boto y lineas de nasca

5/13/2018 Boto y Lineas de Nasca

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Bull. Ins!. Fr. Et And.1974. III. N~ 1 p. 33 48

EL BOTO Y LOS GEOGLIFOS DE NASCA

(Una contribucion de la invesliqacion estfllicaen la arqueoloqia).

E. HARTH-TERRE.*

"Resume: Dans celte nouvelle contribution de la recherche esthetique a l'orcheoloqie, l'auteur-expose tout d'abord rlde9 que l'cm et la religion se confondent en une harmonie conjuqrmtIe fondemsnt metaphysique du rite et Ia plastique gue celui-ci adopte; les deux elementsse melent dans un propos mysterieux mais egalement eloquent.

L'art, comme depcssement des energies, trouve ici la posslbilite de realiser, au mo-yen de ce reste d' "enerqie culturelle", la forme qu,'exige la signifitation du mythe. Cettemanifestation n'st pas necessclrement plastique; elle peut s'exprimer par des formes artis-tiques differentes, telles les danses, les chants ou les actes sportifs, dans des competitions{comme dans l' "crqon" grec) se deroulcrnt sur des espaces rigoureusement determines et con-.socres a l'accomplissement des rites.

Ce sont la les fondements du jugement crifico-esthetique sur leque! s'appuie la thesede l'cuteur . L'astrologie (ou la rellqioslte, puisqu'i! y a harmonie entre l'astre solaire etl'existence humaine) se conjugue a rart et s'exprime dans les multiples et complexes, traces-rectilignes deplusieurs kilometres pcrfois, au cote d'autres dessins totemiques enchevetrest en relation avec les trcces ,

- L'outeur fait reference aux etudes anterieures sur Ie sujet et analyse Ie "Rapport"Huwklns", qut constitue rapport scientifique Ie plus recent et altribue a ces traces une date.d'exscution entre 390 et 500 de l'ere chretienne . Hawkins declare que ces traces "ne sem-'blent pas avoir de signification astronomique"; ainsi tend-il a rejoindre l'hypothese ludiquede l'cuteur de ces !ignes Emy voyont des expressions sociales ou intervient Ie sens du jeu-et du sport religieux.

Parmi Ies nombreux glyphes totemiques figure celui de l'orque (Orca gladiator), dejapresent dans la cercmique de la premiere phase culturelle "naturaliste", dont I'opoqee se-place durant 1a periode correspondant tiu seas-style Nasca de Lurnbreras


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Se referant particulierement a l'orque, l'auleur explique que, au cours des etapes de>la culture nasca, Ie dessin du cetace sur la ceramique passe par quatre phases determlnontes,depuis le naturalisme jusqu' au baroque. C'est durant celte derniere phase que Ie monte-gnard de Huari, ou de Tiahuanaco. Ie represents sous une forme decorative, capricieuse, pour-vu d'attributs feroces, arme et tenant une tete-tropheo .

11 conclut que la fonction du calendrier - aslronomique ou reliqieux - aurait dureseulement quatre steeles (300 - 700 ap Ie.), au cours desquels l'homme des pampas deNasca Se serait applique a dessiner sur Ie sol aride ces rayures mysterieuses et ces enig-matiques figures. Lorsque survient la crise sociale, quand l'inigation esl cbcndonnao et ques'cppcuvrissent les terres des grandes vcllees de Inqenio, Rio Grande et Nasca, I'art de lacercmique decline; la religion et ses rituels declinent egalement. Le "jeu" du Zodiaque. quidisparait durant Ie dernier siecle de ceUe etape culturelle, ne sertphis a rien puisque l'hom-me religieux a disparu et que les regles sont oubliees , Nasca disparut deflnltlvamant a lcfin du Xle steele, Cet article tente de maintenir l' esprit speculctif des recherches scientifi-ques concernant ce "[eu", son utilite et son usage, quelle qu' ait ele la finclite de son in-vention.

Resumen: En esta nueva contribucion de la investiqocion estetica en la arqueologia.pI autor expreso inicialmente que el arte y Ia religion se confunden en una ormonic queconjuqrr la idea metafisica del rita con la forme plastic a del mismo y' que se enlazan ellun misterioso perc igualmente elocuente proposito ,

El arte como excedente de energias encuentra la posibilidad de !lever a cabo me-diante este residuo de "energia cultured", la forma que el mito exije para su significado.Ester morrl'ostuclon no necesariamente ha de ser plcsticc: puede ejercerse con otras formeade orte, huiles, cantos 0 lances deportivos, de competencin (ol igual que el "cqcn" griego)que tcmbien pueden incluirse en este caso como expresion esletica, en espacios riqurosc-mente seficlodos y consagrados en cumplimiento de esos ritos.

Estos son los fundamentos de [uicio critico-estetico que apoyan la tesis del autorLa asl1ologia (0 religiosidad, puesto que hay armonia entre el astro solar y 10 existenciahuman a) conjuga con el arte y desarrolla su actividad en los multiples y complejos trazosrectilineos juntamente con otros dibujos toternicos entrelazados y relacionados con estos trc-zos, algunos largos de kilometres

Hace una memoria de su saficelcrnlento y analiza el "Informe Hawkins" como el masreciente y cientifico paso de Investiqccion y que determina una fecha para la ejecucion deestos trczos entre los ofios 390 a 500 de la era cristiana. Hawkins declara que estos trazos"no pcrecen tener significad.o cstrcnomico": por 10 mismo cabe inclinarse hacia la hip6te-sis hidicrc del autor de este ensayo, como expresiones sociales en las que interviene undeterrninado sentido de juego, del deporte religioso.

Entre los muchos glifos toternicos figura 10 del catacea Boto (Orca gladiator) que ope-rece ya en la ceramic a del primer periodo cultural, el "noturcltstc", que florece en los tiem-pos del sub-estilo "nosco" de Lumbreros (100-300 d.Ci), Comenta lc posibiJidad de erroresen su trazo y sen ala el ejemplo como prueba de un rito que no es de una simple gratifica-cion esteticc , Y deduce,' de ocuerdo con opiniones autorizadas, el desarrollo socio-potiticodel "qenio" nrrsquanse hasta su extincion frente a las invasiones sencmas, en cuyo lcpso(del 500 cl 600) puede inscribirse la obra del lIamado "zodicco".

Refiriendose pnrticukrrrnente al bolo nos dice el autor que durante las etapas de 1 0 :cultura nasca, el dibujo del cetcceo en la cercmico pasa por cuatro fases determinantes des-de Ia naturalista hasta la barroca. Es en estc ultima que el serrano de -Huari, 0 de Tier-hucncco, 10 presenta en forma decorativa, caprichosa, con atributos crueles, armada y por-tendo la cabeza - t rofeo ,


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EL BOTO Y LOS GEOGLlFOS DE NASCA 35Concluye que la funcion del calendario -astron6mico 0 religiosCl-'- habda sido solo

de cuatro siglos durante los cuales (300 - 700 d.C.) el hombre de las pampas de Nasca sededic6 a trczcr sobre la tierra arida estes misteriosos rasgos y eniqmcticca figuras i Al so-hrevenir la crisis social, abandon ada la Irrigaci6n, empobrecidos los territories de Jos gran.des valles de Inqenio, Rio Grande y Nasca, decae el crte cercmicoj la religi6n y sus rituc-Ies suirieron igual decaimiento. EI "[ueqo" del Zodiaco, extinguido en el ultimo siglo de Jaetapa cultural no servia para node, pues habia desaparecido eJ hombre religioso para eJjuego, y olvidadas las reglas. Nasca se agot6 definitivamente en el contin deJ siglo XI conel XII. Este ensayo intenta mantener el espiritu sspeculctivo en las investigaciones cisnti-ficas coerce de su utilidad y de su uso cualesquiera que sea In finaJidad de SU ! invenci6n.

Arte y religion se confunden en una armonia que conjuga la ideo:metofisica del rito can 10 forma plastic a del mismo y que se enlazan enun misterioso. pero igualmente elocuents proposito .

La reliqiosidcrd conduce el hombre a las belles artes. Una de Icsfunciones capitales de estas es reforzor las creencios y los vclores (BealsR. 1952). Y el arte como excedente de enerqfos, de actividades socicdes delgrupo humono dedicado .a su mantenimiento y seguridad vitcndos, encuen-tra lo posibilidad de llevor a cabo mediante esta residua de "energia cul-tural" , aparentemente superfluo, la forme que el mito exije para su siqni-ficado. Y esto no sin la natural y expontcneo "prrsion" -0 amor- ((lla~mesele igualmente "devocicn") de realizar lo cosa misma; es decir "juNgando", distrayendo 1a exigente obliqccion ritual del placer mismo de 10rerrlizccion pkrsticc. Y sin ofirmcr cqui definitivamente la csockrcion deljuego can el rnismo place. lndicro-reliqioso del arte y de la magia, esevidente que se puede osocicr el arte al mismo placer Iudlcro en la crec-cion de la forma esteticc .

No necesito citar outores, sin embargo 10 hare can algunos ckrsicos."S610 la irrupcion del espiritu hnce posible 10:exis,tencia del juego; su eeds-tencia se corrobcra constantemente y en el sentido mas elevado, e,1carac-ter supra16gico de nuestra situacion en el cosmos" (Huitzinqc. J . 1963). Estamcrnifestncion no necesariamente ha de ser pkrsticc: puede ejercerse conotras formas de arte: rnoviles, senores, de espacio y tiempo, es decir bed-les a cantos, a "lances deportivos" de competencic, que tambien puedenincluirse en este coso como expresiones esteticas, en espacios riqurosumen-te seficdcdos y conscqrudos, en cumplimiento de los ritos religiosos. EI de-porte resultcric osi un ceremonial ritual, como debe de haber sido antes,tal por ejemplo el juego de pelota entre los aztecas,Desde Pluton, en el hombre se ha manifestado siempre esta identi-dad entre el juego y la cccion sacra. En pocas palabras, concretamente alos geoCJlifos que oporecen vistos solo desde gran altura en el desierto de


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Pampa Colorndo, 0en la Pampa San Jose en un extenso territorio deser-tico y arido de 1a Costa del Peru, cubriendo una superficie de unos 500 ki-Iometros cuadrados dentro de un 'trkmqulo qeoqrufico Ncscc-Pclpc-Poro-rna, y que encierra 1a hoya de Rio Grande, en e1 departamento de !ca.La astrologia -(reliqiosidad, puesto que hay armonia entre el astrosolar y 10 existencia humcmur=- conjuga con el arte y descrrolkr su octivi-dad en los multiplesy complejos trczos rectilineos juntamente con otros di..bujos tctemicos entrelczrrdos, 0 rekrcioncdos con estos trczos. muchos doellos largos de vcrios kilometres, "calles" (trazos entre dos pcrclelns) yplazas" (espacios trapezoidales) en que terminer, 0 se inicia mas de uno.de estos trazos regulares, muchos de ellos sobrepuestos y entrecruzcdosdando la impresion -como dice Maria Reiche- de correcciones sucesivasde unos yotros; 0 como yo 10pienso, tornado.absoleto y empleando IIvie-jo espacio para "iuqor" otro nuevo. La fotografia cereo es el unico mediopara observorlos en su cmplic totalidad.

HACIENDOMEMORIA. No se trata de desmedror el interes en la prio-ridad de su descubrimiento -0. seficlcmientocientffico->de quienes se cite 0,no en esterbreve memoria. Muchos los vie-ron pero no fueron mas alla que expresor su extrcfiezo y su curio.sidadporsaber que podicn significar en la .arqueologia del Peru. A grandes rasgases necesorio seficdor, en primer termino, a ToribioMexia Xespe, quien des-tacara Ia importancia arquee16gica de estos gigantescos dibujos. En 1927,en compofiic de Julio C. Tello, presentaron un informs sobre ellos al XXVIICengreso Internacional de Americanistas de 1939,que s610apareci6 en lasActas, en 1942,bajo el titulo."Acueductas y Cominos antigues de kr hoyade Rio Grande". En 1941,Paul Kossok,se intereso por ellos. Maestro enla Universidad de Long Island (N.Y.) publica en el "National History" (Vol.LCI.N. 5, mayo 1947)algunas de sus observaciones. Pero es Maria Reichela persona de mayo.r rnerito en esta investigaci6n. Alentada par Kossok,persevera en sus averiguacianes, y da a la estampa un folleto sobre el re-sultado de sus largas caminatas a troves de la rrridrr Pampa. Cuenta tam-bien con la colaboraci6n del Servicio AereofotograficoNacional (Las Pal.mas, Lima). Fruto inicial de estes esfuerzos aparecen en la publicccicn ci-tada (sin fecha de edici6n) bajo el titulo "Los Dibujos Giqontescos en e1suelo de las Pampas de Nasca y Polpn, (Descripciony Ensayo de inter.pretccion)", En 1947,Hans Horkheimer, que ha dudado pOr un memento delalcance cientifico de estes "ge6metras de Ria Grande", conviene mas ade..lonte en su importancia; en 1a revista de la Universidad de Trujillo publi..ca au ensayo de interpretaci6n "Las Plazoletas, Rayos y Figuras prehispc-niccs en las Pampas y crestas de Rio Grande". Lo reitera en un comenta..rio en "EI Comercio" {Lima,2 oct. 1952)juzgando que "promovian a unsentldo socio16qico".Original idea que tiene visos de posibilidad, y a laque me referira mas adelante.


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Hasta entonces la contingencia de interpretacion resultcbo dificil, ylas hipotesis nulas desde su base. Incluso la idea de ser "un reloi dees~taciones". Para loqrcr un resultado cientifico, a las investigaciones "in situ"de Maria Reiche. vienen ahora .a sumarse los impcrtontes deducciones ysugerencias de Gerald H. Hawkins, del Smithsonian Astrophysical Obser-vatory. y del Mayor (E. P.) Luis Mazzoti. del Instituto Geografico Militar.Han tornado ambos el camino mas moderno: el USode las (eomputcdorasy de .los m.apas fotoqrcmetricos . Si bien este ultimo afirma que los trazos"responden a momentos de paso de los, astros en el :firmamento tomandoen cuenta.los dos movimientos clasicos de rotacion y tlaslacion~' :(de nues-tro planeta).el primero niega rotundcmente 10 rekrcion cstronomico de esostrazossobre las pcmpcs.En su articulo en "El Comercio", de 1955. Horkheimer sefiolo otroslugares mas alejados de Nasca. en los que ha observado estostrazos: cer-ea de Comcnc, en lea y en las proximidades de Lima en el V:allede Asia,que visite en su compcfiic , Maria Reiche en su Ensayo dice que estes trc-zos opcrecen tombien en algunas quebradas entre Lim.ay Chosica (Pampade Canto Grande) y detrds de Huachipa (por informacion recibida del, Ing.Kanmacher) sin que pueda dudcrse de que se trate mas bien de senderosseficdcdos en sus hordes como es frecuente hcllarles en todo el territorio delPeru. (Hoy han desaparecido ocupadas las tierrns por "barriados")

Comente lc idea socio16gica de Horkheimer en "EI Comercio" (Lima,18-4-72>.Podicn ser estos trcaos el cumplimiento de un ritual - 0 un depor-te, que es un rito ceremoniclcrsocicdo a kr "astronomia". Al no encojcr,posteriormente en la sensibilidrrd animica del nuevo grupo etnico que Hegaa dominar a los nascas, 10 considercrd desdeficble, y ya, sin objeto espe-cifico. Maria Reiche insinuo en su ensayo: "iSera posible que tuvieran quetrazarse siempre nuevas Iineas porque las antiguas hayan perdido su uti..lidad? El cuadro que ohecen las fotogrmias aereas senala esta posibilidadciando un aspecto como si se hubieren efectucdo repetidas correcciones enla orientacion de las lineas y pistas, que fuelOn sometidas a continuosrea:justes"

EL INFO RM E HAWKINS. Bcjo el rubro "Un Secreto del AntiguoPeru". publicado en el Boletin de 10:

Sociedad Gecqrdflcc del Peru (T. XC, [ulio-Diciembre 1971. publiccdo en1973).el ya citcdo cientifico nos informa de sus investigaciones respectoaestos eniqmdticos trazos en la Pampa Colorada. El Dr. Gerald S. Hawkinses ostronomo e Inteqro el equipo del Smithsonian Astrophysical Observe-tory. Tiene el rneritode heber descubierto que la estructura de piedra del mo-numento megaHtico "Stonehenge" fuera construida para seficlcr los movi-mientos solares, hace 4.000cfios ,

En sus cdlculos investigatorios en elcampo de los geoglifos de In-qenio y Pampa Colorado se ha vclido de una computadora preporcdc para:


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la informac.lonnecesaria. En el curse de sus mvestiqcciones en el terrenodescubno clqunos fragmentos ~eceramiosasi como que la superficie deestes mcrccs estabarecubierta de menudos restos de los mismos, entre-mezclqdos con lcorenc: calcul6 la densidad de ellosestimando al empleode uncs 225.000piezas, asi como que todasellaspertenecian a los perio-dos 3 y 4 de kr esccdocronoloqtco de Rowe. Y aunque errndcmente senaiap.ara su investi


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EL BOTO Y LOS GEOGLIFOS DE NASC'A 39lQ trczos de tal Ionqitud, no mayor que el inevitable morqen. de error quesa produce en nuestras modernas tecnicas de medicion fotografica"De modo que no correspcndiendo -,- ..tros una lnvestiqcclcn cientificacomo 1a que ha reclizndo - a los movimientos sokrres, ..lunaresoestela-res, ni opuntcndo a puntos de referenckrqeoqrdficos, es faci! inclinarse he-cia mi hipetesis deser estes trozos una manifiestci operccion ritualvaga-mente esbozada por Horkheimer en su comentorio en"EI Comercio", enoctubre de 1952: "juzqcndo que promovicn a un sentido eocioloqico"; y encuyo fondoreligioso insistoen atenci6na otros ejemplos realizados por cul-turds que no se relccloncn ni en el tiempo ni en el espncio con estas "ex-pre$iones socicdes" del nosquense en sus rites mrrqicos en los cuales - co-mo en muchos ccrsos analogos - interviene un determinado sentido deljueqo, del deporte religioso, en un pcmlelo con el "cqon" qrieqo tan bien-estudicdo por Iaeger. Dodds, Huitzinga y otros mas.

CRONOLOGIA. As!, pese a los qrondes esfuerzcs de catcloqcrelony sericrcion estrextigrafica de la cercmicc nasca,

no se ha establecido cun una suficientemente excreta para sefirrlc- la ope-ricion del cernmio "testiqo" en' el fiempo, Sin duda que lc que mas S6cproximo a una recdidcrdrhistorlcc es. lexque, tras minuciosos trabajos decompcrccion, es 10 preparada per Rowe COIlIdcolabordcion de DorothyMenzel; y para Patacas, antecedente cultural de los nasca, 1a de Dawson.Ccbe tenerkr en cuento como ontecedents crqueocronoloqtco .Kroeber y Gaytonestablecieron inicialmente un par de subestilos enla etcpc cultural nasca que signaron COn"ANY 'B". Poeleriormenteee in-terccloron unos "subestilos" de tronsicion, "X" e ;'Y", fij6:ndoseles todos en~l HorizonteFloreciente Vel Intermedin Temprano. Mas odelonte sesupri-mio el subestilo de tronsicion v'X" (entre "Alty "B").

Muchos estudiosos de nuestro arqueologia han adoptado estas y otrasposlciones temporales de la culture cennnica ortisticc nasquense. En estaduda sobre el resultcdo de la ubicocion del ejempkrr que interesa, en unorden cronoloqico precise bcsodo en la pruebc del rodio-corbono 14, 0 ladata estrctiqrcficc . -Mason ("The Ancient Civilization of Peru") hcce 10sclvedcd sobre diferencios a veces ~ como en este coso - notables. Se-fickr osi que conforme: ,a la primera corresponderio el medic siqlo IV ensu iniciocion, y mas tardiamente, conforme al sequndo metodo, el mediasiglo V, colocando a':Nasca Y" Ultima fase) haciael siglo 'XIII (fase fi-nal -segun Tello) como consecuencia de las invasiones serrcnos. con-tactoscon Ayacucho-Huari y la decadencia de la culta sociedod nasca;diterencic entre ambas escalas cronoloqiccs de un siglo.

Resumiendo para ckmdod de mi lector en esta confusion de eorres-pendencies, que tan biendespeja Lumbreras ("Peru Antiguo"), y cdopton-do los subestilos de Rowe relccioncndolos a los ofios del siglo, sarla enesta etapa la III fase de Lumbreras que se situara 10:obra del "Zodioco"(bdjetivo de Strong), iniciando su desarrollo en al perlodo del subestUo 3


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la informeclon necesaria. En el curso de sus investiqrrciones en el terrene,descubrio ~lgunos' iragmentos'qe cernmios vos i como que la superflcie deestes marcos estabarecubierta de"menudos restos de' los 'mismos, entre-mezclcdos con laarena: calcul6 la densidad de ellosestimando el empleode unos 225.000,piazas,asi como que todas elIas pertenecian a los perio-dos3 y ~ de kr esccducronoloqtco de Rowe'.Y ounque errodomente sefinlcpara su investi~aci6n unperiodocomprendido entre el ofio 100 aC. y el100 dG. aplicando mal .lo oronologia de Rowe-Dawson de" las .foses 3 y4 que corresponden al periodo entre el rrfio 390 a 500 dC. en que seiniciaelauge del "Zcdkrco" (Strong) y culmina en el 600 dC., ha tenido la pre,ccucion de extender sus calculos nstronomicos desdael ofio 5,000aC.has-ta el de 1900:dC."Losresultados fueron desalentadores",escribe."Solo veinte.astros quedoron clinecdos COnlas ',186dlrecclones estudiadas, locual cons-tituye aun un numero menorque el que podric esperarsede la simple ca-sualidad" . Y cfinde: "Tanto parami como para mis coleqcsvpor tanto, seha trotcdo de trescfios de intensos estudios.: investigaciones y ccdculos sinotro resultado que la obtencion de respuestas neqctivos"

El investigadorautor del Informs se pregunta: lComo se lasarregla-ron loacmtiquos pemanospara resolver el problema con ton impresioncn-t~ exactitud?Para el es "su primer misterio", Y es md como tcmbierrme 10he prequntcdoylocomento en estaspaginas. Hagover que enel trazode unadelasfiguras del boto,.el' trazador ha sufrido un serlo error, sinconcienciade quetal.sucedia durcmts.su trobcjo pues de otro rnodohubie-rasuspendido su torec: 10 cucl seevidencia' par el mismo dibujo que noquedo.o medias yel crey6 hoberlo cumplido tal como debia de serdentrodelobligado rito (fig. 32, Reiche). Al respectohemosaveritjuadoesta cu-riosa tecnico "intuitive" con algunos de los individuos que "escriben" 0"pintan"leyendas y dibujos alusivoseri las lcdercs de los cerros vecinosde la eluded: la ,respuesta ha sidoque podion "ver~'10 que 'trcbcjcbancon ..forme a Una escala propuesto por hacerloen las lctderas,y eran "diriqi-dos"por veedorescl pie de elIas. Sin embargo no dejabanentrever en susdeclorcclones que obrobcn "con cierta intuiclon". Y es entonces muypo ..sible que el hombre de Nasca tuviera este sentido mas desarrollado por 10prcctico de una funcion mdqico-reliqiosc,Al concluir el Dr. Hawkins nos dice que "no parecen tener signifi-cado cstroncmico, al menos en 10 que se refiere .a una relocion directa conla posicion del sol, la luna 0las estrellcesfijas"; decIara que se halla en-tonces autorizado para entraren e1teino de la especulacion desde el cualtal vez, clqun die, habra de brotor 1asoludon" .

Sin entror alcampo de, la fantasia especulativa, 10 antropologia cul-tural nos indica un .cierto camino, una' hipotesis, cual es la de ser estostrozos. a una necesidad hidicre que se rekrcioncr con ciertos rltoa rmuqicos.Podria ser, entonces, obrarealizada durante el did, (pues de neche. y relc-cioncdo con las estrellasfijas no hubiera podido' hacetse}obteniendo losresultados de una fectilineidad sorprendenter el Dr. Hawkins nos dice queen tan lerqcs distancias quase extendian lamayor parte de ,estes trdzos,ha encontrado al medir el grado de desvkrcion de las linecs, un equiva-lentede menos de "diez minutos de angulo", 'desviaeion insignificante pa-


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10 trazos de tal longitud, no mayor que el inevitcble margen. de error quese produce en nuestros modernas tecniccs de medicion fotoqreflco",

De modo que no correspondiendo - tras una investigacioIl cientificacomo la que ha realizado - a los movimientos solares,Junares ..o iestekr-'res,ni apuntando a puntos de referencia geograficos, es faci! inclinarse he--cio mi hipctesis de rser estes trczos una Illanifiestci operocion ritualvaga-mente esbozada por Horkheimer en su comentario en. "El Comercio", en-octubre de 1952: "juzgando que promovicn a un sentido socioloqico"; y encuyo fondoreligioso insistoen ctencicno otros ejemplos realizados por cul-'turns que no se relccioncn ni en el tiempo ni en el espado con estas "ex-presiones socicles" del ncsquense en sus rites mrrqicos en los cuales - co-mo en muchos. cosos cnoloqos - interviene un determinado sentido deljuego, del deporte religioso, en un pcmlelo con el "oqon" qrieqo tan bien-estudkrdo por Jaeger, Dodds, Huitzinga Y. otros mas.

CRONOLOGIA. As!, pese a los' qrcndes esfuerzos de+catcloqceiony sericcron estratigrafica de 10 cercmico nasca,

nose ha establecido cnrn una suficientemente exacta para seficddr la ope-rlcion ,del ceromio "testiqo" en el tiempo . Sin dude que la que mas S6cproximc a una realidad historico es.la, que, trcs minuciosos trabajos decomporoclon, es la preparada por Rowe con lc r colcborccton de DorothyMenzel; y para Porcccs, emtecedente cultural de' 16sncacclc de Dawson.Cabe tenerkr en cuenta como antecedente crqueocronoioqico .

Kroeber y Gaytonestablecieron inicialmente un par desubestilos en10 etopa cultural nasca que signaron con "AI< y"B", Posteriormentese in-terccloron unos "suhestilos" de transicion,"X". e .i.y". fijandoseles todos enel Horizonte Floreciente yel Intermedio Temprano. Mas adelante se supri-mio el subestilo de trcnsicton t''X" (entre "A" y "B':').

Muchos estudiosos de nuestro arqueologia han adoptado estas y otrasposiclones temporales de la cultura cereoniica.a:rtistica nasquense. En estadud a sobre el resultado de kr ubicccion-de] ejemplar que interesa. en unorden cronolcqico precise bcscdo en 10 pruebo del rudio-ccrbono 14; 0 ladata estrotiqroficc , Mason ("The Ancient Civilization of Peru") hace lasalvedad sobre dife:rencias a veces ~ como en este caso - notables. Se-firrkr as! que conforme ,a 10 primero corresponderia el medio siglo IV ensu iniciccion, y mas tcrdiomente, conforme cl segundo' metodo, el mediasiglo V, colocando a~Na.sca Y" ((Ultima fase) haciael sigloXIII (fase fi-nal - sequn Tello) como consecuencia de las invasiones serrcncs, con-tcctos icon Ayccucho-Huorl y la decadencia de kr culta sociedcd ncscc:diferencicr entre ambas escclos cronoloqiccs de un siglo.Resumiendo para clcrldcd de mi lector en esta confusion de eorres-pondenckrs, que tan bien .despeja Lumbreras ("Peru Antiguo''), y c rdoptcm-do los subestilos de Rowe ralcciondndolos 0 los ofios del siglo, seria enesta etapa 10 III fase de Lumbreras que se situara 10: obrc del. "Zodiaco"(bdjetivo de Strong), inickmdo su desarrollo en 81 periodo del subestilo 3


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nOREClENTE TEMPRANO FORNATIVO~ .8I I

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'Lam. I.-a) Ceramio represenlando el bolo (estilo naluralisla)b) Foloqrafia de altura. de la liqura del bolo Irazada sabre la pampa. (Dimension 32 m.)


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@

@

I ----------------------------~~----,--------Lam. 2 a) y b) picloqrafias del bolo en ceramios rasquenses que iluslran los

estudios de Yacovleff.c) Dibujo del cetaceo de acuerdo a Ja fologrof1a aarea.

d) Olro dibujo del -cetaceo, de informe trazado (fig. 32. Reiche)


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EL BOTO Y LOS GEOGLIFOS DE NASCA 41 'de Howe-Menzel, y su maximo ya en elsiglo siguiente. De este modo po-dricmos tentotivcmente fijcr pore Ia gran tcrea de los trazos un relctrvobreve periodo secular que corresponderio a la cfimcrcion, del genio nascaen la agricultura, eI urbcnismo y eI arte. (SOO-600-d.C.)Esto nos conduce a una observccion que emana del objetivo de esteensayo acerca de la fiqurocion del boto en los geoglifos de la Pampa. EIartista toma para su dibujo gigante, modelo de los numerosos dibujos deesta deidad marina, y que figura en eI adorno de su cercmicc , Ester fi-gum del boto aparece ya en la cerdmiccr del primer periodo de estilos, el'"naturalista" que florece en los tiempos del subestilo "Nasca", (l00 -300 a.c.i.EI orca, 0 boto, es a mi juicio la deidad mas critique en la mitoloqicrde los nascas. (La heredan de los pcrccus). Su imagen figura desde prin-cipios en Ia ceromicc. y con JUS rasgos naturalistas. Nos indica su supre-mada sobre las demcs: los nascas fueron primitivamente un pueblo de pes-ccdores antes que agricultores, cuyo desarrollo sobreviene luego en los ini-cios de la fase II (Lumbreros);

Para terminer este capitulo hagamos algunas referencias a la distri-bucion crcrioloqicn de Lumbrercs quien establece cuotro fases para todo el'periodo cultural nasca (lO a - 800 dC.). 10 hace bajo la rrsiqnccion de ci-fras romonus del J al IV. Nos interesa destacar la II, 0naturalist a (300.499 dC.); sequn su distribuci6n de fases, corresponderio cl periodo "A" de'Kroeber.El adorno de la cercmico es por 10 general "ncturnlistc". Facil es dis-tinquir el motive que existe en la fauna y flora del nasca. La ceramica nos-ca ha desorrollodo este aspecto ncturclistc, inicial en todo ciclo de esti-los en eI arte. La evoluclon de las formes pldsticos desde 10 natural a 10complejo. Hay 01 parecer un orden inexorable que lleqo a 10 bcrroco trasfases convencionales, y ell- una slmpliflcccion del esquema qeometrico pa-rcr terminal. en un periodo bcrroco , Aqui recordemos 10 que ha dejadoescrito Yacovleff (1932) sobre la "Deidad primitive de Ios nascas": "Las:formers naturalistas son mas primitivas, origirian las convencionalistas".

No voy a controvertfr sobre e1 objetivo, 0 fi -nalidad, pragmafismo 0 misticismo, de estes.trazos y dibujos zoomorficos. La solucicn

queda fuera del alcance de mis conocimientos arqueol6gicos; sin embargohe de presentar algunas proposiciones chore que me pregunto l,que delArte en todo esto? Si;,que del arte en esta formidable toreo de trozor sobre1a Pampa de Nasca, y en otros lugares que esporddiccmente alcanzaronocupor 0Influir los nascas como 10 tenemos ya dicho, aquellos misteriososy enlqmcticos dibujos qeometricos, pistcs "a perdido de vista", "celles" cru-zcndo hondoncdus, y figuras qeometriccs convencioncles 0 naturalistas enlas mesetas de los cerros aledafios.

lQUE DELARTEEN TODO ESTO?


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Arte es sin duda clquno todo este esfuerzo estetico guiado por unafinalidad que ignorada aun hoy, obedecia ciertamente a una "necesiderd",Esta necesidad podria calificarse en termlnos de hoy de "cientiflcc" dadoque - mientras no se haga una demostrccion contraria -'--'-se llevaba acabo conforms a determinadas reglas, ejecutrmdose tareds meccniccs deprepornclon para Hjar sobre el polvo de la superficie de la pampa los tro-zados regulares y las plataformas trapezoidales.

El arte, el objeto del arte, se ejecuta COnel fin de ser visto luego dorealizado y cumplir con su mensaje. Y a todas luces es evidente que estono sucedio - no podia suceder ~ en Palpa y Nasca, con esds enormesfiguras simbolicos . Cuando el crtistcr habia concluido su obra Intuitive que-daba 1 9 1 , y sus conqeneres, en el mismo plano de su obra (Altura del hom-bre). Cierto que los bordes de olqunos trozos son visibles a nivelde ellos.pero este no es 1 0 que se pide a la obra de arte. Empezcremos a dudar deser la figura asi trazada, signo para resolver en determinado memento unacierta posicion del astro en el firmcmento, 0 apreciar por medic de elloslos solsticios, el equinoxio, 0 los periodos zodiacales; y afirmarse en mimente la hipotesis sobre parte del resultcdo de las investigaciones dbHawkins pero no tan tojcntemente pues queda el filon de la interpretacion"sociolcqtcc" de Horkheimer , .

Magia y arte se complementcm , La magia pictorlcc se basa en loidea del poder mistico de la imagen (Bcstide R. 1948). No podemos deses-timor la idea de que los movimientos siderales fueran ya considerudos comeun poder, favorable ol hombre, de captarlos mediante el dibujo de sus trd-yectorias en el firmomento. sobre la superficie -tan propicic=- del terrene,seficlcndola fechas y aniversarios favorables a su ecologia, y para el Cum-plimiento de los rites religiosos venturosos a sus necesidades vitcles , ParaJ. Frazer (1940), la religiosidad con sus rituales y ceremonies depende deesos astros. Trazar estes reyes y plazoletas, estas figuras zoomorfcs, setrcmsformrr en un juego de "orte social" (Lalo Ch. 1921) en que contribuyentodos los ciudadanos, en una posibla competencia. Y confirma Fr. Boas(1943): "Donde quiefa que una cierta parte de un pueblo conquista el do-minlo de una tecnica. advertimos que son artistas crecrdores".

No me parece que fuerzo la figura cl exponer esta hip6tesis. La co-laboraci6n popular (entusiasta, devote prrrticukrrrnente) era indispensablepara estes formidables tareas, y a quien cumplirlas mejor en competen-cia, de clli que se pueda hablar de estrr como del "agon" griego en el ester-dio olimpico consagrado al dios Helios (el So1).

Para llevar a cabo estas "tcrecs", es propio pensar que se necesitomucha gente, gente excedente a la necesorio para los trabajos sustcntivosde la comunidad; gentes aptas, "equip os" podriamos decir meior. cuya edadoscilcro entre los 18 a 30 ofios, y por la cantidad e inmensidad de los trc-zos un crecido numero que por 10 general nuestra imaginaci.6n multipliccexageradamente. Los recientes experimentos para calcular el mimero dehombres, y su capacidad de esfuerzo en las obras megaliticas del AntiguoEgipto (L.E. S. Edwards) y del Tiawanaku (Carlos Ponce Srmjines) reducennotablemente las cifrcs que imaginamos. Juego 0 tarea impuesto (y meinclino siempre a pensar en el buen animo de los que cumplian estos tra


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EL BOTO Y LOS GEOGLIFOS DE NASCA 43.hcjos como una ludicro; de qrcn contenido religioso) 10 plausible es quepara los trazos de Nasca haya sucedido igual; igual durante esos cuatrosiqlos, dos de los cucles fueron de mayor auge (SOO-600dC.). Seria esto uncclculo que nos ayudaria a descifrar el objeto de estos trazos y de esasfiguras (conexas COn el mito y la socrrrllzocion), Medir exactamente 1a su-perficie y lonqitud de dos 0 tres de las figuras mas importantes, Ilevar acabo "in situ" torec semejante -en parte, por. cierto- y obtener asi uncoeficiente (como en el antiguo Egipto 0 Tiawanaku) "tarea-jornada-hombre".En esos cuatrocientos ofios se dlluird 1a cifra imaginada para la obrn de.este ca1endario.

Cementa entonces (1972) qloscndo el criterio socioloqico de Horkhei-mer: "nos acercamos i: t la hipotesis de una finalidad ritual (que Slin perdelsu nexo con los astros) resultaba un "juego ritual": el de imprimir sobre elsuelo la forma mitica". Me refiero por ahora a las figuras. En muchas cul-turcs primitives observcmos como la figura simbolico se traza sobre la superficie y en dimensiones gigantescas, no tcnto para ser "vistas" sino paraosentor al mismo monumento. Baste seficlor aqui los "mounds" (symbolicmounds) del Mississippi, que algunos clccnzcn LOOOpies de largo en elvalle del Ohio. El proposito es dejar impreso en la plcnto, el signo mitico .'En los tiernpos historic os de la Iglesia Cristicnc, el edificio ecleskrstico de.sarrolla su plano sobre una ideal imagen corporal de Cristo tendido sohreel piso. En la India es la "cikhara", 0 1a "stupes" bajo el signo del "pre-mantha". Lo mismo puede afirmarse hoy, oficdiando que este dibujo serealizaba conforme a un ignorado metodo que indiscutiblemente obedecio(1 determinada vision de 1a linea de su dibujo con una intuicion de artistaque no podemos imaginar. Es como si el dibujo se hubiese hecho can ungigantesco pcntoqrofo .

Sin embargo, en otra de las figuras gigantes del boto, que crporeceen las fotografias aereas, hay una que podricmos cchficor de "fallida". Enefecto, en su trazo, nos parece que e1 artist a perdio ese "ritmo intuitive" yIe resulto 1a figura que mostramos (Lam. 2, d). Todo esto puede odquirlr,y odquiere, un nuevo rumbo en 1a investiqccion, y favorece nuestro crite-rio acerca de 10 que afirmamos respecto al trazado de estos "simbolos".Dejo por ahora seiialado este curioso fenomeno: explica con cierta clad-dad el rneccnismo del artista en el trazado. Su intuicion fcllc, pero, enprueba de que "no veia su imagen" cumplic e1 rito mcqico 0 de "sccrcli ..zncion" del .suelo ejerciendo el rito determinqdo en su religiosidad "ludicrc"como en e1 caso de los "mounds" del Mississippi.

Para ofirmor mi tesis de sccrolizccion, traigo a la memoria el trazode algunos lugares con el "Plano del Cielo", frecuente en la AntiguedadOriental, 0 en nuestro hemisferio, e1 rnisterioso Matakiterani de 1a Isla dePascua (Mczleres F. '1971) 0 nuestro Cuzco. Hoy, entre nosotros, sin recu-rrir a la trcdicion historicc, y como una "curiosidcd", e1 edificio modernode departamentos en kr esquina de la Avenida Javier Prado, (con premio"Chcvin") obra del arquitecto Enrique Seoane Ross, su planta desorrollo~sobre la silueta desploycdc del condor de Chavln.


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Lumbreros, a troves de su- cuatro fcsesen que subdivide la gran etapa de laCulture Nasca (lOa - 800 dC.) analiza el

descrrollo socio-politico y economico esbozado en parte por Rowe, Roarky Strong. En la tabla crono16gica de Lumbrercs dificilmente se puedenapreciar bien las fechas seculores de esos cuatro fases que resumimos cquipara seficlcr, en via de inteleccion del lector, la temporalidad historicc desu desarrollo en los siglos y ofios de esa etapa cultural. corocterizcdc muyparticularmente por su cerornicc . Asi, presentamos en sequido nuestro pro.pio esquema.

Fase I, desde e1 inicio del siglo II (ofio 100 dC.) inc1uyendo el sigloIII (299 ac,i. Fase II, incluye el siglo IV y el V (300 al 499) ac.i, Fase Ill, seinicia con el siglo VI Incluyendo el siglo VII (500 al 699 dC.). Fase IV, queincluye el siglo VIII y siguiente siglo IX (700-850 dC.) en que se' inicin eIpredorninio Huori- Tiawanaco (Ayacucho).

Durante estos periodos seculcres - bcstcnte lotos sus Iimites - loscitcdos sefickm, durante la primera fcse, la formucion de un estado reli-gioso favorecido por una gran cctividcd agricola. y COn el estcblecimiento-de un centro urbano capital, Kawachi, eluded calificada por Strong de "ca.pitcl de ensayo de Estado".

En 10 fase II es el apogeo de esa capital con el csentcmiento del po-derio politico. En la subfase 3 de esta II. los nasquenses se exprrnsioncnol Sur. al valle de Acari. y aIcanzan por el Norte Ica y Pcrcccs, con quie-nes han tenido contcctos culturcles hasta medic siglo III dC. (Enqel). Desc-rrollose el "qenio noscc". Se forma un "estado de conqulsto"" de' intentosmilitcres (Roark). La fase III es ya la ofirmccion del nasquense en el urbo-nismo, la agricultura desarrollada con la irrigaci6n. y el orte, particular-mente exprescdo en su cercmico. Se supone que es en esta fase que el Zo-dioco aIcanza su auge. Es decir que su gran obra seria ubicable en los ofiosdel 500 cl 600 dC. Pero es evidente que yo en kr fase II se habia inicicdocon algunos trazos. En la IV fase podrkr haberse producido 10 "disyuntiva",que sefickr Rowe; es decir unos intentos de separatismo regional con de.ccdmiento de la poblaci6n campesina hacia la subfase 8 cumpliendose as)el ciclo hist6rico de los ncsccrs ,

Esto, considercndo tcmbien, los posibles cambios meteorol6gicos como1 0 ha seficlcdo Gonzalo de Reparaz (l958) que agravaron el estado nctu.ral: cuorenteno de lluvias, salinizaci6n de las tierras y concentrccion de loshorctos en las de cultivo, acumularon las dificultades pore luchor contraestes implacables fenomenos de la naturaleza.

AUGE Y CRISIS DE LACULTURA NASCA.


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Ahora bien. en el excmen de las fotografioscereos de kr Pampa descubro entre las voricsfiguras zoomorfas la del "bote" 0 "orca" sobre

cuyo genero tratore en capitulo aparte. Nada de particular tendria esto sino fuese porque su dibujo tiene el conrcter "naturalista". y nos indica unaepoca del desarrollo del arte pictoqrofico en la cercmicc . Esto en primerIugar. Luego. que figura un ente zoo16gicoque aparece dibujado con hortcfrecuencia en los ceramios. Pezzia Assereto ubica un ejemplcr de ceramioescultorico, ncturclistcr.en el subestilo "A" de Kroeber. Es decir que el tru-zo de esta figura en 10 meseta de uno de los cerros de 10 pampa es con-temporcneo a los dibujos, igualmente. de los ceramios del subestilo indi-cado. (Salvo que fuese una reproducci6n tardio de ese periodo noturolisto,aunque 10 figura del boto, yo en estilo convencioncd,0subestilo "X" figuratcmbien entre los gigantescos dibujos de las mesetas y cuya muestra ilus-tra este enscyo) , Este ceramio escult6rico es de doble gollete y esc-puente,Yacovleff nos ha dejado numerosos modelos del orca 0 boto en suyo mentado estudio sobre las divinidades de los nascas. En 10 figura qi-gante de 10 meseta. el boto aparece portcmdo en sus monos una cabezahumana sobre 10 que hemos de hacer necesoria salvedad: no parece seruna ccbezo-trofeo, ya que 10 cora tiene los ojos rrbiertos, y no como mastarde fiquroro con los ojos cerrcdos, portadas por felinos antropomorfizados.Los cercmios "cefaIoideos" son de 10 III fase de Lumbreras.En tanto al ceramio naturalista que reproduce 10 figura del bote, yen sus colores convencionules, Yacovleff afirma "que es roro en lrr cerorni-ca esta forma naturalista".Mide la figura de la meseta unos treinta a treintidos metros. y he sidesignada por Maria Reiche con e1 numeral 22 en su mapa de parte delvalle de Inqenio.

En su ensayo sobre las deidades ncsccs. Yacovleff hace una largareferencia de este monstruo del mar que alcanza desde los cuatro metrosu los nueve. Sin abundar en nuestras costas. era un animal temido por los'pescadores que sclion al mar adentro en sus fragiles "caballitos de totora".Era por 10 tanto. como el 10 sefiulo, un ser gue alcanzaba superioridcrd, yconsiquientemente, era un dios (0 "senor") del mar. Un monstruo ictiomor-fo, Su importancia en la mentclidcd primitiva fue seficlcdo por Julio C.Tello. Y asi los artistes 10 significaron en los 'dibujos decorativos policro-mos de sus eercrmios. EI boto es divinidad de las mas primitives, recibidade los Paracas; no es pues de extrofior su importancia ya desde la prime-1'0 fase estilistica de 1a culture cercmicc de estes qentes.

El orca. 0 boto, es un cetccec del genero delfin, de unos seis a nuevametros de largo. cabeza redondeodo, cuerpo robusto, boca rasgada COnveinte 0 veinticuatro dientes rectos en cada mnndibulct, aietas pectoralesmuy largos. y la dorsal alta. grande y triangular. la cola -'- como en todos10s cetcceos - trcmverscl, de mas de un metro de oncho, color ozul par el.Iomoy blanco por el vientre (seq, EncicIopedia Salvat).

:BOTO Y ORCA.DEIDAD MARINA.


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Edo SeIer 10 seficlc como un "lobo marino" (otaria sp.) pero YacovIeff10 refuta y demuestra que se trata especificamente del "orca gladiator",mas ofin a los focenidos. armadas sus fauces de una dentadura homodonteque 10 han distinquido de los demos en las pictografias.

Aunque roro, es .un animal que ctemonao, y atemoriza aun por su tc-Ila. En los dibujos se Ie representa -a veces- armado de un cuchillo de'obsidiana, 0 con una cabeza human a como en el caso del modelo 22 deMaria Reiche. No siempre figura sobre su dorso 1a banda nudosa que ca-racteriza los dibujos de su figura (La gigante de Ingenio no la tiene), Perono corece de otras corocteristiccs que Ie identifican como el orca 0 boto.Es un ente real; es la imagen de un animal presente en nuestros mares.El sentido de rapresentcrcion naturalista evidencia su concepcion visual porel artista. "Las Iormes naturales pueden ser representadas inteligentemlen-te solo donde ellas existen", y "la expresion artistica es el resultrrdo deuna Impresion visual preexistente" (Yacov leff).

Durante Ids etapas de la cultura nasca, e1 dibujo del boto en la ce-rrrmiccr, 0 su presentaci6n pkrsticc como aparece en la ilustrccion que ocom-pcfio este ensayo, pasa por cuatro fcsas, desde la "ncituralista" hasta lapropiamente "borrocn", recargada de simbolos . Entre ambas .se intercalanun estilo "convsncloncd" y otro "qeometrico". En ninguna de estas cuctrofases el dibujo del cetcceo pierde las caracteristicas que Ie distinquen, talel cordon nudoso, aun al mezclarse en una doble divinidcd, con e1 felino.en la ultima fase estilisticu , En esta ultima, cuando el serrano de Huori, 0de Tiahuanaco, 1 0 present a en forma decorativa, caprichosa, can atributoscrueles y crmcrdo, portando una cctbezo-trofeo . No entrcrs aqui sobre eIepisodico disefio de este monstruo; sefiolo mi estudio hecho e m 1951, pre-sentcdo cl I Conqreso Internacional de Perucnistcs (IV Centenorio de laFundaci6n de la Universidad de San Marcos) bnjo el titulo "Contenido Es-tetico, Mistico y Popular de la Alfareria Nasca", ampliado para la edicionde 1965 bcjo el titulo "Analisis Estetico de la Ceromico prehisponicc deNasca" (y dhorrr en una segunda edicion 1973).

VIDA Y FUNCIONDEL CALENDARIO. Si admitimos que la figurancturclistc del boto fue

ejecutada -aun tardiamente- en los tiempos desu vigencia estilisticc, es decir en la etapa "A" de

los estilos (300 d.C.>. Si admitimos que los 225,000 "huccos" de Howkinssefiukm su tipologia perteneciente a los sub-estilos 3 y 4 de Rowe (390.525 d. C.). Y observcmos, igualmente que las investigaciones sobre los ce-ramios molidos no arrojan referencia al periodo 5 y siguientes de Rowe, 10que indica que habianse reducido -0 apagado- las actividades en nue-vos trozos, 10 cuol daria rozon a Lumbreros para su cfirmocion de que elZodiaco clccnzo su apogeo entre los afios 400 a 500. Si como nos dice Pez-zia Asseretto, la prueba rcdio-ccrbonicc de un poste de madera de "hue-rcnqo" ubiccdo en la interseccion de dos lineas en kr Pampa de San Jose,da la edad (plus-minus) de 550 d.C. correspondiendo al periodo medic de1a cultura. Si ndmitimcs que huellas semejantes se hallan en valles dis-tantes del Norte y Sur de Rio Grande, 10 que significa Io presencia de "equi-


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EL BOTO Y LOS GEOGLIFOS DE NASCA 41"----------------------pos expertos" nascas en el periodo de expansion (400 a 600 d.Ci). Si loscclculos zodiacaies deducidos por Maria Reiche, que seficlo en su infer-me, son pluusiblss de credito (490a 710 d.C.) Ia vida y funcion del cclen-dario habria sido solo de cuotro siqlos,Durante esos cuatro siglos (300- 700 d.C. y II y III fase.3de Lum-breras) el hombre de las pampas de Nasca se dedico a trazar sobre la tie-rra arida, crquellosmisteriosos rasgos y eniqmdticos figuras. lPorque tansabias ordenonzds fueron desechcdcs por las culturas que sobrevinieron eliesos territorios?Podria explicarse esto por un nuevo concepto intelectual delos nuevos ocupantes. Si bien la brillante culture de los ncsccs era en ver-oad irreemplazable, era tnmbien detenida por causas internes. Externosfueron la invasion de los Hucris que tenicn sus sistemas astronomicas ysus divinidades otras que las "~aturalistas": pesaron sabre la cultura nos-ca sin trosvosor a su favor los conocimientos crstronomicosy sus Iiturqicrs:religiosas.Abandonada la irriqccicn, empobrecidos los territories de los qrnn-des vclles de Inqenio, Rio Grande y Nasca, decadente el arte cercmico, no-da podia siqnificcr un aliento para utilizer estos trabajos en la pampa.Pero lsi se tratase de unas ceremonias ludicrcs conexas al permanente usadel Zodiaco?La religion y sus rituoles sufrfcn igualmente del decaimiento social.Una y otra funcion resultobon imposibles. Las toreos "deportivas", en elcrenal, perdian su significado en la "competencic" (el estimulante "crqon"griego), la necesidad vital que obligaba a Iuchor contra los frrctores ad.versos de lo naturaleza sobre el cqro, cambiados los dioses (ritos V mites)kr sociedad nosco seguia cqotcndose , El juego del zodicco extinquido en61 ultimo siglo de la etapa no servia para nada pues hcbio desnporecidocl hombre religioso para el juego, y olvidadas las reglas . La cerornico esexpresion de este ultimo estado: sabre la forma tradicional nasca que sub-siste en sus mejores tipos funcioncles ("soporte")se aplica el nuevo adorno("aporte") del flamante dominador. Esto expIica el oprovechomiento de unatecnicc ancestral que soportu la novedcd decorative forcneo.

Nasca se agot6 definitivamentea fines de los siqlos XI YXII.No nosextendemos sobre alga que sale del objetivo de este ensayo que intentamantener el espiritu especukrtivo en las investigaciones cientfficcs acercade su utilidad y de su uso cualesquiera que sea kr finalidad de su invencion.


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boto y lineas de nasca

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