapar a la traición de
su propio ser y a la autoverificación del valor
de su territorio simbólico de la sensualidad y
sexualidad, de su subjetividad. Heterotopía(1)
basada en el hombre o sujeto masculino como
redentor de sus propias carencias. (Si me lo
permiten posiciono el termino heterotopía al
territorio de lo simbólico corporal).
Es decir, cada una de las mujeres del
documental “Academia de putas” presenta
problemas específicos no resueltos en su
historia personal, que son justo el blanco de
la operación del mercado de violencia, (sea
esta psíquica, emocional, verbal, económica,
sexual) y usada como recurso y técnica de
inmovilización, ejercicio de una política de
* 1a Muestra documental Geografías de lo Femenino. Academia de Putas (Bitch Academy), Alina Rudnitskaya / Rusia 2008 / 30 min. Un documental tragicómico del temprano capitalismo ruso, que determina los sueños y las intimidades de sus jóvenes generaciones en un clima de miedo y esperanza. ** Laura García Hernández (sibilademente, Franco) / Artista intermedia, que explora nuevos territorios de prácticas artísticas y de investigación muy cercanas a la antropología visual y la arqueología mediática, con ejes transversales de género, biopolíticas y espacio público en una noción intermedial.www.lauragarciahernandez.wordpress.com/
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En la excavación que Alina Rudnitskaga nos
presenta igualmente encontramos conflictos
intragénero muy marcados en estas sociedades
de la vergüenza, donde el sujeto femenino
es incapaz de solidarizarse con la otra, fin
de partida de la activación de un feminismo
basado en el reconocimiento del sujeto ya
no como un subalterno, entiéndase como el
débil, el frágil, el dependiente. Predominando
una práctica absolutamente falocrática en un
territorio que le es propio como campo de
batalla politico-social al feminismo, pues es
en cuerpo en el que se experimenta el contra-
discurso de la instrumentalización del mismo,
en función de dicha oferta y demanda de
irritación, que las mantiene en la superficialidad
de ser y pertenecer; aunque podemos observar,
en algunas de estas mujeres, un rechazo a ser
insertadas a la expectativa de la política de la
irritación por parte de un grupo que al final
se reconoce en la superficie de lo que las
mantiene en una espera indeterminada, y que
corresponde al papel histórico de las mujeres
agenciándoles sus múltiples singularidades
que arriba a un colapso de certeza. Han
sido engañadas pagando por esto y en un
desencuentro con el objeto de deseo, ya sea
amoroso (todas desean un marido), sexual
(quieren ser satisfechas por su fantasía
masculina) y económico (provistas de recursos
monetarios) incertidumbre en la ausencia de
respuesta, ¿Dónde están esos hombres? ¿En
el cine? ¿En su imaginario femenino? ¿En la
cosificación de su propia corporalidad? ¿En la
caída del socialismo?
(1) En 1967 Foucault planteó un término actualmente inevitable en cualquier discurso sobre la ciudad contemporánea: el de Heterotopía, el espacio del mundo contemporáneo por excelencia. Frente al conjunto jerárquicamente organizado que caracterizaba al territorio medieval, hoy en día “el espacio en el que vivimos (...) es un espacio heterogéneo. En otras palabras, no vivimos en una especie de vacío, dentro del cual localizamos individuos y cosas. (...) vivimos dentro de una red de relaciones que delinean lugares que son irreducibles unos a otros y absolutamente imposibles de superponer”1. El concepto de heterotopía como un espacio heterogéneo de lugares y relaciones sería de vital importancia para los geógrafos y economistas de las décadas siguientes a la hora de definir, no sólo la red global que caracteriza el territorio tardocapitalista, sino la propia ciudad contemporánea. El término Heterotopía forma parte del debate que condujo a sociólogos, filósofos, economistas urbanos y demás a interesarse por el espacio urbano y poner en un segundo término los aspectos históricos y temporales de la ciudad. A partir de los sucesos de Mayo de 1968 las ciudades comenzaron a cambiar rápidamente: conflictos sociales, crisis económica, reestructuraciones urbanas... La sociología no pudo permanecer ajena a los efectos que esta revolución tuvo sobre el mundo del pensamiento, cada vez más politizado y orientado hacia la crítica social. Fue en este momento cuando comenzó a reivindicarse un mayor protagonismo del espacio frente al tiempo en la comprensión de la ciudad: era lo que Edward W. Soja ha denominado “el punto de partida del tránsito hacia la postmodernidad”. Las figuras que marcaron este punto de inflexión fueron Michael Foucault y Henri Lefebvre.
Henri Lefebvre reorientó su obra hacia la defensa de la espacialización, que ya había planteado en su trilogía Critique de la vie quotidienne (1946, 1961, 1968). Lefebvre coincidía con las heterotopías de Foucault al definir la espacialidad capitalista como una geografía fragmentada y jerarquizada pero que tendía hacia la homogeneización. En La survie du capitalisme (1973) y La production de l’espace (1974) asociaba la supervivencia del capitalismo a la producción de espacios mistificados donde la realidad se ocultaba tras velos de ilusión que eran velos ideológicos. Desde el pensamiento marxista, y durante la década de los 70, la llamada de Foucault y Lefebvre en pro de la espacialidad se trasladaría a la sociología y la geografía urbana, activada por el estallido de la “Crisis del Petróleo”.FOUCAULT, Michael: “Of other spaces”, Diacritics Nº 16, págs. 22-27, 1986.
Ellas no encuentran su utopía en la heteronormativo aplastante, ni en la máquina de deseo que su maestro de
placer les oferta.
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deseos. La tarea de trazar los imaginarios de lo
femenino en su dislocación y/ o confrontación
surgen nuevamente en la chica PUNK, quien
se opone a la figuración de subalterna en
su deseo, en lo económico y a la que el
montaje de seducción la sitúa en un supuesto
emancipado, retroceso de las conquistas no
sólo feministas, sino social-políticas, vuelta
de tuerca que no libera y que reduce a una la
vergüenza de una economía del desecho, la
limosna o el homless. Es decir el que está fuera
de la jugada económico-productiva.
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