comunicación sin identidad: las caras de una latinoamerica

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Comunicaci ó n sin identidad: las caras de una latinoamerica con sellos culturales propios 1 Communication whitout identity: faces of an latin america with cultural marks by their own José Luis Aguirre Alvis Boliviano. Maestría en Ciencias Sociales (Msc) con especialidad en Comunicación para el Desarrollo de la Iowa State University (ISU), Ames, Iowa, USA. Docente universitario en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de La Paz , la Universidad Andina “Simón Bolívar” (La Paz) y la Universidad Mayor, Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca. Director del Departamento del SECRAD (Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo) de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”(La Paz). [email protected] Resumen En el contexto social y cultural actual en el que el concepto de diversidad toma un lugar central parece importante preguntarse ¿qué significa hoy poner en común o estar en comunidad? También resulta importante entender cómo la idea de la diversidad introduce nuevas dimensiones al concepto de la comunicación social en sí mismo. La propuesta entonces es construir una ética renovada --de y por la alteridad-- la que involucra competencias específicas para el reconocimiento, valoración y respeto a la diversidad. La esperanza para el avivamiento de estas competencias parece estar ligada a la renovación y recuperación del diálogo. El “Otro”, la natural presencia de un ser humano en frente nuestro es una oportunidad existencial para que nosotros podamos ser. La presencia de el “Otro” está relacionada directamente con la capacidad de reconocimiento de nuestra propia existencia. Necesitamos ir más alla de la idea cartesiana del “pienso luego existo” (cogito ergo sum) por una esperanzadora práctica de un “comunico luego existo”. Este proyecto de entendimiento cual es el proceso de la comunicación humana implica necesariamente el reconocimiento de la relación entre la naturaleza diversa de los actores. La diversidad es el sentido central y razón de todo proceso humano de la comunicación. Palabras claves: Alteridad dialógica / alteridad / el Otro / Otredad/ comunicación intercultural / diversidad / Resumo No contexto social e cultural atual no qual o conceito de diversidade toma um lugar central, se faz importante a pergunta: O quê significa hoje por em comum estar em comunidade? Também resulta importante entender cómo a idéia da diversidade introduz novas dimensoes ao conceito da comunicação social em si. A proposta então é construir uma ética renovada --de e pela alteridade-- que envolve competências específicas para o reconhecimento, valoração e respeito a diversidade. A esperança para o avivamento destas competências parece estar ligada a renovação e recuperação do diálogo. O “Outro”, A natural presença de um ser humano na frente é uma oportunidade existencial para que nós possamos ser. A presença do “Outro” está relacionada diretamente com a capacidade de reconhecimento de nossa própria existência. Necessitamos ir além da idéia cartesiana do “penso logo existo” (cogito ergo sum) por uma otimista prática de um “comunico logo existo”. Este projeto de entendimento qual é o processo da comunicação humana implica necessariamente o reconhecimento da relação entre a natureza diversa dos atores. A diversidade é o sentido central e ração de todo processo humano da comunicação. Palavras chave: Alteridade dialógica / alteridade / o Outro / Otredade/ comunicação intercultural / diversidade Abstract In a global current social and cultural context in which the concept of diversity takes central place seems to be important to ask what it does mean to put in common or been in community or also to undertand how the idea of diversity introduces new dimentions to the concept of social communication in itself. The proposal is to built a renewed etic of and for the alteridad which involves the competences for recognitizion, valoration and respect to the diversity. A hope for a survival todas seems to be linked to the idea of the renewal and recuperation of dialogue. The another, the natural presence of a diverse human been in front of us is an existential opportunity to be ourselves. The presence of the “Otro” is related directly with the capacity of recognition of our own existence. We need to go further than the Descartes idea of “Cogito Ergo Sum" ("I think, therefore I am”) for a hopefully practice of “I communicate, therefore I am” as a project of understanding that the process of human communication implyes necesarily the recognition of a relation between naturally diverse actors. Diversity is the central meaning and sense of a human process of communication. Keywords: alterity/ dialogue/alter/ otherness /intercultural communication/ diversity 7 AÑO 14, N º 19, 2 do SEMESTRE 2009 ISSN 1815-0276

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Comunicación sin identidad: las caras de unalatinoamerica con sellos culturales propios1

Communication whitout identity: faces of an latin america with culturalmarks by their own

José Luis Aguirre Alvis

Boliviano. Maestría en Ciencias Sociales (Msc) con especialidad en Comunicación para el Desarrollo de la Iowa State University (ISU), Ames, Iowa,USA. Docente universitario en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de La Paz , la Universidad Andina “Simón Bolívar” (La Paz) y laUniversidad Mayor, Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca. Director del Departamento del SECRAD (Servicio de Capacitación en

Radio y Televisión para el Desarrollo) de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”(La Paz).

[email protected]

ResumenEn el contexto social y cultural actual en el que el concepto de diversidad toma un lugar central parece importantepreguntarse ¿qué significa hoy poner en común o estar en comunidad? También resulta importante entendercómo la idea de la diversidad introduce nuevas dimensiones al concepto de la comunicación social en sí mismo.La propuesta entonces es construir una ética renovada --de y por la alteridad-- la que involucra competenciasespecíficas para el reconocimiento, valoración y respeto a la diversidad. La esperanza para el avivamiento deestas competencias parece estar ligada a la renovación y recuperación del diálogo. El “Otro”, la natural presenciade un ser humano en frente nuestro es una oportunidad existencial para que nosotros podamos ser. La presenciade el “Otro” está relacionada directamente con la capacidad de reconocimiento de nuestra propia existencia.Necesitamos ir más alla de la idea cartesiana del “pienso luego existo” (cogito ergo sum) por una esperanzadorapráctica de un “comunico luego existo”. Este proyecto de entendimiento cual es el proceso de la comunicaciónhumana implica necesariamente el reconocimiento de la relación entre la naturaleza diversa de los actores. Ladiversidad es el sentido central y razón de todo proceso humano de la comunicación. Palabras claves: Alteridad dialógica / alteridad / el Otro / Otredad/ comunicación intercultural / diversidad /

ResumoNo contexto social e cultural atual no qual o conceito de diversidade toma um lugar central, se faz importante apergunta: O quê significa hoje por em comum estar em comunidade? Também resulta importante entender cómoa idéia da diversidade introduz novas dimensoes ao conceito da comunicação social em si. A proposta então éconstruir uma ética renovada --de e pela alteridade-- que envolve competências específicas para oreconhecimento, valoração e respeito a diversidade. A esperança para o avivamento destas competências pareceestar ligada a renovação e recuperação do diálogo. O “Outro”, A natural presença de um ser humano na frente éuma oportunidade existencial para que nós possamos ser. A presença do “Outro” está relacionada diretamentecom a capacidade de reconhecimento de nossa própria existência. Necessitamos ir além da idéia cartesiana do“penso logo existo” (cogito ergo sum) por uma otimista prática de um “comunico logo existo”. Este projeto deentendimento qual é o processo da comunicação humana implica necessariamente o reconhecimento da relaçãoentre a natureza diversa dos atores. A diversidade é o sentido central e ração de todo processo humano dacomunicação.

Palavras chave: Alteridade dialógica / alteridade / o Outro / Otredade/ comunicação intercultural / diversidade

AbstractIn a global current social and cultural context in which the concept of diversity takes central place seems to beimportant to ask what it does mean to put in common or been in community or also to undertand how the idea ofdiversity introduces new dimentions to the concept of social communication in itself. The proposal is to built arenewed etic of and for the alteridad which involves the competences for recognitizion, valoration and respect tothe diversity. A hope for a survival todas seems to be linked to the idea of the renewal and recuperation of dialogue.The another, the natural presence of a diverse human been in front of us is an existential opportunity to beourselves. The presence of the “Otro” is related directly with the capacity of recognition of our own existence. Weneed to go further than the Descartes idea of “Cogito Ergo Sum" ("I think, therefore I am”) for a hopefully practiceof “I communicate, therefore I am” as a project of understanding that the process of human communication implyesnecesarily the recognition of a relation between naturally diverse actors. Diversity is the central meaning and senseof a human process of communication.

Keywords: alterity/ dialogue/alter/ otherness /intercultural communication/ diversity

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Del cogito ergo sum cartesianoal comunico luego existo y entonces melibero gracias a la presencia de la alteridad…

Cuando de forma creciente y en distintos espacios delquehacer filosófico, político y del cotidiano ocupanmayor lugar nociones como: diversidad cultural,pluriculturalidad, interculturalidad, hibridación deculturas entre otros conceptos. Cuandoexperimentamos con mayor agudeza el incrementode los fenómenos migratorios intranacionales oglobales que traen como consecuencia la presencia yhasta temor al surgimiento de identidades humanasanteriormente minimizadas y hasta desconocidas.

Cuando observamos desde los medios de difusióncolectiva acciones que representan de maneradistorsionada los rostros y voces de actores que no sequiere aceptar en la mesa del discurso público y de lademocracia.

Cuando palpamos en el día a día el escalamiento delas distintas formas de desconocimiento del Otrocomo la discriminación, el racismo, la xenofobia yentre ellas una que puede ser más nociva cual es lainvisibilización o el desconocimiento deliberado de lapresencia del Otro.

Cuando se percibe la relación entre culturas diversascomo conflictiva y a partir del a priori de la inviabilidadde formas de encuentro se ve la diversidad como unriesgo y así germen de lo antagónico, por tanto,anulable.

Cuando el mismo discurso de la diversidad puedeencerrar fantasmas como los de la homogenización,el integracionismo a ultranza, los nacionalismos y lasprácticas fundamentalistas que a tiempo de tratarsobre el racismo y la discriminación reviertencontradictoriamente esta postura en su propiodiscurso.

Cuando la diversidad humana pasa a ser banalizaday folklorizada sobre todo con el aporte de los mediosde una información cada vez sujetos a la dinámica delmundo virtual tratando de limarse desde lainstantaneidad y fragmentación condiciones reales dedesigualdad y desequilibrio para tranquilidad dedeterminados círculos de poder…

Parece imprescindible observar y preguntarnos quése entiende por hacer común en comunidad, quéplantea hoy la presencia de lo diverso para la mismaconceptualización de lo comunicativo, y cómo las

distintas dimensiones y prácticas dela comunicación, información,investigación, planificación yregulación de estos procesos debendar respuestas frescas al evidentereto del pluralismo así alejando latendencia a cualquierfraccionamiento.

La propuesta así como respuestasobre estas preocupaciones podría irhacia la necesidad de construir unanueva ética —de y para la alteridad—que nos permita iniciar el camino deldiálogo y del reencuentro plenamenteedificante como transformador entreseres humanos. Más aun cuandoexiste el riesgo de que lacomunicación y en sí los sentidoscomunes a influencia deinnumerables fuerzas defragmentación diluyan o socavenmás seriamente aquellos diversosrostros haciéndolos desde suopacidad incapaces de dialogar, pueses desde la fuerza de las identidadesno absolutas ni impuestas comoautoreferenciales que se abre laposibilidad de diálogo pues no setiende a anular la naturalezarelacional y abierta de toda alteridad.

Nuestra América Latina, que no hasuperado en décadas suscondiciones de pobreza, explotacióninterna y externa, así como derecolonización y dependencia tienemúltiples rostros, y es desde ellos ysu diversidad relacional, quedemanda ser reconocida yescuchada, ya que ésta parte delorbe por su vocación histórica pluraltiene las mejores oportunidades parahacer efectiva aquella aspiración delaustriaco Martín Buber (1878–1965)quien sentenciaba a inicios de lossesenta que el futuro del hombre (dela humanidad) depende directamentedel renacer del diálogo. AméricaLatina ha sido y es un continente delencuentro, y tiene la oportunidad deofrecer al mundo un proyecto desobrevivencia de la mismahumanidad, si es capaz de avivar susoportunidades para hacer efectivos el

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sentido de encuentro y su vocaciónde diálogo desde la alteridad.

1. El otro presencia intrínseca en eldiálogo

Quien abordaría en el siglo XIX elproblema del Otro, y por tanto el de laalteridad, según se entiende desdelos trabajos de María RodríguezGarcía2, fue el poeta sevillanoAntonio Machado. Este, quien seconstituiría en el representante delsubjetivismo de esa época, se puedecalificar como el reivindicador delOtro, y así de lo diverso, siendo supreocupación la de romper el solusipse propio del pensarracionalista moderno. Detal modo que esta formade trascendencia, ocamino a la alteridad, seplanteaba como unaforma de superación de lamodernidad y, por ende,del modernismo.

Machado, indicaba: cadahombre es sí mismo y suotredad. Ese otro era el«tú esencial». De talforma que la experienciahumana estaba siempresujeta al encuentro con laalteridad.

Para Machado, interpretando a MaríaRodríguez, la existencia de todas lasconciencias en sí formaba la otredad.

Un nuevo modo de comprender laheterogeneidad del ser y de, porende, el llevar a cabo el desarrollo deuna conciencia integral paraMachado se manifestaba con lamisma fraternidad comunitaria de loshombres. La importancia del hombreen su dimensión comunitaria eraelemento constitutivo, sin que elloimplique el menosprecio de suindividualidad que abogaba por elautodominio cognoscitivo. AntonioMachado consciente de esanecesidad de expresión de la

conciencia e imaginario de los pueblos señaló a lapoética como la voz de las conciencias adormecidaspor el solus ipse. Así, abogó por el reconocimiento delotro, apostando por una suerte de lógica-poética queimplicaba la aceptación de lo heterogéneo, de lo quenos trasciende y nos ayuda, a la vez, a conservar ypermanecer cada cual en su yo.

Será justamente comprendiendo la fuerza de lapoesía como la forma de anulación de cualquieraislamiento o retorno al proyecto ego que OctavioPaz, introduce justamente su Laberinto de la Soledadcon un fragmento de Machado donde señala: “Lo otrono existe: tal es la fe racional, la incurable creencia dela razón humana. Identidad = realidad, como si a finde cuentas, todo hubiera de ser, absoluta ynecesariamente, uno y lo mismo. Pero lo otro no sedeja eliminar; subsiste, persiste; es el hueso duro de

roer en que la razón se deja los dientes.Abel Martín, con fe poética, no menoshumana que la fe racional, creía en lo otro,en ´La esencial Heterogeneidad del ser´,como si dijéramos en la incurable otredadque padece uno.” 3

El planteo de Machado, según Rodríguez,se dirigía a la acuñación de un nuevoconcepto de cultura que ya nada tenía quever con el comprendido en épocasanteriores. No se refería a una cuestión denacionalismo en cuanto a la exaltación delespíritu de la nación al modo románticosino, más bien, a la necesidad deacercamiento al pueblo, al otro. El extremohasta el que fue llevado el racionalismosupuso el desprecio por el otro, por aquelloque suponía la trascendencia del ego queimpulsaba la certeza en la infalibilidad de

cada cual desde su individualidad. Así, el radicalismoracional implicó, a su vez, el nacimiento de posicionestanto individuales como políticas que pretendían atoda costa instaurar la razón por la razón, más allá decada hombre y los pueblos.

2. El otro diverso la base de la recuperación de locomunicativo

Para establecer la postura desde la cual se abordarála cuestión del otro como base de lo comunicativo seadopta y de aquí en más adelante la postura deNéstor García Canclini quien señala desde su textoDiferentes, desiguales y desconectados (2004) que“Plantear los modos de interculturalidad en clavenegativa es adoptar lo que siempre ha sido la

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Las teoríascomunicacionalesnos recuerdan que

la conexión y ladesconexión con

los otros sonparte de nuestra

constitución comosujetos

individuales ycolectivos...

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perspectiva del pensamiento crítico: el lugar de lacarencia. Pero ponerse en posición de losdesposeídos (de integración, de recursos o deconexiones) no es aún saber quiénes somos.Imaginar que se podía prescindir de este problema hasido, a lo largo del siglo XX, el punto ciego de muchoscampesinistas, proletaristas, etnicistas o indianistas ,feministas que suprimían la cuestión de la alteridad,subalternistas y casi todos aquellos que creíanresolver el enigma de la identidad afirmando confervor el lugar de la diferencia y de la desigualdad. Alquedarse de este lado del precipicio, casi siempre sedeja que otros –de este lado o de aquel- construyanlos puentes. Las teorías comunicacionales nosrecuerdan que la conexión y la desconexión con losotros son parte de nuestra constitución como sujetosindividuales y colectivos. Por tanto, el espacio inter esdecisivo.”4 Al postularlo como centro de la reflexión einvestigaciones podrán recién comprender lasrazones de los fracasos políticos como podermovilizar los recursos interculturales que abranverdaderas alternativas.

Las aproximaciones críticas al proceso humano de lacomunicación en contraste con conceptualizacionesde carácter lineal, telegráfico y de alcanceinformativo/ difusivo y donde el énfasis está en laentrega, nos dicen con Beltrán que “…lacomunicación es el proceso de interacción socialdemocrática que se basa sobre el intercambio desímbolos por los cuales los seres humanoscomparten voluntariamente sus experiencias bajocondiciones de acceso libre e igualitario, diálogo yparticipación.” 5

El mismo Paulo Freire (1973) iría en esta mismadirección al señalar que: “[…] la comunicaciónverdadera no es transferencia o transmisión delconocimiento, de un sujeto a otro, sino sucoparticipación en el acto de comprender lasignificación del significado […] Lo que caracteriza lacomunicación, es que ella es diálogo, así como eldiálogo es comunicación. El mundo humano es unmundo de comunicación. El sujeto pensante no puedepensar solo: no puede pensar sin la coparticipaciónde otros sujetos, en el acto de pensar, sobre el objeto.No hay un pienso, sino un pensamos. Es el pensamosque establece el pienso, y no al contrario. Comunicares comunicarse en torno al significado significante.De esta forma, en la comunicación, no hay sujetospasivos. Los sujetos, co-intencionados al objeto de supensar, se comunican su contenido. La comunicaciónimplica una reciprocidad que no puede romperse. Elsolipsismo se equivoca al concebir la existencia únicadel Yo, y al pretender que su conciencia todo loalcanza”6

Robert White, de forma novedosaagrega a la noción de lo comunicativocomo comunidad que para alcanzarla felicidad y satisfacción en el oficiode la comunicación sus operadorestendrían que comenzar por conocerla capacidad básica de comunicaciónde sí mismos, el dominio del arte dellenguaje y la posibilidad de construirsentidos con otros. Para sabercomunicarse uno requiere tener untalento especial. Este es el de ser un´interconector´ hecho que nospermite descubrir quien desea deciralguna cosa y llevarlo a articular loque desea decir. Advierte así quetoda conexión es la revelación de unapersona, y esa persona crece al verque su pensamiento se vuelve partedel debate de la esfera pública. […]La ética de un profesional de lasciencias de la comunicación estábasada en la ciencia y en el arte depromover un proceso democrático decomunicación. […] El papel de laspersonas que facilitan la participacióntotal de todos los miembros de lacomunidad en la acción comunitaria yla toma de decisiones comunitariases fundamental. Se trata de lafunción de la que hoy en díallamamos un profesional encomunicación pública, cuyo principalpapel es asegurar que todos puedanparticipar. White introduce al filósofojudío Emmanuel Levinas quien hablaque la falta de conciencia delsignificado del otro como parteconstitutiva de la ética para que todaacción humana sea consideradaorientada hacia el otro.7

Ya Antonio Pasquali, en su intento deestablecer el origen del términocomunicación, y que conduciría adiferenciar los conceptos deinformación y comunicación apelabaen su Comprender la Comunicación(1970), a la exploración etimológicadel término comunicación indicandoque el sentido más completo delmismo término venía del griegokoinoonía, que significaba a la vezcomunicación y comunidad. Portanto, comunicarse es estar encomunidad, y se está en comunidad

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porque se pone algo en común enesa comunidad.8 Pasquali, alertaademás que, entonces: “Lacomunicación no es, pues, unepifenómeno agregado y sucesivo ala convivencia, sino un factumrealmente esencial, intrínseco a laesencia misma del hombre comoanimal social, resultando pocopertinente, ingenuo oideológicamente malintencionadoreducirla a una discurso decompresión de los medios.”9

Por lo indicado, asumir lacomunicación como un procesocoloca esta experiencia en elnecesario espacio relacional, queocurre en escenarioconcreto de lacomunidad, en el que losactores mutuamenteprimero se reconocen yresignifican en suscualidades y diversidadsu ser para que envoluntad de participacióndirigida a un diálogonormalmente tensional yhasta inevitablementetransitorio experimentendialécticamente laconstrucción de sentidosasí como la mismareedificación de su propioser nunca absoluto niacabado.

No habrá sentido sin un otro, hechoque deja de lado el equívocoracionalista heredado del cogitocartesiano. Este, a decir de SantiagoCastello, está caracterizado porhaber generado “[…]un sujetohumano quebrado sin sentido, ´sinanclaje´”, dada su implícita ambiciónde constituirse en fundamento últimode la realidad10, por tanto, un sujetoautoreferencial y así cercenado de susentido de existencia relacionalqueda encerrado en su solus ipse.Sería justamente que el transparentesujeto cartesiano, según José PabloFeinnamn (2008)11, que inaugurarála modernidad en el siglo XVII.

Se podría reconocer de manera más reciente que lafilosofía del sujeto que sostiene Paul Ricoeur en suobra Sí mismo como otro (1996)12, supera lasfilosofías moderna y postmoderna donde un nuevoenfoque permite trascender el Cogito exaltadocartesiano y el Cogito humillado y el sin sentidonietzcheano.

Siguiendo al ecuatoriano Mauro Cerbino éste señalaque se presentan dos paradojas muy propias denuestros tiempos. La primera que apunta a construirun mundo y sociedades homogéneas, y al mismotiempo, se asiste a una proliferación de identidadesparticulares que fragmentan el espacio de la cultura.Concluye que al no haber posibilidad de resolverseuna paradoja se tienen que asumir que ambascondiciones son posibles y que la una no nieganecesariamente a la otra. Lo que sí se puede y debe

hacer será, sin embargo, el analizar yvislumbrar consecuencias de cada una deestas tendencias. Así, se pregunta, ¿cómoes pensado lo homogéneo? Como unproceso y un discurso que plantea loscontenidos de una construcción universalorientada en la pretensión de establecerlos mecanismos de la inclusión de lasdiferencias culturales. Y del otro lado,¿cómo se piensa en la fragmentación y losparticularismos? En los términos de unaconfrontación basada en la posición deabsolutización de lo particular y en eldesconocimiento de la legitimidad de otrosparticulares. Prácticas, que advierte,pueden derivar asumirse como posturasde radicalización y de intransigencia. Elriesgo que involucran ambas posturas dela paradoja sería el de que ambasconcluirían en una visión esencialista, es

decir desde un a priori claro y definido que comofundamento indudable y permanente determine elvalor de las posiciones.

Cerbino advierte que: “[…]el riesgo que se corre enquerer plantear una identidad absoluta yautoreferencial que desconozca la relación y laapertura hacia la alteridad es que esa identidadtermina negándose a sí misma. Por tanto, y si se vaen sentido correcto se puede decir que tanto latendencia hacia la homogenización de la cultura,como la proliferación de particularismos absolutostienen en común el desconocimiento de ladiferencia.”13

Entonces retornando a Paul Ricoeur, el mismoCerbino agrega que las reflexiones del filósofo

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francés sobre la identidad ídem y la ipseidadposibilitan, no sólo abandonar las tentaciones desustantivar a las identidades y a las culturas y encambio definirlas como el proceso constante deproducción y transformación de significacionesabiertas al, y en el encuentro con, una alteridad, sinoque además, dejan planteado con extrema claridad,que esa apertura o encuentro no son simplementeconsecuencia de una libre elección subjetiva, cuantomás bien, la condición consustancial y, por lo tantonecesaria, para que se pueda hablar de cualquieridentidad.

El mismo Mauro Cerbino, con el afán de ilustrar estasfiguras alude al título de un artículo de Jesús MartínBarbero quien sostiene que: “No se puede ser fiel a laidentidad sin transformarla”. Lo que significaría queno solamente la dinámica Identidad-alteridad darazones para plantear la existencia de particularesentre particulares, sino que siendo esa dinámicasiempre en movimiento y cambiante por su mismanaturaleza, es impensable e improcedente laafirmación de una pluralidad de particulares que nosea constantemente intercultural.

Se concluye indicando que: “en el mismo instante enque hemos comprendido que nuestras sociedadesson sociedades pluriculturales tenemos que pensaren cómo, a través de qué procesos de confrontacióny negociación, se construyen y fundamentan losdiscursos particulares en el espacio social y políticointercultural. Es indudable en este sentido, que lainclusión de principios como el de plurinacionalidaden muchas de las constituciones políticas de lospaíses de la región andina, es un logro importante dedefinición política de los Estados contemporáneos,pero resulta insuficiente si no es acompañado por unapráctica política que haga las cuentas y puedareflexionar en torno al complejo problema de lainterculturalidad”.14

3. Lo “inter” vector del relacionamiento diálogico

Siendo el diálogo una exigencia existencial el aspectorelacional de la comunicación, constituye el problemacentral de todo entendimiento el que asumiéndosedesde la capacidad autónoma de cada ser expuesto aun encuentro activa la fuerza de lo “inter”. Este, dentrode toda dinámica que implica el hacer común, planteala existencia de una tensión sinérgica que impulsa aun Yo a dirigirse al encuentro de un Tú, y viceversa. Elhacer común independiente del producto delencuentro parte siempre de la existencia de lo interque visto como la dimensión activa de toda relación

promueve en consecuencia laalteración del entorno, sentido deltérmino “inter-acción”. El discurso delOtro surgido de la expresión del alteranuncia a la vez la alteridad parlantede mi propio discurso. Así, midiscurso es provocado, puesto enacción gracias al discurso de laalteridad. Theodosiadis indica “El otrodistinto es la alteridad real y el que enúltima instancia traspasa el horizonteontológico o paradigma de latotalidad monológica, y nos ubica enel reino de la alteridad dialógica.”15

El diálogo permite a su vez laconstrucción voluntaria de laalteridad, espacio en el que un ser sí-mismo únicamente puede realizarseen comunicación con otro ser sí-mismo y cada proyecto singular en síes un proyecto de y para existir en elOtro. Estrella Israel dice: ¨[...]no setrata tanto del contacto entre dosobjetos independientes -dos culturasen contacto- como de la interacción,en la que los objetos se constituyenen la medida que comunican [...].Más que un campo comparativo (lacomunicación intercultural) es unterreno interactivo.¨16 La alteridadentonces más allá de ser vista comoun fenómeno objetivo es espacio yrelación entre dos entidades que seotorgan mutuamente existencia ysentido.

Una comunicación sin un sentido deintercambio y, por tanto, sujeta a unaintersubjetividad cooperativa seríaequivalente a confundir lacomplejidad de este proceso humanocon la preocupación por los medios oherramientas de difusión como siellas fueran las gestoras del diálogoque sólo es interhumano.

Por otro lado, si los hombres han sidodotados de la gracia del encuentro,de la necesaria búsqueda decomplementariedad desde ladiversidad entre actores, deberáasumirse que todo diálogo comollamado de encuentro no sólo permiteactivar la dimensión existencial en

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cada uno, sino saber que se es en elOtro descubierto para que en comúnse pueda actuar sobre el mundo, detal forma que no se dialoga en elvacío sino con un sentidoeminentemente de responsabilidadpolítica por el que se ha descubiertoesencia del hacer común encomunidad. Los instrumentos, losaparatos, los “medios”, no son losactores de ética alguna, sino son laspersonas que colocadas a cadaextremo del uso de cualquier canal omedio de carácter técnico sonresponsables del mundo ético quequieren emprender entre los que serelacionan.

El llamado de lo inter,presente en elementoscentrales de un procesocomunicativo como eninteracción, interacti -vidad, intersubjetividad,interaprendizaje, entreotros afines, puedeentenderse como la basede una acciónmultidimensionalmentetransformadora yedificante que sólo esposible comprenderdesde la noción dedisponibilidad. Ladisponibilidad, segúnMarie-France Begué, alreferirse a la poética delsí-mismo de PaulRicoeur, es entendida como la quedesigna “una aptitud de donarse aaquello que se presenta ante uno ypara ligarse con él, en ése mismoacto de donación.”17 Por tanto,podemos encontrar que si un espaciocomunicativo es también ligado a unaexperiencia de donación no seránada extraño asumir que entonces elmismo sentido es donado, o sea esproducto del afecto.

Así, la experiencia comunicativacomo la del mismo amor se equivalenpor ser ambos espacios básicamenterelacionales. Ha dicho Martin Buber:“[...]a los sentimientos se los tiene, el

amor es un hecho que se produce. Los sentimientoshabitan en el hombre, pero el hombre habita en suamor. El amor es un sentimiento que se adhiere al Yode manera que el Tú sea su contenido. El amor estáentre el Yo y el Tú.” 18

Como indica Buber, y que nos permite establecer lafuerza dialéctica y transitiva de lo inter: “[...]cuandocolocado en presencia de un hombre que es mi Tú, ledigo la palabra fundamental Yo-Tú, él no es ya unacosa entre las cosas, ni se compone de cosas… él yano es un Ello al que se señala y se asume desde ladistancia.” 19 Y para que la palabra primordial (Yo-Tú), expresada de uno y otro lado, esté cargada conla voluntad del encuentro debe ser dicha por un Serentero no aquel que se reserva el sí mismo. Buberdice: “[...] el Tú viene a mí a través de la gracia; no esbuscándolo como lo encuentro. Pero el dirigirle la

palabra primordial es un acto de mí ser […]El Tú llega a mi encuentro”.20 Lo quesignifica que una fusión lograda por lapalabra no puede operarse por sólo obramía, como tampoco sin mí, sino uno es encontacto de un Tú, siendo la vida, comoconcluye Buber, un permanenteencuentro.

El encuentro viene cargado con una fuerzatransformadora a la que Gonzales Reycalifica como “comunicacióndesarrolladora” por su profundo sentidopersonal.21 El encuentro es una forma deactuar, de crear, de descubrir y da sentidoa lo que se veía como simple coexistencia,pues “[…]entra en el mundo de las cosaspara prolongar allí su acción al infinito”.22

La fuerza relacional del inter-diálogo deforma intrínseca activa capacidades que de otro modono podrían haberse experimentado. Y dado que el serdialógico no persigue invadir, manipular o imponerconsignas, según Freire “[...]el diálogo es el encuentroamoroso de los hombres que, mediatizados por elmundo, lo ´pronuncian´ esto es, lo transforman, ytransformándolo lo humanizan, para la humanizaciónde todos.”23

4. Diálogo e interculturalidad

El diálogo etimológicamente como posibilidad dehablar con Otro (gr), o como el acercamiento de doslogos (lat) podría considerarse como uno de losrasgos fundamentales de la igualdad entre los sereshumanos, sin embargo, éste es más bien por esencia

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El diálogo permite a suvez la construcción

voluntaria de laalteridad, espacio en el

que un ser sí-mismoúnicamente puede

realizarse encomunicación con otro

ser sí-mismo y cadaproyecto singular en sí

es un proyecto de ypara existir en el Otro...

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el espacio en el que las diversidades se hacenpatentes y es desde ellas que se articulan losrecursos simbólicos que darán la posibilidad delrelacionamiento entre sus interactuantes.

Grimson, al descartar la conceptualización de lacomunicación como transmisión de información y másbien verla como el poner en común o hacer público, ydesde el mundo contemporáneo, se pregunta sirealmente podemos estar seguros de que cuandoalgo se hace público se está poniendo en común. Yresponde que esto podría ser lo mismo “[...]siempre ycuando hagamos como si no hubieran códigoscomunicativos heterogéneos, es decir si hacemosabstracción de la interculturalidad”.24

Resulta necesario, y no sólo inevitable, asumir quepara que un mensaje pueda ser apropiado por uninterlocutor no solo éste tenga que tener unamotivación para entrar voluntariamente en unarelación simbólica cooperativa sino que los mismosrecursos simbólicos del intercambio tengan que serequivalentes o por lo menos encontrar basescomunes de entendimiento para poder encaminar lapuesta en común. Bajo esta situación incluso podríapensarse si es viable asumir que el diálogo como tales una condición sólo sujeta a la voluntad delentendimiento, o es que éste se encuentra mediadopor múltiples factores y no sólo a las diferenciaslingüísticas o pragmáticas sino también porasimetrías, tensiones y potencialidad de conflicto queson más bien condiciones que hacen del diálogo unaaspiración, un espacio complejo y de alcancealtamente transitorio.

Grimson recupera su razonamiento y dice: “…ladiferencia entre hacer público y poner en comúnpuede traducirse en dos posibilidadesconceptualmente extremas de la comunicación: elcontacto y la comprensión[...] (ya que)25 vivimos enun mundo intercultural y la comunicación tiene queser pensada a partir de la coexistencia demultiplicidad de códigos comunicativos, a partir de laheterogeneidad de las estructuras de significación.”26Y complementa: “[...]en un mundo intercultural, lacomunicación reclama ser pensada comointersección entre universos simbólicos diferentes, yesto último por razones generacionales, étnicas,nacionales, de género, de clase. A veces, estasintersecciones variables se acercan a la situación depuro contacto con muy poca comprensión [...]. Si lacomunicación es una intersección entre dos o másuniversos simbólicos que implica más que contacto y

menos que comprensión total,entonces la multiplicación de loscontactos es una base sólida quegenera incertidumbres [...]. Allíencontramos una tensión: en elmundo intercultural hacer público,publicar, implica sólo parcialmenteponer en común. Si lo público esconstitutivamente heterogéneo, si lacomunidad es diversa, sólo puedeponerse en común de maneracontingente.”27

Si toda comunicación humanaimplica asumir paralelamente laincertidumbre, poner en común nosupone el necesario alcance de unaconciencia común plena ypermanente, ya que si bien puededarse una fuerte voluntad por laconstrucción de un espacio decomprensión o entendimiento laspersonas se aproximan paraexplorarse en intereses parciales yen una duración transitoria.

5. Comunicación interculturaldesde la alteridad

Rodrigo Alsina señala: “El encuentrode las culturas no es forzosamenteintercultural. Un fenómeno cultural nose debe a que las culturas seencuentran, puede haber sóloagresión o eliminación de uno por elotro. El encuentro de las culturas seconvierte en un fenómeno cultural si,de alguna manera, existe aceptacióny proyecto común”28. Es decir, paraque haya una relación intercultural esimprescindible un cierto grado decomunicación, alentada por aquellavoluntad dinamizadora –inter-surgida de ambas partes. En estesentido, sólo puede existir unasociedad pluricultural (por origenétnico, género, edad, condiciónsocial, o capacidades físicas, etc.) sies posible la comunicación o sea quelas culturas en relación busquen unhacer común más que el sólocontacto

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La fortaleza y unidad de sociedadespluriétnicas y pluriculturales dirigidasa forjar formas de ciudadanía desdela alteridad pasa por elreconocimiento y necesidad deinteracción con las concepcionessimbólicas de los Otros. Y estoporque “[...]una cultura está llena designificados, no hay nada que elindividuo haga o piense que no tengaun significado. Este significado estádeterminado por la cultura y formaparte de un todo coherente, de unsistema [...] cuando se enfrentan doso más culturas se están enfrentando,dos sistemas de códigos distintos”.29

Lo intercultural, ha dicho Albó30, serefiere al mundo de lasactitudes y relaciones delas personas o gruposhumanos de una culturacon referencia a otrogrupo cultural. Estecarácter desde unac o m u n i c a c i ó nintercultural agrega retosy exigencias como el dedejar de ver laincomunicación como unabarrera para más bienprofundizar en lacomprensión del vínculoentre los recursossimbólicos y lascondiciones sociohistóricas que generansilencios estructurales yque no tienen que ver con asumir ladiversidad sino que exigen develarlas condiciones de desigualdad y dedesequilibrio.

Ya que como indica Miquel RodrigoAlsina, “El diálogo intercultural deberealizarse dentro de la mayorigualdad que sea posible. Esto nosignifica ignorar la existencia deposiciones de poder distintas entrelos interlocutores. Se trata dereconocerlas e intentar reequilibrarlasen lo posible. Ténganse en cuentaque ni el paternalismo ni el victimismoson actitudes adecuadas para elinicio de una comunicaciónintercultural eficaz.”31

Retos en el camino

La condición de la diversidad, en todos sus sentidos,es cualidad y potencialidad humana desde la cualestamos llamados a plantear y establecer relacionesde convivencia duradera. La comunicación einformación ocupan un papel esencial en el manejo yconstrucción de aquellos ambientes donde ladiversidad no sea una barrera o un obstáculo sino laoportunidad para una comprensión valorativa de lossujetos en su diversidad. Una actitud dirigida aenriquecer, e incorporar los valores de una ética de ladiversidad y alteridad son piezas capaces de permitirla profundización de las mismas relacionesdemocráticas en nuestras sociedades.

La misma sociedad en su conjunto, al adquirir unasensibilidad particular ante la diversidad y

diversidades, se potenciará como estado,además que posibilitará el alcance deoportunidades de equilibrio para todos susciudadanos. La visibilidad equitativa detodos y cada uno de los actores generaráa su vez las condiciones para suparticipación activa y contributiva hastahacer de la democracia unaresponsabilidad de todos.

En nuestro continente y en cada una denuestros estados un rasgo de supotencialidad y de forma efectiva larepresenta, por ejemplo, la presencia depueblos indígenas u originarios los quehoy articulados como movimientossociales pugnan por relaciones de unmayor equilibrio y justicia para su propiodesarrollo. Este es uno de los rostros parauna comunicación efectivamente plural

capaz de plantear posturas más allá del espacio de lallamada tolerancia de algunos enfoques decomunicación intercultural y más bien ingresar a quedesde su propia expresión se puedan vencercondiciones que han reproducido sucesivamente y ainfluencia de distintos grupos de poder formas dedominación, exclusión y segregación socio-económica, política y cultural. Por tanto, este tipo depresencia que se reproduce y va en aumento desde ladécada de los noventa, no persigue sólo una luchapolítica de fines económicos o sociales, sino tambiénplantea serias luchas culturales y de caráctersimbólicos dentro del escenario democrático. El estaren tono con una ética de la alteridad hace que estasvoces y rostros tengan que ser reconocidos y hastapotenciados lejos de figuras de asimilacióncartesiana.

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Lo intercultural,[...] se refiere almundo de las

actitudes yrelaciones de las

personas ogrupos humanos

de una culturacon referencia a

otro grupocultural...

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Como indica María Teresa Zegada, y otros, la misma“…exacerbación del discurso racista no puedeanalizarse al margen de las relaciones socialesestructurales económicas y de poder, que se articulana categorías y a la construcción de imaginariossociales.” 32 De esta manera el racismo es unaconstrucción social e histórica subjetiva muy distintasa apreciaciones de corrientes del racismo biológico.

El miedo al otro, sobre todo como lugar común en eldiscurso de las élites y es amplificado por los mediosmasivos de difusión sin considerar que ellos por sucarácter tienen responsabilidad en cuanto a cohesiónsocial. El fomento al racismo, la xenofobia y ladiscriminación, el uso de estereotipos, la producciónde alarma social y el énfasis en la conflictividad nofavorece al diálogo o la convivencia eninterculturalidad. El migrante es uno de los rostrosmás cercenados de su propia voz y sobre éste másbien se tiende a estigmatizar su presencia haciéndolover como el otro antagónico, enemigo o que con suspresencia atenta la propia seguridad. El lenguajetiene, como indica Van Dijk, una incidencia muyimportante en la reproducción de fenómenos racistas,aun en los casos en que se lo usa indirectamente,para velar prejuicios raciales y étnicos latentes. 33Lacrisis y reconfiguración política no ha estadoalimentada, según señala María Teresa Zegada yotros, solamente por elementos estructurales ypropiamente políticos sino también han entrado enjuego componentes racistas que han penetrado en eltejido social [...] devastando los lazos de solidaridad ycomunicación.34

Más allá del ejercicio de una ética sujeta a los clásicosderechos individuales una comunicación interculturalpuede y debe ir acorde al avance de los derechoscolectivos y la misma ciudadanía donde el contactocon lo diferente parta primero de la conciencia delcarácter plural de la propia cultura; la voluntad por elhacer común comprendiendo al Otro –alteridad

dialógica-; la apertura yreconocimiento recíproco, el respetoa la diversidad, su discurso ymecanismos simbólicos; y la acciónrecíproca por la superación de todoprejuicio. Ya que como indica Medina“…la interculturalidad tiene que vercon pensamiento, con universossimbólicos; no con buenossentimientos y actitudes educadashacia los (otros) [...]que se rehúsanépicamente a aceptar el pensamientodel ´otro´ y, por ello, prefierenfocalizar la relación ʻinterculturalʼ entérminos personales: de urbanidad,buenos modales, convivenciacivilizada.”35 Así, el diálogo entreculturas desde una nueva ética de laalteridad dialógica tiene que ver connociones de justicia que hagantambién efectivas las capacidades deexpresión, inclusión, acceso yconstrucción simbólica equitativa delas otredades a las que se teme ydiscrimina precisamente porque nose las quiere conocer.

Para terminar una nueva invocaciónal espíritu de Antonio Machado y sufe en el otro cuando hace referencia ala incurable otredad que padecemostodos, hecho superable de acuerdo aél desde la esperanza que pone lapoética crítica: “En el fondo, todopasa por el otro, pues sin el diálogocon el tú no nace el verdadero yo, nisurge el nosotros que crea el espaciode convivencia y de lacomunicación”, el otro hace surgir ennosotros la ética ha dicho LeonardoBoff36.

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Notas1. Charla magistral presentanda en el XXX Encuentro de la Asociación Peruana de Facultades de la Comunicación Social (APFACOM) en Chiclayo, Perú, el 16 de

septiembre de 2009.2. http://www.abelmartin.com/critica/m_rodriguez.html3. Paz, Octavio. El laberinto de la soledad. Fondo Cultura Económica. México. 1998. p. 10.4. García Canclini, Néstor. Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad. Gedisa Editorial. Argentina. 2004. p. 26.5. Beltrán Salmón, Luis Ramiro. Un adiós a Aristóteles. La comunicación horizontal. (1979). Punto Cero. Revista de Comunicación. Año 12. No. 15. 2007. p.85. 6. Freire, Paulo. ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural. Siglo XXI Editores. México. 10. ed. 1981. 74-75, 78-79, y 85.7. White, Robert. Comunicar comunidad. Aportes para una ética de la comunicación pública. La Crujía Ediciones. Buenos Aires, Argentina. 2007. p. 12-22.8. Pasquali, Antonio. Comprender la comunicación. Caracas, Venezuela. ed. 1985. p.44. 9. Op. Cit. p.44.

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Comunicación. p.1.25. Agregado del autor de este artículo.26. Ibid (10) p.127. Ibid. (10) p.2.28. ALSINA, R. Miquel. Comunicación intercultural. Anthropos Editorial. Barcelona, España. 1999. 270 p.29. Moya, Ruth. Moya, Alba. Derivas de la interculturalidad. Procesos y desafíos en América Latina. CAFOLIS. Ecuador. 2004. p.166.30. ALBO, Xavier. Iguales aunque diferentes. CIPCA. Cuadernos de Investigación. No. 52. La Paz, Bolivia. 2000. 134 p.31. Rodrigo Alsina, Miquel. Comunicación intercultural. Anthropos Editorial. 1999. p. 81.32. Zegada, María Teresa. Racismo en Bolivia: discursos y contra discursos. Estudios y Ensayos. Centro Cuarto Intermedio. La Paz. Noviembre de 2008.33. Op. Cit. p.20.34. Op. Cit. p. 31.35. MEDINA, Javier. Diálogo de sordos. Occidente e indianidad. Una aproximación conceptual a la educación intercultural y bilingüe en Bolivia. CEBIAE. Centro

Boliviano de Investigación y Acción Educativas. La Paz, Bolivia. 2000. p. 15.36. Boff, Leonardo. El otro es todo.

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16. MEDINA, Javier (2000). Diálogo de sordos. Occidente e indianidad. Una aproximación conceptual a la educación intercultural ybilingüe en Bolivia. CEBIAE. Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativas. La Paz, Bolivia.

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Recepción: 30/09/2009Aprobación: 22/12/2009

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