el lenguaje como discurso

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LENGUAJE COMO DISCURSO

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3. Lee el artculo de Paul Ricur, Metfora y semntica del discurso. (Ricur, P., La metfora viva. Madrid, Ediciones Europa, 1980; pp. 97-140.) y desarrolla las siguientes actividades en un escrito:

Resume la funcin de la palabra como mediadora de la semitica de las entidades lexicales y la semntica de la frase.La palabra es el portador del efecto de sentido metafrico; la palabra es la que toma un sentido metafrico; por eso la definicin de Aristteles no es abolida por una teora que no atae al lugar de la metfora en el discurso sino al mismo proceso metafrico; con trminos de Max Black.

Entonces, se puede decir que la palabra sigue siendo el soporte del efecto de sentido metafrico, en el discurso, la funcin de la palabra es encarnar la identidad semntica. Pero precisamente la metfora afecta a esa identidad. Y nada es ms difcil de apreciar que la funcin de la palabra, que de entrada parece dividida entre una semitica de las entidades lexicales y una semntica de la frase.Cabe agregar, que la palabra se sita en una posicin funcional intermedia debido a su doble naturaleza. Por una parte, se descompone en unidades fonemticas de nivel inferior; por otra, entra, como unidad significativa y en compaa de otras unidades significantes, en una unidad de nivel superior la misma que es una frase. La frase se realiza en palabras, pero stas no son simplemente sus segmentos. Una frase constituye un todo, que no se reduce a la suma de sus partes; el sentido' inherente a ese todo' se halla repartido' en el conjunto de sus constitutivos. Por tanto, la frase no slo no deriva de la palabra, entendida como' lexema, es decir, aislada, tal como aparece en el cdigo lexical, sino que la palabra es, en cuanto' implica sentido, un elemento' constitutivo de la frase. La lengua se forma y se configura en el discurso, actualizado en frases. Ah comienza el lenguaje. Podramos expresarlo adaptando una frmula clsica.

Algunos aos ms tarde, Benveniste, especialista francs en snscrito: aplica a estas dos lingsticas los trminos de semitica y de semntica; el signo es la unidad semitica; la frase, la semntica; estas unidades son de orden diferente; semitica y semntica se aplican as a campos distintos y con una acepcin restrictiva. Afirmar con Saussure que la lengua es un sistema de signos caracteriza al lenguaje slo en uno de sus aspectos y no en su realidad total. Las consecuencias son importantes para la extensin de una distincin tan conocida como la del significante y del significado; este anlisis del signo slo reina en el orden semitico, no en el semntico. En semiologa para que un signo exista, es necesario y suficiente que sea recibido (existe sombrero? S. Sombrero? No); la pregunta por el significado no pide ms que una respuesta: s o no; esto significa o no? Aunque el significado no precisa definicin intrnseca, se define extrnsecamente por otros signos que lo delimitan en el interior de la lengua: Cada signo tiene de propio lo que le distingue de los dems. Ser distintivo y ser significativo, es la misma cosa. As circunscrito, el orden del signo deja fuera al orden del discurso. La fecundidad de esta distincin entre orden semitico y orden semntico se reconoce en su capacidad para engendrar otras muchas distinciones, algunas hechas por el mismo Benveniste y otras percibidas sin orden sistemtico por el linguistic analysis anglosajn. Esta unin entre la semntica filosfica y la semntica lingstica es muy importante. Por mi parte, como sntesis de estas descripciones y limitndome a indicar de pasada sus respectivos orgenes, muchas veces inconexo. Resulta fcil reducirlos a binas ideolgicas, lo cual da al discurso un marcado carcter dialctico; y al mismo tiempo subraya hasta qu punto el discurso requiere una metodologa distinta de la que se aplica a las operaciones de segmentacin y de distribucin en una concepcin meramente taxonmica del lenguaje.Ms an, estas dos ciencias no solamente son distintas, sino que tambin reflejan un orden jerrquico. El objeto de la semitica -el signo es meramente virtual. Solamente la oracin es real en tanto constituye el mismo acontecimiento del habla. Por eso no hay forma de pasar de la palabra, como signo lxico, a la oracin mediante el simple recurso de extender la misma metodologa a una entidad ms compleja. La oracin no es una palabra ms grande o ms compleja, es una nueva entidad. Puede ser descompuesta en palabras, pero las palabras son algo diferente de las que conforman las oraciones cortas. Una oracin es una totalidad irreductible a la suma de sus partes. Est hecha de palabras, pero no es una funcin derivativa de sus palabras.Una oracin est hecha de signos, pero no es un signo en s. Por lo tanto, no hay ninguna progresin lineal del fonema al lexema y de ah a la oracin y a totalidades lingsticas ms grandes que la oracin. Cada etapa requiere nuevas estructuras y una nueva descripcin. La relacin entre los dos tipos de entidades se puede expresar como se indica a continuacin, siguiendo a mile Benveniste: el lenguaje depende de la posibilidad de dos tipos de operaciones, la integracin en totalidades ms grandes y la disociacin en partes constitutivas.El sentido parte de la primera operacin; la forma, de la segunda. La distincin entre dos tipos de lingstica, semitica y semntica, refleja esta red de relaciones. La semitica, la ciencia de los signos, es formal en el mismo grado en que se apoya en la disociacin del lenguaje en partes constitutivas. La semntica, la ciencia de la oracin, est inmediatamente interesada por el concepto de significado (que en esta etapa se puede tomar como sinnimo de sentido, antes de que introduzcamos la distincin entre significado y referencia) al punto de que la semntica est fundamentalmente definida por los procedimientos integrantes del lenguaje. Aunado a lo antes mencionado, lo semitico slo conoce relaciones intralingsticas; nicamente la semntica se ocupa de la relacin del signo con las cosas denotadas, es decir, en definitiva, de la relacin entre la lengua y el mundo. No existe, pues, oposicin entre la definicin del signo por la relacin significante-significado y la definicin por su relacin con la cosa. Slo la sustitucin de la segunda definicin por la primera constituye la semitica como tal. Pero la segunda definicin no queda abolida; contina teniendo valor para el lenguaje en acto, cuando ste se considera en su funcin de mediador entre el hombre y el hombre, entre el hombre y el mundo, integrando, por tanto, al hombre en la sociedad y garantizando' la adecuacin del lenguaje al mundo'. Finalmente, se puede relacionar el problema de la referencia con la nocin de intencin, distinta de la de significado. La intencin es la que tiene una referencia exterior al lenguaje: Con el signo, se alcanza la realidad Intrnseca de la lengua; con la frase nos relacionamos con las cosas fuera de la lengua; y mientras que el signo' tiene como contrapartida constitutiva el significado que le es inherente, el sentido de la frase comporta una referencia a la situacin de discurso y a la actitud del locutor. Identifica los puntos en los que Max Black marca un avance significativo (segn Ricur) en la nocin de enunciado metafrico.La metfora va por la va del 'enunciado metafrico'. Con esto se quiere decir que la metfora ha de tener como unidad mnima la frase y como base al discurso.Para el autor Max Black la metfora se da a nivel del enunciado completo, para demostrarlo se apoya en la tesis defendida en Modelos y Metforas. Especialmente a travs de la metfora, ttulo que condensa una explicacin semntica que se ha hecho clsica para la comprensin de esta figura que la define como la interaccin entre la palabra metafrica y el enunciado en que aparece. Black intenta dar cuenta del cambio de sentido que se opera en el enunciado metafrico. Al plantear que la metfora se da por la interaccin entre un vehculo y un tenor. El tenor es la idea subyacente, la situacin o la idea nueva, y el vehculo la idea bajo cuyo signo se aprehende la primera, son los signos en los cuales desciframos las situaciones nuevas. La relacin entre el tenor y el vehculo es producto de su semejanza y desemejanza. As en la conocida metfora de Humboldt la lengua es un organismo vivo el vehculo es organismo vivo y el tenor la lengua; aplicarle a esta el predicado un organismo vivo es ver la lengua de una manera nueva, como una situacin nueva, esto es, como algo vivo, cambiante, que interacta con el medio y que se desarrolla. Entonces, la estructura de la metfora es A es B, en donde A es el asunto principal y B es el asunto subsidiario. La metfora selecciona, acenta, suprime y organiza los rasgos caractersticos del asunto principal al implicar enunciados sobre el que normalmente se aplican al asunto subsidiario.

El asunto principal y el subsidiario designan sistemas y no realidades aisladas, entidades complejas ms o menos laxamente estructuradas y no son teoras en el sentido estricto, pero pueden ser teoras del sentido comn. Los asuntos por s mismos no constituyen una metfora, el mecanismo est centrado en la relacin entre estos. Las implicaciones que dan cohesin a los asuntos en cuanto sistemas no son necesariamente lgicas sino mecanismos inferenciales del razonamiento en el lenguaje natural, en muchas ocasiones de ndole pragmtica y susceptibles de variacin cultural, puesto estn basado en contenidos estereotpicos histricos y culturales. Entre el asunto principal y el subsidiario se produce una interaccin, dado que son dos pensamientos en actividad simultnea, en donde se produce la iluminacin mutua, se establece una relacin de cooperacin, que produce efectos mutuos, cuyo resultado principal es la organizacin de un sistema en trminos de otro.

Por otra parte, sin perder de vista esta idea, Max Black desarrolla de una manera ms tcnica la explicacin de la metfora-enunciado. La metfora es un enunciado completo en el cual hay una palabra nuclear que justifica tomar el enunciado como metafrico; ella es portadora de un nuevo significado para el resto del enunciado, que no es metafrico, sino que conserva su significado literal. En general, cuando hablamos de una metfora relativamente sencilla nos referimos a una oracin o a otra expresin en que se usan metafricamente algunas palabras, en tanto que las dems se emplean en forma no metafrica.En el enunciado metafrico Max Black distingue dos elementos: El foco y el marco; el foco es la palabra utilizada en forma metafrica y el marco el resto del enunciado, las palabras utilizadas en un significado usual. En la lengua es un organismo vivo, organismo vivo es el foco mientras que el marco es la lengua es. El enunciado metafrico tiene dos temas uno principal y otro subsidiario, el que utiliza para considerar el otro.

Ahora bien, la metfora funciona aplicando al asunto principal un sistema de implicaciones acompaantes caractersticas del subsidiario, esto es, una serie de nociones propias del asunto subsidiario. As, a la lengua se le aplican caractersticas propias del organismo vivo, ya sealadas, como su interaccin con el medio, crecer, nutrirse del medio.

El aporte de Ricoeur en este sentido radica en que: la metfora deja de ser una simple sustitucin que embellece un mensaje y se la entiende como un enunciado entero, tensionado en sus partes, para provocar un nuevo significado y una nueva realidad. De este modo, la metfora se convierte en una unidad significante y originaria de nuevos significados.

Desde la metfora enunciado (Ricoeur) podemos afirmar que se refuerza enormemente el redescubrimiento del sentido del lenguaje literario, ya que no es simplemente un adornar lo que se est diciendo poticamente, sino tambin la transmisin de una nueva realidad. La nueva realidad que se origina es la verdad metafrica, la cual se engancha sobre todo a la imaginacin y no a la inteligencia.

De este modo la imaginacin se convierte en la sede de reflexin de la persona. Con la revalorizacin de la metfora en el mundo actual, el lenguaje metafrico que pareca haber sido muerto por el racionalismo ha tomado auge e importancia. Se trata de un modo diferente de expresar una verdad y no de un modo inferior. Describe qu ventajas puede obtener la teora de la metfora (con el enfoque que aporta Monroe Bradsley) a partir de la crtica literaria.

La metfora, dice Monroe Beardsley, es "un poema en miniatura" que la relacin entre el sentido literal y el sentido figurativo a metfora sea como una versin abreviada dentro de una sola oracin de la compleja interaccin de significaciones que caracterizan la obra literaria en su totalidad.As mismo, la primera cuestin a considerar tiene que ver con el estatus cognoscitivo de estos dos sentidos. Dentro de la tradicin del positivismo lgico esta distincin entre el sentido explcito y el implcito tratada como la distincin entre el lenguaje cognoscitivo y el lenguaje emotivo. Y una buena parte de la crtica literaria, influida esta tradicin positivista, traspuso la distincin entre lenguaje cognoscitivo y emotivo al vocabulario de denotacin y connotacin. De acuerdo con tal posicin, solamente la denotacin es cognoscitiva como tal, de orden semntica. Tambin, una connotacin es extrasemntica porque consiste en el entramado de evocaciones emotivas, que de valor cognoscitivo. El sentido figurativo de un texto, por tanto, debe verse como carente de significacin cognoscitiva. Pero es correcto limitar de este modo la significacin cognoscitiva slo a los aspectos denotativos de una oracin?. Tal es el problema para el cual una metfora puede funcionar como una prueba. Si podemos mostrar que la relacin entre el sentido literal y el figurativo en una metfora es una relacin intrnseca a la significacin completa de la metfora, podremos obtener el modelo de una definicin puramente semntica de la literatura que ser aplicable a cada una de sus tres clases esenciales: la poesa, el ensayo y la prosa narrativa. Podemos entonces decir que lo que un poema afirma est relacionado con lo que sugiere, as como su significacin primaria est relacionada con su significacin secundaria, y donde ambas significaciones caen dentro del campo semntico. Y la literatura es ese uso del discurso en donde varias cosas son especificadas al mismo tiempo, y en donde no se requiere que el lector escoja entre ellas. Es el empleo positivo y productivo de la ambigedad.Si nos abstraemos por un momento del mundo de la obra revelado por esta interaccin de sentidos, podemos concentrar nuestro anlisis en el diseo verbal, esto es, en la obra del discurso que genera la ambigedad semntica que caracteriza la obra literaria. Es esta obra del discurso la que se puede ver en miniatura en la metfora.

La teora de la metfora nos viene de los antiguos retricas, pero esta teora no cumplir con el cometido que esperamos de ella sin una importante revisin. Esta revisin, brevemente expresada, hace que el problema de la metfora se desve de la semntica de la palabra a la semntica de la oracin. En la retrica tradicional, la metfora se considera un tropo, esto es, como una de las figuras que clasifican las variaciones del sentido en el empleo de las palabras y, ms precisamente, en el proceso de la denominacin. La metfora pertenece al juego del lenguaje que gobierna la accin de dar un nombre. Posteriormente, Cicern y Quintiliano invirtieron este modelo y dijeron que una metfora es simplemente una comparacin abreviada. Ahora bien, qu presuposiciones estn implcitas en este tratamiento retrico de la metfora? Primero se admite que las palabras han de ser tomadas aisladamente una de la otra, cada una teniendo en s misma una significacin, que Aristteles llama su sentido. Con esto quiere decir que es comn para cierta poblacin e es fijado por las normas operantes de esa comunidad hablante. La retrica comienza entonces donde el cdigo lxico termina. Trata las significaciones figurativas de una palabra, aquellas significaciones que subsecuentemente pueden convertirse en parte del empleo ordinario. La cuestin implcita aqu es explicar por qu hay tales variaciones en las significaciones. Los antiguos retricos generalmente respondan que el objetivo de una figura era una laguna semntica en el cdigo lxico o adornar el discurso o ms placentero.Debido a que tenemos ms ideas que palabras para expresarlas, debemos ampliar las significaciones de ellas palabras que s tenemos ms all de su empleo ordinario. O, en aquellos casos en que ya se dispone de una palabra adecuada, podramos escoger y emplear una palabra figurativa para satisfacer, o tal vez para seducir a nuestro pblico. Esta segunda estrategia de figuras retricas refleja uno de los aspectos centrales de la funcin general de la retrica, a saber, la persuasin. Esto es, la retrica es un medio para influir en un pblico por medio del empleo de formas del discurso que no son las de la comprobacin o la violencia. Aspira a hacer ms atractivo lo probable. La metfora es una de estas figuras retricas, aquella en la cual la semejanza sirve como motivo para la sustitucin de una palabra literal desaparecida o ausente por una palabra figurativa. Debe distinguirse de las otras figuras de estilo, tales como la metonimia, por ejemplo, en donde la contigidad toma el lugar que ocupa la semejanza en la metfora. En definitiva, la metfora es un tropo, una figura del discurso que tiene que ver con la denominacin. Representa la amplitud o prolongacin del sentido de un nombre por medio de la desviacin del sentido literal de las palabras. El motivo para esta desviacin es la semejanza. La funcin de la semejanza es la de fundamentar la sustitucin del sentido literal -el cual podra haber sido utilizado en el mismo lugar- por el sentido figurativo de una palabra. Por lo tanto, la significacin sustitutiva no representa ninguna innovacin semntica. Podemos traducir una metfora, esto es, restituir el sentido literal que la palabra figurativa sustituye. En efecto, sustitucin ms restitucin es igual a cero. Ya que no representa una innovacin semntica, una metfora no proporciona ninguna nueva informacin acerca de la realidad. Es por esto por lo que puede contarse como una de las funciones emotivas del discurso. stas son las presuposiciones de la retrica clsica que un tratamiento semntica moderno de la metfora pone en duda. Esta nueva semntica encuentra su mejor expresin en los trabajos de autores tales como I.A. Richards, Max Black, Monroe Beardsley, Colin Turbayne y Philip Wheelwright, entre otros. Y de entre estos autores, el trabajo de Richards es realmente el precursor, porque seala el derrumbe de la problemtica tradicional. Del mismo modo, si Richards pudo rechazar las dos ltimas implicaciones del modelo clsico -que una metfora no incluye ninguna nueva informacin y que, por lo tanto, su funcin es puramente decorativa- fue porque se deshizo de las presuposiciones iniciales. La primera presuposicin que debemos rechazar es la que dice que la metfora es simplemente un accidente de la denominacin, un desplazamiento en la significacin de las palabras, de ah que, la retrica clsica se limit a la descripcin de un efecto de sentido que realmente es el resultado del efecto que tiene sobre la palabra una produccin de sentido que tiene lugar en el nivel de una expresin u oracin completa.Antes bien, la metfora atae a la semntica de la oracin antes de que se relacione con la semntica de la palabra. Y ya que la metfora slo tiene sentido en una expresin, es un fenmeno predicativo, no denominativo. Cuando el poeta habla de un "ngelus azul", o de un "manto de dolor", pone en tensin dos trminos, que, segn Richards, podemos llamar el tenor y el vehculo. Y slo el conjunto constituye la metfora. As que realmente no deberamos hablar del empleo metafrico de una palabra, sino ms bien de la expresin metafrica. La metfora es el resultado de la tensin entre dos trminos en una expresin metafrica. Esta primera tesis implica una segunda. No obstante, si una metfora slo atae a las palabras porque se produce primero en el nivel de una oracin completa, entonces el primer fenmeno que debemos considerar no es cualquier desviacin del sentido literal de las palabras, sino precisamente el funcionamiento real de la operacin predicativa en el nivel de la oracin. La interpretacin metafrica presupone una interpretacin literal que se autodestruye en una contradiccin significativa. Es este proceso de autodestruccin o transformacin el que impone una especie de giro a las palabras, una extensin del significado, gracias a la cual podemos comprender cundo una interpretacin literal sera literalmente disparatada. De ah que una metfora aparezca como un tipo de rplica aguda a una cierta inconsistencia en la expresin metafrica literalmente interpretada. Finalmente, tomando en consideracin los valores lxicos de las palabras en una expresin metafrico, slo podemos darle sentido a sta, es decir, slo podemos salvar la expresin completa, sometiendo las palabras en cuestin a una especie de trabajo del sentido -que, siguiendo a Beardsley, hemos llamado un giro metafrico- gracias al cual la expresin comienza a tener significado. La metfora, por lo tanto, es ms la resolucin de un enigma que una simple asociacin basada en la semejanza; est constituida por la resolucin de una disonancia semntica.