estafeta jacobea 81 - extraordinario 2006

DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN NAVARRA. PAMPLONA, OCTUBRE 2006 • AÑO XIV Nº 81 • 5 EUROS

Santiago de Compostela: plaza del Obradoiro y fachada de la Catedral.(Autor Ángel Panizo)

DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO EN NAVARRA. PAMPLONA, OCTUBRE 2006 • AÑO XIV Nº 81 • 5 EUROS

Santiago de Compostela: plaza del Obradoiro y fachada de la Catedral.(Autor Ángel Panizo)

0 maquet. portada y contrap.06 12/11/06 19:50 Página 1

ESTAFETA JACOBEA N.O 81 3

Estafeta Jacobea, nº 81 � Extraordinario nº 14 � Boletín de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en NavarraPamplona Octubre 2006 � Año XIV � 5 euros - 4 £ - 4,5 $

Consejo editorial: Junta de Gobierno de la Asociación. Presidenta: Mª Victoria Arraiza Zorzano

Director: Jesús Tanco Lerga.

Comité de Redacción: Ángel Panizo, Maribel Roncal, Adolfo Senosiáin Murugarren, Carlos Mencos.

Colaboradores: Carlos Mencos, Pablo Orduña, Antonio Hernández, Eduardo Serrano, Mª Victoria Arraiza, Carmen Puente Ontanilla,Francisco Javier Díaz Benito, Freddy Du Seuil, Cory Iriarte, Alejandro Uli, Mariano Castilla Paredes, AdolfoSenosiain, Julio Donlo , Angel Panizo Delgado, Ignacio Panizo Santos, Jesús Tanco Lerga, Miguel Iglesias Quevedo,Ricardo Ollaquindia, Alfredo Díaz de Cerio.

Ilustraciones: E. Rodríguez.

Fotografías: Ángel Panizo, Carlos Mencos, Jesús Tanco, R. Carrascosa, Eduardo Serrano, Mª Victoria Arraiza, Carmen PuenteOntanilla, Francisco Javier Díaz Benito, Freddy Du Seuil, Schlötterer, Antonio Hernández , Cory Iriarte, GoogleEarth, Mariano Castilla Paredes, Adolfo Senosiain, Julio Donlo, cartel de la Exposición Kyrios de las �Edades delHombre�, �Castilla y León: Lo que se llevaron de esta tierra� de G. Santonja, Rafael Ollaquindia, �La ciudad deSantiago�, de José Mª Castroviejo.

Las colaboraciones son gratuitas y de responsabilidad de sus autores.

Correspondencia y Administración: Domicilio social de la Asociación: Dormitalería, 1-31001 Pamplona.Apdo. de Correos 244 - 31080 Pamplona. Tfno: 948 22 71 00 (secretaría). Fax: 948 26 91 86.E-mail: [email protected]

Depósito Legal: NA. 369/1991

PATROCINA

COLABORAN

auto-recambios

,S.L.


4 ESTAFETA JACOBEA N.O 81

Vidade la Asociación

Vidade la Asociación

SaludaSUMARIO

VIDA DE LA ASOCIACIÓN• Resumen de la Semana Jacobea 2006 ..................5• Crónica de 2005 (2ª parte) y 2006 ......................5

• Tercera Edición del Día del Camino de Santiago en Pamplona ........................................9

• A un año del nuevo albergue para peregrinos en Pamplona ..............................10

• Crónica del Albergue 2006 ..................................11• Calendario de marchas 2006-2007 ....................12

• Comentario marchas 2006-2007 ........................13• Agrupación Ribera 2006. Salidas mañaneras y homenaje al Impulsor Jacobeo..........................14

• Noticias breves- Homenaje al Comandante Militar José Sierra ............15

- Los colegios recorren el Camino en Pamplona................................15

• Jóvenes peregrinos de Lagundu Arakil ..............16

• Los Pirineos a pie....................................................17• Santander acoge la IV Cumbre

del Camino del Norte ..........................................19

• El Camino Jacobeo de la Franconia Central ....20• Los Amigos del Camino de Santiago

en Navarra en la prensa local de Franconia............22

• Monasterios leoneses: historias de un viaje......23• El mundo jacobeo en los libros ..........................27

EXPERIENCIAS• El Camino en casa ..................................................28• Hermana lluvia ........................................................30• El auge de la ruta jacobea del Ebro ....................32

• Crónica Peregrina: Caminando por la Vía de la Plata, y V: de Zamora (Ocelo Duri) a Compostela (Campus Stellae): … y ahorapor el Camino portugués de Braganza..............35

• Premios Concurso Fotográfico 2005 ................42

• Entre San Carlos de la Rápita y Tortosa también discurre el Camino de Santiago ..........50

• Un milagro de Santiago en el Camino del Ebro ....52

• Camino de Santiago de Madrid a Sahagún ........54• El Camino de Santiago en Franconia

(Alemania), visto en dibujos ................................57

ESTUDIOS• Lo primero del Camino ........................................58• Algunas consideraciones en torno al

fenómeno de la luz equinoccial en la iglesiarománica de Santa Marta de Tera (Vía de la Plata) ......................................................60

• Una donación de libros jacobeos al Archivo Histórico Nacional..............................66

• Rasgos jacobeos en torno a Pamplona.La figura de Santiago y otras manifestaciones culturales ....................................69

LITERATURA• Hombre y paisaje ....................................................75• El camino como reválida ......................................76• Camino de Santiago ..............................................77

• Eterna soledad ........................................................79• Tiempo de invierno ................................................79

• El Camino de Santiago es… ................................80

Camino de Santiago, caminos a Santiago. Rutas llenas de gente a lo lar-go de la primavera y de los meses estivales. El interés por las rutas jacobeases creciente y, año a año, se incremente el número de peregrinos que decidelanzarse a esa apasionante aventura. Lógicamente, el Camino Francés es elque registra cierta masificación, que se vive con ciertas dosis de perplejidad.

La señalización y la paulatina construcción de infraestructuras en elCamino del Norte, la Vía de la Plata, la ruta Vadiniense y tantas otras no res-tan caminantes al tradicional Camino Francés. Más bien al contrario, laatención que se está prestando a los diferentes caminos espolea a volver paraadentrarse en otros caminos. No está de más que todas las Asociacionespodamos colaborar para difundir estos caminos, para darlos a conocer yaguijonear la curiosidad de quienes recorren la ruta jacobea por nuestrasciudades y pueblos.

Por eso es tan importante el trabajo que se realiza en los albergues delCamino de Santiago: la acogida, la atención, el gesto amable, la ayudadesinteresada son la mejor tarjeta de presentación de la Asociación y de lapropia ruta jacobea. De ahí el agradecimiento que merecen las personas quedía a día se ocupan de esta tarea y que dan muestras de una gran capacidadpara lidiar con las contingencias que se producen en la interacción cotidianaentre personas. Y también nuestra reiterada petición para que más personasse impliquen en esta tarea que es, en definitiva, uno de los objetivos básicosde nuestra Asociación.

Como lo son también el colaborar en el mantenimiento de los Caminos yayudar a su difusión. Por eso, el año pasado recorrimos el tramo del Ebrodesde que entra en Navarra por Cortes hasta Castejón y este año haremos lomismo en el tramo del Baztán, vía en la que se han implicado con un entu-siasmo contagiosos la Asociación del Baztán y también muchos vecinos dedicho Valle.

Con este Saluda, vaya un reconocimiento especial y nuestra más sinceraenhorabuena a José Antonio Corriente Córdoba, presidente de nuestra Aso-ciación hasta el año pasado, y a quien la Unión Europea ha concedido unacátedra Jean Monnet como reconocimiento a su trayectoria académica einvestigadora para el impulso de las enseñanzas en materia comunitaria.Sabemos todos de la profunda relación que une a Europa con el Camino deSantiago. ¡Felicidades José Antonio en esta andadura!

Y seguiremos todos en danza, porque a lo largo de todos los domingos denuestro particular �curso jacobeo�, recorreremos los distintos caminoshacia Santiago. ¡Buen Camino!

Mª Victoria Arraiza Zorzano

Presidenta



Vidade la asociación

Los Orígenes del culto a Santiago enCompostelaJUAN JOSÉ CEBRIÁN

La primera conferenciade nuestras Jornadas Jacobe-as reunión a más de mediocentenar de personas paraescuchar al sociólogo, profe-sor de Historia de la Iglesia einvestigador Juan José CebriánFranco, que disertó sobre los iniciosdel culto jacobeo. A nadie se le ocul-ta que, con razón o sin ella, paramuchos el origen del culto a Santia-go Apóstol en Compostela es unmisterio histórico aun no aclarado.

La creencia de que este culto noemergió hasta el siglo IX (a partirdel año 829), levantaba una sombrade misterio e incredulidad ante elhecho de que la Tumba apostólicaestuviese perdida en un bosqueremoto nueve siglos. Para Cebrián,�los abundantes descubrimientosarqueológicos en el subsuelo de laCatedral Compostelana han desvela-do una buena parte del misterio yhecho reparar otros detalles hastaentonces no atendidos�.

Tras un breve repaso a reglasmetodológicas indispensables paraestudiar el tema con éxito, pasó ahacer un estudio de los restos arque-ológicos encontrados en las aludidasexcavaciones llevadas a afecto entre1879 y 1891 y una segunda campañaque tuvo lugar entre 1946-1959.Según explicó Cebrián, del estudiode los restos encontrados se deduceque La ciudad de Santiago de Com-

postela, pese al silencio de las fuen-tes documentales, existía ya en laépoca romana y subsistió durante lasueva, dejando de existir únicamenteen siglo VIII. Durante estos siglos latumba fue visitada, venerada y cui-dada por cristianos que, al morir,recibían sepultura en el cementeriocontiguo. El descubrimiento del año829 representó más bien un restable-cimiento del culto interrumpido úni-camente durante un siglo, el VIII,tiempo en que esta población debióquedar desierta.

Para el conferenciante, el análi-sis pormenorizado de los restosencontrados en las mencionadasexcavaciones ha dado también senti-do y reforzado una serie de datos,aparentemente insuficientes, y desdela crítica sometidos a la duda.�Todos ellos nos llevan a afirmarque la autenticidad de la Tumba deSantiago ya está por encima de todaduda razonable�.

Cebrián terminó con una llamadaal debate y al estudio. �Dado que laúnica explicación del traslado tantemprano de los restos y a este lugarlejano resulta ser la previa estanciade Santiago en este lugar, nos obligaa plantearnos, contra el consejo de

Carlos Mencos

Crónica de 2005(continuación)

SEPTIEMBRE18.- Participación en la romería de la

hermandad de ermitaños de Arno-tegui a Nuestra Señora de Arnote-gui.

25.- Inicio de las marchas, programadaspor la Comisión de marchas, enesta ocasión desde Venta Quemadaal embalse de Leurza.

27.- Reunión de la Junta de Gobiernode la Asociación.

OCTUBRE2.- La etapa de la ruta jacetana entre

Somport y Castiello de Jaca paratodo el día.

9.- Salida, para todo el día, para reco-rrer la segunda etapa entre Jaca-San Juan de la Peña-Santa Cruz dela Serós.

16.- Tercera etapa entre Puente laReina de Jaca y Artieda, salida paratodo el día.

15.- El jurado levanta acta del concursofotográfico “Camino de Santiago2005”

18.- Conferencia “Vías y desvíos a Santia-go de Compostela. Tres mil kilóme-tros de Camino en Alemania” impar-tida por Don Kuni Bahnen,SecretarioGeneral de la Deutsche St. JakobusGesellschaft de Aqisgrán.

19-22.-VIII congreso “Cultura Europea”promovido por la Universidad deNavarra, en el que a la Asociaciónacepta presidir la mesa redondasobre el Camino de Santiago forja-dor de Europa.

23.- Cuarta etapa de la ruta jacetanaentre Ruesta y Sangüesa, recorridomañanero.

30.- La quinta etapa recorre el Caminoentre Liédena y Monreal, etapamañanera.

NOVIEMBRE06.- Sexta etapa entre Yárnoz y la ermi-

ta de Nuestra Señora de Eunate;mañanera finalizando el tramoSomport Obanos-Puente la Reina.

13.- Salida mañanera para recorrer elespacio que separa Cáseda deUjué.

Resumen de la SemanaJacobea 2006

Parte del público asistente a la conferencia de JuanJosé Cebrián.

1.VIDA ASOCIACION.06 12/11/06 19:54 Página 5

Delehaye (dado en 1901), si no seráhora de estudiar a fondo el tema de lapredicación de Santiago Apóstol enEspaña: los motivos para negarlo estáde sobra demostrado que no pruebannada, y algunos son ciertamente falsos;por otra parte los testimonios a favorestán aun sin estudiar�.

La música en elCodex CalixtinoMANUEL HORNO

La segunda conferencia de las jor-nadas jacobeas corrió a cargo del musi-cólogo Manuel Horno ante medio cen-tenar de personas. Para introducirnos enel tema de la conferencia, Horno explicóprimero qué es el Codex Calixtino, haciacuándo y dónde se realizó, en qué partesse divide el libro, dónde encontramos lasnotaciones musicales así como qué tipode música aparece en el libro.

Seguidamente, hizo un breve repasohistórico de la música en la liturgia cris-tiana, que es como decir la historia de lamúsica occidental durante el primermilenio, ya que no se conserva otra.Dentro de este apartado desglosó los dostipos de canto en el momento históricodel Calixtino: el Canto Llano o Grego-riano, de una sola voz, en latín y sin ins-trumentos; y el Canto Polifónico, devarias voces con un ritmo medido. Estetipo de canto aparece hacia el siglo IX yes el Codex Calixtino el primer libro delos conservados en España en los que seencuentran ejemplos polifónicos. Porúltimo, para explicar la música delCalixtino, Horno expuso los tres proble-mas que había que tener en cuenta paraenmarcar el tema: no se sabe a cienciacierta cuándo se escribió el libro (aun-que se tiene un margen de años), cómose escribió (poco a poco o en concepción

unitaria) y dónde se escribió (en Franciao en Santiago con influencia francesa).

En cuanto al Canto Gregoriano enel Calixtino, Horno aseguró que el librorecogía melodías gregorianas en las quese podían apreciar los tres estilos delGregoriano: el silábico (una nota porsílaba), el neumático (de una a tres ocuatro notas) y el melismáticos (unasucesión de sonidos extensa por sílaba).�Quizá la pieza monódica más conocidasea el Dum Pater familias�, expusoHorno.

En cuanto a la polifonía, Hornoexplicó las teorías sobre su inclusión enel libro y su posible autoría. Sobre elestilo polifónico, existen dos tipos: �eldiscantus, con dos voces generalmenteque se mueve juntas, y el organalis, enel cual la voz más alta canta una melo-día extensa y adornada, mientras la otravoz, llamada Tenor, realiza notas largas,basadas en un canto llano�. Lo que nose sabe claramente es si la música dellibro era para solista o coro y si se inter-pretaba con instrumentos. Para la pri-mera duda, Horno concluye que estabanpensadas para solistas por la naturalezade esta música, marcada al virtuosismo,de lucimiento personal. Sobre la utiliza-ción de instrumentos, no existe ningunaindicación en el libro pero los testimo-nios iconográficos e históricos hablande instrumentos en esa misma época,como se ve en los representados en elPórtico de la Gloria. �Lo más verosímilexplicó Horno, es pensar que los instru-mentos no se usaban para la liturgia,que es la que contiene el Calixtino, sinopara uso extra-litúrgico�.

Como conclusión, Horno invitó alos asistentes que tuvieran más curiosi-dad sobre este tema a hacerse con unagrabación de música del Codex Calixti-no y a dejarse llevar por el misterio delarte hecho sonido.



14.- Se reúne la Junta de Gobierno.20.- Por la mañana se lleva a cabo el

recorrido entre la ermita de San-tiago de Itxasperri-Madoz e Irañe-ta.

27.- Se programa una salida para todoel día haciendo un recorrido quepartiendo de Carcastillo finaliza enla Oliva.

DICIEMBRE04.- Se inicia el Camino del Ebro reco-

rriendo, durante todo el día la dis-tancia que separa Mallén de Tudela.

11.- La salida es para todo el día y se vadesde Tudela a Alfaro.

13.- Presentación del número 78 de laEstafeta Jacobea e inauguración dela exposición fotográfica compues-ta con las seis fotografías premia-das y las 50 fotografías selecciona-das, exposición que permaneceráabierta hasta finalizadas las fiestasde Navidad.

15.- Asamblea General Ordinaria en laque se renueva la junta y la Asam-blea elige a su nueva presidenta.

18.- La tercera etapa, programada paratodo el día, va desde Alfaro a Cala-horra.

25.- Hoy no hay programada salida. Esdía de pasarlo en familia celebran-do la Navidad.

30.- Se celebra, como todos los años, lafestividad del descubrimiento de latumba del Apóstol, asistiendo a lamisa que a tal fin tiene lugar a las7:30 h. en la Iglesia de los PadresDominicos de Pamplona.

2006ENERO 01.- Es día de fiesta y para los que no

quieren dejar de hacer ejercicio seprograma para la mañana, sin nece-sidad de autobús, la vuelta a SanCristóbal.

05.- Vispera de la jornada de Reyes laAsociación agasaja a los socios con

Colaboración A. Panizo.




La tercera de las jornadas jacobe-as reunió a medio centenar de perso-nas en torno a un tema que abarcauna materia muy amplia y diversa, dela mano de Carlos Mata, Profesorde Historia de la Literatura en laUniversidad de Navarra.

La relación del Camino de San-tiago y de la peregrinación jacobeacon la literatura la podemos apreciardesde las tradiciones y leyendas o lascoplas populares a novelas extensas,pasando por la épica medieval, lapoesía contemporánea y los relatos,etc, según explicó Carlos Mata. �Unamuy buena aproximación al tema laconstituye el libro de José Luis Puer-to, El Camino de Santiago en la Lite-ratura. La ruta imaginada, León,Edilesa, 2004. Propone, a través desiete jornadas, que son otros tantoscapítulos, un recorrido por los distin-tos territorios literarios que el Cami-no de Santiago ha generado, desde laEdad Media hasta hoy mismo: elmundo de las leyendas, la épicamedieval, la lírica y el romancero, laliteratura del Siglo de Oro, los viaje-ros foráneos, la poesía y la narrativacontemporánea, además de las tradi-ciones orales�.

En este recorrido que sugirióMata, el lector se va encontrando, através de textos originales y de infor-maciones y análisis sugestivos, conuna red literaria que la imaginaciónhumana ha ido tejiendo en torno auna de las rutas religiosas y cultura-les más importantes de Europa.

Ante la enorme variedad de textosjacobeos en la literatura, Carlos Mataseñaló una bibliografía que incluimosaquí para tener a mano:

- Una selección de textos líricos (ynarrativos) puede verse en: DeNavarra a Compostela. Guía líri-ca del Camino de Santiago, selec-ción y preámbulo de Ángel Urru-tia, introducción de Juan CruzAllí, Pamplona, Medialuna Edi-ciones, 1993.

- El Camino de Santiago en la poe-sía y la narrativa española damucho juego. En la poesía españo-la, Gerardo Diego, con Ángeles deCompostela. Vuelta del peregrino(1976) o José Ramón GarcíaMenéndez, con Ángel / Ceremo-nial en Compostela y otros poe-mas (2001) son sólo dos de losmuchos ejemplos posibles.

- En la narrativa histórica o deaventuras históricas, tenemos títu-los importantes como Peón de rey,de Pedro Jesús Fernández, Elperegrino de Jesús Torbado, Iaco-bus, de Matilde Asensi, o Caminode Santiago y otros relatos, deRafael Dieste.

- En cuanto al Camino de Santiagoen la literatura navarra, tambiénpodemos rastrear el tratamientoliterario de este tema del Caminode Santiago, desde antiguos ante-cedentes (así en la Silva curiosade historias, de 1583, de Julián deMedrano) hasta la novela de Gena-ro Xavier Vallejos (1897-1991) ElCamino, el Peregrino y el Diablo(1978), delicioso texto jacobeo.

el típico Roscón a continuación dela recepción de sus Majestades porel Ilmo. Ayuntamiento de Pamplo-na.

08.- Se retoma el Camino del Ebro ydurante todo el día se cubre la dis-tancia entre Calahorra y Alcanadre.

15.- Se cubre la última etapa de la rutadel Ebro entre Alcanadre y Logro-ño. Es día de aciago recuerdo en elque Angel Panizo Sufrió un graveaccidente. El manto del Apóstolquiso que lo podamos conservarentre nosotros durante muchosaños más.

16.- Reunión de la Junta de Gobierno ytoma de posesión de sus cargos losnuevos miembros.

22.- Se inicia el Camino a Santiago queparte de Roncesvalles y en la pri-mera etapa llega hasta Zubiri. Esmañanera.

29.- Segunda etapa, mañanera, entreZubiri y Pamplona.

FEBRERO05.- Se atraviesa la sierra del Perdón

que separa Pamplona de Puente laReina. Mañanera.

12.- También por la mañana, se cubre ladistancia entre Puente la Reina yEstella.

19.- Quinta etapa, mañanera, entreEstella y los Arcos.

26.- Se finaliza en Logroño la últimaetapa Navarra del Camino Francés.Todo el día.

MARZO02.- Se inauguran las XIX jornadas jaco-

beas, promovidas por la Asociaciónde Amigos del Camino de Santiagoen Navarra. En esta primera jorna-da Don Juan José Cebrián Francodisertó sobre “Las últimas investi-gaciones en torno al sepulcro delApóstol”.

05.- 1ª Javierada. Mañanera.09.- Segunda conferencia de las jorna-

das jacobeas a cargo de DonManuel Horno Gracia quien nos

La peregrinación jacobea en la literaturaCARLOS MATA

Real Monasterio de San Zoilo, Carrión delos Condes, Palencia.


El catedrático de la Universi-dad de Santiago y especialista enHistoria Medieval D. FernandoLópez Alsina nos trazó en la últimade nuestras jornadas jacobeas unavisión desde la configuración de lamonarquía franca y que tiene comocontraste el imperio bizantino conti-nuador del romano en Oriente.Según explicó el conferenciante, del768 al 814Carlomagnoestructuró lamonarquíafranca, �quequiere restau-rar la ideaimperialimponiéndo-se en la frag-mentadaEuropa de lospueblos quehan sustitui-do en Occidente al imperio romano�.Las reformas litúrgicas, las mismasmetrópolis, las sedes episcopales sonobjeto de esa acción sobre la iglesiaromana que Aquisgrán intentó prote-ger.

Por otra parte, López Alsinaexplicó que, en la península, lamonarquía visigótica se veía amena-zada por la invasión musulmana, quea partir del 711 se implantará en ella.�Sin embargo, la obra en los dossiglos precedentes de los padres his-panos, sobre todo de Isidoro de Sevi-lla, van a marcar una iglesia y un rito�el hispano- que perdurará hasta elsiglo XI�. Según López Alsina, fueprecisamente san Isidoro quien inte-gró la tradición apostólica en la pre-dicación del evangelio en España, yen paralelo a la tradición de sanPablo dio pie al patronazgo de San-tiago sobre los reinos que se abrenpaso en la Reconquista del suelo per-dido.

Pero estamos hablando de doscronologías diferentes. Es Carlo-magno un campeón de la cristiandad

que quiere ayudar a esa recomposi-ción del orden perdido, pero su cro-nología histórica es anterior al des-cubrimiento del cuerpo del apóstol ypor tanto de la peregrinación a latumba apostólica en el Finisterre.�La cabeza refulgente de España, elprotector celestial� es invocado enlas fiestas que la catedral composte-lana va incorporando en su calenda-

rio al tiempoque surgenlas muche-dumbres deperegrinos delos reinoshispanos yultrapirenai-cos �francosen sentidogenérico- quevan a la ciu-dad del após-tol Santiago.

Para López Alsina, las referencias aTeodomiro de Iría, a la lauda cate-dralicia, al privilegio en torno al829-834, al reinado de Alfonso IIcon Compostela como santuarioespiritual fuera del dominio oveten-se, van a ser factores decisivos.

El profesor terminó la conferen-cia con una semblanza de los perso-najes principales que intervienen enun tiempo u otro, de modo disparpero efectivo, como los siete varonesapostólicos, del primer papa refor-mista, León IX, del arzobispo deRennes Turpín, del emperadorAlfonso VII. Ante estos protagonis-tas, la figura de Carlomagno un tantomitificada aparece en esa fiesta queen su honor se celebra el 23 de enero�cuya proyección posterior hará apartir del siglo XI vincular a Carlo-magno con el Camino de Santiago enforma de leyendas, de representacio-nes artísticas y de referencias casihagiográficas�.



ilustró sobre “La música en elCodex Calistinus”.

12.- 2ª Javierada.Todo el día.16.- Don Carlos Mata Indurain corre

con la responsabilidad de impartirla tercera conferencia sobre “San-tiago en la Literatura”.

19.- Puerto de Erro Aquerreta. Mañane-ra.

23.- Se clausura el ciclo de conferenciascon la exposición que Don Fernan-do López Alsina nos hizo sobre“Carlo Magno y su relación con elculto de Santiago y la Peregrina-ción”

25.- Como colofón de las jornadasjacobeas se realizó una excursión aAtapuerca-Burgos-San Juan deortega.

26.- Salida para todo el día a las Barde-nas y terminar en la carretera delpolígono.

ABRIL02.- Salida para todo el día entre el

túnuel de Lizarraga y el balcón dePilatos.

09.- Recorrido de todo el día por laruta verde de Calahorra.

16.- Sin autobús Pamplona-Astrain-Pamplona.

23.- Saliendo de Navascués se hace unrecorrido mañanero a Benaza y laermita de Santa .-María del Campo.

30.- De nuevo en la Bardena y paratodo el día se visita el Paso-Rallón-Corral de Zapata-Carretera Ejea.

MAYO07.- Saliendo de Iribas se llega a Goldá-

raz y se finaliza en Santiago deItxasperri, sólo por la mañana.

14.- Para todo el día se sale de Arantxapara volver al mismo sitio.

21.- Romería al Santuario de NuestraSeñora de Eunate.

23.- Se celebra la festividad de SantiagoCaballero con asistencia de variossocios a la misa que con tal motivotiene lugar el la iglesia de losPadres Dominicos de Pamplona.

Lo hispano y lo carolingio antes del Camino de SantiagoLÓPEZ ALSINA

Mesa presidencial en la conferencia de López Alsina.(Foto de Jesús Tanco)




28.- Por la mañana se va desde el altode Gorostieta a Velate.

JUNIO03.- Celebramos el tercer día del Cami-

no de Santiago en Pamplona, fiestapromovida por el ExcelentísimoAyuntamiento de Pamplona con lacolaboración de nuestra Asocia-ción.

04.- La salida para todo el día al pirineopartiendo del refugio de Lizara-ibón de Estanés-Candanchú.

11.- Todo el día recorriendo parajes deBelagua-Piedra de San Martín-Arlás-Anie.

12.- Se reúne la Junta de Gobierno.18.- Salida de todo el día desde San Juan

de Pie de Puerto a Roncesvalles ycelebración de la festividad delCorpus Christi en la Colegiata

23.- Un grupo de la Asociación empren-de el recorrido por parte de la rutaVadiniense y al mismo tiempoemprenden la tarea del estudio delrománico y el mozárabe de la zona.

25.- Finalizamos la campaña con la sali-da mañanera entre la fábrica de Orbai-ceta y Orbaiceta.

AGOSTO21.- Fallecen en el accidente ferroviario

de Villada, provincia de Palencia, losmisioneros seglares, cooperantesde la institución de la VenerableTeresa de Calcuta en la India yalbergueros en Castrogeriz JuliánCampos y José Santiago Manzano.

PAMPLONA: el día del Camino en Pamplona. Los caminantes hacia el Portal de Francia. (Foto del Autor)

Tercera Edición del Día del Caminode Santiago en Pamplona

Carlos Mencos

arece que el clima se ha aliadocon la celebración del Día del

Camino en Pamplona, ya que en lastres ocasiones el buen tiempo ha cola-borado para hacer más atractiva estajornada festiva de la ruta jacobea.

A las nueve de la mañana, un nutri-do grupo de personas se había dadocita en el Puente de la Magdalena,donde fueron amenizadas con la músi-ca de la Fanfarre Zuperri. Todos losasistentes a la marcha recibieron unariñonera y un llavero elaborado amano por el Taller de Artesanía ToñaMarín, que representa la estrella amari-lla con el bordón de caminante. Pocoantes de las diez de la mañana se cantóla Aurora del Peregrino y comenzó latravesía a lo largo de las calles querecorre el Camino de Santiago por laciudad.

Entre el puente de la Magdalenasobre el río Arga y el crucero que des-pide el Camino al lado del río Elorz,

medio millar de personas recorrieronlas calles del Carmen, Mercaderes,Plaza Consistorial, Mayor, Bosqueci-llo, Vuelta del Castillo y Fuente delHierro. Una hora de caminata paraconocer una vía histórica, tremenda-mente vital y que tuvo enorme impor-tancia en el origen de la Pamplona quehoy conocemos. Al final del camino,los participantes degustaron unalmuerzo amenizado por los grupos dedanzas

Desde aquí nuestro agradecimien-to al Ayuntamiento de Pamplona por suinterés en el Camino de Santiago, a losciudadanos interesados en aprendersobre la ruta jacobea y a los socios ysocias que prestan su tiempo y su tra-bajo para el buen desarrollo de la jor-nada.

C. M.

P


a llovido bastante desde lostiempos del refugio de peregri-

nos de San Cernin que con tanto cari-ño levantó la asociación en los localescedidos por la parroquia, para sustituiral de Errotazar y al ya tan lejano Blasde la Serna (por cierto, sin introducísen el buscador de Internet Google�Blas de la Serna refugio� veréis quetodavía hay páginas webs que infor-man de la existencia de ese refugio).

Se veía venir que se quedabapequeño y empezó el periplo de nues-tra asociación para solicitar un lugarmás grande en el que cupieran losperegrinos que llegaban a Pamplona.El parche veraniego de la IkastolaAmaiur se llevó con enorme ilusión ymucha paciencia y energía (¡ay! Losdesvelos de nuestro pobre JoaquínZalba). Se habló de muchos lugares,como el pobre Molino de Caparroso,siempre proyecto, que en ocho años hapasado de ser proyecto de centro deinterpretación del Arga a proyecto dealbergue de peregrinos y, ahora, a pro-yecto de escuela de piragüismo.

Y por fin llegó el definitivo.Nuestro interés por atender mejor alperegrino se asentó en el Ayuntamien-to y optó de manera concluyente poruna de sus instalaciones céntricascomo refugio. Se optó por la iglesiade Jesús y María, en la calle Compa-ñía, a escasos metros del trazado ofi-cial del Camino de Santiago por laciudad, cerca de la Catedral de Pam-plona y en pleno centro. Una vezabierto éste, terminará el alquiler delas dependencias de Madres Adoratri-ces que hemos atendido desde la aso-ciación en la calle Dos de Mayo, 4.Sabiendo el complicado juego delarco político municipal pamplonés, esdeber reconocer a los responsablesmunicipales el alquiler del refugio de

Madres Adoratrices y el gasto deconstruir un albergue nuevo, dandoasí un uso digno a un edificio antañoreligioso como es el templo de Jesús yMaría. Tendría mérito aunque sólofuera desde el punto de vista econó-mico con la vista puesta en promocio-nar Pamplona y para que los peregri-nos vuelvan como turistas y sueltendinero a diestro y siniestro.

Gracias al contacto que ha mante-nido la asociación con el Ayuntamien-to y con las arquitectas que han partici-pado en el proyecto, sabemos de mane-ra clara cómo va a ser el refugio que laciudad va a ofrecer a los peregrinos apartir del año que viene. Con unainversión de millón y medio de euros,el Ayuntamiento tiene previsto que seterminen las obras para después de laselecciones municipales (cosa rara que

no sea justo para antes). Sus objetivosserán dos: rehabilitar un edificio deinterés arquitectónico ubicado en elcentro histórico y fomentar la presen-cia en la ciudad del Camino de Santia-go, en lugar de llevar a los peregrinosa un lugar más alejado del centro,como ocurre en Burgos, por ejemplo.

El nuevo albergue contará con unasuperficie construida de 1.278 metroscuadrados y tendrá capacidad para 114peregrinos. El proyecto contempla quelos peregrinos duerman en unos espa-cios-módulo que, a modo de muebles,ocuparan las naves laterales, en dospisos. El proyecto contempla el respe-to a la estructura del edificio, evitandotocar los muros de piedra o limitandola necesidad de construir paredes. Laescalera, la cocina y los aseos se habi-litarán en un edificio anexo. Quedalibre la gran nave central, un espaciode exposiciones, de encuentro y reu-nión, para conciertos, para conferen-cias y disponible cuando el veranollena la ciudad de peregrinos dispues-tos a dormir incluso en el suelo.

Quedan muchos flecos por cerrar,pues el Camino, como los albergues,las asociaciones y las instituciones, escambiante. ¿Cumplirá este alberguecon las necesidades básicas del pere-grino? ¿Qué consideramos hoy �lasnecesidades básicas� del peregrino?¿Abrirá para el verano de 2007?¿Cómo se gestionará el refugio?¿Cuánto tiempo al año? Llega unmomento importante en la atención alperegrino en la capital navarra y lossocios de nuestra asociación debemoscontribuir de la mejor manera parapoder cumplir con nuestro objetivofundamental que es, como todos sabe-mos, el de la atención al peregrino.

C. M.

H

A un año del nuevo albergue para peregrinos en Pamplona

Carlos Mencos



La antigua iglesia de Jesús y María, próximoalbergue de peregrinos. (Foto del Autor)




n año más y cuando todavíafaltan cuatro para el próximo

Jacobeo 2010, el Camino de Santia-go se consolida como destino alalza a su paso por Pamplona. Elrefugio situado en el edificio de laResidencia Jorbalán-Adoratrices,que lleva funcionando desde hacetres años en la calle Dos de mayo dePamplona, contó durante el año2006 con un total de 100 plazas quehan resultado más que suficientespara la afluencia de peregrinos quela capital navarra ha registradodurante los meses en que ha estadoabierto. El albergue ha experimen-tado de esta manera un crecimientoconstante con respecto a la tempo-rada pasada en el número de visitasy estancias. La cifra registrada noha sido superior a la de años ante-riores aunque sí demuestra porparte de los peregrinos una granconfianza en el trato y los serviciosprestados.

Durante al año 2006 la ciudadha contado con un total de 124camas entre las habilitadas por elalbergue de la Asociación de Amigosdel Camino de Santiago de Navarra yel nuevo establecimiento de la Asocia-ción de Paderborn (Alemania). Noobstante, la apertura de este nuevocentro de hospedaje no ha supuestouna disminución de los caminantesatendidos en el albergue de Adoratri-ces. Más bien, por el contrario, hasupuesto un relativo desahogo ante lademanda de plazas recibida entre losmeses de mayo-junio y agosto-sep-tiembre. Cabe reseñar que durante esteaño el porcentaje entre hombres ymujeres que realizan el camino y per-noctan en el albergue pamplonés se haigualado de forma considerable. Lamedia de edad se ha centrado entre los

40 y 65 años sintiéndose un aumentocon respecto a la de otros años, sobretodo en primavera y otoño. A su vez, elnúmero de grandes grupos ha dismi-nuido y se ha marcado una media degrupos reducidos de entre tres y cincopersonas, muchos de ellos unidos a lolargo de las etapas anteriores y nodesde su lugar de origen.

Por otra parte, aunque el numerode peregrinos españoles sigue siendo elmás elevado, las cifras de extranjerosaumenta. El origen de los peregrinosextranjeros ha variado de forma consi-derable en los últimos dos años. Laanterior predominancia de brasileños,alemanes y franceses se ha visto mati-zada con la relevante presencia de ita-lianos, canadienses (sobre todo de la

región de Québec) y originarios de laEuropa del Este. Entre estos cabendestacar aquellos cuyos países deorigen han ingresado ya en la UniónEuropea, como es el caso de eslove-nos, polacos y húngaros. Destaca asu vez la presencia de personas connacionalidades tan dispares como esel caso de los peregrinos asiáticos(coreanos, japoneses e israelíes). Deaquellos provenientes de Españasiguen a la cabeza catalanes y madri-leños aunque comienza a hacersenotable la llegada de canarios, valen-cianos y andaluces. Sí merece lapena reseñar que cada año son máslos propios navarros los que se deci-den a realizar si no todo el trayectodesde su tierra a Santiago sí por lomenos las etapas que abarcan elrecorrido establecido entre San Juande Pie de Puerto y Logroño.

Durante la temporada 2006hemos podido observar la disminu-ción del �boom jacobeo 2003� y, aúnsin mejorar del todo, el cambio decarácter del conjunto de peregrinos

alojados. Si bien no se han solucionadoalgún tipo de desacuerdos referentes a�exigencias� propias de los que en sudía fueron denominados como �turis-tas-peregrinos� la convivencia ha sidomucho más pacífica y los peregrinosmás comprensivos y agradecidos conlos servicios prestados. En gran medi-da en el logro de esta recuperación delbuen ambiente que parecía estar per-diéndose ha influido la reorganizacióny exposición pública de las normas deacogimiento para peregrinos en elalbergue. No obstante, sí es verdad quese ha hecho sentir la necesidad delograr un mayor espacio para estacio-nar las bicicletas y un mayor númerode baños y duchas disponibles.

P. O.

U

Crónica del Albergue 2006

Pablo Orduña

Albergue de Pamplona. La alberguera Conchita Sán-chez atiende a dos peregrinos. (Foto de Jesús Tanco)




Calendario de marchas 2006-2007FECHA MARCHA M/TD H/ SALIDA RESPONSABLE

01-10-06 Túnel de Lizarraga - S. Donato M 8 H. Antonio Hernández

08-10-06 Urquiaga - Velate M 8 H. Antonio Hernández

15-10-06 Fuenterrabia- San Sebastián T/D 8 H. Comisión de marchas

22-10-06 Lecumberri - Leiza ( PLAZAOLA) M 8 H. Javier Beunza

29-10-06 Leiza - Andoain ( PLAZAOLA) M 8 H. Javier Beunza

05-11-06 Tarazona- Tudela T/D 7:30 H. Mª Jesús Nuín

12-11-06 Dancharinea - Elizondo T/D 7:30 H. Comisión de marchas

19-11-06 Irurita - Lanz M 8 H. Comisión de marchas

26-11-06 Lanz - Pamplona M 8 H. Comisión de marchas

01-02-03-04 Ciudad-Rodrigo-Salamanca 12-06 exposición �Las Edades del Hombre� Fin de semana Comisión de marchas y cultura

10-12-06 Cirauqui- Mendigorria- Artajona M 8 H. Maribel Alzorriz

17-12-06 Madoz- Artxueta - San Miguel M 8 H. Mª Jesús Nuín

24-12-06 Vuelta a San Cristóbal M Sin autobús Antonio Hernández

31-12-06 Valle Aranguren M Sin autobús Jose Mª Aguado

07-01-07 Vuelta al valle de Ollo M 8 H. Antonio Hernández

14-01-07 Roncesvalles - Zubiri M 8 H. Comisión de marchas

21-01-07 La Valdorba M 8 H. Javier Beunza

28-01-07 Zalduendo - Estibaliz T/D 8 H. Comisión de marchas

04-02-07 Sangüesa- Alto de Aibar- Monreal M 8 H. Comisión de marchas

11-02-07 Irurzun - Trinidad de Erga - Irurzun M 8 H. Antonio Hernández

18-02-07 Arraiz- Robledal de Orgui- Guelbenzu M 8 H. Santos Monreal

25-02-07 Urbasa - Iranzu M 8 H. Antonio Hernández

04-03-07 1ª Javierada M 8 H. Comisión de marchas

11-03-07 2ª Javierada T/D 8 H. Comisión de marchas

18-03-07 Lizarrusti- Sarastarri- Lizarrusti M 8 H. Antonio Hernández

25-03-07 Santiago de Etxola- Urquizu - Olcoz M 8 H. Santos Monreal

01-04-07 Bardenas T/D 7:30 H. Jose Mª Aguado

08-04-07 Astrain M Sin autobús Mª Jesús Nuín

15-04-07 Alzorriz- P. Izaga- Ardanaz M 8 H. Teresa Chocarro

22-04-07 Puerto de Laza- Alto de Igal M 7:30 H. Andrés López

29-04-07 Alto de Igal- Alto de las Coronas M 7:30 H. Andrés López

06-05-07 Alto de las Coronas- Leyre M 7:30 H. Andrés López

13-05-07 Olbega- Matalebreras (Soria) T/D 7:30 H. Santos Monreal

20-05-07 Pamplona- Eunate M 8 H. Comisión de marchas

27-05-07 Zaldibia - Lizarrusti M 7:30 H. Javier Beunza

03-06-07 Gabardito- Bisaurin -Lizara T/D 7 H. Javier Beunza

10-06-07 San Juan de Pie de Port- Roncesvalles T/D 7 H. Comisión de marchas

17-06-07 Ezcaray - San Millán T/D 7 H. Antonio Hernández

24-06-07 Linza - Petrechema - Linza T/D 7 H. Javier Beunza




ras el parón veraniego y des-pués de haber superado los

calores del verano, el primer domingode octubre dio comienzo por fin, lanueva temporada de marchas.

Esta nueva temporada incluyetreinta y nueve salidas y nos permitirádesde el uno de octubre hasta el veinti-cuatro de junio en que finalizará, vol-ver a recorrer algunos caminos que yason habituales en el calendario, perotambién a conocer otros lugares queserán novedad este año.

Somos conscientes de que resultaimposible que todas las marchas seandel agrado de todos los que participa-mos, pero hemos intentado introducirvariedad para que todos podamosencontrar alguna que se adapte a nues-tros gustos y posibilidades.

Así pues, habrá marchas largaspara los que les gusta andar muchopero a su vez habrá otras cortas paraaquellos que les gusta tomárselo conmás tranquilidad. También habrá mar-chas en las que tendremos que superardesniveles importantes, pero habráotras que serán prácticamente llanas ensu totalidad para aquellos en los que las

cuestas se les resistan. En algunascombinaremos el ejercicio de caminarcon visitas de interés cultural y en otrasparticiparemos junto a otras asociacio-nes de amigos del camino.

Mirando el calendario, quizás osllame la atención el hecho de que esteaño a diferencia de otros, no hemosincluido el Camino Francés en su tota-lidad, tan sólo haremos tres etapas, elmotivo se debe a que consideramosque este camino ya es conocido portodos y tiene la suficiente promociónpor parte de organismos oficiales; Porello hemos considerado que merecía lapena dedicar un poco de atención aotros caminos también oficiales eigualmente interesantes pero más olvi-dados, por este motivo hemos incluidouna etapa del Camino del Norte: Fuen-terrabia - San Sebastián, otra del Cami-no del Interior: Zalduendo - Estibaliz yuna del Camino Aragonés: Sangüesa -Monreal. Además recorreremos en sutotalidad el Camino de Belate: desdeUrdax hasta Pamplona como apoyo ala gran labor que vienen realizandodesde la Asociación de Baztán pararecuperar dicho camino.

Destaca también en el calendarioel viaje a Salamanca y Ciudad Rodrigopara visitar las �Edades del Hombre�,será una salida de fin de semana ycomo ya hemos ido comentando, com-

binaremos la parte cultural con unpoco de ejercicio. Os animamos a par-ticipar será muy interesante.

Desde la Comisión de Marchas,queremos agradecer a aquellas perso-nas que sin ser de la comisión, hanaportado ideas y se han comprometidoa hacer de guías en algunas etapas,cuantos más participemos en la elabo-ración del calendario, más interesantesserán las salidas.

Esperamos que todos encontréisetapas que sean de vuestro agrado ypodamos disfrutar cada domingo tantodel camino como de la mutua compa-ñía, pues al fin de eso se trata, de pasar-lo bien.

Os recordamos que en la Comisiónde Marchas estamos a vuestra disposi-ción para cualquier duda, idea o suge-rencia que queráis aportar.

A. H.

T

Comentario marchas 2006-2007

Antonio Hernández

Festividad del Corpus en Roncesvalles. Grupo de peregrinos. (Foto de R. Carrascosa)




CAMINO

NAVARRA

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GO

CALENDARIO DE MARCHAS 2006-2007. CALENDARIO DE EXCURSIONES DE LA AGRUPACIÓN RIBERAFECHAS RECORRIDOS LUGAR DE SALIDA HORA MODO DE VIAJE

24/09/2006 VALSAFORADA (Bardenas) P. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

22/10/2006 AULA DE LA NATURALEZA (Moncayo) P. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

26/11/2006 LOS ARCOS - LOGROÑO (Camino Santiago) E. INTERMODAL 7 MAÑANA AUTOBUS

17/12/2006 QUEL - ARNEDILLO P. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

RADA - RADA (Bardenas) Desde Pamplona - 28/01/2007

Conde OlivetoP. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

25/02/2007 LOGROÑO - NÁJERA (Camino Santiago) E. INTERMODAL 7 MAÑANA AUTOBUS

25/03/2007 PURUJOSA - PURUJOSA (Moncayo) P. CEMENTERIO 7 MAÑANA COCHES

22/04/2007 POR LA RALLA (Bardenas) P. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

20/05/2007 CAÑÓN DE RiO LOBOS E. INTERMODAL 7 MAÑANA AUTOBUS

SAN JUAN DE PIE DE PUERTO - 10/06/2007

RONCESVALLES (C. Santiago)E. INTERMODAL 6 MAÑANA AUTOBUS

17/06/2007 YERGA P. CEMENTERIO 8 MAÑANA COCHES

La marcha a San Juan de Pie de Puerto, si para el día 1 de junio no llegamos a las plazas mínimas (40) los que estemos apun-tados realizaremos la salida con los compañeros de Pamplona. Para esta marcha apuntarse antes del día 1 de junio.Teléfonos de contacto

- 948822078 / 687087376 Eduardo Serrano- 948822071 Javier Sola- 948822118 Viajes Ecuador

Para las excursiones en autobús, inscribirse en Viajes Ecuador, fecha máxima el jueves antes de la salida.La Asociación no se responsabiliza de los percances que puedan producirse en las excursiones

Agrupación Ribera 2006.Salidas mañaneras

y homenaje al Impulsor Jacobeo

Cortes (Camino del Ebro). (Foto de Eduardo Serrano)

Irache. (Foto de Eduardo Serrano)

Cabaña Aguirre (Bardenas). (Foto de Eduardo Serrano)

Calahorra (Camino del Ebro). (Foto de Eduardo Serrano)

Clunia (La Rioja). (Foto de Eduardo Serrano)

Eduardo Serrano Gil




a colaboración del ComandanteMilitar José Sierra Tabuenca es

una buena muestra de que el Caminode Santiago es, sobre todo, un espacioque se construye con las aportacionesde los distintos ámbitos de la sociedad.En este caso, el albergue pudo disponerliteras suficiente para atender a loscaminantes estivales gracias a la apor-tación que se realizo desde la Coman-dancia Militar de Navarra. Ya jubiladode su actividad profesional, José SierraTabuenca se ha lanzado a completar elcamino de Santiago, que en este tramonavarro lo hará en compañía delteniente Francisco Rojo.

El martes 3 de octubre, y coinci-diendo con su llegada a pie a la capitalnavarra, la Asociación ofreció unpequeño homenaje de agradecimiento aJosé Sierra Tabuenca. Como anécdota,destacar que la velocidad con la querecorrió la etapa Zubiri-Pamplona casitrunca nuestros planes de que el home-naje fuera una sorpresa, ya que llegócon bastante antelación con respecto alhorario previsto. Y ello, a pesar de los

esfuerzos querealizó elteniente Fran-ciso Rojodesde primerahora de lamañana, cuan-do comprobóque la rapidezentusiasta delpaso de JoséSierra comen-zaba a trastocarlos planes quehabíamos tra-zado en cuantoa horarios.

Al final,en el porchedel albergue y con la presencia demiembros de la Junta, socios y alber-gueros, acompañados también por laconcejala de Turismo del Ayuntamien-to de Pamplona Amaya Otamendi ypor el técnico de turismo AlbertoTomás, y por el teniente coronelManuel Ferradás Gómez, que quiso

compartir este momento con el home-najeado, entregamos a José Sierra unafigura del Santiago Beltza de Puente laReina y le deseamos un sincero ¡BuenCamino!

Mª V. A.

L

Noticias breves

Visita del Comandante Militar D. José Sierra Tabuenca al Albergue dePamplona. (Foto de la Autora)

Homenaje al Comandante Militar José Sierra

or tercer año consecutivo, lasalumnas y alumnos de 1º de

Bachiller del Colegio Sagrado Corazónde Pamplona recorrieron el Camino deSantiago entre Burlada y Pamplona.

El grupo, coordinado por la profe-sora Sonia Herce, partió del centroeducativo y se dirigió hacia Burladadonde tomó el Camino de Santiago.Tras cruzar el Portal de Francia y reco-rrer la calle del Carmen, los alumnosvisitaron el Albergue de Peregrinos ypudieron conocer de cerca qué signifi-can los albergues dentro del universojacobeo. Acompañados del secretariode la Asociación, Alberto Herce, cono-cieron los requisitos para pernoctar, asícomo las anécdotas y vivencias quetienen lugar en la vida ordinaria delalbergue. Además, contaron con la pre-sencia de un peregrino italiano queacababa de llegar a Pamplona.

A la salida del albergue, continua-ron la ruta por el trazado jacobeo dePamplona y finalizaron en CizurMenor. Una bonita experiencia queesperamos que el Colegio continúe

desarrollando. Desde la Asociacióncolaboraremos con todos los centroseducativos que quieran conocer más decerca el Camino de Santiago.

Mª V. A.

P

Visita del Colegio del Sagrado Corazón de Pamplona al Albergue. (Foto de la Autora)

Los colegios recorren el Camino en PamplonaMª Victoria Arraiza

Mª Victoria Arraiza


l pasado mesde junio tuvo

lugar en la Asocia-ción �LagunduArakil� de Burlada,que se dedica a laayuda educativa(por medio devoluntarias), unCampamento Urba-no en el que se rea-lizaron diferentesactividades y en élparticiparon niñostanto de la Asocia-ción como otrosCentros escolaresde Burlada, de lascuales destacamosla etapa que reali-zamos con unosveinte niños desde la Asociación enBurlada hasta el Albergue de �Peregri-nos� de las Adoratrices.

Antonio Hernández y yo, comomiembros de la Asociación de Amigosdel Camino de Santiago en Navarra,fuimos los encargados de contactar conLagundu y de todo ello surgió estaexperiencia.

Hacia las cuatro de la tarde nosacercamos a �Lagundu�, donde nosesperaban los niños y el resto de lasvoluntarias y allí explicamos somera-mente lo que significa el �Camino, laPeregrinación, el descubrimiento de latumba de Santiago...�, les habíamosllevado un libro para niños de �Leyen-das del Camino� y una niña nos relatóentusiasmada la leyenda del descubri-miento del cuerpo de Santiago, elencuentro con la reina Lupa etc, alre-dedor de una mesa, se iban hilvanandohistorias, salían preguntas y se levanta-ban manos queriendo saber dónde esta-ba Santiago de Compostela, de dóndevenían los peregrinos, señalándoselo

Antonio en el mapa y describiéndoleslas etapas y avatares por los que debí-an de pasar los peregrinos, les interesa-ba mucho, era tanta la curiosidad quetodos querían participar, aunque todolo que olía a estudio o geografía leshacía pasar página y empezaba la alga-rabía.

Cargados con mochila, visera yagua, partimos hacia las cinco de latarde camino de la Magdalena siguien-do las flechas, con relación a éstas,decir que en cuanto les indicamos quepara el peregrino las flechas amarillasy las conchas son fundamentales paraseguir el camino y no perderse, sededicaban a ver quien era el primeroque veía la siguiente; El calor era sofo-cante pero todos iban andando a buenamarcha, pletóricos por la aventura quehabían comenzado, bombardeándonosa preguntas, inventándose historias,imaginándose que ellos mismos hacíanla peregrinación en un tiempo record.

Al pasar por las murallas, tambiéntenían curiosidad sobre su función,

cuando se constru-yeron y seguíanandando en anima-da charla, hasta quesin darnos cuentallegamos al alber-gue.

Allí nos espera-ban Begoña, queestaba de albergue-ra e Irene; Habíabastantes peregri-nos esa tarde y poreso (los niños queiban en gruposdivididos por Con-tinentes para sumejor control)pasamos ordenada-mente, dentro lesdábamos un rosario

de esos de dedo, que les parecía elmejor tesoro y en un pequeño papel lesponíamos el sello del albergue paraseguidamente subir a ver las habitacio-nes, baños, cocina, allí departían ani-madamente con algún peregrino yveían con curiosidad infantil todo loque llevaban los peregrinos en susmochilas, sus ropas, calzado y sus dife-rentes procedencias como les había-mos explicado anteriormente.

Se iba haciendo tarde y aunque sehubieran quedado de buena gana mástiempo, había que volver andando aBurlada y como chavales que son, en elmomento que vieron las bolsas de losbocadillos el hambre se hizo presente.

Creo que ha sido una maravillosaexperiencia, la de que unos niños demuy diversas culturas y religiones sehayan iniciado en este maravillosoviaje que es el CAMINO y quien sabequizás esta pequeña semilla sea paraellos un futuro compromiso con elmismo.

C. P. O.

E

Jóvenes peregrinos de Lagundu Arakil

Carmen Puente Ontanilla



La Asociación Lagundu Arakil de Burlada visita el Albergue de Pamplona. Niños y voluntariasen el Puente de La Magdalena. (Foto de la Autora)




a temporadade excursio-

nes organizada porla Asociación deAmigos del Cami-no de Santiago enNavarra terminó enlos Pirineos, comoviene siendo habi-tual, con dos etapasmemorables de altamontaña, en las quepudimos disfrutarde unos paisajesmaravillosos y deunas condicionesmeteorológicas ide-ales para caminar ypara inmortalizaresos recuerdos enfotografías que conservaremos entrelas mejores de nuestro álbum.

Las etapas fueron elegidas pornuestros expertos montañeros y guíasde la Comisión de Marchas, que acer-taron una vez más en la elección de lositinerarios y en las fechas escogidas.

DEL REFUGIO DE LIZARA AL IBÓNDE ESTANÉSPoco antes de llegar al bonito refugiode alta montaña de Lizara, entre lassinuosas y mareantes curvas escoltadaspor pinos, nuestro guía evitó que nues-tras miradas se perdiesen cuesta abajoen los precipicios y barrancos con unaocurrencia hasta ahora inédita despuésde tantos viajes. Nos �sugirió� amable-mente cantar la Aurora del Peregrinodentro del autobús para no mancillarun sacrosanto lugar de los montañeros.Así que el atajo de paganos correcami-nos-de-santiago ofrecimos nuestro tri-buto a la montaña, y ya tuvimos víalibre para patear la senda de los monta-ñeros ilustres y elegidos para la gloria.

La Primavera estaba en su apogeo

en los valles, casi a punto de despedir-se ya entrado el mes de junio para darla bienvenida al verano, pero qué podí-amos encontrarnos a partir de 1.600metros de altura, desde donde empeza-ba nuestra aventura montañera del 5 dejunio del 2006. Nuestros temores losahuyentó un sol poderoso, que domina-ba sobre un azul celeste intenso y lim-pio de nubes. No sólo calentaba lospicos grises de las altas moles rocosassino que convertía los pequeños circosglaciares, llenos de nieve desde las pri-meras nevadas, en hornos donde lanieve se fundía lentamente en finoshilos de agua, luego arroyos de monta-ña que caían en cascadas o fluían entresaltos hacia los ibones o lagos de altamontaña.

Y allí estábamos nosotros cami-nando sobre la escasa hierba verde quepronto se comerían las vacas o loscaballos o los esquivos y huidizossarrios que por allí suelen pastar. Tam-bién dejamos nuestra efímera huellasobre la nieve, más bien bloques dehielo blanco, que quemaban los ojos

por el resplandorpero que formabanun contraste magni-fico con el cieloazul, la hierbaverde y las rocasgrises.

Seguimos elcurso del agua deldeshielo hacianuestro destino enel ibón de Estanés,después de subir ala cota máxima de2.090 metros dealtura nos tocabadescender, y así derepente, casi sinverlo de lejos, apa-reció ante nuestros

ojos el impresionante lago, todavía enterritorio de Huesca. Este lugar ya noaparecía alejado de la civilización, des-pués de rodearlo vimos que es el desti-no de muchos viajeros, montañeros oexcursionistas, que vienen de la partefrancesa porque es el camino máscorto, atraídos por este espejo de cieloque parece un oasis azul en medio deldesierto de rocas quemadas por el sol yprados verdes de alta montaña.

Alrededor de una hora y media noscostó bajar del ibón de Estanés hasta elfin de etapa en un parque nacionalfrancés donde comimos bajo la fríasombra de los impresionantes roblesque crecían junto a un arroyo que traíaagua de los neveros que habíamos atra-vesado antes.

DE LA PIEDRA DE SAN MARTÍNHASTA EL MONTE ANIEEl domingo siguiente, 12 de junio,pudimos disfrutar y sufrir de otra épicaetapa de alta montaña en los Pirineos.Partimos desde unos 1.700 metros dealtura desde la frontera entre España y

LFrancisco Javier Díaz Benito

Dejamos nuestra huella en los neveros de alta montaña. (Foto del Autor)

Los Pirineos a pie


Francia, donde se celebra cada año eltributo de las tres vacas para poder dis-frutar de los pastos para el ganadoentre los valles cercanos pero separa-dos por las fronteras estatales, y muycerca también de la famosa sima deSan Martín, una de las mas profundasdel mundo.

Después de caminar no más demedia hora, mirando hacia nuestraderecha vimos perfectamente toda lamole pétrea del macizo kárstico deLarra, con sus pinos negros enraizadossobre la enorme masa gris de roca pla-teada. Poco después pasamos por enci-ma de una rudimentaria fuente forma-da por una goma negra que salía de latierra, y que casi la pisamos sin darnoscuenta. El agua estaba muy fresca y erade agradecer sobre todo a la vueltacuando más cansado estás y más lanecesitas. Pero la presentación, elaspecto estético creía que lo cuidabanmás en Francia. Bueno, habrá que dar-les tiempo.

No pasó mucho tiempo hasta quesubimos a un collado y pudimos con-templar a lo lejos la magnífica siluetadel monte Anie, como una punta delanza sobre el farallón rocoso. Al con-templarlo desde allí parecía imposiblesubirlo, sólo apto para escaladores concuerdas, mosquetones y demás agarrestécnicos que el caminante de senderosno conoce ni domina.

Pero algún gracioso nos desvió delcamino tradicional y bueno conocidocomo �de los franceses�. También era

cuesta arriba, lógicamente, pero transi-table para andarines habituados comonosotros. En lugar de eso, cogimos uncamino alternativo muy difícil deseguir, en mal estado, con piedras cor-tas verticales que se te clavaban en lospies, y piernas. Se ve que los españolesteníamos que seguir el camino de lascabras para hacerlo más interesante ypeligroso.

Y peligro hubo. Un joven de Pam-plona, ajeno a nuestro grupo, y quevino por su cuenta, siguió ese camino yacabó con la pierna abierta por unacaída al darse contra una de estas pie-dras, que como cuchillos impedían el

avance tranquilo. Esto hizo quemuchos de nuestros montañeros se lopensasen mejor y no intentasen llegarhasta el final. Un helicóptero de resca-te vino a recoger al muchacho guiadospor las llamadas de teléfono que se lehicieron por parte de nuestros compa-ñeros de marcha, que además atendie-ron como pudieron a este muchachoherido.

Al final, sólo unos pocos llegaronhasta la cima, valientes u osados ellosmismos sabrán que calificativo lesencaja mejor para definir su actuación.Eso sí, llegaron tarde y exhaustos, noes para menos, pero felices.

En definitiva, estas marchas pire-naicas vienen muy bien justo al final detemporada cuando ya los pies, las pier-nas y el cuerpo entero están habituadosa los esfuerzos de cada domingo, des-pués de recorrer la geografía navarra yprovincias cercanas en viajes deporti-vos culturales. Esperemos que la tem-porada 2006-2007 sea tan buena omejor que la pasada. En el camino nosveremos. Mientras tanto, buen caminoperegrino.

F. J. D. B.



No es necesario subir hasta la cima para disfrutar de la montaña. (Foto del Autor)

El ibón de Estanés es un remanso de paz, un oasis de aguas verdes azuladas. (Foto del Autor)




l paraninfo de lasLlamas en Santander

fue la sede de la cuartacumbre sobre el Camino delNorte que se celebró enseptiembre, en un momentode creciente aumento delnúmero de peregrinos. Lacifra de caminantes del2006 supera en algunasestadísticas en más de un50% a las del año anterior,confirmándose como unade las alternativas al Cami-no Francés. La cumbre, a laque acudieron varios miem-bros de nuestra asociaciónencabezados por la presi-denta, se desarrolló duranteun fin de semana, con mesas redondas,charlas y alguna salida lúdica. Las aso-ciaciones estrecharon lazos e intercam-biaron opiniones e informaciones enpasillos y corros, mientras que lascharlas aportaron poco de nuevo.

El acto fue abierto por el consejerode Cultura del Gobierno de Cantabria,Francisco Javier López Marcanoquien, la tarde del viernes, sorprendió ala audiencia con una conferencia poéti-ca sobre el Camino del Norte en Can-tabria. La explicación y las citas deescritores y poetas salieron del corazóndel orador y, sin tener una sola palabraescrita, hizo recorrer la ruta por Canta-bria desde sus asientos a todos los asis-tentes.

Esa misma tarde tuvo lugar la pri-mera mesa redonda, que reunió a lasadministraciones. Como suele pasar eneste tipo de congresos en los que siem-pre pisa el tiempo, no fue mesa redon-da, y tuvimos que conformamos conuna exposición del punto de vista delos representantes de cada una de lascuatro administraciones, Destacó la delalcalde de Muskiz, Gualber Atxurra,

un enamorado del Camino que hacaído en las redes de la asociaciónjacobea vizcaína para conseguir unrefugio de peregrinos en Muskiz entrePortugalete y Castro Urdiales. Esamisma tarde, también se presentó laguía del Camino del Norte de LuisIzquierdo, editada por la Federacióndel Norte. Tras varios años de trabajo,ha conseguido ver hecho realidad ellibro, con textos a cuatro idiomas.

LAS ASOCIACIONESLa mañana del sábado se dedicó a

las asociaciones jacobeas del Caminodel Norte. Participaron Ángel Trabada(Galicia), José Joaquín Milans (Astu-rias), Luis Pereda (Cantabria), JulioMendaza (Vizcaya) y Ernesto Bustio(Federación Norte). Entre las interven-ciones, cabe señalar la del presidentede la asociación de Vizcaya, que aven-turó que la falta de apoyo de la admi-nistración autonómica se debe a queven todavía el Camino del Norte comoalgo ajeno al País Vasco. La organiza-ción interna de la Federación delCamino del Norte y la nueva presiden-

cia, que probablementerecaerá en Laureano VictorGarcía, de la asociación consede en Tineo (Asturias), secomieron buena parte de lamañana y el turno de inter-venciones tuvo que retra-sarse a la tarde. Le siguióuna mesa redonda sobre lasexperiencias europeas en elCamino del Norte, dondeEric Walter, de la asocia-ción inglesa, sugirió la cre-ación de una comisión per-manente de todas las aso-ciaciones para que fluyeramás rápidamente la infor-mación entre todos. Por latarde, la mesa redonda �la

Iglesia del Camino del Norte� reunió aManuel Sánchez (obispo de Mondoñe-do-Ferrol), Juan José Muñóz (Oviedo),Javier Macua (Vizcaya) y Blas Rodrí-guez (Fuenterrobles de Salvatierra -Salamanca). El resumen que se puedesacar es que la Iglesia debe compren-der la búsqueda que están realizandolos peregrinos y sacar tiempo de dondesea para acudir en su respuesta.

Aprovechando la cumbre, el con-cejal de Cultura de Santander, CésarTorrellas, informó que ese mismodomingo se solicitaría oficialmenteque el Camino del Norte fuera declara-do Patrimonio de la Humanidad.

Las jornadas contaron con un con-cierto de la Agrupación La Coral Salvéde Laredo, una actuación del Grupo deCoros y Danzas de Santander y laexposición �Arquitectura en el Cami-no�, de la Xunta de Galicia, con los tra-bajos de rehabilitación de edificios enel Camino de Santiago entre 1994 y2004. Los participantes acudieron eldomingo a Santo Toribio de Liébanacon motivo del Año Santo Lebaniego.

C. M.

E

Santander acoge la IV Cumbredel Camino del Norte

Carlos Mencos

Mesa presidencial de la Cumbre del Camino del Norte. (Fotografía cedidapor la organización)


egún la leyenda Car-lomagno fue uno de

los primeros peregrinos ale-manes a Santiago. En lacatedral de Aquisgran serepresenta como el Apóstolse apareció al emperador enun sueño y le dijo quefuera, siguiendo la Vía Lác-tea, hasta el fin del mundopara liberar su tumba.Cuenta la crónica de Turpínque el emperador vino conun gran ejercito a España ysitió Pamplona sin éxito.Después de 3 meses y gra-cias a la ayuda de Santiagose derrumbó la murallacomo en Jericó y los moros se rindie-ron.

En el siglo X, bajo la influencia dela abadía de Sankt Gallen (actualmenteSuiza) se divulgó el culto a Santiago enAlemania, sobre todo en la comarcadel Rin central y en Baviera. En Fran-conia encontramos a Santiago comopatrón de muchas iglesias fortificadasconstruidas como línea de defensa con-tra los eslavos: �Santiago Mataesla-vos�

El mayor número de peregrinosalemanes lo encontramos en el sigloXIII. También en este siglo se funda-ron la iglesia de Santiago de Nürn-berg y la ermita de Santiago en Rot-henburg.

La importancia de las peregrina-ciones la vemos reflejada en unavidriera de la catedral de Friburgodonde vemos una pareja de peregrinosque reciben una corona de Santiago.

En el siglo XV encontramos rela-tos de peregrinos a Santiago. El másantiguo es de Nikolaus Rummel deNürenberg y el más conocido es delmédico Hieronymus Münzer que fueen peregrinación a Santiago para huir

de la peste en su ciudad natal. A finales de la Edad Media

comienza la decadencia de las peregri-naciones. Los peregrinos ya no ibanpor motivos religiosos sino en busca deaventuras. Los nobles hacían el Cami-no para ver el mundo. Todo lo relacio-nado con los peregrinos tenía muymala fama, en Alemania se decía queun �Jacobswirt� (posadero jacobeo)era uno que bautizaba el vino.

Con la reforma de Lutero se ter-minan las peregrinaciones. Decía Lute-ro que no se sabía si era Santiago, unperro o un caballo muerto quien estabaenterrado en Compostela. Con la Con-trarreforma en el siglo XVI, reviven unpoco las peregrinaciones, pero luego aconsecuencia de la Revolución France-sa desaparecen los peregrinos de loscaminos europeos hasta los 80 delsiglo XX.

CAMINOS DESDE ALEMANIAHACIA SANTIAGOEn el librito del monje alemán Her-

mann Künig de Vach (de la comarca deWerra cerca de Göttingen) de 1495encontramos la descripción de las dos

grandes rutas que utilizabanlos peregrinos alemanes:

Los del norte se reuníanen Aquisgrán y salían por laNiederstrasse o Ruta bajaque desde Aquisgrán, porlos Países Bajos se dirigía aParis y Tours donde toma-ban la Vía Turonenses yseguían por Burdeos haciaOstabat y entraban en Espa-ña por Roncesvalles.

Los del sur, entre elloslos de Franconia, se con-centraban en Einsiedeln(actualmente Suiza) ydesde allí se ponían encamino por la Oberstrasse o

Ruta Alta por Suiza y el Valle delRódano hacia el sur de Francia. Desdeahí seguían por Arles y entraban enEspaña por Somport.

También había peregrinos quehacían el viaje a Compostela en barco.Estos se reunían en los puertos de laHansa (Hamburgo, Lübeck) de dondesalían hacia el sur de Francia o LaCoruña y luego continuaban a pie o acaballo hasta Santiago.

EL CAMINO DE FRANCONIA CENTRAL El MITTELFRANKISCHE JACOBS-WEG o Camino de Franconia centralforma parte del Camino europeo quesale de Praga. Este camino entra enAlemania por Tillyschanz (fronteraalemana-checa) y continúa hastaNÜRENBERG. Desde Nürenbergsigue hasta Rothenburg donde se unecon el camino que baja desde Würz-burg hacia Ulm y el Danubio. DesdeUlm el camino se dirige por Suizahacia Francia. El tramo que nosotrosrecorreremos los 100 Km. del Mittel-frankische Jakobsweg, de la ruta deNÜRENBERG a ROTHENBURG OBDER TAUBER son 100 km.

SFreddy Du Seuil



Caminando por la Franconia Central. (Foto del Autor)

El Camino Jacobeo de la Franconia Central




PEREGRINOSEl burgués de Nürenberg Gabriel Tet-

zel utilizó la ruta de Franconia en 1465peregrinando a Santiago. Se juntó enNürenberg con el grupo de Leo vanRosmital, cuñado del rey de Bohemia.En el relato del viaje de Tetzel encon-tramos una descripción del camino porFranconia.

HOSPITALESEn el Camino de Franconia había hos-pitales en Nürenberg, Heilsbronn yRothenburg.

Nürenberg: En el siglo XV habíados hospitales fuera de las murallas dela ciudad: Santa Marta y la Santa Cruz.Este último tenía en aquel entonces 38camas para peregrinos y viandantes.

Heilsbronn: Klosterspitalkapelle.En el jardín de la antigua cervecería dela abadía de Heilsbronn podemos verlo que queda de la ermita del hospitalde peregrinos. Fue construida en elsiglo XIII. En el siglo XVIII fue trans-formada en este curioso edificio. Porser tan curioso tiene ahora el mote de:Púlpito de Heilsbronn.

Rothenburg: en el hospital los

peregrinos pobres se hospedaban enuna sala comunitaria de la planta baja,los peregrinos de más categoría, en laplanta superior y tenían muchas máscomodidades.

COFRADIASEn Franconia existían una docena de

cofradías de Santiago. Sus miembroshabían hecho la peregrinación y algu-nas tenían albergues para peregrinos.Interesante es el traje de peregrino quese guarda en el Germanisches Natio-nalmuseum de Nürenberg. Este trajedata de 1570 y fue llevado por el pere-grino Stefan III Praun. También en elmismo museo se guarda el sombrerode Stefan Praun. Esta adornado conbordones y conchas.

REDESCUBRIMIENTO DEL CAMINOEn 1992 el Pastor luterano-evangélico

Paul Geissendörfer saca esta ruta delolvido, estudiando la ruta de peregri-nos por la parte occidental de Franco-nia. Su amigo Rudolf Hake, presidentede la Heimatverein (asociación de ami-gos del país) de Heilsbronn, organizaunas marchas, con grupitos de peregri-

nos por caminos y sendas, tomandocomo punto de orientación, las iglesiasde Santiago de Nürenberg, Wensdorf,Heilsbronn, Weihenzell, Häslabronn yRothenburg.

Al mismo tiempo que las marchas,se organizaban conciertos, visitas cul-turales a iglesias y actos religiosos paraperegrinos. Los dos �jacobitos� editancon mucho éxito un boletín informati-vo sobre el viejo camino jacobeo y susiglesias. En 1994 se editaba en 40.000ejemplares.

Lo único que faltaba era una guíadel camino.

Heinz Roth de la iglesia de SanSebald de Nürenberg fue el primeroque describió de una manera muy deta-llada, el recorrido. Esta descripción fueutilizada por la Fränkischer Albverein(Asociación de Senderismo de Franco-nia) para marcar el camino con con-chas blancas sobre fondo azul. Elcamino fue inaugurado oficialmentepor una marcha de peregrinos del 21 al25 de julio de 1995. La guía tuvo tantoéxito que en el año 2002 se publicabala 4a edición.

F. D. S.

Fotos con diversos momentos de la excursión jacobea a la Franconia Central. (Fotos del Autor)


La FRÄNKISCHE LANDESZEITUNG de ANSBACHpublicó el lunes 11 de septiembre de 2006 el siguiente

artículo con ocasión de la estancia del grupo enHEILSBRONN

Heilsbronn. En el mes de agos-to, nuestro periódico publicó unreportaje sobre la peregrinación aSantiago de Compostela de Matt-hias Schindler de Neidhardswin-den, que inició su ruta en Pam-plona.

La semana pasada un grupo de60 peregrinos españoles de Pamplo-na recorrió el camino jacobeo deFranconia. Freddy du Seuil, el jefedel grupo, descubrió hace dos añosHeilsbronn y organizó este viaje.Para ello, tradujo también la descrip-ción del recorrido del pastor jubiladoPaul Geissendörfer al español. Fuepastor Geissendörfer quien tomó lainiciativa en los años 90 de revitali-zar el Camino de la Franconia Cen-tral. La mayoría de los participanteshan recorrido durante los últimos 15años casi todos los caminos jacobe-os españoles y querían conocer algonuevo.

Todos estaban encantados de veraquí todo tan bien organizado, des-pués de haber pernoctado en Españaen los caminos jacobeos en alojamien-tos a veces simples y rudimentarios.

Durante 6 días han disfrutado en elReligionspädagogisches Zentrum de labuena comida, de la amabilidad ale-mana y de la belleza de Franconia. En3 etapas los visitantes españoles reco-rrieron el tramo del camino jacobeodesde Oberweihersbuch hasta Häsla-

bronn, visitaron con el pastor Geis-sendörfer como guía la iglesia delantiguo monasterio y realizaron tam-bién visitas turísticas a Bamberg,Vierzehnheiligen, Dinkelsbühl y Ans-bach. Cuando se trasladen a Rot-henburg visitarán Würzburg y elFränkische Freilandmuseum in BadWindsheim.

Para Freddy du Seuil no sola-mente lo religioso es lo principal deesta marcha, sino también losaspectos históricos, culturales yartísticos.

Como estos veteranos peregri-nos caminan ya hace muchos añospor los caminos jacobeos y los añosse van acumulando, las etapas yano son tan largas como en otrostiempos.. A pesar de todo, llegaroncontentos de la última etapa quefinalizó en Häslabronn.

En la foto el grupo español en lasescaleras del ReligionspädagogischenZentrums. En el extremo izquierdo, eljefe del grupo Freddy du Seuil, a laderecha, el pastor Paul Geissendörfer,y justamente detrás, el pastor KlausBuhl, director del Zentrum.



Foto: Schlötterer

Los Amigos del Camino de Santiago en Navarra

en la prensa local de FranconiaFreddy Du Seuil

EN EL CAMINO JACOBEO




os días 23, 24 y 25 del pasadomes de junio, se realizó un viaje

mitad cultural mitad de conocimientode otros caminos como es en este casoel �VADINIENSE�.

El autobús partió del lugar de cos-tumbre, rumbo a León a las cuatro dela tarde con un calor sofocante y comoviernes que era con el consabido can-sancio de casi todo el grupo por el tra-bajo realizado pero como siempre lle-nos de ilusión.

Llegamos aLeón sobre las 9 dela noche, nos fui-mos acomodandoen el confortablehotel y una mayoríade la gente se fue acenar y a visitar laciudad nocturna,siempre bonita peroen esta ocasión másacicalada, por ser lasemana de fiestasconsecuentementepudimos disfrutarde los fuegos artifi-ciales y del �con-cierto peleón� quenos brindaron y lle-gaba hasta nuestrashabitaciones.

El sábado comoya estaba previsto, salimos a las 8:30del hotel, para encontrarnos en Cistiernacon el Profesor José Fdez. Arenas (yahabíamos contactado con el para llevara cabo la salida), hicimos la �Calzadaromana� de la Ruta Vadiniense, acom-pañándonos en todo el recorrido Goyo,tesorero y miembro muy activo de laAsociación de Cistierna. Si os acordáislos asistentes, el tiempo fue maravillo-so, era una hermosa sensación de calmaoír jugueteando a nuestra derecha alEsla �Astura� acompañándonos en casi

todo el recorrido al menos en los tramosmás bonitos y frescos.

Después del recorrido y de las per-tinentes explicaciones tanto de Goyocomo de Fernández Arenas, llegamos aCistierna, donde en el albergue, el Pro-fesor Arenas daría una breve charlasobre el �Camino Primitivo�, ruta queentra a la península por Dancharinea ytras recorrer el Valle del Baztán y cru-zar Belate, llega a Pamplona, desdeaquí se dirige hacia Álava por la

Barranca para luego desde Vitoriaseguir hacia Sedano, pasando por Fríasy Oña en la provincia de Burgos, pos-teriormente se adentra en Castilla-León por la provincia de Palencia hastaAguilar, pasando por Amaya hasta laprovincia de León.

Una vez terminada la charla, nosdirigimos a un restaurante allí mismoen Cistierna para disfrutar de una agra-dable comida en compañía de nuestrosamigos del Camino Vadiniense.

Después de la comida aún quedó

tiempo para comprar embutidos de latierra antes de regresar a León, en Cis-tierna hicieron el agosto en junio, todoparecía bueno para traernos.

El domingo 25, salimos del hotel alas 9 de la mañana para dirigirnos avisitar la ruta de los monasterios, al lle-gar a Puente Villarente, se toma unacarretera hacia Gradefes y en ese lugar,en un cerro situado a la derecha seencuentran los restos del Castro dondese cree habitaron los �astures lancien-

ses� y posterior-mente la ciudadromana de Lanciaconquistada porTito Casirio (a losastures) en el 29a.C.; Hasta aquí lle-gaba la �Calzadaromana�(de la cualhicimos un tramo eldía anterior) queprocedente de laCosta sirvió duran-te siglos para eltránsito tanto demercancías comode personas dígasecomerciantes, arte-sanos o peregrinosprocedentes de Lié-bana. Hasta bienentrado el Siglo

XX los pueblos de la montaña leonesase comunicaban por esta vía, lo quepermitió el tránsito mercantil por unazona tan incomunicada y agreste.

Nuestra primera parada fue enVillarmún, minúsculo pueblo pero conuna iglesia singular cuya capilla revelauna transición del mozárabe del S. X alrománico, aunque su construcción esdel S. XII.

La siguiente parada en nuestravisita son las ruinas del importantemonasterio de S. Pedro de Eslonza.

LAntonio Hernández

y Carmen Puente Ontanilla

Monasterios leoneses:historias de un viaje

GRADEFES: claustro del monasterio de monjas cistercienses de Santa María la Real de Grade-fes. (Foto de los Autores)


Su fundación se atribuye al rey D.García en el año 912, por lo que es coe-táneo del cercano de San Miguel deEscalada, o sea mozárabe, de estaépoca sólo queda algún vestigio comoson varios capiteles que se conservanen el pórtico de Escalada; Fue destrui-do totalmente en el 988, como se docu-menta en una carta de donación del 25de noviembre del mismo año, porAlmanzor a su paso hacia Galicia.

Tras diversas vicisitudes y variasreconstrucciones, de lo poco que setiene constancia y queda es la portadadel mismo, que fue trasladada piedra apiedra a la iglesia de San Juan y S.Pedro de Renueva en la capital leonesaen el año 1947, de ello se deduce que elestilo de la mismaes de la últimareconstrucción delMonasterio datadaen el S. XVI conretazos y variantesde estilo renacen-tista, llevada a cabopor Juan de Bada-joz el �Mozo� yterminada por FrayPedro Martínez deCárdenas.

Siempre serigió por la ReglaBenedictina, siendosu primer abadAyuvando.

La importanciade estas ruinas nosla demuestra ladocumentaciónexistente, tanto en el Archivo HistóricoNacional como en el de Sahagún, car-tas de donaciones, Libro de Tumbo etc.

En este Monasterio se formaronlos mejores monjes y abades de laépoca, se cree que en el escribió elPadre Feijoo, su famoso �Teatro Críti-co Universal� y asimismo en el año1795, Jovellanos pasó por el mismo.

Sus ruinas fueron declaradasMonumento Nacional en junio de1931.

Tras su venta a varios particularesen época de la Desamortización(1835), el Monasterio quedó derruido,sirviendo como donante de materialesde construcción.

Es necesario mencionar una curio-sa historia sobre la Desamortización

que entrelaza este monasterio con el deMontserrat en Cataluña; en un pequeñopueblo no muy lejos del monasterio,ejerció labores de párroco entre losaños 1838-1840, según consta en docu-mentos parroquiales, el catalán FrayMiguel Muntadas. Estamos ante unpersonaje de gran relevancia dentro dela Orden Benedictina a lo largo del S.XIX, en época de la desamortizaciónse encuentra en el monasterio leonésde S. Pedro de Eslonza y con la espe-ranza de volver pronto al mismo, pasaa desempeñar labores de párroco enVega de Monasterio, viendo que lascosas no volvían a la normalidad,Muntadas decide volver a Cataluña yrefunda el Monasterio de Montserrat,

destruido durante la Guerra de la Inde-pendencia en 1811.

Hoy día se están recuperandonumerosas obras de arte en diversasparroquias leonesas, que fueron lleva-das por los propios monjes, con laesperanza de que volvieran a ocupar sulugar en el monasterio del que nuncadebieron salir, gracias a que no seconocía ni su procedencia ni su valor,casi todas ellas han permanecido igno-radas en pequeñas iglesias rurales enbuen estado de conservación y a salvode expolios y ventas fraudulentas.

El autobús nos lleva por una estre-cha y sinuosa carretera a lo alto de unpequeño cerro, donde se encuentra SanMiguel de Escalada.

Nadie podría conocer el lugar

exacto de S. Miguel de Escalada, si aManuel Risco en su �España Sagrada�1784, no se le hubiera ocurrido trans-cribir el texto de una lápida latina (hoydesaparecida) colocada a la puerta deentrada que dice:

�Este lugar, de antiguo dedicadoen honor del Arcángel S. Miguel y eri-gido en pequeño edificio, tras caer enruinas, permaneció largo tiempoderrumbado, hasta que el Abad Alfon-so, viniendo con sus compañeros deCórdoba, su patria, levantó la arruina-da casa en tiempos del poderoso yserenísimo Príncipe Alfonso (monarcaasturiano Alfonso III). Creciendo elnúmero de monjes, erigióse de nuevoeste hermoso templo, con admirable

obra, ampliado portodas partes desdesus cimientos. Sinoposición autorita-ria ni oprimiendoal pueblo, sino porla vigilancia cons-tante del AbadAlfonso y sus her-manos, fueron con-cluidas estas obrasen 12 meses, cuan-do reinaba ya Gar-cía y la reinaMumadona, en laera 951, fue consa-grado el templo porel Obispo GENA-DIO, a doce de lasCalendas dediciembre�.

Como se puedever, en ella se describe claramentecomo fue la fundación del mismo y lavida de estos monjes venidos de Cór-doba. Adaptada a nuestro calendarioactual, el Monasterio de San Miguel deEscalada, reconstruido y ampliado fueconsagrado el 20 de noviembre del año913 por el Obispo Genodio, (el famosoermitaño de Valle del Silencio en elBierzo leonés) que accede a la SedeEpiscopal de Astorga en el año 909.

Sería muy extenso y sobrepasaríalas expectativas del tema que nosocupa seguir con la historia del monas-terio, por lo que mencionaremos some-ramente los hitos más sobresalientes yvicisitudes del mismo.

San Miguel albergó desde su fun-dación uno de los �Scriptorium� más



SAN MIGUEL DE ESCALADA: perspectiva del monasterio mozárabe de San Miguel (Fotode los Autores)




activos de la época. Hacia mediadosdel S. X, (926), MAGIUS, así firmabasus obras, ilustró la copia del másfamoso Beato escrito por el Beato deLiébana en el año 786, la copia deMagius, �Beato de San Miguel deEscalada�, se compone de 123 minia-turas y está considerada como una obramaestra de la Edad Media; Se descono-ce cuando el �Beato de Magius� saliódel monasterio, la primera noticia delmismo fue en el S. XVI, a partir deaquí y tras diversas ventas y comprasfraudulentas termina siendo vendidoen el año 1919 a Yates Thompson, deaquí la denominación americana del�Beato Thompsoniano�, para la Pier-pont Morgan Library de New York.

Poco se sabe delos primeros añosdel Monasterio ytampoco existe laseguridad absolutade la orden a la quepertenecían aunquese da por supuestoque fue a la Reglade San Isidoro, apartir del Conciliode Coyanza, año1050, adoptaron laRegla de San Beni-to.

Hubo tres épo-cas claves en eldevenir del Monas-terio, en 1155Alfonso VII y Dª.Sancha, donan elmonasterio a laOrden de San Rufo de la Regla Agusti-niana, pasando éste a convertirse enPriorato dependiente de la Abadía Cen-tral de Avignon en la Provenza.

Se sabe que en 1582 fue nombradoPrior Antonio de Guevara, capellán deFelipe II (en la torre románica hoy res-taurada y abierta al público, se encuen-tra el sarcófago de enterramiento delmismo).

Otra época importante para el Prio-rato fue en 1605, cuando el ObispoAndrés de Caso consiguió que FelipeIII mediara ante el Papa para que se leconcediera parte del patrimonio delmismo al Monasterio de Trianos deSahagún, a raíz de este hecho y ante laescasez de recursos, el declive delPriorato se hace imparable y ya como

colofón y puntilla de su abandono, ladesamortización de 1836, hace que elPriorato sea deshabitado por sus mora-dores, salvándole únicamente de laruina el hecho de convertirse en parro-quia de culto.

Su denominación como Monu-mento Nacional en 1886 salva al tem-plo, a la vez que se realiza la primerarestauración por el arquitecto BautistaLázaro. Después ha habido varias res-tauraciones más o menos acertadas, laúltima finalizó en febrero de 2005abriéndose al público la torre románicadel S. XI.

A nivel arquitectónico se puederesumir a San Miguel como �el triun-fo de la estética�, de un solo golpe de

vista la externa armonía se apreciaintegra con los tres volúmenes de laiglesia: la primitiva, construida por elAbad Alfonso, el pórtico longitudinalque la precede con sus bellísimas docearcadas y la maciza torre del ángulosureste, obra románica del S. XI.

El interior es un paraíso simbóli-co, penetrar en el templo es como acce-der al paraíso, a ese �oasis islámico� alcual se llega tras la dura travesía deldesierto; Desde la aridez de la colinadonde se ubica San Miguel, el cami-nante se adentra en la frescura de laspalmeras que las columnas rematadaspor capiteles foliados representan.

Hacia el poniente en el centro delTransepto, (lugar reservado a los jus-tos), es la tierra consagrada al espacio

protegido por la gran palmera mesopo-támica, bendecida por el Corán yensalzada por la Biblia. Todo esto esdebido al influjo islámico que estosmonjes, herederos de la cultura hispá-nica en tierras cordobesas, absorbierona pesar de su celo en preservarla,viviendo en comunidades mozárabesherméticas pero que sin darse cuentahubo de imbuirles de estos tintes islá-micos cuyas influencias iban más alláde lo puramente artístico, penetrandoen el ideario y en lo simbólico.

Dejamos San Miguel de Escaladay nos dirigimos al pueblo de Gradefespara visitar el Monasterio cisterciensede Santa María la Real.

Antes de describir brevemente elMonasterio, hace-mos un inciso enrelación con losdatos documenta-dos sobre las pere-grinaciones en estazona.

Es de resaltar elaprovechamientode la CalzadaRomana (anterior-mente citada) quetranscurría por laorilla del Esla, adestacar la existen-cia de un puente(hoy desaparecido)entre Gradefes ySahechores parasalvar ambas ori-llas, al cuál llama-ban romano aunque

su construcción posiblemente seamedieval, del inicio de las Peregrina-ciones. En escrituras posteriores, a estecamino se le conocía como �Real Fran-cés�, indicando que enlazaba un cami-no real que los peregrinos seguianhacia Santiago.

A la entrada del puente sobre el ríoEsla, entre Gradefes y Sahechores,hubo un edificio llamado la �Malata� o�Malata de Santa Magdalena�, hospitalo leprosería, destinado como en otrosmuchos en los pasos de los puentes arecoger peregrinos que por aquí cruza-ban.

También es preciso destacar lasdiversas advocaciones a Santiago en lazona, en un pueblo cercano a Gradefes(Villanofar) hubo una ermita dedicada

Santa Olaja de Eslonza: ruinas del que fue poderoso monasterio benedictino de San Pedro deEslonza (Foto de los Autores)


a Santiago Matamoros, de nuevo serepite la leyenda de la �Batalla de Cla-vijo� y el �Tributo de las Cien Donce-llas�; En otro pueblo cercano se veneraa la Virgen Peregrina, representada conbordón y calabaza, aquí existió unaermita que poseía molino y tierras parael servicio de los peregrinos.

En cuanto al Monasterio de SantaMaría de Gradefes, es preciso indicarque no se puede indicar la fecha exac-ta del nacimiento de esta comunidadmonástica, al carecer de documentofundacional, aunque se cuenta con el�Libro Tumbo�, que mandó realizar laúltima abadesa perpetua Dª. Mª. Qui-ñones Pimentel en el año 1168.

El origen del Monasterio está liga-do al nombre de los esposos GarcíaPérez y Teresa Pérez. La Iglesia seinaugura en 1177, su construcción fueinterrumpida en diversas ocasiones,posiblemente por motivos económicos;De esta época es la Cabecera de lamisma.

La llegada del Cister a España,tuvo que ver con la petición del ReyAlfonso VII al propio S. Bernardo paraque sus monjes se asentaran en susdominios, en lo que hoy es la provinciade León hubo nueve monasterios delCister, cuatro masculinos y cincofemeninos, hoy sólo S. Miguel de Due-ñas, Carrizo y Gradefes siguen habita-dos.

La orden tuvo una rama femenina,surgiendo comunidades en July, Tart ySavigny. Una de las fundaciones deTart fue �Lume- Dieu� que dio origenal Monasterio navarro de Tulebras, deeste Monasterio salieron las primerasmonjas que habrían de habitar en elConvento de Gradefes.

Al igual que el Monasterio de SanMiguel de Escalada, este Monasteriopasó por tres épocas críticas desde sufundación, a saber: en 1629 la comuni-dad de Gradefes abandona el monaste-rio y se traslada a Medina de Riosecopor disposiciones del Concilio de Tren-to, aunque la ausencia apenas duraríatres años. En 1809, las tropas napoleó-nicas llegan a Gradefes, las religiosashuyen a excepción de la Abadesa y unahermana lega pero el recinto no es pro-fanada al ser defendido por los habi-tantes del pueblo; Existe una pruebadocumental de que las monjas colabo-raron con el ejército español suminis-

trando cebada a las tropas.Como no podía ser menos, la

época más penosa del monasterio fuecomo para casi todos los de la penínsu-la durante la desamortización, esta lesprivó de sus posesiones y una crisis devocaciones dejó la casa prácticamentevacía, sólo dos religiosas permanecie-ron en ella; La situación se remediacon la llegada de un grupo de cister-cienses que habían perdido su monas-terio de Avilés (1880); Dos años des-pués se unirían las monjas de Otero deDueñas, la casa fundada por el Monas-terio de Gradefes seis siglos atrás, conesta y otras fusiones se inicia una etapade estabilidad que ha permitido a lacomunidad llegar hasta nuestros días.

En cuanto a la arquitectura delmonasterio destacaremos someramentelas peculiaridades que hacen de él unejemplo arquetípico del arte Cister-ciense:

La iglesia consta de una cabeceracon girola, compuesta por cinco absi-diolos radiales de planta semicircularacusados desde el exterior menos losdos extremos, creando la llamada�Corona de Capillas�, solución quetambién tienen los monasterios de Fite-ro, Poblet, Veruela y Moreruela.

El interior del templo adolece defalta de uniformidad debido a lo dilata-do de su construcción. El interés deltemplo se centra en la Cabecera, prác-ticamente lo único que nos queda delos tiempos fundacionales, pero lo másimportante del monasterio son laspeculiaridades que le hacen diferenteal resto, como son la relativa a la deco-ración (tan parca en los templos cister-cienses) y la presencia de girola, enEspaña, sólo la poseen los monasteriosde Osera, Melón y Moreruela y todavíaes más excepcional en los monasteriosfemeninos como es el caso que nosocupa, además del de Gradefes, sólo latiene el de Flines en Francia (posteriordel S. XIV).

A pesar de su robustez, el interiores armónico y esbelto y si la visita esen un día claro, los ventanales permi-ten una notable iluminación de la clarapiedra caliza de las canteras cercanasde Boñar.

Es menester mencionar para finali-zar, la entrada a la Sala Capitular,recinto rectangular, su lado mayor seabre al Claustro en una hermosa porta-

da de �siete� arcos todos ellos recorri-dos por relieves en Zig- Zag, con capi-teles de sencilla decoración vegetal ygeométrica, su construcción es conbastante probabilidad de la época enque se levantó la Cabecera, finales delS. XII principios del XIII.

Como ya se ha mencionado, esmotivo a reseñar la �decoración� debi-do a la parquedad de la misma en laortodoxia cisterciense; En el interior dela iglesia abundan las figuras humanas(posiblemente monjas), arpías, avespicoteando un fruto, la figura de uncentauro ensartando a un dragón, SanMiguel combatiendo al diablo, unacruz patada y un curioso �Agnus Dei�,por el hecho de que el artista esculpióun carnero en lugar de un cordero.

En cuanto a la decoración exteriorse resume en �60� modillones y �2�capiteles, todos ellos en el ábside ybastantes toscos. Merece destacar asi-mismo la epigrafía y escultura funera-ria que se puede ver en la iglesia.

Existe en el monasterio un museo(hoy cerrado al público), donde se pue-den apreciar diversas obras de imagi-neria religiosa como Nuestra Señora deGradefes, de transición entre el romá-nico y el gótico del S. XIII, un Cristocrucificado gótico del S. XIV posible-mente pieza central de un calvario, unaCruz relicario de plata �LignumCru-cis� de pequeño tamaño y del S. XIV yuna notable aunque pequeña talla delS. XVI del escultor Juan de Juni del S.XVI de un niño Jesús desnudo y detriste rostro.

En cuanto al archivo del Monaste-rio, en la actualidad sólo conserva elsuyo (en un tiempo contó con el deAvilés y el de Otero de Dueñas), elfondo propiamente medieval que seconserva, se compone de �700� perga-minos, cartas de profesión, el �LibroTumbo� y unas �27�cajas de docu-mentos de actos administrativos delmismo.

Hemos visto varias joyas arquitec-tónicas leonesas, el viaje llega a su fin,debemos coger de nuevo el autobúspara regresar a Pamplona, creemos queha sido interesante y diverso y aunqueha habido mucho para ver en tan cortoperiodo de tiempo, esperamos hayaservido para descubrir esta tierra, tanrica en historia, paisaje y leyenda.

A. H. y C. P. O.





Imágenes

Colaboración de Ángel Panizo

19231940

1965 1971

El mundo jacobeo en los libros

1926

2. EXPERIENCIAS.06 12/11/06 19:58 Página 27

toño del año 2005. Realizába-mos, Mariano y yo, nuestra

peregrinación a Santiago. Era la rectafinal.Nos sentíamos muy satisfechos,ya que estábamos haciendo lo quenosotros denominamos como �verda-dero Camino�: orografía dura, muydura; contados peregrinos haciendo lasmismas etapas todos respetuosos conla forma de andar de cada uno, perosiempre dispuestos a prestar ayuda ya compartir; no había que correr paraencontrar cama; no existía el merca-deo jacobeo; encuentros con lugare-ños sin actitud de recelo o hartazgo;muchos momentos de soledad;miembros de Asociaciones delCamino con ilusiones intactas; cul-tura, gastronomía, fauna, flora etc

Esa noche nos alojamos en unMonasterio. El hermano portero quenos recibió, nos dio a cada uno unahoja donde te explicaba la historiadel Monasterio, consejos a tener encuenta y guía para la visita turística.Todo esto lo vivimos en la tarde-noche que pasamos allí. Al dar lavuelta a la hoja se leía el título�Sobre tu peregrinación�. Pensé:�ésta es la parte del sermón espeso,ya lo leeré en casa�.

Llegamos a Santiago y volvimosa la vida cotidiana. A los días, miran-do las fotos y ordenando los papeles,vi la hoja del hermano portero y leíel �sermón espeso� que decía así:

�Sobre tu peregrinación�El Camino de Santiago se ha con-

vertido en una alegoría del itinerariovital e interior que cualquier ser huma-no (ya sea creyente o no) debe recorrerpara encontrarse consigo mismo y conDios. Es decir, que en la vida cada unode nosotros somos peregrinos a la bús-queda de sentido, de nosotros mismos,hacia la intimidad con Dios.

Sabemos que el peregrino no tienecasa, su morada es el camino. Paraponerse a andar necesita ir lo menoscargado posible; por lo tanto debe des-hacerse de todo aquello que es super-fluo y quedarse con lo mínimo impres-cindible.

El camino es bello pero arduo; estásembrado tanto de sorpresas fascinan-tes como de dificultades de todo tipo.

El peregrino disfruta de la novedad delpaisaje, al tiempo que padece física ypsíquicamente el cansancio extenuante;se siente aliviado al desconectarse de sucotidianeidad, si bien recuerda con año-ranza todo lo que ha dejado atrás; lasetapas interminables son recompensa-das a diario por la satisfacción que pro-

duce el cumplimiento del objetivo pro-puesto, pero le recuerdan al peregrinoque no son la meta final; la esperanzaante los progresos que va alcanzando sealterna con la aparición imprevista delabsurdo en los momentos de desfalleci-miento; la seguridad de ver que vaadquiriendo su propio ritmo, se sucedede la incertidumbre ante una nueva jor-nada, que el peregrino experimenta

como un misterio, pues no conoce losavatares agradables o desagradablesque le depararán �

Pero sobre todo el mayor proble-ma a resolver que el peregrino seencuentra, es él mismo; es como situviera que aprenderlo todo de nuevo.De muy poco le sirven los conoci-mientos adquiridos y los apoyos queen la vida ordinaria ha recibido en lasrelaciones humanas. El currículumvitae que hasta el presente le ha acre-ditado ante sí mismo y ante la socie-dad queda obsoleto durante la pere-grinación. En el camino, el peregrinoes uno más, sin títulos ni avales, a laintemperie, a merced del sol, de lalluvia o del frío, despojado de losreconocimientos y valoracioneshabituales a través de los cuales seva forjando una identidad en la vida.

Al peregrino las circunstanciasle obligan a encontrarse a sí mismoal desnudo. A medida que camina, sele va desvelando lo que es: un sinfínde ruidos interiores, de relaciones,de reacciones, de sentimientos, unosluminosos y otros sombríos,que se

van sucediendo ante el espectadorasombrado, que es uno mismo.

El peregrino no tiene a qué aga-rrarse, nada con qué quedarse� lopasado ya no importa, es recuerdoestéril; lo porvenir es desconocido,pura imaginación que hace vivir deilusiones. Lo único importante es

O


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Entre Castroverde y Soutomerille, crucero frente a laiglesia-cementerio. (Foto de la Autora)

El Camino en casa

Cory Iriarte



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caminar hacia delante, atento a cadapaso, a cada nuevo descubrimiento,que le va conduciendo a una nuevacomprensión de la vida. Compruebaalgo sorprendente: la vida real sereduce sencillamente a lo que tieneentre manos, a lo que es, porqueúnicamente él existe en el ahora,sólo es real el instante presente. Lameta final va desdibujándose poco apoco en el horizonte y va perdiendorelevancia. El camino en sí mismova adquiriendo importancia y ocu-pando el lugar de la meta; el caminoes la meta, y no hay otra meta que elcamino mismo. Comienzan a reso-nar con fuerza las palabras de Jesús:Yo soy el Camino, la Verdad y laVida� En el Camino, en el aquí yahora, en cada aquí y ahora delCamino, se dan cita la Verdad y laVida.

Metido en esta dinámica, imper-ceptiblemente, el peregrino sientecómo va aligerándose su equipaje,

cómo se devalúan las creencias,cómo se difuminan las fronterasdivisorias, cómo va despojándosede aditamentos de toda clase, cómova abriéndose a una libertad desco-nocida hasta entonces, cómo gratui-tamente, de improviso, recobra lafrescura en las relaciones huma-nas� El amor solidario y la libertadsalen a su paso, lo invaden y loinundan, y tiene la sensación de quesiempre estuvieron ahí, a la esperade revelarse y ser acogidos. Escomo si lo más auténtico de unomismo aflorase incontenible yespontáneamente. Dios mismo salea su encuentro en el develamientode su verdadera identidad como serhumano.Él mismo, Dios mismo�en el camino.

Todos somos invitados, comoperegrinos, a comenzar o a conti-nuar el camino emprendido, esdecir, a vivir la propia vida conintegridad y a la altura de nuestra

dignidad como seres humanos, paracrear unas relaciones interpersona-les e internacionales más justas,solidarias y fraternales.

Que el apóstol Santiago, elSeñor Santiago, sea una referenciaconstante que nos estimule en estabella aventura, en esta peregrina-ción al encuentro con uno mismo,con los demás seres humanos y conDios.

La Comunidad de monjes tedesea una feliz peregrinación.�

Una ola cálida invadía mi perso-na y, al mismo tiempo, me pregun-taba cómo era posible que unmonje, sin haber realizado el cami-no probablemente, pudiera plasmar,con tanta exactitud, todos y cadauno de los sentimientos que yo vivocuando realizo el Camino.

Las lágrimas aparecieron y bro-taron dulce, dulcemente.

Gracias hermano portero.C. I.

GRUPO

Gayarre 4. 31005 PAMPLONATfnos. 948 23 04 88 - 948 23 04 62

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,S.L.



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legué ayer (mejor diría llegamosayer, puesto que formábamos un

pequeño grupo de peregrinos, cubiertosde polvo y bañados en sudor) a esta Ciu-dad Santa, bajo un cielo azul, cuando losúltimos rayos del sol poniente doraban lastorres de la catedral, sin que nos arredra-ra ni la largura de la jornada (35 kms.) niel calor con que nos amenazaba el partede metereología.

Durante el trayecto, unas veces encharla animada y otras durante los largossilencios, que se intercalaban espontánea-mente, repasamos todas las vivencias ypequeñas aventuras de nuestra peregrina-ción, desde sus comienzos en el Pirineonavarro hasta su inminente remate en tie-rras gallegas: la fatiga, el hambre y la sed,el calor, las ampollas y los mosquitos, losratos maravillosos (los más) vividos enagradable compañía, y otros (los menos)no tan placenteros de los que mejor era nohacer siquiera mención...

La emoción que uno siente al recor-dar las calles de esta ciudad tantas vecessoñada, y dar el abrazo al Apóstol, y pos-trarse rendido ante su sepulcro me resultaimposible de describir y creo que nadiepuede imaginársela si antes no la ha vivi-do personalmente.

Hoy he madrugado (la fuerza de lacostumbre) y me encuentro apoyado en elalféizar de la ventana, a la espera de miscompañeros, con la mente casi en blancoy la mirada del todo distraída, perdida enla contemplación de esta Compostela quese me presenta hermosa como siempre,pero muy distinta de la de ayer: el cielolimpísimo de nuestra arribada se ha vesti-do de un color lechoso, el líquen adheri-do a las paredes centenarias exhibe uncromatismo desconocido, la hierba decolor verde esmeralda que crece en losarcaduces de los tejados, casi al alcancede mi mano, se ha adornado de perlas dia-mantinas, las losas de la calle desgastadaspor el paso de los peregrinos reflejan res-plandecientes las luces de las farolas: ¡esel milagro de la lluvia que está cayendolentamente..., lentamente!

Alguien dijo, no recuerdo quién, queen Santiago de Compostela hasta la lluvia

es arte; Francisco de Asís, peregrino jaco-beo, santo, poeta, �el hermano de todos�,a la lluvia la consideraba como verdaderahermana, �la hermana lluvia�.

Y esta mañana, descansado, tranqui-lo, con la satisfacción del deber cumpli-do, quiero desahogarme y dialogar conti-go, hermana lluvia, y suavizar ciertasexpresiones que me has escuchado másde una vez, fruto de la desazón y de laimpaciencia del momento.

En la peregrinación que hoy terminamadrugaste antes de que despertara laaurora para saludarnos con timidez a lasalida de Roncesvalles. �Está orvallan-do�- susurró uno de los peregrinos; estoes el orvallo, que decimos en nuestra tie-rra�¡Qué delicia tus caricias aterciopela-das en nuestras frentes!

Desapareciste pudorosamenteantes de que te sorprendieran los pri-meros rayos del sol naciente y no vol-viste a hacer acto de presencia hastaque nos alcanzaste en el páramo bas-tantes días más tarde. Nos sorprendis-te de improviso, sin tener dónde cobi-jarnos, y esto sí que era llover: grue-sas gotas, aisladas al principio, queiban espesándose por momentos hastaconvertirse en auténtica cortina de

agua a nuestro derredor. Fueron pocosminutos.

Por lo visto quisiste hacer una exhi-bición, pero te arrugaste en seguida: lanube negra que te transportaba en su senose agotó muy pronto y se desvaneciódejando paso al sol y, a nosotros, apartede una breve mojadura, el regusto delaroma húmedo que exhalaba la tierrareseca al contacto con el agua.

Aunque ya han pasado muchos años,cómo olvidar aquella noche en Castrillode los Polvazares. Ya habíamos recibidotu tarjeta de visita; pero nosotros, con-fiando en la ligereza de nuestras piernas,nos atrevimos a desafiarte y llegamos aCastrillo casi al mismo tiempo que tú; afuer de honrado reconozco que nos sacas-te unos metros de ventaja. Poca cosa.

El problema más acuciante vino des-pués: cómo y dónde pasar la noche. Túinsistías e insistías... y en aquel pueblo nohabía albergue, ni posada, ni nada que sele pareciera; pero el Señor Santiago letocó el corazón a Aquilino, creo que ésteera el nombre de aquel paisano (Dios lepremie su buena acción), y nos permitiódormir en un henil de su propiedad. Arre-bujados en lo alto del heno perfumado,rozando casi la techumbre del rústico edi-ficio, nos dormimos al tiempo que tújugueteabas tamborileando en la uralitade la cubierta, y yo volaba en alas delrecuerdo hacia aquellas entrañables nanasde mi lejana infancia.

No siempre te has portada así o, siprefieres, no siempre hemos caminadocomo cabe esperar de buenos hermanos.El reverso de la medalla lo encontramosaños más tarde, atravesando también laMaragatería. Permíteme que refresque tumemoria, aunque supongo que tampoco ati se te habrá olvidado.

Caminábamos un tanto recelosos porel cariz que iban tomando unas nubes queasomaban en el horizonte, un calor pega-joso nos atosigaba y escuchábamos a lolejos un sordo rumor como de marembravecida. De improviso estalló untrueno horrísono que nos sobrecogió, yluego otro, y otro...; los rayos zigzaguea-ban, las nubes se rasgaron y aquello era el

LAlejandro Uli

Hermana lluvia

De Berducedo a Grandas de Salime caminandobajo la lluvia. (Foto de A. Panizo)



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diluvio. ¡Qué espanto! Nos encontrába-mos en pleno descampado, sin saber quédecisión tomar, si plantarnos sentados enmedio del camino o correr en busca derefugio, pero ¿dónde?

La tormenta continuaba, los truenosretumbaban en aquella soledad, infinitosrayos parecía que buscaban a quién ful-minar y tú, como presa de insano furor,soltando agua a raudales.

¿Cuánto duró esta situación? A noso-tros, pobres peregrinos, nos pareció unaeternidad hasta que las fuerzas desatadasrecobraron la calma. Desde luego, elsusto y sobresalto padecidos fueron de losque quedan grabados en el alma.

¿Y qué decir del descenso del Cebre-ro aquel 17 de julio de 1971? La jornadaprevista era larga, hasta Sarria, y tú, paracompensarnos del calorazo que habíamossufrido la víspera, a la subida, te empe-ñaste en acompañarnos, contra nuestravoluntad, por supuesto.

No habíamos perdido todavía devista las pallozas y ya estabas allí dis-puesta para la marcha.

Alguien apuntó: �Si de verdad quere-mos que nos deje la lluvia, lo mismo ten-dremos que esperar medio verano�: asíque nos liamos la manta a la cabeza, meta-fóricamente se entiende, y a buen paso ini-ciamos la etapa, la primera por la tierra deSantiago, dispuestos a afrontar cualquierdificultad que se nos presentase.

Nuestro grupo inicial de cuatro pere-grinos se vio aumentado a primera horapor otros dos jóvenes que quisieron corrernuestra misma suerte y, muy poco des-pués, por Tarzán, un perro joven perdidoo abandonado por su amo y que se nosacercó buscando cariño. Y por ti, claroestá, que habías decidido no separarte denosotros aquel día.

Acelerábamos el paso para aumentarla distancia entre tú y nosotros y tú tam-bién te apresurabas. Al acercarnos a uncobijo, lo mismo un humilde chamizoque un bar del tres al cuarto, nos detenía-mos un rato para que nos adelantaras;pero tú te quedabas a la espera, lo mismoque Tarzán, reanudando de nuevo la mar-cha a nuestro ritmo; y así una y otra vez.

En Triacastela hicimos un alto, puesnecesitábamos descansar después de unacarrera desaforada, y acallar el estómagoy buscar alojamiento para la noche si con-tinuaba el mal tiempo; tú, consciente denuestras intenciones, te retiraste pruden-temente y hasta colaboraste a que brillara

el sol durante un buen rato.Ante tal cambio de panorama muda-

mos de opinión y decidimos por unani-midad retomar nuestro proyecto primerode continuar hasta Sarria; tú, que por lovisto estabas al acecho, bastante antes dellegar nosotros a San Xil reanudaste conredoblado afán tu interrumpida tareacomo para desquitarte de aquel reposoque nos habías otorgado graciosamente yasí te saliste con tu empecinamiento deacompañarnos toda la jornada.

Sabes por habérmelo oído decirmuchas veces que en el Camino de San-tiago llevo el propósito de no enfadarmepase lo que pase; pero en aquella ocasiónestuve a punto de perder los estribos, enparte por culpa de tu terquedad, cuandounos perdonavidas me buscaron cobarde-mente las cosquillas al final de aquelladurísima etapa...

Más podría añadir, pero te he dichoque me apetecía dialogar y esto lleva tra-zas de reducirse a un monólogo y unreproche continuado. Te cedo la palabra.

��Tienes razón. El �castigo� lo tuvimos

merecido por presuntuosos, por habermenospreciado las sabias indicaciones delos campesinos que ya nos previnieronque aquellas nubes presagiaban lluvia, sino tormenta; ellos no entenderán de isó-baras ni de anticiclones, pero la cienciaheredada de sus mayores y la experienciaadquirida de tanto mirar al cielo les per-mite adivinar el probable cambio de tiem-po, atendiendo a la coloración de las

nubes, las mutaciones térmicas y lasveleidades de Eolo, que ellos explican asu manera.

��También ahora debo entonar el mea

culpa. ¿Quién nos mandaba a nosotrossalir al Camino después de comprobarque tú te nos habías adelantado y te habí-as erigido en dueña y señora de la situa-ción? ¿No nos brindabas una excelenteexcusa para permanecer unas horas másen la cama, a la espera de que escampara,acallando además los escrúpulos de algu-nos timoratos? Y si tanto nos urgía llegara la meta y no queríamos mojarnos¿quién nos impedía protegernos conprendas y calzado apropiado a estas cir-cunstancias metereológicas?

��Reconozco que los humanos somos

egoístas y desagradecidos. ¿Qué sería denosotros sin esas fuentes del Camino,humildes o generosas, a las que acudeansioso el peregrino para refrescarse ymitigar su sed, si tú no te preocuparas dellenar previsora las enormes cavidadessubterráneas de que se abastecen? ¿Ycómo se las arreglaría la madre para ador-narse de flores y obsequiarnos con susfrutos si tú no la fecundases con amor enel momento oportuno?

��Me rindo ante tus razonamientos,

hermana lluvia, y retiro las palabras quepuedas considerar ofensivas; sigue con tulabor vivificadora, escuchando a los hom-bres del campo que suplican angustiosostu ayuda para sus tierras sedientas y no telimites a remediar nuestros intereses mez-quinos.

Y termino porque me reclaman miscompañeros para acudir juntos a la cate-dral. Gracias por ese detalle tan maravi-lloso, ese derroche de luz y color, encan-to de los ojos y alegría del corazón, elARCO IRIS, con que te despides a menu-do, después de una tarde tormentosa.

Y gracias también por esta audienciaque me has concedido para dialogar con-tigo con sosiego al tiempo que contemploeste otro aspecto de la amada Composte-la, tan relavada, tan atractiva, con un airetan puro, tan limpio, mientras tú vas des-granando tus gotas lentamente..., tenta-mente...

Bienvenida seas, hermana, hermanalluvia.

A. U.Día de San Francisco de Asís, 2006

Santiago de Compostela. Lloviendo en la Rúadel Villar. (Foto de A. Panizo)


ntré sofocado en laoficina de turismo de

Zaragoza casi a las dos dela tarde con un calor de jus-ticia. Pregunté a una señori-ta supermona ataviada contodo tipo de adornos de laExpo Zaragoza 2008 sobrepor dónde continuaba elCamino de Santiago cuyasflechas amarillas me habíantraído hasta la basílica delPilar. Ella, con un tonofirme y convincente, comole habían enseñado a comu-nicarse con el turista, meconfirmó que el Camino deSantiago no pasa ni de lejospor Zaragoza. ¿Las flechas amarillasen la ciudad? Alguna carrera que sehabría celebrado.

Esta anécdota no es la primera vezque me ocurre elaborando una guíajacobea, aunque nunca se me habíadado en una oficina de turismo, y menosde una capital de provincia. Y es que laRuta Jacobea del Ebro es hoy muchomenos transitada y conocida que elCamino de la Costa y el Primitivo quehe ido conociendo estos años. No serápor la señalización, ya que esta ruta seencuentra marcada desde hace años porlas asociaciones jacobeas del Ebro. Sinembargo, la peregrinación por esta rutaha sido puntual. En los dos años que lahe estado conociendo para publicar unaguía sólo me encontré a un peregrino.Pero la situación está cambiando muyrápidamente. En el 2004, los peregrinosque salieron de Montserrat o del deltadel Ebro para dirigirse a Logroño no lle-garon a las doscientas personas. Un añomás tarde, superaron las trescientas.Este año 2006, a falta de finalizar, sesuperan con creces los cuatrocientos.Son cifras exiguas comparadas con elCamino Francés, pero su crecimiento esconstante.

Al fin y al cabo, la defensa jacobea

de este trazado que hacen sobre todolos aragoneses es de lo más convincen-te. En otras rutas, los lugareños barrenpara su casa diciendo que "su" caminojacobeo es el más auténtico: el CaminoFrancés por ser el más transitado; el dela costa porque es anterior; el Primitivoporque es el primero, pero la RutaJacobea del Ebro� ¿quién puede com-petir con una ruta en la que el término"Camino de Santiago" se hace literal alsituar al Apóstol en Zaragoza cuandose le aparece la Virgen sobre el pilar?

Recordemos la tradición: el 2 deenero del año 40 de nuestra era, elApóstol Santiago se encuentra a orillasdel Ebro, cerca de la localidad romanade Cesaraugusta, apesadumbrado ydudoso del éxito de su trabajo evange-lizador por Hispania. De repente, antesus ojos aparece la virgen María encarne mortal sobre un pilar, para recon-fortar al apóstol en su caminar, que-dándonos el pilar que es el mismo quehoy se venera en la basílica. La tradi-ción nos asegura que son testigos delhecho los siete discípulos llamadosvarones apostólicos: Indalecio (delbarrio de la Muela de Caspe, que luegofue obispo en Almería), Eufrasio (deSariñena, luego obispo en Andujar),

Tesifón (de Tauste, obispoen Berja), Torcuato (deCalatayud, obispo en Gua-dix), Iscio o Isicio (deTorrijos, obispo en Cazorlao en Taifa), Cecilio (deZaragoza, obispo en Grana-da) y Segundo (de Zarago-za, Obispo en Ávila). Fijé-monos en la localidad deorigen de sus discípulos,casi todos ellos del entornodel Ebro, un refuerzo paraasegurar la presencia deSantiago por esta RutaJacobea del Ebro.

Los peregrinos llega-ban por esta ruta de mane-

ras diversas: unos a pie, pero otrosmuchos por el Ebro navegable conparada en los puertos de Tortosa,Mequinenza, Escatrón y Zaragoza,entre otros. Su punto de partida podíaser Francia o Italia. Habrían cruzado elMediterráneo para desembarcar en lacosta española o también, de manerasecundaria, entraron peregrinos a piepor la frontera más oriental de lapenínsula para luego unirse a las rutasde peregrinación, ya fuera por Huescao por Lérida.

EL TRAMO NAVARROMuchos socios de nuestra Asociaciónhan recorrido las etapas Cortes � Tude-la y Tudela � Castejón que suman casila totalidad de los kilómetros del tramonavarro de esta ruta. Sin embargo, lasexplico aquí de nuevo para todos aque-llos lectores que no las conocen.Ambas etapas, como todo la Ruta Jaco-bea del Ebro que viene desde el deltadel Ebro y el Camino Catalán que seinicia en Montserrat, son perfectamen-te transitables tanto a pie como en bici-cleta. En mi opinión, la ruta es dura:sin sombras, calor, trazados largos yrectos� sin duda alguna es más fácilrecorrerlo en bici que a pie para los que

ECarlos Mencos


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El Camino del Ebro recorre varios kilómetros junto al Canal Imperial.(Foto del Autor)

El auge de la ruta jacobea del Ebro



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duden, como ocurre en las largas rectascercanas a Carrión de los Condes en elCamino Francés.

El alojamiento es quizá el mayorproblema, tanto en Navarra como en elresto de la ruta. Cortes, Ribaforada yCastejón no poseen un lugar de acogi-da a peregrinos. Tudela, por el contra-rio, lo acoge en el albergue juvenil.También en Alfaro, cerca de Castejón,encontramos el primer albergue deperegrinos de toda la ruta. Por ello, lasetapas podrían ser Cortes � Tudela y lade Tudela � Castejón la alargamoshasta Alfaro. En el resto del camino, elalojamiento jacobeo es escaso. Lo hayen Tortosa, Gandesa o Cervera, porejemplo, pero en muchos otros sitiostendremos que buscar la caridad de unrincón o bien la cama de una pensión oun hotel. A partir de Alfaro, encontra-mos un refugio de peregrinos en todaslas etapas hasta Logroño y, natural-mente, hasta Santiago de Compostela.

CORTES Y RIBAFORADALa ruta entre en Navarra por carreteradesde Mallen hasta Cortes. En todoslos núcleos urbanos existe una huellahistórico-artística que debemos cono-cer, aunque escasamente vinculado a lahistoria jacobea. De Cortes cabe desta-car la iglesia de San Juan Bautista,gótico-renacentista con su torre mudé-jar, pero, sobre todo, el castillo: de ori-gen quizá musulmán, fue reformado enel siglo XVI y la ingente cantidad dedinero que hace falta para su consoli-dación y mantenimiento lo hace estar ala espera de la resolución de un con-curso para convertirlo mediante lainversión privada en hotel, restaurante,

museo� quesirva paramantenerlo aflote.

De Cortes,salimos poruna pista agra-ria que enbreve se con-vierte en cami-no de herradu-ra y que severá acompa-ñado por lasvías del trenhasta Ribafo-rada. Esta villaes de origen

templaria, aunque tras la desapariciónde esta orden pasó a manos de los san-juanistas. Artísticamente no destacapor grandes obras. Quizá cabe comen-tar la antigua parroquia de San Blas, deorigen templario del siglo XII peroreconstruida posteriormente. Sí cabeseñalar las vistas sobre el río Ebro ysobre el Canal Imperial. Este canal nos

va a acompañar en nuestro recorridodesde Ribaforada hasta El Bocal, en eltérmino de Foncillas, lugar en el que seencuentra la presa del Canal Imperialde Aragón. Con una capacidad detreinta metros cúbicos por segundo enorigen, el canal recorre noventa kiló-metros, hasta cerca de Pina de Ebro, yriega más de treinta mil hectáreas, ensu mayoría aragonesas. Su construc-ción se inicia en 1515 pero en el siglo

XVIII una crecida se llevó la presa y seaprovecharon las obras de arreglospara hacer el canal navegable. La nave-gación se mantuvo durante el sigloXIX pero no pudo competir con elferrocarril. Otro canal que tambiénatraviesa el Camino es el de Lodosa,pero es más moderno y pequeño.

Desde El Bocal, continuamos porcarretera y después por camino hastallegar a Tudela. A nuestra derechaveremos durante toda la etapa un atis-bo de las Bardenas Reales, con su pai-saje casi desértico fruto de la profundaerosión.

TUDELALa capital de la Ribera navarra nosenseña su joya arquitectónica que hapermanecido cerrada los últimos años:la Catedral. Tras una larga restaura-ción, este monumento nacional haabierto sus puertas en julio de 2006.Hasta principios de enero acogerá unaexposición que nos explica el procesode consolidación y restauración y, pos-teriormente, se utilizará para culto ycomo faro de atracción de cara al turis-mo. Este templo monumental se iniciaen el siglo XII sobre las ruinas de lamezquita Mayor de Tudela. En su exte-rior, destaca la Puerta del Juicio que,aunque no ha sido restaurada, muestrasus decenas de esculturas que explican,a izquierda y derecha, el Juicio Final apecadores y devotos de Dios. En elinterior de la iglesia sobresale el reta-blo central, la capilla de Santa Ana y lacapilla del Espíritu Santo, que lucetodo el color de sus yeserías tras laminuciosa limpieza. El claustro, romá-nico, es otra joya dentro de la joya, yexhibe piezas, sobre todo modillones,que se han encontrado en las excava-ciones.

La ciudad guarda más hitos deinterés: la románica iglesia de SantaMagdalena, el Ayuntamiento los pala-cios del Marqués de San Adrián o delMarqués de Huarte� interesantesobras que veremos en nuestro callejearpor la ciudad.

HACIA CASTEJÓNDesde Tudela, la señalización nos llevapor los sotos de Ebro para conducirnosdespués a una pista que avanza junto ala vía del ferrocarril. Como se ve, eltren es una compañía habitual del pere-grino en la ruta. Esta vía se diseñó y

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El castillo de Cortes. (Foto del Autor)

En esta imagen ofrecida por Google Earth podemos ver la Ruta Jacobeadel Ebro (en amarillo) a su paso por Navarra. (Google Earth)


construyó entre los años 1856 y 1862,modificando caminos que han servidotambién para crear otros nuevos apro-vechados por maquinaria agrícola ytambién, cómo no, por los caminantesque se dirigen a Santiago. Los peregri-nos se ven acompañados por la vía deltren en numerosos tramos desde Zara-goza y también en el Camino Catalánantes y después de Lérida. Podría pen-sarse que la línea de alta velocidad(AVE) que une Zaragoza y Lérida tam-bién habría afectado al Camino peropor suerte no ha sido así porque tomaotros derroteros y el peregrino se cruzacon el AVE en dos únicas ocasiones.Otra vía de ferrocarril de gran interéspara el peregrino del Ebro es la queunía Xerta con la Fontcalada, lo quehoy son la vía verde del Bajo Ebro y lade la Tierra Alta, que los peregrinosdeben recorrer entre Xerta y Gandesa,en Cataluña.

Nos vamos acercando a Castejón. Anuestra izquierda veremos, si el tiempoy la bruma nos permiten, la eterna pre-sencia del Moncayo. Esta montaña,límite natural entre los reinos de Aragóny Castilla, es la cima del Sistema Ibéri-co y de toda la provincia de Zaragoza,con 2.315 metros de altura. Se ve níti-damente en decenas de kilómetros a laredonda, no por su altura, que no es delas mayores de España, sino por la dife-rencia de altitud con la depresión delEbro: Tarazona, por ejemplo, no llega alos 500 m de altitud.

Por último, antes de llegar a Caste-jón veremos a mano derecha el puentede Sancho el Mayor sobre el río Ebrode la autopista AP-15. Castejón es unnudo de comunicaciones ferroviariasde gran relevancia. Acaba de abrir su

museo delferrocarril, enel antiguo mer-cado de abas-tos junto almuseo arqueo-lógico, quenarra la uniónde la historiade la villa y eltren. El museoarqueológico,por su parte,reproduce lanecrópolis cel-tibérica de ElCastillo y

reúne más de trescientas piezas de éstay otros enclaves, gracias a las excava-ciones realizadas en la zona.

CAMINO ROMANODe Castejón salimos por la carreteraLR-288 hasta llegar a Alfaro. Estepunto estratégico entre Navarra, LaRioja y Aragón ofrece edificios tanimportantes como la Colegiata de SanMiguel Arcángel. Pero también mues-tra un pequeño testimonio de su pasadoromano: a la salida de Alfaro siguiendoel trazado del Camino encontramos unninfeo (fuente) romano. No podemosolvidar que la Ruta Jacobea del Ebro seencuentra asentada sobre viejos vialesde la Edad Media, y estos sobre anti-guas calzadas romanas. En el recorrerdel peregrino por este Camino de San-tiago ha encontrado numerosas huellasromanas. Han sido halladas villas

romanas en Caspe, Chiprana, Escatrón,Velilla de Ebro, Fuentes de Ebro, ElBurgo de Ebro, Zaragoza, Utebo, Caba-ñas de Ebro y Gallur. A esto debemosunir otros hitos como el bien conserva-do mausoleo de Lucio Emilio Lupo enFabara, el sepulcro de Mirapleix y laermita del Santo Cristo (mausoleoromano) en Caspe, las impresionantesruinas poco excavadas de Celsa (Velillade Ebro) y muchos más hallazgos. Lared viaria romana habitualmente apro-vecha caminos anteriores, gobernadospor los ríos y las vías naturales. La víaEdetana, que venía desde Valencia, eraseguida desde Tortosa hacia el Ebro,sorteando el gran meandro del Ebrocatalán y en dirección a Zaragoza. Lahuella romana de esta calzada queda entextos sobre itinerarios de aquel tiem-po, miliarios, restos arqueológicos,enlosados, detalles tipográficos comoel trazado rectilíneo, topónimos o des-gastes o railadas en la piedra como losque observamos en la fotografía a laentrada de Caspe por la ruta.

Y al llegar a Alfaro, llegamos anuestro fin por la Ruta Jacobea delEbro en Navarra. Bueno, a todo no.Pocos peregrinos conocen que hay untramo navarro más: un pequeño trechode escasos kilómetros un poco antes deAlcanadre. Es un camino seco y roco-so, cercano a la autopista AP-68 y a lavía de tren cuyo trazado recorre denuevo tierras navarras en la etapa com-prendida entre Calahorra y Alcanadre.

Este es someramente el trazadode la Ruta Jacobea del Ebro porNavarra. No obstante, el peregrinocontemporáneo debe comprender laimposibilidad de determinar un traza-do fijo e inamovible en la historia.Epidemias, riadas del Ebro, puentes,saqueos, nieve, mercados medieva-les� todo influyó durante siglos paraque los peregrinos fueran por uncamino otro, treinta o cuarenta kiló-metros al norte o al sur. Por eso, elconsiderar hoy un trazado físicocomo Ruta Jacobea del Ebro no pasa-ran peregrinos por otras localidadesdel entorno, como Borja o Cascante.No obstante, proporcionar un trazadoúnico ayuda a consolidar la ruta y aque se difunda el camino por todoslos medios, especialmente Internet, ycontinúe el alza de peregrinos quetiene cada vez mayores perspectivas.

C. M.

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Cañada del Paso del Ebro. (Foto del Autor)

Tras dejar Tudela, la ruta se introduce por los sotos del Ebro. (Foto delAutor)



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n anteriores númerosextra de nuestra

revista �Estafeta Jacobea�(nº 70, 72, 75 y 78) descri-bimos muy pormenorizada-mente, casi en plan Guíadel Camino, diversos tra-mos del Camino de Santia-go de la Vía de la Plata.

Desde la catedral sevi-llana hasta Zamora la Rutaes única; pero desde la ciu-dad del Duero se abre enabanico y son varios los iti-nerarios que pueden seguir-se para llegar a Composte-la. El más clásico es el queva hacia el norte y por Benavente y LaBañeza enlaza en Astorga con el�Camino Francés�. Pero desde Zamorase abre un abanico de itinerarios que,tomando la dirección del noroeste, sedirigen más rectamente a Compostela.Hemos descrito ya el que desde LaGudiña, por Laza, Xunqueira deAmbía y Orense, llega a Santiago. Esel llamado �Camino del Norte�. Des-pués describimos el que también desdeLa Gudiña, por Verín y Xinzo de Limiaenlaza con el anterior en Orense. Se leconoce por �Camino del Sur�. La des-cripción ha sido con todo lujo de deta-lles.

Ahora nos proponemos describirel llamado �Camino Portugués de laVía de la Plata�.

Estamos en la primavera del Año

Jubilar Compostelano 2.004. Es el día24 de mayo y tres amigos de la Asocia-ción del Camino de Santiago de Nava-rra vamos a iniciar el recorrido y des-cripción de una nueva Ruta que, comodecimos, arranca también del troncocomún de la Vía de la Plata para ir ainternarse en tierras portuguesas delParque Natural de Montesinho y vol-ver a España por Verín. Aquí enlazacon los otros Caminos que por Laza oXinzo de Limia se unen en Orense.

Ese día 24, de madrugada, estamosen el atrio de la catedral zamorana.Con las luces de la mañana su cúpulabizantina refulge espléndidamente.Son las nueve de la mañana cuando,tras la invocación a Santiago, comen-zamos nuestra caminata. Salimos delrecinto amurallado por la cuesta y

Puerta del Mercadillo parabajar a la Ronda de la Feriay Barrio de San Lázaro,pasando ante la iglesia deeste Santo. Subimos por laCuesta Morana y a laizquierda topamos con lacarretera de La Hiniesta,que hemos de tomar, ydonde enseguida vemos laflecha amarilla. Unosmetros más adelante, en elborde vemos un modernomonolito en el que estáesculpida una concha y unmapa de España en el quese ha señalado la Ruta de

Lorca a Santiago, pasando por Zamora.Por la carretera bajamos en direc-

ción al Duero, hasta el Bosque de Valo-rio, antiguo Monte del Concejo zamo-rano y caminamos por una ampliasenda que va paralela al arroyo Valde-rrey. A la altura de la ermita del Cristode Valderrey hay un puentecillo quecruzamos y salimos a una campa. Enella se alza la ermita (foto) y en elmuro vemos una placa de la �Funda-ción Ramos de Castro�. (En lo sucesi-vo, F.R.de C.). En la campa celebranlos zamoranos una popular romería.

Abandonamos el lugar y por lacornisa del valle llegamos a la carrete-ra. Encontramos un cruce y un panelque nos señala el pueblo de La Hinies-ta, con la hermosa iglesia de SantaMaría la Real del mismo nombre. Por

�Pues del Partido y Zamora,sois hechizo y alegríade la Hiniesta, Ave María,amparadnos bella aurora�(De los Gozos en honor deNª. Señora de la Hiniesta)

Crónica Peregrina:

Caminando por la Vía de la Plata, y V: de Zamora (Ocelo Duri) a Compostela (Campus Stellae):

… y ahora por el Camino portugués de BraganzaAngel Panizo Delgado

Vista panorámica de Zamora con el Duero en primer plano. (Foto del Autor)

Indicatoria del CaminoportuguésVirgen de la Hiniesta

E


un carretil llegamos al pueblo desem-bocando junto a la iglesia. Es una cons-trucción monumental con un gran pór-tico y una gran torre coronada pornidos de cigüeñas. Nos paramos paracontemplar el hermoso pórtico, quetiene bóveda de crucería y una portadacoronada por un tímpano partido. En laparte superior está Cristo Juez sentado,teniendo a cada lado a María y a SanJuan. En la inferior, bajo arquerías, seven escenas de la Epifanía. En las pare-des laterales hay dos líneas de arquerí-as. La superior tiene sus huecos ocupa-dos por estatuas, alguna con la policro-mía primitiva. Loshuecos de la arque-ría inferior estánvacíos. La iglesiaestá cerrada y nopodemos ver elinterior. En el murodel pórtico está laPlaca de la F. R. deC.. en la que serelata el origen dela iglesia de SantaMaría de la Hinies-ta. En el lugar sue-len celebrar loszamoranos unapopular romería,con ocasión de lavisita de la Virgende la Concha, patro-na de Zamora. Con-tinuamos caminando por la calleMayor y un poco más adelante, en lasOficinas del Ayuntamiento, nos sellanla Credencial y nos obsequian con unaestampita de la Virgen de La Hiniesta.

A la salida del pueblo, sobre unposte telefónico vemos la flecha amari-lla que nos indica tomar a la izquierdaun camino hormigonado que pronto sehace de tierra. Pasa bajo una carretera,las flechas están en los muros, e inme-diatamente bajo las vías del tren. Tam-bién hay flechas. Dejamos un caminoque sale por la derecha y seguimos defrente según indica la flecha que hay enuna alcantarilla. Al llegar a una bifur-cación seguimos de frente y el caminoempieza a subir una pendiente.

Afortunadamente tenemos muy buentiempo, pues, aunque el cielo está cubier-to, la temperatura es muy agradable.

Llegamos a una encrucijada yseguimos de frente, pues en un mono-

lito está la flecha indicadora. Continua-mos por pista de tierra, teniendo a laizquierda un pinar con sotobosque dejaras floridas que le dan bonito aspec-to. Poco más adelante encontramos unapiedra señalizadora del Camino.Bajando una pendiente nos sale a laderecha un camino que dejamos, paraseguir de frente, por indicación de laflecha que hay en una piedra. En unpróximo cruce, seguimos de frente.Más adelante, en una piedra que hay ala izquierda, una flecha nos indica irhacia una alquería que está en un alto-zano.

Es gozoso contemplar la campiñatapizada de flores de diversos colores,predominando la blanca y delicada florde la jara. Diseminados se encuentranmatojos de carrascas y aisladamente seven encinas de mayor porte y algunospinos.

Llegamos a una bifurcación decaminos, junto a una línea de alta ten-sión y las flechas que hay en unospinos nos señalan ir a la derecha. En uncruce, más adelante, la flecha nos diceir a la izquierda. Ahora caminamos porun hermoso bosque de pinos piñoneroscon sotobosque de jaras florecidas. Lapista es de tierra y al terminar el pinarpasamos otra línea de alta tensión,donde está la flecha amarilla. Llega-mos a un cruce y seguimos de frentepor indicación de la flecha que hay enuna alcantarilla. Llegamos a un puntoen que nos sale otra pista por la

izquierda, pero nos vamos hacia laderecha. En una encrucijada nos vamospor la pista del frente, según marcanlas flechas que hay en varias piedras.Vamos caminando por campo de cere-al y llegamos a un punto de inflexiónen que el camino gira a la izquierda ypasa bajo una línea de alta tensión. Enuna alcantarilla está la flecha. Al llegara una encrucijada, la flecha que hay enuna alcantarilla nos indica seguir defrente. Mas adelante llegamos a unabifurcación, no muy bien señalizada,pero al final encontramos la flecha,bastante borrosa, sobre un monolito

que esta junto a unaseñal de �Coto Pri-vado�. Giramos a laderecha y pasamosbajo otra línea dealta tensión. Desdeeste lugar ya divi-samos las casas delpueblo de Valde-perdices. Junto auna línea de altatensión encontra-mos una bifurca-ción y la flecha quehay sobre unas pie-dras nos indicantomar la ruta de laizquierda. A la vistadel pueblo, a lasombra de unasencinas, hacemos

un alto para tomar un somero almuer-zo.

Un poco repuestas las fuerzas,volvemos a caminar. Llegamos a unabifurcación y la flecha nos indica ir a laderecha. Poco más adelante, en unmurete de hormigón y en una alcanta-rilla están las flechas que nos dirigenhacia el pueblo. Inmediatamentevemos el vallecito y el caserío del pue-blo. Llegamos a otra bifurcación ygiramos a la izquierda, enfilando unapequeña pendiente que nos lleva alpueblo. ¡Atentos a las flechas, que sue-len estar en los postes telefónicos oeléctricos!.

Es mediodía cuando llegamos a laiglesita del pueblo, que tiene un peque-ño pórtico moderno y un campanarioen espadaña con su correspondientenido de cigüeñas. Exteriormente notiene nada que destacar. La puerta estácerrada y no podemos ver el interior.


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Ermita del Santo Cristo de Valderrey. (Foto del Autor)



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Detrás de la iglesia en un posteestá la flecha amarilla. Seguimos ladirección indicada y salimos del pue-blo por carretera asfaltada, en cuyavalla está la flecha. Al llegar a unaencrucijada seguimos de frente, comoindica otra flecha en la valla; y al llegara otro cruce continuamos de frente,como indica la flecha de una alcantari-lla. Al llegar a otra encrucijada, en unalto, divisamos el pueblo de Almendra.En otra encrucijada seguimos de frentepor la carretera, como indican las fle-chas en una señal viaria. Cuando sonlas dos de la tarde llegamos al indica-dor viario de �Almendra del Pan�, einmediatamente entramos en el pueblo.Lo atravesamos poruna calle hormigo-nada hasta llegar auna plazuela. Aquílas flechas nosdicen ir a la dere-cha y salimos juntoa la iglesia. Es sen-cilla, con muros desillarejo y laja depizarra. Tiene unsencillo pórtico,puerta con arco demedio punto ycampanario enespadaña. Cerrada.

Salimos deAlmendra por callehormigonada, guia-dos por las flechasque hay en los pos-tes. Llegamos a unapista de tierra, que pasa junto a unanave en construcción y llegamos a unabifurcación. Nos vamos hacia la dere-cha, tal como indica la flecha que hayen el pilote de una cerca. En otra bifur-cación giramos a la izquierda, segúnmandan las flechas que hay en unavalla y un poste. Llegamos a una carre-tera asfaltada y la cruzamos de frente,siguiendo una pista de tierra. Subimosuna pendiente y dejamos a la izquierdados caminos; siguiendo hacia la dere-cha para bajar en seguida a la aldea deCampillo.

Allí, en medio de una campa ajar-dinada y totalmente aislada, mostran-do toda su grácil belleza, nos encon-tramos con la joya visigoda de SanPedro de la Nave. Construida en elsiglo VII es uno de los monumentos

más representativos del arte visigodoen la Península Ibérica. Primitivamen-te estuvo en la ribera del río Esla, perola construcción del embalse de Rico-bayo motivó su traslado a su actualemplazamiento.

Es de grandes proporciones ytiene planta de cruz griega con linter-na. Tiene un pórtico y tres naves sepa-radas por dos filas de columnas exen-tas. Los arcos de intercolumnios,puertas y ventanas, son de herradura.Los ventanales, en saetera, estánexquisitamente decorados. Hay varioscapiteles figurativos e historiados,con figuras planiformes, precursorasdel románico posterior.

De Campillo a Muelas del Pan,que son unos 10 kms. el Camino vabordeando el valle del río Esla queremansa las aguas del pantano de Rico-bayo. A la izquierda quedan doradoscampos de cereal en plena madurez.Nada hay de interés en este tramo, porlo que nos volvemos a Zamora.

El día 25 nos trasladamos deZamora a Muelas del Pan para conti-nuar nuestro camino. Buscamos laiglesia del pueblo, dedicada a Santia-go, pero está cerrada. Salimos de Mue-las por carretera y en seguida divisa-mos el embalse de Ricobayo, queforma un gran lago. Contemplamos elbello espectáculo que se produce aldesembalsar el agua por el lado opues-to de la presa. Con sus torbellinos deespuma y sus irisaciones coloristas.

Dejamos el embalse y vamossubiendo por la carretera. Prontovemos en una señal de tráfico la flechaamarilla que nos indica tomar unasenda que sale a la derecha. Cruzamosun caminito y salimos a una ampliapista hormigonada. Pasamos junto alcementerio de Ricobayo y subimoshacia el pueblo. Nada más subir lacuesta giramos a la izquierda y por unacalle vamos a salir a una placita conárboles y arbustos. Luego salimos aotra plaza y en una señal viaria vemosla flecha. Seguimos por la carreterahasta la iglesia del pueblo. Junto alcruce donde se halla situada la iglesiaestá la Placa de �F. R de C�. La iglesia

es de sillar de gra-nito bien tallado ytiene un campana-rio en espadaña.Por lo demás notiene nada de inte-rés.

Dejamos laiglesia, caminamospor la carretera y lacruzamos paratomar una pistaasfaltada, por laque llegamos a otracarreterita. La cru-zamos y llegamos auna carretera másancha. La cruzamospara tomar uncarretil de piedrasuelta que pasabajo el puente de

otra carretera. En el muro está la fle-cha. Continuamos por un carretil detierra, en bajada hacia un río que haydespués del pantano. Conforme baja-mos, al otro lado del río, en una prade-ra, vemos una jabalina con varios jaba-tos hozando en la hierba. En cuantonotan nuestra presencia huyen inter-nándose entre las carrascas y jarales.Llegamos a un puentecillo donde unatablilla nos anuncia �Puente y casca-das�. La falta de agua hace que esténsecas. Algo más adelante pasamos otropuentecillo, con pretiles metálicos, quesirve de paso a un arroyo que va alembalse. Seguimos adelante por carre-til de tierra ya por el fondo de un valle.

Hemos de reconocer que, cami-nando desde el pantano hasta el lugardonde nos encontramos, el disfrute de

Iglesia visigoda de San Pedro de la Nave. (Foto del Autor)


la naturaleza es pleno; y pasear la vistapor la gama de colores con que laexplosión de la primavera tapiza elverde del valle y los montes, un gozo.El nevado de los jarales; el rojo violá-ceo de los brezos; el amarillo vivo delas retamas y el azulado de otras flore-cillas, prestan al paisaje una bellezaindescriptible. Sólo rompen el silencioel canto del cuco y otros pajarillos.

Llegamos a un pontón de rocasdonde hay un mojón. Hacia la izquier-da sale una senda local, jalonada conseñales blanquiverdes; mientras elCamino de Santiago sigue de frente.Iniciamos la subidade una pendiente,viendo la flecha enuna roca de laizquierda. La subi-da es por un valle-cito tapizado porjaras en flor y reta-mas. En un postesolitario vemos laflecha amarilla.Cerca del alto hayuna encrucijada yla flecha que hay enel suelo nos diceseguir de frente.Dejamos un cami-no que viene por laderecha y continua-mos de frente.Inmediatamentesubimos hacia laderecha por otro carretil, según nosindican las flechas en unas piedras. Enel tronco de una encina vemos tambiénla flecha. Pasamos bajo los cables devarios tendidos de alta tensión y llega-mos a una carreterita asfaltada, quecruzamos, para seguir por carretilsiguiendo la dirección de las flechasque hay en el suelo y en una encina.Ahora el camino va en descenso por unameno valle cuyas laderas estáncubiertas de jaras, retamas y espliego.La mezcla de colores y olores es gratí-sima y se respira naturaleza a plenopulmón. Cruzamos un verde pradocubierto de florecillas blancas y amari-llas, salpicadas por matas de grandesflores rojas, que nos dicen son peoníassilvestres.

Llegamos a un pontón de hormi-gón bajo el que corre un riachuelo y ala izquierda vemos otros puentes

hechos con grandes rocas. En las inme-diaciones encontramos una amplia árearecreativa con sus mesas, fuente y asa-dores para excursionistas.

Nada más pasar el área turística,nuestro carretil inicia una suave pen-diente. Sobre una roca está la flechaamarilla. Seguimos ascendiendo entremonte de encina y alcornoque y, llega-dos al alto, vemos que por la derechase nos une otro camino. Continuamosadelante, dejando uno que sale por laizquierda y continuamos de frentehasta el pueblo de Cerezal de Alisteentrando por una calle hormigonada.

En los muros de las cercas y tapialesestán las flechas, que nos dirigen haciala iglesia. Tiene ésta un moderno pórti-co sobre columnas cilíndricas de grani-to. En el muro está la inexcusableLápida de la �F. R. de C�. Delante delpórtico, un crucero de piedra sobrepedestal de granito. La iglesia estádedicada a los santos Justo y Pastor yestá cerrada.

Abandonamos el lugar y salimos ala carretera. Cruzamos un puente juntoal cementerio y tomamos un carretil enpendiente. Llegamos a una bifurcacióny giramos a la derecha. En otra, másadelante, mal señalizada, nos vamos ala derecha y, algo más adelante vemossobre una piedra la flecha amarilla. Enuna encrucijada tomamos el camino dela derecha por indicación de la flechaque hay en una piedra. Bajamos unapronunciada pendiente y llegamos a

una bifurcación donde la flecha quehay en una piedra nos manda hacia laizquierda. Más adelante, en otra bifur-cación, giramos a la derecha. Hay fle-chas en las piedras que nos dirigen auna senda que se interna en un bosquede encinas, hasta el borde de un vallemuy cerrado de carrascas y maleza.Dejamos de ver flechas y nos encontra-mos perdidos en lo intrincado del bos-que. Sólo tenemos tres puntos de refe-rencia: el lejano ruido de coches, haciala derecha, que hace suponer una carre-tera; un puente, en la lejanía del valle;y un pueblecito en la ladera opuesta del

valle. Decidimosdirigirnos hacia lacarretera. Salimos aésta y caminandoen pendiente llega-mos al puente queveíamos, que pasasobre el río Mate.Después iniciamosel ascenso hasta elpueblo de Vidama-la, que, curiosa-mente, está en laotra Ruta Alistana,la de Samir, querecorre las tierrasde Alba, dentro dela jurisdicción delque fue Condadode Alba y Aliste.

Pedimos infor-mación en el pue-

blo y nos dicen que para volver a laRuta de Fonfría hemos de tomar elcamino que va recto a Bermillo deAlba. Es una pista amplia y llana, muycómoda para caminar. Vemos una granbalsa de agua cubierta de florecillasblancas que está muy bonita.

El ladrido de los perros nosadvierte que estamos llegando a Ber-millo de Alba, y así es. Bajamos poruna calle hormigonada y salimos a lacarretera general.

Salimos de Bermillo por la carre-tera hacia el oeste y enseguida las fle-chas nos indican tomar un carretil quesale por la derecha. Enseguida encon-tramos una bifurcación y las flechas enun muro nos mandan a la derecha. Enotra bifurcación, más adelante, las fle-chas en el muro nos señalan ir a laizquierda. El carretil es amplio, limpioy discurre entre prados cercados con


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Camimando entre Ricobayo y Cerezal de Aliste. (Foto del Autor)



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muros de piedra. Vamos caminandopor la izquierda y al llegar a una bifur-cación tomamos el ramal de la derecha,según nos indica la flecha que hay enun roble. Ahora caminamos entremonte bajo, algún que otro roble,retamas y jaras.

Llegamos a una gran finca cer-cada con piedra en cuyas paredesestán las flechas. Enseguida hayuna bifurcación y la flecha nos dicetomar a la derecha, pero vamos asalir al camino anterior. El carretilva a dar a la carretera general,donde hay una flecha para cruzarlahacia el pueblo de Fonfría, dondefinalizamos la etapa.

El día 26 comenzamos a cami-nar en Fonfría a las ocho de lamañana. En este pueblo se unen losdos caminos jacobeos de Aliste.Pasamos junto a la iglesia de SantaEngracia, que aquí sufrió martirio,y no podemos ver el interior. Lee-mos el texto de la Placa colocadapor la �F. R. de C.�, que hace refe-rencia a la santa y a la mozarabíaque pobló estas tierras.

Junto a la iglesia tomamos unacalle donde un indicador viario dice�Millares�. Más adelante hay otro yaquí giramos a la izquierda para entraren un carretil de tierra que nos llevahacia la Cañada de la Transhumancia.Llegamos a la ermita de San Saturnino,que tiene pórtico y torre en espadaña.Detrás de la ermita hay una bifurcaciónde caminos y nos vamos por el de laizquierda. Poco más adelante llegamosa un punto en que salen tres caminos.La flecha que hay en un roble nos indi-ca tomar el del centro. Ahora camina-mos por un bosque de roble y, cuandoson las nueve de la mañana, entramosen la aldea de Ceadea. Seguimos ade-lante y enseguida llegamos junto a laiglesia de Arcillera, recién restaurada,cuyos muros son de sillarejo y la torreen espadaña con su correspondientenido de cigüeñas. La iglesia no tienenada que destacar y en la entrada delpórtico vemos la Lápida de la �F. R. deC.�. Este pueblo tiene fama por susminas de pizarra.

Reanudamos la marcha por unacalle hormigonada que va a salir a unacarretera.. En el poste telefónico está laflecha que nos indica cruzarla paraseguir de frente. Por un camino asfalta-

do, bordeado de muro de piedra llega-mos a una plaza donde hay una casablanca en el centro y junto a ella vemosun potro de herrar, hecho con lajas depizarra, que resulta original. El caminosale de la plaza a un carretil y va bor-deado por la derecha por un murete delaja suelta. Después marcha entre cam-pos labrados, bordeado a la derechapor un seto de jara y aulagas. Nosencontramos con otro camino transver-sal y por el prado giramos a la derecha,según nos indica la flecha que hay enun roble. Desde lo alto de una lomadivisamos ya el pueblo de Vivinera yestamos acercándonos a la carreterageneral. Seguimos caminando por unprado, bordeado de cerca metálica, encuyo pilote de la esquina está la flecha.Llegamos a otra cerca metálica, conalgunos tramos de laja de pizarra, y labordeamos. En alguna laja vemos laflecha. Caminando a través de pradosllegamos a un abrevadero en el queestá la flecha. Continuamos hasta salira la carretera general a la altura delpueblo de Vivinera, donde vemos lasflechas en el asfalto y en una alcantarilla.

Estamos de suerte, porque cuandollegamos al pueblo llega también elsacerdote encargado, para decir la

misa. Entramos en el templo y nos lla-man la atención las pinturas góticas, alparecer del siglo XIV, que cubren lacabecera de la iglesia y que hacen refe-rencia a la vida de Santo Domingo. Alfinal de la misa hablamos con el sacer-dote, que no puede sellarnos la Cre-dencial por no disponer de sello en laiglesia, ya que no es su parroquia.

Nos despedimos y reanudamos lamarcha por un carretil que sale a laderecha de la iglesia. Va bordeado demuro de piedra por ambos lados. Enlos prados vemos pastando algunasreses de ganado vacuno que levantan lacabeza al vernos pasar. Llegamos a unárea recreativa nueva, con merendero yfogones. La pasamos y descendemoshacia una alcantarilla, que cruzamos,para seguir caminando hacia la villa deAlcañices, donde entramos cuando sonlas once.

Alcañices es cabeza del Marque-sado de su mismo nombre. Es célebreporque en ella se firmó en 1.279 elfamoso Tratado de Alcañices. Tratadode Paz entre los reinos de Castilla yLeón y Portugal. Entre sus monumentoconserva un cubo de la muralla, que esla torre del reloj; la iglesia parroquial,de traza barroca, levantada sobre laantigua que en el siglo XIII edificaronlos templarios, señores de la villa; elconvento de San Francisco, hoy Casade Cultura; y el palacio de los Marque-ses de Alcañices, dedicado a fines asis-tenciales.

Después de recorrer la villa y tomarun refresco reanudamos la marcha por lacarretera general. Enseguida abandona-mos el asfalto y tomamos un carretil queva pegado y paralelo a la carretera. Enun poste está la flecha. El carretil sale aun tramo de la antigua carretera y porella caminamos. Poco antes del pueblode Alcorcillo la flecha nos desvía haciala derecha, hacia ese pueblo. Hay unmojón y caminamos por el arcénizquierdo. Llegamos a una bifurcación yaquí dejamos la carretera para tomar uncarretil a la izquierda. Así nos lo indicanlas flechas en el suelo y en unas rocas.Pasamos junto a la verja de una granja yentramos en otro carretil cercano a unapieza de cultivo por indicación de la fle-cha que hay en un poste eléctrico. Des-pués no volvemos a ver marcas, peroseguimos adelante y vamos a salir a lacarretera general, por la que caminamos.

ALCAÑICES: iglesia parroquial. Lápida deF. R. de C. (Foto del Autor)


Llegamos al cruce de Santa Ana yVillarino a hora de mediodía y sobrelas dos de la tarde entramos en Sejas deAliste cruzando un arroyuelo por unpuentecillo. Nos dirigimos a la plazadel pueblo donde se alza la monumen-tal iglesia, construida a base de sillare-jo y piedra bien escuadrada. En elmuro vemos la inevitable Lápida de la�F. R. de C.�. La iglesia tiene unpequeño pórtico, cerrado por verja dehierro, y en lo alto una placa nos infor-ma de que está dedicada a San Loren-zo. El campanario es una sólida torrecuadrada de tres cuerpos.

Por el lado derecho salimos de laplaza de la iglesia y en seguida una fle-cha en el suelo nos hace girar a laizquierda. Abando-namos el pueblopor una calle asfal-tada e inmediata-mente entramos enuna amplia pista detierra. En un postetelefónico está laflecha. Llegamos auna encrucijada yla flecha que vemosen una laja delmuro nos indicaseguir de frente. Enotra encrucijada,más adelante, laflecha de unaalcantarilla nosdice continuar defrente. Cruzamosuna carreteritaasfaltada y segui-mos hasta llegar a una gasolinera,donde hacemos una parada para tomarun refresco.

Volvemos otra vez al carretil quetraíamos y poco después llegamosjunto al cementerio de Trabazos, dondeestá la ermita de la Soledad y delanteun crucero jacobeo donado al pueblopor la �F. R. de C.�. La iglesia parro-quial no tiene nada digno de señalar,salvo el campanario, que es una sólidatorre cuadrada, construida con sillaresde buena factura, rematada por un cha-pitel de pizarra. En un pequeño pórticovemos la Placa de la �F. R. de C.�.

La salida de Trabazos se nos hacepenosa porque nos cae una fuerte chu-bascada. El camino es de concentra-ción, recién construido y se ha hecho

un barrizal intransitable. Así que deci-dimos abandonar el camino y salir a lacarretera. En ese momento nos cae otrachubascada que nos obliga a buscarrefugio en un hotel que hay en la carre-tera. Cuando cesa la lluvia volvemos acaminar por el arcén hasta llegar a lasproximidades de San Martín de Pedro-so, pasando junto al Monte Pedroso,antiguo castro amurallado. Vemos unaflecha que nos indica tomar un caminoa la izquierda. Entramos en él y resultalimpio, herboso y fácilmente transita-ble, entre huertas. Una bonita sendapor la que llegamos al pueblo y al pór-tico de la iglesia cuando son las seis dela tarde. En un taxi regresamos a Alca-ñices para pernoctar.

El día 27, muy de madrugada, nostrasladamos en nuestro coche de Alca-ñices a San Martín de Pedroso, en laRaya de Portugal, como dicen poraquí. Rosalía y yo nos quedamos yAdolfo sigue con el coche para dejarloen Quintanilha.

Nos dirigimos a la plaza de la igle-sia y son las 8,30 cuando iniciamos lacaminata. Vemos las flechas amarillasen un poste y en la pared de una casa.Subimos por una calle asfaltada, pasa-mos junto a una fuente seca y, toman-do a la derecha, entramos en una sendaque atraviesa un prado, bordeado a laizquierda por el río Manzanas confrondosa arboleda. La senda sale a lacarretera general y, cuando son lasnueve, llegamos al puente internacio-

nal entre España y Portugal. A la entra-da del puente, una Placa de la �F. R. deC.� junto a una flecha amarilla.

Pasamos el puente, saludamos alos guardias de fronteras portugueses y,poco más adelante, abandonamos lacarretera y tomamos un camino a laderecha, según nos indican las flechasen el suelo. El camino está bordeado ala derecha por una arboleda de fresnos,robles y alcornoques. Por la izquierda,la ladera está tapizada de retama enflor. El camino desciende hasta la ori-lla del río y en un amplio prado vemosun hermoso merendero. Cruzamos unpontón sobre un arroyo y llegamos a unpequeño molino o aceña restauradoque tiene por nombre �Molino de la

Riverica�. Junto almolino hay unabifurcación y sobreuna piedra vemosuna marca muyborrosa que nosindica girar a laderecha. Camina-mos ahora por unameno y sombrea-do camino que bor-dea el río Mazas.Algo más adelanteencontramos otromolino restaurado,que está funcionan-do.

Abandonamosla orilla del río y elcamino sube enpendiente cada vezmás pronunciada.

El piso cambia de tierra a hormigón.Llegamos a una bifurcación para girara la derecha y enseguida desemboca-mos en la placita de una ermita deQuintanilha. Continuamos por unacalle empedrada y llegamos a lamoderna iglesia parroquial del pueblo,donde nos encontramos con Adolfo.Delante vemos la clásica Placa de la�F. R. de C.�. También hay un bustodedicado a Fernando Gil Pinto, un per-sonaje de la localidad. Junto a la igle-sia hay una fuente abrevadero quelanza un potente chorro de agua. A sulado, un monolito con tres bajorrelie-ves de personajes importantes de lavilla, entre los que está uno dedicado aDoña Regina Quintanilha que, al pare-cer, fue la primera abogada portuguesa.


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En el Puente Internacional entre España y Portugal. Lápida de la F. R. de C. (Foto delAutor)



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Adolfo deja el coche en esta plaza yseguimos el camino.

No queremos dejar de mencionarque en la Raya, al borde de la carreteraque va hacia Braganza, se encuentra laermita de Nuestra Señora de la Rive-rinha, primera tierra portuguesa quepisó la princesa de Aragón, que luegosería Santa Isabel de Portugal. Enmayo se hace en el lugar una granromería internacional.

Salimos de la plaza caminandopor una calle empedrada, según nosindica la flecha que hay en un postejunto a la fuente. Quintaniha está enuna meseta y desde la calle por dondecaminamos disfru-tamos de un bellopaisaje. Llegamos auna bifurcación dela calle y nosvamos a la derechapor un carretil. Lle-gamos a un crucedonde una tablillanos señala ir por laizquierda por uncamino que va enascenso. El caminoestá bien señaliza-do, con marcas enlos postes de cierrede fincas y en algu-na roca que afloraen el camino.Vamos a salir a unacarretera asfaltada,por la que camina-mos un trecho para, enseguida, tomarotro carretil hacia la izquierda, segúnmarca la flecha en el suelo. Salimosnuevamente a la carretea asfaltada. Lavolvemos a abandonar más adelante,pues la flecha que hay en el suelo nosindica entrar en un carretil a la izquier-da. El camino, bordeado de macizos deretamas en flor es precioso. Al fondoqueda un roble y en la loma de enfren-te, una casita blanca.

Poco antes de llegar al pueblo deRefega nos paramos con un aldeanoque nos da algunas informaciones inte-resantes. Así nos dice que al llegar alpueblo tomemos el camino de arriba,porque el de abajo es de hierba y esta-rá mojado. Tomamos en cuenta suobservación. El camino sale de nuevo ala carretera. Encontramos un arroyo,que cruzamos por un puentecillo en

cuyo pretil está la flecha. Son las oncecuando entramos en el pueblo de Refe-ga, viendo la .flecha amarilla en unposte telefónico. Entramos en la dimi-nuta iglesia, que está abierta, y canta-mos una salve a la Virgen. Salimos yseguimos por una calle que nos lleva auna plazuela donde han montado eltablado de la música. Allí vemos unasflechas y las seguimos. Llegamos a unarroyo y aquí hay un camino que salepor la derecha y que nos marca la fle-cha, pero va por la ribera. Los lugare-ños nos dicen que probablemente estéinundado por las lluvias caídas, y quetomemos el de la izquierda que va por

el alto. Así lo hacemos. Empezamos asubir una pendiente y al llegar al altoseguimos caminando por una ampliapista recién arreglada. Junto a unaencina y una fuente vemos una de lasclásicas �capelas�, tan frecuentes enPortugal, y la visitamos. Salimos porcarreterita asfaltada y vemos la flechaen un poste telefónico. Al llegar a unalto, junto a una señal de tráfico, gira-mos a la izquierda por un camino queinmediatamente cruza otro y sigue defrente por una pista amplia, en cuyosuelo están las flechas.

Llegamos al campo de fútbol delpueblo de Palacios y, sin entrar en él,continuamos de frente por el carretil,viendo las flechas en los pilotes de unafinca que hay a la izquierda. Llegamosa una encrucijada donde hay un abre-vadero y una Placa de la �F. R. de C.�

con datos relativos al pueblecito deBabe, en cuyo término se encuentra.Una flecha que hay en el abrevaderonos indica tomar por la derecha unamplio camino de tierra. Llegamos auna bifurcación y una flecha sobre unaroca nos señala ir a la derecha. Elcamino sube en pendiente hasta otrabifurcación. No vemos señales y, alazar, nos vamos hacia la izquierda.Poco más adelante, en un trozo de laja,vemos restos de pintura amarilla. Dala casualidad que algunos metros másadelante encontramos la carcasa de uncoche abandonado en cuyo parabrisasestá pintada la flecha que nos indica

girar a la derechaen la próximabifurcación. Llega-mos a otra bifurca-ción y la flecha quehay en un castañonos dice ir hacia laderecha. Despuésde llegar al alto ini-ciamos un descen-so por caminopedregoso bordea-do de fincas conhermosos castaños.Llegamos a unaencrucijada contres caminos. Laflecha que hay enuna piedra delsuelo nos marcatomar el del cen-tro. Desde la altu-

ra en que nos encontramos ya vis-lumbramos en la lejanía la ciudad deBraganza con su ciudadela.

Llegamos a una bifurcación decaminos y la flecha que hay en una pie-dra semioculta entre matas, nos mandahacia la izquierda. Más adelante vemosotra flecha en una laja. Ahora el caminoes cómodo y herboso y discurre por unaladera desde la que se contempla unbonito panorama de todos los vallesque confluyen en la cuenca donde seasienta Braganza. En una bifurcaciónnos vamos a la izquierda y durantelargo rato caminamos sin ver señales.Sólo cuando el camino gira a la derechavemos las flechas en unos castaños. Elcamino va a salir a una carretera juntoal río Sabor y no lejos de un puente.Caminamos por la carretera en direc-ción a un precioso puente medieval de

Bajando a Gimonde. Al fondo se divisa Braganza. (Foto del Autor)

continúa en la página 44



PREMIOS CONCURSOCAMINO DE SAN

Bosque de nieblaMAURICIO LARRETA IBAÑEZ

1 ER PREM IO COLOR

P RE M I O C OLO

Entre verde y amarilloCARMEN PUENTE ONTANILLA

2 º PREM IO COLOR

Se hace camino al andarPEDRO DE MIGUEL TORRANO

EndormiWILLY CATTEUW

PREM IO B/N



URSO FOTOGRÁFICOSANTIAGO 2005

O CO LO R S OC IOS

oLLA

1 ER PREM IO B/N

Litera de primeraJAVIER RUIZ DE LARRINAGA

Peregrinos bajo el hieloERNESTO LÓPEZ EZPELTA

2 º PREM IO B/NIO B/N SOC IOS


siete arcos, bien conservado. Antes delpuente una flecha nos desvía por uncarretil que pasa bajo el puente. Cruza-mos un pontón de rocas sueltas bajo elque pasan las aguas de un arroyo que vaal río Sabor.

Cruzamos el puente medieval yllegamos a una calle en fuerte pendien-te, por la que subimos a la iglesia delpueblo de Gimonde. En el muro está laPlaca de la �F. R. de C.�, alusiva aGimonde y a su contribución a la pere-grinación jacobea.

Entramos en la iglesia, en la quedestaca el esplendor de la capillamayor, toda ella dorada con esplendi-dez y presidida por un Santo Cristo. Labóveda de la capilla está decorada concuadritos doradosque representan los15 misterios delrosario.

Salimos de laiglesia y bajamospor una callesiguiendo la direc-ción de la flechaamarilla. Al fondogiramos a laizquierda, segúnindica una flecha, ypasamos junto auna fuente seca y eledificio de lasescuelas. Subimospor un camino detierra hacia lo altode un monte. Aquíencontramos unapista deportiva y unpoco más arriba, un pinarcillo. Segui-mos por un carretil herboso y pasamosjunto a una casita de ladrillo rojo,abandonada, donde está la flecha. Elcamino sale a la carretera general juntoa un almacén de construcciones. En lacarretera, a mitad de la pendiente debajada, una flecha nos indica abando-narla y coger un carretil que desciendehasta el cauce del río Sabor. Se cruza elrío por una pasarela y luego se ascien-de por el mismo carretil que va a salira un pasadizo por debajo de una carre-tera. En el muro del pasadizo está laflecha. Seguimos avanzando por carre-tera hacia Braganza y cuando son las6,30 h. llegamos al centro de la ciudad.

Braganza es una ciudad conmucha historia y cuna de la dinastía

real portuguesa. Es capital de Distrito ytambién del Centro Gestor de ParqueNatural de Montesinho. En lo alto deuna colina se alza la soberbia ciudade-la con su inexpugnable castillo, hoyMuseo Militar. En el recinto hay tam-bién una iglesia moderna y un curiosoedificio románico llamado �DomusMunicipalis�, quizás el ayuntamientomás antiguo de Europa, donde se reu-nía el Concejo de la ciudad. Otrosmonumento interesantes son: la cate-dral, las iglesias de San Bento, SantaMaría y San Francisco, además delRollo Jurisdiccional que adorna laplaza mayor.

El día 28, con sol y buena tempe-ratura iniciamos nuestra caminata

desde el Rollo, en el centro de Bragan-za. Nos dirigimos a Castro Avelás. Lle-gamos a la aldea para ver las ruinas delantiguo monasterio de estilo mudéjar.El recinto está cerrado, pero desdefuera vemos un ábside y parte de lanave, en cuyo centro hay un túmulocon un sarcófago.

Dejamos las ruinas y seguimoscaminando. Al cruzar la carretera N-103 vemos la flecha amarilla en unposte eléctrico. Marchamos por uncarretil amplio y un poco más adelantevemos otra flecha en la cerca de unacasa. Continuamos de frente hasta unabifurcación, donde tomamos a laizquierda, por indicación de la flechaque hay en una roca. Desde aquí yavemos el cercano pueblo de Lagomar.

Pasamos una encrucijada y seguimosde frente caminando por un monte deencina y jara florida. Salimos a lacarretera y marchamos por el arcén,hasta que llegamos a una bifurcaciónque por la derecha indica Adaval y unaflecha que hay en un poste nos indicagirar a la izquierda. Seguimos cami-nando por asfalto. Llegamos a unacarreterita que sale por la derecha, peroseguimos de frente. En el inmediatoposte está la flecha.

Llegamos a un cruce y el panelviario nos anuncia Lagomar, que quedaun poco desviado a la izquierda, y quetiene una iglesia dedicada a Santiago.No entramos en el pueblo y seguimoscarretera adelante. Llegamos al cruce

de la aldea de Saba-rís y no vemos mar-cas, ni para entraral pueblo, ni paraseguir adelante.Entramos al puebloy vamos a la igle-sia. Unos aldeanosnos dicen que paraseguir hasta Portelahemos de volver ala carretera princi-pal y seguir porella. A la salida dela aldea de Oleirosvemos una capillitadedicada a las�almas del purgato-rio�, con una lápidaen la que leemos losiguiente: �Vos queides pasando, lem-

bravos de las almas que están penan-do�. En seguida vemos la ermita dePortela con su gracioso campanil. Estárecién encalada y tiene un curioso din-tel sobre una puerta lateral, en el que seve una gran T en el centro; a su lado,dos X; y por fuera de éstas, dos floro-nes. En la misma plaza de la ermita hayun crucero de escaso valor. El puebloestuvo en manos de los templarios.

Salimos de Portela por una callejaempedrada que se continúa con uncarretil que baja en pendiente entreárboles. Llegamos a un cruce y nosvamos por la izquierda hacia abajo.Salimos a una carretera asfaltada y lacruzamos. En el suelo están las flechas.Tomamos un carretil a la izquierda,que va en pendiente. En una roca y en


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Castillo de Braganza, hoy Museo Militar. (Foto del Autor)

Viene de la página 41



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el suelo están las flechas. La pendientese hace progresivamente más dura,pero llegamos al alto, donde hay unabalsa. Desde el lugar se contempla unbello panorama sobre la zona de Casa-limates. Pasamos un cruce de caminosy seguimos de frente, para empezar abajar por un camino entre jarales. Enlos árboles de un pinarcillo vemos fle-chas. Ahora el camino va entre pradosrodeados de robles y en la bajada pasa-mos por el pueblecito de Monzón, queestá en fiestas. Llegamos a la entradade Castrelos y junto al camino vemosun curioso palomar, al que hacemosuna foto. El camino sale en seguida auna carretera asfaltada, viendo la fle-cha en un poste telefónico. Atravesa-mos Castrelos pasando junto a lapequeña iglesia y salimos por una calleen cuyo inicio está la flecha. Llegamosa la altura del cementerio, donde hayuna encrucijada en cuyo centro se alzaun crucero que tiene la flecha en subase. Nos indica coger el camino de laderecha, que baja haciendo curvas ynos lleva a la carretera, junto al puenteromano sobre el río Baceiro. Al otrolado del río hay un área recreativa conun restaurante en el que paramos acomer.

Después de comer bajamos a lacarretera y caminamos por el arcén. Enuna curva sale a la derecha un carretilen pendiente y la flecha borrosa quehay en una alcantarilla nos mandatomarlo. El carretil va en ascenso, bor-deado de castaños centenarios, robles yurces. Llegamos al alto, donde encon-tramos una instalación industrial paratriturar piedra. Seguimos y descubri-mos un bonito panorama formado porun amplio valle salpicado de puebleci-tos diseminados por el fondo y lasladeras. Abandonamos la pista de laladera y tomamos un camino de tierra ala derecha, según nos indican las fle-chas sobre unas piedras, a la entrada.Llegamos a un cruce a la entrada delpueblo de Soeira y en un poste está laflecha que nos señala girar a la derechapara entrar en el pueblo por una calleempedrada. Algo típico en estos pue-blos trasmontanos. Pasamos junto a unaljibe antiguo y después junto a unagran cruz de madera sobre un puente.Detrás hay una casa de arquitecturapopular medio en ruinas (foto). Segui-mos y llegamos a la iglesia, dedicada a

San Martín. El altar mayor está rica-mente dorado y también la cúpula,adornada con 15 cuadros con figurasde apóstoles y santos. Nos llamó laatención el curioso conjunto formadopor el púlpito y el confesonario, enca-jado bajo su escalera.

Abandonamos la iglesia y segui-mos adelante hacia el puente medievalsobre el río Tuela. Nada más pasarlovemos las flechas que nos indican salirde la carretera y tomar un camino asfal-tado que baja en pronunciada pendien-te hacia el río. Lo va bordeando y ense-guida sube una fuerte pendiente paravolver a la carretera. Más adelante laflecha nos vuelve a separar de la carre-tera y nos indica tomar a izquierda uncamino herboso bordeado de arbustos yárboles. Seguimos por la senda herbosay la flecha en el tronco de un árbol noshace volver a la carretera. Más adelan-te dejamos otra vez la carretera y entra-mos en un carretil por la izquierda, quenos lleva a un campo de fútbol. En unángulo del campo el camino gira brus-camente a la derecha y empieza a subiruna pendiente. Por una calle empedradasubimos hasta la iglesia de Vila Verde.Empieza a chispear agua, me calo elchubasquero y sigo caminando hastasalir a la carretera.

Salimos de Vila Verde por unacarretera asfaltada que sale a la N-103en dirección a Vinhais. Al poco llega-mos a un cruce y las flechas nos indi-can tomar una carreterita que va a un

santuario y otros pueblos. Inmediata-mente se toma un caminito a la izquier-da. Como indica la flecha que hay enun muro. Descendemos por él y enseguida hay una bifurcación, donde laflecha que hay en una roca nos dice ira la derecha. Seguimos descendiendohasta llegar a un cruce próximo a lacarretera. La flecha que hay en unárbol nos hace tomar el camino de laderecha. Ahora empezamos a subir unacuesta pronunciada. En una unión decaminos nos vamos a la derecha, segúnindica la flecha que vemos en una case-tilla.

Desde la altura donde nos encon-tramos divisamos una hermosa panorá-mica sobre el valle, con un pueblecitoal fondo, que bien puede ser Vinhais.Según vamos descendiendo por elcamino que faldea la ladera del montevamos contemplando una bellísimaestampa de Vinhais rodeada por losmontes circundantes. El caminodesemboca en una carreterita asfaltaday por ella vamos bajando hacia Vin-hais, siguiendo las flechas que hay enlos postes telefónicos.

Entramos en Vinhais por una calleempedrada, cuando son las 7 h. de latarde. Tomamos la carretera generalque va a Chaves y a la altura de unacurva, en una plazuela, vemos unafuente que echa un hililo de agua. Nosllama la atención una lápida que dice:�A todo aquel que pasa/y bebe de estaagua/ Dios le dé su gracia/ y le libre detodo mal.1.954�.

Vinhais es una villa amuralladacon mucha historia, de la que quedaalgún testigo monumental, como lainteresante Puerta Medieval de la.Villa. Por ella se sube al cerro dondese alza la iglesia y un espléndido mira-dor sobre el río Tuela, donde hay unpuente romano En el muro de la iglesiaestá la Placa de la �F. R. de C.�. Nolejos de la iglesia, en una placita reco-leta se alza un Crucero Jurisdiccional.Esta Villa fue corte del rey Don Dionis.

Nos vamos hacia el centro de lavilla para buscar alojamiento no sinantes visitar la iglesia de Moimenta yel Convento de San Francisco con sumonumental parque. Nos alojamos enla Residencial �Cidadela Transmonta-na�, un hotel moderno y económico.

El día 29 madrugamos menos quede costumbre. La mañana está fresca y

Rollo Jurisdicional de Vinhais. (Foto del Autor)


en el cielo hay claros y nubes. Ha llo-vido por la noche. Caminamos por lacarretera N-103 que va a Chaves yenseguida llegamos al pueblo deSotuelo. Vemos la iglesita con supequeño y bonito campanil. Pero novemos ninguna flecha amarilla que nosoriente. Preguntamos por camino parair a Sobreiro de Arriba y nos dicen quehay que pasar el viaducto sobre lacarretera y continuar por una carreteri-ta lateral. Otra señorina de Sotuelo nosdice que antes de cruzar por el viaduc-to tomemos un caminito que sale a laizquierda y que va en dirección aSobreiro. Tomamos éste y vamos para-lelos a la N-103.

Como estamosen el mes de mayo,mes de las flores yde las romerías,vemos que por elfondo del valle, amano izquierda,desfila una proce-sión que va desdeSobreiro de Abajohasta la ermita de laVirgen de la DivinaMisericordia, cuyaimagen llevan enandas, mientras losdevotos van can-tando.

Nosotrosseguimos caminan-do y por fin llega-mos a Sobreiro deArriba. Comoseguimos sin ver flechas, caminamospor el arcén de la N-103 en dirección aChaves. La carretera hace una curva yva en progresivo ascenso. Poco des-pués del Alto del Forcado sale hacia laderecha una carreterita que va haciaAbóa y Candedo. Vemos las primerasflechas en una casetilla y en el suelo.Tomamos la desviación y la carreteritadiscurre por monte bajo de carrasca,jara, retama y algún que otro roble.

A medidía entramos en Abóa y, sinver a nadie, pasamos junto a la iglesia,recién encalada, que tiene un pequeñocampanil. Seguimos adelante y vemosflechas en los postes que nos llevan aCandedo.

Poco antes de llegar a Candedodisfrutamos de una estampa rural insó-lita que nos retrotrae a tiempos lejanos.

En una tierra de labor está trabajandoun matrimonio con una caballería quearrastra un arado romano. Estánhaciendo una siembra. La mujeruca,con el ramal en la mano izquierda yuna vara en la derecha va guiando alanimal, mientras el marido sujeta fir-memente la mancera del arado romano.Nos paramos a contemplar la estampay charlamos con los aldeanos. Lespedimos permiso para hacerles unasfotos y acceden gustosos. Charlamosunos minutos más y nos despedimos.

Seguimos caminando por unacarretera muy estrecha que nos lleva aCandedo, pueblo que no tiene nada departicular.

Pasado Candedo nos extraviamos,pues no vemos flechas por ningunaparte y nos metemos en un bosquecerrado. Retrocedemos y al fin reen-contramos las marcas en un caminocarretil que con mil vueltas y revueltassalva la pronunciadísima bajada quehay hasta llegar al cauce del ríoRabaçal, que hemos de cruzar por her-moso puente de piedra.

En una sombra, bajo unas enci-nas, junto al puente, hacemos un altopara tomar un respiro, porque el calores sofocante. Después del descanso yechar un trago de agua, reanudamos lamarcha. Cruzamos el bonito puente,en cuyo pretil está la flecha, y ,con unsol de justicia, nos tomamos el trabajode remontar la ladera contraria delvalle, hasta alcanzar lo alto de una

meseta. Caminamos ahora por el alto,por un camino bordeado de almendrosy manzanos. Llegamos a una bifurca-ción, donde giramos a la izquierda,según nos indica una flecha en untronco. Llegamos a un cruce de cami-nos y seguimos de frente. A la derechaqueda un depósito de agua en cuyomuro está la flecha. Llegamos a unafuente seca, donde giramos a laizquierda. Poco después, giramos pri-mero a la derecha y en otro cruce, a laizquierda, para continuar de frentehasta el pueblo de Edral. Llegamos ala plaza, con su monumental fuente ybuscamos un bar para tomar algo. Laseñora del bar nos prepara una ensala-

da y unos huevosfritos con patatasfritas que nossaben a gloria.Hemos de advertirque son las cuatrode la tarde.

Mientrascomemos, comen-tamos con algunosaldeanos que tomancafé, cual es lamejor ruta para ir aSandim, si la carre-tera o el caminoque pasa por laaldea de Ferreiros.Hay división deopiniones por elmal estado de loscaminos a conse-cuencia de las llu-

vias.Acabamos la comida, tomamos

café, nos despedimos y volvemos acaminar. Salimos a la carretera y en unposte la flecha nos indica seguir defrente. A poco de salir del pueblo, otraflecha nos marca entrar a la derecha enun camino y por él vamos descendien-do. Pasado algún tiempo nos llama laatención de que no vemos flechas nidivisamos el pueblo de Sandim, quesólo está a 4kms. de Edral. Un aldeanoque pasa con un tractor nos saca dedudas. Hemos tomado alguna desvia-ción errónea y estamos caminandohacia Vilar de Lomba. Es decir, en sen-tido opuesto al que debíamos seguir.Empezamos a desandar lo andado,pero tenemos la suerte de que pasa unvehículo todo terreno de los guardas


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Labrando a la antigua usanza, en Candedo. (Foto del Autor)



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del Parque Natural de Montesinho yles contamos nuestro problema. Muyamables nos hacen subir al coche y nosllevan hasta Sandim, ya en la rutacorrecta.

Atravesamos la aldea por una calleestrecha y tortuosa y pasamos junto ala iglesia, que está cerrada. Sandimtiene cierta fama por sus manantialesde aguas minero-medicinales, queestán sin explotar. Unos chiquillos delpueblo nos guían hasta uno de losmanatiales, cuya entrada está cerradacon una verja de hierro. Se trata de unpozo en el que borbotean unas aguassucias de olor fétido (¿sulfurosas?).

Volvemos a subir la calle principaly continuamos por ella siguiendo lasflechas. Salimos del pueblo y tomamosun carretil que discurre un poco eleva-do y va entre huertos. Finalmente va asalir a la carretera.

Caminamos en descenso por lacarretera hasta que llegamos a un ria-chuelo de aguas claras, donde algunospescadores matan el tiempo. Cruzamosel río por un puente y a mano derechahay una bonita y cuidada área recreativa.

Seguimos caminando por la carre-tera, que ahora asciende y llegamos alpueblo de Segirei, que es el últimopoblado portugués que pisamos en esteperiplo por tierras de Tras-Os-Montes.El pueblo se apiña en una angostura ala derecha de la carretera. A la izquier-da hay un altozano dode se alza unaermita desde la que se contemplan her-mosas vistas del Parque Natural deMontesinho. Debajo de la ermita, alborde de la carretera hay un muro y enél un nicho o �capela�, cerrado con unaverja que permite contemplar trespequeñas y diferentes imágenes delApóstol Santiago, que parece despedir-nos después de nuestro recorrido poreste Camino Jacobeo que bordea elParque Natural de Montesinho, en tie-rras portuguesas Regresamos en taxi aVinhais.

El día 30 son las nueve de lamañana cuando arrancamos a caminaren Segirei. Hemos visto la iglesita delpueblo y hemos hecho algunas fotosporque el día es espléndido para ello.

Caminamos por la carretera, queapenas tiene tráfico, y llegamos a lafrontera, materializada en un mojónblanco que en una cara tiene pintadauna gran P y en otra una gran E.. Lle-

gamos al Mirador de Las Cascadas deCitadella y subo a lo alto para haceruna foto de la cascada principal, que esmuy bonita. Seguimos por la carreteray, más adelante, entramos en una sendadel Área Recreativa de Las Cascadasde Citadella y vamos bordeando el ria-chuelo, contemplando sus múltiplessaltos de agua, hasta llegar a la zona delos Molinos, que han sido restauradosy donde hay un merendero. Hacemosuna breve parada y tomamos fotos.

Volvemos a caminar por la carre-tera y en un cruce nos llama la atenciónun curioso panel turístico que anuncia:�Ruta del Contrabando�. Algo más

adelante, llegamos a la iglesia de Sou-tochao, que está rodeada por el cemen-terio. Le echamos un vistazo por fuera,porque está cerrada, y no vemos nadallamativo. Llegamos al indicador via-rio que nos anuncia Soutochao hacia laizquierda, pero seguimos adelante porcarretera. Al llegar a un cruce de carre-teras continuamos camino hacia Vilar-devós por la carretera OU-310 que estábordeada por setos de retama amarillay empieza a florecer el brezo con susflorecillas rojovioláceas.

Vamos por lo alto de la montaña yse divisan panoramas paisajísticos degran belleza. Llegamos al pueblecitode Lamordaite, donde hay un cruce decarreteras y continuamos de frente.Tomamos un carretil, paralelo a lacarretera y por él caminamos hastacerca de Vilardevós, donde salimos de

él y vemos las flechas en la carretera.Enseguida entramos en Vilardevós,que es el Concejo de todos los pueblosdel contorno. Hacemos una paradapara tomar un café y descansar.

Retomamos el camino, cuando esmediodía, y en seguida llegamos alcruce de Vilardecervos donde, en unalto, hay una capilla que no esta seña-lizada. Continuamos por la carreterita,siempre de frente, sin hacer caso devarios cruces que van a los pueblecitoslaterales, entre ellos, el de Devesa yHospital. Llegamos a Bemposta y,poco después, la carreterita acaba enuna rotonda. Pasamos un puente sobre

Capilla de Santiago, en Segirei. (Foto del Autor)

Ante el indicador viario de Segirei. (Foto del Autor)


la autovía �Rías Bajas� y enfilamos laAvenida de Sousas por la que camina-mos hasta el centro de la Villa de Verín.

El día 31 arrancamos a caminarde Verín cuando son las 8,30 h. de lamañana. Cruzamos el río Támega ypasamos por delante del Albergue dePeregrinos o �Casa del Goberna-dor�.Aquí, junto a la ermita de SanLázaro, se bifurca la carretera. Noso-tros tomamos hacia la derecha, endirección a Laza. Es llana y cómoday pronto llegamos a la aldea de APousa. A la derecha va el río Táme-ga, poblado de denso arbolado y porla izquierda, monte cubierto dematorral.

Hacia las 9 h. llegamos al pue-blo de Mixó y entramos con inten-ción de visitar la ermita pre-románi-ca que aquí existe. Está en lo alto delpueblo, rodeada por el cementerio ypor un muro de piedra. Sólo pode-mos ver el exterior, porque estácerrada. En el cementerio vemos unalosa que, semeja la cubierta de unsarcófago, en la que está labrada lafigura de un monje.

(En una ocasión posterior nos esposible ver el interior de la iglesia, enla que lo más llamativo son los tresábsides, mayor el central, con susarcos de herradura. También resultacurioso que la mesa del altar se asien-ta sobre varias aras romanas).

Salimos y en la cerca vemos lasflechas amarillas, que nos llevan a

un camino hormigonado que vaparalelo a la carretera. Está sombre-ado por robles y bordeado por reta-mas y otros arbustos. Volvemos asalir a la carretera junto a un hermo-so crucero. En la confluencia con lacarretera, un monolito de señaliza-ción del Camino de la Junta de Gali-cia.

Llegamos al pueblecito de Este-

vesiños en el que no vemos nada departicular. Pasamos junto a la igle-sia, moderna con una torre de doscuerpos y balconada, sin más adita-mentos. Continuamos caminando yllegamos a Vences. Un mojón de laJunta, en el borde izquierdo de lacarretera, nos indica entrar en uncarretil herboso, no muy bien señali-zado. Va bordeado a la izquierda por

pinar y robledal y a la derechapor muro de piedra. Llegamosa una encrucijada y las flechasnos dicen seguir de frente.Más adelante el camino vabordeado de muro por amboslados. Salimos a otro caminoasfaltado que nos lleva a laaldea de Arcucelos. La atrave-samos y nos llama la atenciónsu típica arquitectura popular,en muy buen estado de conser-vación, y las muchas colgadu-ras de mazorcas de maíz ypimientos que hay en las bal-conadas. Pasamos junto a unafuente que arroja un gran cho-rro de agua sobre un estanque.Llegamos a una ermita y uncrucero que están al borde delcamino que sale de Arcucelos.Salimos a la carretera, lamarca está en la banda quita-miedos, y caminamos por ella.

Algo más adelante, amano izquierda, vemos uncementerio y junto a él un cru-cero. En el interior, las ruinas

de una gran iglesia gótica de la quequedan: la portada, un gran ventanalen el ábside, un hermoso rosetón enlos pies y un pequeño campanil.Como es costumbre, está cerrada.

Pasado el cementerio un monoli-to nos señala tomar un camino quesale por la izquierda. Vemos tambiénla flecha en una señal viaria. El cami-no es cómodo, herboso y sombreado.

Molinos y cascadas de Citadella. (Foto del Autor)


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Torre del homenaje del castillo de Verín. (Foto delAutor)



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En un cruce de caminos nos vamoshacia la izquierda; pasamos un puen-tecillo sobre un regato y enseguidallegamos a una bifurcación. El mono-lito de la Junta nos indica tomar unasenda hacia la izquierda. La senda,rocosa, va a salir a un carretil másamplio. Cuando son las 11 h. llega-mos al pueblo de Retorta. Entramospor una calle y en seguida giramos ala derecha. Enfrente está la baldosacon la concha jacobea. En otra bifur-cación de calles, nos vamos a la dere-cha. En el muro de piedra de una casaestá la baldosa con la concha jaco-bea. En la salida a la carretera está elclásico mojón de la Junta. Seguimospor carretera, entre huertos, y llega-mos al pueblo de Matamá que pasa-mos sin detenernos. Llegamos al ríoTámega, que cruzamos por un puen-te. Un mojón en el borde de la carre-tera nos informa de que faltan 165kms. para llegar a Santiago. Algomás adelante, el mojón nos indicatomar un carretil que sale por laizquierda, llano y cómodo. Vuelve ala carretera, en una curva junto a unpuente. A la izquierda está la depura-dora de aguas residuales de Laza.

Cuando son la 12,30 h. entramosen el pueblo de Laza, punto de enla-ce con el Camino del Norte, que yahabíamos recorrido en otra ocasióndesde La Gudiña.

La descripción del Camino deSantiago, que sigue desde Laza hastaCompostela, puede verla publicada,el lector interesado, en el Nº 75 de larevista �ESTAFETA JACOBEA�, dela Asociación de Amigos del Caminode Santiago en Navarra.

A. P. D.

Ábsides visigóticos de la iglesia de Mixó.(Foto del Autor)

Ventanal gótico de la iglesia deRetorta. (Foto del Autor)

Esculturas de Nicanor Carvallo que jalonan los caminos de la vía de la Plata en laprovincia de Orense. (Foto del Autor)

Indicadores de entrada en la villa deLaza. (Foto del Autor)


os vientos le han sido favorablesal peregrino, y el levante ha hin-

chado las velas de su barco, acercándolocon premura hasta el sur de la costatarraconense; tal vez sea ahora el garbí elque las empuja suavemente hacia laembocadura de la bahía de los Alfaqueso de los bancos de arena.

Por estribor, va contemplando laobra que el mar y el río han ido constru-yendo pacientemen-te a lo largo de lossiglos: primero lapenínsula de laBanya (el cuerno),con sus arenales,dunas, salinas ylagunas, protegidareserva natural tam-bién, en la que vivennumerosas avesacuáticas, y en laque pernoctan ban-dadas de flamencos.Más tarde descubri-rá el largo y estre-cho istmo, la areno-sa barra del Trabu-cador, que cierra labahía por el este,uniendo la penínsu-la con el delta delEbro.

Frente a él, en el ángulo norocciden-tal de la bahía, la población de La Rápi-ta, el viejo convento del que proviene sunombre, y la torre vigía agarena desde laque se alertaba de la llegada a la costa denaves extrañas.

Atracado el navío en el abrigadopuerto, el peregrino desembarca y, enco-mendándose a Dios y a su Santa Madre,y al grito de ¡ultreia!, inicia dichoso laandadura que le llevará desde esta orilladel Mare Nostrum hasta el sepulcro delSeñor Santiago, allá muy cerca del FinisTerrae y del Mar Tenebroso�

��En el otoño de este 2004, Año Santo

Jacobeo, que ahora transcurre, a SanCarlos de la Rápita no llegan peregrinossurcando las olas mediterráneas.

En una de las vidrieras del temploparroquial de la Santísima Trinidad, apa-rece representado Santiago peregrino,pero el cura párroco, Don Vicente, hacetiempo que no estampa su sello parro-quial sobre credenciales jacobeas. Haceunos meses tuvo que solicitar a su Obis-

pado once ejemplares para entregar afeligreses que deseaban peregrinar aSantiago� desde Roncesvalles.

Los últimos peregrinos -me diceDon Vicente- que partieron de aquíhacia Compostela, fueron un numerosogrupo de personas de la localidad deGandesa, que lo hicieron en el año 2000,el anterior Año Santo Jacobeo.

��La primera etapa de este �Camino

del Ebro�, comienza en las afueras de lapoblación, muy cerca del puerto pesque-ro, en el lugar donde termina el antiguocanal de navegación (hoy utilizado parael riego agrícola) que, para comunicar

Amposta y la Rápita, mandó construir elrey Carlos III, derivando hacia esteseguro puerto, el tráfico de las mercancí-as que llegaban a Amposta por el Ebrodesde otras poblaciones del interior, evi-tando así el riesgo de perderlas en laspeligrosas marismas de la desemboca-dura del río.

Años atrás, el peregrino encontrabaen este lugar un sencillo monumento, que

le recordaba queNuestra Señora leacompañaría a lolargo del Camino, yle protegería durantesu peregrinaciónhasta el sepulcro delApóstol. Se tratabade tres pequeñasimágenes de la Vir-gen María, corres-pondientes a otrastantas advocacionesveneradas en ciuda-des de esta ruta quese asoman al Ebro:posiblemente eran latortosina Virgen dela Cinta, la zaragoza-na Virgen del Pilar, yla logroñesa Virgende la Esperanza.

Desaparecieronlas imágenes, pero Santa María siguebendiciendo estos lugares y a sus gentesy, por supuesto, acompañará el peregri-nar de todo aquel que desde aquí hundasus pies en el Surco Jacobeo.

��El recorrido de esta etapa se presen-

ta carente de dificultades, pues el terrenopor el que se extiende, corresponde a losúltimos kilómetros del curso del ríoEbro, prácticamente llano y con muypoco desnivel.

El Camino, entre San Carlos yAmposta, discurre junto al antiguo canalde navegación y siempre pegado a sumargen derecha.

L

Entre San Carlos de la Rápita y Tortosa también discurre

el Camino de SantiagoMariano Castilla Paredes


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El Camino (a la izquierda de la imagen) entre San Carlos y Amposta, discurre junto al anti-guo canal de navegación. (Foto del Autor)



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La monotonía de la marcha solo larompen la sierra del Montsiá, al oeste, ylas pequeñas construcciones agrícolasque salpican la comarca.

El peregrino, de vez en cuando, diri-ge su mirada hacia el este, recorriendo laextensa planicie del delta del Ebro, eseinmenso terreno creado lentamente porla amorosa entrega de los limos queporta el gran río al apacible mar, que losdevuelve cariñosamente decantándolosa ambos lados de la desembocadura.

Esta gran superficie está ahora, en sumayor parte, ocupada por extensos arro-zales, pero también por lagunas y zonashúmedas protegidas, excelente hábitat degran cantidad de aves acuáticas.

El peregrino piensa en esta granextensión de tierra depositada a lo largode los siglos, y en la gran fortuna de loshabitantes de estas comarcas tarraconen-ses de El Montsiá y el Bajo Ebro, porhaberla recibido como un fraternal rega-lo de cántabros, castellanos, riojanos,navarros y aragoneses, pues el fértilterreno del que ahora disfrutan procedede los valles de aquellas regiones, ya quepor ellos discurren las aguas del Ebro ysus afluentes que la han ido trasladandodesde allí grano a grano.

El delta es como un gran huerto enel que se han vertido, junto a variadosaromas y sabores, los sentimientos delos españoles que habitan en este exten-so Valle del Ebro.

��Tras unos 12 kilómetros de marcha,

el Camino penetra en la ciudad deAmposta, célebre por su hermoso puen-te colgante sobre el Ebro, el último quelo atraviesa antes de fundirse con elMediterráneo. El peregrino no precisacruzarlo, pues la ruta prosigue hacia Tor-tosa por la ribera derecha del río, acom-pañando ahora al �Canal de la derechadel Ebro�, uno de los construidos para,tomando agua de su cauce en las cerca-nías de la localidad de Xerta, llevarlahasta las antiguas marismas del delta ytransformarlas en los fértiles arrozalesde la actualidad.

Con algunos kilómetros más que eltramo anterior, el Camino le acerca a lamilenaria ciudad de Tortosa y, por suPaseo del Ebro, le conduce hasta elpuente del Estado por el que cruza el río.

��Ya en la otra orilla, penetra en el

casco antiguo y le lleva hasta el Portaldel Romeu bajo el cual le recibe, escul-pido sobre la pared izquierda, un Santia-go peregrino; junto a él una hornacinacon una imagen de Nuestra Señora. Enla de la derecha, un bonito mosaico leseñala la ruta jacobea, y algunos de loslugares que visitará durante la peregrina-ción: Zaragoza, Logroño, Burgos, Astor-ga, Lugo y Santiago.

Muy cerca del Portal, el peregrinohalla una de las puertas de entrada a lacatedral gótica tortosina, por la que seaccede directamente al sencillo claustro

de la seo. A ambos lados de la puertasendas columnas salomónicas y, sobresu dintel, una bonita imagen de la Virgende la Cinta, patrona de la ciudad.

El peregrino puede rendir la etapavisitando la catedral y su preciosa capi-lla dedicada a Nuestra Señora de laCinta para, postrándose a los pies de suvenerada imagen, agradecerla el feliztérmino de la jornada, y pedirla fervoro-samente que siga siendo, día tras día, sucompañera de peregrinación.

M. C. P.Septiembre de 2004

El Portal del Romeu, bajo el cual le recibe un Santiago Peregrino. (Foto del Autor)

Un bonito mosaico le señala la ruta jacobea.(Foto del Autor)

TORTOSA: ...y sobre su dintel una bonitaimagen de la Virgen de la Cinta, patrona dela ciudad. (Foto del Autor)


n el Libro II del �Codex Calixtinus�se narran hasta 22 milagros que el

Santo Apóstol Santiago obró en favor desus devotos y peregrinos.

Casi todos fueron escritos por el PapaCalixto; excepto uno que narra San Beda,otro del maestro Huberto, canónigo deSanta María Magdalena de Besançon y dosque relata San Anselmo, arzobispo de Can-terbury.

Casi todos los relatos ponen de mani-fiesto la solicitud y presteza con que elSanto Apóstol atendía las peticiones deaquellos que se encomendaban a su protec-ción implorando el perdón de sus pecados orogándole ayuda para la curación de algunaenfermedad o cualquier otra necesidad denaturaleza espiritual o material.

Casi todos los relatos narran sucesosocurridos en el �Camino Francés�o en algu-na de las rutas que a él confluyen.

Solamente se hace referencia a unmilagro sucedido en el Camino del Ebro,concretamente en la ciudad de Zaragoza.�Ocurrió allá por la Edad Media, cuandocierto conde de nombre Ermengol peleabafieramente contra los sarracenos. Desgra-ciadamente su mesnada se vió rodeada por

las tropas enemigas y cayó prisionero juntocon otros veinte caballeros. Llevados cauti-vos a Zaragoza, bien atados, fueron ence-rrados en una mazmorra. Viéndose tan malparados y desasistidos se encomendaronfervorosamente a Santiago, que atendió sussúplicas, los liberó de sus ligaduras, lossacó milagrosamente de la prisión y losguió fuera de la ciudad. Poniéndose des-pués delante de ellos, los condujo sanos ysalvos a cierto castillo que estaba bajo guar-da de soldados cristianos, donde mandán-doles también que le invocaran, subió visi-blemente a los cielos�.

En el año 2006 de la encarnación delSeñor, también en el Camino del Ebro y tie-rras de La Rioja ocurrió otro milagro con laintervención de Santiago Apóstol, cuyorelato voy a contar, para que quede cons-tancia del hecho y por haber sido protago-nista del mismo.

Es conocido que la Asociación deAmigos del Camino de Santiago en Nava-rra realiza todos los años un programa demarchas domingueras para recorrer loscaminos jacobeos que cruzan la Comuni-dad Foral: el Camino de Roncesvalles o�Camino Francés�; el de Somport o Cami-no de Aragón; el de Urdax-Baztán y elCamino del Ebro.

Como de costumbre, el domingo 15 deenero el grupo de peregrinos sale en autobúsen dirección a la Ribera del Ebro, hasta elpueblo de Alcanadre, con objeto de cubrir laúltima etapa dela Ruta del Ebrohasta Logroño yenlazar con el�Camino Fran-cés�.

Con cielodespejado ymañana fresca,cantamos la�Aurora delPeregrino�,como hacemoshabitualmente.Empezamos acaminar, toman-do caminos de

concentración en dirección al río Ebro paraalcanzar la Cañada Real de Pasada Principaldel Ebro (PPE) que va de Tudela a Logroñoy que nos servirá de ruta hasta Castejón. Apartir de este pueblo entramos en una sendaque marcha paralela a la vía del tren, confarallones poblados de buitreras a la izquier-da y feraces tierras de labor a la derecharegadas por las aguas del Ebro.

A media mañana hacemos parada enuna vieja y abandonada estación del ferro-carril para almorzar y luego seguimos hastael pueblo de Arrúbal. Pequeño descansopara tomar un café y nuevamente al Cami-no para, por pistas de concentración, llegara Agoncillo. Aquí nos encontramos conEduardo Serrano, Presidente de nuestraDelegación en Tudela, con quien charlamosmientras nos tomamos un café y hacemosunas fotos. Nos despedimos y seguimoscaminando.

Agoncillo es un pequeño pueblo rioja-no, atravesado por la carretera nacional N-232. Sin semáforos ni pasos de peatones.Paramos para ver su bonita plaza y su her-moso castillo y hacemos algunas fotos.Luego, seguimos por el arcén derecho deuna carretera local que hace de calle hasta lasalida del pueblo, donde, como está ordena-do, necesariamente hemos de pasar al arcénizquierdo.

En un momento en que no se veían cir-cular vehículos, el grupo atraviesa la calza-da. Pero yo, que voy de los últimos, tengo

Angel Panizo Delgado


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Foto de parte del grupo de peregrinos ante el castillo de Agoncillo (LaRioja). El de la gorra blanca es el accidentado.

E

Facsímil de una página del Libro II (Libro delos Milagros), del ejemplar del �CodexCalixtinus� que se guarda en el Archivo de lacatedral compostelana.

Un milagro de Santiagoen el Camino del Ebro



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la mala fortuna de tropezarme y caer sobreel asfalto cuando aparece una furgoneta queme embistió y me lanzó por los aires, yendoa dar con mis huesos en el duro asfalto unosmetros más adelante. ¡ Aquí comenzó la tra-gedia! En décimas de segundo, yo me acor-dé de Santiago y pedí vivamente su ayuda.Quede tendido en el suelo, sangrando abun-dantemente por la cara. Maribel me puso elbrazo bajo la cabeza para levantarmela unpoco. Como es natural. le llené la manga desangre y me acordé de la sangre que tenía elSanto Cristo de la Vera Cruz que juntos res-tauramos en el taller de CIVICAN. ¡Gra-cias Maribel! Después caí en un estado deinconsciencia y perdí el recuerdo de todo.

Lo sucedido después he logradoreconstruirlo con aproximación gracias alos relatos y comentarios de mis compañe-ros. El chófer, nerviosísimo y angustiadoporque podía haber evitado el accidente conun poco de pericia. La Guardia Civil de Trá-fico haciendo una inspección ocular, lasmediciones correspondientes y levantandoel atestado. Enseguida llega una ambulan-cia en la que me trasladan al Servicio deUrgencias del Hospital de San Millán deLogroño. Me acompaña Pedro Pardo, com-pañero peregrino y médico. ¡Gracias Pedro!

Ingreso en el Servicio de Urgencias,desde donde soy trasladado a la U.C.I. enestado de suma gravedad. En los minutossiguientes se produce un empeoramientoclínico, según informe del Hospital. Doshoras después del ingreso, según relata el�Informe de Alta y Traslado�, comienza unsangrado activo por nariz y boca que nocede con taponamiento local. Como no hayServicio de Cirugía Maxilo-Facial, y elOtorrino (M.I.R.) no se atreve a intervenirdeciden el traslado a otro Centro.

El sangrado no cesa y las constantesvitales comienzan a caer temiéndose undesenlace fatal de un momento a otro. Mishijos, médicos de la Clínica Universitaria,allí presentes, comunican a mi esposa lasituación desesperada. Uno de ellos le poneuna bata y le dice: �Mamá, entra, dále unbeso a papá y despídete de él�.

Los médicos del Hospital, visto que nose puede hacer nada, deciden de acuerdocon la familia, el traslado urgente del enfer-mo al Servicio de Medicina Intensiva de laClínica Universitaria de Pamplona, que loacepta sin ninguna objeción. Los familiaresvan delante y la ambulancia viene pordetrás. Llegando a Cizur Mayor suena unmóvil en uno de los coches. Cuando espe-ran recibir la noticia del desenlace fatal,comunican de la ambulancia que el pacien-

te ha mejorado sus constantes vitales y haexperimentado una leve mejoría. ¡La manode Santiago está obrando el milagro!

Mis hijos, médicos de la C.U.N. pre-vienen al personal de Urgencias, U.C.I. yServicios Médicos y Quirúrgicos que debenintervenir, de modo que cuando llega laambulacia todo está preparado. Breve reco-nocimiento médico en el que se constata unestado clínico catastrófico: destrozos en ladoizquierdo de la cara, hueso malar y órbitaizquierda con sangría incoercible; fracturascostales en ambos hemitórax y esternón,lesión en pulmón izquierdo, hemotórax enambos lados y disnea intensa. Se propone elpase inmediato a quirófano para preparaciónprevia y posterior intervención quirúrgica,realizando en primer lugar la hemostasia delmaxilar izquierdo. Después se practicanotras actuaciones que se prolongan duranteseis horas. Cohibida la hemorragia y coloca-dos los drenajes y tubos correspondientesme pasan a la U.C.I. para seguir vigilando laevolución. Cuando recobro la concienciame hallo totalmente desorientado y no sédonde me encuentro. Una sala amplia, conespacios separados por paneles, por la quecirculan sin cesar personajes con batas ygorros verdes, llevando mascarilla en laboca, manejando aparatos, y portando diver-sos instrumental. No comprendo nada. Soloreconozco a mi hijo Carlos, con bata blanca,que está a mi lado y que de la mejor mane-ra posible, en mi semi-insconsciencia, meexplica que me hallo en la U.C.I. de la Clí-nica Universitaria.

Aquí, la protección de Santiago, losánimos de mis nietos, cuya foto tengoenfrente en la pared, y los cuidados solícitos

de médicos, enfermeras y familiares, hacenque poco a poco vaya remontando la situa-ción crítica. ¡Gracias a todos ellos, porquesu profesionalidad y exquisitos cuidadosme han salvado la vida! El 31 de enero, conestado general muy mejorado, soy someti-do a nueva intervención, esta vez para redu-cir la fracturas del seno maxilar izquierdo ydel suelo y reborde de la órbita ocularizquierda.

Tras pasar unos días más en la U.C.I.y posteriormente algunos días en una habi-tación de planta, recibo el alta médica paraseguir tratamiento domiciliario.

No quiero terminar este relato sin dejarconstancia de mi profunda gratitud a los tra-bajos y desvelos de mis hijos e hijas, sincuyas valiosas intervenciones y acertadasdecisiones, no me hubiera sido posiblehacer el relato del presente milagro deNuestro Señor Santiago, a quien he prome-tido peregrinar desde el Monte del Gozo asu tumba para agradecer su inestimable ymilagroso favor.

Y dejo para el final el inmenso agrade-cimiento que me merecen los exquisitos yprofesionales cuidados de enfermería de miesposa, la mejor enfermera del mundo; queen todo momento me ha servido de ayudafísica y anímica, para superar con éxito unasituación tan desesperada, cuya resolucióndefinitiva sólo cabe atribuir a un hecho ver-daderamente milagroso.

Y así concluyo con aquella acertadaexclamación del �Codex Calixtinus��sea para el Rey de reyes, que se dignórealizar tales y tan grandes cosas por suamado Santiago, el honor y la gloria porlos siglos de los siglos. Así sea� .

A. P. D.

Foto de la imagen del Apóstol Santiago, queme hizo compañía en la Clínica.

Foto ante el monumento a los peregrinos, enel Alto del Perdón, a los siete meses del acci-dente. Con la ayuda de Santiago, de nuevo ensu Camino.


s a finales de marzocuando emprendimos

la aventura de recorrer elCamino de Santiago que laAsociación de Amigos delCamino de Madrid con tantoanhelo y entusiasmo vienepromoviendo desde haceunos diez años.

Es una ruta entrañable,preciosa, no masificada yque constituye una alternati-va a las restantes rutas queempiezan a representar uncierto obstáculo por la aglo-meración de peregrinos quese dan cita en parajes por losque discurre, sobre todo, el Camino mástradicional, el Camino Francés.

Todavía las infraestructuras de aco-gida no están todo lo desarrolladas quenuestros amigos de Madrid Segovia yValladolid desearían, pero se van dandopasos muy significativos en ese sentidoasí es como podemos encontrar lugaresde acogida en Cercedilla, Pinilla deAmbroz, Coca, Alcazarén, PuenteDuero, Ciguñuela, Medina de Rioseco,Cuenca de Campos, y Sahagún, estandoen proyecto, ya muy avanzado, variosalbergues más como el de Castromonte oel de Villalón de Campos y seguro queme dejo algunos más.

Es una mañana de la primaverarecién estrenada cuando iniciamos nues-tra andadura desde el cementerio deFuencarral. Nos ha parecido convenienteevitar el asfalto de los once kilómetrosque separan las iglesias:"la Real IglesiaParroquial de Santiago y San Juan Bau-tista", más conocida como las Comenda-doras de Santiago, y la parroquia de"Santiago el Mayor y Ntra Sra. de lascruces" donde la víspera habíamos sella-do nuestras credenciales.

A partir del punto anteriormenteindicado las flechas amarillas nos vanguiando por un paraje ancho y de gran-des horizontes hasta plantarnos cerca de

la alambrada de la finca de los montesdel Pardo; esta alambrada nos acompa-ñará durante bastantes kilómetros ya queel Camino la bordea hasta llegar al ferro-carril del Goloso.

Las señales las perdimos en unmomento dado a causa de las obras de laautopista; guiándonos del mapa pudimoscaminar paralelos a la vía del tren hastallegar a Tres Cantos. A partir de estapoblación el camino se desvía hacia Col-menar Viejo discurriendo por un parajeen el que la presencia de una corriente deagua nos hace atravesar, descalzos, enuna decena de ocasiones, los vados quela corriente provoca.

En Colmenar Viejo acudimos a laParroquia de Ntra. Sra. Del Pilar regen-tada por Don José María, donde noshabían dicho que disponían de albergue,la realidad es que, por ahora, carecen deél sin embargo nos acogen con entusias-mo y se desviven por encontrarnos aloja-miento y nos lo encuentran en Soto delReal a donde nos lleva,con gran amabili-dad, en su propio coche una de las feli-gresas.

La segunda etapa discurre entre Sotodel Real y Cercedilla, son 31 Kms. losque tenemos por delante. La mañanaaparece fresca al principio pero la tem-peratura se suaviza con el paso de las

horas; el paisaje discurre porla ladera de la sierra de Gua-darrama con montañas des-carnadas de las que aflorangrandes masas graníticascaracterísticas del sistemacentral; de ellas vemos quese descuelgan pequeñastorrenteras de agua cristalinaproducto del deshielo que laprimavera origina.

En Manzanares el Realpodemos contemplar elembalse de Santillana y sucastillo, construido por donIñigo de Mendoza, marquésde Santillana.

Ya en Cercedilla, los padres escola-pios Amiano, burgalés él, e Isidro de unpueblo cercano a Hospital de Órbigo,nos abren de par en par, las puertas de sucasa, y de sus inmensos corazones; nosinvitan a participar en la misa vespertina(¡qué sabor de intimidad tenían todos susmomentos!) y a su mesa, nos dan cobijoen sus dependencias y, al despertar deldía siguiente nos preparan un suculentodesayuno y una bolsa con alimentos parapoder salvar el paso de la Fuenfría.Vuestra acogida, de verdad, no tuvo pre-cio, y os llevaremos siempre en nuestrocorazón y muy presentes en nuestrorecuerdo. Gracias.

La mañana es fría, algo ha llovidodurante la noche y el cielo se planteajugar una partida en el ajedrezado del díacon tintes que van del azul al gris claro yde este al plomizo de la lluvia para vol-ver a las diversas tonalidades que semezclarán a lo largo de la jornada, Nosesperan 32 kilómetros hasta Segovia,final obligado de la etapa.

Antes de tomar el desvío que nosconducirá por la calzada romana hasta lacima tuvimos los agradables encuentroscon la ardilla y el zorro, la primera,coqueta ella, nos ilustró con varias de susposes para que pudiéramos inmortalizar-la en reiteradas fotografías. El ambiente

EAdolfo Senosiain


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Arranque del Camino en el cementerio de Fuencarral. (Foto del Autor)

Camino de Santiago de Madrid a Sahagún



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que nos rodea es grandioso, en nuestroentorno se van dibujando los perfiles delas altas montañas de la sierra de Guada-rrama :- Siete Picos y el Cerro Ventoso ala derecha, Montón de trigo y el Min-guete a la izquierda, según vamos ascen-diendo.- La cumbre del paso de la Fuen-fría está nevada y una fina lluvia nosobliga a ponernos los impermeables.Sobre un pedestal se levanta un monu-mento erigido por la Asociación de Ami-gos del Camino de Santiago en Madriden memoria del que fue su fundador DonJosé Antonio Cimadevila. Podríamostomar ejemplo los de Pamplona y haceralgo semejante con los que fueron losimpulsores de nuestra Asociación.

Continuamos por la calzada romanaen nuestro descenso, un descenso suave,entre pinares, y que nos depara algunassorpresas como las ruinas del palacio deEraso donde Jesús de Aragón sitúa elmonasterio templario de Casarás escena-rio de las andanzas de Hugo de Marignacposeedor de las riquezas de la Orden yque entrega su alma al diablo al no sercorrespondido en sus amores por la bellaBlanca de Torremuño, dama de Compa-ñía de María de Molina, en su novela"La Sombra Blanca de Casarás".

Hay varias fuentes en el descenso yen un recodo se empieza a divisar lacatedral de Segovia. Desde entonces elcamino se torna un tanto pesado puespasan las horas y el final de etapa tardaen hacerse realidad.

La mañana siguiente nos encuentraatravesando la Puerta de Santiago ennuestro descenso hacia el valle del Eres-

ma, la Fuencisla la dejamos a nuestraizquierda y el Santuario Templario de laVera Cruz a nuestra derecha. Poblacio-nes como Zamarramala y Valseca lasvamos dejando atrás; en los Huertosdecidimos tomar el almuerzo, lo hace-mos en el parque del pueblo, allí enta-blamos conversación con Lorenzo de 79años repletos de nostalgias y una reali-dad actual nada halagüeña por culpa dela diabetes. ¡Cómo se despachaba des-granando cada uno de sus múltiplesrecuerdos vividos en solitario o en com-pañía de su esposa! Si alguno de voso-tros decide descansar en los Huertosrecorriendo el Camino no dejéis de pre-

guntar por Lorenzo y por su estado desalud y si ha tenido una recaída de suantiguo coma diabético a la salida delpueblo.

Santa María la Real de Nieva esfinal de etapa casi obligado para losnavarros ya que en su iglesia parroquialdescansan los restos de la que fue nues-tra reina Doña Blanca de Navarra quevivió entre 1385 y 1441.

En La Nava de la Asunción nos sor-prendió una llamada efusiva y una invi-tación extraordinaria a comer un pastelque nos ofrece la dueña de la pasteleríaRosana; le encanta el Camino y le encan-ta que pase por la puerta de su casa. Haceya nueve años que invita a los peregrinosa probar sus exquisiteces de buenarepostera.

Estamos atravesando Tierra de Pina-res. Pinares resineros los primeros hastaCoca y piñoneros a partir de dicha pobla-ción. En Coca nos acogió, a su entrada,el baile ondulante de un avestruz; y en laciudad, fría acogida a dos peregrinos quetuvieron la desgracia de acceder a lapoblación detrás de unos falsos peregri-nos que, unos días antes, causaron enor-mes destrozos en el albergue reciénestrenado. Coca ciudad romana y medie-val con monumentos dignos de admira-ción como su castillo, la iglesia de SanNicolás y la ermita de Santa Rosalíaactualmente posesión privada.

La siguiente etapa nos encamina aAlcazarén, seguimos en tierra de pinaresy esta de pinares piñoneros. De la piña seaprovecha todo: el piñón del que esta tie-rra es la mayor productora de España ydel resto de la piña del que se obtiene unproducto de gran poder calorífico. Alca-zarén es el primer pueblo de Valladolid yse encuentra en el ecuador entre Madridy Sahagún. El albergue se halla situadoen la ermita del Santo Cristo, en las afue-ras del pueblo, es en la sacristía que sehan habilitado las dependencias delalbergue, quisimos hospedarnos en élpero el frío de la noche era intenso y lanada halagüeña idea de pasar la noche envela nos hizo desistir de la idea. De vuel-ta al pueblo, José Luis Sacristán (alias el"Granuja") nos ofrece su casa, que hahabilitado como casa rural y en ella ycon buena temperatura pudimos descan-sar y reponer fuerzas para la siguienteetapa.

Por la mañana y muy temprano deci-mos adiós a Alcazarén y a su patrono

Entrando a Navarra desde Aragón. (Foto:Mª Victoria Arraiza y Eduardo Serrano)

Santa María la Real de Nieva: sepulcro de la reina Dña. Blanca de Navarra. (Foto del Autor)


Señor Santiago después de consumir eldesayuno que pudimos prepararnos conla leche del frigorífico y las pastas que devíspera nos había proporcionado "Gra-nuja".

Nos esperan 16 Kms. de terreno vir-gen, deshabitado, sólo un puente, posi-blemente de origen romano, nos indicaque a esta zona también llegó la civiliza-ción. En Valdestillas hacemos un alto, esdomingo y a las doce hay misa mayor,conversamos con unas religiosas cuyafisionomía nos hace pensar que son deorigen sudamericano, todas ellas, ¿sere-mos ya objeto de recristianización y nosdevuelven la deuda contraída en el perí-odo del descubrimiento?.

Hay en el camino de salida una tien-da en la que pudimos adquirir algunosalimentos que nos permitieron, a la som-bra de un frondoso pino, reponer fuerzaspara terminar la etapa en Puente Duero.

El albergue es pequeño pero muyacogedor y confortable, lo regenta JOSE,que pasó toda su vida laboral en Madridy que, al jubilarse, ha encontrado el modode sentirse útil sirviendo a los peregrinos;sus explicaciones son extensas y muy alalcance del peregrino novicio pero que sehace un tanto aburrido para los que estáncurtidos en los caminos del Señor Santia-go ya recorridos. No suelta la llave delalbergue y con razón, es él el que noscomunica la fechoría de los falsos pere-grinos en el albergue de Coca.

En Simancas, Pisuerga y Duero sehacen uno, el primero aporta el agua y elsegundo se lleva la fama.

El escudo de la ciudad del Archivonos retrotrae a la edad media y a las his-torias-leyendas de los tributos cristianosa los príncipes sarracenos de las jóvenesvírgenes que debían formar parte de susharenes, las siete de Simancas prefirie-ron cortarse las manos antes de sermoneda de cambio de los intereses de lospoderosos "si mancas me las entregas,mancas no las quiero" parece ser quedijo el potentado musulmán.

Nos adentramos en la región de losmontes Torozos. Zona cerealista como laTierra de Campos que se encuentra acontinuación. Son lugares propensos adiversos paisajes en los que subidas ybajadas se suceden y el camino serpenteapor los distintos accesos a valles, altoza-nos y llanuras. Los pueblos se sucedenCiguñuela, Wamba, el único pueblo quecontiene en su nombre la doble V,como

única es la visión escatológica de una desus capillas convertida en depósitos orde-nados de huesos humanos. En este y enotros muchos pueblos han aparecido res-tos romanos pertenecientes a los pobla-dos que se establecieron en los aledañosde la calzada romana que recorría estosparajes. Atravesamos Peñaflor de Horni-ja, Castromonte, Valverde de Camposhasta llegar a Medina de Río Seco dondees obligado hacer un alto en el camino.

Medina de Río Seco conserva restosde su antiguo esplendor, ciudad de feriasque tenía el privilegio de celebrar dos alaño de un mes de duración cada una. Desu riqueza monumental dan cuenta lasiglesias de: Santiago diseñada por Rodri-go Gil de Ontañón, la iglesia conventode San Francisco, la de la Santa Cruz, lade San José y la de Santa Clara, estas tresúltimas de estilo herreriano. Los retablosque contienen son verdaderas joyas dig-nas de admirarse entre los que destacanlos dos retablos escultóricos de Juan deJuni que se encuentran en la iglesia delconvento de San Francisco.

Después de la visita a la ciudad nosretiramos a descansar en ese remanso depaz que es el monasterio de las clarisas;buena acogida, calefacción y aguacaliente y el ambiente espiritual queemana de todos los rincones del recinto.

Tiempo ha que hemos cruzado elecuador de la peregrinación , con lamirada retrospectiva de lo andado y lavista puesta en lo que nos queda por

andar emprendemos la etapa siguiente.Estamos inmersos en Tierra de Cam-

pos, llanuras inmensas se suceden y enesta primavera el horizonte se tiñe delverde de sus cereales; las lluvias les hansido propicias y la cosecha se auguraabundante si los calores del estío no seadelantan para agostarla.

Berrueces nos acoge todavía muy demañana, palomeras en ruinas, el escudode la inquisición en una de sus casas y laVirgen de la Pedrosa a su salida son hitosque este pueblo nos brinda como moti-vos de reflexión. Y en compañía de nues-tros pensamientos llegamos a Moral dela Reina. Su soledad en medio del pára-mo sólo nos invita al tente en pie de lasdiez. Pasamos Cuenca de Campos des-pués de haber comido en el bar la Tatacuyo dueño nos dice que ha hecho elcamino y nos enseña, como prueba, la"Compostela" que tiene enmarcada ycolocada en sitio preferente de su esta-blecimiento. Es hora de apretar el pasopara llegar a Villalón de Campos final denuestra etapa.

También Villalón de Campos parecevivir de nostalgias pretéritas como ciudadpróspera en la Edad Media. Su rollo juris-diccional, gótico del siglo XVI, su impre-sionante iglesia de San Miguel, gótico-mudéjar de los siglos XIII-XIV, y lasiglesias de San Juan Bautista y la de SanPedro, en estado de considerable abando-no, son testigos de su pasado glorioso.

Nos vamos acercando a Sahagún,fin de nuestro trayecto. Tras Villalón eldespoblado de Fontihoyuelo. Su humildeiglesia tiene reminiscencias jacobeas ensu pórtico sostenido por columnas demadera labrada en las que se puedenapreciar vieiras y bordones que las sos-tienen, en los espacios que la carcomatodavía ha respetado. El tiempo apremiay el tren nos espera a las dos y media dela tarde en Sahagún. Pasamos por San-tervás de Campos. En Grajal de Campos,nuevas sorpresas: palacio, Iglesia y cas-tillo.

Y con nuestro más cordial saludo ala Peregrina a nuestro paso por sus ale-daños entramos en Sahagún final deetapa y nuestro recorrido por tierras deCastilla e inicio de nuestro próximoperegrinar a San Salvador de Oviedo.

A. S.


Experiencias

Antiguo sistema para recoger la resina delos pinos resineros. (Foto del Autor)


El Camino de Santiago en Franconia (Alemania), visto en dibujos

Colaboración de Ernesto Rodríguez


Imágenes

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Estudios

uizá no resulte del todo banalpreguntarnos una vez más por

el sentido y significación de la pere-grinación jacobea en estos alboresdel tercer milenio. Conscientes comoestamos de andar un camino muyrodado, convertido a estas alturas enun piélago de estereotipos. Y es queel éxito es mala consejera: nos haceinconscientes yconfiados, paraacto seguido per-dernos.

Conviene,pues, que aparte-mos de la mentelos éxitos habidosa partir de 1965,tanto como los fal-sos profetas queles acompañen. Ypor pura higienemental empezar adistinguir entrelos cómos y losporqués de cadacosa. En nuestrosdías abunda laincultura ilustradaque quisiera darvalor sacral aabsolutas nimiedades sacadas delanecdotario historiográfico, convir-tiéndolas sin más en la muestra deldestino.

Propondría por eso perder el res-peto a la historia que no es más queuna sucesión de azares y casualida-des que posiblemente acontecieron.Y si es cierto que estamos inmersosen la época que nos toca vivir, almismo tiempo necesitamos evadir-nos y es por ello que idealizamostoda la realidad que nos rodea. Lahistoria y la leyenda se entremezclande tal forma en la fabulación literaria

como lo están la vida y los sueños.Porque como dice Juan Ramón Jimé-nez todos venimos de una leyendaque empieza en la eternidad y va alinfinito.

En el fárrago de las descripcio-nes historiográficas damos muchasveces a los muertos la voz con quesolemos asfixiar la vida. Y ahí toca-

mos el segundo falso amigo que nosacompaña siempre: la farfulla verbaltan consustancial a los pueblos lati-nos. Incontinencia verbal que sueleir acompañada de un exceso de emo-tividad y de una falta tan grave dejuicio que quizás estemos tirandopor la borda las escasas luces quenos quedan como referencia de nues-tro periplo vital. Son las palabras lasque convierten la realidad en prodi-gios y por eso requieren mesura. Enotro caso, las palabras se conviertenen conjuros, una forma de llenar elvacío ante una realidad que en

muchas ocasiones reclama simple-mente admiración y escuchar elsilencio.

Y es que esta reverencia ciegahacia el pasado y sus relatos pudierapetrificarnos hasta no entender nadala crónica fundacional. En el princi-pio era el Camino un decorado tansencillo como sugerente, falto de los

oropeles añadidospor los siglos ysus falsas ostenta-ciones. Bienpudiéramos decirque el aconteci-miento era la rea-lidad, el evento yel milagro erancotidianos. Pare-ciera el mismodedo de Diosseñalado levemen-te en la Tierra paradescubrir unascenizas que sonsemillas del mitodel eterno retornouniversal. Unhecho natural,donde la naturale-za es simultánea-

mente habitáculo de los hombres yde Dios. La misma trilogía de natu-raleza, hombres y Dios que recreaarmónicamente el Paraíso Terrenal.

Pero prosigamos la crónica.Estamos en el siglo XI, una lentaapertura de los reinos hispánicoshacia las corrientes artísticas, doctri-nales y litúrgicas que vienen deEuropa, bien que siempre tan impo-sitivas como francesas. Un poso his-tórico y cultural que dejará suimpronta bien marcada en el CaminoFrancés. Irá cuajando una ruta porJaca, Pamplona, Nájera, Burgos y

Q

Lo primero del Camino

Julio Donlo

PAMPLONA: peregrinos jacobeos en las fiestas de San Fermín. (Foto del Autor)

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León que pode-mos considerarcerrada para elaño 1100. Ciuda-des algunas muyantiguas y otrasde nueva crea-ción, todas ellassedes episcopalesy residencias rea-les. Curiosamente son las capitalesen el siglo XI de los cuatro reinoshispánicos. De tal forma que elcamino jacobeo se puede compren-der en su origen como un erregebidea, un camino real, el lugar devida y de paso de una realeza tanesforzada como próxima. Y estearcaísmo del lenguaje nos pone en lapista de la superposición metafóricaentre camino y vida. El lenguaje, ensu economía, vuelve a llenar las vie-jas palabras de nuevos significados,según un juego bien conocido depolisemias.

Quizá conviniera en nuestrosdías relativizar el Camino, hacer ico-noclastia de sus escenografías, desus monumentos y de sus relatos.Los llamados pomposamente hitosjacobeos, los legados históricos yculturales, los milagros que nuncaexistieron, la proliferación de con-chas por doquier. Quizá todo ello seacircunstancial y resulte anecdótico.Sería mucho mejor seguir la reglafranciscana de la constancia, lapaciencia y por encima de todo eldiscernimiento. Porque el Caminono es sino un espacio de sugestióndonde toma lugar una representaciónglobal del cosmos y de la vida;hecha al calor de cada época y decada persona. Donde el peregrinoavanza hacia lo desconocido mien-tras concibe y desarrolla un progra-ma de supervivencia, de conoci-miento y de acción.

Estaríamos, pues, ante un granteatro de la conciencia donde se des-dobla la realidad y la propia vida.Siguiendo un juego muy antiguo deluces y de sombras en danza perma-nente ante el inmutable foco solar.Un camino heliocéntrico para recre-ar la caverna platónica: la intuición ymetáfora de la condición humana yde nuestra limitada apertura a reali-dades trascendentes. Donde el paisa-je y la conciencia se van dibujando yproyectando mutuamente. Corredoi-ras llaman los gallegos a estos pasa-dizos de ensoñación donde agua,bruma y sol difuminan las sombras ylos sueños.

En nuestros días padecemos ungran distanciamiento entre la reali-dad y su representación. Casi nada escomo nos lo cuentan, el lenguaje seha vuelto puro eufemismo mediáti-co. Ni tampoco es como nos lo pin-tan, un mundo paradisíaco hecho deimágenes convencionales. Curiosafalta de naturalidad de esta sociedadaturdida por audiovisuales que nece-sita convertir todo cuanto toca enalarde técnico y derroche económi-co. Rompiendo de tal forma los mol-des humanos de las cosas que todoacaba resultándonos frío, grande ylejano. Es como si el sol que intenta-mos aprisionar se nos escapara decontinuo y las sombras que nos per-siguen y atemorizan, se fuesenagrandando a cada paso.

En la ruta jacobea cabe buscar

una reintegracióndel mundo, hechoa la medida origi-naria y auténticade la naturaleza, lahumanidad y losdioses. Justamenteallí donde se amal-gaman la cosmolo-gía con la mitolo-

gía, la historia con la leyenda, la fese hace cristianismo, la humanidadconvive con Dios y el Hijo del True-no custodia las puertas de las tinie-blas cósmicas. Convertida al mismotiempo en un reto personal que sehace disciplina y se canaliza en ritoy arcano de una difusa afirmación ybúsqueda. Para culminar en el Pórti-co de la Gloria, convertida en laPorta Coeli de los peregrinos, esdecir, un portal abierto a la renova-ción, la emoción y la esperanza.

Porque el Camino borra todas lasdistancias y todas las contradiccio-nes, uniendo el fuego y el agua, elmonte y el mar, la urbe ciudadana yel pagus rústico, el sol con el abis-mo. En una nueva integración decontrarios que expresa la unidadabsoluta del universo y de la vida.Unidad de contrarios que se totalizaen Dios, tan expresiva cuando sesuperponen los simbolismos delmacho cabrío y de la Cruz, en unmaniqueísmo de vieja tradición his-pana. Porque el Camino, más allá delas distancias físicas tan caras alperegrino, salva una infinita distan-cia mística, entre la tierra y el cielo,la vida y la muerte, la fe y la espe-ranza. Recreando una serie de espa-cios que no son utopías: son lugaresconcretos que a partir de ahora van atener otra emoción, otro sentido, otrasignificación, otra lectura, otraleyenda y otras creencias.

J. D.


Estudios

PAMPLONA: en la ruta jacobea cabe buscar una reintegración del mundo. (Foto del autor)

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n el Equinoccio otoñal del presen-te año 2.006, se cumple el décimo

aniversario del descubrimiento del llama-do �Fenómeno de la Luz Equinoccial� enla hermosa iglesia de este pueblo zamora-no que se alza en la Vía de la Plata. En losEquinoccios de primavera y otoño, a lasocho de la mañana, hora solar, los rayosluminosos que penetran por el óculo abo-cinado que corona el testero de la capillaabsidal, iluminan el capitel figurativo queremata la columna izquierda del arcotriunfal del ábside.

El fenómeno de la luz equinoccialcomo resultado de la posición del astrorey, de la orientación de las basílicas eiglesias, de la incidencia de los rayos sola-res y de la situación de los capiteles, figu-ras o detalles que interesaba destacar, eraalgo perfectamente conocido por losconstructores medievales de edificios reli-giosos. Los conocimientos sobre las rela-ciones entre la luz y las construccionesarquitectónicas, las habían recibido deotras culturas ancestrales. La egipcia prin-cipalmente, que rendía culto solar al diosHorus-Sol con quien identificaban al fara-ón reinante. Los templos dedicados alculto solar orientaban sus puertas al orien-te para que la luz solar penetrase hasta lacámara sagrada e iluminase la estatua deldios. Así ocurría en el templo de Abu-Simbel donde la luz solar de los solsticiosde invierno y verano iluminan la estatuadel faraón Ramsés II haciendo patente laidentificación del faraón reinante con eldios Horus-Sol.

El culto solar pasó de la egipcia a otrasculturas: griega, romana e incluso cristianaprimitiva. Pero el cristianismo no podíaadmitir la deificación del astro solar, meracriatura de Dios. Por eso trató de asimilar ytransformar el culto al sol, transmutandosus símbolos en la Persona de Cristo. Deeste modo, para los primeros cristianos,Cristo era el �Sol Invictus�, la �Luz delMundo�. (�Ego Sum Lux Mundi�).

Pero algunas reminiscencias ycorrientes de pensamiento del culto solarpagano relativas a la relación entre la luz,la arquitectura, la orientación de los tem-plos y la situación de las imágenes pervi-vieron de una manera más o menos sote-rradas. Y es en el Medievo cuando algu-nos gremios de constructores las hacenaflorar, las revitalizan y ponen de moda,aplicando a sus construcciones los conoci-mientos acumulados a lo largo del tiempo,relativos a la luz, la orientación de lostemplos y la arquitectura religiosa.

Hay templos, especialmente románi-cos, en los que la conjunción de estos ele-mentos motiva que en determinados díasdel año solar y en horas concretas del díalos rayos del astro solar incidan sobrerepresentaciones iconográficas muy signi-ficativas, produciendo efectos con espe-cial carga simbólica. Un caso sin-gular, por la difusión mediática y elimpacto turístico que ha tenido, es el quese observa en la iglesia burgalesa de SanJuan de Ortega, en el Camino de Santiago.En los Equinoccios de primavera y otoño,a las cinco de la tarde, hora solar, los rayosdel sol poniente penetran por un ventanale iluminan el bellísimo capitel románicode la Anunciación. María, con las manosvueltas a la Luz, recibe en su vientre laLuz fecundante del Espíritu Santo. Mara-villosa imagen del preciso momento de laEncarnación del Verbo.

Aunque el hecho llevaba siglos pro-duciéndose sin llamar la atención, suconocimiento consciente data de 1.974cuando Jaime Cobreros y Juan PedroMorin pasaban y repasaban el Camino deSantiago preparando un libro sobre elmismo. Hoy día son multitud los turistas yperegrinos que en los Equinoccios acudena San Juan de Ortega a presenciar el�Milagro de la Luz�.

Desde su descubrimiento se ha veni-do asegurando que el suceso de San Juande Ortega �era el único descrito en todo el

arte sagrado occidental� ( Folleto: �SanJuan de Ortega y la Luz Equinoccial�.Ed.Caja de Ahorros Municipal de Bur-gos). Aún en el año 2.003, Jaime Cobrerosaseguraba al referirse a San Juan de Orte-ga: �� dos veces al año sucede un hechoextraordinario que no tiene parangón en elrománico mundial. En ambos Equinoc-cios un rayo de sol se posa, a una horadeterminada sobre un capitel que repre-senta la Anunciación�. Y más reciente-mente, (17/03/06/), la Asociación Galegade Amigos del Camino de Santiago decíaen Internet con respecto a San Juan deOrtega: �Aquí sucede uno de los aconteci-mientos más sorprendentes que podemosencontrar, no sólo en toda la ruta iniciáti-ca, sino en toda la geografía española: unrayo de luz que entra por una de las ven-tanas ilumina un triple capitel que repre-senta el ciclo de la Anunciación ��.

Sin embargo, desde 1996, sabemosque el �Fenómeno de la Luz Equinoccial�no se produce solamente en San Juan deOrtega. Peregrinos y turistas puede obser-varlo también en la pequeña iglesia romá-nica de Santa Marta de Tera, que seencuentra en el Camino de Santiago de laVía de la Plata.

Con ocasión del Equinoccio de estaprimavera pasada, la prensa regional deCastilla y León: �LA VOZ DE BENA-VENTE�, (18/03/06); �EL NORTE DECASTILLA�, (21/03/06) y la ediciónregional de �EL MUNDO�, han publica-do en torno al fenómeno de Santa Martade Tera, abundante literatura periodística,con reportajes en los que abundan nota-bles imprecisiones e inexactitudes quepueden inducir a falsas apreciaciones yerrores en la interpretación de la historia,de las imágenes y de su simbología.. HISTORIA En relación con la historia del descubri-

miento del fenómeno se dice en el�NORTE DE CASTILLA�, y también en� EL MUNDO�, que fue el anterior cura

E

Algunas consideraciones en torno al fenómeno de la luz equinoccial

en la iglesia románica de Santa Marta de Tera (Vía de la Plata)

Angel Panizo Delgado


Estudios

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Estudios

párroco de Santa Marta de Tera, el culto yperspicaz observador D. Julián Acedo Car-bajo (q.e.p.d.) - hombre de gran carismaentre los peregrinos jacobeos- quien trasmuchas observaciones constató que enéste templo, al igual que en el de San Juande Ortega, también se producía el �Fenó-meno de la LuzEquinoccial�,aunque en horasdistintas. EnSanta Marta ocu-rre a las ocho dela mañana, horasolar, con el solnaciente; y en laiglesia burgalesaa las cinco de latarde, hora solar,con el sol ponien-te. No es verdadque le ayudara ensus pesquisas unapresunta e inexis-tente, (al menosnadie la ha vistopublicada), docu-mentación sobreel tema, aportadapor ocasionalesturistas catalanes,como dicen losperiódicos. El hecho era totalmente desco-nocido y nada se había publicado sobre elmismo. Lo que refieren los reporteros espura fantasía periodística. Los aludidosturistas catalanes no eran otros que unmatrimonio pariente del difunto D. Julián,que vive en Tarragona y le visitaban algu-na vez. En una charla informal sobre eltema del Equinoccio, le comentaron queellos habían visto el fenómeno en San Juande Ortega, en cuya iglesia se reúne muchagente para contemplar el suceso, cuando laluz del sol lo permite. Como venimosdiciendo ,el fenómeno fue descubierto porD. Julián en el Equinoccio otoñal de 1.996y veamos como él mismo se lo cuenta alperiodista Javier Pérez de Andrés en unaentrevista que le hace en septiembre del2.004, publicada en el �NORTE DE CAS-TILLA� el 25/09/04. Dice así: �Leí en unlibro lo del rayo de luz en San Juan deOrtega y pensé que aquí podría ocurrir lomismo. Todo coincidía: el románico y elCamino. Después de observar detenida-mente los capiteles en las fechas equinoc-ciales, lo descubrí�.

En un encuentro que tuvimos algún

tiempo después, en ese año de 1996,me contó D. Julián, (q.e.p.d.) sucasual y prodigioso hallazgo. Yohabía visto varias veces lo que ocu-rría en San Juan de Ortega y acogísu noticia con cierta incredulidad.Pero tanto me insistió en la veraci-

dad del hecho que le prometí volver aSanta Marta en el próximo Equinoccioprovisto de máquina fotográfica para cap-tar el fenómeno, si es que se producía, ydejar constancia documental del mismo.

Así fue como en el equinoccio prima-veral de 1997, con una mañana fresca ycielo despejado, me planto ante la puertade la iglesia, esperando a que D Juliánvenga a abrirla. Entramos y tardamos enacostumbrarnos a la silenciosa penumbraque invade el templo. Son las ocho menoscuarto, hora solar. D. Julián me señala elóculo del testero de la capilla absidal y elcapitel de la columna izquierda del arcode triunfo que van a ser los protagonistasdel fenómeno. A medida que corre eltiempo, los rayos luminosos que penetranpor el óculo se van aproximando al capi-tel, que poco a poco acrecienta su lumino-sidad y las figuras talladas se destacan delas sombras del fondo. A las ocho, horasolar, el capitel se destaca esplendorosa-mente iluminado resaltando con nitidezsus detalles iconográficos. Tres únicaspersonas contemplábamos maravilladosla imagen luminosa del capitel en el que

se manifestaba el�Fenómeno de laLuz Equinoccial�:D. Julián, su sobri-na Yolanda y quienesto escribe. Ni quedecir tiene quecapté varias diapo-sitivas desde dife-rentes ángulos, paradejar constanciadocumental gráficadel suceso y de tanexcepcional

momento. Como primi-cia escrita, el hecho fuepublicado por primeravez por mi, el 1 demarzo de 1.998 en el nº50 del �Boletín de laAsociación de Amigosdel Camino de Santiagoen Navarra�.

En años sucesivoshe vuelto a Santa Martapara contemplar y estu-diar el Fenómeno,tomando multitud defotografías en distintosmomentos y desdediversos ángulos. Frutode tales investigaciones

han sido sendos artículos: publicado unoen julio de 1998 en el nº 52 (extra) de larevista �Estafeta Jacobea�, que edita laAsociación de Amigos del Camino deSantiago en Navarra; y otro, en el nºXVIII, (febrero-junio de 2000), de larevista �Ruta Cicloturística del RománicoInternacional�,que edita la �FundaciónCultural Rutas del Románico� de Ponte-vedra.EL CAPITELEl capitel que ilumina la luz equinoccial

es uno de los más interesantes de la igle-sia. Labrado en piedra caliza blanca, quecontrasta con el gris pizarra de los muros,se enmarca en la obra iconográfica de lostalleres de cantería de la catedral compos-telana y de la basílica isidoriana de León,con los que el artista pudo tener algunarelación ya que la construcción era coetá-nea y la relación entre los distintos gre-mios de canteros eran frecuentes. Otrodato que puede avalar esta suposición esque los reyes leoneses de aquella épocafavorecieron mucho al monasterio deSanta Marta de Tera ,al que donaron yconfirmaron muchos bienes y posesiones,

SANTA MARTA DE TERA (ZAMORA): Fenómeno de la Luz Equinoccial. El rayo luminosopenetra por el óculo del ábside. (Foto del Autor)

SANTA MARTA DE TERA (ZAMORA). El capitel efigiado es ilumina-do en todo su esplendor por la Luz Equinoccial. (Foto del Autor)

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que venía disfrutando desde los lejanostiempos del rey D. Fernando I y su esposaDña. Sancha.

La iconografía del capitel es lasiguiente: tiene un fino astrágalo sobre elque apoyan las figuras talladas y unábaco, adornado con ramilletes palmea-dos que forman una especie de guirnalda,un tanto deteriorada.. La cesta presenta auno y otro lado sendos ángeles alados conactitud muy dinámica, que sostienen ensus manos una hermosa mandorla perlada.La cara, manos y alas de los ángeles estánmuy agrietadas y amenazando ruina. La

mandorla es un óvalo perfecto, que aúnconserva en parte de su borde el perladoque tuvo inicialmente. En su interior haylabrada una esbelta figura antropomorfadesnuda, de cuerpo entero, y asexuada.Tiene larga cabellera partida en dos cren-chas que caen por detrás de los hombros yen su estado físico muestra los estragosdel tiempo. Ha perdido parte de la mejillaizquierda, le faltan ambos brazos, y enpiernas y pies se observan notables des-perfectos materiales de la anatomía porfragmentación y pérdida de esquirlas de lapiedra. Por lo demás, la talla de la figuraes delicada.

En un reciente libro publicado porFernando Regueras Grande, cuyo título es�Santa Marta de Tera: Monasterio e Igle-

sia, Abadía y Palacio�, en la página 94, alreferirse a la imagen del capitel dice:�Másinteresantes son dos orificios estigmassobre el empeine de los pies (que porsimetría y diámetro no hay argumentospara pensar que no sean originales). Noconozco ejemplos similares. Las presun-tas llagas transformarían la abstracción dela imagen del alma salvada (identificadatantas veces con la santa astorgana) en unarepresentación simbólica de la resurrec-ción de Cristo, confundido en su carácterandrógino (podría pensarse) con la propiaSanta Marta�.

Nosotros hemos tenido ocasión deestudiar una fotografía ampliada del cita-do capitel, realizada en los tiempos de larestauración de la iglesia por el arquitectoAlejandro Ferrant, que se guarda en el�Institut Amatller dÁrt Hispanic� de Bar-celona. Iluminados con potente foco deluz y usando lupa de gran aumento se veclaramente que tales estigmas no son rea-les ni son simétricos. En primer lugar, enla fotografía, la huella del pie derecho está2 mm. más alta que la del pie izquierdo.El presunto estigma del pie derecho esmás extenso (4mm. de anchura) y superfi-cial que el del pie izquierdo (2 mm. deanchura ). En este pie se aprecia otrapequeña oquedad en el punto del plieguede unión del pie con la tibia. Los presun-tos estigmas tienen escasa profundidad yninguna de las oquedades perfora el pie,como cabría suponer de haber alojado losclavos de la Crucifixión. En ninguno delos dos huecos se aprecia la menor señalde haber sido diseñados intencionada-mente y labrados por herramientas de usoen cantería: cincel, buril, trépano, etc.(Compárense, por ejemplo, los presuntosy toscos estigmas de la imagen de SantaMarta, con las llagas claramente perfila-das y exquisitamente cinceladas, quemuestra la imagen del Pantocrátor de lacatedral de Ciudad Rodrigo, que ilustra elfolleto-catálogo de la ExposiciónKYRIOS de �Las Edades del Hombre�).En el capitel de Santa Marta da la impre-sión de que lo que se ha producido es unapérdida, mayor o menor, de sustanciapétrea, cosa que se observa también en laparte inferior de ambas regiones tibiales.

Por lo dicho, hay que hacer un inau-dito esfuerzo de imaginación para tratarde identificar la imagen labrada en lamandorla del capitel de la iglesia de SantaMarta con el Cuerpo de Cristo en elmomento de su Resurrección.

Pero es que aún hay más. Un detallesustancial y convincente que invalida porcompleto la hipótesis identificatoria quese trata de sustentar sobre bases tan ende-bles. Obsérvese detenidamente la imagende la mandorla. ¿No resulta realmenteinconcebible que al artista, (¡olvidadizoél!), se le haya pasado por alto el cincela-do de la llamativa y sangrante llaga delcostado en una supuesta imagen de CristoResucitado, plenamente desnudo?. Por-que es que ni por asomo se vislumbra enel costado la huella de la lanzada del sol-dado romano Longinos, que nos demues-tre que estamos ante un Cristo Resucitadoy llagado; o ascendiendo a los cielos,como quieren otros.


Estudios

CIUDAD RODRIGO (SALAMANCA): Pan-tocrator de la Puerta de las Cadenas, (s.XIII), relieve en piedra mostrando las llagasde manos y pies cuidadosamente cinceladas.(Imagen tomada del cartel anunciador de laExposición KYRIOS de las �Edades delHombre�.)

SANTA MARTA DE TERA (ZAMORA). Fotoque muestra la parte inferior de la mandorla,donde se aprecian las extremidades de lafigura esculpida en su interior, sin que sevean los orificios de los clavos. (Foto delAutor)

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Mejor no divagar y andar buscandointerpretaciones sofisticadas, cuando lascosas son más sencillas. En la época enque debió ser labrado el capitel ( s. XII-XIII), era frecuente la representación ico-nográfica de la salvación del alma deldifunto, bien mediante una imagen desnu-da que sobre una sábana era elevada a loscielos por dos ángeles, como vemos enmuchos monumentos funerarios de aque-llos siglos; bien mediante un clípeo o unamandorla que los ángeles se encargabande transportar al Paraíso. Ejemplos de ellopodemos verlos en enterramientos de dig-natarios eclesiásticos practicados en losmuros de algunas catedrales, en un capitelde la nave mayor de S. Isidoro de León yen el sarcófago de la Infanta Dña. Sanchade Aragón en Jaca. En el caso de SantaMarta de Tera, en pleno Camino de San-tiago de la Vía de la Plata, todo hace pen-

sar que el alma que los ángeles se llevan alos cielos en la mandorla no es otra que lade la Virgen y Mártir astorgana, titular dela iglesia, cuyas reliquias estuvieron eneste lugar.

Como refutación de una incongruen-cia periodística más, y haciendo honor a laverdad, hay que decir que el capitel notiene ninguna inscripción, por lo queresulta incomprensible que en la páginade �EL MUNDO� se diga que: [En latínse puede leer una inscripción que dice �Yosoy la luz del mundo�].

Como hemos apuntado ya, discutidaha sido la interpretación simbólica de lafigura que se enmarca dentro de la man-dorla.

Algunos afirman que se trata de[Adán, al que insufla vida Dios , como�luz del mundo��] (DIARIO �LAOPINIÓN�, 22/09/04). Esta apreciación

en nada concuerda con el relato del Géne-sis, que en su Cap.2,7 dice:�Modeló YavéDios al hombre de la arcilla y le inspiró enel rostro aliento de vida, y fue así el hom-bre ser animado.� En ningún momento sedice que intervinieran los ángeles en lamodelación y vivificación del ser humano.

Para otros, en el capitel se representa-ría: �� la Resurrección de Cristo y suAscensión a los cielos� , (EL MUNDO,21/03/06). Tesis fácilmente rebatible sinmás que apelar a los textos bíblicos; a laiconografía y al juicio emitido por losespecialistas en historia del arte que hanvisto y estudiado el capitel.

Veamos que dice el Nuevo Testa-mento sobre la Resurrección de Cristo:

San Mateo: (28, 2-7): � sobrevino ungran terremoto, pues un ángel del Señorbajó del cielo y acercándose removió lapiedra del sepulcro y se sentó sobre ella�


Estudios

1.- LEÓN.- Arcosolio en el transepto izquierdo de la catedral. Busto deun alma llevada al cielo, en el sudario, por dos ángeles. (Foto delAutor)2.- LEÓN.- Arcosolio en el transepto derecho de la catedral. Imágende medio cuerpo de un alma llevada al cielo en el sudario, por dosángeles. (Foto del Autor)

3.- SALAMANCA.- Arcosolio en el transepto derecho de la catedralvieja. Imagen de medio cuerpo de un alma llevada al cielo en el suda-rio, por dos ángeles. (Foto del Autor)4.- ORENSE.- Arcosolio en la nave derecha de la catedral. En el vér-tice se observa una figura humana asexuada llevada al cielo por dosángeles. Curiosamente se aprecia que se trata de un obispo, pues, apesar de estar desnudo, lleva la mitra puesta. (Foto del Autor)

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DIVERSAS REPRESENTACIONES DE LA SALVACIÓN DEL ALMA EN LA EDAD MEDIA

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El ángel dirigiéndose a las mujeres, dijo:No temáis vosotras, pues sé que buscáis aJesús el Crucificado. No está aquí, haresucitado según lo había dicho. Venid yver el sitio donde fue puesto. Id luego ydecid a sus discípulos que ha resucitadode entre los muertos y que os precede a

Galilea; allí le veréis�. En términos muysemejantes relatan el hecho los otrosEvangelistas.

No había pues dos ángeles en elmomento de la Resurrección . Ni mostra-ron a Cristo a las santas mujeres dentro deuna mandorla y completamente desnudo.En todas las representaciones escultóricaso pictóricas que he visto de la Resurrec-ción de Cristo, siempre su imagen apare-ce púdicamente cubierta, en todo o enparte, por los pliegues de la Sábana Santao de un manto.

Por otra parte, la Resurrección no fueinmediatamente seguida de la Ascensión alos cielos, como deja traslucir la crónica de�EL MUNDO�. Es sabido que después dela Resurrección Jesús hizo vida terrenaldurante cuarenta días, antes de ascender alos cielos: caminó con los discípulos deEmaús, se apareció varias veces a losapóstoles, comió con ellos y les adoctrinó.

Tomás, que nunca había estado pre-sente en las apariciones del Señor, nocreía lo que le contaban los otros discípu-los y dijo (San Juan, 20, 19-29): �Si noveo en sus manos la señal de los clavos ymeto mi dedo en su lugar y mi mano en sucostado, no creeré�. Pasados ocho díasestaban todos los discípulos y Tomás conellos. � Vino Jesús, cerradas las puertas, y,puesto en medio de ellos dijo: La paz seacon vosotros. Luego dijo a Tomás: alargaacá tu dedo y mira mis manos, y tiende tumano y métela en mi costado; y no seasincrédulo, sino fiel. Respondió Tomás y

dijo: ¡Señor mío y Dios mio! Jesús le dijo:Porque me has visto, has creído; dichososlos que sin ver creyeron� .

Si la imagen del capitel del Tera fueraCristo Resucitado, ¿cómo iba SantoTomás a cumplimentar el mandato delDivino Maestro: � tiende tu mano y méte-la en mi costado�, si no se aprecia lamenor señal de la llaga costal en la escul-tura?

Con respecto a la Ascensión , esto eslo que relatan los textos bíblicos (Lucas,24, 50 �51)): Después de comer �los llevóhasta cerca de Betania, y levantando lasmanos, les bendijo y mientras les bende-cía se alejaba de ellos y era llevado alcielo�.

Los Hechos de los Apóstoles (1, 4-11) narran el episodio de la Ascensión delsiguiente modo: � Y comiendo con ellos,les mandó no apartarse de Jerusalén, sinoesperar la promesa del Padre�Diciendoesto y viéndole ellos, se elevó, y una nubele ocultó a sus ojos. Mientras estabanmirando al cielo fija la vista en El, que seiba, dos varones con hábitos blancos se lespusieron delante y les dijeron: �Varonesgalileos, ¿ qué estáis mirando al cielo?.Ese Jesús que ha sido llevado de entrevosotros al cielo, vendrá así como lehabéis visto ir al cielo. Entonces se vol-vieron del monte llamado Olivete a Jeru-salén ��.

Es evidente, por el testimonio apostó-lico,, que Jesús no subió a los cielos llevadopor dos ángeles dentro de una mandorla.


Estudios

COLEGIATA DE SAN ISIDORO (LEÓN).-Capitel de una columna de la nave mayor. Enél se representa, la salvación de un alma,contenida en una mandorla perlada que por-tan dos ángeles. La mano de Dios, que salede una nube, ayuda a llevársela al cielo. Enalgunos detalles la similitud con el capitel deSanta Marta es evidente. (Foto del Autor).

JACA: Sepulcro de la Infanta Dña. Sancha de Aragón, con la efigie desu alma santa, dentro de la almendra mística, llevada al cielo por dosángeles. (Foto del Autor).

ARCENILLAS DEL VINO (ZAMORA): Tabla delretablo mayor, pintada por Fernando Gallego (s.XV), en que se representa la �Resurrección deCristo�. (Recién robada). (Imágen tomada de laobra �CASTILLA Y LEÓN: Lo que se llevaron deesta tierra�,- G. Santonja). 1.978.

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Estudios

Con respecto a la iconografía, bastanlos argumentos que se han expuesto conanterioridad para invalidar la hipótesisque pretende identificar la imagen repre-sentada en la mandorla del capitel deSanta Marta, con la propia de la Resu-rrección de Cristo y su Ascensión a loscielos.

Es evidente que ni los textos apos-tólicos, ni la iconografía respaldan latesis que se trata de introducir de identi-ficar la figura humana labrada en lamandorla del capitel de la iglesia deSanta Marta de Tera, con la imagen dela Resurrección de Cristo o de su Ascen-sión a los cielos.

Y veamos ahora la opinión de losespecialistas del arte que han visto la igle-sia de Santa Marta y el discutido capitel.

M.Gómez Moreno: en un artículopublicado en el B.S.E.E (Madrid,01/06/08), dice respecto a los capiteles:

�Uno del arco triunfal de la capillarepresenta una mujer desnuda, dentro deaureola, llevada por dos ángeles��

V. Lampérez Romea: en su obra�Historia de la Arquitectura CristianaEspañola en la Edad Media�(Madrid,1908), dice refiriéndose a laiglesia de Santa Marta: �Manifiesta ensus elementos ser obra de los tiempos deesplendor del monasterio� El interiorestá sencilla pero ricamente decorado�con capiteles varios, entre los que sehace notar uno, en el que hay esculpidauna mujer desnuda en una aureola, de laque son tenantes dos ángeles�.

E. Camps Cazorla: en su tratadosobre �El Arte Románico en España�,(Barcelona,1.945), dice lo siguientesobre Santa Marta:��Entre sus capitelesde tipo compostelano y leonés hay variosiconográficos con David, Abraham, losMagos, un alma aureolada, etc.�

G. Ramos de Castro: en su obra �ElArte Románico en la Provincia de Zamo-ra� señala: �Los capiteles de la capillamayor son los más dignos de destacar detodo el templo. Especialmente considera-mos importante el capitel de la izquierdadel arco de triunfo en el que dos ángeles,de acusado movimiento, transportan , enuna mandorla perlada, un alma�.

A. Viñayo: estudioso del románicoen Castilla y León, dice en su obra �LeónRoman�, (Publicada en francés por Ed.Zodiaque en 1982), refiriéndose a SantaMarta de Tera: �Conviene resaltar elcapitel norte del arco de entrada al ábsi-de, que representa un alma, bajo la apa-riencia de una figura humana desnuda enuna mandorla, elevada al cielo por dosángeles, (capitel gemelo de otro de SanIsidoro)�.

L. M. Logendio (O.S.B.) y VV.AA.:en un estudio sobre las �Rutas Románi-cas en Castilla y León/3� (Ed. Encuentr.Madrid, 1996), al hablar de Santa Martade Tera, dicen lo siguiente con respectoal capitel. �Merece destacarse el capiteldel norte del arco toral de la capilla, queefigia un alma, en figura humana desnu-da, dentro de un óvalo, llevada por dosángeles�.

Ricardo Puente: en su folleto �SantaMarta de Tera�, (Ed. Albanega. León,1998), hablando de los capiteles de laiglesia manifiesta:� En el interior destacauno de la capilla central en el que unafigura desnuda es transportada por dosángeles, que el autor ha reflejado en acti-tud extremadamente dinámica. Se hasupuesto que es la Santa titular, perodebe simbolizar un alma justa en sentidogenérico, pues el motivo se repite en uncapitel de San Isidoro de León, si biencon ejecución más tosca�.

J. Cobreros: en su monumental obra�Las Rutas del Románico en España(v.I)�; editado por el Grupo Anaya S.A.(Madrid,2003), al estudiar la iglesia deSanta Marta de Tera y referirse al capitelde la columna izquierda del arco triunfaldel ábside dice lo siguiente: �Destaca elcapitel que representa un alma rodeadade una mandorla subiendo al cielo�. Enla misma página y unos párrafos más

adelante escribe: �Recientemente se hadescrito el hecho de que el sol de prime-ra hora de la mañana que penetra enambos equinoccios por el óculo centraldel ábside, incide sobre el capitel querepresenta un alma (¿Santa Marta?)ascendiendo al cielo. El alma, en sucamino definitivo es iluminada por laverdadera Luz. El alma (desnuda y ase-xuada) va a presentarse ante el juicio deDios. La almendra mística que la rodeala separa ya de este mundo. Sus piestodavía se apoyan en él, pero están des-nudos, libres de cualquier contingenciaterrenal. Los ángeles que la impulsan sonportadores de la confianza en la miseri-cordia divina�.

Podríamos seguir haciendo citas deespecialistas del arte, pero creo que conlas mencionadas hay juicios y valoracio-nes críticas de expertos, más que sufi-cientes, para afirmar rotundamente queen el capitel de Santa Marta de Tera no seefigian la Resurrección y Ascensión deCristo a los cielos, sino la imagen huma-nizada de un alma santa, dentro de unespacio sagrado, que es la mandorla.Cabe pensar con fundamento que el almasanta no sea otra que la propia Virgen yMártir Santa Marta, titular de la iglesia,que en los Equinoccios de primavera yverano tiene su encuentro, desde tiempoinmemorial, con el Señor, con �CristoSol de Justicia� (�EGO SUM LUXMUNDI�), que glorifica de este modo sumartirio.

A.P.D.

ARCENILLAS DEL VINO (ZAMORA): Tabla delretablo mayor, pintada por Fernando Gallego (s.XV), en que se representan las �Dudas de SantoTomás�. (Recién robada). (Imágen tomada de laobra �CASTILLA Y LEÓN: Lo que se llevaron deesta tierra�,- G. Santonja). 1.978.

ARCENILLAS DEL VINO (ZAMORA): Tabla delretablo mayor, pintada por Fernando Gallego (s.XV), en la que se representa la �Ascensión a loscielos�. (Imágen tomada de la obra �CASTILLAY LEÓN: Lo que se llevaron de esta tierra�,- G.Santonja). 1.978.

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unque son poco conocidas por elpúblico, los archivos cuentan

con bibliotecas denominadas en lajerga como �auxiliares�, que contienenfondos bibliográficos a menudo degran valor. El hecho de resultar losarchivos menos transparentes que lasbibliotecas y los museos, provoca quesu acceso sea más limitado, quedandoen muchos casos dentro del ámbito delespecialista : el investigador universi-tario, el erudito local. Desde hace unosaños, la profesión está intentando enri-quecer esta óptica y sin renunciar a supúblico más fiel, desea abrirse a lasociedad, ya que a la postre, los usua-rios que necesitan acceder a los archi-vos son múltiples, desde el ciudadanoque requiere antecedentes de sus ges-tiones administrativas, pasando por losestudiantes de educación primaria ysecundaria, hasta llegar a los jubiladosque desean rellenar su tiempo libre.Los estudios publicados sobre la dina-mización cultural de los archivos enfa-tizan en el documento, pero no deberí-an descuidar la atención a su bibliotecaauxiliar1. En efecto, no pocos libros dedifícil hallazgo en las bibliotecaspúblicas �cuyos fondos son por la fuer-za muy generales y por lo tanto, faltosde especialización- aparecen en lasbibliotecas auxiliares de los archivos.

Estas bibliotecas tienden a especia-lizarse en las ramas más próximas a susfondos documentales, como la Historiay sus ciencias auxiliares (Paleografía,Diplomática, Archivística, Bibliogra-fía, etc.)2. Así por ejemplo, una de lasmejores bibliotecas especializadas entemática navarra y pamplonesa se con-serva en el Archivo Municipal de Pam-

plona. El problema habitual es la igno-rancia de su existencia, ya que los catá-logos de estas bibliotecas auxiliaressuelen estar en los tradicionales fiche-ros, o como mucho, en bases de datosbibliográficas de acceso exclusivo enel propio archivo, muy alejadas de losOPAC de consulta por Internet.

El volumen de estas bibliotecasauxiliares no suele ser grande. A estoafecta el dinero consignado, habitual-mente exiguo para atender todas lasnecesidades de los archiveros. Dineroque además hay que parcelar entre lassuscripciones a revistas y la adquisi-ción de libros. El Archivo HistóricoNacional tiene un fondo aproximadode 30.000 títulos de monografías y unrevistero con 400 títulos. Su presu-

puesto anual, en los mejores tiempos,no supera los 6.000 euros.

Afortunadamente, el enriqueci-miento de las bibliotecas auxiliares delos archivos proviene de otros mediosmás azarosos pero no menos eficaces.Los usuarios de los archivos se com-prometen a donar un ejemplar de aque-llas publicaciones que han utilizado losfondos documentales. Así se haceconstar en los formularios preimpresosque deben rellenar y leer. En la prácti-ca, el cotejo de sus publicaciones conlas obras entregadas demuestra palma-riamente que la mayoría incumple estanorma. Muy pocos investigadoresdonan sus libros para enriquecer labiblioteca auxiliar del archivo, gestoque además agradece el resto de inves-tigadores ya que toda obra regalada escatalogada, puesta a disposición delpúblico y publicitada en los Boletinesde novedades.

Un medio más efectivo es el de losconvenios. La inclusión de fotografíasen libros, catálogos de exposiciones oediciones facsímiles obliga a firmar unconvenio de publicación entre la institu-ción editora y la Administración. Almediar un documento público, los edi-tores se preocupan de su cumplimiento.

Otra manera de rellenar los ana-queles de las bibliotecas auxiliareses la donación, tanto en vida deldonante como a su muerte (legado).En este caso, es la propia voluntadgratuita la que cuenta. Los casos dedepósitos temporales de libros sonraros. Dada la entidad pública de losarchivos, todo ingreso debe quedarconsignado en el libro registro deentrada de fondos. Los libros son

AIgnacio Panizo Santos


Estudios

1 Ramón ALBERCH I FIGUERAS [et al.], Archivos y cultura : manual de dinamización, Gijón : Trea, 2001.2 Paz ALTÉS MELGAR, Laura ESCUDERO LOMAS, �Un instrumento al servicio de la investigación local : la biblioteca auxiliar del archivo

municipal�, La investigación y las fuentes documentales de los archivos, Guadalajara : ANABAD, 1996, t. 2, p. 711-717 ; �La biblioteca auxi-liar del Archivo Municipal de Sevilla�, Cultura en Sevilla, 3, 2002, p. 7 ; José Pablo GALLO LEÓN, María Victoria JÁTIVA MIRALLES, �Labiblioteca auxiliar de un archivo�, Archivamos, 47-48, 2003, p. 44-54.

Una donación de libros jacobeos alArchivo Histórico Nacional

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Estudios

registrados, sellados y catalogados.Los archivos reciben de este modofondos bibliográficos de gran interésbien por su antigüedad, bien por laespecialización que había impreso asu colección el donante, bien por lapersonalidad del donante. Así porejemplo, la biblioteca auxiliar delArchivo General de Navarra integróen su fondo la biblioteca de ArturoCampión3. La del Archivo HistóricoNacional recibió el fondo antiguodel convento de Uclés de la Orden deSantiago, además de donaciones dehistoriadores y archiveros eximios,como Antonio de La Torre, CarmenCrespo o Nicolás Álvarez Solar4.

El 15 de junio de 1972 el ArchivoHistórico Nacional aceptaba la dona-ción hecha por Manuel Sainz de losTerreros y Villacampa de �86 librosreferentes a Órdenes Militares, Maes-tranzas, Genealogía, Heráldica, etc.cuyos títulos y autores se detallan en

relación y se incorporan a la Bibliotecadel Archivo�5. Es necesario acudir alexpediente administrativo para deter-minar el contenido de estas obras. Setrata en la mayoría de los casos delibros, pero también había revistas yunos pocos manuscritos. Se habíanagrupado en torno a temas amplios :�Órdenes Militares, Maestranzas, etc�,�Apóstol Santiago�, �Genealogía yHeráldica�, �Varios�, �Manuscritos�.El más nutrido era el segundo aparado,el jacobeo, con 31 entradas, seguidodel primero, con 29. En el de �Varios�,con 5 referencias, bien se podía habermejorado, ya que el Diario de unaperegrinación también hace referenciaa Santiago. Por último, 3 manuscritoseran de tipo genealógico6.

La familia Sainz de los Terreros esoriginaria de Cantabria, como demues-tran Arturo y Alberto García Carraffa7.El Archivo Histórico Nacional tambiénposee documentación que confirma

este origen santanderino8. Se trata deuna familia bien posicionada social-mente y de educación elitista. El exli-bris R.S.T. debe obedecer a las inicia-les de Ramón Sainz de los Terreros yGómez de Bárcena, ingeniero de cami-nos nacido en 18719. En 1925 recibióel hábito de la Orden de Santiago10,razón por la cual en el escudo del exli-bris figura la cruz de dicha Orden11.Hijos suyos fueron Manuel y Pilar(Sainz de Terreros y Villacampa), quefiguran en el acta de donación de loslibros al Archivo Histórico Nacional.

A continuación se detallan lasobras jacobeas relativas al apartado�Apóstol Santiago�. Las referenciasbibliográficas son muy someras, por loque se han cotejado con repertoriosbibliográficos y los propios ejempla-res. Hay ciertas entradas que se puedenagrupar bajo un mismo título por loque el monto total no llega a esos 31títulos:

" ARCE, Laurent d�, Sur lesroutes de Compostelle. Aprèsla Grande Guerre. Suivid�une lettre sur l�Andorre,Avignon : Aubanel frères,1925.

[Biblioteca 8049

" AZCÁRRAGA Y DE BUS-TAMANTE, José Luis de,Camino de Santiago : pere-grinaje lírico hacia Compos-tela, [s.l.] : [s.n.], 1943.

[Biblioteca 8016

" BARTOLINI, Domingo,Apuntes biográficos de San-tiago Apóstol el Mayor yexposición histórico-crítica yjurídica de su apostolado ytraslación del cuerpo delmismo a España y su recien-

te descubrimiento, Roma :Tipografía Vaticana, 1885.

[Biblioteca 8005

" El Camino de Santiago através de Navarra, Pamplo-na : Diputación Foral deNavarra, 1954.

[Biblioteca F 2778

" CAO MOURE, José, Francoante el Apóstol Santiago,Vigo : P.P.K.D., 1939.

[Biblioteca 18548

" Constituciones para el régi-men y gobierno del HospitalReal de la ciudad de Santia-go, y administración, cuentay razón de sus bienes y ren-tas, Madrid : Imprenta Real,1804.

[Biblioteca 1089. Este ejem-plar no lleva el exlibris carac-terístico de esta donación, porlo que pudiera haberse recibi-do el libro regalado con pos-terioridad y ser consideradoun duplicado.

" [D.E.A.L.], Compendio de lavida, martirio, traslación einvención del glorioso cuer-po de Santiago el Mayor�,Santiago : imprenta de Jaco-bo Souto e hijo, 1858.

[Biblioteca 8046

" Dos discursos en que sedefiende la venida y predica-ción del Apóstol Santiago enEspaña. Sacados de la libre-ría de Juan de Velasco, Con-destable de Castilla�,

Valladolid : Luis Sánchez,1605.

[Biblioteca 1100

" FERNÁNDEZ SÁNCHEZ,José María, FREIREBARREIRO, Francisco,Guía de Santiago y sus alre-dedores, Santiago de Com-postela : imprenta del Semi-nario, 1885.

[Biblioteca 8047

" FERNÁNDEZ DE VELAS-CO, Juan, Dos discursos enque se defiende la venida ypredicación del Apóstol San-tiago en España, Valladolid :Luis Sánchez, 1605

[Biblioteca 1100

3 José Javier LÓPEZ ANTÓN, Arturo Campión, entre la Historia y la cultura, Pamplona : Gobierno de Navarra, 1998, p. 687. ; Juan José MAR-TINENA RUIZ, Guía del Archivo General de Navarra, Pamplona : Gobierno de Navarra, 1997, p. 327.

4 Referencias sobre la biblioteca auxiliar en Luis Miguel de la CRUZ HERRANZ, �La organización de los fondos en el Archivo Histórico Nacio-nal (1866-1989)�, Boletín de la ANABAD, 49, 1996, p. 65-94.

5 Libro registro de entrada de fondos del Archivo Histórico Nacional, lib. 1, fol. 103 r., asiento 784.6 Archivo Histórico Nacional, Secretaría, caja 76, exp. 784.7 Arturo y Alberto GARCÍA CARRAFFA, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, Madrid, 1958, t. 81, p. 122-

129.8 Archivo Histórico Nacional, Fondos Contemporáneos, Ministerio de Hacienda, caja 519, exp. 3729, se trata del expediente de licencia de casa-

miento de Manuel Sainz de los Terreros, oficial de la Administración General de Rentas Estancadas de Santander.9 Su biografía en Arturo y Alberto GARCÍA CARRAFFA, Diccionario, t. 81, p. 126.10 Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, Exp. Moderno 609 ; Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares,

Expedientillos, n. 9313.11 El escudo del apellido aparece en Arturo y Alberto GARCÍA CARRAFFA, Diccionario, t. 81, lám. 6 ; Ampelio Alonso de CADENAS LÓPEZ

[et al.], Blasonario de la consanguinidad ibérica, 1981, Madrid : Hidalguía, 1982, p. 47 ; Vicente de CADENAS Y VICENT, Repertorio de bla-sones de la comunidad hispánica, Madrid : Hidalguía, 1987, t. 4, p. 1541-1542.

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Estudios

" Galicia. Revista gráficamensual, 2ª época, año IV, n.19, julio 1935.

[Biblioteca 18549

" GARCÍA MARTÍ, Victoria-no, La tragedia del caballerode Santiago. Estampas de lavida compostelana, Madrid,Buenos Aires : Renacimien-to, 1930.

[Biblioteca 8044

" LÓPEZ CAMPOS, A., Lostapices goyescos de la Cate-dral Compostelana, Santiagode Compostela : [s.n.], 1935.

[Biblioteca F 2955

" LÓPEZ FERREIRO, Anto-nio, Historia de la SantaA.M. Iglesia de Santiago deCompostela, Santiago deCompostela: [s.n.], 1898-1911, 11 v.

[Biblioteca 4504-4514. Esteejemplar no lleva el exlibriscaracterístico �Factis, nonverbis / R.S.T.� por lo queseguramente existía antes delingreso de 1972, y el ejem-plar donado se consideróduplicado.

" LÓPEZ Y LÓPEZ, Román,Santiago de Compostela.Guía del peregrino y delturista, Santiago de Compos-

tela : El Eco Franciscano,1938, 5ª ed. También contie-ne en el mismo volumen :LÓPEZ Y LÓPEZ, Román,¿Una reliquia del ApóstolSantiago en Inglaterra?,Santiago de Compostela : ElEco Franciscano, 1938.

[Biblioteca 8017

" MILLÁN, Isidoro, A la som-bra del Apóstol. Once siglosde vida compostelana, San-tiago : El Eco Franciscano,1938.

[Biblioteca 7962

" MURGUÍA, Manuel, El arteen Santiago durante el sigloXVIII y notas de artistas queflorecieron en dicha ciudad ycenturia, Madrid : RicardoFe, 1884.

[Biblioteca 8024

" Museo Histórico-Artístico dela Santa Metropolitana Igle-sia Catedral de Santiago deCompostela, [Santiago deCompostela] : tipografía delSeminario, 1930.

[Biblioteca F. 2959

" NICOLAÏ, Alexandre, Mon-sieur Saint-Jacques de Com-postelle, Bordeaux : Feret etfils, Y. Cadoret, 1897.

[Biblioteca 7914

" OSMA, G. J. de, Catálogode azabaches compostela-nos, precedido de apuntessobre los amuletos contra elaojo, las imágenes del após-tol romero y la cofradía delos azabacheros de Santiago,Madrid : E. Maestre, 1916.

[Biblioteca 7913

" REY ALVITE, Jesús, Fiestaspatronales santiaguesas, LaCoruña, Santiago de Com-postela : Roel, La Ibérica,1926-1941, 11 tomos en 5vols.

[Biblioteca 8045

" ROMÁN, Jerónimo, Histo-ria de la iglesia de Santiago,[s.l. : s.n., s.a.]

[Biblioteca 3731

" SÁNCHEZ RIVERA, C., Elmonasterio y templo deSanta María la Real de Sar,único en el mundo por suinclinada construcción, San-tiago de Compostela : tipo-grafía de El Eco de Santiago,1920.

[Biblioteca 8043

" SATRÚSTEGUI, JoséMaría, La puerta de Españaen el Camino de Santiago,Pamplona : Gómez, 1962.

[Biblioteca F 2768

" SUBÍAS GALTER, Juan, ElCamino de Santiago, Barce-lona : Aymá, 1943.

[Biblioteca 1095

" TOLRÁ, Juan José, Justifi-cación histórica-crítica de lavenida del apóstol Santiagoel Mayor a España y de susepulcro en Compostela,contra las pretensiones dealgunos autores modernos,Madrid : viuda de Ibarra,1797.

[Biblioteca 3578

" VIDAL RODRÍGUEZ, M.,El Pórtico de la Gloria de laCatedral de Santiago. Expli-cación arqueológica y doc-trinal ilustrada con cuarentafotografías, Santiago : ElEco Franciscano, 1926.

[Biblioteca 7966

" VILLA-AMIL Y CASTRO,José, Los pertigueros de laiglesia de Santiago, Madrid :Gregorio Hernando, 1883.

[Biblioteca F 2766

12 Biblioteca 7914. Sobre este libro, �Un libro jacobeo para Alfonso XIII y una estampa de Santiago para Cánovas del Castillo�, Estafeta Jacobea,68, octubre 2001, p. 45-48.

13 Biblioteca 8045, dedicatoria de Jesús Rey Alvite.

Este conjunto de obras jacobeas seencuentra en perfecto estado si bien elpapel ácido ha amarilleado su aspecto,conservando la encuadernación edito-rial o bien con una encuadernaciónrígida en tela de color hueso con tejue-los en cuero rojo y cruz de Santiago

sobre la cubierta. También es distingui-ble este fondo por el ex-libris encoladoa la guarda interior. Algunas obras,aunque datan del siglo XX, son apre-ciables por su corta difusión parabibliófilos12 o por su impresión en elextranjero (Francia, Italia). Otras son

interesantes por su antigüedad y hanmerecido su catalogación en el Catálo-go Colectivo del Patrimonio Bibliográ-fico. Además, algún libro lleva dedica-toria13.

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Estudios

a representación del apóstolSantiago el Mayor es el mayor

cúmulo de la iconografía jacobea en laque se suelen integrar escenas de lavida del apóstol, el traslado de sus res-tos por barco desde Jerusalén dondefue decapitado hasta Padrón, el sepul-cro y su descubrimiento; también haymilagros atribuidos a su intercesión,los narrados por el Códice Calixtino,o por santos protectores del Caminocomo es el caso de San Veremundo,Santo Domingo de la Calzada o SanJuan de Ortega; otro grupo estilísticoes el de la relación pilarista de tantatradición en España de la aparición dela Virgen en vida a un apóstol cansadode predicar en Hispania y que a orillasdel Ebro en Cesaraugusta, recibe áni-mos de la madre del Salvador; existentambién motivos evangélicos en losque hay personajes que cuentan atri-butos peregrinos como podemos verpor ejemplo, en el claustro románicode la catedral tudelana en el que loscaminantes de Emaús tienen aparien-cia de peregrinos; también entra enesta representación tipificada comojacobea, la difusión de leyendas quecomo las carolingias podemos ver a lolargo de la ruta, por ejemplo la escenade la lucha entre Roldán, el príncipecristiano y Ferragut el gigante de lacausa sarracena que podemos ver enEstella, Villamayor de Monjardín oNájera. Es un sinfín de motivos quetienen en común referirse al apóstolSantiago el Mayor, a la peregrinaciónque siguió a la invención de su cuerpoen el Finis Térreae y a cuantas perso-nas se han relacionado con ella. Pam-plona, ciudad del Camino tiene algu-nas representaciones iconográficasjacobeas de interés.

A Santiago se le representacomo apóstol, como peregrino ocomo protector de la fe o caballe-

ro. A veces tiene atributos de másde una cualidad.

A los apóstoles se les pone como atodos los santos un objeto que los iden-tifica, tal es el caso de las llaves en SanPedro o primado de los apóstoles, o elsigno del martirio como la cruz en aspaen San Andrés, su hermano. A SanJuan apóstol y evangelista, hermano deSantiago el Mayor se le representa sinbarba en alusión a su juventud. Las dosparejas de hermanos, Pedro y Andrés,Santiago y Juan, componían unapequeña empresa de pescadores, pro-bablemente con embarcación propiapara faenar por el lago Tiberiades. Alresponder a la llamada de Cristo, for-maron los cuatro su círculo íntimo pre-sente en momentos clave de su predi-cación como la Transfiguración en elmonte Tabor o la oración en el de losOlivos. A Santiago y a Juan se lesllama en el Evangelio, Bonaerges o losHijos del Trueno, en alusión a su carác-

ter impetuoso. Carácter quizá heredadoy del que participaba su madre, MaríaSalomé, con la osadía capaz de pedir aCristo para sus hijos los puestos deizquierda y derecha del trono celestial.Esta personalidad tan �lanzada� expli-ca que en la dispersión apostólica fueraSantiago el Mayor quien viniera alFinis Terrae, al extremo occidental dela tierra conocida en los tiempos impe-riales de Augusto, y también que furael primero de los apóstoles en dar suvida por el Maestro en el año 44 denuestra era. Todos los apóstoles suelentener como elemento común iconográ-fico un libro con el que se expresa sulabor de difusión del libro cristiano porexcelencia, el Evangelio.

En la fachada del convento de San-tiago de los Dominicos labrada en elsiglo XVIII hay en hornacina una ima-gen en piedra de Santiago apóstol conlibro, que además tiene bordón o bas-tón de peregrino, en este caso de hie-rro. Es la imagen que preside la porta-da y con ella la plaza de su nombre,flanqueado por Santo Tomás de Aqui-no y San Vicente Ferrer. El claustrorenacentista de la iglesia tiene quizá lamejor imagen pamplonesa de Santiagoperegrino, obra de fray Juan de Beau-ves, coautor con Pierres Picart del reta-blo. La imagen policromada muestracon el libro apostólico, un conjunto deatributos que podemos ver en la repre-sentación de Santiago peregrino.

Calza sandalias, viste túnicacorta, con esclavina o capa ornadacon conchas, llamadas tambiénveneras, visibles también en el som-breo propio también de viandantes.El bordón o bastón tan propio decaminantes está coronado por unacalabaza que les sirve para tomaragua y líquidos y que resulta mane-jable debido a su poco peso. Elzurrón o escarcela, antecesor de la

LJesús Tanco Lerga

Imagen de Santiago en el retablo de la capilladel Museo de Navarra. (Foto del Autor)

Rasgos jacobeos en torno a Pamplona.La figura de Santiago y otras manifestaciones culturales

3. ESTUDIOS.06 12/11/06 20:06 Página 69

mochila se encuentra en lugar visibleaunque lateral y semioculto entretúnica y capa. Es imagen muy vene-rada en un templo que acoge en lastres fiestas principales del apóstol: el25 de julio del martirio, el 30 dediciembre de la traslación y el 23 demayo de la aparición a los amigosdel Camino de Santiago que se dancita en él.

Esta iglesia-convento de los Predi-cadores tiene una singular representa-ción de Santiago niño en el círculofamiliar del Niño Jesús. Es la granfamilia o la sagrada Parentela queabarca más que la sagrada Familiacompuesta por Jesús, María y José. Enel altar dedicado desde 1734 a la Vir-gen de la Nieva y antes a la Virgen delRosario que tanta devoción tiene en lostemplos de la orden que ha extendidola devoción de las cincuenta avemaríaspor todo el mundo. La fecha es la derenovación del mobiliario religioso porla explosión un año antes del molinode la pólvora o polvorín que causótambién el estrago en las vidrierascatedralicias. Pues bien , esta capilla dela Nieva del siglo XVI tiene un altorre-lieve con una escena enternecedora dela Virgen y el Niño sedente, con SanJosé en segundo plano como suele,rodeado de los abuelos Joaquín y Ana,de lo que podríamos llamar el círculoíntimo de la familia de Nazaret entre elque se encuentra María Salomé con susdos hijos Santiago niño y San Juanicoo Juanito como se llama en plan casti-zo al joven apóstol y evangelista. Lafigura de Santiago está presentadacomo niño peregrino con bordón enactitud de andar y calabaza a su alturaque ofrece a un peregrino adulto, som-brero de cinta a la espalda y pies sinropaje y en actitud de andar.

La iglesia cuenta en su retabloprincipal de hacia 1570 obra de PierresPicart y fray Juan de Beauves la repre-sentación en dos cuadros del milagrosantiaguista que el Códice Calixtinositúa en Pamplona. El ermitaño escul-tor fray Juan logra narrar en dos esce-nas el caso de la familia peregrina delnorte que prefiere un mesón particulara la utilización de hospital común yque la desgracia se ceba con ellos almorir la madre, ser exprimidos econó-micamente por el posadero y haberperdido por robo el burro que les servía

de apoyo en el viaje. A pesar de elloreemprende el viaje a pie con la fortu-na de que un labriego compasivo lesofrece un jumento para hacer máscómo el viaje del padre y los hijos. Alllegar a Compostela el mismo labriego,que no era otro que el apóstol, les da aentender que en Pamplona el mesoneroha muerto de accidente por su conduc-ta y que recuperarán el borrico que tra-ían desde su casa.

Aún cuenta Santiago de los Domi-nicos, o iglesia de Santo Domingo, conotra pieza de valor que representa enlienzo anónimo de grandes proporcio-nes, situado encima del acceso a lacapilla de diario en el templo y cercadel órgano precioso y útil. Es obra delsiglo XVII, de Santiago peregrino quesaluda desde sitio tan prominente a losfieles que acuden al templo de su advo-cación, el más importante de los de lacapital navarra en cuanto a iconografíajacobea.

La catedral pamplonesa cuenta conrepresentaciones jacobeas singulares,como por ejemplo, una imagen-bustodel apóstol en la reja �más que verja-del crucero, con línea original, segúnproyecto de Guillermo Erbenat de1517. En la sillería del coro del presbi-terio adonde se trasladó del centro deltemplo, hay un asiento consignado aSantiago el Mayor; es uno de los 56que continúan después de que el dete-rioro del paso del tiempo haya elimina-do varias decenas; se deben al maestro

tallador Esteban de Obray que realizóla obra en 1540; Santiago se encuentraen actitud caminante con atuendosperegrinos y rasgos de decidido após-tol. Entre los apostolados que seencuentran en el recinto, cabe destacarel contenido en una vidriera de la capi-lla del obispo Barbazán a la que seaccede por el Claustro, donde seencuentra Santiago el Mayor con atri-butos que lo identifican; también exis-te en la misma capilla una vidriera consantos relacionados con Navarra, en laque se encuentra San Veremundo, abadde Irache del siglo XI y protectorentonces, patrono ahora de los peregri-nos a Santiago. En el retablo de Capa-rroso, del 1500, corona uno de losextremos otra efigie suya. De estiloposterior con tintes más barrocos, en elretablo de Santa Catalina, santa titularde la cofradía con vida desde los siglosXIV al XIX, hay un Santiago caballe-ro, dentro del conjunto realizado porJosé Munárriz en 1687.

La presentación de Santiago caba-llero en ánimo de lid tiene una inten-ción de hacerlo protector de la fe. Sesuele ambientar en la lucha contra lamorisma de la Reconquista y sueleestar acompañado por figuras bajo laspatas del caballo de guerreros musul-manes, por eso se le denomina tam-bién, Santiago Matamoros. Bien esverdad que durante la Reconquista fueimplorado como paladín de la causacristiana, sobre todo pensando en elpapel que se le atribuye de haber con-tribuido de modo milagroso al desenla-ce de la batalla de Clavijo. Sin embar-go, no es el único santo que tiene estepapel, porque San Millán, a veces con-siderado también patrono de Castilla ode España, monta a caballo y con espa-da alzada, mantiene una postura com-bativa. El propio San Isidoro de Sevi-lla, a pesar de su destacado papel inte-lectual visible en la extensa, variada yculta obra, adopta ese papel de santacaballero en algún lugar como Leóndonde se le venera. El arcángel SanMiguel, caudillo de los ángeles fieles,es figura de invocación constante antehechos guerreros, blandiendo la espadaa diestro y siniestro. Carácter similarsuele atribuirse a San Jorge aunque conribetes más caballerescos, en este des-file de advocaciones ante los peligrosde la guerra. Las cruces de la Victoria


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Imagen de Santiago en el pórtico de la iglesiade San Saturnino de Pamplona. (Foto delAutor)

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o las imágenes de las vírgenes de lasBatallas, forman parte de esa hagiogra-fía especializada, sin perder de vistaque en estos trances en los que la vidaestaba en juego, las necesidades deponerse en manos divinas era una aspi-ración llena de sentido. Santiago pro-tector de la fe, de la Espada, Matamo-ros, ecuestre, caballero o como quierallamarse, es un tipo de representacióniconográfica común donde perduramemoria bélica, especialmente en losespacios cristianos de la Reconquista.

Respecto a los enemigos de la fe ocontrarios en el orden de batalla, larepresentación artística no sólo hacereferencia a los moros, sino que encon-tramos ingleses, protestantes, e inclusoespañoles. Depende de quiénes ydónde imploraran el favor del apóstolfuerte y guerrero.

La representación del apóstolperegrino se puede ver en sitios curio-sos y muy cruciales como es el casodel báculo del busto-relicario de SanFermín que preside la capilla de sunombre en la parroquia de San Loren-zo. El báculo, signo episcopal, bastónque simula el apoyo que todo sucesorde los apóstoles suele tener alusionesa símbolos relativos al obispo de quese trate o a la comunidad que presida.El báculo de este primer obispo pam-plonés, obra del platero olitense delsiglo XVI Hernando de Oñate, tieneun templete que de lejos parecerefuerzo de empuñadura, de formahexagonal ;en cada una de las carasuna figura con hornacina-dosel enforma de concha venera. Santiago elMayor ocupa una, y el resto son deotros santos como Pablo, Bartolomé,Andrés, Simón y Santiago el Menor oAlfeo. Este homónimo del Santiagopatrono de los peregrinos, fue obispode Jerusalén y autor de epístolas �car-tas- que forman parte del Nuevo Tes-tamento. En el círculo apostólico sue-len repetirse nombres como Simón,Judas o Santiago.

El nombre de Santiago responde auna contracción entre Sant y Yago, quea su vez deriva de Jacob, nombre tanfamiliar en la Biblia, con variante enJacobo., que a su vez admite femenino,como en el nombre de quien lo dio alpasadizo de la Jacoba, entre plaza delCastillo y Pozoblanco. Diego convariantes como , d¨Yago, tiene idéntico

origen. Jaime es también nombre idén-tico a Santiago, y aunque se ha mante-nido más su vigencia en las zonas cos-tero-levantinas y de la Corona de Ara-gón, hay abundantes referencias enNavarra a la forma Jaime para referir-nos a Santiago.

Por ejemplo la cofradía dedicada alapóstol radicada en la parroquia de SanSaturnino, al igual que la de Tudela y aveces la de Olite y otros lugares, se lellama cofradía de San Jaime. Es SanCernin o Saturnino, lugar de presenciade peregrinos que pueden admirar ico-nografía de Santiago como la figuraexterior que con el titular de la iglesiaflanquean el acceso principal. La ima-gen, mejor, la réplica nos hace ver unSantiago peregrino y un bulto que hasido confundido a veces por estar des-figurado con un perro, que no es otroque un peregrino arrodillado o en acti-tud de veneración hacia el apóstol. Esde piedra, de buenas proporciones, ubi-cado el original en el templo y el dupli-cado fuera de la iglesia.

En el retablo mayor de San Satur-nino, obra de Florentino Istúriz de1907, calificado por los especialistascomo �historicista�, vemos un Santia-go el Mayor que junto a su hermanoJuan evangelista, San Fermín y SanHonesto, acompañan la imagen centraldel titular del templo y patrono dePamplona. En menor dimensión, laimagen se calca en un apostolado de

zócalo que se encuentra en el retablo,lógicamente sustituto de otro anterior.

La iglesia que como sabemos teníaen su ámbito cofradía encomendada aSanta Catalina para cuidar peregrinos,dispone de una cruz procesional deplata sobre alma de madera, del sigloXVI muy rica en el programa artísticoque contiene. En el templete que sirvede base podemos ver a Santa Catalina,Santo Tomás apóstol y a Santiago elMayor. Una figura graciosa y exponen-te de la estupenda pieza de orfebrería,con un motivo jacobeo.

En el espacio que ocupó el claustrorománico de esta iglesia, la Virgencuenta con capilla barroca ricamentedotada .Aunque está clara la proceden-cia de la patrona de Pamplona, la Vir-gen del Camino, de la ermita delmismo nombre de la ciudad de Alfaro,tan próxima a Navarra, y en 1487,según reza la leyenda sobre la vigadonde se posó la imagen, se tiene comoimagen intercesora de los peregrinos.La advocación se repite alguna vez enla ruta y especial relieve tiene la ima-gen �una Piedad- que en el santuario ymunicipio de la Virgen del Camino deLeón, a pie de camino, es visitada porlos romeros a Santiago.

En los escudos heráldicos de lina-jes que exhiben casas nobiliarias oantiguas hay también motivos jacobe-os. El blasón de los Gaínza de variasramas, en las pamplonesas calles deEstafeta nº 20 , Mayor,51 Navarrería, 5y San Antón, 12, luce triple motivo deveneras, las conchas distintivas delperegrino. También hay veneras en elescudo de las casas de la plaza del Cas-tillo, nº 2, San Antón, 61 , Carmen 33,Zapatería 46.

Santiago tiene parroquia en laChantrea, calle Lumbier, de cortearquitectónico atrevido y aire poscon-ciliar, donde se le rinde culto y veneraen sus fiestas.

También la Virgen del Pilar danombre a templo parroquial en elbarrio y antes de 1953, concejo de lacendea de Cizur, de Echavacoiz. Latradición une inseparablemente las dosdevociones que surgieron en la Hispa-nia romana, a orillas del Ibero, nuestroactual Ebro, al que el pamplonés Arga,con los también jacobeos caudales delEga estellés y el Aragón sangüesino, lohacen varón, según el popular dicho.

Santiago Apóstol, de la iglesia de San Fran-cisco Javier, Pamplona. (Foto del Autor)

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MANIFESTACIONES CULTURALESBuen punto de partida para las leyen-das y reflejo literario de la peregrina-ción y Camino de Santiago, es el mila-gro contado en el Codex Calixtinus yque tiene a Pamplona como escenario.Es el sexto de los milagros de un totalde veintidós que son recogidos en elsegundo de los libros que compone elCódice. Actualizando el lenguaje lati-no inteligible hoy, lo narra de estamanera:

�En el año 1100 después de laEncarnación del Señor, bajo el princi-pado del conde Guillermo de Poitou,siendo rey de los francos Luis, unaterrible peste arrasó el pueblo de Poi-tou, de tal manera que se enterrabanfamilias enteras en los sepulcros. Uncaballero de la región, asustado por lamortandad y procurando librarse de laepidemia, decidió ir en peregrinación aSantiago por las tierras de España. Consu mujer y sus dos hijos que montabanen su yegua, llegó a Pamplona . Allímurió su esposa y su injusto hospederose quedó con todo lo que habían traído.Desconsolado por la desdicha, sindinero ni caballería en la que llevaba alos hijos, les tomó de la mano y conti-nuó con mucho esfuerzo el camino.Cuando se encontraba muy preocupa-do con su situación, se encontró con unhombre de elegante porte que iba conun buen burro. Compadecido de todolo que le contó, el hombre, en vista dela desgracia del peregrino, le comentó:-Viendo tus grandes angustias, te pres-to el burro que llevará a tus hijos hastala ciudad de Compostela, en la cual yovivo, y allí me lo devuelves. Aceptó elpadre la propuesta y subió al jumento alos hijos, y así llegó hasta el sepulcrode Santiago.

Cuando oraba de noche el peregri-no en un rincón de la catedral, se leapareció el glorioso Apóstol conradiante vestimenta y le dijo: - ¿No meconoces? Le respondió que no y siguióel aparecido:-Yo soy el apóstol de Cris-to que en la región de Pamplona te dejéel asno en momentos de desesperación.Ahora vete con él también hasta quellegues a tu casa, y el malvado meso-nero pamplonés que te dejó sin nada,se caerá de su asiento tendrá un malgolpe. Te lo comunico como tambiénel que todos hospederos malos que sepongan en mi camino y que despojan

los bienes de sus huéspedes vivos omuertos, que deben darse a las iglesiaso a los necesitados en recuerdo de losdifuntos, se condenarán para siempre.

Cuando el peregrino intentó besarlos pies de quien esto hablaba, elvenerado Apóstol desapareció. Des-pués confortado por la visión, salió alamanecer de Compostela con losniños y el burro. Cuando llegó a Pam-plona de regreso, se encontró con queel mesonero había muerto con roturade cuello al caerse de su silla, como lehabía anunciado el Apóstol. Cuandollegó a su país y terminaron el viaje,nada más bajarse los hijos del burro,éste desapareció.

Los que le oyeron contar lo suce-dido se admiraron sobremanera delprodigio y dijeron que bien podíahaber sido un asno verdadero o unángel en figura de asno, que el señorayuda de esa manera a los que confíanen él. Eso fue lo que pasó y es muyadmirable. Con este milagro sedemuestra que todos los mesonerosmalvados se condenan eternamentepor robar o quitar injustamente a quie-nes alojan estén vivos o muertos, delas limosnas que deben entregarse alos templos y a los necesitados enrecuerdo de los muertos. Que por losméritos de Santiago, se aparte la con-denación de todos los fieles creyentes.Por Jesucristo nuestro Señor con elPadre y el Espíritu Santo, reina por lossiglos de los siglos, amén�.

En el libro IV se cuenta la vida deCarlomagno a quien se vincula envarios planos con la peregrinación aSantiago. Narra el autor en él la leyen-da de la toma de Pamplona por elemperador :

�...Cercó Pamplona durante tresmeses pero no pudo tomarla. Susmuros eran inexpugnables. Para lograrla victoria, hizo oración a Dios y a San-tiago y los muros quedaron resquebra-jados y cayeron ...� Hubo musulmanesque se bautizaron y siguieron con viday los otros que no lo hicieron, murierona golpe de espada.

Continuó Carlomagno su expedi-ción hispánica y cuando regresaba, sepone al frente de su ejército, cerca dePamplona para derrotar al rey africanoAigolando, quien al principio pide per-dón y muestra el deseo de ser bautiza-do. No es así y discute con Carlomag-no que acaba matándolo. Entre las per-sonas derrotadas se encuentra el reynavarro Furre a quien el autor del librole hace residir en Monjardín dondemuere a manos francas. También esvencido el gigante Ferragut en Nájeradonde, al igual que en Estella y Villa-mayor de Monjardín, hay representa-ción de estas leyendas carolingias.

Una de estas leyendas que derivadel libro cuarto de Turpín hace referen-cia a la batalla de Acella que el autorsitúa en el solar de este poblado anti-guo, entre Pamplona y Cizur. Se aco-meten en torneo veinte caballeros deCarlomagno con otros tantos de Aigo-lando. Luego son doblados los caballe-ros y después, cien de cada bando, consuerte adversa en esta ocasión para loscristianos que habían dudado de la vic-toria. Llega esta en la serie de doscien-tos contra doscientos y mil contra mil.Intenta su bautismo que se frustra alcontemplar a los obispos carolingiosmalvestidos. En la batalla decisiva,mueren cien mil moros inundando desangre los contornos de Pamplona.

Es la Chanson de Roland piezamaestra de la épica francesa en el ama-necer de la lengua romance gala, dondese recoge el episodio de la batalla deRoncesvalles tras la humillación a lospamploneses del ejército carolingio.Este poema histórico-legendario hadado pie a muchos de su género.

Una de las piezas literarias másimportantes con referencia a Pamplona


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Busto de Santiago Peregrino en una reja de laCatedral de Pamplona. (Foto de A. Panizo)

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medieval es el poema de � La guerracivil de Pamplona �escrito por el trova-dor de Toulouse (Tolosa) de Francia,Guillermo de Anelier, que narra la des-trucción de la Navarrería en 1276 porlos demás burgos rivales en una guerraapoyada por tropas ajenas. Es poemade época escrito en lengua provenzalque conocerían muchos de los habitan-tes de los burgos de francos pamplone-ses a finales del siglo XIII y plasmadoen un pergamino perteneciente a laabadía de Fitero, ahora en la biblio-teca de la Academia de la Historia,descubierto por el secretario delayuntamento de Pamplona, PabloIlarregui, que lo publicó en 1847. Sepueden leer versos como éstos:

�...Y el burgo de San Cernin,que Dios guarde y salve/ y la Nava-rrería que se quería mal con él/ Y elrey, padre de éste (Navarrería), fuetan desconcertante/ que hizo unbarrio donde había un prado/ enci-ma de Santa Cecilia, y muy cercadel portal/ Y los que lo poblaronfueron mal portados/ porque hicie-ron sus casas en terrenos de losotros/ porque eso era del burgo y desus pobladores/ y lo otro del cemen-terio de enterramientos del hospital/que se encuentra delante de SanCernin, cerca de la Catedral/ y nosirve un botón después de diezmar-lo/ y todavía mucho peor, fue unaequivocación/ vi que se un torregrande donde se vendía la sal/ eraalta, fuerte y rectilínea en la quetuvo el cuartel/ y el rey Sancho (VIel Sabio), su hijo/ que vio el desastre /la violencia desatada dictó una ley/que mandaba destruir y eso molestó amuchos/ y fue derribada la torre porquien no la quería/ y el rey dio la pie-dra a los del burgo y a todas las gen-tes/ que hicieron con ella murallas,puerta y torre...�

Después de Sancho el Fuerte,muerto en 1234, obtiene la corona susobrino Teobaldo de Champagne queinaugura la dinastía de tal y nuevo esti-lo de gobierno con una corte más cultay volcada hacia el esplendor, la músi-ca, la jardinería y el ornato. Los trova-dores van a estar en la corte e, incluso,el propio rey Teobaldo I, será despuésrey trovador con piezas de pastorelas,canciones de amor, baladas,etc.

Dos trovadores más hacen alusión

a Pamplona en sus canciones, según elestudio del padre Ignacio Elizalde ensu estudio de Navarra en la Literatura:Arnaut Daniel de finales del XII yPeire et Gilhem, del siglo XIII quecanta también la destrucción de Pam-plona en la guerra de la Navarrería. Delprimero de ellos es un bonito poema deamor que cita también viajes de pere-grinación:

�Ninguna rama en flor, con capu-llos recién salidos, a la que hacen mover

los pájaros, con sus picos es más fresca.Por eso no quiero tener sin ella, a Romani a todo Jerusalén; pero completamen-te fiel, las manos juntas a ella me entre-go, porque amarla sería honra del deDouvres o aquél de quien son Estella yPamplona (Sancho VI el Sabio)�

Un trovador peregrino, Cristian deBisvert, natural de la ciudad francesade Troyes, al parecer con sangre real,muere al filo de finales del siglo XII enel hospital de Roncesvalles. Como eracostumbre en estos casos, el hospital sehizo cargo de sus pertenencias y entresus ropas se encontraron los poemasrelativos a su peregrinación que fuerondados a conocer por el prior. Compo-nen la que se ha venido en llamar �Lacanción de los peregrinos� y entre las

estrofas traducidas por José Mª (Irabu-ru) Luzaide está la que sigue:

�Entre Pamplona y Ponte Regina,fuimos contentos después de salir delas montañas, a los campos abiertos,volviendo a ver el viñedo, y tierras delabranza, dimos gracias a Jesucristo, yle cantamos alabanzas�

Los hidalgos navarros, temiendoausencias notables, logran que el FueroGeneral recoja costumbres de sus ante-pasados, los fueros locales, privilegios

de la nobleza y lo que la coronadebía observar para ganarse el respe-to y adhesión de súbditos y vasallos.El Fuero General recoge párrafosrelativos a peregrinos.

� Le debe valer o ser libre, loque compra el romero que traiga alpescuezo esportilla y bordón ...� (Lib. III. Título XII, cap. 2). Ningúninfanzón que va en romería debe sergravado hasta que vuelva. Si va aSan Jaime de estar seguro un mes; sia Rocamador, quince días; a Roma,tres meses; a allende el mar, un año;a Jerusalén, un año y undía...�(Idem. Título XV, cap. 27). Enel título VI del libro V se hace refe-rencia a las penas de quien robare aperegrino o romero en el caminofrancés. Se indica que si el romerofuera quebrantado a la noche o a lamañana, por un hombre que no essabido, vayan al lugar del robo juntoal alcalde del rey y dos o tres com-pañeros y denuncie el robo. Siencontrasen a los culpables, lléven-les al rey y estén en la justicia del

rey.En el capítulo IV del mismo libro

se indica expresamente cuál debe ser elprocedimiento ante un robo en el inte-rior de un alojamiento:

�Si algún peregrino, romero o mer-cader es albergado en alguna casa ypierde sus pertenencias, y dice almesonero, a su mujer, a los hijos o a lashijas, tienes lo mío, y si lo niega y diceque no, debe jurar y salvarse por bata-lla, y si es vencido rinda el hurto y tresveces más al señor de las pertenencias,y pagará 60 sueldos al rey, por el hurto,de los que 20 deben ser para el alcal-de...�

El Fuero General redactado enromance navarro es una joya lingüísticapor la riqueza filológica en la que haypalabras vascas explicadas para ser

Imagen de Santiago Peregrino en la fachada del Con-vento de los Dominicos, cuya iglesia está dedicada aSto. Domingo y Santiago. (Foto de A. Panizo)

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mejor comprendidas, muchas reminis-cencias del latín culto, algunas de losromances emancipados de Castilla oFrancia, etc.

Tiene en cuenta el riesgo de losperegrinos que pone de manifiesto elromance de Gaiferosde Mormaltán:

¿A dónde irá aquél peregrino,Mi romero, adónde irá?Camino de Compostela,No sé si llegará.

La decisión del peregrino es funda-

mental para acometer la andadura yculminar. Antonio Machado adviertede ello en sus coplas elegíacas:

...�Ay del noble peregrino, que separa a meditar, después el largo cami-no, en el horror de llegar...�

En el capítulo literario, un apuntedel poeta Garcilaso de la Vega que eldía de San Martín -11-XI- de 1523 fuearmado caballero de la Orden de San-tiago en la iglesia de San Agustín, anti-guo convento de los Agustinos calza-

dos, donde hubo cofradías desde elsiglo XIV como las silleros y corche-ros. Los caballeros de la Orden de San-tiago más dados a la espada que al bor-dón, tienen en el hijo del Zebedeo supatrono. Garcilaso tuvo como padrinoa don Pedro de Toledo en una ceremo-nia de compromiso con la defensa delos valores de la fe, del honor y lapatria.

J. T. L.

BURLADA

Aquí el Arga hace un gesto deabrazo y de frontera:Entre Egüés y Pamplonaescribes tu llanura,Tu voz residencial de enjám-brica bordura, Sellando en tu solapa la florde una bandera.

Buruslata y Bruslada en turaíz primera.Cinco flores de lis de orques-tal sembraduraAroman las cadenas queguardan tu cinturaY evocan tu palacio y episco-pal lumbrera.

Vas y vienes cantando tu atrilde Roncesvalles,En tus puentes se graba elpaso jacobeoque en Compostela se haceglorioso campanario.

Con musical silencio paseapor tus callesDon Hilarión Eslava su cunay mausoleo.Y la Asunción levanta tu hori-zontal sudario.

Angel Urrutia

BENDICIÓN DE PEREGRINOS(Roncesvalles)

Oración: Oh Dios, que sacas-te a tu siervo Abrahán de laciudad de Ur de los caldeos,guardándolo en todas susperegrinaciones, y que fuisteel guía del pueblo hebreo através del desierto; te pedi-mos que te dignes guardar aestos siervos tuyos que, poramor de tu nombre, peregri-nan a Compostela. Se paraellos compañero en la mar-cha, guía en las encrucijadas,aliento en el cansancio,defensa en los peligros,albergue en el camino, som-bra en el calor, luz en la oscu-ridad, consuelo en sus desa-lientos y firmeza en sus pro-pósitos para que, por tu guía,lleguen incólumes al términode su camino y, enriquecidosde gracias y virtudes, vuelvanilesos a sus casas, llenos desaludable y perenne alegría.Por Cristo Nuestro Señor,Amén.

Que el Señor dirija vuestrospasos con su beneplácito yque sea vuestro compañeroinseparable a lo largo delCamino. Amén.Que la Virgen, Santa Maríade Roncesvalles, os dispensesu maternal protección, osdefienda en los peligros delalma y del cuerpo, y bajo sumanto merezcáis llegar incó-lumes al final de vuestraperegrinación. Amén.Que el arcángel San Rafaelos acompañe a lo largo delcamino como acompañó aTobías; y aparte de vosotrostoda incomodidad y contra-riedad. Amén.

CAMINO DE COMPOSTELA

ICamino de Compostelava mi romero,con su sayo de esclavina,bolsa de cuero,el bordón, la calabazavieira y sombrero.El corazón se alborozadentro del pecho,por ver muy pronto a Santiago,Hijo del Trueno,de las milicias de Cristogran caballero.

IICamino de Compostelava mi romero,cruzando montes y llanos,bosques y yermos;sobre su frente acumulasoles y hielos,

hambre, sed y mil fatigas,lluvias y vientos.�Dímelo, mi buen anciano,dímelo luego;me dirijo a Compostela¿hállase lejos?� Y el buen anciano responde:�Sigue el sendero�.Escondido en la enramadatrina un jilguero;�dímelo, por caridad:¿Hállome lejos?�Y la avecilla responde:�Sigue el sendero�.Igual pregunta dirige a un riachueloy el agua humilde susurra:�Sigue el sendero�.�Patrón bendito Santiago:yo desfallezco,que las fuerzas me abandonan.¡Más ya no puedo!�Una voz a sus oídossuena muy quedo:�Siempre camino a tu lado.No tengas miedo�.

IIICaminando a Compostelallega el romero.De Santiago ante la tumbareza en silencio:�¡Gracias apóstol Santiago!�¡Gracias, de nuevo,por haberme conducidohasta tu templo...!Tú conoces mi interior:¡sana a este enfermo!A los devotos de Cristodales aliento;a tus fieles peregrinos,fuerza y consuelo;y resérvanos a todossitio en el cielo�.

Alejandro Uli Ballaz


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REFLEJOS LITERARIOSINVOCACIONES

Moderna escultura del Camino, de NicanorCarballo. (Foto de A. Panizo)

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Literatura

Al iniciar este viajede imprevisible reseña,¿cuál será la contraseñaque me franquee el camino?:¿mi aspecto de peregrinoque en tenaz andar se empeña?,¿la débil llama pequeñade una incierta fe dudosa?,¿cualquier frase en verso o prosaque sirva de credencial?,¿o el ansia por ver cumplidami aventura personal?Sea cual sea la clavemis pertenencias compongoy a descubrir me dispongola incógnita del sendero;sobre mi espalda las pongo-que soy mi propio escudero-y aunque duro lo supongosólo andar es lo que quiero.

Aun no ha amanecido el díaque el cielo me desafíacon horrísona tormenta;las calles son una ríade crecida violenta.¿Doblegará mi porfíaamenaza tan cruenta?Pienso que en próximas fechasabundará el aguaceroy decido que no espero:que empiece mi caminartras las amarillas flechasque me tienen que orientar.

¡Qué entusiasmo al empezar!,tan ágiles y derechaslas tres figuras andantes...pues son tres los caminantes,-dos hermanos y un amigo-,y los tres llevan consigoilusiones expectantes.

A mi impaciencia le digoque lo que importa es llegary a mi apresurado andara moderarse lo obligo,puesto que a medio subiruna cuesta me fatigo

y como a nadie persigocon más calma debo ir.Con la rama de un alisopelada rústicamentetengo el báculo clementedel empeño con que piso.El hórreo simple y austeroque en su humildad es hermoso,a la vez recio y airoso,se repite en el sendero.Me sobrecoge el misteriode las lápidas de piedramedio cubiertas de hiedrade un pequeño cementerio;cerca de él hay una viejaque algunas vacas vigila;se oye el sonar de una esquilaque lentamente se aleja...

Llego a un río bulliciosoque atraviesa un viejo puente,más adelante a una fuentebajo un castaño frondoso;manantial que mi sed calma,belleza que mi ser sienteno voy como penitente,pero se me cura el alma.Llegan otros peregrinosy los siento como hermanos.¿Qué tendrán estos caminos,que nos hacen más humanos?Lo que tengo y lo que soylo doy generosamenteporque lo mismo que doya mí me lo da la gente;compartimos pan y fruta,agua fresca de la fuente,consejos para la ruta...y hablamos fraternalmente;nos contamos los motivosque nos han echado a andary deduzco, sin dudar,que, siendo todos cautivos,nos queremos liberar.

De nuestra estéril rutina,de las dudas y del miedo,de la palabra mezquinay del inútil denuedo.

Al Camino lo engrandecela gente que lo transitay ésta, a su vez, se enriquece con la belleza que ofrececada rincón que visita.Estos hombres y mujeresllegados de toda Europason la pacífica tropaque hacia el Apóstol avanza,bordón en lugar de lanza,sudor y polvo en la ropa,movidos por la esperanza.La concha de peregrinocomo única coraza,no importa lengua ni razaen su esforzada pelea,pues la ruta jacobeales acoge y les abrazacomo premio a su odisea.

No sé si el hombre ennoblececon su andadura al paisajeo se hace más bello el viajecon cada hierba que crece.Ante el empeño sublimedel peregrino creyenteque va ilusionadamenteante Santiago a postrarse,¿tanto importan, realmente,el riachuelo y la fuentedonde para a consolarse?El caminante esforzadoque busca la fe perdidaque dé sentido a su viday descifre su pasadopoeta y de sangre noble,maltrecho su sentimiento,que lee el Nuevo Testamentodescansando bajo un roble,¿no merece, por ventura,igual reconocimientoque la vieja iglesia oscurade románica factura,o el maizal que mueve el viento?

El eucalipto del bosqueque al cielo manda sus ramas,los brezos y las retamasque cubren el bajo monte,la cruz que el horizonteel liquen cubre de escamas,¿qué importan frente a la penaque casi le volvió locodel transido penitenteque se fatiga, inclemente,por el hijo que hace pocomurió casi adolescente?

Recuerdo haber dicho, acaso,que lo que importa es llegar;pues debo rectificar:lo que importa es cada pasodel duro peregrinar;con cada paso debemosrenunciar al egoísmoy buscar en uno mismoel mensaje que queremosque nos salve del abismo.

............................................

Al dolorido cansancioque me ha oblidado a andar cojoentre el helecho y el tojo,por el soto y el pinar,lo recuerdo sin enojo:dio más valor a mi andar.

A la lluvia, compañeraque no faltó ningún día,agradecerle querríaque me siguió hasta el final;con ella creció en valíami aventura personal.

A mi hermano y a mi amigo,camaradas en mi avance,que pusieron a mi alcancesu ayuda y su simpatía,les digo que al mismo lance,si pudiera, volvería.

M. I. Q.

Miguel Iglesias Quevedo

Hombre y paisaje

4. LITERATURA 06 12/11/06 20:08 Página 75


Literatura

l Camino es un curso que revali-da estudios y títulos. El peregri-

no que tiene un oficio o una profesión,después de hacer el �máster composte-lano�, siente que se perfecciona en símismo.

El hombre se hace más hombre. Elcristiano, mejor cristiano. El escritorencuentra temas. El filósofo dilucidaporqués. El médico analiza terapias. Elarquitecto mejora proyectos. Veamosalgunos ejemplos.

Un escritor, Paulo Coelho. Hizo suprimer camino a Santiago en 1986.partió de San Juan de Pie de Puerto ypasó por Roncesvalles, Pamplona,Puente la Reina, Eunate, Estella...,tomando notas de lo que veía y sentía.Al año siguiente publicó �El peregrinode Compostela (Diario de un mago)�,libro que le dio fama y éxito. En marzode este año, 2006, volvió a las andadasjacobeas. En Puente le confiaba a unaperiodista: �el Camino de Santiagocambió mi vida a mejor�. Su vida inte-rior y su estilo literario.

Un empresario, Ovidio Campo.Llevaba el negocio familiar en la capi-tal burgalesa. En agosto de 1993 deci-dió pasar las vacaciones laborales en elCamino. Se vistió de peregrino, tomóel sombrero, la mochila, la vieira y elbordón, y se fue a Compostela. Repitióen los años siguientes. En el Camino seamplió el horizonte de su iniciativaempresarial. Dedicó tiempo, dinero ycapacidad de gestión para rehabilitarlas Ruinas de San Antón en Castrojerizy ha conseguido instalar en ese lugaremblemático un albergue, donde losperegrinos encuentran el auténticoespíritu de la hospitalidad jacobea yantoniana.

Un médico. Hizo la carrera en laUniversidad de Navarra. Aprobó elMIR con buen número. Ha trabajado

en el Hospital de Estella. Ha hecho eta-pas del Camino, en las que ha incre-mentado su ciencia médica. Su espe-cialidad es la pediátrica, pero ha apren-dido algo de podología. Los pies de losperegrinos se lastiman, se llagan. Con-sultando con un amigo la farmacopeautilizada por los Antonianos en sushospitales de la ruta jacobea, encontra-ron una receta antigua, un ungüento dehierbas, a base de parietaria, artemisa ehipérico, que actualmente se puedepreparar y se ha usado en algún alber-gue para curar las llagas de los pies.

Un arquitecto, Joaquín Arellano.A finales de 2005 se inauguró laiglesia parroquial situada en lamoderna urbanización de Gorraiz.La fachada presenta en su partesuperior una gran Tau. Debajo sehallan las puertas en bronce del tem-plo. El arquitecto, al diseñar elsagrado edificio, siguió las normasde su profesión; pero, como amigodel Camino, introdujo un signo quehabía encontrado en la ruta jacobea yque mejoraba el proyecto. Puso en elfrontispicio el signo Tau, porque laiglesia está cerca del Camino y por-que representa a la Cruz de Cristo.

Un carpintero, Martin Menz. Es unjoven alemán de Lübeck. Pasó porNavarra, de Ibañeta al Ebro, en febrerode 2005. Hacía el Camino de Santiago,para terminar el proceso de la forma-ción práctica de su oficio de carpintero,recientemente aprendido. Seguía unavieja tradición alemana de su ciudad,según la cual debía hacer la peregrina-ción, ganándose la comida y el aloja-miento con los trabajos que consegui-ría en los pueblos por donde pasaba.Para ello llevaba en la mochila algunasherramientas: martillos, serruchos, for-mones, escoplos, etc. Martin Menzllamó la atención, a su paso por lamontaña navarra, cubierta de nieveentonces, por su indumentaria y por suaspecto. Llevaba un traje de pananegro, chaqueta corta de doble botona-dura, camisa blanca y botas de paseo.Iba a cuerpo gentil y con una juvenilsonrisa. Al mal tiempo, buena cara. ASantiago, con ánimo y alegría. Comodebe ser.

El Camino de Santiago es escuelade vida, curso de perfeccionamientopersonal, reválida del buen andar y delbien hacer.

R.O.

E

Albergue de peregrinos en Castroje-riz. (Foto: Rafael Ollaquindia)

Iglesia de Gorráiz en Pamplona. (Foto: RafaelOllaquindia)

Ricardo Ollaquindia

El camino como reválida



Literatura

IEste camino primitivo, legendario, humanizadopor todas las miradas y las huellas del mundo,por voces, y plegarias, de idiomas tan lejanosconoce las razones más íntimas, los sueñosque anidan en la carne y la sangre; este caminoconoce cada piedra levantada a su paso,cada arboleda fresca que ha crecido a su vera,las colinas tan azules, tan verdes, las aguasque parecen cantar, las aguas que relucenen los labios sedientos, bálsamo de calmael pulso acelerado, los pies ardiendo en cada paso, el alma, el corazón cansado y jubiloso.

IIY cuenta el peregrino lo que miran sus ojos.Anota en la agenda escondida de su viva memorialos nombres sonoros de los pueblosque ven pasar la historiasobre la piedra antigua de sus calles.Y dibuja en sus ojos las pequeñas iglesiasque todavía guardan un aire eternizadoen su quietud románica, una austera oraciónde piedra humildemente alzada.Y ermitas. Y posadas en mitad de la vidaque crece y se derrama en el senderocasi mágico, donde cada recodo, cada cruceroalzado se vuelve señal iluminada,faro pequeño y firme que conduce los pasosdel que camina solo, reza, sueña.

IIIConcha del peregrino con saudades de mary de leyendas, colgada a la altura del corazón,dibujada de oro sobre un azul que brilla,tallada mil veces en las piedras más durasque pueblan el paisaje: el murmullo del viento,el sonido que reza en las hojas de un árbol,los pasos, las palabras que caminan sin miedo,cada día más libres, cada vez más sinceras.Yo apunto con mis dedos este cielo estrellado,señalo con certeza el rebaño de las estrellasbrillando encima de mis ojosmientras todo mi cuerpo descansa,mientras recrea mi alma un paraísosoñado, cada vez más cercano.

IVLejos los verdes más altivos, las nievescasi ternas, las crestas pirenaicas, los vallesdonde la luz se duerme.Lejos Roncesvalles envuelto en su capade bruma acogedora. Lejos el paisaje navarro,la tierra salpicada de iglesias y conventosdonde cada rostro tallado nos anunciauna hermosa lección, evangelio esculpidoque traspasa los siglos.Lejos también la simetría de los verdes riojanospintando la llanura y las suaves colinasdonde nacen los vinos, donde asombranhermosos monasterios, la cuna de esta lenguaque hoy escribe este diario viajero y peregrino.Lejos los campos castellanos, tierra del pan,pintados de un amarillo fuego cuando anochece agosto.Más lejos, olvidadas, las lluvias, el cierzoque acuchilla la carne, la sed, la fatigaque adelgaza los cuerpos día a día noche a noche.

Alfredo Díaz de Cerio

Camino de Santiago

Ermita del Alto de Ibañeta. Cruces de peregrinos. (Autor R.Carrascosa)



Literatura

VY llegar. Mirar desde la leve altura verdela silueta tan firme, el alma de Santiagoarañando suavemente los cielos de Galicia,su neblina plateada, los rayos de un sol diferenteiluminando las finas agujas de las torres vigías.Llegar ligero de equipaje y con el alma llena,con todo el corazón temblando de alegríadesde el monte del Gozo donde todo recobraun sentido distinto, apresurado, limpio, nuevo.

VISe llena mi bordón de peregrino andantede olores vegetales, de un tropel de tomilloscreciendo entre laderas cárdenas, de cepas,de campos relucientes, de cielos tan azulescomo hermosas postales.Así, jornada tras jornada, Compostela ya cerca,-el campo de la estrella- yo voy por dentrotrazando un rumbo nuevo donde mi corazónencuentre la tierra iluminada,el alma de Santiago, su amorosa quietuddonde anidan los siglos, donde el mundo termina,-Finisterre- y se alza la llama más fecunday cristiana de la fe que no se rinde nunca.

VIIPlaza del Obradoiro, Santiago, encajefinísimo hecho piedra, balcón de apóstolesy arcángeles donde los ojos recreanuna mirada atónita de esculpida belleza,donde todas las voces cesan ante le prodigiocreado por las manos, la fe y el corazón del hombre.Ahora, aquí, todo se agita en la hondura del alma.En el centro el portal de la gloria. En el centroaromas de incienso, nubes que besan las alturas,oro y plata en sus muros-columnas que sostieneneste lugar eternamente santo.Santiago y una oración intensa, un deseo profundo,una lágrima, el abrazo más cálido, un besoque el peregrino de llevará por siempre en loslabios,en su viejo bordón en su oración más íntima.

A. D. DE C.Pamplona julio 2006

Peregrinos en el Camino. (Autor R. Carrascosa) Catedral de Santiago: Pórtico de la Gloria(imagen tomada de La ciudad de Santiago,de José Mª Castroviejo, 1954)



Literatura

Eternasoledad

Tiempo de invierno

Silo de Carlomagno y capilla de Santiago en invierno. (Autor R. Carrascosa)

Caminando hacia Lubián en lavía de la Plata. (Autor ÁngelPanizo)

CUANTO TIEMPO LLEVA LLEGAR A UN DESTINO, COMO APREMIA EL TIEMPO SINO LLEGAS RÁPIDO,SOLEDAD ETERNA QUE ENCUENTRAS SIN TREGUACUANDO EL CAMINAR SE HACE NECESARIO, GUÍA IMPRESCINDIBLE DEL VIVIR DIARIO.CAMINO DE FLORES VOY PISANDO ANDANDO, OLORES PASADOS SE ADENTRAN EN MI ALMA,CUANDO AL CAMINAR RECORRO LAS SENDAS

QUE OTROS MÁS SUFRIDOS HAN DEJADO ATRÁS,PARA QUE YO PUEDA SENTIR BAJO ELLAS,

TAMBORES LEJANOS, LAUREADAS GESTAS,DE GENTES INDÓMITAS, DE LÚGUBRES SOMBRAS,DE HECHOS OCURRIDOS QUE DOY POR DEBIDOS

PORQUE SE ASÍ HAN SIDO, PERO QUE AL ANDAR A VECES OLVIDO

LO DURO QUE HA SIDO PARA EL CAMINANTESIN MANTA NI ABRIGO, SIN FORROS POLARES,SIN GUANTES, POLAINAS

NI DEMÁS APEROS QUE LA MANTA ROIDAY UN SOMBRERO VIEJO POR IMPEDIMENTA.SIENTO SU PRESENCIA CRUZANDO VEREDAS RISCOS EMPINADOS Y NIEVES PERPETUAS, OIGO SU LAMENTO, SUS SUAVES PLEGARIASAL DIOS DE LA VIDAY AL ETERNO CIELO QUE TIENEN POR TECHO EN TODO AMANECER Y POR EL DEDUZCO QUE, LA SENDA NO ES EL RECORRER, SINO EL SER.LOS TIEMPOS CAMBIAN LAS COSAS, LAS IDEAS Y LASOBRAS, PERO EL CAMINO ES EL MISMO SI SALE DELCORAZÓN, SI NECESITAS PERDÓN O SIENTES QUE SIN AMOR,SIN EL SILENCIO DEL AIRE TU VIDA PIERDE SENTIDO.


ESPERO LLEGAR A TIEMPOEN LA NOCHE DE LOS VIENTOS,CAMINO TRAS EL SILENCIOY NO MIRO SU MISTERIO.

SIENTO EN EL ATARDECERLA MIRADA DEL INVIERNOY ANSÍO TRAS LA VENTANALA NIEVE BLANCA AÑORADA.

AYER SOÑÉ QUE NEVABAY MI ALMA SE LLENABADE REFLEJOS LUMINOSOS YDE CRISTALINOS COPOS DEBLANCURA SIN IGUAL.

EL AMANECER LLEGÓY DESPEJÓ MIS SENTIDOS,NO HABÍA BLANCURA NO,NO HABÍA NIEVE NI SILENCIO,EL INVIERNO ESTABA AQUÍ,Y SU FRIO SE EMBARGABADE MIS SUEÑOS.

SALÍ CORRIENDO TRAS ÉL,PERO EL SEÑOR DEL ETERNO,SE ME ESCAPÓ EN EL MOMENTODE DESPERTARME DEL SUEÑO.



Camino de Humildad�Aprended de Mí, que soy manso yhumilde de corazón�, nos dijo el Señory, como todo aquel que con buena inten-ción desea recorrer el Camino, el pere-grino debe seguir la recomendación delMaestro. Si ya como norma de conduc-ta ha de ser humilde ante sus hermanos,durante la peregrinación lo ha de ser conuna más profunda intención.

Si el Camino se ha de convertir enuna notable experiencia de renovacióninterior y de aprendizaje, la únicamanera de facilitarle esta labor es mos-trándose dócil a los cambios, y recepti-vo a todo cuanto acontece en el entornocon el que va conviviendo día a día�

Los peregrinos, sentados alrededorde la enrojecida estufa del refugio deAtapuerca, se olvidan del frío que reinaen el exterior y comentan animada-mente sus vivencias de las últimas jor-nadas. Es el momento de captar lasenseñanzas que le brindan las narracio-nes de sus compañeros, y exponer consencillez sus propias vicisitudes por sipudieran servirles como consejo,advertencia o simplemente como infor-mación provechosa para su andadura.

Cierto esque cada pere-grino realizasu propioCamino y, almanifestar susexperiencias,en el pequeñogrupo se des-cubre cuandiferentesresultan los deunos y otros.

Son distin-tos también losniveles de can-sancio físico

que tratan de mitigar en estas horas dedescanso, pero todos coinciden alexpresar, sin ninguna duda, el mismodeseo: reanudar la andadura con elnuevo sol.

Siempre se halla alguna excepción,pero al preguntarles hasta donde pien-san llegar en su peregrinación, contes-tan con humildad: Si Dios me lo per-mite, deseo llegar hasta�

Vivir elCamino desdela humildadfacilita al pere-grino el sabo-rearlo lenta-mente, tan des-pacio comovan cambiandoante él los pai-sajes que varecorriendo; yle ayuda amantener supropio pasojunto a los her-manos que leacompañan.

Camino de Sacrificio"Sacrificio y oración: el lema del pere-grino que marcha por el Camino deSantiago su Patrón". Así canta, aunquesolo sea a media voz, el peregrinomientras, lentamente, va ascendiendopor la calleja que, tras rebasar elmonasterio de Santa María la Real lellevará hacia las afueras de Nájera.

El lento caminar es un continuo ycallado sacrificio que va realizando,paso a paso, pues sus piernas se opo-nen a cualquier movimiento, y susdoloridos pies reclaman con insistenciael regreso a la comodidad y el descan-so del refugio abandonado.

Ya la experiencia se atreve aasegurarle que, insistiendo unpoquito más, sus articulaciones iráncediendo en su tozudez y permutan-do la rígida intransigencia por unaligera tolerancia. Sólo necesita des-pués saborear el sordo dolor para,una vez mitigado, colgarlo de laamiga mochila y olvidarlo allí, hastaque se vea en la necesidad de hacerel próximo alto en el camino.


Literatura

EL BURGO RANERO (León). Gratificante coloquio entre la hospitaleradel Albergue y los peregrinos. (Foto del Autor)

...un sencillo crucero, una ermita, o el templo parroquial de un pequeñopueblo a la vera de la ruta, permiten al peregrino reavivar sus coloquioscon el Señor. (Foto del Autor)

El Camino de Santiago es…

Mariano Castilla Paredes



Literatura

El peregrino sabe ya del sacrifi-cio desde el comienzo de su andadu-ra, al prescindir de los apoyos yedulcorantes que hasta entoncesconsideraba necesarios para realizarsu vida, y también cuando le hanacompañado el cansancio, el frío, eldolor, el calor o la sed y, a todosellos, los ha ido colocando tras suvoluntad de seguir caminando.

Siempre procura anteponer elbienestar de los otros peregrinos alsuyo propio�

El mencionar esta disposición aní-mica del caminante, le trae ahora elrecuerdo de los momentos vividos enun pequeño albergue leonés, el de lapoblación de Terradillos de Templa-rios, al que llegó casi derrotado: Laamable hospitalera le dijo que teníasuerte pues en ese momento aún que-daban libres en el dormitorio dos lite-ras; pero él, pensando en los caminan-tes que aún no habían llegado hastaaquel lugar, y en que algunos de elloslo harían en peores condiciones que lassuyas, le pidió a la servicial albergue-ra le facilitara un cubo de agua frescaen la que sumergir un rato sus abrasa-dos pies, y luego, tras agradecérselocordialmente, prosiguió su penosa perodecidida marcha hasta el siguientealbergue.

�Sacrificio y oración son sinóni-mos de Camino de Santiago, y es queambos lo adornan en abundancia mien-tras acompañan celosamente a la mul-titud de caminantes que día tras día leaportan su gozosa vida.

Camino de OraciónEl Camino es una constante plegariaperegrina que se eleva hacia Dios; esuna ferviente oración que se encien-de a cada paso durante la marcha, ymantiene su calor en cada descan-so�

�Un viento gélido recorre estascumbres coronadas por el Teleno. Unviento que ha zarandeado al peregri-no durante su penosa ascensióndesde Rabanal del Camino, y queahora le flagela lanzándole diminu-tos cristales de hielo cuyos pincha-zos ya ni siquiera siente su ateridapiel.

Frente a la Cruz de Ferro, junto ala montaña de piedras (traidas concariño desde los más remotos luga-res) que intenta cubrirla; con susmanos agarrotadas, trata en vano desoltar la mochila. Tras muchosesfuerzos lo consigue y alcanza elcanto rodado que porta en su inte-rior; con emoción lo lanza hacia lomás alto del montón, mientras, confervor, le pide al Señor le ayude arealizar la renovación que buscadesde el comienzo de la andadura.

Al amparo de aquella Cruzredentora, cuántas vidas, ¿tantascomo piedras?, han iniciado aquí suconversión.

El peregrino reanuda sus pasos,ahora más ligeros, tras haber dejadosu oscuro peso en las manos del Cre-ador�

Desde las primeras señales delalba, y aún antes, cuando todavía semuestran sobre el oscuro firmamen-to las plateadas marcas de la VíaLáctea (esa senda encendida que nosayuda a no perder el rumbo), losalbergues van derramando sobre lapalpitante vena del Camino, a modode vigorosos latidos, esa silenciosamultitud peregrina que se le entregasin reservas, encomendándose alSeñor, y pidiendo ayuda a San Maríay a Santiago Apóstol para llegarfelizmente al final de la jornada.

Acciones de gracias, ofrecimien-tos, cánticos, oraciones y tambiénprofundos silencios, van llenandolos largos minutos de andadura. Devez en cuando, tal vez un sencillocrucero, una ermita, o el temploparroquial de un pequeño pueblo a lavera de la ruta, les permiten reavivarsus coloquios con el Señor.

Cumplida la etapa pueden partici-par en la Eucaristía junto a los fielesde la localidad, y tal vez acompañar areligiosos o religiosas en el rezo deVísperas o Completas antes de retirar-se en busca del reparador descanso.

El peregrino, que al iniciar suCamino le pidió a Dios fuese sucompañero en la marcha, cada día,desde el animoso despertar hasta elneblinoso límite del sueño, se poneen sus manos mientras deja discurrirsu vida por esta Rúa de Oración.

M. C. P.

Frente a la Cruz de Ferro, junto a la monta-ña de piedras (traídas con cariño desde losmás remotos lugares) que intenta cubrirla.(Foto del Autor).

...colgarlo de la amiga mochila y olvidarlo allí, hasta que se vea en la nece-sidad de hacer el próximo alto en el camino. (Foto del Autor)


En la vida nos ponemos metas. Y alcanzarlas, es el desafío.

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estafeta jacobea 81 - extraordinario 2006

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