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526 NOTAS TH. XLTX, 1994 INTENCIÓN DEL AUTOR En YF Arguedas se propuso presentar la temática de la civilización contra la barbarie y a través de su narración llevó a cabo su empresa. En LRP hay una superación de esta intención de Arguedas y allí el autor señala el problema que deviene del mestizaje cultural. En LRP la interpretación de la dialéctica de las dos culturas no tiene solución en el conflicto que se creaxuando ambas chocan. En YF tampoco encontramos una solución al conflicto cultural. Arguedas solo se limita a presentar el conflicto y a apuntar las reacciones que provoca este en otros individuos pero no toma partido. Después de terminar el análisis de contraste entre Yawar fiesta, novela publicada en 1940 y ¿05 ríos profundos, novela publicada en 1958, llegamos a la conclusión de que ha ocurrido una evolución en la obra de Arguedas en relación a la manera de presentar el problema social del indio y en el desarrollo del arte literario. Yawar fiesta es una novela criollista que sigue el mismo patrón de los escritores de ese movimiento, mientras que en Los ríos profundos Arguedas ha logrado una superación temática y de estilo en donde el lector es quien supone el juicio y por lo tanto la novela supone una participación del lector. Por eso Los ríos profundos es una novela que pertenece a una nueva novelística en donde se desarrolla una nueva sensibilidad. MAROO A. ARENAS Central Cormecticiit State University MARQUELA I. ARENAS American International College OBRAS CITADAS ARGUEDAS, JOSÉ MARIA, LOSríosprofundos, Chile, Editorial Universitaria, S.A., 1969. , Yawar Fiesta, lima, Editorial Juan Mejía Baca, 1958. ENRICO SIBILIA Y MIGUEL ANTONIO CARO A principios del año de 1891 llegó a Bogotá monseñor EnricoSibilia, quien había sido nombrado por el Papa León XIII pro-auditor de la delegación apostólica en Colombia, a cargo entonces de monseñor Anto-

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526 NOTAS TH. XLTX, 1994

INTENCIÓN DEL AUTOR

En YF Arguedas se propuso presentar la temática de la civilizacióncontra la barbarie y a través de su narración llevó a cabo su empresa. EnLRP hay una superación de esta intención de Arguedas y allí el autor señalael problema que deviene del mestizaje cultural. En LRP la interpretaciónde la dialéctica de las dos culturas no tiene solución en el conflicto que secreaxuando ambas chocan. En YF tampoco encontramos una solución alconflicto cultural. Arguedas solo se limita a presentar el conflicto y a apuntarlas reacciones que provoca este en otros individuos pero no toma partido.

Después de terminar el análisis de contraste entre Yawar fiesta,novela publicada en 1940 y ¿05 ríos profundos, novela publicada en 1958,llegamos a la conclusión de que ha ocurrido una evolución en la obra deArguedas en relación a la manera de presentar el problema social del indioy en el desarrollo del arte literario. Yawar fiesta es una novela criollista quesigue el mismo patrón de los escritores de ese movimiento, mientras queen Los ríos profundos Arguedas ha logrado una superación temática y deestilo en donde el lector es quien supone el juicio y por lo tanto la novelasupone una participación del lector. Por eso Los ríos profundos es unanovela que pertenece a una nueva novelística en donde se desarrolla unanueva sensibilidad.

MAROO A. ARENASCentral Cormecticiit State University

MARQUELA I. ARENASAmerican International College

OBRAS CITADAS

ARGUEDAS, JOSÉ MARIA, LOS ríos profundos, Chile, Editorial Universitaria, S.A., 1969.

, Yawar Fiesta, lima, Editorial Juan Mejía Baca, 1958.

ENRICO SIBILIA Y MIGUEL ANTONIO CARO

A principios del año de 1891 llegó a Bogotá monseñor EnricoSibilia,quien había sido nombrado por el Papa León XIII pro-auditor de ladelegación apostólica en Colombia, a cargo entonces de monseñor Anto-

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nio Sabatucci, obispo titular de Tebe en esas fechas y posteriormentearzobispo de Antinoe'.

En estas breves líneas me refiero a la amistad que en torno al uso yestudio del latín se estableció entonces entre el joven diplomático vaticanoy don Miguel Antonio Caro, quien en agosto de 1892 iba a asumir laprimera magistratura del Estadocomo vicepresidente encargado del poderejecutivo.

En realidad mi propósito es presentar algunos documentos quereposan en el archivo del señor Caro, en Yerbabuena, sede del InstitutoCaro y Cuervo, documentos hasta ahora desconocidos y que arrojan luzsobre el ambiente cultural que se respiraba en Bogotá a fines del siglopasado, ambiente favorable a que dos amigos pudieran, pese a la diferenciade edades, entablar una comunicación constructiva en torno a algo que losunía: el culto de la lengua latina.

Como paso previo presentaré a Sibilia en los pasos de su rica vida y medetendré luego en establecer los vínculos de amistad que lo unieron a Caro.

1. ENRICO SIBILIA

Nació monseñor Sibilia en Anagni el 17 de marzo de 1861 en elhogar formado por Antonio y Angela Silvestri, vastagos de antiguafamilia. Inició su carrera eclesiástica en el seminario de su ciudad natal. Suobispo, monseñor Domenico Pietromarchi, lo mandó en 1878 a Roma paraque continuara su formación en el Ateneo de Sant'ApoIlinare, donde tuvocomo profesores al canonista Guglielmo Sebastianelli, al jurista FeliceCavagnis y al futuro cardenal Francesco Salotti, uno de los colaboradoresdel Papa León XIII en la restauración del tomismo.

Recibió la ordenación sacerdotal el 8 de marzo de 1884 en la catedralde Segni, de manos del obispo de aquella sede, monseñor Biagio Sibilia,tío de Enrico. Coronó su carrera académica con los doctorados en filosofía,en teología e 'in utroque iure\ conferidos por el dicho Ateneo en 1890 2.

El 1 ° de abril de este año fue admitido al servicio de la Santa Sede encalidad de 'aspirante', para ser nombrado, como dijimos, el 5 de noviem-bre proauditor en la delegación apostólica ante el gobierno colombiano. El 21de diciembre de 1894 fue distinguido con el título de camarero de honor deSu Santidad, "extra urberrí, en hábito morado. En 1895, al partirel delegadoapostólico Sabatucci en licencia, fue encargado de negocios en Bogotá3.

1 SALVATORE SIBILIA, // Cardinale Enrico Sibilia, un diplomático della Santa Sede(¡861-1948), Roma. Tipografía della Pace, 1960, pág. 9.

2 Ib., págs. 7-8.3 Ib., págs. 9-13.

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El 2 de agosto de 1897 fue nombrado auditor de segunda clase en lanunciatura apostólica ante la república del Brasil. Sibilia llegó a Río deJaneiro el 7 de octubre de 1898, y se puso a órdenes del entonces nuncio,monseñor Guiseppe Macchi. Llegó en momentos en que los vientos dellaicismo, o separación del Estado de la Iglesia, soplaban fuertemente comoconcreción de la voluntad de los fundadores de la república brasileñaen 1889.

Para ser exactos cuando Sibilia recibió el nombramiento y cuandollegó al Brasil, la representación pontificia sólo tenía categoría deinternunciatura. Sólo en 1900, con ocasión del cuarto centenario deldescubrimiento del Brasil, el Papa León XIII decidió dar categoría denunciatura a la representación pontificia. A Sibilia le correspondió estepaso, pues estuvo al frente de los negocios del 22 de diciembre de 1899 ala segunda mitad de 1900, por ausencia del titular 4.

El 20 de julio de 1901 fue nombrado auditor de primera clase en lanunciatura apostólica cerca de Su Majestad el rey de los belgas, entoncesLeopoldo II. Tocóle entonces como jefe de misión a monseñor GennaroGranito Pignatelli di Belmonte. El paso de Sibilia por la misión diplomá-tica en Bélgica fue corto y no dejó al parecer ninguna huella 5.

Con fecha del 18 de agosto de 1902 fue trasladado con el mismocarácter de auditor de primera clase a la nunciatura apostólica ante SuMajestad el rey de España. Nuncio en Madrid era entonces monseñorAristide Rinaldini. Sibilia llegó a Madrid en octubre de 1902, y debiódesempeñarse con brillo en las misiones que se le asignaron pues sucesi-vamente fue distinguido con varios nombramientos: camarero secretosupernumerario el 3 de agosto de 1903 y canónigo honorario de la catedralde Anagni el 23 de noviembre de 1905.

En Españarecibióigualmentedos encomiendas délas más importan-tes órdenes de caballería españolas: la de número de la Orden de Isabel laCatólica, por decreto real del l°dejuniode 1903, y la también de númerode la real y distinguida Orden de Carlos III, por decreto real del 13 de juliode ese año y por propuesta del mismo rey Alfonso XIII, su amigo personal.Recibió además encomienda de número de la Orden civil de Alfonso XII,creada en 1902 para premiar a estudiosos y publicistas que hayan prestadoservicios eminentes a la instrucción pública 6.

De España iba a volver a América como internuncio apostólico enChile, por nombramiento del 25 de julio de 1908.

* Ib., págs. 13-20.5rt>..págs. 22-23.6 Ib., págs. 23-28.

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Simultáneamente fue preconizado arzobispo titular de Side y recibiólaconsagración u ordenación episcopal en la capilla del Colegio Pfo LatinoAmericano el 11 de octubre de ese año, fiesta de la Maternidad de María,de mano del cardenal Rafael Merry del Val, secretario de Estado de SuSantidad Pío X, asistido de los obispos Almaraz y Santos, arzobispo deSevilla, y Ángel Jara, obispo de San Carlos de Ancud, en Chile 7.

El paso de monseñor Sibilia por Chile se vio marcado por hechosdesagradables, relacionados con el ambiente laico y anticlerical queentonces predominaba en la república austral. El primero de estos episo-dios fue el relativo a la cuestión del obispo de Ancud. La constituciónchilena del 25 de mayo de 1833 había mantenido el patronato en lopertinente a las relaciones entre el Estado y la Iglesia. Esto provocó rocesinevitables con el nombramiento de los obispos.

Cuando en 1910 se dio el caso de llenar la vacante de San Carlos deAncud, al ser transferido su obispo Ángel Jara a otra sede, el internuncioSibilia logró que el gobierno renunciara al derecho de hacer la presenta-ción de los candidatos. Pese a esto el ministro de Chile ante la Santa Sedepresentó tres nombres, y el Papa escogió al fraile mercenario PedroArmengaudio Valenzuela. La intervención de Sibilia provocó la reacciónde los elementos masones y anticlericales, que no eran pocos en la vidachilena 8.

Otro episodio complicado en el que se vio envuelto el internuncioSibilia fue el suscitado por las pretensiones que simultáneamente teníanChile, Bolivia y el Perú sobre los territorios de Tacna y Arica. En loeclesiástico, y desde el siglo xvi, estas tierras estaban asignadas para laatención espiritual de sus habitantes a la diócesis peruana de Arequipa.

Sibilia concibió una fórmula que no lesionara el orgullo chileno, yfue la de poner estos territorios bajo la jurisdicción del vicariato castrense,creado por Pío X el 3 de mayo de 1910. Sin embargo no quedó elinternuncio a salvo de adversas interpretaciones, que tomaban pie en lacircunstancia alegada de que él, Sibilia, tenía preferencia por el clero denacionalidad peruana 9.

Estas actuaciones de Sibilia provocaron una evidente reacción en losmedios anticlericales y universitarios de Santiago, reacción que se hizoevidente al volver Sibilia de una temporada de descanso en Italia. Hacía elinternuncio su entrada a Santiago en la tarde del 23 de mayo de 1913, enmedio de respetuosa manifestación de simpatía, cuando un grupo de

7/fo.,pág 29.8/b.,págs. 33-36.9 Ib., págs. 36-37.

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exaltados jóvenes rodearon la carroza en que venía el prelado, lanzarongritos contra Sibilia y dejaron caer una lluvia de piedras sobre el carruaje.AfortunadamenteSibiliasalióilesodelinesperadoataque.pero conscientede la situación desistió de llegar a la internunciatura y buscó alojamientoprovisional en la casa de los padres salesianos, sus amigos 10.

Consecuencia de todo lo anterior fue el debate que se adelantó en lacámara chilena del 5 de junio de ese año en adelante contra el internuncioSibilia, debate en el cual se le hicieron las siguientes acusaciones: Ia Porhaberse manifestado contrario a la solución del problema de la administra-ción eclesiástica de Tacna, en el sentido que favoreciera los interesespolíticos de Chile. 2* Por haber favorecido la venta de bienes de la Iglesia,y el envío en moneda contante y sonante a la Santa Sede del producto dedichas ventas. 3a Por no haber tenido en cuenta el derecho de patronato enla elección de los obispos. 4a Por no haberse mantenido siempre en elcampo de las relaciones oficiales en sus contactos con personajes de la vidapolítica chilena; y por haber sostenido en cambio relaciones de amistadpersonal con algunos de ellos (caso del presidente Ramón Barros Luco).5a Por haber querido entregar la orientación del seminario conciliar deSantiago a los padres jesuítas y por haber nombrado a don José María Carovicarioapostólicode Iquique, sin contar con la voluntad del gobierno civil.6a Por haber hecho renunciar a don José Ignacio Gonzáles Eyzaguirre alarzobispado de Santiago, sin consentimiento del gobierno, y por haberpropuesto directamente una terna para la escogencia de su sucesor. 7a Porhaberse retirado públicamente de los funerales del vicepresidente EliasFernández Albano, y porque, sin estar acreditado oficialmente comoenviado extraordinario de la Santa Sede para las fiestas centenarias de laindependencia, había pretendido ocupar dicho rango u .

Como consecuencia de estos hechos la Santa Sede resolvió dejar lainternunciatura apostólica en Chile sin titular, y fue así como monseñorSibilia salió de Santiago en septiembre de 1913 rumbo a Buenos Airesdonde se embarcó para Italia 12.

Establecido temporalmente en Anagni, Sibilia aprovechó las cir-cunstancias para permitirse una temporada de descanso. El 22 de enero de1914 el Papa Pío X le dirigió una honrosa carta reconociendo sus méritosy la prudencia con que había llevado su difícil misión en Chile, y pocodespués, el 22 de abril, lo nombraba asistente al solio pontificio.

10/fc.págs. 37^40." » . , págs. 42-45.12 Ib., pág. 50.

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La actividad de Sibilia se desarrolló entonces por fuera de la carreradiplomática El 14 de enero de 1917 el cardenal Vicenzo Vanhutelli,arcipreste de la basílica patriarca] de Santa María la Mayor, en Roma, lonombró su vicario, y el 20 de mayo de 1919,BenedictoXV lo hizo consultorde la Sagrada Congregación de asuntos eclesiásticos extraordinarios 13.

La Santa Sede era consciente de los méritos de Sibilia y fue así comoel Papa Pío XI lo nombró el 16 de diciembre de 1922 nuncio apostólico enAustria, en momentos en que desaparecido el imperio austro-húngaro,trataba el país de organizarse como república independiente de quienestambién habían querido hacerla parte del fenecido imperio alemán 14.

Durante los años en que Sibilia estuvo al frente de la nunciatura enAustria,' fueron varios los personajes que pasaron por la cancilleríaaustríaca y con los cuales tuvo que tratar el nuncio: monseñorlgnacio Seipel,uno de los fundadores del partido social-cristiano, de 1922 a 1924; el doctorAdolfo Ramek, de 1924 a 1926; y en este año nuevamente Seipell5.

El 26 de marzo de 1927 se celebró solemnemente en Viena el primeraniversario de la muerte de Ludwig van Beethoven con solemnes actos enla Opera y en la iglesia de Alserstrasse. Sibilia representó obviamente a laSanta Sede en estos festejos llevados a cabo en Viena, capital de la músicaen Europa. La presencia de Pietro Mascagni dio especial realce al aconte-cimiento, así el maestro italiano no hubiera dejado de hacer algún cáusticocomentario sobre estos sucesos 16.

En 1929dimitió por segunda vez el canciller Seipel, siendo reempla-zado sucesivamente por Streeruwitz, Schober, Vaugoin y Buresch, enmomentos en que tomaba fuerza en Austria la idea del 'Anschluss', oanexión de Austria a Alemania. En junio de 1931 hizo crisis la políticaaustríaca y llegaron al poder dos figuras que iban a enfrentar la fuerzacreciente de los nacionalsocialistas austríacos: Engelbert Dollfuss, quienllegó a la cancillería, y Kurt Schuschnigg, al ministerio de justicia. Conellos se hizo presente en la vida política austríaca la más joven generaciónde oficiales de reserva de la primera guerra mundial l7.

El 20 de mayo de 1932 llegó Dollfuss al poder y formó un gobiernode derecho con elementos tomados de los partidos social-cristiano, nacio-nalista agrario y del bloque nacional. Apenas tenía mayoría en el ConsejoNacional. "Nosotros somos el Estado", fue su lema. Forzado por la

13 Ib., págs. 52-56.14 Ib., págs. 56-58." Ib., págs. 60-62.>6Ib., págs. 62-64•7 Ib., págs. 64-66

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oposición cerró el parlamento el 4 de marzo de 1933. Al día siguiente huboelecciones en Alemania y logró la victoria el nacionalsocialismo. Comolos nacionalsocialistas austríacos tenían mucha fuerza, Dollf uss buscó conellos un entendimiento. Las circunstancias lo llevaron a ir dejando elestado de derecho para recurrir al método autoritario18.

Dollfuss, un católico convencido, representaba en el gobierno unatendencia también nacionalista. Barajando estas corrientes que movían suespíritu, tuvo la idea, que realizó, de organizar el famoso congreso católicoconocido como Allgemein Deutschen Katholikentag, para celebrar el Vcentenario de la construcción de la torre de San Esteban y el 250°aniversario de la victoria sobre los turcos, aniversario de la liberación deViena por obra de Juan Sobieski el 12 de septiembre de 1683.

En el discurso pronunciado en aquella ocasión, Dollfuss explícito suvol untad de establecer un Estado ético, promotor de la educación cristiana,que superara los peligros de los sistemas capitalista, liberal, marxista ymaterialista, y que neutralizara el peligro de un nacionalismo exagerado.En reconocimiento a este propósito el Papa concedió al presidente federalde la república austríaca, Wilhelm Miklas, la suprema Orden de Cristo, ya Dollfuss, su canciller, la Orden del Esperón de Oro.

Correspondió a Sibilia imponer estas condecoraciones a las autori-dades supremas de la república austríaca. Por esos días, el 3 de octubre de1933, sufrió Dollfuss un primer atentado contra su vida, del cual pudo salircon vida aunque herido en un brazo y en el pecho. Los partidarios delAnschluss tomaban fuerza, mientras se luchaba por parte del gobierno ensacar una nueva consti tución del Estado, que vi no a entrar en vigor el 1 ° demayo de 1934 19.

Pero la obra en que Sibilia se comprometió realmente fue en laredacción del concordato entre la Santa Sede y la república austríaca, cuyafirma se llevóacaboen el Vaticano, siendo firmantes por parte de la Iglesiael cardenal Eugenio Pacelli y por parte de Austria Dollfuss y Schuschnigg,el 15 de junio de 1933. La situación política se hizo insostenible. Laviolencia, bombas y terrorismo, llevaron al gobierno a tomar medidasfuertemente represivas. El 25de juliode 1934 caía Dollfuss asesinado porun grupo de nazistas, que buscaban atara Austria al destino de la Alemaniahitleriana 20.

Para fortuna del nuncio Sibilia no le correspondió ver la anexión deAustria al Reich alemán, marzo de 1938, pues en el consistorio del 16 de

18 /b.,págs. 66-68.19/fc.págs. 68-73.

b., págs. 73-79.

Tu. XUX, 1994 N O T A S 533

diciembre de 1935 fue elevado por el PapaPíoXIaladignidad cardenalicia.La birreta cardenalicia le fue impuesta en la catedral de Viena por elpresidente Miklas el 19 de diciembre de ese año de 1935. Así lerminó laactividad diplomática de Sibilia 2I.

PermanecióSibiliaen Austria hasta el 15dcjuniode 1936como pro-nuncio apostólica, y en esta fecha dejó la nunciatura que había servido portrece años y medio. Su sucesor monseñor Cicognani vería como eraclausurada esta sede diplomática en 1938.

En el consistorio público del 18 de junio de 1936 el Papa impuso aSibilia el galera rojo, como también a los cardenales Federico Tedeschini,Francesco Marmaggi, Luigi Maglione, Giovanni Mercatimy EugenioTisserant. A Sibilia le correspondió el orden de los presbíteros, yconsecuencialmente el Papa le asignó el título presbiterial de Santa MaríaNova y Santa Francisca Romana, correspondiéndole ser protector de losnobles oblatos de Tor de' Specchi 22.

Establecióse entonces en Roma, donde fue consultor o miembro delas Congregaciones de Religiosos, del Ceremonial y de Asuntos EclesiásticosExtraordinarios. Como titular de Santa María Nova, atendida por los monjesbenedictinos de Monte Oli veto, restauró la capilla de San Benito, en 1937. elIo de marzo de 1939 entró en conclave para la elección de Pío XII 23.

Este Papa, en el primer consistorio secreto de su reinado, 11 dediciembre de 1939, dio a Sibilia la diócesis suburbicaria de la Sabina yPoggio Mirteto, pasando de hecho a cardenal del orden de los obispos.Años difíciles le esperaban, pues fueron los años de la guerra y los inmedia-tamente subsiguientes, con todos los problemas que trajeron a Roma2A.

El 8 de marzo de 1944 celebró el cardenal Sibilia el sexagésimoaniversario de su primera misa, celebrada en la catedral de Segni el 8 demar7.o de 1884. La celebración de sus sesenta años de sacerdocio tuvolugar en la catedral de Magliano Sabina. Con esta ocasión el Papa Pío XIIle dirigió una honrosa carta, haciendo clara referencia a los serviciosprestados por Sibilia a la Santa Sede:

Inde enim ab inito sacerdotío ad hanc usque aetatem ipse in praenobilem ecclesiaefamulatum proximorumque utilitatem vires contulisú tuas, tum varíis prius operamcollocando pontiflciis legationibus tum postea Apostolicum Nuntium in Chilicnsi et inAustríaca república agendo2S.

21 Ib., págs. 79-84.22 Ib., págs. 86-89.23 Ib., págs. 94-96.» » . . págs. 96-101.25 Ib., págs. 101-103. "Desde el inicio del sacerdocio hasta esta edad comprometiste

tus fuerzas en la noble empresa de servirá la Iglesia y al prójimo. De modo especial al frente

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El 11 de noviembre de ese año fue nombrado protector del ColegioAlemán y de la iglesia de Santa María dell'Anima, en Roma, iglesiaasignada a los miembros de la nación alemana en la Ciudad Eterna. El 15de marzo de 1946 fue también nombrado protector de las hermanas deNuestra Señora de las Mercedes, fundación de 1864, afiliada en 1887 a laOrden de la Merced 26.

Al morir el cardenal Gennaro Granito Pignatelli di Belmonte, elcardenal Sibilia pasó a ser subdecano del Sacro Colegio, no tanto por suedad, que no era poca, sino por ser el más anciano de los obispossuburbicarios de Roma. Unos meses después, el 4 de agosto de 1948, elcardenal Sibilia murió en Anagni.su ciudad natal, alos 87 años. Sus restosmortales reposan en la iglesia de Santa Clara, en aquella ciudad, porexpresa voluntad del finado 27.

2. VIDA BOGOTANA DE SIBIUA Y SU AMISTAD CON CARO.

Entro ahora en el tema que me ha llevado a ordenar este escrito y apresentar los documentos que irán apareciendo a medida que avance en lamateria que en realidad me interesa. Ya en el aparte anterior establecí losmomentos fundamentales y significativos del paso de Sibilia por Bogotá.Ahora quiero detenerme en algunos detalles, que serán destacados para darrelieve a la amistad que unió al entonces muy joven diplomático vaticanoy el señor Caro, que por esos años ejercía el poder ejecutivo comovicepresidente encargado por ausencia del titular Rafael Nuñcz.

El padre Rodolfo Fierro Torres cuenta en sus Memorias 'x, que en elaño de 1893 los padres salesianos, recién llegados al país, organizaronformalmente la sección de sus estudiantes, siguiendo los programasoficiales de bachillerato pero poniendo énfasis en el estudio del latín.

En este empeño contaron con la colaboración de Sibilia, pro-auditorde la delegación apostólica en Bogotá, quien "era un formidable latinistay válido promotor de vocaciones eclesiásticas". Refiriéndose luego a donMiguel Antonio Caro, quien según Fierro "se consolaba de las amargurasde la política, y aliviaba los afanes del poder, vertiendo al latín, enelegantes hexámetros virgilianos o en estrofas horacianas, los hermososcuanto valientes poemas de su padre, [José] Eusebio Caro, representante

de legaciones apostólicas, primero como nuncio apostólico en Chile y luego en la Repúblicade Austria".

M/fc.,págs. 104-106"/fc.págs 106-1102» Memorias al pasar los 88:1879-1968, Barcelona - Madrid - Pamplona - Sevilla,

Ediciones Don Bosco, pág. 19.

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el más auténtico [...] del pensamiento poético-social de Colombia", cuentaque con Caro pasaba sus horas el pro-auditor Sibilia " oyendo, comentan-do, quizás ayudando a limar los maravillosos versos".

Y que este mismo Sibilia llegaba al colegio salesiano todos losviernes por la tarde, cargado de caramelos y confituras para los jóvenesestudiantes de latín, con quienes se entretenía en el salón de claseshablándoles de cosas latinas.

De la actividad de Sibilia en esos años no quedan muchas huellas.Encuentro eso sí su firma, como "auditor de la Delegación Apostólica,doctor en ambos derechos, notario apostólico", en el ejecutorial del brevepontificio, dado por el Papa León XIII el 17 de julio de 1893, por el cualse erigió en vicariato apostólico el territorio de Casanare, y se confió surégimen a la Orden de los Agustinos Descalzos, dándose el encargo amonseñor Antonio Sabatucci, delegado apostólico en Bogotá, para que loejecutara.

Ejecutorial que se hizo en Bogotá el 5 de abril de 1894 con la firmanotarial de Sibilia, quien también firmó el acta de entrega y aceptación delvicariato, el 10 de abril siguiente, con la presencia entre otros de sanEzeqiel Moreno, obispo electo de Pinara y quien ocupó el primero la sedevicarialw.

Al ser nombrado Sibilia en noviembre de 1890 pro-auditor de ladelegación apostólica ante el gobierno de Colombia, estaba al frente dedicha delegación monseñor Antonio Sabatucci, como enviado extraordi-nario y obispo titular de Tebe, y luego a partir del 14 de marzo de 1892arzobispo titular de Antinoe 20.

SanEzequiel Moreno en carta al padre íñigo Narro comisario generalde la Orden de Agustinos Recolectos, fechada en Bogotá de 1895, le dicelo siguiente:

No sé si ya dije a V. R. que el señor Delegado marchó para Italia con licencia.Supongo que ya no volverá, y es una lástima, porque difícilmente vendrá otro quetenga tanto interés y aprecio por las órdenes religiosas. Nosotros muchas pruebas decariño y afecto le debemos. Dios Nuestro Señor se lo pague 31.

29 FR. SANTIAGO MATUTE, LOS padres Candelarios en Colombia, Apuntes para lahistoria, Bogotá, Tipografía de Eugenio Pardo, vol. I. 1897, págs. 231-234.

30 GUISEPPEDE MARCHI, Le nunziature apostoliche dal 1800 al 1956, Roma, Edizionidi Storia e Letteratura. 1957, pág. 97

31 Epistolario del beato Ezequiel Moreno, obispo de Pasto. I. Correspondencia conlos superiores de la Orden de Agustinos Recoletos, Roma, Edición, introducciones y notasdeÁNaELMARTfNEzCuESTA.O. A. R. InstitutumHistoricumAugustinianorumRecollectorum(Subsidia 5). 1982, pág. 194.

536 N O T A S TH. XLIX, 1994

Lo cierto fue que Sabatucci no volvió, quedó a disposición de laSanta Sede a partir del 31 de diciembre de ese año, y sólo vino a serreemplazado el 24 de noviembre de 1897 por monseñor Antonio Vico,arzobismo titular de Filippi32. Al salir de Bogotá Sabatucci el 24 de juniode 1895 quedó encargado de la delegación apostólica monseñor Sibilia 33.

En condición de tal bendijo Sibilia el 15 de agosto de ese año de 95el matrimonio de don Marco Fidel Suárez con doña Isabel Orrantia yBorda. Suárez era entonces ministro de relaciones exteriores en el gobier-no de Miguel Antonio Caro, quien fue su padrino de matrimonio, represen-tado por Felipe Fermín P a ú l u .

Estando encargado Sibilia de la delegación apostólica en Bogotáentra un una relación más directa y frecuente con Caro. Es aquí donde voya destacar y transcribir los documentos que reposan en el archivo delvicepresidente encargado del poder ejecutivo, en Yerbabuena, documen-tos que tienen muchísimo interés para dejar en claro el testimonio de unaamistad que no fue simplemente formal.

El primero es un saludo de año nuevo y reza así:

Io de Enero de 1896

Monseñor Enrique Sibilia, Encargado de Negocios de la Santa Sede, agradecedebidamente el cortés saludo de Su Excelencia el Señor Doctor Don Miguel AntonioCaro, Vicepresidente de la República de Colombia, y con todo el respecto le ofrece losdeseos de la más sincera felicidad por el año nuevo.

A Su ExcelenciaEl Señor Doctor Don Miguel Antonio CaroVicepresidente de la República de Colombia.

Pte

Viene luego una carta más personal, donde es fácil captar los bellossentimientos de Sibilia para con su amigo. Dice así:

Bogotá, 9 de Marzo de 18%

Excelentísimo Señor:

Gustoso cumplo hoy con el gratísimo deber de dar a V. E. las más sinceras yefusivas gracias al propio tiempo que muy cordial enhorabuena por el Decreto Núme-ro 76 de 1 .896, en que el Gobierno de Colombia, que V. E. preside con singular acierto,asociándose al homenaje de amor y veneración que el mundo católico, y en especial el

3 2 D E MARCHI , op. ctt., pág. 98.33 Epistolario del beato Ezequiel Moreno, I, pág. 194, nota 350.34 JORGE ORTEGA TORRES, Marco Fidel Suárez: Bibliografía, Bogotá, Instituto Caro y

Cuervo . 1956, págs. 508-509.

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pueblo y el clero colombianos han tributado al Sumo Pontífice León XIII en el 18°aniversario de su coronación como Supremo Jerarca de la Iglesia universal, ordenapúblicos festejos en celebración de tan glorioso día 3S.

Es profundamente consolador ver con qué franqueza y entusiasmo el Gobiernoy el pueblo de esta gallarda República se apresuran a dar testimonio de filial afecto yde admiración al Padre común de los fieles; y es para mi altamente satisfactorio quehaya cabido en suerte a hombre tan ilustre y gobernante de tan cristianos sentimientosy probadas convicciones como es V. E. ser esta vez el intérprete de las convicciones ysentimientos de la Nación colombiana.

Por su paz y prosperidad y por la dicha de V. E. y su familia hago fervien-tes votos al Cielo.

No he de concluir la presente sin manifestar la sincera pena que me causa lanoticia de que V. E. ha resuelto separarse del Gobierno; acatando, como acato, losaltos motivos que hayan producido tal resolución, no puedo abstenerme de lamentarla36

Reitero a V. E. las expresiones de mi profundo agradecimiento y personal con-sideración, y me suscribo de V. E. muy atento seguro S. S.

ENRIQUE SIBUJA

Excelentísimo Señor Doctor DonMiguel Antonio Caro

Sopó

35 León XIH (GIOACCHINO PBCCI) nació en Carpí neto (Anagni) el 2 de marzo de 1810.Fue electo Papa el 20 de febrero de 1878 y coronado el 3 de marzo de ese año. Mur ióenRomael 20 de julio de 1903. (Cf. D E MARCHI, op. cit., pág. 3).

Con ocasión del 18° aniversario de la coronación de dicho Papa dirigió el señor Caroel siguiente Kalograma al cardenal Mariano Rampolla del Tindaro, secretario de Estado:"Sopó, 3 de marzo de 1 8 % . Cardenal Rampolla. Roma. -Pueblo y gobierno Colombiafestejan gran aniversario, renovando homenaje amor y veneración a Padre Santo. -PRESIDEN-TE CARO". El cardenal Rampolla lo contestó en los siguientes términos:"Roma 4 PresidenteCaro, República Colombia. - S u Santidad agradece vivamente a Vuesta Excelencia testimo-nio amor y veneración renovado aniversario coronación y pide a Dios derrame gracias ybendiciones sobre pueblo y gobierno colombiano. M. Card. RAMPOLLA". (Cf. MIGUELANTONIO CARO, Obras, tomo I, Filosofía, Religión, Pedagogía, Bogotá, Instituto Caro yCuervo, 1962, pág. 1209)

Noestá demás recordar que en abril de 1878 escribióCaro un poema: "A lacoronaciónde León XIII,P M " , donde decía del sucesor de Pío IX: "i El es! i El es! sobre su frente egregia/ Triple diadema veneranda esplende: / Majestuoso extiende / La diestra que bendice a lasnaciones, / Vela su mansedumbre / La fiereza real de los leones". (Obras poéticas de donMiguel Antonio Caro: Musa militante • Sátiras - Lira cristiana, Bogotá, Imprenta Nacional,1933, págs. 56-60).

36 Información muy documentada sobre esta separación de Caro del poder recogí,primeramente en notas a MJOUEL ANTONIO CARO, Discursos y otras intervenciones en elsenado de la república. 1903-1904. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1979, págs. 610-621,luego en CARLOS VALDERRAMA ANDRADE, Un capítulo de las relaciones entre el Estado y la

538 N O T A S TH. XUX, 1994

En el año de 1887 se vio el país envuelto en una agitada jomadaelectoral, con miras a elegir al sucesor de Caro en el gobierno. Se dio lacircunstancia de que el mismo don Miguel Antonio aspiró a la reelección,teniendo por contendor al general Rafael Reyes, quien había sido su jefede los ejércitos en la guerra de 1895. Las circunstancias de este enfrenta-miento fueron singulares, pues las pretensiones reeleccionistas de Caroconcitaron en su contra una fuerte oposición. Lo cierto fue que el país sedividióentre nacionalistas, seguidores de Caro, y conservadores, seguido-res de Reyes, quedando los liberales al margen de este enfrentamientoagudo, que trajo no poca agitación.

De estos episodios di documentada y hasta divertida noticia en otraocasión, pero quiero volver a ellos para destacar la circunstancia de queSibilia estuvo a punto de ser vinculado a ellos por estar encargado de laDelegación Apostólica en esas fechas. Sólo que su sagacidad, prudenciay sentido diplomático sirvieron para que supiera mantenerse al margen,supongo que con alguna sonrisa. Desde luego no me voy a referir a ellosen detalle, porque como dije ya lo hice 37, pero sí en lo que tiene relacióncon el prelado vaticano.

Volviendo al enredo poíítico-eclesiástico vivido en Tunja y en ladiócesis respectiva, hay que recordar que en esas circunstancias quedaronenfrentado el obispo José Benigno Perilla y los canónigos RudesindoArenas y Leandro María Pulido 38. Del primero de estos reproduzco una

Iglesia en Colombia. Miguel Antonio Caro y Ezequiel Moreno, Bogotá, Instituto Caro yCuervo, 1986, págs. 111-117; y, por último, en MIGUEL ANTONIO CARO, Escritos políticos,Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, tercera serie, 1991, págs. 187-210.

37 C. VALDERRAMA ANDRADE, op. cit., págs 124-142.38 N o sobran algunos detalles biográficos de los personajes que protagonizaron estos

hechos. JOSEBENIONO PERILLA Y MARTÍNEZ (1831-1903), gobernó la diócesis de Tunja comosu segundo obispo desde 1887 hasta su muerte.

RUDESINDO ARENAS (1831-1901), natural de Barichara (Santander), recibió la ordena-ción sacerdotal en Bogotá de manos del arzobispo Antonio Herrán, el 8 de enero de 1860.Como excusador estuvo al frente de las parroquias de Sutatensa, Garagoa y Macheta; y comopárroco en Riachuelo (1860), Tasco (1865), Sesquilé (1871), Guasca, Pesca y Tunja (1884a 1898) En 1870 fue hecho canónigo de la iglesia catedral de Tunja por monseñor Perilla.Capellán castrense en la guerra de los Mil días, murió en circunstancias dramáticas en elPortillo, jurisdicción de Cúcuta. LEANDRO MARIA PUUDO (1815-1898), sacerdote boyacense,párroco sucesivamente de Soatá, Facatativá, Caguán (Casanare), Pasca y Siachoque. Des-pués tomó el hábito franciscano y como religioso profeso fue vicerrector del Colegio Mayorde San Buenaventura. Retirado de la Orden de San Francisco, volvió aTunja donde el obispoPerilla lo nombró canónigo segundo de merced. (Cf. RAMÓN C. CORREA, Historia de Tunjo,Tunja, Imprenta Departamental, tomo III, 1944, págs 168-179).

TH. XUX, 1994 N O T A S 539

carta muy elocuente, que tomé del archivo del señor Caro 39, y que enalguna parte tiene que ver con Sibilia:

Tunja, 14 de julio de 1897. -Excmo. Sr. D. Miguel Antonio Caro.- Bogotá.

Grande y buen amigo - Saludo a V. E. muy cordüalmente.- Este departamentocamina a su ruina moral por los desaciertos del Dmo Sr. Obispo, y urge poner punto yeficaz remedio al inminente peligro en que estamos de que aquí surja la revolución,pues dicho Sr. es más pernicioso y nocivo que los gobernadores de Antioquía y Cauca *°,porque goza de más influencia y tiene a sus órdenes a todo el clero con excepción deseis sacerdotes, y está muy disgustado con el Sr. Pulido y conmigo por nuestra inque-brantable adhesión a la política nacionalista y al jefe indiscutible del Partido Nacional,y si por desgracia le da publicidad a la nota chabacana que le acompaño en copia,habrá las de Dios es Cristo, porque los históricos y los radicales aprobarán la conductao procedimiento del prelado y los nacionalistas la improbarán; y si por mayor desgra-cia nos aplica la pena de suspensión 41 alegando que contrariamos lo dispuesto en unacircular inconsulta y sin pies ni cabeza, entonces tendremos que elevar nuestra quejaante quien convenga, patentizando la injusticia, y como la causa es solidaría habrá proy contra, y quedará, Dios mediante, mal librado el prelado.

El Revisor Católico, órgano de la órgano de la diócesis 42, aumenta el malestarque reina, y convendría que el Excmo. Sr. Delegado Apostólico ** lo suspendiera tempo-ralmente, pero lo más acertado sería disponer la salida del limo. Sr. Obispo cuanto antesu ordenarle que derogue la circular y que suspenda todo procedimiento contra los canó-nigos Pulido y Arenas, pues si no se le pone coto a sus abusos, habrá serios conflictos.

El Sábado Santo con motivo de la felicitación de Pascua, tocó adrede el preladola cuestión Partido Nacional y lo aplaudían seis canónigos. - A mi me halló incontras-table y desistió.

Muy respetuoso servidor de V. E. q. s. m. b. - RUDESINDO ARENAS. - Canónigo.

3 9 VALDERRAMA ANDRADE, op. cil., pág. 126.4 0 Después de reasumir Caro el mando en Sopó, en marzo de 1896, pasados los cinco

días del gobiernodel general GuillermoQuintero Calderón, nombró gobernador de Antioquía

al doctor Bonifacio Vélez (1856-1933), quien en 1897 todavía estaba en funciones. En esa

misma oportunidad fue nombrado gobernador del Cauca el doctor y general José Antonio

Pinto (1848-1928); en 1901 aparece otra vez como gobernador del Cauca. (Cf. JOAQUÍN

OSPINA, Diccionario biográfico y bibliográfico de Colombia, Bogotá, Editorial Águila, tomo

m , 1939. págs. 302-303 y 930-932).41 Como de hecho sucedió el 22 de diciembre de ese año. Cf. VALOERRAMA ANDRADE,

op. cil., pág. 136.42 Cuando monseñor Moisés Higuera, obispo de Maximópolis y auxiliar del arzobispo

Vicente Arbeláez, entró a gobernar la recién creada diócesis de Tunja, fundó por decreto del30 de mayo de 1881 el Revisor Católico, como 'órgano oficial del gobierno eclesiástico'. Cf.R. C CORREA, op. cit., tomo m . pág. 170

43 Sabemos que Sibilia, desde el 25 de junio de 1895 desempeñaba las funciones deencargado de negocios de la Delegación Apostólica. Cf. ALFREDO VASQUEZ CARRIZOSA, El

Concordato de Colombia con la Santa Sede, Bogotá. 1973. pág. 98.

540 N O T A S TH. XIJX, 1994

Dicen que en su última época, cuando Caro andaba enfrentado conlos históricos, es decircon los conservadores que consideraban representarla tradición histórica de su partido, y cuando no eran ya los radicales elblanco de sus polémicas salidas, le dio por escribir en latín y dejar asíplasmados sus más recónditos pensamientos. Sus hijos, intrigados por estapeculiaridad, le preguntaron alguna vez por qué lo hacía, y Caro les respon-dió: "Escribo todo en latín para que no me entiendan los históricos" 44.

Que esto no es ficción sino una verdad de a puño, se testimonia conla lectura de unas composiciones latinas de Caro, fechadas precisamenteen 1897, y que encierran una profunda crítica a los clérigos que gustabande enlodarse en la política, entre los cuales debían de estar aquellos que entomo al obispo Perilla respaldaban la candidatura de Reyes contra la suya.

La primera de estas composiciones es la siguiente:

IN CLERICOS QUOSDAM SEDITIONIBUS PERMKTOS

Vos natura homines tantum, sed Gratia caeliSemideos fecit. Celsi sérvate decoremPerpetuum numquam immixtos civilibus aimisVos videam; ne tela manu, tela impía, quaeso,Gestetis! Pacis vobis est cura creandae;De cáelo missam pacem vos poscimus omoes!Dum vos insanae stimulatis iurgia linguaeCommunique feri praebetis pabula morbo,Quis DO vis exemplar erit morumque magisterQui fontes sacros recludat, vulnera mentísQui sanet, doceatque p e c e s quae Numina placant?Suspiciat tellus, faciet quis, denique, caelum?At si lantus amor dirae concurrere pugnaePulvereque imminifln temerán atroque veneno.Ante, precor, saltem sanctas deponite vinas,Intactas aras ante impolliitaque templaDeserite, ut melior nobis descendat ab altoProgenies, manibus puris quae sacra ministretAetemaeque viam monstret placido ore salun's!4$.

4 4 EDUARDO GUZMAN ESPONDA, Del español al latín, en El Tiempo, Bogotá, 23 de abrilde 1981, arto 71, núm. 24 362, pág. 4-A.

4 5 M. ANTONII CARI, Carminum, liber II, Cf. MIOUEL ANTONIO CARO, Poesías latinas,Bogotá, Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, edición dirigida por José Manuel Ri vasSacconi.Vl, 1951. pág. 85.

Para facilitar la comprensión de este texto de Caro, intento una versión al español: 'Aciertos clérigos metidos en sediciones -A vosotros la naturaleza os hizo solamente hombres,pero la Gracia del cielo, semidioses. Elevados, guardad decoro perpetuo: ¡jamás os vea

TH. xux, 1994 N O T A S 541

La otra composición tiene también que ver con los episodios susci-tados por la lucha electoral del año 97, y tienen que ver con un curiosoepisodio protagonizado en la noche del 5 de diciembre de ese año, día enque habían tenido lugar los comicios de primer grado en las elecciones quellevaron al poder a dos ancianos venerables, Manuel Antonio Sanclementey José Manuel Marroquín. El texto es el siguiente:

SllMMA IUD1CTJ *

Quod plebs clamavit seram non amplius horam

Nec vetita est ventis irrita verba daré,

Hocne facit dictis ut nos laceretis acerbis?

Hoc et inextincti causa furoris erit?

Quid? manibusne datur nucbs compescere voces?

Opprimere aut ferro vulgus inerme licet?

Dlud praeterita murmur iam nocte sepultum

Nec curare decet nec memorare iuvat.

Laedimur insontes: nec vos offendimus unquam,

Talia nec nobis reddere verba placet.

Relligio monet iniusto desistere questu:Nos pacen colimus, i urgí a vestra nocent 4 7 .

metidos en luchas civiles; no llevéis, os ruego, armas en la mano, armas impías! ¡Tenéisencargo de crear la paz; todos os pedimos la paz enviada del cielo! Mientras estimuláis lasinsanas disputas de la lengua y, fieros, dais pábulo al morbo común, ¿quién será para nosotrosmodelo y maestro de las costumbres, quién franqueará las fuentes sagradas quien sanará lasheridas de la mente, quien enseñará las oraciones que aplaquen a los dioses? ¿quién hará quela tierra mire por fin al cielo? Pero si hay tanto amor de concurrir a la cruel lucha, y demarcharse con polvo inmundo y con negro veneno, antes, os ruego, ¡dejad los santos lienzos,antes abandonad intactos los al tares e impolutos los templos, para que mejor progenie desciendade loaltosobre nosotros,administre con manos puras lo sagrado y muestre con tranquila palabrael camino de la eterna salud!'.

4 6 De tumulto Tuniano die 5 mens. Dec. an. 1897, dice la nota de Caro: "Del tumultotunjano en el día 5 de diciembre de 1897" Datos sobre este motín contra el obispo Perilla ysu clero se encuentran en mi libro Un capítulo de las relaciones entre el Estado y la Iglesiaen Colombia, ya citado, págs. 131-142 y 175-179.

4 7 CARI, Carminum, líber II; cf. edición citada, pág 89 La traducción sería: 'Loprincipal del juicio. -Lo que la multitud clamaba durante no más de una hora en la noche- noestá prohibido dar a los vientos palabras vanas, - ¿Acaso esto hace que nos hiráis conexpresiones acerbas? - ¿y esto será causa de furor no extinguido? - ¿Qué? ¿con manosdesarmadas es permitido acallar las voces? - ¿O es lícito oprimir con hierro la multitudinerme? - Aquel bullicio pasado enterrado ya en la noche - no conviene atenderlo ni es útilrememorarlo. - Se nos ofende siendo inocentes: ni nunca os ofendimos, - ni nos placedevolver tales injurias. - La religión aconseja desistir de la injusta queja: - cultivamos la paz,vuestras contiendas dañan'.

542 N O T A S Tu. XLIX, 1994

Esta poesíafue enviada por CaroamonseñorSibiliacon estos versos:

HENRICO SIBILIA **

Vera cano: hoc saltem 49 de me aflirmare licebit,Nativa satis est simplicitate loqui.

Haec utrum getice x fuerínt scripta, arme latineTu, Romane, vide: barbants auctor ego.

1897*'.

Sibilia contestó a Caro con unos versos y unas anotaciones referentes

al texto que este le había enviado.

Ad ExceUentissünum DominumD. Michaelem A. Caro,

Vinnn humanis litteris clarissimum, cui placirit carmen quoddam ad infrascriptum

non tam emendandum quam degustandum mittere.

Vera loquar: quod enim praestantius unquam?Scribens quod venan, amicus erit.

Ultro Nasonis, getica haud tua carmina dicam:Ergo, non fallor, 'barbaros auctor' abest.

HENRICUS SraniAMense Februaríi

an. 1898 52.

48 Nota de Caro: "Delegato Apostólico ad interim: cum ei carmen cui ütulus Summaludicü mitteremus". Traducción: 'Al Delegado Apostólico ad interim: al cual enviaremos elcanto que lleva por título Summa iudicii .

49 En el archivo de Caro hay otra copia con una ligera variante: "hoc unum" por "hocsaltem", en el primer verso

50 Nota de Caro:"Secundun illudNam didici getice sarmaticeque loqui.Ov. . Ex P, 3 , 2 , 4 0 (Cottae),A, pudet! et Getico scripsi sermone libellum.Id., lbid..4.13, 19 (Caro)".Traducción: 'Según aquello de pues hablar aprendí en gético modo y sármata.¡ Ah!, me avergüenzo, escribí aun en gético lengua un librillo'.Cf. PUBUO OVIDIO NASÓN, Epístolas desde el Pomo, cuatro libros. Introducción,

versión rítmica y notas de José Quiñones Melgoza. Universidad Nacional Autónoma deMéxico, 1978, págs. 55 y 95. Las referencias entre paréntesis son amigos de Ovidio, a loscuales este escribía desde su retiro forzoso en el Ponto: Maximus Cotta y un Carus

5 1M A. CARI, Carminum, Apprendix I, xv. Edición citada, pág. 218. Traducción: 'AEnrique Sibilia. - Canto cosas verdaderas: esto por lo menos será lícito afirmar de mí, connativa sencillez es suficiente hablar. Tú, Romano, mira si esto se escribió en geta o en latín:yo soy el autor bárbaro"

52 En español sería: 'Al excelentísimo Señor D. MIOUEL A CARO. -Varón ilustrísimoen las letras humanas, quien tuvo a bien enviar un poema al infrascrito no tanto para

TH. XUX, 1994 N O T A S 543

SUMMA JUDIOl

In prímum distichon dicerem 53:Quod plebs clamavit nocte, una nocte nec ultra,

(vel) Plebs inclamavit nocte, una nocte quid ultra?Sunt vetita haud venus irrita verba daré,

(vel) Num vetitum est venus...?(vel) Sunt vetitaanventis...?

In secundum distichon M :Hoc facit et dictis ut nos laceretis acerbis?

(vel) Nil facit et dictis...:Hocetinextincti...?

(vel) Hoc erit extincti causa furoris? abest.

In ultimun distichon 5S, licet pulcherrimum sit: attamen dicerem:Suadet relligio et iusto desistere questu:Consilium, pacis pignora certa dabit.

(vel) daret.

Todavía tengo que referirme a otras actuaciones de Sibilia en eltiempo en que estuvo encargado de la Delegación Apostólica en Colom-bia. Y me detengo ante todo ante el enfrentamiento que tuvieron elpresbítero Baltasar Vélez * y el santo obispo de Pasto, fray EzequielMoreno 57, 1897 y 1898.

enmendarlo sino para degustarlo. - Diré verdad: ¿qué na habido alguna vez mejor que laverdad? - Amigo sera el que escribe lo verdadero. - Dejando a Nasón, no diré en absoluto quetus poesías son géticas: - luego, no me equivoco, el "bárbaro autor' no existe. - ENRIQUE SIBILIA.- Mes de Febrero del año 1898'.

53 Primer dístico de lacomposic ión de Caro glosada aquí: "Quod plebs clamavit seramnom amplius horam I Nec vetila est ventis irrita verba daré"

54 Segundo dístico: "Hocne facit dictis ut nos laceretis acerbis? I Hoc est inextincticausa furorís eritT'.

55 El úl t imo distico en la versión de Caro dice: "Relligio monet ¡muslo desiste questu/Nospacem colimas, ¡urgía vestra nocenC. La variante propuesta por Sibilia se traduciría así:'También persuade la religión desistir de la queja justa: / La prudencia dará segurasrecompensas de paz'

56 Del presbítero Vélez poco sabemos. D e una nota puesta por el Repertorio, alpublicar sus cartas, sabemos que era anlioqueño, ilustrado y muy viajado, y que estuvovinculado a las diócesis de Medellín y de Pamplona. Publicó en París, 1894, un libro tituladoDescubrimiento precolombino de la América, ' de rara y bien digerida erudición'

57 Para quien quiera conocer la vida de San Ezequiel propongo dos libros fundamen-tales: TORIBIO MINOUF.U-A Y ARNEDO.O. A. R, Biografía del limo. Sr. D. Fr. Ezequiel Morenoy Díaz, agustino recoleto y obispo de Pasto (Colombia), Barcelona. Luis Gili, editor, 1909,y ÁNGRL MARTÍNEZ CUESTA, O A. R , Beato Ezequiel Moreno. El camino del deber, Roma,Año Santo. 1975

544 N O T A S Tu. xi.ix, 1994

En El Repertorio Colombiano, la gran revista de Carlos MartínezSilva, publicóel presbítero Vélez unas cartas, ti tilladas Los intransigentes,que provocaron una vigorosa reacción de San Ezcquicl *. Se trató de unenfrentamiento ideológico, pues Vélez defendía el entendimiento con losliberales mientras el obispo Moreno rechazaba toda posibilidad de diálogocon ellos.

En esta disputa tomó partido monseñor Sibilia y dejó su testimonioen telegrama enviado al obispo de Pasto, del 30 de noviembre de 1897,donde le decía: "Felicitólo por su muy oportuna y reciente publicaciónsobre la carta presbítero Vélez" 59.

El marco de todos estos acontecimientos era, como lo vimos ante-riormente, la lucha electoral, que culminaba en esas fechas e iba a ungir alos sucesores de Caro en el gobierno. Vimos anteriormente cuál fue laposición tomada por el obispo de Tunja, José Benigno Perilla. Otro obispo,el de Panamá, José Alejandro Peralta 60, tomaba también partido en contradel nacionalismo, entonces gobernante, y de su jefe, Caro.

En carta a Juan Bautista Pérez y Soto, encarcelado por orden delgobierno de Caro 61, decía el prelado de Panamá:

Dios es grande: ponga usted siempre en El su confianza. El señor Caro dijo quelo entregaba a usted al desprecio de sus conciudadanos 62, y él mismo fue el instru-mento inconsciente de que se valió la Providencia para elevar a usted a grande altura yhacerle merecer el aprecio y los elogios de todos, menos de las almas mines a.

Esta carta del obispo Peralta, y las actuaciones de dicho prelado alfrente de la diócesis, llevaron al gobierno de Caro a dirigirse en lossiguientes términos al representante del Papa en Bogotá:

Bogotá, diciembre 13 de 1897.A Monseñor Enrique Sibilia,Encargado de Negocios de la Santa Sede.Monseñor:

58 Carlas y escritos publicados por m í e n Un capítulo de las relaciones entre el Estadoy la Iglesia en Colombia, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1986, págs . 341 -458 .

59 Cf. Epistolario del beato Ezequiel Moreno, Roma, I, 1982, pág 335 .60 José Alejandro Peralta, luego de ser cura de Bucaramanga y de Girón, fue

preconizado obispo de Panamá en 1886.61 Cf. MIOUEL ANTONIO CARO, Escritos políticos, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo,

tercera serie, 1991, págs. 302-304.62 Cf., M. A. C A R O , Discursos y otras intervenciones en el Senado de la República,

1903-1904, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1979, pág. 424 , n o t a63 Cf. J O S É RESTREFO POSADA , La Iglesia en dos momentos difíciles de la historiapatha,

Bogotá, 1971, págs 32-33.

TH. xux .1994 N O T A S 545

Junto con la presente recibirá usted una nota de este ministerio relativa a la cartadel ilustrísimo señor Peralta. Esta nota estaba preparada desde hace muchos días,como tuve ocasión de manifestarlo a usted verbalmente, pero el señor Caro no habíaquerido que se le diese curso porque animado como está del más sincero espíritu deconciliación y deseando el general apaciguamiento, ha dicho por su parte: perdono átutti. Además creía que la carta del ilustrísimo señor Peralta podía ser fruto de unaexaltación pasajera y que una vez recobrada la calma, aquel prelado sentiría desazónde haberla escrito. Por tales motivos, el señor vicepresidente juzgó oportuno no ade-lantar nada sobre el asunto. Desgraciadamente por el último correo ha recibido nuevosdocumentos que atestiguan que el señor obispo de Panamá lejos de reconocer su error,continúa avanzando por el mismo peligroso camino; y si antes hizo blanco de susinjurias al jefe del Estado, ahora, en su afán de satisfacer la pasión que lo anima contrael gobierno, no vacila en comprometer gravemente los intereses de la causa católica.El Boletín diocesano se ha convertido en periódico de oposición y en él se ha publica-do una especie de proclama en que el ilustrísimo señor Peralta aconseja abiertamentea los católicos que den sus votos por candidatos liberales, sin hacer cuenta del graveescándalo que produce semejante excitación en boca de un prelado y destinada a favo-recer a los candidatos de un partido como el radical que ha hecho siempre ostentaciónde su odio sectario contra la Iglesia. En vista de este hecho que adquiere mayor grave-dad si se considera que lo ha motivado el espíritu de oposición a un gobiernoprofundamente católico, el señor vicepresidente considera que faltaría a su deber sicontinuara guardando silencio, porque si él prefiere echar en olvido las injurias perso-nales, no puede mirar impasible que sufran menoscabo los intereses católicos cuyadefensa ha sido cuidado primordial de su gobierno. En tal virtud, ha dispuesto que seenvíe a usted la nota en referencia, como tengo el honor de hacerlo, reservándomedirigirte otra, destinada a apreciar más detenidamente los actos del señor obispo dePanamá a que antes me he referido, a fin de que usted tenga la bondad de llamar sobreellos la atención del muy ilustre secretario de Estado de Su Santidad.

Esperando que satisfarán a usted estas explicaciones sobre el retardo de mi nota,me es grato suscribirme de usted muy atento seguro servidor y amigo,

ANTONIO GÓMEZ RESTREPO M.

En otro menudo lío se vio enredado Sibilia en los días en que estuvoal frente de la Delegación Apostólica en Bogotá. Esta vez fue con algo quele cayó al obispo de Pasto, San Ezequiel Moreno. De este asunto dicuidadosa cuenta en un libro ya citado varias veces y en alguna ocasiónanterior al recoger y publicar unas cartas del santo obispo de Pasto 65.Trataré en esta ocasión de referirme lo más brevemente que me sea posiblea estos hechos.

64 C. VALDERRAMA ANDRADE, Capitulo citado, págs. 171-17265 C. VALDERRAMA ANDRADE, Capitulo citado, págs. 63-68; y Epistolario del beato

Ezequiel Moreno y otros agustinos recoletos con Miguel Antonio Caro v su familia, Bogotá.Instituto Caro y Cuervo, 1983, págs. 83-91

546 N O T A S TH. XLK, 1994

Los antecedentes hay que fecharlos en los años del gobierno episcopalen Pasto, ejercido por monseñor Manuel José Caicedo. Desde 1891 existíaen Ipiales un colegio dedicado a San Luis Gonzaga y dirigido por RosendoMora, antiguo miembro de la comunidad de Hermanos de las EscuelasCristianas, quien en Bogotá abandonó los hábitos, se hizo agrónomo y secasó. Los problemas de Mora comenzaron en 1895, cuando su talanteliberal lo indispuso con los párrocos de su región. Mora pasaba por herejey se había hecho notar por su tendencia a ridiculizar el culto a la VirgenMaría Inmaculada, especialmente la devoción a la Virgen de las Lajas, tanquerida de los nariñenses.

Atendiendo informaciones y sugerencias de sus párrocos, monseñorCaicedo publicó el 22 de enero de 1894 una circular en la que ordenabaa sus fieles retirar a sus hijos del colegio dirigido por Mora, con amenazade censuras eclesiásticas. Como este no se daba por aludido, el obispoordenó actos de reparación en los lugares donde Mora había protagonizadosus escándalos, e inició luego un proceso judicial en el distrito de Obando,donde se le dictó auto de prisión, que confirmó el tribunal de Ipiales.

Mora huyó al Ecuador y se instaló en la ciudad de Tulcán, dondeapareció en agosto de 1896 dirigiendo el Colegio Bolívar, que había sidode los misioneros Oblatos de San Francisco de Sales. Entonces los vecinosde Ipiales y de otros pueblos fronterizos comenzaron a enviar sus hijos alcolegio de Mora en Tulcán, sin reparar en la prohibición hecha por elordinario en 1894. Como la mayor parte de los alumnos de Mora en elEcuador era de colombianos, los párrocos de esa región acudieran al obispo,que ya lo era monseñor Ezequiel Moreno, para que tomara cartas en el asunto.

El nuevo obispo, consciente de los peligros que esto implicaba parala fe de sus feligreses, firmó el 8 de diciembre de 1896, en Túquerres, unacircular que confirmaba la prohibición de su antecesor, aunque restringíasus efectos a los habitantes de ladiócesis de Pasto. Los vecinos no acataronsus órdenes, por lo que se vio obligado a repetir la prohibición en circularfechada el 4 de febrero de 1897. Esta actitud la fundaba en el carácterliberal de la educación impartida en Tulcán y en la obligación que tienenlos padres de educar cristianamente a sus hijos.

La segunda circular del santo Ezequiel tampoco fue acatada, yprovocó una reacción violenta del señor obispo de Ibarra, FedericoGonzález Suárez (1844-1917), figura destacadísima del clero y las letrasecuatorianas, que con el tiempo llegaría a ser arzobispo de Quito.

En su enfrentamiento con fray Ezequiel, dejando a un lado las fobiasque uno y otro podían padecer, lo que se ve claro es el celo de GonzálezSuárez por preservar su jurisdicción y sus atribuciones específicas comoprelado de Ibarra.

TH. XUX, 1994 N O T A S 547

En todo caso, el señor González Suárez comenzó a escribir protestasa Roma, a Quito y a Bogotá, alegando que el obispo de Pasto habíainvadido su jurisdicción y turbaba la paz de las conciencias de susdiocesanos. Alcanzó a elevar cinco memoriales a la Santa Sede, entremarzo de 1897 y julio de 1898. Al señor Caro, entre otros, dirigió lasiguiente comunicación, que se conserva original en el archivo deYerbabuena

Exmo. Señor Dr Don Miguel Antonio Caro, Presidente constitucional de laRepública de Colombia.

Bogotá.

Excmo. Señor y distinguido amigo:Tenía resuelto no escribir a Ud, sino cuando Ud, descendiendo de las alturas

del Poder, se retirara a su hogar, pero ahora, quebrantando mi propósito, me dirijo aUd para pedir a Ud su oportuna intervención como primer Magistrado de Colombiaen un asunto grave y de consecuencias desagradables, en el cual más que los ecuato-rianos están interesados sus compatriotas los colombianos. - El caso es el siguiente.

En Tulcán, ciudad ecuatoriana, perteneciente a mi diócesis, hay un colegio, quees nacional y que, desde el ano pasado, lo dirige un señor Mora, colombiano: aunqueel colegio es nacional, yo he establecido allí una clase de Religión, he designado eltexto y he nombrado el profesor, que es un sacerdote de mi confianza: el limo. SeñorMoreno, movido de celo por el bien de sus feligreses, ha excomulgado a los padres defamilia que tienen hijos suyos en el colegio de Tulcán y yo no he podido menos dereclamar contra la violación de mi jurisdicción, y suplico a Id. que se digne hacerme elservicio de poner la adjunta reclamación en manos del limo, y Rmo. Metropolitano deBogotá.

Desde que vine de Obispo de Ibarra. he trabajado con ahinco por conservar lapaz en las provincias que forman mi diócesis, y por tranquilizar la agitación de losánimos en las de Colombia, limítrofes con el Ecuador, porque deseo muy de corazónla concordia entre dos pueblos que, en días de gloriosos recuerdos para ambos, noformaron más que uno.

En fin, no habría dado el paso que doy, si el Excmo. Señor Sibilla " no hubieratomado la actitud que ha tomado es este asunto 67, con absoluta prescindencia de misderechos de legítimo prelado de [barra

66 Error por Sibilia.67 La carta de Sibilia a Ezequiel, fechada el 30 de noviembre de 1897, es muy

elccuente:"Ilmo. Señor obispo. -Pasto. -Contesto a su atenta 28 de octubre. Puede V. S hacerconocer a los padres de familia a que se refiere que la Delegación Apostólica está en un todode acuerdo con V. S Si ellos son sinceramente católicos deben en absoluto someterse a laautoridad y voluntad de su propio obispo. El infrascripto aprueba de antemano todaresolución que V. S crea necesaria tomar en el asunto Felicitólo por su muy oportuna yvaliente publicación sobrelacarta presbítero Vélez Saludólo. MONSEÍIORSIBIUA" Epistolariocitado, Roma. I. págs. 343-344.

548 N O T A S TH. XUX, 1994

Dígnese Ud aceptar la distinguida consideración, con que tengo a honra suscri-birme de Ud.

Excmo. Señoratento servidor, amigo y capellán.FEDERICO,

Obispo de IbarraIbarra, 15 de diciembre de 1897 «

En carta al padre Enrique Pérez, de 17 de marzo de 1898, el santoEzequiel se refiere a este incidente con el obispo de Ibarra, y lo hace conironía: "El limo, señor obispo de Ibarra escribió, además, al señor Caro y¡quién sabe si habrá escrito al Gran Turco!" 69; y el mismo Caro, quienparece no tomó abiertamente ninguna posición oficial en el asunto quepuso a su amigo al borde de renunciar a la mitra 70, escribió sin embargouna página intitulada El Obispo de Pasto y el Colegio de Tulcán, que nollegó a publicar, pero que evidentemente coincidía con la posición de frayEzequiel71.

Así, entre problemas político-eclesiásticos, mas pequeños que gran-des quizás, y entre latines y diálogos con sus amigos, pasaron los años deEnrique Sibilia en Bogotá. En agosto de 1897 fue nombrado auditor de lanunciatura en el Brasil y en octubre de 1878 tomaba posesión de su nuevocargo. De los años bogotanos solo quedarían recuerdos gratos en el preladoitaliano, que comenzó su carrera diplomática aquí en Bogotá.

Sólo me queda terminar este escrito haciendo un reconocimiento a lamemoria de José Manuel RJ vas Sacconi quien me dio la idea de hacer estapequeña investigación, quien me facilitó información definitiva para miempeño, y quien no logró ver el fruto de este trabajo.

Creo, por los demás, que tratándose de Miguel Antonio Caro, seránmuchos los temas semejantes a este que podrán adelantarse en el futuro.Su capacidad de comunicación y de ser amigo de verdad, abren laposibilidad de iniciar en el futuro otros trabajos semejantes al que hoytermino. Es un deseo de quien no se cansa de volver una y otra vez a lospapeles y temas que tienen que ver con el señor Caro.

CARLOS VALDERRAMA ANDRADE

Instituto Caro y Cuervo.

. VALDERRAMA ANDRADE, Gjpitaio citado, pág. 65. donde trascribí esto carta69 Epistolario del beato Ezequiel Moreno, Roma, I, págs. 345-346.70 Capítulo citado, págs. 67-68.71 Este texto de Caro lo publiqué en el Epistolario del beato Ezequiel Moreno y otros

agustinos recoletos con Miguel Antonio Caro y su familia, ya citado, págs. 84-86.