desarmar los mercados

20

Upload: jose-luis

Post on 14-Mar-2016

278 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Boletín del Consejo Científico de Attac

TRANSCRIPT

Page 1: Desarmar los mercados

� � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � �

������������ �

�����������������

����

� �������������������������������������� �!"#

��$����

%&&'���������(������������)��

���*����+��������,�

-&&'��������$�,�������$�,����,�

.&&' ����������!��������!�����

/#&&'���������+��,��������

/-&&'��$���,������������0�����

/1&&'�,���$+�)��$�,��,������,�

/2&&' �����$�����������������

���������,,�����3����,�����

���$��"""

4��,�+��,���$���3����������/55�,���$����������

������������

��,�����������6��7����!���+��$���������

��

� ����!��3�,�����8�����,���3�,�,�9�������7��

��

���������������� ����������

������������

Page 2: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

2

Hace unos meses el gobierno espa-ñol lanzó un “globo sonda” alanunciar que estaba estudiando

alargar la vida laboral hasta los sesentay siete años. Con dicho anuncio el go-bierno tenía como objetivo averiguarcuál era el grado de apoyo potencial quetendría la medida en caso de aplicarse.La masiva respuesta social en contraconsiguió frenar la medida. Sin em-bargo, tal anuncio también consiguiórecuperar, y poner encima de la mesa,un debate que cada poco tiempo asomaen la vida política y económica: la su-puesta insostenibilidad del sistemapúblico de pensiones.El debate, como decimos, no es nuevo.Los partidarios de la privatización delsistema público de pensiones llevanmuchos años elaborando gran cantidadde trabajos académicos en los cuales sedesarrollan diversos modelos economé-tricos y matemáticos que, partiendo deunas determinadas hipótesis de partida,acaban supuestamente revelando queel actual sistema de pensiones está con-denado al fracaso. Éste necesitaría, enconsecuencia y según esta opinión, serreformado y sustituido por uno privadolo antes posible. Sin embargo, un aná-lisis más profundo de dichos trabajosrápidamente hace emerger a la super-ficie aquellas ideas que se encuentranatrapadas tras las ecuaciones de los mo-delos. Es ideología, y no ciencia, lo queaparece cuando el halo de cientificismodesaparece de la escena. No obstante, ycomo ocurre en cualquier truco demagia, muchas han podido ser las per-sonas engañadas y estafadas por el ca-mino. Y ese es el principal objetivo detales informes: avivar el miedo de losciudadanos a quedarse sin la que es laprincipal fuente de ingresos durante lajubilación.Pero, ¿qué hay detrás de esta amenazapermanente al sistema de pensiones

público? La respuesta hay que buscarlaen la evolución reciente de las finan-

zas. El crecimiento extraordinario de losflujos financieros, y su conversión en unámbito en donde se pueden obtenerhoy día ganancias privilegiadas, hahecho especialmente atractivo para losintereses privados la gestión de los re-cursos que movilizan las pensiones pú-blicas. Éstas se han convertido en unbotín con el que muchas entidades pri-vadas sueñan quedarse.Una de las nuevas líneas de negocioabierta por los bancos en las últimasdécadas tiene que ver con los fondos deinversión colectiva y, en particular, conlos fondos de pensiones. Esta forma denegocio se caracteriza porque el bancorecoge dinero de diferentes clientes,

forma un fondo con ellos e invierte enlos mercados financieros en busca de surevalorización. Si ésta se produce se de-vuelven ganancias financieras al clientedespués de que el banco se haya que-dado con la mayor parte. Y más allá delpapel pernicioso que tienen los movi-mientos financieros de los fondos depensiones privados la cuestión estáclara: son un instrumento más, y cadavez más importante, para el beneficio

de los bancos y las entidades financie-ras en general. Y el obstáculo principalque enfrentan es la supervivencia del

sistema público de pensiones, que des-vía hacia el Estado recursos económicosque los bancos buscan para proseguirsus lucrativas actividades económicas.En España los fondos de pensiones pri-vados han pasado de representar un0’04% sobre el PIB en 1989, a significarun 8’39% del PIB en 2009. Una ten-dencia similar a la del resto de paísesdesarrollados, a pesar de que el gradode evolución de este mercado es muydistinto entre los diferentes países, yaque obviamente depende de la forta-leza del sistema público de pensiones.En todo caso, en los últimos diez añostampoco esta fórmula de ahorro se hamostrado capaz de cumplir sus prome-sas, ya que el 96% de los fondos pri-vados ofrecía una rentabilidad menor

que la inversión.La sostenibilidad del sistema público

de pensiones ha sido demostrada ennumerosas ocasiones, a pesar de tenerque enfrentar un ataque mucho mejororganizado y con más recursos, perotambién es fuerte el apoyo que el sis-tema público tiene de la población. Unreciente estudio indicaba que un 75,0%de los españoles considera que el Estadotiene “mucha” responsabilidad a lahora de asegurar una pensión suficientepara las personas jubiladas, frente a un22,4% que considera que tiene “bas-tante” responsabilidad y un insignifi-cante 2,6% que considera que tiene“poca” o “ninguna” responsabilidad.No es, definitivamente, la sociedad laque no puede soportar por más tiempoun sistema público de pensiones. La so-ciedad puede y debe mantener dichosistema. Son los bancos quienes deseanacabar con este sistema para aumentarsus volúmenes de negocio y poder com-petir en mejores condiciones con otrosbancos extranjeros.

Las pensiones, el nuevo botín dela banca

EDITORIAL

Y más allá del papelpernicioso que tienenlos movimientos finan-cieros de los fondos depensiones privados lacuestión está clara: sonun instrumento más, ycada vez más impor-tante, para el beneficiode los bancos y las en-tidades financieras engeneral

Page 3: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

3

Apesar de la avalancha de infor-mes con los que desde haceaños se está tratando de con-

vencer a la opinión pública de que laspensiones públicas son inviables, hoydía disponemos de suficiente argu-mentos y certeza empírica para saberqué hay realmente detrás de esasconstantes amenazas que en últimainstancia siempre parten de las enti-

dades financieras.

Como cualquier otro bien o servicioprovisto por el sector público, el sistemapúblico de pensiones necesita finan-ciación suficiente. Cuando se nutre ex-clusivamente de los ingresos del Estadoes preciso que haya suficientes nivelesde actividad económica y empleo, queexistan instituciones fiscales eficaces yjustas para que las rentas no se dilapi-den ni se concentren, que haya lamayor igualdad posible, que las tasas

de actividad (sobre todo de las mujeres)no sea bajas… en definitiva, que seden las circunstancias necesarias paraque surjan esos recursos y para que,cuando han surgido, se repartan yaprovechen adecuadamente. Y, natu-ralmente, que exista una voluntad po-lítica determinante para poder asegurarque los recursos necesarios para finan-ciar el bienestar se dediquen efectiva-mente a ello.

Cuando, como es el caso de las pensio-nes contributivas españolas, éstas se fi-nancian mediante cotizaciones

sociales, serán precisas más o menoslas mismas condiciones aunque en estecaso referidas más específicamente a lacapacidad adquisitiva de los salarios,puesto que las cotizaciones sociales sonsimplemente una parte de ellos: em-pleo en cantidad y calidad suficientes,nivel de salarios adecuado, tasas de ac-

tividad que no excluyan de las fuentesde ingresos a una parte fundamentalde la población que desee disfrutar deellas, límites a la desigualdad, etc .

Las propuestas neoliberales que tratande convencer a la ciudadanía de la in-viabilidad de las pensiones públicas sebasan en supuestos análisis científicos

que nunca han acertado a la hora dehacer previsiones y en un discurso quemezcla los argumentos de forma torticeray ocultando la verdadera relación quehay entre las variables de las que de-pende su viabilidad política y financiera.

Fundamentalmente, su planteamientose basa en afirmar que va a llegar unmomento (que nunca señalan conacierto cuando tratan de establecerloconcretamente) en que las pensionespúblicas van a costar tanto que nohabrá forma de financiarlas. Sin em-bargo, no se pronuncian nunca sobrelas condiciones y las políticas de las quedepende que haya más o menos recur-sos para ello.

El razonamiento es torticero porque lacuestión no puede estribar en decirsimplemente que lo que costará finan-ciar las pensiones públicas en el año Xserá tanto que serán inviables, conmi-nando entonces a la gente para quesuscriba pensiones privadas. Entre

El CONSEJO CIENTÍFICO DE ATTAC, órgano consultivo de AttacEspaña, está integrado por:

Albert Recio Andreu; Alberto Garzón; Alejandro Nadal; Alicia GilGómez; Amando García; Ángel Martínez González-Tablas; Ar-cadi Oliveres Boadella; Armando Fernández Steinko; Carlos Al-fonso Mellado; Carlos Berzosa Alonso-Martínez; Carlos JiménezVillarejo; Coral del Río Otero; Cristina Carrasco Bengoa; DanielRaventós; Ernest García; Gerardo Pisarello; Ignacio Ramonet;Jaime Pastor Verdú; Joan Martínez Alier; Jorge Fonseca Castro;José Adelantado; José Manuel Naredo Pérez; Juan FranciscoMartín Seco; Juan Hernández Vigueras; Juan Torres López; JulioRodríguez López; Lina Gálvez Muñoz; Lourdes Beneria; Luis En-

rique Alonso Benito; Mª José Fariñas Dulce; Mª Rosario Val-puesta Fernández; Marcos Roitman Rosenmann; María PazosMorán; Montserrat Galcerán Huguet; Nuria Almirón Roig; OscarCarpintero Redondo; René Passet; Teresa Pérez del Río; y VicençNavarro López.

José Luis Sanpedro es el Presidente de Honor y Ricardo GarcíaZaldívar el Coordinador.

El CONSEJO DE REDACCIÓN de la Revista DESARMAR LOSMERCADOS lo componen: Alberto Garzón, Osvaldo Midore yRicardo García Zaldívar; diseño y maquetación corren a cargo deCesáreo Villar.

¿Qué hay detrás del debatesobre las pensiones? Juan Torres López

Las entidades financieras continúan forzando un debateficticio mediante la afirmación de que las pensiones públi-cas corren peligro. Sin embargo, el único peligro que se vaponiendo en evidencia es el de la codicia de una élite im-productiva ansiosa de hacerse con la gestión privada deun recurso colectivo esencial. Acabar con un sistema to-talmente viable que viene garantizando el bienestar de losciudadanos es indudablemente el objetivo oculto.

Page 4: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

otras cosas porque si se dice que no vaa haber ingresos y ahorro para financiarlas públicas, es decir, empleos, salarios,ingresos del estado suficientes… ¿en vir-tud de qué se puede pensar entoncesque los habrá para que todos y cadauno de los ciudadanos financien la suyapropia? Salvo que implícitamente se estéaceptando, claro está, que al renunciara la financiación pública se esté tambiénasumiendo que no todos los ciudadanosvan a tener pensiones al acabar su vidaactiva, como efectivamente ocurre allídonde por diversas razones no hay unbuen sistema de pensiones públicas.

La cuestión debe ser otra. Lo razonablees determinar cuál es el gasto necesa-rio para financiar los servicios de bien-estar que toda la ciudadanía, y no soloquienes pueden sufragárselos a partirde su propia renta, desea y necesitapara vivir dignamente y establecer dequé manera se pueden obtener los re-cursos para ello.

Claro que este planteamiento es elque lleva directamente a donde lospolíticos y economistas neoliberalesno quieren entrar: analizar en qué me-dida las políticas que defienden garan-tizan o no bienestar general y no solobeneficios para unos pocos, es decir, sison ellas las que verdaderamente redu-cen la capacidad de generación de ac-tividad económica, de empleo y deingresos en nuestras economías y, portanto, las que realmente suponen unaamenaza real para la financiación delbienestar social y más concretamente delas pensiones públicas.

Cuando los neoliberales afirman queestas últimas son inviables lo que en re-alidad están diciendo es que no estándispuestos a modificar la senda defla-cionista de los últimos años que limitaartificialmente la creación de empleodecente porque simplemente buscanmantener una pauta distributiva comola actual que privilegia tan extraordina-riamente al beneficio, aunque sea acosta de mantener los registros de la ac-tividad económica en los niveles más

bajos de los últimos decenios y de con-vertir al capitalismo de nuestros días enun verdadero productor de escasez.

Por eso es tan evidente, por mucho quequieran disimularlo mediante modelosaparentemente sofisticados pero falsoscomo duros de tres pesetas, que lo quese busca no es dar solución a un pro-blema social (garantizar ingresos para lavejez para toda la población) sino en-gañar a la ciudadanía para que descon-fíe del sector público y deposite sus

ahorros en las entidades financieras

que lo buscan para poder rentabilizarlorápida y exhaustivamente en los mer-cados financieros especulativos.

Para garantizar los ingresos de la po-blación cuando acaba su vida activa loque hay que hacer no es dilapidar suahorro en fondos especulativos que ala postre ni siquiera son capaces deconservarlo íntegramente con el pasodel tiempo, sencillamente porque sonmás inseguros, más costosos, más in-justos y más peligrosos para el conjunto

de la economía que el sistema de pen-siones públicas.

Lo que debe hacerse para conseguirloes justamente dar la vuelta a las políti-cas que se vienen aplicando y que sonlas que día a día merman los ingresosde los trabajadores y del estado queson quienes necesitan esos ingresos,para ponerlos en manos de los pode-rosos que naturalmente no necesitanpara ellos un sistema de pensiones ba-

sado en la solidaridad.

No es casual ni mucho menos queahora que los fondos especulativosextorsionan a los gobiernos estén exi-giendo la progresiva privatización

por la sencilla vía de disminuir su al-cance protector. Y frente a ello es másnecesario que nunca que los ciuda-danos seamos conscientes de que, alrevés de por donde nos quieren llevarlos bancos y los políticos que gobier-nan a su servicio, lo que hay quehacer es reclamar más políticas públi-cas, mejor distribución de las rentas,impuestos sobre los grandes benefi-cios, nacionalización de la banca y

políticas expansivas de creación de em-pleo y recuperación del poder adquisi-tivo de los salarios. Eso es lo quebeneficia a los trabajadores, a los pe-queños y medios empresarios y a la in-mensa mayoría de la población.

Lo que hay detrás del debate sobre lasupuesta crisis de las pensiones públi-cas es sencillamente el intento de que-darse con todo por parte de la banca yde las grandes corporaciones y entida-des financieras. Lo único que buscan eshacer mesa limpia en el sector públicopara que cualquier inversión, cualquiergasto se resuelva en beneficio pri-

vado. Al coste que sea y por encima dequien sea.

1 .- Un análisis sucinto de estos asuntos en VicençNavarro, Juan Torres y Alberto Garzón. ¿Están en

peligro las pensiones públicas? Attac, 2010.2.- Juan Torres López es catedrático de economíaaplicada de la Universidad de Sevilla. ConsejoCientífico de Attac.

lo que se busca no esdar solución a un pro-blema social (...) sinoengañar a la ciudada-nía para que desconfíedel sector público ydeposite sus ahorrosen las entidades finan-cieras que lo buscanpara poder rentabili-zarlo rápida y exhaus-tivamente en losmercados financierosespeculativos

4

Page 5: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

El grupo de los denominados “100

economistas” (que, en realidad,eran 95 y ahora han debido de

pasar a ser 94, tras la retirada, por ra-zones institucionales, del actual Secre-tario de Estado de Economía, Sr. Campa)se ha convertido en la punta de lanzade las propuestas más duras contra dosde los pilares de nuestro modelo social:la legislación laboral y el sistema de

pensiones. En su manifiesto anteriordefendían un contrato único práctica-mente descausalizado y sin control ju-dicial, pretendiendo, de esta manera,“solucionar” la segmentación de nues-tro mercado de trabajo por la vía deconvertir a todos los trabajadores con-tratados en precarios. Ahora, anuncianotro sobre las pensiones (El País, 27 defebrero de 2010) en el que plantean,entre otras cosas, bajar la pensión res-pecto del último salario ya que, segúnsu criterio, la tasa de sustitución (la re-lación entre la pensión y el último sa-lario) de las pensiones públicas es ennuestro país demasiado alta y generosa.

Pero, siendo esa afirmación cierta-mente discutible, lo realmente gravede su propuesta es la pretensión desustituir el debate político, el diálogosocial y, sobre todo, al propio Parla-mento por una “comisión de expertosindependientes”. De tal manera quesea lo que digan tales expertos lo quehaya de comprometer al Pacto de To-ledo. Es decir al Parlamento y a la so-

beranía popular.

Si la esencia de la dogmática neoliberal

es la defensa de la supremacía del mer-cado y de las decisiones económicassobre la política y las decisiones demo-cráticas, no es fácil encontrar una ma-nifestación tan palmaria de ello como laque plantean este grupo de economis-tas. Cuyos postulados no nos retrotraenal siglo XVII, al Antiguo Régimen y a laIlustración – todo para el pueblo, pero

sin el pueblo – sino que más bien nosmuestran la confluencia de su ideologíacon los postulados de la extrema dere-cha norteamericana de Sarah Palin, DickCheney y el “Tea Party” en su ofensivacontra las decisiones políticas con mo-tivo de la reforma sanitaria del Presi-dente Obama. En el fondo, lo queplantean estos expertos es que el mayorproblema de las pensiones es que lospensionistas actuales y los pensionablesfuturos, es decir, la inmensa mayoría dela población, votan. Y que con su voto

obstaculizan e impiden que los políticosadopten las decisiones acertadas que,naturalmente, sólo ellos saben.

Lo primero que cabe decir de su plan-teamiento es que es sesgado. La tasa desustitución que dicen es que la rige enEspaña, superior al 80% del último sa-lario, de las pensiones de jubilación esun supuesto teórico – jubilación a los 65años y con una carrera de seguro com-pleta – que no corresponde a la reali-dad. Lo que importa es la tasa de

sustitución real del conjunto del sis-tema. Y ésta no llega en las nuevas pen-siones de jubilación a alcanzar el 60%

de los salarios medios. Ello es debido aque en España existen: I) topes máxi-mos de cotización, y consecuentementetambién una pensión máxima topada yunos salarios bastante inferiores a los demuchos países europeos; II) coeficientesreductores comparativamente muy altosen casos de jubilación anticipada; III)muchos trabajadores son expulsados delmercados de trabajo antes de llegar a los65 años y no pueden tener derecho a lapensión máxima; IV) aunque hayan co-tizado 14 años y 300 días si no se llegana cotizar 15 años la tasa de sustitución escero. Tampoco se tiene en cuenta queen otros países existen pensiones com-

plementarias obligatorias de carácterprofesional – pactadas entre empresasy sindicatos -, ni que la actualización delas bases de cotización o la revaloriza-ción de las pensiones ya causadas no serealizan sobre los salarios, como en mu-chos países europeos, ni se contemplan,con el grado de generosidad de bastan-tes países comunitarios, las bonificacio-nes y las situaciones de inactividadprotegidas, a efectos de cálculo de laspensiones, por cuidado de hijos, perso-nas dependientes, períodos de apren-dizaje o de estudios, que en España sonmuy limitadas y penalizan, sobre todo,a las mujeres. La fiscalidad sobre laspensiones es otro hecho diferencial quetambién incide en la tasa real de susti-tución, en el momento de jubilarse y enlos años posteriores.

Pero, sobre todo, lo que merecería una respuesta es el contenido ideológicocontrademocrático de la propuesta de

DespotismocontrademocráticoJosé María Zufiaur

Hay un aspecto especialmente intolerable en el llamadodebate sobre las pensiones públicas: los que pretendensu privatización exigen sustraer sus propuestas decualquier debate público, del poder parlamentario y dela voluntad de los ciudadanos. Al parecer, estos “exper-tos” sospechosamente vinculados a la banca insistenen que lo adecuado, lo práctico, es que se adopten suspropuestas sin control democrático alguno.

5

Page 6: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

estos expertos. Si su anterior manifiestotuvo como respuesta otro manifiesto, ensentido contrario, de más de 750 ex-

pertos de derecho del trabajo, éstemerecería otro en el que se manifesta-ran otras muchas voces. Las de otros ex-pertos, las de las los trabajadores en lasempresas, las de sindicalistas, diputa-dos y otros cargos públicos, las de ciu-dadanos corrientes, las de profesionales

de los medios de comunicación….yaque es la propia decisión democrática laque se pone en cuestión.El sistema público de pensiones es unaconquista democrática, una caracte-rística esencial de nuestro modelo so-cial, un elemento de solidaridad entregeneraciones. Es el fruto de una deci-

sión política. Y es por eso objeto de de-bate y de combates. Pero no son losmercados financieros los que han dedecidir sobre la cuantía de las pensionessino que es la sociedad la que debe de-cidir políticamente cuál es la parte de lariqueza producida que debe destinarsea las personas jubiladas. Es entendibleque un tal sistema, que valoriza la de-cisión política y por lo tanto el ejerciciode la democracia, sea intolerable paralos neoliberales de todo tipo. Pero esdemocráticamente inaceptable. Por esoresulta imprescindible una amplia ex-presión de rechazo de los que creemos

que lo intolerable es este tipo de des-potismo antidemocrático.

La opinión de los expertos es necesariay conveniente. Aunque no sean inde-pendientes. Es difícil, desde luego, asig-narles este adjetivo a los integrantes delmanifiesto que son coordinados poruna fundación, FEDEA, que depende degrandes empresas y del Banco de Es-paña. Pero nunca pueden estar estasopiniones por encima de las institucio-nes democráticas. Además, en estacuestión no sólo tienen que opinar losexpertos – todo tipo de expertos y nosólo los economistas; todo tipo de ex-pertos y no sólo los ultraliberales – sinotambién las organizaciones sociales, lospolíticos, los ciudadanos, los intelectua-les de todo tipo. Ya que de lo que esta-mos hablando es del modelo desociedad que queremos para el futuro.

FEDEA (Fundación de Estudios de Econo-mía Aplicada) es una fundación pró-

xima a la Banca en cuyo patronatoestán representantes de: Banco Sabadell,Caja Madrid, Banco Español de Crédito,Banco Santander, Corporación FinancieraAlba, Banco Bilbao Vizcaya-Argentaria,Banco de España, Bolsa de Madrid yBanco de Andalucía. Tal fundación hapublicado periódicamente informes quehan cuestionado la viabilidad del sistemapúblico de pensiones, enfatizando la ne-cesidad de hacer cambios que en reali-

dad significarían una reducción de laspensiones públicas en España.

Este último informe está firmado por cieneconomistas de los cuales la gran mayo-ría no son expertos en temas de Seguri-dad Social. En este artículo se analizacríticamente cada una de las posturasenunciadas en tal informe, mostrandolos errores que aparecen en sus páginas.

Introducción

El informe se presenta como neutro y ob-

jetivo, basado en lo que se define comolos estudios sobre la Seguridad Social dis-ponible en España, lo cual no es cierto.En sus apéndices y referencias hay unaclara selección de autores, excluyendo

investigadores (de gran prestigio nacio-nal e internacional) e informes (de grancredibilidad) que han cuestionado cadauna de sus tesis. Los trabajos de CamilaArza, una de las expertas en temas deSeguridad Social más conocidas en Es-paña, y Adolfo Jiménez, ex Secretario Ge-neral de la Seguridad Social (1986-1996),

Una crítica al manifiesto de loscien economistas sobre laspensionesVicenç Navarro

Una fundación próxima a los intereses de la banca ha emitido un informe sobre la viabilidadde las pensiones bajo apariencia neutral y de enorme influencia. Influencia que sorprendeaunque sólo sea por los burdos errores metodológicos que invalidan el estudio. Si preten-den el desmantelamiento de la protección social que proporcionan las pensiones públicasdeberían esmerarse en sortear las enormes lagunas científicas del trabajo, como lo sonenfrentarse a los datos sobre salarios, productividad, incorporación de la mujer al mercadolaboral, tasas de reemplazo y otras variables esenciales que no se han tenido en cuenta.

no son los mercados fi-nancieros los que hande decidir sobre lacuantía de las pensio-nes sino que es la so-ciedad la que debedecidir políticamentecuál es la parte de la ri-queza producida quedebe destinarse a laspersonas jubiladas

6

Page 7: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

7

y una de las autoridades más respetadasen estos temas, no son citados y sus es-tudios que cuestionan sus conclusionesson sistemáticamente excluidos de suinforme. Lo mismo ocurre en cuanto aautores internacionales, como JosephStiglitz, Dean Baker y otros que tampocoson citados y cuyos estudios son tam-bién excluidos en el informe. La selec-

ción ideológica en la evidencia quepresentan es un indicador del carácterideológico del informe.

Los errores del informe

La inviabilidad del sistema de pensionesse presenta en el manifiesto delos cien economistas como resul-tado de la evolución demográ-

fica. Señalan por ejemplo que“pasaremos de las más de 4 per-sonas en edad de trabajar porpensionista actuales a 1,75 per-sonas en edad de trabajar porpensionista en el 2049”, sin ex-plicar porqué esto es –segúnellos- un problema. Parecen nopercibir que, resultado del creci-miento de la productividad, 1.75personas pueden producir den-tro de 40 años lo mismo queahora producen 4 personas. Enrealidad hace 40 años lo quehace ahora una persona reque-ría, en aquel entonces, de siete perso-nas. En esta misma línea indican que“La Comisión Europea estimaba en oc-tubre de 2009 que el gasto en pensionesen España subirá hasta el 15,1% del PIBen 2060, lo que supone un incrementodel 80% respecto de la cifra de 2007(8.4%)”, presentando este dato comomuestra que este elevado porcentaje esinasumible por la economía española.De nuevo, ignoran el impacto del creci-miento de la productividad. Suponga-mos que el crecimiento anual de laproductividad es un 1,5%, un creci-miento que incluso el Banco de Españaadmite como razonable. En este caso, elvalor del PIB español será 2,23 veces

mayor en 2060 que el PIB del año

2007. Ello quiere decir que si considera-mos el valor del PIB del año 2007 como100, el del año 2060 será de 223. Pues

bien, el número de recursos para los nopensionistas en el año 2007 fue de 100menos 8,4 (8,4 es la cantidad que nosgastamos aquel año en pensionistas), esdecir, 91,6. En el año 2060 los recursos alos pensionistas serán el 15,1% de 223, esdecir 33, y para los no pensionistas será223 menos 33, es decir, 192, una cantidadque es más del doble de la existente enel año 2007, 91,6. Debido al crecimientode la productividad, en el año 2060habrá más recursos para los no pensio-nistas que hoy, y ello a pesar de que elporcentaje del PIB dedicado a pensioneses superior en el año 2060 que en el2007. Los que alarman innecesariamente

a la población olvidan un hecho muyelemental. Hace cincuenta años, Españadedicaba a las pensiones sólo un 3% delPIB. Hoy es un 8%, más del doble quecincuenta años atrás. Y la sociedad tienemuchos más fondos para los no pensio-nistas de los que había entonces, aúncuando el porcentaje del PIB en pensio-nes sea mucho mayor ahora que enton-ces. Por cierto, ya hace cincuenta años,cuando España se gastaba un 3% del PIBen pensiones, había voces liberales quedecían que en cincuenta años se dobla-ría o triplicaría tal porcentaje, arrui-nando el país. Pues bien, estamoscincuenta años más tarde, y el país tienemás recursos para los no pensionistasque existían entonces, aún cuando elporcentaje del PIB dedicado a pensionesse ha doblado.

Otros errores

Otro error que se realiza en el informe esque toma como válidas las cifras queprovee la OCDE sobre la tasa de reem-

plazo de las pensiones, indicando quelas pensiones representan el 88% de lossalarios, definiéndola como una de lasmás altas de los países miembros de estaorganización. Como Camila Arza (“El sis-tema español de pensiones en el con-texto europeo: estructura institucional,reformas e impactos sociales”. La Situa-ción Social en España, volumen III. Ed.Biblioteca Nueva. 2009) y muchos otrosexpertos han indicado tal cifra está de-

liberadamente hinchada y no secorresponde con la realidad. Enrealidad esta cifra se basa en unavida laboral ininterrumpida de 40años, cuando la vida real laboralpromedio en España es de 35años. Por otra parte el cálculo dela pensión no se hace sobre lossalarios sino sobre la base de co-tización salarial, una cifra menorque el salario. El nivel de cotiza-ción del salario es una cifra dis-tinta a la del salario. Estadistancia entre salario real y basede cotización se ha ido redu-ciendo con lo cual las pensioneshan ido mejorando, pero distantodavía mucho de ser equipara-bles a la UE-15. No es pues el 88%

de los salarios sino de la base de coti-

zación, que es una cifra mucho menor.Por otra parte, las pensiones se incre-mentan según el índice de inflación, afin de no disminuir la capacidad adqui-sitiva de los pensionistas, pero no a basedel promedio del incremento salarialcomo ocurre en otros países. Como lossalarios crecen más rápidamente que lainflación, resulta que los pensionistasven deteriorado su nivel de vida en re-lación con la población activa, hechoque el informe ignora o desconoce.

Por otra parte el informe también ignorael hecho de que los salarios en Españason muy bajos, lo cual por cierto, no sedebe, en general, a la baja productivi-dad (ver el artículo mío “Los salarios enEspaña”.Público, 04.03.10), sino a la co-rrelación de fuerzas dentro del mercado

Page 8: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

de trabajo español. Esta situación ex-plica que las pensiones sean tambiénmuy bajas. Lo define muy bien CamilaArza en su citado capítulo del cual citodirectamente: “Al basarse en niveles sa-lariales relativamente menores que granparte de los países europeos, el sistemade pensiones español genera beneficiosmás bajos: las tasas de reemplazo refle-jan la capacidad de sustitución del sa-lario que tiene el sistema, pero no sucapacidad comparativa de compra. Estoexplica la divergencia entre la generosi-dad del sistema en términos de la tasade reemplazo teóricas y el nivel compa-rativamente bajo de gasto per cápita enparidades de poder de compra, como seobservó más arriba. Altas tasas de reem-plazo en un país con salarios más bajosproduce pensiones más bajas.”

En realidad, el porcentaje de gasto en

pensiones de jubilación en Españasobre el PIB es de los más bajos de la

UE-15 (España 8.4%, UE-15 10.2% delPIB) y ello a pesar de que la poblaciónanciana como porcentaje de la pobla-ción total es superior en España que enla UE-15. Deberíamos gastarnos, pues,más y no menos. En cambio el gasto pú-blico en pensiones de jubilación por an-ciano es más bajo que el promedio dela UE-15 y mucho más bajo que algunospaíses de la UE-15, tales como Italia13.531 upc, Suecia 13.190 upc, Dinamarca12.846 upc, (unidades de poder de com-pra, upc, es decir, euros estandarizados).El gasto público en pensiones por an-ciano en España significa sólo el 65% delsalario medio, que en España es uno delos más bajos (en la UE-15 es el 68%).

Entre las causas que explican este bajogasto público en pensiones de jubilaciónestá la reducida pensión de los pensio-nistas así como el porcentaje elevado deancianos que no reciben ninguna pen-sión pública de la Seguridad Social (el20% de la población anciana en Españacomparada con sólo el 9% de la pobla-ción anciana en la UE-15). Estos datosexplican la gran pobreza entre los an-cianos en España, de nuevo citando aCamila Arza: “En ausencia de ingresoslaborales o de capital de alguna impor-

tancia, el riesgo de pobreza tiende a au-mentar cuando los beneficios del sis-tema de pensiones son demasiado bajoso la cobertura es limitada. En España, la

expansión de los beneficios sociales y elcrecimiento económico durante el perí-odo de la reconstrucción democráticasupuso una reducción del riesgo de po-breza en la vejez. Entre 1980 y 1995, losbeneficios aumentaron y el riesgo depobreza relativa entre los mayores de 60años se redujo (Boldrin y Jiménez-Mar-tín, 2006). Esta mejora en las condicio-nes de vida de los jubilados durante lasdécadas pasadas ha acortado notable-mente la brecha con el resto de los paí-

ses de Europa. A partir de 1995, sinembargo, los beneficios relativos al sa-lario comienzan a caer y el riesgo de po-breza vuelve a aumentar. Un estudiobasado en datos del Luxembourg In-come Study ha revelado que entre1995 y 2000 la pobreza relativa en lavejez aumentó 5,9 puntos porcentua-

les (Munzi y Smeeding, 2006). En 2000España era uno de los países europeoscon la pobreza relativa más alta parala población mayor, que alcanzó el23,3% (tabla 12). Esto es probable-mente el resultado de la falta de ajustede las pensiones a la evolución del sa-lario en un contexto de crecimientoeconómico.” Todos estos datos son ig-norados en el informe FEDEA.

Otras observaciones

En realidad, la evidencia existente máscreíble que la presentada en este informemuestra que el sistema público de pen-siones no tiene un problema de viabi-

lidad. Ni que decir tiene que algunoscambios deberían hacerse, sobre todo,para mejorar la equidad dentro del sis-tema. Pero no es cierto que haya un pro-blema de sostenibilidad en la SeguridadSocial de España. La incorporación de la

mujer al mercado de trabajo y el incre-mento de la productividad, aumentaráel nivel de riqueza del país de una ma-nera sustancial proveyendo suficientesrecursos para los pensionistas y no pen-sionistas, como hemos indicado en esteinforme. Es más, la popularidad de laspensiones públicas (en todos los gruposetarios de la población) explica que lasociedad siempre encontrará recursospara financiar las pensiones públicas,bien a través de las cotizaciones sociales,bien a través de los impuestos generales.Es sorprendente leer en el informe deFEDEA que se excluye como posible inter-vención para mejorar las pensiones elaumento de las cotizaciones sociales o losimpuestos generales, posibilidades quese excluyen porque “tal aumento tendríaefectos muy negativos sobre el empleo yla inversión”. Países con elevada cargafiscal, sin embargo, tienen tasas de des-empleo muy bajas. Los países escandi-navos, de tradición socialdemócrata, sonun ejemplo de ello. Este argumento esinsostenible a la luz de la enorme evi-dencia que muestra que no hay relaciónentre lo primero y lo segundo. Es una de-claración meramente ideológica que ca-rece de credibilidad científica.

Por último, el informe recomienda que

Los que alarman inne-cesariamente a la po-blación olvidan unhecho muy elemental.Hace cincuenta años,España dedicaba a laspensiones sólo un 3%del PIB. Hoy es un 8%,más del doble que cin-cuenta años atrás. Y lasociedad tiene muchosmás fondos para losno pensionistas de losque había entonces.

La incorporación de lamujer al mercado detrabajo y el incre-mento de la producti-vidad, aumentará elnivel de riqueza delpaís de una manerasustancial proveyendosuficientes recursospara los pensionistasy no pensionistas

8

Page 9: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

se cree una Comisión para hacer pro-puestas para resolver la supuesta invia-bilidad de las pensiones, fuera delalcance del Pacto de Toledo, que dilui-ría la participación de los representantesde la población española en el procesode reflexión y decisión del mayor pro-grama público que afecta a la mayoríade la población. Ni que decir tiene queotras medidas que son más importantespara mantener la sostenibilidad de laSeguridad Social, como son la redistri-bución de la renta y el incremento de lamasa salarial como porcentaje del PIB,

son totalmente ignoradas en el informe.Tal como ha escrito Christian Weller en“The future of public pensions on theOECD”, publicado en el Cambrigde Jour-nal of Economics, (2004), una de lascausas que ha creado un problema eco-nómico en la Seguridad Social es preci-samente la polarización de las rentas

en los países de la OCDE, con disminu-ción de las rentas del trabajo a costa delincremento de las rentas de capital.Puesto que la mayoría de los fondos ala Seguridad Social proceden de las ren-tas del trabajo, la disminución de este

tipo de rentas ha afectado a los ingresosa la Seguridad Social. De ahí que medi-das redistributivas incrementando lasrentas del trabajo juegan un papel clavepara garantizar la viabilidad del sistemade pensiones. Pero estas medidas que-dan totalmente fuera del marco liberalque siempre favorece las rentas de ca-pital sobre las rentas del trabajo. Mepermito sugerir al lector que lea la sec-ción Pensiones en mi web (www.vna-varro.org).

Varios son los elementos de la regu-lación del sistema de pensionesque reflejan, a la vez que poten-

cian, la división del trabajo; y con ellala precariedad y la pobreza femenina.Señalaremos algunos de ellos que con-travienen especialmente los principiosde equidad de género y de eficienciaeconómica por los que, precisamente,debería regirse el sistema.

En el GRÁFICO 1 se muestra la evolución delas pensiones no contributivas y del im-porte mínimo de las pensiones de jubi-lación contributiva y de viudedad (quees el mismo). Los mínimos de las PC dejubilación y viudedad son sustancial-mente mayores que las PNC a lo largo detodo el periodo, pero además cada añola revalorización se establece de tal ma-nera que la distancia aumenta. Así, seestablecen dos umbrales de renta mí-nima digna: una que solamente se ase-gura a aquellas personas con 15 años

cotizados o que sean viudas de un/a tra-bajador/a con 500 días de cotizaciones;y en este último caso solo si el matrimo-nio estaba en vigor al momento de lamuerte del trabajador/a o si la viuda/odetentaba una pensión compensatoria

a raíz de su divorcio. El resto de las per-sonas mayores sin rentas se verán con-denadas a malvivir con la PNC, queasciende a 336 euros al mes en 2009 yes incompatible con todo tipo de rentaspersonales o familiares. Da la casualidadde que, según los datos de 2008, laspersonas perceptoras de PNC son, en

un 82,5%, mujeres.

Sin cuestionarnos ahora la parte contri-butiva del sistema, destaquemos aquíque los complementos por mínimos tie-nen el mismo carácter no contributivoque las PNC y, como ellas, se financianpor impuestos y no por los ingresos dela Seguridad Social. Si se trata de asegu-rar un mínimo de subsistencia digno atodas las personas mayores que no ten-gan suficientes recursos para vivir, po-demos preguntarnos: ¿hay alguna razónpara que ese umbral de subsistencia

Pensiones e igual-dad de género

La diferencia de derechos entre hombres y mujeres du-rante su vida laboral se prolonga de manera especial-mente perniciosa en el momento en que éstas accedena las prestaciones sociales asociadas a la edad, tanobsoletas e ineficaces como la pensión de viudedad, yque no hacen más que acrecentar la brecha entre gé-neros en cuanto a beneficios y a responsabilidades.

María Pazos Morán

GRÁFICO 1

* Mínimo legal para personas con 65 años o más y sin cónyuge a cargo

9

Page 10: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

digno sea diferente para las personasque han cotizado 15 años y para las per-sonas que no han llegado a ese pe-riodo? Aquí encontramos el primerelemento que contradice de plano elprincipio de equidad.

Si introducimos en la comparación lapensión de viudedad, la contradicciónes aún más evidente. En efecto, a lapregunta anterior podría responderse,siguiendo la lógica de la famosa inecua-ción [Mínimos de PC> PNC], que tendríapor objetivo incentivar la contribuciónde todas las personas al menos duranteun periodo de 15 años. Pero resulta quelas personas casadas (con ‘trabajadores’que cotizan) no se ven afectadas por eseincentivo, pues tendrán asegurado unmínimo de pensión de viudedad igualal mínimo de pensión de jubilaciónaunque no tengan cotizaciones previas.Así que este argumento de eficiencia noparece muy contundente, o al menosestaría aplicándose de forma incohe-rente, excluyendo a las mujeres casadas.

El GRÁFICO 2 muestra una evolucióncomparativa a lo largo de veinte años(de 1988 a 2008) de los importes me-dios de las pensiones contributivas dejubilación percibidas por hombres ymujeres según tramos de edad, a travésde la ratio:

Por ejemplo, según se observa en elgráfico, en 2004 la ratio para el grupo deedad de 60 a 64 años es 0,6. Esto signi-fica que la pensión media de las mu-

jeres de 60 a 64 años era, en 2004, el

60% de la pensión media de los

hombres de esa misma edad.

Vemos que este indicador va decre-ciendo con el tiempo para todos los gru-pos de edad, lo que refleja que ladesigualdad entre las pensiones dehombres y mujeres empeora con eltiempo. Este empeoramiento puede serconsecuencia de dos factores: por unlado las diferencias entre los salarios; ypor otro la influencia de los cambios enlas reglas de cálculo de las pensionessobre hombres y mujeres. En cuanto alos salarios, es cierto que la relaciónentre el salario por hora de mujeres yhombres ha mejorado, pero hay queestudiar cómo ha evolucionado la rela-ción entre los salarios medios. El em-

pleo a tiempo parcial femenino, enenorme expansión, disminuye el salariomedio, y consiguientemente la pensión.

En cuanto a las reglas de cálculo, si re-lacionamos la evolución del ratio entrelas pensiones medias con los cambiosnormativos, constatamos lo esperado:el refuerzo de la contributividad tiene

un reflejo inequívoco en la dismi-

nución relativa de las pensiones de

las mujeres. Si se aumenta el tiempocotizado necesario para que la pensiónalcance el 100% de la base reguladorahasta los 35 años, muchas mujeres se

quedarán por debajo. Si se amplía elperiodo sobre cuyas cotizaciones secalcula la pensión (y por tanto el pe-riodo en el que los huecos de cotiza-ción están penalizados), las pensionesde las mujeres disminuirán. Esta evo-lución se ha observado también enotros países donde se han hecho cam-bios semejantes.

La pensión de viudedad y suscontradicciones

Originalmente la pensión de viudedadse concedía a todas las viudas pero so-lamente a los viudos que, según la LeyGeneral de Seguridad Social de 1974,

“se encontraran incapacitados al tiempode fallecer la esposa causante de la pen-sión y a cargo de la misma”. En 1983una sentencia del Tribunal Constitucio-nal consideró discriminatoria esta dis-tinción, y a continuación la pensión deviudedad se extendió a los hombres enlos mismos términos que a las mujeressin otro tipo de modificaciones. Comoconsecuencia, quedó configurada unapensión que, por un lado, sigue sin res-ponder a la realidad actual y, por otro,acumula rasgos que no responden aninguno de los principios por los que serige el sistema.

La pensión de viudedad atenta direc-tamente contra el principio de equidad:no es una protección ante la carencia

de rentas propias (como sí lo son lasdemás prestaciones: desempleo, inca-pacidad temporal, invalidez y jubila-ción), y ni siquiera es incompatible conotras fuentes de ingresos. Así, se da elcaso de que las cotizaciones de una per-sona soltera no le sirvan para su propiapensión (porque no vaya a llegar al mí-nimo para tener derecho a pensión dejubilación contributiva) pero estén sir-viendo para que otra se beneficie deuna pensión de viudedad junto concualesquiera que sean sus otros ingresos(incluidas pensiones). Pobres finan-ciando a ricos, o sea lo contrario de laequidad. Es más, si una persona casadaque solamente haya cotizado durante 5años se muere, dejará una pensión deviudedad a su viudo/a. Pero si se jubilano tendrá derecho a una pensión pro-

GRÁFICO 2

Importe medio anual de las PC de jubilaciónpercibidas por mujeres

Importe medio anual de las PC de jubilación

percibidas por hombres

10

Page 11: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

pia. Se pueden encontrar muchas másincoherencias para esta figura que notiene ya ninguna razón de ser.

La pensión de viudedad no solamentees una figura obsoleta desde el puntode vista de la equidad sino tambiéndesde el de eficiencia. En el escenariode división sexual del trabajo en el quenos encontramos, esta figura empuja amuchas mujeres casadas a la economía

sumergida, con el consiguiente efectonegativo sobre la Hacienda Pública,sobre la economía y sobre la vida de lasmujeres que se ven impulsadas a per-manecer en situación irregular.

Conclusión: la única solución esla igualdad total

Tal y como está diseñado, yen confluencia con otrosmecanismos que fomentanla división del trabajo, elsistema de pensiones em-puja a muchas mujeres a laprecariedad y/o a la econo-mía sumergida durante suvida laboral; lo que a su vezles conduce a pensiones pordebajo de la línea de po-breza.

La adaptación del sistema deSeguridad Social a la sociedadactual exigiría la eliminación la pen-

sión de viudedad, conjuntamente conotras reformas en pro de la igualdad degénero. Esta eliminación tendría quehacerse con medidas transitorias ade-cuadas, de tal manera que las viudasactuales sin otro tipo de rentas, y laspersonas mayores de una cierta edadque ya han sido víctimas de los incenti-vos adversos, no empeoraran aún mássu situación. Por otro lado, la pensiónno contributiva debería aumentarsehasta un nivel digno, que podría serel mínimo actual de las pensiones deviudedad y de jubilación, a la vez queese mínimo general se hace incompa-tible con todo tipo de rentas persona-les (que no es el caso de los mínimosactuales). Toda esta reforma haría queel umbral de vida digno fuera elmismo para todas las personas mayo-

res sin ingresos. Para obtener pensio-nes por encima de ese nivel, todas laspersonas se verían incentivadas a co-tizar durante toda su vida, y no sola-mente los hombres y las mujeressolteros sin responsabilidad de cuida-dos.

La equiparación de las PNC al mínimodel resto de las pensiones sería perfec-tamente posible en un contexto decambio estructural. Hay que tener encuenta que si muchas mujeres se venatrapadas en el objetivo de cotizar so-lamente 15 años es porque las reglas delsistema se juntan con otros incentivosadversos y una gran carga no compar-tida de trabajo doméstico. Si estas cau-

sas se eliminaran, ellas podrían, ytratarían de, cotizar toda la vida comolo hacen ahora los hombres.

El mayor reto para este cambio estruc-tural es el cambio en el comportamientomasculino. El modelo de comporta-miento masculino actual se mantiene abase de que las mujeres llevan el peso

de la atención a la infancia y a la de-

pendencia, lo que se da a través de dosvías: 1) retirada femenina del empleo(aunque sea temporalmente y/o atiempo parcial), lo que redunda en pre-cariedad para las mujeres, con o sin car-gas familiares y 2) trabajo precario y sinlos mínimos derechos sociales de lasmujeres inmigrantes. Aún así, este mo-delo lleva a un callejón sin salida de-bido a la crisis demográfica: unasociedad cada vez más envejecida, con

menos niños/as, menos personas enedad de trabajar y cuidar; y más perso-nas mayores que necesitan cuidados yrecursos.

Los ejes de actuación para el cambio de

modelo son: 1) políticas para que loshombres asuman su 50% del trabajodoméstico y de cuidados, y particular-mente los permisos de maternidad ypaternidad iguales e intransferibles,junto con políticas educativas igualita-rias. 2) Universalización de la educacióninfantil de calidad desde los 0 años y delsistema público de atención a la depen-dencia. 3) Horarios más cortos paratodas las personas a tiempo completo.4) Eliminación de todos los desincenti-

vos a la inclusión de las mujeresen el empleo de calidad que seencuentran en todo el sistemade impuestos y prestaciones; enparticular los incentivos altiempo parcial, las excedenciasy prestaciones para el cuidadoincompatibles con el empleo, ladeclaración conjunta y, comohemos visto, la pensión de viu-dedad. 5) Igualdad en la pro-tección social; con especialatención a la inclusión de lasempleadas de hogar en el Ré-gimen General de la SeguridadSocial y a la equiparación de laPNC con el mínimo general de

las pensiones. La mayoría de estas rei-vindicaciones se encuentran en el ma-nifiesto Feminismo Ante la Crisis(www.feminismoantelacrisis.com) quese puede firmar on-line.

Para hacer posible el cambio de modelo,una condición necesaria es que imagi-nemos una sociedad donde no hayaninguna diferenciación de roles de gé-nero, y sí libertad total para la diversi-dad entre personas. En definitiva, unasociedad donde cada persona se com-porte como desee sin más límites que elrespeto a las demás, sin encorsetamien-tos normativos en categorías sociales. Elobjetivo del feminismo en el siglo XXI esla eliminación de la diferencia sexualpara permitir que florezca la libertad in-dividual y las relaciones libres entre laspersonas.

11

Page 12: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

Standard & Poor’s ha bajado el ra-ting de la deuda pública de Es-paña, algo que ha alarmado a los

mercados y agudiza los problemas eco-nómicos de España. Este hecho es bienconocido por todos. Lo que ya se escapamás es qué significa realmente, quéconsecuencias puede tener y qué puedehacerse para evitar los graves problemasque se avecinan.

Como ya vimos con ocasión del casogriego, la deuda pública es el me-canismo que tienen los Estados paraendeudarse y poder financiar así susactividades económicas. El procedi-miento es sencillo. El Estado, Españaen este caso, emite unos títulos fi-nancieros (letras, bonos u obligacio-nes; en función del plazo devencimiento) que garantizarán alcomprador unos flujos futuros igua-les al nominal más los intereses. Noobstante, existe un mercado secun-

dario donde se compran y vendenesos títulos, de tal forma que normal-mente no se mantienen hasta el final.

En cualquier caso, cuando los Estadossacan a la venta esos títulos lo hacen através de una subasta que determinaráel precio de los mismos. Así, cuantos másinversores pujen por esos títulos más altoserá el precio y, lo que es lo mismo,menos tendrá que pagar el Estado enconcepto de intereses. O, dicho de otraforma, si son muchos los inversores enrelación a los títulos ofrecidos por el Es-tado (una relación de oferta y demanda),entonces el Estado tendrá que pagarmenos intereses por cada título. En de-finitiva, en esas circunstancias al Estadole será más barato endeudarse y tendrá

que pagar menos al devolver la deuda.

Ahora bien, ¿cómo saben los inversorescuál es la calidad de los títulos que vendeun Estado? ¿cómo saben los inversores sies mejor (más o menos arriesgado) com-prar los títulos de Grecia, España o EEUU?En teoría lo razonable es hacerlo exami-nando las variables macroeconómicas

del país, porque es aquello que te mues-tra cómo evoluciona la economía queestá detrás de ese endeudamiento. Sinembargo, hacer todo eso es costoso entiempo y conocimientos. Por eso apare-cen unas instituciones privadas llamadasagencias de calificación que dicen hacerese trabajo y simplifican toda esa infor-mación a un dato que se encuentra enuna escala muy reducida que, dicen,permite además la comparación. Así,estar por encima en la escala representamejor calidad.

Estas agencias privadas (hay 3 verdade-ramente importantes) son entonces devital importancia para los inversores. ¿Ypor qué? Pues porque los inversores se

comportan en los mercados financierosde una forma gregaria y con un únicoobjetivo: asegurar la máxima rentabi-

lidad posible. Esos inversores son, sobretodo, fondos de inversión colectiva, esdecir, fondos de pensiones, fondos deinversión, hedge funds, fondos sobera-nos, fondos de riqueza privada -de laspersonas más ricas del mundo- etc., y

son gestionados por muy pocos in-dividuos que se llevan importantescomisiones por esa labor. Su com-portamiento es sencillo: se muevenpor los mercados financieros (el deDeuda Pública lo es, pero también elde Deuda Privada, el de acciones, elde futuros y opciones, etc.) buscandohacer operaciones de compra y ventaque les permitan revalorizar su capi-tal, esto es, incrementar su dineroinicial. Y como son operaciones rápi-das, inmediatas en su ejecución ycambiantes, no tienen tiempo para

análisis económicos de fondo. La

señal enviada por las agencias de

calificación es, entonces, crucial. Esasseñales disparan la alarma y provocanestampidas en los inversores, modifi-cando la relación de oferta y demandaen los mercados primarios y secundariosde títulos de deuda pública.

Así pues, una bajada del rating por partede S&P supone un aviso a los inversoresde que la calidad ha bajado y de que“deberían” exigir más por sus títulos afin de que la rentabilidad ofrecida refle-jara el riesgo asumido. Entonces, nuevasemisiones de títulos por parte de Españaserán mucho más caras: la subasta ofre-cerá un resultado muy distinto al anteriorpues ahora los inversores exigirán mayo-res intereses y, en consecuencia, al Es-

Qué significa la bajada de calificación de EspañaAlberto Garzón Espinosa

La ciudadanía está perdiendo el control económico, peligrosamente gestionado por los finan-cieros y sus agentes calificadores, quienes catalogan la deuda de los países de forma muchasveces acientífica y persiguiendo intereses egoístas. Hay dos modos de enfrentarse a los enor-mes desajustes que este sistema origina: obedecer los mandatos de los mercados (receta deajuste del FMI) o recuperar la soberanía popular poniendo las finanzas en el lugar que les co-rresponde: abasteciendo a la economía productiva para beneficio de todos.

12

Page 13: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

Aun cuando en los momentos ac-tuales –en los que aún nos en-contramos lejos de la

recuperación económica– una política

fiscal restrictiva no sea la más conve-niente, a España quizás no le quedemás remedio que aplicarla, presionadapor Alemania, los halcones de la Comi-sión Europea y por los llamados merca-dos. Bien es verdad que tanto elGobierno español como los de otros pa-íses con idénticos problemas podríanhaber mantenido una postura másenérgica frente a los defensores de losexpedientes por déficits excesivos y,desde luego, no deberían haber asu-mido el discurso bobalicón de que “sa-

near las cuentas públicas es vital paraimpulsar la recuperación”.

En cualquier caso, lo que parece estarfuera de toda discusión es que para ins-trumentar una política restrictiva sonmúltiples las posibilidades a utilizar;cada una de ellas con efectos y resulta-dos diferentes. El Gobierno se ha aden-trado por el peor camino, tal vez con elobjetivo de alcanzar el mayor númerode apoyos de la derecha. Ante la dis-

yuntiva de reducir gastos o subir im-

puestos, se está escogiendo

principalmente la primera opción. Esmás, se llega al contrasentido de que,mientras se rechaza cualquier tipo de

medida que comporte el mínimo incre-mento de gasto público, se aceptanmúltiples desgravaciones fiscales, comosi la disminución de ingresos no tuvieseningún efecto sobre el déficit público.Incluso se propone liberar parcialmentea los empresarios de la indemnizaciónde los despidos, por la vía de traspasarsu coste al Estado, o se plantea reducirlas cotizaciones sociales.

Sin embargo, la realidad es que elenorme aumento que ha sufrido el

déficit público obedece más a la

caída de los ingresos que a la expan-

sión del gasto, por lo que a la hora deintentar sanear las cuentas públicashabría que considerar en primer lugarlos impuestos, y concretamente elfraude fiscal, ya que el descenso de laproducción y del consumo no puedenexplicar en su totalidad la brutal mi-noración de la recaudación. Si de subirimpuestos se trata, el Gobierno, enlugar de escoger el IVA, debería haberseorientado a los directos (impuesto depatrimonio, rentas de capital, tarifa delIRPF) cuya subida, amén de tener efec-tos positivos sobre la equidad, desin-centiva la actividad económica enmenor medida que la elevación de losindirectos o que la reducción del gastopúblico, al tener las rentas altas unamayor propensión al ahorro.

La peor políticaposibleJuan Francisco Martín Seco

Las medidas de recuperación de la crisis parecen pasarpor dos únicas vías: la de reducir gastos o la de mejorarlos ingresos. Pero incrementar el aporte de los más pu-dientes a través de impuestos directos o perseguir elfraude fiscal no parece ser del agrado de un gobiernoaltamente complaciente con las políticas de derechas,que se arriesga a desincentivar la actividad económicaal adoptar la peor de las salidas posibles.

tado le saldrá más caro endeudarse.

¿Problemas? Por un lado que no son cien-tíficos los métodos de las agencias de ca-lificación y, en cambio, en gran medidason discrecionales. Por otra parte, que di-chas estampidas de los inversores puedenestar o no justificadas, es decir, puedenser sensatas (el riesgo de quiebra au-menta) o totalmente injustificadas (comoen el caso griego, efecto de ataques espe-culativos). En el caso de España me atre-vería a decir que aunque la situación escomplicada, los movimientos en el mer-cado de deuda pública (y en el de CDS quefunciona en paralelo) se deben más a

temores y procesos especulativos por

parte de unos inversores que quieren

pescar en río revuelto.

En cualquier caso, a España le va a costarcada vez más endeudarse y tiene que ac-tuar para modificar su economía y mejorarsu situación. Pero hay dos vías: la queproclaman los liberales (un ajuste estruc-tural a la vieja usanza) y la que en mi opi-nión debería acometerse. La primera esuna solución del tipo que el FMI y la UEestán requiriendo a Grecia: bajada gastopúblico, reformas fiscales regresivas, des-regulación más acusada del mercado la-boral, etc. Todo un programa de espírituneoliberal. Un programa que satisfaga alos mercados (a los inversores y especula-dores) y que tranquilice la situación acosta del bienestar de los trabajadores.

La otra solución es recuperar la soberaníadel pueblo y recuperar el Estado comoinstrumento útil para que los ciudadanos

puedan ejercer su derecho a decidir. Esdecir, dejar de depender del más que

sesgado criterio de los mercados finan-

cieros y sus agentes y empezar a recu-

perar el control de la economía. Paraello es necesario acometer reformas queen el caso de España conllevan un re-planteamiento radical del modelo pro-ductivo y de su relación de clases, peroque en definitiva pasan por destruir eltinglado neoliberal montado en las últi-mas décadas, plantarse radicalmentefrente a este tipo de globalización finan-ciera, y construir una economía donde elsector financiero haga lo que tiene quehacer (financiar la economía real) y dondeel objetivo sea la satisfacción de las nece-sidades humanas.

13

Page 14: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

Mientras los diagnósticos proceden-tes de los organismos internacio-nales mantienen la tesis del

repunte en los países centrales, la realidadcotidiana se muestra esquiva. Los llama-dos brotes verdes, eufemismo para iden-tificar la voluntad de los bancos a prestardinero y de los inversores a tomar riesgos,abriría nuevas expectativas de empleo yconsumo. Para tal efecto los países debenajustar sus estructuras productivas, estarpreparados para abordar el inicio de otraera de crecimiento económico.Hay que ser diligente y profun-dizar en la reforma del mercadolaboral. Si por miedo, moviliza-ciones sindicales y presionessociales no se actúa, las conse-cuencias serán desastrosas. Lodicho aconseja ser responsa-bles. No hay lugar para senti-mentalismos. Si hay que echara la calle a miles de trabajado-res, se hace y punto. Las nuevasformas de contratación laboralestán precedidas por un debi-litamiento de los derechos la-borales y la reducción de prestacionessociales. Hoy se busca dar una vuelta detuerca. Hablamos de abaratar el despidoen pro de contratos basura. Con esta prác-tica los empresarios verán aumentar podery riquezas vía exenciones fiscales patroci-nadas por los gobiernos de la derechaconservadora o la socialdemocracia libe-ral. El negocio es redondo.

Mucho de lo apuntado es vox populi. Sinembargo, la crisis afecta de manera dife-rente a los sectores medios, llevándoseconsigo los sueños e ilusiones de la ma-yoría de sus miembros. Así, ven alejarselas expectativas de adquirir una segunda

vivienda, ir de vacaciones a lugares exó-ticos, cambiar de coche cada año o comeren restaurantes de fama. Han perdido

capacidad adquisitiva. Ya no se permitenla licencia de cambiar de celular o de or-denadores cada año. Sus hijos, por pri-mera vez, atisban un horizonte defrustración. Me refiero a gozar de trabajoestable, tener acceso a vivienda propia ogozar de un sistema de salud pública deamplia cobertura. Sin olvidar el desarrollode una educación de calidad.

Hoy podemos afirmar, sin temor a equi-vocarnos, que este camino se viene re-

corriendo durante las dos últimas

décadas del siglo XX. Sus inicios coinci-den con la privatización, desregulación yla reforma del Estado. En su encuadre, seabrieron, al capital privado, sectores es-tratégicos de la economía, entre ellosagua, luz, electricidad, telefonía, trans-porte aéreo o salud. Los resultados de talpolítica han sido mediocres o desastrosos.No hay ninguna estadística rigurosa cuyosdatos confirmen una mejor administra-ción en favor de la empresa privada. Loscortes de luz, falta de agua y mala gestióndel trasporte son ejemplos de lo aseve-

rado. Durante décadas las empresas delholding estatal mantuvieron sus altos ni-veles de eficacia y brindaron un equili-brado servicio público.

No es éste el lugar ni la ocasión para de-batir sobre las prácticas corruptas entrefuncionarios. Dichas conductas no son,en ningún caso, privativas de los cuer-pos civiles dependientes de la adminis-tración pública. La empresa privada nova a la zaga en este rubro. Regalos, la-vado de dinero negro, lobbys para con-

seguir adjudicaciones encontratas y presiones por me-dios poco ortodoxos, por decirlo menos, configuran un com-pleto pack siempre disponibleen manos de empresarios,banqueros y empresas trasna-cionales. Para quienes dudende lo afirmado el ejemplo másreciente proviene del capitalfinanciero. Sus directivos seforraron durante años ycuando les vieron las orejas allobo salieron pidiendo su sal-

vación a costa de las arcas públicas.Ahora son los mismos que exigen mo-deración salarial, flexibilidad laboral yblindan sus contratos con indemniza-ciones multimillonarias. Todo un decá-logo ético de buen comportamiento.

En este momento quisiera abordar uno de

los aspectos menos tratados cuando se

analiza la actual crisis del capitalismo.

Me refiero a la bancarrota de los miles

de pequeños empresarios que han con-tratado una segunda o tercera hipotecasobre sus bienes inmuebles y renunciadoa la vida dulce de los años de bonanza.Ellos nunca imaginaron, así rezaba el

La crisis de la pequeña burgue-sía empresarialMarcos Roitman Rosenmann

Aparentemente, todo iba bien. Los más audaces cazadores de fortuna se esmeraban enprosperar sin límites en este sistema libre de ataduras. El requisito para lograr tanta bo-nanza era sencillo: un poco de riesgo y otro tanto de deuda. Pero alguien olvidó advertira los emprendedores que su posición en la cadena trófica del capital no era tan privilegiadacomo se les hacía creer. Porque al final, la banca, el más implacable de los depredadores,acabó por cobrarse todas las presas disponibles. Las grandes y las pequeñas.

14

Page 15: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

Llevamos dos años de crisis sin quese haya disipado todavía el oscu-rantismo que reina en torno a ella

y a sus perspectivas. Y es que sigue ha-biendo una especie de pacto de silencioentre el Gobierno del PSOE y la oposi-ción del PP para no hablar con claridadde los factores que la desencadena-ron. ¿No sería ya hora de empezar allamar las cosas por su nombre paraidentificar sin tapujos los problemas ysu posible tratamiento y evolución?La dificultad estriba en que ello pasapor desinflar el triunfalismo de los go-biernos de los últimos lustros y respon-sabilizarlos de los errores y dejaciones

que acabaron llevando a la economíaespañola a la lamentable situación ac-tual. Hay que empezar recordando quela economía española pudo recupe-rarse con facilidad del pinchazo de laburbuja inmobiliaria anterior (la que sedesinfló tras los festejos del 92) sane-ando sus déficits y recobrando su com-petitividad gracias a dos instrumentosa los que hoy no puede recurrir: la de-valuación de la peseta y la bajada deltipo de interés. La posterior entrada enel euro reforzó la atractiva posición dela economía española para los capitalesdel resto del mundo, animando la bur-buja inmobiliario-financiera y la cul-

tura caciquil del pelotazo.Y mientras España alardeaba de cumplirbien con el Tratado de Maastricht alcontrolar el déficit y el endeudamientopúblico, dejaba volar el endeuda-miento y el déficit privado frente alexterior. Tras haber devorado el ahorrointerno, la burbuja inmobiliaria se si-guió financiando con cargo al exteriordurante los últimos años del auge. Lagran irresponsabilidad del Gobierno ydel Banco de España fue consentirque siguieran engordando los riesgosinmobiliarios del sistema financieroque luego tendrían que apuntalar.Pues, como era previsible, el proceso es-peculativo acabó muriendo por estran-gulamiento financiero cuando lospasivos emitidos por la economía espa-ñola empezaron a generar desconfianzay faltó la liquidez tan abundante y ba-rata que lo venía nutriendo.

Pero, en vez de establecer desde el prin-cipio planes para reconvertir el andamioinmobiliario-financiero que generó lacrisis, se desvió la atención hacia otroscampos, al mismo tiempo que en ellenguaje oficial sigue estando vetadohablar de burbuja inmobiliaria, comolo está mencionar la cuerda en la casadel ahorcado. ¿Se romperán alguna vezlas complicidades con ese statu quo queestá arruinando al país?

ComplicidadesparalizantesJ.M. Naredo

El ajetreo de la recuperación tras la crisis sigue siendoun buen modo de tapar su origen. Nada se oye sobreaquel endeudamiento asfixiante que ninguna instituciónse preocupó de controlar. Nadie menciona los clamoro-sos excesos de tantas maniobras de especulación fi-nanciera, centradas en el mundo inmobiliario, que hanllevado a una total paralización del sistema.

catecismo de la economía de mercado,que verían desmoronarse las expectativasde gozar un futuro lleno de parabienes. Laidea de lograr ganancias fáciles fue suequívoco. Los aspirantes a pequeños em-presarios asumieron los riesgos como un

aliciente. En algunos países incluso seteorizó sobre esta nueva forma de ga-narse la vida. Sea usted su propio emple-ado. El mensaje caló y muchos ingenuoscreyeron en él. De esta manera no les im-portaba endeudarse, pagar créditos abu-sivos o simplemente apoyarse en losahorros de toda una vida para empren-der un negocio. Hubo quienes decidieronasociarse, formar pequeñas compañíasde trabajadores con experiencia en pin-tura, fontanería, electricidad. Era el com-plemento perfecto al neoliberalismo. Susrepresentantes hablaban de dinero se-milla, yacimientos de empleo o nichos detrabajo. Así, mientras despedía a los tra-bajadores de las empresas públicas ydesregulaba el mercado, vendían los

decálogos para convertirse enempresarios. No pocos introdujeron el tó-pico de hay que enseñarles a pescar y nodarles el pescado. Los más se tragaron elanzuelo. Hubo osados que alquilaron einvirtieron en pequeños locales comer-ciales. Los nuevos centros de ocio capta-ron algunos. Otros lo hicieron en zonasde gran tránsito peatonal: cines o bule-vares. Tiendas de animales, boutiques,panaderías para gourmet, locales acon-dicionados para albergar artículos decaza y pesca, restaurantes, librerías, ul-tramarinos, deportes, ropa de niños,concesionarios de marcas de alimenta-ción, etcétera. Nadie les informó de los

posibles fracasos. Pensaban en la bo-nanza de un capitalismo triunfante po-lítica, cultural y económicamente.Dormían plácidamente y no pensaron enun capitalismo en crisis, capaz de engullirtodo lo que está en su camino para sal-varse de su muerte.Hoy podemos observar en todos los

rincones de las grandes capitales yciudades una imagen desoladora, expo-nente del fracaso del capitalismo. Sonmultitud los locales con carteles de sevende o se alquila. Capital muerto, sinposibilidades de entrar en el mercado. Sonlos restos de una bacanal. Quienes parti-ciparon alegremente y se emborracharonde economía de mercado han pasado aengrosar la lista de morosos en los bancos.Sobreviven como pueden y ocultan sufrustración y fracaso. No quieren perder suestatus, luchan con uñas y dientes para noproletarizarse. Prefieren vivir una farsa yseguir creyendo en el capitalismo. Nopiensan ni un instante en romper con elsistema. Por el contrario, lo apuntalan.Son jugadores de póquer endeudadoshasta las cejas. Su razonamiento es básicoy elemental. Algún día cambiará la malaracha. Pero cuando gana, ha contraídotantas deudas que vuelve a quedarse enblanca. Como sucede siempre, la bancasiempre gana.

15

Page 16: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

La mayor parte de los economistas,sobre todo los del pensamientoprincipal, plantean las cuestiones

económicas sin considerar el marco po-lítico, institucional y social en el que sedesarrolla la actividad económica. Paraellos, lo importante es lograr tasas ele-vadas de crecimiento económico sintener en cuenta el contexto en el quetiene lugar la actividad. Así, es fre-cuente que se analicen, por ejemplo,los éxitos de determinadas economías,alabando el buen hacer del gobiernopara lograr tan buenos resultados, sinque se cuestione el que, en muchoscasos, estos tienen lugar en un marcopolítico totalitario.Así, la democracia no se considera unvalor importante a la hora de evaluarel desarrollo económico. Es más, enalgunos casos se llega a afirmar queésta puede ser un entorpecimiento

para conseguir el crecimiento. En másde una ocasión algún economista bri-llante ha llegado a afirmar que la de-mocracia es un bien de lujo, y, portanto, propio de los países ricos. La de-mocracia se alcanzará cuando se logreun cierto grado de madurez econó-mica. Hasta alcanzar ese punto lo im-portante es crecer, aunque sea conelevados costes sociales, políticos yambientales. Después la democraciacaerá como fruto maduro. El creci-

miento se plantea como el objetivo

principal y único que hay que tener

en cuenta. La consecución del des-arrollo supone sangre, sudor y lágri-mas.Afortunadamente no todos los econo-mistas piensan igual, y esas tesis son fá-cilmente rebatibles si se analiza la

historia con rigor. Amartya Sen ha des-tacado la importancia de que exista de-mocracia para evitar hambrunas. Lacorriente de pensamiento que se inspiraen las aportaciones de Sen tiene unaconcepción del desarrollo más ampliaque limitar éste al puro crecimiento. Uncrecimiento más igualitario en rentas,riqueza, oportunidades y derechos esfundamental, como lo es la igualdad de

género, y la potenciación de las capaci-dades personales para favorecer la rea-lización de la propia vida. En esteenfoque la democracia y el desarrollodeberán ir unidos y no como cosas se-paradas y que no tienen nada que ver.La recuperación del pensamiento insti-tucional de Veblen, Dewey y Com-

mons, que entronca con lo que estamosdiciendo, resulta básico para tener encuenta una dirección del desarrollo de-terminada y concreta. Comprender lasinstituciones es básico para entender elcrecimiento y el funcionamiento delmercado. Esta corriente institucional notiene nada que ver con el neoinstitucio-nalismo moderno. Éste se sujeta al es-trecho marco neoclásico, el marco de laelección racional, que ni es racional niofrece posibilidades de elección. En

algún libro sobre neoinstitucionalismomoderno, la palabra institución ni si-quiera aparece, y se explica todo con laelección racional, los costes de transac-ción y las imperfecciones de la informa-ción, considerando que todo ello ysolamente con esos análisis, se explicanlas instituciones. Pero las instituciones,tal como las consideraban los institu-cionalistas clásicos mencionados, no seencuentran en sus análisis y, en conse-cuencia, para esta visión no explicanrealmente nada.El desarrollo no es ajeno a cómo se

consigue el mismo y a quién beneficia,al igual que es fundamental tener encuenta la equidad, los derechos políti-cos y sociales, la sostenibilidad, la eli-minación de la pobreza y el hambre. Loseconomistas no podemos ser ajenos atodo ello y considerar que éstos son as-pectos que no incumben a nuestra dis-ciplina. La economía es una cienciasocial que debe pretender la mejora dela sociedad y el avance en el bienestar,y todo esto es más complejo que el re-

duccionismo económico, pues los fac-tores que tienen un componentehumano y social es básico y necesariotenerlos en cuenta. En todo procesoeconómico la ética debe ser una piezabásica para comprenderlo y para evitarque la economía se convierta en un áreade conocimiento tecnocrática y sin di-mensión social y ecológica.Uno de los problemas a los que nosenfrentamos hoy en día las economíasmodernas, es precisamente la falta de

ética y de valores en el comporta-

miento económico. La codicia, la ava-ricia y la adoración del becerro de orolo invaden todo. El único objetivo para

Economía, democracia y éticaCarlos Berzosa

Muchos economistas plantean con cinismo que el crecimiento económico es lo prioritario yque la sociedad tiene que someterse a las limitaciones que se les impongan hasta que aquélse alcance. Esa valoración ignora de modo flagrante que los ciudadanos deben ser los pri-meros beneficiarios de los recursos, que están legitimados para elegir en base a criterioséticos y solidarios sobre la distribución de las riquezas y que deberían poder ejercer un ab-soluto control democrático sobre los gestores económicos, tanto públicos como privados.

Un crecimiento másigualitario en rentas, ri-queza, oportunidades yderechos es fundamen-tal, como lo es la igual-dad de género, y lapotenciación de las ca-pacidades personalespara favorecer la realiza-ción de la propia vida

16

Page 17: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

los que pertenecen a las elites econó-micas y políticas es ganar dinero, y éstees el valor fundamental que se trasladaa la sociedad. Lo peor de todo es que enesa carrera parece que todo vale, y queel enriquecimiento se puede obtenerpor cualquier medio con tal de lograrlo.La corrupción se instala en algunas delas altas esferas económicas y políticas.La corrupción es un cáncer para la de-mocracia y el desarrollo, al tiempo queimpulsa la degradación de los valores yde la ética de la sociedad. No podremoshablar de un desarrollo pleno si existengrados de corrupción tan elevados, queconducen al deterioro de las institucio-nes, la desafección de la democracia yal avance de comportamientos autori-tarios ante el debilitamiento de las ins-tituciones democráticas y del estado dederecho.La corrupción no ha sido tratada aún su-ficientemente por el análisis económico,aunque cada vez se está estudiando conmayor rigor. Algunos estudiosos, no obs-

tante, la centran, a mi modo de verequivocadamente, en el tamaño del sec-tor público y del Estado para explicar eldesarrollo de la corrupción. La burocracia

y un Estado que consideran exce-sivamente grande e intervencionista fa-cilitan esas prácticas. Parece como si elmercado, y la persecución del beneficioa costa de lo que sea, no tuvieran nadaque ver con las prácticas corruptas. Nadamás alejado de la realidad. Sin negar las

responsabilidades del Estado, las otras nocarecen de importancia.No deja de ser paradójico, por ejemploen España, cómo los partidarios del mer-cado a ultranza y de la privatización hantramado una red de corrupción desde elpoder político, que es el mayor escándaloque se conoce desde el inicio de la etapademocrática. La utilización del Estadopara sus fines particulares, partidistas, ypara los de sus amigos y conocidos es elmayor daño que se puede hacer a un Es-tado democrático, más allá de las res-ponsabilidades penales que se puedandar. El Estado deja de ser un elementofundamental para avanzar en el verda-dero desarrollo, se privatiza y se usa deun modo delictivo causando tambiénperjuicios económicos graves a los ciuda-danos. En la denuncia de la corrupciónhay que ser inflexibles, hacerse cómplicede ella tendrá consecuencias irreparablespara el prestigio del país y para la propiaconvivencia democrática.

“Attac Españaes una orga-nización quevincula a lasdistintas aso-

ciaciones Attac constituidas en el territorio español,así como a las personas físicas, para promover los ob-jetivos del movimiento internacional ATTAC. Los obje-tivos primordiales de ATTAC —entre ellos lareivindicación de establecer un impuesto a las trans-acciones financieras destinado a obtener fondos deayuda a la ciudadanía— persiguen organizar a la so-ciedad civil para poner freno a la dictadura de los po-deres económicos, ejercida a través de los mecanismosde mercado. Una tarea a escala internacional queexige organizarse localmente para actuar a escalalocal y global. Las señas de identidad de ATTAC, queconstituyen, al mismo tiempo, principios y normasfundamentales aplicables a todos los niveles de la or-ganización ATTAC España, son las siguientes:

A.- ATTAC es un movimiento internacional de laciudadanía, cuya actividad se dirige a evitar lasindeseables consecuencias de una forma de glo-balización económica que se desenvuelve bajo lahegemonía del capital financiero y favorece lapráctica de los especuladores, que provoca paro,pobreza y exclusión social.B.- Como movimiento de ciudadanas y ciudada-nos, la organización asegura la participación res-ponsable de todos sus asociados/as en igualdadde condiciones y sin privilegios de ninguna clase.C.- ATTAC España, es una asociación cívica (de na-turaleza diferente a los partidos políticos, los sin-dicatos o las ONGs) para la reflexión política y elfortalecimiento de la sociedad frente a la crecienteexpansión e influencia del capital financiero.”

[Extracto de los Estatutos de ATTAC España]

TLF. CONTACTO ATTAC: 680214664

¿Qué es Attac?

17

La economía es unaciencia social que debepretender la mejora dela sociedad y el avanceen el bienestar, y todoesto es más complejoque el reduccionismoeconómico, pues losfactores que tienen uncomponente humano ysocial es básico y nece-sario tenerlos en cuenta

Page 18: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

En la tarde del 28 de Mayo se presentóal Presidente Zapatero y a la Vicepre-sidenta Elena Salgado en la Moncloa

el informe de la Fundación Ideas dirigidopor el premio Nóbel de Economía JosephStiglitz y en el que han colaborado JeffreySachs y Stephany Griffith-Jones, de la Uni-versidad de Columbia (EE UU), André Sapir,del Instituto Bruegel (Bélgica) y NicholasStern, ex asesor del Gobierno británicosobre cambio climático. Según informaciónde prensa, aboga por resucitar una versiónampliada de la tasa Tobin. Y por comple-mentarla donde sea necesario con impues-tos sobre la banca y mayores recargos sobrelas plusvalías de activos financieros. El es-tudio calcula que los tributos que se deba-ten podrían reportar 7.400 millones al añoa las arcas españolas, y sólo la versión am-pliada (ITF) de la tasa Tobín a otras trans-ferencias financieras más allá de lasdivisas, aportaría, según el estudio, 2.200millones de Euros.Consideramos necesario dar a conocer

públicamente la opinión y propuestas de

ATTAC al respecto.

El debate actual tiene dos posibles pos-turas:1.- La primera consistiría en aceptar unimpuesto a las transacciones financierascomo el propuesto en el Informe de laFundación Ideas del 0,01% al 0,05%. Esuna postura que aspira sencilla y funda-mentalmente a recaudar fondos. Es acep-tada por muchas ONGs como nueva fuentede financiación de los programas de coo-peración al desarrollo, viendo mucho másfactible que los mercados financieros acep-ten un tipo bajo que un tipo alto, ya queWall Street y la City no aceptarán fácilmenteperder su cuota de negocio.Hay intereses diferentes según sean los ac-tores que promueven este impuesto. En elcaso de las ONGs y en función de su diver-sidad, el destino de la recaudación habríade trasladarse a la financiación de los Ob-jetivos del Milenio y/o a la preservación delos denominados Bienes Públicos Mundia-

les. Sin embargo después de la última crisisfinanciera, que llevó en primer término alos bancos a la bancarrota y posteriormentea las arcas públicas de los Estados al haberoptado sus gobernantes por “salvar” a losbancos privados, diversos actores econó-micos y gubernamentales pugnan para quela recaudación no vaya precisamente a laayuda humanitaria al desarrollo o a cubrirlos Objetivos del Milenio. Su interés esmucho más directo y una muestra de estoes que el estudio encomendado al FMI porel G-20 es el dotar un Fondo con destinoal rescate futuro de los bancos privados“demasiado grandes para caer”, y no fi-nanciar programas de cooperación al des-arrollo. O bien que algunos mandatariospiensen en incorporar al destino de lo re-caudado, el paliar el déficit de sus estados.Se plantean además importantes y nece-sarios temas, ante los que surgen razona-bles dudas: ¿Quién controlará y supervisarálos movimientos financieros que se grava-rán con el impuesto? ¿Quién va a imponereste impuesto a los mercados y que poderreal tiene para hacerlo? ¿Significa este im-puesto, si se pretende universal, levantarel velo de la opacidad en las transaccionesfinancieras y en los paraísos fiscales? ¿Esuna punta de lanza a los impuestos inter-nacionales o un remiendo transitorio? ¿Sisupone unos ingresos quién decide sobreel destino del gasto? ¿Con qué legitimidady controles democráticos?Las democracias occidentales nacieron conimpuestos generales y con los respectivosPresupuestos nacionales y su control por losParlamentos, quitando la prerrogativa a losMonarcas absolutos. ¿Vamos ahora a volveratrás creando unos nuevos Monarcas abso-lutos? o, por el contrario, nos planteamosla necesidad de un Gobierno democráticodel mundo, como ha planteado Evo Moralesa los embajadores del G 7+ China el pasado7 de Mayo en la sede de la ONU al transmi-tirles las conclusiones de la Cumbre de los

Pueblos por el cambio climático y en de-fensa de la Tierra celebrada en Cochabamba.

2.- La segunda postura implica pregun-tarse ¿Qué desean los ciudadanos y ciuda-danas, que quien especule paguereduciéndose un poco la especulación, obien eliminar completamente la especu-

lación financiera cortoplacista que sola-mente crea inestabilidad y trastornoseconómicos a una mayoría? La ciudadaníarepresentada en ATTAC responde a esta pre-gunta con una obviedad, hay que eliminartodo tipo de transacciones especulativas, yello lleva a tipos impositivos a las transac-ciones auténticamente disuasorias como el2% de Brasil.ATTAC hasta ahora ha pedido del 0,1% al0’5 %. Aplicando el 0’01, según el Informede Stiglitz supondría sólo para España2.200 millones de Euros. Es de suponerque la aplicación del 0,1% supondría unacantidad posiblemente mayor que todo elPlan de Ajuste aprobado por el Congreso el27 de Mayo. Pero lo más necesario y co-rrecto no es recaudar, sino resguardar

nuestra moneda de los especuladores.Hasta ahora no estábamos aún ante la cri-sis más profunda desde 1929, no estába-mos siendo atacados por la manada delobos especuladores. En estos momentosde vulnerabilidad económica estos tiposimpositivos no son suficientes para aplacarla voracidad de los lobos. Si queremos de-fender la zona euro y la soberanía popular,la democracia, la zona euro debe actuardel mismo modo que Brasil.Nuestro objetivo es que no haya casino, noque el casino tenga impuestos. Hay quedescubrirse ante la postura valiente deLula, como ante la del diputado DanielCohn Bendit defendiendo una postura si-milar en el Parlamento Europeo.La especulación causa mucha más pobrezay desventura social de la que cualquier re-caudación impositiva puede remediar yqueremos plantear alternativas valientes:Por la transparencia y contra la especula-ción. Su crisis, nuestra oportunidad paraprofundizar en la democracia y la felicidadde las personas.

Por un impuesto disuasorio a las transaccionesespeculativas

Comunicado ATTAC

18

Page 19: Desarmar los mercados

8����:�!����%5/5��*�������,����8�,����+3�,�

������������ �����$�����$��,����

Cuando pasamos de un 0,01 a un 0,1, estono supone necesariamente multiplicar larecaudación por 10. Existe un cierto au-mento en los tipos impositivos que llevaríaa un mayor incremento de la recaudaciónen los mercados, pero a partir de un de-terminado tipo habría una meseta recau-datoria que luego decrecería, esto es asíporque a partir de un tipo impositivo losespeculadores no correrían riesgos ope-rando, es un tema de barrera psicológicasobre el riesgo asumido. Pero esta mesetase sitúa en tipos más altos de los que ma-neja el estudio y los economistas brasileñoslo han comprendido, lo importante no es

recaudar sino dotar de estabilidad a la

moneda propia y preservar como Estado

el gobierno de lo económico.

La posición de Brasil es tajante y estudiada.Igualmente la Fundación Ideas haría bienen reflexionar sobre el impuesto necesarioa nuestra realidad europea. En este asuntode recaudación impositiva los estudios sonaventurados y sesgados más que en nin-gún otro. Sin embargo si la Eurozona, enel tema del ataque al euro, adoptara la alí-cuota superior propuesta por Paul BerndSpahn (véase en “Documentación” Tablaimpuestos a las transacciones financieras)y la ampliara a todas las transacciones fi-nancieras como Impuesto a las Transaccio-nes Financieras (ITF), consideramos hubierasido lo apropiado. Ante ataques especu-

lativos que pueden ser mortíferos estaría

admitido un impuesto de hasta el 50% o

el 80 %, el euro estaría a buen recaudo y

los políticos tendrían asegurado el go-

bierno de lo económico. Hemos de decirque la llamada Tasa Tobin-Spahn recogíala Tasa Tobin y la dotaba de una doble im-

posición, baja para lo que pide ATTAC enperiodos de estabilidad financiera, peromuy alta y adecuada en periodos de ines-tabilidad especulativa.Pero es patente que la Europa que tenemoshoy no es la adecuada. No es sino un con-junto de naciones que sólo buscan el be-neficio propio a costa del prójimo como hademostrado claramente Daniel Cohn Ben-

dit en su reciente y corta intervención enel Parlamento Europeo, pidiendo iniciati-vas parlamentarias valientes y cambios ne-cesarios en unos tratados que mantienena Europa maniatada y sin capacidad de re-acción. Todo en esta Europa sometida alexclusivo régimen de la competencia esuna gran amenaza. Es patente la hipocre-sía de una Europa de nacionalismos auto-interesados y de instituciones sometidas alos lobby de Bruselas y que por no ser niuna potencia política ni social, tampoco lopuede ser económica. La construcción eu-ropea que nos han impuesto nuestros lí-deres es el gran problema.Por otra parte, tenemos en la UE a Gran

Bretaña, que sin embargo no pertenece ala eurozona y que por lo tanto tiene auto-nomía con su moneda y que, para defen-

der su City, se dedica a dinamitar

cualquier cambio necesario para Europa

a nivel financiero, esto porque una buenaparte de su PIB está alimentado por la es-peculación y figura en listas solventescomo el segundo mayor Paraíso Fiscal ocentro offshore extraterritorial del Mundo.También se estima que desde la City deLondres se gestiona en este momento un80% de los Hedge Founds existentes en elMundo, siendo que bastantes de ellos hanestado apostando contra el euro mani-

fiestamente estos dias, aunque su ubica-ción se encuentre en otros centros offshore(Paraísos Fiscales). La eurozona ha de bus-car formas de poder actuar autónoma-mente, alguien con quien no se comparteuna moneda no debería poder influir enlas decisiones de la UE, y por lo tanto de laeurozona, en este momento.Al mismo tiempo tenemos en Europa unaserie de micro-estados, que funcionancomo centros offshore extraterritoriales enla zona euro, que gozan de la zona de “es-tabilidad monetaria” y de tratados comer-ciales preferenciales con la UE, y deventajas fiscales y financieras significativasy a los que Europa deja ostentar una posi-ción de competencia desleal. Esto es asíporque la construcción europea se ha

hecho en beneficio de las élites econó-

micas que hoy “hacen su agosto” con laespeculación, la evasión y el fraude fiscalque proporcionan estos territorios, opacosa los poderes jurídicos y/o supervisores yde baja o nula tributación.También tenemos que bregar con un Tra-tado de Lisboa que, legitimado por los 27gobiernos de Europa, entroniza la compe-tencia libre y no falseada y la libertad ab-soluta de los mercados de capitales.Estamos con Cohn Bendit que ha denun-ciado la gran hipocresía de Europa y pe-dido en su intervención en el ParlamentoEuropeo reformas en los tratados “consti-tucionales”. Reconstruir una Europa des-compuesta, en el Mundo, es nuestro reto,la Fundación Ideas haría bien en tenerloen cuenta.

Hacía tiempoque no es-cribía, lo

que no podía sig-nificar otra cosaque José Vidal-Beneyto -Pepín

para los amigos- no se encontraba bien.“Verba docent, exampla trahunt” decíanlos latinos, “Las palabras enseñan, los

ejemplos arrastran”. En el caso de Pepínse puede decir que arrastraba no sólo consu palabra y sus escritos, sino con suejemplo. Si la UTOPÍA tuviese rostro seríael suyo. Siempre buscaba lo que todavíano existe, el otro mundo posible de losaltermundistas; denunciaba las injusti-cias sobre todo las que eran silenciadaspor los grandes medios de comunicación.

Catedrático de Sociología de la Universi-dad Complutense de Madrid, y doctorhonoris causa por la Universidad de Va-lencia, Pepín Vidal fue discípulo de Mer-leau-Ponty, Raymond Aron, Karl Lowith

y Theodor Adorno, y actualmente dirigíael Colegio de Altos Estudios Europeos Mi-guel Servet, con sede en París. Además,formaba parte tanto del Comité de Apoyocomo del Consejo Científico de Attac Es-paña, por lo que vamos a echarle demenos no sólo en el corazón sino enconferencias y artículos. Su columna deopinión en El País era una de los rarosanálisis críticos que encontramos en elperiódico del que fue fundador.

Transmitimos a sus familiares nuestromás profundo pesar que nos sale delhondo del alma. Descanse en paz.

Obituario

19

Page 20: Desarmar los mercados

Nuevo libro de ATTAC: ¿Están enpeligro las pensiones públicas?

Ricardo García Zaldívar – Consejo Cientí-fico de ATTAC España

El Consejo Científico de Attac España pu-blica un libro en el que se abordan laspreguntas que todos nos hacemos y seavanzan las respuestas que siempre nosocultan

El nuevo libro está dedicado a combatirel discurso neoliberal que pretende de-bilitar cada vez más las pensiones públi-cas con el fin de que los bancos yentidades financieras dispongan para subeneficio del ahorro de los trabajadores.Con lenguaje claro y sencillo y con el má-ximo afán divulgativo, el libro desmontatodos y cada uno de los argumentos quese suelen dar para ello y demuestra quecarecen de lógica y rigor científico. Y ade-más, propone vías para que el sistemapúblico de pensiones contribuya al bien-estar social con suficiencia y seguridad.

Los autores son Vicenç Navarro, catedrá-tico de la Universidad John Hopkins deEstados Unidos y de la Pompeu Fabra deBarcelona y uno de los más reconocidos

expertos del mundo en materia de polí-ticas públicas; Juan Torres López, cate-drático de Economía en la Universidad deSevilla y autor de La crisis financiera. Guíapara entenderla y explicarla, también

editado por ATTAC y del que se han difun-dido docenas de miles de copias por lared; y Alberto Garzón, licenciado enCiencias Económicas y uno de los princi-pales impulsores del nuevo movimientode jóvenes economistas críticos. Los tresson miembros del Consejo Científico deATTAC España.

En la página web de ATTACwww.attac.es es posible leer y descar-garse gratuitamente la versión pdf dellibro. Si se prefiere en formato publica-ción convencional, los libros se puedenconseguir a un coste de tres euros de va-rias formas. A partir de 10 unidades, seránenviados contra reembolso por correopostal a petición de los interesados, paralo que hay que mandar un mensaje a In-maculada ([email protected]) quienatenderá las demandas. También es po-sible obtener ejemplares sueltos de lapublicación en algunas librerías. En Ma-drid, están disponibles en la libreríaFuentetaja (c/ San Bernardo, 35) y en lalibrería Rumor (C/ Colombia, 43).

Recomendamos