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Trabajo doméstico infantil y rabajo doméstico infantil y rabajo doméstico infantil y rabajo doméstico infantil y rabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: juvenil en hogares ajenos: juvenil en hogares ajenos: juvenil en hogares ajenos: juvenil en hogares ajenos: De la formulación de los derechos a su aplicación De la formulación de los derechos a su aplicación De la formulación de los derechos a su aplicación De la formulación de los derechos a su aplicación De la formulación de los derechos a su aplicación Cuatro estudios locales en Colombia Cuatro estudios locales en Colombia Cuatro estudios locales en Colombia Cuatro estudios locales en Colombia Cuatro estudios locales en Colombia Sistematización realizada por Sistematización realizada por Sistematización realizada por Sistematización realizada por Sistematización realizada por Juanita Barreto Gama Juanita Barreto Gama Juanita Barreto Gama Juanita Barreto Gama Juanita Barreto Gama Profesora Profesora Profesora Profesora Profesora Departamento de T Departamento de T Departamento de T Departamento de T Departamento de Trabajo Social rabajo Social rabajo Social rabajo Social rabajo Social Universidad Nacional de Colombia Universidad Nacional de Colombia Universidad Nacional de Colombia Universidad Nacional de Colombia Universidad Nacional de Colombia Consultora-Investigadora Consultora-Investigadora Consultora-Investigadora Consultora-Investigadora Consultora-Investigadora UNICEF UNICEF UNICEF UNICEF UNICEF y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia

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TTTTTrabajo doméstico infantil yrabajo doméstico infantil yrabajo doméstico infantil yrabajo doméstico infantil yrabajo doméstico infantil yjuvenil en hogares ajenos:juvenil en hogares ajenos:juvenil en hogares ajenos:juvenil en hogares ajenos:juvenil en hogares ajenos:

De la formulación de los derechos a su aplicaciónDe la formulación de los derechos a su aplicaciónDe la formulación de los derechos a su aplicaciónDe la formulación de los derechos a su aplicaciónDe la formulación de los derechos a su aplicación

Cuatro estudios locales en ColombiaCuatro estudios locales en ColombiaCuatro estudios locales en ColombiaCuatro estudios locales en ColombiaCuatro estudios locales en Colombia

Sistematización realizada porSistematización realizada porSistematización realizada porSistematización realizada porSistematización realizada porJuanita Barreto GamaJuanita Barreto GamaJuanita Barreto GamaJuanita Barreto GamaJuanita Barreto Gama

ProfesoraProfesoraProfesoraProfesoraProfesoraDepartamento de TDepartamento de TDepartamento de TDepartamento de TDepartamento de Trabajo Socialrabajo Socialrabajo Socialrabajo Socialrabajo Social

Universidad Nacional de ColombiaUniversidad Nacional de ColombiaUniversidad Nacional de ColombiaUniversidad Nacional de ColombiaUniversidad Nacional de ColombiaConsultora-InvestigadoraConsultora-InvestigadoraConsultora-InvestigadoraConsultora-InvestigadoraConsultora-Investigadora

UNICEFUNICEFUNICEFUNICEFUNICEF y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia y Save the Children U.K. Colombia

Los Derechos de la Niñez Trabajadora en Hogares Ajenos en ColombiaDesde la legislación y la jurisprudencia

Investigación y autoríaEsmeralda Ruíz

Coordinación ProyectoRocío MojicaCoordinadora Programa ColombiaSave the Children Reino Unido

Nelson OrtizOficial de DerechosUnicef Colombia

Coordinación EditorialAngélica GutiérrezOficial de Comunicación e Información para América del SurSave the Children Reino Unido

Sara Franky CalvoOficial Asistente de ComunicacionesUnicef Colombia

Diseño y DiagramaciónCarlos Monroy Rubiano

FotografíasWilliam Torres - Unicef ColombiaJenny Mathews - Save the Children Reino Unido“Las fotos no corresponden a niños trabajadores domésticos”

ImpresiónGente Nueva Editorial

Save the Children Reino Unido. Oficina para América del SurFondo de las Naciones Unidas para la Infancia - UNICEFOficina de Area para Colombia y VenezuelaBogotá D.C., Colombia - Octubre de 2001Todos los derechos reservados.

PresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentación ...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

Primera partePrimera partePrimera partePrimera partePrimera parte

Trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: de laTrabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: de laTrabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: de laTrabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: de laTrabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: de laformulación de los derechos a su aplicaciónformulación de los derechos a su aplicaciónformulación de los derechos a su aplicaciónformulación de los derechos a su aplicaciónformulación de los derechos a su aplicaciónCuatro estudios locales en colombia

Introducción ...................................................................................................................

1. Escenarios, actoras/es y procesos ......................................................................

1.1 Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajo doméstico infantil en hogaresajenos .....................................................................................................................

1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: La población infantil y adolescentetrabajadora doméstica en hogares ajenos y los equipos de investigación ...................

1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los estudios, las aproximacionescuantitativas y el problema de la representatividad. La relación investigación-acción ..

2. Niñez, género, trabajo doméstico en hogares ajenos y derechos humanos ..

2.1 Los conceptos de niñez, adolescencia y juventud en el contexto de esta investiga-ción.........................................................................................................................

2.2 Género y generación: su potencial sinérgico y sus articulaciones con las condicionesde clase y etnia. ......................................................................................................

2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y los significados subjetivos ysocioculturales de denominar una actividad y tipificar el lugar donde ésta se realiza ...

2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva analítica e interpretativa de loshallazgos obtenidos que confiere sentido ético a las orientaciones y propuestas quede ellos se derivan. ..................................................................................................

3. Un camino obligado para la subsistencia y una socialización para la sumi-sión. Síntesis de los principales hallazgos ..................................................................

3.1 Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada .......................................

3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados de las experiencias de trabajoinfantil y juvenil en hogares ajenos. ..........................................................................

4. De la formulación de los derechos a su aplicación ............................................

5. La importancia de procesos participativos en la generación de alternativasal trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos. Conclusiones yrecomendaciones ....................................................................................................

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Segunda parteSegunda parteSegunda parteSegunda parteSegunda parteEstudios de caso

Niñas y jovenes empleadas domesticas:Niñas y jovenes empleadas domesticas:Niñas y jovenes empleadas domesticas:Niñas y jovenes empleadas domesticas:Niñas y jovenes empleadas domesticas:Condiciones de vida, derechos y expectativas.

Presentación ...................................................................................................................

1. Las niñas trabajadoras domesticas. Contextos de procedencia, familia ysocialización ..........................................................................................................

1.1 Características socio-demográficas de las niñas ..........................................................

1.2 Infancia, familia y socialización .................................................................................

1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado........................................................

1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida ..................................................................

2. Trabajo domestico infantil, socializacion e identidad .......................................

2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos ..............................................................

2.2 Atributos y valores para ser una "buena niña empleada doméstica" ..........................

2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil .........................................

2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre ...........................................................

3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy. ¿Algunos cambios significativos? ..........

3.1 Razones y condiciones de trabajo ............................................................................

3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida ...........................................................

3.3 Percepción del servicio doméstico ............................................................................

3.4 Influencia en su vida personal ..................................................................................

3.5 El control social: factor protector y regulador el la relación empleador empleada .......

4. Factores de riesgo y protectores y vulneracion de derechos en el trabajodomestico infantil ................................................................................................

4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales que explican el trabajo infantil enservicio doméstico ...................................................................................................

4.2 El contexto de violencia social y política y el trabajo doméstico .................................

4.3 El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor o peor? Factores de riesgo yfactores protectores................................................................................................

4.4 Acceso y/o vulneración de derechos ........................................................................

5. Conclusiones y recomendaciones .......................................................................

Bibliografia ......................................................................................................................

Anexos .............................................................................................................................

Niños, niñas y jóvenes escolarizados/as, trabajadores/as enNiños, niñas y jóvenes escolarizados/as, trabajadores/as enNiños, niñas y jóvenes escolarizados/as, trabajadores/as enNiños, niñas y jóvenes escolarizados/as, trabajadores/as enNiños, niñas y jóvenes escolarizados/as, trabajadores/as enhogares de terceros.hogares de terceros.hogares de terceros.hogares de terceros.hogares de terceros.

Para comenzar…. ............................................................................................................

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1. Algunas consideraciones sobre el trabajo infantil ............................................

1.1 El servicio doméstico: pasado y presente ................................................................

1.2 Características del servicio doméstico .......................................................................

1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo ....................................................

2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar. Análisis del contexto....................................

3. Descripción de los hallazgos ................................................................................

3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de los niños y niñas ..........................

3.2 El caso de las jóvenes ..............................................................................................

4. Impresiones del viaje… ........................................................................................

4.1 El enfoque de Género .............................................................................................

4.2 El enfoque de Derechos ..........................................................................................

4.3 Los programas institucionales ...................................................................................

4.4 Los docentes .........................................................................................................

5. Y entonces… para seguir viajando… ..................................................................

A quienes consultamos… ....................................................................................

Anexos ..................................................................................................................

Condiciones de vida de niñas trabajadoras domésticas enCondiciones de vida de niñas trabajadoras domésticas enCondiciones de vida de niñas trabajadoras domésticas enCondiciones de vida de niñas trabajadoras domésticas enCondiciones de vida de niñas trabajadoras domésticas enBucaramangaBucaramangaBucaramangaBucaramangaBucaramanga

Introducción ...................................................................................................................

1. Contexto ...............................................................................................................

2. Referentes teóricos .............................................................................................

2.1 El enfoque de derechos ..........................................................................................

2.2 Enfoque de género .................................................................................................

2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico ...................................................................

3. Las niñas y jóvenes trabajadoras domésticas en hogares de terceros ...........

3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñas y jóvenes del estudio ........

3.2 Condiciones laborales ...............................................................................................

3.3 Gustos, disgustos y expectativas. ............................................................................

3.4 El estilo de vida .......................................................................................................

3.5 Dificultades en el trabajo .........................................................................................

3.6 La percepción de empleadores y empleadoras .........................................................

4. Conclusiones y recomendaciones .......................................................................

Bibliografía ......................................................................................................................

Anexos .............................................................................................................................

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Condiciones de vida de las niñas empleadas en trabajoCondiciones de vida de las niñas empleadas en trabajoCondiciones de vida de las niñas empleadas en trabajoCondiciones de vida de las niñas empleadas en trabajoCondiciones de vida de las niñas empleadas en trabajodoméstico en hogares de terceros en la ciudad de Calidoméstico en hogares de terceros en la ciudad de Calidoméstico en hogares de terceros en la ciudad de Calidoméstico en hogares de terceros en la ciudad de Calidoméstico en hogares de terceros en la ciudad de Cali

Introducción ...................................................................................................................

1. Contexto ...............................................................................................................

2. Referentes conceptuales .....................................................................................

2.1 Injusticias Socieconómicas y Culturales .....................................................................

2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico .........................................................................

3. La situación de las niñas empleadas en servicio doméstico en hogares deterceros .................................................................................................................

3.1 Aspectos Sociodemográficos ....................................................................................

3.2 Ámbito Familiar ........................................................................................................

3.3 Trayectoria y condiciones laborales ...........................................................................

3.4 Relaciones Laborales ................................................................................................

3.5 Expectativas ............................................................................................................

3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva de derechos ..................................

4. Conclusiones y recomendaciones .......................................................................

Bibliografía ......................................................................................................................

Anexos .............................................................................................................................

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PresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentación

“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estarprotegido contra la explotación económica y contra el des-

empeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso oentorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud opara su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.”

(CDN Art.32)

Para UNICEF y Save the Children Reino Unido es un placer entregar publicados losresultados de este proyecto de investigación sobre Trabajo Doméstico Infantil Y Juvenilen Hogares Ajenos en Colombia, el cual se enfoca en cuatro estudios de caso en el país.

Este es la segunda de dos publicaciones que realizamos conjuntamente como unacontribución al debate sobre la participación de los niños y especialmente las niñas eneste tipo de trabajo.

Desde 1999 las dos organizaciones decidimos trabajar en un proyecto común deinvestigación tanto de la situación en materia de legislación y jurisprudencia sobre el temaen Colombia, como de la situación de derechos y de condiciones laborales de las niñas yniños y su propia mirada sobre dichas situaciones. Nos centramos en el trabajo domésti-co por considerarlo uno de los más potencialmente riesgosos para las niñas y niños, unode los que aporta más contundentemente a la perpetuación de la discriminación, la in-equidad, la pobreza y la desigualdad entre los géneros, y uno de los menos visibles todavez que continúa considerándose propio del ámbito privado. La niña trabajadora en unhogar ajeno se encuentra separada de su familia; su jornada de trabajo es más larga quela de los adultos; su salario es, por lo general, inferior al mínimo permitido; se le asignanresponsabilidades muy pesadas o riesgosas como el cuidado de niños o el manejo decombustibles u objetos corto-punzantes; en la mayoría de los casos no asiste a la escue-la; no se le permite salir, se marcan estrictas diferencias entre su calidad de vida y la de lasdemás personas -niños y adultos- en cuyos hogares vive; está expuesta frecuentemen-te a violencia genérica y sexual, a la pérdida de su autoestima y al servilismo

El trabajo desarrollado por niños y niñas está generalmente ligado a la privación de susderechos fundamentales: carencia o déficit educativo, privación de afecto, falta de segu-ridad social, negación del juego y los demás aspectos necesarios para su desarrollo inte-gral. En el caso del trabajo doméstico estas privaciones son mucho más dramáticas. Seha determinado, por ejemplo, que el promedio de atraso escolar de las niñas en trabajodoméstico es de alrededor de 4.5 años, mientras el de niños en otros tipos de trabajo esde cerca de 1.5 años.

El trabajo doméstico infantil pone en cuestionamiento el respeto a la Dignidad Huma-na, uno de los fundamentos del Estado Social de Derecho en Colombia, consagrado en el

artículo 1 de la Constitución de 1991, el cual impone limites a la forma en que pueden sertratados los seres humanos. Pone en cuestionamiento el también constitucionalmenteconsagrado principio del Interés Superior del Niño, el cual implica que, en cualquier tipo dedecisión en la que se ven enfrentados intereses de diferentes sujetos, los intereses de lasniñas y los niños prevalecen por sobre los de los demás.

Aunque es muy difícil conocer la magnitud de la problemática del trabajo infantil engeneral, dada su invisibilidad y las dificultades para determinarlo, se sabe que es unadramática realidad en el país. A pesar de que Colombia ratificó el Convenio 138/73 me-diante ley 515/99. el cual señala que la edad mínima para trabajar no debe ser inferior a laedad en que cesa la educación obligatoria (15 años según la Carta Política de 1991) losdatos obtenidos a través de las encuestas de hogar a lo largo de la década de los noventapermiten afirmar que alrededor de 2.5 millones de niños y niñas entre 9 y 17 años traba-jan en Colombia. Debido al carácter privado del trabajo doméstico, es mucho más difícilsaber con exactitud cuántos niñas y niños lo realizan. Un análisis reciente de las encuestasmencionadas, financiado por Save the Children, advierte que cerca de 323 mil niñas yniños, entre 5 y 18 años, están vinculados a este tipo de actividad en las siete principalesciudades del país.

Desde la perspectiva de UNICEF y Save the Children, la Convención sobre los Dere-chos del niño constituye el fundamento ético y jurídico sobre el cual debe descansar laformulación de políticas sociales en torno al problema del trabajo de niños y adolescen-tes. Lo Convención plantea el reto de erradicar progresivamente el trabajo nocivo paralos niños y los adolescentes, entendiendo que nociva es toda actividad laboral que puedainterferir en su bienestar integral y en particular entrar en conflicto con su acceso, perma-nencia y éxito en la escuela básica obligatoria de acuerdo al mandato constitucional , enel caso colombiano mínimo 9 años de educación básica gratuita y obligatoria.

Los derechos consagrados en la Convención Internacional de Derechos del Niño queson con más frecuencia vulnerados a los niños y niñas trabajadores del hogar son lossiguientes: Derecho a la no discriminación (Art. 1), a ser cuidado por sus padres (Art. 7),a mantener contacto directo con ambos padres (Art.9), a la protección de maltratos,abandono o explotación (Art.19), a un nivel de vida adecuado para su desarrollo (Art.27), a la educación (Art. 28), al descanso, al esparcimiento, al juego y actividades cultu-rales (Art. 31), a la protección contra la explotación económica y contra el desempeñode cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que seanocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social (Art. 32).a estar protegido contra todas las formas de explotación y abuso sexual (Art.34), a noestar privado arbitrariamente de su libertad (Art. 37).

Save the Children UK y UNICEF decidimos adelantar un proceso de investigación quepermitiera descubrir o verificar las diversas maneras como se expresa en Colombia elproblema del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos, desde una perspec-tiva de derechos y desde el rescate de la palabra de las propias niñas que han vivido estaexperiencia. Para ello contratamos la realización de cuatro investigaciones que permitie-sen el reconocimiento del problema y de sus principales manifestaciones en las ciudadesde Cali1, Bucaramanga2, Bogotá-Ciudad Bolívar3 y Bogotá-Soacha-Cazucá4, así como lasistematización de sus resultados por parte de Juanita Barreto Gama, Consultora-Inves-tigadora, Profesora del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Nacional deColombia.

1 En Cali con TallerAbierto, Centro dePromoción Integralpara la Mujer y la Fa-milia. Proyecto: Si-tuación de niñasempleadas entrabajo domésti-co en hogares deterceros en la ciu-dad de Cali.

2 En Bucaramanga conla Fundación Mujer yFuturo. Proyecto:Estudio investiga-tivo sobre condi-ciones de vida deniñas trabajado-ras domésticasen Bucaramanga.

3 En Ciudad Bolivar conla Casa de la MujerTrabajadora -CUT-.Proyecto: Caracte-rización de niños,niñas y jóvenesescolarizados/astrabajadores/asen hogares deterceros en cua-tro colegios dis-tritales de la loca-lidad 19 -CiudadBolívar.

4 En Bogotá-Soacha-Cazucá con MarthaNubia Bello, NayibePeña y otras. Proyec-to: Niñas y jóve-nes empleadasdomésticas: con-diciones de vida,derechos y expec-tativas.

El presente documento señala las expresiones más significativas del trabajo domésticoinfantil y juvenil en hogares ajenos en dichas localidades, identifica las condiciones objeti-vas y subjetivas que en él confluyen y da elementos de análisis sobre sus implicacionessocioculturales, económicas y políticas. Igualmente, identifica las condiciones diferentespara abordar el problema cuando se trata niñas y jóvenes vinculadas o no a la educaciónformal, cuando la modalidad del trabajo es interno o por días, cuando el trabajo se realizaen hogares de diversos estratos socioeconómicos y cuando las vivencias correspondena experiencias de trabajo en la gran ciudad o en ciudades intermedias. Aborda la dinámicade los procesos migratorios del campo a la ciudad, las características de los procesos demovilidad inter e intra barrial, las condiciones étnicas y las particulares experiencias de loscasos referidos a población en situación de desplazamiento.

Todo ello con el objetivo de avanzar en el diseño estrategias de intervención y accio-nes consecuentes con los hallazgos obtenidos que aporten elementos que permitan avan-zar en el proceso hacia la erradicación progresiva del trabajo doméstico infantil en hoga-res ajenos. Supone una perspectiva de largo plazo que requiere una relación con losproyectos y acciones que se gestan en el corto y el mediano plazo.

Agradecemos a todas las personas que hicieron parte de los equipos de investigaciónpor su trabajo y su compromiso con el tema y, especialmente, a las niñas y niños queparticiparon y aportaron la esencia de este proceso.

Esperamos que esta publicación contribuya no solamente a visibilizar y documentar laproblemática, sino a sensibilizar y fundamentar acciones orientadas a modificar la situa-ción de las niñas y niños que realizan este tipo de trabajo, para bien de la totalidad de lasniñas y niños colombianos.

Manuel Manrique Richard Hartill

Representante de UNICEF Director Programa América del Surpara Colombia y Venezuela Save the Children, Reino Unido

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IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

La toma de posiciones, la formulación de propuestas y la definición de políticas y pro-gramas relacionados con el trabajo infantil y los problemas que comporta, exigen con-centrar el interés en sus particulares expresiones en cada país y en cada localidad. Sólo asíse podrá avanzar en el descubrimiento de las condiciones que, aún a comienzos deltercer milenio, mantienen y reproducen ancestrales prácticas sociales que desconocen oignoran el camino recorrido por los procesos de construcción de valores que han eleva-do a principio universal los derechos de la niñez.

Para satisfacer dicha exigencia es hoy necesario construir una perspectiva orientada,no tanto a encontrar explicaciones producto de la pretensión de establecer relacionescausa-efecto ante una realidad dinámica, compleja y contradictoria, sino, tal vez, a ani-mar procesos que permitan la comprensión de dicha realidad y la definición de accionesconsecuentes con las posibilidades que abre la intención comprensiva1. Por ello resultaimprescindible asumir opciones de conocimiento de lo social gestadas a partir de reflexio-nes, sentimientos y propuestas nacidas de experiencias vividas que logran hacerse pala-bra y ponerse en circulación para tender puentes entre los intereses individuales y loscolectivos.

En este contexto se ubica el interés de Save the Children (UK) y de UNICEF por esti-mular y propiciar el desarrollo de procesos de investigación y de intervención que permi-tan descubrir las diversas maneras como se expresa en Colombia el problema del trabajodoméstico infantil y juvenil en hogares ajenos. Para ello apoyaron la realización de cuatroinvestigaciones que permitiesen concentrar la atención en el reconocimiento de este pro-blema y de sus principales manifestaciones en las ciudades de Cali2, Bucaramanga3, Bogo-tá-Ciudad Bolívar4 y Bogotá-Soacha5, así como la sistematización de sus resultados.

El presente documento se propone identificar las convergencias y diferencias entre lascuatro investigaciones; señalar las expresiones más significativas del trabajo domésticoinfantil y juvenil en hogares ajenos en dichas localidades, identificar las condiciones obje-tivas y subjetivas que en él confluyen y derivar elementos de análisis sobre sus implicacio-nes socioculturales, económicas y políticas, que den base para formular recomendacio-nes orientadas a diseñar estrategias de intervención y acciones consecuentes con loshallazgos obtenidos.

Se trata de aportar elementos que permitan avanzar en el proceso orientado a laerradicación progresiva del trabajo doméstico infantil en hogares ajenos, responsabilidadética de la humanidad en su conjunto y de quienes habitamos en Colombia en particular.Sin embargo, ese proceso no depende del arbitrio de intereses particulares porque estáanclado en las condiciones materiales e ideológicas que sustentan la existencia de cadaser humano. Supone, por tanto, la conciencia del largo plazo para hacer realidad esa

1 Queda así enunciadala inserción de estetrabajo en el debatesobre el sentido delconocimiento de losocial hoy, en el cualme sitúo desde la pre-valencia de interesescomprensivos sobreintereses explicati-vos, que permitan darcuenta de los indiso-lubles nexos entre lainvestigación y la ac-ción.

2 Taller Abierto, Centrode Promoción Inte-gral para la Mujer yla Familia. Situaciónde niñas empleadasen trabajo domésticoen hogares de terce-ros en la ciudad deCali, Informe de in-vestigación presen-tado a Save the Chil-dren U.K y UNICEF,Septiembre de 2000.Inédito

3 LELIEVRE, Christianee Isabel M. ORTIZ,Fundación Mujer yFuturo. Estudio in-vestigativo sobrecondiciones de vidade niñas trabajado-ras domésticas enBucaramanga, Infor-me final presentadoa Save the ChildrenU.K Colombia y UNI-CEF, Agosto de 2000.Inédito.

4 LOMBANA, Ximena yAna Isabel PAVASMARTINEZ, Corpora-ción Casa de la Mujer

utopía e identificar su necesaria relación con los proyectos y acciones que se gestan en elcorto y el mediano plazos, es decir, la convicción profunda del presente como mediaciónpermanente entre el pasado y el futuro.

Para tal efecto estas reflexiones se han organizado en los siguientes capítulos:

El primer capítulo da cuenta de los escenarios en los cuales se realizaron las inves-tigaciones, las orientaciones metodológicas que animaron los procesos de investiga-ción realizados y las relaciones establecidas entre quienes integraron los equiposde investigación y la población participante en el estudio. En él se hace explícito elsignificado de haber asumido en todas ellas una perspectiva orientada por los principiosde la investigación acción participativa que reconoce a la población con la cual se trabajacomo sujeto y no como objeto de investigación; se destaca la indisoluble y necesariarelación entre el conocimiento y la acción y se abordan los criterios de representatividadcualitativa y sus aportes para la comprensión de problemas y realidades en los cuales elacceso a la información cuantitativa es difícil, limitado e insuficiente6.

El segundo capítulo concentra su interés en el debate sobre las cuatro categoríaseje del interés cognoscitivo que atraviesa las investigaciones y que requieren precisionesen razón de los complejos efectos del oficio de nombrar, a saber: a) la categoría niñezy sus relaciones con las categorías adolescencia y juventud; b) la categoría género ylas posibilidades que ofrece para estudiar las especificidades del trabajo doméstico infantilen las niñas y los niños; c) la categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y lossignificados subjetivos y socioculturales de denominar una actividad y tipificar el lugardonde ésta se realiza y d) la categoría derechos de la niñez7 como perspectiva analí-tica e interpretativa de los hallazgos obtenidos que confiere sentido ético a las orientacio-nes y propuestas que de ellos se derivan.

El tercer capítulo señala los principales hallazgos obtenidos identificando lo que nosune y lo que nos diferencia en materia de trabajo doméstico infantil y juvenil enhogares ajenos en un país caracterizado por la diversidad de sus regiones. Se describeallí un panorama global construido a partir de los estudios referenciados en las citas pre-cedentes. Se trata de poner en circulación las palabras de quienes se han desem-peñado como trabajadoras domésticas en hogares ajenos y han experimentadoen su propia historia la tensión entre necesidad y libertad. Se trata también de abrir elcamino para el reconocimiento que de esta realidad hacen las/os patronas/os o emplea-doras/es y las entidades u organizaciones a las cuales pertenecen las investigadoras. Seidentifican las condiciones diferentes para abordar el problema cuando esta realidad esasumida desde la experiencia de trabajadoras domésticas niñas y jóvenes vinculadas ono a la educación formal, cuando la modalidad del trabajo es interno o por días, cuandoel trabajo se realiza en hogares de diversos estratos socioeconómicos y cuando las vi-vencias corresponden a experiencias de trabajo en la gran ciudad o en ciudades interme-dias. Cuatro variables actúan como referente transversal de la caracterización lograda eneste capítulo: la dinámica de los procesos migratorios del campo a la ciudad, las caracte-rísticas de los procesos de movilidad inter e intra barrial, las condiciones étnicas y lasparticulares experiencias de los casos referidos a población en situación de desplazamien-to. La categoría género también actúa como criterio transversal en éste capítulo, básica-mente para dar cuenta de sus posibilidades y sus límites para el estudio del trabajo do-méstico y de la necesaria prevalencia de la categoría mujer para los fines de análisis,interpretación y búsqueda de alternativas consecuentes con las metas de justicia social yequidad de género que alimentan los intereses investigativos.

Trabajadora -CUT-Caracterización deniños, niñas y jóve-nes escolarizados/astrabajadores/as enhogares de tercerosen cuatro colegiosdistritales de la loca-lidad 19 -Ciudad Bolí-var. Informe final eInvestigación finalpresentado a Savethe Children U.K yUNICEF, Agosto de2000. Inédito.

5 BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia,PEÑA FRADE, Nayi-be y otras. Niñas yjóvenes empleadasdomésticas: condi-ciones de vida, de-rechos y expectati-vas. Informe final deinvestigación reali-zada con niñas em-pleadas domésticasen Soacha y Bogo-tá, presentado aSave the ChildrenU.K Colombia y UNI-CEF, Agosto de2000. Inédito.

6 CASTILLO, Zoraida yotros. Cuantificacióny características delas niñas y los niñostrabajadores delservicio domésticoen Colombia, UNI-CEF y Save the Chil-dren Fund., Colom-bia, Santafé de Bo-gotá, Mayo de 2000.Inédito.

7 RUIZ GONZALEZ, Es-meralda. Los dere-chos de la niñez tra-bajadora domésticadesde la legislación yla jurisprudencia, Do-cumento para Discu-sión, UNICEF, Savethe Children U.K.,Santafé de Bogotá,Junio del 2000. In-édito.

El cuarto capítulo presenta algunas reflexiones sobre el camino que va de la formula-ción de los derechos a su aplicación, la función mediadora que cumplen en ese cami-no los complejos procesos de introyección subjetiva de los derechos y de legitimaciónsocial de su ejercicio develando algunas paradojas entre las dimensiones legales y legíti-mas, formales y reales de los derechos de la niñez y, de manera específica, de la niñeztrabajadora doméstica. Allí se realizan dos miradas problematizadoras del trabajodoméstico: de una parte su relación con el problema de la pobreza en Colombiay sus particulares implicaciones para la población femenina y la población infantil; de otraparte, su función en la reproducción y mantenimiento de relaciones de servilis-mo y subordinación. Tales miradas sustentan la realización de un balance orientado agenerar alternativas que permitan enfrentar la tensión entre lo legal y lo legítimo. Ellosupone reconocer los obstáculos que implica el trabajo doméstico infantil en hogaresajenos para la construcción de la autonomía, el ejercicio de los derechos y su reconoci-miento como un valor.

El quinto y último capítulo está estructurado en dos partes: La primera, proveeelementos de análisis para comprender los contrasentidos del trabajo domésticoinfantil, mediante la búsqueda de respuestas a las preguntas formuladas de manerapersistente en las últimas décadas sobre la razón de ser y el sentido de la relación niñez ytrabajo, y de modo específico sobre el trabajo doméstico infantil en hogares ajenos comoun agente de socialización que, sutil o explícitamente, reproduce procesos que legitimanla sumisión, el sufrimiento y el sacrificio.

La segunda parte propone generar procesos orientados hacia la eliminaciónprogresiva del trabajo doméstico infantil en hogares ajenos. Ello supone diseñarestrategias que permitan construir propuestas individuales y colectivas en los ór-denes personal y social, gubernamental y poblacional, en los niveles locales,regionales, nacionales e internacionales. Allí se destaca el sentido de definir políticas,diseñar programas y desarrollar proyectos animados por procesos de participación so-cial, de educación comunitaria y de movilización de recursos que permitan hacer visible eltrabajo doméstico infantil, volverlo palabra, constituirlo en problema generador de inte-rrogantes y desarrollar acciones progresivas y sistemáticas que actúen como engranajede un movimiento social en el que se reconozca que el ejercicio de los derechos humanospasa por el reconocimiento cotidiano de los derechos de la niñez.

De modo paralelo, se formulan alternativas orientadas a divulgar las disposiciones lega-les que protegen el trabajo doméstico juvenil en hogares ajenos, a analizar sus implicacio-nes y sus efectos sobre el ejercicio de otros derechos de niñas, niños y adolescentes ysobre sus condiciones de vida, y a generar espacios sociales que consulten sus experien-cias y sus propuestas cuando se definen normas, políticas y programas relativos al traba-jo doméstico en hogares ajenos.

1. Escenarios, actoras/es y procesos1. Escenarios, actoras/es y procesos1. Escenarios, actoras/es y procesos1. Escenarios, actoras/es y procesos1. Escenarios, actoras/es y procesos

El presente capítulo se constituye en la puerta de entrada al proceso de sistematiza-ción y se orienta a responder cuatro preguntas: ¿Dónde se realizaron las investigacio-nes? ¿Quiénes las animaron? ¿Con quiénes trabajaron? ¿Cómo se desarrollaron los pro-cesos de obtención, análisis e interpretación de la información?. Cada una de ellas seaborda desde la intención de hacer explícita la relación entre la realidad inmediata en lacual se llevó a cabo cada investigación, sus entornos, sus contextos y las maneras parti-culares como se abordó el trabajo de investigación propuesto.

1.11.11.11.11.1 Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajo Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajo Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajo Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajo Cuatro localidades de Colombia para analizar el trabajodoméstico infantil en hogares ajenosdoméstico infantil en hogares ajenosdoméstico infantil en hogares ajenosdoméstico infantil en hogares ajenosdoméstico infantil en hogares ajenos

El amplio escenario en el cual se realizaron las investigaciones objeto de esta sistemati-zación es el territorio colombiano, con una población superior a los cuarenta millones dehabitantes de los cuales las mujeres son el 51.4% y los hombres el 48.6%8. Cerca de lamitad (el 44%) son menores de 19 años, rango en el cual el número de mujeres esligeramente inferior al número de hombres (49.6% mujeres y 50.4% hombres). Casi lacuarta parte (el 23.13%) se encuentra entre los 5 y los 14 años de edad, siendo éstos unpoco mas de la mitad (el 52.4%) de la población menor de 19 años.9

Un territorio cuyos procesos de poblamiento en constante transformación han estadodeterminados por persistentes problemas de inequidad en la distribución de los recursos-gran concentración de la propiedad y de la riqueza- con sus efectos sobre la coexisten-cia de altos niveles de enriquecimiento de unos pocos y de empobrecimiento de ampliasmayorías de la población, sustentados en crecientes procesos migratorios muchos de loscuales han sido forzosos en cuanto producto de diversas exclusiones, discriminaciones yviolencias. Un territorio en el cual durante la última década el recrudecimiento de la violen-cia, la multiplicación de las acciones armadas y las guerras locales recurrentes han inten-sificado los desplazamientos forzosos de numerosos grupos poblacionales que buscan enlas grandes ciudades y en las ciudades intermedias un refugio a su dolor y nuevas alter-nativas para su subsistencia. Un territorio donde el trabajo doméstico ha constituido através de la historia del país una puerta de entrada a las pequeñas o grandes ciudadespara una amplia proporción de mujeres migrantes procedentes de los sectores rurales.

Un territorio en el cual el conocimiento sobre las condiciones y características del traba-jo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos está inscrito en las historias de quienes lohan experimentado; donde los estudios que dan cuenta de su magnitud, sus significadosy sus implicaciones son incipientes y están muy articulados a la dinámica de los organis-mos internacionales que animan el estudio y análisis de los problemas que afectan a lapoblación infantil. Por ello, en consonancia con las metas trazadas en la “Reunión técnicainternacional Niñez Trabajadora en el Hogar de Terceros” realizada en Lima en septiembre

8 DANE estadísticas.Encuesta Nacional deHogares Septiembrede 1999.

9 DANE. Estadísticas.Censo de 1993. To-tal nacional.

de 199910 las organizaciones UNICEF y Save The Children UK se propusieron estimularprocesos de conocimiento e intervención sobre esta realidad en Colombia mediante elimpulso de cuatro estudios cualitativos de carácter local.

La delimitación de los escenarios del territorio colombiano en los cuales se llevaron acabo tales estudios correspondió al interés de obtener una exploración sobre el problemaobjeto de investigación en diferentes zonas del país. Se eligieron el distrito capital deBogotá D.C (Localidad Ciudad Bolívar), el municipio de Soacha y las ciudades de Cali yBucaramanga. De esta manera se realizaban recorridos por la gran capital, por un muni-cipio aledaño a ésta que ha alojado una amplia proporción de población desplazada, poruna ciudad principal y por una ciudad intermedia, los cuales permitieron dar cuenta de lasimplicaciones que tienen diversas dinámicas socioeconómicas y culturales característicasdel país sobre el problema del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos.

Según los datos del último censo (1993), la población total de estas cuatro ciudades erade 7.256.616 habitantes (3.436.636 hombres y 3.819.980 mujeres), de los cuales Bogotácontaba con 4.945.448 (2.341.775 hombres y 2.603.673 mujeres), Cali con 1.666.468(787.905 hombres y 878.563 mujeres), Bucaramanga con 414.365 (194.468 hombres y219.897 mujeres) y Soacha con 230.335 (112.488 hombres y 117.847 mujeres); estosmunicipios, en razón de su número de habitantes, ocupan el primero, segundo, séptimo yvigésimo lugar, respectivamente, dentro de la totalidad de municipios del país.

El crecimiento poblacional en estas ciudades ha estado determinado por las dinámicasgeneradas por las diversas corrientes migratorias y los diversos grupos de poblacióndesplazada que al salir de sus lugares de origen se dirigen hacia el centro (Bogotá ySoacha), el occidente (Cali) o el nororiente (Bucaramanga) del país en busca de nuevasposibilidades o nuevas opciones para sus vidas.

Son, entonces, cuatro los escenarios concretos en los cuales se exploró el problemadel trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos: 1) Bogotá cuya población -tres veces mayor que la de la segunda ciudad del país- está conformada por corrientesmigratorias y desplazados provenientes de todo el país, en especial de Cundinamarca,Boyacá, Tolima y los Llanos Orientales. 2) Soacha, municipio colindante con Bogotá ycon un crecimiento poblacional de proporciones geométricas en los últimos años, en elcual se ha ubicado gran cantidad de la población en situación de desplazamiento proce-dente de muy diversas regiones del país, sobre todo del Chocó y de la región Caribe. 3)Cali, cuyos habitantes -en una cantidad muy similar a la de Medellín con la cual se disputael reconocimiento como segunda ciudad del país- proceden en mayor proporción deCauca, Nariño, Putumayo y, en menor proporción, de Caldas, Risaralda y Quindío ydonde, en los últimos años, se han ubicado habitantes pertenecientes a comunidadesindígenas del sur del país. 4) Bucaramanga, cuya población -que en la actualidad duplicalos datos censales del 93-11, comprende habitantes procedentes de los dos Santanderes,Bolívar, Cesar y diversas veredas de la región del Magdalena Medio circundante, buenaparte de los cuales han huido o están huyendo de la violencia armada.

1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: La1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: La1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: La1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: La1.2 Actoras y actores protagonistas de este estudio: Lapoblación infantil y adolescente trabajadora doméstica enpoblación infantil y adolescente trabajadora doméstica enpoblación infantil y adolescente trabajadora doméstica enpoblación infantil y adolescente trabajadora doméstica enpoblación infantil y adolescente trabajadora doméstica enhogares ajenos y los equipos de investigaciónhogares ajenos y los equipos de investigaciónhogares ajenos y los equipos de investigaciónhogares ajenos y los equipos de investigaciónhogares ajenos y los equipos de investigación

La delimitación de los escenarios concretos del territorio colombiano en los cuales serealizaron tales estudios estuvo muy articulada a la selección y conformación de los equi-

10 Véase: CASTRO RO-JAS, Adriana Lucía(Editora y compilado-ra). "Memorias Re-unión Técnica Inter-nacional Niñez Traba-jadora en el hogar deterceros", Lima,Perú, 20, 21 y 22 deSeptiembre de 1999,Coedición OIT, IPEC,UNICEF y Save theChildren, Colombia,primera edición, sep-tiembre de 2000.

11 Las investigadorasLelievre y Ortiz (ob.cit. pag. 8) calculanla población de Bu-caramanga y suárea metropolitanaen 1.100.000 habi-tantes.

pos de investigación. Entre los criterios que orientaron las acciones de Save the ChildrenUK y de UNICEF en la toma de decisiones relativas a la iniciación y al desarrollo de lasinvestigaciones sobre trabajo doméstico infantil y juvenil en Colombia se destacan:

• Una perspectiva de proceso: expresada en la necesidad de que los equipos de inves-tigación se introdujesen en los caminos recorridos en materia de sensibilización ante latemática objeto de estudio, tanto en el país como en América Latina y en el contextointernacional, y sentaran las bases para dar continuidad al estudio del tema y a lageneración de propuestas de intervención frente al mismo, una vez finalizadas lasinvestigaciones.

• Una perspectiva de interacción: orientada a crear condiciones para hacer posible lacomunicación y el intercambio de experiencias entre los cuatro equipos de investiga-ción, y entre éstos y profesionales, consultores o especialistas en el campo del trabajoinfantil y los derechos de la niñez.

• Una perspectiva ética: que permita construir un horizonte de sentido en el cual lasmiradas, las palabras, las acciones y las propuestas sobre el problema del trabajodoméstico infantil y juvenil en hogares ajenos permita la articulación entre las dimen-siones individuales, comunitarias y socioculturales de tal forma que estén animadaspor intereses emancipatorios que atraviesen los necesarios intereses prácticos y es-tratégicos que incentivan toda acción humana.

Tales criterios permiten reconocer a las actoras y actores que entraron en escena conel fin de desarrollar cuatro estudios que permitiesen derivar nuevos conocimientos, re-flexiones y alternativas de acción frente a una de las expresiones del trabajo de niños,niñas y adolescentes: el trabajo doméstico en hogares ajenos en Colombia.

Se trata de introducirnos en un proceso de conocimiento e intervención en cursorespondiendo las siguientes preguntas: ¿Quiénes animaron las investigaciones? ¿Conquiénes trabajaron? ¿Quiénes participaron en este proceso?.

El primer tipo de participantes estuvo integrado por las entidades convocantes y lasinvestigadoras vinculadas al proyecto para aportar sus conocimientos frente al tema.Este grupo12 actuó como generador del interés investigativo incentivando la inserción enel concierto internacional de los rumbos y contenidos de los debates sobre el problemadel trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos en Colombia. Además de sufunción de seleccionar los grupos de investigación, financiar las investigaciones y los eventosresultantes de este proceso y poner en circulación sus resultados, aportó buena parte delos materiales de apoyo para los trabajos de consulta documental sobre el problema.Para ello impulsó la realización de dos Seminarios-taller -uno para dar inicio al proceso yotro para poner en común los resultados de las investigaciones13- y brindó apoyo logísti-co y seguimiento al trabajo realizado.

El segundo tipo de participantes lo constituyeron las integrantes de los equipos deinvestigación y a través de ellas las organizaciones que las respaldan o a las cuales perte-necen14. El primer Seminario-Taller permitió gestar un proceso de conocimiento e interac-ción entre éstas, de acuerdo con lo que se afirmaba en la “Agenda de trabajo”:

“Impulsar un trabajo sistemático orientado a comprender el problema del trabajodoméstico infantil en Colombia y a definir alternativas de acción frente al mismo,exige crear condiciones para que los equipos de investigación conformados para tal

12 Integrado por NelsonOrtiz de UNICEF, Ro-cío Mújica, JenniferNewton, María InésCuadros, RichardHarthill de Save TheChildren UK; ZoraidaCastillo, EsmeraldaRuíz y Juanita Barre-to, Investigadoras;Vilma Sned Giraldo,Relatora de los en-cuentros y BeatrízCéspedes, MaríaCristina Salazar(DNI), Liliana Obre-gón (IPEC/OIT) yMariela Rivera, ex-pertas en el tema yparticipantes invita-das a los encuentros.

13 Los contenidos deltrabajo realizado enlos eventos que per-mitieron la puesta enescena de las entida-des convocantes, delos equipos de inves-tigación y de las ase-soras o consultorasde este proceso y desus principales resul-tados quedaron con-signados en los docu-mentos "RelatoríaSeminario-Taller In-vestigaciones SobreTrabajo DomesticoInfantil y Juvenil enhogares de tercerosen Colombia", Santa-fé de Bogotá, jue-ves 13 y viernes 14de abril de 2000 y"Relatoría Seminario-Taller Trabajo Domes-tico Infantil y Juvenilen hogares ajenos enColombia. Puesta encomún de las investi-gaciones. Encuentrode Investigadoras.Santafé de Bogotá,viernes 15 y sábado16 de septiembre de2000.

efecto se comuniquen, compartan sus experiencias y construyan una base comúnque alimente conceptual y operacionalmente los enfoques y contenidos de las accio-nes realizadas en los distintos lugares en los cuales se desarrollan los procesos”.

Y se formulaban objetivos orientados a:

“1. Construir colectivamente las bases para desarrollar procesos de investigaciónsobre Trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos.

2. Compartir el estado actual de los proyectos de investigación sobre “Trabajodoméstico infantil y juvenil en hogares ajenos” definidas por los equipos de inves-tigación de Bogotá, Soacha, Cali y Bucaramanga y ubicarlas en el contexto deotros estudios realizados al respecto en Colombia y en América Latina.

3. Analizar las orientaciones conceptuales, metodológicas y técnicas que sustentanla formulación y el desarrollo de tales investigaciones, a fin de enriquecer medianteel trabajo conjunto el abordaje del problema de investigación, la interacción con lapoblación participante en el estudio, los procesos de obtención, análisis y sistema-tización de la información y las proyecciones de los estudios sobre los proyectos devida de las niñas y niños trabajadores en oficios domésticos”.15

El taller permitió identificar que los cuatro equipos de investigación tenían en común suinterés por estimular procesos de organización y movilización de diversos grupos depoblación en sus respectivas localidades, mediante el desarrollo de programas de educa-ción popular y proyección social y comunitaria. Al mismo tiempo, cada uno se caracteri-zaba por trabajar en especial con grupos poblacionales diversos, a saber:

En Bogotá trabajaron dos equipos de investigación,16 el primero tenía a Soacha comoreferente de acción y se conformó a partir de la experiencia obtenida en el marco de unproyecto de trabajo con población en situación de desplazamiento forzoso, realizado enAltos de Cazuca, con el apoyo del departamento de Trabajo Social y la División de Exten-sión de la Universidad Nacional de Colombia. El segundo tenía a la localidad de CiudadBolívar como referente de acción; se conformó a partir de los intereses de la Casa de laMujer Trabajadora de la Central Unitaria de Trabajadores -CUT-, la cual tiene como unode sus frentes de acción una experiencia con niños, niñas y jóvenes generada para hacervisible la problemática del trabajo infantil en el marco de un proceso realizado en cuatrocolegios de la localidad 19 del Distrito Capital.

El equipo de investigación de Bucaramanga pertenece a la Fundación Mujer y Futuro,Organización no Gubernamental cuyas acciones se orientan al desarrollo de procesos deeducación, asesoría e investigación sobre derechos de las mujeres, construcción de nue-vas identidades femeninas y masculinas y alternativas para enfrentar la discriminación y laexclusión.

El equipo de investigación de Cali tiene trayectoria de conocimiento y acción con eltrabajo doméstico porque sus programas apoyan los procesos organizativos de las em-pleadas domésticas asociadas en la Unión de Trabajadoras del Hogar, UTRAHOGAR. Susacciones se orientan a establecer nexos entre las condiciones de género, etnia y clasesocial, mediante el desarrollo de procesos de afirmación cultural y de educación en dere-chos humanos, económicos y sociales. De manera especial ha trabajado con mujeresinmigrantes y viene realizando estudios sobre la situación de las mujeres indígenas inmi-grantes residentes en Cali.

14 María Helena Uniga-rro y Enid Guzmán deTaller Abierto de Cali;Isabel Ortíz y Cristia-ne Lelievre de la Fun-dación Mujer y Futu-ro, de Bucaramanga;Ana Isabel Pavas, Xi-mena Lombana, Ro-cío Santamaría, Mas-ly Baquero y RosarioCalle, de la Casa dela Mujer de la Cen-tral Unitaria de Tra-bajadores -CUT- deSantafé de Bogotá,y Martha Nubia BelloAlbarracín, DelmaConstanza Millán,Nayibe Peña Frade yVilma Sned Giraldo delProyecto Altos deCazuca, Soacha y deSantafé de Bogotá.

15 Agenda SeminarioTaller Abril 13 y 14 de2000, pag. 1

16 Para efectos de estasistematización estosdos grupos se deno-minarán Bogotá-Soacha y Bogotá-Ciudad Bolívar.

El trabajo de investigación a cargo de estos grupos se inspiró en los siguientes criteriosformulados en el seminario taller inicial:

“La necesidad de realizar un reconocimiento inicial de las investigaciones sobre tra-bajo doméstico infantil y juvenil impulsadas recientemente por organismos nacio-nales e internacionales y de manera específica por UNICEF y Save the Children. Laimportancia de generar procesos de interacción de saberes sobre el trabajo do-méstico infantil y juvenil que consulten las diversas experiencias locales y regiona-les. El significado de asumir una perspectiva animada por los principios de la inves-tigación acción participativa, en tanto se reconoce a la población con la cual setrabaja como sujeto y no como objeto de investigación y se afirma la indisolublerelación entre el conocimiento y la acción y entre las dimensiones cuantitativas ycualitativas de la realidad”. 17

Los anteriores criterios hacen explícito que quienes confluyen en este proceso de inves-tigación -la mayoría mujeres y unos pocos hombres- se reconocen en su condición desujetos. Tanto quienes actúan en él en calidad de investigadoras/es que se interrogan sobreel problema del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos, como quienes por-tan en su propia historia las experiencias derivadas del desempeño de sus roles de trabaja-doras/es en hogares ajenos en su diario acontecer, son sujetos activos de este estudio.

El tercer tipo de participantes está constituido por la población con la cual trabajaronlos equipos de investigación en sus respectivas localidades, la cual aportó sus intereses yvivencias, sus temores y sus esperanzas, sus recuerdos, su necesidad de conversar ysus resistencias; lo que en lenguaje de especialistas se denomina la información primaria.Esta población está constituida por un total de 397 personas. De ellas 322 (81.1%) sonniñas o adolescentes mujeres, 36 (9.1%) son niños o adolescentes varones, 16 (4%)son empleadores/as, 14 (3.5%) son familiares de las niñas trabajadoras y 9 (2.3%) sonempleadas adultas “trabajadoras del hogar”. El siguiente cuadro ilustra la distribución deestas actoras y estos actores en sus respectivos escenarios:

17 Agenda Seminario-Taller, ob. cit.

Cuadro No. 1

Población participante en las investigaciones según localidades

Ciudades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- TotalesPoblación Bolívar manga No. %

Niñas o jóvenes mujeres 70 20 91 100 41 322 81.1Niños o varones jóvenes - - 36 - - 36 9.1Empleadores 10 - - - 6 16 4Familiares - - - 2 12 14 3.5Empleadas adultas - 9 - - - 9 2.3 Totales 80 29 127 102 59 397 100

Los procesos de selección de la población corresponden a las condiciones generadas porel trabajo comunitario realizado en las respectivas localidades por los equipos de investiga-ción y a las posibilidades de establecer nexos con los diversos grupos poblacionales.

Pese a la voluntad expresa en el taller inicial por parte de los cuatro equipos de investi-gación de incorporar al estudio las experiencias de niñas, niños y adolescentes, solamen-

te en el caso de la investigación realizada en Bogotá-Ciudad Bolívar -la cual se concentróen población escolarizada, esto es “población cautiva” en razón de su vinculación a insti-tuciones escolares- se encontraron varones vinculados al servicio doméstico en hogaresajenos y, como lo describe el estudio, en labores diferentes a las realizadas por las muje-res; en las demás ciudades todas las experiencias corresponden a población femenina.

Para el estudio realizado en Bogotá-Soacha una parte de la población se contactó conbase en el conocimiento de su vinculación al trabajo doméstico obtenido por estudiantesen prácticas de Trabajo Social en los barrios donde residen sus familias, otras fueroncontactadas a través de empleadores y otras en escuelas nocturnas, parques e iglesiasde la ciudad18.

En el estudio realizado en Bogotá-Ciudad Bolívar la población se seleccionó a partir deun censo realizado con 1.658 estudiantes (hombres y mujeres) matriculados/as en cua-tro colegios de la localidad y se llevaron a cabo conversaciones complementarias y re-uniones con madres de familia con profesores y profesoras y con funcionarios públicosde la zona.19

En el caso de Bucaramanga la población se identificó mediante visitas casa por casa ya un colegio de la localidad y por aportes de niñas conocidas de las investigadoras.20

Para el estudio realizado en Cali la población se identificó a partir de las relaciones pre-existentes con mujeres vinculadas a procesos comunitarios, en especial inmigrantes ytrabajadoras del hogar, con albergues para adolescentes embarazadas y con colegios dela localidad.21

En todos los casos el principal criterio de selección de la población participante fue elinterés por compartir su experiencia y por participar en las diversas actividades orienta-das a obtener la información, procesarla y consolidarla. También en todos los casos operóel mecanismo conocido como “bola de nieve” que permite “echar a andar” el tema y laspersonas interesadas se encargan de “pasar la voz” e ir construyendo redes de comuni-cación e intercambio sobre él.

Si bien este tipo de selección de la muestra no corresponde a los criterios de represen-tatividad estadística requeridos para los estudios cuantitativos, y por lo tanto restringenlas posibilidades de generalización, si obedecen a los criterios de representatividad de losestudios de caso o de las investigaciones cualitativas en tanto dan cuenta de diversasexpresiones de la realidad a partir de las historias particulares o las realidades locales. Laimportancia de este tipo de investigaciones es creciente cuando se trata de dar cuentade las implicaciones de problemas sociales sobre grupos poblacionales específicos.

1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de losestudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de laestudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de laestudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de laestudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de laestudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de larepresentatividad. La relación investigación-acciónrepresentatividad. La relación investigación-acciónrepresentatividad. La relación investigación-acciónrepresentatividad. La relación investigación-acciónrepresentatividad. La relación investigación-acción

El carácter oculto e invisible del trabajo doméstico, la subvaloración social y personalque conlleva y el poco tiempo que ha pasado desde que se reconoce en el ámbito legal ynormativo, unidos al cuestionamiento creciente del trabajo infantil, a la condición de ex-plotación que lleva consigo y a la función restrictiva que ejerce sobre los derechos de lainfancia, son algunas de las condiciones que dificultan la realización de estudios sistemáti-cos sobre el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos.

18 BELLO ALBARRACINy otras: ob cit, 3-4

19 LOMBANA y PAVAS:ob cit, 28 -30

20 LELIEVRE y ORTIZ:ob. cit. , 6-7

21 TALLER ABIERTO:ob. cit., 12-13

La necesidad de realizar estudios cuantitativos sobre el problema como condición paraidentificar su magnitud, visibilizar su extensión y obtener datos concretos para su análisisy para la determinación de criterios, políticas y acciones, va de la mano con la necesidadde acopiar información cualitativa que de cuenta de las diversas expresiones del proble-ma, de sus implicaciones sobre la vida cotidiana de quienes encuentran en el trabajodoméstico en hogares ajenos una opción laboral o una posibilidad de subsistencia y de susignificado para la construcción de la individualidad y para el ejercicio de la autonomía,esenciales en el proceso de construcción de cada sujeto en particular y de la sociedad ensu conjunto.

Las investigaciones objeto de esta sistematización aportan algunos referentes cuanti-tativos sobre el trabajo doméstico infantil y juvenil, enriquecidos con los aportes deriva-dos de los análisis de contenido propios de los estudios cualitativos en los cuales, el relato,la narración y la observación sistemática arrojan elementos de conocimiento y análisisque no sería posible identificar desde un interés cuántico. Cada una de las localidades enlas cuales se realizaron estas investigaciones puede asumirse como “un estudio de caso”22,que arroja información útil para la comprensión del problema y de sus implicaciones so-bre los sujetos, las instituciones y los procesos y prácticas sociales.

Estos estudios de caso son de carácter exploratorio, constituyen una primera aproxi-mación al problema del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos en dichaslocalidades y sientan las bases para posteriores estudios sobre el tema. En tal sentido loscriterios de selección de la población y los procesos de obtención de datos no se rigenpor criterios de representatividad estadística. Se trata de asignar valor a las personasparticipantes en cuanto tales, a sus sentimientos y emociones y a las reflexiones que sederivan de experiencias particulares para descubrir sus nexos con proyectos de desarro-llo social con sentido humano23 e histórico, en los cuales las dimensiones de largo plazotengan efectos directos y explícitos sobre el mediano y el corto plazo, esto es, sobre elpresente.

Desde esta perspectiva, los procesos de investigación se rigen por los postulados queaniman la investigación-acción-participativa, IAP, en virtud de los cuales a la vez que seasume a la población como sujeto en condiciones de conocer y analizar críticamente supropia historia y la de la sociedad en la cual está inmersa, se privilegia la dimensión trans-formadora del conocimiento, esto es, la necesidad de articularlo de manera estrecha ydirecta con la generación de alternativas de acción frente a los problemas objeto deestudio24.

Tres características se destacan como comunes a los procesos de investigación realiza-dos en las diferentes localidades:

• La creación de espacios de palabra en los cuales la población participante en los estu-dios ponía en circulación su pensamiento y sus propuestas, a través de entrevistas,grupos focales o talleres lúdicos y proyectivos.

• El establecimiento de puentes de comunicación entre la población participante orien-tados a poner en común experiencias individuales como medio para reconocer sudimensión colectiva, socioeconómica y cultural.

• La identificación de la necesidad de reconocer los nexos entre los procesos de inves-tigación que incentivan el recuerdo que fluye en la entrevista, que estimulan los de-seos y los sueños presentes en los ejercicios grupales, en los talleres y en los foros y

22 Teniendo en cuentaque "El propósito delestudio de caso no esla representación deluniverso sino la re-presentación delcaso, del tema, delproblema" como afir-ma Robert E. Stakeen un artículo sobreel tema. Véase: DEN-ZIN, Norman K. &Yvonna S. Lincoln(editors), Handbookof Qualitative Re-search, SAGE Publi-catios, California,1994, 245.

23 Parodiando la expre-sión de Manfred MaxNeef, en su artículo"Desarrollo sin senti-do" publicado en:Revista Número No.11, Santafé de Bogo-tá, Septiembre a no-viembre de 1996

24 Véase: FALS BORDA,Orlando y AnisurRahman, Acción yConocimiento., Ci-nep, Bogotá, 1985

que arrojan efectos educativos y formativos, es decir, que permitan derivar saldospedagógicos.

Las especificidades de las opciones metodológicas en cada una de las localidades estánen relación directa con la diversidad de los grupos de población con los cuales trabajaron,veamos:

En Bogotá-Soacha la dimensión cuantitativa del estudio se aborda a partir de unaencuesta aplicada con niñas trabajadoras domésticas y la dimensión cualitativa a partirde entrevistas a profundidad y entrevistas estructuradas.25

En Bogotá-Ciudad Bolívar la dimensión cuantitativa se aborda a partir de un estudio decarácter censal del cual se extrae la información pertinente al tema objeto de análisis y ladimensión cualitativa a partir de entrevistas semiestructuradas, talleres, testimonios yrelatos.26

En Bucaramanga la dimensión cuantitativa se aborda a partir de encuestas, entrevis-tas a profundidad y entrevistas estructuradas, estudios socio-familiares mediante visitasdomiciliarias y talleres para aplicación de herramientas de Diagnóstico Urbano Participati-vo.27

En Cali la dimensión cuantitativa se abordó a través de entrevistas semidirigidas y ladimensión cualitativa a través entrevistas a profundidad, encuentros-talleres y observa-ción sistemática.28

El tiempo disponible limitó una perspectiva participativa en la cual la población intervi-niera activamente en todas las fases del proceso de investigación, es decir, en el diseño delos instrumentos y en el procesamiento, análisis e interpretación de la información. Tresmeses son muy pocos para el trabajo de educación y organización de la población querequieren los estudios participativos y los trabajos etnográficos.

Las expectativas de intervención directa y de prestación de servicios que animan a lapoblación participante se constituyen en un motivo de preocupación en el desarrollo delproceso y confirman la necesidad de realizar investigaciones que logren articulacionesevidentes y en plazos más amplios con la intervención. Si bien dicha articulación es unpostulado que acompaña el proceso, la limitación de tiempo y de recursos impide hacerlooperante en el corto plazo.

25 BELLO ALBARRACINy otras: ob cit, 3.

26 LOMBANA y PAVAS:ob cit, anexos.

27 LELIEVRE y ORTIZ:ob. cit.

28 TALLER ABIERTO:ob. cit.

2. Niñez, género, trabajo doméstico en2. Niñez, género, trabajo doméstico en2. Niñez, género, trabajo doméstico en2. Niñez, género, trabajo doméstico en2. Niñez, género, trabajo doméstico enhogares ajenos y derechos humanoshogares ajenos y derechos humanoshogares ajenos y derechos humanoshogares ajenos y derechos humanoshogares ajenos y derechos humanos

La configuración del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos como pro-blema supuso -desde el primer taller- reconocer las diversas acepciones y significadosque cada grupo de investigación le confiere a los conceptos de infancia y juventud,trabajo doméstico y hogares ajenos, así como su relación con una perspectiva que decuenta de sus relaciones con las diferencias de género, clase, etnia y generación. Setrataba de construir unas bases comunes para el abordaje de los conceptos centrales delestudio teniendo en cuenta la trascendencia del oficio de nombrar y de asignar significa-dos para la búsqueda de explicaciones a los problemas y para la generación de alternati-vas de acción frente a los mismos.

En esta perspectiva este capítulo se organiza en una secuencia expositiva conformadapor cuatro movimientos:

El primero parte de la dimensión subjetiva del problema respondiendo a la pregunta¿Qué se entiende por niñez, adolescencia y juventud en el contexto de esta investiga-ción?.

El segundo establece un nexo entre la dimensión subjetiva y las condiciones objetivasen las cuales está inmersa respondiendo a la pregunta ¿Qué incidencia tienen las condi-ciones de género, clase, etnia y generación en el trabajo doméstico infantil y juvenil? estoes, ¿a cuáles niños y niñas se refiere este estudio?.

El tercero se concentra en la dimensión objetiva del problema al responder a la pre-gunta ¿Qué se entiende por trabajo doméstico en hogares ajenos? precisando los signi-ficados socio económicos y culturales que tiene denominar una actividad y tipificar ellugar donde ésta se realiza.

El cuarto, identifica la dimensión ética imprescindible para abordar el problema de in-vestigación y permite, de una parte, establecer los nexos entre éste y los complejosprocesos de construcción y reconocimiento de los derechos humanos, de manera espe-cífica de los derechos de la niñez y, de otra, responder a la pregunta ¿Qué significa pensarel trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos desde una perspectiva animadapor el fortalecimiento de los valores de justicia y equidad, libertad y solidaridad?

2.12.12.12.12.1 Los conceptos de niñez, adolescencia y juventud en elLos conceptos de niñez, adolescencia y juventud en elLos conceptos de niñez, adolescencia y juventud en elLos conceptos de niñez, adolescencia y juventud en elLos conceptos de niñez, adolescencia y juventud en elcontexto de esta investigacióncontexto de esta investigacióncontexto de esta investigacióncontexto de esta investigacióncontexto de esta investigación

El Seminario-Taller que dio comienzo a los procesos de investigación puso en circula-ción algunos de los debates acerca del concepto de niñez, los cuales actuaron como

marco de referencia acerca del concepto de niñez y de su sentido. Los siguientes extrac-tos de las memorias de dicho seminario precisan tales orientaciones:

“...se trabajó alrededor de la pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre niño y adulto?. Alrespecto, las intervenciones se dirigieron a señalar que el niño es un sujeto de derechoque no es reconocido como tal y esto sustenta el que los adultos se apropien de él; otrasa identificar que el modelo de niño estándar no permite reconocerlo como sujeto deDerecho y el modelo en el cual la visión se centra en el niño.

Algunos componentes claves en este modelo son:

• La “niñez” se considera una característica natural y universal del desarrollo humano,que se describe en una forma estándar, codificada por una serie de pasos en el tránsi-to hacia la adultez, y un conjunto estándar de resultados por las costumbres deformación de los niños. La niñez, las familias y los estilos de vida “anormales” se definencomo aquellos que entran en conflicto con el modelo estándar, modelo que castiga alos niños pobres y los estilos de vida de las minorías, y además justifica las intervencio-nes para “corregirlas”. En algunos casos considera patológicas las culturas y las fami-lias en los países del Sur por no sustentar los principios de los países del Norte de niñosdependientes y con acceso a recreación, en vez de reconocer una pluralidad de tra-yectorias hacia la madurez.

• Este fenómeno individual y universal de la niñez se considera independiente de laclase, el género, la cultura, la geografía o la etnia, a pesar de que la investigaciónmuestra que los significados vinculados al “niño” y a la “niñez” difieren mucho en eltiempo y en el espacio.

• Los niños se consideran seres inmaduros, irracionales, incompetentes, asociales yaculturales comparados con los adultos, quienes se ven como seres maduros, racio-nales, competentes, sociales y autónomos. El concepto clave de la niñez es el “desa-rrollo” hacia la racionalidad y el control del adulto, con una niñez que representa elperíodo de aprendizaje para la adultez.

• Los niños y la niñez que no se ajustan al modelo no lo invalidan, sino que se conside-ran como descarriados o incluso criminales.

Algunas criticas al modelo son:

- Margina la importancia de la niñez en su propio derecho al centrar la atención enla manera como ellos evolucionan hacia la condición de seres humanos “comple-tos”, como adultos. Esto ha generado una falta de interés en la realidad de lasvidas de los niños y la subvaloración de sus actividades y contribuciones- No reconoce que no existe una barrera rígida entre la “niñez” y la “adultez”,sólo una larga trayectoria de la vida hacia el cambio económico y social, en lacual las personas necesitan especial protección y apoyo en una etapa inicial (yfinal) en su desarrollo.- Este paradigma está exportándose y amenaza con convertirse en el modeloortodoxo de la niñez en el mundo al momento de planear el desarrollo social.- También ha generado una súper concentración de recursos y atención engrupos particulares de niños (por ejemplo, niños de la calle en muchos paísesen vía de desarrollo) sólo porque se alejan del precepto de niñez “normal” queaparece en el modelo.

(Tomado de Hacia una Agenda para los Niños – SCF, 1995)

Aunque su referencia es “universal”, este modelo estándar de la “niñez” en realidad seoriginó en el pensamiento occidental del siglo XIX. Esta concepción se ha expandido atodo el mundo y ahora predomina en el campo de las políticas de desarrollo. En éste, laniñez en sí, se considera como una evolución estándar hacia la edad adulta, que es lamisma en todos los tiempos y en todas las culturas. Sin embargo, las interpretaciones dela infancia varían enormemente en todo el mundo y a menudo difieren en forma significa-tiva del modelo Occidental. Debido a que este modelo proclama ser universal, hace pare-cer innecesaria la recolección de información sobre los niños, y castiga a aquellos infantescuya niñez parece desviarse del patrón Occidental.

Este modelo estándar de la niñez cobra gran importancia a partir de la forma comoconcibe los intereses de los adultos. Al presentar a los niños como seres pasivos y depen-dientes, refuerza el monopolio del poder proclamado por el mundo del adulto, que lepermite a los adultos ejercer autoridad sobre los niños más allá de lo requerido para sucrianza y protección hasta la adultez. El poder de los adultos puede ejercerse en bien o enmal, y puede generar tensiones entre los deseos de control del adulto y la crecientecapacidad de los niños para asumir responsabilidades.

Un enfoque progresivamente “centrado en la niñez” refleja el reconocimiento queemerge de los niños y niñas como ciudadanos, tal como se consideran en el crecientemovimiento por la defensa de sus derechos.

- Reconoce a los niños y a las niñas como actores sociales independientes- Reconoce los diferentes modelos y experiencias de la niñez- Mira al niño y a la niña en su contexto local- No aísla al niño ni a la niña de sus familias, comunidades y sociedades- Incluye a las niñas y los niños en los procesos de desarrollo- Reconoce el aporte de las niñas y los niños a estos procesos

En una programación con enfoque en la niñez

- Se debe tener en cuenta las opiniones y percepciones de los niños y niñas (comuni-cándose con los niños...)

- Se debe apuntar a una progresiva participación de niños y niñas- Se debe partir de las capacidades y fortalezas de los niños y las niñas y no preocupar-

se exclusivamente de sus vulnerabilidades- Se debe desagregar la información por edad y género- Se debe tener en cuenta los contextos socioeconómico y ambiental- Se debe buscar el incremento del conocimiento y la conciencia sobre los derechos de la

niñez en todos los niveles, incluidos los y las niñas, sus familias y sus comunidades” 29

Si bien la niñez no se concibe de la misma manera en todos los lugares del planeta, ni hatenido el mismo significado en las diferentes épocas de la historia de la humanidad, esposible que en la actualidad pueda reconocérsele como la puerta de entrada al mundoque le es dado a cada ser, como la ventana a través de la cual cada quien empieza adescubrir el momento de la historia que le corresponde vivir30. Al observar el curso delciclo vital promedio de los seres humanos la niñez es, al mismo tiempo, el periodo de máscorta duración si se le compara con los lapsos correspondientes a la adultez y a la vejez,y el periodo de más larga duración si se considera la intensidad de sus vivencias, el impac-

29 "Relatoría Seminario-Taller Investigacio-nes Sobre TrabajoDoméstico Infantil yJuvenil en hogares deterceros en Colom-bia", Santafé de Bo-gotá, jueves 13 yviernes 14 de abril de2000

30 Phillipe Ariés, Geor-ge Duby y MichellePerrot, entre otros,dan cuenta en sus es-tudios sobre la histo-ria de la infancia, lahistoria de la familia,la historia de las mu-jeres y la historia dela vida cotidiana, dela ancestral invisibili-dad de los niños y lasniñas, de su inexis-tencia durante mu-cho tiempo para laley, para la ciencia,para el lenguaje ypara las miradas y delas persistentes du-das sobre el carácterde su participación enel mundo y en la so-ciedad.

to que las experiencias de los primeros años ejercen sobre la totalidad de la vida y la huellaque dejan en cada ser los eventos constitutivos de la infancia.

Desde el punto de vista jurídico la infancia en Colombia corresponde al periodo de la vidaen que los seres humanos son aún menores de edad, esto es, desde el nacimiento hastacuando cumplen los 18 años31 y la juventud comprende entre los 14 y los 26 años32. Lasdiversas áreas del saber que se preguntan sobre el desarrollo humano van reconociendocada vez más la relatividad y complejidad de estas etapas, al descubrir, registrar y nom-brar los cambios y diferencias que comportan las dimensiones biológicas, emocionales eintelectuales que confluyen en la construcción de cada ser y que tienen una relaciónintrínseca con las dimensiones socioeconómicas, culturales, políticas y ambientales enque están inmersas. Sólo a manera de ejemplo, la psicología del desarrollo identifica cua-tro periodos constitutivos de la infancia “los dos primeros años, los años preescolares, laniñez intermedia y la adolescencia”33; otros autores reconocen la pubertad como antesa-la de la adolescencia34 y en el lenguaje cotidiano, entre los menores de 18 años están losbebés, los párvulos, los niños (y las niñas más recientemente) y los jóvenes.

Si se tiene en cuenta que “el ideal de la niñez como un periodo hasta los 18 años dedica-do al aprendizaje y el juego, sin responsabilidades económicas guarda escasa relación conlas experiencias de la mayoría de los niños del mundo”35 es necesario entender la infanciacomo “una forma específica como la sociedad designa la primera etapa de la vida de losseres humanos, que contiene significados y prácticas diversas, en razón de las condicionesparticulares de cada cultura”36 y reconocerla como una etapa en la cual “se desarrollan losprocesos de socialización, mediante los cuales cada ser construye su identidad sexual ycultural, aprende el lenguaje y las normas sociales y establece los vínculos emocionalesesenciales para la formación de la subjetividad”37 y para la construcción de la autonomía.

El cuadro No. 2 identifica las edades de la población infantil y juvenil trabajadora do-méstica en hogares ajenos entrevistada en las distintas localidades donde se realizaron losestudios objeto de esta sistematización.

Cuadro No. 2

Edades de la población trabajadora doméstica en hogares ajenosentrevistada según localidades

Localidades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- TotalesBolívar manga

Edades No. % No % No. % No. % No. % No. %8 - 9 21 16.5 21 5.910 – 11 36 28.3 36 10.112 – 13 8 11.4 5 25.0 16 12,6 10 10.0 4 9.7 43 12.114 – 15 15 21.4 4 20.0 9 7.1 27 27.0 23 56.2 78 21.816 – 17 33 47.1 8 40.0 20 15.8 51 51.0 10 24.4 122 34.118 – 19 14 20.1 3 15.0 13 10.2 12 12.0 4 9.7 46 12.820 – 21 3 2.4 3 0.822 – 23 3 2.4 3 0.824 - 25 1 0.8 1 0.326 o más 5 3.9 5 1.4 Totales 70 100.0 20 100.0 127 100.0 100 100 41 100 358 100-0

31 Artículo 28 del decre-to 2737 de 1989 "Porel cual se expide elCódigo del Menor"

32 Artículo 3o. de la Ley375 de 1997 "Por lacual se crea la ley dela juventud..."

33 Mussen, Conger yKagan, Desarrollo dela personalidad decolegios distritales yque incluyó colegiosdiurnos y nocturnos,en el niño, Trillas,México, 1976

34 DE MORAGAS, Jeró-nimo, Psicología delniño y del adolescen-te, Labor S.A., Bar-celona, 1965

35 MARCUS, Rachel yCaroline Harper, Ma-nos pequeñas. Losniños en el mundo la-boral, Save the Chil-dren, documento detrabajo No. 16,1996, pag. 13

36 BARRETO, Juanita yYolanda Puyana,Sentí que se me des-prendía el alma. Aná-lisis de procesos yprácticas de sociali-zación, UniversidadNacional de Colombiae Indepaz, Santaféde Bogotá, 1996,pag.65

37 íbid.

Puede observarse que en la investigación realizada a partir de cuatro institucioneseducativas de Bogotá-Ciudad Bolívar es en la única en la cual se detectan 57 casos demenores de doce años que laboran en trabajo doméstico en hogares ajenos, los cualescorresponden al 44.8% del total de la población escolarizada que participó en este estu-dio, mientras que en los demás grupos poblacionales participantes, en los que el contactose estableció en las comunidades a través de vecinos o de otras entidades u organizacio-nes de la localidad, no se detectó ningún caso en este rango de edad. También entre lapoblación escolarizada participante un 9.5% corresponde a estudiantes con mas de 19años. Se destaca también que entre los grupos poblacionales participantes fue posibleidentificar como algunas de las entrevistadas -el 11.4% (8) de Bogotá, el 20% (4) deSoacha, el 12.2% (5) de Bucaramanga y el 16% (16) de Cali- habían empezado a traba-jar en oficios domésticos antes de los doce años.

Es posible inferir que cuando la información se obtiene sin la mediación de poblaciónadulta es más factible descubrir el trabajo doméstico en edades más tempranas porque,como lo han demostrado diversos estudios, “esta fuerza laboral es invisible porque el niñotrabaja solo y recluido en una casa privada a diferencia de los niños que trabajan en fábricaso en la calle. No existen como grupo y resulta difícil llegar a ellos y contabilizarlos”38.

Que en Bogotá, Soacha y Cali la mayor parte de la población participante en el estudioesté en el rango de los 16 - 17 años y en Bucaramanga entre los 14 - 15 y que en loscuatro casos la totalidad de la población esté entre los 12 y los 19 años obliga a pregun-tar: ¿Cómo se consideran ellas mismas en relación con su edad? ¿Se asumen comoniñas, adolescentes o jóvenes? ¿Se consideran adultas, obligadas por las circunstancias a“madurar” o destinadas a permanecer por un tiempo no determinado en la minoría deedad? ¿Cúales son las implicaciones del ejercicio de los roles de empleada doméstica en laconstrucción de su identidad cuando, por ejemplo, en un ejercicio de dibujo una de lasparticipantes se dibuja a sí misma y titula su obra “Esta soy yo y no me gusta nada y notengo nada que gusta” 39?

2.22.22.22.22.2 Género y generación: su potencial sinérgico y susGénero y generación: su potencial sinérgico y susGénero y generación: su potencial sinérgico y susGénero y generación: su potencial sinérgico y susGénero y generación: su potencial sinérgico y susarticulaciones con las condiciones de clase y etniaarticulaciones con las condiciones de clase y etniaarticulaciones con las condiciones de clase y etniaarticulaciones con las condiciones de clase y etniaarticulaciones con las condiciones de clase y etnia

Avanzar en la construcción de los conceptos de infancia y de las diferentes etapas quela caracterizan exige reconocer que no es lo mismo ser/hacerse niña que ser/hacerseniño, adolescente mujer que adolescente varón, mujer joven que hombre joven. Comolo demostrara hace más de cincuenta años Simone de Beauvoir y lo desarrollaran aprofundidad las diversas vertientes del pensamiento feminista, y más recientemente losestudios de mujer y género y las investigaciones sobre identidades, reconocer y asumirlas diferencias entre mujeres y hombres, nombrarlas, descubrirlas y otorgarles sentido esuna condición imprescindible para dotar de nuevos significados los valores de justicia yde igualdad. Hoy la justicia social no es posible sin equidad entre los géneros ni la igualdadsin reconocimiento y valoración de la diferencia.

En el Seminario-taller de apertura de las investigaciones que nos ocupan, se planteó lanecesidad de reconocer los nexos, las similitudes y las diferencias entre los conceptos degénero y generación, los cuales no por azar tienen raíces comunes que invitan a pensarpor lo menos en tres relaciones convergentes: la primera referida a la génesis/el comien-zo, el punto de partida; la segunda a la acción de generar/crear, poner en movimiento,

38 UNICEF, InnocentDigest. Trabajo Do-méstico Infantil, No.5, enero de 2000,pag. 3

39 LOMBANA, Ximena yotra, ob. cit

dinamizar y la tercera al reconocimiento de la tensión entre lo que se mantiene del origeny lo que se transforma en el movimiento, a la necesidad de asumir el conflicto y la con-frontación que suponen las diferencias entre un género y otro, entre una generación yotra. De las memorias de dicho seminario se transcriben las principales orientaciones pre-sentadas por Rocío Mújica con base en planteamientos de Ann Oakley:

Género y generación en el diseño de políticas

SIMILITUDES

- Invisibles en el diseño de políticas- No se cuentan en las estadísticas- No tienen representación en el diseño de

políticas establecidas “en pro de sus intere-ses”

- La “niñez” como el género se construyensocialmente

- Son grandes grupos sociales pero tratadoscomo “minorías”

- Se consideran “improductivos”- Ambos sufren opresión- Ambos deben asumir costos

desproporcionados de los programas deausteridad/ajuste

- A ambos se les niega la participación en latoma de decisiones

- Los efectos de ignorarlos son a corto y alargo plazo.

DIFERENCIAS

- La niñez es transicional, nopermanente

- La delegación de poder de losniños se encuentra más circuns-crita. Por ejemplo, por losderechos parentales y la inma-durez biológica

- La frontera entre los adultos ylos niños es menos clara que laque existe entre hombres ymujeres

- Todos hemos sido niños- Es menos claro que los niños

representen sus propios intere-ses, en ausencia de un movi-miento político equivalente almovimiento de las mujeres

Las mujeres y los niños a menudo se han considerado como individuos con interesesen conflicto, lo cual se centra en el hecho de que, en lo fundamental, los niños sonvistos como un asunto de las mujeres -en el nacimiento, la maternidad, la protección yla crianza-, de que los infantes se constituyen en uno de los principales elementos de la“doble carga” de labor productiva y doméstica por parte de las mujeres. El estatussocial inferior de las mujeres también se considera un factor de estancamiento queproviene en gran medida de su estrecho nexo con los bebés y los niños... “ 40

Las categorías género y generación tienen, por tanto, una íntima relación y llevanconsigo un potencial sinérgico que anima el reconocimiento y valoración de otras múlti-ples diferencias. La afirmación anterior “no es lo mismo ser/hacerse niño que ser/hacerseniña” desencadena otras afirmaciones consecuentes que actúan como un entramado derelaciones para seguir preguntándose ¿de qué niño, de qué niña se trata?, porque tam-poco es lo mismo ser niño, blanco, ilustrado y rico que ser niña, negra, analfabeta ypobre. Y aquí cabe registrar las afirmaciones que al respecto hiciera en mi calidad defacilitadora del Seminario-taller:

“El debate entre sexo y género es un recurso analítico que ha posibilitado visibilizar reali-dades que hasta ahora fueron pensadas simplemente ligadas al orden de lo establecido, delo dado, de lo inmodificable y frente a las cuales se pudo poner a circular, y cada vez circula

40 Relatoría Seminario-Taller..., ob.cit.

con mas fuerza, la pregunta del ¿por qué?, la pregunta ¿de qué igualdad estamos hablan-do?. La intención con estas reflexiones es analizar el significado que tiene pensar las catego-rías de identidad y de género para el reconocimiento y construcción de sujetos de Derechoy por lo tanto, para la construcción de sujetos autónomos si asumimos la autonomía comola condición para el ejercicio y el reconocimiento de los Derechos.

Tres puntos de partida:Tres puntos de partida:Tres puntos de partida:Tres puntos de partida:Tres puntos de partida:

• Las categorías mujer y género como posibilidad para situarnos y reconocernos comoseres humanos concretos: lo que somos y lo que hacemos; como recurso del pensa-miento para dar cuenta de los procesos de interacción con los otros seres humanos ycon el mundo en que estamos inmersos.

• Las categorías mujer y género como posibilidad para asumir las diferencias que nosconstituyen como un valor y no como un obstáculo en la vida individual y en la accióncolectiva; esto es como constructoras de valor en razón de su capacidad para dotarde nuevos sentidos y resignificar los valores de igualdad, de justicia, de libertad y desolidaridad, que la humanidad ha construido en el curso de su historia.

• Las categorías mujer y género como posibilidad de construcción de un nuevo lenguaje,una nueva manera de nombrar que se sustenta en nuevas maneras de mirar, de escu-char, de sentir, de olfatear y de palpar la realidad. Como posibilidad de reconocer que “elconocimiento, pasa por el cuerpo” 41, condición necesaria para describir la indisolubleconexión entre “el adentro” y “el afuera” y para impulsar procesos de cambio cultural.

Tres consideraciones sobre identidad de género:Tres consideraciones sobre identidad de género:Tres consideraciones sobre identidad de género:Tres consideraciones sobre identidad de género:Tres consideraciones sobre identidad de género:

• La construcción de la identidad como proceso sociocultural; como resultado del en-cuentro entre cada ser humano y su sociedad, entre los hombres y las mujeres con lanaturaleza, la cultura, la economía, la política.

• La construcción de identidades como resultado de un proceso histórico que tieneexpresiones diversas en los distintos lugares del planeta; un proceso que da cuenta delas diferencias entre ser y hacerse mujeres y ser y hacerse hombres en los diferentestiempos y en los diferentes espacios humanos y sociales.

• Preguntarse sobre cómo somos y nos hacemos mujeres y hombres en la actuali-dad, es imprescindible para desarrollar, fortalecer y dotar de nuevos contenidos losvalores de igualdad, justicia y libertad, que la humanidad ha conquistado en el cursode su existencia.

Tres consideraciones sobre perspectiva de género:Tres consideraciones sobre perspectiva de género:Tres consideraciones sobre perspectiva de género:Tres consideraciones sobre perspectiva de género:Tres consideraciones sobre perspectiva de género:

• Construir una perspectiva de géneros es una condición para hacer posible que las pala-bras, acciones y sentimientos de amplios sectores de la población que durante muchotiempo permanecieron invisibilizadas y silenciadas, sean reconocidas y escuchadas.

• Una perspectiva de género supone construir y mantener en cada espacio donde nosmovemos, las condiciones para transformar los roles tradicionalmente asignados a lasmujeres y a los hombres.

• Una perspectiva de género implica construir caminos para la construcción de símbo-los, representaciones e imaginarios sociales que den cuenta de la existencia de voces

41 Ver: GRUPO MUJER YSOCIEDAD: "El apor-te de las mujeres enel debate sobre Uni-versidad-Estado ysociedad". En: DUE-ÑAS VARGAS, Guio-mar: "UN proyectopúblico. Debates".Universidad Nacionalde Colombia, Santa-fé de Bogotá, 1999,pags. 155-161

múltiples; implica relatar la vida de tal manera que las diferencias no sean motivo deexclusión, de subordinación, de dominio o de explotación”.42

Lo anterior permite hacer explícito que tampoco es por azar, ni producto de las cir-cunstancias ni de las condiciones particulares de mujeres y hombres, que por tradición eltrabajo doméstico haya sido “asunto de mujeres” y que las labores de crianza y decuidado de la familia y del hogar, con todo lo que ello implica, hayan sido ubicadas en elorden de lo femenino, en tanto son producto y consecuencia de complejos procesoshistóricos de distribución socio-económica y cultural de roles.

Reiteradas investigaciones en diversos lugares del planeta han demostrado que “lamayoría de los trabajadores domésticos infantiles del mundo son chicas; se calcula queen una proporción del 90%... sin embargo hay diferencias regionales..”.43. En el caso delas investigaciones realizadas en Bogotá-Soacha, Bucaramanga y Cali la totalidad de tra-bajadoras domésticas participantes son mujeres, pese a la voluntad explícita de las inves-tigadoras de identificar hombres que se desempeñaran en estas labores. La única excep-ción la constituyó el estudio realizado en Bogotá-Ciudad Bolívar en el que se censaron1658 estudiantes de cuatro colegios distritales de los cuales 91 (72%) eran mujeres y 36(28%) hombres empleados como trabajadores domésticos en hogares ajenos; sin em-bargo, las investigadoras señalan que “aunque el porcentaje de niños que participa deesta actividad es alto, asumen este rol de manera provisional y con actividades que sonmas de puertas para afuera tales como hacer mandados”.44

Cabe destacar acá que la prevalencia casi absoluta de mujeres en éstas investigacionesse refiere tanto a la población trabajadora como a las integrantes de los grupos de inves-tigación y a las funcionarias de las entidades convocantes interesadas en el tema deltrabajo doméstico y, en sentido más amplio, en la situación de la infancia. Las contadasexcepciones, por lo menos en el caso de Colombia, confirman la regla.

Y si bien se aprecian cambios en curso, acelerados en las últimas décadas por la puestaen cuestión del que durante milenos se considerara el “orden natural”, es necesario inten-sificar preguntas que fortalezcan la apertura de caminos para poder contar nuevas histo-rias sobre las relaciones de género, las cuales, al no ser sometidas a la crítica, se reprodu-cen con insistencia de generación en generación. Las palabras de una de las participantesen el estudio realizado en Bogotá-Soacha, de 16 años de edad, son ilustrativas:

“Tres de mis hermanas trabajan en casas de familia. Ellas se fueron a trabajar paraayudar a mi mamá porque mi papá se fue a trabajar hace diez años y no volvió; mi mamáquedó con nosotras pequeñas, las grandes se fueron a trabajar y ahora que estamoscreciendo las más pequeñas también estamos trabajando”. 45

2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y los2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y los2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y los2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y los2.3 La categoría trabajo doméstico en hogares ajenos y lossignificados subjetivos y socioculturales de denominar unasignificados subjetivos y socioculturales de denominar unasignificados subjetivos y socioculturales de denominar unasignificados subjetivos y socioculturales de denominar unasignificados subjetivos y socioculturales de denominar unaactividad y tipificar el lugar donde ésta se realizaactividad y tipificar el lugar donde ésta se realizaactividad y tipificar el lugar donde ésta se realizaactividad y tipificar el lugar donde ésta se realizaactividad y tipificar el lugar donde ésta se realiza

El trabajo doméstico es una categoría más bien reciente en nuestro medio46, portado-ra del poder de las palabras para animar y poner en circulación o frenar y detener lastransformaciones que se van operando lenta, y a veces imperceptiblemente, en la vidasocial, ante la cual se generan hoy nuevos interrogantes. Una categoría que en las últi-mas décadas pronunciamos muchas mujeres con insistencia por lo que ha representado

41 Relatoría Seminario-Taller, ob.cit.

42 UNICEF, ob.cit., pag. 543 LOMBANA, Ximena y

otra, ob. cit44 BELLO ALBARRACIN

y otras: ob cit, 2345 En 1974 Alvaro Villar

Gaviria puso en circu-lación su obra El Ser-vicio doméstico ungremio en extinción,Editada por Contro-versia, Bogotá en lacual daba cuenta desu opción progresis-ta y liberadora en esemomento al utilizarexpresiones talescomo "muchacha","empleada" y "servi-dora" y por su resis-tencia y cuestiona-miento al uso de laspalabras "criada" o"sirvienta" ... unosaños mas tarde, en-tre 1981 y 1985,Magdalena Leónpuso en marcha elProyecto "Accionespara transformar lascondiciones sociola-borales del servicio

para nuestros procesos de construcción de la individualidad y de la subjetividad. Unacategoría que ha contribuido a asignar nuevos valores a los tradicionales roles femeninosque, situados en la esfera de lo imperceptible, de lo no mostrable y ubicados en el rangode los “oficios domésticos”, se declararon por mucho tiempo circunscritos al ámbito pri-vado y a la esfera reproductiva. Una categoría que en apariencia no tiene impacto en elámbito de lo público, y menos aún en las relaciones productivas, que comporta tensio-nes y paradojas que requieren nombrarse, en cuanto constituye un referente analíticopara situarnos en el problema específico que nos ocupa, esto es, sus características con-cretas cuando es realizado en hogares ajenos y asumido como medio de subsistenciapersonal o familiar por niñas, niños, adolescentes o jóvenes.

Me refiero a las tensiones que, en el uso de la categoría trabajo doméstico, accionan labalanza de la conservación y el cambio, siempre en movimiento dependiendo de las palan-cas que la impulsen, las condiciones que la dinamicen y las voluntades que la sustenten.

La primera, representada en la expresión doméstico, puede llamarse tensión man-tenedora por cuanto activa tendencias que sostienen ancestrales relaciones de servilis-mo, subordinación, dominación e incluso apropiación de unos seres humanos por otros,propias todas ellas de la tarea domesticadora. Es, además, la expresión que se mantieneen el tránsito del “servicio doméstico” al “trabajo doméstico”.

La segunda, representada en la expresión trabajo, puede llamarse tensión trans-formadora por cuanto emite impulsos para avanzar en el reconocimiento y la valora-ción del quehacer cotidiano, de las tareas de mantenimiento y cuidado, de las funcionesnutricias, contribuyendo a descubrir que la concentración de estas tareas en la mitad dela humanidad -en las mujeres- ha sido uno de los puntos de apoyo de la concentraciónde las riquezas y los recursos naturales y sociales, del poder y del saber. Es además, unaexpresión que permite una ruptura: entre el “servicio” y el “trabajo” no hay relaciones decontinuidad, hay diferencias sustanciales marcadas por la asignación de valor que propi-cia la relación salarial.

La tercera, representada en la incesante búsqueda de nuevas expresiones, por ejem-plo trabajo del hogar, puede llamarse tensión indagadora por cuanto mantiene vivala pregunta, anima la construcción de respuestas y estimula el valor de la incertidumbre yde la crítica sobre los complejos procesos que concurren en el trabajo doméstico.

La cuarta, representada en los caminos abiertos por la organización y la lucha porlos derechos, puede llamarse tensión movilizadora porque promueve la acción man-comunada y reivindicativa y estimula el reconocimiento personal y social de las laboresrealizadas en la esfera reproductiva y doméstica y de su valoración. La quinta, represen-tada por expresiones implícitas y muchas veces inasibles tales como la capacidad decontar, de narrar y de historiar la vida, puede llamarse tensión creadora por cuan-to potencia la construcción de símbolos y es germen de nuevas representaciones e ima-ginarios sobre las labores que se realizan en el hogar, su sentido y su significado. Lasprimeras dos tensiones tienen entre sí relaciones de oposición y actúan como los extre-mos de la balanza; las otras tres se colocan al servicio de uno de los opuestos en razón dela fuerza que cada uno de ellos logre desplegar en el movimiento que las pone en acción.

Si el trabajo doméstico se entiende como “aquel que se realiza en el hogar para man-tener y reproducir la fuerza de trabajo, es decir para reparar la energía de los miembrosde la familia que cumplen labores productivas o de los que se preparan a hacerlo..”.47

doméstico en Colom-bia" que partiendo deBogotá se extendiópor Medellín, Cali,Barranquilla y Buca-ramanga en el cual ladimensión transfor-madora se expresa-ba en el paso de laexpresión serviciodoméstico a la de tra-bajo doméstico. Véa-se al respecto su ar-tículo: LEON, Magda-lena: Estrategiaspara entender ytransformar las rela-ciones entre trabajodoméstico y serviciodoméstico, en: LUNA,Lola (comp.): Género,Clase, y Raza enAmérica Latina. Algu-nas Aportaciones.Seminario Interdisci-plinar Mujeres y So-ciedad, Universidadde Barcelona, 1991

47 LEON, Magdalena,ob. cit. pag. 26

podemos observar que en los diversos escenarios en los cuales circula el trabajo domés-tico, las tensiones atrás enunciadas son puestas en movimiento en relación directa tantocon el lugar en el cual se realiza como con las condiciones y los intereses que animan aquienes confluyen en la ejecución de las actividades que lo constituyen o a quienes seacercan a él para preguntarse sobre su función su significado.

Si se tiene en cuenta que la vida cotidiana es la esfera por excelencia de la imitación, larepetición y el sostenimiento del mundo que nos es dado48 y que las labores domésticascorresponden en su totalidad al ámbito de la cotidianidad, puede afirmarse que la tensiónmantenedora se pone en acción con la fuerza de la tendencia dominante en la vida huma-na, y también en las dinámicas de la sociedad y de la naturaleza, a reproducir lo estableci-do49. Así, la activación de la tensión transformadora está mediada por la capacidad de poneren cuestión la cotidianidad, de criticarla, de proponer alternativas y en ello, las tensionesindagadora, movilizadora y creadora se activan al servicio de la transformación; de lo con-trario, operan también, pero del lado del mantenimiento, de la resistencia al cambio o de lageneración de cambios aparentes que no tocan los cimientos de la cotidianidad.

En este contexto es necesario preguntar: ¿Cómo operan dichas tensiones cuando eltrabajo doméstico se realiza en el propio hogar y cómo cuando se realiza en hogaresajenos? ¿Qué dinámica se genera en la movilización de tales tensiones cuando el trabajodoméstico es realizado por niñas, por niños, por mujeres jóvenes o por hombres jóve-nes?. Si bien el capítulo siguiente dará cuenta de los principales hallazgos al respecto, apartir de resultados que arrojan las investigaciones objeto de ésta sistematización esposible formular una hipótesis respecto a cada pregunta:

La primera tiene como premisa el reconocimiento del carácter transformador de losprocesos de redistribución social, económica, política y cultural, lo cual permite asumir que,cuando el trabajo doméstico se realiza en hogares ajenos las probabilidades de que la ten-sión transformadora entre en acción y logre poner a su servicio a todas las demás sonmenores que cuando éste se realiza en el propio hogar, toda vez que, en el primer caso, lamediación del salario, pago o retribución mantiene la concentración de los quehaceres delhogar en manos de la o las personas a quien o a quienes se le/s paga por realizar el trabajo,siendo la redistribución del trabajo doméstico en este caso un imposible50, mientras que enel segundo caso, al no existir mediación salarial, la redistribución de los quehaceres delhogar entre los distintos miembros que lo componen es por lo menos una posibilidad.

La segunda tiene como premisa el reconocimiento del significado determinante de lasexperiencias de la infancia en la construcción de la identidad, mediante los complejosprocesos de socialización a través de los cuales cada niña y cada niño se introduce en elmundo, lo descubre, lo interioriza y asume posiciones frente a él. Esta premisa permitesuponer que cuando el trabajo doméstico en hogares ajenos lo realizan quienes se en-cuentran en las primeras etapas de su ciclo vital, todos y cada uno de los eventos queconcurren en el trabajo doméstico se incorporan en la vida de cada niña, de cada niño,como improntas constitutivas de su identidad, de su particular manera de ser y hacer enel mundo51; allí no existen posibilidades de que la tensión transformadora entre en accióny logre poner a su servicio a todas las demás, por cuanto la fuerza de la tensión mante-nedora que comporta relaciones de subordinación y dominación es determinante. Podríadecirse que entre menor sea la edad de las trabajadoras domésticas, de los trabajadoresdomésticos, mayor es la fuerza de la dominación, de la sumisión y menores las posibilida-des de construcción de la identidad, la individualidad y la subjetividad autónomas52.

48 Véase al respecto:HELLER, Agnes, So-ciología de la vida co-tidiana, Península,Barcelona, 1977

49 Lo que en psicologíasocial se reconocecomo principio de te-rritorialidad (al refe-rirse a la seguridadque representa paracada ser el transitarpor lugares conoci-dos), en sociologíacomo la "resistencia alcambio", en psicoa-nálisis los "mecanis-mos de defensa" y enfísica como "principiode acción y reac-ción".

50 Imposible por cuantola contratación de unalguien para realizarel trabajo domésticodesplaza hacia otrapersona -en estecaso la contratada- larealización de tareasque podrían ser asu-midas individualmen-te o redistribuidasentre los integrantesdel hogar o de la fa-milia.

51 Si bien toda acciónhumana y toda pala-bra que la represen-ta constituyen unahuella en la historiapersonal de todo ser,las acciones y las pa-labras que acompa-ñan el advenimientoal mundo y los múlti-ples ritos de iniciaciónen la vida social en losprimeros años (infan-cia en sentido amplio)son huellas mas pro-fundas y más fuer-tes.

52 Entendiendo la auto-nomía en su triple di-mensión de reconoci-

Más aún, si se tiene en cuenta que uno de los principales indicadores del ingreso a lavida adulta, y con él del reconocimiento de la mayoría de edad, es la capacidad de tomardecisiones, ¿cómo puede darse o desarrollarse dicha capacidad en un trabajo en el cual laposibilidad de decidir está reducida a su mínima expresión o incluso no existe?

Por todo lo anterior, analizar la realidad de las y los trabajadores domésticos que parti-ciparon en estas investigaciones supone necesariamente asumir una perspectiva de de-rechos, y de manera específica para el caso que nos ocupa, de derechos de la niñez.

Antes de desarrollar los fundamentos de esta perspectiva, hay que exponer dos razo-nes por las cuales en esta sistematización se optó por la expresión “hogares ajenos” y no“hogares de terceros” también utilizada con frecuencia para precisar de qué tipo de tra-bajo doméstico se habla. La primera es que la diferenciación entre el yo y los otros, el yoy las otras, lo propio y lo ajeno son procesos determinantes en la construcción de iden-tidad y en la dinámica de la socialización primaria; la segunda porque la designación hoga-res de terceros resulta ambigua, da lugar a preguntas como la que se formulara en lareunión técnica de Lima53. Si bien puede haber otras expresiones como “trabajo en casade particulares” en las cuales el debate sobre quien es “el particular” podría arrojar nue-vas luces en la construcción de sentido sobre esta actividad, no logra la claridad o laprecisión que permite la expresión hogares ajenos que, en mi criterio, tiene un potencialliberador para visibilizar las diferencias, condición imprescindible para la construcción de laautonomía y con ella de la igualdad real; por ello, la expresión hogares ajenos comocategoría analítica tiene especial significado cuando se trata de transformar concepcionesque durante milenios legitimaron a las mujeres, las niñas y los niños como seres tutelados,apropiados por otros (los padres, los mayores), durante mucho tiempo imposibilitadaspara ser propietarias de bienes y cuestionadas como poseedoras de criterio propio.

2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectivaanalítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos queanalítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos queanalítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos queanalítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos queanalítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos queconfiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que deconfiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que deconfiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que deconfiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que deconfiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que deellos se derivan.ellos se derivan.ellos se derivan.ellos se derivan.ellos se derivan.

Las niñas y los niños, esos “sujetos inesperados” que acaban de irrumpir en la historiacomo tales, por cuanto se necesitaron milenios para que su condición de sujetos fuerareconocida y asumida social y culturalmente, son hoy sujetos de derechos. Se necesita-ron largos, lentos e intensos procesos sociales para que tal reconocimiento fuera unarealidad. Se necesitaron también complejos movimientos locales, nacionales e internacio-nales para que tal reconocimiento fuera convertido en normatividad. Y aún hoy se con-tinúan necesitando intensos, persistentes y continuos procesos sociales para que lo con-templado por la ley y por la normatividad sea incorporado a la vida; es decir, retorne a lacotidianidad enriquecido y transformado54.

La normatividad consagrada en las disposiciones nacionales e internacionales en mate-ria de derechos de la niñez expresa el reconocimiento de los niños y las niñas comosujetos de derecho55 y se constituye en un recurso de primer orden, tanto para el análisisde la realidad que viven amplios sectores de población infantil y juvenil, como para laformulación de alternativas de acción frente a las condiciones concretas de amplios secto-res de población infantil y juvenil cuyas condiciones, no solo distan sustancialmente de loestablecido en leyes, normas, convenciones y convenios sino que incluso las contradicen.

miento del sí mismo/del sí misma, de for-mación del criteriomoral -que orienta lacapacidad de optar-y de construcción delsentido ético -queorienta la capacidadde actuar en conse-cuencia con los valo-res morales, asu-miendo la existenciade los otros/lasotras-.

53 "Después de haberusado con entusias-mo durante la reuniónel término TIHT (tra-bajo doméstico infan-til en hogares e ter-ceros) recibí una pre-gunta muy genero-sa: ¿y por qué de ter-ceros y no de segun-dos? Aquí decimos encasa de particula-res..." MOCKUS, An-tanas: Síntesis, En:CASTRO ROJAS,Adriana Lucía (Edito-ra y compiladora)."Memorias ReuniónTécnica InternacionalNiñez Trabajadora enel hogar de terceros",Lima, Perú, 20, 21 y22 de Septiembre de1999, Coedición OIT,IPEC, Save the Chil-dren, Colombia yUNICEF, primera edi-ción, septiembre de2000, 224

54 Vienen al caso las pa-labras del maestroEstanislao Zuleta:"... es casi una burlapara una poblacióndecir que todos losciudadanos son igua-les ante la ley si soniguales ante la vida:¿Qué dice la Ley?Anatole France dijoen el siglo pasado:"Queda prohibido a

El carácter de sujeto de derecho de cada niño y de cada niña es hoy incuestionable enlos terrenos axiológicos y jurídicos. Sin embargo en el terreno de la vida social, las distanciascon relación a la normatividad, tanto en su introyección subjetiva como en su efectividady en su cumplimiento, son aún muy grandes: Las niñas y los niños, y la población adulta,desconocen, ignoran o pasan por alto las disposiciones; razones de índole socioeconómica,psicológica, ideológica o cultural sustentan de modo sistemático el incumplimiento de lasleyes, decretos, convenios y convenciones relativas al trabajo infantil las cuales, en la prác-tica, entran en contradicción con lo establecido, e incluso legitiman socialmente el oculta-miento de lo que en un momento de la historia se construyó -también socialmente-como un valor y como un principio.56 Y en ésta contradicción radica una de las principalesdificultades para que las formulaciones y propuestas en materia de eliminación y erradica-ción del trabajo infantil sean asumidas en la realidad como objetivos deseables y comodecisiones políticas articuladas a la creación de condiciones para alcanzar dichas metas.57

Algunos apartes de las memorias del Seminario-taller de iniciación de las investigacionesobjeto de esta sistematización ilustran los planteamientos anteriores:

“Las niñas trabajadoras domésticas tienen un casi absoluto desconocimiento de susderechos como niñas, mujeres y trabajadoras, lo que constituye un daño significativo asu integridad personal, determinado por la interiorización de la subvaloración y la discrimi-nación, llevando a las niñas a vivir con profundos sentimientos de inferioridad por el restode su vida a menos que tengan posibilidad de reconstruir su historia.

Las dudosas condiciones de contratación, las extensas jornadas laborales, la carenciade la seguridad social y protección, la imposibilidad de estudiar, la falta de descanso, losmalos tratos y los abusos sexuales, la baja o inexistente remuneración, las relaciones deservidumbre o semiesclavitud, la negación o subvaloración de sus culturas propias, elalejamiento de sus familias son situaciones que van en contravía de la vigencia y aplica-ción real de los derechos contemplados en la legislación nacional e internacional a favordel desarrollo integral de la población menor de edad..”

María Inés Cuadros de Save the Children, al presentar la posición de su institución conrespecto al trabajo infantil planteaba:

...Estamos analizando una serie de estudios de la OIT en los cuales se muestra que alparecer, lo que se aporta económicamente a la familia no es tan alto, y en esto tendría-mos que indagar más.¿Cuánto está aportando realmente el niño o la niña y qué sucede-ría si no aporta a la familia?. Porque en el caso de trabajo doméstico, la impresión quetenemos es que aunque la niña no aporte en términos económicos, la familia deja deresponsabilizarse de la niña.

No solo como SAVE THE CHILDREN, sino como acuerdo mundial, consideramos que eltrabajo infantil nocivo y de alto riesgo debe ser eliminado en el mundo (el convenio 182del año pasado es el convenio vigente en este momento en el mundo y allí están consig-nados los acuerdos que existen).

El trabajo nocivo significa que es perjudicial para el niño, que es una explotación laboraly económica, y que como personas no les permite el acceso a la educación. Cualquierade estos trabajos que vulnere los derechos, es un trabajo nocivo. El análisis que hacemoses que habiendo unas categorías tan graves de explotación, en estos momentos hayque focalizar nuestros esfuerzos en esas graves explotaciones y alto riesgo de los niños.

ricos y pobres dormirbajo los puentes".Desde luego solo lesquedaba prohibido alos pobres, porquelos ricos no se van adormir bajo los puen-tes. Si no hay igual-dad ante la vida, laigualdad ante la leyse convierte en unaburla. Pero la igual-dad ante la vida esalgo que es necesa-rio conquistar. Es unatarea, no es un de-creto ... es una bús-queda". En: ZULETA,Estanislao: Colombia:Violencia, democraciay derechos humanos.Altamir, Bogotá,1991

55 Una caracterizacióny análisis de dichanormatividad, de susalcances y sus límitespuede estudiarse en:RUIZ GONZÁLEZ, Es-meralda: Los dere-chos de la niñez tra-bajadora domésticadesde la legislación yla jurisprudencia,Save The ChildrenU.K, Bogotá, Junio de2000

56 Sobre los valorescomo motores de lahistoria de la huma-nidad, su construc-ción y fortalecimien-to y su ocaso u ocul-tamiento puede con-sultarse: HELLER,Agnes: Historia y VidaCotidiana, Grijalbo,Barcelona, 1985

57 Guardadas propor-ciones tales contra-dicciones se aseme-jan a las que se pre-sentan con las dispo-siciones relativas a laprevención del mal-

También creemos que hay un tipo de trabajo infantil que puede ser benéfico en términoseducativos y sociales, que puede llegar a desarrollar la autoestima, facilitar el respeto de lacomunidad, de la familia, que ayuda a participar a los niños dentro de las relaciones socia-les. Aceptamos que hay ese tipo de trabajo que es menor en términos generales y quecasi no está asociado ni con pobreza, ni con desigualdades sino que es un trabajo casisiempre mas focalizado en los niños de las clases medias, o en el aprendizaje del oficio desus padres en unas condiciones aceptables. Ahí recalcamos que la apreciación del niñosobre su propio trabajo es muy importante y en ese sentido, creemos lo mismo, que hayque escuchar a los niños, a las niñas y a sus familias. Ese es un punto central cuandovamos a hacer algún tipo de trabajo tanto de conocimiento como de intervención.

Las intervenciones que se realicen, deben basarse en un cuidadoso análisis y estosignifica analizar todo tipo de factores que empujan y atraen a los niños y niñas hacia eltrabajo infantil. Mirar aspectos como el por qué se les contrata (¿será que consideran quees más barato ese trabajo?, ¿será que piensan que los niños son mas diestros haciendoeso?, etc). Si no se planifica bien se llega a intervenciones que pueden ocasionar condicio-nes más riesgosas.

En el momento de hacer la intervención debe haber un análisis que propicie el inter-cambio de saberes y se permita conclusiones consecuentes con ese intercambio.

Desde Save the Children se reconoce que el trabajo infantil constituye un tema impor-tante tanto para el hemisferio norte como para el hemisferio sur. No es el norte mirandoal sur. Ambos hemisferios están expuestos a riesgo y explotación.

Con relación a la investigación, es esencial el monitoreo cuidadoso del impacto de las inves-tigaciones e intervenciones. La investigación es necesaria para comprender mejor el significa-do del trabajo en la vida de los niños y las niñas en contextos particulares, y para desarrollarcriterios profundos de evaluación de riesgos a los cuales se enfrentan los niños y las niñasen los diferentes tipos de labor. Este es el punto del cual creemos que hay que arrancar.

Son necesarias las definiciones claras de prioridades y metas por parte de las organiza-ciones relacionadas con el trabajo infantil para identificar áreas de interés común y desa-rrollar acciones conjuntas. En consecuencia, es necesario desarrollar una acción coordi-nada en los temas de trabajo infantil en el ámbito internacional, regional, nacional y local.Creemos que tenemos el deber de desempeñar un papel de promoción de tales nexos,de manera que logremos algunos acuerdos fundamentales entre la sociedad civil, lasagencias de las naciones unidas, los gobiernos y los propios niños y niñas trabajadores.Esta ha sido la reflexión desde la posición de Save the Children y más ampliamente de laalianza Save the Children en cuanto a trabajo infantil” 58.

La discusión sobre la relación trabajo doméstico infantil y juvenil y derechos humanosestá mediada por la palabra, el sentimiento y las propuestas que nacen de la capacidadque niñas y niños desarrollen para leer su propia historia, conferirle significado y derivarde ello acciones y propuestas consecuentes. Está mediada también por el debate sobrelos márgenes de discusión derivados de la legislación misma, de sus imprecisiones, suslaxitudes y sus silencios: ¿Qué se entiende por “las peores formas de trabajo infantil”? yde manera más específica: ¿Es el trabajo doméstico una de las “peores formas de trabajoinfantil”?; más aún, si se tiene en cuenta que la expresión “lo peor” es ante todo compa-rativa, ¿cuáles son los parámetros para determinar “lo peor” ante la diversidad de condi-ciones de vida de niños y niñas?

trato infantil, la vio-lencia intrafamiliar yla violencia contra lamujer, frente a lascuales aún se esgri-men razones mora-les, culturales, ideo-lógicas o socioeconó-micas para justificarprácticas que lesio-nan la integridad físi-ca y psicológica demaltratadas/os ymaltratadores/as

58 Relatoría Seminario-Taller, ob.cit

Al respecto, declaraciones de expertos defensores de los derechos de la niñez dancuenta de las labores que concurren en esta calificación y que como tales niegan o res-tringen el ejercicio de los derechos:

“... Entre la normativa internacional tenemos el recientemente aprobado ConvenioOIT No. 182 sobre la Prohibición de las peores formas de Trabajo Infantil y la accióninmediata para su Eliminación. ¿A qué ocupaciones alude el vocablo peores formas detrabajo infantil? Básicamente a las siguientes actividades realizadas por menores de 18años de edad: “a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud,como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo yel trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niñospara utilizarlos en conflictos armados;... d) el trabajo que por su naturaleza o por lascondiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o lamoralidad de los niños” (art. 3); señalándose que todo miembro que ratifique dicho Con-venio se compromete a adoptar medidas para la prohibición y eliminación de estas for-mas de trabajo infantil”.59

Al mismo tiempo que se hacen explícitas estas características en las cuales están pre-sentes las condiciones de servidumbre, las labores que atenten contra la salud y el traba-jo obligatorio, se reconoce que “... Esta tipología de trabajos extremos parece recogersólo un sector del trabajo doméstico; aquel mencionado antes sobre el trabajo forzosode niñas que se ofrecen a adultos no familiares. No obstante que en el proceso de debatesobre el nuevo convenio OIT organizó (Ginebra, Junio 1997) una mesa de discusiónsobre trabajo infantil invisible y trabajo doméstico, desde el Convenio aprobado difícil-mente se puede catalogar el trabajo doméstico como una de las formas extremas detrabajo infantil.... El trabajo doméstico en hogares de terceros, por su dificultad de regu-lar y porque no siempre necesariamente significa explotación, desde mi percepción que-daría fuera del ámbito del Convenio sobre las formas extremas del trabajo infantil..”.60, locual confirma la necesidad de conocer, describir y analizar, con la participación activa delas niñas y los niños que asumen dichos trabajos, las implicaciones que tales experienciastienen sobre sí mismos, sobre sus derechos fundamentales y sobre los procesos de so-cialización. Es importante lograr mayores precisiones tanto en la normatividad como enlas propuestas que las instituciones y entidades presenten a los gobiernos para hacerefectiva por lo pronto la meta de eliminación de las peores formas de trabajo infantil.

El mismo autor citado anteriormente afirma: “...que la determinación específica de quéocupaciones concretas serán admitidas como formas extremas de trabajo infantil estarea de las autoridades nacionales de cada país que ratifica el mencionado Convenio.Esto deja una puerta abierta donde es posible generar una demanda social para que laactividad del trabajo doméstico en casa de terceros, cuando es realizado por niños, pue-da ser considerado nacionalmente como una actividad extrema y, por ello, prohibida..”.61

En Colombia se “...prohíbe expresamente el trabajo de menores de 14 años sin refe-rencia particular al servicio doméstico” 62 lo cual hace más difícil aún generar acciones endefensa de los derechos de quienes trabajan en este campo, la duda sobre el impacto dedicho trabajo en el ejercicio de los derechos se ampara en las imprecisiones del significadodel trabajo doméstico para los mismos.

Además, como lo señala el mismo autor “...El incumplimiento de las legislaciones nacio-nales vigentes es generalizado... la trabajadora doméstica en la práctica cotidiana, está

59 ALARCON GLASINO-VICH, Walter. Aspec-tos legislativos sobreel trabajo domésticoinfantil en AméricaLatina", en: CASTROROJAS, Adriana Lu-cía (Editora ycompiladora)."MemoriasReunión Técnica In-ternacional Niñez Tra-bajadora en el hogarde terceros", Lima,Perú, 20, 21 y 22 deSeptiembre de 1999,Coedición OIT, IPEC,Save the Children,Colombia y UNICEF,primera edición, sep-tiembre de 2000, pg.,100

60 ALARCON GLASINO-VICH, íbid.

61 ob. cit., 100-10162 ob. cit., 103

sometida a los acuerdos a que llegue particularmente con su empleador” 63 y ante ello,Colombia no constituye ninguna excepción. Se podría agregar a este enunciado que enel caso del trabajo infantil doméstico, los acuerdos sobre los términos de la relación con-tractual -si se puede llamar así- se establecen por lo general a través de la familia, con locual se configura una condición de trabajo obligado o incluso forzoso.

Tampoco es Colombia una excepción al análisis que a renglón seguido se plantea sobrela carencia de efectividad de la exigua legislación vigente: “Dicha inobservancia de lanormativa vigente creemos se debe a las siguientes razones: a) carencia en las legislacio-nes, o en su reglamentación de sanciones ante el incumplimiento de la norma; b) dificul-tad de las autoridades públicas de ejercer en control de las condiciones de trabajo, cuan-do el lugar donde se labora es un espacio privado como los hogares; c) el predominio deuna actitud ciudadana de complacencia ante el trabajo infantil y una suerte de arreglocultural donde, tanto las niñas como sus patrones, aceptan convivir bajo relaciones ser-viles en las cuales dominan los acuerdos personales antes que las leyes”.64.

Así lo demostraba en su intervención en este mismo evento el investigador Jorge IvánBula, de UNICEF, cuando afirmaba que “... El entorno macroeconómico descrito, tradu-ciría las condiciones del trabajo doméstico infantil en largas jornadas de trabajo, aisla-miento de la familia y de los amigos, trato discriminatorio en el uso de los recursos e lafamilia, posible maltrato, posible abuso sexual, remuneración por debajo del mínimo legalo no remuneración del todo, ausencia de seguridad social (incluso cuando la ley obliga) yposibles relaciones de servidumbre.... Los imaginarios sociales sobre el trabajo infantildoméstico en hogares de terceros, llevan a que éste se perciba como una oportunidadque permite a la niña mejorar sus condiciones de vida y que la prepara para la vida(trabajo reproductivo). Por otra parte, el hogar receptor es visto como un benefactorque está haciendo un favor para mejorar las condiciones de vida de la niña. Igualmentelas niñas son consideradas económicamente inactivas, toda vez que su trabajo no gene-ra valor agregado y es considerado una actividad normal para las niñas de bajos ingre-sos”.65

Todos estos planteamientos dan cuenta de que, al mismo tiempo que el trabajo do-méstico en general, el trabajo doméstico en hogares de terceros en particular y de ma-nera especial el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos, es puesto encuestión en las declaraciones de principios, se ignoran o se desconocen sus implicacionesen las dimensiones concretas del hacer y del acontecer de cada niña y cada niño, de cadajoven mujer y cada joven varón. Es imprescindible que dichas implicaciones sean descu-biertas, nombradas y repensadas sin cesar en cada realidad, a partir de la vivencia dequien las experimenta, para hacer posible el encuentro entre lo deseable y lo soñado enmateria de construcción de la identidad y las condiciones que permiten la realización detales deseos y sueños.

63 ob. cit., 10764 íbid.65 BULA, Jorge Iván:

Formulación de polí-ticas públicas y niñeztrabajadora en hogarde terceros. Hacia laerradicación progre-siva del trabajo infan-til y el cumplimientode los derechos delos niños, en: ob. cit,pag. 128

3. Un camino obligado para la subsistencia y3. Un camino obligado para la subsistencia y3. Un camino obligado para la subsistencia y3. Un camino obligado para la subsistencia y3. Un camino obligado para la subsistencia yuna socialización para la sumisiónuna socialización para la sumisiónuna socialización para la sumisiónuna socialización para la sumisiónuna socialización para la sumisiónSíntesis de los principales hallazgosSíntesis de los principales hallazgosSíntesis de los principales hallazgosSíntesis de los principales hallazgosSíntesis de los principales hallazgos

En este capítulo se espera dar cuenta de los principales hallazgos que ofrecen las inves-tigaciones realizadas sobre condiciones concretas del trabajo doméstico infantil y juvenil;empecemos registrando la cifra calculada recientemente sobre la cantidad de trabajado-res domésticos menores de edad en Colombia: “En 1999 cerca de 323 mil niñas y niñosentre 5 y 18 años estaban vinculados al servicio doméstico, aislados y ocultos al interiorde los hogares en donde son empleados” 66. Si bien las 332 niñas y los 36 niños partici-pantes en estos estudios constituyen apenas el 0,11% del total calculado en el país, suspalabras y sus experiencias tienen sentido y significación en el contexto de violencias,pobrezas e inequidades del país; cobran el sentido que en realidad debería tener cadavida humana para una nación y la significación que, por lo menos en lo ideal, deberíaotorgársele a las condiciones de vida y de crecimiento a cada una de las mujeres y a cadauno de los hombres que la habitan.

De allí que las palabras de quienes se han desempeñado como trabajadoras domésti-cas en hogares ajenos, actúen como puerta de entrada a este diagnóstico que ofrecenlos estudios. Ellas han experimentado en su propia historia la tensión entre necesidad ylibertad, en cuanto es la necesidad de acceder a los recursos básicos para su subsistenciay/o la de sus familias la razón fundamental que las obliga a incursionar por espacios yactividades que -en el momento actual de la historia de la humanidad por los valores queha construido-, deberían estar reservados a la población adulta, y en cuanto, al mismotiempo, son los sueños con hacer realidad lo que las condiciones objetivas tienden aconvertir en un imposible, los que sustentan y soportan las múltiples tensiones y dificulta-des que comporta el correr el riesgo de trabajar como empleadas domésticas desde sumas tierna infancia; son los anhelos de libertad los que incluso llegan a permitir que losabusos, los malos tratos, las discriminaciones y las dificultades se conviertan en un moti-vo que alimenta los sueños de poder volar.

Una vez puestas en escena palabras ilustrativas del sentir y del pensar de las participan-tes sobre sus vivencias en trabajo doméstico, se presentan los principales hallazgos co-munes a la totalidad de entrevistadas67. Después se identifican las principales diferenciasen la percepción de sus vivencias explicadas por las condiciones particulares en que sedesenvuelven cuando esta realidad es asumida desde la experiencia de trabajadoras do-mésticas niñas y jóvenes vinculadas o no a la educación formal, cuando la modalidad deltrabajo es interno o por días, cuando el trabajo se realiza en hogares de diversos estratossocioeconómicos, cuando las vivencias corresponden a experiencias de trabajo en lagran ciudad o en ciudades intermedias y cuando los contrastes culturales se acrecientanpor la diversidad de los grupos étnicos de procedencia.

66 CASTILLO, ob. cit.,25.

67 Utilizaremos de modopreferente la expre-sión niñas y jóvenespor las razones deprevalencia de la con-dición femenina deéste trabajo en la his-toria y en nuestrocontexto particular.

Cuatro variables actúan como referente transversal de la caracterización lograda en estecapítulo: a) la dinámica de los procesos migratorios del campo a la ciudad, b) las caracterís-ticas de los procesos de movilidad inter e intra barrial, c) las condiciones étnicas y d) lasparticulares experiencias de los casos referidos a población en situación de desplazamiento.

La categoría género mantiene su condición de actuar como criterio transversal en ésteestudio, dando cuenta de sus posibilidades y sus límites para el estudio del trabajo do-méstico en tanto la categoría mujer continúa siendo necesaria para el análisis, interpreta-ción y búsqueda de alternativas consecuentes con las metas de justicia social y equidadde género que alimentan los intereses investigativos.

3.13.13.13.13.1 Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada: Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada: Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada: Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada: Las palabras de las protagonistas como puerta de entrada:

“...Con todo y lo duro que sea el trabajo en la ciudad nunca es comparable con loque le toca a uno en el campo, por allá se sufre mucho, uno trabaja y trabaja ynunca tiene plata, ni nada, acá al menos me puedo vestir como yo quiero y cam-biar de trabajo cuando me da la gana...

“...Soy una empleada y no soy nada de ellos”, “Ellos comparten conmigo pero aúnasí, me siento distante, soy la empleada”, “Aunque me tenían confianza, me toma-ban como una persona aparte, no era de la casa..”. 68

“...Salí de mi casa a trabajar porque uno tiene que `salir a botar la ceniza´ es undicho que tenemos. Es importante conocer otras personas y otras partes...

...Me tratan bien, no me regañan, pero hay dos niños de cinco y seis años de edadque son muy groseros, me pegan, tiran los zapatos, riegan la basura cuando nolos ven; a mí me da mucha rabia; es lo que no me gusta del trabajo..”. 69

“...Empecé a trabajar a los 15 porque quería ser independiente y tener para miscosas...

...Me siento discriminada cuando: “Me toca comer en la cocina y me dicen ̀ no sesiente allí, usted es la empleada´, ̀ Me dicen ́ permiso´ para quitarme´, ̀ ...me diceque soy sucia´, `...me dice que soy fea´, `...me dice que soy negra´..”.70

“...Yo seguiría trabajando aunque no me dejaran porque necesitamos la plata yporque puedo ayudarle a progresar a mis papás...

...Tengo 16 años... trabajé a los diez años, mas que todo en oficios domésticos, ahíse aprovechan mucho de uno... a la final nunca me pagaban, salían con el cuentode que yo era una ladrona, que se les había perdido algo”.71

Estas palabras pronunciadas por niñas o jóvenes mujeres de hoy permitieron descu-brir a quienes las entrevistaron -y tal vez a ellas mismas- que antes de ser consideradaslegalmente adultas, es decir antes de terminar la segunda década de sus vidas, eran yaportadoras de historias personales en las cuales sus deseos, sus proyectos y sus sueñosestaban atravesados por los rigores de una historia social signada por la ausencia decondiciones para satisfacer las necesidades existenciales y axiológicas indispensables parala vida de todo ser humano.

Por ello, en el intento de sintetizar los hallazgos comunes a la totalidad de entrevistadas sedestacan algunas características del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos:

68 del estudio realizadoen Bogotá-Soacha.En: BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia yotras, ob.cit.

60 del estudio realizadoen Cali. En: TallerAbierto, ob. cit.

70 del estudio realizadoen Bucaramanga. En:LELIEVRE, Christianee Isabel M. ORTIZ,ob.cit.

71 del estudio realizadoen Bogotá-CiudadBolívar. En: LOMBA-NA, Ximena y otra,ob. cit.

- Su condición de trabajo forzado y obligatorio:- Su condición de trabajo forzado y obligatorio:- Su condición de trabajo forzado y obligatorio:- Su condición de trabajo forzado y obligatorio:- Su condición de trabajo forzado y obligatorio:

“Me vine para Bogotá por necesidad, porque lo que yo quiero tener en mi vida nuncapodría tenerlo allá... porque a mí me toca buscar como ayudarme para poder ayudarlesa ellos... porque mi padrastro y mi hermano me violaron..”.72

La expresión “me tocó, me tocaba” es una constante en los testimonios y relatos, acom-paña todos los recuerdos relacionados con los motivos por los cuales estas niñas trabajanen hogares ajenos. Todas sin excepción, han asumido sus roles de trabajadoras domés-ticas en hogares ajenos por la fuerza y en consecuencia están obligadas a realizar lostrabajos que se derivan de dichos roles: lavar, planchar, cocinar, arreglar la casa, atendera quienes habitan en tales hogares. Obligadas por las circunstancias familiares, socioeconó-micas y socioculturales, es decir, por la fuerza de las deprivaciones afectivas, la fuerza de lascarencias de recursos para la subsistencia o la fuerza de la tradición y de las costumbres;obligadas por la fuerza e intensidad de las distintas expresiones de violencia que recaensobre ellas, sobre sus familias o sobre su vecindario: de las violencias, malos tratos, vejacio-nes o abusos sobre sus cuerpos, sus deseos o sus sueños; de las violencias del hambre, eldesempleo y las precarias condiciones habitacionales de sus familias de origen, o de lasviolencias políticas generadoras de discriminaciones, señalamientos, exclusiones o persecu-ción que experimentaron en sus vecindarios, sus localidades o sus regiones. Todas sinexcepción fueron obligadas a asumir roles que no corresponden con las demandas de suedad y en consecuencia a ingresar de modo prematuro y forzoso al mundo adulto.

- Su condición de trabajo discriminatorio:- Su condición de trabajo discriminatorio:- Su condición de trabajo discriminatorio:- Su condición de trabajo discriminatorio:- Su condición de trabajo discriminatorio:

“Uno sabe que como empleada doméstica tiene sus cosas separadas, pero ella exage-raba mucho, me sentía como discriminada” 73

“Me siento discriminada cuando me dicen “permiso” para quitarme” 74

Aunque estas palabras darían la impresión de una situación de discriminación que pue-de corresponder a éste caso o a similares en razón de circunstancias particulares, laexpresión “uno sabe que..”. tiene un contenido simbólico muy profundo, en cuantorepresenta la naturalización que se ha construido socialmente. Uno sabe que, significa,“así es”, “está establecido”, “es inmodificable. En la totalidad de los casos estudiados ladiscriminación aparece como una constante, no solo en sus dimensiones amplias deriva-das de las diferencias de clase, etnia, género, edad, sino en aquellas dimensiones relacio-nadas con el trabajo cotidiano que realizan, con el espacio que configura el hogar ajenoen el que se mueven y con la interacción cotidiana con las personas que lo habitan. Elquehacer constitutivo del trabajo doméstico comporta de manera sistemática símbolosque explican la discriminación en el comer, en el vestir, en el hablar, en el mirar.

El trabajar en oficios domésticos en hogares ajenos lleva consigo la necesidad de habi-tar un espacio en el que el movimiento está restringido y la presencia cuestionada, y en elque las posibilidades de que disfrutan los otros niños o niñas, jóvenes o adultos que lohabitan están restringidas, no son las mismas o no existen para quienes trabajan en él.Estas discriminaciones, experimentadas en la infancia, la adolescencia o la juventud se inte-riorizan y son por tanto vehículo de construcción de una identidad subordinada. Incluso enaquellos casos en los cuales niñas y jóvenes manifiestan no sentirse discriminadas expresio-nes como “uno sabe cual es su lugar” dan cuenta de la legitimación de la discriminación.

72 del estudio realizadoen Bogotá-Soacha.En: BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia yotras, ob.cit

73 del estudio realizadoen Cali. En: TallerAbierto, ob. cit.

74 del estudio realizadoen Bucaramanga. En:LELIEVRE, Christianee Isabel M. ORTIZ,ob.cit

- Su condición de trabajo que legitima la subordinación, la- Su condición de trabajo que legitima la subordinación, la- Su condición de trabajo que legitima la subordinación, la- Su condición de trabajo que legitima la subordinación, la- Su condición de trabajo que legitima la subordinación, lasumisión y la expropiación de los cuerpos:sumisión y la expropiación de los cuerpos:sumisión y la expropiación de los cuerpos:sumisión y la expropiación de los cuerpos:sumisión y la expropiación de los cuerpos:

...Me siento como una cosa que ellos tienen” 75

El epígrafe con el cual Bourdieu inicia el texto en el que sostiene que los sujetos socialesse diferencian por las distinciones que realizan76 cobra especial sentido ante la realidad deltrabajo doméstico en hogares de terceros, como expresión de la existencia de relacionesserviles en las cuales quienes asumen el trabajo doméstico no solo intercambian su traba-jo, en este caso sus quehaceres, sino que depositan en sus patronos su ser entero.

Y esto, que podría ser relativo cuando este trabajo es desempeñado por personas adul-tas, es una constante en el caso de menores de edad, quienes son depositados o entrega-dos a sus patronos o empleadores por sus padres, sus madres u otros parientes o vecinos,madres o por otras personas. Como se afirma en el estudio Bogotá-Soacha al analizar lascondiciones de “reclutamiento” de las niñas y jóvenes para el trabajo doméstico “es unaespecie de cesión que hace la madre de su hija en beneficio de quien la emplea”.77

Los pensamientos, los criterios las palabras, las miradas de las niñas y los niños quetrabajan en hogares ajenos no son (no pueden ser) propios, son los que correspondena los de sus empleadoras o empleadores, no por que no existan sino porque su expresiónestá restringida, limitada por la voluntad de las familias en las cuales trabajan. Podríadecirse que sus palabras están confiscadas, sus miradas deben depositarse donde suspatronos ordenan, sus cuerpos transitan para servir a otros en medio del silencio, el sigilo,el procurar no ser vistas por otros.

Sentirse “como una cosa que ellos tienen” es una expresión que por su contenidosimbólico representa las posibilidades de expropiación del sí misma, de la propia corporei-dad para asumirla colocada en manos de otros.

- Su condición de trabajo generador de temores e inseguridades:- Su condición de trabajo generador de temores e inseguridades:- Su condición de trabajo generador de temores e inseguridades:- Su condición de trabajo generador de temores e inseguridades:- Su condición de trabajo generador de temores e inseguridades:

“... las niñas expresan angustia frente a la soledad, cuando tienen que quedarse solasen las casas o con la responsabilidad total de los hijos, a veces muy pequeños, de lospatronos... del miedo que sienten al estar solas con el patrón... del miedo cuando sepierden las cosas porque las pueden acusar y perder la confianza... del miedo a no hacerlas cosas bien y que las regañen... a que las castiguen... a..”.78

Todos los grupos de investigadoras encontraron como una constante el miedo, eltemor, la angustia y la ansiedad en diversas formas, apariencias y expresiones. Al comen-zar los procesos de investigación, fue para ellas evidente el temor de las niñas y jóvenesa expresar sus sentimientos y sus emociones y a valorar sus experiencias vitales. Losprocesos de interlocución permitieron enfrentar dichos temores, de tal forma que venci-do el miedo inicial se fueron haciendo explícitas las necesidades persistentes de contarcon espacios en los cuales sea posible compartir sus experiencias; espacios de circulaciónde su palabra. La soledad y el aislamiento se registran como algunos de los factores queafectan la posibilidad de comunicación de quienes trabajan desde sus primeros años deedad en labores domésticas y como generadores de nostalgias, tristezas e inseguridades.

Podría decirse que el miedo inmovilizador, el temor que se convierte en fundamento delterror, la angustia y la inseguridad, son condiciones inherentes al trabajo en hogaresajenos que se intensifican cuando éste es realizado por menores de edad, en razón de su

75 del estudio realizadoen Bogotá-Soacha.En: BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia yotras, ob.cit

76 "... y en estos mo-mentos aún no sabe-mos si la vida culturalpuede sobrevivir a ladesaparición de laservidumbre". A. Be-sancon, Etre russeau XIXème siècle" En:BOURDIEU, Pierre Ladistinción. Criterio ybases sociales delgusto, Taurus, Ma-drid, 1998

77 del estudio realizadoen Bogotá-Soacha.En: BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia yotras, ob.cit

78 del estudio realizadoen Bucaramanga. En:LELIEVRE, Christianee Isabel M. ORTIZ,ob.cit

vulnerabilidad. Sus implicaciones para la construcción de una identidad en la cual la sub-valoración, los sentimientos de minusvalía y la baja autoestima van a alimentar un proce-so en el cual el temor a los otros se convierte en el temor a sí mismas. Allí se van a tejerredes en las cuales se mecen contradicciones en el curso del ciclo vital: en la infancianecesitan asumirse adultas, hacerse adultas-niñas por las tareas que les competen yluego, en la adultez, hacerse adultas se les convierte en una imposibilidad, necesitan allíhacerse niñas-adultas por su condición tutelada; los miedos y las inseguridades de sudiario quehacer perpetúan su condición de menores de edad.

3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados de3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados de3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados de3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados de3.2 Las diferentes condiciones, percepciones y significados delas experiencias de trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos.las experiencias de trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos.las experiencias de trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos.las experiencias de trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos.las experiencias de trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos.

El carácter general y común de las condiciones anteriores no implica que la totalidad delas niñas y jóvenes participantes en las investigaciones experimenten de la misma maneratales condiciones; por el contrario, allí radica la complejidad de esta realidad que es vivida,valorada y significada de modo diferente por cada persona tanto por las particularidadesde su propia historia como por las condiciones objetivas en las cuales está inmersa.

Allí pueden encontrarse no sólo matices sino diferencias significativas cuando la expe-riencia de trabajadoras domésticas niñas y jóvenes mantiene la vinculación a la educa-ción formal o no, cuando la modalidad del trabajo es interno o por días, cuando el trabajose realiza en hogares de diversos estratos socioeconómicos y cuando las vivencias co-rresponden a experiencias de trabajo en la gran ciudad o en ciudades intermedias.

Cada una de las investigaciones explica las diversas valoraciones que se asignan a laexperiencia en cuanto tales condiciones favorezcan o restrinjan el movimiento de lastensiones que concurren en el trabajo doméstico en hogares ajenos, ya sea haciendoposible la realización de sueños y metas de transformación personal y mejoramiento de lacalidad de vida, o restringiendo dichas posibilidades e incluso reproduciendo las relacionesque con estas labores se pretenden transformar. Veamos algunas reflexiones sobre cadauna de las cuatro condiciones que se identificaron en los estudios locales:

- Trabajo en hogares ajenos y educación formal- Trabajo en hogares ajenos y educación formal- Trabajo en hogares ajenos y educación formal- Trabajo en hogares ajenos y educación formal- Trabajo en hogares ajenos y educación formal

El ejercicio del derecho a la educación, establecido no solamente en las declaraciones,convenios y normas internacionales, sino estipulado en la Constitución Política de Colom-bia, marca una diferencia significativa entre la población participante en las cuatro locali-dades estudiadas, en cuanto la información correspondiente a Bogotá-Ciudad Bolívar esaportada por niñas, niños y jóvenes que desempeñan al mismo tiempo sus roles deestudiantes y de trabajadoras/es domésticas/os en hogares ajenos.

Esta situación es compartida por una proporción reducida de las participantes en elestudio en Bogotá-Soacha, Bucaramanga y Cali, en donde se encuentra una proporciónamplia de niñas y jóvenes para quienes la vinculación al trabajo doméstico no es compa-tible con el estudio.

Ahora bien, entre las razones por las cuales la población participante en estos estudiosse vinculó al trabajo doméstico las más relevantes son las precarias condiciones de lasfamilias; son éstas, y no propiamente el trabajo doméstico, el factor restrictivo del ejerci-cio del derecho a la educación. Incluso algunos testimonios señalan que el trabajar endeterminados hogares ajenos favorece en las niñas y jóvenes el ejercicio de este dere-

cho; al respecto podemos presuponer que esto sucede cuando las familias contratantesconfieren un alto valor a la educación.

Sin embargo, los datos que al respecto arrojan las investigaciones realizadas, permitenidentificar que en Bogotá-Soacha, Bucaramanga y Cali, son más las niñas y jóvenes queno estudian que las que si lo hacen y entre éstas, solo una mínima proporción alcanzaniveles educativos altos.

Lo anterior permite afirmar que el trabajo doméstico puede resultar incompatible conla escolaridad, y que para quienes laboran en trabajo doméstico en hogares de ajenos,permanecer en el sistema educativo y alcanzar los niveles superiores de educación de-seada, exige esfuerzos muy grandes y condiciones especiales y constituye por tanto unasituación de excepción.

Esta incompatibilidad es más evidente y se intensifica cuando el trabajo es interno, sereduce cuando el trabajo es por días porque las niñas y jóvenes dispondrían de los hora-rios nocturnos para el estudio y se reduce aún mas si el trabajo es por horas, en cuyocaso, como puede verse en los testimonios de las niñas y jóvenes de los colegios distrita-les, pueden disponer para el estudio de la jornada alterna o de la noche.

La historia de Mapalina, que recoge la situación promedio de las estudiantes entrevista-das en Bogotá-Ciudad Bolívar, ilustra en parte las situaciones descritas:

“... Al igual que su madre, Mapalina empezó a trabajar a los diez años como em-pleada doméstica interna en una casa de familia, llegó a ese trabajo a través de unafamiliar, fue una experiencia desagradable porque los patrones exigían más de loque ella podía rendir, y además ellos y los hijos/as de éstos la irrespetaban. Mapalinaha sufrido mucho, su niñez no fue fácil, le hizo falta afecto, y el hecho de ser menory trabajar hacia que la explotaran con facilidad y no se le respetaran sus derechos.Inicia su jornada levantándose a las cuatro o cinco de la mañana, realiza laboresdomésticas en su hogar, después sale a trabajar en otro hogar, llega al colegio a las6:30 de la tarde y sale a las 10 de la noche, llega a su casa y ayuda en lo quepueda, hace tareas hasta las 12 o hasta la una de la madrugada..”.79

Los testimonios y consideraciones de las niñas y jóvenes de los colegios distritales queparticiparon en la investigación en Bogotá-Ciudad Bolívar no difieren sustancialmente delconjunto en lo referente a la condición y carácter del trabajo que realizan en hogaresajenos, en cambio, se diferencian de los demás testimonios y relatos en lo referente a lasrelaciones que establecen con el trabajo mismo, las posibilidades de interacción que ofre-ce la escolaridad para sus proyectos vitales y las diferencias en las relaciones con susfamilias de origen y con las familias contratantes.

Toda vez que la escuela es reconocida como uno de los principales agentes de sociali-zación en la infancia y que la universalización de la educación básica es hoy no solodeseable sino imprescindible para responder tanto a las demandas sociales como a lasexpectativas individuales, la inserción y permanencia en la vida escolar es un derecho quese vulnera con el trabajo infantil, aún en los casos en los cuales, en apariencia, el trabajogenera posibilidades para el ejercicio de tal derecho, en tanto, en estos casos, las condi-ciones para asumir las responsabilidades escolares no son las socialmente deseables ni lasindividualmente necesarias.

79 del estudio realizadoen Bogotá-CiudadBolívar. En: LOMBA-NA, Ximena y otra,ob. cit.

- Tiempos y modalidades: trabajo interno y por días.- Tiempos y modalidades: trabajo interno y por días.- Tiempos y modalidades: trabajo interno y por días.- Tiempos y modalidades: trabajo interno y por días.- Tiempos y modalidades: trabajo interno y por días.

La duración de las jornadas de trabajo, su intensidad e impacto sobre la restricción dederechos de la niñez no pueden analizarse sin considerar su estrecha relación con lamodalidad del trabajo desarrollado en los hogares ajenos.

El siguiente cuadro permite observar en primer término que las niñas y los niños estu-diantes de colegios distritales de Bogotá-Ciudad Bolívar que trabajan en hogares ajenoslo hacen en la modalidad de trabajo por días, ninguna de ellas trabaja en la modalidad de“interna”, lo cual ratificaría lo antes afirmado sobre la dificultad, casi imposibilidad, de hacercompatibles el trabajo interno en hogares ajenos con el estudio.

Obsérvese como varía también esta modalidad por regiones, si bien en Cali, Bucara-manga, Bogotá y Soacha son mayoría las trabajadoras internas (77%, 66%, 66% y90% respectivamente), en comparación con las otras modalidades en Bogotá es mayorla vinculación por días.

Cuadro No. 3

Modalidad de trabajo de la población trabajadora doméstica en hogaresajenos entrevistada según localidades

Localidades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- TotalesBolívar manga

Modalidad No. % No % No. % No. % No. % No. %Por horas - - - - 2 4,9 2 0,6Por días 24 34,3 2 10 127 100 23 23 12 29,3 188 52,5Internas 46 65,7 18 90 - 77 77 27 65,8 168 46,9 Totales 70 100 20 100 127 100 100 100 41 100 358 100

Cuadro No. 4

Jornadas laborales de la población trabajadora doméstica en hogares ajenosentrevistada según localidades

Localidades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- TotalesBolívar manga

Jornadas No. % No % No. % No. % No. % No. %4 o menos - - - - 2 4,9 2 0,64 a 8 horas 24 34,3 2 10 127 100 23 23 12 29,3 188 52,5Más de 9 h. 46 65,7 18 90 - 77 77 27 65,8 168 46,9Totales 70 100 20 100 127 100 100 100 41 100 358 100

El cuadro No. 4 permite observar que para una amplia proporción de niñas y jóvenesentrevistadas, las jornadas laborales superan las ocho horas de trabajo legalmente esta-blecidas para cualquier trabajador en Colombia, lo cual atenta no solo contra los dere-chos de la niñez sino contra los derechos laborales y contra los derechos humanos.

Las jornadas de trabajo superiores a las ocho horas diarias son consecuencia directadel tipo de vinculación como trabajadoras internas e indirecta, pero están muy relaciona-

das con el desconocimiento del derecho al tiempo libre, al descanso y a los demás dere-chos de la niñez ya referidos de manara persistente en diversas investigaciones.

Los testimonios muestran que la jornada laboral es expresión de fenómenos como lasobrecarga de responsabilidades, la asignación de tareas como el cuidado de otros niñosu otras niñas y la apropiación de los cuerpos y voluntades de las niñas y niños trabajado-res, en tanto no hay cuidado, e incluso muchas veces, ni percepción del cansancio quese convierte en necesidad corporal de destinar un tiempo al dormir, como tampoco hayconciencia por parte de las empleadoras y los empleadores y muchas veces ni siquiera delas mismas niñas y jóvenes, de los límites de tiempo de la jornada laboral.

- Los estratos socioeconómicos de las familias contratantes- Los estratos socioeconómicos de las familias contratantes- Los estratos socioeconómicos de las familias contratantes- Los estratos socioeconómicos de las familias contratantes- Los estratos socioeconómicos de las familias contratantes

Las investigaciones realizadas exploraron la incidencia que ejercen sobre el trabajodoméstico infantil y juvenil los diversos estratos socioeconómicos de las familias contra-tantes; los datos permiten identificar que la mayor proporción de niñas y jóvenes traba-jan con familias de los estratos medios, una proporción menor con familias de estratosaltos y una mínima parte con familias de estratos bajos.

Las posibilidades de acceso a la educación son mayores para quienes trabajan confamilias de estratos medios, tal vez porque coinciden circunstancias favorables al respec-to, tales como el valor que le asignan a la escolaridad, el tipo de vinculación y las jornadaslaborales. Son menores para quienes trabajan en estratos altos y bajos, tal vez porque lavinculación dominante en las familias de estos estratos es en la modalidad de internas, encuyos casos las jornadas laborales son más intensas y las condiciones no sólo limitan sinoque impiden el desarrollo de la conciencia sobre la necesidad y el derecho a disfrutar del“tiempo libre” que permitiría acceder al estudio.

- El trabajo en hogares ajenos en la gran ciudad o en ciudades- El trabajo en hogares ajenos en la gran ciudad o en ciudades- El trabajo en hogares ajenos en la gran ciudad o en ciudades- El trabajo en hogares ajenos en la gran ciudad o en ciudades- El trabajo en hogares ajenos en la gran ciudad o en ciudadesintermedias:intermedias:intermedias:intermedias:intermedias:

Los testimonios y relatos obtenidos por los cuatro estudios realizados, permiten afirmarque las condiciones para el trabajo doméstico infantil en hogares ajenos difieren cuando serealiza en pequeñas o grandes ciudades -este enunciado debe generar posteriores estu-dios. Por lo pronto, no es posible responder si para las niñas y/o las jóvenes es mejor o peortrabajar en hogares ajenos de grandes o pequeñas ciudades pues en unas y otras, losefectos restrictores del trabajo sobre los demás derechos de la niñez son evidentes. Susvariaciones están en relación directa con las circunstancias particulares de cada caso.

Sin embargo, en estas investigaciones las posibilidades que ofrece el trabajo domésticoinfantil y juvenil en la gran ciudad aparecen en los relatos con ventajas relativas sobre lasque ofrecen experiencias similares en ciudades más pequeñas. Tales ventajas son relacio-nadas en lo básico con los ideales80 de acceso a los medios de comunicación y a losrecursos tecnológicos que apoyan las labores domésticas y con las perspectivas de acce-so a la educación formal. En pocas ocasiones se mencionan las posibilidades de intercam-bio con otras niñas y jóvenes que han llegado a la ciudad en circunstancias similares yque se constituyen en las eventuales y casi únicas interlocutoras, siendo esta interlocu-ción posible solo en aquellos casos en que ya ha pasado un tiempo -varios años- depermanencia en la ciudad, siempre y cuando se hayan dado las condiciones para cons-truir allí redes de intercambio; es posible que éstas se den cuando las niñas han pasado yala adolescencia y están prontas a reconocerse y ser reconocidas como jóvenes adultas.

80 Digo ideales porquebien pueden corres-ponder al deseo masque a la realidad, a lailusión que se creacon el deslumbre dela gran ciudad... estodemandaría estudiosde mayor profundi-dad.

Por otra parte, se perciben ciertas ventajas relativas en las posibilidades que ofrece eltrabajo doméstico infantil y juvenil en las ciudades de tamaño medio81 en relación conexperiencias similares en la gran ciudad en aspectos tales como la mayor confianza quetienen quienes trabajan en ciudades más pequeñas para acceder a relaciones de amis-tad; también en las ciudades intermedias las niñas trabajadoras cuentan con alguna dis-ponibilidad de tiempo para la comunicación interpersonal con las/os empleadoras/es ysus familias y menor aislamiento y encierro en comparación con la sensación de soledadque viven las niñas y jóvenes de Bogotá.

De otra parte los testimonios señalan también que para las niñas y jóvenes tiene unsignificado positivo encontrar en las redes afectivas de las familias con las cuales se traba-ja compensaciones a demandas o carencias afectivas de las familias de origen, lo cualpuede ocurrir tanto en las pequeñas como en las grandes ciudades; sin embargo pareceque en las grandes ciudades el encuentro de tales redes afectivas es más difícil; podríapensarse que es excepcional, por cuanto en éstas los tiempos de intercambio con las/ospatronas/os se reducen a su mínima expresión y se caracterizan por ser ante todo inter-cambios funcionales en relación con el cumplimiento de los roles que les competen. Cabeseñalar acá que la pregunta sobre las redes afectivas que se construyen en estas expe-riencias y sus efectos sobre la formación de la identidad de las niñas y sobre sus proyec-tos de vida, deberá ser motivo de estudios sistemáticos.

Las cuatro condiciones descritas en los numerales anteriores están a su vez atravesadasde modo sistemático por cuatro fenómenos que intensifican las diferencias en las experien-cias vividas por las niñas y jóvenes que trabajan en hogares ajenos y las hacen aún máscomplejas y difíciles, tales fenómenos son: a) la dinámica de los procesos migratorios; b)las características de los procesos de movilidad inter e intra barrial; c) los cambios cultura-les producto de los procesos de los procesos de interacción étnica y d) las particularesexperiencias de los casos referidos a población en situación de desplazamiento.

Los relatos y testimonios permiten afirmar que la experiencia de trabajo doméstico enhogares ajenos vivida por la totalidad de niñas y jóvenes participantes en este estudioforma parte de la dinámica generada por los procesos migratorios personales o familiares.En el caso de la infancia, la decisión de migrar, con pocas excepciones, es individual, porlo general es producto de la voluntad de los progenitores (la madre, el padre o ambos),de un familiar que recomienda, presiona o asume la función decisoria en la familia deorigen, o de las circunstancias obligantes a las cuales se hizo referencia en páginas ante-riores. Son procesos migratorios generados en la decisión familiar o personal de partir delcampo a la ciudad, en la mayor parte de los casos estudiados, o de trasladarse de unlugar dentro de la ciudad a otro diferente, en una proporción más reducida de casos.

Ello supone que para estas niñas y jóvenes, a las posibilidades y perspectivas, dificulta-des y tensiones que representan los necesarios procesos de inserción en la cultura y en elmundo de los mayores, se agregan los efectos de procesos intensos de intercambiocultural, que según las condiciones y circunstancias particulares son vividos como trans-culturación, interculturalidad, aculturación o dominación cultural. Los estudios realizadosno permiten profundizar en estas connotaciones; sólo dan a conocer algunas expresio-nes de esos cambios entre los cuales las distintas maneras de hablar (el lenguaje) y devestir (el hábito) son las más recurrentes y ostensibles.

Entre los efectos más destacados de tales cambios sobre la vida cotidiana de las niñasy jóvenes trabajadoras domésticas en hogares ajenos pueden señalarse los siguientes:

81 Para nombrarlas conun criterio compara-tivo ante la diferen-cia con el tamañodescomunal de las lla-madas "metrópolis".

En primer término la inserción en hogares ajenos genera choques que dan lugar apersistentes temores e inseguridades al verse abocadas a costumbres y pautas de com-portamiento desconocidas, diferentes y consideradas por sus patrones/as o por ellasmismas inferiores o incorrectos.

En segundo lugar las expectativas con las cuales inician las experiencias alimentan lossueños de lograr mejores condiciones de vida para ellas mismas y para sus familias.

En tercer lugar, se aprecian contradicciones en las maneras particulares como cadacual asume la experiencia de interacción con los otros y las otras, con los mayores y losmenores de edad que conforman el hogar y con los saberes requeridos para desempe-ñar los roles que les corresponden; tales contradicciones van desde una positiva valora-ción frente a la experiencia, en la cual se destaca el “me siento a gusto cuando... o metratan bién... o no me puedo quejar..”. hasta una valoración negativa, dolorosa o escép-tica de la experiencia, en la cual se señala “lo que me disgusta es... o no tolero cuando...o el ya mencionado ejercicio que termina con ‘Ésta soy yo y no me gusta nada y notengo nada que gusta´”.

En medio de estos dos polos hay innumerables valoraciones que identifican tantodimensiones enriquecedoras como dimensiones traumáticas y frustrantes de la experien-cia como trabajadoras domésticas en hogares de terceros. Estas valoraciones dependentambién de las particulares maneras como se asumen los intercambios culturales –comochoques o como encuentros-, no sólo por parte de las niñas y jóvenes sino de las/osempleadoras/es y sus familias, pueden generar gratificaciones y satisfacciones o frustra-ciones e inseguridades.

Especial atención merecen los resultados del estudio realizado en Cali82, en el cual seaportan elementos relacionados con la experiencia de niñas y jóvenes pertenecientes acomunidades indígenas quienes, además de vivir la experiencia de migración o desplaza-miento geográfico y poblacional y la ruptura de sus lazos familiares, experimentan conintensidad la salida de sus comunidades, con los ritos del grupo étnico al cual pertenecen,con sus prácticas cotidianas, sus creencias y sus cosmovisiones; allí también sus relacio-nes con la naturaleza adquieren nuevas dimensiones, connotaciones y valores en loscuales operan rupturas y transformaciones.

Es necesario reconocer que asumir, como parte de los procesos de socialización de lainfancia, la adolescencia y la juventud, esta dinámica contradictoria entre rupturas ytransformaciones, entre temores y esperanzas, lleva consigo tensiones y ansiedades quesin duda, ejercen efectos imprevisibles sobre los procesos de construcción de identidadde las niñas y jóvenes trabajadoras en hogares de terceros, sobre los valores que ellasasignan a las prácticas cotidianas de sus familias de origen y de las familias que conformanlos hogares ajenos para los cuales trabajan, sobre las maneras particulares de asumir susderechos y sus responsabilidades con ellas mismas y con la sociedad.

Merecen también especial análisis las situaciones vividas por las niñas y jóvenes queacceden al trabajo doméstico en hogares ajenos como parte de las búsquedas gestadasen el marco de la intensificación de la violencia social, económica y política que ha coloca-do a muchas familias en situación de desplazamiento forzoso y sobre las cuales, el estudiorealizado en Bogotá-Soacha83 incluye un capítulo específico dedicado a considerar lasvariantes de esta experiencia. Para los fines de esta sistematización, baste señalar que lapoblación adulta siente sus derechos fundamentales lesionados, restringidos y socava-

82 Ver: Taller Abierto,ob. cit.

83 Ver: BELLO ALBARRA-CIN, Martha Nubia yotras, ob.cit

dos cuando se ve en condiciones de desplazamiento, las cuales los conducen a asumirseindividualmente como desplazados y a ser percibidos y valorados socialmente como tal,esa experiencia actúa como huella profunda en las vidas de la población infantil y juvenil,acompañando cada uno de los espacios por donde transiten. En tal sentido, la experien-cia de trabajo doméstico en hogares ajenos vivida por niños en situación de desplaza-miento se acompaña de los dolores que comportan el desalojo y el terror que conlleva laenorme capacidad de resistir que porta cada ser humano dentro de su ser84.

Como cierre de éste capítulo, es pertinente hacer explícito que la categoría géneroactúa como criterio transversal en este estudio. En su condición de categoría relacional,permite establecer los nexos entre los seres humanos considerados en abstracto, esto esen su dimensión conceptual y los seres humanos considerados en concreto, esto es ensu dimensión práctica; permite además dar cuenta de los diversos efectos que todohecho humano, natural y social tiene sobre las mujeres y sobre los hombres en razón delas diferentes vivencias de inserción de unas y otros en la cultura y en el lenguaje. En talsentido, los cuatro estudios realizados incorporaron la perspectiva de género como unanecesidad para descubrir las condiciones específicas de la vinculación al trabajo domésti-co de las niñas y de los niños, de las mujeres jóvenes y los hombres jóvenes, parareconocer las estrechas articulaciones entre la división social del trabajo y la división sexualde los roles. También la experiencia de los estudios realizados da cuenta de como en loscasos de niños y varones jóvenes trabajadores domésticos en hogares ajenos, el tipo deactividades a su cargo difiere de las actividades a cargo de las niñas y mujeres jóvenes, yde cómo en consecuencia, la categoría mujer continúa siendo necesaria para los fines deanálisis, interpretación y búsqueda de alternativas consecuentes con las metas de justiciasocial y relaciones de equidad que alimentan tanto los intereses de conocimiento de larealidad del trabajo doméstico infantil y juvenil como las propuestas y actividades deintervención que de ellos se deriven.

84 Además del estudioreferido en la cita an-terior, véase al res-pecto: BELLO ALBA-RRACIN, Martha Nu-bia, MOSQUERA,Claudia y otros, Re-latos de violencia.Experiencias e niñasy niños en situaciónde desplazamiento,coed. Universidadnacional de Colom-bia, Fundación DosMundos y AVRE, Bo-gotá, 1999

4. De la formulación de los derechos a su4. De la formulación de los derechos a su4. De la formulación de los derechos a su4. De la formulación de los derechos a su4. De la formulación de los derechos a suaplicaciónaplicaciónaplicaciónaplicaciónaplicación

Sobre la realidad de niñas y jóvenes trabajadoras domésticas en hogares ajenosrecaen también las consecuencias de una historia social en la cual existen grandes dis-tancias entre la normatividad y su cumplimiento, entre la expedición de una ley y suinteriorización, entre la formulación de unos principios y la creación de condiciones parahacerlos vivos en la cotidianidad. Los testimonios y relatos de los estudios objeto deesta sistematización permiten señalar algunas características que hacen evidentes lasdistancias entre la ley y la vida:

• La lentitud de los procesos de incorporación de las disposiciones internacionales enmateria de trabajo infantil a la normatividad nacional85.

• La ausencia de condiciones que permitan dar cumplimiento a lo dispuesto por la cons-titución política y la legislación colombiana en materia de derechos de la niñez en gene-ral y de trabajo infantil en particular.

• La escasa normatividad específicamente dirigida al trabajo doméstico en general y altrabajo infantil y juvenil en particular.

• La expedición de disposiciones de excepción a las normas establecidas con sus efec-tos directos sobre la confusión generada por interpretaciones de las mismas que sesustentan en intereses particulares; por ejemplo las disposiciones relativas a la edadlímite de prohibición del trabajo infantil.

• La ambigüedad e imprecisión de los contenidos de las disposiciones en especial delas referidas a la prohibición del trabajo infantil que pone en escena debates comolos enunciados en capítulos precedentes sobre lo que se considera “peores formasde trabajo infantil”, “trabajos de alto riesgo” o “situación de peligro físico o moral”para menores de edad.

• El desconocimiento de los derechos de la niñez y de la juventud en algunos casos, eldesprecio e ignorancia de los mismos en otros y el escepticismo frente a la posibilidadde hacerlos reales tanto por parte de los y las empleadoras como por parte de lasmismas niñas y jóvenes trabajadoras.

Reconocer la complejidad de los procesos de legitimación social e introyección subje-tiva de los derechos de la niñez como derechos humanos y como derechos que preva-lecen sobre los demás es imprescindible para asumir alternativas de acción ante el proble-ma del trabajo infantil y juvenil en hogares ajenos, que asumiendo las tensiones entre laley y la vida contribuyan al reconocimiento social de niños y niñas, quienes irrumpenhace muy poco en la historia de la construcción de nuevos sujetos de derecho.

85 Véase el estudio rea-lizado por RUIZ GON-ZALEZ, Esmeralda(ob.cit).

Bien cabe registrar en este contexto, como criterio analítico y fundamento de las pro-puestas por construir, las afirmaciones de Esmeralda Ruiz al concluir su recorrido por lalegislación colombiana, los derechos de la niñez y el trabajo doméstico infantil:

“...la Corte Constitucional ha sido categórica al referirse a la salud de los niños y lasniñas como derecho fundamental, éste prevalece sobre los derechos de los demásy debe ser protegido no sólo por el estado sino también por la familia y la socie-dad...... Es fuerza concluir que Colombia cuenta con jurisprudencia profusa e ilumi-nadora sobre la niñez y sus derechos. Mucho se ha avanzado en dar alcance ycontenido a los distintos postulados constitucionales. Sin embargo, existe una dis-tancia astronómica entre estos enunciados y la realidad que viven mis niños yniñas, poco o nada de estos avances llega a los trabajadores infantiles domésticos.Tal vez el desafío planteado consista en llevar la norma, su conocimiento y com-prensión, tanto al usuario como al beneficiario, en incidir en el imaginario que tene-mos del niño y de la niña como propiedad del adulto, en cambiar la forma derelacionamos con las otras y con los otros, con los diferentes, en reconocer quemientras las personas, la comunidad y las autoridades no se apropien del sentidoemancipatorio de la ley, esta se quedará escrita”.86.

Se trata por tanto de construir caminos que permitan el paso de la existencia legal delos derechos de la niñez a la creación de condiciones que legitimen socialmente talesleyes. Para ello es necesario reconocer los problemas del trabajo doméstico infantil yjuvenil en hogares ajenos para dar curso a procesos socializadores que favorezcan laconstrucción de la autonomía, su autovaloración, su autoestima, en fin, para crear condi-ciones que favorezcan el encuentro de cada niña, de cada joven consigo misma y la cons-trucción de sus proyectos vitales. Se trata de considerar el trabajo doméstico en hogaresajenos en sí mismo, esto es, en las redes de relaciones que comporta en su constitucióncomo tal, en otras palabras, ir más allá de las circunstancias particulares que lo hagan máso menos grato, más o menos favorable para algunas o muchas niñas o jóvenes.

Reconocer tales problemas pasa por descubrir y nombrar las paradojas entre las dimen-siones legales y legítimas, formales y reales de los derechos de niñas y jóvenes trabajadorasdomésticas en hogares ajenos. A la luz de los hallazgos de los estudios objeto de estasistematización es necesario de una parte reconocer que para muchas niñas y jóvenes eltrabajo doméstico tiene un carácter remedial ante los problemas de pobreza, maltrato yviolencia que afectan a las niñas y jóvenes trabajadoras y a sus familias de origen y quea su vez obedecen a problemas relacionados con la distribución de las riquezas y delpoder en las familias y en la sociedad. Dentro de ésta lógica, que responde en el terrenoinmediato al necesario pragmatismo del diario acontecer -y que en el lenguaje cotidianoremite a “escoger entre dos males” el que se considera el menor-, el trabajo domésticoinfantil y juvenil encuentra razones que lo justifican, lo amparan y lo promueven.

Tales razones aceptan o asumen individual y/o socialmente la condición remedial deltrabajo doméstico estableciendo jerarquías entre los derechos consagrados en la Con-vención, de tal forma que en la aparente defensa de unos derechos se lesionan otros. Porejemplo, algunas razones sustentan el trabajo doméstico infantil y juvenil como mediopara que la niña trabajadora acceda al “derecho a un nivel de vida adecuado para sudesarrollo”87 y como recurso o vehículo probable para su “protección del maltrato, aban-dono o explotación” 88, con lo cual se ignoran o se minimizan los efectos restrictivos del

86 íbid.87 artículo 27.88 artículo 19.

trabajo doméstico en hogares ajenos sobre sus derechos “a la educación”, “a la nodiscriminación” 89, “a ser cuidadas por sus padres” 90 y “a mantener contacto directo conambos padres” 91.

Es probable que como lo muestran algunos relatos, haya casos en los cuales el trabajodoméstico permite también el acceso al “derecho a la educación” 92, sin embargo ello esposible cuando el trabajo es por días y en una ínfima proporción cuando son internas,pero esto de ninguna manera puede justificarlo.

En lo relativo al “derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividadesculturales” 93, los testimonios muestran jornadas laborales extensas y extenuantes endonde además ninguna parte del tiempo de las niñas les pertenece pues está sujeto alcriterio que sobre éste tengan quienes integran las familias empleadoras; este mismohecho lesiona en muchos casos el “derecho a la no explotación” 94, que se ve afectado enlos casos en los cuales hay recargo de tareas o asignación de responsabilidades superio-res a las capacidades de las niñas. Los riesgos que representa el trabajo doméstico en lavida cotidiana (quemaduras y accidentes caseros entre otros) para las amas de casa y lasempleadas del hogar adultas, se multiplican y se hacen mas graves en el caso de las niñasy los niños, por lo cual no debería dudarse de ubicarlo en el espectro de los trabajospeligrosos y nocivos, máxime si a ello se agregan las referencias persistentes a las tensio-nes generadas por el aislamiento, la soledad y el confinamiento, lo cual lesiona además el“derecho a no ser privado arbitrariamente de su libertad” 95.

Los análisis realizados en los capítulos segundo y tercero acerca de la relación entreapropiación de los tiempos y de los cuerpos de las niñas y jóvenes -en sentido amplio ysimbólico- dan base para afirmar que el trabajo doméstico en hogares ajenos coloca aniñas y jóvenes en permanente situación de riesgo para ejercer el “derecho a estar prote-gido contra todas las formas de explotación y abuso sexual”96, lo cual se puede observaren las investigaciones objeto de esta sistematización, en las cuales se consignan experien-cias de acoso sexual y violación. También hay que mencionar como problema conexo eldesconocimiento de niñas y jóvenes de las consecuencias reproductoras de una sexuali-dad activa, de lo cual dan muestra los datos sobre embarazos de adolescentes en Bogo-tá-Soacha: “Entre las características sociodemográficas de la población, las edades de lasniñas y jóvenes oscilan entre los 12 y los 18 años; 72 de ellas están entre 15 y 17 años;4 de las chicas tienen un hijo y 12 de ellas están embarazadas en el momento”.97

Finalmente, el trabajo doméstico conlleva en sí mismo un carácter reproductor y man-tenedor de relaciones de servilismo y subordinación y sustenta la reproducción de rela-ciones de dominación lo cual se expresa en las diversas relaciones que en él confluyen delas cuales se destacan la informalidad de las relaciones laborales, la sustitución de éstaspor relaciones afectivas suplementarias o supletorias y el autoritarismo como recursoregulador de la interacción. Veamos cada una de ellas:

• En la informalidad de las relaciones laborales que constituyen el trabajo doméstico, lascuales en el caso de las niñas y las adolescentes se eluden sistemáticamente en cuanto lascondiciones de vinculación al trabajo toman en ocasiones la forma de colaboracióninterpersonal. De esta forma, la relación salarial se diluye y el intercambio de fuerza detrabajo por retribución económica se convierte en un intercambio de favores y servicios.

• En la sustitución de las relaciones laborales por relaciones afectivas supletorias o suple-mentarias como respuesta a las demandas generadas en carencias afectivas produc-

89 artículo 1.82 artículo 7.83 artículo 9.84 artículo 28.85 artículo 31.86 artículo 32.87 artículo 37.88 artículo 34.89 BELLO ALBARRACIN

y otras, ob. cit.

to de la ubicación en un hogar que no es el propio y frente al cual se genera unadinámica entre las niñas y jóvenes trabajadoras y sus patronas o empleadoras en lacual las expectativas emocionales son altas. Los testimonios recolectados denotanque expresiones tales como sentirse bien tratadas, gozar del cariño de las patronas yestablecer con ellas relaciones de reciprocidad animan en unas y otras en algunoscasos la idea de asimilar los hogares ajenos en los cuales trabajan con hogares sustitu-tos que reemplazan a sus familias de origen.

• En la prevalencia de relaciones en las cuales la autoridad se convierte en autoritarismo,donde la obediencia ciega actúa como el criterio regulador de la interacción personalde las niñas y jóvenes trabajadoras, no solo con sus patronas o empleadoras sino contodos/as y cada uno/a de los integrantes de la familia. Expresiones como “me deboa..., “mi señora..”. “no puedo ni chistar” y multiplicidad de actitudes ligadas a la asigna-ción de las tareas correspondientes a los roles domésticos legitiman la sumisión alpresentarla como una necesidad para satisfacer las necesidades cotidianas ligadas a laalimentación, el descanso, el aseo personal y del hogar, en donde de suyo cuentan losdeseos e intereses de los hogares ajenos y pero no los correspondientes a quienejerce el trabajo para satisfacerlos. Para el caso de las niñas y jóvenes la obediencia yla sumisión se sustentan además en la edad y la ausencia de conocimientos, por locual, las relaciones laborales en este sentido se sustituyen por relaciones de enseñan-za-aprendizaje animadas en buena parte de los casos por el ejercicio de un poderabsoluto por parte de quien contrata.

Tales expresiones se constituyen en sí mismas en obstáculos propios del trabajo do-méstico infantil en hogares ajenos para la construcción de la autonomía, el ejercicio de losderechos y el reconocimiento de los mismos como un valor. Las palabras de algunas delas entrevistadas actúan como referente de las consideraciones anteriores y a su vezcomo enlace con las propuestas que se formulan en el capítulo siguiente.

“En Bogotá tengo una casa donde estar y una cama pero no siento que ellosexpresen amor hacia mí (...) ellos me están sirviendo y yo les estoy sirviendo.

....Cuando estoy trabajando no tengo días libres, sólo me los dan cuando me voypara donde mi familia cada mes. No hablo con los de mi casa porque viven en unavereda y no hay teléfono y a mis padres les sale muy caro estarme llamando delpueblo. Cuando no voy a mi casa me toca trabajar...

...A mí me hacen mucha falta mi mamá y mi papá, en el primer trabajo solo duré unmes, no aguanté más la tristeza y me devolví. Aquí ya llevo dos años trabajando yaunque los señores son muy buenos yo todavía lloro mucho, el día de la madre,por ejemplo, lloré todo el día. La ultima vez que fui a visitar a mi familia no me queríavenir, pero me toca porque tengo que ayudar a mi familia, allá somos muy po-bres..”. 98

“la contratamos para ayudarla... como un favor a la mamá... para darle el estu-dio... me la ofreció una amiga... me la prestaron y se quedé conmigo... me quedécon ella..”.99

98 En: BELLO ALBARRA-CIN y otras, ob. cit.

99 En: LELIEVRE y otra,ob. cit.

100 CASTILLO , Zoraida y

5. La importancia de procesos participativos5. La importancia de procesos participativos5. La importancia de procesos participativos5. La importancia de procesos participativos5. La importancia de procesos participativosen la generacion de alternativas al trabajoen la generacion de alternativas al trabajoen la generacion de alternativas al trabajoen la generacion de alternativas al trabajoen la generacion de alternativas al trabajodomestico infantil y juvenil en hogares ajenosdomestico infantil y juvenil en hogares ajenosdomestico infantil y juvenil en hogares ajenosdomestico infantil y juvenil en hogares ajenosdomestico infantil y juvenil en hogares ajenos

-Conclusiones y recomendaciones--Conclusiones y recomendaciones--Conclusiones y recomendaciones--Conclusiones y recomendaciones--Conclusiones y recomendaciones-

El camino recorrido por las aproximaciones al trabajo doméstico infantil y juvenil enhogares ajenos en cuatro ciudades de Colombia permitió descubrir a través de la infor-mación obtenida, nuevas/viejas razones que sustentan -en este caso particular- lo quelos convenios internacionales ya declararon al promulgar los derechos de la niñez y con-vertido mas adelante en disposiciones legales nacionales: que la relación niñez y trabajoes, en la actualidad, una ecuación carente de sentido humano y social.

Pese a ello, es una ecuación que sigue transitando por diversos lugares del territorionacional y que toma cuerpo en las vidas cotidianas de los “cerca de 323 mil niñas y niñosentre 5 y 18 años”100 que se calculaban para el año de 1999 como trabajadores domés-ticos en hogares ajenos. Estos datos, producto de aproximaciones estadísticas, develanuna realidad que los estudios de caso van corroborando y descubriendo, no sin dificul-tad, en razón del carácter oculto e invisibilizado de lo doméstico y de su ubicación en elllamado “ámbito privado”. Una realidad en la cual los relatos tanto de quienes han asumi-do sus roles de trabajadoras domésticas desde sus primeros años como de quienes laviven como empleadoras o patronas, permiten reconocer que el trabajo doméstico in-fantil y juvenil en hogares ajenos implica contradicciones y contrasentidos.

Contradicciones entre el reconocimiento de los derechos de los niños y las exigenciasde unas condiciones sociales en las cuales este quehacer, que no se corresponde con eldeber ser, se convierte en un portador de ilusiones y de sueños, en un activador defantasías para niñas y jóvenes que, por razones siempre ajenas a sus voluntades se vencompelidas a asumir roles que sus contemporáneas no tienen que asumir.

Contrasentidos, en tanto el trabajo doméstico infantil en hogares ajenos, se conviertepara estas niñas y jóvenes en un nuevo agente de socialización, que en muchos casos,por las relaciones propias de éste trabajo, se convierte en un agente de socialización parala sumisión que legitima el sufrimiento y el sacrificio.

Tales contradicciones y contrasentidos se constituyen en base para que las recomenda-ciones y propuestas se orienten en direcciones que permitan construir caminos en loscuales las acciones de corto plazo que necesariamente continuarán teniendo carácter re-medial tengan un contenido sinérgico, es decir, capaz de potenciar en el corto, el medianoy el largo plazo, el ejercicio de la totalidad de los derechos de la niñez. Ello implica asumircomo una responsabilidad social, como un deber personal y como un derecho subjetivo la

otros, ob. cit.101 Relatoría Semi-

generación de procesos que, en el corto y mediano plazos, se orienten hacia la eliminaciónprogresiva de todas las formas de trabajo doméstico infantil en hogares ajenos.

Los cuatro estudios realizados ofrecen propuestas y alternativas que permiten darcontenidos a tales procesos, teniendo en cuenta algunas condiciones que surgen comorecomendaciones a partir de las experiencias vividas en la experiencia de investigación:

a) La participación de las niñas y jóvenes que trabajan en hogares ajenos es condiciónfundamental para poner en circulación sus palabras, sus pensamientos y sus pro-puestas de tal forma que éstas sean la base para la formulación de las políticas y lasacciones relativas a las condiciones de su trabajo y al ejercicio de sus derechos.

b) La generación de acciones orientadas a lograr el fortalecimiento personal de las niñasy jóvenes trabajadoras en hogares ajenos, a posibilitar la reconstrucción crítica de sushistorias vitales y a ponerlas en común para descubrir la articulación entre las historiaspersonales y las historias sociales, es condición básica para derivar de ellas accionescolectivas que incidan en la formulación de políticas relativas al trabajo domésticoinfantil y juvenil.

c) El diseño de procesos de sensibilización de las familias contratantes orientados al reco-nocimiento de los derechos de la niñez es condición necesaria para ampliar los nivelesde conciencia individual y social sobre las implicaciones presentes y futuras del ejerci-cio de tales derechos; allí cabe considerar los vecindarios, barrios o conjuntos residen-ciales y las organizaciones sociales presentes en las comunidades como vehículos paradicha sensibilización.

d) La construcción de una voluntad política en los ámbitos gubernamentales de los niveleslocales, regionales y nacionales, que permita reconocer el trabajo doméstico infantil yjuvenil como un problema es una condición necesaria para incorporarlo de maneraexplícita en los planes de desarrollo locales, ante el cual se formulen alternativas de ac-ción en las instituciones ejecutoras de las políticas sectoriales de salud y de educación.

e) El fortalecimiento de los procesos de comunicación entre las entidades del orden na-cional y las organizaciones internacionales que promueven acciones en defensa de losderechos de la niñez, es condición básica para fortalecer el intercambio de experien-cias con otros países en materia de trabajo doméstico infantil y juvenil en hogaresajenos, de tal forma que Colombia logre insertarse efectivamente en la dinámica que alrespecto viene desarrollándose en el contexto latinoamericano.

f) Establecer nexos entre las acciones y políticas que se impulsen en materia de trabajodoméstico infantil y juvenil en los niveles subjetivos, comunitarios, institucionales, gu-bernamentales y no gubernamentales es una condición para construir propuestasque permitan conectar las dimensiones personales y sociales, poblacionales y guber-namentales y los niveles locales, regionales, nacionales e internacionales.

g) Formular políticas, diseñar programas y desarrollar proyectos animados por procesosde participación social, de educación comunitaria y de movilización de recursos enmateria de trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos es condición funda-mental para hacer visible el trabajo doméstico infantil y volverlo palabra; para consti-tuir el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos en problema generadorde interrogantes y para desarrollar acciones progresivas y sistemáticas que actúencomo engranaje de un movimiento social en el que se reconozca que el ejercicio de

los derechos humanos pasa por el reconocimiento cotidiano de los derechos de laniñez, los cuales se niegan mientras subsistan formas de trabajo doméstico infantil enhogares ajenos.

Las condiciones anteriores se apoyan en el desarrollo de procesos en los cuales seconstruyan alternativas de investigación e intervención que permitan divulgar las dispo-siciones legales que protegen el trabajo doméstico juvenil -a partir de la edad legalmentepermitida- en hogares ajenos, analizar sus implicaciones y sus efectos sobre el ejercicio deotros derechos de los y las jóvenes y sobre sus condiciones de vida, generar espaciossociales que consulten las experiencias y las propuestas de adolescentes y jóvenes cuan-do se definen normas, políticas y programas relativos al mismo.

Todo ello conlleva la necesidad de generar un engranaje que consulte las diferencias deedad para la definición de políticas, estrategias y acciones en las cuales la eliminaciónprogresiva del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos se construya me-diante procesos legales, educativos, culturales y de creación de formas de concienciacolectiva que sustenten el cumplimiento de los convenios y acuerdos, el seguimiento ycontrol de las disposiciones legales y la incorporación de las metas de eliminación deltrabajo doméstico en la construcción de valores.

Algunas de las conclusiones del Seminario-taller en el cual se pusieron en común lasinvestigaciones realizadas, actúan como recomendaciones finales en este trabajo de sis-tematización.

En ellas se incluyen las bases para lo que en dicho taller se denominó “construir unamatriz de triple entrada” que permita formular proyectos de acción en las dimensionessocioculturales, psicoafectivas, socioeconómicas y sociopolíticas que confluyen en el es-cenario del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos y relacionar tales pro-yectos tanto con las actoras y actores que confluyen en dicho escenario como con lasentidades gubernamentales del orden local, departamental y nacional que definen y eje-cutan las políticas sociales en los sectores educativo y de salud, y con las organizacionesinternacionales que trabajan por los derechos de la niñez.

A manera de ejemplo se registran los principales elementos que intervendrían en unejercicio participativo de construcción de dicha matriz, mediante el cual se logre darle elcontenido específico en relación con el tiempo y el lugar en donde se realicen las acciones,así como con las condiciones concretas de las personas e instituciones que convergen enel desarrollo de las mismas.

Se trata de considerar los componentes de esta matriz tanto en sí mismos -es deciridentificando la especificidad de cada uno de ellos y su dinámica interna- como en sus nexosy relaciones con los demás, de tal forma que las acciones que se emprendan en el procesode erradicación progresiva del trabajo doméstico infantil en hogares ajenos estén animadaspor una perspectiva interactuante, relacional e integral. Los elementos a incorporar paradotar de contenido las categorías allí incluidas están registrados en las memorias del tallerantes mencionado; se transcriben apartes de las consideraciones finales por cuanto sinte-tizan las propuestas y recomendaciones resultantes de estos estudios:

“... Se considera que las propuestas deben estar dirigidas a distintos auditoriosentre estos: las Jóvenes y niñas que trabajan en el servicio doméstico, familias em-pleadoras, las familias de origen, la opinión pública en general... también al sector

educativo y el sector salud y a los organismos representativos del Estado y del Go-bierno, que tienen a cargo la política pública y en especial la política pública de familiaen lo relacionado con población infantil y juvenil... y... a las organizaciones interna-cionales en la elaboración de recomendaciones al Estado colombiano para que tomeresponsabilidad sobre la problemática. Organizaciones como UNICEF y Save theChildren a través del conocimiento de las investigaciones pueden fortalecer su inter-locución con el Estado a fin incidir en los proyectos de desarrollo local, regional ynacional para que incluyan programas que prevengan la migración por falta de op-ciones para la población infantil y juvenil.

Además que se planteen alternativas para quienes ya están vinculados al trabajo do-méstico teniendo en cuenta que: el sector educativo puede ser trabajado en dos aspec-tos: uno... en relación con el problema de un sistema educativo que no logra la retenciónde la población en edad escolar y no resulta adecuado a las necesidades de esta pobla-ción... y otro en relación con las instituciones escolares mediante el apoyo a educadoresque tienen relación directa con el menor trabajador y las familias empleadoras, dondetienen la posibilidad de sensibilizar y reflexionar sobre la situación... la comunidad educati-va tiene que verse en dos sentidos, la que se ubica en los lugares de origen y la de lafamilia empleadora. La primera tiene que ver con la creación de mecanismos que disminu-yan sistemática y progresivamente la oferta de población infantil y juvenil para el trabajodoméstico. La segunda con la reflexión y transformación de las relaciones entre la traba-jadora doméstica y los integrantes de la familia empleadora.

En cuanto a propuestas inmediatas:

• Trabajos alrededor de los medios de comunicación, con campañas de sensibilizaciónfrente a las condiciones indignas del trabajo doméstico, que permitan resignificar eltrabajo doméstico... utilizar medios como el periódico del vecindario y la comunidadeducativa, con el diseño de materiales visuales (afiches, carteleras) en los conjuntosresidenciales.

Dimensiones y relaciones a considerar en un proceso participativo orientadoa la dignificación del trabajo doméstico y a la erradicación progresiva del

trabajo doméstico infantil en hogares ajenos

Dimensiones Actores y Relaciones Escenarios oContextuales Niveles

Psicoafectiva

Socioeconómica

Sociocultural

Sociopolítica

Niñas yniños

trabaja-dores

domés-ticos enhogaresajenos

Familiasde

origen

FamiliasEmplea-doras

Asocia-ciones

Y

Organi-zacionesSocia-

Les

Institu-cionesGuber

namen-tales

Y

NoGuber-namen-

tales

Personal

Local

Regional / Nacional

Internacional

• Generar estrategias que favorezcan la comunicación de las jóvenes y las niñas con susfamilias, de manera que se disminuya uno de los problemas más graves a que se vensometidas como es el aislamiento y el rompimiento de sus redes de apoyo.

• Establecer mecanismos y competencias para ejercer denuncias y garantizar el respe-to como trabajadoras, para el caso de las mayores de 14 o 15 años.

• Proporcionar un espacio como punto de encuentro y creación de redes sociales.

• Para llegar a la erradicación del trabajo doméstico infantil un primer paso es la preven-ción, que debe estar relacionada con los lugares de origen, teniendo presente queeste sería un proceso que sólo se lograría a largo plazo.

• Establecer metas en estos niveles tendría que atravesar las dimensiones afectiva ysubjetiva como sujetos emocionales y políticos; esto significa construir ciudadanía, yaque las empleadas no cuentan con un lugar que les permita tomar decisiones sobre símismas ni expresar lo que sienten. Subir los niveles de escolaridad donde vayan liga-dos la dimensión política y la apropiación de derechos, uno de ellos el derecho a ejer-cer la ciudadanía

• Darle importancia al trabajo infantil en condiciones de riesgo como un problema quepuede afectar a toda la sociedad, de manera que trascienda los debates de lo privadoy se relacione con la forma como concebimos la infancia...

• Los estudios de adolescencia son muy pocos... siendo ésta una etapa que se pasa tanrápido se le ha restado importancia... Realizar un trabajo con este tipo de población,requiere mostrarles alternativas, la experiencia que se ha tenido con los jóvenes deSoacha muestra que es difícil convocarlos y mantenerlos en un trabajo, además, elloshan asumido su vida aceleradamente, por embarazos prematuros, conformación dehogares a edad muy temprana y los problemas de la sobrevivencia que priman sobrecualquier programa de capacitación o de formación.

• La profesionalización del trabajo doméstico a partir de la edad establecida legalmente...ubicarlo en una relación contractual... llamarle empleo de manera que cuente con lasgarantías de tipo salarial y legal, donde exista una cualificación de las chicas que estánrealizando el trabajo doméstico, no sólo para el desarrollo del trabajo en sí mismo, sinoen la búsqueda de dignificación de condiciones para ellas mismas... la profesionalizacióndebe estar dirigida a quienes estén realizando este trabajo y a la población adulta quepermita ver este empleo como un trabajo que cuente con las garantías legales.

• ... para la población entre 14 y 18 años que no lo ven como una posibilidad sino comoalgo que les toca realizar, se requiere plantear alternativas para que puedan cumplircon sus expectativas,... reconociendo que estos son ideales a largo plazo puesto quela realidad les hace permanecer en estas condiciones y ahí lo que se puede plantear esla modificación de las relaciones laborales.

Este tipo de trabajo está marcado por relaciones serviles lo cual es un problema deorden socio cultural; posibilitar alternativas pasa por la transformación de las relacionesentre hombres y mujeres; es también un problema de mercado y esto se traduce en unaoferta de niños y jóvenes que vienen desde el campo o que están en los sectores popu-lares y se contratan a cualquier precio para labores domésticas; es un problema que setiene que plantear desde la política pública, disminuir la oferta requiere que sean retenidos

por el sistema escolar y esto va unido a la política pública de familia frente a lo cual sedeben plantear acciones en inmediato, mediato y largo plazo.

Los elementos histórico-culturales conciben el trabajo doméstico asociado al servilis-mo, este aspecto necesita ser revaluado en el plano de lo laboral; en la práctica se havisto que no existe mayor diferencia entre la joven que tiene una relación contractual yla que no, puede que tenga condiciones labores más favorables pero las relaciones detrabajo son casi las mismas; estandarizar las jornadas laborales es parte de la dignifica-ción, crear mecanismos de representación e interlocución de las empleadas y en estesentido hay una propuesta muy concreta y es la creación de un centro de atención yaque no existe un lugar donde ellas puedan colocar una denuncia, encontrarse con perso-nas que vivan su misma situación, recibir orientación legal y asesoría.

Trabajar con esta matriz significa considerar las dimensiones socio-económica, socio-cultural, psico-afectiva y socio-política para darle sentido a la dignificación y erradicacióndel trabajo doméstico y comprender el sin sentido del trabajo infantil.

Entre las acciones inmediatas por realizar están:

• Proporcionar mecanismos para que las niñas y jóvenes accedan al conocimiento dederechos y favorecer los espacios de denuncia, encuentro, empoderamiento y brin-dar alternativas de formación en habilidades para la vida.

• Se propone dar continuidad al trabajo con esta población, puesto que se ha iniciadoun proceso de sensibilización, se necesita trabajar para sustentar la segunda parte delproyecto con propuestas concretas a seguir.

• Socializar los resultados de estas investigaciones de manera que los informes localespuedan alimentar otro tipo de publicación a nivel nacional, esto sería muy valioso,puesto que existe muy poca bibliografía sobre el tema, es una manera de empezar asocializar en el ámbito intelectual y de la política.

• Estos informes cuentan con relatos de vida que pueden permitir otro tipo de análisiscomo fuentes de nuevas investigaciones, pueden ser fuente de consulta tomando lasrespectivas medidas de anonimato de las protagonistas, estos documentos podríanser incluidos en los centros de documentación de Genero de la Universidad Nacional,de Save the Children y de UNICEF.

• Difundir esta información y comprometer a quienes pueden trabajar alrededor deesta problemática como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para que lo in-cluya dentro de sus políticas de acción.

La actual situación del país, que se caracteriza por las deficientes condiciones de lossectores rurales y populares de las ciudades, sumada al incremento de la violencia, entreotros aspectos por la agudización del conflicto armado, hace que aumente el número demenores que salen de sus hogares e ingresan al mercado laboral a través del serviciodoméstico.

Las menores de edad que ingresan al trabajo doméstico lo hacen en condiciones nodignas que atentan contra sus derechos, autoestima y su desarrollo integral, puesto queno cuentan con ningún tipo de regulación efectiva que pueda colocarlo en la categoríade empleo y se fundamenta en relaciones de servilismo.

Si bien el trabajo doméstico infantil no debe existir bajo ninguna condición, debe sererradicado por constituirse en una forma de violación de los derechos de este sector de

la población, la población juvenil accede a éste presionada por su situación económicaprecaria en su grupo familiar, por lo tanto, se tiene que pensar en la dignificación decondiciones de trabajo de quienes lo están ejerciendo y mecanismos de prevención y demejoramiento de condiciones de vida en los lugares de origen que permitan la erradica-ción de este tipo de trabajo a largo plazo.

En las historias de las jóvenes existen diferencias en las representaciones de pequeña ygran ciudad; en la primera parece que las chicas logran fácilmente encontrar una redsocial que las protege la cual les permite entrar en contacto con otras personas que estánen su misma situación esto contribuye a disminuir el aislamiento social. Para quienes hanpasado por la experiencia en ciudades más pequeñas se manifiesta la añoranza de espa-cios de encuentro.

En casos como Bogotá, donde la ciudad es vista como insegura tanto por los emplea-dores como por las trabajadoras existe mayor dificultad para crear redes de apoyo y seincrementan la exclusión y el aislamiento social al moverse en relaciones mediadas por ladesconfianza, sin embargo, las grandes ciudades resultan atractivas para ellas porqueconsideran que tienen mayor oferta de trabajo, mejores condiciones se salario y deseguridad social y porque existe la representación de mejoramiento de estatus al llegar aciudades como la capital.

La representación de una ciudad peligrosa y la desconfianza de los empleadores limitael acceso a los espacios públicos, aunque Bogotá tenga una oferta grande a nivel recrea-tivo, que puede ser muy barata y a la que las chicas podrían acceder, el temor les impidehacer uso de la misma. Es ahí donde impera la necesidad de plantear alternativas, crearespacios donde puedan socializar y disminuir las relaciones de desconfianza mutua quecaracteriza la relación empleador-empleada, así como las inseguridades que se derivan dela forma como se percibe el medio.

Elementos como el estrato y la escolaridad influyen en la forma como se asumen lasrelaciones entre empleadores-empleadas, en Bogotá en los estratos 4 y 5 ven a las chicascomo empleadas en términos contractuales sin desconocer que aún persisten condicio-nes indignas en el trabajo, valoración que aumenta cuando este trabajo permite realizarlos proyectos de vida de mujeres profesionales o que trabajan fuera de su hogar. Por elcontrario se evidencian relaciones de mayor maltrato cuando las empleadoras permane-cen siempre en el hogar.

Aunque se han dado algunos cambios en la valoración del trabajo doméstico, prevalecenen estas relaciones formas sutiles de servidumbre e inequidad social que no permiten aquienes se dedican a este trabajo la construcción de proyectos de vida que hagan posibledefinirlo como una opción laboral digna o acceder a otros de acuerdo con sus expectativas.

La invisibilización del trabajo doméstico es un problema que se hace evidente en lasmismas luchas por los derechos de los niños y las mujeres y debería incluirse en eventoscomo los que se realizan “El Día Internacional de la Mujer” o “El día del niño y de la niña”puesto que las condiciones en que se hace el trabajo doméstico reproduce muchas delas formas de exclusión y discriminación.

RecomendacionesRecomendacionesRecomendacionesRecomendacionesRecomendaciones

• Integrar la mirada de género en los procesos educativos, la búsqueda de equidad nosólo en el trabajo doméstico sino en todo tipo de trabajo que involucre población

infantil y juvenil con una perspectiva más amplia. Para el caso de las desescolarizadasse tiene que motivar al acceso a la educación, lo que requiere un trabajo con lasfamilias empleadoras.

• En las comunidades de origen, especialmente las rurales, existe la noción que la niñadebe salir, adquirir una experiencia, desenvolverse más, desprenderse de la familia,esta situación genera la importancia de un trabajo de investigación e intervención queproporcione un cambio en la representación de niño y joven en sus lugares de origendebido a que los patrones culturales en estas regiones determinan la maternidad yconformación de hogar temprana (13 o 14 años), por lo tanto las madres motivan asus hijas para que salgan y así no repitan sus historias.

• Promover en las universidades la reflexión alrededor de la temática, propiciar el de-bate y motivar la realización de trabajos de investigación – acción que lleven a lacreación de políticas Estatales y metodologías de intervención, análisis críticos ypolíticos proyectados a la erradicación del trabajo doméstico infantil... adelantar pro-cesos con las organizaciones comunitarias en los lugares de origen, de manera queincluyan en los proyectos de desarrollo local líneas de intervención a jóvenes y ado-lescentes... Vincular al ICBF en el programa de salud reproductiva y socializar con lospadres de familia los riesgos a los que se ven expuestos las chicas al ingresar a lostrabajos domésticos en una casa de familia....Trabajar en el campo de los derechoshumanos y la conciencia de derecho en todos los niveles, los empleadores, las em-pleadas y la sociedad en general, y enfatizar en el mejoramiento de relacioneslaborales....Realizar campañas que tiendan a la dignificación del trabajo domésticomediante el establecimiento de mecanismos que permitan la redistribución del mis-mo de manera que la persona que sea contratada no tenga que realizar todas lasactividades que le competen al grupo familiar para que no asuman jornadas detrabajo superiores a las reglamentadas.

• Es importante incluir la variable de género en el análisis de las relaciones que se produ-cen alrededor del trabajo doméstico, dado que la relación se ha estructurado desdeuna visión empleadora- empleada, por lo que se hace necesario entrar en otras mira-das que integren al grupo familiar en esta relación, por otra parte también se planteala necesidad de trabajar para que las actividades domésticas dejen de ser actividadesasociadas exclusivamente con la mujer y empiecen a participar otros miembros. Estono quiere decir que el trabajo doméstico se debe acabar sino el replanteamiento desus funciones, sobre todo de aquellas que lo convierten en excluyente o le dan unmatiz de servilismo. Se retoman casos de países desarrollados donde existe reconoci-miento del trabajo doméstico, sin embargo, se anota que esto no sucede porqueexista otra concepción sobre él sino que se debe a la oferta y la demanda ya queexisten mayores posibilidades de trabajo, mientras que en el caso colombiano se pre-senta un alto número de mujeres migrantes, campesinas que asumen el trabajo do-méstico como una estrategia de sobrevivencia para sus familias. Aunado a ello lascondiciones socioeconómicas en las regiones donde habitan hacen que se conviertaen una forma de acceder a nuevas expectativas y superación de su situación.” 198101

De manera inmediata, se considera imprescindible dar continuidad a los procesos deintercambio e interacción iniciados tanto por parte de los cuatro grupos de investigaciónparticipantes en estos estudios como entre estos y la población participante en sus res-pectivas localidades.

nario-Taller Tra-bajo DomésticoInfantil y Juvenilen hogares aje-nos en Colombia.Puesta en comúnde las investiga-ciones. Encuentrode Investigado-ras. Santafé de Bo-gotá, viernes 15 ysábado 16 de sep-tiembre de 2000.

Las investigaciones permitieron poner en circulación el tema del trabajo domésticoinfantil y juvenil en hogares ajenos en las localidades en donde se realizaron y al mismotiempo movilizaron en las niñas y jóvenes sus necesidades y sus deseos de pensar en suspropias experiencias y la posibilidad de compartirlas.

Tales posibilidades a su vez potencian la realización de otras experiencias similares en lasque el interés investigativo esté estrechamente conectado a los intereses de interven-ción, confiriendo sentido práctico al conocimiento.

Así mismo se recomienda la creación de espacios de encuentro y de palabra en loslugares en los cuales se realizaron estas investigaciones. Para ello, los equipos tienen ensus propios lugares de trabajo un ambiente favorable para desarrollar esta idea.

Finalmente, es necesario dar continuidad a los procesos de interacción iniciados entrepersonas e instituciones interesadas en problematizar el trabajo doméstico infantil enhogares ajenos en Colombia. Para ello es imprescindible consolidar una red de intercam-bio de experiencias en esta temática que permita la construcción colectiva y participativade las propuestas necesarias para que en Colombia sean cada vez menores los procesosde socialización para la sumisión y se amplíen los caminos de una socialización para laautonomía.

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Martha Nubia BelloMartha Nubia BelloMartha Nubia BelloMartha Nubia BelloMartha Nubia BelloTrabajadora Social, Profesora de la Facultad de Ciencias Humanas dela Universidad Nacional de Colombia. Consultora - Investigadora.

Nayibe Peña FradeNayibe Peña FradeNayibe Peña FradeNayibe Peña FradeNayibe Peña FradeVilma Sned GiraldoVilma Sned GiraldoVilma Sned GiraldoVilma Sned GiraldoVilma Sned GiraldoConsultoras Independientes.

PresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentación

El presente estudio atiende a la necesidad de conocer y analizar la situación de las niñasy jóvenes que se desempeñan como empleadas domésticas en hogares de terceros. Eloficio doméstico resulta ser una de las opciones de trabajo, si no la única, a la cual puedenacceder las niñas debido a que se considera que es una actividad que no requiere mayorcalificación y que puede, al mismo tiempo, preparar y “formar” para la vida adulta.

Las niñas, obligadas a trabajar por las precarias condiciones económicas de sus familiasy/o por las situaciones de maltrato y abuso intrafamiliar, encuentran en los hogares de losempleadores un “sustituto” de hogar que, por lo menos, les garantiza el techo y la comi-da y que para sus padres suele ser sinónimo de norma, vigilancia y protección.

Las condiciones y relaciones de trabajo de las niñas son difíciles de conocer debido aque se realizan en un ámbito privado; además, como es una labor históricamente realiza-da por mujeres a la que no se le asigna ningún valor productivo, no se asume como un“trabajo” sino más bien como un oficio que no requiere mediaciones ni regulacionescontractuales.

Dado el tiempo del que se dispuso para hacer el trabajo (3 meses) y a su carácter deexploratorio descriptivo se definió que las siguientes eran las estrategias metodológicasmás versátiles, flexibles y rápidas para capturar la información básica:

· Encuesta realizada a 70 niñas, algunas de las cuales ya eran conocidas porque lasentrevistadoras habían hecho prácticas académicas en los barrios donde residen susfamilias; otras fueron contactadas a través de empleadores y otras en escuelas noc-turnas, parques e iglesias de la ciudad (Ver en el Anexo 1 el formulario de la encuesta).

· Entrevistas en profundidad realizadas a 20 niñas empleadas en servicio doméstico ycon formulario estructurado aplicadas a 10 empleadas adultas y 10 empleadores (Veren el anexo 2 las guías de entrevistas).

La entrevista a empleadas adultas se pensó desde dos puntos de vista: como si fuerael futuro de las niñas y como una forma de explorar en las implicaciones de este trabajoen la vida de las mujeres que lo realizan. La visión de la empleada adulta puede dar unaidea más real y completa de qué es el servicio doméstico.

La entrevista a empleadores fue un complemento y medio de contraste de las anterio-res. En el análisis del servicio doméstico no se puede deslindar la empleada del empleador,son lógicas que se complementan y que forman una realidad.

Las entrevistas sirvieron, más que para recolectar datos, para identificar lógicas en-frentadas o complementarias, factores que determinan o influyen en la situación estudia-da; en últimas, contribuyeron a una primera formulación de los elementos estructuralesde la cuestión. Se procuró que hubiera relación entre todas las entrevistas, esto es, que

algunos de las niñas entrevistadas o encuestadas trabajaran con los empleadores entre-vistados o que fueran hijas o hermanas de algunas de las empleadas adultas. También seincluyeron niñas desplazadas por la violencia política.

1. Las niñas trabajadoras domesticas:1. Las niñas trabajadoras domesticas:1. Las niñas trabajadoras domesticas:1. Las niñas trabajadoras domesticas:1. Las niñas trabajadoras domesticas:Contextos de procedencia, familia y socializaciónContextos de procedencia, familia y socializaciónContextos de procedencia, familia y socializaciónContextos de procedencia, familia y socializaciónContextos de procedencia, familia y socialización

1.1 Características socio-demográficas de las niñas1.1 Características socio-demográficas de las niñas1.1 Características socio-demográficas de las niñas1.1 Características socio-demográficas de las niñas1.1 Características socio-demográficas de las niñas

----- ProcedenciaProcedenciaProcedenciaProcedenciaProcedencia

El 41.5% de las niñas encuestadas (29) provienen del departamento de Cundinamar-ca y de ellas 21 nacieron en Bogotá. Tolima (14 niñas), Boyacá y Norte de Santander(cada uno con 5 niñas) son los departamentos de origen del 35% de las niñas. El 13.5%restante proviene de varias zonas del país, 4 niñas de la región Caribe y 5 de los antiguosterritorios nacionales. Las otras 8 vienen de distintos departamentos.

El 51.4% de las niñas (36) nacieron y vivieron su primera infancia en el campo pero deellas sólo el 43% proceden de un medio rural, es decir, 30 niñas pasaron directamente devivir en una vereda a vivir en Bogotá. Hay 34 niñas que nacieron en un medio urbano102

y 40 que antes de venir a Bogotá no vivían en una vereda sino en el casco urbano de unmunicipio o en una ciudad de provincia. En general, el 84.3% de las niñas (59) llegaron aBogotá provenientes del mismo lugar en el que nacieron.

En la encuesta se preguntaba por las razones para venir a vivir Bogotá, esta preguntaadmitía varias respuestas. Los resultados señalan que la opción más escogida por lasniñas que no nacieron en Bogotá fue “para mejorar la condición de vida” (61%) y “bus-car opción de trabajo” (41%). La violencia política y la intrafamiliar fueron señaladas,cada una, por el 25% de las niñas que respondieron la pregunta. Esta es una de laspreguntas a través de las cuales se ve la pobreza y la falta de alternativas laborales comouno de los factores fundamentales que expulsa población del campo; muestra tambiénque la situación económica precaria, inestable y sin perspectivas es más grave que laviolencia política.

Es preocupante que la cuarta parte de las niñas que llegaron a trabajar a Bogotá sehayan visto obligadas a escapar de una situación de abuso, maltrato y violencia intra-familiar.

- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo

De las 70 niñas encuestadas 46 son internas. De las restantes, 20 viven en barrios delas localidades Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal y del municipio de Soacha, zonas conaltos índices de NBI, mayor cantidad de barrios ilegales y problemáticas más agudas decarencia de servicios, desempleo, precariedad en la infraestructura, delincuencia juvenil yviolencia asociada a disputas territoriales. La mayoría de las 46 niñas que viven en elhogar de sus empleadores habita en las localidades de Teusaquillo, Barrios Unidos, Enga-tivá y Usaquén.

102 En Colombia se en-tiende por urbanocualquier municipioque tenga más de10.000 habitantes.

103 Las entrevistas se

El 63% de las niñas (44) trabaja en estrato 3 y 4, el 20% (14) en estrato 5 y 6 y el14.3% (10 niñas) en estrato 2.

- Edad y escolaridad- Edad y escolaridad- Edad y escolaridad- Edad y escolaridad- Edad y escolaridad

El promedio de edad cumplida de las niñas es de 16 años, la mayor cantidad de ellas, el47%, está entre los 16 y los 17 años; el 33% (23 niñas) tiene menos de 15 años.

El nivel más bajo de escolaridad es primaria incompleta, en esta categoría hay 9 niñasque representan el 13%. El nivel más alto es secundaria completa en 3 casos que repre-sentan apenas el 4.3%. De las otras 58 niñas, 22 completaron la educación primaria(31%) y 35 (50%) tienen secundaria incompleta.

22 de las niñas encuestadas (31%) estudian en la actualidad y de ellas 21 hacen elbachillerato. De este dato se puede inferir que las 9 niñas que no terminaron la primariaabandonaron por completo el sistema escolar y que un porcentaje muy alto de las 22que la terminaron no han empezado (y quizás ya no van a empezar) la educaciónsecundaria.

Es más alto el porcentaje de niñas que estudian entre las que trabajan internas (63%)que en las que trabajan por días (36.3%).

De las 48 niñas que no estudiaban en el momento de ser encuestadas 32, es decir, casiel 70%, abandonaron los estudios para trabajar. A 12 niñas (el 25%) el sistema escolar nolas retuvo. Ellas lo expresan como tener dificultades académicas o no querer seguir estu-diando.

Las entrevistas permiten comprender mejor esta situación103. Por un lado, en las es-cuelas rurales (y las urbanas de los sectores más pobres) los estudiantes tienen la sensa-ción de perder mucho tiempo por las características estructurales de dichas escuelas: lacarencia de profesores suficientes o inestabilidad laboral de los que están, la precariedadde recursos económicos, didácticos y locativos y las difíciles condiciones políticas y eco-nómicas de las zonas geográficas en las que se ubican inciden en el incumplimiento delcalendario académico y la discontinuidad de los programas.

Por otro lado, los contenidos de las materias no se ajustan a la realidad cotidiana delestudiante, no le sirven para comprender mejor o menos aún para solucionar sus proble-mas inmediatos. Finalmente, en las zonas rurales, el calendario escolar suele interferir conlas labores agrícolas de la familia del estudiante, éste no está en capacidad de escoger elestudio por sobre el trabajo que se le asigna.

El 96% de las niñas que no están estudiando quiere volver a la escuela. Sin embargo,varios factores pueden obstaculizar ese reintegro al sistema educativo: la edad de la niñacon respecto a la edad promedio de sus compañeros de curso, la pérdida de una discipli-na académica, el esfuerzo suplementario que requiere por estar trabajando y la definiciónmisma del bachillerato que está orientado al ingreso a la educación universitaria y no almejoramiento directo de las condiciones de vida.

- Estado civil y composición de la familia- Estado civil y composición de la familia- Estado civil y composición de la familia- Estado civil y composición de la familia- Estado civil y composición de la familia

67 niñas (el 96%) son solteras, dos están casadas y una es separada. 63 (90%) notienen hijos y las 7 que son madres tienen cada una un solo hijo.

30 de las niñas (43%) trabajan para sí mismas, no son responsables únicas de lamanutención de nadie. Sin embargo, esto no significa que no ayuden al sostenimiento de

realizaron con 20 ni-ñas con las siguien-tes características:Cinco niñas tenían 13años al momento deser entrevistadas, 4niñas estaban entrelos 14 y 15 años, 8niñas tenían 16 o 17años y 3 niñas habíancumplido los 18 años.El grado más bajo deescolaridad es el dedos niñas que soloalcanzaron los gra-dos de tercero ycuarto, 4 niñas tie-nen primaria, 4 niñassexto grado, unaséptimo, tres octa-vo, 3 noveno, unadécimo y otra once.Once niñas no estu-dian en la actualidad,las otras nueve síestudian, de ellascuatro están en oc-tavo, noveno y déci-mo grado. De las cin-co niñas de más bajaescolaridad una estáterminando primariay tres iniciaron bachi-llerato. Cinco niñasproceden del Tolima,tres niñas son de Bo-gotá, tres vienen demunicipios de Cundi-namarca, dos niñasson indígenas (paéz

sus hogares104. 27 niñas (38.5%) sostienen a una o dos personas (aquí estarían incluidaslas 7 madres). De las 13 niñas restantes dependen 3 personas (en el 8.5% de los casos)o hasta 6 (10% de los casos).

La pregunta por la composición de la familia se hizo abierta. Al codificarla se establecie-ron varias categorías, para cada encuesta podía haber más de un código. El 51.4% de lasniñas (36) proviene de hogares en los que están presentes la madre y el padre. Hay 27niñas (38.6%) en cuyos hogares la madre es cabeza de familia. 7 niñas tienen padras-tro105 y 1 madrastra. 44 niñas (el 63%) tienen entre uno y cinco hermanos y 20 (29%)tienen más de cinco hermanos. 17 niñas (25%) vivían en la casa paterna con otrosparientes, es decir, tenían familias extensas.

- Trayectoria laboral- Trayectoria laboral- Trayectoria laboral- Trayectoria laboral- Trayectoria laboral

Para 34 niñas el que tenían en el momento de ser encuestadas era su primer trabajo.De las 36 que ya habían trabajado el 75% (27 niñas) lo había hecho en el servicio domés-tico y 8 (22%) reportaron como su trabajo anterior vendedoras en establecimientospúblicos. Sin embargo, sólo 1 niña de estas 36 no había trabajado antes en serviciodoméstico. El 66.6% (24 niñas) había sido empleada en 2 o 3 casas de familia y el 25% (9niñas) en 4 o más casas.

Las razones más aducidas para el retiro se relacionan con el trabajo mismo: excesivo(25%) y mal remunerado (19.4%). Al 19.4% de las niñas le hicieron una mejor oferta, al5.6% la despidieron y 2 niñas (5.6%) se retiraron por malos tratos. Las razones de otras9 niñas (25%) se relacionan con estados anímicos (nostalgia, aburrimiento), con circuns-tancias familiares o porque el trabajo no les gustaba, sin especificar razones.

La edad promedio en que empezaron a trabajar las 70 niñas es de 14 años, la mayorcantidad (el 40%) empezó entre los 14 y los 15 años. El 11.4% de las niñas (8) empezóa trabajar antes de los 12 años y el 23% entre los 12 y los 13.

Al comparar estos datos con los de edad cumplida se encuentra que, en promedio, lasniñas llevan dos años trabajando. En la edad cumplida el 11.4% de las niñas está entre los12 y los 13 años, en la edad de inicio este rango contiene al 23% lo cual permitiría inferirque las niñas ya no empiezan a trabajar tan jóvenes porque, posiblemente, los factoresque las obligaban se han visto atenuados.

El 63% de las 70 niñas aceptó el trabajo actual por la mala situación económica de susfamilias. A este factor se asocian los demás: por salir del pueblo (4.3%), no encontró otrotrabajo (8.6%) o representaba una oferta mejor (8.6%) y por ayudar a la madre (5.7%)106.Estos datos harían pensar que el problema de las niñas trabajando para hogares deterceros tiene sobre todo una lectura económica y que es una manifestación de la crisisdel campo y de la carencia de empleos para mujeres. También muestra que los menoresde edad (hombres y mujeres) necesitan trabajar porque sus familias no disponen desuficientes recursos para proveer sus necesidades y que el periodo de infancia se acortapor factores económicos.

Tres niñas (4.3%) aducen que aceptaron el trabajo por escapar de situaciones deviolencia intrafamiliar. Para algunas de las 8 niñas restantes el irse a trabajar fuera de lacasa representaba una disminución de las obligaciones o atender a una familia menosnumerosa y además ser remunerada por ello. Esta situación está descrita en las entrevis-tas. Son niñas que suplantan a la madre en las labores del hogar y la crianza de loshermanos menores. Para las niñas campesinas el trabajo es mayor porque deben cocinar

y kamentza), las de-más vienen de depar-tamentos de la costaatlántica y de San-tander. Entre las 20niñas hay 5 niñas ensituación de despla-zamiento. Dos niñastrabajan por días ylas demás son inter-nas. Cinco niñas lle-van trabajando me-nos de un año y seismás de 3 años. 17niñas trabajan conacuerdo verbal conlos empleadores.Seis niñas no sabíanel estrato de sus em-pleadores, cuatro ni-ñas trabajan en es-trato 2, cinco en es-trato 3 y cinco en es-trato 4.

104 Ver más adelante. Elporcentaje de desti-nación del salario aayudar a la familia esdel 73%

105 Confróntese estedato con el las 10 ni-ñas que abandona-ron el hogar por vio-lencia intrafamiliar.

106 Recuérdese que el38% de los hogaresde estas niñas tienena la madre como ca-beza de familia

107 Aproximadamente 66

para peones y colaborar con sus padres en labores agrícolas. Para otras niñas salir delpueblo representa una oportunidad de superación, de mejorar sus condiciones de vida yde estudiar.

1. 2 Infancia, familia y socialización1. 2 Infancia, familia y socialización1. 2 Infancia, familia y socialización1. 2 Infancia, familia y socialización1. 2 Infancia, familia y socialización

A pesar de que se entrevistaron niñas nacidas en Bogotá, niñas de procedencia urba-na, niñas de extracción campesina, niñas indígenas y niñas provenientes de distintasregiones del país hay elementos comunes en sus infancias. El más generalizado es lapobreza, no sólo de su familia sino del entorno social inmediato -e, incluso, de la región-en el que viven. Las suyas son familias que escasamente generan los recursos mínimospara asegurar una supervivencia física precaria.

En general, sus padres no son propietarios de tierra sino arrendatarios, el nivel deescolaridad de los padres apenas alcanza la primaria incompleta; son familias numerosas,la mayoría de sus miembros están desempleados o subempleados. Son familias extensasformadas por más de un hogar; como estrategia de supervivencia viven juntos miem-bros de la familia materna y de la paterna, hijos de varias uniones, abuelos y nietos.

“Nosotros les ayudábamos a mis abuelitos a sembrar yuca y maíz, a mis tíos lesayudábamos a coger naranjas, mangos y aguacates. Toda la familia vivía en lafinca de una tía, en total éramos 11 personas. Teníamos una casita con una piecitay la cocina, mi tía tiene su casa aparte donde vive con mis abuelitos, nos tocaba iral baño que quedaba en la casa de mi tía”.

Las familias rurales que viven en fincas familiares o como arrendatarios, agregados oque se emplean como jornaleros sobreviven de productos de pancoger; sus salariosreunidos alcanzan para el mercado pero no para vestuario, calzado, educación, recrea-ción salud o ahorro. Generalmente estudian sólo los hijos menores porque ya los mayo-res están trabajando y contribuyen al sostenimiento de los padres y los niños. Los costosde la escuela rural son, comparados con los urbanos, muy bajos, sin embargo, para elnivel de ingreso son proporcionalmente altos.

Niños y niñas trabajan desde muy pequeños; empiezan ayudando a sus padres ymadres en las labores de cada uno. La división sexual del trabajo es marcada: los niños sevan con el padre a las labores del campo y las niñas se quedan en casa ayudando osustituyendo a la madre. Pero la situación económica cambia un poco el rol de las niñas yde las mujeres que se ven obligadas a hacer tareas agrícolas: desyerbar, sembrar y reco-lectar. Paralelamente desempeñan las tareas típicas de su género: cocinar para los obre-ros (o peones) que trabajen en la finca, cuidar a los hermanos, asear la casa, hacer elmercado y cuidar los animales.

En la mayoría de los casos estas actividades se combinan con las escolares; la niñaempieza su jornada preparando desayunos de padres y hermanos, cuando regresa de laescuela se encarga de la casa y sólo en la noche se dedica a sus estudios. La cantidad detrabajo es proporcional a la edad, empiezan a los 4 o 5 años con labores elementales, alos 12 o 13 ya tienen el sentido de responsabilidad de un adulto.

El mundo escolar es también el del juego, el esparcimiento y el ocio, la única posibilidadpara ejercer la infancia; en los relatos de niñas y adultas la escuela es el mejor recuerdo.En la casa no pueden jugar ni perder el tiempo porque sus padres no lo permiten; la niñezse acorta o desaparece y siempre tiene una connotación etárea y biológica, no cultural;

son niños aquellos que todavía no pueden encargarse de una tarea porque sus condicio-nes físicas los limitan.

La niñez de las entrevistadas de origen urbano es un periodo más largo y cargado conmenos responsabilidades. Aunque también desempeñan tareas, el medio urbano, porprecario que sea, les ofrece comodidades que les liberan tiempo; además tienen mayoresmedios para recrearse. El oficio de una casa urbana es comparativamente más fácil yreducido que el de una casa rural. La jornada de trabajo de los padres es más corta porlo cual no les delegan tantas funciones. También influye como elemento diferenciador elque las familias urbanas no están aisladas en un medio geográfico muy amplio; este esun factor protector de la niñez porque la ciudad crea intermediarios que dismi-nuyen la autoridad de los padres y la sumisión de los hijos.

La relación entre cónyuges, sobre todo en el campo, sigue siendo vertical, desigual yautoritaria; el padre toma las decisiones importantes, la madre media entre él y los hijos.La comunicación familiar es escasa, los roles están claramente demarcados. La mayoríade familias se mueve entre dos tipos polares: la familia en situación límite de maltrato,abuso y miseria y la familia “feliz” que se desarrolla en un ethos armónico, afectuoso,comunicativo y donde las privaciones no se dan en lo básico.

En las familias en condiciones críticas se observan elementos comunes: consumo con-suetudinario de alcohol, convivencia con hijos de otras uniones o con hermanos dealguno de los cónyuges, hacinamiento, permanencia diaria en la casa de los miembrosadultos de la familia que no tienen empleo, dispersión de algunos de los niños en hogaresde los abuelos o de parientes cercanos, coexistencia de dos o más hogares, abandono oausencia de alguno de los padres y existencia de padrastro o madrastra.

Estas familias, situadas, además, en un contexto de pobreza, desempleo y carencia dealternativas de trabajo, generan éxodo de los hijos a medida que crecen; esta situaciónse agudiza cuando ya se han ido hermanos o parientes cercanos que actúan comoestímulo para dejar el hogar y como contacto para conseguir empleo en la ciudad. Esgeneralizado el hecho de que en una misma familia haya varias mujeres trabajando comoempleadas domésticas.

Las niñas se van de la casa obligadas por la situación económica de sus padres, bienporque la supervivencia esté en riesgo -en el peor de los casos- o bien porque deseanmejorar sus condiciones de vida accediendo al estudio y el consumo -en el caso máscomún-. Esta última circunstancia es más frecuente cuando existe el precedente de her-manas o primas que han migrado y que se convierten en modelos y manifestaciones deuna forma de vida diferente y atractiva.

La decisión de irse no es cuestionada ni obstaculizada, los padres piden a su hija que lomedite un poco, que vaya y pruebe y que si no le gusta regrese al hogar pero no se loimpiden. Para los padres, como para los hijos que preparan el viaje, la ciudad sigue siendoconsiderada como un lugar de oportunidades y de progreso.

Esa es una imagen que no puede cuestionarse fácilmente; para las condiciones en quehan vivido y, sobre todo, para las que deberán enfrentar, la ciudad sí implica un mejornivel de vida. Aunque no tuviesen que padecer privaciones en lo elemental la vida en elcampo, en las condiciones descritas, no ofrece alternativas diferentes a la mera supervi-vencia y reproducción.

“Con todo y lo duro que sea el trabajo en la ciudad, nunca es comparable con loque le toca a uno en el campo, por allá se sufre mucho, uno trabaja y trabaja ynunca tiene plata, ni nada, acá al menos me puedo vestir como yo quiero y cam-biar de trabajo cuando se me da la gana”.

En el caso de las niñas urbanas la decisión de trabajar tiene más ingredientes de espíritude superación que de pura necesidad de supervivencia. La situación de partida es lamisma: los padres sólo pueden ofrecer alimento y techo, las niñas deben procurarse lodemás, vestuario, bienes de consumo y estudio. Se encuentran con la misma carenciade ofertas laborales, la única opción disponible para ellas es el servicio doméstico.

1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado1.3 Familias en situación de desplazamiento forzado

El conflicto armado interno es una de las principales causas para el desplazamientoforzado de cerca de dos millones de personas en el país. La mayoría de las personas ensituación de desplazamiento son familias que se ven obligadas a insertarse, en condicio-nes muy precarias, en la vida de las grandes ciudades. El empleo doméstico es la principalalternativa para sobrevivir que tienen muchas mujeres y niñas.

El desplazamiento significa un cambio abrupto en la vida de las personas, implica elabandono de pertenencias y de redes de familiares y de amigos lo que genera en susvíctimas problemas emocionales marcados por el miedo, el resentimiento y la frustración.Como estrategia para sobrevivir algunas familias tienen que “repartir” a su hijos en casasde familiares o de amigos en las que, con frecuencia, empiezan a desempeñar oficiosdomésticos a cambio de albergue y alimentación. Recibir a una niña en situación dedesplazamiento es visto como una “ayuda”, generalmente transitoria, mientras los pa-dres se estabilizan, no se le concibe como una relación contractual que amerite algunaremuneración salarial.

Entre las entrevistadas hay cuatro niñas en situación de desplazamiento. Sus condicio-nes son más dramáticas porque, primero, migra toda la familia y en condiciones muyprecarias y, segundo, porque la vida urbana, y más en esa condición, genera cambios enel interior de la familia. Las mujeres -hijas o esposas- de las familias en situación de despla-zamiento se convierten en las proveedoras de sus hogares porque la ciudad les ofrecemás alternativas de trabajo que a los hombres. En este caso la niña se ve obligada atrabajar no sólo para ella o para colaborar con la familia -como en los casos anteriores-sino para mantenerla, lo cual implica una responsabilidad mayúscula.

Estas niñas pierden movilidad y libertad, los ingresos que generan no son para ellas, derepente son adultas con un rol imprevisto. Sin embargo, los padres y madres siguenejerciendo sobre ellas similar autoridad. Progresivamente entran en el doloroso conflictode escoger entre sostener a su familia o vivir su propia vida. Son niñas cargadas conobligaciones desmesuradas y expuestas a condiciones emocionales y afectivas muy hos-tiles. Oscilan entre el sentido de deber y el resentimiento; la imagen de su padre comofigura de autoridad y seguridad se resquebraja.

A los problemas emocionales que generan los múltiples hechos de violencia ya vividos,se suman, en el presente, nuevas relaciones de arbitrariedad y de exclusión que consoli-dan el aislamiento o las respuestas agresivas. Las niñas en situación de desplazamiento noencuentran en la ciudad ningún tipo de ayuda o asistencia gubernamental que les garan-tice procesos de acompañamiento y de recuperación emocional; por el contrario, ya

vulneradas en todos los derechos que viola el desplazamiento, empiezan a ser objeto denuevas situaciones que las exponen al abuso y a la exclusión. A diferencia de las niñas nodesplazadas, éstas deben cuidarse de lo que dicen, de sus opiniones, de contar aspectosde sus vidas o hablar de sus familias, al mismo tiempo tienen mas razones para desconfiarde quienes las rodean. Esta situación fortalece aún más el aislamiento y acentúa la tristezay la depresión.

La manera como las niñas desplazadas vivan y enfrenten su situación como emplea-das domésticas depende de las características de sus hogares de procedencia, del gradode desintegración familiar que provoca el desplazamiento y de las condiciones económi-cas que enfrentan en la ciudad. Cuando los cambios son más abruptos, como por ejem-plo, pasar de ser una familia propietaria a una familia expropiada, de una núcleo familiarcompleto a uno desintegrado, de unas condiciones de vida aceptables (escolaridad, ali-mentación, buen trato) a unas precarias y, en consecuencia, cuando el trabajo domésti-co significa una ruptura total con la cotidianidad previa, el costo emocional y moral esmucho mayor.

En cambio, para las niñas desplazadas que proceden de contextos muy deprimidos yviolentos el trabajo doméstico representa una mejora en la calidad de vida porque implicauna reducción de la intensidad del trabajo y un escape de las situaciones de abuso y maltra-to, tanto de actores armados como, en ocasiones, de los miembros de la propia familia.

1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida1.4 Condiciones de trabajo y calidad de vida

- Salario- Salario- Salario- Salario- Salario

El 91.4% (64 niñas) recibe por sí misma su salario, en el caso de otras 4 niñas (5.7%)el salario lo recibe la madre. El 93% (65 niñas) recibe todo el salario en dinero.

El 85.7% de las 70 niñas recibe más de $100.000 de salario y el 10% menos de esacantidad. Sin embargo, estos datos son distintos si se diferencian las niñas internas (queviven en el hogar del empleador) de las que trabajan por días (cumplen un horario dellegada y de salida). Esta categorización implica también diferencias jurídicas en el salario ylas obligaciones del empleador.

El promedio de salario de las niñas que trabajan internas es $139.652 en dinero y el delas niñas que trabajan por días es de $169.458107. Según el Código Sustantivo del Trabajoel salario de la empleada interna se divide en un 70% que se paga en dinero y un 30%que está representado por la alimentación y la vivienda. El 100% debe equivaler a unsalario mínimo legal vigente. Las niñas que trabajan por día deben recibir la totalidad dedicho salario (Flórez y Méndez, 1998). En el año 2000 el salario mínimo es de $260.106más un subsidio de transporte de $26.411. Esto significa que la empleada interna deberíarecibir $182.074 si se calcula sin subsidio o $200.562 si se calcula con subsidio.

De las 46 niñas internas el 41.3% (19 niñas) gana más de $150.000108 y el 4.3%menos de $100.000. Entre las 24 niñas que trabajan por días la mitad gana más de$150.000 y el 21% menos de $100.000. El rango de quienes ganan entre 100 y 150 milse reduce del 48% en las internas al 29% en las que trabajan por días.

El dato de salario está asociado al de edad cumplida. Los salarios más altos los reciben lasniñas de mayor edad, aunque esta afirmación tendría que comprobarse con una muestraen la que hubiera mayor cantidad de niñas menores de 15 años. En nuestra muestra el68.5% de las niñas tienen entre 16 y 17 años y el 45% gana más de $150.000

y 80 dólares respec-tivamente

108 El salario más alto querecibe una niña inter-na es $180.000

109 Este dato se presen-

Al 68.6% (48 niñas) no le hacen descuentos de su salario. Las niñas que respondíanque si les descontaban podían escoger entre varias opciones. Las más señaladas fueronalimentación (35%), vivienda (25%) y llamadas telefónicas a larga distancia (15%). El5% de las niñas respondió que de su salario le descontaban lo que dañaran o rompieranen el desarrollo de sus tareas. Entre los “otros” figuran la ropa o implementos personalesque sus empleadores les compran, los préstamos o adelantos que les hacen y los antici-pos y pasajes cuando las traen de otras regiones.

A la pregunta sobre qué recibe del empleador, además del salario en dinero, el 75% (52niñas) respondió que la alimentación, el 37% (26) que la ropa, el 5.7% que la educacióny 18.6% respondió que nada más. Esta pregunta permite ver que las niñas no tienenuna idea clara de los derechos que amparan su trabajo y que parecieran no concebirsecomo trabajadoras. La alimentación no es una dádiva del empleador sino una parte delsalario; la ropa generalmente se da -y se recibe- como un regalo cuando, según el mismoCST, es una dotación para el desempeño de las tareas que el empleador debe entregartres veces al año.

Sin embargo, el hecho de que este trabajo se desarrolle en un ámbito priva-do y que tenga unas connotaciones de intimidad hace difícil introducir en élconceptos jurídicos. Las entrevistas arrojan información sobre esta relación y mues-tran que hay acciones motivadas por los afectos que desde un punto de vista jurídicoserían ilegítimas, innecesarias o cuestionables pero que son vitales para la convivencia ysignificativas para el estado de ánimo de la niña.

Aproximadamente el 72% de las niñas destinan su salario para gastos personales ypara ayudar a la familia. Para educación sólo el 20% y para ahorros el 14.3%. La destina-ción más exigua es para recreación con apenas un 4.3%.

El hecho de que 51 niñas dediquen una proporción de su salario mensual para ayudara su familia matiza por completo el dato anterior de que el 43% (30 niñas) trabajaba parasí misma y no tenía personas económicamente dependientes. Es muy coherente, ade-más, con el 68% de niñas (48) que se vio obligada a trabajar como empleada domésticapor la situación económica que atravesaban ella y su familia.

El que apenas 10 niñas puedan ahorrar y 14 invertir en educación es preocupanteporque confirma las apreciaciones de las empleadas adultas: el trabajo doméstico ga-rantiza la supervivencia diaria e inmediata pero no permite construir proyectosde vida a largo plazo ni acumular excedentes. Una empleada doméstica muy difícil-mente será propietaria de su vivienda o de su propio negocio o trabajadora independien-te. Cuando ya no pueden trabajar o quedan desempleadas no tienen ninguna protec-ción diferente a la que les brinden sus hijos o sus familias.

- Contrato y prestaciones- Contrato y prestaciones- Contrato y prestaciones- Contrato y prestaciones- Contrato y prestaciones

El 85.7% (60 niñas) no tiene un contrato escrito sino que trabaja según un acuerdoverbal en el cual el empleador fija unas condiciones que la niña acepta. Este porcentaje esmás alto (91.7%) entre las niñas que trabajan por días que entre las internas (82.6%). Larazón de esta diferencia puede estar en que a las primeras se les paga por día y por tareamientras que a las últimas se les paga por mes lo cual crea otras obligaciones para elempleador así no medie un contrato escrito.

El 91.5% (64 niñas) no tiene cesantías pero el porcentaje es diferente según catego-ría: el 18% de las niñas internas si las tienen mientras que ninguna de las que trabajan pordías las acumula. Aquí se les está privando de ahorros para vivienda o estudio.

El 92.8% (65 niñas) no tienen primas, sin embargo el porcentaje es más alto entre lasniñas que trabajan por días (95%) que entre las externas (89%). Este dato significa quelas niñas no reciben ingresos extras, sólo se les paga lo que el empleador considera quevale su trabajo.

- Salud- Salud- Salud- Salud- Salud

El 88.5% (62 niñas) no está afiliada a ningún servicio de salud, este porcentaje essimilar en las dos categorías (86.7% internas y 91.7% por días). El 97.14 (68 niñas) noestá afiliada al SISBEN. Este dato es preocupante porque este servicio tiene coberturafamiliar y está dirigido a los estratos de menor ingreso. En este dato puede leerse que lasfamilias de 68 de estas niñas no tienen ningún servicio de salud.

El 53% de las niñas (37) reporta haberse enfermado en el trabajo, de ellas 19 (el51.4%) de gripes y el 21.6% de dolores de cabeza. Ninguna enfermedad ha implicadohospitalización y muy pocas visita al médico.

El 31.4% (22 niñas) han sufrido accidentes en el trabajo. De ellos los más comunesson quemaduras (41%), cortaduras (27.3%) y caídas (31.8%).

Estos datos podrían leerse de varias maneras: las niñas reciben más una salud curativa(que se reduce a los primeros auxilios o la medicación) que preventiva. El trabajo repre-senta exclusivamente una mejora económica pero no tiene incidencia en la persona mis-ma de la niña. Tienen acceso a un servicio de salud que sólo garantiza preservar la capa-cidad de trabajo pero que no tiene ninguna connotación de bienestar integral.

- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral

Las niñas internas trabajan en promedio 12 horas diarias y 26 días al mes; las niñasempleadas por día trabajan 10 horas diarias y 22 días al mes.

El 35% (16) de las niñas internas comienza a trabajar a las a las 5 de la madrugada, el50% (23) a las 6 de la mañana y el 13% (6 niñas) a las 7, una niña (2.2%) trabaja desdelas 4 de la madrugada. El 15% (7 niñas) termina su jornada diaria antes de las 5 de latarde, el 35% (16 niñas) termina entre las 6 y las 7 de la noche, el 41% (19 niñas) entrelas 8 y las 9 y el 8.7% (4 niñas) a las 10. Al 17.4% de las niñas internas en ocasiones lasdespiertan para realizar algún trabajo. Este dato muestra la disponibilidad obligada de laniña y la discrecionalidad absoluta del empleador sobre su tiempo.

Aparentemente estos datos, y el de salario, muestran una ventaja de las niñas quetrabajan por días respecto a las internas: ganan más y trabajan menos; sin embargo,debe contrastarse con el de prestaciones sociales y salud y con la composición del salario.Por otro lado, ganar a diario significa gastar a diario lo cual es ventaja y desventaja,depende desde que punto de vista se analice. Las empleadas adultas consideran que unaventaja de ser interna es que se tienen garantizadas la alimentación y la vivienda peroque lo mejor de estar empleada por días es la libertad. Las niñas encuestadas resaltabanla estabilidad y seguridad del trabajo como internas109.

En todo caso es indudable que en cuanto a extensión de la jornada hay explotaciónde la trabajadora. El régimen laboral colombiano establece la jornada legal para menores

ta más adelante.110 Código del Menor. Ar-

de edad así: entre 12 y 13 años hasta 24 horas a la semana (4 horas diarias), entre 14 y15 años hasta 36 h/s (6 h/d) y entre 16 y 17 años 48 h/s (8 h/d)110.

Hay que tener en cuenta que la empleada interna no trabaja todo el tiempo, tieneratos libres entre sus diferentes actividades, hay días que trabaja más que otros. Con laexperiencia aprenden a planificar su trabajo y a reducir el tiempo que le requiere. Elproblema es que por vivir en el hogar del empleador la empleada está automáticamentedisponible todo el tiempo, incluyendo esos ratos en los que no está haciendo oficio.Además son lapsos del día discontinuos, dispersos e irregulares por lo cual no puedeutilizarlos en forma sistemática para su propio beneficio. Las únicas que los aprovechan, apesar de esas características, son las niñas internas que estudian (14).

- Características de las familias empleadoras- Características de las familias empleadoras- Características de las familias empleadoras- Características de las familias empleadoras- Características de las familias empleadoras

46 niñas trabajan como internas y 24 por días; 31 trabajan en casas y 31 en aparta-mentos, las 8 restantes además trabajan en oficinas.

El tamaño de las familias empleadoras varía un poco, en promedio tiene 4 miembrospero las familias empleadoras de las niñas internas son, en promedio, más pequeñas (3.7miembros) que las de empleadas por días (4.2). El 53% de las 70 niñas trabaja confamilias que tienen entre 4 y 5 miembros, el 32.8% con familias formadas hasta por 3personas. Sólo el 14% (10 niñas) debe atender a 6 o más personas. Sin embargo, estosdatos son diferentes si se desagregan niñas internas y por días. El 50% de las primeras yel 58.3% de las últimas trabajan con familias compuestas por 4 o 5 personas.

- Condiciones de vida en el trabajo- Condiciones de vida en el trabajo- Condiciones de vida en el trabajo- Condiciones de vida en el trabajo- Condiciones de vida en el trabajo

El 82% de las niñas que trabajan internas tiene habitación propia pero la proporción sereduce a un 61% que tiene su propio baño. El 78.3% considera que tiene y se le respetasu privacidad. El 90% considera que la calidad y cantidad de comida que recibe es sufi-ciente, el 88.6% consume los mismos alimentos que el empleador.

Al 76% no le permiten recibir visitas de amigos o amigas en el hogar del empleador, el 20%si tiene esta posibilidad. Pero al 50% le permiten recibir visitas de la familia y al 37% no. El11% de las niñas (5) no tienen quién las visite porque su familia está muy lejos y no conocena nadie en Bogotá. El 54.2% de las niñas que trabaja por días no puede recibir visitas de lafamilia lo cual es comprensible porque, primero, generalmente están solas en la casa y, se-gundo, el empleador no suele conocer a la familia ni tiene importancia real que la conozca.

El hogar del empleador de una niña interna se convierte en un sustituto de su hogarpaterno, las visitas de la familia tienen el sentido de transferir y, a la vez, legitimar la auto-ridad del empleador. En el caso de las niñas empleadas por días la relación es más cercanaa lo contractual (se paga tiempo/tarea) y no tiene las mismas connotaciones afectivas dela primera.

Al 58% le permiten hacer llamadas telefónicas siempre que lo desee y al 31.4% nunca.El 75% de las niñas que trabajan por días recibe permisos para ausentarse del trabajocuando el empleador lo considera justificado, este porcentaje es apenas del 59% entrelas niñas internas. Esto confirma la hipótesis anterior del hogar y la autoridad sustitutas. Elque la niña viva bajo su mismo techo hace que el empleador se sienta más responsablede ella y ese sentimiento genera prohibiciones y encierro. Por otro lado, el empleadorconsidera que la niña recibe todo lo necesario en su hogar lo cual incluye las necesidadesde orden social, cultural y afectivo.

tículo 242. ICBF.1991.

111 Se entrevistaron 10

De otra parte aquí también se evidencia la disponibilidad total de la niña interna, elhecho de que viva allí hace que siempre sea necesaria. La niña que trabaja por días tienela posibilidad de negociar un horario o un día y es más bien el empleador el que se pliegaa su tiempo.

Sin embargo, estos datos deben compararse con los relativos a las prohibiciones. El25% del total de niñas encuestadas declara que le han prohibido cosas que para ellas sonimportantes, entre éstas figuran, en primer lugar, relaciones sociales (53%) y en segundolugar llamadas telefónicas (11.8%) a los familiares. El 35% de las niñas respondió “otros”(6) y se refería a descanso (dormir más tarde, salidas y permisos) o a recreación (escu-char música, ver televisión).

- Características del trabajo que realizan- Características del trabajo que realizan- Características del trabajo que realizan- Características del trabajo que realizan- Características del trabajo que realizan

Todas las niñas internas encuestadas preparan los alimentos, el 95.5% hace el aseo(diario y semanal) de la casa, el 95.5% plancha la ropa, el 95.5% lava la ropa, el 79.5%tiende las camas, el 79.5% hace mandados, el 63.6% cuida los niños del empleador, el50% atiende las visitas del empleador y el 36.4% hace el mercado. Entre las tareas quemenos deben realizar están: el 15.9% cuida animales, el 13.6% hace oficios de jardinería,el 11.4% cuida ancianos, el 11.4% hace otros oficios y el 6.8% lava un carro.

El 88% de las niñas que trabajan por días hace el aseo de la casa, el 84% hacemandados, el 76% prepara los alimentos, el 60% plancha la ropa, el 52% tiende lascamas, el 48% lava la ropa, el 36% cuida los niños, el 32% hace el mercado y el 32%atiende las visitas. Entre las labores que menos realizan están el cuidado de ancianos yotros, cada uno con el 8%. Ninguna de estas niñas lava carros, arregla jardines ni cuidaanimales.

Resulta interesante confrontar estos datos con el resultado total de que el 58.6% delas familias ayudan a la empleada en los oficios y el 41.4% no. Aunque en la encuesta nose discrimina el tipo de ayuda puede suponerse que ésta se relaciona con los espaciosprivados o las actividades de los miembros del hogar lo cual incluye lavar automóviles,cuidar animales, hacer el mercado, ordenar la ropa, arreglar jardines y en ocasiones ten-der las camas, actividades que en los resultados anteriores aparecen como las menosrealizadas. De las entrevistas a empleadores se infiere que a veces la ayuda se entiendesimplemente como no obstaculizar o retardar el trabajo de las empleadas.

Podría pensarse que las niñas que van por días al hogar del empleador trabajan menosque las internas. Sin embargo, es en esta categoría donde puede haber mayor explota-ción puesto que más actividades deben hacerse en menos tiempo. La niña interna plani-fica y distribuye su trabajo en 6 días y, por lo menos, diez horas; la que va por díasgeneralmente tiene una jornada de 8 horas y va máximo tres días a la semana.

También podría afirmarse que las actividades que definen el trabajo doméstico son lapreparación de alimentos y el arreglo de la ropa, las más relacionadas también con la ideade “servir” a un tercero. Las niñas que trabajan por días, según lo expresan en las entre-vistas, se sienten menos empleadas domésticas porque su trabajo se relaciona más conlas cosas (aseo del inmueble, organización del hogar en ausencia de la propietaria) quecon las personas. Los mismos empleadores tienden a ver a la empleada por días comouna asistente o una auxiliar. Por otro lado, podría suponerse que, formalmente, el ama decasa que contrata empleada por días ha delegado menos de sus funciones que la que

tiene una empleada interna y que esa condición marca la relación con la empleada y lapercepción del servicio doméstico.

El 77% de las niñas (54) dispone de electrodomésticos para hacer su trabajo. Estaayuda técnica influye en que muchas de las niñas consideren que es un trabajo fácil -peroaburridor- máxime si lo comparan con lo que debían hacer en sus hogares de origen. Laciudad les ofrece una cantidad de comodidades que desconocían.

- El reclutamiento- El reclutamiento- El reclutamiento- El reclutamiento- El reclutamiento

Las entrevistas muestran que el mercado del servicio doméstico se mueve por reco-mendaciones personales y que se forman redes de empleadas y empleadores. Una niñase emplea porque una mujer de su familia o una amiga ya está enganchada y le consiguetrabajo con amigas o familiares de su empleadora. No son usuales las figuras de un inter-mediario, un reclutador o una agencia. Una niña consigue trabajo porque otra la reco-mendó arriesgando su propio puesto o la relación con su empleador.

En muchas ocasiones la madre o la hermana de la niña les consiguen el trabajo, en elprimer caso es una especie de cesión que hace la madre de su hija en beneficio del que laemplea.

- Descanso, recreación y uso de tiempo libre- Descanso, recreación y uso de tiempo libre- Descanso, recreación y uso de tiempo libre- Descanso, recreación y uso de tiempo libre- Descanso, recreación y uso de tiempo libre

La encuesta diferencia entre el tiempo libre diario que les queda entre los oficios y eltiempo libre de fin de semana que pasan fuera del hogar del empleador. El 23% de lasniñas dice que no le queda ningún tiempo libre durante el día. Las que si lo tienen loocupan viendo televisión (53%), oyendo radio (25.7%), leyendo (21.4%) y estudiando(13%). Otras actividades son dormir, salir cerca de la casa y hacer manualidades.

Aquí es importante resaltar que las niñas declaraban como actividades de tiempo libreir con los niños del empleador al parque, sentarse con ellos a ver televisión o hacer tareasy hacer los mandados. Para el equipo de investigación estas actividades son labores deltrabajo porque implican responsabilidad, atención y disponibilidad.

En cuanto al tiempo libre fuera de casa el 57.1% visita a los familiares que viven enBogotá y el 44.3% a los amigos o paisanos. En un sentido de recreación el 10% va afiestas y el 8.6% hace deporte. Otras actividades declaradas son salir con la familia delempleador o quedarse en la casa, esta es la condición de las niñas que están solas enBogotá y no conocen la ciudad.

El domingo es el día libre por excelencia, el día para vivir lo urbano, lo joven, lo indepen-diente. Es el espacio de tiempo en el cual pueden ejercer su estatus de mujeres trabaja-doras, autónomas y liberadas de cualquier autoridad. ¿Qué les ofrece la ciudad?

Hay que considerar aquí que son niñas sojuzgadas, primero por sus familias y despuéspor sus empleadores, socializadas en un medio de privaciones y autoritarismo, sin pers-pectivas claras y sin medios institucionales para conseguir sus metas. Es en ese contextoque deben analizarse las condiciones de vida o las formas de recreación.

Podría afirmarse que más que recrearse las niñas empleadas cambian de actividad o deespacio. No están en el hogar del empleador sino en la casa de algún pariente, en la iglesiao en la escuela, todos esos espacios sujetos a normas y usos reglamentados. Pareceríaque sólo el espacio público de los parques o las calles les permitiría ser sin autoridad. Laparadoja es que muchas niñas tienen miedo a la ciudad y a estar solas.

2. Trabajo domestico infantil, socializacion e2. Trabajo domestico infantil, socializacion e2. Trabajo domestico infantil, socializacion e2. Trabajo domestico infantil, socializacion e2. Trabajo domestico infantil, socializacion eidentidadidentidadidentidadidentidadidentidad

2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos2.1 Relaciones de autoridad, normas y castigos

Teniendo en cuenta las formas de reclutamiento atrás mencionadas es posible enten-der la relación de autoridad que se establece entre empleada y empleador. Como ya seinsinuó, el hogar del empleador es un hogar sustituto para la niña; la autoridadde los padres es transferida al empleador, los padres le delegan sus facultadespara dictar normas, imponer conductas, sancionar o prohibir. Padres y emplea-dores consideran que si la niña debe trabajar el mejor lugar para hacerlo es con unafamilia porque va a estar protegida, normalizada y vigilada. Se establece una perniciosacontinuidad entre el hogar paterno y el del empleador y entre la condición de hija y la deempleada.

La autoridad discrecional del empleador se ve afirmada por la carencia de alternativaslaborales de la niña, porque está sola en la ciudad, porque su familia necesita los recursosque le brinda, porque ella misma se concibe como objeto de un favor o de una dádiva yporque si no satisface las exigencias del empleador hace quedar mal a la persona que larecomendó. Este encadenamiento de factores, sumado a la socialización de la que ya sehabló, agudiza la sujeción de la niña y dificulta aún más el que pueda asumirse comotrabajadora sujeto de derechos.

La mayoría de los empleadores entrevistados111 siente que es diferente a la generaciónanterior de patrones despóticos que maltrataban a las empleadas y las confinaban a unreducido espacio social y cultural. En sus hogares las empleadas ya no usan uniforme ycomen lo mismo que ellos -aunque no en todos con la familia reunida en el comedor. Sinembargo, consideran que hay que marcar las distancias y que un principio de ordendoméstico es que cada quien ocupe el lugar que le corresponde.

El gran diferenciador de estatus es el “respeto mutuo”, categoría que no está clara-mente definida. No excluye el trato cordial, la consideración, el reconocimiento del traba-jo, el interés y la conversación. Incluye el no hacer ni permitir confidencias, imponerdesde el comienzo de la relación laboral condiciones y normas que se aceptan de una vezy para siempre. Es una difusa categoría que a pesar de la vaguedad y sutileza es clara-mente comprendida por las chicas.

Los empleadores entrevistados creen ser buenos y hasta excelentes empleadores.Aunque sólo en cuatro casos se entrevistó a empleador y empleada (no al mismo tiem-po) se detecta una distancia entre las intenciones del empleador y la percepción de laempleada. Sólo confluyen plenamente en la importancia de los consejos: la empleada

empleadores con lassiguientes caracterís-ticas: La edad pro-medio de los emplea-dores es de 39 años.Siete tienen entre 21y 37 años, una tiene44 años y dos sonmayores de 60. Deellos, seis son profe-sionales y cuatro tie-nen secundaria com-pleta. Cuatro sonempleados, tres co-merciantes, un estu-diante, un pensiona-do y sobre uno no hayinformación. Un em-pleador es de estra-to 6, uno de estrato5, cinco de estrato 4,dos de estrato 3 ysobre uno no hay in-formación. Ocho tie-nen empleadas inter-nas y dos por días.

valora mucho al empleador que se los da y éste se siente mejor empleador cuandoaconseja. En esta dimensión hay otra transferencia entre la figura de la madre-padre y lade la empleadora-empleador. Concomitantemente, cuando la niña no recibe consejos sesiente tratada con frialdad e indiferencia.

El empleador parte del supuesto de que si la niña acepta el trabajo es porque lonecesita, a partir de ahí construye la imagen de empleada y actúa según esa imagenprejuiciada.

El rol de empleador de niñas para su servicio doméstico está “contaminado” por ele-mentos mesiánicos y paternalistas que obstaculizan una relación contractual “fría” y “pura”.Asumen un deber moral hacia ellas: reemplazar o complementar a la madre, el padre o elhermano mayor en su función de dar consejos que orienten las decisiones o percepcio-nes del mundo de la niña.

Consideran que su actuación respecto a ellas no termina en el pago del salario y laasignación de tareas (así la tratarían como empleada) sino que debe trascender al planode la formación para la vida (así la consideran persona). Obviamente las niñas lo permitenporque necesitan esa figura de autoridad y porque se separaron de sus madres de don-de provenía toda la gratificación emocional.

Es decir, el paternalismo del empleador se corresponde y encuentra sentido en la ca-rencia emocional, en el desequilibrio afectivo y en la precariedad de la niña.

Por otro lado, el empleador (como todos nosotros) es heredero y depositario de unatradición autoritaria que considera al trabajo como formativo en la medida que fortale-ce a la persona para enfrentar la dureza de la vida. Creen en la necesidad de cumpliruna disciplina, de hacer sacrificios y de experimentar la satisfacción que produce latarea cumplida. Ellos involucran a la empleada en SU ética del trabajo y no permitenque ella misma desarrolle la suya propia lo cual tiene relación directa con su asunción delrol de trabajadora.

En la relación del empleador y su empleada doméstica se mezclan actitudes, valores yconductas de la relación filial, de la fraternal y hasta de la conyugal; en el espacio laboral secrea un ethos confuso y conflictivo que genera afectos y desafectos que ya nadie con-trola y que deforma ambos roles.

Esto es importante porque influye en cómo se identifiquen y definan categorías comoabuso, explotación, maltrato y condiciones laborales. Es en este punto donde está laimposibilidad de estandarizar el oficio, la remuneración y la jornada. Finalmente, de aquísurge la dificultad para definir el trabajo doméstico, para diferenciarlo de otros trabajos yde condiciones como la de ayudante de los oficios caseros o auxiliar de la familia, etc.

2.2 Atributos y valores para ser una “ buena niña empleada2.2 Atributos y valores para ser una “ buena niña empleada2.2 Atributos y valores para ser una “ buena niña empleada2.2 Atributos y valores para ser una “ buena niña empleada2.2 Atributos y valores para ser una “ buena niña empleadadoméstica”doméstica”doméstica”doméstica”doméstica”

Las niñas entrevistadas aprendieron a trabajar en la casa, con su madre; en la casa delempleador perfeccionan el saber básico y lo adaptan a los requerimientos urbanos. Apren-den a utilizar los electrodomésticos, a preparar otro tipo de alimentos y a hacer el aseo oarreglar la ropa utilizando otros materiales.

El servicio doméstico -las labores del hogar, en general- no requiere calificación, se basaen el mejoramiento de habilidades y en la optimización de tiempos y movimientos. Lo que

sí requiere son cualidades, rasgos de carácter. El valor de una empleada domésticano está dado tanto por lo que sabe o por la experiencia sino por un perfil carac-teriológico y por las recomendaciones que tenga. Estas últimas no se relacionan,de nuevo, con su competencia o su eficacia sino con su confiabilidad.

En el caso de las niñas menores de edad la gran cualidad que poseen parece ser suinexperiencia porque se traduce en una mayor moldeabilidad. La mejor empleada esaquella a la que el empleador puede dar la forma que le convenga. Al contrario, la emplea-da adulta es menos valorada porque ya tiene una forma propia de hacer las cosas quepuede no ajustarse a las costumbres o los gustos del empleador. La niña es una arcillacuya forma inicial fue dada por la madre y la socialización. Esa forma elemental y primariano obstaculiza el deseo del empleador, al contrario, le facilita su manipulación por lasrazones que ya se anotaron.

Una empleada es preferible para el empleador en la medida que esté más vacía deatributos personales porque éstos son potencialmente conflictivos; lo más probable esque un estilo personal y definido choque con la necesidad, el capricho o el prejuicio delempleador. Esta condición es fundamental para el enganche lo cual significa que el servi-cio doméstico no es un proceso acumulativo de saber o que lo es siempre y cuando nointerfiera o dificulte la consecución o permanencia de la niña en el trabajo. Esto muestraun trabajo cuya dinámica es un continuo aprender y desaprender, volver a empezar,esconder lo que se sabe, engañar o transar para evitar conflictos.

Según los empleadores entrevistados, emplear a una niña les resulta ventajoso porquees sana, obediente y manejable lo cual significa que no tiene experiencia ni repertoriosque le permitan comparar situaciones y formular exigencias o que puedan representarun peligro potencial para la seguridad del hogar. De otra parte, la juventud garantizaeficiencia, agilidad, rapidez, buena salud y facilidad para aprender y adaptarse.

Las cualidades que más valoran los empleadores en sus empleadas son, en ese orden,la honestidad, la limpieza, la responsabilidad y el deseo de superación. Después figuran lasumisión, la lealtad, la nobleza, la sinceridad y el respeto. Piden que sean acomedidas,atentas, juiciosas y que los traten bien.

Los defectos que más les irritan son el mal genio, la altanería y la mala voluntad. Tam-poco les gusta la terquedad (que hagan las cosas como las quieren hacer), la pereza o elincumplimiento.

Una hipótesis se configura a partir de los resultados del estudio: la relación entre bue-nas condiciones de vida y de trabajo de la niña es directamente proporcional al estrato desu empleador. Algunas de las razones que apoyan esta afirmación son:

• Las circunstancias económicas del empleador (ingresos y estabilidad) determinan elsalario y las condiciones de la empleada; el trabajo en servicio doméstico no se haestandarizado, el Estado propone unos mínimos en cuanto a salarios y jornada a losque el empleador se acoge o no según sus posibilidades, la empleada acepta la pro-puesta del empleador por múltiples razones. Los acuerdos laborales en este trabajo sehacen de una forma irregular y tan privada que podrían llamarse clandestinos.

• Las posibilidades de que haya niñas que no son hijas del empleador viviendo en suhogar aumentan en los estratos bajos. Estas niñas –a las que se acoge por la precarie-dad económica de sus padres- son potencialmente empleadas domésticas.

• Es probable que a menor estrato aumente la cantidad de empleadores que trabajanen el sector informal o como “independientes” lo cual determina, primero, que notengan conocimiento de derechos y deberes laborales, segundo, que no hayan sidosocializados en un ethos laboral colectivo y, tercero, que tiendan a ser escépticostanto respecto de lo legal como de un discurso democrático y de respeto a los dere-chos del niño o de la mujer.

2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil2.3 Valoración y autovaloración del trabajo doméstico infantil

- Satisfacción con el trabajo- Satisfacción con el trabajo- Satisfacción con el trabajo- Satisfacción con el trabajo- Satisfacción con el trabajo

Teniendo en cuenta las condiciones descritas habría que reflexionar en estos datos: el75.7% de las niñas dice que la relación con la familia empleadora es buena, el 18.6% quees regular y el 5.7% que es mala.

Sin embargo, el 31.4% se siente aburrida con el trabajo y el 17.1% declara temor,inconformidad, resignación o un vago sentimiento de estar “regular”. El 51.4% de lasniñas dice estar contenta. Esa diferencia entre la buena relación con la familia empleadoray el sentimiento hacia el trabajo muestra que no es un oficio valorado, independiente-mente de las condiciones favorables o desfavorables en las que se desempeñe. Esto escoherente con las razones por las cuales se aceptó que muestran más una falta de alter-nativas que una elección libre. Además se ve ratificado por el hecho de que el 85.7% (60niñas) quiere cambiar de oficio.

Las razones que arguyen las 34 niñas que no están contentas tienen relación directacon el trabajo o las condiciones que implica: muy pesado y mal remunerado según el29.4% y por la soledad, el encierro y el aislamiento según el 23.5%. Otras razones no serelacionan con el trabajo en sí mismo sino con los empleadores: su temperamento difícil,23.5%, los maltratos a que las someten, 17.6%, o el incumplimiento en el pago, 5.8%.

Las 36 niñas que se declaran contentas valoran, en primer lugar, al empleador que lesda buen trato (el 80.5%) y después si las ventajas económicas y la estabilidad del traba-jo, el 19.4%.

Todos estos datos concuerdan con la respuesta a la pregunta de si el trabajo querealiza está de acuerdo a sus deseos: el 74.3% respondió que no, sólo 18 niñas (el 25.7%)respondieron que si.

Lo que tenemos aquí es un grupo humano insatisfecho y obligado a hacer algo que noquiere, ni le gusta, ni le sirve y que, además, no tiene otras alternativas para suplir susnecesidades.

- Expectativas y figuras identitarias- Expectativas y figuras identitarias- Expectativas y figuras identitarias- Expectativas y figuras identitarias- Expectativas y figuras identitarias

Se preguntó a quién le gustaría parecerse y por qué como una forma de explorar en laautoimagen de la niña, en su autoestima y en las figuras identificatorias o los modelos. El38.6% (27 niñas) no desea parecerse a nadie, de ellas 20 (el 74%) porque dicen estarsatisfechas consigo mismas y 7 (el 26%) porque no tienen un modelo.

El 15.7% de las niñas (11) quiere parecerse a diferentes personajes de la farándula porrazones que tienen que ver con sus cualidades personales (belleza, elegancia, inteligencia,talento). La misma cantidad de niñas (15.7%) se identifica con diversos profesionales, el

45% de ellas (5 niñas) por su inteligencia y dedicación al estudio, el 36% por el trabajoque hacen y el 18% por atributos personales.

14.3% (10 niñas) quiere parecerse a sus empleadores o a familiares de éstos, en el60% de los casos por la forma en que se relacionan con las demás personas, en el 10%por el trato que les dan a ellas y en el 30% por las condiciones económicas que tienen yque les permiten comprar bienes que ellas desearían tener.

El 10% de las niñas (7) quiere parecerse a su madre y en la totalidad de los casosporque es una mujer trabajadora y porque se dedicó a la crianza y manutención desus hijos.

Estos datos confirman la insatisfacción ya no sólo con el oficio o las condiciones deltrabajo sino con su valoración social o su representación cultural. El hecho de que ape-nas el 10% de las niñas tenga a la madre como su modelo a imitar muestra que el proto-tipo de mujer sacrificada que posterga o ignora sus necesidades para satisfacer las deotros está en crisis. Este modelo puede transferirse al de ama de casa, mujer que perma-nece relegada al ámbito privado.

Las figuras modélicas son públicas, exitosas, reconocidas y admiradas. Son represen-taciones de éxito social, de vida cómoda, de consumo. Es de resaltar la importancia quelas niñas le dan a figuras que ellas asocian con la inteligencia, el esfuerzo y el estudio. Sonfiguras validadas por un público masivo o restringido pero en todo caso que se sitúaafuera y los observa; esta connotación excluye y cuestiona, por un lado, el mundocerrado e ignorado de una casa y, por otro, un trabajo invisible y fugaz pero permanenteque no sirve sino a los miembros de una familia.

Estos datos se confirman con las respuestas de la pregunta final de la encuesta: ¿quécree que estará haciendo en los próximos 5 años?

Tan sólo el 15.7% de las niñas (11) piensa que habrá conformado una familia propia yque vivirá con su pareja y el 5.7% que habrá regresado a su pueblo o al hogar de suspadres.

Es de resaltar que el 57.1% tiene aspiraciones que, por un lado, concuerdan con susfiguras modelos y, por otro, se contradicen con el trabajo que realiza en la actualidad El21.4% piensa en terminar sus estudios de bachillerato y el 35.7% cree que tendrá unaprofesión.

7.1% de las niñas (5) no sabe qué estará haciendo (lo cual no necesariamente es tenersentido de la realidad sino que podría expresar una falta de aspiraciones e, incluso, unacierta apatía o depresión).

Siete niñas se ven trabajando, 5 en algo distinto sin especificar qué y 2 como propieta-rias de un negocio. Otros deseos son tener casa propia, vivir en otro país, ayudar a lamadre y mejorar las condiciones de vida.

De los resultados relativos a figuras identitarias hay que resaltar que en todas esasidentificaciones subyacen valores de orden ético que las niñas anteponen a los logroseconómicos. En su concepción tienen más valor las cualidades de las personas que suestatus, lo cual podría significar que para ellas es más importante ser que tener o que eltener está subordinado al ser. De cualquier forma podría verse en esta estructura devalores una pervivencia de su socialización en el campo o en la provincia, por un lado, yuna peculiaridad de su corta edad, por el otro.

2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre2.4 Socialización para el sacrificio y la servidumbre

La experiencia laboral de estas niñas no puede desligarse de su infancia y de su propiamadre. El medio en el que crecen, la socialización a la que son sometidas y las condicioneseconómicas del país las “preparan” -y casi las obligan- para el servicio doméstico.

Desde niñas son “entrenadas” para el sacrificio, la postergación de sus propios deseos,la asunción de responsabilidades que las exceden, la sumisión, la pasividad, la resignación,el conformismo y para soportar situaciones adversas sin rebelarse ni sucumbir.

No saben hacer “nada”, sólo las múltiples, tediosas e inacabables labores de hogar otareas agrícolas que desempeñan no como trabajadoras sino como ayudantes naturalesde sus padres, como un deber filial y una condición de género. Ellas son conscientes deesa limitación lo cual las induce a aceptar cualquier propuesta laboral, por desventajosaque sea; consideran que quien les ofrece trabajo a pesar de su ignorancia y su edad lesestá haciendo un favor. Esa concepción de su situación las priva de cualquier derecho oles impide asumirse como trabajadoras.

La mayoría no tiene modelos ni ejemplos reales que contradigan ese esquema. Susmadres son mujeres sin escolaridad, sometidas, madres de muchos hijos, envejecidas yagotadas. Son maltratadas y abusadas por sus esposos y lo fueron por sus propiospadres. A su vez, maltratan a sus hijas y reproducen en ellas su propia historia. Sonmadres sin tiempo para ellas o para sus hijos, sin intereses diferentes a la supervivencia desu familia, condenadas a vivir en medio de las privaciones y la fatiga. Los esposos lasmenosprecian o ignoran, están confinadas al mundo cerrado e invariable de la casa.

Muchas de las niñas empleadas domésticas no conocen un tipo de mujer diferente a laesposa-madre, no se han relacionado con mujeres profesionales ni independientes; nohay un modelo real de mujer exitosa, por eso tal vez el alto porcentaje de identidad configuras de la farándula. Su contacto con el mundo masculino está mediado por la violen-cia, el abuso o el autoritarismo. No tienen forma de construirse como rivales, colegas oiguales de los hombres porque en todas sus circunstancias y facetas se reproduce yreafirma una subordinación de género. Son niñas-mujeres con problemas de autoestimay con dificultades para definir alguna cualidad de si mismas distinta a su capacidad paratrabajar y obedecer:

La mayoría de las niñas entrevistadas considera que sus defectos se relacionan con latimidez, la incapacidad para hablar con las personas y el mal genio.

Muy pocas niñas ven en el trabajo un medio para el logro de fines más amplios ylejanos; el servicio doméstico no tiene posibilidades de ascenso -lo cual es underecho del trabajador- dentro de su propio universo; no hay diferencia real entreuna niña aprendiz o una empleada con años de trayectoria: de las dos se espera lomismo. Lo máximo que logra una empleada en años de trabajo es hacer más cosas enmenos tiempo y mejor hechas; el tiempo que libera, generalmente, lo emplea en hacermás trabajo. Aunque ya se ha probado que a mayor edad mayor salario, estos argu-mentos no se invalidan porque el meollo del asunto es que el trabajo doméstico noredunda en la cualificación personal de la empleada, no tiene un saldo para su únicousufructo.

3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy:3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy:3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy:3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy:3. El trabajo domestico infantil ayer y hoy:¿Algunos cambios significativos?¿Algunos cambios significativos?¿Algunos cambios significativos?¿Algunos cambios significativos?¿Algunos cambios significativos?

Las entrevistas con algunas mujeres adultas que se desempeñan, o se desempeñaron,como empleadas domésticas desde niñas112 permitieron identificar algunos factores queconfirman el mantenimiento o los procesos de cambio en las condiciones de trabajo, lasrelaciones y la valoración del trabajo doméstico infantil, es decir, bosquejar los cambioshistóricos en el servicio doméstico tal como se presenta en Colombia.

3.1 Razones y condiciones de trabajo3.1 Razones y condiciones de trabajo3.1 Razones y condiciones de trabajo3.1 Razones y condiciones de trabajo3.1 Razones y condiciones de trabajo

Las razones por las cuales empezaron a trabajar siguen relacionadas con la pobreza yel maltrato familiar. La diferencia con las niñas entrevistadas está en la edad de inicio y laescolaridad. Es común en las de más edad que duren mucho tiempo (entre 5 y 10 años)con un mismo empleador o que pasen por diferentes hogares de una misma familia. Eltrabajo ha sido más duro por la carencia de electrodomésticos, por el maltrato de losempleadores y por la escasa protección laboral.

Aquí es pertinente introducir una hipótesis: aunque el trabajo doméstico siguedefiniéndose por los elementos expuestos a lo largo de este documento la fi-gura de la empleada doméstica y las características del empleador han variadolo cual incidió en que el trabajo doméstico se humanizara.

El personaje de la criada -o la sirvienta-, generalmente “recogida” por la familia, analfa-beta, aislada, sobreexplotada, sometida a la voluntad hegemónica del patrón y usual-mente violada por los hombres del hogar ya no existe porque tampoco quedan patronesdéspotas, del tipo patriarcal, ni patronas crueles y arbitrarias. Es un proceso paralelo y,simultáneamente, determinado por la modernización del país, por la extensión de lasprofesiones y los profesionales, por la penetración de los medios de comunicación en elámbito de lo privado, por el aumento de la escolaridad, la disminución de las tasas defecundidad, la ampliación de la oferta laboral, la urbanización creciente, la expansión delas capas medias de la sociedad, la inestabilidad laboral y económica que implica una altarotación de puestos de trabajo, el cambio cultural en las elites, etc.

El hogar ha cambiado, ya no es ese mundo hermético e impenetrable que girabaalrededor de la autoridad indiscutible del padre. Lo público (entendido como la legislacióny la normatividad, la comunicación, la forma misma de la vivienda) ha abierto los hogaresy ha creado intermediarios entre los sujetos con autoridad y los objetos de esa autori-dad. La familia ya no acepta ni tolera tiranías porque se han diversificado las formas enque la sociedad puede proteger a sus miembros más vulnerables, aún a costa de supropia voluntad. A eso se añade la distribución demográfica de la población que determi-na que la mayor parte de empleadores de servicio doméstico esté entre los 40 y 60 años

112 Se realizaron entre-vistas a 9 mujeresadultas con las si-guientes característi-cas: un promedio deedad de 37.6 años.Dos mujeres tienenmenos de 30 años,tres tienen menos de40 años, dos tienenmenos de 50 años ydos tienen más de 51.Respecto a la esco-laridad sólo dos delas nueve mujereshan cursado gradosde la secundaria(séptimo y noveno),dos tienen primariacompleta y tres pri-maria incompleta. Dedos mujeres no hayinformación.

Dos mujeres vienende municipios deCundinamarca, cua-tro del Tolima, una deBoyacá, una de San-tander y sobre unano hay información.Dos mujeres están ensituación de despla-zamiento. Seis muje-res estaban emplea-das por días al mo-mento de ser entre-vistadas, una estabainterna, una buscabatrabajo y otra esta-ba dedicada a su pro-pio hogar. Tres de lasmujeres llevan traba-jando entre 35 y 45años; tres entre 20 y25 años y tres menosde 5 años.

y sea una generación socializada en un medio urbano y con actividades típicas de estemedio de las que provienen la mayoría de sus ingresos. Podría plantearse la hipótesis deque un empleador rentista, propietario de tierras rurales (así viva en la ciudad) y mayorde 60 años tiene más tendencia a establecer relaciones despóticas con sus empleados.

Indudablemente, el perfil del empleador ha cambiado (y se podría aventurar que másque el de la empleada). Es importante responder estas preguntas ¿Quién (qué estratosocial) demanda servicio doméstico ahora y quién hace 20 o 30 años? ¿Qué necesidadessatisface ahora la empleada doméstica y cuáles satisfacía antes? Una hipótesis es queen los años 60 y 70 (los años del aceleramiento definitivo de la urbanización) elservicio doméstico era una manifestación de estatus mientras que ahora esuna necesidad que se corresponde plenamente con la creciente profesionaliza-ción de las mujeres y de su participación en el mercado laboral.

La diferencia entre empleada y empleador ya no se marca de la antigua forma eviden-te: por el uso de uniforme, por los apelativos mutuos o por la segregación en el espacio.Esto no significa que las distancias se hayan borrado o que la asimetría se haya superado,la diferenciación se ha hecho sutil aunque sigue siendo evidente. Incluso, tanto en niñascomo en adultas, se ha naturalizado.

En las narraciones de las empleadas de más edad se perciben vestigios de esta etapadel trabajo doméstico pero, así mismo, es claro que pertenecen a un pasado remoto.

3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida3.2 El significado del trabajo en la calidad de vida

Una primera conclusión es que, al tenor de estas entrevistas, nunca se sale del traba-jo doméstico aunque sí se abandona la condición de empleada interna. Sólo una de lasmujeres se había dedicado al hogar y a ayudarle a su esposo en un negocio familiar. Lasdemás seguían trabajando, para ellas mejorar es pasar de internas a trabajar por díasporque así pueden ayudar o sostener a sus familias y escoger a sus empleadores. El traba-jo por días es visto como alcanzar independencia y autonomía, ser menos empleada.

La rotación también es escasa, pocas han tenido -y aprovechado- la oportunidad decambiar de oficio. Generalmente han pasado por trabajos como aseadoras o atendiendopúblico en restaurantes y panaderías. Ninguna ha tenido un trabajo estable con unavinculación laboral formal. Siempre han trabajado sin contratos ni prestaciones sociales.En el momento de la entrevista ninguna de ellas era propietaria de su vivienda. Las mayo-res están casadas, las más jóvenes se han separado, han tenido varias uniones y, enambos casos, son las responsables únicas de la manutención de los hijos.

El sentimiento que prima hacia los empleadores y el empleo es la gratitud; si bien sonconscientes de que es un trabajo sólo para sobrevivir también reconocen que les permi-tió criar a sus hijos, ofrecerles estudio (aunque en ningún caso más allá del bachillerato) ymejorar la condición de vida de su familia; en sus hijos han conjurado las privaciones y elhambre de su niñez.

Agradecen a sus empleadores la ayuda en especie que le dieron a sus familias o a ellasmismas: ropa, alimentación, vivienda y estabilidad (entendida como permanencia). Con-sideran que haber estado empleadas en un hogar de terceros les permitió aprender “co-sas” que significaron un mayor bienestar para sus familias: comidas, nutrición, orden enla casa, formas de trato, maneras de conducir a la familia, etc.

A la gratitud por el empleador se suman sentimientos de afecto y de respeto. Recono-cen que las maltrataron pero lo consideran parte de la formación. En la relación de estageneración de empleadas con sus patrones es más evidente que el empleador no solo essino que simboliza la autoridad y en esa medida se le atribuyen las funciones del padre,esto le da derecho a ejercer maltrato o a ser “duro” y “fuerte”, prerrogativa del padresobre los hijos y que se hace extensiva a la patrona. Así mismo la empleada tiende aconsiderar que el salario y las demás dádivas son una manifestación de la bondad y losbuenos sentimientos del patrón. En ellas hay todavía menos asunción del rol de trabaja-doras que en las niñas, no conciben una relación contractual con el empleador.

Otro aspecto de esta relación que se mantiene en las niñas es, más que la obediencia,el sujetarse por completo al estilo del empleador, a su lógica, sus necesidades, sus modosde hacer y sus caprichos. En esta manera de actuar se muestra, una vez más, que en eltrabajo doméstico no tiene tanta importancia la acumulación de experiencia y que nohay un intercambio “pedagógico” entre los dos actores: la empleada no “forma” ni“enseña” al empleador, en ese sentido su trabajo no tiene efectos sociales oculturales.

Desde otro punto de vista podría afirmarse que en el universo de este trabajo haymuchos elementos premodernos porque sigue dándose en mundos cerrados, monoló-gicos y privados; tampoco ha alcanzado el estadio contractual de rol y función sino quesigue primando el estilo personal de un actor que, respecto al otro, tiene un poder que lepermite sojuzgarlo. Quizás una forma de modernizar esta relación y de introducir elemen-tos de lo público y lo contractual sería el mayor protagonismo de las agencias comointermediarias entre empleador y empleada. La superación definitiva de esa relación vela-da y semioculta de servidumbre sería la abolición del servicio doméstico interno.

3.3 Percepción del servicio doméstico3.3 Percepción del servicio doméstico3.3 Percepción del servicio doméstico3.3 Percepción del servicio doméstico3.3 Percepción del servicio doméstico

Estas mujeres eran todavía más frágiles que las niñas que se han venido describiendo,la fluidez entre autoridad del padre o la madre y los empleadores y de los trabajos en elhogar y el trabajo doméstico era aún mayor, la subordinación al patrón estaba completa-mente naturalizada. Además en sus hogares sufrían mayor maltrato y vivían en ambien-tes de más pobreza y privación, esas condiciones prefiguraban la posterior relación conlos empleadores.

Esta afirmación puede leerse en la reiterada alusión a la comida (su cantidad, periodici-dad y calidad) como una ventaja y el aspecto más positivo de trabajar en el serviciodoméstico. Igual sucede con la ropa y la vivienda. Esta valoración podría ser el envés deuna carencia reiterada que por primera vez se veía satisfecha.

La naturaleza de la relación empleador-empleada se confirma al observar las cualidadesque según ellas tiene un buen empleador: darles buen trato y tener buen genio, serconsiderado y humanitario, que aprecie el trabajo y que les pague cumplidamente. Encontraposición, las cualidades de la buena empleada son la obediencia, que sea acomedi-da (es decir, hacer más de lo que tiene que hacer y antes de que se lo ordenen), respe-tuosa y de buena voluntad, honradez y cumplimiento. Estos son listados de cualida-des que conforman más un relación de servidumbre que una contractual detrabajo como se entiende en términos modernos.

Aún así, a posteriori, identifican lo negativo de su trabajo: los malos tratos o humillacio-nes a las que se exponían, la baja remuneración o el incumplimiento en los pagos, el

trabajo pesado y la explotación, el encierro y la rutina. Este listado concuerda con lo quesegún ellas daña a una buena empleada: los malos patrones (humillantes, déspotas eincumplidos) y las malas amistades.

Las de más edad consideran que el servicio doméstico es bueno para las niñas porquesi los empleadores son buenos las cuidan y les enseñan a trabajar; pero si los patrones noson buenos las pueden manipular, engañar y pagarles menos que a una adulta. Ellascreen que una menor tiene la ventaja de ser más ágil y rápida aunque sea menos respon-sable. En este punto hay una leve diferencia entre las empleadas más jóvenes y lasmayores: las primeras ven en las niñas sus competidoras en un trabajo, las últimas ex-presan un sentimiento más maternal y de protección.

Sin excepción consideran que la única posibilidad de mejorar es el estudio pero no loven como un derecho de la empleada sino como una concesión del empleador. Tambiénpor unanimidad desean para sus hijas otra experiencia, la mayoría quisiera que estudia-ran y se desempeñaran como profesionales o que tuvieran un trabajo de oficina.

3.4 Influencia en su vida personal3.4 Influencia en su vida personal3.4 Influencia en su vida personal3.4 Influencia en su vida personal3.4 Influencia en su vida personal

Estas mujeres fluyeron de un hogar a otro y aunque formalmente distintos su situa-ción fue muy similar. El exceso de trabajo y la sujeción a una autoridad son los elementosque igualan el hogar paterno, el del empleador y el propio. Siempre hicieron -y siguenhaciendo- las mismas actividades rutinarias e invariables a pesar de las décadas que sepa-ran las distintas etapas.

Son mujeres que trabajaron siempre para otros y sólo de contera para sí mismas.Variaron las contraprestaciones (afecto, salario) pero siempre hubo una actitud que viciópor completo su experiencia: el sentimiento de ser objeto de la buena voluntad de losotros, el no concebirse ni asumirse como sujeto múltiple de diversos derechos (niña,mujer, trabajadora, cabeza de hogar, ciudadana). Son mujeres frágiles y vulnerables por-que siempre han estado a merced de otros, porque han creído que deben merecer loque se les da y ese merecimiento está condicionado a que el otro las apruebe y se sientasatisfecho con ellas. El costo es subordinar su persona a exigencias externas, vaciarsepara poder llenarse del contenido que convenga en ese momento.

Su gran logro después de años de trabajo es haber levantado a los hijos, trabajaronpara darles techo, alimentación, ropa, estudio y recreación. Lo que obtuvieron a cambioes sólo la satisfacción de haberlo hecho. ¿Qué puede pasar con las empleadas domésticasque no tengan hijos? ¿De dónde va a provenir su gratificación si no tienen cómo expe-rimentar el deber ser que la sociedad patriarcal ha impuesto a las mujeres de sacrificio ypostergación?

Suponiendo que ese fuera el destino de las 90 niñas con las que se trabajó (70 encues-tadas y 20 entrevistadas), primero, ¿es deseable?, segundo, ¿cómo torcerlo?, tercero,¿es suficiente con mejorar las condiciones laborales?

3.5 El control social: factor protector y regulador el la relación3.5 El control social: factor protector y regulador el la relación3.5 El control social: factor protector y regulador el la relación3.5 El control social: factor protector y regulador el la relación3.5 El control social: factor protector y regulador el la relaciónempleador empleadaempleador empleadaempleador empleadaempleador empleadaempleador empleada

Como ya se esbozó, los empleadores han cambiado. Uno de esos cambios es que yano creen ser portadores naturales de un poder señorial legitimado por su estatus socio-

económico y que les da pleno derecho sobre su empleado; su autoridad ya no los prote-ge ni les permite ejercer su arbitraria voluntad. Aunque no haya una estricta relacióncontractual, y a pesar de que la empleada no se asuma como trabajadora ni ejerza suderecho, el empleador no se extralimita porque el riesgo de incurrir en violaciones a la leyy ser denunciado actúa como freno.

Por otro lado, en la relación que establecen con su empleada hay un cálculo racionalque está basado en una especie de miedo a la retaliación. El empleador se concibe en unacierta desventaja, le otorga un poder a la empleada que hace que, simultáneamente,desconfíe de ella y la trate bien. Esto tiene que ver con lo que se exponía antes de laapertura del hogar y de la introducción de elementos de lo público en el ámbito privado.El empleador, a la vez, teme y valora las relaciones que la empleada pueda tener fuera desu hogar y cómo vayan a afectarlo a él.

En este sentido hay otros dos factores que actúan sobre ambos actores y los contro-lan, incluso los inhiben:

• La proximidad y agrupación de las viviendas.

• La red que forman las recomendaciones personales.

Ambos son factores externos que vigilan, simultáneamente, a uno y otro. El que laempleada pueda contar a otros vecinos o empleadas lo que sucede en el hogar dondetrabaja o el trato que recibe es un riesgo que orienta las acciones de los empleadores yuna posibilidad para que la empleada identifique, comprenda y controle su relación con elempleador. Por otra parte, el que la empleada trabaje para diferentes empleadores quetienen relación entre sí la obliga a cuidar su comportamiento.

La mayor necesidad de los empleadores es aumentar su seguridad en el extraño quellevan a la casa, en últimas, parecen dispuestos a sacrificar eficiencia por confianza. Unaniña, que venga del campo, que ojalá esté sola en la ciudad, que no estudie y que estérecomendada es el tipo que les genera mayor confianza. La recomendación más confia-ble es la del empleador de alguna mujer de la misma familia o región de la niña quecontratan. Como ya se dijo su ideal es una niña que puedan moldear según sus deseos.Aunque parecería que en este punto hay diferencias entre empleadores según su edad yocupación: las más desconfiadas y temerosas son las mujeres mayores.

Aunque en su lógica mayor conocimiento y control de la empleada significa un mayormargen de seguridad, los empleadores poco saben de su empleada, conocen a la madreo algún familiar, saben algo de la historia personal y tienen una idea de lo que hace cuandono está trabajando; en la relación laboral que establecen están más o menos diferencia-dos el rol de empleada y su propia persona y la jornada laboral y el tiempo libre fuera dela casa. Los empleadores ejercen un control más o menos férreo y detallado pero permi-ten (o mejor, no impiden) una vida individual fuera de la casa. Esa es una diferenciafundamental con la condición narrada por las empleadas adultas.

4. Factores de riesgo y protectores y4. Factores de riesgo y protectores y4. Factores de riesgo y protectores y4. Factores de riesgo y protectores y4. Factores de riesgo y protectores yvulneracion de derechos en el trabajovulneracion de derechos en el trabajovulneracion de derechos en el trabajovulneracion de derechos en el trabajovulneracion de derechos en el trabajodomestico infantildomestico infantildomestico infantildomestico infantildomestico infantil

4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales que4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales que4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales que4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales que4.1 Sobre los factores socioeconómicos y culturales queexplican el trabajo infantil en servicio domésticoexplican el trabajo infantil en servicio domésticoexplican el trabajo infantil en servicio domésticoexplican el trabajo infantil en servicio domésticoexplican el trabajo infantil en servicio doméstico

Las niñas que vienen de zonas rurales y cuyos padres son campesinos que se dedicana labores agrícolas se ven en la necesidad de ingresar al servicio doméstico, principalmen-te por las siguientes razones:

• El campo brinda el mínimo vital para la supervivencia física pero no permite la acumu-lación ni el consumo de bienes.

• No pueden mantenerse en el sistema educativo bien por la escasez de recursos de lafamilia, porque la escuela no ofrece más que educación primara o porque el cumpli-miento del calendario escolar está sujeto a muchos factores que no dependen de lavoluntad o el interés de los estudiantes.

• Sus carencias y las familiares las presionan a conseguir trabajo y en sus pueblos notienen opciones, no tanto por su edad o su escolaridad sino porque no hay fuentes deempleo disponible.

• En sus hogares sufren formas de maltrato y abuso que hacen imposible la convivencia.

• La violencia política que afecta principalmente a la población rural y obliga al desplaza-miento forzado de población.

Las niñas de procedencia urbana trabajan porque las difíciles condiciones económicasde sus familias no permiten que sus padres les den estudio y bienes diferentes a la alimen-tación y la vivienda en condiciones precarias; enfrentan también las malas relaciones consus familias y la carencia de otras alternativas laborales.

En ambos casos las niñas se ven obligadas a hacerse cargo de sí mismas desde elcomienzo de su adolescencia y no tienen ninguna opción de trabajo diferente al serviciodoméstico; en esa carencia de alternativas influyen su género, su escolaridad, su edad yel desempleo generalizado en las ciudades y agudizado en las zonas rurales o en ciudadesde provincia.

El trabajo es un medio para seguir sus estudios, acceder al consumo, ayudar a susfamilias, ampliar sus posibilidades escolares, sociales y culturales de superación y cambiode oficio y, en general, la posibilidad de conseguir un mejor estatus social y económicoque el de sus familias.

Muchas condiciones reproducen el trabajo doméstico infantil. Las niñas vienen de si-tuaciones sociales, económicas y culturales particulares (pobreza, carencia de servicios,baja escolaridad de padres, conflictos familiares y sociales), el trabajo que les ofrece laciudad es el servicio doméstico, las posibilidades de estudio son nocturnas o de tiempoparcial los fines de semana, no hacen los cursos completos sino los validan. El cambio másfactible es pasar a la economía informal o seguir en los servicios pero ya no en el hogar deterceros.

4.24.24.24.24.2 El contexto de violencia social y política y el trabajo El contexto de violencia social y política y el trabajo El contexto de violencia social y política y el trabajo El contexto de violencia social y política y el trabajo El contexto de violencia social y política y el trabajodomesticodomesticodomesticodomesticodomestico

Sin duda, factores como la delincuencia social y la violencia política influyen negativa-mente en la relación que se establece entre empleadores y empleadas. Las constantesdenuncias de empleadas comprometidas en el secuestro de niños y en los robos a lasviviendas, entre otras, acentúan el clima social de desconfianza y llevan a que los patro-nes asuman una actitud de mayor vigilancia y encierro hacia sus empleadas.

La mayoría de las prohibiciones (hablar con extraños, llevar visitas a la casa, hablar porteléfono) son justificadas por los empleadores como simples medidas preventivas, espe-cialmente si ya han sido víctimas de robos por parte de empleadas anteriores.

Se asume, o bien que la empleada puede ser una potencial delincuente o que su inge-nuidad la hace fácilmente manipulable para delincuentes que viven a la conquista decómplices, especialmente si son menores de edad.

Aquí es fundamental introducir una idea: quizás si la sociedad colombiana -y los habi-tantes de Bogotá- no atravesaran por las particulares condiciones de inseguridad y vio-lencia que han creado un clima colectivo paranoide, temeroso y agresivo las relacionesempleador-empleada y la vivencia misma de las niñas sería diferente.

4.34.34.34.34.3 El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor o El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor o El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor o El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor o El trabajo domestico infantil: ¿bueno o malo, mejor opeor? Factores de riego y factores protectorespeor? Factores de riego y factores protectorespeor? Factores de riego y factores protectorespeor? Factores de riego y factores protectorespeor? Factores de riego y factores protectores

No es recomendable calificar a priori la vinculación de las niñas al trabajo domésticocomo buena o mala, mejor o peor; si bien el trabajo no debiera ser, en ninguna circunstan-cia, alternativa de mejoría para ninguna niña, la situación socioeconómica y política delpaís, de hecho, viola y vulnera los derechos de la niñez al someterlos al hambre y los malostratos y al negarles las posibilidades de acceso a la educación, la salud, la recreación ydemás derechos. Al crecer en un mundo marcado por las carencias y las necesidades, eltrabajo doméstico aparece como la posibilidad de acceder al alimento, tener techo, ropa y,en algunos casos, de disminuir el maltrato. En ese sentido, y paradójicamente, el serviciodoméstico representa una mejora substancial de la calidad de vida de estas niñas.

Es importante destacar que mientras el Estado y la sociedad no garanticen los dere-chos mínimos de la niñez y mientras no se reconozcan y respeten los derechos de lasmujeres y de los y las trabajadoras, las niñas seguirán encontrando en el trabajo domés-tico en hogares de terceros la única alternativa de supervivencia, aun cuando signifiquetambién la vulneración de derechos.

El trabajo doméstico tiene un significado y un efecto diferentes en la vida de las niñasdependiendo de los siguientes factores:

• Características de sus familias de origen.• Características socioeconómicas de sus contextos de procedencia.• Características personales: auto percepción, recursos comunicacionales, educación,

etc.• Redes sociales e institucionales de apoyo.• Características de la familia empleadora.

Teniendo en cuenta estos aspectos es posible, entonces, determinar los factores deriesgo o protectores en relación con los derechos de las niñas, veamos:

Factores de riesgo

• Proceder de una familia desintegrada y/o caracterizada por relaciones de maltrato,abuso y abandono.

• Carecer en la ciudad en donde se trabaja de contactos y apoyos de familiares yamigos.

• Desconocer la ciudad donde se trabaja y su red de servicios.• El analfabetismo y los bajos niveles educativos.• Presentar problemas de salud.• Tener defectos o limitaciones físicas.• Que la niña desconozca sus derechos.• Que el empleador desconozca sus deberes.• El aislamiento social, esto es, la falta de relaciones con chicas y chicos de su edad.• El no estar escolarizada o realizando algún tipo de labor o aprendizaje diferente al oficio

doméstico.• El consumo de alcohol o de sustancias psicoactivas en la familia empleadora.• Niveles de alta conflictividad y de desintegración de la familia empleadora.• Que el empleador no pueda suministrarle una habitación propia ni demarcarle una

jornada laboral diaria.• Que el empleador no tenga ingresos constantes y estables y que la remuneración de

la niña dependa de esas contingencias.

Las niñas en peor situación son las que están solas en Bogotá, tienen a la familia lejos yademás no estudian. Ellas están sometidas al encierro, a la nostalgia y a la total merceddel empleador. Son niñas que no tienen tiempo libre porque no pueden emplearlo ennada, si no trabajan se encuentran con una cantidad de tiempo que no tienen en quéinvertir y que les resulta penoso, pesado y deprimente.

La opción para las niñas en esta condición es quedarse sola en la casa o ir con losempleadores a donde ellos vayan -si la invitan. Salir con ellos es seguir en la misma condi-ción subordinada, desempeñar el papel de toda la semana pero en un espacio diferente.Sobre estas niñas la autoridad del empleador es potencialmente más fuerte, lo único queimpide o mitiga su arbitrariedad es su propia voluntad.

Factores protectores

• Pertenecer a un núcleo familiar sólido.• Mantener relación y comunicación permanente con la familia.• Tener familiares, paisanos y/o amigos en la ciudad donde trabaja.• Conocer la ciudad y su red de servicios.• Saber leer y escribir o tener niveles educativos acordes a su edad.

• Conocer sus derechos como empleada menor de edad.• Que los empleadores conozcan los derechos legales de las empleadas.• Tener amigos y amigas de su edad y participar de dinámicas de encuentro y esparci-

miento.• Estar estudiando o realizando algún tipo de labor o aprendizaje diferente al oficio do-

méstico.• Niveles adecuados de comunicación e integración de la familia empleadora.• Estabilidad laboral y económica del empleador que le garantice su propia estabilidad.

Las niñas en mejor condición son las que estudian y tienen familia o paisanos en Bogo-tá porque eso representa un universo alterno y contrario al laboral, pueden estableceruna diferencia clara y saludable entre trabajo y tiempo libre. Son niñas que no estánprivadas de una vida social activa, que tienen contacto con personas de su edad, queestán respaldadas y que pueden ver alternativas a situaciones que las niñas anteriores nopueden controlar ni alterar.

El tema de los factores de riesgo y de protección se amplía si se lo refiere a otro criteriopara valorar el trabajo infantil: qué pierde y qué gana la niña al trabajar. En casos “norma-les” (donde no hay maltrato intrafamiliar, ni situación de desplazamiento, ni orfandad) laniña está perdiendo su niñez, esto es, el periodo social y culturalmente asignado para lasocialización básica, el juego, la creación de valores, el ocio creativo, la irresponsabilidad yla experimentación de sensaciones emocionales y afectivas, en general, el periodo demoratoria, el plazo de gracia, que concede la sociedad antes de asumir el rol de adulto. Enesos casos normales la pérdida, de índole emocional, estará siempre insuficientementecompensada por cualquier ganancia económica.

Pero en los casos “anormales” (en los que la niña proviene de condiciones familiares ysociales extremas) la ganancia es superior a la pérdida puesto que significa, en lo funda-mental, la liberación de una situación lesiva y denigrante que trae ventajas adicionales:comodidad, mejor nivel de vida, dinero disponible, apertura de intereses y alternativas y,sobre todo, no estar expuesta a riesgos de mayor abuso.

En el primer caso el trabajo es completamente alienado puesto que se expresa sólo endinero, en el segundo caso tiene una significación más amplia porque involucra condicio-nes de existencia. Sin embargo, el trabajo doméstico para terceros no brinda en sí mismouna posibilidad de objetivación ni genera reconocimiento. No es un trabajo creativo queimplique la concentración del espíritu en el logro de un fin, no es un trabajo que creevalor.

4.44.44.44.44.4 Acceso y /o vulneración de derechos Acceso y /o vulneración de derechos Acceso y /o vulneración de derechos Acceso y /o vulneración de derechos Acceso y /o vulneración de derechos

La actitud de los empleadores hacia el servicio doméstico parece depender del nivel deescolaridad y del estrato. Para los de mayor escolaridad predomina la idea de una relacióncontractual en la cual un sujeto paga a otro por cumplir determinadas tareas en untiempo y espacio acordado de antemano. En el otro extremo está el empleador queconsidera que le está haciendo un favor a una niña en condiciones difíciles que necesitaun ingreso económico. Este tipo de empleador tiende a confundir o a oscilar entre consi-derar a la empleada un miembro de la familia o un objeto de beneficencia.

No suelen considerar a la niña como su par en cuanto sujeto de iguales derechos o portener una misma condición civil; su relación se fundamenta en las desigualdades y las

asimetrías. Aunque no es común un maltrato evidente y extremo tampoco hay un reco-nocimiento de los derechos de tercera generación (los específicos por razón del sujeto opor razón del objeto). Se les reconoce el derecho a comer, vestirse y dormir bajo untecho (la supervivencia, que es derecho de primera generación) o a estudiar para mejo-rar las condiciones de vida en el futuro (derecho de segunda generación), pero no se lesreconocen derechos a tener una vida social libremente elegida, a la recreación, al ocio y eljuego o al ejercicio de la sexualidad.

Se aprueba a la empleada cuando el resultado de su trabajo y su forma de ser seadaptan a las expectativas, necesidades o creencias del empleador pero se le reprende oestigmatiza cuando su conducta diverge de esos criterios. De estas niñas se exige obe-diencia, disciplina y seriedad dentro del trabajo pero no se aceptan expresiones de supersonalidad ni de su condición de mujer o de joven.

La otra dimensión del problema está en que, tanto para las niñas como para sus em-pleadores, su trabajo es una continuidad natural del oficio casero por lo cual no requierecapacitación sino, escasamente, fortalecer habilidades o perfeccionar modos de haceraprendidos en su propio hogar. Cualquier persona estaría en capacidad de desempeñarestas labores por lo cual no es un trabajo valorado. Además, el trabajo doméstico tieneuna relación directa con la empleadora, y con sus roles de ama de casa, madre y esposa,y con los niños; la relación con el hombre de la casa -rol de padre, esposo y proveedor-es indirecta, la empleada doméstica lo sirve pero no es su reemplazo, su suplente o lapersona que optimice la eficiencia de sus funciones. Esto es clave en una sociedad ma-chista como la nuestra.

El que se pueda contratar a alguien para que realice los oficios de la casa y la atencióna la familia tiene una significación diferente según género, estrato, escolaridad y ocupa-ción del empleador. En el mejor de los casos, el servicio doméstico libera tiempo de lamujer para el desempeño laboral fuera del ámbito privado del hogar, es en estos casos enlos que más importancia se le atribuye.

Se le valora mucho menos cuando el servicio doméstico libera a la empleadora de laactividad en sí misma y de las molestias que trae consigo pero no le facilita el desempeñolaboral porque éste no existe. En el primer caso el trabajo doméstico facilita un proyecto devida porque convierte a la mujer liberada de esas tareas en proveedora del hogar y le permi-te el ejercicio de un rol en el ámbito público, en el segundo caso apenas produce ocio.

Por otro lado, podría pensarse que la niña en servicio doméstico suplanta una parte delrol de madre, esposa y “propietaria” pero que no recibe la gratificación emocional yafectiva con la cual la sociedad recompensa el ejercicio de ese rol. El trabajo domésticoes, entonces, un medio para el logro de los fines del empleador, a cambio la empleada norecibe nada diferente al salario, no la cualifica como persona. Su trabajo es fundamentalporque permite a la unidad familiar mejorar sus ingresos y su estatus, sin embargo, para-dójicamente, no es un trabajo valorado. Prueba de ello es que sigue siendo asignado a lasmujeres con menos repertorios culturales de los sectores más empobrecidos de la pobla-ción rural y urbana.

- Ni noción de derecho, ni noción de niñez - Ni noción de derecho, ni noción de niñez - Ni noción de derecho, ni noción de niñez - Ni noción de derecho, ni noción de niñez - Ni noción de derecho, ni noción de niñez

Las niñas no se reconocen a sí mismas como trabajadoras ni como sujetos de dere-cho. Este reconocimiento se dificulta aún más cuando el empleador es a la vez pariente o

allegado de la familia de la niña o cuando ésta no recibe un salario sino que trabaja acambio de vivienda, estudio, alimentación o por servir de compañía a una persona. Al noreconocerse como trabajadoras las niñas se asumen como objeto de un favor o de unadádiva y eso las coloca en una posición mental, emocional y cultural subordinada, laspriva de valía ante sí mismas. Consideran que el gran favor que les hacen es darles traba-jo aunque sean menores de edad y no tengan bachillerato.

Sin embargo, reconocen dos situaciones. En primer lugar es reiterada la idea de que losempleadores contratan a una menor de edad porque le pueden pagar menos, pero noven en el salario más bajo una consecuencia de su minoría de edad o de su inexperienciasino el resultado de que el empleador sabe que ellas lo van a aceptar porque una niña nopelea ni impone condiciones, no sabe negociar. Esa misma razón explica, según las em-pleadas adultas, por qué los empleadores prefieren niñas. Pero los empleadores no utili-zan ese argumento, para ellos la niña es preferible porque es sana, manejable y obedientey se le paga menos, cuando lo admiten, porque, uno, no tiene responsabilidades deadulta y, dos, en su casa está mejor que en la de su familia.

También reconocen algunos derechos del niño pero no con claridad ni diferenciándolosde los derechos del adulto o de los valores cristianos relacionados con el trato al prójimo.La concepción que las niñas tienen del derecho está completamente influida por la auto-ridad que otorgan al adulto, entonces sus derechos son más bien concesiones que leshacen los adultos de buena voluntad que las rodean o a los que están sujetos de algunaforma. La mayoría de estas niñas no concibe la existencia de instancias ajenas a la rela-ción empleado-empleador que puedan imponer sus propias decisiones y así favorecerlas.En esa circunstancia también puede leerse la transferencia de autoridad entre padres yempleadores y la concepción de “hogar” como universo cerrado y privado sujeto a unavoluntad hegemónica.

La idea de reivindicar, rehabilitar o mejorar las condiciones de vida y de trabajo de lasniñas se fundamenta en que esto se logra si su trabajo está guiado por su propio interés.En las condiciones estructurales descritas ¿cuál sería este interés? No es sólo trabajarpara sí mismos o hacer del trabajo un medio para la consecución de fines racionalmentedefinidos; hay componentes afectivos y relacionados con la tradición o los valores. Laniña que trabaja se siente independiente y adulta, máxime si puede ayudar a su familia,por ejemplo.

Si el criterio para valorar el trabajo infantil no es la remuneración sino suinfluencia en el desarrollo de la niña habría que decir que el trabajo domésticoes válido si y sólo si es un medio para el logro de un fin y si ese fin es el quedetermina la jornada diaria, la intensidad de las tareas y la periodicidad. El finlegítimo sería el estudio y, en algunos casos, la ayuda a la familia; cuando el fin es estudiarel trabajo se está articulando a un proyecto de vida y tiene un carácter temporal. Ahora,aquí son pertinentes las preguntas de estudiar qué y para qué.

Las niñas entrevistadas no se asumen como niñas y no sólo porque estén trabajandoy ayudando al mantenimiento de su familia sino porque desde temprana edad colabora-ban con los oficios de su casa. En un extremo está la niña campesina que suplía a sumadre mientras ella estaba en el campo y que tenía sobre sí la responsabilidad de lareproducción de la familia. En el otro están las niñas que estudiaban en jornadas diariasnormales, que en su tiempo libre jugaban y hacían tareas pero que tenían algunas res-

ponsabilidades en el hogar. En ningún caso el trabajo en servicio doméstico ha represen-tado una ruptura total con la vida anterior ni ha marcado algo así como el final de la niñez.

Esto hace pensar en qué concepto de niñez se está manejando, si uno puramentecronológico-biológico o uno de índole cultural. La niñez (su duración, su especificidad)está determinada, en primer lugar, por condiciones económicas y culturales, por el modode vida y por el espacio social, el renglón productivo y la región desde la que se mire, sólodespués de esos factores está la definición legal, jurídica o académica del término.

- Sumatoria de derechos – sumatoria de violaciones- Sumatoria de derechos – sumatoria de violaciones- Sumatoria de derechos – sumatoria de violaciones- Sumatoria de derechos – sumatoria de violaciones- Sumatoria de derechos – sumatoria de violaciones

Resultaría un tanto simplista enumerar los derechos consagrados para la niñez que sonvulnerados por el trabajo doméstico infantil pues, como se mencionó anteriormente, dehecho, muchas niñas son vulneradas en sus derechos antes de ingresar como trabaja-doras domésticas, a tal punto que el trabajo significa una mejoría o una oportunidad paraacceder a derechos tan elementales como el derecho a la alimentación o a la vivienda y,en algunos casos, hasta a la recreación, la salud y la educación.

Al respecto es importante destacar que cuando el trabajo está marcado por relacionesde exclusión, discriminación y subordinación le niega a la niña posibilidades de un sanodesarrollo; en esos casos el proceso de construcción de su identidad se verá seriamenteafectado en tanto se le impide autopercibirse como persona, autónoma, capaz y creati-va. En estas condiciones el trabajo la está condenando a aceptar y a “naturalizar” unasociedad de ricos y pobres, capaces e incapaces, mejores y peores, un mundo en el queni siquiera se permiten las aspiraciones.

Otra característica importante del trabajo doméstico infantil es el encierro y la restric-ción a entablar relaciones con hombres y mujeres de su edad, aspecto que impide, entreotros, el derecho al ejercicio de la sexualidad y que genera sentimientos de soledad,abandono y conductas depresivas.

Por otro lado, el análisis acerca de la relación entre trabajo doméstico infantil en hoga-res de terceros y derechos no puede restringirse a considerar solamente los derechos dela niñez, porque quienes se desempeñan en este oficio además son mujeres y trabajado-ras, por lo tanto, deben analizarse también los derechos de las y los trabajadores y losderechos de las mujeres.

Los primeros derechos vulnerados de estas trabajadoras son a la libre elección deprofesión u oficio y a la promoción. Las encuestas y entrevistas ilustran con claridad,además, como el trabajo doméstico, por realizarse en un ámbito privado, permite vulne-rar más los derechos de los trabajadores en cuanto a la jornada laboral, salarios y presta-ciones sociales.

El derecho más vulnerado como mujer en este trabajo es estar sujetas a patronesestereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en concep-tos de inferioridad o subordinación.

¿Cómo humanizar el trabajo domestico? En estas niñas se contratan brazos, piernas,el poco de inteligencia necesario para no dejar entrar un extraño o para no permitir queun niño se hiera. De ella, por principio, no se requiere que aporte sino que cumpla. En ellase han disociado las facultades de pensar y ejecutar. Su iniciativa se reduce a encontrar laforma de hacer lo que le ordenaron en menos tiempo y empleando menor esfuerzo

físico. Cambiar esta condición del trabajo no depende de la buena voluntad o de la esco-laridad del empleador, supone más bien una profunda transformación socio-cultural quepropenda por una revaloración y resignificación del trabajo doméstico y de las relacionesentre adultos y niños, hombres y mujeres.

La pregunta es ¿qué adultas van a ser estas niñas? pareciera que van a estar en lascondiciones intelectuales, económicas y morales de las mujeres de comienzos de siglo, delas previas a la generación que pensó en el feminismo y la visión de género.

5. Conclusiones y recomendaciones5. Conclusiones y recomendaciones5. Conclusiones y recomendaciones5. Conclusiones y recomendaciones5. Conclusiones y recomendaciones

• Situaciones de nuestro país como la crisis del sector agrario, la agudización del con-flicto armado interno, la pobreza generalizada y la violencia intrafamiliar obligan amuchas menores de edad a salir de sus hogares y a buscar el trabajo domésticocomo opción de sobrevivencia personal y/o apoyo a la precaria situación económi-ca de sus hogares.

• La mayoría de las niñas trabajadoras domésticas nacieron y vivieron su primera infan-cia en el campo y un alto porcentaje pasó directamente de vivir en una vereda a viviren Bogotá.

• La edad promedio en que empezaron a trabajar es de 14 años, la mayor cantidadempezó entre los 14 y los 15 años. El 11.4% de las niñas empezó a trabajar antes delos 12 años y el 23% entre los 12 y los 13.

• Las niñas internas trabajan en promedio 12 horas diarias y 26 días al mes; las niñasempleadas por día trabajan 10 horas diarias y 22 días al mes.

• El servicio doméstico interno es un oficio que se ejerce desde las 5 de la mañana hastalas 10 de la noche, esto es, durante 17 horas diarias. Este dato muestra la disponibili-dad obligada de la niña y la discrecionalidad absoluta del empleador sobre su tiempo.

• Al relacionar el salario con el promedio de horas trabajadas por una empleada internase encuentra que la hora de trabajo vale 388 pesos, esto es, aproximadamente, 20centavos de dólar. Si el cálculo se hace con las horas/oficio el costo baja a 14 centavosde dólar. En el mejor de los casos -salario más alto, jornada más corta- la hora resultacostando 50 centavos de dólar, es decir, $1000.

• El hecho de que el trabajo doméstico se desarrolle en un ámbito privado y que tengaunas connotaciones de intimidad hace difícil introducir en él conceptos jurídicos.

• El hogar del empleador aparece como un hogar sustituto para la niña; la autoridad delos padres es transferida al empleador, los padres le delegan sus facultades para dictarnormas, imponer conductas, sancionar o prohibir. Padres y empleadores consideranque si la niña debe trabajar el mejor lugar para hacerlo es con una familia porque va aestar protegida, normalizada y vigilada.

• El trabajo doméstico garantiza la supervivencia diaria e inmediata pero no permiteconstruir proyectos de vida a largo plazo ni acumular excedentes. Una empleadadoméstica muy difícilmente será propietaria de su vivienda o de su propio negocio otrabajadora independiente

• En la relación empleador-empleada doméstica se mezclan actitudes, valores y con-ductas de la relación filial, de la fraternal y hasta de la conyugal; en el espacio laboral

se crea un ethos confuso y conflictivo que genera afectos y desafectos que yanadie controla y que deforman ambos roles. Esto influye en cómo se identifiquen ydefinan categorías como abuso, explotación, maltrato y condiciones laborales. Esen este punto donde está la imposibilidad de estandarizar el oficio, la remuneración yla jornada.

• Emplear a una niña para que realice los oficios domésticos resulta “ventajoso” parasus empleadores porque consideran que son personas sanas, obedientes y maneja-bles -lo cual significa que no tienen experiencia ni repertorios que les permitan compa-rar situaciones y formular exigencias o que puedan representar un peligro potencialpara la seguridad del hogar. De otra parte, la juventud garantiza eficiencia, agilidad,rapidez, buena salud, facilidad para aprender y adaptarse.

• Las cualidades que los empleadores más valoran en sus empleadas son, en ese orden,la honestidad, la limpieza, la responsabilidad y el deseo de superación. Después figuranla sumisión, la lealtad, la nobleza, la sinceridad y el respeto. Piden que sean acomedidas,atentas, juiciosas y que los traten bien. Estos son listados de cualidades que configu-ran más un relación de servidumbre que una contractual de trabajo como se entien-de en términos modernos.

• Muy pocas niñas ven en el trabajo un medio para el logro de fines más amplios ylejanos, el servicio doméstico no tiene posibilidades de ascenso, lo cual es un derechodel trabajador. No hay diferencia real entre una niña aprendiz o una empleada conaños de trayectoria: de las dos se espera lo mismo. Lo máximo que logra una emplea-da en años de trabajo es hacer más cosas en menos tiempo y mejor hechas; elservicio doméstico no representa ni permite una cualificación personal de la empleada.

• La figura de la empleada doméstica y las características del empleador han variado locual incidió en que el trabajo se “humanizara”; ha sido un proceso paralelo y, simultá-neamente, determinado por la modernización del país, por la extensión de las profe-siones y los profesionales, por la penetración de los medios de comunicación en elámbito de lo privado, por el aumento de la escolaridad, la disminución de las tasas defecundidad, la ampliación de la oferta laboral, la urbanización creciente y la expansiónde las capas medias de la sociedad.

• Al parecer en los años 60 y 70 el servicio doméstico era una manifestación de estatusmientras que ahora es una necesidad que se corresponde plenamente con la crecien-te profesionalización de las mujeres y de su participación en el mercado laboral.

• Si el trabajo está marcado por relaciones de exclusión, discriminación y subordinaciónniega a la niña las posibilidades de un sano desarrollo porque afectará el proceso deconstrucción de su identidad al impedirle auto percibirse como persona, autónoma,capaz y creativa. El trabajo en estas condiciones la condena a aceptar y a “naturali-zar” una sociedad de ricos y pobres, capaces e incapaces, mejores y peores.

• En el trabajo doméstico infantil se vulneran, además de los derechos de la niñez, losderechos de las trabajadoras y los derechos de las mujeres

• Las niñas no se reconocen a sí mismas como trabajadoras ni como sujetos de dere-cho. Este reconocimiento se dificulta aún más cuando el empleador es a la vez parien-te o allegado de la familia de la niña o cuando ésta no recibe un salario sino que trabajaa cambio de vivienda, estudio, alimentación o por servir de compañía a una persona.

Al no reconocerse como trabajadoras las niñas se asumen como objeto de un favor ode una dádiva y eso las coloca en una posición mental, emocional y cultural subordi-nada, las priva de valía ante sí mismas. Consideran que el gran favor que les hacen esdarles trabajo aunque sean menores de edad y no tengan bachillerato.

• Las niñas en peor situación son las que están solas en Bogotá, tienen a la familia lejosy además no estudian. Ellas están sometidas al encierro, a la nostalgia y la total mer-ced del empleador. Son niñas que no tienen tiempo libre porque no pueden emplearloen nada, si no trabajan se encuentran con una cantidad de tiempo que no tienen enqué invertir y que les resulta penoso, pesado y deprimente.

• Las niñas en mejor condición son las que estudian y tienen familia o paisanos enBogotá porque eso representa un universo alterno y contrario al laboral, puedenestablecer una diferencia clara y saludable entre trabajo y tiempo libre. Son niñas queno están privadas de una vida social activa, que tienen contacto con personas de suedad, que están respaldadas y que pueden ver alternativas a situaciones que las niñasanteriores no pueden controlar ni alterar.

• Si el criterio para valorar el trabajo infantil no es la remuneración sino su influencia en eldesarrollo de la niña habría que decir que el trabajo doméstico es válido si y sólo si esun medio para el logro de un fin y si ese fin es el que determina la jornada diaria, laintensidad de las tareas y la periodicidad. El fin legítimo sería el estudio y, en algunoscasos, la ayuda a la familia. Cuando el fin es estudiar el trabajo doméstico se estáarticulando a un proyecto de vida y tiene un carácter temporal.

RecomendacionesRecomendacionesRecomendacionesRecomendacionesRecomendaciones

Del estudio realizado, y teniendo en cuenta la complejidad del tema, se desprendenalgunas recomendaciones:

1. Fortalecer y potencializar los factores protectores de las niñas empleadas domésticasa través de mecanismos jurídicos, educativos y de programas de atención, tales como:

• Informar y sensibilizar a la sociedad respecto a los derechos de la niñez.• Informar y sensibilizar a los empleadores respecto a los derechos de la niñez traba-

jadora y los mecanismos concretos para viabilizarlos.• Fomentar mecanismos de sanción y de control social para los abusos cometidos

por los empleadores.• Identificar, comprender y disminuir los factores y condiciones que determinan que

el trabajo doméstico tenga la connotación de privado y clandestino que conducea su desregulación.

2. Crear centros de orientación y apoyo para las niñas empleadas domésticas con lassiguientes funciones:

• Informar a la niñas sobre sus derechos como menores de edad, como mujeres ycomo trabajadoras.

• Denunciar abusos y emprender mecanismos jurídicos de sanción.• Favorecer el encuentro y la comunicación entre las niñas.• Ofrecer alternativas de uso del tiempo libre.• Ofrecer alternativas de capacitación y formación.• Favorecer la comunicación de las niñas con sus familias.

3. Identificar los centros en los que estudian niñas empleadas en el servicio doméstico oen otras actividades y articularlos a programas orientados a:

• Diversificar contenidos curriculares• Realizar talleres y otras actividades que generen en las niñas conciencia de ser

sujetos de derecho y conocimientos respecto a las instituciones o autoridades quetienen la función de tutelar sus derechos.

• Diseñar una política de recreación y uso del tiempo libre que incluya la asistenciainstitucionalmente organizada a eventos culturales.

• Crear, aumentar o fortalecer la red social de las niñas y ampliar el espectro de susactividades e intereses fuera del trabajo.

4. Establecer contactos con instituciones del Estado y ONGs tendientes a:

• Acercar a la institución nacional, Distrital o local encargada de una problemáticaespecífica a la niña que la padece y propiciar un encuentro fructífero para ambas.

• Fortalecer y racionalizar el trabajo de instituciones locales y ampliar su cobertura ala orientación de los empleadores.

• Aumentar el número de niñas que conocen y pueden hacer valer sus derechoscomo niñas, trabajadoras y mujeres.

• Crear las condiciones para que las niñas puedan retirarse del servicio doméstico sinmenoscabar sus condiciones de vida.

• Financiar investigaciones sobre aspectos o actores relacionados con el problemadel trabajo infantil en servicio doméstico para garantizar un conocimiento másintegral y, en consecuencia, aumentar las posibilidades de acciones eficaces y ra-cionales.

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AnexosAnexosAnexosAnexosAnexos

Save the Children U.K - UnicefSave the Children U.K - UnicefSave the Children U.K - UnicefSave the Children U.K - UnicefSave the Children U.K - UnicefCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticas

Guía de entrevista para los empleadoresGuía de entrevista para los empleadoresGuía de entrevista para los empleadoresGuía de entrevista para los empleadoresGuía de entrevista para los empleadores

Barrio donde vive ______________________ Estrato ____ Casa ____ Apto ____

Edad ____ Sexo __ Escolaridad _______________ Ocupacion _______________

Entrevistador __________________________________________________

Datos del empleadorDatos del empleadorDatos del empleadorDatos del empleadorDatos del empleador

¿Cuántas personas forman su hogar?¿Cuánto hace que tiene a su empleada?¿Cuántas empleadas ha tenido entre mayo del año anterior y mayo de este año?¿Cómo acostumbra conseguir empleadas de servicio doméstico?¿Quién asigna y evalúa el trabajo de la empleada?

Percepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio doméstico

¿Qué ventajas tiene emplear en el servicio doméstico a una menor de edad?¿Cuáles cree usted que resultan ser las mejores empleadas?¿Qué cree usted que daña a una buena empleada?¿Cómo se deben marcar las distancias con las empleadas?

Condiciones laboralesCondiciones laboralesCondiciones laboralesCondiciones laboralesCondiciones laborales

¿Usted es el primer empleador de su empleada?¿Su empleada es interna, externa o por días?¿Qué tipo de arreglo laboral tiene usted con su empleada?¿Le paga todo su salario en dinero?Además del dinero, ¿qué más da a su empleada?¿Le hace descuentos del salario? ¿Por qué conceptos?¿Su empleada está afiliada a EPS?¿Recibe prestaciones sociales?¿Cuántas vacaciones tiene en el año?¿Su empleada se ha enfermado o accidentado en el trabajo?

Descripción de tareasDescripción de tareasDescripción de tareasDescripción de tareasDescripción de tareas

¿Qué labores realiza la empleada?

¿Qué labores realizan los miembros de su familia en el hogar?¿Cómo sanciona o disciplina usted a su empleada?

Para empleadas internasPara empleadas internasPara empleadas internasPara empleadas internasPara empleadas internas

¿A qué horas comienza el trabajo de su empleada?¿A qué horas termina?¿De qué tiempo libre a la semana dispone su empleada?¿Le dan permisos cuando los solicita?¿Su empleada estudia actualmente? ¿Por qué no?¿Su empleada tiene una habitación propia?¿Le permite recibir visitas a su empleada?¿Le permiten usar el teléfono?¿Conoce a la familia de su empleada?

Relaciones empleador - empleadaRelaciones empleador - empleadaRelaciones empleador - empleadaRelaciones empleador - empleadaRelaciones empleador - empleada

¿Qué advertencias hace a sus hijos con respecto a la empleada?¿Cómo es la relación de la empleada con sus hijos?¿Sabe usted qué hace su empleada en su tiempo libre?¿Cómo cree que se siente su empleada respecto al trabajo? ¿Por qué?¿Cree usted que su empleada quiera cambiar de oficio?¿Por qué cree que aceptó el trabajo?¿Cómo son las relaciones entre su familia y su empleada?¿Cuáles son las cualidades que más valora de su empleada?¿Cuáles son los defectos que más le molestan de su empleada?¿Cuál es su principal sentimiento hacia su empleada? ¿Por qué?

Save the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticas

Guía de entrevista para empleadas adultasGuía de entrevista para empleadas adultasGuía de entrevista para empleadas adultasGuía de entrevista para empleadas adultasGuía de entrevista para empleadas adultas

Barrio Donde Vive ______________________________ Estrato _____

Edad _____ Escolaridad _______________ Ocupacion _____________________

Entrevistador _________________________________________________

Trayectoria laboralTrayectoria laboralTrayectoria laboralTrayectoria laboralTrayectoria laboral

¿A qué edad empezó a trabajar fuera de su hogar?¿Cuál fue su primer trabajo?¿Por qué aceptó trabajar como empleada doméstica?¿Cuánto tiempo en promedio dura en un trabajo?¿En cuántas casas ha trabajado?¿Qué problemas se le presentan con más frecuencia en su trabajo?¿Cuál ha sido la experiencia más desagradable que ha tenido en su trabajo?¿Cuál ha sido la experiencia más agradable que ha tenido en su trabajo?¿Ha trabajado siempre con contrato, servicio de salud y prestaciones?¿Qué trato ha recibido en el trabajo?

Experiencia personalExperiencia personalExperiencia personalExperiencia personalExperiencia personal

¿Cómo afectó su trabajo a las relaciones con sus padres y hermanos?¿Cómo afecta su trabajo a las relaciones con su pareja e hijos?¿Qué dicen sus hijos respecto a su trabajo?¿Cómo cree usted que su trabajo ha influido en su vida?¿Qué problemas se presentan en su hogar o en su vida social por causa de su trabajo?¿Ha tenido oportunidad de cambiar de trabajo?¿Por qué no cambió de trabajo teniendo oportunidad de hacerlo?¿Qué siente con mayor frecuencia respecto a sus empleadores?¿A quién de las personas que conoce le gustaría parecerse? ¿Por qué?¿Apoyaría usted a sus hijas para que consiguieran trabajo como empleadas? ¿Porqué?

Percepción sobre sí mismaPercepción sobre sí mismaPercepción sobre sí mismaPercepción sobre sí mismaPercepción sobre sí misma

¿Tuvo posibilidades de estudiar mientras trabajaba?Si las tuvo, ¿Las aprovechó? ¿Por qué no?¿Cuáles son sus mayores cualidades?¿Cuáles son sus mayores defectos?Cuando era niña, ¿qué le hubiera gustado ser de adulta?¿Qué le gustaría ser ahora?¿Su trabajo como empleada le ha impedido ser o hacer algo que deseara? ¿Qué?¿Qué de su vida que le guste mucho no hubiera existido de no ser por su trabajo?¿Alguna vez ha sentido vergüenza o rabia por su trabajo? ¿Por qué?

Percepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio domésticoPercepciones sobre el servicio doméstico

¿Qué ventajas tiene emplear en el servicio doméstico a una menor de edad?¿Cuáles cree usted que resultan ser las mejores empleadas?¿Cuáles cree usted que resultan ser los mejores empleadores?¿La experiencia de varios años ha cambiado su forma de trabajar? ¿Cómo?¿Cómo se suelen marcar las distancias con las empleadas?¿Qué características de personalidad, físicas o sociales favorecen el trabajo de laempleada doméstica?¿Cuáles son los mayores problemas que debe enfrentar una empleada?¿Qué es lo más difícil de ser empleada?¿Qué es lo mejor de ser empleada?¿Qué posibilidades de desarrollo o de mejorar cree usted que tiene una empleada?

Save the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefSave the Children U.k – UnicefCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticasCondiciones de vida de niñas empleadas domésticas

Guía de entrevista para empleadas menores de edadGuía de entrevista para empleadas menores de edadGuía de entrevista para empleadas menores de edadGuía de entrevista para empleadas menores de edadGuía de entrevista para empleadas menores de edad

Datos preliminares:Datos preliminares:Datos preliminares:Datos preliminares:Datos preliminares:

¿Dónde vivía antes de llegar a Bogotá?¿Cómo era la vida en ese lugar? (familia, amigos, actividades, uso del tiempo libre)Trabajo de los padres, ¿la madre fue empleada?Recuerdos buenos y malos del lugar, nostalgias.Espacio que ocupaba en la vivienda familiar¿Cuánto tiempo lleva trabajando para terceros?¿Quién tomó la decisión de que trabajara?¿Por qué migró a Bogotá?

Términos del empleoTérminos del empleoTérminos del empleoTérminos del empleoTérminos del empleo

¿Cuánto y cuándo le pagan?¿Quién recibe el salario?¿Cómo fue reclutada?¿Le pagaron un anticipo? (concepto, forma de devolución)¿Le dan algo además de dinero? ¿Qué?¿Trabaja con contrato escrito o con acuerdo verbal? ¿La niña lo entiende?

Condiciones de trabajoCondiciones de trabajoCondiciones de trabajoCondiciones de trabajoCondiciones de trabajo

Labores, peligros, accidentesHorario de trabajo y de descansoSalidas y vacaciones anualesFormas de recreación¿Dónde duerme, dónde come, dónde se baña?¿Cuántas personas componen la familia del empleador, dónde viven?Trato recibido, cómo la disciplinan, quién le asigna trabajo

Nivel socioeconómicoNivel socioeconómicoNivel socioeconómicoNivel socioeconómicoNivel socioeconómico

Ingresos de la familia de la niñaSituación de la familia, relaciones, quien es cabeza de hogarOrigen étnico de la niña, diferencias étnicas, religiosas o lingüísticas con empleadores¿Participó en decisión de trabajar como empleada, por qué lo aceptó?

Impacto del trabajoImpacto del trabajoImpacto del trabajoImpacto del trabajoImpacto del trabajo

¿Quién es la persona mas cercana en la casa donde trabaja?Conocimiento de lo que sucede fuera de la casaFrecuencia con que ve o se comunica con la familiaEstado de salud

Estado de ánimoActitud hacia el trabajo y el empleadorEscolaridad, ¿estudia mientras trabaja?Conocimiento de sus derechosPercepción sobre su futuroAspectos positivos y negativos del trabajo

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Ana Isabel PavasAna Isabel PavasAna Isabel PavasAna Isabel PavasAna Isabel PavasResponsable del Programa del Menor Trabajador

Clara Ximena LombanaClara Ximena LombanaClara Ximena LombanaClara Ximena LombanaClara Ximena LombanaInvestigadora

Casa de la Mujer Trabajadora. Central Unitaria de Trabajadores, CUT

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Para comenzar….Para comenzar….Para comenzar….Para comenzar….Para comenzar….

Este informe es el resultado de un viaje al mundo de niños, niñas y jóvenes empleadosen servicio doméstico que estudian en cuatro colegios distritales de la Localidad de Ciu-dad Bolívar en Bogotá.

Fue un viaje impactante que dejó en el equipo de investigación la satisfacción de cono-cer personas valiosas, con deseos de superación, que le dieron lecciones de vida, quecompartieron sus sueños, sus realidades, sus visiones, a veces sus lágrimas pero siempresus sonrisas; también quedan sinsabores ante una realidad dura, compleja y por mo-mentos desesperanzadora, contradictoria y llena de paradojas con la que pequeños ypequeñas luchan cotidianamente. Es el mundo de la eterna y siempre presente tensiónentre deber ser, querer ser y realidad.

Aproximarse a la cotidianidad de los niños, niñas y jóvenes es entender lo lejos queestá la materialización de las declaraciones, convenciones y demás acuerdos para la erra-dicación del trabajo infantil y lo difícil que es para ellas y ellos que el contenido de esosdocumentos sea una realidad palpable.

Las condiciones de vida de gran parte de la población colombiana son tan precariasque la única alternativa de sobrevivencia es el trabajo de todas y todos los miembros delhogar, sin importar la edad. ¿Qué pueden hacer los/as jóvenes y los/as niño/as si notrabajan?. Algunos/as no podrían seguir estudiando pero trabajar viola sus derechos ylos/as coloca en situaciones de peligro y vulnerabilidad. Además el servicio domésticoafianza y reproduce diversas formas de discriminación por clase y género.

El mundo del servicio doméstico infantil es paradójico porque, a pesar de que las ma-dres de estas niñas y jóvenes no quieren ver repetida su historia laboral en sus hijas, ellasse ven obligadas a hacerlo, hasta que no terminen de estudiar no tienen una alternativalaboral distinta, no saben hacer nada más y no hay otras fuentes de empleo –ni siquierapara adultos. Es paradójico porque a pesar de que la mayoría de adultos no está deacuerdo con el trabajo infantil y afirma que los niños y niñas deberían aprovechar suinfancia estudiando y jugando, la realidad los introduce al mercado laboral desde tempra-na edad como única forma de alimentar la esperanza de construir una vida adulta demejor calidad.

Es un mundo desesperanzador porque erradicar el trabajo infantil es un esfuerzo alargo plazo que exige una voluntad política que se traduzca en acciones concretas y nosólo en tratados y convenciones. Pero en la situación actual del país cada vez se recortamás el presupuesto para lo social y se aumenta el de la guerra; la brecha social se profun-diza debido a la inequidad con la que se distribuye el ingreso.

Sin embargo, después de escuchar las historias de estos y estas pequeños/as gigantes-pequeños/as en estatura y edad pero inmensos/as en deseos de vivir, en capacidad

para superar las dificultades, en deseos de trascender la muerte que los ronda; conside-rados pequeños/as para opinar y tenerlos en cuenta pero ignorados como grandes paraasumir responsabilidades y ritmos de vida que exceden su edad- dan más ganas deseguir luchando.

Las utopías requieren de tiempo y esfuerzos conjuntos, si bien no hay voluntad políti-ca se han dado, y se siguen dando pasos para lograrlas; hay entidades e institucionesprivadas, mixtas de diferentes posiciones, ideologías y visiones que trabajan desde elrescate de la diferencia y han asumido esta lucha de construcción de una sociedad quebrinde iguales oportunidades de justicia y vida.

Esta primera aproximación arroja luces para hacer visible ese mundo desconocido ycomplejo, queda camino por recorrer y sobre todo propuestas por edificar y llevar a larealidad.

Para esta investigación se optó por la metodología cualitativa que permite comprenderla realidad social como un proceso histórico de construcción a partir de la lógica y sentirde sus protagonistas. Valora la subjetividad como objeto legítimo de conocimiento yvalida la cotidianidad como escenario de construcción social (Sandoval, s.f). Implica unapostura metodológica de carácter dialógico en la cual las creencias, mentalidades, mitos,prejuicios y sentimientos son aceptados como elementos de análisis para producir cono-cimiento sobre la realidad humana.

La Investigación Acción Participativa es un proceso metodológico que integra educa-ción, participación, generación de nuevos conocimientos y acción; puesto que se funda-menta en la participación tanto individual (proceso en el que cada persona se transformaen actor/a y evoluciona desde una participación condicionada y tutelada a una libre yautónoma) como colectiva exige un proceso de comunicación, decisión y ejecución queposibilite el intercambio permanente de conocimientos y experiencias. Todo esto requieredefinir niveles e instancias de decisión y responsabilidad grupal de gestión, programacióny desarrollo de acciones conjuntas. Este fue el enfoque que orientó esta investigación.

El trabajo se realizo en cuatro colegios, en las jornadas de la mañana, la tarde y noctur-na y en grados de primaria y bachillerato. Se aplicó un censo a cerca de 1700 niños yniñas para identificar la población empleada en servicio doméstico entre los 6 y 12 años(población infantil) y entre los 13 y 17 años (población juvenil); el resultado fue 128niños/as y jóvenes trabajando en hogares de terceros en servicio doméstico, de ellos seseleccionaron los 51 que trabajaban más días y horas y realizaban más tareas. Tres jóve-nes más fueron seleccionadas de un grupo con el que se realizó una investigación ante-rior sobre menores trabajadores en la misma localidad.

Con ellos se hicieron entrevistas a profundidad113 y talleres a través de grupos focalesconcebidos como encuentros lúdicos. Se identificó a los participantes en condicionesmás vulnerables para hacer relatos de vida y entrevistar a las familias.

En general, las niñas y jóvenes trabajadoras de los 4 colegios se empleaban en serviciodoméstico, ventas, pequeños negocios, cafeterías, panaderías y acompañando a traba-jadoras del servicio doméstico. Los niños y jóvenes trabajaban en construcción, talleres,ventas ambulantes, como ayudantes en tiendas y supermercados y acompañando atrabajadoras del servicio doméstico. Los docentes entrevistados han observado entresus alumnos trabajadores que las niñas y las jóvenes son las que se desempeñan como

113 Ver en el anexo nú-mero 1 las guías deentrevistas para los/as niñas y jóvenes,los docentes y fun-cionarios.

empleadas domésticas y que los niños y jóvenes asisten como apoyo o como ayudantesen labores más externas: hacen mandados y llevan mensajes.

No sólo se trabajó con los niños, niñas y jóvenes porque su situación no depende deellos/as sino de la articulación de circunstancias, formas de vida y concepciones de pa-dres, madres y profesores que influyen directamente en su formación. En consecuencia,se hicieron entrevistas a las/os orientadores de los colegios y a varios profesores/as paradeterminar su conocimiento sobre la problemática que padecen los/as niñas/os y jóve-nes en el colegio, su rendimiento, nivel de repitencia y percepción de la importancia delestudio.

Para tener un referente institucional se entrevistaron funcionarios/as de la zona quetrabajan en el sector judicial, de salud y en la policía comunitaria; se quería determinar sila situación de los niños/as y jóvenes trabajadores está identificada como problema y siexisten programas o acciones al respecto.

Se utilizó una matriz para sistematizar la información y tener el panorama de la situa-ción de los niños/as y jóvenes, y sus familias. La información se organizó en las siguientescategorías: familia, empleo, educación y proyecto de vida. Estas categorías fueron ana-lizadas desde las siguientes dimensiones: histórica, espacial (física) y afectiva-proyectiva(Ver anexo 2).

El equipo de investigación agradece la ayuda de compañeros/as de viaje tan impor-tantes y valiosos/as sin los cuales el camino hubiera sido mas difícil; a las niñas, niños yjóvenes y sus familias; a las orientadoras, profesoras/es y rectores/as de los cuatro cole-gios por facilitar los espacios de trabajo y su interés por los resultados de la investigación;a Nazly y Rocío (estudiantes de Psicología de la Universidad Antonio Nariño) en la aplica-ción de Censos y realización de entrevistas y a los y las integrantes del Grupo IniciativaJuvenil de la CUT (Guillermo, Natalia, Juan Carlos, Tito y Marisol) por su acompañamientoy ayuda en las diferentes etapas de este recorrido.

1. Algunas consideraciones sobre el trabajo1. Algunas consideraciones sobre el trabajo1. Algunas consideraciones sobre el trabajo1. Algunas consideraciones sobre el trabajo1. Algunas consideraciones sobre el trabajoinfantilinfantilinfantilinfantilinfantil

La diversa y rica literatura sobre el trabajo infantil y juvenil114 tiene en común conside-rar que situaciones estructurales como la pobreza y la discriminación son su causa princi-pal.

Cerca de la mitad de la población colombiana se encuentra ubicada por debajo de lalínea de pobreza (Sánchez Ruíz, 2000) como resultado de políticas que disminuyen losestándares de vida. Estas medidas de ajuste son producto de un proceso de concentra-ción de la riqueza en pocos sectores, del deterioro del ingreso, la disminución del empleoy los crecientes niveles de violencia.

Los estratos medios y bajos de la población se han visto obligados a desarrollar estra-tegias de sobrevivencia o a ingresar al sector informal; en las familias las mujeres, hijos ehijas han debido cambiar sus formas cotidianas de vida porque han aumentado susjornadas de trabajo, no sólo en el hogar sino fuera de él.

Sin embargo, la estructura de la división sexual del trabajo, que le confiere a la mujertodas las responsabilidades del hogar y cuidado de los hijos/as, no se ha modificado. Lamujer trabaja doble o triple jornada (cuando además del trabajo en y fuera del hogarasume labores o responsabilidades comunitarias) y los hijos/as abandonan sus estudios olos combinan con la jornada laboral reforzando el ciclo de la pobreza. Sus posibilidades decalificación laboral disminuyen y con ellas las oportunidades de ingreso a empleos demejor remuneración.

Estas circunstancias obligan a los niños/as y jóvenes a asumir trabajos riesgosos, sinprotección ni garantías legales, que amenazan su integridad y minan su autoestima. Elservicio doméstico es uno de esos trabajos. A su precariedad se suma que es invisibleporque se realiza de puertas para adentro y porque en muchos casos no se consideratrabajo sino una prolongación de las labores domésticas que se realizan en el hogar.

El empleo doméstico debe ser analizado a partir de las consecuencias, positivas o ne-gativas, que tendrá en la construcción de la identidad y la integridad de los/as niños/as yjóvenes. Para este análisis son útiles los enfoques de derechos y de género.

El primero permite visualizar la situación de las y los niños que participan en actividadesincompatibles con su dignidad humana, su salud y educación y con su derecho funda-mental a ser niños/as. Además permite valorarlos/as como ciudadanos/as plenos/as (San-tos en García y Salazar, s.f)

El enfoque de género evidencia situaciones de discriminación y vulneración que soninvisibles porque están inmersas en la estructura cultural y mental de todos/as y porque

114 El lector interesadopuede remitirse a labibliografía que apa-rece al final del texto

se consideran “naturales”. Los roles asignados a las mujeres y hombres perpetúan es-tructuras de poder opresoras y discriminatorias. Este enfoque, además, alerta sobre lasconsecuencias de esta estructura y concepción de sociedad en las condiciones de lasmujeres, niñas y jóvenes.

1.1 El servicio doméstico: pasado y presente1.1 El servicio doméstico: pasado y presente1.1 El servicio doméstico: pasado y presente1.1 El servicio doméstico: pasado y presente1.1 El servicio doméstico: pasado y presente

Son las condiciones económicas y sociales las que han determinado las característicashistóricas de este tipo de trabajo. Durante la Colonia el servicio doméstico fue asumido talcomo era vivido en España, esto es, como servidumbre, término derivado de las relacio-nes feudales y se caracterizó porque el patrón y su familia tenían la propiedad del sirviente(CRESALC, 1984).

En Colombia la conquista y la colonia constituyeron una sociedad ruroagraria y/ominera caracterizada por el predominio del estatus adscrito, por un régimen de tenenciade la tierra acorde con la estratificación étnica de sus clases sociales y por una escasaopción de ubicación. La mujer aborigen no accedió a la educación por restricción delhispánico y reserva del indígena. Los oficios domésticos fueron desempeñados por losgrupos situados en las escalas sociales más bajas de la estructura social.

La independencia no cambió la situación de las y los sirvientes, significó apenas uncambio de patrones, del español por el criollo. Entre 1819 y 1952 la población colombia-na era predominantemente rural y la economía se centraba en la tenencia de la tierra.Continuó el dominio del status adscrito sustentado en la etnia y en el linaje. Las mujeresestaban subordinadas al hombre, el control del sexo femenino era riguroso y su rol limita-do a la esfera del hogar.

Los propietarios de fincas y haciendas tenían a su servicio a las hijas de los arrendata-rios, a cambio de comida y protección estas eran entregadas en propiedad a los señorespara que hicieran los servicios domésticos.

El crecimiento de la industria y la economía, el desarrollo de las ciudades, la violencia yel gradual deterioro de la calidad de vida en el campo generaron migraciones a la ciudad.La población migrante se empleó en el sector manufacturero y de servicios. Las mujerescoparon el servicio doméstico porque les ofrecía protección, un hogar donde vivir ycomida a cambio del único trabajo que sabían hacer.

Eran mujeres de familias campesinas o proletarias agrícolas (León en Luna, 1991),migraron solas y rompieron los lazos con sus familias de origen. En la ciudad formaronfamilias marginales caracterizadas por la inestabilidad afectiva, el madre solterismo y lasescasas posibilidades de proyección.

El crecimiento sostenido de la economía consolidó la clase media trabajadora; los ho-gares de clase media y alta ocuparon más empleadas domésticas porque “el ama decasa” empezó a incorporarse a la fuerza de trabajo.

En los años ochenta la crisis económica mundial también afectó a América Latina,cambiaron las condiciones de pago de la deuda externa, aumentaron los intereses ypresiones internacionales, fracasó el Estado de bienestar e instituciones como el FondoMonetario Internacional y el Banco Mundial intervinieron y regularon las economías nacio-nales imponiendo normas y ajustes estructurales que afectaron a todos los sectoressociales; en síntesis, los estados adoptaron el modelo neoliberal.

Beatriz Bustos (en Arango y López, 1999) plantea la hipótesis de que existe una corre-lación entre el estilo de desarrollo neoliberal y la precarización del empleo. El desarrollo dela política neoliberal presupone la utilización de la fuerza de trabajo femenina e infantil. Sinembargo, la incorporación de mujeres, niños/as y jóvenes al mercado de trabajo no hasignificado el mejoramiento de sus condiciones de trabajo y de calidad de vida, ni eldesempeño de labores calificadas y remuneradas.

Las políticas laborales refuerzan la ideología patriarcal porque consideran que el salariode las mujeres y niñas/os es un complemento del salario familiar (aportado por el hom-bre), así se legitima su bajo salario, su desempeño en trabajos no calificados o a domicilioy la flexibilización de su vinculación laboral (medio tiempo, temporal). Por otra parte, lamano de obra femenina se concentra en el sector de servicios y la producción industrialporque, según la ideología de género que reproduce el modelo, resulta barata, dócil,diestra y fácilmente reemplazable. Esta concepción refuerza la división sexual del trabajocomo jerarquización de tareas y personas.

El análisis de la vinculación de mujeres y niñas al servicio doméstico no puede abstraer-se de la división sexual del trabajo que, a su vez, se relaciona con dos factores: la clase detécnicas y medios intelectuales de los que dispone una sociedad (fuerzas productivas) yla relación que los grupos humanos tienen con sus condiciones de existencia (ComasD’Argemir, 1995). La división del trabajo es el resultado de las relaciones sociales y de lasfuerzas productivas, de las diferencias entre los sexos culturalmente construidas y delreconocimiento de las capacidades y habilidades diferenciales.

Según la misma autora, tres fuerzas contribuyen a la estratificación de los trabajado-res: la socialización y preparación profesional, las características del mercado de trabajo ylas divisiones basadas en género, raza, etnia y edad. El primer factor jerarquiza a laspersonas no sólo por su preparación sino por los valores, aspiraciones y expectativasocupacionales que adquieren en el proceso de socialización.

Las consideraciones culturales sobre género y trabajo se basan en la idea de que elcuidado de la familia y de la casa son responsabilidad de las mujeres y que los hombresdeben ocuparse de proveer las necesidades materiales. Una primera implicación de estaidea es que las actividades de las mujeres como amas de casa no se consideran trabajoporque no se las remunera y porque se realizan en el ámbito familiar, las dos caracterís-ticas determinan un escaso reconocimiento social de dichas actividades (Comas D’Argemir).

Otra implicación es que la participación laboral de las mujeres se entiende como unaopción y como una ayuda no como un aporte básico para la economía familiar. Esta ideainfluye en que el trabajo remunerado de las mujeres sea valorado como secundariofrente al de los hombres.

Los estereotipos que posee cada sociedad respecto al carácter y la manera de ser dehombres y mujeres contribuyen a definir las actividades para unas y otros. Así, las ocu-paciones que se asignan a las mujeres en el mercado de trabajo representan una prolon-gación de las actividades que realizan en la esfera familiar.

El estereotipo según el cual las mujeres son pacientes, detallistas, emocionales y servi-ciales las limita a trabajos rutinarios en los que es importante la habilidad manual y lapresentación final más que la creatividad. Estos estereotipos han alejado a las mujeres deocupaciones que involucran el ejercicio de la autoridad, racionalidad, organización y

competitividad. La propia denominación de las ocupaciones está fuertemente sexuada locual contribuye a reproducir la asociación entre ciertas tareas y determinado sexo.

El servicio doméstico basa su lógica particular en la reproducción de estas discrimina-ciones. Magdalena León (1991) afirma que el trabajo doméstico, entendido como aquelque se realiza en el hogar para mantener y reproducir la fuerza de trabajo, ha sido asigna-do culturalmente a la mujer como su papel fundamental porque está dirigido a las activi-dades de consumo familiar e implica la prestación de un servicio personal. La mujer hainternalizado la ideología de servir a otros como una situación natural de su rol en lasociedad.

Cuando el ama de casa delega parte de las responsabilidades domésticas, generalmen-te a una mujer o niña que busca una remuneración por su trabajo en casa ajena, hacien-do las mismas labores de reproducción de la fuerza de trabajo, pero para una familiadiferente a la propia y dentro de la misma lógica de servir a otros, el trabajo doméstico seconvierte en servicio doméstico asalariado.

En su rol de esposas y madres las mujeres luchan por organizar sus vecindarios; antelas deficiencias del Estado en vivienda y servicios básicos las mujeres asumen la distribu-ción de los escasos recursos acudiendo a estrategias de sobrevivencia comunitaria; deesa forma desarrollan un tercer rol a veces no valorado. La lógica de los valores decambio solo reconoce el trabajo productivo; el trabajo reproductivo y la gestión comu-nal, según esta lógica, son “naturales” a la mujer. Esto significa que la mayor parte deltrabajo de las mujeres es invisible, a diferencia del trabajo masculino que es valorado através de la remuneración, el status y poder político.

1.2 Características del servicio doméstico1.2 Características del servicio doméstico1.2 Características del servicio doméstico1.2 Características del servicio doméstico1.2 Características del servicio doméstico

Para analizar el servicio doméstico infantil hay que partir de tres categorías básicas(Black, s.f): los términos y condiciones del trabajo, el nivel socioeconómico de quienes lodesempeñan y el impacto sobre sus vidas. Los términos laborales indican el grado deexplotación y las condiciones de servidumbre, sometimiento y esclavitud en los que sepueda encontrar el o la empleada. Las condiciones de trabajo son una dimensión espaciotemporal que expresa las formas de estar y actuar del/a infante en su sitio de trabajo,analiza aspectos como tareas asignadas, horarios, calidad de los espacios, manejo detiempos de trabajo y personales y peligros a los que se puede ver enfrentado/a.

Las condiciones socioeconómicas tienen que ver con el análisis estructural de las discri-minaciones por clase y edad; el impacto en el desarrollo físico, intelectual y psicológico dela población infantil empleada remite a la vulneración de derechos y la reproducción deformas de vida subordinadas y discriminadas. Esta última categoría hace énfasis en elproceso de socialización durante el cual cada persona aprende a cumplir un rol social, seidentifica con su sociedad, desarrolla sentido de pertenencia a su grupo y hábitat y cons-truye los imaginarios sociales que le servirán de referentes en el transcurso de su existen-cia (Puyana y Orduz, 1999).

Los padres, pero sobre todo las madres, discriminan a sus hijas cuando les adjudicanmás tareas en el hogar porque son más obedientes, en ese proceso reiterado las niñasinternalizan su función natural de servicio a los demás. Porque ejecutan más veces deter-minadas tareas las niñas adquieren más habilidades para realizar el trabajo doméstico, asíse configura un circulo cerrado (Zamudio, 1999).

La identidad se construye partir de las percepciones e ideas sobre sí misma/o (auto-concepto e identidad personal), de cómo quiere que le vean los demás (imagen), decómo le ven los demás (identidad pública) y del reconocimiento que recibe (identidadsocial); todas estas variables influyen en la manera como se actúa y se identifica social yétnicamente (Buxo, 1990). Desde esta perspectiva es indudable que el trabajo domésti-co afecta la proyección de vida de las niñas

Buxo define la identidad como una categoría cognitiva que describe la manera en quelos acontecimientos son subjetivamente organizados, esto es, cómo son experimenta-dos, interpretados y juzgados por las personas. La identidad es la forma como la culturase hace significativa para cada uno/a.

La identidad es construida a partir de los procesos de socialización en el hogar y laescuela y a través de la interacción social en un contexto particular; los procesos deidentificación se mezclan con múltiples elementos culturales (actitudes políticas, concep-ciones religiosas, gustos en diferentes ámbitos) a los que se suman los intereses y con-cepciones de un mundo androcéntrico. En las sociedades patriarcales la identidad degénero se define invisibilizando a las mujeres y subsumiéndolas en el mundo masculino,desconociendo así una variedad de experiencias y manifestaciones identitarias que nopueden inscribirse dentro de lo patriarcal.

Las consideraciones anteriores muestran la necesidad de implementar estrategias quesi bien en el corto o mediano plazo no romperán el circulo de pobreza estructural, puedencontribuir a disminuir la subordinación y discriminación interiorizados en los modelos men-tales de mujeres y niñas. Pero eso requiere que en cualquier estrategia de acción seincluya el concepto de empoderamiento.

1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo1.3 Empoderamiento como modelo para el desarrollo

“El empoderamiento de las mujeres es de vital importancia en el lento proceso de loscambios sociales, políticos y económicos necesarios para tornar sus visiones alternativasen realidades” (Sen y Grown, citados por Rowlands, 1992).

El empoderamiento individual es una condición para alcanzar el empoderamiento co-lectivo; sin embargo, la dimensión individual no es suficiente. Se necesitan cambios en lashabilidades de los individuos y los colectivos para que puedan identificar y encontrar suspropias necesidades como familias, comunidades y sociedades (Rowlands, 1992).

Según Young (citada por Rowlands, 1992) empoderamiento significa asumir el controlsobre sus propias vidas para sentar sus propias agendas, organizarse para ayudarseunas a otras y elevar demandas de apoyo del Estado y de cambio en la sociedad. Elempoderamiento colectivo de las mujeres puede transformar la dirección y los procesosde desarrollo para que respondan a sus necesidades y perspectivas.

Existen cuatro clases de poder (Rowlands, 1992): el poder sobre, el poder para, podercon y poder desde dentro. El poder “sobre” es la habilidad de una persona o un grupopara lograr que otra persona o grupo actué en contra de sus propios deseos; sus mediosincluyen la violencia o el despojo de recursos a cambio de algún comportamiento. Lacoerción, la manipulación, la información falsa y otras maneras de influenciar son formasde ejercer este poder.

El poder “para” es el tipo de liderazgo que surge del deseo de ver a un grupo alcanzaraquello de lo que es capaz, es un poder generativo y que abre posibilidades. El poder“con” se basa en la creencia de que el todo puede ser superior a la sumatoria de lospoderes individuales. El poder “desde dentro” es la fuerza espiritual y la unicidad quereside en cada individuo y lo hace verdaderamente humano/a. Su base es la aceptacióny el respeto por sí mismo que genera respeto y aceptación de los otros/as como iguales.

Un análisis de género de las relaciones de poder debe incluir la identificación de lasformas en que la opresión internalizada limita el ejercicio del poder de las mujeres contri-buyendo a mantener la desigualdad entre hombres y mujeres.

El empoderamiento es más que acceder a la toma de decisiones; incluye la capacidadde los individuos de percibirse a sí mismos/as como aptos/as para ocupar los espacios detoma de decisiones y usarlos de manera efectiva.

El empoderamiento integra tres dimensiones: la personal que consiste en desarrollar elsentido del ser y la confianza en la capacidad individual (involucra la superación de laopresión internalizada); las relaciones cercanas en las que se desarrolla la habilidad paranegociar e influenciar la naturaleza de la relación y de las decisiones tomadas en su interiory la dimensión colectiva en la cual los individuos trabajan en conjunto para lograr unimpacto mayor del que obtendrían individualmente. Esta última dimensión incluye tantola participación en las estructuras políticas como la acción colectiva fundamentada en unmodelo cooperativo y no en uno competitivo.

Según Batliwala (citada por Rowlands, 1992) las estrategias y procesos de empodera-miento incluyen la creación de un espacio y tiempo específicos para que las mujerespuedan estar juntas como mujeres y no como beneficiarias o receptoras de seguridadsocial o programas de desarrollo. El autorreconocimiento, la autoimagen positiva y elpensamiento crítico deben partir de las experiencias y realidades de las mujeres y de lacomprensión de las estructuras de poder que definen el género.

2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar2. Ese mundo llamado Ciudad BolívarAnalisis del contextoAnalisis del contextoAnalisis del contextoAnalisis del contextoAnalisis del contexto115115115115115

La Localidad de Ciudad Bolívar es la más extensa de Bogotá, ocupa cerca del 5% deltotal del área urbana de la ciudad; es la localidad con mayor densidad de población gene-rada, en alta proporción, por la continua migración que incrementa los barrios subnor-males. Ciudad Bolívar aporta casi el 40% de la población bogotana que vive en pobrezay miseria.

Es una de las localidades con mayor cantidad de jóvenes, según estadísticas del De-partamento Administrativo de Planeación Distrital el 65% de su población tiene entrecero y 29 años, sobresale el grupo de jóvenes entre 15 y 19 años (12%) seguido por elgrupo de entre 5 y 9 años que representa un 10% del total de la población. En 1999predominaba la población femenina (51%) sobre la masculina (49%), a excepción delgrupo de nueve años.

Según el Censo de 1993 de las 243.299 personas con capacidad de trabajar el 51%eran económicamente activas y el 42% inactivas. En el primer grupo el 34% tenía secun-daria incompleta y el 24% primaria completa. Es de resaltar que de las personas quetienen educación superior solo el 1.6% son afectadas por el desempleo. Muchas perso-nas trabajan en el sector informal, en microempresas caseras o vendiendo en las calles;no tienen seguridad social ni asistencia médica.

El 17% de los hogares vive en hacinamiento crítico y el 84% de sus barrios subnorma-les se encuentra en zonas de difícil acceso; las viviendas se ubican en áreas de riesgo. Hayaltos niveles de contaminación y destrucción del entorno ambiental por el manejo inade-cuado del relleno sanitario y por las chimeneas, chircales y canteras que producen conta-minación auditiva y enfermedades respiratorias, de piel y conjuntivitis.

La localidad ocupa el último lugar en espacios recreativos; según datos del Instituto deDesarrollo Urbano, y del Instituto para la Recreación y el Deporte, por cada habitantehay cerca de 0.17 m2 de espacio recreativo total. El crecimiento poblacional de CiudadBolívar es uno de los mas grandes de Bogotá.

Según el Censo de 1993, el 38% de los hogares de la localidad viven en arriendo, el41% tiene vivienda propia y el 17% aún la está pagando. Los materiales predominantesen la construcción de las viviendas, según el tiempo de permanencia y los ingresos, sontela asfáltica, tablas, plástico, cartones, adobe, bareque y ladrillo.

Los servicios públicos son deficientes y su cobertura es del 81.8%, la más baja de laciudad. El 57% del territorio de la localidad está clasificado en alto nivel de pobreza; laproporción de viviendas inconclusas es del 26%; el sector residencial consolidado repre-senta tan sólo el 3.8% de viviendas. Los espacios destinados a la recreación y zonasverdes ocupan menos del 0.07% del área.

115 Esta parte del textoestá basada en Jara-millo (1999).

El índice de analfabetismo es del 8.25%, más alto que el de Bogotá (4.5%). Los 151establecimientos educativos oficiales carecen de mantenimiento adecuado y condicio-nes sanitarias favorables; la educación privada es ofrecida por 190 colegios. Sólo hayeducación básica (hasta noveno grado), la educación media y la preescolar están des-atendidas.

Sólo el 21% de la población está afiliada al régimen subsidiado de salud. De acuerdocon información de la Secretaria de Salud en los hombres la primera causa de mortalidades la violencia seguida por las enfermedades crónicas como cardiovasculares y tumores;para las mujeres la tasa más alta esta representada por las enfermedades crónicas.

Todas estas características configuran una realidad compleja; algunos/as jóvenes yniñas/os se ven atrapadas/os por situaciones sociales, económicas y culturales que lesdificultan la construcción de utopías, deseos y sueños. Sin embargo, en medio de laprecariedad, aparecen y se consolidan diversas propuestas organizativas, culturales yeconómicas (formales y no formales) a través de las cuales los y las jóvenes de CiudadBolívar buscan ser reconocidos, y reconocerse, como iguales al resto de jóvenes deBogotá y superar el marginamiento y la estigmatización de los que son objeto.

3. Descripción de los hallazgos3. Descripción de los hallazgos3. Descripción de los hallazgos3. Descripción de los hallazgos3. Descripción de los hallazgos

Las familias de las personas entrevistadas viven en Ciudad Bolívar hace entre 2 y 10años; la madre, el padre o ambos proceden de las zonas rurales de departamentos comoQuindío, Tolima, Cesar y región orinoquense; en menor proporción son oriundos deBogotá o de municipios de Cundinamarca. Vinieron a Bogotá buscando oportunidadesde empleo o por violencia social.

Las madres trabajan en servicio doméstico, en el hogar, en servicios generales o enoficios temporales; los padres trabajan en la construcción o el comercio informal, activi-dades que no ofrecen ningún tipo de estabilidad. El ingreso de la madre, del padre o deambos es inferior a un salario mínimo y se destina a alimentación, servicios públicos yarrendamiento. En estas circunstancias, es comprensible que el trabajo infantil y juvenilsea una alternativa de subsistencia.

La mayoría de familias habita en inquilinatos, en condiciones de hacinamiento; la coci-na, el baño y el lavadero son compartidos. Unas pocas familias tienen vivienda propiaaunque en obra negra y en condiciones de sanidad inadecuadas. Algunas mujeres cabe-za de familia conviven con la familia extensa donde se les asigna una habitación. Compar-tir espacios y servicios precarios e insuficientes genera incomodidades y conflictos mane-jados de manera agresiva lo cual crea un ambiente de convivencia hostil y pesado. Lastensiones que generan las dificultades económicas de estas familias afectan la calidad delas relaciones.

Las relaciones intra familiares están mediadas por la agresividad y la violencia, el castigoraya con el maltrato físico, verbal y psicológico. Las relaciones más estables son con lamadre; los padres o padrastros son figuras autoritarias y ausentes en la mayoría de loscasos. La autoridad se le confiere al padre o al padrastro pero el respeto y el vínculo conel hogar giran en torno a la figura materna. Las pautas de crianza y el manejo de losrecursos que llegan al hogar son asumidos por la madre.

Las madres justifican el maltrato del esposo por la situación económica, el estrés, laenfermedad o por un poder natural que es necesario respetar y soportar. El jefe o jefa defamilia tiende a ser una figura autoritaria y distante de los intereses de los niños y niñasque están bajo su tutela; transfiere las obligaciones que le competen como cuidador/a alas y los hijos mayores que no pasan de los 14 años. Las relaciones entre hermanos/assuelen ser conflictivas por favoritismos, divergencia de intereses o drogadicción.

3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de los3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de los3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de los3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de los3.1 Modalidades de trabajo y condiciones laborales de losniños y niñasniños y niñasniños y niñasniños y niñasniños y niñas

En el desarrollo de la investigación se encontró que los/as niños/as trabajan en distin-tas modalidades:

• Trabajo por horas o por tareas en casas de familiares con remuneración

• Trabajo por horas en casas de conocidos de la familia o en otros hogares del inquilina-to donde viven con remuneración o como colaboración.

• Acompañante de una persona de la familia que trabaja en servicio doméstico o enservicios generales.

• Colaboración y aporte de los niños y niñas que viven en casa de familiares debido a lascondiciones económicas difíciles de sus padres o a las distancias entre su vivienda y laescuela. Los padres los encargan a un familiar que viva más cerca del colegio para quepuedan asistir a la escuela y pagan por su sostenimiento una cuota mensual; aún asíel niño o niña realiza los oficios domésticos.

Las entrevistas y talleres mostraron que no sólo las condiciones de trabajo varíansegún la modalidad sino también el comportamiento de los niños, las relaciones que esta-blecen con los otros y con el medio, el rendimiento escolar y el proyecto de vida.

• La mayoría de quienes trabajan por horas o por tareas en casas de familiares conremuneración son niñas, los familiares hacen un convenio verbal con la niña que esaprobado por los padres. En esta modalidad los estudios tienen prioridad sobre eltrabajo. La jornada laboral es en promedio de 3 horas diarias entre semana y 10 losfines de semana. La asistencia mínima a la escuela es de 2 veces por semana y lamáxima de 5. La remuneración promedio es de $500 diarios y $ 2000 semanales. Laslabores más usuales son aseo, arreglo de ropas y cuidado de niños pequeños y/obebes.

Son niñas vivarachas, despiertas y activas aunque sus respuestas son poco elabora-das; se sienten orgullosas de su trabajo porque pueden ayudar a su familia y solven-tar sus gastos. Tienen un mayor sentido de independencia y responsabilidad y máscapacidad para el ahorro. Se sienten reconocidas por sus padres, familiares yempleadores por su sentido de responsabilidad. Consideran a sus empleadores comopersonas que necesitan ayuda y que les quieren ayudar, tienen cierto sentido deadmiración y simpatía hacia ellos aunque se sienten mejor en su hogar. Si la niña no sesiente bien en el trabajo puede retirarse pues cuenta con el apoyo de sus padres.

• En el trabajo por horas en casas de conocidos de la familia o en habitaciones delinquilinato diferentes a las que habitan se emplean niños y niñas según un convenioverbal con la madre, la jornada es en promedió de 3 a 4 horas diarias entre semana y10 los fines de semana, en algunos casos los sábados y domingos deben colaborarcon los oficios domésticos de su casa o con sus padres en trabajos de tipo informal. Laremuneración en dinero es escasa porque se considera que la alimentación y el espa-cio son un pago en especie, puede haber una propina ocasional.

Estos niños/as son reservados respecto a su vida personal y su ocupación, tienenpocos amigos y una actitud de tristeza aparente frente a la vida; algunos han sidoreportados por maltrato, su autoestima es baja. No obtienen un reconocimiento ex-plícito de sus familias, la madre, casi siempre ama de casa, valora el aporte económico;algunas veces el reconocimiento del empleador es superior al de la familia. Los llama-dos de atención suelen ser verbales pero existen casos de maltrato verbal y físico.Para algunos niños y niñas ésta es la mejor opción porque los libra del maltrato de suspadres.

• Los acompañantes de una persona de la familia que trabaja en servicio doméstico oen servicios generales son niños y niñas que colaboran con sus madres o los familiarescon quienes conviven, no tienen remuneración sino una propina ocasional. Para losniños/as resulta un premio ser acompañantes porque salen de la localidad a barrios delnorte o del centro de la ciudad. La jornada no es constante, generalmente los llevanlos fines de semana o en temporada de vacaciones y entre las 6 a.m. y las 5 o 6 p.m.Las labores primordiales son el aseo y el arreglo de ropas.

Estos niños/as son activos y espontáneos, tienen una actitud alegre y desprevenida yuna mayor tendencia y gusto por las actividades de tipo práctico que por las de tipocognitivo, sus respuestas son simples. Manifiestan sentirse a gusto con su ocupaciónaunque no la reconocen como trabajo, la valoran como posibilidad de trasladarse deun lugar a otro, conocer nuevos y diferentes espacios y utilizar elementos que en sucasa no existen. Se sienten reconocidos y apreciados por las familiares a quienes acom-pañan y prefieren estar con ellas que con sus padres. Aspiran tener lo que poseen losdueños de la casa. Los llamados de atención los hace la familiar a la que apoyan perono son tan frecuentes como los de sus padres.

• Son las niñas quienes más viven en casa de otros familiares, no reciben remuneraciónpor su trabajo porque se le considera una colaboración o contraprestación por elalojamiento y la alimentación (a pesar de que sus padres pagan una mensualidad), lajornada de trabajo se sobrepone a la escolar, trabajan en promedio 7 horas diariasentre semana y 10 los sábados, el domingo lo comparten con su familia de origen.

Estas niñas también son reservadas y de pocos amigos, su actitud usual es de timidez,algunas se muestran angustiadas y se ven tensas. Permanecer lejos de su familia deorigen o de la madre les genera un sentimiento de abandono; su percepción de simismas es pobre y su autoestima baja. Parecen estar resentidas con los familiares conlos que conviven y con sus padres. Manifiestan una valoración negativa de lo que sony de lo que hacen. Para ellas lo que hacen sí es trabajo pero saben que para losadultos no lo es. Prefieren estar en su casa porque donde viven hay una restricciónmarcada. Se sienten discriminadas por el trato que se les da, por el tiempo de juego yde descanso y por la alimentación. Los llamados de atención son fuertes y recibenmaltrato verbal y físico.

- La escuela- La escuela- La escuela- La escuela- La escuela

Los docentes entrevistados afirman que, en general, el rendimiento académico de lasniñas es mejor que el de los niños porque ellas son más constantes y caseras, los niñostienen mayor libertad y se les asignan los espacios externos a la casa. Comparándoloscon otros niños y niñas del salón quienes trabajan en servicio doméstico son más juicio-sos y dedicados pero retraídos, sumisos, tímidos, nerviosos, un poco temerosos, algunasveces agresivos, disfrutan poco del contacto físico, casi no tienen amigos y llegan cansa-dos a clase. No manifiestan abiertamente cual es su ocupación, algunos se avergüenzan,su autoestima suele ser baja.

Se les facilitan más las actividades dirigidas, prácticas y operativas; se sienten mejordesarrollando tareas relacionadas con su trabajo porque tienen más habilidades y domi-nio del ambiente (por ejemplo, decorar el salón o actividades de aseo). La creatividad,imaginación y construcción son más bien limitadas, los niños y niñas tiene un nivel de

pensamiento concreto y práctico, siguen instrucciones pero les resulta difícil crear, esto –explican los profesores- se debe a la falta de estimulación adecuada y a que aprenden aseguir los esquemas de la persona para la que trabajan.

Tienden a expresar sus emociones de manera negativa, muestran signos de depre-sión, aburrimiento y cansancio; generalmente se los ve serios respecto a los otros, se lesnota el esfuerzo que realizan para tener las cosas al día. Dependiendo de la estimulación ycontacto que tengan los padres con ellos y ellas el desempeño escolar es mejor o peor, sunivel académico fluctúa entre medio y bajo, ningún niño/a trabajador/a en servicio do-méstico tiene un rendimiento excelente.

A los estudiantes que trabajan en actividades diferentes al servicio doméstico el grupoles confiere estatus y cierto nivel de poder, ellos se sienten muy seguros de si mismos,tienen un gran sentido de independencia y en algunos casos se sienten superiores, comolos mayores del grupo.

La jornada laboral y las actividades alternas que realizan no les permiten desempeñarseadecuadamente en las labores escolares, su nivel de repitencia, está entre cero y tresaños. Su ingreso al sistema escolar fue, en promedio, entre los 5 y 6 años, los/as niños/asentrevistadas cursan entre tercero y sexto grado.

Las condiciones de trabajo marcan diferencias en el rendimiento académico, la relacióncon los compañeros de aula, el comportamiento general y las relaciones con los docentes.

• El rendimiento académico de los/as niños/as que trabajan por horas o por tareas encasas de familiares con remuneración es adecuado, la pérdida de logros es escasa y elnivel de repitencia bajo. El apoyo económico de sus padres les garantiza el acceso aelementos necesarios para el desempeño escolar (uniformes, materiales, refrigerios,transportes, salidas, etc.) y a libros básicos de consulta (diccionarios, libros de texto,Biblia, cuentos, etc.). Son niños/as compañeristas y amables con sus iguales, aunquetienen amigas/os especiales se relacionan fácilmente con otros y otras. Sus relacionescon los docentes son corrientes, cumplen con sus tareas y como su rendimiento estádentro del promedio no se asumen como casos especiales. Le dan gran importancia alestudio porque lo perciben como el medio para acceder a un trabajo. Todos y todaspiensan terminar el bachillerato y seguir estudiando.

• El rendimiento académico de los/as niños/as que trabajan por horas en casas de co-nocidos o en habitaciones del inquilinato diferentes a las que habitan tiende a ser bajorespecto al de sus compañeros de curso, el nivel de repitencia es alto en lo cual incidenlos problemas familiares, el desempleo de los padres, la falta de supervisión y apoyo enla realización de tareas escolares y el traslado de barrio o de ciudad. Las condicioneseconómicas de la familia no les permiten tener libros de consulta en la casa, las madresbuscan apoyos en vecinos y conocidos que tienen hijos en cursos más adelantados oen bibliotecas públicas cercanas a los colegios. Su actitud en al escuela es retraída,tímida y algo triste, su relación con los compañeros es distante, no entablan relacionesde complicidad ni tienen amigos especiales, se relacionan con todos y con ninguno,gustan de los juegos tradicionales y deportes.

• Los/as niños/as acompañantes de una persona de la familia presentan un rendimientoacadémico adecuado, escasa pérdida de logros y bajo nivel de repitencia. Los padresles proporcionan lo necesario para sus actividades escolares. Cuentan con el apoyo y

supervisión de sus padres y familiares para la revisión de su trabajo escolar. Tienenbuenas relaciones con sus compañeros y maestros y quieren seguir estudiando.

• El rendimiento académico de los niños y niñas que viven en casa de familiares tiende aser bajo y su nivel de repitencia alto en relación con los de sus compañeros de curso.Estos problemas se explican por el escaso tiempo que dedican a estudiar, por el can-sancio físico que les produce trabajar antes y después de la jornada escolar, el bajonivel de interés y la depresión. A pesar de que se convino dar prioridad al estudio lesasignan labores que deben desarrollar antes que las tareas escolares. Son retraídos ydistantes, algunos tienen relaciones conflictivas con sus compañeros.

- El proyecto de vida- El proyecto de vida- El proyecto de vida- El proyecto de vida- El proyecto de vida

A la pregunta sobre si su historia es y será igual, mejor o peor que la de su madre lagran mayoría respondió que mejor porque tienen la posibilidad de estudiar y porquecuentan con el apoyo de sus padres. Consideran que a los niños y jóvenes de generacio-nes pasadas se les exigía aún más esfuerzo y trabajo, sobre todo a los que vivían en elcampo. Son conscientes de la dura vida que les ha tocado vivir a sus madres, llena desacrificios, maltrato y enfermedad.

La gran mayoría tiene clara la relación entre educación, oportunidades de empleo ydesarrollo; se proyecta a la culminación del bachillerato y al ingreso al mundo del trabajo.Unos pocos creen tener posibilidades de acceso a la educación superior por el apoyo desus padres y “la voluntad de Dios”.

Se imaginan como médicos/as, veterinarios/as, profesores/as, pilotos, conductores debus, modistas y amas de casa. A otros/as les resulta difícil proyectarse lo cual se relacionacon las condiciones socioeconómicas de la familia. Los sueños de la mayoría de niñas yniños entrevistados hacen referencia no al futuro sino al presente, a lo inmediato y a lasnecesidades básicas. Quieren cambiar situaciones familiares que les afectan directamen-te: el desempleo de sus padres y los conflictos familiares. Expresan la posibilidad y nece-sidad de terminar el bachillerato para trabajar, ayudar a su familia, en especial a su madre,y conseguir cosas que hasta el momento no han tenido: alimentación, vestido, vivienday recreación.

3.2 El caso de las jóvenes3.2 El caso de las jóvenes3.2 El caso de las jóvenes3.2 El caso de las jóvenes3.2 El caso de las jóvenes

El primer empleo de las jóvenes entrevistadas fue como internas en servicio domésti-co, a los 10 años, en promedio, y gracias a familiares o vecinos que las presentaron a losempleadores. Fue una experiencia negativa porque no les pagaban suficiente, se sintie-ron explotadas y sufrieron maltrato y acoso sexual. Han tratado de conseguir empleocomo vendedoras, recepcionistas, operarias en talleres satélites o en servicio domésticopor días pues consideran que en esos trabajos corren menos riesgos.

De las jóvenes entrevistadas solo dos trabajaban internas, el resto abandonó esa mo-dalidad porque el trabajo era pesado y esclavizante. Ahora se ocupan por días parapoder estudiar. El grupo muestra un marcado deseo de dejar el servicio doméstico, loconsidera un trabajo humillante y de poca utilidad para sus proyecciones de vida.

Las jóvenes no tienen contrato de trabajo ni prestaciones sociales, devengan menosdel salario mínimo, destinan una parte de su remuneración para ayudar en su hogar, el

resto lo utilizan para estudios y gastos personales. Su jornada es de aproximadamentedoce horas diarias (sumando el trabajo en su hogar y el que hacen para la familia emplea-dora); estudian en el colegio 4 horas y realizan sus deberes escolares hasta altas horas dela madrugada.

En los talleres se observó una marcada diferencia en el desenvolvimiento y actitud delas jóvenes internas quienes se mostraron mas calladas y sumisas, tenían más dificultadespara expresar sus opiniones, muchas veces lloraron en silencio sin poder exteriorizar sussentimientos. Las chicas que trabajan por días eran más espontáneas y extrovertidas,argumentaban con claridad y seguridad y se les veía más alegres y seguras.

- Educación- Educación- Educación- Educación- Educación

Las jóvenes iniciaron sus estudios a los 6 años y, en promedio, solo han perdido unaño por dificultades familiares y económicas. Han observado un rendimiento escolar acep-table.

El trabajo en servicio doméstico no ha sido un obstáculo para estudiar aunque reco-nocen el sobresfuerzo que implica, realizan sus tareas escolares desde las 10:30 p.m.,después de salir del colegio, hasta cerca de la 1:00 a.m y los fines de semana. Ellasmismas se pagan su estudio porque los recursos familiares no alcanzan.

En el colegio no les queda tiempo para entablar amistades, se limitan a asistir a lasclases; consideran más importante el estudio pues asumen que una vez terminado elbachillerato tendrán mejores oportunidades de trabajo. Sin embargo, se sienten cansa-das por la carga que representa estudiar y trabajar, más aún teniendo en cuenta que elcolegio es rígido en exigencias y horarios... a veces sienten deseos de abandonar losestudios.

- Proyecto de Vida- Proyecto de Vida- Proyecto de Vida- Proyecto de Vida- Proyecto de Vida

Las jóvenes afirman que sus vidas son y serán mejores que las de sus madres porqueya tienen un nivel educativo más alto y porque no han tenido hijos a temprana edad.

El mayor recurso con el que cuentan para proyectarse en la vida son sus deseos desuperación y la capacidad para sobreponerse a las adversidades. Todas creen que van aser profesionales o técnicas y que se desempañarán en trabajos como secretariado oventas mientras terminan sus estudios superiores.

Después de ser profesionales desean conformar un hogar con un compañero estableque brinde seguridad a los hijos/as. Tienen claro lo que implica la ausencia de la figurapaterna en su estabilidad emocional y en su autoestima, por ello consideran de vitalimportancia un compañero responsable.

4. Impresiones del viaje…4. Impresiones del viaje…4. Impresiones del viaje…4. Impresiones del viaje…4. Impresiones del viaje…

Conservando los enfoques de género (socialización, identidad y empoderamiento) yde derechos (nivel socioeconómico, mercado de trabajo y condiciones del empleo) elanálisis de resultados se hará desde la estratificación de los trabajadores/as propuesta porComas D’ Argemir (1995): la socialización y preparación profesional, las características delmercado de trabajo y las divisiones basadas en género, raza y edad.

Las particulares condiciones de vida y trabajo de las niñas, niños y jóvenes empleados/as domésticos/as los/as ubican en una específica estratificación laboral caracterizada porla informalidad, la baja remuneración, la inestabilidad y la cada vez más reducida oportu-nidad de mejorar su calidad de vida.

4.1 El enfoque de Género4.1 El enfoque de Género4.1 El enfoque de Género4.1 El enfoque de Género4.1 El enfoque de Género

Gran parte del análisis desde esta perspectiva se centrará en los cambios en la socializa-ción de las madres y la de sus propios/as hijas e hijos.

Las madres crecieron en un ambiente rural caracterizado por una educación orientadaal trabajo, desempeñando las labores domésticas y agropecuarias determinadas paraellas e interiorizando un modo de vida centrado en el servicio a los demás, la sumisión, elsacrificio, la dependencia y la dedicación a los hombres (Puyana y Orduz, 1999). Susexpectativas se reducían a salir de la casa paterna casadas y tener hijos. Sin embargo, lascada vez más difíciles condiciones de vida en el campo, la violencia ejercida por la figurapaterna y la excesiva sumisión de sus madres motivaron a algunas a emigrar a la ciudadpara estudiar y tener un mejor futuro.

Pero ya en la ciudad, en condiciones de desventaja, su única opción fue el serviciodoméstico pues era lo único que sabían hacer. Hoy su seguridad y estabilidad continúacentrada en el servicio a los demás, trabajan para una familia, propia o ajena; su pareja esuna figura maltratante y sus necesidades básicas siguen insatisfechas.

En la formación de sus hijas reproducen la división sexual del trabajo, según sus relatoses más importante el papel de la mujer como cuidadora y mantenedora afectiva y mate-rial del hogar y es mayor su capacidad de trabajo por ser más responsables y emprende-doras que los hombres. No sospechan que esas “cualidades” construidas socialmentehan sido y siguen siendo la fuente de su subordinación. Opinan que las labores domésti-cas sí son trabajo, pero que es natural que las hagan las mujeres, pues es la colaboraciónque prestan al hombre proveedor. Cuando su pareja trabaja consideran que su propiosalario es una colaboración, cuando viven solas ese mismo salario es imprescindible.

Estas mujeres soportan el maltrato, la agresividad y la hostilidad por “seguridad”, nin-guna se ha separado por su propia voluntad, conviven con sus compañeros porque

están criando a sus hijos y no pueden trabajar, porque no hay fuentes de empleo paraellas o porque consideran que el padre, así sea una figura ajena, ausente y maltratante esimportante en la crianza de los y las hijos/as.

Estas hijas y madres se caracterizan por la orfandad genérica, por el sincretismo y lasobremodernidad (Lagarde, 2000). La orfandad de las mujeres se sitúa en la relaciónmadre-hija, cuando la madre le transmite la claudicación, esto es, la aceptación de lasformas de opresión y discriminación histórica que se reproducen en la vida cotidiana. Lasobremodernidad hace referencia a la capacidad de las mujeres para extender el tiempoy hacer tareas simultáneas en el cumplimiento de sus dobles o triples roles; la sobrecargay aceleración produce problemas de salud, cansancio, desarmonías, modos de vida com-plejos y conflictivos y una sensación de sin sentido de la vida.

Como sus madres las niñas y jóvenes trabajan una triple jornada: las labores domés-ticas de su propio hogar, las del hogar donde se emplean y las escolares. Este sobrees-fuerzo cotidiano afecta su rendimiento escolar, pone en peligro su permanencia en elestudio y el logro de sus expectativas; en un nivel más profundo va minando su autoes-tima y capacidad de proyección.

El sincretismo está relacionado con la coexistencia de atributos de género tradicionalesy modernos: “cada una es un entreverado de poderes afirmativos y democráticos y deformas tradicionales y modernas de opresión de género” (Lagarde, 2000). Aunque eneste sincretismo se reproducen formas de opresión y discriminación intragenéricas e in-tergenéricas, él podría ser la clave para romper el circulo de subordinación. La diferenciabásica entre las historias de las madres y las hijas es que éstas no quieren repetir la historiade aquellas; el punto de quiebre es la oportunidad de acceder a la educación y aspirar aotro tipo de empleos y a una mejor calidad de vida. Trabajar en servicio doméstico es unmedio para las jóvenes y no un fin como lo fue para sus madres.

La violencia intrafamiliar, causada por la situación económica y las relaciones de podery autoridad tradicionales dentro del hogar, hace que muchos niños/as vean en el trabajodoméstico una oportunidad de salir del ambiente agresivo en el que viven, están mássolos/as pero más a gusto porque sus padres no los maltratan. Esa es una alerta paraque colegios e instituciones fortalezcan o implementen acciones preventivas de violenciaintrafamiliar desde una mirada holistica y multicausal.

En el grupo de jóvenes el sincretismo es más visible, los relatos y talleres muestran eldeseo generalizado de cambiar la historia; las jóvenes no quieren formar su familia hastaterminar sus estudios. Aunque ninguna tiene hijos, ni los quiere tener pronto, los vencomo una opción de realización de las mujeres; desean compartir sus vidas con hombresresponsables que las valoren y las traten como sus iguales, no quieren relaciones dedependencia o sumisión. Tienen más posibilidades de resistencia y mayores expectativasde realización que afectan positivamente su identidad y autoafirmación.

Las relaciones de género son más tradicionales y de mayor subordinación en el grupode niñas y niños que en el de jóvenes. Sin embargo, los/as niños/as ya no trabajaninternos, no sólo porque la madre sea consciente de los riesgos físicos y psicológicos quecorren, sino porque la situación económica del país hace del servicio doméstico un biensuntuario y por la presión ejercida por organismos de protección a la niñez y la juventud.Aún así, el grupo de niñas y niños trabajadores padece las peores condiciones y términosde empleo y la mayor vulnerabilidad, no solo en el trabajo sino en su hogar. No se les

reconoce capacidad de decidir, pensar y entender; las figuras de autoridad ejercen sobreellos un poder vertical, su dependencia les impide cualquier forma de resistencia.

4.2 El enfoque de Derechos4.2 El enfoque de Derechos4.2 El enfoque de Derechos4.2 El enfoque de Derechos4.2 El enfoque de Derechos

Colombia tiene una serie de instrumentos legales que propenden por la vigencia de losderechos de los niños, niñas y jóvenes y que depositan en la familia, en la sociedad y enel Estado la responsabilidad de su protección y el mejoramiento de las condiciones parasu desarrollo físico, psicológico y social óptimo.

El principal de esos instrumentos es la Constitución Política de 1991; otros son el Códi-go del Menor, la Declaración Internacional de los Derechos del Niño, los convenios inter-nacionales de la OIT respecto al trabajo infantil y juvenil y la legislación laboral que regulala participación de los niños, niñas y jóvenes en el mundo del trabajo. En Colombia losniños mayores de 12 años pueden hacer trabajos ligeros; la edad mínima para tener unajornada completa, remuneración y seguridad social es de 14 años (Código del menor yconvenio OIT No. 138). Las formas extremas de trabajo infantil están prohibidas (Conve-nio OIT No. 182, aún por ratificar)

A pesar de los avances jurídicos en la protección de los niños, niñas y jóvenes trabaja-dores, ninguna legislación se refiere específicamente al trabajo infantil en hogares de ter-ceros, no hay una ley que controle, proteja y asegure unas condiciones dignas de vida yde trabajo para los menores de edad empleados en servicio doméstico. La Ley 11 de1988 del Régimen Laboral Colombiano reglamenta la afiliación de las empleadas domésti-cas al Sistema de Seguridad Social, reconoce al servicio doméstico como trabajo y definelas obligaciones de los empleadores respecto a la afiliación a salud, riesgos profesionales,pensiones y cesantías. Sin embargo, por las condiciones económicas actuales es muydifícil que un empleador asuma los costos de la seguridad social de su empleada, portanto el servicio doméstico es, en la práctica, una actividad informal que está fuera detoda legislación o medida de protección del Estado o la sociedad.

La naturaleza informal del empleo doméstico, su falta de reconocimiento, la dificultadpara difundir y aplicar la legislación que lo regula, la escasa injerencia de la sociedad y elEstado en su vigilancia y control, la situación económica y el desconocimiento general delos derechos laborales y sociales producen una relación laboral desequilibrada entre em-pleador y trabajador, mediada únicamente por las posibilidades de negociación y acuerdoentre las partes. Esta situación es mucho más grave cuando las y los trabajadores sonniños, niñas y jóvenes quienes, por su vulnerabilidad, dependencia y desconocimientono están en capacidad de negociar directamente o en igualdad de condiciones.

- Los derechos fundamentales de niños y niñas más- Los derechos fundamentales de niños y niñas más- Los derechos fundamentales de niños y niñas más- Los derechos fundamentales de niños y niñas más- Los derechos fundamentales de niños y niñas másvulneradosvulneradosvulneradosvulneradosvulnerados

Derecho a no ser discriminado/a (art. 2). La relación que se establece entre lospatronos, sus hijos y los niños y niñas trabajadores/as es de subordinación, hay casos demenosprecio y desinterés por sus necesidades primordiales, el trato y el acceso a elemen-tos (alimentación, espacios de recreación, ver televisión) son diferenciados en detrimentode los/as empleados/as.

Derecho a expresar su opinión en todos los asuntos que les afectan (art.12). Los/as niños/as que viven en una casa ajena, por lo general, no decidieron libre-

mente hacerlo lo cual aumenta su sentido de desprotección y afecta su visión y actitudfrente a la vida.

Derecho a ser protegidos por el Estado, la sociedad y la familia de toda formade violencia, prejuicio y abuso físico o mental (arts. 19, 27, 34 y 37). Los/asniños/as son maltratados en la familia de origen y en la empleadora, las agresiones vandesde el desinterés por sus necesidades básicas, la discriminación por su condición deempleado/a y la violencia verbal hasta el maltrato psicológico y físico y el abuso sexual. Enalgunas ocasiones los mismos padres son cómplices del maltrato porque autorizan a losempleadores para corregirlos de la manera que consideren apropiada; ninguno tiene encuenta los efectos de los castigos a corto y largo plazo en la afectividad, desarrollo yposibilidades de desempeño y proyección de las y los niños.

Derecho a la educación en igualdad de condiciones (arts. 28 y 29). Las difícilescondiciones económicas de sus familias y la disponibilidad física, anímica y cognitiva de losniños y las niñas empleados/as impiden que se definida y respete la prioridad del estudiosobre el trabajo. No tienen la oportunidad de disfrutar y aprovechar el espacio escolarporque carecen de tiempo y recursos; en estas condiciones la escuela se convierte enuna carga y una presión que se suma a las obligaciones por las que deben responder.

La mayoría de los niños y niñas que participaron en el estudio tiene en la escuela elúnico espacio para aprender, jugar, desarrollar sus capacidades y construir expectativasy proyectos. Sus habilidades sociales básicas las han ganado en el trabajo, en muchasoportunidades son positivas en términos del hacer pero pobres en cuanto a pensar, creare interpretar.

Derecho al descanso, esparcimiento y juego, actividades recreativas y parti-cipación en la vida cultural y las artes (art. 31). Los/as niños/as no acceden alesparcimiento, el juego y la cultura por varias razones: carecen de recursos económicosy de tiempo libre, los adultos conciben el juego como pérdida de tiempo y porque no hayuna oferta pública en estas áreas. El juego es un medio para desarrollar habilidades físicas,psicológicas, sociales y afectivas por lo tanto limitar el campo de lo lúdico es coartarposibilidades de desarrollo y proyección.

Derecho a ser protegido de la explotación económica o de un trabajo queinterfiera con su educación o que constituya una amenaza para su desarrollomental, espiritual y social (art. 32). La pérdida de cantidad y calidad del tiempo parael estudio, la sobrecarga de obligaciones, las condiciones precarias del trabajo, la escasa onula remuneración y la exposición a riesgos de todo tipo, inherentes al servicio domésti-co, hacen de éste un trabajo inadecuado e inconveniente para niños y niñas. Son pocoslos casos de padres que al enterarse del maltrato al que son sometidos sus hijos/as traba-jadores/as los retiran del empleo o toman medidas para evitarlo; las necesidades de losniños que pueden suplir en una casa ajena pesan más que su bienestar afectivo.

Ser un sujeto de derechos que participe activamente en la construcción desu propia opción de vida (art. 17). Los niños/as entrevistados tienen un conocimien-to parcial de sus derechos fundamentales pero desconocen sus derechos como trabaja-dores, el tema les resulta ajeno y extraño. La escuela tiene la obligación de afianzar elconocimiento, la apropiación y el ejercicio de los derechos y difundirlos a los padres y lacomunidad porque si no accede a la información pertinente niños y niñas no podránerigirse en sujetos de derecho.

- Los derechos de las jóvenes- Los derechos de las jóvenes- Los derechos de las jóvenes- Los derechos de las jóvenes- Los derechos de las jóvenes

- Necesidad de relaciones interpersonales, interacción social y afectividad

El tiempo del que disponen las jóvenes para si mismas, para su socialización y suinteracción con el mundo es limitado. El escaso contacto con ambientes diferentes allaboral y el escolar y la limitada posibilidad de desarrollar habilidades comunicativas dis-minuyen su posibilidad de actuar en otros campos. Tienen pocos amigos y los espaciospara conseguirlos son reducidos; sentimientos de timidez, soledad y aislamiento soncomunes en ellas.

- Necesidad de participación

Si bien las jóvenes son gestoras de cambios en su propia existencia y su empleo es unmedio para alcanzar nuevos espacios, las condiciones de trabajo limitan su posibilidad deactuar como agente social; están limitadas a lo individual, lo privado y lo inmediato. Laparticipación en el cambio de las condiciones de su familia, de su colegio y su comunidadse expresa como una necesidad o un ideal pero no como una posibilidad de acción real yefectiva.

- Necesidad de autonomía para definir el rumbo de su destino:

La autonomía que pueden alcanzar las jóvenes en las condiciones de desigualdad eco-nómica, de vulneración de derechos y discriminación por género descritas es mínima.Hablar de ciudadanas plenas y autónomas será una utopía mientras no haya un empo-deramiento individual y colectivo de las mujeres y las niñas.

- Necesidad de formación, información y actualización

La jornada escolar, los recursos requeridos, el trabajo extraescolar exigido y el con-tenido de los planes de estudio no se adaptan a las condiciones de vida de las estudian-tes trabajadoras. Las condiciones y términos del empleo (jornada, actividades y remu-neración) anulan la posibilidad de ascender en el trabajo y/o de capacitarse a niveltécnico. Estas desventajas, sumadas al desconocimiento de sus derechos laborales ysociales y los medios para ejercerlos, configuran unas condiciones de trabajo inadecua-das y lesivas.

- Necesidad de unas condiciones justas de trabajo (acceso a seguridad so-cial, jornada de 8 horas con derecho a descansos, educación etc.).

Por su carácter informal el servicio doméstico se sustenta en arreglos personales ydirectos empleador-empleada que generalmente no cumplen los requisitos legales; lascondiciones laborales son precarias, alcanzan altos niveles de explotación y pauperizan altrabajador.

- Necesidad de recreación, espacios de esparcimiento y acceso a la cultura.

El tiempo libre, la recreación y el acceso a la cultura son parte importante de la cons-trucción del ser interior y el ser social de cada uno y una; permiten desarrollar habilidadespara crear y recrear el ambiente, resolver situaciones y proyectar las vivencias y lossentimientos; las jóvenes trabajadoras no tienen espacios para elaborar su historia, pen-sarse, recrearse y proyectarse; sus expectativas de cambio y progreso, entonces, tie-nen pocas posibilidades de volverse realidad.

4.3 Los programas institucionales4.3 Los programas institucionales4.3 Los programas institucionales4.3 Los programas institucionales4.3 Los programas institucionales

Las instituciones locales implementan programas de atención directa de proble-mas relacionados con seguridad, desarrollo comunitario, violencia intrafamiliar, mal-trato infantil y tratamiento de conflictos que afectan la vida cotidiana de las familiasde la localidad.

Solamente la Secretaría de Salud del Distrito Capital asume programas educativos rela-cionados con la red del buen trato y el trabajo informal dentro del cual se contemplanproyectos para niños y niñas trabajadores.

La funcionarios reconocen que por su informalidad, carga física y psicológica y falta decontrol legal el trabajo infantil en hogares de terceros tiene implicaciones negativas en lofísico, psicológico, social y afectivo. Sin embargo, el nivel local no tiene autonomía paracrear programas debido a que esto es competencia de la nación o el distrito. Manifiestansu interés por participar en programas que implementen las organizaciones no guberna-mentales y la sociedad civil.

La falta de voluntad política del Estado se manifiesta en que las instituciones no desti-nan recursos, homogenizan poblaciones y problemáticas en programas globales que nosirven para la realidad especifica de cada sector poblacional y en la tendencia a reducircada vez mas su radio de acción y delegar sus funciones en instituciones privadas decarácter social.

Los programas que se promueven son de prevención, promoción y formación para elejercicio de los derechos y mejorar las condiciones generales de vida. Estos programas,sin embargo, son inoperantes porque la problemática socio económica particular de lalocalidad requiere de intervención inmediata; es tan grave y urgente que desborda losprogramas de prevención y promoción o los relega a un segundo plano.

La escasez e irregularidad de los recursos asignados a los programas sociales determi-na que se dé prioridad a acciones de corto plazo que muestren resultados concretos yplausibles. Con esta lógica de acción las estructuras de poder que mantienen la desigual-dad y discriminación permanecen intactas.

El trabajo de las instituciones publicas del sector a favor de los derechos de las niñas,niños y jóvenes trabajadores/as se orienta más por las intenciones e iniciativas de funcio-narios/as particulares que por una voluntad política estatal definida.

4.4 Los docentes4.4 Los docentes4.4 Los docentes4.4 Los docentes4.4 Los docentes

Los docentes de las instituciones educativas que participaron de este estudio recono-cen que el trabajo femenino, el trabajo infantil y el trabajo doméstico son actividadeshistóricamente subvaloradas e invisibilizadas y que la escuela debe transformar esa per-cepción. Sin embargo, a juicio de los niños, niñas y jóvenes, su comportamiento y acti-tud promueve y reproduce esos mismos modelos de autoridad, discriminación y subor-dinación.

Los/as profesores/as asignan a las niñas, niños y jóvenes trabajadores y a sus familiasla responsabilidad de cambiar su situación; desconocen que la importancia y el protago-nismo del sistema escolar en la estructura social y cultural obstaculiza el empoderamientode las personas, paso ineludible para asumir tal responsabilidad.

Consideran que el empleo doméstico es una actividad inapropiada para niños y niñaspor sus condiciones de riesgo ocupacional; en el caso de las y los jóvenes lo aceptancomo un medio para salir adelante teniendo en cuenta sus condiciones familiares, afecti-vas y económicas.

Los docentes de primaria, quienes están en mayor contacto con las familias de losniños/as, tienen un conocimiento general de las condiciones de vida de sus estudiantesen cuanto a lo afectivo, familiar y económico; esta cercanía se pierde en el caso de las ylos jóvenes en la secundaria.

La intervención de las instituciones educativas en la problemática familiar y laboral delas y los niños/as y jóvenes trabajadores está orientada por los lineamientos de los Pro-yectos Educativos Institucionales, PEI, que buscan el fortalecimiento interno de la institu-ción y el desarrollo personal y social de los/as estudiantes a través de la enseñanza yejercicio de elementos que les permitan desarrollar habilidades para reconocerse y asu-mirse como seres valiosos que forman parte de un todo, para crear y recrear el espaciodonde se desempeñan y asumir una posición crítica frente a la vida desde sus diferentesperspectivas. Además consideran que parte de la misión de las instituciones es crear unmétodo que permita orientar a los estudiantes, de manera integral, en la construcción desu proyecto de vida y relacionarlo con el proyecto de desarrollo institucional y local.

Sin embargo, los PEI no definen mecanismos claros y específicos que concreten esasintenciones y, además, como el sistema escolar mide sus resultados en términos del ren-dimiento, las acciones encaminadas al fortalecimiento y desarrollo personal quedan supe-ditadas al cumplimiento de las exigencias académicas.

Ante esta situación las instituciones educativas ven en el trabajo conjunto con lasinstituciones locales una posibilidad de superar el vacío de intervención en las problemáti-cas que afectan a las y los niños, niñas y jóvenes trabajadores.

5. Y entonces… para seguir viajando…5. Y entonces… para seguir viajando…5. Y entonces… para seguir viajando…5. Y entonces… para seguir viajando…5. Y entonces… para seguir viajando…

El espacio familiar de estas niñas/os y jóvenes reproduce formas de discriminación degénero y de violación de derechos humanos; las dos causas mas importantes de estehecho son, por una parte, las necesidades básicas insatisfechas que determinan la subsis-tencia material diaria como la prioridad de la familia y le impiden definir intereses estratégi-cos que posibiliten un cambio estructural de sus condiciones de vida. Por otra parte, unproceso de socialización que forma identidades subordinadas e identificadas con el mode-lo patriarcal que mantiene estructuras de poder que legitiman la violencia y la discrimina-ción por razón de clase, género, edad, raza y etnia.

El servicio doméstico, que aparece como primera opción de trabajo para niñas, niñosy jóvenes, afianza estas discriminaciones e identidades subordinadas en la medida en quelas convierte en requisito para ingresar al trabajo; el modelo de relaciones de autoridad ypoder que le es propio impide a los y las trabajadores menores de edad resistirse a lascondiciones de negociación.

Las condiciones en las que algunas de ellas estudian contribuyen a la vulneración dederechos y a la inequidad de género y de clase porque el acceso, la permanencia y losmedios que brinda el sistema son desiguales dentro de la escuela, además, se reproducenlos mismos modelos de autoridad y subordinación. La exigencia académica, la inflexibili-dad en los horarios y la incoherencia entre programas y necesidades generan bajosniveles de rendimiento, experiencias poco gratificantes y deserción.

Aunque se ha avanzado en el reconocimiento del trabajo de las mujeres y los/as niñas/os y jóvenes, se mantienen situaciones económicas, sociales y culturales de carácterestructural que reproducen los círculos de pobreza y subordinación e imposibilitan accio-nes desde lo local y lo privado.

Todos/as los/as actores/as que intervinieron en esta experiencia coinciden en que eltrabajo en servicio doméstico no es una ocupación adecuada para niños y niñas y que,mientras pertenezca al sector informal, no esté regulado en forma efectiva por la ley y nobrinde condiciones dignas, tampoco debe ser asumida por las y los jóvenes pues limitasus posibilidades sociales, económicas y culturales.

Pero, ¿qué pueden hacer estos/as niños/as y jóvenes si sus familias no están en capa-cidad de suplir sus necesidades básicas? Deben trabajar, entonces ¿qué alternativas sepueden proponer y quiénes deben hacerlo?

La institución educativa debe continuar, afianzar y redireccionar su trabajo hacia latransformación y mejoramiento de las condiciones de vida de las niñas/os, jóvenes y susfamilias. Sus propuestas deben estimular y construir el empoderamiento personal y co-lectivo mediante acciones de capacitación y asesoría. Por otra parte, deben materializar y

hacer efectivos los lineamientos de los PEI e incluir en ellos una perspectiva de género quecontribuya a eliminar formas de educación sexista.

El colegio se debe constituir en un potenciador real de ciudadanas y ciudadanos autó-nomos, esto exige el trabajo con madres y padres de familia para que dentro del hogarse construyan nuevas formas de relación. El espacio escolar también puede contribuir aque cada vez menos niñas/os y jóvenes trabajen en servicio doméstico implementandoplanes y proyectos de formación vocacional y laboral que brinden a los/as estudiantesnuevas formas de proyección y acción. La comunidad educativa reunida por el sistemaescolar puede iniciar formas de organización de base que construyan desde lo local posi-bilidades de vida y trabajo diferente, por ejemplo cooperativas y microempresas.

En el modelo imperante es una ingenuidad esperar que el Estado asuma responsabili-dades sociales o que manifieste voluntad política para diseñar políticas que solucionenproblemáticas como las expuestas en esta investigación. Hay que elaborar propuestas,estrategias y acciones que desde lo micro construyan ciudadanía y formas organizadasde presión social que puedan afectar la esfera de lo macro.

A quienes consultamos…A quienes consultamos…A quienes consultamos…A quienes consultamos…A quienes consultamos…

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Anexo 1Anexo 1Anexo 1Anexo 1Anexo 1

Unicef - Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef - Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef - Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef - Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef - Save the Children U.k - Casa de la mujertrabajadora Ctrabajadora Ctrabajadora Ctrabajadora Ctrabajadora CUTUTUTUTUT

Guía para la realización de entrevista de niños, niñas yGuía para la realización de entrevista de niños, niñas yGuía para la realización de entrevista de niños, niñas yGuía para la realización de entrevista de niños, niñas yGuía para la realización de entrevista de niños, niñas yjovenes trabajadores en hogares de tercerosjovenes trabajadores en hogares de tercerosjovenes trabajadores en hogares de tercerosjovenes trabajadores en hogares de tercerosjovenes trabajadores en hogares de terceros

I. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generales

Nombre ________________________________ Sexo F___ M ____EDAD_____Colegio y curso _____________________________________________________Fecha y lugar de nacimiento __________________________________________Lugar de origen de la familia ___________________________________________Razones para trasladarse del lugar de origen _______________________________(Especificar razones económicas, políticas, de violencia, etc.)

II. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origen

Composición Familiar y Relaciones FamiliaresComposición Familiar y Relaciones FamiliaresComposición Familiar y Relaciones FamiliaresComposición Familiar y Relaciones FamiliaresComposición Familiar y Relaciones Familiares

¿Cuáles de tus familiares viven contigo?¿Cuántos hermanos tienes y de qué edades?¿Cómo es tu relación con cada una de las personas que forman tu familia? (Especificarla relación con la madre, el padre, padrastro –figura paterna–, los hermanos /asy demás)¿Cómo es la relación de estas personas entre si?¿Con qué persona te comunicas más en tu familia y por qué?¿Quién manda en tu casa?¿Quién impone los castigos en tu casa? ¿Cómo son esos castigos? (Especificar el papeldel padre, madre y hermanas/os frente al castigo, su frecuencia y la causa más usual)Especificar para trabajadoras internas cada cuanto tienen contacto con su familia deorigen y cómo es su relación con ella.

Aspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos Socioeconómicos

Describe tu casa (profundizar en material, condiciones generales, tenencia, servicios,grado de hacinamiento y condiciones alimentarias)¿Qué actividades laborales y domésticas realizan las mujeres de tu casa?¿Qué actividades laborales y domésticas realizan los hombres de tu casa?¿Quién o quiénes llevan la plata a tu casa? (Especificar cuánto da cada miembro y si el/a niño/a aporta)

¿Qué trabajo es más valorado en tu familia: el de hombres o el de las mujeres? ¿porqué?¿Tu cual valoras más?¿Quienes son mas juiciosos en el trabajo: los hombres o las mujeres? ¿por qué?¿Qué personas de la casa estudian? (diferenciar hombres y mujeres)¿En qué gastan la plata que llega a la casa?¿Quién decide cómo se gasta? (diferenciar hombres y mujeres)

III. Antecedentes laboralesIII. Antecedentes laboralesIII. Antecedentes laboralesIII. Antecedentes laboralesIII. Antecedentes laborales

¿A qué edad empezaste a trabajar?¿En que consistió tu primer trabajo?¿Quisiste o te tocó trabajar? ¿Por qué?¿Te pagaron? ¿Cuánto? Si no te pagaron, ¿te dieron algo a cambio?¿Alguien de tu familia trabaja o ha trabajado en servicio doméstico?¿Tuviste algún accidente o te enfermaste en ese tiempo?¿Qué actividades realizaste en ese trabajo?¿Qué otros trabajos has tenido? – recuenta hasta el actual-

IV. Términos del empleoIV. Términos del empleoIV. Términos del empleoIV. Términos del empleoIV. Términos del empleo

¿Dónde estás trabajando actualmente? (Especificar si es en un sitio o varios)¿Cada cuánto trabajas en ese o esos lugares? (Especificar si es trabajo por horas pordías o interno)¿Cómo llegaste a ese trabajo? (Especificar si fue colocada/o, por quién, si fuecontactado/a o si lo buscó)¿A qué horas empiezas a trabajar? ¿A qué hora terminas?¿Tienes algún tipo de contrato? (Especificar si es verbal, escrito o algún tipo de arreglo)¿Cuánto y cómo te pagan? (Definir periodicidad y forma de pago)¿Recibes tu el dinero que te pagan? ¿Quién lo recibe y por qué?¿En qué inviertes lo que ganas? ¿Tu lo decides o quién?¿Además del sueldo recibesalgún otro beneficio? ¿Cuál?¿Estás afiliado al sistema de seguridad social? (definir quién lo tiene afiliado: la familia, elempleador o él mismo, si tiene SISBEN o ARS)¿Sabes cuáles son tus derechos como niño/a y trabajador/a y para el trabajo querealizas?¿El tuyo es un trabajo permanente o por temporadas?¿Tienes permiso de tu familia para trabajar? (de ambos padres o de cuál)

V. Condiciones del trabajoV. Condiciones del trabajoV. Condiciones del trabajoV. Condiciones del trabajoV. Condiciones del trabajo

Jornada de trabajoJornada de trabajoJornada de trabajoJornada de trabajoJornada de trabajo

Tiempos: Descripción de los tiempos y horarios en que realizan cada actividad durantelas 24 horas del día.

• Para internas:¿A qué hora te levantas?¿A que hora te acuestas?

¿Cuando ya estas acostada tienes que levantarte a atender a alguien de la familia?¿Con qué frecuencia?¿Cuánto tiempo descansas?¿Consideras que el tiempo que tienes para descansar es suficiente?¿Quienes trabajan mas: los hombres o las mujeres? ¿por que?De las labores que desempeñan hombres y mujeres ¿cuáles consideras mas pesadas?

• Para trabajadoras por horas o por días:¿A que horas te levantas los días que trabajas y los que no trabajas?Antes de ir al trabajo ¿qué actividades realizas en tu casa?¿A qué horas llegas a tu trabajo?¿Cuanto tardas de tu casa a tu trabajo?¿A qué horas terminas tu trabajo?¿A qué horas sales de tu trabajo?¿Cuánto tardas de tu trabajo al colegio?¿Cuánto dura la jornada escolar?¿Qué tiempo dedicas para realizar las tareas escolares?¿A qué hora te acuestas?¿Consideras que el tiempo que tienes para descansar es suficiente?

Descripción actividadesDescripción actividadesDescripción actividadesDescripción actividadesDescripción actividades

• Para internas¿En qué consiste tu trabajo? (descripción detallada de actividades)¿En qué momentos haces las tareas escolares?¿Te toca reponer el tiempo de estudio? ¿De qué forma?¿Qué haces en los tiempos de descanso?¿Tienes días libres? ¿qué haces y con quién los compartes?¿Comes a las mismas horas que tus empleadores?¿Has tenido algún accidente o enfermedad durante el tiempo de trabajo? ¿Fuecausado por las acciones que realizas en el trabajo? ¿Te atendieron o qué hiciste?¿Consideras que en tu trabajo existe algún riesgo? ¿Te has sentido en peligro?(profundizar)¿Te sientes capacitado/a para realizar las actividades del trabajo? ¿Por qué

• Para trabajadoras por horas o por días¿En qué consiste tu trabajo? (descripción detallada de actividades)¿Te sientes capacitado/a para realizar las actividades del trabajo? ¿Por qué?¿Te queda tiempo libre? ¿Que haces? ¿con quién lo compartes?

EspaciosEspaciosEspaciosEspaciosEspacios

• Para internas¿Los espacios de la casa son diferenciados para la familia empleadora y para ti?(especificar cuáles)¿Cómo son esos espacios? (los propios y los compartidos)¿Cómo te sientes en esos espacios? (diferenciar y profundizar en el sentido depertenencia y apropiación)¿Cuál es la diferencia en cómo te sientes en esa casa y en la tuya? (profundizar si legusta más vivir en donde trabaja o con su familia)

• Para trabajadoras por horas o por días¿Los espacios de la casa son diferenciados para la familia empleadora y para ti?(especificar cuáles y en qué momentos)¿Cómo son esos espacios?¿Cómo te sientes en esos espacios? (diferenciar y profundizar en el sentido depertenencia y apropiación)¿Cuál es la diferencia en cómo te sientes en esa casa y en la tuya? (profundizar si legustaría más vivir en donde trabaja o permanecer donde vive)

Relaciones con empleadoresRelaciones con empleadoresRelaciones con empleadoresRelaciones con empleadoresRelaciones con empleadores

¿Qué miembro de la familia donde trabajas es tu jefe/a?¿Cómo es tu relación con el/ella? (especificar si se limita a las órdenes o instrucciones detrabajo o trasciende a otros niveles, visión que tiene la trabajadora de su empleador:paternal, indiferente o de maltrato)¿Cómo es tu relación con los demás miembros de la familia? (profundizar con losmiembros de su misma edad, especificar si se limitan a las órdenes o instrucciones detrabajo o trascienden a otros niveles, visión que la trabajadora tiene de ellos)¿El patrón o miembros de la familia te llaman la atención? ¿de qué forma? ¿por qué?¿con qué frecuencia?¿Recibes recompensas o premios por tu buen desempeño y comportamiento?¿Cuáles, con qué frecuencia?¿Compartes espacios de esparcimiento con ellos/as? ¿Cuáles? (dentro de la casa yfuera de ella, en vacaciones). ¿Cada cuanto? ¿Cómo te sientes?¿La comida que te dan es igual y/o de la misma calidad que la de ellos/as?¿Te dan dotación de ropa y calzado? ¿Cada cuánto, quién y en qué épocas?¿Sientes que eres importante para la familia con la que trabajas? ¿de qué forma? ¿porqué?¿Tu crees que tu trabajo es importante? ¿Por qué?¿Crees que tu trabajo es importante para ellos/as? ¿Por qué?

VI. EducaciónVI. EducaciónVI. EducaciónVI. EducaciónVI. Educación

¿A qué edad empezaste a estudiar?¿Has perdido algún curso? (profundizar si los motivos fueron académicos,económicos, familiares laborales o por desplazamiento)El trabajo que desempeñas ¿cómo dificulta o facilita tu estudio?¿Qué tiempo dedicas para hacer tareas?¿Qué te gusta más: estudiar o trabajar? ¿por qué?¿Recibes ayuda u orientación para hacer tus tareas? ¿de quién? ¿con qué frecuencia?(diferenciar internas y por días)¿Consideras que vas a pasar el año?¿Hasta qué nivel de educación quieres llegar?¿Cómo te sientes con los compañeros de estudio (profundizar en relaciones yamistades)¿Consideras que las orientadores/as y profesores/as son un apoyo para ti? ¿en quéforma?¿Crees que la educación es importante para tu vida? ¿En qué forma?¿Tus padres te apoyan en el estudio? ¿Cuentas con ellos para seguir estudiando?

VII. Expectativas y sentimientos de vidaVII. Expectativas y sentimientos de vidaVII. Expectativas y sentimientos de vidaVII. Expectativas y sentimientos de vidaVII. Expectativas y sentimientos de vida

¿Consideras que los niños/as deben trabajar?¿Cómo te sientes en tu trabajo?¿Te gustaría continuar en el trabajo que tienes o te gustaría cambiar? ¿Por qué?Si quieres cambiar ¿qué tipo de trabajo te gustaría conseguir?¿Consideras que este trabajo es útil para tu vida? ¿De que forma?¿Qué piensas que pasará contigo dentro de 10 años?¿Qué te gusta y qué no te gusta de ti mismo/a? ¿Qué cambiarías?.¿Qué persona/s ha/n sido especial/es para ti? ¿Por que?¿Qué cualidades te gustaría tener de ellas?¿Qué es lo que más valoras de ti misma?¿Cuáles crees que son sus potencialidades y debilidades?¿Qué piensas de estar solo/a?¿Cómo resuelves las situaciones difíciles? (profundizar)¿Qué momento o situación difícil has vivido? ¿Son frecuentes los momentos difíciles?¿Qué momento o situación te hacen sentir a gusto? ¿Son frecuentes?

Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujertrabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - CUTCUTCUTCUTCUT

Guia para la realizacion de entrevista a familias de las/losGuia para la realizacion de entrevista a familias de las/losGuia para la realizacion de entrevista a familias de las/losGuia para la realizacion de entrevista a familias de las/losGuia para la realizacion de entrevista a familias de las/losniños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosniños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosniños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosniños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosniños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de terceros

I. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generales

Nombre de quien responde:___________________________________________Parentesco:___________________ Sexo: F_____ M ______ EDAD______Nombre del niño, niña o joven trabajador/a _______________________________Fecha y lugar de nacimiento ___________________________________________Lugar de origen de la familia ___________________________________________Razones para trasladarse del lugar de origen _______________________________(Especificar razones económicas, políticas, de violencia, etc.)

II. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origenII. Información de la familia de origen

Composición y relaciones familiaresComposición y relaciones familiaresComposición y relaciones familiaresComposición y relaciones familiaresComposición y relaciones familiares

¿Qué y cuántas personas componen la familia?¿Cómo son las relaciones de esas personas con los/as niños/as?¿Cómo son las relaciones entre cada uno?¿Cómo es su relación particular con los niños?¿Quién decide sobre las pautas de crianzas de los niños?¿Cómo es el manejo de premios y castigos?¿Qué labores realizan las mujeres y cuáles los hombres de su hogar? ¿Por Qué?

Aspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos SocioeconómicosAspectos Socioeconómicos

Descripción física de la casa (material, condiciones generales, tenencia servicios, gradode hacinamiento, condiciones alimentarias)¿Quién o quiénes llevan la plata a la casa? (Especificar cuanto aporta cada miembro ysi la niña aporta)¿Qué trabajo es mas valorado en la familia: el de los hombres o el de las mujeres? ¿porqué?¿Cuál valora mas usted?¿Quiénes son más juiciosos en el trabajo: los hombres o las mujeres? ¿por qué?¿Qué personas de la casa estudian? (diferenciar hombres y mujeres)¿En qué gastan la plata que llega a la casa? ¿Quién lo decide? (diferenciar hombres ymujeres) ¿Por qué?

III. Historia familiar laboralIII. Historia familiar laboralIII. Historia familiar laboralIII. Historia familiar laboralIII. Historia familiar laboral

¿En qué ha trabajado usted en el último año?¿Han trabajado usted o alguien de la familia en servicio doméstico? (profundizar en laexperiencia)

¿Trabajan o han trabajado los menores de la casa? ¿en qué? (especificar labores dehombres y mujeres)Si es desempleado ¿cuánto hace que está sin trabajo?

IV. Conocimiento de los términos y condiciones de trabajo del/IV. Conocimiento de los términos y condiciones de trabajo del/IV. Conocimiento de los términos y condiciones de trabajo del/IV. Conocimiento de los términos y condiciones de trabajo del/IV. Conocimiento de los términos y condiciones de trabajo del/a menora menora menora menora menor

¿En qué trabaja su hija/o?¿Sabe como llegó a ese trabajo?¿Sabe cada cuánto trabaja?¿Conoce los horarios de trabajo?¿Sabe si tiene contrato?¿Sabe cómo y cuánto le pagan?¿Quién recibe el dinero que le pagan?¿Sabe cómo lo gasta?¿Aporta el/la menor dinero a la casa? ¿para qué se utiliza?Además del salario ¿recibe otros beneficios?¿El/la menor está afiliado a seguridad social?¿El/la menor trabaja permanente o temporalmente?¿Conoce las labores que desempeña en el trabajo? (profundizar en si conoce lascondiciones)¿Sabe cuánto dura su jornada?¿Considera que el/la menor tiene tiempo paradescansar?¿Considera que tiene la capacidad para realizar este trabajo?¿Considera que ese es un trabajo importante (en términos del beneficio) para la vidadel menor? ¿Por qué? (indagar en lo económico, personal y educativo y si tiene quever con el hecho de que sea mujer)¿Sabe cómo tratan al/la menor en el empleo?¿Usted dialoga con el/la menor sobre su trabajo?¿Considera que el/la menor corre algún riesgo? (profundizar en qué tipo de riesgo)

V. EducaciónV. EducaciónV. EducaciónV. EducaciónV. Educación

¿Existe un tiempo para que el/la menor realice las tareas escolares?¿Usted estimula el estudio de sus hijos? ¿Cómo?¿El/la niño/a recibe orientación para hacer sus tareas? ¿de quién? (frecuencia yhorario)¿El/la menor tiene libros de consulta para realizar las labores escolares?¿Está conforme con lo que se le enseña al niño en la escuela? (profundizar)¿Hasta qué nivel de educación piensa que el/la menor debe llegar?¿Hasta qué nivel podría apoyarlo/a?¿Usted cree que es necesario que las mujeres reciban el mismo nivel de educación quelos hombres? ¿por qué?¿Es difícil para usted darle estudio a sus hijos?¿Sabe cómo es el rendimiento escolar de su hijo?¿Sabe si tiene dificultades tiene para estudiar?¿Quién asiste a las reuniones de padres de familia?

VI Expectativas y opinionesVI Expectativas y opinionesVI Expectativas y opinionesVI Expectativas y opinionesVI Expectativas y opiniones

¿Considera que los niños y las niñas deben trabajar?¿Por qué trabaja su hijo?¿Sabe usted cómo siente el/la menor en el trabajo?¿Dentro de 10 años que cree que hará su hijo?¿Qué cualidades y defectos ve usted en su hijo?¿Cuáles considera que son las potencialidades y debilidades de su hijo?¿Considera usted que las mujeres deben trabajar? ¿En qué? ¿Por qué?¿Dialoga usted con su hija? ¿de qué? ¿con qué frecuencia?¿Ha considerado la posibilidad de que su hijo no trabaje? ¿Qué se requería para quedejara de hacerlo?¿Cuáles son sus expectativas para su hija?

Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujertrabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - CUTCUTCUTCUTCUT

Guía para la realización de entrevista orientadores/as yGuía para la realización de entrevista orientadores/as yGuía para la realización de entrevista orientadores/as yGuía para la realización de entrevista orientadores/as yGuía para la realización de entrevista orientadores/as yprofesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores enprofesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores enprofesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores enprofesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores enprofesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores en

hogares de terceroshogares de terceroshogares de terceroshogares de terceroshogares de terceros

I. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generalesI. Datos generales

Nombre __________________________________ sexo F____ M___ Edad ____Colegio y curso _____________________________________________________

II. Conocimiento de la situación en el colegioII. Conocimiento de la situación en el colegioII. Conocimiento de la situación en el colegioII. Conocimiento de la situación en el colegioII. Conocimiento de la situación en el colegio

Información generalInformación generalInformación generalInformación generalInformación general¿Sabe cuántos de los niños de su salón o colegio trabajan?De ellos ¿cuántos trabajan en servicio doméstico?¿Cómo es el rendimiento de los que trabajan con respecto a los que no trabajan?¿Qué implicaciones tendrá el empleo en servicio doméstico en la vida de los/as niños/asque lo desempeñan?¿Hay mucha deserción escolar por irse a trabajar?¿Cuál es la tendencia de trabajo de los escolares? (profundizar tipos y ritmos detrabajo)¿Conoce las condiciones y términos del empleo doméstico?¿Ha conocido casos de niños/as discriminados/as por ser empleados/as domésticos/as? ¿Quién los/as discriminó?¿En qué se emplean los hombres y en qué las mujeres? ¿por qué?¿Cuáles de esos trabajos son más valorados y por qué?¿Quiénes se matriculan más: niños o niñas? ¿Por qué?¿Quiénes abandonan más el colegio: niños o niñas? ¿por qué?¿Quiénes rinden más? ¿por qué?¿Quiénes tienen más tiempo libre? ¿por qué? ¿con quién lo comparten?¿Por qué cree que los niños y niñas empiezan a trabajar desde temprana edad?¿Quiénes empiezan a trabajar primero: los hombres o las mujeres? (observar si eltrabajo doméstico en el hogar propio se considera o no trabajo)¿Emplearía a un menor de edad en su casa? ¿por qué? ¿en qué condiciones?

Respecto a casos específicos de niños/as empleados/asRespecto a casos específicos de niños/as empleados/asRespecto a casos específicos de niños/as empleados/asRespecto a casos específicos de niños/as empleados/asRespecto a casos específicos de niños/as empleados/asdomésticos/asdomésticos/asdomésticos/asdomésticos/asdomésticos/as

Rendimiento escolarActitud con respecto al cursoComparación con un estudiante no trabajador

III. OpinionesIII. OpinionesIII. OpinionesIII. OpinionesIII. Opiniones

¿Cree que el trabajo infantil es un problema? ¿por qué?¿Cómo cree que el colegio podría actuar al respecto?

¿Qué podría hacer usted si conociera un caso particular?¿Cree usted que el trabajo infantil viola los derechos del niño? ¿cómo?¿El PEI del colegio ayuda a la solución del problema?¿Cree que el trabajo infantil afecta más a los niños que a las niñas?¿Cree que emplearse como interno/a sea una solución para un/a menor de edad?¿Hasta que nivel escolar cree que podrán llegar los niños/as trabajadores?

Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujerUnicef- Save the Children U.k - Casa de la mujertrabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - trabajadora - CUTCUTCUTCUTCUT

Guia para la realizacion de entrevista funcionarios/as deGuia para la realizacion de entrevista funcionarios/as deGuia para la realizacion de entrevista funcionarios/as deGuia para la realizacion de entrevista funcionarios/as deGuia para la realizacion de entrevista funcionarios/as deorganizaciones locales y comunitarias respecto a la situaciónorganizaciones locales y comunitarias respecto a la situaciónorganizaciones locales y comunitarias respecto a la situaciónorganizaciones locales y comunitarias respecto a la situaciónorganizaciones locales y comunitarias respecto a la situaciónde niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosde niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosde niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosde niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de tercerosde niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de terceros

Institución _________________________________________________________Nombre ___________________________ Sexo F___ M____ Edad ___________Cargo ______________________________________________________

¿Considera que el trabajo de los niños y jóvenes es un problema? ¿por qué?¿Su institución y su cargo pueden contribuir a la solución del problema? ¿por qué?Si conociera un caso particular ¿qué podría hacer?¿Cree que el trabajo infantil viola los derechos del niño? ¿cómo?¿Su institución tiene algún programa, política, estrategia o proyecto para ayudar a lostrabajadores menores de edad?¿Considera que el trabajo infantil y juvenil afecta más a las mujeres o a los hombres?¿por qué?¿Cree que emplearse como interno/a sea una solución para un/a menor de edad?¿por qué?¿Hasta qué nivel educativo cree que puedan llegar los menores de edad trabajadores?¿Qué posibilidades hay de que su institución diseñe o apoye un programa paramejorar sus condiciones de trabajo?¿Qué tendencia presenta el trabajo infantil y juvenil?¿Qué implicaciones tiene el empleo doméstico en la vida de los/as niños/as?¿Conoce las condiciones y términos de ese empleo?¿Ha conocido casos de discriminación a niños/as empleados/as domésticos/as? ¿quiénlos discriminó?¿En qué tipo de empleo se ocupan las mujeres y en cuáles los hombres? ¿por qué?¿Cuáles de esos trabajos son más valorados y por qué?¿Quiénes tienen más tiempo libre: los niños o las niñas? ¿por qué?¿Por qué cree que niños y niñas empiezan a trabajar desde temprana edad?¿Quiénes empiezan a trabajar primero: los hombres o las mujeres? ¿por qué?¿Emplearía una menor de edad en su casa? ¿por qué? ¿en qué condiciones?

Anexo 2Anexo 2Anexo 2Anexo 2Anexo 2

Matriz de sistematización y análisis de informaciónMatriz de sistematización y análisis de informaciónMatriz de sistematización y análisis de informaciónMatriz de sistematización y análisis de informaciónMatriz de sistematización y análisis de información

CategoríasCategoríasCategoríasCategoríasCategorías DimensionesDimensionesDimensionesDimensionesDimensionesFAMILIA: Agrupa la informa-ción suministrada por lasniñas, niños, jóvenes y ma-dres de familia. Hace énfa-sis en la diferencia de per-cepciones.

HISTÓRICA: Hace referencia a aspectos como origen dela familia, motivos y condiciones de emigración y llegadaa la ciudad y la zona.MATERIAL: situación socioeconómica en la que viven,desempeño de actividades y roles en la dinámica familiar,espacio físico en donde habitan y trabajan.AFECTIVA: aspectos relacionados con el tipo y calidadde relaciones familiares y manejo de normas, autoridady poder en el interior de los hogares.

EMPLEO: desempeño labo-ral de los niños, niñas, jó-venes y las familias.

HISTORICA: antecedentes laborales, condiciones y tér-minos de la historia laboral de los/as miembros de la fa-milia y de las/os niñas/os y jóvenes.MATERIAL: términos y condiciones del empleo que des-empeñan los/as niños/as y jóvenes.AFECTIVA: sentimiento respecto a la labor que desem-peñan, valoración del empleo, relaciones y trato dadospor los/as empleadores/as e impacto del trabajo en susvidas

EDUCACIÓN: opiniones delos y las protagonistas, susfamilias y las profesoras/esy orientadoras/es de los co-legios.

HISTORICA: edad de ingreso escolar, historia escolar (re-pitencia y niveles de atraso escolar).MATERIAL: condiciones en que estudian, tiempos, espa-cios y rendimiento escolar.AFECTIVA: Apoyo que tienen para el estudio, relacionescon compañeros/as y profesores/as, valoración que danal estudio y expectativas escolares (terminación de ba-chillerato o no, planes de abandonar el estudio)

PROYECTO DE VIDA:¿Cómo se ven, cómo losven? ¿A donde quieren ypiensan que pueden llegar?

HISTÓRICA: Una pregunta clave en la entrevista fue sisu historia es y será mejor, igual o peor que la de susmadres. MATERIAL: recursos físicos e intelectuales delos que disponen para realizar su proyecto de vida, áreasen las que se quieren desempeñar profesional y/o labo-ralmente AFECTIVA: sueños y aspiraciones, recursosemocionales con que cuentan para alcanzarlos, autoes-tima e identidad.

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Christiane LelievreChristiane LelievreChristiane LelievreChristiane LelievreChristiane LelievreIsabel M OrtizIsabel M OrtizIsabel M OrtizIsabel M OrtizIsabel M OrtizFundación Mujer y Futuro

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

En este documento se exponen las condiciones de vida de las niñas y jóvenes meno-res de 18 años que trabajan en oficios domésticos en hogares de terceros y se visibilizaun problema que se ha silenciado a pesar de su profunda incidencia en la discriminaciónsocial y cultural de las mujeres. Pretende precisar las consecuencias del desempeño deoficios de adultos, considerados propios del género femenino, desde temprana edad yfuera del hogar de origen.

La investigación fue de tipo cualitativo e involucró diferentes formas de aproximacióna la realidad de las niñas. Puesto que se reconocía la validez y el alcance de la informaciónproveniente de las niñas se utilizó el Diagnóstico Urbano Participativo116 que permite co-nocer y ordenar la percepción y el sentir de los participantes en el proceso de investiga-ción. Esta metodología favorece los intercambios entre los integrantes del grupo y permi-te una participación activa y amena porque tiene en cuenta sus experiencias; además,en este caso particular, constituyó una ganancia para las niñas porque aprendieron sobresus derechos básicos y la forma de garantizarlos.

Para recoger la información de manera participativa se utilizaron los siguientes instru-mentos117:

• Encuestas a todas las niñas y jóvenes del estudio (41)• Aplicación de instrumentos de la metodología Urbana Participativa a todas las niñas y

jóvenes del estudio (41)• Entrevistas en profundidad a una muestra de niñas (6)• Entrevistas a empleadoras/es (6)• Entrevista a algunas de las familias de las niñas y jóvenes del estudio (12)

Las niñas que colaboraron con el estudio expusieron con gusto y generosidad suspuntos de vista sobre sí mismas y el trabajo que desempeñan. Manifestaron su interéspor participar en eventos que les ofrezcan momentos de crecimiento humano, recrea-ción y convivencia, de los cuales carecen totalmente. Para la Fundación Mujer y Futuro,que tiene como propósito lograr mejores condiciones de equidad social y cultural para lasmujeres, este estudio plantea el compromiso ético de pensar y desarrollar acciones quemodifiquen las condiciones de vida que vulneran derechos humanos de la infancia yderechos básicos de las mujeres en la sociedad.

Partiendo de la hipótesis de que hay relación entre pobreza económica y mujeresempleadas domésticas, se hicieron visitas casa a casa en dos barrios de estrato uno de laciudad que por sus condiciones de pobreza, marginalidad y exclusión de beneficios yoportunidades arrojarían, en forma permanente, niñas trabajadoras domésticas haciahogares ajenos.

116 La metodología pro-puesta ha sido utili-zada para realizardiagnósticos en zo-nas rurales en Asia,África y América La-tina. A mediados delos años noventa elBanco Mundial utilizóla misma metodologíaen comunidades ur-banas en Jamaica,Colombia y Guatema-la con el fin de estu-diar la relación entrelos diferentes tiposde violencia, la po-breza y el tejido so-cial. A este métodose le llamó EvaluaciónUrbana Participativa,EUP. Para este traba-jo consideramos másadecuado referirnosa esta metodologíacomo Diagnóstico Ur-bano Participativo,DUP, en la medida quese hace un diagnós-tico y no una evalua-ción. En todo caso, lametodología provie-ne del Sondeo RuralParticipativo (SRP),método que permiteidentificar los proble-mas de la comunidady planificar activida-des para su solucióncon la participaciónactiva de las comuni-dades campesinas.

117 Ver los instrumentosutil izados en losanexos.

En 284 viviendas del barrio José Antonio Galán se encontró un total de 114 niñas entrelos 12 y los 18 años, de ellas 25 (el 22%) trabajaban en servicio doméstico. En este barriono se hallaron niñas menores de 12 años dedicadas a esta ocupación. En 223 viviendasdel barrio Mirador Norte había un total de 84 niñas de la misma edad, de ellas 16 (el 19%)trabajaban en casas de terceros.

En un colegio que ofrece hacer el bachillerato con clases el sábado o domingo seubicaron 8 jóvenes que cursan 7 grado y desempeñan oficios domésticos. También hi-cieron parte del estudio 2 niñas conocidas por las investigadoras.

Debido a los frecuentes cambios de lugar de trabajo algunas de las 51 niñas y jóvenesidentificadas en el primer sondeo no participaron en la aplicación de todos los instrumen-tos; en la aplicación del DUP se trabajó con 41 niñas y jóvenes entre los 12 y 17 años deedad.

1. Contexto1. Contexto1. Contexto1. Contexto1. Contexto

La investigación se realizó en Bucaramanga, ciudad capital del departamento de San-tander, cuya área metropolitana tiene una población aproximada de un millón cien milhabitantes (1.100.000). Es una ciudad comercial, con pequeñas empresas de confec-ción y calzado y un grado de desempleo conforme a la tasa nacional del 19%. Parte de lapoblación presenta alto grado de movilidad laboral reflejo de la inestabilidad, los bajossalarios y la estrategia del rebusque. Es una ciudad receptora de población desplazadapor la violencia armada que llega del mismo Santander y de los departamentos vecinosde Norte Santander, el Cesar y sur de Bolívar.

El José Antonio Galán es un barrio de invasión de estrato socioeconómico uno, situadoal margen del Río de Oro, en el occidente del área metropolitana, al cual se accede poruna vía pavimentada. Es un barrio densamente poblado, amenazado por el desborda-miento del río y afectado por su contaminación. Los servicios públicos, sociales y recrea-tivos son deficientes y el diseño urbanístico caótico; la doble nomenclatura (una del cen-so de la Alcaldía y otra de la empresa Electrificadora) dificulta la ubicación de algunasviviendas.

En el barrio funcionan la Junta de Acción Comunal, programas del Instituto Colombia-no de Bienestar Familiar, guarderías de madres comunitarias, una parroquia y varios gru-pos cristianos; hay una escuela, una cancha, billares y tiendas. Es una zona deprimida dela ciudad de Bucaramanga, foco de violencia y punto de llegada de familias desplazadaspor la violencia. Una parte de su población es estable y otra fluctuante.

El Mirador Norte también es un barrio de invasión y de estrato socioeconómico uno;está ubicado en el sector denominado Ciudad Norte que agrupa 32 barrios y aproxima-damente 180.000 habitantes. Las familias que lo habitan, con un promedio de tres acuatro hijos, son de escasos recursos económicos y no tienen ingresos fijos. Los servi-cios públicos son deficientes e insuficientes, no hay alcantarillado, las vías de acceso estánsin pavimentar, el agua es comunitaria y varias familias se “cuelgan de la luz” para tenerelectricidad en sus casas. Hay pocos servicios sociales: guarderías comunitarias y otrosprogramas del ICBF. Hay pequeñas tiendas y servicio telefónico. No hay espacios para larecreación, zonas verdes ni canchas. El asentamiento está situado en una zona de riesgoy no puede ser consolidado; se está aplicando un plan de reubicación que abarca sola-mente a las familias propietarias de los predios.

2. Referentes teóricos2. Referentes teóricos2. Referentes teóricos2. Referentes teóricos2. Referentes teóricos

Dos perspectivas conceptuales básicas han orientado el análisis de la información obte-nida. En primer lugar, la perspectiva de derechos de la infancia que permite relacionar eltrabajo doméstico infantil y la vulneración o afectación de los derechos de la niñez reafir-mados en la Convención Internacional de los Derechos del Niño/a. De otra parte, elenfoque de género que devela las relaciones de inequidad que desvalorizan e invisibilizanel trabajo doméstico. Puesto que éste es realizado por mujeres desde edades muy tem-pranas termina siendo aceptado y legitimado por las familias, las comunidades y la socie-dad; no es cuestionado ni confrontado como ocupación lesiva para la condición y posi-ción social de las mujeres.

2.1 El enfoque de derechos2.1 El enfoque de derechos2.1 El enfoque de derechos2.1 El enfoque de derechos2.1 El enfoque de derechos

Uno de los logros conceptuales más significativos en la atención a la infancia, a nivelmundial, es asumir a niñas y niños como sujetos de derechos superando así la concep-ción asistencial según la cual la niñez es una etapa de minusvalía, dependencia e incapaci-dad que obliga a atenderla para mitigar o solucionar sus demandas y necesidades. Estaconcepción tradicional no vincula a los niños y niñas como actores sociales sino que losasume como “objetos” de programas o acciones dirigidas a solucionar lo que según losadultos son las demandas de la infancia. La Convención Internacional de los Derechos delos niños y niñas, promulgada en 1989 y suscrita por la gran mayoría de Estados delmundo, es la máxima expresión de esa transformación.

Los 42 artículos de la Convención reiteran la prevalencia del “interés superior de losniños y niñas” y comprometen y responsabilizan al Estado de “asegurar la protección y elcuidado necesario para el bienestar de la infancia”. La Convención protege contra ladiscriminación (art. 2), garantiza la identidad (art. 8), prohíbe la separación de sus padres(arts. 9 y 18), tutela los derechos de expresión (art. 12) e información (art. 13), amparacontra el maltrato (art. 27), define los derechos a la educación (art. 28), descanso, espar-cimiento, juego y actividades culturales (art. 31), defiende contra la explotación, el traba-jo peligroso (art. 35) y el abuso sexual (art. 34) e impide la tortura (art. 37).

La Convención asume una concepción holística que insiste en las acciones integradascomo única forma posible de crear nuevas y mejores condiciones para la infancia. SegúnMartha Santos País “la Convención es especialmente relevante si se tiene en cuenta sunaturaleza integradora. Al tiempo que establece un comportamiento ético hacia los niñosy las niñas, reconociendo sus capacidades y respetando sus personalidades, este instru-mento internacional no es simplemente una referencia moral. Es más bien la fuente deobligaciones legales específicas que los Estados deben honrar y cumplir” (Santos, s.f).

En este documento los niños y niñas son actores sociales, se les reconoce un procesoevolutivo, se rescata su participación en los procesos de desarrollo y se les involucra como

pre-ciudadanos/as en un ejercicio temprano de la expresión, la participación y el protago-nismo en lo que tiene que ver con su propia vida. Esta concepción exige un cambio culturalque otorgue a la niñez un nuevo status y, en consecuencia, un replanteamiento de políti-cas, programas y acciones; requiere, en fin, que la sociedad asuma, en forma co-responsa-ble, la relación con los niños y niñas como parte integral del conjunto social.

2.2 Enfoque de género2.2 Enfoque de género2.2 Enfoque de género2.2 Enfoque de género2.2 Enfoque de género

Puesto que el enfoque de género permite identificar las diferencias y desigualdades queexisten, social e históricamente, entre la condición masculina y la condición femenina espertinente para dilucidar la relación entre servicio doméstico, como ocupación de muje-res, pobreza e inequidad.

El género implica un conjunto de características, de oportunidades, de expectativas yvaloraciones que un grupo social asigna a las personas teniendo como base las condicio-nes biológicas del sexo. El género es una construcción social, no natural, que se configu-ra mediante procesos socio-culturales y de comunicación y a través del manejo del po-der. Se transmite de manera sutil en los procesos de socialización y educación. Este enfo-que permite visibilizar la vulnerabilidad y las desventajas de las mujeres que históricamen-te han sido relegadas a desempeñar ocupaciones subvaloradas, poco reconocidas ydiscriminadas (los oficios domésticos, por ejemplo).

El género muestra la tajante división sexual del trabajo que se refleja en la separacióny oposición entre los espacios masculinos y los femeninos, en las actividades, ocupacio-nes y profesiones diferentes para hombres y para mujeres y en la valoración social detodo lo masculino y la consecuente infravaloración de lo femenino.

2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico2.3 Trabajo doméstico y servicio doméstico

La mayoría de las mujeres urbanas pobres de América Latina, sean migrantes del cam-po o nacidas en la ciudad, se ubica laboralmente no en los sectores modernos de laeconomía sino en el tradicional servicio doméstico, territorio laboral femenino por exce-lencia. Por otro lado, muchas mujeres que se describen a sí mismas como amas de casason en realidad mujeres desempleadas que hacen trabajo doméstico no remunerado ensu propio hogar. Hay que diferenciar entre trabajo doméstico, como labor desempeñadaen el hogar propio y sin remuneración, y servicio doméstico como ocupación remunera-da y desempeñada por las mujeres pobres en hogares ajenos (León, 1982).

Aunque los papeles sociales que la sociedad asigna a las mujeres son múltiples y diver-sos se concentran en la esfera de lo privado. La mayor parte de las mujeres de todos losestratos socioeconómicos desempeña tres roles a lo largo de su vida: madre, trabajado-ra y ama de casa. Las mujeres de sectores pobres tienen que reducir al máximo losgastos familiares, mediante su trabajo doméstico no remunerado ayudan a satisfacer lasnecesidades diarias cuando no hay suficientes ingresos. De otra parte, puesto que lasmujeres de clases medias y altas pueden decidir si trabajan o no fuera del hogar, la mayo-ría de labores domésticas de sus hogares son desempeñadas por una mujer que secontrata como empleada doméstica. Siempre hay una reserva de mujeres pobres -cuyoúnico y ancestral saber es el referente a las funciones domésticas- disponible para sercontratada por empleadores de estratos medios y altos. La pobreza y falta de oportuni-dades de las mujeres más pobres reproduce la discriminación de género.

3. Las niñas y jóvenes trabajadoras3. Las niñas y jóvenes trabajadoras3. Las niñas y jóvenes trabajadoras3. Las niñas y jóvenes trabajadoras3. Las niñas y jóvenes trabajadorasdomésticas en hogares de tercerosdomésticas en hogares de tercerosdomésticas en hogares de tercerosdomésticas en hogares de tercerosdomésticas en hogares de terceros

3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñas3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñas3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñas3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñas3.1 Características sociodemográficas y familiares de las niñasy jóvenes del estudio.y jóvenes del estudio.y jóvenes del estudio.y jóvenes del estudio.y jóvenes del estudio.

La descripción de las características de los hogares de origen de las niñas y jóvenesempleadas se basa en los doce estudios socio familiares realizados en los dos barrios deprocedencia de las jóvenes.

El 50% de familias están formadas por la madre, el padre y los hijos/as, todas ellasuniones libres de entre 15 y 20 años de convivencia. Otro porcentaje importante lorepresentan las familias reconstituidas en las cuales la madre tiene un nuevo compañero(las niñas hablan de relaciones conflictivas con el padrastro). Siguen en importancia lasfamilias monoparentales femeninas donde la madre es jefa de hogar y se mantiene solacon sus hijos e hijas. También hay hogares constituidos por mujeres madres solteras conuno o dos hijos. La familia extensa tiene escasa representación en la muestra (1 caso). Lamayoría de familias tienen entre tres y cinco hijos/as.

Todas las familias tienen muy bajos niveles de ingreso, la que más dinero recibedispone de $400.000 mensuales118 uniendo los aportes del padre, la madre y dos hijos.La de menor ingreso recibe $6.000 diarios pero no todos los días del mes119. Las madrescabeza de familia reportan ingresos que oscilan entre $130.000 y $280.000120. La pre-sencia de varones de 12 a 20 años que no tienen ninguna ocupación es significativa, enla mayoría de las familias hay jóvenes desocupados o desempleados que tampocoestán estudiando.

Los niveles educativos de los padres y madres de las niñas son muy bajos, predominala primaria incompleta y es significativa la tasa de analfabetismo cercana al 20%. Haysolamente un padre con estudios secundarios y una madre que dice haber cursado unaño de estudios universitarios y que actualmente es madre comunitaria en su barrio.

Los padres de las niñas son sobre todo coteros (descargue de vehículos de carga),vendedores ambulantes, mecánicos a tarea y albañiles. Solo uno de ellos es empleado deuna empresa y devenga el salario mínimo, tiene seguridad social y prestaciones sociales.La mayoría de madres son empleadas domésticas por días, otras vendedoras ambulan-tes y las demás desempleadas.

Gran parte de las familias entrevistadas son migrantes de municipios cercanos a Buca-ramanga, del Magdalena Medio y del Departamento del Cesar que dejaron el campobuscando nuevas oportunidades de trabajo. Una familia es desplazada por la violenciasocio-política y procede de Norte de Santander.

118 Us 190 aproximada-mente.

119 Us 2.8 aproximada-mente.

120 Entre Us 62 y 133aproximadamente.

El 78% de las 41 jóvenes participantes del estudio trabajan internas (32), el 19.5%trabaja “por días” (8) y una niña trabaja medio tiempo externa para la misma em-pleadora.

De las 51 niñas identificadas como empleadas domésticas, el 58.8% tiene entre 15 y17 años y el 41% entre 12 y 14 años.

De las 41 niñas entrevistadas el 14.6% empezó a trabajar antes de los 12 años, el68.2% entre los 12 y los 14 años y el 17% después de los 14 años. El 44% lleva un añoo menos trabajando, el 41% entre 2 y 3 años y el 15% 4 o más años.

El 31.7% de las niñas tiene primaria completa o cursa el 5 grado, el 22% tiene primariaincompleta y el 46% tiene secundaria incompleta. El 31.7% de las niñas estudia actual-mente, las 28 restantes abandonaron la escuela (Ver Cuadro No.1)

3.2 Condiciones laborales3.2 Condiciones laborales3.2 Condiciones laborales3.2 Condiciones laborales3.2 Condiciones laborales

- Salario- Salario- Salario- Salario- Salario

Respecto al salario no hay información de 5 niñas. De las 36 restantes el 55.5% recibemenos de $100.000, el 38.8% entre 100 y 130.000 y sólo 5.5% recibe más de$150.000121.

La remuneración más baja es de $1.000 diarios y $20.000 mensuales y la más alta de$180.000 que sólo reciben dos empleadas. Dos niñas no reciben remuneración en dinerosino techo y comida una y útiles escolares y transporte la otra.

Las niñas utilizan el dinero que ganan más para ayudar a la familia que para sí mismas,sólo cuatro piensan en ahorrar.

La distribución del salario concuerda con las razones por las cuales iniciaron su vidalaboral: “necesidad” y “situación económica”. Algunas mencionaron que trabajaban para“tener sus cosas” lo cual se contradice con el bajo número de quienes gastan su salariopara “comprar sus cosas”. No mencionan gasto de dinero en actividades de tipo recrea-tivo y pocas invierten lo que ganan en sus estudios.

- Los oficios- Los oficios- Los oficios- Los oficios- Los oficios

Todas las niñas empleadas hacen el aseo, algunas no planchan, unas pocas no coci-nan y varias cuidan niños además de hacer todos los oficios de la casa. Tres niñasmencionan que les gusta todo lo que hacen y una menciona que no le gusta nada delo que hace. A las que deben atender niños/as les gusta hacerlo porque equivale ajugar con ellos y “maternar” que es una forma de desempeñar el rol femenino mástradicional.

Las empleadas domésticas tienen exceso de responsabilidad y de trabajo. Son niñas oadolescentes pero responden por casi todas las labores de reproducción de las familiasempleadoras; a eso se añade la ayuda económica que brindan a sus familias para pagarlos servicios, comprar ropa a los hermanos y hacer el mercado. Las madres y padresempleadores les delegan el cuidado de sus hijos pequeños niños/as y bebés sin percatar-se, no sólo del recargo de trabajo que les implica sino de que carecen de formación paradar esa primera educación.

121 El salario mínimo le-gal vigente para em-pleadas de serviciodoméstico es de$180.000, esto es,Us 85.7.

- Jornada de trabajo- Jornada de trabajo- Jornada de trabajo- Jornada de trabajo- Jornada de trabajo

Un día en la vida de una menor trabajadora interna

“Me levanto a las 6 de la mañana. Hago café con leche y pan de desayuno, merecuesto un poco mientras se levantan los niños. Cuando se levantan les doy eldesayuno, luego lavo la loza y después subo y arreglo las piezas, recojo los zapatosy me pongo a barrer, después trapeo. Lavo el baño y echo la ropa en jabón,después baño a los cinco niños que cuido, los visto, les doy las onces y hago elalmuerzo. A las doce y media les sirvo a los niños, después los visto para llevárme-los para el colegio, entran a la una. Cuando vuelvo lavo la loza y hago aseo. Luego,como a las dos, me pongo a lavar, termino a veces a las cuatro o cuatro y media.Me baño y me voy a traer los niños. Llego y les hago comida, a las siete les sirvo.Reposamos un ratico, les pongo las piyamas y les prendo el televisor. Ellos se que-dan mirando televisión y yo me pongo a lavar la loza. Al rato llega la señora y lesirvo la comida y después lavo los platos. Como las ocho y media subo con losniños y me acuesto a dormir con ellos”. *

Las jornadas de trabajo empiezan desde las 4 de la madrugada y pueden extendersehasta las 11 de la noche. El tiempo de trabajo diario fluctúa entre 17 horas (4 internas) yun mínimo de 9 horas (2 por días y 1 interna). De las 32 niñas internas sólo una trabajamenos de 8 horas diarias, 14 (43.8%) entre 9 y 12 horas diarias, 11 (34.3%) entre 13 y15 horas y 6 (18.7%) 16 o más horas. De las 8 niñas que trabajan por días el 37.5% (3)trabaja 9 horas diarias, 25% (2) entre 10 y 11 horas y 37.5% (3) 12 o más. La niñaexterna trabaja doce horas diarias.

La modalidad de trabajo interna implica una “disponibilidad permanente” que dificultaestablecer los limites entre trabajar y “vivir con”. ¿Cómo estar en la casa sin hacer nada?Algunas de las niñas entrevistadas que trabajan internas no pudieron precisar la duraciónde su jornada, saben a qué hora deben levantarse y a qué hora suelen acostarse pero notienen un tiempo demarcado y regular de trabajo.

- Protección en Salud- Protección en Salud- Protección en Salud- Protección en Salud- Protección en Salud

Muchas niñas manifiestan tener dolores de cabeza, úlcera, mareo y otras enfermeda-des que no saben nombrar ni definir lo cual hace pensar que somatizan por no expresarsus malestares emocionales. Tienen un pensamiento mágico para explicar la enfermedado la salud: “por fortuna no me he enfermado”, “gracias a Dios, gozo de buena salud”.

De 41 niñas entrevistadas solo 3 (7.3%) tienen cobertura médica a través del SISBEN,las demás carecen de Seguridad Social, es decir, están desprotegidas en caso de enfer-medad o accidente.

Para conocer su situación de salud y seguridad social se les preguntó a las niñas quéhacen cuando están enfermas. Las 33 respuestas obtenidas pueden agruparse así: laempleadora las medica (15.5%), les proporcionan asistencia médica (36%), les reducenla jornada o las tareas (6%), no reciben ninguna ayuda ni atención (18%). El 9% tienebuena salud y el 15% da otras respuestas (“me aguanto”, “acudo a mi mamá”).

Como la gran mayoría de la población colombiana pobre, las niñas empleadas trabajanen condiciones de indefensión, mientras no se enfermen o accidenten no hay problema.Por ser menores de edad son más vulnerables que el resto de la población y que la

* La joven que haceeste relato tiene 16años, no estudia ygana $100.000 men-suales; su empleado-ra es enfermera, tra-baja por turnos y esjefa de hogar.

población femenina trabajadora doméstica. Algunas han manifestado que, aunque lo haintentado, su empleadora no ha podido incluirlas en el sistema de seguridad social yprotección en salud; a otras su familia las ha afiliado al SISBEN pero no tienen el carné queles permita recibir atención médica.

- Descanso y Tiempo Libre- Descanso y Tiempo Libre- Descanso y Tiempo Libre- Descanso y Tiempo Libre- Descanso y Tiempo Libre

A excepción de las dos niñas que trabajan por días en la mañana y estudian en lajornada de la tarde, ninguna tiene un horario de trabajo que le permita estar en el sistemaeducativo formal. Las pocas que estudian lo hacen en su tiempo libre, en un horarionocturno o durante el fin de semana.

El domingo es el día libre del 56% de las niñas. El 7.3% no tienen ningún día de descan-so y 12% no informaron. En general, las niñas no están en el hogar de sus empleadoresel fin de semana ni los lunes festivos.

Once niñas pasan el domingo libre con su familia: “juego con el bebé”, “voy donde mimamá”, “visito a la familia”; ocho niñas hacen vida social: “salgo con mis amigas”, “voy apasear”, “salgo al parque”, “descanso y estoy con mis amigos” y “voy a la iglesia”. Sietededican parte de su único día libre al estudio: “estudio y salgo con mis amigos”, “estudioy descanso”, “estudio y voy donde mi mamá”. Cinco siguen con actividades domésticas:“le ayudo a mi mamá en la casa”, “cuido un par de niñas”, “me dedico a los quehaceresde la casa”.

3.3 Gustos, disgustos y expectativas3.3 Gustos, disgustos y expectativas3.3 Gustos, disgustos y expectativas3.3 Gustos, disgustos y expectativas3.3 Gustos, disgustos y expectativas.....

Dos niñas indican que les gusta “ver televisión” y “ver telenovelas con la señora”. Unadice que le gusta arreglar el jardín, otra que le gusta “ hacer todo”. Sólo cuatro mencio-nan gustos de índole más afectiva como “la forma en que me tratan”, “salir con lospatrones” y “ que ellos me respaldan, me ayudan a salir adelante”. Otra señala que legusta “escuchar música y estar sola”.

Al preguntárseles por lo que les gusta de su trabajo pocas nombran algo diferente a losoficios. Una adolescente de 15 años señala que lo único que le gusta es que puedeestudiar, otra dice que le da “libertad para hacer mis tareas y que tengo tiempo libre paraescuchar música”. Una dice que “todas” las cosas que hace en su trabajo le gustan.

A ninguna le gusta planchar y más de la mitad tiene que hacerlo; tampoco les gustalimpiar vidrios, “lavar la ropa poposeada” o “ir a recoger los niños al colegio”. Las vacacio-nes de los empleadores las dejan sin trabajo y sin salario. Algunas niñas hablan del abusoen la cantidad de trabajo, de no tener un día libre, el poco sueldo, el mal genio de lapatrona, el horario, los gritos, las órdenes y las humillaciones.

- Expectativas- Expectativas- Expectativas- Expectativas- Expectativas

A excepción de dos niñas que dicen no saber que quieren en el futuro y de otra quedesea “casarse”, las aspiraciones de las jóvenes reflejan sus anhelos de superación aun-que, a veces, la formulación sea vaga: “ser alguien en la vida”, “estudiar para ser unaprofesional” o “ser una persona estudiada”. La pregunta sobre las expectativas para elfuturo les resultó difícil de contestar lo que podría mostrar un impedimento para proyec-tarse e imaginarse a una edad mayor.

La mayoría indica metas precisas pero que no tienen relación con su situación escolaractual, por ejemplo, una chica de 13 años y otra de 14, ambas con tercero de primaria yque abandonaron los estudios quieren ser profesora y enfermera, respectivamente. Otrasdos de 16 años, que tienen quinto de primaria y tampoco estudian, aspiran a ser odon-tóloga y secretaria. Las jóvenes entrevistadas más que proyectarse o establecer metas,sueñan y expresan ilusiones.

Las chicas que plantean objetivos más realistas respecto a su situación actual son lasque estudian bachillerato o las que, sin estar en el sistema escolar, plantean seguir estu-diando y terminar la secundaria. Aunque ninguna quiere seguir en el servicio domésticosmás de la mitad no se está preparando para hacer otra cosa.

Hay que resaltar que aún las niñas que sólo quieren terminar bachillerato tienen pocaprobabilidad de lograrlo porque presentan un retraso escolar, que combinado con lapobreza, las mantiene en el empleo doméstico lo cual se convierte en un serio impedi-mento para el logro de sus aspiraciones. Ninguna de las jóvenes tiene un nivel de escola-ridad cursada que corresponda a su edad cronológica, más de la mitad abandonó laescuela y solo dos estudian de la manera convencional: trabajan por la mañana y van alcolegio por la tarde.

3.4 El estilo de vida3.4 El estilo de vida3.4 El estilo de vida3.4 El estilo de vida3.4 El estilo de vida

Los datos muestran que las niñas y jóvenes empleadas en servicio doméstico no dis-ponen de tiempo libre suficiente para hacer vida social o para estudiar. Además, depen-den totalmente de los empleadores, adultos/as que quieren moldearlas para que les sir-van a ellos y a sus hijos/as. La empleadora tiende a asumir un papel de protectora acep-tado por las niñas, que han carecido de afecto y atención en sus hogares de origen;desde la perspectiva del empleador ese rol justifica los bajos salarios o las retribuciones enforma de regalos, ropa usada o pago de matrícula.

La vida actual de las niñas las predispone para perpetuar la explotación y discrimina-ción del trabajo femenino y del empleo doméstico. A pesar de sus deseos pocas niñas yjóvenes tiene oportunidad de superar su situación y la pobreza de sus familias.

El hogar de los empleadores es el espacio donde las empleadas domésticas menoresde edad viven y trabajan, reciben órdenes y afectos e intercambian emociones y sen-timientos.

Al indagar por las primeras palabras que suelen decirle a las niñas al momento de iniciarsu día 17 manifestaron recibir un saludo, otras un saludo acompañado de órdenes yrecomendaciones; a las demás no las saludan sino que les dan instrucciones o les ha-cen advertencias.

3.5 Dificultades en el trabajo3.5 Dificultades en el trabajo3.5 Dificultades en el trabajo3.5 Dificultades en el trabajo3.5 Dificultades en el trabajo

Inicialmente las niñas tuvieron dificultad para identificar los problemas que enfrentan ensu desempeño laboral, se mostraron conformes y resignadas: “las cosas son así”, “no sé,todo está bien”; asimilan como normales situaciones que no lo son. Sin embargo, cuandoentran en confianza basta con que una niña empiece a enumerar las dificultades para quelas demás la sigan.

En general, se quejan de las largas jornadas, de estar todo el tiempo disponibles, de lacarencia de horarios y el incumplimiento en el pago. Las circunstancias adversas las ha-cen inseguras para actuar y refuerzan una ya baja autoestima.

Se hizo el ejercicio de identificar problemas y priorizarlos. Los principales problemasmencionados fueron:

1. Miedo a no hacer las cosas bien.

2. Que uno hace alguna cosa mal y en seguida lo regañan.

3. Desquite de los patrones con uno cuando ellos están peleados.

4. El maltrato.

5. No poder estudiar.

6. Explotación, horarios abusivos, incumplimiento en el pago.

7. Alejamiento de la familia. No se puede uno comunicar con ellos.

8. A veces no nos dan el descanso los domingos.

Las niñas han aprendido a callar y ocultar sus emociones lo cual tiene consecuenciasnefastas en el desarrollo de su autoestima y autonomía. En los talleres expresaron an-gustia cuando tienen que quedarse solas en las casas o por la responsabilidad total quetienen de los hijos del empleador. Unas hablan del miedo que sienten de estar solas conel empleador y de no tener el apoyo de la empleadora si éste se muestra abusivo, o deque crean que ellas lo sedujeron. Sienten miedo de que “cuando se refunden cosas” lasacusen y pierdan la confianza de los empleadores. Temen no hacer las cosas bien y quelas regañen.

Estos últimos temores se entienden por la precaria estabilidad laboral que tienen lasniñas y porque deben aprender y adaptarse a las costumbres y los gustos de cadanuevo empleador, siempre corren el riesgo de no satisfacer al empleador y recibir críticaspor eso.

Las jóvenes del estudio sienten tristeza cuando los niños molestan mucho, no tienennada que hacer, la señora las regaña sin motivo porque está de mal genio y se desquitacon ellas o cuando no les dan día de descanso y no pueden ver a su familia. Sus alegríasse manifiestan cuando los empleadores son nobles, no las tratan como a una empleada nilas humillan, las “sacan a pasear”, les hacen regalos, las aconsejan, cuando no están solasen la casa y están pendientes de ellas.

Se sienten bravas porque no le respetan su intimidad o su tiempo libre, no valoransu trabajo, les exigen, las mandan y las recargan de oficios y responsabilidades. Lo quemás les molesta es que obstaculicen o deshagan su trabajo. Tienen claro que el irrespe-to por su trabajo y por su tiempo personal (horas de salida, descansos) es una formade maltrato.

Las niñas entienden muy bien el significado de la palabra discriminación; dicen sentirsediscriminadas cuando les toca comer en la cocina alimentos diferentes y en otros hora-rios que la familia, cuando se les niega el uso de ciertos espacios de la casa o se les criticasu presentación personal o su cuerpo. La discriminación en actos de la vida cotidiana ydesde temprana edad es una de las situaciones que más lesiona y dificulta la construcciónde una autoestima positiva. Sólo seis niñas dijeron no sentirse discriminadas.

3.5 La percepción de empleadores y empleadoras3.5 La percepción de empleadores y empleadoras3.5 La percepción de empleadores y empleadoras3.5 La percepción de empleadores y empleadoras3.5 La percepción de empleadores y empleadoras

Se realizaron 7 entrevistas a empleadoras para conocer su percepción del serviciodoméstico. Las entrevistadas, empleadoras de todos los estratos, manifestaron opinio-nes totalmente diferentes a las expresadas por las niñas. Están convencidas de que “ayu-dan a las niñas y a su familia dándoles trabajo”. Con frecuencia mencionan como unfavor o una indulgencia permitirles cosas que son derechos fundamentales de las niñas;disponer de tiempo libre, estudiar, visitar a su familia o jugar.

Las empleadoras no saben mucho acerca de la procedencia y la vida de las empleadasque viven en su casa y atienden a sus hijos; las que más saben de ellas son las queconocen a la familia de la niña, bien porque son trabajadores en su finca o antiguasempleadas. En estos casos emplearon a la niña “como un favor a la mamá” o “para darleel estudio”. Las demás contrataron a su empleada porque se la “ofreció una amiga” o sela “prestaron y se quedo con ella”.

Todos los empleadores entrevistados coincidieron en que la mayor ventaja de teneruna empleada menor y no una adulta es que “es más manejable, las mayores no acep-tan que se les enseñe”, “las niñas se dejan orientar mientras las personas mayoresquieren hacer las cosas a su manera” y “son más dóciles”. Las empleadoras que tienenhijos pequeños concuerdan en que las jóvenes “se llevan bien con los niños” y juegancon ellos.

4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones

Las respuestas de las niñas entrevistadas y los análisis expuestos a lo largo de estedocumento muestran que los derechos consignados en la Convención Internacional delos derechos de los niños/as resultan afectados casi en su totalidad cuando las niñas sevinculan al servicio doméstico desde edades tempranas.

Los derechos más seriamente vulnerados son el derecho a la no discriminación, avivir y ser cuidadas por sus padres, a estar protegidas de los malos tratos, del abando-no, la explotación y el abuso sexual y el derecho a un nivel de vida adecuado para sudesarrollo.

Recomendamos:Recomendamos:Recomendamos:Recomendamos:Recomendamos:

• Que el tema del trabajo doméstico infantil sea prioritario en los programas para lainfancia del Ministerio de Comunicaciones; que se diseñe una campaña nacional quehaga visible la problemática de las niñas y jóvenes empleadas creando conciencia desus derechos vulnerados y bajo un enfoque que supere las concepciones paternalistasvigentes en la mayoría de los empleadores/as.

• Crear programas informales de atención psicosocial para grupos de niñas empleadasdomésticas, desarrollados por organizaciones no gubernamentales que tengan pers-pectiva de género y en los que se trabaje el desarrollo humano integral y se apoye alas niñas en la construcción realista de proyectos de vida.

• Generar acciones afirmativas dirigidas a las niñas de 5 grado con el fin de que noabandonen la escuela. Esto implica una reforma curricular nacional que se centre enlos intereses reales de los niños y niñas asumiendo las diferencias en los contextossociales y culturales y privilegiando el crecimiento humano infantil y juvenil y no laacumulación de conocimientos académicos.

• Crear programas comunitarios de capacitación en oficios no tradicionales, dirigidos amujeres jóvenes y adultas, cuya finalidad sea abrir nuevas oportunidades laboralespara la población femenina superando estereotipos de género.

• Generar estrategias de educación emocional para desaprender el servilismo fortale-ciendo actitudes de autonomía y liderazgo femenino en las comunidades de estratosbajos.

• Divulgar la legislación nacional e internacional sobre el trabajo infantil hasta lograr suerradicación.

• Divulgar, por medio de estrategias formales e informales, la CONVENCION INTERNA-CIONAL DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS/AS, con el fin de lograr una apropiaciónciudadana de tales derechos y obtener su cumplimiento.

Finalmente, es urgente que instancias internacionales como UNICEF, SAVE THE CHIL-DREN y OIT ejerzan veeduría y presión frente al gobierno colombiano con el fin de lograruna decisión política a favor de la infancia que implique programas y acciones reales decumplimiento respecto a las difíciles condiciones de vida de los niños y niñas cuyos dere-chos son vulnerados.

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AnexoAnexoAnexoAnexoAnexo

Cuadro No. 1Cuadro No. 1Cuadro No. 1Cuadro No. 1Cuadro No. 1

Relación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudioRelación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudioRelación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudioRelación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudioRelación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudio

Nombre Edad Trabaja Escolaridad Estudiadesde los

Yulisa 12 años 11 años 5 primaria NoCarolina 13 años 12 años 5 primaria NoMaría Isabel 13 años 12 años 3 primaria NoDiana 13 años 12 años 5 primaria NoNaifer 14 años 12 años 3 primaria NoLiliana 14 años 14 años 5 primaria NoYurley 14 años 10 años 4 primaria NoNasly 14 años 11 años 7 bchto.(nocturno) SíHelena 14 años 14 años 7 bchto. NoLuz Mary 14 años 13 años 5 primaria NoLina 14 años 13 años 6 bchto. Sí (Sábados)Yolanda 14 años 12 años 2 primaria NoOliva 14 años 9 años 3 primaria NoMónica 14 años 12 años 4 primaria NoJenny 14 años 12 años 6 bchto. NoMíriam 15 años 12 años 6 bchto. SíMireya 15 años 13 años 7 bchto. SíMilena 15 años 8 años 6 bchto. SíLuz Dary 15 años 14 años 5 primaria NoMarcela 15 años 13 años 9 bchto.(tardes) SíAlbanis 15 años 15 años 7 bchto. SíCarolina 15 años 11 años 3 primaria NoRamona 15 años 14 años 3 primaria NoMaryuris 15 años 14 años 7 bchto. NoMarleyda 15 años 14 años 5 primaria NoBelqui Zulia 15 años 12 años 6 bchto. NoMargarita 15 años 14 años 5 primaria NoJenny Shirley 16 años 13 años 5 primaria NoBlanca Yuli 16 años 12 años 5 primaria NoYuri 16 años 15 años 5 primaria NoJohanna 16 años 14 años 6 bchto. SíViviana 16 años 16 años 6 bchto. NoOlga Cecilia 16 años 14 años 7 bchto. SíEmilce 16 años 12 años 7 bchto. SíLucrecia 16 años 15 años 5 primaria NoArelvis 16 años 13 años 3 primaria NoPatricia María 16 años 14 años 5 primaria NoMaría 17 años 15 años 7 bchto. SíNidia 17 años 14 años 7 bchto. SíNancy Esther 17 años 16 años 10 bchto. SíAmparo 17 años 17 años 9 bchto. No

Formulario para niñas y niños que trabajan en servicioFormulario para niñas y niños que trabajan en servicioFormulario para niñas y niños que trabajan en servicioFormulario para niñas y niños que trabajan en servicioFormulario para niñas y niños que trabajan en serviciodomésticodomésticodomésticodomésticodoméstico

Me llamo __________________________________. Tengo ______ años. Nací en__________________________.

Trabajo desde que tengo ___________ años. Empecé a trabajar porque __________________________________________________________________________

Empiezo a trabajar a las ________ de la mañana y termino de trabajar a las ______de la noche. Los oficios que hago son ____________________________________________________________________________________________________.

Mi día de descanso es ____________ y ese día yo _________________________________________________________________________________________

Por mi trabajo recibo un pago en:Dinero: Si _____ No ______ Cuánto ______________________Ropa: Si ______ No _______ A veces _____________________Educación: Si _________ No _________Cosas que me regalan: Si ________ No ________El dinero que recibo lo utilizo en ________________________________________

Cuando estoy enferma sucede que _____________________________________

Estudio: Si ___ No ____ Grado ________ Colegio

Las cosas que me gustan de mi trabajo son: ______________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________

las que no me gustan son:__________________________________________________________________

Cuando yo sea una persona grande quiero __________________________________________________________________

Lo primero que me dice la señora por la mañana es:

Cuando acabo de hacer los oficios yo _____________________________________________________________________________________________________

Trabajo: interna ____ Por días ____ Otra forma ___ Cuál ____________________

Mi teléfono es ______________________

Muchas gracias por tus respuestas

Entrevista a empleadorasEntrevista a empleadorasEntrevista a empleadorasEntrevista a empleadorasEntrevista a empleadoras

¿Cómo llegó su empleada a su casa? ¿Qué sabe de ella?¿Qué cualidades y qué defectos le ve?¿Qué oficios hace en su casa? ¿Tiene otra empleada?¿Qué diferencia encuentra entre una empleada adulta y una niña o joven?Datos básicos de la familia empleadora: número de personas, formas de trabajo, edadde empleadores y sus hijos, espacios de la casa.

Entrevista para niñas trabajadorasEntrevista para niñas trabajadorasEntrevista para niñas trabajadorasEntrevista para niñas trabajadorasEntrevista para niñas trabajadoras

¿Quién decidió que usted trabajara?¿Por qué entró a trabajar en casas de familia y no en otros oficios?¿En qué momento deja los estudios y por qué?¿Cómo es la familia donde trabaja ahora?¿Cómo son las relaciones con la familia que trabaja?¿Alguna vez se ha enfermado cuando está trabajando? ¿qué ha pasado?¿Qué sabe del seguro social?¿Cada cuánto visita a su familia? ¿Qué hace cuando va a visitarla?¿Qué recuerdos agradables tiene de su familia? ¿Qué recuerdos tristes?¿Cómo se corregían las faltas en su familia? ¿Había castigos?¿En qué siente diferente a los niños, niñas y jóvenes de los empleadores? ¿La hacensentir diferente? ¿cómo?¿Qué cree que estará haciendo en unos 10 años? ¿Con quiénes vivirá? ¿Cómo seimagina su futuro?

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María Helena UnigarroMaría Helena UnigarroMaría Helena UnigarroMaría Helena UnigarroMaría Helena UnigarroEnid GuzmánEnid GuzmánEnid GuzmánEnid GuzmánEnid GuzmánTALLER ABIERTO

Centro de Promoción Integral para la Mujer y la Familia

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

Esta investigación muestra la compleja y difícil situación que viven las niñas empleadasen el servicio doméstico en una estructura social como la colombiana, basada en la injus-ticia socioeconómica y cultural; de igual manera, alerta sobre la permanencia y continui-dad en el trabajo doméstico de prácticas perjudiciales para el desarrollo de las niñas y,finalmente, denuncia la grave violación de todos sus derechos.

El objetivo general de la investigación era reconocer, desde una perspectiva de dere-chos, la situación de las niñas empleadas en trabajo doméstico en hogares de tercerosque viven en la ciudad de Cali, con énfasis en inmigrantes del Litoral Pacifico y de otraszonas aledañas a Calí y el Valle del Cauca. Se pretendió generar propuestas de alternativasde intervención que protegieran sus derechos y previnieran los riesgos que afectan ne-gativamente su desarrollo integral.

Este es un estudio de tipo cualitativo apoyado en la etnografía. Se realizaron entrevis-tas semidirigidas consignadas en formularios, entrevistas en profundidad recogidas enaudio y encuentro-talleres. Para recoger la información se establecieron relaciones indivi-duales con cada niña y se desarrollaron actividades colectivas, así se propició un inter-cambio abierto y flexible, tanto entre el Equipo de Investigación con las chicas comoentre ellas mismas.

Se entrevistaron 100 niñas empleadas en trabajo doméstico en hogares de terceros,77 de ellas trabajaban internas y 23 por días122. Sus edades oscilaban entre los 12 y los 18años de edad. La información obtenida fue profundizada con 37 de las niñas; además seentrevistaron 2 de las madres de este último grupo de niñas.

Las entrevistas se hicieron en las viviendas de las niñas, en los albergues para adoles-centes embarazadas “La casita de la Vida” y “Hogar Santa Ana”; en los colegios “Semillade Mostaza”, “Simón Rodríguez” y “Fray Domingo de las Casas”; en la terminal de trans-porte intermunicipal, en la estación del ferrocarril, en la sede de Taller Abierto y en uncentro recreativo de la ciudad. A algunas niñas sólo fue posible entrevistarlas en las casasdonde estaban empleadas o en cafeterías cercanas al lugar de trabajo.

Los primeros contactos fueron facilitados por las relaciones previas del Equipo conmujeres vinculadas a procesos comunitarios - en particular con inmigrantes y trabajado-ras del hogar - y con personas de los albergues y colegios. Además, en la medida en quese vinculaban a la investigación, las niñas ayudaban a contactar a sus amigas y compa-ñeras formándose así una especie de red de participantes en la investigación.

Los encuentro-talleres se organizaron para intercambiar experiencias e intereses; serecreó la cotidianidad de las niñas en un ambiente pedagógico. La confianza se generóalrededor de la música, el baile y el juego; así, las niñas empezaron a hablar del trabajo, lafamilia, las aspiraciones y los proyectos de vida.

122 Ver en el anexo losinstrumentos utiliza-dos.

El estudio se realizó durante cinco meses (abril-agosto de 2000); en los cuatro prime-ros se hicieron los encuentros, las entrevistas y observaciones de las niñas involucradasen el proceso, en el último mes se analizó la información y se preparó el informe final. Elanálisis se realizó de la siguiente manera:

• Sistematización de la información recogida en las entrevistas semidirigidas.

• Transcripción de las entrevistas consignadas en audio.

• Organización de la información de acuerdo con temas específicos.

• Descripción de la situación de las niñas contrastándola con los derechos y los referen-tes conceptuales para ampliar su comprensión.

El equipo de investigación manifiesta sus agradecimientos a las niñas que con timidez yentusiasmo, con sus historias y sus esperanzas, mostraron parte de esa realidad queasumen con tristeza pero también con fortaleza para superarla. Agradece a las organiza-ciones que hicieron posible este trabajo; él le permite a Taller Abierto fortalecer su sensibi-lidad, su conocimiento y sus convicciones y luchas por una vida más justa y digna paralas niñas.

1. Contexto1. Contexto1. Contexto1. Contexto1. Contexto

Cali es la ciudad más importante del suroccidente colombiano, tiene una población de1.945.994 habitantes de los cuales el 53.23% son mujeres (Secretaría de Salud Munici-pal, 2000). Es una ciudad receptora de inmigrantes: el 46% de su población ha llegadode otras regiones. Según la Encuesta de Hogares del Departamento Nacional de Estadís-tica (DANE, 1994), 99.622 personas provienen del departamento del Cauca (60% muje-res), 76.478 (54% mujeres) de Nariño y 10.000 (75% mujeres) del Chocó, para citarsólo los casos de mayor importancia.

Según estudios de la Universidad del Valle y otras entidades, en Cali la migración está enconstante ascenso: en 1985 correspondía al 10.97% del crecimiento total de la pobla-ción, en 1993 al 15.52% y en 1999 se calcula en un 18%. La ciudad recibe alrededor de3 familias cada día, más de la mitad (62%) encabezadas por mujeres pobres (Arquidióce-sis de Cali, 1997). Debido al contexto nacional y regional y a las difíciles condiciones devida en el campo y en la Costa Pacífica la situación tiende a agudizarse.

Las inmigrantes exponen las siguientes como las causas de su salida:

• Falta de oportunidades para estudiar y recrearse.

• Carencia de atención en salud y déficit de vivienda.

• Violencia política, social, sexual e intrafamiliar.

• Situación económica precaria, falta de empleo remunerado y subvaloración de lasmujeres.

• Ausencia de políticas estatales en beneficio del campo y de las mujeres.

La inserción de las inmigrantes a la vida urbana generalmente se inicia con su vincula-ción al empleo doméstico. Según la Encuesta Nacional de Hogares del DANE, hasta el 31de Diciembre de 1999 en Cali trabajaban en servicio doméstico 49.588 personas. De ellasel 97.45% eran mujeres que tenían entre 12 y 79 años de edad. El 16.42% correspondíaa niñas entre 12 y 18 años, la mayor parte de este grupo estaba entre los 15 y 18 años.

Las familias de las niñas entrevistadas viven en sectores marginados de la ciudad, másexactamente en los barrios Brisas del Cauca y Brisas de La Chorrera y en el Distrito deAguablanca.

Brisas del Cauca es una invasión ubicada al nororiente de Cali, expuesta a frecuentesinundaciones porque está sobre la margen del río Cauca. La mayoría de su población esnegra, migrante de la Costa Pacifica, de escasos recursos económicos, limitadas oportu-nidades para acceder a servicios sociales y vulnerable a problemáticas como delincuen-cia, drogadicción y pandillas juveniles.

En Brisas de la Chorrera viven migrantes del Cauca y otras zonas rurales; este barrio selocaliza en el suroccidente de Cali, en zona de ladera caracterizada por alto riesgo dedeslizamientos. No tiene alcantarillado ni sistemas de desagüe.

El Distrito de Aguablanca, al oriente de Cali, es una zona de invasiones y urbanizacionespiratas que data de la década de los años setenta. Está densamente poblado por unas350.000 personas en su mayoría negros migrantes de la Costa Pacífica.

Pese a las adversas condiciones de vida en estos sectores se encuentran expresionescomunitarias que intentan construir o rescatar identidad cultural y sentido de dignidad;son manifestaciones de resistencia frente a las condiciones adversas que imponen la ciu-dad y las desigualdades sociales.

2. Referentes conceptuales2. Referentes conceptuales2. Referentes conceptuales2. Referentes conceptuales2. Referentes conceptuales

Para comprender mejor el trabajo infantil y las relaciones laborales que surgen en elempleo doméstico es importante abordar la situación de niñas empleadas en trabajodoméstico en hogares de terceros desde un marco que reconozca la injusticia socioeco-nómica y cultural.

El empleo doméstico en hogares de terceros es la prestación de un servicio personalque se brinda de manera directa, constante y en condiciones de subordinación a cam-bio de una remuneración en dinero o especie; comprende las actividades realizadas enuna casa de familia dirigidas a sostener el consumo familiar y la reproducción de lafuerza de trabajo de una sociedad. En el empleo doméstico se realizan tareas de aseo,preparación de alimentos, lavado y planchado de ropa y cuidado de niños y niñas,entre otros oficios.

A quienes residen en el lugar de trabajo se les denomina empleadas internas y a las queno empleadas por días, estas últimas pueden tener uno o varios empleadores o emplea-doras.

El trabajo infantil es toda actividad de comercialización, producción, transformación,distribución o venta de bienes o servicios, realizada por personas que no han cumplidolos 18 años de edad, bien sea que lo hagan en forma independiente o al mando de unapersona natural o jurídica.

El servicio doméstico es una de las peores formas de trabajo infantil ya que, por unlado, está asociado a prácticas propias de la esclavitud, venta y tráfico de menores,servidumbre por deudas y trabajos forzosos u obligatorios. Por otro lado, en el empleodoméstico infantil se desconocen los derechos que promueven y protegen el desarrollointegral, el ingreso, permanencia y desempeño en el sistema educativo, la recreación, lapráctica del deporte, el aprovechamiento del tiempo libre, el descanso, la familia y a no serdiscriminado.

2.1. Injusticias Socioeconómicas y Culturales2.1. Injusticias Socioeconómicas y Culturales2.1. Injusticias Socioeconómicas y Culturales2.1. Injusticias Socioeconómicas y Culturales2.1. Injusticias Socioeconómicas y Culturales

Según Nancy Fraser (1997) sólo se puede comprender cómo se entrelazan las des-ventajas económicas y el irrespeto cultural si la noción de justicia implica, simultáneamen-te, el reconocimiento y la redistribución. El reconocimiento cultural y la igualdad social sonrealidades complementarias, no aisladas.

La injusticia socioeconómica se sustenta en una estructura social que se expresa en laexplotación, entendida, a su vez, como la apropiación de los frutos del trabajo ajeno porparte de determinadas personas y grupos sociales. La marginación económica se refierea trabajos mal remunerados o indeseables o a la negación de toda posibilidad de trabajo

remunerado y la consecuente privación de los bienes materiales indispensables para unavida digna.

La injusticia cultural o simbólica está arraigada en los patrones sociales de representa-ción, interpretación y comunicación. La dominación cultural se expresa, primero, en si-tuaciones en las que el individuo o el grupo están sujetos a patrones de interpretación ycomunicación propios de otra cultura que les resultan extraños u hostiles; segundo, en elno reconocimiento o la invisibilidad de prácticas representativas, interpretativas y comu-nicativas de la propia cultura y, tercero, en el irrespeto que ocurre cuando se es calum-niado o menospreciado habitualmente en las representaciones culturales públicas o en lasinteracciones cotidianas.

Charles Taylor (1993) argumenta que el “no reconocimiento, o el reconocimientoequivocado puede ser una forma de opresión que aprisiona a la persona en un modode ser falso, distorsionado, reducido, más allá de la simple falta de respeto puede infligiruna herida grave que agobia a las personas con un menosprecio de sí mismas que lasinhabilita. El debido reconocimiento no es simplemente una cortesía, sino una necesi-dad humana”.

Las injusticias socioeconómicas y culturales están muy arraigadas en los procesos yprácticas que determinan las relaciones sociales y ponen en desventaja a unos gruposcon respecto a otros. En este marco, Fraser (1997) explica la existencia de colectivida-des denominadas “bivalentes” que padecen tanto la injusticia socioeconómica como lacultural por lo que requieren de soluciones en ambos sentidos. El género como colec-tividad bivalente tiene las dos facetas, la económica y la cultural, que se entrelazan parareforzarse dialécticamente de lo cual resulta un círculo vicioso de subordinación culturaly económica.

La injusticia es el principio básico de una estructuración de la economía política quedistingue entre el trabajo remunerado productivo y el trabajo doméstico no remuneradoreproductivo asignado a la mujer.

El género también estructura divisiones dentro del trabajo remunerado: ocupacionesde altos salarios en el empleo manufacturero o profesional, dominado por los hombres, yempleos manuales o en el servicio doméstico y otros servicios personales, atendidos pormujeres con salarios inferiores. El resultado de todo ello es una estructura político-econó-mica que genera explotación, marginación y pobreza específica de género.

Además, el género es un factor de diferenciación cultural lo cual lo ubica dentro de laproblemática del reconocimiento; en este sentido la principal característica de la injusticiaes el androcentrismo, o sea, la construcción autoritaria de normas que privilegian losrasgos asociados con la masculinidad. El androcentrismo va acompañado del sexismocultural, entendido como la devaluación y desprecio de aquellas cosas que se codificancomo femeninas.

La división capitalista del trabajo remunerado también determina colectividades étni-cas bivalentes: los empleos de baja remuneración, como el servicio doméstico, son ocu-pados por personas negras o indígenas, mientras que los empleos bien remunerados sondesempeñados, casi siempre, por personas blancas.

El racismo se refiere a la construcción autoritaria de normas que privilegian rasgosasociados con el “ser blanco” y menosprecian lo codificado como “negro”, “mestizo” o

“indio”. Esta depreciación se expresa en un conjunto de lesiones que afectan a las perso-nas distintas a las “blancas” y que menoscaban su dignidad humana.

En síntesis, el análisis y el planteamiento de alternativas para el empleo doméstico infan-til requieren de la perspectiva de la injusticia económica y la injusticia cultural.

2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico2.2 Relaciones en el Trabajo Doméstico

Magdalena León (1992) plantea que el trabajo doméstico es una práctica “asignadaculturalmente a las mujeres, para lo cual la mujer ha tenido que interiorizar la ideología de“servir a otros” como función natural”. El trabajo que el ama de casa realiza para sufamilia como un servicio sin remuneración no es considerado “trabajo” por lo cual essocialmente subvalorado y ubica a la mujer en una situación de subordinación con res-pecto a otros miembros de la familia.

Cuando una persona es remunerada para que realice las labores de reproducción de lafuerza de trabajo de una familia diferente a la suya el trabajo doméstico se convierte enempleo, es decir, en trabajo asalariado.

El empleo en servicio doméstico no sólo hereda la subvaloración social del trabajodoméstico sino que la profundiza por la naturaleza de los otros factores que obligan a lasmujeres a realizar dicha labor por un salario.

Entre empleadora y empleada se crea una relación compleja que, por un lado, estádeterminada por los efectos de las contradicciones de clase social que se expresan en elejercicio del poder y en el sometimiento y, por otro, involucra la identidad de género quese establece entre las mujeres. Esta relación laboral se extiende a ámbitos que están másallá del estrictamente laboral. Por ejemplo, la empleada valora el “buen trato” y la buenarelación con la empleadora incluso por encima de lo económico (Taller Abierto, 1998).

El sitio de trabajo de la empleada interna, que es al mismo tiempo su lugar de vida, estáconfigurado por un espacio físico y unas relaciones y vivencias que crean un sentido dedisponibilidad de la persona. Esto genera restricciones psicosociales y sexuales; el pro-yecto de vida de la empleada se limita porque pasa a depender, casi en su totalidad, de larelación laboral.

Que el lugar de trabajo sea el mismo en el que transcurre la vida de la empleada haceimposible una relación impersonal con el empleador; esta circunstancia se agrava en elcaso de la empleada inmigrante que ha dejado a su familia de origen, la migración es unhecho traumático porque se pierden la continuidad sociocultural y los vínculos socioafec-tivos (Taller Abierto, 1998).

La mutua identidad que se establece entre empleada y empleadora, basada en queambas aceptan la adscripción de la mujer a las tareas del hogar, distorsiona las relacio-nes laborales porque genera relaciones afectivas en el plano personal. Sin embargo, esadistorsión no sobrepasa la asimetría de poder que definen, en últimas, las diferenciassociales.

3. La situación de las niñas empleadas en3. La situación de las niñas empleadas en3. La situación de las niñas empleadas en3. La situación de las niñas empleadas en3. La situación de las niñas empleadas enservicio doméstico en hogares de tercerosservicio doméstico en hogares de tercerosservicio doméstico en hogares de tercerosservicio doméstico en hogares de tercerosservicio doméstico en hogares de terceros

3.1 Aspectos Sociodemográficos3.1 Aspectos Sociodemográficos3.1 Aspectos Sociodemográficos3.1 Aspectos Sociodemográficos3.1 Aspectos Sociodemográficos

La edad de las 100 niñas entrevistadas oscila entre los 12 y 18 años, el 72% está en elrango 15 a 17 años (Ver Cuadro No.1). Cuatro de las chicas tienen un hijo y 12 estánembarazadas.

La mayor parte son inmigrantes de distintas partes del país, en particular del LitoralPacifico (31 niñas) y del Cauca (29), (Ver Cuadro No.2). Las 24 niñas nacidas en Cali sonhijas de mujeres inmigrantes, especialmente de las regiones ya mencionadas.

Las niñas aducen diversas causas para explicar su migración, en cada caso se combi-nan dos o más de las siguientes razones: dificultades económicas, violencia intrafamiliar,falta de oportunidades de estudio y trabajo, motivación de amigas y familiares que esta-ban en Cali, traslado de la familia, deseos de conocer la ciudad, orfandad y desprotección,desplazamiento forzado, trabajo muy duro en las minas o presión para trabajar en lascasas de familiares que viven en la ciudad.

En relación con el nivel de escolaridad el 35% de las niñas no ha concluido la primaria,el 30% tiene primaria completa, el 29% no ha terminado la secundaria, el 5% tienesecundaria completa y una niña no ha tenido acceso a la escuela (ver Cuadro No.3). Enel momento de la entrevista el 39% continuaba sus estudios. Las niñas que abandonaronla escuela (61%) argumentan diversas causas: falta de dinero, falta de permiso en eltrabajo, no les gusta estudiar, están embarazadas o no tienen registro civil ni certificadosde los estudios cursados anteriormente.

Una cuarta parte de los padres de las chicas se dedican a la agricultura y el restorealizan diversos oficios como construcción, ventas ambulantes o vigilancia (Ver CuadroNo. 4). El 48% de las madres trabaja en la agricultura y el 21% es empleada doméstica;las demás se desempeñan en ventas ambulantes, cafeterías y otros oficios (Ver CuadroNo.5).

3.2 Ámbito Familiar3.2 Ámbito Familiar3.2 Ámbito Familiar3.2 Ámbito Familiar3.2 Ámbito Familiar

Las entrevistas en profundidad permitieron rescatar las vivencias de las niñas en cuan-to a su situación familiar, iniciación en el trabajo doméstico remunerado y relaciones labo-rales. A continuación se transcriben fragmentos de sus narraciones que permiten com-prender las complejas circunstancias que rodean la vida de las chicas.

• “Salí por maltrato de mi mamá, mi papá no me reconoció, ahora que estoy grande fuia buscarlo, pero ya no lo quiero. Visito a mi mamá cada año, todo lo malo lo eché al

olvido y siento que ahora si la estoy queriendo, que mamá hay una sola, hay quequererla; ella ha cambiado mucho, aunque no es lo mismo que si hubiera tenido unabuena relación. Desde los 9 años que salí de la casa me he defendido sola, antes yo lesayudo a ellos”. (Niña de 17 años, inmigrante del Departamento del Cauca)

• “Me trajo mi mamá desde muy pequeña del Chocó, mi papá se quedó allá. Mi papámaltrataba mucho a mi mamá por eso ella se vino para acá. Tengo dos hermanitospor parte de mamá, yo sufro por el maltrato de mi mamá, ella me insulta mucho,cuando me está pegando me dice que me quiere matar. Cuando tiene problemas conmi padrastro, se disgusta conmigo y con mis hermanitos, afortunadamente ya seseparó, ojalá que eso ayude a que cambie. Yo siento que mi mamá quiere más a mishermanitos, cuando ellos se enferman ella corre pero cuando yo me enfermo ella nose preocupa. Me gustaría que mi mamá cambie, que fuera más amable con nosotros,que me comprenda, que si ella tiene sus problemas no nos eche la culpa a nosotros”.(Niña de 13 años)

• “Mi papá, mejor dicho ese señor porque él a mi no me crió como su hija, a ningunonos crió como sus hijos, nos abandonó... ninguno estamos registrados. Somos 17hermanos y todos andan regados. Yo vivía con una hermana pero no me gustabacomo ella me trataba, la gente me decía que le pusiera una demanda, pero yo no lohacía por mis sobrinos que están muy pequeños. Ella me pegaba con palos, ella mehizo esta cicatriz en la cara con un cucharón. Mi mamá murió, ella tenía dos niñitos ymi papá los llevó a bañar dizque a Cañaveral y los cogió y los tiró a esa zanja... ellos semurieron, como era tan hondo; a los pocos días, borracho, abusó de mi mamá,quedó en embarazo de mi, a los 5 meses de haber nacido él la mató. Estoy sola, poreso me vine del Chocó, a los únicos que quiero es a mis sobrinos, al de 3 años y alrecién nacido”. (Niña de 15 años, inmigrante del Departamento del Chocó)

• “Mi papá y mi mamá viven en la finca, mi papá no tiene hijos regados, ellos están deacuerdo con que esté trabajando en la ciudad porque les mando plata y les colaboro.Mi papá y mi mamá me hacen mucha falta, yo los quiero mucho y me gustaría estarcon ellos, pero allá no se consigue la plata para comprarme la ropa y lo que necesito”.(Niña de 13 años, inmigrante del Departamento del Cauca)

• “Mi mamá me comprende y confía en mi, lo malo es que mi familia no es unida, peleana todo momento, pero ahora lo que más me afecta es que mi papá se fue de la casa,lo extraño y me hace mucha falta, quisiera que hicieran las paces”. (Niña de 14 años,de Cali)

• “De lo que gano le envió la mitad a mi mamá, me gusta ayudarle, desde que tenía 10años la estoy ayudando, cuando empecé a trabajar. Extraño mucho a mi familia, haceun año mataron a mi papá, eso ha sido muy difícil. A veces me entra el aburrimiento yme voy para la casa, estoy allá 8 o 15 días y regreso más tranquila. En el trabajo me danpermiso porque casi no salgo”. (Niña de 15 años, migrante del Departamento del Cauca)

• “En mi familia estamos pasando por una situación económica muy mala, por esonecesito trabajar para ayudar a mi madre, hay problemas para darles de comer a mishermanos, pero lo que más me afecta es que no tenemos todos los servicios, ni deagua ni de alcantarillado, y otro problema que tenemos es que uno de mis hermanosmayores se está metiendo con droga y eso me afecta mucho”. (Niña de 14 años,caleña)

Como puede observarse las circunstancias familiares de las niñas están cruzadas porconflictos entre el padre o padrastro y la madre, entre el padre y la madre con los hijos ehijas y entre los hermanos y hermanas. La mayoría son niñas maltratadas y abandona-das por el padre que viven una permanente precariedad económica; en algunos casosprovienen de familias con problemas de drogadicción. Todas estas circunstancias incidennegativamente en la vida socioafectiva de las niñas.

Pero, pese a las dificultades, muestran una gran capacidad para asumir los conflictos ybuscar soluciones, aunque el trabajo les implique otro tipo de riesgos para su bienestar.Es notable su deseo de colaborar para el cambio de la situación económica familiar.

Para ampliar la comprensión de la situación familiar de las niñas entrevistamos a dosmadres cuyas narraciones transcribimos a continuación.

“Tengo 38 años de edad, me vine de Cajibío (Cauca), por allá la situación es muydura, acá uno encuentra la forma de vivir, cuando estaba por allá tuve a Olga. Elpapá de ella, cuando yo estaba en embarazo no quiso responder. Ella me tiene a mino más, el papá de los niños vive conmigo, él hasta ahora no ha llegado a metersecon ella.

Yo estuve trabajando un tiempo en casas de familia, me iba bien trabajando en lascasas, ahora quiero conseguir un trabajo pero no lo he conseguido. El trabajo encasas me parece bueno para ella aunque sea para ayudarse ella no más, cuandotenga modo que me ayude también a mi.

Yo quiero que ella trabaje porque aquí mantiene en la calle, eso a mi no me gusta,a veces las malas compañías las dañan, me gusta que trabaje interna porque estamás segura, por aquí es peligroso.

Estuvo estudiando el quinto pero no lo terminó bien, yo quisiera que donde traba-ja le dieran el estudio, quisiera que aprendiera algún arte para que se defiendacuando llegue a más señorita, que no cayera con un mal hombre, la aconsejomucho y le digo que no vaya a meter las patas; a veces con cualquier cosa que ledicen los hombres uno cae, no puede uno irse metiendo con cualquiera. Quisieraque llevara una vida mejor”. (Madre inmigrante del Cauca)

“Tengo 28 años, me vine a Cali a la edad de los 9 años porque mi mamá memaltrataba y yo no podía decir nada, me vine con unos pescadores que fueron alChocó, me tocaba hacer todo el oficio, tengo una cicatriz en el estómago que mela hice planchando, como era muy pequeña ponía una banca y así me quemé;nunca me dieron plata, me daban ropa y comida, ellos dijeron que iban a darmeestudio, pero nunca lo hicieron.

A los 16 años volví al Chocó, dizque a estudiar pero tampoco lo hice porque meenamoré. Allá otra vez mi mamá empezó a maltratarme, me pegaba mucho másfuerte porque no podía pedir permiso ni nada de eso. Me enamoré de un profesor,él le dijo a mi mamá que quería casarse conmigo y que dejaría que siguiera misestudios; ella le dijo que no, me metió una paliza que me dejó enferma, él se fue yyo de aburrimiento me volé con el papá de Sandra, a él no lo quería, el me cogióbrutalmente, me golpeó, solo recuerdo cuando volví en sí que estaba toda ensan-grentada y toda adolorida... ahí quede en embarazo, yo no quería ese embarazo,no lo busqué.

El papá de mi hija era muy responsable pero me daba muchos golpes. Estaba muyaburrida y me vine con una hermana y me traje la niña. Acá conocí un señor, de éltuve 2 hijos, me separé de él porque al principio trabajaba y era responsable perodespués no volvió a trabajar y aparte de esto me maltrataba mucho. Mi hija man-tenía muy aburrida y no quería estar en la casa.

He trabajado en varias casas, algunas personas han sido buenas pero otras hastaahora me deben plata, también he trabajado en restaurantes, me gustaría ser chefde cocina.

Por cualquier cosa yo regaño a Sandra, le decía que no la quiero, que la voy aregalar, que ojalá se muriera, que por ella yo estaba pasando trabajos. Pero yoahora veo que ella no tiene la culpa de nada. Yo quisiera para mi hija lo mejor, me laimagino como una abogada, una administradora o una arquitecta, algo especial,yo le digo mija ¿usted quisiera ser una doctora? pero ella me dice: ‘mi mamá es tanboba, para que me pregunta todo eso si no me lo va a dar´... eso a mi me damucha tristeza, porque yo me la imagino como toda una ejecutiva, no se si secumpla, yo le digo: ¿no será que usted me da esa sorpresa?... ella se queda calla-da”. (Madre migrante del Chocó).

Las narraciones de estas madres muestran tanto la continuidad del empleo domésticoen distintas generaciones de mujeres, como la reproducción del maltrato y la presenciade temores basados en sus difíciles y traumáticas experiencias afectivas.

Las madres asumen el trabajo de sus hijas, a la vez, como necesidad para resolver lascarencias de las niñas y como oportunidad de ayuda familiar. Es evidente el deseo de quesus hijas no vivan iguales historias, situación que sólo será posible si se construyen otrosimaginarios, nuevas relaciones sociales y, en consecuencia, distintos proyectos de vida.

3.33.33.33.33.3 Trayectoria y condiciones laborales Trayectoria y condiciones laborales Trayectoria y condiciones laborales Trayectoria y condiciones laborales Trayectoria y condiciones laborales

- La iniciación- La iniciación- La iniciación- La iniciación- La iniciación

Desde temprana edad las niñas asumen responsabilidades, consigo mismas y con susfamilias, presionadas por las precarias condiciones económicas, los conflictos familiares ylas pautas culturales que configuran la niñez, la paternidad y la maternidad como catego-rías culturales y roles sociales. En múltiples ocasiones el empleo doméstico es una alterna-tiva frente a la violencia intrafamiliar, el maltrato, la privación y la carencia de expectativas.En otros casos el ingreso al empleo doméstico responde a una pauta cultural.

Existe una estrecha relación entre las difíciles circunstancias de vida en las familias ylugares de origen, la migración y la vinculación al trabajo doméstico remunerado; ésta esla única opción laboral para las niñas que llegan del campo o del litoral pacífico. Así loexpresan en sus narraciones:

• “Mi mamá se consiguió un marido, entonces me maltrataba mucho, se iba con elmarido y me dejaba con la abuela, me tocaba hacer de todo en la casa. Llegó unmomento en que no aguanté y me vine a conseguir trabajo, tenía 9 años de edad,me trajo una señora, con ella trabajé 5 años”.

• “Mi mamá no quería darme para la ropa, también me maltrataba, entonces decidítrabajar cuando tenía 12 años de edad”.

• “Cuando se murió mi abuela me trajeron para acá, donde la prima de mi papá. Un díaella se fue a trabajar, entonces el marido se metió a la pieza y trató de abusar de mi, merasgó la blusa, yo le di con un palo en la frente. De ahí me volví otra vez para el Chocópero volví a las mismas, mi hermana a darme palo, golpes, garrote, como si yo nofuera una persona. De ahí me fui a Condoto para donde una tía, pero también vive enlas mismas. Entonces conseguí el pasaje y me vine otra vez para acá y fui donde mitía, el marido comenzó a gritarme que quién me había traído, que me fuera por dondevine. Comencé a caminar la calle sola y llorando hasta que encontré al joven que mellevó donde su novia, ahora estoy donde la profesora Marta”.

• “No conocí a mi mamá, después de haber nacido yo ella se murió, mi papá se consi-guió una mujer, ella no me quiere, me daba mala vida, me pegaba y trataba mal, soloquería a los hijos de ella, entonces me volé y me vine a trabajar a Cali, llegue a laterminal y las monjitas me consiguieron trabajo donde la familia Ortiz”.

• “Mi papá se murió y a mi mamá le quedaba muy duro sacarnos adelante. Pensé queya era hora de empezar a trabajar para colaborarle a mi mamá, tenía 14 años cuandoempecé a trabajar”.

• “Salí a los 14 años de edad porque me gusta la ciudad, acá el trabajo es más suave, enla finca es muy duro y no se ve la plata”.

• “Salí de mi casa a trabajar porque uno tiene que salir a botar la ceniza, es un dicho quetenemos. Es importante conocer otras personas y otras partes”.

• “Mi papá es muy bueno, él nos quiere mucho, él quisiera darme todo para que yo notuviera que trabajar, mi mamá trabaja interna en casas de familia, ella es buena, nosbrinda confianza, hace dos meses nos vinimos del Chocó a trabajar para ayudar a lafamilia, extraño mucho a mi papá y a mis hermanitos”.

El 3% de las niñas entrevistadas se inició en el trabajo doméstico a los 9 años de edad,el 46% entre los 10 y 13 años y el 40% entre los 14 y 17 (Ver Cuadro No.6).

El 87% de las niñas consigue sus trabajos por intermedio de familiares y/o amigas,11% lo hace personalmente y 2% a través de agencias. Solamente el 5% de las niñasmanifestó devengar el salario mínimo legal vigente ($182.070 según la ley)123 (Ver CuadroNo. 7).

Sólo 52 niñas informaron sobre la ubicación de la casa en donde trabajan, de ellas el89.34% está al servicio de familias de estratos 3 y 5, es decir, sectores medios y mediosaltos. Es de resaltar que el alto número de niñas (48) que no conoce con certeza ladirección de su sitio de trabajo muestra las dificultades que tienen para ubicarse en laciudad.

- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral- Jornada laboral

La jornada laboral del 62% de las niñas fluctúa entre 9 y 14 horas diarias, el 38%restante trabaja entre 6 y 8 horas diarias. El 77% debe hacer todos los oficios requeri-dos por la familia empleadora: preparación de alimentos, aseo de la casa, cuidado de laropa, atención de niños y niñas, etc. En los demás casos sólo realizan algunas de estasfunciones.

Por lo general las niñas tienen “libre” los domingos cada quince días. La mayoría apro-vechan el día para estudiar, pasear, bailar, descansar, salir con las amigas y visitar a la

123 Equivalente a 85.7dólares aproximada-mente.

familia. Otras lo dedican a compartir con su hijo, salir con el novio o participar en el culto.Finalmente, hay quienes expresan no salir de la casa en la que trabajan porque no tienena donde ir, no conocen la ciudad ni tienen personas de confianza para pasar el día.

- Salud y seguridad social- Salud y seguridad social- Salud y seguridad social- Salud y seguridad social- Salud y seguridad social

El 92% de las niñas afirma no tener ningún tipo de seguridad social; el 8% restante latiene no por su vinculación laboral, sino porque es beneficiaria de algún familiar afiliado.

Todas manifiestan sufrir de “dolores de cabeza” acompañados, en algunos casos, por“dolores en el estómago, muelas, ojos, espalda, cintura, cadera y sueño permanente”.Otras mencionaron “cólicos menstruales”, “asma”, “alergias”, “dolor en el corazón” e“infección urinaria”; sólo el 25% asiste a consulta médica por sus problemas de salud.

Entre las niñas entrevistadas un 20% manifestó haber sufrido acoso sexual y un 3%haber sido violada por personas de la familia empleadora.

Sólo el 10% de las chicas recibe prestaciones sociales pero no las reconocen como underecho laboral y una responsabilidad de sus empleadores, sino como un acto de gene-rosidad y bondad.

3.4 Relaciones Laborales3.4 Relaciones Laborales3.4 Relaciones Laborales3.4 Relaciones Laborales3.4 Relaciones Laborales

Los testimonios que se presentan a continuación ilustran el tipo de relaciones laboralesa las que las niñas están sometidas.

• “He estado en cuatro trabajos, los patrones han sido respetuosos. Una señora mehumillaba mucho, era como si ella sola valiera, o sea, como dicen que las muchachasdel servicio no valemos nada. En ese trabajo me levantaba a la 4 de la mañana y meacostaba a las 10 de la noche. Hacía las cosas bien, pero la señora siempre decía queestaba mal hecho, hasta que una vez me sacó la rabia y le dije que no aguantaba mássus humillaciones ni sus regaños y conseguí otro trabajo”.

• “A veces he recibido humillaciones pero me toca seguir hasta que me pueda ir a micasa. Una señora siempre se metía con mi vida privada –usted sabe como está sumamá, por allá no hay ni para comer, me decía- ella vivía humillando todo el tiempo,para mi todo lo que toca con mi familia es como humillación. Uno sabe que comoempleada doméstica tiene sus cosas separadas, pero ella exageraba mucho, me sen-tía como discriminada”.

• “La profesora gracias a Dios es buena persona, dijo que me iba a dar estudio, que loúnico que no le gustaba es que salga sola sin pedir permiso; ahí tengo que lavar laropa y ayudar a cocinar, le dije que no me pagara, que solo me diera el estudio”.

• “Me tratan bien, no me regañan pero hay dos niños de 5 y 6 años de edad que sonmuy groseros, me pegan, tiran los zapatos, riegan la basura cuando no los ven; a míme da mucha rabia, es lo que no me gusta del trabajo”.

• “He tenido dificultades en el trabajo porque han intentado abusar sexualmente de mí,cuando trabajaba donde una pareja el señor me decía que con él podía tener muchavida por delante, que me iba a mantener bien, que no me iba a faltar nada, como noacepté ninguna de sus insinuaciones, empezó a tener problemas conmigo, un díaintento entrarse al cuarto a las 3 de la mañana... Otros también han querido sobrepa-

sarse, me dicen cosas morbosas, me ofrecen plata, joyas. Las señoras no se dancuenta, yo no les digo nada porque me da miedo quedarme sin trabajo y que no mecrean. Cuando estoy en estas situaciones hablo con mi tía y ella habla con los señores,les exige que me respeten, de lo contrario les cuenta todo a las esposas. Pero detodas maneras en las casas donde he tenido esas dificultades los señores terminanpresionándome y como no estoy dispuesta a aceptar debo renunciar”

• “Ahora trabajo con una señora sola, me toca hacer todo menos planchar, ella es muybuena. Como bien, me da la salida y el pago es cumplido. No me gusta trabajar dondehay hombres porque a veces los patrones se propasan”.

• “Comencé a trabajar bien, un día entré a organizar el cuarto de ellos, entonces estabael señor ahí, yo no sabía que él me iba a hacer algo, él comenzó a seducirme, yo salícorriendo, no le dije nada a la señora y no volví a trabajar en esa casa. Otro problemaes que las señoras intentan pegarme, como si tuviera 6 o 7 manos para hacer todo deuna, una señora intentó pegarme con una correa. Lo bueno es que me daba de loque ella comía y me hacía comer en el comedor, en los otros trabajos comía la mismacomida pero lo hacía en la cocina”

• “Me levantaba a las 6 de la mañana a despachar a mis patrones, me quedaba solahaciendo el oficio, me gustaba porque tenía buen trato, pero uno de los hijos delseñor era policía, él no me respetaba, tenía mujer y me decía que estaba enamoradode mí, que él quería dejar a la esposa para irse a vivir conmigo”.

• “En mi primer trabajo hacía todos los oficios, la comida, planchado, lavado, aseo,vivían 4 personas y llegaban los hijos y los nietos. Me gustó porque no me tratabanmal y le hablaban bien a uno. No me gustaba porque no me dejaban salir, cuandollegaban los hijos y los nietos me cansaba mucho, apenas terminaba de hacer unoficio me mandaban otro”

• “En mi primer trabajo, la casa era muy grande, había 7 personas, 3 perros grandes ytenía que cocinarles, no eran cumplidos en el pago, me daban chichiguas, solo que mipatrona era muy buena, ella era arquitecta”.

Las narraciones muestran la complejidad de las relaciones entre empleadora y emplea-da, más difíciles aún cuando se trata de menores de edad. El ámbito laboral está determi-nado, por un lado, por las contradicciones de clase y por referentes culturales que seexpresan en el ejercicio del poder y el sometimiento y, por otro, por la identidad degénero que se establece entre las mujeres, de ahí la importancia que tiene para las niñasel trato que les dé la empleadora.

Para las niñas empleadas es fundamental recibir afecto en su trabajo, demanda relacio-nada, en buena medida, con sus historias de carencias afectivas. Sin embargo, esta ne-cesidad puede generar relaciones ficticias que no le permiten a la niña identificar y asumirclaramente las diferencias que hay entre ella y su empleadora, en consecuencia, constru-ye identidades psicosociales y políticas confusas que disminuyen su capacidad de nego-ciar sus derechos.

Cuando la subvaloración y la discriminación son los ejes de la relación laboral se causandaños profundos en el desarrollo de la personalidad; la interiorización de sentimientos deinferioridad distorsiona y empobrece la imagen que las niñas tienen de sí mismas lo cual

afecta gravemente su autoestima, sus relaciones interpersonales, su desarrollo y su pro-yección de vida.

La violencia sexual, expresada en el abuso y acoso, manifiesta el poder masculino y lainteriorización de un sentido de disponibilidad sobre quien realiza el trabajo domésticosustentado en la creencia de que por ser mujeres, pobres y niñas se puede disponertambién de su cuerpo e integridad física y psicosocial.

Es importante destacar el sentido de dignidad de las niñas que se expresa en la identi-ficación y rechazo de situaciones discriminatorias y en su capacidad para enfrentar larealidad que viven; generalmente, renunciar al empleo, aunque no tengan alternativadiferente a encontrar otro similar, es la única opción de la que disponen.

3.5 Expectativas3.5 Expectativas3.5 Expectativas3.5 Expectativas3.5 Expectativas

Las niñas señalaron como aspiraciones laborales futuras las siguientes: estudiar y serprofesoras, enfermeras, médicas, sicólogas, arquitectas, administradoras de empresas,policías o militares, modistas, manicuristas, secretarias, actrices, bailarinas, compositoraso manejar sistemas. El 20% de las entrevistadas dijo no tener claras sus aspiracioneslaborales para el futuro.

3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva de3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva de3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva de3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva de3.6 La situación de las niñas desde una perspectiva dederechosderechosderechosderechosderechos

El empleo doméstico infantil es, en sí mismo, un desconocimiento y violación de losderechos de las niñas; vender su fuerza de trabajo es una obligación o la única posibilidadpara subsistir. El mundo del trabajo no es una actividad de socialización o de construcciónde las dimensiones necesarias para relacionarse con el mundo sino una condición des-ventajosa que les exige renunciar a su ser de niñas.

El trabajo doméstico infantil en hogares de terceros, que es una de las peores formasdel trabajo infantil, contradice la vigencia y aplicación real de los derechos contempladosen la legislación nacional e internacional en favor del desarrollo integral de la poblaciónmenor de edad, en particular de las niñas.

En el Artículo 42 de la Constitución Nacional de 1991 se establece que la familia es elnúcleo fundamental de la sociedad y que las personas menores deberán ser sostenidas yeducadas en un marco de igualdad de derechos, respeto recíproco y no violencia.

El Artículo 44 define el desarrollo integral de la niñez como responsabilidad de la familia,la sociedad y el Estado y llama a la protección contra toda forma de abandono, violenciafísica o moral, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos paralas personas menores de edad. En todo caso los derechos de la niñez prevalecen sobrelos de los demás.

El Artículo 53 establece los principios mínimos fundamentales del trabajo: igualdad deoportunidades, remuneración mínima vital y móvil, estabilidad, irrenunciabilidad a los be-neficios laborales mínimos, garantía a la seguridad social, capacitación, descanso necesa-rio y protección especial al trabajador menor de edad.

Por su lado, el Código del Menor le protege contra la explotación económica y eldesempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso para su salud (Artículo 14),

prohibe el trabajo a los menores de 12 años y exige autorización para que los niñosmayores de 12 y hasta los 18 puedan trabajar (Artículo 237) y establece que la contra-tación de menores indígenas debe regirse por las normas de su legislación especial (Artí-culo 239).

Igualmente, señala jornadas especiales de trabajo para las personas menores de edad,el máximo permitido (para los jóvenes de 16 y 17 años) es de 8 horas diarias (Artículo242); también establece que tendrán derecho al salario, prestaciones sociales y demásgarantías que concede la ley (Artículo 243).

En el nivel internacional, la Convención sobre los Derechos del Niño exhorta a losEstados a protegerlo contra la explotación económica y el desempeño de trabajosque puedan ser peligrosos o entorpecer su educación, salud y desarrollo integral(Artículo 32).

El Convenio 182 de la Conferencia Internacional del Trabajo considera que las peoresformas de trabajo infantil abarcan, entre otras, la esclavitud o prácticas análogas comola venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas, la condición de siervo y eltrabajo forzoso u obligatorio (Artículo 3a), en consecuencia, obliga a los Estados que loratifican a adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y laeliminación de tales formas de trabajo (Artículo 1) teniendo en cuenta la situación par-ticular de las niñas (Artículo 7e).

En la Plataforma de Acción Mundial de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer,Beijing 1995, se llamó a los Estados a respetar y promover el respeto de los derechos dela niñez, en especial de las niñas. Uno de sus objetivos estratégicos es “eliminar la explo-tación económica del trabajo infantil y proteger a las niñas que trabajen”. Se convocó atomar medidas que las protejan contra “cualquier trabajo que pueda ser peligroso oentorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico,mental, espiritual, moral o social” 124.

En el Informe de la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo (El Cairo,1994), se exhortó a los Estados a tomar medidas que garanticen “el acceso más amplioy temprano posible de la niña y la mujer a la enseñanza secundaria y superior, así como ala formación profesional y técnica” y a que asuman integralmente “las necesidades espe-ciales de las niñas y jóvenes en materia de nutrición, salud general y reproductiva, educa-ción y necesidades sociales” 125.

A la luz de los derechos enunciados y reconociendo la situación de las niñas trabajado-ras domésticas en hogares de terceros, se evidencian las siguientes particularidades:

• El incumplimiento del derecho a tener una familia como núcleo afectivo fundamental yde sostenimiento para su desarrollo integral. En buena medida esta situación es cau-sada por las difíciles condiciones socioeconómicas de las familias y por el maltrato y laviolencia que prevalecen en algunas de ellas.

• Las relaciones laborales en el empleo doméstico infantil desconocen los derechos quelegislan el trabajo: se presentan servidumbre y sumisión, no hay libertad de expre-sión, la disponibilidad sobre la vida de la trabajadora es casi absoluta, no se respetan suintimidad ni sus valores culturales y la remuneración no corresponde al trabajo des-empeñado.

124 Capítulo: ObjetivosEstratégicos y Medi-das. Objetivo L - LaNiña. Párrafos 259/285, pgs 136-147.

125 Capítulo IV: Igualdady equidad entre lossexos y habilitaciónde la mujer - La Niña.Párrafos 4.15 y 4.23,pgs 26-28.

• Al no existir un reconocimiento del trabajo doméstico, y mucho menos del realizadopor niñas, la legislación lo regula por excepción a los derechos generales contenidosen el Código Sustantivo del Trabajo. Por ello, al hablar de los derechos de las niñastrabajadoras hay que remitirse a las normas excepcionales lo cual agrava su situación.

• La baja remuneración del trabajo doméstico realizado por las niñas viola el derecho atener un salario mínimo vital, indispensable para la satisfacción de sus necesidades, locual agudiza la explotación de la que son víctimas. Peor aún cuando se desconocensus prestaciones sociales y la debida protección a la seguridad y la salud.

• Las niñas están sometidas a jornadas de trabajo que superan las autorizadas por elCódigo del Menor, la Constitución y los Convenios Internacionales. Las extensas jor-nadas, que se constituyen en trabajo forzoso y peligroso para su integridad, vulneransus derechos a un nivel de vida adecuado a su condición de menores de edad y alpleno desarrollo de sus facultades espirituales, morales, físicas y sociales.

• Las labores que deben desempeñar son múltiples, simultáneas y, en muchas ocasio-nes, peligrosas y superiores a sus fuerzas y pericia lo cual somete la integridad física ypsicosocial de las niñas a un riesgo permanente. De esta manera se incumple lo regu-lado en los Artículos 14 del Código del Menor y 32 de la Convención sobre los Dere-chos del Niño, entre otros.

• La situación crítica que viven las niñas, tanto en su núcleo familiar como en el trabajodoméstico, es un fuerte obstáculo para su acceso, desempeño y permanencia en laescuela lo que niega, en la práctica, un derecho fundamental de la niñez. Por otrolado, la carencia de alternativas de educación limita sus proyecciones de vida e impidela movilidad ocupacional lo cual aumenta la posibilidad de permanecer en el trabajodoméstico por el resto de sus días.

• A pesar de ser un Artículo fundamental para los trabajadores (44 de la ConstituciónNacional) ninguna de las niñas tiene acceso al régimen contributivo de seguridad socialpues los empleadores o empleadoras no aportan la cuota que les corresponde segúnla ley.

• No garantizar la seguridad social de manera universal a las niñas trabajadoras domés-ticas es una violación del Artículo 2 de la Convención sobre los Derechos del Niño, queexige la no discriminación por el oficio que se realice, y de los Artículos 26 y 27 queestablecen el derecho a beneficiarse de la seguridad social y el reconocimiento a unnivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, res-pectivamente.

• En Colombia el acceso a la salud de quienes trabajan en el servicio doméstico estáregulado por la ley 11 de 1988, reglamentada por el decreto 047 de 2000, que lesobliga a cotizar como trabajadoras independientes sobre la base de dos salarios míni-mos legales vigentes. Esta investigación muestra que el 95% de las entrevistadas nogana ni siquiera el salario mínimo, lo cual significa que pierden toda posibilidad de acce-der al servicio de salud.

4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones4. Conclusiones y recomendaciones

Las características que particularizan al empleo doméstico han perdurado desde laépoca de la Colonia hasta nuestros días. Siempre ha estado vinculado a formas de discri-minación, control y dominación de las mujeres, en particular de las pertenecientes agrupos sociales marginados económica y culturalmente; desde aquellos tiempos el servi-cio doméstico ha sido casi la única alternativa para el acceso de las mujeres populares almundo laboral y urbano; establece la casa como el lugar social y cultural propio de lamujer, “seguro y posible”, limitando así su desarrollo laboral y social.

Las familias de las niñas participantes en este estudio consideran que su vinculación alempleo doméstico es un aprendizaje y una alternativa para prevenir los riesgos que lesplantean la calle o la ciudad. Esta es una creencia muy similar a la que se tenía en la Coloniacuando el servicio doméstico era una forma de educación necesaria para la vida adulta yla “educación ideal para una niña pobre”.

La relación entre migración femenina del campo a la ciudad y empleo doméstico tam-bién es una constante histórica. Estudios de los siglos XVIII y XIX señalan que gran partede la movilidad rural-urbana fue causada más por las dificultades económicas en las zonasde origen que “empujaban” a las mujeres a la ciudad, que por oportunidades en laszonas de destino. Gran parte de las migrantes de entonces no encontraban opción dis-tinta a la de emplearse en una casa de familia para ganarse el sustento, tal como ahora,cuando la mayor parte de quienes trabajan en casas de familia son inmigrantes o hijas deinmigrantes.

Tanto ayer como hoy, la situación de las niñas empleadas en trabajo doméstico es unaexpresión clara de la injusticia socioeconómica y cultural existente en la sociedad colom-biana.

La vida de estas niñas está profundamente determinada por la explotación, la margi-nación y la privación de oportunidades para lograr su desarrollo como personas dignas.Su historia social, familiar y personal las obliga, en primer lugar, a enfrentar el trabajoasalariado desde su niñez y, en segundo lugar, a emplearse en uno de los trabajos másdesvalorizados por la sociedad, sin protección de la ley y peor remunerados.

En su situación laboral se expresa una fuerte dominación cultural pues al tener quetrabajar en hogares distintos al suyo deben alejarse de sus familias y referentes culturalespara someterse a otros que no solamente les son ajenos, sino que desvalorizan y hosti-lizan los propios. El desconocimiento e irrespeto de su ser es una constante, sobre todopara las niñas migrantes lo que lesiona significativamente su integridad personal la cual, apartir de allí, queda marcada por la interiorización de la subvaloración y la discriminación.Las niñas experimentarán profundos sentimientos de inferioridad por el resto de sus vi-das, a menos que tengan posibilidades de resignificar y reconstruir sus historias.

Las niñas empleadas en el servicio doméstico padecen un reiterado y casi absolutodesconocimiento y violación de sus derechos como niñas, mujeres y trabajadoras. Talesderechos le son negados desde el momento mismo en que tienen que vender su fuerzade trabajo como única posibilidad de sobrevivir aunque el costo sea renunciar a existircomo niñas.

Las dudosas condiciones de contratación, las extensas jornadas laborales, la carenciade seguridad social y protección, la imposibilidad de estudiar, la falta de descanso, losmalos tratos y los abusos sexuales, la baja o inexistente remuneración, las relaciones deservidumbre o semi esclavitud, la negación o subvaloración de sus culturas propias y elalejamiento de sus familias son situaciones que contradicen la vigencia y aplicación real delos derechos contemplados en la legislación nacional e internacional en favor del desarro-llo integral de la población menor de edad, en particular de las niñas.

En muchas de las instancias y planteamientos jurídicos referidos a la niñez se descono-ce la existencia de las “niñas”, se viola su derecho a ser nombradas. La exclusión desde eldiscurso se sustenta en una concepción patriarcal que invisibiliza a las niñas –más aún sison empleadas domésticas- y contribuye a reforzar la discriminación social, el no recono-cimiento y la interiorización del sometimiento. No nombrarlas es condenarlas a no existiren el plano jurídico y social.

Teniendo en cuenta todo lo hasta aquí planteado, recomendamos:

• Analizar la situación de las niñas empleadas domésticas en el contexto de una sociedadcaracterizada por la persistencia estructural e histórica de factores de dominación,discriminación y exclusión profundamente arraigados en las mentalidades y prácticascotidianas. Por lo mismo, el planteamiento de alternativas, aunque debe contemplarsoluciones inmediatas, debe, igualmente, trascender al establecimiento de políticas demediano y largo plazo.

• En este último sentido es necesario promover el cambio desde las subjetividades ydesde la cultura en los distintos ámbitos relacionados con la problemática: el personal(las niñas), sus familias de origen, el laboral (familias empleadoras), las comunidades, lasociedad en general y el Estado.

• El tratamiento de la situación debe implicar la consideración de las identidades de clase,de género y culturales de las niñas, asumiendo las relaciones de poder como determi-nantes en su discriminación, explotación y opresión. Si bien los cambios culturales sonlentos y complejos es necesario iniciarlos o continuarlos con fuerza a partir de la iden-tificación y comprensión de los referentes que obligan a las niñas a asumir el serviciodoméstico como la única posibilidad laboral y de existencia social.

• Recomendamos articular indisolublemente las acciones encaminadas a promover elcambio cultural con estrategias que alivien en lo inmediato la situación económica ysocial de las niñas y sus familias.

• Deben generarse procesos reflexivos y de acción con las niñas y sus familias con el finde aportar en la reconstrucción de sus historias, sus relaciones y sus proyectos devida.

• Se requiere desarrollar campañas de sensibilización social mediante estrategias publici-tarias, dirigidas sobre todo a las familias empleadoras con el fin de confrontar la ideolo-gía de género que circunscribe el trabajo doméstico a las mujeres; hay que estimular

y construir la responsabilidad de todas las personas integrantes del núcleo familiarrespecto al trabajo doméstico que reproduce a la familia.

• Es necesario realizar procesos de empoderamiento con las niñas para que,resignificando su existencia y superando sentimientos de subvaloración e inferioridad,fortalezcan su identidad como mujeres y como pertenecientes a una clase social y auna cultura.

• Se requiere también fortalecer la identidad sociopolítica, tanto en las niñas como en lasempleadas adultas, para iniciar o consolidar procesos organizativos de trabajadorasque les permitan ser protagonistas en la interlocución pública, en la difusión y protec-ción de sus derechos y en su reconocimiento y valoración social y política.

• Sugerimos comprometer iniciativas, esfuerzos y recursos de intervención en los luga-res de origen de las niñas para prevenir la emigración mediante el desarrollo de alterna-tivas (económicas, educativas, recreativas, organizativas, culturales, en salud y segu-ridad social) que solucionen las problemáticas que expulsan a las comunidades. Lasituación de las niñas inmigrantes que trabajan en el empleo doméstico debe tratarsesimultánea y articuladamente tanto en sus contextos de origen como en los quearriban.

• Todas las estrategias y acciones deben estar cruzadas por la perspectiva de derechoslo cual implica situarse en un plano político e interinstitucional que promueva, exija yvigile la aplicación de los derechos establecidos nacional e internacionalmente. Hayque comprometer al Estado como garante de la vigencia y efectividad real de losderechos que tienen como propósito fundamental la protección y el desarrollo inte-gral de las niñas que trabajan en el empleo doméstico. El marco general de estasacciones debe ser la erradicación del empleo doméstico considerándolo como una delas peores formas del trabajo infantil.

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AnexosAnexosAnexosAnexosAnexos

Cuadro No. 2Cuadro No. 2Cuadro No. 2Cuadro No. 2Cuadro No. 2Lugar de nacimientoLugar de nacimientoLugar de nacimientoLugar de nacimientoLugar de nacimiento

Lugar No. de niñasCali 24

Litoral Pacifico (Chocó) 20Litoral Pacifico (Nariño) 6Litoral Pacifico (Cauca) 4Litoral Pacifico (Valle) 1Veredas del Cauca 29

Antioquia 5Nariño 1Valle 7

Sin información 3Total 100

Cuadro No. 5Cuadro No. 5Cuadro No. 5Cuadro No. 5Cuadro No. 5Ocupación de la madreOcupación de la madreOcupación de la madreOcupación de la madreOcupación de la madre

Ocupaciones No. de niñasAgricultora 48

Trabajo doméstico 21Vendedora ambulante 5Empleada en cafetería 5

Minera 3Operaria 3

Sin información 15Total 100

Cuadro No. 7Cuadro No. 7Cuadro No. 7Cuadro No. 7Cuadro No. 7Salario mensual de las internasSalario mensual de las internasSalario mensual de las internasSalario mensual de las internasSalario mensual de las internas

Salario No. de niñas20.000 – 30.000 140.000- 50.000 960.000- 70.000 780.000- 90.000 9

100.000- 110.000 10120.000- 130.000 14140.000- 150.000 19160.000- 170.000 3180.000- 190.000 3190.000- 200.000 1

250.000 1En especie 2

Sin información 21Total 100

Cuadro No. 4Cuadro No. 4Cuadro No. 4Cuadro No. 4Cuadro No. 4Ocupación del padre o padrastroOcupación del padre o padrastroOcupación del padre o padrastroOcupación del padre o padrastroOcupación del padre o padrastro

Ocupaciones No. de niñasAgricultor 25

Construcción 9Vendedor ambulante 4

Desempleado 3Minero 3

Vigilante 2Concejal 2Mecánico 2

Oficios varios 10Sin información 40

Total 100

Cuadro No. 6Cuadro No. 6Cuadro No. 6Cuadro No. 6Cuadro No. 6Edades de inicio en el trabajoEdades de inicio en el trabajoEdades de inicio en el trabajoEdades de inicio en el trabajoEdades de inicio en el trabajo

doméstico remuneradodoméstico remuneradodoméstico remuneradodoméstico remuneradodoméstico remunerado

Edades No. de niñas9 310 411 912 1313 2014 2115 1417 5

Sin información 11Total 100

Situación de niñas y jóvenes que realizan trabajo domésticoSituación de niñas y jóvenes que realizan trabajo domésticoSituación de niñas y jóvenes que realizan trabajo domésticoSituación de niñas y jóvenes que realizan trabajo domésticoSituación de niñas y jóvenes que realizan trabajo domésticoen hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Calien hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Calien hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Calien hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Calien hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Cali

procedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Caliprocedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Caliprocedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Caliprocedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Caliprocedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Caliy el Valle del Caucay el Valle del Caucay el Valle del Caucay el Valle del Caucay el Valle del Cauca

Entrevista 1Entrevista 1Entrevista 1Entrevista 1Entrevista 1

1. Identificación1. Identificación1. Identificación1. Identificación1. Identificación

Nombre _____________________________________________ Edad ________Lugar de nacimiento_________________________________________________Tiempo de residencia en Cali ___________________________________________Dirección de la familia _________________________________ Teléfono _______Dirección del trabajo __________________________________ Teléfono _______

2. Estudios2. Estudios2. Estudios2. Estudios2. Estudios

Está estudiando __ En qué grado __ En dónde ____________________________Por qué no está estudiando ___________________________________________Hasta qué año estudió ____ en dónde ___________________________________Le gustaría seguir estudiando _____ Qué _________________________________

3. Familia de origen (padres, abuelos y tíos)3. Familia de origen (padres, abuelos y tíos)3. Familia de origen (padres, abuelos y tíos)3. Familia de origen (padres, abuelos y tíos)3. Familia de origen (padres, abuelos y tíos)

PARENTESCO OCUPACION EDAD

Sus padres y hermanos viven fuera de Cali ___ En dónde (municipio) ___________(Vereda) _________________ Río ______________ Otro ___________________Viven en casa propia ___ arrendada __ Otro __ Cuál ________________________De qué está hecha la casa ____________________________________________Con quién vive en Cali ____________________________ Barrio ______________Cada cuánto vista a la familia __________________________________________Quiénes son los que más pelean en casa __________________________________Cómo se siente cuando pelean _________________________________________

4. Situación laboral4. Situación laboral4. Situación laboral4. Situación laboral4. Situación laboral

A qué edad empezó a trabajar ____ Hace cuánto trabaja en Cali _______________Hace cuánto trabaja en casas de familia _______________

Quién le ha buscado los trabajos _______________________________________A qué acuerdo llegaron con la empleadora al iniciar el trabajo ____________________________________________________________________________________El acuerdo lo hizo con usted ___ Con quién _______________________________El acuerdo lo escribieron _____________ Se cumple? _______________________Qué oficios realiza en el trabajo ___________________________________________________________________________________________________________A qué hora empieza a trabajar _______ A qué hora termina ___________________A qué hora del día descansa _____ Qué hace en el descanso ____________________________________________________________________________________Trabaja interna ___ Cuáles son sus días de descanso ________________________Cada cuánto sale ___________________________________________________Qué hace en los días de descanso _______________________________________Cuánto le pagan ________ Cada cuánto le pagan __________________________Son cumplidos _____ Cómo gasta el dinero _________________________________________________________________________________________________Está contenta con su trabajo __ Por qué ___________________________________________________________________________________________________Tiene prestaciones sociales _________Sufre de dolor de cabeza, espalda, sueño frecuente, otros ____________________Cómo los alivia _____________________________________________________A qué médico asiste _________________________________________________

5. Proyecciones de vida5. Proyecciones de vida5. Proyecciones de vida5. Proyecciones de vida5. Proyecciones de vida

Qué le gustaría hacer en el futuro _______________________________________Quisiera conocer amigas y participar en actividades recreativas, educativas u otras________________________________________________Qué días y a qué horas podríamos reunirnos para organizar actividades __________

6. Otros aspectos6. Otros aspectos6. Otros aspectos6. Otros aspectos6. Otros aspectos

Qué derechos conoce _______________________________________________Cuándo se ha sentido irrespetada por algunos de sus patrones ___________________________________________________________________________________Cómo es su cuarto en el trabajo ________________________________________En qué trabajan sus patrones __________________________________________Qué otras mujeres entre 10 y 18 años conoce que trabajen en casa de familia

NOMBRE DIRECCIÓN TELEFONO

Entrevista 2Entrevista 2Entrevista 2Entrevista 2Entrevista 2

Cali, Junio 25 de 2000

Apreciada amiga/o:

Hace tiempo que no me comunico contigo, hoy te escribo para contarte sobremi vida.

Sobre mi familia te digo que ___________________________________________Los problemas de mi familia que más me afectan son ________________________Me gustaría que mi familia cambiara en ___________________________________

Sobre mi trabajo quiero contarte que:Empecé a trabajar a la edad de ________________________________________Empecé a trabajar en ________________________________________________En ese trabajo hacía _________________________________________________Y me pagaban _____________________________________________________Ese trabajo me gustó porque __________________________________________Y no me gustó porque ________________________________________________Otros trabajos buenos que recuerdo son _________________________________Otros trabajos malos que recuerdo son __________________________________

Te cuento que en mi vida han ocurrido situaciones agradables _________________Y desagradables ____________________________________________________Te cuento que ahora estoy ____________________________________________Para mejorar mi vida deseo hacer _______________________________________Pero las dificultades que tengo para hacerlo son ____________________________

Atentamente