(bate, 2001) propuestas para la arqueologia

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Propuestas para la Arqueología

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  • Luis F. Bate

    Propuestaspara laArqueologa

    Recopilacin de artculos y ensayos

    Drake & Morgan EditoresMxico 2001

  • TTULOS

    TEMAS GENERALES

    1. Teoras y mtodos en arqueologa. Criticar o proponer?

    2. Notas sobre el materialismo histrico en el proceso de investigacin arqueolgica.

    3. "Del registro esttico al pasado dinmico": entre un salto mortal y un milagro dialctico.

    4. Teora de la cultura y arqueologa.

    5. Es la cultura el objeto de la antropologa?.

    TPICOS METODOLGICOS.

    6. Towards quantification of productive forces in archaeology.

    7. Material ltico: metodologa de clasificacin.

    PERIODIZACIN HISTRICA

    8. Sociedad concreta y periodizacin tridimensional.

    9. El modo de produccin cazador recolector.

    10. Hiptesis sobre la sociedad clasista inicial.

    11. Condiciones para el surgimiento de las sociedades clasistas.

  • LUIS F. BATE

    CAZADORES RECOLECTORES EN LA AMRICA DEL SUR

    12. Las sociedades cazadoras recolectoras pre-tribales

    o el "Paleoltico Superior" visto desde Sudamrica.

    13. Comunidades andinas pre-tribales: los orgenes de la diversidad.

    14. Comunidades pre-tribales. A propsito de un sitio en Patagonia.

    RESEA

    15. Un fantasma recorre la arqueologa (no slo en Europa)

    Luis. F Bate y Francisco Nocete Calvo

    NOTA

    Esta seleccin de artculos no sigue un orden cronolgico, sino temtico.

    En cada seccin se indica el lugar de presentacin o de publicacin, con su fecha.

  • TEMAS GENERALES

    Teoras y mtodos en arqueologacriticar o proponer?

    Conferencia Inaugural del XIII Congreso Nacional de Arqueologa Argentina.

    Crdoba, septiembre de 1999.

    En prensa en las Actas del Congreso.

    Notas sobre el materialismo histricoen el proceso de investigacin arqueolgica.

    Ponencia al Symposium n 108 de la Wenner-Gren Foundation:

    Alternative approaches in Archaeology: material life, meanings and power.

    Cascais, marzo de 1989.

    Publicado en el Boletn de Antropologa Americana n 18, pp. 5-29.

    Mxico, 1989

    "Del registro esttico al pasado dinmico":entre un salto mortal y un milagro dialctico.

    Ponencia al 4 Coloquio Internacional de Arqueologa Espacial

    Procesos Postdeposicionales.

    Teruel, septiembre de 1993.

    Publicado en el Boletn de Antropologa Americana n 26, pp. 49-67.

    Mxico, con fecha de 1992.

    Teora de la cultura y arqueologa.Tema expuesto en el Curso Arqueologa Social Iberoamerricana,

    Universidad Internacional de Andaluca Santa Mara de La Rbida.

    La Rbida, febrero de 1995.

    Publicado en el Boletn de Antropologa Americana n 27, pp. 75-93.

    Mxico, con fecha de 1993

    Es la cultura el objeto de la antropologa?Ponencia al IV Coloquio de Antropologa

    La antropologa frente al prximo milenio.

    Universidad de las Amricas.

    Cholula, abril de 1999.

  • TEORAS Y MTODOS EN ARQUEOLOGAC r i t i car o pr oponer ?

    Conferencia Inaugural delXIII Congreso Nacional de Arqueologa Argentina.Crdoba, 2000.

    Antes que nada, deseo expresar mi agradecimiento a la organizacin e instituciones querespaldan la realizacin de este evento por la invitacin a participar en l. Por el gran honor querepresenta para m compartir con ustedes esta ceremonia de apertura, con la posibilidad dereencontrarme o conocer a antiguos amigos y colegas, as como a las nuevas generaciones quedan vida al mbito acadmico en que se procesan las investigaciones que han constituido el temaprincipal de mis estudios particulares: el de los cazadores recolectores de la Patagonia y deAmrica del Sur.

    1. El tema.-

    En primer lugar, por qu he escogido el tema de las teoras y mtodos en la arqueologa?

    Porque en ellos se generaliza lo que hay de comn al quehacer concreto de lasinvestigaciones en cualquier parte del mundo.

    Porque, al trascender la inmediatez del conocimiento emprico, nos permite generar ydebatir reflexiones necesarias sobre los problemas comunes y abrir posibilidades que, al

  • 6 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    regresar al estudio de realidades histricas concretas, redundan -a mediano o largo plazo- enavances en los enfoques y procedimientos de las investigaciones.

    Ha sido el debate de los problemas de teora y mtodo el que ha mostrado a laarqueologa de las ltimas dos dcadas como una de las disciplinas ms vitales de la cienciasocial, evitando que se ahogara sin pena ni gloria en el mar de la empiria, siempreimprescindible, aunque aparentemente catico.

    Recordando la historia reciente, hace poco ms de treinta aos fue la "NuevaArqueologa" o "Arqueologa Procesual", con autores como Binford, Schiffer o Flannery enNorteamrica y Renfrew o Clark en Europa, la que buscara un cambio radical del enfoquetradicional -particularista histrico- de la arqueologa, convocando a la comunidad acadmica delos arquelogos y a algunos filsofos de la ciencia a la reflexin terica y metodolgica.

    El programa de Binford parta de algunas premisas que podamos compartir:

    - que la arqueologa estudia procesos sociales,

    - que estos procesos estn regidos por leyes,

    - que dichas leyes son cognoscibles y

    - que, si la arqueologa ha de ser realmente una ciencia, sus

    mtodos deberan ser explcitos.

    Como reaccin ante la incapacidad de ese programa para conseguir la meta que sehaba propuesto -elaborar la Teora Arqueolgica- surgieron, a comienzos de los aos 80, lasllamadas "arqueologas postprocesuales".

    Una lnea de crticas surgi de grupos como RATS (Radical Archaeology TheorySeminar) en EE.UU. o TAG (Theoretical Archaeology Group) en Inglaterra. Destacaban lainviabilidad del mtodo hipottico-deductivo (el "martillo metodolgico") para contribuir por ssolo a la creacin de una Teora arqueolgica, por la va de contrastar "leyes de Mickey Mouse"a diestra y siniestra, como predijera Flannery. Sostenan que lo adecuado sera buscar, en lasteoras sociales disponibles, los fundamentos heursticos para desarrollar creativamentepropuestas a contrastar. Lo cual represent una inversin radical de la relacin teora-mtodoplanteada en trminos neokantianos por Binford.

    La otra vertiente crtica fue la de la arqueologa "post-moderna" (principalmente Shanksy Tilley), que se limit a atacar la fe "modernista" en el mtodo cientfico y en la exactitud yveracidad incuestionadas de los conocimientos as obtenidos. Crtica saludable que barriprovechosamente muchos lastres y sobreentendidos. Slo que, al llegar a los extremos delrelativismo subjetivista adoptando la contraregla del "todo vale" (Feyerabend), se inviabilizacomo propuesta y no tarda mucho en pasar de moda.

    Lo que ha florecido es una multiplicidad de propuestas sobre tpicos diversos -resultado de incursiones en diversas teoras- altamente sugerentes e interesantes pero, salvo muycontadas excepciones, parciales y difcilmente articulables. Sin embargo, estimamos que eso creacondiciones que llevarn a descubrir algunas de las muchas regularidades que reinan en el caos.

  • LUIS F. BATE TEORAS Y MTODOS EN ARQUEOLOGA 7

    Ac represento a una propuesta que se ha desarrollado paralelamente a la "nuevaarqueologa" y que, si tiene algn mrito, es que ha surgido originalmente como respuesta a laproblemtica de la investigacin arqueolgica en "Sub Amrica", es decir, del ro Bravo al sur.Que no es un recetario traducido de las lenguas de los centros hegemnicos de dominacinideolgica, poltica y econmica a los que se subordinan nuestros pases.

    Y que tiene la pretensin de ser una respuesta global y consistente a los diversosproblemas con que se enfrenta el oficio de la arqueologa.

    2. Criticar o proponer?.

    La respuesta a tal pregunta resulta casi obvia: la existencia de la crtica es tanimportante como la generacin de propuestas. No obstante, nos interesa centrar los esfuerzos enel segundo aspecto, pues ah reside la posibilidad de avances sustantivos en el conocimiento. Y,en ltima instancia, slo de ellas puede alimentarse la crtica que permite corregir caminoserrados y estimula la creatividad en la investigacin. Slo consignaremos un par de anotacionessobre el punto:

    a) Respecto a la crtica, es tan indispensable como la elaboracin de propuestas. Laciencia slo se desarrolla como efecto de las contradicciones entre planteamientos distintos yopuestos. En las ciencias sociales, la hegemona incontestada de cualquier posicin slo puedellevar a la "investigacin normal" a agonizar en la mediocridad de la repeticin, por inerciaburocrtica, de sus procedimientos y protocolos.

    Tenemos en cuenta que hay distintos niveles de proposicin y crtica. As como hayquienes consideran "teora" a cualquier clase de conjeturas, hay tambin una clase de crticas queno contribuye a enriquecer ni enorgullecer a la investigacin. Como ejemplo de esa concepcinnaive de la teora recuerdo una reunin en que se planteaba la "teora" de que las puntas lticasms grandes eran para la caza mayor o la guerra, las medianas para conejos o zorros y las mspequeas para cazar pajaritos. Lo mismo puede decirse de la farsa mercadotcnica del debate"pre-Clovis/Clovis first", donde los partidarios del primer trmino aparecen como los paladinesde "las nuevas teoras, que vienen a echar por tierra heroicamente a las viejas teoras" sobre elpoblamiento de Amrica. Lo cual abusa del desconocimiento de la historia reciente de lainvestigacin, pues prcticamente todas las ni tan viejas "teoras" suponen la existencia ac depoblaciones de tipo anterior al paleoltico superior y a Clovis.

    Igualmente existe la crtica mediocre, nacida de las envidias o de encarnizadascompetencias de poca monta -muchas veces poco valientes- pero que tambin es parte de la vidaacadmica real.

    En el nivel de las generalizaciones terico-metodolgicas, las pasiones -que no puedenestar ausentes de cualquier actividad humana- estn obligadas, al menos, a trascender lasmezquindades coyunturales. Y se presentan, como diran los partidarios del psicoanlisis,"sublimadas", permitiendo un debate de altura.

  • 8 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    En este nivel, el adversario no tiene por qu ser un enemigo personal ni la cordialidadtiene por qu restar calidad a las polmicas.

    b) El concepto de posicin terica es propuesto por Manuel Gndara comoalternativa al concepto de "paradigma" de Kuhn y como respuesta a la pregunta de la corriente"racionalista crtica" (Popper, Lakatos, Kuhn y, por cierto, Feyerabend) acerca de la posibilidadde optar racionalmente entre concepciones cientficas.

    Es una respuesta afirmativa que resuelve el impasse de la "inconmensurabilidadinterparadigmtica" a que llega Kuhn, debido a su relativismo, tpico del subjetivismo idealista..

    Fue, por tanto, concebido como un instrumento metodolgico de evaluacin y crtica.Yo lo he tomado como concepto estructurador de una propuesta que busca ser consistente.

    Segn Gndara, las posiciones tericas, como concepciones acerca de la realidad y delas ciencias que la conocen, responden de diferentes modos a una serie de problemas queconstituyen reas a evaluar:

    a) una rea valorativa, que incluye los juicios de valor, siempre presentes y

    que condicionan los objetivos cognitivos.

    b,c) una rea epistemolgico-metodolgica, que separo en

    epistemolgica (o gnoseolgica) y metodolgica. Y

    d) una rea ontolgica..

    Los principios de evaluacin crtica suponen que es preferible una posicin terica:

    - que da respuestas explcitas a los problemas que plantea cada rea;

    - que tiene mayor cobertura o potencialidad explicativa;

    - que es ms consistente, es decir, que evita la incompatibilidad lgica entre

    sus diversas proposiciones.

    Por qu retomo este concepto?. Porque coincide con afirmaciones que la dialcticamaterialista acepta de Hegel , sobre la necesidad de coincidencia entre teora del conocimiento,ontologa y lgica. Y agrega una propuesta de Kant sobre la necesidad del filsofo oinvestigador de asumir sus juicios de valor (en su caso, ticos: su "razn prctica"). Y porque,en tanto permite la crtica, permite tambin una autoevaluacin crtica en el proceso deconstruccin de una posicin terica.

    3. Nuestra propuesta.-

    Aunque la mayora de las afirmaciones que hago son de mi autora y responsabilidad,no hablo en plural mayesttico. Es una proposicin compartida en diversas medidas (no puedeser de otro modo) por otros colegas americanos y an ibricos. Ciertamente, muy pocos, comoconstata el colega y amigo Politis. Yo dira que unos cuantos gatos. Pero comparto el asertopopular patagnico de que "la esencia buena viene en frasco chico y el petrleo en bruto sevende por barriles".

  • LUIS F. BATE TEORAS Y MTODOS EN ARQUEOLOGA 9

    Sucede que, an todos los que nos dedicamos a estos temas desde diversas posiciones,somos muy pocos. En la prctica, la arqueologa real y cotidiana sigue siendo en ms de unnoventa por ciento particularista histrica y, a lo ms, de un evolucionismo rampln. En suma,ancianamente tradicional. Slo que, ahora, lo que alguna vez he llamado el "empirismo inmune"ya no puede seguir siendo un "empirismo impune", en la medida en que, afortunadamente, en laciencia la ignorancia no es argumento.

    Nuestra propuesta se basa en una concepcin histrico materialista de la sociedad y sudesarrollo. Cuyo "ncleo duro" es una concepcin materialista dialctica sobre la realidad,incluyendo en ella el proceso de su conocimiento.

    Vamos por partes:

    A. En cuanto al rea valorativa, asume una posicin ideolgico-poltica y tica queconsidera que la realidad social existente es estructuralmente injusta y se propone transformarlabuscando reducir las injusticias.

    Entiende que el conocimiento es una condicin subjetiva necesaria en latransformacin objetiva de la realidad. Que, mientras ms cercano est de reflejar a la realidadcomo es, ms probabilidades hay de que los efectos de la accin, basada en tal conocimiento, separezcan a los fines previstos. Siendo la ciencia, bajo el principio de objetividad entendido ensentido materialista, la forma de conocimiento ms adecuada a tal objetivo.

    Que la realidad es infinitamente compleja y dinmica, por lo que el objetivo cognitivode la ciencia debe ser acercarse a conocerla como totalidad histrica concreta. Una metodologacongruente debera permitir acceder a ese objetivo.

    Para ser consistentes -en cuanto a la relacin entre una metodologa adecuada a talobjetivo cognitivo, la teora de la que se deriva y la epistemologa que las vincula- partimos delprincipio dialctico materialista de coincidencia entre teora del conocimiento, ontologa ylgica.

    ste acepta, de Hegel, la necesidad de dar a estos problemas particulares una solucinunitaria y consistente, ya que su separacin -en toda la filosofa anterior, hasta Kant- llevaba a laimposibilidad de resolver los problemas cruciales de la lgica. Particularmente en Kant, debidoal fundamento idealista subjetivo de su lgica, a pesar de su gnoseologa materialista.

    Y resuelve, a su vez -al replantearse desde una posicin materialista- el problema deincompatibilidad entre sistema y mtodo (ontologa y lgica) que, en Hegel, obedece a laadopcin del idealismo objetivo.

    Se trata, en suma, de que no es posible plantearse cmo conocer adecuadamente larealidad (problema de la lgica) si no se sabe nada acerca de cmo es la realidad (problemacentral de la ontologa). Entendiendo que, para hacer compatibles ontologa y lgica (teora ymtodo), es necesario adoptar una posicin igualmente compatible en torno a la teora delconocimiento (epistemologa), que defina qu relacin se establece entre la realidad y suconocimiento.

  • 10 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    B. En cuanto al rea epistemolgica, particularmente la teora del conocimiento, lacuestin central -como sealamos- es qu relacin hay entre lo que denomimamos realidad y elconocimiento de la realidad.

    El materialismo o realismo filosfico afirma que la realidad existe independientementede su conocimiento. Es decir, de si es conocida o no, o de cmo sea conocida. El conocimientode la realidad no es una condicin de su existencia.

    Para el idealismo, en cambio, no existe realidad independientemente de alguna formade conocimiento de la misma.

    De tal modo, al adoptar una posicin materialista, entendemos que podemos conocer larealidad en tanto sta existe. Esto es, que hay una prioridad de la existencia de la realidadrespecto a su conocimiento.

    Consecuentemente, partiremos del principio lgico -y epistmico- de la prioridad de lateora respecto al mtodo. Partimos de lo que hasta ahora sabemos acerca de la realidad, de lateora ms corroborada (que siempre puede ser verdadera o falsa), para definir losprocedimientos probablemente ms adecuados para conocerla -para investigar lo que nosabemos- poniendo a prueba lo que suponemos que conocemos. Se avanza siempre de loconocido a lo desconocido.

    C. La definicin del rea ontolgica -de las teoras acerca de la realidad- paranosotros, depender de cules son los mbitos o niveles de la existencia de la realidad con loscuales, de oficio, tenemos que tratar como arquelogos. Lo cual, a su vez, depende de cmoconcebimos lo que es la arqueologa.

    Entiendo que la arqueologa es una disciplina de la ciencia social, que no se distinguede las dems por su objeto ni por su mtodo. Es una tradicin de oficio de investigacin, cuyaparticularidad reside en la clase de datos a partir de los cuales realiza inferencias acerca de losmltiples aspectos de los procesos sociales.

    Y los datos que procesa la arqueologa se caracterizan principalmente por ser:

    a) Efectos de las transformaciones de la naturaleza, a travs de los cuales buscamosinferir relaciones y procesos sociales.

    b) Componentes materiales desvinculados de las actividades humanas y las relacionessociales que nos interesa conocer.

    c) Manifestaciones espacial y temporalmente fragmentarias de la vida social, pormedio de las cuales inferimos propiedades de la estructura y procesos generales de la totalidadsocial.

    d) Manifestaciones fenomnicas de la cultura, que a la vez ocultan y permiten lainferencia de los contenidos fundamentales de la formacin social, como condicin de laexplicacin del desarrollo histrico concreto.

  • LUIS F. BATE TEORAS Y MTODOS EN ARQUEOLOGA 11

    Adems, los materiales y contextos arqueolgicos que constituyen nuestros datos,generalmente muestran tambin mltiples efectos de las transformaciones sociales o naturalesque los han involucrado desde que fueron desvinculados de las actividades que intentamosconocer.

    De esta manera se establecen las relaciones entre los datos como objetos deconocimiento emprico y los objetos sustantivos de la investigacin, sujetos a inferencias yexplicaciones racionales. Y se definen los mbitos de la realidad con que los arquelogos debentratar, por lo que requieren de teorizaciones a partir de las cuales derivar procedimientosmetodolgicos.

    Los campos de la realidad que interesan a la arqueologa son:

    1) Las estructuras y procesos histricos de cambios de las sociedades, que conformanel objeto central de investigacin.

    2) Los procesos de formacin, transformaciones y atributos de los efectos materialesde la naturaleza, generados por las sociedades.

    3) Los procesos de generacin de la informacin que utiliza la arqueologa y suscaractersticas.

    A ellos se corresponden tres cuerpos de teoras o instancias ontolgicas, cuyasconexiones conforman lo que hemos denominado cadena gentica de la informacinarqueolgica. Sobre las cuales hemos realizado diversas propuestas:

    I. Materialismo histrico. Es una teora materialista acerca de la dialctica de lassociedades y su desarrollo histrico. Nuestra teora sustantiva sobre la historia de las sociedadesrepresenta una de las diversas corrientes desarrolladas entre las tradiciones generadas por elmarxismo. De ah que ha sido necesario precisar los contenidos conceptuales que otorgamos atrminos tericos que son comunes a las distintas lneas de pensamiento de orientacin histricomaterialista (como modo de produccin, formacin social, ideologa, etc.). Esto, debidoprincipalmente al predominio, en las modas acadmicas de las ltimas dcadas, de las posicionesdel althusserismo, del cual diferimos en torno a cuestiones bsicas.

    Los temas principales respecto a los cuales hemos formalizado propuestas son:

    a) La sociedad concreta, entendida como categora general del materialismo histrico,que expresa las conexiones entre las diversas dimensiones de la realidad social, formuladas atravs de los conceptos de formacin social, modo de vida y cultura. A travs de los cualespretendemos explicar -desde las regularidades fundamentales y generales que rigen a losprocesos histricos hasta las singularidades de sus manifestaciones fenomnicas- la complejaunidad dinmica que conforma su existencia concreta.

    b) Periodizacin histrica. Consecuentemente con lo anterior, se propone elconcepto de periodizacin tridimensional, en la medida en que las dimensiones de lasformaciones sociales, los modos de vida y las culturas, si bien estn necesariamente integradas,poseen diversos ritmos de cambios.

  • 12 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    En el nivel ms general, nos hemos ocupado de generar una propuesta tericamentehomognea, distinguiendo las formaciones sociales pre-tribales, tribales y clasistas iniciales,definidas centralmente sobre la base de sus relaciones fundamentales de propiedad yproduccin.

    c) La cuestin tnico-nacional ha sido el tema en torno al cual buscamos explicar lasdistintas formas de insercin de los pueblos americanos en el proceso general de conformacinde los estados nacionales, caracterstico del desarrollo de la formacin social capitalista actual.

    II. Historia de los Contextos Arqueolgicos. Parte del supuesto de que loscontextos arqueolgicos no son estticos, por lo que es necesario considerar cmo se originan yqu factores los modifican para explicar cmo se presentan a la observacin. Es una teoramediadora que trata de explicar las conexiones entre nuestros objetos de observacin emprica(los materiales y contextos arqueolgicos) y nuestros objetos sustantivos de investigacin (lahistoria de las sociedades) que conocemos y explicamos a travs de inferencias racionales.

    Implica, por lo tanto, tres problemas bsicos:

    a) Los procesos de formacin de los contextos arqueolgicos a partir de diversoscontextos-momento;

    b) Los procesos de transformaciones de los mismos, en que inciden diversos factoressociales y naturales y

    c) Las caractersticas de la presentacin de materiales y contextos, como efecto de losreferidos procesos.

    III. Historia de la Produccin de la Informacin. Hacemos la distincin entre losdatos observables y la informacin, que es producida a partir de la observacin de los datos.Nuestras inferencias acerca de las actividades y relaciones sociales se basan, por lo general enconsiderable medida, en la informacin arqueolgicamente til producida por otros agentessociales, no siempre profesionales. Es en estos procesos donde operan mltiples factores quegeneran los mayores sesgos y prdidas de informacin. Por ello, es necesario explicar lasrelaciones y diferencias entre la informacin disponible y los datos observados.

    Hemos propuesto el concepto de contextos de produccin de informacin, parasistematizar el anlisis de estos procesos. Y, en el caso de la produccin sistemtica deinformacin arqueolgica (como actividad profesional), distinguimos las fases de los trabajos decampo, trabajos de laboratorio y las formas de presentacin de la informacin.

    D. En cuanto al rea metodolgica nos basamos, en lo general, en una serie deconsideraciones y premisas bsicas de una concepcin dialctica de los procesos deconocimiento en la investigacin cientfica de la realidad.

    En lo particular, con base en el principio materialista de prioridad lgica de la teorarespecto al mtodo, proponemos una secuencia de instancias metodolgicas derivadas de laspropuestas ontolgicas ya mencionadas y que permiten estructurar un sistema general de

  • LUIS F. BATE TEORAS Y MTODOS EN ARQUEOLOGA 13

    referencia para los procesos inferenciales en la investigacin arqueolgica. De alguna manera, lalgica de la investigacin recorre a la inversa la secuencia histrica de los procesos que generanlos datos e informaciones arqueolgicas. Las instancias metodolgicas generales son:

    1. La Produccin Sistemtica de Informacin. Se desarrolla una serie de conceptosque orientan la organizacin de proyectos de trabajo orientados a la obtencin de datos y lageneracin de informacin, en el contexto del proceso general de inferencias.

    Supone la sistematizacin de los trabajos de campo y laboratorio, as como de lapresentacin de la informacin producida. Particular importancia tiene la discusin, comotrabajo de laboratorio, de los mtodos tipolgicos que permiten el anlisis, ordenacin y sntesisde la informacin que pueden ofrecer los materiales y contextos arqueolgicos.

    Incluye tambin las lneas de procedimientos de produccin de informacin referencialtil a la arqueologa, como son la etnoarqueologa o la experimentacin y simulacin.

    2. La Identificacin de las Culturas Arqueolgicas, entendidas stas como elconjunto de contextos y materiales arqueolgicos que son efectos de las transformacionesmateriales de la naturaleza realizadas por un grupo social en un rango temporal determinado.

    Se trata bsicamente de una instancia de acopio y anlisis de confiabilidad de lainformacin disponible, que nos permiten identificar a las culturas y subculturas arqueolgicas,sobre la base de una red de asociaciones contextuales. Incluye tambin todas las informacionestiles que pueden proporcionarnos otras disciplinas cientficas (como la geologa, la biologa, lafsica, etc.), auxiliares importantes de la investigacin arqueolgica.

    3. La Inferencia de las Culturas, es la instancia que tiene como objetivo la inferenciade las mltiples actividades humanas que constituyen la vida cotidiana de una sociedad. Talesactividades son realizadas por agentes sociales que se distribuyen y desplazan en el espacio, endiversas secuencias temporales.

    sa es la forma como se presentara la cultura de una sociedad viva a la observacin,por ejemplo, de un etngrafo. Sin embargo, en tanto los contextos arqueolgicos estndesvinculados de las actividades humanas que los produjeron, para la arqueologa es necesarioinferir lo que para un observador contemporneo sera objeto de observacin y descripcin.

    Sin embargo, la descripcin o inferencia de la cultura, manifestacin fenomnicaaparente de las actividades y estructuras sociales no es una explicacin de las mismas, sino elpunto de partida para buscar explicaciones.

    4. La Inferencia de Modos de Vida y Formaciones Sociales, consiste en abstraerlas regularidades estructurales y causales ms generales y determinantes de los procesossociales formalizados bajo el concepto de formacin social, a partir de sus manifestacionesculturales, mediadas por la particularidad de los distintos modos de vida. Para lo cual puedendesarrollarse diversas estrategias inferenciales, derivadas heursticamente de tales categoras,tericamente definidas.

  • 14 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    5. La Explicacin del Desarrollo Histrico Concreto, constituye precisamente elobjetivo cognitivo propuesto y es posible al explicar la multideterminacin singular de losprocesos histricos, manifiestos fenomnicamente en la dimensin fenomnica de la cultura, atravs de sus contenidos particulares y generales inferidos como modos de vida y formacionessociales.

    Se apreciar que las dos primeras instancias metodolgicas derivan necesariamente dela teora de la historia de la produccin de informacin; la tercera supone una teora de la historiade los contextos arqueolgicos; las dos ltimas, a su vez dependen de la potencialidad heursticadel materialismo histrico.

    Por supuesto, esta propuesta de estructura general del proceso de investigacin enarqueologa, no implica que cada proyecto de investigacin deba desarrollar o incluir todas lasinstancias ontolgicas y metodolgicas. Se trata simplemente de un sistema de referenciageneral que nos permite ubicar nuestro trabajo y abrir las posibilidades de que se integrecoherentemente en el marco de una posicin terica consistente.

    Finalmente...

    La historia del marxismo y, por consiguiente, del materialismo histrico, es la historiade una muerte permanentemente anunciada. Sin lugar a dudas, como a todo lo existente, lellegar su hora. Sin embargo, para desgracia de sus proclamadores, hay razones histricas porlas cuales esa hora no ha llegado y los reiterados anuncios no son otra cosa que la expresin desus deseos claramente incumplidos.

    Como afirmara Lakatos, las teoras no caen ni siquiera por falta de corroboracinemprica, sino slo cuando aparece otra con capacidad de sustituirla. Y es altamente improbableque el materialismo histrico sea derrotado slo a fuerza de ser descalificado sin argumentos osistemticamente ignorado y desconocido en algunos mbitos parroquiales, independientementede su extensin geogrfica.

    Para aquellos que se sienten cmodos traduciendo fragmentos de propuestasimportadas -sin siquiera el mrito de la creatividad- y con las cuales pretenden brillar comotericos en un mundo de tinieblas que se empean en conservar, hay malas noticias: " el muertoque habis matado, goza de buena salud".

  • NOTASSOBRE EL MATERIALISMO HISTRICOEN EL PROCESODE INVESTIGACIN ARQUEOLGICA

    Desde fines de los aos sesentas se ha venido desarrollando la llamada "arqueologa social"latinoamericana, buscando interpretar los procesos histricos de las sociedades que precedierona la colonizacin europea del continente con base en la informacin arqueolgica. Su vanguardiaha sido asumida por un grupo de investigadores que trabajaban mas o menosindependientemente en sus pases, comunicndose sus preocupaciones y avances principalmentecon ocasin de algunos eventos cientficos internacionales a partir del Congreso Internacional deAmericanistas llevado a cabo en Lima en 1970.

    Este grupo, que hoy comparte una definida posicin materialista histrica, ha alcanzadoun conjunto importante de acuerdos bsicos en torno al significado y contenido terico de lasnociones y categoras que integran su concepcin de la sociedad y sus desarrollos. Ellosconforman el ahora conocido como "Grupo Oaxtepec", debido a que su trabajo conjuntocomenz en la reunin realizada en Oaxtepec (Mxico) a fines de 1983. Siguiendo estatendencia y en vinculacin con ellos, se han generado diversos grupos nacionales como SOVARen Venezuela, INDEA en Per, el autodenominado "Grupo Evenflo" en Mxico y otros1 .

    1 SOVAR (Sociedad Venezolana de Arquelogos); INDEA (Instituto de Estudios Andinos); el nombre del grupo"Evenflo" deriva de una marca comercial de biberones (en el espaol de Mxico, 'mamilas'), haciendo referencia a unjuego de palabras intraductible que se mofa de la naturaleza supuestamente pedante e incomprensible de las discusionesdel grupo.

  • 16 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    Como es lgico, las contribuciones de los diversos autores que han adoptado unaposicin materialista histrica o marxista, tratan sobre una amplia gama de temas (tericos,metodolgicos, tcnicos, interpretaciones de la historia concreta a nivel local, regional ocontinental, etc.) . Tales aportes son, desde luego, desiguales en calidad y, sobre todo, han estadodesarrollndose y cambiando permanentemente. Por ello, no resulta extrao que muchas de lasafirmaciones o propuestas realizadas recientemente por varios investigadores, no seanexactamente las mismas que aquellas que han publicado hace unos pocos aos atrs 2 .

    He tenido oportunidad de participar en los grupos Oaxtepec y Evenflo, as como deconocer los trabajos y logros de muchos otros jvenes colegas que participan de este enfoqueterico en nuestro "sub-continente". En este artculo resumo los puntos centrales de un trabajoque estoy redactando actualmente 3 , que consiste en un intento de ofrecer una visin deconjunto de los diversos problemas que conciernen a la investigacin arqueolgica, as como losnexos que los vinculan orgnicamente. Todo ello buscando mantener la coherencia -esto es,compatibilidad lgica- con el materialismo histrico, lo cual implica necesariamente tambin unaposicin materialista dialctica.

    De tal modo, se hace posible situar las muy variadas proposiciones o resultados deinvestigacin -cuyos vnculos no son siempre evidentes- en el contexto global de una concepcinterico metodolgica consistente. Adems, esto nos permite evaluar la supuesta cientificidad denuestro planteamiento, as como su comparacin con otros.

    Esta concepcin del proceso de investigacin en arqueologa se basa en algunossupuestos generales, coherentes con una posicin filosfica que corresponde, a su vez, a unaposicin ideolgica y poltica vinculada a nuestra realidad social contempornea. A partir de ahse desarrollan las cuestiones tericas (ontolgicas) que permiten sistematizar los procedimientosmetodolgicos.

    Dado el tema de esta reunin, podr el nfasis en los tpicos de la teora sustantiva, queconstituye la piedra angular de cualquier alternativa cientfica consistente. Sobre los demsproblemas tericos y metodolgicos, me limitar a esbozar un esquema muy general con el finde mostrar sus conexiones orgnicas.

    Podra parecer apropiado, aunque redundante, comenzar declarando que, comomarxistas, nos basamos en el materialismo histrico. Y de ah, entrar directamente "en materia", atratar con la especificidad de los procedimientos arqueolgicos; naturalmente, tan aferrados a latabla salvadora de los datos empricos provenientes de nuestros estudios de caso favoritos, comofuera posible. Hace quince aos pensbamos que ese era el camino a seguir y anduvimos atientas hasta tomar conciencia de que era necesario volver al punto de partida de losfundamentos tericos y epistemolgicos.

    2 Es indispensable tomar en cuenta esta consideracin psra comprender los planteamientos de esta corriente. De otromodo, una lectura de los diversos textos publicados por los autores que la integran no mostrara el nivel de congruenciaque actualmente se ha alcanzado.3 "Una proposicin materialista histrica para la arqueologa" (MS). De hecho, para esta ponencia he copiado variostextos de ese trabajo.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 17

    Por algn tiempo, dimos por sentado que el materialismo histrico era capaz deexplicar claramente cualquier aspecto relacionado con la sociedad y su historia, desde quepareca evidente su mayor capacidad explicativa, al menos en comparacin con otras teoras.Hasta que camos en la cuenta de que no solo haba mas de un materialismo histrico sino que,adems, la mayora de las cuestiones con las que debamos tratar como arquelogos poseandesarrollos del todo insatisfactorios, considerando las necesidades de nuestras investigaciones.Generalmente carecan de formulaciones coherentes o, simplemente, no haban sido tratadasdesde este enfoque terico.

    Ello nos condujo a una serie de replanteamientos; aunque, desde entonces, la mayorade nosotros coincida en dos puntos:

    1) Por razones diversas, cada uno difera de la corriente del marxismo derivada de laspropuestas de Althusser, prevaleciente an hoy en el medio acadmico latinoamericano y, comopodemos apreciar, tambin entre nuestros colegas "de habla inglesa".

    2) Si algo ha estado siempre claro, es que la va fcil del eclecticismo no es unasolucin a nuestras carencias. Engendros del tipo de Marx-Weber-Wittfogel, Marx-Kant, Marx-Freud, Marx-Lvi-Strauss y similares, tal vez resulten buenas mezclas de tabaco para pipa, perono para las ciencias sociales. Las tijeras y el pegamento no son parte de nuestro instrumentalmetodolgico.

    Por ello es que no consideramos superflua la tarea de discutir y, cuando es necesario,elaborar propuestas nuevas en torno a la diversa complejidad de problemas que presentan lassociedades concretas, pretritas y presentes, y que carecen todava de formulaciones adecuadasdesde el enfoque materialista histrico. De estos problemas se ha ocupado principalmente elgrupo Oaxtepec y son los que subrayaremos en esta ocasin.

    Algunas premisas generales.

    a. Objetivos del conocimiento.

    La finalidad de la investigacin es generar nuevo conocimiento, que refleje la realidadconcreta de la manera mas objetiva posible. Esto no obedece a un capricho de meticulosidadintelectual, sino al hecho de que el materialismo histrico constituye el fundamento cientfico deuna posicin ideolgica y poltica que busca la transformacin de la realidad a travs de lapraxis, lo que requiere disponer del conocimiento mas preciso de la complejidad real. En esatarea, no estamos enfrentados a entidades abstractas, sino a sociedades concretas. Elconocimiento de las regularidades y leyes mas generales y fundamentales es indispensablementenecesario, pero evidentemente insuficiente para manejar la complejidad del mundo real. Paradecirlo de manera breve, saber que una nacin esta regida por la contradiccin capital-trabajo esobviamente insuficiente como para conducir un proceso revolucioario. De ah que nuestra teoradebe ser capaz de explicar las muy diversas conexiones entre las leyes mas generales y laindiscutible singularidad cultural que presentan las sociedades concretas.

  • 18 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    b. Relacin entre teora y mtodo.

    En primer lugar, la concepcin marxista se funda en el reconocimiento de la necesidadde una solucin unitaria a los problemas de teora del conocimiento (gnoseologa), teora de larealidad (ontologa) y lgica (metodologa). Esta propuesta central, argumentada originalmentepor Hegel, permite la superacin de la problemtica dejada por el agnosticismo kantiano, debidaa la incoherencia entre una gnoseologa materialista y una lgica radicalmente idealista subjetiva.

    En este punto se originan todas nuestras diferencias con las posiciones positivistasneokantianas contemporneas, incluyendo las de la "new archaeology" norteamericana, y ancon la corriente althusseriana.

    El aporte principal del marxismo sobre este punto consiste en la superacin de laincompatibilidad entre sistema y mtodo en Hegel -sealada por Feuerbach- al replantearse elproblema desde una posicin materialista 4.

    As, el principio gnoseolgico materialista de objetividad -que supone la existenciaindependiente de la realidad respecto a cualquier conciencia o de cmo es conocida-, formuladocomo principio de lgica (mtodo) implica la prioridad de la teora de la realidad (ontologa)respecto al mtodo de investigacin.

    Dicho muy llanamente, no podemos plantearnos cmo conocer si carecemos de todanocin sobre qu buscamos conocer; es decir, si no sabemos nada sobre el objeto deconocimiento. Por lo tanto, la sistematizacin de los procedimientos adecuados para conocer(lgica) una clase de fenmenos reales, arranca necesariamente de lo que hasta ese momento sesabe acerca de ellos. Y este conocimiento (verdadero o falso) est resumido en la teora de larealidad 5 .

    La teora es, en cada momento y al mismo tiempo, resultado de las investigacionesprecedentes y punto de partida de las nuevas investigaciones.

    Como punto de partida del proceso de investigacin, la teora cumple una funcinheurstica. En mi opinin, el papel mas importante de la teora en la investigacin es precisamenteese. Es decir, permitir el planteamiento racional y sistemtico de los problemas y la planificacinde los procedimientos para la investigacin que genere nuevos conocimientos. La eficaciaexplicativa y la objetividad de la teora juegan un papel importante en la lucha"interparadigmtica", pero su funcin primordial es conformar la condicin subjetiva necesariapara el manejo de la realidad a travs de la praxis. Tambin el valor metodolgico de losconceptos, categoras y leyes, depende de su objetividad y capacidad explicativa.

    El ejercicio de los procedimientos metodolgicos congruentes con la teora generanuevo conocimiento, permitiendo la correccin de errores y el enriquecimiento de la teora

    4 Ver Kopnin, 1966.5 Es un requisito del mtodo el ser capaz , considerando la posibilidad de que la teora contuviera juicios falsos, el deexponerlos a mostrar su inadecuacin como reflejo de la realidad (falsabilidad).

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 19

    misma. As, la teora est siendo permanentemente recreada, haciendo posible definirprocedimientos metodolgicos nuevos y mas precisos y el desarrollo de nuevos proyectos deinvestigacin.

    c. Qu es la arqueologa?.

    Ha habido diversas opiniones al respecto y son bien conocidas algunas afirmacionescomo "la arqueologa es la ciencia que estudia la cultura de pueblos desaparecidos", "laarqueologa es antropologa o no es nada", "la arqueologa es historia o no es nada" y otrassimilares. Sin embargo, la sentencia que refleja mejor el fondo del asunto es aquella de que "laarqueologa es arqueologa es arqueologa". Por lo visto, se trata en realidad de la definicin unterritorio de propiedad privada intelectual, ya que la competencia en el mercado profesional estregulada de acuerdo a los ttulos de propiedad sobre tales parcelas (v.g., los ttulosprofesionales). El afn positivista de distinguir unas ciencias de otras "por su objeto y por sumtodo" se ha prestado como regla del juego para dirimir estas disputas.

    La arqueologa es una disciplina de la ciencia social. Su objeto de investigacin, por lotanto, son las sociedades concretas, como totalidades histricas. Como investigadores, podemosestar interesados en conocer procesos sociales en conjunto o slo algunos de sus aspectos. Perono nos parece relevante establecer cul es el objeto propio de nuestra ciencia, sealando lmitestemticos o temporales.

    Sin embargo, es indudable que la arqueologa presenta particularidades que debenprecisarse si pretendemos formular enfoques crticos y ofrecer alternativas para su quehacer.

    Lo especfico de la arqueologa se debe a las condiciones en que se ha desarrolladotradicionalmente la investigacin, conformando el oficio de esta actividad:

    1) Sin ser algo exclusivo de la arqueologa, sta posee una particularidad debida a laclase de informacin emprica a partir de la cual se infieren las caractersticas de las sociedadesbajo estudio. Los arquelogos estudian efectos de las transformaciones de la naturaleza, para locual y a travs de los cuales los seres humanos se relacionan socialmente. Estos efectosmateriales que los hombres producen y generan al realizar las diversas actividades de la vidacotidiana presentan, como conjunto, la singularidad fenomnica de la cultura. Adems,generalmente los arquelogos registran estos elementos desvinculados de las actividades que, apartir de ese momento, deben inferir.

    2) Siendo lo mas comn que el arquelogo estudie sociedades pasadas, los datos no sepresentan a la observacin emprica tal como podran observarse en una sociedad viva. Por ello,adems de su desvinculacin respecto a las actividades y relaciones sociales que los generaron,los objetos arqueolgicos han sido afectados por diversos y, a veces, complejos procesos detransformaciones, hasta que se convierten en la informacin de que disponemos para inferirprocesos sociales.

  • 20 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    Estas particularidades objetivas de la informacin arqueolgica indican los problemastericos que la disciplina debe resolver y condicionan la particularidad de las mediacionesinferenciales que deben organizarse metodolgicamente. El desarrollo y formalizacin deopciones y la organizacin global de este cuerpo de problemas terico-metodolgicos,constituyen la especificidad del oficio arqueolgico como investigacin social, para el cualcreemos que el materialismo histrico puede ofrecer alternativas coherentes.

    Instancias del proceso de investigacin.

    Una concepcin del proceso de investigacin no es un vademecum de recetasmetodolgicas. Ciertamente, implica formular propuestas sobre procedimientos tcnicos ylgicos para operar en los distintos mbitos de la realidad con los cuales los investigadores estnnecesariamente en contacto.

    Pero, como hemos visto, la formulacin de procedimientos metodolgicos debederivarse lgicamente de la teora sobre la realidad en que operan. Por ello, es necesario precisar,antes que nada, los campos de la realidad involucrados en las investigaciones arqueolgicas.

    A. Instancias ontolgicas.

    Tales campos son todos aquellos implicados en las relaciones entre las sociedades estudiadas,los datos arqueolgicos observables y la informacin disponible.

    Se puede apreciar que stos conforman una cadena de procesos de diferente orden que,causalmente vinculados, determinan la gnesis e historia de los datos e informacinarqueolgica.

    Estos aspectos de la realidad que interesan a la arqueologa, pueden englobarse en trestemas ontolgicos especficos:

    a. El materialismo histrico o teora substantiva de la sociedad. Como teora sobreel objeto central de conocimiento de la arqueologa, es compartido con todas las dems cienciassociales.

    Por razones que veremos luego, ha sido necesario ocuparse de tres problemas bsicos:1) discutir y definir conceptos generales con el fin de teorizar a la sociedad como totalidadconcreta, 2) discutir el sentido y conceptualizar la periodizacin histrica y 3) proponerinterpretaciones tericas sobre la cuestin tnico-nacional.

    Otro problema propio de la teora substantiva es el de la formacin de los contextosarqueolgicos. Aunque sto requiere de una conceptualizacin selectiva de aspectos de larealidad social que slo interesan al arquelogo y, probablemente, a los criminlogos y otroschismosos profesionales similares. Por ello, y por comodidad de exposicin, lo tratamos comoparte del tema siguiente, con el cual est estrechamente relacionado.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 21

    b. Historia de los contextos arqueolgicos.

    No por obvio ha sido menos importante asentar explcitamente que los restosarqueolgicos observables son contemporneos del arquelogo (Binford,1972; 3axapyk, l976).Esto implica que es necesario explicar qu vnculos hay entre los restos arqueolgicosactualmente observables y las actividades y relaciones sociales que les dieron origen y de loscuales estn desligados. De otro modo, el pasado, que no se puede observar, sera incognoscible.

    Nuestra posibilidad de conocer la historia -as como de definir procedimientosmetodolgicos y de validar nuestras inferencias- se funda en algunas premisas bsicas:

    1. Que existen diferencias y relaciones objetivas entre las sociedades objeto deinvestigacin y las evidencias arqueolgicas objeto de observacin.

    1.1. Las diferencias obedecen a que, si bien la informacin emprica est integrada porobjetos que, en su momento, han sido el resultado de las transformaciones de la naturaleza por eltrabajo y las actividades humanas, stos ya no poseen las mismas calidades y relaciones quetuvieron en el contexto de la sociedad que los produjo.

    1.2. Las relaciones entre ambas se deben a un conjunto de conexiones causales que,dadas las diversas condiciones de su ocurrencia, se dieron necesariamente.

    2. Que hay una correspondencia determinada entre las propiedades o calidades de loscontextos arqueolgicos y la cualidad de las actividades y relaciones sociales que, entre otrosfactores, los generaron.

    Sin embargo, el carcter determinado de los contextos arqueolgicos, como efectos, noimplica que a similares actividades y relaciones sociales se correspondan contextos concualidades observables idnticas. Esta variabilidad se explica porque:

    2.1. Las formas concretas de las actividades y objetos que involucra el desarrollo de lavida cotidiana adquieren, en cada sociedad, calidades culturales singularmente distintivas y

    2.2. Las combinaciones de factores causales que inciden en la dinmica detransformaciones de los contextos, pueden ser muy diversas.

    Una ontologa de la historia de los contextos o restos arqueolgicos implica teorizar yvincular tres problemas:

    1) Cmo se forman los contextos. Como dijimos, este es un problema de teorasubstantiva. Nos basamos en el concepto de contexto momento, como conjunto de artefactos,elementos y condiciones materiales (componentes) en interaccin dinmica integrada por laactividad humana. Hablamos de contexto "momento", pues se refieren slo a un segmentoespacial y temporal de la totalidad de actividades que, simultnea y sucesivamente, constituyen laexistencia concreta de la sociedad.

    El contexto arqueolgico se conforma cuando los componentes de un contextomomento son desvinculados de la actividad humana.

  • 22 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    2) Cmo se transforman los contextos. Como ha sealado Schiffer, los contextosarqueolgicos se transforman tanto por factores naturales como sociales (culturales). Importasaber qu efectos produce, sobre los contextos arqueolgicos, la incidencia de diferentescombinaciones de variables naturales y sociales.

    Para este efecto, una unidad mayor de anlisis es la de mbito de vida o espacio vivido(Sanoja,1984; Vargas,1986) que, debido a los factores mencionados, se segmenta en diversoscontextos arqueolgicamente identificables.

    3) Cmo se presentan a la observacin los objetos y contextos arqueolgicos cuandoson "capturados" en un momento de su historia de transformaciones. Es un tema del que se hanocupado muchos autores de las mas diversas posiciones. La formalizacion terica sobre estepunto debe considerar:

    3.1) Que toda teora supone una jerarquizacin de conceptos. Esta, en particular, debeguardar compatibilidad con la teora substantiva (materialismo histrico). Sin embargo, se puedejerarquizar de diversas maneras segn los objetivos y estrategias de cada investigacin. As, porejemplo, para designar al conjunto de datos que permiten las inferencias sobre una sociedadconcreta en un rango temporal dado, manejamos la categora de cultura arqueolgica.

    3.2) Que los conceptos, por lo tanto, reflejan diversos niveles de integridad de losatributos observables. Siguiendo el ejemplo anterior, pueden comprender desde los rasgos de unobjeto aislado, pasando por los contextos o grupos de contextos de diversas magnitudes, hasta lacultura arqueolgica.

    3.3) Que los atributos objetivos potencialmente observables son infinitos y esnecesario definir criterios para la conceptualizacin selectiva de los mismos. Estos criteriosresponden a las siguientes preguntas:

    Primero, qu queremos inferir a partir de la observacin emprica?. Por lo pronto, nosinteresa todo lo que nos lleve a conocer, por una parte, los procesos de transformaciones quehan afectado a los materiales y contextos y, por otra, principalmente, las actividades humanasque los generaron originalmente. Entre las caractersticas que sabemos inferibles a partir de losdatos arqueolgicos y que tienen relevancia para nuestras interpretaciones sobre este ltimopunto, estn la temporalidad, las singularidades culturales y los contenidos sociales.

    En segundo lugar, qu atributos o relaciones emprricamente observables nos permitentales inferencias?. Podemos decir que, en los diversos niveles de integridad de los datos hayalgunas propiedades generales bsicas, arqueolgicamente relevantes, como son las propiedadesfsico-qumicas, la espacialidad y las magnitudes; a su vez, determinadas relaciones entre talesatributos -en particular, espacialidad y magnitudes- permiten definir otras calidades importantescomo son las formas o las posiciones relativas. A partir de estos atributos se pueden definirotros conceptos como asociacin, superposicin, recurrencia, etc.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 23

    c. Historia de la produccin de la informacin.

    Sea que el arquelogo estudie sociedades como totalidades o slo alguno de susaspectos, debera poseer una visin global; es decir, debe conocer la informacin disponibleacerca de las culturas arqueolgicas de que se trate.

    Sin embargo, difcilmente llegar a observar y registrar directamente en el campo masque la presentacin de unos pocos sitios o contextos. Por lo cual su conocimiento de una culturaarqueolgica deber basarse, en gran medida, en la informacin producida por otras personas,que no siempre fueron arquelogos profesionales. An en estos casos, pocas veces nuestroscolegas habrn registrado y procesado los datos siguiendo los mismos criterios que adoptaranotros investigadores, segn sus intereses y posiciones tericas y metodolgicas.

    El problema central a considerar ac, es que la informacin producida guarda dirversosnexos y grados desiguales de correspondencia con los datos o atributos potencialmenteobservables en los contextos arqueolgicos. Por ello, la teorizacin de las condiciones ycaractersticas de los procesos que conducen a la produccin de la informacin arqueolgica esnecesaria para:

    1) Sistematizar los procedimientos de produccin de informacin, de acuerdo a losniveles del desarrollo histrico de la disciplina -desde las tcnicas a la teora-, optimizando elregistro evaluable de propiedades empricas potencialmente relevantes al conocimiento de lasrealidades histricas estudiadas.

    2) Sistematizar el anlisis de confiabilidad de la informacin producida disponible, entrminos de su correspondencia con las propiedades que pudieron presentar en los contextosarqueolgicos.

    Consideramos, de manera general, que la produccin de la informacin arqueolgicaimplica la incorporacin de contextos o componentes de contextos arqueolgicos,potencialmente portadores de informacin, en contextos momentos actuales; es decir, encontextos momentos de los cuales pueden participar los observadores que generan informacintil a la investigacin.

    Ello nos permite definir criterios para analizar los procesos de produccin deinformacin como, por ejemplo, segn: 1) el tipo de actividades a las que se incorporan loscontextos arqueolgicos y sus componentes, 2) las funciones que adquieren en esos contextosactuales, 3) las caractersticas de los agentes (posiciones y actividades sociales, ideologa,conocimientos, etc), 4) caractersticas de los contextos informativos actuales y de suscomponentes y otros.

    Debemos suponer que las situaciones ptimas son aquellas en que se trata de contextosde produccin intencional y sistemtica de informacin, realizada por especialistas calificados,en que las variables objetivas y subjetivas que operan en el proceso son explcitas.

    Una ontologa de la produccin sistemtica de la informacin arqueolgica debeconsiderar, al menos, las siguientes fases del proceso:

  • 24 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    a. La observacin, registro y manipulacin de los contextos arqueolgicos y suscomponentes.

    b. El anlisis de los datos y materiales.

    c. Formas de presentacin de la informacin, tales como conservacin y archivos,exposiciones y publicaciones.

    B. Instancias metodolgicas.

    Conociendo los procesos de gnesis de los datos e informacin arqueolgica, podemosdefinir y situar los problemas generales de metodologa que se requiere formular para realizarinvestigaciones.

    Cabe mencionar que no hay solo una manera correcta de operar frente a cada problemao situacin. No solo es posible, sino deseable, la alternatividad tcnica y metodolgica. Seamplan as las posibilidades de descubrir errores de planteamiento (de la teora o de lashiptesis) que, tal vez, un solo procedimiento no sera capaz de poner en evidencia. En otraspalabras, la alternatividad metodolgica ampla el rango de falsabilidad de las interpretaciones.

    Las fases del proceso de investigacin de sociedades concretas en arqueologa, dichomuy brevemente, son:

    a. Produccin de informacin.

    Se refiere al conjunto de procedimientos tcnicos y lgicos que permiten la obtencin,registro, procesamiento analtico, ordenacin, descripcin y comunicacin de informacingenerada a partir de los datos arqueolgicos empricamente observables, desde sus contextos enel campo a los laboratorios.

    Implica formular protocolos de registro y procedimientos tcnicos y analticos (v.g.,tipologa), que sistematicen los trabajos de campo y laboratorio, as como la creacin de acervosy de procedimientos de comunicacin de la informacin producida. Supone una claraconcepcin de cules son los aspectos o atributos empricos de los datos que tienen inters parala realizacin de inferencias e interpretaciones.

    b. Definicin de las culturas arqueolgicas.

    Esta es, principalmente, una instancia de anlisis de confiabilidad y organizacin de lainformacin producida disponible. Se busca:

    1) Determinar en qu grado los sesgos del proceso de produccin de la informacinhan implicado prdida y distorsin en el conocimiento de los atributos empricamenteobservables en los objetos y contextos arqueolgicos. Hay que considerar, adems, que buenaparte de la informacin producida se comunica o se presenta ya incorporada a la exposicin deinterpretaciones.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 25

    2) Organizar toda la informacin arqueolgica y medioambiental correspondiente acada cultura arqueolgica y que tenga relacin con su historia de transformaciones.

    c. Inferencia de las culturas.

    Se trata de inferir el conjunto de formas culturales que pudo presentar la cultura de lasociedad viva, como un sistema de contextos momentos simultneos y sucesivos, en los cualesse desarrollaron diversas actividades, involucrando objetos y condiciones materialesdeterminadas.

    Parte de este problema consiste en identificar las diferencias subculturales que, ademsde las distinciones de contenido funcional de los sitios, sealaran la existencia de los grupossociales que participaron diferencialmente en las estructuras sociales y cuya manifestacincultural es tambin distinguible como parte de la cultura global.

    Para esto es necesario intentar "reconstruir" la historia de los contextos, desde que suscomponentes se desligaron de las actividades sociales que los originaron, ya que las inferenciasdeben apoyarse en el conocimiento de la presentacin "actual" de los objetos y contextosarqueolgicos.

    d. Inferencia de modos de vida y formaciones sociales.

    En este nivel de integridad de los procesos inferenciales se busca abstraer elconocimiento de las regularidades sociales, lo cual debe hacerse para cada una de culturasarqueolgicas. Se dispone, sin embargo, de la informacin reunida para inferir e identificar lasasociaciones y recurrencia de las formas culturales. A partir de ella se proceder a su anlisis yordenacin con el fin de conocer los contenidos sociales a que dichas formas culturalescorresponden.

    Se trata de identificar y reconstruir los diversos procesos econmicos (produccin,distribucin, cambio y consumo) que integran el modo de produccin; las actividades dereproduccin y reposicin de la poblacin y la fuerza de trabajo; las diversas actividadessuperestructurales institucionales y las formas de reflejo de la realidad. Es decir, todas aquellasactividades y relaciones inferibles que constituyen tanto el ser social como las superestructuras.

    Esta instancia de la investigacin, estudiando realidades concretas, opera inductivamentey se organiza en torno a las implicaciones deducibles de la teora. Por ello se busca, en primerlugar, el reconocimiento de los diversos modos de trabajo que integran y caracterizan a un modode vida, a partir de lo cual se tratar de inferir las determinaciones generales de la formacinsocial.

    e. Explicacin del desarrollo histrico concreto.

    En este punto del proceso investigativo se dispone de cuanto haya podido inferirseacerca de las singularidades culturales de las sociedades estudiadas, as como de las calidadesfundamentales de las mismas en tanto formaciones socioeconmicas. Pero este conocimientoest an desagregado ya que tenemos, por un lado, las expresiones culturales y, por otro, sus

  • 26 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    contenidos como modos de vida y las determinaciones de las formaciones sociales; adems deque este anlisis ha debido realizarse separadamente a partir de cada cultura arqueolgica.

    El objetivo es, ahora, la realizacin de una sntesis que permita explicar la dinmica delos procesos histricos en su singular concrecin, desde las determinaciones fundamentales ygenerales abstradas a partir de los procesos mismos.

    Apuntes sobre materialismo histrico.

    Nos interesa exponer cmo hemos intentado reducir la gran brecha entre la teoranecesaria para enfrentar los retos de la investigacin de acuerdo a los requisitos que stapresenta en su desarrollo actual y la teora disponible para hacerlo. Si bien es cierto que cadarespuesta a un viejo problema genera nuevas preguntas.

    Por razones de espacio, nos tendremos que limitar a apuntar algunos aspectos queesperamos nos permitan un constructivo intercambio de ideas. Por ello, destacaremosselectivamente: 1) el contenido central de los conceptos bsicos y nuestra posicin frente a cadatema, 2) los puntos en torno a los cuales se han elaborado propuestas y 3) los aspectos en quediferimos respecto a otras interpretaciones del materialismo histrico.

    a. Sociedad concreta.

    Un problema clave surga ante la pregunta sobre cmo el sistema conceptual delmaterialismo histrico poda dar cuenta, de manera orgnica y lgicamente compatible con suscategoras centrales, del nivel de la realidad social al que usualmente se enfrentan losantroplogos o arquelogos. Estos pueden llegar a conocer, o reconstruir por inferencias, lasactividades de la vida cotidiana, tal como se presentan bajo sus formas culturalessingularmente concretas. Y con base en esos datos pretendemos abstraer las regularidadesfundamentales y generales que rigen a la totalidad, como son las calidades del modo deproduccin o las relaciones de las superestructuras con la base material.

    Resulta obvio que las diversas connotaciones de categoras, como modo de produccino formacin social (an bajo la acepcin althusseriana de sta ltima como categora "concreta"),no contribuan a resolver el problema.

    Tales inferencias solo son posibles si la teora general es realmente capaz de explicar ala sociedad como totalidad concreta (sensu Kosik). Esto es, como una totalidad dialctica de lacual es posible explicar, desde las relaciones fundamentales y en conexin con ellas, cualquierhecho o clase de hechos; incluyendo, en nuestro caso, los fenmenos de la vida cotidiana en suconcrecin sociohistrica.

    Disponamos, por una parte, de una concepcin del materialismo histrico demasiadogeneral. Por otra, de una heterognea diversidad de conceptos que, bajo el trmino de cultura,aluden de diversas y muy desiguales maneras a los aspectos objetivos de la realidad que nosinteresan, pero sin posibilidades de coherencia ni homogeneidad terica con el materialismo

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 27

    histrico. Haba dos fciles pseudo soluciones: 1) intentar fabricar un Frankenstein eclctico o2) usar el trmino para aludir formalmente al problema, sin enfrentarlo (ni, por lo tanto,resolverlo).

    De hecho, el asunto exiga un examen de la realidad social y la formulacin tericaexplcita de las relaciones existentes entre las regularidades formalizadas en la categora deformacin social y las manifestaciones culturales, por complejas que fueran. Se requera de unanegacin dialctica (no es necesario hablar de "ruptura epistemolgica") de las concepciones dela antropologa tradicional y, en particular, del culturalismo. Luego, en Oaxtepec, se replante lacategora de modo de vida (que venan manejando Sanoja, Vargas y Veloz), que pas a designarlas mediaciones entre cultura y formacin social, expresando particularidades de sta.

    De este modo, pretendemos que se puede explicar tericamente a la sociedad comototalidad concreta, mediante la explicitacin de los nexos recprocos entre los aspectos de larealidad que se pretende reflejar en las categoras de formacin econmico social, modo de viday cultura.

    1. Formacin econmico social.

    Esta categora designa al sistema de regularidades de mayor nivel de accin causal yestructural de la totalidad social. Expresa la unidad orgnica de la base material del ser social ylas superestructuras. Mantenemos la distincin materialista fundamental en la teora de lahistoria y una concepcin de causalidad jerarquizada 6 .

    El ser social o base material de la sociedad no se limita a los procesos econmicos(produccin, distribucin, cambio, y consumo), comprendidos en la categora de modo deproduccin. Incluye tambin la amplia gama de actividades y relaciones sociales que median lareproduccin y la reposicin cotidiana de la poblacin, concebidas como modo dereproduccin.

    La calidad del modo de produccin, que sintetiza la correspondencia del sistema derelaciones sociales de produccin y el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, semanifiesta en la calidad de las relaciones fundamentales de produccin. Esta es, a su vez, laexpresin condensada de la contradiccin fundamental de la totalidad social.

    En la sociedad real el modo de produccin es uno, integrado por diversos tipos derelaciones de propiedad y produccin secundarios, en torno a las relaciones fundamentales quedeterminan las posibilidades, necesidades y orientacin del desarrollo del sistema y cada una desus partes.

    El concepto de modo de produccin de la vida material se refiere a la unidad de losprocesos econmicos y no incluye a las superestructuras. En este punto, como en el anterior,diferimos de la concepcin althusseriano-balibariana. Tambin se habr advertido que la

    6 Jerarqua no significa reduccionismo. La jerarqua causal es objetivamente relativa a los diversos niveles deintegridad o dimensiones de la realidad. Es decir, se configura de diversas maneras en cada nivel de integridad, bajo elprincipio de diversidad y accin mutua.

  • 28 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    categora de formacin econmico social no significa, para nosotros, una "combinatoriaarticulada" de modos de produccin.

    En cuanto a las superestructuras, comprenden dos esferas: la de la conciencia o reflejosocial y la institucionalidad. La primera se refiere a las diversas formas y niveles de laconciencia social, de la afectividad y los sistemas de valores. La segunda, a las actividades yrelaciones sociales que median los vnculos de poder y la administracin, regulando lareproduccin o cambios del sistema social como totalidad. Los trminos de superestructuraideolgica y jurdico-poltica expresan la particularidad de la conciencia social y lainstitucionalidad en las sociedades clasistas 7 .

    2. Modo de vida.

    1) La categora de modo de vida expresa las mediaciones objetivas entre lasregularidades formalizadas a travs de las categoras de formacin econmico-social y cultura.Se refiere, por lo tanto, a las particularidades de la formacin social, como "eslabonesintermedios" entre entre el carcter esencial de la formacin social y su manifestacinfenomnica en la cultura.

    Consecuentemente, la categora de modo de vida, al igual que las de formacin social ycultura, se refiere a las diversas instancias de la totalidad social, como unidad.

    Siendo la categora dialctica de lo particular aquella que expresa las transiciones entrelo general y lo singular y relativa a ambos trminos extremos, el modo de vida puede referirse adiversos grados de generalidad de las mediaciones entre formacin social y cultura, los cualesdeben ser precisados en cada anlisis.

    2) Los factores que inciden en las particularidades de la formacin socioeconmica,formalizadas como modo de vida, son principalmente:

    - Especificidades de la organizacin tcnica y social condicionadas por lascaractersticas del medio ambiente en el que el grupo humano vive y que transforma a travs deltrabajo.

    - Especificidades de la organizacin y dinmica social que responden a la naturaleza delos contactos entre diversos grupos sociales o sociedades totales.

    3) Entre las caractersticas del modo de vida debidas a los mencionados factores,podemos sealar: 7 Comentar que, en mi opinin, el materialismo histrico ha respondido, en general, a una ideologa "machista". Ennuestra tradicin "occidental" existe en realidad una dicotoma entre la esfera pblica (relaciones sociales de producciny poltica) e inteligencia, por una parte y esfera privada (reproduccin domstica) y afectividad, por la otra, asociadasrespectivamente a los roles e imgenes de masculinidad y femineidad. As, se espera que el hombre sea intelectualmentebrillante y afectivamente duro o reprimido y la mujer muy sensitiva y discretamente estpida. Por lo que respecta al sersocial, esto se ha reflejado en una falta de preocupacin por explicar tericamente las caractersticas de la esfera delmodo de reproduccin y sus vnculos con las relaciones fundamentales. Por lo que se refiere a las superestructuras, comoreflejo de la realidad por los sujetos sociales, casi se ha limitado a sus formas cogn i t ivas en trminos de formas yniveles de conciencia; pero est casi ausente la consideracin de los reflejos afectivos que son los que en realidadmueven la conducta prctica y la accin poltica de los grupos humanos. Por ello, nos hemos interesado en avanzarsobre estos temas.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 29

    - Diversos ritmos histricos de desarrollo y viabilidad de cambios del grupo social,condicionados por sus particularidades estructurales.

    - Las caractersticas particulares del desarrollo se manifiestan como "lneas" de modosde vida que, en la dimensin histrica, se refieren tambin a las fases cualitativamentedistinguibles en una formacin social y su modo de produccin.

    4) En las sociedades donde las formas especficas de produccin se han diferenciadointernamente, hay que distinguir entre el modo de vida como particularidad de la totalidad socialy los modos o submodos de vida como particularidades de los grupos sociales que integran latotalidad social. En este sentido, el modo de vida es resultante de las particularidades de cadasubmodo de vida, as como de sus formas de integracin a la totalidad.

    3. Cultura.

    La categora de cultura refleja una aspecto de la existencia de la sociedad inseparable delas regularidades que expresan, en distintos niveles de generalidad y esencialidad, las categorasde formacin social y modo de vida.

    Se refiere al multifasctico conjunto singular de formas fenomnicas que presenta laexistencia de una sociedad, como manifestacin de las soluciones concretas a sus necesidadesgenerales de desarollo histrico. Recprocamente, la categora de formacin social alude alsistema general de contenidos esenciales a que corresponden las formas culturales.

    En la cultura de una sociedad se manifiestan tanto la unidad de la totalidad social comola diversidad de los grupos sociales que la constituyen. Consideramos como subcultura alconjunto de manifestaciones culturales de un grupo social que forma parte de una sociedad. Loscriterios principales -pero no nicos ni excluyentes- de distincin de los grupos sociales queaparecen como subculturas son: a) su posicin en el sistema de relaciones sociales deproduccin, b) su posicin en la divisin del trabajo y c) su origen histrico y geogrficoparticular.

    El orden objetivo de las formas culturales que, por su naturaleza fenomnica, sepresenta a la observacin emprica como una multiplicidad aparentemente catica demanifestaciones sensibles, es el orden propio de los contenidos de la formacin social a que lasformas culturales corresponden. El orden de los contenidos sociales es un orden dinmico,cuyos cambios generales de calidad se corresponden con el desarrollo de las fuerzasproductivas.

    Una calidad general de la cultura, en la esfera de lo fenomnico aparente, es susingularidad. La cual solo puede ser explicada en el contexto de la multideterminacin causal dela totalidad social. Comprendiendo la unidad dialctica de lo necesario y lo contingente, comoniveles de accin causal recprocamente relativos, puede decirse que la singularidad cultural esefecto de la concatenacin de la contingencia y las regularidades necesarias del desarrollo social.Entre los factores generales de contingencia que determinan singularidades culturales, hay queconsiderar a las coyunturas sociohistricas internas o externas que enfrenta una sociedad y laspropiedades concretas del medio geogrfico en que la sociedad se desarrolla.

  • 30 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    Existe necesariamente una correspondencia entre la calidad singular de las formasculturales y los contenidos fundamentales de la formacin social. No obstante, dichacorrespondencia no es mecnica y los cambios en el nivel de las regularidades de la formacinno suponen necesariamente una sincrona de cambios en la totalidad de la dimensin de lacultura o viceversa.

    Puede decirse que la calidad singular de la cultura se corresponde, en ltima instancia,con la magnitud del grado de desarrollo de las fuerzas productivas, ya que sta implica ladiversificacin y aumento cuantitativo de los productos materiales y de las actividades sociales,de cuya combinatoria de formas fenomnicas resulta la irreductible singularidad cultural.

    Este condicionamiento "en ltima instancia" del conjunto singular de formas culturales,por el sistema de contenidos de la formacin socieoeconmica, se establece a travs de unacompleja red de relaciones contradictorias que median la unidad real de ambos aspectos delproceso social concreto.

    b. Periodizacin histrica.

    Una periodizacin implica formular criterios generales que permitan definir unidadesclasificatorias de calidades diferentes de los procesos sociales, relacionadas con su dimensinhistrica.

    Los criterios deben ser generales en cuanto a reflejar propiedades que sean comunes acualquier momento del desarrollo histrico de cualquier sociedad. As es posible comparar eidentificar las calidades particulares distintivas de las diferentes unidades resultantes de talclasificacin. En este sentido, los criterios de periodizacin deben ser homogneos.

    Tratndose de proposiciones que pretenden cierto nivel de cientificidad y consistencia,stos criterios deben derivarse de la teora. En nuestro caso, estimamos necesario que, adems deposibilitar la identificacin descriptiva, permitan la explicacin de los procesos histricos. Larelevancia explicativa de tales criterios est definida por la jerarqua causal que les asigna lateora.

    Por ello, al menos en los niveles mas generales, una propuesta de periodizacin debeformularse bajo la forma de una teora explicativa de la estructura y causalidad fundamentales delos procesos histricos, an cuando debe entenderse que sus enunciados estn condicionalmentesujetos a la corroboracin emprica.

    Es importante insistir en que las propuestas de periodizacin, como toda generalizacinterica explicativa, son un campo permanentemente abierto a las correcciones y enriquecimientogenerados por los resultados de las investigaciones concretas. No hay que olvidar que la funcininvestigativa de la teora es heurstica y que, en este aspecto, cuando no hay correspondenciaentre teora y realidad, la que debe modificarse es la teora.

    Lo dicho significa que, si bien la investigacin de la historia concreta se apoya en lateora, su explicacin no se deduce de sta, ni consiste en etiquetar y "meter" los casos reales enlos cajones de la periodizacin.

  • LUIS F. BATE NOTAS SOBRE EL MATERIALIMO HISTRICO EN EL... 31

    El cmo explicar los procesos histricos con relacin a una periodizacin es unproblema metodolgico que se refiere a los procesos inferenciales en la investigacin histricaconcreta. El enunciado de los conceptos generales y sus conexiones orgnicas en trminosexplicativos es un problema ontolgico de la teora sustantiva y del cual nos ocuparemos ac.

    Consecuentemente con la formulacin de la categora de sociedad concreta, sostenemosla posibilidad de plantear una periodizacin que relacione tres dimensiones de cambios; loscuales, aunque no ocurren de manera sincrnica, siempre afectan a la sociedad como totalidad.Nos referimos a una periodizacin tridimensional que comprenda los cambios que se dan en lascalidades fundamentales de la formacin social, en la particularidad de los modos de vida y enla singularidad de las culturas.

    Nos limitaremos escuetamente a sintetizar las propuestas de periodizacin en el nivelmas general, referido a las particularidades histricas de las formaciones socioeconmicas. Enparticular, de los estadios que nos han ocupado en relacin a la historia pre-europea de Amrica.

    Sobra decir que las periodizaciones existentes, desde los apuntes de Marx o los escritosde Engels a Childe o gran parte de los autores contemporneos, son del todo insuficientes encuanto a su real nivel de generalidad y precisin explicativa. La mayor parte de las propuestascarece , principalmente, de homogeneidad. El problema no es solo el del procedimiento usual de"etiquetar y meter en casilleros" (Kohl,1987), sino tambin el de que los "casilleros" estn muymal definidos. Y la precisin no se logra gracias al no por socorrido menos engaoso recurso dela referencia emprrica. La referencia a los "casos" puede ser un recurso muy vlido deexposicin, tal vez muy ilustrativo, clarificador, amenizador o convincente, pero no explicativo;por lo que, a lo ms, permite distraer al lector ocultando las deficiencias de la teora, pero noresolverlas 8 .

    Solo indicar que, al resumir una propuesta de periodizacin basada en los criterios quedefine la formalizacin de la categora de formacin econmico social, ha sido necesario resaltarla distincin de las calidades de las relaciones fundamentales de produccin. Para ello hubo quedefinir con precisin los conceptos que involucran las relaciones de propiedad que, a su vez,permiten distinguir las calidades de las relaciones fundamentales de produccin de cada etapadel desarrollo de las sociedades.

    Tambin tendremos presente que, bajo esta concepcin, los cambios cualitativos de unaformacin social a otra ocurren como procesos revolucionarios en los cuales se interrumpe elritmo de gradualidad evolutiva del desarrollo, generndose perodos de transicin que adquieren

    8 Si, para decirnos que los procesos sociales muestran gran diversidad, se nos llama a comparar una sociedad de"bigman" de Oceana con la Unin Sovitica, el ejemplo ser clarsimo y convincente, pero no explica para nada en quresiden las diferencias. La referencia a la empiria parece ser una ritualidad culturalmente obligada en la literaturanorteamericana o europea occidental; algo as como una vacuna contra las imputaciones de "especulacin abstracta", loque acusa la huella dejada por el particularismo culturalista. Ritualidad tan superflua como suelen ser las consabidasreferencias a las Obras Completas de Lenin o al ltimo Congreso del PC en los pases socialistas. Usos rituales que solosirven, en algunos casos, para resguardarse de la inutilidad de las crticas estereotiopadas y, en otras, para ocultar laausencia de ideas interesantes.

  • 32 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    tambin calidades particulares. Intentando ser breves, ac los tratamos como momentos finaleso iniciales de cada gran etapa histrica.

    1. Comunidad primitiva de cazadores-recolectores.

    Como comunidad primitiva, esta sociedad se caracteriza por la falta de produccinsistemtica de excedentes y la ausencia de clases sociales. Lo distintivo de la misma, en cuanto alos contenidos de la propiedad, es que sta se establece sobre la fuerza de trabajo y losinstrumentos de produccin. No se ha establecido la propiedad real sobre los medios naturalesde produccin. La apropiacin de los medios naturales es resultado del trabajo y no unacondicin necesaria para la produccin. La forma de la propiedad que cualifica a las relacionesfundamentales de produccin es colectiva, con diversas formas de posesin particular eindividual. Los medios naturales de produccin son tambin objeto de formas particulares deposesin consensual.

    La unidad del desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales deproduccin se manifiesta particularmente, en sta formacin social, como contradiccin entre laprecariedad estructural de la economa y las relaciones de reciprocidad que resuelven los riesgospermanentes que aquella implica, tendiendo a estabilizar conservadoramente el desarrollo social.La precariedad deriva del hecho de que la sociedad no interviene directamente, invirtiendo fuerzade trabajo, en el control de la reproduccin natural de las especies biolgicas que les sirven desustento, debido al uso bsico de tcnicas de apropiacin de alimentos. La reciprocidad es laexpresin aparente, en las esferas de la distribucin y el cambio, de las relaciones colectivas depropiedad.

    Este modo de produccin llega a su fase de transicin revolucionaria cuando el tipo derelaciones de reciprocidad no permite resolver desigualdades crticas entre las necesidades demantencin y reproduccin de la poblacin y la disponibilidad de recursos accesibles a travs dela tecnologa apropiadora de alimentos.

    En cuanto a las superestructuras, hay poca diferenciacin entre las instanciasinstitucionales y de la conciencia o reflejo social. Por una parte, la precariedad econmica es unfactor suficientemente compulsivo como para asegurar cierta efectividad de los mecanismossociales de coercin; por otra parte, la economa es suficientemente simple como para funcionarsin necesidad de un organismo especial de administracin. Es decir que, en general, lareproduccin del sistema social se da normalmente a travs de la incidencia, en la conductacotidiana, de una concepcin de la realidad altamente normativa de las relaciones sociales.

    2. La comunidad primitiva tribal.

    Surge como efecto de un proceso generado por sociedades que resuelven la crisis delmodo de produccin cazador-recolector por la va del desarrollo de una economa de produccinde alimentos, mediante tcnicas de domesticacin de plantas o animales. No obstante, latecnologa de produccin de alimentos no ser una condicin necesaria a la existencia de unasociedad tribal.

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    El modo de produccin de la comunidad tribal se caracteriza porque, si bien semantienen las formas colectivas de la propiedad, sta se constituye tambin en propiedad efectivasobre los medios naturales de produccin, tales como la tierra o el ganado. La sociedad inviertefuerza de trabajo en los objetos naturales de produccin, interviniendo en el control de lareproduccin biolgica de las especies alimenticias. Pero, para poder estabilizar una economasobre esas bases, se requiere asegurar la propiedad real sobre tales objetos de trabajo, con el finde impedir su apropiacin por otros pueblos. En estas sociedades, la apropiacin de lanaturaleza no es solo un resultado de la produccin, sino una condicin para la misma.

    Una de las formas de garantizar la propiedad comunal sobre todos los elementos delproceso productivo, como condicin para la produccin, es el aumento demogrfico, posibilitadopor la elevacin de la productividad media del trabajo. Sin embargo, para que este mayor nmerode poblacin adquiera cualitativamente la capacidad efectiva de defender la propiedad comunal,se requiere de una nueva forma de organizacin social que comprometa a los miembros de todala comunidad, en un sistema de relaciones de mayor escala. Esta es, en sentido estricto, laorganizacin tribal.

    La organizacin tribal se estructura sobre un modelo analgico de las relaciones deparentesco que, en parte, regula la distribucin de la fuerza de trabajo a travs de la filiacin real.Pero, en realidad, es una organizacin multifuncional.

    En principio, el "parentesco" clasificatorio sobre el cual se organiza la estructura tribales, de hecho, la forma particular que, en estas sociedades, adquieren las relaciones sociales deproduccin.

    En la prctica del ser social, la unidad domstica es, a la vez, la unidad bsica deproduccin y consumo, as como de la reproduccin de la poblacin. Por ello es fcil, en el nivelde la conciencia social, proyectar por analoga las relaciones de reciprocidad solidaria quecomprometen a los parientes consanguneos hacia las relaciones sociales de produccin. Conello se logra, en la conducta de la vida cotidiana, la reproduccin del compromiso necesario dereciprocidad a gran escala, entre miembros de una comunidad que difcilmente guardan yarelaciones reales de filiacin y, tal vez, ni siquiera se conocen entre s. La mitificacin de lasrelaciones sociales de produccin bajo las formas del parentesco es una eficaz formasuperestructural de reproduccin del ser social de la comunidad tribal.

    Por otra parte, la estructura tribal funcionando en sus instancias de representacin y endistintos niveles, segn la magnitud o naturaleza de los problemas a resolver, cumple algunasactividades institucionales que se han hecho necesarias. Por lo pronto, organiza la defensa blicade la propiedad comunal -cuando es requerida- y se encarga de las relaciones diplomticas o deintercambio con otras comunidades; pero, adems, administra el funcionamiento de unaeconoma algo mas compleja y de mayores proporciones que la de una comunidad cazadorarecolectora (rotacin de tierras, distribucin del agua, intercambio intracomunal, etc.) y se ocupade zanjar eventuales conflictos internos, de la administracin de justicia y dems asuntossimilares.

  • 34 PROPUESTAS PARA LA ARQUEOLOGA LUIS F. BATE

    La comunidad tribal tiene algunas fases que se corresponden, en general, con eldesarrollo de las fuerzas productivas y, en lo particular, con las caractersticas de diferentesmodos de vida. Como ya anotamos, la revolucin tribal es generada por sociedades productorasde alimentos cuyo crecimiento econmico y demogrfico se apoya inicialmente en la ampliacindel uso de las tcnicas de produccin agropecuarias hacia nuevos mbitos geogrficos, con elconsiguiente establecimiento de la propiedad comunal sobre los medios naturales de produccinen que aplican su fuerza de trabajo; lo cual ocurre usualmente a expensas de los mediosnaturales explotados por comunidades vecinas de cazadores recolectores. La migracin de estospueblos -que es una opcin- tiene un lmite, porque stos tendrn que presionar, a su vez, sobreotras comunidades similares y habr necesariamente un punto en que la disponibilidad derecursos de apropiacin, para comunidades demogrficamente comprimidas, har entrar en crisisa su economa cazadora recolectora. Entonces, cuando no ocurre antes, a estas comunidadespresionadas no les quedar otra alternativa que la de elevar su productividad, crecerdemogrficamente y generar una estructura social que les permita asentar la propiedad efectivasobre sus medios naturales de produccin, limitando la ampliacin territorial de aquellassociedades expansionistas. Es decir, se habrn convertido en formaciones socioeconmicastribales. Con lo cual se genera un proceso "en cadena" que transforma a diversas sociedadescazadoras recolectoras en tribales, proceso que conocemos como "revolucin neoltica".

    Cuando la expansin territorial de las formaciones tribales se ve as limitada, siguesiendo necesario su crecimiento econmico para asegurar la mantencin de un cierto equilibriointercomunal de fuerzas. Se da entonces una intensificacin del desarrollo de las fuerzasproductivas. Se experimenta la domesticacin de una amplia variedad de plantas o animales; sedesarrollan de manera importante las artesanas, ensayndose la transformacin de los masdiversos recursos naturales en objetos de trabajo con valor de uso, lo que lleva a una divisinsocial del trabajo entre productores directos de alimentos y artesanos. Muchos de estosproductos son potencialmente intercambiables con otras comunidades, con el fin de obteneraquellos que requieren de materias primas a las cuales ya no se tiene libre acceso.

    En trminos muy generales, hay una fase inicial que estamos llamando comunidad tribalno jerarquizada y una fase desarrollada o terminal -que requiere de una estructura efectiva detoma de decisiones, as como de la organizacin de la fuerza de trabajo y la circulacin deproductos- que es la comunidad tribal jerarquizada o cacical.

    En la fase cacical se agudizan las contradicciones de la sociedad tribal. Internamente, sehace cada vez mas difcil compatibilizar la coparticipacin en las decisiones sobre disposicin delos elementos del proceso productivo y la distribucin igualitaria en que se objetiva la propiedadcolectiva, con una estructura social jerarquizada que mantiene a un grupo de trabajadoresespecializados (contr