el sapo lengua de trapo

54

Upload: la-tinta-invisible-editores

Post on 26-Jul-2016

321 views

Category:

Documents


11 download

DESCRIPTION

Tomás Jurado Zabala. Literatura infantil. Teatro para niños. Fundación Editorial el perro y la rana

TRANSCRIPT

Page 1: El sapo lengua de trapo
Page 2: El sapo lengua de trapo
Page 3: El sapo lengua de trapo

El Sapo Lengua de Trapo

Tomás Jurado Zabala

Ilustrado por David Dávila

© Tomás Jurado Zabala© Fundación Editorial el perro y la rana, 2014

Centro Simón Bolívar,Torre Norte, piso 21, El Silencio,Caracas - Venezuela, 1010.Teléfonos: (58-0212) 7688300 - 7688399

Correos electró[email protected]@gmail.com

Páginas webwww.elperroylarana.gob.vewww.mincultura.gob.ve

Redes socialesTwitter: @perroyranalibroInstagram: editorialperroyranaFacebook: Editorial perro ranaYoutube: Editorial El perro y la ranaSoundcloud: perroyranalibroGoogle+: Editorial El perro y la rana

Diseño de colección: Mónica Piscitelliilustraciones: © David Dávila

Edición: marjori lacenerecorrección: ybory bermúdezdiagramación: david dávila

hecho el depósito de leydepósito legal: lf4022015800328 isbn: 978-980-14-2999-9

Page 4: El sapo lengua de trapo

Presentación Hay un universo maravilloso donde reinan el imaginario, la luz, el brillo de la sorpresa y la sonrisa

espléndida. Todos venimos de ese territorio. En él la leche es tinta encantada que nos pinta bigotes como nubes líquidas; allí estuvimos seguros de que la luna es el planeta de ratones que juegan a comer montañas, descubrimos que una mancha en el mantel de pronto se convertía en caballo y

que esconder los vegetales de las comidas raras de mamá, detrás de cualquier escaparate, era la batalla más riesgosa. Esta colección mira en los ojos de niños y niñas el brinco de la palabra, atrapa la imagen del sueño para hacer de ella caramelos y nos invita a viajar livianos de carga en busca de

caminos que avanzan hacia realidades posibles.

El gallo pelón es la serie que recoge tinta de autoras y autores venezolanos; el lugar en el que se escuchan voces trovadoras que relatan leyendas de espantos y aparecidos de nuestras tierras, la

mitología de nuestros pueblos indígenas y todo canto inagotable de imágenes y ritmos.

Los siete mares es la serie que trae colores de todas las aguas; viene a nutrir la imaginación de nuestros niños y niñas con obras que han marcado la infancia de muchas generaciones en los cinco

continentes.

Page 5: El sapo lengua de trapo

La Cenicienta

Page 6: El sapo lengua de trapo

9

Narrador: En la plaza principal, que estaba de bote en bote, el noble emisario real gritaba a todo gañote.

Emisario Real: Se informa a todo el reinado que el príncipe de Burlovia se ha puesto medio chiflado y ahora anda buscando novia.

Por eso esta tardecita, el rey Federico Ulacio dará una fiesta en palacio, a todas las señoritas.

Page 7: El sapo lengua de trapo

1110

Narrador: Aquel notición retumbó en toda la nación como un cañón.

Y con la fuerza de un rayo se llenaron con presteza, en menos que canta un gallo, los salones de belleza.

Les cuento que a todas estas, llegó como a ciento ochenta la noticia de la fiesta a casa de Cenicienta.

Y allí estaba la madrastra, que era una vieja jamona,

con sus dos hijas simplonas, y Cenicienta, la hijastra.

Madrastra: ¡Qué alegría, qué emoción! ¡Qué ricura, qué delicia, se me salta el corazón con tan preciada noticia!

Arréglense pronto el pelo que se parece a un cabestro, que este bonche no lo pelo, pues ya ese príncipe es nuestro.

Narrador: Ambiciosa y delirante, aquella vieja canija pretendió casar la hija con un príncipe importante.

Page 8: El sapo lengua de trapo

1312

Y en medio de una alharaca, atavió a sus dos pimpollos que más bonito era un bollo, más elegante una hallaca.

Mientras tanto, viendo lejos, la pobre de Cenicienta, toda llena de complejos toda sucia y harapienta,

vio cómo, alegres y ufanas, rumbo al palacio salían cantando sus dos hermanas de la vieja en compañía.

Y en ese mismo momentocomenzó la moqueadera,pues le daba sentimientosentirse de esa manera.

Y tanto fue el lloriqueo,tan fuerte la llorantina,que presto como un correolo supo el Hada Madrina.

Y ¡cataplún! de repenteaquí está el Hada Madrinaque es como un alicientemás bueno que la aspirina.

Hada Madrina: ¿Qué te pasa, Cenicienta, que lloras de esa manera?

Page 9: El sapo lengua de trapo

1514

Cenicienta: Que no me toman en cuenta mis hermanas retrecheras. Y con la vieja adelante volando van cual centellas a ver si le echan el guante al príncipe alguna de ellas.

Hada Madrina: ¿Y es eso lo que te aqueja?

Cenicienta: Pues claro, porque no es justo. Yo aquí como una perpleja y ellas tres dándose gusto.

Hada Madrina: Pues tate, tate que a esta también gusto vas a darte. Si lo que quieres es fiesta a la fiesta he de mandarte.

Cenicienta: Pero mire, Hada Madrina, hay un problema, por cierto, que mucho me desanima y produce desconcierto.

Hada Madrina: ¿Qué será?, vamos a ver; suelta la prenda, mijita, que el bonche vas a perder si no te largas ahorita.

Page 10: El sapo lengua de trapo

16

Cenicienta: Que dicho y no en cuchufleta, fíjese usted en mis trapos mis medias y mis chancletas a ver si no son harapos.

Narrador: Y el Hada Madrina vio lo que la niña vestía y por poco no dijo fo del olor que despedía.

Page 11: El sapo lengua de trapo

1918

Hada Madrina: Estás más pobre que un fraile. En la propia carraplana, pero para ir al baile lo que hace falta son ganas. Así que pronto, mijita, vamos a echarle pichón. Vas a quedar tan bonita que no tendrás parangón.

Narrador: Y moviendo la varita con su mágico recurso transformó a la jovencita en una miss de concurso.

De princesa era la ropa, de diosa la gargantilla

y del cristal de una copa le hizo las zapatillas. Y agarrando una lechosa y seis alegres ratones hizo una hermosa carroza con seis blancos percherones.

Y así le dijo segura la madrina bondadosa:

Hada Madrina: Que Dios te lleve, criatura, pero recuerda una cosa:

Que no te hagas ilusiones porque es pasajero el goce y este sueño queda nones cuando el reloj dé las doce.

Page 12: El sapo lengua de trapo

2120

Narrador:Llegó al palacio al momentocuando el Príncipe ya estabarabiando de aburrimiento,pues ninguna le gustaba.

Unas eran muy delgadas,otras eran regordetas,otras, varas espigadas,otras, de piernas cambetas.

Otras eran muy calladas,otras eran hablachentas,otras, muy nalgasplanchadasy otras muy nalgasgrasientas.Unas eran muy sifrinasy hablaban como entre dientes,

otras eran campesinas y se escondían de la gente.

Patizambas, narigudas, necias, bizcas, zalameras, motolitas, batatudas, estúpidas, rocheleras.

Total, una mazamorra que al príncipe disgustaba y en serio que ya pensaba, mandarlas largo a la porra.

Y de pronto, ¡qué grandioso!, el palacio se acrecienta cuando entró con paso airoso, al salón, la Cenicienta.

Page 13: El sapo lengua de trapo

2322

Las mujeres se impresionan, la guardia se desconcierta y el príncipe en su poltrona queda lelo y boquiabierta.

Pero en seguida arremete como un vendedor de joyas y acercándose a la polla le da un beso en el cachete.

Le expresa las ilusiones que su fresco amor refleja con estos versos ramplones en la pata de la oreja:

Príncipe: Dios la guarde, señorita, por ser amable y bonita. Porque su cuerpo al andar tiene una gracia infinita muy difícil de igualar.

Y hay en su alegre sonrisa una oblación que matiza la dulce paz de la tarde. Señorita, Dios la guarde.

Page 14: El sapo lengua de trapo

25

Narrador: El Príncipe, bien contento con tan grata compañía, ni por un breve momento la música detenía.

Un valse bailó primero, pero al entrar en calor volumen dio al perolero para escucharlo mejor.

Y se armó la gran pachanga: joropos, salsas, fandangos, pasodobles, cumbias, changas, vallenatos y hasta tangos. Y él bailó de todo un poco nomás con la Cenicienta

Page 15: El sapo lengua de trapo

2726

que en seguida se dio cuenta que de amor lo tenía loco.

Y en esas horas tan bellas que el destino los uniera fue soplar y hacer botellas, fue orégano la pradera.

El amor la encegueció al punto y de tal manera que no se acordó siquiera de mirar para el reloj.

Se había olvidado del Hada cuando en palacio escuchose las vibrantes campanadas que ya anunciaban las doce.

Cenicienta: ¿Las doce ya? ¡Virgen santa! Hasta aquí me trajo el río.

Príncipe:¿Qué te sucede, amor mío?¡Ahora es cuando el cuerpo aguanta!

Cenicienta: De que aguante nadie duda, pero el tiempo se termina y se me ordena que acuda al lado de mi madrina.

Príncipe: Pero yo te necesito. Ya no sé vivir sin ti y si me dejas solito de pena voy a morir.

Page 16: El sapo lengua de trapo

2928

Narrador: Pero el ruego se perdió como aguja en un establo, pues Cenicienta salió como alma que lleva el diablo.

Y en su alocada carrera como blanca cervatilla al bajar por la escalera se perdió una zapatilla.

Transcurrieron siete días con inaudita pereza y en esa semana había en todo el reino tristeza.

El Príncipe no comía, lloraba y pegaba gritos, no se bañaba y hedía a puro perro chiquito.

Llamaron muy preocupados al doctor de cabecera quien dijo que aquello era cuestión de sumo cuidado.

Había que hallar la chamita que le había sorbido el seso, pues solamente con eso un mal como este se quita.

Por eso a toda carrera se desplegó una cuadrilla que por todo el reino fuera midiendo la zapatilla.

Page 17: El sapo lengua de trapo

3130

A quien justo le quedara se le echara encima el guante y sin perder un instante al palacio se llevara.

Y se formaron de inmediato colas largas y apretadas de chicas esperanzadas que les calzara el zapato.

Probaban allá y aquí sin éxito y sin fortuna, porque un zapatico así no le calzaba a ninguna.

Pues tenían en vez de pies unas patazas enormes, que eran gordas y deformes de talla cuarenta y tres.

Unas tenían juanetes, otras, duros los talones, la mayoría con ribetes producto de sabañones.

Y después que ya probaron a tres mil ciento cuarenta sin esperanzas llegaron donde vivía Cenicienta.

Hermanastra uno: Señor Secretario, a mí segurito que me queda.

Madrastra: Por supuesto, hija, que sí, tú tienes los pies de seda.

Page 18: El sapo lengua de trapo

32

Secretario: No discuto su opinión, tal vez tenga pies de seda, pero esto a usted no le queda ni que se moche el talón.

Hermanastra dos:Si a mi hermana no calzóa mí sí me ha de calzar;no hay nadie en este lugarcon unos pies como yo. Aunque ahora, lo confieso,están un poquito hinchadosy quién sabe si por esome queden algo apretados.

Page 19: El sapo lengua de trapo

3534

Quizás, señor Secretario,me estorbe un poco el talón¡Ay, mamita, en el armariobusca un poco de jabón!

Madrastra: No te preocupes, primor, que el Secretario ha de ver que tú eres la mujer que al príncipe dio su amor.

Así que aunque no te luzca el Secretario ya sabe que por pequeño y por suave es tu piecito el que busca.

Secretario: Lamento mucho, señora, la contraria a usted llevarle. A esta pataza de lora es imposible calzarle.

Hermanastra dos: Ya le advertí, caballero, que están un poquito hinchados.

Madrastra: Y usted probó muy ligero. Pruebe otra vez con cuidado.

Page 20: El sapo lengua de trapo

3736

Secretario: Aunque probara mil veces mil veces verá que aprieta, ¿no le ve el pie que parece el de una vaca maneta?

Madrastra: ¿Y si probara con grasa?

Secretario: Igual sería de infructuosa. Dígame, doña, una cosa: ¿no hay nadie más en la casa?

Madrastra: No. Solo mis dos hijitas, una lora y cuatro gatos y una tonta muchachita que friega y lava los platos.

Narrador: Y en ese instante de luz Cenicienta apareció y el hombre apenas la vio casi le da un patatús.

Porque calzaba coqueta, a pesar de vestir mal, un zapato de cristal y en el otro una chancleta.

El Secretario, saltando ágilmente como un gato, le puso el otro zapato y dijo tartamudeando:

Page 21: El sapo lengua de trapo

3938

Secretario: ¡Por Cristo crucificado! Vamos corriendo, muchacha, antes que estire la pata el Príncipe enamorado.

¡Ligero, vamos ligero! Muchachita, ven conmigo.

Cenicienta: Ay, yo quisiera, mi amigo, darme un bañito primero.

Secretario: ¿No hay forma de que te convenza que ya no hay tiempo, muchacha?

Cenicienta: Pero es que me da vergüenza llegarle con esta facha.

Secretario: Que no, mijita, respondo, ¿no ves que si no me apuro al Príncipe por lo hediondo se lo llevará un zamuro?

Narrador: Y así llegó Cenicienta al palacio nuevamente, pero ahora se presenta con harapos malolientes.

Page 22: El sapo lengua de trapo

40

Con un abrazo grandote sellaron el compromiso: el Príncipe dijo: ¡Fote! y ella dijo: ¡Fo, carrizo!

Pero a nadie eso importó porque lo bueno, en el fondo, es ver que el amor triunfó muy a pesar de lo hediondo.

Page 23: El sapo lengua de trapo

La Caperucita Roja

Page 24: El sapo lengua de trapo

4544

Narrador: La Caperucita Roja, un cuento medio indecente donde un lobito se antoja de alimentarse con gente.

Pero que luego al final se le aparece una anciana que deja al pobre animal como le da la real gana.

Madre: Prepara, Caperucita, la cesta con la comida.

Caperucita: ¿Voy a casa de abuelita?

Madre: Rápido, niña, en seguida.

Caperucita: Dime, Madre, ¿irás conmigo?

Madre: Hijita, qué más quisiera ir a su casa contigo, pero ¡ay!, esta gripe fiera me tiene como un castigo y dime tú, ¿si lloviera?

Caperucita: Mejor te quedas, mejor reposas que cuando puedas ya es otra cosa.

Page 25: El sapo lengua de trapo

46

Madre: Ve tú, querida, y dile a la Abuelita que ahí con la comida le mando otras cositas: una naranja pelada, un dulcito de batata, un frasco de mermelada y una Coca~Cola en lata.

Caperucita (Tomando el peso de la cesta): ¡Demonio!

Madre (Alarmada): ¿Qué pasa, Caperucita?

Caperucita: Que igual que un matrimonio pesa esta cesta bendita.

Madre (Tomándole también el peso a la cesta): La verdad que está pesada, y como el calor aprieta mejor la llevas montada atrás en la bicicleta.

Narrador: Y así la alegre damita, tarareando una opereta se fue a casa de Abuelita montada en su bicicleta. El paisaje era tan bello y tanta gracia tenía, que para mirar aquello la niña se detenía. Aquí agarraba una flor, allá una matica extraña acullá un cundiamor y de este lado una araña.

Page 26: El sapo lengua de trapo

48

Narrador: Allí, en la pata de un pino, vio un picure meditando, mientras al lado un cochino estaba gozando hozando. Por estar entretenida, como una gafa mirando, no miró cuando a escondidas venía una sombra saltando.

¿Y saben qué sombra era? ¡No lo saben, no, por Dios! Era una sombra muy fiera, pues era el Lobo Feroz.

Page 27: El sapo lengua de trapo

5150

El Lobo Feroz (Mirando por detrás de un árbol y sobándose la panza): ¿De qué mi panza se antoja que me impulsa con locura? De esa Caperuza Roja que ya se cae de madura.

(Haciendo su maléfico plan para clavarle el diente a la pobre muchachita). Me acercaré y le hablaré, le infundiré gran confianza y al final la meteré de un solo lepe en mi panza.

Narrador: Con esa intención malsana el Lobo hacia ella avanza y ahí su cariño gana y conquista su confianza.

El Lobo Feroz (Hablando bien meloso y con mucha finura, pareciera más bien un lobo educado, que es lo que, precisamente, hace caer a la Caperucita en la trampa): ¿Y podría por ventura

saber, si usted no se enoja, qué hace en esta espesura la Caperucita Roja?

Caperucita (Cayendo como una tonta en la trampa que le estaba poniendo el Lobo Feroz):

Voy a casa de Abuelita, en la entrada del poblado. Por saber que es más cerquita, me vine por este lado.

Page 28: El sapo lengua de trapo

53

El Lobo Feroz (Aprovechando que la muchachita no desconfía de él, intenta hacerla que siga su camino por un sitio diferente, y por eso le pregunta):

¿Conoces bien el camino?

Caperucita: Seguro, señor, seguro.

El Lobo Feroz: Pero si tienes apuro en llegar a tu destino, yo conozco una vereda más fresca, más bonita, que termina donde queda la casa de la Abuelita.

Es un camino seguro, sembrado de margaritas, bien clarito, nadita oscuro... ¿Quieres ir, Caperucita?

Caperucita (No tanto por la desconfianza, sino porque está acostumbrada a obedecer a su mamá en todo, le contesta): Gracias, eres muy fino,

pero mamá me alertó que no desviara el camino que hace rato me indicó.

El Lobo Feroz (Aceptando que cada cual vaya por su lado): Entonces, niñita, vamos,

ven, te apuesto una carrera.

Caperucita: Pues dime tú, ¿qué apostamos?

Page 29: El sapo lengua de trapo

5554

El Lobo Feroz: ¡Caramba! lo que tú quieras.

(El Lobo Feroz, que no sabe nada de matemáticas porque jamás ha ido a la escuela, pero que sí sabe de tracalerías, hace rápidamente la cuenta y calcula que llegará antes que Caperucita).

Y cada cual, por su lado, cruzará el bosque severo hasta llegar al poblado. Gana quien llegue primero.

Caperucita (Muy entusiasmada porque, como va en bicicleta, cree que ganará la carrera):

Pues, hombre, aceptado, ¡apuesto! Preparados ya los pies,

cada cual vaya a su puesto, a la una, a las dos, a las tres...

Narrador: Y pronto dan la señal. Cada cual la mocha mete: sale ella dando pedal y el lobo como un cohete. Ante tan fuerte carrera, queda corta la campiña y mira ¡quién lo creyera, cómo se esfuerza la niña!

Cómo corre, casi vuela, es avión la bicicleta que zumba rumbo a la abuela para conquistar la meta.

Page 30: El sapo lengua de trapo

57

El Lobo con sus patazas, más veloz que una gacela, llegó primero a la casa donde habitaba la abuela. Rápido se aproxima, se asoma por la ventana y observa que en la cocina está dormida la anciana.

El Lobo Feroz (Viendo a la Abuelita que ronca como un angelito, se pone más alegre que un orfeón):

¡Qué suerte!, duerme la vieja. Y se ha quedado dormida, sosteniendo la bandeja donde sirve la comida.

Encerraré a la Abuelita como lo manda la ley,

Page 31: El sapo lengua de trapo

5958

y al llegar Caperucita voy a meter doble play.

Con ají, ñame y topocho, con arroz y con arveja voy a comerme en sancocho bien calientito a esta vieja. Y de postre, cosa buena, sin que me cause bochorno, voy a completar la cena con Caperucita al horno.

Narrador: Y sin perder un minuto, aquel malvado animal, malvado, pero no bruto, armó su plan criminal. Se aproximó en seguida y llegando a la cocina

a la viejita dormida la encerró en la vitrina.

Y se fue al cuarto corriendo, y se puso una pijama, y fingió estar durmiendo estiradito en la cama. “Ya llegó esa zoqueta”, dijo aguzando el oído cuando oyó la bicicleta frenando con un chirrido.

El Lobo Feroz (Parando las orejas, como lo hacen los lobos para oír mejor): Ya llegó la niña boba. Y cuando pase adelante, y se me acerque a la alcoba, le voy a poner el guante.

Page 32: El sapo lengua de trapo

61

Caperucita (Que ha llegado a la puerta de la casa de la Abuelita, se pone a llamarla creyendo que el Lobo aún venía en camino, o se había devuelto):

¡Abuelita, Abuelita!

El Lobo Feroz (Aflautando la voz para que Caperucita se tragara la coba): Ya voy, mijita. ¿Quién es?

Caperucita: Abuela, es Caperucita.

El Lobo Feroz: ¡Ay, mijita! Pasa, pues. Pasa, pues, Caperucita, que a mí me duelen los pies, pasa adelante, mijita.

Caperucita (Alegre se acerca al Lobo creyendo que es la Abuelita, le da un beso y, en seguida, nota el mal olor que despide, y no dice fo porque es mala educación y porque se trata de su Abuelita, pero estuvo a punto de decirlo): ¿Has estado enferma, abuela?

¿Tienes días que no te bañas? ¿Tienes algo que te duela? Es que yo te noto extraña. Tienes un color tan mal y hueles de tal manera que hiedes como animal que orina en su madriguera.

El Lobo Feroz (Fingiendo la voz de la Abuelita, no le da pena lo que le dice Caperucita, porque vaya usted a creer que estos bichos tienen pena): Es que me unté una loción

que me ha dado el curandero, para el mal del corazón y este cansancio severo.

Page 33: El sapo lengua de trapo

6362

Caperucita (Fijándose bien en la Abuelita y comenzando a sospechar que ahí había lobo encerrado): ¿Por qué noto que tus ojos

tienen un raro fulgor?

El Lobo Feroz: Los tengo grandes y rojos para mirarte mejor.

Caperucita: ¿Y tu nariz? es oscura y sucia como una papa.

El Lobo Feroz: Es para oler la frescura que de tu pelo se escapa.

Caperucita: Y esas manos al mirarte me causan hondo pavor.

El Lobo Feroz: Son guantes para abrazarte y acariciarte mejor.

Caperucita: ¿Y esas orejas puyudas de caballo trotador?

El Lobo Feroz: Las orejas puntiagudas son para oírte mejor.

Caperucita: ¿Y esa bocota, Abuelita, con dientes de tiburón?

El Lobo Feroz: Mis dientes, Caperucita, para yo comerte son.

Page 34: El sapo lengua de trapo

6564

(Y el animal se lanza sobre Caperucita y, rápidamente, entra de nuevo elNarrador que se había escondido detrás de un tinajero).

Narrador: Y sobre Caperucita salta el lobo traicionero, la niña se asusta y grita con terror y desespero. Y aquel alboroto es tal que se mezcla confundido el rugido del animal y de la niña el gemido.

Caperucita (Gritando como una cotorra, asustada): ¡Auxilio, auxilio, Abuelita, me come el Lobo Feroz!

Narrador: Grita la Caperucita con el miedo más atroz. Aquel fuerte grisapón llegando hasta la cocina golpea como un cañón la puerta de la vitrina.

Y despertando esa tigra de su sueño placentero ve que su nieta peligra seguida del lobo fiero.

La Abuelita (Adoptando una pose de combate): ¡Quieto, Lobo Feroz! Vete a tu bosque ligero, o antes de que cuente dos vas a dejarme el pelero.

Page 35: El sapo lengua de trapo

67

Narrador: La Abuelita se abalanza sobre aquella enorme fiera y le propina en la panza una patada certera.

Luego le da un puñetazo con tanto impacto en la jeta que lo echa de platanazo y le da una pataleta.

Porque el lobo no sabía, como no lo sabes tú, que aquella abuela tenía cinta negra en Kung Fu.

Page 36: El sapo lengua de trapo

6968

La Abuelita (Más caliente que plancha de chino, porque métase usted con ella, pero no con su nieta, ¡carrizo!): ¡Párate, lobo cobarde,

que yo te juro por Dios que antes de caer la tarde te voy a partir en dos!

(La Abuelita, cuya rabia ha ido en ascenso, arremete con furia para rematar al lobo). Te voy a quitar lo fiero con una enorme paliza y voy a hacer con tu cuero el cuello de una camisa. Y si acaso sales de esta, y este susto se te quita, recuerdes que se indigesta quien come Caperucitas.

Narrador: Y agarrando por el talle al animal desmayado lo tiró para la calle y este cuento ha terminado.

Page 37: El sapo lengua de trapo
Page 38: El sapo lengua de trapo

La Princesa Teresa y el Sapo Lengua de Trapo

Page 39: El sapo lengua de trapo

7574

Narrador:En el país de María Castañaque es un hermoso lugarcon valles y con montañas,con ríos, selvas, con mar,con cocodrilos y arañas,sucedió algo singularque hoy te quiero contar:

En este lugartan singularvivía la PrincesaTeresa,una jovencitamuy bonitaque día a díano perdía

ocasiónde ver televisión.Y suspirabacuando cantaba,porque una penacomo una hienale atormentaba.

¿Sabes por qué?Te lo diré.

Porque estabaenamoradade un SapoLengua de Trapo.

Y por la mañanade paz soberana,

Page 40: El sapo lengua de trapo

7776

y al mediodíade brisa muy fría,y al atardecerde tibio placer,en los tres momentoscon pasitos lentosde su fortalezasalía la princesa.

¿Sabes adónde ibala preciosa altiva?Espera y verásque ya lo sabrás.

Se iba al pantanodonde un marranosu charca teníapues con él vivía

el SapoLengua de Trapo.Y la princesacon gran sutilezametía su manoen el sucio pantano,levantaba al SapoLengua de Trapoy con un pañueloazul como el cielomuy tierna y despaciolimpiaba al batracioy ¡chass! al instante,dulce y delirante,con amor fervienteen la sucia frentecon ciego embelesole estampaba un beso.

Page 41: El sapo lengua de trapo

¿Te interesaconocereste extraño procederde la PrincesaTeresa?

Al momentote lo cuento.

Ella creíaque algún díael SapoLengua de Trapose libraríade la hechiceríay en un dos por tresvolvería otra veza ser el gallardo

Príncipe Leonardo.Transcurrió un añode aquel extrañoamoríoy ni píodecía el SapoLengua de Trapo.Solo croar,

Page 42: El sapo lengua de trapo

8180

solo saltar.Solo saltary croaren el pantanojunto al marranoy solo por esose ganaba un besoen la mañanade paz soberana,y al mediodíade brisa muy fría,y al atardecerde tibio placer.

Y así la princesamoría de tristezaporque ni sus besosni sus embelesos

hacían un carrizocontra aquel hechizo.

Pero un díatodo cambiaría.

¿Sabes qué pasóentre aquellos dos?¿Lo quieres saber?Te lo explicaré.

En una mañanade paz soberanala linda princesa,con honda tristeza,llegó al pantano,extendió la manoy al sacar al Sapo

Page 43: El sapo lengua de trapo

8382

Lengua de Trapocontempló en sus ojoscándidos sonrojos.

Sus ojos saltonescomo dos mamonestenían la angustiade cayena mustia,y allá en sus pupilascomo aguas tranquilasla resignaciónde su corazónazul se escondíacon gran rebeldía.

Vio en su miradala desesperada

corriente de amor, y sintió un dolortan fuertetan fuerteque la misma muertecomo un alicientedeseó impaciente.

Contempló a su presode angustia posesoy cuando ya locaacercó su bocapara darle un beso...¡Metió el retroceso!

¿Qué pasó, qué pasó?¿El embrujo terminó?¿El hechizose deshizo?

Page 44: El sapo lengua de trapo

8584

¿El puerco marranole mordió una mano?¿Llegó la hechiceray como una fierade un solo escobazole arrancó un brazo?

Muchas cosas juntas me preguntas.Así que seguiréy el cuento concluiré:

Cuando la PrincesaTeresaen ese díase disponíaa besar al Sapo

Lengua de Trapo,como un retintíndesde el jardínescuchó una vozsuave y velozque le decíacon cortesía:

Príncipe Leonardo:Teresa, Teresina,no seas cochina.Déjate de ese caprichoy tira al charco ese bichoque juegue con el marranoy tú lávate la manoporque te vengo a buscar.

Page 45: El sapo lengua de trapo

8786

Aquí te traigo el ajuar,la corona y el anilloy un ramo de malojillopues no encontré de azahar,y yo querida Teresapor ti perdí la cabezay me he venido a casar.

Princesa Teresa:¡Oh, mi Príncipe Leonardo,tan audaz como gallardo!

Narrador:Exclamó con sorpresala PrincesaTeresa.

Princesa Teresa:¿No hay tal hechizo?

¿La bruja no te hizolas malas jugadasde darte patadasy de un fuerte sopapoconvertirte en sapo?

Narrador:Y respondió el gallardoPríncipe Leonardo:

Príncipe Leonardo:Cuál patadani qué nada.Qué sopaponi cuál sapo.

¿Tú te creíste esos cuentosTeresa de mis tormentos?

Page 46: El sapo lengua de trapo

¡Qué bruja ni qué cuernoni qué diablo del infierno!

Hace un año no veníaporque plata no tenía,y el que se casaquiere casa.Fue asíque me fuipor ahía trabajar,a tratarde ganar

Page 47: El sapo lengua de trapo

9190

y de ahorrar.Primeramente,como indigentevendí cidís,luego, en Choronítosté maní,en Caracastoqué maracas,en Tucupitavendía estampitas,allá en Valenciahice suplencias,en Araguacargaba agua,en el survendí cambury en orientevendí aguardiente.

Fui buhonero,fui betunero,fui buen rapero,y luego charro,fui lavacarro,fui curandero,fui misionero,fui periodistay contrabandista.Y ahora quieroser exsoltero.

Narrador:Y al oír aquellotan bellola PrincesaTeresalas palmas batíade alegría

Page 48: El sapo lengua de trapo

93

como un colibrí diciendo que sí.Y ese domingocantaron bingocon voz triunfalen la catedral.El cura dijo...no sé qué dijo, pero bendijoen su sermónaquella uniónde la PrincesaTeresay el gallardoPríncipe Leonardo.

Y los espososllenos de gozo

en el caballobayose disponíancon alegríaa ir en élen luna de miel.

Y la PrincesaTeresadijo al gallardoPríncipe Leonardo:

Princesa Teresa:Llévame a la charcade la comarca.Antes de irmequiero despedirmedel SapoLengua de Trapo.

Page 49: El sapo lengua de trapo

9594

Narrador:Y Leonardo de inmediatocara puso de araguatoy exclamando: ¡Zape, gato!¡ñaragato!dijo:

Príncipe Leonardo:Teresa¿qué broma es esa?Yo le aseguro,por Dios le juroque si regresaa la charca esay usted, Teresa,al sapo besa,el sucio SapoLengua de Trapo,

tenga por ciertoque es sapo muerto.

Y si lo evita,o si resucita,de este consorcioyo me divorcio.Porque Teresa,en mi cabezano quiero cienciasni prominencias.

Narrador:Y entonces la PrincesaTeresacon alborozobesó a su esposoy cabalgando con él

Page 50: El sapo lengua de trapo

9796

en el corcelemprendieron el caminohacia el nuevo destino.

Y todos fueron felicesy comieron perdices.

Hasta el SapoLengua de Trapopuso una fiestacon una orquesta.

Cantó un buen ratoel vallenato,bailó roqueras,cantó rancherasy a tomar vinoobligó al cochinola noche entera.

Y al otro díaquién lo creyera,aún teníala borrachera.

Y colorado, colorínel cuento llegó a su fin.

Page 51: El sapo lengua de trapo

Índice

La Cenicienta 7

La Caperucita Roja 43

La Princesa Teresa y el Sapo Lengua de Trapo 73

Page 52: El sapo lengua de trapo

EDICIÓN DIGITAL

febrero DE 2016

CARACAS - VENEZUELA

Page 53: El sapo lengua de trapo
Page 54: El sapo lengua de trapo