educaciÓn vial a travÉs de la literatura, la

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LA EDUCACIÓN VIAL A TRAVÉS DE LA LITERATURA o tragué el humo, lo eché dcinmediato, un sabor áspero en la boca, y vi en la ventana, a pesar de la penumbra, el reflejo d mí niivmo. ese niño ya crecido, prmimo a cumplir unte años, rum.ihdo despacio, haciéndose hombre a osturav mi- gusu aquel reflejo humoso. Me serví luego un trago ral como s^ íosef'-í-' nii abuelo, dos dedos de whiskv \ medio VASO dc^ua nica, y mesenté abeberlmieniras I limaba. Jamás me hubiese atreví : " a echarme un trago en casa de mis napas. Jlá vivía a ustado por los malos humores de mi papi y demasi.ti!<i controlado y T r 'i¡ mam i. que tanto mequería. Ifl whisky raspó m garganta y me sofocó por dentro, me sacudió un pt»iuito el primer t i. y.\ luego sentí un calorcillo amable y me fue mi os ailícil tomarlo. Cuando intenté tragar el humo ,'¿1 cigarro, lo expu. tosiendo, así que me tuntenté con apenas rerene en mi jioca y echarlo enseguida hacia arriba, niirar.do el techo, como h.-ía mi papi cmi suprema elegancia, \n no había i| crido turnar ni probar whisky cuando mi papi n •. lo había sugerido, nacía " c.ísi nada de lo que til hacia me resultaba air.i« ivo, pero ahora que estaba solo en la osLurid.it!. encontraba ' innegable plater en imitar al viejo regañón. \'i las llaves y i asaltó una idea peligrosa. Afuera, la pitk up i^ieste, cómp' aperaba. Ei ' r ^Rotuvo ¡a culpa. u> no solía ser anda/: u>g¡ llaves, acabé el whisky, en el tenivero deje jpljstadomedi' n y salí de U biblioteca. Abrí la puerta de calle con sumó idado, no se hieien a despenar. \ así, sin /,•.. atos, conpiv.ima •* nlias blancas, l" s cigarros de mi abuelo en el bolsillo, salí respirar aire fresco y a jugar un momento . jn esa idea peligrosa. W quería hac. inic'hombre aquella noche. Lloviznaba, c; esa lluvia flaca y apática.'indign.i de llamarse lluvia, que apenas hun edece Lima ciertas madrugadas de invierno, Kntré. p; no mojarme y seguir jurando con la n!; ••„ a la pick no Nissan. Pasó i, i carro por ' <>s 1 jure les. meagaché, podía ser la pt ía. en ese barrio de San Isidro vjw.in I [".bajadores v ministros. Sólo un:* vuelta a la maii/ana, pensé. Me tembló le\enienu mano cuando introdti|e la lla\e. l'remjí la camión ¡a. no treo que me h.iyan oído, K'S abuelos no sedespiertan ni con un remoto, hundí mi pie en el embraam;, puse retrr - so_y, con ticn.i hrus,¡ edad, pues .saqué muy deprisa el pie del cmbragí salí manejando marcha atrás con I •. luces apag' "*"• sin saber ni.inej.ir bien, me se¡ '"•-> capa/ de dar una vuelta a Li ma 311.1 con la pick up. I eo, mi chote, me había < ••' manejar dos o tres vo.es la camión u. o sea que ya le había perdido < miedo al asumo, aparte que después del whV'-> uit sentía más osado que di- costumbre. Najé ¡a ventana, encendí las luces maneje despacio, en segunda. \ activé las plumillas, pues la tuna delantera ss .'abía mojad' 1 <-on la lloyi/.n.i. |.a brisa mans. de San Isidro me despeina, nii siento todo un hombre, no eur.iño a mi numi o al menos h i" tragué el humo, lo edic de mediato, un sabor áspero en la boca, y vi r| '' ventana, a pesar de l.i penumbra, el reflejo de mí misino, eseniño va crecii próximo a iiimnhr once .HUÍS, fumandr J|MUH, h.u iéntfose hombre a qsuiras: ine gustó aquel reflejo humoso. Me serví ego un trago tai como se !«• servía mi 3' .elo, dos 'rdos de whisky y medio vaso de agua tónicü '•"me senté abcberlmien iras fumaba, jamás me IniDiese atrevi : 1 ecnarm un trago en casa de mis p*g*U- a!™ vivía asus. do por los malos humoi de mi papi v dem.isi.nln controlado poi mi man™ _ lanío me quería ' ' whisky mi gargi'ita y nw sofocó por tlen o, me sacudió un poqmto el prime' ir.igo. ' egosemt un i.ilonillo -.1 ble y mi . menos difkii lomarlo, d u n d o im té iragar el humo del .¡garro, to e\pulsc lo-,K ¡ido, así que iin. •menté mu ipenas ret- -rio en mi L ^a y echarlo ensegui hatia'arriha, miranda ef techo, f'ino hatí;i *iü papi con^'iprema (-tetr:inci:i .... h'bi ' c •-•'-'• —' ' ' " ando mi papi me ! había sugeiuio, nada - casi nada de . "• f na .< resultaba .111 en la oscuridad. 1;,contraba u" ¡IIÍK ¡;able piar - en imita regañón. Vi las llavct ,0 tuvo la ilpa. yo no sr>Ha ser au<i iz: c ; - como se 1.1 SITVÍ;I 11 ¡1 ; ijic hubiese .iiriv ¡do ti . asiado contrt,.ado por el primer f ' o, lo ..-.pui.st pia El fumaba de mi papi y •o, me sacut 1 ' tragar ra, la piik un celystc, cómpÜ aquel reflejo humoso. Mes nica, y me scn;¿ abeberlm' ustado por lo¿ malos hur garü.inia y me sofocó p< os iliticil i,marlo. 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LA EDUCACIÓN VIAL A TRAVÉS DE LA LITERATURAo tragué el humo, lo eché dcinmediato, un sabor áspero en la boca, y vi en la ventana, a pesar de la penumbra, el reflejo dmí niivmo. ese niño ya crecido, prmimo a cumplir unte años, rum.ihdo despacio, haciéndose hombre a osturav mi- gusuaquel reflejo humoso. Me serví luego un trago ral como s íosef'-í-' nii abuelo, dos dedos de whiskv \ medio VASO d c ^ u anica, y me senté abeberlmieniras I limaba. Jamás me hubiese atreví :" a echarme un trago en casa de mis napas. Jlá vivía austado por los malos humores de mi papi y demasi.ti!<i controlado yT r'i¡ mam i. que tanto me quería. Ifl whisky raspó mgarganta y me sofocó por dentro, me sacudió un pt»iuito el primer t i. y.\ luego sentí un calorcillo amable y me fue mios ailícil tomarlo. Cuando intenté tragar el humo ,'¿1 cigarro, lo expu. tosiendo, así que me tuntenté con apenas rereneen mi jioca y echarlo enseguida hacia arriba, niirar.do el techo, como h.-ía mi papi cmi suprema elegancia, \n no había i|crido turnar ni probar whisky cuando mi papi n •. lo había sugerido, nacía " c.ísi nada de lo que til hacia me resultaba air.i«ivo, pero ahora que estaba solo en la osLurid.it!. encontraba ' innegable plater en imitar al viejo regañón. \'i las llaves y iasaltó una idea peligrosa. Afuera, la pitk up i^ieste, cómp' aperaba. Ei 'r^Ro tuvo ¡a culpa. u> no solía ser anda/: u>g¡

llaves, acabé el whisky, en el tenivero deje jpljstadomedi' n y salí de U biblioteca. Abrí la puerta de calle con sumóidado, no se hieien a despenar. \ así, sin /,•.. atos, con piv.ima •* nlias blancas, l"s cigarros de mi abuelo en el bolsillo, salírespirar aire fresco y a jugar un momento . jn esa idea peligrosa. W quería hac. inic'hombre aquella noche. Lloviznaba, c;esa lluvia flaca y apática.'indign.i de llamarse lluvia, que apenas hun edece Lima ciertas madrugadas de invierno, Kntré. p;no mojarme y seguir jurando con la n!; ••„ a la pick no Nissan. Pasó i, i carro por ' <>s 1 jure les. me agaché, podía ser la ptía. en ese barrio de San Isidro vjw.in I [".bajadores v ministros. Sólo un:* vuelta a la maii/ana, pensé. Me tembló le\enienumano cuando introdti|e la lla\e. l'remjí la camión ¡a. no treo que me h.iyan oído, K'S abuelos no se despiertan ni con unremoto, hundí mi pie en el embraam;, puse retrr - so_y, con ticn.i hrus,¡ edad, pues .saqué muy deprisa el pie del cmbragísalí manejando marcha atrás con I •. luces apag' "*"• s i n saber ni.inej.ir bien, me se¡'"•-> capa/ de dar una vuelta a Li ma311.1 con la pick up. I eo, mi chote, me había < ••' manejar dos o tres vo.es la camión u. o sea que ya le había perdido <miedo al asumo, aparte que después del whV'-> uit sentía más osado que di- costumbre. Najé ¡a ventana, encendí las lucesmaneje despacio, en segunda. \ activé las plumillas, pues la tuna delantera ss .'abía mojad'1 <-on la lloyi/.n.i. |.a brisa mans.de San Isidro me despeina, nii siento todo un hombre, no eur.iño a mi numi o al menos h i" tragué el humo, lo edic demediato, un sabor áspero en la boca, y vi r| ' ' ventana, a pesar de l.i penumbra, el reflejo de mí misino, ese niño va creciipróximo a iiimnhr once .HUÍS, fumandr J |MUH, h.u iéntfose hombre a qsuiras: ine gustó aquel reflejo humoso. Me servíego un trago tai como se !«• servía mi 3' .elo, dos 'rdos de whisky y medio vaso de agua tónicü '•" me senté abcberlmieniras fumaba, jamás me IniDiese atrevi: 1 ecnarm un trago en casa de mis p*g*U- a!™ vivía asus. do por los malos humoide mi papi v dem.isi.nln controlado poi mi man™ _ lanío me quería ' ' whisky nó mi gargi'ita y nw sofocó por tleno, me sacudió un poqmto el prime' ir.igo. ' egosemt un i.ilonillo -.1 ble y mi . menos difkii lomarlo, d u n d o imté iragar el humo del .¡garro, to e\pulsc lo-,K ¡ido, así que iin. •menté mu ipenas ret- -rio en mi L a y echarlo ensegui

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HINISTERIODf EDUCACIÓN.CULTURA 1 atPOÜJt

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EQUIPO DE TRABAJO:Pedro Luis López Algora: coordinador

Laura Postigo Castellanos: colaboradora docenteBienvenido Nieto Gómez: profesor de Educación Vial

Juan José Reyes Rodríguez: documentaciónRuth Aizpurúa Ramírez: documentación

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTEDIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL E INNOVACIÓN EDUCATIVA

Centro de Investigación y Documentación Educativa (CIDE)

Edita:

SECRETARÍA GENERAL TÉCNICASubdirección General de Información y Publicaciones

ÑIPO. 176-02-185-9ISBN: 84-369-3611-6

Depósito legal. M. 44.049-2002Imprime: Glosas-O rcoyen, S. L.

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LA EDUCACIÓN VIAL A TRAVÉS DE LA LITERATURA

MINISTERIODEEDUCACIÓCULTUBATDf

DISECCIÓN GENERALDE EDUCACIÓN.FORMACIÓN PROFESIONALE INNOVACIÓN EDUCATIVA

CENTRO DE INVESTIGACIÓN YDOCUMENTACIÓN EDUCATIVA

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Presentación

El Centro de Investigación y Documentación Educativa viene trabajando desde suinicio en proporcionar a los profesores materiales que faciliten su labor, para que elaula sea un lugar de intercambio de inquietudes y saberes donde se prepare a losalumnos para la vida.

En este sentido, en La Educación Vial a través de la literatura se unen varias líneas detrabajo que se consideran prioritarias en el Ministerio de Educación Cultura y Deporte.De una parte, la Lengua Castellana y la Literatura y con ella la mejora de la expresiónoral y escrita y el fomento de la lectura, elementos básicos para cualquier aprendizaje.De otra, el apoyo a los programas de mejora de la Educación Vial como una de lasbases para la convivencia en armonía entre los ciudadanos de nuestro siglo.

Son los grandes escritores los que a menudo son capaces de cristalizar en sus textoslas preocupaciones, los deseos y los valores de la sociedad en la que vivimos. La selec-ción que aparece en este libro, es la demostración de la actualidad e importancia de laEducación Vial en el momento presente.

Si, con instrumentos como el que ahora ve la luz, conseguimos transmitir a nuestrosjóvenes escolares un mejor comportamiento cívico, será posible también en el futuroconstruir un mundo hecho a la medida del hombre y, por consiguiente, mejor.

Este es el objetivo último de esta publicación.

Centro de Investigación y Documentación Educativa

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índice

1.- INTRODUCCIÓN

2.-OBJETIVOS

3.- CUADRO DE CONTENIDOS

4.- TEXTOS

4.1.- Yo amo a mi mami, de Jaime Bayly.4.2.- Cambio de rasante, ríe Daniel Sueiro.

4.3.- En mitad de ninguna parte, ríe Julio Llamazares.4.4.- La autopista del sur, de Julio Cortázar.4.5.- No sé por qué lo hice, de Elvira Lindo.

4.6.- Parece una tontería, de Raymond Carver.4.7.- La ciudad de abajo, ríe Daniel Múgica.

4.8.- La nieve tiene la culpa, de Gonzalo Calcedo.4.9- Accidentes o los peligros de un coche que te quiere matar,

de Daniel Sueiro.4.10.- Solo de moto, de Daniel Sueiro.

4.11.- La profecía del fuego, ríe Antonio Muñoz Molina.4.12.- Eneas en autobús, de Eduardo Ares Mateos.

4.13.- Una mujer difícil, de John Irving.4.14.- Carta a un imbécil, de Arturo Pérez Reverte.

4.15.- Historias extrañas, ríe Roald Dahl.4.16.- El pequeño Nicolás, de Goscinny y Sempé.

4.17.- Pisa el acelerador, ríe Joaquín Sabina.4.18.- Fronteras de niebla, ríe José Luis Amaro.

4.19.- Historias del Kronen, de José Ángel Mañas.4.20.- La flaqueza del bolchevique, ríe Lorenzo Silva.

5.-BIBLIOGRAFÍA 195

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1.Introducción

La educación en valores se fundamenta en la demanda social que pide a la escuela eldesarrollo de la personalidad del alumnado, más allá de la tarea meramente ins-

tructiva. La sociedad quiere que la escuela forme personas capaces de vivir y conviviren sociedad. Y la educación en valores tiene ese objetivo: capacitar a los futuros ciu-dadanos para participar activamente en una sociedad compleja y en continua transfor-mación, fundamentada en los principios de participación y respeto democrático. Eneste contexto, el desarrollo de actitudes positivas, críticas y éticas es una tarea esencial.

La incorporación de esas actitudes a los contenidos educativos aparece en todas lasetapas, enseñanzas mínimas y aspectos básicos del Currículo. Podemos considerar lasactitudes como predisposiciones a comportarse de acuerdo con ciertas pautas deactuación que se consideran preferibles a otras. Y, como toda preferencia implica valo-ración, la actitud puede ser calificada de positiva o negativa conforme a una escala devalores. Por eso, la educación en actitudes tiene una dimensión moral y, en conse-cuencia, también la tienen los comportamientos que propone.

Ya que ha quedado claro que la educación moral y en valores tiene gran importancia,cabe preguntarse ¿qué moral y qué valores deben transmitirse? La profunda crisis quevive nuestra sociedad, de la que quizá no seamos todavía suficientemente conscientes,dificulta precisar con nitidez estos términos y aún más la tarea del profesorado. No obs-tante, al margen de consideraciones ideológicas o morales, educar para la convivencia,la tolerancia y el respeto a los demás es una tarea necesaria, fundamentada en lo másdefinitorio de una sociedad: su respeto a la dignidad del ser humano.

Se trata, por un lado, de tener en cuenta las circunstancias de un mundo cambiante, enconstante evolución y que sufre una crisis de valores; pero también de desarrollar enel alumnado actitudes que eviten prejuicios y dogmatismos, y que fomenten el razo-namiento y el sentido de la responsabilidad.

Las dificultades en la transmisión de valores se acrecientan aún más si constatamos elhecho de que la escuela y la familia, en muchas ocasiones, han dejado de ser referen-tes formativos. A ambas se les suma la influencia de los medios de comunicación,especialmente la televisión, que no se puede ignorar y que incide decisivamente enadolescentes y jóvenes. Con todo, la escuela ha de ejercer un papel irrenunciable paratratar de inculcar en el alumnado una conciencia critica que le permita analizar el con-tenido, implícito o explícito, de los mensajes que recibe.

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Pudiera parecer que los anteriores planteamientos constituyen una novedad en nues-tro ordenamiento educativo. No es así, sin embargo, en el caso de la Educación Vial. Lanecesidad de responder a través de la educación a una nueva demanda social como esla necesidad de comportarse responsablemente en las vías públicas, aparece reflejadaen el Código de la Circulación de 1934 y ha seguido figurando en posteriores textos.Esa preocupación viene a suponer la traslación a las normas de tráfico de una realidadinquietante. Los datos y estadísticas sobre la siniestralidad en la infancia y juventud,caracterizan a esta etapa de la vida como un período de especial riesgo ante los acci-dentes de tráfico: como peatones en la vía pública; cuando, a partir de los catorce años,comienzan a hacer uso de ciclomotores y, poco después, al empezar a conducir auto-móviles.

Como en tantos otros aspectos relacionados con la educación y la sociedad, la escuelano puede arrogarse un papel único y exclusivo en la tarea formativa. Un hecho tancomplejo como el tráfico implica que a los esfuerzos de la escuela han de sumarse elde las familias y, especialmente, el de las autoridades municipales.

En cualquier caso, inculcar en el alumnado una conciencia cívica y ciudadana no debecircunscribirse a una materia o etapa. Debe formar parte del Currículo e integrarse encada una de las áreas que lo conforman. Siguiendo las recomendaciones internaciona-les "los contenidos de la Educación Vial deben estar integrados con las diferentes mate-rias, con el fin de que los escolares adquieran la experiencia técnica apropiada, tomenconciencia de su responsabilidad en la vida social y puedan contribuir de forma activaen la mejora de las condiciones de la circulación".

La novedad del presente trabajo radica en haber ampliado aún más los límites de lasáreas que tradicionalmente vienen vinculándose a la Educación Vial: las materias téc-nicas y las Ciencias de la Naturaleza, las Ciencias Sociales o la Educación Física. En estecaso el lenguaje, o mejor dicho, los lenguajes, constituyen el eje que, a través de unametodología esencialmente activa, pretenden formar a la gente joven en la capacidadcrítica que le proporcione los elementos para comprender la realidad y para enfrentar-se a ella con un sentido responsable, solidario y cívico.

Se pretende, en síntesis, que el alumnado conozca su entorno, sepa desenvolverse enél con autonomía, conozca la existencia de reglas y, por encima de cualquier otro obje-tivo, aprecie la importancia de los valores y normas que engrandecen la convivenciahumana.

El objetivo de esta publicación es ofrecer al profesorado y al alumnado materialesmotivadores para el aula. Entre las distintas posibilidades que se nos ofrecían, se haoptado por realizar una selección de textos que permitan al profesorado relacionar unárea fundamental del Currículo como Lengua Castellana y Literatura, con los conteni-dos de Educación Vial. Los textos pretenden sobre todo captar la atención del alumna-

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do; por este motivo, se ha procurado que sean atractivos y que se refieran a aspectospróximos al interés de la juventud. Ese objetivo también es el de los textos de apoyo,variados, llamativos y muy actuales, que relacionan los contenidos con realidadesinmediatas.

Se espera asimismo que los textos propicien la reflexión sobre aspectos relativos a laEducación Moral y Cívica, fundamento último de la educación y de la vida. Porque com-partimentar estos contenidos equivaldría a desquiciar la tarea educativa, se ha intenta-do que cada texto y sus actividades se perciban como una unidad de trabajo y refle-xión. En general, los veinte textos son breves, aunque algunos se han tenido que pre-sentar con una mayor extensión para que no perdieran el sentido con que el autor losescribió. Esto permite una lectura conjunta y detallada en clase o una lectura individual,previa a su puesta en común.

Cada texto se complementa con actividades que incluyen orientaciones al profesoradoy al alumnado. Por su parte, las actividades, individuales y de grupo, tienen como fina-lidad favorecer el debate y el intercambio de opiniones. Suponen estos planteamientosactitudes de respeto y diálogo, necesarias en la vida cotidiana y, especialmente, en laEducación Vial.

Completa el trabajo una bibliografía que no se ha pretendido que fuera exhaustiva, sinoque ofreciera algunas referencias fundamentales.

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2. Objetivos

Como han señalado el Consejo de Europa y la Conferencia Europea de Ministros deTransporte (Educación Vial, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1992), los

objetivos de Educación Vial han de desarrollarse conforme a algunas perspectivasclaramente delimitadas:

- "Velar por la propia seguridad y comportamiento de manera responsable, teniendo encuenta a tos demás usuarios."

-"Preparar a los futuros conductores de bicicletas, ciclomotores yautomóviles."

-"Informarse y utilizar los medios para mejorar la seguridad del sistema actual."

-"Respetar Todas las normas de circulación, incluso las que no son reglas de seguridaden sentido estricto."

Y en esta línea, el documento mencionado habla específicamente de una triple finalidad:

1.- Apreciar y valorar la importancia de las normas y consejos orientados a la forma-ción de una adecuada conducta vial.

2.- Desarrollar en los alumnos el sentido de la responsabilidad referido a la conducciónde bicicletas y ciclomotores y que, al propio tiempo, conozcan las normas y señalesrelativas a la circulación de tales vehículos.

3.- Desarrollar hábitos de comportamiento ante un accidente de tráfico y conocer lasnormas e instrucciones de Socorrismo y Primeros Auxilios.

Todas estas propuestas, en suma, van encaminadas a lograr que los alumnos adquie-ran determinados comportamientos que mejoren su seguridad vial.No deja de ser, sin embargo, uno de los muchos aspectos presentes entre los objetivosgenerales de la educación. Aunque en este trabajo se interrelacione el Área de LenguaCastellana y Literatura con dos de los llamados temas transversales, queremos desta-car a continuación aquellos objetivos de la Educación Secundaria Obligatoria que con-sideramos guardan una especial relación con la Seguridad Vial {se mantiene el orden

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alfabético con el que aparecen en el RD 3473/2000 de 29 de diciembre de 2000; BOE,16 de enero de 2001) :

f.- Formarse una imagen ajustada de sí mismo, teniendo en cuenta sus capacidades,necesidades e intereses para tomar decisiones, valorando el esfuerzo necesario parasuperar las dificultades.

g.- Adquirir y desarrollar hábitos de respeto y disciplina como condición necesaria parauna realización eficaz de las tareas educativas y desarrollar actitudes solidarias y tole-rantes ante las diferencias sociales, religiosas, de género y de raza, superando prejui-cios con espíritu crítico, abierto y democrático.

i.- Analizar los mecanismos y valores que rigen el funcionamiento de las sociedades, enespecial los relativos a los derechos y deberes de los ciudadanos, y adoptar juicios yactitudes personales con respecto a ellos.

j . - Analizar las leyes y los procesos básicos que rigen el funcionamiento de la naturale-za, valorar las repercusiones positivas y negativas que sobre ella tienen las actividadeshumanas y contribuir a su conservación y mejora.

m.- Conocer los diferentes elementos básicos del cuerpo humano y comprender su fun-cionamiento, así como las consecuencias del ejercicio físico, la higiene, la alimentacióny la vida sana para la salud.

Para completar el enfoque educativo y de responsabilidad social y personal con el que se ha afron-tado el trabajo, hemos tenido en cuenta también las finalidades de la Educación Moral (EducaciónMoral y Cívica, Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, 1992) que constituyen elementos esen-ciales de toda tarea educativa. Señalamos algunas:

•Desarrollar las estructuras universales de juicio moral que permitan la adopción deprincipios generales de valor tales como la justicia o la solidaridad.

•Formar las capacidades y adquirir los conocimientos necesarios para comprometerseen un diálogo crítico y creativo con la realidad que permita elaborar normas y proyec-tos contextualizados y justos.

•Adquirir las habilidades necesarias para hacer coherente el juicio y la acción moral, ypara impulsar la formación de una manera de ser deseada.

•Reconocer y asimilar aquellos valores universalmente deseables, que tienen en laDeclaración de los Derechos Humanos y en la Constitución Española unas formulacio-nes históricas ampliamente aceptadas.

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•Comprender, respetar y construir normas de convivencia justas que regulen la vida colectiva.

Por último, señalamos los objetivos de Lengua Castellana y Literatura:

1.- Utilizar la lengua para expresarse oralmente y por escrito de la forma másadecuada en cada situación de comunicación.

2.- Reconocer y ser capaz de utilizar los diferentes tipos de textos y sus estructurasformales.

4.- Conocer los principios fundamentales de la gramática española, reconociendo lasdiferentes unidades de la lengua y sus combinaciones.

7.- Reconocer los principales géneros de la tradición literaria.

10.- Utilizar la lengua para adquirir nuevos conocimientos.

11.- Incorporar la lectura y la escritura como formas de enriquecimiento personal.

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3.Cuadro de contenidos

TEXTO

Yo amo a mi mami,de Jaime Bayly

Cambio de rasante,de Daniel Sueiro.

En mitad deninguna parte,de JulioLlamazares.

La autopista delsur,de JulioCortázar.

No se por quélo hice,de Elvira Lindo.

Parece una tontería,de Raymond Carver.

EDUCACIÓNVIAL

Necesidadde laEducación Vial

Responsabilidadvial.

Insolidaridad vial.

Conductas viales,conductassociales.

Responsabilidadvial, responsabili-dad moral.

Ayuda al herido.

EDUCACIÓN MORALCÍVICA

Vida en sociedad yalcohol.

Relacionesintergeneracionales.

Diversionesy responsabilidad.

Insolidaridad social.

Trabajo individualy trabajo en equipo.

Velocidad y conductascívicas.

Fundamentos éticos de laayuda al herido.

LITERATURA

El español deEspaña y elespañol deAmérica.

El resumen.

Estructuradel textonarrativo (1)

Estructuradel textonarrativo (2)

El uso coloquialde la lengua.

El punto de vistanarrativo (1)

TEXTO DE APOYO

España supera lamedia de accidentesmortales en carretera.

Un conductor"kamikaze" causa lamuerte a un taxistay fallece cuatro horasdespués del choque.

Mueren un conductorsuicida y el taxista conel que chocó.

Ei centro de Madridsufre más ruido que losmunicipios próximos aBarajas.

La vida en un atasco.

A mí me hizofeliz el atasco dela autopista.

Un conductor de Metrofrena in extremis antetres menores tumba-dos sobre las vías.

Una niña de 14 añosmantiene en vilo a 450guardias civiles simu-lando un accidente.

1999, Año de laEducación Vial enEspaña.

Siniestralidad vialinterurbana, enero-diciembre 2000-200I.

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TEXTO

La ciudad deabajo,de Daniel Múgica

La nieve tiene laculpa,de GonzaloCalcedo.

Accidentes o lospeligros de uncoche que te quie-re matar,de Daniel Sueiro.

Solo de moto,de DanielSueiro.

Profecía del fuego,de Antonio MuñozMolina.

Eneas en autobús,de Eduardo AresMateos.

Una mujer difícil,de John Irving.

EDUCACIÓNVIAL

Conducción yalcohol.

La responsabili-dad ante losdemás.

El accidente y eldelito de omi-sión de socorro.

Actitudes enla conducción devehículos.

Educación Vial ymotos

Prevención ySeguridad Vial.

Convivencia en lostransportes públi-cos.

Fundamentosde las normas detráfico

EQUCACION MORALCÍVICA

La amistad.

Empatia en la ayuda psi-cológica al que sufre unaccidente.

Responsabilidad individualy colectiva.

Jóvenes y motos.

El comportamiento cívicoy social de los automovi-listas.

Normas decomportamientocívico y social.

Los padres como primeraseducadores.

LITERATURA

El punto de vistanarrativo (2).

Implicaciones ysuposiciones enlos textos.

La descripción (1).

La descripción (2).

Estructuradel textoargumentativo.

La mitología.

Textos narrativosy descriptivos.

TEXTO DE APOYO

Puta mala suerte.

Accidentes detráfico. ¿Qué haceren un siniestro convíctimas?

Fragmento del librade Alex GrijelmoEl estilo del periodista.

Máquinas de carreras.

El trafico se ha cobrado250.000 vidas enEspaña en el siglo XX.

Los accidentes detráfico estánaumentando desde1995 hasta adquirircarácter de epidemia.

La mitología en la vidacotidiana.

Detenido por fingir queconducía un coche quearrolló a dos peatones.

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TEXTO EDUCACIÓNVIAL

EDUCACIÓN MORALY CÍVICA

LITERATURA TEXTO DE APOYO

Carta a un imbécil,de Arturo PérezReverte

Estereotipos enla conducción y elnesgo innecesario.

Compromiso personalcon el bien común.Los límites de la libertad.

El géneroespistolar:la carta-ensayo.

Cartas marruecas.

Carta a Andrésescrita desde lasBatuecas porel pobrecito hablador.

Historias extrañas,de Roald Dahl.

Vida en lacarretera.

Diversión y riesgo. Descripciónobjetiva ysujetiva.

La autovía de los250 por hora.

Ya que no podemoshablar de su velocidadhablaremos de sus 6velocidades

El pequeño Nicolás,de Goscinny ySempé

El primer vehiculo. Modelos familiares ysociales.

El textodialogado.

La batalla del casco.

Los partidos cambiansu voto e imponen elcasco a los ciclistas

Pisa el acelerador,de Joaquín Sabina.

Normas de tráficoy modelosjuveniles.

Modelos juveniles. El ritmo poético. Cuatro jóvenesmueren al estrellarsesu coche trassaltarse un semáforo.

El conductor del cochesiniestrado aprobó elcarné de conducirhace 18 meses.

Fronteras de niebla,de José Luis Amaro

El ídolo y laimitación de susactitudes.

Justificación ética de lavelocidad.

El texto poético. Réquiem.

Ni corrida, ni toros,ni siesta.

La afición necesita aotro Criviilé en sucorazón

Historias del Kronen,de José ÁngelMañas.

Los modelos deconducta del líder.

Valores y empleo deltiempo libre.

La |erga juvenil. Dnver.Manual de uso.

La flaqueza delbolchevique,de Lorenzo Silva.

La igualdad dehombres y muieresen la conducción yel tráfico vial

El pensamiento positivo;conducción y música.

El uso vulgar dela lengua.

Breaking the law.

De las diferentes manerasde poner gasolina en unaestación de servicio a par-tir de las 10 de la nocheen invierno.

Ellas tambiénconducen

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4.Textos

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Yo amo a mi mami 4.1

RAYLY, JaimeYo amo a mi mami

Barcelona: Anagrama, 1999 (págs. 134-138)ISBN 84-339-1091-4

No tragué el humo, lo eché de inmediato, un sabor áspero en la boca, y vi en la venta-na, a pesar de Sa penumbra, el reflejo de mi mismo, ese niño ya crecido, próximo a

cumplir once años, fumando despacio, haciéndose hombre a oscuras: me gustó aquel refle-jo humoso. Me serví luego un trago tal como se lo servía mi abuelo, dos dedos de whiskyy medio vaso de agua tónica, y me senté a beberlo mientras fumaba. Jamás me hubiese atre-vido a echarme un trago en casa de mis papas, allá vivía asustado por los malos humores demi papi y demasiado controlado por mi mami, que tanto me quería. El whisky raspó migarganta y me sofocó por dentro, me sacudió un poquito el primer trago, ya luego sentí uncalorcillo amable y me fue menos difícil tomarlo. Cuando intenté tragar el humo del ciga-rro, lo expulsé tosiendo, así que me contenté con apenas retenerlo en mi boca y echarloenseguida hacia arriba, mirando el techo, como hacía mi papi con suprema elegancia. Yono había querido fumar ni probar whisky cuando mi papi me lo había sugerido, nada o casinada de lo que él hacía me resultaba atractivo, pero ahora que estaba solo en la oscuridad,encontraba un innegable placer en imitar al viejo regañón. Vi las llaves y me asaltó una ideapeligrosa. Afuera, la pick up celeste, cómplice, esperaba. El trago tuvo la culpa, yo no solíaser audaz: cogí las llaves, acabé el whisky, en el cenicero dejé aplastado medio cigarro y salíde ia biblioteca. Abrí la puerta de calle con sumo cuidado, no se fuesen a despertar, y así,sin zapatos, con piyama y medias blancas, los cigarros de mi abuelo en el bolsillo, salí a res-pirar aire fresco y a jugar un momento con esa idea peligrosa. Yo quería hacerme hombreaquella noche. Lloviznaba, caía esa lluvia flaca y apática, indigna de llamarse lluvia, queapenas humedece Lima ciertas madrugadas de invierno. Entré, para no mojarme y seguirjugando con la idea, a la pick up Nissan. Pasó un carro por Los Laureles, me agaché, podíaser la policía, en ese barrio de San Isidro vivían embajadores y ministros. Sólo una vuelta ala manzana, pensé. Me tembló levemente la mano cuando introduje la llave. Prendí lacamioneta, no creo que me hayan oído, los abuelos no se despiertan ni con un terremoto,hundí mi pie en el embrague, puse retroceso y, con cierta brusquedad, pues saqué muydeprisa el pie del embrague, salí manejando marcha atrás con las luces apagadas. Yo, sinsaber manejar bien, me sentía capaz de dar una vuelta a la manzana con la pick up. Leo,mi chofer, me había dejado manejar dos o tres veces la camioneta, o sea que ya le había per-dido el miedo al asunto, aparte que después del whisky me sentía más osado que de cos-tumbre. Bajé la ventana, encendí las luces, manejé despacio, en segunda, y activé las plu-millas, pues la luna delantera se había mojado con la llovizna. La brisa mansa de San Isidro

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me despeina, me siento todo un hombre, no extraño a mi mami o al menos finjo que nola extraño, manejo sólo de noche, fumo y tomo tragos, me robo el catto de mi papapa, aun-que sólo sea para dar una vuelta a la manzana que, espero, no termine con una vuelta decampana. Soy todo un hombre hecho y derecho, como dice mi mami, [...]. Prendo unsegundo cigarrillo, esta vez con el encendedor de la camioneta: el círculo rojo contra elpapelito enrollado, el humo, el encendedor quemándome los dedos. Entonces ocurre elpercance: regreso el encendedor al tablero, aspiro fuertemente el cigarrillo para que no seapague, resbala de mi boca, cae, lo veo caer como en cámara lenta, cae y se introduce justopor el pliegue entreabierto de mi piyama, tengo un botón roto y por ese huequito entra elcigarro prendido, [...] y au, mierda, se me quema el pipílín, pienso, suelto el timón, metola mano, ayayay, se me quema el pipilín, me va a quedar hecho cenizas, saco el cigarrointruso, lo tiro por la ventana y cuando miro hacia delante ya es muy tarde, giro el timón,freno, pero ya es muy tarde, la pick up choca con un carrito blanco. Suerte que iba a pocavelocidad y alcancé a desviar el timón, el choque pudo ser peor. Ahora suena la alarma delcarrito blanco. Asustado, retrocedo y huyo. Manejo rápido y temblando de miedo, des-apareció súbitamente el hombre que ya me sentía, soy otra vez el niño tímido y torpe [...].Llegando a casa de mis abuelos, bajo y miro los daños. No son tan graves como imaginé:sólo una pequeña abolladura en la esquina delantera, un faro rajado, no roto, y unas líne-as de pintura blanca, la huella del raspón. Cierro la camioneta, entro a la casa dejo las lla-ves en el escritorio, limpio el cenicero y el vaso, me encuentro cara a cara con una foto demi abuelo en Nueva York durante uno de sus viajes de trabajo, perdón, papapa, pienso, ycamino, todavía temblando, mis medias ya no tan blancas deslizándose sobre el piso demadera, hacía mi cuarto. Me meto a la cama, hundo mi cabeza debajo de la almohada, meescondo de mí mismo [...]. Mi papapa, una vez más, pasa al lado de la abolladura y no laadvierte, y yo, silencio. Recién cuando bajamos del edificio y nos acercamos a la pick up,suerte que acaban de pagarle y está contento, se detiene, ve la marca del choque y dice mecachen, ¡nos chocaron! Yo, temblando, me acerco también a la camioneta. La esquinadelantera izquierda, la del piloto, la que yo abollé, es la que, para mi inmensa fortuna, miabuelo, al cuadrar, dejó al lado de la pista, no de la vereda, y por esa callecita pasan muchoscarros y micros grandes. Por eso, furioso, mi abuelo dice quince minutos dejo la pick up ypasa un malparido, me la choca y se da la fuga, ¿qué le parece, jovencito? Yo en silencio veocómo mi abuelo pasa su mano por la lata golpeada de su camioneta. ¿Y ahora qué hace-mos?, le pregunto cobarde, escondiéndole la verdad. Vamos nomás, tenemos que ir a hacerla denuncia a la comisaría para que me pague el seguro. En la camioneta, mientras él mane-ja quejándose de Lima, ya no se puede vivir en esta ciudad, demasiado salvaje anda dandovueltas, a fin de año de todas maneras me voy a Venezuela, pero no le digas nada a tu abue-la, yo trato de decirle a mi papapa dos palabras, sólo dos: yo fui. Pero no me salen, no selas digo, no tengo el valor de confesarle que yo le choqué su pick up, no soy el hombre quedebería ser, y por eso me siento avergonzado pero, a la vez, aliviado, porque mi papapa no

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se va a molestar conmigo. Vamos a la comisaría de Miraflores, una casona vieja en la callePetit Thouars, y después de sentar la denuncia, ya a la salida, tan pronto como subimos ala pick up, me lleno de valor y le digo papapa, quiero decirte algo. Arranca él la pick up,me mira con todo su cariño y me dice cuéntame, ¿qué te pasa? Y yo, que no puedo vivirmás con esa horrible vergüenza, ya al borde de las lágrimas, yo fui, papapa, y él ¿cómo? Yyo sin mirarlo, sudándome mucho las manos, yo choqué la pick up y él sorprendido, ¿tú?,¿cuándo? Y yo anoche, salí a dar una vuelta a la manzana y choqué. Se queda un momen-to pensativo, yo espero que me grite, que me regañe, que me insulte, estoy llorando de larabia y la vergüenza, me siento un imbécil por haber chocado y por haberle ocultado la ver-dad. Mi papapa apaga la camioneta, pone una mano sobre mi hombro y me dice la próxi-ma vez que te escapes en mi pick up, no seas desgraciado: pásame la voz y salimos juntos,que tan viejo no estoy. Yo lo miro sorprendido y veo en sus ojos todo el amor de mí abue-lo adorado y él sonríe y yo también y nos reímos y yo lo abrazo y me quiero quedar así todala vida, abrazándolo afuera de la comisaría de Miraflores. Cuando llegamos a la casa y nossentamos a almorzar, mi papapa le cuenta a su mujer que un salvaje chocó mi camioneta yse dio a la fuga y ella comenta ay, se me va el aire, Guillermina, ¡tráigame mi uña de gato!Y luego nos pregunta ¿no se hicieron nada? Y mi papapa nada, mi amor, salimos ilesos, yluego me guiña el ojo y yo sonrío apenas y lo quiero con toda mi alma y pienso cómohubiese querido que tú seas mi papi, papapa.

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