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Contraluz. Asociacin Cultural Cerd y Rico. Cabra del Santo Cristo

M

LA IMPORTANCIA DE LOS CAMINOS ENEL DEVENIR HISTRICO DE CABRA DEL SANTO CRISTO

Ramn Lpez Rodrguez

Objeto.

e propongo con este trabajo demostrar la importancia que los caminos han teni-do en el devenir histrico de Cabra del Santo Cristo, desde la prehistoria hastanuestros das, pasando por el suceso ms determinante en la historia local: lallegada del lienzo del Stmo. Cristo de Burgos.

El emplazamiento de Cabra del Santo Cristo se encuentra en la hipottica lnea rectaque desde la entrada a Andaluca conecta con las tierras de la comarca de Guadix y laciudad de Almera. A buen seguro que la dursima topografa del entorno de la localidad seconstituy como el principal obstculo para que se trazaran por aqu itinerarios de ciertaimportancia cuando se comenz a construir la primera red de carreteras durante los aosfinales del XIX.

Caminos que fueron transitados en otras pocas y que dejaron de utilizarse por la deja-dez de las autoridades, condenando a partir de ese momento a la localidad a un aislamientoque contina en nuestros das y que se acenta con el paso del tiempo. A la escasez de inver-siones en las vas que actualmente acceden a la localidad, hay que sumar la nula atencin quelas administraciones prestan a otras vas que antao fueron utilizadas, manteniendo selladosalgunos pasos que durante siglos articularon estos territorios con pueblos fronterizos de lavecina provincia de Granada y de la comarca de las Sierras de Cazorla. Ni que decir tiene queesto lleva aparejado un castigo econmico para los pueblos afectados al partir estos en des-igualdad de condiciones para su normal desarrollo, asfixiando en unos casos y abortando enotros las escasas iniciativas empresariales que en estos se puedan producir.

La Prehistoria.

En un manuscrito indito que dej D. Fernando Gmez Vera1, maestro natural de estalocalidad, que ejerci su profesin durante los aos finales del XIX y primeros del XX, nos

1GILA MEDINA, Lzaro. Cabra del Santo Cristo (Jan), Arte, Historia y el Cristo de Burgos. Maracena (Grana-da). Arte Impresores, S.L. 2002


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Reloj de arena. La importancia de los caminos en el devenir histrico de Cabra del Santo Cristo

habla de que lleg a reunir un considerable nmero de objetos interesantes para los estu-dios prehistricos. Coleccin que encontr en una cueva de la Sierra de Cabra y que vendial Estado.

En este mismo manuscrito, habla D. Fernando de dos panteones de bastante antige-dad que crey haber descubierto a poca distancia del pueblo actual, aunque no sabemos aqu poca podran pertenecer. S conocemos que perteneca a la edad del cobre, el megalitoque se descubri durante la dcada de los setenta del pasado siglo en las inmediaciones delcerro de los Peones, aunque tampoco se conocen detalles de lo que alojaba en su interior.

El que nunca se haya realizado un estudio en profundidad sobre su prehistoria, nosignifica que esta localidad o su entorno no estuviera poblada desde pocas muy tempra-nas, los hallazgos descritos y otros encontrados con posterioridad nos ofrecen suficientestestimonios sobre la presencia humana en estos lares, al menos desde el neoltico2 . Un em-plazamiento estratgico, en una zona muy prxima al valle del Guadiana Menor, corredornatural de paso entre la meseta, el altiplano granadino y la costa mediterrnea, la existenciade pastizales y abundantes manantiales, son suficientes motivos para suponer que desdetiempos inmemoriales el hombre habitara y transitara estos parajes.

As pues, a falta de datos concretos, podramos decir que los primeros caminos quepudieron existir en el entorno de Cabra seran, segn las tesis de Ana M Segovia, los abun-dantes barrancos que discurren por el trmino:

Desde antiguo distintas culturas han utilizado este emplazamiento y otros cercanos, en los quelos barrancos han jugado un importante papel de comunicacin, al convertirse estos en autnticasvas de trnsito dentro de un ambiente dominado por el terreno abrupto.

Desde los beros a Al-Andalus.

La arqueologa confirma que ya en poca prerromana existan redes de caminos queaccedan a las ciudades. Caminos de tierra apisonada por los que transitaban los carrosintroducidos en la pennsula Ibrica en el siglo X a. C. El empleo de carros en las cercanasde Cabra del Santo Cristo, lo atestiguan los restos de un carro de hierro encontrado en lacmara sepulcral de Toya (Peal de Becerro), fechada en el siglo IV a.c.

Es sabido que nuestros antepasados los beros ya tenan una red de caminos bastantecompleja. El cercano e importante asentamiento bero del Pajarillo, situado entre las locali-dades de Huelma y Solera, sin duda tendra que estar comunicado con importantes ciuda-des como Cstulo (Linares) y Acci (Guadix). Igualmente, Tugia (Peal de Becerro), estabasituada en otra calzada que una Cstulo y Acci, en esta ocasin por la margen derecha delGuadiana Menor. En este itinerario se encuentra tambin el emplazamiento bero de Ceal(Hinojares). En la margen izquierda, muy cerca de Cabra pero en trmino de Larva an

2Vase SEGOVIA FERNNDEZ, ANA M. Introduccin a la prehistoria de Cabra del Santo Cristo. SUMUNTANn 21. Cisma 2004; P. 115-128.


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quedan testimonios como los restos de la fortaleza ibera de Cerro Castelln, lo que demues-tra la existencia de caminos a ambos lados del Guadiana Menor y se confirma que este valleya era entonces un corredor que una las costas mediterrneas con el valle del Guadalqui-vir.

Aunque sea el nico testimonio encontrado de la cultura romana, la aparicin de algu-nos denarios de la poca de Octavio Augusto en las cuevas de Cabra, nos hace suponer quepudiera existir aqu un enclave romano, o quizs prerromano. Luego no es muy descabella-da la hiptesis de que por aqu pudiera pasar una calzada transversal que, desde la calzadaque segua el curso del ro Guadiana por la margen derecha y cruzando el valle del GuadianaMenor, alcanzara el valle del ro Jandulilla y conectara con la calzada que discurra porMentesa (La Guardia) y Acatucci (Iznalloz...Guadahortuna?) descrita en el itinerario de

Antonino.Por otra parte, desde que Ximena Jurado identificara Cabra del Santo Cristo con la

ciudad romana de Vergilia y hasta tiempos relativamente recientes, no han existido discre-pancias al respecto. La posibilidad de que este emplazamiento se encuentre en Arbuniel hacobrado recientemente mayor credibilidad tras el hallazgo a comienzos del pasado siglo deuna serie de sepulturas y lpidas, por lo que parece que se desmorona la tesis del historia-dor del XVII. El siguiente prrafo extractado del Atalante de Bernardo Espinalt (1787) cons-tata la creencia en la afirmacin de Ximena Jurado:

Aunque no consta la poca de fundacin de esta Villa si que fue ciudad de alguna consideracinen tiempos Romanos, conocida con el nombre de Vergilia, y que en el ao 44, de nuestra Redencin

predic en ella San Thesiphon, discpulo de Santiago.

Otras hiptesis ms recientes apuntan la posibilidad de que existiera una calzada queconectara Cstulo con Acci pasando por aqu. Segn Joaqun Costa en su escrito publicadoen 1889 Inscripcin Ibero Latina de Jdar, se constata la existencia de restos de una calza-da romana en trmino de Cabra, concretamente en la Cuesta del Pino:

Probablemente no remataba en Jdar, sino que segua unas cuantas leguas ms hasta empalmarotra vez con la va general en direccin a Guadix, puesto que en la Cuesta del Pino, trmino de Cabradel Santo Cristo, por donde va el camino de herradura, se conserva un trozo como de 150 metros delongitud y 6 de anchura, de aspecto asimismo romano, aunque construido por un sistema diferente,afirmado en el centro y fila de piedras maestras a los lados.

En una resea de este escrito3, D. Joaqun propone la posibilidad de este trazado parala va general de Cstulo a Acci-Malaca, por Baeza, Jdar, Cabra del Santo Cristo, Alamedilla,Pedro Martnez Fonelas y Benala. Itinerario propuesto para estudio y an pendiente.

3Grado de simple ramal, de camino vecinal provincial, la va de Baeza a Jdar, hipotticamente, partien-do del supuesto de que la va nmero 5 de las espaolas registradas en el itinerario, a Castulone Malacam, conmansiones en Tugia, Fraxinum, Hactaran, Acci, etc, iba positivamente, como opinan los Sres. Saavedra y FernndezGuerra, por Toya, Hinojares y ro Fardes; pero dejando pendiente de estudio la posibilidad de este otro trazado:ramal de Cstulo a Tugia por Baeza XXV millas, y va general de Cstulo a Acci-Malaca, por Baeza, Jdar, Cabradel Santo Cristo, Alamedilla, Pedro Martnez, Fonelas y Benala. Las mansiones del itinerario hasta Guadix, omi-tida Tugia son: Fraxinum, XVI millas; Hactara (var. Sactara), XXIV, y Acci, XXII (var. XXXII), en junto 62 millas, quevienen a ser las diez y siete leguas que cuentan de Guadix a Cazlona por el camino de Jdar Baeza.


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Uno de los detalles descubiertos en lacartografa examinada, seala la existen-cia de las ruinas de un probable empla-zamiento romano en las proximidades dela localidad actual.

Se trata del informe que envi Juan dela Cruz Herrera a Toms Lpez en 1781para su Diccionario Geogrfico deEspaa. Informe que consta de varias p-ginas y un croquis donde, entre otros en-claves, se sitan las ruinas de la ciudad

antigua, segn dicen llamada Vergilia ydespus Evagro. As lo representa TomsLpez en el plano provincial, aunque loobvia en el plano del trmino. Nos en-contramos por tanto ante un documento

del siglo XVIII en el que se constata la existencia de las ruinas de una ciudad romana cuyalocalizacin se hace necesaria para su estudio arqueolgico, algo fundamental para zanjarmuchas cuestiones sobre el ms que discutido origen de la localidad.

Comenzaron a asaltarnos varias preguntas, ya que si a finales del XVIII se conoca ellugar exacto donde se encontraban estas ruinas, cmo es que en nuestros das no conoce-mos el ms mnimo detalle al respecto?, dnde estara exactamente este emplazamiento?,hemos de dar credibilidad al autor del plano?

Tratndose de un plano esquemtico obtenido del referido informe y croquis, en el quelas imprecisiones son varias, podramos deducir que estas ruinas estaran situadas en unaamplia superficie de aproximadamente una quinta parte del rea total del trmino munici-pal, comprendida entre el barranco del Agua, el arroyo Salado, las Altarillas y las Dos Her-manas.

Para dar respuesta a nuestras dudas solicitamos el documento completo a la bibliotecanacional, encontrando en ste la respuesta:

Se me pas decirle a Usted en mi anterior escrito que en el cerro Pecho de San Juan, que en l seven las ruinas de una poblacin que segn las noticias que tengo por los manuales y anales de esteobispado, fue ciudad conocida por los romanos por Vergilia, y despus Evagro, lo que digo a Usted porsi es necesario.

Sin duda se trata de un error, al considerar el autor que estas ruinas del cerro San Juaneran romanas y no rabes, posiblemente tras consultar este el documento anteriormentecitado de Ximena Jurado.

Una ltima apreciacin sobre este tema nos hace recapacitar sobre la dudosa veracidaddel topnimo Evagro, lo que nos obliga tambin a barajar la hiptesis del posible error delautor del informe al escribir Evagro, cuando probablemente fuera Egabro, verdadero origendel topnimo actual de la localidad.


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S que podemos asegurar la existencia de un emplazamiento romano en las inmedia-ciones del paraje conocido como la Alamedilla. El hallazgo de algunos basamentos yrecientemente de un molino de aceite romano4, son vestigios suficientes que confirman laexistencia de un ncleo de poblacin, aunque no son suficientes para conocer la magnituddel mismo. Su estratgica localizacin en un frtil valle surcado por dos arroyos, en unpunto del camino a Guadix muy prximo a los llanos entonces una rica dehesa, nos obli-ga a barajar la posibilidad de que aqu hubiera un asentamiento cuyo sustento estara basa-do en la agricultura y la ganadera.

4Mi gratitud a mi buen amigo Rafael Rubio Santoyo, quien me comunic el hallazgo muy oportunamente.5Se trata de una moneda acuada entre los aos 79-193 d.C. En el anverso, la efigie de Trajano y en el reverso,

la Providencia flanqueada por la abreviatura S.C. (Senatus Consulto). La encontr M Manuela Santoyo Gmezdurante los aos 40 del pasado siglo cerca del camino del Buitre.

Restos del molino romano encontrado en la Alamedilla.

Ilustracin de un molino similar al encontrado en la Alamedilla.

Tambin conocemos el hallazgo de una moneda romana en el camino del Buitre5, loque viene a confirmar con mayor rotundidad nuestra teora de que en aquella poca yaexistan caminos en el entorno de Cabra.

Moneda romana encontrada en el camino del Buitre.


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Los restos encontrados en el cerro de San Juan, emplazamiento de la localidad en lapoca musulmana, no son anteriores al siglo X. Tampoco los topnimos barajados arrojanluz sobre el tema. Sera temerario por tanto realizar afirmaciones que no se puedenconfirmar ni con la aparicin de suficientes restos arqueolgicos, ni mucho menos condocumentos histricos determinantes. De ah que la historia de Cabra, comienza para loshistoriadores a partir de la primera referencia escrita que se conoce. Nuestro querido yadmirado Lzaro Gila explica sta en una amplia bibliografa, pero a partir de una poca enla que el papel se lo permite. Entindase por tanto que son principalmente hiptesis lo queaqu se plantea con respecto a una poca tan oscura de nuestra historia.

Acaso una de las calzadas que una Cstulo y Acci discurra por la actual Cabra?, eraCabra la Vergilia romana...existira otro emplazamiento con otro nombre?, en qu se basa-

ra Ximena Jurado para ubicar aqu la ciudad romana de Vergilia?. Estas dudas no encon-trarn respuesta hasta que no se realicen estudios arqueolgicos en profundidad. Los restosdel cerro San Juan, an conociendo muy pocos datos, pertenecen al emplazamiento de lalocalidad en la poca musulmana. Eso est meridianamente claro, pero, no podran descu-brirse restos anteriores durante una hipottica intervencin arqueolgica?. Sea como fuere,lo que est claro es que el desconocimiento sobre nuestro pasado hasta la poca final de lareconquista es absoluto y como ya ha quedado claro, hasta ahora slo podemos hablar deteoras.

Tambin menciona Ximena Jurado que l mismo encontr en Cabra un conjunto demonedas de poca visigoda del ao 642, con la inscripcin Chindasvintus Rex, algo quepodra confirmar la continuada presencia humana en este territorio.

Tampoco se conocen datos definitivos sobre la poca musulmana, mucho menos de loscaminos que por aqu podran transitar. J. Aguirre y M.C. Jimnez propusieron identificaresta localidad con la fortaleza de Bajtubrah(Bagtawira). El itinerario seguido por las tropasdel emir Abd Allah, y el posible origen indgena de esta poblacin apoyan esa identifica-cin, aunque el hecho de que el nombre de Cabra aparezca ya pocos aos despus de laconquista castellana y sea aparentemente de raz latina, implica que el mismo debe proce-der de poca romana, y ser el de la poblacin ya en el siglo IX, lo que plantea el interrogantesobre el origen del trmino Bagtawira. Si estas hiptesis llegaran a confirmarse, sera la pri-mera noticia fehaciente sobre el uso del histrico corredor que desde Cabra, atraviesa elGuadiana Menor hasta alcanzar la Sierra de Quesada, itinerario que se relata en la campaade Tudmir(896), donde las tropas del emir en su lucha por someter a los B. Habilllegaron aBagtawiraprocedentes de Tiskar.

No ser hasta 1245 cuando aparezca una cita a Cabra en la que se expresa que en dichoao, Fernando III El Santo gan a los moros la villa de Cabra, que se encuentra en la parte meridio-nal de beda, a quin la cedi.

La localizacin en la frontera con el reino nazar mantuvo a la localidad abandonadadurante siglos, motivado por las continuas incursiones y razias entre unos y otros, algo delo que s existe constancia documentada. Hasta 1545 no llegaron los primeros vecinos, lue-go en el principal camino que tericamente discurra por aqu (Toledo-Almera), tendra-mos un amplio tramo (Jdar-Alamedilla) sin emplazamiento alguno y por consiguientepoco seguro. Nos surge una pregunta, quedara Cabra aislada de los caminos que transita-


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ban desde Guadix y Almera a la meseta durante la reconquista al tratarse de una zona pocosegura? Parece que este era uno de los motivos por los que Carlos V mand repoblar lavilla. Sea como fuere, lo cierto es que no encontramos a esta localidad en los mapas hastabien entrado el siglo XVIII, aunque la llegada del lienzo con el Cristo de Burgos acaecidadurante la primera mitad del siglo XVII, pone de manifiesto que por entonces Cabra ya erauna zona de paso para los viajeros.

Los caminos de la Espaa de los Austrias.

Con la llegada de Carlos V a la corona crece el inters por mejorar la red viariaheredada y hacer ms seguros los caminos, tanto para mercancas como para viajeros.

Qu razones habra entonces para no acometer la mejora de los caminos durante estapoca?. Primero hemos de considerar que las infraestructuras de los caminos no las finan-ciaba directamente la corona, sino que recaan sobre los vecinos ms directamente benefi-ciados por las nuevas infraestructuras. En segundo lugar, existan otras prioridades comola construccin de presas y regados que, a corto plazo, repercutiran en las arcas de lacorona. Adems se haba heredado una red de caminos que, desde poca hispano-roma-na, satisfaca las necesidades de la poblacin al no haber, durante el periodo que contem-plamos, grandes innovaciones en los vehculos que por ellos transitaban. Luego duranteeste periodo slo cabe resear la construccin de puentes y depsitos de grano el trans-porte lo encareca sobremanera, as como la publicacin de las primeras guas de viajes:los repertorios.

Las tradicionales rutas que aprovechaban los trazados anteriores sufren a partir de este

momento un sustancial cambio en las vas que conectaban la meseta con Guadix y la costaalmeriense. En el siglo XV aparece una nica ruta que, en lnea recta parte desde Almera y,pasando por Guadix, llega hasta beda. Por primera vez comprobamos que nuestro cami-no aparece reflejado en los mapas como una de las vas principales de la pennsula.

En 1546 se publica el Repertorio de todos los caminos de Espaa, hasta ahora nunca visto, enel que hallar cualquier viaje que quiera andar muy provechoso para todos los caminantes. Compues-to por Pedro Juan Villuga, valenciano. Ao deMDXLVI. Con privilegio Imperial.

En esta gua se traza el camino entre Guadix y la meseta por la vecina poblacin deSolera. Cabra por entonces era una localidad recin repoblada los primeros vecinos llega-ron un ao antes-, a buen seguro no existira posada an, ni los caminos que llegaran esta-ran en buenas condiciones, tampoco creemos que esto sucediera muy rpido ya que comohemos visto, tenan que ser costeados por la poblacin y los colonos recin llegados seguroque tendran otras necesidades ms perentorias como la construccin de sus propias casas,roturacin de terrenos, regados, etc.

En 1576 se publica el repertorio de Meneses, que en nada se diferencia del de Villuga,motivo por el que no creemos conveniente ms que su mencin en este trabajo. Por lo ante-riormente expuesto hemos de suponer que no sera hasta los aos finales del siglo XVI, o losinicios del siglo XVII, cuando los caminos estuvieran ms acondicionados y existieran en lalocalidad las infraestructuras necesarias para la acogida de viajeros, cuando el itinerariopor Cabra se comenzara a transitar con mayor frecuencia.


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Hasta entonces, el camino se adentraba en la provincia a travs de la Venta Arrana (enla provincia de Granada) y de El Ajo, un enclave del que desconocemos exactamente suubicacin, aunque este topnimo se parece al utilizado para nombrar un lugar cercano yque probablemente podamos identificar con elHacho. Desde aqu, rozando el trmino deCabra se diriga hasta la Venta Leyva, lugar intermedio entre el anterior enclave y Solera, ycuyo topnimo an se utiliza. Desde Solera, bajaba el camino hasta la Venta Carvajal, lugarque estara muy prximo al castillo de Blmez y que se llamara as por pertenecer a Alonsode Carvajal, de Jdar. A partir de aqu discurra por el camino real de Granada hasta laventa de las Guardas, lugar prximo a Jdar en las inmediaciones del ro Jandulilla en lazona prxima al cerro de la Atalaya.

En la ilustracin del repertorio de Villuga adjunta, se detallan los itinerarios de los

caminos. Incluimos en una tabla la relacin que este realizara de los caminos ms prximosa Cabra.

(Las letras i, j, representan unidades de legua y m, media legua).

ala guardie j.a cambil iij.

a guadartuna iij.ala venta arrana iiij.ala venta tajada j.m.a guadix j.m.a fiana v.a doa maria ij.ala venta dalcober valmeria iij.

La GuardiaCambil

Guadahortuna

GuadixFianaDoa Mara

a dayfuentes iij.a asnales j.

ala venta nueua ij.a guada hortuna ij.ala venta del duque ij.ala vta caruajal ij.las vtas las guardas j.ala puente vieja iij.ala torre pero gil ij.ala varca ij.al castellar iij.

Ay de jaen a almeria xxix.

DeifontesIznalloz

Guadahortuna

Torreperogil

Cast.de antisteban

Ay de granada a villanueua delos infantes xxij.


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Aunque hemos comprobado que Cabra no figuraba en los mencionados repertorios,nos atrevemos a decir que durante los aos finales del XVI, muchos viajeros elegiran estavariante en el camino de Almera a Toledo. De lo que s estamos seguros es de que en 1637,nuestro camino ya era bastante transitado, la descripcin de la llegada a la villa del lienzocon el Stmo. Cristo de Burgos, es una fuente documental clave que viene a confirmarlo. Poresta descripcin sabemos que exista una posada en la calle de la Palma que perteneca aJuan de Soto Salas, cuya esposa, Mara Rienda san su manquedad por intercesin de tan sagra-

do retrato. El que Cabra no apareciera an en los mapas, se podra achacar ms que a la faltade nuevos itinerarios publicados, a la posibilidad de que los repertorios publicados conposterioridad al de Villuga, fueran realmente copiados de ste.

Cabra aparece en los mapas.

De toda la cartografa examinada, no ser hasta 1760 cuando comprobamos la apari-cin de Cabra en los itinerarios. Se trata del Itinerario espaol, o gua de caminos para ir desde

Ay de jaen a almeria xxix. Ay de granada a villanueua delos infantes xxij.

Almeraala venta los santos ij.ala venta ollar j.a villa manrique ij.a villa nueua los iftes. iij

Villamanrique

Villanueva d.l.Inf

ala venta dalcouer iij.ala vta de doamaria. v.a fiana ij.a guadix v.ala venta tajada j.m.ala venta arrana j.m.al ajo iij.a fuente leyda j.a sollera j.ala venta carauajal j.alas guardas j.ala venta dela puentevieja iij.

a vbeda ij.ala vta deguadalinar. ija vilches ij.

MaraFianaGuadix

Solera

beda

Vilches

Ay de almeria a To ledo lxx.


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Madrid a todas las Ciudades, y Villas ms principales de Espaa; y para ir de unas Ciudades a otras;y a algunas Cortes de la Europa, de Jos Matas Escribano6 .

En 1760 Cabra se encuentra en plena efervescencia, su famoso santuario es el objetivofinal de multitud de caminantes de un amplio radio geogrfico. Un gran mesn acoge aperegrinos y carruajes, un hospital para los que llegan enfermos y varias posadas, son lostestimonios de que, en aquellos aos, Cabrilla no slo era una poblacin de paso, sino queadquiere por s una relevancia tal que la hacen merecedora de aparecer en los mapas de lapoca. Aos en los que las cofradas del Cristo de Cabrilla sobrepasaban el centenar y don-de Cabra signific para muchos devotos la ansiada meta, el final de su camino.

Es a partir de este momentocuando Cabrilla aparece en todas lasguas. Toms Lpez de Vargas Ma-chuca crear, en 1787, varios planosque vienen a confirmar que en aque-llos aos eran varios los caminos quediscurran por nuestra localidad, loque al margen de la importancia deestos, converta a Cabra en un ver-dadero cruce de caminos.

Este gegrafo realiz un magn-fico plano esquemtico del trminode Cabra del que ya trat en uno demis recientes trabajos7 . Este seenmarcaba en un trabajo mucho msamplio: el Diccionario Geogrfico deEspaa, precisamente del plano pro-vincial que realiz he recortado lazona sur-este de la provincia de Jandonde refleja fielmente la existenciadel camino que desde beda se diri-ga a Guadix. En ste se constata ade-ms la existencia de otros caminosque desde Cabra se dirigan a Gra-nada, Zujar y Quesada. En las im-genes adjuntas se pueden apreciar

con todo detalle estos datos.

6ESCRIBANO, Jos Matas: Itinerario espaol, o gua de caminos para ir desde Madrid a todas las Ciudades, y Villasms principales de Espaa; y para ir de unas Ciudades a otras; y a algunas Cortes de la Europa . Aadido y corregido en estasegunda impresin por...Madrid, Imprenta de Miguel Escribano, 1760.

7LPEZ RODRGUEZ, Ramn. Fuentes grficas y documentales para el estudio de la evolucin en el urbanismo deCabra del Santo Cristo. Boletn del Instituto de Estudios Giennenses n187/2004. Pags. 505-530 I.S.S.N.: 0561-3590.


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En este detalle del plano de la provincia realizado por Toms Lpez, observamos di-versos caminos, enclaves y accidentes geogrficos. Podemos apreciar como la variante delcamino a travs de Solera tambin est representada, camino que pasaba por Cjar y Bjar.Entre los enclaves, el humilladero del Cristo de Burgos, la fbrica de vidrio que exista enlas inmediaciones del Chantre y accidentes geogrficos como las Altarillas, el barranco delAgua, el cerro de San Juan, o las Dos Hermanas; otros enclaves que actualmente nos sondesconocidos como el cerro la Alhambra quedan representados, adems de las menciona-das ruinas de Vergilia.

Existen otros documentos grficos anteriores a estos de Toms Lpez, como el planorealizado para el catastro de Ensenada por Pedro Padilla y Jaca (1752), pero su estudio noaportara ms datos que ste para lo que nos traemos entre manos y alargara innecesaria-

mente este trabajo.

8LPEZ, Santiago: Nueva gua de caminos para ir desde Madrid, por los de rueda y herradura, a todas las ciudades yvillas ms principales de Espaa y Portugal, u tambin para ir de unas ciudades a otras(1812). 4 edic., Madrid, imprentade la viuda de Azuar, 1828.

El Siglo XIX. De los tortuosos caminos, a la llegada del ferrocarril.

En 1812, cuando se publica la gua de Santiago Lpez8 tambin aparece la ruta que

discurra por Cabrilla como un camino de herradura. Santiago de Ayala (1821) y Fco. Xavierde Cabanes (1830), continan incluyendo este itinerario. En el diccionario de Pascual Madoz(1845-1850) podemos leer lo siguiente cuando describe los caminos que discurran por estalocalidad:


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Caminos: uno de herradura desde Almera a la Corte, y otro transversal desde Cazorla y lasVillas para Granada, la costa y Mlaga, en mal estado, a pesar de ser muy frecuentados, y el primeroms recto y menos costoso que el que pasa por Campillo de Arenas.

Al parecer, el abandono de estos caminos fue siempre una constante y los documentosconsultados as lo atestiguan, aunque esto no era motivo suficiente para que los viajerosdejaran de transitarlos, dado el considerable ahorro de distancia. En el Diccionario de Riera(1881-1887), se advierte de la falta de carreteras:

No obstante la importancia de la poblacin, carece de carreteras, y slo dispone de caminosvecinales en mediano estado de conservacin.

Un ao ms tarde, Emilio Valverde y lvarez edita su Gua del antiguo reino de Anda-

luca9

. No deja de llamarnos la atencin su descripcin de la Carretera regional de la esta-cin de Vilchez a Almera, por Arquillos, beda, Guadix, Dador y Benahadux:

Al salir de beda desciende la carretera suavemente de la Loma al Guadalquivir por terrenocultivado; a los 13 kilmetros pasa el ro por el puente viejo de dos arcos, y despus de un cortoascenso entra en terreno llano, encontrando varios cortijos, las ventas Nueva y Vieja, y llegando a los58 kilmetros (desde e. Vilchez) a Jdar, villa, cabeza de ayuntamiento, con 4.748 habitantes y1.229 viviendas, situada en un llano, y con un castillo arruinado. Sus habitantes tienen por indus-tria principal la elaboracin del esparto.

Se contina despus por un valle entre las sierras llamadas Sierrezuela y Miramontor, faldeaesta, y a seis kilmetros pasa el puerto de la Particin; desciende a continuacin por la sierra de

Mgina, derivacin de la de Jabalcuz, al ro Jandulilla, al que se aproxima a los ocho kilmetrosremontando sus orillas y vindose los cortijos de Miera, Rincn Blanco y Nebln, y separndose paraascender por otras derivaciones de la sierra de Jabalcuz y por terreno cubierto de monte bajo hasta los

78 kilmetros en que est Cabra del Santo Cristo, villa, cabezade ayuntamiento, con 604 vecinos.

Faldea ms adelante con pendientes bastante sensibles lasierra Cruzada, a cinco kilmetros entra en los llanos de Cabra,de los que desciende al ro Guadahortuna, que se cruza a los 15,dejando a los 11 el lmite entre las provincias de Jan y Grana-da, y llegando a los 94 a Alamedilla, lugar con 136 vecinos.Antes de Alamedilla queda a la derecha un camino desde Cabradel Santo Cristo a Huelma.

Tomaremos buena nota de esta descripcin pues, en

nuestros das, apenas nos separan cinco kilmetros decamino sin asfaltar para completar la distancia hastaAlamedilla, distancia sensiblemente superior a la de ladescripcin, ya que entonces se entraba en los llanos sinrodear el barranco del Candelero.

9VALVERDE Y LVAREZ, Emilio: Gua del antiguo reino de Andaluca. Madrid, imprenta de Fernando Caoy Domingo Val, (1886 1888). Edicin fascmil: Sevilla, Editorial Don Quijote, 1992.


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Este tramo de antigua carretera se utiliza en nuestros das como camino agrcola y es enel barranco del Candelero donde an se mantiene un interesante puente de mampostera,en sus dinteles y aletas, y de sillares en la bveda. Tambin se mantienen algunas obras dedrenaje realizadas con mampostera (aspern). Por la tipologa de estas obras civiles, cree-mos que no deben ser anteriores al siglo XIX, luego estaramos hablando de las primerasobras de fbrica construidas en nuestras carreteras.

Antigua carretera de Guadix a su paso por el barranco del Candelero. Puente y obra de drenaje.

Ventorrillos como la Palomay ventas como laVenta de Peinado jalonaban este camino a su

paso por el trmino de Cabra. Esta ltima seencuentra en las proximidades del lmite deltrmino de Cabra con Alamedilla, una vez sal-vado el barranco de los Ciruelos, en su cabe-cera. En la foto, la Venta de Peinado se divisadesde el camino de Guadix en direccin a Ca-bra.

Volviendo a la anterior descripcin, hemos desealar que el hecho de llamarle carretera nos

hace suponer que por ella discurriran carruajes. Es ms, en 1897 durante la ejecucin de lasobras del ferrocarril la Compaa de los Caminos de Hierro del Sur de Espaa ya ofrecabilletes desde Almera a Madrid, aunque al no estar terminadas las obras se haca necesario

viajar en carruajes desde Alamedilla hasta Quesada. Utilizaran estos la carretera descri-ta?. Parece lgico pensar que as fuera, aunque en 1922, Jos Caro Perales nos habla del malestado de los caminos en la revista D. Lope de Sosa:

El trmino municipal es extenso: 22.616 hectreas (inclua el de Larva), pero el terreno engeneral es de mala calidad (abundan los yesares), mucho ilaborable y accidentado.

Por este motivo y por falta de proteccin del Estado, de la provincia y del municipio, sus caminosson casi intransitables; solamente pueden circular y con mucho trabajo, carruajes, por el vecinal del

pueblo a la estacin de su nombre.


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Podemos deducir tras la lectura de este prrafo que en estas tres dcadas el camino deAlamedilla volvi a quedar intransitable para los carruajes, al menos en parte, ya que desdelos comienzos del siglo XX, la carretera de la estacin era casi el nico cordn que unaCabra del Santo Cristo con el resto del mundo, una vez que finalizaron las obras del ferro-carril que una Baeza con Almera y, a partir de 1.904, con Granada.

En los planos de carreteras adjuntos vemos la desaparicin de nuestro camino. La pri-mera corresponde a 1853, por estas fechas se trataba de un camino de tercer orden (caminocarretero como lo llaman en la leyenda), aunque como podemos observar es el nico querepresentan en la zona, lo que quiere decir que era el ms importante. En el segundo planopodemos ver como ya en los primeros aos del siglo XX, la carretera sigue el curso delJandulilla y nuestro camino no est representado, tan slo se advierte el camino de herra-

dura que pasando por Cabra, comunicaba Cazorla con Granada.

Por otra parte existe la certeza de que, al menos desde 1931, se utiliz una variante dela carretera de beda a Guadix que discurra bordeando el trmino de Cabra por el Este. Se

trata del camino real paralelo al ferrocarril que separa el trmino de Cabra de los de Quesaday Larva y que se adentra en la provincia de Granada hasta llegar a Alicn de Ortega, tam-bin por terrenos muy accidentados y con un itinerario considerablemente ms largo.

La llegada del ferrocarril.

No trataremos aqu del largo proceso de construccin de la lnea frrea que atraviesanuestro trmino de norte a sur, pues este tema ya fue ampliamente tratado en el nmero


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uno de Contraluz10 . Nos centraremos por tanto en la repercusin que tuvo la inauguracinde esta lnea y la ilusin que despert la finalizacin de tan magna obra.

A finales del XIX, se comienza la construccin de la carretera de Ubeda a Guadix por eltrazado que discurre junto al Jandulilla, es decir por Guadahortuna. Luego Cabra quedamuy alejada de esta carretera y los caminos que llegan estn en psimo estado. Es el co-mienzo de un largo periodo de aislamiento y tan slo la construccin de la lnea frrea hacealbergar ciertas expectativas de progreso.

Todo queda perfectamente descrito en el artculo que transcribo publicado en La Crni-ca Meridionalel 13 de Marzo de 189911 . En este se detallan los actos centrales de la inaugura-cin de la lnea que tuvieron lugar en el puente del Salado. Actos de los que Arturo Cerd ysu objetivo fueron testigos, no dejando pasar la oportunidad el ilustre hijo adoptivo deCabra, de plasmar el momento justo en sus instantneas, lo que viene a dejar claro una vezms, que Cerd era en aquella poca un reportero grfico que dej para la posteridadunos documentos grficos de valor histrico.

EN EL SALADO: despus de las 12 de la maana lleg al Salado el tren que conduca desde estacapital (Almera) a los seores que haban sido invitados por la Compaa del Sur de Espaa conobjeto de que asistieran a la bendicin del viaducto del Salado e inauguracin de la lnea frrea desdeBaeza a Almera.

Todos los cerros y explanadas prximos al viaducto se hallaban ocupadas por infinidad de fami-lias de los pueblos cercanos, calculndose que habra ms de 5.000 personas.

El tren que conduca desde Baeza a D. Ivo Bosck y a los muchos seores que le acompaaban,lleg al Salado casi al mismo tiempo que el de Almera.

Los invitados del tren inaugural se trasladaron en unin de la inmensa muchedumbre que llena-ba por completo los cerros e inmediaciones del Salado, a la capilla que pasado el puente ha construidola Compaa.

El Obispo de Guadix, Istmo. Sr. Don Maximino Fernndez del Rincn, se coloc junto a losexpedicionarios en una eminencia que dominaba el puente, y despus de revestirse, con toda solemni-dad bendijo aquel.

El momento fue grandioso; la apiada muchedumbre descubrise respetuosamente, el preladoenton las preces de ritual y la bendicin de la grandiosa obra terminse.

Despus el Sr. Fernndez del Rincn, con frases entrecortadas por la emocin, dirigi la palabraa los presentes significando que ya que bendeca el puente y la va, justo era que enviara su bendicin

afectuosa a las ciudades interesadas por la obra.Al fin Almera, dijo, entra en comunicacin con sus dems hermanas de Espaa; permitidme

tambin que enve un afectuoso recuerdo a Linares la ciudad floreciente del trabajo, otro a Jan, mipatria natal, y otro a Baeza, a quines auguro de todo corazn grandes prosperidades para el porvenir.

10BERBEL SILVA, Javier y LPEZ RODRGUEZ, Ramn: Cabra del Santo Cristo, 105 aos de ferrocarril.CONTRALUZ, n 1. Torredonjimeno: Grficas La Paz, 2004. pp.49-59.

11Agradezco la deferencia de ASAFAL (Amigos del Ferrocarril de Almera) por enviarme este artculo.


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Se extiende luego en otras consideraciones, y despus de dedicar un recuerdo a sus compaeroslos prelados de Jan y Almera de cuya presencia se ve privado, termina diciendo que quisiera de otromodo corresponder a lo que de l se esperaba, pero que se lo impide la gran emocin que siente ante elespectculo que presencia.

El Sr. Fernndez Rincn, recibi infinitas felicitaciones.

El sol brillante, la grandeza del espectculo, la magnitud de la obra, la hirviente muchedumbre,todo prestaba esplendente tintas de majestuosidad al acto.

Despus de la bendicin se trasladaron los invitados a las habitaciones preparadas para celebrarcon un exquisito lunch, costeado por la compaa concesionaria, la feliz terminacin de las obras.

Relata el artculo la belleza de las estaciones engalanadas por las que pasaba el tren a su

vuelta a Almera, nos habla de las bandas de msica que salan a recibir el convoy a su pasopor los distintos pueblos, etc. En las siguientes fotos, podemos ver como si de una pelculase tratara todos estos acontecimientos. La asistencia de miles de personas, buena parte deellas seguro que seran de Cabra, refleja la ilusin con la que los habitantes de la zona reci-bieron al ferrocarril. Sin duda, el valor histrico de las instantneas bien merece su publica-cin.


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Las carreteras actuales.

La realidad actual no difiere mucho de la existente a comienzos del pasado siglo, demanera que el estado de estos caminos histricos no permite, con los medios de transporteactuales, una comunicacin mnimamente fluida con pueblos limtrofes situados al este dela localidad y otros de la vecina provincia de Granada con los que histricamente ha existi-do un importante flujo de comunicacin.

El principal acceso a Cabra es la carretera JV3212, que parte desde la A-301 (La Caroli-na-Guadix) y contina en la actualidad hasta el lmite con la provincia de Granada.

El primer tramo de esta carretera se construy durante los primeros aos del siglo XXy una Cabra con su estacin (entonces supuso una especie de cordn umbilical como lohan definido diversos autores en repetidas ocasiones). Dado el precario estado que presen-taba, este tramo ha sufrido recientemente unas obras de ensanche y afirmado que han me-jorado notablemente la comunicacin entre ambos puntos.

El tramo comprendido entre la A-301 y Cabra del Santo Cristo se construy a finales delos aos 20 del pasado siglo, cambiando sustancialmente el trazado del antiguo camino debeda, lo que supuso un incremento en la distancia a recorrer cercano a los 8 km. Estetramo slo ha sufrido dos proyectos de mejora, el primero de ellos durante los aos inter-medios del pasado siglo, cuando se extendi un firme consistente en doble tratamientosuperficial. El segundo terminado en 1982 fue ms importante, se ampli la seccin prolon-gando las obras de fbrica existentes, se suavizaron algunas curvas y se extendi un nuevo


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firme. Con ello se consigui una importante mejora, pero pasados ms de veinte aos, laprincipal carretera de acceso a Cabra vuelve a estar obsoleta. El firme ha sufrido en losltimos aos un importante deterioro y el radio de muchas de sus curvas no se acerca almnimo recomendable en la actualidad.

Pero si no podemos estar satisfechos con el estado actual de estas carreteras, an po-dremos estarlo menos con la situacin del tramo que contina desde la Estacin de Cabrahasta Alicn de Ortega. Se trata de la misma va, por tanto forma parte de la actual redprovincial de carreteras, la JV3212 que va desde el enlace con la A-301, pasando por Cabray la Estacin y llegando hasta el lmite con la provincia de Granada, donde pasa a denomi-narse NE16 hasta la localidad de Alicn de Ortega. En cualquier mapa de carreteras podre-mos comprobar la representacin de esta va, lo que an resulta ms grave si cabe, ya que a

partir de los llanos de La Mesa se convierte en una va sin asfaltar que en determinadaspocas resulta intransitable, pudiendo poner en serios apuros a todos aquellos que desco-nociendo su estado opten por transitarla. Se trata por tanto de una infraestructura que bienpodramos calificar de tercermundista.

Es cierto que el tramo ms conflictivo, la denominada Cuesta de los Ciruelos tieneuna especial dificultad por su accidentada orografa, posiblemente ste sea el motivo por elque esta vieja reivindicacin an no ha sido atendida, aunque esta justificacin cada vezpierde ms peso si tenemos en cuenta los mtodos constructivos y los medios existentes ennuestros das. Podramos decir que se trata de una cuestin de voluntad, aunque para serobjetivos tendramos que conocer la rentabilidad de una inversin que a la postre repercuteen beneficio de una escasa poblacin, tratndose de una va secundaria en la que el trficoque se genera cubre las necesidades de unas poblaciones que apenas suman los 4.000 habi-

tantes, no dejando por ello de ser una infraestructura clave en el desarrollo de estos munici-pios (Cabra, Alicn, Dehesas y Villanueva de las Torres).

Una infraestructura de la primera mitad del siglo XX que contina vigente en nuestrosdas sin apenas inversiones, empeorando su estado cada vez ms y todo ello pese a lascontinuas reivindicaciones por parte de las autoridades de los pueblos afectados. Aunqueparece ser que recientemente van tomando cuerpo las negociaciones, sirva de ejemplo lasiguiente extraccin de un texto publicado en el programa de las fiestas de 1970 por elentonces Alcalde D. Miguel Olmedo Herranz:

De proyectos, son muy necesarios y se tienen solicitados con toda urgencia la terminacin delcamino vecinal de Estacin de Cabra a Estacin de Huesa en un tramo de tres kilmetros, y el asfaltodel de la Estacin de Cabra a Alicn de Ortega, que sera paso muy interesante a Levante.

Existe otra carretera, la JV3214 que parte desde el kilmetro 7 de la carretera de Cabraa la Estacin y nos conduce hasta la vecina localidad de Solera. Su estado es lamentable,presenta una seccin que difcilmente permite cruzarse a dos vehculos sin tener que ami-norar la marcha y el firme se encuentra en psimas condiciones.

A la altura de Hidalgo conecta con la JV3212 un ramal que conduce hasta la Estacin deHuelma (JV3216) y contina hasta enlazar con la A-301 (JV3217) en las proximidades de lalocalidad granadina de Guadahortuna. Hasta hace poco tiempo esto era un camino ruralcuyo firme se asfalt, consiguiendo con esta nueva conexin acortar en ms de 10 km la


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distancia desde Cabra hasta cualquier localidad de la vecina provincia, aunque la seccin esmuy estrecha y el firme est en malas condiciones, las caractersticas del terreno ofrecenfciles posibilidades de mejora, por lo que an podran reducirse ms los tiempos de viaje.

De la misma poca en la que se asfaltaron el anterior y otros caminos rurales es laactual carretera que une Cabra con Larva, aunque en honor a la verdad esta an no haalcanzado tal rango, su acondicionamiento vino a paliar en buena medida la precariedad enlas comunicaciones entre dos localidades tan prximas y con tantos vnculos. Se trata igual-mente de una va de estrecha seccin con un tortuoso trazado en buena parte de su longitudque sortea dos importantes barrancos, uno de ellos el del Salado. Va que ha mejoradoconsiderablemente la comunicacin entre las dos poblaciones, reduciendo la distancia aescasos 15 km. Todo un logro si tenemos en cuenta que con anterioridad eran necesarios

ms de 50 km para desplazarnos por carretera asfaltada (Cabra-Jdar-Larva).Tambin existe un tramo acondicionado desde el cruce con la carretera de Alicn (La

Mesa), hasta la conexin con la variante del camino real de beda a Guadix que atraviesanuestro trmino de norte a sur (paralelo a la lnea de ferrocarril). Conecta con el menciona-do camino real a escasos tres kilmetros de la Estacin de Huesa. Sin duda resultara muyinteresante el acondicionamiento de este tramo,no slo hasta esta barriada tan alejada, sino has-ta encontrarse con la carretera que une Cabra yLarva anteriormente descrita.

Por ltimo, para mantener abiertas las vasde comunicacin que tradicionalmente han co-municado Cabra con poblaciones de la Sierrade Cazorla, resear que slo quedaran unos 10km. por acondicionar de la pista que, desde laEstacin de Huesa conduce hasta Huesa.

A modo de resumen podemos decir que, almargen de las posibles mejoras que pudieranhacerse tanto en la carretera principal de acce-so a Cabra como en las otras existentes, sobretodo en lo que al firme se refiere, sera necesa-rio el acondicionamiento y afirmado de una lon-gitud total prxima a los 35 km (11 km caminoreal-estacin de Huesa-Larva, 10 km ramal aHuesa, 9 km ramal a Alicn y 5 km ramal aAlamedilla) para actualizar el maltrecho esta-do de las comunicaciones en la zona y recupe-rar el lgico intercambio comercial y culturalentre localidades vecinas. Sin duda es una ar-dua y costosa labor, pero con ello se articularauna red que conectara las comarcas de Mginacon las de los Montes Orientales y las Sierrasde Quesada y Pozo Alcn, comunicando locali-


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dades como Cabra, Alicn, Dehesas, Villanueva de las Torres, Alamedilla, Pedro Martnez,Guadahortuna, Larva, Huesa, Hinojares, Pozo Alcn, Quesada, Huelma, Solera, Jdar...unaamplia zona con una poblacin superior a los 40.000 habitantes.

Retos de futuro.

Cada vez son ms las voces que abogan por la continuacin de la carretera A-325 desdePedro Martnez hasta Cabra del Santo Cristo, con ello tendramos la ansiada salida a levan-te por una carretera mucho menos dificultosa que la que conduce a la vecina localidad deAlicn de Ortega.

Aunque si somos realistas, el coste a invertir tendra que ser bastante elevado para

construir algunos tramos en variante y otros de acondicionamiento, para as conseguir dis-minuir la distancia de manera considerable y que la inversin mereciera la pena. Con ellotendramos un trazado paralelo a la A-301 en el que se podra disminuir la distancia hastaen 20 km.

Otra cosa sera la creacin de una carretera autonmica para satisfacer las necesidadesde los pueblos por los que esta pueda discurrir y otros del entorno.

De cualquier forma estamos hablando del camino ms utilizado en otros tiempos y elque menos dificultades presenta para su puesta en servicio. Si bien es cierto que el acondi-cionamiento de todo el recorrido es muy difcil, no lo es menos que con el nico acondicio-namiento de los cinco kilmetros que quedan para completar la conexin a Alamedilla, sedara un importante paso para mejorar las comunicaciones de una localidad que ya se ca-

racteriza por su secular aislamiento.

dialnet-laimportanciadeloscaminoseneldevenir-3099879 (1).pdf

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