gastroenteritis hemorragica en perros

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1 UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA “DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS GASTROENTERITIS HEMORRÁGICAS EN PERROS” Monografía que para obtener el título de Licenciado en Medicina Veterinaria y Zootecnia Presenta: Angélica Monserrat Aguilar Ramírez Veracruz, Ver 2005

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Page 1: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

“DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS GASTROENTERITIS HEMORRÁGICAS EN

PERROS”

Monografía que para obtener el título de Licenciado en Medicina Veterinaria y Zootecnia

Presenta:

Angélica Monserrat Aguilar Ramírez

Veracruz, Ver 2005

Page 2: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

2

AGRADECIMIENTOS:

A mis padres Alonso Sócrates Aguilar Solis y María

Cristina Ramírez Álvarez; gracias por todo su apoyo y

comprensión, por todos los sacrificios que han

realizado a lo largo de mi vida para ayudarme a tratar

de ser una mejor persona cada día; y por el simple y

sencillo hecho de ser mis padres y mejores amigos.

A mi hermana María Antonia Aguilar Ramírez y mi

cuñado Said Jesús Rivera García; por la confianza y fe

que depositaron en mí desde el inicio de mi carrera, y

su incondicional amistad.

A la familia García Ramírez; por ser una parte

muy importante en mi vida y dejarme pertenecer en la

suya, así como por todo el apoyo que siempre me

brindaron.

A la Sra. Virginia Castro Mota; por su amistad,

comprensión y alegría, que fueron una motivación más

para continuar.

A la Dra. Isabel Ramírez Álvarez; por el apoyo que

siempre me ha brindado y el ejemplo que ha sido para

mi.

Page 3: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

3

A mi asesor M. V. Z. M. E. Miguel Canales Rubio;

quien dedicó parte de su tiempo y conocimiento a la

elaboración de este trabajo, ya que con su enseñanza y

ejemplo forjó una parte de mi formación profesional.

Al M. V. Z. Juan Bernardo Rosales Raya; por ser

un gran ser humano y excelente persona, gracias por su

paciencia y dedicación.

A mis profesores y jurado; por la formación

académica y profesional que sin sus conocimientos y

sabiduría nunca hubiera obtenido.

A Jonathan; gracias por ser siempre incondicional,

por compartir los mejores y peores momentos de mi

vida y por inspirarme tantos deseos de continuar y de

vivir.

Page 4: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

4

INDICE DEL TRABAJO TERMINADO:

1.- Introducción

1.1 Antecedentes

2.- Marco Teórico

2.1 Fisiopatología de las Gastroenteritis Hemorrágicas

2.2 Signos clínicos presentes

2.3 Definición de diarrea y vómito

2.4 Aspectos fisiológicos y patológicos de la diarrea y de

la hematemesis

2.4.1 Diarrea según su fisiopatología

2.4.2 Diarrea según su origen anatómico

2.4.3 Diarrea según su duración

2.4.4 Hematemesis

2.5 Diferenciación de agentes etiológicos y susceptibilidad

a distintos fármacos y alergenos

2.5.1 Dietética

2.5.2 Inducida por drogas y toxinas

2.5.3 Parasitaria

2.5.4 Viral

2.5.5 Bacteriana, Rickettsial y enterotoxígena

2.5.6 Colitis parasitaria

2.5.7 Colitis infecciosa

2.6 Enfermedades crónicas del intestino delgado y del intestino grueso

2.6.1 Enteropatías inflamatorias crónicas

Page 5: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

5

2.6.2 Diarrea crónica con EPP

2.6.3 Síndromes Malabsortivos

2.6.4 Síndrome de intestino corto

2.6.5 Linfosarcoma intestinal

2.6.6 Diarrea relacionada con la tiroides

2.6.7 Enfermedades inflamatorias crónicas del

intestino grueso

2.6.8 Diferentes formas de colitis

2.6.9 Procesos no inflamatorios crónicos del

intestino grueso

2.7 Enfermedades con manifestación de vómito hemorrágico

(hematemesis).

2.8 Distintas estructuras asociadas al tracto gastrointestinal con

manifestaciones clínicas de gastroenteritis hemorrágica

2.8.1 Hígado

2.8.2 Enfermedades de la vesícula y conductos biliares

2.8.3 Páncreas

2.8.4 Hipotiroidismo

2.9 Tipos de muestreo y análisis clínicos que deben realizarse para la

identificación del agente causal

2.10 Tratamientos aplicables en cada uno de los casos y prevención de

ciertos agentes causantes de cuadros gastroentéricos

3.- Discusión y Conclusiones

4.- Bibliografía

Page 6: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

6

I. INTRODUCCIÓN

A través de los años los médicos veterinarios se han dado a la

tarea de buscar una mejor solución a los casos clínicos con los que se

enfrentan dentro de su trabajo cotidiano, tratando de evitar las

limitantes que muchas veces tienen ante un problema desde el punto de

vista técnico, por lo tanto deben tomar como principal objetivo la salud

y bienestar de su paciente, ya que en muchos de estos casos, éste

puede desempeñar un papel muy importante dentro del seno familiar

(16).

A partir de las observaciones obtenidas en la clínica, podemos

pensar en un sin número de opciones que nos pueda referir un síndrome

patológico, por lo cual deberemos realizar las investigaciones

requeridas, así como el muestreo necesario y en su defecto los estudios

obligatorios que pudieran ser rutinarios para determinar una

enfermedad y diferenciarla de otra (4).

Para llegar a un diagnóstico más acertado y por consiguiente

realizar un tratamiento, es necesario llevar a cabo un seguimiento del

cuadro patológico que presente el paciente, hacer uso de nuestra

observación e instrucción académica como principal fundamento, y

posteriormente conducirnos a efectuar los análisis complementarios que

sean necesarios para de ésta forma establecer el tratamiento adecuado;

así como la profilaxis que puede aplicarse en el caso de que exista un

riesgo de contagio con el resto de los cohabitantes del animal;

refiriéndonos a animales e incluso el ser humano (5).

Entrando de lleno con lo que se refiere a la gastroenterología

veterinaria, podemos aclarar en primer término que tanto el agente

etiológico que se presenta como el consecuente daño que produce en el

organismo del animal son móviles determinantes en cada una de las

Page 7: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

7

distintas enfermedades y que pueden crear un síndrome muy severo

que podría conducir a la muerte del paciente, si este no es tratado como

es debido (2).

Muchas veces dejamos pasar por alto que el animal que sea

partícipe de una serie de signos clínicos, puede estarnos dando la

respuesta a un adecuado tratamiento que sea más acertado al

padecimiento que presenta, sin embargo, podemos asegurar que el

diagnóstico es complementado a partir de la observación minuciosa que

se haga del paciente; dentro de la cual la presencia de uno u otro signo

van a ser, dentro de la metodología con la cual se realice la inspección,

factores determinantes para diferenciar una enfermedad de otra (4).

De esta forma podemos aplicar a la práctica una forma más

selectiva para determinar un cuadro signológico que nos sugiera una

enfermedad, para ello debemos comprender la estructura anatómica y el

funcionamiento fisiológico adecuado de los tejidos comprometidos

dentro de un determinado síndrome, llamándose así por la serie de

signos que se presentan en él (58).

Ampliando nuestro estudio de esta forma, podremos hacer una

definición comparativa de las diversas formas en que se presenta un

cuadro patológico que refiera una enfermedad que involucre al aparato

digestivo de manera directa y/o indirecta (2).

Cuando se presenta un síndrome gastroentérico es de vital

importancia buscar la estabilidad del animal, esto se hace aún más

complicado en animales de corta edad que aún no han adquirido la

inmunidad necesaria para defenderse contra los diversos agentes que

puedan atacar su organismo y puedan responder de una manera

adecuada a un tratamiento aplicable (48).

El contacto que puedan tener los animales con un agente

patológico, sea éste parásito, virus, bacteria o incluso la forma en que

puedan responder a un factor alergénico, tóxico o neoplásico; pueden

Page 8: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

8

desencadenar una falla en la interacción normal que existe en el

funcionamiento del aparato digestivo y los agentes, produciendo así un

cuadro gastroentérico que puede disminuir la capacidad del animal para

inhabilitar las posibilidades de vida del agente dentro de su organismo.

Otros factores que pudieran ser determinantes dentro de la presencia de

un cuadro de este tipo serían la raza y condición corporal del paciente, o

las condiciones en las cuales habita; así como patologías crónicas de

hígado o páncreas que hicieran más susceptible al paciente a las

anomalías gastrointestinales que pudiera presentar (2).

Para ello es fundamental tomar como principal base la anamnesis

e historia clínica con las cuales podemos adquirir una serie de datos que

puedan ayudarnos a discernir entre una enfermedad y otra,

administrando un tratamiento más adecuado a un diagnóstico más

certero y específico; basándonos también en la serie de resultados que

puedan obtenerse a partir de los análisis complementarios que pudieran

hacerse partiendo del muestreo que requiera nuestro paciente (4).

Page 9: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

9

1.1 ANTECEDENTES

Se dice que la domesticación del perro inició aproximadamente

hace 10,000 años, aunque existe una pintura rupestre que data

aproximadamente de 50,000 años de antigüedad en donde se

representa a una criatura similar a un perro en una escena de caza

(57); aunque no podemos asegurar que los perros fuesen usados en

principio como exclusivamente de caza; ya que han experimentado una

evolución lenta que lo diferencia de la especie salvaje de la cual

procede. La familia Canidae empezó a evolucionar de mamíferos

prehistóricos hace unos 60, 000,000 de años (43).

El Cynodictis que es una criatura de aspecto extraño con largo cuerpo,

cola de sable y patas cortas, es al que se considera el predecesor

original del perro (43). Sin embargo la teoría más admitida con relación

a la domesticación, es que el perro comenzó a domesticarse a partir del

lobo de las Indias, Canis lupus pallipis; hace unos 20,000 años. Estos

lobos vivían alrededor del hombre de Cro-magnon y sus antepasados,

pero estaban alejados de ellos por el miedo al fuego; como eran

carroñeros, les ayudaban a mantener limpios los límites de sus

campamentos, aprovechando los restos de los animales que cazaban; y

probablemente, también fueron cazados para ser comidos. El perro fue

adaptando su aparato digestivo a una dieta más variada (además de

carne) al convivir con el hombre, esta evolución fue lenta y es el día de

hoy que al perro se le considera omnívoro (puede comer distintos

alimentos), aunque siempre conserva su instinto carnívoro y sigue

siendo la carne su alimento favorito aunque no cumple con los

requerimientos nutritivos que él necesita en los tiempos actuales (43).

Sin embargo, los perros salvajes antes de hacerse omnívoros se

alimentaban de presas cazadas por ellos y generalmente herbívoros, de

Page 10: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

10

la que comían ante todo, el estómago con sus contenidos de hierbas y

cereales, luego las partes grasas, las vísceras, los músculos y finalmente

la piel y huesos. De los vegetales tomaban los carbohidratos, de los

músculos las proteínas, del hígado las vitaminas liposolubles y de los

huesos las sales minerales (9). Realmente el origen del perro como

animal de compañía puede ser aún no muy claro, debido a las diferentes

teorías que surgen a partir de los estudiosos del tema.

Por lo que podemos intuir que se creo un vínculo entre el ser

humano y los perros como animales de caza y compañía, el cual fue

creando tal interés en el hombre que forjaron una forma de estudio y

tratamiento para un manejo más adecuado de los mismos (9).

En 1671, Claude Bourgelat fundó en Lyon la primera Escuela de

veterinaria en el mundo debido a la necesidad social en relación al

mejoramiento de la salud animal y luego con fines relacionados a la

producción de alimentos y fibras, y finalmente en la búsqueda de la

mejora de los animales domésticos y mascotas (16).

Por tal motivo, muchos médicos veterinarios han ido más allá de

los estudios en el animal en sí; para dedicarse a ciertas áreas de la

medicina que pudieren referir un daño en el animal, haciendo de esta

forma su estudio especializado en las diferentes formas en que un

animal puede verse afectado; como la gastroenterología veterinaria la

cual se aboca principalmente a los estudios de las afecciones presentes

en el aparato digestivo (16).

En el presente trabajo se hace alusión a las gastroenteritis

hemorrágicas como una de las patologías más comunes que se

presentan en los perros con diversas causas y en las cuales muchas

veces el tratamiento adecuado puede conducirnos a un tratamiento que

pudiera ofrecerle al paciente una mejor calidad de vida.

En tiempos pasados autores como Hans Georg Niemand dividían el

síndrome gastroentérico en dos patologías: gastritis y enteritis; sin

Page 11: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

11

tomar en cuenta que en la mayoría de estos casos ambas se encuentran

en una estrecha relación siendo causa la una de la otra, o participando

como un factor desencadenante y agravante de la enfermedad; aunque

en diversos casos puede presentarse una aún en ausencia de la otra. La

manera en que han evolucionado los conocimientos de cada clínico se ha

descubierto que la serie desencadenante de procesos que conllevan a un

cuadro signológico de gastroenteritis hemorrágica que va ligada

principalmente a la falla en el mecanismo de función del aparato

digestivo (42).

Gracias a los estudios obtenidos a partir de la biología y la

bioquímica; la gastroenterología veterinaria pudo incursionar de una

forma más específica en cuanto a la función digestiva se refiere; además

con los avances de la medicina veterinaria pueden ahora aplicarse

técnicas más eficaces como la endoscopía, laparotomía y la radiología

(2).

Page 12: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

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II MARCO TEÓRICO

2.1 FISIOPATOLOGÍA DE LAS GASTROENTERITIS

HEMORRÁGICAS

Para que los perros obtengan las energías que necesitan para su

diario vivir, el alimento debe ser descompuesto en nutrientes más

pequeños que puedan ser absorbidos en el torrente sanguíneo. El

proceso de descomponer las partículas de alimentos se llama

"digestión". Este proceso comienza en el estómago y continúa en los

intestinos, donde los nutrientes son absorbidos (57).

En el intestino grueso el agua es reabsorbida por el torrente sanguíneo.

Esto es importante no sólo para producir heces firmes, sino también

para mantener el balance de agua en el organismo (57).

El tracto intestinal puede inflamarse por una variedad de factores,

incluyendo infecciones como las causadas por bacterias, virus, hongos y

parásitos, por comidas descompuestas o basura, por alergias a los

alimentos y, algunas veces, por medicamentos. Los cambios repentinos

en la dieta, tales como sobras de la mesa y leche, también pueden

causar diarrea en algunos animales. Otras enfermedades como la

insuficiencia renal y hepática, pueden causar gastroenteritis (57).

"Gastritis" quiere decir "inflamación del estómago” produciéndose

daño de la mucosa resultante de la respuesta en el epitelio estomacal y,

usualmente, causa vómitos y dolor abdominal (29). La gastritis ocurre a

menudo en conjunto con una inflamación del tracto intestinal, o

"enteritis" con la afectación simultánea del intestino grueso y delgado.

Por lo que "gastroenteritis" describe la inflamación general del tracto

digestivo (42).

Page 13: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

13

La gastroenteritis hemorrágica se define como un síndrome

caracterizado por vómito profuso y diarrea sanguinolenta (58).

Nelson y Couto, así como otros autores (11, 18, 29) proponen a

este síndrome como un padecimiento característico de perros de razas

pequeñas como poodles, dachshunds y schnauzer miniatura entre los 2

y 4 años de edad; sin embargo, este síndrome también se ha observado

en animales de razas grandes y de distintas edades y no sólo

específicamente en cachorros (2, 3, 7).

En muchos casos queda sin aclarar la cuestión de si se trata de

trastornos primarios acaecidos en el funcionamiento de la pared

intestinal (irrigación, motilidad, secreción), o de lesiones primarias

debidas a variaciones del contenido intestinal. Aquí se prescinde de los

trastornos secundarios del aparato digestivo ocasionados por trombosis

o embolias de grandes vasos sanguíneos. Del proceso fisiológico de la

digestión se deduce que toda alteración de la motilidad a nivel del

intestino debe provocar trastornos en el tratamiento de la ingesta (51).

Para la digestión se requiere que mediante el desplazamiento del

alimento exista una participación muscular; a partir de la masticación y

deglución, movimientos de entremezclado y transporte de los músculos

de las paredes del tubo digestivo (51).

Como el proceso digestivo es regulado por el sistema nervioso

autónomo y una serie de hormonas, los trastornos que puedan

presentarse en él serán alteraciones de tratamiento físico y químico del

alimento en el aparato digestivo, las causas que puedan presentarse en

el mismo podrían deberse a la textura y composición de la misma

ración, motilidad o secreción glandular del aparato digestivo y sus

mecanismos reguladores. En algunos casos, puede haber trastornos del

desarrollo (malformaciones) o secundariamente trastornos generales

(desequilibrios metabólicos, enfermedades carenciales, etc). El canal

digestivo es una importante puerta de entrada de gérmenes patógenos,

Page 14: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

14

sustancias tóxicas y parásitos que ofrecen la producción de alteraciones

patológicas primarias o secundarias, junto con inflamaciones infecciosas

específicas, que destacan como la reacción que se produce en defensa

a agentes físicos, químicos, bacterianos o parasitarios, alteraciones

tisulares, catarrales, vesiculares, papulosas, ulcerosas, crupales,

hemorrágicas, supuradas y necrosantes, e incluso neoformaciones

tisulares (51).

Realmente en la mayoría de las gastroenteritis hemorrágicas

podemos especificar que el daño que se ha producido en la mucosa

intestinal por cualquiera que sea la causa o agente, producirán un

desgarramiento o irritación de la misma, de la cual se originará la

consistencia sanguinolenta que es apreciable en el excremento del

animal. Lo que es de extrema importancia determinar, es el tejido que

está siendo afectado, y la forma en que vamos a actuar para restaurarlo

a partir de la determinación del agente causal.

Page 15: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

15

2.2 SIGNOS CLÍNICOS PRESENTES

Los signos clínicos que pudiéramos apreciar en un cuadro

gastroentérico hemorrágico, principalmente se basan en la presencia de

heces sanguinolentas de consistencia acuosa y de olor fétido, vómito e

incluso hematemesis, anorexia seguida de anemia, y por consiguiente

de pérdida de peso, flatulencias y borborigmos, esteatorrea, disquecia,

halitosis, deshidratación por la pérdida constante de líquidos y

electrolitos a partir de la diarrea, algunas veces fiebre y postración del

animal. Todo esto depende del tipo de agente causal y gravedad de

lesión del aparato gastrointestinal, puede presentarse un aumento del

volumen fecal, de la frecuencia defecatoria, tenesmo, exceso de moco y

sangre en las heces; esto último dependiendo del origen del cual sea la

diarrea, siendo la presencia de sangre de distinta forma cuando el daño

se encuentra en intestino delgado, caso en el cual la sangre se presenta

como melena; o si es originaria del intestino grueso en el cual la sangre

se presenta como hematoquecia (33).

Obviamente la presencia de uno u otro signo varía según la

condición corporal del animal y la etiología, ya que el agente causal que

esté provocando la enfermedad va a variar con respecto a la magnitud

de la agresión que cause según sea el caso (33).

Page 16: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

16

2.3 DEFINICIÓN DE DIARREA Y VÓMITO

La diarrea ha sido empleada desde hace mucho tiempo como uno

de los signos para diagnosticar un problema gastroentérico debido al

daño que se presenta en la mucosa por los diferentes agentes

etiológicos, así como el posible síndrome de mala absorción que produce

en la misma. Sin embargo al hablar de diarrea y para determinar un

diagnóstico propio y ahondar en el tema debemos identificar el tipo de

diarrea al que nos enfrentamos, así como también definir el término de

la misma. De esta forma podremos entonces dar un diagnóstico más

certero, y aplicar un tratamiento eficaz para cada caso (3).

De manera que la diarrea puede definirse entonces como un signo

de excesivo contenido fecal y aumento anormal de la frecuencia, fluidez

y/o volumen de las heces resultado del transporte hidroelectrolítico

anormal por la mucosa del intestino delgado o intestino grueso

resultando la pérdida de líquido por malabsorción de solutos y agua o

hipersecreción de solutos y agua como la define Neil Anderson (2); del

mismo modo, Chandler y Sutton (11), describen a la diarrea como una

pérdida de líquidos y electrolitos por el tracto intestinal principalmente

rico en Na, K, Cloruro y Bicarbonato lo cual hace que se instaure una

acidosis metabólica. Mientras que Freiche (22) la define como la emisión

más frecuente de heces hiperhidratadas de volumen y consistencia

variables; lo cual puede ser reflejo de una afección sistémica o revelar la

presencia de una lesión digestiva. Existe un cambio en el porcentaje

hídrico de las heces ya que normalmente éstas presentan un contenido

hídrico del 60 al 70% y en un proceso diarreico la alteración que se

produce supone un incremento de hasta un 80 a 90 % (59). Sin

embargo, otros autores se han dado a la tarea de clasificarla y definirla

por la manera en la que se presenta o por el sitio donde se produce la

Page 17: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

17

lesión en la mucosa intestinal y de esta forma hacer un diagnóstico más

específico del agente causal; también debe tenerse en cuenta que la

diarrea conlleva a una serie de procesos significativos en el organismo

del paciente que pueden agudizar el cuadro patológico de la enfermedad

que se nos presenta (2, 18, 22).

El intestino delgado tiene como función principal el transporte del

contenido luminal hacia la porción distal, así como la secreción de

enzimas y hormonas para la digestión y la absorción del material

ingerido; mientras que la función del intestino grueso consiste en el

tránsito intestinal, absorción, secreción y cumplir con los procesos

químicos que se desarrollan dentro de su estructura produciendo la

acción fermentativa de los jugos digestivos y microorganismos que en él

se localizan. Así puede manifestarse la diarrea como una alteración

motora caracterizada por dolor abdominal o como una modificación del

tránsito presentándose como resultado de ésta la diarrea (5, 26, 37,

49).

La diarrea se ha definido por varios autores (2, 3, 11) como el

principal punto de partida para identificar y diagnosticar al agente causal

de la misma y a partir de ello aplicar el tratamiento necesario para cada

caso en específico determinando si se encuentra afectado el intestino

delgado o el intestino grueso.

Los perros son animales que perfilan en el grupo de animales

carnívoros en los cuales la digestión es de naturaleza básicamente

enzimática y la digestión microbiana se hace mínima. En esta especie el

conducto digestivo es relativamente corto y simple acompañado de una

válvula ileocecal y un ciego pequeño. Además el contenido energético

requerido por el animal derivará principalmente de la ingestión de

alimento, ocasionalmente seguida de un periodo de calma relativa (2).

Page 18: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

18

El vómito se define como la expulsión violenta por la boca de

materias contenidas en el estómago, siendo así un signo ambiguo al

proceso patológico de las gastroenteritis hemorrágicas (11). Blood (5) lo

define según su mecanismo de producción en vómito de origen central o

de origen periférico, dependiendo si la estimulación para el mismo se

produce a nivel del centro del vómito o en áreas periféricas, como

ocurre en la sobrecarga gástrica, inflamación de la mucosa gástrica o

por presencia de cuerpos extraños en faringe, esófago o surco

esofágico. El vaciamiento se debe a la intensidad de las contracciones

peristálticas del antro pilórico. Al mismo tiempo, el vaciamiento es

obstaculizado por grados variables de resistencia al paso del quimo por

el píloro. La mayor parte del tiempo, las contracciones peristálticas

antrales son débiles y sirven para iniciar la mezcla del alimento con las

secreciones gástricas. Cerca del 20% del tiempo, con comida aún

presente en el estómago, las contracciones del antro se hacen muy

intensas y se propagan por él. Conforme el estómago se vacía estas

contracciones se inician cada vez más arriba en el cuerpo del estómago

y exprimen las porciones más bajas del alimento almacenado para

añadirlo al quimo contenido en el antro. Estas contracciones peristálticas

intensas producen una presión de 50 a 70 cm. de agua, que es 6 veces

más poderosa que las ondas peristálticas habituales de mezcla. Así la

intensidad de esta peristalsis antral es el factor principal que determina

la tasa del vaciado estomacal (26).

El proceso del vómito comprende tres fases:

Prodromos, por la excitación vegetativa. Hay palidez, taquipnea,

taquicardia, sudoración y salivación (esto último sirve para neutralizar la

acidez).

Page 19: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

19

Respuesta motora digestiva:

- Contracciones retrógradas de la mitad anterior del intestino delgado,

metiendo el contenido del duodeno en el estómago.

- Relajación del fundus gástrico para aceptarlo.

- Relajación del esófago y sus esfínteres.

Expulsión:

- Contracción violenta del diafragma

- Contracción de la pared abdominal.

- Se crea una gran presión intraabdominal, que hace subir el material

por el esófago al abrirse el esfínter inferior. Se cierran la glotis y la

comunicación con las fosas nasales. A la vez, se abre la boca y se saca

la lengua para facilitar la salida.

Previamente se notan:

-Náuseas: Sensación desagradable en abdomen y cuello.

-Arcadas: Vómitos frustrados porque no hay coordinación de las

diferentes partes.

MECANISMOS:

* Estímulos centrales: Estímulos que actúan directamente en los

centros del vómito:

• Estímulos corticales:

- Vómitos psicógenos y por ansiedad (por ejemplo: anorexia)

Page 20: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

20

- Estímulos sensoriales desagradables (vista, olfato, gusto).

- Estimulación del laberinto en la cinetosis, síndrome vestibular y

síndrome de Meniere.

• Estimulación directa del centro del vómito:

- Mecánicos, por ejemplo: hipertensión craneal.

- Químicos, por ejemplo: hipoxia bulbar aguda.

• Estímulos en la "zona gatillo", situada en el área postrema del suelo

del IV ventrículo. Es quimiorreceptora de:

- Tóxicos exógenos, como apomorfina, digital, antineoplásicos y alcohol.

- Alteraciones endógenas, como uremia o cetónicos por insuficiencia

renal, hepática o cetoacidosis diabética.

* Estímulos periféricos: Estímulos irritativos captados por mecano y

quimiorreceptores en mucosa digestiva y otras (peritoneo, biliar,

urinaria) son llevados por el vago hasta el centro del vómito. Los

estímulos son:

- Distensión de la pared gastrointestinal en la gastroparesia, la estenosis

pilórica y el íleo.

- Cólico nefrótico

- Cólico biliar

- Síndrome de irritación peritoneal

Page 21: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

21

- Afectación respiratoria, por ejemplo: en la tos ferina, en la que el

vómito sigue a los ataques de tos.

- Afectación circulatoria, por ejemplo: insuficiencia cardiaca (36).

Por lo tanto, se entiende que el vómito se debe a un estímulo

directo del centro respiratorio correspondiente o bien a la excitación de

éste a consecuencia de una hiperactividad cerebral o espinal. Es un

reflejo causado por la excitación periférica del sistema nervioso

autónomo que se acompaña de arcadas de contracción de la prensa

abdominal y de los músculos del cuello y extensión de la cabeza;

movimientos que se hacen prolongados y repetidos (5).

Cuando se presentan las náuseas, el fondo del estómago va a

relajarse cesando así los movimientos peristálticos del antro pilórico, el

cual se contrae y el contenido gástrico llena el fondo. Posteriormente se

abre el cardias y los alimentos pasan a esófago bajo la acción de la

prensa abdominal y en virtud de las contracciones espasmódicas del

diafragma; mientras permanece contraído el antro, el contenido gástrico

es acumulado en el esófago durante cierto tiempo, luego es

transportado hacia fuera tras una espiración con la glotis cerrada.

Cuando el alimento ya ha sido digerido en una gran porción y el olor es

fétido parecido al del excremento se denomina coproemesis (28).

El vómito provocará trastornos del balance hídrico y electrolítico

(hipocloremia), con una consecuente pérdida de cloruro sódico (17).

La hipocloremia en el caso de alcalosis metabólica produce orina

ácida, porque el Na que es absorbido en riñón se acompaña de un

anión; normalmente se reabsorbe Cl pero si la concentración de éste es

baja, se reabsorben en su lugar iones bicarbonato para conservar la

neutralidad electrolítica (11). La pérdida de líquidos por los vómitos

estimula la secreción de ADH que actúa a nivel renal incrementando la

Page 22: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

22

absorción de agua y conduce a hiponatremia que a veces puede

intensificarse por la ingestión del agua de bebida. (46)

El vómito más suave acompañado de reflujo gastrointestinal y

pérdida de líquido duodenal alcalino no precisamente provoca

desequilibrio (11). Según King (34) las causas más frecuentes del

vómito son: Obstrucción física, inflamación y/o irritación del tracto

gastrointestinal y otros órganos abdominales, toxinas endógenas

(locales y sistémicas), toxinas exógenas (locales y sistémicas), agentes

infecciosos o parasitarios.

Page 23: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

23

2.4 ASPECTOS FISIOLÓGICOS Y PATOLÓGICOS DE LA

DIARREA Y DE

LA HEMATEMESIS

La diarrea como signo de la enfermedad, puede clasificarse en los

siguientes grupos: de acuerdo a su fisiopatología, según su origen

anatómico y según su duración.

2.4.1 DIARREA SEGÚN SU FISIOPATOLOGÍA:

1.-DIARREA OSMÓTICA. Este término se refiere a la retención

osmótica de agua en el interior de la luz intestinal. También se le conoce

como diarrea con disminución de la absorción de solutos. Este tipo de

diarrea es común en animales que comen desperdicios, tienen cambios

repentinos en la dieta, padecen enteritis con daño en las vellosidades

intestinales o padecen deficiencia pancreática exocrina o biliar.

Generalmente las diarreas osmóticas debidas a cambios bruscos en la

dieta se resuelven solas en unas 48 horas máximo. La capacidad de

absorción del colon se satura; además la actividad de bacterias

intestinales ocasiona la hidrólisis de los carbohidratos a ácidos orgánicos

volátiles que provocan un efecto osmótico intraluminal. Las poliaminas

(cadaverina, putrescina) a las que se añaden las sales biliares no

absorbidas, producen también un efecto directamente irritante de la

mucosa intestinal (22).

2.-DIARREA SECRETORA. En este tipo, la alteración es debida a que

la secreción de la unidad enterocito-cripta es mayor a la absorción que

debe realizarse (de ahí su nombre). Se sabe que esto puede ser por

mecanismos pasivos o activos, lo cual determinará la gravedad de la

Page 24: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

24

diarrea. Los enterocitos situados a nivel de las criptas intestinales

secretan fluidos y electrolitos que son reabsorbidos por las células

maduras del vértice de las vellosidades. Puede desencadenarse una

diarrea secretora a consecuencia del aumento de la secreción basal al

que puede añadirse un déficit de absorción apical. En consecuencia, la

luz intestinal sufre una saturación hídrica e iónica que sobrepasa la

capacidad de absorción del colon. Esta alteración se asocia con enteritis

agudas tales como infecciones por bacterias de la familia

Enterobacteriaceae, síndromes de mala absorción, algunos laxantes, y

giardiasis (22), donde el parásito se fija a la mucosa intestinal por

medio de una ventosa y utiliza los productos digeridos en el borde para

su nutrición (45).

3.-DIARREA EXUDATIVA. Este tipo de diarrea presenta

característicamente un aumento en la permeabilidad de la barrera

intestinal dada por el enterocito y sus espacios intercelulares, así como

en la vellosidad intestinal. Las mucosas del intestino delgado y el colon

forman una barrera semipermeable que controla los intercambios de

líquidos en el organismo y también limita la absorción o la pérdida de

moléculas de peso molecular demasiado alto. En condiciones patológicas

este efecto de barrera se rompe. El escape masivo de agua y

electrolitos, complicado secundariamente con el aumento de la presión

hidrostática intersticial trae como consecuencia el paso de proteínas y

en ocasiones de glóbulos rojos hacia la luz intestinal. Estos cambios

pueden ser secundarios a dos grandes tipos de afecciones:

1) Lesiones digestivas parietales graves de origen inflamatorio o

neoplásico.

2) Alteraciones de la presión hidropática cuya etiología a veces es

digestiva (linfoma, insuficiencia cardiaca derecha).

Page 25: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

25

En estas diarreas podemos observar la presencia de melena,

hematoquecia, tenesmo, células inflamatorias (no en todos los casos) e

hipoproteinemia. Se relaciona a la diarrea exudativa con inflamación

intestinal debida a infestación parasitaria o daño inflamatorio por

bacterias (22).

4.-DIARREA POR ALTERACIÓN DE LA MOTILIDAD INTESTINAL O

MOTRIZ. En este tipo de diarrea, las contracciones peristálticas se

incrementan de forma notable, incrementando así el paso del contenido

(tiempo de tránsito intestinal aumentado).

Los movimientos peristálticos del intestino son de dos tipos:

- Movimientos de segmentación rítmica circular que controlan la

progresión de los nutrientes.

- Ondas peristálticas que propulsan los nutrientes hacia delante.

Los transtornos motores se producen a consecuencia de un proceso

patológico (inflamatorio por ejemplo); esta alteración del tránsito

interviene de manera aislada o asociada; de hecho, tiene su origen en

una alteración de la segmentación rítmica circular, sin modificación de la

actividad motriz peristáltica longitudinal. La aceleración del tránsito es

secundaria a una hipomotilidad que favorece la diseminación bacteriana

y por esta razón se agrava la diarrea. Debido a lo anterior, podemos

encontrar esta diarrea de manera secundaria a cualquiera de las

anteriores (22).

2.4.2 DIARREA SEGÚN SU ORIGEN ANATÓMICO:

Se clasifican en diarreas de intestino delgado y diarreas de intestino

grueso. La primera se define como una enterorrea producida por

enfermedades del intestino delgado o de las glándulas digestivas

accesorias que secretan en el lumen entérico (enzimas pancreáticas y

Page 26: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

26

ácidos biliares hepáticos); mientras que la segunda se refiere a

patologías de colon, ciego y recto que a menudo se evalúan por examen

endoscópico (2). Lo importante de dicha clasificación es notar que

existen diferencias significativas entre ambas, por lo que a continuación

se incluye una guía de sus características:

INTESTINO DELGADO INTESTINO GRUESO

HECES:

VOLUMEN INCREMENTADO NORMAL

MOCO RARO PRESENTE

MELENA PUEDE EXISTIR AUSENTE

HEMATOQUECIA AUSENTE FRECUENTE

ESTEATORREA PRESENTE AUSENTE

ALIMENTO PRESENTE AUSENTE

DEFECACIÓN:

URGENCIA AUSENTE VARIABLE

TENESMO AUSENTE FRECUENTE

FRECUENCIA NORMAL INCREMENTADO

DISQUESIA AUSENTE FRECUENTE

SIGNOS

SECUNDARIOS

PÉRDIDA DE PESO PRESENTE RARO

VÓMITO PRESENTE RARO

FLATULENCIA VARIABLE AUSENTE

HALITOSIS PRESENTE AUSENTE

APETITO VORAZ O DISMINUÍDO NORMAL

VÓMITOS OCASIONAL-DISMINUÍDO OCASIONAL

ERUCTO OCASIONAL RARO

CANTIDAD DE HECES GRANDE PEQUEÑA

DEPOSICIONES AL DÍA CASI NORMAL MUCHAS

EXAMEN MACROSCÓPICO DE HECES

SANGRE OSCURA, NEGRA FRESCA, ROJA

MUCOSIDAD AUSENTE PRESENTE

GRASA PUEDE ESTAR PRESENTE AUSENTE

EXAMEN RECTAL NORMAL SANGRE, MOCO, DOLOR

Tabla 1. Diferenciación de las diarreas de intestino delgado e intestino

grueso (48).

Page 27: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

27

2.4.3 DIARREA SEGÚN SU DURACIÓN:

Clasificamos a las diarreas en agudas o crónicas.

DIARREA AGUDA.- Se caracteriza por inicio súbito de enterorrea

acuosa abruptamente, es de corta duración (tres semanas como

máximo) y están comprometidos en ella los tejidos del intestino delgado

y grueso, dentro de los cuales se presentan signos de enterorrea. Este

tipo de diarrea puede ser autolimitante y no necesitará tratamiento

farmacológico a menos que sea tan intensa que pueda producir

deshidratación grave o se acompañe de otros signos, como vómito. Se

caracteriza por heces no formadas, incremento de la frecuencia de

defecación y del volumen, ocurre cuando el agua y otro contenido

intestinal, llegan al colon excediendo su capacidad para almacenar heces

y extraer agua; se presenta con vómito, deshidratación, pérdida de peso

y hematoquecia, dolor, halitosis, flatulencia y borborigmos; también

puede haber fiebre, anorexia y letargo (33). Dependiendo del agente

etiológico, puede ser grave, ya que es muy común relacionarla a

enteritis virales, bacterianas o parasitarias. En la práctica, al tratar un

paciente con único signo de diarrea aguda y sin diagnóstico de tipo

infeccioso, el ayuno de alimentos y agua a libre acceso durante 12 – 24

horas es una medida eficaz para controlarla (4).

Dentro de la diarrea aguda se encuentran varios tipos de diarrea como

lo es: la dietética, inducida por drogas y toxinas, parasitaria por

helmintos o protozoarios, viral, bacteriana, rickettsial y enterotoxígena.

(2).

DIARREA CRÓNICA.- Este tipo de diarrea con duración de más

de tres semanas que no va a poder resolverse ni adecuarse ninguna

terapia sintomática a su resolución, se basa en su duración ya que

puede ser secundaria a enfermedades extraintestinales (33).

Page 28: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

28

En este tipo de diarrea existe un deterioro de digestión y absorción

de nutrientes con lo cual se producen heces deformadas o acuosas y

malolientes; por lo que exige una aproximación diagnóstica

concienzuda, pues por lo general en estas situaciones son raras las

etiologías simples u ordinarias. Se define como el cambio persistente o

gradual del patrón de defecación, incremento de fluidez, frecuencia o

volumen de heces, que continúa por más de dos semanas pese al

tratamiento de sostén; se presentan signos de deshidratación, depresión

y debilidad, emaciación por malnutrición, fiebre, edema, ascitis,

pleurorrea, palidez por anemia; a la palpación abdominal se perciben

masas en intestino, las asas pueden estar engrosadas, en forma de

salchicha o agregados, hay dolor abdominal, distensión gaseosa o

hídrica, linfadenopatía mesentérica; a la palpación rectal se perciben

masas rectales, estrechez y enfermedades anales (11). Dentro de la

diarrea crónica se encuentran comprendidas las diarreas por

enteropatías inflamatorias crónicas, gastroenteritis eosinofílica, enteritis

linfoplasmocítica (ELP), enteropatía inmunoproliferativa del Basenji,

enteritis granulomatosa (regional). Cuando la función pancreática no es

adecuada pueden presentarse varias patologías del intestino delgado

como enteropatías inflamatorias crónicas, linfangiectasia, atrofia vellosa,

hipermultiplicación bacteriana (HMB), enfermedad infecciosa (giardiasis,

micosis) y linfosarcoma (LSA). (2)

El clínico deberá contemplar la posibilidad de emplear recursos de

apoyo al diagnóstico como pruebas de laboratorio.

Page 29: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

29

Hallazgo físico Posibles asociaciones clínicas

Examen físico general :

Deshidratación Depleción hídrica diarreica

Depresión/ debilidad Desequilibrio electrolítico, debilidad

manifiesta

Emaciación/ malnutrición Malabsorción crónica de ácidos

grasos, proteínas y vitaminas

Manto piloso de mala calidad Malabsorción de ácidos grasos,

proteínas y vitaminas

Fiebre Infección, enteropatía inflamatoria

transmural, linfosarcoma

Edema, ascitis, pleurorrea Enteropatía con pérdida proteica

Palidez (anemia) Gastroenterorragia, anemia de

enfermedad crónica o inflamación

Palpación intestinal:

Masas Cuerpo extraño, neoplasias,

granuloma,

Asas engrosadas Infiltración (inflamatoria neoplásica)

“Asa salchicha” Intususcepción

Asas agregadas Cuerpo extraño intestinal lineal,

adherencias peritoneales

Dolor Inflamación, obstrucción, isquemia

Distensión gaseosa o hídrica Obstrucción, íleo

Linfadenopatía mesentérica Inflamación, infección, neoplasia

Palpación rectal:

Masas Pólipo, granuloma, neoplasia

Estenosis circunferencial Estrechez, espasmo, neoplasia

Mucosa de textura rugosa Colitis, neoplasia

Tabla 2. Hallazgos físicos que se encuentran asociados con la diarrea

crónica (2).

Page 30: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

30

2.4.4 HEMATEMESIS:

La hematemesis es el acto de vomitar sangre, ésta puede

involucrar el vómito de sangre recientemente extravasada o no reciente.

Hay varias causas de la expulsión de vómito con sangre; entre las

cuales se encuentran coagulopatías, ulceraciones en el tracto

gastrointestinal, tumores, presencia de cuerpos extraños, así como la

administración de medicamentos que irritan la mucosa (50).

La hematemesis es la expulsión de sangre procedente del tubo digestivo

por la boca. La sangre de la hematemesis procede del esófago,

estómago o duodeno y ésta es: roja, cuando la hemorragia es reciente y

negra ("restos de café"), si la sangre ha estado un tiempo en contacto

con el jugo gástrico que convierte la hemoglobina en pigmentos oscuros

por la formación de hematina ácida a partir de la hemorragia gástrica

(41).

Las consecuencias de una hematemesis prolongada son anemia

hemorrágica, hipovolemia y shock (50).

Page 31: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

31

2.5 DIFERENCIACIÓN DE AGENTES ETIOLÓGICOS Y

SUSCEPTIBILIDAD A DISTINITOS FÁRMACOS Y

ALERGENOS

ETIOLOGÍA DE LAS DIARREAS.

Podemos clasificar a las diarreas según su etiología desde un

punto de vista más general en tres grupos básicos:

1. DEBIDAS A TRASTORNOS FUNCIONALES. Entran aquí las

causadas por alergias a alimentos o medicamentos, mala digestión,

mala absorción, principalmente.

2. POR ENFERMEDAD GENERALIZADA O METABÓLICA QUE

AFECTE DE FORMA SECUNDARIA AL TRACTO INTESTINAL.

Incluimos en este apartado a la uremia, insuficiencia cardiaca congestiva

(ICC), cirrosis hepática, hipoadrenocorticismo e intoxicación por metales

pesados.

3. OCASIONADAS POR ENFERMEDAD INTRÍNSECA DEL

INTESTINO. Son las causadas por bacterias, hongos, protozoarios,

nemátodos, trematodos, cestodos, virus y otras de tipo inflamatorio no

específica.

Sin embargo muchos autores tienden a hacer una clasificación en

la cual exponen que puede provocarse una diarrea aguda del intestino

delgado por distintos factores etiológicos:

Page 32: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

32

2.5.1 DIETÉTICA:

Producida por la ingestión de basura descompuesta, carroña,

material extraño abrasivo o indigerible (huesos, piedras, pelos,

vegetales, maderas, telas, plásticos). Las comidas hiperproteínicas

pueden facilitar la proliferación clostridiana en intestino con posterior

diarrea sanguinolenta. La excesiva ingesta de lípidos puede ser nociva

por lo que se producen heces grasientas (esteatorrea); por el contrario,

un contenido graso por debajo del nivel puede reducir la aceptación de

la dieta. La mayoría de las dietas bien formuladas contienen suficientes

cantidades de Ácidos Grasos Esenciales (AGE) pero la exposición a una

temperatura y humedad ambiental elevadas durante períodos

prolongados de tiempo puede favorecer a la oxidación de los ácidos

grasos insaturados del alimento, este proceso suele denominarse

rancificación. Si la presencia de antioxidantes es insuficiente se destruye

la actividad de los AGE. Cuando la oxidación destruye las grasas

insaturadas no sólo se pierde la actividad de los AGE, sino también la de

las vitaminas D, E y biotina. La deficiencia de AGE también puede ocurrir

como compilación de otras enfermedades como la pancreatitis,

enfermedad hepatobiliar y malabsorción (10). Se identifica mediante

anamnesis: modificaciones de alimentación, masticación de alimentos

indigeribles (objetos), ingesta de basura.

2.5.2 INDUCIDA POR DROGAS Y TOXINAS:

Se produce por intoxicación, efecto colateral a AINE (aspirina,

indometacina, fenilbutazona, ibuprofeno) y otras drogas cardioactivas

(ditiazinina, compuestos de magnesio y lactulosa, antiparasitarios,

antiblásticos y antibacterianos), biotoxinas (enterotoxinas), químicos

diarreogénicos (metales pesados), insecticidas (organofosforados),

productos de jardinería y plantas caseras, agua estancada que alberga

Page 33: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

33

residuos tóxicos. Muchas toxinas exógenas originan diarrea; incluyendo

metales pesados (plomo, arsénico, talio), insecticidas

(organofosforados), productos de jardinería (herbicidas, fungicidas) y

plantas caseras. En caso de envenenamientos o intoxicaciones puede

producirse la emesis acompañada de manifestaciones extraintestinales

como cuadros neurológicos (2).

2.5.3 PARASITARIA:

Se presenta diarrea y pérdida de peso. Deben identificarse los

huevos, quistes, larvas, trofozoítos o proglótidos en las heces, mediante

inspección macroscópica de las heces (cestodos o gusanos redondos

adultos), flotación fecal (huevos), centrifugación- flotación en sulfato de

zinc (quistes de Giardia y protozoarios), extendidos fecales en solución

salina (trofozoítos móviles de protozoarios) y técnicas de Baermann

(larvas de Strongyloides) (2).

Por helmintos:

• Áscaris.- Los nemátodos en el perro son Toxocara canis y

Toxascaris leonina (menos común). Las rutas de infección son; prenatal

por migración transplacentaria (T. canis), láctea por migración

transmamaria (T. canis), por ingesta de huevos infecciosos o por ingesta

de un huésped de transporte (T. canis) o intermedio (T. leonina). T.

canis se encuentra en el intestino delgado, el macho mide de 4 a 10 cm

x 2 a 2.5 mm de diámetro; y la hembra de 5 a 18 cm de largo x 2.5 a 3

mm de diámetro. Los huevos son subesféricos y salen con las heces, los

perros se infestan al ingerirlos con la segunda larva la cual eclosiona en

el intestino delgado y penetra la pared intestinal. T. leonina, se

encuentra también en el intestino delgado; el macho mide de 3 a 7 cm

de largo x 1 mm de diámetro y las hembras de 4 a 12 cm de largo, los

Page 34: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

34

huevos tienen una envoltura punteada (12). Ambos parásitos producen

una acción mecánica por obstrucción que interfiere el paso de alimentos

y altera la digestión y absorción (45). Signos: diarrea, malestar

abdominal, quejidos, gimoteos, aspecto barrigón. Un gran manojo de

vermes puede ocluir el lumen en animales jóvenes y provocar la muerte

por obstrucción (2).

• Anquilóstomos.- Ancylostoma caninum se encuentra en el

intestino delgado. Los vermes son de color gris, los machos miden de 10

a 13 mm y las hembras de 13 a 20.5 mm (45). Los huevos salen con las

heces y al alcanzar el tercer estado larvario infestan al huésped por vía

cutánea u oral. Las larvas penetran por el intestino generalmente pasan

por las glándulas de Lieberkhün del intestino delgado y luego regresan

al lumen. Otras formas de infestación son a través de la placenta y el

calostro. El parásito adulto ejerce acción traumática en el intestino al

morder la mucosa que es de mayor o menor importancia en relación con

el número de parásitos presentes, aparte de la acción histófaga que

produce al tener que ingerir el tapón de la mucosa, y hematófaga por un

consumo de sangre. La zona donde se adhiere el verme aparece

infiltrada por sustancias anticoagulantes y enzimas proteolíticas, que

favorecen que la pequeña úlcera siga sangrando después de que el

parásito cambia de sitio por lo cual produce una enteritis hemorrágica y

anemia (45). A. caninum produce una pérdida diaria de .01 a .2 ml por

cada gusano adulto con una depleción del 25% o más de la volemia/

día. También dejan úlceras y la hemorragia se acentúa por los

compuestos anticoagulantes elaborados. Los signos que se presentan

son una infección inaparente o diarrea inespecífica a enterorrea

alquitranada (melena) o sanguinolenta (hematoquecia), vómito,

inapetencia, palidez, debilidad, emaciación, deshidratación y reducción

del crecimiento, anemia y eosinofilia (2). El hematocrito en cachorros

Page 35: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

35

por ejemplo con 8 a 27 gusanos se reduce entre 15 y 35 % y si hay de

30 a 64 se reduce de 38 a 45 %. Es recomendable tomar en cuenta el

número de huevos por gramo de heces, el estado general y los signos

presentes (45).

• Trichuris vulpis.- Es el gusano látigo del perro, el cual se adhiere

al ciego y colon. Miden de 4 a 7 cm (12). Los huevos son de color café

amarillento y poseen dos opérculos. La infestación se produce vía oral.

Los huevos salen con las heces, la larva infestante se desarrolla y

permanece viable por más de un año, ésta eclosiona en el intestino y

penetra en la pared del ciego o del colon, regresa al lumen para llegar a

su madurez sexual. Las larvas ejercen una acción traumática al romper

la mucosa y la submucosa, el parásito se alimenta de exudado tisular y

sangre (45). Los signos que se presentan son colitis, tiflitis; diarrea del

intestino grueso, mucoide, intermitente o crónica, con urgencia,

tenesmo y hematoquecia confundida con neoplasia o colitis

linfocítica/plasmocítica idiopática crónica. El diagnóstico se realiza

mediante la identificación del típico huevo pardo operculado bipolar

mediante flotación fecal (2).

• Strongyloides stercoralis.- Se transmite por medio del suelo,

causa enteritis hemorrágica. Las hembras miden de 2.5 a 4 mm x 30 a

50 μm de diámetro (12) y se reproducen por partenogénesis y ponen

sus huevos, los cuales salen con las heces. Al alcanzar el cuarto estado

larvario se producen de éste adultos machos y hembras que copulan y

dan lugar a huevos no embrionados y de ellos a larvas de las cuales la

larva 3 infesta al huésped. La infestación se puede producir si la larva 3

penetra por piel o mucosa oral y se desarrolla en intestino delgado. Al

penetrar por piel llegan a vasos sanguíneos y linfáticos; mientras que

las que entran por vía oral van directo al intestino donde penetran la

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36

mucosa del recto o piel perineal. Se ejerce una acción traumática

taladrante ya que las hembras se encuentran en el espesor del epitelio y

de la submucosa, la cual destruyen. También hay acción mecánica

tóxica ya que hay productos de secreción y excreción que lesionan la

mucosa y favorecen la penetración de bacterias (45). La infección causa

lesiones nodulares en mucosa y submucosa del colon produciendo

debilidad y diarrea crónica. El diagnóstico se realiza mediante la

identificación de L1 móviles con el método de Baerman (2).

• Cestodos.- Dipylidium caninum se transmite por pulgas y piojos

causando prurito anal. Se encuentra en el intestino delgado, mide 15-70

cm de largo x 3 mm de diámetro y es de color blanco ligeramente

amarillo rojizo (12). Se dispersan los proglótidos y los huevos en las

heces, las pulgas y piojos se infestan con ellos cuando son larvas e

ingieren heces de perro. Estos parásitos mantienen un constante

movimiento que debido a las estructuras cuticulares provoca un proceso

de irritación sobre la mucosa, eso mismo actúa en las terminaciones

nerviosas provocando dolor. Por medio de sus ventosas se fijan a la

pared intestinal lo que ocasiona daño en la misma. Produce obstrucción

cuando ocupan un gran espacio en la luz intestinal. La pared del

intestino se ve engrosada, blanquizca y sobre la mucosa hay abundante

moco amarillento. La mucosa aparece de color rojo liláceo de aspecto

aterciopelado que se proyecta sobre la luz intestinal (45). También se

transmite por la ingesta de tejidos infectados con cisticercos de

hospederos intermediarios (conejos, roedores, ovejas y ungulados) (2).

Se presentan crisis pruriginosas con frotamiento del ano en el suelo,

acompañadas de inflamación de las glándulas anales, también se

pueden presentar síntomas nerviosos con manifestaciones de ataques

convulsivos (45). El diagnóstico se obtiene mediante la identificación de

proglótidos y huevos en las heces o en la región perianal. Los

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37

proglótidos tienen movimiento propio, se enrollan y semejan

nemátodos. Mediante técnicas de flotación (sulfato de zinc, cloruro de

sodio) se concentran los huevos y las cápsulas ovígeras para su

identificación (45).

• Otros parásitos.- La ingestión de un roedor infectado con

Trichinella spiralis, el cual se encuentra en estado adulto en el intestino

delgado y las larvas en el tejido muscular del hombre, rata, cerdo,

perro, gato, coyote, lobo y zorro. El macho mide 1.4 a 1.6 mm y la

hembra 3 a 4 mm de largo. La infestación se realiza mediante la

ingestión de larvas que se liberan de los quistes por acción digestiva,

luego penetran en la mucosa del intestino delgado; se alimentan hasta

llegar a su madurez sexual y las hembras entran después de copular a

las glándulas de Lieberkhün y atraviesan la mucosa para llegar a los

espacios linfáticos, se produce una acción mecánica por obstrucción

seguida de las acciones de las larvas. También por ingesta de salmón

crudo el cual puede estar contaminado por un vector tremátodo de una

rickettsia, el Nanophyetus salmincola, el cual produce una enteritis

aguda, con diarrea, vómito, secreción nasal copiosa y elevación de la

temperatura corporal. El diagnóstico se realiza por la identificación de

huevos del parásito en las heces (45). La esquistosomiasis intestinal

causada por Heterobilharzia americana en la cual los reservorios son

animales silvestres como mapaches y nutrias. El huésped intermediario

es el caracol de agua dulce y la infección del hospedero definitivo ocurre

por la penetración cutánea de cercarias de natación libre. Se produce

una diarrea mucoide sanguinolenta profusa debido a reacción tisular

contra los depósitos masivos de huevos dentro de la pared intestinal e

hígado (2).

Page 38: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

38

Por protozoarios:

Infestación del intestino delgado por Giardia (flagelado), Isospora y

Cryptosporidium (coccidios); y en intestino grueso por Pentatrichomonas

(flagelado), Entamoeba (ameba), Balantidium (ciliado), Hepatozzon

canis (protozoario polisistémico) transmitido por garrapatas (2).

Cocciodios: Isospora, Besnoitia, Hammondia, Sarcocystis,

Toxoplasma y Cryptosporidium.

• Isospora.- Los ooquistes miden 27-33 x 32-42 μm y por lo

general no están esporulados al ser eliminados (24) tienen forma ovoide

o elipsoide y realizan una acción exfoliatriz citófaga y una traumática al

destruir las células epiteliales y subepiteliales. La infestación se produce

por la ingestión de ooquistes esporulados. Factores predisponentes:

enfermedad concurrente, desnutrición, inmunosupresión; diarrea blanda

a líquida a veces mucoide o sanguinolenta, vómito, letargia, pérdida

ponderal y deshidratación. Se produce lesión en la mucosa intestinal con

necrosis epitelial y atrofia vellosa (2). El diagnóstico se realiza mediante

antecedentes clínicos asociándose con diarrea con sangre y la presencia

de los ooquistes (24). También mediante la técnica de McMaster y

microhematocrito que se utiliza como técnica cuantitativa para los

ooquistes en las heces y para determinar el grado de anemia

respectivamente (45).

• Cryptosporidium.- C. parvum es un coccidio que infesta el ribete

en cepillo de las células epiteliales del intestino delgado (41), cuyo

reservorio primario son corderos y terneros; éste penetra la punta de

células absortiva y células M superpuestas en las placas de Peyer, lo que

produce diarrea acuosa profusa por la hipersecreción intestinal y

malabsorción causada por la atrofia vellosa. Los ooquistes esporulados

Page 39: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

39

de las heces son ovales o esféricos y sólo miden de 4 a 6 μm (27) y

pueden aislarse empleando la flotación de azúcar de Sheather (con

campo brillante o microscopía de contraste de fase), tinción negativa de

carbol fascina de Kinyouin o coloración acidorresistente modificada. El

examen con inmersión en aceite es necesario para visualizar ooquistes

minúsculos (2).

• Giardia.- Protozoario flagelado. Se encuentra en el intestino

delgado principalmente duodeno y yeyuno. Los trofozoitos miden de 12

a 17 x 7 a 10 micras (12). Los signos se presentan a las 2 semanas de

la infestación y coinciden con el inicio de la excreción de los quistes. La

giardiasis clínica es más frecuente en animales jóvenes y se caracteriza

por malabsorción intestinal crónica con grandes volúmenes de diarrea

fétida, color claro, acuosa y esteatorrea. La magnitud de la giardiasis

puede potenciarse con infecciones concomitantes (bacterias, virus o

parásitos). El diagnóstico se realiza mediante la identificación de quistes

o trofozoítos flagelados; los quistes se colorean con Lugol al 2% y se

recuperan por flotación- centrifugación en sulfato de Zinc, los ooquistes

suelen estar distorsionados y adoptan forma semilunar. Los trofozoítos

pueden identificarse en heces diarreicas en solución salina isotónica o

teñidas con yodo (27).

• Pentatrichomonas.- P. hominis se encuentra en heces

diarreicas. El diagnóstico de la tricomoniasis se basa en la identificación

de los trofozoítos flagelados piriformes móviles. Las muestras deben

tomarse en forma directa desde el recto o examinarse a los minutos de

la defecación mientras los trofozoítos aún se mueven (2).

• Entamoeba.- Los trofozoitos miden de 10 a 60 micras. El quiste

mide de 5 a 20 micras y es redondo u oval (12). Una vez ingeridos, los

quistes se desenquistan y pasan al intestino, en el íleon se transforman

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40

en amibas metaquísticas, las cuales son móviles y se dividen por fisión

binaria y pueden o no establecer focos en la pared del intestino a partir

de los cuales también pueden invadir el hígado (45). E. histolytica causa

colitis amébica, invade la mucosa y submucosa colónica causando

ulceración de superficie y signos de diarrea mucoide sanguinolenta del

intestino grueso con tenesmo, diarrea copiosa, colitis crónica o

disentería fulminante. La infestación se realiza por la ingestión de

alimento o agua contaminados con heces humanas. Se diagnostica

mediante la observación de trofozoítos ameboides en los frotis de heces

diarreicas con solución salina. También pueden encontrarse en tinción

con hematoxilina Fe o ácido periódico de Schiff (PAS) e incluso pueden

colorearse con yodo en heces formadas (2).

• Balantidium.- B. coli se encuentra en el ciego y el colon. Produce

colitis ulcerativa crónica grave en perros (45). Los trofozoítos de B. coli

son ovoides en su extremo anterior más estrecho y miden de 24-120 x

30-150 μm y están cubiertos de cilios (24); en las heces frescas pueden

observarse los movimientos activos de los cilios (12). Los quistes miden

de 25 a 40 μm de diámetro y tienen color amarillo claro (45). Los

perros pueden incluso morir a consecuencia de una diarrea severa con

enteritis ulcerativa y necrosis (45). Los trofozoítos son ciliados de gran

tamaño se observan en frotis fecales con solución salina o bien se

identifican quistes protozoarios en preparados en sedimentación o

flotación en sulfato de zinc (2).

2.5.4 VIRAL:

Se produce por parvovirus, coronavirus y rotavirus las cuales

causan enteritis y diarrea. Otras virosis polisistémicas como moquillo

canino también producen gastroenteritis.

Page 41: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

41

• Enteritis Parvoviral Canina (PVC).- Enteritis contagiosa aguda.

PVC es un virus pequeño de 22 nm de diámetro, su genoma de DNA

carece del gen encargado de codificar la enzima DNA- polimerasa

requerida para su replicación; por lo tanto se produce con mayor

facilidad en células de activa multiplicación y división rápida del

intestino, médula ósea y tejidos linfáticos y causa necrosis criptal que

lleva al colapso de la mucosa intestinal y diarrea profusa con leucopenia

y depleción linfoide (40). El contagio ocurre por ingestión, contacto

directo e indirecto, e incluso en el útero (11). Los signos pueden

aparecer a los 5 días de la inoculación. La incidencia es máxima en

cachorros de 6 a 20 semanas (2). Existe una relación entre la edad del

hospedador y la presentación de diversos síndromes tras la infección; la

cual nos indica que la enteritis se produce entre los 4 y 12 meses (40).

Dentro de los signos que presentan están: anorexia y depresión,

seguida en horas por emesis y diarrea profusa y hemorrágica. En

algunos casos el vómito es prominente y la diarrea mínima; fiebre,

deshidratación y depresión marcada. Ulceración bucal ocasional,

hipotermia, ictericia o diátesis hemorrágica. La enfermedad clínica

puede aumentar por estrés, hacinamiento, falta de saneamiento,

bacteriosis secundaria y procesos concurrentes como el moquillo,

salmonelosis, campilobacteriosis o parasitosis intestinal. Muerte en

casos graves sobre todo en cachorros muy jóvenes y ésta se atribuye a

la deshidratación, desequilibrio electrolítico, choque endotóxico o

infección microbiana masiva asociada a leucopenia (11). Debe

sospecharse de parvovirosis canina en perros con vómitos y diarrea de

comienzo agudo según la edad del animal (incidencia 6-20 semanas),

antecedentes de exposición, magnitud sintomática y anormalidades

hematológicas; ya que cerca del 85% de los perros con enteritis

parvoviral dentro de las primeras 72 hrs., desarrollan leucopenia

marcada debida a linfopenia y granulocitopenia (500 a 2000 glóbulos

Page 42: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

42

blancos/μl o menos). Además se desarrolla una neutropenia junto a la

depleción de neutrófilos maduros circulantes por pérdida masiva a

través de la pared intestinal dañada. El hematocrito suele ser normal o

algo reducido. Radiológicamente podemos observar una distensión

hidrogaseosa intestinal que podría simular una obstrucción intestinal.

Las muestras de heces de perros con enteritis aguda pueden contener

hasta 20,000 unidades hemaglutinantes por mL lo que equivale a cerca

de 109 viriones por gramo de heces (40). También puede emplearse la

inmunofluorescencia indirecta para la demostración de un título con

predominio de IgM. En la necropsia se observa lesión histopatológica

característica de necrosis en las células criptales de rápida proliferación

con colapso velloso y dilatación criptal con detritos necróticos;

degeneración mieloide y depleción linfoide diseminada (4). A menudo el

informe histopatológico diagnostica una enteritis catarral necrotizante

subaguda, se detecta un proceso intenso de necrosis con carácter

subagudo en el intestino que afecta a la mucosa en todo su espesor y se

caracteriza por un acortamiento de las vellosidades intestinales con

fusión de sus extremos, desestructuración completa de la arquitectura

glandular en el fondo de las criptas y una moderada reacción

inflamatoria mixta. Además se observa una proliferación fibrovascular

con incremento en el número de capilares, congestión y hemorragia, así

como la existencia de elementos bacterianos de tipo cocoide y bacilar en

la superficie de la mucosa erosionada que se interpreta como una

complicación secundaria. En la exploración endoscópica se observan las

mucosas gástrica y duodenal hiperémicas, hemorrágicas y friables, así

como erosiones en duodeno. Las mucosas de recto, colon, ciego e ileon

tienen aspecto hiperémico friable y presencia de múltiples lesiones

ulcerosas (35).

Page 43: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

43

• Enteritis Coronaviral Canina (CVC).- El virus ataca a las células

epiteliales maduras de las vellosidades intestinales provocándoles

atrofia, aumento del número de células de la lámina propia y

disminución de la función de las enzimas epiteliales. El íleon es el más

afectado (11). Los perros excretan CVC en sus heces hasta por dos

semanas de la infección y el periodo de incubación es de 1 a 3 días. Los

signos son anorexia, depresión por vómito y diarrea, deposiciones de

consistencia pulposa amarilla anaranjada a acuosa o sanguinolenta;

puede haber moco fecal y olor fétido. El diagnóstico definitivo se realiza

mediante la demostración de partículas virales en las heces por

microscopia electrónica o aislamiento viral durante el estadio agudo o

mediante la comprobación de un incremento del título sérico (> 4 veces)

en muestras tomadas en plena enfermedad y 2-6 semanas después de

la misma (35).

• Enteritis Rotaviral Canina (RVC).- Se presenta con diarrea

mucoide de corta duración. Es más frecuente en cachorros menores de

12 semanas, principalmente alrededor de las 2 semanas (11). Se replica

en enterocitos maduros de las puntas vellosas produciendo despunte y

población con células secretorias inmaduras desde las criptas,

provocando tumefacción, degeneración y descamación. Los vellos

desnudos se contraen y pierden la capacidad absortiva y enzimática en

el ribete en cepillo. La mayoría de las veces son infecciones subclínicas o

limitadas a diarrea acuosa a mucoide relativamente leve, anorexia y

letargia (53). El diagnóstico se realiza mediante la detección del virus en

las heces con un análisis inmunoenzimático comercial, microscopia

electrónica y el aislamiento viral (2).

• Enteritis del Moquillo Canino.- Se presenta generalmente en

perros de menos de un año de edad (entre 3 y 6 meses). El virus tiene

Page 44: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

44

dos componentes: el centro de la nucleocápside filamentosa que

contiene el genoma del virus y la envoltura externa lipídica la cual tiene

proyecciones radiales que le permiten adherirse a la célula que toma por

blanco. Se replica principalmente en células linfoides y macrófagos, así

como en células epiteliales. El contagio ocurre por inhalación del virus,

de ahí pasa a las amígdalas y ganglios linfáticos bronquiales, después al

torrente sanguíneo hasta llegar a la médula ósea, bazo y otros tejidos

(11). De esta forma llega al aparato digestivo donde produce una

gastroenteritis con diarrea y vómito, secreción oculonasal, neumonía o

anormalidades neurológicas; existiendo una mortalidad del 50% (2). El

diagnóstico en las primeras etapas de la enfermedad (2-3 semanas del

contagio) se realiza mediante la centrifugación de frotis de sangre

desecados al aire o raspados conjuntivales y amigdalares en busca de

antígenos de virus de moquillo para la demostración histológica de

cuerpos de inclusión. El análisis de sangre revela linfopenia y

neutropenia. Mientras que la histopatología se basa en la demostración

de cuerpos de inclusión intracitoplásmicos eosinofílicos, en tejido linfoide

y epitelial (11).

2.5.5 BACTERIANA, RICKETTSIAL Y ENTEROTOXÍGENA:

Las bacterias se clasifican en :

Invasoras: Salmonella, Campylobacter, Yersinia, Shigella y cepas

de Escherichia coli que invaden la mucosa del colon e intestino delgado

distal.

Se produce inflamación y exudación de la mucosa entérica; así

como secreción de moco y sangrado que origina una enterocolitis aguda

con diarrea sanguinolenta, leucocito- positiva, acompañada de dolor

abdominal, tenesmo y fiebre. Estas bacterias al invadir la submucosa

Page 45: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

45

ingresan en los linfoductos y corriente sanguínea, generando infección

sistémica (bacteremia) e intestinal (2).

Enterotoxígenas.- Producen diarrea sin penetrar la superficie de

la mucosa; elaboran enterotoxinas que se unen a los enterocitos y

actúan como secretagogos o citotoxinas que lesionan en forma directa la

mucosa. La diarrea es acuosa rica en electrolitos por activación de

mecanismos adenil ciclasa-adenosina, monofosfato cícliclo y guanil

ciclasa- guanina monofosfato cíclico (GMP), serotonina y polipéptido

intestinal vasoactivo (VIP) en la mucosa del intestino delgado anterior

(2).

• Salmonelosis.- Son bacilos Gramm negativos que pueden

estimular a una hipersecreción concomitante mediante la liberación de

enterotoxina e incremento de la síntesis local de prostaglandinas en el

foco inflamatorio. Se presenta una sintomatología de 3 síndromes:

a) Estado portador asintomático

b) Gastroenteritis

c) Gastroenteritis con bacteremia (con o sin localización

extraintestinal)

La mucosa es invadida, por lo cual se presentan signos de una enteritis

aguda como: diarrea acuosa o mucoide, con sangre en los cuadros

graves, vómito, tenesmo, fiebre, anorexia, letargia, dolor abdominal y

deshidratación progresiva. A menudo hay linfadenitis mesentérica. Los

signos comienzan a los 3-5 días de la exposición o luego del estrés en

un portador. Gran parte de los animales con diarrea aguda se recuperan

en 3 a 4 semanas, aunque la excreción continúa durante 6 semanas. La

enterocolitis aguda puede evolucionar a septicemia, mortal o

endotoxemia con signos de enfermedad sistémica, choque endotóxico y

Page 46: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

46

coagulopatía intravascular diseminada (CID). La salmonella se asocia

con diarrea crónica o intermitente. El diagnóstico se realiza mediante

aislamiento de Salmonella spp. en coprocultivos o hemocultivos de

pacientes septicémicos (25).

• Campylobacteriosis.- Campylobacter jejuni es excretado en

heces de animales normales, pero es un invasor tisular que causa

enterocolitis erosiva superficial en un curso de 5 a 15 días de diarrea

mucoide acuosa que contiene sangre y puede acompañarse con vómito

y tenesmo, fiebre leve o alta. La diagnosis presuntiva se realiza por la

identificación en frotis fecales teñidos de bacilos curvos delgados Gramm

negativos con las típicas formas de alas de gaviota o W (2). En los frotis

recientes en solución salina, los organismos pueden verse con

microscopio de campo oscuro o contraste de fase como bacterias

espiralazas o con forma de S de movimientos rápidos. La confirmación

depende del aislamiento fecal (18).

• Yersiniosis.- Yersinia enterocolítica crece mejor en temperaturas

frías (18) produce signos de diarrea disentérica y fiebre acompañada

con bacteremia. En perros jóvenes se puede caracterizar por diarrea

sanguinolenta mucoide, aumento en la frecuencia defecatoria, tenesmo

y ausencia de signos sistémicos. El diagnóstico puede realizarse

mediante cultivo fecal en un medio enriquecido específico, así como

estudios serológicos para la diferenciación del diagnóstico (41).

• Bacillus pisiformis (Enfermedad de Tyzzer).- Es ocasionada

por un bacilo intracelular obligado pleomórfico, Gramm negativo,

formador de esporas que produce una enterocolitis necrotizante

hemorrágica y hepatonecrosis, anorexia, depresión y diarrea. Los

roedores actúan como reservorios y la muerte sobreviene a las 48 hrs.

Se diagnostica mediante la identificación histológica de los bacilos

filamentosos intracelulares típicos en los márgenes de los focos

Page 47: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

47

necróticos dentro de las lesiones hepáticas e intestinales con el uso de

metenamina argéntica, Giemsa o PAS (18).

• Escherichia coli.- Las cepas invasoras y enterotoxigénicas de E.

coli causan diarrea infecciosa aguda. Ya que E. coli es componente de la

microflora del intestino delgado e intestino grueso, actúa como un

agente etiológico secundario, caso en que por alguna lesión producida

por algún patógeno adquiere la capacidad de agredir el tracto intestinal.

E. coli provoca diarrea profusa y acuosa en los cachorros (11).

• Clostridium.- Forma parte de la flora intestinal normal. C.

perfringens toxigénico tipo A es productor de una enterotoxina asociada

con diarrea nosocomial. Clostridium es un residente entérico habitual

que se encuentra en forma vegetativa viviendo en relación simbiótica

con el huésped. Al elaborar enterotoxinas éstas se unen a la mucosa

entérica alterando su permeabilidad celular y promoviendo daño y/ o

posible muerte celular. Los signos clínicos se asocian con diarrea aguda

adquirida del intestino grueso que dura de 5 a 7 días. El síndrome puede

provenir de una enfermedad nosocomial. La diarrea del intestino grueso

se presenta con sangre roja y deposiciones de escaso volumen, además

de tenesmo. En ocasiones hay diarrea de intestino delgado con grandes

volúmenes de deposiciones acuosas. Otros signos frecuentes son

vómito, flatulencia, malestar abdominal y fiebre. Los posibles factores

desencadenantes son estrés, cambios dietéticos, deficiencia de IgA,

medio ambiente luminal intestinal alcalino o puede presentarse posterior

a otra enfermedad (53). El diagnóstico se basa en la identificación de

leucocitos fecales y endosporas clostridiales mediante citología fecal,

crecimiento masivo del C. perfringens en coprocultivos y detección de su

enterotoxina en análisis fecales (2).

• Otras bacterias: Envenenamiento alimentario estafilocócico.

Shigella spp. puede ser excretada por perros asintomáticos.

Page 48: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

48

La diarrea rickettsial (Toxipatía por salmón), es causada por

Neorickettsia helminthoeca o N. elokominica adquiridas por la ingestión

de salmón crudo que alberga al vector de la enfermedad, las

metacercarias del tremátodo Nanophyetus salmincola. Tiene una

incubación de 5 a 7 días, el tremátodo madura y se fija a la mucosa

intestinal. Las rickettsias ocasionan gastroenteritis hemorrágica grave e

invaden la corriente sanguínea. Producen signos de infección: fiebre

alta, vómito, diarrea, anorexia, depresión, secreción oculonasal,

deshidratación y linfadenopatía periférica. El diagnóstico se sospecha

cuando estos signos se presentan en un perro de área endémica y se

confirma examinando las heces por típicos huevos operculados mediante

frotis directo, flotación en azúcar o sedimentación/ lavado; o por

detección de cuerpos intracitoplasmáticos purpurinos en macrófagos de

aspirados ganglionares teñidos con Giemsa. El hemograma puede

revelar leucocitosis o leucopenia (53).

La diarrea del intestino grueso se debe por lo regular a la menor

capacidad del colon para absorber agua y electrolitos a partir del lumen

intestinal unido a la secreción hidroelectrolítica desde el tejido enfermo.

En la enfermedad grave, la diarrea es potenciada por la exudación de

sangre y líquido tisular. La actividad contráctil segmentaria colónica

también disminuye en la colitis y con la menor distensibilidad del órgano

inflamado y la elevada frecuencia de contracciones migratorias gigantes

que evacuan con rapidez los contenidos luminales, se predispone a la

diarrea e incremento de la frecuencia defecatoria. La diarrea colónica es

de escaso volumen y a menudo mucoide y sanguinolenta. La defecación

es frecuente muchas veces asociada con tenesmo y sentido de la

urgencia. La sangre roja y el moco, no se observan en las deposiciones

de todos los perros con colitis. Si los signos sugieren patología del

intestino grueso, la base de datos mínima debe incluir

Page 49: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

49

coproparasitología, hemograma y posiblemente perfil de química

sanguínea. También son útiles los coprocultivos para patógenos

específicos que causan colitis como Salmonella, Campylobacter y tal

vez, Clostridium; además de colonoscopia y biopsia de la mucosa (33).

Problema Diagnóstico

Colitis crónica: Idiopática,

Eosinofílica, Granulomatosa,

Histiocítica

Colonoscopia y biopsia

Colitis abrasiva Antecedentes dietéticos,

inspección de heces

Colitis por gusanos: látigos/

anquilostómos

Flotación fecal, colonoscopía,

respuesta al febendazol

Colitis protozoaria: Amebiasis,

balantidiasis, tricomoniasis

Extendidos fecales en solución

salina

Colitis por histoplasmosis Citología fecal, colonoscopia y

biopsia, serología, cultivo

Colitis por salmonelosis Cultivo

Colitis por campilobacteriosis Cultivo

Colitis protothecal Biopsia colónica

Pólipos rectocolónicos Palpación digital, colonoscopia

Adenocarcinoma colónico Colonoscopia, enema baritado

Linfosarcoma colónico Colonoscopia y biopsia

Inversión cecal Enema baritado, colonoscopia

Síndrome de intestino irritable Anamnesis, pesquisa diagnóstica

para excluir otras enfermedades

Tabla 3.- Principales causas de la diarrea del intestino grueso (2)

Page 50: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

50

2.5.6 COLITIS PARASITARIA:

Las más importantes son la trichuriasis y la anquilostomiasis; y las

menos importantes son la amebiasis, giardiasis y balantidiasis.

• Colitis por trichuriasis.- Se presenta con diarrea que depende

del número de parásitos y la respuesta individual del perro. El parásito

reside en el ciego y el colon proximal y transverso; en las infecciones

masivas también puede localizarse en el colon distal y el recto. Los

parásitos penetran la mucosa hasta la lámina propia y pueden causar

hiperplasia extensa de mucosa e infiltración inflamatoria crónica,

cambios que explican la diarrea mucoide. La diarrea es mucosa más que

sanguinolenta, puede presentarse tiflitis, mordedura de flanco, dolor

abdominal y cambios de comportamiento. Las infecciones leves son

asintomáticas o cursan con pérdida de peso inexplicable en presencia de

un apetito normal o aumentado. El animal está delgado, deshidratado, a

la palpación abdominal a veces se produce dolor en la región del ciego y

colon ascendente (12). El diagnóstico se realiza mediante la detección

de huevos de Trichuris en examen microscópico de una muestra fecal.

Deben obtenerse tres exámenes negativos durante 3 o 4 días para

excluir la infección. La colonoscopia revela un colon hiperémico, con

cantidades excesivas de moco en el lumen y adherido a la mucosa. La

ulceración es rara pero en ocasiones hay áreas de hemorragia focal. En

las infecciones serias están prendidas a la mucosa grandes cantidades

de vermes adultos de color blanco cremoso (largo 5-10 mm) (27).

• Colitis por anquilóstomos.- Se presenta una diarrea mucoide o

sanguinolenta. Se sospecha si un perro con pérdida de peso crónica,

diarrea y huevos de anquilóstomos en sus heces tiene signos de

compromiso colónico (heces mucoides, aumento de frecuencia

Page 51: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

51

defecatoria, sangre roja ocasional). En la colonoscopia, la mucosa

colónica aparece hiperémica y a veces con úlceras diminutas (45).

• Colitis protozoaria.- Las infecciones por Entamoeba histolytica o

Balantidium coli son etiologías causantes de colitis; al igual que la

Giardia canis que puede producir una colitis ulcerativa crónica con

hematoquecia y diarrea mucoide (12).

2.5.7 COLITIS INFECCIOSAS:

• Colitis bacteriana.- Esta puede ser ocasionada por Salmonella

spp o Campylobacter jejuni que producen signos de diarrea del intestino

grueso (25).

• Colitis micótica.- Puede ocasionarse por los hongos ya

mencionados, y producirse una diarrea hemorrágica colónica. En ella las

lesiones se observan en radiografías del colon como placas elevadas de

necrosis hemorrágica con elementos fúngicos de Aspergillus spp. La

histoplasmosis se presenta como diarrea del intestino grueso aunque

también tiene las variantes del intestino delgado, respiratoria y

multisistémica. La mucosa está arrugada y ulcerada. En la radiografía se

aprecia una reducción del diámetro luminal y ulceración (2).

• Colitis protothecal.- La enfermedad es causada por un alga

patógena que coloniza la lámina propia y submucosa del tubo entérico

con predilección por el colon. Hay engrosamiento de la pared colónica,

contracción luminar, ulceración focal y pérdida segmentaria del epitelio

colónico, diarrea del intestino grueso y hematoquecia. El

microorganismo se disemina por los linfoductos, afectando cualquier

combinación de los tejidos corporales. En la colonoscopía se aprecian los

pliegues de la mucosa engrosados, arrugados, friables y ulceración

variable (41).

Page 52: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

52

2.6 ENFERMEDADES CRÓNICAS DE INTESTINO

DELGADO Y GRUESO

La diarrea crónica del intestino delgado se debe a un deterioro en

la digestión y absorción de nutrientes por lo cual se presentan heces

deformadas o acuosas y malolientes. Si existe una función pancreática

adecuada puede tratarse entonces de una patología del intestino

delgado como: enteropatías inflamatorias crónicas, linfangiectasia,

atrofia vellosa, hipermultiplicación bacteriana (HMB), enfermedad

infecciosa (giardiasis, micosis) y linfosarcoma (LSA) (56).

2.6.1 ENTEROPATÍAS INFLAMATORIAS CRÓNICAS:

Se producen por la infiltración idiopática de la mucosa intestinal y

de la pared entérica por células inflamatorias, lo que ocasiona

malabsorción de nutrientes, EPP o ambas. Se clasifican como: enteritis/

linfoplasmocítica, enteritis eosinofílica o enteritis granulomatosa, ésta

última es la menos frecuente. El diagnóstico depende de la biopsia

intestinal. La forma más común es la inflamación linfocítica/ plasmocítica

del canal gastrointestinal. Dentro de los factores desencadenantes de

esta patología están los genéticos, dietéticos, bacterianos,

inmunológicos, alérgicos, algunos que alteran la permeabilidad de la

mucosa y psicológicos (47). El diagnóstico se realiza mediante la

exclusión de otras causas y demostrando un número excesivo de

linfocitos y células plasmáticas en biopsias intestinales. Pueden

presentarse hipoproteinemia asociada con albúmina y globulinas bajas

(59).

a) Gastroenteritis eosinofílica.- Infiltración difusa o segmentaria

de alguna parte del conducto alimentario con eosinófilos maduros. La

enfermedad afecta una o más capas del estómago, intestino delgado o

Page 53: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

53

colon con los signos clínicos de vómito crónico, diarrea crónica del

intestino delgado y del intestino grueso, ganglios linfáticos agrandados e

infiltrados con eosinófilos (41). La enteritis eosinofílica se caracteriza por

acumulación excesiva de eosinófilos en la lámina propia. Se especula

que puede ser resultado de una reacción inmunológica a parásitos o a la

dieta. Se presenta diarrea crónica del intestino delgado acompañada de

vómitos o pérdida de peso. Los hallazgos en intestino van desde normal

a focal o difuso engrosamiento (59). La infiltración eosinofílica en tejidos

entéricos es estimulada por:

1) Reacciones antígeno- anticuerpo que liberan sustancias

quimiotácticas por eosinófilos, como en reacciones de tipo

Arthus y las que abarcan la unión entre células cebadas e IgE

2) Activación de rutas del complemento por inmunocomplejos o

componentes microbianos

3) Linfocinas como el factor quimiotáctico de eosinófilos derivado

de linfocitos.

4) Respuesta del huésped frente a parásitos.

La enteritis granulomatosa eosinofílica es hallada en perros con

granulomatosis eosinofílica pulmonar por dirofilariasis. Los signos

clínicos son dependientes del segmento digestivo interesado y la capa

tisular infiltrada. Se presentan diarrea o emesis con sangre por las

erosiones o úlceras que se causan en la mucosa. La lesión en el intestino

grueso produce diarrea mucoide sanguinolenta. A la palpación

abdominal las asas intestinales están rígidas con un engrosamiento

difuso y linfadenopatía mesentérica. El diagnóstico se realiza mediante

biopsias intestinales para determinar la infiltración de eosinófilos. En la

lámina propia y la submucosa se presenta un acúmulo de eosinófilos con

Page 54: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

54

deformación de vellos. En la gastroenteritis eosinofílica típica se

presentan lesiones en el canal digestivo y linfoglándulas regionales (13).

La larva migrans visceral (LMV) produce una enfermedad

polivisceral con afección de otros órganos. Cuando ambas patologías se

encuentran producen lesiones granulomatosas focales que se ven como

nódulos blancos en hígado, bazo, ganglios linfáticos, intestino, riñón,

páncreas, pulmón, corazón y diafragma (13).

b) Enteritis linfoplasmocítica (ELP).- Infiltración de linfocitos y

células plasmáticas en la lámina propia del intestino delgado. Es una

lesión que se produce como respuesta inmune local crónica a los

antígenos intersticiales, componentes tisulares, parásitos o microbios.

Se relaciona con giardiasis, HMB, hipersensibilidad dietética (alergia

alimentaria) y neutropenia del Collie gris. Se presenta con diarrea

crónica de leve a profusa e intermitente a continua de una consistencia

de blanda a líquida, aumento de moco fecal y hematoquecia, lo cual

sugiere una afección colónica, pérdida ponderal y vómito espumoso,

líquido transparente o bilioso y hematemesis. También se presenta con

signos de EPP como ascitis, hidrotórax, edema. El diagnóstico se realiza

mediante biopsia intestinal recolectada por endoscopia, biopsia del

estómago y colon. El diagnóstico diferencial debe realizarse en

comparación con giardiasis, HMB, LSA intestinal, linfangiectasia

intestinal (41).

c) Enteropatía Inmunoproliferativa del Basenji.- Se presenta

producto de infiltración linfocítica/ plasmocítica en la lámina propia del

intestino delgado. Se presenta diarrea, vómito, anorexia intermitentes,

con pérdida de peso debida a la malabsorción de nutrientes, emaciación,

pelaje tosco y seco, alopecia focal o simétrica, lesiones auriculares

inusuales, hiperqueratosis e hiperpigmentación de pabellones

Page 55: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

55

auriculares, necrosis y ulceración. El diagnóstico se realiza mediante los

signos, electroforesis protéica sérica, albuminemia y leve ascitis.

También mediante biopsia intestinal, en la cual se aprecian los vellos

romos cortos y fusionados (41).

d) Enteritis granulomatosa (regional).- Inflamación

granulomatosa transmural en íleon y colon con engrosamiento en masa

estenosante en una región de la pared intestinal. Afección de ganglios

linfáticos regionales y mesenterio adyacente. Los factores

predisponentes a este síndrome son agentes infecciosos principalmente

micobacterias, respuesta inflamatoria o inmune, también puede

asociarse a histoplasmosis, ficomicosis, protothecosis y PIF. Se producen

diarrea, pérdida ponderal, dolor abdominal, tenesmo, anorexia o letargia

y deposiciones de sangre roja. El diagnóstico se puede realizar a partir

de que el segmento intestinal enfermo se palpa como una masa

intestinal o se aprecia en las radiografías; también por evaluación

hematológica en la cual hay eosinofilia, neutrofilia o monocitosis;

mediante colonoscopía se aprecian anormalidades del revestimiento

mucoso (hiperemia, granularidad, plegamiento, friabilidad y ulceración).

Pueden afectarse las linfoglándulas regionales y el mesenterio

adyacente. Mediante técnicas de tinción en biopsias se observa la

presencia de hifas fúngicas (ficomicosis), levaduras (histoplasmosis),

algas (protothecosis) y organismos acidorresistentes (2).

2.6.2 DIARREA CRÓNICA CON EPP:

Se refiere a enfermedades intestinales que cursan con

hipoproteinemia causada por excesiva pérdida de proteínas plasmáticas

hacia el canal entérico. Se presenta esporádica. Incluyen: Inflamación

crónica del Intestino delgado (ELP, enteritis granulomatosa y

eosinofílica), enteropatía inumnoproliferativa del Basenji, histoplasmosis

Page 56: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

56

intestinal y LSA intestinal. Se aprecia una fuga entérica de proteínas por

disrupción de la barrera mucosa o interferencia con el drenaje linfático

intestinal normal. Las EPP se clasifican como linfogénicas o mucosas,

basadas en mecanismos del incremento del derrame, esto es por:

1) Disturbios del drenaje linfático intestinal con reflujo de linfa

abundante en proteínas hacia el lumen.

2) Enfermedad primaria de la mucosa con fuga proteica por

exudación, sangrado o hiperpermeabilidad (11).

La insuficiencia linfática más la disrupción de la mucosa producen

escape de proteínas, lo cual produce hipoproteinemia. Al haber un

escape selectivo de proteínas pequeñas como la albúmina

(hipoalbuminemia) con lo cual disminuye la presión coloidosmótica del

plasma lo cual permite la trasudación de líquido desde los capilares;

esto predispone al edema (cuando la albúmina cae entre 1 y 2 g/dl) y la

efusión, las manifestaciones clínicas primarias de la EPP. La situación se

complica aún más por la incapacidad del hígado para sintetizar

albúmina. La evaluación histopatológica de especímenes intestinales a

menudo es el mejor método para establecer la etiología de la EPP (41).

2.6.3 SÍNDROMES MALABSORTIVOS CAUSADOS POR

MICROBIOS:

La diarrea crónica del intestino delgado puede relacionarse con

bacterias (HMB), protozoarios (Giardia), hongos (Histoplasma,

Phycomycetes) y posiblemente virus (2).

• Hipermultiplicación bacteriana del intestino delgado

(HMB).- Es la proliferación intraluminal profusa de la microflora, la cual

Page 57: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

57

se considera cuando supera los 10 organismos/mL en ayunas. Los

factores que inhiben la proliferación microbiana son :

1) Acción de autolimpieza mecánica de la motilidad intestinal y continuo

flujo de la ingesta.

2) Descontaminación de la ingesta por acidez gástrica normal.

3) Propiedades inhibitorias del jugo pancreático y ácidos biliares

luminares.

4) Características de la barrera mucosa intestinal.

5) Mecanismos inmunes gastrointestinales.

6) Interacciones competitivas entre diferentes bacterias.

7) Válvula ileocólica que opera como barrera antirreflujo separando el

intestino delgado del grueso, con lo cual se mantiene la población de

10¹¹ org/mL en colon contra 10 o menos en el intestino delgado.

La falla de cualquiera de estos mecanismos fomenta un ambiente

en el lumen intestinal favorable para la proliferación bacteriana (32). La

malabsorción y diarrea asociados con el síndrome de HMB comprende

disturbios en la digestión luminal y función de la mucosa. La absorción

de grasas, carbohidratos y proteínas se deteriora por el daño de mucosa

más la degradación intraluminal de estos nutrientes como sustratos para

el metabolismo bacteriano. La desconjugación bacteriana de los ácidos

biliares deteriora la absorción de grasas, contribuyendo a la esteatorrea.

Los ácidos biliares sin conjugar también pueden estimular la secreción

hidroelectrolítica intestinal y ocasionar daño del ribete en cepillo de la

mucosa. El diagnóstico se realiza mediante cultivos aeróbicos y

anaeróbicos del jugo duodenal, los afectados tienen más de 10

Page 58: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

58

organismos/mL. Las radiografías pueden demostrar distensión

hidrogaseosa del intestino que puede sugerir obstrucción o disturbio

motor (11).

• Giardiasis.- En el curso crónico se caracteriza por malabsorción

con diarrea acuosa a pulposa intermitente o de larga duración. Es

considerada en perros y gatos con diarrea intratable del intestino

delgado, aún cuando no se encuentren trofozoítos o quistes en las

heces; para lo cual puede considerarse un aspirado duodenal

endoscópico (41).

• Histoplasmosis intestinal.- Es una micosis sistémica que suele

invadir a través del árbol respiratorio con afección primaria del pulmón y

sistema fagocítico mononuclear. La diseminación extensa o la ingestión

del agente puede llevar a una forma intestinal. Histoplasma capsulatum

crece como levadura en los tejidos animales pero vive como un moho

formador de esporas en el suelo. Luego de inhalar las esporas del

Histoplasma, la infección puede localizarse en las vías aéreas

produciendo neuropatía benigna aguda o crónica, o diseminarse por el

abdomen con enfermedad crónica del canal alimentario, el hígado o

ambos (53). Las capas de la pared intestinal y los ganglios linfáticos

tienen pronunciada disrupción por la inflamación granulomatosa, lo cual

promueve la malabsorción crónica intensa con diarrea acuosa profusa

intratable y pérdida de peso de progresión rápida. En muchos casos hay

melena, puede haber EPP acompañante. Cuando también está afectado

el intestino grueso (enterocolitis) hay tenesmo, hematoquecia y moco

fecal. En la palpación abdominal se aprecian asas intestinales

engrosadas y linfadenopatía mesentérica. Lesiones extensas del

intestino, hígado o mesenterio que pueden cursar con efusión abdominal

(52). El animal puede tener fiebre o anemia, tos o disnea, ictericia o

Page 59: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

59

hepatomegalia, turbiedad del humor acuoso o coriorretinitis, nódulos o

fístulas cutáneas, claudicación, signos neurológicos, esplenomegalia y

linfadenopatía. Se debe sospechar en todo perro con diarrea crónica del

intestino delgado o intestino grueso que ha vivido en una región

endémica y cuando la diarrea se acompaña con emaciación extrema,

fiebre, linfadenopatía, leucocitosis, indicios de patología polisistémica o

inflamación granulomatosa. El diagnóstico definitivo depende de la

identificación del Histoplasma en citología, biopsia o cultivo (41).

• Ficomicosis.- Son infecciones causadas por una variedad de

mohos y hongos mal tabicados que invaden primariamente el canal

digestivo e incluyen Pythium spp. (pythiosis) y miembros de la clase

Zigomicetes (cigomicosis) como Entomophthoraceae (Basidiobolus spp.,

Rhizomucor spp., Mucor spp., Mortierella spp.). Los organismos

ficomicóticos pueden infectar cualquier parte del tubo digestivo pero las

lesiones por lo común residen en el estómago, intestino delgado,

mesenterio y ganglios linfáticos mesentéricos, y se caracterizan por

granulomatosis extensa con diarrea crónica, vómito o ambos. El curso

clínico crónico es caracterizado por diarrea en algunos casos

sanguinolenta o vómito o ambos, anorexia y depresión (53). Hay

regiones de inflamación granulomatosa transmural difusa o multifocal y

áreas de necrosis dentro de la pared intestinal, lesiones similares en los

ganglios linfáticos mesentéricos y mesenterio adyacente y ulceración

variable de la mucosa. Los perros se infectan primariamente a partir de

la ingesta de agua contaminada con esporas en áreas pantanosas

durante fines de verano cuando la temperatura cálida del agua favorece

la proliferación del hongo. Hay una invasión fúngica del intestino,

linfoductos abdominales y mesenterio que suele originar una o más

masas firmes palpables consistentes en un segmento mural engrosado

en forma difusa o irregular. El diagnóstico se realiza mediante la

Page 60: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

60

identificación histológica de hifas tabicadas esparcidas dentro de

muestras de estómago, intestino o ganglios linfáticos abdominales. Los

organismos se tiñen con Gridley o metenamina de plata y se encuentran

en regiones necróticas de los granulomas en la submucosa y muscular

de la mucosa. La identificación específica de las especies fúngicas

requiere el cultivo del organismo sobre medios como agar dextrosado de

Sabouraud (25).

• Otras micosis intestinales.- La aspergilosis y candidiasis cursan

con enteritis y diarrea; estos hongos se consideran oportunistas porque

suelen infectar animales jóvenes que ya padecen una infección o

parasitosis preexistente. Aspergillus y Candida ocasionan ulceración de

mucosa y lesiones necrotizantes que se extienden en las capas más

profundas de la pared intestinal con la resultante diarrea crónica. El

diagnóstico se realiza mediante la identificación histológica de los

hongos en los especimenes titulares (53).

• Atrofia vellosa.- Se caracteriza por vellos de la mucosa cortos y

romos y es asociada a la malabsorción intestinal y diarrea crónica. Las

enteropatías asociadas con atrofia vellosa se categorizan como:

1. Atrofia vellosa canina idiopática.

2. Enteropatía por sensibilidad al trigo en el Setter irlandés y tal vez

otras razas.

3. Atrofia vellosa secundaria a enfermedades infiltrativas de la pared

intestinal como el LSA.

4. Atrofia vellosa secundaria a infecciones entéricas específicas como

virus (coronavirus, rotavirus), bacterias (síndrome HMB) o parásitos

(giardiasis) (2).

Page 61: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

61

• Atrofia vellosa idiopática.- Esta enfermedad cursa con diarrea

crónica profusa del intestino delgado. El mecanismo diarreico será la

malabsorción intestinal originada por la pérdida del área de superficie de

mucosa y disfunción de membrana de los microvellos. Se produce

esteatorrea variable, absorción de xilosa disminuida, reducción en las

concentraciones séricas de vitamina A, cobalamina, y folato: función

pancreática normal y a veces hipoproteinemia. El examen

histopatológico revela una lesión pronunciada de mucosa con manchas

de vellos cortos hinchados con puntas romas entremezclados con vellos

hasta una lesión más obliterativa caracterizada por ausencia completa

de los vellos (59).

• Enteropatía por sensibilidad al gluten.- Deficiencia o

desarrollo retardado de enzimas específicas de los microvellos,

sensibilidad alimentaria al trigo y predisposición racial en el Setter

irlandés. Los afectados exhiben una regeneración vellosa, restauración

de los parámetros bioquímicos normales y resolución sintomática; al

volver a recibir harina de trigo, se produce la recurrencia de la atrofia

vellosa. Los mecanismos del daño de mucosa inducido por gluten son:

hipersensibilidad inmune al gluten dietético, defectos en receptores de la

membrana enterocelular que permiten al gluten unirse con la superficie

celular como lectina produciendo citotoxicidad y acumulación de

productos del gluten parcialmente digeridos y citotóxicos debido a

enzimopatía innata (falta de peptidasa) que impide la digestión

completa de la proteína. Se produce un escaso aumento de peso, con

diarrea leve crónica intermitente o sin ella (11). Los enfermos son

delgados y el manto puede ser de mala calidad, hay inapetencia

periódica a polifagia, la edad por lo usual es de 4 a 7 meses. La lesión

identificada en muestras intestinales es una atrofia vellosa parcial con

una llamativa distribución de manchas. También se incrementa el

Page 62: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

62

número de linfocitos intraepiteliales e infiltración linfocítica/ plasmocítica

o en la lámina propia (29).

2.6.4 SÍNDROME DE INTESTINO CORTO:

Es un estado de malabsorción intestinal con diarrea y desnutrición

que sigue a la resección de una gran porción del intestino delgado.

Algunos procesos que demandan enterectomía extensa incluyen

intususcepción, vólvulo intestinal, infartación (necrosis) entérica o daño

intestinal grave por ciertos cuerpos extraños como los lineales

(“cuerdas”). El escaso remanente intestinal (área de superficie absortiva

restante) que es capaz de adaptarse para prevenir la insuficiencia

gastrointestinal posenterectomía masiva depende de una serie de

factores: sitio y extensión de la resección, presencia o ausencia de una

válvula ileocólica funcional, integridad funcional del intestino residual y

grado de cambio adaptativo en el remanente (59). Hay diarrea acuosa

persistente crónica fétida, sin sangre o moco evidente. Hay emaciación,

pelaje de escasa calidad y palidez moderada atribuibles a la desnutrición

crónica. Se sospecha de este síndrome en todo animal que desarrolle

diarrea intratable y pérdida de peso luego de una enterectomía masiva

(2).

2.6.5 LINFOSARCOMA INTESTINAL:

Por lo usual es conformado por linfocitos B y originado a partir del

“tejido linfoide asociado al intestino” (TLAI). Se presentan signos de

anorexia y letargia que progresan a la enterorrea y emesis intermitente.

La pérdida de peso se evidencia y progresa en intensidad paralela a la

evolución tumoral, melena y hematemesis. La diarrea es atribuible a la

malabsorción causada por los cambios morfológicos pronunciados como

la atrofia vellosa secundaria y ulceración de mucosa, infiltración difusa

Page 63: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

63

de células neoplásicas en la lámina propia (“vellos llenos”), deformación

mural por infiltración cancerosa profunda de la submucosa y muscular, y

por la linfadenopatía mesentérica. Las alteraciones inespecíficas

(palidez, deshidratación y mala condición corporal), la palpación de

engrosamiento intestinal, linfadenopatía mesentérica o masa abdominal

aporta una importante información diagnóstica; hay ictericia, fiebre,

hepatomegalia o ascitis (41). El diagnóstico se realiza mediante una

biopsia del segmento entérico enfermo. La aspiración percutánea puede

emplearse para diagnóstico citológico en casos seleccionados en los que

el asa o masa intestinal neoplásica puede ser delineada y estabilizada

mediante palpación. En los análisis de laboratorio puede determinarse

una anemia, leucocitosis neutrofílica con desvío a la izquierda,

hipoproteinemia, hipercaliemia y aumento de las concentraciones de

enzimas hepáticas (4).

2.6.6 DIARREA RELACIONADA CON LA TIROIDES:

El carcinoma tiroideo medular puede cursar con diarrea acuosa

crónica, que puede resolverse mediante tumorectomía (2).

2.6.7 ENFERMEDADES INFLAMATORIAS CRÓNICAS DEL

INTESTINO GRUESO:

Las enfermedades inflamatorias crónicas que se producen en el

intestino grueso producen la disrupción del transporte hidrosalino y un

cambio en los patrones motores normales. El epitelio colónico posee

polaridad eléctrica con el lado mucoso negativo hasta la serosa. La

diferencia del potencial transmural se relaciona con el transporte activo

de sodio. Con la remisión del proceso inflamatorio, el epitelio retoma su

impermeabilidad relativa al sodio y su sistema de transporte sódico

Page 64: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

64

revierte al normal. La inflamación colónica disrumpe la función motora

normal (11).

a) Colitis linfocítica/plasmocítica (CLP) crónica.- Se puede

determinar como una extensión de la ELP crónica porque predominan

los signos del intestino delgado en algunos animales, en otros

predomina la diarrea del intestino grueso. La enfermedad se ha

denominado colitis ulcerativa idiopática. La inflamación crónica emerge a

partir de una brecha en la mucosa que permite a las proteínas

bacterianas o dietéticas actuar como antígenos y montar una respuesta

inflamatoria autoperpetuante y crónica, la cual se debería a un defecto

en la inmunorregulación de la mucosa. La enfermedad sigue como un

ataque de gastroenteritis inespecífica o es causa de diarrea crónica

atribuida originalmente a Trichuris o anquilóstomos, pero persiste

tiempo después de la erradicación de los parásitos. Las heces varían en

consistencia de semiformadas a líquidas y pueden ser sanguinolentas en

los casos más serios. El moco, cuando se presenta puede estar

mezclado con sangre, hay disentería franca. La frecuencia defecatoria

aumenta por lo usual dos veces la normal y algunos defecan o intentan

hacerlo con mucha mayor regularidad. El volumen fecal individual es

menor que el normal. El tenesmo también puede presentarse después

de deposiciones líquidas o semiformadas y junto con el moco en las

heces. Hay emesis y diarrea crónica; y en los casos más serios hay

pérdida de peso y deshidratación relacionadas con la duración e

intensidad de la enfermedad; además de un apetito normal o

aumentado. El perro puede estar nervioso, delgado o deshidratado. Las

razas de pelaje largo pueden tener contaminación fecal del perro que

favorece la presencia de una dermatitis húmeda dolorosa en el perineo.

La miasis perineal en ocasiones sucede en perros de manto largo

descuidados en climas cálidos; a la palpación abdominal se aprecia

Page 65: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

65

dolor. El diagnóstico depende de una combinación de criterios clínicos y

patológicos, aspecto de lesiones anatómicas y exclusión de otras

etiologías conocidas de colitis en especial hipersensibilidad dietética. El

hemograma suele ser normal, pero en algunos casos hay neutrofilia con

desvío a la izquierda y con sangrado crónico persistente puede haber

anemia microcítica hipocrómica leve. Hipoalbuminemia e

hipergammaglobulinemia leve. En el estudio radiográfico puede haber

irregularidades finas de la mucosa, defectos indicativos de úlceras o

cambios en el largo y flexibilidad (44).

b) Colitis eosinofílica.- Las alteraciones características son la

eosinofilia circulante y la infiltración de la mucosa colónica con

eosinófilos. Los perros suelen tener antecedentes de diarrea del

intestino grueso. El examen rectal revela una mucosa engrosada o inicia

tenesmo. La deshidratación se evidencia con depleción excesiva de

líquidos o si la enfermedad es grave. Además de la eosinofilia, se

produce una anemia leve, hipoalbuminemia e hipergammaglobulinemia

(41).

c) Colitis granulomatosa.- Es una enteritis regional del colon. Se

presenta con diarrea crónica mucoide sanguinolenta acompañada con

tenesmo si el colon distal y el recto participan en el proceso. Pueden

producirse constricción y fístulas anales, el motivo de la consulta puede

ser el estreñimiento más que la enterorrea. También puede observarse

un cambio en la forma o reducción del diámetro de las heces si hay

estrechez rectal. Los perros son delgados con mucosas pálidas

indicativas de anemia. La deshidratación es evidente, algunos tienen

fiebre. A la palpación abdominal las asas intestinales se encuentran

engrosadas y en el recto al tacto puede descubrirse con restricción

luminar, espesamiento de la mucosa y adenomegalia ilíaca. La

colonoscopia revela una marcada proliferación granulomatosa de la

mucosa con estenosis luminal y falla para dilatarse en respuesta a la

Page 66: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

66

insuflación de aire. La mucosa colónica parece corrugada, friable e

hiperémica y las úlceras sangrantes son frecuentes (11).

d) Colitis ulcerativa histiocítica canina.- Es una enfermedad

inflamatoria crónica rara de la mucosa del intestino grueso que se

caracteriza por infiltrados de macrófagos PAS- positivos y ulceración

superficial progresiva. La enfermedad afecta a los Boxers jóvenes de

ambos sexos, los signos se presentan antes de los 2 años. Presentan

diarrea mucoide sanguinolenta con mantenimiento de la condición

corporal global; pero si es de larga duración experimentan emaciación y

debilidad como resultado de la hemorragia y depleción proteica

intestinal crónica. Al examen rectal se aprecia una mucosa engrosada

corrugada. La colonoscopia detecta pliegues de la mucosa espesados y

ulceración variable. Hay hiperemia y edema de la mucosa hasta

estenosis aisladas o múltiples y úlceras sangrantes profundas. Las

radiografías baritadas demuestran acortamiento, pérdida de flexuras,

rigidez, reducción excéntrica del diámetro luminar, perfil aserrado de

bordes, pápulas de bario y úlceras llenas con bario. La biopsia permite el

diagnóstico. En el nivel microscópico hay un espesamiento de la lámina

propia y submucosa debido a histiocitos, plasmocitos y linfocitos y, en

algunos casos, hay ulceración e infiltración neutrofílica (2).

2.6.8 DIFERENTES FORMAS DE COLITIS:

1. Colitis abrasiva traumática: La ingestión de hueso, madera,

alambre, plástico, vidrio o fragmentos metabólicos puede ocasionar

laceraciones o abrasiones en el colon. El signo clínico predominante es la

proctorragia; las lesiones pueden ser autolimitantes luego de la

eliminación del cuerpo extraño; sin embargo, a veces un objeto se aloja

en el recto provocando disquecia, tenesmo, hematoquecia o

estreñimiento. La penetración de la pared puede originar un absceso

Page 67: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

67

perirrectal o peritonitis y estrechez rectal como complicación tardía. La

colitis traumática iatrogénica puede ser causada por colonoscopía inepta

o muy vigorosa aunque no es muy frecuente. El endoscopio siempre

debe insertarse de manera suave sin forzarlo ante el encuentro de

resistencias (56).

2. Colitis urémica: Es común una diarrea sanguinolenta en la

uremia. Tal vez el factor contribuyente más importante de este

síndrome es el efecto tóxico del NH3 sobre las células de la mucosa

colónica. El NH3 es elaborado por la acción ureasa microbiana sobre la

urea. La colitis puede ser inhibida estimulando la síntesis de anticuerpos

contra ureasa (2).

3. Proctitis autolimitada: Es un proceso inflamatorio inespecífico

que interesa la mucosa rectal pero no el epitelio colónico más proximal.

Hay hematoquecia o diarrea, tenesmo, eosinofilia, hiperemia y

ulceración rectal ocasional. La biopsia rectal se caracteriza por marcada

congestión y hemorragia de la lámina propia, infiltración mononuclear

de la lámina propia, hiperproducción de moco, hiperplasia de epitelio

criptal, criptas quísticas frecuentes e invaginación quística del epitelio

criptal dentro de los nódulos linfáticos submucosos (41).

4. Colitis quística profunda: Se caracteriza en el nivel

microscópico por espesor irregular de la mucosa, epitelio “en jirones”,

mucosa mellada, necrosis de epitelio criptal, abscesos de criptas,

congestión e infiltración mononuclear de la lámina propia y abundante

invaginación quística del epitelio hiperplásico dentro de los nódulos

linfáticos submucosos (2).

5. Colitis secundaria a pancreatitis crónica: La hematoquecia,

diarrea y deposiciones mucoides se presentan como manifestaciones

adicionales en perros que sufren pancreatitis crónica. El colon transverso

es contiguo al páncreas en el perro y si la pancreatitis es de suficiente

intensidad y prolongada, esta parte del colon puede experimentar

Page 68: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

68

afección secundaria. El diagnóstico se sospecha a partir de los datos

clínicos y de laboratorio, y se confirma con la colonoscopia fibróptica y

biopsia del colon transverso (38).

2.6.9 PROCESOS NO INFLAMATORIOS CRÓNICOS DEL

INTESTINO GRUESO:

1. Inversión cecal.- La inversión del ciego dentro del colon es una

alteración poco frecuente. La causa específica es desconocida pero se

asocia con un ligamento ileocecocólico débil. Los factores

predisponentes abarcan parasitosis gastrointestinal e ingesta de basura.

El desorden se caracteriza por diarrea crónica en ocasiones

sanguinolentas. La naturaleza y frecuencia (intermitente y variable) de

la diarrea son más características de la enfermedad del intestino

delgado (HMB) que del intestino grueso. El vómito es infrecuente a

menos que el ciego invertido ocasione obstrucción intestinal (29). La

pérdida de peso y la deshidratación pueden ser manifiestas. La

palpación abdominal puede revelar una masa en la región mediocraneal,

lo que indica la necesidad de efectuar radiografías simples y

contrastadas. Las radiografías de contraste destacan el ciego invertido

como un defecto de lleno en la unión ileocólica. El ciego invertido

también puede verse con la colonoscopia fibróptica (41).

2. Tumores del intestino grueso.- Se producen signos de diarrea

crónica del intestino grueso y hematoquecia, se los debe diferenciar de

la colitis y otras colonopatías. El diagnóstico se fundamenta en la

radiología, endoscopia o biopsia. La mayoría de las neoplasias del

intestino grueso son malignas y han hecho metástasis para el momento

del diagnóstico. Abarcan adenocarcinomas, carcinomas, LSA,

leiomiosarcomas, carcinoides y sarcomas anaplásicos. Los tumores

benignos son principalmente pólipos adenomatosos o leiomiomas (2).

Page 69: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

69

3. Síndrome de colon irritable (disfunción de la motilidad).- Se

presenta con diarrea mucoide e intermitente; la hematoquecia, el

tenesmo y el vómito son raros. El desorden tiene predilección por las

razas grandes con incidencia inusualmente elevada en ejemplares de

trabajo. Los enfermos tienden a ser temperamentales, casi siempre muy

excitables o nerviosos y mucho más dependientes (20). El examen

colonoscópico y la biopsia son esenciales para el diagnóstico porque

descartan colonopatía orgánica. A menudo hay hiperemia generalizada

variable junto a grandes cantidades de moco adherido a la mucosa y

libre en el lumen. No hay úlceras, las áreas de petequias son raras y la

mucosa no sangra o parece friable cuando es frotada con el extremo del

colonoscopio. El colon puede parecer hipermóvil aún con sedación

profunda, la insuflación con aire puede ser difícil debido a la contracción

activa de los músculos de la pared colónica (3).

Page 70: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

70

2.7 ENFERMEDADES CON MANIFESTACIÓN DE VÓMITO

HEMORRÁGICO (HEMATEMESIS)

Las principales causas que producen una manifestación de vómito

hemorrágico (hematemesis) se deben a distintos tipos de cuadros

signológicos de tipo vascular, digestivo o incluso respiratorio. Entre las

más importantes se encuentran:

1) Coagulopatías (causa poco común)

-Trombocitopenia

-Deficiencia de factores de coagulación

-Coagulación Intravascular Diseminada

2) Lesiones del tracto digestivo

-Ulceración/ erosión Gastrointestinal

-Enfermedad infiltrativa: Neoplasias, Pitiosis, Asociado con

enfermedad inflamatoria intestinal.

-Úlceras por estrés: Shock hipovolémico, Shock séptico

(síndrome de respuesta sistémica inflamatoria), Tras dilatación

o torsión gástrica, Shock neurogénico

-Hiperacidez: Mastocitoma, Gastrinoma

-Causas iatrogénicas: Antiinflamatorios no esteroideos,

Corticoesteroides.

-Otras causas: Enfermedad hepática, renal, inflamatoria,

hipoadrenocorticismo

-Cuerpos extraños

-Gastritis: Aguda, Hemorrágica, Crónica

-Enfermedad esofágica: Tumor, inflamatoria (esofagitis),

traumatismos

-Lesión sangrante oral

-Enfermedad de vesícula biliar

Page 71: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

71

3) Lesiones fuera del tracto digestivo

-Trastorno del tracto respiratorio: Torsión del lóbulo pulmonar,

Tumor pulmonar, Lesión en coanas nasales posteriores (41).

En la hematemesis, primero debe buscarse la posibilidad de shock

(hipovolémico o séptico) y de abdomen agudo. Se deben evaluar el

hematocrito y la concentración de proteínas plasmáticas totales para

determinar si es necesaria una transfusión de sangre. Después

determinar la causa: coagulopatías, ingestión de sangre desde otras

localizaciones, erosión-ulceración gastroduodenal (EUG). Las pruebas

precisas para determinar las coagulopatías son el recuento plaquetario y

las pruebas para valorar la capacidad de coagulación (tiempo de

coagulación en mucosas, tiempo de prototrombina, tiempo parcial de

tromboplastina) (50). También causas de EUG: gastritis aguda, GEH,

drogas [AINE]. Si la gastritis es aguda, la EUG inducida por AINE o el

shock son sospechosos, y es razonable aplicar un tratamiento

sintomático durante 3 a 5 días. A pesar de eso, si la causa es

desconocida y sobre todo, si aparecen vómitos o pérdida de sangre

grave o crónica es necesario un diagnóstico posterior. Las pruebas

diagnósticas que deben realizarse son hematología, perfiles serológicos

bioquímicos, urianálisis y valoración abdominal. En particular hay que

investigar fallas renales y hepáticas (50). El estómago y duodeno deben

valorarse con radiografías o ultrasonografías abdominales para valorar

infiltraciones, cuerpos extraños y masas del tracto alimentario (30). La

endoscopia siempre es de elección en el diagnóstico y en la evaluación

de las erosiones y úlceras gastrointestinales y permite biopsiar úlceras

para descartar neoplasias o enfermedad inflamatoria intestinal. La

cirugía exploratoria podría realizarse en lugar de la endoscopia. Si la

gastroduodenoscopia no revela el origen del sangrado, otras

consideraciones son:

Page 72: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

72

1) Sangrado desde una zona que no alcanza el endoscopio;

2) Sangre tragada a partir de una lesión en la boca, fosas

nasales posteriores, tráqueas o pulmones;

3) Hemorragia de la vesícula biliar y

4) Sangrado intermitente a partir de una lesión gastroduodenal

(41).

Page 73: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

73

2.8 DISTINTAS ESTRUCTURAS ASOCIADAS AL TRACTO

GASTROINTESTINAL CON MANIFESTACIONES CLÍNICAS

DE GASTROENTERITIS HEMORRÁGICA

2.8.1 HIGADO:

Es una glándula acinar que está compuesta de “placas” o de capas

celulares gruesas formadas por hepatocitos, las cuales son bañadas a

cada lado por sangre de los sinusoides hepáticos. Entre cada hilera de

células se encuentra un pequeño espacio, producido por las cavidades

en la membrana plasmática que lo limitan y están separadas del resto

de dicha membrana por uniones muy apretadas, que aíslan el espacio

del ambiente extracelular circundante.

Dentro de las placas de células estos espacios se unen para formar

canales o canalículos conectados con los conductos biliares. La bilis es

excretada por los hepatocitos hacia el interior de los canalículos aquí

fluye hacia el sistema de conductos biliares. Los canalículos se pueden

ver como una serie de acinos alineados de hepatocitos que se vacían

hacia el sistema de conductos biliares (14).

El hígado recibe su sangre nutricia por la arteria hepática.

También la vena porta entra en el hígado, con sangre procedente del

estómago, bazo, páncreas e intestinos; la cual es llevada por la vena

porta, se destoxifica y altera en el hígado, después de lo cual sigue por

las cortas venas hepáticas, las que van a parar a la vena cava

abdominal. La bilis sale del hígado por el conducto hepático, el cual se

une al conducto cístico, procedente de la vesícula biliar para formar el

colédoco, el cual desemboca en la primera porción del intestino. Los

factores que estimulan al hígado para producir bilis son la secretina y la

gastrina que aumentan el volumen de bilis secretada por el hígado,

Page 74: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

74

además de la estimulación del hígado por el nervio vago, que aumenta

la secreción de bilis y la contracción de la vesícula biliar. La bilis es un

líquido de color verde amarillento, formado principalmente por agua,

sales biliares, pigmentos y colesterol, con pequeñas proporciones de

grasas y sales inorgánicas. Las sales biliares, sódicas y potásicas de los

ácidos glucocólico y taurocólico, son los factores principales que dan

poder digestivo a la bilis en lo que respecta sobre todo a las grasas. La

bilis ayuda a la emulsión, digestión y absorción de ellas, y al mismo

tiempo aumenta la solubilidad de los ácidos grasos de cadena larga que

de otra manera serían completamente insolubles en el agua, disuelven

las vitaminas liposolubles, activa la lipasa pancreática y acelera la acción

de la amilasa. El colesterol es formado en el hígado o aportado por la

dieta y es el precursor para formar las sales biliares. Algunas veces

precipita en la vesícula o los conductos biliares en la forma que se

conoce por cálculos, especialmente si hay defecto de producción de

sales biliares (21).

Hepatopatía

El comienzo sintomático repentino en un animal sano sugiere

insuficiencia hepática aguda mientras que la persistencia de emaciación

y ascitis, así como la detección de hipoproteinemia y microhepatopatía

son más probables en la hepatopatía crónica (41).

La hepatomegalia, hepatodinia y heces acólicas son específicas de

enfermedad hepatobiliar. La ascitis se presenta en las hepatopatías

crónicas que inducen hipoalbuminemia e hipertensión portal (2).

Los disturbios de la función hepatobiliar se clasifican como

colestásicos o hepatocelulares. Los primeros se caracterizan por

incremento de las concentraciones plasmáticas de sustancias

normalmente excretadas en la bilis (colesterol, bilirrubina, ácidos

biliares) o hiperactividad de enzimas vinculadas con el epitelio biliar (FA,

gammaglutamil transferasa GGT) (8).

Page 75: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

75

La disfunción hepatocelular está tipificada por la caída de los

niveles plasmáticos de sustancias sintetizadas en el hígado (albúmina,

urea, colesterol, factores de coagulación, glucosa) o el incremento de

sustancias metabolizadas y excretadas por los hepatocitos (bilirrubina,

ácidos biliares o NH). Con el daño hepatocelular activo se incrementan

sobre todo las enzimas originadas en el hepatocito (ALT, AST) (41).

Enfermedades hepatocelulares que comprometen al tracto

gastrointestinal:

• Insuficiencia hepática aguda.- Las manifestaciones clínicas son

anorexia, letargo y vómito, hay ictericia en ausencia de anemia. La

hiperactividad ALT y la FA son las alteraciones más comunes. La

bilirrubinemia total también aumenta en la IHA (2).

• Medicamentosa y Tóxica.- La lesión puede ser causada por un

efecto sobre los hepatocitos o por mecanismos que interfieren en las

reacciones bioquímicas en la célula. La reacción idiosincrática por una

respuesta alérgica o causada por una ruta biliar donde la droga o

sustancia química van a un intermediario tóxico (2).

El mebendazol, fue relacionado con anorexia, depresión, vómito, diarrea

hemorrágica, ictericia e hiperactividad de enzimas hepáticas causadas

por hepatonecrosis aguda. El oxibendazol se asoció con falla hepática

aguda y crónica. La sintomatología se desarrolla en 4 a 91 días después

de iniciar la droga, comprende depresión, anorexia, diarrea, ictericia y

polidipsia/poliuria. Los signos bioquímicos incluyen hiperbilirrubinemia e

hiperactividad ALT y FA (55).

Las algas que proliferan en los charcos de agua y lagunas ocasionan

toxicidad principalmente en hígado ocasionando ictericia, vómito agudo,

diarrea, dolor abdominal, hipersalivación, tetania e hiperexcitabilidad.

Suele haber incremento de FA, hiperbilirrubinemia e hipercolesterolemia

(55).

Page 76: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

76

La toxicidad por cobre (calcosis) que ocasiona hepatitis crónica es

más común en el Terrier Bedlington, Dobermann Pinscher, Terrier

blanco West Highland y Skye. Los agentes infecciosos como leptospira y

los virus asociados con lesiones en hígado deben considerarse como

causas potenciales. Los signos que presentan los perros con hepatitis

inducida por cobre son anorexia, letargia, poliuria, polidipsia, vómito y

diarrea intermitentes, ascitis, ictericia, melena y esplenomegalia (2).

• Hepatitis Infecciosa Canina.- Causada por el adenovirus canino

tipo 1. La infección se produce por exposición oronasal al virus que se

presenta en orina, saliva y heces. Después de la infección, el virus se

localiza en tonsilas y se disemina a ganglios linfáticos regionales,

linfoductos y circulación sistémica. La viremia persiste durante 4 a 8

días postinfección y permite la diseminación del virus a tejidos blancos

con la resultante ubicación en las células de Kupffer y endotelio vascular

en donde se replica y al final es liberado destruyendo a los hepatocitos

cercanos con la viremia masiva (40). Dentro de los 10 a 14 días después

de la infección el virus es depurado de otros tejidos y se localiza en los

riñones donde será excretado en la orina durante 6 a 9 meses. La lesión

originada por el virus también es citotóxica para la úvea anterior lo cual

explica la aparición de uveítis anterior grave (ojo azul) en algunos

pacientes (53).

Los perros se muestran deprimidos y moribundos y mueren a las

pocas horas. Los animales con curso clínico extenso (5 a 7 días) tienen

manifestaciones de vómito, diarrea y dolor abdominal. La diátesis

hemorrágica podría suceder durante la fase virémica y se manifiesta con

epistaxis, petequias o equimosis de la piel. Pueden presentar fiebre (39

a 40.7 ˚C), signos del sistema nervioso central, colapso vascular,

coagulopatía intravascular diseminada (CID), también presentan

agrandamiento tonsilar, faringitis, laringitis, linfadenopatía cervical y

edema subcutáneo de la cabeza, cuello y tronco, hepatomegalia y dolor

Page 77: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

77

abdominal (4). El diagnóstico clínico se realiza por la edad, antecedentes

vacunales, signos clínicos y datos de laboratorio como la neutropenia y

linfopenia, la reducción del recuento plaquetario, elevado recuento de

glóbulos rojos nucleados y disminución del fibrinógeno, elevación de las

actividades ALT, AST, FA y GGT (comienzan a declinar en 14 días),

reducción de la glucosa y albúmina, anormalidades electrolíticas debidas

al vómito y la diarrea, proteinuria, cilindros leucocíticos y bilirrubinuria.

También son útiles la biopsia hepática o necropsia y la

inmunofluorescencia directa para demostrar al virus (2).

• Leptospirosis.- Es una enfermedad bacteriana ocasionada por

leptospiras patogénicas. Leptospira icterohemorragie y L. canicola son

los serotipos más comunes en los perros (2). La primera produce

ictericia y daño hepático mientras que la segunda provoca falla renal. La

infección ocurre mediante la exposición oronasal, primariamente a partir

de agua contaminada con orina de animales infectados (los roedores son

reservorios) no obstante la transmisión puede presentarse mediante las

vías directa, venérea, placentaria o indirecta (fómites) (25).

Las leptospiras invaden sin dificultades la piel y membranas

mucosas erosionadas. Después de la infección la leptospiremia es

máxima en 4 a 12 días y se asocia con un estado febril. Los signos

clínicos iniciales asociados con leptospiremia abarcan un comienzo

repentino de anorexia, fiebre y depresión. El daño hepatocelular se

expresa con ictericia. La inflamación de los riñones y músculos

esqueléticos ocasiona hiperestesia de flancos y paraespinal y

sensibilidad muscular generalizada. Los signos de falla renal incluyen;

vómito, diarrea, deshidratación, polidipsia, poliuria, hematuria y rigidez

muscular (3).

Hay petequias extensas y equimosis de las mucosas, esclerótica y

piel que se deben a la trombocitopenia y CID. Los estadios terminales

incluyen signos de colapso cardiovascular, choque, coma y muerte. El

Page 78: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

78

diagnóstico se realiza mediante la anamnesis y signos clínicos. Al

realizar el hemograma completo, bioquímica y urianálisis se encuentra

una leucocitosis con o sin desvío a la izquierda, leucograma de estrés

(linfopenia, neutrofilia y monocitosis), reducción del recuento

plaquetario (CID), anemia arregenerativa en animales con enfermedad

crónica, elevación del NUS, creatinina, FA, ALT, AST y bilirrubina.

Isostenuria o reducida capacidad de concentración, piuria, glucosuria,

hematuria, proteinuria, cilindros leucocíticos y eritrocíticos o celulares en

orina y bilirrubinuria. Se obtienen títulos de IgM/ IgG máximos a las 3 a

4 semanas y se realiza una prueba de aglutinación microscópica. Títulos

de 1:100 indican una infección residual, respuesta a la infección o

vacunación; mientras que Títulos ›1:300 sugieren una infección activa

(2).

• Abscesos hepáticos.- Es una infección generalizada o localizada

en el hígado con microorganismos piogénicos, por lo regular bacterias

del canal gastrointestinal y a menudo asociada con infección de otros

órganos. Debido a la posición original e importante del hígado como

interfase primaria entre el intestino y el resto del cuerpo cualquier

reducción o inhibición del funcionamiento del sistema

monocito/macrófago hepático puede llevar al desarrollo de hepatitis o

abscedación hepática (53).

Las posibles fuentes de microbios son la diseminación hematófaga

(venas umbilical o porta, arteria hepática), ascensión ductal biliar,

penetración abdominal o de heridas torácicas caudales o extensión

directa por enfermedades supurativas locales. Las infecciones

ascendentes del árbol biliar contribuyen a colangitis, colecistitis y

colangiohepatitis (55).

Dentro de los signos clínicos están: anorexia, letargia, pérdida

ponderal, dolor abdominal intermitente, poliuria, polidipsia, fiebre

Page 79: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

79

persistente, hepatomegalia, agrandamiento abdominal, taquipnea,

deshidratación, linfadenopatía, vómito y diarrea (53).

Estos abscesos también pueden presentarse por daño en el

parénquima hepático (trauma, neoplasia), enfermedad

inmunosupresora, diabetes mellitus, enfermedad de Cushing. El

diagnóstico se realiza mediante el hemograma el cual revela una

leucocitosis con desvío a la izquierda, linfopenia y monocitosis con

estados crónicos, anemia arregenerativa e hipergammaglobulinemia

(41), elevación de las actividades FA, ALT, AST y GGT, y bilirrubinemia,

reducción de la albúmina y glucosa en los animales con compromiso

hepático. La concentración de ácidos biliares está elevada. La hepatitis

supurativa o absceso hepático puede asentar en uno o múltiples lóbulos

del hígado y está caracterizada por infiltración de células

polimorfonucleares de una forma generalizada del parénquima hepático

(2).

• Alteraciones circulatorias hepáticas.- Las anastomosis

portosistémicas con comunicaciones vasculares entre los sistemas

venosos portal y sistémico que permiten el acceso de la sangre de la

porta hacia el torrente general sin atravesar primero el hígado. Las

sustancias depuradas por el hígado como las toxinas entéricas aparecen

en altas concentraciones en la circulación sistémica con la resultante

sintomatología de insuficiencia hepática. La hipertrofia contribuye a

mayor disfunción hepatocelular, esto se debe a la hipoperfusión y

carencia de factores hepatotroficos a partir de la sangre portal como

insulina, glucagón y nutrientes (54).

Las APS congénitas se clasifican como intra o extrahepáticas solitaria o

múltiple. Las intrahepáticas solitarias suelen derivar de un conducto

venoso persistente. Estas APS brindan una comunicación entre la porta

y la cava abdominal, a menudo mediante la vena hepática izquierda. El

conducto venoso es un vaso fetal que permite a la sangre oxigenada

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80

desviarse desde la vena umbilical en forma directa dentro de la vena

cava abdominal, con lo cual elude el lecho sinusoidal del hígado. Esta

estructura se cierra a los pocos días del nacimiento. Las APS

extrahepáticas solitarias son una forma común y por lo usual conectan

la porta u otra vena esplácnica con el segmento abdominal de la cava. El

vaso anómalo ingresa en la vena ácigos, cava torácica, torácica interna

o aurícula derecha. Las comunicaciones extrahepáticas solitarias entre la

porta y las venas sistémicas probablemente representan la formación

anormal de anastomosis entre los sistemas venosos cardiacos y vitelino

embrionario. Las comunicaciones portocavales extrahepáticas solitarias

también pueden ser una variante del conducto venoso persistente en la

cual la unión con la vena cava es más caudal que la usual (21). Las APS

extrahepáticas múltiples son adquiridas o congénitas. Las adquiridas son

vasos colaterales que emergen como respuesta compensatoria a la

hipertensión portal sostenida originada por enfermedades intrahepáticas

difusas serias como la hepatitis crónica. Esos vasos comunicantes son

estructuras rudimentarias presentes. Con hipertensión portal sostenida,

estos vasos se agrandan y desvían la sangre hacia la circulación

sistémica con lo cual deprimen la presión en la porta. Las APS

adquiridas suelen aparecer como un plexo tortuoso de vasos que se

comunica con la vena cava caudal en el área renal. Las APS

extrahepáticas múltiples son indiferenciables de las adquiridas. La

aplasia marcada de las ramas intrahepáticas de la porta lleva a la

hipertensión portal y APS secundaria. Cierto grado de hipoplasia portal

es común en las APS intra y extrahepáticas congénitas solitarias. En las

APS congénitas la demora en el comienzo del cuadro clínico de estos

pacientes podría relacionarse con la hipertrofia y otros factores sin

identificar que en forma progresiva aumentan la proporción del

cortocircuito en el tiempo (55).

Page 81: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

81

Las manifestaciones clínicas en los animales con APS congénitas

son referibles al SNC, sistema gastrointestinal o vías urinarias. El

cuadro encefalohepático más constante sutil (anorexia, depresión y

letargia). Otros hallazgos corrientes comprenden debilidad, ataxia,

marcha en círculos, presión de la cabeza contra objetos, desorientación,

cambios de conducta, ceguera amaurótica, convulsiones y coma. La

hipersalivación podría ser una manifestación de disfunción neurológica o

náusea. Los signos gastrointestinales son anorexia intermitente, vómito

y diarrea, detención del crecimiento y falta del aumento de peso, ascitis

y edema, polidipsia/ poliuria. El diagnóstico de una APS congénita se

debería considerar en: 1) todo animal joven con signos intermitentes del

SNC, digestivos o urinarios, 2) todo perro (excepto Dálmata) con

urolitiasis de urato, o 3) perros de cualquier edad con evidencia clínica y

bioquímica de insuficiencia hepática y ausencia de signos histológicos de

enfermedad intrahepática seria (41).

La disfunción hepatocelular se expresa por hipoproteinemia,

hipoalbuminemia, hipoglucemia, hipocolesterolemia y reducción del

NUS. La hipoproteinemia se atribuye a la hipoalbuminemia por deterioro

de la síntesis hepática de albúmina, pero también puede ser secundaria

al incremento de la volemia asociado con la retención sódica (2).

Cuando las concentraciones de albúmina y globulinas están

reducidas se debe diferenciar una APS congénita de la gastroenteropatía

con pérdida de proteínas. La hipoglucemia en ayunas se atribuye a la

declinación de los depósitos de glucógeno hepático, sustentada por la

observación de que los perros con APS no muestran el incremento

normal de la glucemia posglucagón EV (2).

La reducción del NUS se debe a la hipoconversión hepática de NH

en urea y podría ser exacerbada por una dieta hipoproteica. Los signos

hematológicos en los animales con APS congénita incluyen microcitosis,

células blanco y poiquilocitosis (8).

Page 82: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

82

La microcitosis sin hipocromía o anemia es habitual en perros con

EH asociada con APS congénita y adquirida. Las siguientes pruebas de

función hepática son las de mayor utilidad para detectar disfunción

originada por APS: 1) concentración de ácidos biliares, 2) amoniemia

basal y tolerancia al NH y 3) retención de BSF (2).

Las concentraciones plasmáticas de aminoácidos están alteradas.

Los procedimientos radiológicos para el diagnóstico de la APS incluyen

esplenoportografía transabdominal u operatoria, portografía arterial

celiaca o mesentérica craneal y portografía mesentérica (yeyunal)

operatoria (54).

• Fístula Arteriosa Hepática.- La FAV intrahepática es una

comunicación vascular entre la arteria hepática y la porta, con la que la

sangre elude la red sinusoidal. El incremento del flujo sanguíneo hacia el

sistema portal de baja presión produce hipertensión portal, ascitis y APS

compensatorias. Las FAV son congénitas o adquiridas. Las congénitas

también denominadas hemangiomas se deben al desarrollo anormal de

los vasos previo a la diferenciación en arterias y venas. Las adquiridas

se relacionan con trauma abdominal, cirugía hepática, neoplasia, cirrosis

y ruptura de una arteria hepática aneurismática (2).

La FAV hepáticas se identifican con más frecuencia en animales

menores de 1.5 años. Los signos más constantes son anorexia, letargia,

vómito, diarrea y ascitis, falta de crecimiento, poliuria, polidipsia y

signos de EH. La pared abdominal sobre el área hepática debe ser

auscultada para detectar un soplo continuo (rumor) motivado por el

escape de la sangre arterial dentro del sistema portal (11).

El diagnóstico se realiza mediante las anormalidades bioquímicas

que son similares a las encontradas en las APS congénitas y

comprenden hipoproteinemia leve, actividad enzimática hepática normal

o algo aumentada (menos de 2 veces), incremento de los ácidos

biliares, prolongada retención de BSF e intolerancia al NH (8). El

Page 83: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

83

aspecto macroscópico de la lesión es el diagnóstico, ya que los canales

vasculares se encuentran pulsátiles, tortuosos, voluminosos y de

paredes delgadas; deforman el parénquima hepático y elevan la cápsula

hepática superpuesta. La compresión de la arteria hepática que

abastece al lóbulo afectado anula el frémito y puede redundar en

bradicardia (signo de Braham). El incremento del flujo sanguíneo portal

ocasiona distensión de los vasos esplácnicos más congestión y edema

del intestino (2).

• Cáncer hepatobiliar.- Los tumores metastásicos prevalecen más

que las neoplasias hepáticas primarias y provienen del páncreas,

ganglios linfáticos, bazo, glándulas adrenales, hueso, médula ósea,

pulmones, mamas, tiroides y canal digestivo. El LSA fue el tumor

hepático secundario más común en los perros. El carcinoma pancreático

fue el tumor epitelial metastásico más frecuente (23).

Los tumores hepáticos primarios en general son de origen epitelial

y provienen de los hepatocitos o el epitelio biliar. Pueden ser benignos o

malignos. Los signos más comunes son anorexia, letargia, vómito y

distensión abdominal, polidipsia, poliuria, ictericia, diarrea y sangrado

excesivo. Los signos de la disfunción del SNC (depresión, demencia,

convulsiones) (41).

La ruptura y hemorragia tumoral es más probable con el

adenoma, carcinoma o hemangiosarcoma hepatocelulares. La anemia y

mucosas pálidas se atribuyen a la anemia de la enfermedad crónica o

hemorragia excesiva de un tumor desgarrado (2).

El diagnóstico se realiza mediante los signos de las radiografías

abdominales que comprenden hepatomegalia, masa hepática o ascitis.

La hiperactividad enzimática hepática (ALT y FA) leve a moderada es

habitual en perros con tumores primarios pero menor en los casos

metastásicos. Hay hiperbilirrubinemia, hipoalbuminemia,

Page 84: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

84

hiperglobulinemia, aumento de ácidos biliares, prolongada retención de

BSF e hipoglucemia. La insulinemia es normal a reducida (1).

Los mecanismos propuestos para la hipoglucemia incluyen:

1) Empleo excesivo de glucosa por el tumor.

2) Liberación de factores insulinomiméticos por la neoplasia.

3) Liberación de sustancias por el tejido canceroso, como la

somatostatina.

4) Destrucción secundaria del parénquima hepático con

deterioro de la glucogenólisis o gluconeogénesis (1).

Las alteraciones hematológicas incluyen leucocitosis y anemia,

prolongación del TP y TTPA. El aspecto macroscópico de las neoplasias

hepáticas primarias y secundarias varía. El tejido tumoral suele ser

friable e hipervascular lo cual lo predispone a la ruptura (1).

El carcinoma hepatocelular y el ductal pueden presentarse en tres

formas patológicas que incluyen: 1) masiva; masa voluminosa solitaria

en un lóbulo (sobre todo el izquierdo) con o sin masa más pequeñas en

otros lóbulos, 2) nodular; nódulos discretos de tamaño variado en

diversos lóbulos y 3) difusa; infiltración de grandes partes del hígado

con tejido neoplásico sin encapsular y muy invasiva (2).

2.8.2 ENFERMEDADES DE LA VESÍCULA Y CONDUCTOS BILIARES:

Las causas de enfermedad biliar incluyen malformaciones

congénitas, bacteriosis y parasitosis, colelitiasis, trauma abdominal y

lesiones obstructivas (masas, estenosis). La evidencia clínica de

enfermedad biliar se detecta cuando estos problemas provocan

inflamación, obstrucción o ruptura de tales vías. Los procesos biliares se

analizan como grupos porque los principios diagnósticos y terapéuticos

son similares y algunos se presentan juntos. Por ejemplo, la infección,

Page 85: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

85

colestasis y colelitiasis con frecuencia coexisten y pueden complicarse

con ruptura u obstrucción biliar (55).

• Colecistitis.- La inflamación de la vesícula biliar muchas veces se

acompaña de colangitis y colangiohepatitis. La colecistitis tiene distintas

etiologías de origen entérico, diabetes mellitus, complicación de

colelitiasis la cual puede predisponer a la colecistitis al obstruir el

conducto cístico y causar isquemia de la pared vesicular, lo cual

favorece a la proliferación anaerobia (2).

• Colelitiasis.- Los colelitos inducen a hepatopatía colestásica

cuando causan colecistitis o colangiohepatitis, obstrucción coledociana o

del conducto cístico o perforación vesicular. Cuando la colelitiasis se

asocia con enfermedad inflamatoria de las vías biliares extrahepáticas es

difícil determinar si los colelitos son consecuencia de la colestasis,

inflamación e infección o si la colelitiasis inicia la flogosis que conduce a

la estasis e infección biliar secundaria. Los cálculos pueden residir en la

vesícula (coledocolitiasis), colédoco (coledocolitiasis) o rara vez en los

conductos hepáticos y lobares. Los colelitos son pardoverdosos a

negros, tienen un predominio de pigmentos biliares insolubles, aunque

también se identificaron calcio, sales biliares, proteínas, magnesio,

fósforo, hierro, carbonato y colesterol (2).

• Obstrucción biliar extrahepática.- Se debe a la obstrucción

mecánica (parcial o completa) del colédoco o grandes conductos

hepáticos que interrumpe el flujo de la bilis hacia el intestino. La

obstrucción biliar puede ser una complicación de los procesos biliares

primarios como tumores o colelitiasis, o relacionarse con desórdenes

extrahepáticos como fibrosis pancreática y masas de duodeno o

páncreas. Los signos típicos son ictericia, vómito, anorexia, pérdida de

peso y dolor abdominal. Cuando el flujo biliar es interrumpido las heces

son acólicas. La actividad de la fosfatasa alcalina y GGT séricas

aumentan (41).

Page 86: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

86

• Varios.- Las malformaciones del árbol biliar extrahepático

incluyen duplicación (vesícula bífida) o ausencia vesicular y atresia

ductal. Los quistes biliares congénitos y la enfermedad hepatobiliar

poliquística con dilatación de los conductos biliares, neoplasias benignas

y malignas originadas en los conductos biliares pueden causar signos de

enfermedad biliar obstructiva (55). Las manifestaciones clínicas son

agudas o crónicas e incluyen diferentes combinaciones de anorexia,

vómito, ictericia, fiebre, dolor abdominal, diarrea, sangrado excesivo,

hepatomegalia y ascitis. La ictericia es típica de la enfermedad biliar y se

atribuye a la obstrucción biliar extrahepática, ruptura biliar con

coleperitonitis o colestasis intrahepática generada por colangiohepatitis

secundaria (41). La fiebre se asocia con bacteriosis primaria o

secundaria, peritonitis séptica o biliar. El dolor abdominal o “cólico biliar”

está asociado con una vesícula obstruida y distendida. El dolor motivado

por ruptura biliar traumática es una manifestación irregular después de

las primeras 24 a 48 hrs. La diarrea y esteatorrea se caracterizan por

heces color canela y son atribuibles a la obstrucción biliar (parcial o

completa), que da lugar a la falla para secretar los ácidos biliares con el

deterioro en la formación de micelas. En la obstrucción biliar completa,

las deposiciones son de color de tiza por la ausencia de pigmentos

biliares. El sangrado excesivo debido a la obstrucción biliar

extrahepática prolongada está causado por la malabsorción de vitamina

K y la declinación en la síntesis de factores coagulantes K-dependientes.

La marcada congestión del hígado provoca hepatomegalia y es más

factible en la obstrucción biliar aguda. Una vesícula distendida firme se

palpa en ocasiones en la obstrucción biliar completa. Si la obstrucción

biliar se relaciona con una neoplasia pancreática o biliar podría palparse

una masa abdominal (2). Otros signos de la enfermedad biliar

(anorexia, indiferencia, vómito, ictericia, ascitis y heces acólicas) no se

manifiestan durante días a semanas post evento traumático. La

Page 87: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

87

trematodiasis hepáticas cursan con anorexia, pérdida de peso, diarrea,

emesis, ictericia, hepatomegalia, distensión abdominal y muerte (41).

Los hallazgos de laboratorio incluyen aumento de las concentraciones

séricas de FA, GGT, colesterol, ácidos biliares y bilirrubina. La neutrofilia

con desvío hacia la izquierda suele asociarse con bacteriosis biliar o con

peritonitis secundaria a ruptura biliar o extensión local de inflamación.

Los resultados del déficit de vitamina K incluyen prolongación del TP,

TTPA y TCA (8).

2.8.3 PÁNCREAS:

Es una glándula accesoria situada en la curvatura menor del

estómago y el bazo. Su secreción exocrina está formada por las enzimas

amilasa y lipasa que desdoblan carbohidratos y grasas, así como tripsina

y quimiotripsina que actúan sobre proteínas y que son secretadas de

manera activa para proteger al propio tejido glandular de la acción

proteolítica; por tanto deben ser activadas por enzimas entéricas (54).

• Insuficiencia Pancreática exocrina (IPE).- Sucede cuando la

función digestiva es inadecuada debido a la ausencia de tejido acinar

pancreático funcional. Se desarrolla cuando la capacidad secretoria

exocrina disminuye a menos del 10 al 15 % de la normal. La función

pancreática residual junto con las rutas digestivas extrapancreáticas no

logran mantener una absorción conveniente de los nutrientes y

sobrevienen emaciación, diarrea o ambas. La causa más común es la

atrofia acinar pancreática, la pancreatitis terminal es mucho menos

común y rara vez un proceso neoplásico crea disfunción exocrina (2).

Los perros con IPE suelen tener antecedentes de adelgazamiento a

pesar de un apetito normal o aumentado. Mientras que los perros con

pancreatitis terminal pueden tener lapsos de inapetencia debidos a la

inflamación en el tejido pancreático residual. En algunos perros aumenta

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88

el consumo de líquidos y en la pancreatitis crónica puede haber poliuria/

polidipsia de origen diabético. La diarrea suele acompañar a la IPE, se

producen deposiciones voluminosas semiformadas a veces con

enterorrea acuosa explosiva intermitente o continua. También puede

haber antecedentes de vómito, borborigmos y flatulencia pronunciados.

La IPE suele cursar con pérdida del estado general de leve a

pronunciada, consunción muscular y sin grasa corporal palpable y en los

cuadros extremos puede haber debilidad física por la ausencia de masa

muscular. El pelaje es de mala calidad (7).

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio como

son la medición de tripsinógeno y la tripsina (TLI), dichas

concentraciones disminuyen y sólo se precisa una muestra de suero en

ayunas (41).

Los valores de ALT se incrementan de forma leve a moderada.

Esto puede relacionarse con la lipidosis hepática que a menudo se

observa en los afectados, los niveles de lípidos totales, colesterol y

ácidos grasos poliinsaturados suelen estar reducidos (8). Los perros con

IPE exhiben una llamativa capacidad para mantener la

normoproteinemia en presencia de desnutrición seria y la presencia de

hipoproteinemia sin etiologías hepatorrenales sugiere EPP. En el análisis

fecal hay evidencia de alimento sin digerir (granos de almidón, fibras

musculares), esteatorrea marcada, además de que la actividad

proteolítica fecal se encuentra reducida (41).

Dentro de las complicaciones y recurrencia que se pueden

encontrar están: la hipermultiplicación bacteriana del intestino delgado,

que puede persistir o desarrollarse en los perros con IPE tratados con

aparición de malabsorción por lo que debe ser considerada una etiología

posible; la deficiencia nutricional, ya que estados de hipovitaminosis

suelen persistir o intensificarse con la IPE; la diabetes mellitus es

habitual en perros con este padecimiento debido a la pancreatitis

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89

crónica, también se asocia la atrofia acinar moderada a marcada con la

diabetes mellitus juvenil canina; y por último, la pancreatitis que puede

ser causa de anorexia o emesis en perros con IPE (2).

• Pancretopatía inflamatoria y neoplásica:

1) Pancreatitis Aguda (PA).- Es más frecuente en perros de edad

media a avanzada (›7 años) con una edad promedio de 6.5 años. Por lo

regular los casos se concentran en la perra obesa de edad media con

dieta no comercial. El páncreas es una fuente de enzimas digestivas. La

PA se define mejor como la autodigestión por la prematura liberación y

activación intraglandular de las enzimas proteolíticas y lipolíticas. Sus

variantes se expresan de manera leve o subclínica (forma edematosa

intersticial) o grave y potencialmente letal (forma necrotizante). Se

inicia como un proceso intersticial que puede evolucionar a una

enfermedad parenquimatosa necrotizante (53). La PA no es una

enfermedad sino un racimo de patologías que reflejan un proceso

destructivo que puede ser focal o difuso, intersticial o parenquimatoso.

La exacerbación de una inflamación subclínica crónica del páncreas se

define como pancreatitis recidivante crónica, la cual se asoció con

gastroenteritis. Se produce por la alteración de la motilidad

gastrointestinal (íleo) debido a la peritonitis química regional, peritonitis

local o generalizada debida al incremento de la permeabilidad vascular,

lesiones hepáticas debidas al estado de choque, enzimas pancreáticas,

infiltraciones celulares inflamatorias y colestasis (53). La descripción

clásica de una perra obesa geronte que come sobras de mesa grasosas

con antecedentes de vómito de alimento y agua que camina con lomo

arqueado y manifiesta un gruñido espiratorio al ser manipulada es muy

sugestiva de PA. Los antecedentes recientes que aumentan la

probabilidad de pancreatitis incluyen un cambio dietético (en especial a

una comida grasosa), anestesias o cirugías, trauma abdominal,

corticoterapia en dosis alta, terapia con L- asparginasa y accesos

Page 90: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

90

recurrentes de gastroenteritis. El antecedente de polidipsia en un perro

con sospecha de pancreatitis, en presencia de vómito y deshidratación

sugiere concomitancia de diabetes mellitus, falla hepática y otra causa

primaria de polidipsia como falla renal o hiperadrenocorticismo. Si la

pancreatitis induce peritonitis, la estimulación de los nervios simpáticos

genera reducción de las contracciones segmentarias intestinales en el

área. La fiebre se presenta si la contractura abdominal extrema cursa

con excitación o si la pancreatitis y la peritonitis indujeron daño tisular

sustancial y activación de los neutrófilos con liberación de interleucina 2

(pirógenos endógenos). Dentro de los signos más frecuentes que se

presentan están: anorexia, depresión, deshidratación, debilidad/

colapso, diátesis hemorrágica, emesis, dolor abdominal, taquicardia,

diarrea, ictericia y aflicción respiratoria. La naturaleza de la enfermedad

es focal o está asociada con sensación somática inespecífica (mal

localizada) (41). Los efectos de la pancreatitis aguda pueden ser:

a) Focales.- Peritonitis química, inflamación del duodeno y

mesenterio, efusión/ascitis, lesión hepatocelular, ictericia

obstructiva, seudoquiste/absceso.

b) Sistémicos y metabólicos.- Diabetes mellitus, hipocalcemia,

hiperlipidemia, hiperglucemia, hipoproteinemia,

hipernatremia.

c) Gastrointestinales.- Hematemesis, diarrea, íleo,

inflamación entérica.

d) Cardiovasculares.- Hipovolemia, depresión miocárdica,

arritmia, coagulación intravascular diseminada,

hipotensión/choque, pericarditis.

e) Renales.- Azotemia prerrenal, falla renal aguda

f) Respiratorios.- Aflicción aguda, edema pulmonar,

neumonía, efusión pleural

g) Sistema nervioso central.- Coma, embolia (2).

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91

Muchos animales con PA se presentan con deshidratación

moderada a marcada y el choque hipovolémico, como algunos llegan al

colapso y decúbito lateral, el choque debe ser diferenciado de las

intoxicaciones, hipoglucemia, hipocalcemia y disturbios electrolíticos (2).

La naturaleza sistémica de la pancreatitis se ha relacionado con la

liberación masiva de proteasas. La intensidad del proceso lleva a

obstrucción biliar, colangiohepatitis o daño y falla hepática secundaria.

Puede faltar la secreción de insulina desde los islotes de Langerhans

dañados pero también de la liberación de glucagón por el páncreas

inflamado y/o la inhibición de la liberación de insulina por las

catecolaminas o alteración de los receptores insulínicos por el cortisol.

Dado que la pancreatitis recurrente crónica puede obstruir la porción

distal del colédoco por la flogosis peripancreática, los perros ictéricos

con bilirrubinemia posthepática deben ser evaluados. Los abscesos

pancreáticos se pueden presentar en perros con enfermedad aguda con

vómito y dolor abdominal, ictericia, leucocitosis con desvío a la

izquierda e hiperactividad enzimática pancreática (41).

2) Pancreatitis necrotizante.- En ésta la CID es el resultado de la

liberación de tromboplastina y la activación de tripsina. La elaboración

de tripsina inicia la microtrombosis y fibrinólisis. A medida que la

pancreatitis se intensifica y aparece la necrosis a causa de la activación

del complemento, el factor Hageman se activa y además es potenciado

por el sistema cinina. La CID, vasodilatación por liberación de

bradicinina y liberación de proteasas resultantes pueden culminar en un

choque hipotensivo letal. La aflicción respiratoria aguda expresada por

disnea, taquipnea y cianosis, se describió en la PA necrotizante (2).

Presumiblemente, el incremento de la fosfolipasa A y ácidos

grasos libres circulantes lesiona las membranas alveolares y reduce la

secreción del surfactante. La aflicción respiratoria se debe al edema

pulmonar, pleurorrea y neumonitis intersticial (2).

Page 92: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

92

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio, el

hematocrito puede ser normal excepto que el vómito profuso y la

deshidratación provoquen hemoconcentración. El escape de la proteína

plasmática hacia el sitio de inflamación se refleja por una caída de la

proteinemia total: la hipoproteinemia. En el caso avanzado o en el

paciente con emesis prolongada, la deshidratación intensa y la

hemoconcentración pueden acompañarse con aumento de la

proteinemia total. Un hematocrito normal o bajo en un animal con

deshidratación seria puede ocultar anemia por CID o hemorragia

(hematemesis, melena o hematoquecia) (41). Si la pancreatitis incita

una respuesta inflamatoria intensa puede notarse leucocitosis (›

24,000/mm). Si la flogosis es leve (pancreatitis edematosa), la

leucocitosis a menudo refleja una respuesta al estrés. Un desvío a la

izquierda regenerativo (›1000 polimorfonucleares inmaduros/mm)

sugiere que hay un fuerte estímulo para el consumo de neutrófilos. No

obstante un desvío a la izquierda degenerativo (›1000 bandas/mm y

leucocitos normales o disminuidos) siempre indica un pronóstico malo y

sugiere pancreatitis necrotizante. Si se nota trombocitopenia en el frotis

periférico o falta de coágulo sanguíneo, el perfil hemostático para

descartar CID debe comprender recuento plaquetario, TP, TTPA, PDF y

fibrinogenemia. En el análisis de orina si la deshidratación intensa o

choque origina hipoperfusión renal con aumento del NUS o creatinina, la

función tubular estará intacta y la densidad urinaria será › 1.035. Si la

densidad es ‹ 1.020 en un animal deshidratado, la función tubular es

insuficiente y hay nefropatía primaria. La glucosuria y cetonuria indican

diabetes mellitus y confirman que la pancreatitis es intensa (8).

La química sanguínea revela hiperglucemia diabética,

hipercolesterolemia, lipemia e hipertrigliceridemia y azootemia

prerrenal. La hipocalcemia por debajo de 6 mg/dL puede inducir tetania

y se presenta en algunos perros. Se la debe interpretar considerando la

Page 93: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

93

albuminemia porque cerca del 50% del calcio es bioinactivo y ligado a la

albúmina en la circulación. La hiperactividad FA es un hallazgo constante

en perros y podría ser atribuible a la colestasis causada por inflamación

del conducto biliar o hepatopatía periportal directa por liberación de

enzimas pancreáticas. La concomitante hiperactividad de la ALT (4 a 5

veces la normal) indica daño hepático primario (2).

Hay aumento de las concentraciones séricas de amilasa y lipasa.

En la pancreatitis estas enzimas se fugan hacia la circulación en

concentraciones más altas que las normales. La amilasemia se mide en

el perro con un método α-amilasa enzimático que cuantifica la digestión

del almidón. Una amilasemia de 2 a 3 veces la normal puede ayudar a

confirmar el diagnóstico clínico de PA (8). La elevación marcada de la

lipasa se correlaciona bien con la evidencia morfológica de pancreatitis.

La necrosis pancreática se desencadena al activarse el potente

arsenal de enzimas pancreáticas destruyendo al propio tejido acinar y el

tejido circundante. Los signos son dolor abdominal intenso, colapso y

muerte súbita. En la necropsia se observa en la cavidad abdominal

líquido turbio sanguinolento con gotas de grasa; pueden advertirse

hemorragias en el epiplón y el páncreas se aprecia edematoso.

Alrededor del páncreas se ven adherencias fibrinosas y múltiples focos

blanquecinos con aspecto de tiza (54).

3) Pancreatitis intersticial crónica.- Se produce por agentes

causales capaces de provocar un proceso inflamatorio que llegan por

extensión como en la peritonitis, por vía sanguínea o por los conductos

pancreáticos como en el caso de algunos parásitos intestinales que

ascienden por estos conductos acarreando bacterias. T. canis por

ejemplo. Así mismo, la metaplasia de conductos asociada a la

deficiencia de vitamina A predispone a la pancreatitis intersticial crónica

(41).

Page 94: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

94

La atrofia del páncreas es un proceso regresivo consecuencia de la

deficiencia de proteínas crónica por obstrucción de conductos, procesos

inflamatorios crónicos, parasitosis o presencia de cálculos pancreáticos.

Las lesiones pancreáticas producen en mayor o menor medida

insuficiencia pancreática que se manifiesta por diarrea, esteatorrea y

emaciación intensas, a pesar de que el animal tiene un apetito voraz

(54).

• Cáncer pancreático.- Los carcinomas prevalecen más que los

tumores epiteliales benignos y tienden a originarse en la rama central o

duodenal del páncreas. La reacción fibrosa de éstos a menudo ocasiona

pancreatitis secundaria. En general, los adenocarcinomas pancreáticos

invaden el duodeno y se diseminan al hígado, bazo, peritoneo y tal vez

pulmón. Las manifestaciones más comunes son dolor abdominal,

vómito, diarrea, malabsorción, ascitis e ictericia. También hay pérdida

progresiva del estado general marcada con ictericia e hiperactividad

enzimática hepática que debe incrementar la sospecha de metástasis. La

mayoría de los casos se diagnostican en el momento de la laparotomía

exploratoria por sospecha de enfermedad abdominal o masa palpable. El

tumor por lo común ya ha hecho metástasis en los ganglios regionales e

hígado con invasión duodenal (1).

• Tumores secretorios del páncreas.- Los tumores secretores de

hormonas del páncreas, de los cuales los insulares funcionales (que

secretan insulina) son los más comunes producen efectos a distancia

(41).

a) Gastrinoma.- Los gastrimonas son tumores de células no β

pancreáticas funcionales que secretan cantidades excesivas de gastrina.

La sintomatología es vómito crónico contumaz o diarrea malabsortiva.

Los signos se atribuyen a la hipersecreción persistente del ácido gástrico

inducida por la gastrina. La diarrea e incluso la esteatorrea también son

signos comunes en el gastrinoma canino. Puede haber acidosis

Page 95: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

95

metabólica, hipocaliemia e hipocloremia secundarias a la secreción. El

diagnóstico de gastrinoma se confirma con la detección de

hipergastrinemia. Las gastrinemias mayores de 1000 pg/mL en el

animal en ayunas se consideran confirmatorias (2).

b) Insulinoma.- Son tumores malignos que secretan insulina con

independencia de los efectos supresores de la hipoglucemia. Tienen

metástasis a los linfáticos y ganglios (duodenales, mesentéricos,

hepáticos, esplénicos), el hígado, mesenterio y omento. Se aparecen en

animales de edad intermedia o mayores (media de edad al diagnóstico

de 9.5 años). La presentación clínica típica comprende debilidad

periódica, colapso, ataxia, fasciculación muscular, depresión o letargia,

convulsiones y coma. También pueden presentar poliuria/polidipsia,

aumento de peso, polifagia y anorexia, diarrea y síncope. Algunos

perros tienen antecedentes de 2 o 3 años de debilidad periódica o

colapso después del ejercicio o ingesta. La sintomatología podría

prevalecer durante los ayunos de larga duración o luego de una comida

que estimula la liberación adicional de insulina. Otros perros tienen

antecedentes (menos de 1 mes) de convulsiones y colapso (41). La

gravedad de los síntomas depende de la duración y gravedad de la

hipoglucemia. Pueden presentarse neuropatías periféricas que causan

déficit de propiocepción, disminución de los reflejos y atrofia muscular.

La única anomalía bioquímica es la hipoglucemia que puede estar entre

30 y 50 mg/dL. Aunque los valores glucémicos basales menores de 65

mg son significativos. El diagnóstico es confirmatorio cuando las

muestras en ayuno tienen hiperinsulinemia (mayor a 50 μ/mL) en

presencia de hipoglucemia (2).

Si la glucosa sanguínea es inferior a la normal y la concentración

de insulina se encuentra en el rango normal o incrementado, es

probable que el animal tenga un tumor secretor de insulina. En perros

sanos en ayuno, la insulina y la glucosa plasmática oscilan entre 5 y 20

Page 96: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

96

mU/mL y 70 a 100 mg/dL. Si un animal con síntomas presenta una

concentración de insulina sérica superior a 20 mU/ mL y una glucemia

inferior a 60 mg/dL es muy probable el diagnóstico de insulinoma (41).

2.8.4 HIPOTIROIDISMO:

El hipotiroidismo primario es el más frecuente en los perros y se

debe a alteraciones producidas en la glándula tiroides, las más

frecuentes son tiroiditis linfocitaria inmunomediada y la atrofia idiopática

de tiroides. El hipotiroidismo secundario se produce como consecuencia

de la disfunción de las células tirotróficas hipofisiarias, éste es producido

por una deficiencia aparente de la hormona estimulante del tiroides

(THS) y se ha descrito en el schnauzer gigante (4).

La sintomatología aparece por lo general a una edad intermedia (2 a 6

años). Las manifestaciones clínicas que se producen son letargia,

depresión mental, inactividad, aumento de peso, alopecia endocrina,

pelo seco y frágil, hiperpigmentación, seborrea seca u oleosa o

dermatitis, hypoderma, otitis externa, mixedema, anestro persistente,

estro silente o débil, sangrado estral prolongado, ginecomastia o

galactorrea inapropiada, atrofia testicular, pérdida de líbido, temblores,

ataxia, movimiento en círculo, síntomas vestibulares, parálisis del nervio

facial, debilidad, úlcera de córnea, uveítis, bradicardia, arritmias

cardiacas, anemia, hiperlipidemia, coagulopatía y diarrea o

estreñimiento (2).

Pruebas de funcionalidad tiroidea: Se evalúa midiendo las

concentraciones basales de hormonas tiroideas o evaluando la respuesta

a la estimulación de la glándula. Se recomienda valorar la concentración

de T total (T t) y T libre sérica junto con la determinación de TSH

endógena. La concentración de T sérica (μg/dL) en perros con

hipotiroidismo es de .5 (41).

Page 97: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

97

2.9 TIPOS DE MUESTREO Y ANÁLISIS CLÍNICOS QUE

DEBEN REALIZARSE PARA LA IDENTIFICACIÓN DEL

AGENTE CAUSAL

En un paciente que presenta un cuadro gastroentérico, con los

típicos signos de vómito y diarrea deben realizarse distintos tipos de

pruebas de laboratorio para evitar una confusión en cuanto al

diagnóstico acertado del síndrome al cual nos enfrentamos; pero

principalmente es necesario realizar un correcto examen físico, así como

la anamnesis e historia clínica adecuadas que puedan referirnos una

idea de la manera en que el paciente desarrolló el síndrome

gastroentérico (58).

Posteriormente puede tomarse una muestra de excremento para

realizar un estudio coproparasitológico y una muestra de sangre para

realizar un hemograma, química sanguínea, densidad urinaria y

proteínas totales. También puede ser útil realizar una radiología para

determinar la posible presencia de gas, líquido u objetos extraños en el

tracto intestinal (18).

El hemograma y proteínas son indispensables para evaluar la

dinámica sanguínea, volemia, curso de la inflamación (son necesarios

los controles) y estado de respuesta inmunológica celular (8).

El coproparasitoscópico puede revelar la presencia de huevos de

parásitos, los cuales pueden observarse fácilmente a 10x o 40x,

obtenidos de muestra fecal procesada mediante método de Pataki o por

flotación. La flotación se puede llevar a cabo empleando cualquier

solución sobresaturada: sal, azúcar o sulfato de zinc, pero deberá tener

una gravedad de entre 1:1180 hasta 1:1200 (27).

Las radiografías de abdomen son un elemento muy valioso en el

diagnóstico de objetos extraños, pero debe tomarse en cuenta que no

Page 98: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

98

todos los objetos ingeridos han de ser detectables por este método,

como sucede con las telas, para lo cual resulta de mucha utilidad el uso

del endoscopio y/o ultrasonido. También es útil para confirmar el

diagnóstico en el caso de una intususcepción en la cual el asa que se

intususcepta es palpada en forma de un cordón tan grueso que recuerda

la forma de una salchicha (la llamada “asa en forma de salchicha”) (30).

Aproximación al diagnóstico de enfermedades hepáticas:

También debe determinarse si el síndrome que estamos

observando no es producto de una afección de tipo hepático para lo cual

debemos realizar las pruebas necesarias. La estrategia de diagnóstico

para el abordaje a las enfermedades hepáticas debe seguir una lógica.

La ruta es la siguiente (48):

1. Pruebas de laboratorio: Perfil Hepático (ALT, AST, FA)

2. Pruebas de gabinete: Radiología y Ultrasonografía

3. Histopatología: Biopsia

Signología de enfermedad hepática:

• Ictericia

• Hemograma y Proteínas Totales

• Química Sanguínea

• Examen General de Orina

• Ascitis

• Petequias

• Pérdida de peso (en especial en Mm. masticadores)

• Vómito y Diarrea

• Heces acólicas

• Anemia

• Signos de hipoglucemia

• Síndromes de SNC

• Cálculos renales de urato o amonio (excepto en Dálmatas)

Page 99: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

99

Interpretación de pruebas de laboratorio:

1. Eritrograma. Es común el hallazgo de anemias, principalmente

de tipo normocíticas normocrómicas, aunque son posibles de otros tipos,

cuando la enfermedad es inicial, debido a las hemorragias constantes. El

eritrograma morfológico muestra leptocitos y acantocitos. En casos de

puentes portosistémicos (PPS) es común encontrar microcitosis sin

hipocromía o anemia.

2. Leucograma. Las variaciones leucocíticas por neutrófilos,

linfocitos y monocitos son dependientes de enfermedades infecciosas,

como las de tipo viral.

3. Proteínas plasmáticas totales. En enfermedad hepática puede

ser común la hipoproteinemia, principalmente en casos crónicos, ya que

la albúmina, principal proteína del plasma, es sintetizada totalmente en

hígado y tiene una vida media larga. La hipoproteinemia no es exclusiva

de enfermedad de éste órgano. Las proteínas pueden aparecer normales

o altas en un paciente de este tipo por deshidratación preexistente, lo

cual podrá revalorarse en los controles seriados bajo la terapia de

fluidos.

4. Evaluación de la integridad y funcionamiento hepático. Las

pruebas de funcionamiento hepático se emplean para:

• Diagnóstico diferencial de ictericia.

• Excluir o confirmar un padecimiento.

• Seguir la evolución de una enfermedad (por controles) (4).

Pruebas basadas en la actividad enzimática del suero:

Las enzimas liberadas que generalmente medimos en el suero de

son:

1. Alaninoaminotransferasa (ALT), antes llamada transaminasa

glutámico pirúvica (TGP). La elevación de ALT es una prueba específica

de daño hepático. La concentración de esta enzima dentro de las células

Page 100: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

100

hepáticas es varias veces mayor que en el líquido extracelular, por lo

que, al dañarse o alterar su permeabilidad de membrana celular, el

hepatocito libera esta enzima y entonces aumenta su concentración en

el suero. El grado de aumento ALT en el suero es indicador de la

magnitud del daño celular hepático: si el daño es mínimo, el aumento de

ALT sérica también lo es, si el daño es moderado, el incremento es de

tres a ocho veces lo normal, si el daño es grave o intenso, la elevación

es mucho mayor a ocho veces lo normal. La vida media de la ALT es de

2 ½ días, aproximadamente, por lo que si sus niveles son medidos cada

tres días, podemos obtener un pronóstico adecuado (48).

2. Aspartatoaminotransferasa (AST), antes llamada transaminasa

glutámico oxalacética (TGO). Esta enzima se encuentra en

prácticamente todos los tejidos del cuerpo, por lo que su medición no

constituye una prueba específica de enfermedad hepática, sin embargo

se le emplea para interpretarla en combinación con la medición de otras

enzimas, como la ALT y creatinincinasa (CK o CPK). La concentración de

AST es muy elevada en músculos estriados (esquelético y cardiaco), por

lo que se le emplea para evaluar la integridad de estos tipos de tejidos.

En el perro, los niveles de AST se elevan en presencia de necrosis

hepática, infarto del miocardio y necrosis de músculo esquelético. La

vida media de la AST es de unas 12 horas, por lo cual, si medimos ALT y

AST podemos saber si la lesión existente es hepática y cuál es su

antigüedad (48).

3. Fosfatasa alcalina del suero (SAP). La SAP abunda en el

organismo: se encuentra en concentración elevada en huesos (en los

osteoblastos), mucosa intestinal, células del túbulo renal, hígado y

placenta. En el perro, asociamos las elevaciones de SAP a lesión

hepática activa y (principalmente) a colestasis. La colestasis, cualquiera

que sea su causa, da lugar a grandes incrementos de SAP: es frecuente

encontrar aumentos hasta de 10 a 15 veces lo normal. Debido a sus 7

Page 101: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

101

isoenzimas, es posible encontrarla también elevada por influencia de

esteroides endógenos o exógenos (2-10n), barbitúricos (20-30n),

primidona (5n), difenilhidantoína (3n) y es normalmente elevada en

animales recién nacidos y en crecimiento, así como en los que tienen

formación acelerada de tejido óseo (2-3n). La vida media de la SAP

(isoenzimas hepática y ósea) en perros es de 3 días (48).

4. Gamma-glutamiltransferasa (GGT). Esta enzima se encuentra en

la solución citoplásmica de la membrana celular, en particular de las

células próximas a los canalículos biliares. Se encuentra presente en casi

todas las células del cuerpo, pero su actividad en el suero depende

principalmente de la de origen hepático. La vida media de la GGT es de

tres a cuatro días y también es alterada por la acción de esteroides y

anticonvulsivos. En animales en crecimiento o con lesiones óseas, sus

concentraciones séricas no se ven alteradas, a diferencia de lo que

sucede con la SAP. Empleamos la medición de GGT en casos en que se

sospecha de colestasis (48).

Page 102: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

102

2.10 TRATAMIENTOS APLICABLES EN CADA UNO DE

LOS CASOS Y PREVENCIÓN DE CIERTOS AGENTES

CAUSANTES DE CUADROS GASTROENTÉRICOS

En el caso de enfermedades virales es rigurosamente necesaria la

fluidoterapia parenteral intravenosa o intraósea. No debe esperarse

tratar a un paciente con 8% de deshidratación a base de electrolitos vía

oral en un cuadro agudo de emesis o por vía subcutánea. Serán

necesarios antibióticos parenterales y reguladores de la secreción de

ácidos gástricos, así como antieméticos (46).

En animales con eimeriasis o coccidiosis el tratamiento de primera

elección son las sulfas, mismas que pueden ser potenciadas con

trimetoprim (12).

Mientras que los medicamentos más empleados para pacientes

con toxoplasmosis son la clindamicina (25 mg/Kg.) PO. TID durante 3 a

4 semanas, sulfas-trimetoprim (15 mg/Kg.) PO. BID durante 4 semanas

(12).

En el caso de giardiasis el tratamiento más empleado hasta hoy es

el metronidazol (perros: 50 mg/Kg. SID durante 5 días; gatos: 10

mg/kg. BID, por 5 días). Son útiles también la furazolidona (4 mg/Kg.

BID, durante 7 días) y el albendazol (25 mg/kg. BID durante dos días),

con la salvedad de no poder emplearlo en gestantes por ser teratogénico

(45).

El tratamiento consiste en la aplicación de antihelmínticos

adecuados: la mayoría de los benzimidazoles son efectivos. Los más

empleados son el albendazol, fenbendazol, mebendazol, oxibendazol y

pirantel. En casos en los que existen cuadros complicados (vómito,

diarrea profusa o sanguinolenta, hipovolemia) es necesario hospitalizar

Page 103: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

103

e iniciar fluidoterapia y aplicación de antieméticos y protectores de la

mucosa. Para pacientes con vómito puede recurrirse al empleo del

disofenol (no ataca ascárides) o de la ivermectina vía subcutánea (46).

El Trichuris vulpis puede atacarse con fenbendazol, mebendazol y

oxibendazol (45).

Los anticestódicos más empleados son: praziquantel, mebendazol (no

activo contra Dipylidium), Fenbendazol (sólo eficaz contra Taenia spp),

niclosamida (Taenia spp:+++; D. Caninum:++), nitroscanate y

praziquantel (48).

DOSIS SUGERIDAS DE ALGUNOS ANTIHELMÍNTICOS

MEDICAMENTO DOSIS Y POSOLOGÍA

ALBENDAZOL 50-100 mg/Kg. SID x 2a4 d.

DISOFENOL 7.5-10 mg/Kg. SC único

FENBENDAZOL 50 mg/Kg. SID PO x 5 días

IVERMECTINA 0.2 mg/Kg. PO,SC.Única d.

MEBENDAZOL 22 mg/Kg. SID.PO x 5 días

PIPERAZINA 110 mg/Kg. PO

PRAZIQUANTEL 5 mg/Kg. PO,SC,IM

PIRANTEL 5 mg/Kg. PO

OXIBENDAZOL/NICLOSAMIDA 15/100-160 mg/Kg. PO.

NITROSCANATE 50 mg/Kg. SID repetir a 7 d.

Tabla 4.- Farmacología contra helmintos (48)

Page 104: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

104

NEMÁTODOS CESTODOS

DROGA DOSIS DÍAS DE

TTO

TOXOCARA TOXASCARIS ANCYLOSTOMA TRICHURIS DIPYLIDIUM ECHINOCOCCUS

Palmoato de

pyrantel

5-15

mg/kg1 1 día 90 -100 % 90 - 100 % 90 - 100 % 0 0 0

Piperazina 110

mg/kg 2 -3 días 75 -100 % 75 -100 % 0 0 0 0

Febantel2 25

mg/kg 3 - 5 días 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 0

Febendazole 50

mg/kg

3 – 5

días 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 0

Mebendazole 22

mg/kg

3 – 5

días 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 0

Albendazole 15

mg/kg 3 días 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 0

Nítroscanato3 50-60

mg/kg 1 día 90 – 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 90 – 100 % 0

Praziquantel 5 mg/kg 1 día 0 0 0 0 90 – 100 %. 90 – 100 %

Levamisol 10

mg/kg 2 días 90 - 100 % 90 – 100 % 90 – 100 % 0 0 0

Niclosamida

100-

157mg/k

g

1 día 0 0 0 0 < 75 % 0

Tabla 5.- Control de helmintos (48)

Page 105: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

105

NEMÁTODOS CESTODOS

COMB. DE

DROGA S DOSIS TTO TOXOCARA TOXASCARIS ANCYLOSTOMA TRICHURIS DIPYLIDIUM ECHINOCOCCUS

Pamoato de

Pyrantel

+Febantel+

Praziquantel1

5-10 /

25 / 5

mg/kg

1

día 90 -100 % 90 – 100 % 90 - 100 % < 50% 90 - 100 % 90 - 100 %

3

días

90 - 100

% 90 – 100 % 90 - 100 %

90 - 100 %

90 - 100 % 90 - 100 %

P. de

Pyrantel +

Praziquantel

5-10 /

5

mg/kg

1

día

90 – 100

% 90 – 100 % 90 – 100 % 0 90 - 100 % 90 - 100 %

Febendazole

+

Praziquantel

50 / 5

mg/kg

1

día 50 – 75 % 50 – 75 % < 50% < 50% 90 - 100 % 90 - 100 %

3

días

90 – 100

% 90 – 100 % 90 – 100 %

90 – 100

% 90 - 100 % 90 - 100 %

Oxibendazole

+

Praziquantel

15 / 5

mg/kg

1

día 50 – 75 % 50 – 75 % < 50% < 50% 90 - 100 % 90 - 100 %

3

días

90 – 100

% 90 – 100 % 90 – 100 %

90 – 100

% 90 - 100 % 90 - 100 %

Oxibendazole

+

Niclosamida

15 /

100 -

157

mg/kg

1

día 50 – 75 % 50 – 75 % < 50% < 50% < 75% 0

3

días

90 – 100

% 90 – 100 % 90 – 100 %

90 – 100

% 50 - 75 % 0

Ivermectina2

+

Praziquantel

0.006

/ 5

mg/kg

1

día 0 0 0 0 90 - 100 % 90 - 100 %

Pamoato de

Pyrantel +

Oxantel +

Praziquantel

5 - 10

/ 50 /

5

mg/kg

1

día

90 - 100

% 90 - 100 % 90 - 100 % 90 - 100 % 90 – 100 % 90 - 100 %

Tabla 6.- Comparación de los efectos resultantes de la combinación de

algunos antihelmínticos (48)

TERAPIA DE FLUIDOS

Page 106: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

106

Este es uno de los temas medulares de la gastroenterología, ya

que muchos de los pacientes requieren del suministro de líquido y

electrolitos en forma prioritaria. Los perros y gatos están expuestos

constantemente a sufrir deshidratación por diversas razones, y es

común atender pacientes con algún grado de este trastorno (2).

Se estima que aproximadamente el 60% del peso corporal de

animales adultos es agua. De ésta, dos terceras partes se encuentran

intracelulares y una tercera parte está extracelular (46).

DESHIDRATACIÓN. Aunque este concepto sólo incluye al agua pura,

en realidad nuestros pacientes deshidratados pierden más que eso. De

acuerdo a la concentración de sodio en el suero, caracterizamos tres

tipos de deshidratación:

1. Deshidratación hipotónica. No es muy común. Ocurre cuando la

concentración de sodio es menor a 143 mEq/L. De manera

inversa, la pérdida de solutos es aquí de tipo hipertónica (41).

2. Deshidratación isotónica. Esta es la forma más común. El sodio

sérico se encuentra en valores que oscilan entre 145-157

mEq/L. Las pérdidas de líquidos y electrolitos son proporcionales

a las cantidades encontradas en el plasma, lo cual representa

una pérdida isotónica (41).

3. Deshidratación hipertónica. Ocurre cuando el sodio sérico se

encuentra en 158 mEq/L o más. Aquí las pérdidas son casi

exclusivamente de líquidos sin solutos (pérdida hipotónica)

(41).

Cálculo del porcentaje estimado de deshidratación:

Page 107: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

107

Este cálculo es subjetivo, por lo que debe realizarse con cuidado

de no sobreestimar o subestimar valores, pues de esta estimación

depende en parte la dosis de fluidos a administrar (46).

1. La pérdida de un 4% del peso corporal en líquidos es indicada sólo

por la historia clínica, generalmente obtenida del dueño (46).

2. La pérdida de un 5% del peso corporal ya empieza a producir signos

clínicos de deshidratación: piel sin flexibilidad, boca seca (46).

3. Un déficit del 6% ya es obvio y moderado. Existe signo del pliegue,

mucosa enrojecida y seca, orina concentrada (46).

4. Al perderse el 8% del peso corporal ya se le considera deshidratación

grave. Pulso débil, oliguria y animal deprimido (46).

5. Si la pérdida es del 10 al 12% observamos signos de choque y lo

consideramos un compromiso fuerte para la vida del paciente (46).

Para poder llevar a cabo el cálculo de las dosis de fluidos

requeridas por el paciente, es necesario estimar sus necesidades

fisiológicas de mantenimiento en cuanto a líquidos y las pérdidas de

líquidos por proceso patológico (conocidas como pérdidas

contemporáneas) (41).

Las necesidades de mantenimiento (también llamadas pérdidas

insensibles) para perros de talla chica y gatos son del orden de los 60

mL/Kg, mientras que en perros de talla grande es de 40 mL/Kg (4).

Las pérdidas contemporáneas son aquellas que suceden durante el

proceso alterado que amerita la fluidoterapia. Principalmente hablamos

aquí de vómitos y diarrea, además de pérdidas por descarga urinaria

considerable. En un tiempo se sugirió dar un valor en mL por cada

vómito o diarrea, aspecto hoy desechado por la gran diversidad de

tamaños de perros y gatos, además del volumen eliminado en cada

aspecto de la enfermedad individual. Lo ideal es medir cada una de las

evacuaciones y vómitos (también medir la producción de orina mediante

Page 108: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

108

sonda uretral) y agregar ese volumen de líquido a la dosis diaria

calculada (48).

Apoyo de laboratorio: la importancia de los controles. Es

sumamente útil durante la fluidoterapia el monitoreo de los volúmenes

sanguíneos. Una forma práctica y sencilla consiste en la medición e

interpretación del paquete celular (hematocrito o Ht) y proteínas totales

del plasma (PPT). Este binomio (Ht/PPT) resulta de gran ayuda en el

monitoreo del paciente deshidratado, pero recuerde que su utilidad

radica en su seguimiento, ya que una sola lectura no indicaría los

progresos o retrocesos obtenidos (48).

Cálculo de la dosis de líquidos a administrar:

Empleamos la siguiente fórmula para estimar la dosis a administrar en

24 horas:

A= % de deshidratación X peso del paciente (Kg) X 10

B= Necesidades de mantenimiento (60 mL/Kg perros pequeños

y gatos; 40 mL/Kg perros grandes)

A + B = total de líquidos a administrar en 24 horas.

(Las pérdidas contemporáneas podrían agregarse en el transcurso del

día, según las mediciones obtenidas).

Una vez obtenido el total por día, procederemos a calcular la

cantidad a administrar en 8 horas debido a que es el tiempo en que

podríamos tener cambios en el porcentaje de deshidratación, lo cual

haría cambiar de nuevo el volumen total (48).

Total de mL a administrar en 24 horas

_________________________________

3

Page 109: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

109

El resultado es el total de mL a administrar en 8 horas. Para saber

el total de mL por hora, simplemente dividimos este nuevo valor entre

8. Si trabaja con equipos de microgota, el resultado final es también el

total de gotas por minuto a administrar (48).

Tipos de soluciones:

Las soluciones cristaloides deben tener una formulación lo más

parecida al plasma, o al menos deben servir como vehículo para

formulaciones adicionadas según los requerimientos del paciente (48).

Las soluciones cristaloides que generalmente se emplean son:

• Dextrosada al 5%. Este tipo de solución puede emplearse con

fines de vehículo o para mezclarse con otras soluciones. Debe

evitarse como primera opción en animales hipovolémicos, pues la

mayor parte de su volumen se distribuye en el espacio

intercelular, no en el intravascular y extracelular, por lo cual no

ayuda a elevar la presión (46).

• Solución Hartmann (Ringer lactato.). Esta solución es de uso

amplio en animales deshidratados, siempre que no tengan acidosis

láctica. Generalmente requiere de aditivos en casos de pacientes

con vómitos o diarreas, y es una buena opción para elevar la

presión en hipovolémicos (46).

• Solución Salina Fisiológica. Esta es otra buena opción para elevar

la baja presión por hipovolemia, por lo que puede administrarse

en forma rápida durante procesos de emergencia (46).

También podemos clasificar a los líquidos según la función para la

que se empleen:

• LÍQUIDOS DE MANTENIMIENTO.- Son aquellas que difieren del

plasma porque tienen menos sodio (son hipotónicas) y se les

adiciona algún electrolito como potasio. Existen presentaciones

Page 110: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

110

comerciales, pero puede hacerse la siguiente mezcla en el

consultorio: una parte de sol. Hartmann, Ringer o SSF con dos

partes de sol. Dextrosada al 5%. Añadir de 15 a 20 mEq/L de

cloruro de potasio (46).

• LÍQUIDOS DE REEMPLAZO.- Estos líquidos son más específicos, ya

que aquí se emplean electrolitos o álcalis en dosis individualizadas.

Las concentraciones a las que se adicionan tales elementos

dependerán principalmente de los datos de laboratorio (46).

El protocolo que debe seguirse en un animal que presente un

cuadro gastroentérico es el siguiente:

1) Canalización con una solución de Hartman (Ringer lactato) o

Solución Salina Fisiológica para la recuperación hidroelectrolítica (48).

2) Administrar Ranitidina (.5-1 mg/kg) y Metoclopramida (.5-1 mg/kg)

(41).

3) Administrar un antidiarreico: Loperamida .1-.2 mg/kg, Subsalicilato

de bismuto 1 ml/kg. Bromuro de Prifinium 1 ml/ 10 kg (41).

4) Administrar antibióticos (Tabla 7) (31).

5) Se recomienda suspender completamente la alimentación vía oral por

lo menos 24 hrs o hasta que se haya controlado el vómito de otra

manera el alimento podría irritar aún más la mucosa gástrica e intestinal

y agravar el cuadro sintomatológico (48).

6) La dieta se irá restituyendo gradualmente conforme el animal vaya

recuperándose: primero administrando una dieta ligera y blanda en una

proporción de ¼ de la dieta acostumbrada, luego se incrementará la

cantidad hasta llegar a la ración completa que el paciente ingiere

normalmente (2).

Este protocolo se lleva a cabo para la estabilización del animal,

mientras que se obtienen los resultados diagnósticos. Es posible

controlar una gastroenteritis hemorrágica con este tratamiento; sin

Page 111: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

111

embargo si hay una enfermedad concomitante de hígado, páncreas,

vesícula, tiroides o incluso alguna neoplasia, deberá tomarse en cuenta

aplicar un tratamiento más específico según sea el caso.

Neoplasias:

Vincristina 0.5 mg/m intravenosa o Ciclofosfamida 200-300

mg/m intravenosa (41).

Páncreas:

Debe seguirse una dieta baja en grasas, alta en carbohidratos y

con un nivel moderado de proteína indefinidamente. Si se requiere

insulina debe emplearse en una forma regular, a dosis que permitan

mantener la glucemia entre 150-200 mg/ dL. También puede

transfundirse plasma fresco o fresco congelado como fuente de

antiproteasas. También debe emplearse terapia antimicrobiana (41).

Hígado, Vesícula y conductos biliares:

Aplicar un protector hepático que se encargará de estimular la

secreción actuando directamente en el sistema glandular sin excitar ni

deprimir al sistema nervioso central. Además de la aplicación de algunos

corticoesteroides como la prednisona (2.2 mg/kg). También es

recomendable continuar con la terapia antimicrobiana e incluso

antiparasitaria (2).

Tiroides:

En el caso de hipotiroidismo el tratamiento consiste en la

administración del suplemento hormonal tiroideo. Iniciando con

levotiroxina sódica sintética (T) a una dosis de 22 μg/kg de peso (.1

mg/4.5kg; dosis máxima .8 mg) cada 12 horas. La dosis y la frecuencia

de administración a veces necesitan ajustes antes de que se obtenga

una respuesta adecuada, dada la variabilidad en la absorción y el

metabolismo (4).

Page 112: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

112

DROGA POSOLOGÍA INDICACIÓN COMENTARIO

Sulfonamida-

Trimetroprim

15 mg/kg/12 h.

oral o subcutánea

Lesión de mucosa

y Gramm -

Reacciones por

inmunocomplejos

en perros

Gentamicina

Sulfato

2.2 mg/kg/12 h.

intramuscular,

intravenosa o

subcutánea

Sepsis Nefrotoxicidad

Ampicilina sódica 10-20 mg/kg/6-8

h.

oral,intravenosa

e intramuscular

Infecciones

anaeróbicas y

sepsis

Disrumpe flora

normal

Penicilina G 20,000-40,000

UI/ kg/4-6 h.

intramuscular e

intravenosa

Infecciones

anaeróbicas

Hipersensibilidad

Metronidazol 10-20 mg/kg/8-

12 h. oral

Infecciones

anaeróbicas e

HMB

Neurotoxicidad

Enrofloxacina 2.5-5 mg/kg/12

h. oral

Gramm - Defectos del

cartílago

auricular

Tetraciclina 20 mg/ kg / 8 h. Diarrea rickettsial,

HMB

Disturbios

digestivos

Eritromicina 10 mg/ kg/ 8 h.

oral

Campilobacteriosis Disturbios

digestivos

Tabla 7.- Selección de la antibiótico-terapia para la gastroenteritis de los

animales pequeños (31)

Page 113: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

113

MÉTODOS DE PREVENCIÓN:

Es realmente imposible mantener a nuestras mascotas aisladas del

contacto con otros animales o incluso con fómites con los cuales

nosotros mismos podríamos arriesgarlos a enfrentarse con cualquiera de

los antes mencionados agentes patógenos causantes de una

sintomatología gastroentérica; por lo que debemos, brindarles las armas

para defenderse por ellos mismos; como son los anticuerpos y

respuestas inmunitarias que se activan por medio de las vacunas o

bacterinas, asi como los desparasitantes (15).

Dentro de las primeras consideraciones que deben tomarse en

cuenta para llevar un calendario de vacunación están la edad del animal,

ya que los cachorros al perder la inmunidad materna son más

susceptibles a enfermedades tales como el parvovirus y el moquillo

produciendo la mayoría de las veces cuadros clínicos fatales (19).

La primera vacuna debe aplicarse a partir de los 2 meses de edad

y debe ser una primera aplicación de parvovirus canino, aplicando un

refuerzo a los 15 días de la primera; posteriormente a los siguientes 15

días debe aplicarse una vacuna triple (VS moquillo, hepatitis canina,

leptospirosis: MHL); o en su defecto si el animal no ha recibido ninguna

de estas vacunas puede aplicársele una vacuna polivalente (parvovirus,

coronavirus, moquillo, hepatitis, leptospirosis: 5L), la cual se aplicará al

año (19).

Los desparasitantes pueden aplicarse desde los 30 días de edad y

deberán continuar administrándose por lo menos cada 6 meses para

mantener al animal libre de enfermedades parasitarias (15).

Page 114: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

114

III. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Con base en la recopilación bibliográfica que se realizó en el

presente trabajo podemos concluir que es de vital importancia realizar

un muestreo y los análisis de laboratorio que sean necesarios para no

errar en nuestro diagnóstico; y por lo tanto, en nuestro tratamiento.

Dentro de las principales consideraciones que deben tomarse en

cuenta está que sin importar a primera instancia el agente etiológico

que está provocando un cuadro gastroentérico, no debemos darle

tiempo a éste de continuar dañando a nuestro paciente ni dejar que el

estado actual del mismo empeore al aplicar tratamientos demasiado

agresivos o esperar más tiempo por la presencia de más signos y/o

síntomas que perjudiquen aún más al animal.

La extensa gama de etiologías que pueden ocasionar un daño

gastroentérico puede llegar a confundirnos por lo que debemos cuidar

que todos y cada uno de los datos que se nos proporcione en la

anamnesis; así como nuestra historia clínica y examen físico sean

realizados de manera correcta, para que de esta forma nos encaminen a

un mismo diagnóstico, con lo cual pueda tomarse una decisión con

respecto a la atención que deberá recibir nuestro paciente.

Page 115: Gastroenteritis Hemorragica en Perros

115

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