la envidia

3
La Envidia Por José Fco.Romero El corazón tranquilo da vida al cuerpo, Pero la envidia corroe los huesos. Prov. 14:30 Prov. 27:4; Romanos 1:29-30; Gálatas 5:21; Mateo 27:18 Las Almas que viven con envidia están enfermas según la biblia. Uno de los más grandes pecados de la sociedad en general, y uno de los más comunes, es la envidia. Es un pecado bajo y despreciable. La envidia significa el mirar con mala voluntad a otra persona. El diccionario define la envidia así: “Disgusto o pesar por el bien o prosperidad de otro”. Por lo tanto puede decirse que la envidia es pesar, disgusto, desasosiego, descontento, y temor a causa del bien ajeno. La envidia hace pareja con los celos. Tienen una fuerte afinidad y muy raramente están separados. Sin embargo, se pueden distinguir entre sí. Tenemos celos de lo nuestro; envidiamos las posesiones de otro. Los celos temen perder lo que tienen; la envidia sufre al ver lo que otros poseen. La envidia no está limitada a ciertos grupos de personas. Es asombroso notar como este pecado mortal existe en los corazones de hombres y mujeres de todas las esferas sociales, inclusive, se puede notar que hasta en la iglesia se lucha contra la envidia. Este mal detestable aparece en los predicadores, doctores, abogados, políticos, banqueros, hombres de negocios, maestros, cantantes, músicos, deportistas, como también en los oportunistas, en los que ocupan cargos en la iglesia, y en miembros de la misma. Si la envidia sólo sirviera para dirigir nuestra ambición hacia el bien, para alcanzar más altos ideales, entonces sería algo recomendable; pero hablando en la verdad de Dios…es lo opuesto. La Biblia tiene mucho que decir sobre el pecado de la envidia. Está clasificada en la compañía impía de la injusticia, de la fornicación, la perversidad, la avaricia,

Upload: francisco-romero

Post on 24-Jul-2015

67 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: La Envidia

La EnvidiaPor José Fco.Romero

El corazón tranquilo da vida al cuerpo,Pero la envidia corroe los huesos. Prov. 14:30

Prov. 27:4; Romanos 1:29-30; Gálatas 5:21; Mateo 27:18

Las Almas que viven con envidia están enfermas según la biblia.

Uno de los más grandes pecados de la sociedad en general, y uno de los más comunes, es la envidia. Es un pecado bajo y despreciable. La envidia significa el mirar con mala voluntad a otra persona. El diccionario define la envidia así: “Disgusto o pesar por el bien o prosperidad de otro”.Por lo tanto puede decirse que la envidia es pesar, disgusto, desasosiego, descontento, y temor a causa del bien ajeno.La envidia hace pareja con los celos. Tienen una fuerte afinidad y muy raramente están separados.Sin embargo, se pueden distinguir entre sí. Tenemos celos de lo nuestro; envidiamos las posesiones de otro. Los celos temen perder lo que tienen; la envidia sufre al ver lo que otros poseen.La envidia no está limitada a ciertos grupos de personas. Es asombroso notar como este pecado mortal existe en los corazones de hombres y mujeres de todas las esferas sociales, inclusive, se puede notar que hasta en la iglesia se lucha contra la envidia. Este mal detestable aparece en los predicadores, doctores, abogados, políticos, banqueros, hombres de negocios, maestros, cantantes, músicos, deportistas, como también en los oportunistas, en los que ocupan cargos en la iglesia, y en miembros de la misma. Si la envidia sólo sirviera para dirigir nuestra ambición hacia el bien, para alcanzar más altos ideales, entonces sería algo recomendable; pero hablando en la verdad de Dios…es lo opuesto.La Biblia tiene mucho que decir sobre el pecado de la envidia. Está clasificada en la compañía impía de la injusticia, de la fornicación, la perversidad, la avaricia, el homicidio, la contienda, el engaño, la detracción, el odio a Dios, la desobediencia, y la mentira (Ro 1:29,30). ¿Cuáles son algunos de los efectos de este pecado de la envidia?

I. LA ENVIDIA HACE QUE LA PERSONA NO APRECIE NI DISFRUTE DE LO QUE TIENEHay muchas personas que no aprecian ni disfrutan de lo que poseen porque tienen envidia de lo que otros poseen. La envidia es la raíz pecaminosa de la que brota la codicia. La Biblia dice claramente: “No codiciarás” (Ex 20:17).El codiciar lo que otro tiene o envidiarlo trae sólo la infelicidad. Hace que uno esté ciego a lo que uno mismo posee. La Biblia dice: “No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” (Gá 5:26). “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad” (Sal 37:1). “No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo” (Pr 23:17).

Page 2: La Envidia

II. LA ENVIDIA NOS EMPEQUEÑECEEl tener envidia es una señal de pequeñez. El ser envidioso denota un alma estrecha. El ser envidioso es admitir francamente que no se tiene la habilidad ni la natural disposición y capacidad para competir con aquellos que se destacan, con aquellos que son superiores a nosotros en trabajo y por supuesto en logros.

“A los amigos no se les envidia porque ese sentimiento acaba con la amistad han oído eso antes? Es la purita verdad no creen? “Arrogante es una persona que con su altanería y desprecio trata mal a los demás y cuando trata bien a alguien es solo por interés”

La biblia habla claro a cerca de la envidia, el ejemplo de Caín (Heb 11:4 1Jn 3:12 Jud 1:11) es una clara evidencia que Dios no acepta la ofrenda de personas que dicen amarle, pero al mismo tiempo están pensando como matar a su hermano o ya lo están matando desde hace un tiempo.

Entonces el Señor le dijo: “¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo." Gén 4:6-7

El ejemplo de Saúl y David el ungido de Dios, ejemplo de envidia y celo ministerial (1Sam 18:6-30) porque enojarnos por el fluir de Dios o por las Bendiciones materiales en mi hermano, eso son síntomas de un corazón enfermo y contaminado, el fruto de este sentimiento llamado envidia nos llevara a hacer más cosas desagradables a Dios. Ya tenemos un gravísimo problema, que cuando, cuando Dios envía su palabra para que nos arrepintamos y para que pidamos perdón a quienes hemos hecho daño…NO LO HACEMOS.

Samuel respondió:"¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se

obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros. La rebeldía es tan grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y como tú has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey." 1Sa 15:22-23

Si alguien afirma: “Yo amo a Dios", pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha

visto. 1Jn 4:20