mensual de humanidades y ciencias sociales núm....

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HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES MENSUAL ISSN: 1870-3461 Febrero de 2010/Año VI, Número 47 IS SSN SN SN: 8 18 18 0 70 70 3 -346 461 1 F F F b b ebrero d d de 20 20 2010 10/A /Añ ñ ño V V VI I, N N Nú ú úmero 47 47 IS ISSN SN SN: 8 18 18 0 70 70 3 -346 461 1 F F F b b ebrero d d de 20 20 2010 10/A /Añ ño V V VI I, N N Nú úmero 47 47 PUBLICACIÓN DE LA COORDINACIÓN DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PUBLICACIÓN DE LA COORDINACIÓN DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

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  • HUMANIDADES YCIENCIAS SOCIALES

    MENS

    UAL

    ISSN: 1870-3461 Febrero de 2010/Ao VI, Nmero 47ISSSNSNSN: 81818 07070 3-3464611 FF F bbebrero dd de 2020201010/A/Ao VV VII, NN Nmero 4747ISISSNSNSN: 81818 07070 3-3464611 FFF bbebrero dd de 2020201010/A/Ao VV VII, NN Nmero 4747PUBLICACIN DE LA COORDINACIN DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICOPUBLICACIN DE LA COORDINACIN DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

  • Febrero de 20102

    C O N T E N I D O

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    Universidad Nacional Autnoma de Mxico: Dr. Jos Narro Robles, Rector; Dr. Sergio M. Alcocer Martnez de Castro, Secretario General; Mtro. Juan Jos Prez Castaeda, Secretario Administrativo; Dra. Rosaura Ruiz Gutirrez, Secretaria de Desarrollo Institucional; MC. Ramiro Jess Sandoval, Secretario de Servicios a la Comunidad; Lic. Luis Ral Gonzlez Prez, Abogado General; Dra. Estela Morales Campos, Coordinadora de Humanidades.

    Consejo asesor: Rubn Bonifaz Nuo, Jos Luis Cecea, Jos R. de la Herrn, Hctor Fix Zamudio, Ruy Prez Tamayo. Consejo editorial: Fernando Curiel, Mara del Carmen Contijoch, Rosa Esther Delgadillo, Gerardo Torres Salcido, Rubn Ruiz Guerra, Mara Teresa Uriarte Castaeda.

    Humanidades y Ciencias Sociales, revista mensual, febrero de 2010. Editor Responsable: Antonio Sierra Garca. Nmero de Certifi cado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2005-072713233300-102. Nmero de Certifi cado de Licitud de Ttulo: 13525. Nmero de Certifi cado de Licitud de Contenido: 11098. Domicilio de la publicacin: Circuito Mtro. Mario de la Cueva s/n, Ciudad de la Investigacin en Humanidades, Zona Cultural, Ciudad Universitaria, 04510, Coyoacn, Mxico, D.F. Imprenta: Diario de Mxico. Chimalpopoca No. 38, Colonia Obrera, 06800, Cuauhtmoc, Mxico, D.F. Distribuidor: Gaceta UNAM. Lado sur de la Torre de Rectora, zona comercial, Ciudad Universitaria.

    Jefe de informacin: Octavio Olvera. Jefa de redaccin: Th amar Segu Amrtegui. Reportera: Gabriela Casas Cabrera. Diseo y formacin: Rolando Morales. Las opiniones vertidas en esta publicacin son responsabilidad del autor. Telfono: 5622-7565 al 75, ext. 525. Prohibida la reproduccin parcial o total del contenido, por cualquier medio impreso o electrnico, sin la previa autorizacin.

    [email protected]

    Notas

    3 El dilogo fi losfi co: xv Congreso Internacional de Filosofa

    7 El pasado y el presente de la Universidad, reunidos en un nuevo sitio en la red

    12 El ser humano siempre ha sentido nostalgia por la pureza

    Fondo Archivo General de Indias

    15 El valioso acervo documental de la unam, motivo de ediciones conmemorativas en 2010

    Entrevistas

    4 La Universidad en 1910. Entrevista con Lourdes Alvarado Martnez

    10 El archivo documental: un hbitat para seres vivos. Entrevista con Pedro ngeles Jimnez

    16 Conocer nuestra historia nos permite refl exionar sobre el presente: Ana Carolina Ibarra

    Reportajes

    8 Reconoce la unam al empresario y fi lntropo mexicano Alfredo Harp Hel

    13 El Monumento a la Revolucin. Entre el Porfi riato y el Mxico posrevolucionario

    Secciones

    19 Documentalia

    20 Libros y autores

    22 Tendencia juvenil

  • El dilogo fi losfi co:XV Congreso Internacional de Filosofa

    Desde 1975, la Asociacin Filosfi ca de Mxico organiza

    estos encuentros

    La fi losofa mexicana ten-dra que ocuparse de nues-tros problemas y desafos, no para ser una fi losofa sobre Mxi-co, sino sobre todo, una fi losofa para Mxico, afi rm el director del Ins-tituto de Investigaciones Filosfi cas, Guillermo Hurtado, durante la inau-guracin del xv Congreso Internacio-nal de Filosofa. El dilogo fi losfi co.

    Organizado por la Asociacin Filosfi ca de Mxico, del 25 al 29 de enero, este congreso reuni a di-versos especialistas de la comunidad fi losfi ca nacional e internacional; principalmente de Argentina, Cana-d, Espaa, Estados Unidos, Francia, Italia, Rumania y Venezuela.

    Alejandro Vigo, Carlos Konh Wacher, Charles Sbastien, Corina Yoris, Cristina Snchez, Denis Kambouchner, Edgard Osorio Serdn, Eduardo Vesga Urbina,

    Emilia Guliciu, Enrique Dussel, Joana Mas, Jos Francisco Ziga, Juliana Gonzlez, Liana Th eodoratou, Liliana Garca Rodrguez, Luca Mara Scarantino, Lucio Arreola, Luis Felipe Estrada Carren, Luis Mara Cifuentes, Marco Antonio Jimnez Garca, Mara Antonieta Julin

    Prez, Mauricio Beuchot, Mauricio Pilatowsky Braverman, Ramn Xirau, Rosalinda Fragoso Castillo, Shaun Gallagher, Silvestra Mariniello, Teresa Oate, Viorel Guliciu, entre otras

    personalidades del mundo fi losfi co, intercambiaron conocimientos y percepciones en torno a la cultura, identidad y fi losofa.

    Temas como la eutanasia, la le-galizacin del aborto, la migracin, la tica, las reformas energticas, el calentamiento global, la enseanza de

    la fi losofa, la identidad y la cultura, entre otros, fueron analizados y deba-tidos durante las diversas actividades organizadas para el encuentro con-ferencias magistrales, mesas redondas, presentaciones de libros, reconoci-mientos, etctera.

    La Asociacin Filosfi ca de Mxico organiza desde 1975 estos encuentros bianuales primero denominados coloquios y despus congresos que renen a los mxi-mos representantes de la fi losofa del mundo. Gracias a sus aportaciones, estos congresos son considerados los eventos ms importantes del mundo de habla hispana en esta temtica.

    Cabe destacar la presentacin del libro Pensamiento fi losfi co latinoame-ricano, del Caribe y Latino (1300-2000) en el marco de las actividades de este Congreso. Editado por En-rique Dussel, Eduardo Mendieta y Carmen Bohrquez, esta obra es resultado de la entrega y el recono-cimiento de la diversidad del pensa-miento fi losfi co latinoamericano y caribeo, desde antes de la Colonia en Amrica hasta el ao 2000.

    3Humanidades y Ciencias Sociales

    Subsistema

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    La creacin de la Universidad Nacional fue un suceso de gran importancia porque sent las ba-ses culturales y educativas del Mxico moderno. Gracias a ella fue posible el desarrollo del pas en el siglo xx y el incremento de profesionistas, cientfi cos y especialistas del ms alto nivel, afi rm Lourdes Alvarado Martnez Escobar, acadmica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educacin.

    En entrevista con Humanidades y Ciencias Sociales, Lour-des Alvarado habl sobre la inauguracin de la Universidad Nacional de Mxico en el marco de las celebraciones del Centenario de la Independencia y de sus contribuciones al pas. En opinin de la investigadora, estas festividades debieron impactar a la sociedad porfi rista por la cantidad y diversidad de eventos que las conformaron, as como por su perfecta organizacin. Desde 1907 se constituy la Comi-sin Nacional del Centenario de la Independencia, rgano encargado de cuidar, programar, dar seguimiento y distribuir los fondos de las festividades que se desarrollaran no slo en

    la ciudad de Mxico, sino en todo el territorio nacional. Las comisiones de las comunidades ms pequeas se coordina-ron con las comisiones municipales, stas con las de distrito, las que a su vez rendan cuentas e informaban a las comisio-nes estatales. La autoridad mxima de toda esta estructura organizativa era, como ya lo coment, la Comisin Nacional del Centenario; existi un control total de los eventos: cada

    Entrevista

    Lourdes Alvarado Martnez

    La Universidad en 1910

    sector cre su programa de actividades, y la comisin corres-pondiente se encarg de hacerles los ajustes que fueran nece-sarios, as como de supervisar su puntual cumplimiento.

    Como en ese periodo Mxico gozaba de cierta esta-bilidad econmica, haba sufi cientes recursos econmicos y Porfi rio Daz no escatim fondos para que estas festivi-dades se llevaran a cabo con un lujo inusual; podramos decir que se ech la casa por la ventana. Actualmente, la conmemoracin del Bicentenario se complica mucho por el aspecto econmico y porque la organizacin no ha sido la ms deseable. Por qu se inaugur la Universidad Nacional de Mxico como parte de estas conmemoraciones? Se determin que las festividades no deban quedar en puros hechos que pasaran al olvido, como sucedera con un desfi le, por magno que ste fuera. As, los organizadores se propusieron superar las simples manifestaciones de rego-cijo popular por medio de la edifi cacin de grandes obras que pasaran a la historia, como por ejemplo el ngel de la Independencia, el inicio de la construccin del Palacio de las Bellas Artes o el Hemiciclo a Jurez, entre otros.

    En el campo educativo sucedi lo mismo, no se trataba slo de llevar a cabo un congreso por ejemplo de es-tudiantes o de americanistas, de los cuales slo perviviran algunos recuerdos aislados; por eso se construy el nuevo edifi cio de la Escuela Normal para Maestros, ubicado en San Cosme, y algunas otras escuelas importantes de la po-ca. Pero el principal acto en el mbito educativo-cultural fue nada menos que la fundacin de la Universidad Nacio-nal de Mxico.

    La Universidad no nace sola, aparece junto con otra institucin que para Justo Sierra era realmente una ob-sesin: la Escuela Nacional de Altos Estudios. Para l no poda existir una Universidad Nacional si no haba una Escuela Nacional de Altos Estudios que despus se convertira en la Facultad de Filosofa y Letras. Ahora nos parece raro ese trmino, pero est tomado de la escuela del mismo nombre de origen francs, por lo que a muchas per-sonas les pareca un sntoma ms del afrancesamiento ca-racterstico de la poca. Realmente no todos los polticos e intelectuales de entonces lograban comprender lo que Justo Sierra conceba como Altos Estudios. Sin embargo, contra las crticas que se hacan, prevaleci el inters de Sierra y las dos instituciones nacen paralelamente: Altos Estudios se inaugura el 18 de septiembre, y la Universi-dad Nacional el 22 de septiembre.

    Ceremonia de inauguracin de la Universidad Nacional, Anfi teatro Simn Bolvar, 1910. IISUE/AHU-NAM/Coleccin Universidad, s/n.

  • La creacin de la Universidad fue el acontecimiento ms importante de las

    celebraciones del Centenario

    5Humanidades y Ciencias Sociales

    Entrevista

    Haba tal cantidad de eventos en la ciudad de Mxico por la conmemoracin del Centenario de la Independen-cia, que los capitalinos iban de sorpresa en sorpresa, pues pudieron participar en muchos de los eventos y observar a los invitados extranjeros, as como a los ms conocidos acadmicos y miembros del gobierno. Para ellos, era un espectculo sorprendente y, por supuesto, en algunos casos, difcil de comprender. La procesin de doctores univer-sitarios que se llev a cabo despus de la inauguracin de la Universidad realizada en el anfi teatro de la Escuela Nacional Preparatoria, debi ser uno de los eventos ms extraos para las personas que pudieron observarlo.

    Justo Sierra pronunci el discurso inaugural de la Uni-versidad Nacional en la maana del 22 de septiembre y, posteriormente, el presidente de la Repblica declar for-malmente inaugurada la institucin. Al trmino de la cere-monia, todos los miembros de la Universidad, en un orden jerrquico, se retiraron caminando vestidos con sus togas y birretes hacia el edifi cio sede de Rectora, seguidos por los integrantes del gabinete y por el propio presidente de la Repblica. Sin duda que esta procesin debi causar admiracin y sorpresa. Fue muy criticada, al igual que la creacin de la Universidad por los positivistas ms radica-les, quienes consideraban que una institucin de este tipo no era necesaria en Mxico, ya que, desde 1867, exista una serie de escuelas nacionales o profesionales en donde se podan hacer los estudios preparatorios, de ingeniera, medicina, jurisprudencia y bellas artes. Por ello el desfi le provoc la incomprensin y crticas de este sector, pues teman que la Universidad se convirtiera en una institucin formadora de una pedantocracia, alejada del pueblo y sin ningn vnculo con la sociedad.

    Sin embargo, Justo Sierra aspiraba a una Universidad que abrigara los ms altos niveles del saber, para que, pos-teriormente, stos benefi ciaran al resto de la sociedad y a los sectores con menos recursos. l la vea como una Uni-versidad que deba estar vinculada al pueblo, a sus necesi-dades y a su servicio.

    Posteriormente, la Universidad fue muy criticada por-que, casi de manera inmediata a su creacin, estall la Revolucin mexicana, y con ella fue blanco de otro tipo de ataques, relacionados con el aspecto econmico y el fi nan-

    ciamiento de la institucin. Para muchos de los legislado-res de entonces, no se justifi caba que se extrajera dinero fundamental para otras necesidades con el objeto de sostener una Escuela Nacional de Altos Estudios. Se deca que el hecho de que se sufragara esta escuela en momentos tan difciles, equivala a vestir a una persona de frac, pero descalzo o con huaraches. Esa era la manera de simbolizar el contraste en una poblacin que no tena los recursos ne-cesarios para calzar zapatos, y s para sostener una escuela de altos estudios. Pese a ello, tanto sta como la Universi-dad lograron sobrevivir durante los aos de lucha armada, en medio de carencias econmicas, crticas e inestabilidad de todo tipo.

    La idea de una Universidad no surge de un da para otro. Desde su juventud, Justo Sierra expresa en sus prime-ros artculos periodsticos su inters por la creacin de una Universidad libre, sobre todo de pensamiento. Siempre se la imagin dependiendo del fi nanciamiento del Estado porque, en aquel entonces, de dnde ms se poda sacar fi nanciamiento para la Universidad? Slo el Estado lo po-da hacer. No existan en el pas particulares que pudieran aportar el capital necesario para sostener una institucin tal. Sin embargo, Sierra siempre la visualiz independiente desde el punto de vista acadmico. La creacin de la Uni-

    versidad fue el acontecimiento ms importante de las ce-lebraciones del Centenario, llamada a transformar el perfi l futuro de la educacin en Mxico.

    Cmo era la comunidad y la vida estudiantil de entonces?El barrio universitario se situaba en el centro de la ciu-dad y se conformaba por alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria, ubicada en el Antiguo Colegio de San Il-defonso; de la Escuela Nacional de Medicina, localizada en el Palacio de la Inquisicin; de la Escuela Nacional de Ingenieros, situada en el Palacio de Minera; de la Escuela Nacional de Bellas Artes, ubicada en lo que hoy se conoce como la Academia de San Carlos y de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que durante varias dcadas se ubic en el ex convento de la Encarnacin, y para la cual, se cons-truy un nuevo edifi cio inaugurado en vsperas del cente-nario.

    La vida estudiantil era muy distinta de la actual. Antes de la dcada de los setenta del siglo xix, los jvenes tenan que acreditar estudios de bachillerato en algn colegio religioso, en los que estaban sometidos al sistema de inter-nado y a una disciplina sumamente rgida, muy distinta a los parmetros educativos y pedaggicos del presente; pero al crearse la Escuela Nacional Preparatoria, se otorg a los

    Lourdes Alvarado Martnez es doctora en historia por la Universidad. Actualmente trabaja los proyectos de investigacin: Historia de la Universidad y de las instituciones de educacin superior en el siglo xix, Educacin superior femenina en Mxico del siglo xix, La Universidad de Mxico en el siglo xix a travs de sus fuentes documentales y Las instituciones de educacin superior del siglo xix, antecedentes de las actuales universidades estatales de Mxico. Es autora de numerosas obras, entre las ms recientes: Educacin y superacin femenina en el siglo XIX: dos ensayos de Laureana Wright, La educacin superior femenina en el Mxico del siglo XIX. Demanda social y reto gubernamental, y La polmica en torno a la idea de universidad en el siglo XIX.

  • Febrero de 20106

    Entrevista

    alumnos cierto margen de libertad y se le dio un sentido laico a los estudios ofi ciales.

    De pronto, los jvenes tuvieron la posibilidad de entrar o no a clases, de recorrer y disfrutar la ciudad haciendo lo que todos los estudiantes hacen hoy en da. Para muchas personas esto era desastroso, por lo que se manifestaron a favor de la restitucin del internado escolar, pues pensaban que ste garantizaba la seguridad fsica y moral del alum-nado, protegindolos de los peligros del exterior. Pero tam-bin haban los partidarios de darles ms libertad, porque consideraban que cuando el alumno saliera de la escuela, podra orientarse y cuidarse mejor, sabra manejar su li-bertad favorablemente. Como es lgico que sucediera con adolescentes, en los primeros aos de la Escuela Nacional Preparatoria decay el rendimiento de los estudiantes, aun-que posteriormente, cuando se acostumbraron a las nuevas prcticas escolares, hubo un repunte. Incluso Gabino Ba-rreda justifi ca esta situacin diciendo que los alumnos no estaban acostumbrados a manejar esas nuevas reglas, pero que poco a poco lograran habituarse, y as fue.

    En esa poca, contar con el bachillerato era algo muy signifi cativo, porque un porcentaje mayoritario de la po-blacin era analfabeta. Por ello, las personas que tenan cierto nivel educativo eran respetadas socialmente y conta-ban con sufi cientes elementos para abrirse paso en la vida.

    En el mbito educativo, cmo benefi ci al pas, y a los ciuda-danos, la instauracin de la Universidad Nacional? En sus inicios, se pensaba que la Escuela Nacional de Al-tos Estudios deba cubrir tres grandes vertientes: tareas de investigacin cientfi ca, estudios especializados, incluidas las disciplinas humansticas, excluidas del currculo de los alumnos durante las dcadas de dominio positivista, y la formacin de docentes de nivel medio y superior. A partir de la instauracin de esta escuela, los mexicanos han po-dido acceder a estudios de este tipo y nivel, y han podido formar parte de una universidad nacional y laica, abierta al estudio de todas las disciplinas cientfi cas, tal como se ide.

    Cmo ingresan las mujeres al mundo universitario?A lo largo de la historia, la mujer haba estado exclui-da de los estudios superiores, porque se crea que dadas sus caractersticas fsicas, sus capacidades intelectuales y sus funciones dentro de la sociedad madre, esposa o hija, no deba abordar estudios ms all de los bsicos. Si bien en el discurso poltico y en diversos artculos pe-riodsticos ya se expresaba el inters porque las mujeres recibieran una mejor instruccin para que a su vez pu-dieran preparar adecuadamente a los futuros ciudadanos, en lo relativo a estudios profesionales todava existan grandes prejuicios y una gran oposicin. Por qu? Por-que rompa con las representaciones sociales entonces dominantes y porque muchos insistan que la mujer tena menos capacidad intelectual que el hombre, que estaba predestinada a otro tipo de labores. Haba un gran temor de que ellas invadieran los campos de actividad tradicio-

    nalmente masculinos, posibilidad que califi caban como hermafrodismo social. Por supuesto que romper con todos estos prejuicios implic un largo y difcil proceso.

    La Escuela Nacional de Medicina fue la primera institu-cin de estudios superiores en la que las mujeres se atrevie-ron a estudiar. La primera alumna que se inscribe y toma clases es Matilde Montoya estudi de 1883 a 1887, quien se convertira en la primer mdico cirujana y profe-sionista de Mxico. En 1910 nos enfrentamos a una Uni-versidad bsicamente masculina, en la que muy lentamente se fue abriendo paso la presencia de las primeras mujeres.

    La Escuela Nacional de Altos Estudios ser de gran im-portancia para ese gnero, porque le permiti, sobre todo a las maestras normalistas, realizar estudios universitarios sin necesidad de acreditar los de la Escuela Nacional Prepara-toria, como suceda en las otras carreras. De esta forma, las jvenes egresadas de las escuelas normales del pas pudieron aspirar a alguna especializacin de nivel superior. Esto pro-pici que la matrcula de mujeres ascendiera rpidamente; por ejemplo, en 1910, 15% del alumnado de dicha escuela eran mujeres 30 mujeres entre 170 hombres inscritos. Para 1924, el nmero de mujeres inscritas ya rebasaba el 50%. Claro, este fenmeno se debi a que las actividades vinculadas a la docencia eran socialmente aceptadas, pero la novedad radicaba en que entonces se podan formar como maestras de alto nivel para educacin media y superior.

    Hoy en da, en el rea de las Humanidades, las mu-jeres superan el 60%, y en la de Ciencias Biolgicas y de la Salud llegan a casi al 66%. Es sorprendente el rpido desarrollo que este gnero ha tenido en el mundo profe-sional, sin embargo; debe reconocerse que an sobreviven distintos prejuicios que frenan el desarrollo profesional de las mexicanas.

    Fachada del edifi cio que alberg a la Escuela Nacional de Medicina, hoy Palacio de la Medicina, s/f. IISUE/AHUNAM/Coleccin Universidad, doc.2694.

  • La Universidad Nacional Au-tnoma de Mxico cumple en este 2010 sus primeros cien aos de vida. Durante este tiempo, se ha logrado consolidar como una de las instituciones de educacin superior de mayor prestigio, debido a su alto ren-dimiento acadmico, al fortalecer las tareas fundamentales para las que fue creada: la docencia, la investigacin y la difusin de la cultura.

    Para presentar las huellas de su re-corrido histrico y ofrecer al pblico un amplio panorama de su presente y su devenir, como parte del programa de festejos por el Centenario de la Uni-versidad, el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educacin (iisue), coloc en lnea la pgina elec-trnica www.100.unam.mx.

    El sitio web, al que tambin se puede acceder a travs del portal de la unam, consta de un men que ofrece siete entradas, una de las cuales hace honor a su fundador, Justo Sierra, y muestra ntegra la pieza oratoria que pronunci el 22 de septiembre de 1910, en la ceremonia de inauguracin de la Universidad.

    Cuenta tambin con una ventana dedicada a su historia, donde se presenta una cronologa de los acontecimientos ms importantes a lo largo de su vida, una galera de rectores y las normas y cuerpos con que se gobierna.

    En otro de sus apartados, esta p-gina ofrece a sus visitantes el programa de festejos universitarios; indica cmo est integrada la comisin que los orga-niza e informa sobre la programacin de ceremonias, eventos acadmicos y actividades deportivas que se llevarn a

    cabo por la celebracin. Adems anuncia la edi-

    cin de los libros La UNAM por Mxico, donde se documenta-rn los impactos del quehacer universitario en el desarrollo cultural, socioeconmico, poltico y tecnolgico; e His-toria General sobre la Univer-sidad, investigacin colectiva que dar cuenta de la historia de la Universidad desde el momento de su fundacin hasta 2007.

    A lo largo de su vida, la unam y algunos de sus miembros han mereci-do el reconocimiento de otras institu-ciones de cultura, como resultado de su de sempeo acadmico. En la liga Premios y Distinciones de este portal, se exhibe el recuento de estas preseas donde destacan el recin obtenido Premio Prncipe de Asturias en Hu-manidades y Comunicacin 2009, y

    la resea de los tres universitarios que han obtenido el Premio Nobel: Al-fonso Garca Robles (Nobel de la Paz, 1982), Octavio Paz (Nobel de Litera-tura, 1990) y Mario Molina (Nobel de Qumica, 1995).

    El diseo de la pgina est susten-tado con el amplio material iconogr-fi co y documental que resguarda el iisue a travs del Archivo Histrico de

    la Universidad. Cabe mencionar que esta dependencia universitaria cuenta con investigadores especializados en la historia de la mxima casa de estu-dios, por lo que toda la informacin que presenta el portal est basada en documentos originales y seleccionada por expertos en el tema.

    La identidad universitaria se repre-senta en una serie de signifi cados cul-turales de apropiacin comn que los estudiantes y acadmicos manejan en su vida diaria dentro y fuera del cam-pus; a esos elementos est dedicada otra seccin donde se ofrece un panorama de los bienes arquitectnicos, pictri-cos y arqueolgicos que conforman el patrimonio universitario. En este mis-mo segmento se detalla el signifi cado del escudo y el lema universitario; el de su logo deportivo y la letra del himno universitario.

    El verstil diseo del sitio www.100.unam.mx est enriquecido con una presentacin multimedia de 13 minu-tos de duracin, que explica el sentido de la conmemoracin del centenario universitario. Al pie de la presentacin se encuentra un reloj en cuenta regresi-va que se detendr el 22 de septiembre del ao en curso.

    El pasado y el presente de la

    Universidad, reunidos en un nuevo

    sitio en la red

    7Humanidades y Ciencias Sociales

    Subsistema

    El diseo de la pgina est sustentado con el amplio

    material iconogrfi co y documental que

    resguarda el iisue

  • Febrero de 20108

    Reportaje

    Egresado de la Facultad de Contadura y Adminis-tracin de la unam, Alfredo Harp Hel es uno de los empresarios ms exitosos de Mxico, y uno de los fi lntropos ms comprometidos con nuestro pas. Su destacada trayectoria profesional y su invaluable apoyo e inters por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, lo hicieron meritorio, el pasado 7 de enero, de un reconocimiento por parte de dicha institucin.

    En la Sala Ernesto de la Torre Villar de la Biblioteca Nacional, Jos Narro Robles, rector de la Universidad, des-tac que Alfredo Harp Hel fue un alumno sobresaliente de esta casa de estudios, que sin buscar protagonismos, sin acercarse a las luces ni a los micrfonos, ha realizado obras

    extraordinarias para la institucin en docencia, cultura, artes, ciencia, deporte y extensin.

    Desde 1990, la Fundacin Alfredo Harp Hel con-centra iniciativas y trabajos en seis reas del conocimiento

    La suma de esfuerzos es la mejor frmula para alcanzar metas en favor de Mxico

    Reconoce la UNAM al empresario y fi lntropo mexicano Alfredo Harp Hel

    Desde 1990, la Fundacin Alfredo Harp Hel concentra iniciativas y trabajos en

    seis reas del conocimiento, para contribuir activamente al mejoramiento de nuestro pas

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  • 9Humanidades y Ciencias Sociales

    Reportaje

    educacin, cultura, deporte, actividades producti-vas, benefi cio social, salud y apoyo en desastres natu-rales, para contribuir activamente al mejoramiento de nuestro pas. Para tal fi n, la fundacin utiliza creativamente todos los medios a su alcance y compar-te proyectos con gobiernos y sociedad, buscando as multiplicar las acciones a favor de la gente y los ms altos valores de la cultura.

    Afn con estos principios, la fundacin ha entre-gado importantes donativos a la Universidad, eti-quetados especialmente para becas, educacin a distancia, proyectos culturales y deportivos. El ltimo de ellos, anunciado por el propio Harp Hel durante el evento, comprender el bienio 2010-2011 y permitir, adems de incrementar el programa de becas, impulsar otro dos pro-gramas; el primero, orientado a fomentar el crecimiento econmico en Mxico y promover la creacin de empleos en corto plazo, y el segundo, enfocado a concretar accio-nes inmediatas que promuevan el mejoramiento del medio ambiente.

    De acuerdo con el empresario, para concretar estos programas es necesario incluir una refl exin exhaustiva de acadmicos e investigadores de diversas instancias que propongan la legislacin adecuada para que el pas compita globalmente, en especial incentivando a las pequeas y medianas empresas, con objetivos cuantifi cables, medibles a corto, mediano y largo plazo.

    Nadie mejor que la Universidad para convertirse en la institucin que encabece estos programas, y para ello, es necesario involucrar voluntades diversas, olvidndose de intereses particulares o polticos.

    Guadalupe Curiel Defoss, directora del Instituto de In-vestigaciones Bibliogrfi cas, asever durante su intervencin que Alfredo Harp Hel es un orgullo universitario, como l mismo se reconoce, por su profundo compromiso con Mxico, con su Universidad y su gente.

    La Universidad Nacional Autnoma de Mxico, fi el a su misin y principios, tiene la encomienda de generar conocimientos que impacten en nuestra calidad de vida. Desde las ciencias de la salud, las humanidades, las artes y la aplicacin tecnolgica, nuestra Universidad ofrece

    respuestas a muchas de las problemticas de nuestra vida nacional. Sin embargo, como es de comprenderse, los retos son maysculos y escasos los recursos disponibles. Gracias al uso responsable de stos, y a la generosa voluntad de egresados y de diversos sectores de nuestra sociedad, la Universidad ha sabido afrontar sus responsabilidades.

    Sus egresados, por medio de Fundacin unam, re-tribuyen a la Universidad lo que sta les ha compartido, y en ello, Alfredo Harp Hel es ms que generoso. Sus aportaciones han sido sustantivas en el desarrollo de deter-minados proyectos en distintas reas del conocimiento y la

    educacin. Particularmente, quiero referirme a la Hemero-teca Nacional Digital de Mxico, proyecto que inici hace poco ms de ocho aos y que en parte ha podido ponerse en marcha gracias al benefi cio de dichas aportaciones. Hoy, disponemos para los usuarios de un acervo digital que incluye 900 ttulos de publicaciones peridicas, fechadas desde 1722 hasta el presente, contenidas en 10 millones de imgenes manipulables por medio de un efi caz sistema de bsqueda.

    Por su parte, Arturo Pascual Soto, director del Instituto de Investigaciones Estticas, acot que con esta distincin se reconoce en Harp Hel a un incansable promotor de la educacin, la cultura y el deporte; un hombre de caracte-rsticas excepcionales que sabe concertar esfuerzos en torno a una variedad de iniciativas que buscan el benefi cio de amplios sectores de la sociedad.

    Cabe destacar que durante el evento, la unam y la Fundacin Alfredo Harp Hel Oaxaca suscribieron un convenio de colaboracin para realizar trabajos conjuntos en los campos de docencia, investigacin y difusin de la cultura.

    La fundacin ha entregado importantes donativos a la Universidad, etiquetados especialmente para becas, educacin a distancia, proyectos culturales y deportivos

  • Febrero de 201010

    Entrevista

    El Archivo Fotogrfi co Manuel Toussaint1 fue fundado en 1953, cuando el Instituto de Investigaciones Estticas (iies) estaba bajo la direccin de Manuel Tous-saint, quien impuls las tareas de organizacin de los materiales fotogr-fi cos reunidos hasta ese momento por la dependencia. Tambin en esta fecha iniciaron los programas de visitas a museos, sitios arqueolgicos o de in-ters histrico y artstico por parte de sus acadmicos, con el doble objetivo de registrar el arte mexicano en todas sus manifestaciones y aumentar el acervo que constituye el afmt, prcti-ca que contina hasta nuestros das.

    Junto con la Biblioteca Justino Fernndez y el Laboratorio de Diag-nstico de Obras de Arte, el afmt es uno de los rganos que auxilian el de-sarrollo del trabajo acadmico del iies, al mismo tiempo que ofrece servicio a usuarios externos.

    Actualmente, las ms de 750,000 fotografas del archivo estn organiza-das en cuatro apartados: Diapositeca, dividida a su vez en Arte Mexicano, Arte Latinoamericano y Arte Univer-sal; Materiales en blanco y negro; Co-lecciones especiales e Imgenes digi-tales. Es importante destacar que esta ltima serie est compuesta por co-lecciones de gran valor formadas por Luis Mrquez Romay, Julio Michaud, Guillermo Kalho, Tina Modotti, Jos Mara Lupercio, Juan Guzmn, Enri-1 En adelante afmt.

    que Bordes Mangel y Jos Verde Ori-ve, entre otros relevantes fotgrafos y coleccionistas de arte.

    Por estas caractersticas se puede afi rmar que este reservorio fotogrfi co es un fi el testimonio de la importante actividad del iies en concordancia con tareas de docencia, investigacin y difusin del patrimonio artstico mexicano.

    La organizacin de un archivo fotogrfico

    La fotografa es un artilugio en ex-tremo delicado. Est formada por una serie de materiales con diferentes propiedades tanto qumicas como fsicas que reaccionan al contacto con los elementos ambientales, principal-mente con la luz y la humedad. Res-guardar convenientemente un acervo cuyos materiales son abundantes y se encuentran en constante movimiento para responder a las actividades de un instituto de investigacin, es una tarea ardua que demanda una estricta organizacin.

    En entrevista con Humanidades y Ciencias Sociales, Pedro ngeles Jim-nez, coordinador del afmt, convers sobre la naturaleza y el funcionamien-to de este importante repositorio uni-versitario: Un archivo que tiene ma-teriales patrimoniales como es el caso del afmt, necesita dividir su esfera de actividades en tres grandes ramas. La primera concierne a la organizacin de los materiales que se resguardan, las formas y mtodos de catalogacin y descripcin de los documentos; ta-rea que nos remite a la segunda rama que tiene que ver con la vocacin de servicio del archivo. Un documento se cuida, se describe y se organiza para ponerlo a disposicin de los investi-

    gadores, quienes fi nalmente le dan verdadero sentido y valor al trabajo que sustenta la accesibilidad de todo fondo histrico-documental. El terce-ro es referente a la conservacin de sus documentos.

    Desde hace ms de 50 aos, el iies cre y foment un archivo foto-grfi co muy grande que hoy da con-tiene ms de 750 mil imgenes ana-lgicas, y aproximadamente 100 mil reproducciones digitales. Su respon-sabilidad bsica es la de proveer a los acadmicos del instituto los materiales necesarios para sus investigaciones, sus labores docentes y sus publicaciones. Es por lo que nuestra organizacin est diseada para facilitar el trnsito de las imgenes que se custodian y se producen aqu y los usos que nuestros acadmicos hacen de ellas.

    Debido a esta particularidad, nuestras colecciones se dividieron en secciones similares a las convenciona-les para la historia del arte; es decir, hay una coleccin de Arte universal, una de Arte mexicano y otra de Arte latinoamericano. Dentro de cada uno de stos destacan pintura, arquitectu-ra, escultura, artes aplicadas, y stas a su vez, estn ordenadas en ascenden-cia cronolgica; por ejemplo, en lo que respecta al Arte mexicano, se sub-divide en Arte prehispnico, colonial, del siglo xix y del siglo xx.

    La frmula de la conservacin

    El paso del tiempo es tan inevitable como sus consecuencias: todo cuan-to existe envejece y desaparece por la obra de los aos transcurridos. Sin embargo, en lo que se refi ere a la vida de un documento, es posi-ble prolongarla gracias a tcnicas especfi cas de conservacin, lo que

    El archivo documental: un hbitat para seres vivosEntrevista con Pedro ngeles Jimnez

  • 11Humanidades y Ciencias Sociales

    Entrevista

    en opinin de Pedro ngeles es lo correspondiente a la tercera rama de actividades que constituye el buen funcionamiento de un archivo:

    En los ltimos 30 aos se propi-ci en Mxico un territorio de profe-sionalizacin que va de la mano con el desarrollo de la tecnologa, obligando la transformacin material de los ar-chivos y de su concepcin.

    Hace algunas dcadas era comn concebir el archivo como un depsito de lo que se dejaba de usar, por tanto, no se procuraba generar un ambiente adecuado para cuidar los documentos que se almacenaban. Eran lugares para el olvido. No se tena conciencia de que se deban crear hbitats para seres vivos.

    A fi nales de la dcada de los se-tenta, con la fi nalidad de mejorar de un modo sistemtico la conservacin de acervos, se conform un grupo que aglutin a ms de 40 instituciones pblicas y privadas que tenan bajo su custodia archivos histricos. La agru-pacin form el Comit Permanente de Conservacin de Documentos, Li-bros, Papel y Materiales Fotogrfi cos, conocido por las siglas codolmag, cuyos integrantes ms activos fueron Leticia Medina y Fernando Osorio, quien fue director del Taller de Fo-tografa de la Escuela Nacional de Conservacin.

    Gracias a este comit, los en-cargados del afmt empezamos a conocer cmo los profesionales de la imagen fotogrfi ca estaban enfocan-do sus conocimientos para prolongar la vida de los materiales. A partir de entonces, establecimos comunicacin con el Instituto para la Permanencia de Imgenes del Instituto de Tecno-loga de Rochester, cuyos estudios han arrojado conceptos como ndice de Permanencia de la Imagen e n-dice de Permanencia a lo Largo del Tiempo, que miden la resistencia al desvanecimiento de la imagen foto-grfi ca cuando se expone a la luz y a otros agentes atmosfricos.

    Estos indicadores permiten co-nocer dos factores fundamentales que afectan la conservacin y la perma-nencia de las imgenes fotogrfi cas: la temperatura y la humedad. De ello

    se deriva la teora que establece que a mayor fro y sequedad, las imgenes fotogrfi cas tienden a prolongar su vida tangible. De esta manera se pue-den disear sistemas para controlar el envejecimiento de las imgenes e implementarlas en los acervos y labo-ratorios. Sin embargo, la temperatura y la humedad son variables muy caprichosas. Someterlas a un control permanente es un paradigma difcil de establecer.

    El concepto archivo-bveda

    El afmt tiene normas estrictas para la reproduccin de sus materiales. Una de ellas consiste en que el soli-citante debe esperar hasta cinco das para obtener una imagen. Lo anterior debido a que sus fotografas anlogas se encuentran en una bveda con un ambiente rigurosamente controlado, por lo que sacarlas a las condiciones ambientales comunes las impactara de manera negativa e irreversible, res-tndoles tiempo de vida.

    Para entender este procedimiento, Pedro ngeles, historiador egresado de la Facultad de Filosofa y Letras en donde ha sido profesor de Historia del Arte, explica: Cuando se tuvo cono-cimiento de que las imgenes deban tener condiciones ambientales con-troladas, gracias a la participacin del archivo en codolmag, se movieron diferentes esfuerzos al interior del iies; pero adecuarlas en nuestra bveda solo fue posible lograrlo hace dos aos, cuando se le adjudic al archivo el ala sur del edifi cio del instituto.

    En las instalaciones actuales gene-ramos el espacio ideal que mantiene una temperatura de 15 centgrados y una humedad relativa de 35% cons-tantes los 365 das del ao. Esta bve-da cuenta con un dispositivo de cen-sores que monitorean la estabilizacin de este microambiente. Cuando por una razn estas condiciones cambian, los censores activan una alarma que permite tomar las medidas pertinentes para el caso.

    Contamos tambin con una pre-bveda, pensada para ser el vehculo de trnsito entre las imgenes res-guardadas en la bveda y el exterior. Este espacio cuenta con una tem-peratura constante de 20, pero con una humedad ambiental comn. En ella reposan hasta cinco das los ma-teriales que nuestros usuarios desean reproducir para aminorar el impacto que las imgenes sufren al salir al exterior.

    En la actualidad, se concluye el proceso de climatizacin integral de todo el archivo, proyecto que se deri-va del concepto archivo-bveda. En Mxico hay pocos acervos que pueden preciarse de tener todas sus instalacio-nes con estas caractersticas. En poco tiempo el afmt tendr climatizacin hasta en su sala de juntas, lo que per-mitir llevar al extremo el cuidado de materiales y prolongar su tiempo de vida.

    Para informarse sobre los mate-riales y polticas de servicio del afmt, se puede consultar la pgina electr-nica: http://www.esteticas.unam.mx/fototeca.html.

  • Febrero de 201012

    Subsistema

    La palabra purgar alude a limpiar y liberar de algo sucio, indeseable. Aunque el trmino posee di-versas connotaciones, su acepcin ms comn refi ere al procedimiento de limpiar el intestino, afi rm Francisco Gonzlez Cruss, profesor Emrito de Patologa de la Northwestern University, Chicago.

    Ya en el papiro de Ebers se hace mencin de purgantes como los granos de ricino y las hojas y frutos de sicomoro; los cuales, se maceraban con miel, leche u otros vehculos lquidos y se tomaban para estos fi nes. Asimismo, el enema o clister probablemente precede a la invencin de medica-mentos capaces de acelerar el movimiento del intestino por va oral.

    Gonzlez Cruss imparti la conferencia magistral El de-seo de purgar como parte de las actividades del Centro de Investigaciones In-terdisciplinarias en Ciencias y Humani-dades (ceiich). Se-gn el especialista en patologa peditrica, nadie sabe cundo y cmo naci la idea de administrar ene-mas. Su origen es antiqusimo, se pierde en la bruma del tiempo. Lo que s sabemos es que los antiguos egipcios se purgaban y se ad-ministraban enemas regularmente mnimo tres veces al mes.

    En Francia, la imaginera del enema se represent en numerosas estampas, litografas y obras de arte durante el siglo xviii. Estas imgenes adquirieron un carcter defi niti-vamente ertico, libidinoso y libertino. Bellas damas elegan-tes en poses provocativas mostraban su trasero desnudo a las sirvientas, las cuales se disponan a administrarles el enema. Las emperifolladas damas de la corte reciban enemas antes de asistir a un baile o a una recepcin palaciega, porque su-puestamente as se sentan ms frescas y radiantes.

    El contenido del enema poda incluir agua de rosas u otras sustancias agradablemente perfumadas. Est claro que el deseo de purgar en estos casos se basaba en la creencia de la impureza: la suciedad no deba almacenarse dentro del cuerpo. Hoy en da, los enemas siguen emplendose en la medicina, sobre todo como prembulo a procedimientos como la rectoendoscopia o la ciruga del intestino.

    El ser humano siempre ha sentido nostalgia por la pureza

    El fondo Archivo General de Indias, del Instituto de In-vestigaciones Antropolgicas (iia) de la unam, es uno de los repositorios ms importantes del Subsistema de Humanidades, porque permite el desarrollo de investigacio-nes relativas a esta temtica, y contribuye a su divulgacin.

    Preservado en la biblioteca Juan Comas del mismo insti-tuto, este acervo forma parte del Archivo General de Indias, fundado por el rey Carlos iii a fi nales del siglo xviii. En aquel entonces, se cre para reunir los documentos relativos a la administracin colonial espaola en Amrica y Filipinas, que se encontraban dispersos en Simancas, Cdiz y Sevilla. El im-pulsor del proyecto fue Jos de Glvez, secretario de Indias, y el edifi cio destinado para la actual sede del Archivo fue La Casa Lonja de Sevilla.

    Hoy en da, el Archivo General de Indias conserva ms de 43,000 legajos y millones de pginas de documentos ori-ginales. Dada su importancia, la unam, a travs del iia, ad-quiri 301 rollos de pelculas de microfi lmacin de este re-positorio, que contienen 195 legajos. La signatura de estos legajos procede de la siguiente manera: Audiencia de Quito (16,68,589), Audiencia de Guadalajara (543,104), Indiferen-te general (1543) y Audiencia de Mxico.

    La biblioteca Juan Comas fue creada en 1973 para pro-mover y divulgar los resultados de la investigacin en los campos de la antropologa fsica, la arqueologa, la etnolo-ga, la antropologa social y la lingstica antropolgica. Se le denomin Juan Comas en honor al clebre antroplogo reconocido por su trayectoria, director de la Seccin de An-tropologa en el Instituto de Investigaciones Histricas en 1963, de donde nace el Instituto de Investigaciones Antro-polgicas [4 de octubre de 1973].

    Cuenta con un gran acervo de materiales, entre los que destacan donaciones de grandes personajes del rea antro-polgica, como Pedro Bosch-Gimpera, Juan Comas Camps, Isabel Kelly, Jos Luis Lorenzo, Eduardo Noguera Auza, Igna-cio Bernal, Garca Pimentel, Antonio Pompa y Pompa, Teresa E. Rhode y Alfonso Villa Rojas.

    Pueden hacer uso del material los investigadores de cualquier rea y los alumnos mayores de 18 aos, presen-tando previamente, ante la Coordinacin de la Biblioteca, una carta de su institucin especifi cando los motivos de su consulta y avalando los conocimientos necesarios para hacer uso del acervo.

    Fondo Archivo General de Indias

  • 13Humanidades y Ciencias Sociales

    Reportaje

    Todo movimiento poltico-social de las dimensiones de la Revolucin mexicana deja una cauda de ruinas donde se arremolinan la sangre derramada, las ciudades derruidas y la sociedad colapsada. Pero superado el trauma, tambin propicia el surgimiento de grandes obras. En Mxico, una vez establecido el rgimen revolucionario se inici el periodo de reconstruccin que se prolongara un par de dcadas. Entre las empresas materiales de este momento, se encuentra una edifi ca-cin que en la actualidad es uno de los emblemas de la ciudad de Mxi-co: el Monumento a la Revolucin mexicana, construccin que se en-cuentra en la Plaza de la Repblica.

    El proyecto original y las

    fiestas del Centenario

    En 1887, el presidente Porfi rio Daz emiti una convocatoria para la cons-truccin de un edifi cio que sera la sede del Congreso de la Unin. Luego de una polmica seleccin, el proyecto del arquitecto francs, Emile Bernard, fue elegido. Los planes del rgimen porfi riano apuntaban a eregir un recinto grandioso que se convirtiera en una de las obras ms modernas y sobresalientes de aquella poca.

    La construccin orignal fue pla-neada mezclando los estilos clsico y Art deco; los decorados tendran acabados en nix y mrmol. Sobre-saldran cuatro esculturas dedicadas a la paz, a la elocuencia, a la juventud y a la verdad. Enormes leones seran los custodios del edifi cio, y un guila estara en la cspide de su cpula.

    El 23 de septiembre de 1910, acompaado por la plana mayor de su Gabinete, embajadores especiales a las fi estas del Centenario de la Indepen-dencia, as como algunos diputados y senadores, el General Porfi rio Daz coloc la primera piedra de la obra en la explanada donde fi nalizaba la calle de Ejido, hoy Avenida de la Repbli-ca, como uno de los muchos actos en el programa de los festejos del Cente-nario de la Independencia de Mxico.

    El gozo al pozo

    El historiador Luis Gonzlez presenta un puntual resumen de la conmemo-racin centenaria de 1910: Todo el mes de septiembre fue de bulla con motivo del Centenario de la Indepen-dencia. La pasin poltica y el hambre se distrajo con inauguraciones, des-fi les, procesiones, cohetes, repiques, caonazos, discursos, msicas, luces,

    verbenas, serenatas, exposiciones y borracheras.

    Pero dos meses despus del festejo, estall la Revolucin. La simbologa de aquel proyecto arquitectnico qued en entredicho: la paz haba terminado; no haba ni un cimo de juventud en los hombres que lleva-ban la rienda de la nacin; y la ver-dad del pas emerga con violencia.

    De esta manera los derroteros de la historia complicaron los planes del hroe de la batalla del 2 de abril. El largo gobierno de Porfi rio Daz ter-min en 1911, ao en que tambin se detuvieron los trabajos de la nueva sede del Congreso debido a que el movimiento revolucionario ya mante-na convulsionado a todo el pas.

    Concluida la Revolucin, los re-cursos econmicos eran escasos, por tal motivo se lleg a pensar en derri-bar lo que hasta ese momento estaba construido. No obstante, la obra se olvid por dos dcadas, padeciendo la estructura la degradacin paulatina del tiempo.

    De palacio legislativo a smbolo revolucionario

    En 1932 se destruyeron las naves late-rales de la obra, pero se respet la im-ponente cpula sostenida por cuatro arcos de acero. En 1933, el arquitecto Carlos Obregn Santacilia propuso al entonces Secretario de Hacienda, Alberto J. Pani, aprovechar la parte de la estructura de la cpula para rendir homenaje al movimiento revolucio-nario que inici el mismo ao en que empez la edifi cacin de la sede del Congreso porfi riano.

    El Monumento a la Revolucin.Entre el Porfi riato y el Mxico posrevolucionario

  • Febrero de 201014

    Reportaje

    La idea fue aceptada y se form la Comisin del Patronato del Monu-mento a la Revolucin, integrada por el presidente Abelardo Rodrguez y el ex presidente Plutarco Elas Calles. Otra convocatoria volvi a circular para construir el monumento en ho-nor al movimiento que le dio un nue-vo sentido al Mxico del siglo xx.

    Los trabajos fueron coordinados por el arquitecto Obregn Santacilia y se prolongaron de 1933 a 1938. El resultado fue un edifi cio con 65 me-tros de altura, con cuatro arcos de 26 metros de alto y 18.50 metros de an-cho, recubierto en su mayora por un tipo de piedra llamada chiluca. Est levantado en una plaza con una super-

    fi cie de 30 mil metros cuadrados con jardineras y fuentes en diferentes nive-les. La cpula, en su parte exterior se cubri de lminas de cobre rematada con linternilla hueca de piedra negra. En su parte interior, en el anillo que la cierra, soporta un mirador. Su ascenso se hace a travs de una serie de escale-ras que parten de la base de una de las columnas. El Art deco fue enriquecido con detalles geomtricos de evocacin prehispnica. Sobre las pechinas de la cpula, el escultor Oliverio Martnez realiz cuatro grupos escultricos alu-sivos a la Independencia, las Leyes de Reforma, las Leyes Obreras y las Leyes Agrarias. Al ser concluido, el Mo-numento a la Revolucin represent una de las construcciones ms altas de Mxico.

    Qu sucedi con las esculturas dedicadas a la paz, la elocuencia, la

    juventud y la verdad. Adems de los leones y el guila de la cpula, que decoraran el proyecto original del Palacio Legislativo? Las primeras ac-tualmente adornan el Palacio de Bellas Artes; los leones se encuentran en la entrada al bosque de Chapultepec, y el guila ahora corona la cspide del actual Monumento a La Raza.

    Un nuevo panten de la patria

    El 4 de febrero de 1936, el entonces presidente Lzaro Crdenas emiti un decreto que convirti al monumento en el recinto funerario de los hroes de la Revolucin. Dos aos despus se decidi que las pilastras interiores se

    habilitaran como criptas para los prceres revolucionarios. Venustiano Carranza fue el primer personaje en ingresar en 1942, cuando sus restos pasaron del Panten de Do-lores a una de las columnas del monumento. Francisco I. Madero fue exhumado del Panten Francs el 20 de no-viembre de 1960, en el mar-co del cincuentenario de la

    Revolucin para perpetuar su reposo en una de las urnas del monumento. El cuerpo del General Plutarco Elas Calles se traslad del Panten de Dolores a la Plaza de la Repblica en 1969. El General Lzaro Crdenas fue sepultado all desde su muerte, ocurrida el 19 de octubre de 1970. En 1976, los restos del general Fran-cisco Villa fueron trasladados desde Parral, Chihuahua, hasta este pan-ten de revolucionarios.

    El Museo de la Revolucin

    Desde el 20 de noviembre de 1986, el monumento tambin alberga en su stano al Museo Nacional de la Revolucin que cuenta con siete salas de exposicin permanente y una para exposiciones temporales, en donde se puede apreciar la exposicin Sesenta

    y tres aos en la historia de Mxico, 1857-1920.

    A travs de objetos de coleccin, fotografas, mapas, ambientaciones y documentos, el discurso de esta ex-posicin narra la historia de Mxico desde los antecedentes que hicieron posible el estallamiento de la Revolu-cin mexicana, hasta la consolidacin defi nitiva del rgimen revoluciona-rio, para lo cual se divide en siete secciones: Triunfo de los liberales, El porfi riato, Opositores y rebeldes, Del Plan de San Luis a la Decena Trgica, Lucha popular contra Huerta, Lucha de facciones y la Revolucin se hizo gobierno.

    El monumento en

    En el marco de los festejos del Cen-tenario de la Revolucin y Bicente-nario de la Independencia, La Plaza de la Repblica se encuentra en rehabilitacin integral por lo que el Gobierno del Distrito Federal ejecuta trabajos de remodelacin en este mo-numento histrico.

    Las obras que se iniciaron en 2009 tendrn un costo aproxima-do de 500 millones de pesos. Sus principales objetivo consisten en restituir la cantera daada y pulir el domo de cobre de la cpula exterior. Tambin se rehabilitar el mirador ubicado en la cpula del monumen-to, desde el cual es posible apre-ciar toda la ciudad. Al interior del Museo Nacional de la Revolucin se colocar una biblioteca pblica multimedia y se construir un am-plio estacionamiento subterrneo para sus visitantes. Al trmino de las obras, el Monumento a la Revolucin estar iluminado con un sistema de luces con tecnologa de punta. A pesar de que las autoridades an no cuentan con un programa de reinauguracin, la fecha en que estarn nuevamente abiertos al pblico tanto el monu-mento como el museo, ser el 20 de noviembre de 2010.

  • 15Humanidades y Ciencias Sociales

    Subsistema

    Como refl ejo de las actividades que se han desarrollado a lo largo de su historia y de los bienes que se le han encomendado des-de su fundacin, la Universidad Na-cional Autnoma de Mxico resguarda ms de 320,000 bienes histricos, ar-tsticos y documentales representativos del desarrollo cultural de la nacin.

    En un ao en que se celebran acon-tecimientos tan importantes como el Bicentenario de la Independencia y los Centenarios de la Revolucin y de la fundacin de la propia Universidad, al-gunos institutos y centros de investiga-cin del Subsistema de Humanidades, que tienen bajo su resguardo acervos documentales, han puesto a disposi-cin del pblico una serie de ediciones conmemorativas de agendas y calendarios.

    El Instituto de Investigacin sobre la Universidad y la Educacin (iisue), que tiene bajo su cuidado el Archivo Histrico de la Universidad, edit la Agenda Universitaria 2010, ilustrada con fotografas de la inauguracin de la Universidad Nacional, el 22 de septiembre de 1910, as como de los edifi cios con los que fue dotada para llevar a cabo sus labores de enseanza; como el Palacio de Minera, el Antiguo Colegio de San Ildefonso y La Antigua Escuela de Medicina, entre otros.

    Poseedor del acervo bibliohe-merogrfi co ms importante del pas, el Instituto de Investigaciones Bibliogrfi cas, Biblioteca Nacional/Hemeroteca Nacional (iib), public dos calendarios de escritorio; uno alusivo a la Independencia y otro a la Revolucin. El primero se compone con imgenes de documentos como la Constitucin Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, los manuscritos sobre Hidalgo de Luis Castillo Ledn, sobresaliendo en la pgina corres-pondiente a enero un grabado de Rafael Ximeno y Planes, que muestra el centro de la ciudad de Mxico al fi lo de la guerra de Independencia. Del mismo modo, el calenda-

    rio con motivos revolucionarios luce reproducciones de peridicos de ese momento histrico, como El Debate y Regeneracin, editado por los hermanos Flores Magn; adems de fotografas de la poca.

    Por su parte, el Instituto de Investi-gaciones Estticas (iies), en conmemo-racin de su 75 aniversario, dise un calendario con una seleccin de foto-grafas tomadas por Manuel Toussaint, fundador de la institucin, a travs de uno de sus viajes por Sudamrica en 1937.

    Manteniendo una tradicin gene-rosa, el Instituto de Investigaciones Histricas (iih) ao con ao edita un calendario que ofrece a todas las depen-decias universitarias; este 2010, su im-

    preso est dedicado a la Independencia y a la Revolucin, con una composicn donde aparece la efi gie de Hidalgo en primer plano, tomada de uno de los murales de Jos Cle-mente Orozco.

    Fiel a su vocacin latinoamericanista, el Centro de Investigaciones sobre Amrica Latina y el Caribe (cialc), public un calendario llamado Bicentenario de la Inde-pendencia de Nuestra Amrica, con extractos del mural La Epopeya Bolivariana, de Fernando Leal, que se encuentra

    en el Vestbulo del Anfi teatro Simn Bolvar del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

    El Centro Universitario de Inves-tigaciones Bibliotecolgicas (cuib) edit un calendario con ilustraciones de la Crnica Ofi cial de las Fiestas del Primer Centenario de la Independencia

    de Mxico, obra editada en 1911 por Genaro Garca. Otras dependencias universitarias como el Instituto

    de Biologa y la Filmoteca de la unam se suman en este recuento, el primero edit el calendario Especies Mexicanas del Bicentenario, acompaado de un folleto explicativo; en tanto que la Filmoteca lanz una agenda con motivo del 50 aniversario de su fundacin.

    El valioso acervo documental de la UNAM,motivo de ediciones conmemorativas en 2010

  • Febrero de 201016

    Entrevista

    Las celebraciones del Cen-tenario de la Indepen-dencia en 1910 dejaron, entre otras cosas, varias colecciones de documentos sobre el proceso de independencia, hubo obras conme-morativas escritas entonces y se ree-ditaron otras. Lo que quiero decir es que la conmemoracin sirvi de im-pulso para el trabajo historiogrfi co. Una parte de la documentacin que usamos hoy en da, de los textos que consultamos, fue recogida o escrita en aquellos aos, afi rm Ana Carolina Ibarra, especialista del Instituto de Investigaciones Histricas.

    Doctora en historia por la Facultad de Filosofa y Letras de la unam, Ana Carolina Ibarra es autora de una serie de trabajos en torno a la Independen-cia: Antologa de historia y memoria; La independencia en el sur de Mxico; El cabildo catedral de Antequera y el movimiento insurgente, Biografa de Andrs Quintana Roo, De tareas in-gratas y pocas difciles Francisco Xa-vier de Lizana y Beaumont, arzobispo de Mxico, 1802-1811, en Poder civil y catolicismo en Mxico, siglos XVI

    al XX; La crisis de 1808 en la iglesia novohispana, en Las experiencias de 1808 en Iberoamrica; El concepto independencia en la crisis del orden virreinal, en Mxico en tres momentos, 1810, 1910, 2010, entre otros textos.

    En entrevista con Humanidades y Ciencias Sociales, la investigadora convers acerca del movimiento inde-pendentista de Mxico y la importancia de sus posteriores conmemoraciones. En opinin de Ana Carolina Ibarra, estas conmemoraciones pueden apro-vecharse para realizar y difundir el trabajo histrico. No slo las institu-ciones buscan apoyar el trabajo de los historiadores al fi nanciar pesquisas de documentos, trabajos de organizacin en los repositorios, publicaciones en torno a estos trabajos, sino que, si se

    impulsan correctamente las activida-des, es posible despertar entre la gente el inters por estos temas.

    Se trata de hacer conciencia de nuestra memoria histrica, pero tam-bin de revisarla a la luz de conmemo-

    raciones como la del Bicen-tenario de la Independencia. Los historiado-res permanente-mente estamos cotejando la memoria co-lectiva con el conocimiento histrico que produce la in-vestigacin. Es un buen mo-

    mento para que aquellos que no estn dentro de la academia se interesen en la historia, para que quiz se pregun-ten por qu no se haban interesado en ella antes. Es un buen momento para hacer conciencia de que la me-moria histrica es caprichosa y hasta cierto punto arbitraria recordamos unas cosas y otras no, generalmente las distorsiona o las simplifi ca, cuan-do la realidad es mucho ms comple-ja. Entonces, lo importante es hacer una revisin crtica de la memoria, y estas fechas son idneas.

    Cmo se dimensionan en la actualidad las imgenes de los hroes independentis-tas y revolucionarios? Se han mitifi cado o desmitifi cado?Comienzan a desmitifi carse y a hacerse ms reales. Tomemos, por ejemplo, a la fi gura ms represen-tativa de la Independencia que es Miguel Hidalgo y Costilla: el padre de la patria, una de las imgenes em-blemticas de la historia mexicana.

    Conocer nuestra historia nos permite refl exionar sobre el presente: Ana Carolina Ibarra

    La historia es para conocerla y para refl exionar sobre ella a la luz del presente

  • 17Humanidades y Ciencias Sociales

    Entrevista

    Representado comnmente con su sotana negra parece casi siempre un venerable anciano, cuando en realidad era, segn testimonios de la poca, un hombre vigoroso de 57 aos que gustaba de vestir pantaln ancho, sombrero de pluma, y su actitud ante la vida era igualmente inquieta y vital. Y as como tratamos de autentifi car su apariencia, tambin hay muchas novedades respecto a su actuacin, sus ideas, su mundo de creencias.

    Lo que sucede es que se han transmitido imgenes que no necesa-riamente coinciden con la realidad, que se han ido distorsionando con el tiempo, y no son fi eles a la realidad de entonces. As tambin, la nmina de hroes se haba reducido a unos cuantos. Del propio Ignacio Allende, cuyo papel es central en el movimien-to conspirativo y en la insurgencia, la mayor parte de los mexicanos sabe muy poco.

    Asimismo las imgenes, e incluso los nombres de muchos caudillos, son prcticamente desconocidos por la poblacin. Ignacio Lpez Rayn es un ejemplo: mucha gente desconoce quin fue, no puede imaginarse cmo era o qu hizo. Ignoran que fue una pieza clave del proceso independista; que fue presidente de la junta de Zit-cuaro y que sus Elementos Constitu-cionales representaron un gran aporte para Morelos y para la Constitucin de Apatzingn. Es increble, pero an en Zitcuaro buena parte de la po-blacin no es consciente del calibre y del peso de la fi gura de Rayn para el movimiento insurgente, y por supues-to tambin de la trascendencia de la Junta que all se estableci en agosto de 1811. Cuando se los explicamos entienden la relevancia que este lu-gar tuvo para la historia y se sienten muy orgullosos de su tierra; lgica-mente, quieren saber ms. De aqu la importancia de difundir nuestra historia, de aprovechar estas conme-moraciones para impulsar su estudio y divulgacin; claro, una divulgacin seria y desinteresada, porque la gente tambin desconfa de que tal o cual

    gobernante quiera llevar agua a su molino.

    Sobre este tema, vale comentar que hemos conocido mucho ms sobre las fi guras de segunda fi la de la insurgen-cia, pero tambin sobre los antih-roes que eran igualmente hombres de carne y hueso. Actores polticos deter-minantes cuya dimensin histrica y humana es necesario situar.

    La Universidad est coordinndose con otras instancias para las actividades conmemorativas del Bicentenario de la Independencia? Con sufi ciente anticipacin, la unam empez a organizar las activi-dades conmemorativas del Bicente-nario. En 2007, public la primera gran obra colectiva, y tiene un plan editorial que incluye obras nuevas y reediciones de libros clsicos de estos temas, algunas obras estn ya circu-lando; en la pgina de los Centena-

    rios, uno puede ver la agenda de ac-tividades que van desde conferencias hasta premios para tesis de licenciatu-ra y de posgrado. Aparte, ha brindado apoyo y asesora a instituciones edu-cativas, del gobierno federal y de las entidades, a museos, casas de cultura y dems. Creo que sostiene una gran actividad en coordinacin con todas las instancias, y colabora de manera abierta y generosa como siempre lo ha hecho esta casa de estudios.

    S hay mucho inters en realizar actividades de todo tipo en torno a la Independencia. Tanto en el plano de la divulgacin como en el acadmico, a nivel nacional e internacional. Hay inters en los estudios comparativos desde la perspectiva iberoamericana, latinoamericana e hispnica. No se trata slo del mundo ibrico, sino de Francia, Italia, Alemania y tantos

    otros lugares cuya historia y tradicin los devuelve a este gran tema que fi nalmente se inserta en el amanecer de toda una poca: un momento que hizo grandes aportes a la modernidad, una poca que hoy tiene vigencia. No comparto la idea de quienes dicen que no hay nada por celebrar porque hay muchas promesas incumplidas. Creo que es importante subrayar el legado de cada poca; la de las revoluciones fue un tiempo de promesas y expec-tativas al fi n romntica, pero tambin dej aportes importantes, de inmensas transformaciones, y esto nos corresponde aquilatarlo.

    Qu otras vertientes de la Independen-cia se han estudiado? Cules faltan por abordarse?Si un mrito tiene la historiografa reciente de la Independencia es haber abierto mltiples vetas de estudio, y mltiples enfoques. Desde el trabajo de Luis Villoro, pero sobre todo en los ltimos 25 aos, la historiografa sobre la poca avanz mucho y se enriquecieron sus horizontes. Hay muchsimas obras sobre una variedad de temas que, en conjunto, nos per-miten explicar con mayores elementos los procesos de entonces. La histo-riografa ha hecho una revisin de la historia ofi cial sobre la base de nuevos hallazgos de investigacin, buscando superar la mirada anacrnica que ha-ba prevalecido. Entre los temas que se han investigado recientemente estn

    Si un mrito tiene la historiografa reciente de la Independencia es haber abierto mltiples vetas de estudio,

    y mltiples enfoques

  • Febrero de 201018

    Entrevista

    los procesos electorales, las transfor-maciones en la cultura poltica, el desarrollo de una cultura poltico-religiosa; la historia econmica y la historia social han hecho tambin

    importantes aportes. Hay novedades. En mi experiencia, por ejemplo, he estudiado a algunos prceres que eran curas y tenan afecto por la Iglesia, y no eran los curas mal portados que nos habamos imaginado, eran hombres talentosos e inquietos que empujaban muchos cambios, pero

    combinaban este mpetu con muchas cosas que hoy nos pareceran tradicio-nales. Es necesario ir desentraando con cuidado la manera en que se tran-sita hacia un pensamiento ms liberal, ms secular.

    En trminos de la cronologa, hemos avanzado mucho. Nos di-mos cuenta de que para entender el proceso de los aos 1810-1820 era necesario mirar hacia atrs y cono-cer mejor las dcadas virreinales y luego mirar hacia adelante, hacia los procesos de formacin de la nacin, para comprender verdaderamente en qu consisti la dcada 1810-1820.

    Asimismo, fue necesario estudiar los procesos ibricos, la crisis de 1808, las Cortes espaolas, las transformaciones liberales. En el caso de la Nueva Espa-a, echar luz a la historia de aquellos

    lugares en donde la insurgencia no prosper o fue menos radical, pero donde ocurren procesos muy intere-santes e importantes para entender su desarrollo futuro. Cmo fue que la Nueva Espaa pas de ser una colonia a convertirse en una nacin independiente? ste fue un proceso

    complejo que hay que captar en todo su dinamismo. Se est avanzando en ello, pero todava es un reto para la investigacin y el anlisis explicar este trnsito.

    Qu falta? Falta justamente ver estas articulaciones. Por ejemplo, la historia regional ha dado mucho, pero requiere ser estudiada como parte de

    ese proyecto que ser Mxico, y no de manera aislada. La dcada de 1810 a 1820 no es slo poltica, hay que mirar en conjunto, con articulaciones de ndole econmica, social, etcte-

    ra. Se trata de una poca de grandes transformaciones; sin embargo es im-portante analizar tambin qu perma-nece, hay que seguir ahondando.

    Como nacin, cul es la importancia de salvaguardar nuestra historia? La historia no es una cosa que te-nemos guardada y que tenemos que cuidar. La historia es para conocerla y para refl exionar sobre ella a la luz del presente. Es necesario renovar nuestros conocimientos a partir de las preguntas que sobre la historia nos reclama el momento actual. sas son las preguntas que lanzamos al pasado. Tratar con ella nos obliga a ser hones-tos y rigurosos. Es un privilegio y un compromiso para los acadmicos y los alumnos de esta Universidad estudiar y hablar de la historia de nuestro pas. Ojal que estas celebraciones sirvan para motivar en la poblacin el deseo no slo de conocer la historia, sino de tratar de comprenderla. Siempre he pensado que si los polticos, los empresarios, los dirigentes o los co-municadores pensaran histricamente, tendran mayores elementos para dis-cutir y actuar sobre el presente. Creo que si bien ste es un buen momento para enriquecer nuestros conocimien-

    tos sobre el acontecimiento que hoy conmemoramos, lo es sobre todo para preguntarnos acerca del sentido y al-cance de la renovacin de la historia.

    Se trata de hacer conciencia de nuestra memoria histrica, pero tambin de revisarla a la luz de conmemoraciones

    Ojal que estas celebraciones sirvan para motivar en la poblacin el deseo no slo de conocer la historia, sino de tratar

    de comprenderla

  • 19Humanidades y Ciencias Sociales

    Memoria histrica

    DocumentaliaEnero de 1

    Muchos hombres declarados grandes por la poste-ridad, y otros que por lo menos han llegado a ser clebres, han tenido la costumbre de escribir du-rante su vida un diario en el cual anotan los acontecimientos ms importantes de que fueron actores o espectadores, as como sus impresiones particulares sobre ellos.

    Creo que debemos imitar el ejemplo de los hombres que se han distinguido, si queremos llegar algn da a represen-tar un papel de importancia en los destinos de la patria.

    Aquellos cuyos nombres fi guran en la historia con letras luminosas, generalmente han sido modestos, activos, so-brios, trabajadores, abnegados. Slo esas virtudes pudieron elevar sus almas a la altura necesaria para luchar con ventaja en las crticas circunstancias en que lo hicieron.

    Mxico pasa actualmente por una de sus crisis ms serias, pues de la actitud de los mexicanos depende que se perpete el rgimen del poder absoluto, que ser mortal para nuestras instituciones y para nuestra independencia, o bien que se imponga para siempre el radiante imperio de la ley.

    Todo hace creer que se prepara una lucha formidable entre el pueblo ansioso de recobrar sus derechos y la ad-ministracin del general Daz, que celosa cuida todas sus conquistas.

    Yo estoy resuelto a luchar con toda energa defendiendo la causa del pueblo, lo cual me pondr en condiciones de ser actor principal de muchos acontecimientos, o por lo menos espectador bien enterado. As es que, escribiendo mis memo-rias, es posible que deje algunos apuntes que con el tiempo pueda aprovechar la historia.

    Estos apuntes no tendrn ese objeto nico, sino que pue-den servir para aumentar la experiencia de los que luchan por la democracia en Mxico y en otros pases.

    Por ltimo, a m me servirn de mucho, porque adems de que en cualquier tiempo me refrescarn la memoria so-bre cualquier acontecimiento, la costumbre de escribir todas mis impresiones desarrollar ms mi discernimiento y har que mis juicios sean ms fundados y serenos.

    No tengo la pretensin de ser un gran hombre, pero s aspiro a imitar su ejemplo; para lograrlo, slo se necesita considerar, ms alto que los intereses particulares, los gran-des intereses de la patria y abrazar una causa noble con entu-siasmo y abnegacin. El xito determinar si se pudo igualar 1 Madero, Francisco I., Obras completas, tomo i. Memorias, Mxico, Editorial Clo, 1998, pp. 19-21.

    a los hechos de los grandes hombres, para fi gurar entre ellos, o si por falta de inteligencia se conquist un fracaso, en cuyo caso no llegar a ser uno de tantos mrtires que sucumba en defensa de sus ideas. No creo que el xito dependa del azar; ms bien estoy convencido de que est en estricta relacin con la intensidad del esfuerzo.

    Para llevar adelante una obra magna, no solamente se necesita entusiasmo, abnegacin y una fuerza de voluntad a toda prueba, sino tambin un gran talento para dirigir hbilmente esos esfuerzos.

    Creo igualmente que nosotros representamos el esfuerzo que hemos hecho anteriormente, ya sea en esta existencia o en nuestras existencias pasadas, pues estoy fi rmemente convencido de que nuestro espritu evoluciona, pasando a travs de innumerables envolturas carnales.

    Por estos motivos no est en nuestro poder improvisar grandes hombres, pero si queremos llegar a serlo alguna vez, en el transcurso de nuestras encarnaciones, necesitamos des-de ahora abrazar con entusiasmo alguna causa noble, iden-tifi carnos con ella, considerar que hemos venido al mundo para trabajar por ella, y dirigir todos nuestros esfuerzos hacia su triunfo defi nitivo.

    Esa conducta tan bella ennoblecer todos los actos de nuestra vida, y aun cuando seamos vctimas de la intoleran-cia o de la ambicin de los dems, aun cuando sucumba-mos, nuestro esfuerzo no ser estril, habremos cumplido con nuestro deber en la ms amplia acepcin de la palabra, y esos repetidos reveses, esos fracasos, aumentarn nues-tro caudal de experiencia; adems, nuestra inteligencia, en constante tensin para encontrar el modo de vencer los obs-tculos, se desarrollar de un modo admirable, y nosotros llegaremos a acercarnos cada vez ms a los grandes hombres, hasta que algn da los igualemos.

    Antes de proseguir, dir que es nuestro deber imitar en todo lo bueno a los grandes hombres, y que el hecho de adoptar la costumbre de escribir uno mismo sus memorias no debe ser considerado como pretensin injustifi cada y ri-dcula, sino como el justsimo deseo de desarrollar nuestras facultades y de ser tiles, para lo cual es muy necesario el mtodo, el orden y el estudio, cualidades que se practican con la costumbre de escribir impresiones y memorias.

    Despus de este prembulo, que me ha parecido nece-sario, voy a principiar mis memorias, ocupndome prin-cipalmente de los acontecimientos de inters general, y slo me ocupar de m mismo en lo que se relacione con aqullos.

  • Febrero de 201020

    Reseas

    Libros y autores

    Partiendo del hecho irrefutable de que en el mun-do de hoy todos tenemos una idea preconcebida (aunque no necesariamente informada) del Banco Mundial, en este libro Bertha Lerner elabora un anlisis del modelo de desarrollo y de las propuestas en materia educativa impulsadas por esta polmica institucin. Para hacerla, presenta un recorrido histrico por las principales ideas que han regido a dicha institucin, as como por las transformaciones conceptuales que ha habido en su seno al entrar en contacto sus teoras con la realidad.

    Otro hallazgo del libro devela que el bm no es un banco tpico, tanto por la infl uencia que tiene entre los gobiernos del mundo como por sus intereses y objetivos los cuales van mucho ms all de slo hacer prstamos monetarios y cobrar los intereses, al ser un organismo supranacio-nal comprometido con la instauracin y mantenimiento del libre mercado a lo largo y ancho del planeta. Para lograr lo anterior, dice la autora, el Banco Mundial ha entendido que se debe intentar garantizar la educacin de todos los ciudadanos del mundo, lo cual requiere, de acuerdo con la autora, promover la educacin pblica y la privada.

    Alejandro Dabat y Sergio Ordez, Revolucin informtica, nuevo ciclo industrial e industria electrnica en Mxico, Mxico, unam-Instituto de Investigaciones Econmicas-Casa Juan Pablos, 2009.

    En este libro se hace un estudio sistemtico de la re-volucin informtica y de las telecomunicaciones, as como de su desarrollo tendiente a la conforma-cin de un nuevo ciclo industrial mundial, articulado y dinamizado por el sector electrnico-informtico (se-i), que trae consigo el surgimiento de una nueva divisin glo-bal e interindustrial del trabajo. Este nuevo panorama es el marco para el estudio de la insercin de Mxico en la divi-

    sin global del trabajo centrada en el se-i, particularmente de su industria electrnica.

    Aqu se abarca el periodo de auge del se-i mundial, al que corresponde la conversin de la industria electrnica (ie) en Mxico en la principal actividad manufacturera ex-portadora, as como la crisis mundial de 2001-2002, cen-trada en el sector, y el periodo posterior en que el se-i sufre un proceso de reestructuracin tecnolgico-productivo y redespliegue espacial, lo que se conjuga con una reorien-tacin de la modalidad de desarrollo de la ie en Mxico hacia el ascenso industrial y la recomposicin productiva y geogrfi ca de las exportaciones.

    Sin embargo, se trata de procesos que tienen lugar de manera bsicamente espontnea y defensiva, y que dejan grandes problemas sin resolver, como la desarticulacin de las cadenas internas de valor, la falta de estmulos fi scales, el rezago infraestructural, la escasa articulacin con el sec-tor cientfi co-educativo y su retraso persistente, pero, prin-cipalmente, la falta de una visin prospectiva de las grandes tendencias de desarrollo tecnolgico-productivo del se-i mundial y de una estrategia nacional de insercin del pas en esos procesos.

    El Banco Mundial: modelo de desarrollo y propuesta educativa (1980-2006) es una obra importante para tirar prejuicios, a la vez que proporciona elementos que permi-ten conocer mejor (de manera informada) el origen y de-sarrollo histrico de las polticas educativas que en mayor o menor grado la mayora de los gobiernos han puesto en marcha en sus pases.

    Bertha Lerner, Banco Mundial: Modelo de

    desarrollo y propuesta educativa (1980-2006), Mxico, Bonilla Artigas

    Editores, unam-Instituto de Investigaciones

    Sociales, 2009, 480 p.

  • 21Humanidades y Ciencias Sociales

    Reseas

    En las culturas coras y huicholas del Gran Nayar, el cuerpo humano constituye una estructura donde se procesan aspectos biolgicos en funcin de una cosmovisin cuyos smbolos inciden en la ingesta de sus-tancias psicoactivas y su relacin con los patrones de pa-rentesco. El presente trabajo, de corte interdisciplinario, abarca aspectos de biologa, historia, etnologa y gentica. A partir del ensamble de elementos externos e internos del cuerpo humano, de sus experiencias y de su uso como instrumento del grupo que lo piensa, se apunta a la pre-gunta: qu tiene que ver la cohesin que refl eja la identi-dad cultural con la estructura gentica en estos grupos?

    As, el cuerpo humano siendo vnculo real e imagi-nario en el mbito colectivo es analizado a partir de la relacin cuerpo/alucingenos como parte de la cultura en que opera como medio de experiencia individual, como smbolo social y religioso y como organismo susceptible de procesos fi logenticos.

    Regina Crespo y Rodolfo Mata (seleccin, traduccin y notas), Alguna poesa brasilea. Antologa (1963-2007), Mxico, unam-Coordinacin de Humanidades. Programa editorial (Coleccin: Poemas y ensayos), 2009, 416 p.

    Toda antologa literaria necesita y conlleva criterios personales de seleccin; con frecuencia, cuando es publicada, se transforma en el motivo constante de las ms diversas opiniones e incluso llega a convertirse en detonador de apasionadas coincidencias, o bin, de enco-nados desencuentros.

    Y se es precisamente el valor de estas compilaciones. Situar diferentes propuestas literarias en un solo volumen promueve no slo primeros acercamientos a poetas poco conocidos, sino que propicia y debe provocar repetidas discusiones sobre temas, estilos, lenguajes, infl uencias. Te-naces polmicas literarias, que en las actuales circunstancias culturales, resultan muy alentadoras.

    Rodolfo Mata y Regina Crespo, quienes ya haban pu-blicado la obra Ensayistas brasileos (Programa Editorial de

    la Coordinacin de Humanidades, unam, 2005), publican en el 2009 la antologa Alguna poesa brasilea, la cual re-coge poemas de libros aparecidos en Brasil entre 1963 y 2007, lo que indica el primer criterio de eleccin, que con-sideramos positivo, ya que cada vez resultan menos certeras las antologas basadas en fechas de nacimiento.

    La poesa incluida en este libro, en edicin bilinge, camina de manera paralela con los grandes movimientos poticos brasileos, ya que es indudable encontrar en los poetas incluidos, afi nidades con el Modernismo o el Concretismo, y obviamente, conexiones con Drum-mond, Cabral, Meireles y otros poetas ms recordados entre los lectores mexicanos.

    Lo anterior corrobora el vigor de una poesa que bus-ca confi rmarse y reconocerse en este inicio de siglo. Esta antologa es una muestra de una expresin que refl eja el pensamiento potico brasileo ante la vertiginosa se-gunda mitad del siglo xx, y prefi gura el inicio del siglo venidero, en donde todo parece fusionarse en nuevos contextos.

    Alguna poesa brasilea (ttulo tomado como referencia de la obra cardinal de Drummond de Andrade en 1930), rene 24 poetas con amplia y slida trayectoria como son Sebastio Uchoa Leite, Adlia Prado, Francisco Alvim, Roberto Piva o Antnio Carlos de Brito Cacaso, Paulo Leminsky o Paulo Henriquez Brito y otros escritores que, gracias a esta importante labor de seleccin y traduccin de Rodolfo Mata y Regina Crespo, difunden la valiosa y reciente literatura en lengua portuguesa al resto de los lec-tores latinoamericanos.

    Blanca Zoila Gonzlez Sobrino, Una lectura del cuerpo humano como entidad biolgica y simblica en el Gran Nayar, Mxico, unam-Instituto de Investigaciones Antropolgicas, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 2008, 202 p.

  • Febrero de 201022

    Tendencia juvenilJvenes

    Estudiantes con beca en la unam

    Con la fi nalidad de apoyar e impulsar a estudiantes de escasos recursos que desean superarse, la Universidad Nacional Autnoma de Mxico instrument, desde hace tiempo, un sistema de fi nanciamiento por medio de 26 pro-gramas institucionales administrados por 12 entidades acadmicas y depen-dencias universitarias. Estos progra-mas se clasifi can en cuatro grupos de becas, de acuerdo a la orientacin y objetivos que se persiguen: para estu-diantes en general, para la superacin del personal acadmico, a estudiantes en proyectos de investigacin y a pos-doctorales.

    La Universidad impulsa la for-macin de profesionales en reas del conocimiento que el pas requiere para su desarrollo regional y nacional. A travs de Fundacin unam, se han establecido vnculos de colaboracin con otras instancias que persiguen el mismo fi n, tales como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa, la Secretara de Educacin Pblica, la Universidad de California, la Funda-

    cin Carolina, el Programa Bcalos de Fundacin Televisa, la Asociacin de Bancos de Mxico, el Gobierno de Distrito Federal con el programa pre-pa s, entre otras.

    Las becas que otorga la Universi-dad son, en promedio, de 10 mil 800 pesos durante 10 meses. El 50% de este fi nanciamiento lo proporciona el gobierno federal, a travs del Pro-grama Nacional de Becas y Financia-miento (pronabes), y el otro 50% lo brinda la institucin a travs de Fundacin unam. Cabe destacar que, en gran medida, la Universidad ha podido brindar este apoyo gracias a las aportaciones de sus egresados, quienes hoy en da son los grandes benefacto-res de la institucin.

    De acuerdo con cifras de la unam, 88,788 estudiantes fueron becados en 2008. Rafael Moreno Valle, pre-sidente de Fundacin unam, asever que en 2009, dicha fundacin otorg 13, 353 becas a nivel licenciatura. De acuerdo con Moreno Valle, siete de cada 10 jvenes con becas se han con-vertido en el primer integrante de una familia en acceder a estudios a nivel licenciatura, y 12 mil no cuenta con

    las condiciones mnimas necesarias para realizar sus tareas en casa.

    De igual forma, para apoyar los es-tudios de alumnos indgenas, la unam lanz una convocatoria de becas, a travs del Programa Mxico Nacin Multicultural, dirigida hacia este sec-tor de la poblacin, mediante el cual se ha benefi ciado hasta el momento a ms de 200 estudiantes indgenas.

    En enero de 2010, la Universidad Nacional Autnoma de Mxico inici el proceso de seleccin de estudiantes de excelencia con el fi n de otorgarles 300 becas para que cursen un ao en el extranjero. Los candidatos debe-rn contar con dominio de ingls. El denominado programa de movilidad estudiantil, permitir que los jvenes se incorporen a licenciaturas en uni-versidades como Harvard, California, Stanford, Yale, Columbia, adems en Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, Alemania, entre otras.

    La Universidad tiene a disposicin una pgina electrnica que brinda a detalle la informacin referente a las becas que otorga, as como los requisi-tos: www.becas.unam.mx.

  • 23Humanidades y Ciencias Sociales

  • Presentaciones en la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de MineraSbado 20 de febreroAcademia de Ingeniera

    12:00

    Al siglo XIX ida y regreso Domingo 21 de febreroAuditorio uno. Sotero Prieto

    13:00

    Poemas y Ensayos

    Auditorio uno. Sotero Prieto13:00

    Nueva Biblioteca Mexicana

    Sbado 27 de febreroGalera de Rectores

    12:00

    Sociedad y CulturaMxico Siglo XXI

    Domingo 28 de febreroAuditorio uno. Sotero Prieto

    13:00

    Estudios de CulturaIberoamericana

    Colonial

    Galera de Rectores14:00

    Bibliotecadel EstudianteUniversitario

    Auditorio uno. Sotero Prieto13:00

    Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum

    Mexicana

    Galera de Rectores14:00

    Auditorio uno. Sotero Prieto14:00

    Sociedad y CulturaMxico Siglo XXI

    Academia de Ingeniera14:00

    Sociedad y CulturaMxico Siglo XXI

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    Galera de Rectores

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    Ciudad de MxicoTacuba nm. 5

    Centro Histrico

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