wagner - parsifal libreto y comentarios

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  • PARSIFAL

    LIBRETO Y COMENTARIOS DE VARIOS AUTORES

  • SINPSIS Acto I Un claro del bosque en los dominios de Monsalvat, el territorio de los Caballeros del Grial. Est amaneciendo. El sonido de trombones llama a Gurnemanz y los escuderos que duermen en el bosque, a rezar. Todos deben prepararse para el bao del Rey Amfortas, de quien los exploradores, traen malas noticias. Aparece una figura extravagante, con el cabello enmaraado, como si llegara de un exhausto viaje: se trata de Kundry quien, desde las profundidades de Arabia trae un blsamo para aliviar el sufrimiento del Rey. Entonces aparece el resto de la procesin. Amfortas es llevado en su litera, Gurnemanz le entrega el frasco trado por Kundry, pero ella, que insiste en permanecer en silencio, rechaza toda muestra de agradecimiento. Su actitud apenas sorprende a los escuderos quienes estn dispuestos en ver en ella al culpable de la desgracia del Rey. Gurnemanz les saca de su error: desde el da en que Titurel, el fundador de Monsalvat, la encontr casi sin vida entre la maleza, ella ha servido siempre al Grial. Sin embargo, los hechos demuestran que cada una de sus ausencias ha coincidido con alguna desgracia de los Caballeros. Ante la mirada atenta de los pajes, Gurnemanz deja que sus pensamientos se llenen de recuerdos: Hace mucho tiempo haba dos tesoros en Monsalvat: el Grial, el cliz sagrado donde se recogi la sangre del Salvador, y la Lanza que le hiri en el costado. Fueron entregados a Titurel, padre de Amfortas, para que los guardara. Construy Monsalvat y all organiz una Orden de Caballeros, Klingsor exigi ser admitido. Incapaz de controlar su propia libido, se castr a s mismo, y con desprecio fue expulsado de la Orden. Exiliado al desierto, por arte de magia Klingsor construy all una tierra de placeres, repleta de flores diablicas, y desde entonces, intenta atrapar a los Caballeros all para conseguir su reino. Cuando Titutel, ya anciano, entreg la insignia del soberano a Amfortas, ste en el ardor de la juventud, intent combatir al diablo de Klingsor, a cuyo reino se dirigi llevando la Sagrada Lanza con l. Pero fue, seducido por una mujer, una flor del infierno y la lanza cay en poder de Klingsor quien se la clav a Amfortas en el costado provocndole una herida que slo la propia lanza puede curar. Todos aquellos que intentaron recuperarla de manos del brujo, tambin han sucumbido. Sin embargo, el Grial ha profetizado que un da llegar un hombre puro y gran conocedor de la pena. Los escuderos repiten la profeca con devocin, y entonces un cisne herido cae en el claro del bosque. Orgulloso de su arco y de sus flechas, un joven se jacta de ser el autor de tan buen disparo. Ms Gurnemanz le hace apenarse hacindole ver

  • el dolor angustioso de la hermosa ave herida. El joven no sabe porque ha disparado, ni quin es ni de donde procede. Slo sabe que su madre se llama Herzeleide. Kundry se le acerca en silencio, ella sabe que el muchacho al alejarse de su madre, la ha puesto en peligro dejndola sola y Herzeleide ha muerto. Temblando de furia, el joven parece dispuesto a matar a Kundry, pero se desmaya del impacto recibido. Kundry logra despertarlo con un poco de agua del manantial, y despus se vuelve a la maleza para dormir como un perro. Mientras tanto, el Rey ha vuelto de su bao. Como hara un buen padre, Gurnemanz invita al joven desconocido a presenciar la celebracin del Grial. El claro del bosque desaparece, y en su lugar aparece una gran sala donde los Caballeros esperan la llegada de Amfortas para celebrar el sacrificio. Titurel le invita a hacerlo. Antes de morir, querra ver el Grial al descubierto, ya que es lo que le mantienen vivo. Pero Amfortas se niega a acceder: el Grial le da la vida a l tambin, y para l la vida es un tormento. El orculo desciende una vez ms desde la cpula: un hombre puro llegara, conocedor de la pena. Amfortas, transfigurado, descubre el Grial. Una vez ms, su herida vuelve a sangrar. Se lo llevan, y la procesin abandona la sala. Parsifal sin decir palabra, y sin aparentemente haber entendido nada, lo ha visto todo. Gurnemanz lo echa un poco de malas maneras, Dejad que el ganso, se vaya a buscar su ganso y que deje en paz a los cisnes! Acto II El Castillo mgico de Klingsor, El brujo se halla en su torre, ante su espejo mgico. Ya ha llegado la hora: ve al loco joven dirigindose a su castillo de placeres. Debe despertar a la esclava de su encantamiento: es Kundry que se despierta con un grito animal ante la llamada del brujo. Deseara dormir para siempre. Desafiar a Klingsor, el mutilado, pero el vence: pronto l ser el dueo de no slo la Lanza sino tambin del Grial. El apuesto joven, quien habr de sucumbir, se acerca. Con un grito de dolor, Kundry se dispone a llevar a cabo su misin. La torre deja paso a un jardn de placeres donde las Doncellas Flor dan la bienvenida al joven, provocndole, despus de que haya vencido a todos los guardas. Ms el permanece insensible a sus sensuales provocaciones. Pero entonces, una voz mucho ms dulce le llega de entre ellas y lo deja paralizado. Ha pronunciado su nombre: Parsifal, as era como su madre le llamaba.

  • Kundry despide a las Doncellas Flor y le habla a Parsifal de su madre, quien ha muerto de pena despus de que l la abandonara. Lleno de resentimiento, Parsifal cae al suelo junto a Kundry. Ahora puede conocer el amor que su madre conoci y recibir de la mensajera del brujo su primer beso de amor, como una ltima bendicin materna. Pero cuando se abrazan, Parsifal se separa de un salto: ha visto en su mente la herida d Amfortas, y bajo la sangre ardiente ha visto el lamento del Salvador. Empuja a Kundry a un lado despus de darse cuenta del engao. Entonces Kundry le suplica que se apiade de ella Hace tanto que le espera!. Una vez, en su camino lleno de sufrimiento, ella se encontr con el Salvador y se ri de l. Desde entonces, no puede deshacerse de esa risa a menos que consiga seducir alguna vctima a pecar. Ella debe ser amada y redimida. Parsifal se indigna ante tal blasfema. Ahora lo ve todo con claridad. Quiere volver a Amfortas. Ella le promete ensearle el camino de vuelta, a cambio de que Parsifal le conceda una hora de amor. Rechazada embriagada de furia, Kundry convoca a todos los caminos del mundo para que se cierren ante l que la ha despreciado. Klingsor intenta matar al incauto joven con la Lanza, pero Parsifal logra quitrsela y, haciendo la seal de la cruz, pone fin al encantamiento del castillo de Klingsor. Acto III El claro en el bosque. Es primavera, Gurnemanz ya es anciano. Vive como ermitao en la frontera del territorio. Un quejido atrae su atencin. Suena como el lamento de una bestia salvaje. Se trata de Kundry, que ha vuelto de nuevo, rgida y tiesa como si estuviera muerta. Gurnemanz la despierta y la consuela. Ella slo quiere servir. Pero el Grial ya no es lo que era, y apenas hay mensajes que llevar! Quin es este que se acerca ahora, con armadura negra y una lanza en su mano? Se detiene, clava la lanza en la tierra y se arrodilla, Gurnemanz le reconoce: es el que hace mucho tiempo dispar al cisne. Y la lanza ha vuelto! Su camino ha sido arduo: una maldicin le hacia siempre perderse por los caminos. Pero ha llegado para que Gurnemanz le diga: Amfortas desea morir incluso an ms; ya no celebra el Grial, privados del consuelo divino, los Caballeros han entrado en decline; Titurel est muerto. Exhausto, fsica y emocionalmente, Parsifal est a punto de derrumbarse. Kundry ha ido a buscar agua del manantial para lavarle los pies. Ahora Gurnemanz debe derramar el agua pura sobre su cabeza. Despus, los tres se dirigirn a Monsalvat, donde Amfortas, para el funeral de su padre, debe descubrir el Grial por ltima vez. Kundry ha untado los pies de Parsifal con un blsamo y se los ha secado con sus cabellos. As Parsifal

  • se convierte en Rey. Como primer acto de su nueva mandatura, bautiza a Kundry. Con la cabeza inclinada hacia adelante, Kundry llora, y Parsifal observa con emocin la belleza de la pradera que le sonra. Se trata del encantamiento del Viernes Santo: el roco sobre las flores, las lgrimas del pecador, la sangre del Salvador. Las campanas del medio da replican. Es hora de irse. En lugar de celebrar el oficio sagrado, Amfortas se lamenta y maldice a s mismo. Fue l quien caus la ruina de su padre. Que el sagrado Titurel interceda con el Salvador para que as el pecador pueda morir por fin!. Los caballeros le apremian para que descubra el Grial. Con un dolor delirante, se niega a hacerlo. Se desgarra las ropas y muestra la herida que sangra, incurable. Que le maten y el Grial volver a la vida! Parsifal se ha adelantado. Sostiene la lanza que tiene el poder de curar la herida que ella misma ha provocado. Toca a Amfortas con ello. Parsifal descubre el Grial. Kundry cae al suelo, muerta. Todos se arrodillan para rendirle honores reales.

  • HISTORIA El 14 de Abril de 1.865 Wagner escribi a Luis II: "Hoy es Viernes Santo, otra vez. Oh da bendito, el da ms lleno de significado del mundo! Da de Redencin! El sufrimiento de Dios! Quin podra expresar toda su enormidad? () Un Viernes Santo clido y soleado me inspir con sus sensaciones sagradas a que escribiera el Parsifal, que desde aquel da ha vivido y crecido dentro de m como un nio en el vientre de su madre". En el corazn de Parsifal radica la sobrecogedora paradoja que permite al rito de la primavera ya a la agona divina coexistir en un nico da, y ese doble mandato permite a Wagner reemplazar el "Oficio de las Tinieblas" con una msica coral en la que muerte y resurreccin, naturaleza y el hombre-Dios estn mezclados. Wagner tambin cont a Mathilde Wesendonck la historia de esta escena original (la cual, pronto se supo, haba sido cambiada en algunos aspectos e, incluso, pre-datada). Pero esta pequea mentira cronolgica, sin ningn inters excepto para los bigrafos, demuestra la importancia de Parsifal: la ventana que se abre, los murmullos, y esa "fragancia de infancia efmera" que, en realidad, tuvo lugar (y que fue lo que Wagner llam, con una mezcla de dolor y alegra, una ambivalencia esttica, el "Encanto del Viernes Santo). A lo largo de toda la pera, se reaparece el enigma, al que la msica puede unirse en dolor, lo cual, para Wagner, era la mxima intuicin musical: Ay, el da de todos los dolores sin igual! Creo que todo lo que nace, que respira, que vive y que an vive, no deberan lamentarse ni llorar. La muerte de Cristo (la muerte de Dios nunca fue el tema de Wagner el cual nos muestra aqu la gran diferencia que hay entre msica y filosofa) se convierte en una sola cosa con la resurreccin de la naturaleza. Y este es el principal conflicto de Parsifal. Las lagrimas de arrepentimiento se convierten en gotas de roco, la contemplacin de la primavera, las criaturas que despiertan tras el invierno, la oscuridad y el pecado, toman el relevo a la adoracin ante la Cruz. Acaso Wagner est pensando en las palabras de San Pablo a los romanos?: "El universo creado aguarda con vida expectacin a que el hijo de Dios se manifieste. Sufri frustracin, no por voluntad propia, sino por la voluntad de aqul que lo permiti, con la esperanza de que todo el universo quedara libre de las cadenas de la moralidad y entrara en la gloriosa libertad de los hijos de Dios". Parece ser que, en el Parsifal de Wagner, una premonicin de lo que ocurrir en la historia de la salvacin puede encontrarse en el jbilo de la naturaleza, el sonido de los pjaros cantando y la vista de las praderas de nuevo en flor. El da de gracia ha llegado y

  • el hombre, menos malvado que antes, ya no pisa las criaturas vivientes a su paso: deja crecer a los primeros capullos, de la misma manera que Cristo, con su muerte, absolvi a la humanidad del pecado de haber nacido. Infirmitas Infirmitas es, segn algunos, el origen del nombre de Amfortas: la distintiva debilidad de aqul que no puede morir, y cuyo sufrimiento sin fin, de repente se presentar a Parsifal, como una revelacin sentida y sincera. Amfortas padece de una herida misteriosa, ya que la lesin de su costado no puede curarse: marca el lugar donde Klingsor, el Caballero cado, le hiri con la lanza que le rob a Amfortas, la misma lanza con que el centurin hiri a Cristo en el costado. Pero esta herida, en un conflicto el cual slo la msica puede acomodar, es al mismo tiempo el emblema fsico de la agona redentora y la prueba vergonzosa de cmo ha sido olvidada. En una carta a Mathilde Wesendonck , Wagner escribi: "El Grial () es el cliz de la ltima Cena en el que Jos de Arimatea recogi la sangre del Salvador crucificado. La postura de Amfortas adquiere as, un gran significado respecto a este cliz milagroso; l que padece de la misma herida causada por la lanza de un enemigo, cuando se ve envuelto en un apasionado romance, debe hallar su nica salvacin en la consagracin de la sangre que una vez surgi de la herida del Salvador". Por qu la muerte no se lleva a Amfortas?. Quizs porque, como dijo Pascal, Cristo sufre en agona hasta el final de los tiempos, pero tambin porque la pasin fsica le ha convertido en un rey insensible, aunque slo por un instante, a la Pasin a la que sirve. La herida incurable, que representa, al mismo tiempo, la vulnerabilidad sexual y el patetismo del amor puro, mantiene en su cuerpo la marca de su infidelidad hacia la compasin caritativa, es decir, el estigma de sumisin a la ferocidad del deseo. Nietzche se burl de lo que l tom como una tarda conversin a la castidad por parte de Wagner, en trminos estereotipados e incluso un poco frvolos. No obstante, la duda establecida con el misticismo de Wagner y su msica se merece un reconocimiento, por desarrollarse como se desarrolla, como un hilo luminoso a lo largo de la obra, y al mismo tiempo tratar uno de los temas sin resolver que han plagado la humanidad a los largo de su historia. Parsifal no trata del miedo a ser corrompido, ni es una fascinacin senil de la pureza; representa, en cambio, la infinita meloda de la tragedia del deseo, una tragedia que, para Wagner, reside en el inmenso vaco, que nunca ha sido salvado, entre Eros y la piedad. Si fue capaz de escribir sobre Amfortas ("El es mi Tristn del Tercer Acto, slo que infinitamente intensificado"), fue porque consideraba a este rey cado, que aguarda al "loco inocente", el nico que puede consolarle y relevarle de su nostalgia infernal con su piedad, como el centre de su

  • drama. De hecho, Amfortas, esa encarnacin de la voluntad Schopenhaueriana de vivir, puede confiar tan solo en alguien que es capaz de sufrir tanto como l mismo sufre. "Me muero porque no puedo morir", canta ms o menos, mientras los tormentos que soporta como un castigo dejan intactos sus poderes sacramentales, elevando as su sufrimiento al mximo. Por desconcertante que esto parezca, las lamentaciones del Rey Pecador no son ms una repeticin de las lamentaciones del Salvador moribundo que los gritos del cisne herido al que Gurnemanz defiende. Pero este lamento lleva consigo buenas noticias pues declara la posibilidad de redencin que llegar gracias a y a travs de la piedad. Enseado por la piedad A diferencia de Schopenhauer, de quien era discpulo, Wagner coloca la compasin por encima de la renuncia, ya que el auto-sacrificio es esencial para una compasin ms profunda, cosa que no ocurre al revs. La contemplacin angustiosa del sufrimiento puro de Amfortas es lo que conducir a Parsifal - al principio un muchacho desconcertado - hacia una piedad activa que slo la abnegacin puede reforzar. No se trata de renunciar a la propia vida, sino de convertirla en una amor nacido de la piedad, el cual, gracias a la piedad, se esfuerza por romper por completo la voluntad individual de cada uno. Al principio del drama, Parsifal carece de las seales normales por las cuales ala gente se reconoce mutuamente, hasta tal punto que Gurnemanz no tiene manera de identificar al joven que ha salido del bosque de una manera inocente y rstica como la de Siegfried. Como respuesta a la reprimenda de Gurnemanz por haber matado al cisne, "Y aunque lo puedas matar, aqu, en el bosque sagrado () ese leal cisne, que te ha hecho l a ti?". Parsifal, al romper su arco, parece tan slo responder con un gesto malhumorado. En realidad, es aqu cuando el mtodo de entendimiento propio de Parsifal aparece por primera vez. Se trata de un mtodo que est en armona con la frase de Clauder. "No os pido que entendis, mi querido seor, os pido que no intentis entender". Mauric Barrs escribi que no es el sufrimiento de Amfortas ni sus lamentos ni sus manos desgastadas, con las que se oprime la herida de su pobre corazn humano, lo que nos hace llorar en Parsifal. Lo que en verdad nos conmueve, segn l, es la glorificacin del impulso primitivo en la personal de Parsifal, la exaltacin del individuo que est por encima de todas las normas y con una propia ley. Todo lo contrario - le podemos responder - es precisamente el sufrimiento de Amfortas y lo que puede llamarse la glorificacin de la ternura lo que nos hace llorar. Parsifal siempre est a punto de derrumbarse, incluso de desmayarse, en las escenas decisivas, revelndonos as una sensibilidad casi femenina. Cuando Gurnemanz le lleva ante Amfortas que est celebrando la ceremonia del Grial en

  • agona, todo lo que hace es llevarse la mano al corazn, como si estuviera a punto de desmayarse, lo cual es malinterpretado por Gurnemanz. Si es cierto que se lleva consigo casi todas las convenciones sociales bsicas, no lo hace para reemplazarlas por el impulso instintivo e inmoderado del individuo. l eleva el dolor sin limites de Amfortas, por su intensidad, un dolor que no podra acompaarse slo con palabras. Parsifal se identifica con l, reproduciendo en su corazn y en su cuerpo el sufrimiento del rey; no lo ha comprendido en el sentido intelectual, es decir, con claridad, pero lo ha asumido, le ha afectado en todo su ser y le ha dejado una marca permanente para lograr un destino, su destino que a partir de aqu est unido al de Amfortas. Vivir con el enorme dolor que conlleva el pecado sin redimir - como si le estuviera imitando - oyendo continuamente sus terribles lamentos. Wagner hizo hincapi en la direccin de escena en que Parsifal, anonadado e incapaz de entender las palabras de la ceremonia, se lleva la mano al corazn. Esto se debe a que ese momento se transforma en la iniciacin de un nuevo tipo de conocimiento que slo puede obtenerse por medio de la compasin. Y Gurnemanz, a pesar de su avanzada edad y de sus muchos aos de experiencia, no lo entiende y lo echa. Esta profunda comprensin nacida de la piedad tendr un efecto sorprendente en Parsifal cuando rechaza a Kundry, despus de que sta, le haya besado y revelado tanto su nombre como la muerte de su madre. "Amfortas! La herida! La herida!" Esta es la desgarradora revelacin que le arranca de los brazos de la mujer que desea, de la misma manera que como hombre puede desear la sabidura y la muerte. No lleva sobre sus hombros los pecados del mundo, sino el tormento del deseo y del amor. Es a travs del secreto de esta repentina revelacin, a travs de Parsifal como hombre de deseos, que la piedad nace en toda su pureza, la receptividad de todo dolor, la bienvenida a todas las criaturas que sufre. Se necesita mucho coraje, para no evadirse de esta auto-renuncia, pues la piedad - contrariamente a lo que afirma Nietzsche - "es compasin en un alma fuerte", y puede hacer desaparecer el conflicto existente entre la debilidad y la fortaleza. "Cul es el significado del beso de Kundry?", escribi Wagner a Luis II. "Es un terrible secreto, querido mo () El beso que provoc en Amfortas se rindiera ante el pecado, despierta en Parsifal, el cual es inocente de todo pecado, una consciencia total del pecado cometido por el rey dolorosamente afligido cuyos lamentos de dolor que hasta ahora slo haba escuchado sin prestar atencin. La causa del pecado de Amfortas se le presenta con toda claridad a travs de su propio sentimiento de compasin. En un instante, reconoce el veneno que est matando al rey, cuyo dolor no ha sabido comprender hasta ahora. La sabidura de Parsifal es, por tanto, mayor que la de los dems. Ms grande incluso que la de todos los Caballeros del Grial, quienes siempre han credo que Amfortas slo sufra de una

  • herida de lanza. Parsifal lo ve con ms claridad". Al igual que Moiss sac a su pueblo de Egipto pero tuvo que pararse antes de llegar a la Tierra Prometida, la leal presencia de Gurnemanz acompaa la ley del Grial y el sufrimiento de su rey. Pero su destino, es permanecer fuera del drama que une a Parsifal, Amfortas y Kundry, ya que no es capaz de aceptar esta sabidura sin nombre que Parsifal posee: que es a travs de la carne, adems del desprecio de la carne, como se consigue la piedad. Figuras de redencin Cmo deberan interpretarse las ltimas palabras de Parsifal: "Erlsung dem Erlser" (Redencin del Redentor), como que el redentor debera ser redimido? Esta reduplicacin de la salvacin, est exageracin, este uso de superlativos, sugiere algo as como, que la redencin est incompleta, o quizs que la redencin nunca ha cesado de empezar. Es el pecado original ms antiguo, y definitivamente el menos Judio-cristiano, aquel que Schopenhauer, citando a Caldern, dijo que se hallaba en el pecado del nacimiento y por lo tanto en el egosmo del individuo, el cual debera redimirse as, sin fin, lo que Parsifal personifica, si tal opinin es aceptable, es el paso de "amar" a "caritas" y la renuncia al egosmo que es la razn de toda la desdicha del mundo: la traicin de Amfortas al Grial, y el robo del Oro del Rin cometido por Alberich, son parte de un mismo error. Sin embargo, las ideas de redencin y de regeneracin no son slo temas Cristianos, ni slo Zoroastrianos ni Mesianismos Parsee. Tambin representan - y esto debera recordarse - un tema persistente en los escritos utpicos Judos, expresados por escritores y filsofos como Martin Buber, Franz Rosenzweig, Franz Kafka, y Walter Benjamin. La idea de redencin es universal. No obstante, aunque la msica de Wagner siempre ha estado llena de una expectacin parecida, la primera vez que la redencin llega a travs de un hombre es en "Parsifal". Redendores anteriores a l, de hecho, fueron llamadas Senta, Elisabeth, Brnnhilde, etc. La regeneracin parsifaliana se une y a la vez se opone a la tradicin femenina, pues la figura de Kundry jugar un gran papel en el drama. Ese ser sub-humano, esa criatura que se ri del sufrimiento de Cristo cuando pas por su lado, que fue el instrumento de la herida inmortal de Amfortas, esa seductora del hroe virgen, es al mismo tiempo la portadora del blsamo y la mensajera del Grial: un verdadero "Pharmakon", en el sentido griego antiguo: una cura y un veneno a la vez. Kundry representa, tan perfectamente como la frase de Nerva: "los suspiros de un santo y los lamentos de una bruja". Esta mujer expresa sus deseos de una manera que Wagner crey sin comparacin alguna, ni siquiera con su Tristn del Tercer Acto ("En Tristn" le confes a

  • Cosima, "ala menos haba una voluptuosidad melanclica mientras que aqu slo hay el dolor salvaje del amor") Es una Fedra alemana - y por lo tanto redimida - que ilustra la maldicin del amor en su histeria lastimera. Y an as, lo maravilloso es que logra presentarse ante nosotros como merecedora de una piedad infinita - una sierva humilde y exhausta - una nmada que hace su papel con intensidad en el plan secreto y sutil de la redencin. De repente parece convertirse en la representante de todas las criaturas mudas y en sufrimiento, como la voz de la naturaleza, herida y redimible. Dionisos y Cristo Antes de tratar de la relacin entre arte y religin que Wagner introduce en Parsifal, es necesario citar, de una manera ms o menos extensa, un pasaje de la ceremonia del Grial al final del primer acto, el cual indica hasta que punto la representacin dramtica ha substituido el nfasis del rito: El vino y el pan de la ltima cena, El Seor del Grial los ha transformado, gracias a la poderosa piedad del amor, en la sangre que l derram este cuerpo que l puso en la tumba. Sangre y cuerpo, dones sagrados, se transformaron en comida Que el espritu nos reconforte con este vino, servido para nosotros, con este pan, que nos alimenta. Lo que no gusta a los Catlicos de este ritual, no es tanto el hecho de que la consagracin y la comunin se hayan llevado al escenario - como se cree normalmente (Claudel es famoso por haber preferido la misa del pueblo ms humilde a "Parsifal") - sino, sin duda, la incomodidad que provoca la inversin de Wagner de lo que en teologa recibe el nombre de "transubstanciacin". Durante la ltima Cena y cada vez que se celebra el sacramento de la Eucarstia, el pan y el vino se transforman en el cuerpo y sangre de Cristo, mientras que en Parsifal se invierte el proceso, y la sangre y el cuerpo se convierten en vino y pan, gracias al rayo de luz que cae sobre el cliz y que provoca este cambio milagroso y la regeneracin de los Caballeros. Hay que sealar que la ceremonia del Grial lleva a cabo una verdadera desconstruccin de la misa en el mismo momento que se practica.

  • Tambin es posible descartar las crticas tanto Cristianas como Agnsticas porque surgen de la misma malinterpretacin. Por supuesto, todo el mundo tiene el derecho de no gustarle "Parsifal", pero no el derecho de tomar la obra como un simulacro de eucarista cuando se halla en el proceso de minar un engao pecaminoso. El Grial es el cliz de la ltima Cena, donde se recogi la sangre del Salvador crucificado; en esta reliquia de valor incalculable el fino del Jueves Santo se identifica con la sangre del Viernes Santo, adems de - para repetir las graves palabras de Nietzsche - Dionisos con Cristo. Esto puede verse en las palabras que Wagner dirigi a Cosima: "An as es una obra religiosa - eclesistica - una obra de una ferocidad divina". La interpretacin de "Parsifal" como un rito Masn - an cuando esto tranquilice a algunos amantes racionalistas de la msica - carece de credibilidad; no estamos ante una iniciacin por partes y una jerarqua, sino ante un hroe completamente aislado: la revelacin no es progresiva, ni se consigue mediante duras pruebas, aunque el progreso del cisne a Amfortas y de Amfortas a Kundry represente un movimiento de potencial a accin. Parsifal experimenta diferentes repeticiones de una misma cosa y de la misma conmocin, tan repentina y misteriosa como una redencin. Sin embargo, este tema de redencin resulta extrao para los Masones. La nica interpretacin aceptable en este caso es una puramente religiosa, y esto resulta bastante paradjico, pues Wagner nunca escribi en los gneros dedicados a la msica de iglesia: la Misa, la Pasin, el Rquiem y a la Cantata. Pero esta extraordinaria exposicin de adoracin por medio de la cultura, esta deuda que el arte ha pagado a lo sagrado, slo es posible porque la familiaridad con compasin representa el sentimiento religioso por excelencia. Tolstoy, en su "Krentzer sonata" culpa a la intoxicacin musical de la infidelidad amorosa de su herona, y da rienda suelta al rencor de la era platnica contra la msica emotiva por ser demasiado oscura y despertar pasiones. Parece ser que, aqu tambin, Wagner, en su "Parsifal" y despus de "Tristn", estaba realizando un enorme cambio, esta vez adaptando el poder de expiacin a la msica, una cualidad que contiene piedad, ese impulso nacido de la ternura carnal y desinteresada. Parsifal, la evolucin Resulta poco sorprendente que la evolucin de "Prsifal", la ltima y ms madura obra de R. Wagner, y por lo tanto la ms profunda y complicada que compuso, supusiera un largo proceso. Durante ms d e 30 aos, la obra fue madurando en l, hasta convertirse en una obra nica que presentaba todo sus conocimientos y experiencias, tanto de su vida privada como profesional, y las aspiraciones que ni su vida ni su obra pudieron satisfacer. El embrin del tema de la obra, que est dominada por la idea cristiana de la compasin, puede verse ya en el esbozo de la

  • obra "Jess de Nazaret", escrita por el joven Wagner cuando tena el puesto de "Kapelmeister". En aquel entonces, Wagner crea que haba encontrado su ideal de libertad artstica en la ideologa de los revolucionarios democrticos, a los que en 1.849 se uni en las Barricadas. Sin embargo, la concepcin de la obra sobre Cristo, estaba menos relacionada con estos acontecimientos que con los cuadros y oratorios que representaban la cara humana de la figura de Cristo, el "Jess de Nazaret" de la propia experiencia de Wagner. No obstante, no lleg a completar el esbozo. Quizs el tema no result ser el adecuado para su experiencia personal. Slo la muy bien definida figura de Mara Magdalena como pecadora arrepentida era lo suficiente fuerte como para reaparecer en una generacin posterior en la figura de Kundry. Mientras tanto, escribi nuevos esbozos relacionados con la religin. Cuando apareci "Tristn" (1.856), ya tocaba ideas budistas en "Die Sieger". Una muchacha Tschandala, que en una vida anterior haba pecado debido a la falta de compasin, es finalmente aceptada en una comunidad de santos despus de aceptar penitencia y la "Renuncia a las ganas de vivir". El mismo Wagner nos explica hasta que punto la eleccin de este tema se ha convertido en algo inseparable del estilo de composicin que ha desarrollado ahora: "Adems de la belleza melanclica de un tema tan sencillo, otro aspecto que me empuj a escogerlo fue la curiosa afinidad que este tema tena con el proceso musical que yo tena mientras compona. Ante el espritu de Buda, el pasado (encarnaciones anteriores) de todas las criaturas que se encuentran con l se muestran de una manera evidente, como si estuvieran realmente presentes. La importancia de esta simple historia es que la vida anterior de la figura central que sufre, funciona como el presente inmediato de la nueva existencia. En seguida me di cuenta de que sera posible presentar estos sentimientos a travs del continuo acompaamiento de una reminiscencia musical de esta doble vida, y ello me hizo decidir, con particular afeccin, dedicarme a escribir este poema". As pues, no fue slo la naturaleza ideal del tema, sino el hecho que resultaba apropiado para el "proceso que se desarrollaba mientras tanto" (la tcnica de reminiscencia y "leitmotiv"), lo que atrajo al compositor. Sin embargo, al final, incluso el reino de Buda queda abandonado. En "Tristn e Isolda" aparece por primera vez la figura de Prsifal en el sufrimiento del hroe moribundo. El mundo de Prsifal, el mundo del Grial, ya haba sido presentado en "Lohengrin": fue la primera intencin de Wagner de que el mismo Prsifal apareciera ahora en "Tristn".

  • "En el ltimo acto, introduje un episodio que, al final no result bien; la aparicin de Prsifal en el lecho de muerte de Tristn, mientras va buscando el Grial. En la mente de Tristn, que a pesar de la herida no puede morir, se identifica con Amfortas, en la leyenda del Grial. Pero tuve que reprimirme en seguir por esta idea, para no distraerme de mi gran labor musical". Wagner compuso "Tristn e Isolda" y no se permiti "distracciones". Pero el tema principal de Prsifal, la idea de ltima redencin "Redencin del Redentor", ya haba sido moldeada, y el tema de la redencin, presente en todas sus obras anteriores, fue llevado a su nivel final, "masculino" de consciencia. Este tema le facilit el marco ideal para el tema de la obra, con el cristiano medieval, el hroe Prsifal, y el mundo mstico y santo del Grial. De hecho, "Los Maestros Cantores" y "El Anillo de los Nibelungos", se completaron antes de que el poema fuera finalmente publicado en 1.877. Pero no se hicieron cambios importantes entre 1.860, cuando escribi un esbozo para el Rey Luis II de Baviera, y Enero de 1.882, cuando se acab la msica. Los elementos principales de la obra estaban firmemente grabados en el espritu de su creador y tan slo esperaban el honor de ser "despertados". La idea de redencin En su autobiografa, Wagner explica la experiencia que le inspir los esbozos preliminares de "Prsifal": "El Viernes Santo (1.857 en Zurich) me despert ante un sol resplandeciente: el jardn floreca, los pjaros cantaban, y al fin, poda sentarme en la baranda de la pequea casa para disfrutar de la propicia tranquilidad que tanto haba deseado. Inspirado por esta tranquilidad, de repente me acord de que era Viernes Santo y record que la importancia de este recuerdo ya se me haba ocurrido antes del "Prsifal" en Wolfram. No me haba ocupado de ese poema desde que estuve en Mariembad (1.845) cuando ide "Los Maestros Cantores" y "Lohengrin". Ahora su forma ideal se apoder de m por completo, y partiendo de mis pensamientos sobre el Viernes Santo rpidamente conceb todo el drama en 3 actos, y compuse un boceto de la idea". As como "El Holands Errante" evolucion a partir de la idea de la Balada de Senta, y la obra de "Tristn e Isolda" creci a partir de un nico comps que simbolizaba el proceso misterioso, de la misma manera se form el proceso creativo en "Prsifal", inspirado por las ms profundas facetas de la obra, la idea de la redencin del mundo a travs de la compasin, representada por el poder del misterio cristiano de la salvacin.

  • Su idea del poder de redencin del amor puro de una mujer, tal como se ve en Senta y Elisabeth, qued enriquecido y profundizado por la ideologa cristiana, y al final de su vida, se transform en la idea de "redencin del mundo por la compasin", revelada a l en su refugio de Zurich en aquella maana de Viernes Santo. Todo ello aparece bajo forma musical en el Acto III de Prsifal en la maana de Viernes Santo, seccin con la que empezaban sus bocetos.

  • Wagneriana, 28. 1998

    Sobre el significado de "Parsifal" Por Richard Wagner Carta escrita a Mathilde Wesendonck el 30-5-1859 Me he dispuesto de nuevo desfavorablemente con respecto al poema de Parzival. Considerando bien las cosas, tengo la conviccin de que se trata de un trabajo difcil en alto grado. Amfortas es el centro sobre el que gira el asunto principal. Meditando sobre l, se me hizo de pronto muy claro, cayendo en la cuenta que es semejante a mi Tristn del tercer acto, pero con una progresin de intensidad no imaginada an. La herida ocasionada por la lanza y la otra que tortura su corazn, le causan tales sufrimientos que slo aspira a lograr la muerte. En vano ha esperado la cura por medio de la adoracin del Gral, mas el Gral no slo no remedia sus torturas, sino que las aumenta, porque la contemplacin le recuerda la inmortalidad. A mi juicio el Gral es el cliz de la Cena, en el cual Jos de Arimatea recogi la sangre del Salvador crucificado. Qu terrible significacin adquiere as la situacin de Amfortas con respecto a ese cliz milagroso! El sufre una herida, ocasionada por la divina lanza en una pecadora aventura y debe seguir consagrando la sangre que man un da del costado del Salvador al morir en la cruz, renunciando y sufriendo por la salvacin del mundo. Qu abismo entre un sufrimiento y otro! En xtasis ante el maravilloso cliz que enrojece con sublime y dulce resplandor, Amfortas siente renovarse en l la vida y alejarse la muerte anhelada. El vive y se reanima en su vitalidad, aunque la herida fatal le abrasa ms que nunca. La adoracin misma se ha convertido en dolor. Cmo lograr el fin? Cmo conseguir la liberacin? En esa forma lleva sobre s, como una carga, los sufrimientos de la humanidad entera por toda una eternidad. Es por eso que desea alejarse del Gral, desentenderse de l, en la locura de su desesperacin. El lo desea para poder morir, mas, ha sido elegido para guardar el Gral. Y esta eleccin no la ha realizado un poder ciego, sino que recay en l porque era digno. Nadie como l, reconoca la fuerza milagrosa del cliz y su alma anhelaba como la de ninguna, contemplar el Gral, que le sobrecoga de admiracin, proporcionndole el poder de vivir, al mismo tiempo que el sufrimiento eterno. Deber escribir todo esto y la msica correspondiente? Ah! no, gracias. Que otro intente tal empresa. Yo no llevar sobre mis espaldas carga tan pesada.

  • Quien pueda realizarlo, lo har seguramente al gusto de Wolfram (1). Es posible que pueda tener as alguna apariencias y hasta buena forma. Mas yo tomo estos asuntos ms en serio. Y os referir cmo el amigo Wolfram lo realiz a su manera, sin llegar a entender su verdadero sentido. El rene un suceso con otro, encadenando aventura tras aventura. Asocia al asunto del Gral, hechos e imgenes curiosas y extravagantes, avanza por tanteos dejando a oscuras a quien quiere profundizar. Si alguien tratara de interrogarle seguramente hubiera contestado: Si yo mismo no lo s. Se asemejara a un sacerdote que celebrara su cristianismo en el altar mayor sin saber de qu se trata. Wolfram hizo su prematura aparicin en una poca brbara y confusa, que oscilaba entre las antiguas creencias y las nuevas. En esa poca nada poda madurar; cuando el poeta pretende ahondar se pierde en fantasmagoras desprovistas de sentido. Yo estoy completamente de acuerdo con Federico el Grande que al recibir la edicin de Wolfram dijo al editor que no deba importunarle con semejantes futilidades. Es cierto que para ello es necesario haber vivido el verdadero sentido de la leyenda del Gral y estudiar luego la forma como la conceba un poeta como Wolfram. Esto es lo que yo he hecho hojeando vuestro libro, para llegar a indignarme de la incapacidad del poeta (yo hice la misma experiencia con Godofredo de Strassburgo, para Tristn). En todas las fuentes primitivas de la leyenda, el cliz maravilloso es una piedra preciosa, particularmente en las narraciones rabes de Espaa. Desgraciadamente hay que convenir que todas nuestras tradiciones cristianas tienen un origen extico derivado del paganismo. Los cristianos supieron con gran sorpresa que los moros veneraban en la Kaaba de la Meca una piedra milagrosa (un cuerpo solar, caldo del cielo, un meteorito). Las leyendas de estos objetos misteriosos, fueron bien pronto interpretadas por los cristianos a su manera, relacionndolas con el viejo relato extendido en la zona meridional de Francia, segn la cual, Jos de Arimatea haba huido all llevando el sagrado cliz de la Cena. Esta tradicin concordaba perfectamente con el entusiasmo por las reliquias de las primeras edades del cristianismo. Desde entonces, la leyenda adquiri su significado. Yo admiro mucho este bello rasgo de la tradicin cristiana, de ideas as, el smbolo ms hermoso de la esencia representativa de una religin. Quin no se encontrara invadido de los sentimientos ms intensos y sublimes, al conocer la existencia de ese cliz, en el cual el Salvador, bebi al despedirse de sus discpulos y en el que no slo se sentir reconfortado sabiendo que l exista, sino que estaba destinado a que los justos pudieran contemplarlo y adorarlo. Por eso, la leyenda de que el Gral (corrupcin de Sangre Real) sustentaba nicamente a los caballeros piadosos, proporcionndoles bebida y

  • alimento, es de una belleza incomparable, por el doble significado que adquiere ese sublime receptculo de ser, adems del cliz de la Santa Cena, el emblema del sacramento ms sublime del culto cristiano. Todo esto resulta incomprensible para nuestro poeta, cuya narracin estaba influenciada por los mediocres romances de caballera franceses que eran imitados servilmente. Saque Vd. ahora conclusiones para el resto. Tan slo existen algunas descripciones bellas, en las que sobresalen los poetas de la Edad Media, y tan slo all se encuentra una atmsfera de contemplacin bien sentida. Pero el conjunto, a pesar de ello, es siempre confuso y estpido. Qu hacer ahora con Parzival? Porque Wolfram tampoco lo supo... Su alejamiento de Dios es tonto y mal justificado y su conversin satisface an menos. La idea de la interrogacin est presentada con muy poco gusto y carece de significado. Aqu, yo tendra que inventar todo. Y an se presenta otra dificultad para Parzival; l resulta indispensable para desempear el papel de redentor en la salvacin anhelada por Amfortas. Pero si el personaje de Amfortas es presentado bajo la nueva forma, adquiere un inters trgico muy grande, hasta tal punto, que se vuelve imposible colocar a su lado una segunda figura de inters principal. A pesar de ello debe encarnarla Parzival, si no se quiere estar obligado a hacerle aparecer, exclusivamente en la escena, como una especie de deux ex machina indiferente. De modo que es necesario colocar en primer plano el desenvolvimiento de Parzival, su sublime purificacin, su espritu predestinado por su naturaleza contemplativa y profundamente compasiva. Y como no imagino un plan tan extenso como Wolfram, debo concentrar todo en tres situaciones principales, de un contenido profundo, de tal suerte, que el complejo personaje sea tratado clara y distintamente, porque tal es la caracterstica de mi arte. Y yo emprender un trabajo semejante? Dios me guarde! Por ahora renuncio a tan insensato proyecto. Que Geibel lo versifique y que Liszt escriba la msica. Cuando mi antigua amiga Brunilda se precipite en el fuego, yo har lo mismo, con la esperanza de un fin feliz. He ah todo y amn. El Graal no me har emprender un camino tan intrincado (2). Considere sto como una conferencia para lo cual no ha tenido necesidad de acercarse a la ciudad de Zurich. (Traduccin del Dr. Carlos J. Duverges (1897-1979) que se halla en la introduccin a su traduccin del libreto de Parsifal ). (1) Wolfram von Eschenbach, autor del poema sobre Parsifal en el que se bas Wagner. (2) Nota del Editor: Evidentemente fue el Graal el que le hizo emprender el camino.

  • Apndice de "Lohengrin y Parsifal. Descripcin e interpretacin con arreglo a los escritos de Wagner". Versin de la 3 edicin inglesa. Barcelona, 1927. La leyenda del Santo Grial Por Alice Leighton Cleather y Basil Crump Nuestro brevsimo estudio de Lohengrin y Parsifal quedara incompleto si no se comprendiera claramente el origen y la significacin de la tradicin del Santo Grial. Esta hermosa leyenda, que ocupa lugar tan eminente en la mitologa de los pueblos europeos, y en especial de los celtas, ha hablado a la imaginacin de muchos poetas, pero a ninguno ms poderosamente que a Ricardo Wagner. En su ensayo Los Wibelungos: Historia del Mundo segn la Saga (1848, Obras en prosa, vol. VII) se habla del origen y significacin de la Caballera ideal en relacin con el mito de los Nibelungos, el Grial y la raza franca. Wagner haba deseado, despus de escribir Lohengrin, infundir vida potica al emperador-hroe1 en nuestra escena dramtica. Tena que haberlo hecho en un drama hablado, porque Wagner consideraba el tratamiento musical inadecuado para un tema histrico-poltico. Pero sus estudios le hicieron ver que deba continuar por la senda primeramente abierta por la fbula de El Holands Errante -la del drama musical simblico,- y as, abandonando a Federico en favor de Sigfredo, se vi gradualmente conducido al proyecto y ejecucin de la magnfica triloga de los Nibelungos. El ensayo Wibelungen fu el resultado de sus estudios, y revela la maravillosa facultad del maestro de penetrar en los mismos cimientos de un asunto. As, con certero instinto, nos muestra el nacimiento de las primeras razas en el Este bajo la tutela de los troncos-padres nacidos de los dioses. Su procedencia del Este -dice Wagner- ha subsistido en la memoria de los pueblos europeos desde los ms remotos tiempos: las Sagas conservaron esta tradicin, si bien muy desfigurada. El mantenimiento del poder de los reyes en las diferentes naciones, su restriccin a una raza favorecida.., debieron de tener una honda base en la conciencia del pueblo; se basaban en la memoria del prstino

  • hogar asitico... La leyenda de una ciudad o castillo primitivos, construidos por la ms remota raza humana, y rodeados de paredes ciclpeas para guardar a su ms santo fetiche, se encuentra en casi todas las naciones del mundo, y especialmente en las que podemos presumir se diseminaron hacia el Oeste desde aquellas primitivas colinas de Asia. Es que no existi verdaderamente el arquetipo de esas ciudades fabulosas en el remoto hogar de esos pueblos? Seguramente hubo una ciudad antiqusima y amurallada que guard en su seno la ms antigua y venerable raza, el manantial de todo patriarcalismo, esto es, de la Realeza unida al Sacerdocio.2 En Federico Barbarroja reconoce Wagner al representante de la ltima Realeza popular primitiva y racial , a un Gobernante del Mundo , a quien de todos los pases acudan embajadores de Reyes con valiosos dones como homenaje a su poder imperial. Pero Palestina hizo llegar a sus odos el grito para que salvara el Santo Sepulcro. A la Tierra de la Maana volvi Federico su mirada; una fuerza irresistible lo condujo a Asia, a la cuna de las naciones... Haba odo maravillosas leyendas de una regin magnfica en lo ms hondo del Asia3 , en la remota India; de un Rey-Sacerdote divino y primitivo, que gobern all a un pueblo puro y dichoso, inmortal porque tena una milagrosa reliquia llamada el Santo Grial. Podra l recobrar all la perdida Visin de Dios, ahora monopolizada por ambiciosos sacerdotes con arreglo a su antojo? El viejo hroe renacio en l; con esplndida hueste de guerra march al travs de Grecia. Poda haberla conquistado -quin lo impeda?- pero sin descanso se senta impulsado a la remota Asia. All en un campo de batalla quebrant el poder de los sarracenos. La tierra prometida se extenda ante l indisputada; sin poder esperar la construccin de un puente volante, avanzo impaciente hacia el este, y a caballo se lanz al ro: nadie lo volvi a ver. Desde entonces, corri la leyenda de que el Custodio del Grial haba trado realmente la sagrada reliquia a Occidente. Grandes maravillas haba realizado. En los Pases Bajos... haba aparecido un Caballero del Grial (Lohengrin), pero se desvaneci cuando le preguntaron cosas prohibidas acerca de su origen; luego el Grial fu llevado por su antiguo custodio al remoto Oriente, y qued custodiado una vez ms en un elevado Monte de la India... La espiritual ascensin del Tesoro al Grial fu realizada en la conciencia germnica, y el Grial, por lo menos en el significado que le dan los poetas alemanes, debe considerarse como el representante o sucesor ideal del Tesoro de los Nibelungos. Este tambin proceda de Asia, de la morada primitiva de la humanidad; Dios lo haba conducido a los hombres como dechado de santidad.

  • Era de capital importancia que su custodio fuera Sacerdote y Rey a un tiempo, esto es, un Maestro (Oberhaupt) de toda Caballera espiritual, tal como fu trado del Oriente en el siglo XII... Desde entonces la demanda del Grial reemplaza al Tesoro de los Nibelungos, y cuando el mundo occidental, no satisfecho con l, pas ms all de Roma y del Papa para hallar su lugar de salvacin en la tumba del Redentor en Jerusaln; cuando, no satisfecho ni aun all, lanz su anhelosa mirada, entre espiritual y fsica, aun ms all, hacia el Este, para hallar el primer santuario de la humanidad, entonces se dijo que el Grial se haba retirado del impdico oeste a la pura, casta e inaccesible tierra nativa de todas las naciones. En lo anterior conviene observar que Wagner adopta la tradicin que coloca la morada permanente del Santo Grial en un elevado monte de la India. Y esto, junto con el relato que l hace de su origen oriental, casa ntimamente con algunas de las versiones expuestas por eminentes eruditos. mile Burnouf, por ejemplo, escribe: La nica leyenda verdadera del Vaso (o Copa) sagrado, es la que puede seguirse desde el da de hoy, remontndose hacia lo pasado, en las Escrituras cristianas, griegas, persas y budisias, hasta los himnos vedas, donde se halla su significado4 . Tambin Rosenkranz, Simrock y otros estn de acuerdo con Burnouf en que esta tradicin es principalmente oriental; aunque no cabe duda de que la tradicin cristiana, habindose apropiado la leyenda, sigue la versin de Chrestien de Troyes, que elimina el elemento griego y le da una base completamente cristiana. Nutt5 , sin embargo, dice que Wolfram von Eschenbach... nacido en los ltimos treinta aos del siglo XII... conoci bien el poema de Chrestien, y repetidas veces se refiere a l, pero con gran desprecio, por ser una versin falsa de la historia. Por los recuerdos del pasado parece ser que los eslabones de la cadena de pruebas conducen, a travs de Espaa y de los Caballeros Templarios, a San Juan el Divino, y de l, por los Esenios, hacia el Este. Un escritor reciente6 indica que el norte de Espaa estaba invadido, durante la edad media, por el Misticismo Arbigo, y que Guiot de Provins -o, como lo llama Wolfram von Eschenbach, Kyot, estudi algn tiempo en Espaa, en Toledo, bajo eruditos filsofos rabes. All encontr un libro arbigo que contena la historia del Santo Gralz. Este volumen estaba escrito con caracteres desconocidos, los cuales tuvo que aprender Guiot. Despus de leerlo, empez ste a buscar en las tradiciones de otros pases, Bretaa, Francia e Irlanda, y encontr las leyendas de esto en ciertas viejas Chroniques dAngevin (Anjou). Se vali de stas como de una

  • corroboracin, e introdujo elementos occidentales en su historia; pero, segn insisten a una Warton y Grres, la escena de la mayor parte de ellas se halla en Oriente, y una gran parte de los nombres son de origen oriental. El doctor K. Sirnrock7, eminente erudito alemn, apunta que la tradicin del Grial es la base de la enseanza secreta de los Templarios, entre los cuales y los Esenios haba cierta relacin, pues existe una leyenda de que Jess -que, segn la misma leyenda, habra sido instruido por los Esenios - eligi a ciertos discpulos suyos y les confi una ciencia secreta, ms adelante enseada a los sacerdotes de la Orden de los Caballeros del Temple. Rosseti, que escriba en 18348 dice: Por qu fueron los Templarios, que pertenecan a las ms ilustres familias de Europa, sacrificados a centenares en diferentes pases...? La historia nos lo dice: porque pertenecan a sociedades secretas, y profesaban doctrinas enemigas de Roma. Parece ser que la metempsicosis y la preexistencia del alma eran parte integrante de su sistema9; y, como nos dice Lecky10, la doctrina de la transmigracin era categricamente rechazada por los catlicos. En el siglo pasado el Padre Grgoire11, escribiendo sobre las doctrinas religiosas y filosficas profesadas por los Caballeros Templarios, dice que Jess fu educado en la Escuela de Alejandra y que haba sido instruido en los misterios y jerarqua de la iniciacin egipcia, transmitida a los judos por Moiss. Que ms tarde, Jess puso a sus discpulos bajo la autoridad de San Juan, que nunca sali del Este; y que aquellas secretas enseanzas, que el discpulo amado transmiti a sus sucesores los cristianos primitivos o juanistas, y que stos conservaron religiosamente, fueron por fin el origen de la fundacin de los Templarios. Porque en 1118, cuando los Cruzados llegaron a la defensa de los Santos Lugares, Hugo de Payens fu reconocido por sus virtudes y su elevada personalidad como digno custodio de la enseanza secreta, y l fu quien fund la Orden. Podemos tambin seguir esta leyenda juanista en la masonera, pues se dice que fu transmitida por los Templarios a las Cofradas Constructoras de la edad media, y as a los actuales francmasones del rito sueco. La ntima conexin de los Templarios con la masonera es reconocida por varias autoridades de la historia. Baste decir aqu que Wagner viste a los Caballeros del Grial, en Parsifal, con el hbito Templario, e introduce ciertos detalles masnicos en el drama. Evidentemente, adems, tena en la mente esta relacin masnica cuando escribi lo siguiente: As como el rey es el primero que ostenta el ms alto grado de las Ordenes, as se le considera el Gran Maestre de una logia actual

  • (Ordenskrper)... Como Gran Maestre de la Orden que suponemos, que ya existiera in potentia y no necesitara ms que ser despertada a una vida de confraternidad positiva - una orden en la cual, exactamente como en las ms primitivas de estas comunidades, aun los mayores servicios no habran de dar derecho a ser admitido sino con la condicin del voto de perseverante adhesin a fines ms altos y altsimos-, el rey sera el eslabn viviente entre su tendencia ideal y la tendencia realista del Estado, y habra conquistado la atmsfera indispensable para su movimiento: un cuerpo de hombres de igual espritu, emritos (eximirten), esto es, libertados por su propio sacrificio de la ley comn de la conveniencia, obligados a servirle sin reserva, y a cumplir su voluntad (Obras en prosa, vol. IV). Adems, con especial referencia a los Caballeros del Grial de Parsifal, dice Wagner, escribiendo sobre la primera representacin en Bayreuth en 1882: Buscbamos el significado del Rey, en esta Compaa de Caballeros, en el verdadero sentido de la palabra rey como cabeza de la raza, y elegido como tal para ser el defensor del Grial; no debe guardar distincin con el resto de los Caballeros, salvo por la significacin mstica de la alta funcin reservada para l solo, y la carga de padecer, que nadie sino l poda medir. Es imposible, en tan pequeo espacio como el de este libro, hacer otra cosa que indicar brevemente dnde pueden encontrarse siquiera algunos de los testimonios que corroboran las opiniones sustentadas por Wagner; y as llegamos ahora al ltimo eslabn de la cadena de pruebas que es posible dar aqu; un eslabn que nos lleva a esa distante tierra de Oriente de que nos habla, y a ese misterioso personaje - el Preste Juan - que, como dice el doctor Simrock, est tan ntimamente relacionado con la leyenda del Santo Grial. Acerca de l poco parece saberse concretamente, salvo la exaltada naturaleza de su cargo y su gran sabidura y pureza de carcter. Cada rey sucesivo del Grial parece haber tomado este ttulo, porque cuando la Hermandad del Grial deja a Monsalvat por la India, Parzival tiene que asumirlo. Dice San Marte12: El paso del Grial a la India y la transformacin de Parzival en el Preste Juan es importante de observar... No se nos dan detalles de este misterioso personaje, cuya existencia, no obstante, no se puede poner en duda... Los Nestorianos le llamaban el Rey Johannes. En el poema titulado Der jngere Titurel13 se trata muy minuciosamente del paso de los Caballeros del Grial a los reinos del Preste Juan. En esta obra no es Parzival el personaje en torno del cual se agrupa el principal inters, sino Titurel y su raza, cuando siguen al Fundador; luego, cuando empieza el oscurecimiento del

  • fervor espiritual y se generaliza ms el derrumbamiento del tipo de pureza, las pocas y afligidas almas caballerescas, los Templarios, con oraciones y ayunos hacen preparativos para volver al Este, de donde haba venido su primitiva inspiracin. Conducidos por Parzival, pasan de Occidente a Oriente14. Pero hay un punto importante que, como se habr visto, resulta expuesto mucho ms claramente por Wagner que por las dems autoridades que hemos podido examinar, a saber: que el Grial proceda originariamente del Este; y que fu trado de su primitiva fortaleza de la India (probablemente en el Himalaya) y colocado en el santuario de Monsalvat, en los Pirineos, para difundir su luz y su sabidura por los pases occidentales. Cuando la misin hubo terminado, la Hermandad se volvi de nuevo a Oriente con la Copa sagrada. Acoplando esto con la tradicin juanista y lo que Wagner dice respecto de la asociacin de la leyenda del Grial con el sacrificio de Jess, parece indicado con bastante claridad que las dos tradiciones estaban ntimamente relacionadas, si es que no tenan un origen comn. ______ 1 Federico Barbarroja. 2 Aqu tenemos el germen de la idea del Rey-Sacerdote de la Hermandad del Grial, que Wagner personific y desarroll despus en Parsifal. 3 Las antiguas tradiciones chinas hablan de Si-dzang, en el Tibet, como el gran centro del saber mstico desde tiempo inmemorial. All fu donde el sabio emperador Yu (2207 a. de J. C.) obtuvo su conocimiento de los Grandes Maestros de la Cordillera Nevada. 4 Le Vase Sacr et ce quil contient: dans lInde, la Perse, la Grce et dans lglise Chrtienne; avec un appendice sur le Saint Graal (Pars, 1896). 5 Studies on the Legend of the Holy Grail, 1888. 6 Traces of a Hidden Tradition in Masonry and Mediaeval Mysticism, Londres, 1900. 7 Parzival und Titurel, Rittergedichte von Wolfram von Eschenbach, Stuttgart y Tubinga, 1842. 8 Disquisitions on the Anti-Papal Spirit which produced the Reformation, Londres, 1834. 9 Vase en la pgina 12, ltimas lneas, la cita de la carta de Wagner a Augusto Roeckel; vase tambin la manera como introduce el tema en Parsifal. 10 History of European Morals, Londres, 1877. 11 Histoire des Sectes Religieuses, Pars, 1828. 12 Nene Mitteilungen aus dem Gebiete historisch-antiquarischer Forschungen, II, 36. 13 A. von Scharffenberg (1270). 14 Traces of a Hidden Tradition in Masonry and Mediaeval Mysticism, Londres, 1900.

    _____ Lohengrin En nuestro libro sobre Tannhuser y Los Maestros Cantores de Nuremberg, citamos las observaciones de Wagner acerca de la necesidad de una diccin y ejecucin excelentes, as como de una buena voz, para el papel de Tannhuser. La misma combinacin se necesita para Lohengrin, unida al suficiente magnetismo personal para comunicar al espectador una atmsfera de espiritualidad y de

  • misterio. Como dijo Wagner a Liszt cuando lo estaba dirigiendo en Weimar: Mirar a Lohengrin ha de dar escozor en los ojos. Y luego, escribiendo en 1850 a un amigo, dice: Lo ms importante de todo, para el cantante de Lohengrin, es la escena final del ltimo acto todo su efecto depende de la maestra del actor en tan difcil arte. Al principio de esta escena, y en su acusacin a Elsa, tiene que mostrarse terrible en su severidad, como un dios que castiga. Pero despus de su narracin y de la revelacin de su origen, desde las palabras: Ah, Elsa! Qu me has hecho?, toda su severidad de dios debe perderse para no dejar sino el ms intenso dolor humano. Debe poner la ms honda, la ms desgarradora, la ms emocionante pasin en todo el horripilante contenido del final de la obra, hasta el momento de la partida. l slo puede producir el efecto deseado, y nadie ms; lo restante vendr por s mismo. Si queda un corazn sin conmoverse, ser suya la culpa. Liszt escribe, con notable penetracin del personaje de Elsa: Elsa nos atrae quiz ms que cualquier otro individuo de esta familia de hermosas inquiridoras, por causa de su ingenua pureza y del humilde y ferviente abandono de su amor. Por fortuna no tenemos aqu una discutidora femenina, una indpendante que propugna los Derechos de la Mujer, y que, deseando examinarlo todo y enjuiciarlo todo, abdica necesariamente del altsimo privilegio de la inspirada clarividencia: esa presciencia instintiva slo concedida al Corazn cuando, en lugar de seguir la guia del Intelecto, presta a este ltimo su propia luz rarsima. Elsa no busca nunca, en sonoros hexmetros, entronizar los intereses de su dignidad. Ama con una sencillez adorable, y slo el temor de perder a su amado es lo que la arroja al frenes, a la rebelda y al perjurio. Antes de este momentneo extravo, Elsa senta, como lo proclamaba, la identidad del Amor y la Fe. El subrayado de este pasaje es cosa nuestra; porque en el texto copiado, Liszt expresa, con extraordinaria visin interna, la esencial diferencia entre la Intuicin y el Intelecto, entre el Corazn y la Cabeza. El mismo Wagner tena una comprensin igual, por no decir mayor, de esta esencial diferencia. Lo demostr claramente en sus dramas simblicos, a contar desde El Holands Errante. El Holands puede conseguir su redencin de manos de una mujer que, con el amor ms grande- escribe en la Comunicacin -se sacrifique por l. As el anhelo de la muerte le espolea a buscar a esa mujer; pero ella no es ya la casera Penlope de Ulises, a quien cortejaban en los das de antao, sino la quinta esencia de lo femenino, la Mujer infinitamente femenina, aun no manifestada, la anhelada, la soada; por decirlo en dos palabras: La mujer del Porvenir (Obras en prosa, vol. 1).

  • Hasta qu punto era amplio y universal este concepto de la feminidad en Ricardo Wagner, se puede ver ms claramente, poco despus, en el mismo ensayo, cuando habla de su anhelo de su tierra alemana: Era el anhelo de mi Holands Errante por das Weib, la mujer redentora, cuyas facciones no se me haban presentado nunca en contorno definido, pero que flotaba ante mi vista como el elemento de la feminidad en su ms amplio sentido. Escribiendo acerca del tiempo en que Wagner estaba bosquejando la msica de Lohengrin y dedicndose a su distraccin favorita, la lectura, dice su bigrafo Glasenapp: Pocos germanistas profesionales pueden haber estado tan versados en el legendario saber de las razas teutnicas, en sus antiguas costumbres, lenguaje y usos, como el poeta de Tanhuuser y Lohengrin; y esta profunda familiaridad con los antiguos ritos feudales y judiciales germnicos, estampada en la obra desde el principio al fin, da a Lohengrin ese dejo peculiar de realidad que lo distingue de todos los dems libretos. El mismo Glasenapp dice en otra parte: En literatura, Wagner saba todo lo digno de saberse, desde las obras de los tiempos antiguos hasta las ms recientes producciones aun de la escuela llamada elegante, con gran asombro de sus amigos, que ni aun en esto podan nunca presentarle una novedad; lo que uno mencionaba por primera vez era cosa ya sabida para Wagner, que tena ya su opinin propia sobre ella. El trmino Zukunftsmusik (Msica del Porvenir) que Wagner cita a la cabeza de su carta a un amigo de Pars, Fr. Villot es una cita falseada deliberadamente en una crtica hostil del ttulo del gran ensayo de Wagner La Obra de Arte del Porvenir, en la cual muestra las funciones propias de la Poesa, de la Msica de la Mmica y de otras Artes en el drama perfecto. La frase ha subsistido hasta el da de hoy (aun atribuida a Wagner por los mal informados) y ha dado origen a infinitos errores acerca de sus fines y de su obra en el campo del arte dramtico. Nos dice Wagner que, cuando estaba desterrado en Zurich y haban aparecido ciertas noticias favorables de la representacin del Lohengrin por Liszt en Weimar, cierto profesor Bischoff se present en la Klnische Zeitung como fundador de un sistema de difamacin proseguido desde entonces en contra ma; ese caballero se apoder de mis escritos sobre el arte, y retorci mi idea de la Obra de Arte del Porvenir convirtindola en la absurda pretensin de una Msica del Porvenir, una msica, en verdad, que sonara bien con el transcurso del tiempo, por mal que sonara ahora... Piense usted, pues, con qu gigantesca pertinacia debi de formarse y divulgarse esa ridcula calumnia, al ver que en casi toda la prensa europea, a pesar de la actual difusin y popularidad de mis peras, retoa de cuando en cuando con renovada fuerza - tan indiscutida como irrefutable, - tan pronto como se menciona mi nombre (Obras en prosa, vol. III, pg. 103).

  • Parsifal Con respecto a la mezcla de budismo y cristianismo en este drama, aunque hemos visto que Wagner estaba ya familiarizado con la religin y la filosofa orientales en la poca de Lohengrin, parece ser que se familiariz ms con el budismo gracias a los escritos de Schopenhauer. En 1855 cuando acababa de leer El Mundo como Voluntad y Representacin, escribi largas cartas a Roeckel y a Liszt, en las cuales habla de ss principales ideas en relacin con los principios fundamentales del Cristianismo y del Budismo. A Liszt por ejemplo, le escribe que las investigaciones modernas han conseguido demostrar que el cristianismo puro y sin mezcla era slo una rama de ese venerable budismo que, despus de la expedicin de Alejandro a la India, se divulg por las orillas del Mediterrneo1. En el cristianismo primitivo vemos claras huellas de la perfecta negacin de la voluntad de vivir, del anhelo de la destruccin del mundo, esto es, de la cesacin de toda existencia. Y escribiendo a Roeckel exclama: ... Cun divino es el reconocimiento de la vanidad y de la nada de este mundo, manifiesto en la idea originaria del cristianismo, y cun sublime es la doctrina de Buda, que nos unifica por la compasion con todos los seres vivientes! Esta doctrina se impona con fuerza singular a la mente de Wagner, como cosa natural, por razn de lo intensamente que detestaba la crueldad con los animales. Esto era probablemente resultado de un incidente ocurrido siendo Wagner muy joven, cuando asisti a la nica expedicin de caza de su vida. Wolzogen lo refiere en su Richard Wagner und die Thierwelt. Siempre lleno de vida y de energa, el mozo haba consentido en que sus compaeros de holgorios lo llevaran a la caza. Se levant una liebre, y su poco experta mano dispar al tuntn contra la pieza; no supo si la haba acertado o no, pues todos sus pensamientos estaban absortos en la excitacin de un inslito deporte. Ms tarde, cuando l y sus camaradas se hallaban almorzando alegremente al aire libre, un lebratillo herido se arrastr por cerca de ellos; la elocuencia de sus lastimeros ojos dijo a la conciencia del joven que aquella era la vctima de su irreflexiva diversin. No pudo nunca olvidar la mirada de angustia de aquel pobre sr, ni volvi jams a empuar un arma contra un animal (Vida de Wagner, Glasenapp y Ellis, vol. I, pgina 142). _____ 1 Kakasu Okakura, el erudito autor japons, en su obra Los Ideales del Este, dice, con respecto al budismo, que su mismo poder de adaptacin y crecimiento constituye la grandeza de ese sistema, que no slo domina el Asia Oriental, sino que llev sus semillas hace mucho tiempo a florecer en el desierto de Siria, y en

  • la forma de cristianismo completa la circunvalacin del mundo, con su fragancia de amor y de renunciacin. Ejemplos de los poemas Lohengrin El estilo es en su mayor parte anlogo al de Tannhuser, con rimas sucesivas y finales; pero la tendencia a emplear versos ms cortos hace presentir El Anillo. El verso suelto se usa tambin en muchos pasajes: REY ENRIQUE: Ruft die Beklagte her! Beginnen soll nun das Gericht! Gott lass mich weise sein! LOHENGRIN: Nie sollst du mich befragen, noch Wissens Sorge tragen, woher ich kamm der Fahrt, noch wie mein Nam und Art! EL REY Y LOS NOBLES: Ruhm deiner Fahrt! Preis deinem Kommen! Heil deiner Art, Schtzer der Frommen! LOHENGRIN: In fernem Land, unnahbar euren Schritten, liegt eine Burg, die Monsalvat genannt; ein lichter Tempel stehet dort inmitten, so kostbar, als auf Erden nichts bekannt. Parsifal Este poema es muy parecido, en su fusin de los ltimos procedimientos de Wagner, a Los Maestros Cantores. Los versos varan continuamente de metro, de

  • una o dos a once slabas; con frecuencia carecen de rima, y se usan tambin las dos clases de rimas finales. Representa el fruto de la evolucin de Wagner como poeta-msico en su admirable flexibilidad, expresin y adaptacin al tratamiento musical. GURNEMANZ: Oh, wunden-wundervoller heiliger Speer! Dich sah ich schwingen von unheiligster Hand! .................................... Titurel der fromme Held, der kannt' ihn wohl. Denn ihm, da wilder Feinde List und Macht des reinen Glaubens Reich bedrohten ihm neigten sich in heilig ernster Nacht dereinst des Heiland's sel'ge Boten. AMFORTAS: Erbarmen! Erbarmen! Da Allerbarmer, ach, Erbarmen! Nimm mir mein Erbe, schliesse die Wunde, dass heilig ich sterbe, rein Dir gesunde! KUNDRY: Bekenntniss wird Schuld und Reue enden, Erkenntniss m Sinn die Thorheit wenden: die Liebe lernen kennen, die Gamuret umschloss, als Herzeleid's Entbrennen ihn sengend berfloss: die Leib und Leben einst dir gegeben der Tod und Thorheit weichen muss, sie beut' dir heut' - als Muttersegens letzten Gruss

  • der Liebe - ersten Kuss. PARSIFAL: Auf Ewigkeit wrst du verdammt mit mir fr eine Stunde. Vergessen's meiner Sendung, in deines Arm's Umfangen! Auch dir bin ich zum Heil gesandt, bleib'st du dem Sehnen abgewandt. Die Labung, die dein Leiden endet, beut nicht der Quell, aus dem es fliesst das Heil wird nimmer dir gespendet, eh' jener Quell sich dir nicht schliesst.

  • EL PARSIFAL DE WOLFRAM VON ESCHENBACH Por Xavier Nicols

    EL PARSIFAL DE WOLFRAM VON ESCHENBACH Por Xavier Nicols

    Dificilmente se puede hablar del Parsifal, desde cualquier punto de vista, sin mencionar en algn momento a Wolfram von Eschenbach. Aunque no excesivamente conocido por el gran pblico, este trovador alemn, este Minnesnger, es una de las piezas claves para entronizar el mito del Parsifal, y su obra quedar siempre como un clsico en el tema. (1)

    Qu sabemos de Wolfam von Eschenbach? Realmente no demasiado, aunque lo suficiente para afirmar que fue uno de los ms importantes trovadores alemanes de la poca de la Wartburg, y que sus odas y composiciones fueron muy loadas en su poca. Podramos afirmar como J. Fastenrath: (2) Descubros ante la figura sublime del cantor de lo eterno, Wolfram von Eschenbach, que, sin ser un asceta, se remont a las alturas de lo sobrehumano, a las regiones del mtico Grial....

    Al parecer, fue un caballero, de aquellos a los que gustaban las justas y torneos, siguiendo las mximas de Ramn Llull. No se sabe a ciencia cierta cuando naci, pero se cree que a finales del Siglo XII. Su patria natal fue Baviera, y Eschenbach su pueblo, habiendo vivido gran parte de su vida en Ansbach. Segn parece a su pueblo natal se le di hace unas dcadas el nombre de Wolframseschenbach en su memoria, y se erigi un monumento en su honor. De su produccin literaria, su obra ms conocida es este Perceval el Gals, pero tambin dej otras dos, inconclusas: Titurel y Willehalm, as como otras obras menores.

    Lo ms curioso del caso es que, segn cuentan, Wolfram von Eschenbach no saba ni leer ni escribir, (3) lo cual no deja de ser chocante. Al parecer se haca leer las obras (de tradicin oral y escrita) y posea una prodigiosa memoria. Era una mezcla de caballero medieval y de poeta, de monje y guerrero, reuna en su persona elementos caballerescos, y populares, laicos y eclesisticos; tena por nica riqueza el arte que le di Dios por nica fuente de sustento, el canto; respirando sus poemas la fresca atmsfera del bosque y de las montaas. (4)

    Se cree que concibi su Parsifal a principios del Siglo XIII, en la Wartburg, mtico castillo, cuna de poetas y trovadores; y que lo fmaliz en 1215. All, en este castillo, donde estos cantores al Amor, estos Maestros Cantores, cuyas tres reglas principales, Dios, su seor y la mujer amada, constituan la fuente de sus inspiraciones, compuso Wolfram su magna obra. Pues l fue el prncipe de los trovadores, la mxima figura junto a Walter von der Vogelweide y Heinrich Tannhuser.

    Richard Wagner, el gran msico, tambin puso su atencin en l, y lo inmortaliz en su obra Tannhuser, mostrndonos aqu a un Wolfram piadoso y compasivo, caballeresco y receptculo de virtudes, y mximo exponente de la Renuncia. Ya Wagner tuvo un primer contacto con la obra de Wolfram von Eschenbach all por los aos de 1844-45, cuando ya empezaba a gestar su Lohengrin: Con un libro debajo del brazo (los poemas de Wolfram von Eschenbach) me adentraba en el bosque y, tumbado a orillas de un riachuelo, me distraa en compaa de Tliturel y Parsifal, personajes de estos poemas tan extraos, y, sin embargo, tan familiares, de Wolfram. (5).

  • Wagner, como en muchas otras ocasiones, supo captar genialmente lo mejor de este personaje histrico, y lo plasm en su obra de una manera especial, conmovedora. Wolfram es aqu el smbolo de la Renuncia, -como Hans Sachs en los Maestros Cantores es el signo de la Amistad- y de la Fidelidad a Tannhuser. Sus palabras, en el tercer acto, cuando contempla el sufrimiento de Elisabeth, son de una belleza exponente de esto que acabo de decir; es su angustia del pesar ante el dolor de Elisabeth (a quin l ama profundamente) por Tannhuser, su fiel amigo:

    Oh Dios del cielo, que puede verle! Si este consuelo no he de encontrar dale al menos fuerza para sufrir! (6)

    Y finalmente ser l, con sus palabras, con la sola mencin del nombre de Elisabeth, quien har que Tannhuser se redima, se libere. J. M. Serra de Martnez defini en breves palabras el espritu de Wolfram: Es el representante nico de la amistad cristiana. Toda su vida y su obra no va dirigida a otro fin que defender, que redimir al amigo, a salvar a Tannhuser. Su herico renunciamiento y su accin de caridad con el prjimo le convertirn en modelo de abnegacin y sacrificio, y su nombre ser venerado como hroe de la verdadera amistad. (7)

    Cindonos ya a la obra Parsifal de Wolfram von Eschenbach, y visto mucho de lo que sobre el tema se ha escrito, podemos afirmar que es la obra cumbre, junto a la de Chrtien de Troyes (8), sobre este mtico personaje. La historia, desde sus orgenes hasta el fmal del ciclo, difiere y diverge del resto, aunque manteniendo ciertos puntos de contacto. Voy a tratar de desglosar la historia de este Parsifal de Wolfram, no exhaustivamente, pero s paso a paso. Se inicia la obra de Wolfram con la historia del padre de Parsifal, Gamuret (9), hijo de noble estirpe, del rey Gandin. Su vida es el eterno combate, su fin, la gloria. Y para ello decide marcharse a Oriente a ensalzar ms su nombre, si cabe. As va a parar al reino de Zazamanc, donde tras una serie de fortuitos combates, acaba casndose con Blacne, una reina mora.

    Pero pocas felicidades le esperan en este matrimonio, ya que semanas despus, Gamuret parte de nuevo en pos de ms combates y hazaas, dejando en Zazamanc a su esposa y a un hijo por nacer. Pasado el tiempo reglamentario tiene lugar el nacimiento de este nio, quien, por prodigio divino, nace con la piel de dos colores, blanca y negra. Su nombre ser Feirefiis, y tendr un papel muy importante en el contexto de la obra. Este ser el hermano de Parsifal.

    De vuelta a Europa, pasa a Espaa Gamuret, saludando al rey de all, Kaylet, primo suyo; y va hacia las Galias donde se celebran unos torneos en honor de su reina, Herzeloide. El premio al vencedor ser la mano de la reina, an doncella, y su reino. Gamuret gana las justas, y muy a su pesar, pues ya estaba casado con Blacne a quien echaba mucho de menos, se casa con Herzeloide.

    Pero de nuevo Gamuret, eterno errante, viajero infatigable, se va en busca de la diosa Fortuna. Esta vez es Bagdad su meta, y es all donde al fin encontrar su muerte, este noble caballero, que descenda de una raza de hadas segn Wolfram (10). Y de nuevo este caballero medieval cristiano, este hroe de hroes, vuelve a dejar otro sucesor, esta vez en el seno de Herzeloide, el que ser nuestro joven Parsifal.

    Es curioso constatar, cuando Wolfram nos hace la descripcin fisica de Parsifal a lo largo de la obra, la belleza del hroe. A juzgar por sus palabras, era el ms bello y honrado caballero del mundo. Todos cuantos le ven, caballeros y damas, reyes y vasallos, amigos o enemigos; todos coinciden en esto: De todos los hombres que yo haya visto, l es ciertamente el ms bello y mejor hecho, todos pudieron convencerse que no haba en el mundo criatura ms bella, Dios haba trabajado con amor el da que cre a Parsifal, el hroe sin miedo. (11) Hecha esta salvedad, y volviendo al hilo de la historia, tenemos que, una vez muerto Gamuret, Herzeloide se retira a un bosque profundo, lejos del mundanal mido, con su hijo, en el pas de Soltane.

  • Con un reducido squito, instrudo para que nadie revele nada al muchacho. De este nio, que recorre el bosque con su arco y flechas, cazando animalillos, vamos a resaltar dos virtudes que van a ser los puntales de su personalidad: la compasin y la ausencia de miedo.

    Recordemos aqu la escena del Parsifal wagneriano en que el joven inocente mata a un cisne y los remordimientos tras la reprimenda de Gurnemanz. Del mismo modo, a lo largo de la obra, se repiten escenas semejantes, iniciadas ya en su tierna infancia tras la muerte de un pjaro. Asimismo, como Sigfrido, Parsifal desconoce el miedo, y su temeridad raya con la inocencia, candor infantil que le hace decir, mientras camina por lo ms profundo del bosque y oye ruidos extraos: Qu ruido es ese? Ah! Si fuese el Diablo! Quisiera que apareciese por aqu, con toda su maldad y clera. No dudara ni un instante en atacarle. (12) Su primera visin de cuatro caballeros, en medio del bosque, le fascina por sus armaduras brillantes y sus espadas. A sus infantiles ojos semejan Dioses. Es su primer encuentro con la caballera andante, y lo que har que decida su camino a seguir. Quiere ante todo ir a la corte del Rey Arturo que le mencionaran esos caballeros; aquel rey de reyes que le armar a l caballero. Esta sbita marcha de Parsifal, tan esperada como temida por Herzeloide, provocar su muerte, acontecimiento del cual Parsifal no tendr noticia hasta mucho tiempo despus.

    Desde su primer combate con Ither de Gahaviez, Parsifal ir errando de aqu para all en busca de gloria y renombre, venciendo a cuantos se encuentre en su camino. Tendr un buen maestro de armas, Gornemant de Grahars, personaje que aqu nos aparece con diferente aspecto al del drama sacro de Wagner. Ser Gornemant quien le ensear los secretos de la caballera andante y el cual, a travs de sus consejos (nunca hagas demasiadas preguntas), ser el responsable indirecto del fracaso de Parsifal en su primer encuentro con el Grial. Seguidamente viene el episodio del encuentro del hroe con Condwiramour, con la que contrae nupcias. Y aqu llegamos a un punto clave de la historia de Wolfram con relacin al ciclo artrico. Tal y como se nos presenta al hroe en el conocido ciclo, es precisamente la virtud de la castidad ante todo, la que har de Parsifal uno de los elegidos para llegar al Santo Grial. Sin embargo, aqu, en la historia de Wolfram, Parsifal contrae matrimonio con Condwiramour y consume el mismo, perdiendo esa virginidad original base de las virtudes sine qua non del hroe que ha de alcanzar el Grial en la Vulgata artrica. De este modo, Parsifal se convierte, por derecho marital, en rey de Beaurepaire, aunque siga an conocindose como el Caballero Bermejo, por haber matado a Ither y cogido su armadura de ese color. Es as como llegamos al castillo del Grial de la mano de Parsifal. Slo aquellos que no buscan el Grial, lo encontrarn, esa es la sentencia popular. Y de este modo, Parsifal encuentra al rey Pescador, y ste le invita a pernoctar en su castillo.

    En su interior, pajes y guardianes, van vestidos de verde. Y es as como Parsifal ve la lanza que gotea sangre por la punta, y el dolor de Amfortas, y nada pregunta, pues su instructor Gornemant as se lo dijo. Wolfram nos describe con lujo de detalles todo el castillo, las ceremonias y ritos previos a la aparicin del Grial, trados por la joven Repanse de Joie. Tambin nos describe Wolfram los pensamientos del joven Parsifal: Gornemant me recomend el no hacer preguntas. Quizs mi estancia aqui sea parecida a la que tuve en su casa. Quizs entender qu hacen todos estos caballeros aqu reunidos, sin tener que preguntar a nadie. (13) Esta no-pregunta fatal, se ha querido ver muchas veces como una justificacin de su culpa en la muerte de su madre, cuando dej el hogar y march a la corte del rey Arturo. Sin embargo, creo ms acertada la tesis que se basa en la propia esencia de candor, inocencia y simpleza de Parsifal.

    Alguien ha pretendido ver en Wolfram y su obra visiones mgicas y extraos lazos esotrico-msticos: Su Parzival revela un control intelectual, una tendencia cognoscitiva, alqumica y mgica. Wolfram es un guerrero nato, un guerrero Minnesnger de la guerra esotrica. (14)

    Wolfram nos habla del Grial como una fuente poderosa de poder. De l emana riqueza y abundancia sin lmites. Veamos cmo lo describe: ...era un objeto tan solemne, que en el Paraso no hay nada ms bello, el todo perfecto donde nada faltaba y que era al mismo tiempo racimo y flor. Este objeto era

  • llamado el Graal. Y no haba sobre la Tierra cosa ms maravillosa. (15) Y este cliz santo, que todo lo da y todo lo sacia, pasa ante los ojos de Parsifal como en un sueo. Y tal como vino, se fue. A la maana siguiente ya no existe Grial, ni Amfortas, ni castillo de Monsalvage. Como una vana ilusin, como un sutil sueo, se desvanece ante s todo aquel mundo sagrado, y todo ello por no haber hecho la pregunta adecuada.

    Parsifal est frustrado, decepcionado de s mismo. Se siente culpable subjetivamente, se inquiere a s mismo mil veces, mil preguntas, pero sin respuestas. Y entonces va a la bsqueda del Grial, esa bsqueda del santo cliz sagrado que nicamente aparece cuando precisamente no se le busca. Monsalvage-Titurel-Amfortas, estos nombres se barajan en la mente de Parsifal. Despus de esta derrota moral, en su errante caminar se encuentra Parsifal con su prima Sigune quien por primera vez le da a conocer su nombre: Perceval. A partir de ah ya no ser ms el caballero bermejo, ahora tendr un nombre: Perceval. Ella le explicar tambin los misterios de la Tierra Salvaje donde los caballeros de la blanca paloma, del Graal, sirven a su rey, a su seor Amfortas. Parsifal cie ahora dos espadas, la suya ganada a pulso en sus combates, y la que le diera Amfortas en Monsalvage. Espada mgica, sagrada. Y Parsifal regresa a la corte del rey Arturo, donde combate con varios caballeros de la tabla redonda.

    Aparece entonces uno de los personajes ms enigmticos de la obra, Cundrie, la que poco o nada se parece a la Kundry wagneriana. Pero es en esta aparicin donde vamos a encontrar una de las claves del enigma laberntico de la bsqueda del Grial. El discurso que lanza, que apostrofa, a modo de insulto y escarnio, con mucha carga de violencia, Cundrie a Parsifal. Y ello es muy sintomtico e importante para todo el relato que vendr a continuacin.

    Wolfram nos presenta a Cundrie como un ser deforme, tanto fisica como mentalmente. Es un ser extrao, ido, una bruja, una pagana. Se dirige en primer lugar al rey Arturo dicindole que su corte es ahora indigna, descorts, irreverente, por haber acogido a Parsifal, a ese ser odioso e infame, segn ella. Se dirige despus al pobre Perceval quien escucha atnito y sin fuerzas para replicar: Soy presta a jurar que jams hombre tan bello como vos guarda en su alma tal reserva de falsedad. Sois un traidor y el ms vil de los pecadores, como la mordedura de una serpiente (16). Le echa en cara su deshonor por no haberle preguntado nada a Amfortas. Le zahiere e insulta, lanzando por fin, mientras se aleja, una ltima splica: A Monsalvage! Asilo de los peores dolores! Nadie, nadie! no habr nadie que vaya a llevar all esperanza y consola-cin?. (17)

    Y a partir de ese momento es cuando Parsifal sufre en su interior un cambio de mentalidad en su espritu, y se aparta de Dios a su manera. Piensa que l le ha abandonado a su suerte y no quiere saber ms de l. Slo confia en su fuerza, en su instinto, en sus sentimientos, en su mujer amada. Y es curioso que cuando se despide de Gauvain, su fiel amigo, le diga aquello de que ha de confiar ms en su mujer amada que en Dios a la hora de combatir, de luchar. (18)

    Tambin a partir de ah comienza el largo peregrinar de Parsifal durante largos aos en busca del Grial, en busca de su espiritualidad perdida, del Dios verdadero. Para demostrar al Mundo, y a su amada, y sobre todo a s mismo, que no est acabado, que Monsalvage an le espera. Y Wolfram nos desentiende de ese largo errar parsifaliano para irnos de aventuras con Gauvain. Mientras nos narra las aventuras de ste, Parsifal aparece y desaparece, aqu y all. Hasta que finalmente aparece, reaparece y encuentra el Grial, mitigando el dolor de Amfortas. Parsifal de esa manera acaba sus sufrimientos, re-encuentra su fe perdida y la Paloma blanca sobrevuela por encima del Santo Cliz.

    En el Cliz puede leerse una inscripcin: Si alguna vez Dios designa a uno de los caballeros templarios como rey de un pueblo extranjero, este caballero debera exigir el que nadie intente buscar ni conocer su nombre, ni su origen; y deber ayudar a ese pueblo a hacer respetar todos sus derechos. Pero si alguna vez se le eleva esa pregunta, entonces se alejar para siempre de all. Aqu ya vemos a quien va dirigida la inscripcin, al hijo de Perceval, Loherangrin, el Lohengrin wagneriano. La escena queda baada por una tnue luz blanquecina, un haz potente de luz emana de

  • la parte superior, de fondo resuenan las campanas del Templo del Grial mientras un coro de guerreros de capa blanca, entonan cnticos en loor del nuevo rey del Graal: Perceval.

    NOTAS:

    1) Parzival, de Wolfram von Eschenbach. Edicin francesa. Ed. Aubier Montaigne. Paris, 1977 ((2 vol.) esta ser la edicin a fa cual me remitir en las sucesivas notas. (2) La Walhalla y las glorias de Alemania. Ed. sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1911. Tomo 12, pg. 5. (3) Cfr. J.Fastenrath op. cit. Pg. 7: fue el ltimo gran poeta de la literatura universal que no sabia leer ni escribir. Cfr. Ernest Tonnelet en Introduccin al Parsifal de W. von Eschenbach. Ed. Aubier Montaigne, Paris, 1977, Pg. IX Es muy probable que utilizase la ayuda de escribas y lectores. Cfr. el propio Wolfram von Eschenbach: Yo no s leer ni escribir. Op. cit. pg. 101. (4) J. Fastenrath. Op. cit. pg. 6. (5) R. Wagner: Mi vida. Ed. Jans. Barcelona, 1952. Pg. 261. (6) R. Wagner: Tannhuser. Ed. Anna DAx. Barcelona, 1962. Pg. 61. (7) J. M. Serra de Martinez: Figuras wagnerianas. Ed. librera literaria. Barcelona, 1928. Pg. 73. (8) Chrtien de Troyes: Perceval o el cuento del Grial. Espasa Calpe, col. Austral. Madrid, 1960. (9) Muy curioso el tiempo narrativo que utiliza Wolfram, quien empieza la historia con las aventuras del padre de Parsifal, Gamuret; y acaba la obra narrando las peripecias del hijo de Parsifal, Loherangrin (Lohengrin). (10) Wolfram. Op. oit. Pg. 85. (11) Wolfram. Op. cit. Pg. 118 y 131. (12) Wolfram. Op. cit. Pg. 107-8. (13) Wolfram. Op. cit. Pg. 209. (14) Miguel Serrano: AH. el ltimo avatara. Ed. la Nueva edad. S. de Chile. Pg.509. (15) Wolfram Op. cit. Pg. 206. (16) Wolfram.Op.cit.Pg.276. (17) Wolfram. Op. cit. Pg. 278. (18) Wolfram. Op. cit. Pg. 289 y 323.

  • EL FAMOSO DRAMA MISTICO

    MUSICAL DE WAGNER

    (MISTERIO DE LAS GRANDES OPERAS por Max Heindel )

    Mirando a nuestro alrededor en el universo material vemos miles de millones de estrellas de formas y todas ellas tienen cierto color y muchas de ellas emiten un tono definido: en verdad todas lo hacen, porque hay sonido hasta en la llamada inanimada. El viento en los rboles, el murmullo del arroyo, la agitacin del ocano, son todas contribuciones a la armona de la naturaleza.

    De estos tres atributos de la naturaleza: forma, color y tono, la forma, la forma estable, con tendencia a permanecer en statu quo durante un tiempo considerable, y con cambios muy lento. El color, por otro lado, se modifica ms menudo, palidece; y hay algunos colores que cambian de aspecto segn el ngulo que se un tiempo considerable. y con cambios muy lentos. El tono es el ms falaz de los tres, porque va y viene con tal rapidez que es Imposible acogerlo o retenerlo.

    Tambin tenemos tres artes que tratan de expresar lo bueno, lo verdadero y lo bello en estos tres atributos del Alma del Mundo: la escultura, la pintura y a msica.

    El escultor, que se entiende con la forma, trata de incrustar la belleza en una estatua de mrmol, que resistir las inclemencias del tiempo durante miles de aos. Pero una estatua de mrmol es fra y habla slo a unos cuantos de !os ms evolucionados, capaces de influir en ella su propia vida.

    El arte del pintor. se sirve sobre todo del color y no da ninguna forma tangible a sus creaciones. La forma, en una pintura, es una ilusin desde el punto de vista material, pero an as, es mucho ms real para la mayora de la gente que la estatua con toda su realidad, porque en el lienzo de un gran artista hay una belleza viva, que mochas personas son capaces de apreciar y sentir profundamente.

    Pero una pintura ofrece por otro lado, el inconveniente de la relativa facilidad de descomposicin de los colores, que pierden su vigor con aos y no habr lienzo que dure tanto como una estatua.

    Ahora bien, en las artes basadas sobre la forma y el color, hay una creacin nica, para siempre y en este punto son perfectamente iguales, pero a la vez difieren aqu del tercero, o sea la msica, que es tan sutil que hay que crearlo de nuevo cada vez que queremos disfrutarlo. Sin embargo. este arte tiene el poder de hablar a todos los seres humanos de un modo muy superior al de los otros dos. La msica es capaz de intensificar an nuestras mayores alegras y de calmar nuestros ms agudos dolores; puede ahogar la pasin del salvaje y estimular al ms cobarde a cometer actos de valor; es el factor ms poderoso conocido por el hombre para ejercer influencia sobre las grandes masas: pero desde un punto de vista puramente material, es superfluo, como lo demostraron Darwin y Spencer.

  • Solamente cuando nos colocamos detrs de la escena del mundo visible y nos damos cuenta de que el hombre es un ser compuesto de espritu, alma y cuerpo, estamos en situacin de comprender por qu razn los productos de las tres artes nos afectan de tan distinta manera.

    Mientras el hombre vive una vida exterior en el mundo de las formas, donde vive una vida de forma entre otras formas, tambin vive a la vez una vida interior que es de mucha mayor importancia para l; una vida en la cual sus sentimientos, pensamientos y emociones, crean ante su visin interna imgenes y escenas que estn cambiando constantemente, y cuanto mas intensa son manifiesta esta vida interior, tanto