crimenes farmacologicos teresa forcades(2)

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  • LOS CRMENESDE LAS GRANDES COMPAAS FARMACUTICAS

    Teresa Forcades i Vila

    1. EL CASO DE LA DISFUNCIN SEXUAL FEMENINA .........................................2. EL CASO DE LOS MEDICAMENTOS ANTI-SIDA EN FRICA ................................3. RIQUEZA Y PODER CONTRA LOS POBRES .

    3.1. Riqueza y poder de las grandes compaas farmacuticas ...............................3.2. Cmo utilizan las farmacuticas su poder econmico? ..................................

    4. UNA CRISIS INTERNA. CAPACIDAD DE INNOVACIN TERAPUTICASUBSTITUIDA POR MRQUETING

    4.1. Crisis actual de las compaas farmacuticas ..................................................4.2. Mrqueting vs. innovacin teraputica ...........................................................

    5. UNA OPORTUNIDAD PARA DESMANTELAR EL SISTEMA ....................................

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    303335

  • INTERNET: www.fespinal.com Dibuix de la portada: Roger Torres Edita CRISTIANISME IJUSTCIA R. de Llria, 13 - 08010 Barcelona tel: 93 317 23 38 fax: 93 317 10 94 [email protected] Imprimeix: Edicions Rondas S.L. ISSN: 0214-6495 ISBN: 84-9730-139-0 Dipsit legal: B-1873-2006 Julio 2006

    Teresa Forcades i Vila es monja benedictina. Doctora en medicina, prepara un doc-torado en teologa. Perteneci al primer grupo de jvenes de Cristianisme i Justcia.

  • En el breve periodo que va de 2000 a 2003, casi la totalidad delas grandes compaas farmacuticas pasaron por los tribunales deEEUU, acusadas de prcticas fraudulentas. Ocho de dichas empre-sas han sido condenadas a pagar ms de 2,2 billones de dlaresde multa. En cuatro de estos casos las compaas farmacuticasimplicadas TAP Pharmaceuticals, Abbott, AstraZeneca y Bayerhan reconocido su responsabilidad por actuaciones criminales quehan puesto en peligro la salud y la vida de miles de personas1.Cules son esas actuaciones? Quin recibe sus consecuencias?Qu mueve a las compaas farmacuticas a actuar de tal forma?Qu respuestas estn teniendo lugar ante esos abusos y culesdeben producirse an? En este Cuaderno estudiaremos las actua-les estrategias de esta industria y el impacto directo que stas tie-nen en la forma en que concebimos la salud y la enfermedad y enlos recursos que tenemos para promocionar la primera y prevenir ocurar la segunda.

    1. AGNELL, Marcia. The Truth about the Drug Companies: how they deceive us and what to do about it. Isthe Party Over? 217-36.

  • En el ao 1997 pocos meses antesde que Viagra apareciera en el merca-do ya haba tenido lugar en Cape Cod(Nueva York) el primer encuentro de es-pecialistas mdicos para determinar el

    perfil clnico de la disfuncin sexualfemenina3. La iniciativa, organizaciny financiacin del encuentro corrieron acargo de 9 compaas farmacuticasmuy preocupadas por el hecho de que

    1. EL CASO DE LA DISFUNCIN SEXUAL FEMENINA

    En el ao 1998, la empresa Pfizer, la principal compaa farmacuti-ca de EEUU, comercializ un medicamento conocido con el nombre deViagra para el tratamiento de la disfuncin sexual masculina (conce-bida como disminucin o desaparicin de la capacidad de ereccin).Tres aos ms tarde, a 17 millones de hombres del mundo entero leshaba sido recetado dicho medicamento y su volumen de ventas en unsolo ao (2001) superaba los mil quinientos millones de dlares2. Coneste nuevo producto, Pfizer haba superado largamente los criterios dedefinicin de un blockbuster, que es el nombre con que se conoce enel argot de las farmacuticas un medicamento con un volumen de ven-tas anual superior a los mil millones de dlares (o de euros). Los direc-tivos de Pfizer se preguntaron: Y si fuera posible conseguir un xitosemejante con un producto similar dedicado a las mujeres?. El pro-blema era que si bien exista un criterio aparentemente claro parahablar de disfuncin en el caso de la sexualidad masculina (las difi-cultades en la ereccin), en el caso de las mujeres esto era mucho msdifcil de definir y, sobre todo, de cuantificar o evaluar objetivamente.

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    2. PFIZER. Annual report 2001. www.pfizer.com citado en MOYNIHAN, R. The making of a disease: femalesexual dysfunction. BMJ 2003; 326: 45-47.

    3. Suplemento especial. Int J Impotence Res 1998; 10 (supl 2): S 1-142 (The Cape Cod conference: sexualfunction assessment in clinical trials, 30-31 May, 1997. Hyannis, Massachusetts, USA), citado enMOYNIHAN 2003.

  • no existiera una definicin de este tras-torno compatible con un potencial tra-tamiento farmacolgico.

    Los promotores de tal encuentro eli-gieron entre sus colaboradores directoslas personas que deban asistir al mis-mo. El objetivo de la reunin era dise-ar la estrategia adecuada para crear unanueva patologa en funcin de los inte-reses econmicos de la industria farma-cutica. Un ao y medio ms tarde, enoctubre de 1998, se celebr en Bostonla primera conferencia internacional pa-ra la elaboracin de un consenso clni-co sobre la disfuncin sexual femeni-na4. 8 compaas farmacuticasfinanciaron esta conferencia y 18 de los19 autores de la nueva definicin con-sensuada internacionalmente admitie-ron tener intereses econmicos directoscon estas u otras compaas.

    Un ao ms tarde, en 1999, apareciun artculo en la revista JAMA tituladoDisfuncin sexual en EEUU: preva-lencia y variables predictivas5, en elque se afirmaba, supuestamente con ob-jetividad cientfica, que un 43% de lapoblacin femenina de EEUU sufra lanueva enfermedad definida segn losintereses de la industria farmacutica.Los pasos seguidos para identificar a lapoblacin enferma fueron los si-guientes: 1) se elabor una lista de 7problemas considerados cada uno deellos de suficiente peso como para jus-

    tificar el diagnstico de la nueva enfer-medad si una mujer los haba presenta-do durante dos meses o ms en el lti-mo ao; 2) se pas el cuestionario a unamuestra de 1.500 mujeres; 3) se evalua-ron los resultados de forma que respon-der S a uno solo de los tems se con-sider criterio suficiente para identificarla enfermedad. Uno de los 7 tems erala ausencia de deseo sexual. Es decir,que las mujeres que respondieron queno haban tenido deseo sexual durantedos meses o ms en el ltimo ao, au-tomticamente independientemente desi estaban de luto por la muerte de unser querido, preocupadas por falta o porexceso de trabajo, atrapadas en una re-lacin insatisfactoria o gozando de unaetapa de plenitud interior, quedaronetiquetadas de disfuncionales y pasa-ron a engrosar el porcentaje de candi-datas potenciales para el tratamientoque la industria farmacutica confiabapoder desarrollar en breve. Dos de lostres autores del citado artculo tenanvnculos econmicos con laboratoriosfarmacuticos.

    El mismo ao, en octubre de 1999,tuvo lugar un tercer encuentro sobre eltema, organizado por la Facultad deMedicina de la Universidad de Boston,pero promovido y financiado por 16compaas farmacuticas. El 50% de losasistentes admitieron tener intereses enla industria farmacutica6. Del encuen-

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    4. BASSON R, BERMAN J, BURNETT A, DEROGATIS L, FERGUSON D, FOURCROY J, et al. Report of the interna-tional consensus development conference on female sexual dysfunction: definitions and classifications.BMJ vol. 330. 22 enero 2005, 192-194.

    5. LAUMANN E, PAIK A, ROSEN R. Sexual dysfunction in the United States: prevalence and predictors.Urology 2000; 163: 888-93.

    6. KASCHAK E, TIEFER L, eds. A new view of women's sexual problems. Binghamton, NY: Haworth Press2001: 70, citado en MOYNIHAN 2003.

  • tro surgi el Frum para la FuncinSexual Femenina, que celebr dos con-ferencias ms en los aos 2000 y 2001en Boston gracias a la financiacin de20 compaas farmacuticas, lideradaspor Pfizer7.

    En el ao 2003, esta manipulacinde los criterios mdicos en funcin delos intereses comerciales fue denuncia-da por Ray Moynihan en una de las re-vistas mdicas de mayor prestigio, elBritish Medical Journal8. Los editoresde la revista recibieron en 6 semanas untotal de 70 respuestas y comentarios conrelacin al artculo de Moynihan. 2/3 delas respuestas fueron de apoyo y confir-maron la indignacin de los profesiona-les de la medicina ante dicha manipula-cin aunque, como deja bien claro unade las respuestas, sin ellos no podraproducirse9. Si los mdicos no colabo-rsemos con los abusos de las compa-as farmacuticas, esos abusos no acon-teceran.

    En diciembre de 2004, la agenciareguladora de los medicamentos enEEUU impidi que se comercializarael primer medicamento destinado a sa-

    nar la disfuncin sexual femenina (elparche de testosterona de los laborato-rios Proctor y Gamble)10. Los respon-sables de los estudios clnicos todosfinanciados y supervisados por Proctory Gamble haban presentado sus re-sultados de forma sesgada, de modoque lo que eran unos beneficios dudo-sos y unos ms que probables efectossecundarios peligrosos (cncer de pe-cho y enfermedad cardiaca) se anun-ciaban como beneficios claros y ries-gos negligibles. De momento an no hasido desarrollado ningn otro medica-mento para la disfuncin sexual feme-nina, entre otras cosas debido a unacreciente conciencia por parte de todoslos agentes implicados de los efectosnocivos del exceso de influencia de lascompaas farmacuticas en el ejerci-cio de la medicina11.

    La disfuncin sexual femenina (co-mo cualquier otra enfermedad) tieneque ser estudiada en funcin de los in-tereses mdicos de las mujeres afecta-das y no en funcin de los intereses eco-nmicos de algunas de las empresasms ricas del planeta.

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    7. MOYNIHAN, 2003: 45.8. MOYNIHAN, Ray. The making of a disease: female sexual dysfunction. BMJ 2003; 326: 45-47. 9. TONKS, Alison associated editor BMJ. Summary of electronic responses. The making of a disease.

    www.bmj.com 2003.10. MOYNIHAN, Ray. The marketing of a disease: female sexual dysfunction. BMJ 2005; 330: 192-194.11. Son muchos los artculos y libros que han aparecido recientemente denunciando este abuso. Adems de

    los libros de PIGNARRE y AGNELL que son los que he utilitzado para la elaboracin de este cuaderno, ellector/a interesada puede recurrir a The $800 Million Pill de M GOOZNER; Powerful Medicines de JAVORN; Overdo$ed America de J Abramson o On the Take de J Kassirer.

  • 8Los medicamentos genricos son aquellos que se venden sin nombre comer-cial, haciendo constar en la caja simplemente el nombre del principio farmaco-lgico (por ejemplo: aspirina es un nombre comercial que slo puede utilitzar lacasa que se lo invent, en este caso la casa Bayer; AAS (cido acetil saliclico)es el nombre genrico que corresponde al principio activo de la aspirina).

    No es lo mismo ser VIH-positivo que tener la SIDA. Con los tratamientosactuales, una persona VIH-positiva puede vivir muchos aos sin desarrollar laenfermedad.

    VIH: virus de la inmunodeficiencia humana

    SIDA: sndrome de la immunodeficiencia adquirida

  • La industria india de genricos dabatrabajo en el ao 2003 a 500.000 perso-nas en ms de 20.000 empresas (que,mediante contratos subsidiarios, dabantrabajo a un total de ms de 2,5 millo-nes de personas)12. De acuerdo con laley de 1970 que en marzo de 2005 fuederogada, los genricos indios podanser comercializados en otros pases po-bres, como la mayora de pases delfrica subsahariana, donde hoy residenms de 30 de los 40 millones de perso-nas infectadas con el VIH en todo el

    mundo. Segn informes de la ONU delao 2003, ms de 30 millones de perso-nas estn infectadas con el VIH en elfrica subsahariana. En el estado deBotswana, por ejemplo, el 40% de lasmujeres estn infectadas por VIH, y enel de Lesotho lo est un tercio del totalde la poblacin13. Por falta de medica-mentos antirretrovirales, tres millonesde africanos mueren todos los aos deSIDA.

    La industria farmacutica india degenricos ha sido hasta el momento fun-

    2. EL CASO DE LOS MEDICAMENTOS ANTI-SIDA ENFRICA

    El 23 de marzo de 2005, el parlamento indio se vio obligado a apro-bar, por imperativo de los acuerdos internacionales de la OrganizacinMundial del Comercio (OMC), una nueva ley de patentes que modifi-caba la de 1970 para que en el futuro la comercializacin de medica-mentos en India estuviera sometida al sistema de patentes. Hastaaquel momento, en caso de que los propietarios de las patentes hicie-ran un uso abusivo de las mismas (por ejemplo, proponiendo preciosinasequibles para la poblacin india), los laboratorios farmacuticos deIndia podan producir legalmente preparados genricos de medica-mentos que an estaban protegidos por patentes en los pases ricos.

    9

    12. PIGNARRE 12413. PIGNARRE, Philippe. El gran secreto de la industria farmacutica. Barcelona: Gedisa, 2005 (original

    francs de 2003) p.117

  • damental para asegurar el acceso a losmedicamentos a un porcentaje nfimo(menos del 1%) pero creciente de la po-blacin de los pases pobres, especial-mente el acceso a los medicamentos an-tirretrovirales necesarios para tratar lainfeccin por VIH. Gracias a esta librecompetencia que eliminaba el sistemade patentes, el precio del tratamiento an-tirretroviral se haba reducido en el ao2004 de 1.500 a 150 dlares por perso-na y ao14. Adems, dado que no ten-an que respetarse las patentes que obli-gan a producir cada medicamento porseparado, los laboratorios indios podancombinar los tratamientos mltiples enuna sola pastilla. La reduccin del cos-te y la simplificacin del tratamientoque supone la combinacin de tres prin-cipios activos diferentes en una nicapastilla han tenido efectos dramticosen la posibilidad de tratar con xito laepidemia de SIDA.

    A escala mundial, unas 350.000 per-sonas en tratamiento antirretroviral de-penden de la produccin de genricosen India. Este nmero representa la mi-tad de la totalidad que toma tratamien-to antirretroviral en los pases en vas dedesarrollo. Ello significa que menos deun 2,5% de los seropositivos por VIHreciben tratamiento en los pases en v-as de desarrollo. Millones de personasmueren todos los aos a causa de ello.Con el reforzamiento internacional delsistema de patentes, todos los medica-mentos creados entre 1995 y 2005 mstodos los que se creen a partir de 2005,

    estarn protegidos por la patente y noentrarn en competencia libre, con loque su precio puede encarecerse ms de10 veces (como mnimo). Y esto, encuanto a los medicamentos esencialespara tratar la infeccin de VIH, otras in-fecciones muy prevalentes y potencial-mente mortales (como la malaria o la tu-berculosis) o el cncer. Entre 1995 y2005 ha habido en India 8.926 deman-das de patentes que, debido a la nuevaley impuesta por la OMC, ahora debe-rn ser revisadas. De estas casi 9.000 pa-tentes, ms de 7.000 proceden de mul-tinacionales extranjeras, con el gigantefarmacutico Pfizer al frente.

    Pfizer es hoy la mayor compaa far-macutica del mundo, y uno de los prin-cipales agentes econmicos en EEUU.Pfizer dobleg al gobierno francs en2002 con la amenaza de retirarse deFrancia si sus demandas no eran atendi-das, es decir, si el gobierno francs po-na pegas a sus precios claramente abu-sivos; el gobierno francs cedi y nohubo escndalo15. Si un estado de laUnin Europea como Francia tuvo queceder a sus demandas, con qu fuerzapoltica podran oponerse a la imposi-cin de pactos bilaterales desventajososlos pases en vas de desarrollo?

    La relacin directa entre la imposi-cin de una patente y la mortalidad dela poblacin puede ejemplificarse con elcaso de Brasil. En Brasil, desde que sevotaron leyes que prohben patentar losmedicamentos aparecidos en el merca-do brasileo antes de 1997, pudieron

    10

    14. Nota de prensa de los responsables de la Campaa para el acceso a las medicinas esenciales de Mdicossin Fronteras (MSF). Prognosis: short term relief, long-term pain. The future of generic medicines madein India. 21 abril 2005

    15. PIGNARRE, p.140

  • producirse localmente equivalentes ge-nricos de 8 de los 12 antirretroviralesdisponibles mundialmente con una re-duccin de promedio del coste del 79%.En el ao 2003 se constat que se habaestabilizado la epidemia y se haba re-ducido la mortalidad a la mitad16. Conla nueva legislacin internacional laproduccin de genricos de Brasil tam-bin quedar bloqueada.

    Por su inters, reproduciremos acontinuacin algunos extractos de lacarta que Karim Laouabdia, portavoz dela campaa para el acceso a las medici-nas esenciales de Mdicos sin Fronteras(MSF), dirigi el 20 de septiembre de2005 a Pascal Lamy con motivo de sueleccin como director general de laOrganizacin Mundial del Comercio(OMC):

    11

    La crisis VIH/SIDA ha evidenciado la necesidad urgente de asegurar que losmedicamentos esenciales estn disponibles a precios asequibles. Hoy, aproxima-damente la mitad del milln de personas que reciben tratamiento antirretroviral enlos pases en vas de desarrollo dependen de la industria de genricos. Las dosiscombinadas que se producen en India simplifican enormemente la administracindel tratamiento antirretroviral y han jugado en papel crtico en hacer llegar el tra-tamiento a las reas de escasos recursos.

    La Declaracin de Doha de la OMC del ao 200117 represent un paso fun-damental para aumentar el acceso a los medicamentos. Esta declaracin apoyade forma clara a cualquier gobierno en la tarea de proteger la salud de su pobla-cin utilizando las brechas legislativas del ADPIC para superar las barreras im-puestas por el sistema de patentes, y ayuda a los pases menos desarrollados ex-tendiendo el periodo de transicin libre de patentes hasta el ao 2016.

    Desde entonces, sin embargo, hemos asistido al desmantelamiento sistemti-co de la Declaracin de Doha mediante acuerdos comerciales bilaterales que im-ponen niveles de proteccin de la propiedad intelectual mucho ms elevados quelos exigidos por la OMC.

    El impacto de la proteccin de patentes en los programas del VIH ser muyevidente en los prximos aos, en los que un nmero muy elevado de pacientesque se encuentran hoy en tratamiento se vern obligados a sustituir su actual tra-

    16. PIGNARRE, p.12717. La Declaracin de Doha (Qatar) de 2001 modific gracias a fuertes movilizaciones internacionales el

    escandaloso acuerdo de la OMC sobre la obligatoriedad de las patentes de 1994 (Acuerdo sobre losDerechos de la Propiedad Intelectual vinculados al Comercio, ADPIC en castellano y TRIPS en ingls).Algunas de las clusulas ms abusivas del ADPIC son: obligacin por parte del laboratorio que deseeproducir genricos de un medicamento patentado de comprar al propietario no slo el derecho de paten-te de aquel medicamento sino tambin de otros productos que ste quiera imponerle (ventas vinculadas);derecho del propietario de la patente a determinar la forma bajo la que el laboratorio comprador tieneque producir su producto genrico; obligacin del comprador a informar al propietario de la patente detodas las mejoras realizadas en el producto; limitacin o prohibicin de las exportaciones (cf.LECOURIEUX A. Patentes que Matan. A Le Monde Diplomatique. Diciembre 2005).

  • Menos de 3 meses despus de haberexpuesto la urgencia de esta situacinante la OMC, Mdicos sin Fronterasemita un comunicado de prensa en elque denunciaba que, adems de prohi-bir la produccin de genricos en los pa-ses pobres, las compaas farmacuti-cas se negaban a comercializar endichos pases los medicamentos que noles aportaban suficientes beneficios18.El ejemplo que ponan era el de la com-binacin antirretroviral Kaletra de la ca-sa Abbott. La casa Abbott ha comercia-

    lizado recientemente una versin delKaletra que no necesita refrigeracin. Apesar de la gran utilidad que un prepa-rado as tendra en el contexto africano,debido a las elevadas temperaturas y ala frecuencia con que se interrumpe elsuministro elctrico, la casa Abbott seha negado a comercializarlo en frica.En cuanto a otro de los medicamentosantirretrovirales recomendado por laOMS, el Tenofovir, la casa Gilead, quetiene su patente, tampoco lo ha comer-cializado en frica.

    1218. LORENZ J, BERMAN D. Companies not selling new AIDS drugs in Africa. MSF, 8 diciembre 2005.

    tamiento por medicamentos ms nuevos, de segunda lnea. Estos medicamentosson de promedio de 4 a 10 veces ms caros que los de primera lnea, y casi to-dos son o sern patentados en pases pobres que tendran la capacidad de pro-ducirlos en versin genrica (India, Brasil y Tailandia).

    (...) Adems, el impacto de la nueva legislacin de patentes no se limita a losmedicamentos antirretrovirales, sino que afectar de forma progresiva a todo elconjunto de enfermedades por lo que refiere a los medicamentos que se desarro-llen a partir de ahora.

    (...) Hasta el momento y en contra de las promesas realizadas el aumentode la proteccin de patentes en los pases en vas de desarrollo no ha contribui-do al incremento de la investigacin. Muchas enfermedades graves son simple-mente ignoradas. Vivimos las consecuencias de ello en nuestro da a da asis-tencial: cuando se trata de diagnosticar la tuberculosis en personas infectadaspor VIH; al tratar enfermedades tropicales como la leishmaniasis, que afecta a12 millones de personas; en el seguimiento de los infectados con el VIH y en eltratamiento de los nios con VIH...

  • 3.1. RIQUEZA Y PODER DE LAS GRANDES COMPAAS FARMACUTI-CAS

    3. RIQUEZA Y PODER CONTRA LOS POBRES

    El extraordinario incremento de poder poltico y econmico de lasgrandes compaas farmacuticas estadounidenses se inici con la leyde extensin de patentes (Ley Hatch-Waxman) que la mayora republi-cana de la era Reagan aprob en 1984, y se consolid con la creacinde la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) en 1994, destinada aasegurar que la globalizacin no atentara contra los intereses del grancapital19.

    13

    19. PIGNARRE, pp.13-1420. The Fortune 500, Fortune 18 abril 2005 (F28). Citado en AGNELL, p. xv21. www.documentacion.minhac.es

    Los mrgenes brutos de esta indus-tria son del 70 al 90% y su tasa de ga-nancias es la ms elevada de todas (se-gn la revista Fortune fue, en el ao2000, del 18,6%, versus el 15,8% de losbancos comerciales; la tasa de ganan-cias de Pfizer, la mayor compaa far-macutica, fue en el ao 2004 del 22%del total de las ventas, que fueron de 53billones de dlares20 (para poder eva-

    luar la potencia econmica de una em-presa as puede resultar ilustrativo hacernotar que el total de ingresos impositi-vos del conjunto del Estado espaolaquel mismo ao 2004 fue de 138 bi-llones de euros y que el total de ingre-sos derivados de las declaraciones deRenta fue de 32 billones de euros)21. Apesar de dichas ganancias billonarias, lacarga impositiva de la industria farma-

  • cutica es muy inferior a la media de lasempresas (de un 16,2% versus el 27,3%del promedio de la gran industria),mientras que su principal producto (losmedicamentos de receta) incrementa deprecio muy por encima del nivel de lainflacin (de un 6 a un 20% todos losaos)22. El lobby de las compaas far-macuticas de EEUU (la PhRMA) con-taba en el ao 2000 con 297 lobbystersprofesionales, es decir, uno por cada doscongresistas23. Dicho nmero que yasuperaba en mucho el de cualquier otrogrupo de presin, ha sido triplicado enlos ltimos aos, de modo que en 2002la PhRMA financi el trabajo de 675lobbysters, lo que significa que haba,trabajando en Washington, ms promo-tores de los intereses de las compaasfarmacuticas que congresistas24. Ello(como veremos en el apartado 3.2) hahecho posible que esta industria consi-guiera las ventajosas condiciones que lehan permitido dominar progresivamen-te el mercado mundial: el 60% de las pa-tentes de medicamentos son de EEUU,versus el 20% de la Unin Europea, yEEUU domina el mercado de los 50 me-dicamentos ms vendidos (todos, block-busters)25.

    Las exenciones y reducciones de im-puestos expuestas ms arriba y la mul-tiplicacin de leyes y pactos favorables

    a partir de la era Reagan muestran quela situacin actual de desproporcionadoprivilegio de que disfruta la industriafarmacutica no es fruto del libre mer-cado sino de una poltica deliberadadestinada a proteger una industria queen EEUU es tan estratgica como la delpetrleo.

    En el ao 2002, la suma de las ga-nancias de las 10 compaas farmacu-ticas ms importantes super las ga-nancias combinadas de las otras 490empresas que aparecen en la lista de las500 industrias ms provechosas de larevista Fortune (las 10 farmacuticasms importantes, juntas, tuvieron unbeneficio total de 35,9 billones de d-lares y las restantes 490 empresas, jun-tas, tuvieron un beneficio total de 33,7billones de dlares)26. La Dra. MarciaAgnell, editora jefe durante casi 20aos de la revista mdica de mayor im-pacto, el New England Journal ofMedicine, afirma lacnicamente: Unaindustria con tal volumen de gananciases como un gorila de 500 kg: hace loque quiere27. Y Philippe Pignarre, di-rectivo durante diecisiete aos de unagran compaa farmacutica y actual-mente profesor de la Universidad dePars-VIII, insiste en que el mercadono es ni ha sido nunca una realidadnatural sino cultural o social, o

    14

    22. El precio del conocido antialrgico de la casa Schering-Plough Claritine subi 13 veces en 5 aos, con unaumento total del precio del 50%, 4 veces por encima del aumento de la inflacin. Citado en AGNELL, p.xx

    23. PIGNARRE, p.1924. AGNELL, p. 19825. Recordamos que un blockbuster es un medicamento con un volumen de ventas anual superior a los mil

    millones de euros o de dlares.26. AGNELL, p. 1127. AGNELL, p. 3

  • sea, fruto de reglamentaciones y nor-mas que no regulan una realidad nat-ural previa al establecimiento de lasnormas sino que hacen posible, dana luz o modifican una realidad in-trnsecamente cultural. El mercadosiempre tiene normas que lo regulan. El

    mercado libre (libre mercado) noexiste; existe, eso s, el mercado salva-je, es decir, el mercado regulado segnlos intereses del rey de la selva o del go-rila de 500 kg, y el mercado menos sal-vaje, en el que las normas intentan tem-perar la avidez de los ms fuertes28.

    15

    3.2. CMO UTILIZAN LAS FARMACUTICAS SU PODER ECONMICO?

    28. PIGNARRE, p. 12929. HOUSE OF COMMONS. The Influence of the Pharmaceutical Industry. 22 marzo 2005. p.530. HOUSE OF COMMONS, p.731. HOUSE OF COMMONS, p.5

    Las grandes compaas farmacuti-cas utilizan hoy su riqueza y poder paradefender sus propios intereses a costadel bienestar, la salud y la vida de otraspersonas.

    De acuerdo con el informe elabora-do el ao pasado (2005) por la comisinde expertos del Parlamento ingls, losintereses de la industria farmacutica ylos del conjunto de la poblacin no coin-ciden: esta comisin constat que esesencial poner en marcha un rgimenregulador eficaz que consiga que la in-dustria farmacutica no perjudique elbien comn29 y determina que el ob-jetivo de los nuevos medicamentos de-bera ser conseguir que los pacientes ob-tengan un beneficio teraputico real30.Qu significa este lenguaje? ElParlamento tiene que regular que lascompaas farmacuticas se dediquen acrear medicamentos que sean tiles pa-ra los pacientes? Si no producen medi-camentos tiles, a qu se dedican hoypor hoy estas compaas? Cmo obtie-nen los mil millonarios beneficios que

    hacen que el mismo informe que esta-mos citando afirme que la industria far-macutica debe ser considerada una jo-ya en la corona inglesa porque es latercera industria ms rentable del pas,tras el turismo y la banca?31 Cmoconsigue sus beneficios esta industria sisu principal actividad no es realizar me-dicamentos tiles?

    Las principales estrategias utilizadashoy por la industria farmacutica paraobtener sus ganancias mil millonariasson las siguientes:

    1) comercializar y efectuar una ex-traordinaria presin propagandstica delos medicamentos que fabrica, aunqueno sean tiles y puedan ser nocivos e in-cluso mortales;

    2) explotar al mximo los medica-mentos (incluidos los esenciales) en for-ma de monopolio y en condiciones abu-sivas que no tienen en cuenta lasnecesidades objetivas de los enfermos nisu capacidad adquisitiva;

  • 3) reducir a la mnima expresin oeliminar totalmente, en algunos casos, lainvestigacin de las enfermedades queafectan principalmente a los pobres, por-que no resultan rentables, y concentrar-se en los problemas de las poblacionescon un alto poder adquisitivo, aun cuan-do no se trate de enfermedades (como laproliferacin de medicamentos an-tienvejecimiento);

    y 4) forzar las legislaciones naciona-les e internacionales a que favorezcansus intereses, aunque sea a costa de la vi-da de millones de personas.

    3.2.1. Medicamentos intiles,nocivos e incluso mortales

    Datos de la agencia reguladora de losmedicamentos de EEUU (FDA)32muestran que entre 1998 y 2002 se re-gistraron 8 suicidios en EEUU entre en-fermos de epilepsia que tomaban gaba-pentina de la casa Pfizer (su nombrecomercial es Neurontin). En el primersemestre de 2003, el nmero de suici-dios registrado fue de 17. Despus deque un bufete de abogados estadouni-dense hiciera pblicos dichos datos y seabriera un registro propio de los citadosincidentes, en los 12 meses que van deseptiembre de 2003 a agosto de 2004 sedocumentaron 2.700 intentos de suicidioentre los enfermos que tomaban gaba-pentina, de los que 200 terminaron conla muerte del enfermo. 2.500 intentos fa-

    llidos y 200 muertes en 12 meses. En no-viembre de 2004 la revista BritishMedical Journal (BMJ) informaba delhecho que, una vez se les haban remiti-do los datos, ni la compaa Pfizer ni laagencia reguladora FDA haban tomadotodava medida alguna, ni siquiera la deindicar en el prospecto el incremento delriesgo de suicido33. En el momento deescribir estas lneas he consultado la p-gina web de la compaa Pfizer. En losadvertimientos, Pfizer deja constanciade la posibilidad que el Neurontin incre-mente el riesgo de suicido, pero para en-contrar esta informacin tienen que le-erse 26 pginas de explicacionesfarmacolgicas y de posibles efectos se-cundarios34.

    En cuanto al antidepresivo sertralina(Zoloft), tambin de la casa Pfizer, elmismo BMJ informaba que la compa-a haba ocultado informacin sobrelos posibles efectos secundarios de in-tento de suicidio y agresividad35. Tras elcaso de Christopher Pittman (un nio de12 aos que empez a mostrar un com-portamiento altamente agresivo a laspocas semanas de iniciar un tratamien-to con sertralina y que, dos das despusde que le doblaran la dosis, asesin a susabuelos e incendi su casa) y una acu-mulacin de evidencias en dicho senti-do, la agencia europea de regulacin delos medicamentos finalmente ha des-aconsejado su uso en menores36.

    Los medicamentos intiles se cono-cen en el argot farmacutico con el nom-

    16

    32. Food and Drug Administration (FDA)33. EATON, Lynn. More surveillance of drugs is needed to protect public. BMJ, 2004; 329:112434. www.pfizer.com/pfizer/download/uspi_neurontin.pdf35. LENZER, Jeanne. Documents missing from a 10 year old murder case sen to the BMJ. BMJ, 2004; 329:

    136536. EATON, Lynn. Regulator restricts use of SSRIs in children. BMJ, 2005;330:984

  • bre de medicamentos yo tambin(me-too drugs). Estos medicamentos sedisean y comercializan con el objetivode sustituir a un medicamento anteriorcuya patente est a punto de expirar. Porlo que refiere a sus propiedades tera-puticas, son esencialmente las mismasque las del medicamento anterior pero,dado que se aprueban como si fueranmedicamentos nuevos, la compaa far-macutica que los fabrica tiene derechoa explotarlos en rgimen de monopolioprotegido por el derecho de patente du-rante unos cuantos aos. El xito de losmedicamentos intiles se explica nica-mente por el poder del marketing sobrelos mdicos y los pacientes (vase elapartado 4.2).

    Un ejemplo de estos medicamentossera la cerivastatina de la casa Bayer(sus nombres comerciales son Baycol,Lipobay, Cholstat y Staltor), un medi-camento anticolesterol que en el ao2001 tuvo que ser retirado del mercadocuando se comprob que haba sido elcausante de 1.100 casos de rabdomioli-sis severa (destruccin muscular quepuede ser irreversible) y de un centenarde muertes37.

    Otro ejemplo an ms reciente es elde los antiinflamatorios Vioxx (de la ca-sa Merck) y Bextra y Celebrex (dePfizer). Estos medicamentos no demos-traron ningn beneficio objetivo en losensayos clnicos previos a su comercia-lizacin que los comparaba con otrosantiinflamatorios ya existentes38, pero

    en 1998 y 1999 recibieron el visto bue-no de las agencias reguladores porquese esperaba que tuvieran menores efec-tos secundarios. En septiembre de 2004,Vioxx se retir del mercado despus deque se constatara que sus efectos se-cundarios no slo no eran menores sinoque incluso eran mortales (ataques alcorazn y embolias). La agencia regu-ladora de los medicamentos en EEUUconsider que Vioxx poda haber sidoresponsable de 27.785 muertes por ata-que al corazn entre 1999 y 200339. Enabril de 2005, Bextra y Celebrex (dePfizer) se retiraron tambin del merca-do tras unos cuantos meses de estira yafloja con las autoridades sanitarias quepusieron de manifiesto la gran influen-cia poltica de estas compaas40.

    Cuando se desarrolla un nuevo me-dicamento, siempre existe un riesgo deefectos secundarios no deseados que nohan podido detectarse en la fase de es-tudio. Hay que contar con ello. Pero, en-tonces, si todo nuevo medicamento tie-ne un riesgo potencial de causar efectossecundarios serios o incluso la muerte,por qu se desarrollan medicamentosnuevos que no aportan ninguna mejorateraputica respecto a otros ya existen-tes? Por qu los producen los labora-torios? Por qu las agencias regulado-ras los aprueban? Por qu los mdicoslos recetan?

    Dentro de este apartado de comer-cializacin injustificada, deben mencio-narse por ltimo los medicamentos des-

    17

    37. PIGNARRE, p. 37; AGNELL, p. 81; vegeu tamb www.humanite.fr38. AGNELL, p. 269; PIGNARRE, p. 14339. Estudi de David GRAHAM, director associat de cincia de l'oficina per la seguretat dels medicaments de

    l'agncia reguladora dels medicaments dels EEUU (FDA's Office of Drug Safety). Citat a www.consu-meraffairs.com i a l'informe HOUSE OF COMMONS, pgina 4.

    40. AGNELL, pp. 270-72

  • tinados a curar enfermedades como ladisfuncin sexual femenina que la in-dustria farmacutica ha creado segnsus intereses.

    Algunos ejemplos de condicionesde la vida humana etiquetados comoenfermedad para poder comerciali-zar medicamentos que las sanen seranla menopausia (para poder vender tra-tamientos hormonales sustitutivos quehoy en da han demostrado un inacep-table nivel de efectos secundarios); latristeza ms o menos fisiolgica, adap-tativa o incluso creativa, que se etique-ta de depresin, para poder vender an-tidepresivos (que ya hemos visto quepueden causar homicidios y suici-dios)41; y las dificultades de memoriapropias de la gente mayor que se eti-quetan como dficit cognitivo inci-piente para poder vender medicamen-tos antidemencia (al saber que sufrendemencia los ancianos se deprimen yentonces, adems del medicamento an-tidemencia, puede vendrseles un anti-depresivo). En ingls tienen una ex-presin popular para denunciar estapenetracin abusiva del modelo mdi-co en mbitos de la vida que no le sonpropios; dicen: a pill for every ill42.

    El informe 2005 de la comisin deexpertos del Parlamento ingls consta-ta que en 2003 se vendieron en

    Inglaterra 650 millones de medica-mentos de receta (o sea, sin tener encuenta todos los medicamentos quepueden adquirirse directamente en lafarmacia sin que los recete un mdi-co). Este nmero refleja un incremen-to del 40% respecto a los medicamen-tos vendidos 10 aos antes y significaque cada ciudadano ingls toma unamedia de 13,1 medicamentos de rece-ta al ao43.

    Este mismo informe especifica queest claro que no puede acusarse ensolitario a la industria farmacutica delproblema de la medicalizacin de lasociedad, pero dicha industria ha exa-cerbado el problema estimulando unaconfianza enfermiza en el uso de losmedicamentos; la tendencia actual escatalogar cada vez ms y ms indivi-duos como 'anormales' y necesitadosde tratamiento farmacolgico44.Segn la red de centros regionales defarmacovigilancia de Francia, todos losaos, 1.300.000 franceses son hospitali-zados en el sector pblico por efectos in-deseables de un medicamento. Este n-mero es el 10% del total de lashospitalizaciones. De estas personas,una tercera parte se encuentran en esta-do grave y 18.000 mueren cada ao (eldoble del nmero de muertes por acci-dentes de carretera)45.

    18

    41. HOUSE OF COMMONS, p. 8, constata que un 65% de persones que prenen antidepressius no els necessiten.Entre un 65 i un 95% la indicaci s dubtosa. Noms en un 5% dels casos l'antidepressiu est justificatmdicament.

    42. Podrem traduir "una prescripci (farmacutica) per a cada preocupaci".43. HOUSE Of COMMONS, p. 744. HOUSE Of COMMONS, p. 445. PIGNARRE, p.147. A Anglaterra, les hospitalitzacions a causa d'efectes secundaris de medicaments repre-

    senten un 5% del total (cf. HOUSE Of COMMONS, p. 4).

  • 3.2.2. Explotacin de medicamentosesenciales en condicionesabusivas

    Al discutir la comercializacin de losantirretrovirales en frica, hemos vistoel brutal impacto que la nueva legisla-cin sobre patentes, en vigor en 2005,tiene sobre el acceso a los medicamen-tos esenciales en los pases pobres.Pignarre caracteriza as la respuesta delas grandes compaas farmacuticas alas denuncias que les llegan de las orga-nizaciones humanitarias:

    La industria farmacutica explicaque todo ataque al derecho de patentesen el Tercer Mundo, y en particular enfrica, con relacin a los medicamen-tos contra el SIDA, significar el finalde unas investigaciones que ya nadiequerr financiar. (...) No obstante, si sesigue dicho razonamiento, el progresono podra continuar sin el precio de mi-llones de vidas humanas que habitan enel Tercer Mundo, y ello teniendo encuenta que este progreso del que se ha-bla es slo una promesa Incluso sifuera una promesa plausible, se tratarade optar por prolongar la duracin y la

    calidad de vida de las poblaciones pri-vilegiadas del Norte a costa de acortarde forma inmediata, en decenas de aos,la esperanza de vida en el Sur. Lo queequivale a condenar al 90% de quienestienen necesidad de medicamentos paraseguir viviendo, para que los precios si-gan siendo elevados para el 10% de losprivilegiados! Esta dialctica obscenaen la que, de modo unnime, quiere en-cerrarnos la industria farmacutica delos pases ricos, es el inicio de un reina-do de terror46.

    En plena polmica sobre la obligato-riedad impuesta a los pases pobres derespetar las abusivas patentes de los an-tirretrovirales a costa de la vida de susciudadanos, la Oficina Mundial de laPropiedad Intelectual (OMPI) que for-ma parte de la ONU elabor un docu-mento de propaganda a favor de las com-paas farmacuticas en el que tachabande mitos y se refutaban con argumen-tos falsos las seis acusaciones principa-les contra el sistema de patentes.Reproducimos en versin resumida laformulacin que hizo la OMPI de talesmitos y algunos de los comentariosque hace sobre ello Ph. Pignarre47:

    19

    1. Las dificultades de acceso a la atencin sanitaria y de disponibilidad de me-dicamentos esenciales son consecuencia del sistema de patentes.

    Si ello es un mito, por qu los pases que no respetaron el sistema de patentes(como India) han podido actuar mucho mejor contra el SIDA que los pases que,por las buenas o por las malas, tuvieron que aceptarlos?

    2. El coste elevado de los medicamentos es principalmente una consecuenciadel sistema de patentes que permite que los industriales fijen precios artificial-mente elevados.

    46. PIGNARRE, p. 12147. PIGNARRE, pp. 125-27

  • El abuso del actual sistema deexplotacin de patentes no afecta slo alos pases del Tercer Mundo. En los pa-ses ricos, cada vez hay ms gente quetiene dificultades para pagar el precio delos tratamientos prescritos. Estas perso-nas tienen que hacer equilibrios entre las

    facturas de alimentacin o de calefac-cin y las de los medicamentos. Para re-ducir gastos, hay quien toma sus medi-camentos da s da no, y quien loscomparte con otros miembros de la fa-milia. En EEUU no es raro que el preciode tomar un medicamento durante un

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    Si ello es un mito, por qu el fluconazol, un medicamento utilizado en enfer-mos de SIDA, tiene un precio de mercado que vara entre 14 y 25 euros en lospases donde Pfizer ha mantenido su monopolio y de slo 0,75 euros en los pa-ses donde existen genricos? Por qu la compaa india de genricos Cipla pro-pone a MSF un coste anual de la triterapia antisida de 350 euros por pacientecontra los 10.400 euros exigidos por los laboratorios occidentales?

    3. El sistema de patentes favorece los intereses de los industriales a expensas delbien comn.

    A la prctica existe contradiccin entre los intereses de los industriales y el biencomn. El mercado en general muy particularmente el mercado de los medica-mentos no es libre; est sometido a regulacin en todos los pases. Actualmente,esta regulacin favorece a los industriales. Como recomienda el comit de ex-pertos del Parlamento ingls, deberan modificarse las normas en favor de la sa-lud pblica.

    4. El sistema de patentes imposibilita una autntica competencia.Eso nadie lo dice. S permite la competencia, pero conforme a unas reglas queno favorecen el bien comn.

    5. El sistema de patentes es singularmente injusto con los pases subdesarrolla-dos, que deben dar respuesta a situaciones sociales y econmicas muy comple-jas y deberan estar exentos de las obligaciones ligadas a la propiedad intelec-tual internacional, especialmente en el caso de ciertos medicamentos.

    Ello no slo no es un mito sino que se trata de una urgencia sanitaria de primeramagnitud. Debe instaurarse un forum internacional en el que EEUU no posea de-recho de veto.

    6. Los tratados internacionales sobre la proteccin mediante patentes impidenel ejercicio del derecho humano fundamental a disponer de los medicamentosque pueden salvar la vida.

    Como hemos visto, hay casos en que esto es cierto. Es preciso un nuevo sistemade patentes.

  • ao sea de 1.500 dlares. Las personasde ms de 65 aos toman en este pas (ycada vez ms tambin en el nuestro) unamedia de 6 medicamentos. Ello repre-senta un gasto de 9.000 dlares al ao48.

    3.2.3. Investigacin en funcindel beneficio econmicopotencial

    En 2001, el grupo de Mdicos sinFronteras (MSF) para el estudio de lasenfermedades olvidadas public un in-forme titulado Desequilibrio fatal queimpact a la opinin pblica. MSFmont una exposicin itinerante paradar a conocer mejor los resultados de suinvestigacin. El informe concluy quelas enfermedades que afectan principal-mente a los pobres no tienen demasia-das opciones teraputicas disponibles ycasi no se investigan, a pesar de queafecten de forma grave o mortal a mi-llones de personas y sean potencial-mente curables. Las enfermedades queafectan principalmente a los pobres seinvestigan poco y las enfermedades queafectan slo a los pobres no se investi-gan nada. Algunas de estas ltimas notienen opcin teraputica alguna, comola fase crnica de la enfermedad deChagas, una infeccin que afecta a mi-llones de personas en Latinoamrica.

    El ttulo del informe, Desequilibriofatal, se refiere al hecho de que slo el10% de la investigacin sanitaria mun-dial (la de las compaas farmacuticasms la de todos los gobiernos y uni-versidades del mundo) est dedicada aenfermedades que afectan al 90% de

    los enfermos del mundo. Es conocidoel escandaloso desequilibro de riquezade nuestro mundo, donde el 20% de lapoblacin mundial disfruta y malgastael 80% de la riqueza del planeta, y el80% de la poblacin malvive y muerecon el 20% restante de los recursos.Podra pensarse que en el mbito de lasenfermedades el desequilibrio podracorregirse en parte porque es un temaque despierta la compasin y las ganasde ayudar, y donde hay muchas orga-nizaciones internacionales implica-das Pues bien, el desequilibro entrepobres y ricos propio de nuestro mun-do no slo no se reduce en cuanto a ladisponibilidad de medicamentos, sinoque resulta mucho peor. El 90% de losrecursos sanitarios son dedicados a in-vestigar las enfermedades que afectanal 10% de los enfermos (los del PrimerMundo), y slo un 10% de los recursosse dedican a investigar las enfermeda-des que afectan al 90% de los enfer-mos. Este dato se conoce como des-equilibrio 10/9049.

    Las enfermedades tropicales son en-fermedades olvidadas. Del total de 1.393medicamentos comercializados entre1975 y 1999, slo 13 (1%) estabandestinados al tratamiento de una enfer-medad tropical. Las enfermedades olvi-dadas incluyen: la malaria, la tuberculo-sis, la enfermedad del suelo(tripanosomiasis africana), la enferme-dad de Chagas (tripanosomiasis sudame-ricana), la lcera de Buruli, el dengue, laleishmaniasis, la lepra, la filariasis y laesquistosomiasis. Excepto las dos prime-

    21

    48. AGNELL, pp. xxi-xxii49. Fatal Imbalance MSF, p.10

  • ras, todas estas enfermedades afectan ca-si exclusivamente a los pobres.

    Hasta hace muy poco, los pacientesque sufran la enfermedad del sueo s-lo tenan una opcin teraputica, muydolorosa y altamente txica, porque elmedicamento contena arsnico. Paralos que sufren de forma crnica la en-fermedad de Chagas, no existe an tra-tamiento (la enfermedad slo se da enLatinoamrica y recibe el nombre delmdico brasileo que la describi porprimera vez en 1909). El agente causales un parsito trasmitido por insectosque pican a las personas y les inoculanla infeccin. La fase aguda tiene unamortalidad muy alta, sobre todo en ni-os, y la fase crnica tiene un 32% demortalidad por las lesiones cardiacas ydigestivas ocasionadas por la multipli-cacin del parsito. Se estima que unos20 millones de personas sufren dicha en-fermedad.

    Los autores del informe de MSF, encolaboracin con la Escuela de SaludPblica de Harvard, enviaron un cues-tionario a las 20 compaas farmacuti-cas ms importantes del mundo solici-tndoles informacin sobre susprogramas de investigacin. Slo 11empresas respondieron; entre ellas, 6 delas 10 ms importantes. Como hemosvisto, estas compaas son gigantes em-presariales con miles de millones de be-neficios anuales. De estas 11 empresas,no haba ninguna que investigara la en-fermedad del sueo y slo 3 invirtieronalgo en una de las otras dos enfermeda-des ms olvidadas del mundo: la enfer-medad de Chagas y la leishmaniasis.

    Se puede objetar que las empresasprivadas tienen derecho a invertir su di-nero all donde les plazca, pero resultaque el dinero que financia las investiga-ciones no es slo privado, sino que en 6de las 11 compaas procedan de con-venios con la sanidad pblica. Es decir,que el pblico en general pagamos dosveces por el mismo producto y, adems,no tenemos control democrtico sobrelas prioridades con que se gasta dicho di-nero. Pagamos primero para financiarlas investigaciones y despus para ad-quirir el producto. As no es de extraarel nivel de beneficios! De los 17 ensayosclnicos que validaron los 5 medica-mentos ms vendidos durante elao1995 (Zantac, Zovirax, Capoten, Va-sotec y Prozac), slo 1 haba sido finan-ciado por la industria farmacutica. Delconjunto de estudios que fueron rele-vantes para llegar a desarrollar estos cin-co medicamentos, slo un 15% fueronfinanciados por la industria farmacuti-ca; el 55% del trabajo de investigacinprovino de NIH (institucin pblica quedepende del gobierno de EEUU y es fi-nanciada a travs de los impuestos) y el30% restante, de instituciones acadmi-cas de fuera de EEUU, financiadas en sumayora tambin con dinero pblico50.Un estudio de The Boston Globe sobrelos 50 medicamentos ms vendidos del1992 al 1997 demostr que 45 haban re-cibido financiacin pblica51. Los in-vestigadores de MSF dejan claro que noson slo los laboratorios los responsa-bles del desequilibrio fatal, sino todas lasinstituciones pblicas y privadas que co-laboran para que la produccin de medi-

    22

    50. AGNELL, p. 6551. AGNELL, p. 65

  • camentos se oriente de forma exclusivaa la ganancia econmica y se menos-precie el sufrimiento de los enfermos52.Si, como hemos visto, las enfermedadesms estudiadas no son las enfermedadesms graves que afectan a la humanidad,cules son, pues? Segn el mismo in-forme de MSF, en 2001 la mayor partede los esfuerzos financieros e intelec-tuales de la investigacin sanitaria de to-do el mundo fueron destinados a inves-tigar la impotencia, la obesidad y elinsomnio53.

    Adems de no ser tenidos en cuentacuando de trata de decidir las priorida-des de la investigacin de nuevos medi-camentos, los enfermos de los pases po-bres especialmente los africanos sonutilizados como cobayas para obtenerinformaciones sanitarias varias que des-pus rentabilizarn sin que ningn por-centaje de los beneficios obtenidos re-torne a aqullos que quizs han pagadocon su vida. En Kenya, por ejemplo, ybajo la responsabilidad de laUniversidad de Washington, se realiza-ron, a finales de la dcada de los noven-ta, estudios clnicos para observar laevolucin natural de la enfermedad delSIDA. Lo que significa que, con la ex-cusa de que hubieran muerto igualmen-te, se someti a centenas de africanos apruebas complementarias para analizarcmo iban deteriorndose hasta la muer-te a medida que avanzaba la infeccin

    sin ofrecerles en ningn momento el tra-tamiento que podra haberla detenido54.

    En 2000, David Rothman, en el es-tudio La vergenza de la investigacinmdica, demostr que en 15 de los 16ensayos clnicos que se llevaban a caboen pases en vas de desarrollo para es-tudiar un mtodo ms econmico deprevenir la trasmisin del virus del SI-DA durante el embarazo, las mujeres delos grupos de control recibieron un pla-cebo (una pastilla de azcar) en vez deltratamiento con AZT que est demos-trado que evita la trasmisin maternofe-tal del virus. Segn la convencin deHelsinki para los protocolos ticos de lainvestigacin mdica, lo que debera ha-berse hecho habra sido comparar lanueva alternativa teraputica con el tra-tamiento ms eficaz de todos los exis-tentes. Esto es lo que hizo la Escuela deSalud Pblica de Harvard en su estudioen Tailandia. Fueron los nicos que lohicieron as. El resto de los estudiosque reclutaron a un total de 17.000 mu-jeres permitieron que la mitad de di-chas mujeres se sometieran a las ex-tracciones de sangre y las pruebascomplementarias requeridas en los pro-tocolos de estudio y tomaran diaria-mente una pastilla que era de azcar yno serva para nada mientras su saludiba empeorando por falta de tratamien-to y el virus iba infectando a los hijosque llevaban en su vientre55.

    23

    50. AGNELL, p. 6551. AGNELL, p. 6552. MSF, p. 1053. MSF, p. 1254. PIGNARRE, p. 15055. ROTHMAN, David. The shame of medical research. The New York Review of Books, 30 noviembre 2000.

    Citado en Pignarre, p. 150.

  • 3.2.4. Manipulacin de la legislacindel propio pas y de los acuerdosinternacionales

    Que la industria farmacutica dispo-ne en EEUU (sede de las compaas quedominan el mercado global) de un n-mero de lobbysters profesionales supe-rior al nmero de congresistas, signifi-ca a la prctica que cada parlamentariotiene asignado uno o ms de estos pro-fesionales que estudian su perfil psico-lgico, su historia personal y laboral ydetectan los puntos dbiles por los quepueden presionarle para que vote oproponga en el Parlamento leyes favo-rables a los intereses de la industria far-macutica (que, como hemos visto, soncontrarios al bien comn) y para que vo-te en contra o desestime las propuestascontrarias a dichos intereses. En el ao2002, 26 de estos 675 lobbysters eran exparlamentarios, y 342 de estos 675 eranex trabajadores del Parlamento, y 20 ha-ban detentado cargos directivos56.

    Ala par que buscan influir en los msaltos niveles del gobierno supuestamen-te democrtico de EEUU, las compa-as farmacuticas han empezado otra es-trategia: promover organizaciones quese presenten a s mismas como iniciati-vas espontneas promovidas y gestiona-das por ciudadanos preocupados por untema que les afecta, cuando en realidaddichos ciudadanos son trabajadores delas compaas farmacuticas pagadospara promover los intereses de estascompaas desde abajo y sin que senote57. Estas asociaciones son especial-mente tiles cuando se empieza a hablarde la posible retirada del mercado de un

    medicamento nuevo debido a sus efec-tos secundarios. Cuando pasa algo as,estas asociaciones espontneas sequejan y se ocupan de bombardear a losmedios de comunicacin con un alud detestimonios de pacientes que declaranhaber experimentado una gran mejoracon el nuevo medicamento que ahoraquiere retirarse y que no haban experi-mentado nunca antes con ningn otromedicamento (y que, a cambio de su tes-timonio, reciben dinero u otras compen-saciones de parte de las compaas far-macuticas que comercializan elmedicamento que ellos declaran que lesresulta vital).

    Consecuencia directa y nefasta deesta indebida influencia y de estaantidemocrtica manipulacin es que nila agencia reguladora de los medica-mentos de EEUU (la FDA) ni ningunaotra agencia reguladora del mundo exi-gen lo que parece lgico y natural en unmercado tan sensible como el de los me-dicamentos: teniendo en cuenta que losefectos secundarios de un medicamentonuevo pueden ser mortales, parece ob-vio que la agencia reguladora exija que,para dar el visto bueno necesario paracomercializar un medicamento nuevo,tenga que demostrarse que este medica-mento es mejor que los tratamientos dis-ponibles hasta el momento. Esto no fun-ciona as. Para poder comercializar unmedicamento nuevo basta con demos-trar que es mejor tomarlo que no seguirtratamiento alguno. As, los estudiosclnicos no se llevan a cabo comparan-do la eficacia del nuevo medicamentocon alguno de los antiguos, sino com-

    24

    56. AGNELL, p. 19857. AGNELL, p. 201

  • parndola con la del placebo (unapastilla de azcar).

    Que para patentar un medicamentonuevo no se requiera demostrar que es-te medicamento representa una mejorasobre los ya existentes explica la proli-feracin de los medicamentos de yotambin. Medicamentos que, ademsde ser intiles, pueden provocar lamuerte o enfermedades graves e irre-versibles. Para una compaa farmacu-tica es mucho ms rentable imitar unmedicamento ya existente y comerciali-zarlo con una patente nueva cuando sele acabe el derecho a explotar en rgi-men de monopolio la patente del pri-mero que investigar nuevas molculasdesde el principio. Del ao 2000 al ao2004 se aprobaron en EEUU 314 me-dicamentos nuevos de los que slo 32pueden considerarse realmente nue-vos58.

    Como veremos, esta posibilidad derentabilizar la industria produciendomedicamentos que son simples imita-ciones de otros ya existentes y que nosignifican innovacin alguna tiene mu-cho que ver con la crisis en que se en-cuentra esta industria actualmente (verel apartado 4.1).

    Que las agencias reguladoras exijanque los nuevos medicamentos demues-tren ser una mejora para poder paten-tarse parece una demanda bsica, peroquizs ms bsico sera todava que losmedicamentos fueran evaluados por or-ganismos independientes y no por losmismos que tienen que explotarlos eco-nmicamente. En estos momentos, nin-gn pas en el mundo cuenta con un or-

    ganismo independiente para evaluar laeficacia y la seguridad de los medica-mentos. Las agencias reguladoras exis-tentes evalan los datos que les ofrecenlas compaas farmacuticas, pero nollevan a cabo ningn estudio propio. Lascompaas farmacuticas fabrican losmedicamentos, los evalan y los co-mercializan. La nica tarea que quedafuera de sus competencias directas es lanecesaria aprobacin previa a su co-mercializacin. sta es competencia delas agencias reguladoras que son lasmismas que, una vez un medicamentoha sido aprobado, velan tambin paradetectar la aparicin de efectos secun-darios no previstos y son responsablesde ordenar la retirada de un medica-mento del mercado si sus efectos se-cundarios se demuestran peligrosos.Han intentado las compaas farma-cuticas utilizar su inmenso poder paracontrolar tambin las agencias regula-doras? La respuesta es s. Lo han con-seguido? En EEUU, en buena parte, s.Vemoslo.

    En el ao 1992, el Congreso de losEEUU aprob una ley que permita a lascompaas farmacuticas acelerar latramitacin de las nuevas patentes acambio de una compensacin econmi-ca59. La forma como funciona es quecualquier compaa farmacutica quedesee patentar un nuevo medicamentopuede pagar si quiere una suma con-siderable a la agencia reguladora FDApara que sta pueda contratar ms tra-bajadores y as pueda decidirse con ma-yor diligencia si un determinado medi-camento debe o no aprobarse.

    25

    58. AGNELL, p. 23459. Prescription Drug User Free Act, 1992.

  • Oficialmente, no se trata de comprar elvisto bueno gubernamental, sino sim-plemente de contribuir econmicamen-te al mejor funcionamiento de la agen-cia reguladora. A la prctica, sinembargo, lo que nos encontramos es quelos lugares de trabajo de los funciona-rios que tiene que aportar la informacinnecesaria para que se decida si un me-dicamento se aprueba o no dependen enltimo trmino de la compaa farma-cutica que tiene inters en patentar di-cho medicamento60. En estas condicio-nes, no es de extraar que desde que seaprob la citada ley haya habido un in-cremento no del nmero de patentesconcedidas (cosa lgica si se tiene encuenta que se ha aumentado el nmerode trabajadores) sino de su porcentaje(antes se evaluaban, por ejemplo, 10medicamentos nuevos cada ao y seconceda el visto bueno a 5; ahora seevalan, por ejemplo, 100 y se concedeel visto bueno no a 50, como cabra es-perar, sino a 80). Esta situacin irregu-lar y comprometedora de la neutralidadde los investigadores de la FDA no ha-bra sido posible sin que la industria far-macutica controlara al mismo tiempoel nombramiento del mximo cargo di-rectivo de la FDA (cosa que ha hecho,por ejemplo, al bloquear en el ao 2002la candidatura del respetado catedrticode farmacologa Dr. Alastair Wood enfavor del poco reconocido Dr. MarkMcClellan que, a parte de ser hermanodel secretario de prensa de la CasaBlanca, tena el mrito de estar total-mente a favor de la poltica del lobby de

    las compaas farmacuticas PhRMA yde sus prcticas fraudulentas. El Dr.McClellan ha sido la mxima autoridadde la FDA del ao 2002 al ao 2004)61.

    Pero eso no es todo. En 1997, elCongreso legisl que una compaa in-formtica llamada Drugdex estaradesde aquel momento (adems de lasdos compaas sin nimo de lucro quehaban realizado hasta entonces ese tra-bajo) autorizada a elaborar y distribuir acambio de una suscripcin anual de3.823 dlares un listado propio de losusos de los medicamentos destinado aampliar de forma oficial los usos reco-nocidos por la agencia reguladora FDAen el momento de garantizar la patente.

    Podemos preguntarnos: es posibleutilizar un medicamento para un uso noreconocido por la agencia reguladora delos medicamentos? La respuesta es s,porque los mdicos estamos en princi-pio autorizados a utilizar los medica-mentos de la forma y en la dosis que nosparezcan oportunas, siempre bajo nues-tra responsabilidad y siendo concientesque podemos ser denunciados si reali-zamos un uso indebido de los mismos.Pero un uso indebido no equivale a unuso no sancionado por la agencia regu-ladora. Los mdicos tenemos que con-tar con un margen de maniobra recono-cido y respetado y es correcto que assea. Sin embargo, una cosa es permitirque cada mdico utilice su criterio cl-nico como le parezca oportuno bajo suresponsabilidad directa y otra muy dis-tinta es crear, con el amparo parlamen-tario, un segundo listado oficial de usos

    26

    60. AGNELL, 208-11.61. AGNELL, 211-14.

  • de los medicamentos paralelo al de laagencia reguladora de los medicamen-tos y mucho ms amplio.

    El beneficio directo para la industriafarmacutica est claro: cuantas ms in-dicaciones tengan los medicamentos,mayor mercado potencial. La empresaDrugdex no pertenece a ninguna com-paa farmacutica, pero forma partedel grupo empresarial Thomson Corpo-ration, dedicado a organizar e impartircursos de formacin permanente paramdicos. El vnculo con las compaasfarmacuticas se establece de la si-guiente forma:

    1) una compaa farmacutica tieneinters en ampliar las indicaciones deunos de medicamentos;

    2) entra en contacto con Drugdexpara solicitarle que incluya la nueva in-dicacin en su lista;

    3) Drugdex la incluye sin evaluarcon suficiente rigor los datos aportadospor la compaa farmacutica;

    4) a cambio, la compaa farmacu-tica financia un curso de formacin per-manente impartido por los profesiona-les del grupo empresarial Thomson, alque pertenece Drugdex;

    5) para terminar de pulirlo, el temadel curso es, naturalmente, las nuevasindicaciones del medicamento en cues-tin.

    A medida que el curso se imparte enms y ms centros mdicos, el grupoThomson sale ganando porque imparteel curso y cobra por ello, y la compaa

    farmacutica sale ganado porque losmdicos aleccionados por los profesio-nales de Thomson empiezan a recetar elmedicamento en cuestin para las nue-vas indicaciones y amplan as obedien-temente el mercado y los beneficios.Los mdicos que recetan medicamentospara indicaciones listadas en Drugdexestn cubiertos legalmente si surgencomplicaciones. Adems, el programapblico Medicare que ayuda a las per-sonas mayores de EEUU a pagar el pre-cio de las recetas de medicamentos estobligado por ley a remunerar al menosparcialmente las recetas si las indica-ciones estn listadas en Drugdex62.

    A travs del programa Medicare seproduce una transferencia directa de di-nero pblico a los fondos de las compa-as farmacuticas; el resto de sus be-neficios proceden de los bolsillos de lospacientes estadounidenses, especial-mente de los ms mayores, que son losque toman ms medicamentos.

    El medicamento Neurontin (gaba-pentina), del que he hablado en el apar-tado 3.2.1, adems de servir para la epi-lepsia, la indicacin mdica para la quese le reconoci la patente, puede seroficialmente utilizado para 48 indica-ciones ms segn la lista de Drugdex.Estas indicaciones adicionales incluyencausas tan comunes como el hipo, el tra-tamiento para dejar de fumar o la mi-graa. Debe recordarse aqu lo dicho enel apartado 3.2.1 del Neurontin: en pri-mer lugar, es un medicamento de los deyo tambin, es decir, que no deberahaber sido aprobado, en primer lugarporque no aporta ningn beneficio real,y en segundo lugar porque en los 12

    2762. AGNELL, 202-06

  • meses que van de septiembre de 2003 aagosto de 2004 se documentaron 2.700intentos de suicidio entre los enfermosque tomaban Neurontin, de los que 200terminaron con la muerte del enfermoy porque en los advertimientos, Pfizerdeja constancia de la posibilidad que elNeurontin incremente el riesgo de suici-do, pero para encontrar esta informacintienen que leerse 26 pginas de explica-ciones farmacolgicas y de posiblesefectos secundarios63. Cmo puedeser que se apruebe oficialmente un me-dicamento con dicho perfil de efectos se-cundarios para tratar 48 condicionesmdicas distintas?

    En este contexto, no es de extraarque la comisin de expertos delParlamento ingls haya recomendadoque su sistema de salud pblica adquie-ra la capacidad de llevar a cabo sus pro-pios estudios y que sea dotado de lascompetencias necesarias para poder exi-gir a las compaas farmacuticas quedeseen patentar nuevos medicamentosque realicen ensayos clnicos compara-tivos con los medicamentos ya existen-tes que demuestren que los nuevos sonms eficaces64.

    En cuanto a la poltica internacional,las presiones de las grandes compaasfarmacuticas se median de dos formas:

    1) a travs de la presin del gobier-no de EEUU sobre otros pases, a losque amenaza con sanciones econmicasy a los que impone pactos bilaterales

    desventajosos para ellos y beneficiosospara la industria farmacutica estadou-nidense;

    2) a travs de la OMC65, uno de cu-yos primeros acuerdos fue el ADPIC(TRIPS)66, que, adems de imponer unsistema de patentes abusivo a todos lospases incluidos los pases en vas dedesarrollo alarg el tiempo de explota-cin de las patentes farmacuticas de 17a 20 aos.

    En el momento de la creacin de laOMC y la imposicin del ADPIC (ao1995), la mayora de los pases del mun-do ni tan siquiera reconocan que pu-dieran patentar los medicamentos, pues-to que no los consideraban productoscomerciales sino artculos de primeranecesidad a los que deba reconocersederecho de acceso a todos los enfermos,independientemente de su capacidadeconmica.

    Las imposiciones de la OMC seaprobaron en 1995, pero a los pases po-bres se les dio tiempo hasta el 2005 pa-ra prepararse. El gobierno de Sudfrica,cuando se percat de que la aplicacinde la nueva ley significara la imposibi-lidad de tratar a su poblacin por faltade dinero y que ello ocasionara una ex-tensin de la epidemia del SIDA, anun-ci a finales de los aos noventa que pa-sara a producir medicamentosantirretrovirales genricos en laborato-rios propios. La industria farmacuticapresion al gobierno de EEUU y la ad-

    28

    63. Ver el apartado 3.2.1 de este cuaderno.64. HOUSE OF COMMONS, p. 116 recomendaciones 18-20 (ver el resumen de las recomendaciones del comi-

    t de expertos de la Cmara de los Comunes en el apartado 4.2 de este cuaderno).65. Organizacin Mundial del Comercio (OMC).66. Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual vinculados al Comercio (ADPIC; TRIPS en ingls).

  • ministracin Clinton amenaz aSudfrica con sanciones comerciales in-sostenibles si se atreva a producir suspropios medicamentos.

    Dnde est, en todo esto, el libremercado? No existe el libre mercado.Existe el mercado salvaje, que es elmercado regulado por las leyes que fa-vorecen los caprichos de los ms fuer-tes a costa de la vida de los ms dbiles.

    El 17 de febrero de 2006, el peridi-co ingls The Independent public unanoticia que permite ver hasta qu puntoes abusiva la actuacin de las compa-as farmacuticas con relacin a los pa-ses pobres y, en concreto, a frica67. Elartculo denuncia el hecho que las com-paas farmacuticas recorran desde ha-ce aos el continente africano en buscade recursos naturales aprovechables pa-ra su industria y los exploten en su pro-pio beneficio haciendo caso omiso de laconvencin de la ONU sobre la biodi-versidad y la soberana de un pas sobresus recursos naturales68. La compaafarmacutica SRPharma utiliz una mi-cobacteria descubierta en Uganda en losaos setenta para desarrollar un medi-camento para tratar las enfermedadesvricas crnicas, incluida la infeccinpor VIH/SIDA. El director general deSRPharma reconoci que su compaano ofreci a Uganda ninguna compen-sacin econmica a pesar de que estamicobacteria as como los recursos na-turales de cualquier pas est protegi-da por la legislacin internacional sobrebiodiversidad. SRPharma no respet lalegislacin internacional, no compens

    a Uganda por explotar un recurso natu-ral de dicho pas en su propio beneficioy tampoco permiti a Uganda utilizar elmedicamento fabricado con su mico-bacteria para tratar a los enfermos ugan-deses. El director general de SRPharmase queja en este artculo de que este me-dicamento no gener los beneficios es-perados y se calla que atrajo 20 millo-nes de dlares para financiar sudesarrollo.

    La casa Bayer, por su lado, se ha be-neficiado del descubrimiento de una ce-pa bacteriana en el lago Ruiru de Kenyaa partir de la que ha fabricado un medi-camento para tratar la diabetes (Precoseo Glucobay). Este medicamento ha ge-nerado ms de 380 millones de dlaresen ventas. El grupo Bayer, que ha vio-lado las mismas convenciones interna-cionales que cuando le resultan benefi-ciosas no tiene reserva alguna enimponer a otros, tampoco ha ofrecidonada a cambio a Kenya. Bayer admitilos hechos, pero se defendi indicandoque a pesar de que el origen del medi-camento es la cepa bacteriana de Kenya,su desarrollo biotecnolgico hace que elproducto final sea completamente dis-tinto y concluye que lo que nosotroshemos patentado no es la cepa bacteria-na, sino el producto final. Los investi-gadores responsables del estudio sobrelas violaciones del convenio de la bio-diversidad en frica69 concluyen deforma muy diferente: Nos encontra-mos ante una nueva forma de colonia-lismo.

    29

    67. BUNCOMBE, Andrew. African bio-resources 'exploited by West'. The Independent. 17 febrero 2006.68. Convencin internacional sobre diversidad biolgica. ONU, 1992.69. Mariam Mayet, del Centro Africano para la Biodiversidad, y Beth Burrows, del Instituto Edmonds.

  • Este dato revela el motivo de la grancrisis en que parece estar a punto de en-trar la industria farmacutica: su capaci-dad innovadora prcticamente ha des-aparecido. Y, sin capacidad innovadora,la industria no tiene futuro. Esto lo re-flej The Wall Street Journal en 2003 al

    constatar que las acciones de las empre-sas farmacuticas haban estado per-diendo valor durante ms de un ao71. Elestudio prospectivo realizado por la con-sultora de IBM concluy que El bene-ficio por accin ofrecido por los 20 pri-meros laboratorios mundiales a sus

    4. UNA CRISIS INTERNACAPACIDAD DE INNOVACIN TERAPUTICA SUBSTITUIDA POR MRQUETING

    En el bienio 1994-96, los grandes laboratorios estaban dispuestos apagar 59 millones de dlares a un laboratorio menor para adquirir unamolcula que hubiera completado con xito las fases de estudio precl-nicas, con la intencin de llevar a cabo bajo su responsabilidad losnecesarios estudios clnicos y poder patentar a su nombre y comercia-lizar en beneficio propio los medicamentos obtenidos. En el bienio2000-02, la cifra que estos mismos grandes laboratorios estaban dis-puestos a pagar haba aumentado a 148 millones de dlares70.

    30

    4.1. CRISIS ACTUAL DE LAS COMPAAS FARMACUTICAS

    70. PIGNARRE, p. 3971. En el momento de escribir estas lneas se publica la noticia de que el valor de las acciones de la compa-

    a farmacutica SkyePharma se ha reducido a la mitad en los ltimos 5 aos y que el ao pasado lacompaa fue incapaz de encontrar un socio financiero para poder promocionar su nuevo medicamentoantiasmtico Flutiform (KOLLEWE, J. SkyePharma rebels lose vote to appoint Thian on board. TheIndependent 10 marzo 2006).

  • accionistas, que en el periodo 1993-98haba sido del 28% de promedio, cay al4-5% en los siguientes cinco aos72.

    Otro dato significativo es la crecientefrecuencia y el volumen de las fusionesque han tenido lugar entre las diferentesgrandes compaas farmacuticas losltimos aos. En el ao 2002, Pfizer seconvirti en el primer laboratorio mun-dial tras fusionarse con Warner Lamberty Pharmacia (que, a su vez, haba com-prado Upjohn y Monsanto). Pfizer pascon tal fusin a poseer el 11% del mer-cado global. 5 aos antes, Merck era eln 1, pero slo tena el 5% del mercadomundial73.

    Esta extraordinaria concentracin decapital crea empresas-monstruo muy di-fciles de gestionar, desestructura losequipos investigadores y los subordina acargos administrativos no cientficosque interfieren en sus lneas de investi-gacin. J. Drews, ex investigador deHoffmann LaRoche, afirma: La indus-tria farmacutica est sustituyendo suantigua organizacin investigadora porun montaje tcnico que todava es capazde realizar anlisis, experiencias conanimales y sntesis qumicas, pero que seencuentra totalmente incapaz de des-arrollar nuevas ideas o conceptos. Lasdivisiones de investigacin de los gran-des laboratorios han dejado de ser aut-nomas y ya no pueden autogestionarse.Estn dirigidas por juristas, financieros,vendedores y gerentes comerciales inca-

    paces de imaginar el futuro si no es co-mo sucesin lineal de los desarrollos yaexistentes (...) La industria farmacuticaha creado unas condiciones que elimi-nan la originalidad, la creatividad y la li-bertad y favorecen el consenso, la imita-cin, la sumisin y el espriturepetitivo74.

    En el ao 1990, un investigador efi-ciente poda llegara probar contra losblancos biolgicos conocidos la ca-pacidad reactiva de 2.000 molculasnuevas en un ao. En el ao 2000, unrobot como los que hoy estn a disposi-cin de los grandes laboratorios podaprobar 6.000 molculas en un solo da75.Pero dicho incremento cuantitativo nose ha traducido en un aumento de la in-novacin, sino todo lo contrario. En cin-co aos (de 1998 a 2002) se aprobaronen EEUU 415 medicamentos nuevos.De stos, slo 133 (32%) estaban basa-dos en molculas nuevas, y de estos133, slo 58 eran molculas nuevas conefectos diferentes de los efectos de me-dicamentos ya conocidos. La distribu-cin de estos 58 medicamentos autnti-camente nuevos fue: en 1998 sedescubrieron 16; en 1999 se descubrie-ron 19; en 2000, slo 9, y en 2001 y2002, slo 7 cada ao. sta es la pro-ductividad real de la industria ms ren-table econmicamente en los EEUU:una productividad irrisoria si se tiene encuenta el dinero invertido (unos 30 milmillones de dlares) y el volumen de las

    31

    72. LORELLE, Vronique. Les industriels devront accelrer le lancement de mdicaments plus cibls. LeMonde, 15 enero 2003., citado en PIGNARRE, p. 29.

    73. PIGNARRE, p. 8574. DREWS, Jrgen. In Quest of Tomorrow's Medicines. Springer: Nova York, 1998. p. 221, citado en

    PIGNARRE, p. 91.75. PIGNARRE, p. 105

  • aproximadamente 35 empresas implica-das (en el ao 2003 Pfizer contaba ellasola con ms de 60 fbricas distribuidasen 32 pases)76.

    Las consecuencias de esta polticaerrnea han empezado a hacerse evi-dentes para todos los implicados. A razde las controversias sobre las patentes delos antiSIDA en frica, la poltica y losprivilegios de la industria farmacuticahan sido cuestionados a escala interna-cional. En el mbito de EEUU (la mitaddel mercado global de medicamentos),los dos factores ms importantes que handesvelado la conciencia crtica han sido:

    a) la creciente diferencia de preciosentre EEUU y Canad en cuanto a losmedicamentos protegidos por patente, y

    b) el carcter superfluo y potencial-mente peligroso de los medicamentos deyo tambin.

    Veamos estos factores con algo msde detalle.

    a) El precio de un medicamento pro-tegido por patente es en Europa o enCanad la mitad o incluso un tercio delprecio del mismo medicamento enEEUU. Desde 1987, en EEUU es ilegalimportar medicamentos de Canad. Apesar de ello, en 2002, ms de un millnde ciudadanos de EEUU compraban re-gularmente sus medicamentos en farma-cias de Canad (en muchas poblacionescercanas a la frontera se organizaban au-tobuses con tal finalidad). Un ao mastarde, el 7% de los ciudadanos de EEUU

    compraban medicamentos a Canad atravs de internet (el nmero de farma-cias canadienses en internet pas de 10en 1999 a 140 en 2003). La ciudad deSpringfield (Massachussetts) decidique, para reducir gastos administrativos,comprara en Canad todos los medica-mentos de sus funcionarios pblicos. Undesafo abierto realizado con la inten-cin de denunciar los precios abusivos.Boston y representantes gubernamenta-les de 12 estados ms se han adherido ala denuncia de Springfield y estn bus-cando alternativas para adquirir los me-dicamentos a precios ms razonables77.

    b) Las grandes compaas de segu-ros y un nmero creciente de estadoshan elaborado y aprobado formulariosque excluyen los medicamentos de yotambin. Esto significa que las compa-as de seguros slo cubren el coste delos medicamentos de sus asegurados siestos medicamentos constan en su for-mulario. En el caso de los estados, laelaboracin de un formulario afecta alas personas de ms de 65 aos que tie-nen derecho a acogerse a un programa(Medicaid) que cubre en parte el costede los medicamentos. Como en el casode las compaas de seguros, los esta-dos slo cubrirn el coste de los medi-camentos que consten en su formulario,y no los que consten en los listados ofi-ciales de alcance federal controladospor la propia industria farmacutica. Enel ao 2001 slo dos estados tenan for-mulario; en el ao 2003, la mitad de losestados de EEUU lo tenan78.

    32

    76. AGNELL, p. 22177. AGNELL, pp. 220-2178. AGNELL, p. 227

  • Un estudio oficial llevado a cabo poruna comisin de expertos nombrada porel Congreso de EEUU estim que elcoste de produccin de un nuevo medi-camento era en 1993 de 802 millones dedlares79. El Centro para el Estudio deuna Legislacin Responsable deWashington efectu un contrainformeevaluando el coste de los medicamentosque eran financiados a partes iguales porlas compaas farmacuticas y por di-nero pblico (los medicamentos llama-dos hurfanos, que representan el20% de los medicamentos comerciali-zados en EEUU y corresponden a me-dicamentos cuyo mercado potencial esdemasiado pequeo para compensar losgastos de investigacin). El coste totalde produccin de un medicamento hur-fano fue hasta tres veces menor que elde un medicamento totalmente produci-do por una compaa farmacutica. Estadisparidad se produce porque, en el ca-so de los medicamentos producidos poruna compaa farmacutica, en el apar-tado de produccin se incluyen partede los gastos que son propiamente depromocin. En el caso de los medica-mentos hurfanos, esto no puede hacer-se porque el compromiso es repartir apartes iguales los gastos de produc-cin, y no los de mrqueting.

    La conclusin es que la mayor par-te de los gastos de las compaas far-macuticas son actualmente gastos demrqueting, pero no se presentan comotales, sino que se disfrazan como gastos

    de investigacin o de produccin parapoder encarecer as an ms los medi-camentos.

    En 2001, los mdicos de EEUU re-cibieron las visitas de un total de 88.000representantes de la industria farmacu-tica que, adems de repartirles 11 milmillones de dlares en muestras gratui-tas de nuevos medicamentos para quelos probasen con sus pacientes, lesofrecieron regalos personales, viajes yotras compensaciones.

    EEUU y Nueva Zelanda son los dosnicos pases industrializados en los queest permitido realizar propaganda di-recta a los pacientes de los medicamen-tos de receta. En el resto de pases estprohibido porque la vulnerabilidad delpaciente puede ser manipulable y laprobabilidad de que un mdico tenga encuenta los deseos de su paciente al re-cetar es tambin elevada, sobre todocuando se trata de elegir entre medica-mentos que tienen los mismos efectosteraputicos, como los medicamentosde yo tambin.

    Dos ejemplos de cmo puede sermanipulada esta vulnerabilidad son:

    a) los anuncios de medicamentos delcanal paciente (un canal de TV queslo se emite en hospitales). Hay queimaginar al paciente acostado en su ca-ma del hospital, preocupado porque nose encuentra demasiado bien, oyendotoda clase de informaciones sesgadassobre los nuevos medicamentos que po-

    33

    4.2. MRQUETING VS. INNOVACIN TERAPUTICA

    79. "Estudio OTA". Marketletter. 13 gener 1997, pp.24-25, citat a PIGNARRE, p. 24.

  • dran curarle, presentadas muchas vecespor personajes famosos del mundo delespectculo o los deportes;

    b) el segundo ejemplo son los estu-diantes de las escuelas secundarias ycampus universitarios a los que se diri-gi una campaa masiva de promocinde medicamentos antidepresivos; loscentros docentes, a cambio de elevadascantidades de dinero, permitan que m-dicos pagados por las compaas far-macuticas dieran conferencias a los es-tudiantes y les animaran a pedir a susmdicos o a los mdicos del campus queles recetaran antidepresivos para sol-ventar los problemas de personalidad ycrecimiento propios de los adolescentesy jvenes.

    Un testimonio personal: recuerdo elgran impacto que tuvo en todos los re-sidentes de medicina interna una confe-rencia, de asistencia obligatoria, que nosofrecieron pocos meses despus denuestra llegada al hospital de Buffalo(Nueva York) donde tendramos que

    llevar a cabo la residencia durante tresaos. Se nos inform de que la tasa desuicidios entre los residentes de primerao era muy alta y que haramos bien enbuscar cuanto antes el mejor tratamien-to para nuestra depresin (todos estba-mos muertos de sueo y exhaustos portantas horas de guardias). Nos informa-ron tambin de que haba salido un nue-vo tratamiento que pareca que podaprevenir la depresin. Tuve la suerte deque mi mdico-tutor, un ex mdico delejrcito de cierta edad y con mucha ex-periencia me advirti de los interesesque esconda aquel acto acadmico.Me impresiona pensar que podra habermuerto o enfermado de por vida a cau-sa de los efectos secundarios de un me-dicamento que haba sido producidonicamente por nimo de lucro, evalua-do y aprobado con escaso rigor, que yono necesitaba para nada y que me habasido promocionado en un momento es-pecialmente vulnerable. A m no me pa-s, pero a otros a miles de otros s lesha pasado.

    34

  • 1. Las compaas farmacuticas produ-cen demasiados medicamentos deyo tambin y demasiado pocos me-dicamentos autnticamente nuevos.

    2. La agencia reguladora ms influyen-te del mundo (la FDA de EEUU) es-t demasiado vinculada a la industriaque tiene por obligacin regular.

    3. Las compaas farmacuticas tienendemasiado control sobre los ensayosclnicos que sirven para evaluar la

    eficacia y la seguridad de sus propiosproductos.

    4. Las patentes y otros derechos de mo-nopolio tienen una duracin excesivay disfrutan de demasiada elasticidad.Los medicamentos son patentadosantes de haberse realizado los ensa-yos clnicos que tienen que demostrarsu eficacia y confirmar su seguridad.Con ello, la duracin de la patenteempieza a contar cuando todava no

    5. UNA OPORTUNIDAD PARA DESMANTELAR EL SISTEMA

    Todas las fuentes consultadas para la elaboracin de este cuadernocoinciden en afirmar que el mal funcionamiento de la industria farma-cutica puede corregirse (y debe corregirse con urgencia) en beneficiode los enfermos, tanto los del Primer como los del Tercer Mundo, y tam-bin en beneficio de la misma industria que, como hemos visto, haentrado en crisis. Resumir a continuacin las conclusiones de losautores ms citados en este cuaderno.

    PRINCIPALES CONCLUSIONES DE M. AGNELL, 200580

    35

    80. La Dra. Marcia Agnell ha sido editora jefe durante casi 20 aos de la revista mdica de ms impacto, elNew England Journal of Medicine.

  • PRINCIPALES CONCLUSIONES DE P. PIGNARRE81

    36

    Los ciudadanos tienen que interveniren los siguientes niveles:

    1. Definicin de las prioridades de in-vestigacin y de asignacin de recursos.

    2. Desarrollo de la investigacin (sb.los ensayos clnicos).

    3. Comercializacin: poltica de pa-tentes y precios, para conseguir los si-guientes objetivos:

    a) Abrir licitaciones segn priorida-des nacionales e internacionales defini-das de la forma ms democrtica posible(se podran, entonces, garantizar unascondiciones de comercializacin ex-traordinarias para quien encuentra una

    curacin para una de estas enfermedadesprioritarias).

    b) Dar valor a los principios activosy no a los nombres comerciales (que lascajas de medicamentos al revs de co-mo se hace ahora tuvieran bien visibleel nombre genrico y muy pequeo elnombre comercial).

    c) Premiar el valor aadido real y node promocin (un progreso de curacindel 5% no tiene por qu comportar unprecio 10, 15 o hasta 100 veces supe-rior!).

    d) Negociar la duracin de las paten-tes; por ejemplo, podran prolongarse enlos pases riscos a cambio de eliminarlas

    puede comercializarse el medica-mento. As, a la duracin de 20 aosprevista en la legislacin actual tie-nen que restrsele normalmente de 3a 5 aos para completar los estudiosclnicos. Debera modificarse esta le-gislacin de forma que el reloj em-piece a contar en el momento de co-mercializacin del medicamento yno antes. (...) La duracin de la pa-tente podra ser de 6 aos.(...) Los mltiples trucos legales me-diante los que las compaas farma-cuticas propietarias de una patentebloquean rutinariamente la entrada enel mercado de los medicamentos ge-

    nricos durante 30 meses despus deque haya expirado su patente tienenque denunciarse y tiene que modifi-carse la legislacin para que tal abusono sea posible.

    5. Las compaas farmacuticas tienendemasiada influencia en la educacinmdica que tiene que ver con sus pro-ductos (...).

    6. Existe importante informacin sobrela investigacin, el desarrollo, elmarketing y la determinacin del pre-cio de los medicamentos que se man-tiene en secreto.

    7. Los precios de los medicamentos sondemasiado elevados y variables.

    81. Philippe Pignarre ha sido directivo durante diecisiete aos de una gran compaa farmacutica y actual-mente es profesor de la Universidad de Paris-VIII.

  • PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL INFORME DESEQUILIBRIO FATALDE MDICOS SIN FRONTERAS, 2001

    en los pases pobres (Bristol-MyersSquibb en el ao 2001 anunci que, ca-da 5 aos, realizara una donacin de 100millones de euros para luchar contra elSIDAen frica, pero no liber sus pa-tentes).

    e) Crear un observatorio de la inves-tigacin, un registro independiente de losprocesos reales que han conducido al ha-llazgo de un nuevo medicamento (parapoder racionalizar la inversin y evitarengaos). (...).

    f) Decidir democrticamente. Estodebera ser una constante en toda la di-nmica econmica, pero en el caso de laindustria farmacutica es plenamenteoperativo y factible y de implementacininmediata, porque para desarrollar unnuevo medicamento, son necesarios en-sayos clnicos, y los ensayos clnicos sehacen con gran nmero de pacientes (osea, de ciudadanos), que han de dar suconsentimiento informado (su aproba-cin).

    37

    1. Las enfermedades que afectanprincipalmente a los pobres no se inves-tigan porque su investigacin no resultarentable para la industria farmacutica.

    2. La OMS debe elaborar un plan deaccin eficaz para resolver este problema.

    3. Los gobiernos de los pases ricosy de los pases pobres tienen que inver-tir para compensar las deficiencias de laactual economa de mercado.

    4. Debe llevarse a cabo un anlisiscompleto y ajustado del coste real deproduccin de un nuevo medicamento.

    5. A cambio del dinero pblico in-vertido en el estudio y desarrollo de un

    nuevo medicamento, debe exigirse queeste medicamento sea accesible y ase-quible econmicamente para los enfer-mos.

    6. Deben potenciarse las capacidadesde investigacin y produccin de medi-camentos de los pases pobres.

    7. Es preciso un anlisis independien-te del impacto a largo plazo de las actua-les polticas sobre la capacidad de produ-cir medicamentos de los pases pobres.

    8. Debe crearse un nuevo organismoque trabaje para que las enfermedadesolvidadas puedan de dejar de serlo algnda. (...).

    PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL COMIT DE EXPERTOS DELPARLAMENTO INGLS, 2005:

    1. Los medicamentos de yo tambinson un problema, pero la comisin no

    ha llegado a ningn acuerdo sobre es-te punto.

  • 38

    2. Es preciso establecer un centro inde-pendiente para llevar a cabo los ensa-yos clnicos, porque el sistema actualest demasiado sesgado.

    3. La agresividad del marketing inme-diato a la comercializacin de un nue-vo medicamento, el alud de informa-cin que se distribuye y elencubrimiento de esta informacinhacindola pasar por educacin m-dica contribuyen a que se receten me-dicamentos de forma inadecuada.

    4. La falsificacin de artculos cientfi-cos y la ocultacin de los resultadosde los ensayos no favorables a la in-dustria provoca la proliferacin de re-cetas inadecuadas.

    5. La culpa de las recetas inadecuadas noes slo de las compaas farmacuti-cas, sino tambin de mdicos y otrosprofesionales que no son lo suficien-temente crticos y se muestran dema-siado dispuestos a aceptar los regalosde las compaas farmacuticas y adar por buena la informacin que s-tas les suministran.

    6. El marketing de la industria farma-cutica es implacable y ubicuo y sedirige no slo a los profesionales si-no tambin a los pacientes y al pbli-co en general.

    7. Debe elaborarse un folleto para los pa-cientes con informacin general ycompleta que indique cul es el papelde los medicamentos en el tratamien-to de las enfermedades.

    8. La publicidad dirigida directamente alos pacientes es inadecuada e innece-saria en el Reino Unido. Esta publici-dad tiene un alto contenido emocio-nal (...).

    9. La publicidad indirecta a travs decampaas educativas no est lo sufi-cientemente bien regulada.

    10. A menudo, se desconoce qu tipo deapoyo reciben los grupos de pacien-tes por parte de las compaas farma-cuticas. Esta informacin tiene queser pblica.

    11. La vigilancia de los medicamentosya comercializados es insuficiente.

    12. El gobierno tiene que financiar el es-tudio de las alternativas teraputicasno farmacolgicas que la industriafarmacutica ignora porque no sonrentables para ella.

    13. Los mdicos y otros profesionalescon derecho a recetar tienen que asu-mir su parte de culpa por los proble-mas resultantes de la prescripcin in-adecuada de antidepresivos del tipoSSRI y de antiinflamatorios del tipoinhibidores COX-2. Estos medica-mentos han sido recetados a gran es-cala de forma indiscriminada. Esto hasido debido en parte a la intensa acti-vidad de promocin, especialmenteen el momento de su comercializa-cin, pero tambin es consecuenciade haber mantenido en secreto infor-macin importante y de haber acep-tado de forma poco crtica la propa-ganda de las compaasfarmacuticas. El marketing agresivoha llegado a convencer a demasiadosprofesionales del hecho que puedenreceptar impunemente. (...) No tene-mos ningn mecanismo efectivo paratemperar la explosin de recetas de laque viene acompaada la comerciali-zacin de un nuevo producto. ste esel periodo ms importante para pro-mocionar un nuevo medicamento, pe-

  • ro es preciso hacer notar que es tam-bin el periodo en que menos cosassabemos de sus efectos reales.

    14. Recomendamos que el registro deensayos clnicos lo mantenga un or-ganismo independiente y que los re-sultados de todos los estudios los fa-vorables y los desfavorables seanhec