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Noviembre de 2010 La Paz, Baja California Sur
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA SUR
ÁREA DE CONOCIMIENTO DE CIENCIAS DEL MAR
DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA MARINA
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL DE AVES
PLAYERAS EN LAGUNA
SAN IGNACIO, BAJA CALIFORNIA SUR, MÉXICO
Tesis
Que como requisito para obtener el título de BIÓLOGO MARINO
Presenta
LUIS FRANCISCO MENDOZA CONTRERAS
DEDICATORIA
A MI MADRE………CON AMOR Y GRATITUD, POR TODOS SUS SACRIFICIOS PARA QUE YO PUDIERA SEGUIR ADELANTE EN MI
CARRERA.
AGRADECIMIENTOS Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a mis dos familias por todo el apoyo incondicional que he recibido de ellos: Familia Mendoza Contreras: A mi madre Margarita Contreras y a mi padre Francisco Mendoza, por todas las buenas enseñanzas que recibí de ellos, pero sobre todo por ser el soporte principal de mi vida; a mis hermanos Blanca Isabel, Hugo Israel y Alejandra Yessenia por todos los momentos divertidos y amargos que hemos vivido. Familia Domínguez Cruz: A Don Alfonso Domínguez y Doña Julia Cruz, que son los pilares de esta hermosa familia y porque nunca me han negado su hospitalidad, amistad y amabilidad; al resto de la familia, Lupita, Patricia, Karla, Abraham, Kenia y Alfonso. Pero sobre todo quiero dedicar unas cuantas líneas a mi integrante favorita, mi novia Josefa Domínguez Cruz, quien ha sido mi compañera los últimos ocho años y quien se ha preocupado por mi en todas las formas posible, por regalarme muchos de sus buenos consejos y criticas, pero sobre todo por ser la impulsora de mi vida. A las Nuevas integrantes de mi familia: Mí cuñada Brenda y mi sobrinita Deborah, a quienes aprecio y quiero mucho. A mis compañeros del Laboratorio de Aves de la UABCS: Víctor, Nallely, Rosalba, Israel, Roberto, Denisse, Fabiola, Rafael, Hugo, Gabriela, Gerardo (Lupillo) y Adriana. A cada uno de ellos por todos los momentos de humor y aventura. A mis valiosos compañeros de carrera quines emprendieron la enorme tarea junto conmigo. A las personas integrantes de mi comité de revisión de tesis, Gustavo de la Cruz, Roberto Carmona y Héctor Reyes, por sus atinados comentarios a las diferentes versiones del escrito que sin duda lo enriquecieron. A Pronatura Noroeste A.C., en especial a su Director ejecutivo Gustavo D. Danemann, ya que el trabajo presente se realizó dentro del proyecto “Conservation of the Black Brant and other migratory waterbirds in San Ignacio Lagoon, Mexico”, del cual fue responsable. Un agradecimiento a la División de Conservación de Hábitat de Aves del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos de América, que a través del Acta para la Conservación de los Humedales de Norteamérica (NAWCA) financió este proyecto, en especial a Ellen C. Murphy, Coordinadora del Programa México por todas las facilidades otorgadas a lo largo del proyecto. Se agradece a la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno, por el apoyo brindado en los diferentes aspectos administrativos.
ÍNDICE PÁGINA Lista de figuras………………………………………………...…………………….i Lista de tablas…………………………………………………………………...…..iii Lista de anexos……………………………………………………………..…...…..iv Resumen………………………………………………...……………..……………..v
1 Introducción…………………………………………………...................…….1
2 Objetivos………………………………………………….………….....………..8
3 Área de estudio…………………………………….……….……….....……….9
4 Metodología……………………………………………….…………......……..10
5 Resultados…………………………………………….……..………......……..15
5.1 Riqueza y abundancia………………………..…………………….…….....15
5.2 Especies numéricamente más importantes…………..…………….…….18
5.3 Tendencias estacionales………………………………….………………...22
5.4 Tendencias espaciales…………………………….………..………..……..24
5.5 Plan de monitoreo……………………………………………………..……..26
6 Discusión…………………………………………………..……….…….….…..31
6.1 Riqueza…………………………………………….……………….......……..31
6.2 Abundancia general…………………………….……………………...…….33
6.3 Especies numéricamente más importante………………………….……..38
6.4 Tendencias estacionales…………………………………………….….…..46
6.5 Tendencias espaciales…………………………………………….………...48
6.6 Plan de monitoreo………………………………………………….…..…….50
7 Sumario…………………………………………….……………..............……..53
8 Literatura citada…………………………………………….……….……….....54 9 Anexos……………………………………………………………….…………..62
LISTA DE FIGURAS
PÁGINA
Figura 1. Laguna San Ignacio, se indica las áreas establecidas...……..……
10
Figura 2. Riqueza especifica temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio…………………………………………………………………….
15
Figura 3. Riqueza de especies por zonas para las aves playeras en Laguna San Ignacio…………………………………………………………...
16
Figura 4. Abundancia mensual de las aves playeras registradas a lo largo de la temporada de estudio……………………………………………
17
Figura 5. Registros acumulados para las diferentes zonas agrupadas de acuerdo a los dos brazos de Laguna San Ignacio……………………..
17
Figura 6. Porcentaje acumulado del número de registros en Laguna San Ignacio, se indican las especies requeridas para conjuntar al menos el 95% del total………………………………………………………..
18
Figura 7. Abundancia mensual de L. fedoa, C. mauri y T. semipalmata en Laguna San Ignacio..........................................………………………...
20
Figura 8. Abundancia de Limnodromus spp. y N. americanus en Laguna San Ignacio…………………………………………………………..
21
Figura 9. Comportamiento estacional de las tres especies incluidas en el grupo homogéneo indicado por la prueba de independencia………….
23
Figura 10. Comportamiento estacional de las dos especies que no formaron grupos de acuerdo a sus tendencias migratorias (prueba de independencia)…………………………………………………………………
23
Figura 11. Dendrograma de similitud utilizando el coeficiente de Bray-Curtis (cuantitativo) aplicado a las zonas en relación con las abundancias……………………………………………………………….......
25
Figura 12. Se muestra la abundancia porcentual de las especies de aves playeras más importantes en relación a las secciones……………..
26
Figura 13. Recorrido propuesto para el plan de monitoreo. Se indica en rojo la zona que se incluyó por pertinencia geográfica……………………
27
Figura 14. Relación de las zonas (en importancia porcentual decreciente) con el coeficiente de determinación (r2), y con el porcentaje acumulado de abundancia………………………………….......
28
i
Figura 15. Relación entre las abundancias de aves playeras en toda la laguna y las siete zonas seleccionadas (se incluye la zona 02). Se muestra la ecuación obtenida y su coeficiente de determinación……….
29
Figura 16. Porcentaje acumulado de las abundancias mensuales ordenadas en importancia descendente……………………………………
30
ii
PÁGINALISTA DE TABLAS Tabla I. Resultados de la prueba X2 sobre las tendencias estacionales de las cinco especies de aves playeras (MAGO= Limosa fedoa, WILL= Tringa semipalmata, LBCU= Numenius americanus, WESA= Calidris mauri, DOWI= Limnodromus spp.)………………………………………………………………
24
Tabla II. Resultados de la prueba de X2 sobre las tendencias espaciales para las cinco especies importantes de aves playeras en las cuatro secciones……………………………………………………………….
26
iii
LISTA DE ANEXOS
PÁGINA
Anexo I. Tabla con las características paisajísticas que presentan las diferentes áreas de Laguna San Ignacio……………………………………..
62
Anexo II. Aves censadas en Laguna San Ignacio. Se indica su abundancia y el mes correspondiente………………………………………...
63
iv
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL DE AVES PLAYERAS EN LAGUNA SAN IGNACIO, BAJA CALIFORNIA SUR, MÉXICO
RESUMEN El grupo de aves acuáticas migratorias más abundantes en la Península de Baja
California son las aves playeras, de acuerdo con ello, existen diferentes humedales
reconocidos por la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras por su
importancia para estos organismos. Laguna San Ignacio presenta el 10% de las
abundancias totales de las aves playeras reportadas para la Península; no obstante,
existe poca información sobre este grupo. Por lo anterior en el trabajo presente se
determinó la distribución espacial y la variación temporal de las aves playeras en
dicha laguna durante un ciclo anual, proponiendo además un plan de monitoreo.
Para ello se realizaron 12 censos mensuales (octubre 2007 a septiembre 2008) que
incluyeron todo el perímetro interno de la laguna, la cual fue dividida en 14 áreas.
Para el monitoreo se excluyeron los meses y las áreas de menor importancia. Las
abundancias menores se presentaron en mayo (1,585 aves) y las mayores en octubre
(47,410). Las especies más abundantes fueron Limosa fedoa (55% del total de
registros), Calidris mauri (24%), Tringa semipalmata (11%), Limnodromus spp. (4%) y
Numenius americanus (3%). L. fedoa presentó sus mayores abundancias en otoño,
estabilizándose en invierno y primavera y disminuyendo en verano. C. mauri presentó
una abundancia alta en otoño con un máximo en invierno temprano (diciembre), para
disminuir notoriamente el resto del invierno y sin representantes en verano. T.
semipalmata y N. americanus mostraron pocos cambios, con máximos en otoño e
invierno y mínimos en mayo y junio. Limnodromus exhibió sus mayores abundancias
en otoño, con números bajos y fluctuantes el resto del año. En cuanto al plan de
monitores, se seleccionaron 7 zonas y 9 meses por lo que sólo se utilizaría el 37.5%
del esfuerzo original, manteniendo una confianza estimada superior al 90%. Las siete
áreas de mayor importancia se ubicaron al sur de la laguna, posiblemente por las
características del sustrato y la disponibilidad y abundancia del alimento. Los
resultados de este trabajo se presentaron en una reunión ante la Red Hemisférica de
Reservas de Aves Playeras (RHRAP) lo que permitió incluir a Laguna San Ignacio
ante dicha organización como sitio de importancia internacional.
v
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
1
INTRODUCCIÓN En la Región Neártica se localizan las áreas de reproducción de 49 especies de
aves playeras (Suborden Charadrii). Este grupo de especies presentan una
característica generalizada que es la migración (Howes y Bakewell 1989). Al menos
40 de ellas utilizan áreas tropicales y templadas de México, Centro y Sudamérica
para pasar el invierno (Myers et al. 1987a).
Para realizar los movimientos entre sus áreas de reproducción y sus sitios de
invernación, las aves playeras utilizan tres principales Corredores Migratorios en el
Continente Americano: Atlántico, Transcontinental y Pacífico; éste último es el más
importante tanto por el número de especies como de individuos que lo utilizan
(Myers et al. 1987a). A lo largo de este Corredor Migratorio existen numerosos
humedales de particular interés para las aves playeras, ya que son usados como
zonas de paso, área de invernación o cumpliendo ambas funciones. Muchos de
estos humedales han sido reconocidos por la Red Hemisférica de Reservas de Aves
Playeras (RHRAP; Morrison et al. 1992, Page y Palacios 1993). De hecho, de los 19
sitios importantes en la parte norte del Corredor del Pacífico, ocho están en el
noroeste de México, mientras que en la Península de Baja California existen al
menos cuatro (Delta del Río Colorado, Guerrero Negro, Bahía San Quintín y
Ensenada de La Paz; RHRAP) que han sido señalados por su importancia para las
aves playeras por diferentes autores (Page et al. 1997, Danemann et al. 2002,
Carmona et al. 2004, Carmona 2007).
La utilización que realizan las aves en un determinado humedal suele ser un
proceso dinámico y está influenciada por factores bióticos (abundancia y
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
2
disponibilidad de alimento, competencia intra e interespecífica y depredadores) y
abióticos (tipo de sustrato, compactación del sedimento, nivel de mareas y vientos,
entre otros; Yates et al. 1993, Fernández y Lank 2006).
Se ha demostrado que algunas características del sustrato como la textura y
la humedad son factores determinantes que influyen en la distribución de las aves
playeras (Colwell y Landrum 1993), puesto que ambos factores afectan la
penetrabilidad del sedimento y el tipo y abundancia de las presas disponibles
(Quammen 1982). De hecho, las mayores concentraciones de aves playeras se
encuentran en zonas con sedimentos lodosos y arcillosos (Recher 1966, Ramer et
al. 1991, Fernández y Lank 2006), pues generalmente es en estos sitios donde la
abundancia de alimento es mayor (Barnes 1997, Desholm et al. 1998); otros tipos de
sedimentos como los arenosos, son hábitats físicamente más rigurosos en donde la
cantidad de presas potenciales es baja. De la misma forma, los ambientes rocosos
presentan baja o nula penetrabilidad por lo que son utilizados por pocas especies de
playeros (Recher 1966).
A lo largo de la Península de Baja California existen diferentes humedales que
cumplen con las características básicas requeridas por las aves playeras. Los más
conocidos son Bahía San Quintín, el complejo lagunar Guerrero Negro-Ojo de
Liebre, Laguna San Ignacio y Bahía Magdalena (Massey y Palacios 1994).
En estos humedales, todos ellos ubicados en la costa occidental de la
Península, invernan al menos 355 mil aves playeras (Page y Palacios 1993, Page et
al. 1997). En su porción media, dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera del
Vizcaíno, se ubica Laguna San Ignacio. Esta laguna ha sido reconocida como una
de las más importantes de la región para las aves playeras (Page et al. 1997), con
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
3
estimaciones mínimas de 31,500 aves invernantes, lo que representa del orden del
10% del total para la Península, sólo superada por el complejo lagunar Guerrero
Negro-Ojo de Liebre y el Delta del Río Colorado y con números semejantes a los de
Bahía San Quintín (Page y Palacios 1993, Page et al. 1997, SEMARNAT 2008).
Pese a la importancia de Laguna San Ignacio para las aves playeras, existe
muy poca información ornitológica al respecto. Los pocos trabajos realizados se
limitan a descripciones generales que proporcionan información limitada sobre la
distribución de las aves dentro de la laguna (Huey 1927, Danemann y Guzmán Poo
1992). Los reportes que incluyen estimaciones de abundancia son puntuales en el
tiempo, abarcando regularmente sólo una visita en invierno mediante censos aéreos
(Morrison et al. 1992, Page y Palacios 1993, Page et al. 1997), lo que no ha
permitido conocer el patrón de utilización temporal de la zona por parte de las
diferentes especies, información requerida para poder detectar las preferencias y los
cambios en el uso del hábitat, así como identificar grupos residentes.
La cantidad de información mejora para otros humedales de la Península de
Baja California, como el estero Punta Banda, donde se han llevado a cabo tanto
trabajos que describen la comunidad de aves playeras durante un ciclo anual
(Palacios et al. 1991, Gonzáles-Guzmán 1996), como investigaciones
autoecológicas en particular con Calidris mauri (Buenrostro et al. 1999, Fernández y
de la Cueva 2001). De los trabajos de descripción general, se reporta que el estero
Punta Banda presenta una riqueza entre 13 y 22 especies y que las mayores
abundancias se observaron en el periodo de invierno.
En Guerrero Negro se han realizado estudios sobre aves playeras en todo el
complejo lagunar. En Exportadora de Sal (ESSA) se ha descrito la abundancia de la
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
4
comunidad de aves que la utilizan, sobresaliendo el grupo de las aves playeras
(Carmona y Danemann 1998), ya que presentan una alta riqueza (26 especies) y
abundancia (110,500 aves; Danemann et al. 2002). En Ojo de Liebre se han
realizado estudios con las especies más numerosas del humedal: Arce (2008)
describió el uso migratorio e invernal de un sitio artificial (ESSA) y otro natural (Ojo
de Liebre) de Calidris mauri la especie más abundante del complejo lagunar; Ayala-
Pérez (2008) observó el efecto del nivel de marea sobre las aves playeras
numéricamente más importantes, las cuales tienden a utilizar sitios alternos para la
alimentación durante las mareas altas. Recientemente se describe el patrón de
utilización de los tres principales humedales de la zona Ojo de Liebre, Guerrero
Negro y Exportadora de Sal (Carmona et al. en revisión). Se describen las
tendencias estacionales de las especies más importantes y se encontró que las
mayores abundancias se presentaron en la época de invierno lo que refleja la
importancia de la zona como área de invernación para las aves playeras.
Para Bahía Magdalena existen trabajos sobre la avifauna general (Amador
1985) y sobre la comunidad de aves playeras (Zarate-Ovando et al. 2006). Amador
(1985) menciona la presencia de 17 especies de aves playeras, siendo la familia
Scolopacidae la más importante. Sin embargo, el estudio sólo abarcó una fracción
de la Bahía; por su parte Zarate-Ovando et al. (2006) presentan una lista de 22
especies playeras. Encontraron además que las mayores abundancias se
presentaron en otoño e invierno.
La Ensenada de La Paz es por mucho, el humedal mejor estudiado con
relación a las aves playeras. Existen estudios relacionados con la abundancia
temporal y espacial (Carmona y Carmona 2000, Zamora-Orozco et al. 2007,
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
5
Carmona 2007). Carmona et al. (2008a) publicó un estudio que compila 10 años de
investigación en la zona. En este trabajo presenta una lista sistemática de 36
especies de aves playeras, la mayor riqueza registrada en el país. Por otro lado,
estos trabajos permitieron conocer que las mayores abundancias de playeros se
presentan en el humedal lodoso de Chametla, lo que ha dado pie a diferentes
trabajos específicos, como el de conducta alimenticia de las especies de tamaño
grande (Limosa fedoa, Numenius americanus, Tringa semipalmata y Numenius
phaeopus; Brabata y Carmona 1998); También se ha observado la fidelidad de C.
mauri para esta zona, encontrando una tasa de retorno relativamente alta (38%;
Vázquez 2007).
De los trabajos anteriores se deriva que las principales especies,
numéricamente hablando reportadas para la Península de Baja California son:
Calidris mauri (con el 36% del total de aves playeras invernantes en la Península;
Page et al. 1997), Limosa fedoa (25%), Limnodromus spp. (13.5%), Calidris alpina
(11%) y Tringa semipalmata (5%). Para estas especies la región del Vizcaíno es una
zona crucial para la invernación y esto se ve reflejado en las altas fracciones
poblaciones que las usan: L. fedoa con el 50% de sus estimados poblacionales, C.
canutus roselaari con el 32%, Limnodromus griseus caurinus con el 65%, C. alpina
con el 8% (Carmona et al. en revisión). Asimismo esta región presenta poblaciones
veraneantes de especies grandes de aves playeras (Limosa fedoa, Tringa
semipalmata y Numenius americanus) y presumiblemente formado por juveniles que
no han alcanzado su madurez sexual y por tanto no migran a las áreas de
reproducción (Hockey et al. 1998, Danemann et al. 2002).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Una especie particularmente estudiada en los humedales peninsulares es
Calidris mauri, debido principalmente a su alta abundancia y su fácil captura. En
Punta Banda, La Ensenada de La Paz y Guerrero Negro se han llevado a cabo
estudios sobre su migración y uso del hábitat (Buenrostro et al. 1999, Brabata 2000,
Fernández y de la Cueva 2001, Galindo 2003, Morales 2007, Arce 2008), sobre la
fidelidad al sitio de invernación (Vázquez 2007) y referentes a la competencia y
territorialidad (Becerril 1998, Carmona et al. 2005). Recientemente se han empezado
a estudiar otras especies en Guerrero Negro mediante la captura y anillado; tales
como Limosa fedoa y Calidris canutus roselaari (Ayala-Pérez et al. 2009, Arce et al.
2009). Por lo anterior, resulta interesante la falta de información para las aves
playeras en Laguna San Ignacio.
Por otro lado, recientemente ha crecido el interés internacional en las áreas
de paso y sitios de invernación (Tsipoura y Burger 1999) donde las aves playeras se
concentran en grandes números y donde se registran las mayores mortalidades
(Myers et al. 1987a, Shepherd et al. 2003). Esta preocupación surge debido a las
declinaciones poblacionales que diferentes especies han presentado y que se
atribuye principalmente a la pérdida o degradación de diferentes humedales costeros
(Erwin et al. 1986, Morrison et al. 2006).
Dentro de los datos faltantes para diferentes humedales peninsulares, se
encuentra información básica como la descripción de sus abundancias temporal y
espacial e incluso listas sistemáticas y un caso particularmente sobresaliente es
Laguna San Ignacio, pues pese a que se ha reconocido su importancia, a la fecha
prácticamente no existen trabajos particulares en la zona.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
7
Adicionalmente se ha mencionado de manera recurrente la necesidad de
implementar planes de monitoreo que permitan detectar eventuales cambios en la
utilización de los diferentes sitios (Donaldson et al. 2000, Brown et al. 2001). Dichos
planes podrían proporcionar información clave para la planeación de estrategias de
conservación (Warnock et al. 1998). Los planes de monitoreo tienen dos finalidades:
(1) identificar las áreas importantes para las aves playeras estimando el tamaño de
la fracción poblacional que los utiliza y (2) estimar las variaciones de las
abundancias y tendencias poblaciones en esos sitios a mediano y largo plazo
(Skagen et al. 2003). Asimismo, un plan de monitoreo específico para Laguna San
Ignacio contribuiría a las funciones de seguimiento de especies importantes que
vienen realizando personal de la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno.
No obstante, los planes de monitoreo son costosos por lo que para poder
asegurar su continuidad es necesario reducir los gastos requeridos para llevarlos a
cabo (Martínez 2009). Una adecuada planeación e implementación del plan de
monitoreo permitirá, además, conocer el estado general de la laguna pues las aves
playeras son buenas indicadoras de la calidad de los ecosistemas, ya que
responden rápidamente a cambios o perturbación del ambiente (Flint 1998).
Cualquier plan de monitoreo debe basarse en un sólido conocimiento de la
abundancia espacial y temporal de las especies clave de la localidad (Warnock et al.
1998). En este contexto, el trabajo presente tiene como objetivo:
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
8
OBJETIVO GENERAL
Determinar la distribución espacial y la variación temporal de las aves
playeras en Laguna San Ignacio con el fin de identificar los sitios y los tiempos de
mayor importancia para proponer un plan de monitoreo.
OBJETIVOS PARTICULARES
• Determinar las abundancias y riqueza de las aves playeras y sus cambios
temporales a lo largo de un año (censos mensuales).
• Describir los patrones de variación espacial y temporal de las especies de aves
playeras numéricamente más importantes.
• Determinar las zonas y los meses de mayor importancia para las aves playeras.
• Proponer un plan de monitoreo para las aves playeras.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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ÁREA DE ESTUDIO
Laguna San Ignacio se ubica en la costa occidental de la Península de Baja
California, México, entre los 26°38’ y 27°00’ latitud N y los 113°06’ y 113°18’ longitud
W, con una extensión aproximada de 28,000 ha (Fig. 1). Se localiza dentro de los
límites del área protegida más grande del país, la Reserva de la Biosfera El
Vizcaíno, situada en la porción norte del estado de Baja California Sur (Segura-
Zarzosa et al. 1997).
Es una laguna somera, con una profundidad promedio de 2 a 4 m en la mayor
parte de su extensión, aunque llega hasta los 26 m en los canales que la comunican
con el Océano Pacífico. La laguna se compone de dos grandes brazos: uno hacia el
sudeste, que contiene amplias extensiones de manglar (Rhizophora mangle) y
canales pocos profundos y el otro hacia el norte, que es el cuerpo de agua principal;
éste presenta grandes salitrales y pocos parches de manglar. La línea de costa de la
laguna está representada por playas arenosas y limosas, manglares, parches de
costa rocosa, conchales y marismas (Danemann y Guzmán Poo 1992). La marea
semidiurna mixta expone grandes planicies lodosas que se extienden muy adentro
de la laguna (Danemann y Guzmán Poo 1992), el hábitat preferido por la mayoría de
las especies de aves playeras.
En general, el clima es cálido y muy seco, con lluvias predominantemente en
invierno con una precipitación anual de 56 mm, la temperatura promedio anual oscila
entre los 18° y 22°C, con una fluctuación diaria de 7° a 14°C (Segura-Zarzosa et al.
1997).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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METODOLOGÍA
CLASIFICACIÓN DE LAS ZONAS
A principios de 2006 (enero) se realizó una visita prospectiva al área de
estudio; con base en ella, el perímetro interno de Laguna San Ignacio se dividió en
14 áreas, 7 correspondientes al brazo sur (1S, 2S, 3S, etc.) y 7 al brazo norte (1N,
2N, 3N, etc.; Fig. 1).
26º 41’
113º 16’ 113º 02’
26º 52’
O C E A N OP A C I F I C O
N
0 7 km
N
OCEA N
O PA CIFICO
GOLFO DE CALIFORNIA
Laguna San
Ignacio
1S
2S
3S
4S
5S
6S
7S
1N
2N
3N
4N
5N
6N
7N
Figura 1. Laguna San Ignacio, se indica las áreas establecidas.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Para dichas divisiones se tomó en cuenta el tipo de costa, pendiente, vegetación y
tipo de sustrato. Todos los puntos se georeferenciaron (±5 m) para su posterior
integración a un Sistema de Información Geográfica (ANEXO I).
TRABAJO EN CAMPO
Se realizaron visitas mensuales a Laguna San Ignacio entre octubre de 2007
y septiembre de 2008; en cada una de éstas se llevaron a cabo censos que
incluyeron recorridos por todo el perímetro interno de la laguna, incluyendo así todas
las divisiones antes mencionadas. Los censos se realizaron desde una embarcación
de 7 m de eslora, con motor fuera de borda de 75 hp. Los recorridos se efectuaron
con apoyo de un geoposicionador a una velocidad constante y lo más cercano
posible a la línea de costa, cuando se encontraban bandadas numerosas se hacia
un alto total.
Las especies se identificaron utilizando diferentes guías de campo (Sibley
2000, National Geographic 2002, Kaufman 2005). Se efectuaron conteos directos
cuando el tamaño de la bandada era menor a 300 organismos, mientras que cuando
se trataba de bandadas mayores se realizaron estimaciones siguiendo las
sugerencias de por Kasprzyk y Harrington (1989) para su estandarización. Las
observaciones fueron hechas usando binoculares (8 y 10x) y telescopio (15-60x).
El equipo de trabajo estuvo formado por tres personas, dos observadores y un
anotador. Dado el tamaño del área de estudio y el esfuerzo utilizado, cada visita tuvo
una duración promedio de tres días.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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ANÁLISIS DE DATOS
RIQUEZA Y ABUNDANCIA GENERALES
Se reportaron las abundancias y riquezas mensuales de las especies en
conjunto observadas en Laguna San Ignacio. Dado que se cuanta con un solo dato
mensual, no se realizaron análisis, limitándose a describir tendencias.
ESPECIES PRINCIPALES
Con base en los máximos acumulados se seleccionaron las especies
requeridas para conjuntar al menos el 90% del total de registros. Esté criterio fue
apoyado con la ayuda de curvas de porcentaje de abundancia acumulada. Para las
especies seleccionadas se analizaron las abundancias por mes, mediante las cuales
se describieron los patrones de uso estacional.
Para detectar patrones migratorios similares entre las especies
seleccionadas, se obtuvieron los promedios porcentuales por estación del año
(otoño: julio a octubre, invierno: noviembre a febrero, primavera: marzo y abril, y
verano: mayo y junio); estas divisiones estuvieron basadas en datos de literatura (V.
gr. Arce 2008) y en las propias abundancias. A los promedios porcentuales
arreglados en una tabla de contingencia, que incluía las especies y las estaciones se
les aplicaron unas series de pruebas de independencia ji-cuadrada (α=0.05; Zar
1999). Cuando la hipótesis nula (independencia entre las abundancias porcentuales
promedio y la estación del año) fue rechazada, se determino cual de las especies
fue la que más contribuyó al rechazo y dicha especie se excluyó del análisis, este
proceso se repitió hasta que la hipótesis fuera aceptada, formando así el primer
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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grupo homogéneo. Las especies excluidas fueron comparadas entre si, reiniciando
el proceso (Carmona et al. 2004).
Para detectar las tendencias espaciales de las especies seleccionadas se
formaron secciones agrupando las áreas en las que originalmente se dividió Laguna
San Ignacio, para tal caso se utilizo el índice de similitud cuantitativa de Bray-Curtis
y la técnica de unión media no ponderada (Crisci y López 1983) con la finalidad de
obtener dendrogramas en base a la similitud de las áreas. Una vez formadas las
secciones se estandarizaron los registros totales de las cinco especies más
abundantes, para lo anterior se determinaron los promedios de cada sección con los
datos de las áreas que las conformaron. A estos se les aplicaron pruebas de
independencia Ji-cuadrada y se repitió el ejercicio anteriormente descrito para los
patrones migratorios, hasta que la hipótesis nula fuera aceptada.
PLAN DE MONITOREO
ZONAS PRINCIPALES
Se realizó un ejercicio para la selección de zonas con la finalidad de: (1)
determinar aquellas áreas de mayor importancia para las aves playeras y (2)
proponer un monitoreo adecuado que implique un esfuerzo menor, comparado al
llevado acabo en el trabajo presente y eventualmente, de ser requerido, proponer su
implementación al personal de la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno. Los criterios
para la priorización de las zonas fueron principalmente dos: su abundancia
porcentual y su pertinencia geográfica.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
14
Inicialmente se presentaron las abundancias acumuladas obtenidas para cada
áreas de la laguna, posteriormente, se seleccionaron los sitios requeridos para
acumular al menos el 80% de los registros totales.
La pertinencia de la elección de las secciones fue probada mediante un
análisis de regresión lineal (Zar 1999), donde se relacionó la abundancia
determinada para todas las áreas (variable dependiente) con la abundancia
acumulada para las zonas seleccionadas previamente (variable independiente) esto
con el fin de probar si la abundancia en las zonas seleccionadas puede predecir
adecuadamente la abundancia total en Laguna San Ignacio.
TIEMPOS PRINCIPALES
Para determinar los meses de mayor importancia, los 12 meses se arreglaron
en orden de importancia numérica descendente en base a su total de registros, se
seleccionaron aquellos necesarios para alcanzar al menos el 90% de los registros
totales, lo anterior fue auxiliado mediante una curva de porcentaje acumulada.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
15
RESULTADOS
RIQUEZA Y ABUNDANCIA
En Laguna San Ignacio se registraron un total de 21 especies de aves
playeras, un género (Limnodromus spp.) e híbridos de ostrero (Haematopus
palliatus v.s. H. bachmani; Wehtje 2005). La riqueza específica varió a lo largo del
año, con los valores mayores en los períodos de otoño e invierno (19 especies en
julio, septiembre y diciembre) y los menores en verano (13 especies en junio). El
resto del año la riqueza se mantuvo con valores poco fluctuantes (Fig. 2).
12
13
14
15
16
17
18
19
20
OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGOS SEP
Meses
Riq
ueza
Figura 2. Riqueza especifica temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio.
Las zonas en las que se observó mayor número de especies fueron: 6S, 3N,
1N y 7S. La primera alcanzó una riqueza total de 21 especies, la segunda 18 y las
tercera y cuarta 17 especies. En general, la riqueza disminuyó hacia el norte de la
laguna, con riquezas menores a 10 especies, con excepción de la zona 3N (Fig. 3).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
16
9
11
13
15
17
19
21
23
1 2 3 4 5 6 14Zonas
Riq
ueza
Brazo sur Brazo Norte
1S 1N 2S 2N 3S 3N 4S 4N 5S 5N 6S 6N 7S 7N
Figura 3. Riqueza de especies por zonas para las aves playeras en Laguna San Ignacio.
La suma de los máximos mensuales observados, lo que evita el reconteo,
indica que esta laguna fue utilizada por al menos 56,700 aves playeras a lo largo del
ciclo anual (Anexo II). La abundancia mensual presentó marcadas oscilaciones, los
números más altos se presentaron en otoño tardío (octubre) con 47 mil individuos y
los más bajos se registraron en verano (mayo) con 1,500 aves. Después de octubre
hubo un drástico descenso, los números se mantuvieron con valores medios y
relativamente estables entre noviembre y abril; aunque con una tendencia a
disminuir. En verano (mayo y junio), se observaron los registros más bajos. A partir
de julio las abundancias comenzaron a incrementarse paulatinamente (Fig. 4).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
17
05
101520253035404550
OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP
Meses
Abu
ndan
cia
(x10
3 )
Figura 4. Abundancia mensual de las aves playeras registradas a lo largo de la temporada
de estudio.
Espacialmente las zonas en las que se observó mayor abundancia fueron 1S,
6S y 7S, en su conjunto acumularon más del 50% de los registros totales.
Comparativamente el brazo norte de la laguna presentó pocos registros (19 % de los
acumulados) a diferencia de los del brazo sur (81%; Fig. 5).
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
1 2 3 4 5 6 14Zonas
Reg
istro
s ac
umul
ados
Brazo Sur Brazo Norte
1S 1N 2S 2N 3S 3N 4S 4N 5S 5N 6S 6N 7S 7N
Figura 5. Registros acumulados para las diferentes zonas agrupadas de acuerdo a los dos
brazos de Laguna San Ignacio.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
18
ESPECIES NUMÉRICAMENTE MÁS IMPORTANTES
Las especies de mayor importancia numérica (seleccionadas bajo el criterio
de los máximos acumulados) fueron: Limosa fedoa (144 mil registros; 55.1% del
total), Calidris mauri (61 mil; 23.6%), Tringa semipalmata (27 mil; 10.53%),
Limnodromus spp. (10 mil; 3.91%) y Numenius americanus (7 mil; 2.71%). En su
conjunto estas especies acumularon más del 95% de los registros totales a lo largo
del ciclo anual (Fig. 6).
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13No. Especies
Reg
istro
acu
mul
ado
(%)
L. fedoa
C. mauri
T. semipalmataLimnodromus spp.
N. americanus95%
1 2 3 4 5 23
Figura 6. Porcentaje acumulado del número de registros en Laguna San Ignacio, se indican
las especies requeridas para conjuntar al menos el 95% del total.
En cuanto a las variaciones temporales de dichas especies, L. fedoa fue la
numéricamente más importante, estuvo representada con números importantes a lo
largo del año y fue la que marcó el comportamiento general de la abundancia.
Presentó sus mayores abundancias en otoño, con un máximo en octubre (33 mil
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
19
registros) para posteriormente presentar un notorio descenso (Fig. 7A). En el
período comprendido entre noviembre y abril las abundancias permanecieron
relativamente estables con números elevados. Entre mayo y junio los números
descendieron, mayo fue el mes con los registros más bajos (1,133), por último entre
julio y septiembre las abundancias comenzaron a recuperarse. Para esta especie se
evidenció que al menos el 20% de su estimado poblacional (tomando las
estimaciones hechas por Morrison et al. 2006) hace uso de la laguna.
Durante el otoño se observaron abundancias altas de C. mauri, sin embargo,
el punto más alto se presentó en diciembre (13 mil), para disminuir notoriamente el
resto del invierno. En mayo se presentó un pequeño incremento, para alcanzar sus
valores más bajos entre abril y junio. A partir de julio los números de esta especie
comenzaron a aumentar con un claro incremento entre agosto y septiembre (Fig.
7B).
A lo largo del año T. semipalmata presentó pocos cambios en su abundancia,
los grupos más importantes se observaron en otoño e invierno. Sus números
mínimos se registraron en mayo (140 aves) incrementándose entre julio y
septiembre (Fig. 7C). Para esta especie se registró al menos el 2% de su estimado
poblacional en la laguna (Morrison et al. 2006).
El género Limnodromus exhibió sus mayores abundancias en otoño con
valores relativamente estables, posteriormente entre noviembre y junio sus números
permanecieron bajos y muy fluctuantes. En julio inició un incremento progresivo para
alcanzar nuevamente sus máximos en otoño (Fig. 8A).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
20
A) L. fedoa
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
Abu
ndan
cia
B) C. mauri
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
Abu
ndan
cia
C) T. semipalmata
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP
Meses
Abu
ndan
cia
Figura 7. Abundancia mensual de L. fedoa, C. mauri y T. semipalmata en Laguna San
Ignacio.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
21
Por último N. americanus presentó abundancias poco fluctuantes, la especie
estuvo bien representada en otoño e invierno, con valores máximos en marzo
(1,000) y mínimos en abril y mayo. En junio su abundancia comenzó a
incrementarse paulatinamente (Fig. 8B). Al menos el 2% de los estimados
poblacionales de esta especie utilizaron Laguna San Ignacio (Morrison et al. 2006).
A) Limnodromus spp.
0
500
1000
1500
2000
2500
Abu
ndan
cia
B) N. americanus
0
200
400
600
800
1000
1200
OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP
Meses
Abu
ndan
cia
Figura 8. Abundancia de Limnodromus spp. y N. americanus en Laguna San Ignacio.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
22
Por otro lado, aunque cuantitativamente no sobresalieron, llamó la atención
Calidris canutus roselaari que con un máximo de 400 aves (febrero) presentó el 2%
de sus estimados poblacionales (según los estimados de Morrison et al. 2006) en
Laguna San Ignacio.
TENDENCIAS ESTACIONALES Respecto a las tendencias estacionales la serie de pruebas de independencia
evidenció la formación de un sólo grupo homogéneo, más dos especies que no
pudieron ser agrupadas (Tabla I). El grupo homogéneo estuvo formado por L. fedoa,
T. semipalmata y N. americanus, especies grandes que se caracterizaron por
presentar abundancias altas en otoño, invierno y primavera con notorias
disminuciones en verano, aunque en esta última estación hubo grupos veraneantes
en la zona que representaron entre un 5 (L. fedoa y T. semipalmata) y un 15% (N.
americanus) de la abundancia total (Fig. 9).
C. mauri y el género Limnodromus no pudieron agruparse. En relación a la
primera especie, está utilizó la zona preferentemente en otoño, con números
modestos en invierno, para disminuir en primavera y estar prácticamente ausente en
verano. Aunque el género Limnodromus también utilizó la laguna preferentemente
en otoño, su porcentaje en esta estalación fue muy superior al de C. mauri (70 y
48% respectivamente), posteriormente presentó una reducción en invierno y
primavera y números muy bajos en verano (Fig. 10).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
23
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Otoño Invierno Primavera Verano
Estaciones
Por
cent
aje
L. fedoa T. semipalmata N. americanus
Figura 9. Comportamiento estacional de las tres especies incluidas en el grupo homogéneo
indicado por la prueba de independencia.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Otoño Invierno Primavera VeranoEstaciones
Por
cent
aje
C. mauri Limnodromus
Figura 10. Comportamiento estacional de las dos especies que no formaron grupos de
acuerdo a sus tendencias migratorias (prueba de independencia).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
24
Tabla I. Resultados de la prueba X2 sobre las tendencias estacionales de las cinco especies
de aves playeras (MAGO= Limosa fedoa, WILL= Tringa semipalmata, LBCU= Numenius
americanus, WESA= Calidris mauri, DOWI= Limnodromus spp.).
Grupo comparado X2 P g.l.Especie que más contribuyó al
rechazo de la hipótesis nula
MAGO-WILL-LBCU-WESA-
DOWI 60.81 <0.001 12 DOWI
MAGO-WILL-LBCU-WESA 23.55 <0.001 9 WESA
MAGO-WILL-LBCU 7.83 0.25 6 -
WESA-DOWI 12.41 <0.001 3
TENDENCIAS ESPACIALES
La prueba de similitud cuantitativa (índice de Bray-Curtis) mostró que entre las
zonas se formaron cuatro grupos (secciones). El primero (A) incluyó las zonas 2N,
5N y 7N; el B las zonas 5S, 1N, 6N, 2S, 3N y 4N; el C las zonas 3S y 4S y el D las
zonas 1S, 6S y 7S (Fig. 11). Así, la sección D representa las zonas de mayor
abundancia, las secciones B y C abundancias intermedias y la sección A representa
las abundancias bajas.
La composición de las especies numéricamente más importantes fue similar
en todas las secciones lo que indica una homogeneidad proporcional (aunque no
numérica) en el uso de las secciones, excepto en la sección A la cual corresponde al
brazo norte. Es decir, para las secciones en donde el comportamiento fue similar (B,
C y D) las abundancias porcentuales de las especies se mantuvieron relativamente
constantes, con el siguiente orden de importancia: L. fedoa y C. mauri con
abundancias altas, T. semipalmata con abundancias intermedias y N. americanus y
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
25
Limnodromus con abundancias bajas (Fig. 12). La sección A fue excluida por la
prueba Ji-cuadrada, ya que fue la más diferente de todas (Tabla II). La principal
diferencia en esta sección fue la alta proporción en C. mauri (Fig. 12).
01.6
3.24.8
6.48
9.611.2
12.814.4
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9 1Similarity
2N
5N
7N
5S
1N
6N
2S
4N
3N
3S
4S
6S
7S
1S
A
B
C
D
Figura 11. Dendrograma de similitud utilizando el coeficiente de Bray-Curtis (cuantitativo)
aplicado a las zonas en relación con las abundancias.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
26
Tabla II. Resultados de la prueba de X2 sobre las tendencias espaciales para las
cinco especies importantes de aves playeras en las cuatro secciones.
Grupo comparado
(Secciones) X2 P g.l.
Sección que mas contribuyo al
rechazo de la hipótesis nula
A-B-C-D 42.45 <0.001 12 A
B-C-D 8.6 0.377 8 -
0
10
20
30
40
50
60
70
Sección A Sección B Sección C Sección D
Secciones
Por
cent
aje
(%)
C.mauri Limnodromus L. fedoa N. americanus T. semipalmata
Figura 12. Se muestra la abundancia porcentual de las especies de aves playeras más
importantes en relación a las secciones.
PLAN DE MONITOREO
ESPACIAL
Con respecto al planteamiento del plan de monitoreo, se realizó una
priorización de zonas. Se llevó a cabo la elección de siete de las 14 zonas (Fig. 13),
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
27
las cuales reunieron aproximadamente el 80% de los registros totales. Como fue
mencionado hubo dos criterios fundamentales para su inclusión; su importancia
porcentual y su pertinencia geográfica. Es decir, debido al último criterio fue incluida
la zona 2S, que si bien no representa un sitio con una importancia porcentual se
ubicó entre dos áreas elegidas, lo que facilita su inclusión pues es un paso obligado.
Todas las áreas seleccionadas para el monitoreo se ubicaron en el brazo sur de la
laguna.
26º 41’
113º 16’ 113º 02’
26º 52’
O C E A N OP A C I F I C O
N
0 7 km
N
OCEA N
O PA CIFICO
GOLFO DE CALIFORNIA
Laguna San
Ignacio
Figura 13. Recorrido propuesto para el plan de monitoreo. Se indica en rojo la zona que se
incluyó por pertinencia geográfica.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
28
La pertinencia de la selección fue corroborada mediante regresiones lineales
simples, se observó que sólo son necesarias seis zonas para que el modelo
explicara el 97% de las variaciones (Fig. 14). Sin embargo, se tuvo que incluir a la
zona 2S debido a que es un paso obligado. Por lo que en suma se proponen
monitorear siete áreas de Laguna San Ignacio.
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1
1S 7S 6S 3S 4S 5S 1N 3N 6N 4N 2S 7N 5N 2NZonas
Coe
ficie
nte
de C
orre
laci
ón (r
2 )
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Abu
ndan
cia
acum
ulad
a (%
)
r2 Abundancia acumulada (%)
r2 =0.97
Figura 14. Relación del coeficiente de determinación (r2) con respecto a la abundancia
acumulada de las zonas (ordenadas en importancia porcentual decreciente).
El análisis de regresión lineal indicó que existe una estrecha relación entre las
abundancias de aves playeras en las siete zonas seleccionadas y la abundancia
para toda la laguna (F1, 10 =657.91 P<0.001, r2=0.985; fig. 15). La ecuación obtenida
indica que una vez determinada la abundancia de dichas áreas bastaría multiplicar
está por 1.12 (pendiente) y sumarle 1962 (ordenada al origen) para el 98% de
confianza estimar el número total de aves playeras en Laguna San Ignacio.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
29
Abundancia total = 1962.8 + 1.1284xr2 = 0.985
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
0 10000 20000 30000 40000 50000Siete zonas seleccionadas
Reg
istro
tota
l de
LSI
Figura 15. Relación entre las abundancias de aves playeras en toda la laguna y las siete
zonas seleccionadas (se incluye la zona 02). Se muestra la ecuación obtenida y su
coeficiente de determinación.
TEMPORAL
Para disminuir el esfuerzo temporal, la curva porcentual acumulada permitió
observar que, sólo considerando los nueve meses de mayores abundancias se
acumulan más del 90% de los registros totales (Fig. 16).
Así, se podría prescindir de los tres meses de menores números (abril, mayo
y junio), sin afectar significativamente la precisión del plan de monitoreo. De esta
manera, temporalmente se puede disminuir el esfuerzo a un 75% del utilizado en
este trabajo.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
30
0102030405060708090
100
OCT DIC AGO SEP NOV MAR JUL FEB ENE ABR JUN MAY
Meses
Abu
ndan
cia
% a
cum
ulad
a92%
Figura 16. Porcentaje acumulado de las abundancias mensuales ordenadas en
importancia descendente.
Por lo tanto, poniendo en práctica el plan de monitoreo propuesto se pueden
disminuir las zonas al 50% (de 14 zonas a sólo siete) y reducir los tiempos a un 75%
(de 12 meses a sólo nueve) con lo que se puede monitorear Laguna San Ignacio a
una confianza superior al 90% (0.98 de las zonas y 0.93 de los tiempos) aplicando
únicamente el 37.5% (0.50 espacial y 0.75 temporal) del esfuerzo originalmente
aplicado.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
31
DISCUSIÓN
RIQUEZA
Todas las especies registradas en el presente trabajo están incluidas en las
listas conocidas para el Corredor Migratorio del Pacífico (Paulson 1993).
Considerando los últimos estudios y revisiones de diferentes autores, en el trabajo
presente estuvieron ausentes dos especies (Himantopus mexicanus y Charadrius
vociferus; Page y Palacios 1993, Massey y Palacios 1994) y se reporta una especie
que no estaba registrada en la literatura particularmente para Laguna San Ignacio
(Calidris canutus roselaari). Las dos especies que no se observaron en este estudio
fueron reportadas con muy bajas abundancias y como poco comunes, de forma
semejante a C. c. roselaari especie poco abundante, por lo que se asume que la
riqueza de aves playeras del complejo esta apropiadamente descrita.
El número de especies registradas en Laguna San Ignacio es relativamente
bajo y sólo supera al de Bahía Magdalena (21 especies; Zarate-Ovando et al. 2006),
se encuentra por debajo de lo reportado en otros humedales del Estado como la
Ensenada de La Paz (36; Carmona et al. 2008a) y Guerrero Negro (32; Carmona et
al. en revisión), lo que en buena medida esta influenciado por el esfuerzo de
investigación realizado en cada área, por ejemplo el listado presentado para la
Ensenada de La Paz compiló las observaciones y capturas de 10 años de trabajo de
campo (Carmona et al. 2008a).
La riqueza específica presentó variaciones a lo largo del año, lo que es un
reflejo de que 19 de las 22 especies registradas sean migratorias (Howell y Web
1995). Dichas aves se reproducen en el norte del continente Americano y utilizan
Laguna San Ignacio como una escala en su ruta migratoria o bien como sitio de
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
32
invernación (Page y Palacios 1993, Page et al. 1997). Lo anterior explica las
variaciones observadas en la riqueza que alcanzó sus máximos en los periodos de
otoño e invierno (19 especies), cuando las aves se mueven hacia sus sitios de
invernación y sus mínimos en el verano (13 especies) cuando la mayor parte de las
aves se encuentran en el norte reproduciéndose (Myers et al. 1987a).
Dentro de Laguna San Ignacio las zonas con mayor riqueza fueron 6S, 3N,
1N y 7S. El área 6S sobresalió por su riqueza, pues 21 de las 22 especies de aves
playeras fueron observadas en ésta zona, probablemente se deba a una mayor
heterogeneidad de hábitat, puesto que el sitio se caracteriza por la presencia de
manglares, marismas y grandes planicies lodosas, mismas que pueden ser
explotadas por un alto número de especies (Myers et al. 1987a). En contraste, se
observó que en general los sitios ubicados en la porción norte de la laguna
presentaron bajas riquezas específicas (menores a 10 especies), lo que
probablemente esté relacionado a las condiciones del sustrato, disponibilidad y
abundancia del alimento, ya que algunas características del sustrato, como el
tamaño del sedimento o la compactación, pueden afectar la composición de la
comunidad de invertebrados en la infauna de las cuales se alimentan las aves
playeras con lo que se reduce la variedad de los recursos alimenticios (Yates et al.
1993, Danufsky y Colwell 2003).
Estos factores han sido identificados por otros autores como los principales
responsables de los cambios en la riqueza y abundancia de especies de aves
playeras; sin embargo, existen otras causas tanto bióticas (morfología del ave) como
abióticas (nivel de marea, viento; Grant 1984, Ramer et al. 1991, Colwell y Landrum
1992, Yates et al. 1993). Los sitios 3N y 1N fueron las secciones del brazo norte con
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
33
las riquezas más altas (18 y 17 especies respectivamente) no obstante, fueron áreas
numéricamente poco importantes para las aves playeras, por lo que las riquezas
altas reflejan el carácter cualitativo de la variable donde la presencia de un solo
individuo hace que la riqueza se incremente (Carmona 1995).
ABUNDANCIA GENERAL
Para el sistema lagunar se han reportado números de aves playeras
invernantes de entre 16,402 y 31,500 (Morrison et al. 1992, Page et al. 1997). Las
abundancias registradas en el trabajo presente, en contraste, indican que Laguna
San Ignacio recibe anualmente al menos 56,700 aves playeras. Estas diferencias
están relacionadas principalmente por la temporalidad en las que se llevaron a cabo
los censos (censos en invierno vs. censos a lo largo del año), así como por las
diferencias entre las metodologías. Los censos aéreos tienen la ventaja de incluir
una mayor cobertura espacial y pueden ser más precisos para estimar parvadas de
aves grandes y que estén relativamente agrupadas, sin embargo, se pierde exactitud
con especies de aves playeras de tamaño pequeño (V. gr. Calidris mauri, Calidris
minutilla, Charadrius alexandrinus, etc.). Además no suelen ser muy adecuados en
zonas donde exista vegetación abundante en la línea de costa, ya que las
observaciones se dificulta, esto ultimo tiene implicaciones en Laguna San Ignacio ya
que gran parte de su zona costera presenta manglar, donde es frecuente observar
grupos de aves playeras tanto alimentadse como posadas, similar a lo indicado para
las costas sinaloenses (Engilis et al. 1998).
En contraste, los censos terrestres se realizan con un mayor esfuerzo y
tiempo, debido a su limitada cobertura espacial, por lo que se incrementa la
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
34
posibilidad de reconteo (Martínez 2009). También es probable que los censos
costeros sean poco adecuados para contabilizar a las aves playeras que se pueden
distribuir lejos de la línea de costa, como Ch. alexandrinus y Ch. wilsonia, por
ejemplo (Palacios et al. 1994). No obstante, para ambas metodologías las
estimaciones pueden variar como resultado de la movilidad de las aves playeras y
por las condiciones estacionales de la zona (Engilis et al. 1998). Los censos aéreos
pueden ser fundamentales en aquellas zonas en las que se inician las
investigaciones con aves playeras por lo que son altamente recomendados, mientras
que los censos terrestres permiten afinar la información y dado a su menor costo,
incrementar el esfuerzo temporal.
Las estimaciones generadas en el trabajo presente confirman la importancia
de Laguna San Ignacio para la migración e invernación de las aves playeras en el
Corredor Migratorio del Pacífico, como otros autores lo han indicado (Denemann y
Guzmán Poo 1992, Page y Palacios 1993, Page et al. 1997). Asimismo, Laguna San
Ignacio representa el tercer sitio en importancia numérica para las aves playeras
dentro de la Península de Baja California sólo superada por el complejo lagunar
Guerrero Negro (200 mil aves playeras; SEMARNAT 2008) y por Alto Golfo de
California (150 mil; SEMARNAT 2008). Por otro lado, los niveles de abundancia
registrados en este trabajo superan a otros humedales importantes como la
Ensenada de La Paz (21,000; Brabata 2000), Bahía Magdalena (24,000; Zárate-
Ovando et al. 2006) y Bahía San Quintín (31,925; Page et al. 1997). Estas
diferencias parecen estar dadas principalmente por las condiciones de los sitios y
por el tamaño de los humedales. La Ensenada de La Paz y Bahía Magdalena son
humedales que presentan manglar y gran parte de su sustrato esta conformado por
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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arenas, características similares a las del área de estudio, no obstante, Laguna San
Ignacio es más grande que el primer humedal por lo que puede soportar un número
mayor de aves playeras y aunque Bahía Magdalena es todavía más grande, tiene
muy limitada la zona intermareal (Page y Palacios 1993, Page et al. 1997) lo que
reduce la disponibilidad de áreas de alimentación para las aves playeras. En
contraste, en Laguna San Ignacio las mareas bajas dejan descubierta extensas
planicies lodosas que pueden ser utilizadas por los playeros (Denemann y Guzmán
Poo 1992).
Las oscilaciones en las abundancias mensuales se explican de manera
similar a las observadas para la riqueza, pues estos cambios también obedecen a
los movimientos migratorios de la mayoría de las especies presentes.
Comportamientos semejantes se han observado en prácticamente la totalidad de los
humedales estudiados en la península (Carmona y Carmona 2000, Danemann et al.
2002, Carmona et al. 2004, Zarate-Ovando et al. 2006). La abundancia alcanzó sus
máximos en otoño tardío (octubre) cuando las aves se desplazaban hacia sus sitios
de invernación y sus valores más bajos en verano (mayo) cuando la mayoría de las
aves se encontraron en sus sitios de reproducción (Myers et al. 1987a, Paulson
1993). La relativa estabilidad en los números de playeros después de octubre
sugiere que Laguna San Ignacio es utilizada como sitio de escala y recuperación y
como zona de invernación proporcionando refugio y alimentación a las especies
migratorias, además en la laguna se reproducen al menos tres especies (Ch.
alexandrinus con más de 180 parejas, Ch. wilsonia (se observaron dos pollos
cuidados por un adulto) y H. palliatus con 30 parejas; Massey y Palacios 1994, obs.
pers.).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
36
Las zonas en las que se observaron mayores abundancias fueron 1S, 6S y
7S, acumulando estas tres zonas más del 50% de los registros totales. La
preferencia de utilización de determinados sitios en una zona es influenciada por
varios factores tanto bióticos (e.g. disponibilidad de las presas, depredadores) como
abióticos (e.g. viento, marea, lluvia, condiciones en el sustrato), los cuales pueden
afectar la distribución de las aves playeras puesto que tienen un efecto sobre la
actividad y el éxito de alimentación de éstas, lo que es de gran importancia en la
temporada migratoria, dados los altos requerimientos energéticos asociados a sus
largos viajes y a la muda de las plumas primarias de las aves adultas (Evans 1976,
Burger et al. 1977, Ramer et al. 1991, Colwell y Landrum 1992).
Los niveles de marea alta, los vientos fuertes y las lluvias provocan que las
aves playeras se mantengan guarecidas y poco móviles posadas entre la vegetación
(Burger et al. 1977, obs. pers.). De hecho, se observó durante el periodo de estudio
que cuando se presentaron mareas particularmente altas y fuertes vientos, las aves
utilizaron las tres zonas antes mencionadas como áreas de posadero; incluso, las
mayores concentraciones y el principal posadero de L. fedoa (hasta 12,000 aves) se
encuentra en 1S, en un espacio de aproximadamente 200 m frente a una planta
ostrícola (obs. pers.).
Las zonas de mayor importancia se ubicaron en el brazo sur de la laguna que,
comparativamente al brazo norte, resultó ser el más importante para las aves
playeras. Estas preferencias por las zonas sur posiblemente están en relación con
tres factores interrelacionados: el tipo de sustrato, la compactación del sedimento y
la abundancia y distribución de las presas.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Pese a que no se cuenta con información detallada sobre el tipo de sustrato
por localidad, el brazo sur aparentemente presenta un sustrato más lodosos o al
menos de menor consolidación que el brazo norte, en el cual se ha observado que
existe un predominio por sedimentos arenosos (Álvarez et al. 2002). Los sustratos
lodosos reportan, en general, las mayores abundancias de aves playeras, por la
gran disposición de las presas, pues estos sustratos presentan una alta biomasa de
invertebrados (Barnes 1997, Desholm et al. 1998). El uso de las planicies lodosas
para la alimentación de las aves playeras es tan importante que son consideraros
unos de los principales depredadores de las comunidades de invertebrados de la
infauna, incluso pueden reducir las densidades de sus presas hasta en un 86%
durante sus estancias invernales (Quammen 1981, Quammen 1982, Quammen
1984). Por otro lado, el sustrato arenoso es un hábitat físicamente riguroso por lo
que la cantidad de invertebrados es baja; asimismo, el ambiente rocoso presenta
poca penetrabilidad por lo que es utilizado por muy pocas especies de aves playeras
(Recher 1966).
Innegablemente existen especies observadas en Laguna San Ignacio con
preferencia por ambientes arenosos (V. gr. Calidris alba; Danufsky y Colwell 2003) o
rocosos (V. gr. Arenaria interpres; Paulson 1993), pero la abundancia de estas
especies es baja en la zona, predominando numéricamente las de afinidad lodosa.
Es probable que dada la menor profundidad de la porción septentrional del
brazo norte, independientemente de su tamaño de grano, los sedimentos estén más
compactados, pues se encuentra sujeta a largos periodos de desecación. La
compactación del sedimento puede afectar a las aves playeras de dos formas: en la
penetrabilidad del sustrato y en la disponibilidad de las presas. En sustratos
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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consolidados se dificulta la penetrabilidad influyendo en la profundidad del picoteo lo
que impide localizar a los grupos de presas, asimismo, se tiene que invertir una
considerable cantidad de energía extra (Evans 1976, Mouritsen y Jensen 1992, Hus
et al. 2009). Adicionalmente, la comunidad de invertebrados de la cual se alimentan
las aves playeras es afectada significativamente por esta compactación, ya que se
disminuye la porosidad del sustrato lo que impide el intercambio de agua y aire,
además de que se reducen los espacios intersticiales habitables por los organismos
de la infauna (Hus et al. 2009, Danufsky y Colwell 2003). Así la notoria diferencia
entre el brazo norte y el brazo sur se puede explicar, al menos en parte, por el tipo
de sustrato y la batimetría del lugar.
Es importante remarcar que las abundancias y resultados aquí reportados se
presentaron en la reunión que sostuvo la Red Hemisférica de Reservas de Aves
Playeras (WHSRN) en la ciudad de Mazatlán (2009), logrando incluir al sistema
lagunar como un sitio de importancia internacional ante dicha organización, la cual
tiene como una de sus funciones principales el de identificar los sitios prioritarios
para las aves playeras en el continente americano (Myers et al. 1987b).
ESPECIES NUMÉRICAMENTE MÁS IMPORTANTES
Picopando canelo (L. fedoa): la literatura menciona que L. fedoa inicia su
arribo a los sitios de invernación a partir de septiembre (Gratto-Trevor 2000); sin
embargo, en Laguna San Ignacio los números empezaron a aumentar dos meses
antes (julio) para alcanzar sus máximos en octubre (33 mil registros). Considerando
a las aves que pasaron el verano en el área de estudio, es probable que los 25 mil
restantes (los recién llegados) sean organismos adultos, ya que se reporta que los
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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juveniles migran semanas después que éstos (Gratto-Trevor 2000). Del máximo
observado, una importante fracción utilizó la zona aparentemente sólo como sitio de
paso, pues su número disminuyó notoriamente hacia el invierno, lo cual corrobora
que Laguna San Ignacio forma parte importante en la ruta migratoria de esta especie
a lo largo del Pacífico.
Esta fracción (cerca de 19 mil aves) probablemente invernó en otros
humedales más sureños dentro de la Península como Bahía Magdalena, sitio donde
es el playero más abundante (mínimo 6 mil aves; Zarate-Ovando et al. 2006).
También en la Ensenada de La Paz, el último humedal peninsular de importancia al
sur, se han registrado abundancias de más de 2 mil aves (Carmona 2007).
Adicionalmente, es pertinente señalar que existen otros humedales peninsulares al
sur de San Ignacio para los que no se cuentan con información y donde esta especie
pudiera ser abundante, por ejemplo los esteros El Cuarenta y El Dátil y los extremos
(norte y sur) de Bahía Magdalena.
Los números altos y constantes (más de 10 mil aves) observados entre
noviembre y abril indican que el área es utilizada durante el invierno por una fracción
poblacional relativamente estable de esta especie. Laguna San Ignacio está indicada
como un sitio importante para la invernación de esta especie (Page y Palacios 1993,
Page et al. 1997). El descenso observado entre mayo y junio corresponde al
abandono progresivo de las aves para dirigirse a sus sitos de reproducción en el
norte del continente, como se ha mencionado para otras zonas como Sonora,
Guerrero Negro y California (Myers et al. 1987a, Gratto-Trevor 2000, O’Brien et al.
2006).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Para L. fedoa el noroeste mexicano, en particular la Península de Baja
California, es la región más importante para la invernación (Melcher 2006). Laguna
San Ignacio resulta ser el segundo sitio en importancia para la invernación de esta
especie (12 mil aves). Además, las abundancias de invierno aquí reportadas
corresponden al 10% de sus estimados poblacionales, superado sólo por el
complejo lagunar Guerrero Negro en el cual se reporta el 50% de la población total
(Carmona et al. en revisión; Page et al. 1997, Morrison et al. 2006). Por lo tanto,
realizando sólo la suma de estos dos humedales, en la región del Vizcaíno inverna al
menos el 60% de la población total de esta especie.
Playero occidental (C. mauri): para C. mauri las altas abundancias
presentes en otoño fueron similares a las tendencias observadas en otras zonas de
la región (Fernández et al. 1998, Danemann et al. 2002) lo que indica que la especie
utilizó el sitio como área de recuperación y paso. Los máximos observados se
presentaron en diciembre (13 mil aves), lo que concuerda con los estimados para la
especie en la zona (Page y Palacios 1993, Page et al. 1997). Sin embargo, esta
especie no estuvo bien representada en la comunidad invernante de la zona, puesto
que hubo una drástica disminución en las abundancias para el resto del invierno, lo
que sugiere movimientos regionales, como ha sido sugerido para la Ensenada de La
Paz (Brabata 2000, Galindo 2003).
Esta fracción pudo haber invernado en otros humedales sureños de la
Península como Bahía Magdalena y la Ensenada de La Paz o simplemente seguir
su migración a sitios fuera de la Península, puesto que su intervalo de invernación
incluye hasta Perú (Wilson 1994). De forma similar que para Laguna San Ignacio, en
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Bahía Magdalena C. mauri representa la segunda especie en abundancia (Zarate-
Ovando et al. 2006). En contraste, en la Ensenada de La Paz y en Guerrero Negro
ha sido registrada como la especie más abundante (Danemann et al. 2002, Carmona
2007).
Los meses correspondientes a la migración de primavera presentaron
abundancias muy bajas; tendencias similares han sido observadas en la mayoría de
los humedales de la Península, lo cual ha sugerido que el paso migratorio hacia el
norte es en general, de poca importancia (Brabata 2000, Carmona et al. 2004, Arce
2008). No obstante, en sitios más norteños se han observado importantes paradas
migratorias primaverales como en las Bahías de San Francisco y Bolinas en
California, donde las arribazones se dan a partir de abril (Wilson 1994), justo cuando
los números de esta especie iniciaron su disminución en el área de estudio. Para
mayo y junio la especie estuvo prácticamente ausente en la laguna, ya que en estos
meses se encuentran en sus sitios de reproducción en el norte del Continente
Americano (Wilson 1994).
Para Calidris mauri se han indicado oleadas durante la migración y en la
Península se ha confirmado este comportamiento (Brabata 2000, Arce 2008), sin
embargo, para el área de estudio la evidencia numérica no permite inferir este
comportamiento. Es probable que lo anterior se vea influido por lo espaciado de las
visitas (mensuales). Para poder concluir a este respecto se hace necesario realizar
capturas, a partir de las cuales se pueda determinar la estructura poblacional por
edad y sexo y sus eventuales cambios temporales (Galindo 2003, Carmona 2007).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Playero Pihuihuí (T. semipalmata): esta especie fue una de las aves
playeras que presentó menos cambios en sus abundancias. De hecho existió un
grupo importante que veraneó en la zona de estudio (c.a 1,000 aves); la llegada de
las primeras aves ocurrió en julio, por lo que probablemente se trate de adultos que
fracasaron en su intento reproductivo, como se ha sugerido para otras especies de
playeros (Galindo 2003). Sus números máximos aparecieron después de octubre, lo
que concuerda con la época en la que las aves salen de sus áreas norteñas de
reproducción, entre inicios de agosto y finales de septiembre (Lowther et al. 2001).
De la misma forma, sus abundancias disminuyeron entre abril y mayo como en otras
zonas de invernación (V. gr. Minnesota; Lowther et al. 2001). Este abandono del
área de estudio se relaciona con la temporada reproductiva de la especie la cual se
lleva a cabo entre principios de mayo e inicios de junio para el norte de California y
el centro de Canadá, respectivamente (Lowther et al. 2001, O’Brien et al. 2006). Lo
anterior sugiere que las aves invernantes en Laguna San Ignacio provienen de la
parte norte de su intervalo reproductivo, dadas las fechas de partida.
Esta especie también es importante en otros humedales de la Península de
Baja California, como en el complejo lagunar Guerrero Negro, donde se reportan
comportamientos similares a los aquí mostrados, con abundancias altas y máximos
en invierno (8,300 aves) y disminuciones en primavera y verano (Carmona et al. en
revisión). Por otro lado, T. semipalmata representó la tercer especie en importancia
numérica para el complejo Bahía Magdalena lo que coincide con lo reportado en
este trabajo (Zarate-Ovando et al. 2006) y apoya la idea de la similitud de la
composición entre esta última y Laguna San Ignacio.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Considerando los registros históricos para esta especie en Laguna San
Ignacio, al parecer sus abundancias se han mantenido estables, al menos en los
últimos 15 años, ya que han fluctuado entre 2,500 (Page y Palacios 1993, Page et
al. 1997) y 3,400 aves (trabajo presente).
Costureros (Limnodromus spp.): las mayores abundancias (otoño) para el
género Limnodromus indican que la zona fue utilizada como sitio de recuperación.
Por otro lado estas aves presentaron importantes fluctuaciones a lo largo del año,
las que probablemente estén representando movimientos locales con la finalidad de
utilizar un número mayor de sitios de alimentación (Recher 1966), comportamiento
ya sugerido para el sur de la península (Carmona 1995). Estos sitios pudieran estar
representados por dos pequeños esteros (El Coyote y La Bocana) al noroeste del
área de estudio donde se han reportado importantes números de este género
incluso fuera de la temporada invernal (1,600 aves; Danemann y Carmona 1993),
planteando la posibilidad de que estas aves pudieran estar haciendo un uso
temporal recurrente de Laguna San Ignacio.
Recientemente en el complejo lagunar Guerrero Negro se han llevado a cabo
algunos estudios que involucran la captura de aves playeras; una de las aves
objetivo son los costureros. Todos los individuos capturados (530) fueron
identificados como Limnodromus griceus y muy probablemente de la subespecie
caurinus (Marrón y Carmona 2009). Por lo anterior, es probable que en Laguna San
Ignacio también predomine Limnodromus griceus caurinus y que el área represente
un sitio complementario a Guerrero Negro, ya que de forma semejante a Guerrero
Negro, en las inmediaciones de Laguna San Ignacio no existen cuerpos de agua
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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dulce, que son preferidos por la otra especie (L. scolopaceus; Takekawa y Warnock
2000).
La subespecie L. griceus caurinus migra exclusivamente a lo largo de las
costas del Pacífico (Jehl et al. 2001). Además, el inicio de la migración de otoño de
esta subespecie está indicado entre junio y julio (Jehl et al. 2001, O’Brien et al.
2006), lo que concuerda con el aumento observado para esas fechas en el área de
estudio.
Para Limnodromus se ha indicado que puede abandonar sus sitios de
invernación tan temprano como febrero (Jehl et al. 2001, Carmona et al. en revisión).
Sin embargo, en Laguna San Ignacio no se observó este comportamiento debido a
las grandes fluctuaciones que presentó la especie durante el invierno. Durante la
migración de primavera no se observó una importante utilización de la zona, pero se
ha reportado su llegada a California a partir de la segunda semana de abril (Jehl et
al. 2001), aves que pudieran provenir de la Península de Baja California.
Zarapito pico largo (N. americanus): esta especie presentó pocos cambios
en sus abundancias, similar a Tringa semipalmata. El incremento observado en
marzo posiblemente se deba a la llegada de individuos que invernaron en otros
humedales más sureños como la Ensenada de La Paz (Carmona 2007) y Bahía
Magdalena (Zarate-Ovando et al. 2006). Dicho incremento sugiere que las aves
utilizaron la zona como sitio de preparación antes de la migración al norte (O’Brien et
al. 2006).
En el verano se observaron aves en la zona (aproximadamente el 15% de las
abundancias máximas). De forma semejante a lo comentado para L. fedoa, es muy
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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probable que se trate de aves juveniles, pues esta conducta ha sido registrada en
otros humedales invernales (Carmona y Carmona 2000, Danemann et al. 2002). Los
aumentos registrados en junio se relacionan a la llegada temprana de las primeras
aves migratorias, presumiblemente adultos que fracasaron en su intento
reproductivo (Galindo 2003), ya que en zonas norteñas como Utah se ha indicado el
abandono de los grupos reproductores a partir de la primera semana de junio
(Dugger y Dugger 2002).
Por otro lado, abundancias similares a las aquí reportadas se han observado
en el complejo lagunar Guerrero Negro (Carmona et al. en revisión), no obstante la
diferencia en tamaño con el área de estudio. Por lo anterior, a nivel regional Laguna
San Ignacio se podría considerar un sitio importante para esta especie pues supera
los máximos para Guerrero Negro (776 aves; Carmona et al. en revisión).
Playero rojizo (C. canutus): por último, cabe destacar que en este trabajo se
registran las primeras observaciones de la subespecie C. canutus roselaari para
Laguna San Ignacio. Dicha subespecie sólo recientemente se han empezado a
estudiar sus patrones migratorios (Carmona et al. 2006, Carmona et al. 2008). En
Laguna San Ignacio censos realizados con anterioridad no indicaron la presencia de
esta especie, probablemente debido al poco esfuerzo y al tipo de metodología
aplicada (censos aéreos; Page y Palacios 1993, Page et al. 1997). El principal sitio
de invernación de la subespecie es Guerrero Negro, donde se reportan al menos 6
mil aves invernando (Carmona et al. 2008). Teniendo en cuanta las ultimas
estimaciones poblacionales (20 mil aves; Morrison et al. 2006), en Laguna San
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Ignacio se presenta el 2% de la población, lo que hace del sitio un área de
invernación secundaria para la subespecie.
TENDENCIAS ESTACIONALES
El único grupo conformado (L. fedoa, T. semipalmata y N. americanus) se
integró por migrantes típicos de las costas del Pacífico de tamaño grande (Paulson
1993). Estas especies estuvieron bien representadas a lo largo del año, como se ha
indicado para otras lagunas de la Península (Carmona et al. 1995, Carmona y
Carmona 2000, Danemann et al. 2002).
El área de estudio fue utilizada como zona de recuperación durante la
migración de otoño, asimismo fue un sitio de invernación para estas especies. En
verano una importante fracción de sus abundancias (entre 5 y 15%) permaneció en
la zona. Estos individuos posiblemente fueron juveniles o subadultos, ya que debido
a su tamaño las tres especies requieren de más de un año para alcanzar la madurez
reproductiva (Hockey et al. 1998). De esta manera, pasar el verano en sus sitios de
invernación es una buena alternativa, puesto que tienen muy pocas posibilidades de
reproducirse en el norte (Hockey et al. 1998, Johnson 1977).
La tendencia al veraneo se ha reportado previamente para estas especies en
otros sitios de invernación como en Guerrero Negro, la Ensenada de La Paz y
California, entre otros (Carmona y Carmona 2000, Lowther et al. 2001, Danemann et
al. 2002). De hecho en Guerrero Negro se ha reportado una población veraneante
de L. fedoa de al menos 18 mil aves (Carmona et al. en revisión).
Para N. americanus Laguna San Ignacio pudiera ser una zona de veraneo en
la región ya que al menos el 15% de su abundancia total (350 aves) se quedó
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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durante este periodo en el área. Asimismo, el área de estudio probablemente es
una zona de congregación primaveral (máximos en marzo) previa a la migración de
primavera lo que concuerda con la llegada de las aves en sitios más norteños como
Columbia Británica, (Dugger y Dugger 2002). Por otra parte, en la región del delta
del Río Colorado se han estimado las abundancias de esta especie para otoño
(1,200 aves), invierno (214) y primavera (2,400) por lo que se ha considerado a la
zona como una importante parada temporal que conecta a los Estados Unidos con
las costas de México (Mellink et al. 1997, Dugger y Dugger 2002).
L. fedoa empezó abandonar la zona en primavera (abril) como se ha indicado
para otros sitios de México (Sonora, Guerrero Negro) y zonas más norteñas
(Oregon, Columbia Británica; Gratto-Trevor 2000, Carmona et al. en revisión). Lo
anterior indica que la especie inicia su migración primaveral al mismo tiempo e
independientemente de la zona donde invernó. Este comportamiento, común en la
mayoría de las aves playeras neárticas es determinante pues las condiciones
adecuadas para la reproducción se dan en un intervalo de tiempo muy corto
(O’Reilly y Wingfield 1995).
Entre abril y mayo T. semipalmata inicia su arribo primaveral a Dakota y
Alberta, respectivamente, época en la que esta especie presenta números bajos en
el área de estudio (Lowther et al. 2001). La migración se lleva a cabo por la ruta del
Pacífico hasta sus áreas de reproducción (Paulson 1993, Lowther et al. 2001).
Tanto C. mauri como el género Limnodromus no pudieron ser agrupadas,
utilizaron la laguna preferentemente en otoño e invierno tendencias similares a las
reportadas para otras lagunas de la Península (Ensenada de la Paz, Bahía
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Magdalena; Fernández et al. 1998, Zarate-Ovando et al. 2006, Carmona 2007). Es
probable que la menor importancia de Laguna San Ignacio para estas dos especies
dificulte evidenciar un patrón estacional, pues en ambos casos se observaron
notorias fluctuaciones, con escasa representación de aves veraneantes ya que estas
especies se reproducen en su primer año de vida (Wilson 1994, Jehl et al. 2001).
TENDENCIAS ESPACIALES
Como se ha mencionado el brazo sur fue el más importante numéricamente;
independientemente de esto, en casi todas las secciones se presenta la misma
composición porcentual de las cinco especies principales lo que indica un uso
proporcional homogéneo. La sección A fue la más diferente de todas, en esta
sección aunque la abundancia de aves playeras fue la más baja la especie que
predominó fue C. mauri, como se ha observado en casi todos los sitios de la
Península (Mellink et al. 1997, Fernández et al. 1998, Danemann et al. 2002,
Carmona 2007). Lo anterior puede estar relacionado con sus hábitos generalista, es
decir, aunque C. mauri prefiere ampliamente las planicies lodosas para su
alimentación, puede utilizar diferentes ambientes para tal fin (rocoso, arenoso;
Wilson 1994, Morales 2007), por lo tanto, la mayor abundancia porcentual de esta
especie en la sección A puede ser un reflejo de que en ésta se presentan
condiciones desfavorables para la especie dominante de la laguna (L. fedoa).
Una de estas condiciones puede ser la penetrabilidad del sustrato. L. fedoa
utiliza principalmente el sondeo (el ave hunde el pico en el sustrato) como técnica de
alimentación. De esta forma, esta especie preferirá aquellos sitios donde el sustrato
no presente tanta dureza para que facilite su penetrabilidad (Brabata y Carmona
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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1998, Castillo-Guerrero et al. 2009). En contraste, C. mauri puede utilizar la técnica
del picoteo (el ave pica la superficie del sustrato) para aprovechar aquellos
ambientes con sustratos de poca penetrabilidad (rocoso y algunas planicies
costeras; Wilson 1994), ya que puede alimentarse de presas que utilizan la
superficie como las moscas (Fernández 1993), sin necesidad de hundir el pico. Así,
para disminuir en gran medida el efecto de la penetrabilidad L. fedoa se alimentará
la mayor de las veces dentro del agua (Brabata y Carmona 1998), lo que coincide
con lo observado en campo.
El resto de las especies (Limnodromus, T. semipalmata y N. americanus)
utilizaron la laguna de manera proporcional.
La distribución de las aves playeras no es uniforme; se rige por la
disponibilidad del alimento que a su vez está determinada por los factores
ambientales (Recher 1966, Evans 1976, Burger et al. 1977). Sin embargo, la
literatura menciona que existen ciertas condiciones en el ambiente que favorece la
incidencia de ciertas especies en un sitio. Por ejemplo, para N. americanus se
reporta que la presencia de canales en las marismas en un humedal más norteño
(Bahía de Humboldt, California) afecta positivamente sus densidades (Dugger y
Dugger 2002, Danufsky y Colwell 2003). Lo anterior podría explicar las mayores
concentraciones registradas de esta especie en el área 7S (incluida en la sección D),
zona donde existen varios canales mareales.
Se menciona que esta especie prefiere playas lodosas; sin embargo, son
importantes en playas con sustrato arenoso (Recher 1966). Esto probablemente
debido a su carácter oportunista (Stenzel et al. 1979, Brabata y Carmona 1998).
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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Limnodromus utiliza playas lodosas para su alimentación, en especial la
especie L. griseus, (Recher 1966, Jehl et al. 2001). Laguna San Ignacio, en general,
presenta planicies lodoso-arenosas y muy escasas planicies netamente lodosas, lo
que podría estar relacionado con las bajas abundancias del género en general. En
contraste, en Guerrero Negro, donde las planicies lodosas son las más extensas de
la Península, es precisamente el sitio en que se encuentran las mayores
concentración de este género (51 mil aves; Marrón y Carmona 2009, Carmona et al.
en revisión).
PLAN DE MONITOREO
Más allá de la necesidad incuestionable de llevar a cabo monitoreos, pues
esta actividad permite detectar tendencias poblacionales (Donaldson et al. 2000,
Brown et al. 2001, SEMARNAT 2008), su implementación puede resultar costosa,
sin mencionar las complicaciones de limitaciones logísticas. En consecuencia, es
importante crear planes de monitoreo óptimos que permitan la mayor eficiencia
posible al menor costo (Warnock et al. 1998, Skagen et al. 2003). Por lo anterior, en
este trabajo se realizó un primer ejercicio de propuesta de un plan de monitoreo para
Laguna San Ignacio. La identificación de los sitios de mayor importancia para las
aves playeras permitió reducir el esfuerzo espacial a un 50% (7 de 14 sitios)
respecto al utilizado en el trabajo presente. Asimismo, se disminuyó el esfuerzo
temporal, ya que en sólo nueve meses se realizaron más del 90% de los registros
totales, por lo que es factible excluir los meses restantes y utilizar sólo el 75% del
tiempo. Así el plan de monitoreo planteado incluye una disminución al 35% del
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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esfuerzo original (50% espacial y 75% temporal) y aún así mantener una confianza
superior al 90%.
Un ahorro en el esfuerzo, lo que también se traduce en ahorros económicos,
podría garantizar la continuidad del monitoreo a largo plazo en la zona. Estos
resultados se han puesto en práctica actualmente por personal del Laboratorio de
Aves de la UABCS; sin embargo, la idea es que personal de la Reserva de la
Biosfera del Vizcaíno realice este trabajo en un futuro cercano, por lo que a la fecha,
dicho personal se está capacitando a este respecto.
Las áreas excluidas se ubicaron principalmente en el brazo norte de la
laguna, región en la que se ha observado poca utilización por parte de las aves
playeras. En cuanto a los meses que no formaron parte del monitoreo por presentar
muy bajas abundancias, estos correspondieron a los indicados para el verano,
período cuando la mayoría de las aves playeras se encuentran en sus sitios de
reproducción en el norte del continente (Myers et al. 1987a).
La mayoría de los monitoreos tienen dos finalidades: (1) identificar las áreas
importantes para las aves playeras, estimando el tamaño de la población que la
utilizan y (2) estimar las variaciones de las poblaciones en esos sitios a largo plazo
(Warnock et al. 1998, Skagen et al. 2003). Los resultados obtenidos en este trabajo
sólo cubrieron el primer punto, no obstante el trabajo presente creó la línea base
para comparaciones ulteriores en las abundancias de los playeros.
Por otra parte en las zonas de reproducción las aves se encuentran muy
dispersas (como muchas especies de Calidris; Skagen et al. 2003) y las áreas de
anidación son de difícil acceso (C. c. roselaari en isla Wrangel, Rusia; Tomkovich y
Dondua 2008), lo que dificulta la ejecución de actividades de monitoreo, por lo que
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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últimamente se ha sugerido realizar estas actividades en los sitios de invernación,
donde existe una concentración de aves playeras en relativamente pocos humedales
(Tsipoura y Burger 1999, Shepherd et al. 2003, Skagen et al. 2003). De hecho, los
únicos censos realizados para Laguna San Ignacio han sido llevados a cabo en la
temporada invernal (Morrison et al. 1992, Page y Palacios 1993, Page et al. 1997) y
uno de sus objetivos es el monitoreo.
Otro aspecto importante del monitoreo durante la migración e invernación es
que proporciona información sobre disminuciones poblacionales, problemática que
se ha venido observado en los últimos años con muchas especies de playeros
(Erwin et al. 1986, Morrison et al. 2006). Por lo tanto, el monitoreo puede ser usado
para proveer información entre las relaciones de las aves playeras y su ambiente, lo
que es vital para proponer esfuerzos de conservación y poner en marcha proyectos
de censos en cooperación con otros países (Shepherd et al. 2003, Skagen et al.
2003).
Así, este trabajo contribuye a sentar las bases para dos grandes líneas: la
conservación y la investigación de aves playeras en Laguna San Ignacio. Para el
primer caso, se reconocieron las áreas más importantes estas aves las cuales son
prioritarias para minimizar el disturbio antropogénico en ellas; asimismo, el plan de
monitoreo propuesto ayudará a llevar acabo un seguimiento de las poblaciones de
aves playeras que utilizan Laguna San Ignacio.
Para la investigación, del trabajo presente emanan una serie de preguntas
interesantes para profundizar en el conocimiento de las aves playeras del lugar,
como: el por qué las aves playeras prefieren el brazo sur (disponibilidad del alimento
o características del sustrato); por qué L. fedoa es la especie más abundante,
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
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cuando recurrentemente lo es en otros sitios C. mauri; cuál es la importancia de la
zona para C. canutus; entre otros.
SUMARIO
• Laguna San Ignacio fue utilizada por un género y 21 especies y al menos por
57 mil aves playeras al año.
• La especie más abundante fue L. fedoa con el 20% de su estimado
poblacional.
• Las especies grandes (L. fedoa, T. semipalmata y N. americanus) utilizaron
Laguna San Ignacio en todas las estaciones del año, con representantes en
verano.
• Limnodromus spp. y C. mauri sólo utilizaron el área como zona de paso.
• Se reportan los primeros registros para C. c. roselaari (2% de sus estimados
poblacionales.
• Las aves playeras se distribuyeron principalmente en el brazo sur de Laguna
San Ignacio.
• Se propone un plan de monitoreo con sólo el 38% del esfuerzo empleado en
este trabajo.
• La información generada en este trabajo se presentó en la Red Hemisférica
de Reservas de Aves Playeras (RHRAP) donde se logró proponer y aceptar a
Laguna San Ignacio como Sitio de Importancia Internacional ente dicha
Organización.
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62
ANEXOS ANEXO I. Tabla con las características paisajísticas que presentan las áreas en las
que fue dividida Laguna San Ignacio.
Puntos
No. Zonas Inicio Fin Características
1S
26° 47' 5.3"
113° 10' 10.2"
26° 46' 39.4"
113° 8' 58.4" Presenta grandes extensiones de manglar y la playa es de sustrato lodosa.
2S
26° 46' 39.4"
113° 8' 58.4"
26° 45' 27.9"
113° 8' 49.6" Presenta gran extensión de manglar.
3S
26° 45' 27.9"
113° 8' 49.6"
26° 43' 12.3"
113° 6' 55.1" La playa presenta un sustrato arenoso, con muy pocos parches de manglar y pastos.
4S
26° 43' 12.3"
113° 6' 55.1"
26° 38' 48.7"
113° 3' 30.8" Presenta extensos parches de manglar y la playa es de sustrato arenoso.
5S
26° 38' 48.7"
113° 3' 30.8"
26° 38' 7.2"
113° 4' 53.4" Presenta amplia extensión de manglar con parches de marismas, la playa es lodosa.
6S
26° 38' 7.2"
113° 4' 53.4"
26° 39' 36.6"
113° 6' 51.3" La playa es arenosa con fracciones rocosa de cantos rodados y parches de manglar.
7S
26° 44' 5.1"
113° 13' 57.3"
26° 39' 49.2"
113° 8' 9.4" Presenta grandes extensiones de manglar, con parches de marisma, la playa es arenosa.
1N
26° 47' 5.3"
113° 10' 10.2"
26° 49' 13"
113° 10' 53.8" Presenta grandes extensiones de manglares y la playa es arenosa con porciones de dunas.
2N
26° 49' 13"
113° 10' 53.8"
26° 52' 28.9"
113° 8' 10" Presenta playa arenosa con algunas zonas rocosas.
3N
26° 52' 28.9"
113° 8' 10"
26° 59' 0.1"
113° 10' 5.9" La playa es de sustrato arenoso fino, presenta parches de manglar.
4N
26° 59' 0.1"
113° 10' 5.9"
26° 56' 12.6"
113° 11' 41.8" La playa es de sustrato arenoso fino, presenta parches de manglar.
5N
26° 56' 12.6"
113° 11' 41.8"
26° 51' 3"
113° 12' 4.6" La playa es de sustrato arenoso fino, presenta parches de manglar.
6N
26° 51' 3"
113° 12' 4.6"
26° 47' 17.9"
113° 16' 7.4" Presenta gran extensión de manglar con parches de pasto marino y marismas.
7N
26° 47' 17.9"
113° 16' 7.4"
26° 45' 23.5"
113° 15' 53.9" La playa es de sustrato arenoso con escasa vegetación.
Mendoza, L. F. 2010. Distribución espacial y temporal de aves playeras en Laguna San Ignacio, Baja California Sur, México.
ANEXO II. Aves censadas en Laguna San Ignacio. Se indica su abundancia y el mes correspondiente.
ESPECIES OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP TOTAL Pluvialis squatarola 226 494 326 165 333 288 6 45 137 503 355 865 3743 Charadrius alexandrinus 8 - 9 - 2 - - - 17 1 2 - 39 Charadrius wilsonia - - - - 4 - - - - - - - 4 Charadrius semipalmatus - 5 22 - 4 - - 10 11 7 12 1 72 Haematopus palliatus 287 204 178 200 208 60 52 34 21 73 182 74 1573 Haematopus bachmani 10 20 12 10 8 5 3 2 4 6 5 7 92 Haematopus híbrido 6 3 3 7 5 3 5 - 1 17 2 - 52 Recurvirostra americana 30 34 60 60 72 8 7 1 - - 2 1 275 Actitis macularius 3 3 - 2 - - 3 1 - - 4 7 23 Tringa melanoleuca 167 199 78 178 57 37 1 7 3 41 5 208 981 Tringa semipalmata 2001 3486 3279 2824 2012 2278 2172 140 1009 2151 2877 3347 27576 Tringa flavipes - 20 2 203 - 1 - - - 61 - 1 288 Numenius phaeopus 26 7 17 3 - 7 1 7 17 46 12 14 157 Numenius americanus 528 951 593 615 502 1108 59 114 553 810 755 521 7109 Limosa fedoa 33652 14201 10556 10564 12699 13929 7166 1133 4611 12741 14561 8354 144167 Arenaria interpres 4 - - - - - - - - 9 - - 13 Arenaria melanocephala - - - - - - - - - - - 1 1 Calidris canutus 136 93 200 4 387 34 10 3 - 5 - 240 1112 Calidris alba 110 46 60 - 3 19 312 - - 4 8 10 572 Calidris mauri 7533 5790 13248 1116 2272 5131 1552 60 1 5187 8161 11704 61755 Calidris minutilla - - 4 - - - 1 - - 14 33 1 53 Calidris alpina 331 186 341 25 405 34 84 12 - 4 188 130 1740 Limnodromus spp. 2352 290 761 92 814 135 445 16 80 983 2070 2202 10240 TOTAL 47410 26032 29749 16068 19787 23077 11879 1585 6465 22663 29234 27688 261637
63