8/16/2019 El árbol Onetti

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El árbol

Juan Carlos OnettiCuando aquella mañana de cielo feliz, la muchacha, violín en mano, llamó a la puerta de la casita jardín de los Risi,un hombre de paisano, un poco mulato, abrió de un tirón y la oblió a pasar!" #ónase contra la pared y apóyese en las manos!$ientras obedecía, la muchacha tuvo tiempo de pasar un vistazo por la cara de la sirvienta de %ide que estabablanca, moviendo las manos sobre el vientre, emparedada por otros dos monos que se turnaban para apresurarpreuntas o mezclaban las interroaciones con la vieja t&cnica tan aprendida, tan puesta a prueba! 'os tres hombresen manas de camisa y sudando, finiendo premura e importancia!(l portero cacheó a la muchacha y detuvo la con&nita insolencia de las manos en los senos y las nalas!" 'impia, dijo! )hora abra el violín!" (l estuche!" *í, doctora! (l estuche del violín!(lla había escondido los papelitos celestes que le había prestado anoche la mujer de %ide, entre un si bemol y unpizzicato! #ero al fin aparecieron!(ra una lista de nombres de sentenciados a muerte que tal ves a+n sian vivos!" - esto. " preuntó el primero, con aire sobrador, buscando meter en la luz atenuada de la mañana una e/presiónde amenaza inteliente!'a sirvienta de los %ide repetía0

" 1o, ya le dije! 'os trajo ayer a casa! 1o s& dónde est2! -a le dije! 1o avisó por tel&fono ni lo vi! -a le dije! 1o s&dónde est2! -a le dije!" - usted ahora se va al jardín con el mocoso " le dijo el hombre a la muchacha! - nada de macanas que noempezamos todavía!

 )sí que ella abrió la puerta vidriera y en el pequeño jardín respiró el aroma de la tierra h+meda y el olor del verano,arupados en el ran 2rbol solitario!3ob estaba despatarrado, all2 arriba, en las ramas m2s altas!" 4ra& la pelota que est2 all2 en el fondo " dijo 3ob!'a pelota estaba a dos metros contra el muro ris de la divisoria! (ra de oma, rande y parecía estar pintada conajos de todos los colores!'a muchacha tiró la pelota al niño y el niño a ella, y así siuieron, riendo los dos! )hora se oía a la sirvienta de los%ide, a veces ritaba, otras lloraba! 'as voces ruesas de los hombres se entreveraban, se alzaban y se alejaban!" 1o s&! -a le dije! 1o s& nada!(l olpe de un bofetón y un insulto! (l niño continuaba inorante y riendo, ella sonreía, mir2ndolo, mostr2ndole lacara, la pelota iba y venía, rodaba brillosa y alere sobre la tierra que interrumpían alunos puñados de pasto!

Juaban y la muchacha estaba seura de no estar allí, de soñar los subibajas de la pelota! 1o había hombres dentrode la casa acosando a la sirvienta de %ide, no e/istía la amenaza del pronto encierro, el interroatorio, la tortura!$iraba la pared h+meda que rodeaba el jardín, pensaba en la posibilidad de saltar, la de huir del sueño, de quebrarla pesadilla!1o había en el mundo otra cosa que el jardín escu2lido, el vaiv&n de la pelota, la alería del niño a cuyos padresestaban matando en otro lejano inimainable luar, país, continente!!!(ra necesario seuir juando con el niño, sentir que la pelota le olpeaba la barria, lanzarla de vuelta!(l niño, puro y sencillo, tan cerca de la casa y el horror5 el niño, lo +nico que subsistía de los padres en aquelmomento y ella tenía que ser padre y madre mientras durara la pesadilla infinita, las voces roseras en la casa, larisa nerviosa del chico en el 2rbol!#orque si prolonaba sin pausa el monótono jueo, ambos quedarían apartados del tiempo, nunca rozados por lasuciedad del mundo!