guia cicloturismo oxígeno

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SUMARIOPresentación 4

Tarjetas de identidad 8

Vía Verde del Carrilet 10

Ruta del Califato 14

Ruta de la Plata 18

Camino del Norte 22

Camino del Cid 28

FOTO

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Especial_Cicloturismo Oxigeno 3.indd 3Especial_Cicloturismo Oxigeno 3.indd 3 30/06/2008 22:04:1330/06/2008 22:04:13

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no de los grandes valores de recorrer el medio ambiente en bicicleta es que el cicloturista se convierte en dueño

absoluto de su propio destino. Las decisiones son personales. Dormir, comer, hablar, com-partir y otros actos cotidianos se transforman en situaciones seductoras cuando son ines-peradas. En cada parada aparece un paisaje único y singular que pasaría desapercibido en coche o en tren. El cicloturismo es un modo de viajar pacífi co y amable con el entorno rural y la naturaleza, pero exige estar en forma para disfrutarlo.El equipaje de las alforjas debe ser el imprescindible para pasar dos o tres días viajando en bicicleta. Al cabo del tiempo

y de varios viajes a pedales, enseguida se descubre que se podría dar la vuelta al mundo en bicicleta simplemente con lo cabe en una mochila y algo de curiosidad. A pesar de las trampas que nos ponen las costumbres y los razonamientos, de los caminos en círculo sin principio ni fi n, del miedo a lo desconocido, conviene soñar y pararse alguna vez a escu-char a los vicios y tentaciones. Y con el mejor sentido común de nuestras desenfrenadas pasiones, seguir siempre adelante y procurar hacer de cada día el mejor y más grande de todos los viajes, porque cada día es una nueva aventura en el complicado viaje de la vida.

CicloturismoUn viaje hacia la libertad El cicloturismo es un viaje con billete de ida, un paseo deportivo sin prisas por los paisajes del mundo, sintiendo las emociones de un modo íntimo. La génesis de un viaje es la cantidad de evasión y conocimientos que proporciona. Y el cicloturismo es el modelo viajero ideal para alcanzar el mayor grado de satisfacción.

TEXTO Y FOTOS: JUANJO ALONSO

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• Cicloturismo es libertad

Cuando la adrenalina se sale por las orejas descubriendo la pureza y el valor de un instan-te, no es necesario ser deportista ni aventu-rero, pero sí es importante ser libre, es decir, que nuestro destino dependa exclusivamente de nuestras propias decisiones. Es funda-mental tener plena capacidad de arriesgarlo todo; y mientras viajamos en bici estamos tan atentos al ambiente que nos rodea que la excitación es máxima.

• Cicloturismo es pasiónMientras estoy subiendo cuestas intermi-nables en cualquier montaña del mundo, esas culebras de asfalto o tierra que torturan la mente hasta que pienso en bajarme de la bicicleta rendido por haber elegido una manera de viajar tan dura, recuerdo un día en el Atlas marroquí cuando escuché por primera vez el grito de las mujeres bereberes durante toda la ascensión a uno de aquellos puertos monstruosos a tres mil metros de altitud. El agudo sonido de sus gargantas estremecía las geografías de las montañas. Antes de comen-zar la bajada por el otro lado de la montaña miré aquel valle por última vez y con el brazo en alto grité al aire lo más fuerte que pude para dar las gracias a todas aquellas mujeres del Atlas por llevarme hasta las puertas del cielo.

• Cicloturismo es riesgoUno de los accidentes más graves y especta-culares que he sufrido viajando en bicicleta fue en el norte de India, cuando fui arrollado por un autobús de pasajeros. Los destrozos

del equipaje y la bici los reparé pronto, pero el brazo y la pierna tardaron bastantes días en recuperarse.

• Cicloturismo es rebeldíaUna persona que de pronto se convierte en vegetariano radical. Un ejecutivo que quema todos sus trajes y se marcha a vivir a las montañas de Cachemira a buscar el Nirvana o se instala en un pueblito abandonado de las montañas de León. Un camarero que se cansa de su jefe y se monta su propio restaurante. Lo importante para vivir una aventura es decir “NO” a lo que nos fastidia, arriesgar todo lo que se pueda y comenzar a vivir ese nuevo ca-mino hasta sus últimas consecuencias, hasta el límite. Comenzar un viaje es empezar a ver el mundo desde el lado de nuestro destino.

• Cicloturismo es diversiónPodría seguir relatando situaciones en las que mi vida ha estado a punto de desaparecer, cuando era consciente de estar a un paso del límite, viviendo una auténtica aventura, cuando empezaba a perder el control de la situación y parecía que se apagaba la luz para siempre. Momentos imprevisibles que generan sensaciones realmente nuevas e


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impresionantes. Y todos tienen en común que surgen inesperadamente mientras estoy desarrollando una actividad deportiva con billete de ida.

• Cicloturismo es vida salvajeUno de los mejores amaneceres que recuerdo durmiendo junto a una bicicleta fue en mi primer viaje cicloturista por los relieves de Cazorla, en Jaén. Era una helada mañana de primavera y al abrir los ojos descubrí a tres metros del saco la cornamenta de un enorme ciervo olfateando la hierba. Hasta que el animal se asustó y desapareció en el bosque creía que estaba dentro de un sueño porque nunca había sentido tan fuerte el poder de la naturaleza.

• Cicloturismo es sufrimientoMientras recorría en bicicleta la selva ama-zónica de Brasil dormía y pedaleaba untado con el fango de los pantanos para evitar las picaduras de los insectos y pasar lo más desapercibido posible en un medio al que no pertenecía. A pesar de todo sufrí un brote de malaria agravado por problemas hepáticos al beber agua en mal estado.

• Cicloturismo es conocimiento interiorUn buen recuerdo de mis peripecias cicloturis-tas fue una noche que pasé con dos amigos en el pórtico de la iglesia del monasterio de Irache, en el Camino de Santiago. Uno de los tres cicloperegrinos descubrió en aquella larga y fría noche que el poder de la mente es el au-téntico alimento para llegar al fi nal de todos los caminos. Y el cuerpo es simplemente un débil cascarón para proteger los deseos.

• Cicloturismo es miedoUna vez me asaltaron a mano armada unos bandidos en el norte de Tailandia, en pleno día, y se llevaron todo lo que tenía, incluida la bicicleta con la que viajaba, la documen-tación y el dinero. Sentí tanto miedo viendo las armas delante del pecho, pensando que iban a disparar, que las piernas no pudieron sujetarme de pie.

• Cicloturismo es disfrutar plena-mente de la vidaSeguramente el ser humano tiene tenden-cia al suicidio emocional y por eso de vez en cuando tenemos que realizar alguno de nuestros grandes sueños para asegurarnos que vivir merece la pena. Por eso los buenos aventureros, igual que los grandes viajeros o los escaladores, no son los que arriesgan y se caen, son los que se asoman, disfrutan con el delirio de la locura por sobrevivir y siguen su camino sin preocuparse demasiado del futuro, porque saben que llegarán más situaciones imprevisibles y emocionantes.


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1. Llevar los accesorios imprescindibles (incluida la cámara de fotos y el cuaderno de notas) y aprovechar el viaje cicloturista para sentir la aventura del cicloturismo.

2. Beber muchos líquidos para evitar lesiones y trastornos derivados de la deshidratación.

3. Llevar un repelente asusta perros en spray o tener un buen salto instantáneo de agresividad.

4. Consultar las previsiones meteorológicas antes de programar el viaje.

5. Dormir siempre con la bicicleta al lado, incluso en las habitaciones de los hoteles.

6. No guardar el dinero en los tubos y en ninguna pieza de la bicicleta. En el caso de robo se pierde todo.

7. Hacer una puesta a punto de la bicicleta antes de comenzar el viaje.

8. No estrenar piezas de la bicicleta ni vestimenta durante el viaje. Llevar ropa y ac-cesorios probados en otras rutas para evitar imprevistos y viajar siempre con casco.

9. Para un viaje cicloturista la bicicleta puede ser de carretera, híbrida o de montaña, pero es conveniente poner las cubiertas fi nas y lisas, o gordas y taqueadas, adecuadas al tipo de fi rme por donde discurre la ruta.

10. Salir de viaje sin prisas, improvisar variantes sugerentes de la ruta principal y aprovechar las situaciones imprevistas que sean divertidas y emocionantes para aportar nuevas experiencias al viaje.

10 CONSEJOS CICLOTURISTAS


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• Vía Verde del Carrilet1. Las vías verdes son muy recomendables para iniciarse en los viajes cicloturistas. 2. Es ideal para un fi n de semana, como la mayoría de las vías verdes.3. Buen fi rme, desniveles suaves y muchos lugares para reponer agua y alimentos.4. La ruta se puede ampliar con la Vía Verde del Camí del Ferro, entre Sant Joan de les Abades-ses y Ripoll.5. Destaca la recuperación de las antiguas estaciones como salas de exposición, centros temáticos y áreas de recreo.

• Ruta del Califato1. Cicloturismo clásico, por carreteras locales muy tranquilas, caminos rurales y cañadas ganaderas.2. Es un viaje sin grandes desniveles, por un bonito conjunto de pueblos blancos con mucha historia, paisaje y patrimonio. 3. La ruta se puede reducir entre Granada y Córdoba (4 etapas) para facilitar los accesos. 4. En verano hace mucho calor, pero hay abundantes pueblos para coger agua y provisio-nes.5. Solicitar información del itinerario y el pasaporte del viaje a la Fundación El Legado Andalusí. www.legadoandalusi.es. Tel. 958 22 59 95. Hay más de 200 puntos de sellado del pasaporte en las rutas de El Legado Andalusí. Al fi nal del viaje se entrega un diploma a quien acredite el viaje mediante los sellos.

• Ruta de la Plata1. Ruta bien señalizada con las marcas amarillas de los “caminos” a Santiago. 2. Para dormir se pueden utilizar los albergues públicos de peregrinos.3. Predomina el fi rme de tierra. Es recomendable llevar bici de montaña y rudas de tacos.4. Paisaje de dehesas de encinas y alcornoques con tramos largos sin agua ni poblacio-nes para avituallarse. Exige algo de experiencia en viajes cicloturistas por soledad del ambiente, la duración, el calor y el desplazamiento con alforjas en caminos técnicos.5 La Ruta de la Plata está señalizada desde Sevilla y llega a Gijón, pero proponemos Mérida-Astorga como ruta cicloturista ideal para una semana teniendo un nivel medio.

TARJETAS DE IDENTIDAD


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• Camino del Norte1. Es la gran alternativa al Camino Francés a Santiago. La ruta de la costa está menos masifi cada, es mucho más variada en paisajes, poblaciones y cultura rural y cuenta con la posibilidad de visitar las bonitas playas del Cantábrico.2. Con los viajes de acceso es una ruta de dos sema-nas, ideal para unas pequeñas vacaciones veraniegas.3. Aunque varias subidas a montañas son por caminos rurales de tierra, abunda el fi rme de asfalto y se pue-den llevar ruedas mixtas.4. Se puede dormir en los albergues de peregrinos. En la mayoría piden la credencial y suelen dar prioridad a los peregrinos a pie.5. El Camino del Norte es una sucesión de toboganes rompepiernas hasta la Tierra Chá, en Lugo, y para disfrutar del viaje hay que tener un nivel deportivo medio-alto.

• Camino del Cid1. Es una de las grandes rutas cicloturistas de España. Larga, variada, rica en paisajes, arte, historia y cultura popular. Y exigente, porque el eje principal supera los mil kilómetros de distancia.2. Consultar información de la ruta y solicitar el salvoconducto o credencial del viaje en la web del Consorcio del Camino del Cid: wwwcaminodelcid.org. Existen 58 sellos alegóricos al Camino del Cid. Las direcciones de los lugares de sellado están indicadas en el interior del salvoconducto.3. Actualmente se está señalización la ruta senderista del Camino del Cid y las indicacio-nes varían entre una provincia y otra. Además del eje principal se proponen varios ramales y anillos que completan 1.700 kilómetros de caminos, carreteras locales, vías pecuarias, vías verdes y pistas forestales. 4. En las alforjas se puede llevar el equipaje imprescindible para bajar peso. En todas las etapas se pasa por varias poblaciones con tiendas de comida, restaurantes y alojamientos.5. Con descansos, paradas imprevistas y variantes, hay que calcular un mes para realizar está magnífi ca ruta cicloturística que lleva del norte de Castilla a la orilla del Mediterráneo.


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RUTAS

Vía Verde del Carrilet

El Programa Vías Verdes, iniciado en 1993, ha llevado a cabo la recuperación y acondicionamiento de 1.500 kilómetros de antiguos trazados ferroviarios que ya no tienen servicio de trenes. Los afi cionados a los deportes al aire libre, especialmente senderistas, ciclistas y jinetes, pueden disfrutar de estos magnífi cos circuitos donde se han reconstruido puentes y acueductos y túneles, y se han restaurado estaciones y apeaderos, recuperando elementos destacados del patrimonio histórico y cultural. El éxito de las vías verdes entre los practicantes del ciclismo de alforjas o las apacibles salidas familiares en bici, es la suavidad de las pendientes, el buen fi rme, los cómodos accesos y el paso por numerosas poblaciones. En la web de Vías Verdes se puede encontrar información de los

ferrocarriles disponibles en toda España. Para nuestro especial de cicloturismo hemos elegido la Vía Verde del Carrilet I y II, un trayecto por la provincia de Girona, desde los volcanes dormidos de la Garrotxa a las playas de la Costa Brava, ideal para un fi n de semana o un puente. En Cataluña llaman “carrilet” a los ferrocarriles de vía estrecha. Nuestro carrilet fue inaugurado en 1911 para comunicar Girona y Olot por las comarcas de La Garrotxa, La Selva y el Gironés, aprovechando el servicio del ferrocarril para llevar el material extraído en las minas de carbón de Ogassa, en Sant Joan de les Abadesses, al puerto marítimo de Roses. El tramo de Girona a Sant Feliu de Guíxols recorre el Gironés y el Baix Empordà por un sugerente paisaje mediterráneo.

Parque Natural de la

Zona Volcánica de la Garrotxa

Mar

Mediterráneo

Sant Feliu de

Guixols

Santa Cristina d’Aro

Llagostera

Quart

Girona

Bonmatí

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Las Planes

d’Hostoles

Sant Feliu

de Pallerols

Les Preses

Sant Esteve

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Olot

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Vía Verde del Carrilet I y II

Palamós

FOTOS: JUANJO ALONSO/FUNDACIÓN FERROCARRILES ESPAÑOLES


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HOJA DE RUTADistancia: 91 kilómetrosNúmero de etapas: 2 etapasProvincias: GironaFirme predominante: acondicionamiento de vía verdeSeñalización: específi ca de vías verdesAlojamientos: pensiones, hostales y hoteles en las poblaciones de la rutaInformación: www.viasverdes.com

ETAPA 1Olot-Girona (Girona)54 kilómetros190 metros de desnivel positivo

El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa se encuentra alrededor de la ciudad de Olot y aporta una interesante diversidad de atractivos naturales en el comienzo de nuestro

viaje cicloturista por la Vía Verde del Carrilet. La Garrotxa es la zona volcánica mejor conservada de la Península, Y tiene un importante valor geológico y vulcanológico. En toda la zona protegida hay 30 volcanes y quedan restos de 20 coladas de lavas basálticas, que se desplazaron durante kilómetros por toda la comarca. Las erupciones comenzaron hace unos 350.000 años. Al interés geológico de los volcanes se unen los ecosistemas de frondosas masas forestales de robles y hayas poblando las plataformas de suelo volcánico. Uno de los bosques más bellos y agradables para pasear es el hayedo de la Fageda d’en Jordà, a 500 m de altitud sobre el nivel del mar. Este recibe los favores meteorológicos del clima continental y las corrientes húmedas de los Pirineos, dando

lugar a un paraje natural único, pues no existe otro hayedo que prospere sobre lava endurecida procedente de una erupción volcánica. El punto de partida de la vía verde es la estación de Olot. Un pequeño túnel perforado debajo de la ermita de Sant Roc mete a la vía en la Val d’en Bas, llamada “la Suiza catalana”, una bucólica planicie de maizales y pastos verdes rodeados de bosques y conos volcánicos. Los edifi cios de los pueblos conservan interesantes huellas y vestigios de su noble pasado medieval. La ruta pasa por el andén del apeadero de Sant Privat y recorre el conjunto urbano de Les Preses, con parada obligada en la antigua estación, convertida en Centro de Información Ambiental. La única subida de la jornada es el suave repecho que salva el Coll d’en Bas para entrar en el valle del río Bruguent. Casi sin dar pedales se pasa por Sant Miquel de Pineda, con una bonita ermita románica junto al andén, y Sant Feliu de Pallerols. Un paraje impactante es el paso al pie de la atalaya donde se alza el castillo d’Hostoles, del siglo IX. La vía se acerca Girona por la vega del Ter, superando unas rampas duras en el viejo Camino Real.


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ETAPA 2Girona-Sant Feliu de Guíxols (Girona)37 kilómetros70 metros de desnivel positivo

La Vía Verde del Carrilet II sale del casco histórico de Girona por la vega del río Onyar y a los pocos kilómetros llega a la estación de Quart. Cerca de la estación hay un Centro de BTT, se pueden dejar las alforjas en el Centro y conocer los paisajes íntimos de la zona por alguno de las rutas señalizadas. Las pendientes son muy suaves en un ambiente puramente mediterráneo. En los puntos elevados las vistas panorámicas alcanzan por el norte las sierras orientales del los Pirineos y, al sur, el macizo del Montseny. La ruta serpentea por las formas del relieve y sigue visitando antiguos apeaderos y estaciones. Todos los edifi cios ferroviarios del antiguo Feliuet, como llamaba los paisanos de La Selva y el Baix Empordà al tren de la costa, han sido restaurados y convertidos en zonas de recreo, parques públicos o acogedores lugares para hacer una parada durante el viaje, como el apeadero de Font Picant, uno de los edifi cios más bonitos de la vía verde, situado después de pasar Llagostera.

Santa Cristina d’Aro es la primera población del Baix Empordà, a 32 km de Girona. La estación ha sido convertida en casa de cultura y también se ha recuperado el trazado original

de la vía hasta Castell d’Aro. La espectacular pasarela peatonal del cauce del Ridaura da paso a una corta ascensión para salvar las últimas geografías de la Val d’Aro y emprender el descenso a Sant Feliu de Guíxols y la Costa Brava del Mediterráneo. La Vía Verde del Carrilet II fi naliza en la estación, cerca de la orilla del mar, un buen lugar para terminar un par de apacibles y cómodas jornadas cicloturistas.


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Para ellos: TFS 800DGracias a su cuadro de aluminio 6061 de formas ovalizadas tendrás asegurada una soberbia rigidez. La horquilla Rock Shox Tora cuenta con un útil mando remoto de bloqueo, ideal para tramos de subida, pista o asfalto. Lleva acoples de manillar para poder cambiar la posición de las manos. Como llevarás tus alforjas cargadas, agradecerás la potencia de los frenos Shimano M485 con disco delantero de 180 mm. La transmisión, Shimano Deore XT y Deore LX son una garantía de durabilidad y precisión con el paso de los kilómetros. Y los acoples pedales automáticos Shimano M505 facilitarán las largas jornadas de pedaleo.

PVP: 999€

Para ellas: Juliet 900DCon una geometría diseñada para la mujer, un marcado sloping y cómoda posición sobre la bici para aguantar sobre ella los kilómetros que haga falta. Posee además otras interesantes carácterísticas, como el sólido cuadro de aluminio 6061 con soldaduras pulidas, la horquilla Manitou R7 Elite con posibilidad de bloqueo, así como la intensa frenada que proporciona el disco delantero de 180 mm de los frenos Shimano M485. El conjunto se redondea con un formidable grupo Shimano Deore LX y Deore XT.

PVP: 1.250€

Grandes compañeras de viaje

Si vas a recorrer el mundo a pedales necesitas una compañera de viaje ideal: una bici. Elíge una de estos dos modelos de Mérida diseñados para cicloturismo. Ellas no te abandonarán...

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Ruta del Califato

La luminosa Ruta del Califato forma parte del entramado de itinerarios promovido en Andalucía por la Fundación El Legado Andalusí, declarado Itinerario Cultural por el Consejo de Europa. Un viaje apacible por el arte, la historia y la cultura de la civilización hispano-musulmana. El antiguo imperio fundado en el siglo X por los emires omeyas en el Mediterráneo, cuando Córdoba se convirtió en la sede del califato independiente de Damasco, es una campiña sembrada de olivares interminables hasta la falda de enérgicas sierras de sugerentes estructuras calcáreas. La Ruta del Califato es una antología de los ocho siglos de presencia árabe en España, una seductora expresión de arquitectura

tradicional, fortalezas colgadas en peñascos inexpugnables y bellos pueblos blancos clavados en la cintura de hermosas sierras calizas. El itinerario del recorrido une las ciudades de Granada, el último bastión nazarí en rendirse a las tropas de los Reyes Católicos; y Córdoba, capital de las ciencias y la sabiduría en el Occidente musulmán durante el periodo califal, proclamado por Abderramán III en el año 929, cuando los árabes bautizaron a la España musulmana Bilad al-Andalus. La Ruta del Califato visita alcazabas, castillos y fortalezas que estuvieron en manos árabes y cristianas. Recorre la provincia de Jaén, campiñas y olivares, sierras y pueblos blancos clavados en pedestales rocosos salvajes,

Granada

VíznarAlfacar

Cogollos Vega

Güevéjar

Colomera

Pinos Puente

Moclín

Alcalá la Real

Castillo de Locubín

Alcaudete

Priego de

Córdoba

CarcabueyCabra

Luque

Zuheros

Baena

Castro del Río

Lucena

Córdoba

Espejo

Fernán Núñez

Montemayor

Montilla

Aguilar de la FronteraParque Natural de

las Sierras Subbéticas

Parque Nacional

de Sierra Nevada

Parque Natural de

la Sierra de Huétor

N

El legado andalusí

Ruta del Califato

Córdoba

Jaén

Granada


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ETAPA 1Granada-Alcalá la Real (Granada/Jaén)72 kilómetros980 metros de desnivel positivo

En la época gloriosa de al-Andalus la ciudad de Granada era el tesoro del Occidente musulmán, convertida por los árabes en un inigualable centro de arte y poesía arquitectónica; transformada en un vergel de naranjos y limoneros; un jardín perfumado de ilusiones y azahares a orillas del cristalino Sanili, alma fl uvial de las admiradas fuentes de la eterna Alhambra y espejo de alminares, torres y mezquitas. Con tales evocaciones es difícil visitar los paisajes de Andalucía y no caer cautivo de los encantos históricos, artísticos y culturales de la capital del Genil, punto de partida de la Ruta del Califato al pie de las montañas más altas de la Península. Una vieja historia cuenta que Muley Hassen, padre del mítico Boabdil, el rey árabe que entregó la ciudad de Granada a los Reyes Católicos, conoció a una hermosa joven llamada Isabel de Solís entre las esclavas de su séquito y se enamoró locamente. El moro convirtió a la joven cristiana al Islam y la declaró su favorita con el nombre de Zoraya, lucero de la mañana. El romance no fue aceptado por su esposa, la sultana Aixa, que levantó la corte en contra de su marido, dando lugar a una serie

de enfrentamientos que terminaron en una sangrienta guerra civil. Muley Hassen tuvo que huir de Granada y al poco tiempo murió en la fortaleza de Mondújar, acompañado de su amada y un grupo de seguidores que ayudaron a Zoraya a enterrar al apasionado y viejo rey en la cumbre del pico más alto de la sierra. Desde entonces, el pico Mulhacén, el rey geológico de todas las geografías de Sierra Nevada, lleva el nombre del rey nazarí que renunció a su reino por amor. Durante la primera subida de la etapa al pueblo de Víznar hay buenas vistas de las grandes cumbres nevadenses, pintadas de blanco hasta bien entrado el verano. Los primeros kilómetros evitan la autovía A-92 por los pueblos colgados en la falda de la sierra de Huétor, declarado Parque Natural. El ambiente serrano es impresionante: abruptas montañas, collados solitarios y valles rajados por aguas tormentosas pintados con el gris de la caliza y el verde de los pinos, encinas y quejigos. En la lejanía aparecen los tresmiles de Sierra Nevada. El Veleta enseña su picacho de pizarras heladas, y a su lado las pirámides del Mulhacén y la Alcazaba muestran sus temidas vertientes de la cara norte. La ruta recorre el valle del río Cubillas y sube a la atalaya de Moclín. La jornada termina en Alcalá la Real, dentro de la provincia de Jaén, tierra de olivar y sierra áspera y agreste.

completando un atractivo repertorio del patrimonio monumental andalusí y valiosos parajes naturales; pasa por las serranías grises y verdes del Parque Natural de la Subbética y

sus impecables pueblos blancos, como Luque, Zuheros y Carcabuey. También aprovecha una parte de la vía verde del Tren del Aceite, un antiguo trazado ferroviario inaugurado en 1893.

HOJA DE RUTADistancia: 441 kilómetrosNúmero de etapas: 5 etapasProvincias: Granada, Jaén y CórdobaFirme predominante: caminos rurales de buen fi rme, vía verde y asfaltoSeñalización: específi ca de la Ruta del Califato (hitos de madera) y señales amarillas de la Ruta MozárabeAlojamientos: pensiones, hostales y hoteles en los pueblos de la rutaInformación y bibliografía: www.legadoandalusi.es. Tel. 958 22 59 95. Ruta del Califato en bicicleta. El Legado Andalusí 2006.


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Etapa 2Alcalá la Real-Baena (Jaén/Córdoba)56 kilómetros360 metros de desnivel positivo

Los montes de olivos de la campiña jienense se apartan al entrar en la provincia de Córdoba para dejar sitio al macizo de las Subbéticas, un importante eslabón montañoso de la Cordillera Bética declarado parque natural en 1988. La Ruta del Califato se acerca a las Subbéticas por la Vía Verde del Tren del Aceite (llamado así porque se utilizaba principalmente para transportar aceite) con un trazado ideal para pasear en bicicleta sin demasiado esfuerzo. Una excelente ruta ecoturística que favorece el acceso a los pueblos blancos de Luque y Sueros, dos joyas de la arquitectura, la historia y el arte andalusí en la Subbética. En las zonas altas, atacadas por la erosión del medio ambiente, la serranía es áspera y rocosa, un territorio despiadado de lanchares calcáreos y cuchillos pedregosos de lapiaz. En el reino de la montaña hay también enormes poljés o depresiones naturales del terreno rodeadas de fuertes elevaciones, valles encajados y simas profundas. La Subbética es un paisaje de roca y agua que fl uye hacia el exterior, sobre la campiña cordobesa, y se sumerge de igual modo al interior de la tierra. En la sierra no todo es piedra y barranco. Uno de los principales valores del parque natural es la presencia de abundantes masas forestales de quejigos, majuelos, encinas, algarrobos, almeces y arces, símbolos relevantes de las especies mediterráneas de los bosques ibéricos.Los pueblos de Luque y Zuheros son dos buenos lugares para realizar escapadas ciclomontañeras o senderistas; o para perderse por sus callejuelas de fachadas encaladas y recoletos rincones.

ETAPA 3Baena-Córdoba (Córdoba)73 kilómetros180 metros de desnivel positivo

La travesía de la campiña cordobesa tiene el aliciente de recorrer tranquilos caminos rurales, solitarias carreteritas locales y apacibles cañadas para terminar en la capital del Guadalquivir, la ciudad más célebre del mundo civilizado, cuando tenía más de un millar de mezquitas, ochocientos baños públicos, la mayor biblioteca de Europa durante la Edad Media, iluminación pública y era la dueña de la mezquita más grande y bella de la época. El cicloturista del siglo XXI tiene que buscar un lugar donde “aparcar” la bicicleta y deambular por este fascinante crisol de arte e historia.

ETAPA 4Córdoba-Cabra (Córdoba)72 kilómetros380 metros de desnivel positivo

Las viejas atalayas de Fernán Núñez y Montemayor vuelven a meter al viajero cicloturista en el paisaje de olivo y cereal, evocando los viejos tiempos de la época nazarí. Las señales de la ruta, algunas escondidas en la vegetación de las cunetas, llevan a Aguilar de la Frontera, un extenso caserío blanco y resplandeciente distribuido alrededor del Peñón del Moro, un risco fortifi cado que ha cuidado durante siglos de un bonito conjunto urbano de iglesias, palacios, ermitas, torres y casas populares. En las ofi cinas de información de todas las poblaciones de la Ruta del Califato sellan el pasaporte de la ruta, un documento que se puede recoger al comenzar el viaje en la ofi cina de turismo de Granada. También suelen poner el sello en la mayor parte de los hoteles, restaurantes o en cualquier establecimiento

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turístico que sirva para acreditar el paso por la ruta. La etapa termina en Cabra, puerta de entrada de las sierras Subbéticas por el sureste.

ETAPA 5Cabra-Alcalá la Real (Córdoba/Jaén)68 kilómetros490 metros de desnivel positivo

El desgaste del duro repecho para salvar el puerto de Mojón Alto, en la salida matutina de Cabra, se puede recuperar visitando el Centro de Interpretación del Parque Natural de las Sierras Subbéticas instalado nada más pasar el puerto. En los jardines del Centro nacen dos rutas temáticas de senderismo dedicadas a la geología y la botánica del macizo calcáreo. Cada itinerario tiene una señalización mediante paneles gráfi cos que explican los principales valores de los ecosistemas del espacio protegido. La ruta que sube al mirador de la Cabrera tiene un kilómetro y medio y ofrece una buena panorámica de gran parte del parque natural.

Carcabuey es otra privilegiada población serrana de casas encaladas y trazado morisco, clavada en el corazón de la Subbética, fácil de defender y rica en campos y manantiales, motivos sufi cientes que llevaron a los primitivos habitantes de la comarca en la Edad del Bronce, hace unos 3.500 años, a establecer un poblado protegido por el inexpugnable Cerro del Castillo. El conjunto urbano es un recoleto paseo de calles estrechas y encaladas, repletas de placitas, fuentes pintorescas... La población con más historia y monumentalidad de la etapa es Priego, plaza de conquistas y duras campañas militares, importante centro social y comercial. El entorno del castillo, las murallas y el barrio medieval de La Villa, constituyen la esencia de la Priego nazarí, un trazado sinuoso e intimista plagado de plazuelas, callejones repletos de fl ores y fachadas encaladas. En Alcalá la Real se conecta con la ruta de Granada y se puede volver al punto de partida sin dejar de dar pedales o terminar el viaje en las entrañables sierras del sur de Jaén.

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La llegada de las legiones romanas a la antigua Iberia desencadenó una etapa decisiva en el desarrollo de la primitiva red viaria, especialmente en los caminos principales que vertebraban de norte a sur los territorios habitados por pueblos indómitos y rebeldes, aunque cabe pensar que mucho antes de que los ejércitos de Roma utilizaran las rutas que surcaban los corredores naturales de los valles y los puertos de montaña durante sus campañas militares contra los pueblos del norte, pastores de primitivas tribus vetonas, vaceas y lusitanas transitaban por el corredor de Béjar en sus viajes estacionales entre los páramos extremeños y los frescos pastos de la cornisa cantábrica. Los romanos tan sólo aplicaron su depurada técnica en ingeniería de caminos sobre las viejas rutas trashumantes, creando una sólida red de calzadas romanas a lo largo y ancho de la Península, entre las que destaca por su longitud, importancia histórica, valor monumental y fenómeno cultural la Ruta

de la Plata, la calzada número XXIV llamada Iter ab Emerita Asturicam, “camino entre Mérida y Astorga”, fundada en el año 25 a.C. en tiempos del emperador Octavio Augusto para comunicar el valle del Guadalquivir y las montañas astures, escasamente romanizadas pero ricas en minerales.

La Ruta de la Plata contaba con 13 mansios principales o “estaciones de servicio” cada 25 millas romanas (una milla equivale a 1.480 metros), señalizadas con su correspondiente miliario. La columna vertebral de la Hispania romana ha soportado el paso de dos milenios de avatares históricos. Los árabes se quedaron asombrados de la magnífi ca obra de ingeniería y la llamaron B’lata, “camino empedrado”, origen del nombre actual. La ausencia de grandes desniveles, el aumento del número de albergues de peregrinos jacobeos en los últimos tiempos y el clima seco y cálido, hacen de la Ruta de la Plata una interesante opción cicloturista en cualquier época del año.

Ruta de la Plata


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ETAPA 1Mérida-Cáceres (Badajoz/Cáceres)73,4 kilómetros890 metros de desnivel positivo

El espléndido acueducto de los Milagros, de 25 m de altura, levantado junto al puente romano del río Albarregas, compone un bonito decorado para comenzar a pedalear por el viejo camino de la Ruta de la Plata en las afueras de Mérida. Todo el itinerario, hasta la cuidad leonesa de Astorga, está bien señalizado con las fl echas amarillas que simbolizan los caminos de peregrinación que llevan a Santiago de Compostela. Enseguida aparece un crucero que recuerda la buena dirección de la ruta hacia el embalse de Proserpina, la primera huella romana en nuestro camino por los últimos dos mil años de historia. La presa conserva los sillares originales de la época romana, cuando formaba parte del sistema hidráulico que abastecía agua potable a los habitantes de Emerita Augusta. A partir de Aljucén la ruta sigue el trazado de un cordel ganadero por un hermoso paisaje de dehesas solitarias y páramos desolados. El contraste es decepcionante cuando nos acercamos a la ciudad de Cáceres y la ruta se interna en los polígonos industriales de las afueras de la Castra Caecilia romana. El mal trago se olvida al fi nal de la Ronda de San Francisco, cuando la ruta imperial entra en el casco antiguo y se acerca a la plaza Mayor.

ETAPA 2Cáceres-Galisteo (Cáceres)75,5 kilómetros580 metros de desnivel positivo

Una vez superado el incómodo tramo hasta Casar de Cáceres, el viaje cicloturista se sumerge en la auténtica dehesa extremeña, dedicada secularmente al pastoreo de vacas y ovejas. Un mar interminable de colinas cubiertas de hierbas y matorral nos acompaña en silencio hasta la orilla del embalse de Alcántara, donde yacen las primitivas losas de la calzada romana sumergidas en el fondo del pantano. La gran llanura se extiende por la campiña de Cañaveral hasta la falda del

HOJA DE RUTA

Distancia: 496 kilómetrosNúmero de etapas: 7 etapasProvincias: Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora y LeónFirme predominante: caminos rurales de buen fi rme, carriles agrícolas y asfaltoSeñalización: señales amarillas del Camino de Santiago y marcas de sendero de gran recorridoAlojamientos: albergues, pensiones, hostales y hoteles en los pueblos de la rutaBibliografía: La Ruta de la Plata a pie y en bicicleta. Paco Nadal. El País-Aguilar 2007

Mérida

Badajoz

Aljucén

Aldea del Cano

Cáceres

Embalse de Alcántara

Grimaldo

Galisteo

PlasenciaCáparra

Baños de Montemayor

Fuenterroble

de Salvatierra

San Pedro de Rozados

Salamanca

El Cubo de la Tierra del Vino

Zamora

Riego del Camino

Alija del Infantado

La Bañeza

Astorga

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Benavente

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Ruta de la Plata

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puerto de los Castaños, un suave repecho que sirve para romper la rutina ciclista antes de recorrer las dehesas de alcornoques y encinas de Grimaldo. En este pueblo conviene reponer agua y víveres para los siguientes 20 km hasta el fi nal de la etapa, en la población amurallada de Galisteo, donde hay un pequeño albergue de peregrinos.

ETAPA 3Galisteo-Baños de Montemayor (Cáceres)58,1 kilómetros470 metros de desnivel positivo

La jornada cicloturista sale de Galisteo por el puente medieval del río Jerte por una tranquila carretera local que pasa por Aldehuela del Jerte y Carcaboso, donde se conservan tres miliarios tallados en la época de Trajano. La traza original de la calzada sale de Carcaboso por el camino de servicio del Canal del Jerte, y entra en un tramo complicado de cruces confusos y muros de piedra que cortan el camino. En bicicleta es recomendable evitar este tramo por la carretera que sale de Carcaboso y pasa por Valdeobispo, enlazando después con el trazado original de la Ruta de la Plata en Ventaquemada. El paraje más interesante de la etapa es la ciudad romana de Cáparra, quinta mansio de la calzada romana. A los pocos metros del arco una fl echa amarilla, pintada en la calzada de una carretera local, dirige las pedaladas por una extensa dehesa de encinas hasta las inmediaciones de Aldeanueva del Camino, completado la entretenida etapa en Baños de Montemayor.

Etapa 4Baños de Montemayor-San Pedro de Rozados (Cáceres/Salamanca)61,3 kilómetros940 metros de desnivel positivo

El repecho que aparece en las afueras de Baños de Montemayor, empedrado con grandes losas de piedra al estilo de los clásicos caminos medievales, es menos duro de lo que parece, aunque con alforjas exige manejar con soltura el plato pequeño. El paso natural del Puerto de Béjar ha sido frontera histórica y cultural entre Extremadura y Castilla. A la carretera nacional 630 y la vía del ferrocarril, se ha unido el trazado de la autovía de la Ruta de la Plata. El tránsito

está bien señalizado y en unos minutos se sale del agobiante lío de cruces, ruidos y pasadizos. Las marcas amarillas entran de nuevo en la ruta original y se hunden en las laderas de un magnífi co robledal que desciende al valle del río Cuerpo de Hombre, con restos de viejos puentes de piedra y losas empotradas. Los puentes y los miliarios son los principales atractivos arquitectónicos de la histórica vía romana en el tramo del corredor de Béjar. El puente de la Malena, en el río Cuerpo de Hombre, es de origen romano con arreglos medievales. Nada más salir del puente aparece el miliario número CXXXIV, fechado en el 217; y poco después aparece el CXXXIII, mandado tallar por Trajano. El trazado de la calzada romana sube a Calzada de Béjar, un recoleto pueblo serrano con interesantes muestras de arquitectura popular bejarana. Valverde de Valdelacasa es otro pueblo emblemático de la ruta milenaria con cinco cruceiros de piedra rodeando la población. El lugar corresponde a la fundación de la mansio Ad Lippos, distante 12 millas romanas (17,7 kilómetros) de Caelionicco, la sexta mansio levantada por los romanos en las inmediaciones del puerto de Béjar.

Etapa 5San Pedro de Rozados-El Cubo de la Tierra del Vino (Salamanca/Zamora)63,1 kilómetros310 metros de desnivel positivo

La entrada a la provincia de Salamanca por el Puerto de Béjar es uno de los mejores momentos cicloturistas de la Ruta de la Plata. Los relieves montañosos, la abundancia de manantiales, la frondosidad de los robles, los


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pueblos cargados de arquitectura popular, los abundantes restos romanos que salpican la ruta y el frescor del ambiente son un regalo para los viajeros ciclistas. En cambio, a partir de San Pedro de Rozados el horizonte de Castilla los caminos son rectas interminables de concentración parcelaria y las masas forestales de bosque mediterráneo que abundan en la sierra de Béjar se transforman en un dilatado y pobre escenario de encinas desperdigadas. Empezando a pedalear temprano se llega a buena hora a la ciudad universitaria de Salamanca, punto de encuentro del saber y el conocimiento durante siglos, para visitar sin prisas el casco histórico. Los romanos valoraron la importancia estratégica y comercial de la plaza y levantaron un soberbio puente sobre el cauce del río Tormes de 15 arcos de sillería de granito. El mismo paso que utilizan viajeros, peregrinos y cicloturistas dos mil años después. En la travesía urbana se pasa por la catedral, la Universidad y la plaza Mayor, saliendo de nuevo a la desolación del páramo castellano por el trazado de la nacional 630. El fi nal de la etapa es El Cubo de la Tierra del Vino, la primera población de la provincia de Zamora, en la comarca de la Tierra del Vino. El albergue de peregrinos es parroquial. En caso de necesidad se pueden seguir 13 kilómetros hasta Villanueva de Campeán, donde también hay albergue público.

Etapa 6El Cubo de la Tierra del Vino-Benavente (Zamora)97 kilómetros320 metros de desnivel positivo

Cepas plantadas en una tierra ocre y eterna aparecen por todas partes al comenzar la jornada. La sugerente monotonía de la Tierra del vino sucumbe a la inquietud del viajero ciclista y lentamente se van comiendo horizontes planos a golpe de pedal, pasando por la acogedora población de Villanueva de Campeán. La ciudad monumental de Zamora está cerca, aparece a lo lejos sobre un otero que domina el cauce del Duero. La llanura zamorana persiste al norte de la ciudad y el trazado de la ruta se mantiene paralelo a la N-630, pasando por los pueblos de Roales del Pan, Montamarta, Fontanillas

de Castro y Riego del Camino, todos ellos con albergue público de peregrinos. El viaje entra en la cuenca del río Esla y el horizonte se vuelve quebrado, abriendo pequeñas vaguadas entre las colinas de secano pobladas de arboledas y cultivos de humedal. La ciudad de Benavente es grande y ofrece todo tipo de servicios, menos albergue público de peregrinos. En Villabrázaro, unos 7 km después de Benavente, hay refugio, pero es imprescindible llevar la credencial de peregrino jacobeo.

Etapa 7 Benavente-Astorga (Zamora/León)67,6 kilómetros380 metros de desnivel positivo

La última etapa cicloturista entra en la provincia de León por el paso histórico de Puente de la Vizana, en el río Órbigo, vínculo secular de todas las culturas y civilizaciones que han poblado la Península. El emblemático puente ha sido utilizado por romanos, árabes, cristianos, mercaderes, pastores trashumantes, peregrinos y señores feudales. En la época de la Mesta, la ruta de la Plata era conocida como Cañada Real de la Vizana por la importancia del paso del río Órbigo. El viaje va llegando a su fi n pero todavía queda recorrer el valle del Órbigo por apacibles caminos rurales y visitar La Bañeza, donde se encuentra uno de los mejores albergues de peregrinos de la Ruta de la Plata. En Astorga la calzada romana Iter ab Emerita Asturicam se funde con otras grandes rutas de todos los tiempos. El viajero ciclista puede continuar por el Camino Francés a Santiago de Compostela, continuar por la ruta primitiva en dirección a Gijón, atravesando la Cordillera Cantábrica, o ponerse en manos de las emociones y dejarse llevar por el destino.


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Parece poco probable que antes del siglo XI los peregrinos jacobeos entrasen a la Península por Irún y siguiesen la costa del Cantábrico. En el siglo XII las regiones costeras tenían fama de estar habitadas por gentes salvajes. Además, no hay que olvidar el obstáculo geográfi co que suponía salvar las numerosas rías que salpican el litoral, atendidas por barqueros que cobraban una cantidad determinada por las

travesías. O estaban obligados a dar grandes rodeos para evitar los entrantes de mar y las desembocaduras de los ríos, afrontando multitud de peligros por el interior. En la crónica escrita por el obispo de Porto, en 1120, durante su peregrinación por la ruta costera, habla de los riesgos del viaje, avisando “que en aquellos montes apartados, entre hombres feroces de idioma desconocido y prontos a cualquier crimen, el camino es una senda impracticable a través de rocas, matorrales y lugares yermos”.El Camino de la Costa o Camino del Norte entra en la Península por el puente del Bidasoa y en las calles de Irún se divide en dos ramales. Por el interior discurre un itinerario muy seguido por los romeros compostelanos en los primeros tiempos de las peregrinaciones, atravesando los montes vascos por el túnel de San Adrián, en el macizo de Aizkorri. La ruta costera fue más tardía y pasaron varios siglos hasta que se defi nió un itinerario relativamente seguro, surgiendo inmediatamente fundaciones de asilo y protección al peregrino a partir de los siglos XIV y XV. En comparación con el popular Camino Francés, la ruta del litoral está menos concurrida, ofrece más variedad de paisajes, mantiene un ambiente verde y fresco en verano y cuenta con la presencia del mar, con posibilidad de visitar algunas de las playas más hermosas del Cantábrico. En contra, presenta mayores desniveles en cada etapa...

Irún

San SebastiánZumaia

Pamplona

Vitoria

Gernika

Bilbao

Castro

Urdiales

Santander

ComillasLlanes

Ribadesella

Avilés

Oviedo

Cudillero

Luarca

NaviaRibadeo

Mondoñedo

Vilalba

Miraz

Lugo

Sobrado dos Monxes

Arzúa

Santiago

de Compostela

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8910

11

12

A Coruña

Mar Cantábrico

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El Camino de Santiago por la Costa Camino del Norte


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Etapa 1Irún-Zumaia (Guipúzcoa)60 kilómetros910 metros de desnivel positivo

El inicio del viaje por la costa del Cantábrico es duro. Las rampas del monte Jaizkibel tensan las piernas de los cicloturistas para conquistar el antiguo santuario de balleneros y refugio de corsarios y piratas. La entretenida etapa contiene los principales ingredientes del Camino del Norte: paisaje litoral, montes verdes, encantadores pueblos pesqueros, incluida la travesía en barca de la bahía de Pasajes, uno de los pueblitos tradicionales más entrañables de la costa guipuzcoana, y un tramo de camino técnico en el monte Ulía siguiendo las marcas del sendero de gran recorrido GR-121. También se atraviesa San Sebastián, con la “escalada” del Monte Igueldo, y el monte Medizorrotz por una antigua calzada medieval.

Etapa 2Zumaia-Gernika (Guipúzcoa/Vizcaya)55,5 kilómetros1.360 metros de desnivel positivo

Etapa técnica y exigente, con largos desniveles en la subida a la ermita de Arritokietako, en la salida de Zumaia, y la subida a la ermita del Calvario. El plato fuerte de la jornada es la ascensión al monte Anro por el trazado del GR-121. Las rampas son fuertes y mantenidas en gran parte de la subida y el descenso, por las

primeras geografías de Vizcaya, sigue trazados de caminos de tierra de mal fi rme y altos desniveles durante varios kilómetros. Los dos kilómetros de subida por el camino empedrado del monasterio de Cenarruza son inciclables y se pueden evitar por la carretera.

Etapa 3Gernika-Castro Urdiales (Vizcaya/Cantabria)79 kilómetros870 metros de desnivel positivo

Entre Gernika y Zamudio hay un punto confl ictivo antes de bajar a Goikolexea por un sendero técnico entre caseríos rurales. ¡Atención a la señalización! La ciudad de Bilbao y la ría del Nervión constituyen uno de los enclaves urbanos más importantes del Camino del Norte y un hito jacobeo de primer orden. La reconversión industrial de los ochenta llevó a cerrar algunas empresas y parte de sus instalaciones son ahora apacibles paseos ajardinados por la orilla de la ría, pero ayudan poco a aliviar la sobredosis de asfalto en la jornada más urbana del viaje. En Portugalete se toma un excelente carril bici que lleva a la playa de la Arena, donde se puede elegir entre seguir el itinerario jacobeo por la vía verde de la costa, salvando el cauce del río Barbadum por un puente peatonal, o tomar la carretera de Pobeña y El Cobarón. Una vez dentro de la vía verde el camino es ciclable y espectacular con vistas del arenal de la playa y las geografías costeras.

HOJA DE RUTADistancia: 825 kilómetrosNúmero de etapas: 12 etapasProvincias: Guipúzcoa, Vizcaya, Cantabria, Asturias, Lugo y A CoruñaFirme predominante: caminos rurales de buen fi rme, pistas forestales y asfaltoSeñalización: específi ca del Camino de Santiago (mojones de cemento y fl echas amarillas)Alojamientos: albergues jacobeos, pensiones, hostales y hoteles en los pueblos de la rutaBibliografía: El Camino del Norte. Juanjo Alonso. Desnivel 2005


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Etapa 4 Castro Urdiales-Santander (Cantabria)67 kilómetros460 metros de desnivel positivo

La primera jornada plenamente cántabra visita varias poblaciones vinculadas con la historia de las peregrinaciones medievales y fundamentales en el comercio marítimo entre en norte de España y los puertos europeos en la Edad Media. Entre Cerdigo e Islares hay un tramo de emboscadas sendas campesinas y antiguas veredas por el borde del litoral. La travesía no presenta difi cultad técnica, salvo apearse de la bicicleta en varias ocasiones para abrir y cerrar las puertas de las fi ncas. A partir de Colindres aparece un entretenido laberinto de carreteras locales bien señalizadas con las fl echas amarillas plagadas de cruces, desvíos, atajos y variantes del itinerario principal. En la bahía de Somo se toma el trasbordador que lleva al puerto de Santander. Con buen sentido de la orientación se pueden evitar algunos rodeos del Camino y atajar por las carreteritas que llevan directamente a las poblaciones principales. Es recomendable no dejar de visitar el torreón de Rugama, el puente medieval de San Miguel de Meruelo y la colegiata de Santa María de Bareyo.

Etapa 5Santander-Comillas (Cantabria)66,5 kilómetros520 metros de desnivel positivo

El ritmo del viaje en bicicleta, a pesar del “lastre” de las inseparables alforjas, es alegre y dinámico al circular casi todo el tiempo por fi rmes pavimentados y tranquilas carreteras locales con poco tráfi co. En bicicleta no sienta muy mal dar el rodeo por Puente Arce para

salvar la ensenada de la ría de Mogro, volviendo a pasar, al cabo de una hora, por el mismo paraje pero al otro lado de la cuenca fl uvial del río Pas. El Camino sale de Santillana por un bonito paraje de bosques y paisajes costeros y llega sin complicaciones a Cigüenza y Cóbreces. En la salida de la población hay un tramo de sendero trialero que se puede hacer sentado en la bicicleta con buen nivel técnico.

Etapa 6Comillas-Ribadesella (Cantabria/Asturias)79 kilómetros680 metros de desnivel positivo

Las siluetas de los Picos de Europa despuntan en varias ocasiones sobre las verdes colinas de la costa cántabra, regalando estampas entrañables, como la imagen del Naranjo de Bulnes desde el puente de la Maza, en la monumental villa pesquera de San Vicente de la Barquera. La travesía de las hermosas rías que rajan el bello litoral de la provincia de Santander son la pauta en los primeros kilómetros de la etapa, como la ría de la Rabia, en el Parque Natural de Oyambre. En la salida de Unquera, frontera natural entre Cantabria y el Principado de Asturias, las señales amarillas meten al cicloperegrino en un fuerte repecho por un carril campesino que puede subir pedaleando quien sea capaz de superar rampas del 20 por ciento con el equipaje a cuestas. El tramo inciclable de la jornada aparece después de pasar San Roque del Acebral, cuando el Camino deja la nacional en una gasolinera y se interna por un sendero que sube a la ermita del Cristo del Camino, en unas praderas antes de bajar a Llanes.

Etapa 7 Ribadesella-Oviedo (Asturias)82,5 kilómetros1.080 metros de desnivel positivo

Las principales difi cultades técnicas de la etapa están en la travesía de la playa de Berbes, donde hay que saltar varias portillas ganaderas y seguir unas sendas campesinas; y el complicado tramo que comunica las playas del Arenal de Moris y de la Espasa. En La Isla comienza un tramo de doce kilómetros por asfalto, la mayor parte por la cuneta de la N-632, que termina en la iglesia prerrománica

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de San Salvador de Priesca, donde aparecen varios atajos que acortan las curvas de la carretera. A medida que el Camino del Norte se acerca a la capital del Principado aumenta la densidad de poblaciones, la mayoría de los caminos locales están asfaltados y no hay muchas posibilidades de circular por fi rmes de tierra, salvo en la salida de Sebrayo, que se toma un atajo a la derecha de la carretera, y en las inmediaciones del torreón de Meres, donde se debe prestar mucha atención al paso a nivel del ferrocarril.

Etapa 8 Oviedo-Cudillero (Asturias)53 kilómetros430 metros de desnivel positivo

El tramo entre Oviedo y Avilés es un apacible paseo por tranquilas carreteritas locales, donde predominan los desniveles negativos (en bajada). El único “hueso” ciclista del recorrido en este tramo de retorno a la ruta costera es el puerto del Alto de Miranda. Los azulejos de

las vieiras repartidos por el conjunto urbano de Avilés nos llevan por el extenso entramado de la villa agrícola e industrial y dirigen sus pedaladas por las poblaciones de San Cristóbal de Entreviñas, Piedras Blancas, Villar y Santiago del Monte, combinando sin complicaciones la cuneta de la N-632 y caminos locales. La subida al caserío de El Pito, después de visitar la playa de Aguilar, sigue una solitaria carreterita que también calienta los músculos de las piernas pero no es tan dura como los repechos anteriores. Y el fi nal de la etapa está muy cerca; tan sólo quedan dos kilómetros de rápido descenso al bonito conjunto urbano de Cudillero.

Etapa 9 Cudillero/Navia (Asturias)58 kilómetros760 metros de desnivel

La ruta costera entra en el litoral occidental asturiano y se sumerge en un interminable rompepiernas de colinas, playas, pueblos y acantilados en un tierra repleta de aldeas

PORTABICICLETASP O R T Ó N T R A S E R O

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de pescadores, vinculadas secularmente a la pesca de los grandes bancos de cetáceos. Un bonito contraste con los pueblos del interior, dedicados a la ganadería de alzada, un tipo de ganadería trashumante local que sólo se conserva en algunos valles del concejo de Valdés y en Somiedo. La recuperación de las viejas veredas campesinas permite pedalear fuera de la cuenta de la N-632 en muchos lugares entre Soto de Luiña y Luarca, superando sin prisas los duros repechos que salvan la interminable hilera de ensenadas y desembocaduras fl uviales que salpican la costa asturiana.

Etapa 10 Navia-Mondoñedo (Asturias/Lugo) 76 kilómetros960 metros de desnivel positivo

El Camino de la Costa continúa su periplo por el extremo occidental de Asturias y la Mariña lucense y llega al espacio geográfi co de la cultura castreña, desarrollada en el noroeste peninsular a partir del siglo XIII a.C., cuando el desarrollo arquitectónico y urbano de los castros alcanzó su máximo esplendor. En el tramo fi nal de la costa asturiana, la ruta jacobea combina carreteras locales, pistas agrícolas de buen fi rme y varios tramos por la estrecha cuneta de la N-634. En Figueras surge la posibilidad de salir de la ruta y continuar de frente por la N-634, abandonando Asturias por el puente de los Santos para llegar a Ribadeo por el camino más corto. Es un atajo que evita la vuelta por Vegadeo, pero se trata de una opción ajena completamente a la tradición jacobea. Los peregrinos medievales rodeaban la ría del Eo a pie o utilizaban el servicio de barcas entre Castropol y Ribadeo, una variante que todavía pueden aprovechar los peregrinos del siglo

XXI. El tramo entre Ribadeo y Lourenzá sigue el trazado de una antigua calzada romana por carreteras locales o pistas de tierra de buen fi rme y bien señalizadas.

Etapa 11 Mondoñedo-Sobrado dos Monxes (Lugo/A Coruña)87,5 kilómetros1.020 metros de desnivel positivoEn la salida de Mondoñedo aparecen unas señales que llevan directamente a Sasdónigas por el trazado de la antigua N-634, recomendado para quienes no desean pedalear por fi rmes de tierra. El tradicional sube por la izquierda de la carretera y combina caminos locales y pistas de tierra bien señalizadas. Ambas opciones presentan tramos de fuertes desniveles hasta el Alto da Xesta. El gran reto de la jornada es la travesía de los montes de Cova da Serpe y Corno do Boi. A partir de Miraz las señales de las vieiras tienden a transitar por carreteras locales hasta Marco das Pías, al otro lado de la sierra, donde se unen las rutas que bajan sin complicaciones a Sobrado dos Monxes.

Etapa 12 Sobrado dos Monxes-Santiago de Compostela (A Coruña)61 kilómetros570 metros de desnivel positivo

La última etapa cicloperegrina del Camino de la Costa sigue caminos campesinos de buen fi rme o carreteras locales. En determinadas épocas del año la lluvia suele ser constante y deja parte de las pistas de tierra convertidas en auténticos barrizales, sobre todo en los paisajes rurales del concejo de Boimorto, antes de llegar a Arzúa. En Arzúa el cicloperegrino entra en la mítica vía francígena del Camino de Santiago, conocida como Camino Francés. La señalización de los mojones de cemento es excelente hasta la puerta de la catedral de Santiago, y no hay ningún problema de ciclabilidad, aunque las geografías gallegas siguen ofreciendo el mismo carácter ondulante y sinuoso y, a veces, el fi rme pedregoso de las viejas corredoiras galegas exige un buen nivel técnico y ponen a prueba los músculos curtidos por 825 kilómetros de pedaladas desde la lejana ciudad vasca de Irún.

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El itinerario del Camino del Cid se basa principalmente en el relato épico del Cantar de Mio Cid. La ruta cidiana enlaza los escenarios y lugares nombrados en la popular canción de gesta, adaptando el recorrido a los lugares de interés, el trazado actual de caminos y carreteras, las limitaciones geográfi cas y los atractivos naturales. Los diferentes anillos, ramales y alternativas de las rutas visitan paisajes y poblaciones seguidos por el Cid Campeador y sus fi eles caballeros durante el destierro narrado en el Cantar, al que fue condenado el héroe de la Baja Edad Media en el año 1081, sin que tengan que coincidir necesariamente con el momento ni los parajes donde ocurrieron los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en los territorios fronterizos entre moros y cristianos durante la segunda mitad del siglo XI. El Camino del Cid es una senda de conocimiento histórico, cultura popular, tradiciones, paisajes, arte y monumentalidad. El destierro de don Rodrigo Díaz de Vivar tuvo lugar en el verano de 1081, momento en el que comienza el Cantar de Mío Cid y nuestra aventura cidiana por los pueblos y paisajes de las ocho provincias que recorre el itinerario del Camino del Cid, desde Vivar del Cid, en Burgos, hasta Orihuela, en Alicante.

HOJA DE RUTADistancia: 1.280 kilómetrosNúmero de etapas: 19 etapasProvincias: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y AlicanteFirme predominante: caminos rurales de buen fi rme y asfaltoSeñalización: específi ca del Camino del Cid y marcas de senderos de gran y pequeño recorrido. La calidad de la señalización varía entre unas provincias y otrasAlojamientos: pensiones, hostales y hoteles en los pueblos de la rutaBibliografía: El Camino del Cid. Juanjo Alonso. El País-Aguilar 2006

Los nueve días del destierroBurgos-Soria-GuadalajaraEtapas 1-2-3278 kilómetros

La legua 0 del Camino del Cid está clavada delante de la fachada del Molino del Cid, en la población de Vivar y las primeras pedaladas de la gran aventura cidiana discurren por la glera del Arlanzón, en la ciudad de Burgos, donde un monolito recuerda la acampada del Cid y sus acompañantes en la primera noche de destierro. El monasterio de San Pedro de

Camino del Cid


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Cardeña es el siguiente hito de la ruta cidiana en la meseta del Duero, símbolo espiritual de los acontecimientos que envuelven al mito del Cid. La ruta recorre el valle del río Arlanza, cuna de la más vieja de todas las castillas, pasa por Santo Domingo de Silos y visita la gruta-santuario donde las hijas del Cid fueron ultrajadas por los infantes de Carrión. En compañía del Duero se visitan las villas monumentales de San Esteban de Gormaz y El Burgo de Osma, se conquistan a golpe de pedal las murallas de Gormaz, y por las áridas y escarpadas geografías de la sierra de Pela desciende a los paisajes del antiguo señorío de Atienza, villa noble durante la Edad Media.

Invasión de la taifa de ToledoGuadalajara-SoriaEtapas 4-5-6165 kilómetros

Rodrigo Díaz y sus hombres abandonaron las fronteras de Castilla en el plazo establecido. Las villas medievales de Jadraque, Hita, Guadalajara y Alcalá de Henares estaban repletas de atractivas mercancías y ganados. Los guerreros del Cid no dejaron escapar la ocasión y prepararon una algarada por la cuenca del Henares. La ruta cidiana deja Atienza y emprende la “cicloaventura invasora” de la antigua taifa de Toledo. Pasa por Naharros y Robledo de Corpes, deja la Serranía y entra en la Campiña guadalajareña por Jasdraque, famosa por el popular castillo “del Cid”. En Castejón de Henares comienza el ramal de la Algarada de Álvar Fáñez, recorriendo pueblos, campos y villas del valle del Henares hasta Guadalajara. El Parque Natural de la Hoz del Río dulce es uno de lo parajes naturales más hermosos de estas

primeras etapas. En Sigüenza se recuperan fuerzas para salvar los páramos del alto Tajuña y por Anguita y Maranchón saltar al valle del Jalón y Medinaceli.

Batallas y conquistas en la vega del JalónSoria-Zaragoza-TeruelEtapas 7-8-9214 kilómetros

Las evocaciones cidianas se sumergen en los fértiles y ricos “caminos del agua” de las vegas del Jalón y el Jiloca, importantes vías de comunicación entre Castilla y el valle del Ebro. Según los versos del Cantar el Campeador y sus huestes sometieron al pago de parias y tributos a las poblaciones del reino taifa de Zaragoza, regido por el monarca al-Muqtadir. La plaza de Alcocer, ubicada en un paraje incierto a orillas del Jalón cerca de Ateca, se negó a pagar al guerrero castellano, desencadenando una de las batallas más sangrientas narradas


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en el Cantar. Las localidades del valle del Jiloca, protegidas por torres y murallas durante la Edad Media, ofrecen al cicloturista una extraordinaria selección de paisajes y arte mudéjar.

La ruta de CorpesTeruel-Guadalajara-TeruelEtapas 10-11-12170 kilómetros

En el verano del año 1084 el Cid tomó la ciudad de Valencia, pero aún tardó varios años en consolidar su pequeño “imperio” en el Levante peninsular. En 1097 conquistó Almenara y un año después la inexpugnable fortaleza musulmana de Murviedro (Sagunto). Cuando estuvo adecuadamente instalado envío a varios de sus mejores guerreros al monasterio de Cardeña en busca de Jimena y sus hijas, Cristina y María, doña Elvira y doña Sol en el Cantar, acordando su matrimonio con los infantes de Carrión, sin saber que estos pretendían escarnecer a las dos jóvenes para vengarse de las burlas que habían sufrido por parte de los caballeros del Cid.

Fama y fortuna en el MaestrazgoTeruel-CastellónEtapas 13-14-15260 kilómetros

Sometido a parias el valle del río San Martín y acordados tratados en varias plazas de la cuenca alta del Jiloca, el Cid del Cantar decidió dejar el campamento de El Poyo y marchó con sus hombres a las tierras del Maestrazgo en busca de fama y fortuna, estableciendo un sólido campamento en el pinar de Tévar, un paraje de ubicación imprecisa cerca de Morella, donde preparó varias incursiones a las tierras de Alcañiz y Huesca. Los puertos del Maestrazgo fueron un importante centro de operaciones militares para el Campeador. Ni árabes ni cristianos consiguieron expulsar al Cid de los montes del Maestrazgo, un territorio serrano ideal

para el cicloturismo de alforjas.Señor cristiano en un reino musulmánCastellón-ValenciaEtapas 16-17124 kilómetros

Las últimas etapas cidianas recorren los escenarios donde tuvieron lugar las hazañas más importantes del Cid durante la campaña de Valencia. En 1087 el rey Alfonso VI perdonó a Rodrigo Díaz y le pidió que volviera a Castilla, recuperando todos sus bienes y privilegios. El Campeador aceptó la reconciliación y la primera orden que recibió fue conquistar la gran ciudad mediterránea que estaba bajo la enseña del Islam. El asedio de Valencia duró varios años. En 1094 el cadí musulmán ibn Yahhaf se rindió al ejército cristiano después de resistir un fuerte acosó de seis meses, entregando defi nitivamente la plaza amurallada de Valencia al Cid.

La defensa del surValencia-AlicanteEtapas 18-19229 kilómetros

La ruta cidiana deja Valencia por el trazado de la Vía Augusta y completa la aventura cicloturista en la villa alicantina de Orihuela. La Historia Roderici narra los acontecimientos que llevaron a Alfonso VI a desterrar por segunda vez al Cid. En 1088 las tropas almorávides de Yusuf sitiaron la plaza murciana de Aledo, que se encontraba bajo la protección del monarca cristiano. El rey leonés envió mensajeros al Cid para reunirse con él en Villena y juntos acudir a defender la población. Por algún motivo que no determinan las crónicas medievales Rodrigo llegó varios días tarde a la cita y no encontró a su señor, continuando la marcha hacia Hellín. Alfonso VI, aconsejado por los enemigos del Campeador, consideró el “plantón” un acto de traición y decretó el segundo destierro del infanzón de Vivar.


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