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©François Ricard ― E.O.M. 2.007 Página 1 FASCIAS INTRODUCCIÓN Para muchas personas la salud es simplemente la ausencia de una prueba evidente y demostrable de enfermedad. (Kenneth E. Little) En la práctica Osteopática habitual, se requiere, frecuentemente, la resolución urgente de problemas agudos. Sin embargo, una gran parte de la población se encuentra en un estado a medio camino entre la salud vital y la enfermedad declarada, padece determinadas molestias, pero no se sienten suficientemente enfermas como para alterar su actividad diaria y han aprendido a vivir con sus disfunciones y sus dolores crónicos. Generalmente se señala como causa de los problemas crónicos a la herencia, la malnutrición, el ejercicio inadecuado, los factores psicológicos y los diferentes traumatismos. Sin embargo, frecuentemente, el origen a menudo olvidado, se encuentra en el esfuerzo miofascial y el esquema del stress que presentan la mayoría de los adultos y gran número de jóvenes. Por tanto será necesario conocer las bases neurofisiológicas del síndrome miofascial y la manera en que la constitución miofascial y el sistema neuromuscular manifiestan “el stress de vida”, para poder reconocer los desórdenes de estas estructuras y valorar la posibilidad de liberar los esquemas de stress mediante el tratamiento osteopático. EL SISTEMA NEURO-MUSCULO-OSEO o El sistema músculo-óseo comprende más del 60% de la masa total de la estructura del cuerpo y está formado por huesos, músculos, tendones, ligamentos y fascias o tejido conjuntivo. o La mayor parte de la actividad del sistema músculo-óseo es refleja y muy compleja. Su acción depende de la integración del sistema nervioso y su respuesta se encuentra en la base de esquemas complejos. La actividad voluntaria constituye una mínima parte de la actividad cortical. La acción es la resultante de la integración de miles de signos aferentes, de los que muchos se produjeron en la médula espinal antes de ser trasmitidos al cerebro. El cerebro reacciona en términos de actividad total.

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©François Ricard ― E.O.M. 2.007 Página 1

FASCIAS

INTRODUCCIÓN

Para muchas personas la salud es simplemente la ausencia de una prueba evidente y demostrable de enfermedad.

(Kenneth E. Little)

En la práctica Osteopática habitual, se requiere, frecuentemente, la

resolución urgente de problemas agudos. Sin embargo, una gran parte de la

población se encuentra en un estado a medio camino entre la salud vital y la

enfermedad declarada, padece determinadas molestias, pero no se sienten suficientemente enfermas como para alterar su actividad diaria y han

aprendido a vivir con sus disfunciones y sus dolores crónicos.

Generalmente se señala como causa de los problemas crónicos a la herencia,

la malnutrición, el ejercicio inadecuado, los factores psicológicos y los

diferentes traumatismos. Sin embargo, frecuentemente, el origen a menudo

olvidado, se encuentra en el esfuerzo miofascial y el esquema del stress que presentan la mayoría de los adultos y gran número de jóvenes.

Por tanto será necesario conocer las bases neurofisiológicas del síndrome

miofascial y la manera en que la constitución miofascial y el sistema neuromuscular manifiestan “el stress de vida”, para poder reconocer los

desórdenes de estas estructuras y valorar la posibilidad de liberar los

esquemas de stress mediante el tratamiento osteopático.

EL SISTEMA NEURO-MUSCULO-OSEO

o El sistema músculo-óseo comprende más del 60% de la masa total de la estructura del cuerpo y está formado por huesos, músculos, tendones,

ligamentos y fascias o tejido conjuntivo.

o La mayor parte de la actividad del sistema músculo-óseo es refleja y muy

compleja. Su acción depende de la integración del sistema nervioso y su

respuesta se encuentra en la base de esquemas complejos. La actividad voluntaria constituye una mínima parte de la actividad cortical. La

acción es la resultante de la integración de miles de signos aferentes, de

los que muchos se produjeron en la médula espinal antes de ser trasmitidos al cerebro. El cerebro reacciona en términos de actividad

total.

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EL TEJIDO CONJUNTIVO

En el organismo existe un único tejido conjuntivo ininterrumpido, que se

divide hasta el infinito, para conseguir la conjunción del resto de los tejidos.

Dependiendo de su función se le denominará fascia, aponeurosis, tendón, ligamento, tejido fibroso, hueso, etc.

Todos los tejidos conjuntivos derivan del mesenquima, primer tejido de sostén y de relleno en el embrión; este tejido evoluciona formando los tejidos

diferenciados del organismo, conservando todos ellos caracteres comunes.

El tejido conjuntivo está formado por células y fibras extracelulares incluidas

en una matriz extracelular o sustancia fundamental rica en líquido tisular y

parecida a un gel y contiene siempre un prótido, el colágeno. Esta constituida

por una red de fibrillas entrelazadas pero no comunicantes, cementada por una sustancia interfibrilar más o menos abundante según la densificación del

tejido.

Según estén las fibras entrelazadas laxa o densamente o según tengan una

disposición ordenada o desordenada se distingue:

o Tejido conjuntivo laxo: se caracteriza por un limitado número de fibras entrelazadas entre sí de una manera laxa. Se encuentra debajo de

la piel (fascia superficial) y en las mucosas, y se insinúa entre las

vísceras a las que reviste internamente el tejido epitelial, asegurando su nutrición.

o Tejido conjuntivo denso:

Tejido conjuntivo denso irregular

presenta poca matriz extracelular y una gran cantidad de fibras (principalmente colágeno y elastina), que se distribuyen en

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diferentes direcciones en un mismo plano. Se enc uentra

presente en la cápsula articular, las dermis, el periostio, la aponeurosis, la duramadre, las vainas de los grandes nervios y

en todos los sitios que precisen una gran resistencia mecánica

multidireccional.

Tejido conjuntivo denso regular

es un tejido más denso, de manera que a medida que aumentan los requerimientos mecánicos, se densifican más los

haces colágenos y la actividad celular disminuye, formándose,

entonces un tejido de unión, de revestimiento, de sostén o de transmisión, denominándose según el tipo de fibras que

contenga y su disposición:

o Tejido fibroso

o Tejido tendinoso

o Tejido ligamentoso

o Las aponeurosis

a.- tejido conjuntivo laxo de un feto de 8 meses: fibras colagenas delgadas y relativamente escasas. b.- tejido conjuntivo irregular, moderadamente denso, con haces de colágeno grueso y orientados

irregularmente.

c.- tejido conjuntivo denso con colágeno muy abundante que forma haces hondulados y paralelos.

Tratado de histología Bloom-Fawcett.

La elasticidad de estos tejidos varia en función del número de fibras de

elastina, de manera que los ligamentos son más elásticos que los tendones, y

algunos presentan un mayor número de estas fibras, como el ligamento vertebral común posterior o el ligamento amarillo. Las aponeurosis son

igualmente más o menos elásticas según la función que desempeñen,

pudiendo, incluso, ser más elásticas en un sentido u otro. El tejido cicatricial,

producido por los fibroblastos, es un tejido conjuntivo que adolece de fibras elásticas.

La pérdida de elasticidad de las fascias es un signo de envejecimiento, cuya causa no está ni en la pérdida de fibras colágenas, ni de fibras elásticas, esta

pérdida de elasticidad, este engrosamiento se debe a la degeneración de la

sustancia intesticial fundamental que se densifica.

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CLASIFICACIÓN DE LAS FASCIAS

CLASIFICACIÓN SEGÚN BIENFAIT

o Fascia superficial:

Es una gran envoltura de tejido conjuntivo laxo, situado bajo la piel y que recubre todo el organismo Además de su función de refuerzo

de la piel, es una fascia embebida de linfa intesticial, siendo el

punto de partida de todos los vasos linfáticos. Posee una importante función metabólica, participando de forma considerable en los

fenómenos de nutrición y de respiración tisular (la clasificación de

las quemaduras extensas se hace sobre la base de la intensidad de

la lesión de esta fascia).

o Sistema músculo-aponeurótico o aponeurosis superficial:

Es una gran aponeurosis, que se distingue bajo la anterior. Se

presenta como dos aponeurosis simétricas que cubren cada una de

las mitades del cuerpo. Su fisiología es fundamental por considerarla el agente principal en la coordinación motriz.

o Cadena Cervico-toraco-abdomino-pélvico:

Esta cadena conecta la base del cráneo al diafragma, suspendiendo

el centro frénico de la cabeza y de la columna cervico-dorsal alta,

continuándose bajo el diafragma hasta el miembro inferior. Esta cadena se pone en tensión durante la inspiración.

o Peritoneo:

Es una gran membrana fibro-serosa que une las vísceras entre sí y

permite su deslizamiento. Es un tejido de sostén y de protección así como de nutrición y de eliminación.

o Membranas recíprocas:

Las membranas meníngeas, particularmente la duramadre y sus

expansiones, forman una cadena inextensible que solidariza al

occipital con el sacro.

CLASIFICACIÓN SEGÚN GREENMAN

o Fascia superficial:

tejido aerolar, fibroelástico y de confección holgada que se encuentra

unida a la cara inferior dela piel. En ella se encuentra grasa y estructuras vasculares (incluyendo redes capilares y canales

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linfáticos) y nerviosas, en especial los corpúsculos de Paccini

(receptores cutáneos).

o Fascia profunda.

Envoltorios musculares, la pleura, el pericardio, el peritoneo,

etc.: fuerte, prieta y compacta. Envuelve y separa los músculos.

Rodea y aísla las vísceras y contribuye de manera importante a la

forma y función del cuerpo.

o Fascia subserosa:

recubre las cavidades y los órganos internos:

Sistema de doble membrana.

Sistema ligamentario visceral.

Sistema de los mesos.

Sistema de los epiplones

LA FASCIA SUPERFICIAL

Es una gran envoltura de tejido conjuntivo laxo, de espesor variable, adherida

a la piel y que atrapa la grasa, que recubre todo el organismo,

interrumpiéndose en las zonas de tensión que requieren mucha estabilidad: en la región de la nuca, la región esterno-costal, la región sacra y glútea,

las rótulas y los codos ; en cada miembro se detiene a nivel del ligamento

anular, lo que hace que los pies y las manos no estén recubiertos por ella.

Comienza en la cima del cráneo a través de la aponeurosis epicraneana. Dado

que en la cara no existe fascia superficial, esta fascia tiene su origen en la región masetera, insertándose en el borde superior de la apófisis cigomática,

después en el borde superior del masetero en la rama ascendente y en el

borde inferior del maxilar inferior. Está ligada a la aponeurosis temporal por una banda de tejido laxo que se convierte, bajo la arcada zigomática en la

fascia superficial.

En la parte anterior del cuello, la fascia superficial se desdobla para envolver los músculos cutáneos. En la región de los esternocleidos desaparece en el

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cuarto superior, siendo reemplazada por travéculas fibrosas relacionadas con

la aponeurosis superficial.

En la nuca, en la que la aponeurosis superficial se encuentra adherida a la

piel, las fascia superficial también desaparece.

En la pared esternocostal está mal definida y normalmente se encuentra

reemplazada por un tejido laminal laxo. Es inexistente en el esternón, donde

la piel se une al periostio y a la aponeurosis superficial.

Por detrás recubre a toda la superficie escapular y a las regiones dorsal y

lumbar hasta las nalgas, donde desaparece; la almohadilla grasa de esta región se fija directamente a la aponeurosis superficial.

Por delante cubre todo el abdomen y se fija en las arcadas femorales.

En el miembro superior la fascia superficial recubre todo el hombro y la

región axilar, se prolonga por todo el brazo, llega al codo y continua hasta el antebrazo interrumpiéndose en la muñeca.

En el miembro inferior se fija en la cara femoral formando, la unión de la

porción abdominal y femoral, el ligamento suspensor del pliegue inguinal que se fija sólidamente a la cara profunda de la dermis. Recubre el triángulo de

Scarpa (el triángulo externo de la región isquiopúbica). Cubre la cara anterior

del muslo excepto la depresión comprendida entre el vasto externo y la porción corta del bíceps femoral.

En la cara posterior del muslo se encuentra ausente en la región supero-externa, reapareciendo en la zona infero-interna.

En la rodilla es poco importante por delante, particularmente sobre la rótula.

En la región poplítea se une a la aponeurosis superficial por un tracto fibroso,

cubriendo después toda la pierna excepto la extremidad inferior de la cara

externa del peroné, para terminar a nivel del ligamento anular.

APONEUROSIS SUPERFICIAL

La aponeurosis superficial es realmente la envoltura del cuerpo, cubriéndolo

en toda su cara externa. Representa la base de la globalidad, el punto de

partida de la noción de cadenas musculares. Se le puede considerar como el esqueleto fibroso, elemento activo que engloba los músculos y, por tanto, el

agente mecánico de la coordinación motriz.

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Esta aponeurosis de la que dependen todas las aponeurosis musculares, está

formada por capas superpuestas, de grosor variable, que se desdoblan un gran número de veces por su cara profunda. Sus fibras están dispuestas en

planos superpuestos que se cruzan, generalmente en ángulo recto, de forma

que las fibras longitudinales absorben las tensiones de elongación y las fibras trasversales las tensiones de engrosamiento. La orientación de sus fibras

viene dada por el sentido de las fuerzas producidas por la cadena de la que

forma parte, de forma que, durante la contracción muscular, la aponeurosis

define la posición de las fibras musculares o de todo el músculo, así como de los tendones a los que fija al hueso, para realizar la función adecuada.

A pesar de que a las distintas expansiones se las denomina con nombre propio y se indica que una determinada aponeurosis se continúa con otra

concreta (la aponeurosis del deltoides se continúa con la del pectoral mayor),

la verdad es que una expansión de la aponeurosis superficial envuelve al deltoides y otra expansión de la misma aponeurosis envuelve al pectoral

mayor.

LAS APONEUROSIS DEL CRÁNEO

Son ante todo inserciones musculares.

1. La aponeurosis epicráneana

2. La aponeurosis temporal.

3. Aponeurosis maseterina.

LAS APONEUROSIS CERVICALES

1. La aponeurosis cervical superficial

2. La aponeurosis cervical media

3. La aponeurosis cervical profunda o prevertebral

LA APONEUROSIS DE LA NUCA

1. Se desprende de la superficie externa de la escama occipital y envuelve, como prolongación de la aponeurosis cervical superficial al músculo

trapecio, en cuya cara anterior es más gruesa y resistente. Desprende

hojas aponeuróticas que se intercalan, separándolos, entre los músculos de la nuca cubiertos por el trapecio. En su parte anterior llega hasta las

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apófisis transversas de las vértebras cervicales, continuándose en parte

con la aponeurosis prevertebral. Posteriomente se continúa con el ligamento cervical posterior.

APONEUROSIS DEL TRONCO

1. La aponeurosis superficial del cuello se continúa bajo la clavícula y a

cada lado del esternón por la aponeurosis del pectoral mayor, por delante, y la del trapecio y dorsal ancho por detrás.

2. La aponeurosis del tronco, en la región esterno-costal, se confunde con el

periostio y continúa hacia abajo, participando junto con las aponeurosis musculares de la constitución de la línea alba y de las vainas de los

rectos abdominales.

3. Se fija en el pubis, en la aponeurosis de los oblicuos mayores de la que

forma parte lateralmente, y se prolonga hasta la parte infero-interna

hasta las bolsas del psoas.

1. La aponeurosis toracolumbar

2. La aponeurosis del cuadrado lumbar.

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APONEUROSIS DE LA PELVIS

1. La aponeurosis diafragmática urogenital inferior

2. La aponeurosis diafragmática urogenital superior

3. La aponeurosis interna o superior del elvador del ano 4. La aponeurosis externa o inferior del elevador del ano

5. La aponeurosis obturatriz

6. La fascia pelviana 7. Una hoja parietal que incluye la aponeurosis obturatriz y es una

verdadera fascia.

8. Una hoja visceral formada por varias túnicas para el recto, el útero, la

vejiga y la próstata. 9. Una hoja forma el ligamento sacro-recto-útero-vésico-pubiano, o su

equivalente en el varón.

10. Todas estas fascias, túnicas y procesos tendinosos coinciden en el punto de inserción músculo-tendineo-aponeurótico del periné.

APONEUROSIS DEL MIEMBRO INFERIOR

1. La aponeurosis glútea

2. La aponeurosis femoral 3. Las aponeurosis crural y sural

4. Estas aponeurosis del miembro inferior se encargan de unificar la

biomecánica de los músculos anteriores y posteriores, tanto en el muslo como en la pierna y de ambas entre si.

5. La fascia plantar se desdobla en dos hojas:

1. Una hoja superficial que reune a los tendones de los músculos extensores.

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2. Una hoja profunda que se inserta en los metatarsos formando

estuches para cada uno de ellos. A nivel del seno del tarso respeta la celda del músculo pedio.

APONEUROSIS DEL MIEMBRO SUPERIOR

1. Las aponeurosis del miembro superior están constituidas por la del

deltoides y las del hueco axilar, que se continúa en el brazo por la aponeurosis braquial y la antebraquial en el antebrazo, terminando en la

aponeurosis dorsal y palmar de la mano.

2. La aponeurosis pectoral. 3. La aponeurosis clavipectoral

4. La aponeurosis de la axila

5. Las aponeurosis del brazo y del antebrazo 6. La fascia dorsal de la mano se desdobla en dos hojas:

7. Una hoja superficial que reúne a los tendones de los músculos

extensores. 8. Una hoja profunda que se inserta en los metacarpianos formando

estuches para cada uno de ellos.

CADENA CERVICO-TORACO-ABDOMINO-PÉLVICA

Comienza en el cuello en la aponeurosis cervical profunda o prevertebral, en

la aponeurosis intra y perifaríngea y en la aponeurosis cervical media.

Se prolonga en el tórax en el que, la aponeurosis pre-vertebral, se continúa

por el refuerzo posterior de la fascia endocárdica. La vaina visceral se

convierte en la vaina del esófago o fascia periesofágica que se extiende hasta

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el diafragma recogiendo lateralmente los ligamentos del pulmón. La hoja

profunda de la aponeurosis cervical media y una expansión de la vaina visceral se convierte en el ligamento cervico-pericárdico y la hoja superficial

continúa por el ligamento esterno-pericárdico.

Bajo el diafragma y solidario a él la cadena fibrosa continúa. Las inserciones

fibrosas de los pilares del diafragma sobre las vértebras lumbares junto con

la del psoas, la aponeurosis posterior del trasverso, la fascia trasversal y sus

refuerzos posteriores (ligamentos lumbo-costales de Niñéele) proporcionan una sólida implantación a la fascia iliaca, a partir del cual se encuentran dos

cadenas laterales que descienden por cada lado hasta la pelvis y los

miembros inferiores. Cada una de estas cadenas esta formada la potente aponeurosis que constituye la unión de la fascia iliaca y la aponeurosis del

psoas, que se fija en la parte anterior del iliaco, en la aponeurosis femoral y

en el trocanter menor.

LA APONEUROSIS DE LA CAVIDAD TORÁCICA

La faringe está tapizada por una aponeurosis intrafaríngea, que tiene su

origen en la base del cráneo, en el tubérculo faríngeo, y se prolonga hacia

abajo por la túnica celular del esófago. Está recubierta por una aponeurosis

perifaríngea, que se confunde en la base del cráneo con la aponeurosis intrafaríngea, y se continúa hacia abajo con la vaina visceral; esta

aponeurosis envía dos expansiones que se fijan por detrás a la aponeurosis

prevertebral, constituyendo dos espacios laterales superiores o maxilo-faríngeos

La hoja parietal de la pleura está tapizada en toda su extensión por la fascia

sub-pleura o fascia endocárdica. La parte posterior de esta fascia es la continuación inferior de la aponeurosis cervical prevertebral, que se densifica

a lo largo de las caras laterales del caquis, separándose de la pleura y se

prolongando hasta el diafragma..

Sobre la cúpula pleural, pero separada de ella, la fascia endocárdica forma

otra cúpula fibrosa: el tabique fibrosos cérvico-torácico que se adhiere al

sistema óseo.

El aparato suspensor de la pleura está formado por:

o El revestimiento aponeurotico del músculo escaleno

o El ligamento vértebro-pleural.

o El saco fibroso pericárdico. El pericardio está ligado al esqueleto y a los

órganos vecinos por bandeletas fibrosas: o Los ligamentos vértebro-pericárdicos.

o El ligamento esterno-pericárdco superior

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o El ligamento esterno pericárdico inferior.

o Los ligamentos freno-pericárdicos o Ligamentos traqueo-pericárdicos, bronco-pericárdicos y esófago

pericárdicos.

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EL PERITONEO

La palabra “peritoneo” viene del griego “periteino” que quiere decir “extenderse

alrededor de”.

El peritoneo es una gran membrana fibrosa que une todas las vísceras y

permite el deslizamiento de unas sobre otras, manteniendo sus relaciones

anatómicas. Tiene una doble función ya que es un tejido de sostén y de protección y, al tiempo, de nutrición y de eliminación.

EL PERITONEO PARIETAL

Tapiza la cara profunda de la cavidad abdominopélvica y establece con ella relaciones variables según el punto de vista considerado.

Por tanto se puede distinguir:

o Peritoneo parietal diafragmático.

o Peritoneo parietal anterior. o Peritoneo parietal posterior.

o Peritoneo parietal inferior o pelviano.

EL PERITONEO VISCERAL

Su disposición es mucho más simple. En efecto, tapiza la cara superficial de

las diferentes vísceras abdominales adhiriéndose íntimamente a ellos. El

peritoneo visceral es así parte integrante de la pared visceral.

LA CAVIDAD PERITONEAL

La cavidad peritoneal es en condiciones normales, un espacio virtual que no

aparece salvo que se le inyecte aire o que se realice una abertura de la pared y

de la hoja parietal. De forma irregular, presenta cierto número de repliegues

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que forman tabiques cuyos espacios están ocupados por las principales

vísceras digestivas.

REPLIEGUES PERITONEALES

Los numerosos repliegues peritoneales están formados por las expansiones de

esta serosa dentro de la cavidad peritoneal, formando los llamados

“Ligamentos, Mesos, Epiplones y Fascias.

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FISIOLOGÍA

Al hablar de la función de las fascias, generalmente se hace referencia a su

papel de revestimiento, de protección y de compartimentación.

El sostén y la cohesión de las estructuras del cuerpo están proporcionadas

por los constituyentes fasciales. Las fascias no solo penetran y envuelven a

los músculos, sino que todas las estructuras del cuerpo tienen un marco fascial que está en continuidad en todo el organismo. Funcionalmente forman

un sistema, el mecanismo miofascial .

Paget afirma que “si fuera posible suprimir todos los elementos tisulares del

cuerpo a excepción del tejido conjuntivo, la apariencia superficial del cuerpo

no sería modificada de forma importante el esqueleto quedaría intacto” .

Snyder constata que “el tejido conjuntivo no sólo relaciona las diferentes

partes del cuerpo, sino que además vincula entre sí las numerosas ramas de

la medicina” .

Si bien su función mecánica es primordial, no se puede olvidar otras

funciones. Por tanto las funciones de las fascias son:

o Función motora ® trasmisión motriz: coordinación motriz y mantenimiento de la postura.

o Función de revestimiento.

o Suspensión de las vísceras abdominales. o Función de bombeo muscular y circulatorio ® circulación sanguínea y

linfática.

o Función bioquímica de intercambio inter e intracelular ® propagación de proceso inflamatorios e infecciosos.

o Función termodinámica.

o Función en el movimiento craneal

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LAS LESIONES MIOFASCIALES

La concepción de la enfermedad presupone un combate entre las fuerzas de

agresión, de deteriodo y su defensa.

A partir del esqueleto óseo, la mayoría de los tejidos están organizados en

forma defascias, los tejidos blandos están sostenidos por capas de tejido

conjuntivo que extienden a todas las partes de su estructura anatómica

formando los puntos de inserción muscular, las membranas de sostén, el septum intermuscular, los puntos de inserción de los ligamentos viscerales y

los envoltorios de los vasos sanguíneos y de los nervios. Este sistema de

tejidos está mantenido por los puntos de inserción ósea, de manera que la integridad de la estructura ósea determina las tensiones que existen en los

diferentes planos del tejido conjuntivo; y, por tanto, los desórdenes a nivel de

las articulaciones repercutirán sobre las tensiones del tejido conjuntivo .

La Dra. Louisa BURNS explica la relación mutua entre las fases químicas y

estructurales de la fisiología de la fascia: el ciclo vicioso de la inflamación, la

acidosis local, el edema, la autocompresión de los canales linfáticos, el éxtasis, las tensiones fasciales aumentadas en dirección de la mayor

concentración de fibras colágenas y su proliferación en la producción de

fibrosis crónica. Los efectos secundarios de este proceso abarcan la compresión, la inflamación o la elongación de las raíces nerviosas con el

consecuente dolor y una trasmisión perturbada de los impulsos nerviosos, un

drenaje venoso y linfático inadecuado, trastornos locales de la nutrición y del metabolismo y limitación de los movimientos en las articulaciones vecinas.

Es importante recordar que las presiones y las tensiones tisulares tienen una

influencia importante sobre el intercambio de los fluidos. La excreción dependerá de la llegada de metabolitos a nivel de los filtros capilares. El

equilibrio osmótico que debe existir entre el fluido sanguíneo y los fluidos

tisulares debe mantenerse para preservar el equilibrio fisiológico. Las lesiones de la estructura de las fascias y las tensiones tisulares en zonas localizadas,

pueden interferir de forma importante la disposición de los fluidos corporales

y provocar por tanto alteraciones metabólicas .

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La calidad y el estado de los fluidos corporales es el factor más importante en

el mantenimiento o en la restauración del equilibrio fisiológico (la ley de la

arteria STILL). La distribución de la sangre arterial a cualquier parte del organismo necesita una presión sanguínea adecuada y parte de un impulso

inicial del corazón que, como cualquier órgano que se contrae debe estar libre

de presiones externas que pueden resultar de una caja torácica poco elástica o de la existencia de tensiones a nivel de la fascia. La organización nerviosa

del mecanismo cardiaco intrínseco debe estar libre de cualquier irritación

mecánica a lo largo de todo su recorrido .

A si mismo es importante un adecuado retorno venoso, que dependerá de los

factores físicos que aceleran el flujo

Curvas normales, aumento de curvas equilibrado e inversión de curvas equilibrada

EQUILIBRACIÓN DE LOS CUATROS DIAFRAGMAS

Las diferentes escuelas de manipulaciones tienen en común algunas técnicas y a veces el diagnóstico. Este es el caso entre la osteopatía y la quiropraxia.

Lo que caracteriza más a la osteopatía de las demás profesiones manipulativas es la TERAPIA CRÁNEO SACRA.

NOCIONES DE LA BIOMECÁNICA CRÁNEO SACRA:

El movimiento sincrónico del sacro y del occipucio está en relación con el MRP (Movimiento Respiratorio Primario), este movimiento independiente del movimiento

respiratorio costal se produce de 8 a 12 veces por minuto. Es también sincrónico

con la respiración costal forzada.

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La flexión cráneo sacra y La extensión cráneo sacra.

En la FLEXIÓN cráneo sacra:

el occipucio se anterioriza, lo que desciende la hoz del cerebro y la tienda del

cerebelo: la sincondrosis esfenobasilar se eleva y los huesos periféricos hacen una flexión rotación externa.

El sacro se posterioriza bajo la influencia del acenso de la duramadre espinal.

Los tres diafragmas descienden al mismo tiempo. Estos diafragmas son los

siguientes: tienda del cerebelo, diafragma torácico, y periné que sufre también las consecuencias de las diferencias de presiones abdominales y del empuje

intestinal unido al diafragma.

Hay que añadir un cuarto diafragma ficticio, el diafragma escapular

Movimientos de los diafragmas en la flexión craneal e inspiración costal

Los miembros inferiores y superiores hacen una rotación externa.

El conjunto de estos mecanismos es también llamado flexión respiratoria o

inspiración cráneo sacra (pues ella es sincrónica de la respiración costal

forzada).

En la EXTENSIÓN cráneo sacra ocurre lo contrario:

El occipucio se posterioriza, las membranas intracraneales suben, la

esfenobasilar desciende y los huesos periféricos hacen una extensión -

rotación interna.

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La base sacra se anterioriza bajo el efecto del descenso de la duramadre

espinal.

Los tres diafragmas suben y los miembros hacen una rotación interna

Al conjunto de estos mecanismos se les llama también extensión respiratoria

o espiración cráneo sacra.

Extensión cráneo sacra y espiración costal

Este mecanismo de SUTHERLAND es necesario para la buena salud, un bloqueo

del conjunto del sistema o de una parte, en flexión o en extensión es patológico y se acompaña de síntoma. El osteópata debe analizar y restaurar esta mecánica.

PARA ELLO LLEVA A CABO LA EQUILIBRACIÓN DE LOS 4 DIAFRAGMAS:

-CRANEAL++

-ESCAPULAR

-TORÁCICO -PÉLVICO

EQUILIBRACIÓN DEL DIAFRAGMA CRÁNEAL

Se liberan 6 claves en el cráneo:

OCCIPUCIO-ATLAS-AXIS+++ en reciprocidad con la pelvis.

Pivote S.C.M. (escamo-cóndilo-mastoideo) que dirige la esfera posterior del

cráneo: occipucio-temporal-parietal.

El equilibrio de este pivote está condicionado sobre todo por la sutura petroocipital.

Pivote E.E. (esfenoescamoso) que gobierna la esfera anterior del cráneo: temporal-esfenoides-parietal-frontal (pterión). El equilibrio de este pivote está

condicionado sobre todo por la sutura petroesfenoidal.

Sincondrosis esfenobasilar

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La cara: frontal-etmoides-maxilar superior y malar.

La articulación temporomandibular y los dientes.

Desde el punto de vista cráneo sacro, cada uno de los huesos importantes del

cráneo puede dar indicaciones periféricas sobre las cadenas miofasciales:

Occipucio: cadena fascial anterior: lengua, faringe, senos, etc.

Sistema hioideo.

Temporales: cadenas antero y posterolaterales; oído interno y músculos

masticadores.

Pivote S.C.M.: cadena posterolateral.

Pivote S.S.: cadena anterolateral.

Frontal. Cadena posterior: músculos del ojo, músculos suboccipitales, ojo.

A.T.M.: cadenas laterales y anterior.

Sincondrosis esfenobasilar: cadena faringoprevertebral.

Los diafragmas craneales

De esta forma de trabajo craneal es posible a diferentes niveles con técnicas

diferentes:

Intraóseas

Sutúrales (articulares)

Musculares (suboccipitales, músculos masticadores, músculos de la lengua y

de la deglución, músculos de los ojos).

Membranosas( membranas de tensión recíproca)

Liquidas (arterias, venas, L.C.R.)

Este trabajo craneal se completa con el trabajo de los demás diafragmas;

Puede ser necesario para liberar los demás diafragmas

La liberación de los otros diafragmas puede ser también necesario para liberar

una zona del cráneo.

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Equilibración del diafragma craneal.

LIBERACIÓN DE LOS DIAFRAGMAS PERIFÉRICOS

La equilibración de los diafragmas periféricos está basada sobre la escucha de los tejidos, de las fascias, en la respiración profunda del paciente. Los tejidos

muestran entonces sus lesiones e indican así la ZONA DE LESIÓN MAYOR que

puede asentar a nivel visceral o a nivel músculo-esquelético.

Para el tratamiento de los diafragmas se recurre a diferentes técnicas

osteopáticas: funcionales, estructurales, viscerales.

A – EL DIAFRAGMA ESCAPULAR

Está constituido por el conjunto de los huesos, articulaciones y músculos de la

cintura escapular, y además por las fascias y órganos intratorácicos superiores

(pulmón y cúpula pleural, mediastino posterior: tráquea, esófago, mediastino anterior:corazón y pericardio).

El diafragma escapular.

Las direcciones de las tensiones que se muestran indican una zona a trabajar:

- raquis cervical - primeras costillas/clavículas o miembro superior

- costillas o pulmones

- pericardio y corazón, o incluso un ESTRES EMOCIONAL

- el mediastino posterior

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Diagnostico a través de las fascias a partir del diafragma escapular y equilibración del diafragma

escapular

B- EL DIAFRAGAMA COSTAL

Incluye el músculo diafragma, más los elementos anatómicos relacionados con él.

Las costillas y las dorsales bajas, los pulmones y la pleura, el corazón y el pericardio, los órganos digestivos y urinarios.

Diafragma costal y Las fascias endotorácicas (tendón central)

Las direcciones de las tensiones fasciales que aparecen, pueden indicar un

problema mecánico a diferentes niveles:

- mediastino anterio y posterior

- las costillas y la charnela torácico-lumbar - estómago, bazo, ángulo esplénico del colon, riñón derecho para el costado

izquierdo

- hígado, ángulo hepático del colón, riñón derecho, para el costado derecho.

- Intestino delgado o esfera genitourinaria

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Diagnostico a través de las fascias a partir del diafragma costal y equilibración del diafragma costal.

C- EL DIAFRAGMA PÉLVICO

Incluye los músculos del periné que unen el sacro, los ilíacos, a las vísceras pélvicas (vejiga, recto, órganos genitales).

Diafragma pélvico.

Las tensiones fasciales pueden indicar:

- el intestino delgado

- del lado izquierdo: la sacroilíaca, L5-S1, el ovario izquierdo o bien el colon

sigmoides. - La vejiga, el útero o la próstata

- El miembro inferior

Diagnostico a través de las fascias a partir del diafragma pélvico y equilibración del diafragma

pélvico

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CONCLUSIÓN:

La educación de la mano resulta indispensable en este tipo de tratamiento. Las direcciones de las tensiones que aparecen en los tres diafragmas periféricos, se

comparan para poner de manifiesto la zona a tratar, la zona de disfunción mayor

que puede ser craneal, parietal o visceral

Diagnostico por trigonometría de las fascias de los 4 diafragmas de un problema de colon izquierdo

y diagnostico por trigonometría de las fascias de los 4 diafragmas de un problema de hígado.

Equilibración fascial de una disfunción entre diafragma costal y diafragma pélvico y equilibración

de los 4 diafragmas con dos terapeutas.

ESQUEMAS DE TENSIONES FASCIALES SEGÚN GORDON ZINK

Gordon Zink contribuyó al desarrollo del abordaje miofascial para el tratamiento

del sistema linfático. Zink describió esquemas de adaptaciones fasciales fisiologicos a una pierna corta.

Estos equemas fasciales son normales y se deben respetar.

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Esquemas de tensiones fasciales a partir de la pierna corta según GORDON ZINK

Las tensiones fasciales según GORDON ZINK

Al contrario cuando la escucha fascial determina una anomalía en estas

adadaptaciones fisiologicas ,se deben tratar estas zonas fasciales.

Test facial según Gordon ZINK