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Arnold Gese/1 El niño de 7 y 8 años

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Arnold Gese/1

El niño de 7 y 8 años

El niño de 7 y 8 añoe

Gulu para podre• - Ser~ Ge&ell

51 A. OeHlf • O 1111o t» 1 • 4 l/l'to6 1»2 A. ce .. u • Dl'lf1oót5y5-"oo SS A..Ce ... Cf,..,dt7y1Jr'1cu &4 A. e-·• Fti-'O•trto-. M . A (;oMI 81'01odo 11 y lh .... S6. A. C..ol El-dollyl'-!!tl A. C.. .. ll~•* ISy 18'-'o•

Arnold Gesell Director de la Cli'nk:a de Desarrollo Infantil de Vale

El niño de 7 y 8 años

lttul" •••~·n.l 1\. Cld/J /rr~lfl i"tH' I!" lt -r h'•ll·l•ll, .. 9 y lh) 1\tNi._..Cto t'' ,,,11(--.1-,c'' H••r-cr & liríllhl.:n, Nlh."\11 'r'utk

1 rwdln "' "• • k- h., ••• Jn 1 i'tdd y l1u• .. .a...._.,,,, r .. ~ lrt~tc.n.,;o t 1~ 1 'u* UatC* Allnl!ly(tkn•tt.'f 'W!"..,.ISII)ftd~T~trr. ROCJ

rt'{l,ti•ilt lrJRJ r nlit -..ht t t.' Gule~c f'tl"lll'lh.in~ !tJIJrl Rrrmpn"'~"-. lfhn

1\tull· \

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D. R. O 1 QRl de inda.. las Clllc.utt~.:s en ~·t\1tdlmo. [ rluori•l l'llodt>•. S.A.I C.~ .. ooreo•• ~11'1. pi<Ol l. l()b$ ""~nnll A In: ~t. Art(cnluiD y lJodU!1e< Pooló~ lbén<~, S. A Av. [)io¡¡..oonl M•2 M4, 08034 BarcciOM. 1'"1''1\a;

D. R. ot· do NA trfknlro l:.trtvrial P•kkl< \lc.,caruo, S A Rubén ~)urjo 1 1 ~. rol Mndcn.., 03510 M<,rw. O~

Sumarlo

1. El NIÑO DE SIETE AÑOS

Perfil ct. conducta ........ ..... ..... .. Raegoe de madurez .. .. o • • • , , •••• • • ••

1 CoractctO;tieos tnotr~r.us • • • .••.•.•. 2 lilQtene persone! .•.. • o o o • • • • • •• •••••

3 Elcprcslón cmocoonol . . . • . • • • • ....•• 4. Temores y suel\os ........... •••• 5 Personalodod y sa•o ... .. .. ......... .. .. 6. Rclaciottas lnterpersonalos ••...... ••• o ••

7. Juegos y pasatiempos • ••....••.. • .• •• 8 VIda oscowr .. .. o .. ........ ..

9 Sentido ético ...... ....... .. ..... ' 1 O. Imagen del mutltlo

2. El NIÑO DE OCHO AÑOS ... ••••

Perfil de conducta . . . . • . • • • . . . . . • • • • • •.. Raegoe de madurez . ..•. ...... .. ......

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9 18

19 21 29 33 37 41

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61 72

7

1 Cnrocterlstlcas motrices •• ..... ••• • • • · 2. H•glene persono! •••. .•..... • 3. Exprcsoón emocional • ... .••• 4 Temores y suel'los . ....• · • • • • S. Personal.dod y sexo .. • • .. .. ........ • 6 Relaciones •nterpersoooles • • • • · · · • · · ·

7. Juegos y pat>OIICmpos • • • · · · · · · • • • 8 V1da escolar . . . . • • · · · · · · · · · · • • • · 9. Sentido élk:o • • • • • • · · • · • • • · · · · · · • • •

1 O lmagllf\ del mundo .. ...... .. • • • •

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102 106 112

C.pitulo 1 EL NJÑO DE SIETE ALQOS

Perfil de conducta

A los s•ete años se produce una espcoc do aq ... f.ltam•ento Los seis años tendliln o producu reaceoones Impetuosas y explo­s.ones de <JCI•vid¡¡d El nrno de alele olio~ ell dvleso prolonga· dos periodos de colma y de concentniC•ón. durante los cuales elabora lnteuo<'lnente sus Impresiones abstrllfdo del mundo 8>1teriof. Es una edad de a31mlloctón. une época en que sedl menta la experienc•o ecumulada y se relacionan IDs e>ptJnen· clas nuevas con l!ls Mtlguas

De ec:uerdo con esto, el nl~o da aleta !liios es un buen oyen­re. Le gusta que le le¡¡n, le gusta escuch.:lr un cuento dos y tres veces lmaglnadlo acurrucado en un s•llón o esllredo en el suelo, escud1110do 111le<-mlnablemcnte la radiO Imaginad su res· puesta a l.Will lnlefVCnclón brusca• le <JI,gusta todo aquello que veng3 o lnterfeur con sus med•tac•ones. le desososoeoa no poder llegar a alguna conclusoón. Todo ello aogn•l•ca que ha elcan:rado y¡s un nivel supe IOt' de •n.l<.lure7 La bpoj¡Jrodad explo­tlrVél cede el lugar a lo con$011d5ci6n Interna. Pot cons¡gu.ente,

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ti ni~ de., 't. -'el

parece mós •nlrovert•do que el inBJ<¡>!!rto nlllo de se•s al'\os , Los padres d•cen a menudo ·Ahora. es un n•ilo mb bueno. • Básiel!lllente, oomo es lógiCO, es el mismo nollo en 0011 ro•eva etape de crecimiento.

Los !lete Mc>s son 1.11a edad agradable. a oondocl6n do qoe se respeten los sentlmlentos del ruiio Sus scntlmlentoe nece!li· tan una nueva y sut~ cons•deracl6n, porque es propenso a sumirse en estados contemplatiVos durante los cuales ordena sus Impresiones subjetovas Esta tendencia de medoocl6n es un meconiGmo psicológiCO mediante el cual absorbe, rev1ve y reorg&nlz& sus CJ<pcrlencias.

Como adultos, d•llc•lmente advertimos cuánto llene a(., por aprender un mño de siete años -oo en conocimoenlos de hechos. sino en oompoens!Ófl del signifoeado de l&s mo•IUples 111luacionea vo~lcs que lr1clden sobre él en caso y en la e&co&

b- Estoe eogn.fowdoo son, en esencia. S611tmentos No sur gen en modos defhdos: deben ser • elaixlfOOoe • y pr1ICilclldos mediante la octMdad mental Ta• como el bebé de cuarenta semanas llega a dom.nar dos rubos rncMéndoloe. golpeándolos y combonóndolos. de la m<sma manera el noño de slete añoe moocja, rned11111te el e,ei'Cido de su fantasla reflexMI ~us matc-11ales psicológicos recién descOOiertos Se trato de un proceso de crecimiento Medoante él, aprende 8 modular los slgn10co· dos do cosas y personas. Mediante él, supera la prtmltiV!IImpul· sMd&d de l<lmadurez de los seis años y hace nuevos adelantos en el sano de la lntnrJCIIda cuftura que continuamente se le l<ripO·

ne. Nunca debe oMdarse cuán vasta es esta culturo y cudn lgno·

rill'lte de su e.1lructu1D es la mente del niio de soete ar'los. ~ste fl8()1$18 sus momentos de reflelaón tanto como sus momentoa de acCi6n 8 noilo realoza sus adaptaciones lento medante su vide onterior, como medanle su ~·ento CJ<temo

Esta vld6 ontenor es el aspecto oculto y aut•l que requiere de nosotros cierta deferenCia. No podemos hacer ¡ustocio a la

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psk:ologla del n>llo de slete ailos. a menos que recono2C8mos la lmportMcoa da su ectMdad mente! p~ E lo expl.c;a sus ocasionales periodos de cll'l'lac•6n. sus ocaslona'es descuo· dos. los periodos secundarl()s de lflsteza y de ktnoenl~~eoón. el ceño fruncido, el refunfunar. la timidez y una clcfta mcfancoli."l no del tocio desprov•sto de encanto.

B niilo toma más de lo que da. Dentro de un a~o. ser~ relo llvamente expons•vo y se pwyectarñ sobrs el Ambo'f118. En 111

octualidad. p1ensa y repiensa las cosas en funcl6n do la repcr cusl6n de éstos sobre su propia pcrsonalkkld. Su actl\oldod mental es mucho rnás ontensa y actova de lo que pudiera pare· cer superflclalmente Estaró sumido en un estado de embclc· samlcnto: de ¡liento le 1lum•nará la DAma de la 111sl6n y correrá a clam!ll" o propagar lotdea revelada. Tiene buenas Intuiciones y se ot.ane a ell.ls S1 se le pide que exp~qve algur"' do sus relle><oones •nlu•llvas. d·r&· • Mra. simplemente se me ocurre algo en la mente •,

Aunque dado a 1., concent<8CI6n. el noi\o de stete !11108 no es un M>lacoon sta No sólo esttl adqulñt!nclo corlC•encia de Si mosmo, sino tarr.l)én de lo!; demas. Su se•lS•bol.dw frttnte 11 los 9Chlud81 de loa demás eurnenta constantemente Comienza a ver o su modrc desde un nuevo punto de visto. Conqui~to cklr· to grodo de 811p6roción respecto de ella, desorrollondo nuevas lldheslones a otrvs personas. Con frecuencia. ansia tener un hcrmoolto o hermanito. Revela un nuevo inteoés por su padre y por los componeros de Juegos mayores qua tll. Y por lo general, se encar•il8 noucho con su maestro En su casa. en el patio de Juegos y en el aula escolar podemos observ<Jr c6mo se profund'zoo •us reiiiClooes personal-sOCillles

En la eac.,.!o es donde resulta més tran$parente esta susceptlb~ldad 8 la act•vidad social. Una nlegrfa puro. sin mezclo. le .nunda cuando la maestra le sonríe Le gU31o aster cerca die ella. tocarla y hablarle. Habla con el Rn de estable·

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cer una relac•ón personal y poner en ¡uego sus copactdades. Al comenzar uno torca. pregunta' • ¿Com•enzo ahora?·. como si no pudiero hocerlo sin connrmaclón verbal. Parece depender en grado extremo de odvertenci3S recordatorias Y de onent~~tión verbal. Cuando sea meyor, será más duel\o de si mismo, rnós •ndepend ente, ol menos en las tareas socia les mós sertc•llas

En un aula cordoal de seg,Jndo curso. cada "'ño llene pro­bableml!l'lte una • elaeíón personnt con lo mae$ltll. La maeslr8 .ntel,g8f'lte reconoce o$18 retaci6n como un mecatusmo evolu· tJVo CII'Cula en Silencio por toda el oula. do manero que esta s.eMpro al o•ca~e de cada uno de su'l alumnos y puede hebiN!es •nc!Mdualmcnte Sabe que ellos necesitan de la con­ve~ para estbblecor conlliCtos soc•Jics y para poner eo claro sus propios pensam•ontos. Ut•aa este convarsoción per· sonaJ,zedJ como técnk:e para mantener la armenia. pera crear ciertas ex.genclas. y p111'8 fomentar la confianlll do los alumnos en si miSmos. No gobierna desdo 'u trono Al establecer •ola­clones muluns bntll'ci>>S en la com¡lfen5lón, e¡erce una podero­sa lnrluet1cio sobre la orgon11oción ornoclon8i de sus alumnos El desarrollo de l.:l pcrsoneltdad es do sumo Importancia e esta edad; el segundo curso nccesllo. en eapec•11l, rnaestros sensl· bies y perspiCOCCS.

l:n cese. como en la escuela. lt1 conduelo personal-socl&l del niioo revelo una creciente conclonclo tanto de si mismo

como de loe demós. Es más oocl81 que e los seis al\os y son rli$nos probables las Intensas reh1cgas con le madre. Emplea el pronombre plurol ·nosotros• cuando se refiere a si m1smo y a su madre. Le agrodu hacer cosas pera ella y para el padre. si ello no le obliga a mantenerse demasiado tiempo y deml)­slado estnctnmento ocupado en tareas soltta11as. Se ooppta mejor a 1!18 tareas b<eves y ncces•ta el11¡>0~ repclldo de un lenguo¡e amistoso. Con este apoyo. se con111erte en lel.z ayu

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dsnte y recetlero durante lodo una tordo en eljardln Oulere complacer.

A pesar de ello. cu vena de Independencia se ¡l(Ofund•za. En consocuencr9, en algunas ocasiones :;e opot1dr6 a la madre con un demostrativo • Pero. momé .• Algunos veces. se concentra en si m.smo y murmure como sugiriendo que no quiere pertl!l'leoer a la lemd•e y que la lamil.a no lo qu•ere. Pue­de eslar ·furioso con la madre· y adoptar un aore Malhumora­do. Podemos suponer qli8 este • espntu de oontrod.cc:ión•. si no es llevado a un extremo. lonna parte de un proceso normal de elejam•ento evolutovo -de eutodestet- Es "na fonna de conducta más duroclcre que la egres•vodad verbel y los etaques fi51C08 de un año atrás.

En lénnonos de do!sarrollo. •• comple~;~mente naturoJ que a los siete oi'oos el nil\o se<J dóc~ en ulgvnAS ocasoones e "'pe· noso eo otr'llS. En rea&d.ld. su organ•lilCión no es tan estable como pare poder funcionar 11 un solo owel sostenido. &Jste una consrderoblo vort<lbildad de un dla 11 otro e Incluso dentro del mismo ella Los Cll'l'booa <i<l '""'lO von desde el n•llo dulce y bueno hasto el malhumorado y llo<oso.

Su •ndependonc•o. no es lo sufiCientemente robusta para perrn.urte Juegos que requleron un alto grado da cooperación. L8 organización de su juego colectivo es poco coherente y predominan aun los nnes ond•vlduolos. • Los toros • es un buen juego Hpico que refleje su nivel general de cooperac•ón No es buen perdedor s• ullll 8•1uoclón de juego se vuelve demasiado compleja y la3 cosas no morchan a su manera. el n•1o de s1etu al\os corre o su casa con una deciDración mós o menos ¡usta -·abandono• seguida de murrnt•lios calumniosos ue •tram­posos•, •ffii~VtiOOs• e •InjUStOS•

SIOtbmonos debidamente complocKlos unto esto rectotud en germen. Es evk.lanto que el nll\o de siete oños estb dese· rrollando un sentido étiCO. Com•en:o a di:oCri'l'inar entre lo

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(J f\t-'cl ... 1 , 1 atto•

buuno y lo malo e.1 olfos ruiios e •nclUSo en al mamo. Co­

mle<lzee tener concleOa& de las BCIJtudes de sus comp~~óeros de juegos. osl como de sus actos: • ,No quiero que los eh cos me hegen burla1· Se IM!'lJuenZB SI lo ven lol'80' Su li!Jillo 88 menos onfanh' que a los seis años: prov.enc más del 1nte-101' a

man"do, cl<t ¡¡u &en~•bí~dad herida Sn embargo, 8pf410de e

recobrar 13 clllma y de¡ar de llorar. llcnde a ser mas cortós. a cOnlf.lortar&ll m~)Of cuando no está en cas.l, lo que tembiérl

representa una consideración hacla 1¡, buena opinión de los domOs

Los ataques de cólera están en vlas de desaplltlCión En lugar do ello. el nli'lo se ret1ra de la escena rofug~ndooe en

accesos de malhumor. o haciendo un aptesurado mutl~ ocom·

poilodo de un portazo Aun en estos estado6 de ilnlmo. puede haber corn1ctos -confliCtos que no carecen de Importa ~c1a

ét~ lnvent11r c08tl8das o acusar a los demés son rll!IIJOS comu(l(!s La acusación carece. por lo general. de funda'l'en

tos: Jltl<O le coartada pueda te.•er ..-.a paca de 8flei\Jpulo51dad: • En este mismo momento •ba a hacet1o·

Junto a e~le grado de autoengai\o, podemos esperar CICf·

la cantidad de - por aSI decirlo- ment1ra Pero ex1sle una

crec•ente preocupec.On por la iniquidad de la moo1t0ll. LD preo­cupeclón es. en realidad. eJCceslva en cuanto a la capocldad lntolcctU.:II del ni~o para ser veraz y no deberlo imponórscle

med1onte 1011eroa exhortaciones a su hooor Su sentido de la propiedad es 1111álogamente lnnu1duro Se

aprop1ar6 do lilplccs. de gomas de borrar o del diapasón de la

moestra de mú81C8. con uno roferenciB que seria ao<preoden­

te st no compren<Mf'Cimos la complej1dod de la honestidad ébca Ea ciernas odo temprano pera cal.rocar de robos sus l,m;.

tacrones. s, el nli'lo no comprende que ei ~ón pe<tenece

a alguna otra pef'SO<\a, se debe a que se eocucntro demasiado absorto en la SlltiSfacoón de tenerlo pera si mismo Dentro de

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[lf\~11·7•~

un afio. proOOblomente sea capaz de proyectar 888 sentimien­to de aotlafaccrón IIIClbl-e el verdadero propietano. Y loego haré

una dtstlncl6n culturalmenlc adecuada entre tuyo y mio

1Co•>sideraré entonces el fn6nOarruenlo .No robar$a• ' Estos senLm,entos éticos en cuanto al significado de Ln

<)()Clones llcllan t<empo para crecer Recordemos u1111 ~1 mils la con,.,te¡d8d de nuestra cullUI'l!l y del proceso de adaploción

a eii.:J. Por la proyecc1ón dramática, el mño de suls años se ide.•llfica con la cultura principalmente en términos do acción. El de siete allos proyecta tanto en términos do sontu111ento

como de occ•ón. ComlE!nza a sentlf la Importancia de lss acclo·

nes. no sólo pero si. tamblén para los dcrn,js llene olgunos

preocupaciOnes sintornállC8s Su tateo evolutiva conSiste en

adaptar sus reacciones emoclonates a las sanoones culturales

conscrvoodo . al nusmo ltempo. su pr00111 Klenhdlld Ovbe CliP"

ter la vida emocronal'llente tanto como 'nletecluolmentc Su

111to.llgoncia de creomento se fl\af'ibe~ta por rr.üdoo de la per­

cepci6n de la naturaleuo '"tenor de las cosas. au sabiduria en tf!"C mento. a través del sentodo que adq!Aere dol slgn ftcodo de GuS OCIOS

A los siete silos. 8pf'eciamos nuevos indicios de copee~

dad critica y de razonamiento. El niño de siete afros es mlls reflexrvo: se tomo lternpo para pensar; le Interesen la• con· cluslonee y loa desarrollos lógicos. Se puede razonor con ól. Incluso en situaciones éticas, cargadas de emoción. Uulrza

el lenguaje con mayor hbertsd y 8daptac1ón. no sólo pare

establecer relaciones, sino también paro hocer cornentonos

corcunst..,•c~ales sobre todo aquello que hene entre manos

A menudo. estos comentarlos sen autocri licos: ·No puedo

hacer esto• . · No puedo pensar en lo que Sf\IU9 • , ·Oulzil

ulga b'en• , · No he temdo eso en fa escuela • , · Creo que

sé• . · No puado rcsol\lerlo•. ·¿Es eso lo que te correspon­

de hacer? • , • Oh. 8$pera un m1nulo• . • Estoy atrasado• .

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• Tengo que pensallo• , • ¿Qué me sucede?• , ·Esto está tor· cldo. no puedo hacerlo recto•

Hace cntoocos ~u oparfclón la goma de borrar Una Y otra vez deslrnye con I;J goma los valoente$ tro•os de su lápiz. Cll!li podrfamoo IIMlor e los siete años · la edad de la goma de borrar. Algunas vaces. el niio murmura expr8SIOOI!S de menos

precio hacia sí m.smo a mecida que borm y sopla sobfe su tra · bajo. pero no por ello deja de luchar pot lograr me¡oret resultados. Que el meOOISprecio esté teñido de un toque de tristeza concuerda con el carécter del ni/lo de siete años

Pane integrante de esta meduret as la perseveroncio. la tendenc•a a continuar y a repetir la conduele que bnnda 88tJS· facciOOfls.. EscuchO la tD<io Í()C<If\sablemente DibuJa un avt6n de bombardeo adeplado a su fanteo;ie; lo vuelve a dilo¡ar uno y otra vez con pocos vill'iantes. Persevera en los juegos eeb· vos tanto como en los reposados Uno vez que se ha lanzlldo o una persecucoón o una lucha. tiende a hacerlas más y més Slllva¡es hasta que el ¡uego pierde este cor.lctcr Se locl•na a saturarse de IM cosas. no a cambiarlas En los ¡uegos de nOI

pes. q01ere seguir JUQando hasta ganar En VIrtud de todo elo. resulta claro que el noilo do soete

al\os ha progresado hesla llegar mucho més allá de las ten· dencoas impulsivas y eposócilcas de la madurez de los seis oflos. Aunque centrado en si mismo. está menos absorto en 8i mosmo. Su pensamiento es más socoal, m6s prolongado. més seriedo. més concluyente También es más curioso, incluso cuando se ooncootra en si mismo pera elabotar sus exper$1· coes y corrpender sv Sl90lfocado Su hgazón con el •llqiJI Y ahora• es menos estrecha.

Su VIda mentol comtenza a abarcar b comunidad y también ol cosmos 11ene una r10elón más ontallgante del Sol. de la Luno. de las nubes. del color del fuego y de la C041eu terrestre Le Tleml y el cielo se unen A los seís años. el n,/lo reproclucl3 el

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cielo con una mancha arul. ahora. sus d1buJC)8 llenan el vacío. la Tierra y el cielo se unen poro formar l.l'l honzontc. Las personas qve habitan la Toerro adquieren un slgniflcodo m{ls sociológico: el agente de poUcla. el almacenero, el bombero. El nlllo de &late onoe siente l.l'l lntercls er> conbr'l)() IIU.._,Io por la coml.Olídad Con todo candor, debe"" decorse que no le atrae mucho la cui­tura desaparecoda del indo arnencano. IIUrque el curso de sus estudios exija un trobojo sobre la VIda de los 100os.

El niño de siete a~os esté conquistando la orientación en el tiempo esl como en el espocio. Sabe Icor la horA; puede nom bror la estacoón del a!IO en la que se encuentra y. por lo gene­rol, el mes. Aunqve sobe oSOCiur una ho<o cspedl'oca con una tarel! concreta no hey seguridad de que recuerde la hora. Su CO<DCterÍStica concentrocoóo en si nwsmo se Interpone dema-81800 fiicllmente. del rlldnera que necesita se le prevenga de antemano. Y si lo olvoda. argOint •Oh, pero no me lo recor· dos te • Quiere y espero que se le recuerden los cosas.

Aunque se Ñ1toreea por las hadas. los auperloombres y los relatos de rneg•a, comienza a manofestar una preocupacióo CIISI oenLflca por los COllsas y oond.cioncs En secreto o no. alornenta cierto escepticismo en cuanto a la veros-mi&tud de Santa Claus (aunque no en detrimento do sus lllegrias e ilu eiOncs de Navidadl. Oevela un mec:lttado hoteréa por Dios y el Cielo y plantea preguntas concretas con respecto a ambos Ha abandonado la •del! de que es Dios qUtan mueve las nubeo Los MJ$terl08 de la muerte no le abrumen. pero demuestro un

eellalado onterés pcx sus posibles causas A peser de todo no dlriamos que el t•plco ni/lo de 919te

al\oa es un Hamlel meluncól<co que COIIIIO exageradamente eobre las parltdojlls do lo v1da y la muerte. Siente la vida en lodos sus miembros. fCSplm a pleno pulmón, trepa érboles. se -Ira. pelea y se revuelca. juega a ll<gdantes y ~drones y e to. •Comandos· Descuida su pañuelo. su sefVll•cta y los cor-

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dones ~ los ZII!J810> llene orranques de actiVIdad y de tonte­ra. asl como estacloe de enr;OOaciÓn

V s111 embargo. al esboliJr un retrato slntétlco del 0>11o da siete aJios. os necesario destacar •••a vez mas las tensiones •ntema• que cons~tuyen 111 dllYE! de su p•ICOiogla. Se encuenlla rund..mcntalmente en una el!pll de aslffiiiiiCtOn. en la cual des&­rrolla ""' eqoJilibllo actrvo 11ntre sus 11'1Cl1n8c10nes lfliQflOres y las eiUIJCnc:•as de la cutura. Aporta a la tarea un fondo de inteligen­Cia natural sin elrilergo lo tarea no le compete solamente a él. Hay demasiados valores llft,r~e,alos y conRICll110s en la culture. 8

nlllo necesita. sobrt1 todo. una onenta<:IOO selec\J\'0 qoo haga JUSUcla a las sut•k!zas de su cavilosa vida Interior Es demasiBdo ft\c:JI ~· nl<ll Es tTMJY rae• oblgalie a lw:er cosas

No obstante. el 1-..'to hace más concesiones que nosotros. Es suscept•ble al elogiO. es sensible a la desaprobación h8Sia llegar a las lágrimas Los reprensiones y el cosl'ljO lis100 son demasiado groseros para el delicado teJido do su personali· dnd Su sentido ético es Inmaduro sólo porque es tan recien­te Pero en sus meean.amos y en sus primeros modos. esto eenliclo ético desa entrevef una sensibilidad que el rJi\o vo/llt!ré a e•pero:nentar en loe orios de adolescencia.

RASQOS de madurez

(Los rosgos de ('11(1(/uroz que siguen no dcbco ccnsideror&O como normas rigidOJS n1 oomo modelos S<~Wn s1171plemet>re para e¡empliñcsr las clases d8 conducta-de$88ble o indes&B­bl-que rieoden 11 prese.ltarse a esta erod Ctlda n.iño posee un modo mdrvidUDI de crocimiento, que 18 Bll ú•uco. Los resoos de c;ouduclo aqul dBh•ISildos se puedon usar para lnterprcttlr bU indrvldualid8d y para considerar el nf\1(1} de mtJdurez qus esa mtlo ha alcanmdo.J

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1 Camc:rerlslicas motncos

Aau..;dad corpclfal

Siete parece menos efCIVOSCente que Seis pero tiene repentinos esv.ldos de comportamoento muy actM>. Algunos riños son más Intensamente actlllos que a 1os ses <Ji\os y. en el otro elrtre­rno. un peq;.¡eño número ee troiCho menos IIC~\10. c;AAro los prt· ll1PfO(I presenten ITIO'Jimientos corporales de tipo co.-81fonna

S1eto es mas prudente en su manera de afroMar nuevos lrahajos. Demueslfa uno nueva comp<et>siÓn da las allwas y ce comporta con prudenCia cll!lndo trepa

Aep<to mcansabfelll(!lltC una actJV•dad hast;~ dom•nar1a Puede lene<" • periodoe • en qut1 sólo se dodr:a a ;n 11po de IICtiVIdad y luego abandonarla repentinJmcnte por otra. Su 1nlerb por el p•ano o la danz11 posee un Importante compo­nente molliz. Sus cx,genc1as motriCes pueden constitUir una ~~t~rdadera necesidad. pero -como en otrns P<:tlvldades­

Jl""de perder eso lntorés repentinamente . En aus juegos a aora Cobre, S e te pasa de u~ e•tremo a otro.

En OC8810nes se muestra desenfrenado. corra y hace volar un a\'16" de papel que ~ mismo ha hecho. en otres. se contellta con comrnar convetS&r, tnte11;arnboar tor¡Atns o Juoaf a la casa.

Las niñas ocupan su tiempo saltando 11la cuerda y jugando a la •rayuela· pero tomb~n oocuentrnn placer an jugar a 13 casa o en recoger Rores

Una postura lavorrta. especialmente entfu los nllios. es «os!Ofse boca abap en el suelo. apoyándose en un codo y moviendo las picmas mlcnlros leen. escrilen o tlliOOjan.

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Ojos y manos

A l<>s s~ete Dl'tos. 13 po~tura es mas tensa y un.latetlll que a los seis. El n1ño mant•eno una misma posición durante un periodo más prolong3do. Se s•enta con lo coLeza hacia adelante e Incli­nada 1 gel'8fT1ente hacoa el lado no dominante. que es el más tenso y más próximo al cuerpo M19n11os escr.bc o escucha. apoya a menudo 18 cabeza sobre el brazo lbre. po81CIÓ<l en la cual ocluye a voces uno da los qos.

S.ete es odlcto a los l<'lplces y a las gomas de bomlr: dc¡a de lado ahora la carbomlla plllü pintar al pastel. prefinendo también el lápiz duro. Su pre1111aón. aunque ng'da se aiiOia casi de pronto y ea propenso o dc¡ar caer repentina.,;ente el lapa moentras trobil¡a

El niño SE> ~r~tere911 por los tarnal\o8 reléltNOS: la altum de sus mayúsculas y minu"Culos es ahom más unif()(me. aunque el tamllño d•sm.nuye regul.lm1ente a !f'ed•da que la escntura edelonta. En sus dibujos. t'llfl<OSilntala l•gura humana dotándo· te de proporciOnes relaiMis más correctos que antes.

Los mown•entos penférlcos le distraen menos que o los seis allos Su tare& le absorbe y mantiene la m•rada dentro de

un ñngulo peque/lo. Todavf11 tiene irlclolDCIÓo a tocar todo lo que ve y 11 couerlo on los mono:~ y rnan1pularlo

2. Hl{llone personsl

Comida

Los hábitos de comida del no/lo de &•ele ellos presentan muchos cabos sueltos que recuerdan loe hébuos del de seis allos. pero el progreso rt~iatJvo del nillo se compendia en la ob80tfVadón de la l1lo1dre •ES lf'enQB 1mt1M1t8 que h;)ce algún tiempo•

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(1 ... "o. 7 -'"

Apetito. -Algunas nJilas de nuestro grupo mue31ran aún escaso apetito; gozan do su comida més como anticipación que como real•dod Algunos nl~oa, en el extremo opuesto. t.enen un gran apellto y son objeto do bromas por ser •gor­d.nOones• Estos nlllos muest•an •nchnaclón a de:¡arrollar malestares abdomlfloles. en espec&al aJ l>an com>do demasia­do. o dernas.ado ráp•do .

Rtte~ y prc(CI'Cf!Ct:JS. -Siete expresa clao~t~•~te sus gustos y avetSaOrlea, aunque no con tonta Intensidad como a los seis eon.enza a supetar sus OV8fSIOrles com•endo cor>s.

Cloolcmcnte llilPientos qua le desagradan Esto le resulte dlfic¡l, pero él miSmo se lo fac,Ua dcspoc:h3ndo el plato desagradabie al comienzo o 111 llnal do, la comida

Ayuda -S~ete mot~eJ8 mecfianamcnte boen los cubiertos y muestra menos Inclinación que antes e tomar los a mentoo con los dedos. Todilvio le rua~;lta d·fd Coge<" algunos elllliOOtos con la cuchoro o el tenedor. S•n usar los dodos Ibas para empujar­los Algunos n.,os cmplcamn pera ello un trozo de pan. otros, un Instrumento Bllflee•efmenle construido oJ efecto; poro, si sa les dejara elegir la mayoóa preferirlo usar los propiOs dedos.

Comporramoerlto en/¡¡ mesq -A los siete allos, el n1ño está más capacitado para comer con b fam1llol Como parte de su proceso general do cploconuonto. ehora puede scmorse mejot y puede. Incluso, demostrw Interés por escuchar lo qua o;e can­-sa en la mesa y por contJl( algunos de sus propias elCpCnen­clas del dla Su1 embargo. les d1strae féc~monto la mención de algo que sucede fuera y. con frccucnc•o salta de su slla para Ir hasta la ventana y ver por si mismo. A menudo. dcse.lll'oor con­sigo a la mesa un objeto que ocabo do despertar su Interés como. por ejemplo, un lbfo de hrstonetes.

Es lento pera !ICUd•r ala lf'eS8 y por lo general neces•ta una aegunda llamada. A menudo prelle<e comer a solas para poder continuar con su lflctura o para no perdll(SC) su programa pre-

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Flnlao*lyllke

ferído. SI Ge le soenta a la mesa con un hl!l'llliiiiO menor. qulza rllla con 61 o bien se ponga muy tomo para lnducor eiiiEoffllano

a rairsc No poetdo t;v~to tiempo como a los seis e~os Ahora, ha

adqolr1do ~r destreza. Vuelven a onteres~o los postres los cuotea puadcn seMr de uiJC1ente pamtoorar que haga oigo o lo que se resiste Pero ningún alocoente es tan grande como seber quo un amigo le espera en el paUo para )'.lgar 1unto9.

AiJn es necesario recordarle que debe l011arse l11s mHoos

antes de sentarse ala me9il: quizá se resisto con un ·¿Tengo que haceolo7· que 61 mismo supera si no se le presiono y se le da tiempo sufiCiente Prefiere que la setvilleta esté junto 11 su plato y votd:~demmentela usa cuando la neceltilll llega onclu· so a 5~o las manos y la cara con la SCNollcta. aunque fre cu&ntemcnte se ltnu!a a frotarse de manero que las paortoculas de comida pasan de los labtos a la mejilla

Hom de 9COSID<So - La hora de acostarse slgue Blando entre las nueve y diez de la noche. Algul106 8011 cnpocos de prepa­rarae solos. Incluso de baiiarse sin ayuda, pero la mayorio pro· Oem la compaNa de un odulto que entre y salga de la habitacoón o el bailo y que pueda prestarle alguna ayud<l y rocotd:u1e lo que debe hacer. AqueHos que son sullclentemente lndepen­dienteg pam pr~e peor si solos. 118man aun al padre o 11 la madre poro quo los arropen y les den las buenas noches. Algunos quteren C()OII8I'SOI' dllnlllte un reto después de llfJII9M las I(ICOS, momento en el que livu!g3n sectetoe de lo sucedido en la ese~. 8! la madre promete no contarlos a la IT\II&tro.

Ee onsttuciiVO advertir el efecto trllnquolllador de la cama sobro los niños que se sienten agílados y comprend<:o quo no

pueden donYIItSe léOc•lmente Algull06 cantan o hablan consigO mismos como si mantuvieran una coii\ICt"S8Ción con otr11 per· sona Otros eacuchan atentamente para tmtar de captar la conversación de los adultos e Interpretar los ruidos de la c~a

Algunoe rwiloe cuentan que los pensamentoe les rondan la mente como un d•sco lonogláfoco que le rebtaro oigo ocerca de monstruoe. lóKirones y asaltantes Lae. o escuch!ll' una lec· tura O)ludan o oio¡or estos pensamoentos durante un tiempo A medodo que se duurmen, algunos divlsan Imágenes graciosos que desfilan de forma extraña; otros ven rello)orse formas extro"<ls, perciben sombras o rcpas colgadas sobre uno silla. e lnterpret:Jn est:Js formas como fantasmas o esplos. QuOtús el niilo todavlo qutr;ra levur a la cerna alguno de sus tesoros Jll!f'$Onales. &e!l un oso patdo o una v;e¡a sa!Kia de bollo.

Noche -S•cto St()nte c.erto afecto por a.r C8mll y puede

llegar 11 deserrollar elgiln sentlmenta~smo respecto o ello Duerme bien; las madres 111forman de que el nw-oo de aoete años ·Duerme como un troroco• o que .No sqtJ<era una S>rena le d1illfllerl8 • •

Auoque el nono pueda tener pertsomoentos alarmante• antes de dor mlr&e. I.Js pesadillas ya no son comunes. Ha aban· donado tomblén, casl por completo, la necesodod de 1111/lllltar­ae por la noche pora lt al baño. Los que aún se levonton. ahenden eus ne<:esldades por si solos. son despertar o loa padres.

M011ano -la horo común para levantarse ea las ooho. que puede alortuNid~~mente prolongarse hasta las nueve. o mAs eúo, los domingos por la mañana Srete sa despierta sin II)IUda e incluso puede programar levantarse temprano pata leer o •para tcnct' más !lempo• Cofflo a los 88<8 8ñoe puede vest•r• • solo, pero aún neceslla obsetVaelones constantC$.

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lntes/lflOs. Los momentos comunes son después de~ almuerzo o el cnr le noche. Sólo algunos hBCen de VIE!ntre con fDC~dad en lo escúela: en general el niño de siete o 'loe puede • espe­rar• consc•entemente hasta Uegar 8 su casa. Monifíesta con­trol en la eliminoclón. tal como en muchoo otras funciones

Vcj/flb -tata es la edad en que se evidencia un plazo pro longndo do retención Qu1zás antes do Ir a la escuela el n11io neces1te quo se lo rccueroe que debe ir al bollo. sin qua lo hllYII hecho durante la noche Podrá pos1erga110 hasta el punto de 'a'CI'SO obligado a correr prec1p1tadamenle. Muy pocos son los nll\os que todDVia necesitan levantat'Se durante la noche y. silo I!DCCn. atienden sus neces•dades por si solos. sin fCCI\-0

r1r ayude Por lo general no 8JOSie trudla conclen011 ni mucha oton·

c•6n en cuanto el proceso de el•m'll8C16n Algunos n•nos se expresan con ~:~erto humor respecto del acto de o linar • El hombre grande se moja los p811taloneS• ,

&ño y 'a'Cstldo

EJo;lo Algunos nll\os todavia odian el bailO e esto edad. aun· que como reglo general oponen una resistenCia mucho rnenor quo a tos seis años. Soete tiene dlflcult8d pan1 comenz& a bañ!lf'le y é•ta cs. probablemente. la razón por la que la madre debe ocuparse de llenar la bahcra y prep&rer loe Implementos necel'Bnos. Ulo vez en la beñera. el baño es para el nuio un placer. pu8de lavarse solo casi por completo. pero. pera l.llgu­nos todo el proceao es una pequeña carga y, después del be/lo, es ne~ano someterlos a una .nspccc16n 8 n<iio tiene propensión e dwmorotse. o soñar. o 8 •mag.nar que el trozo de

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Ell'ldtó • r aMe

jabón es un barco. Este ~ de mño necesita que se Je llame constantemente •laatenci6n e. •ncluso. que se le preste alguna ayude Por lo gcncllll. tenronado el baño, no le rea.lta d·~ salir de lo bailara.

Stete ee bestante eflclente con respecto ot lavado de cara

y monos antes do las com,doo, s• oye e te medre cuando ella se lo recuerda Le madre debe asegurarse que él la ho oklo y no necesita Inquietarse si su respuesta es: • ¿Aelllmente tengo que IDVarme7 ·, pues el niilo cumple con lo Indicado o pesar de la protesta

Votllido y cull.iado de las ropas. -Una 'a'Ct que comlcnzll a veshrae. Siete lo hace bien. Tiene una gran tendenc.e o remo­lone,r o o doslfliCr.¡e con cosas de la habrtoco6n o con loe pen sam.entos que le asaltan Se pone un calceUn y se queda pensende que debe preguntar algo sobre los hlos telalónoOOI, o sobre c~s Ciudades llene el país_ Algunos pueden sal<r de 181 es todo y concentrarse en lo que h!lc:en. trnoglnendo que son bomberos en ecci6n Otros encuenttan un aloc:iente en aceptar la ayude d•riiCUI del padre S• no se logr.~ tol oJtcleme, toa padres ~rdie,¡¡n muchos energías en doscu&iones y en des· cargas cmociol1ol011. Unos pocos 111ños aun necesllon ayvdil para vest•rae. desde el com10nzo hasta el t.nat Los padres pue­den generalmente Mllc1par que el .,,·10 &e bastaré e sJ mlcmo don !Jo de un ol\o y planear las cosas para ese entonces.

Otro d•foculted a la hora de vestirse. además do la necesl· d8d de no dc¡or cabos sueltos, la consliluyan los cordones de los Zllp8los B nu'lo de GICte años sabe atar b•en sus zapatos. pero por lo general tos Uevo desatados Es la v>eja dificultad do •puede hecerlo. pero no lo hace· . Por consiguiente, COO\IIef18

ex.glrfe un poco, aunque no detnasl8do. Un buen plan de acciÓ<• 011 proveerle de cordones suficientemente largos, de m&tnera que pueda hocer con elos un nudo doble. Se te puede Imponer lo responsabilidad de atar sus zapatos por la mallona

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D ;,Mo •• 7 '11 •~kM

y luego prestarle ayuda durante el resto del dill. si se desatan o si se ha q•.11todo los z¡¡patos y qu,ere volver e fJO'érsolos. T:~t oomo el n111o de seis años el de stetc p-eferirla qo tar11e los z:ep&toe en cuanto entr3 en so C3sa

Muchos niños de esta edad no demt~estmn gran •nterés poola ropo P<cf<eren usar rope vieja, y las nlftos pref•eren usar el mlemo vestodo durante vanos dias auces>vos. Lo mayor

ovcrsoón del niño se dorige cootra el •nocente pat1uelo (Pero acepll.tr6n do buen grado un p&ñuelo de popel, el qoo pueden descartar una vez usado.l Muy pocos nll'oos exlgen seleccionar per110nalrncnte sus rop&s: gener11lmenle occpton lo que la madre ha decldklo que usen ese dla.

El n•io do siete al'oos tiene incllnacoón o •colgar su ropa en el socio•. de¡&ndolas caer en cualquier lugfll' S< se le recuerda. la coloco· á sobre una sila. pero preferim que lo haoa la nwlre Tambl6n ella lo prefcrifá. de lo contrano, se varA ante la oblo­goción de desentraña• una maral\a de ropas que lU hijo ha depo'ltado $in NngÍI<\ orden sobre una srb.

Los desgwrones en b rop& son oomunea o esto edad y. po< lo gcnarot el ntllo no 1nforma de ellos a la madre tiesta que se hacen demasoado ostensibles A !ligunos n1i\as los gusta sacar brillo o sus zap&tos Cespeciolmcnto si pertenecen o Dlgun grupo da e..ploradol'asl.

Los nlnos se muestron más Interesados en peinar8e solos y las nloins too ton de hacerlo si no se las peino con trcnzes Plll'll d1st1'11Cr a la r1liia mientras se le hacen 18s lienzas so pueden t•fllll' las m•smas actividades que se ublizaben a loe se1s U~ios.

Salud y alecciOnes somábcas

lo ~~~<Ja r.e hace más fáci a los soete allos es mó~ ra~onable y co~ren!'lble p&m el adulto SIETE sufre nu'\ una cantidad con.

Sidersbkl de dolores musculares y otms dlfoeultades tomolares a las de los sc•s oños, pero éstas se relacoonan más ostensl · blemente con sotuacJones especilicas y se pueden controlar con mAs filC~idacl. Puede QU8J8r&e eún de dolores musculares. 11specialmente en la rodoila, pero los aliVia mpodomente con fnegas e Incluso desaparecen milagrosamente en cu11r1to el niño so acuesta.

Se roRfria menos que s los seis anos: sus cnwrroa son menos severos y menos propensos a desonollor complicaciO­nes. Do los enfet rnedades contagiosiiS. la rvbéola y la porotl· d•Us son las más comunes. También aparecen con frecuPncia la varlcoto y el sornmpoón

A los siete erlos. las quejas son mes articuladas quo o los se•s y toenen mayor validez. 8 riño se que¡a oon frecuencia de cansoiiCIO gonetol, en espeaal al terminar la sesión escolar de la tarde. Cuando se le pide que haga algo. se CIWI$8 répdamen· te. Son menos frecuentes los dolores e$1omacalos en relación con le Mcuelll Normal'lll!nte aparecen despué• de una como­da pesad;, o entes de un mov.mento >nte..tonal. Hoy más 1nc1~ nac•ón o qU<ljar"e do dolores de cabeza a los t<eto q~e a los 11818 dños, p&rt•cularmente después de qoo el nino hoya 8Xp8·

rtmentaclo uno eJ<cesFVO excitaciÓn. Ls congestiÓn de la membrana mucosa -que ya hobidmos

advertido o los scls- puede provocar Al frolomlento violento de los o¡os entre los se1s y med•o y los siete al'oos. Los lavo­dos y las gotos oculorcs pueden alivoar la pocazón y d•smlnw los footom•entos. lmptdoendo asi una posible Infección dol con· dueto ll•grirnal Estos sintamos podi·ian indocar q"e ~ exige demasiado de los OJOS Estos llliios deberían ser tratados más oomo Si hM&Ion S6tS que como s• twieran s.ctc allos.

Une quc¡a oomún por parte de la madte es que el rot\o no •· El examen nlédoco revela, sin errbatgO. que la oudoeión es buena. qulús me1or que en épocas anteroooes Lllsortk>ra !lptl·

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rente se rfOIIICoOOO con su atenc•ón· el n.iio oye si presta aten­ción pero esté ten absorto en sus actMdades que eu otcnoon no se eporta de ellas con lacolodad. Responde me,or el sorndo de una camP'.no a uo cambio marcado en el tono de \IOZ de lB medre. o un murmufto, a una palab<'a mágiCa o e ur'l sllbido

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Ocupado como está en sus propias oclivldadoa y penattmlen­los. Sleto ejerce un mayor control sobre su vida. Sus muecas son menos abundantes. porque • Ucne mayor dominio do sus músOJios facooles• Vuelve a meter los dedos en la nanz y a comerse las ullas. especoalmente OJando le aqueja un catarro o alguna e .. ret medad. No tartamudea, a menos que el estimu­lo sea demasiado ontenso como por e~plo el repentino Incendio de un¡¡ casa Sr vuelve a chup~~<se el dedo -y esto quilAs suceda. 8Special,.,ente con algunos nlfoos - el numo noiio qu.ure lntetTUmp<' este hábito y contar con ayude para imaginar mediOS de controlarlo Una di9Creta Indirecta. como la mera mencJ6n del nombre del n•ño. podré bostar poro recor· dttrle que debo quitarse el dedo de lo boca Suele tener IÑS óxlto establecer una meta o ooa recompenso dlar1o (veinticin­co pesetas, por ejemplol si logra dominarse con éxito. Contar con el dinero para comprar su propoo casco do aviador cons­totuye un est•mulo mtJYOr que el simple troba)o o comblo del mismo casco.

Siete tiene lncilnación a mover con los dedos sus d1ontes deb•les y a .nquictarse. Quozas se aferre todavla a alguno de los animales qu01 le ~n a dormrse o e alguna manle dota· de de propiedades especiales. pero pueda ronuncoar a ellos con relatMJ foeilidad ante un estimulo nuevo e lntenao, como por c¡cmplo &lgún patoonte fa'IO<ito que VtOne e pasor el Rn de

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somono en caos Una vez que los t.a aoondonado duro~te lllg~Jo nos dias. quoz.is no wclva a recumr a ellos.

3 . Expresión emociOfiOJ

De los scls y medio a los srete orlOS, la vida del ni/lo torna un tono més serlo, más pensativo. El nillo se onhlbe y se controla més y es mils oonsc.ente de los demás y do sus rel:~coonc~ con ellos. QuWIIJ a los seis años le preocuparon ol coolo y la muerte. o el bienestar do su madre y el peligro de que la fui minara un rayo. o que quedara encerrada en el bailo. Hacia los scls olio$ y medio, esturé presente en la mento del n•ño la sa­lud del padre o de los niños de la escuela: pero a loa siete. él mismo cons!Jtuyo sY pn'lC•pal preocupación. Le preocupa la odea de que el segundo curso :e resulte dcmasiodo df~e4 So Npe 118r1as veces seguidas, tiene miedo de monr; o tJ;c.n. si se friega los OfOII J>ól'li'Slentemente. teme que algo le ocuHo a su globo ocular (con todo. no ptJede de}at de frotarse) Comienza a adqu•nr lo copac;Jod de colocarse en el lugar de la otra per­sono o. nl<!s e•actamente. de lncorpo<ar o si mobrroo la expe· nencoa de otro person¡¡, Por eso le emocoonan tanto los cucn tos tristes. loa fl<ogrumas de nidio o la pclicui.:Js Algunas de eus tlXIJOI!riiCiones sobre sus aventuras son cosos coartas su cedodes a otro ni/lo. que llene oealidad tamboén paro t:l. Oc no ser asi, no 1\0bria despertado una respuesta Lln vivida

Siete IJCno uno tendencia o01cial a reb'llerse onlc las s•tua­cOOnea en lugar de permanecer en elas y resistir. como lo hace Seos. Med-ante esta retraccoón. se protege a si mismo. Se lapa los oídos con las manos para a!ejilf de si los rudos muy -.tensos En relll,dad, no pone sufiCiente atención j)llra oir a su madre cuando efi.:J lo Dama, aunque ptJede olt1a si ella gnl;l, m.ml .. a o camb.., de elguna manera LJ forma hobltual cJ,j dm·

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fJ fl!l'io .. 7 •• 111\ot

g'rse a él. s, se le plantean pregunlll$, responde o menudo •No só•. o • Todavia no hemos estud•ado eso•. Cuendo se le pide que haga algo. contesta que está demas.ado cans:xlo o que •no t~ene ganas· . Carece do confianza en si m•smo hasta el punto cJo no querer slqulert• •ntentor hllCer lo que se le p1de

SI bien puede agred>r o la madre dickindole ·Eres mola• cuando ello le reprende o cuondo se le plantea alguna dlfocul· t:xl con ella. ptObablemente se aleje medllabundo o corro o su pieza y cierre la p~ta con estr~to. Sl en sus ¡uegos las cosas no marchan bien con loe amgos. preferirá j\Jgar a solas. o bien se retirará de la escena anunciando -Me mArchO•. Y si las cosas no marchan en c;a8d como él quiere. quoz3s di<J<I: • Nadie me trata boen Me esc.:Jparé •. Uega •ncluso o preparar su moleta y a sahr de 1111 casa, poro por lo gener~ no va mós all6 da los escalones del frente y no se aleja m6s de unos poco!! metros Algunos n•iios parecen temer e la v•do en geno ral y se resisten realmente e crecer huyen ante las nuevss 8JtJ·

genci8s que el crecimiento les plantea S-etc tiene aún ~os de resisterda -sos •etequea-.

pero no smplemente por el hecho du rflSISLtSe. Quizas desufie o lo madre -• Trata de oblogormc•-. pero más a menudo bu~ un motrvo • ¿Por qué tengo que lll1Cerfo7•. Sl ha provocado una escena respecto de alguna Insistencia de la madre, lo medito

luogo y so pregunta por qué hobró sido ton • tonto• Su enojo se dirige a menudo contra si mismo por sus acciones. lleno lncli nación a lf'ar un tbro si no puooa tccrlo. a romper algo si se ha golpeado o lasbrnaclo. o a tirar poedr8$ a otros tillos al abando­nar el lugar de juegOS; pero roromonte ataca ahore e los padres Hll ~rollado dentro de si rnec;an¡smos estabtzadores mé!l efic.:loes SI se le aploc8 Dlguno forma de dosc¡pina. por lo gene­ral la acepto. aunque e regttñodetltCs. Le afecta pmfunclamwtc que le manden a su habitoclón. o que la obliguen a acost!!rae tempO'OOO

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SI 1001. sus motJvOS son m68 sub¡etlvos que antet EstA dcsc01uento porque alguno do sus juguetes mecánocos no fun. c•ona, o potqOe no resultó bien lo que estaba hacoendo. Llora porque cree que la gente no le quiero. Aunque es mejor per· dedor que hace un año, en último Instancia siempre quiere g¡snar. Si la v•da le apremoa demasiado. estalla en lógnrnas Tomb,én llorn cuando se hola&t•mado flslcamente Por lo oene ral, trata de ev•tar el Uanto. en 8sp8<;181 si teme que alguien lo vea P\Jede llegar a domonar1o U!n completamente que se lomJ­ta e deor • Soento ganas de llorar ••

S. bien es clllfto que lora meOOG. chilla más que antes Le turbulenoa general y la efc~VCSccncia motnz de lot; sels al\os han sido reemplazadas por vocahaclones de alto frecuenci8 • gnt06 Y ocasionales alar1doo sobrenaturales. 8 nlllo do siete al\os grita sus respuestas e le madre. proclama a gritos sus cr1to<:M de la VIda 811 genel'lll con un •tNo es ¡ustol· Su exu berancoa se rnan•llesta en la m.sma forma ruidosa.

Las prinCipales d•fJCUitades Jnterpersonates se plantean a esta edad con los hetmanos y con los demás l'li\os Lucha y contrlldoce. pero las perspectovas dQ una roco~nsa pueden const•tu•r motNación sufiCIE!rtte para !nduclr1o a la moderuciÓn Una aeperación plan•flcado y moyores oportunodades poro JUgar al a1ro lobro podrón AyUdarle a lograr su objeti\10.

Siete se establece Ideales demasiado elevados. Q01ere ser perfecto. tree a casa sólo los Vobojos que hao merec•do catilo caclón de sobresaloente Le preocupan sobremanera sus erro­

-· e InCluso le avergücnznn. No acepte de buen grado ,fas oorreccJooes y trata de diSmu~ sus errores dieie•ldo: • Eso ea ,._.nlllntot lo que quiso decor•. o • En este msmo momento .. . hacerlo•.

Aunque tiene dlfJCultades para comenzar las cosos, una voz las ha Iniciado es dcmoslndo persistente, dcmasiodo

~; debe terminarlas pero no sobe cuando detenerse. Su

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El 1'111110 eh 1 y 1 al\o•

mente •VIIQ3 por los espaciOS celestes• Sl ~~~ de habi •· dad 11'1lnllal. m.1s fac•l e resulta hablar. se opoya sobremanera en ~ ~soción: siente la necesld3d de elguoe'l con quien habbr y habla contonuamente Se despierta hablando. no puede df>Jilr de pensar y persiste en plantear Innumerables P'equntos p.:~ro1 almentar su pensamiento.

Siete es concoenzudo y escrupuloso. Asume sus responsa· bllwJndns con seriedad. aunque en ocasoones no $epo oon $119Urodnd de qué es responsable Le gusttt proorornor su dla. quó hsra en su tral'lscurso: y quizá disfruto empleando Ul'lt)()ta·

rio como guío p.:~ra su ob¡etivo Comoen2a o reflexionar. a ser consodemdo y ansia gustar a los demés. Es menos egoisto, puede compartor me¡or sus cosas. Quoeoe ser bucoo y trata de serlo Quiere hallar su lugar en el seno del Qrupo familiar. Expresa con orgullo su IXlflOCimulniD de si rrismo y de su fam~ loa Esta orgullo90 de sus habilidades de se< hll'Bno y de sus posesiones, de su hogar y de su fam·la N mismo toempo, eete conocimiento le hace adopt~r una act.tud m.1s crlt•ca res· pecio de 111 m'"rno Algunos pueden hasta re rse de 111 miSmos: o cuando no ¡x;eden dormrrse. quizás dogan; • No se qué me p¡lllll hoy•.

Aunque ta vida ustá sometoda en gran parte a 61.1 control, el niño percobe ohora fUCflas exterio<'es o él, como ·buena suer· te• y •mata suerte• y, en general. so Inclina a pensar que él ll~>ne toda lo •malo suerte• del rnuroo. Tamblón ta mogla ap¡¡· rece como una oncógnota fascinante quizás "'1811•119 un vohfou lo que lo trarn:porte e su hogar desde la escuela cuando esté fellg<~dO; quoz~s Imagine un instrumento musical que toque olg~a muSicB rnai'QVIJosa.

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Q,t.AoM7.,,..

Temores

los temorea dtll nrño de siete años se centran en si m.srno ~ su ser ontertor- y en sus actos. B noño don>ina e tnl elltremo su dotación de conducta que puede protegerse como no podla hllCerfo a los sois años Seis se 2ambulle en m11d10 de ~s cosas y se encuentra de pronto en un abismo del que no puede 1!8ilr. Siete vacila antes de actuar. Sus temores y prllO· cupacoones son utíles en cierta medida. en la medida en que sirv~>n e un fin de 110loprotecci6n.

Aunque Siete conserva aún algunos temores reaodwlos que no se resolvoeron o loe seru años tos enca!ll ahora de manera diferente qoe entonces Quizás todovla pretenda que su~ padroa permanezcan en C088 dUill11te ~ noche. pero puede retlJ!lllarii!S 11 su portodD una vez superado el primer ob5tkulo.

Los Informes sobre el niño de soete eiios lo dascrrben a•nultr\ne11mente c;omo cobarde y mente Estas pall!bros se refieren a 111 presencia o a la falta de un cootrol 1nteroor. S•ete es uno cdild en lo que el ambiente puecl!> conl.'lr con 111 v11len · líe del noria, pero esta valentfa necesita a su vez el opoyo ckd ambiento y no puede dejársela !obrada a sus p<oplos medoos hasta que ol rlliio esté bien encamonado.

Muchos temores antes sin resolver encuentran soluclón ahora: el temor el S•Uón del dentista, el temor a nadar con la caro bil¡a el ogua. el temor a lavarse el cabello. B MIO do siete alias tiene me¡or dono•loo da est8S 81tU8Coo.,..s Sobe lo que hece el (!(oontl!ta y qt.e puede levantar la mono so siento dolor, puede contener la respiración baJO el agua y ya no rotq)la como salia hacer: sabe lavarse solo el cabello y pvede contra· ._ lo entrada de jabón en los ojos y la temperatura del agua eobre su cuero C<lbctludo.

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Q f\Woo d• 1 )' 8 t-.o•

Existe. s•n embargo. un SJnlio de sotuaciones que escup3n al conllol del no/lo de siete ar.os. No qo1ere expenmeotar nue­vas sotllll00fl88 por si mosmo. Incluso el últ<rno llefllflO puede haberse &enlldo onfeloz, pues tenia moedo de comenzor el segundo curso. T.cnc miedo de sus deberes escolares po<que no sabe cómo co,_:rarios; terne ser timldo o que so r1&n de él; terno el cosllgo Rslco. Incluso puede te"""' que su madre se disgusto con él, corno lo ha hecho la mocstr~.

E~pacio y !lempo adquteren para él un nuevo aigntflcado Temerá los lugares y las ímpres1oo1es visuales poco famtli~ Extroños criaturas habitan los sotanas y hay fantasmas en los alt•Uos Hnsto su propio ropero podl'fa SQMr de esconcllte 11 vn espla olcm6n. Las sombras tomun forma y adquieren &lgniflca do su ropa cofuando sobre el respaldo de una a•lle puede llpll·

recénsele de pronto como un espekm1arote espectro en le med<a luz do su dolm~or1o. une vez q.Je esté ecostado Quizá le lnsp re ternor su propia soll'bra. dada su tncapacded pere lnle'pr&­

taria y para c011"4:1render aus rnQ\III11JQI1Io reponlir10s Aunque le encanta jugar a vivir en l.f1a choza con sus e'llogos. 41C890 le pm­voque uo terror mootal la puerta-trampa de la choza

Stn embargo. el niño puede ayudar a conltolor eeos tcmo<es. lmnta a tiU llefmona a bajar con él el ~no y le dce muy cor­\ósmCI'IIe. ·Las dl.lmes pomero· . lumona su ropero con un des tollo c.kl su IJntema eléctrica y disuelve asr la t~manou dol espra olemén. Uama o lo madre para analiZar el espectro de su hub<ta· ci6n y so lllcgrn al comprender que sólo se trataba de su ropa

sobre unD sdto El n•llo que mas teme llegar tarde a la escuela tal vez nunca

hBya sufndo .,...dadetamente la experiencia de legar tarde Por b gcnerul. ee el t•po de nrio que llene menor dominio de su ll*:ano.mo regulóldor del tiempo No sólo ~~- d.licultodes pare deiE'ni!I"'B --fiogue hacoendo ¡¡lguna cosa ontermonablemen­te- . s•no que tamboén trena dlfocultades para comenzar.

(t •lll\0 • ., M'-

Constituye una experieocia perturbadora estar con un niOO de siete ellos que teme extraordinañamento llegar torde e le escuela· se deepet1813 &les seos de la mallana y comcnzlri a gritara sus padres •¿No es hora de levanlorse todil.ia?• . Este frase ae rep<te e intervalos frecuentes 8 uso de l.f1 despert&· dor podrá ayudl!rle !emparamente a controlar oo anslodild

Una vez levantado se voste a toda prisa. engullo el de•oyu· no en un obnr y cerrnr de ojos y luego espera Una vet más comienza a abrumar a sus padrC$; •¿Todavla no es hora de ir7 •. NI siquiera dismonuye su ansoedad la sogurll.kld da qua el padre le llevará 11 la escuela en su coche. Durante los diez minutos anteriores a la partida. todo su cuefpo se estremece de engustoa. s•ente necesidad de or al baño por lo menos tres veces o incluso puede tener un movomiento 1ntostonal Fina~

menta. al coche perle. el,.ño slr8viesa e la carrera al pello de te escuela Y- por fin. CI1JU el umbral del aula y e.cpenmenta una c:Gima tnmocl.uta. No daté a la maeslta ni un solo ndocio da lo quo ha ~~Jfrido d~J<ante las úlbmas dos horas

Esta tipo de nil'lo manifiesta alguna aoguslla Incluso bajo el me,or de los tratamientos paro se le puedo ayvdar B oblaneo un me¡or dominio de si mosrno: en pñmer lug!lf'. no se la debe obl~ gar o llegar a la escuela a una hora exacta, pues su sentido del tiempo ea aún sólo relatlvo y su llegada a la escuela deberla Incluir tamblc\n cierta relatividad. Si la escueta no puede bolndor asta tipo de cooperoción. deberis syudarse al nil\o a salvar el abismo entre la eS®cla y la casa mcdi.lnte alguno de las cosos que le lntaraaan L8 klctura de un lobro t!Obrll la electriCodOO. por e,emplo. puede dl!r buenos resultados. en especi.11 durante loo diez minutos ínrned.atamente antef10(eS a la parhdo para le escuela luego. puede llevar el be con&ga y mostrarlo a la IMOSlra. y debe espct'lli'Se que ésta l'8ilCCione con Interés.

Corno sucedía e los seos años. Ciertos estimulas presentes en los 1 bros de hlstor1etas o en las petlculas pueden provocar

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Dn·I'0••1rl~

temores -histonas !eles como abnr un ca¡ón y encontrar u1111 caiO'IIem-. Es por elo que el nlllo todll'llía nccesllll todavla considerable SUpeM$1on. especialmente 81 se trata del tipo de niilo quo no sobe protegerse y que entta en S•tuactones de tM que no 831-e sakr por sus propiOS mediOS

Sue;\os

los soo,oe disminuyen a los siete liños. el menos loa ntllos no se dan cuenta de ellos con tanta frecuencia como antes. También d•smlnuyen lds pAsadlllas y los sueños sobre onlma. les. Muy pocos nillos llenen ahora sueños desagflldabjes. An

los quo son perseguidos por personas o por ontmalcs. Le mayor p&te de los sueños se rel•eren al propio nw~.

nene sueños marll\lllosos en los que vuela y flota en el e<re o se sumerge en las prolundJdades del océono. Puedo so/lar con s.tuactones embarazosas. como por e¡enpo ff10J8' la cama Oo que p¡.ode co.ncld .. con un verdadero episodio de miCCIÓn

noctuml'). o p!lfdf>f los pantalones en co"'ono h.tcle eleutobira escolar Qu•zés se manifieste en los suel\os una tendencie ele· ramoote dol•n•dn hocla el sexo opuesto: un nil\o sollart. que sube los esceler.lls completamente desnudo y que su pecho ha oumentDdo oxtmordinaóamente de tamallo.

En sus sueiloa. S•ete men~ene prolongadas conversocio· nes con esplas. plotos y personajes descoooc•dos Cuando habla en vo1 atta, se pueden captar trozos de convorsaciOOOs revelodo<es de que se s•ente decodldamente complicado en ese t¡po do octhlidades. Podrá decir entonces: •Soy yo•. o • No creo que Ol'(;esites un guardaespaldas·

Algunas pcl cul3s y algunos programas de radio le piOIIO­can molos aoe<los. AUn necesota consdcmble &upeMs.On al seleccionar sus programas de radio y de eme.

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P8f110nal ddd

Soote está en CIIITIIIIO de adquinr una mayor ooncienc•a de si nliSrno. AbGcwbiClldo Impresiones de lo que va, de lo que oye. y lllaboréndoles en sus propios pensamientos y senlimicntos, parece reforzar y construir su sentido de si nusmo A los ocho años. qulzlls proyecte sus pos•b•&dades sobre el mundo eKte. rlor y 188 ponga ., prueba contra su amb•ente; pero e los siete - pese 11 todo su extenor turbulento, su correr por todalll CiJ!);)

golpe¡lndo las P<JBrtas y gritando-lo más caractcristlco es qua permanezce sentado tranqu•lamente a solas. leyerorlo, oscu· chanclo la rodoo. proyectando lo que hMil luego. En algunos nriiOS do srete eñoe. la conciencia de si mismo se relanoM r.,. memente con su 981' li9ico. Siete Wlne COriCienCI8 de su cuerpo y le alacUI senst>lernC!'te mostrarlo. en espociol al se..o opuos· to Qu!Zbs en la escuela se nregue a it al baño. 81 éste carece de puert.:l. Le desagrada que le toquen Las nlllas son espec•óll· mente conaoentee de lll forma en que se 1es ha p~~•nllllo el cabelo. y ocaso ternon perder realmente su •denUdad ~ ol menos que no se las reconozce- si se les corton l.:ls tranlos.

le mayor parte do los ni"os de siete años 69 preocup11n eobrcmonoro por sus octos. Se ll'lltirgüenzan de sus errores y de sus temores y. sobre todo. de que se los veo llorar Son muy susceptibles o lo que puaden pensar los demás y so cut den mucho de no exponerse o las cribcas Se retmeh derltro de si mismos cuando alguien se burla de ellos

lJM de fu maner~ts con las que Siete se protege me¡or consiste en opartilrSC de toda escefla de ecoón que no le egrade. Su retr occró<r puede combinarse con una aprunsión '-cia la lucha f•soca. Ésta no es la edad més Indicada rora IMel\ar al n•l\o O •dcrenderse por SÍ solo• ditndole lecCIOnes

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D •il'o do 7 y hilo•

de boxeo. Haola los ocho aflos. puede defenderse espootáne·

amente por si m1smo. A los slete. aún necesita que se le ayude

en su retirada y que se le proteJa. Siete es serlo respecto de sf mismo -<aspecto de cual·

quier respoosab1idad que se le asigne-- en especial a• se trata

de respoosab~idades escolares o de respoosabiWdad fuera de

casa. P~&nsa y habla con seriedad de conceptos tales como

gobierno. civiMzación y coses análogas. SIETE no sólo es serio

en las actividades fislcas. en las situaciones sociales y en su

manera de encarar tareas nuevas, sino qoo también es pruden­

te. Comienza o tener un ligero esceptiCismo respecto de Santa Claus, de la religión y de otras cuestiones sobre lp cuales ha

oído hablar. pero que no ha experimentado dlrectamente. Aunque logra retraerse de esas SI~Jaciones con buen éxito.

el n~ño de siete años Ucne inclinación a quejarse abundante­

mente. Siente que la gente es mala e injusta. Y a med•da que

rellextona sobt'e las situaciones. le preocupa lo que la gente

piense de él. teme que no le quieron y que piensen que no se

ha comportado bien. Se Interese particularmente por saber qué piensan su madre y sus amigos. • Claro que los chicos se

bvr1arán de mi• . dice. Decididamente hay una pcquel'la tensión

en los sentimientos del nil\o de siete años.

Los niños. especialmente, quizás comiencen a emancipar· se de la dominación materna. Se niegan a usar abrigos, gorras.

botas de goma. SI se les ordena algo preguntan: ·¿Por qué

debo hacer1o?. y replican a una 1ndicaclón con la respuesta:

.No tengo ganas• . Siete quiere crearse un lugar propiO. Puede tratarse de un

lugar flslco -su lugar en la mesa. en el coche de la fam~ia, o

una habitación prop1a-, pero también le Interesa su lugar en el mundo social. Por lo general, tiene intensos sentimientos faml·

liares y, al mismo Uempo, quizás abngue temores de no perte·

necer a la fami~a. de haber sido adoptado. El niño rumia todas

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estas cosas en su cerebro, pues tiende a retraerse, Incluso en

sus pensam1entos. luego. tal vel discuta el fruto de sus pen. sam1entos con un adulto. en relación con temas tales corno

·Las desventajas de tenar más de cinco y menos de dleclséis

asios·. El 01ño particular de siete aOOs al que nos referimos, adelantaba el siguiente ra<tonomiento: ·Cuando uno tiene

menos de cinco 01ios, la gente le da dinero; cuando llene más

de d1eclsé1S, uno llene mucho dinero propio. Pero entre las dos

edades hay que trabajar para ganar dinero y p~;~gan poco po< lo

que uno hace. Y entre las dos edades es cuando uno cambia

más rápjdamente. de manera que necesita muchas coses•

Sexo

A los siete años. es menos probable qua el 111il0 se dedique al juego sexual evidente. Més aún. evitará Incluso toda posible

eJ<posición de su cuerpo al desvestiste o al ir al baño, s1 una

hermana más )oven se halla cerca. Sr dos nuias se ven nwtua­

mente desnudas, se Interesarán por los pormenores de los

órganos sexuales. e incluso tratarán de dibu¡ar lo que han

visto, Algunos niños de esta edad. en especial los de sexo masculino. pensarán que pueden lransioml8rse rnágicamente

en niños sólo con taparse los genitales Estos mismos niños

11e deleitaran jugando a las muñecas con una nil\a.

El verdadero Interés está en pensar sobre estas COSBS. El nilio de siete e1ios mueslra un Intenso afán por contar con un

nuevo bebé en la fam.ma y casi siempre desea uno de su

mismo sexo. Unos de estos niños. el recordársela un año mas tarde su anterior deseo, ya por cumplirse exclamó: • ¡Quién

Nbe qué será lo que me habfá hecho declf esol• . Siete com­

prende que tener hijos es un hecho que puede repetirse. Pregunta a la madre cuántos niños más tiene eo la barriga.

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Perobe que las mujeres más viejas. s;n embargo, no Mr\00

nll\os. lncl03o puede llegar a preparar un plan par11 que su mAdre tenga un l'll¡o cada dnco años <porque es pera 1!1 la 11'13flef11 más tic• de calcular>. hasta legar a los sesenle edad en la quo pionsa que ya no podrá tener más hrps.

Cornatza ahora a comprender qué es el embarazo Qoozés seo el primero on percobrr que se produce lllguna dofcroncla en la mlldre. y le pregunte: • ¿ Qoé pasa contrgo7 No eres la ml~~mo• SI en casa se tlSté esperando un bebé. el llecho le OJtclto sobremanera. St se le permite reolm1r la exporlcncla. le emociona ae;1tlr el movrmrento de la criatura conlro la pered abdominal de la madre. Quiera saber el tomo/lo del bebé. cómo se alomenta, ai se enfermará en caso de enfermarse lo modre y cut;nto Mmpo trenscurnrá hasta que esté lsto para .._,.

El "~ no comprende cabalmente cómo sobe la /1'13dre que el bebé he comenudo a lonnarse Se srente .ooalecho cu.¡n. do aprende que dos semrllas <o dos hu11110sl. una del padre y otra de le madre. se unen pata lnociar el bebé. Tod!Mil no se preooopa por e&ber cómo legó hasta b madre la o;errola del padre.

Le pteocupon más los pormenores del naconkento en si. En su lmogonaclón. qutzés piensa más o menos vaga!Tief1te que es necesario •abrir a la madre en dos pllfB sacar de eh o el bebé•. Acepta con facJiidi.>d la afirmación slmpllftcacla de que il nillo sola de entro las piernas de la madre Se pregunto si esto U ene lugar estondo lo madre acostada en el suelo o &obre una meso, y si el bebé pverle caer al suelo. Puede. oncluso, pedir que se lo deje estar ¡unto a la madre cuando llegue el momeo· to. para recoget al bebé en el instaote de sak No aorpteode que le res u: te lmpostlle comprender flO" qué debe costar tanto

un bebé. el crece dentro de una persona Siete puede verse envuelto en un odolío elemental Las pare­

Jas de noñe y nillo son muy comunes especrelmentc en la

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D " "o 4• 7 •*

escuela Los nonos que ya saben escnbir y deletrear. envlan 11duso IT'ensojet sencilos· • ¿Te gusto si o no?·. agreg.mdo cruces como sañol de be8os. S. la relso6n progresa hoate .fe. gar a un ·compromiso· especifico e Incluso o una proyectada boda, el noño agrega generolmente que prenso regresor e cesa de su madre después de la boda. La ~rdrdll de un arnogo o amigo se acepta como algo natural. aunque algunos no/los pua· den sentorse profundame11te afectados. Una nona de s•eto 11nos que no tenro ningün amigo favonto. se Jomentooo onto sus padres •¿Qué pesa conmigo? No estoy enamorada •.

Soete COfT'if>nza e ser un verdadero mrernbro del gruf)<l romoliar. listo para occptilr algunas de las responsabiflclados domésU cae A esta edad. rnuchos mios quoeren ByVdar y. allllllludo. ~e hacen cargo de e 8tÚIS tareas de 1\Jt¡na. especialmente lo5 sába dos por la rreileflll, cuando les gusta vacrar los cestos de pope. lee o loe depósltos de desperdicroe. lervr la C8MlttB da putlltoa, cortar el c~spcd. hacer sus camas. ordenar sus hobltacoones. ayudar a preparar lo meso, preparar las verduras, hocor encor. gos Algunss veces. esta ayuda no es untromre, fll niño se cansa pronto de una larea y desea cambt¡¡rla por otra Aunque hablo de ganar dlnoro. su interés por cumplir con el trob(ljo Iguala realmente alrnterés por recibir donero ~le no constrlu· )'6 molrvACoón ten rntensa como lo constituirá más lorde, o los ocho ol\o9

S•l!te 1!8 menos empeonado y testarudo q~e ames. Su madre dice q'"' se le puede controlar e .,fluir más fic~m~~nte: he pc<tlodo el dar..caro de los seis allos y hasta es cortés. com prensiYo y capaz de verdadero afecto. Su perturbación pronci­pel se plantea cuando se le interrumpe cuando !'St6 h~~e:IE>ndo.

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sea jugar el etre o leer un lbro. Se poede acordar elgo con 1!1, ~oon emborgo. cómo deberá edvertil'sele y cuándo y cómo se !e llamar6

No sólo son buenas las relaciones del nll\o con la madre. en genero!, ~·no que establecen muy buenas relaciones con el fXIdre Los ninOa. ospecialmenle. se ~n en le'l)!ls CM'll·

natos en oomparlla del padre y en manterlllr" con l!llargoo clsc:u· elones aohro problemos masculln.os. tales como lo perforación de pozos petrolíferos. Las niñas son mas senSibles 1.1 cualquier repnmend¡¡ dol padre y pueden mostra."a celosas do cualquier otcnolón que éste d•epanse a la modre.

Unos pocos ni"os tienen verdaderas d•ficullodos para adaptarse a ambos padres o al l'logary quiere evudir&IO de esta agobian lo slluaclón Como lo expresó una nlil<l • No quiero pertenecer o esta fam r,a Quiero orme de cosa· . O bien poede hacerse a la •dea de que no pertenece a su famJ~&, dól que sus podrO$ no lo son en realidad. A pesar do ello. se muestra orgu· ltoeo dól au hogar y do su farntaa y, e MErnudlo. los compara favorablemente COf' loa hogares y las fam lías de su • anogoa.

Soete qu.cro hacerse un lugAr en el grt.opa fumPm. en espe­cial Si e•lllle otro niño en él. SI ha estado comportklndo una habitación con un hermano, preferiré ahora una habitación pro· pie. Por lo general, es muy carfiloso con un hermeno monor, en especial si se trate de un bebé. hacia el cual asume el pa~ de ilf'rmnno Co hormona) mayor: quiere llevarlo en brazos. darle el b1ber6n o ompu¡ar el cocllecito Si la drlerencia de edades es menor. ¡ueg11 con el hermarito. lo cuida y lo protege, 90bre lodo si no se agrega al grupo un tercer milo Sin embargo. con frocuencta muestra onclinación a burlarse del hermano. e empu­jarlo. a tener con él altef'Cados y nñas. Ea aconsejable. enlon· ocs. la separaciÓn. Srete tJendo a set1tlr celos de un hermono o a penNr que el hermano se le pueda •tnponef o gozar de mayores P"'"'leg.os que él. Admora a un hetmano muyor y se

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hl)lia o menudo someUdo a su rnOuencro -lo qu& •lempre resulto V81itapso-

S•ele no eldge compal\la en la med•da en que lo hacia a los seis ellos: poso periodos prolongados e solas. escuchando programas radrotelefónlcos. escribiendo listos de ob¡etos, Mc•endo saltar una pelota, o ded•cado a otras actMdadea solotaMs. Por regla general. juega con otros nillos con r!<l,lti· va focWidod A menudo posa ralos cleiiCIQSOs e Inocentes con compañeros de juegos de su misma edad. Algunos nillos jue· gan mejor en su casa. otros. fuera de ella. Los juegos de puertos odontro constituyen o rnenudo estímulos demasiado Intensos y pueden hacer que el nrño se comporte como un slllva¡e. Por lo general. sin embargo. el nillo do slcto •"os se desempeño mejOr que el de sers, aunque fl"'Obeblemente abandone a su5 oompalleros si las cosas no resultan del lodo a su gusto, o bren p<ovoque una nñe Algunos se ref.l,len eün a ¡rplear y ocuh11n sus temores tras una cortina de • abundan te CO'lverSIICión.

Es probable que VilflOS nrños se agrupen y form«"~una p!lll·

d.la contra otro, y muchoe niños de s•ete ailos ~enen dif•cultn des con muchachos mayores. que los lntrmídan. El juego coleciÍVO no eaté aun bien 01'911ruado y se deaiiiTOHa. en su mayor parte. persiguiendo obfetos Individuales Al nll'lo lo puedo preocupar su lugar en el grupo y quilée lema no poder desempe(iarse bien. o no gustar a los otros ntl\os: en especial, no quler e que · los otros chicos se rían de él· Hey generAl· mente menoa ataques directos -verbales y flslcos. a los compol\eros do juego. aunque los niños se entregan a ebun· dantea luchoa y lorCE'JOOS sem18m1Stosos. sem hostiles

Les drferenoas selWllles no están claramente dclimrtadas. pero cOffilenza o aparecer algulli) d.sct>mnacrón contra el sexo opuesto Loa nrños no adrrwten que las roñas les molesten y Hles no creen que oq~los se comporten correctamente.

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Pero aún se 1nvita el sexo opuesto a llestas de cumpleallos y las amistades entre nlllos y nlilas sugieren enamoramientos rudimentarios.

Siete comienza a sentir une mayor inclinación por conocer gente extraña. Le gusta escuchar las conversaciones de un grupo de mayores y hacer loisitas. Un nlllo menos adaptado y mas Inmaduro tendrá mayor cone1ancia de los extraños y, sln embargo. se mostrará incapaz de saludarlos con tranqulhdad: querrá empujarlos. t'rarles treiclonerarnente una pelota a las nances. establecer contacto con ellos torpemente, en todas las formas equovocadas posibles. Este niño tan torpe se bene­ficia sobremanera si recibe una atenció!l más personal y más complete por parte de uno de los Invitados o vlsltantes

7 Juegos y pasallempos

En general

El niño de siete ailos muestra propensió!l a ser observado en sus intereses de juego. Se informa de que tiene la •manta• de las historietas cómrcas o de colorear. Pueda dedlcar horas ent.eras a cualquier cosa que llaga, sea tocar el plano. saltar a la cuerda. leer o trabajar en su banco de carpintero. llene más capac1dad que antes para jugar solo y. por lo tanto. puede dediCarse más fácilmente a una tarea. sln tener que adaptarse a las Ideas de los demás

No se ramifica en mil aventuras nuevas. pero sabe planear de antemano lo que tendrá que hacer. Los niños poseen ahora c1erta comprensión de un modelo o de un pl110o; tienen afk:lón por Inventar cosas por cuenta propia y les gusta construir spa· ratos empleando cajas \/liCias, elementos de conexiones eldo· tucas y ob¡etos de toda lndole. Les gusta hacer aviones de

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El .... w7-

papel y ·dispararlos• como si fueran dardos. Las niñas pueden demostrar su inventiva d1señando ves~dos para sus muñecas de papel.

Hay un marcado retomo hacia colorear y re<:01 tar figuras. Algunas nnias recortan Incansablemente vestidos para sus muñecas y se contentan con sólo poner1es y sacarles eSOs vestidos después de recortat1os. La norma preponderante en cualquie< colección que el niño emprende a esta edad. trátese de botones o de tapas de botellas, es la cantidad. En los ¡ue­gos al aire libre, las niñas prefieren la rayuela. saltar a la cuer­da y patinar sobre ruedas; tos niños se dedican a la peonza y a las canJeas.

En sus actividades motrlces gruesas Siete es muy prudente, IIUnque no temeroso. Es muy experto en trepar arboles. Muchos niños poseen bicicletas y saben utilizarlas. pero todavla no son capaces de gurartas con respor1sebilldad fuera de la acera.

Siete aprende realmente a nadar. En el béisbol, es mejor boleador que cátcher. La postción oblicua del tiro con arco y Aeche. asl como la lentitud con que se sueha la flecha, parecen atraet1e. Posee suficiente vigor flslco para soport·ar bien la estación iflve<nel y comienza a divertirse yendo en trineo. pati· nendo sobre hielo e 1ncluso esquiando.

Sus juegos colectivos son parecidos a los de seis anos. con menor capacidad para fingir y mayor capacidad para pro­veerse de los atavíos y los admlnlculos necesaflos para el juego. Exi9e mayor realismo; así. por ejefll>lo, cuando juega a la bbl10teca debe contar con fiChes y llevar a cabo todo el procedi· miento formal del préstamo de l1bros. Su tienda de campaña esté equipada con un saco de dormir. una mesa con su Silla. material de escnbir y un revólver. Las armas de ruego son ele­mento predOminante de sus juegos colectivos Qulzés haga ruido con sus persMentes disparos y deba proh,blrsele )vgar con revólveres dentro de casa.

o •. ~~o ... 7 r •-

Le gustan los juegos de socoedad y los rompecabezas . Puede menej&r rne¡or los juegos. polqUe w onteréa por gonor no es ton marcado como antes Afrontará inc:klso Juegos com­plcados como ·El eslaociero• La mag'<! y los · truoos• con natpes goz¡¡n de su especial predilección

EX1st.ef1 morcadas dferendas indMdl.le!et en cwnto a los obJetivos que persogue el Juego, según la cap!ICidttd y el tem­peramento de cada niño. Algunos h¡ocen comlenzos scncdlos. poro serios. en quimoca, y navegación

Si se lo pregunta cuáles son sus ac!Mdttdes f!worltas en cu~~nlo a juegos lo que oon mayor frecuencia menciona el niño de slelo allos es trepar árboles. Ir en bicicleta, jugor con coci>M. Un n>llo de siete años, Slll embargo, d~o suc!ntamon­toc ·Colorear Todo lo dem~s apesta•

Mochos n•ñot de soete años son lectores consecuentes Y goun leyendo en la medtda de sus posibilidades Pueden Cüp ter el senlodo eJe un relato sin cooocer todos las palabras Se informo Incluso de que algunos son · lectores en cadena • . pues pa811n &ln Interrupción de un lobro o otro. El niño de siete ollos se deleita cor1los cuentos de httdas, aunque podrfa decir· se que profocre los ibros da historietas cómicas. Los niños se lnteresl!<l especoolmcnte por los relatos sobre el ejércllo y la mQ(lnD y por libros de avoaclón. de electncldttd. sobre la tierra

y la naturaiiWI. Los nll\as elogen QOOlO ibro Heldt. o las obras de A. A M ine. No es necesario leerles tanto como antes. pues a esu1 edad son menos 8JU9enles en ese sentodo y e$t.án mbs preocuptodos por sus propias lecturas y por sus deseos espof'llAncos de eecochar la rada.

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f1-do7olloo

Músca radoo y cinc

Soete podrA e><presar a menudo fumes deseos de estud~r plano Es logltomo pWot881Se la cuestoón de si este deaeo debe ser satoaleo;ho Probablemente sea deseable acceder a esta demenda si l.l prolesoro de múSI<:8 permote al ni/lo IOIIWI' lec­clones sin prilChCSr entre una y otra. que es con lrecuenc•e la manera preferida pare oprendcl: Demasoadas bllte•las hogaro­ñas se Qbran con motivo de los BJ8<co~os de plano antos de que el nillo esté verdaderamente en corodiciones de practocer por si eolo. cosa quo sólo ocurriré a los nueve o diez ellos

La tclevlsi6n entra a formar parte de la dieta pemwoente del niño. Aún gozan de su favor los programas vespertino& do eventuras y fuellas. Algunos milos se 111clinan o e..lenderMI hacia ws progl8maS de ~tlr.IS poldeles, que les p« l urbaf'l Y perturban también su sueño. 5.ete netes•lD q"e ee le protefa de es toa progi'BmiJS, puesto que. en ocasione• . .. inc&·

fl8l de ¡uzgar b que puede aceptar y lo que no ifo oonvleoe. El Interés por las policulas es vanable. Las ¡yefendill 100n

las pellculas mu&o;;IJies. de bailes. de canclooes y de an~ma'es Les histor'" de amor lo desagradan sobremt~nere Proba­blemente c4 nlfoo se muestre excesivamente Inquieto y comien· ce a chrl18r durante una GOSión. Algunos noños de siete ol\o9 les guslDn los peliculas con abundantes !!roleos. Algunos esos­ten ol cine somanolrnente. pero, en general, el cine no es fuen· te aboodanle de placer antes de los ocho eños de od.ld.

8. VId.! escoiN

En CO"funto. Soete acepta sin protestar 9U vuelta e la esc .. ela, .-ro qulzAs ·•nluye que el segundo curso le resultaré derr\as¡a ciD doflc• Unas pocas vls•t.JS por adelantado del grupo do pri-

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mcr orado al aula de segundo Ces decw. un ¡uego o piCniC al fiMGzor el primer anol eyudan a impedir y m·~r esta temor. Soete podr' sufM ataques de c&rl$aneto y esto se edvoene tanto en le ei!C:Uafa como en la casa Sufre menos enfcrmeda ckts, ounquc cada una de elles es de mayor du~6n

La maestte desempclla un importante papel en 1.1 adepta· ci6n del ni/lo de siete eños. Ella se compromete en uno relol· clón m6s personal con cada uno ele sus olumnos. qUfenea podroo qUCferfe o rechozaoJa. Los nll\os son m6e propensos a querer e la maestra y pueden desnrrollar una adhesión muy estrecho hacte e•a A las niñas no les gusteotl y se qucjarbn Siete conlinuaiiC\Iando cosas ala maestra. aunque no en tonto contldad como a loa seos ai\o$ y tampoco la lleva cosas para el grupo. Con todo aprovecha fa menor oportun•dad pwa ellh bor sus nuevdll posesiones

A los eoete años. hogar y escuela son esferas m6s separa· dda qua e los seís 8 n1ño no quiere que la madre fe ~-1\e haste fa eacuefa, o que VISJ1e la escuela a menos que sea poro asistir o una rcpresent&ci6n colectiva cuando tambiétl so h:lllan preecntee otras madres. Moenttas se enctJentre con su grupo. Ignorará la presencia de la madre

El niño preft81ll acumular sus papeles en el pupitre de la escue­la en lugar de lev8r1o>s a casa SI los consenm!lloooolO carpeta. qul ztls desee llevar la carpeta en algunas ocaslontts. Entonces la oMdaré en coso. a menos que la madre se lo ocMerta o se la colo­que en la mano CU8flCh vaya a salir para la e!ICueln. l loy una lnclo­ll!ICOÓI'l a dejar rlcotas y olr88 prendas en la e$Cut'la salvo que la macsllll ~a edverüfo Siete no es b<Jen mcnSl!jcro, see pora los padr111. sea pamla ~

Las entrevistas entre padres y maestras son más út~e. q..a lot 111f0tmcs esenios y tos bolet,nes de ca~foe:ocfones Dos entte~~~$ta8 peor oilo pueden bsstar pera la mayoña de loa no/los de segundo curso, pero en algunos C8S08 ondovoduales conv•

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lln•leM7 1ttn

ne, tanto o los padres corno e fa maestra. manteoer&e mutua­"-te Informados sobre cualquief' angustia o temor en rala­clOro con la lldaptac:oón del niño a la voda escoler <temor a legar tarde· temor de no termoner su traba¡ol

Cuando Siete entra en el aula ro soempoe ae donge a le maestra; quozé se comporte ruidosamente y cortVerse en el monlMto de hiiCer su entrada, manoseando los ob¡etos del aula Con todo, está 111teresado en el proorama de IICtMdades

y, fooalmen te, centra toda su atención en la tarea del oulo Mlent111s trobajo. so lo ve más tranquilo y mós ~liado que e los seís: hobla més paro si mismo Alude al trabajo de su vecino o exige con 1mpacienc1a la syuda de la maestra, a menudo yendo d•rectemente hacia ella. Se le ve frecuentemente eecr>b•endo con la eabeze apoyada en el antebrazo. y adop14 tarnbkln esa po5turo mientras tienen lugar los debates. Muestre Uf\11 fatiga tampora' 1111te algunas tareas empt4ando el pup tre , o levan· !*ldose de su as.ento. Estas señales llldocan que está liSto pera pa•r 8 una actiVIdad doferente

•¿Qué vtene después, setlorlla?· Es une observeción tiplc>t de esta edad. Siote pasa abruptamente de una a1tuac16n 11

otra Se man.nesta de pronto IICtovo y conversador. Su voz

puede alcamar tonos penetrsntes y agudos. S11la o emlle dote­rentes ruidos y pronto se le unen, w10 tras otro. todos los nol\os, hasta que lo cfose enlers es una enorme blll'aúndo LD maestre ttene esto en cuenta como señal pare pasar e una llOeVa 8CtiVIdad.

A siete le gusta man•pular objetos, de marn:ra qua r11coge Wpiccs. gomas. polos y P'edras y los acumula en su pupotre. Puede tratar ele o'lSertar un ob.J9to dentro de otro, mane).ln· dolos tan violentamente que los rompa. Quo?és se~ una ~., hacerle vacoor los bolsollos al terminar ta clase do lo lllllñana y destinar ocasionalmente un dia a la impieza de los ¡qlltres

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Dada la necesidad manual del r-Ollo de s•ete er'\os. no os de extraflar ~ loa f'lllo9 se deleiten especialmente con la cwpil­terio Aunque constnJyolfl estructuras más Wlr,"<·oOOS que e los sel8 ano.. ~~ preocupe mucho menos el ptOducto final. del que no hacen caso o lo IIXtriWian fáclmenta. les giJSill. con todo. Mee< un rogao de N8VIdad paro alg1XIO de eus progootores

Las lnlerrupdooes para Ir al bailo soo menos lrewentes, pues S•ete Uene un lapso de retención más prolongado. La moyorta 1111 el baño antes y después del almuen:o y después del periodo do descanso de la ta«<e. Algunos nUlos muy ectl· vos tienen un lopso de retención menor. Siete prefiere lo lntl mided que le brinda un cuarto de baño cerrado y quizás se niegue e uaat el de la escuela si carece de puerta.

El trabajo dotl elAa wóge la proxmdad de la maestre, puesto que la demanda de su presencia es CliSr cons1a111e. A los siete al\oe. 8XIIten numerosas difatencias •rdvldualea. Algunos ,¡. 1\os pre11e<en traba,or en sus pup<tres en lug:lf die heoerlo en la pizarra y I/ICIMlt'Sa. <Siete no combina fác•lmente ornbas cosas: no puede aun cop10r de la pizarra) los nilos prelleren la ar\1-métlca oral o la escrita. y las niñas quizás prefieran una ontm6t•· ca concrete a la or¡¡l o a la esenia. Algunos prefieren papel de rayos muy espaciadas: olrOS lo prefieren de rayas m6s Juntas. Algunos reaccionan Inmediatamente: c•tros necesitan cierto uempo. A los ocho oilos habrá mayor unlfonnldad dentro del grupo. pero es tes diferencias deben ser respetadas a los arete.

En la lectura. Siete reconoce palabras f11mdi1Jras con eJCliC· l•tud y rap•dez Es més mecál1ico en su apreciaciÓn de la lec· tum lee sin detenerse 81 fmal die una Ol'liCIÓn o do un p6rrefo. IIUIIqUe con esfuerzo t.iende 8 repet.- algunas frases Pueda omiUr o agregar palabras famirares scncllbs <y. M. llltlia. perol o una s Rnal. Vacila ante las palabres nuevas y preftere reem· ptazarlas por ot111s pare poder manle~ el ntrno de 1¡, lecturtl: o puede srmplemente con¡etursr. empleondo UI1B patobre de

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aspecto s•m•lar, a menudo ooa que comience o termrne con las m•smas letras. ounquo abrevie la long1tud de la palabra (jtJI'Ciin por jarrón. hemos por hermoso> Prellalecen las suslltucronee de algn flcado (el por- un. fue por liMó) Son comunes los e<TO·

res da 'IIOC4IIes {pliso por- pasa. rvecJa por- mdiJJ La wlocod.ld en la lectura. como otros manifestaciones de la cond"cta, moes1111 val1ac•ones ind•vrduales

Srete qvlere saber hasta dónde debe leer, qu.ara saber cuántM p6glnoa del libro debe leer. Si ha de¡f)<lo un cuento sin terminar. fl'oUOblemente quiera volver a comenzarlo.

A medida que progreso en la mecánica de la lectum. le pre­ocuparb menos -tomporelmen~&- el stgniflcedo. lleoo. sin embargo cierto atmtrdo cribco con respecto a su mota110l de lectura y puede negarse a releer ciertos cuentos. Algunos Nl\oe de siete ellos legan a ser oweteredos lectores. con una espec181 p<ed4eccrón por- las llostorletes cómlclls. <El momento favorito para esta lectura es la prrmer8 hora ~ la m~ana. entes del deSII)IUnoJ

la Cllpacided para deletrear eslfl. por lo general Oltl111oda ~pecio de la eapocldad paro leer. Se dele~a cop•ando pota bras. petO oún no puede deletrearlas de memorl.l. Le confun· den especialmente los vocales. y muestre una tendencia 811p8Ciol o usar lo 1 Est11 preferencia por la 1 se r&~elo tamboén en au pronunciación !lita por 18/iJ, diz por dle.i) Aunque lo dls· pto deletrear y se n~egue 8 hacerlo con palllbras enteras. se complace nombrendo las consonantes tnicial y fonal de una pelllbra De esto forma, capta el sorudo de las tetras

Le gustan la entmélica oral y las cartas con combtnacrones nojmeros Tod.:lvia '""'erte uno o dos nümeros al escnb•r lo gencml. el 2, 6, 1 o 9l Se deieota escrtlicndo cenbd• de 'llllnes clfru. le gusta contlnuilf el m•srno proceeo en una p6glno y qr.ués fe confunda pasar de 1& ad,co6n o la

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Loaléptcos y las gomas constituyen cast una pas.On. Siete C9Crlbe pera borrar. Manipula su lápiz, lo coge con los dedos. lo OO¡a coer. lo clava de punta oonlrll el puptre o contra algún objeto Tod.wia invierte algunas letras y nú~roe paro pot lo general reconoce estas inversiones y prefiere bornlrln Dd: • No ae sorprenda a• encuentra una de m1a J mayúsculas el revés· Empui~a al láp<z con fueru doblando el lndoce hacia adentro y, como regla general, su prest6n es excasrw. aunque Irregular Algunos nu'los piden que se les deje •escrlbtr• en tugor de copiar letras de Impronta: mantener el lápiz en con· tacto con el papel puede darles mayor seguridad en cuanto a

su control motor SI blan al trebejo con lép12 y papel constituyo una fuente

de Intenso lntatésl, ptootea problemas 11 esta edad Soeto se preocupa Gl no puedo tenrinar su trebeJO e9Cr1lo y temetnclu­eo que 10 le obl•gue a permanecer despuh de lo hora st no h3 termonado.

Síete tiene una nueva concler>C2& de los f,nee ·¿Hasta d6ndP lleglllé sellonta7·, .No pl.ledo te1m1nar•, &en fnlses tlpi· cos de esta e<JW. Quiere terminar. pero también ql.llere que 1.1 maestre lo lijo el ftn; de no ser osl. tiende e aagulr lndeftfllda.. mento Quiere que la maestre corri¡a su tmba¡o Inmediatamente: .¿Tengo 107• .• ¿Está bien?•. No comp11re su ca~ltcacl6n con la de los demés. pe:ro puede pedir e la moeslre que determine quién ha dibujado el mejor árbol o el me¡or cabalo de la el-.

El carécter medlt81M>. pensativo, del n•l\o de aloto anos se revelo en las alguien tes respuestas a una pregunta de la maes · tra • ¿ Qu4 1/CS en tu mente cuilndo plensliS en el o tollo 7 •

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• Veo las hojas zigzagueando.• · las veo dascenclcr suavemente.• • Veo los zapallos q...e se ponen amatillos • • Veo los hiefbas qoe se ponen marrones. •

• Veo las C861ailas cayendo de los álboles . • • Veo los ~aros volando hacia el sur . • • Veo loa órbolas despojados de C8SJ todas sus hojas •

En los periodos de recreo. Stete hace una trDtl8•Ción •&'<·

plosivo• muy ceracterlstica entre el aula y el palio de juegos. pero en esto úllimo puede ser más o menos activo quo eo1 el a\Áa Las rnios con los compañeros se producen oun estando cerca de 13 m&estra. Un niño puede demoler la estnJctura do bloques de otro; ut1 ntrio querrá usar el columpio duronto lodo el pcrlodo, o monopojlzar uno pelota o una sogo para saltar. Cuando 118008 nll'los lntenren un juego coleclivo, se excitan y allorotan. Esto termina por lo general con la destnJccón del mateual o con allen:ados ndJY>duales Siete neces•la un equ1

po muy variado para ~e¡¡os al aire libre y, aunq~ no esullt81o pera )uagoa colectiiiOS d•rlgidos, la SUpe<V!Sióf\ de un edulto es lundemental. Durante el año. algunos comtenzsn a tntoresarse por el juego en grupo •nstltWclo por la maestra. mlentta~ •­PI ~bertlld p&ta unlfSe al grupo o ale¡arse de él a voluntad.

S.ere qutere jug¡r en el gnJpo y puede preoc~ la ldoa ele ai le gustaró o los otr06 n•ños o ¡¡ la mAestre So le puedo

del grupo paro prestarle une ayuda cspec.al, o paro trabaje o juegue por si solo, pero le desagrada !:Cr oseo­paro uno reprimenda o un elogio mientras lormn parte del

La alabanla o lodo el grupo es. con lodo. un vordlldoro IIICIIIe. El grupo se muestra reae~o a lncorpornr o nuevos llmobm•~ y puede "'lelueo burlarse de eUos

Cuatro o ClllCO nli'los pueden tratar de jugar jull!oa cons­C888S. d•sperar sus IWIOneS, jugar a los •comandos• o

oorWeraar o pasear en aomparna Pero hay por 10 vanos n•ilos que pref.eren el juego soi•UtrtO en el o M los aparatos gmnástlcos. saltar a la cuercb o

con una peloto

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UÑI\O.lyl...._

9 Senl>do étiCO

Siete adquiere mayor sensiblhdAd n las exigencias de su omb•ente La mny<>r porte de las veces. 1e3poode b.cn a los d••ectrices que se le Imparten. especkllmente &1 na ofdo lo qoo se le ctc:e. S•n embargo .. lo oMda hícdmente y necesita que se le vuelva a record:r. Necesl\a a menudo dos opottumdades Puede obedecer 11 veces con lentitud o b$¡o protesta pero se t1ota de una remlnlscenc•a de sus seis 111\os Si resulta atropo do por una red de rlgldas persevaracionos. se le debe ayudor a romper &Us llg11dvras y a escapar de ella

Rara vez nccesna castigo porque es un ser razonedol' y. por natUI'l!leza. respooSDblc Se puede pr0\1 amar las C0$8$ con él y wtar. así. el d811881re. Aunque tocbvla llena aerta dJicultad para dec•dirse. especialmente cuondo se le Imparte alquno orden. demuestro mayor hobiUd!ld paro tomar dec•siOI'Ies. Roz.ona con la m8dre. puede aegar a trana&cc•ones y aunque no quiere aun aceptar cambios en sus decisiones. los adopto cu.lndo se le eo~M>nce rneciante el raronam.ento. Estas d•scu· SiOoeS oon los pildl'es son a menudo de caracter muy personal y tod35 sus oraaones comlenll!l'l ooo ·Pero, molll'lá•

Oecidtdamcnle Siete quíere ser bueno. aunque también

quiere ser él m1smo. Con algunos mños. oo se trata sólo de que les preocupa ser buenos, sino que almplemenle son bue­nos. Se muestmn orgullosos de un buen dkl y les preocupo uno malo. Comp~~decen a los nillos me<~Q~es. que lo echan lodo a perder port6ndose mal, e Instruyen a los hermanos menores sobre los desventajas de ser malos. Algunos niilos de siete anos tienen períodos buenos y periodos malos. loa cuales parecen producirse en ciclos. Son buenos duranle un cle•to lapso y luego. impostbles. Dellg111CI8tlamenle. este tipo de n<f10 puede volverse o malo· repentlnamente. aun cuando •u wttcnclón sea la de ser • bueno •

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La Idea de bueno y malo comienza a temor un can.z ligera­menle ab&traclo Ya no Incluye solamente occtor- especifl · ces permftldas o prohibidos por los padres. efno que lmplloa el

com1c02o de una noción genel'llilzada de IJ bondad y la mul· dad Una n•ña de S•ctc años, pasando revista a su dla. pldló que se hiciera una l•sta du todas las cosas que había hecho PenSINido en mi y todo lo que había hecho Per~sando en los dcm6s

Pensando en los dom<ls:

llnformé 8 Merla de un revólver que "' para Juarllo. 2.0bedecl a mi mlldle -puse en orden le sala. J. Me aooslé de buena gana - me dormr ensegutda 4 No olvidé cerrnr la puerta para manlener el calor den·

lro del beño 5 No gritó en la blbUolaco. 6 Dejé la pista de hielo sin perder !lempo cuando Ana

1m0 e buscarme. 7 Cuardé las oafas 8t' su esluche 8.Me coloqué las galillo pare leer 9. Me vesti tépoc:lamenle, ein remolonear

1 O.Miré ootes de cruzor lo calle. 1 I.No Incliné mi sdla tanto como Mies.

Pensando en mi·

1 Comer la torWa con las manos 2 Decir •¡Bilhl• 3 Hablaró:Jramcntc e mi madi e: •1Si, llenes que hacerlo!· 4 . Contradec~r ala gente. S No lavarme las monos antes de toc11r el f>'llno

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Siete siento menos deseos que Se•s de ecusor e los demás Obrera 11'1Ciuso con heroísmo. cuando ello no Implique co¡togo olg1111o. Para encllbrtr cualqUiera de sus e•Yorea recu· rrtr6 más e r.. .. cuaas que a la acusación. Af,rmatá ·Bueno. eso es lo q..e yo quise decir· o -Iba e hacetlo en es\o mismo

momet~IO• liene ohora conc•encla de una fuerza extenor a él. lndcpcnd•ente do su voluntad que eíefce su lnftucncla sobre ftl y 11111 que dononllna • justicia• y •suerte• Cuando so ve en dtftcultac:les, tiende a decir: ·Eso no es justo• Aunque todu~la es mal perdedor, huce progresos porque comprendo que per· der elgunos botollos no sign•fica necesariamente perder la guerra Ganar es para él. e menudo, una cuestión do suerte. algo que no e~té su¡oto a su propio domiróo A vece.. pienso que • !<ene toda la mela suerte del mundo•. Un nll'lo lo expre­só así: ·¿Porqu6tengo siempre mala suerte?•, •¿Porqu6 me suceden tan 11 menudo estes cosas? Se<ia me¡or estllf' mue<· to •, La mala suerte en cuesbón ere que ha biD legado la hora de 8C0810rll8.

Siete es muy escrupuloso en cuanto a epropl8rM de las cosas a1eoos Despre<:út al ladrón y al ment•rOSO. Pero cuando esté en eloulo, pareco encontrase en medio de muchos cosas que desea y que puede ao•egar fácimcnto a la co4ucción de pertenencias do ou pupitre. En algunas ocasiones. adquioro nuevas cosas por el método más ortodoxo de Intercambiar sus poses10nea con sus amigos. Esto se produce por lo gcnorel sobre la biiSe de un simple trueque y no Implica verdadero COmcfCio

Soete toene un creciente sentido de lo posesoón y del cuida· do de les COII8s que le pertenecen. Ha progresado en cuanto e guardar cosas: ayuda a la madre a poner en orden su habota­C!ÓI\ o hece de ella un enloquecedor revolt'JO pera Ordenorla .., mnuto entes de per11r pero la escuela. 8 nollo de 5lete el\oe com•e•u:a o Interesarse mucho por co48CClonar cosas: objetos

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tales como terjet88 post61es o tapas de cajas A este edad. la meta parece ser la mera cantldad. con ~ leve desprecio por la ~ación o la clas.ficación formal. le atree t11mbién la idea de tener una cartera o une mochila de escuela y ICI!ll en ella una verdadera colección de lápices gomas y reglas

8dste un interés ceda~ mayor por el dinero. El ntllo puede sentlr5e más ansioso por ganar dlnE!f"o que por tenet una 8S'IJ·

nacoo semanal o mensual. Está •nte<esado en comprar coc;as especillces como une revista escolar. un libro de htslortot.Js o estemp~las do gucHa. A veces, pone el d•nero en el banco. lo que puede ser un mec.ho para ahorntr parte del mismo con m.ras 11 algún 11n especlftco. como comprar una bicicleta o uno m6qul· na de cacrtblr. La encante especl81mente lo epartclón de diocro baJO su e~nohada cuando ha dejado all un diente. El dTilero parece ser pam el! lo prueba de la existencia de las hadas.

A loa s<ete años se mJe<lte con una frecucoda considera· blemente menor qoo en los al\os anteriotes o en loa qoJe aegUI· n!n: con todo, dado su fJN~~G sentdo ético. Siete se preocupa mucho por la maldad de la mentwa y el engal'lo. le priiOCupG

especiaJmcnle si son sus am.gos qwenes menten o III'QIIñPn

1 O. tmaoeo del mundo

Muerle y Dios

Elluoar de Dios en el mundo es una de las preocupocionea dul nlfto de s•eto oi\o9, y le preocupa tanto oomo su propio lugar. St se le dfoe que Dl08 vive en el cielo. cómo llegó Dios oiH: 91 utlltta une e~era. slvtve en Ul"la casa Se pregunto cómo ee poSible que Dios lo vee todo y este en todas partes y quizás con1ea1a en perle 8113 propias preguntas pensando que DoOS debe poseer. por c1e~lo. una varita ~-

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Acaso Siete hoya perdido w relación més personal y 6entl· mental con Dios. y se produma c1crto escepticismo. Como lo cxpncara un n~tio de esta edad -Nunca he visto a Dios• Todavía qu,ere asl8tV" a las cbses de la escuela doowlical. si boen muchos so rcs•sten a ello y probablemente se n¡egue en ocas•ones a decir sus plegarlas. o h8!Ja travesuros mientras las dtce

Su concepto de le muerte 05 análogo al do los seis afloe. pero más por!Tlenonzado més real•sta y más refl8>ú\lo. Todavla no es c8p8~ de ecept!lf la muerte como proceso boológtCO;

pero aUn le Interese sobre todo. en términos do cxperiencl4 humana especillca. Se preocupo menos por la rr<.tette de la madre y comlenle ahora o comprender que él también morirll algU, día aunque por lo general niega qoe esto pueda suceder

El interés pnncipal por 1.1 mueote se vuelca sobre los fune­rales y todoG los elementos quo en ellos lntefVIenert y sobre los ritos funeranos. Los n•ftos hab~n de funcrolos. de ateúdes. de tumbes. de ser enterrados. También sienton un lnteré11 natural por vls•tar cementerio$. mirar lapidas y onotor los ver· sos nombres. fechas y dbt.joe que ven en ellas

Aumenta oonMuamente la comprensiÓn de las diversas causas pos·bles de la muerte. Ya no se culpll de ela entera mente a los actos ele violencia o de agresión. Enfermedades, ve¡e:, eJCCesos en las comidas. se cortsldersn como otros tan· llls causas pos•bles

11empo y e111)<1C¡()

El sentido dol tiempo se 1/Uellle más proctlco. més detallado. más seroodo. La ITI8)'0<' parte de 105 nli\os de esta edad. espe· cl.limente los de sexo masculrno. aaben leef' la hora en un relo,. contando horas y minutos. y por lo general piden un reloj de

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pulsera propio como regalo. Siete bene conc,.,nc;¡, del pesa¡e del liernpo a modrda que un aconloctmicnto sucedo o otro. Está Interesado en programar su dia Tombtén tiene conciencia del ~ del tiempo de ~ mes a otro y en sephembre pn8!Juntaré cuánto falta per11 Navdad. Quzés COilOZCa la sucesiOn de los meses y de las estBClOOes A '118Ces. inCluso. puede pensar en términos de años Una niña de stete. pensando en cuando lle· gario a los dieciséis. comentaba· .Hay que esperar mucho tiempo. Nueve orios Y haslll un ano es mucho Más de lo que uno prensa•

Stete estll cspcc•almente Interesado en el e•fll!CIO como elemento que le brrnda su lugar en el mundo Incluso Q,os tiene su lugar en el cielo. Le intereson especlalmento los diversos objetos del espaciO -la oorteza terrestre, las piedras. las C89·

cadl!s y el fUf!QO-. Le mtereso tllmbjén el uso de estos ele· mentos -petróleo de la tle11'8. energía del oguo y color del hrego-. Muestro una mayor comprensión de los puntos c!l'dl­nales Todavla no pvede dtstlngw entre derecllo e Izquierda. flJCCepto en rchx:tón con su propiO cuerpo No le Interesan aún loe lugares di•tantes de la l'erro; pero su tnterés por las drver­NS partes de la comll"idad se halla en deaddo proceso de ~nsíón.

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Capitulo 2 EL NIÑO OlE OCHO AÑOS

Perfil de conducta

Como se recordar6 los cuatro años coll&lltui¡w vne eded focal: seis. de d.spcralón; e•ote. de reflexión Ocho IIU(!NC a ser uno edad OJ<p&n•MI aunque en un nivel do madurez supe· nor Estos ed¡etlvos son puntos do rolarenc•o derna111ados stm· plificados. pero suven pero recordarnos los tOnlcos del desarroNo y de la tendencto csplroladJ dol crectmlento pslcoló­g•co. El niño de ocho oi\os ea. en verdad. una verslOn ciJboro­da y en elaboración del nlllo de cuotro Pero podemos comprenderlo mejor comparándolo con los rasgos prop•os de los siete eilo6.

Ocho es •persono• según las nom•as adultas y en función de las relactones tldulto-nl~o. Con un nlllo de ocho años se

puede oonllet'Sor oon menor condoscendanc•o El "'"o crece y tenemos concienc•o de ello tonto como él mismo Está rcgodo por pre5io<les de crecimiento que le tmpulsoo a oontoctos J>Osi· !Nos con su amblcflte. •ncluao con •~ mayores Es menos ca· viloao y retr'eido qu!' 11 los siete y m6s centrifugo. También es

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Einli\ot:t.'Pyl~

más rápido en sus propias reacciones y comprende mejor las reacciones de los demás

Tres rasgos cmactetizJln la dlnémlca de su conducta: veloci· dad. expsnsMdad y ·valot'ativldad• Este ultimo término no se encuentro en los diccionarios. pero descnbe la tendencia domi· nante del niño a valorar lodo lo que le sucede y lo que le suce­de por su causa. El niño está extendiéndose detlho de la cultura. ensayando y aplicando los sentimientos básicos de signifiCado constroidos durante el año anterior Hay uno nueva vena de curiosidad activa. una creciente energía y una cierta robustez que d1ñere de la idd1ca dulzura de la primera niñez. a..a Alioi3 de Afiela en el pafs de /as martNillas tenía siete años. AliC18 la de a través del espejo tenia siete ailos y medio •exactamente• )

El niño de ocho años empieza a parecer més maduro inclu­so en su aspecto flsfco Sutiles cambios en las proporciones corporales presag;an ya los cambios más marcados que adven· drán con la pubertad. Sus ojos estan ahoro capacitados para acomodarse tanto a las distancias lejanas corno a las próximas.

En general. Ocho es más sano y se fatiga menos que Siete. es más adicto a los ¡vegos bruscos y clesordenados y a Jos pasatiempos alborotaclot'es. Su ritmo pslcomotor se ha apre­surado. Qu1ere hablar, leer, escribir y practicar Sl.ls lecciones de piano a la méxima velocidad. Engulle su comida a toda prisa. sentado en el borde de la silla. listo para precipitarse fuera del comedor: sln subirse los calcetones ni arreglarse la camiseta que sale fuera del pantalón. Puede agregar algo de jactancia a su apresurado comportamiento. puede acentuar su tenacidad.

Aunque cont1nuaremos hablando del • nli'lo• en sentido genérico. la caracterización precedente se aplica partiCular­mente a los de sexo mascunr.o. A los ocho ai\os. alcanzamos un nlvel de madurez en el que los dos seJ(Qs comienzan a separarse. En ocasiones. los nll\os se agropan y se burlan de

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B •Uio de 8 lll'lo.

un gropo correspondiente de niñas. La segregación espontá· nea no es consecuente ni prolongada. pero es sinlomét1ca de las fuerzas evolutivas que conducen l~rmemente a nliios y niñas hacia la adolescencia y la edad adulia

No sin razón, por lo lanto. el nii'lo de ocho aoios escucha atentamente la conve.-sacíóo de los adultos; observa Sl.ls expre siones faciales; mira y escucha contlnuamenle en busca de Sl.lgestlones e Indicaciones que le orienten dentro del ambiente social. Reconoce el abismo e!listente entre cl mundo del adulto y su propio mundo. y se adapta e él. No es ongenuamente dócU y complac1ente. Da forma y establece su propia posiCión en los cfrculos hogareño y escolar. aunque no lo hace conscoentemen· te del todo. Su sensibilidad se agudoza y no le gusta que se le diga du-ectamente lo que debe hacer; prehere una sugestión o una indirecta. Espera el elogio y lo solicota: 'Esto no esté bien. ¿no es cierto?• pero r.o quiere que sus hmltaciones sean obje· to de bromas. Su senlldo de si mismo deviene un sentodo de estatus social y redefine constantemente sus relaciones de estatus con los camaradas. los hermanos y los ma)!Qres.

Las relaciones oon la madre y con la maestra rene¡an la comple¡idad de estos modos de conducta Impersonal. N;ños y mñas demuestran por Igual una gran admiración por sus padres. expreS<Jndo su afecto en palabras y hechos. Ambos sexos son susceptibles 11 los celos. particularmente en su adhesión a le madre. Las madres Informan de que. a los ocho años, los niños exigen vorazmente Ja atención matemal: ·Me persigue. quiere conllnuamente caminar. jugar o hacer plenes conm1g0• Esta relacrón reflej¡¡ un mecanismo de crecimiento. Anteriormente. el niño sólo queria la presencia físJca de la madre. Ahora, quiere unO) comunión más intima. un fntcrcamb!o psicológico med;ante el cual penetrar más profundamente ero la vida adultxl y. al mismo tiempo. lograr una mayor liberación de las dominaciones parentales y domésticas.

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El l'l•lctdto7,. ~

En 13 escucl3. ya ha logt8do en 911111 medida 818 lobetec>6n. Ya no depende de la maestra tanto como antes La maest111 cs. en verdad. menoc; Importante y esta togada e a u 'lllda emo­CJOriiM menoe que cuando el niflo tenia siete ar'os. f¡gUill más como una potenCIIJ benéfica y reguladora. En un11 medida oon· slderal>le, el ni/lo y sus compañeros comienzan a ed•fiCIIr parte de su prop•a d•sc•pl•na y e controlar su prop•a actlllldad med•ante la critica mutua y la asignación de responsah•hdades El nt~o llet1D una conciencia defWlida del grupo cscohsr como grupo ol cual él pertenece y el cual debe oigo. LD profesora no se va obhgoda o caminar tonto por el aula pu111 prestar su apoyo pe111onal

Pese o lodo esto. el niño de ocho años se e<taJentre sólo en el comienzo de la actividad colectiva bien coordinada y sos· te,.ida, Sus org~iZaclones y clubes espontAtleos aon esque mehcot y tl8ilen vida corta. Los conceptos de vot&li6n y de derecho al voto escapa" a su alconce: no comprende aún r11g1B1 con..,tc¡os. Sus Jt¡egos de pelota eetén boen !o¡oe de cumpl•r con la ortodoxJO, y dependc11 de reglas lmprolllsadas en al momento liay muchas diScu81008S, ragateoa y dr:oputas pero el ¡uogo sigue edelante. El nlllo de siete 81101 se rehro declarando· .¡No Juego mésl·.; el de ocho por lo general con· tinúo, o lropozoncs. ruidosamente y no siO 111urmullo8 do enfa. do Estos altercados tiene siempre un valor educaUvo.

Adviértase que no podemos discutir provechosamente, en abstracto. le coopereción. la lealt.'ld. b caballerosidad y otras lllrtudea Mélogaa. Sin duda. alguna de estas v.rtudcs ostéM determinadas principalmente por factores generales de modu· llll. pero .. e melllf.estan finalmente en actitudes especificas que toman loma e través de rnnumerobles e.<penenclas ante artuecrones concretas en el hogar, la escuela y la ca:Je Orace~ a este proceso cultural, el ruño de ocho aoos adquiere gra· dualmcnto apUtudes e lntuldones SOCf8les.

f.l .. 1\o dt. ti-o•

Do la m.sma forme, el111i\o construye su senlldo éoco, con· sostente en un complejo de act.tudes. Cuando eólo contaba con un afio y medio. CApefímentaba oert~ senllmlentos simples de vcrgüenm: aholll es capaz de e>perlmcntor este sent>m t>nto en numerosas s•tuacioncs: puede dac ... en tono de conslric· clón •Nunca volvonl a hacerlo· 1iene un scnt>Cio vNO do la propiodad reforzado por su propio afán de colaoc10nsr cosas y su Jntenoo Interés por el d1nero Contrnúa creciendo su ovcr· sión h.lcio la falsedad. Cuando exagero, sus histolios corot•e· nen, por lo general, algún elemento de verdad. llene un sentido embrionario de la jusllc•a. basado en la consideración hacia las •reglas • y los precedentes. Esto le hace ocus1or da ln¡ustlcla e los demás Con frecuencia, crit•ca severame.,te a su~ herma· 1105. Puetle adrmur sus molas acciones. pero SlklVW) lo admJ. .. ón con sertas excusas que. en si m1srnas. Indican una aprec•aclón ponderada de los problemas éhaos. Las excusos no trenen como fl'l deS\IIar la culpa. sino más bien lndiCltJ" por

qué. en esas circunstoociOS espedales no hiZO lo que normo~ mente J,iJbiera hecho 8 mismo ref•nomcnto de sua ex¡.tcacl()o nes revela la coro~plcjldad de la anatomía de la rect•tud

8 nil\o se soente féc•mente ofendido. en espect..l en todo aquello que etl!lle e sus rclDCiones emocionales con la madre. Es sensible o la critico Sea Abierta o tmpllcita; busca la oprobo· clón do lo oonriso materna y con suma facilid:ld Interpreto na;~l aus silenc•oe y sus comentarlos. Ello se debe o que el niño ha constn.rido una Imagen muy deflmda de cuáles dcberlan ser las reacciones de lo madre en relación con él. e ll'lCiuye la roecdón de la madre. osl como la suya propia. dentro de la relación total. Les légtim.os au<gen a la mellOI' provocadón. 8 mornonténeo cer'IO frunodo de la mach puede desalaf" un cheperrón de ve111 no. A mcoudo ella piSOiea srn advertnio. las tiernas plantas de - esperanzas: pero el niilo no se entrega a estados po-oion· gados de depresiÓn y busca activamente la reooncrlooón. En el

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o .. ,ao .. 1 , • • .,.

pollo de ¡uego¡¡, entre sus iguales, despl•ega una capaCidad mayor pata formular y aceptar las cntocas Eslj 8pr8fldl8ndo e

perder. Le gusta plantearse obGI~IIos d&les de 1111lvar Con su dffllbo<donle energía, 9=1 de la vído a 1*11f do loo prohibi· clones de los adultos. las que trata de onterprelar y supeftlr.

Ace¡>l& con crQClente rac.onaldad las inh!boeoones y bs ~mi ·

tacoones Impuestas por sus compañeros de escuela y de JUe· gos So muestro signoflcatovamente dospoosto a unorso a tres o cuatro compañeros pilla onstalar un puesto de Wrnonado o un mostrador al lado de un camino, manejando los negoctos sobre uno bose estnclo de pago al contado Podrán producir·

se conft•ctos de lllltondad admnistra!Jva. Jl6f0 lo en opresa se llevo o cllbo. Análogamente. n•ilos y nlllas soo capaces de pla· new y presentar, con espontánea lluodez. espcct~ulos teatra les completos. hlstót1cos o de cualquoer otm neturHie.u

Esta lr;teres droc:IDt.co tiene una doble sigrllflCIICI6n uldlca dos de los I'!IS!)OS card<nu'es del noño de ocho ollos su ·wfo.

rlltMdad· y su expansMdad Su yo posee un nuevo grado de fliiXhidB<l mediionte la per90001128dón, puedo asumir un papel trns otro. valot1tndo cada uno según como se aenltria o dt.ba· río senthsc lll m•smo en odéntlcas Circunstancias Una mente meno3 n\llduro se limota somplemente o la mimico do los pope· les. sin esta lnl1ex16n valoratlva. En ra~ón de su nsturaleza exp9nslvo, al rou1o de ocho años le gusto poner en escena obras paro el públoco y embarcarse en IIXpedK:Iones lrnagtnali· vas pnvados. El nlilo de esta edad se halla somelldo o la com· pulso6n de extendarse dentro de la culturo

Igual que una omeba hambnenta emote un seudópodo tras otro. la hsmbtiento mentalidad de ocho al\os se ontcma acll · vamente en noi!IIOS tBlritonos Esta t8fld8fle>o exponsovo so pone de man,flesto en el contenido de los bolso los de un n•no o del bolso de una nulo; se revela en las colecciones y en los trofeos guardados ero cajas fuertes, ca¡o..-. escrrtor>Os y val~

)as escolares Un catálogo de ventas por correo se tr¡¡nsfor· rna en uno alfombre mágiCa. B noño de ocho años 118 dl>lelta admirando las olustrecoones enciclopédicas. eloglendo ohora

este, ahore aquel articulo, corno fantaseada e>.ten116n de su persona~dad: •S• tUVJere esto. ,oh, lo qua no heria!•. De a&ta formo. lllvade a un tiempo tanto la resbdad como lo ineolod&d Peoo cada ertlc:ulo tiene ..., prec10 y el nlllo llene une &slgoo coón que limito sus gastos Podría gestor un& determinado canliOOd, y no más Esto contoibuye 8 organizar su fXJIIBII·

miento 1t0d!18 los cosas de este mundo tocnen un precio do comprol SI el niilo de ocho ailos tiene tamb•én un Intenso deseo do cantidades Jlomttadas de dmero, no es sólo por (l'Jra IMlrlcla Le atrile et trueque Cuando camba olo¡etos equl\10· lentes. hoce comercio honrado. Cuando 88le de su campo puede encontra!;e con algunas operaciones muy desvtlfltajo. sas Hemos oido también algo rela~vo 8 una nol\a de ocho efiOs que se 8f1QIÓ ero una especie de ·Dama de Benehcencla·. compertiendo la provisiÓn df! cosméUcos de su madre con las amigas del barrio, todo lo coal sug>eoe qua el dinero, la pro. piedad, la po•e~>~vtdad, tellisten una omportancia extrPma en la organiulcl6n cultural de la mentalidad mlanhl Uno podría muy bien preguntorse si los pumeros complejos de fl'Opllld3d no ejercen. en su dlnómiCH, t1.1nta Influencia corno le quo eJercen los complejos de lo vida sexual juvenil.

Por otro porte. durante este período toman forma IM dlfe. 18fle18CIOnes psicológicas en el campo del sexo. Nlllos y niflos fllrtictpen corno Iguales de las actMdades escolllres y recreatl - Comparte numerosos Intereses. pero tambiéfl adquler<.11

vivid~~ concoencl& de las dostonciones que los S(!¡lO)r811 Laa tllolldo!tncias cxpansovas pueden conducir a la eXJlllromentacoón lanosoxual y heterosexual. Las tendencoas o la dofercncioción .._,d.<::en a la reti'BCC>ón y al deseo ex¡¡gcrado de no tocerse 11Utuarner1te. no sq.l8f8 en el ¡uego conierlle. LM tendeneios

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expansivas engendran también nuevas curiosidades: existe un interés cas• un•versal por los rec1én nacidos: se plantean pre­guntas de sondeo sobre el 011gen de la vida. la procreación y el matr'imonio.

Las n•ñas exploran estos problemas familiares por •nlerme­dlo de las mui'lecas de papel (con Informaciones adicionales e~ traídas de las lllstonelasl. Como la:¡ piezas de ajedrez sobte el tablero. las mul'lecas de papel simbolizan personas y situa­ciones: padre, madre, nov1a, nolilo. hija, hijo. bebé. visitante. etc.. se representen med•anle figuras de papel que pueden ma­nejarse Ubremenle. acompañadas de comenlsrios dramállcos dastmados a organizar las ideas. En ocasiones, el dlélogo revel<! una penetración mayor de la que pueda pretender real­menle la mente de ocho eñes; •iMI marido no me seria lnflell•. decía una dremál1Ca mña de ocho años, creao\do una escena entre mul\ecos de papel. ·¡Pero lo ha sido yal •. fue la res· puesta de su Ingeniosa compañera.

El nll\o de ocho silos tiene cierta c;uñosidoo por todas las rei!ICIOnes humanas. Pero. nom1almente. su interés por el cono• cimiento mañtal y sexual no llega a ser excesivo no presumuoso. lejos de ser erótico. consmuye sólo una manlfesleclón de su multilateral expans1vidad El niño se extiende. Intelectual y emo­cionalmente. en miríadas de d•recc•ones. Inquinando en la his­toria pasada de la humanidad y en el destino futuro. Ocho no es una edad de squi y IJirora. Busca orientaciones mós profundas en el tiempo y en el espacio y petfora las superf•cles para escu· driñar lo que yace debajo de ellas. Desea aumentar su oonoo­mlento sobre las entrañas de la tierra y les entrañas del cuerpo humano. Pregunla ocerca de la geografía del cielo. Le interesan también los Padres Peregrinos.' el hombre prim•tlvo, los esqui-

·En lngl<lo. k>o PSJrp;ms. nombre '11"' •• da • lo$ ~ colol>os ooloblocldos •• EaiJidoo Unldol, ~ enell1111100ober<o •M<>yflower•. lN. de/11

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Elhillodoe-

males. Adquiere conciencia de su propia condicíón racial y de su nacionalidad. Sin embargo. su naturaleza es lan cosmo¡:>OI•Ia que este es una época favorable paro fortalecer en nuestro niño las actitudes sensatas contra los prejuicios raciales.

S•ente una slmpatla Innata por lodo lo relalivo al conocl· miento de otras culturas, pues liene la honestidad natural de la nli'lez. Esto le permll.e proyectar sus propios inlereses Vllalas sobre las v1das de los n•ños de otros paises. Se dele•ta al olr que los niños chinos se parecen a él en muchas cosas. que ¡uegan o la rayuela, a las canicas y al escondite, tal como lo hace él, que van a la escuela y leen y escriben. aunque para e~os la palabta vaca llene cuernos y la palabra boca se ase­meja a una boca. Quiere saber qué comen los ntños de China en eJ desQyuno y qué clase de calzado usan. Oye que no leen luslonetas cómicas. pero aprende que llenen camelas en Forma de mariposas y dragones. No as•m•la csla Información como si se tratara de hechos desnudos. escuelas sll\o como valores humB(los Aprende a valol1ll' las cosas a medida que amplia su h011zonle mental. le impresiona la Información de que una qwnl.a parte de los niños del mundo son ch•nos.

En sus mejores momenlos, el niñ(> de ocho se siente tan feUz de vivir, es tan tolerante en sus slmpaUas, tan l1beral en su &rls•a por explorar lo desconocido, que bñnda una mas que promisor1a prefoguración de la rnenlalidad adl.tlta. Y él m1smo se siente más cómodo con los adultos. NegOCia y conversa con ellos más libtemente le gusta plantearles enigmas que ellos no puaden resolver. Cuando era más pequeño. quena que el adulto le diera ensegu•de la respuesta correcta y él mismo dejaba escapar preclpiladamenle esa respues~ AhOra, sabe apreciar su ventaja unilateral. Ha comen:zado a dudar de la lnfallb•lldad de sus poores y de los adulios en gene­rol. Algunas veces. cuenta una hlstOtia inverosímil mantenlen do un aire Impasible y observador, con el ftn de poner a prueba

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11

la capacidad del Qyeflle para descubnr el fraude. Todo es sin tomátiCO de una 8dt.ltez en embnón

Intelectualmente. com•enla a mostn~se más e>q)llnslvo f'¡J«le expresar asombro y cunosidad Su pcns.::~miento es menos Dnlmlstlco. Grnd08lmente adqur<:>re ROCIÓ<"~ de las fuer· lilS Impersonales de la naturaleza S<lbe qu6 es lo que hace que un velero se mueva Puede dosllng1.11r som·~lu<les y Meren· eras fundanll!rrtoles of comparar una pelota do b61s!)oj y una naranja. un aeroplano y un barrilete. madem u vk.l110. ComienlO a fntrigarlc el origen y el crecimiento ele las plentas 11 ptutlr de las semillas Se prufundLLa $U interés por la vida y los proce sos vitales de los onfmales Comienlllll cepter la trBScenden· tal genarühdad de que todos los hombrea son mortl!les SI. t!lmboén él mor•r6 alglln die

Pero este comienzo de comprensión de la mu~>rtf! no lo deprme Toende a s11r superlativamente vivaz y hast:~ CIJiórico Su mosm:~ manen~ de hablar se roen hacia 1" extravd{j<lllcia y la hipérbole ¡Y cómo le •encanta• h;¡b!Jrt Vucll/e de la escuela

llooo de novedades .¡Nunca has VISto narl~ '~~"""" •¡Oh. fue algo temb/Bd. •¡Tenia miedo!· ·Rci11mcnte. él no podt8. ·Era una gf'!ln C1Jntd8d de dttoero • ·Y cloro que ella hubrcm queñ· do • ·Oh. Dbucnta. siempre dices cosas 111n estúpodatJ •

No perdonamos la falta de respeto hocl.l la llbuclo. pero ella reconoce. probablemente. la vrtAiidad tJe 111!1 tonslooos do crecimiento o que cst6 sometido el el(I.Jberente n~eto de ocho

anos Parece extruer Cierto empuje psicológico do sus dramá· treos exagcrliCoones Dramat•zándose a si mosmo. se adelanta haclo lo madiJfOZ. Le desagrada el fracaso. son embal'l)o. esté muy dispuesto 8 que le pongan a prueba. Le hemos "'sto gol · J*rr&elo frente con hostrlónlca desespetaCoón: ·.Eh. qué pasa conmigO' Estoy olvidad=·. -Oh, esto me vuelve foco. Pronto será 1.3 causa de mr muerte • -S~empre esqu.>10 lo$ e)"<fciclo$ fíoctles ,• El adulto puede sonreír ante todo esto. pves nos

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vemos o oosotoos mrsmos en el nillo. en 8$08 momentos en que tn~la •ngcr>Ullmenle de ser como nosotros.

El n•IIO de ocho allos se ramfJCB en ~lee drrecciOncs d·fe· rentes que es u~s·ble compend•ar su d.--sid¡¡(l en uno sola rruse, U.s diferencias lndilliduales grandes son: las drferencltl!l se>rualcs comienzan a aúquonr sognillcec•ón Algunos n.ños no

se e"fl' esorr con 18nt8 exactitud como los quo hemos cotado en nuesln~ caractcril8ción. Pese a elo, éstos proclaman ton­dcnclos bósocos y tlplcos para su lOna de madurfJL. En los sutr· les c~mbros de llsonomia. en el alargauuento de loe brazos y en el aumento do lomailo de las manos. el nono de ocho arios anunc•o vagamente la adolescenda. Aún po98e en gn~n medi ­da la atn~etova ongenurdad y el abandono de la nlllez. Pero yo no es un mño

A loe clnoo a !\os y medio, ornpeurbiJ 8 romper con SU$ unto· guas BrMnas A loe seos. se halaba en un pefiO<lo de trans;.

cm. cepaz de tomar contacto con U<l8 mult•tud de nuevas facetas del mundo en contrn<Ja elCpanslón de la natura'ozn y del ho<r•bro. PHO sólo podía tocar los corn<enzoa Sólo va•a des tellos. oposiciones. actuaba por ompulsos de ale¡arruonto y aproxomacoón

~era los arete anos. sus ajustes y reAcciones en~n monoo fragmentarlos y sus percepcil)nes, menos Incompletas Empo· zabun o rormaose modos más conftgun~dos en su mundo lnte­nor; edc¡uorlan prolundodod de signohcado, por obra de la memoria, la expenc.11ClA y la madlll'adón

A los ocho ellos, el nlllo oomienlll a ver oonciusiOnes. 000• 18xtos y coosec:ucncras oli doode antes las habla perc.bodo eólo ar1 parte Su un•verso se hace menos du1contrn,l0 El lllilmo nrilo se enc11cntro menos abrumado por el mundo en contonua c..pan>rón. Empoela a hacer d•Stonciones fundamPntll· ... entre personas y cosas. entre las fuenas imperSOfll!Ae& de

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lo noturoleza y las fuerzas psicol6glcas de ni/los y hombres. Por etiCIITia de todo. empoeza a verse 8 si l'rllorno más claro· mente como una persona entre pe<Sonas. obrando. pa1110pan· do y gozando de la vida

Esto te011enlac>ón señala"' tremendo &del8nto en la h~Stona de su vldo como lnclvlduo. niembro de ur>a cultura democr6toca Mora esl6 preparado para los ai10s novenos y dóclmo. con tod.ls sus rle<.ls oportunidades de mayor expansr6n, valoración y consolldoclón.

RalJ110a de madurez

Clos r!ISQO$ de madurtu que SJglletl no dtióen cot>Sidcrorsc

como IIOnT1.!S rlgtd8s ni como modelos S.rven smrpleme11te

pw11 ~mpl.ftCJK las clases de condvcta -deseobltt o lll¡p,Self·

ble- que tll'llden a ¡xesent8J'8lJ 8 esta edad. CDdiJ n*'o posee un modo ind!vldulll de crecimiento. que le 11s únoco LO$ ro$f108

de conducta equl delineados se pueden us;v para tnl~/4r su ind!vldwlldad y para ccnsidtmlr el nivel d8 tttadiJftu que ese nillo Ita ole~Jnux!o.J

l . Caroctorlstlcos moldees

ActJvldad corporol

Los movlmrcntos corporale$ del niño de ocho eños trcne llui. dez y. 11 menudo, gracm y equilibrio. Camina con libertad Ttene COf1Crcncb de su propia postura y en oce•lonee recue<· da que debe senlélt>i8 ergUJCio: se muestra d.spueslo a cnt.tear o otros que no lo hacen le placeo las ectrtudes teatrales y la &><¡11esr6n mod•ante una gran diVersidad de po~turas y geBtos.

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Hace pruebas de acrobacia y se delerte iugando e • seguir al

Jefe· Ocho eatá en continua actMdad. Corre, aalte lucha. pers1

gue a otro n.I'IO O luego del escondtte es uno de sus fovontoe. aunquo tombtén le atraen otros deportes má8 organtzados. corno el fútbol y el baloncesto. Cuando part•c•pe do alguno actiVidad. es ahora tan buen espectador como buen JUglldor

Valor y atrevimlento son caractsrísltcas del nli\o a esta edad. Trepando árboles, hac•endo eql.ilibrto sobo' e el borde de las cercas. aumenta sus fucrms. Quizás e•prese verbalmente sus temores y nccesíte algún a~ento, pero cumple lo haza~a hast;~ Novorlo e térmloo

Experimenta un nuovo placer en patmer, en s!lltor a la cuer· da y nadar. y muestra una ~disposición hac..:l el op<endt· zaje de técn•cas nvevas. Pero es tan espont,neo qve con frecuencia roce las coses s9gÜn su propio cnterlo. dcsputlra de habCir ensayado hacef1as tal como le enseñan

Opa ymllf'oa

Hay un Incremento de velocidad y de fluidez en las operaclo· nes motrtees f1nas El acercamiento y la prensión son rápidos. euttves y hast.., elegantes: la liberación se hace con gesto aeguro y preetso

Ocho puede cambiar la postura con mayor sentldo de la 8deptaci6n: se ioclrl& hada adelante. luego se s•enta en posl· c1ón erguida. de manera que mantenga la cabl!l'a a diVersas dlalancras de su trntle¡o. E.uste mayor Slmelrla que a los I>Qte llloe y con frecuei\Cia apoya ambos codos sobre la mes¡¡, o eKbende ro. dos brazos. La variabtltdad postural exh·be muchos de los modos que ya hemos visto o los &818 y stete 11\o&. pero con mayor flt,udez.

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(] niM 1M 1 J 1 &11011

Ocho pued.l pensar antes de actuar, pero también se com­place en hocer las C053S 1'8pidamente. de manera que la pausa prer.m.nar r>o - prolOngada Puede mantencf A¡a la rr·lreda •1\6s tiempo parp;odearldo. pero s• quiBrl! hWiar con algvoen, desvfo le fn<rada en esa direcx:l6o.

Ocho se aseme¡a a Seis en su enterés por hoce• muchas cosas. Treno, sin embargo. ai!)Una noción de lo que es un pro­ducto term•nt~do No llene el poder de monteMr lo otencl6n de Nueve y podré dejar muchas cosas incompletM.

Al esc<lbtr, espoclo las palabras y las oraciones; lt~lll111aoclón

y la tnclinoc:16n son más uniformes. Sus ldens pueden superar e ta Cllpllctdad do oxpresarlas por escrito. En sus dibujOs do lo f>()UI a humana demuestra una me¡or nocón de las proporcoonea corpomlea. y le gusta especialmente dbuj!ll' flgu'liS en rocc>6n. Empcza a dobujar respetando la perspectJV&

Aor>.JUO es un actrvo hacedor de cosas. Ocho com.cnza a ser tamb.m un bwen observador. No toca todo lo que ..e con tanta frecuenol\ como antes. Puede tomar pa• te en ul'\3 ..,,,.,..

dad y. el mismo t•empo. observar el desempeño de otro mio

2. Higiene pcrsorn:JI

Comido

Apetrlo l1!18tolos 111iios que comen menos emp•cZM a dasa· IT'OII;tr Ul' buon apetito a los ocho años. oomon con constancia e Interés. 81 bien cotecen de la velocodad ge11erolme~te ClllliCtoriS· tJC8 de esta edad B rasgo ~de Ocho es un hambre wraz Su madre dice a menudo: • Come ccmo un cerdo. engulle todo

lo que so le da· . Termna una tanda de comoda. oomoenza nue­vamente doMode al ptJnclplo y pode ·de todo• Qutzils pdo. 1nclu so. repet•r por tercera vez Las curvas de peso asc•enden

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D ni,. do 1 AA"'

niptdamente y o menudo el niio es OO,..CO de burlas por su gor. dura Esto azu:t.1miento puede producr el resultado deseado y proyocar CiW10 dom.,oo de la absorción de aldnt.ntos, f'6tO ae neceSM. frccuontemcnte. alguna supennsoón ed.;tta. Ciertos oft montos como las patetas y los postres pueden restnngotM a une solo porción y la leche es un dclcile. aun descremllda

RechOJZO!l y prefef8JICI8s. -Hay algunos ellmentos que todavía no satisfacen el nll\o de ocho allos. No puodf' com·

prender por ejemplo. por qué ·debían arrUinl"ll' ese delicioso jamón con una hornble salsa· . Su valoración do los oltmentos hace un uso más bien Inocente del sentido del olfato. El olor a mantee~~ do maní pueda re8uhar1e profundamente dosogrodo b1e <espac181mente a• es alergoco a ellol. o b en ptoduCirle una beahfrca aensacoOn de afectuoso de!erte.

Ahora que tiene ocho arios. está felezmente capacitado para comer casi du todo. excepct6n hecha de quo tod.Ma no le gusta la c11me con grasa y que. SJira V~Sto algooa vez f031or

a un pollo. qt•zát no pueda comer polo durante algún t•empo. Puede lf'ICiuso •nhlbtr sus exprestOOeS verbales de disgusto y, evidentemente. hace acopoo de valor con cada cuchOOido do almento que le desagrada Los padres deberían cu>d,Jf de no Imponer dcterrnlrn:~dos af•mentos a sus ht¡os. porque éstos pueden aun ser alérgicos s elgunos de ellos No obstante, ol nlllo l>férolco (Julzé prefiera precisamente los alt~nentoa que provocan su alcrglo

Ayud8 -Ocho maneja sus cubiertos mcdíall8mente bien, 1U11QUe ofgunos nil\os todavie mantienen la cuchara y el tena· ciar boca aba¡o. y asi lo que realmente hacen con altos ea m6e

.errtpuJM que recoger Con todo. rec:urren menos que antes o dedoe. Muchoe nollos son Cl!paees ahora de conar ¡,carne el CU<".hillo. aunque un buen número no alcanza 11 dominar Mbldlld ontos de los nueve o los dtez años. Tnnchar una

•llahD<io es, todaWI més facn que cortar c.:erne

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Elfti~.,., •••

Comportamiento en la mesa. - E.>dste un contraste bren definido entre el comportarmento en la mesa del ni~o de ocho 81ios, en su casa y fuera de ePa. Cuando la madre llega a sen­tirse demasiado desalentada por el comportamiento del nitio, sólo necesitará Uevarlo a un restaurante o invrtar a un amigo para la cena. 8 nuevo estimulo a menudo es suficiente para poner de manifiesto posibilidades latentes, aunque esto no quiere decir que el niño pueda mantener fécllmente este nivel supericl( de comportamiento

En casa, el niño come mejor con el ~rupo familiar, pues le gusta la compañia. Qui2ás ya haya terminado para él el perío­do de una mesita propia en el comador y sea tiempo de ascen­derlo a la mesa famrliar. Si as! wcede, collViene sentarlo junto o la madre. donde ella pueda -de formo poco ostensible­mantenerlo por el buen camlno con lrgeraa alusiones y prole· gerto de las reprimendas del padre.

Engullir y comer rápido son problemas de Importancia. Hay algo que recuerda los modales de Enrique Vlll cuando un niño de ocho años .arremete- aflojándose el cinturón (¡o la laldal) para acomodar cantidades enonnes de alrmenlos, sin siqUiera lomarse el trabajo de reprimir los deseos de eructar. Más de una madre nos ha descnto este llpo de conducta.

Su veloc1dad para comer plantea nuevas complicaciones: si la comida tiene lugar con la formalidad de un orden en la suce· slón de platoa, el niño se halla listo para el postre mucho antes que el resto de la famllra. Sr nadie le llama desde fuera y si 91 postre no sigue inmediatamente a su plato principal. se senil· ria más felrz abandonando la mesa y volvrendo a ella en el momento de servirse el postre. Algunos padres han encontra· do que el niño se complace praclicando sus ejercicios de piano durante este intetvalo.

Ciertos nii\os. no tan rápidos, muestran inclinación a jugar con los cubiertos o a revolver la comida en sus platos.

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Aunque Ocho se mantiene muy bien Instalado en su silla, de prooto se indna ég1lmente para echar una mirada debaJo de la mesa. Cuando hay otros hennanos presentes. puede comenmr una disputa, aunque tamb1én puede enlrelenerse sin trltetvenlr en la conversación de los adultos.

Es necesario recordar al niño que debe lavarse las manos antes de comer, a lo que a menudo responde con un •tEsté bien, 31 b1slstesl• Sabe usar la servrlleta. pero aún no sabe qué hocer con ella cuando no la usa: trata de mantenerla sobre las rodrllas, y con frecuencia la deja caer al suelo. Por lo tanto, muchos niños de esa adad resuelven su dtfocultad sentándose sobre la servilleta, Otros prefieren aún de¡erla junto al plato.

Hora de acostarse -Existe una definida tendencia a poster­gar la hora de acostarse hasta las drez de la noche. apagando las luces a las d1ez y medía o bien, ocasionalmente, a las once. Allnque Ocho conozca la hora, no utili28 esta habNidad para determinar cuéndo debe acostarse Necesita que se lo recuerden y tiende a postergarlo lo més posible Para superar aus deseos de permanecer levantado. necesita uno moliva. clón más especifica Si sabe que no puede escuchar uno de llus programas favoritos a menos que esté preparado para acostarse, se preocupa de hacer lo Su Interés por los relo¡ea Y también su deseo de permanecer levantado lo más tarde posible. le hacen susceptible a las estrpulaclones de horario; ee decir. que si no está acostado a las diez de la noche, debe-1'6 acostarse más temprano al dla siguiente, para compensar la demora Esta posibdrdad no le satisface y se apresurará peta que no vuelva a produc1rse después de haber tenido que oumplir la pena en alguna ocasión.

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Por lo general. cumple con los prt!paralivos para ecostal'se mucho mas répiclo cuando esté solo que cuando esta con la madre. Preflcrt! leer, escuchar algunalectu.a o escuchar la radio que tiene junto a su cama. Cuando llega la hora de apagar las luces. aun pref~ere que sea la madre quien le SITope y le dé las buenas noches. ltste puede ser todavfs él momento favo­rable para con-.-ersar con le madre y para descargarse de las preocupac1ones dlorias. Pero también puede ser el peor momento para conversar aobr& esas cosos si el nlllo se ruccita fácilmente. Afortunadamente. este tipo de niño. como tegla general. no trae 11 colación temas perturbadores por iniciativa propia y también es capaz de apagar la radio si se traosmlte un programa que le asusta y que podría producirle malos sueños.

En general. Ocho se duetme poco después de que haya apagado las luces. si no se ha scostsdo demasiado temprano Pero hay algunos niños qua aún necesitan regularmente un periodo de tranquUlzamiento antes de dormirse.

Noche -Normalmente el sueño es profundo. Se define por lo general al ruóo de ocho aóos como •un magnlf1co dur­mieote •. En muy pocas ocasiOnes las pesad alas perturban su sueno. Incluso la necesidad de Ir al bañó es poco frecuente.

Mañana -La meyorla de los nlflos de ocho años se des­piertan entre las ocho y las ocho y rnedia horas. Por lo gene­ral. están ya -.-est1dos a las nueve. sin mucha necesidad de que se les name al orden.

Eliminación

lntestklos. -Muy pocos niños haclln de vientre después del almuerw. Parecen dividirse en dos grupos, uno de los cuales lo hace después del desayuno y el otro. después de la cena. Un creciente número de los del primer grupo son capaces de

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El n111<> • e .,.,

hacer de vientre en fa escuela durante la rnallana, si no lo l~n hecho ya en cese Ocho es susceptible al mismo t1po de rapl­de aparición de111'10111miento intestinal que experlmcmaba o los seis aflos: sin embargo, generalmente esto se produce como respuesto a un estimulo especifico y se halla mas sometido al oontrol del niño. Un camb1o repentino de temperatura. produ­cido por una sasión de natación. puede pmvocar un Inmediato deseo de evacuar Este tipo de respuesta puede prevemrse recordando al niño que debe ir al baño antes de le hora de natación.

Vejiga. -Igual que a los s1ete años. el niño de ocho anos necesita que se le recuerde que debe ir DI baño. especialmen­te cuando vuelve de la escuela o antes de salir. Fuera de ello, se maneja suficientemente b1en lnmedralílmente antes o en mediO de una tarea poco placentera, puede experimentar una necesldad genuina de ir al beóo La tarea de secar los platos ae verá, seguramente. interrumpida por un viaje al bailo. con algo de remofonerla adjunta.

Baño y vestido

&ño. -Ocho puede resistirse al baño, pero goza sobremane­ra de él una vez comenzado, en aspectel si se prolonga en una media hora de juego. Cuando la madre sugiere un baño. Ocho puede responder falazmente: •Me bailé onochc•. Un baóo o la manera antigua, los sábados por la noche. seria suficiente para buen número de ninos: pero la mayor parte de los niños de esla edad se adaptan fác1lmente a tres bal\os semanales como mlnimo.

El niño tolera me¡or el agua caltente y se divierte viendo hasta dónde puede llagar el calor que soporta Goza de verdad del baño canente. Aunque se haya banadlo por si solo perfec-

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tamoote b en e los siete allos. at>ora prefenrá que lo bañan o , al menos, <1"8 le lean r01antras el se baila. HDr6 Incluso ejefcl · coas or1'1cs de deletreo y de antmehc11 durAnte el boflo: se tur· nortl con lo madre para lavarse. los "'~os se delartan a menudo jugando con botecrtos y ftngen que son svbmartnos De cuando on cuoodo. subfayarán su juego bE'biendo aguo del grifo. Cu<Jndo era més pequeño. qr.•rzés sorblo el oguo:~ del bailo o chupaba la espon¡a. Ocho no es eldgente con la Cllra. el cuu· llo, las orejas o la espalda porque. como dice: ·No los ve•. Puede lovarne I<J cabezo sin ayuda Puede cortwse las uños. aunque todavfo neces1ta ayuda para oortar las de lto mano dom•nanto. Mantener las uñas cortas es la mejor manero de montener1.l 8mplas

Algunos noños de ocho ailos se laven las m11110s por si solos antes de las comoclas. pero la mayor1a necesita urta advertencia y la ocepta con escasos sognos de res•stencia. Muestran lnclw•odón a lavarse muy rapidamente y a qu•tar la mayor p011 te de la suc•edad con la toala Por coMigu•cnte una peq~a 108trucoo• odcional en el sentido de ·En¡abon!l<~~e tres veces y recordar las muñecas • puede elminor algl)n Ira bajo de lavado do ropo.

Vestido y cvkflldo da la ropa. -Ocho se viste con regular loc1t.dad y rapidez. Quizás necesite algún estimulo y. si se le pregunta fXK qué tarda tanto, contestani: •Creo que saneiiiD· mente porque soy perezoso• Algunos niños quisieran ayuda, pero por lo gefleral, aceptan la tarea de vestirse soloe si sales d100 que •lodos los niños se V!llten sin ayuda nlos ocho ailos• y se desompcilan b<JStante bien. aunque poedar. pedlf nyuda para loe loquea llllales. Todavía neccs•tan ayuda pera meterse le comiSa dentro del pantalón y es necesario record<Jrlcs que re deben ebotonar los botones. Una buerl8 crem811era Slmpil•· Cll el Pf oblema espeaalmente en los pa'ltalooos. El nó'lo rMne· ¡a ahora con fac•lldad los cordones de los zopatos. que se

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rnantoenen atados y. en realidad. surge un nuevo problema, porque el nll\o desea qUtlaise los Z8p8los s•n desatar los cor· dones. lo que no redunda en benellclo del calzado

Ocho muestro una vez más nterés por erreglerse y por comprar ropa nueva. No sólo sabe dictar sus deseos E'n cua.,_ lo 11 modelos y colores. smo que tamb•én ontervtene en la seleccíóo de 811 rape en la t•enda. No obstante, por lo gcneml se muestra oberto o las sugerencias. los nrños pref•eren a menudo el verde -pantalones. camisas o camiseta~ do colo· res liso&- dentro del extremo más fr1o del espocho. Las mrias también so alejan del ro¡o y desean más los azt•les y los ver des. Algunas n1ños recha'an los pantelones. y otras. en cam. biO, Bi!J<•en prefinéndolos Cambiar de ropa yo no conshtuye un problema en raolidad muchos nrños prerl8t'en Cllmbiar dla namento todas sus prendas. la mayorla de los rl~ pueden elegir. con o sin oyuda, la ropa que usan\ durante el dla SI todiMa se les ayuJa. se ofenden rnuci10 cuando las ropos se ext..,ndpn sobre el suelo en lugar de sobre una Silla Ai!)l.•t~Q,'

padres dcjoo o sus noños dentasl8do •brados 11 su prop•a lfll·

Clflllva y éstos P<•eden aparecer 8f'llonces sm ropa inteuor, o con celoellncs de d1fcrentes colores. Algunos nii\os ut~•nrn la ropa poro demostmr su rudeza y llevan los calcetines caldos intenclonelmente, pues no quieren ser tildados de alttmin!Orlos

Los nlr1os cuidan su ropa más que los ni/los los nlnos eorneten la ropa e verdllderas pruebas de resiSIE!fld& y ehore dan cuento de desganones y agu¡eros s1 éstos les ¡l(OVOCen algún sentimiento de 1ncomoctod.ld. Al desveshrse, aún rieran caer las prendos dondequieta que se encuentren. o les dospa trllfl'lall pot todo la casa Sin embargo. aumenUI el nú'l'ero de los <1"9 ""O!M su ropa sobre una silla. o incluso los co1oc1on ordeoadamcnle sobre ella. Ocho es C8p8Z de coloC8r su ropa euae en un ce !<lo. el menos sí se le rccUCf'd.l que dOOe hacer. lo. Tiende o perder olguoos prendas de vest~r Esto se retaclooa.

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en parte. con su mayo~' conciencoa de cómo se siente y de la Clltllida<J de ropa que necesora. Enseña1e a anud...,. las mongas del suéter alredi>dor de la cintura cU8lldo llene demaaiOOo calor paro tovorlo puesto, le iiohorrorá futuros exlnlvios y búsquedas.

El pu~uelo. como la seiVllieta adqu•e•e mA~ 819flolocado y es mAs aceptado. El nll\o empieza a usar el pa~uelo c~ndo tose o estornudA el ogual que para sonarse la r11111Z

Salud y afecciones ~;omáticas

El hecho dP que el noño de ocho aoios asisto con m.lyor fre­cuenckl al coleg•o reflejo que e esta edoo el niño es más e81u­d.:oble Sí t•cne un catarro, no dura. por lo gcncr~l más de dos días .AiJnque au tempeflltura aumenta brYscamente, hende e recobf¡)(!¡e coo rapidez. Poc primera vez. se 11011 Informa de que algsooe noñoellene eofenneclad.!s ·benio"DS•. Qcas.oo¡¡l­

mente. un noflo p,.ede que¡arse de dolor de garganta y. l\14190 nada se moti)< aioza. Pueden \/Olver ta fiebre de heno y el osme ~ n•nus que no h>ln solndo ataques dt.soo lo$ lietS o~os de edad Ocho sufre menos enfermedades contagiosas que loa noños de manoo edoo, y se recupera de ellas más rápidamente.

8 niño de ocho a~ por lo general, se fat•ga menos. que el do soetB Aunque es mas resistente al cansancio. pueda produ­cirse un retomo de los transtomos ustomacai<ls sulrodos e los seis al\os. en c.:~ so do que algo le moleste. Se queja de dolores ocul~~res IQU111 que lo hacia a los siete oi\os. y de dolores de cabeza causedos por elgona sobreexotaci6n

Los ecc•dontes son la pr111C1pal causa de muerto o est.:l ed3d. Entre ellos los más importantes son los accídentes liUIO· lllO'<ili&licos. las caldas y las as&las por onrncrslóro. El nillo de ocho ariOS. corno el de cU8tro. es desenfrenado: la 8Cci6n es su objetiVo pnncipal y está dispuesto a ensayar cualq.¡oer cosa

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Ha petdldo l.l precaución de loa soete anos Se juzga a si mosrno arróneomente y cree ser mejor de lo que en realdad es No esté reelrnenle capacitado para vla¡ar en bicicleta por la carret~ ra. ya que cualqUier coche que pase puede golpeafio. Al caer. !lende o he<;erlo 8ob<e los pies. y puede. por COOSigul()nte, rom· perse una p ema.

Descorg¡¡s tonstonales

Según los Informes de los padres de los niños de ocho oo'os. las descaoous tenslonales son decididamente minlmos Todnla eoergla del nUlo está decididamente dingidA hacia sus actovlda des sociJies y sus actMdades motrices gruesos. sobre los cuales e,erce ehora un dominio muy supenor, o o les cuales puede ehora. al mooos. hacer frente Algufl06 noilos se t•ran de la entr11poerna de lo!! pantelones o se rascan l.ls nolgos, espe· c111lmente ante tens1011es sociales excesovas. Este tipo de oomporta•·•~t•nto rer;ult8 embef8ZOSO para ios padres Lo ropa

Interior mas suelte ayuda e d•smlnuir la moicstla. pero, a menu­do. lo más lndlc3do es alejar al tllilo de cualquoer s•tuacoón so· cial demostaclo ex•oente.

la descarga tensiooal más frecuenta a los ocho eños es la necesldEid do orlnor cuando ¡¡j niiio se siunte agobiado por algo que le dese~& o que escapa a sus poslbiijdades. El secar los platos so 110rá ontanumpido casi con seguridad apenos comenzado- por ur\3 vtslta al cuarto de baño. Un tema esco· lar d·flcultoso la lectura por e,emplo- producitll en pocos 1111nutos lo dola18CI6n de la veJga Esta reaccióo equovelo, por eu naturaleza. a una •transpiracióo ontet1l8· provocado erno· c:lonalmente. No 88 trata de una excusa. como lo demuostra la ebundiiOCIII de la aecreclón producida La risa onlensa también puede producir una descarga irwol..,taria da onne A los ocho

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~---------------------------------------- ~

a n~M • 1, •••

años se produce ~spec:lalmente en los ni/los- una Wgcra exacerbación de la costumbre de chuparse el dedo. A los $eiS

arios. el niño lo hacia a espaldas de los adultos, y trató decid!· darnente de renunciar a ello a los siete. con ayuda adulta. Pero a los ocho años puede. en c•erta manera, alardear de ese hábi­to y no demostrar preocupación ni vergüenza El niño puede chuparse el dedo mientras lee. escuche la radio o cuando se despiena, aunque no lo hace con tanta frecuenCia como para requenr medidas espec:ificus. Ocho es. a menudo. el ult""o año en que se da esta costumbre.

3. E:xpteslón emocioflal

Ocho esta más · fuera de sf mismo· que Stele Ahora es menos sensible, se concentra menos en si mismo y es, menos propenso a retraerse de las situaciones. Está d•spuesto e afrontar cualquier cosa - en realidad. le atraen las cosas dtflcl­les-. Muestra valor en sus empresas. Cree saber más de lo que en realidad sebe y adopta a menudo un tono de • sabelo· todo• . Anticipa con gran vehemencia lo que va a suceder. y quizás agote su trlterés en la mera ant1CtpacJ6n. Sus •nterases son de duración breve y pasa répldarnente de una cosa a otra. Este poder de desplazarse con facdtdad le hace más controla­ble. pues una pequeña ayuda basta para tranqulltzar1o. Es posl· ble, tncluso, controlar1o con la m1rada.

El ntno de ocho sóos rebosa impac18nCta, espec:•almente consigo mismo. y quiere que las cosas se hagan enseguida. . No puedo esperar. es una lrase que repite continuamente; puede referirse a una hesta que tendrá lugar la semana pró~ima, a las vacaciones siguientes o a la época en la que estará en con­d~erol'les de mgresar en la universidad. Entra y sale constante­mente de su casa. Es tan lábil. tan escasamente capa~ de

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a"~"•-'"

mantener sos propios interases que plantea a la madra Incesan­tes exigenCias Sta se queja: •Me obsesiona•. 8 niiio necesita frecuentemente la atención completa de alguna persona. nece­slla ayuda para atenerse mejor a una tarea y necesita apoyo en fonna de elogio y aliento. Todo lo dramat~U~, trtcluso él mismo. Hasta sus hlstOiias más inverosimtles captan el drama de una situación y quizás ~s de esperar- provoquen la respuesta adecuada a su auditorio Para drama~zar. siempre tiene neces~ dad de un auditorio

Si bien es cierto que exige tanto de la rnadre. al mismo ltempo muestro mayor oposición a sus órdenes. Puede negar­se a acceder a sus demandas o sugestiones con un abierto •No•. pero, con mayor frecuencia, emtte alguna excusa como: •Estoy ocupado• o ·Bueno, lo haré más tarde•. Se le debe dar ttémpo, pues. por lo general accede a la demande si se deja que lo hoga a su propio ritmo.

El n•ño estalla en llanto por numerosas razones, en especial cuando esta cansado. Puede sent1rse des; fuSionado porque se le ha negado algo que queria coo mucho afán. puede sentirse ofendido, puede haber Sldo objeto de crlttcas. o puede haber hecho algo sabiendo que no debía hacer1o. Uora menos que antes por confusión 1ntema. pero puede llorar ante un episodio dramático en una pelfcula o en un cuento

En ocasiones, monto en cólera. El niño de ocho 011os puede enfurecerse con la madre hasta el punto de decirle. con verda­dero rencor. a medida que se le nubla el semblante: •¡Eres un animal!· . Muy pocss veces tratará de golpear a la madre. pero &1 se enfurece ante un reprochll de elle, puede golpear a un hermano. C<l<•viene entonces señalar al niño este mecanismo de reprasaUa. pues Jo comprenderá lacilmente Otros niños de esta edad demuestran su cólera de forma mas humorisbca: ponen las facclooes en tensión. dejan colgar 111 mandlbula infe­riOr. llevan hacia atrb los brazos y los Aexionan en los codos,

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cetrllodo S•n...,.téneamente los puñoe Esta pose teatral provo­ca la nló8 de otros r11ños. especialmente en una sltuaci6ro esco Lar Ocho mmbiéo dromataa las oosQS vetbeimente: ·E"o me sucede :."""Pf8 e rni •, • MJnca tengo OC8SI6n de hacer lo que quoero•. ·Me has ¡,echo ocho mJITonesde preguntos•.

Dddo que Ocho GJtrge le complete Btencoón de la madre. conviene que 6st.:l cuente con un periodo de descanso en su relacrón con el nol\o bien deflnrdo y programado. El colegio desempeila un papel de Importancia en este descenso Las nuevas experiencias escolares le absorben évtd~mooto y oyu. dan a ompNI)( el p~~noramo del niño de ocho al\os. Lll comp&­tencle con otrOll ntl\os es esponténea y ayudo a montcner ol nll\o dedicado a uno tarea. S bien se muestro Imperioso en dgunaS SltU<IClOileS, tembioln puede -baíO SUfl6MIIiÓo- Ul~l­

zar este m•smo lrropulliO de dominaCIÓn para ayudlll' a otros niilos qua nocesllan atención ~Mdual. Su ¡uago en !at horas postescolarea neces•ta aUn aerto control. La introducción de un n /lo mayor en el grupo aporta a menudo. uno benef!CJ098 corri>ir~ de t~•h'"l>lo y control

La compallla del nll\o de ocho al\os no es siempre la más encont.:ldorn que uno pueda imaginar. Pt.ede SGt" bl\rsco, aspa· coolrnente con la abuela cuando ésta Forma par1e de la conete­lac16n familiar. Seria conveniente para 1~ abuela rel.lcionarso con el niño mediante algún canal especllrco corno, por e¡em­plo. Jugar con ~1 o leerle en voz alta. Et peor momento para su lntervoncr6n es oquél en que el padre y la medre estén contro­lando el n•llo de alguna manera Entonces. cualquier Interven cióo por parto dí: lo abuela despertatá oo el nol\o, probeblemente. alguna obaervao6n brusca y poco ~le. El nil\o ectutri de forma muy d.fcrentc y se mostrará muy socoablo con la abucl3 cuando vaya o 1/isotafla.

Ocho u adicto ala discusrón Perci>e muy bten los er-rotM de los demás. especialmente los de su madre. pero t.:lmbiéo

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es autocritlco y puede decir. •¡Qué burro soyl• . 'J;ene con. CI80CJ8 de que los demás pueden querer biurlarse de él y, por lo tanto. adopta une ecbtud de ~nción. Expre98 aus tonto · rías en poesles "'" sentodo y. cuando &e siente ca"Sado. puedo echarse o reir sm motrvo y &In que seo fác~ hecer que se detenga

4. TemDIIJI.I y suenos

Temores

Aunque Ocho conserva un número de temores sin resolver, resto de &us Glcto ol\os, y BUnque hay en !ll un lgeto retorno e algunos de los temores de los seis años. por lo gl!r'eral ofron· ta la VIda con 118fentla y con decuuón de conqulst.:lrla. A menu­do. "' stqu eril ed'l'ite e!!OS temores ~ra si m10mo Pero aun llene miedo de p!!lto8r, de fr<lcasar. de que otro$ le enQ¡entrcn fallos o no lfl3 o<•ste. y quizás se ruegoe 8 escuchar a.entos de serp!Cntcs.

Puede que todii'Jia tenga un temor mor bOllo a la oscurtdod y se dice que dcsCOilfia o que es timldo respecto de 111111 Son embargo, qui.u\11 pjda ahora que apaguen las luces de la entro de y nada le causa mós alegria que estar fuero. con sus padres. uno vez que ha oscurecido. Ést.:l es una épOC6 exce­lente para ayudarle a orientarse en la oscurrdad. con respecto a 18s Idas y venld;¡s de su sombre según la dirección y lo onten­sldad do lo luz, s1 hay luces en la calle. y con respecto a los rul· dos nocturnos

Aunque tol w2 no teme al Fuego mismo puede halle<- un Interés compulsiiiO por todo lo que se refee 8 éste El n"'o loe y relee tb'09 eob·a el fuego Domna ahora los temor• e'!illl c:lales oo lo case ya no l•enc miedo del al!. lo y si no demuestro

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ningún entusiasmo por el sótano, puede dommar su temor cuando se le encarga ahi alguna tarea especifica. Quizas las niñas. en especial, sieotan temor de los hombres extraños. aun­que estos mismos hombres traten de ser amables y ayudarlas. Temeron que los hombres las maten o las arrojen al agua.

Algunos ni/los. en lugar de sufrir temores evidentes, demuestran preocupaciones por una señe de cosas. En medio de Un<l expenenc1a placentera como un viaje, puede preocu­parles la posibiDdad de repetirlo les preocupa llegar a t1empo paro tomar un tren, o la posíbílidad de que el padre sea incor· porado al eJército ~stos son los niños que t1enden a aferrar· se al pasado y tiooen dificultades para penetrar sin obstáculos en el futuro. Éste es su metodo Indirecto de dar el paso siguiente. le mayor parte de los niños de ocho años ~:miren· tan d1rectamente toda cxpefiencia temida y la repiten compul­si\/Bmente hasta resolver su temor, o bien provocan temores análogos, asustando a niños mas pequeños. Esto puede resultar muy desgracrado pero la víctima. Los niños de ocho años harian mejor asustando a otros de la misma edad o a un adulto que se preste a eOo. El relato de cuentos dramáticos. de sangre y tormentos, puede constitwr. en algunos casos, un método útJI para satisfacer este Interés compulsivo por lo ternble.

Sueños

Aparentemente. Ocho no suena mucho. los niños pueden el<perimentar un breve retomo de sus sveños sobre an1males -lobos, zorros y serpientes-. o pueden tener sueños de náturaleza fantásUca, no necesariamente desagradables. Pero. en conjunto, si Ocho sueña lo hace con acontecimientos dia· nos y con cosas agradables. los sueños de terror se relacio·

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nan. generalmente. con alguna inOuencJ& inmediata de la tele. del cine o de la lectura.

5. Personalidad y sexo

Personalidad

Ocho esw saliendo de la personalidad mas serta. más reRexl­va y más vuelta hacia el Interior. que tenia a los sléle años. En reahdad. parecerla que esta personal1dad mlis extenor quiere conocer a gente, v1S1Iar lugares y hacer cosas constantemen­

te Es como si el niño pusiera a prueba la personaildad que con tanto empeño consol1dó a los siete años. Registra su mejor funcionamiento como personalidad dentro daljueoo mutuo de las relaciones con lo demés.

Ocho Llene una conc1encla creciente de si m1smo como persona. Está en proceso de convertlrse en un Individuo. en un miembro del mundo social. El edt,Jito ya no le habja en tono condescendienla. sino que conversa con él. El nlllo cstó adqul· riendo suficiente conciencia de si •m1smo• como para amplesr el término. Un niño de ocho años, mirando su Imagen en el espejo. dacia· ·No pere~co yo mismo•. Análogamente. el adul· to reconoce slgnos exteñores de esta personahdad més dls· bnriva. Una madre obseJVaba respecto de su hijo de ocho años. ·Hasta en sus gestos está todo él·.

El nJJiO llene ahora más conciencia de las fonnas en que difiere de los demás. 'Rene conciencia de usar gafas. de ser zu-do, de no traba¡ar Jgual o de hacerlo mejor que los compai'le­ros de su clase. Pero f'O" ahora estas discrepancias no le per· tubéln mucho.

Ocho se pierde en su habU1dad para dramatizar. Con todo facJ~dad. se identifica con los personajes de sus libros, de los

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Et nJto • 1 r 1 •b

programa$ televiSIVOs y de las pelicolas. Su hoblldad aumenta si encuentre respuesta en su au6torio. Su llanto f•ngido puede ser l<ln real•sta que engaña a qweoes le rodean.

Qwzé" ae flierua desgarrado por sll't eles- de crecer y por sus deseoe de segulf s>endo tal corno es. Algunos M\os -no pueden esperar· 8 crecer. aunque Ctertos nUlos aborre­cen la1d6d de crecer y exp<csan francemente est" ret11ste.1Cia. La Ideo do Ocho sobre el crec•mrento cons1sto en que se le deberé Ir &tor de cierta manera llene una nocrórl cloro de cómo so lo deberé d"'U'' la palabra. No lo agradan las adver­tencias continuos que necesitaba 8 los siete años: ohora quie­re Indirectas sugestrvas. mediante palabras o miradas. que le den dP.a de lo que se espera de él S• su madre olvida este pr1nclplo y welve a las instrucciones menos sut·~. 411 noi10 118Ullla en Ugr1mas porque el!!• ·lo he trecoonado• . Ocho quie­re temb•ún pr>v•legíos especiales qUiere acostarse m6s tarde. o ver las peliculas ~ veo los adultos. Necea> te q>le sua nue-11119 ex•genc•as sean sat•sfeches como a los cuatro ailos. cuando en ~irtud de su 01sistcnda se le del6 cru111r e solas una cona segura. pero aceptó luego la mflllo para cruzar una aven•da de moyor ttánstto.

Ocho está Interesado en 11alot'ar su propto desempeno. su propia reloclón con los demás A los arete, estabo decidido e \lilllr de BCuerdo coo1 sus propias normas Al10re doaeo vivir

con lo Idea de normu que los demás Uoocn pora él. Puesto tluo su componamlenlo es a menudo mediocre y su noción de esM normas es demosi.ldo elevada. ex•ste e menudo una di5· creponcia que conduce e les lágrimas y a la lnfelcldad tempo­ral T11mb•én alardearé y se excu~ré paro compensar ta dilerencl.l entre lo que puede y lo que qu!S•era Nlcer.

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Sexo

Alg~s ni/los do ocho años especralmente los de seiCO mas· cuino. se preoc;upen por a:gunos de los hechos referentes a loo recién MCido&. oo rclaci6n con su formacó6n, con el pe>rlodo de embariUO y con el necrmlento Muchos han pensado sobre

estas coeas Yll a los siete al\os Quizás Ocho no esté llt.in ''*~ gado por el J)tlpel dal podre en le produccJón de un bebé Es probable I]UO las nlllas sea11 más curiosas. más preguntonas y mlls exigentes que los nillos en cuarllo a hechos. Las nlllaa pueden rr més eiLl. prugunter cómo puso el padre 1" semMio en el cuerpo do la madre. SI una nll\a no rcc•be esta onfonllrrclón d9 fa madre al pfontoao1e uno pregunte de tal importoocla. lrttlará de logn~~la dt> sus compeneras de colegio. Esta mformacr6n de segundo mano dosta mucho. o menudo, de sor cl~~ra

Un NilO de ocho años esperaré. por lo general. un momen to ~ para estas preguntas. preferillemente fu cl>11rle de les bu811M nod-. una wz 8f)8glldes l8s luc"'8 de su c:lofmlto no A m<!'nudo, resulta Miel para una madre e•ptrcar o su hijo de f01ma senc.Do y sin desbordes emoaonales la rl!nlorl~~~:l dl!ll!l relacrón soxuol Pero no debe asustarse. pues uno nf¡a dis­puesta o aprcnclor a menudo puede plantear con aclorto las pregunllls mós odecu&das. Lu h9a acepte con facilidad ell>echo de que el pe<frR coloca el órgano sexual mascul:no en el órgano ~~exual do la m11dro. Esto puede deseocadenlll ur\8 &v!llanclll.l de preguntas por porte du le niña sobre cuéndo. dónclo y entre qurénes puede tener lugar el acto se>O.Jal Todas estos pregun­tas se puodcn contestar fácr!rnenta. segün fes e•igencoas de la cneturu

La madre prudonte comple!D la COfl\'ersoc>án con la suge­ra>cia de qua ea converuente que la h,a no doscute estes

-as coo1 •us companeros de escuela e. incluso. con sus hcf. manos menores Lo madre explicaré que los noños menores no

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o,~.,, •.•

lo pueden comprender y que otras m9drell tembjloo quiet'en e><ploeOt p~:rsonelmente estas cosas o sus h•os. o su debido Uempo Cu!llldo la hl¡a sea fTl8yor y capte rne¡or lodo'> estos hechos. podrá d09CU!Jrlos con sus am.gas

Los nol'toe muestrlln menor dJspoSIQón e ..dquu'W au concoei­moento del octo sexual de boca de la madre Se Inclinan má$ ll adquor•rlo observando el epareamoento do los animales Sin cmborgo. pueden ser lentos al trunslenr su conoctm•onto accl· dental dol compo antmel el campo humano.

l.Ds niños t•enen mayo• conciencio de las compresas y pre­gunton para qué sirven Ya no les settsi!ICtt 1<1 Información de que ea troto ele vendas. Ouizñs hayan oido hablar do la ment:· Lruact6n o de pérdld!l$ de sangre y. ltb<adas o aus prop•as e•peculac•ones, pueden relacionar esto flujo con el ombligo y et cortl6n umb. ieal. Algunas ntiias atrovteSon esta otopa si'\

pwcepcoon sulicoenlo para plantearse preguntas Por lo tonto es .,portAnte qua la madre elija un momento lldecuado --a los nueve o díel eños- para rmpartu-•e a.ta conocimiento. &r~tell deltoictO de los peñodos menstruales de la flll\a ,

A los ocho eñoa predomtne al tnteré~ por lo relación antro no1'1os de dtlerente sexo. aunque puede huNerse releooon 8

una poslcJ6n mergín~~l en la mente del nu'lo. Algunos n•l\os todovla quteren coserse con sus l!llldres. aunque hayan rect· btdo propuestoa matrlmanlales do nlllas de su misma edad t lasto pueda que estén pensando an •nvontat l)igún producto qulmlco poro ~m pedir que la madre enve¡ezce La nota romoo· tlca omptflze 8 tnsJnuarse en la vida de los nll\os de ocho ellos Los nll\oa reconocen une mña bon.ta y las n•ños persi­guen a los nooos guapos, pare deleite de éstos. Aunque un ntoo puede tener dos o tres • OOVI&S ·, aabe que so casará solamente con Ufla de ellas. Algunos ·compromisos• eubsas· ten delld8loll soete eños Ocho proyecta ahora l/llilr en su pro pla cosa después do cesarse. Algunos pNtln horas eentados

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ente el colólogo de al(¡una banda, el•giendo mueblas pDttl sus futuras ces.s Los n oos se muestran a menudo muy reaOIVll· dos respecto de sus am.gUJtas, en espeoal de alguna nueva, potqua 181 desagrade que se but1en o se motan de e to. .

& ocaSiones. se dan juegos sexuales entre nllas de ocho y nlllos algo mayores. Algunas ntñas son extrellamente scnsl bias al roonor roce lísioo y se les pone 16c:•menta la •¡JIOI ele ga1hno• en todo el cuerpo al menor estimula Se deleiten revol céndose en el suelo oon los niños y quedan totalmente "'cJ&. fensas debido o la risa que les ataca Este tipo do nll\8 so ve fócilmenta ottelde hac1n el juego sexual colectivo con otros noi10s y nt!Cet>llll ~~~ supervisión que la mayo.io de los n•ños de ocho ei\oe SI se forman estos grupos. es un indlclo de que los niOOs que pemopen en elos no enC\Jentron placer en las actMdJadea ~s sattsfactor1os y más adecuadas, co'BCtemU · cas de eslil eWd,

P\Jcdc ser lóol •lev01se bien· con el niño de ocho ellos on casu, pero su comportamiento óptimo se produce ger•emlrnen· te lejos de ell.:l. & oaso, sus proptas actMdAclee le absorben menos y depende mós de las sugerencias de la medre en cuon lo a qué hocor ILoego No colabore tanto como o los siete añoo Lo que haco ohoro depende de su estado de ántmo PrcRoro rea&zar trnbe¡os que él mismo concibe. Le d•sgustan mur;hes de sus antiguas tarens, tal como secar los platos, poner lo

mesa u ordener au habttaclón. Se queja y roiUflluila ente ella' Eldsten, sin embatgo, coettas tareas nuevas y de fMYOt res pons.:lbtlod.ld, que el mño aboroa con verdadero tntOI"éll y pM8 les CUII;es ecepto láeílmoote C\Jalquiet supeM81Ón necesalia Los nil\os prclklulll reparar los ertefactos eléctricos y otros

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equopos domést>COS sencillos Ambos sexos eocuenltlln place!" en cocinar y en ~mr verdaderas tortas y biZCochos.

Ocho noccs•la una considerl!ble 8)1\lda pata reorgllllilar au 'lllda. T;ene tendeoc>a a ramfica'se demasiado en sus pensa· moentos y en 80S actMdades. Entonces. la Yldll dev~e041 para él algo excesivo y deja todo en desorden Sus intcnci011Cs son

buenll!l y puadu volller a ordenar la confosión, pero necesota una mano que le ayude. 1iene, con todo. conclencla del orden. hace ob&eovacoones sobre una cocona culdllda y le gusto una coso limpia. Puede ser muy cuidadoso coo ciertos coses que

aignofocan mucho para él -sus libros de cuentos, StJS revólve­

res y su pupitre- •• Pero, en lo demás, neces,ta considerable

ayudll y plunofleación por parte de la madre Lo gusta algún sistema de recompensa Puede ser suflcoen­

te un s•stema de puntos. pero los puntos se traducen con fre­cuencia en valores monetanos. A menudo los pad·es se

,._trun pGOWpedos por la ·locura del dnero· del vorón de

ocho ol\oe, pero no daberian subeslimar ct valor de e~ te •nteréa como onotvaclón para sus liCios. He aquí uno excelente oportu

nida<l pera u~~ar un estimulo que al mismo toempo slrvu wnobién para dar el nlo'io alguna ideo dal valor del dinero Con rus mlllos ragoteos. Ooho demuestra que relaciona sus valores pnnclpal­mente con sus prop;as necesidades y deseos personnlea.

Un hororlo de sus tareas doméstíeoo colgado en su habita· clón o en la cocina, ayudo al niño de ocho enos a ecPilt!lr algu­nas de sus responsabilidades Entonces como él d•ce. • No

tendnls que ladrormo•. Los padres deben recordar que este y otros recursos son medoos de ayudar al nlno a orgaolzofSe. Lo~ recursos no son floos en si miSColOs; por lo tanto, reces¡.

tan ~er rMmpla.tados con frecuencia A los ocho años. la relaoón entre la madre y el nrio es

comp~cacla y sutil Lo <¡\Je la madre hiiCe por el n~ es tan Importante corno antes. pero más Importante es lo que elo

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pienBII Y S•ente respecto de ~L B niño es 9lA'1'18111e~te e•lgente con cla - puada seg .. r lodos y cada uno de sus pasos QJI'Ilr>­te todo el dilt-. No sólo e»ge su 11empo, smo au complells ate<1eión, Aun asi. su atenciÓn puede no ser suflclonte para estilblcccr une rlllacoóo srn asperezas

Ocho ext0t8101\8 u su madre de doferentes m&n8tN: cómo r'1!8CC~c~N~ril. qué haril. que dorá. lnduso o.na madre el<lremad.:J.

mente perspicaz. que trate de satisfacer estos exogeneoes, pue· de hl!lllar dicha tarea doflcultosa. Raro as el niño de ocho anos

que puedo perdonsr rápidamente e su madre cuando ésto oo­mete un error que le afecto directamente

Algunos niilos. no demll8oado log11dos a la madre, 80r'l Cllpa. ces de mostrar verdadera devoción y qu~<tá le e~presen a

menudo lo moravillosa que ella es También cxprcsoo afecto

fislco. La ollOOre continóa siendo el p-ogenotor més qo-'do,

aunque el padre recibe una dosrs cada vez rTIII)'OI' de afecto, 81 responde ol n•io de manera que se adapte a el

Las r,;lac;,ones de Ocho con sus hetm011011 menores son

reiawamente buenas. pero ha perddo algo de su IICiitud de

hermano mayor Responde con demas•ada fadodod a los her·

menos. se vuelve Incontenible les mole$18 y termine pelc~n dose. Cuando Ocho es responsable del cuodado do un

hermano menor, toende a mostrarse demoslaoio estncto. Se comport11 mejor cuondo so le ayuda a comenzer bien y cuando se lo dice do ontempno cómo debe actuar. En ese caso, le gusta oir luego que se ha portado bien y que ha sodo ascendl

do e prMieglos do los que carece eJ hermano menor. Con

demasiada frecuencia se trata al niño como a au l>ermano menor. Sencillos prtvolegios como acostarse m6s tarde, eun-­que comleoce aus preparetovos junto con el hennano menor. le conf- u11 legltomo senbdo de p-estigoo y de posición. No necesltll alard&Dt de estos prMiegoos ante el hetmano onenor,

Goza. ondueo. manteniéndolos en secreto, un eecreto com

1)5

El n\:iio d. 7 t 8 .OO.

partido por él y su madre. S• la adaptsciOO entre dos hermanos es pobre. una separación planifiCada contribuye mucho a resol· vedo. Algunos niños se protegen a si mismos simplemente cerrando una puerta.

Ocho es la edad en que los amigos .verdaderos •, ·del alma• o •especiales• comienzan a desempeñar un papel Importante en la vida del niño. lll escuela tiene lmportancl8 porque am están los amigos. Por lo general, estos amigos son del mismo se~ o. lll relación enlre amigos puede ser muy lnll· !'na y eJ<igente. similar a la relación madJe.hijo, y hay entre ellos no pocas d•scusiones. disputas. enojos, ele la calidad de la relación entre dos niños, y no s1mplemcnte lo que hacen jun· tos. comienza a adquirir importancu'• e los ojos del nl"o de ocho años.

Las amistades firmes tienen mayores probabilidades de producirse entre dos niños de la misma edad. aunqlle algunos juegan mejor con niños mayores Ocho siente admiración por los niños mayores que él, de once o doce eríos, y éste a mehudo protege a su admirador de las Intimidaciones y malos traros. Algunos n~os que han temdo prev1amenle verdaderas dificultades para acercarse a otros. hacen ahora toscos inten­los de atraer a otros pequenos.

la rendencia apunta hacia periodos más largos de luego relativamente paciRcos con otros nlnos. con desacuerdos ver­bales de poca importancia Sin embargo, toda sesión de ]Ue gos sin supervisión termu'IO, con frecuencia. en diScusiones o en el retiro enfadado de uno. por lo menos, de tos participan· tes A pesar de ello. Ocho participa dec•d•dnmente de los jue gos colectivos del barrio. 1ncluyendo el fútbol. El grupo expulsa repentinamente a algunos de sus integrantes, pero otros se separan por propoa uuc•ativa.

Los ocho años sooalan el com•enm de un cambiO definido en cuanto al se.xo de los compañeros de juegos. Ntños y niñas

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Et n1Ao de a 1111"

empiezan a separarse Como regla general, las noñas son las pnmeras en separarse de los noños y en tener conciencoa de esta separación, pero se trata nonnafmente de un alejamiento Silencioso Cuando los niños adqtueren conciencia de una necesidad de separacrón. se muestran a menudo muy bruscos y bullicioSos respecto de fa e><elusión de fas niñas.

Ocho comienza a aclqu•nr ·modales de sociedad·. Se com porta mejor fuera de casa y muestra Interés por hacer visitas y por viajar, especialmente por recorrer otres ciudades. Entabla relaciones nuevas con relatrva lac1hdad e incluso dorige la pala­bro a extraños en un restaurante. Maneja b~en el teléfono y es capaz de redactar f'!'l(!osa¡es sencrllos

7 Juegos y pasatiempos

En general

Ocho aborrece jugar a solas Cu.llquler cosa que haga. qu•ere hacerla con un adulto, o con un niilO y no sólo exige la presen­cia de otra persona, sino también la completa atención y partl· clpación de esa persooa lll acción es la ci;Jve característica de su juego. Posee un nuevo sentido de la totalidad, un senil· do del juego mutuo. de la relacióo activa del uso práctiCO. Sus d1bujos están ahora llenos de acción Dibula sus aviones y tan­ques en escenas de batallas y una persona dirige esos aviones y maneja esos tanques. Aplica sus herramientas a usos domésticos titiles, ajuslando ganchos, clavando rieles de cor­IJnas o arornillando plcapo•1es sueltos Las nl"as mezclan lngredoentes para hacer bizcochos y tortas. Los ruños mezcl¡¡n los contenidos da sus equipos de química para obtener nue­IIOS colores y olores y. finalmente. para hacer lo que llamen ,fa poción mágica•

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Ocho quiere 11stelar su equipo telefónico entre dos habitacio­nes o dos COSólS. de manera que ptalda COt1'lUnlcMse efectiVIt· met~te con otra flli'1IO'l'l. Puede que ncluso quiero comunic~ne con ci pre5iderlte de ESI8dos IJndos para ~e de au Lbfo de dOO¡oe puos ctee que el gobierno podria estN Interesado en alguno de sus p<0)'9Ctadoo mecanismos.

A Ocho lo gusta dramatiZar. Con sus juguetes. dramatiza ataques weos. occidentes. combates y bombardeos. Imita personl)jes do los peliculas que ha visto o de los libroo que ha leido. Quiere llevar e cabo trucos méglco& La dmmoto.r.oclón de los nlllos ea més verbal y más sedentario que la de los nonos. Las nlllas prefieren organizar represenlllCioncs teatrales y espcctbculos musicales. las mui'lccas de papel ¡¡roporcio­nan un vehlculo para este lfllllllso dramátJco. Tamblen sirven como descarga para su poderoso ompulso da COiaccionar coses las mul'lccas de papel y sus vestidos se coleociClllólll en cantidades. Además o Ocho le gusta clasl.cor. arreglar y organozar. lJI'Ia colección dtl muñecas variad~ . con •ua nu•·141-ro- complementos de papel ofrece un med•o para canel•z&r esto actividad organozadora.

Tombl6n los nlllos sucumben o la •manía de coleccionista• ; en realidad. en algunos alcanza su apogeo a esta edad Los niños no se Interesan 861o por la caltdad cuando coleccionan estiJmpUios o top~~s. comienzan a onteresarsc por la calodad y

por los rudimentos de la closiflcoclón Lo octlvlckld molñz gruesa es coractcrlstica del Juego colee­

tillO do Ocho Necesota ciertos restnccionee. pues se dosman· de fácolmente C4Jando se deja a un grupo de nliloe de esta edad lobnldos a sus propiOS fOCI¡tSOS. perecen con frecuencia · espintue O"ima:es• abandonados -<Xll'l'ldas eaJvatee. saltos. persecucoonea. luchas y escalada da érboic11 - . Son. son embargo. capocea de organizarse sencilos ¡uegoa bélt.:os o de Jugllt e los escondites. Ocho responde boen e algurlll&uper-

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visoón Tanto los nillo9 como las niñas gozan por ogual del béos­bol y del fútbol.

Ocho concibe espontáneamente motivos para organozar ws propios clubes, tales como el ·Club de Recuperación de Papal •• el ·Club de loo Mecanismos· o eJ ·C~b de 1.:1 Bibliote­ca• . Estos clubes rep111sentan un Interés nuevo. pero eetlln por lo general pobremente organi:tados y toenen uno vodo breve El jugar al escondite, que puede haber empellido en una edad on1erlor, subsiste por más tiempo y toene a menudo el dramático agregado do un santo y seña secreto.

Ocho go:o de los diferentes deportes, según 18 estación del año. Rema en vcrono y practce esqui o paltna en •nvíerno. Nada más Upico de la pnmavera <o de los ocho ellos) que un grupo de noños de esta cd;ld disputando un partido de canlcoa. P~en gozar de los altibajos de estas disputas y rec;hazan toda ontervend6n edulta

EJ.,teree por los Juegos de mesa, en espeoollos fuegoa de naipes. 18s damas 81 durnonó, alcanza un apogeo caso llpasoo­nado. Es muy ongenooso para ft¡ar sus prop¡aa reglas y puede. incluso, onventar )\·egos nuOIIOS. Aunque algtlriOS saben perder con relativo donllÓre, esto no sucede slcmpre: se producen no pocos altercados y Dlgunos ocusociotoes de engallo.

Las cometas. los conlces y los trompos parecen holl1.1rse en pleno auge y los aviones se ooovierten en firme r1v:ll do los comet~s. Los nlllos construyen modelos de allionoa, dobu¡an 8\llOnes, optetod8tl e Identificar diferentes clases de av10ncs o ae entregan a Juegos omagonanos de avtones En sus trabaJOS de carp¡,teria fllbncan otros objetos además de aviones El inlaf'és por los equipos de construccoón y loe juguetea rnecán~ cos contlnüa fli'IT'Cmenle. los trenes eléctñcos,los eqLOpos de qulmlca, lo pequei\os proyectores cinematogoifocos con peli· culas verdaderas. gozan do,~ favor de determ.olOidos ruilos con lnC•nacoones moodnocas

a ru~ .. 1 , • •""-

Lectura

AcpJe"os qve com.enz.an a ~ b;en, se dele· ten llhora leyen­do espontaneamente Aunque Ocho puede leer b<en qu•zás no <IOO¡que o la lectura tanto tiempo corno a lot S•ete oi'los. y vuelva a gustarle escuchar la lectura de otros Comlenn¡ a eenhr gusto por los cl~sk:os de la infanCia Uno de los ~bros favoritos relata las aventuras mara...;llosas. rrog•cos y absur das de Mory Popp•ns Le Interesan también los libros de vta¡os. de geograflo y rJu épocas y lugares letanos

Los l•bros de hrstoñetas son eún sus favoritos. Esto Interés alcanl.'l su 8POQ80 e los ocho y a los nueve ellos Ocho com· pra. coleccione. cambia. prde prestados y acumula estos libros Es máa probable que los pida prestados. en "IJ'I' do combar· los, puesto que no quoere desprenderse de los suyos SI bien aún le gustan las h-storletas de anome•es y las grote$C35. se

onenl4 poc.:o a poco hacia las -nruras 88f91er>laa. A Ocho le gusta rnrar 1'811tStas iustradas Puede pasarse

hnras enteres ho,cil<ldo catá'ogos. Proyecto ped,.. coSoJs. pero es mas ptobeble que lo lew a cabo a los nueve enos Nod& le proporciona mayor deleite que recrb•r conespondcnclo ptopla. lmpreea de menare que pueda leerkl por sl solo

Mü!llca. tclelllslón. cine

El rel6mpago inrcral de tnterés pe.. las lecciones de músoco encendido a los s•ele años, se extingue ahora a menos que a\gu•en tO<¡ue con el nrl\o o se slente a su lado m entras él toca. Le gusta tocar a dilo No se le pueden •mponer los e¡er· croos y. a menudo. es converV8nte 111terrumpor las lecciones por cierto tiempo. haste que esté listo para rotomarias en \nO época ulteriOr {nueve-diez años>

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La tek>vrlllón ea ha erigido en parte tan mpot1ante de ~;u VIda que descuidaré sU5 juegos por ella tsta es la ünoea octM­dad que OOZo'l o solas. peno le gusta que un ad"lto goce con él y muestra tendencra a elegir programas que cree serán de lntetés para el ~lto Corlll8rml a seleccionar sus ptogramas más cuid¡¡do~omente e Incluso los estudio en la secclótl de programación dPI di ano. Ve dianomente los mismos progromas y. por lo genero!, 88he a qué hora y pe.. qué con~~! 86 transmrte su progrttma fevortto Q01zá se aterre todavra a tos programas de aventuras, pero comienza a diversificarse hllCi!J las novelas policiales 188 comedias grotescas, los ptogremas do preguotll9 y respuest¡)s e, incluso. los programas de notlclos.

Comacrua s odqu•nr tndependencia en lo que .., ref•ere al crne Su madre Informa de que ·adora. el cinc. Algunos topos de peliculos, antes rechazadas. se convrerten ahora en sus ftWOotas le gusl4n los notJCiaroos. las peliculas de anomat.ls y las polc131cs, peto todavía le desagradan las pet;,Jas roménti­cas Puede ondueo segur los anuncios que se P'•bllcan en el doeno paraeeleccoon.lr su ·trpo• de pelicula. con ayuda du los padres Ocho ~en<~, en efecto. mayor conciencia de lo qoo le gustA y no le gusto. y comptende que sus gustos pueden no co<noldir con los do los demés.

B Vtda escolor

A Ocho Je gusto el coleg•o y hasta le disgusto quedarse en casa especialmente s" ello significa perderse elgun DCOOtoc~ mtCnto especibl Aunque no obtenga resultados del todo bue nos en &u trabo¡o, aunque ~;us relaciones con la ,.,aostrJ no sean demas~ buenas, su achtud es de respuesto posrt111a. do alilque m{ls que de retomda. Se cansa manos ré~mente y está mlls cspacrtado p.1ra permanecer en la escuela d..,lrl'lle

101

e"""' • ', • -...o.

las sesiones de 1~ mallana y de la tarde Su aSistcncl.:l es nota blcmente buene y aun cuando falta a causa de un catarro. su eusenc.~ os de corta duniCJÓn Si está ausente un d;.:~, p<ensa en el grupo &l!Colar y en lo que el grupo Mee Pode que se le manden los deberes a casa de manero que ptJCd.:l mante<1er· se al nivel del curso.

Algunos nlllos. espec•almente los de sello mosculno. Ue nen aún dlf~<;uhades para prepararse pa111 la escuela y llegar o tiempo. 1\ menudo. re3uha difícil incitarles a apre&u!'llrse. puee· to quo yo no temen llegar tarde. Pero puede hollorso motiva ciOO en &lgune nueva responsabilidad escoler plentelld11 como desafio A los ocho anos. legar a la escuela o tiempo no es sólo responsabilidad de la casa. s<no tamb<én de Id escuela misma.

Ahora hay mucho más relación rec·p~ PrlltO la casa y la escuela Ocho lleva a casa ob¡etos relaclonedoe con RUS u a· bcopl esool011os o con sus expenenc.as personales También le gusta t""'r sua trabajos. pero ahora se I'MIJelll111 tt.spoosto a de¡llrselos a la maestra p!A'& una exhbciOO de algunos dlas Aunque recuerda levarlos a su casa, puede perderlos en el com•no.

Muchos madres informan de qoo. por primero vez. so man tienen al tanto de las sctov•dades escolares de sus lujos. Anteriormente, lo que se les contaba vef3abo prlnolpolmente sobro la mala conduele de otros niños o sobre las d•llcullodes del propio hijo Finalmente. hacia los ocho ol\os. el n•llo relata en el hogor su vida en el aula. La madr6 disfruta coniJlndo con esto mform&c•6n Ahore siente una relación mt\s f11cil con la ~cuele y elogia o la maestra del t~JrCer curso.

El real.dad. la maestra de los ocho allos no es ton lfllpor· lente como la de los cursos antenores para el proceso de adaptación del n•ño Hasta puede ser aceptado como cosa mas o mcnoD natural Ocho está más Interesado en su grupo

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escolar y quisiCro que su maestra llegara a Fonnar par1e de ese grupo. LB acepta lllegremente, en especial cuando la 'OfJ"'t'n· ele en algún error y cuando le toca su tumo. acP.pta criticas y las así""'ID JOCOsamente Aprender a través de los etrOIIIS d11 otros es. a menudo. la manera más rápida y más &egura de a prender pum el Mlo de ocho años

Los ni/los de ocho al\os entran en el aula con entuSiasmo Ca menos. como es lógico, que 88 lrele de uno de esos dios malosl. Se ocupen escnbiendo en la pizarra o InspecCionando un globo terráqueo; qwzá remoloneen en el vestuario: pero gradualmente se reúnen Se sonrlen. se tocan. se palmean unos a otros a medOcb quo se eocuenlfan.

Duran lo la clase. se muestran menos ansiosos por hoblor y quieren responder a todas las preguntas. Podron aprender e domnar esas anSias el tiempo sulicrente p5111 penmll.- contes· t..'lr o algún otro Mio. pero st éste se equilloca o si su rtiS·

pueste es demasiado lenta, segura"*'te responderán en su lugar Cu& do vanos de ellos hablan al mismo tiempo y hacen ruido. 1& maestra puede controlarlos mediante 1111 propoo s•len clo Sin embargo lea gusta turnarse e •nslsten en que cada uno debe tenpr su turno para hablar Hacen compntanos sobre les preguntas o faltas de respueslss de los dem~s •Oh. sl tu s<~bcs OSO•, ·Eso as fédl·. ·Eros demasiado lcnlo Mar)" ·

Les transiciones son rel.ltivomente fácilas ¡mra Ocho. pues lo gusta pasor de Ul\8 cosa a otra; pero hay alguno conversa­ción Y remoloneo. do monera que As necesano concederlo algún t_,mpo pora que se asiente.

A nll\o de ocho anos puede daSV!er la mirada mvy f.)c,l . mente de ID p<zarra a •u puprtre Puede copiar de la pzorra y le guate tambt6n escnbir en ella mentras sus compal'leros obSCfVan su actuocl6n En it! puprtre. se sienta m<rando hO<;io delante. con la cabeza separada a veces del papel po< 111 Ion·

103

gitud del brazo y. a veces muy próxima a él; cambia de posi­

ción con frecuencia. Trabaja con mayor independencia que a

lbs s iete oños y no necesita la proximidad de la profesora.

Levanta el brazo con un impulso repentino para llamar la

atenCión de la maestra; pero puede esperar -al menos bre­

vemente- hasts que ella llegue a su lado. El Impaciente niño

de ocllo años no puede esperar a que se le ompartan las Ins­trucciones y. aunque aparentemente las comprende, neceso­

la que se las repitan A menudo, después de haber trabajado

cierto lapso, se detiene para hablar con su vecino. dlclérodo·

le qué debe hacer. preguntimdole qué pagina esta leyendo.

etc .• pero puede volver a su propiO trabajo por un nuevo

lapso. Si sus mterprelaciones se hacen excesivas, reaccrona bien ante una separación hacoa la perlfena del grupo. donde

debe trabajar a solas. Seria uro error poco afortunado dar

carácter de castogo a esta necesidad de separación. const­dererla como un medio de avergonlltr al noño haciéndole sen­

tar en la enirada, fuera del aula. teniendo en cuenla que

mejora de forma tan posilíva después de un desplazollllEmto

hacia la periferia del grupo. 8 niño habla de su propio trabajo y dice a otro nliio: ·Tengo

tres mal•. ·Mi dobujo no es bueno. Esto no esté bien. ¿no es cierto?. , Puede discutir quién es el mejor en d1bujo. Si la clase

está dividida en grupos. l iene conciencia de la dMslón y puede

disgustarte estar colocado en un grupo onlenor. Le agrada el

elogio y lo busca. Ocho es allcionado e la lectura Puede hacer frente ¡¡ pala­

bras nuevas medi!lllle el contexto o la fonéUca. Es más háb1l y sólo ocasloroalmente comete errores similares a los de los seis

o s1ete arios. Omite ahora palabras poco ompotlanles. lrwlerte

el orden de las palabras en uros frase. pero. por lo general,

COO!lefVII el significado. Su velocidad es más uniforme y puede

detenerse. conversar sobre lo qoo está leyendo y retomar la

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lectura. Muchos leen ahora lo sufocientemente bien para prefe· rir la lectura sllenclosa Los relatos eJ<citantes y humorísticos

gozan de su especial predolección y puede expresar desprecio por un relato que considera demasiado onfunt~ para él

La escritura es me11os labonosa y hay más unifcnnidad en la tncllnact6n de las letras y en la alienación de las palabras y frases. Puede a¡;arecet una inversión ocasional. o una sustllu·

cl6n de mayüscula por monüscula en la escritura manuscrlle. Aunque es descuidado para escribir. al nli\o le gusts hacerlo

nítidamente; · Estoy hecoendo mi mejor ca!igrafla•. •¿Esté

claro?• . Garabatear o dibujar en una libreta o en hojas sueltss

es una de sus practlcas favoritas. Pese a su facihdad. quizás

no sea capaz de dobu¡ar un cuento en toda su loogitud; desea­

rá entonces una oport\Jnodad para dociar la parte que resta. o para contJnuarta más tarde.

Le guslo la vañedad la aritmética. oral o escrita, la prlarra

y trabajar en su cuaderno. Dedoca su preferencia a la última tabla de mulllplicar que ha aprendido Le gusta pasar de un

proceso a otro; sus desplazamientos pueden incluso ser auto­

mahcos en medio de una operación de muli1plicaeión. saltará probablemerote a una surna o a ur>a resta y algo le advertirá

que su mente le está jugando malas pasadas. Le gusta llevar

su cuaderno a casa paro compensar sus retrasos y se Inclino a

ir más allá del tema asignado. Un dia dirá que no le gusta la aritmética y, al dfa siguiente, que es fácrl.

Los niños de ocho años están cspecinlmente oriéniados

hacia su propio grupo, su aulo y su maestra. Les gusta que la profesora participe de sus actividades. qoo ¡uegue, que Jea y que se siente con ellos a la mesa. Les gusta lo Inclusión total

del grupo en un concuflio de deletreo. Les gusl.a reunirse con

otros grados en una asamblea. pero en general se mezclan

con niños de otras edades menos de lo que lo harán a los nueve años.

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ti n1l\o • T r 1.,....

Hoy más lormacoón de grupos en los ¡uegos. Todos 8<lO

capaces de untl"8e en una sola actividad colectiva. NUlos y niñas se sepamn en ocasiones las Ni\as. para 88ltar a la cuer· da y los nonos, para JU9ilr a la pelota. Se satisfacen Moendo las cosas por tumo -después de alguna lucha pora procurar· se un bwn lugor- y observan y comentan el desempeño de coda uno.

9. Sentido ético

La conducta de Ocho vuelve a lo que era lo conducta de los seis años aunque ahora es menos rigodo y menos dado a •eJCplot&r• Cuoodo ea le pide que haga algo, retfl.,ll su res· p..csta A menudo clce; ·Dentro de un minuto•. o • Lo hllré luego., o quiZáS pregunte: • ¿Poi' qué debo '-1<> e/lofe? • ftCOa tendet~C•a a oscut .. con su madre o a pres0<1tar CJ(CUSIIS

·Estoy dpme~oado cansado•. · Estoy ocupado leyendo•, o •Me bailé l!noch8• (cuando en reoldad lo hizo tres I'OChcs atrás>. Generaliza sus p\lf1tos de vista y declara: ·Pero la gente no poMsalo miSmo que yo•. Igual que a los e lelo eiios, algunos ni/loe no o)'lln lo que se les pregunta porque están sumomcnto obsortos en lo que hocen Ocho mtro como si est\1\1181'11 escuchando, pero cuando uno ha terminado de hoblar, pregunta •¿Qué do¡lste?• . Un niño do ocho ~os slcm pre d111puesto. con respuesta Inmediatas. es algo eJCCepcooool. Aun cunndo responde. puede hacerlo de m011a gano como cuando doce ·Bueno, si onslstcs •. •. y a menudo se qtJet& y mumuro rr4entras hace lo que se le ho tndoeado

Ocho e...gc que el edulto le lt'8te como a una persona mayor. Qulere que .,llnQEIIIUS onst.rucciooes con las palabree juatae; le gusta trabejar siguoendo ~nuBCIOOI!s o cóclgoll secretos Ur>a rn.roda scm o mcnodo. suficiente para ponerle ., 111 buon e~~rri

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[Jololu6tl-

no. Si se le critica. puede estallar en llw•to. Pero romo e los se.s. troOOja mejOr s• se le elogoa y le guslll q~~e so le recuonloo sus progresos. Rata vez se rec\Jrre al casllgo con el n no de ocho allos. Pequ&Ms pnvecaone:s, como la supresión de un pro· gmrna televiSIIIO. de on lobro de historietas. o la obl.gac:oón de acosta1'118 ternp<eno. producen en la mayor parte do lo> niños de esta edad el efecto deseado Algunos no se onmutoo y pueden replicar · De todDS maneras, no me interesaba ver ese progra· ma• s, se le pem1ite determioar su propio castigo. a menudo so muestra demasiado severo consigo mismo y puede necesitnr oyuda pooa SUO\IIZarlo.

Ocho ea más capaz de manejar sus pensamientos y de reflexionar sobre las cosas. Es bastante ráp•do en cuonto a los decoSiOnes aoi.Jre cosas lmpommtes de la vida ounque algu. noe prefieren que la madre adopte las decisiOnes en lugar ds ellOs Son generalmente las cosas pequenas las qv.e ll'f8Strnn

8 Ocho llt~C18 18 VBCI~n y la de!iberaclón. Ql.izás fa decoS•ÓO

lmpliqyc elegir un topo de cereal, resol--er ., ha de rel)!'ll' un pU.to o un vo¡o de leche o seleccionar una tarjeta po$tol Cuando se razona con él no cambia de ol'\arlefa eJe penS~Jr tan mplllomente como a los seis años

Ocho quiero ser bueno Ahora tiene mayor concoencle de dos fuerzas opl.l<31l1GS, de lo bi)CtiO y lo malo. Soente el trab.:!Jo de estas fuer%89 cuanrlo obl"8 de una forma o de otra y pueden afect!lffe tanto los conceptos absoMos. que quizá la madre debo oyud;ll1e o pensar en térm•nos relabvos, e><pMcandole que la ·bondad· puede verse ofe<:tacla por la lotelgencia o lo ednd, que se puode hacer concesrooes u la ·maldad· de un nlllo mene.- Ocho qu•ere que se aprecie su bondad. quoere gosw, que se p•ense bcn de él y obtener buenas caLfiC800nee

So bien es coerto que Ocho oom<enza a ser más responsa­ble de sus actos y csti! dtspucsto a afrontar las oor•seciJ<ln<;l88 de los mosmos. 1111 pnmet y habtual •mpulso aará acusar a

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otros. Se le puede hacer renunciar a esa acusación mediante alguna observación humorisllca, pero l18nde a insistir en que alguna otra persona inició todas las dificultades. y quizás haya en ello algo de verdad Es más propenso a culpar a otros cuando está cansado o alterado. Ocho tiene mucha imaginación plll'a tnvernar coartadas, especialmente para justificar sus demoras o el haber llegado tarde. Dice: .No sabía quÁ hora era• , o • Mis amigos no me dejaban salir• . Su sentido del tiempo es. con frecuencta. más escrupuloso a los siete que a los ocho ooos. por lo tanto. a los a<;ho necesila una supervisíón algo mayor. Algunos no pueden tolerar el más mínimo error y se cubren ante cualquier desenmascaramoento dociendo: ·Oh. yo lo sabía. solo queria saber sí eros suficientemente Inteligente para descubrirlo • .

La m•sma niña que dictara anteriormente a su madre la lista de ·Cosas que se deben hacar• y ·Cosas que no so deben hacer· y luego de ·Pensando en mi misma• y .Pensando en los demás• dictó a su madre. a los ocno anos. para que escnbrera la tiste de lo que est!lba ·Bien y Mal•. Es interesante destacar que se trota ahora de una 008 lista En cierta medoda, Bien y Mal están unidos en una sola forma de conducta y ya no estan sepa­rados en oposiCIOnes bipolares. La Nsta es la siguiente:

Bien y Mal

1 • No es mi culpa que ene llamen • mala compañera • ctron· do yo quiero jugar a un juego doferente después de un largo rato de jugar a lo mismo. No puado remediar que no haya gente suftc1ente para comeruar otro juego. Analmente. reúno fuerzas para jugar un rato mas. Y, por último, Jos demás deci­den jugar a mi juego.

2. Problema de llegar temprano a la escuela

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r1 All\lf. •• • .,... ..

¿Cómo puedo saber la hom axac:ta a l~t qu~ dd>O lo•v¡mter me y la hora exacta de tomar el desayuno paro llc:gor tompro no a la escuela? No puedo remediar llegar tarde. No es rnl culpa. Probablemente, todas mis suposiciones sobre la hora están equfvocadas.

3. Sí algunos arman una pelea, no es m1 culpa sl quiero tratar de detenerlos. aunque la maestra nos dice que debemos man­tenemos alejados de las peleas, porque las otras maestras pen­sarán que nosotros las hemos provocado. Aunque trotamos de e><pllcárselo a las maestras, ellas cree'n que nosotros hemos sido los iniciadoras y que procurábamos evftar el casijgo,

4. Algo d1ficll se plantea y trato de hacerlo. No creo que sea ¡usto qua los demás vengan y me llamen

•marica• porque no puedo hacerto muy blen. <Algunas de estas cosas no han sucedido todavla, pero podrían suceder.>

5 En el vestuano, aunque no esté permltodo hablar. no puedo remediarlo a veces. porque vienen otros niños y me hacen pre­guntas y me inc•tan a contestarles ¿Me culpas por eso?

6. Correr por los vesb'bulos allr al recreo. No puedo dejar de correr por los vestíbulos ar Ir al recreo. porque tango muchas ganas de salir a gntar y jugar.

7 (;eo que deberla tener un poco más de libertad, más libertad para decidir cosas -como levantunne temprano por la mañana-. ($olla hacer planes, pero me sentla demasiado can­sada al despertarme.)

8. Creo que debería tener recompensas por portarme bien, como caramelos y libros, que me gustan mucho. Pero no síem· pre deberé ser recompensadA No creo que cuando tenga nueve años y med•o. o dfez. se me deba dar ninguna recom­pensa por ser buena. Entonces seré buena naturalmente.

9. Si es motivo sensato y algo que puedo nacer fácilmente y algo que creo poder hacer y quiero hacer y no tango que for. zarme a mi misma para hacerlo, entonces obedeceré.

109

El ""'- de 1 )' 1 •llot.

10. Creo que deberla hacer algo més para klvtlfliOime por la rnañane. Debetle pode<" elegir ropas sensatas Y al no puedo me se<Wá de lección tener que q .. látmelas, o menos que sean adecuadas y el tiempo esté de acuerdo oon ellas.

11 No deberian obligarme a hacer cosas. Las har6 s• son

razonables 12. En el palio de juegos. no es mi culpa sl quiero deeilzM­

me por uno hciTT\osa barranca de la trseen~ de l.leecuela, y si he olvidado. '"' ese mismo m•nuto. que no debla jugar en loe tondos. <¡Oh. era un hielo tan liso! ¡Y hobia una mootollll al

ftnalll

Ocho necesito con$1den!ble ayuda para E!l cuidado do sus posealore8 Su concienc•a del onden supera 8 su heb•ltdad para mantener las coses en orden. Esta conc•encl:t debería hacut a8fl~• al odulto que en el futum habrá dias mcjo<es. en los que el MIO lle!J•.i a ser más responsable. Ocho d~ con fet.cicbd el cu.dado de su hab•taoón a catgo de lo madre

El ún co eliclet1te seguro para que ()d,o haos In C0$0S que se le plden ee el de tliCbr dwlero. Su madre dice ·Sencillamen· te, adooa el d.ncro• Le gvsta agregar dulero a los reSCI'Ias pa ra tener una ·suma graode•. Ocho gasta le totaltdlld dt1 t1u oslgnaclón semanal. e 1ncluso sus ahorros. en Abros de hlslo· netas. pero algunos prefieren ahorrar para compr68 mayores. Estudian catlllogos. observan los escaparates de los negocios y pueden entregarse a un considerable gasto lnl89•118rlo.

El du~ero puede se""r también c:omo mcoo de colecciOfllll', pues Ocho sufre un tremendo impulso adquisotOóO. Colecciona una gt811Wtleddd de cosas: sellos de c:orreo. ta')8t8S postales. recuerdos y ob¡ctos de todo upo y caidad. Acumula . ordena y se delo.ta ante el conjUnto de sus pert~aa. pero so interés por ad~rrtr cosas va por lo general mucho m6s ellá que el de cuidarlas adecuadamente

110

Ocho no ,.,uestra 'nd•nación por tomar ~, pnonded de los demás. Sin embargo, c:on su cone~enc,¡¡ del doncro y da lo que con úte puede comprar. qulzlls se fe enC\Ientre tomando parte del ónero de casa. Los padres corlSidetan esto. por lo general. como un cr>rnen mucho mayor que el opoderar ia do lép•cee y gomas a una edad antelior Pero al•"llo expresa. en cado caso. una nece811Jad caracterfstlca de su edod. Los padres deberlan conocer estas necesidades y deberlan cuidar de quo so satisfagan da manera adecuada. Muchos nonos de esta ellad 11011 muy generosos y uson el donero que h11n ooglclo para Invitar a sus omlgos.

Ocho es muy Sincero. Podrá relatar una h•srorl.l exogeoack1 pora lmpresJonar a su aud•torío. la verdad t¡ue dice podr3 •r. Incluso. en su propiO detnmento. pero por lo gcmoro: hoce ravelac•onea per¡ud.oales sólo a su madre, y o n•nguna otro persona. Es muy importante para él tener una relación de con­I181'1Za 181 que .. s•enta l·bre para contar a la madre suv lecho­nas . lmcasos u om•s•ones.

1 O lm8f1cm del mundo

Muerte y Dloa

A los ocho oños ele edad. se produoe 00<1 frecuencia un resur· gom•ento del Interés acllvo por la re~g¡ón No hay una nuew penetraCión del pensamiento en el concepto ele d111dad o en el de muerte. El niiiO acepta llhora como cosa hecha lo que ho alaborlldo en su propia mente. !unto con lo quA 8ft le he ense· liado a creer o loo seis y a los Sll!te años le agrado CCIOCumr a la esC\Iol.l dominical Qu ere aprender paso1es y •olmos de la B<bLa le agrado aprcnclcf cosas de mamona Lee espontá"e amento lo Olbl•o en su casa y demuestra mucho in terOs por los

1 11

o nli\0 de ., , 1 •noa

relatos t.'brocos St ha de¡edo de decir sus Of'll(;jO~S a los siCie oi'los, quiZás qu~era ahora retornar a e'las Quiere quo l¡¡ madre las d~ga con él y. o menudo. prefenr.l cantarlas. Ocho ae con· Yierle en pllrtiC,pente &divo. s'n pensar demasiado e" el slgn ..

foeado do lo que hace Su pr1nclpal Interés refigioso puede concentrarse a esto

edad en el problema del Cielo. No se !rala tanto de uno preo­cupación por Dooo en el cielo. como antes. Ahora, lo rei!IC•ón de Dios con el oiPio parece tomarse como coso naturJI El cielo es elll){lor odoncle uno va cuando muere.

Lll muerte es algo que también acepta en gran medido como cosa natural a menos que. como e& lógico, ao produzca la muerte de ltlguna perT...ona muy cercana a él La mayeo porte de los noos de esta edad hall oceptlldo memonte el hecho de que todo el mundo. tncluso eUos mismos. momé olgúo die Con\JnGa aut1(jUO con mucha menor ~ntcnsÓdad. ell!llhguo inte· rés pot los ati!Üde!l. entierros y otros accesorioa de b muerte.

Ttempo y espac'o

Ocho comienze a odquirir mayor responsabilidad con respac\10 al Uempo. El aumento de su velocidad para le acc•6n le hace menos w lnerable a los exige roelas del tiempo Ahora. se puede espelllr que Yegua a la escuela a lo hora. Algunos n•ños no saben dedr le hora too bien como e los siete a/los Qu•zés lo let>n erróncamente, de modo que las nueve y ve'nto se trtlns­fonnen en tus d·ez menos veinte Además de naber d•&mif1u,do su capocldad pare dtoctt la hora. Ocho no cuida su relOj de pul·

sera como sena neceser10. Quizás sea prudente qua obondo­ne por un t•empo el uso del reloj. so uenc uno

Aunque qUizés haya dosmonuido su hllbtlodod pDI"a conooer la hora. es aurnomente consoente de la puntual•dad. er.to ell. de

t 12

la hollle la cual debcoia hallarse aquí o alá Se monuene .,,for· mado preguntando la hors e los de<OOs So sabe que llegora tarde o casa. quiZás sea suf,oentemente respons~ co,-10 para telefonear. Su mayor gl'!ldo de eflcicnclil en cuanto 8 1

cOnciClll'loento de la hora se registra cuando quiere poner su

programe favor,to. Es mucho menos eficiente en cuanto ,. ia hora de ocostor&e o de ir a la escuela. y tod!IVio necesito quo se le llarne al orden con frecuencia

Ocho se interesa por los ttempos lejanos del (l!l8(ldo. por la hlstat •o ont•gua Le gusto oir y leer cos11s que sucedieron cuon. do su propio paiQ ~e lnicff.lba. Pero w cronologlo es rudlrnen· tarta tol "'ez no seo c11paz de decir con certfllll st la Bibl,o mcnc.ol\8 o no a Georgc Wash,ngton.

El espacio personal del n1ño de ocho oi'los se ext,ende. Puede • 8<J<esar 11 casa en autobús desde un punto <OOs dts· tan te Y tambión puede V\él¡ar en autobús a solas pe< un ca'lliriO filmtLilr o pr-tAblectdo. si alguien le reobe a' Hegar a su des· tlfiO En sus cam~natas . oecorre Ull8 zona tan extensa del bnrno que le puede r&Sultor dlfícal ub·carse. Cornit.'fUO o conocer t11n a fondo &u bnmo que se Interesa pot nuevos caminos. espo· coa! mente por los o tojos, y puede perderse en esto P<oce•o de descubrimiento.

Siente impoclencta por viajar a c•udades nuevas, por vos•tar

museos. zoológicos y lugores de tnterés. Su mundo eH1)8Cial se e•pande aún més debido a su interés por lo gcogrolio. O.buja m11pes con gran dedocact6n

Por lo genorlll. t'ene una noc•ón suf1coentemente ciar<'! do los puntos cardinales y de las d fe rentes partes de la cornunl· dad en sus l'lllocoones rec·pnocas Ahora puede dostmc¡u.r dere­cha e ~r¡uJertla en los ~s al <gual que en so m•51T10.

t 13

E~ta rcimpre~ion <le l:.l111110 d,- 7 J H mior de J\ rnolcl C. t :.di se tcnnJnft tk Imprimir r cncuatkm.tr m juho de 20<17 en lns talleres ele

J>ubhdi~a, S. A. de C. V., Calzada Chailannn no. 69, pbnt:t ah;t, Col. \sturias, 116!l50, ,\lé~tcn, D. 1