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7 AyTM 13.1, 2006 Análisis espacial de un territorio altomedieval: Nendos (La Coruña) José Carlos Sánchez Pardo * * CSIC-Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Via di Torre Argentina 18, 00186, Roma. 1 Este trabajo constituye una síntesis parcial de la memoria presentada por el autor para la obtención del DEA en Historia Medieval por la Universidad de Santiago en Septiembre del 2004 bajo la dirección del Prof. J. M. Andrade Cernadas y ha sido realizado den- tro del Área de Arqueología Medieval de la Universidad de Siena, especialmente gracias a las explicaciones y ayuda del Prof. G. Macchi y el Laboratorio de Análisis Espacial e Informática Aplicada a la Arqueología, quienes han desarrollado parte de las meto- dologías aquí presentadas. RESUMEN La combinación de Sistemas de Información Geo- gráfica y técnicas de análisis espacial en arqueología territorial permiten profundizar en el conocimiento de las estructuras de poblamiento a lo largo de la his- toria y observar relaciones y tendencias -no datos absolutos- inaprehensibles de forma directa y visual. Aplicando esta metodología al estudio de un territo- rio altomedieval del noroeste de Galicia, a través de una perspectiva diacrónica y mediante la integración de diversos tipos de fuentes, se puede observar una evolución continua y sin rupturas de las estructuras de poblamiento desde la Antigüedad, especialmente a partir de modelos tardorromanos, hasta la Plena Edad Media, en un proceso en el que las aldeas o “villae” y las iglesias son los elementos clave en la articula- ción territorial. PALABRAS CLAVE: Territorio, poblamiento, S.I.G., análisis espacial, villa, parroquia. ABSTRACT The integrated use of Geographic Information Sys- tems and spatial analysis methods in territorial archa- eology helps us to improve the knowledge of set- tlement structures along history and to observe relationships and tendencies -not accurate data– unno- ticeable in a direct and visual way. Applying this met- hodology to the study of an early medieval territory in the northwest of Galicia, with a diachronic pers- pective and by means of the combination of diverse types of sources, we can observe a continuous evo- lution without breakages of the settlement structu- res from the Antiquity, especially from late roman pat- terns, until XIIIth century, in a process in wich villages and churches are the main elements in the territo- rial articulation. KEY WORDS: Territory, settlement, G.I.S., spa- tial analysis, village, parish. INTRODUCCIÓN 1 Hasta hace relativamente poco tiempo, la vida de la inmensa parte de los hombres y mujeres estaba intrínsecamente unida al medio natural. Esta relación no se basaba simplemente en vínculos físicos y económicos, sino también en intensos lazos simbólicos y mentales tra- ducidos en un nivel de conocimiento y per- cepción del territorio amplio y profundo. Es por ello que los estudios territoriales suponen una aportación mucho más importante de lo que podría parecer en un principio para com- prender mejor el mundo rural a lo largo de la historia, especialmente en el caso de los siglos medievales. En este sentido el territorio se debe considerar como la unión o el resultado del medio físico y la presencia humana en él,

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7AyTM 13.1, 2006

Análisis espacial de un territorioaltomedieval: Nendos (La Coruña)

José Carlos Sánchez Pardo *

* CSIC-Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Via di Torre Argentina 18, 00186, Roma.

1 Este trabajo constituye una síntesis parcial de la memoria presentada por el autor para la obtención del DEA en Historia Medievalpor la Universidad de Santiago en Septiembre del 2004 bajo la dirección del Prof. J. M. Andrade Cernadas y ha sido realizado den-tro del Área de Arqueología Medieval de la Universidad de Siena, especialmente gracias a las explicaciones y ayuda del Prof. G.Macchi y el Laboratorio de Análisis Espacial e Informática Aplicada a la Arqueología, quienes han desarrollado parte de las meto-dologías aquí presentadas.

RESUMEN

La combinación de Sistemas de Información Geo-gráfica y técnicas de análisis espacial en arqueologíaterritorial permiten profundizar en el conocimientode las estructuras de poblamiento a lo largo de la his-toria y observar relaciones y tendencias -no datosabsolutos- inaprehensibles de forma directa y visual.Aplicando esta metodología al estudio de un territo-rio altomedieval del noroeste de Galicia, a través deuna perspectiva diacrónica y mediante la integraciónde diversos tipos de fuentes, se puede observar unaevolución continua y sin rupturas de las estructurasde poblamiento desde la Antigüedad, especialmentea partir de modelos tardorromanos, hasta la Plena EdadMedia, en un proceso en el que las aldeas o “villae”y las iglesias son los elementos clave en la articula-ción territorial.

PALABRAS CLAVE: Territorio, poblamiento,S.I.G., análisis espacial, villa, parroquia.

ABSTRACT

The integrated use of Geographic Information Sys-tems and spatial analysis methods in territorial archa-eology helps us to improve the knowledge of set-tlement structures along history and to observerelationships and tendencies -not accurate data– unno-ticeable in a direct and visual way. Applying this met-hodology to the study of an early medieval territoryin the northwest of Galicia, with a diachronic pers-pective and by means of the combination of diversetypes of sources, we can observe a continuous evo-lution without breakages of the settlement structu-res from the Antiquity, especially from late roman pat-terns, until XIIIth century, in a process in wich villagesand churches are the main elements in the territo-rial articulation.

KEY WORDS: Territory, settlement, G.I.S., spa-tial analysis, village, parish.

INTRODUCCIÓN 1

Hasta hace relativamente poco tiempo, lavida de la inmensa parte de los hombres ymujeres estaba intrínsecamente unida al medionatural. Esta relación no se basaba simplementeen vínculos físicos y económicos, sino tambiénen intensos lazos simbólicos y mentales tra-ducidos en un nivel de conocimiento y per-

cepción del territorio amplio y profundo. Espor ello que los estudios territoriales suponenuna aportación mucho más importante de loque podría parecer en un principio para com-prender mejor el mundo rural a lo largo de lahistoria, especialmente en el caso de los siglosmedievales. En este sentido el territorio sedebe considerar como la unión o el resultadodel medio físico y la presencia humana en él,

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es decir, el espacio antropizado y organizado.Y en el momento en que consideramos laapropiación mental del espacio estamos hablan-do ya de paisaje; y su estudio a lo largo deltiempo constituye el objetivo de la llamadaarqueología del paisaje, que pretende tras-cender y abstraer los meros datos materialespara tratar de comprender la articulación delespacio en el que el hombre vive a lo largodel tiempo. Para acercarse a esta comprensiónen sentido amplio del paisaje es necesarioadoptar una metodología interdisciplinar en laque deben colaborar áreas como la geografía,la historia, la estadística o las ciencias natura-les; a la vez que se hace indispensable esta-blecer una perspectiva diacrónica, que analicela evolución de esa organización espacial noen uno o varios momentos determinados, sinoa lo largo de los siglos, sin establecer cortesartificiales con periodizaciones preestablecidasa procesos que continúan y se extienden enel llamado tiempo largo.

Por otro lado, en los últimos años los ver-tiginosos progresos de la informática han supues-to una verdadera revolución en el estudio delterritorio. Estos avances se han plasmado prin-cipalmente en los llamados Sistemas de Infor-mación Geográfica (S.I.G.) 2, programas quepermiten representar, gestionar, relacionar, trans-formar y crear todo tipo de datos representa-dos en el espacio. Sin embargo, aunque elempleo de Sistemas de Información Geográfi-ca en investigaciones históricas y arqueológicasterritoriales ha aumentado notablemente enlos últimos años, es muy frecuente comprobarque su uso se reduce en general a la simpleacumulación de datos, a un mero contenedorespacial, mientras que la interpretación se llevaa cabo de forma visual, y por ello, muchas vecescon fuertes componentes subjetivistas.

En este sentido y muy en relación con losSIG, el análisis espacial constituye una meto-dología fundamental en el estudio de los datos

representados en el espacio, permitiendo obte-ner una serie de esenciales informaciones sobrela estructura interna de los mismos que esca-pan a la simple vista, con frecuencia subjetivay errónea. El análisis espacial nace en el campode la estadística pero sus aplicaciones se extien-den a muchos ámbitos, y recientemente, sucombinación con medios informáticos y espe-cialmente los Sistemas de Información Geo-gráfica, han potenciado enormemente sus posi-bilidades. También en el estudio de la historia,y especialmente en el conocimiento del terri-torio a lo largo del tiempo, los Sistemas deInformación Geográfica y los métodos de aná-lisis espacial pueden constituir una herramien-ta de enorme valor. En países como EEUU,Inglaterra o Alemania hace ya años que se uti-lizan con grandes resultados, especialmente enáreas como la prehistoria. Sin embargo, se tratade dos aspectos muy poco desarrollados hastaahora en el estudio de la Edad Media en Espa-ña, dada sobre todo la falta de formación yconocimientos de los humanistas en estas jóve-nes disciplinas. Y si entramos en el ámbito galle-go, comprobamos que su presencia es prácti-camente nula, al igual que algunas disciplinas queles debían servir de base como sería la arque-ología medieval.

Aunque en los últimos años la llamadaArqueología Espacial, que tuvo su apogeo enlos años 70-80, y el uso de técnicas cuantitati-vas han sido abandonados en favor de unavisión más amplia: la Arqueología del Paisaje,nacida dentro del giro postprocesual y de lascríticas a los intentos de reducir la realidad asimples números y estadísticas (ESCALONA;ALFONSO; REYES, en prensa), consideramos que,siendo siempre conscientes de la inmensa com-plejidad de la historia, no se debe rechazar degolpe toda la potencialidad de los métodos deanálisis espacial en historia, entendidos no comoreveladores de leyes o axiomas sino como posi-bles indicadores de tendencias, valores mediosy aproximativos que nos ayuden a entender e

2 A lo largo de este trabajo distinguiremos, como actualmente es frecuente, entre SIG, es decir, los Sistema de Información Geográ-fica como metodología general de trabajo, y el GIS (Geografic Information System) o programa de software concreto en el que setrabaja.

interpretar mejor procesos históricos (MAC-CHI JÁNICA, 2001: pp. 61-65).

En el trabajo que sigue intentaremos preci-samente combinar los aspectos que acabamosde apuntar, es decir, el estudio diacrónico deun territorio entre la Tardoantigüedad y la PlenaEdad Media, como ejemplo de evolución y arti-culación espacial en la Galicia medieval, y laexplicación de las posibilidades que en él puedeofrecer un Sistema de Información Geográfica,especialmente en el ámbito del análisis espa-cial. Por ello, la idea general que recorre lassiguientes páginas no es la de saturar y aburrircon datos técnicos de importancia relativa, sinola de presentar una metodología que conside-ramos interesante y necesaria en los estudiosterritoriales, tanto por sus posibilidades en lainvestigación como por el componente de obje-tividad que puede introducir en temas a menu-do hipotéticos o subjetivos.

Concretamente nos centraremos en un terri-torio bien individualizado en las fuentes alto-medievales gallegas, como es el territorio deNendos o Nemitos, en la provincia coruñesa,del cual trataremos de analizar los aspectosprincipales de su organización espacial entre laAntigüedad y la Plena Edad Media, atendiendoespecialmente a la configuración y cambios enel modelo de hábitat de cada época (pobla-miento castreño, asentamientos romanos, comu-nidades rurales altomedievales, “villae” medie-vales) a través de todas las fuentes disponiblessobre este territorio.

El territorio de estudio

El objeto de nuestro estudio, el territorio deNendos, constituye un espacio individualizado,conocido y delimitado durante la Alta y PlenaEdad Media en Galicia. Hay que recordar queel “territorio” en estos siglos no es un térmi-no genérico o abstracto sino que supone todoun nivel concreto de organización espacial fun-damental en Galicia, constituido por un entor-no socionatural homogéneo e individualizadoa través de los accidentes naturales del terre-no, especialmente los valles. Los territorios serí-an los antecedentes de las actuales comarcas y

en muchas ocasiones continuaban la red dearticulación territorial antigua (BALIÑAS, 1992:pp. 318-330), como ocurre en nuestro caso.

Geográficamente, Nendos se halla en lacosta noroeste de Galicia, en la provincia de ACoruña (Figura 1) y comprende, por el litoral,el espacio natural de las rías de Coruña y Betan-zos, y hacia el interior, los valles de los ríosMero, Mendo y Mandeo. Actualmente estocoincide aproximadamente con los términosmunicipales de Oleiros, Sada, Cambre, Ber-gondo, Betanzos, Oza dos Ríos, Abegondo,Cesuras y parte de los de Carral, Paderne, Coi-rós, Irixoa y Aranga. El territorio de Nendosocuparía una superficie aproximada de 558 km2

en el momento de mayor expansión de sus lími-tes, que formarían un perímetro de cerca de140 km de longitud. A nivel físico, este terri-torio constituye una unidad caracterizada porrelieves suaves y constantes (Figura 10), que osci-lan entre los 10-100 metros de altura en lazona costera, hasta los 300-450 metros en lazona interior de Cesuras y Aranga. Igualmen-te esta zona presenta una tupida red hidro-gráfica protagonizada por el Mero y el Mandeo,que crean en su interfluvio un espacio fértilpara la agricultura (especialmente el primero,que forma un valle más abierto y llano que eldel Mandeo). El clima en este territorio cerca-no al Atlántico es de tipo oceánico con tem-peraturas suaves y precipitaciones abundantesy uniformes a lo largo del año.

Esta unidad física dio lugar a lo largo del tiem-po a una unidad histórica. Actualmente cons-tituye uno de los territorios más densamentepoblados de Galicia (BOUHIER, 2001: pp. 99-138), con una tupida red de pequeños y media-nos núcleos de poblamiento distribuidos prác-ticamente por toda su extensión. Durante laAntigüedad, Nendos debió formar parte del lla-mado Golfo Ártabro, espacio que comprendíalas rías de Ferrol, Ares, Betanzos y Coruña, ydonde se asentaban, según autores clásicoscomo Plinio y Estrabón, la tribu de los ártabros.Probablemente nuestro territorio conformabaya en esta época una división espacial indivi-dualizada dentro del Golfo Ártabro, dado queel propio topónimo de Nemitos podría indicarun origen indígena prerromano. De todos

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modos, es a partir de la Alta Edad Media cuan-do tenemos noticias exactas de su existencia,concretamente en el año 842, cuando se citapor vez primera en un documento del Tumbodel monasterio de Sobrado (LOSCERTALES,1976: doc. 34) 3 con el nombre de Nemitos. Sinembargo, la documentación no ofrece datosexactos sobre sus límites territoriales, aunquesí algunas referencias en menciones como la deun documento del Tumbo A de Santiago deCompostela, datado en el año 1020, donde sedice: “Monasterio Piavela, territorio Nemitos,inter duo flumina Mandeo et Mero” (LUCASÁLVAREZ, 1998: doc. 62), lo que nos da ya ideade su ubicación originaria en el espacio com-prendido entre ambos ríos. Sin embargo, comoveremos a lo largo de este trabajo, el territo-rio medieval no posee unos límites o fronte-ras estrictas como los términos administrati-vos contemporáneos, lo cual no implica enabsoluto que no sea un espacio bien conoci-do e individualizado para los hombres y muje-res de esta época. Por otro lado, el territoriooriginario de Nemitos irá ampliándose a lolargo de la Edad Media, según se observa enla documentación, que a partir del siglo XIincluye en este territorio núcleos de poblaciónfuera de aquellos límites altomedievales. Sinembargo, en un estudio espacial y territorialcomo pretende ser este, es necesario estable-cer unos límites precisos al área de análisis, porlo que se han delimitado unas fronteras más omenos ajustadas a los datos que hemos podi-do obtener sobre este territorio histórico, taly como se puede observar en el mapa inferior.Estos límites coinciden aproximadamente conlos que López Alsina traza para el conjunto delos territorios altomedievales de la diócesis deIria (LÓPEZ ALSINA, 1988). Por otro lado, elterritorio altomedieval de Nemitos pasará allamarse Nendos a partir de los siglos XII-XIII,convirtiéndose definitivamente en una divisióneclesiástica de la diócesis de Santiago de Com-postela que sin apenas cambios ha pervividohasta nuestros días.

Por tanto, nos encontramos ante un espa-cio con características específicas e individuali-zadas tanto a nivel físico como histórico, razo-nes por las que puede constituir un área deespecial interés para analizar las característicasy evolución de la articulación territorial a lo largode la Tardoantigüedad, la Alta y Plena EdadMedia en Galicia.

FUENTES, DATOS Y CONSTRUCCIÓNDE UN SISTEMA DE INFORMACIÓNGEOGRÁFICA

Siguiendo el carácter metodológico quehemos propuesto para estas páginas, vamos aexplicar brevemente los pasos seguidos en estainvestigación para crear un Sistema de Infor-mación Geográfica de un territorio galaicomedieval. Este SIG representa la base desde lacual podremos posteriormente gestionar, trans-formar y analizar todos los datos e investiga-ciones posteriores. Por ello es de fundamentalimportancia estudiar, elaborar e implementaradecuadamente todos los elementos que loconstituirán.

Fuentes y su problemática

Tras delimitar la zona, cronología y objeti-vos de estudio, se ha realizado una búsquedalo más exhaustiva posible de toda informaciónhistórica y arqueológica disponible relativa alterritorio de Nendos 4. A pesar de las muchascarencias debidas a la naturaleza de las fuen-tes históricas existentes, se puede considerarque el análisis y vaciado de las fuentes emple-adas constituye una base suficientemente ampliay representativa para realizar un acercamientoa la organización territorial de Nendos entrela Tardoantigüedad y la Plena Edad Media. Estasfuentes principales de nuestro trabajo se pue-den clasificar en 4 tipos:

3 Esta primera mención adelanta 68 años la considerada por C. Baliñas en la obra arriba citada.

4 En nuestra tesis doctoral estamos trabajando en la recopilación y análisis de nuevos datos documentales, arqueológicos y toponí-micos de este y otros territorios gallegos, lo cual permitirá ampliar y completar los resultados aquí expuestos.

• Fuentes documentales: Para este trabajo seha consultado y vaciado la documentaciónde los Tumbos de los monasterios de Sobra-do de los Monjes (La Coruña) (LOSCER-TALES, 1976), San Julián de Samos (Lugo)(LUCAS ALVAREZ, 1986), San Salvador deCelanova (Orense) (ANDRADE CERNADAS,1995), San Juan de Caaveiro (La Coruña)(FERNÁNDEZ DE VIANA Y VIEITES;GONZÁLEZ BALASCH; CASTRO ÁLVAREZ,1999), así como la documentación del TumboA de la Catedral de Santiago de Compos-tela (LUCAS ÁLVAREZ, 1998).

En esta documentación hallamos numero-sas menciones a entidades del poblamien-to en Nendos a partir del siglo IX. Sin embar-go todas estas fuentes textuales presentantambién una serie de problemas que debe-mos tener en cuenta antes de comenzarnuestro estudio, ya que este tipo de docu-mentación contiene datos escasa y difícil-mente cuantificables, parciales y desigualesen su información y de procedencia casiexclusivamente monástica, de modo que larealidad territorial descrita en ellos corres-ponde solamente a la perspectiva e intere-ses de los monjes (PALLARES MÉNDEZ, 1979:pp. XXV-XXX.). Por otro lado hay que teneren cuenta que un Tumbo es una recopila-ción y selección de documentos en épocasposteriores a su redacción original, lo quesignifica que solo han llegado hasta nosotrosaquellos que presentaban algún valor o inte-rés para el monasterio en el momento enque se realizó la recopilación. Además deestas lagunas de datos históricos relevantespara nuestro estudio, encontramos otrosproblemas bien conocidos por los medie-valistas relativos a la localización de los topó-nimos que aparecen en la documentación,al desconocimiento de su cronología, o a laautenticidad del documento.

• Fuentes arqueológicas: En un estudio terri-torial como el que pretendemos realizar,los datos arqueológicos o materiales se cons-tituirían en elementos fundamentales, espe-cialmente aquellos derivados de prospec-ciones y teledetección. Desgraciadamentenos encontramos con que apenas existen

datos publicados o accesibles sobre activi-dades de arqueología medieval, no solo enesta zona, sino en todo el ámbito gallego.Ello nos obliga a depender únicamente dealgunas escasas, y por lo general antiguas ybreves, publicaciones de resultados de exca-vaciones, prospecciones y estudios de arque-ología medieval en la provincia coruñesa(CASTILLO, 1923; CHAMOSO, 1953, 1965,1966, 1967, 1971, 1999; FARIÑA BUSTO;SUÁREZ OTERO, 1997; LUENGO MARTÍNEZ,1950; NUÑEZ RODRIGUEZ, 1977a, 1977b;PALLARES MÉNDEZ; PUENTE MÍGUEZ, 1981;VALDÉS BLANCO-RAJOY, 1996). Además, lamayoría de estos estudios se centran entemas muy concretos, como el de las necró-polis altomedievales, permaneciendo prác-ticamente sin analizar aspectos como el hábi-tat, las estructuras defensivas, vida material…de los siglos medievales en Galicia. Por todoello, intentaremos suplir en la medida de loposible estas carencias con un mayor recur-so a las fuentes escritas y toponímicas, nosin antes volver a reclamar la urgente nece-sidad de desarrollar la arqueología medie-val en Galicia.

Por otro lado, como ya hemos comentado,en este trabajo pretendemos adoptar unaperspectiva diacrónica, esencial para un estu-dio de arqueología territorial (CAMBI; TERRE-NATO, 1994), por lo que debemos utilizartambién datos de época antigua. Para estaetapa existe una mayor cantidad de infor-mación arqueológica disponible, pero toda-vía siguen existiendo muchas e importan-tes lagunas que hacen necesarios nuevos ymás profundos estudios. En este trabajohemos recurrido a algunas publicaciones ycatálogos específicos sobre arqueología delGolfo Ártabro (NAVEIRO LÓPEZ, 1994;PÉREZ LOSADA, 2002), de los que hemostomado la mayor parte de los datos sobrepoblamiento castreño y romano en el terri-torio de Nendos.

• Fuentes cartográficas: En un estudio históri-co del territorio, la cartografía no suponeúnicamente un instrumento o medio de tra-bajo, en el que localizar y analizar los datos,sino también una fuente de información his-

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tórica y arqueológica esencial de la quepodemos extraer nuevos y posibles datos,en base a la orografía, comunicaciones, hidro-grafía… En esta investigación hemos emple-ado mapas correspondientes a nuestro terri-torio (es decir, aquellos que cubren losactuales municipios de Oleiros, Sada, Betan-zos, Bergondo, Cambre, Oza dos Ríos, Abe-gondo, Coirós, Carral, Paderne, Irixoa, Cesu-ras y Aranga) procedentes de la cartografía1:25000 del Instituto Nacional de Informa-ción Geográfica, la cartografía digital 1:5000de Galicia y el mapa de Parroquias de Gali-cia a escala 1:200000 elaborado por elSITGA.

• Fuentes toponímicas: A pesar de toda unaserie de limitaciones y precauciones que sedeben tener siempre en cuenta al usar estetipo de datos, la toponimia de un lugar oterritorio puede ofrecer una importanteinformación histórica, especialmente con lacombinación y corroboración de otras fuen-tes. En este estudio se ha recurrido a lista-dos y estudios de topónimos de nuestrazona de estudio (MORALEJO LASSO, 1977)5

para intentar extraer una serie de datos,que sin dejar de ser hipotéticos, puedenayudar a comprender mejor las pautas depoblamiento y organización del espacio entrela Antigüedad y la Plena Edad Media.

Búsqueda y clasificación de los datos

A partir de todas estas fuentes se ha logra-do reunir, localizar y clasificar de la forma másexhaustiva posible toda una serie de datos refe-ridos a diversas entidades del poblamiento enla evolución histórica del territorio de Nendos(Figura 2). Dicha información se ha organiza-do en bases de datos para a continuación serintroducida en el programa GIS. Hay que seña-lar que la clasificación o encuadramiento del datoen unos parámetros, clases o criterios deter-

minados, como implica una base de datos, supo-ne en ocasiones la pérdida de “calidad” o pre-cisión individual de la información, pero a cam-bio permite ganar en el ámbito de lacuantificación y análisis global. De esta forma,se han establecido las siguientes categorías dedatos recopilados:

• Poblamiento medieval. Villae, entidades secun-darias y entidades eclesiásticas: Estos datosse han obtenido y localizado a partir delvaciado de la documentación anteriormen-te citada a través de un proceso de bús-quedas jerarquizadas en el índice toponí-mico de cada tumbo y recurr iendoconstantemente a la cartografía de la zona.No obstante, en algunas ocasiones no hasido posible conocer la localización exactade ciertos lugares, dado que han desapa-recido como poblaciones o simplementehan cambiado su nombre.

En cuanto a los datos en sí, tras observarlas características de las menciones, hemosdecidido establecer tres grandes clases ogrupos de entidades de poblamiento medie-val en el territorio de Nendos según ladocumentación: villae o “villae” 6, entidades“secundarias” y “entidades eclesiásticas”.Cada uno de estos conjuntos de entidadesse ha organizado como una base de datosespecífica.

La villa es el tipo de entidad de poblamientomás mencionada en los documentos y queconstituye el núcleo fundamental de la orga-nización del espacio medieval gallego (Figu-ra 3). Según se desprende de la documen-tación la villa sería un territorio de habitacióny explotación agraria centrado por una aldeao grupo de casas que se situaba dentro deunos límites muy precisos y se organiza entres niveles: un núcleo habitacional y dehuertos, una zona de explotación agrícolay una zona de terrenos incultos o bosque

5 También ha sido de gran utilidad el nomenclator del servicio de Correos del año 1940.

6 En adelante al referirnos al plural de “villa” usaremos el término latino “villae” en vez del español “villas” para evitar posibles con-fusiones con los núcleos modernos de carácter semiurbano.

(VV.AA., 1988: pp. 102-103; ISLA FREZ, 1998,2001; ANDRADE CERNADAS, 1996; PALLA-RES MÉNDEZ; PORTELA SILVA, 1997, 1998).En total se han podido reunir y clasificarcomo villae un total de 111 entidades, cuyaprimera mención documental va desde elaño 842 hasta inicios del siglo XIII.

Bajo el nombre de “entidades secundarias”hemos agrupado todas aquellas referenciasa elementos de poblamiento del territoriode Nendos que no son villae, ya que pose-en un menor tamaño e importancia asícomo una función diferente, aunque gene-ralmente se integren dentro del espacio deuna villa. Dichas entidades serían: agros, casa-les, fuentes, lugares, marcos, pumares y villa-res (Figura 3). En total se han podido reu-nir 55 entidades secundarias, con fechasiniciales que van desde el año 872 hasta el1242.

Las entidades eclesiásticas corresponderíana todas las instituciones religiosas del terri-torio que aparecen en la documentaciónde los cinco tumbos documentales consul-tados. Se trata principalmente de iglesias ymonasterios, aunque no resulta sencillo dis-tinguir siempre bien entre ambos concep-tos ya que con frecuencia en la documen-tación se denomina a una misma entidad aveces como iglesia y otras como monaste-rio. Por ello hemos decidido clasificar lasmenciones a entidades eclesiásticas en trestipos: iglesia (edificio destinado al culto reli-gioso público), monasterio (cenobio o comu-nidad de monjes dedicados al trabajo y laoración) e iglesia-monasterio (reunión deambas instituciones religiosas en un mismolugar o entidad).

En todos estos datos sobre entidades depoblamiento medieval llama enseguida laatención su alta tasa de continuidad o per-vivencia hasta el día de hoy, ya que la granmayoría de estas entidades, especialmentelas iglesias, los monasterios y las villae, exis-ten actualmente (Figura 4), como veremosmás adelante, lo cual facilita mucho su loca-lización y estudio.

Como acabamos de comentar, cada uno deestos tres grupos constituye una base dedatos diferente, en la que se recogen losnombres de las entidades, referencias docu-mentales, fechas de las menciones, tipo deentidad, localización actual, nivel de fiabili-dad de dicha localización (alto, medio obajo), pervivencia en nuestros días, fechade la primera mención (campo cuya finali-dad es la de permitir búsquedas cronológi-cas, como fecha mínima segura o datación“antequem”), etc. Una vez localizadas todaslas menciones se observa que en el totalde 197 entidades de poblamiento medie-val documentadas existe una tendencia auna mayor concentración en la zona cen-tral y centro-sur del territorio de Nendos,quedando el Norte, es decir, la costa, elsuroeste y, en menor medida, el sureste,más vacíos de poblamiento (Figura 2).

• Poblamiento castreño: Para recopilar esteconjunto de datos sobre castros conocidosen el territorio de estudio, se ha recurridoprincipalmente a la cartografía y a publica-ciones con referencias a arqueología delGolfo Ártabro en época antigua (NAVEIROLÓPEZ, 1994; PÉREZ LOSADA, 2002), terri-torio del que, como sabemos, Nendos esen parte heredero y continuador en épocamedieval. En total se han podido localizar78 castros en esta zona, que se han clasifi-cado en una base de datos con camposrelativos al nombre, la tipología del castro,localización, etc. Estos castros parecen dis-tribuirse prácticamente por todo el territo-rio de estudio, aunque de nuevo, observa-mos una menor concentración en la zonasuroeste y sureste y, en cambio, una mayordensidad en la costa

• Indicadores de época y cultura romana o galai-corromana: Se ha adoptado esta denomi-nación tan genérica para encuadrar las esca-sas e incompletas informaciones sobrediversos restos materiales adscribibles cro-nológica y/o culturalmente al mundo roma-no o galaicorromano. Los datos proceden,al igual que en el apartado anterior, del lis-tado ofrecido por J. Naveiro López y F. Pérez

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Losada. La falta de prospecciones y exca-vaciones sobre este tema en el territorio denuestro estudio solo ha permitido reunir,localizar y clasificar en una base de datos unescaso número de datos: 20 yacimientos, demuchos de los cuales apenas se conoce sufunción. En general se puede hablar de algu-nos restos de actividad minera, especial-mente en la zona de Paleo-Carral, para elaprovechamiento de los recursos auríferos,algunos hallazgos más bien descontextuali-zados de aras votivas y placas funerarias, ydiversas estructuras de habitación o de acti-vidades productivas (agricultura, salazón,horno cerámico…). Su distribución en elmapa de Nendos parece seguir un ciertoalineamiento o distancia común entre ellos,y se hallan por lo general también cerca depoblados castreños (Figura 2).

• Necrópolis altomedievales: se trata de seisrestos funerarios de interpretación bastan-te controvertida. Tradicionalmente arqueó-logos como Chamoso Lamas considerabaneste tipo de necrópolis como “suevas” o“germánicas”. Sin embargo nuevas revisio-nes sobre este tema advierten que estos sar-cófagos no pueden adscribirse tan sencilla-mente a una época determinada a partir deunos “fósiles directores” como podría serla decoración en estola, sino que habría queanalizar cada caso de forma independientey atendiendo a su contextualización parti-cular, por lo que son necesarias todavía nue-vas investigaciones que avancen y profun-dicen más que la simple descripción yclasificación de las lajas, sarcófagos o deco-raciones, enmarcándolas en el contexto másamplio que supone cada necrópolis (con suevolución y la problemática de remociones,reutilizaciones...) y en el de la sociedad quelas creó (clase social a la pertenecen, sim-bología, ritual funerario...). Por todo ello, demomento no se puede precisar una cro-nología más precisa que la “altomedieval”(en general entre los siglos V-XI), para losseis restos funerarios de este tipo que cono-cemos en nuestro territorio y que se con-centran en una única zona, la parte centro-oriental de Nendos.

• Topónimos acabados en “-obre” y afines: Esteconjunto de topónimos constituye un casopeculiar y de gran interés histórico, espe-cialmente en lo que se refiere al territoriode Nendos, razón por la que han sido obje-to de diversos estudios entre los que des-tacan los del Padre Sarmiento, R. MenéndezPidal o más recientemente A. Moralejo, aquien seguimos en este tema (MORALEJOLASSO, 1977: pp. 49-83). Se trata de una seriede nombres de lugar y poblaciones carac-terizados por presentar el sufijo final “-obre”o sus derivados “-obe”, “-ove”, “-abre”,”-ebre” y “-ubre”, y por concentrarse deforma casi exclusiva en la provincia coruñe-sa, especialmente en torno al antiguo GolfoÁrtabro, es decir, el entorno de las rías deCoruña, Betanzos, Ares y Ferrol, donde sehallan casi la mitad de todos los topónimosde este tipo conocidos. Concretamente los15 topónimos con terminación en “-obre”y afines que existen en Nendos se encuen-tran concentrados principalmente en la zonacentral del territorio, y en general, muy cercade poblamientos castreños.

La mayoría de las investigaciones suponenun origen prerromano para estos topóni-mos, así como una relación fonética con elsufijo céltico “-briga” (“ciudad o fortifica-ción en altura”). Según Menéndez Pidal y A.Moralejo, estos topónimos delimitarían elterritorio de una misma tribu o grupo depoblación indígena, y se puede pensar quela mayor frecuencia de los mismos sea unindicio de mayor densidad de población enla Edad del Hierro. A pesar de la precau-ción con la que se deben tratar los datos ehipótesis toponímicas, hemos consideradointeresante incluir esta serie de nombres delugares en nuestro estudio, especialmente porser tan específicos y característicos del terri-torio que estamos analizando, para intentarcomprobar y ampliar en la medida de lo posi-ble el simple dato filológico.

• Topónimos sobre castillos: Al igual que en granparte de la Península Ibérica también abun-dan en el territorio de Nendos los topóni-mos que hacen referencia a castillos: O Cas-

telo, A Torres, Castelos… De nuevo es muyimportante tener en cuenta las limitacionesdel dato meramente toponímico, que eneste caso no puede ser considerado más queun posible o hipotético indicio de la exis-tencia de un castillo o estructura fortificadaen ese lugar determinado en algún momen-to de su historia (no necesariamente medie-val), pero nunca una evidencia absoluta. Noobstante, y siendo siempre conscientes delmero carácter hipotético de estos datos,intentaremos conocer si existe algún patrónde distribución de dichos topónimos y hastaque grado podrían ponerse en relación conposibles fortificaciones o estructuras defen-sivas de época alto y pleno medieval en estazona, así como con poblados castreños, conlos que no pocas veces se asocia este topó-nimo. Su distribución en el territorio deNendos se concentra principalmente en lacosta norte, y en el sur del territorio. Enmenor medida, estos topónimos se hallanen los extremos este y oeste del territorio,mientras que el centro aparece práctica-mente vacío de estos topónimos.

• Parroquias actuales: A partir del mapa y lis-tado de parroquias elaborado por el SITGA(PRECEDO LEDO; GALLEGO PRIEGO, 2001),hemos decidido incluir en el Sistema deInformación Geográfica, el elenco de parro-quias y sus territorios existentes actualmenteen el territorio de Nendos. Como ya hemosindicado, la parroquia y la red parroquialconstituye hoy en día una de las organiza-ciones del espacio más antiguas, fuertes yespecíficas que existen en Galicia (RODRÍ-GUEZ CAMPOS, 1991: pp. 158-199; FARIÑATOJO, 1980; FARIÑA JAMARDO, 1996) ypuede considerarse en ciertos aspectos elreflejo de una organización territorial quehunde sus raíces en el periodo altomedie-val. Desde esta perspectiva de reflejo, siem-pre limitado, de una organización espacialtradicional y de origen básicamente medie-val, utilizaremos en este análisis los datossobre parroquias y sus límites territorialesactuales para ponerlos en relación con losdatos espaciales de época antigua y medie-val que poseemos en Nendos y tratar dedilucidar posibles paralelismos y perviven-

cias. En general esta red parroquial se dis-tribuye de forma regular y bastante homo-génea por todo el territorio. De nuevo, lazona sureste, y en menor medida, la zonasuroeste, parecen presentar una menor den-sidad de parroquias, y en consecuencia unosterritorios parroquiales más grandes. Engeneral, y solo a simple vista, parece existiruna cierta correspondencia entre el patrónde distribución de esta red de parroquiasactuales y el de las entidades de pobla-miento medievales que hemos comentadoanteriormente.

• Datos cartográficos: En nuestro caso, hemosutilizado como base la cartografía de Gali-cia a escala 1:5000 y hemos “separado” ocreado a partir de ella una serie de datosgeográficos que nos interesan especialmen-te. En primer lugar, los límites del propio terri-torio, aunque como ya hemos comentadopara este caso, no siempre es sencillo esta-blecer unos límites o fronteras precisas enterritorios y épocas en que no existe unadelimitación clara y estricta de los mismos.Por ello hemos decidido establecer unoslímites relativos y aproximados según la infor-mación de la documentación, para el terri-torio de Nendos (entonces aun llamadoNemitos) en torno al siglo X, y otros entorno al siglo XIII. Otros datos cartográfi-cos fundamentales para nuestro análisis sonla hidrografía, los límites de municipios actua-les, los microtopónimos, las curvas de nively la línea de la costa.

ANÁLISIS ESPACIAL

A partir de todos estos datos se puedenrealizar diferentes estudios e interpretaciones.En este trabajo nos centraremos solamente,tal y como propusimos al inicio, en una seriede análisis de carácter espacial, que a pesar desu simplicidad, consideramos que pueden ayu-darnos a entender las características y evolu-ción diacrónica de la red de poblamiento en elterritorio de Nendos.

El análisis espacial estudia mediante técni-cas y modelos matemáticos y estadísticos la

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dimensión espacial de la información; lo cual,aplicado a la geografía, permite obtener datosimperceptibles para el ojo humano y sin embar-go fundamentales para entender la articulaciónespacial de un territorio 7.

Dada la complejidad que muchas vecesalcanza el estudio de los datos espaciales, debi-do principalmente al carácter cuantitativo de estadisciplina, la informática, y de forma muy noto-ria, los programas GIS, se han convertido enherramientas casi indispensables en el análisisespacial, que agilizan, simplifican y realmentemultiplican enormemente las posibilidades deesta disciplina. Sin embargo, a la hora de apli-car el análisis espacial a la historia, debe ser elhistoriador y no el matemático o informáticoquien desarrolle estos análisis, pues el ámbitoestudiado es justamente el suyo, y solo el his-toriador puede decidir en que modo puede serinteresante usar las posibilidades de esta meto-dología y cómo se deben interpretar los resul-tados. De ahí la importancia de que los histo-riadores conozcan y apliquen esta disciplina.

En base a todo esto, en las siguientes pági-nas intentaremos explicar y desarrollar una seriede análisis espaciales de los datos reunidos ante-riormente sobre el territorio de Nendos entrela Antigüedad y la Plena Edad Media. Sin embar-go, no nos ocuparemos ahora de la interpre-tación global e histórica de los resultados, sinoque ese será el objetivo de la última parte deltrabajo. Por otro lado, además del uso del GIScomo herramienta fundamental en todo esteestudio, emplearemos también el programa Spa-tial Analysis Utilities (SAU) desarrollado en elLaboratorio de Informática aplicada a la Arque-ología Medieval de la Universidad de Siena porel equipo del profesor Giancarlo Macchi. Esteprograma permite realizar distintos análisis espa-ciales de forma muy sencilla, rápida y eficaz,convirtiéndose en una herramienta de enormeutilidad en un estudio territorial, por sí sola oen combinación con un GIS, como veremos alo largo de este capítulo.

Antes de comenzar esta serie de análisisespaciales, debemos señalar con énfasis unapremisa fundamental en todos ellos. Como yahemos comentado, los datos que hemos podi-do reunir a través de las escasas, incompletasy parciales fuentes disponibles no pueden refle-jar en absoluto la realidad del poblamiento yorganización del espacio en el territorio deNendos entre la Antigüedad y la Plena EdadMedia, sino solamente y no sin problemas,algunas de las partes y características que lodefinían. Es por ello que los resultados queobtendremos en los siguientes análisis no sepueden considerar bajo ningún concepto, abso-lutos o completos. No obstante, teniendo encuenta que en estadística, cuanto mayor es eluniverso de datos, más fiable y aproximado esel resultado, podemos interpretar los resulta-dos como tendencias, indicios, valores medioso aproximativos, a partir de los cuales, siem-pre conscientes de que la compleja realidadno se puede reducir a cifras, tratar de acer-carnos de forma un poco más completa alconocimiento de la articulación del espaciohistórico.

Análisis de cambios en las densidadessegún la situación geográfica

Una de las principales posibilidades de unSistema de Información Geográfica es la depermitir búsquedas según la localización de losdatos en el espacio. Gracias a esta función sepueden realizar investigaciones de gran utilidadpara el conocimiento de la evolución, ordena-miento, influencias y características comunesde una serie de datos distribuidos en un áreadeterminada.

En base a este principio de búsqueda a tra-vés de criterios espaciales, vamos a realizar untipo de análisis de distribución de los datos queposeemos en el territorio medieval de Nen-dos según la mayor o menor cercanía a otrasentidades y factores determinados, con el obje-

7 En la elaboración de esta breve introducción al análisis espacial nos basamos en las explicaciones de los profesores G. Macchi y M.Valenti del Departamento de Arqueología Medieval de la Universidad de Siena.

tivo de intentar discernir las causas de su estruc-tura y organización, o dicho de otro modo,comprobar si hay variaciones en la densidad deun tipo de poblamiento o distribución en fun-ción de su posición espacial. Para estudiar estoscambios de densidad según la cercanía a diver-sos factores, hemos construido unos gráficoso histogramas que ponen en relación las varia-bles densidad y distancia (Figuras 11, 12 y 13).Estos gráficos no son más que el reflejo numé-rico de una serie de anillos concéntricos de igualradio establecidos en el GIS entorno a los ele-mentos a estudiar, y del cálculo, mediante unaserie de procesos en el propio programa, delos cambios en la densidad de otras entidadesdel territorio según estén más lejos o más cercade aquellos elementos 8.

A continuación presentaremos de formamuy sintética, algunos de los resultados obte-nidos a través de este análisis en nuestro terri-torio de estudio 9. Pero antes debemos recor-dar nuevamente que los valores obtenidos sonsimplemente intervalos medios estadísticos y,por tanto, la función principal de este tipo deanálisis no es tanto la de presentar cifras exac-tas como la de mostrar tendencias, caracterís-ticas generales y desde esa perspectiva debe-mos analizar e interpretar estas gráficas.

ANALISIS DE DENSIDADES SEGÚNLA DISTANCIA A LA RED DE CASTROS(Figura 11)

En primer lugar estudiamos la relación espa-cial entre los castros y los datos relativos a enti-dades de poblamiento medieval del territoriode Nendos, como son las villae y las “entida-des eclesiásticas” en torno al año 1000 y al1250 a través de intervalos de 500 metros.Como ya hemos comentado empleamos dife-rentes límites territoriales de Nendos para elaño 1000 que para mitad del siglo XIII, ya que

este territorio crece y amplía sus límites duran-te esos tres siglos. En todas estas gráficas obser-vamos una misma tendencia: una densidad depoblamiento medieval creciente y por encimadel valor esperado en los primeros 1000 metrosen torno al castro, alcanzándose la densidadmáxima en torno a esos 1000 metros de dis-tancia al castro. A partir de ese valor, comien-za a descender, igualándose con el valor teóri-camente “esperado” a los 1500 metros delcastro y continuando el descenso de la densi-dad bajo niveles menores de los esperados amedida que aumenta la distancia al castro.

En cuanto a los restos de época romana,muestran también una clara tendencia a loca-lizarse y concentrarse en áreas muy cercanasa los castros. De hecho, el máximo nivel dedensidad de yacimientos romanos se localizaa menos de 500 metros del propio castro, ydesde allí desciende rápidamente de modoque a 1200 metros la densidad de indicado-res romanos se iguala con el valor teóricoesperado en el caso de que no existiese influen-cia o relación espacial directa entre castros yyacimientos romanos. Sin embargo alrededorde los 2000 metros (insistimos que se trata deintervalos de distancia media estadísticos, esdecir, aproximados, no de valores absolutos)parece denotarse un aumento de la densidadde yacimientos romanos, lo cual podría estarreflejando el proceso de abandono del hábi-tat castreño en altura o semialtura por un asen-tamiento en el valle. Esos 2 kilómetros repre-sentarían la distancia media entre el pobladocastreño y el nuevo asentamiento romano. Apartir de ahí desciende de nuevo el índice dedensidad hasta llegar a desaparecer alrededorde los 3500 metros del castro. Hay que seña-lar que los picos o rebrotes repentinos queobservamos al final de las gráficas, como suce-de en ésta a 3500 metros, no son represen-tativos ya que corresponden a áreas muy

8 Este tipo de análisis se puede completar y afinar con la elaboración de superficies de costes, que introducen en el análisis factoresgeográficos de gran importancia para comprender la articulación espacial de un territorio, como son las pendientes del terreno, laszonas intransitables… En esta dirección estamos trabajando actualmente.

9 Para no alargar ni hacer más tedioso el texto y las gráficas, haremos mención tan solo a los análisis cuyos resultados nos han pare-cido más indicativos o interesantes, evitando otra serie de datos estudiados que, en todo caso, sí son comentados y tenidos encuenta en la interpretación global.

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pequeñas en las que un solo dato provoca unvalor de densidad muy elevado.

Una de las gráficas más interesantes y másclaras de este análisis de densidad en funciónde la distancia a castros, es la de los topónimosacabados en “–obre”, que presentan una for-tísima relación espacial con los castros de modoque la mayoría se encuentran en el propio cas-tro o a menos de 500 metros del mismo, des-cendiendo a continuación a valores poco signi-ficativos hasta desaparecer a 2500 m. del castro.Esto pone en evidencia la relación entre estostopónimos de probable origen indígena y pre-rromano y lugares de poblamiento antiguo comolos castros, así como el alto grado de continuidadhistórica en estos lugares que parecen presen-tar una ocupación ininterrumpida desde al menosfinales de la Edad del Hierro, pasando por laetapa medieval hasta nuestros días.

En el caso de los topónimos sobre castillos,en contra de lo esperado inicialmente no haaparecido una relación de cercanía entre ellugar donde se asentaba un castro y el topó-nimo “castillo”, sino que más bien tienden a con-centrarse entre 1500 y 2500 metros de dis-tancia de los mismos. A pesar de la granincertidumbre, relatividad e inexactitud del datomeramente toponímico, podemos concluir quesi efectivamente el nombre de estos topónimosresponde a una anterior existencia de castillos,éstos generalmente no se construirían sobre unanterior poblado castreño. Quizá esto se puedaexplicar por la diferente función y emplaza-miento buscado para una fortificación en laEdad Media y Moderna (lamentablemente care-cemos de cualquier datos cronológico más pre-ciso), que se situaría en lugares más altos yestratégicos que los usados para el asenta-miento castreño (que, recordemos, no se situa-ban en zonas demasiado elevadas) con unafinalidad de control y organización territorialdiferente a la del castro en época antigua.

ANALISIS DE DENSIDADES SEGÚN LADISTANCIA A INDICADORES ROMANOS(Figura 12)

Con la misma metodología realizamos otroanálisis de cercanía de diversas entidades a yaci-

mientos romanos o galaicorromanos, usandoel mismo radio de análisis, dado que conside-ramos que también es el más adecuado paracomprobar posibles influencias de la este tipode poblamiento sobre otros datos históricos deNendos.

A pesar de su escasez y problemática, losdatos sobre necrópolis altomedievales reflejanaquí una tendencia bastante clara a concen-trarse cerca de lugares en los que hubo algúntipo de ocupación romana, ya que se da unagran densidad de necrópolis altomedievales amenos de 500 metros de yacimientos roma-nos, para descender a continuación a nivelespoco significativos a efectos de posibles rela-ciones espaciales entre ambos. Esto de nuevonos acerca a la idea de continuidad, en este casode uso y ocupación de ciertos asentamientosy necrópolis de época romana y tardorroma-na al menos durante época altomedieval.

En el caso de las entidades de poblamien-to alto y pleno medievales en Nendos, es decir,villae y entidades eclesiásticas tanto en tornoal año 1000 como al 1250, también observa-mos una nítida tendencia a situarse cerca delugares con restos de época romana, especial-mente en los datos referentes al año 1000(debemos recordar que no hablamos de cifrasabsolutas sino de densidades, es decir datosdivididos por Km2). En el caso de las villae sedenota una mayor densidad cerca de los indi-cadores romanos, aunque no sea demasiadofuerte. Sin embargo, en el caso las entidadeseclesiásticas, encontramos una clara y fuertetendencia a concentrarse con gran densidaden o muy cerca de anteriores asentamientosromanos, a menos de 500 metros de ellos,tanto en el año 1000 como en el 1250. Quizápodemos interpretar o intentar explicar estaclara tendencia de las entidades eclesiásticas aemplazarse en o muy cerca de ocupacionesromanas teniendo en cuenta el contexto his-tórico de nacimiento de la organización ecle-siástica en Gallaecia durante la Tardoantigüe-dad y Alta Edad Media, que comenzaría, seasentaría y se basaría no tanto en los antiguosasentamientos indígenas sino en las zonas másromanizadas, dada la cobertura y organizaciónprevia que el imperio, ya oficialmente cristia-

no, brindaba a la nueva estructura religiosa;organización que con el tiempo y aunque solosea en parte y con muchas adaptaciones, laiglesia continuaría.

En cambio, los topónimos con sufijo en “-obre” y afines no ofrecen una respuesta dema-siado clara a este análisis ya que, aunque lagráfica parece señalar un alto valor de densi-dad de estos topónimos en el primer interva-lo de distancia, comprobamos que se trata tansolo de un dato, y por ello no es excesivamentefiable. Por otro lado se da un fuerte creci-miento de la densidad a partir de los 1000metros de distancia, lo cual indica que los yaci-mientos romanos no estaban excesivamentecerca de los lugares con nombre en “-obre”.Sin embargo, podemos pensar que esta distanciaindicaría la posible separación entre los anti-guos asentamientos de carácter indígena, comoparecen ser los lugares en “-obre” (que hemosvisto que se asocian espacialmente con lospoblados castreños) y los asentamientos roma-nos, cercanos a los anteriores pero en empla-zamientos diferentes, más cercanos a vías decomunicación y a áreas de interés político y eco-nómico.

ANALISIS DE DENSIDADES SEGÚN LADISTANCIA A LA RED HIDROGRÁFICA(Figura 13)

Dejando ya el análisis de distancias a enti-dades de poblamiento, aplicaremos este mismométodo al estudio de la influencia de un recur-so natural esencial en la organización del pobla-miento como es la red hidrográfica, para tra-tar de comprobar el papel de los recursosfluviales en la estructuración y cambios delpoblamiento tardoantiguo y medieval en esteterritorio. En este caso, hemos optado por unradio de análisis menor: 11 anillos o “buffers”de 200 metros cada uno, dada la intensa pre-sencia hidrográfica en esta zona. Por otro lado,consideramos que más lejos de la distancia totalde estudio (2200 metros) no se ejercería unainfluencia directa del curso de agua en la enti-dad a estudiar, especialmente en una zona comoesta, tan rica en arroyos y pequeños ríos. Comocomprobaremos, las tendencias generales sonmuy claras y similares.

En el caso de los poblados castreños, encon-tramos una alta y creciente densidad de losmismos a partir de los 200 metros de distan-cia al curso de agua (a menos distancia, lógi-camente, la densidad es muy baja, ya que setrata de terrenos excesivamente bajos y húme-dos para un asentamiento humano) hasta los800 metros de distancia, donde la densidad decastros alcanza su máxima cota, para descen-der fuertemente a continuación (a pesar de loque parecen indicar los picos observados acontinuación, que no son significativos por basar-se en escasos datos) hasta desaparecer a los1600 metros de distancia.

Los indicadores de época y cultura roma-na muestran una gráfica de densidad muy seme-jante, que crece de forma más o menos con-tinua (recordamos que lo importante en estainterpretación es la tendencia general) hasta1200 metros de distancia al curso fluvial, paradescender a continuación con bastante fuerza,de modo que en torno a los 1400 metrosdesaparece.

Una tendencia muy parecida de cercanía ala red hidrográfica se obtiene al analizar la den-sidad de las entidades de poblamiento alto yplenomedieval en Nendos, es decir : villae, enti-dades secundarias, entidades eclesiásticas. Enestas gráficas se repite con gran similitud lamisma curva: una densidad creciente de pobla-miento entre los 0 y 800 metros de distanciadel río. A partir de este intervalo medio decaefuertemente la densidad (aunque puedan apa-recer algunos picos que realmente son pocosignificativos) hasta desaparecer en torno a los1200 y 1600 metros de distancia.

En cambio, los topónimos referentes a cas-tillos no parecen tener una relación excesiva-mente clara o fuerte con la red fluvial. Los valo-res de densidad obtenidos para las distanciasmás cercanas a los ríos se ajustan con bastan-te nitidez a los valores medios esperados enel caso de no existir una influencia directa entreambos tipos de datos y solo entre los 1000 y1200 metros de distancia aumenta significati-vamente la densidad de este tipo de topóni-mos. Quizá podemos explicar esta gráfica (real-mente la única que no responde a la cercanía

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a los recursos fluviales) de nuevo por la fun-ción y características de los hipotéticos casti-llos que existirían en estas zonas, que buscanpara su emplazamiento lugares diferentes a losde asentamientos de habitación, es decir, pues-tos más elevados y con un cierto dominio visualsobre el territorio, lugares todos ellos que nosuelen coincidir de manera inmediata con loscursos de agua, que se encuentran general-mente en zonas más bajas o de valle. Esto hacepensar en otro tipo de estrategias de captaciónde agua en estas posibles fortificaciones, comoaprovechamiento de manantiales subterráneoso recogida de agua de lluvia. Por otro lado, siobservamos el mapa de distribución de estostopónimos, comprobaremos que una de laszonas de mayor concentración de los mismossería la parte norte costera de Nendos (pro-bablemente con funciones de vigilancia y con-trol marítimo), donde sabemos que existenmenos cursos de agua, pero en cambio se tieneacceso a otro tipo de recursos acuíferos, comoson los marinos.

Índices de dispersión

El grado de dispersión de una distribuciónconstituye un dato de valor fundamental en unanálisis territorial. Estadísticamente, una distri-bución puede ser casual, ordenada o agrega-da. La distribución casual o aleatoria es aque-lla en la que teóricamente no existe ningúnfactor condicionante en la colocación de los pun-tos en el espacio, por lo que se distribuyen alazar. Una distribución ordenada o regular esaquella en la que los puntos se colocan uni-formemente entre sí, con un criterio homo-géneo y común de distribución. Una distribu-ción agregada o concentrada es aquella en laque los puntos tienden a agruparse en deter-minadas zonas, dejando otras más vacías. Portanto, el análisis del grado y las característicasde una dispersión puede ofrecernos una infor-mación muy útil para conocer la organizacióndel espacio en un área determinada. Sin embar-go este análisis no puede realizarse a simple vista(como lamentablemente se hace con frecuen-cia en historia y arqueología) puesto que muchasveces el grado de dispersión no es apreciablecon claridad para el ojo y el cerebro humanoy puede llevar a errores e interpretaciones sub-

jetivas. Es por ello necesario recurrir a índicesde dispersión que nos permiten conocer y con-frontar de forma objetiva el grado y caracte-rísticas de una distribución. El cálculo del índi-ce de dispersión se basa siempre en el supuestoinicial de la aleatoriedad de una distribución, estoes, que a priori una distribución sin condicio-namientos tiende a ser casual y por ello su índi-ce de dispersión será igual a 1, siendo la varian-za sobre este valor esperado la que nos informade las características de esa distribución.

Existen diversos métodos para estudiar losíndices de dispersión, siendo los más conoci-dos el análisis de cuadrados y el cálculo delvecino más próximo. En nuestro caso, por limi-taciones de espacio, recurriremos solamenteal primero, si bien resulta útil contrastar losresultados con diversos métodos.

El análisis de cuadrados consiste en la sub-división del área a estudiar a través de una redde cuadrados iguales y la observación del núme-ro de puntos que corresponden o “entran” encada uno de los cuadrados o celdas (HODDER;ORTON, 1990: pp. 45-51). Esto permite crearmapas de zonas de mayor y menor densidadde puntos así como histogramas de frecuen-cias observadas (es decir, el número de cua-drados que contienen 0, 1, 2… puntos). Segúnla propiedad de la función de Poisson, en unadistribución aleatoria, sin ningún condicionan-te directo, la media del número de puntosesperados en cada cuadrícula y la varianza soniguales, por lo que la razón de su cociente sería1. En caso de una distribución ordenada o regu-lar, esta razón sería menor de 1, y para el casode una distribución agregada, el índice seríamayor de 1.

Este método ha sido usado con frecuenciaen arqueología para el análisis de distribuciónde artefactos dado que generalmente los mate-riales en un yacimiento se recogen también enfunción de una retícula y ha permitido obte-ner datos de gran interés que visualmente nopodrían apreciarse en un mapa de distribuciónde puntos. Sin embargo, el método de cua-drados presenta algunos problemas. En primerlugar, la elección del tamaño de las celdas, pues-to que los resultados pueden variar seriamen-

te según la dimensión del cuadrado que se uti-liza. Esto se puede solucionar calculando eltamaño óptimo de la celda (HODDER; ORTON,1990: pp. 47-48). Otro problema que presentael método de cuadrados es el de establecer elorigen de coordenadas de la retícula o parrillade celdas ya que cambiándolo ligeramente delugar, se producen resultados diferentes a pesarde ser la misma concentración de puntos. Unaposible solución sería dejar caer repetidamen-te y de forma aleatoria una única celda en dis-tintas partes de una distribución, creando asídirectamente un histograma de frecuencias.Otra solución, que será la que nosotros usa-remos, es la de repetir el análisis con la mismaretícula con diferentes orígenes de coordena-das, para calcular la media de todos los índi-ces de dispersión obtenidos.

A continuación veremos algunas posibilida-des de análisis e interpretación del espacio ypoblamiento del territorio de Nendos en laEdad Media a través de este método de cua-drados. De nuevo hay que recordar que loimportante de este análisis para este trabajono es el valor absoluto obtenido en sí, sinocomo indicador de una tendencia de distribu-ción determinada, es decir, agrupada, ordena-da o aleatoria. También en este test usaremosel programa SAU, dado que nos permite rea-lizar este tipo de análisis de forma rápida, com-pleta y eficaz, como veremos a continuación.

En el caso de los castros o poblados deépoca y cultura castreña conocidos en el terri-torio de Nendos, se puede considerar queposeemos una cantidad altamente representa-tiva de localizaciones de dichos castros que noestaría lejos de la cantidad total de los mismosque llegó a existir en este territorio. Por ello,constituye un buen conjunto para analizar coneste método (Figura 5). En este caso, el tama-ño ideal u óptimo de la celda cuadrada está entorno a los 2780 metros de lado y la dimen-sión ideal de la retícula establecida es de 11x11celdas, ya que permite cubrir todos los puntosy prácticamente la totalidad del territorio conuna parrilla cuadrada. Obtenemos de esta formauna varianza de 0,862 y una media de 1,0, resul-tando por tanto un índice de dispersión de 0,862. Este valor señala hacia una distribución

ordenada o tendente a la uniformidad. Paraintentar obtener una cifra media estimativa rea-lizamos de nuevo este análisis en otras 9 oca-siones, cambiando cada vez la posición de laparrilla y obteniendo una serie de 10 índicesde dispersión cuya media total sería 0,731.Todos estos valores, en mayor o menor medi-da corroboran el primer resultado, es decir, uníndice de dispersión menor de 1, y por tantoindicativo de una distribución ordenada.

A continuación aplicaremos este test al casode las villae de Nendos localizadas en la docu-mentación. En el caso de las 33 villae datadasen torno al año 1000 obtenemos un índice dedispersión medio de 1,798, lo cual refleja cla-ramente una distribución agregada o concen-trada en determinadas zonas. En cuanto a lasvillae documentadas y localizadas en este terri-torio a la mitad del siglo XIII, (en total, 84)encontramos un indicador similar, aunque menosacentuado, cuyo valor es de 1,286, lo que seña-la un crecimiento de la uniformidad de la redde villae conocidas.

En cuanto a las entidades eclesiásticas de lasque tenemos noticia en Nendos, en torno alaño 1000 obtenemos una distribución mediade 1,4655, es decir, de carácter claramenteagregado, mientras que alrededor del 1250, elvalor medio de la distribución sería de 1,0671,lo cual indicaría una disposición aleatoria o noagregada de dichas entidades eclesiásticas.

En continuidad con este último análisis puedeser interesante realizar también este test a ladistribución de las parroquias actuales del terri-torio de Nendos, ya que si bien no se trata pro-piamente de datos del periodo medieval, sabe-mos que su estructura refleja en muchos casosuna organización mucho más antigua del pai-saje. En este caso obtenemos 10 valores muysimilares cuya media es 0,7236. Esto refleja,como era de esperar, una distribución de lared parroquial que tiende hacia la ordenaciónregular o uniformidad a lo largo del territorio,para cubrirlo y organizarlo del modo más com-pleto y eficaz posible.

En cuanto a los testimonios de época y cul-tura romana y galaicorromana, los datos con

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que contamos parecen reflejar una distribucióntendente a la ordenación o uniformidad: 0,9338(con una parrilla de 6x6 celdas de 5000 metrosde lado). Aunque estos datos son más bienescasos e incompletos, podemos pensar que síreflejan una tendencia general de los yacimientosromanos a distribuirse de forma más o menosregular a lo largo del territorio.

También a través de este análisis observa-mos que el conjunto de los topónimos refe-rentes a “castillos” presenta una distribuciónde carácter agregado o concentrado, puesto quecon una red optimizada de 8x8 celdas de 4000metros de lado cada una, obtenemos un valormedio de 1,3696. Este resultado se diferenciade los valores obtenidos para la red de cas-tros, señalando de nuevo su diferente empla-zamiento y distribución y contradiciendo la tra-dicional idea de la concentración de estostopónimos relativos a castillos en torno a luga-res donde existieron castros.

Polígonos de Thiessen

El polígono de Thiessen representa el áreateórica más inmediata a un punto con respec-to a sus vecinos. Dicho de otro modo, seríatodo el espacio al que desde un punto se acce-de más rápido que desde cualquier otro. Grá-ficamente esta superficie se halla trazando per-pendiculares por el medio de las rectas que unenlos diferentes puntos del conjunto (HODDER;ORTON, 1990: p. 72).

Para el estudio histórico de los territoriosel cálculo de estos polígonos puede resultarde gran utilidad, puesto que nos permiten cono-cer cual sería, siempre teóricamente, el área dedominio de un núcleo, asentamiento o cualquierotra entidad espacial, así como realizar estudioscomparativos. Sin embargo, hay que señalarque los polígonos de Thiessen son una cons-trucción artificial y estadística que no tiene encuenta factores condicionantes de la realidadcomo el relieve, la hidrografía… que en muchas

ocasiones influyen en la delimitación de un terri-torio 10 y sobre todo, no tienen en cuenta elfactor humano, que no siempre adecua las fron-teras a la forma más lógica o eficaz, sino a inte-reses de muy diverso tipo. No obstante, comoestamos repitiendo a lo largo de este trabajo,estos cálculos estadísticos y espaciales sí son úti-les e importantes en la medida en que nosmuestran tendencias, que serán más claras y fia-bles cuanto mayor sea el número de datosempleados. En este sentido los polígonos deThiessen suponen una aproximación, una posi-ble reconstrucción de los límites territoriales his-tóricos que puede ayudarnos a conocer y com-parar mejor la organización, estructura yevolución del espacio humanizado a lo largo deltiempo. En nuestro caso, intentaremos recons-truir la posible red territorial de castros y villae,contrastándolas entre sí y también con el actualmapa de parroquias.

La mayoría de los programas GIS permitenla creación de estos polígonos a través de sen-cillos procesos. No obstante consideramos quepuede ser más útil calcular primero estos polí-gonos a través de SAU, que nos facilita ade-más una serie de datos numéricos y estadísti-cos sobre dichos polígonos como la media delárea, del perímetro y del número de lados delas superficies resultantes, y exportarlos luegoal programa GIS para su estudio y compara-ción, como veremos a continuación.

Teniendo siempre en cuenta la limitación delos datos que poseemos, no podemos preten-der realizar una reconstrucción y comparaciónterritorial de las distintas redes de poblamien-to a lo largo de la historia de Nendos, pero síintentar atisbar sus relaciones más generales.En el caso de la red de castros del territoriode Nendos, en las zonas donde poseemos unamayor fiabilidad de los datos recogidos, el núme-ro medio de lados de los polígonos obtenidossería de 5,8 lados, el área media del territoriode cada castro sería de 5,587 Km2 y el perímetromedio de 9,25 km. Al aplicar este análisis a las

10 La introducción de superficies de coste en futuros trabajos, como señalábamos anteriormente, permitirá paliar en cierta medidaesta distorsión.

villae documentadas en este territorio hasta elsiglo XIII se obtiene de nuevo una media de 5,8 lados por polígono, un área media de 3,927Km2 y un perímetro medio de 7,8 kilómetros.Al contrastar y superponer ambos mapas (Figu-ra 6) comprobamos que en general no pareceexistir una relación espacial directa entre el terri-torio teórico de los castros y la red de villaemedievales, aunque sí diversas corresponden-cias en algunos casos particulares. Sabemos queestamos trabajando con meros modelos teóri-cos, por lo cual no podemos postular ningunarelación inequívoca, pero de forma aproxima-da podemos constatar que en general el terri-torio del castro sería algo mayor que el de lavilla medieval (en este caso corresponde apro-ximadamente a 1,4 veces el territorio de lavilla). También podemos apreciar visualmente queen ciertos casos, los límites del territorio de uncastro corren cercanos y paralelos al de un con-junto de dos o más villae, pudiendo indicar ladivisión de la antigua territorialidad castreña enla delimitación de dos o más villae medievales,como también señala M. Fernández Mier parael caso asturiano (FERNÁNDEZ MIER, 1999).

Al introducir en el análisis el actual mapa delímites de parroquias obtenemos algunos resul-tados más interesantes. El área media del terri-torio parroquial en Nendos es de 4,2 Km2 y elperímetro medio de 8,01 Km2 (eliminando denuevo del cálculo las parroquias periféricas deeste territorio, que por otro lado, son las másgrandes, para poder comparar más correcta-mente con los datos sobre villae y castros). Alcontrastar los límites de las parroquias con loslímites establecidos por los polígonos de Thies-sen para los castros, no encontramos una rela-ción precisa, aunque sí se puede constatar lacercanía y similitud entre algunos límites de cas-tros y de parroquias actuales. El territorio mediode un castro en esta zona sería aproximada-mente 1,3 veces el de una parroquia y su perí-metro poco menos del doble. En cambio síhallamos una coincidencia bastante significativaal confrontar los límites de las parroquias actua-les con los de las villae conocidas hasta el sigloXIII. A nivel numérico observamos que el áreay perímetro medio de la parroquia (4,2 Km2 y8 Km respectivamente) son muy similares a loscorrespondientes a la villa (3,927 Km2 y 7,8

Km). Gráficamente comprobamos que en fre-cuentes ocasiones coinciden con bastante cla-ridad ambos territorios. Esta coincidenciaaumenta si en vez de usar el mapa de parro-quias reales empleamos en la comparación lareconstrucción de polígonos de Thiessen paralas parroquias (Figura 7). De esta forma vemosque en al menos 15 de los 83 casos analiza-dos (es decir, en un 18%) existe una claracorrespondencia o similitud, alcanzando encasos como Mabegondo (Abegondo), Pravío(Cambre) o Crendes (Abegondo) una coinci-dencia prácticamente total. Por otra parte,podemos pensar que esta coincidencia podríaser mayor si dispusiésemos de las localizacio-nes precisas de aquellas villae que solo hemospodido localizar con una fiabilidad media.

Análisis de interpolación o proximidad

Una superficie de interpolación es una formade representar gráficamente tendencias de dis-tribución de puntos, permitiendo definir valo-res no visibles a partir de valores visibles. Apli-cado a la cartografía esto no es otra cosa queun mapa de densidad, es decir, la representa-ción de las zonas en las cuales hay mayor núme-ro de puntos por unidad de superficie (MAC-CHI JÁNICA, 2001: pp. 73-78). Para elaborar estassuperficies de interpolación se debe realizar unanálisis de proximidad, esto es, el cálculo paracada punto del número de vecinos que poseeen un radio determinado. La elección de eseradio de estudio es fundamental en este tipode análisis ya que puede condicionar conside-rablemente el resultado.

Un primer ejemplo puede ser la suma ysuperposición de la interpolación de castrosde Nendos con la de los topónimos acabadosen “-obre” de esta zona. Tras realizar el cálcu-lo de la interpolación con SAU observamosque los castros tienden a concentrarse más enla zona costera y en el centro del territorio deNendos mientras que los topónimos en “-obre”en cambio parecen presentar una mayor den-sidad en toda la franja central que recorre Nen-dos de izquierda a derecha y no, en cambio,en los límites inferiores y superiores. Ya en elprograma GIS, mediante una reclasificación delos valores del mapa raster, asignamos el valor

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0 a las zonas de densidad menor de la media-na tanto de topónimos en “–obre” como decastros, el valor 1 a las zonas con densidad decastros mayores de la mediana y el valor 2 alas zonas con densidad de topónimos en “-obre” mayores de la mediana. De esta forma,al sumar ambos mapas raster obtenemos unnuevo mapa en el que además de dichos valo-res 0, 1 y 2 aparece el valor 3 que representalas zonas en que coinciden una mayor densi-dad de castros y una mayor densidad de topó-nimos acabados en “-obre”. Esta coinci-dencia se localiza principalmente en la zonacentral de Nendos, lo que nos indica que enella se da una cierta tendencia a la perviven-cia y continuidad de asentamientos de origenprerromano en época romana.

Con el mismo procedimiento se puedencrear otros muchos mapas comparativos. Deta-llaremos a continuación solo aquellos que con-sideramos de mayor interés para el conoci-miento de la estructura espacial, poblamientoy evolución del territorio medieval de Nendos.La coincidencia (usando como en el caso ante-rior un radio de análisis de 3000 metros) entrelas zonas de más densidad de castros y las demás densidad de indicadores de época roma-na, es un área muy pequeña y restringida, quecorrespondería aproximadamente a las parro-quias de Cañás, Sergude, Sarandóns y Figue-roa, todas en los límites entre Carral y Abe-gondo. Por otro lado, como acabamos de ver,esta zona también se encuentra dentro del áreade mayor densidad de topónimos en “–obre”.No es extraño que sea en esta zona de Nen-dos donde se da esa mayor convergencia entrecultura castreña y romana, puesto que se tratade una zona de gran riqueza minera que hasido explotada desde la antigüedad, tanto porel mundo castreño como por el romano. Puedeser también interesante confrontar las zonascon una mayor densidad de topónimos sobrecastillos con aquellas de mayor densidad depoblados castreños. Parece interesante señalaren primer lugar que existe una mayor con-centración de topónimos relativos a castillosen las zonas limítrofes de este territorio, esdecir, en la costa norte y en el extremo cen-tral sur. El resultado de la superposición mues-tra que sí existe una cierta coincidencia entre

ambos fenómenos, aunque no tanta como paraasociarlos (tal y como se pensaba al inicio), yque dicha convergencia se localiza tanto en lazona costera occidental del norte de Nendoscomo en el extremo sur central del territorio.

En cuanto a la relación entre zonas conmayor densidad de castros y zonas con mayordensidad de villae, observamos (Figura 8) quealrededor del siglo XIII la coincidencia entreambas se localiza, de nuevo, en la zona centraldel territorio y en la costa nororiental; es decir,en prácticamente todo el municipio de Sada,en parte de Oleiros y Bergondo, en el centrodel municipio de Carral, de Cambre y en el lími-te entre Oza dos Ríos y Cesuras. Todas ellasson áreas que parecen concentrar una mayordensidad de poblamiento desde época antiguahasta la actualidad (BOUHIER, 2001: pp. 99-138),debido principalmente a sus condiciones geo-gráficas: por un lado la cercanía al mar y portanto, el aprovechamiento de sus recursos, ypor otro lado la ubicación en el amplio (y prác-ticamente único en todo Nendos) valle queforma el río Mero en la zona central de esteterritorio, condicionando claramente la dispo-sición de las villae a lo largo de su curso.

A través de este mismo proceso se pue-den superponer más de dos mapas, sumandoprimero dos, y a continuación sumando al resul-tado obtenido el tercer mapa. Esto puede serinteresante para conocer y analizar áreas demayor poblamiento a lo largo de la historia. Porejemplo, podemos sumar y superponer en unsolo mapa las áreas de mayor densidad de cas-tros, villae y parroquias (Figura 9). El resultadono difiere excesivamente del obtenido al sumarla interpolación de la red de castros y villae, yaque como estamos viendo, en general las parro-quias representan una clara continuidad con elterritorio de las villae. Así, las zonas de mayorpoblamiento conocido de castros, villae medie-vales y parroquias actuales estarían de nuevoen prácticamente todo el municipio de Sada,en parte de Oleiros y Bergondo, en el centrodel municipio de Carral, de Cambre y en el lími-te entre Oza dos Ríos y Cesuras, y corres-ponderían a las zonas con mayor poblamientoy continuidad habitativa a lo largo de los últi-mos veinte siglos en este territorio.

INTERPRETACIÓN.EL TERRITORIO DE NENDOSENTRE LA ANTIGÜEDADY LA PLENA EDAD MEDIA

De nada sirven al historiador los datos dela informática, la estadística ni cualquier otrametodología si no se plasman en una inter-pretación relacionada y contextualizada de losresultados. Precisamente en este epígrafe inten-taremos sintetizar y explicar históricamente losdatos que hemos obtenido a lo largo del pro-ceso de construcción de un SIG y de análisisespacial sobre el territorio de Nendos entre laTardoantigüedad y la Plena Edad Media, comocaso representativo de evolución del territorioy la articulación espacial en la Galicia medieval.En este sentido, nos centraremos principal-mente en la organización interna del territorioentendido, como ya hemos dicho, como lasuma del medio físico y los hombres, y siem-pre desde una perspectiva amplia y cuantitati-va que tratará de buscar más las tendencias yprocesos generales que los casos particulares,aunque siempre reconociendo en ellos su pro-pia base.

Según los datos recavados en esta investi-gación, podemos establecer cuatro etapas queen absoluto representan rupturas sino más bienfases de una evolución lineal:

Poblamiento antiguo en el territoriode Nendos (SS. I-V D.C.)

Los datos arqueológicos sobre el pobla-miento castreño en la zona (NAVEIRO LÓPEZ,1994: pp. 20-40) de nuestro estudio no son muyabundantes. Concretamente en el territorio deNendos solo han sido excavados los castros deCastromaior (Abegondo) y Meirás (Sada), aun-que también hay datos de excavaciones de cas-tros cercanos, siempre dentro del llamado GolfoÁrtabro, como son el de Nostián, (Arteixo),Lobadíz (Ferrol), Elviña (La Coruña) y Pastori-za (Arteixo). En general, todos ellos muestranun momento de auge en torno al cambio deEra e inicio de la administración romana, aban-donándose posteriormente, entre finales delsiglo I y primera mitad del siglo II d. C.

Sin embargo, los datos que hemos analiza-do a lo largo de estas páginas nos permiten pro-fundizar algo más en el conocimiento del pobla-miento castreño de Nendos y su distribuciónespacial. En cuanto a su emplazamiento, engeneral comprobamos que los castros de estazona -exceptuando los costeros- se sitúan entrelos 80 y 200 metros de altura aproximada-mente sobre el nivel del mar, en cimas de mon-tes o a media ladera. Otro factor condicio-nante en el emplazamiento de los castros essu cercanía a los cursos de agua. En este sen-tido, el análisis de densidad según la distanciacorrobora la relación entre los castros y la redhidrográfica, pues generalmente el castro sehalla entre los 200 y 700 metros de distanciaa un curso fluvial.

En cuanto a la estructura espacial de estetipo de poblamiento, tal y como hemos obser-vado a través del cálculo de los polígonos deThiessen, se puede apuntar que el área mediay teórica de dominio territorial de cada castrosería de unos 55 km2, en un circuito alrede-dor del castro de 9 km de perímetro. De estaforma, aunque existen diferencias entre el tama-ño e importancia de los castros, el conjuntode los mismos parece formar una red quecubría el territorio de forma relativamente uni-forme y ordenada, como se puede compro-bar a simple vista en el mapa de distribuciónde castros, o de forma más precisa a través desus índices de dispersión. Obviamente no pode-mos hablar de distancias fijas entre castros,pero sí se puede apuntar una media de 1700metros de distancia entre ellos, un valor simi-lar al que considera Carballo Arceo para lageneralidad de la distribución de castros enGalicia (CARBALLO ARCEO, 1996). Por otrolado, aunque la distribución de este tipo depoblamiento tienda a la uniformidad, existendiferentes densidades de castros según la zona.Así existe una mayor concentración de pobla-mientos castreños en primer lugar, en el áreacostera de Sada, que parece deberse al apro-vechamiento de recursos marinos así como ala capacidad de defensa y control que suponeeste emplazamiento. Otra zona de mayor den-sidad de castros es la parte central de Nen-dos, en relación probablemente con la explo-tación agrícola del fértil valle del Mero y quizá

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también con la riqueza minera de la zonacorrespondiente a los límites municipales deCarral y Abegondo.

Sobre el proceso de abandono de los cas-tros, el estudio de la distribución de los topó-nimos en “-obre” podría aportar algunos indi-cios de interés. Mediante el análisis dedensidades según la distancia, hemos podidoconstatar que existe una clarísima relación espa-cial entre los lugares de topónimo acabado en“-obre” (o sufijos afines), específicos de la zonaNoroeste de la provincia coruñesa y cuyo ori-gen, según los filólogos, sería prerromano, y laexistencia de un poblamiento castreño en lasinmediaciones. Dado que todos estos lugarescon topónimos en “obre” siguen poblados enla actualidad, podemos hablar de una gran con-tinuidad habitativa en el espacio humanizadode estos lugares a lo largo de la historia. Sinembargo, aunque hemos comprobado que engeneral el castro está a menos de 500 metrosdel núcleo con topónimo en “-obre”, los empla-zamientos de ambas entidades son bastantediferentes, por lo que se debe desechar la ini-cial idea de una total continuidad espacial ytemporal entre el castro y el actual núcleo connombre en “-obre”. Los topónimos en “-obre”se hallan en terrenos más bajos y llanos quelos castros, como se comprueba visualizandolas curvas de nivel. Además, como comenta-remos más adelante, existe una mayor rela-ción y cercanía espacial de estos topónimoshacia los yacimientos romanos. Todos estosdatos parecen ofrecer una secuencia cronoló-gica interesante, ya que que en general el hábi-tat en valle es posterior históricamente al pobla-miento castreño, pero a la vez sabemos queel origen de estos topónimos corresponde aun sustrato indígena anterior a un grado avan-zado de romanización o “latinización”. Por tanto,podríamos conjeturar que ambas entidades,castro y topónimo en “-obre”, reflejan el cam-bio del hábitat castreño en altura al núcleo enel valle, y que este se produciría en un momen-to no muy avanzado tras la conquista romana,dado que en el nombre del nuevo núcleo enel valle pervive fuertemente el componente indí-gena prerromano. Por otro lado, este sustra-to indígena podría hacer pensar que en esteproceso existió más bien una iniciativa activa

de toda o parte de la población indígena árta-bra, y no tanto una imposición forzada. Comovemos, se trata tan solo de una hipótesis, peroque parece concordar tanto con la organiza-ción espacial denotada, como con las inter-pretaciones generales sobre los cambios en elhábitat galaico tras la conquista romana. Eneste sentido, hay que recordar que es posible,según los paralelos con otras zonas de Galla-ecia, la continuidad del poblamiento en algu-nos castros hasta épocas más tardías, pero engeneral, según los indicios expuestos y el rela-tivamente alto grado de romanización del terri-torio, como veremos a continuación, podemosconsiderar que el proceso de cambio del tipode hábitat dominante en Nendos fue más bienrápido y temprano.

En cuanto a los yacimientos y restos atri-buibles a época romana que conocemos enesta zona, parece posible establecer una cro-nología amplia para todos ellos, entre el sigloI y V d. C., y clasificarlos en diversos tipos: asen-tamientos habitativos o productivos (agrícolas,factorías de salazón, horno cerámico…), res-tos de actividades mineras, enterramientos oaras votivas. Aunque su número no es muyalto (20 para todo el territorio), debido a laescasez de estudios arqueológicos, denotan unaexplotación del territorio relativamente ampliay una distribución que parece ordenarse deforma regular por Nendos, tal y como infor-man los índices de dispersión, y como se puedeobservar visualmente (cierta tendencia al ali-neamiento horizontal y vertical de estos yaci-mientos). Esta disposición podría hacer pensaren una distribución a lo largo de vías de comu-nicación, como es frecuente en los asenta-mientos romanos. Por otro lado, estos yaci-mientos se hallan en o muy cerca de actualesnúcleos de población, lo que indica una grancontinuidad espacial y temporal del poblamientoy hace pensar que muchos otros restos deépoca romana probablemente se encontraránbajo actuales centros de población.

Por tanto, la presencia e influencia romanaen el territorio de Nendos parece haber sidorelativamente intensa, al menos en relación conotras zonas de Gallaecia, debido al interés deRoma en esta zona, importante especialmen-

te desde el punto de vista de las comunicacionesmarítimas y de sus posibilidades mineras. Porello también podemos pensar en un procesode romanización no excesivamente lento niproblemático en este territorio, que impulsa-ría un cambio de hábitat del castro al llano rela-tivamente temprano, como se ha comentadoanteriormente.

El emplazamiento concreto de estos yaci-mientos romanos o galaicorromanos de nuevoparece estar influido por la distancia al mar ya la red fluvial, pero en menor medida que enel caso de los castros. Esto podría explicarseen base a las diferentes funciones asumidas porlos asentamientos romanos en comparacióncon los castros. Mientras que en estos últimosel emplazamiento respondía principalmente auna finalidad básicamente agraria y de controlzonal, razón por la que la cercanía a los cur-sos de agua era fundamental, en el caso de losasentamientos romanos, sin dejar de ser esen-cial el acceso a los recursos hidrográficos, entranen juego otros condicionantes como la proxi-midad y relación con la red viaria o las explo-taciones mineras. En cuanto a la posición geo-gráfica concreta de estos yacimientos romanos,en general se asientan en zonas bajas y llanas,a diferencia de los castros, si bien en algún casocomo en la Espenuca (Coirós), sí se aprove-chan posiciones elevadas.

Aunque las zonas de más densidad de yaci-mientos de época romana apenas coincidencon las zonas de mayor densidad de castros,en los análisis de cercanía comprobamos queexiste una nítida relación espacial entre los yaci-mientos romanos y los poblados castreños, quegeneralmente se hallan a menos de 1000 metrosde distancia. Sin embargo, en el caso de los topó-nimos en “-obre”, está relación es aun másclara, estando mayoritariamente a menos de 500metros de los yacimientos romanos (y en casoscomo el de Tiobre, en Betanzos, el yacimien-to romano se halla en el propio núcleo detopónimo en “-obre”). Esto parece confirmarla hipótesis anteriormente expuesta sobre el ori-gen de estos núcleos en “–obre” en relacióncon la conquista y presencia romana en esteterritorio, siendo quizá las primeras comuni-dades en realizar el cambio de hábitat.

Concluyendo, a lo largo de este periodo sedesarrolla un proceso en el que se abandonael castro como forma principal de hábitat porun asentamiento en llano de tipo villa o vicus.Los motivos de ese cambio son múltiples, perodestacaremos tres. Por un lado, con los cam-bios que comporta la conquista y la estabili-dad de la administración romana desaparecenlas razones para emplazamiento en altura delos asentamientos indígenas. Por otra parte, elasentamiento en el llano supone una mayorcercanía y un mejor control de las tierras explo-tadas en el valle. Por último, no deja de serimportante el fenómeno de emulación de losmodelos de asentamiento y explotación roma-nos. Estos asentamientos romanos estarían ocu-pados en un principio por los conquistadores,pero a medida que avanza el proceso de acul-turación, elementos de la sociedad indígena seintegrarán en los nuevos modelos de ocupa-ción y explotación del territorio. En este sen-tido, la villa, los vici, y otros tipos de asenta-mientos rurales en el valle, se van extendiendoentre los siglos I y V d. C. por todo el territo-rio, a medida que se abandonan los anterioresmodelos habitativos castreños.

El territorio de Nendosentre la Tardoantigüedady la Alta Edad Media (SS. V-VIII)

En esta etapa no disponemos prácticamen-te de datos documentales o materiales -a excep-ción de algunos problemáticos restos de necró-polis- que nos permitan acercarnos alconocimiento de la estructura territorial deesta zona. Por esta razón en esta fase de nues-tro trabajo recurriremos al establecimiento de“puentes” entre los datos de épocas previas yposteriores a esta etapa, para tratar de recons-truir así algunas de las características del terri-torio y la red de poblamiento de Nendos entrelos siglos V y VIII.

Los escasos restos materiales encuadrablesen la Tardoantigüedad y Alta Edad Media cono-cidos en Nendos pertenecen todos ellos aenterramientos y necrópolis de las que no exis-ten demasiados datos. Por todo ello, no se hanpodido realizar para esta época todos los aná-

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lisis espaciales propuestos a lo largo del traba-jo. Sin embargo, la propia disposición espacialde estos restos puede ya ofrecernos datos degran interés. Las seis necrópolis conocidas seconcentran, curiosamente, en una zona redu-cida, cerca de los límites entre Coirós, Pader-ne y Betanzos (Figura 2). En todos los casos,estos restos se localizan en lugares que actual-mente continúan poblados, y en cinco de losseis casos totales coinciden con una iglesiaparroquial actual, cuyo cementerio adosadosupone la continuidad de esas necrópolis alto-medievales y a veces tardorromanas. En rela-ción con esto, también el análisis de cambiosen las densidades nos informa de la nítida aso-ciación espacial entre centro religioso medie-val y necrópolis altomedieval. Efectivamente,en el mapa de ambas entidades se comprue-ba que en la mitad de las necrópolis en Nen-dos existe una iglesia anterior al año 1250, queactualmente pervive como parroquia. Esto nosinforma en primer lugar de una clara continui-dad ocupacional de dichos lugares a lo largodel tiempo. Por ello, podemos pensar que lapresencia de enterramientos o necrópolis alto-medievales en un lugar se puede interpretarcomo la existencia también de un lugar de cultoy un poblamiento en dicho momento en eselugar, o muy cerca de él. Si bien en arqueolo-gía medieval la asociación necrópolis-hábitat noes siempre clara (AZKARATE GARAI-OLAUN,1992; LA ROCCA HUDSON; HUDSON, 1987;QUIRÓS CASTILLO, 2003), en el caso del pobla-miento rural tradicional gallego, parece cons-tatarse claramente este binomio.

En este sentido, las seis necrópolis se sitú-an en la proximidad de los ríos (a menos de600 metros de un curso de agua, como indi-ca el análisis de cambios en las densidades) yen zonas más bien llanas (excepto en el casodel monte de A Espenuca), de forma similar alemplazamiento de los yacimientos romanos.Pero esta relación de las necrópolis (y sus con-siguientes probables asentamientos) altome-dievales con los yacimientos de época romanaparece ser aun más profunda, como demues-tra el análisis de densidad según la distancia, enel que se observa una gran cercanía entreambas entidades. Esta relación, que en cambiono parece darse de forma significativa con el

poblamiento castreño, se confirma al constatarque en tres de los lugares donde se han halla-do estas necrópolis: Tiobre, Santiago de Ois ySanta Eulalia de la Espenuca, existen restos deasentamientos de época romana, y en los demáscasos, el yacimiento romano más cercano cono-cido está a menos de 3000 metros.

Todo esto nos hace pensar, a pesar de laproblemática y escasez de los datos, que engeneral no se produciría una ruptura entre loslugares de habitación y explotación en épocaromana y los asentamientos en época tardo-rromana y altomedieval, sino que existe una ten-dencia a la continuidad habitativa a lo largo deltiempo.

De forma similar, los datos que poseemospara épocas posteriores nos permiten confir-mar esta hipótesis. Como ya hemos dicho, lainformación documental sobre entidades delpoblamiento medieval de Nendos comienza apartir del siglo IX. No obstante, como biensabemos, la fecha de mención de una entidadno equivale a la aparición de dicha entidad depoblamiento, sino que puede proceder demucho tiempo atrás. Así, en cuanto a los indi-cadores de época romana, en 9 casos comomínimo tenemos datos de una entidad de pobla-miento entre los siglos IX y XIII en el mismolugar donde se localizaba un asentamientoromano. Por tanto, conociendo que un lugarestaba habitado en época romana (según res-tos datables muy genéricamente entre el sigloI y V d. C) y que ese mismo lugar continuabapoblado a partir del siglo IX, llegando en muchoscasos ese poblamiento hasta hoy día, parececoherente pensar que en el periodo en queno poseemos datos del mismo, entre los siglosV y VIII, debido a la carencia de documentosescritos por poderes señoriales y a la debilidady falta de estudio de sus restos arqueológicos,este lugar continuase habitado sin cortes nicambios bruscos en su evolución.

En este sentido, el análisis de cambios enlas densidades según las distancias puede com-pletar esta visión, ya que en general, las enti-dades eclesiásticas medievales se hallan muycerca de un yacimiento romano, más de lo quelo están el resto de entidades de poblamiento

medieval (núcleos de villa, villares, casales…).Revisando los datos de entidades religiosas(monasterios y/o iglesias) anteriores al año 1000conocidas en Nendos, observamos que 4 deellas están prácticamente en el mismo empla-zamiento del yacimiento romano. Curiosamente,estos cuatro yacimientos romanos correspon-den a aras votivas y restos de culto religiosoromano. Si aumentamos la muestra a todas lasentidades eclesiásticas conocidas antes del año1250, la correspondencia aumenta a 5 centrosde culto sobre yacimientos romanos, y si usa-mos los datos de las parroquias actuales deNendos, la cifra de coincidencia es de 8 cen-tros religiosos sobre restos romanos, en sumayoría restos cultuales y funerarios. Este fenó-meno de asociación del centro de culto a unemplazamiento romano no parece ser infre-cuente en arqueología medieval (ESCALONAMONGE, 1992, 1994) y nos puede aportar algu-nas ideas de interés. En primer lugar, corrobo-ramos la idea anteriormente expuesta sobre lacontinuidad de las estructuras de poblamientoen este periodo “puente” entre dos épocascon información. Por otro lado, nos puedeinformar acerca de las estrategias de organiza-ción eclesiástica sobre el territorio, ya que engeneral, vemos que la iglesia en el momentode su implantación en Gallaecia, entre los siglosIV y VI, aprovechó y adaptó en cierto modolas estructuras organizativas romanas 11. De estaforma, las iglesias y/o cenobios, se fundan sobreestructuras romanas, generalmente centros deculto (que en casos como La Espenuca, en Coi-rós, provenían de un culto indígena anterior).Como ya se ha indicado, estos asentamientosromanos son en su mayoría de nueva planta,es decir, construidos sobre emplazamientosdiferentes a los asentamientos indígenas, y desdesu posición en el valle, actuaron como polosde organización y atracción del poblamiento.En este sentido, la iglesia, primero con la pro-clamación del cristianismo como religión oficialdel imperio a finales del siglo IV, y después conla desarticulación del estado romano, se erige

en parcial sucesora a nivel administrativo delpoder imperial y continuará organizando entorno a sí el poblamiento. Este proceso deatracción y articulación del poblamiento es muycaracterístico del poblamiento rural gallego ytiene su origen en el momento que estamosestudiando, entre los siglos V y VIII.

Hasta ahora hemos hablado de lugares sobrelos que poseemos datos de época antigua ymedieval, pero, ¿qué hacer con los lugares paralos que solo tenemos una parte del puente?,es decir, aquellos que solo sabemos que a par-tir del siglo IX estaban poblados, pero no pose-emos datos de época romana en ellos. Segúnlos análisis de cambios en las densidades queya hemos comentado, generalmente cerca delas entidades de poblamiento conocidas antesdel año 1000 se encuentra algún yacimientoromano localizado, y mucho más próximo, uncastro. Esto reflejaría que en esa zona, aunqueno sea ese lugar concreto, hubo un pobla-miento antiguo, lo cual nos permitiría volver aconstruir el puente, aunque sea más largo einestable. Pero también únicamente desde elsiglo IX parece factible trazar una línea haciaatrás en el tiempo. Como ya hemos señalado,la documentación de esta época hace refe-rencia con frecuencia a una serie de hechosque se remontan atrás en el tiempo y dejanentrever una organización territorial que nopudo iniciarse repentinamente en el siglo IX,sino que proviene de épocas anteriores: lími-tes bien conocidos y delimitados, derechossobre posesiones que vienen de “tiempos anti-guos”… (PORTELA SILVA, 2002). Otro indicio,aunque siempre relativo y parcial, puede pro-venir del estudio de los topónimos que tene-mos documentados a partir del siglo IX. Aun-que no pretendemos en absoluto entrar enun tema que se escapa de nuestra formación,parece posible distinguir que aproximadamen-te la mitad de los 70 topónimos anteriores alaño 1000 tendrían un origen indígena prerro-mano, como Porcimilio, Lemenione, Espelun-

11 A nivel conceptual, la iglesia sigue manteniendo hoy muchas herencias romanas: la lengua latina oficial, el panteón de santos, la ideade basílica, etc. que reflejan esta adaptación y continuidad de la estructura estatal romana en sus orígenes.

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ca, Karedugma, Collantres… además de los yaconocidos topónimos acabados en “-obre” yafines: Illobre, Caliobre, Cecebre… que podrí-an tener su origen al menos en época antigua,entre los siglos I y V d. C, probablemente enuna etapa no muy avanzada de la romaniza-ción. Debemos señalar con énfasis que en nin-gún caso se trata de certezas, ya que el topó-nimo de un lugar no equivale a su origen, puespudo sufrir cambios de nombre a lo largo desu historia. Sin embargo constituye un indicioen un periodo de gran escasez de datos sobrela articulación del territorio.

En algunos castros de Galicia está docu-mentada una continuidad o reocupación delpoblamiento castreño en esta época debido adicha inestabilidad política. En Nendos, debidoa la falta de estudios arqueológicos, no pose-emos datos que demuestren esta posibilidad.Sin embargo, según los indicios anteriormenteseñalados, no parece que la articulación terri-torial cambiase excesivamente durante esteperiodo con respecto a la evolución iniciada enépoca romana. Sabemos que el castro conti-núa siendo un referente espacial en el territo-rio, como se comprueba en la documentacióna partir del siglo IX. No obstante, si hubo algu-na reutilización del castro tras su abandono,esta debió ser más bien efímera y ocasional, yaque no se llega a desestructurar en ningún casola organización del poblamiento provenientede la etapa anterior.

Dicho poblamiento durante este periodose organizaría en pequeñas comunidades rura-les, al igual que conocemos para la etapa siguien-te con las villae. En este sentido, consideramosque el problema del paso de la villa romana ensentido clásico a la villa medieval correspondemás a un problema terminológico que real. Yahemos comentado como el patrón de villaromana en Gallaecia presenta una serie dedivergencias con el modelo clásico (PÉREZ LOSA-DA, 1995), en su distribución, nivel de rique-za… El momento de mayor expansión de estetipo de asentamiento, en los siglos IV y V, corres-ponde también con una mayor ruralización desu carácter. Se puede pensar que la desapari-ción o absentismo de los propietarios galaico-rromanos de las villae (RIPOLL; ARCE, 2001),

debida a los cambios en los poderes políticos(ocupación sueva y visigoda) favorecería esadegradación y compartimentación de las estruc-turas de la villa, así como la progresiva inde-pendencia de los campesinos que en ella habi-taban y trabajaban. Durante los siglos siguienteslas villae seguirían ese proceso de ruralizaciónhasta convertirse en explotaciones campesinasindependientes, asimilables a aldeas que, noobstante, seguirán llamándose villae. Se produ-ciría a la vez una generalización de este térmi-no, que englobará todo tipo de comunidad yexplotación agraria, como eran los “vici” y otrosnúcleos de población rural. Se puede pensar,por tanto, en una progresiva evolución de unarealidad a otra, bajo un mismo concepto.

Por tanto, al unir todos los datos y razona-mientos expuestos, podemos considerar queentre los siglos IV y VIII, el territorio de Nen-dos continua la evolución iniciada en épocaromana sin grandes cambio ni bruscos cortes(SÁNCHEZ ALBORNOZ, 1981). Si bien no tene-mos datos directos del poblamiento en estaépoca, hemos visto que existen claros lazosentre la ocupación del territorio a finales de laépoca romana y la que muestran los docu-mentos a partir del siglo IX. En este proceso,la iglesia parece heredar en cierto modo elpapel organizador y administrativo del estadoromano, para concentrar y articular la pobla-ción en el valle; población que se organizaríaen las mismas pequeñas comunidades ruralesque saldrán a la luz en la documentación de lasiguiente etapa.

El territorio de Nendosentre los S. IX y XI

A partir de este periodo comienza a ilumi-nar una cierta luz entre la oscuridad de datosde la época anterior gracias a la presencia dedocumentación escrita, y es precisamente eneste momento cuando tenemos noticias por pri-mera vez -concretamente en un documento deSobrado del año 842- de la existencia de unterritorio llamado Nendos. No obstante, comoya hemos explicado, es probable que esta deli-mitación espacial procediese de mucho tiem-po atrás. En el periodo que nos ocupa, pare-

ce que estos límites aproximados estarían entrelos ríos Mandeo y Mero al este y oeste, en lacosta norte y en torno a los límites actualesdel municipio de Cesuras hacia el sur.

Como comprobamos en el contenido de ladocumentación, a partir del siglo IX una seriede poderes señoriales, en este caso monaste-rios e iglesias catedralicias, comienzan a apro-piarse progresivamente de tierras y hombresen Nendos, mediante donaciones, compras ycambios, probablemente a través de métodoscoercitivos (BARCELÓ, 1998: pp. 196-274), y bus-can mediante la formalización por escrito dedichas adquisiciones asegurar sus dominios.

El mapa de entidades de poblamiento medie-val conocidas entre los siglos IX y XI, muestraun territorio articulado principalmente sobre lavilla, que sería la célula básica de la organiza-ción territorial, (de hecho, es con diferencia eltipo de entidad más citada en la documenta-ción, con 111 referencias a villae distintas). Enconcreto tenemos datos de 44 villae anterio-res al año 1000. Visualmente se observa unatendencia de las villae a distribuirse a lo largodel eje oblicuo central del territorio de Nen-dos, dejando áreas de menos densidad en losextremos norte, este y oeste del territorio,que como ya hemos dicho, poseería en estaépoca unos límites más pequeños que en elperiodo posterior.

En cuanto a las características de su distri-bución, según el resultado de los índices dedispersión, las villae que conocemos para estaépoca presentan una clara tendencia a la dis-tribución agregada, mayor que la obtenida paraépocas posteriores, lo cual refleja un pobla-miento concentrado en áreas de más densidad,que parecen corresponder a zonas más férti-les y cercanas a los cursos de agua. Por otrolado, la visualización de las curvas de nivel, nosinforma de que el emplazamiento de las villaecoincide con zonas llanas o de valle. Además,según el análisis de cambios en las densidades,las villae anteriores al año 1000 tienden a con-centrarse entre los 400 y 800 metros de dis-tancia a un curso fluvial, elemento esencial parael desarrollo de la vida rural. En cambio, no pare-cen buscar tanto la cercanía del mar como lo

hacían los asentamientos de época antigua,quizá por motivos de defensa ante las incur-siones piráticas normandas o sarracenas.

Mediante la elaboración de polígonos deThiessen hemos comprobado que el área teó-rica media de dominio de una villa estaría entorno a los 3,9 km2. Sin embargo, debemospensar que el territorio medio real de las villaeen Nendos debía ser algo inferior, en torno alos 2,0-2,5 km2, compensando así los valoresaltos de las zonas periféricas de este territo-rio, donde tenemos menos datos de villae. Noobstante, sabemos que el tamaño de la villavariaba en cada caso, llegando incluso a los 45km2 (PALLARES MÉNDEZ; PORTELA SILVA,1998). Esta red de territorios de villae en Nen-dos a partir del siglo IX no parece guardardemasiada relación espacial con la red de áreasde castros de época antigua (excepto algunoscasos puntuales como por ejemplo Abegon-do, donde coinciden en la misma localización,el castro, el asentamiento romano y el hábi-tat medieval) al contrario de lo que sostienenalgunos autores para otras zonas del Noro-este (MARTÍN VISO, 2000; LÓPEZ QUIROGA;RODRÍGUEZ LOVELLE, 2000, 2002; GUTIÉRREZGONZÁLEZ, 1998, 2002). Ya hemos apuntadoque el castro mantiene una función de refe-rente espacial en la vida rural alto y pleno-medieval y que las villae se hallan en generalmuy cerca de los anteriores poblamientos encastros, pero parece que al abandonarse elhábitat castreño durante la romanización, desa-parecen también las áreas de dominio terri-torial de cada castro, estableciéndose una nuevaorganización espacial basada en las comuni-dades rurales en el valle.

Esta villa que aparece ante nosotros en esteperiodo, como comentamos anteriormente, esel resultado de una evolución del poblamien-to rural desde época tardorromana, y repre-senta una articulación del territorio muy simi-lar a la de la etapa anterior. Por ello, al igualque observábamos para épocas precedentes,las villae se hallan con frecuencia relativamen-te cerca de un poblamiento castreño y un yaci-miento romano, reflejando la idea de conti-nuidad que encontramos constantemente a lolargo de este trabajo.

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Otros elementos presentes en el paisajemedieval de Nendos que dibujan las fuentesdocumentales son las entidades que hemosllamado “secundarias”, es decir : villares, casa-les, lugares… y demás elementos del territo-rio humanizado que tanto por su tamaño comopor su finalidad no pueden considerarse villaeen sí mismas. Sin embargo estas entidades nor-malmente constituyen parte del territorio dela villa y están relacionadas espacialmente conella. De hecho, con frecuencia una entidadsecundaria como un villar terminará convir-tiéndose en una villa. En este periodo no tene-mos excesivos datos de entidades secunda-rias, concretamente 18 entidades anteriores alaño 1000. Sin embargo podemos constatarque sus emplazamientos son muy similares alos de las villae, en zonas más bien bajas y lla-nas, agrícolamente favorables y cercanas a loscursos fluviales, incluso más que los propiosnúcleos de las villae (posiblemente buscandotierras más fértiles). Normalmente se hallan amenos de 400 metros del núcleo de la villa, yalgo más alejadas del centro religioso que dichonúcleo (como se comprueba en las gráficas dedensidad según la distancia). Así, podemos con-siderar sus características espaciales como pro-longación de las de la villa. En cambio, sí podríaexistir una diferencia en cuanto a su cronolo-gía y origen, ya que estas entidades secunda-rias, según ese carácter de dependencia delnúcleo aldeano originario, parecen nacer enmomentos posteriores a la villa, posiblemen-te como resultado de una expansión de supoblamiento y sus explotaciones. Tambiénpodemos pensar que estas entidades secun-darias poseerían una tasa de “mortandad” oabandono mayor que las villae, dada su menorimportancia a nivel poblacional. Esto parececorroborarse analizando las diversas tasas depervivencia hasta el día de hoy: las entidadessecundarias ofrecen un porcentaje muchomenor (41%) de continuidad mínima en laactualidad que las villae (77%) y las entidadeseclesiásticas (87%).

En cuanto a estas últimas, se trataría tantode iglesias como de pequeños monasterios,aunque realmente no existe una diferenciaciónclara entre ambos conceptos durante esteperiodo. En esta etapa conocemos 18 entida-des eclesiásticas mencionadas en la documen-tación consultada. Como ya hemos comenta-do, estos centros religiosos parecen jugar unimportante papel jerarquizador en el pobla-miento y su origen en ocasiones se puedeponer en relación con la época tardoantigua(estructuras romanas y necrópolis altomedie-vales). A la vez, según se observa a través desus tasas de pervivencia y en el análisis de cer-canía a las parroquias actuales, presentan unaaltísima tasa de continuidad a lo largo del tiem-po, ya que en su mayoría estas iglesias se asen-taban donde actualmente se emplaza una igle-sia parroquial.

Las características espaciales de estas enti-dades eclesiásticas no parecen diferenciarse delresto de entidades del poblamiento de esteperiodo: su distribución territorial tiende a laagregación o concentración, la distancia mediaa la entidad religiosa más próxima oscila entre1000 y 1500 metros y su emplazamiento suelecorresponder a zonas llanas o generalmenteno muy elevadas. Esto no debe sorprendernos,pues como observamos en el análisis de dis-tancias, estos centros religiosos se hallan en elpropio núcleo de la villa o muy próximos a él(a menos de 200 metros de distancia) 12 y en17 de los 18 casos de menciones a entidadeseclesiásticas, conocemos también una villa aso-ciada a ella. Todo esto confirma muy clara-mente el binomio villa-iglesia, es decir, cada villacontaría con una iglesia que forma parte fun-damental de la estructura de la aldea, funcio-nando no solo como centro de culto sino tam-bién como cementerio de la comunidad, centroproductor (pues sabemos por la documenta-ción que la iglesia tenía sus propias posesionesterritoriales), lugar de reunión del concilio dela villa…

12 Al contrario de lo que ocurre en otras regiones de la Península Ibérica, en el paisaje rural tradicional de Galicia no es infrecuenteque la iglesia parroquial se emplace “aislada” a cierta distancia del núcleo de poblamiento, como también ocurre en Nendos.

Concluyendo, entre los siglos IX y XI losdocumentos muestran en Nendos una seriede entidades de poblamiento que no podríansurgir súbitamente en este momento sino queparecen continuar una evolución iniciada enépoca tardoantigua. Se trata de un poblamientoeminentemente rural basado en una econo-mía agrícola-ganadera, y que parece concen-trarse con mayor densidad en la zona centralde Nendos. La célula de esta articulación terri-torial rural es la villa, comunidad agraria con unterritorio de explotación delimitado, y en laque se integran otra serie de entidades comolos villares, casales, agros… y la iglesia, ele-mento de referencia y jerarquización funda-mental en el paisaje. Toda esta estructura terri-torial comienza a ser acaparada y controladaen este momento por una serie de poderesfeudales que inician ahora una expansión quellegará a su auge en los siglos siguientes.

El territorio de Nendos entre losS. XII-XIII y su continuidad hasta hoy

La cantidad de entidades de poblamientoconocidas en este periodo es mucho mayor queen épocas precedentes y se distribuye prácti-camente por todo el territorio. Podemos con-siderar que este aumento de las entidadesconocidas, a pesar de deberse a un incremen-to de la documentación escrita producida yconservada, está reflejando también un creci-miento de la población. En los siglos XII y XIIIse asiste a una importante expansión demo-gráfica por todo Occidente, que también pare-ce constatarse en nuestro territorio. En primerlugar, los índices de dispersión indican una dis-minución o suavización del carácter agregadoy concentrado del poblamiento en esta etapa.Esto nos informa de la aparición de entidadesde poblamiento fuera de los núcleos anterio-res, lo que se puede relacionar probablemen-te con la ocupación y roturación de nuevastierras. En este sentido, comprobamos que eltipo de entidades que más aparece en estossiglos con respecto al periodo anterior son lasentidades secundarias, que aumentan su pre-sencia en un 67,3% frente al incremento del60,4% en las villae y del 41,9% en el caso delas entidades eclesiásticas.

En esta distribución del poblamiento influ-ye decisivamente, como en etapas anteriores,la cercanía a los cursos de agua y la ocupa-ción de las primeras terrazas fluviales, dondelos terrenos de cultivo son más fértiles. En estesentido, el análisis de cambios en las densida-des nos informa de que las entidades de pobla-miento se ubican a menos de 800 metros dedistancia a un curso de agua, siendo las máspróximas las entidades secundarias (a menosde 600 metros), ya que su vocación agrícolaes más acentuada que el del propio núcleode la villa. También visualmente comproba-mos esta clara tendencia a la disposición delas entidades preferentemente a lo largo delos ríos Mero, Mendo y Mandeo, de formaque el territorio de cada una tiene acceso alrío (que generalmente sirve de divisoria espa-cial) mientras que permanecen menos ocu-padas las zonas más alejadas de esta principalred hidrográfica.

Como ya hemos comentado, los siglos XIIy XIII representan en el territorio la consoli-dación espacial del feudalismo. En este senti-do, en Nendos contamos con algunos indiciosde esta implantación del poder feudal a travésde una serie de topónimos con referencias acastillos. De nuevo recalcamos que se trata tansolo de indicios, hipótesis de base meramen-te toponímica que deben ser consideradas consuma precaución. El emplazamiento concretode estos topónimos, según las curvas de nivel,se sitúa en zonas relativamente altas, aunqueno necesariamente cumbres, sino sobre todoa media altura en laderas, o en la línea de lacosta, en lugares con buena visibilidad sobre ellitoral y el mar. Estos topónimos sobre casti-llos se hallan algo más lejos de los cursos flu-viales que el resto de entidades, especialmen-te aquellos situados en la costa. Pero lacaracterística más llamativa de este grupo detopónimos es su distribución totalmente apar-tada del resto de datos y entidades que estu-diamos en este trabajo. Efectivamente esto secomprueba en los análisis de cambios en lasdensidades, en los que ya observamos comono parece existir relación espacial alguna entreestos topónimos y los castros (al contrario delo que se podría pensar en un principio), villae,entidades secundarias ni entidades eclesiásticas.

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Su distribución, según los índices de disper-sión, apunta a la concentración en zonas deter-minadas que coinciden aproximadamente conlos cuatro extremos de Nendos: al norte, enla zona costera de Sada y Oleiros, al Sur, en elcentro del municipio de Cesuras, al Este, entorno al Mandeo y el municipio de Aranga, yal Oeste, entre Abegondo y Carral, zonas todasellas con menos datos de poblamiento histó-rico. Tan solo parece existir una relación máso menos indicativa con los restos de épocaromana, ya que ambas entidades parecen coin-cidir en su distribución en torno a la costa y atres ejes horizontales y verticales en los extre-mos este y oeste de Nendos.

Todo esto parece apoyar la idea de queestos topónimos, o gran parte de ellos, corres-pondan realmente al emplazamiento de algu-na fortificación o estructura defensiva a lo largode la historia, para control y defensa de zonaslimítrofes y costeras. También podemos pen-sar que la cronología de gran parte de estosposibles castillos se podría encuadrar en elperiodo que estamos estudiando, en la etapade expansión y auge de los poderes feudalesque buscarían a través de esta red de fortifi-caciones asegurar el control y dominio de susterritorios.

La curiosa asociación de estos topónimossobre castillos con restos de época romana,podría quizá interpretarse en relación con lasvías de comunicación. En efecto, los yacimien-tos romanos, como ya comentamos previa-mente, se distribuyen con tendencia a la orde-nación, concretamente a lo largo de unos ejesverticales y horizontales que unen explotacio-nes mineras o asentamientos de los siglos II-Vd. C. Como hipótesis, esto nos podría estar indi-cando no solo el aprovechamiento de dichasubicaciones estratégicas de antiguos yacimien-tos romanos, sino también la pervivencia de lared viaria de época romana hasta el momen-to de construcción de las fortificaciones.

Por tanto, entre los siglos XII y XIII nosencontramos ante un territorio aparentemen-te bien articulado, comunicado y defendido. Sinembargo, al igual que en épocas anteriores, lavilla continua siendo, incluso con más claridad,el núcleo básico en la estructuración del terri-torio. Las características generales de su empla-zamiento son las mismas que en la etapa pre-cedente: asentamientos en lugares llanos o devalle, a una distancia de entre 200 y 800 metrosa un curso de agua y con una tendencia gene-ral a la distribución concentrada en el espacio,aunque de forma más suave que en épocasprecedentes. Al igual que en épocas anteriores,la villa aparece siempre en relación con unaiglesia, ya que prácticamente la totalidad de las38 entidades eclesiásticas localizadas con ante-rioridad a 1250 coinciden con un núcleo de villa,como se puede observar en la figura 2. Comoya hemos comentado anteriormente, las enti-dades eclesiásticas constituyen las mencionesque proporcionalmente menos crecen comoprimera mención documental entre los siglosXII y XIII, ya que la mayoría de ellas ya habíansido citadas por primera vez entre los siglos IXy XI. Esto indica que las iglesias y/o monaste-rios constituyen entidades de gran continuidadtemporal, cuyos emplazamientos sufren, por logeneral, escasos cambios a lo largo de su his-toria. Esta continuidad llega hasta nuestros díasen la red de parroquias actuales de este terri-torio. La tasa de pervivencia de las entidadeseclesiásticas medievales hasta hoy es altísima,como vimos anteriormente (87%), ya que ensolo 3 casos de los 31 totales no encontramosuna iglesia parroquial en el mismo lugar dondese emplazaba la entidad religiosa entre los siglosXII-XIII 13.

Pero esta continuidad histórica reflejada enlas parroquias parece ir más allá. Dada la rela-ción “entidad eclesiástica medieval-parroquiaactual” y la asociación “villa-entidad eclesiásti-ca”, podemos pensar que también existe unarelación entre villa medieval y parroquias actua-

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13 Estos lugares: Illobre, Xanrozo, y Xoanzo, constituyen zonas de gran interés para una prospección y excavación arqueológica quelocalice y estudie aquellas antiguas iglesias, desparecidas también de la memoria popular.

les. Efectivamente, el mapa de núcleos de villaeanteriores a 1250 guarda una enorme simili-tud con el de parroquias contemporáneas; simi-litud que se corrobora en el análisis de cam-bios en las densidades donde se denota unaclara relación espacial entre ambas entidades,es decir, una tendencia de las parroquias actua-les a continuar el espacio ocupado por la villamedieval. Igualmente, las zonas de mayor den-sidad de villae hasta 1250 coinciden en granmedida con el área de mayor concentraciónde parroquias en nuestros días, según se des-prende del mapa de interpolación. Pero ade-más, hemos podido constatar una gran apro-ximación entre las teóricas áreas de dominiode las villae según los polígonos de Thiessen ylos límites de las parroquias actuales, que cono-cemos bien gracias a los trabajos del SITGA.No se trata en absoluto de una coincidenciatotal (aunque sí lo sea en ciertos casos), perosí de una clara tendencia de los territoriosparroquiales actuales a continuar los probableslímites de las villae documentadas entre lossiglos IX y XIII. Todo esto nos indica que la igle-sia, a lo largo de su proceso de implantaciónen el territorio durante la Alta Edad Mediausaría la villa, que como sabemos, era la uni-dad esencial de articulación espacial, comobase de su presencia a nivel local, creando enellas iglesias con las que no solo controlabanla vida religiosa de la comunidad rural sino quefuncionaban como polo estructurador del pobla-miento. Con el tiempo, muchas de estas igle-sias en los núcleos de las villae constituirían lasparroquias actuales, cuyos límites, consecuen-temente, se aproximarían a los de las villae enlas que se emplazaban.

Sin embargo, no debemos generalizar estaspautas de evolución, ya que observamos diver-sos casos en los que dos o incluso más villaedan lugar a una sola parroquia actual. Estopodría deberse a una racionalización de la orga-nización espacial eclesiástica. Como se obser-

va en los análisis de dispersión, la red parro-quial actual muestra una distribución claramenteordenada y regular, que cubre eficazmente latotalidad del territorio de Nendos, mientrasque la distribución de las villae alto y pleno-medievales tendía más bien a la concentraciónen determinadas zonas. Por ello, es posible pen-sar que en la creación de las estructuras parro-quiales se unificasen, por cuestiones de pobla-ción, distancias u otros factores, zonas con variasentidades de poblamiento bajo una única parro-quia. Por otro lado sabemos que las villae sonentidades de poblamiento, y por tanto, sujetasa posibles cambios, como su desaparición, sufragmentación en dos (con frecuencia, comohemos visto, a partir de un villar que llega aser una propia villa), o la integración de dos villaeen una. Esto también parece indicar la exis-tencia de una cierta jerarquización de entida-des del poblamiento, ya que algunos núcleosllegarán a ser “sedes de parroquia” mientras queotros núcleos poblados se integrarían en elespacio de otra villa y parroquia principal 14.

Concluyendo, podemos decir que el feu-dalismo en la etapa final de nuestro estudiosobre el territorio de Nendos consolida y encierto modo cristaliza para el futuro un pro-ceso de articulación territorial iniciado diezsiglos antes. Los poderes señoriales que con-trolan la producción se hacen patentes física-mente en el paisaje a través de grandes y peque-ños centros religiosos que acaparan la rentacampesina, así como por medio de una posi-ble red de fortificaciones estratégicamente dis-tribuida por un territorio que ha aumentadosus límites territoriales y posiblemente su pobla-miento. Sin embargo, la estructura interna deeste territorio continúa siendo la misma de lossiglos pasados: una serie de asentamientos rura-les en el valle basados en la villa, cuyo territo-rio de habitación y explotación llegará enmuchos casos hasta nuestros días a través dela actual red de parroquias.

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14 A este respecto resulta interesante la clasificación tipológica de aldeas gallegas de J. Fariña Tojo, que propone para la zona coste-ra un predominio de las aldeas de un solo núcleo pero poco concentrado, o de varios núcleos dispersos, como parece observar-se en Nendos (FARIÑA TOJO, 1980).

CONCLUSIONES

A lo largo de este trabajo hemos intenta-do aproximarnos a dos ámbitos poco difusosen la historiografía medieval gallega, como sonel estudio territorial desde una perspectivaamplia y diacrónica, y el empleo de Sistemasde Información Geográfica y métodos de aná-lisis espacial. Como se ha podido comprobar,este trabajo adolece de toda una serie de limi-taciones que impiden abordar en su totalidady profundidad estos dos ámbitos. No obstan-te, sí hemos intentado presentar algunas ideasque consideramos de interés para el estudiodel territorio medieval, y extraer ciertas con-clusiones acerca de los objetivos que, cons-cientes de dichas limitaciones, propusimos alcomienzo de este trabajo.

El uso de los SIG en el estudio de los terri-torios, poblamiento y en general cualquier otroámbito que implique un componente espacialen la Edad Media u otra etapa histórica, cons-tituye una útil y eficaz herramienta. Por un lado,un Sistema de Información Geográfica suponeuna base o plataforma desde la que desarro-llar múltiples estudios, en la que se puedenalmacenar, organizar y consultar los datos delas investigaciones y en la que se puede y sedebe colaborar en equipo, actualizando, yampliando constantemente dichos datos. Porotro lado, los SIG permiten transformar, rela-cionar y adaptar a cada necesidad la informa-ción geográfica disponible y sobre todo, creary producir nuevos datos a partir de ella 15.

En todas estas posibilidades de los SIG, losmétodos de análisis espacial juegan un papel fun-damental. Si bien se trata de un ámbito nor-malmente ajeno a la formación de los histo-riadores, son justamente ellos quienes deben

realizar este tipo de análisis espacial y no elinformático o matemático, para comprenderadecuadamente cuando y donde es conve-niente aplicar estos métodos y cómo se debeninterpretar sus resultados. En este trabajo hemospresentado las utilidades de algunos de losmétodos más comunes en análisis espacial: cam-bios de densidades según las distancias a ele-mentos determinados, índices de dispersiónque informan sobre el carácter de una distri-bución, y las distancias medias entre sus miem-bros, el cálculo de polígonos de Thiessen parareconstruir las áreas teóricas de dominio terri-torial de una entidad histórica, y los análisis deproximidad o interpolación para crear y com-binar mapas de densidades. Todos estos méto-dos de análisis espacial pueden ofrecer al inves-tigador del territorio una serie de datosimportantes e inalcanzables a simple vista sobrela estructura de dicho espacio, de una formacientífica y objetiva que permite unificar crite-rios y comparar con mayor exactitud.

Por todo ello creemos fundamental la com-binación e integración de los SIG con méto-dos de análisis cuantitativo y espacial, superan-do el mero uso de los SIG como simplescontenedores de datos -que lamentablementetanto abunda en arqueología- y convirtiéndo-los en verdaderas herramientas de trabajo enarqueología territorial.

Por otro lado, toda esta metodología notiene sentido sino es en relación con un mejorconocimiento del mundo medieval. En estesentido, el uso del SIG y los análisis espacialesnos han permitido obtener una serie de datossobre la evolución histórica del territorio deNendos que también pueden ser representa-tivos para el estudio del espacio y poblamien-to en la Galicia altomedieval 16. La idea princi-

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15 Además de los análisis desarrollados en estas páginas, que suponen tan solo una pequeña parte del enorme potencial de los SIG,citamos como ejemplos de interés en esta temática, la posibilidad de crear ortofotomapas con fotografías aéreas o el desarrollo demodelos digitales del terreno (como el representado en la Figura 10) para el estudio y posible reconstrucción de la viabilidad medie-val, la intervisibilidad entre yacimientos, etc.

16 No obstante hay que tener en cuenta las diferencias geográficas e históricas entre las diversas comarcas de Galicia. Concretamen-te el territorio de Nendos posee unas características que lo han convertido en una zona más poblada y dinámica desde la anti-güedad y por tanto no todas sus pautas de evolución pueden ser transferidas directamente a otras zonas de Galicia. Por ello sehace necesario un estudio comparativo que permita distinguir rasgos comunes en las estructuras territoriales de la Galicia altome-dieval; lo cual constituye uno de los objetivos de la tesis en la que actualmente trabajamos.

pal que parece resumir esta trayectoria tem-poral ente la Antigüedad y el siglo XIII es la decontinuidad, o más bien, cambio en la conti-nuidad. No significa esto que el territorio deNendos no sufra alteraciones a lo largo deltiempo en su articulación espacial, sino que setrata de cambios progresivos que tienden aadaptarse y mantener unas estructuras másantiguas de organización territorial.

El propio territorio de Nendos constituyeya en sí mismo una muestra de esa continui-dad en la organización espacial a lo largo deltiempo. Aunque no se conoce como territo-rio individualizado hasta mitad del siglo IX, tantosu topónimo de posible sustrato lingüístico pre-rromano como su clara pertenencia al llama-do territorio ártabro en época antigua, noshacen pensar en un origen prerromano paraesta división espacial del territorio gallego. Porotro lado sabemos que el territorio de Nen-dos se convierte en un arciprestazgo de la dió-cesis de Compostela con el nombre de Nen-dos, y de esta forma (de nuevo la iglesia comocristalizadora y conservadora en el tiempo largode estructuras preexistentes) pervive hastanuestros días. Por tanto, el propio ámbito terri-torial estudiado muestra, lógicamente con mati-ces, una tendencia a la continuidad en la orga-nización espacial a lo largo de la historia, almenos desde época altomedieval, sino antigua,hasta prácticamente nuestros días.

También la estructura interna de este terri-torio refleja una alta pervivencia en el tiempo,como en líneas generales proponen otros estu-dios para el Noroeste hispánico, e incluso paraotras muchas zonas de Europa. Esta idea gene-ral y matizable de continuidad entre la Anti-güedad y Edad Media no es en absoluto nove-dosa ni revolucionaria (PASTOR DÍAZ DEGARAYO, 1996; NOVO GUISÁN, 1992; MARTÍNVISO, 2000; FERNÁNDEZ MIER 1999a, 1999b)sino que en cierto modo es lo “esperable” siolvidamos las ideas catastrofistas y de cortesbruscos de la historia tradicional, ya que unespacio poblado en general tiende a mantenerseocupado a lo largo del tiempo, a pesar de, omás bien, con toda una serie de cambios en lacultura, sociedad, política y economía. Más inte-resante es estudiar el cómo y porqué de esa

continuidad, es decir, las características internasde la organización del espacio, las relacionesentre entidades a lo largo del tiempo, las for-mas del hábitat… En este sentido es impor-tante recordar que el espacio no es simplementeun elemento “pasivo” en la historia, en el quese desarrollan los procesos y acontecimientostemporales, sino que constituye también unagente histórico de primer orden que condi-ciona e influye en la vida del hombre. Desdeesta perspectiva se debe entender el concep-to de territorio, es decir, el resultado de unainteractuación entre medio físico y humano. Ypara comprender dicha interrelación es funda-mental adoptar una aproximación diacrónicaque analice no un momento histórico incone-xo, sino la evolución de dicho territorio a lolargo de la historia. Sin embargo, hasta elmomento no se han hecho muchos trabajosque revisen desde esta perspectiva territorialamplia y diacrónica el espacio altomedieval enGalicia, que se ha estudiado preferentementedesde la documentación a partir del siglo IX,es decir, en su etapa final, sin retroceder a losdatos de época antigua. En este trabajo hemosintentado poner nuestro punto de partida entrelos siglos I-V d.C. donde creemos que se sitúael origen de la comunidad rural y el territoriomedieval. Así nos ha parecido observar duran-te la Alta y Plena Edad Media una continuidaddel hábitat y de la organización espacial notanto desde el castro y su espacio, como algu-nos autores proponen para otras zonas, (aun-que el castro sí siga siendo un elemento de refe-rencia espacial esencial y las villae se sitúen muycerca de ellos), sino desde los modelos y estruc-turas de época romana y sobre todo, tardo-rromana, auténtico origen del territorio medie-val, que la iglesia se encargará de desarrollarposteriormente.

Para finalizar, debemos recordar que todaesta búsqueda de datos del pasado no tienepor qué ir siempre lejos en el tiempo ni en elespacio. El paisaje actual sigue conservandomuchas e importantes huellas de la organiza-ción espacial y en general de los ritmos de lavida en el mundo medieval, aunque cada vezdesaparecen más rápido. Se trata de indiciosclaros y cotidianos, pero a los que nuestrosojos y nuestra mente se han acostumbrado ya

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que muchas veces siguen funcionando en nues-tra sociedad. Para descubrirlos solo se precisauna mirada atenta y curiosa porque, a fin decuentas, el presente es historia viva.

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41AyTM 13.1, 2006

Fig. 1. Límites aproximados del territorio de Nendos (en torno al siglo XII)en Galicia y en la actual provincia coruñesa.

Fig. 2. Datos recopilados en la reconstrucción de la red de poblamiento del territoriode Nemitos o Nendos entre la Antigüedad y la Plena Edad Media.

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Agro

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terio

Igles

ia y M

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terio

Luga

r

Mar

co

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aste

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VillaVilla

r

Número de entidades mencionadas en la documentación

Fig. 3. Tipo y número de menciones documentales relacionadas con el poblamiento medieval(ss. IX-XIII) en el territorio de Nendos.

100

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0

Villae EntidadesSecundarias

EntidadesEclesiásticas

Porcentaje mínimo de pervivencia de entidadesde poblamiento medieval (S. IX - XIII) documentadas en Nendos

Fig. 4. Tasa de continuidad con certeza hasta la actualidad de los tres tipos de entidadesde poblamiento entre los siglos IX y XIII en Nendos.

SAU QUADRAT

Date: mar, 08 de Jul de 2003Time: 18:05:43

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N. points: 72Selection: noMask: yesMasked: yes - 49Quadrats: 11x11# quadrats: 72Quadrat area: 7728400 sqr. unitsTotal area: 9.351364e+08Optimal quadrat area: 7728400Optimal quadrat size: 2780

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Fig. 5. Análisis de distribución de castros en Nendos mediante método de cuadrados con SAU.

Fig. 6. Comparación entre polígonos Thiessen de la red de castros y villae documentadashasta 1250 en el territorio de Nendos.

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Fig. 7. Comparación entre polígonos Thiessen de las villae documentadas hasta mitad del siglo XIIIy los límites parroquiales actuales (reales y teóricos) en el territorio de Nendos.

Fig. 8. Superficie de interpolación para representar áreas de densidad de castros y de villae en 1250.

Fig. 9. La suma de diversos mapas de interpolación da como resultado las áreas de coincidencia de mayordensidad de castros, villae (hasta mitad del siglo XIII) y parroquias actuales. Son las zonas más pobladas

y con más clara continuidad histórica en este territorio a lo largo de los últimos veinte siglos.

Fig. 10. Modelo digital del terreno (DTM) del territorio de estudio.

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0,003

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0,004

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00

0

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0,0010,0015

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0,0030,0035

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0,0010,0020,0030,0040,0050,0060,0070,0080,009

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0

0,005

0,01

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0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 500 1000 1500 2000 2500 3000 4000 45003500

Metros0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

Cercanía a castros de Villae en 1000

Cercanía a castros de topónimos en "-obre"

Cercanía a castros de Eclesiásticas en 1000

Cercanía a castros de Indicadores romanos Cercanía a castros de topónimos sobre castillos

Cercanía a castros de Eclesiásticas en 1250

Cercanía a castros de necrópolis altomedievales

Cercanía a castros de Villae en 1250

Densidad esperada

Densidad

GRÁFICAS DE DENSIDADES SEGÚN DISTANCIAS A CASTROS

Fig. 11. Cambios en las densidades de distintas entidades de poblamiento histórico del territoriode Nendos según su distancia a la red de castros.

00,0020,0040,0060,008

0,010,0120,0140,0160,018

00,010,020,030,040,050,060,070,080,09

0

0,005

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0

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0,005

0,01

0,015

0,02

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0,03

0,035

0,04

00,005

0,010,015

0,020,025

0,030,035

0,040,045

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000

Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000Metros

0 1000 2000 3000 4000 5000Metros

Cercanía a indicadores romanosde parroquias

Cercanía a indicadores romanosde topónimos sobre castillos

Cercanía a indicadores romanos de eclesiásticas en 1000

Cercanía a indicadores romanos de eclesiásticas en 1250

Cercanía a indicadores romanos de Villae en 1000

Cercanía a indicadores romanos de Villae en 1250

Cercanía a indicadores romanos de necrópolis altomedievales

Cercanía a indicadores romanos de topónimos en "-obre"

0

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0,01

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Densidad esperada

Densidad

GRÁFICAS DE DENSIDADES SEGÚN DISTANCIAS A YACIMIENTOS ROMANOS

Fig. 12. Cambios en las densidades de distintas entidades de poblamiento histórico del territoriode Nendos según su distancia a yacimientos indicadores de cultura galaicorromana.

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0

0

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0,001

0,0015

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0

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0,01

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0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

0 500 1000 1500 2000 2500Metros

Cercanía a ríos de castros Cercanía a ríos de topónimos en "-obre"

Cercanía a ríos de indicadores romanos Cercanía a ríos de necrópolis altomedievales

Cercanía a ríosde Villae en 1000 Cercanía a ríos de Villae en 1250

Cercanía a ríos de eclesiásticas en 1250 Cercanía a ríos de topónimos sobre castillos

Densidad esperada

Densidad

GRÁFICAS DE DENSIDADES SEGÚN DISTANCIAS A LA RED HIDROGRÁFICA

Fig. 13. Cambios en las densidades de distintas entidades de poblamiento histórico del territoriode Nendos según su distancia a la red hidrográfica.