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Coordinación general: Difusión y Fomento Cultural, A.C.Primera edición: Enero de 2013.

© FEMSA.© Difusión y Fomento Cultural, A.C.© Los autores de sus obras o textos.

El contenido de esta publicación está protegido por la Ley Federal de Derechos de Autor. Los textos aquí publicados son en su totalidad responsabilidad de sus autores. Prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación, a menos que se cuente con la autorización por escrito de Difusión y Fomento Cultural, A.C.

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edición conmemorativa

1992-2012

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contenido

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P r e s e n ta c i o n e s

J o s é A n t o n i o F e r n á n d e z C A r b A J A l

Presidente del Consejo de Administración

y Director General Ejecutivo de FEMSA

P r o g r A m A C u l t u r A l F e m s A

L a B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a ,

u n a B i e n a L e x i t o s a

C A r l o s - b l A s g A l i n d o

B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a :

v e i n t e a ñ o s c o n s o L i d a n d o

P r o P u e s ta s e s t é t i c a s e n e L

a r t e c o n t e m P o r á n e o d e m é x i c o

l u i s - m A r t í n l o z A n o

L a B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a

y e L c o L e c c i o n i s m o y P r o m o c i ó n

d e L a r t e c o n t e m P o r á n e o

K A r e n C o r d e r o r e i m A n

B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a 1 9 9 2 - 2 0 1 2

Memoria

Obras ganadoras

Semblanzas

Jurado y artistas seleccionados

Lista de obra

a g r a d e c i m i e n t o s

c r é d i t o s

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F o m e n ta r e L d e s a r r o L L o integral de las personas

a través de la generación simultánea de valor económico y

social en las comunidades en donde está presente ha sido

parte de la filosofía de FEMSA desde su creación hace 122

años. Para nosotros, la educación y el apoyo al arte son una

prioridad dentro de las múltiples iniciativas con las que cuen-

ta nuestra empresa.

El arte siempre ha sido una vía para impulsar los valores,

contextos y acontecimientos que se generan en los diferentes

ámbitos de la sociedad. El apreciar las manifestaciones artís-

ticas expande nuestro conocimiento y perspectiva acerca de

las cosas que a veces por su cotidianidad, perdemos de vista.

En un país como el nuestro, caracterizado por la creatividad

de su gente y que ha atraído a ilustres personajes del medio

cultural de todo el mundo, nos pareció oportuno iniciar hace

20 años el reto que hoy continúa de reconocer, fortalecer,

estimular y difundir la creación artística en México a través

de la Bienal Monterrey FEMSA.

Desde su creación en 1992, la Bienal Monterrey FEMSA

ha superado sus expectativas rompiendo en cada edición

su propio récord de participación, adecuándose a los tiem-

pos y necesidades de los artistas y manteniendo su vigen-

cia, consolidándose como el certamen de artes visuales más

importante de nuestro país. Una de las contribuciones más

destacables de la Bienal es haber creado una comunidad

artística a la que se han sumando una gran cantidad de

personas e instituciones, haciendo posible la continuad de

este proyecto.

Es importante reconocer a quienes tuvieron la visión de

crear este incentivo para el arte en México y a quienes con

su esfuerzo, trabajo y dedicación, han logrado que continúe

hasta el día de hoy. Casi un centenar de obras participantes

en la Bienal se han incorporado a la Colección FEMSA, reco-

nocida como una de las colecciones privadas más represen-

tativas del arte moderno y contemporáneo latinoamericano.

Quiero agradecer especialmente a los 8642 artistas que

han registrado más de 21 mil obras en la Bienal durante sus

diez ediciones, a quienes han sido seleccionados, premiados

e invitados, por su confianza y compromiso con nosotros;

a los más de 40 especialistas que han fungido como jurado

y curadores por su invaluable aportación a este proyecto.

Así mismo, agradezco al Centro de las Artes y al Museo de

Arte Contemporáneo de Monterrey, sedes de este certamen,

así como a las instituciones culturales, educativas y guber-

namentales con quienes hemos realizado alianzas y que han

albergado las exposiciones de la Bienal Monterrey FEMSA en

distintas ciudades del país. Finalmente, doy gracias al públi-

co por su asistencia y su valiosa retroalimentación.

Nos sentimos satisfechos y orgullosos por los resultados

que hemos logrado en estos 20 años de impulsar la Bienal

Monterrey FEMSA. Esperamos que este catálogo conmemora-

tivo sea de su agrado.

Presentación

J o s é A n t o n i o F e r n á n d e z C A r b A J A l

Presidente del Consejo de Administración y Director General Ejecutivo de FEMSA

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c o r r í a e L B u e n año de 1955 y, dado el amplio pres-

tigio que no pocos artistas mexicanos habían logrado tanto

dentro como fuera de nuestro país, era muy escaso el número

de personas que podía o tenía por qué imaginar siquiera que

podría llegar a contar con razones de peso para poner en

duda que nuestras artes –y no únicamente las artes plásticas–

gozaban de una inmejorable salud y, en consecuencia, de un

futuro más que promisorio. En las artes de nuestro país se

vivía la fase postrera de las vanguardias históricas; esto es,

la etapa final de la vida útil de aquellas vertientes estilísticas

contra las que se rebelaron y a las que sustituyeron como

lenguajes predominantes dentro de la tradición occidental.

En efecto, los planteamientos vanguardistas contrarrestaron

y acallaron aquellos léxicos de la cadena del derrotero artísti-

co en Occidente que, en el contexto de Europa (que por aquel

entonces era el espacio hegemónico), fueron los de los salones

academicistas oficiales y los de su contraparte: el Impresionis-

mo, el cual fue el estilo artístico más avanzado de su momen-

to y el último estilo –en rigor y hasta ahora– en la historia de

las artes plásticas de Occidente (los demás han sido, y son,

movimientos, corrientes o tendencias, pero ya no estilos).

En México –y en muchos otros lugares, desde luego–,

el Impresionismo estuvo lejos de constituir la fase inmedia-

ta anterior al advenimiento de las vanguardias históricas y

nunca fue generosamente cultivado en nuestras tierras, ya

que sólo tuvo a un practicante destacado: Joaquín Clausell,

quien realizó obras impresionistas con casi cincuenta años

de desfase con respecto al Impresionismo histórico, y en el

mismo lapso en el que aquí se pasó de la severa y persistente

preceptiva academicista, por una parte, así como de cierto

afán por tomar como ejemplos las obras ganadoras de los

salones, por otra, al vehemente comienzo de la era de las

vanguardias. En nuestro medio cultural, la práctica de las

vanguardias europeas fue trocada por la de las vanguardias

endógenas, o bien fue inhibida por la preeminencia de estas

vanguardias propias. Así, por ejemplo, Diego Rivera fue un

reconocido cubista –heterodoxo, eso sí, sobre todo en el uso

del color– mientras vivió en Europa y fue uno de los inicia-

dores de nuestras vanguardias una vez que regresó a Mé-

xico; los estridentistas cultivaron un fugaz cubo-futurismo

con galanteos dadaístas; a David Alfaro Siqueiros durante

su estancia europea le interesaron la ilustración art nouveau

y el Impresionismo, sobre todo el de Paul Cézanne, en tanto

que el expresionismo de José Clemente Orozco fue coinci-

dente, en lo temporal y con mucho en lo técnico y lo formal,

con el expresionismo histórico europeo. Sin duda, la única

vanguardia traída a México que consiguió un cierto número

de adeptos, aunque tardíos y no pocos de ellos asimismo im-

portados, fue el surrealismo… pero eso acontecería mucho

tiempo después.

Las vanguardias mexicanas, por tanto, fueron los nacio-

nalismos. Y, como todas las vanguardias históricas, tuvieron

como conceptos paradigmáticos sobresalientes el culto al

racionalismo, la actitud provocativa, la convicción de apun-

talar el arte occidental mediante la imposición de su norma-

tividad interna; la certeza en la existencia del progreso, la

originalidad y la utopía, así como la seguridad en la utilidad

del arte para divulgar compromisos políticos y para irradiar

causas libertarias extra-artísticas. Debido a las circunstan-

cias de aquel momento, los nacionalismos devinieron las ar-

tes oficiales mexicanas, en las acepciones de arte oficial como

mainstream, a la vez que como arte favorecido por el sector

gubernamental en turno y elaborado por autores proclives,

por gratitud o por convicción, a ese mismo sector temporal-

mente en el poder. Pero algo les sucedió a los vanguardistas

mexicanos –y también a no pocos de los latinoamericanos–

que les impidió considerar que, aun cuando con base en sus

concepciones, el afán de progreso y la construcción de una

La BienaL monterrey Femsa, una BienaL exitosa

C A r l o s - b l A s g A l i n d o

H a B L a r d e L a B i e n a L Monterrey FEMSA es referirse

a una gran red de colaboraciones que han hecho posible

que el objetivo planteado desde su fundación hace veinte

años no solamente continúe, sino que además, haya dado

tantos frutos en diversos ámbitos más allá del número de

sus ediciones.

Lo que hay detrás de una iniciativa de esta magnitud

son voluntades y esfuerzos que se unen desde distintas pers-

pectivas y sin los cuales no hubiera sido posible llevar a cabo

esta gran tarea. Por un lado, FEMSA, que busca la generación

de valor en todas sus actividades, ha encontrado en la Bienal

y en las instituciones con las que ha colaborado una forma

de acercarse a públicos y comunidades con los que comparte

la visión de las manifestaciones artísticas como herramienta

fundamental para una educación integral; los artistas, que

a lo largo de estos años nos han brindado su confianza,

han sido, con su participación y su apoyo, nuestro motor

principal para encontrar las vías de incentivar y difundir su

trabajo; los críticos de arte, académicos y artistas que han

fungido como jurado han aportado sus propias reflexiones

en torno a la Bienal y sus miles de obras participantes, per-

filando cada una de sus ediciones; finalmente, el público se

convierte en el receptor y colaborador activo de este certa-

men en cada una de sus etapas y actividades.

Así mismo, por medio de los Premios de Adquisición,

del Fondo de Adquisición de Obras Seleccionadas y gracias

a generosas donaciones por parte de los artistas, la Colec-

ción FEMSA se ha enriquecido notablemente en una de sus

secciones más dinámicas, como es la del arte contemporáneo

producido en México. Casi cien piezas se han integrado al

activo Programa de Exposiciones Itinerantes de la Colección,

acercándolas a una gran cantidad de personas tanto en Mé-

xico como en el extranjero.

Durante este tiempo, la Bienal Monterrey FEMSA ha lo-

grado proyectarse como el certamen de artes visuales más

importante de su tipo en México; es un foro cultural en cons-

tante evolución y se ha extendido a lo largo y ancho del país,

dialogando a su vez con la producción artística de América

Latina. Nos sentimos muy orgullosos de ver hecho realidad

el propósito con el que fue planteada la Bienal desde 1992 y

satisfechos por las experiencias obtenidas durante este trayec-

to, que sin duda nos han preparado para los retos por venir.

Para el Programa Cultural FEMSA es un honor haber con-

tado con la participación y respaldo de todas las personas e

instituciones que se han sumando a esta iniciativa durante

veinte años consecutivos y que han hecho posible que este

proyecto continúe vigente hasta el día de hoy. A todos, nues-

tro sincero y profundo agradecimiento.

P r o g r A m A C u l t u r A l F e m s A

Presentación

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utopía eran tareas que no tendrían un final histórico (al me-

nos no uno inmediato), como tampoco lo tendrían las luchas

políticas ni las batallas en pro de la democracia, sí concluiría

la fase de predominio de los nacionalismos, toda vez que la

totalidad de las vanguardias, incluidas las nuestras, alguna

vez devendrían lenguajes artísticos obsoletos.

Para 1955, algunos artistas plásticos mexicanos que por

aquel entonces eran jóvenes ya se interesaban por los léxicos

neovanguardistas, otros más practicaban algún figurativismo

ajeno a la canónica de los nacionalismos y por ende prede-

cesor de alguna neovanguardia, en tanto que más de uno ex-

ponía obras proto-neovanguardistas en espacios controlados

por el sector gubernamental o afines al arte oficial mexicano

(pues no los había de otra índole, incluida la Galería de Arte

Mexicano en la capital del país). Y, ya para entonces, dentro

de la esfera de la promoción cultural, al menos a uno de sus

integrantes con mayor influencia le parecía de lo más normal

que en México comenzaran a practicarse las neovanguar-

dias; ese promotor congruente lo fue Miguel Salas Anzures.

Sin embargo, a ojos de muchos de los involucrados con el

arte oficial, inexplicablemente la continuidad de la paz na-

cionalista no tenía por qué estar en riesgo. Tanto era así que

desde el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que por

mandato de ley era –y es– la sede de la toma de las decisiones

en cuanto a las políticas públicas en materia de cultura artís-

tica, se establecían institutos regionales de bellas artes con la

finalidad expresa de formar artistas noveles en las prácticas

nacionalistas, así como con el propósito adjunto de formar

públicos adeptos a los nacionalismos. Tal fue el caso del Ins-

tituto Potosino de Bellas Artes que fue fundado en aquel mis-

mo buen año de 1955.

Mucho se ha especulado en cuanto a las causas del fin

de los nacionalismos y del inicio de la era neovanguardista

en la historia de las artes plásticas mexicanas. Pero pese a

que entre los primeros neovanguardistas hay quienes se ad-

judican inmerecidamente actos de heroicidad y pese a que

unos cuantos expertos locales en arte han querido denomi-

nar a esos neovanguardistas inaugurales como integrantes de

una inventada «generación de La Ruptura», lo cierto es que

las únicas vertientes que tenían la oportunidad –la posibi-

lidad histórica real, pues– de satisfacer los requerimientos

artísticos específicos de la cultura de la inmediata postguerra

en Occidente eran las neovanguardias. Contra lo que han

sostenido y reiterado algunos de los practicantes de nues-

tras vanguardias históricas endógenas (al momento de escri-

bir estas líneas por fortuna viven, y se encuentran activos

como artistas, autores nacionalistas como Fernando Castro

Pacheco, Andrea Gómez, Arturo García Bustos, Rina Lazo y

Adolfo Mexiac; Elizabeth Cattlet falleció cuando me ocupa-

ba de redactar este texto), las neovanguardias difieren muy

poco de sus antecesoras las vanguardias, toda vez que en-

tre los paradigmas neovanguardistas se comparte el culto al

racionalismo y se cuentan la actitud desestabilizadora más

que provocativa, la convicción de apuntalar el arte occiden-

tal mediante la imposición de una nueva normatividad, la

tradición de lo nuevo en sustitución del afán de progreso,

la novedad en lugar de la originalidad (una especie de ori-

ginalidad exacerbada) y una utopía circunscrita al campo

artístico. Entre aquello que diferencia a las neovanguardias

de las vanguardias se tiene el carácter autorreferencial del

arte y por ende su utilidad parcial para transmitir posturas

políticas combativas por parte de sus autores, así como una

función libertaria circunscrita al interior de los linderos del

arte mismo.

Sin lugar a dudas, aquello que ha hecho que dentro del

devenir de la historia de las artes plásticas en México se con-

sidere a las neovanguardias como diferentes, fue el hecho que

hayan contado con un reconocimiento muy tardío por parte

del sector gubernamental del país, que en aquel entonces lo

controlaba todo, incluso a las artes; y también que este re-

conocimiento, institucionalización o legitimación haya sido,

amén de no inmediato, un tanto traumático. Hubieron de

transcurrir once años desde que el primer autor entonces

joven mostró su producción neovanguardista en un espacio

destinado a exposiciones artísticas (Héctor Xavier lo hizo en

las galerías Chapultepec, dependientes del INBA, en el mul-

ticitado 1955) para que dentro del INBA se atendiera la ya

para entonces impostergable necesidad de admitir la artis-

ticidad de obras informalistas, neofigurativas y de híbridos

abstrayentes, y que con ello se allanara el camino para los

geometrismos, los happenings, los minimalismos y las artes

tecnológicas que estaban por comenzar a ser practicados en

el ámbito artístico mexicano. En efecto, ni siquiera el certa-

men denominado Nuevos Valores al que convocaba –y aún

lo hace– el Salón de la Plástica Mexicana (SPM, fundado en

1949) pudo garantizar un ingreso ordenado y paulatino de

los neovanguardistas y de los demás disidentes de los nacio-

nalismos (disidentes internos, no pocos de ellos) al sistema

artístico nacional, toda vez que este concurso ha tenido la

función de servir para el ingreso de miembros al SPM que, en

aquella época y pese a su contribución a la pluralidad estilís-

tica, era un enclave nacionalista.

Cuando la presión de los no nacionalistas por gozar de

la legitimación del régimen gubernamental era ya incontro-

lable, desde el propio INBA se convocó al Salón Confronta-

ción 66 de las Nuevas Generaciones, concurso que resultó

sumamente polémico y que suscitó un escándalo en los me-

dios periodísticos –inusual para aquellas fechas– que tuvo

una duración de varios meses. Los neovanguardistas, que

inicialmente aspiraban al reconocimiento oficial de la ar-

tisticidad de sus obras y a gozar, en consecuencia, de las

mismas prebendas y canonjías de las que disfrutaban los

nacionalistas, fueron más lejos y consiguieron arrogarse el

poder cultural del país, poder que detentan hasta el presen-

te. En 1966 no era posible anticipar si las neovanguardias

permanecerían vigentes hasta el fin de los tiempos artísticos

o si serían sustituidas por vertientes ulteriores. Sin embargo,

a algunos promotores culturales (ya no a Miguel Salas An-

zures, quien falleció en 1966 antes de ver triunfar su postura

incluyente) les pareció que era irresponsable arriesgarse a

que en el futuro llegase a existir otra toma del poder cultural

como la que habían protagonizado los neovanguardistas, de

modo que decidieron instituir el primer certamen artístico

de nuevo cuño, tendiente a incorporar a nuevos autores al

interior de la cultura oficial mexicana, a excluir a los que,

habiendo sido considerados con anterioridad, cultivaban

léxicos menguantes en cuanto a vigencia, concurso que a

la vez estaba orientado a legitimar vertientes estilísticas que

fuesen culturalmente incipientes o que lo fuesen al menos al

interior del contexto mexicano.

Los promotores culturales visionarios que fundaron ese

certamen bienhechor, tendiente a evitarle al país otra Con-

frontación como la de aquel 1966, fueron Víctor Sandoval

(entonces director de la Casa de la Cultura de Aguascalien-

tes) y Sergio Galindo (a la sazón director general del INBA).

Y ese certamen fue el Concurso Nacional para Estudiantes

de Artes Plásticas, con sede en la ciudad de Aguascalientes

y patrocinado por una empresa regiomontana: la compañía

Cigarrera La Moderna. Sus convocantes retomaron, de los

concursos de la antigua Academia de San Carlos en el siglo

XIX, la idea de conformar un acervo con las obras premiadas

(en los concursos de la Academia la institución organizadora

retenía todas las obras participantes, no sólo las premiadas)

y desde luego que reforzaron la idea de legitimar autores y

lenguajes emergentes. Hasta antes de las neovanguardias los

procesos de legitimación no requirieron de convocatorias

ni de concursos. Sin embargo, a partir de la fase neovan-

guardista de la historia del arte los certámenes resultaron

indispensables para el reconocimiento de la artisticidad de

los nuevos planteamientos propuestos al interior del medio

artístico mexicano.

En 1977, a veintidós años del reconocimiento oficial de

la existencia de una práctica neovanguardista en México (be-

neplácito datado con la exposición de Héctor Xavier en las

galerías Chapultepec en 1955) y a once de Confrontación

66, el INBA instituyó el Salón Nacional de Artes Plásticas que

constó de secciones anuales de pintura, bienales de gráfica,

trienales de escultura (desde 1979), bienales de fotografía (a

partir de 1980, pues anteriormente los fotógrafos concur-

saban en las secciones de gráfica) y una, fugaz, de experi-

mentación (destinada a los «nuevos» géneros, como el arte

correo, la instalación o la neográfica, entre otros), que con

posterioridad fue convocada con el nombre de sección de

espacios alternativos. Precisamente, once años después de

instituido este sistema coherente de certámenes, y a treinta y

tres de aquel buen 1955 (año en el que yo nací), con la última

sección del rubro de espacios alternativos* que correspondió

a su convocatoria 1988 (aunque estuvo expuesta hasta co-

mienzos de 1989), concluyó la corta vida del Salón Nacional

mexicano, el cual había sido establecido con el propósito ex-

preso de atender a los integrantes de la segunda generación

de neovanguardistas: aquellos nacidos en los años cincuenta

del siglo pasado y que comenzaron sus trayectorias profesio-

nales en la década de los setenta de la misma centuria. Tal

fue el éxito del Salón Nacional de Artes Plásticas que quienes

resultaban ganadores de sus secciones tenían garantizado el

ingreso a alguna galería privada –o, a veces, el cambio de ga-

lería, aunque en ninguno de los dos casos su permanencia–,

como parte del proceso de legitimación oficial.

El setentero Salón Nacional de Artes Plásticas pudo ha-

ber sido la vía ideal y de largo aliento para la legitimación

institucional del arte mexicano. Su existencia facilitó el im-

pulso a la escultura, la fotografía y las instalaciones. Pero

toda vez que respondió, y con creces, a las necesidades cultu-

rales de la segunda oleada de neovanguardistas –me refiero a

la generación de Miguel Ángel Alamilla, Ilse Gradwhol, Ma-

gali Lara, los hermanos Castro Leñero, Gabriel Macotela,

Manuel Marín, Alfonso Mena Pacheco, Irma Palacios y Eloy

Tarcisio, entre otros–, no pudo sobrevivir al encumbramien-

to, en la década de los ochenta, de las postvanguardias. En

concordancia con el comienzo de la época postvanguardista,

*La de «espacios alternativos» era y es una denominación imprecisa que se utilizó para aludir a ambientaciones, ensamblajes, instalaciones, performan-ces y otras vertientes de los conceptualismos. La acepción precisa, utilizada en aquella época, se refería a los espacios para exhibición de obras artísticas que no eran dependientes de gobiernos, ni de instituciones de educación su-perior, ni tampoco de empresas privadas. Se trataba regularmente de galerías de autores o galerías de artistas.

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y con la aquiescencia de Víctor Sandoval, en 1981 el Concur-

so Nacional para Estudiantes de Artes Plásticas fue reestruc-

turado y a partir de aquel año se le denomina Encuentro Na-

cional de Arte Joven. Se trata del certamen decano en el país

que subsiste debido a que sus reglas –que fueron modificadas

en 1980 por Raquel Tibol con la intervención de la promoto-

ra cultural Hilda Campillo y del autor de estas líneas– no han

perdido vigencia. Otros concursos veteranos son los del Sa-

lón de la Plástica Mexicana, iniciados en 1953 y planteados

para conformar el acervo del todavía hoy inexistente Museo

de Arte Moderno Mexicano con las obras premiadas en sus

salones de invierno, grabado (posteriormente, estampa), es-

cultura, pintura y dibujo. Sin embargo, su trascendencia ha

sido y es interna, en tanto que el alcance de su legitimación

es escaso y mengua día con día, pues no le compete el reco-

nocimiento de artisticidad alguna.

De manera sorprendente, en el decenio de los ochenta

se vivió una gran proliferación de concursos de arte –oficia-

les y paraoficiales–, algunos de los cuales, como la Bienal

de Pintura Rufino Tamayo, todavía existen. Pero además del

Encuentro de Arte Joven y de unos cuantos certámenes ori-

ginados en los años ochenta del siglo XX, los demás que pro-

venían de la época neovanguardista parecieron haber tenido

una obsolescencia planeada. Aunado a lo anterior, el ascenso

de las postvanguardias a nivel mundial como las nuevas ver-

tientes hegemónicas fue algo que cambió de manera integral

la escena artística, que ya para aquel entonces era global.

La fase postvanguardista de la historia del arte comenzó en

aquella década de los ochenta y subsiste al día de hoy. En esta

etapa, del racionalismo se ha pasado a lo intelectivo, ya no

interesa provocar ni desestabilizar, los criterios occidentales

son impuestos a nivel planetario, impera el relativismo, las

prácticas artísticas y sus lenguajes específicos han sido homo-

geneizados, se vive en la originalidad de la no originalidad

y en cierta apatía generacional, amén de que priva un auge

del pragmatismo que es inducido por el mercado interna-

cional del arte. Las postvanguardias son vertientes artísticas

que son coincidentes o convergentes con el llamado neolibe-

ralismo, que ha sido importado y adoptado como directriz

económica por los regímenes gubernamentales mexicanos

desde aquel multicitado decenio y que implica, entre otras

cosas, la eliminación casi por completo de la participación

gubernamental en la toma de las decisiones de lo económico

y de lo social, a fin de propiciar el amplio desarrollo del libre

mercado capitalista.

Los gobiernos mexicanos controlados por funcionarios

tecnócratas interesados básicamente en aspectos macroeco-

nómicos se propusieron y consiguieron sobradamente, a pe-

sar a sus convicciones más inconfesadas, congraciarse por

conveniencia con los artistas e intelectuales locales, toda vez

que en el pasado este sector había simpatizado con ideas de

izquierda. Para lograr este acercamiento estratégico, en 1988

se fundó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CO-

NACULTA), a partir de un proyecto elaborado por Laura Ra-

mírez Rasgado y presentado para su autorización por Víctor

Flores Olea, primer titular del Consejo. Y al inicio de 1989,

con una encomiable visión táctica, se instituyó el Fondo Na-

cional para la Cultura y las Artes (FONCA) a fin de consumar

otra insincera alianza más entre gobierno y artistas. Sin em-

bargo, ni el advenimiento de las postvanguardias ni tampoco

la imposición del CONACULTA y del FONCA por encima del

mandato de ley que hace del INBA la institución responsable

de la toma de las decisiones en cuanto a las políticas públicas

en materia de cultura artística, ha causado reacciones ad-

versas de consideración entre la mayoría de los integrantes

del medio artístico mexicano y ni siquiera ha originado res-

puestas contrarias la paulatina falta de cumplimiento, por

parte de los gobiernos federales, sobre todo, pero también de

los estatales y municipales, de su responsabilidad de destinar

presupuestos suficientes para las instituciones y actividades

culturales.

La amplia y tersa receptividad de las postvanguardias en

el ámbito cultural mexicano puede explicarse, parcialmente,

porque numerosos postvanguardistas pioneros formaron –o

forman– parte de la misma generación de la cual son inte-

grantes los autores de la segunda oleada de neovanguardis-

tas. Tal fue el caso de Estrella Carmona, Rafael Cauduro, Ju-

lio Galán, Manuela Generali, Enrique Guzmán, Jazzamoart,

Antonio Luquín, Gustavo Monroy, Helio Montiel, Yolanda

Mora, Roberto Parodi, Adolfo Riestra, Arturo Rivera, Lu-

ciano Spanó, Roberto Turnbull, Germán Venegas, Boris Vis-

kin y Nahum B. Zenil, por ejemplo. Al no haber existido un

abierto rechazo a los nuevos paradigmas ni a los nuevos léxi-

cos, las necesidades de legitimación pudieron ser satisfechas

por parte del sistema artístico nacional de manera pausada.

Y, además, en forma selectiva. Los certámenes con pocos

premios, y de montos o beneficios considerables, permiten

esta índole de legitimación. En los años ochenta y noventa

del siglo XX fueron impulsados, por la vía de los concursos

–y reforzados por otras más–, el neoexpresionismo figurati-

vo, los lenguajes neoacadémicos, la mala pintura (en la acep-

ción de este término como traducción de bad painting), al-

guno que otro ejemplo de cutting edge, postconceptualismos

varios y todo posmodernismo, entre otras vertientes, pero

de manera muy especial y enfática fueron apadrinados los

neonacionalismos. Me cuento entre quienes apoyamos con

ahínco el apuntalamiento de esta vía estilística, que fue la

única postvanguardia endógena de nuestro medio cultural.

También me cuento entre quienes un día anunciamos el ini-

cio de la obsolescencia de los neonacionalismos mexicanos.

La conformación de acervos con obras premiadas y los

procesos de legitimación de autores y lenguajes emergentes,

en la década de los noventa de la anterior centuria, requería

de una reactivación. No de concursos convocados «a modo»

para privilegiar a determinados participantes, ciertas temá-

ticas o léxicos particulares; concursos sin continuidad como

lo fue en los ochentas alguno organizado por el Fondo Na-

cional para las Actividades Sociales –efímera oficina creada

expresamente y dotada de mucho presupuesto para rivalizar

con el INBA–, ¡u otro lanzado por Ciudad Sahagún! antes,

desde luego, del estrepitoso fracaso de la industria maqui-

ladora automotriz y ferrocarrilera en territorio hidalguense;

o incluso, tiempo después, aquella fugaz convocatoria de la

Fundación Cultural Televisa para el concurso llamado Pin-

turerías. Cuando con algo se consigue el éxito es porque se

han atendido la mayoría o la totalidad de los requerimientos

que estaban a la vista de todos pero que nadie antes se ha-

bía propuesto satisfacer o, aun proponiéndoselo, nadie había

conseguido hacerlo. Los artistas exitosos lo son porque han

sido capaces de detectar las necesidades culturales, específi-

camente artísticas, de mercado, de género y tantas otras, que

en una época y lugar específicos requieren de soluciones in-

mediatas y de largo plazo, y porque, habiéndolas detectado,

han tenido la capacidad de responder a esos requerimientos

hasta satisfacerlos. A veces, en un solo intento; en ocasiones,

luego de varios ensayos.

Si la Bienal Monterrey FEMSA ha conseguido éxito y lo

ha mantenido, es porque con su existencia se han dado res-

puestas a necesidades de varias índoles. En primer lugar, por

supuesto, a la paulatina integración de un acervo que recibe

atención constante en cuanto a conservación y que, además,

es expuesto con frecuencia. El tener obra en la bodega de la

colección de algún museo, por afamado que éste sea, resulta

parcialmente atractivo para los artistas, pues es prestigioso

mencionarlo en los datos curriculares; pero saber que la obra

propiedad de FEMSA se exhibe con regularidad es algo que

resulta sumamente atractivo para todo artista. En segundo

lugar, porque la exposición resultante del proceso de selec-

ción se muestra tanto en la ciudad de Monterrey, que es su

sede, como en otras ciudades mexicanas. En tercero, porque

la inclusión de integrantes no mexicanos en el jurado, así

como una cuidada pluralidad en cuanto a género, son facto-

res que aseguran la absoluta imparcialidad en la toma de las

decisiones. En cuarto, porque la manera como trabajamos

los jurados en las fases de selección y premiación, mediante

la votación directa y pública, y por medio de la exterioriza-

ción de un parecer razonado cuando así se precisa, conduce

a que el reconocimiento, institucionalización o legitimación

que implica la selección, la mención honorífica o el premio

conferidos en la Bienal Monterrey FEMSA sea resultante de

una labor esmerada y pausada; de un debate abierto e infor-

mado entre pares; de una toma absolutamente honesta de la

totalidad de las decisiones.

He sido jurado de certámenes artísticos en México y en

otros países en numerosas ocasiones, desde que en 1986 lo

fui por vez primera en la III Bienal de Pintura Rufino Ta-

mayo (¡con el propio maestro Tamayo como presidente del

jurado!), y jamás he recibido presión o «sugerencia» alguna,

ni tampoco algún intento de censura por parte de los orga-

nizadores de los concursos en los que he intervenido como

juez, ni de ninguna otra persona. Pero resalto las bondades

de la manera como se trabaja en la Bienal Monterrey FEMSA

porque el cuidado, la calma, la polémica especializada y la

honestidad que he encontrado como integrante del jurado

de la X Edición son sobresalientes. Sin duda este clima de

trabajo procede de los nexos que el Comité Organizador ha

conseguido y mantiene con individuos e instituciones rele-

vantes en cuanto a la cultura artística. Pero, a la vez, en un

sentido por demás dialéctico, deriva del hecho que este mis-

mo Comité ha sabido garantizar la necesaria independencia

con relación a las personas y entidades que en México y

en el resto del mundo imponen criterios sobre este asunto

en particular: el de la cultura artística contemporánea. El

inicio del certamen, en 1992, incrementó la confianza de los

participantes –confianza que crece, pues el número de con-

cursantes aumenta para cada convocatoria– y de todos los

involucrados en la Bienal, ya que ocurrió en una época en

la que se había desenmascarado el verdadero sentido falaz

de tantos ejemplos de aquella ochentera descentralización

desde el centro que, empero, tuvo algunos logros notables,

como el de preludiar la realización de la Muestra Nacional

de Teatro en tantas ocasiones en la ciudad de Monterrey, o

como el de haber hecho posible la existencia de la Escuela

Superior de Música y Danza de Monterrey, a la que tantas

veces acudí acompañando al compositor Blas Galindo Di-

mas, mi padre.

La Bienal Monterrey FEMSA ha conseguido un amplio

éxito, lo ha mantenido y lo ha incrementado. Y aun cuan-

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do su subsistencia no depende de manera directa de la de la

etapa postvanguardista de la historia del arte, es innegable

que aun cuando, a juzgar por los premios conferidos en ella,

ha impulsado la pluralidad estilística en el medio cultural

mexicano, la Bienal sí está ligada a las postvanguardias. Al

momento de escribir estas líneas no me es posible anticipar

si la mencionada fase de la historia del arte contará con una

larga duración, o si no será así. Para algunos autores, como

el politólogo y economista Yoshihiro Francis Fukuyama, la

humanidad ha llegado al culmen de su desarrollo con el li-

bre mercado capitalista de espíritu neoliberal, con el que las

postvanguardias están vinculadas. De ser así –que espero que

no, pues este capitalismo es sólo posible merced a la miseria

que genera y de la cual depende–, la Bienal contaría con con-

diciones favorables para su supervivencia. En cualquier caso,

el devenir del arte podría orientarse en una directriz hasta

ahora insospechada, que continuara implicando la confor-

mación de colecciones de obras artísticas –lo que espero que

sí acontezca–, con lo que la Bienal también tendría asegura-

do su futuro. Y, en caso de que el arte por venir siguiera re-

quiriendo procesos de reconocimiento, institucionalización o

legitimación de autores y lenguajes incipientes y dominantes,

la Bienal Monterrey FEMSA podría continuar cubriendo esta

función. Ya lo sabremos. Baste por ahora con saludar esta X

Edición. La X Bienal Monterrey FEMSA. Veinte años de orga-

nizar un certamen artístico exitoso sí es mucho.

m é x i c o e s u n Pa í s de una innegable tradición pictó-

rica, la cual deviene desde la época precolombina. Si la va-

loración histórica es justa, lo cierto es que los orígenes de la

pintura antigua también conviven con el surgimiento de lo

que hoy llamaríamos otras disciplinas, como la escultura, la

danza, la música e incluso la arquitectura, pero que en aque-

llos tiempos no eran artísticas propiamente, sino que obede-

cían a una cosmovisión distinta, acaso ritual, por no llamar-

las mágicas y cargadas de significados sociales y políticos. El

parangón me parece correcto cuando hemos de analizar el

desarrollo de las artes visuales en el México contemporáneo,

en tanto que la pintura, si bien primordial, ha convivido con

otras propuestas estéticas que difieren de la noción conven-

cional del arte; y aquí sí, ni siquiera de las bellas artes, sino

de las artes plásticas en un sentido más amplio. Ahora, como

entonces, lo artístico resulta ser un parámetro insuficiente

para comprender el desarrollo de las distintas estrategias

que pertenecen a la esfera de lo que prefiero llamar intención

estética y como éstas, también forman parte de un contex-

to sociopolítico que es necesario analizar para comprender

mejor sus alcances y su representatividad cultural. Para ello

se requiere una visión interdisciplinaria, en donde la propia

historia del arte se nutra de otros campos, como por ejemplo

la sociología, la psicología o la semiótica, pero incluso de la

tecnología, la ciencia y la economía, para reconocer que la

intención estética de los creadores no surge sólo de condi-

cionamientos culturales relativos al arte per se, sino en oca-

siones de formas de pensamiento y estructuras conceptuales

más complejas y de mayor alcance social. La celebración de

los veinte años de la Bienal Monterrey FEMSA parece ofrecer

un excelente contexto para analizar estos fenómenos relacio-

nados con el campo de la estética, en tanto que su continui-

dad a lo largo de dos décadas y su independencia de los me-

canismos oficiales de promoción de las artes, han creado un

BienaL monterrey Femsa: veinte años consoLidandoProPuestas estéticas en eL arte contemPoráneo de méxico

marco referencial de entre mediano y largo alcance que nos

permite estudiar cómo se han combinado factores y circuns-

tancias que desde el mecenazgo corporativo han propiciado

y favorecido la circulación de algunas estrategias en el deve-

nir del arte contemporáneo en México entre 1992 y el 2012.

Desde su I Edición –con un jurado conformado por Ra-

quel Tibol, Jorge Alberto Manrique, Oliver Debroise, Ma-

nuel Felguérez, Fernando González Gortázar, Luis Carlos

Emerich y Jorge García Murillo–, hasta la actual del año

2012, está claro que ha habido un sinnúmero de perspectivas

en la más de una treintena de curadores, críticos y artistas

que han ejercido como jueces de selección y premiación; y

lejos de ser un conjunto de opiniones desarticuladas y hete-

rodoxas, por las obvias diferencias generacionales, de oficio

e incluso de nacionalidad, han resultado opiniones concate-

nantes de un solo contexto del desarrollo del arte contempo-

ráneo en México en dos décadas. Lo que equivale a señalar

que durante veinte años distintos jueces han seleccionado a

diferentes artistas y premiado múltiples propuestas, empero

con el condicionamiento de que todos los creadores y to-

das las obras forman parte de un conjunto mayor que los

engloba y los explica en el contexto de cada edición de la

Bienal, y de éstas en su conjunto. Este universo particular, de

uno de mayor envergadura, constituye un bloque analítico

que arroja interesantes observaciones sobre la producción,

difusión y consumo de las estrategias estéticas en el México

contemporáneo; y en donde, metodológicamente, la visión

inmediata de la crítica del arte se articula con la visión a

más largo plazo que puede ofrecer la historia del arte. En lo

que se refiere a la producción de los discursos creativos de

los artistas que participaron en las diez bienales, me gustaría

reflexionar tan sólo sobre uno de los supuestos, que se refiere

al antagonismo entre la pintura y los medios alternativos,

que han sido preocupación y caballito de batalla entre los

l u i s - m A r t í n l o z A n o

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pintores y curadores en los últimos años, y que a la postre

alcanzaron los criterios de la convocatoria, selección y pre-

miación de las bienales de FEMSA a comienzos del siglo XXI.

Es indiscutible que en la segunda mitad del siglo XX la pintu-

ra de caballete en México gozó de una sólida plataforma de

proyección, no sólo nacional sino internacional; esta práctica

artística cimentó de hecho la aparición de los discursos pic-

tóricos, algunos ajenos al muralismo, que habían surgido en

México durante la posrevolución. Pero no menos cierto es el

hecho de que sobre todo en los años sesenta los artistas tam-

bién exploraron con discursos visuales interdisciplinarios y

alternos a la pintura de caballete, como la escultura pública,

el muralismo efímero, el performance, el arte colectivo; cam-

pos sobre los que la historiografía del arte apenas comienza

a analizar en su conjunto. Estos universos, los pictóricos y

extra-pictóricos, surgieron, convivieron e interactuaron en

forma paralela desde la postguerra y durante todo el siglo

XX. De tal suerte que a principios de los años noventa, cuan-

do surge la I Bienal Monterrey FEMSA, se seleccionó y premió

sólo de entre pintores y escultores, sin que esto quiera decir

que no hubiesen otros medios alternativos en el contexto. Lo

cierto es que la pintura y la no pintura eran discursos con-

ceptuales y estrategias de expresión que los artistas bien es-

taban trabajando en paralelo, en México, en el último cuarto

del siglo XX; y estas exploraciones forman parte de un largo

proceso de maduración intelectual, no antagónico, sino con-

vergente. No olvidemos que la semilla de la multiplicidad

creativa está en la génesis de las vanguardias. De manera que

los discursos antagónicos entre pintura y no pintura no per-

tenecen tanto a la esfera de la producción, como a las ideo-

logías que sustentan los medios de difusión y los intereses

que han favorecido ciertas formas de consumo del arte. Por

ello, es sintomático que en los actuales procesos formales de

enseñanza del arte en México, las nuevas generaciones de

artistas ni siquiera se plantean estas estrategias en oposición.

Hoy por hoy, la pintura, como se ha visto en las ediciones

recientes de las bienales de FEMSA, también se nutre de lo vi-

sual y conceptual de lo no pictórico; tanto como el hecho de

que la fotografía, el video y las instalaciones a menudo abor-

dan problemas de recepción y percepción tradicionalmente

asociados a la pintura. En todo caso, la Bienal Monterrey

FEMSA pronto empezó a dar cabida en su convocatoria a las

expresiones no plásticas (es decir no sólo pintura y escultura)

a partir de su II Edición y reconociendo que ya circulaban

las estrategias que han sido llamadas alternativas; las cuales

en su origen nunca se plantearon como opuestas, sino como

complementarias.

La aparición de la Bienal Monterrey FEMSA en 1992 no

fue un hecho aislado. La decisión de otorgar un mecenaz-

go corporativo al ámbito de las artes plásticas en México

obedeció, sin duda, a una estrategia empresarial más amplia;

una que, creo yo, con sentido humanista valora el talento

creativo de los mexicanos no sólo en el mundo de las tecno-

logías y empresarial, sino también en las ideas y el talento

de sus artistas. No es éste el espacio para detallarlo, pero

FEMSA ha desarrollado muchos otros programas de alcance

social y la Bienal es tan sólo uno de ellos, que nos atañe de

manera particular, porque han sabido y han podido darle

una continuidad inusual en el mecenazgo privado de las ar-

tes en México; lo cual celebro y me congratulo enormemen-

te, porque es lo que el país necesita: alternativas viables. En

México, históricamente, las bienales y los concursos de arte

han sido vocación institucional y formaban parte de una po-

lítica cultural de Estado; como tal, los discursos de algunas

bienales y concursos no estaban exentos de un paternalismo

oficial, con todos los vicios que conlleva. Con sentido crítico,

tendría que aceptar que en años recientes se carece de una

verdadera política cultural de Estado, sin embargo, perviven

prácticas igualmente cuestionables, en ocasiones sectarias y

excluyentes. La Bienal Monterrey FEMSA supuso, desde su

inicio, una sana alterativa. A través de la convocatoria de

jurados interdisciplinarios –aunque la mayoría han sido críti-

cos de arte, seguidos de artistas, algunos promotores y pocos

historiadores del arte como tal–, los organizadores se han

asegurado de no ser juez y parte en la premiación de la Bienal

Monterrey FEMSA. Convocan a los jueces y les otorgan, me

consta, absoluta libertad de criterio y no intervienen en el

proceso de selección o premiación, como debe de ser. El pro-

ceso de selección de los jurados ha variado en dos décadas,

pero siempre han procurado invitar a «expertos» en el tema

de las artes plásticas, ya sea como creadores o promotores.

De manera que han sido los criterios de los jurados en su

conjunto los que nos dan una óptica de lo que ha sido el

arte contemporáneo en México durante veinte años, en el

contexto específico de una bienal de patrocinio privado. En

su visión múltiple, los jurados han venido presentando un

consenso que en veinte años ha arrojado ciertas constantes a

la vez que han permeado flexibilidad de posturas. Empero el

mayor avance de la Bienal, a mi juicio, ha sido de pasar de

premiar al status quo del arte que se sancionaba de manera

oficial en otros contextos, a ser una plataforma autónoma

que conforma sus propios criterios, si bien a través de un

cuerpo de jurado invitado. En sus primeras ediciones, el ju-

rado estaba conformado mayormente por miembros que a su

vez sancionaban los concursos y bienales oficiales, y en sus

últimos cinco años, los jurados han mostrado mayor aper-

tura hacia lo que no se sanciona de manera institucional.

Hay que decirlo, existe también un relevo generacional. Pero

sobretodo, los jurados en años recientes han sido mas pro-

clives a los medios alternativos porque éstos a su vez se han

evidenciado enfáticamente en su participación a la convoca-

toria de la Bienal. En inicio, la Bienal estaba más ceñida a las

artes plásticas y a cambio de siglo modificó su espectro, en

consecuencia de la aparición cuantitativa de creadores con

propuestas no pictóricas. Los jurados comenzaron a tener

un universo alterno que fueron perfilando en la selección de

obras participantes, comenzando por la categoría de insta-

laciones que daba pie a la exploración; pasando de ser una

primera bienal de pintura con esculturas a convertirse en

una selección más representativa de los diversos medios de

expresión e intereses de los artistas. Los jurados fueron lla-

mados para dar respuesta a esta realidad de la producción de

las estrategias estéticas en México, empero, es un círculo en

donde la producción se beneficia de las cláusulas de difusión

a las que se abrió FEMSA. De tal suerte que nuevos factores

de difusión de medios alternativos no pictóricos favorecidos

por un programa de mecenazgo privado respondieron a cir-

cunstancias específicas de otras intenciones estéticas, en este

caso no sólo de los creadores, sino de los jurados como tal y

del nuevo mercado para el arte emergente.

El último cuarto del siglo XX planteó nuevas disyuntivas

en lo que se refiere a la difusión del arte contemporáneo en

México. En forma sintética diría, sobre un proceso que re-

quiere mayor espacio de análisis, que se pasó de un esquema

de exclusividad estatal a la aparición de otros mecanismos,

algunos privados, otros alternos e incluso algunos en el con-

texto mismo de las instituciones. Las afluentes creativas ya

no respondían en forma exclusiva a las plataformas del Es-

tado, las cuales dejaron de sancionar, en la medida que se

volvieron inoperantes y dogmáticas para dar cabida a nuevos

discursos, cuya naturaleza, en muchas ocasiones, era cier-

tamente contestataria y antigubernamental. La polarización

social que supuso la condición del individuo frente al Estado

a partir del movimiento estudiantil de 1968 fue mermando

la legitimidad del gobierno y de sus instituciones que esta-

ban orientadas a la consolidación de un régimen; de manera

sutil se podrá argumentar, pero claro está que sí se dio. De

tal suerte que la naturaleza subversiva del arte contemporá-

neo encontró tiempo propicio para ir madurando conceptos

y medios de expresión, que corrían en paralelo al contexto

de los cambios políticos y culturales de México, sobre todo

al cerrar el siglo XX. Podría decirse que el sistema oficial de

mecenazgo estatal del arte contemporáneo en realidad hizo

eclosión con la caída del antiguo régimen y de hecho me pa-

rece que la problemática se ha evidenciado aún más con la

aparición de las supuestas democracias institucionales que,

en cuanto a la promoción del arte contemporáneo se refie-

re, han sido más bien erráticas e inconsistentes. Sin embar-

go, uno de los agentes de cambio más decisivos provino del

mercado del arte, el cual se hizo receptor de algunos de los

discursos estéticos alternativos y los promovió en una esfe-

ra internacional, con magníficos resultados. Las galerías en

México habían estado promoviendo, desde los años cincuen-

ta, el consumo de fórmulas artísticas formalistas –sin duda

muchas ellas de calidad, pero otras no en tanto reiterativas

a arquetipos de lo mexicano–, basadas sobre todo en un es-

quema convencional del arte como elemento decorativo de

la sociedad burguesa mexicana. Paulatinamente la mercancía

artística fue saturando los mercados locales, sobre todo en

un momento de auge para la producción y compraventa de

la pintura en los años ochenta; algunos pintores alcanzaron

valores de mercado excepcionales que no han vuelto a verse

desde entonces. Empero, en su exploración de mercados in-

ternacionales, los discursos estéticos de la pintura no siempre

funcionaron en concordancia con lo que se difundía como

arte contemporáneo en el resto del mundo. Es en este sentido

que las galerías fueron grandes promotoras de los medios

alternativos, en tanto que éstos emergían en mayor concor-

dancia con la esfera internacional y se planteaban como un

producto nuevo que se apartaba del esquema convencional

de comprar pinturas solamente para decorar muros. El arte

contemporáneo no pictórico disfrutaba de una nueva legi-

timidad internacional sustentada en discursos mayormente

conceptuales, no necesariamente formalistas, lo que abrió la

puerta a la fotografía, la instalación y el videoarte. El colec-

cionista de la no pintura también adquiría un estatus distin-

to, podía asimismo aspirar a la condición de mecenas, de fa-

cilitador de proyectos artísticos y de impulsor de plataformas

no oficiales, basado en otros intereses culturales y también de

la búsqueda de un prestigio social.

En el contexto de las bienales de FEMSA, desde la VI Edi-

ción era plausible que el esquema de la convocatoria para

pintura, escultura e instalación estaba dejando al margen

un notorio conjunto de lenguajes estéticos y que se corría el

peligro de dejar fuera lo que estaba surgiendo con un ímpe-

tu creativo, favorecido por la difusión del mercado del arte

internacional y un nuevo tipo de coleccionismo en México.

Para el año 2004, la convocatoria de la Bienal liberó la parti-

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cipación de los artistas a criterios basados no en las técnicas

tradicionales, sino tan sólo en la bidimensionalidad o no de

sus propuestas. De manera que FEMSA volvió a participar de

un círculo que incluía ya no sólo la dinámica de los procesos

creativos, sino también una sinergia con otros medios de

difusión del arte contemporáneo en México. A mi juicio, es

esta capacidad de articularse con los cambios artísticos por

un lado, con los discursos conceptuales sobre el mercado y

el coleccionismo en el otro, aunado al hecho de que la Bienal

se había constituido en una plataforma alterna a la valida-

ción institucional del arte, lo que ha permitido a la Bienal

proyectarse exitosamente durante dos décadas. Ha sabido

erigirse en un espacio de convocatoria plural, propiciando

un marco de debate y mediación entre lo que los artistas

proyectan como propuestas estéticas y lo que la crítica des-

taca, considerando parámetros no institucionales, insertos

dentro de dinámicas más amplias de mecenazgo y consumo,

entre lo que acontece en México en el marco del devenir his-

tórico y cultural. Sobretodo ahora en la antesala de nuevas

elecciones presidenciales, y el desenvolvimiento internacio-

nal del arte contemporáneo en el que, de nueva cuenta, la

pintura pareciera gozar de una merecida revaloración, será

interesante observar los resultados de las próximas dos bie-

nales de FEMSA para detectar las dinámicas operantes sobre

la producción, difusión y eventual consumo del arte contem-

poráneo en México.

e n e s ta o c a s i ó n de la X Bienal Monterrey FEMSA es

oportuno reflexionar sobre los cambios que se han llevado a

cabo desde la fundación de este evento en 1992, y la manera

en que ha contribuido a la difusión y promoción del arte

contemporáneo mexicano. Un mayor conocimiento de la di-

versidad y riqueza de las configuraciones de la producción

actual de creadores nacionales ha sido uno de los resultados

de las propias exposiciones de las ediciones del certamen,

pero a la vez la Bienal ha contribuido a un proceso de con-

tinuada actualización de la Colección FEMSA, por medio de

adquisiciones a partir de la Bienal. Asimismo, este incremen-

to y transformación del balance de la Colección ha sido uno

de los dispositivos en un proceso de revisión y planeación

razonada del desarrollo de este acervo empresarial, que ha

formado parte de su consolidación en este periodo como

una de las colecciones más importantes y distintivas de arte

mexicano y latinoamericano en el mundo. La constante cir-

culación de diversas selecciones de esta Colección –cada vez

renovada y ampliada en su contenido y rango estético– en

exposiciones temporales nacionales e internacionales, como

parte de la política de la Colección a partir del año 2000, ha

sido un factor fundamental para la difusión del arte mexica-

no y latinoamericano en el mundo. La cada vez más fuerte

presencia del arte contemporáneo en esta oferta cultural ha

estimulado a su vez, a través de la curaduría y la crítica, tan-

to el mayor conocimiento de esta producción, así como el

desarrollo de nuevas narraciones interpretativas e historio-

gráficas. Sin duda las propias publicaciones de FEMSA, tanto

por medio de las ediciones de la Bienal, así como por medio

de los catálogos y folletos de las muestras itinerantes y los

libros sobre el acervo en su conjunto, también han contribui-

do de manera contundente a la disponibilidad de imágenes

y escritos sobre el arte contemporáneo mexicano que han

facilitado su incorporación a la historia del arte nacional e

internacional, enriqueciendo no sólo la gama de las repre-

sentaciones sino también la narrativa en sí. De esta manera,

la Bienal Monterrey FEMSA ha sido –a lo largo de los últimos

veinte años– una pieza clave, cada vez más protagónica, en

una estrategia multifacética e integral de difusión y renova-

ción de la cultura mexicana, que ha tenido una resonancia

definitiva en el campo artístico.

La Colección como contextoLa Colección FEMSA se funda en 1977, conjuntamente con

el Museo de Monterrey, con el objetivo de mostrar la evolu-

ción del arte latinoamericano creado a lo largo del siglo XX,

con representatividad de escuelas, tendencias y movimien-

tos, y con énfasis en el arte mexicano. Tanto en su inicio,

en un momento cuando los rumbos estilísticos se habían

desligado de un compromiso con una construcción de iden-

tidad homogénea, como el carácter privado de la entidad

que la alberga, permiten que tenga una independencia de

las líneas marcadas por la historiografía nacionalista, y una

configuración propia que se traduce en una colección selec-

tiva. Ofrece una visión excéntrica y más diversa, correspon-

diente a la mirada oblicua desde Monterrey –su sede– con

respecto al centro nacional y los focos de poder internacio-

nales. El límite inicial de la Colección, a principios del siglo

XX, y su proyección hacia el siglo XXI, sugiere tanto a nivel

empresarial como a nivel social una ideología de moderni-

dad, que más que reforzar herencias jerárquicas y culturas

del pasado, remite a una visión de progreso histórico cuyo

punto de partida apenas se encuentra en el pasado inme-

diato. Asimismo, su orientación al coleccionismo del arte

mexicano y latinoamericano confirma un compromiso de

fincar esta representación de la modernidad en la realidad

del sur del continente americano y en la constelación cultu-

ral iberoamericana.

La BienaL monterrey Femsa y eL coLeccionismo y Promoción deL arte contemPoráneo

K A r e n C o r d e r o r e i m A n

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Uno de los primeros impulsos a partir de la fundación de

la Colección fue que contara con por lo menos un ejemplo

de los principales artistas mexicanos cuya obra se consagra

en el periodo posrevolucionario, y con obra de las grandes

figuras del arte latinoamericano del mismo periodo. Por otro

lado, en 1991 se enriquece el acervo con la adquisición de la

importante colección Window South enfocada en el arte abs-

tracto de los años setenta en México y América Latina. Las

obras contemporáneas incluidas en la Colección hasta ese

momento respondieron ante todo a donaciones relacionadas

con las exposiciones presentadas en el museo. Sin embargo,

a partir de 1992, con la fundación de la Bienal Monterrey

FEMSA, se inicia un proceso de consolidación en el rubro del

arte contemporáneo, tanto por los Premios de Adquisición,

así como por la compra de algunas obras que recibieron

Mención Honorífica y otras provenientes de la selección del

jurado. Asimismo, al basarse en el criterio colectivo de un

grupo que incluye críticos y artistas nacionales e internacio-

nales, la suma de sus subjetividades deriva en un proceso de

coleccionismo más razonado y a la vez en constante reno-

vación. La realización de conferencias, mesas redondas con

artistas y otras actividades paralelas a las bienales contribuye

a la educación y formación de públicos para las nuevas ma-

nifestaciones artísticas, subrayando la vocación de difusión,

más que atesoramiento, que ha marcado la Colección FEMSA

desde su inicio, a la par con la cultivación de un alto criterio

de calidad en la selección y presentación de la obra.

Con el cierre del Museo de Monterrey en el año 2000,

la Colección FEMSA ha fortalecido y expandido cada vez más

su programa de exposiciones itinerantes que permiten la di-

fusión de su acervo –en diversas combinaciones y discursos

curatoriales– en distintas sedes en la República Mexicana y

en otros países, paralelamente con una continuada política

de adquisiciones razonadas que buscan consolidar la repre-

sentatividad del acervo en cada uno de sus rubros. Es así

que, después del brinco en tamaño que implicó el ingreso de

la colección Window South, el acervo de FEMSA ha seguido

un proceso de crecimiento paulatino pero consistente que ha

llegado a duplicar el número de obras que tenía en 1992,

para un total de más de 800, aún sin tomar en cuenta las

442 obras del acervo de gráfica AGPA recibido a finales de los

años ochenta. En el caso del arte contemporáneo, este cre-

cimiento ha implicado una apertura a nuevas modalidades

artísticas que han transformado y fortalecido la Colección,

permitiendo la actualización de la lectura no sólo del arte

reciente sino de la producción de todo el siglo XX. Sin duda,

la dinámica instaurada por la Bienal Monterrey FEMSA, que

permite una constante confrontación con y reflexión sobre

el campo artístico del país, ha sido un factor decisivo en este

proceso.

La Bienal como radiografía del ámbito artístico Los cambios en el contenido y estructura de la Bienal, su

convocatoria y su difusión, así como en las características de

los premios, reflejan el panorama vital e innovador del arte

mexicano a lo largo de los últimos veinte años, así como la

apertura del medio artístico regiomontano y el contexto del

país en general a nuevos medios y manifestaciones, distintos

contenidos y diversos estilos.

Con frecuencia las bienales se consideran «termóme-

tros» de la salud del arte, midiendo su «pulso»; también se

habla de ellas como «radiografía» del estado del arte nacio-

nal. El manejo de metáforas médicas sugiere sin embargo un

procedimiento científico, cuando en realidad se trata de una

suma de criterios subjetivos, si bien informados no sólo por

un conocimiento de la historia y práctica del arte, sino por el

ejercicio de discernimiento que se realiza constantemente en

el ámbito de la crítica y la curaduría. Asimismo, la participa-

ción de artistas en el jurado de la Bienal garantiza una visión

no sólo teórica sino que toma en cuenta la perspectiva de los

creadores involucrados en la producción del arte contempo-

ráneo a nivel nacional e internacional.

Un indicador decisivo de las transformaciones desde la

misma concepción de los géneros y procesos artísticos se pre-

senta en el cuestionamiento y redefinición de las categorías

de recepción y premiación de obra para la Bienal. A partir

de la II Edición, en 1994, se ampliaron las categorías iniciales

de pintura y escultura para incluir la instalación, en recono-

cimiento de la importancia que había adquirido este género

híbrido en el campo del arte mexicano. Y para la VII Edi-

ción se abandonaron los tradicionales rubros de los géneros

artísticos a favor de los términos generales bidimensional y

tridimensional, tomando en cuenta la cada vez mayor di-

versificación y mixtura de medios en todos los formatos, así

como el protagonismo adquirido por la fotografía y el video

(de hecho en esta X Bienal, la fotografía ocupa el segundo lu-

gar en número de obras registradas y los dos premios –tanto

bidimensional como tridimensional– tienen como elemento

fundamental a la fotografía). Estos cambios son un reflejo

del fluir de la formación y ejercicio del arte en la actualidad,

ya que hoy en día los artistas definen su práctica más por

el manejo de conceptos, que se desarrollan con frecuencia

en una variedad de medios, técnicas y soportes, incluyendo

aspectos procesuales y sociales –aunado a lo objetual– sin un

apego estricto al manejo magistral de una técnica. Es así que,

en la presente Bienal, hay artistas que presentaron obras en

las dos categorías, incluso tratándose en algunos casos de la

documentación, en diversos medios y soportes, de una mis-

ma pieza procesual.

La definición de los géneros artísticos fue desafiada des-

de la década de los setenta en México por los grupos ar-

tísticos que llevaban sus manifestaciones conceptuales a la

calle, en un acto de resistencia del individualismo, elitismo

y consumismo del ámbito artístico. Aun en las producciones

individuales de las décadas posteriores persiste una preocu-

pación por la integración de la obra con la cotidianidad y el

entorno que enriquece la dimensión social del acto estético.

Así, la disolución de las fronteras fijas entre géneros artísti-

cos y entre la identidad del artista y el espectador, cuestiona

y pone en constante movilidad las categorías temáticas y for-

males tradicionales del arte, así como su interrelación.

La Bienal Monterrey FEMSA surge justo en un momen-

to de efervescencia e internacionalización del arte mexicano

contemporáneo, que coincide con el auge del proceso de glo-

balización marcada por el Tratado de Libre Comercio con

Canadá y Estados Unidos, así como con eventos como el

conjunto de exposiciones denominado México: Obra de Arte

realizado en la ciudad de Nueva York en 1990, con la expo-

sición Treinta siglos de esplendor como su centro. A estos in-

dicadores políticos subyace un proceso de más largo aliento,

iniciado desde la década de los ochenta, de cuestionamiento

y reconfiguración del concepto del «arte mexicano», caracte-

rizado por el surgimiento de espacios alternativos y un giro

conceptual en la producción plástica. Es así que las obras

adquiridas por medio de premios y el fondo disponible para

compra de obras adicionales de la Bienal representan ante

todo las corrientes del neomexicanismo y el arte neoconcep-

tual, que han dominado la escena artística mexicana de las

últimas décadas. En éstas se retoman tanto íconos y obje-

tos provenientes de la cultura popular mexicana, así como

modelos del arte conceptual internacional, y se reutilizan en

función de un discurso más personal –ya sea crítico, irónico

o poético– que, lejos de asumir pretensiones universalizantes,

regionalistas o nacionalistas, teje una relación entre los obje-

tos, su representación y la subjetividad e identidad personal

del autor. Frente a la importante presencia del arte abstracto

en el acervo en el momento del inicio de la Bienal, la obra

adquirida a partir de este certamen revela la presencia de

búsquedas predominantemente figurativas, pero que enfocan

la figuración desde una óptica conceptual, sugiriendo nuevas

lecturas de su contexto y del arte de las épocas precedentes,

y destacando diversas maneras de significar tópicos y objetos

de representación más tradicionales.

Así, el corpus de obra que conforma el acervo de FEMSA

sigue privilegiando una línea estética objetual, que lo vincula

con la lógica del resto de la Colección, pero muestra una cla-

ra apertura hacia la producción de generaciones más jóvenes

que están experimentando con otros registros estilísticos y

conceptuales. Esta obra fluctúa entre el terreno del interna-

cionalismo y cierto desarrollo de escuelas regionales, entre

los que destacan la nutrida presencia de artistas de la zona

regiomontana, y algunos de la zona de Oaxaca, donde se

ha gestado un movimiento artístico vigoroso. Evidencia una

mayor heterogeneidad, en comparación con otras coleccio-

nes nacionales de arte contemporáneo, seguramente debido

a la variedad de obra presentada en respuesta a la convocato-

ria de la Bienal, aunado a los diversos criterios y perspectivas

representados en los jurados de las bienales y una mirada

distinta a la que predomina en el centro del país. La inclusión

en el acervo de obras que se mueven en estéticas y discursos

claramente posmodernos en forma y contenido presta un ca-

rácter dinámico a la colección contemporánea, que invita a

una lectura más abierta, y menos lineal, de todo el acervo.

Asimismo, parecería que la Bienal refleja un acogido positivo

de esta postura, ya que el número de obras presentadas ha

ido en constante aumento, alcanzando en la ocasión de la X

Bienal una cifra cercana a las cuatro mil, lo que acrecienta –a

la vez– el reto de la selectividad.

Visibilidad e interpretación:las exposiciones y sus ramificaciones Cada vez más se afirma la vocación de difusión y educación

de la Colección FEMSA, a la par con su consolidado prestigio,

al exhibir la Bienal Monterrey FEMSA en una diversidad de

sedes en Monterrey; si bien las primeras ediciones se pre-

sentaron en el Museo de Monterrey, de allí ha migrado al

Centro de las Artes en las ediciones V al IX, y la X Bienal se

realiza en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey

(MARCO). También, a partir de 2003, las exposiciones con-

formadas con la selección de la Bienal Monterrey FEMSA han

viajado a otras ciudades del país, incluyendo Hermosillo,

Chihuahua, Puebla, Guadalajara, Ciudad de México, Tijua-

na y León. En las primeras ocasiones circularon exposiciones

de los ganadores de las bienales, y en las últimas ediciones

han viajado las exposiciones de los artistas seleccionadas en

su forma completa. Asimismo, desde el año 2000, han circu-

lado 78 exposiciones itinerantes curadas a partir de visiones

selectas del acervo de la Colección FEMSA, que en muchos

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casos han incluido obra contemporánea proveniente de las

bienales. En las ediciones IX y X se complementó la selección

expuesta, además, con exposiciones de artistas invitados, na-

cionales y latinoamericanos, a partir de curadurías realizadas

por destacados profesionales en ese campo.

Estas actividades no sólo extienden la labor cultural de la

Colección más allá del contexto regiomontano, permiten po-

ner las obras provenientes de la Bienal, y otras obras contem-

poráneas del acervo, en diálogo entre sí y con obras de otros

periodos, para dar a conocer y estimular nuevas lecturas y

narrativas historiográficas con respecto al arte mexicano y

latinoamericano de los siglos XX y XXI, que han quedado

plasmados en los diálogos visuales, espaciales y conceptuales

establecidos por los curadores, así como en los textos que los

acompañan. Mientras en algunos casos las exposiciones han

quedado circunscritas a determinados periodos históricos, en

otros se han establecido temáticas trasversales que permiten

resaltar resonancias y distinciones entre las visiones de los

autores, así como comparar y contrastar la obra de diferen-

tes países, regiones y generaciones por medio de tópicos te-

máticos como el paisaje, el retrato y el manejo de objeto, o

estilísticos como la figuración y la abstracción.

Asimismo, mientras la coordinación y manejo de la Co-

lección permanece en manos de un equipo profesional que

garantiza su cuidado a la par con su movilidad física, la in-

volucración de diversos interlocutores no sólo en el proce-

so de la Bienal (que ha contado con hasta la fecha con 38

jurados, provenientes de ocho países) sino en la curaduría

de exposiciones temporales y la escritura de textos sobre los

mismos, ha permitido que la Colección FEMSA, a la par con

su crecimiento y consolidación, adquiera diversas «caras» y

se resignifique a través de distintas voces y miradas, y para

variados públicos, contextos sociales y entornos.

Entran en juego en este proceso no sólo las distintas ca-

racterísticas de los espacios de exposición, que permiten en

diverso grado la presentación de obras de alto valor patrimo-

nial y condiciones de preservación delicadas, sino el reto que

presentan algunas piezas contemporáneas tanto en términos

tecnológicas como interpretativas. Así, las obras adquiridas

por medio de la Bienal Monterrey FEMSA han sido incluidas

en las exposiciones temporales organizadas por Difusión y

Fomento Cultural A.C., la rama de la empresa que se encarga

de su acervo artístico, como colofón en muestras que trazan

hitos del arte mexicano y latinoamericano a partir de una

visión cronológica, y a la vez como elemento constitutivo

de exposiciones enfocadas específicamente a los discursos

del arte de los años ochenta hasta nuestros días, como es

el caso de Objeto y Narración: Colección FEMSA (Museo

Arocena, Torreón, Coahuila, 2009) o en visiones que pri-

vilegian las manifestaciones de la primera década del siglo

XXI, como InterConexiones: 2000-2009 (Pinacoteca Diego

Rivera, Xalapa, Veracruz, 2011) o Figura/Espacio/Objeto.

Arte contemporáneo (ITESM, Monterrey, 2011). También

han estado presentes estas obras en muestras claves organi-

zadas por otras instituciones, como por ejemplo La era de

la discrepancia: arte y cultura visual en México 1968-1967

(MUCA-UNAM, 2006) que planteaba una genealogía del arte

contemporáneo mexicano, o Historia de mujeres. Artistas

en México en el Siglo XX (MARCO, Monterrey, Nuevo León,

2008) que presentaba una visión del arte nacional desde una

mirada de género, para mencionar sólo algunos.

Las herramientas de lectura de la obra de los distintos

autores y curadores también han transitado desde la periodi-

zación y contextualización histórico-estilística, hasta la cons-

trucción de diálogos fenomenológicos y hermenéuticos entre

piezas de distintas épocas, o la recuperación de sus resonan-

cias poéticas y sígnicas, ofreciendo así una amplia gama de

posibilidades críticas que han enriquecido la literatura artís-

tica y la historiografía del arte mexicano y latinoamericano

de los siglos XX y XXI. Asimismo, se han realizado esfuerzos

concentrados de documentación y difusión de una muestra

amplia de la Colección FEMSA en su conjunto, como son los

volúmenes Mirar desde Monterrey y Latinoamericano, arte

moderno y contemporáneo, Colección FEMSA, editados por

Difusión y Fomento Cultural A.C. en 2003 y 2008, respecti-

vamente, con la participación de diversos autores.

En suma, entonces, a lo largo de los últimos veinte años,

la Bienal Monterrey FEMSA se ha configurado en el pano-

rama artístico nacional e internacional, con un fuerte acen-

to latinoamericano, como un dispositivo fundamental en

la conformación, renovación y socialización de la cultura

artística mexicana a través del coleccionismo, y su impacto

directo e indirecto en exposiciones y publicaciones, así como

su articulación con procesos dialógicos de construcción de

experiencias estéticas y significaciones afectivas e histórico-

artísticas. Sin duda, su continuada presencia y dinamismo en

este campo aportará a futuro nuevos retos y riquezas para

este medio.

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BienaL monterrey Femsa 1992-2012memoria

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L a B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a , conocida en sus inicios como la Bienal

Monterrey, surge con el objetivo de reconocer, fortalecer, estimular y difundir la

creación artística en México. Convocada por el entonces Museo de Monterrey y

auspiciada por FEMSA, se convirtió en la primera bienal de artes visuales de con-

vocatoria nacional organizada en el norte del país. Con la celebración de su X

Edición, el recuento de sus logros resulta altamente satisfactorio, constituyéndose

como uno de los certámenes más prestigiados del país con una constante y crecien-

te participación de los artistas.

A partir del lanzamiento de su I Edición en 1992, la Bienal Monterrey FEMSA

ha pasado por diversas etapas de desarrollo que responden a las características del

momento dentro del panorama de las producciones artísticas contemporáneas,

manteniendo siempre su carácter vigente e innovador, necesario para seguir repre-

sentando una oferta cultural importante dentro de la promoción y difusión del arte

en nuestro país. De esta forma, y actualmente bajo los formatos bidimensional y

tridimensional, se contempla la participación de diversas disciplinas como pintura,

dibujo, escultura, instalación, fotografía, video, gráfica y arte objeto, entre otras.

Sus Premios de Adquisición resultan un importante aliciente para los artistas, otor-

La BienaL monterrey Femsa

I Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Monterrey, 1992.

Inauguración de la exposición de ganadores de la I Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Monterrey, 1992.

VIII Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2007.

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El 26 de agosto de 1991, Maye R. Milmo, Presidenta del Consejo de Administración del Museo de Monterrey, y su Director Jorge García Murillo, daban a conocer con motivo de la celebración del décimo quinto aniversario de la institución la iniciativa de organizar un concurso a nivel nacional, inédito en la historia de las artes plásticas en el país, a fin de reconocer, fortalecer, estimular y difundir la creación artística en México, dando así inicio a una historia de veinte años en la que la Bienal Monterrey FEMSA ha logrado consolidarse como el evento, en su categoría y género, más importante del país. Hace dos décadas así se concebía este concurso en voz de Jorge García Murillo:

«La Bienal es una propuesta abierta, sabemos que los jóvenes también exponen», indicó, «lo que se busca es garantizarle al público un estándar de calidad, y una de las maneras es demostrando trayectoria y profesionalismo.»

«Para nosotros es motivo de júbilo en el Museo», añadió García Murillo, «[la Bienal] se tiene contemplada a nivel nacional, pero a medida que se vaya forjando su tradición, podría llegar su alcance a Latinoamérica.»Lunes 26 de agosto de 1991/El Norte, Sierra Madre

(Nota de periódico)

gados durante las primeras siete ediciones por la Fundación Cultural Bancomer y

en lo sucesivo por FEMSA. Asimismo, la Bienal Monterrey FEMSA otorga una Men-

ción Honorífica a las obras más relevantes de cada formato, así como Menciones

por Estado al artista más destacado de cada entidad federativa representada con

tres o más participantes en la selección. Con el apoyo de la Alianza Francesa de

Monterrey, los acreedores a los Premios de Adquisición hasta la IX Edición reci-

bieron además una residencia en la Escuela Superior de Arte y Diseño de Saint-

Étienne, Francia, que a partir de la X Edición se otorga a las Menciones Honorífi-

cas por formato. Cada una de las obras que han sido distinguidas con el Premio de

Adquisición se integra a la Colección FEMSA, reconocida internacionalmente como

una de las colecciones más importantes de arte moderno y contemporáneo latino-

americano. La Bienal Monterrey FEMSA cuenta además con un Fondo de Adquisi-

ción de Obras Seleccionadas a través del cual las obras adquiridas forman parte de

la Colección FEMSA, así como de un fondo para la publicación de los catálogos de

cada edición, contribuyendo a preservar su memoria.

Así, y aunada a un programa de artistas invitados, exposiciones itinerantes,

conferencias y actividades educativas, la Bienal Monterrey FEMSA transita el ca-

mino de la promoción y difusión del arte en nuestro país desarrollando esfuerzos

que permitan una mayor participación tanto de la comunidad artística como del

público en general.

Maye R. Milmo, Presidenta del Consejo de Administración del Museo de Monterrey, y Jorge García Murillo, Director del Museo, en rueda de prensa. El Norte, Sierra Madre.

X Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

Inauguración de la VIII Bienal Monterrey FEMSA. Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, 2007.I Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Monterrey, 1992.

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L a i B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a fue inaugurada el 10 de diciembre de

1992 en las instalaciones del Museo de Monterrey, sede de la Bienal hasta su IV

Edición. Al cierre de la institución en el año 2000, con el apoyo del Consejo Na-

cional para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE), la Bienal se trasladó

al Centro de las Artes en el Parque Fundidora, espacio en el cual se presentó hasta

su IX Edición. El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) fue sede

de la X Edición celebrada el 14 de junio del 2012, presentando asimismo una ex-

posición retrospectiva de todas las obras que han sido merecedoras del Premio de

Adquisición en cada una de sus ediciones.

Las sedes

ceLeBrar Lo vivoAprender a mirar cuando el color se muestra en las superficies del lienzo, ahí donde cobran vida los trazos amarillos y azules que el ojo revela, figuras abstractas des-ocultando la naturaleza, un mundo de pensamientos y emociones que los artistas proyectan mientras las exposiciones ayudan a abrir caminos, universos pictóricos que durante veinte años han sido celebrados por la Bienal Monterrey FEMSA, una Bienal a manera de canto a la imaginación de los hombres, de reconocimiento al espíritu creador de México. Damos constancia de ello porque hemos sido testigos del esfuerzo y dedicación de sus organizadores, con quienes compartimos la creencia en el arte como energía renovadora. Reciban una efusiva felicitación de aniversario y el deseo por la permanencia de la Bienal a través de los tiempos.

alejandra rangelEx Presidenta del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE)

Museo de Monterrey, sede de las primeras cuatro ediciones de la Bienal Monterrey FEMSA.

Centro de las Artes, Monterrey, sede de la V a IX Bienal Monterrey FEMSA.

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a nomBre del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León expreso mi reconocimiento a FEMSA por los veinte años de la Bienal Monterrey, certamen de arte contemporáneo que ha logrado consolidarse como el más importante a nivel nacional. Celebro el esfuerzo y la convicción que han puesto en la promoción y difusión de nuestros artistas a través de un proyecto de gran calidad que confirma que la

La BienaL Monterrey FEMSA es hoy por hoy uno de los certámenes más prestigiosos de México, con amplia proyección internacional. Innovadora desde sus inicios, ha mantenido ese espíritu, sin concesiones, al rigor de sus requisitos de participación y con el aval de la cuidadosa selección de sus jurados calificadores; por ello, cada edición de la Bienal Monterrey FEMSA es una confiable puesta al día del estado de la producción artística en México.

Por lo anterior y conforme a la vocación del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, ha sido muy pertinente y placentero presentar en MARCO las muestras relativas a la X Bienal Monterrey FEMSA, que con esta edición celebra veinte años de compromiso sostenido por reconocer, fortalecer, estimular y difundir la creación artística en México. Al valor intrínseco de la muestra de obras seleccionadas en esta edición, se une

la revisión de las obras ganadoras de ediciones anteriores y se enriquece con la mirada al arte latinoamericano que ofrece Sextanisqatsi: desorden habitable, y juntas dan testimonio de la ardua y fructífera labor de la Bienal Monterrey FEMSA.

nina Zambrano Presidenta del Consejo de Directores del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO)

colaboración entre organizaciones, públicas y privadas, deriva siempre y con seguridad en un beneficio directo y tangible para nuestra comunidad. ¡Enhorabuena por este vigésimo aniversario!

carmen JuncoPresidenta del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE)

Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), sede de la X Bienal Monterrey FEMSA. Inauguración de la IX Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2009.

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L a i e d i c i ó n d e L a B i e n a L Monterrey FEMSA contempló las categorías de

pintura y escultura, las cuales en ese momento ocupaban mayoritariamente la pro-

ducción de los artistas, con un Premio de Adquisición de 75 mil pesos para cada

categoría. En total participaron 1089 pinturas correspondientes a 485 artistas y

224 esculturas de 139 artistas. Un suceso muy importante de mencionar es que

asimismo se registraron 26 instalaciones de 21 artistas, lo que fue signo inequívoco

de que los tiempos estaban cambiando. Considerando la destacada presencia de la

modalidad de instalación, el jurado decidió otorgar dos Menciones Honoríficas en

este género y, a partir de la II Edición en 1994, se decidió incorporar la categoría

de instalación con un Premio de Adquisición de 30 mil pesos, convirtiéndose así en

el primer certamen de artes plásticas en el país en incluir dicha categoría. En esta II

Edición participaron 88 instalaciones de 63 artistas, cifra que fue incrementándose

Las categorías

Adolfo Patiño, Escuelas del arte (detalle), 1992. Colección FEMSA.

Antonio Ortiz «El Gritón»,El paisaje actual, 1992.

I Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Monterrey, 1992.

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en posteriores ediciones y cuyo Premio de Adquisición logró unificarse a partir de

la IV Edición con un monto de 150 mil pesos para cada una de las modalidades.

Comenzando en la VII Edición se decidió agrupar todas las obras en dos grandes

categorías lo suficientemente flexibles como para convertir el evento en un concur-

so cada vez más incluyente. De esta forma, las obras propuestas por los creadores

pueden concursar bajo los formatos bidimensional y tridimensional, lo cual ha

permitido una mayor presencia de las diversas manifestaciones artísticas en la ac-

tualidad. Cabe mencionar que desde la X Bienal Monterrey FEMSA se incrementó el

Premio de Adquisición a 200 mil pesos para cada uno de los formatos.

VIII Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2007.

X Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

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eL Jurado

d e s d e u n i n i c i o , el Comité Organizador de la Bienal Monterrey FEMSA con-

sideró que la solidez de un evento de esta naturaleza dependía tanto de la tradición

que fuera capaz de ir creando, como de la legitimación de sus acciones: convoca-

toria, difusión, selección, exposición y premios. Un factor muy importante para su

legitimación proviene de quién selecciona y quién es el responsable de otorgar los

premios, es decir, las credenciales, los reconocimientos y la trayectoria de quienes

funjan como jurado en cada una de las ediciones del evento.

En sus primeras dos ediciones, el jurado estuvo conformado por siete perso-

nalidades del medio nacional y a partir de la III Bienal se instituyó un jurado de

cinco especialistas provenientes tanto de México como del extranjero. De esta

forma, la Bienal Monterrey FEMSA ha contado con la participación de reconocidos

promotores, críticos de arte y artistas a nivel nacional e internacional, quienes han

colaborado como miembros del jurado aportando su experiencia y conocimiento,

contribuyendo significativamente a la solidez y prestigio que distinguen a este cer-

tamen. Así, personalidades dentro del campo de la promotoría y crítica del arte

como Agustín Arteaga (México), Jacques Beauffet (Francia), Ery Camara (Sene-

gal), Karen Cordero (México), Olivier Debroise (México), Teresa del Conde (Mé-

xico), Juan Coronel Rivera (México), Rita Eder (México), Luis Carlos Emerich

sin duda los certámenes [como la Bienal Monterrey FEMSA] han ayudado a la promoción artística en México, incluso a nivel galerías de arte, becas ofertadas por CONACULTA y, sobre todo, puntos relevantes en los currícula de los artistas, no sólo premiados o mencionados, sino incluso seleccionados.

teresa del conde

una de las mayores dificultades de cualquier evento, y más aún en el Tercer Mundo, es la continuidad, pues a menudo en las instituciones la iniciativa de una administración es desconocida por la siguiente, con lo cual son pocos los eventos que logran pasar de las primeras ediciones. Es realmente un logro muy importante que una bienal haya durado ya dos décadas, y que se siga haciendo con entusiasmo, especial cuidado en la selección de los jurados, y una alta calidad en la organización y el montaje.

José roca

La BienaL Monterrey FEMSA desde sus inicios se impuso como uno de los foros más importantes para el impulso de la cultura visual del país. Desde las primeras ediciones de la Bienal, ésta se caracterizó por sus altos estándares competitivos. Haber sido jurado fue una gran distinción a título personal ya que tuve oportunidad de intercambiar opiniones con un grupo de críticos e historiadores a los que admiro y respeto.

Un gran número de artistas ganadores de la Bienal, al paso de los años, ha logrado carreras distinguidas a nivel internacional. El modelo de la Bienal Monterrey FEMSA, una competencia por convocatoria con el programa de artistas invitados de otros países, es único en Latinoamérica. Las contribuciones al arte emergente de México y América Latina han sido muchas.  

virgilio garza

Inauguración de la II Bienal Monterrey FEMSA. Raquel Tibol, al micrófono.Detrás, de izquierda a derecha: Rebeca Fascovich, Alicia y Guillermo Pérez Maldonado y Olivier Debroise. Museo de Monterrey, 1994.

Miembros del jurado, artistas premiados y organizadores de la VII Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Gabriel de la Mora, Karen Cordero, Gabriela Velázquez Robinson, Julián Zugazagoitia, Carolina Esparragoza, Elisa Lipkau, Philippe Louisgrand, Sylvia Navarrete, Bárbara Garza Lagüera, Jaime Toussaint, Mauricio Gattás, Oswaldo Ruiz Chapa y Damián Ontiveros. Centro de las Artes, Monterrey, 2005.

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en cuanto a la promoción de las artes visuales en México, soy una persona que está totalmente de acuerdo en este tipo de certámenes, tanto de carácter nacional como internacional, por varias razones, entre las principales, la posibilidad de percatarse cuáles son las tendencias, los estilos que imperan. En mayor cantidad, son los jóvenes quienes acceden a este tipo de certámenes, pues a mi manera de ver éstos son un auténtico «trampolín», una forma automática para integrarse al mundo de las artes. Es una confrontación a final de cuentas y, como tal, en estos concursos existe la factibilidad de saber en qué andan los creadores –y muchas veces, por qué no- cuáles son las intenciones o las líneas que pretenden indicar los miembros del jurado.

La Bienal Monterrey FEMSA es hoy por hoy un evidente termómetro del movimiento artístico de México. Se ha convertido en una necesidad. No me puedo imaginar el mundo artístico sin ella. Nos ha dado a conocer a muchos creadores que no fácilmente acceden a galerías; no tienen por lo tanto la oportunidad de ser valorados. La Bienal –ésta y algunas más-, es la que concede al artista seleccionado la oportunidad de ser buscado por las galerías, por los coleccionistas, por los curadores.

Le deseo a la Bienal Monterrey FEMSA una larga vida; que siga ofreciendo la oportunidad a los creadores de ser presentados en sociedad, de ser exhibidos, de que sus obras sean vistas por innumerables ojos nacionales e internacionales.

miriam Kaiser

Pienso que la pluralidad fue realmente lo más importante en esta Bienal. Se vio gran diversidad de objetos de toda índole, había incluso desde nacionalismos hasta cuestiones completamente internacionales. Aunque no había un estilo en específico dominante, sí había, por ejemplo, un grupo muy grandes de autores hiperrealistas, había otro bastante bueno de psicodélicos muy interesante… Lo que vimos sobre todo fue que había gran número de obras muy relacionadas entre sí, se puede hablar ya de que el arte contemporáneo está manejando ciertos géneros; les interesa mucho, por ejemplo, el vanitas, el sentido del retrato muy introspectivo y es, por eso, que se seleccionó tanta fotografía, porque realmente no es un fenómeno que esté sucediendo sólo en el arte contemporáneo mexicano sino también en el internacional.

Juan coronel rivera

(México), Carlos-Blas Galindo (México), Jorge García Murillo (México), Virgilio

Garza (México), Andrea Giunta (Argentina), Menene Gras Balaguer (España),

Miriam Kaiser (México), Luis-Martín Lozano (México), Jorge Alberto Manrique

(México), Ramiro Martínez (México), Ivo Mesquita (Brasil), Xavier Moyseén L.

(México), Sylvia Navarrete (México), Nelly Perazzo (Argentina), José Roca (Co-

lombia), Osvaldo Sánchez (Cuba), Guillermo Santamarina (México), Itala Schme-

lz (México), Raquel Tibol (México) y Julián Zugazagoitia (México); así como los

destacados artistas plásticos Pierre-Olivier Arnaud (Francia), José Bedia (Cuba),

Leda Catunda (Brasil), Manuel Felguérez (México), Fernando González Gortázar

(México), Philippe Louisgrand (Francia), Liliana Porter (Argentina), Ernesto Pu-

jol (Cuba), Betsabeé Romero (México) e Ignacio Salazar (México), han formado

parte del comité de selección de obras y artistas premiados. Hasta el momento, la

Bienal Monterrey FEMSA ha contado con la participación estricta de 54 miembros

del jurado considerando que algunos de ellos han colaborado en más de una de

sus ediciones.

Miembros del jurado y artistas premiados de la IV Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha, arriba: Grupo SEMEFO (Carlos López, Teresa Margolles y Arturo Angulo), Miriam Medrez, Trini, Jamex de la Torre, Xavier Moyssén L. y Juan Carlos Merla. Abajo: Blanca Nelly Garza, Menene Gras Balaguer, Rita Eder, Teresa del Conde, Ivo Mesquita y Einar de la Torre. Museo de Monterrey, 1999.

Sesión de jurado, X Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Pierre-Olivier Arnaud, Leda Catunda, Carlos-Blas Galindo, Karen Cordero, Itala Schmelz, Rosa María Rodríguez, Luis Quirós y Marcela Torres. 2012.

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en Los últimos veinte años, el quehacer artístico, así como las búsquedas formales, temáticas y curatoriales han cambiado de manera significativa en todo el mundo. México no es la excepción. En este sentido, la Bienal ha sabido crecer al lado de estos cambios, flexibilizándose a ideas conceptuales diferentes, así como a los formatos más variables, para dar cabida a los nuevos medios y modos de expresión. Esto la ha hecho una de las bienales más longevas de nuestro país. Me parece además que este gran evento, de escala nacional, se ha convertido en un interesante termómetro de las búsquedas creativas que brotan a lo largo y ancho de la República y que no necesariamente se expresan en la escena mainstream, aportando un valor cultural propio. Tras acudir al emocionante y exitoso momento de la entrega de los premios de la X Edición de la Bienal Monterrey FEMSA, en la que tuve el honor de fungir como jurado, y tras gozar la celebración de la inauguración multitudinaria de la muestra en el museo MARCO de Monterrey, me pareció que FEMSA tiene una participación importante en la promoción cultural a través de este evento; la aceptación del público nos da las pruebas para reconocer su merecida consolidación.

itala schmelz

creo que el principal aspecto ha sido la continuidad que ha tenido la Bienal, lo cual es muy importante. Ya está establecida como un evento recurrente y los artistas lo esperan y planean de acuerdo. Lo que pasa muchas veces en México con este tipo de proyectos es que nacen y a los cuatro o seis años ya no existen. Para mí éste es el principal aspecto destacable y se refleja en el constante aumento en el número de personas que se inscriben. Considero también que es interesante la mezcla de participantes que se da, entre artistas que tienen ya una trayectoria establecida y artistas que tienen poco tiempo trabajando o incluso que no tienen un currículo; esto posiciona a la Bienal como un evento de carácter único.

[Los certámenes, concursos o bienales] han funcionado como un foro para dar presencia a artistas que muchas veces no tienen otra manera de darse a conocer, sea por cuestiones relativas a las ciudades en donde habitan y que no cuentan con una estructura de difusión importante o que incluso no existe, o simplemente porque no conocen el funcionamiento de estos medios. Son un espacio para que los artistas muestren su trabajo. Desde el punto de vista académico y comercial, cada vez se pone más atención a los participantes ganadores o que obtienen alguna mención.

ramiro martínez

Lo Fuerte de la Bienal es que se basa en un sistema de selección, que como todo sistema de selección a través de un jurado, por mayoría, no es perfecto; pero esta Bienal la fuerza que tiene es una fuerza de convocatoria que no la tiene ningún otro sistema.

[En relación al proceso de selección de la IX Edición] nuestras votaciones iban más allá del gusto individual de cada quien, respetamos la obra por su propio propósito, que eso también es importante… Así fuimos consensuando los resultados y en ese sentido fue siempre por mayoría; hay calidad en lo que quedó, ya que de 3605 obras, elegir al final 95, ¡no fue fácil!

Lo interesante es el nivel de convocatoria y apertura que da acceso a muchísima obra. De otra manera, por ejemplo, si no hubiera estado ahí, me habría costado ocho meses del año tener acceso a esa cantidad de autores. Es un sistema que permite aprender, tener el seguimiento de qué se está produciendo en el país, cuáles son los temas, cuáles son las técnicas.

Si el ánimo ha sido de participar por parte de un artista que está produciendo en México hoy, es un indicio muy importante, porque quiere decir que hay una voluntad de comunicar lo que se está haciendo.

osvaldo sánchez

Ery Camara y Agustín Arteaga, miembros del jurado de la VI Bienal Monterrey FEMSA. 2003. Sesión de jurado, V Bienal Monterrey FEMSA.De izquierda a derecha: Carlos Julsrud, José Bedia, Miriam Kaiser, Luis Quirós, Andrea Giunta, Xavier Moyssén L. y Jacques Beauffet. 2001.

Pierre-Olivier Arnaud y Leda Catunda, miembros del jurado de la X Bienal Monterrey FEMSA. 2012.

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Los artistas

L a B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a fue concebida como un evento de recono-

cimiento y apoyo a la creación y talento de los productores mexicanos y artistas

extranjeros radicados en el país. Bajo esta perspectiva, ha representado una pla-

taforma de impulso en su trayectoria y un invaluable respaldo tanto por el jurado

que se convoca, los premios que otorga, su promoción y difusión, su itinerancia,

así como por la incorporación de un grupo de obras seleccionadas y todas las

obras ganadoras a la Colección FEMSA.

Hasta su X Edición, un acumulado de 21 085 obras de 8642 artistas entre

pintura, escultura, instalación, video, fotografía, dibujo, obra gráfica y arte objeto,

han respondido a la convocatoria que se difunde a nivel nacional. Se ha presentado

en los salones de exhibición de cada una de las ediciones un total de 1135 obras

seleccionadas, de las cuales 25 obras de 26 artistas han sido reconocidas con el

Premio de Adquisición. Asimismo, se han otorgado 35 Menciones Honoríficas

a las obras más destacadas en cada modalidad y 52 Menciones por Estado a los

artistas más sobresalientes de cada entidad federativa representada con tres o más

participantes. Hasta el momento, 95 obras se han integrado a la Colección FEMSA a

través del Premio de Adquisición, donaciones de artistas o bien a partir del Fondo

de Adquisición de Obras Seleccionadas.

A lo largo de sus ediciones, la favorable respuesta de los artistas y su participa-

ción ha sido destacable, tanto en la pluralidad de propuestas artísticas como en la

diversidad de técnicas y disciplinas. Los artistas que han sido seleccionados, de los

cuales un 33 por ciento son mujeres y un 67 por ciento hombres, con un promedio

de edad de 36 años, representan un grupo de productores ya formados que han

decidido consolidar su carrera a través de un reconocimiento como el que brinda

la Bienal Monterrey FEMSA.

Premio de AdquisiciónLaura Quintanilla, Rosa María Robles, Estrella Carmona, Gerardo Azcúnaga,

Betsabeé Romero, Francisco Larios, María José de la Macorra, Claudia Fernán-

dez, Katrien M. Vangheluwe «Trini», Miriam Medrez, Grupo SEMEFO –integrado

por Teresa Margolles, Arturo Angulo y Carlos López–, Yolanda Mora, Sandra

Cabriada, Fernanda Brunet, Diego Toledo, Rubén Gutiérrez, Gabriel de la Mora,

Mauricio Gattás, Adela Goldbard, Alejandro López Saldaña, Oscar Farfán, José

Lazcarro, Miguel Fernández y Marianna Dellekamp.

La BienaL me ha servido de trampolín.

Mucha gente me ha contactado por

haber visto mi trabajo en alguno de

los numerosos lugares en donde se ha

presentado. Mi círculo de conocidos y

amistades se ha ampliado muchísimo.

Formar parte de la Colección FEMSA es

una referencia muy sólida y de gran

honor.

En México la producción de arte

es muy plural y multifacética, y según

mis experiencias, «producir» se ha

convertido en un desafío constante,

que si no es económico es conceptual,

social, etcétera.

México es una verdadera meca

de corrientes, opiniones y posiciones,

una jungla de gente creativa con gran

potencial. 

Jens Kull

Miembros del jurado y artistas premiados de la II Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Raquel Tibol, Gerardo Azcúnaga, Betsabeé Romero, Estrella Carmona, Rebeca Fascovich, Mentor Tijerina y Jorge García Murillo. Museo de Monterrey, 1994.

Premiación de la IX Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Ramsés Ruiz, Virgilio Garza, Genaro Borrego Estrada,José Antonio Fernández Carbajal y Javier Treviño Cantú. Centro de las Artes, Monterrey, 2009.

Sra. Eva Gonda de Garza Lagüera y Laura Quintanilla en la I Bienal Monterrey FEMSA. Museo de Monterrey, 1992.

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Menciones HonoríficasEloy Tarcisio, Boris Viskin, Antonio Nava Tirado, Jorge Yázpik, Antonio Ortiz «El

Gritón», Adolfo Patiño, Manuela Generali, Teresa Serrano, Dionisio Cortés, Ra-

miro Martínez Plasencia, Víctor Rodríguez, Roberto de la Torre, Artemio Morales,

Stefan Brüggemann, María Vanesa García, Melanie Smith, Blanca Nelly Garza,

Eugenia Benabib, Francisco Larios, Laura Leal, Gerardo Enrique Monsiváis, Ma-

nuel Rocha, Guillermo Roel, Alberto Ibáñez, Carla Díaz-Francés, Erika Harrsch,

Gabriela Aceves, Luis Enrique Oroz Perales, Carolina Esparragoza, Patrick Pet-

tersson, Geysell Capetillo, Pablo Rasgado, Ramsés Ruíz, Alejandro Palomino y

Ulises Figueroa.

Menciones por EstadoAlfredo Martín Gómez (Jalisco), Alberto Calzada (Distrito Federal), Rosario Gua-

jardo (Nuevo León), Alberto Ramírez (Oaxaca), Aníbal Hernández (Tamaulipas),

Estrella Carmona (Veracruz), Diego Medina (Jalisco), Kiyoto Ota Okuzawa (Dis-

trito Federal), Gerardo Azcúnaga (Nuevo León), Mauricio Sandoval (Aguasca-

lientes), Francisco Larios (Nuevo León), Katrien M. Vangheluwe «Trini» (Distrito

Federal), Noé Armando García (Veracruz), Alicia Ceballos (Jalisco), Jorge Yázpik

(Distrito Federal), Sergio Galán (Nuevo León), Grupo 19 Concreto –integrado por

Fernando de Alba, Roberto de la Torre, Ulises Mora y Alejandro Sánchez– (Dis-

trito Federal), Diego Medina (Jalisco), Juan Caballero (Nuevo León), Ana Cecilia

de la Cueva (Jalisco), Mario Eduardo García (Coahuila), Lucio Muniain (Distrito

Federal), María Romero (Sinaloa), Patricia Torres (Michoacán), Sandra Cabriada

Las BienaLes son una obligada referencia para la identificación y valoración de obras de arte ya que destacan la talla, trayectoria y figura de los artistas (su pensamiento, expresión y referentes), por lo que considero de suma importancia la oportunidad de confrontar mis propuestas con tantas otras procedentes de diversas disciplinas. Éstas representan un registro del arte que se está haciendo, los discursos que imperan, lo que nos conmueve como sociedad, como individuos. Son el registro de una época, y estar dentro de una bienal es estar dentro del devenir histórico.[Los certámenes de artes visuales] son muy importantes ya que nos brindan un sinnúmero de posibilidades. Impulsan la proyección de los artistas otorgando una plataforma de visibilidad y promoción de la cultura al exterior permitiendo nuevos lazos no sólo con instituciones públicas y privadas, mecenas y coleccionistas que quieren vivir de verdad la vida del artista (como una forma distinta de mirar el mundo), sino con todo aquel que quiera vivir el arte de cerca y conocer nuevos discursos. Además, como productor, participar es un aliciente; ser reconocido una motivación. Cada participación obliga a un balance de logros, plantear metas y refrendar compromisos. Finalmente, reitero la relevancia cultural de las bienales y la forma en que son un espacio que alberga -o acoge- el arte que se ve, que se puede tocar, que convive con el espectador.

rosario guajardo

[ParticiPé en la Bienal Monterrey FEMSA] porque desde su inicio me pareció que era uno de los certámenes más serios y mejor organizados del país. A través del tiempo creo que se ha convertido en la bienal de mayor relevancia a nivel nacional debido a la claridad y facilidades que brinda su convocatoria, a la apertura que ha mostrado al incluir más disciplinas que el resto de las bienales y a su capacidad de irse reinventando para no perder vigencia, esto sin hacer a un lado la calidad de su catálogo y el monto de los premios.

[Mi participación fue] una experiencia muy estimulante que te permite conocer la producción de los creadores plásticos más importantes del país y al mismo tiempo contextualizar tu trabajo dentro del panorama general de las artes visuales en México.

ramiro martínez Plasencia

Premiación de la VI Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Rosario Guajardo, Ery Camara, Virgilio Garza, Dominica Martínez Aujuria, Alfonso Rangel Guerra, José Natividad González Parás, José Antonio Fernández Carbajal y Jorge Contreras Santiago. Centro de las Artes, Monterrey, 2003.

Premiación de la II Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Ramiro Martínez Plasencia, Maye Garza Rangel, Ercilia Gómez Maqueo,Maye Rangel de Milmo y Agustín Arteaga. Museo de Monterrey, 1994.

Premiación de la III Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Francisco Larios,Claudia Fernández y Sylvia Vega. Museo de Monterrey, 1997.

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Puedo decir que mi experiencia con esta bienal ha sido muy buena. En varias ocasiones he tenido la oportunidad de haber sido seleccionado y en lo personal los resultados han sido satisfactorios. En un par de veces recibí una Mención, en otro momento la Colección adquirió una de mis obras que al parecer ha circulado en diferentes exhibiciones y de la cual se ha impreso un libro, y también he sido invitado al museo para participar en una conferencia sobre mi trabajo. Por otro lado, años atrás, recuerdo que la primera vez que viajé a Monterrey para montar una instalación en la Bienal fue para mí una agradable experiencia. El trato que recibí por parte de sus organizadores así como del personal de producción fue muy atento y había un gran respeto hacia mi labor como artista, algo que en algunas ocasiones no es fácil de ver en otros lados.

roberto de la torre

Para Los asiduos espectadores son importantes las opciones de esta índole [los certámenes de artes visuales]. En mi particular caso, me resulta en extremo curioso ver una muestra que según el criterio de personas especializadas es lo que está sucediendo en nuestro país; asimismo, se me hace singular y por demás entretenido consolidar la exposición brindándole un toque internacional, cuando el propósito de la Bienal es reconocer, fortalecer, estimular y difundir la creación artística en México, y nos topamos con que ciertos expositores están participando (concursando) y otros (algunos extranjeros) que entran por invitación no lo están, derivando entonces en un interesante planteamiento: dos exposiciones en una.

Fernando villalvazo

creo que la importancia de la Bienal está justo en la capacidad de poner en perspectiva lo que como artista haces desde un espacio usualmente limitado, ya sea el estudio o cualquier otro contexto que delimite tu práctica. La Bienal se convierte en foro no sólo para mostrar, sino para someter a juicio público lo que piensas e investigas, a derivar de ahí un análisis sobre qué tanto puede uno contribuir a generar nuevas experiencias para los espectadores, quienes se confrontan con la selección completa de la muestra, sin ese sentido «narrativo» que una exhibición colectiva usualmente articula. Esto le plantea al propio artista el reto de ser más claro, si acaso no en su discurso interno, sí en sus intenciones al proponer la pieza al concurso.

Hugo Lugo

(Distrito Federal), Einar y Jamex de la Torre (Jalisco), Juan Carlos Merla (Nuevo

León), Francisco Manterola (Distrito Federal), Víctor Hugo Pérez (Jalisco), Da-

niel Lara Ballesteros (Nuevo León), Ornella Ridone (Michoacán), Antonio Ortiz

«El Gritón» (Distrito Federal), Tomás López (Jalisco), Rosario Guajardo (Nuevo

León), Sergio de la Torre (Baja California), Elisa Lipkau (Distrito Federal), Da-

mián Ontiveros (Nuevo León), Oswaldo Ruíz (Nuevo León), Luis Enrique Ramí-

rez Hampshire (Oaxaca), Rafael Rodríguez (Querétaro), Ximena Labra (Distrito

Federal), Alejandro Cartagena (Nuevo León), Yolanda Mora (Distrito Federal),

Jacqueline Lozano (Guanajuato), Jesús Jiménez López (Michoacán), Raúl Quin-

tanilla (Nuevo León), César López (Puebla), Livia Corona (Baja California), Idaid

Rodríguez (Distrito Federal), Norma Suárez (Guanajuato), Marcela Quiroga

(Nuevo León) y Dulce Pinzón (Puebla).

eL momento actual en México es muy efervescente, existe un número creciente de artistas trabajando y haciendo cosas interesantes. El simple hecho de habitar este país puede ser muy productivo y enriquecedor para un artista.

En países de la periferia, como México, en donde el circuito de galerías y de museos es muy reducido o en algunos casos incluso nulo, los certámenes de artes visuales vienen a llenar algunas de las carencias del sistema cultural. La principal de ellas (que claro, no sólo se refleja en el mundo del arte) es la falta de una plataforma de desarrollo adecuada para el artista emergente, quien encuentra un panorama desolador al intentar mostrar públicamente su trabajo o tener diálogo con el medio artístico. Los certámenes de artes visuales, si cuentan con una difusión y un jurado adecuado y competente, pueden convertirse en una plataforma primaria para cualquier artista, quien así tiene la oportunidad de enseñar públicamente su trabajo y, en algunos casos, incluso recibir una remuneración por él.

Jorge méndez Blake

Los certámenes de artes visuales son importantes por diversas razones. Para el espectador es una oportunidad de ver en un mismo lugar la obra de varios artistas contemporáneos. La selección de las obras está propuesta por cada uno de los artistas quienes mandamos lo que consideramos lo mejor para la muestra. La selección de las obras y artistas queda en manos del jurado. Por otra parte, visto desde la perspectiva de la artista, es una oportunidad de crear currículum con un enfoque cultural; al mismo tiempo se tiene la

posibilidad de recibir apoyo si la obra es premiada y también formar parte de la Colección FEMSA.

Haber sido seleccionada es importante para mí pues en los últimos diez años mi trabajo se ha centrado más en la realización y producción de proyectos de arte social y no en galerías y museos. Era importante llevar los proyectos sociales al espacio del museo para que estuviesen en diálogo con la obra de otros artistas. 

Laura anderson Barbata

Premiación de la X Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Leda Catunda, Itala Schmelz, Jaime Rosales de la Garza, Miguel Fernández,Alfonzo Garza Garza, César Montemayor Zambrano, Álvaro Hegewisch, Carmen Junco, Bárbara Garza Lagüera y Alfonso González Migoya.Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

Premiación de la V Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha:Francisco Larios, Virgilio Garza(de espaldas), Luis-Martín Lozano,José Bedia y Andrea Giunta.Centro de las Artes, Monterrey, 2001.

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s i e n d o u n e v e n t o de alcance y repercusión nacional, la Bienal Monterrey

FEMSA ha implementado un programa de exposiciones itinerantes a diversas insti-

tuciones culturales del país. De esta forma, se han presentado las obras ganadoras

de las primeras cinco ediciones en el Museo Amparo de Puebla y en el Museo de

Arte de Zapopan, Jalisco. Asimismo, las obras premiadas de la VI Edición fueron

presentadas en Casa Redonda, Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo, así

como en el Museo Regional de Sonora. Los galardonados de la VII Edición estu-

vieron presentes en el Palacio de la Autonomía Universitaria de la UNAM en la

Ciudad de México. En el 2008 y por primera ocasión fue posible presentar todas

las obras seleccionadas de la VIII Bienal Monterrey FEMSA en el Antiguo Colegio de

San Ildefonso en la Ciudad de México, así como en la Galería Jesús Gallardo en

León, Guanajuato; y en el 2010 las obras correspondientes a la IX Edición fueron

presentadas en la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo Ángeles Espinosa

Yglesias, San Pedro Museo de Arte y la Casa de la Cultura en Puebla, así como en

el Centro Cultural Tijuana (CECUT); y en la X Edición, en el Antiguo Colegio de

San Ildefonso en la Ciudad de México. A través de este programa de exposiciones

itinerantes, alrededor de 80 mil personas hasta el momento han podido conocer y

disfrutar las obras que han formado parte de la Bienal Monterrey FEMSA, sumán-

dose a los más de 400 mil visitantes que ha recibido este certamen.

Las itinerancias

Inauguración de la exposición Artistas Premiados de la VII Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Gabriel de la Mora, Mauricio Gattás, Jaime Toussaint, Lilia Weber, Gerardo Estrada, Bárbara Garza Lagüera y Gustavo Lara Alcántara. Palacio de la Autonomía Universitaria, Ciudad de México, 2006.

Foto página anterior, arriba. IX Bienal Monterrey FEMSA. Centro Cultural Tijuana, 2010.

Foto página anterior, abajo. Inauguración de la VIII Bienal Monterrey FEMSA. Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, 2007.

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méxico Ha forjado desde los años veinte del siglo pasado un sólido prestigio más allá de nuestras fronteras por la creatividad, talento y elevada calidad de sus artistas plásticos, quienes a partir de sus propuestas se ubican en el nivel de los exponentes más reconocidos del mundo entero.En esa perspectiva, un mérito destacado de la Bienal Monterrey FEMSA ha sido que desde hace veinte años alienta el trabajo, destreza y capacidad inventiva de nuestros artistas, al igual que la Colección FEMSA, la cual constituye uno de los acervos en artes visuales más valiosos que exista en México, de acuerdo con voces autorizadas del ámbito internacional.

Cobra especial significado la iniciativa de itinerar la Bienal Monterrey FEMSA, que en su IX Edición se presentó en el Centro Cultural Tijuana, lo que ha representado una

desde eL momento en que el Antiguo Colegio de San Ildefonso se comprometió a recibir en su sede la exposición de la Bienal Monterrey FEMSA, nos sumamos a la firme voluntad que caracteriza a sus organizadores de promover y difundir las obras de los seleccionados de este certamen con el objeto de dar a conocer en la capital de nuestro país las diversas tendencias del arte contemporáneo mexicano.

La Bienal cuenta en cada edición con un jurado diverso y renovado que ha logrado darle mayor credibilidad y resonancia a este acontecimiento que ya ha trascendido nuestras fronteras. Además del descubrimiento de jóvenes artistas emergentes, la Bienal también nos sorprende con la maestría de artistas ya consagrados que dan continuidad a su quehacer artístico.

Como institución cultural, presentar esta exposición es una oportunidad que nos permite afianzar alianzas no únicamente entre el mundo artístico sino entre artistas y visitantes de museos siempre abiertos a las nuevas expresiones.

Reitero nuevamente nuestro entusiasmo y compromiso de continuar apoyando la divulgación de la Bienal Monterrey FEMSA.

Paloma PorrazDirectora del Antiguo Colegiode San Ildefonso

alta distinción y una oportunidad invaluable para que el arte mexicano contemporáneo se diera a conocer a un público binacional.

En esta dimensión de zona fronteriza caracterizada por su dinamismo y empuje, donde el arte contemporáneo tiene una presencia trascendente, el Centro Cultural Tijuana representa un escaparate para el arte y la cultura de México generosamente representados en la IX Bienal Monterrey FEMSA, cuya exposición aquí en 2010 marcó un hito en la historia cultural de los años recientes.

Por lo anterior saludamos con optimismo la seguridad de una colaboración institucional creciente y promisoria.

virgilio muñozDirector General del Centro Cultural Tijuana

desde su I Edición, la Bienal de Monterrey comenzó a destacarse entre los más importantes certámenes de artes visuales del país al coincidir su atractiva convocatoria con la emergencia de una nueva generación de artistas mexicanos que abordaban la creación a partir de estrategias, técnicas y formatos distintos a los de sus antecesores. Este ejercicio cultural ofrecía alternativas de descentralización cultural y apertura hacia nuevas manifestaciones, señalando su perfil distintivo incluso en los criterios de selección de jurados –combinación de decanos en la teoría y crítica del arte junto con jóvenes talentos– así como por su perfil abierto de convocatoria internacional.

Tanto el auspicio de FEMSA a la Bienal, como la Colección FEMSA que se ha nutrido significativamente de ella, representan proyectos modélicos en su excelencia cualitativa y en la trascendencia de sus alcances culturales, consolidándose en el tiempo la virtud tanto de su cuidada planeación, como en sus reflexionados

criterios de selección. El valor estético y patrimonial de la Bienal y la Colección son un par de las numerosas iniciativas producto de la orientación cultural de una empresa que entiende al apoyo y fomento artístico y cultural como factores decisivos para el desarrollo social, un proceso en el que se han comprometido de manera pionera y activa desde hace décadas, proyectando siempre hacia el futuro.

El amplio alcance de miras, al mismo tiempo meditado y sostenido –más atento a los resultados perdurables que a las coyunturas efímeras– es precisamente la perspectiva que permite que este tipo de iniciativas de promoción artística consoliden sus valores históricos, estéticos y sociales. En el legado de dos décadas de la Bienal, no sólo destacan los nombres de los creadores –todos ellos referenciales para la historiografía moderna y contemporánea del arte latinoamericano– sino también obras representativas de gran calidad, conservadas y catalogadas con el

esmero que beneficia tanto a los investigadores especializados como a los visitantes de las exposiciones dedicadas a la Bienal o en las que las obras premiadas e inscritas en la Colección FEMSA participan.

Sin duda, la comunidad de museos, y sus beneficiarios, le deben un particular reconocimiento al legado patrimonial de dos décadas: su constante presencia en foros museográficos públicos nacionales e internacionales lo convierten en un valor compartido, distante del mero ejercicio de la ostentación inaccesible. La manera de conservar y circular el patrimonio, colaborando con él en proyectos con bases educativas y culturales, representan una expresión efectiva y elocuente de la responsabilidad social de FEMSA.

¡Enhorabuena a la Bienal Monterrey FEMSA por dos décadas! y muchos años por venir.

graciela de la torre / Jorge reynosoDirección General de Artes Visuales/MUAC, UNAM

Inauguración de la IX Bienal Monterrey FEMSA. Galería de Arte Moderno y Contemporáneo Ángeles Espinosa Yglesias, Puebla, 2010. VIII Bienal Monterrey FEMSA. Galería Jesús Gallardo, León, 2008.

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L a B i e n a L m o n t e r r e y F e m s a fue instituida con el objetivo de lograr un

impacto positivo en la comunidad, en niños, jóvenes y adultos, al alentar la crea-

tividad de mujeres y hombres, reconociendo el talento de quienes se encuentran

en este país. Con este propósito y consciente de la responsabilidad de fomentar el

desarrollo cultural en la sociedad, la Bienal ha seguido creciendo y animando cada

una de sus actividades, implementando un programa de eventos paralelos con el

fin de lograr una mayor participación del público. Es así como conferencias con

críticos de arte y curadores invitados, diálogos con artistas seleccionados y gana-

dores, talleres para estudiantes y la comunidad infantil, visitas guiadas y recorridos

especiales programados con escuelas y universidades, son actividades que se llevan

a cabo en los espacios donde se presenta. Asimismo, en la IX Bienal Monterrey

FEMSA se implementó un programa de vinculación con universidades de las carre-

ras de arte con la participación directa de los alumnos en sesiones de organización,

producción, montaje, apoyo, colaboración y convivencia con los artistas, compar-

tiendo así, la experiencia de la Bienal.

De esta forma, a lo largo de sus ediciones, se han llevado a cabo un sinnúmero

de actividades paralelas que han promovido el acercamiento de los diferentes pú-

blicos a las expresiones artísticas en la actualidad.

Las actividades ParaLeLas

Mesa redonda sobre la X Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Rosa María Rodríguez, Luis Quirós, Karen Cordero, Juan Brennery Beatriz de la Torre. Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

Charla con los artistas invitados de la X Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Ángela Bonadies (Venezuela), Luis Roldán (Colombia), Juan Brenner (Guatemala), Nicolás Robbio (Argentina), André Komatsu (Brasil), Juan José Olavarría (Venezuela), Oscar Rivas (Nicaragua) y Cinthya Soto (Costa Rica). Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

Conferencia Panorama portátil del arte contemporáneo brasileño por Agnaldo Farias. Facultad de Artes Visuales de la UANL, Monterrey, 2009.

Charla con Iñaki Bonillas. Taller de Experimentación Plástica, Monterrey, 2010.

Actividades educativas de la VIII Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2007.

Conferencia Plataforma 13. Organización y selección de la IX Bienal Monterrey FEMSA. Taller de Experimentación Plástica, Monterrey, 2010.

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una BienaL de arte contemporáneo no es cosa sencilla: la obra de los artistas participantes está, a menudo, en pleno desarrollo; museos y exposiciones se multiplican, al igual que los catálogos; el mercado del arte, fuente indispensable de información, complica la situación ya que repite dicha información hasta el exceso; la moda, finalmente, amplifica los efectos de ilusión pero también permite revelar y rehabilitar.

¿Cómo entonces dar cuenta de una realidad incompleta, fluctuante y múltiple por medio de un instrumento de conocimiento que necesita cierto rigor y mucha serenidad si pretende ser duradero y convertirse en referente? Además de que requiere asociar la pertinencia de un criterio con la

calidad de la obra. Le pertenece a los profesionales del medio –artistas, curadores, docentes, críticos, estudiantes o galeristas– prolongar esta reflexión.

La Bienal Monterrey FEMSA no pretende evidentemente tener un carácter exhaustivo (aunque a lo largo de sus diez ediciones, la Bienal Monterrey FEMSA ha contado con la participación de 8642 artistas con más de 21 085 obras…) pero sí trata de llegar a una síntesis. Se trabaja con «materia viva», siempre en movimiento, para obtener una visión de conjunto que se inscribe en lo relativo del presente y que intenta edición tras edición revisitar la historia del arte.

Finalmente, por sus condiciones de participación muy abiertas, la Bienal

Monterrey FEMSA se acerca, en cierta forma, al ejercicio de la democracia en el campo artístico. ¿Y si el arte contemporáneo no fuese de y para una élite, para una minoría rectora? ¿Y si la Bienal contribuyera a rehabilitar una cierta concepción del artista y del público? Ir al encuentro del artista y del público acaso no sería un logro notable de la Bienal.

La Alianza Francesa de Monterrey y la Escuela Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne expresan su gratitud a FEMSA y a su equipo ejemplar por haberle permitido acompañar a la Bienal Monterrey FEMSA durante sus cinco últimas ediciones.

José manuel BlancoAlianza Francesa de Monterrey

a Pa r t i r d e su V Edición y con el objetivo de brindar a los artistas ganadores

una experiencia de conocimiento y aprendizaje que contribuya a enriquecer su tra-

yectoria, la Bienal Monterrey FEMSA, con el invaluable apoyo de la Alianza France-

sa de Monterrey, otorga una residencia en la Escuela Superior de Arte y Diseño de

Saint-Étienne, Francia, donde los ganadores conviven con artistas de muy diversos

lugares y tienen la oportunidad de producir y exhibir su trabajo. Entre los artis-

tas que han sido beneficiados con la concesión de estas residencias se encuentran

Gerardo Azcúnaga, Sandra Cabriada, Gabriel de la Mora, Carolina Esparragoza,

Mauricio Gattás, Rubén Gutiérrez, Alberto Ibañez, José Lazcarro, Yolanda Mora,

Luis Enrique Oroz Perales, Pablo Rasgado, Ramsés Ruiz y Diego Toledo.

Las residencias

Proyecto realizado por Alberto Ibáñez durante su residencia en Saint-Étienne, Francia, 2004.

Proyecto realizado por Rubén Gutiérrez durante su residencia en Saint-Étienne, Francia, 2004.

Proyecto realizado por Gabriel de la Moradurante su residencia en Saint-Étienne,Francia. 2006.

Proyecto realizado por Gerardo Azcúnaga durante su residencia en Saint-Étienne, Francia, 2002.

Proyecto realizado por Diego Toledo durante su residencia en Saint-Étienne, Francia, 2004.

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como un evento abierto al envío de propuestas por parte de los artistas mexicanos, destacaría la selección plural, respetuosa de los diferentes enfoques, sin limitarse a un acercamiento temático, lo que podría generar exclusiones.

[Los certámenes de arte] son importantes, especialmente estos eventos que tratan de la producción reciente, ya que junto con el trabajo de las galerías de arte contemporáneo son los que, a pesar de las selecciones que a veces se imponen sobre el público, dan visibilidad a la producción actual.

Henrique oliveira

[Los certámenes de artes visuales son importantes] mientras las cosas se hagan bien y tengan la carne y sustento que un evento de arte debe tener. Es difícil hacer eventos grandes, los presupuestos siempre van a jugar un papel crítico, el entendimiento de los organizadores del por qué es imperativo, el asesoramiento en cuestiones curatoriales y de producción son también esenciales.

Es una gran responsabilidad montar un evento, el público es cada vez más conocedor y necesita mejores propuestas. El participante también necesita el respaldo de un proyecto serio para poder avanzar en su producción.

Si todos los elementos están ahí y encajando, frecuentemente las cosas caminan. Creo fervientemente en que la competencia, la comparación y la crítica que se origina en los certámenes puede moldear a cualquier emergente, afirmar la carrera de artistas establecidos y despertar la curiosidad de ajenos.

Juan Brenner

d e n t r o d e L o s d i v e r s o s momentos de desarrollo de la Bienal Monte-

rrey FEMSA se encuentra el de la participación de destacados curadores quienes

seleccionan a artistas con reconocimiento internacional cuyo trabajo se presenta

paralelamente al certamen, promoviendo el diálogo entre las diversas manifesta-

ciones artísticas y sus creadores. Es así como en la IX Edición de la Bienal, bajo la

selección del curador y crítico de arte Osvaldo Sánchez, se presentó a los artistas

mexicanos Carlos Amorales, Iñaki Bonillas, Yishai Jusidman, Magali Lara y Pablo

Vargas Lugo; así como a los artistas brasileños Fabio Cardoso, Kboco, Dora Lon-

go Bahia, Henrique Oliveira y Luiz Zerbini, quienes fueron seleccionados por el

curador y crítico de arte Agnaldo Farias.

Durante la X Edición, bajo la curaduría de José Roca para la exposición Sex-

tanisqatsi: desorden habitable, que exploró la relación entre orden y caos en la

ciudad latinoamericana contemporánea, fueron invitados los artistas Ángela Bo-

nadies y Juan José Olavarría (Venezuela), Juan Brenner y Byron Mármol (Guate-

mala), Donna Conlon (Panamá), André Komatsu (Brasil), Pedro Reyes (México),

Nicolás Robbio (Argentina), Luis Roldán (Colombia), Oscar Rivas (Nicaragua) y

Cinthya Soto (Costa Rica).

La exposición de las obras de destacados artistas tanto de México como de

diversos países de Latinoamérica le otorga al certamen una dimensión cada vez

más amplia y enriquecedora.

Los artistas invitados

[Los certámenes de arte] son un gran estímulo para la creación artística.

El intercambio con el resto de los artistas invitados fue muy enriquecedor. La selección de obras fue extraordinaria y el montaje impecable. Creo que es un evento muy importante para la comunidad artística.

iñaki Bonillas

a mi Juicio son más importantes las becas y ayudas para formación que logran que los artistas se vinculen con otros contextos y otras formas de trabajar. También me parece importante que se promueva el cruce de disciplinas y no se aísle la producción artística en el museo, sino se generen discusiones. Está bien crear certámenes y contrastar trabajos, pero pienso que siempre ofrecen una visión fragmentada y mínima de la producción. Hay que ir más allá. El gran beneficio de los certámenes es que permiten descubrir trabajos y los ponen a circular.

ángela Bonadies

como en toda muestra tan grande, la diversidad de los artistas la hacía bastante heterogénea. Creo que podrían hacerse ajustes curatoriales en ese aspecto para que quede con menos artistas y más obras de cada uno. Son muy importantes estos certámenes para la intercomunicación con diferentes pensamientos, y el conocimiento de otros artistas es fundamental para motivar y comparar diferentes aspectos en las artes visuales.

Luis roldán

Artistas invitados de la X Bienal Monterrey FEMSA. De izquierda a derecha: Luis Roldán (Colombia), Oscar Rivas (Nicaragua), André Komatsu (Brasil), Ángela Bonadies y Juan José Olavarría (Venezuela) y Nicolás Robbio (Argentina). Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), 2012.

Kboco, artista brasileño invitado en la IX Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2009.

Henrique Oliveira, artista brasileño invitado en la IX Bienal Monterrey FEMSA. Centro de las Artes, Monterrey, 2009.

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BienaL monterrey Femsa 1992-2012oBras ganadoras

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L a P i e Z a g a n a d o r a Moradores es un mosaico de

planos a través de los cuales despliego imágenes referidas a

circunstancias cotidianas e íntimas del ser, en lo afectivo, ma-

terial y psicológico.

La fragmentación del plano pictórico nos empuja en

diferentes direcciones. No es una historia única la que se

cuenta, sino fragmentos de diversas historias, que poseen

autonomía y significado propio dentro del contexto que los

sustenta. Centrada en la figura humana, exploro situaciones

reconocibles pero descompuestas, creando una ilusión de

extrañamiento al tornar insólito lo perfectamente ordinario.

Uso técnicas mixtas basadas en chapopote y encausto

para alterar las calidades formales y visuales del color, dan-

do densidad a las atmósferas e intensificando sus cualidades

expresivas mediante fuertes contrastes lumínicos.

El discurso del cuadro Moradores ha sido una constan-

te en mi obra hasta la actualidad, lo he ampliado combi-

nando lo cotidiano e intimista con una meditación filosófica

sobre el ser individual y el pensamiento místico, tanto en lo

espiritual como en la desesperanza y la angustia, discusión

conceptual de las naturalezas opuestas de la condición hu-

mana.

Mi preocupación por la tridimensión, o por las cualida-

des del espacio, presente no sólo en los personajes modela-

dos, sino también en la manera de explorar distintas perspec-

tivas, sobre todo en algunas zonas de los cuadros modulares,

seccionados y dispuestos en torno a un motivo central, o

estructuras compositivas en espiral; los asfixiantes espacios

cerrados que se contienen unos a otros como muñecas rusas,

Laura quintaniLLa

en escenarios o laberintos infinitos, son también una cons-

tante en mi trabajo.

La estética de mis pinturas busca no la unidad sino la

sintaxis de los contrastes, es un paseo por un mundo que en

momentos se convierte en surrealista y, al mismo tiempo, me

muevo dentro de una abstracción y figuración difícil de cali-

ficar, en la que caben figuras de pequeños volúmenes, geome-

trías aparentes o insinuaciones figurativas, contraponiendo

lo real y lo ilusorio, en la experiencia del espacio y el tiempo.

Moradores, 1992

Premio de adquisición i BienaL monterrey Femsa

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L a P r o P u e s ta a r t í s t i c a de mi obra se define como

minimalista. Con sólo dos elementos –madera y basalto–

Álamo santo logra una gran fuerza simbólica y expresiva.

Mi producción actual se caracteriza por alcanzar una

fuerte carga simbólica y expresiva.

Los conceptos que desde entonces rigen mi trabajo son la

síntesis simbólica, la libertad creativa y la fuerza expresiva.

rosa maría roBLes

Álamo santo, 1992

Premio de adquisición i BienaL monterrey Femsa

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B á s i c a m e n t e e s t e óleo [Byron en Grecia] gira alrede-

dor del pensamiento. De Byron como héroe romántico que

ha sido una influencia determinante para mi trabajo. Su poe-

sía y visión del mundo me ha envuelto. Las formas represen-

tadas en el cuadro son una estructura mecánica que puede

ser una síntesis de una fábrica o de una industria, en cuyo

alrededor gira una especie de ave que puede ser una metáfora

del pensamiento, de la filosofía... Ahí hay también unos per-

sonajes, como circunstanciales, que representan la Historia,

el transcurso de la Historia.

Bayron en Grecia significa un poco esa cuestión de la

noción de la realidad en Byron, gran admirador de la cultura

griega, luchador por la libertad de Grecia en el siglo pasado.

Yo traté, entonces, de hacer una especie de referencia al mo-

mento en que Byron asistió en Grecia.

[...] Para mí la pintura es un camino para acceder al co-

nocimiento. En ese sentido siento que es una vía para llegar

a ciertas conclusiones en torno a la realidad, es una prueba

de la existencia del ser.

[Extractos tomados de una entrevista realizada por José Garza para el perió-dico El Norte aparecida el día 17 de diciembre de 1994].

estreLLa carmona

Byron en Grecia, 1994

Premio de adquisición ii BienaL monterey Femsa

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m i s o B r a s intentan una expresión particular por medio

de formas abstractas.

La bestia forma parte de una serie de piezas integradas

por varios volúmenes fundidos en uno solo en formas me-

dio caóticas, que intentan hablar del espíritu animal. Fue la

primera pieza en la que hice uso del pelo, el cual hoy uso

esporádicamente y en la mejor manera en que me lo pida la

pieza en curso.

Creo en la libertad de la creación. No desprecio las pre-

siones externas sobre el productor, pero uno toma sus deci-

siones. Sin embargo, al final todo lleva una línea, un estilo,

porque no puedo hacer algo diferente a lo que soy.

gerardo aZcúnaga

La bestia, 1994

Premio de adquisición ii BienaL monterrey Femsa

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R e f u g i o p a R a un lecho de rosas es una pieza muy im-

portante en mi vida profesional pues es la pieza que me lanzó

a la instalación, a la utilización de materiales y técnicas no

tradicionales.

Es una pieza que también me ligó con formatos de gran

escala que me obligaron cada vez más a aprender a calcular

cantidades de material, escala de las piezas y todo lo que tie-

ne que ver con la negociación con el espacio arquitectónico

donde se va a exponer.

Refugio para un lecho de rosas es una pieza que ya tiene

en su título y en el planteamiento el modo en que funciona

mi producción hasta ahora.

Desde ahí me ha importado el reciclaje no sólo de los ma-

teriales pero también de los significados de las frases hechas

como es el título de la obra. ¿A qué le da refugio la camita? A

la frase relacionada con el lecho de rosas o a la imagen visual

de un lecho de rosas. La recuperación es simbólica, hace refe-

rencia a lo lingüístico, y lo hace funcionar de otra manera.

De la misma manera en que las llantas que grabo no

sólo le dan refugio a iconografías en extinción, a fragmentos

atropellados por la modernidad, sino que dan refugio a un

instrumento ancestral que es el rodillo cilíndrico, sólo con el

fin de poner a funcionar las llantas en tanto que un disposi-

tivo para recordar, para imprimir memoria y no como una

llanta para acelerar y dejar atrás lo que hemos atropellado.

Los conceptos fundamentales con los que intento traba-

jar son:

En primer lugar mi obra cuestiona a la velocidad como

una categoría sobrevaluada por la modernidad. En oposición

mi trabajo exalta el trabajo manual, artesanal, lento. De una

u otra manera creo que el arte es un ejercicio de resistencia a

la velocidad.

También me importa mucho explorar materiales, obje-

tos y temáticas relacionadas con el hombre en tanto que ser

en movimiento, como un ser de trayectos, viajes y sobre todo

migraciones. Pensar y reflexionar en las fronteras como un

concepto transgeográfico, que va más allá de los límites lega-

les entre países.

Me interesa dignificar y recordar cómo la cultura que vi-

vimos parte de mestizajes y globalizaciones de varios siglos.

Somos una cultura que ha cambiado de piel en varias ocasio-

nes y, sin embargo, su impronta sigue no sólo sobreviviendo

sino resistiendo y reinventándose en forma ejemplar.

BetsaBeé romero

Refugio para un lecho de rosas, 1994

Premio de adquisición ii BienaL monterey Femsa

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e s ta o B r a la defino como una imagen que representa

los límites de la comprensión en la cual la lectura inmediata

linda en los límites de un tiempo y espacio absolutos.

Creo que toda la producción artística va ligada, no po-

demos sustraernos y empezar a generar algo distinto. A quin-

ce años de distancia, mi trabajo actual es una consecuencia

de lo que en ese momento exploré; si bien en ese entonces

el trabajo era más explosivo o estridente, no deja de ser un

referente a mi trabajo actual.

Si buscara una palabra que definiera un concepto en mi

trabajo sería la palabra «imposible». La imposibilidad que

los seres humanos tenemos de comunicarnos, el espacio don-

de esa imposibilidad se desarrolla y manifiesta, ya sea físico,

temporal, espacial, lingüístico, estético, etcétera. Todo esto

dentro de un acto íntimo que es la pintura y en el que a la vez

la pintura misma es el objeto de esa imposibilidad, ya que las

posibilidades de diálogo que ofrece la pintura son totalmente

impredecibles pues la pintura requiere de otro lenguaje cuya

narrativa sólo se da en el acto mismo de pintar.

Francisco Larios

El ancho de un círculo, 1996

Premio adquisición iii BienaL monterrey Femsa

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H e x á g o n a s e n s i b i l i a es una pieza que realicé en

1997 en medio de un proceso determinado por mi interés en

los procesos genésicos y de transformación en la naturaleza.

Algunos de esos procesos son la germinación de las semillas y

la reproducción celular. Hexágona es ante todo una escultu-

ra, un ente que es sí mismo en el espacio. Pero también alude

a una semilla, un cuenco, un útero, y al mismo tiempo está

constituido por una proliferación de módulos hexagonales

cual acumulación de átomos o de células. Es una escultura-

madre, como Coatlicue.

Han pasado ya casi quince años. En ese lapso obviamen-

te transcurren muchas cosas y ha habido muchos cambios en

el enfoque de mi trabajo. Sin embargo, en el fondo, me sigo

planteando el mismo tipo de cuestiones. Sería complejo des-

entrañar todos los vasos comunicantes entre Hexágona y lo

que hago ahora. Pero por mencionar los más evidentes, sigo

construyendo buena parte de mis obras como una acumula-

ción de partículas y sigo tratando de sintetizar en la rotundi-

dad de una forma relaciones complejas entre la naturaleza y

mi percepción de la misma.

No considero que haya conceptos propiamente dichos

que «rijan» mi trabajo. En realidad mi obra gira en torno

a empatías, curiosidades y obsesiones relacionadas con la

naturaleza. Me ha interesado siempre nuestra comprensión

maría José de La macorra

de la naturaleza, tanto en su faceta contemplativa y visual,

como en la mental y modélica. Por otro lado, existe una in-

quietud, que creo definitiva en mi trabajo, por la utilización

de los materiales y medios más diversos, por un movimiento

constante entre la bidimensión y la tridimensión, entre la re-

presentación de lo visible y de lo invisible, de lo macro y lo

micro, una voluntad por abarcar lo más delicado y lo más

monstruoso como parte de mi percepción de la naturaleza

pero también como parte de mi lenguaje.

Hexágona sensibilia, 1996

Premio de adquisición iii BienaL monterrey Femsa

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L a o B r a El alimento remite a un universo femenino que

evoca al mismo Cosmos visto en la superficie punteada de

una cuchara de peltre. Es una instalación donde los obje-

tos se hacen miméticos unos con otros, en la relación que

provocan las superficies punteadas sobre un fondo azul. La

pieza consta de un grupo numeroso de diferentes objetos que

incluyen una foto autorretrato de la artista donde su imagen

se mimetiza en este contexto cósmico doméstico.

Mi obra ha tomado muchas líneas de producción dife-

rentes incluso en la manera de aproximarse al arte, pero bajo

la idea de que el Cosmos lo contiene todo, esta obra es en sí

infinita y puede presentarse de mil formas en muchos contex-

tos diferentes. Creo que a través del arte se pueden modificar

conductas e incluso las realidades más difíciles.

cLaudia FernándeZ

El alimento, 1996

Premio de adquisición iii BienaL monterrey Femsa

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e n e L P r o c e s o de hacer una pintura intento anali-

zar por qué me fascina una situación que observé en algún

lado. Intento «poner nombre» a las primeras impresiones

que percibí y de hacer conscientes las emociones que me des-

pertó el primer golpe de vista. Muchas veces no llego a una

conclusión, sin embargo, descubro nuevas preguntas.

Mi tema general de siempre, que trato de una u otra

forma en toda mi obra y que considero mi leitmotiv, es «el

tiempo». En la obra Formas hablo en particular de una face-

ta de este tema, hablo de cómo el paso del tiempo afecta la

parte de nuestro ser que toca ser expuesto a la mirada de los

demás. La transformación de nuestra forma exterior a través

de los años.

Toda la obra que creo es parte de una búsqueda. Un pro-

ceso que está influenciado entre otras cosas por los sucesos

de la vida diaria personal. Mis temas de pintura nacen de in-

quietudes que tengo desde hace mucho y que súbitamente sa-

len a la superficie. De repente regreso a los temas de antes,

una serie completa de obra no es suficiente para abarcar todo

lo que se puede decir de cierto suceso en cierta ubicación.

Formas es parte de este proceso y el tema de la obra es

completamente actual para mí.

De hecho no hay temas obsoletos, lo que sí va cambian-

do a través de los años es la técnica y quizá la forma de per-

cibir los hechos. El estilo desde siempre está en función de lo

que intento decir.

Mi leitmotiv es «el tiempo» en todas sus facetas. Hablar

del tiempo es también hablar de movimiento. Hablar de mo-

vimiento implica hablar de espacio, de luz.

Me intriga la vida cotidiana, las relaciones entre per-

sonas. Intento presentar las situaciones que me intrigan sin

juzgar, como las percibí en su complejidad. Pero procuro ha-

cer una jerarquía de los componentes que me parecen más

importantes y de los que menos quiero destacar. Les doy,

para decirlo de alguna manera, distintos volúmenes de voz.

Sí no, esta «composición» se vuelve una cacofonía, todos los

elementos clamando atención con el mismo volumen de voz.

Katrien m. vangHeLuwe «trini»

Formas, 1998

Premio de adquisición iv BienaL monterrey Femsa

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r e c u e r d o c o n emoción la invitación a participar en la

Bienal Monterrey, que cambiaría de nombre a Bienal Monte-

rrey FEMSA. El anuncio creó una gran expectativa y a través

de los años este concurso de artes visuales se ha desarrollado

y convertido en una institución de gran relevancia, no sólo

para la ciudad sino para México en general. Todos nos he-

mos enriquecido: productores, organizadores, espectadores.

Gracias a la Bienal hemos podido conocer el trabajo de otros

productores en México.

Mi obra ganadora se llama Trayectos y se inspira en los

viajes, las mudanzas, los cambios y desplazamientos físicos

que nos modifican y se convierten en parte de nuestro nuevo

yo. Trayectos coincide con el nuevo mapa que se arma al

andar de un espacio a otro, y para mí de experimentar la

tridimensionalidad con nuevos recursos.

Las convocatorias a participar en la Bienal Monterrey

FEMSA me han estimulado a atreverme en mi lenguaje escul-

tórico. Me llevaron a construir esculturas en gran formato,

con materiales y procesos diversos.

miriam medreZ

Haber sido seleccionada y premiada en las Bienales FEMSA

en las que participé fue un gran aliciente para mi trayectoria.

Trayectos, 1998

Premio de adquisición iv BienaL monterey Femsa

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e L g r u P o s e m e F o , compuesto por Teresa Margolles,

Carlos López y Arturo Angulo, logró con Memoria fosilizada

(1998) la mejor instalación del concurso. Los ganadores del

primer Salón del Performance 1990, apoyados con becas y se-

leccionados en dos encuentros de Arte Joven reunieron 2 mil

423 objetos que portaban 246 personas al momento de morir

en forma violenta, mismos que «empacaron» en una placa de

cemento de 20 x 241 x 241 cm. «Recopilamos los objetos en

diferentes morgues del país, fueron donados por los familia-

res de víctimas de suicidios y asesinatos», describe Angulo.

[Extracto tomado de una nota realizada por Mario Núñez para el periódico La Jornada aparecida el 2 de mayo de 1999]

d e s d e e L inicio de mi carrera a principios de los noventa,

he estado trabajando en una aproximación estética no tanto

al tema de la muerte como al de los cadáveres en sus distintas

fases, incluyendo sus implicaciones socioculturales. Trabajo

sobre cuerpos sin vida, con lo que está en decadencia, y siem-

pre lo hago empezando con la misma pregunta: ¿Cuánto es

capaz de experimentar un cadáver?

[Declaración de Teresa Margolles tomada de Artivismo. Teresa Margolles: Entre cadáveres. http://artivismo.es/2007/11/01/teresa-margolles-entre-cada-veres/].

gruPo semeFo (arturo anguLo, carLos LóPeZ y teresa margoLLes)

Memoria fosilizada, 1999

Premio de adquisición iv BienaL monterey Femsa

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L a o B r a ganadora se llama Paisaje en penumbra y forma

parte de una serie de paisajes monocromáticos que denotan

el tránsito entre mi obra con características dibujísticas a un

territorio pictórico. Esta pintura o pintura-dibujo, sin pre-

tender mostrar una «propuesta artística», sí es un testimonio

afortunado de mi deseo de encontrar con la pintura y a tra-

vés de ella una visión personal del mundo.

Aunque el resultado estético sea diferente dado que las

disciplinas lo son, creo que en cualquier expresión artística

siempre se está hablando de un universo único y personal. El

productor o artista siempre será la materia prima a descu-

brir-descubrirse valiéndose de diversos recursos o disciplinas.

Digamos que si sustituyo concepto por premisa o idea,

la premisa más importante y de las que se derivan otras es la

creatividad; ¿puedo inventar?, ¿qué mundos o pinturas pue-

do –yo– inventar? Busco afanosamente esta idea y me valgo

yoLanda mora

de este instrumento extraordinariamente sensible que es la

pintura.

Paisaje en penumbra, 2001

Premio de adquisición v BienaL monterey Femsa

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g o ta - c l a u s t R o es una pieza monovolumétrica, simé-

trica, de una curva continua estudiada y desarrollada con

cuidado, es un monumento a la tristeza; una lágrima.

[En esta etapa de producción, mi obra ya estaba] com-

pletamente cubierta de pelo; que la altura de su punta llega

exactamente a la altura de mi lagrimal. Por dentro, tiene un

espacio interno con sus paredes recubiertas de picos; algo

que no se puede ver.

Veo una línea continua entre aquéllas [La bestia y Gota-

claustro] y lo que ahora hago. Hay un desarrollo que no se

ha detenido, es lento, pero permanente.

gerardo aZcúnaga

Gota-claustro, 2001

Premio de adquisición v BienaL monterey Femsa

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c a l z a d o d e a lta resistencia es una pieza «inocente»

hablando formalmente de «propuesta artística»… Es decir,

si bien cumple con los requisitos de una instalación que co-

rresponde a cierto tiempo y espacio, también se puede decir

que es «inmediata» al espectador y por lo mismo incita de

manera natural a la identificación y la reflexión. Poner la

atención en los zapatos tirados en las calles, dentro de la

Ciudad de México tan caótica, es un hecho que por sí solo

es de extrañarse, sumando el hecho real de recolectarlos para

encapsularlos y lograr su conservación, deja abiertas muchas

incógnitas; de dónde vienen, a quién pertenecieron, cómo

llegaron hasta ahí, qué rastro dejan, qué historias tienen, et-

cétera.

El vínculo principal entre Calzado de alta resistencia y

la obra actual es el registro de la memoria, el paso del tiem-

po y la reflexión de lo materia-vivencial; sin embargo, el

montaje y la solución tridimensional ha cambiado debido

a mi desarrollo profesional, el cual me ha llevado a encon-

trar soluciones y propuestas un tanto más «escenográficas»,

planteando de diferente manera el espacio físico como espa-

cio de expresión.

En términos generales, mi obra se basa en la experiencia

de situaciones extrañas, absurdas, efímeras, comunes y es-

trictamente vivenciales. De ahí mis primeros trabajos como

Pelota roja, Baños en museos (Mención Honorifica por el

Distrito Federal en la IV Bienal Monterrey FEMSA) y Calzado

de alta resistencia.

sandra caBriada

Creo en el juego - la reflexión - la situación - el tiempo

- la herencia - la experiencia - la memoria como términos y

como conceptos.

Calzado de alta resistencia, 2001

Premio de adquisición v BienaL monterey Femsa

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e n e s a época fue cuando empecé a trabajar en formatos

grandes, eso me dio mucha más libertad. El cuadro pertenece

a una serie catártica en la que el trabajo era más espontáneo,

eso me permitió descubrir maneras que no había utilizado

antes: trabajar colores planos, yuxtaposición de imágenes, y

a través de esto dar profundidad y lograr la composición, así

como colectar imágenes de medios muy distintos.

Hoy trabajo con materiales que han sido utilizados por

mujeres, tales como las artesanías, chaquiras, flores de miga-

jón, piedras... me apropio de ellos a fin de investigar límites,

placeres, sensaciones.

Fernanda Brunet

Flop, 2003

Premio de adquisición vi BienaL monterrey Femsa

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L a i d e a de esta pieza es que el observador descubra la

conexión entre una forma tridimensional que aparenta ser

abstracta y una imagen figurativa muy común, que en este

caso es el de un espacio arquitectónico. Jugar con la contra-

dicción entre lo observado y la imagen de lo representado.

A partir de esta serie de piezas, me he enfocado concep-

tualmente con el tema de los «límites» que tenemos, hace-

mos, marcamos y defendemos dentro del espacio físico como

una metáfora primordial en la vida, creando valores cultura-

les y personales como la idea de la «propiedad».

Creo que los conceptos temáticos se van transformando

conforme a los distintos momentos e intereses que uno va

viviendo, pero una constante es lograr de una forma creativa

y original que el espectador transite y entienda lo que está

observando.

Las técnicas, los materiales y las formas a utilizar deben

de estar en función de las ideas, pero todo dirigido a lograr

una buena comunicación.

El efecto fenomenológico que puede llegar a tener el arte

es una meta a lograr en cada trabajo.

diego toLedo

Rojo disponible, 2003

Premio de adquisición vi BienaL monterrey Femsa

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m i o B r a es una representación de un concepto central de

la filosofía: el absurdo. Considerando el absurdo como una

característica que define nuestra existencia, busco cuestionar

nuestro conocimiento a través de ficciones que toman la for-

ma de dibujos, instalaciones, fotografías y videos. Por medio

de la reconfiguración constante de la parodia y el análisis

de las consecuencias fatales de la industria de la distracción,

busco tácticas que establezcan momentos simbólicos de re-

sistencia en el territorio del espectáculo. Los resultados ha-

blan sobre la soledad del ser humano, la maldad, el malestar

social, la distorsión de la historia y el cinismo.

ruBén gutiérreZ

Timeline of critical paradigms, 2003

Premio de adquisición vi BienaL monterrey Femsa

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e L H a B e r ganado la VII Bienal Monterrey FEMSA en 2005

es una gran satisfacción a nivel personal y profesional.

En este caso, la pieza titulada Emiliano Morales de la

Mora jugando… pasó al acervo de la Colección FEMSA y re-

cibí un premio económico que me sirvió para poder produ-

cir otras series en las que estaba trabajando en ese entonces.

Además, pude irme a realizar mi primera residencia en la Es-

cuela Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne, en Francia.

La experiencia de trabajar en Francia fue muy interesante; a

partir del trabajo que realicé, varias de las piezas adquirieron

una gran importancia en el desarrollo de la serie de pelo.

Para mí una bienal es un buen momento para participar

con todo, experimentar y arriesgar al máximo e ir con la idea

de mostrar lo mejor y ganar.

En la Bienal Monterrey FEMSA, cada edición es mejor y

puedo decir que al día de hoy es el premio más importante

de su tipo en México.

Este tipo de concursos es un foro que ayuda a promover,

apoyar y descubrir nuevos talentos del arte contemporáneo

gaBrieL de La mora

ya que muchos de ellos no tienen la oportunidad de mostrar

su producción artística y esto les abre una nueva puerta en

su carrera.

Emiliano Morales de la Mora jugando…, 2005

Premio de adquisición vii BienaL monterrey Femsa

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e n t é r m i n o s generales Mil novecientos cincuenta y cua-

tro es un flashback. Mi intención en esta obra fue provocar

en el espectador un pequeño viaje en el tiempo dejándole

posiblemente un sentimiento de nostalgia, situando la pieza

en un contexto de vivencia familiar en el pasado. Reproducir

de la manera más exacta posible una determinada atmósfera,

es una de las obsesiones permanentes de mi trabajo.

Mi obra actual al igual que la obra ganadora, recurren a

la misma esencia, evocando casi siempre momentos y situa-

ciones de la vida cotidiana, a veces situadas en un espacio/

tiempo determinado, u otras veces en espacios más ambi-

guos, asociaciones mentales que combinan elementos de dis-

tintas épocas.

Lo que me inspira en casi toda mi obra es la recreación

de momentos, recuerdos e instantes que me despiertan al-

gún tipo de emoción o sentimiento. Y muchas veces pudieran

ser escenas vividas de esas que pasan desapercibidas, donde

aparentemente «no sucede nada», pero a la vez portan un

significado.

mauricio gattás

Mil novecientos cincuenta y cuatro, 2005

Premio de adquisición vii BienaL monterrey Femsa

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á R b o l d e t u n a s es una pieza que busca la creación de

una ficción a partir de la intervención directa en el mundo fí-

sico. Se crea una realidad extraña a partir de la introducción

de elementos externos –tunas– que transforman el contexto

en el que se ubican –el árbol y el paisaje–. A través de la

documentación fotográfica de la intervención se cuestiona la

veracidad u objetividad del medio, así como nuestra manera

de relacionarnos o creer en el mismo.

La utilización de la fotografía como medio para presen-

tar y preservar las intervenciones que realizo sigue siendo

esencial dentro de mi trabajo. Actualmente –y ya desde hace

varios años– uso una cámara análoga de gran formato para

transformar mis construcciones efímeras en sets temporales;

he integrado también el video y el registro sonoro como he-

rramientas de documentación y de mediación de la realidad.

La extrañeza y la ambigüedad como estrategias de confusión

–o fusión– entre realidad y ficción siguen interesándome, por

lo que continuamente se integran a mi trabajo.

Mi producción gira en torno a la deconstrucción y la

reinterpretación de objetos, edificaciones y textos que se re-

lacionan con la necesidad de permanencia de la memoria y

con la mediación de la realidad; así como con la transfigu-

adeLa goLdBard

ración de unos en otros. Utilizo fotografías y notas de pren-

sa, textos literarios, monumentos, mapas antiguos, etcétera,

como punto de partida para la producción de esculturas de

carácter efímero, intervenciones, acciones y otras fotografías

que hablan lo mismo de la catástrofe, lo accidental y la vio-

lencia, que de la ilusión, el viaje y la ficción. Mi trabajo osci-

la constantemente dentro de la dicotomía realidad y ficción,

enfatizándola a partir de la ambigüedad y de la extrañeza de

las piezas.

Árbol de tunas, 2006

Premio de adquisición viii BienaL monterrey Femsa

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s e ñ a l e n a m a R i l lo y negro es una pieza hecha en

placa de hierro y madera. El método industrial en la unión

de la placa de hierro y la aplicación de la pintura hacen casi

imperceptible la factura manual. Y aunque parece ser abs-

tracta, no pierde su carácter de objeto. Este aspecto objetual

está enfatizado con tres elementos clave. El primero es la pin-

tura llevada al plano tridimensional. El segundo es la paleta

de carga de madera usada como base, la cual rompe con el

límite entre lo escultórico y lo objetual. El tercero y último

elemento es el nombre mismo de la pieza al emplear la pala-

bra «señal». Su superficie está pintada con franjas alternadas

que aluden a las señalizaciones de precaución colocadas en

las construcciones. Precisamente es un objeto señalando una

obra en proceso y que forma parte de un todo aún inconclu-

so. La obra corresponde a la época de la alternancia de los

partidos políticos en el gobierno de México. Este trasfondo

subyace en la obra aunque no de forma evidente. En Señal en

amarillo y negro intento capturar el espíritu del proceso de

aLeJandro LóPeZ saLdaña

cambio y transformación continua, donde a veces se avanza

y a veces se retrocede. Donde cada elemento puede modificar

el contexto.

Señal en amarillo y negro, 2005

Premio de adquisición viii BienaL monterrey Femsa

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L a s F o t o g r a F í a s que comprenden el proyecto Tierra

Arrasada son cuadros fotográficos. El cuadro fotográfico, a

diferencia de una fotografía, ubica también su problemáti-

ca elemental en su condición objetual, se relaciona con la

pintura una vez que ésta, habiendo roto con el grillete del

modernismo vía Warhol y Rauschenberg, se emparenta con

la fotografía. La pintura, Gerhard Richter mediante, ahora

puede ser fotografía.

San Francisco Javier es un cuadro, es una fotografía ubi-

cada en la genealogía de la pintura: es una fotografía desti-

nada al gran formato y a colgar de las paredes, antes que al

tiraje editorial y el soporte perecedero. Y en tanto fotografía

también invoca la historia de la referencialidad fotográfica;

mi trabajo también se adscribe a la tradición del documen-

talismo.

Pero las fotografías de Tierra Arrasada no son una ven-

tana a la realidad, operan como lienzos académicos decimo-

nónicos que escogen hablar de batallas del pasado. No opta

por los grandes relatos nacionales, sino por las historias de

colectividades atomizadas en aparente extinción; no elije ha-

blar de la gloria del vencedor sino del ultraje acometido en

contra de los vencidos.

Tierra Arrasada es el nombre que a inicios de los años

ochenta en Guatemala el gobierno dio al ejercicio de limpie-

za étnica perpetrado por el ejército en contra de la población

indígena, encaminado a mermar la base social rural de la

guerrilla. Mataron, quemaron, violaron, barrieron con todo.

Hoy día, donde antes se localizaron poblados, en apariencia

no queda nada. San Francisco Javier opera como documento

sobre un sitio desierto –es un paisaje– y lo acontecido en

oscar FarFán

él –es un documento–. Su fundamento último se ubica en

la impronta que opone a la amnesia y a la omisión históri-

cas a propósito de un pasado común a todos, humano en su

noción más elemental: doscientas mil personas murieron en

el conflicto armado guatemalteco, más que en las guerras y

dictaduras de El Salvador, Nicaragua, Chile y Argentina jun-

tas. Cerca del ochenta y cinco por ciento de los que murieron

eran indígenas.

Los ejes de mi trabajo en su conjunto siempre giran en

torno a la construcción de los discursos que sostienen la rea-

lidad, la realidad vista como un sitio ideológicamente cons-

tituido en el que conviven dialécticamente discursos domi-

nantes y dominados, y donde es posible intervenir a través

del arte.

San Francisco Javier. De la serie Tierra Arrasada, 2009

Premio de adquisición ix BienaL monterrey Femsa

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a L e n c o n t r a r m e con las raíces abandonadas de los

eucaliptos talados para abrir una carretera en el camino a

Huejotzingo, en mi ruta diaria al taller en Cholula, surge la

pieza Naturaleza muerta IV.

A partir de este encuentro con la naturaleza en estado de

abandono, el interés por crear una pieza con un contenido de

crítica social se hace necesario. Se ponen en discusión proble-

mas de los que no se habla, pero que están ahí en silencio.

Producir piezas que nos inviten a reflexionar del pasado y del

presente, que cobran vida, fuerza y sentido en el momento

actual.

Trasladar la raíz encontrada a la orilla del camino fue

la primera acción motivadora para intervenirla y resolverla

en forma escultórica. Realizando cortes y tallas adecuados,

y ser tratada posteriormente con pasta y laca automotriz, lo-

grando un acabado perfecto, para conseguir la sinergia entre

elementos naturales e industriales.

Mi producción actual guarda la simbiosis naturaleza/tec-

nología como un medio para hacer conciencia del cuidado de

nuestro planeta, mostrando a través del arte que naturaleza

y tecnología pueden convivir armónicamente si aprendemos

a respetar sus leyes.

José LaZcarro

La obra planea enfrentarnos a una verdad inminente; la

destrucción paulatina del planeta por el hombre.

Mi preocupación es mostrar a través del arte la necesi-

dad de tomar acciones que nos ayuden a recuperar el terreno

perdido.

Actualmente trabajo en la búsqueda de elementos alter-

nativos fusionados para articular un discurso en el que dialo-

gan naturaleza y ciencia con un fuerte contenido conceptual.

Naturaleza muerta IV, 2009

Premio de adquisición ix BienaL monterrey Femsa

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L a s P i e Z a s presentadas en la Bienal exploran, principal-

mente, dos nociones: territorio y extravío. Son imágenes re-

sultantes de caminatas por el desierto que funcionan a través

de la repetición y la diferencia. Están estrechamente ligadas

al resto de mi producción en tanto que trabajo a partir de

pequeñas multiplicidades sin clasificación fija. Busco que se

liguen entre sí a través de un cuestionamiento relativo que

atraviesa la mayor parte de mi obra: cómo lo desertizado

puede funcionar como alegoría de lo político y cómo lo poé-

tico puede cuestionar lo ideológico.

migueL FernándeZ

Fin del camino I, 2011

Premio de adquisición x BienaL monterrey Femsa

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e n t e n d i e n d o P o r retrato la descripción de la figura

o carácter, utilicé mis libros para conformar un librero que

describiera al artista detrás de la obra. Todos aquellos libros

que se encuentran en la fotografía forman en mayor o menor

parte los antecedentes que me permiten formular mi trabajo.

En Artist utilizo como referencia la técnica cut up de

William Burroughs. En este caso, a través de fotocopias se

recortaron imágenes en la búsqueda aleatoria de generar

nuevos gráficos que a su vez simulen el funcionamiento de

«la memoria». Trabajo las imágenes encontradas dentro de

mi cabeza y en mis libros, buscando la forma de representar

«mi memoria».

Los cimientos de todas las piezas que he venido realizan-

do son los personajes involucrados, la información utilizada

para la teorización, los medios de producción, las instala-

ciones y las instituciones involucradas en el desarrollo del

objeto de arte.

Varias de las piezas han sido realizadas a través de co-

laboraciones, algo característico en mi trabajo más reciente.

marianna deLLeKamP

La documentación de cada acción está conformada por fo-

tografías o videos que registran y enfatizan la evolución de

cada proyecto. Finalmente, la relación con los libros ha sido

fundamental ya que fungen como bitácora de dichos proce-

sos y como un objeto estético en sí mismo.

Artist, 2011

Premio de adquisición x BienaL monterrey Femsa

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BienaL monterrey Femsa 1992-2012semBLanZas

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gerardo aZcúnaga

(Monterrey, Nuevo León, México, 1958)

Se inició desde adolescente en la escultura de forma auto-

didacta. Se graduó como Licenciado en Administración de

Empresas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superio-

res de Monterrey, dedicándose por completo a la escultura

a partir de 1985. También se ha dedicado a la educación de

la escultura y la cerámica impartiendo cursos, conferencias

y talleres. Ha participado en más de 140 exposiciones, entre

colectivas e individuales, en galerías y museos de México

y otros trece países. Sus exposiciones individuales incluyen

Cincuenta esculturas en el Centro de las Artes de Nuevo

León y Esferas, instalación en el Museo de Arte Contem-

poráneo de Monterrey (MARCO), Nuevo León. En forma

colectiva ha participado en la exposición Interconexiones

en la Pinacoteca Diego Rivera de Xalapa, Veracruz; El ju-

guete mexicano, en el Centro de las Artes de Nuevo León,

Los nuevos leones y Manos que ven en el Fórum Monterrey

2007, Los artistas por los artistas en la Pinacoteca de Nuevo

León y Arte nuestro en el Museo Metropolitano de Mon-

terrey, Nuevo León. Formó parte también de la exhibición

Una mirada continental de la Colección FEMSA en el museo

MARCO de Monterrey, Nuevo León; y fue seleccionado en

el III Bienal Internacional de Arte de Beijing en el Museo

Nacional de Arte de Beijing, China. Los premios y recono-

cimientos recibidos incluyen el Premio de Adquisición de

Escultura en la II y V Bienal Monterrey FEMSA y Mención

Honorífica en la I Bienal Monterrey FEMSA; Gran Premio de

Escultura Omnilife 2000 en Guadalajara, Jalisco, y en la I

Bienal de Cerámica de Arte del Instituto Nacional de Bellas

Artes; Premio Estatal de Cerámica Nuevo León y primer lu-

gar en escultura del Centro de Arte Vitro en 1983 y 1984,

entre otros. Su obra forma parte de diversas colecciones pú-

blicas y privadas.

Fernanda Brunet

(Ciudad de México, México, 1963)

Estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Gra-

bado «La Esmeralda» en la Ciudad de México. Entre sus ex-

posiciones individuales se encuentran Flower Power y Bang!,

ambas en la Galería Ramis Barquet en Monterrey, México;

y en el extranjero Animal, The Power of Nature en Hong

Kong; Recent Work Fernanda Brunet en Diaz Contemporary

en Toronto, Canadá; Happymania y Fight like a girl, ambas

en la Galería Ramis Barquet en Nueva York; y Splorsh en

la GDS Gallery en Costa Rica. Sus exposiciones colectivas

incluyen Interconexiones en la Pinacoteca Diego Rivera en

Xalapa, Veracruz; Bella y Terca, nueve argumentos sobre la

pintura en el Museo de Arte Moderno y la exposición Sucio,

vacio y sin identidad en el Museo Universitario del Chopo de

la UNAM, ambas en la Ciudad de México, así como en otros

espacios de México, y en el extranjero ha participado en las

exhibiciones Pintura Latinoamericana Contemporánea en el

Ecuador; la feria ARCO Madrid 2005, en España; así como en

Art Basel Miami 2004 y Alarma!! Raid Projects en Estados

Unidos. Obtuvo el Premio de Adquisición en Pintura en la VI

Bienal Monterrey FEMSA.

sandra caBriada

(Ciudad de México, México, 1970)

Ha participado en las exposiciones de la Colección FEMSA

Interconexiones en la Pinacoteca Diego Rivera en Xalapa,

Veracruz, Trayectos en el Centro Cultural Chiapas y Una

mirada continental en el Museo de Arte Contemporáneo de

Monterrey (MARCO) en Nuevo León; así como en las exposi-

ciones Creación en movimiento en el Museo de Arte Carrillo

Gil y Pelota roja en el Salón México, ambas en la Ciudad

de México; y en el extranjero en la exhibición Arte en la

ciudad en Saint-Étienne, Francia. Desde 1995 ha colaborado

como decoradora, directora de arte y en el diseño de arte en

una larga lista de corto y largometrajes de México entre los

que se encuentran El evangelio de las maravillas de Arturo

Ripstein, El atentado de Jorge Fons, Paradas continuas de

Gustavo Loza y Nicotina de Hugo Rodríguez, así como las

cintas norteamericanas The Mexican y Before Night Falls,

entre otras. Algunos de los reconocimientos recibidos son el

Premio de Adquisición en Instalación y Mención Honorífica

en la V y IV Bienal Monterrey FEMSA respectivamente, la beca

del Programa de Fomento y Coinversiones a Proyectos del

FONCA, la beca de Jóvenes Creadores para medios alterna-

tivos del FONCA y una residencia de trabajo en la Escuela

Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne, Francia. Ha re-

cibido cuatro nominaciones al Premio Ariel por su trabajo

cinematográfico.

estreLLa carmona

(Veracruz, Veracruz, México, 1962-Ciudad de México,

México, 2011)

Pintora, dibujante y muralista. Estudió en la Escuela de Artes

Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en Ve-

racruz y posteriormente en la Escuela Nacional de Pintura,

Escultura y Grabado «La Esmeralda» en la Ciudad de Mé-

xico. Complementó esta formación con estudios de etnolo-

gía en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y de

filosofía en el Claustro de Sor Juana. En Monclova, Coahui-

la, realizó varios murales en la Siderúrgica Altos Hornos de

México. Expuso su obra de manera individual y colectiva

tanto en el país como en el extranjero. Su primera exposición

individual fue Imágenes de insomnio en 1988 en la Galería

José María Velasco del INBA. Entre sus exposiciones destacan

las presentadas en la Ciudad de México en el Museo Uni-

versitario del Chopo y el Museo de Ciencias y Artes, ambas

de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),

el Salón Nacional de Artes Plásticas del INBA, el Museo de

Arte Carrillo Gil y en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet,

así como en la Galería Ramón Alva de la Canal de Xalapa y

el Centro Cultural Casa Principal del Instituto Veracruzano

de Cultura en el estado de Veracruz. En el extranjero parti-

cipó en la exhibición Colectiva de 16 artistas jóvenes mexi-

canos en Madrid y La pintura herida en Barcelona, España.

También expuso en Estados Unidos, Cuba, Chile, Ecuador,

Francia, Italia, República Dominicana, Sudáfrica y Yugosla-

via. A un año de su fallecimiento se organizó la exposición

homenaje Tempestades de acero en la Galería Eje de la Ciu-

dad de México. Obtuvo numerosos premios y menciones,

incluyendo el Premio de Adquisición del XIV Encuentro de

Arte Joven de Aguascalientes, la Bienal Rufino Tamayo y la

II Bienal Monterrey FEMSA. Fue acreedora de varias becas,

incluyendo de la Fundación Edward Albee de Nueva York,

Estados Unidos, así como del FONCA y CONACULTA.

maría José de La macorra

(Ciudad de México, México, 1964)

Cuenta con una Licenciatura en Artes Visuales de la Escue-

la Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional

Autónoma de México (UNAM) con diploma a la excelencia

académica. Estudió con el maestro Nils-Udo en el Centro de

la Imagen en la Ciudad de México, así como en la Escuela

de Cerámica y Porcelana de Toluca, Estado de México, y

fue artista invitada al taller del ceramista Ryoji Koie, Gifu,

Japón. De manera individual ha expuesto en la Galería de

Arte Mexicano en la Ciudad de México y en el Museo de

Monterrey, en Nuevo León, así como en otras entidades. En

el extranjero, su exposición De las geografías al norte inte-

rior itineró por Japón, China, Nueva Zelandia y Australia.

De manera colectiva ha expuesto en museos y galerías de la

Ciudad de México, incluyendo el Museo de Arte Moderno,

así como en otras entidades del país, e itineró con la Co-

lección FEMSA por Veracruz, Chiapas, Tabasco, Coahuila,

Puebla y la Ciudad de México. En el extranjero, ha partici-

pado en exposiciones tanto individuales como colectivas en

Estados Unidos y Canadá. Fue seleccionada para la II Bie-

nal de Cerámica de Monterrey, Nuevo León; la Bienal de

Escultura Maison Hamel-Bruneau en Quebec, Canadá; y el

Primer Salón Nacional de Artes Visuales, Sección Bienal Tri-

dimensional, en el Centro Nacional de las Artes en la Ciudad

de México. Recibió Mención Honorífica en el Gran Premio

Omnilife en Guadalajara, Jalisco, y Premio de Adquisición

en Escultura en la III Bienal Monterrey FEMSA en 1997. Ha

sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte

del FONCA y cuenta con varias residencias artísticas y becas

tanto nacionales como del extranjero. Su obra se encuentra

en colecciones públicas y privadas de México y Estados Uni-

dos.

gaBrieL de La mora

(Colima, Colima, México, 1968)

Se graduó de arquitecto con honores en la Universidad Aná-

huac en la Ciudad de México y posteriormente recibió una

beca Fulbright-García Robles para cursar una Maestría en

Artes en el Pratt Institute de Nueva York. Su obra consiste

en una investigación y experimentación del dibujo, la escul-

tura y la pintura, llevándolas a un sistema poco tradicional

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en donde coexiste un balance entre lo formal y lo concep-

tual. Su trabajo ha sido presentado de forma individual en

la Galería OMR en la Ciudad de México, Sicardi Gallery en

Houston, Texas, el Museum of Latin American Art en Long

Beach California y en el Centro Cultural Bastero Kulturgu-

nea, Andoain (Gipuzkoa), en España. Ha participado en va-

rias exposiciones colectivas entre las que destacan el Museo

Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, el Museo

de Arte Moderno y la Fundación/Colección Jumex en la Ciu-

dad de México, el Centro Gallego de Arte Contemporáneo

en España y el Museum of Fine Arts en Houston, Texas, en-

tre otros. Editó su primer libro titulado Pulsión y método,

que abarca una selección de siete años de trabajo, así como la

publicación de Alegorías capilares, pelo humano sobre papel

en la obra de Gabriel de la Mora, libro de Sergio Rodríguez

Blanco que recibió el Premio Bellas Artes Luis Cardoza y

Aragón para Crítica de Artes Plásticas.

marianna deLLeKamP

(Ciudad de México, México, 1968)

Realizó estudios en la Ciudad de México y Nueva York. Ha

expuesto de forma individual en diversos espacios de México

como la Galería Nina Menocal, el Museo de Arte Moderno,

el Museo Universitario de Ciencias y Artes de la UNAM, y

el Centro de la Imagen en la Ciudad de México; el Centro

de las Artes de Guanajuato en Salamanca, Guanajuato; y el

Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce en Morelia,

Michoacán; y en el extranjero, en España y Colombia. De

forma colectiva ha participado en exposiciones dentro de Eu-

ropa, Estados Unidos y México. En 1996 obtuvo el Primer

Premio en el XVI Encuentro de Arte Joven convocado por

el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACUL-

TA) y el Instituto Cultural de Aguascalientes; ha obtenido las

distinciones de Primer Premio, Segundo Premio y Mención

Honorífica en tres ediciones del Salón Internacional de Gua-

dalajara, Jalisco; Mención Honorífica en la I Bienal Interna-

cional de Fotografía de Puerto Rico y Premio de Adquisición

en la X Bienal Monterrey FEMSA. Recibió en dos ocasiones

la Beca Jóvenes Creadores del FONCA de CONACULTA y de

2009 a 2011 perteneció al Sistema Nacional de Creadores de

esta misma institución. Su obra forma parte de colecciones

privadas y públicas nacionales y del extranjero, entre las que

destacan en México el Museo de Arte Moderno, la Colección

Isabel y Agustín Coppel, la Colección FEMSA, el Centro de la

Imagen, el Consejo Mexicano de Fotografía y en el Sistema

Nacional de Fototecas (SINAFO) - Fototeca Nacional del INAH

en Pachuca, Hidalgo, México.

oscar FarFán

(Ciudad de Guatemala, Guatemala, 1973)

Nacionalizado mexicano, es fotógrafo y artista visual. Estu-

dió la Licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico

y de Estudios Superiores de Monterrey y se especializó en

fotografía en esta misma institución donde cursó un Diplo-

mado en Teoría y Producción Fotográfica Digital, así como

en el Centro de la Imagen donde tomó un Seminario de Foto-

grafía Contemporánea e Imagen en Movimiento. Estudió la

Maestría en Artes Visuales especializado en Fotografía en la

Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacio-

nal Autónoma de México (UNAM), con mención honorífica.

Su trabajo ha sido expuesto en México, Estados Unidos y

Colombia. Entre los premios y reconocimientos obtenidos se

encuentran el Premio de Adquisición en la IX Bienal Monte-

rrey FEMSA en el 2009 y la beca del Programa de Fomento y

Coinversiones a Proyectos del FONCA en el 2008-2009. Ha

formado parte también de la Selección de Artistas Emergen-

tes para Coleccionistas mART en el 2007-2008 y de la VII

Bienal de Puebla de los Ángeles en el 2007. En el 2006-2007

fue acreedor de la Beca DGEP-UNAM. Pertenece al Sistema Na-

cional de Creadores de Arte del FONCA.

cLaudia FernándeZ

(Ciudad de México, México, 1965)

Recibió su formación artística en la Escuela Nacional de Ar-

tes Plásticas, San Carlos, en la Ciudad de México y en el Ins-

tituto Cultural Cabañas en Guadalajara, Jalisco. Ha expues-

to de manera individual en México, Suiza, España y Estados

Unidos, entre las que destacan las exposiciones Abstract Pos-

sible con la curaduría de Maria Lind en el Museo Tamayo

en el 2011 y Diferencias reunidas en Palacio de Bellas Artes,

ambas en la Ciudad de México. De manera colectiva ha ex-

puesto en varios sitios de la Ciudad de México, Guadalajara

y Monterrey, incluyendo el Museo de Arte Carrillo Gil en

la Ciudad de México, el Centro de Arte Moderno de Gua-

dalajara, Jalisco, y el Museo de Monterrey en Nuevo León.

En el extranjero ha participado en exposiciones colectivas

en Alemania, Francia, Estados Unidos, España, Canadá y

Colombia. Fue artista invitada en el programa Aprendiendo

a través del arte en escuelas públicas de la Ciudad de Méxi-

co del Guggenheim Museum en Nueva York y formó parte

de la exhibición The Right to Hope que itineró en África,

América y Asia. Ha participado en Art Basel Miami en el

2010 y la feria ARCO Madrid, España, en el 2003, así como

en las subastas anuales del Museo de Arte Contemporáneo

de Monterrey (MARCO) en México. Fue seleccionada en la II

y III Bienal Monterrey FEMSA, recibiendo el Premio de Ad-

quisición en Instalación en la III Edición. También participó

en la Bienal de Pintura de Sao Paulo, Brasil, en 1990. Otras

distinciones obtenidas son el Premio Cuitzmala del Institu-

to Cultural Cabañas de Guadalajara, Jalisco, y la beca de

Jóvenes Creadores del FONCA. Su obra pertenece a diversas

colecciones de arte en México y Estados Unidos.

migueL FernándeZ

(Hermosillo, Sonora, México, 1986)

Estudió artes plásticas en la Universidad de Sonora y filosofía

en la Universidad Autónoma de Baja California. Cuenta con

las exposiciones individuales Imposturas y Fin del camino,

en Hermosillo, Sonora; y Algo que habiendo empezado bien

se ha estropeado, en la Ciudad de México. De manera colec-

tiva su trabajo se ha exhibido en diferentes ciudades del país

como Hermosillo, Tijuana, Mexicali, Culiacán y la Ciudad

de México; y en el extranjero en Los Ángeles y Nueva York

en Estados Unidos. Entre las distinciones recibidas cuenta

con el Premio de Adquisición del Concurso Estatal de Foto-

grafía Creativa de Sonora en el 2008 y en la X Bienal Monte-

rrey FEMSA en el 2012; y Mención Honorífica en la II Bienal

Nacional de Pintura Miradas de Tijuana y en la XII Bienal de

Artes Visuales del Noroeste. Ha sido seleccionado para parti-

cipar en Descubrimientos PHotoEspaña del 2011 en Madrid,

España, y obtuvo The Tierney Fellowship de Nueva York en

el 2010. Fue becario del FECAS, el Programa de Estímulo a la

Creación y al Desarrollo Artístico del Instituto Sonorense de

Cultura, en el 2009, y actualmente es beneficiario de la beca

que ofrece el FONCA del Consejo Nacional para la Cultura y

las Artes (CONACULTA). Su obra forma parte de la colección

permanente del Museum of Latin American Art (MOLAA) de

Long Beach, California, y de la Colección FEMSA en México.

Actualmente vive y trabaja en el desierto de Sonora.

mauricio gattás

(Monterrey, Nuevo León, México, 1970)

Empezó a experimentar con diferentes técnicas como lápiz,

carboncillo, acuarela y óleo en 1990, posteriormente ingre-

só al taller de Ximena Subercaseaux en Monterrey, Nuevo

León, y estudio técnicas de óleo en el taller de los maestros

Alejandro Decinti y Óscar Villalón en Madrid, España. Ha

participado en las exposiciones colectivas Entre siglos, arte

nuestro Monterrey 2006 en el Museo Metropolitano de

Monterrey, y el Juguete mexicano en el Centro de las Artes

de Nuevo León; en el proyecto Marcomóvil del Museo de

Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO); así como en

espacios de Oaxaca y la Ciudad de México; y en el extranje-

ro en la Escuela Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne,

Francia. Fue seleccionado en la Reseña Anual de la Plástica

Nuevoleonesa de la Casa de la Cultura de Nuevo León en el

2005 y obtuvo una residencia de trabajo en la Escuela Su-

perior de Arte y Diseño de Saint-Étienne, Francia. Entre los

reconocimientos recibidos se encuentran Premio de Adqui-

sición en el Formato Tridimensional en la VII Bienal Mon-

terrey FEMSA y el primer lugar en el Salón de Noviembre de

Arte AC en Monterrey, Nuevo León.

adeLa goLdBard

(Ciudad de México, México, 1979)

Estudió la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Univer-

sidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Realizó es-

tudios de fotografía en la Escuela Activa de Fotografía y en

el Centro de la Imagen en México. Actualmente imparte el

Taller de Producción de Fotografía en la Escuela Nacional

de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda» en la Ciu-

dad de México. Su obra ha sido exhibida en México, tanto

de forma individual en el Museo de Arte de Sinaloa, Museo

Arocena en Coahuila, Museo de Arte Contemporáneo de

San Luis Potosí y Museo de la Ciudad de Querétaro; como

colectiva en el Museo de San Ildefonso, Centro de la Imagen,

Biblioteca Vasconcelos, Polyforum Siqueiros y en el Centro

Cultural Estación Indianilla en la Ciudad de México. En

el extranjero ha participado en exposiciones en Alemania,

Rusia, Hungría, Holanda, Filipinas, Argentina, Washington

y Nueva York. Obtuvo el Premio de Adquisición en la VIII

Bienal Monterrey FEMSA, fue seleccionada en la XII Bienal

de Fotografía del Centro de la Imagen y obtuvo Mención

Honorífica en el Encuentro Nacional de Arte Joven 2007. Ha

recibido el apoyo del Programa de Fomento y Coinversiones

a Proyectos del FONCA en el 2009-2010, fue becaria de The

Tierney Fellowship 2008-2009 y del programa Jóvenes Crea-

dores del FONCA en el 2005-2006.

gruPo semeFo

Fundado en 1990 por los artistas Teresa Margolles, Carlos

López, Arturo Angulo y Juan Luis García, al que posterior-

mente ingresaron y egresaron diversos artistas. Su produc-

ción presenta la violencia social por medio de una variedad

de soportes como la fotografía, la instalación, el video y el

performance. El Grupo SEMEFO, abreviatura para Servicio

Médico Forense, en un principio se dedicó a hacer perfor-

mance utilizando cadáveres de animales; posteriormente fue-

ron ingresando en el campo de las intervenciones y la insta-

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lación. Su primer performance realizado fue Viento Negro

presentado en La Quiñonera en 1990, también de este mis-

mo año son Imus carcer y Cabezas en La Última Carcajada

de la Cumbancha. En 1993 presentaron Máquinas célibes en

el museo Ex Teresa Arte Actual y posteriormente en 1994,

Lavatio Corporis, instalación presentada en el Museo de

Arte Carrillo Gil en la Ciudad de México y con la que dan

el cambio del performance a la instalación. Algunas de sus

piezas son Carrusel, de 1994; Gusanos devorando restos de

caballo, 1995; Dermis, 1996; Mineralización estéril, 1997;

Sillón tapizado y Entierro, 1998; y Lienzo, 1999-2000. El

Grupo SEMEFO obtuvo el Premio de Adquisición en Instala-

ción en la IV Bienal Monterrey FEMSA. El colectivo se encuen-

tra actualmente disuelto.

ruBén gutiérreZ

(Monterrey, Nuevo León, México, 1972)

Es Maestro en Artes por la Academia de San Carlos de la

Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Na-

cional Autónoma de México (UNAM). Fundador y director

de ObjectNotFound.org, una organización independiente y

no lucrativa con la misión de promover el conocimiento de

la cultura contemporánea: artes visuales, música electrónica,

performance, moda urbana y diseño industrial en Monte-

rrey, México. Desde 1993 su obra y proyectos curatoriales se

han expuesto en países como México, Estados Unidos, Espa-

ña, Cuba, Argentina, Ecuador, Perú, Puerto Rico, Holanda,

Francia, República Checa, China, Japón, Rusia, India e Irán.

Como curador ha organizado exhibiciones y programas de

video arte en México, Estados Unidos, Suiza, Perú y la India.

Ha participado en diversas bienales tanto en México como en

el extranjero. Entre los reconocimientos recibidos se encuen-

tran el Primer Premio en Pintura y Premio de Adquisición en

la I y II Bienal Regional de la Plástica Joven de Monterrey,

Nuevo León, respectivamente; Premio de Adquisición en la

VI Bienal Monterrey FEMSA y en el XXI Encuentro Nacional

de Arte Joven de Aguascalientes; y Mención Honorífica en

la XIV Bienal Rufino Tamayo de la Ciudad de México. Ha

participado en programas de artista en residencia en Cuba,

Estados Unidos, Francia, Suiza, México y Sudáfrica. Fue be-

cario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes dentro

del programa Jóvenes Creadores y actualmente es parte del

Sistema Nacional de Creadores de Arte de CONACULTA.

Francisco Larios

(Guaymas, Sonora, México, 1960)

Estudió la Licenciatura en Diseño Gráfico en el Instituto de

Estudios Superiores de Ciencia y Tecnología en Gómez Pa-

lacio, Durango. Cuenta con una larga lista de exposiciones

tanto individuales como colectivas. De manera individual

ha expuesto en México en el Centro de las Artes de Nue-

vo León y el Museo de Monterrey, Nuevo León, así como

en espacios de Guanajuato, Sonora, Oaxaca y la Ciudad de

México; y en el extranjero en Alemania, Australia, Estados

Unidos e Italia. De manera colectiva ha participado en expo-

siciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey

(MARCO) en Nuevo León, en el Museo de Arte Carrillo Gil

y en otros espacios de la Ciudad de México, así como en

Oaxaca, Morelia, Jalisco, Tamaulipas y Coahuila. En el ex-

tranjero ha participado en Art Basel Miami 2004 y Art Chi-

cago en 1997 en Estados Unidos, así como en exposiciones

en Alemania, Suiza, España, Francia, Costa Rica, Panamá,

Argentina, Ecuador, Brasil y Venezuela. Su trabajo ha sido

acreedor a numerosos premios y distinciones nacionales e in-

ternacionales como el Premio de Adquisición de la III Bienal

Monterrey FEMSA en 1997, Gran Premio Omnilife en 1999,

el primer lugar en la VII Bienal de Cuenca, Ecuador, así como

en la XII Bienal Rufino Tamayo, el Salón de la Fotografía de

la Cineteca de Nuevo León y la Bienal Regional de Pintura

del Norte, en México; y Mención Honorífica en Pintura en

la Bienal de Arte Alfredo Zalce de Morelia, Michoacán. Su

obra se encuentra en colecciones públicas y privadas de Es-

tados Unidos, Francia y México, incluyendo las del Museum

of Contemporary Art San Diego, Museum of Fine Arts de

Houston, Museé de Arte Modesta de Montpellier, Francia, y

del Centro de las Artes de Nuevo León, Pinacoteca de Nuevo

León y la Colección FEMSA en México.

José LaZcarro

(Puebla, Puebla, México, 1941)

Artista plástico visual, académico e investigador. Egresado

de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad

Nacional Autónoma de México (UNAM). Es maestro emérito

de la Universidad de las Américas de Puebla. Ha participado

activamente en el movimiento de formación de diferentes es-

cuelas de arte y grupos de creación artística en México desde

la década de los setenta hasta la actualidad. Cuenta con ex-

posiciones individuales en Puebla, Querétaro y la Ciudad de

México; y en el extranjero destacan las exposiciones Muestra

José Lazcarro y Muestra de gráfica en Italia, y en el Museo

de Arte Moderno de Setagaya, Japón. De manera colectiva

ha participado en diversas exposiciones tanto en la Ciudad

de México como en otras entidades del país entre las que

destacan 50 años de La Esmeralda y Exposición del Bicente-

nario de la Independencia, ambas en el Museo Nacional de

la Estampa en la Ciudad de México; y Corazoles en Puebla,

una exhibición de arte y responsabilidad social realizada en

Puebla, México. En el extranjero ha expuesto en el Museo

Nacional de China en Beijing, así como en Estados Unidos,

Canadá y Japón. Desde 1961 ha realizado murales para di-

versas instituciones y edificios de la Ciudad de México, Pue-

bla y en Estados Unidos. Fue seleccionado para participar en

la Muestra México-Japón de Arte Washi Zokei en Japón; y

en diversas bienales tanto en México como en el extranjero.

Ha obtenido residencias y estancias de estudios en Francia,

Estados Unidos, Japón y España. Obtuvo el Premio de Ad-

quisición en la IX Bienal Monterrey FEMSA. Entre otras dis-

tinciones recibidas fue seleccionado como el artista creador

más importante de la ciudad de Puebla, su pieza El último

de los justos fue denominada Pieza Icónica del Bicentenario

Mexicano en el Museo Nacional de la Estampa en la Ciudad

de México y obtuvo el Premio Quetzal por su trayectoria

artística en Puebla, Puebla.

aLeJandro LóPeZ saLdaña

(Ciudad de México, México, 1971)

Actualmente vive y trabaja en Mendoza, Argentina. Estudió

la Licenciatura en Artes Visuales en la Escuela Nacional de

Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de Mé-

xico (UNAM), así como una Maestría en Escultura con David

Evison en la Universität der Künste en Berlín, Alemania. Co-

laboró con Helen Escobedo y fue asistente de Federico Silva.

Ha sido profesor en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de

la UNAM, profesor invitado por la Kunsthochschule Kassel,

Alemania, y profesor de la Facultad de Artes y Diseño de la

Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza, Argentina. Sus

obras se han expuesto tanto individual como colectivamente

en diversos recintos culturales y galerías de México, así como

en Argentina y Alemania. Entre los premios y distinciones

obtenidos destacan en el 2010 la Beca del Laboratorio de

Investigación en Prácticas Artísticas Contemporáneas (LIPAC)

en Buenos Aires, Argentina; Beca del Seminario Entrecam-

pos Regional en Mendoza y Buenos Aires, Argentina; Beca

del Fondo Nacional de las Artes para el Taller de Análisis y

Seguimiento de Obra en San Juan y Mendoza, Argentina; así

como una residencia artística en la Escuela Superior de Arte

y Diseño de Saint-Étienne, Francia, en el 2008; el Premio

de Adquisición en la VIII Bienal Monterrey FEMSA, México,

en el 2007; y una Beca del Servicio Alemán de Intercambio

Académico (DAAD) para una estancia corta de investigación

en la Embajada de México en Berlín, Alemania, en el 2003.

miriam medreZ

(Ciudad de México, México, 1958)

Obtuvo la Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad

Nacional Autónoma de México (UNAM). Realizó estudios en

la Universidad de Concordia, en Montreal, Canadá, y en el

Taller de Instalación de Helen Escobedo en Monterrey, Mé-

xico. Fue asistente de profesor en la Escuela de Artes Betzalel

en Israel. Ha expuesto de manera individual en el Museo de

Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), la Casa de la

Cultura de Nuevo León y la galería Arte Actual Mexicano en

Monterrey, Nuevo León; en el Centro de las Artes San Luis

Potosí; el Museo de Arte Zapopan en Jalisco; y en la Casa del

Lago en la Ciudad de México. De manera colectiva ha parti-

cipado en gran número de exposiciones incluyendo Historia

de mujeres: artistas en México del siglo XX en el museo MAR-

CO, Manos que ven ojos que sienten en el Fórum Universal

de las Culturas y 100 años a través de 100 artistas del Museo

de Monterrey, en Nuevo León, así como las exhibiciones Un

panorama del arte mexicano y Una mirada continental de

la Colección FEMSA. En la Ciudad de México ha expuesto

en el Museo Universitario del Chopo de la UNAM, el Museo

de Arte Moderno y el Museo del Palacio de Bellas Artes, así

como en galerías y museos de Tamaulipas, Chihuahua, Vera-

cruz, Puebla, Hidalgo, Yucatán, Oaxaca y Aguascalientes; y

en el extranjero, en Estados Unidos, Venezuela, El Salvador,

China, Dinamarca, Francia, Puerto Rico, Irlanda, Portugal,

Austria y Canadá. Algunos de los reconocimientos recibidos

son el Premio de Adquisición de Escultura en la III Bienal

Monterrey FEMSA, premio I Bienal de Cerámica en Arte del

INBA y Premio de Adquisición en la Bienal de Arte en Cerámi-

ca de Nuevo León. Sus esculturas se encuentran en diversas

colecciones de México, Puerto Rico, Dinamarca y China.

yoLanda mora

(Berkeley, California, Estados Unidos, 1960)

De nacionalidad mexicana, estudió artes visuales en la Es-

cuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacio-

nal Autónoma de México (UNAM). Ha expuesto de manera

individual en galerías y espacios de Nuevo León, Oaxaca,

Yucatán y la Ciudad de México, así como en Merano, Italia.

Fue seleccionada para participar en exposiciones colectivas

en el Museo Universitario del Chopo de la UNAM y en otros

espacios de la Ciudad de México, así como en los estados de

Sonora, Yucatán y Guanajuato; en el extranjero participó en

la exposición Arte en la ciudad en Saint-Étienne, Francia, así

como en exhibiciones en Uruguay, Bolivia y China. Cuen-

ta con una larga lista de reconocimientos y premios entre

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los que se encuentran el Premio de Adquisición en Pintura y

Mención Honorífica como representante del Distrito Federal

en la V y IX Bienal Monterrey FEMSA respectivamente, Premio

de Adquisición en la Categoría de Dibujo y Mención Hono-

rífica en la II y I Bienal de Artes Plásticas de Yucatán respec-

tivamente, Mención Honorífica en la I Bienal Olga Costa de

Guanajuato y los premios de adquisición en la Bienal Inter-

nacional Juguete Arte-Objeto del Museo José Luis Cuevas

en la Ciudad de México, en el Primer Salón Anual de Mini-

Estampa en el Museo Nacional de la Estampa en la Ciudad

de México y en la exposición colectiva 50 años de la lucha

por la alimentación CONASUPO-INBA. Fue también acreedora

de una residencia de trabajo en la Escuela Superior de Arte y

Diseño de Saint-Étienne, Francia, y la Beca de Creadores del

Sistema Nacional de Creadores de Arte de CONACULTA. Su

obra se encuentra en colecciones de México, como el Museo

José Luis Cuevas y la Colección FEMSA, y del Museo de Arte

de Saint-Étienne, Francia.

Laura quintaniLLa

(Ciudad de México, México, 1960)

Cursó la Licenciatura en Diseño Gráfico en la Escuela de

Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes

(INBA) y Maestría en Artes Visuales en Pintura en la Escue-

la Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional

Autónoma de México (UNAM). Ha participado en varias ex-

posiciones individuales y colectivas. Entre las individuales,

ha expuesto en el Museo de Monterrey, Nuevo León; en el

Museo de Arte Contemporáneo de Aguascalientes y en la

Galería de la Ciudad de Aguascalientes; así como en Queré-

taro, Estado de México, Jalisco, Zacatecas, Baja California

Sur y en la Ciudad de México. En el extranjero, cuenta con

exposiciones individuales en Estados Unidos y Madrid. De

manera colectiva participó en la exhibición Texturas, tonali-

dades y resonancias latinoamericanas de la Colección FEMSA

en el Museo Nacional de Arte en la Ciudad de México; así

como en exposiciones en el Museo de Arte Moderno y Mu-

seo de Arte Carrillo Gil en la Ciudad de México, y en diver-

sas entidades del país. En el extranjero, fue seleccionada para

la exhibición 34 Artistas Mexicanos en el Centro Cultural de

México en París, Francia; participó en la feria ARCO Madrid

98 en España y Art Chicago 2000 en Estados Unidos; y ha

expuesto en el Museo de Arte Moderno en Setagaya, Japón,

y en Los Angeles, Estados Unidos. Fue seleccionada para la

II Bienal de Pintura del Caribe y Centroamérica en Santo Do-

mingo en 1994, y en la VI, VIII y IX Bienal Rufino Tamayo en

la Ciudad de México. En 1992 obtuvo el Premio de Adqui-

sición de Pintura en la I Bienal Monterrey FEMSA y en 1995,

el Primer Premio en el Certamen Nacional de Pintura Los

Ferrocarriles y la Pintura del Museo Nacional de los Ferro-

carriles. Ha sido acreedora de la beca del FONCA para jóvenes

creadores en México.

rosa maría roBLes

(Culiacán, Sinaloa, México, 1963)

Estudió la carrera de pintura en la Escuela de Artes y Oficios

de la Universidad Autónoma de Sinaloa y continuó su for-

mación en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Gra-

bado «La Esmeralda» en la Ciudad de México. Ha expuesto

de manera individual en museo Ex Teresa Arte Actual y en

el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México; en el

Museo de Monterrey, Nuevo León; y en espacios de Baja

California, Culiacán, Jalisco y Guanajuato. En el extranjero

ha expuesto en Barcelona, España, y su exposición Navajas,

presentada en el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo

Lam de La Habana, Cuba, fue considerada por la televisión

cubana como la mejor muestra internacional de artes visua-

les del 2010. De manera colectiva ha participado en exposi-

ciones itinerantes de artes plásticas y visuales de Sinaloa, en

la exhibición Una mirada continental en el Museo de Arte

Contemporáneo de Monterrey (MARCO) de Nuevo León, y

Texturas, tonalidades y resonancias latinoamericanas en el

Museo Nacional de Arte en la Ciudad de México, ambas de

la Colección FEMSA. Entre sus exposiciones colectivas más

relevantes en el extranjero se encuentra Broken Borders en

Vancouver, Canadá. Ha sido seleccionada en diversas biena-

les tanto en México como en el extranjero. Entre los premios

recibidos se encuentran el Premio de Adquisición de Escul-

tura en la I Bienal Monterrey FEMSA en 1992; Gran Premio

y Mención Honorífica en el Gran Premio Omnilife 2000

y 2001, respectivamente; Premio MARCO 94, donde fue la

única escultura finalista, en el museo MARCO de Monterrey,

Nuevo León; y el Gran Premio Nacional Cuizmala 88 del

Hospicio Cabañas en Guadalajara, Jalisco. Ha sido miembro

del Sistema Nacional de Creadores de Arte de CONACULTA.

Su obra pertenece a colecciones de México y Cuba, inclu-

yendo la Colección FEMSA, museo MARCO y Museo de Arte

Moderno de México.

BetsaBeé romero

(Ciudad de México, México, 1963)

Cuenta con una Maestría en Artes Visuales de la Escuela

Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Au-

tónoma de México (UNAM) y títulos del Museo del Louvre y

la Escuela de Bellas Artes en París, así como con estudios de

doctorado en Historia del Arte en la UNAM. Ha participado

en un gran número de exposiciones tanto individuales como

colectivas en México y el extranjero, incluyendo una exposi-

ción itinerante por Colombia, Venezuela, Perú, Brasil y Ar-

gentina. En el 2005 tuvo una exposición de honor en la Bie-

nal de Arte Contemporáneo La Paz en Bolivia, así como la

exhibición Mezquita Urbana. Project Room en la feria ARCO

Madrid, en el 2007. Ha participado en bienales y trienales de

México y del extranjero en Canadá, Estados Unidos, España,

Eslovenia, Cuba, Brasil, Egipto, Honduras y Puerto Rico, re-

cibiendo el Premio de Adquisición en la II Bienal Monterrey

FEMSA, México, en 1994, así como en certámenes de Egipto y

Francia. Participó en el Art Fair of Chicago y FIAC de París en

1999. Ha sido becaria del Consejo Nacional para la Cultura

y las Artes y del Sistema Nacional de Creadores. Sus obras

pertenecen a colecciones públicas y privadas incluyendo la

Colección Daros de Suiza, la Colección FEMSA de México, así

como Jacques and Natasha Gelman Collection del Metropo-

litan Museum of Art y del Museo de Arte Contemporáneo de

Houston, además de otras colecciones en México, Estados

Unidos, Australia y España.

diego toLedo

(Ciudad de México, México, 1964)

Actualmente reside en Berlín, Alemania. Estudió en la Escue-

la Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional

Autónoma de México (UNAM) y cursó un taller de gráfica

en el Centro de Investigación y Experimentación Plástica del

Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en México. Entre

sus exposiciones se encuentran Te tenemos rodeado, que se

presentó en una exhibición de arte público y en el Centro de

la Imagen, ambos en la Ciudad de México, y en el Centro

Morelense de las Artes en Cuernavaca, Morelos. De manera

individual también ha expuesto en la Sala de Arte Público

Siqueiros y en otros espacios de la Ciudad de México; y en

el extranjero en Nueva York, Estados Unidos. Ha participa-

do en exposiciones colectivas en el Museo Universitario de

Arte Contemporáneo de la UNAM, el Museo de Arte Carrillo

Gil y en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de Méxi-

co, y en otras entidades del país incluyendo Nuevo León,

Guanajuato y Yucatán. En el extranjero cuenta con expo-

siciones colectivas en Estados Unidos, Alemania, Holanda,

Dinamarca, España, Francia, Chile, Canadá y Corea del Sur.

Fue seleccionado en la exhibición Una mirada continental

de la Colección FEMSA en el Museo de Arte Contemporáneo

de Monterrey (MARCO) en Nuevo León. Entre los premios y

distinciones recibidos se encuentran el Premio a Escultura en

la III Bienal Nacional de Artes en Yucatán en el 2006 y el Pre-

mio de Adquisición de Escultura en la VI Bienal Monterrey

FEMSA en el 2003, así como una residencia en Saint-Étienne,

Francia.

Katrien m. vangHeLuwe «trini»

(Flandes, Bélgica, 1962)

Su introducción a las artes fue en clases de dibujo de anima-

les en el zoológico de Amberes. Estudió arte en la Academie

de Brugge y después en la Koninklijke Academie voor Scho-

ne Kunsten en Amberes. En 1986 el Gobierno de Bélgica y la

Secretaría de Relaciones Exteriores de México le otorgaron

una beca para estudiar en la Academia de San Carlos en la

Ciudad de México, donde vive a partir de ese año. Entre

sus exposiciones más recientes se encuentran Transeúntes,

del 2012, y Anónimos, del 2011, en la Galería Arte Actual

Mexicano en Monterrey, Nuevo León, y la Ciudad de Mé-

xico, respectivamente. Ha expuesto individualmente en la

Ciudad de México y en los estados de Nuevo León, Puebla

e Hidalgo; y en el extranjero, en Holanda, Estados Unidos y

España. Entre sus exposiciones colectivas se encuentran Bus-

car lo real, exposición de dibujo en el Museo Nacional de San

Carlos y Caligrafías urbanas 10 x 10, arte urbano peatonal

en la Ciudad de México; Cruce de caminos, en Guanajuato;

así como exposiciones en la Ciudad de México y en Nuevo

León. Formó parte de la exhibición Una mirada continental

y Texturas, tonalidades y resonancias latinoamericanas de

la Colección FEMSA en el 2005 y 2001, respectivamente. En

el extranjero, ha participado en exposiciones colectivas en

Estados Unidos, Holanda, Francia, Brasil y Bélgica. Algunos

de los reconocimientos recibidos son Mención Honorífica en

la XV Bienal de Pintura Rufino Tamayo y en el II Concurso de

Pintura Johnnie Walker; el Premio de Adquisición en Pintura

en la IV Bienal Monterrey FEMSA y Mención Honorífica como

representante del Distrito Federal en la II Bienal Monterrey

FEMSA; y el premio de Philippe Guimiot Art Gallery, en Bél-

gica. Su obra pertenece a colecciones públicas y privadas en

México, incluyendo la Colección FEMSA.

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BienaL monterrey Femsa 1992-2012Jurado y artistas seLeccionados

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i BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Olivier Debroise

Luis Carlos Emerich

Manuel Felguérez

Jorge García Murillo

Fernando González Gortázar

Jorge Alberto Manrique

Raquel Tibol

Artistas seleccionados:

Manuel Ahumada

Lucas Alemany

Rita Amaya

Laura Anderson Barbata

Luis Argudin

Francisco Javier Astorga

Gerardo Azcúnaga

Helen Bickham

Walther Boelsterly

Jordi Boldó

Alberto Calzada

Enrique Canales

Alberto Carlos

Estrella Carmona

Juan Castañeda

Mónica Castillo

Francisco Castro Leñero

José Castro Leñero

Miguel Castro Leñero

Alicia Ceballos

Rosalina Cervantes

Roberto Cordero

José Costales

Javier de la Garza

Yvonne Domenge

Arturo Elizondo

Renato Esquivel

Claudio Fernández

José Francisco

Sergio Galán

Fernando Gallo

Gil Garea

Rodolfo Garza «Rogar»

Yolanda Garza

Manuela Generali

Masaru Goji

Alfredo Martín Gómez

Diamantina González

Antonio G. Luquín

Helena González

Irma Griza

Grupo Exámetro

(Virginia Ayala, Rosa María Murillo

y José Luis Venegas)

Javier Guadarrama

Rosario Guajardo

Rosario Guerrero

Rosario Guillermo

Tony Hambleton

Aníbal Hernández

José Antonio Hernández

Estela Hussong

Brian Hutchinson

Humberto Jiménez

Perla Krauze

Francisco Larios

Marina Lascaris

Isabel Leñero

Rosa Lima Ramos

Sara Lowry

Adriana Margáin

Javier Marín

Jorge Marín

Manuel Marín

Ramón Marín

José Martínez

Marco Antonio Martínez

Jesús Mayagoitia

Arturo Mecalco

Diego Medina

Miriam Medrez

Jesús Mendez

Juan Carlos Merla

Fannie Morell

Antonio Nava Tirado

Paul Nevin

Hiroyuki Okumura

Eduardo Olbe’s

Antonio Ortiz «El Gritón»

Kiyoto Ota Okuzawa

Irma Palacios

Uriel Parker

Adolfo Patiño

Yolanda Paulsen

Alicia Paz

Agustín Portillo

Georgina Quintana

Laura Quintanilla

Alberto Ramírez

Noemí Ramírez

Oscar Ratto

Oris Robertson

Rosa María Robles

Betsabeé Romero

Matti Romo

Pablo Rulfo

Alejandro Santiago

Maru Santos

María Serrano

Eloy Tarcisio

Jaime Tejeda

Paloma Torres

Marco Antonio Trovamala

Katrien M. Vangheluwe «Trini»

Marco Vargas

Javier Vázquez «Jazzamoart»

Saúl Villa

Boris Viskin

Alejandro Von Waberer

Lucille Wong

Marysole Wörner

Jorge Yázpik

Ozcar Zamarripa

Rafael Zamarripa

Rodolfo Zanabria

ii BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Olivier Debroise

Rita Eder

Ignacio Salazar

Osvaldo Sánchez

Guillermo Santamarina

Raquel Tibol

Jorge García Murillo

Artistas seleccionados:

Pawel Anaszkiewicz

Laura Anderson Barbata

Javier Anzures

Luis Argudin

Gerardo Azcúnaga

Oscar Bächtold

Jordi Boldó

Arturo Buitrón

Bernardo Calderón

Alberto Calzada

Enrique Canales

Dámaso Canales

Enrique Cantú

Estrella Carmona

José Castro Leñero

Jesús Agustín Castro

Alicia Ceballos

Rafael Charco

Kathleen Clement

Gloria Collado

Dionisio Cortés

María Elena Cueva

Héctor Manuel de Anda

Roberto de la Torre

Alexandrine de Premio Real

Yvonne Domenge

Renato Esquivel

Mariuca Etienne

Claudia Fernández

Claudio Fernández

Francisco Fernández «Taca»

Alfredo Flores

Ana María Fuentes

Guillermo Aurelio Gadda

Sergio Galán

Noé Armando García

Elva Garma

Yolanda Garza

Manuela Generali

Alfredo Martín Gómez

Melquiades González

Diamantina González

Sergio González

Grupo 19 Concreto

(Fernando de Alba,

Roberto de la Torre,

Ulises Mora y Alejandro Sánchez)

Rosario Guajardo

Ismael Guardado

Diego Gutiérrez

Aníbal Hernández

Arturo Hernández

Gilberto Hernández

José Antonio Hernández

Olga Hubard

Yasmín Kashfi

Perla Krauze

Margarita Rosa Lara

Francisco Larios

Marina Lascaris

Juan Alberto Mancilla

Adriana Margáin

Jacobo Margolis

Jorge Marín

Manuel Marín

Ramón Marín

Carlos Márquez

Ramiro Martínez Plasencia

Diego Medina

Miriam Medrez

Alfonso Mena

Francisco Mendoza

Juan Carlos Merla

Ulises Mora

Timothy Nash

Antonio Nava Tirado

Fernando Palomar

Knut Pani

Alejandro Pérez Muñoz

Mario Rangel Faz

Oscar Ratto

Jesús Reyes Cordero

Oris Robertson

Víctor Rodríguez

Betsabeé Romero

Mauricio Sandoval

Paula Santiago

Teresa Serrano

Guadalupe Sierra

David Silva

Pablo Szmulewicz

Mariano Torres

Katrien M. Vangheluwe «Trini»

Fernando Varela

Javier Vázquez «Jazzamoart»

María Teresa Velázquez

José Luis Venegas

Fernando Villalvazo

Barry Wolfryd

Marysole Wörner

Jorge Yázpik

Moisés Zabludovsky

Beatriz Zepeda

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iii BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Agustín Arteaga

Nelly Perazzo

Liliana Porter

Osvaldo Sánchez

Raquel Tibol

Artistas seleccionados:

Fernando Aceves

Franco Aceves

Lourdes Álvarez

Ernesto Álvarez

Laura Anderson Barbata

Gabriela Arévalo

Gustavo Artigas

Maribel Avilés

Rodrigo Ayala

Oscar Bächtold

Jordi Boldó

Kenneth Bostock

Stefan Brüggemann

Juan Caballero

Enrique Cantú

Tomás Capistrán

José Castro Leñero

Antonio Castro

José Ignacio Cervantes

José Jesús Chan

Aldo Chaparro

Rafael Charco

Teresa Cito

Miguel Contreras

Fernando de Alba

Ana Cecilia de la Cueva

María José de la Macorra

Roberto de la Torre

Alejandro Díaz Sánchez

Liliana Duering

Teolinca Escobedo

Mónica Escutia

Renato Esquivel

Pablo Estévez

Claudia Fernández

Claudio Fernández

Francisco Javier Fernández

Mercedes Fernández

Gabriela Flores

Lupina Flores

Sergio Galán

Claudia Gallegos

Alma Beatriz Gámez

Rafael Alberto García

Hernán García

Noé Armando García

Ulises García

Mario Eduardo García

Gil Garea

Román Garza

Rodolfo Garza «Rogar»

Rosa Ana Garza

Yolanda Garza

Manuela Generali

Mauro Gómez

Diamantina González

Antonio G. Luquín

Sergio González

Javier Guadarrama

Rosario Guajardo

Rosario Guerra

Rosario Guillermo

Wayne Hazen

Oswaldo Hernández

Aníbal Hernández

Guadalupe Hernández

Hugo Hiriart

Francisco Icaza

Edgar Jaime

Enrique Jesik

Yasmín Kashfi

Hugo Kiehnle

Perla Krauze

Magali Lara

Francisco Larios

Patricia León

Carolina Levy

Ilán Lieberman

Juan Alberto Mancilla

Mirna Manrique

Manuel Marín

Carlos Márquez

Raúl Oscar Martínez

Magdalena Martínez

Ramiro Martínez Plasencia

Arturo Mecalco

Juan Carlos Merla

Octavio Moctezuma

Ulises Mora y Juan José Zamarrón

Ulises Mora y Oswaldo Hernández

Artemio Morales

Rafael Moreno

Xavier Muniain

Lucio Muniain

Timothy Nash

Antonio Nava Tirado

Alessandra Parachini

Roberto Parodí

Victor Hugo Pérez

Alejandro Pérez Muñoz

Segundo Planes

Maribel Portela

Agustín Portillo

Alejandra Quintanilla

Aurora Ramírez

María del Carmen Ramírez

Alejandro Ramírez

Marcos Ramírez «Erre»

Ricardo Ramírez

Mauricio Adrián Ramírez

Lorenzo Reyes

Ángel Ricardo Ríos

Ornella Ridone

Miguel Rincón

Víctor Rodríguez

Claudia Rodríguez Plasencia

Armando Romero

Betsabeé Romero

María Romero

Eduardo Romo

Enrique Ruiz

Jorge Salort

Juan Sandoval

Álvaro Santiago

Patricia Soriano

Soledad Tafolla

Paloma Torres

Patricia Torres

Luciano Trigos

Katrien M. Vangheluwe «Trini»

Marco Vargas

Manuel de Jesús Velázquez

Baruch Vergara

Fernando Villalvazo

Barry Wolfryd

Jorge Yázpik

Uli Zwar

iv BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Teresa del Conde

Rita Eder

Menene Gras Balaguer

Ivo Mesquita

Xavier Moyssén L.

Artistas seleccionados:

Fernando Aceves

Oscar Bächtold

Eusebio Bañuelos

Carlos Barragán

Armando Belmontes

Helen Bickham

Ilana Boltvinik

Sandra Cabriada

Alberto Calzada

Tania Candiani

Susana Carlson

Estrella Carmona

Alberto Castro Leñero

José Castro Leñero

Alicia Ceballos

José Ignacio Cervantes

Aldo Chaparro

Sandra Contreras

Dionisio Cortés

María Elena Cueva

Fernando de Alba

Pilar de la Fuente

Alejandra de la Puente

Einar y Jamex de la Torre

Roberto de la Torre

Teolinca Escobedo

Renato Esquivel

Pablo Estévez

Héctor Falcón

María Vanesa García

Cristina Garza

Blanca Nelly Garza

Manuela Generali

Graciela González

Paula Verónica González

Antonio G. Luquín

Ignacio Granados

Verena Grimm

Grupo SEMEFO

(Arturo Angulo, Carlos López y

Teresa Margolles)

Rosario Guajardo

Elena Guerra

Rubén Gutiérrez

María Teresa Gutiérrez

Verónica Huacuja

Alberto Ibáñez

Perla Krauze

Gerardo Lara

Francisco Larios

Israel León

Carolina Levy

Jesús Lugo

Juan Alberto Mancilla

Mirna Manrique

Francisco Marcial

Adriana Margáin

Manuel Marín

Carmen Mariscal

Raúl Oscar Martínez

Joel Isaac Martínez

Alonso Mateo

Miriam Medrez

Paloma Menéndez

Juan Carlos Merla

Carmen Mikel

Gustavo Monroy

Rafael Moreno

Heike Müller

Lucio Muniain

Ferenc Sandor Paczka

Edna Pallares

Yolanda Paulsen

Alejandro Pérez Muñoz

Jimena Piedra

Rodrigo Pimentel

Alejandro Pintado

Mónica Prieto

Marcela Quiroga

Miguel Rincón

Jorge Rocha

Annie Rodrigues

Víctor Rodríguez

Guillermo Roel

Armando Romero

Davis Rusell

Emilio Said

Melanie Smith

Patricia Soriano

Pablo Szmulewicz

Soledad Tafolla

Taller Buxu

(Luis Enrique Gutiérrez, Ezequiel

Haro y Miguel Antonio Vargas)

Fabricio Vanden

Katrien M. Vangheluwe «Trini»

Alberto Vargas

Javier Vázquez «Jazzamoart»

Jerónimo Vázquez Melo

Héctor Velázquez

Lorenzo Ventura

Fernando Villalvazo

Rafael Villar

Juan José Zamarrón

Beatriz Zamora

Beatriz Zepeda

v BienaL monterrey Femsa

Jurado:

José Bedia

Jacques Beauffet

Andrea Giunta

Miriam Kaiser

Xavier Moyssén L.

Artistas seleccionados:

Inmaculada Abarca

Fernando Aceves

Dana Aerenlund

Guillermo Álvarez Charvel

Armando Amaya

Jesús Araujo

Roberto Arcaute

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130 131

Georgina Arizpe y Marcela Quiroga

Carlos Arriola

Rodrigo Ayala

Gerardo Azcúnaga

Mario Barrón

Lorena Becerra

Eugenia Benabib

Jeannette Betancourt

Jordi Boldó

Sandra Cabriada

Beatriz Canfield

Román Antonio Carvajal

Arnulfo Castañeda

Reyna Castaño

Alicia Ceballos

José Luis Cendejas

Fernando Cervantes

Katia Chapa

Rafael Charco

Marisol Cocho

Saúl Cortés

Amitla Cuacuas

Oscar Fabián Cueto

María José de la Macorra

Gabriel de la Mora

Salvador Díaz

Alejandro Díaz Sánchez

Reynaldo Díaz Zesati

Yvonne Domenge

Ediciones El Chino

(José Dávila, Javier Dueñas, Álvaro

González, Rodrigo Lazo, Gonzalo

Llebrija, Jorge Eduardo Méndez

Blake, Fernando Palomar, Juan Carlos

Pérez, José Antonio Ramírez «Foit»,

Agustín Solórzano y Francisco Ugarte)

Natalia Eguiluz

Pedro Escapa

Teolinca Escobedo

José Enrique Estrada

María Ezcurra

José Antonio Farrera

Claudio Fernández

Hugo Rey Fortis

Graciela Fuentes

Sergio Galán

Fausto Igor Gálvez

Fernando García

María Vanesa García

Claudia Garro

Cristina Garza

Blanca Nelly Garza

Yolanda Garza

Elena Gómez

Ulises González

Antonio G. Luquín

Sergio González

Rosario Guajardo

Mariana Gutiérrez

Becky Guttin

Patricia María Henríquez

Aníbal Hernández

David Kumetz

Angeline Vera Kyba

Daniel Lara Ballesteros

Francisco Larios

Laura Leal

Israel León

Tomás López

Jesús Lugo

José Salvador Luna

Luis Octavio Macías

Juan Alberto Mancilla

Francisco Manterola

Adriana Margáin

Eugenia Martínez

Ramiro Martínez Plasencia

Alonso Mateo

Luciano Matus

Octavio Moctezuma

Gustavo Monroy

Gerardo Enrique Monsiváis

Yolanda Mora

Francisco Javier Morales

Josafat Mario Muñoz

Eliud Nava

Aurora Noreña

Hiroyuki Okumura

Damián Ontiveros

Antonio Ortiz «El Gritón»

Sandra Pani

Yolanda Paulsen

Francisco Paz

Victor Hugo Pérez

Luis Enrique Ramírez Hampshire

Alejandro Ramírez

Francisco Constantino Ramírez

Jorge Alberto Ramírez

Mauricio Adrián Ramírez

María del Pilar Ramos

Roberto Rébora

Ángel Ricardo Ríos

Ornella Ridone

Rosa María Robles

Manuel Rocha

Carlos Rodal

Guillermo Roel

Enrique Ruiz y Jesica López

Antonio Sáiz

Julieta Sánchez

José Luis Sánchez

José Alejandro Sánchez

María del Carmen Sanromán

Benjamín Sierra

Marion Sulkin

Sofía Táboas

Alberto Vargas

Carlos Vargas

Manuel de Jesús Velázquez

Lorenzo Ventura

Jorge Villa del Ángel

Fernando Villalvazo

Carlos Villanueva

Noel Iván Villaseñor

Francisco Zamora

vi BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Agustín Arteaga

Jacques Beauffet

Ery Camara

Luis-Martín Lozano

Ernesto Pujol

Artistas seleccionados:

Gabriela Aceves

Patricia Álvarez

Roberto Arcaute

Armando Belmontes

Jordi Boldó

Santiago Borja

Jorge Brozon

Fernanda Brunet

Carla Díaz-Francés

Judith Elizondo

Pablo Estévez

Fernando García

Renato Iván Garza

Manuela Generali

Ulises González

Rosario Guajardo

Rubén Gutiérrez

Erika Harrsch

Francisco Hernández

Alfredo Herrera

Alberto Ibáñez

María Eugenia Ituarte

Perla Krauze

Daniel Lara Ballesteros

Francisco Larios

Israel León

Tomás López

Hugo Lugo

José Luis Maldonado

Ramiro Martínez Plasencia

Miguel Juan Martino

Alfredo Matus

Rubén Maya

Ricardo Humberto Milla

Yukitzugu Minohara

Ulises Moyao

Antonio Ortiz «El Gritón»

Mario José Manuel Palacios

Edna Pallares

Eduardo Paulin

Yolanda Paulsen

Maribel Portela

Jorge Alberto Ramírez

Fernando Rascón

Ángel Ricardo Ríos

Miguel Rodríguez Sepúlveda

Alejandro Sabido

Marion Sulkin

Diego Toledo

Paloma Torres

María Teresa Velázquez

Fernando Villalvazo

vii BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Karen Cordero Reiman

Philippe Louisgrand

Sylvia Navarrete

José Roca

Julián Zugazagoitia

Artistas seleccionados:

Fernando Aceves

Mabel Elvira Barrera

Andrés Fernando Basurto

José Castro Leñero

Laura Elizabeth Castro

Hugo Andrés Crosthwaite

Gabriel de la Mora

Sergio de la Torre

Roberto de la Torre

Reynaldo Díaz Zesati

Arián Dylan

Carolina Esparragoza

Elisenda Estrems

Fernando Flores

Graciela Fuentes

Omar Gámez

Onésimo Valerio Gámez

Mauricio Gattás

Erika Harrsch

Tomás Hernández

Jesús Jiménez López

Daniel Lara Ballesteros

Elisa Lipkau

Blas Yuri Manrique

Ernesto Marenco

César Martínez

Lucía Maya

Luis Rodrigo Medina

Mario Núñez

Damián Ontiveros

Luis Enrique Oroz Perales

Alejandro Pintado

Ernesto Ramírez

Luis Enrique Ramírez Hampshire

Rosa María Robles

Rafael Rodríguez

Gerardo Romero

Oswaldo Ruiz

Jeanne Saade

César Sánchez

Omar Sánchez

Fabián Ugalde

Noel Iván Villaseñor

Jessica Wozny

Francisco Zamora

viii BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Virgilio Garza

Andrea Giunta

Philippe Louisgrand

Xavier Moyssén L.

Betsabeé Romero

Artistas seleccionados:

Silvia Beatriz Andrade

Marco Arce

Héctor Ávila

Gabriel Guillermo Boils

Georgina Bringas

Geysell Capetillo

Alejandro Cartagena

Aníbal Catalán

José Ignacio Cervantes

Mayra Isabel Céspedes

Ignacio Chincoya

Yvonne Coindreau

Colectivo La Lucha Libre

(Miguel Herrera y Lourdes Nava)

Aidee de León

Reynaldo Díaz Zesati

Carla Díaz-Francés

Alejandro Fournier

María Vanesa García

Ana Cecilia Garza

Adela Goldbard

Ulises González

Mabel Gisela Gutiérrez

Adrián Gutiérrez

Marcela Herbert

Javier Hinojosa

Tanya Huntington

Alberto Ibáñez

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132 133

Jens Kull

Ximena Labra

Alberto Lenz

Carolina Levy

Pablo López Luz

Alejandro López Saldaña

José Martín López

Juan Alberto Mancilla

Rubén Marcos

Ramiro Martínez Plasencia

Jaime Martínez

Víctor Mendiola

Gerardo Montiel Klint

Bradley Narduzzi

Roberto Ortiz Giacomán

Diego Pérez García

Patrick Pettersson

Edith Pons

Mariel Quevedo

Miguel Ángel Ramos

Marisol Rangel

Ricardo Rendón

José Luis Rojas

Emilio Said

Omar Sánchez

Christian Thornton

Diego Toledo

Leonardo Torres

Javier Toscano

Fabián Ugalde

María del Consuelo Velázquez

Fernando Villalvazo

ix BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Juan Coronel Rivera

Philippe Louisgrand

Ramiro Martínez

Xavier Moyssén L.

Osvaldo Sánchez

Artistas seleccionados:

Franco Aceves

Guillermo Álvarez Charvel

Carlos Angrigiani

Oscar Bächtold

Marcelino Barsi

Juan Sebastián Beltrán

Cannon Nancy Bernáldez

Alberto Calzada

Lucía Castañeda

José Luis Cendejas

Colectivo Doble A

(Adriana Bravo y Andrea Robles)

Colectivo La Lucha Libre

(Miguel Herrera y Lourdes Nava)

Miguel Ángel Cordera

David Corona

José Luis Cuevas

Armando de la Garza

Edgar Durán

Oscar Farfán

Carlos María Flores

Liliana Gálvez

Claudia Elizabeth García

Ana Lucía Gómez

Verónica Gómez

Juan Manuel González

Brenda Anel Guido

Rubén Gutiérrez

Mabel Gisela Gutiérrez

Gabriela Gutiérrez

Martha Lilia Guzmán

Daniel Habif

Jesús Jiménez López

Araceli Juárez

José Carlos Jurado

José Lazcarro

Miguel Ángel Ledezma

Carolina Levy

Pablo López Luz

César López

Jacqueline Lozano

Oscar Lozano

Christian Maciá

Miguel Ángel Madrigal

Juan Alberto Mancilla

Rubén Marcos

Andrea Martínez

Ulises Matamoros

Luis Rodrigo Medina

Miriam Medrez

Nuria Margarita Menchaca

Jorge Eduardo Méndez Blake

Guillermina Mendoza

Ulises Mendoza

Juan Carlos Merla

David Eduardo Miranda

Yolanda Mora

Hugo Leonello Núñez

Juan José Ochoa

Roberto Ortiz Giacomán

Alejandro Osorio

Alejandro Palomino

Alan Pfeiffer

Raúl Quintanilla

Mario Rangel Faz

Pablo Rasgado

Ricardo Rendón

Elisa Rodríguez Malo

José Luis Rojas

Marco Vinicio Rosales

Ramsés Ruiz

Enrique Alejandro Saavedra

Emilio Said

Damián Siqueiros

Oscar Rafael Soto

Billy Jason Soto

Zoé Treviño

Mariana Vargas

Jerónimo Vázquez Melo

Fernando Villalvazo

Ryuichi Yahagi Honma

x BienaL monterrey Femsa

Jurado:

Pierre-Olivier Arnaud

Leda Catunda

Karen Cordero Reiman

Carlos-Blas Galindo

Itala Schmelz

Artistas seleccionados:

Iván Abreu

Laura Anderson Barbata

Javier Areán

Gustavo Artigas

Gerardo Faustino Barba

María Fernanda Barrero

Ricardo Bermúdez

Pablo Castañeda

Livia Corona

Marianna Dellekamp

Beatriz Díaz

Alex Dorfsman

Edith Sofía Enríquez

Larisa Escobedo

Mónica Espinosa

Miguel Fernández

Ulises Figueroa

Joel Flores Quiroz

Alejandro García Contreras

Masafumi Hosumi

Perla Krauze

Miguel Ángel Ledezma

Morelos León Celis

Jacqueline Lozano

Oscar Lozano

Hugo Lugo

Jorge Juan Moyano

Francisco Muñoz

Bradley Narduzzi

Alejandro Osorio

Alejandro Palomino

Dulce Pinzón

Raúl Quintanilla

Marcela Quiroga

Leonardo Ramírez

Coral Revueltas

Christian Reyes

Idaid Rodríguez

Gustavo Rodríguez Nava

Roberto Rugerio

Jaime Ruiz Otis

Rocío Sáenz

Emilio Said

Ricardo Salcido

Joaquín Segura

Oscar Rafael Soto

Norma Suárez

Víctor Sulser

Cristóbal Trejo

Fabián Ugalde

Ignacio Vera Ponce

Barry Wolfryd

Jessica Wozny

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134 135

BienaL monterrey Femsa 1992-2012Lista de oBra

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136 137

gerardo aZcúnaga

Gota-claustro, 2001

Cabello humano

y acero sobre

poli-estireno expandido

165 x 161 x 120 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición V Bienal

Monterey FEMSA

gerardo aZcúnaga

La bestia, 1994

Mixta en concreto

190 x 150 x 115 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición II Bienal

Monterrey FEMSA

Fernanda Brunet

Flop, 2003

Acrílico sobre lino

171 x 180.7 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VI Bienal

Monterrey FEMSA

sandra caBriada

Calzado de alta resistencia, 2001

Cajas de acrílico con zapatos

167 x 141 x 141 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición V Bienal

Monterey FEMSA

estreLLa carmona

Byron en Grecia, 1994

Óleo sobre tela

186 x 186 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición II Bienal

Monterey FEMSA

maría José de La macorra

Hexágona sensibilia, 1996

Metal punteado y soldado

185 x 190 x 180 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición III Bienal

Monterrey FEMSA

gaBrieL de La mora

Emiliano Morales de la Mora

jugando…, 2005

Pelo humano y pelo sintético

sobre papel fabriano

163 x 108 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VII Bienal

Monterrey FEMSA

marianna deLLeKamP

Artist, 2011

Impresión cromógena, libro de artista

(fotocopias y papel de algodón) y

portarretratos digital

126 x 300 x 30 cm y 6:20 min.

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición X Bienal

Monterrey FEMSA

oscar FarFán

San Francisco Javier.

De la serie Tierra arrasada, 2009

Impresión digital con pigmentos

permanentes. Edición 1/5

118.5 x 148 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición IX Bienal

Monterrey FEMSA

cLaudia FernándeZ

El alimento, 1996

Acrílico sobre objetos y vestido

confeccionado. Fotomural.

Plata sobre gelatina

195 x 300 x 282 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición III Bienal

Monterrey FEMSA

migueL FernándeZ

Fin del camino I, 2011

Impresión cromógena

80 x 128 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición X Bienal

Monterrey FEMSA

mauricio gattás

Mil novecientos cincuenta

y cuatro, 2005

Reconstrucción de una cocina

regiomontana de la década de los 50

300 x 300 x 300 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VII Bienal

Monterrey FEMSA

adeLa goLdBard

Árbol de tunas, 2006

Impresión cromógena

80 x 180 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VIII Bienal

Monterrey FEMSA

gruPo semeFo

(arturo anguLo,

carLos LóPeZ

y teresa margoLLes)

Memoria fosilizada, 1999

Objetos diversos inmersos

en cemento

20 x 241 x 241 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición IV Bienal

Monterey FEMSA

ruBén gutiérreZ

Timeline of critical paradigms, 2003

Video digital

10 min.

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VI Bienal

Monterrey FEMSA

Francisco Larios

El ancho de un círculo, 1996

Mixta sobre tela

180 x 135 cm

Colección FEMSA.

Premio Adquisición III Bienal

Monterrey FEMSA

José LaZcarro

Naturaleza muerta IV, 2009

Pasta plástica y pintura automotriz

sobre madera tallada

78 x 150 x 110 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición IX Bienal

Monterrey FEMSA

aLeJandro LóPeZ saLdaña

Señal en amarillo y negro, 2005

Placa de hierro y madera

266.5 x 142 x 100 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición VIII Bienal

Monterrey FEMSA

miriam medreZ

Trayectos, 1998

Madera, cerámica y arena

185 x 210 x 80 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición IV Bienal

Monterey FEMSA

yoLanda mora

Paisaje en penumbra, 2001

Óleo sobre tela

140 x 180 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición V Bienal

Monterey FEMSA

Laura quintaniLLa

Moradores, 1992

Encausto, óleo

y chapopote sobre tela

170 x 140 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición I Bienal

Monterrey FEMSA

rosa maría roBLes

Álamo santo, 1992

Madera de álamo

y basalto

292 x 130 x 205 cm

Colección FEMSA.

Premio de Adquisición I Bienal

Monterrey FEMSA

BestaBeé romero

Refugio para un lecho

de rosas, 1994

Cama de madera,

estructura de tela de

alambre y metal, rosas secas blancas

y rojas

42 x 182 x 132 cm

Colección FEMSA. Premio de

Adquisición II Bienal Monterey FEMSA

diego toLedo

Rojo disponible, 2003

Laca automotriz sobre MDF

138 x 193.3 x 15.5 cm

Colección FEMSA. Premio de

Adquisición VI Bienal Monterrey

FEMSA

Katrien m. vangHeLuwe «trini»

Formas, 1998

Acrílico sobre tela

180.4 x 180.4 cm

Colección FEMSA. Premio de

Adquisición IV Bienal Monterrey

FEMSA

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138

La labor de llevar a cabo la Bienal Monterrey FEMSA durante

20 años ininterrumpidos no hubiera sido posible sin el inva-

luable apoyo de todos aquellos que con su dedicación han

contribuido al desarrollo y consolidación de este certamen.

Agradecemos a todas las personas e instituciones que se han

sumado a este proyecto, a los artistas participantes, seleccio-

nados, premiados e invitados así como a quienes han fungido

como miembros del jurado y curadores en las diez ediciones.

Agradecemos además al público, que con su interés y asisten-

cia en cada edición nos motivan a seguir adelante con nues-

tro propósito de reconocer, fortalecer, estimular y difundir la

creación artística en México.

Juan Carlos Almaguer Meléndez

María Teresa Arenas Prósperi

Claudia Ávila

Carlos Beltrán

Alejandro Betanzo Zúñiga

José Manuel Blanco

Cynthia L. Cámara Gallardo

Bertha Cantú

Alejandro Casar Solares

Christophe Chavagneaux

Jorge Contreras Santiago

Alban Corbier Labasse

Eva Gonda de Garza Lagüera

Beatriz de la Torre Arizpe

Gilda Domínguez

Karla Janeth Egloff

Ángeles Espinosa Yglesias

Melissa Espronceda Garza

Carolina Farías

agradecimientos

Vanessa Fernández

Romeo Flores Caballero

Josyane Franc

Minerva Berenice Franco Limas

Stéphane Gaillard

Jorge García Murillo

Eliseo Garza Salinas

Loretto Garza Zambrano

Jesús Garza Almaguer

Virgilio Garza González

Hernando S. Garza Lozano

Maye Garza Rangel

Virgilio Garza Rodríguez

Virgilio Garza Zambrano

José Pedro Gaytán

Ercilia Gómez Maqueo

Ricardo González Sada

Armando González Beltrán

Enrique González Reyes

René González Ruiz

Marco Granados

Reynold Guerra

Gloria Guzmán

Carmen Junco

Gustavo Lara Alcántara

Roberto Lara Durán

Rubén López Barrera

Javier López de Arriaga

Yann Lorvo

Alberto Luna

Federico A. Márquez Pérez

Luis Alberto Martínez

Dominica Martínez Ajuria

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Ana Patricia Martínez Rodríguez

Juan Meliá Huerta

Katzir Meza

Fátima Montes Villegas

Virgilio Muñoz

Paloma Porraz Fraser

Ramón Ramirez

Alejandra Rangel Hinojosa

Maye Rangel de Milmo

Alfonso Rangel Guerra

Irma N. Richards

Cynthia Rodríguez

Carlos Rodríguez Muñiz

Jaime Rosales de la Garza

Saraí Ruiz

Indira Sánchez

Janet Swartz

Guillermina Suárez

Claudia Tapia

Elisa Téllez

Ana Gabriela Torres

Jaime Toussaint Elosúa

Fernando Treviño Lozano

Rosalba Valdés Bazaldúa

Sandra Lizeth Vargas Ramírez

Sylvia Vega Balderas

Gabriela Velázquez Robinson

Carlos A. Velásquez Moreno

Elisa Villarreal Sañudo

Carlos Villegas

Lilia Weber

Eder Zamacona Castellanos

Nina Zambrano

Ivonne Zavala

Maya Zepeda

Regina Zorrilla Garza

Alianza Francesa de Monterrey

Antiguo Colegio de San Ildefonso

Arte A.C. Escuela de Diseño, Tecnológico de Monterrey

Casa de la Cultura de Puebla

Casa Redonda. Museo Chihuahuense de Arte

Contemporáneo

Centro Cultural Tijuana (CECUT)

Centro de Estudios Superiores de

Diseño de Monterey (CEDIM)

Centro de las Artes de Nuevo León

Centro INAH Sonora

Consejo Nacional para la Cultura

y las Artes (CONACULTA)

Consejo para la Cultura y las Artes

de Nuevo León (CONARTE)

Escuela Superior de Arte y Diseño de Saint-Étienne

Espacio Cultural. Grupo Aeroportuario

Centro Norte (OMA)

Facultad de Artes Visuales,

Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)

Fototeca Juan Crisóstomo Méndez

Fundación BBVA Bancomer

Galería de Arte Moderno

y Contemporáneo Ángeles Espinosa Yglesias

Galería Jesús Gallardo

Instituto Cultural de León

Instituto Chihuahuense de la Cultura

Instituto Tecnológico y de Estudios

Superiores de Monterrey (ITESM)

Museo Amparo

Museo de Arte Contemporáneo

de Monterrey (MARCO)

Museo de Arte de Zapopan (MAZ)

Museo de Monterrey

Museo Regional de Sonora

Palacio de la Autonomía Universitaria

San Pedro Museo de Arte

Secretaría de Cultura del Distrito Federal

Taller de Experimentación Plástica (TEP)

Universidad de Monterrey (UDEM)

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

Femsa

José Antonio Fernández Carbajal

Presidente del Consejo de Administración

y Director General Ejecutivo

Alfonso Garza Garza

Director de Negocios Estratégicos

Genaro Borrego Estrada

Director de Asuntos Corporativos

coLección Femsa

Bárbara Garza Lagüera

Presidenta del Comité para el Desarrollo

y Consolidación de la Colección FEMSA

créditos

diFusión y Fomento cuLturaL a.c.

Consejo de Administración

José Antonio Fernández Carbajal

Presidente

Gerardo Estrada Attolini

Vicepresidente

Alfonso Garza Garza

Tesorero

Carlos Eduardo Aldrete Ancira

Secretario

Genaro Borrego Estrada

Eduardo Padilla Silva

Carlos Vicente Salazar Lomelín

Vocales

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Programa cuLturaL Femsa

Rosa María Rodríguez Garza

Gerente de Programa Cultural

Herminia Alejandra Fernández Muñoz

Coordinadora de Administración y Registro

Marcela Torres Ibarra

Coordinadora de Exposiciones y Comunicación

María del Carmen Garza González

Analista de Comunicación

Rubén Rincón Soto

Analista de Conservación y Mantenimiento

Armando Valdez Basaldúa

Analista de Registro y Conservación

Graciela Ivonne García Silva

Asistente

Joaquín García Vargas

Francisco Rosales Peña

Auxiliares

comunicación corPorativa

Carolina Alvear Sevilla

Directora de Comunicación Corporativa

Liz Paola Castellanos Bernabé

Jefe MIRC

Coordinación General

Difusión y Fomento Cultural, A.C.

Coordinación Editorial

Xavier Moyssén L.

Sylvia Vega B.

Textos

Karen Cordero Reiman

Carlos-Blas Galindo

Luis-Martín Lozano

Diseño Gráfico

Óscar Estrada

Fotografía y Edición Fotográfica

Roberto Ortiz Giacomán

Investigación Curricular

y Corrección de Estilo

Cristina Elenes

Créditos de Fotografía

Daniel Abad

Lourdes Almeida

Fernando Brito

Dante Busquets

Rogelio Cuéllar

Dr. Fanatik

Flavia Giménez

Luiz Eduardo Laufer

Cuidado de la Edición

Juan Carlos Almaguer Meléndez

Marcela Torres Ibarra

Regina Zorrilla Garza

BienaL monterrey Femsa 1992-2012edición conmemorativa

Erika de la Peña Ibarra

Jefe de Mercadotecnia y Comunicación

Luis F. Quirós Sada

Jefe de Relaciones Públicas

Karla Torres Elizondo

Jefe de Gestión de Comunicación Corporativa

Carlos Alberto Velázquez Alvarado

Jefe de Relación con Medios

Mirta Gallegos Vega

Coordinadora MIRC

Mauricio Gómez Cárdenas

Coordinador de Gestión de Comunicación

María Guadalupe González González

Coordinadora de Relación con Medios

Rocío Hernández Santacruz Verazas

Coordinadora de Mercadotecnia y Comunicación

Carlos Julsrud López

Coordinador de Infraestructura de Conocimiento

Joel Morales Auces

Coordinador de Relaciones Públicas

Martha Lilia García Guajardo

Analista de Relaciones Públicas

Karla Treviño Ovalle

Asistente

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edición conmemorativa

1992-2012

Se terminó de imprimir en Enero de 2013.Para su formación se utilizaron las familias tipográficas Sabon y Gotham.

FEMSA es una empresa líder que participa en la industria de bebi-das, a través de Coca-Cola FEMSA, el embotellador más grande de productos Coca-Cola en el mundo; en comercio al detalle, operando OXXO, la cadena de tiendas más grande y de mayor crecimiento en América Latina; y en cerveza, siendo el segundo accionista más importante de Heineken, una de las cerveceras líderes en el mundo con presencia en más de 70 países.