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La prehistoria del narcotráfico en Colombia Serie documental: desde la Gran Depresión hasta la Revolución Cubana Eduardo Sáenz Rovner 1 L a magnitud de la problemática actual en re- lación con el tráfico de drogas proveniente de Colombia no necesita mayor explicación". Sin embargo, a pesar de la importancia del narcotráfico en la vida económica, política y social de Colombia en las últimas décadas, no es mucho lo que se sabe sobre los orígenes y la historia del narco- tráfico y el consumo de drogas en el país a través del 1 Eduardo Sáenz Rovner es profesor del Departamento de Gestión Empresarial, Facultad de Ciencias Económicas, Uni- versidad Nacional de Colombia. Ha sido instructor en la Uni- versidad de Harvard y profesor visitante en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA). Economista, magíster en economía e historia de Southern Illinois University; estu- dios de posgrado en economía en la London School of Economics and Political Science; Ph.D. y magíster en historia en Brandeis University. Ha publicado varios libros y artículos sobre temas de historia empresarial y económica, coyuntura económica e investigación en administración. El trabajo de investigación de este escrito se llevó a cabo en los National Archives en Washington, y en las bibliotecas de las universidades de Califomia en los Angeles (UCLA), Florida Intemational y Miami. Sherry Carrillo, Noble David Cook y Víctor M. Uribe, de Florida Intemational University, facilitaron el acceso siglo XX. Un estudioso del tema señala: « ••• muy poco se sabe acerca del periodo comprendido entre 1900 y 1960, durante el cual sucedieron hechos de gran relevancia para comprender el fenómeno actual del consumo de sustancias psicoactivas-". Existe una copiosa literatura sobre diversos as- pectos del narcotráfico en Colombia. Sin embargo, a pesar de referencias aisladas al consumo y narcotrá- a lasbibliotecas universitarias del área de Miami. El autor agra- dece también los comentarios de Mauricio Avella, Luis Carlos Barriga, Charles W. Bergquist, Bemardo Parra Restrepo, Ale- jandro Sanz de Santa maría y Juan Gabriel Tokatlian. Natural- mente, la responsabilidad por los contenidos e interpretaciones de este trabajo corresponde al autor. 2 Según algunos observadores, Colombia ha llegado a repre- sentar la fuente de 80 % de la cocaína que entra a los Esta- dos Unidos y Europa; véase Sewall H. Menzel, Implementing U.S. Anti-drug Policy in the Andes: A Comparative Study ot Bolivia, Perú and Colombia, tesis de Ph.D., University of Miami, 1993, p. 364. 3 Augusto Pérez Gómez, Historia de la drogadicción en Colom- bia, Tercer Mundo Editores, Ediciones Uniandes, Bogotá, 1988, p. 29. 65

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Page 1: Laprehistoria del narcotráfico en Colombia€¦ · en la que se recomendó que el opio, la morfina y la heroína, fueran regulados yutilizados únicamente con fines científicos

La prehistoria del narcotráficoen Colombia

Serie documental:desde la Gran Depresión hasta la Revolución Cubana

Eduardo Sáenz Rovner 1

La magnitud de la problemática actual en re-lación con el tráfico de drogas provenientede Colombia no necesita mayor explicación".Sin embargo, a pesar de la importancia del

narcotráfico en la vida económica, política y socialde Colombia en las últimas décadas, no es mucho loque se sabe sobre los orígenes y la historia del narco-tráfico y el consumo de drogas en el país a través del

1 Eduardo Sáenz Rovner es profesor del Departamento deGestión Empresarial, Facultad de Ciencias Económicas, Uni-versidad Nacional de Colombia. Ha sido instructor en la Uni-versidad de Harvard y profesor visitante en la Universidadde California en Los Angeles (UCLA). Economista, magísteren economía e historia de Southern Illinois University; estu-dios de posgrado en economía en la London School ofEconomics and Political Science; Ph.D. y magíster en historiaen Brandeis University. Ha publicado varios libros y artículossobre temas de historia empresarial y económica, coyunturaeconómica e investigación en administración.

El trabajo de investigación de este escrito se llevó a cabo enlos National Archives en Washington, y en las bibliotecas delas universidades de Califomia en los Angeles (UCLA), FloridaIntemational y Miami. Sherry Carrillo, Noble David Cook y VíctorM. Uribe, de Florida Intemational University, facilitaron el acceso

siglo XX. Un estudioso del tema señala: « ••• muy pocose sabe acerca del periodo comprendido entre 1900y 1960, durante el cual sucedieron hechos de granrelevancia para comprender el fenómeno actual delconsumo de sustancias psicoactivas-".

Existe una copiosa literatura sobre diversos as-pectos del narcotráfico en Colombia. Sin embargo, apesar de referencias aisladas al consumo y narcotrá-

a lasbibliotecas universitarias del área de Miami. El autor agra-dece también los comentarios de Mauricio Avella, Luis CarlosBarriga, Charles W. Bergquist, Bemardo Parra Restrepo, Ale-jandro Sanz de Santa maría y Juan Gabriel Tokatlian. Natural-mente, la responsabilidad por los contenidos e interpretacionesde este trabajo corresponde al autor.

2 Según algunos observadores, Colombia ha llegado a repre-sentar la fuente de 80 % de la cocaína que entra a los Esta-dos Unidos y Europa; véase Sewall H. Menzel, ImplementingU.S. Anti-drug Policy in the Andes: A Comparative Study otBolivia, Perú and Colombia, tesis de Ph.D., University ofMiami, 1993, p. 364.

3 Augusto Pérez Gómez, Historia de la drogadicción en Colom-bia, Tercer Mundo Editores, Ediciones Uniandes, Bogotá,1988, p. 29. 65

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fico en Colombia en el pasado, no existen estudioshistóricos sistemáticos sobre el tema que además ten-gan una utilización de archivos, materia prima básicade los trabajos históricos. Esto, a pesar de que unabuena cantidad de estudios sobre el problema con-temporáneo dedican una introducción «histórica» alproblema. Además, las referencias históricas se refie-ren generalmente a los orígenes del negocio de nar-cóticos en los años sesentas y setentas y no analizanel asunto en las décadas anteriores".

Este trabajo pretende entonces ser una invitaciónal estudio histórico del narcotráfico y el control delconsumo de drogas en Colombia en el segundo terciodel siglo XX a través de documentación primaria con-tenida en archivos y en reportes oficiales de la época.Para ello, se reproducen una serie de documentostomados principalmente del Archivo Nacional de losEstados Unidos, situado en Washington, D.C.5, lo mis-mo que de reportes presentados por la Liga de lasNaciones" y los informes anuales de la Oficina deNarcóticos del Departamento del Tesoro de los Esta-dos Unidos?

Contrabando de los años treintas

Había un uso extendido de los derivados del opio, lamorfina y la heroína, en Occidente a finales del sigloXIX. En la década de 1890, los médicos empezaron aadvertir sobre la dependencia causada por los narcó-ticos. Diferentes congregaciones protestantes lideraronmovimientos prohibicionistas tanto contra el licor comocontra los narcóticos".

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4 Por ejemplo, una publicación oficial del gobierno colombianoofrece una «introducción histórica» sobre el narcotráfico enel país; en dicho escrito no hay prácticamente ninguna infor-mación sobre las primeras seis décadas del siglo XX. VéasePresidencia de la República, La lucha contra el narcotráficoen Colombia, Presidencia de la República, Bogotá, 1988,pp. 7-15.

5 National Archives of the United States (en adelante, citadoscomo NA).

6 En particular, los reportes presentados por el AdvisoryCommittee on Traffic in Opium and Other Dangerous Drugs.

7 Bureau of Narcotics, U.S. Treasury Department.8 Véanse Alfred W. Mc Coy, The Politics of Heroin. CIA

Complicity in the Global Drugs Trade, Lawrence Hill Books,Nueva York, 1991, pp. 5, 8-9; William B. Mc Allister, «Conflictsof Interest in the International Drug Control Systern», Journalof Policy History, vol. 3, No. 4, 1991, pp. 495-496.Durante el siglo XIX, los movimientos en contra del opio enGran Bretaña también eran liderados por congregacionesprotestantes, en especial los quáqueros; véase Virginia

En 1909 se reunió una conferencia en Shanghaien la que se recomendó que el opio, la morfina y laheroína, fueran regulados y utilizados únicamente confines científicos y médicos. Como resultado de estaconferencia se reunieron otras en La Haya en 1911 yen 1912, donde finalmente se firmó la Convenciónde La Haya sobre el Opio en 1912, en la cual se acor-dó limitar la fabricación y el uso de los opiáceos a fi-nes meolctnales".

Como resultado de la presión de los movimientosreligiosos y conforme a la Convención de La Haya,el Congreso de los Estados Unidos aprobó la LeyHarrison Antinarcóticos en 1914. Esta ley limitó el u-so de estas drogas únicamente a fines médicos ymarcó el comienzo de una serie de medidas tomadaspor el Congreso y la Corte Suprema de Justicia queefectivamente marcaron la prohibición del tráfico dedrogas en los Estados Unidos. Aunque se redujo elnúmero de adictos por prescripción médica, los gru-pos criminales se apropiaron del tráfico ilícito de nar-cóticos". Mientras tanto, el Departamento del Tesoroorganizó su División de Narcóticos de la Unidad deProhibición en 1920; diez años más tarde la luchaantidrogas sería coordinada por la Oficina Federalde Narcóticos".

Después de la Primera Guerra Mundial se encargóa la Liga de las Naciones para que desarrollara y ad-ministrara un tratado internacional sobre el controlde los narcóticos. Para 1925, la Liga había desarrolla-do un sistema de regulación del comercio internacio-nal de drogas a través de la Convención de Ginebrasobre el Opio, que incluía el control de otros productos

Berridge y Griffith Edwards, Opium and the People. OpiateUse in Nineteenth-Century England, Yale University Press,New Haven, 1987, pp. 175-176.

9 VéanseJohn T.Cusack, «The International Narcotics ControlSystem: Coca and Cocaine», en Deborah Pacini y ChristineFranquemont, compiladoras, Coca and Cocaine. Effects onPeople and Policy in Latin America, Cultural Survival, theLatin American Studies Program - Cornell University, Ithaca,1986, pp. 66-67; Luiz R. S. Simmons y Abdul A. Said, «ThePolitics of Addiction», en Simmons y Said, compiladores,Drugs, Politics and Diplomacy: The International Connection,Sage Publications, Beverly Hills, 1974, pp. 6-7, 27.

10 Mc Coy, Op. cit., pp. 9-10; Simmonds y Said, Op. cit., pp.27-28.Sobre las actividades de grupos de ciudadanos en los Esta-dos Unidos contra la drogadicción en las primeras décadasdel siglo, véase H. Wayne Morgan, Drugs in America. ASocial History, 1800-1980, Syracuse University Press,Syracuse, 1981, pp. 122-124.

11 Morgan, Op. cit., p. 118.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

como la hoja de coca, la cocaína y la marihuana",Como la producción sobrepasaba las necesidadesmédicas, en 1931 se redactó un tratado que limitabala producción de drogas en cada país a niveles apro-piados para las necesidades médicas y aprobadospor una junta internacional. El tratado se llamaba Con-vención de Ginebra para Limitar el Procesamiento yRegular la Distribución de Drogas Narcóticas". En1936 se aprobó otro tratado que requería que las na-ciones firmantes cooperasen en contra del tráfico ile-gaj14.

Aunque Colombia había suscrito la Convención deLa Haya y expedido todo tipo de normas para con-trolar el comercio y consumo de narcóticos"; los fun-cionarios colombianos no ejecutaban las políticasantidrogas con el mismo celo de sus colegas norte-arnertcanos". Esta situación de indiferencia, mezcla-da con corrupción e incompetencia, se daba en casitoda América Latina a comienzos de los años treintas.Así, un informe de la Liga de las Naciones reclamabaque sólo Uruguay presentaba informes sobre casosparticulares de tráfico ilegal de droqas".

Las campañas federales antinarcóticos en los Es-tados Unidos animaron las campañas en AméricaLatina cuando en la década de los años treinta, losgobiernos de países como Colombia, Bolivia y Perúempezaron a percibir el uso de drogas como un pro-blema socíal".

Los documentos presentados en esta sección re-flejan la preocupación en los Estados Unidos en losaños treintas cuando la adicción en ese país se incre-mentaba mientras aumentaba el contrabando de dro-gas desde Europa utilizando a Centroamérica y a Co-lombia como puntos intermedios del tráfico de drogasentre el Viejo Continente y Nortearnérica".

12 Cussack, Op. cit., p. 67; William O. Walker, 111, Drug Controlin the Americas, University of New Mexico Press, Albuquer-que, 1989, 2a. ed., p. 50.

13 Cussack, Op. cit., pp. 67-68.14 Ibid., p. 68.15 Véase Eduardo Guzmán Esponda, compilador, Tratados y

convenios de Colombia, Imprenta Nacional, Bogotá, 1939,p.58.Sobre las leyes y resoluciones expedidas por el gobiernocolombiano, véanse League of Nations, Advisory Committeeon Traffic in Opium and Other Dangerous Drugs, AnnualReports of Governments on the Traffic in Opium and OtherDangerous Drugs for the Year 1937, Liga de las Naciones,Ginebra, 1939, p. 46, YAnnual Reports of Governments onthe Traffic in Opium and Other Dangerous Drugs for theYear 1939, Liga de las Naciones, Ginebra, 1942, pp. 8, 20.

Documento 1

No. 57

CONSULADO NORTEAMERICANO

Barranquilla, Colombia, enero 15 de 1932

ESTRICTAMENTECONFIDENCIAL

ASUNTO:Contrabando de chinos y narcóticosdesde Puerto Colombia, Colombia, hacia los Esta-dos Unidos

Al HonorableSecretario de EstadoWashington

Señor:

Tengo el honor de referirme a mi despachoNo. 45 fechado en diciembre 12 de 1931, en elcual el Departamento (de Estado) fue informadosobre la apertura de una investigación secretapor parte del gerente de la Panama MailSteamship Company de Barranquílla. concernien-te a la probabilidad de que chinos y narcóticosfuesen pasados de contrabando desde Puerto Co-lombia, Colombia, a bordo de las embarcacionesde la compañía que zarpan hacia los Estados Uni-dos.

En una conversación (que sostuve) hoy conel gerente de la compañía marítima, él afirmóque su agente chino había hecho una investiga-ción entre los chinos de la localidad sin que hu-biera podido descubrir ninguna indicación delcontrabando en cuestión. El gerente también co-mentó el asunto con algunos capitanes de barcosde la compañía, quienes opinaron que seria prác-

16 Colombia, por ejemplo, ni siquiera asistió a la Conferenciade Ginebra en 1931. A esta conferencia asistieron 57 delega-ciones de todo el mundo; véase League of Nations, Recordsof the Conference for the Limitation of the Manufacture ofNarcotic Drugs. Plenary Meetings. Text of the Debates, vol.1, pp. 9-13. Colombia envió su primer reporte al OpiumAdvisory Committee en 1931; véase Walker (1989), Op. cit.,p.46.

17 Véanse League of Nations, Advisory Committee on Trafficin Opium and Other Dangerous Drugs, Report to the Councilon the Work of the Twentieth Session Held at Geneva fromMay 20th to June 5th, 1935, Liga de las Naciones, Ginebra,1935, p. 8; Walker (1989), Op. cit., pp. 83-84.

18 Walker (1989), Op. cit., pp. 20, 73.

19 Ibid., pp. 75-76. 67

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ticamente imposible para los chinos ser polizonesa bordo de las naves ya que todos los miembrosde las tripulaciones eran bien conocidos.

Aunque parece que no hay más informacióndisponible sobre el tema en este momento, nosobraria sugerir que a los tripulantes chinos dela Panama Mail Steamship Company, como medi-da de precaución, se les examinara cuidadosa-mente en Nueva York en cuanto a los intentosde pasar de contrabando chinos o narcóticos.De otra parte, es posible que, tal como señaléen el despacho mencionado, las pistas sobre el(supuesto) contrabando le fueron dadas al consu-lado en un espíritu de revancha para perjudicara la Panama Mail Steamship Company.

Se entiende que los barcos de la United f'ruitCompany no tienen chinos en sus tripulaciones.

Si se tiene alguna información posterior sobreel asunto, se la notificaré al Departamento (deEstado).

De usted, respetuosamente,Erik W. MagnusonCónsul norteamericano

(traducido del inglés)

NA 821.114 NARCOTICSj51

Documento 2

No. 134

CONSULADO NORTEAMERICANO

Barranquilla, Colombia, diciembre 28 de 1932

ASUNTO: Contrabando de narcóticos desdeBarranquilla hacia las Antillas

CONFIDENCIALÚNICAMENTEPARAUSO DEL PERSONAL

Al HonorableSecretario de EstadoWashington

Señor:

Tengo el honor de acusar recibo de la instruc-ción del Departamento (de Estado), fechada ennoviembre 21 de 1932, que incluía una copiadel despacho No. 2570, fechado en octubre 28de 1932, del vicecónsul norteamericano en Trini-dad en relación con el supuesto contrabando de

68 narcóticos desde Barranquilla hacia las Antillas.

En las pesquisas hechas entre personas de lalocalidad, las compañías maritimas y los funcio-narios gubernamentales han fracasado en obte-ner cualquier información que tienda a demostrarque se lleve a cabo contrabando de narcóticosdesde Barranquilla hacia las Antillas. Se dice queel contrabando indudablemente se dio a travésde Puerto Colombia hace algunos años, pero laopinión general es que éste ha cesado.

Los barcos que llegan a Puerto Colombia atra-can en un muelle largo del ferrocarril que penetraen el Mar Caribe y la entrada al muelle es vigiladaestrechamente por oficiales de policia que exigena todas las personas mostrar su carné de identi-ficación antes de entrar al muelle, y los carnésde identificación son emitidos por el adminis-trador de aduanas local únicamente a personasintachables. Éstas son medidas generales paraprevenir el abordaje de los barcos por parte depersonas que intentan pasar contrabando de losbarcos al país.

No parece que las autoridades locales toma-sen medidas especiales contra el contrabandode drogas, ya que en su opinión dicho contra-bando ya no existe. Sin embargo, uno de los fun-cionarios de aduanas manifestó al suscrito queél enviaria instrucciones al capitán de puerto enPuerto Colombia para que la policía y los hom-bres de la aduana mantuviesen una observacióncuidadosa sobre los intentos de pasar drogas decontrabando a bordo de barcos anclados en elmuelle. En opinión de este oficial de aduanas, sialguna droga llega a las Antillas desde Puerto Co-lombia, esto sólo podria hacerse a través de mari-neros que transfieren tales drogas de una embar-cación a los miembros de la tripulación de otraembarcación que más tarde atracaria en puertosde las Antillas. Ya que estas embarcaciones per-manecen prácticamente al final del muelle, lejosde tierra firme, seria muy difícil controlar tal tráfi-co entre barco y barco, especialmente ya quelas autoridades colombianas indudablemente es-tán preocupadas únicamente del contrabandoque pueda pasar a Puerto Colombíaa través dela aduana del muelle.

Cualquier cosa que sobre el tema llame la a-tención del consulado será reportada pronta-mente al Departamento (de Estado).

De usted, respetuosamente,Erik W. MagnusonCónsul norteamericano

(traducido del inglés)

NA JA 821.114 NARCOTICSj67

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

Documento .3

La prevención del contrabando de narcóticosa través de los puertos (de la zona) del Canal (dePanamá) hacia la República de Panamá se dificul-ta ya que aparentemente hay poco control del(narco)tráfico en Costa Rica y Colombia, los paí-ses vecinos. Durante años, el (narco)tráfico seha llevado a cabo en San José y Puerto Limónen Costa Rica, yen Barranquilla, Cartagena y San-ta Marta, puertos colombianos sobre el Caribe.

(oo.)

El 8 de noviembre de 1932, un tal Pedro Aure-lio Ortiz fue arrestado en la entrada del malecónen Cristóbal, zona del Canal, con 11 botellas,que contenían cada una 25 gramos de clorhidratode cocaína, escondidas en una cartuchera alrede-dor de su cintura. Cada botella llevaba una etique-ta con la leyenda "Cloruro de cocaína Merck»perola parte de cada etiqueta que podía haber tenidooriginalmente las marcas de identificación habíasido arrancada, y las etiquetas estaban así mutila-das. El sujeto era pasajero del vapor Flandre dela Compagnie Genérale Transatlantique que ha-bía arribado a Cristóbal desde StoNazaire, Fran-cia, el 7 de noviembre de 1932, vía varios puertosde las Antillas y Cartagena, Colombia.

El sujeto sostiene que había conseguido lacocaína con Simón Baena Calvo, según se dice,jefe de un grupo de narcotraficantes en Cartage-na, Colombia, y que Simón era hermano de Ma-nuel Baena, quien había pagado una pena deprisión en la penitenciaria de la zona del Canalcomo resultado de la Ley de importación yexpor-tación de drogas narcóticas (de los Estados Uni-dos).

Ortiz fue hallado culpable y condenado a unapena de prisión de cinco años y a pagar una multade $500.

(traducido del inglés)

Bureau of Narcotics, U.S. TreasuryDepartment, Trattic in Opiurn and OtherDangerous Drugs Ior the year ended December31, 1932, U.S. Government Printing Office,Washington, D.C., 1933, pp. 71-72.

Documento 4-DEPARTAMENTODE ESTADO

ASUNTO: Tráfico de drogas. Contrabando deenvíos de drogas heroicas y almacenamiento enBogotá (1933).

Según El Espectador, la policía ha descubiertoy confiscado existencias grandes e ilícitas de dro-gas heroicas en Bogotá. Se reporta que los envíoshan sido contrabandeados a través de "un puertodel Caribe» y almacenados en la casa de "unapersona muy bien conocida» en Bogotá, cuyonombre no ha sido revelado a la prensa.

(traducido del inglés)

NA 821.114 NARCOTlCSj75

Documento 5

LEGACIÓN DE LOS ESTADOSUNIDOSDE AMÉRICA

Bogotá, Colombia, agosto 24, 1933

No. 5800

ESTRICTAMENTECONFIDENCIAL

ASUNTO: Tráfico de narcóticos ilegales enColombia

HonorableSecretario de EstadoWashingtonSeñor:

En referencia a la instrucción del Departamen-to (de Estado), No. 570 de julio 17 de 1933, soli-citando información adicional con respecto aldescubrimiento y confiscación de grandes exis-tencias de drogas ilícitas reportados por la polícíacolombiana, tengo el honor de reportarle que elcapitán Gustavo Gómez P., Director General dela Policía Nacional de Colombia, me ha comenta-do informalmente que el reportaje periodísticomencionado en la página 25 del Reporte de Con-diciones Generales de la Legación de mayo de1933, es bastante exagerado. El capitán Gómezestablece que se confiscó una pequeña cantidadde cocaína alrededor del momento de la apari-ción de los reportes del periódico, y que el casocarecía de importancia.

El capitán Gómez y varios otros oficiales co-lombianos de credibilidad me han hablado confi-dencialmente en diferentes ocasiones acerca deltráfico de nárcoticos ilícitos en Bogotá. Aparente-mente, se presenta una considerable dificultadpara controlar el tráfico debido al hecho de quemuchos drogadictos son prominentes social opolíticamente; sus influencias personales son ta-les que resulta imposible perseguirlos. 69

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El hábito a los narcóticos en Bogotá parecerestringido a una clase más bien pequeña; el altocosto de las drogas aquí las coloca fuera del al-cance del grueso de la población. Se entiendeque el hábito es más prevalente en ciudades dela Costa caribe, como Barranquilla y Cartagena,donde tiene lugar algún contrabando en las em-barcaciones y los precios son más bajos. La fuen-te principal de drogas (heroicas) consumidas enColombia parece ser europea.

De usted, respetuosamente,

Allan DawsonAgregado de negocios (encargado)

(traducido del Ínglés)

NA BN 821.114 NARCOTICSj77

Documento 6

El 28 de enero de 1933, oficiales de aduanasarrestaron a RosaEspinosa de Fernández en Crís-tóbal, zona del Canal, y la descubrieron en pose-sión de cuatro botellas, cada una de las cualescontenía 25 gramos de cristales de clorhidratode cocaína. Cada botella tenía una etiqueta quedaba a entender que era de la Merck de Alemania,pero los números habían sido arrancados. La per-sona arrestada era pasajera del buque de vaporPastores, el cual había llegado a Cristóbal esedía proveniente de la ciudad de Nueva York. dedonde había zarpado el 19 de enero de 1933haciendo escalas durante el viaje en Puerto Prín-cipe, Kingston, Puerto Colombia y Cartagena. Laacusada manifestó que había obtenido las drogasen la única sección de Torizos en Cartagena pa-gando $84 por las mismas. Ella fue hallada culpa-ble y condenada a cinco años de prisión y a pagaruna multa de $1.

(traducido del inglés)

Bureau of Narcotics, U.S. TreasuryDepartrnent. Trattlc in Opium and OtherDangerous Drugs for the year ended December31, 1933, U.S. Government Printing Office,Washington D.C., 1934, p. 64.

Documento 7

Noviembre 24 de 1936

CONFIDENCIAL- ÚNICAMENTEPARAUSODEL PERSONAL

70Al Cónsul norteamericano,Colón, Panamá

El Secretario de Estado (encargado) informaal cónsul norteamericano en Colón que se harecibido una indagación del Departamento delTesoro en relación con el N.S. ALBERT IL unaembarcación de hélice (de bandera) británica,del cual se ha sospechado durante un largotiempo se utiliza en el contrabando de licor ydrogas narcóticas hacia los Estados Unidos. ElDepartamento del Tesoro tiene ahora sospechasde que las islas de Provídencia?? y San Andrésson utilizadas como una base de operacionesde contrabando y que esta embarcación puedeestar conectada con aquel (contrabando).

Se ha reportado que la embarcación llegó aColón, zona del Canal, el 30 de septiembre de1936. Se reporta que el 16 de octubre estuvo enla isla de Providencia y se dice que reportó el 18de octubre de 1936 que estaba partiendo haciala isla de San Andrés (alrededor de cincuentamillas hacia el sur) para cargar cocos para (llevara) Barranquilla.

Se ha recibido información de que el N.S.ALBERT 11se está vendiendo a un grupo denativos de las islas de San Andrés y Providenciay que sus dueños eventuales tienen el deseo dededicar la embarcación al comercio entre Colón,San Andrés y Providencia, vía Cartagena, trans-portando pasajeros, correo, carga en general yproductos nativos. Se ha reportado que si laembarcación demuestra ser satisfactoria seregistrará bajo bandera colombiana.

Parece problemático (saber) si el nuevo oficioen el que se reporta que va a ocuparse el N.SALBERT11incluirá el contrabando, pero se solicitaal cónsul que obtenga, mediante una indagacióndiscreta, cualquier información disponible enrelación con la situación actual de la em-barcación, el cambio que se contempla en cuantoa su propiedad, y el (tipo de) servicio en el cualse ocupa. Para asegurar una informacióndefinitiva, si es posible, concerniente con lanaturaleza de las operaciones futuras de laembarcación, el cónsul podria consultar a losfuncionarios locales.

(Sin firma)

(traducido del inqlés)

NA 821.114 NARCOTICSj83

20 Conocida en inglés como Old Providence.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

Documento 8

CONFIDENCIAL - ÚNICAMENTEPARAUSODEL PERSONAL

No. 79

CONSULADO NORTEAMERICANO

Cartagena, Colombia, diciembre 10 de 1936

ASUNTO: La embarcación británica «N.S.ALBERTllu.

Al ríonorableSecretario de EstadoWashington

Señor:

Tengo el honor de acusar recibo de la instruccióndel Departamento (de Estado) de noviembre 24de 1939 (Folio No. 821.114 Narcoticsj83)concerniente a la embarcación británica «N.S.ALBERTU", de la cual se sospecha que es utilizadaen el contrabando de licor y drogas narcóticashacia los Estados Unidos.

En cuanto a este tema tengo que referirme altelegrama del Departamento (de Estado) de sep-tiembre 26 y a mi telegrama de septiembre 26de 1936, informando al Departamento (deEstado) que el «N.S.ALBERT U" llegó a Cartagenael 24 de septiembre remolcando la mitad de unplanchón que se le había perdido en altamar alremolcador norteamericano «SUSANA. MORAN"el2 dejulio, y que la Tropical OHCompany aceptóel planchón y la embarcación partió para Cristó-bal el 28 de septiembre de 1936.

Los registros de la aduana de Cartagena mues-tran a un tal R. Jackson como el capitán del «N.S.ALBERTU"con una tripulación de siete hombres.Según el capitán de puerto en la localidad, el«N.S. ALBERT H" no ha regresado a Cartagena yno hay información disponible en cuanto al para-dero de la embarcación. El capitán de puerto secomprometió con escribir a las autoridades adua-neras en San Andrés acerca de los movimientosdel «N.S.ALBERT ll». Sin embargo, el servicio decorreos entre Cartagena y San Andrés es lento ypuede transcurrir algún tiempo antes de que sereciba cualquier información sobre el asunto.

El Departamento (de Estado) será informadodebidamente por correo aéreo si el «N.S.ALBERTH" regresa a Cartagena bajo su registro actual ocon bandera colombiana. Alrededor de seis em-barcaciones de vela de bandera colombiana ope-ran entre Cartagena y las islas de San Andrés y

Providencia, vía Colón, y se puede suponer conconfianza que todas se dedican a pasar de contra-bando a Colombia cierta cantidad de mercancíaen cada viaje. La carga de estas embarcacionesde vela que viajan a Cartagena es generalmentede cocos, y el contrabando consiste en licores,artículos de seda y fósforos.

De usted, respetuosamente,

Stephen C. WorsterVicecónsul norteamericano

(traducido del inglés)

NA 821.114 NARCOTICSj88

Documento 9

No. 177

CONSULADO NORTEAMERICANO

Colón, Panamá, diciembre 11 de 1936

CONFIDENCIAL

ASUNTO: EMBARCACiÓN BRITÁNICA N.S.ALBERT H.

Al NonorableSecretario de Estado,Washington

Señor:

Tengo el honor de referirme al memorandoconfidencial de instrucciones del Departamento(de Estado) de noviembre 24 de 1936 (folio No.82 l. 114 Narcoticsj83) informando sobre las sos-pechas del Departamento del Tesoro en relación 71

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con la posible conexión de la embarcación britá-nica H.S. ALBERT11con el contrabando de licoresy narcóticos hacia los Estados Unidos, utilizandocomo base las islas colombianas de Providenciay San Andrés.

La investigación iniciada el 8 de diciembre de1936 expuso la validez de la información del De-partamento (de Estado) en cuanto a que el barcose estaba vendiendo a un grupo de nativos deProvidencia y San Andrés, quienes deseaban co-locar la embarcación para el comercio entre Co-lón y los puertos colombianos de Cartagena yBarranquilla, por vía de esas islas, y que la matri-cula se cambiaria por una colombiana. Esta infor-mación fue confirmada por las autoridades adua-neras de Cristóbal y por el Sr. Rosendo S. Taylor,presidente del Tussac Club, un grupo de unos200 nativos de las dos islas, de los cuales 125están en Colón y el resto en las islas. El Sr. Taylorexplicó que su grupo sabe de la fama del barcocomo transportador de licor de contrabando peroqueria comprarlo de todas maneras, como unabuena inversión de los ahorros de los miembrosdel club, ya que un servicio de transporte de pasa-jeros, correo y carga es muy necesitado entrelas islas y el continente.

El barco llegó en la mañana del 9 de diciembrede 1936, bajo el comando de su capitán britá-nico, Robert Jackson, quien traía autorizacióndel Sr. George Small Gough y sus hermanos enBelice, Honduras Británica, el puerto de registro,para vender la embarcación. El barco, con capa-cidad de 70 toneladas, fue construido en la islaRotan (sícr". República de Honduras. Los nuevospropietarios acordaron en octubre de 1936 pagar$8.000 por el barco; la mitad se pagaria en seismeses, esto es, en abril de 1937; el título setransferiria con el pago de la primera mitad. Elcapitán Jackson continuaria navegando la em-barcación únicamente hasta que se complete elpago.

Sin embargo, al arribo del barco en Cristóbalse cambiaron los planes. Los nuevos dueñosinformaron que el barco no operará en la rutaplaneada hasta entonces, sino que ha sido íncor-

21 Isla Roatán.

22 Véase League of Nations, Advisory Committee on Traffie inOpium and Other Dangerous Drugs, Annual Reports ofGovernments on the Traffie in Opium and Other DangerousDrugs for the Year 1938, Liga de las Naciones, Ginebra,1940, p. 9.

72 El primer ministro en el recién creado despacho fue Alberto

porado por un periodo indefinido a los interesesde navegación y terrestres de la Hans Elliot enciudad de Panamá para transportar bananos porvía del Canal (de Panamá) a Cristóbal, sirviendoasí como alimentador de las embarcaciones másgrandes que llevan la fruta a los mercados mun-diales. El registro de la matrícula se está cam-biando ahora, no bajo bandera colombiana comose había planeado previamente, sino bajo ban-dera panameña.

Los miembros del Tussac Club en el Istmo sonprincipalmente empleados de la Compañía delCanal de Panamá, y la buena reputación de supresidente (lo mismo) que su experiencia de unosveinte años al servicio de la administración deaduanas norteamericana en Cristóbal, zona delCanal, son confirmadas por los directores de esedepartamento, quienes creen que bajo el nuevomando este barco necesariamente será despejadode nuevas sospechas como contrabandista.

De usted, respetuosamente,

James Loder ParkCónsul norteamericano

(traducido del inqlés)

NA 821.113 NARCOTICSj87

El incremento de los controlesen ColombiaEl decreto 95 de febrero 11de 1938estableció el controlsobre el comercio de hoja de coca y permitió su ventacon fórmula médica únicamente en farmaciasautorizadas en Colombia. En julio del mismo año elnuevo código penal incrementó las penas por elcomercio de drogas heroicas. Al mes siguiente se creóel Ministerio del Trabajo, Higiene y Previsión Social,el cual asumió, entre otras funciones, la aplicación delas regulaciones sobre el tráfico de drogas aprobadasen las convenciones internacionales". Como señalaWalker, el crecimiento de las burocracias estatales enAmérica Latina en la década de los años treintas

Jaramillo Sánchez, un ingeniero civil y político liberal antio-queño, quien se desempeñó en el cargo entre agosto de1938 y comienzos de 1939. Fue reemplazado por José Joa-quín Caicedo Castilla, abogado y diplomático liberal, quienocupó el cargo hasta agosto de 1942. Véanse Oliverio Perry,Quién es quién en Colombia, Oliverio Perry & Cía., Bogotá,1948, pp. 100, 217-218; Andrés González Díaz, Ministrosdel siglo XX, Presidencia de la República, Bogotá, 1982, p. 85.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

enfrentó a dichas burocracias con las viejas tradicionesculturales de consumo de alucinóqenos'".

La creación del nuevo ministerio facilitó la reco-lección de datos sobre el consumo de drogas enColombia. Los esfuerzos del gobierno por combatirel consumo de la hoja de coca chocaban con su viejautilización entre indígenas, e incluso mestizos, en cier-tas regiones del país. Por ejemplo, un médico quetrabajaba para el gobierno reportó en 1947 que laproducción de hoja de coca en el Cauca era de 11.362arrobas por año, de las cuales se consumía localmente75 % del total producido". Sin embargo, los docu-mentos muestran que en la época tratada el consumode drogas no era percibido como un problema mayorde salud pública en el país".

Documento 10

LIGA DELASNACIONES

Confidencial

O.C.S./Confidencial! 1939

Ginebra, abril 24 de 1942

TRÁFICODEOPIOYOTRASDROGASPELIGROSAS

DESTRUCCIÓNDECULTIVOSDEERYTHROXILONCOCAy OTRASVARIEDADESSIMILARES

DURANTEDICIEMBREDE 1941ENELMUNICIPIODE IQUIRA (COLOMBIA)

Reporte comunicado por el gobiernocolombiano, enero 19 de 1942

Nota del secretario general encargado

De acuerdo con el artículo 23 de la Conven-ción de 1931 para la Limitación del Procesamien-to y la Regulación de la Distribución de DrogasNarcóticas, el secretario general encargado tiene

23 Walker (1989), Op. cit., p. 73. Francice Cronshaw señalacómo la clase media y la élite latinoamericanas veían elconsumo de hojas de coca y de bebidas fermentadas tradi-cionales como un problema de «civilización" y «cultura»versus las costumbres atrasadas de unos «pobres diablos»;véase Francine Cronshaw, «El 'problema social' y el usuariode drogas tradicionales en los países andinos en la primeramitad del siglo XX», en Memoria y Sociedad, vol. 1, No. 1,noviembre de 1995, pp. 61-75.

Sobre las campañas de prohibición del uso de la coca en elPerú en el siglo XX, véase, por ejemplo, Joseph Gagliano,Coca Prohibition in Peru. The Historical Debates, TheUniversity of Arizona Press, Tucson, 1994, capítulos 6 y 7.

el honor de comunicar a los miembros de la Con-vención y a los otros Estados el siguiente reportesobre el caso antes mencionado.

(traducción)

Ref: Campaña para la destrucción de laErythroxylon coca y variedades similares.

INFORMENÚMERO 1

A las cuatro de la tarde del día de hoy, miér-coles, diciembre 3 de 1941, en el despacho dela alcaldía del municipio de Iquíra, nosotros, losfirmantes alcalde e inspector de sanidad,debidamente procedimos a redactar el presenteinforme especificando, en relación con los culti-vos de Erythroxylon coca y similares encontradosen el perimetro del área urbana de este muni-cipio, el número de cultivos y matas destruidasayer martes y hoy, junto con los nombres de lospropietarios de las mismas, de acuerdo con lasprovisiones del artículo 5 de la resolución No.578 de septiembre 19 de 1941.

Siguiendo el orden de las calles de las edifica-ciones en la población, se dan a continuaciónlos detalles de los cultivos destruidos:

El martes, diciembre 2:Camero Jual Gil 2 matasDíaz Rosa 3 matasCaquimbo Antonio 4 matasUrueño Germán 3 matasCollazos Maximina 1 mataChambo Juana 4 matasMontealegre Vicente 28 matasTierrad. Visitación 3 matasTovar Fidel 1 mataGómez Martín 11 matasUrueña Fortunato 46 matasMontañez Estefanía 17 matasNúmero total de matas destruidas: 123 matas

24 Véase Gerardo Bonilla, «Acerca del cultivo y la utilizaciónde las hojas de coca», en El Problema del Cultivo y Masti-cación de Hojas de Coca en Colombia, Talleres EditorialesCastillo, Popayán, 1947, pp. 45-51.Sin embargo, el ministro Caicedo Castilla declaró en 1941que «La lucha contra la toxicomanía se ha proseguido conoptimistas resultados»; véase José Joaquín Caicedo Castilla,Memoria del Ministro de Trabajo, Higiene y Previsión Socialal Congreso de 1941, Imprenta Nacional, Boqotá, 1941, p. 10.

25 Como sí lo era el alcoholismo, el cual ya era vinculado conuna alta tasa de criminalidad en la década de los años trein-tas; véase César Aguirre, País de Alcohol. El problema delalcoholismo en Colombia, Castillo Editorial Ltda., Bogotá,1996, p. 105. 73

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El miércoles, diciembre 3:Ardila Francisco 4 matasPérezRafaela 5 matasPérez Alcides 4 matasChimbaco Ana 64 matasTamayo Felisa 26 matasHospital Parroquial 2 matasRoa Antonio 1 mataArias Gregorio , 6 matasPerdomo José Trinidad 2 matasTriana Eugenio 1 mataMúñoz Andrés 64 matasRivas Rudecindo 9 matasCastro Miguel Ma. 13 matasCollazos Joaquín 19 matasPérez Milciades 36 matasChambo Loreto 38 matasGualy Gregorio 14 matasCastro Francisca 3 matasCoronado Eladio 11 matasTrujillo Félix 2 matasCasa Parroquial Yagué 19 matasOsso Bruna 32 matasCastro Isaac 27 matasNúmero total de matasdestruidas este día: 402 matas

Gran total (dematas) registradas en el presentereporte: 525

NOTA: Ninguna cifra, ni siquiera apr9ximada,se da del peso o las cantidades correspondientesa cada cultivo, ya que esto no se solicitó en lostérminos de la resolución No. 578 antes mencio-nada.

La resolución mencionada y la resolución No.95 de febrero 11 de 1938 fueron publicadas porproclama en dos oportunidades, a saber, el 24de noviembre (lunes, día de mercado) yel domin-go 30 de noviembre de 1941, siendo esos losdías en que la gente se reúne en un mayor núme-ro.

Iquíra, diciembre 10 de 1941

(firmado)Marco Montealegre O., alcalde del municipio.

(firmado)Josué O. Montealegre H., inspector de sanidad

( ... )26

26 Los dos funcionarios presentaron otros tres reportes quecubrían la destrucción de matas de coca los días 4,5,9,10,15, 22 Y29 de diciembre de 1941, destruyendo casi dos milplantas en la zona urbana de Iquira.

74 27 El gobierno colombiano argumentó que la carencia de sana-

(traducido del inglés)

NA 821.114 NARCOTICSj340 PSjSBH

Documento 11

REPORTEANUAL SOBRECOLOMBIA PARA1939

Se firmó un contrato con el sanatorio privadode Lourdes en Bogotá para el tratamiento demujeres drogadictas. Los contratos vencidos conlos departamentos de Antioquia y Cundinamarcapara el tratamiento de los hombres drogadictosfueron renovados.

El reporte contiene una buena cantidad deinformación interesante relacionada con la droga-dicción en Colombia. La sección interesada delMinisterio de Trabajo, Higiene y Previsión Social,después de un estudio extensivo, llegó a lassiguientes conclusiones: (1) No se consideradeseable intervenir en la interesante discusióniniciada por el Opium Advisory Committee sobreel tema de si los adictos deben ser consideradoscomo personas enfermas o más bien comocriminales; (2) Parece más útil comunicarle alOpium Advisory Committee las observacioneshechas en Colombia sin tomar partido. Ladrogadicción no es un problema en Colombiaahora. El número de drogadictos, en una pobla-ción de nueve millones de habitantes, es a duraspenas de 2 por cada 100.000 personas (exclu-yendo los masticadores de hoja de coca, asuntoque se mencionará después). En Bogotá, la capi-tal y la parte del país más densamente poblada,hay menos de 2 drogadictos por cada 10.000habitantes. Aunque estas cifras son muy alenta-doras, podrían haber sido más favorables si nofuera porque una medida legal ineficaz hafavorecido el mantenimiento de un núcleo deadictos, herencia de un periodo en el cual nohabía un control efectivo de la venta y consumode drogas como resultado de la carencia de legis-lación internacional sobre el tema. Esta medidaera la resolución No. 9 de 1932, la cual autorizabaa los médicos a emprender tratamientos dedesintoxicación en privado sin asignarle un límitea la duración de tales tratamíentos-".

torios para hospitalizar a los adictos justificaba su cuidadopor parte de médicos privados; véase resolución No.1 de1932 (30 de enero), «Por la cual se aprueba la número 9 de19 del presente mes, dictada por el Departamento Nacionalde Higiene y Asistencia Pública», Diario Oficial, 8 de febrerode 1932.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

El adicto podía obtener (así) su droga favoritacon la bendición de la ley. ¿Cuál era el resultado?Tanto personas de mala índole como los mismosenfermos, no sólo obteniendo las drogas parasu satisfacción personal, sino también haciendoganancias vendiéndole a sus amigos la droga queellos no necesitaban. La consecuencia era la si-guiente situación paradójica: aunque no habíaen Colombia, y particularmente en Bogotá, untráfico ilícito ejercido por comerciantes ínescru-pulosos. sin embargo existía un tráfico ilícitoabastecido a través de licencias otorgadas porel gobierno mismo. Se puso fin a este asunto através de la resolución No. 720, con fecha octu-bre 17 de 1939. El resultado de esta resoluciónfue que los adictos, después de tres meses detratamiento individual y autorizado, tenían quedirigirse a los sanatorios. Lo mismo se aplicó asus amigos que obtenían sus drogas de aquelloscuyo tratamiento había sido aprobado. De estamanera Bogotá se libró de los drogadictos.

(...)El reporte da detalles de la drogadicción mos-

trando para cada departamento el número deadictos registrados, hombres y mujeres, su profe-sión, las drogas utilizadas, las enfermedades delos adictos, sus edades, su estado civil y la dura-ción del periodo de adicción. El número total deadictos registrados en Colombia en 1939 era de160 (127 hombres y 33 mujeres). De éstos, 82hombres y 28 mujeres utilizaban morfina y deri-vados de la morfina; 39 hombres y 4 mujeresutilizaban heroína. Sobre los restantes, 6 hom-bres y una mujer, no había información disponi-ble relacionada con la droga de su adicción. En1938 había 76 drogadictos registrados, de loscuales 57 eran hombres y 19 eran mujeres.

Los datos para 1939 comparados con los de1938, aunque mucho más altos, no indican unincremento en la adicción. (Estos datos) se expli-can por el hecho de que el gobierno ha empezadoa dedicarle especial atención a la drogadicción yen consecuencia, las estadísticas para 1939 sonuna indicación más exacta del grado del mal enel país. El reporte establece que el gobierno deColombia está muy deseoso de contribuir eficaz-mente al trabajo del Opium Advisory Committeey de los otros organismos de la Liga (de lasNaciones).

(...)El reporte del gobierno colombiano dice que

el problema de Colombia en cuanto a la drogadic-ción es principalmente el de los masticadores dehoja de coca. Además de las medidas de carácter

general que el gobierno ha establecido para evitarla expansión de este mal social y para proteger alos ciudadanos víctimas de este vicio, el gobiernocree que debe planearse una acción internacionalpara facilitar la eliminación de este mal. Elgobierno quiere sugerir que la Liga de lasNaciones, a través de sus organismos técnicos,debe considerar la posibilidad de preparar unaconvención internacional similar a la que se haplaneado en relación con el opio, la cual limitaríael cultivo de la coca exclusivamente a fines médi-cos en el mundo. Si esta sugerencia es aceptada,Colombia estaria agradecida y su colaboraciónse garantiza de antemano.

(traducido del inglés).

Tomado de League of Nations, AdvisoryCommittee on Traffic in Opium and OtherDangerous Drugs, Annual Reports ofOovernments on the Traffic in Opium and OtherDangerous Drugs for the Year 1939, Series ofLeague of Nations Publications, Ginebra, 1942,pp. 16, 17, 23.

Documento 12

INFORMEDEL GOBIERNO DE COLOMBIASOBREELCOMERCIODEESTUPEFACIENTES

AÑO DE 1943

MINISTERIODETRABAJO, IiIGIENE Y PREVISiÓNSOCIAL

Bogotá, mayo 25 de 1944.'

1. LEYESY PUBLICACIONES.-En el año de 1943 Cífueron promulgadas las siguientes dispo-siciones: ci e:

-"La Ley 12 de 1943 que aprobó la Convención ~'~(de la Liga de las Naciones) de 1936, para la Irepresión del tráfico ilícito de drogas heroicas.

Esta Convención establece la extradición paralos culpables de comercio ilegal de estupefa-cientes. Además en su artículo 11, ordena quelos países firmantes deben crear una oficinacentral encargada de vigilar la fabricación,transformación, posesión, oferta, venta, distribu-ción, compra, etc., de todas las drogas que for-man hábito pernicioso.

Parece conveniente advertir que Colombia sehabía adelantado a las obligaciones impuestas porla Convención mencionada por las siguientesrazones:

75

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El nuevo Código Penal, vigente desde 1938,elevó a la categoría de delitos, en sus artículos270 y siguientes, todos los casos de comercioilícito de estupefacientes. En consecuencia, losculpables estaban sometidos ya a la extradición.

En cuanto a la obligación impuesta por el artí-culo 11 de la Convención, el Decreto 1727 de1940, dispuso, en su artículo lo.. que la Jefaturade la Policía Sanitaria NacionaL dependencia delMinisterio de Trabajo, Higiene y Previsión Social.fuera la entidad encargada de controlar elcomercio de las drogas heroicas y de sancionarlas infracciones a las disposiciones que reglamen-tan la materia. Claro está que, por tratarse dedelitos, los casos enumerados en el Código Penalson de competencia de la justicia ordinaria.

Resolución 195 del 17 de marzo de 1943.-Esta disposición considera a la Farmacia Depar-tamental de Caldas, establecida en Manizales,como agencia del Fondo Rotatorio de estupefa-cientes para distribuir las drogas heroicas en elDepartamento de Caldas y facilitar así su adqui-sición a las farmacias, laboratorios y hospitalesde esa sección del país.

Con esa nueva agencia son tres las encargadasde la venta de los estupefacientes en Colombia,distribuidas así: en Bogotá el Depósito Oficial deesas sustancias; en Medellín la Botica Departa-mental de Antioquia y en Manizales el AlmacénDepartamental de Caldas.

(...)

VI. TOXICOMANÍA Y TOXICÓMANOS (... )Durante el año a que se refiere esta memoria nose registró ningún vicioso nuevo. En cambio sedieron de baja por fallecimiento cinco habitua-dos, cuatro hombres y una mujer. En conse-cuencia, el número de viciosos registrados enColombia fué el siguiente, en 31 de diciembrede 1943:

Hombres 105Mujeres 14

Total 119

Siguiendo la costumbre establecida, no seconsidera como bajas los viciosos desintoxicadosen los Sanatorios durante el año de 1943, mien-tras no se pueda comprobar que no han reinci-dido.

28 Véase William O. Walker 111,"The Bush Administration'sAndean Drug Strategy in Historical Perspective», en BruceM. Bagley y William O. Walker 111,compiladores, Drug

76 Trafficking in the Americas, North-South Center, University

Los desintoxicados en ese año fueron ocho;dos en el sanatorio del Manicomio de Medellín, yseis en Sibaté.

En el año que se comenta se concedieronnoventa y una licencias para el uso de estupefa-cientes por causas terapéuticas, es decir porenfermedad debidamente comprobada, y seregistraron noventa y dos defunciones de indivi-duos que las usaban por la misma causa. El censode enfermos con permiso para usar estupefa-cientes fué de 98 personas, que con los 119viciosos dan un total de 217.

DATOSDE LOSTOXICÓMANOS VICIOSOSFALLECIDOSEN 1943

Nombre Edad Droga Habituadousada desde

A.C. 28 años Morfina 1937OdeG. 34 años Morfina 1930J. F. de D. 47 años Morfina 1917J. A. G. 61 años Morfina 1940L. F. M. 30 años Morfina 1936

(...)MATERIASPRIMAS.Hojas de coca. Nada nuevo

puede agregarse a lo dicho en los informes ante-riores sobre el problema de los masticadores decoca, que sigue siendo la más grave de las toxico-manías existentes en Colombia.

Las autoridades tropiezan siempre con incon-venientes al tratar de aplicar la Resolución 578,que reglamenta el cultivo del árbol de la coca yla venta de sus hojas.

NA 821.114jNARCOTICS

El temor a los alemanesy el narcotráficoLos comienzos de la Segunda Guerra Mundial agudi-zaron los temores del gobierno norteamericano sobreposibles intervenciones de la Alemania Nazi en AméricaLatina y en particular en el Canal de Panamá. Dada laproximidad de Colombia a la zona del Canal, losfuncionarios norteamericanos expresaron particularpreocupación sobre la presencia de alemanes enColombia. Aunque la amenaza de las potencias delEje sobrepasaba los temores tempranos sobre elnarcotráfico, las dos preocupaciones terminaronmezclándose en un buen número de casos".

of Miami, Transaction Publishers,New Brunswick, 1994, p. 7.Además, hay que tener en cuenta que buena parte de losnarcóticos en el mundo era producida en laboratorios alema-nes.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

El Departamento de Estado de los Estados Unidospreparó listas negras, tanto en Colombia como en elresto de América Latina, con nombres de ciudadanosy firmas alemanes (y de los otros países del Eje),para prohibir que se tuviesen relaciones comercialescon ellos29• Además se quiso involucrar a los alema-nes con el tráfico de drogas en el Caribe. Los siguien-tes documentos presentan un caso en particular queilustra este asunto.

Documento 13

DEPARTAMENTODEL TESORO

Washington

ESTRICTAMENTECONFIDENCIAL

Diciembre 16, 1939

El Secretario del Tesoro presenta sus saludosal Honorable Secretario de Estado, y le informaque se ha recibido información de fuentes con-fidenciales y confiables sobre el punto de quemucho territorio en la República de Colombiaestá cultivado sin otro propósito que la pro-ducción de amapola. Se dice que esta área seencuentra en el VALLEDELALTOSINÚ, al norte yal sur del pueblo de MONTERÍA, y que ha sidodespejada de vegetación selvática y puesta encondiciones adecuadas por ciudadanos alema-nes, quienes son sus únicos pobladores.

Otra área de la cual se dice que se dedica alcultivo de amapola está localizada en el triángulocomprendido entre las poblaciones de CARTA-GENA, SOPLAVIENTOS y SAN LUIS. Este sitiotambién está poblado por ciudadanos alemanesy algunos colombianos.

El mismo informante afirma que la hoja decoca crece abundantemente en todas las localida-des que han sido preparadas para el cultivo dela amapola, y que los nativos de Colombia usandichas hojas como estimulante al masticarlas.Además, según estas declaraciones, los habitan-tes de origen alemán procesan cocaína para laexportación bajo una marca presumiblementefalsificada, a saber, «MAYER,Made in Oermany-.

29 Sobre el temor de los norteamericanos a la influencia ale-mana en Colombia durante la Segunda Guerra Mundial,véanse Silvia Galvis y Alberto Donadío, Colombia Nazi,1939-1945, Planeta Colombiana Editorial, Bogotá, 1986;Stephen J. Randall, The Diplomacy of Modernization:Colombia n-American Relations, 1920-1940, University ofToronto Press, Toronto, 1977, y Colombia and the United

A continuación se citan extractos de un repor-te estrictamente confidencial relacionado con eltema en mención.

«Estosnarcóticos se transportan, si se originanen SOPLAVIENTOS, por tren a CARTAGENA yluego en automóvil y/o en animales de carga aTOLÚ, CISPATÁo ACANDÍ; si vienen de SINGE-LEJO (sic) se llevan por las carreteras a los puer-tos costeros mencionados, en donde se embar-can en cualquiera de los siguientes vaporescostaneros: JOSEPIiINE H, ARRETE,DEBORAH,o SAINTJOSEPH (ST.JOSÉ) para entrega final enColón. A estos vapores no les piden certificaciónde aduana hasta que llegan a la isla o puerto dePORVENIR,donde están localizados los oficialespanameños. Sin embargo, si los contenidos decualquier embarque son cuestionados por estosoficiales, generalmente unos cuántos dólaressolucionarán la discusión.

«Desde PORVENIR,el barco puede parar enPALENQUEdonde es posible que la mercancíaen cuestión sea transferida a una lancha pequeñao a una goleta que va directo a Colón y usual-mente atraca en FOLKSRIVER.Sin embargo, porlo general la mercancía no se lleva directamentea Colón mediante estas embarcaciones peque-ñas, sino que se desembarca en Porto Bello ycon mayor certeza en PUERTOPILÓN donde seguarda o se esconde por un grupo de alemanesllamado BUSHMAYER que opera un pequeño

. almacén como pantalla. Cuando las condicionesson favorables, el contrabando se saca en auto-móvil de PUERTOPILÓN Y entra en la zona delCanal cerca de France Field para su entrega enColón, R.P.

«Llamo su atención sobre la línea de vaporesque opera desde ISLA DE BARÚ Y abandona lasaguas costeras directamente hacia Colón. Losbarcos que salen del puerto de SALZURROpueden utilizar esta misma ruta. Esto se hacepara evadir a los oficiales panameños en PORVE-NIRYno se hace supervisión alguna de los pasa-jeros y la mercancía a bordo de estas embarca-ciones hasta que la nave atraca en el muelle 5,en Colón. El encubrimiento de narcóticos en lasembarcaciones que usan esta ruta se hace porla tripulación que los desembarca cuando los

States. Hegemony and Interdependence, University ofGeorgia Press, Athens, 1992.Para conocer una comparación con las posiciones tanto nor-teamericanas como británicas acerca de la «amenaza nazi»en Argentina, véase Ronald C. Newton, The 'Nazi Menace'in Argentina, 1931-1947, Stanford University Press, Stanford,1992. 77

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pasajeros se han ido, o en ampolletas de vidriodentro de los bananos; se pueden esconder mu-chas ampolletas en un racimo".

Seagradeceria que el Departamento de Estadoenvíe copias de esta comunicación a la legaciónnorteamericana en Bogotá, para que estas preten-didas situaciones se pongan en conocimiento delas autoridades colombianas correspondientes.

(traducido del Inglés)

NA 821.114 NARCOTICSj123

Documento 14

EMBAJADADE LOS ESTADOSUNIDOSDE AMÉRICA

No. 302

Ciudad de Panamá, febrero 9, 1940

ASUNTO:El pretendido cultivo de amapola enColombia y el tráfico ilícito de cocaína

CONFIDENCIAL

HonorableSecretario de EstadoWashington

Señor:

Tengo el honor de acusar recibo de la instruc-ción estrictamente confidencial No. 116, fechadaen diciembre 27 de 1939, que incluía copias deuna carta fechada en diciembre 16 de 1939 delDepartamento del Tesoro en relación con elpretendido cultivo de amapola en el valle del rioSinú, Colombia, y sobre el tráfico ilícito de co-caína.

78

Incluyo copia de mi carta, fechada en enero13 de 1940, al gobernador del Canal de Panamá,solicitándole cualquier información que le fuesedisponible en relación con estos supuestoscultivos y tráfico, e (incluyo) una copia de larespuesta del gobernador encargado, fechada enfebrero lo. de 1940. El gobernador encargadoreporta que la investigación conducida local-mente por las autoridades del Canal indica queno hay cultivos de amapola en la referida regiónde Colombia, y que se cree que allí el clima noes el apropiado para tal cultivo>". El coronelEdgerton agrega que se han introducido peque-ñas cantidades de cocaína en la República dePanamá desde la costa Caribe de Colombia, peroque aquella sobre la cual las autoridades delCanal tienen alguna información llevaba la marca

"Merck" y había sido procesada en Alemania.

En vista de los resultados negativos de lainvestigación realizada por (las autoridades) delCanal de Panamá, no creo que tenga ningún sen-tido trasladar este asunto a las autoridades pana-meñas apropiadas, y por tanto no lo haré a menosque el Departamento (de Estado) imparta instruc-ciones adicionales en dicho sentido.

De usted, respetuosamente,

WilIiam Dawson

(traducido del inqlés)

NA 821.114 NARCOTICSj143

Documento 15

CANAL DE PANAMÁZONA DEL CANAL

DEPARTAMENTOEJECUTIVO

Balboa Heights, Zona del CanalFebrero 10. de 1940

CONFIDENCIAL

Honorable WilIiam Dawson,Embajador norteamericano,Panamá, República de Panamá

Apreciado señor embajador:

Desde la recepción de su carta de enero 13solicitando información sobre las alegacionesacerca de los cultivos de amapola en el valle delrio Sinú, en las vecindades de Montería y Sopla-viento, Colombia, y en relación con el tráficoilícito de cocaína, tal como se describen en unacarta del Departamento del Tesoro, fechada endiciembre 16 de 1939, se ha hecho una investi-gación sobre el tema; lo que sigue son los extrac-tos correspondientes del reporte de la inves-tigación:

"En lo que se puede deducir de la investigaciónefectuada localmente, no hay cultivo de amapolaen la mencionada región de Colombia, y se creeque el clima de esta área, tropical, baja y costera,no es favorable para tal cultivo.

30 Hay que anotar que sólo en 1983 se hicieron los primeroshallazgos de plantaciones de amapola en el país, particu-larmente en el departamento del Tolima; véase Juan GabrielTokatlian, Drogas, dilemas y dogmas. Estados Unidos y lanarcocriminalidad organizada en Colombia, Tercer MundoEditores, CEI, Bogotá, 1995, p. 62.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

"La cocaína ha sido introducida en pequeñascantidades a la República de Panamá desde lacosta Caribe de Colombia, pero no hay razónpara sospechar que se hayaoriginado en ese país.De toda la que tenemos información llevaba lamarca 'Merck' y fue procesada en Alemania.Cualquier tráfico de narcóticos en poblacionestan pequeñas como las referidas atraeria unaatención considerable. Así haya una comunica-ción constante mediante botes en el comerciode bananos entre Colón y Acandí. estos botes,sus propietarios, oficiales y tripulaciones, sonbien conocidos y cuidadosamente observadospor las autoridades de la zona del Canal y de laRepública de Panamá. Cualquier tráfico ilegalentre el puerto de Colón y tales lugares, pequeñosy aislados, como Palenque y Puerto Pilón, nopodría efectuarse sin el conocimiento de lasautoridades.

"La persona o las personas a las que se hanreferido como 'alemanes llamados Bushmayer'probablemente son Theodore Brustmeyer, quienadministra una pequeña cantina y tienda enPuerto Pilón. Él es mitad austriaco, mitad latino,y sus contactos son casi exclusivamente con loslatinos y los norteamericanos de la zona delCanal. En lo que yo conozco, jamás se hasospechado de alguna conexión (de Brustmeyer)con la introducción de narcóticos en la Repúblicade Panamá o en la zona del Canal.

"Como señalé antes, ha habido algún tráficode narcóticos entre los puertos caribeños deColombia y el puerto de Colón. Sin embargo, yaque Alemania es sin duda el lugar de origen delos narcóticos que llegan a Colombia, lascondiciones actuales en Europa y en altamarimpedirían que los traficantes colombianosrecibiesen la mercancía, y (por tanto) cualquieraque en Colón desease ocuparse en ese tráficotendria que buscar su abastecimiento en otraparten.

Espero que esta información le sea útil. Si algomás puede hacer esta oficina para ayudarlo, porfavor comunicármelo.

De usted, mí querido doctor Dawson,

Muy sinceramente,Glen E. EdgertonGobernador encargado

(traducido del inglés)

NA 821.114 NARCOTICSj143

Documento 16

Ministerio de Relaciones Exteriores

No. 01.91

Bogotá, 24 de enero de 1940

A su Excelenciael señor Spruille Braden,Emb<tiador Extraordinario y Plenipotenciariode los Estados Unidos de AméricaCiudad

Señor Embajador:

En relación con el atento oficio de VuestraExcelencia número 124 en que denuncia a esteDespacho, según un documento del departa-mento del Tesoro de vuestro país, varios casosde cultivo ilícito y tráfico de amapolas en algunasregiones de Colombia, me permito expresar aVuestra Excelencia lo siguiente:

El Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsiónsocial comunica que es esta la primera noticiaque la (sic) llega en este asunto; pero como loconsidera de grande importancia y gravedad, hadecidido constituir una comisión investigadorapor tiempo indefinido, de dos expertos, altosfuncionarios de ese Ministerio, la cual se trasla-dará al Departamento de Bolívar y recorrerácuidadosamente las zonas que se detallan en eldocumento del Departamento del Tesoro devuestro país. Dicho Despacho está decidido allevar esta investigación con todo detenimientohasta poner todos los remedios que sean del casoen el desarrollo de los delitos que se denuncian. 79

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Oportunamente informaré a Vuestra Exce-lencia los posteriores incidentes que ocurran entorno de este asunto.

Me valgo de esta oportunidad para reiterar aVuestra Excelencia las expresiones de mi másalta y distinguida consideración.

POREL MINISTRO,EL SECRETARIO,

A. González Fernández

NA 821.114 NARCOTICSj138

Documento 17

Bogotá, marzo 2 de 1940

Al SEÑORMINISTRODETRABAJO, HIGIENEY PREVISIÓNSOCIAL

Comisionados por este Ministerio para realizaruna visita de inspección al Departamento deBolívar con el objeto de comprobar la exactitudde la denuncia formulada por su Excelencia elSeñor Embajador de los Estados Unidos antenuestro Gobierno, tenemos el honor de rendirel siguiente informe, que hemos dividido enepígrafes para mayor claridad de nuestro trabajo.

CULTIVO ILÍCITO DE AMAPOLAS PARA LAFABRICACIÓNDEL OPIO

En el documento transcrito por el Señor Emba-jador manifiesta el organismo competente delDepartamento del Tesoro de los Estados Unidosque, de fuente confidencial y digna de crédito,sabe que buena parte del suelo de Colombia sehalla destinado exctusivamente" a cultivar ama-polas para producir opio. Agrega la informaciónque esas tierras se encuentran en la región supe-rior del Valle del rio Sinú, hacia el norte y el surde la ciudad de Monteria.

Nos permitimos observar que hay una francacontradicción en la denuncia al aseverar primeroque buena parte del territorio colombiano se des-tina a ese cultivo y luego cinrcunscribirla a unalimitada zona del Departamento de Bolívar queha sido objeto de la visita practicada por nosotrosen los días comprendidos entre el 24 de enero yel 17 de febrero, conforme al siguiente itinerario:

80 31 Subrayado en el original.

MONTERÍA

Ciudad de 62.708 habitantes, cuyas vías decomunicación con la costa son difíciles. Pobla-ción exclusivamente ganadera. Los extranjerosvecinos de esta ciudad son escasos, en sumayoria sirios, dedicados al comercio legítimo,caso frecuente en el resto de la República. Sedesconoce en absoluto la toxicomanía y, es deobservar que las drogas heroicas usadas paralas necesidades médicas son muy reducidas (...)

Existe una Unidad Sanitaria dependiente deeste Ministerio cuyo Director es el médico LuisYances. Interrogado por nosotros manifestó quepuede afirmar que en esa región no ha existidoni existe cultivo alguno sospechoso y quesimplemente en pocos jardines crecen árbolesde coca, cosa común en muchas poblacionesde Colombia, pero con la ventaja para Monteríade que sus moradores no acostumbran masti-carla, como ocurre desgraciadamente en otroslugares. Idénticas afirmaciones hizo el Alcaldede la ciudad, quien une a su condición de primeraautoridad, la de ser farmacéutico.

Tomando como punto céntrico a Montería,emprendimos un viaje de inspección ocular atoda la zona comprendida entre esta ciudad ySincelejo, en la cual empleamos cuatro días,visitando las poblaciones de San Carlos, Ciénagade Oro, Sahagún, Chínú, San Andrés, Sampués,Corozal y Sincelejo, no encontrando manifesta-ción alguna de cultivos de ninguna clase deamapolas, ni el más pequeño dato que hicierasospechar plantaciones ilícitas. Grandeshaciendas de ganado, mucho terreno virgen decultivo y ni por asomo tierras «rozadas y colo-cadas en condiciones por nacionales alemanes,únicos habitantes de la región».Muy por el contra-rio, no existe en esas sabanas colonia alemana ytodos los cultivos están en manos de colom-bianos, desconocedores en absoluto de planta-ciones que no sean las normales de la región,muy rica para que el labriego se sienta inclinadoa cultivos ilegales.

De Sincelejo fuimos al puerto de Tolú, sin quede nuestras observaciones personales ni de losinformes recibidos pudiéramos deducir nadaanormal en materia de cultivos.

La visita efectuada a la región comprendidaentre Monteria y Lorica, en la cual empleamostambién cuatro días, nos permitió visitar laspoblaciones de Cereté, y demás ubicadas en lamargen izquierda del río Sinú. Región de lasmismas características de la visitada anterior-mente, con mayor densidad de masa campesina,

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

sin que ésta constituya núcleos urbanos, dedi-cada, a más de las labores agrícolas, a la pesca.

Si alguna diferencia quisiera establecerse conla anterior, la encontrariamos en la menor exten-sión de terreno virgen, circunstancia que facilitóla inspección ocular realizada. En todas laspoblaciones de esta región persiste la costumbrede no usar la coca masticada.

Otra visita interesante fué la realizada desdeLorica a Cispatá, pasando por San Antero. infruc-tuosa también desde el punto de vista de nues-tras gestiones. Terreno poco cultivado, pues soloexisten algunas plantaciones de algodón. Laúnica manifestación industrial es la existenciade una fábrica de tanino colombo-italianaubicada en la bahía de Cispatá.

Al regresar a Cartagena efectuamos la visita alas poblaciones mencionadas en el informeconfidencial del Gobierno Americano "en eltriángulo formado por las ciudades de Cartagena,Soplavientos y San Luis, región ésta habitada pornacionales alemanes y por unos pocos colom-bianos». Resultado negativo dió también estainvestigación, y no está por demás patentizar lainexactitud del informante al informar que en elcitado triángulo residen unos pocos colombianoscuando comprende la ciudad de Cartagena,capital del Departamento de Bolívar, una de lasmás antiguas de Colombia, con 86.197 habitan-tes de los cuales solo 581 son alemanes.

De existir el cultivo de la amapola, lo que noaparece en la inspección verificada, seria muyescaso y sin ninguna posibilidad de traficarse conella.

CULTIVO DE LA COCA

No es un secreto para nadie que, desgracia-damente, en Colombia, lo mismo que en Bolivia,Perú y Ecuador, existe la coca en estado silvestrey que, en determinadas regiones de esos países,hay indígenas que la usan como alimentomasticándola mezclada con cal (oo.)

Ni el menor indicio de que la coca del paíssea utilizada para fabricar cocaína, y la existenteen el mercado clandestino con el nombre de«Player»y con la leyenda "Made in Gerrnany» noprocede de nuestro país; a menos que se hayautilizado la que, procedente de la casa Merck,fué sustraida en los años de 1938 (mil gramos) y1939 (cuatrocientos gramos), sustraccionesdenunciadas oportunamente a Ginebra, auncuando el Gobierno tiene sospechas de que los

robos fueran efectuados a bordo del barco debandera alemana Cordillera que la transportaba yno en la Aduana de Barranquilla=.

Respecto del Departamento de Bolívar, endonde se afirma que hay fabricación clandestinade estupefacientes, se puede asegurar que soloen Monteria existen unos pocos árboles (de coca),que no llegan a ciento, cultivados en jardines ysolares como plantas ornamentales, sin ser obje-to de uso alguno, y en San Andrés de Sotaventodos hectáreas de terreno situadas a un kilómetrode la población de propiedad de los señoresIluminado Rojas, Julio Ubirami (y)Juvenal Osorioquienes venden las hojas a las farmacias parausos medicinales. No se cultiva en Caimito, SanOnofre, San Carlos, Bodega Central, Sucre,Mompox, Barranca de Loba, Ovejas, Corozal, SanMartín, San Benito, Villanueva, Soplaviento,Sincelejo, Zambrano, San Jacinto, Carmen deBolívar, Tolú, Magangué, Calamar, Ayapel. SanEstalisnao, Sahagún y Cereté, municipios todosde este Departamento.

PUERTOSDE SALIDA

Se afirma en la denuncia que la droga proce-dente de Soplaviento llega a Cartagena en tren,y de allí es llevada en automóvil o en animalesde carga a Tolú, Cispatá o Acandí. Nos pareceque el informante desconoce la situación de lospuertos antes mencionados, distantes entre síunos cientos de kilómetros, sin carretera nicamino alguno que permita su comunicacióndirecta. Puede irse fácilmente a Tolú desdeSincelejo por magnífica carretera y a esta pobla-ción desde Corozal también por buena carretera;Corozal tiene servicio aéreo con Cartagena. Esdecir, los dos caminos practicables de Cartagenaal puerto de Tolú son: por mar en lanchas coste-ras que gastan en el recorrido unas veinticuatrohoras, o Cartagena-Corozal. avión; Corozal-Sincelejo y Sincelejo-Tolú. automóvil. En conse-cuencia, debe descartarse en absoluto laposibilidad de viajar de Cartagena aTolú en mulo.Puedeafirmarse lo mismo del viaje a Cispatá, lugara donde se llega por la vía maritima por el mismoprocedimiento que a Tolú siendo la duración deunas horas más. Para llegar a Cispatá por otra víael itinerario es: avión Cartagena-Lorica, de Loricapor un mal camino, pasando por San Antero. a

32 Según las autoridades alemanas, los robos fueron perpe-trados por empleados colombianos en la aduana de Barran-quilla; véase von Nostitz, cónsul alemán, Ginebra, agosto23 de 1940, NA 821.114 NARCOTICS/219. 81

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Cispatá. trayecto que se hace en dos horas a pesarde no haber sino 25 kilómetros de distancia. AAcandí que pertenece a la Intendencia del Chocóy está situado muy cerca a la frontera panameña,no hay posibilidad de llegar sino por el mar,desechando en absoluto la posibilidad deestablecer una comunicación normal con laspoblaciones mencionadas en el informe comoproductoras de drogas heroicas.

(...)

BARCOSMENCIONADOSEN LACOMUNICACIÓN

82

De la investigación efectuada por nosotrospudo comprobarse que existe una pequeña em-barcación a vela y motor designada con el nom-bre de Josefina (Josephine) que se dedica alcomercio de cabotaje con Panamá y también alcontrabando de telas y otros artículos de fácilventa. Dicha embarcación está matriculada enTolú al mando de Ascensión Torres Cárdenas;es de propiedad de Itílarío Camacho y desplazacinco toneladas. Ni el alcalde de Tolú, ni las auto-ridades del resguardo han observado nada queinduzca a pensar que dicho barco transportedrogas heroicas. A pesar de esto, no negamos laposibilidad de que haya podido sacar algunasampolletas de morfina o cocaína compradas, sino de manera legal, con ciertos requisitos, aestablecimientos que las expenden. Este asuntoserá motivo de epígrafe aparte.

En cuanto a la lancha Débora la única referen-cia que se tiene es la suministrada por el alcaldede San Antero quien informó que hace unoscinco años había conocido una embarcación deese nombre que conducia banano de Acandí aColón. Su propietario era un jamaiquino cuyonombre no recuerda. Ninguna noticia pudo obte-nerse sobre el Arrete y el San José.

El resguardo de Tolú nos facilitó algunos datosde otras embarcaciones que también se dedicanal contrabando y cuyo tonelaje y condiciones sonanálogas a las del Josefina, información quetranscribimos por considerarla de utilidad parala investigación seguida por el Gobierno Ame-ricano. Ondina, patrón Isidro Morales. Mi Prefe-rida de propiedad de Catalino Barragán. Lola yCatica, de Ventura Morillo. La Ley de Dios cuyopatrón Ventura Cortés es individuo peligroso; yel llamado OIga, acerca del cual no pudieronsuministrar dato alguno.

Los hermanos Bibragher, de nacionalidad

rumana, dos de los cuales viven en Tolú, y otrode nombre Israel en Obaldía (Panamá)poseen unaembarcación dedicada al contrabando cuyonombre y características desconocen los delresguardo, pero de cuya existencia están seguros.La lancha en cuestión es de motor y vela.

Todas las embarcaciones mencionadas salende Tolú con destino a puertos colombianos, fron-terizos con Panamá, de donde en forma ilegalvan al puerto panameño de Obaldía. Allí recogencontrabando y regresan a Colombia sin queoficialmente hayan tocado en ningún puertoextranjero. La vigilancia de estos barcos es muydifícil, por no decir imposible, ya que el resguardocarece de lanchas apropiadas para impedir elembarque del contrabando en la extensa costacolombiana del Atlántico.

De la Isla de Barú solo diremos que, por losinformes obtenidos, es un foco de contrabando,sin que hubiera tenido resultado alguno la gestiónhecha por nosotros para averiguar si por ese sitiose haya podido traficar con drogas heroicas.

(...)

ANOMALÍAS EN EL TRÁFICO INTERNO DEESTUPEFACIENTESEN LA REGIÓNVISITADA

A pesar de que las leyes colombianas esta-blecen un control severo sobre el comercio deestupefacientes y de las especialidades que loscontengan, en la visita realizada hemos encon-trado una benevolencia, si así pudiera llamarse,en la aplicación de esas disposiciones que se hatraducido, en algunas poblaciones, en un con-sumo superior al que se hubiera realizado alaplicarse estrictamente

(...)Sumadas las ampolletas (de clorhidrato de

morfina) de Sincelejo y Lorica dadas al expendiode modo irregular, o sean 3.432, y agregada aesta cantidad las 1.559 compradas por (el doctor)Lafont. se tendrá un total de 4.991 ampolletasque, en el terreno de las hipótesis, pueden habersalido por los puertos colombianos de Tolú yCispatá con destino a Panamá.Hecho lamentablede haberse efectuado, pero que no reviste lagravedad que tuviera si existieran en Colombiafábricas clandestinas, como lo insinúa el memo-randum del Gobierno Americano

(...)

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

DATOSCOMPLEMENTARIOS

(...) El doctor ríanzen. ingeniero agrónomo delDepartamento (de Bolívar), quien recientementelo recorrió en cumplimiento de misión oficial,manifiesta que en las zonas por él visitadas noencontró cultivo alguno de plantas productorasde estupefacientes. Informa que en las regionesaltas de Bolívar hay plantaciones silvestres decoca la cual no se usa para masticar, ni muchomenos para fines industriales.

El Administrador de la Aduana de Cartagenaafirma que la mayor parte del contrabando demercancías que viene de Panamá lo realizan lasdoscientas y pico de goletas de bandera colom-biana dedicadas al comercio del coco. Estas em-barcaciones entran a Panamá ilegalmente, ya queson despachadas de Cartagena para otrospuertos colombianos colindantes con Panamá,pero no están autorizadas a llegar a esa Repú-blica. Si el Gobierno Panameño les impidiese laentrada en sus puertos, prestaria un gran servicioa los intereses de Colombia, perjudicados hoypor el contrabando que se realiza gracias a labenevolencia de las autoridades aduaneras delvecino país.

(...)Se tiene la sospecha de que durante el año

de 1937 hubo un comercio ilícito de cocaína,realizado desde el puerto de Cartagena con bar-cos que se dirigían a los Estados Unidos. Pareceprobable que frascos de cridarrobina Merck de25 gramos de cabida fueran utilizados para enva-sar una mezcla de clorhidrato de cocaina y sulfatode quinina. Se calcula como empleados en estecomercio treinta frascos, teniendo en cuenta quelas ventas realizadas por las casas de Cartagenafueron en los dos años anteriores y en los dosposteriores las siguientes:

Año de 1935 Frascos 14Año de 1936 Frascos 28

33 Un reporte del gobierno norteamericano afirmaba que eluso de marihuana en los Estados Unidos «se notaba parti-cularmente entre los latinoamericanos y la población hispa-noparlante. La venta de cigarrillos de cannabis ocurre engrado considerable en los estados de la frontera con Méxicoy en las ciudades del suroeste y el oeste, lo mismo que enla ciudad de Nueva York, y de hecho en dondequiera quehaya colonias de latinoamericanos»; véase U.S. TreasuryDepartment, Traffic in Opium and other Dangerous Drugsfor the year ended December 31, 1929, U.S. GovernmentPrinting Office, Washington, D.C., 1930, p. 15.Véase también David F. Musto, La enfermedad americana.Orígenes del control antinarcóticos en EV, CEI, EdicionesUniandes, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1993, pp. 248-254.

Año de 1938Año de 1939

Frascos 13Frascos 18

mientras que en 1937 se vendieron cincuentafrascos. Cuando las autoridades tuvieron noticiade este hecho ya fué tarde para encontrar a losdelincuentes (...)

(Firmado)F.Carreras Reura

(Firmado)Jorge Velandia M.

NA 821.114 NARCOTICSj157

La marihuana

Hasta la década de los años treintas la marihuanano se había considerado un problema de saludpública en los Estados Unidos. Hasta entonces seconsideraba como un vicio de grupos étnicosminoritarios, bohemios, músicos de jazz, marinos yotros elementos marginales en la socíedad=. Cuandose empezó a reportar que jóvenes anglos estabanconsumiendo la yerba, comenzó una presión por partede grupos de educadores y comunidades religiosaspara ilegalizarla. La misma Oficina Federal de Narcó-ticos estaba detrás de los esfuerzos para criminalizarla marihuana, anunciándola como una droga queinducía a la violencia entre los que la fumaban. Todasestas presiones tuvieron éxito cuando el presidenteFranklin D. Roosevelt sancionó la Marihuana Tax Actel 2 de agosto de 1937, la cual criminalizó la venta yuso de la marihuana como delitos federales".

Aunque ya existían medidas que tenían que vercon la marihuana en Colombia desde 1928, sólo seprohibió su cultivo en el país en septiembre de 1939concediéndose un plazo de 60 días para destruir lasplantaciones existentes en el territorio nacionalíl)".Después de la legislación vino la persecución aquienes cultivaban, vendían o fumaban marihuana,

34 Véanse Jerome L. Himmelstein, The Strange Career ofMarihuana. Politics and Ideology of Drug Control in America,Greenwood Press, Westport, 1983, pp. 4, 58-71; Morgan,Op. cit., pp. 138-142; Walker (1989), Op. cit., pp. 99-107.

35 VéanseWilliam L. Partridge, «Cannabis and Cultural Groupsin a Colombian Municipio», en Vera Rubin, compiladora,Cannabis and Culture, Morton Publishers, La Haya, 1975,p. 148; resolución 645 de 1939 (septiembre 18), Diario Ofi-cial, octubre 6 de 1939.

En 1946, el senador barranquillero Néstor Consuegra pre-sentó un proyecto de ley que sería aprobado por el Congresoy que condenaría sin beneficio de excarcelación a quienestraficasen o consumiesen marihuana; véase «La logia delvicio», Semana, mayo 14 de 1949, p. 12. 83

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los que, como en los Estados Unidos, pertenecíantambién a grupos marginales de la sociedad (general-mente prostitutas, cargadores de puerto, marinerosy pequeños delincuentes) especialmente en la CostaAtlántica".

En esta sección se reproducen algunos documen-tos relacionados con la persecución al comercio yconsumo de marihuana en Colombia durante los añosque siguieron a la prohibición.

Documento 18

LIGA DE LAS NACIONES

O.c.S.jConfidenciaIj1117

Ginebra, abril 10 de 1940

TRÁFICO DE OPIO Y OTRASDROGASPELIGROSAS.

DISTRIBUCIÓN DE CIGARRILLOSDEMARIliUANA PORMARINEROSENTRELAS

PROSTITUTASEN BUENAVENTURA,COLOMBIA.

Reporte comunicado por el gobiernocolombiano, marzo 11 de 1940.

Nota del Secretario General: De acuerdo conel artículo 23 de la Convención Limitadora delProcesamiento y Reguladora de la Distribuciónde Drogas Narcóticas de 1931, el SecretarioGeneral tiene el honor de comunicar a los intere-sados en la Convención y a otros estados elsiguiente reporte sobre el caso antes mencio-nado.

REPÚBLICADE COLOMBIAMinisterio de Relaciones ExterioresBogotá, 11 de marzo de 1940

Como resultado de la información contenidaen la correspondencia dirigida al periódico ElLiberal de Buenaventura, se celebró una reuniónen la oficina del Administrador de Aduanas. Lospresentes incluían al mismo Administrador (deAduanas) dos médicos, y los tres directores delas fuerzas de policía nacional, departamental ymunicipal. En el curso de la reunión, se solicitóa los directores de las tres fuerzas policiales lo

36 Véanse Bruce M. Bagley, «The Society and ItsEnvironment», en Dennis M. Hanratty y Sandra W. Meditz,compiladores, Colombia, a country study, Federal ResearchDivision, Library of Congress, Washington, D.C., 1990, p.127; B. R. Elejalde, «Marihuana and Genetic Studies in Co-lombia. The Problem in the City and in the Country», en

84 Rubin, Op. cit., p. 328; Rafael Ortegón Páez, Vorágine aluci-

mismo que al director de los aforadores de adua-nas, quienes son responsables de ejercer lasupervisión de las embarcaciones, que mantu-viesen una estricta vigilancia sobre la droga aldesembarcar de las naves, lo mismo que sobresu distribución y consumo en los sectores donderesiden las prostitutas.

En una declaración hecha en presencia delalcalde, M. Helcías Rodríguez T., se dijo quealgunos marineros de los barcos de la líneamarítima "Santas» eran quienes distribuían loscigarrillos de marihuana en los sectores mencio-nados. Este hecho fue confirmado por una pros-tituta quien habitualmente consume la marihua-na que le dan los marineros y a quien se le conocecomo "La Marihuana »,

Yaque esto constituye, por sí solo, un asuntograve, y para prevenir que estos marineros conti-núen distribuyendo marihuana, las autoridadesdieron plena información sobre el caso al gerentede la Corporación Maritima Colombiana, la firmaque ejerce como agente de las embarcacionesde la línea "Santas» , y le advirtieron que en casode repetirse estos hechos, y si se comprueba quecuando arriban al puerto los marineros de cual-quier embarcación de "Santas» continúan distri-buyendo la droga, se le multaria con la suma de200 pesos (340 francos suizos). También se lesolicitó que informase sobre los hechos a loscapitanes de todas estas embarcaciones, paraque a su vez ellos puedan prohibir el desembar-que de drogas por parte de miembros de sustripulaciones.

Hasta el momento, los casos delictivos no sehan repetido, y se ha ordenado a todas las fuerzasde policía, lo mismo que a los empleados de launidad municipal de salud, que ayuden en eltrabajo de supervisión y detección de tales deli-tos.

Por el ministro:

(firmado) A. González FernándezSecretario general

(traducido del jnglés)

NA821.114 NARCOTlCSj162

nante en la historia de las drogas, Ediciones Tercer Mundo,Bogotá, 1981, p. 106; Pérez Gómez, Op. cit., p. 37; Hernan-do Ruíz Hernández, «Implicaciones sociales y económicasde la producción de marihuana", en Asociación Nacionalde Instituciones Financieras, ANIF, compilador, Marihuana,legalización o represión, Biblioteca ANIF de economía,Bogotá, 1979, p. 111.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

Documento 19

Bogotá, abril 19 de 1941

INFORMEDELASECCiÓNJURÍDICAYDEPOLICÍASANITARIADELMINISTERIODETRABAJO,HIGIENEY PREVISiÓNSOCIAL

El 7 de marzo último la Policía de Seguridaden colaboración con la Policía Sanitaria Nacional,sorprendió en el barrio de vida alegre de Barran-quilla (Departamento del Atlántico) a Amín BarriosVarela quien vendía cigarrillos de marihuana delos que se le encontraron diez, muy mal confec-cionados, envueltos en papel de estraza y conapariencia de haberse molido la planta poco tiem-po antes, pues no estaba suficientemente seca.

Detenido el traficante fué entregado al Juezde turno en lo Penal, quien avocó el negocio queactualmente sigue su curso. El sindicado esvecino de Santa Marta (Departamento del Magda-lena), de donde proceden los cigarrillos.

El Jefe de la Policía Sanitaria de Barranquillafué comisionado para visitar el Departamento delMagdalena e investigar lo pertinente en todas laspoblaciones de esa región.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial

Policía Sanitaria

NA 821. I 14 NARCOTICSj263 PSjGC

Documento 20

Bogotá, mayo 8 de 1941

INFORMEDE LA SECCIÓNJURÍDICA Y DEPOLICÍA SANITARIADEL MINISTERIODETRABAJO, 11IGIENEY PREVISIÓNSOCIAL

Comunica el inspector de Policía Sanitaria delDepartamento del Atlántico, que el cinco de mayodecomisáronle a Efraín Rocha Ibañez en su casade habitación de Barranquilla, diez matas demarihuana, que tenía sembradas. El susodichoRocha se halla detenido, a disposición del JuezPenal que adelanta la investigación correspon-diente.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial

Policía Sanitaria

NA821.114 NARCOTICSj263 PSjGC

Documento 21

Bogotá, agosto 27 de 1941

INFORMEDELASECCiÓNJURÍDICAYDEPOLICÍASANITARIADELMINISTERIODETRABAJO,HIGIENEYPREVISIÓNSOCIAL

El inspector de la Policía sanitaria, SeccionalAtlántico, informa que ellO de agosto de 1941,Cristóbal Bolívar y Cipriano Rodríguez fueronarrestados en la zona de tolerancia de la ciudadde Barranquilla mientras intentaban vender ciga-rrillos de marihuana, y que les fueron decomi-sados 26 cigarrillos de marihuana.

Las personas arrestadas, quienes fueron entre-gadas al juez en lo penal, son residentes en eldepartamento del Magdalena, vecino al depar-tamento del Atlántico. Los cigarrillos proveníandel primer departamento, pero la situación delos cultivos no ha sido determinada hasta elmomento.

(traducido del inglés)

NA 821. 114 NARCOTICSj323 PSjDM

Documento 22

Bogotá, febrero 6 de 1942

AMPLIACIÓNAL INFORMEDE LA SECCIÓNJURÍDICA Y DE POLICÍA SANITARIADELMINISTERIODE TRABAJO, HIGIENEY

PREVISiÓNSOCIAL,

fechado el 23 de octubre de 1941

El señor Alberto Sinkler, súbdito inglés, espropietario de un cabaret en el barrio de Tsta(sic), de Cartagena. Vivía en ese establecimientoMarina Rovira, quien fué hospitalizada en elSanatorio Municipal a causa de una enfermedadvenérea. Durante su estancia en el Sanatoriorecibió, como obsequio de su patrón, algunoscigarrillos de marihuana cosa denunciada por lacitada Rovira agregando que tales obsequiosobedecían al deseo de poseerla a continuaciónde hacerla fumar marihuana.

Detenido Sinkler manifestó que el regaloobedecía al deseo de curarla de ataques asmá-ticos, enfermedad, que según él padecía la mujer.La Rovira asegura que nunca ha sufrido de asma,afirmación confirmada por el dictamen delmédico tratante.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial 85

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Policía Sanitaria

NA821.114 NARCOTICSj315 PSjET

Documento 23

Bogotá, junio lo. de 1942

AMPLIACIÓNDEL INFORMEDELASECCIÓNJURÍDICA YDEPOLICÍASANITARIADEL

MINISTERIODETRABAJO,HIGIENEYPREVISIÓNSOCIAL,

fechado el 20 de abril. de este año

La marihuana decomisada a los señores B.Rodríguez y Martínez Duque lo fué en la casa dehabitación de la señora Graciela Gómez, en elbarrio Arenales de Manizales.

Como consecuencia del decomiso anterior seinició una investigación que dió por resultadoencontrar en la casa de Cupertina Padilla, madredel sindicado Rodríguez, algunas plantas demarihuana, que fueron destruidas. El peso delas hojas de estas matas fué de 500 gramos. Laseñora Padilla vive en Pereira y la requisa seefectuó el 27 de abril.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial

Policía Sanitaria

NA 821.114 NARCOTICSj334 PSjSBH

Consumo y comercio de drogasheroicas en Colombia

Elconsumo de otras drogas enColombia,ademásdeser relativamente pequeño, se concentraba en loscentros urbanos, generalmenteentredrogadictosqueconseguían los narcóticosconmédicosy farmaceutas(en ocasiones, los mismos médicos y farmaceutasse convertían también en «habituados»). En otroscasos, ladrogaeradistribuiday consumidaen «centrosde diversiones»:". Lossiguientesdocumentos ilustranalgunos de estos casos.

37 Era común en el mundo la presencia de drogas en cabaretsy en prostíbulos. Por ejemplo, la utilización de drogas en lavida nocturna de Buenos Aires en las primeras décadas del

86 siglo incluso sirvió de inspiración a varias piezas de teatro y

Documento 24-

EMBAJADADECOLOMBIA

WASHINGTON

Washington, D.C., agosto 6 de 1940

A Su Excelencia el señor Cordell fíull.Secretario de Estado,Washington,D.e.

El Embajador de Colombia saluda atenta-mente a Su Excelencia el señor secretario deEstado y, de acuerdo con las convenciones inter-nacionales sobre la materia, tiene a honra infor-marle, para su traslado a las autoridades deHigiene del Departamento del Tesoro, que lasautoridades de Higiene de Colombia han encon-trado en los Departamentos de Cundinamarca,Valle y Atlántico algunas ampolletas de Sédolfalsificado que se han estado vendiendo clandes-tinamente en el país.

Como no hay noticias de que en Colombiahaya elementos para la fabricación de dichasampolletas, se presume que pueden haber sidofabricadas en el exterior, posiblemente en losEstados Unidos e introducidas luego a Colombia.

Las autoridades colombianas adelantan lascorrespondientes investigaciones en el país. Porlo que pueda interesar a las autoridades deHigiene de los Estados Unidos se envían cuatrofotografías en las cuales aparecen, compara-tivamente las ampolletas legítimas que se impor-tan generalmente del Laboratoire D'Hypodermiede Paris y las ampolletas falsificadas que han sidodescubiertas por las autoridades colombianas.

El Embajador de Colombia anticipa sus agra-decimientos a Su Excelencia el señor Secretariode Estado por la trasmisión de ese asunto a lasautoridades de Higiene de los Estados Unidos.

No. 1515

NA 821.114 NARCOTICSj178 G

al famoso tango Tiempos Viejos; véase Donna J. Guy, Sexand Danger in Buenos Aires. Prostitution, Family, and Nationin Argentina, University of Nebraska Press, Lincoln, 1991,pp. 149-150.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

Documento 25

Bogotá, enero 27 de 1941

INFORMEDE LA INSPECCIÓNSECCIONALDEPOLICÍA SANITARIADECUNDlNAMARCA

El 13 de enero de este año el farmacéuticode la Drogueria Cajiao, de Bogotá, señor MarcoA. Barrera, comunicó al señor Inspector de PolicíaSanitaria de Cundinamarca, que en la mentadadroguería dos sujetos habían llevado, ese mismodía, dos fórmulas con marbete del Dr. Juan F.Martínez Angula en las que se prescribía 15 C.c.y 5 c.c. respectivamente de láudano deSydenham.

Que Barrera había despachado tales fórmulassolamente con 5 c.c.. y que, como los sujetoscitados le manifestaron que le seguirian llevandodiariamente idénticas fórmulas, sospechó setrataba de una falsificación y resolvió comu-nicarse con el Dr. Martínez Angula quien lemanifestó que no había suscrito tales fórmulas,ni la cédula de identidad que figuraba en lasmismas era la suya.

Respecto al papel utilizado, manifestó que setrataba de uno que había mandado imprimir enla Tipografía "Bélgica» de esta ciudad y que noutilizaba por no gustarle el trabajo tipográfico.La tirada fué de 500 hojas, que conserva en supoder. Las usadas por los habituados debían serotras, procedentes, tal vez, de la susodichaimprenta.

El día siguiente, 14 de enero, se presentó enla farmacia citada uno de los visitantes del díaanterior, con dos fórmulas extendidas en idénticopapel y con las mismas caracteristicas que lasdel día 13, por las dosis de 5 c.c. de Láudano.

El individuo fué apresado por un agente depolicía que fué llamado para el caso, quien sevió sorpresivamente atropellado por eltoxicómano, que le quitó las fórmulas pararomperlas. Pasado el asunto al Juzgado 40. enlo criminal, se tramita en la actualidad, habiendodeterminado el señor Juez que fuera recluidoen un sanatorio oficial para su desintoxicación,el sumariado.

DATOS PERSONALES.- Jesús Rincón, agri-cultor, nacido en Bogotá, el año de 1916, soltero.Es antiguo habituado, hijo y hermano detoxicómanos. Utilizaba antes morfina, de la quellegó a tomar 0,40 gramos diarios. En la actua-lidad, declara, ante la imposibilidad de conseguirdicha droga por no encontrarla de contrabando(y la poca que se encuentra, manifiesta, está a

precios inaccesibles) acude al láudano, más fácilde adquirir en las farmacias.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial

Policía Sanitaria

NA 821. 114 NARCOTICSj230 PSjMN

Documento 26

Bogotá, febrero 6 de 1941

INFORMEDE LA SECCIÓNJURÍDICA Y DEPOLICÍA SANITARIADELMINISTERIODETRABAJO, HIGIENEY PREVISIÓNSOCIAL

El 21 de noviembre último fué puesto enlibertad, después de haber sufrido una condenade cuatro años en la colonia penal de -Acacías-.como ratero, Horacio Herrera Gómez, quientambién utiliza los siguientes nombres: HerreraSalazar - Antonio Gómez Salazar - Jorge GómezSalazar - Jorge Gómez Salazar - Antonio JoséGómez - Jorge Gómez Miranda.

Según manifestación del propio Herrera, enel interrogatorio a que se le sometió, se habíadedicado al tráfico ilícito de drogas heroicas queefectuaba por la región de la Guajira (costa demar y frontera con Venezuela), pero abandonótales actividades por no serIe reproductivas, yaque le resultaba costosísimo realizar el contra-bando por esa región.

Como el sujeto mencionado está actualmenteen libertad, aunque sometido a vigilancia, inte-resa llevar al conocimiento del Comité del Opioy de los organismos encargados por los demáspaíses del cumplimiento de las Convencionesque regulan el comercio de drogas heroicas, losanteriores hechos.

Ministerio de Trabajo, Higiene y PrevisiónSocial

Policía Sanitaria

NAFW821.114 NARCOTICSj233

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Documento 27

Bogotá, junio 21 de 1941

INFORMEDE LA SECCIÓN DE POLICÍA SANITARIADEL MINISTERIO DETRABAJO, HIGIENEY

PREVISIÓNSOCIAL

De la revisión de 88 fórmulas despachadasdurante los meses de abril, mayo y junio de 1940,con drogas heroicas, en la Farmacia Meoz, deBogotá, suscritas por el Dr. Jorge Galvis Galvis,se vino en conocimiento:

10. De que la Farmacia Meoz las había despa-chado sin exigir, por tratarse de dosis extratera-péutícas. la presentación de la correspondienteautorización de la autoridad sanitaria respectiva.

20. Que el señor Luis Alberto Lizarazo. de cua-renta años de edad, casado, natural de Bogotá,donde reside y ejerce su profesión de farmacéu-tico en un establecimiento de su propiedadsituado en la calle 68 No. 23-1 1, era quienextendía las citadas fórmulas usurpando la firmadel Dr. Galvis, para luego despachar las drogasasí adquiridas, en su farmacia.

Iniciado el correspondiente sumario por laPolicia Seccional de Sanidad de Cundinamarca ytramitado legalmente, fueron dictadas por laInspección dos resoluciones que llevan fechas29 de octubre y siete de noviembre de 1940 enlas que se ordena:

10. Condenar al señor Pedro Osorío. farma-céutico director de la Farmacia Meoz a pagar afavor del Tesoro Nacional la suma de veinte pesos($20), por infracción de la Resolución 313 de1937.

20. Condenar al señor Luis Alberto Lizarazo apagar a favor del mismo Tesoro cien pesos($100), por infracción del Decreto 1377 de 1930yen consonancia con la Ley 116 de 1937.

Por último, por considerar la Inspección dePolicía Sanitaria de Cundinarnarca. que el señorLizarazo había incurrido en el delito de falsi-ficación de documentos privados, acordó enviarlo actuado al señor Juez en lo Criminal.

Inconformes los sentenciados con lo resueltade pronunciaron en recurso de alzada ante elJefe de la Policía Sanitaria Nacional, quien, enResolución No. 110 de junio 10 de 1941, confirmólas Resoluciones proferidas por la Inspección dePolicía Sanitaria de Cundinamarca.

Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión88 Social

Polícia Sanitaria

FW 821.114 NARCOTICSj266

Documento 28

INFORME DE LA SECCiÓN JURÍDICA Y DEPOLICÍA SANITARIA DEL MINISTERIO DETRABAJO, HIGIENE Y PREVISiÓN SOCIAL

Carlos García. natural de Bogotá, de 40 añosde edad, conocido por el apodo de «Chato Gar-CÍa", propietario de un establecimiento de diver-siones, situado en la carrera 7a No. 44-01, sindi-cado en varias ocasiones de traficar en drogasheroicas, fué detenido el 4 de marzo por elDetectivismo Nacional por haber encontrado ensu cabaret diferentes cantidades de drogas, alparecer, estupefacientes.

Puesto a disposición del Juez de Policíapermaneció en la cárcel hasta los últimos díasdel pasado mes de mayo, en que se le concediólibertad bajo fianza, mientras se tramita elsumario que se le sigue.

(...)Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión

Social

Policía Sanitaria

NA 821.114 NARCOTICSj343

Documento 29

Bogotá, julio 8 de 1942

INFORME DE LA SECCiÓN JURÍDICA Y DEPOLICÍA SANITARIA DEL MINISTERIO DETRABAJO, HIGIENE Y PREVISiÓN SOCIAL,

RELATIVO A UN CASO DE TRÁFICO ILÍCITO DEESTUPEFACIENTESDESCUBIERTO EN

BUCARAMANGA

El Inspector Seccional de Policia Sanitaria delos Departamentos de Norte de Santander ySantander, que practica actualmente visita a esteúltimo, tuvo noticia de la existencia de un expen-dio de drogas heroicas en el No.11-57 de Bucara-manga, a la cual concurria el Dr. Carlos Lizcano.médico, habituado a la morfina.

El 30 dejunio último el mencionado Inspector,en asocio de tres funcionarios de la PolicíaNacional, realizó una minuciosa requisa en todala casa, cuyo resultado fué el siguiente:

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

En el cuarto de la sirvienta se encontró unfrasco cuadrado de color blanco que contieneun polvo de color amarillo, cuya naturaleza nosupo indicar la sirvienta.

En una pieza interior, comunicada con otraque dá a la calle, dedicada, esta última, a la ventade drogas, se encontraron, en un armario cerra-do, los siguientes articulos: veintiuna papeletaspequeñas y una de mayor tamaño colocadas enuna cajita de bejuco; dos botellas tapadas concorcho con el siguiente rótulo "Envasada -Septiembre 15/41,,; un frasco pequeño con unlíquido color rosado que lleva una etiqueta conla inscripción "T.D.C.", y una caja de cartón conunas cápsulas gelatinosas que contienen unpolvo amarillo.

Interrogada la inquilina de la casa, MarianaRomán Tapias, manifestó que ignoraba qué clasede drogas eran, pues el propietario de ellas sellamaba Carlos Jesús Serrano farmacéuticolicenciado propietario de una farmacia en Bari-chara donde residía.

Detenido Serrano manifestó que las drogaslas había comprado a un señor de nacionalidadvenezolana hace unos cinco meses por la sumade $85, sin saber lo que eran. Al ponerle de pre-sente las papeletas que, según análisis realizadopor los peritos señores Rafael Ordonez, JorgeGómez Ortiz y Manuel Reyes, contenían clorhi-drato de morfina, dijo que él las había reern-pacado en papel blanco, pues la droga compradaal venezolano lo estaba en papel periódico. Cadapapeleta pesó diez centígramos.

Tanto el Dr. Lizcano como su amigo el señorJuan E.Guerrero declararon en la indagatoria queel farmacéutico Serrano había vendido endiferentes ocasiones, al primero, clorhidrato demorfina al precio de $1,80 los diez centígramos,o sea, a razón de $18 el gramo.

38 Walker (1989), Op. cit., p. 189.

39 Véanse Mario Arango y Jorge Child, Coca-Coca. Historia,manejo político y mafia de la cocaína, Editorial Dos Mundos,1986, pp. 195-198; Albert Fried, The Rise and Fall of theJewish Gangster in America, Columbia University Press,Morningside Edition, Nueva York, 1993, pp. 242, 267-269;Leonidas Gómez O., Cartel. Historia de la Droga, GrupoEditorial Investigación y Concepto Ltda., Bogotá, 1991, p.79; Scott B. Mac Donald, Dancing on a Volcano: The LatinAmerican Drug Trade, Praeger Publishers, Nueva York,1988, p. 27.Los comunistas chinos también persiguieron el procesamien-to y tráfico de opio durante años. El golpe de gracia contrael tráfico de opio sucedió durante la Revolución China; véase

El sindicado Serrano será entregado al Juezde lo Penal una vez concluida la investigación.

El resto de las drogas serán objeto de análisispor el Instituto Nacional de Higiene.

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Policia Sanitaria

NA 821 NARCOTICS/343

La conexión cubanaDespués de la Segunda Guerra Mundial, la cocaínallegaba a los Estados Unidos proveniente de Sura-mérica, incluida Colombia". Para entonces Cuba sehabía convertido en un importante lugar de tránsito dedrogas hacia los Estados Unidos. Numerosos ma-fiosos norteamericanos se habían establecido en laisla, donde tenían hoteles y casinos y ademásmanejaban el narcotráfico hacia los Estados Unidos.Los colombianos, generalmente antioqueños, habíanhecho contrabando a través de Panamá y el Caribehasta que descubrieron el mercado de la droga. Conel triunfo de la Revolución Cubana, y la persecuciónde los gángsters por parte del nuevo gobierno, laantigua conexión a través de La Habana se trasladó aMiami y los mafiosos colombianos continuaronaprovisionando el mercado norteamericano". Para1965, los colombianos refinaban y surtían el cien porciento de la cocaína que distribuían los cubanos enlos Estados Unidos".

Los siguientes documentos ilustran los orígenesde esta importante ruta y la participación de colom-bianos en la misma. Los años posteriores a la Se-gunda Guerra Mundial marcaron el fin de «la prehis-toria del narcotráfico en Colombia» y los orígenesdel negocio como tal. .

Charles O. Walker 111,Opium and Foreign Policy The Anglo-American Search for Order in Asia, 1912-1954, TheUniversity of North Carolina Press, Chapel Hill, 1991, pp.89-90,187-188.

40 Mac Donald, Op. cit., p. 28.

En la última novela de Mario Puzo, autor de El Padrino y ElSiciliano, Don Dominico Clericuzio, un supuesto capo de lamafia italonorteamericana se refiere a los narcotraficantescolombianos en 1965 (!), cuando dice: «[nos] retiramos delnegocio de la droga ... se ha vuelto muy peligroso [...] Loscolombianos son demasiado salvajes, demasiado temerarios,demasiado violentos. Que ellos se queden con el negocio dela droga"; véase Mario Puzo, The Last Don, RandomHouse, Nueva York, 1996, p. 8. 89

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Documento 30Bogotá, junio 10 de 1941

INFORMEDELA SECCiÓN DEPOLICÍA SANITARIADELMINISTERIODETRABAJO, HIGIENEY

PREVISiÓNSOCIAL

Ha llegado a conocimiento de este Despacho,por una confidencia, de cuya exactitud no se res-ponde, que se dedica al tráfico de drogas heroi-cas el súbdito cubano Miguel Corominas Portelacon domicilio en La Habana (Avenida Central 561,A. Tercer Piso).

Utiliza también los nombres de Manuel LermaS., José GonzáIez Portela y Mario Antonio Portela,de los que tiene pasaportes. Viaja de mayordomoen un balandro de nombre "Unión», pero a vecesse despacha con el de "Santa Maria» o con el de"Nueva Esperanza». Dicha embarcación recorrediferentes puertos del mar Caribe, entre ellosalgunos colombianos, como los de San Andrés,Providencia y BarranquilIa. Toca también enColón, Kingston y Santa Lucía.

Corominas Portela tiene unos 60 años, cano,sin bigote, corte de pelo al rape, de baja estaturay tiene el resabio de morder la punta de unpañuelo cuando está nervioso. Suele utilizar pelu-ca y bigotes postizos.

El confidente manifiesta que las drogas lasintroduce escondidas en puños de paraguas osombrillas y también entre papeles y cartonesde propaganda.

Residió en Colombia algún tiempo, y marchópara Cuba en setiembre del pasado año. Su con-ducta en este país no fué correcta, pues se leacusa de diferentes delitos que, tal vez, obliga-rán al Gobierno a solicitar la extradición.

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Policía Sanitaria

NA 821. 114 NARCOTICSj263 PSjGC

Documento 31El 20 de febrero de 1957, agentes del Servicio

de Inteligencia de Colombia, ayudados por unoficial antinarcóticos de los Estados Unidos,descubrieron una fábrica clandestina de heroína

90

41 Mario Arango y Jorge Child mencionan un caso ocurrido en1959 cuando se descubrió en el sector de El Poblado deMedellín un laboratorio donde se procesaba cocaína queluego era enviada a los Estados Unidos a través de La Ha-bana; véanse Arango y Child, Op. cit., pp. 198-199, YNerco-

y cocaína en la propiedad de Tomás y RafaelHerrán en Medellín, Colombia. Estos hermanoshabían estado dedicados al narcotráfico desde1948. La heroína de este laboratorio era vendidaen Cuba, donde los acusados fueron arrestadospor la policía cuando a Tomás Ilerrán se leencontró en posesión de 800 gramos (1,8 libras)de heroína el 24 de diciembre de 1956. AntonioBotano Sojo, un ciudadano cubano, fue arrestadopor poseer una pequeña cantidad de heroína queél había comprado a los tíerrán.

(traducido del inglés)

Bureau ofNarcotics, U.S.Treasury Department,Traffic in Opiurn and Other Dangerous Drugs Iorthe year ended December 31, 1957, U.S.Government Printing Office, Washington, D.C.,1958, p. 2241•

Documento 32Ello. de mayo de 1961 en BrookIyn, Nueva

York, agentes antinarcóticos de los EstadosUnidos arrestaron a Eladio Morales Saez y JulesGilbert Bugros, tripulantes del MV Ciudad dePasto, y les confiscaron 218 gramos de cocaína.Los acusados declararon que habían obtenidola cocaína con Jesús García Primero de Cali.Colombia, y la pasaron de contrabando a losEstados Unidos a bordo de su barco (Ciudad dePasto) que arribó a Nueva York el 30 de abril de1961. El 31 de agosto de 1931, Bugros y Moralesfueron sentenciados cada uno a 5 años deprisión.

(...)En febrero de 1961, agentes secretos de la

Oficina de Narcóticos de Miami comenzaron unaserie de investigaciones sobre (unos) distribui-dores mayoristas de cocaína en el área de Floriday Georgia. Estos violadores de la ley han sidocondenados y sentenciados a prisión.

Estos casos interrelacionados indican la exis-tencia de un grupo internacional dedicado al con-trabando de grandes cantidades de cocaína des-de Suramérica a Miami, vía Panamá y otros paísescentroamericanos. Eugenio Ramón García, deMiamL quien coordinó el contrabando, fue res-ponsable por la distribución interestatal poste-rior.

tráfico: imperio de la cocaína, Editorial Diana, Ciudad deMéxico, 1987, p. 118. Este caso es retomado por otro grupode investigadores; véase Paul Eddy, Hugo Sabogal y SaraWalden, The Cocaine Wars,W.w. Norton & Company, NuevaYork, 1988, p. 44.

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NARCOTRÁFICO Y SOCIEDAD

El 12 de septiembre de 1961, García fue arres-tado cuando entregaba cierta cantidad de cocainaa un agente antinarcóticos secreto. El juicio estápendiente en una corte federal en Miami.

(traducido del inglés)

Bureau of Narcotics, U.S.Treasury Department.Trettlc in Opium and Other Dangerous Drugs forthe year ended December 31, 1961, U.S.Government Printing Office. Washington, D.C.,1962, pp. 26-27

A manera de epílogoEn cuanto a las acciones en Colombia contra elconsumo y tráfico de estupefacientes, éstas fueroninicialmente una consecuencia de los convenios multi-laterales que el país firmó en las primeras décadasdel siglo. Después, para la década de los años treintasse combinaron la percepción de las élites de consi-derar el consumo de drogas y alcohol como un proble-ma social (y hasta cultural y racial) con los temoresde los norteamericanos a ver su país inundado pornarcóticos provenientes de México y la cuenca delCaribe.

Después de la Segunda Guerra Mundial vino elcrecimiento y la consolidación del negocio de laexportación de narcóticos desde Colombia hacia losEstados Unidos. Ésta fue también la época en quelos Estados Unidos se consolidaban como la potenciahegemónica en el continente. Así, no es de extrañarque la lucha contra el tráfico de drogas se convirtiese,según Walker, en otro instrumento de control que ayu-dase a mantener la hegemonía norteamericana enla reqiórr". Además, la vieja retórica norteamericana

42 Walker (1994), Op. cit., pp. 9-13.La lucha contra el narcotráfico también serviría de mamparaa las acciones contraguerrilleras; véase «La guerra contrala droga, según [Noam] Chomsky. Doble juego de E.U. enColombia", Lecturas Dominicales, El Tiempo, agosto 25 de1996, pp. 4-5. Como señalan otros dos autores, en los Esta-dos Unidos «la guerra contra las drogas no solamente siguelos pasos, sino que está dominada por las contradiccionesentre el control antinarcóticos y la seguridad nacional»; véa-se Jefferson Morley y Malcolm Byrne, «The Drug War and'National Securíty'», Dissent, inviemo de 1989, p. 46.

43 VéanseSteven B. Duke y Albert C. Gross, America's LongestWar. Rethinking Our Tragic Crusade Against Drugs, AJeremy P.Tarcher/Putnam Book, Nueva York, 1994, passim;Randall (1992), Op. cit., p. 253; Rubén Sánchez David yYolanda Marín, «Aspectos internacionales de la políticacontra el narcotráfico», en Jorge Mario Eastman y RubénSánchez David, compiladores, El narcotráfico en la regiónandina, Parlamento Andino, ONU-UNDCP, Bogotá, 1992,p. 19; Michael S. Sherry, In the Shadow of War. The UnitedSta tes Since the 1930s, Yale University Press, NewHaven,1995, capítulo 9; Juan G. Tokatlian, «Seguridad y drogas:

de la guerra contra el enemigo externo, que afectaríala seguridad de la nación, se trasladó a la «guerra contralas drogas» (en parte consecuencia de la guerra fría,en parte su reemplazo) y contra los narcotraficanteslatlnoamencanos=.

Sin embargo, tampoco podemos ver a Colombiacomo un actor pasivo en el complejo teatro del narco-tráfico, aún menos en las últimas dos o tres décadas.Para algunos, las exportaciones de narcóticos desdeAmérica Latina son una réplica de las «economíasde exportación de ciclo corto» que vienen desde elsiglo XIX y se destinan a satisfacer mercados en elmundo desarrollado". Pero además de existir el ele-mento de la demanda habría que tener en cuentatambién la oferta y las condiciones locales que propi-cian el desarrollo de un narcoempresariado en lospaíses productores, tal como se presenta en unestudio reciente de Patrick L. Clawson y RensselaerW. Lee. En el caso colombiano, los narcotraficanteshan sido capaces de crear mercados tales como el

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su significado en las relaciones entre Colombia y EstadosUnidos», en Juan G. Tokatlian y Bruce M. Bagley, Economíay política del narcotráfico, Ediciones Uniandes, CEI, CEREC,Bogotá, 1990, pp. 210-214; Tokatlian (1995), Op. cit., pp.81-88.En el pasado también se percibió a los líderes de organiza-ciones criminales en los Estados Unidos como enemigosexternos, «extranjeros» que no eran de origen WASP (blan-cos anglosajones protestantes). Véanse Laurence Bergreen,Capone: the man and the era, Simon & Schuster, NuevaYork, 1995, passim; Douglas Clark Kinder, «Shutting Outthe Evil: Nativism and Narcotics Control in the United States»,Journal of Policy History, vol. 3, No. 4, 1991, p. 469; DavidE. Ruth, Inventing the Public Enemy. The Gangster inAmerican Culture, 1918-1934, The University of ChicagoPress, Chicago, 1996, passim.

44 Véase Hermes Tovar Pinzón, «La coca y las economías deexportación en América Latina», en Tovar Pinzón, compi-lador, La coca y las economías de exportación en AméricaLatina, Universidad Hispanoamericana Santa María de laRábida, Granada, 1993, pp. 27 Y ss. 91

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crack para consumidores de bajos ingresos en losghettos norteamericanos y aprovechar y consolidarlucrativos mercados en Europa en asociación conorganizaciones criminales sicilianas y rusas:".Después de todo, estableciendo un paralelo con unproducto estimulante legal, el café (guardando lasdebidas proporciones), los productores y exporta-dores colombianos responden a una demanda exter-na pero a su vez fomentan el consumo y crean yconsolidan nuevos mercados por su producto; no sonentonces empresarios pasivos que responden simple-mente a las señales de la demanda del mercado.

Para Francisco Thoumi los narcotraficantes con-temporáneos colombianos también reproducirían laconducta de los empresarios exportadores colom-bianos del siglo pasado. Según dicho autor, estosúltimos tenían un esquema de «producción especula-ción» en el cual invertían poco capital, se concen-traban en el comercio y esperaban ganancias muy altasy rápidas". Sin embargo, Thoumi va más allá deconcentrarse en el factor de la demanda y discute lascondiciones de la oferta. Así, para él, las preguntasserían por qué habría Colombia de convertirse even-tualmente en centro de procesamiento y distribuciónde drogas y qué condiciones propiciaron el desarrollo

y consolidación del narcoempresariado. Para él sedieron varias condiciones: una tradición de contra-bando, violencia política, culturas criminales relativa-mente aceptadas, utilización de la violencia en activi-dades económicas como la extracción y el comerciode esmeraldas y la des legitimación del aparatoestatal".

En resumen, la mayoría de los documentosexpuestos en este trabajo presentan el fenómeno dela droga en Colombia hasta mediados de siglo comoel reflejo de preocupaciones y convenios internacio-nales y de los temores de la sociedad norteamericanapor sus propios asuntos domésticos. Sin embargo,los últimos documentos señalan una transición en laque Colombia deja de desempeñar un papel pasivopara convertirse en actor en el complejo -y violento-mundo del consumo de drogas en el mundo. Habríapues que estudiar con mayor detenimiento la historiasocial, política y económica del país durante el periodocomprendido entre los finales de la Segunda GuerraMundial y los comienzos del gobierno de Fidel Castropara entender por qué Colombia y narcoempresarioscolombianos se incorporaron muy activamente alnegocio.

92

45 Véanse Patrick L. Clawson y Rensselaer W. Lee 111, TheAndean Cocaine Industry, St. Martin's Press, Nueva York,1996, pp. x-xi, capítulo 2; Stephen Handelman, ComradeCriminal. Russia's New Mafiya, Yale University Press, NewHaven, 1995; Claire Sterling, Thieves' World. The Threatof the New Global Network of Organized Crime, Simon &Schuster, Nueva York, 1994.Según información recogida por Gary Webb, periodista delSan Jose Mercury News, la CIA también tuvo que ver en lacreación del mercado del crack en Los Angeles; con partede las ganancias provenientes de este tráfico se financió ala Fuerza Democrática Nicaragüense, FDN (los contras) ensu guerra contra el gobierno Sandinista en la década de losaños ochentas. Otra investigación posterior publicada porLos Angeles Times sostiene que el crack ya circulaba enlos ghettos de esa ciudad antes de la llegada de los narcotra-ficantes nicaragüenses vinculados a los contras. VéanseGary Webb, «The CIA, contras and crack. Cocaine pipelinefinanced rebels», Seattle Times, agosto 22 de 1996, pp. 1,6-7; Marcela Sánchez Fonseca, «CIA: ¿traficantes de cocaí-

na?», El Tiempo, septiembre 22 de 1996, p. 17A; «Desmien-ten vinculación de la CIA con el narcotráfico», El Tiempo,octubre 21 de 1996, p. 11A.

46 Thoumi se basa en el análisis presentado por José Antonioacampo. Véanse Francisco E. Thoumi, «Why the lIIegalPsychoactive Drug Industry Grew in Colombia», JournalofInteramerican Studies, otoño de 1992, pp. 52-53; José Anto-nio acampo, Colombia y la economía mundial, 1830-1910,Siglo XXI Editores, Bogotá, 1984, pp. 61-64.

47 Véase Thoumi, Op. cit. Estos argumentos los encontramostambién en su libro Economía política y narcotráfico, TercerMundo Editores, Bogotá, 1994, capítulo 5.En cuanto a la aceptación del contrabando y su «legalidadde hecho» como uno de los factores que facilitaron la implan-tación del narcotráfico en Colombia, véase Nancy TiradoCardona, «Impacto de una nueva actividad sobre el desarro-llo de una región. El caso de la marihuana», documento detrabajo, Universidad de los Andes, Instituto de Estudios So-ciales, Bogotá, 1978, pp. 13-14, 21-23.