frontera de lo irreal

113

Upload: mapuzunguain

Post on 06-Apr-2016

224 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

Revista Sayenco Diciembre 2014. Frontera de lo irreal (presentación) … “Araucanos”, poema de Gabriela Mistral …. “Frontera de lo irreal”, poema de Bernardo González Koppmann ….. Nueva Frontera. La poesía mapuche reinventa el territorio:. ……….. Poemas de María Teresa Panchillo, Leonel Lienlaf, Wenuan Escalona, Cristian Cayupan, Pablo Ayenao, José Nahuel Dos poetas ibéricos……… Poemas de Felipe Fuentes García y José Blanco. Interludio narrativo. Relatos de Segundo Antares Cuentan, cantan…… Poemas de Guido Eytel, Ernesto González, Christian Rodríguez, Felipe Moncada, Bernardo González, Martín Ramírez, Felipe Caro, Claret Cea, Consuelo Martínez, Valeria Torres, Pablo Rojas, Catherine González, Javier Aguirre.

TRANSCRIPT

Page 1: Frontera de lo irreal
Page 2: Frontera de lo irreal

Liceo Gabriela Mistral de Temuco.http://tallersayenco.blogspot.comhttp://www.liceogabrielamistral-temuco.cl/index.php?id=236

Foto portada: Paula Serra Bobadilla.

2

Page 3: Frontera de lo irreal

INDICE

Frontera de lo irreal (presentación) ……………………………………..

“Araucanos”, poema de Gabriela Mistral ……………………………….

“Frontera de lo irreal”, poema de Bernardo González Koppmann …..

Nueva Frontera. La poesía mapuche reinventa el territorio:. ………..Poemas de María Teresa Panchillo, Leonel Lienlaf, Wenuan Escalona, Cristian Cayupan, Pablo Ayenao, José Nahuel

Dos poetas ibéricos……………………………………………………….Poemas de Felipe Fuentes García y José Blanco.

Interludio narrativo. Relatos de Segundo Antares……………………..

Cuentan, cantan…………………………………………………………...Poemas de Guido Eytel, Ernesto González, Christian Rodríguez, Felipe Moncada, Bernardo González, Martín Ramírez, Felipe Caro, Claret Cea, Consuelo Martínez, Valeria Torres, Pablo Rojas, Catherine González, Javier Aguirre.

pág. 5

pág. 7

pág 9

pág 11

pág. 43

pág. 53

pág. 59

Fotografías de: Miguel Gutiérrez, Patricia Pichun, Paula Serra,

Estefanía Miranda, Fernanda Campos.

3

Page 4: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

4

Page 5: Frontera de lo irreal

FRONTERA DE LO IRREAL

Durante la preparación de este número, cuando la cuenta de las páginasllegaba a cincuenta, cuando ya le teníamos un título, aparece una colaboracióndesde Talca que encabeza una cita de Apollinaire, y que viene a aterrizar comopórtico, como poética de la presente revista: “Piedad para nosotros, los queexploramos en la frontera de lo irreal”. Y desde los fotógrafos hasta losafanados tierrafirmistas que pueden ser los poetas con sus pies de viento,estudiantes, canosos, viejos niños, consagrados, nuevos, súbitamentemaduros, todos batallan en esta frontera del papel, en su linde blanco, en suilusión donde puede apuntar lo real. Por eso la desconfianza de la engañosarealidad prefabricada, genera esperanza. Frontera de lo irreal. Esos caminosnegros en la nieve, el contraste de luz y sombra, crean con cada trazo elmundo, nuevamente. Por eso esta Frontera que habitamos es territorio fértil. Ytambién porque sólo tú, lector –eres el viento que mueve la página- tienes laúltima palabra. Ábrete paso. Estás en la Frontera.

5

Page 6: Frontera de lo irreal

Foto: Fernanda Campos.

6

Page 7: Frontera de lo irreal

ARAUCANOS

Vamos pasando, pasandola vieja Araucaníaque ni vemos ni mentamos.Vamos, sin saber, pasandoreino de unos olvidados,que por mestizos banales,por fábula los contamos,aunque nuestras caras suelensin palabras declararlos.

Eso que viene y se acercacomo una palabra rápidano es el escapar de un ciervoque es una india azorada.Lleva a la espalda al inditoy va que vuela. ¡Cuitada!

-¿Por qué va corriendo, di,y escabullendo la cara?Llámala, tráela, corre,que se parece a mi mama.

-No va a volverse, chiquito,ya pasó como un fantasma.Corre más, nadie la alcanza.Va escapada de que vioforasteros, gente blanca.

-Chiquito, escucha: ellos erandueños de bosque y montaña,de lo que los ojos veny lo que el ojo no alcanza,de hierbas, de frutos, deaire y luces araucanas,hasta el llegar de unos dueñosde rifles y caballadas.

-No cuentes ahora, no,grita, da un silbido, tráela.

-Ya se pierde ya, mi niño,de Madre-Selva tragada.¿A qué lloras? Ya la viste,ya ni se le ve la espalda.

-Di cómo se llaman, dilo.

-Hasta su nombre les falta.Y los mientan "araucanos",y no quieren de nosotrosvernos bulto, oírnos habla.Ellos fueron despojados,pero son la Vieja Patria,el primer vagido nuestro,nuestra primera palabra.Son un largo coro antiguoque no más ríe y ni canta.Nómbrala tú, di conmigo:la brava-gente-araucana.Sigue diciendo: cayeron.Di más: volverán mañana.

Deja, la verás un díadevuelta y transfiguradabajar de la tierra quechuahasta la tierra araucana,mirarse y reconocersey abrazarse sin palabras.Ellas nunca se encontraronpara mirarse a la caray amarse y deletrearsobre los rostros sus almas.

Gabriela Mistral

7

Page 8: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

8

Page 9: Frontera de lo irreal

La frontera de lo irreal “Piedad para nosotros, los que exploramos en la frontera de lo irreal” G. Apollinaire Por nosotroslos que vemos mariposas en las llagas de los bipolaresde los parias, de los leprososcon una amapola en celo en cada úlcera; desahuciadosque se arriman con su tarrito a las vitrinasdonde nada podría consolarnoslos que bajo la escarcha hurgamos la leyenda perdidael cuento con un final abierto, un haikúpara, quizá, por última vez sentirnos jóvenes, llenos de bellos idealespor nosotroslos que de cada aliento en la cuesta del caminohacemos un refugio, una sombra, una cascadaaunque estemos inconscientes en el furgón de los rondinesaunque estemos bajo los efectos del valium 10los que agobiados por la soledadesperamos en la esquina la presencia de un ángelque nos diga la hora porque aquí, en esta residenciasin paredes ni puertas ni ventanastodos los relojes están malospor nosotroslos que siempre nos vamos cuando la fiesta empiezay se agitan las niñas y la música sube su voltajey los dandys y los bacanes con sus neologismoscreen que ya olvidamos los secretos de familialos que nadie reconoce en ninguna historia de amoren ninguna estrella fugaz ni eclipse ni zodiaco(mejor; así pasamos piolas por los barrios místicos)por nosotroslos que perdimos el tiempo sentados en la cunetadespulgando un oso de peluchelos que insomnes captamos la presencia de otra luzen ese instante en que los murciélagos despiertany las balizas encandilan la inocencia del malletey del árbol de la sabiduría se esfuman las manzanas por nosotrossólo por nosotrosla dama pasea su perritolos gorriones parecen tan humanos el paisaje se oculta en las costumbresy el jubilado con su pucho bajo un alcornoquehace figuras, fantasmas, argollas en el airepor donde mi hija, al fin, asoma sus ojitos…Por nosotrossólo por nosotrosel mundo acaso mañana sea hermoso.

Bernardo González Koppman.

9

Page 10: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

10

Page 11: Frontera de lo irreal

NUEVA FRONTERA

LA POESÍA MAPUCHE REINVENTA EL TERRITORIO

11

Page 12: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

12

Page 13: Frontera de lo irreal

Resiste palestina resisterespira aire en el descanso de correrpor tu territorio controladoen el umbral de tu historiacomo me imagino en la lejanía.Palestina que me suena como nombre de una niña, femenina, creciendo libreentre olivos de colinas arenosas.Y veo un niño por FB corriendoescapando con su banderadesde la crueldad de una guerra tan desigualcorriendo y alzando la banderacomo los niños de Temu Kuy Kuyen la nación mapucheaquí en el sur del planeta.Y entonces escribopero mis versos lloran sangrecomo tantas poetas madresen el mundo...de ver imágenes que destrozanel corazón de la poesíay sigo escribiendo porquelos niños nacerán de nuevo en el destino de liberar sus pueblos.Resiste palestina resisterespira...que no te mate la muerte en la guerrani el hambre en la resistencia.

María Teresa Panchillo Neculhual

13

Page 14: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

14

Page 15: Frontera de lo irreal

Sol y neblinas

Tú abriendo surcos en la tierraYo versos en la poesíaA dos yuntas el levante.Surcos en la tierra.Versos en la Poesía.Creando.Construyendo ComunidadLucha y TrabajoNoches llenas de estrellas.Es volver…volver a la tierraVer de nuevo salir el sol por las mañanas.La luna por las nochesRespirar las neblinas que lleganHasta la Puerta de la Casa.Sol y neblinasEs recuperar tierras.…kiñe winkul kexanUn cerro de sembrados…mvleay ga kacija walvg genHabrá trigo en la cosechaHabrá pan, siempre habrá panPara la Malleñ…Kako. Mote para la AyenrayHabrá, siempre habráSol y neblinas cuando comienceEl invierno en la Tierra.

María Teresa Panchillo Neculhual.

15

Page 16: Frontera de lo irreal

LEONEL LIENLAF CONJURA LAS AGUAS

La poesía habla por sí sola. Lo que se le pueda añadir al margen es superfluo,

prescindible. Leyendo Kogen, de Leonel Lienlaf, me viene la idea de que la

poesía es traducción (la buena poesía, la rara poesía que sí es poesía): se

expresa con palabras lo que no puede decirse con palabras, y parte de la

extrañeza, la extrañeza de la entraña intraducible; porque la entraña es lo más

extraño, por asombroso, por inefable. Leonel, vlkantufe cuya lengua materna

es el mapuzungun, acude al castellano para traducir su diálogo con la

naturaleza, con la que el poeta no se diferencia, sino que vive una continuidad:

las divisiones son artificiales. Finalmente, a través de esa doble traducción,

acude a nosotros la resonancia del profundo encuentro. Doble traducción: una

implícita, desde la naturaleza, de la que el poeta parte y es parte, a la lengua

materna que hizo sus ojos, que refleja como espejo de agua el mundo natural,

y otra, explícita, hasta la expresión castellana, que queda fecundada por las

visiones, los sueños, las experiencias que moldean la lengua extraña

entrañándola, naturándola, hermanándola.

Hay quien se queja de que Leonel Lienlaf escriba en español, pero no es para

ser dominado por la vieja lengua imperial, sino para domeñarla como Lautaro-

Leftraru el kawellu-caballo, cambiándole la mirada. No se engañen pensando

que el poeta renegó de su lengua: al contrario, reniega de la reducción, y

amplía el territorio, es un estratega, y mucha será su obra por llegar en

mapuzungun.

16

Page 17: Frontera de lo irreal

Escribe también en castellano sencillamente porque el castellano también es

su lengua, aunque la trabaja de otra manera. Escribe desde la misma raíz de la

diferencia latinoamericana, en que una lengua se convierte en algo distinto por

el protagonismo de quienes la trabajan, que literalmente no caben en el molde

y lo rebosan y renuevan. Aquí estamos en la misma fuente de esa riqueza,

desde dos corrientes que se encuentran provocando un estallido de espuma.

Hay poesía que nace del juego verbal; aquí se le deja hablar a la naturaleza, y

escuchamos la ternura de su canto hermanado, transmitida al castellano

impelida por la propia terneza de la tierra, como dos ramas próximas que se

abrazan, y la voz salta entre ellas como ardilla que no distingue diferencias,

"que soy amor, que soy naturaleza" (Lorca). Leonel habla con el fuego “y el

fuego estaba allí, mirándome”; y con el agua, agua que llega a nuestra boca a

apagarnos la sed, esperanza de la resistencia, vivida desde cada nuevo brote

de los bosques nativos -“vienen ya de nuevo los brotes de laureles”-, los

sueños que recuperan el territorio, que se levantan, delinean el paisaje,

avanzan con el viento y ocupan todos los ámbitos.

Lienlaf reniega de las reducciones, también de los preconceptos, de losgrandes discursos y las voces lastimeras que vieron perdido el mundo: “Nobusques entonces los augurios fáciles / porque no hay destino, / sólo ráfagasde viento entre las ramas”. “No hagas caso del aullido insípido de la muerte”.“No prestes atención a esos murmullos (…) sequedades antiguas, aguasmuertas”. El lector también está incluido, llamado a participar en ese sueño querecupera las aguas, la vida: “Escucha este relato como un sueño / y sentirás suhuella, su neblina”. A veces, en las horas más oscuras, el escalofrío viene aconfortarle “con su baile intermitente”. Pone el oído en tierra, en tantoshermanos pobladores, y escucha el concierto. No hay límites. En los vagoslindes se hermanan la memoria y la tierra, el río del cielo y los sueños, lasmontañas y las nubes: “la montaña es etérea, sus rocas nacen de las nubes”. Através del insomnio, de su conjuro primaveral, vuelve el agua por donde solíair, “aguas que hierven en lentas horas de insomnio, / aguas que destilan lapureza del guijarro, / aguas que destilan en vapores por la madrugada espesa”.El mundo está naciendo a cada instante. “(A lo lejos veo el bosque y lascascadas renaciendo)”.

J. A. O.

17

Page 18: Frontera de lo irreal

Foto: Estefanía Miranda.

18

Page 19: Frontera de lo irreal

BOCETO PARA UNA CARTOGRAFÍAEN VERDE OPACO Y BARRO

No es este el relato de mundos ya idos,ya olvidados, ya ocultos en años.

Es un viaje por varias tierra_suelos,sendero oscuro_claros, que se abren misteriosos ante tus ojos; como brisa;como viento; como nubes.

Está ahí el secreto;en la piedra que pisas cada día en los caminos,en los musgos,en las plantas,en el viento.

No busques entonces los augurios fáciles,porque no hay destino,solo ráfagas de viento entre las ramas.

Leonel Lienlaf, Kogen, Delaire Editores, 2014.

19

Page 20: Frontera de lo irreal

Foto: Fernanda Campos Gallegos.

20

Page 21: Frontera de lo irreal

SOÑE_ANDO

Y cómo fue preguntas en miradas y yo te sueño y cuento,que vagaba a orillas de un gran río detenido;cuando una nube negra se posó como un pájaro sobre el horizonte; de pronto algo se quebró bajo mis piesy el mar nació con furia en mis recuerdos.Luego pareció que el mundo fuese mudo,Hambre Frío Calor;costras que se pegan a la espalda,culebras azules se amarraban a mi cintura,lenguas de fuego bailaban a mi alrededor;de pronto sopló un viento luminosoestaba sentado sobre un banco de piedra blancay el fuego estaba allí, mirándome.

Leonel Lienlaf, Kogen, Delaire Editores, 2014.

21

Page 22: Frontera de lo irreal

WENUAN AVANZA AL RITMO DE LA SANGRE

Pasó Wenuan de romería y prosigue su camino. Su palabra está escrita paso a

paso. Viene a traernos ahora un mapa roto, porque como Cervantes sabe bien

que los hombres son hijos de sus obras, y se levantan sobre los escombros. El

eslabón partido de la historia, la memoria soplada por el viento, lo suple el día

a día, nuevo aún, aún antiguo a su manera. Y sabe que la historia no es una

linea recta. Sabe bien de sus quiebres. Sabe del río cuando se sumerje, de sus

rebrotes imprevistos, de los puños sobresaltados. El territorio se renueva, el

poeta es un equilibrista en el fino alambre que enlaza el caudal de su doble

linaje y el porvenir oscuro, y reta a los nuevos tiempos defendiendo la épica,

probablemente un tanto quijotesco.

Su campo de batalla es la hoja en blanco. Allí levanta puentes y trincheras, allí

es el dueño, es el orfebre de la Historia, que en su mano reedifica. El camino

no está trazado, escribir es caminar, y el héroe está solo en su conquista: “No

saben / que cuando esta mano escribe / es semilla de una tierra / que

desconozco”.

La sangre se rompió en ciudades, y una galería de “lotófagos mestizos”

sobrevive, como el poeta, entre restos oscuros de luz:

22

Page 23: Frontera de lo irreal

CURIHUINCA ZURITA

Canto y pudro la semilla.

Lloro por un cuerpo extraño,

El nervio de mi amor no se turba.

Un velatorio es mi escenario.

Cuando digo:

¡pueblo, memoria!

un desierto vuela hacia mi boca.

Tibio el corazón, mano espuria,

mi mente es el sepulturero

que cava sobre el nacimiento

de la primavera.

Pero sobre todas las voces se levanta el ego impúdico del héroe, Wenuan,

avanzando entre espejismos, rumiando la rabia, apretando los dientes,

reencarnado entre las antiguas batallas que ahora mismo suceden, hablando el

poema que se encuentra ahí fuera, que sucede delante de sus ojos en el aire

que es el papel más transparente, en el cruce de dos calles de Temuco en

unos poemas grabados caminando y donde se presenta la chispa, porque "la

memoria comienza mañana".

El territorio se hace caminando, escribiendo y hablando. El territorio no está

quieto, el territorio es movimiento perpetuo, territorio es los pasos que avanzan,

y que sólo avanzando llegarán, por fin, al punto de partida. Y así el final, y

tratándose de Wenuan no sorprende tanto, es un nuevo comienzo y es el fuego

prendido de la lucha, el fuego heraclitano en que saltan los contrarios: “hay un

grito de guerra que me enciende la vida”.

J. A. O.

23

Page 24: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

24

Page 25: Frontera de lo irreal

LA MEMORIA COMIENZA MAÑANA

Mi lengua goza la textura de la estación, que lenta se ovilla en la madeja del tiempo. Proyecto una sombra que se mueve con el giro del sol, y en la tarde, el músculo del cuerpo celebra la fatiga. En el sueño, escucho la voz del polvo que mi abuelo cada día buscara con su azadón, entonces digo: lo que crece del surco es la pregunta, es la respuesta. Secó la cicatriz que de niño me hiciera en el juego. Secó el ombligo de los hijos que aprenden la acidez del fruto. Orgasmo y borrachera son los cantos que dedico a la luna del abismo. La memoria comienza mañana.

Wenuan Escalona, El mapa roto, Delaire Editores, 2014.

25

Page 26: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

26

Page 27: Frontera de lo irreal

RHOTE WENUAN

Antes de asistir a mi primer nguillatún, ya había conocido el rigor de la militancia y aprendido varios himnos alusivos a la unión de la clase obrera. Con certeza, puedo decir que dominé la guitarra antes que al trompe y que la trutruca aún me oculta sus misterios. Durante varios años fui número fijo en peñas y actos culturales, y ahí compartí tragos más seguido con Correas, Cifuentes, o Staubs que con Antiviles o Coliqueos. Una de esas noches, en un hogar estudiantil mapuche, una lamgen preguntó sobre mi identidad, nací en la ciudad, le respondí inocente. Y ella, que conocía mis simpatías, al acto sentenció: lamgen, Ud ha sido más comunista que mapuche. Esa vez, no pasé del tercer vaso y para no cantar, corté una cuerda a la guitarra.

Wenuan Escalona, El mapa roto, Delaire Editores, 2014.

27

Page 28: Frontera de lo irreal

PIEDRAS VIVAS DE CRISTIAN CAYUPAN.

(Unas palabras sobre "Tratado de Piedras").

Como las piedras de los ríos, rueda el canto de Cristian Cayupan, su canto de

tierra que rueda, en continua transformación, palpando estrellas, bebiendo el

agua de la luna, descifrando el secreto código de los signos que suenan en

cada desencuentro, en cada encuentro. Dirán tal vez, le parecerá alguno que la

poesía de Cristian es titubeante, que no define, que no mata, que no apresa:

¿qué poesía verdadera juega su vida en la certeza? Un poema terminado, ¿no

es una defunción antes de tiempo? Y si por algo se caracteriza la poesía de

este vate de oído múltiple es por descabalar la realidad, lo que se supone real,

los términos prácticos en que se mueven las conciencias cómodas. El

sinsentido, pues, el absurdo, es la puerta al sentido, y el poema va buscando

su cauce como un río, brotando como un árbol cuyas ramas avanzan con la

fuerza de lo natural, siempre imprevisto, fugaz y sólo por fugaz eterno. Nadie

más vallejiano que nuestro poeta, que firma en cada verso el “Absurdo, sólo tú

28

Page 29: Frontera de lo irreal

eres puro” del gran cholo. En su búsqueda poética, en los continuos hallazgos

o encontronazos de su verbo, subyace una desconfianza de la palabra, de la

afirmación rotunda, y también del idioma que es materia de su canto, con el

que mantiene una difícil relación entrañable y extrañada: “Una palabra mal

dicha / es subversión del dialecto”; por eso el poeta continuamente parte, y

sigue de piedra en piedra caminando por sus propios pasos lejanos. Y es que

la piedra es también signo de ese exterior y esa intimidad, de esa contradicción

que habita todas las cosas, porque la ternura guía la visión de un poeta

enamorado de todo:

El hombre es un evento

en busca de su piedra

la más hermosa, la más preciada

cuanto menos, la más sensible

(Piedra desnuda)

La ternura es el centro del latir humano, y más de la cultura mapuche, hija de la

tierra y hermana de todos los seres: “uno es poeta por las cosas simples que

ama”, pero esa ternura no puede obviar las distancias, el dolor, la crueldad de

la historia con su pueblo de pecho descubierto y pies descalzos que su madre

acaricia. La ternura y la distancia conviven, se necesitan.

Cristian Cayupan es un poeta joven, pero su trayectoria poética es

sorprendente para su edad: numerosos son ya los libros en los que su palabra

se ha ido adensando, puliendo, profundizando. Dispuesto siempre al vértigo, al

cataclismo que preside cada instante, su palabra resonante es un

acontecimiento que conmueve a las piedras.

J. A. O.

29

Page 30: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

30

Page 31: Frontera de lo irreal

[Tratado de piedras]

I

Un tratado de piedras es el hombre en su expresión suntuosa de estar en el mundo Si hay testigos de su presencia en la tierra son las piedrasPiedras cautivas, silvestres y anónimas De principio a fin esculpieron su alma hasta darle forma humana La criatura que desciende del barro inmaculado conserva su rostro de levadura Roca viva es su carne Ellos escribieron su historia en el suelo en la mesa más antigua del mundo Sus palabras son los vestigios indescifrablescenizas que conservan sus raíces.

Cristian Cayupan, Tratado de Piedras, Conunhuenu, Valparaíso, 2014.

31

Page 32: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

32

Page 33: Frontera de lo irreal

[Una puerta]

Escribí puerta en el vacío y algo se abrió para siempre al infinito es la imagen del hombre tallada en el aire Desde entonces amo esa puerta hecha con los cuatros elementos de la vida y los puntos cardinales del hombre Esa puerta sin manilla que nadie sabe si está abierta o cerrada porque nunca tuvo paredes Amo esa puerta de piedra hecha con las estaciones del año porque es el enigma indescifrable y deja ver el peso de la tierra sobre el destino de los hombres La puerta parece tener tu nombre cuando la contemplas pero solo se ve con los ojos cerrados porque se abre hacia tu interior Al atravesarla sientes que entras a ti mismoya que es una puerta del mismo tronco familiar de tus antepasados que solo el tiempo ha descifradoLa luz parece mediar entre las personasal proyectar su imagen en tus predecesores con la mirada siempre perdida sugiriendo la oscuridad Al cruzar esa línea miras el vacío que ha dejado el tiempo en ti y sientes que algo se te ha quedado para siempre al otro lado es el recuerdo de haber estado ahí la necesidad de escapar de uno mismoporque es una puerta que se abre al abismoy se cierra a los cuatro rincones de la vida de un solo golpe.

Cristian Cayupan, Tratado de Piedras, 2014.

33

Page 34: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

34

Page 35: Frontera de lo irreal

Con los ojos indios.

Dormida maquilla mis ojos el espanto.

Oigo las voces.

Pobladora / Errante / Sucia.

La jugarreta del destierro en mis mechas tiesas

en mis ojos indios.

Pablo Ayenao.

35

Page 36: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

36

Page 37: Frontera de lo irreal

Emilio Antilef.

Me pregunto que será de ese niño moreno y su oratoria grandilocuente.Ese niño moreno que, en plena dictadura militar,aparecía en televisiónrecitando poemas de amor a dios, amor a la patria, amor a las madres.

Mirar a un niño Mapuche en la tele era algo raro.Y ese niño Mapuche, con Trarilonko incluido, ese niño moreno que detentaba un peregrino exotismo,un exotismo inoculado a la fuerza,recitaba a voz en cuello alabanzas a dios y a la madre patria.Eran amargos aquellos años, Emilio.Y es que la utilización mediática de un niño Mapuchedaba excelentes dividendosporque nos mostraba un Chile integrado,donde incluso los Mapuche hacían alabanzas a la narrativa impulsada por el régimen dictatorial.Y qué culpa tenías tú si eras tan sólo un niño.Un niño ahijado de Lucia Hiriart,devenido en adolescente militante del Partido Comunista.

¿Qué será de ese niño y su oratoria?¿Qué derrotero tomaste ahora que el tiempo te devuelve implacable la imagendel sustento diario? ¿Que daños te ocasionó ser el cuerpo visible del mediatizado envilecimientomilitar?Podríamos discutirlo, pero sospecho que tú de ese asunto no quieres hablar.Cuando te vea en algún lugar te daré un abrazo.

Pablo Ayenao.

37

Page 38: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

38

Page 39: Frontera de lo irreal

Los treiles anidaron el silencio

Algún tiempo atrás veíamos teñir la tierra de atardeceresCon calma las sombras de los pinos se acercabanbuscando a quién atraparo quizás un socorro por temor a la noche

Los treiles enmudecieron su tinte de plumas

Es cierto que cuando niñoLos desafiaba en busca de reyertaTomar los tibios cascarones no era más que un juegoy ellas inundaban el cielo de gritos desaforadosque acababan junto al letargo de insectos nocturnos

Los treiles recogieron la extensión de su graznar

Supongo que se han agotado de lo mismoEl permanente eco que se ha vuelto sordoAgazapan sus críos hueros, con sus pocas plumas y sus ojos lentos se despojaron de la letanía

Me perturba el bosque ausente de treilesMe duele el verdeclaro sin mecerse entre su canto y mi llegada

José Nahuel

39

Page 40: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

40

Page 41: Frontera de lo irreal

UNA PALABRA DILAPIDADA

A diario busco una palabrauna palabra tibia y suaveel dulzor en los labios por vez primeraque desgaste el paladar de la semántica

El trabajo es agotador a menudoentonces me quedo con palabras vacíasA veces las observo con ternuray cansancio en algún rincón de los estantesOtras vecesLas sumerjo en bencina y relleno de nitratosy todo elemento explosivosólo por un instante de brilloen un desechable firmamento de éxtasis

Busco una palabra que al pronunciarel llanto vibre en igual cadenciaa la alegría

Esa palabra que a los tigresaraña de tintaUna palabra melancólicaComo un atardecer de domingo en cualquier puebloDoloroso como metal fundidoen bocas que deshonran

Una palabra que de tanto ser buscadacon catalejos quebradoscon focos inserviblescon ojos desgastadosHállese, entre escombros de hojas quebradizasSólo una palabra dilapidada

José Nahuel.

41

Page 42: Frontera de lo irreal

Foto: Fernanda Campos Gallegos.

42

Page 43: Frontera de lo irreal

DOS POETAS IBÉRICOS

43

Page 44: Frontera de lo irreal

Foto: Estefanía Miranda.

44

Page 45: Frontera de lo irreal

PROPÓSITO

Ahora que sé que el oro falso se deshacecomo barro en el agua, y que la luzque nace herida, en la distancia muere,he de sumirme en las despiertas aguas madres,llegar desnudo allí donde no ciegala estéril luminaria del tumultoy ungido de tu voz, amanecido,recobrar el aroma del antiguojazmín aderezado de los días, la mirada,de las horas felices, el temblor en el airede la frugal inflorescencia de los pájaros.Y así, desde el estar, resucitado en alas, que la vidaen tanta levedad se justifique al menos-libada a tenues sorbos- en el vuelo.

Felipe Fuentes García, Reflujo, Fundación Odón Betanzos, Rociana del Condado, Huelva, España, 2000 (Premio Internacional Odón Betanzos).

45

Page 46: Frontera de lo irreal

Foto: Estefanía Miranda.

46

Page 47: Frontera de lo irreal

VIVIR

Vivir. Seguir morando en la partida

como el humo en la boca de la hoguera;

al borde, como el humo, en la ladera

de la llama que alienta oscurecida.

Redimir en el fuego cada herida

abierta al declinar la primavera.

Ese fuego escondido, brasa austera

que habitó en el rubor, de amanecida.

Y límite del mar donde concluye

-en sueño del azul, su voz de adviento-

la espuma que, naciente, se diluye,

dejar al polvo el último fragmento

de la carne que aún nos constituye

y erguirse libre,

interminable,

al viento.

Felipe Fuentes García, Evidencias del Paisaje, Medialuna Ediciones, Gráficas Iruña, S.A, Pamplona, España, 1997 (Premio del Certamen Nacional de Poesía'Ángel Martínez Baigorri').

47

Page 48: Frontera de lo irreal

Foto: Fernanda Campos.

48

Page 49: Frontera de lo irreal

Jose Blanco, Poemas del sublime cotidiano, Babilonia, Navarrés, 2013.

49

Page 50: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Gutiérrez Cruz.

50

Page 51: Frontera de lo irreal

EL HOMBRE QUE ESCRIBE ES UN HOMBRE QUE RECUERDA

Porque el frío establece su derrotay no existe el consuelo más alláde tus labios conjuradosdime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque hemos perdido la inocenciaantes de que pudiéramos soñarcon tu estigma legendariodime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque el dolor nos ha inducido al crimeny en medio del jardín que cultivamosse mece una rosa ígneadime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque el hombre que escribe reconstruyeel alfabeto para cobijarsu corazón laceradodime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque la leve transfiguraciónde la escritura finge la verdad con fulgor de permanenciadime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque existe un lugar al cual retornoen sueños donde encuentro las palabraspero dichas no es igualdime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque una vez mi vida se detuvomira mi corazón preso en el ámbarde los instantes eternosy dime, amor, si me liberarás.

José Blanco: Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos (Baile

del Sol, Tenerife, 2005).

51

Page 52: Frontera de lo irreal

Foto: Paula Serra.

52

Page 53: Frontera de lo irreal

INTERLUDIO NARRATIVO

53

Page 54: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

54

Page 55: Frontera de lo irreal

La muerte de Dios

Dicen que los caballos ven en blanco y negro. Éste, por lo menos, sí lo hacía. Noconocía de tonalidades diversas: la configuración de su mundo, de su espacio, erablanca y negra. No suponía siquiera la existencia de grados o tonos diferentes. Supercepción estaba limitada a captar luminosidad u oscuridad.En un momento dado de su desarrollo existencial —porque todo ser así debía hacerlo—, se volvió cada vez más consciente de su identidad. Se supo digno e importante, sesintió ágil y fuerte, sabía que la elegancia de sus movimientos era menos trascendenteque los motivos de su andar. Era fiel a sí mismo por naturaleza: en la certeza de susconvicciones, nunca derivaría en nada que lo perjudique. Sin embargo, no conocía —en el dicotómico espectro cromático que manejaba— qué color le correspondía: no sesabía ni blanco ni se sabía negro. Nunca conoció algo similar a un espejo. Intuía suser por la descripción mental que él mismo hacía de sus propios movimientos. Seconocía, así, en forma y extensión, en proporción, pero no en color.Pasó gran parte de su vida intentando dilucidar esto. Se movía por el campo cada vezmás consciente y más atento a todo lo que pueda brindarle ayuda a este respecto.Llegó a conocer su fuerza con precisión, y sabía usarla con destreza cuando habíaque perseguir o escapar de algo. Su velocidad llegó a amaestrarla hasta el dominioabsoluto. Era bello verlo moverse en aquel campo tan suyo, observarlo desplegar conmaestría y elegancia la fineza de su andar.Muchas veces se sintió tocado por la mano de Dios: esta conexión mística le alertabade probables peligros, sabiéndose a salvo en el justo equilibrio entre los designios desu propia voluntad y los de la voluntad celestial. Era para él inexplicable este convivirentre lo divino y lo terrenal: no sabía dónde y cuándo comenzaba un dominio yconcluía el otro. Sin embargo, al margen de estas indagaciones trascendentales,sentía que la vida le tenía deparada una sorpresa que él intuía gratificante.Con el absoluto conocimiento de sus facultades, llegó a ser feliz y pleno en locotidiano de su habitar en aquel campo. Intuía cada riesgo y lograba evitarlos conprecisión. Así las cosas, sólo podía sentirse seguro y poderoso —un poder quesiempre supo aterrizar en consonancia con la ya antedicha conexión divina con suvoluntad terrenal—; sabía quiénes eran sus aliados y amigos, y detectaba con naturalfacilidad las confabulaciones del peligro.En un momento dado, discurría sobre sus grandes inquietudes existenciales: su color,el influjo divino en su vida, la sorpresa que ésta le deparaba… cuando,inesperadamente, siente literalmente la mano de Dios posarse sobre su cabeza decaballo, y, entregándose a sus designios, notó que esta vez nada era similar a otrasintervenciones. Tuvo intuiciones nefastas, se empapó del vértigo de lo ilógico, de loindescifrable, tuvo ganas de vomitar, se sentía morir. Dios se había equivocado enaquel campo cuadriculado, en medio de aquellas casillas blancas y negras que eransu césped, y el otro dios —quizás de qué color— lo tomaba ahora por la cabeza ydeshacía la realidad circundante en formas y cromatismos que jamás había intuido ensus indagaciones: era la muerte, que se lo llevaba con la duda del color y con elderroche de una intuición vital falsa: una sorpresa defraudada.Con el caballo ahora a un lado del tablero, la muerte de Dios era inminente.

Segundo Antares, Aleatorias, suaves, migratorias, Ril editores, Santiago, 2014.

55

Page 56: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

Page 57: Frontera de lo irreal

La misión

Qué extraño es ser el filo de un cuchillo… Ni siquiera el cuchillo, sino el filo delcuchillo. Sentirse depositario de una misión especial —seguramente como todos losseres—, una misión noble, únicamente destinada al filo de un cuchillo. Serprotagonista de la factura de los más deliciosos manjares, picar cilantro, perejil ycebolla con la precisión que sólo enseñan los años; penetrar la carne de cordero,cerdo o vacuno como si —y efectivamente así lo era— se hubiese nacido para ello.Él ya había hallado el porqué de su existencia, y se sentía pleno y privilegiado con elsolo hecho de sentirlo. Disfrutaba el rol protagonista de ese rinconcito llamado cocina.Ni siquiera tenía curiosidad por espacios tan aburridos como el living, algo llamadobaño o algún dormitorio. No quería conocerlos: era feliz en su dominio de cocineronatural, validado para ello desde su nacimiento.El filo del cuchillo se sentía ser desde la base de la hoja hasta la punta de dimensiónincalculable, la que, como una cámara de televisión, captaba las imágenes de lo que asu alrededor acontecía. Era común ver llegar a eso de las once de la mañana a la Mami —como de cariño ledecía a la mamá de los niños de la casa, sin hacer referencia a dicha obvia relaciónmaternal, sino por el estrecho vínculo afectivo que sentía con esa mujer, quien,además de ser «dueña de casa», era «dueña de cocina», y desde su llegada a aquelhogar lo había tratado con la delicadeza de una madre. De hecho, era quien, exclusivamente, utilizaba el filo del cuchillo y, en un particular acto de sinergia,potenciaban sus aptitudes para deleitar a la familia con las más deliciosas comidas.Como buena mamá, siempre lo lavaba y lo dejaba sequito para el otro día, por lo queno exageraba en sentirse realmente querido, incluso añoraba su presencia si algunanoche se desvelaba a causa de un ruido extraño, como lo haría cualquier hijo. Al otrodía, el trato suave de sus manos le recordaba su tan pura misión, y volvía a sentir laplena unión con ese ser tan especial que llamaba Mami—; entre once y doce, Mamidaba inicio al ceremonioso acto de todos los días de prender fuego y hacer el aseorápido de la cocina, para posteriormente preparar el almuerzo (todo esto eraansiosamente captado por la «cámara» del filo del cuchillo desde un extremo delmesón, quien deseaba imperiosamente ponerse a trabajar pronto junto a ella).Un día, contrariamente a su voluntad, una mano extraña se apoderó del cuchillomientras el filo dormía, y de a poco, al desperezarse la cámara, muy a su pesar, iniciaun recorrido por los lugares más mediocres e inhóspitos de la casa. Es así como pasade la cocina al living y, ya bien despierto, distingue la figura de Mami delante de él,visiblemente alterada, llorando y gritando. Hizo lo que pudo… intentó botarse al suelo,girar, retroceder y volver a la cocina para no presenciar el sufrir de Mami, pero esanoche el cocinero era otro: aquel ser al que nunca quiso llamar Papi y que hoy loutilizaba para el más cruel de los actos, en el más sórdido de los escenarios, en lamás injusta e impropia de las misiones: sentirse al filo de la muerte el filo de la muertey atravesar de punta a cabo la carne de su Mami, como si fuese cordero, cerdo ovacuno, y quedarse allí tirado llorando sangre que nadie limpiaría.

Segundo Antares, Aleatorias, suaves, migratorias, Santiago, RIL, 2014.

Page 58: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal

58

Page 59: Frontera de lo irreal

CUENTAN, CANTAN

59

Page 60: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

60

Page 61: Frontera de lo irreal

LA CASA ABANDONADA

Carcomió el olvido los muros de esta casay anida el musgo en la techumbre:verdes golondrinas, verdes gorriones,verde tiempo sobre el cinc oxidado.

En el patio queda perfume de violetas.En la puerta, herrumbres y silencio.

Tras un vidrio quebradoel rostro de una muchacha muertanos está diciendo adióscon una lágrima de azogue.

Guido Eytel, Poesía incompleta, Temuco, UFRO, 2014.

61

Page 62: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

62

Page 63: Frontera de lo irreal

EL BAR DE LOS JUBILADOS

Los jubilados beben lentos su vaso de vino.Miran en el diariolos avisos de las defunciones,hablan de la humedad, del reumatismo,y luego se quedan en silencio.

No hay reloj frente a la barray el calendario ya no sirve de nada.

Guido Eytel, Poesía incompleta, Temuco, UFRO, 2014.

63

Page 64: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

64

Page 65: Frontera de lo irreal

A los 6 ó 7en el piso de abajola abuela hablaba mal de mi viejo.Hermanos y primos dormían.Dónde o qué hacían mis padreslo desconozco.No se lo comenté a nadie.Oí hasta que cambiaron de tema.Años despuésEs tu nieto mayor… en el hogar de ancianos.Querías un beso.Me llamaste con el nombre de un novioque nadie conocía.En la última conversación cuerdale dijiste a tu hija que te cargaba rezar cada mañana con las monjas.Y me reí,incapaz de contenermesalí de la pieza,nunca más volví a entraro verte, oma.

Ernesto González Barnert, Coto de caza, 2014.

65

Page 66: Frontera de lo irreal

Foto: Paula Serra Bobadilla.

66

Page 67: Frontera de lo irreal

¿Sabes cómo me di cuenta de que eras la chica adecuada? Porque un día como hoy celebraste una brisa fresca. Las otras pasaron a nuestro lado absortas en cosas innecesarias.

Ernesto González Barnert.

67

Page 68: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

68

Page 69: Frontera de lo irreal

Si soltara este esfuerzo mudo que permanece en lo más físico de mi cabeza

y de mis hombros; si de pronto, uno de estos días, relajara mis músculos

por completo (músculos de cuya existencia no sabía hasta ese momento), y

esta obligación se terminara así, de repente; ¿entonces, dejaría de ser yo?

La identidad es un trabajo de pieles y ligamentos que se esfuerzan por

recordar esta fecha, el momento exacto de la historia en el que estamos,

qué antecede y qué precede; qué masas de siglos están detrás, en qué

orden y cuántas horas me quedan por delante. Recordar es un trabajo

desde el amanecer hasta la medianoche. Presentar un nombre propio es

una responsabilidad tremenda en el cuello y en las mandíbulas.

*

Cuando alguien habla, no agrega nada nuevo.

Cuando yo hablo, vuelvo a reconsiderar mis palabras durante el día

Y me arrepiento al terminar la tarde.

Las mentiras se acumulan,

Se vuelven garganta, molestias, sudores.

Si tan solo las mentiras construyeran castillos,

Pero no,

Una mentira sigue a otra mentira

Y la brisa fresca alivia la noche.

Christian Rodríguez Buchner.

69

Page 70: Frontera de lo irreal

Foto: Paula Serra Bobadilla.

70

Page 71: Frontera de lo irreal

Sueño con reflexionar sobre aquello que no sé,

Saltar por sobre mi ignorancia como por encima de pequeños charcos de

agua sucia

Y cruzar los barriales hasta el final del sol.

Esa tarde volveré cansado, con la satisfacción del deber cumplido.

Estúpido y somnoliento como un animal

Dormiré bajo la mirada triste y compasiva del Dios Padre.

Christian Rodríguez Buchner.

71

Page 72: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

72

Page 73: Frontera de lo irreal

SENDEROS

IConejos, culebras y lagartijashacen crujir ramas en la huída.La cigarra solamente calla.

IITener ritmo en la escritura,pero mejor para saltar de piedra en piedra.Asteroides que curvan la corriente.

IIIAnonimato de flores de montaña:tanta geometría lejos de las aulas, casi un insulto a la academia.

IV¿Has visto un enjambre de avispascomiendo los ojos de un ratón muerto?

Felipe Moncada Mijic, Silvestre.

73

Page 74: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

74

Page 75: Frontera de lo irreal

ORIGEN DEL NOMBRE

Descansamos en Las Bandurrias,tomamos agua con harina en Los Treiles.

¿Pero, quién los nombra a ellos;al tiuque o el agudo tricahue?

¿Quién al fuego le dauna roja lamedura de bautismo?

¿Cómo distinguir, por su voz, una cascada de otra?

Felipe Moncada Mijic, Silvestre.

75

Page 76: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

76

Page 77: Frontera de lo irreal

Definitivamente…a F.

Definitivamente, no quiero leer en las cantinasni con megáfono en mano en un paseo públicotampoco bajo un toldo con pruebas de sonidoni en el carro resbaladizo de ninguna victoriamenos, torpe anciano decrépito y olvidadizoen el teatro apercancado de mi pueblo natalNo. Yo sólo quiero leer mirándote a los ojosun poema tan transparente como el vientoque susurre al oído sus últimas palabrascomo un herido a muerte cogido de tu mano.

Bernardo González Koppmann, inédito.

77

Page 78: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

78

Page 79: Frontera de lo irreal

Canción del ángel a Rainer María Rilke Si más allá, detrás de los retratosuna mirada atraviesa el airecomo un cernícalo callado pasa el ángel Si por la playa te alejas de la aldeay en el frío horizonte un sueño ardesilbando una lenta melodía pasa el ángel Cuando cae la tarde sobre el mundoy estrellas al abismo caencomo una palabra en el silencio pasa el ángel Si en un brezal enredas el regresoy alrededor las horas se deshacencon una luciérnaga en las manos pasa el ángel Así, en todas las muertes que nos buscanentre las luces de las piedras y la sombra de los árbolescomo un suspiro de las cosas pasa el ángel

Bernardo González KoppmannDe "Cantos del amancay", Talca, 2005.

79

Page 80: Frontera de lo irreal

80

Page 81: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

81

Page 82: Frontera de lo irreal

Tráeme

Tráeme mujer los ojos rojos, que ya no recuerdo cuanto te quiero. Saldré del paso, con los pasos gastados, con el vaso envenenado, con la mirada quebrada, saldré del yugo que me joroba, que me hunde entintado de sal. Recorreré los caminos, los puentes, dos ríos, la tierra entera de rieles oxidados, a ver si me acuerdo, a ver si es verdad que te amé, si es en serioque cerraba los ojos cuando te besaba, que el silencio se hacia miel en las tardes coloradas de los domingos.

Tráeme mujer la garganta raspada, las velas quemadas, la paila saltada de estrellas astrales, de campos australes, de tiempos remotos, de tantos versos, de tanto andar por el barro, de pasear por el pueblo como si el tiempo no existiera, como las horas suicidas que me acompañaban. Cuandoempiece a creer en lo que nunca tuve, cuando deje de tener lo que nunca creí, viviremos; Tal vez tendremos tiempo, solo te pido que no te enojes cuando que mis manos te persigan, como las sombras, por las callecitas de tu cuerpo, de ese cuerpo que tanto dudo si fue mío.

Tráeme mujer a la mujer que amo, la que me secaba los labios con los dedos, la que me empapaba la cara con el pelo. Lloraré si la noche se hace negra, si los besos son helados y si los rezos pierden la fe. Que por la ventana esperaré que el sol muerda la montaña. Como en los viejos tiempos, en los que todo era más cierto, en los que los ojos estaban menos mojados. Quizás mañana te encuentre, quizás nunca te busque, pero si te busco y te encuentro, tráeme solo un pedazo de lo que te pido y un recuerdo para seguir viviendo.

Martín Ramírez Hernández.

82

Page 83: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

83

Page 84: Frontera de lo irreal

LUCERO

Lejos los caminos duelen. Vida no me hagas olvido, si te quise en la ribera. Vida no me hagas lo mismo.

Lucero solito, pedazo de mi alma, sigo cantando a la noche porque sin ti no hay mañana. Sigo cantando a la noche.

Para qué voy a esperarte, esperarte toda mi vida, si tus ojos solitos van marcando despedida.

Para que voy a buscarte, buscarte toda mi vida, si tus ojos sólitos van marcando la partida.

Puede ser que sea tu lucero lo que hoy se me espaca del fondo.

Puede ser que sea esta lluviala que nunca olvide tu rostro.

Lucero solito, pedazo de mi alama.

Prometiste no marcharte y hoy te vas. Me dijiste no me olvides nunca más.

Prometiste no marcharte y hoy te vas, me dijiste no me olvides.

Martín Ramírez Hernández.

84

Page 85: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

85

Page 86: Frontera de lo irreal

zapatilla de Rothschild

Cuando comentaste

de esa orquídea extraña

y en extinción,

que florece cada 15 años,

sentí tu esperanza

de que sea una mejor persona contigo.

De ser así,

sabemos,

sería sólo por unos días,

luego todo se marchita.

Felipe Caro

86

Page 87: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

87

Page 88: Frontera de lo irreal

Fin del segundo acto

Arrancar cada cabello de la almohadatarareando canciones de bandas que sólo tú conoces,sacar sin pensar hojas de tu libro favorito,imaginar que algo malo te pasa,que algo bueno me pasa,comprar ampolletas para que la entrada de mi casa no esté a oscuras,no saber dónde acabaré a la nocheni pensar en otro día más que éste.Seguir arrancando cabellos de mi almohada,rayar en la pared un verso triste,sentir miedo cuando suena el teléfono,no acercase a la cocina,no querer mirar el reloj,sentir sed ,quemar ropa en el patio,andar desnudo,dejar que las uñas conserven lo que puedan de ti,mientras sostengo el último cabello de la almohadacon el que amarraré mi lengua.

Felipe Caro.

88

Page 89: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. González Cruz.

89

Page 90: Frontera de lo irreal

Gotas de rocío

Hoy te crees juez que ley impartes,Y a menudo sufres sin preocuparte,Has mirado alguna vez a tu amigoEse que esta a tu lado,Y que de un día para otro su inocencia derrumbaste,Eres dueño de cada herida,Beso, sueño, palabra que regalaste…Las amapolas, que quizá el privilegio mismoO la nada crezcan alejándose,Se extinga el fluido,Que a lo lejos la infrecuenteY sobria luz brota y se despierta,Diciendo que la poesía no es solo para ella,Ni los elegantes ramilletes de flores,No sé si sabes que la sangre llueve,Dejando desplomarse a las miradas azules,Que sobre un cuerpo gris caen,Y que el hogar que ocupa tu amor,Lo vuelvas ciego, sordo y mudo,Así podrás aclarar tu propia alma,En el pecho del mundo, que puede Algún día quisiste…La nodriza que quería ser reina,Jamás volvió a tomar notas,Solo miró hacia el norte,Donde una ciudad portuaria,Fundó tus jardinesDonde descansan esos sentimientos robados…

Claret Cea

90

Page 91: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Alejandro Gutiérrez Cruz.

91

Page 92: Frontera de lo irreal

Te escucho

Cuando oigo la vida Estoy dispuesta a hablar con ella Escuchar sus tristezas Y hacer una peligrosa lectura sobre ella En un instante me habla la lluvia me susurra Vuelvo a viajar en el aireY bajo a la sucia sociedadDonde la lluvia ácida me grita estallando en llantos Aquellos reclamos de los mortales Por qué el agua esta fría Por qué el aire no se puede respirarPor qué las putas en las esquinas Por qué tienen frío Por que solo piden y no dan nada a cambio Si cerraran la boca y abrieran la mente,Mirarían hacia arriba y verían la nitidez del cielo.

Claret Cea

92

Page 93: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Gutiérrez Cruz.

93

Page 94: Frontera de lo irreal

LA SANGRE

Sangre.Pronto vendráy nos dirá donde han quedadolas pieles de nuestra memoria

romperá los secretos de muralla y acabará con el tiempo de un rostro perdido.

La sangre bajarápara devolvernos a los cuerpos esparcidos en el aire.

Consuelo Martínez Astorga. Inédito.

94

Page 95: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel Gutiérrez Cruz.

95

Page 96: Frontera de lo irreal

LA TRAMPA

Esta es la trampa: morir por un instante;y al instante, resucitar otra vez como tantas veces.

Consuelo Martínez Astorga. Poema inédito.

96

Page 97: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

97

Page 98: Frontera de lo irreal

Una dulce y triste melodía

Una dulce y triste melodíallama a mi cuerpo a danzar,una mirada hechizantesale a mi encuentro,una mano tendidaa la espera que aceptedanzar con un ser de ensueños.

El reloj suenaal compás de los corazones,el pulso se aceleracon el roce de la piel.

Una lágrima amargaroza mi mejilla,un beso fríome atrapa en agonía,un abismo en el salónse lleva mi almacon un grito de dolor.

El reloj suenaal compás de los corazones,un infierno se abre pasoen busca de traidores.

Valeria Torres.

98

Page 99: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

99

Page 100: Frontera de lo irreal

Cada vez que te marchas

Cada vez que te marchasmi corazón siente un vacio.una parte de mí queda contigo.

Ansias de llorarcada vez que te alejas, una angustia que ahogay me deja en vela.

Valeria Torres

100

Page 101: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

101

Page 102: Frontera de lo irreal

PoeMazo

Tus palabras son cuchillosque clavas en mi corazón,lo estás matando díaa día con tus ofensas.

Para ti todo es unjuego, tomaste micuerpo para golpearlosin saber que estabasgolpeando a tu hijo.

Catherine González

102

Page 103: Frontera de lo irreal

Foto: Patricia Pichun Carvajal.

103

Page 104: Frontera de lo irreal

Poema 22

Tus lágrimas son comola lluvia pasajera,pero nunca se olvida.

Tus besos son comoel fuego que seconvierte en cenizas.

Tus caricias soncomo el mar,van y vienen,dejándomeuna gota deamargura.

Catherine González

104

Page 105: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

105

Page 106: Frontera de lo irreal

LUNES

Como un dolor de porto y de colonia,Como la sangre negra de los buitres,Aparecen los lunes, tan hipócritamenteQue me encienden un humor de témpanosY de cuchillos farmacoafilados.

Y visto de manera muy decentePara ocultar la rabia contra el lunes,Y saludo a las damas con sonrisasPara calmar la angustia de las horasPerdidas para siempre al escritorioY en mi mente los jefes desfallecenY cesan las llamadas telefónicasY suena el rock de las bandas nocturnasY los amantes beben de la dicha.

Pablo Rojas Escobar.

106

Page 107: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

107

Page 108: Frontera de lo irreal

MIÉRCOLES

En la plena semana de la vida,como un sol rojo, el miércoles divinoaparece luchando contra el tiempo.

El trabajo madura al mediodía,Y florece el momento en un segundo.El mundo nace ahora, nada quedadespués. El surgimiento de los ojoscuando la luz se escurre desde el cielo,el sabor de una broma están aquí,en la orilla vital del día miércolescomo una diminuta plenitudde flores ermitañas del desierto.

Pablo Rojas Escobar.

108

Page 109: Frontera de lo irreal

Foto: Estefanía Miranda.

109

Page 110: Frontera de lo irreal

LÍMITE

La luz siempre despierta, mira, ven,abre la puerta, siempre. Sol. Y sal,abre los ojos. Vive. No hay final,las olas son tu música y vaivén.

La brisa te despeina. Estamos enmedio del mar, y cuando estemos allímite, acariciando el litoral,el temporal arreciará también.

Y sube el día. No se sabe aúnnada, ni nunca. ¿Cuándo el corazónsupo morir, estar ligado a un

cabo? Mira las nubes, la emociónde deshacerse y comenzar; ¿algúndía se vio que no haya sido un don?

Javier Aguirre.

110

Page 111: Frontera de lo irreal

Foto: Miguel A. Gutiérrez Cruz.

111

Page 112: Frontera de lo irreal

TRANSEÚNTE

Por qué siempre vuelve mi corazóna las oscuras reveriesa los paseos por el Senaa los cartones de la plazapor qué las botellas alojanuno o dos trámites gozososdonde poder perpetuarel gusto insano de la especiey el gusano de la emociónme mira con tantas palabrasen el paradero de siemprepor donde te veo pasarsentado en el momento triste

Javier Aguirre

112