la meditación como investigación

7/21/2019 La Meditación Como Investigación

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MEDITACION Y PRÁCTICALa Meditación como Investigación Contemplativa

Por Art!r "a#onc

(Del texto del mismo título del autor)

“El viaje más largo es el viaje interior” Dag Hammarskjöld

Antes de comenzar a hacer ejercicios específicos, necesitamos considerar lanaturaleza de la soledad y su lugar en la práctica contemplativa. Además nosocuparemos del fundamento tico de la meditaci!n, "ue es esencial para unaadecuada orientaci!n hacia el sendero contemplativo. #on estos preliminarespodemos entonces dirigirnos hacia la diversidad de prácticas, primero a"uellas "ue

están pensadas para apuntalar nuestra salud psicol!gica y en segundo lugara"uellas "ue dirigen nuestra mirada interior más allá de uno mismo. Avanzaremosesta$leciendo la humildad y la reverencia como actitudes fundamentales para elcultivo de la armonía interior, el e"uili$rio emocional y la atenci!n. #on estoso$jetivos logrados podremos asumir el tra$ajo altruista de la meditaci!n y lainvestigaci!n contemplativa cuyos frutos pueden sernos de utilidad a nosotros y aotros.

%ste capítulo proporcionará una $revevisi!n general del sendero como yo loentiendo. #onsidrenlo una o$ertura parael tratamiento más completo dado en loscapítulos siguientes. &os elementos, temasy motivos anunciados a"uí seránampliados y e'plorados ampliamentedespus. Dar un tratamiento másprofundo de las etapas y dificultadesasociadas con el viaje contemplativo, juntocon muchas sugerencias para ejercicios.#uando nos pongamos en caminode$emos recordar "ue aun"ue el horizontede la práctica contemplativa es infinito,todos y cada uno de los pasos "ue damosson ya de un valor inestima$le.

La Investigación Contemplativa Contempor$nea

%l () de agosto de (*+, -ainer aria -ilke escri$i! al joven poeta /ranz0appus acerca de la soledad1

Al ha$lar de soledad de nuevo, se hace cada vez más claro "ue esto en elfondo no es algo "ue uno pueda aceptar o rechazar. Somos solitarios.2odemos autoenga3arnos y actuar como si esto no fuese así. %so es todo.2ero cuán mejor es darse cuenta de "ue lo somos, sí, incluso proponerseasumirlo.4(5

&a práctica contemplativa significa, entre otras cosas, ser practicada en soledad.%sto no significa contemplaci!n melanc!lica o auto6indulgente, sino practicar unaforma especial de recuerdo del pasado, consciencia del presente, e imaginaci!n del

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futuro de una forma "ue sea vivificante, clara e intuitiva. Aprendemos a sercorrectamente solitarios, y llevar la profundidad de nuestra soledad al mundo congracia y altruismo.

2or tanto es importante reservar momentos para la refle'i!n, para ejercicioscontemplativos, y para la meditaci!n. 2ueden ser treinta minutos por la ma3ana o

por la tarde o am$os. 7o importa la cantidad de tiempo empleado, los frutos de talactividad son muchos y significativos. 2or ejemplo, cuando practicamos paraencontrar una correcta relaci!n con los pro$lemáticos pensamientos y sentimientos"ue ocupan nuestra vida interior, aprendemos a formarnos juicios y há$itosmentales correctos "ue nos $enefician en nuestra vida diaria. &a colrica reacci!n"ue saldríanormalmente de nuestros la$ios o la violencia "ue podemos desatar so$re nuestroadversario momentáneo es reprimida. Hemos llegado a conocer $ien la dinámicadel pro$lema al ha$erla ensayado interiormente, y ahora la versi!n del mundo realya no nos coge por sorpresa o con la guardia $aja. #recemos para llegar a ser,como Daniel 8oleman lo llama, 9emocionalmente inteligentes: 4)5. -egresar a estoy a otros $eneficios de la práctica contemplativa despus, pero lo importante a"uí

es "ue mucho despus de "ue la sesi!n de práctica ha aca$ado, sus frutoscontin;an apareciendo.

7o necesitamos, en realidad node$eríamos, tratar de meditar todoel tiempo. %l tiempo "ue reservamospara ello por la ma3ana o por latarde de$ería tener un comienzo yun final. &os frutos de la meditaci!n,sin em$argo, compenetrarán todoslos aspectos de nuestra vida,$eneficiándonos no s!lo a nosotros,

sino tam$in a los demás. Dedicarmomentos específicos a la prácticacontemplativa puede ser la partemás o$via y a menudo la más difícil del tra$ajo. <nevita$lemente parece "ue unavez "ue se ha encontrado el momento y el lugar para sentarnos, suena un m!vilolvidado, o el grito de un ni3o amado atraviesa el aire de la ma3ana y la puertacerrada. %n tales momentos sentimos la veracidad del dicho de "ue el descenso a la"uietud de la meditaci!n parece invocar al tumulto.

=i somos capaces de superar tales distracciones, ya sean e'ternas o internas, eltiempo "ue dedicamos a una sesi!n práctica puede cam$iarlo todo. %l tiempo esimportante, y nuestra apreciaci!n de esa importancia puede ayudarnos a crear unespacio para ella en nuestras atareadas vidas. #iertamente la prácticacontemplativa puede vigorizarnos y ayudarnos a calmar el tumulto de la vida, perotam$in ofrece la ocasi!n para algo más. A travs de la meditaci!n me dirijo aaspectos del mundo y de mí mismo "ue de otro modo tiendo a olvidar >tales comola distracci!n de la atenci!n, la irrita$ilidad innecesaria, y demás?, y lo hago conuna cualidad de atenci!n "ue es rara en la vida normal. A menudo olvidamos lagrandeza del mundo "ue ha$itamos así como el misterio de nuestras vidas. %lsimple acto de pararnos a refle'ionar, y de mantener nuestra consciencia @suavepero firmemente6 en estas olvidadas dimensiones del mundo y de nuestras vidas esun servicio e incluso un de$er. 7o se paran ustedes a atender al ni3o "ue amanincluso aun"ue estn atareadosB 7o pueden del mismo modo pararse para cultivarla soledad, "ue es el verdadero punto de partidaB

Cna vez reconocido, el silencio puede volverse tan importante como el sonido, lainacci!n tan esencial para nosotros como la acci!n. #ada elemento e"uili$ra y





apoya a su opuesto. Cna vez descu$ierta esta dimensi!n sagrada de nuestrotra$ajo contemplativo, su importancia aumenta y nos dirigimos a ella con mayorfacilidad. &lego a darme cuenta de "ue al final este tra$ajo no es so$re mí, miperfeccionamiento o mi desarrollo. &a contemplaci!n es mucho más o$jetiva y suvalor mucho más real de lo "ue reconocí al principio. i actividad interior mientrasmedito tiene un valor intrínseco. #onseguir empezar es importante no s!lo para mí,

sino por su propio $ien >efecto cualitativo?.

&a práctica contemplativa dentro de un grupo, especialmente con la orientaci!nde un maestro fia$le y competente, a menudo se e'perimenta como más fácil. &apresencia de otros y los esfuerzos "ue hacen parecen resonar con nuestro propioesfuerzo, mejorando y compensando lo e'iguo de nuestros recursos. Aun así eltra$ajo meditativo es, al fin y al ca$o, un tra$ajo solitario. %s un asunto nuestro, yninguna ayuda puede o de$e li$erarnos de l. &a meditaci!n colectiva de$eríaguiarse por el principio de la li$ertad dentro del grupo. =iempre "ue nuestraindividualidad sea honrada, o, en pala$ras de -ilke, siempre "ue nuestra soledadsea respetada y protegida, entonces nuestro tra$ajo en li$ertad con otros puede seruna importante ayuda.

&a soledad es más "ue una clave para la práctica contemplativa. #omo -udolf =teiner dijo una vez y -ilke enfatiz!, la soledad es en realidad la característicaprincipal de nuestra poca moderna, y en el futuro la tendencia aumentará.45-ilkeidentific! los orígenes de esta característica con el nacimiento de la poesía líricamoderna. %n su ensayo 9&írica oderna: de (E*E, con ) a3os, -ilke se3al! ()*)como el amanecer de la lírica moderna, el nacimiento de la poesía y la literaturacomo la conocemos. %l suceso al "ue -ilke se refiere es la pu$licaci!n, por parte deDante, de su pe"ue3a colecci!n de poemas titulada Vita Nuova >Fida 7ueva? en la"ue da$a al mundo una descripci!n de su amor no correspondido por Geatrice. 2ara-ilke, los poemas de Dante y su solitaria pugna con el amor marcaron el comienzode la característica central de la consciencia humana1 la soledad. 9Desde el primer

intento del individuo de encontrarse en la marea de sucesos fugaces, desde laprimera lucha en medio del clamor de la vida diaria por escuchar la más profundasoledad del propio ser, allí ha estado la lírica moderna: >-ilke?45

2or lo tanto 9en medio del clamor de la vida diaria: ya somos ermita3os y loseguiremos siendo durante mucho tiempo a;n. #omo almas modernas estamosllamados a la 9más profunda soledad de nuestro propio ser:. 7uestra tarea, portanto, no es negar este hecho sino aceptarlo y avanzar con esa seguracomprensi!n. A travs de la práctica paciente podemos profundizar la "uietud "uetodos llevamos dentro. =orprendentemente, descu$riremos a travs de la soledad,"ue se desarrolla una nueva plenitud enlas relaciones humanas, y aprenderemos apracticar una nueva clase de amor "uepuede florecer entre soledades. %n vez deaislarnos, la soledad nos conectará con loprofundo de los demás en formas "ue eranimposi$les antes.45 %l amor "ue atesorael individuo @la soledad del pr!jimo6 esel principio so$re el cual construiremos undía comunidades $asadas en la li$ertad.4I5 Al avanzar, la soledad y el amor seráninsepara$les.

El C!ltivo de la %irt!d

#uando la educaci!n meditativa de laatenci!n se a$ri! camino por primera vez











en Jccidente desde Asia, uno de los primeros grupos en aprovecharse de ella fue elossad, la versi!n israelí de la #<A. &a utilidad del samadhi o 9atenci!n enfocada enun punto: era o$via para ellos. &os o$jetivos a los "ue se dirigían eran clasificados.Desde entonces muchas organizaciones militares, e"uipos de $aloncesto, yempresas han utilizado mtodos contemplativos para mejorar su rendimiento yreducir el stress. 2lanteo esta cuesti!n no tanto por"ue "uiera de$atir la idoneidad

de la ense3anza de la meditaci!n a los comandos >las artes marciales hancom$inado durante mucho tiempo la meditaci!n con la acci!n? sino por"ue deseose3alar la descone'i!n entre la virtud y la práctica contemplativa. &a meditaci!n,incluso el logro meditativo, no garantiza automáticamente "ue el meditante poseaun juicio moral $ueno o "ue practi"ue una vida tica.

&as historias en este aspecto son innumera$les, tanto antiguas como modernas.=e dice "ue el sa$io indio ilarepa >(+)6((? utiliz! sus milagrosos siddhis opoderes psí"uicos para destruir a un terrateniente avaricioso "ue trat! a susparientes de un modo inhumano. &os pro$lemas de control de la ira han sidoevidentemente un tema importante durante mucho tiempo, incluso entre maestros.%n a3os recientes parece "ue casi toda tradici!n espiritual ha estado plagada de

escándalos financieros o se'uales. &os maestros ha$ilidosos y $ienintencionados noson inmunes a estas tentaciones. Kodo esto se3ala a una verdad fundamental, esdecir, para "ue la práctica meditativa tenga valor como contri$uci!n positiva almundo de$e descansar so$re los fundamentos de un esfuerzo separadocomprometido con el desarrollo moral. %n la tradici!n $udista esto es llamado silao

9virtud:, y se afirma "ue es la piedra angular del 7o$le Lctuple =endero. %n el senode esta tradici!n las prácticas del correcto discurso, la correcta acci!n, y el ganarsela vida de un modo correcto se entienden como esenciales para el desarrollo moral.A"uellos "ue emprenden el entrenamiento dentro de la tradici!n $udista, han deo$servar preceptos o reglas ticas1 cinco para los practicantes seglares y ))M paraun monje plenamente ordenado.

%n nuestro tiempo la estricta adherencia a un conjunto de preceptos, noimporta cuán cuidadosamente formulados y $ienintencionados sean, viola con todala raz!n nuestro sentido de autonomía. 2odemos valorar la orientaci!n moral, peronosotros mismos nos hemos convertido en los jueces finales del juicio moral.2oseemos la ha$ilidad, si a"uietamos nuestras pasiones, de discernir claramente ladecisi!n correcta en cual"uier situaci!n. #uando la mística medieval arguerite2orete escri$i! so$re las virtudes, 9me alejo de ti:, fue "uemada en la hoguera porla 9Herejía del %spíritu &i$re:.4M5 %lla esta$aavanzada a su tiempo al afirmar "ue su amorpor Dios sería suficiente para guiar su vida.%nlazando sus opiniones con su renom$radopredecesor, cit! la famosa frase de=an Agustín, 9Ama y haz lo "ue "uieras:, peroeso no la ayud!. &a <glesias!lo pudoimaginarse el caos "ue seguiría si todossiguieran su propio sentido del $ien y elmal. Aun"ue podamos simpatizar con ellos,parece claro "ue las condiciones morales parala práctica contemplativa no pueden y nonecesitan ser impuestas desde el e'terior, encierto sentido, todos nosotros somos >ode$eríamos ser? 9herejes: seguidores delli$re espíritu.

%n vez de reglas, el practicante puede

cultivar un conjunto de disposicioneso actitudes fundamentales "ue conducen a la





virtud. #uando la práctica está $asada en estas disposiciones o actitudes uno siente"ue se ha esta$lecido un fundamento moral adecuado. &a primera actitud es lade humildad . =teiner llama a la humildad el portal o puerta "ue el contempladorde$e fran"uear.4E5 A travs de ella ponemos el propio inters a un lado yreconocemos el gran valor de nuestros semejantes. &a humildad conduce al

9sendero de reverencia:. A"uí no estoy ha$lando de la reverencia a una persona,

sino más $ien de la reverencia hacia los elevados principios "ue $uscamos encarnar.&as actitudes fundamentales de la humildad y la reverencia son incompati$les conel egoísmo, "ue es origen de mucha confusi!n moral.

#!mo cultivamos estas actitudes al comienzo de una sesi!n prácticaB A"uí,como siempre, de$e tenerse en cuenta al individuo. &o "ue funciona parauno entorpecerá a otro. 2ara los místicos medievales, la plegaria era unaentrada seguraN estos meditantes, como muchos hoy, utiliza$an las pala$ras delas %scrituras para cultivar la humildad y le devoci!n. Jtros contemplativosmodernos, sin em$argo, pueden encontrar su asociaci!n con la religi!n tradicionaltan pro$lemática "ue la plegaria es simplemente imposi$le. uchos encuentranel camino hacia la humildad y la reverencia más fácilmente a travs de la maravilla

y el so$recogimiento inspirados por el esplendor de la naturaleza. %vocar en lamente el cielo estrellado nocturno o la $!veda azul del cielo, o "uizás un refugiofavorito propio, tal como una roca, un ár$ol o el margen de un río especiales,puedan ayudarnos a encontrar nuestro camino hacia el portal de la humildad y elsendero de la reverencia.

%n muchos individuos con los "ue he tra$ajado, he sentido la profunda paz yel simple gozo "ue e'perimentan al encontrar el lugar de la devoci!n interiorcuando pasa$an tiempo practicando la plegaria o la meditaci!n so$re la naturaleza.A menudo desean "uedarse ahí y profundizar su devoci!n, cultivarla no como unpaso en el sendero hacia la investigaci!n contemplativa, sino como una práctica conderecho propio. #omo ha$lar de esta posi$ilidad más tarde, para nuestros

prop!sitos ahora reconoceremos el poder de la humildad, la reverencia y ladevoci!n, y reconoceremos "ue estas actitudes proporcionan un s!lido fundamento





moral para la meditaci!n. =u cultivo es una práctica en la virtud. Koda sesi!npráctica contemplativa de$ería comenzar atravesando el portal de la humildad yencontrando el sendero de la reverencia.

&ienestar Interior

#uando nos retiramos por primera vez de la actividad e'terior y nos ocupamosde la mente nos sorprendemos ante la traviesa confusi!n "ue generalmenteprevalece. &os pensamientos se mueven con rapidez y sin control, comoproviniendo de ninguna parte. 7uestro planificador mental: cotidianorepentinamente aparece con tres compromisos acuciantes y olvidados "uesimplemente de$en ser anotados antes de "ue los olvidemos. J nuestra mente sedirige hacia una discusi!n reciente con nuestro c!nyuge, y lo "ue de$eríamos ha$erdicho para defendernos, etc. Al principio la idea misma de "ue la mente pueda estar"uieta, l;cida y $ajo mi control parece una remota posi$ilidad si no unaimposi$ilidad. %mociones olvidadas hace mucho o suprimidas vuelven a emergerNlos pensamientos parecen poseer una vida inconteni$le, produciendo nuevospensamientos a travs de una l!gica completamente propia. #on la mente en este

estado, poco puede esperarse de la meditaci!n. 2or tanto la tarea inicial esel cultivo de un e"uili$rio mental y emocional o $ienestar interior. 2iensen enello como una higiene interior, si lo desean. %s una parte esencial y recurrente dela práctica, y nunca de$emos a$andonarla.

&a clasificaci!n de las aflicciones mentalesy emociones negativas pueden encontrarseen la psicología Jccidental así como en laGudista. #iertamente, Oel Gudismo ha$la deE.+++ clases de emociones negativasP

Aun"ue las E.+++ se reducen a cincopro$lemas fundamentales1 odio, deseo,confusi!n, orgullo y envidia.4*5 Jtra forma;til de organizar las alteraciones se $asa enuna imagen triformada de la vida interiorhumana1 pensamiento, sentimiento yvoluntad. #ada una de estas áreas puedemostrar tendencias patol!gicas, "ue puedenser notadas por el meditante y para las cualesse pueden aportar ejercicios contemplativos.%l primer orden del asunto, por tanto,concierne a la práctica dise3ada para mitigar

tales alteraciones. ientras "ue hay muchos ejercicios de ese estilo, varios de loscuales los dar en el capítulo , el ejercicio "ue doy a"uí está $asado en unejercicio sugerido por -udolf =teiner y se refiere al cuidado de nuestra vidaemocional.4(+5

7ormalmente vemos las e'periencias, las emociones y los pensamientos desdeel interior. 7os identificamos con ellos. %llos son nosotros, nosotros somos ellos. %neste sentido estamos enredados en nuestras emociones y pensamientos, ye'perimentamos un sentido de identidad personal a travs de ellos. Kal e'perienciadel yo es una ilusi!n y una fuente de pro$lemas. %l primer ejercicio, por tanto, hasido seleccionado para proporcionarnos alg;n distanciamiento de nuestras propiase'periencias, permitindonos considerarlas desde el e'terior y tra$ajar con ellas

desde un nuevo punto de vista. %l descu$rimiento de ese nuevo y elevado punto devista no siempre es fácil, pero una vez "ue aprendemos el camino hasta l,entonces el estrecho sendero hacia la ecuanimidad emocional puede a$rírsenos y







permitirnos considerar con soltura las más intensas luchas emocionales de la vidadiaria desde el punto de vista con el "ue nos hemos familiarizado gracias a lameditaci!n. A modo de introducci!n, relatar un episodio de la vida del líderamericano de los derechos civiles, el doctor artin &uther 0ing.

Durante sus a3os de tra$ajo en defensa de los negros americanos, artin

&uther 0ing a$og! incesantemente por la acci!n no6violenta como medio de llamarla atenci!n so$re la opresi!n de los negros, especialmente en el =ur >de %stadosCnidos?. -eci$i! muchas amenazas y sufri! varios atentados contra su vida. %n unaocasi!n su hogar en ontgomery, Ala$ama, fue volado con una $om$a mientras sehalla$a en una reuni!n en la iglesia.4((5 %l porche y la parte frontal de la casafueron gravemente da3ados. =u mujer, #oretta, y su hija Qoki esta$an en la partetrasera de la casa en ese momento, y nadie result! herido. #uando lleg! el se3or0ing, se ha$ía reunido una agitada multitud de cientos de vecinos negros, listospara tomar represalias contra los policías "ue ha$ía allí. =u amadísimo líder y sufamilia ha$ían sido atacados. %nfrentados ante la inminente posi$ilidad de undistur$io callejero, la policía le pidi! a 0ing "ue se dirigiera a la multitud. 0ing sali!a lo "ue "ueda$a se su porche delantero, alz! sus manos y todo el mundo se "ued!

en silencio. Rl dijo1

#reemos en la ley y el orden. 7o hagáis nada precipitado. 7o cojáisvuestras armas. Suien a hierro mata a hierro muere. -ecordad "ue eso es lo"ue dijo Dios. 7o a$ogamos por la violencia. Sueremos amar a nuestrosenemigos. Qo "uiero "ue amis a vuestros enemigos. =ed $uenos con ellos.Amadles y dejadles sa$er "ue les amáis. Qo no empec este $oicot. Fosotrosme pedisteis "ue os sirviera como portavoz. Suiero "ue se sepa a lo largo yancho de este país "ue si se aca$a conmigo este movimiento no se aca$ará.=i se aca$a conmigo nuestro tra$ajo no parará. 2ues lo "ue estamos haciendoes correcto. &o "ue estamos haciendo es justo. Q Dios está con nosotros.

#uando artin aca$!, todos se fueron a sus casas sin violencia, diciendo 9Amn: y 9Dios te $endiga:. Ha$ía lágrimas en muchos rostros. =eguramente 0ingha$ía sentido las mismas emociones de ira ante el atentado contra su vida y lasvidas de sus familiares, pero tam$in fue capaz de encontrar un lugar en sí mismodesde el "ue pudo ha$lar y actuar, desde el "ue no respondi! al odio con odio, sino"ue se enfrent! al odio con amor.

%n nuestras propias vidas e'perimentamos afrentas similares aun"ueseguramente menores, pero pueden conducirnos a largos períodos de irapertur$adora y agitaci!n interna. %l ejercicio contemplativo comienza seleccionandode nuestras e'periencias pasadas una ocasi!n de odio, envidia, deseo, ira, etc.De$ería ser fuerte pero no so$recogedora ni demasiado reciente. %ntonces,despus de ha$er encontrado nuestro camino hasta el portal de la humildad y elsendero de la reverencia, revivimos la ocasi!n seleccionada. =eg;n evo"uis lasituaci!n de nuevo en la mente, es importante permitir "ue las emocionesnegativas asociadas >deseo, orgullo, iraT? surjan de nuevo una vez más. =entid sufuerza, sentid la agitaci!n de los sentimientos y la resaca emocional "ue, si se dejali$re, podría conduciros de vuelta a las oscuras e incontroladas emociones de lasituaci!n original. =!lo al ceder un poco las riendas a estos sentimientos podemospracticar su superaci!n y aprender a controlar la situaci!n $ajo una nueva luz.#uando las emociones comienzan a tomar el control, como la llegada de los vecinosfuriosos de artin &uther 0ing, $uscad dentro de vosotros un terreno más elevado,$uscad un lugar desde el "ue contemplaros interiormente a vosotros mismos y alconjunto de la situaci!n. A$arcad las partes conflictivas del drama con vuestrocampo de atenci!n. =entid la contenci!n entre dos yoes. Alejaos de la resaca de las

emociones destructivas y ocupad vuestro lugar como testigos. %ncontrad vuestrocamino desde la mentalidad de la multitud hasta el artin &uther 0ing de vuestro





interior. Desde vuestro nuevo punto de o$servaci!n, proceded a e'perimentar ladinámica interior "ue hay en juego en lasituaci!n.

#aer $ajo el dominio de las emocionesnegativas es como "uedarse ciego. #uando

nos dejamos llevar por la ira, el deseo o laenvidia no vemos realmente "uin o "u hayante nosotros. 7o podemos juzgar las fuerzasen juego o intuir el camino correcto. Ahora,desde el nuevo punto de o$servaci!n, tratadde ver "uin está realmente ante vosotros y"u fuerzas se encuentran realmente activas.%n medio del suceso, sentid la historia "uehay detrás y la posi$ilidad "ue e'iste más alláde l. &os sucesos del día y ciertamentevuestra vida entera os han conducido alencuentro y a las emociones negativas. =on

factores "ue pueden verse y apreciarse.

=i hay otras personas involucradas,imaginadlas de una manera similar. %llas tam$in traen una historia y un futuro alencuentroN ellas tam$in vivieron durante el día sucesos desconocidos paravosotros. 7o os psicoanalicis a vosotros mismos ni a las otras personas. ás $ien,apreciad simplemente, simpática y o$jetivamente, la complejidad y m;ltiplesdimensiones del drama "ue se está desarrollando. 7o se trata de hallar lo correctoo incorrecto sino de comprensi!n compasiva. &a fuerza emocional del intercam$io,aun"ue a;n presente, se ve y se e'perimenta ahora de forma diferente. #uandoha$lamos y actuamos desde este lugar de comprensi!n compasiva, somos máscapaces de dispersar el ata"ue de ira, y responder al odio con amor.

=i estamos navegando en mar a$ierto y nos golpea una tormenta, c!morespondemosB aldecir simplemente el viento y los golpes de las olas seríainmaduro así como inefectivo. %s mucho mejor aceptar el hecho de la tormenta,so$re la "ue no tenemos control alguno, y dirigir nuestra atenci!n a a"uello so$relo "ue sí tenemos control, es decir, nosotros mismos y el $arco. #uánta velade$eríamos tener izada, cuál de$ería ser el rum$o, está la carga atada y lasescotillas cerradasB &a vida nos presenta tormentas y prue$as. A menudo notenemos responsa$ilidad alguna en su creaci!n, pero sí tenemos responsa$ilidad enc!mo nos ocupemos de ellas. %ste ejercicio, por tanto, no está dise3ado paravaciarnos de emociones sino para guiarnos a travs de los mares.

De$ería estar claro "ue no cultivamos la ecuanimidad para estar mejorpreparados para un contraata"ue, sino para poder encontrar una oportunidad parala comprensi!n y la reconciliaci!n. Desde el punto de o$servaci!n del tim!n o delterreno elevado podríamos descu$rir la insignificante $ase para nuestra envidia olos motivos ilusorios de nuestros deseos. %l conocimiento así o$tenido no conduceautomáticamente a la destrucci!n de la envidia o el deseo. O%s mucho más durovivir nuestros conocimientos "ue tenerlosP =in em$argo, un $uen comienzo es noentregarnos a nuestras emociones, sino pararnos para dejar a un lado el ego,$uscar un terreno más elevado, descu$rir al artin &uther 0ing en nosotros, ymantener así el conflicto con un par de manos mucho más generosas. A vecesllamo a esto el ejercicio artin &uther 0ing por"ue 0ing, aun"ue tenía de$ilidadeshumanas, a menudo parecía vivir, ha$lar y actuar desde un elevado lugar más alládel ego, lugar al "ue podemos llamar 9el yo silencioso:.



El Nacimiento del Yo 'ilencioso

%n un ensayo para un peri!dico estudiantil, Khomas erton escri$i! acerca de laimportancia del silencio creativo, en el "ue uno se dirige desde lo "ue llam! el 9yosocial:, "ue está definido por nuestras m;ltiples interacciones con los demás, haciaun 9yo silencioso más profundo: 4()5, el tran"uilo capitán del $arco o el o$servadordesde 9la colina:. 0ing ha$ía encontrado innumera$les veces el camino hasta ese yosilencioso, más profundo, y así podía ha$lar y actuar desde l en vez de sucum$ir ala mentalidad grupal. 2ara despertarnos, seg;n nos e'horta a hacer Khoureau,necesitamos dar nacimiento al yo silencioso en medio de nuestra vida convencionalde de$eres y deseos. %l cultivo del profundo $ienestar interior puede culminar en elnacimiento del yo silencioso "ue usualmente "ueda oscurecido y olvidado.

%l poeta Uuan -am!n Uimnez captura el misterio de nuestra más profundaidentidad @nuestro yo silencioso6 en su poema 9Qo no soy yo:

Qo no soy yo.=oy esteSue va a mi lado sin yo verloNSue, a veces, voy a ver,Q "ue, a veces, olvido.%l "ue calla, sereno, cuando ha$lo,%l "ue perdona, dulce, cuando odio,%l "ue pasea por donde no estoy,%l "ue "uedará en pie cuando yo muera.4(5

Uimnez trata a"uí el gran misterio de nuestra verdadera identidad. 7o se puede







desentra3ar en unas pocas líneas, pero la e'periencia es inconfundi$le. Ha$iendoatravesado el portal de la humildad y ha$iendo encontrado el sendero de lareverencia, la calma gradual de la mente, junto con la mejora de la atenci!n,silencian al yo social. %n el espacio contemplativo "ue se a$re entonces ennosotros, el yo com;n se desvanece y comenzamos a operar con lo "ue Uimnezllama el no6yo. Kípicamente desaperci$ido, s!lo l perdura, s!lo l "uedará en pie

cuando yo muera. %s decir, todos los aspectos e'teriores de mi persona >gnero,profesi!n, conocimientos factualesT? pasarán, y s!lo el no6yo perdurará. %n elGudismo esto es el giro hacia an-atman o 7o6QoN en el #ristianismo es eldescu$rimiento del 97o yo, sino #risto en mí: de =an 2a$lo. %s como sidesplazáramos nuestro modo de consciencia desde el centro hacia la periferia, y alhacerlo lo e'perimentáramos todo de nuevo.4(5 Cn hecho "ue despert! ira, o unencuentro "ue estimul! el deseo, cam$ian con el nacimiento del no6yo. &a ira puedeestar justificada, y podemos incluso valorar el sentimiento de indignaci!n moralantes de dirigirnos hacia el no6yo. Aun"ue una vez "ue damos nacimiento al no6yo,tratamos con nuestra ira o nuestras penas de un modo diferente, como 0ing trat!con la multitud iracunda.

-umi comenz! su vida no como poeta y místico, sino como sa$io de la literaturay la filosofía islámica. =u encuentro con el místico =hams6i6Ka$riz a los M a3oscomenz! la profunda transformaci!n, pero hizo falta la trágica muerte de =hamstres a3os despus, y el incontrola$le duelo "ue le sigui!, para a$rir de par en parlas compuertas de la poesía, la m;sica y la comuni!n espiritual. -umi necesit!muchos meses para dirigirse desde el yo "ue s!lo veía la prdida, hasta el no6yo oyo silencioso "ue pudo redescu$rir una relaci!n interior con =hams incluso despusde su muerte. Al leer el poema de -umi 9&a #asa de Huspedes:, nos hacerememorar la profundidad de su sufrimiento y su pena.4(5

%sto de ser un ser humano es como administrar una casa de huspedes.#ada día una nueva visita.

Cna alegría, una tristeza, una decepci!n,alguna consciencia momentánea vienecomo un visitante inesperado.

Dales la $ienvenida y ac!gelos a todos ellos,incluso aun"ue sean un grupo de penas,"ue desvalija violentamenteel mo$iliario de tu casa.

Krata a cada husped honora$lemente puespodría estar haciendo espaciopara un nuevo deleite.

%l pensamiento oscuro, la vergVenza, la maldad,recí$elos en tu puerta sonriendoe invítalos a entrar.

= agradecido a todo el "ue vengapor"ue todos han sido enviadoscomo guías del más allá

Kodo lo "ue tenemos de -umi, su poesía y su danza derviche, surgi! con elnacimiento de su yo silencioso, o con el nacimiento de un yo superior "ue no tienenada en com;n con el yo social convencional. <ncluso aprendi! a dar la $ienvenida

y tratar honora$lemente la prdida de su "uerido =hams. =eguramente, suencuentro con =hams @su verdadero amigo espiritual6 fue 9enviado como un guía







del más allá:, pero tam$in lo fue su prdida. A partir de esa prdida surgieron lasmiles de líneas "ue conforman su e'traordinaria o$ra potica, el athnaWi,conocido durante siglos como 9el SurXan in 2ahlavi:.

=eg;n mi e'periencia, si hemos practicado el ejercicio artin &uther 0ing en la"uietud de la contemplaci!n, entonces cuando nos encontremos una situaci!n

compara$le en la vida real tendremos a nuestra disposici!n un nuevo recurso. A;nnos enfrentaremos a nuestra nmesis, tendremos esa terri$le y temi$leconfrontaci!n, pero ahora cuando nuestras emociones surgen y la resaca empieza aarrastrarnos, nos dirigimos automáticamente a un terreno más elevado. Guscamosy encontramos el estrecho sendero "ue nos conduce hasta el yo silencioso, unsendero "ue a menudo no encontrá$amos en el pasado. #uando el violento ata"uenos golpea caminamos por un sendero "ue hemos limpiado de emocionesdestructivas y ahora tiene generosidad. #omo consecuencia, nuestras pala$ras yacciones tienen un origen distinto, un origen "ue $usca la comprensi!n mutua y lareconciliaci!n en vez de la victoria. Kam$in podemos encontrarnos "ue esta formade ser en ese momento produce una respuesta similar en la persona "ue tenemosdelante. &a gente con "ue nos topamos puede encontrarse ha$lando con una

generosidad poco frecuente. A veces sucede "ue, en lugar de violencia, puedesurgir un respeto por el otro, y con ello surge un nuevo comienzo para unarelaci!n.

%sta práctica ha$la s!lo de un aspectopro$lemático de la vida interior, pero puederesultar de enorme ayuda si se asume y sepractica sistemáticamente. Descri$ir otrasprácticas para el $ienestar interior en elcapítulo . A travs de ellas no $uscamos en;ltimo trmino un mero control de nuestrasemociones sino transformarnos hasta tal

punto "ue seamos generosos y compasivospor naturaleza en la vida. %n vez de controlarnuestras emociones, hemos de llegar a serpersonas diferentes, en las "ue estascaracterísticas positivas sean intrínsecas.Kales cam$ios no suceden con rapidez. =omosun medio e'traordinariamente resistente alcam$io. Ctilizando la metáfora de unaescultura, nosotros seríamos al mismo tiempola testaruda piedra, el cincel transformador ylas manos del artista. %l físico %rWin=chrödinger escri$i!14(I5

Q así en cada paso, en cada día de nuestras vidas, como si dijramos, algo"ue hasta entonces ya poseíamos y "ue tenía una determinada forma, ha decam$iar, ser superado, ser eliminado y reemplazado por algo nuevo. &aresistencia de nuestra primitiva voluntad está correlacionada físicamente conla resistencia de la forma e'istente al cincel transformador. 2ues nosotrosmismos somos el cincel y la estatua, con"uistadores y con"uistados al mismotiempo, es una verdadera y continua 9auto6con"uista: >=el$stV$erWindung?

=i recorremos, aun"ue solo sea una parte, del sendero hacia la meta de la auto6transformaci!n, entonces el mundo a nuestro alrededor cam$ia tam$in. =e ve condeleite y con un coraz!n firme y a$ierto. 7os sentimos como nutridos por unacorriente ocultaN tenemos paciencia y manifestamos $uen juicio. %l primer =almo

podría ha$erse escrito teniendo en cuenta esto14(M5







Dichoso el hom$re"ue no sigue el consejo del impío,ni en el camino del errado se detiene,ni en la reuni!n de los malvados toma asiento,sino "ue en la ley divina se complacey so$re ella medita, día y noche.

%s como el ár$ol plantado en los arroyos,"ue da el fruto a su tiempoy sus hojas no se secan,en todo lo "ue hace tiene 'ito

Meditación e Investigación Contemplativa

%l ejercicio artin &uther 0ing se ocupa$a del esta$lecimiento de una vidainterior esta$le y saluda$le, y con el nacimiento del yo silencioso o no6yo. =i faltaeste cimiento entonces todo tra$ajo ulterior será en vano, conduciendo s!lo aenga3os y proyecciones. 2or esta raz!n, la preparaci!n es esencial para toda la

práctica contemplativa su$siguiente. 2or"ue la práctica contemplativa no se ocupae'clusivamente, ni si"uiera fundamentalmente de nuestros pro$lemas, falta deatenci!n y aflicciones, por muy importantes "ue puedan resultar para nosotrospersonalmente. %n el centro de la práctica está la meditaci!n adecuada, "ue seocupa de a"uello "ue tiene valor para todos los seres humanos. Suizás mejor dicho,se ocupa de la verdadera naturalezade las cosas.

7osotros comprendemos "ue lasleyes de la geometría de %uclides nodependen ni de mí ni de mispreferencias. Asimismo, los

descu$rimientos de la ciencia sonverdaderos en todos los países y entodos los tiempos, de otro modo losmedicamentos antivirales y lostelfonos m!viles no funcionarían enYfrica como funcionan en Amrica. %lmundo no está organizado alrededor de mí, sino "ue tiene entidad propia. #uandoprofundizamos en los ejercicios dise3ados para promover la higiene interior,meditamos so$re la forma de ser de las cosas. Guscamos a"uello "ue trasciendenuestros pro$lemas personales. %sto no implica "ue nos desinteresemos de lacondici!n humana, sino "ue dejamos a un lado los pro$lemas particulares "ueafrontamos. Guscamos, a travs de la meditaci!n, confrontarnos con lo profundo y

lo elevado, las realidades espirituales y morales "ue su$yacen a todas las cosas.Qo veo esto como una progresi!n. Ha$iendo entrado a travs del portal de la

humildad, ha$iendo encontrado el sendero de la reverencia, ha$iendo cultivado unahigiene interior, y ha$iendo dado nacimiento al yo silencioso, emprendemos lameditaci!n correcta. %n la meditaci!n nos movemos a travs de una secuencia deprácticas "ue comienza con la simple captaci!n contemplativa y despus profundizaesa captaci!n hasta la investigaci!n contemplativa sostenida, "ue con $uenavoluntad puede conducir al conocimiento contemplativo.

Aun"ue re"uiere o$jetividad igual "ue la ciencia convencional, la investigaci!ncontemplativa difiere de la ciencia en un aspecto muy importante. Donde la cienciaconvencional se esfuerza por desvincularse o distanciarse de la e'periencia directapor el $ien de la o$jetividad, la investigaci!n contemplativa hace e'actamente locontrario. Gusca el compromiso con la e'periencia directa, una participaci!n mayor



y más plena en los fen!menos de la consciencia. &ogra la 9o$jetividad: de unamanera distinta, esto es, a travs del auto6conocimiento y lo "ue 8oethe denomin!en sus escritos científicos un 9delicado empirismo: 4(E5

Despus de tra$ajar higinicamente so$re sus distracciones mentales y lainesta$ilidad emocional, el practicante aleja su atenci!n del yo y la dirige a un

conjunto de pensamientos y e'periencias "ue van más allá de la vida personal. &asformas y contenidos posi$les de la meditaci!n en esta etapa son infinitamentevariados. &as meditaciones pueden $asarse en pala$ras, en imágenes, encaptaciones de los sentidos, etctera. #ada uno de estos aspectos tiene algoespecial "ue ofrecernos, y cada uno de ellos será descrito en el capítulo .%scogiendo una sencilla flor de este hermoso ramo, podemos dirigirnos hacia lae'cepcional literatura espiritual de todos los tiempos, o a los poetas y sa$ios "uehan dado e'presi!n a pensamientos y e'periencias "ue tienen valor universal.%ncontramos en ellos multitud de recursos para la meditaci!n. 2or ejemplo unpasaje de la Gi$lia o del Ghagavad 8ita, o una línea de un poema de %milyDickinson, puede utilizarse como tema de meditaci!n.

Komad por ejemplo las pala$ras atri$uidas a Kales y "ue se dice "ue seinscri$ieron en el muro del Kemplo de Delfos1 9OHom$re, con!cete a ti mismoP: Alprincipio este mandato parece sumergirnos de nuevo en nosotros mismos, peroeste no es necesariamente el caso. 2odemos acoger estas pala$ras de forma "ue sedirijan a la condici!n humana en general y no a nosotros en particular. Al comenzarla meditaci!n, podemos simplemente pronunciar las pala$ras, repitindolas una yotra vez. %ntonces podemos profundizar para 9vivenciar las pala$ras:, manteniendocada una de ellas en el centro de nuestra atenci!n. #on cada pala$ra o frase hayuna imagen o concepto asociado. 7os a$rimos camino hacia delante y atrásrepetidamente entre la pala$ra, la imagen y el concepto. &as pala$ras 9conocer: y

9ti mismo:, por ejemplo, asumen un carácter multifactico, con muchas capas,incluso infinito. %l verso o línea meditativa es como una estrella en el horizonte,

infinitamente lejana pero proporciona orientaci!n e inspiraci!n.A causa de su ri"ueza e'isten innumera$les formas de tra$ajar con cada

meditaci!n. 2or ejemplo, primero pronuncio lentamente la frase varias veces demanera interior, pronunciándola silenciosamente para mí mismo. &e dedico a cadapala$ra toda mi atenci!n, sintiendo su significado particular. Cna vez "ue hecentrado mi atenci!n en estas pala$ras, 9OHom$re, con!cete a ti mismoP:, desplazoentonces la voz "ue ha$la, de tal forma "ue las pala$ras sean pronunciadas desdefuera de la periferia, como si provinieran de los lejanos confines del espacio o de las

9atalayas:, del cielo, y de la tierra. &as pala$ras se me dirigenN son una llamadadesde el entorno más amplio "ue me rodea. &a llamada se dirige específicamente amí como ser humano. %s una llamada al auto6conocimiento. %scucho la llamada,hago una pausa, y asumo elmandato.

e dirijo primero hacia mí mismocomo ser humano físico. =iento elaspecto terrenal, su$stancial de miser1 mi cuerpo físico. #omienzo conmis e'tremidades, mis manos y$razos, mis pies y piernas. 2uedoincluso moverlas ligeramente parasentir su presencia física con mayorplenitud. %ntonces me centro en misecci!n media, mi pecho y mi

espalda. =iento mi respiraci!n y milatido. %stos tam$in forman parte





de mi naturaleza física. /inalmente me centro en mi ca$eza, "ue descansatran"uilamente en lo alto de mi cuerpoN su s!lida forma redonda al$erga lossentidos, cerrados ahora al mundo. &as e'tremidades, el torso y la ca$eza formanel ser humano físico. e imagino cada uno de ellos y su relaci!n mutua. #onozco alser humano físico. Descanso durante un tiempo con esta imagen y e'periencia enmi interior.

Despus me dirijo a la vida interior de pensamientos, sentimientos eintenciones. =iento c!mo mi voluntad se deja llevar misteriosamente. isintenciones para pensar o actuar culminan, a travs de formas "ue me sondesconocidas, en un flujo coordinado de movimiento. Fivo en esa actividad, "uepuedo dirigir. %s parte de mi naturaleza. Además tengo una vida plena desentimientos. &os sentimientos de simpatía o antipatía, de agotamiento o alerta, dee'citaci!n o remordimiento están presentes en mi interior. =iento la importancia"ue tienen para mí, cuánto en mi vida está determinado por ellos o se refleja enellos. 7ormalmente s!lo soy parcialmente consciente de su importancia y s!lo loscontrolo parcialmente. =u dominio se halla parcialmente velado aun"ue a$ierto a miinters y respondiendo a mi actividad. %stos sentimientos constituyen una parte de

mi naturaleza en no menor medida "ue mi cuerpo físico. /inalmente me dirijo a mispensamientos. i vida de pensamiento es a la vez mi vida y además participa enalgo "ue me trasciende. e puedo comunicar con otras personas, compartir mispensamientos con ellas. %sto indica algo universal en el pensamiento1 como todoslos demás, participo en una corriente universal de actividad pensadora. =, graciasa ha$erlo vivenciado interiormente, "ue el pensamiento es parte de mi naturaleza.

&os tres @pensamiento, sentimiento y voluntad6 se entrelazan para formar unsolo yo. Kodos y cada uno de los pensamientos de mi meditaci!n >a menos "ue mehaya distraído? han sido premeditados, intencionados, y siento el flujo y el reflujode sentimientos asociados con cada pensamiento. De estos pensamientos $ienpueden resultar acciones. &os tres forman una unidad natural. =on como las

e'tremidades, el tronco y la ca$eza1 separa$les aun"ue en realidad se encuentranentrelazados. &os tres son necesarios. &os tres son yo. Kran"uilamente vivo en lostres y en el uno.

/inalmente, dirijo mi atenci!n lejos del cuerpo, incluso lejos de mispensamientos, sentimientos e intenciones. Dirijo mi atenci!n a una presencia oactividad "ue anima pero trasciende todo esto. =e enciende en el pensamiento perono es el contenido de pensamiento "ue vivencio. %ste tercer aspecto de mí mismoes el más es"uivo e invisi$le, y aun así siento "ue es el aspecto esencial y universal"ue es verdaderamente yo y no s!lo yo. =!lo lo siento en su reflejo. 2odríaconsiderarse mi Qo, pero en una forma "ue no tiene gnero ni edad ni poseeninguna característica particular. =in l s!lo sería cuerpo y mente, materia física,sentimientos, pensamientos y há$itos, pero faltarían mi originalidad y mi genio. %nel lenguaje de las refle'iones matutinas de Khoureau, estaría condenado a dormirpara siempre, por"ue s!lo este ser tiene la posi$ilidad de despertarme a una vidapotica y divina. Al dirigir mi atenci!n hacia este yo silencioso siento los indicios deun Qo "ue es un no6yo. &o reconozco tam$in como parte de mí, o "uizás yo soyparte de l.

%ntonces re;no los tres aspectos @cuerpo, alma y espíritu6 en el espacio de mimeditaci!n. Kodos ellos conforman el yoN cada uno es real y está presente. =ientosu presencia, su realidad, por separado y juntos. antengo este sentimiento elmayor tiempo posi$le, y entonces con una clara intenci!n, vacío mi consciencia deestas imágenes e ideas. e vacío completamente, pero mantengo mi atenci!na$ierta y viva silenciosamente en el espacio meditativo así preparado. He dado

forma al vacío con mi actividad. Ahora "ue el espacio de mi meditaci!n está vacíode mi contenido, de mis pensamientos y sentimientos, puedo mantener una



atenci!n a$ierta sin e'pectativas y sin tratar de captar nada. =in tratar de ver oescuchar, sin em$argo, puedo sentir o vivenciar algo rever$erando en ese espacio,hacindose sentir durante un tiempo más o menos largo, cam$iando y despusdesapareciendo. %sperando, sin tratar de captar nada, uno se siente agradecido. %nlas pala$ras del ao e !hing,4(*5

Kienes la paciencia deesperar

hasta "ue tu lodo sedeposite en el fondo

y el agua sea claraB2uedes permanecer

inm!vilhasta "ue la acci!n

correctasurja por sí mismaB

%l aestro no $usca el

'ito.7o $usca, no espera.Rl está presente y puede dar la $ienvenida a todo.

He aprendido a dar la $ienvenida a todas las cosas. Cna profunda paz seesta$lece en el cuerpo y en la mente. Descanso dentro de esa paz con gratitud.=intiendo "ue la meditaci!n está completa, regreso.

%n la meditaci!n nos movemos entre la atenci!n enfocada y la atenci!n a$ierta.%ntregamos nuestra plena atenci!n a las pala$ras individuales del te'to "ue hemoselegido, y a sus imágenes y significados asociados. %ntonces avanzamos hacia larelaci!n "ue mantienen entre ellos de tal forma "ue se vivencia un organismo vivo

de pensamiento. Dejamos "ue esta e'periencia se intensifi"ue al mantener elconjunto de pensamientos interiormente ante nosotros. 2uede "ue necesitemosvolver a pronunciar las pala$ras, ela$orar las imágenes, reconstruir los significados,y sentir de nuevo su interrelaci!n para encontrar apoyo e intensificar la e'periencia.Despus de un período de vívida concentraci!n so$re el contenido de la meditaci!n,li$eramos el contenido. A"uello "ue sujetá$amos se ha ido. 7uestra atenci!n sea$re. %stamos completamente presentes. =e ha preparado intencionadamente unespacio psí"uico interior, y permanecemos en ese espacio. %speramos, sine'pectativas, sin esperanza, tan s!lo presentes para reci$ir lo "ue pueda o nosurgir dentro de la "uietud infinita. =i una tímida, naciente e'periencia emerge enel espacio "ue hemos preparado, entonces la reci$imos con gratitud y condelicadeza1 sin ansia, sin $uscarla.





Feo esto como una especie de 9respiraci!n: de la atenci!n. 2rimero

permanecemos enfocados atentamente so$re un o$jeto de contemplaci!n, perodespus el o$jeto es li$erado y mantenemos nuestra consciencia a$ierta, sinenfocar. %stamos respirando, no aire, sino la luz interior de la mente, lo "ue yollamo res"iraci#n cognitiva. %n ella vivimos en un tempo lento, alternando entre laatenci!n enfocada y la apertura. #uando respiramos la luz de la atenci!n, sentimosun cam$io en nuestro estado de consciencia durante la meditaci!n. =e puedenpresentar sentimientos de e'pansi!n y de uni!n, de vitalidad y movimiento. Kalessentimientos pueden hacerse especialmente evidentes durante la fase de atenci!na$ierta.

ientras camina$a a travs del Goston #ommon en un estado de refle'i!n,-alph Zaldo %mmerson descri$i! su e'periencia interior en vívidos trminos1 9Tmica$eza $a3ada por el despreocupado aire y elevada al espacio infinito, todomez"uino egoísmo se desvanece. e convierto en un ojo transparenteN no soynadaN lo veo todoN las corrientes del =er Cniversal circulan a travs de mí:.4)+5 %neste famoso pasaje %mmerson escri$e acerca de la participaci!n en una realidadmás a$arcante "ue l mismo, "ue llega más allá del pe"ue3o ego de la conscienciaconvencional. =u yo social, su persona, se ha desvanecido y las corrientes del =erCniversal circulan a travs de l. &a e'periencia de %mmerson sit;a ante nosotrosel complejo asunto de la e'periencia contemplativa.

El %ia#e de Regreso





%l viaje de regreso es tan importante como el viaje de ida. Ha$iendo vivenciadonuestra salida a travs de las pala$ras 9OHom$re, con!cete a ti mismoP:, podemospronunciarlas una vez más interiormente cuando estamos regresando. #uandoescuchamos por primera vez estas cinco pala$ras, su plenitud a;n no era evidente,pero ahora "ue las hemos meditado, una profundidad o aura de significado lasimpregna. %n el viaje de regreso escuchamos las pala$ras de una manera diferenteN

portan consigo capas de vivencias e imágenes. Guscamos integrar esa ri"ueza dee'periencias en nuestras vidas seg;nregresamos a casa.

Hemos nacido en una vida de servicio ytra$ajo. %sto es importante. &a meditaci!n noes ninguna evasi!n. =!lo es una preparaci!npara la vida. -egresamos a nosotros mismoscon mayor profundidad, más despiertos, yreafirmados por nuestro contacto con loinfinito, con los misterios de nuestra propianaturaleza, con lo divino. =i nuestra

meditaci!n ha tenido 'ito, podemos inclusoser reticentes a regresar. Kal reticencia, sinem$argo, no se halla en consonancia con losfundamentos morales del amor y el altruismo"ue esta$lecimos al comienzo. &os frutos dela vida meditativa no son para "ue losacaparemos, sino para compartirlos. &acontemplaci!n se emprende adecuadamentecomo un acto desinteresado de servicio, y así el regreso es la verdadera meta. =i hemosvivido rectamente en el sagrado espacio de lameditaci!n entonces seremos más aptos, más

intuitivos para la vida y la amaremos a;nmás.

=i entramos a travs del portal de la humildad, entonces salimos a travs delportal de la gratitud. Hay un n;mero infinito de maneras de decir gracias. De esemodo tam$in e'isten inconta$les formas de cerrar una sesi!n meditativa. %n latradici!n Gudista uno sella la meditaci!n al dedicar sus frutos al $eneficio de todoslos seres "ue sienten, para "ue puedan li$erarse del sufrimiento. %n otrastradiciones uno cierra con una plegaria de gratitud, como el =almo ((14)(5

i coraz!n, =e3or, no es altanero,ni mis ojos altivos.7o voy tras lo grandioso,ni tras lo prodigioso, "ue me e'cede,mas allano y a"uieto mis deseos,como el ni3o en el regazo de su madre1como el ni3o en el regazo,así están conmigo mis deseos.





La E(periencia Contemplativa

#on la práctica contemplativa aparece la e'periencia contemplativa, esta puedeser del tipo e'perimentado por %mmerson o puede tener miríadas de otrasvariantes. Su hemos de hacer contales e'perienciasB

&as tradiciones contemplativasasumen un amplio conjunto depuntos de vista en relaci!n con elsignificado de las e'perienciasvividas durante la meditaci!n. #uáles la actitud adecuada del meditadorhacia tales e'perienciasB %n une'tremo tenemos las pala$ras delsiglo [F< de =an Uuan de la #ruz,"ue fue un profundo meditador.Despus de relatar cone'traordinaria precisi!n una lista de e'periencias contemplativas, recomienda "uenos alejemos de todas esas distracciones, "ue nos desvían de la tarea principal, talcomo l la veía, el esta$lecimiento de la fe.

De$emos desencum$rar el intelecto de estas captaciones espiritualesguiándolo y dirigindolo a travs de ellas hasta la noche espiritual de la fe.

Cna persona no de$iera guardar o atesorar las formas de estas visionesimpresas en l, ni de$iera tener el deseo de aferrarse a ellas. Al hacerlo, lo



"ue ha$ita en su interior le entorpecería >a"uellas formas, imágenes, y figurasde personas?, y no viajaría hasta Dios a travs de la negaci!n de todas lascosasT #uanto más desea uno la oscuridad y la ani"uilaci!n de sí mismo enrelaci!n con todas las visiones, e'terior o interiormente percepti$les, mayorserá la infusi!n de fe y consecuentemente de amor y esperanza, ya "ue estasvirtudes teol!gicas aumentan unidas.4))5

=an Uuan de la #ruz por tanto a$oga por "ue a$racemos la profunda y oscuranoche de la fe.

2or otra parte, las tradiciones 8n!sticas y místicas de todos los pue$los hanatesorado la iluminaci!n de la consciencia por medio de la meditaci!n y losconocimientos "ue se derivan de la e'periencia contemplativa. =e pueden hallarte'tos relativos a estas e'periencias en cada cultura indígena y en toda tradici!n defe. %l psic!logo de Harvard, Zilliam Uames $usc! a a"uellos "ue ha$ían tenidos!lidas e'periencias místicas, y escri$i! so$re la importancia de una ciencia de esase'periencias. &a detallada presentaci!n de -udolf =teiner de sus propiase'periencias, constituye un e'traordinario ejemplo de meditador moderno,

científicamente orientado y filos!ficamente entrenado, "ue escri$e y ha$ladirectamente a partir de su e'periencia meditativa. e sit;o dentro de este linajecontemplativo y creo "ue puede derivarse mucho provecho del tra$ajocontemplativo continuado. %l valor potencial de las e'periencias contemplativas @nos!lo para el meditante, sino tam$in para la sociedad6 re"uiere "ue nos tomemosestas e'periencias meditativas con gran seriedad.

2ara "ue la investigaci!n contemplativa ocupe su lugar entre los caminos másapreciados por la humanidad para llegar hasta el conocimiento verdadero, muchaspersonas de$en asumir sus mtodos, aplicarlos con cuidado y consistencia, ycomunicarse sus e'periencias entre ellas hasta alcanzar un consenso. &as etapas dela investigaci!n contemplativa incluyen todas a"uellas "ue he descrito desde el

fundamento moral de la humildad y la reverencia, pasando a travs de la higiene,hasta la meditaci!n so$re un determinado contenido. %se contenido puede ser untema de investigaci!n o una pregunta. Descri$ir con mucha más profusi!n encapítulos posteriores el ám$ito y prácticas de la investigaci!n contemplativa talcomo yo la veo, pero resumiendo, sería aplicar la respiraci!n de la atenci!n a lainvestigaci!n "ue uno lleva a ca$o. #reo "ue de una manera informal e inconscienteya es parte del proceso de descu$rimiento de los individuos creativos.

ientras =an Uuan y los Gudistas tienen raz!n al alertarnos en relaci!n con lospeligros de apego a los estados alterados de consciencia o a las e'traordinariase'periencias, podemos cultivar una orientaci!n saluda$le, desapegada. %l pro$lemapotencial es nuestra actitud, y no las e'periencias en sí. %s por tanto de sumaimportancia crear una relaci!n correcta con la e'periencia contemplativa, para "ueno se convierta en una distracci!n de la meta principal. %n particular, uno de$eríaa$stenerse de e'plotar las e'periencias o incluso de interpretarlas prematuramente.&a actitud más saluda$le es la de la simple aceptaci!n, tratando tales e'perienciascomo fen!menos inesperados cuyo significado se nos revelará en su momento, pero"ue no necesitan ser comprendidas inmediatamente. &as e'periencias vivenciadasdurante la meditaci!n pueden ser novedosas y maravillosas, y podemoso$servarlas apreciativamente, pero de$eríamos a$stenernos de ha$lar de ellase'cepto con un profesor, colega o amigo de confianza. %n las etapas más avanzadasde la práctica meditativa, el significado se une a la e'periencia, pero al principiousualmente no. #on esto "uiero decir "ue practicar más allá de lo "ue he descritoen este capítulo puede profundizar tanto nuestro compromiso "ue surja unconocimiento claro como parte integral de nuestra meditaci!n. %stamos en el

sendero del conocimiento, pero se necesita so$re todo paciencia, y al egocentrismo,"ue aspirá$amos a dejar detrás en el





primer portal hacia la meditaci!n, no se le de$iera permitir "ue entur$ie a"uí nuestra visi!n. &os pormenores de estas prácticas se descri$irán hacia el final deesta o$ra.

ientras "ue la vida meditativaes diferente para cada persona, los

elementos clave son comunes parala mayoría. #omo he enfatizado,de$emos esta$lecer el fundamentomoral correcto para la meditaci!nmediante el cultivo de las actitudesde humildad, reverencia y altruismo.%l verdadero fundamento para lavida meditativa es el amor. Cna vez"ue caminamos a travs del portalde la humildad, prontodescu$riremos el tumulto de nuestra vida interior y la necesidad de ocuparnos del. =e emprenden ejercicios para controlar y en ;ltimo trmino transformar el caos

de la mente en un estado de calma y claridad dentro del cual un nuevo sentido delyo @el yo silencioso6 puede emerger. 7o necesitamos esperar a lograrcompletamente esto >si lo hiciramos, esperaríamos para siempre? para comenzar ameditar so$re los su$limes pensamientos de las escrituras, los misterios de lanaturaleza, nuestra propia constituci!n humana, o los temas de investigaci!n conlos "ue estamos ocupados. /inalmente, de$emos regresar a la vida como seresplenamente encarnados, integrando nuestras e'periencias contemplativas en lavida cotidiana, con gratitud por el tiempo y las e'periencias "ue se nos hanregaladoT y conscientes de "ue nuestro tra$ajo en la vida se enri"uecerá con ello.#ada día retomamos el paciente tra$ajo de renovaci!n. #omo Khoureau escri$i!,

9Dicen "ue en la $a3era del -ey Kching6thang esta$a gra$ada la siguiente leyenda1 \-enuvate a ti mismo por completo cada día, hazlo una y otra vez, y por siempre

de nuevoX:.4)5

Art!r "a#onc Traducido por Luis Javier JiménezEquipo Redacción Revista BIOSOPHIA

4(5 -ilke, carta del () de agosto de (*+ a /ranz 0appus, traducci!n de =tephenitchell, $etters to a %oung &oet (!artas a un 'oven &oeta) >7eW Qork1 Fintage,(*EI?, p. EMN o en alemán en Von unst und $een, p. (*.

4)5 Daniel 8oleman, Emotional *ntelligence >*nteligencia Emocional ? >7eW Qork1Gantam Gooks, (**?

45 -udolf =teiner, Die Verindung +,ishen $eenden und oten, 8esamtausga$e(IE >Dornach, =uiza1 -udolf =teiner Ferlag, (**?, pp. *6*.

45 -ainer aria -ilke, 9oderne $.ri/” en Von unst und $een >/rankfurt amain1 <nsel Ferlag, )++(?, p. * >traducci!n de Arthur ]ajonc?.

45 Khomas erton, 9&ove and =olitude:, $ove and $iving0 (“1mor . Soledad”0 El 1mor . la vida), ed. 7aomi Gurton y Grother 2atrick Hart >7eW Qork1 HarcourtGrace, (*E?.

4I5 Arthur ]ajonc, 9DaWning of /ree #ommunities for #ollective Zisdom: >%l


http://www.revistabiosofia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=325&Itemid=56#_ftnref1















Amanecer de las #omunidades &i$res para la =a$iduría #olectiva:1http1^^WWW.collectiveWisdominitiative.org^papers^zajonc_daWning.htm

4M5arguerite 2orete, he irror o2 the Sim"le Soul in edieval 3ritings on 4emaleS"iritualit. (El 5e2lejo del 1lma Sencilla en los Escritos edievales sore laEs"iritualidad 4emenina), ed. %liza$eth =pearing >7eW Qork1 2enguin )++)?, p. ()+

y siguientes.

4E5 -udolf =teiner, #!mo #onocer los undos =uperiores >Hudson, 7Q1 %ditorial-udolf =teiner, p. (E.

4*5 Daniel 8oleman, Destructive Emotions >%mociones Destructivas? >7eW Qork1Gantam Gooks, )++?, p. MEN G. Alan Zallace, ietan 6uddhism 2rom the 7round 8" (6udismo ietano desde lo 6ásico) >Goston1 Zisdom 2u$lication, (**?,#apítulo .

4(+5 -udolf =teiner, !#mo !onocer los undos Su"eriores, %ditorial -udolf =teiner.

4((5 artin &uther 0ing Ur. he 1utoiogra"h. o2 artin $uther ing 'r9, ed.#lay$orne #arson >7eW Qork1 <2^Zarner Gooks, )++(?, #apítulo E.

4()5 Khomas erton, reimpreso en 6ulletin o2 onastic *nterreligious Dialogue(6oletín de Diálogo *nterreligioso onástico), n` IM, Agosto de )++(. Kam$inonline en WWW.monasticdialog.com^$ulletins^IM^merton.htm

4(5 Uuan -am!n Uimnez, herederos de Uuan -am!n Uimnez.

4(5 %l lenguaje nos falla al tratar de descri$ir el no6yo. #omo en la teologíanegativa o la via negativa, los peligros asociados a descri$ir los atri$utos positivosde un yo superior son insalva$les.

4(5 5umi:he 6oo/ o2 $ove >5umi: El $iro del 1mor ?, trad. #oleman Garks >7eWQork1 Harper #ollins, )++?, p. (M*

4(I5%rWin =chrödinger, 3hat is $i2e; ind and atter (<=u> es la Vida; ente . ateria) >&ondres1 #am$ridge Cniversity 2ress, (*IM?, p. (+M.

4(M5 =tephen itchell, he Enlightened ?eart (El !ora+#n *luminado) >7eW Qork1Harper -oW, (*E*?, p. .

4(E5 ás so$re la ciencia de 8oethe en 7oethe@s 3a. o2 Science ($a 4orma de!iencia de 7oethe), de David =eamon y Arthur ]ajonc, >Al$any, 7Q1 =C7Q 2ress,(**E? o he 3holeness o2 Nature ($a !om"letitud de la Naturale+a), de HenriGortoft, >Hudson, 7Q1 &indisfarne 2ress, (**I?.

4(*5 =tephen itchell, ao e !hing >7eW Qork1 Harper #ollins, (**E?, p. (.

4)+5 -alph Zaldo %mmerson, 97ature (EI:, Selected Essa.s (Ensa.osEscogidos)editado por &arzer ]iff >7eW Qork1 2enguin Gooks, (**)?, p. *.

4)(5 =almo ((, &a Gi$lia, editorial Herder, )++.

4))5 =an Uuan de la #ruz, El 1scenso del onte !armelo, #apítulo ).

4)5 Khoreau, 3alden and !ivil Disoedience (3alden . la Desoediencia !ivil), p.

I+.

http://www.collectivewisdominitiative.org/papers/zajonc_dawning.htm







http://www.monasticdialog.com/bulletins/67/merton.htm












http://www.collectivewisdominitiative.org/papers/zajonc_dawning.htm







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la meditación como investigación

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