michaud, robert - los patriarcas

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2 BuenanoticiaROBERTMICHAUDLosPatriarcasHistoria y teologa3.a EDICIONEDITORIAL VERBODIVINOAvda. de Pamplona, 41ESTELLA (Navarra)1991CONTENIDOPgs.LOUISLEVEsQUE) Presentacin'" ... oo.... 9PRLOGO ......... oo ...... oo oo' oo' '" 13INTRODUCCIN . 'oo oo. .oo oo. '" 151. HISTORIA... ...... ... ... .oo oo. oo. .oo 23Tradujo: Jess M. Asurmendi Ruiz. Ttulo original: Lespatriarches. Les Editions du Cerf - Editorial VerboDivino, 1976. Espropiedad. PrintedinSpain. GrficasLizarra, S.L., Ctra. de Tafalla, Km. 1, Estella (Navarra).Depsito Legal: NA. 6-1991ISBN 847151096 O1. Canan en la poca de las invasionessemitas '" oo oo 2. Los patriarcas ysus clanes '"3. El patriarca Jacob .oo 4. El patriarcaIsrael .5. El patriarcaIsaac 6. El patriarcaAbrahn ., ....254363758393711. TEOLOGA.oo oo oo oo.... 1097. El yavista: telogodelasalvacin uni-versal ,. 1198. El elohista: telogo de la alianza... 1599. Lostelogos delaesperanza... 183CONCLUSINGENERAL '" 223BIBLIOGRAFA... ... ... 2278PRESENTACIONEste es el primero de unaseriede estudiosbblicosque el profesor Robert Michaud tiene laintencindepublicar. Tantopor el proyectocomoporsus primicias llenas depromesas debofelicitarcordialmente al autor yalos crculosuniversita-rios enlos que trabaja, anticipando de estama-nera laalegra detodosaquellosque, apartirdeestemomento, podrnutilizarcongran provechoeste trabajo.Acabo de leer atentamente Los patriarcas,historia y teologa. Es evidente que el profesorysusalumnos estnimbuidos delasmsrecien-tes yserias conquistas delaexgesis bblica; lasopciones que han tomado son las ms lcidas,llenasde coherenciay de unidad.Lasmsrecientes manerasdeabordarel pro-9blema de lainspiracinbblicaevitan con todocuidadoaislar al escritor bblicodesumedio devida. Podemosdecir} sin exagerar} que en granmaneraes su producto; su voz es el ecoms omenos afinadode esarealidad; sumisinde es-cribir provienede esemedio ambienteque eselsuyo}ylarealiza enel marcodesupropiaexis-tencia. Hastatal puntoesestociertoque} cuantomejor conocemosel medioambientedeunescri-tor} tanto meior comprendemos el mensaje quepretende transmitir.E'n la parte de los libros sagradosque estetrabajoestudia} el pasodelos siglos fue deposi-tando enestratos sucesivos}con el concursodelascircunstancias ydelainspiracin}los elemen-tos de unahistoriaquelaevolucin delos pue-blosfueamalgamando}incluyendoenella los ava-tares yaventurasde lahumanidad: calamidades}emigraciones} cautividades}liberaciones. Nos en-contramos ante toda una serie de estratos. Unprofundo conocimiento de los pueblos antiguos}contemporneosdelos patriarcas} de -suscostum-bres y tradiciones, y un conocimientocada vez msprofundode lasciencias. humanas nos ayudar a.comprendermejor cmo aquellasgentes tan dis-tantes de nosotros enel tiempo yen el espacionos fueron transmitiendo el ecode vidas seme-[antesalasnuestras} comprometidas ya, aunquede lejos, enla, bsqueda de lamismasalvacin.Nos invitis a releer el ms antiguo de loslibros. dela bibliay}al hacerlo} nos mostris el10camino que ms se acomoda al sentido de lastradicionespatriarcales. Esperoque vuestro men-saje llegueal mayor nmero posiblede lectores.LOUIS LEVESQUE11PROLOGOEl presente trabajo es fruto de un esfuerzode investigacin en el mbito de lametodologadelaenseanzabblica. No presentamos, sinem-bargo, la "elacin tcnica de la investigacincomotal, sinomsbienlaaplicacin concretadel m-todoen s. Laexperiencia se ha realizadoconxitoenelmarco deungrupodeestudiantesdelprimer ciclodelauniversidadde Qubec, enRi-mouski.Encalidad deprofesordeAntiguoTestamen-to,deba presentar las tradiciones patriarcales con-tenidasenelprimerlibrodela biblia, el GnesisEn lugarde seguir lacostumbre tradicional, in-tentorientarmiscursosenel marco delasnuevas perspectivas ofrecidas por los inv.estigadoresactuales. El vivointersquelosestudiantesmani13[estaron por este tipo de estudio me antmo apresentar el trabajoacrculos ms amplios. Larealizacin del proyecto llev consigo necesaria-mentela transformacindelapresentacinyunaconsiderable ampliacindel contenido del cursoinicial. Porello, laobra quehoypresentamos noseparece muchoa las notasdeclase.Deboexpresarmi msvivoreconocimientoatodas aquellas personasque me ofrecierondesin-teresadamente su saber y su experiencia. ErnestSimard, gran amigomio, que me animyayuda realizarlaprimeraredaccin dela obra. LisetteMorin,' periodista de la Radio-Televisin, se haencargadocon gran ilusinde la presentacin lite-rariafinal del manuscrito. Andre Gautbier,"Perio-dista, dedic largas horasalatranscripcindeltexto. No puedo olvidar evidentemente aVian-ney Gallant y a Henrio Verreault, dos de misantiguosalumnos, aquienes tanto debo.ROBERT MIC HAUDUniversidad de Qubec, Rimouski9deabril de 197514INTRODUCCIONTrescategoras de lectoresdel libro del GnesisCuando por primera veznos acercamosalabiblia, cremos onos dieron aentender que losrelatos del Gnesis eran una especiede_repor-taje totalmente conforme con la realidad hist-rica. Muchos adultos conservantodava esta pri-mera .impresin, y a ningn precio quierendesentenderse de ella. Otros muchos, molestosquiz por el carcter infantil deestosrelatos, losdejarondeladofcilmente ycontinan creyendoquenotienenvalor alguno. Entreestosdosgru-pos opuestosse encuentra, a su vez, la mayora delagente, conunagamadeopinionescasi infinitayque ante lashistorias del Gnesis sepregunta15si detrs de la mscara de esa literatura no seesconde unmundodistinto: el mal conocidomun-do de la antigedad. En realidad sonestos lti-mos los que tienen razn al plantearse este pro-blema, ya que, efectivamente, un misterio profundoenvuelveelprimerlibrodelabiblia: setratadelmisteriomismodeDios y el del hombre antiguo,prototipodel hombredetodoslostiempos. Desdeeste punto de vista, el Gnesis representa unaespecie de enigma que solamente algunos pocosprivilegiados puedencomprender profundamente.Lafinalidaddeesta obra es, pues, ensancharel crculodelosiniciados enlossecretos delG-nesis. Desdehaceyamuchotiempo, losestudian-tesdelasuniversidades oyenhablar delasinter-pretacionesnuevasde la literatura bblica, debidasa los progresos de una ciencia que se renuevaconstantemente. La poderosa corriente de reno-vacinbblicacomenz enAlemania, dondetoda-vaseencuentra suprincipal focode expansin,ypocoapocosehaidoextendiendo, conmsomenosfuerza, atodos lospasesdel mundo. Des-graciadamentees difcil para el pblico engene-ral estar al corrientedelos resultadosdelainves-tigacinbblica contempornea. Todos reconocenque, desde hacealgn tiempo, muchas cosashancambiado; pero, concretamente, qu? La res-puestano puede ser sencilla: solamente el Anti-guoTestamentoest integradopor una coleccinde cuarenta y seis libros. No es posible tratarglobalmente de este amplio conjunto literario,16cuya formacindurms deunmilenio. Porello,nuestro estudiose limitar solamentea unadelaspartes del primerlibrodela biblia: lahistoriadelospatriarcas, que empiezaenel captulo 12dellibro del Gnesis.Quinnohaodonuncahablar deAbrahn,de Isaacyde Jacob?Si labiblianosofrecieselabiografadeestospersonajes venerables, el problemaestara resuel-to. Tendranraznquienesnovenenesos relatossinoancdotas piadosas, pero al fin yal cabo...ancdotas. De hecho, desde hace siglos, los co-mentarios tradicionales interpretanas estos anti-guosrelatos; pero actualmentesomosconscientesde que las cosas son bastan ms profundas ycomplejas. Unamuestra?Enmuchsimasuniver-sidades, investigadores de fama internacional es-crutansindescansolostextos quenoshablan delos patriarcas, y publicacionesdeunaltsimonivelde especializacin consagran numerosos estudiosaestos relatos. Solamente este hechopodra sersuficiente para demostrar que las tradiciones pa-triarcales sonalgo distintoa relatosinfantilesparaescuela de prvulos. La finalidad de este libronoes otra quefacilitar el acceso detodosaquellosquese interesanpor los resultadosdelostrabajosde lainvestigacincientficade labiblia.17i IEn qu sentido pueden considerarsehoylos patriarcasbblicos.comopersonajes histricos?Este libro no. pretende repetir las afirmacio-nes tradicionales reconocidas durantesiglosy' si-glos yrechazadashoyendapor losespecialistasdel ramo. Por ello, queremos dejar las cosasclaras desde el principio: en nuestro estudio nose tratar de Abrahn comopadre de Isaac, nide Isaac .comopadre de Jacob, entendidodesdeelpuntodevistadelageneracinfsica. .Silacienciabblica actual admite el carcterhistrico de estos personajes, es porquelos con-sideracomojefesdetribus nmadasoseminma-das. La historia de la antigedad nos lo dice:durante el segundo milenio antes de Cristo, eloriente mediofuerecorridodeparteapartepordiversos grupos de hombres quebuscabantierrasfrtiles para ellosypara susganados. Las tradi-ciones primitivas han guardadoel recuerdo dealgunos jefes de estos clanes; en cuanto a los otros,hasta s ~ s nombresse perdieronen la nochedelostiempos.Admitir lahistoricidaddeAbrahn, deIsaacy deJacobnoimpideconcebir susrelacionesori-ginales comoseparadasenel tiempoyel). elespa-cio. La fusin progresiva de sus clanes provocfinalmentela fusindesus tradicionesrespectivas.y as aparece, como el resultadofinal deunlargo18procesode asimilacinyde adopcin, la clebregenealogadetodos conocida: Abrahn, padredeIsaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, antepasadodelas doce tribusdeIsrael.Los captulossiguien-tes servirn para explicar los fenmenos de tipoetnolgicoyreligiosoqueaqu apuntamos.Si el lectordeestelibronoquiere caerenlatrampa del equvoco, deber tener siempre pre-senteladistincinimportanteentre "historia" y" teologa" ."Historia" quiere decir, para nosotros, lossencillos yhumildes acontecimientos de la vidadelasfamiliasyclanes, vividospor losnmadasy seminmadas del segundo milnio antes deCristo.Enunapocatanlejananocabehablardelahistoria en el sentido moderno del trmino. Sinembargo, los progresos de la ciencia contempo-rnea iluminanen ciertomodo la vida de los hom-bresde aquellos tiempos remotos. Las intermi-nables migraciones hacia el ao 2000 antes deCristocontribuyeronaformar el mundodehoy:el orientey el occidente. Desdeelpuntodevistahistrico, todo sucedi sin fasto ni gloria, y lamayor parte de las veces en tierras desrticas.Los que haban de ser antepasados de Israel tu-vieroncomo compaerosdeviaje y caravanaa losque haban de ser antepasados de otros muchospueblosantiguos. Unosy otrosconocieronlasomobra delosrbolesyel aguadelosmismosoasis.19Durante muchos siglos, unos yotros transmitie-ron oralmentea sus descendimientes los recuer-dos de la vida errante de sus familias yclanes.Cuandohablamosde"teologa", nos referimosal conjunto de interpretaciones sucesivas que sehan ido dando a las tradiciones ancestrales a laluzdelafe. Lahistoriade los patriarcas, conte-nida enel Gnesis (captulos1236 Y captu-los 38 y 49), constituye actualmente una obraliteraria, pero de un gnero muy particular. Noes la biografa de los antepasados de Israel, nitampocoun fiel reportaje de sus idas yvenidascuando todava vivan como seminmadas. Parapodercomprenderestetipodeliteratura, esnece-sariosaber loque sucedi entre la pocade lastradicionesorales(hacia1850-1300antesde Cris-to) ylapocadelaredaccinfinal delostextos(hacia 400 antes de Cristo). Ahora bien, cono-cemos slidamente los acontecimientos de tipohistrico yteolgicoque determinaronla forma-cindeestaextraaliteratura. Telogos geniales,separados unosdeotrospor msdedossiglos dediferencia, interpretaroncadaunoensumomentolasantiguas tradiciones desupueblopara respon-der encada circunstancia a las necesidades con-cretas, frutodesituaciones nuevas.En el siglox antes de Cristo, el telogodela corte de Jerusaln, el yavista,' interpret lasI Por loque tocaalamaneradedefinir alosprincipalesrepresentantes delasgrandes tradiciones bblicas, vasela In-troduccinalaII parte, pp. 112ss.20tradiciones patriarcales mostrandoque en la rno-narqua davdica se cumplan las promesas queantiguamente fueron hechas a los padres de lanacin. Suobrasedesigna conlaletraJ.Dos siglos ms tarde, en el siglo V'uI antesdeCristo, despus de laseparacindel reino endos estados independientes, el elohista, telogodel norte, actualiz las mismas antiguas tradicio-nes, peroenuncontextosocial totalmentenuevo:lareligincananea amenazabalaexistenciamismadelareligindeYav. Lasigladesuobra es..laletraE.Enel sigloVI antes deCristo, telogos israe-litas exiliados en Babilonia reinterpretaron a suvez lahistoriapatriarcal; pero, ahora, paralevan-tar el nimo de sus compaeros de cautiverio ypreparada vueltaa la patria. Se designaestaobraconlaletraP(del alemnPrester =sacerdote).Finalmente, despus del exilio, hacia el 400antes deCristo, unltimoredactor recogiestasdiversas tradiciones ytextos ylos reuni enlosconjuntosliterariosqueconocemoshoy. Esciertoque este procedimientoda a las tradiciones pa-triarcalesel estilodeunabiografa, perodehechopertenecenaotrogneroliterario.La necesidad de actualizar constantemente y demanera siempre nueva lasmismastradiciones an-tiguas hace que el gnero literario no sea elbiogrfico, sino ms bien el gnero bomiltico.Hoy se intenta conocer ycomprender esta prc-21"1"11,"1"":1::tica autnticamentebblica. Se pretende aprendereldifcil artedeadaptar alassituaciones nuevasel mensaje fundamentalmenteantiguo. Desdeestepuntodevista, el yavista del siglo x, elelohstadel siglo VIII y los telogos del siglo VI, son maes-tros consumados. La segunda parte de nuestroestudionosdarlaoportunidaddecomprobarlo.La distincin que acabamos. de hacer entre"historia" y." teologa" es tan importante quevamos autilizar cada- unodeestosdostrminoscomo. ttulos delasdospartes deestelibro.En la primera parte -"Historia"- inten-taremos, conla ayudade lacienciabblicamo-derna, reconstruir los hechos tal comoposible-mente sucedierondurante la largamigracindelos antepasados de Israel en tierra de Canan(aproximadamente entre 1850 y 1300 antes deCristo). Es lapocadelaformacnytransfor-macin de las tradicones orales.Enla segundaparte -"Teologa't-s- expon-dremos los motivos, deordenprincipalmente reli-giosoe histrico, que influyeronenlos escrito-resbblicos, apartir del sigloX, para dar alasantiguastradiciones patriarcaleslaformaliterariaconservada hasta nuestrosdas. Como ya veremos,el trabajodeestosescritoresconsisti sobretodoeninterpretarel pasadoalaluzdelos aconte-cimientos de sutiempo.221HISTORIA"11-"[:rll1Canan en lapocade las invasionessemitas1. Dos observacionespreliminaresEsimportantetranquilizar atodosaquellos aquienes nuestras afirmacionespudieraninquietar.Aunque la investigacin bblica contemporneaesmulti-confesional, nopor elloponeen teladejuicio el carcter inspirado de la escritura: setrata de algo admitido por la totalidad de losautores cuyos trabajos utilizaremos. La novedaddelosestudios bblicos resideprincipalmenteenla importanciay enlos descubrimientos referentesal aspectohumano delabibliaengeneral y, porlo que nos afecta a nosotros, en la influenciaprofunda del mundo oriental antiguoen las tra-diciones patriarcales.25'\Larevelacinnoseha realizadodemaneratan ingenua comohasta hace pocose pensaba.Enunprincipio, seexpresprimordialmenteenlosacontecimientos quemarcaron, a10largodelsegundo milenio, la llegada de las ltimas oleadasdeemigrantes al pasdeCanan.' Exteriormente,estos semitas, los antepasados de Israel, no sediferenciabandelos otros gruposde seminma-'dasdelamisma poca. Slo lenta yprogresiva-mente ciertas particularidades cultuales terminaronpor distinguirlos de sus contemporneos. Por .ello,lastradicionespatriarcalesnopuedenestudiarseencrculo cerrado, sintener encuentalosdatosdelaetnologa y delahistoria .de lasreligiones.La revelacin divina no despreci nada de 10autnticamente humano. Desde sus comienzos,aparece yaimpregnadade universalismo; utilizaunagran cantidadde materialesanterioresalna-cimientodel mundobblico.Otro aspecto que no hay que olvidar: el lectornodebeesperar una descripcin completadelacivilizacincananeadel segundomilenioenesteprimer captulo. Noesmuydifcil encontrar esegnerodedocumentacinde tipogeneral en obras de historia o en las introducciones al estudiodelabiblia. Enlosprrafos siguientes nospro-ponemossubrayar solamentelos aspectosde lacivilizacincananea quepuedenayudar ala com-prensindelahistoriadelastradiciones patriar-cales. Por otra parte, estos aspectos, principalmentedetipocultual, noeranexclusivos deloscana-26neos; losencontramosencasi todoslos pueblosde la antigedade incluso, hoy enda) en lastribusy pueblosprimitivos.2. Mito ehistoriaEl mito hadesempeado unpapel importanteen la historia dela humanidad.Antes de la llega-da de los antepasados de Israel al pas de Cananal igual queentodos los dems.pueblos antiguos'mito e historia se encontraban mezclados con-fundidos. Enlamentalidadprimitiva, lahistoriaterrestrenoerasino lareproduccin de losacon-tecimientos quehaban tenidolugaren. el mundode los dioses en la pocaprimordial,' es decir,antesdelacreacin del mundo. Conotras pala-bras, losacontecimientos histricosnoeransinola repeticin en el tiempode los arquetipos omodelos yarealizados por los' dioses opor seres Segnesta mentalidad antiguayarcaica, el papeldelhombreconsista nicamenteen la imitacin, cuanto ms perfecta mejor, de losmodelos celestes entodo10quehabaquereali-zar en la tierra. De ah se derivaba laimportanciadadaenlaantigedadalaastrologa y .a todoslos procedimientos deadivinadn: el problema erasiempre el mismo: conocer el modelo preexistentepara imitarlolomejorposible, nosolamenteen27'1, , ~'1la construccin de las ciudades y los templos,sino tambin en las acciones de todos los das.Partiendodeestascreenciasprimitivas, lossabiospudieron pocoapococonstatar que exista unantima relacinentre la accindel hombre yelresultado favorable odesfavorable de la misma.Esta reflexin sapiencial hizo nacer progresiva-menteel gnero histricopropiamente dicho. Peronoes steel camino quedebemosseguirennues-tro estudio.3. Losseres extra-terrestresTodos conocemos lapasinqueexiste actual-mente, tanto en adultos como en jvenes, porpelculas y librosenlosquesetratadelos extra-terrestres venidos de otros mundos a nuestroplanetaydecuyopasoquedarantodavamarcasyrestos visibles que demostraran su asombrosacivilizacin. El autor, paraquien todas estaspro-duccionessonnicamentefrutodelaficcin, notendren cuenta ni dar el menor crdito alasvisitasterrestresde estosextraos visitantes. Perohayquereconocerqueenestecamponotodoesfrutodelaimaginacin. Nosetratar, enplenosiglo xx, de la permanenciade creenciastanviejascomo lahumanidad?Desdesiempre, loshombreshan experimentado la necesidad de evadirse deltiempopresenteydeentrar, deunamaneraode28otra, encomunicacinconlashazaastipoyconlos diversos hroes de los tiempos primordiales.Ahora bien, esa es precisamente la funcin delmito, que hemosintentadodescribir enel prra-foprecedente: permitir al hombre laevasindelmomento presente y remontar la corriente deltiempohasta el origendel cosmos,deUn temploo de una costumbre, para poder comenzar unavidanuevamsdeacuerdoconel espritudeloscomienzos.4. El mito: una" historiaverdadera"Somos conscientesdeque estaafirmacincon-tradice la opinin tradjcional, segn la cual elmitonoes msque l simplefruto delaimagi-nacin. Enestosomosherederos ydescendientesde la mentalidad griega. En efecto, los griegosdesmitizaron el mito hasta el punto de excluirde l todo misterio y toda realidad divina. Porsu parte, los israelitas desmitificaron tambin elmito incluso antes que los griegos, pero trans-formndoloy adaptndolo a una nuevaconcepcindelahistoria. Estamaneradeentenderlosacon-tecimientosdela historianos permitirmstardecomprender por qu las tradiciones patriarcales,incluso no siendo histricasen elsentidomodernode. lapalabra, nocarecenpor ellodetodofunda-mento real.29 Por el momentonos contentaremos con sea-lar que el mito, en el lenguaje de los etnlogos,cuenta siempre el relato de una creacin. Si setrata de la creacin del cosmos, se le llamar" cosmognco"; si, por el contrario, se trata deuna realidad ms reducida (un pueblo, un clan,un templo, una costumbre, etc.), se le llamar" mitodeorigen".Para entender los captulos siguientes es ne-cesario conocer ciertas expresiones sinnimas de"mitode origen". Si el relato narralos orgenesde un pueblo o de un clan, podr llamrsele" saga" .o "leyenda etnolgica"; si trata de lahistoria sagrada de un temploo de un lugar deculto sehablarde "leyendacultual"; si explicaunao una particularidad cualquiera,podr l1amrse1e "relato etiolgico". Pero gene-ralmente en todos estos casos, ya se hable de- ."mitode origen" ode. otracosa, el mitoesuna"historia verdadera", encontraposicinalas"his-toriafalsas", que, paralosprimitivos, correspon-den alos cuentos ofbulas.5. El lenguaje "mtopotco"Cuando decimos que el mito designa una"historia verdadera", no debemos imaginarnos alas poblaciones de las sociedades primitivas tan30incautas como para creer en la realidad de losdetallesdel relatomtico. Se habl.a del mitocomode " historia verdadera" en el sentido de quequiere expresar unarealidad abstracta, muchasve-ces sobrenatural, pero siempre. real. As, pues,se llama mtico, o mejor "mitopoitico", el len-guajequepormediodeimgenes servaa lamen-talidad arcaica para intentar expresar la trascen-dencia y el misterio. Al igual que hoy nuestrolenguaje (cientfico, filosfico, teolgico) corres-pondeaunciertogradodelacultura, el lenguaje"mitopoitico" ha constituido en un momentodado de la historia de la civilizacin el mejormedio inventadopor los hombres para expresarlas realidadesquenosotrosexpresamosutilizandoformas diferentes de lenguaje. No es difcil ima-ginar las implicaciones prcticas de estas afirma-ciones.Cuando, por ejemplo, un"mito deorigen"o una "leyenda cultual" de un santuario noscuenta que un ser celeste se apareci cierto daeneselugar, loque importamsquenadano esIla descripcin de la aparicin. 10 importante,por el contrario, es ver enel relatode aparicinla expresin de la creencia en 10 sobrenaturaly la legitimacin del culto celebrado en eselugar. As es como el"mito de origen"o la "leyen-dacultual" deesesantuariopodr entenderseenlenguaje "mitopoitico" como una"historia ver-dadera".Georges Auzou se expresa con toda claridaden este sentido: "El oriente es contemplativoy31I ~.'1",11'11'11111'1'111''",Ir,;enningunaotra parteseha encontrado tantafeen el 'misterio'. Perosumetafsica, nofilosfica,profundamente religiosa, se expresa en representa-ciones escnicas, vivasyllenas deimgenes".16. Caos primordial y cosmosDe dnde nace, pues, la importancia queacabamos deatribuir al mito? Del hechodequesetrata siempredeunrelatodecreacin. Ahorabien, en lamentalidad primitiva el conceptodecreacin eradeunariquezainagotable: todarea-lidadterrestreestabaligadadeunamaneraodeotra al actocreador realizadopor los diosesenlostiemposprimordiales. Segn losmitoscosmo-gnicos, todo haba comenzadoen ese acto, enesemomento, por lavictoriadelosdiosessobreel caos, potenciadetinieblasydesorden. Deestaluchaentrelosdioses yel caos haba surgido elcosmos(el universo); pero esto no quiere decir quela obra creadora estabaterminada con ello: el caos,inclusovencido, no haba sidoprivado por ellode toda su fuerza. No nos vemos envueltostodas las noches'enlas tinieblas yenlaoscuri-dad? La misma naturaleza no muere indefec-tiblemente todos los aos? Hasta tal punto eraesto cierto que, en todo el mundo oriental antiguo,I Latradicinbblica. Fax, Madrid1961, 39.32la famosafiesta del aonuevotenapor finali-dad principal llegar hasta el arquetipo del actocreadorpor encima del tiempohistricoyasegu-rar de esta formacada nuevoao el ordencsmi-co, la alternancia regular de las estaciones, lafertilidad delasfamilias, delosrebaosydelatierra. El cosmos estabaciertamentecreado, perosu misma existencia estaba amenazada constan-tementepor el retornoposibledel caosoriginal,~ u e , por otrolado, noestaba ~ u y lejos: losde-srertos, las tierrasincultas e inhabitadas, las regio-nes inexploradas, yaque todoloque noestaba~ cosmizado" u organizadole serva de refugio,incluso losreinosenemigos.7. ElpaisdeCananantes delallegadadelosantepasadosde IsraelEl pasdeCanan, quemstardesellamarPalestina, haba sido,(, cosmizado" muchossiglosantesdelallegadadelosantepasadosdeIsrael.Si bien las 'excavaciones arqueolgicasmuestranqueestas tierras fueronhabitadas desdelaedaddepiedra(antes del ao3000 antes de Cristo)la historia de esta poca primitivaes todavapococonocida. Muydiferente esel conocimientoquetenemosdela etapasiguiente, la edaddebronce,queempiezapocomsomenosenel ao300033ti'antes de Cristo. Las primeras oleadas de pobla-cinsemita aparecenpor entonces enestos para-jes. Estos grupos humanos, diferentes muchasveces por sus lugares de procedencia o por susparticularidades tnicas, al hacerse sedentarios,terminaronpor formar un conjunto poco homo-gneoconocidoconel nombre decananeos. Pre-cursores inmediatos de los israelitas, estos cananeos(quin10habra dicho?)formanparteimportan-tedel contextocultural delastradiciones patriar-cales.Mucho antes que los patriarcas bblicos, loscananeos "crearon" el pasdeCanan. Siguiendolamentalidadmtica, lallegadadel hombrea unaregininhabitadaequivala auna autnticacreacin. Los pioneros, al igual que los dioses deltiempo primordial, emprendan un combate sintreguacontra el caos primitivoylesustraan unaparte de sus dominios: i se haba creado unatierranueva! Setratabadeunacontecimientodeimportancia csmica. Por ello, la toma de posesin del territorio, arrancado al caos, estaba ro-deada de ritos religiosos. Los modernos conquis-tadores plantaron cruces en las nuevas tierrasdescubiertas; los astronautas rezaron ensusvue-los espaciales; por su parte, los hombres de laantigedadconstruanaltaresenlas nuevastierrasenlas que seafincaban. Estos diferentes gestos,hechos por los hombres en las distintas etapasde lalarga historia de la civilizacin, sontodosellos, fundamentalmente, delamismanaturaleza:34son la expresindeunamisma fe. Deestamaneraestamos abordando uno de los puntos ms cru-ciales enelestudiodelas tradiciones patriarcalescontenidas en el Gnesis. Al mismo tiempo, ellector comienzaadescubrir que el Gnesis noesunlibroordinario.8. El emplazamiento de unaltar:"centro csmico"Utilizamos una vez ms e11enguaje de los etn-logos. Laconstruccinde un altar enuna tierraque seacabadedescubriribasiempre acompaadaderitos sagrados. Segnlamentalidadmtica;este acontecimiento repeta en aquel punto con.creta de la tierra el actocreador primordial. Elterreno que hasta. entonces haba sido posesindel caos, se converta de esaforma en un lugarde culto para siempre: alcanzaba el rango de"centro csmico"en el queel cielo se juntaba conlatierra.El lugar ideal para laconstruccin dealtaresylugares deculto ha sidosiempre lacumbre delas montaas. Esto es fcilmente comprensible:la cumbrede las montaas, naturaleso artificiales.fue siempre considerada por la imaginacin delhombre comoel lugar deencuentronormal entreel mundo delos dioses yel deloshombres. Al35I ~ ".'IO":11"'"111 1Itl"111'hablar. delasmontaasartificiales, nosreferimosalastorresdesietepisos oziggaratsconstruidaspor los hombres (los babilonios, por ejemplo)para asegurar la. presencia de los dioses en elpermetromismo desusciudades: el ltimopisode estas torres eraconsideradocomolahabita-cin delosdioses.Peronotodos los lugares de cultodel orienteantiguotenanel esplendor delos zigguratsba-bilonios. El'1ibrodel Gnesishaconservado losnombres de varios lugares sagradosmuchomssencillos y humildes, construidos en el pas deCanan, mucho antes de la llegada de los pa-triarcas bblicos y. de sus danes seminmadas.As, por ejemplo, Siqun (Gnesis 12, 6), Betel(Gnesis12, 8), Mambr (Gnesis18, 1 s.), Ber-sab (Gnesis26, 23ss.). Porel momento, bs-tenas caer 'en lacuentadequeestoslugaressa-grados cananeos, tantolos ms clebres como losmshumildes, sehabanconvertidoen"centroscsmicos", puntos de encuentroentreel cieloyla tierra, yadesde. loslejanosdasde suconsa-gracin. Por ello, cadaunode ellosconservabareligiosamente la historia de sucreacin("mitodeorigen"o"leyendacultual"), considerada co-mo"historiaverdadera" deacuerdoconel sen-tido que anteriormente dimos a'estaexpresin.369. El, supremo dios cananeoLa historiadelasreligiones nosdice quelosdioses de los nmadas vanligados y unidos alosnombresdelosantepasadosyqueviajanencompaa delosclanesqueellosprotegen. Estees el caso de los antepasados deIsrael a su llega-daaCananentre 1850y1300. Enesapoca,los cananeos haca ya mucho tiempo que se habansedentarizado. Por ello, sureligin sehabacon-vertido igualmente en una religin de sedentarios,ypor tanto los nombres de susdioses, en vezde estar ligados a nombres de personajes, estabanrelacionados a diversos santuarios, a "centros"sagrados, localizados en lugares geogrficos detodosconocidos.El nombredeEl, supremodiosdel pantencananeo, se encuentra en varios lugares de lastradiciones patriarcales. Esundatofcil decom-prender: los "mitos deorigen" o"leyendascul-tuales"decada unode los lugares decultocana-neo contaban la teofana o la intervencin especialdel dios El, que' constitua la legitimacin delcultoquese lerenda. EnSiqun, muy cerca delmonte Garizn,el dios Else haba dado a conocera los canaeos como eldios de laalianza: El-Berit(Berit = alianza); ms al sur, en elIgar sagradodeBetel (Bet =casa), el grandiosEl eravene-rado bajo la invocacin de El Betel; en Jerusaln,seleadorababajoel nombredeEl Elyon(Alt-37I'k .,('1J'1'tll'Itl"JII":1"'1i \ ~ : ~sima) y corno creador del cielo y de la tierra(mitos cosmognicos); enMambr, probablemen-te bajo la invocacin de El Shadai (dios de lamontaa), y se decaquese habaaparecidoacom-paado de otros dos seres celestes; en Bersab,juntoalafrontera meridional, se haba reveladocomoEl Olam(el eterno).Cuando los patriarcas bblicos (hacia 1850-1300 antes de Cristo) llegaron de los desiertosacompaados de sus clanes, lacivilizacin de loscananeos, mucho ms avanzada que la de ellos,les asombrar profundamente. Lo ms seguro esqueescucharanconatencineinterslos "mitosdeorigen"o las"leyendascultua1es" decadaunodelossantuarios. Asu debidotiempoy lugar ire-mos viendocmo utilizaron estas extraas tradi-ciones sagradas.10. Baal, dios de lavegetacinydelafertilidadComotodos lospueblossedentarios, loscana-neos construan sus propios lugares sagrados ensitios fijos, ylgicamente se dedicaban tambinalaagricultura. Hoyenda, seconsideralaagri-cultura como una actividad totalmente profana,aunque todavaenalgunas zonas rurales sesiguepracticandoel ritodelabendicindelassemillas38yloscampos. Losantiguosibanmuchomslejosque nosotros eneste asunto: paraellos, cultivaruncampo suponaluchar contra el caos inicial yactualizar enunpuntodel cosmosel actocreadorrealizadoporlos dioses enel origendelos tiem-pos. Ahora bien, el dios que presida todos losritos relacionados con la propagacin de la vidaera Baa1, el dios de la fertilidad de la tierra delos rebaos yde los hombres. 'El puntoculminantedetoda laliturgiadelafertilidadestabaconstituidoporlafiesta del aonuevo, puntualmentecelebrada. El dios Baal mo-ra todos los aos al mismo tiempoque la natu-raleza yresucitabaconel comienzodel aonue-vo. El ritual de la fiesta comprenda incluso larepeticindel arquetipodel matrimonio de Baalyde suesposa Anat, por medio del personal delos templos. No es difcil imaginar la situacintrgica en la que se 'encontraron ms tarde losisraelitaseuando,asuvez, pasarondel nomadis-moalasedentarizacin. Peroenlapoca de lospatriarcas, los antepasados de Israel no habanalcanzadotodavaesegradoavanzadoenlaescaladelacivilizacin. Aunquecomoseminmadas co-mienzanainteresarseenel cultivodelatierra elcultodeBaalnorepresentatodavaparaellos' unautnticopeligro. Por ello, no nos detendremosen este problema. Por otro lado, las tradicionespatriarcales nohablansiquierade Baal.39'11'1It,111M'1"'\IIC ::11. Conclus6nLa finalidad de este primer captulo era demos-trar que las tradiciones patriarcales seenraizanenel contextoideolgicodel mundooriental an-tiguo. Lejos. de suponer un comienzo absoluto,como sepensabageneralmentehastahacepoco,se sitan, poi: elcontrario,en una lneadeconti-.nudadcuyo puntodepartidacoincide con el delastradiciones sagradas comunes atodos los 'pue-blos. A medida que vayamos progresando en nues-troestudio,nos iremos dando cuenta de las razo-nesydeicontenido delas particularidades delastradiciones bblicas quepocoapocoadquirieronsu propia personalidad y que no se encuentran enotroslugares.Uno de los aspectos ms importantes quehemos intentadoponeren claro hastaaqu puederesumirsedelasiguientemanera: los"mitos deorigen" (o "leyendascultuales") delos temploscanaeos encontrados por los patriarcas en susmigraciones a 10 largo y ancho del pas de Canannopuedenser considerados como relatos deapa-ricionesrealesdel diosEl encadaunode esoslugares. Al contrario, enla mentalidad "mitopoi-tica" toda realidad terrestre (en particular lostemplos, los lugaressagrados)tena un arqueti-poomodelo celeste. Ahorabien, los"mitos deorigen"(o"leyendascultuales") tenanpor fina-lidad precisamente unirla fundacin de cada san-40tuarioa suarquetipo divino. Solamenteel len.guaje "mitopoitico" podaexpresar loindecible:las realidades misteriosas, peroreales del mundodivino. Por estarazn, como eradeesperar, lospatriarcas y sus clanes, al llegar unosdespus deotrosal pas deCanan, entendieronlas tradicio-nes sagradas de los santuarios como "historias ver-daderas". Enel captulosiguiente veremos cmolas utilizaron.41'11 ' ~2Lospatriarcasy susclanes1. PresentacingeneralLos patriarcas y sus clanes pertenecen a unmundo muy diferente del que nosotros hemosdescrito en laspginas anteriores. Mientras quelos cananeos haban adoptado, haca ya muchotiempo, el gnero de vida de las poblacionessedentarias, losantepasados deIsraelvivantoda-vacomo nmadasconsusrebaos enloslmitesde losdesiertos yde lacivilizacin. Llevabanlavida sencillaylibre de los seminmadas: la du-racinde la estancia enlos diversos lugares eradeterminada porlaabundanciao escasez del agua.Noeranalrgicosal contactoconlaspoblacionesurbanas, sobre todo cuando se trataba de nego-cios,perovolvanasusidasyvenidas esperando4311',"11'1:ti ' I ~u "111'Itl ll ,1'1 11111 111le : ~ :encontrar un lugar mejor que elanterior dondeacampar.Por Joque toca a su mentalidad, se puededecirqueeralamismaquelosantroplogos des-cubrengeneralmenteenlos pueblosseminmadas.As, por ejemplo, lamayor partedeestos clanesvivananimados, ensus continuos desplazamien-tos, porla promesade unatierra frtil que, segnsus tradicionessagradas, el diosprotector delgru-pohabahechoasusantepasados, algunos deloscuales sonbienconocidos: Abrahn, Isaac, Jacob;otro de ellos, Israel, recientemente descubierto;otros, en fin, cuyos nombres se perdieron parasiempre.Gracias alos progresos de la ciencia, nosesposibleimaginar y representarnosloquedebieronser aquelloshombres de laprehistoriade Israel.Tanto losetnlogoscomo Iosarirroplogostienenmuchascosas que decirnos porloque tocaalasdiversas fases por las q u ~ , normalmente pasanlas poblaciones en vas de sedentarizacin. Porello, lastradicionespatriarcales, hanrecibidonue-vas luces desde que hanidoaumentando los cono-cimientosacerca de lahistoriadelosgrupos hu-manos que han idopasandoporlas mismas .erapaspor las que pasaron los clanes contemporneosdelos patriarcasbblicos.44 '2. El "dios de los padres" yel monotesmodelos patriarcasLos dioses de los pueblos sedentarios,comolos hombres mismos, estn generalmente ligadosasantuarios fijos, situados enlugaresgeogrficosbien determinados. Por el contrario, los diosesdelosnmadas(ydelos seminmadas)loestnanombres de personas, yms concretamente alnombredel antepasadodel grupoconel quevia-jaban. Se hablar, por ejemplo, del diosdeAbra-hnydel dios de Isaac (o "Padrinode Isaac":Gnesis31, 42), del diosde Jacob(o"FuertedeJacob": Gnesis49, 24), del diosdeIsrael ("Ro-ca" o "Pastor de Israel": Gnesis 49, 24). Al-brecht Ah, clebre pionero de la investigacinsobre el origen de la religinbblica, llega a laconclusindeque losclanessemitas, al designardeestaforma asudiosprincipal, actuaban con-formealascostumbres delosnmadas ydelosseminmadas. SegnlaopinindeAlbrecht Ah,el "dios de los padres" habra sidoidentificadoconlosdiferentes diosescananeosdespus delallegadadelosclanesatierra frtil.. Lainvestiga-cin posterior ha corregidoestaltimaopinindeAlt: los santuarios de Siqun, Betel, Mambr,Bersab, etc., estaban dedicados, no a diversosgrandesdioses, sinoaEl, el diossupremodeloscananeos. Hecha esta salvedad, que no deja deser importante, seencontrarn algunas vde las45ideasfundamentales delatesis deAlt alolargode la primera parte de nuestro trabajo.As, pues, en la etapa del nomadismo ydelseminomadismo, el diosprincipal delclan decadauno delos patriarcas era el dios del antepasadoconsideradocomopadredel clan. Es el planodela religindel "dios de los padres".Una vezsedentarizados, cada clan asimileldios de su padre a El, el dios supremo de loscananeos, queeraadoradobajoinvocacionesdife-rentes enlos diversos santuarios. Deesta forma,El seconvirti enel dios principal decadaunodelosclanesdelospatriarcas. Este culto noex-clua ciertamente la creencia en otras divinida-des, pero partiendo de esta forma primitiva dereligin (monotesmo prctico), la revelacin fuellevando a estos hombres hacia el monotesmoterico.NorbertLohfinktienetodala razncuan-do habla de "continuidad real entre la religinde los patriarcasy la del mundo que les rodeaba ".1Quizse nos presentela objecindequeenelGnesis esYav y noEl quien intervieneenlavida de los patriarcas. Escierto, peroencada unodeesos casos se trata de sustituciones de nombres,hechasenpocasmuyposteriores al perodohis-tricodelospatriarcas. Hablaremos de estos re-toques posterioresenlasegundapartedenuestroestudio. Es un hecho ciertoque solamenteen tiern-1 Sciences bibliquesenmarche, 102.46posdeMoissseempezainvocar a Diosconelnombre de Yav(1280). En lapoca enla quenos encontramos (1850-1300), el "dios delpadre"de los clanes de Abrahn, de Isaac, deJacobydeIsrael fueprogresivamenteasimiladoaEl, reydelosdiosescananeos.3. Laadopcin y transformacinporlos antepasados de Israelde los "mitos de origen"o"leyendascultuales" delos lugarescananeos decultoLlegamos ahoraa unode losaspectosmsim-portantesenla comprensindelastradicionespa-triarcales. La tierra en la que los clanes de lospatriarcas aparecen haba sido"cosmizada ,; hacamucho tiempo. Los lugares de culto cananeoserancomolasfortalezas delasquesalaelpodercreador que mantena a'rayaal caosprimordial.La repeticindel"mito deorigen"o dela"leyen-dacultual"decadatemplo aseguraba, particular.menteenlafiesta del aonuevo, lavictoria delcosmos sobre el caos. Cul no sera la curiosi-dadde los habitantesdeldesiertocuandoescucha-ban recitar por primera vez aquellas extraastradiciones sagradas! Prueba de que despertaronenellos ungraninters: pocoapocoterminaronadoptndolas, despus de haberlas transformado47 ,'"t'L"l'\..: IIen lalneade su propia mentalidad yreligin.Comopodremos comprobar en los captulos si-guientes, el origendenumerosastradiciones con-servadasenel librodel Gnesis sepierdeenlanoche de lostiempos, hastatalpuntoque algunasde ellasseencuentran inclusoen la historia deotrasreligiones. El abntecimiento narradoes mu-chas veces elmismo: setrata, lamayor partedelasveces, deuna teofana, deuna revelacinre-cibida ensueos, o de una intervencin divinaespecial; lo nico que cambia sonlos nombresdelospersonajes del relatoencuestin.Entalescasos, aunque la transformacines palpable, sepuede hablar conraznde continuidadentre elmundopre-bblicoyla pocade los patriarcas.J. Henningerdice con razn: ti La revelacin ( ... )pudo utilizar tambin el lenguaje del mito,ya quese trataba del modo ms apto en la pedagogadivina paraalcanzar alhombre".'4. Comparacin conlas"sagas"islandesasCuando"mito de origen"cuenta la historiadelosorgenesdeunafamilia, deunclanodeun pueblo, se Le llama generalmente "saga" o2 DBS 6, 245.48"leyenda etnolgica". De todas las "sagas" en-contradas en las tradiciones primitivas de los pue-blos antiguos, las"sagas"islandesas presentanunintersparticular al compararlas conlastradicio-nespatriarcalesdel Gnesis.Andr Jolleshaclasificadolas "sagas" islan-desas enfresgrupos:a) Las" sagas"delos pionerosnoruegos lle-gados a Islandiaenel, siglo x,b) Las" sagas"delosreyesislandeses.u e) Las" sagas"delaprehistoriade Islandia.Las "sagas"de los pioneros noruegos se pare-cen misteriosamentea las tradiciones patriarcales.En unas comoen otras, una colectividad(fami-lia, clan) esdesignadamuchas veces conel nom-bre de su antepasado. Las "sagas"de los pionerosde Islandia, comolas tradiciones' delos patriar-cas, concentransuinters sobretodoenlahisto-riaordinaria de las familias yLas "sagas" de los reyes islandeses habraquecompararlas conel librodelosJueces yconlos de Samuel yReyes. Por ellono tendremosque ocuparnos deellas en nuestraobra.Las"sagas" delaprehistoriadeIslandia tie-nenunaimportancia particularparael estudiodelas tradiciones patriarcales. Estas"sagas"cuentanacontecimientos extraordinarios, que, segn sedi-ce,sucedieron enIslandiamuchoantesdelalle-49~ I!' II"t'1ll'l:'I"'te I11,,.11, il'1,\.gada de los pioneros noruegos. Pero 10curiosodel caso es que al contar estas viejas historiasse introducan los nombres de los pioneros venidosde Noruega.Estemismofenmenopuedeobservarseenlaadopcinytransformacindelas tradiciones preisraelitas llevadas a cabo por los clanes de lospatriarcas. Estoexplica el hecho deque, todavahoy, enGnesis 18nosencontremosconel nomobre deAbrahnyde Yav enun relato sagradoque, primitivamente, era el "mitode origen" ola"leyenda cutua1"deunlugardecultopre-israe-lita. Ms adelante iremos viendo otros muchoscasos deestetipodeactualizacin, realizados Po!losantepasados deIsrael contradicionesantiguasquestosencontraronenlasnuevas tierrasenlasque seestablecieron. Los noruegos llegados aIs-landia actualizaronigualmente las antiguas tradi-cionesdelapre-historiadeIslandia.5. Unanovedadsin precedentesExiste uncampo, sin embargo,a propsitodelcual no puede hablarse de continuidad entre elpre-bblico y elmundodelos patriarcasdel Gne-sis: esel campodelahistoria. Comoyadijimos,para los pueblos de la antigedad, los aconteci-mientos de lahistoria no eran sinolarepeticinde acontecimientos ya pasados. y realizados por50I'\;.losdiosesenlos tiempos primordiales. Todarea-lidadterrestretenasuarquetipo omodelocelestepre-existente. Ahorabien, es precisamenteenestecampo en el que IsraeLinnov profundamente.Pero nopodemos menos dereconocer que elgnero propiamente histrico no era totalmenteignorado deciertos pueblos yaenel tercer mile-nio antesde Cristo.Loques es cierto esquefue-ron los israelitas, ylos griegos despus de ellos,los queutilizaron estegnerodemaneracorriente.Estaeslaopinindelosgrandes especialistas delproblema, entrelos que seencuentranel alemnGerhardvanRadyel norteamericanoW. F. A1-bright.Concretamente, enqusediferencialamen-talidad bblica de la mentalidad oriental por 10que aeste punto se refiere? La gran diferenciaradica en el hecho siguiente: los antepasados deIsrael y sus descendientes consideraron que elorigen desupropiahistorianoseencontrabaenacontecimientos mticos realizados por los diosesenlostiempos primordiales, sinoenhechoshist-ricos realizados por hombres de su propia raza,deloscualesalgunos sehabanllamadoAbrahn,Isaac, Jacobe Israel. Resumiendo, lagran nove-dad radica en el hecho de laprimaca de lahis-toria sobre el mito.Los hechoshistricos propiamentedichosocu-panunlugar tanimportanteenlareliginbblicaque jueganenellosel papel queelmito"historiaverdadera" jugaba enlas otras religiones. Loen-51I'fIi ~ l:1i1~ ~ :IItenderemos mejor con un ejemplo concreto:en lostemplos cananeos, al recitar los "mitosde origen"se permitaalacomunidadreunidatrascender eltiempo, incorporarse en cierta manera al actoejemplar perfectoy comenzar as unavidanuevams conforme con el espritude los orgenes. LosantepasadosdeIsrael sereunantambinen lossantuariosenlosquelosjefes delosclanesele-varon sus altares en otrotiempo, pero la "historiaverdadera" queall se contabaseenraizaba en larealidadhistrica. As, encontramosenDeutero-nomio 26, 5-10 10 que podramos llamar una"historia verdadera" en el sentido estricto detrmino, retocada ciertamente con vistas a laaccin de gracias litrgica,pero, a pesardetodo,conforme conlahistoria.6. Lamentalidad declanHasta estemomentonoshemosreferidova-rias vecesa los clanes y a los jefes de clanes(1ospatriarcas). Es horadeprecisar unpoco ms.Noes tareamuydifcil,yaquelosetnlogosysocilogosde hoy han encontradoentrelos bedui-nos nmadasde Arabia particularidadesque re-montanatiemposinmemorialesyquehancon-servadohastanuestros das.As, por ejemplo, sabemos que lasfamiliasconstitutivas de un clan, aunque se consideran52emparentadas unas con otras,noquiere decir queestn ligadas por vnculos de sangre, sino portodo.tipo denecesidadesdeordeneconmico, sociol-gico, poltico, etc. Esteparentescoficticio seex-presaconcretamenteenunrbol genealgico, enel que cada unode los miembros del clan se rela-ciona conel antepasadocomn. Encaso dequevarios clanes se fusionen entres para formar unatribu, se ampliarcon toda naturalidad, de talmanera quela paternidaddel antepasado abarqueun mayor nmero de individuos. Estas pocas lneasconsagradas a la mentalidad de los clanes resumenenciertomodotodaslastradiciones patriarcales:desdeelcaptulo12delGnesis hastaelcaptu-lo50, vemoscmosevaensanchando unrbolgenealgicodeestetipo. Enelpuntodepartidase presentaaAbrahnenprimerlugarcomo padre delsaac ya continuacincomoabuelodeJacob; al final delrecorrido nos encontramos conqueunafusinde tipomuchomsampliacon-sidera a los antepasados de doce tribuscomo hijosdeJacobydescendientesde Abrahn.Histricamentehablando, sepuededecirquela formacinde la genealoga bblica comenz,no con Abiahn, sino ms biencon Jacob, y quefue siguiendola lnea ascendente: Jacob, Isaac,Abrahn. Esta eslaopinindeMartinNoth, elgranhistoriador alemn. Esevidentequenopo-dremos llegar nunca a conocer con certeza absolutaelordencronolgicodelasdiversas etapasde laformacin delastradiciones patriarcales. Sinem-5311 m11'.,111"11: '11"'t 1'111' 1'1111" 1II: : : ~ ji!ti'" 111r.:t ':::.ld'1i' .'" ~ ! :I,bargo, ellectorpodrconstatarpor smismoquela tesisdeNothesaceptablesi admiteque estastradiciones seenrazanverdaderamenteenel con-texto histrico del 2. milenio antes de Cristo.Es agradable constatar que el mismo Noth, alfinal desuvida, admitilaposibilidadde poderllegar hasta losantepasados deIsrael enel terre-no propiamentedichodelahistoria.7. LaticadeclanLaspartes del declogoque serelacionanconel monatesmoyavista datandel tiempodeMoi-ss; nosucedelomismoconlas dems. Desde lostiempos ms remotos, los jefes de las familias yclanes trataron de hacer respetar las leyes ele-mentales detoda vidacomunitaria: nomatar, norobar, respetar asupadreyasu madre, etc. Enestos casossehabla de leynatural, yconrazn.Por ello, esimportantedecirloenel contextodelas tradiciones patriarcales: estos "mandamientosdeDios"nofueron promulgadospor primeravezpor Moiss en el monte Sina. Muchos miles deaos antes de Moiss, en las familias y en losclanes, los jefesylos sabios fueron los intrpre-tesdeestaticanaturaldelosclanes.Ahorabien,en estas circunstancias, cul es la razn por laque el declogo est tan ntimamente ligado alSina?Sencillamenteporque en cierto momento de54lahistoriadeIsrael todas lasleyes, divinas yhu-manas, religiosas y civiles, sernrelacionadas conMoiss, el hombredel Sina.Para no desbordar los lmites del presentetrabajo, bstenos citar el revelador ttulo de uncaptulo de Norbert Lohfink: "Los diez manda-mientos sinel monteSina".' Conclusin: laticapropia de los clanes era conocida en tiempo delos patriarcas e incluso mucho antes que ellos.Ms an: estatica de clanesel marcovital enelqueseformaron, alolargodelos siglos,listasdemandamientostalescomoladel declogo, con-servada en Exodo 20, 1-17 yDeuteronomio 5,6-21.8. UnafiestadeseminmadascongranporvenirEn todo el antiguo oriente medio, la lunallena de primavera indicaba el comienzo de lastranshumancias: como todos los nmadas y se-minmadas de su tiempo, los clanes de los pa-triarcas abandonaban en ese momento sus cam-pamentosdeinviernoyseponan enmarchaconsus rebaos enbusca de pastos de verano. Paraestos humildes pastores, este momentoconstituael gran acontecimiento del ao. Por ello, a la3 Sciences bibliquesenmarche, 104.55IIu,.,It1\I:.1,;.. ~, l I i ~!::.1'\ ::1salida preceda unafiesta quese celebraba duran-telanochedeacuerdoconunritual cuyos ele-mentos seperdan enla nochede los tiempos.Se escoga con sumo cuidado una cabeza del gana-doqueserviradevctima, selacoma conpansin levadura, se untabancon la sangre dela vcti-ma los postes de latienda. Esteltimopuntodelritual, brevementeresumido, serva paraprotegeral ganado durantetodoeltrayecto, alejando a unser particularmente peligroso, especie de geniomaligno, al que el libro del Exodo llama "elexterminador" (Exodo 12, 23). No habr sidodifcilreconocer enlaslneas precedentesel ritodepascua, fiestaque, muchotiempodespusdelapoca de los patriarcas, coincidir con lasalidade Egipto de un grupo de sus descendientes. Pode-mos decirlosinningnmiedo: lospatriarcasco-nocieron ciertamente la pascua, fiesta de pastores,sinpensar enlahistorizacinulterior delaquesera objeto. Se trata efectivamente deunafiestade seminmadas, que iba a tener un gran porvenir.9. Lashistoriasde salvacinLos etnlogos han descubierto que en lastradiciones de ciertos pueblos se conocen historiasde salvacin en las que se habla, como en el Gne-sis, de la promesa deunatierraodeunadeseen-dencia. Walter Vogels escribe. con toda razn:56"Enel2.milenio eracorrientecreer enundiospersonal que haca promesas deunpas o dedes-cendencias asuelegido","Promesas desalvacindeeste tipo encontramosenlas "sagas" de lospueblos nrdicos, as comoentre los bakhtiaros(unatribudeIrn)e incluso, segn parece, entrelosesquimales, Estas antiguastradiciones hablandesalvacin; peronohay que confundirse: nosetratadelasalvacin eterna, ni enstas ni en lastradiciones patriarcales en su estado primitivo.Tantoen unas como en otras, la salvacin se sitaenunplanoterrestreymaterial: ental circuns-tancia, decan los "mitosde origen" o las "sagas",el diosprotector del clanorden al antepasadopartircontodoslossuyos hacia unatierra enlaque se le prometa iba a encontrar dicha y prospe-ridad. Naturalmente, como eradeesperar, entrelapromesaysucumplimientosucedan, enesasantiguas historias, toda clase de contratiempos queofrecan aquienes las contaban, a lo largo delossiglos, unaexcelente ocasin dedarlibrecursoasuimaginacinpotica.Ya enlosprimeros versculos delahistoriapatriarcal(Gn12, 1-3), elyavista pone enbocade Dios unaserie de promesas y bendiciones diri-gidas a Abrahn. Se tratade una de las exigenciasdel lenguaje convencional de las historias de saluddelasquehablaremosenlasegunda parte.Esimportante sealartambinqueestashis-4 La promesse royale de Yahweh prparatoire al'allian-ce, 23.57torias desalud, tanto ladeAbrahncomoladelosotros clanes, noibanmsalldeloshorizon-tesestrechosdelavidadelosclanes particulares,por lomenosal principio, ensuorigen. Si,enelestado actual delostextos bblicos, laspromesascontenidas en el Gnesis impregnan todos loslibros que le siguen(xodo, Levtico, Nmeros,Deuteronomio), paracomenzararealizarseconlaentradaenCanandel grupodeMoiss, como senos cuenta enel libro de Josu, es porque nosencontramos ante una ampliasntesis teolgicayliteraria llevada a cabo mucho tiempo despusdelospatriarcas. Enlasegundaparte denuestroestudiovolveremos a ocuparnosde este grave pro-blema.10. Observaciones generales sobrelas tradiciones patriarcalesEn la poca de los patriarcas (hacia 1850-1300), cada unade las regionesde Palestina cono-ca suhistoria patriarcal, es decir, lahistoria desalvacin del clan de seminmadas que estabaintentandoestablecerseenella. Comoen las" sa-gas" islandesas, los clanes eran designados conel nombredel antepasadoalqueatribuansuori-gen. Alos nombres sobradamente conocidos deAbrahn, IsaacyJacob, aadiremos el deIsrael.En Gnesis 32, 29 Y35, 10, nos encontramos58conel relatodel cambiodenombredeJacob porel de Israel. Autores contemporneos, entre losque seencuentra Roland de Vaux, piensan queestadualidaddenombres tienesu fundamentoenla dualidad real depersonajes. Por ello, enade-lante mencionaremosalpatriarcaIsrael como dis-tintode Jacob.As, pues, los clanesde seminmadas, primi-tivamente independientes los unos de los otros,enunprincipionoconocieronsinolahistoria desalvacin propia decadaunodeellos. El antepa-sado(oel padre) eraquienhabarecibidode sudios personal la promesa del nacimiento de unhijoy delaposesindeunatierra frtil. Deestamanera, a medida que los clanes salan de losdesiertos y conseguanpocoa pocoycon grandesesfuerzos instalarse enun trozo de tierra, consi-derabanqueaquelloconstituael comienzodelarealizacinde la promesa hecha antiguamente asupadre por el dios del clan: erala realizacinnormal desupequea historia desalvacin. Mstarde llegarlaetapa siguiente: lafusinde cla-nes llevar consigola fusin de sus tradicionesrespectivas.Como vemos, todocomenzhumilde y senc-llamente yaescalafrancamente reducida. Al co-mienzo de las tradiciones patriarcales, nada ibamsall delos lmites reducidosdela historia delas familias ylos clanes. Por ello, enaquellaspo-casremotas, nopoda tratarseconsiguientementede la salvacin eterna o del reino universal de uno59". " ~ ~Iuotro delosdescendientes delospatriarcas. Se.tratade ampliacionesposteriores delas tradicio-nesprimitivas.Solamente cuandolahistoriadelospatriarcasse convirti en unode los cinco grandestemas delPentateuco, lapromesa de la tierra se amplialas dimensiones'del pas entero y, consiguiente-'mente, retrasada hasta laentradaenCanandelgrupo deMoiss(1250) Setratade uno delosejemplos tpicos de las ampliaciones queposterior-mente sufrieron las tradiciones patriarcales. Laprimera parte de nuestro trabajo sesita en lapoca enla que el contenido de las tradicionessagradas no superaba todava el estrecho marcode lavidadelos clanes, Estos estrechos lmitescomenzarn aampliarseenelmomentoenel quela fusinde los clanes lleve consigo la fusinpro-gresivade suspropias tradiciones.11. El primerodeloscincotemas delPentateuco:las tradiciones patriarcalesLafusinprogresiva delosclanesllevalaformacin de una nica historia de salvacin comnatodoslosclanes, cuyaproclamacintenalugarenloslugaresdecultodondesereunanlosdes-cendientesdeAbrahn, deIsaacydejacob.60Despus de la pocapatriarcal, el grupo deMoiss, diferente de los anteriores, invadir asuvez el pas deCanan. La historiade salvacin,propiadeestosrecinllegados, narraba susalidadeEgipto, supasopor el desierto, laestanciaenelSina y, finalmente, lallegada a latierrafrtil.Esta ltima i ~ v a s i n tuvo por efecto, enpri-merlugar,la necesidad deampliar elrbolgenea-lgico, parapoder as relacionaratodaestagenteconel antepasado Abrahn por medio de Isaacy de Jacob; en segundolugar, la realizacindelas promesas hechas a los patriarcas se retrashastalallegadadel grupodeMoiss. -Esteprocesodeadopcinydefusinprogre-sivahizoque todo el contenido del Pentateucoseagrupasecronolgicamente alrededor de cincograndes temas:1. Las tradicionespatriarcales.2. LasalidadeEgipto.3. El pasopor el desierto.4. La alianza delSina.5. La entradaen latierraprometida.Contrariamentea la interpretacintradicional,no"todoIsrael" vivilos acontecimientos agru-pados en torno a estos cincograndes temas; 10que sucedies que "todo Israel" termin poradoptarlos. Elpresente trabajose limitaal primertema: las tradiciones patriarcales. Primeramente,su historia. Luego, su interpretacin teolgica.6112. Conclusin.Los patriarcas y sus clanes fueron hombresdesutiempo. Sinpretender excluir lasinterven-ciones especiales de Dios, podemos afirmar contodaseguridadquesuhistoriase desarrollcomosedesarrollarahoyendasivolvieseaempezar.Ahora bien, todos sabemos quelosprogresos delpensamientoyel desarrollodelasideas actualesnosellevanacabode manera uniformeyrecti-lnea. Lo mismo suceda en la antigedad. Larevelacinseechaandar por los caminos nor-malesdeloshombres. SiguiendoaNorbert Loh-fink, podemos hablar de "continuidad" entrelospatriarcas y sus contemporneos.Porotro lado, la mismahistoriacontinahoy,aunque conuna diferencia de importancia: entrelos patriarcas ynosotros seencuentraJess. Nopodemos olvidar adems que entrelos patriarcasyloslibros delabiblia seencuentranlos telo-gos deIsrael, de los quehablaremos en la segundaparte, cuando tratemos de "teologa". Estos te-lagos, hombres inspirados, reflexionaronsobre elpasado de supueblo y10 interpretaronala luzdesupoca.Antes de llegar a este punto, antes de vercmotrabajaronestos telogos-escritores depo-cas posterioresaladelospatriarcas, esnecesarioqueintentemosllegar hastaelpasadode cadaunode los patriarcas histricamente considerados.623El patriarcaJacob1. Porqutratarde[acobantes de hablar de Abrahn?Las tradiciones patriarcales, tal y como no-sotros podemos leerlas en nuestras biblias sonel resultadodeunlargoprocesodeformacinquedurms de mil aos:a) Primitivamentenoexistanmsq\lerela-toscortos, independientesunosdeotros ..b) Al final deestaevolucin(400), nos en-contramos con el amplio conjunto literario queconstituye el Gnesis.Los relatos independientes, transmitidos enprimer lugar demaneraoral en lasdiversasregio-nes, habran podido fundirse los unos con los63'"l ~ ~ II t t ~ II 11111('11I /,1,otrosde manera distinta a como lo hicieron. Comono tenemos enlos textos actuales una biografade los patriarcas, nada impideque,desdeel puntode vista de la historia de las tradiciones, hablemosde Jacobantes de hablar de Abrahn. Por otrolado, segn MartinNothy otrosautores quehanaceptado suopinin, las tradiciones referentes aJacobconstituiranel ncleoprimitivoalrededordel cualsehabranidoagrupandolastradicionesde los otros antepasados de! pueblo de Israel.Estahiptesisse presenta comola msaceptable,ypor ellolaadoptamos. Estaeslaraznpor laque, enlahistoria delaformacinde lagenea-loga patriarcal, seguiremos la lnea ascendente:enprimerlugar, JacobeIsrael; despus, IsaacyAbrahn.2. Las tradicionesdel ciclode[acobLoquehastaahorahemosdicho delastradi-cionespatriarcalesengeneral, seaplicaalastra-diciones deJacobenparticular. Antes dequeloscaptulos25a36del Gnesis, quecontienenlastradicionesreferentes a jacob, formasenunrelatocontinuo, stas tuvieron vida independiente lasunasde las otraseneltiempo y ene! espacio. Enla segunda partepodremosconstatar e! arteexqui-sitodel quelosescritores bblicos hacengalaen64la composicin de los amplios conjuntos lite-rarios.Por e! momento, digamos solamente que elciclo deJacobsedivideendossecciones:a) Las tradiciones del Jacob transjordano:Jacobene!Yaboc, Jacob-Esa, Jacob-Labn.b) Las tradicionesde!JacobdelaPalestinacentral: Jacob ye! santuario deBetel.] acobera unpersonaje faniosocuyafamaseextendaalosdosladosdelJordn: enTransjor-danay enPalestinacentral. Esmuy difcil deter-minar exactamente cul de las dos regiones fuee! lugar del que surgieron las tradiciones de Jacob.Es evidentequeestastradiciones fueronllevadasde unladoa' otropor grupos de viajeros. Peroenqusentidoserealizla emigracin?MartinNoth piensa que de oeste a este, mientras queRolandde Vaux cree que de este a oeste.Las opi-niones no concuerdan. Incluso hayquien piensa(G. Fohrer)que el ]acobdequienhablanlastra-diciones de Palestina central pudo haber sidoidentificado conel patriarca Israel de Transjor-dania. Enesteestadioprimitivodelaprehistoriabblica dalaimpresindequeladireccindelosclanes y desus tradicionesfuems biendeesteaoeste, es decir, del desierto transjordano haciala Palestinacentral. El relatode la lucha nocturnadeJacob a orillasdelYaboc inclina labalanzaeneste sentido. En la segundaparte trataremos dela interpretacinteolgica deestatradicin. Limi-65'",,,'"~ I I~ ~ \'till/tlll."~ "I ~ : : :, "111r~ l ltmonos asealar algunos detalles de suorigen.3. Laluchanocturnade Jacoba orillas del YabocPara comprender el relato de Gnesis 32,23-33, es necesario recordar lo que ya dijimossobre el caos primordial yel cosmos. Los hom-bres de la antigedad pensaban que la creacindel mundo era el resultadode la victoria de losdiosessobreel caos primordial. El caos primordialhaba sido vencido, pero no aniquilado. Lo quequieredecir queencualquiermomentopodavol-ver ydestruir el ordencsmicoestablecido. Ade-ms, sus guaridas no estabanmuy lejos: el caosG desorden inicial habitaba en los desiertos, lastierrasincultas e inhabitadas, las regiones inexplo-radas. Todo lo que no haba sido "cosmizado"podaservirlede refugio.El relato de la lucha de Jacob a orillas delYaboc adquiere una profunda significacin si losituamosenestecontextodelamentalidadprimi-tiva. El Yaboc esun ro pequeodeTransjorda-niaque desemboca enel Jordnaigual distanciapocomsomenos del lagode Galileaydel marMuerto. Los rboles delaorilla tapabanel rsti-cosantuariode Penuel cuya "leyendacultual" o"mitode origen" hablaba del genioprotector de66estas tierras que todava no habansido "cosmi-zadas". Cuando Jacob y su clan llegan a orillasdel Yaboc, se encuentrana laspuertasdelapartedel "cosmos"queundallegara serla Palestina.Pasan el royabrenel pas de Galaadalacivi-lizacin. Parainmortalizar lamemoriadesujefe,el dan de J acob adopta y adapta la "leyendacultual" de Penuel: Jacob se convierte en elhroe que haba vencido al genio protector deestos lugares todava nocolonizados. Nos encon-tramos ante un ejemplo de actualizacin de un"mito deorigen"o"leyenda cultual"pre-israelita,llevada acabopor las antepasados de Israel. Re-cordemos que las "sagas" islandesas conocierontransformaciones semejantes: los nombres de lospionerosnoruegos recindesembarcadosenIslan-diasefueronintroduciendoenlasviejas tradicio-nesde la pre-historia de Islandia.LahazaadeJacob, contadaenlenguaje "mi-topoitico ", habra bastado para inmortalizar sunombre; sinembargo, otrasmuchas aventurasha-rn de este jefe de clanel antepasadoinmediatodelasdocetribusde Israel.4. ]acob-EsaLasola mencion de estos dos nombres bastapara recordar el tan conocido relato de la riva-67lidaddeestosdoshermanosylausurpacin delderecho de primogenitura por el ms pequeo(Gnesis, captulos 25, 27, 32Y 33). Nonosde-tendremos en la. repeticin de las explicacionesms omenos ingeniosas delos comentarios tradi-cionales, que consideran generalmente esta historiacomo el fiel reportajede unaescena familiar real.La solucin de los problemas aqu planteados hayquebuscarlos ciertamenteporotroscaminos.Es ciertoque el marco del relatoes el de unahistoriade familia. Ahora bien, precisamente estemarcoficticio de unafamilia10 encontramos ennumerosas sagas"primitivas: se cuentafrecuen-tementelahistoria delascolectividades (clanes,tribus, pueblos)como lahistoria deunafamilia.Esteprocedimientoestperfectamenteapropiadoa lamentalidaddelos clanes enlosque lasrela-cionesmutuas entre diferentes grupos humanossedescriben entrminosdegenealoga. Alaluzde estos datos de tipo etnolgico, podemos afirmarconseguridad quelaclebrehistoria deJacob yEsaesni msni menosqueuna saga"enlaquelosdoshermanosrepresentan dosclases so-ciales: Jacobeselhombrecivilizadoquetrabajapara poderhabitar y cultivarunaregin reciente-mentedescubierta; Esa, porel contrario, repre-senta al no-civilizado, todava nmada, cazador,el hombre de los bosques y del caos primordial".Esta explicacin, que toma caminos totalmentediferentes de las interpretaciones tradicionales,tiene la ventaja de situarse exactamente en el68contexto socio-cultural de la lucha de Jacoba ori-llas del Yaboc. El relatode la lucha de Jacob y elde jacob-Esa eran originarios de la Transjor-dania central y durante mucho tiempo amboscircularon independientemente unodeotrohastaque fueronintegrndose enlahistoria tal comolaconocemos hoy. Por el momento, nos encon-tramos solamente enel punto de partida de lalarga historiadeestastradiciones.5. Jacob-LabnPrimitivamentelahistoriadeJacobyLabn,captulos29a31del Gnesis, constitua untodoindependiente. Ms tarde entr a formar partedel ciclode Jacobenel que seencuentra hoy.Esunejemplo ms quenosayuda a comprenderquelahistoriapatriarcal noesunabiografadelospatriarcas, sino el resultadofinal deunlargodesarrollo en el que tradiciones independientesfueron reunidas progresivamente unas a otras.Incluso dentro de la mismahistoria Labn-Jacob podemos vislumbrar fcilmente algunos ele-mentos tardos. Por ejemplolos versculos quenarranel nacimiento de los hijos de Jacob (Gne-sis 29, 31; 30, 24).Es evidenteque todaesa sec-cinfue compuestadespusde la formacindelasdocetribus, cuandosequisorelacionarcada69It:;1.,'".,,,.,l'":1'UI, "": ~ r .unadeellasconel antepasadojacobenel rbolgenealgco comn. Esteprocedimientoesttotal-mente adaptado a la mentalidad de los clanes.Hay que considerar por el contrario comoprimitivoelrelatodel pactoentreJacoby Labn(Gnesis31, 43-54). Estesera el ncleo histricoquesirvidepuntodepartidaala"saga" etno-lgica o"mitodeorigen" quetratabadeexplicarel parentescoentreisraelitas yarameos. Unavezms, elmarcogeogrficoes laregindeGalaad,enTransjordania. Losdospuebloshabanllegadoa unacuerdo en la delimitacinde losrespectivosterritorios, utilizando para ello un montn depiedras; cadauna delas partes estaba personifi-cada por Jacob y Labn, respectivamente. Aloestedeestafronteraconvencional seinstalaranlas gentes deJacob; aleste, los arameos. Comosucedegeneralmente en los "mitos de origen",enGnesis31, 47seencuentralaetimologapo-pular del nombre deGalaad.Parece que una de las clusulas del tratadotenapor finalidad proteger alosaventureros deambos grupos que se atreviesen a penetrar enel vecinoterritorio: si alguientenalaosadadecometer un crimenorobo cualquiera enel otrolado, .lapersecucindel culpable deba cesar enel montculo de piedras que serva de frontera.En el transcurso de la evolucin de la historiadelatradicin, se lleg inclusoadecir, bromean-do, quelosantepasados femeninosdeIsrael (lashijasdeLabn)ysussiervas, habansidotradas70aGalaadcomobotnde unaincursinllevadaacabopor Jacobmismo. Lociertoesque enestabromapopular habamuchodeverdad: el paren-tescoreal existenteentreisraelitasyarameos.Porel momentotratamosde mantenernosni-camenteenel planodela"historia"propiamentedicha. Enlaparte quehemosllamado"teologa"podremos valorar el artecon elquelosescritoresbblicosutilizaron losciclos deJacob-EsayJa-cob-Labn en su retrospeccin teolgica de lahistoriadelas docetribus.6. Jacob yel santuariodeBetelHasta el momento no nos hemos ocupadoms quedel Jacob transjordano. Ahora veremoselciclo detradicionesdelJacob dePalestinacen-tral. Setrata evidentementede un soloynicopersonaje histrico: un jefe de clan, cuyafamase extendaa ambas orillas del Jordn.En la poca de los patriarcas (1850-13 00),Betel era ya desde haca mucho tiempounsantua-riofamosodedicadoal diosEl. Cadaunodelossantuarios cananeos era considerado como un "cen-trocsmico"enel queseencontrabanel mundodelosdioses y eldelos hombres. Enalgunasre-giones, comoen Mesopotamia, los dioses ysusmensajerosutilizabanlos"ziggurats" otorres de71[i! Ipisos parairy venirentreel cielo y latierra. Enotros lugares, en Canan, por ejemplo, los ar-quelogos no han encontrado ningn resto deconstrucciones detipobabilnicoEsta diferenciaen la arquitecturade los lugares de culto notieneningunaimportanciapara nosotros. La teologa,que en ambos casos se expresaba en lenguaje"mitopoitico", era siempre la misma. Todo"cen-trocsmico" poseademaneravisibleoinvisiblesu torrede pisos. El "mito de origen"o"leyendacultual" deltemplo deBetel contaba queel grandios El hababajadoun da a aquel lugar: unantepasado lejano lehaba visto, ensueos, bajardel cielo porlas escalinatas interminables de cadauno' de los siete pisos de las torres sagradas.Nadie podaprecisar ms este asunto, pero la"leyenda cultual" bastaba para dar a estelugarsu carcter sagrado. Imaginemos un instante lacara que pondran los antepasados de Israel cuandooyeron contar por primera vez las tradicionessagradas conservadas enlossantuariosdelas po-blaciones sedentarias. Su religin de seminmadaseramucho ms sencilla: su cultose limitabasen-c i 1 1 ~ m e n t e aadorar aldios desus padres.Por suparte, el clan deJacob, llegado aPa-. lestina de los desiertos delestedeTransjordania,tena pordios principal al dios deJacob, llamadoigualmente el "Fuerte de Jacob" (Gnesis 49, 24).Estediosdelclan, como el diosdelosnmadasyseminmadas, acompaaba entodos susviajesyperegrinaciones al clanque protega. Cuando72(los miembros del dan de Jacob,despusde haberpasado una larga temporada en el pas de Galaad,sedecidierona atravesar el Jordn yaestable-cerse en laregin deBetel, es ms queprobablequeatribuyesenal diosdeJacobel xitodesuaventura. Apartir de entonces, empeza rela-cionarse el nombrede Jacob con el de Betel. Lastradiciones de Jacob llegadas de TransjordaniaencontraronenBetel por primera vezel "mitode origen"(o"leyendacultual") del santuario deBetel. Al cabo deuntiempo,queprobablementefuebastantelargo, el clandeJacobacab adop-tando, previa transformacin, el mito de Betel.Podemos decir que el relato de Gnesis 28, 10-22,en sus partes ms antiguas, es el resultado de estatransformacin: jacobseconvierte en el perso-naje al que se le haba aparecido la divinidad y eldios de Jacob ocupa ahora el lugar de El. No hacafalta muchoms para queJacobseconvirtieseen el fundadordeltemplo deBetel y paraquealmismotiemposelegitimaseel cultoque all setributabaal diosdeJacob. Unavez ms nosen-contramosenpresenciadeun casodeadopcinyactualizacinde unatradicin sagrada pre-israe-lita, como suceda en las "sagas"islandesas en lasque tradiciones de la pre-historia islandesa fuerontransformadas porlos noruegos.Siglos ms tarde, la tradicin sagrada de Betelocupar un lugar preeminente en la literaturareli-giosa deIsrael. Por ello, lavolveremos aencon-trar en lasegunda partedenuestro' estudio.734El patriarcaIsrael1. Distincinentre Israel yJacobSegn Gnesis32, 29Y 35, 10, a Jacobse lecambisunombre por el deIsrael. Aunque estecambiode nombre es muyposterior alapocapatriarcal, es necesariohablar aqu de elloparapoder comprender la distincin entre Israel yJacob.Enel ao1000, monientodemximo esplen-dor dela monarqua davdica, seexpresenunrbol genealgicocomn la unidad de las docetribus ysuparentescoconlosarameos. As, losantepasados epnimosdelasdocetribus secon-vierten enlos descendientes ficticiosdeJacob ydesusesposasarameas. Tenemos quedecir, unavez ms, que este procedimientoestaba:totalmente752. El patriarcaIsraeldeacuerdo con la mentalidadde los clanes. Gne-sis 35, 23-26 resume de la siguiente maneralagenealogaresultante:Los estudios recientes ayudan a comprendermejor actualmenteestebreve resumen, ascomolos captulos 29 y30 del Gnesis, que cuentanel nacimientodeloshijosde Jacob, salvoel deBenjamn (para Benjamn, verGnesis 35, 16-18).La opinin segnla cual los grupos de Jos yBenjamntuvieron al principiode suhistoria alpatriarcaIsrael comojefe declan y noal patriar-ca Jacobseafirmacadadaconmsfuerza. As, .pues, la doble rama Jacob-LayJacob (Israel)-Raquel correspondera a, una realidad histrica:setrataraenrealidaddeuna diversidaddecla-nes, el deJacobyel deIsrael.parados unos de otros ypor ellocadaunocon-servabacelosamentesus propias'tradiciones. Po-demos considerar estas tradiciones como "mitosdeorigen" decada unode los clanes, recordandosinembargoqueseenrazanenlahistoria ynoenel tiempoprimordial.Del mismomodo que uno de los clanes de,Palestinacentral y deTransjordaniacentral vene-rabalamemoriadeJacoby leconsiderabacomosu antepasado y fundador, asimismootro clande las mismas regiones considerabaaIsrael comosu antepasado y fundador. Encuantojefe de clan,Israeljuega para su clan el mismo papel que Jacobparaelsuyo. Segn lacostumbredelos nmadasyde los seminmadas de todos los tiempos, elantepasadotieneel mismonombre queel grupoal quedaorigen. Estoexplica quelosprimitivoscontasen la historia de las colectividades comosi se tratasede unindividuoo de unafamilia (las"sagas"). Recordemos, por ejemplo, 10 que diji-moshacepocosobre Jacob-EsayJacob-Labn.Esta mismaexplicacin esvlidaparaIsrael: enla pocade los patriarcas se trata del nombrede unjefe de clan;ms tarde, el nombre deIsraeldesignar todo un pueblo. Estaremos ya en lapoca en queel nombrede Jacob habrsido cam-biado por eldeIsrael (Gnesis, 32, 29y 35, 10).Rubn, Simen,Lev, Jud,Isacar, ZabulnJos yBenjamnDan yNeftalGad yAserJacob-Raquel: Jacob-Zilp:Jacob-La:Originariamente, los clanes de la poca patriar-cal (1850-1300) existanindependientemente, se-76773. El patriarca Israel y SiqunLa ciudaddeSiqunestsituada, como Betel,enlaPalestina central. Cuandolos clanesde lospatriarcas llegaron a estos parajes, Siqun eraunlugarde cultoclebredesdehaca muchotiem-po. Se adorabaal grandiosElcomo diosdealian-za: El berit(berit:alianza; Jueces9, 46). Aunquela ciudad de Siqun continu en manos de loscananeos hasta la pocade los jueces(1100), elclan del patriarcaIsrael y el dejacob mantuvieronestrechas relacionesconlapoblacinlocal. SegnGnesis 33, 18-20, en las cercanas de SiqunJacobcompra una parcela de tierra yconstruyeenellaunaltar que dedica aEl, el "Dios de1s-rael ". El acontecimientopudo muybiencoincidirconunaalianza entrelos clanesde[acobeIsrael.Podemos imaginar fcilmente que aconteci-mientosde ordencultual hicieronque, progresiva-mente, se fuera confundiendo al dios El con eldiosdel clandeIsrael. Efectivamente, delamis-ma formaqueel diosdeJacob habasidoidenti-ficadoconEl de Betel, as el dios de Israel fueasimiladoaEl de Siqun. As comoel "mitodeorigen"del santuario de Betel habasido adoptadoytransformadopor elclandeJacob, asel "mitodeorigen" del santuariodeSiqunfue adoptadoytransformadopor el clande Israel. Pero comoloexplicaremosbrevementeenel prrafosiguien-te, esta ltima adopcin, la de El, dios de la78alianzade Siqun, jugenlahistoria bblica unpapel de importancia capital.4. El patriarca Israel,antepasadode la "casa deJos"Muchos siglosdespus delapocapatriarcal,entiemposdelaconfederacindelasdocetribus(1200-1100), se empezar a hablar de la "casadeJos" (Josu 17, 17; Jueces 1,23; 2Samuel19,21). Esta expresin designa el conjuntode dostribus (Efran y Manass) que en aquellos mo-mentas' eranlas mspoderosas de Palestinacen-tral.El antepasadoJos eraconsiderado comoelpadre de estas dos grandes tribus. De acuerdocon la mentalidad de los clanes, se utilizar elrbol genealgico para ponerlos en relacin conel lejano perodo de los patriarcas. El resultadoes el siguiente;PatriarcaIsrael~Jos/ \.Efran ManassEsta genealoga tiene encuenta la distincinestablecida entreJacob e Israel y muestra clara-mentelos lazos queunana Josy a Israel y, porconsiguiente, a la ciudad de Siqun. Por ello,79nodeber sorprendernos que lahistoriade JoscomienceenSiqun(Gnesis 37). Ahorabien, esprecisamente en Siqun donde el dios El eravenerado como dios de alianza(El berit), Porotro lado, la tradicin conservada en Josu 24sita enSiqunprecisamenteel histrico encuen-tro entre el grupo de Moiss, recinllegado deEgipto, y las tribus de Israel instaladasenaque-lloslugares desde haca mucho tiempo. En estascircunstanciassera exageradopensarquela iden-tificacinentre el dios del clan de Israel (diosde Israel)yel dios de Siqun(El berit) pudieracontribuirfuertemente, enlossiglossiguientes, aconcebir al dios deMoiss(Yav) comoun diosdealianza? Creemos que esta afirmacinnoper-judicaa latradicindel Sina, sobretodosi tene-mos en cuenta que el grupo de Moiss estabaconstituidodirectamente, por 10menos enparte,deelementos originarios delosgrandes clanesdela Palestina central, que fueron instalndose enEgipto durante el perododela historia patriarcal.Estaes laraznpor laquepodemos afirmar quelaadopcinde la leyendacultual deSqun, lleva-da a cabo por el clan de Israel, jug un papelimportantsimo en la evolucin del pensamientobblico.805. Lafusindelosclanesde[acobeIsraelHastaahorahemoshabladoseparadamentedelos dos grandes clanes de la Palestina central ydeTransjordana: el primero, el dejacob, consi-deraba a ste como fundador del santuario deBetel; el otro, el de Israel, consideraba aIsraelcomofundador del santuariodela reginde Si-qun. Desde el puntode vista dela historiadelas tradiciones, es sumamente importante consi-derar a estos clanes comooriginariamente inde-pendientes unos deotros, perollegunmomentoenelqueserealizlafusindeestosdosclanes.Entoncesseprodujoel conocidofenmeno socio-lgico: la fusin de los clanes lleva consigo lafusindesustradiciones. Segn lamentalidaddelosclanes, estadoble fusinseexpresa entrmi-nosgenealgicos: segnGnesis 30, 22-24, Jacobseconvierteenel padre deJos y, segnGne-sis48, Jacob adoptaadems alos hijos deJos(Efran y Manass). Deestaforma, se fuecreandola genealoga patriarcal. Pero no nos descorazo-nemos todava. An queda unlargocaminoparallegar alrbol genealgicoquecubraconsusom-bra no solamente toda una nacin, sino inclusolos pueblos vecinos.81, .,, '1t ~ ''r'tr If:l ~ :~ . '1I ~ :;1 1,1,Irl5El patriarca Isaac1. Localizacin geogrfica delas tradicionesde IsaacApartir de este momento, bandonamos laPalestina central donde, segnacabamos de ver,se fueronformandolastradiciones de JacobeIs-rael. Para encontrarel lugar deorigendelastra-diciones del patriarca Isaac, esnecesarioencami-narse hacia el sur de Palestina. En efecto, lastradiciones de Isaac sitan enel sur del pas lasandanzasdeestepatriarca. EnGnesis 26, 62, seencuentraenlas inmediacionesdelpozodeLahai-Ro! enel Negueb, zona dedesiertosqueseexten-damsalldelafrontera meridional. EnGne-sis26, 1ss. vemos que Isaac sedirige aGerar,empujado por el hambre. En Gnesis 26,23-33,83, 1;10 encontramosenBerseb, ciudadsituadaenellmitedel desiertomeridional.Parapoder comprender el procesodeforma-cin de lastradiciones patriarcales, es sumamenteimportante conocer los lugares geogrficos en losque stasnacieron, para fusionarsedespusconotras tradiciones diferentes tradasdeotrosluga-respor las caravanas decomercianteso p e r e ~ r i nos. Hemosvistoquelosdosciclos dePalestinacentral ydeTransjordania, el deJacobyel deIsrael sefusionaronenunmomentodado. Ms,tarde .estas tradicionesencontrarnpor supartelas tradiciones del sur. Por el momento, seale-mosque las tradiciones del ciclode Isaac sonoriginariasdel sur dePalestinaeindependientesdel ciclo jacob-Israel.2. Por quocuparnos deIsaacantesquedeAbrahn?Tanto el ciclo deAbrahncomoel deIsaactienen su origen en el sur de Palestina. El captulosiguientelodedicaremosaeste problema. Per?,por qudarprioridadya desdeahoraal estudiodelastradicionesde Isaac?El conjunto formado por lo que hoy llamamos"las tradiciones patriarcales" se formdefinitiva-mentecuando, hacia elao1000antesde Cristo,84entiempos de Davidy Salomn, se quiso relacio-nar todoel pueblode Israel, esdecir, las docetribus, conel antepasado Jacob. Fue el ltimopaso enlaformacin del rbol genealgiconacio-nal cuyo proceso haba comenzado ya haca muchotiempo.Los seminmadasdel extremosur de Pales-tinaparecequefueron losprimerosenser rela-cionados con elpatriarcaJacob, aunquedehechoseconsiderasen comodescendientesdel patriarcaIsaac. De esta manera, Isaac seconvirti enelpadredeloshermanosJacob-Esa, siguiendolasleyes ymentalidaddelosclanes. Pero, cmo serealiz el encuentrodel ciclo dePalestinacentral(Jacob-Esa) conelciclo dePalestinameridional(Isaac)? Antes deresponder aestapregunta, esnecesarioestudiar detalladamente las tradicionesdel cclodeIsaac.3. El diosdeIsaacIsaac era un jefe de clande seminmadas,comoJacobe Israel. Comoenlos casosde losotros patriarcas estudiados anteriormente, tantolos que nosotros conocemos como los que novexis-tiuna"saga" en tornoaIsaac. Por lasrazonesque ms adelante sealaremos, actualmente noquedansinorestosdeesta"saga" primitiva, con-85~ 'I,"'11" ~ .', '1 1," 1," 1,servados principalmenteenGnesis 26. Por muyextraoqueparezca, y a pesardesu carcter com-puesto, el captulo 26 del Gnesis nos ofrece lamejor descripcinquetenemosdelgnerodevidadelosseminmadasdel segundomilenioantesdeCristo: cortasestanciasenalgunaciudad-frontera,transhumancias alrededor de las tierras frtiles,bsquedadeagua parahombres y animales, discu-sionescon la poblacinlocal,etc.Isaac fue un jefe-fundador de un clan. Porello, los miembros del mismo crean que el pa-triarca haba recibido de su dios protector unabendicin segura y la promesade unadescendenciayuna tierra. En todo estoreconocemos, unavezms, los elemento" constitutivos de las historiasde salvacindelaspoblaciones nmadas ysemi-nmada". Desde el puntode vista de lahistoriadelasreligiones, sabemosqueel diosviajeroqueacompaa al clan en sus desplazamientos es eldiosdel padre. El diosdel cIan deIsaacerapuesprimitivamenteeldiosdeIsaac(oel"PadrinodeIsaac": Gn31, 42): Esquizinteresantesealarla gran semejanzaexistente entre la historia delpatriarca Isaac y la de los patriarcas Jacob eIsrael.Cuando el clanseminmadadeJacob (Pales-tina central yTransjordania) sehizosedentario,el dios de jacob (o "Fuerte de Jacob": Gn 49, 24)fueasimilado al dios sedentario El, del lugar santode Betel. Fue entonces cuando la "leyenda cul-86tual"o"mitodeorigen"deBetel fueadoptadaytransformadapor el clandeJacob.Cuando el danseminmada de Israel (Pales-tinacentral y Transjordania) se hizo sedentario, eldios de Israel (" Roca" o "Pastor de Israel":Gn49, 24) fue asimiladoal dios sedentarioEl,venerado en Siqun como dios de alianza. Fueentonces cuandola"leyendacultual" o"mitodeorigen" de Siqun fue adoptada y transformadapor el clande Israel.Este mismo fenmeno de identificacin seprodujocuandoel clandeIsaacsehizoasuvezsedentario en las tierras del sur de Palestinadonde seencontrabael santuariodeBerseb. EldiosdeIsaacfueidentificadocon el dios El, cabe-zadel pantencananeo.4. El santuario de BersebEnBerseb, ciudadsituada enlafrontera deldesierto meridional, los cananeos adoraban a sudios El bajola denominacin deElOlam (=diosde eternidad o el eterno: Gnesis21, 33). Cuandoe! clan seminmadadeIsaacconsigueestablecerseen el territoriodeBerseb, se producelaidentifi-cacinconel dios sedentarioEl lam. Podemossuponer quela"leyendacultual" o"mitodeori-gen" del santuario de Berseb fue adoptada y87, ,f ',,.' ,,~:I1"transformadapor el clan deIsaacenesas circuns-tancias. Pero, enquconsistaconcretamentela"leyenda cultual" o "mito de origen" de estesantuario? Podramos suponer que la "leyendacultual" deBersebesel puntode arranque delrelatodeGnesis22, quenoscuentael sacrificiode Isaac.Siguiendoestahiptesis, podramos resumirladelamanerasiguiente: enciertaocasin, cuandose estabaa puntodesacrificar unniosobreunode los altares del territoriodependiente de Ber-seb El Olamhaba intervenido en el preciso ,momento impidiendo la brutalidad de tal inmo-lacin; apartirdeentonces, sehabra instauradolacostumbre enlaregindeBerseb, delaquela ciudad era el centro cultual, de inmolar unanimal ensustitucindel niodestinadoal sacri-ficio. Unavezadoptada por el clande Isaac, la"leyenda cultual" sufri una serie de transfor-maciones(cambiode losnombres del dios ydelospersonajes), llegandoaser unodelosrelatosmsprofundos delastradiciones patriarcales. Nopodemos menos de reconocer el carcter hipotticodeestasolucin; sinembargo, podra ser lares-puestaal difcil problema planteadopor el lugarde origen de la tradicinsagrada de dondearrancaGnesis22. Detodasformas, enlasegunda parteveremoscmo fueentendidopor las generacionesposteriores esteclebre relato.885. La fusin de los ciclosdeLacobeIsaacDespus deloque acabamosdedecir, pode-mos responder ala preguntaplanteada anterior-mente: cmo pudo realizarse la fusin de losciclos deJacobeIsaac? Si tenemosencuentalaimportancia del lugar sagrado de Berseb en lahistoria de Israel (Arns 5, 5y8, 14; 1Reyes19, 3), es fcil solucionar el problema del encuentrode las tradiciones del centro de Palestina con las delsur. Enel perododelamonarqua, inclusodes-pus del cisma, los peregrinos acudan, aun delreino del norte (reino de Israel!), al santuariodeBerseb. Si alos peregrinos aadimoslas ca-ravanasdemercaderesquesedetenan enlaciu-dad-frontera de Berseb antes de continuar sumarcha hacia Egipto, es fcil comprender quelastradiciones de Jacob e Israelfueran conocidas rpi-damente por los habitantes del sur. Esta mezclade tradiciones convirti finalmente a Isaac, per-sonaje ilustre del santuario de Berseb, en elpadredeEsayJacob. Enestesentidopodemosdecir que Isaac fue padre deJacob y. de Esa;noencuantoa la generacin fsica, sino gracias alafusindelas tradiciones del norte ydel sur.Larelacinpadre-hijo expresadeesta formalosdiferentes tipos derelaciones quefueronesta-blecindose progresivamente entre elnorte y el sur.Sin embargo, el rbol genealgicono haba89,..' ~terminadotodavadecrecer. Todavanocobijababajosus ramas alos habitantes del desiertopro-piamentedichos, aquellos que considerabanaIs-mael comosupadre. Tenemos que examinar ancmofueronintegradostambinenla grangenea-loga bblica.6. Ismael, hermano de IsaacUna genealoga con pretensiones de seriedadno poda ignorar alos nmadas del desierto, losismaelitas, que desde siempre haban estado enrelacinconstanteconel clande Isaac. Hasta talpunto, queelgrupodeIsaac, cuandoseadentrabaen el Negueb, comparta con esta poblacin deldesierto el agua de un clebre pozo, conocidopor el nombre de "Lahai-Ro (Gnesis 16, 14;24, 62; 25, 11). Eneste oasishabaunsantuarioenel que el diosEl erainvocadobajo el nombrede El Rol (Rol = visin). Es evidente que setratadel mismodiosEl que enBerseberacono-cidobajolainvocacindeEl Olam. En todas lasreligiones existen lugares de peregrinacin dedi-cados alosmismos dioses oalos -rnismossantos,peroveneradosconnombresdiferentes. Por razo-nes devecindad, yteniendoencuentalasrelacio-nesexistentes, lagenealogadelosclanesnodudun instante en considerar a Isaac e Israel comohermanos. Pero, para que esta combinacinfun-cionase, se necesitaba queambostuvierana suvezun padre yuna madre... Esto quiere decir queannohemosllegadoalrbol genealgicopatriar-cal completo.90BIBUOTEtADEL11ES.6El patriarcaAbrahn1. Abrahn, jefedeclanPara llegar a la meta que nos hemos pro-puesto, es decir, llegaralahistoriapropiamentedicha, esnecesario mantener el ritmoquelain-vestigacinrequiere; Por ello, tenemos quedecirya deentradaqueAbrahn, antesdeconvertirseenel antepasado por excelenciadelconjuntodelpueblo deIsrael, fuecomo Jacob, Israel eIsaacun jefede clan. En cuanto tal, Abrahnhabarecibido labendicindivinaqueleaseguraba ladescendencia yla posesinde una tierra. Estoquiere decir sencillamente que el clan deAbrahnposea, comolos otros clanes, supropiahistoriade salvacin. Es posibleque enGnesis 15 sehayan conservado losrestosdelaantigua"saga"93,-., I ~ ,,",,~:rI ~ ,de Abrahn, jefede seminmadas, en la que senarracmosterecibeladoblepromesadel naci-mientodeunhijoydelaposesindeuna tierrafrtil. Msadelante trataremos deesteproblema.Hastael momentonohaynadaquedistingaaAbrahnde los patriarcasdelos quehemos habla-do hasta ahora. De Abrahn se deca lo mismoque delosotros antepasados delos diversoscla-nes: su dios se le habareveladoy le habaprome-tido suproteccin especial para el futuro. Peroel futurodel quehablanlashistorias desalvacino las"sagas" de los pueblosprimitivosparecequenoibamuchoms lejosdeloslmites precisosdede la vida humilde y sencilla de las familias ylos clanes. En otras palabras: parece que esaspromesas referentes al futuro no iban general-mente ms alldel marcoestrecho delavidadetodos los das. Esto quiere decir que las amplia-ciones queconsistenenprometera estoshumildespastores un dominio universal son el resultadode interpretaciones de pocas posteriores. Enla se-gunda parte de este trabajo, titulada "teologa",volveremos aocuparnos deeste asunto.2. La "saga" de AbrahnComotodos losclanesquehemos vistohastaahora, enunprincipioel clandeAbrahn renda94uncultoespecial al dios desupadre, al dios deAbrahn. Setratadealgototalmentenormal: enel mbitodelavidanmadaestamosananivelde la religin del "dios de los padres". En la"saga" del gran patriarca, el dios de Abrahnera quien haba hecho a ste las promesas rela-cionadasconelfuturodel clan; alcorrespondaocuparsedesurealizacin. Peroloquea primeravistasorprendeesque variosdelosepisodiosdela"saga"deAbrahnseencuentranenla sagade Isaac:a) En Gnesis 12, 10-20 (J) Yen Gnesis20, 1-18(E), Abrahnpresentaasumujer comosisetrataradesuhermana; nosencontramos conunrelato paralelo enla "saga" de Isaac enG-nesis26, 7-11(J).b) El asunto del pozo de Berseb en la saga" deAbrahn(Gnesis 21, 22-31) tiene sucontrapartida en la saga" de Isaac (Gnesis26, 15-25).Relatos de este gnero enriquecieron el fol-klore de nmadas y seminmadas en todos lostiempos. Por ello no debemos extraarnos deencontrarlosaqu duplicados. Perounacosa quedaclara: el ciclode Abrahn ejerci una poderosaatraccin sobre el ciclode Isaac. Esta atraccinfue la que en definitiva hizo que Abrahn seconvirtiera enel padreque Isaac eIsmael nece-95r,,,\..""',.""Ir:1'" ''.:'sitaban; en virtud de este fenmeno, Sara seconvirtien la madredeIsaac, y Agar, enlama-dredeIsmael.3. El santuariodeMambrEl nombre deAbrahnestntimamenteliga-doaMambr (Gnesis 18, 1), lugar sagradoquese encuentra cerca deHebrn, enlas montaas deJud, ypor consiguiente en el sur de Palestina.Esta precisin geogrfica ser de suma importanciapara la comprensin de la genealoga patriarcal.Primitivamente, Jacob e Israel haban sido losgrandes antepasados de los clanes de Palestinacentral y Transjordaniacentral; igualmente, Abra-hn e Isaac fueron primero los jefes-fundadoresdelosclanesdel sur dePalestina.Betel y Siqun fueronlos santuarios en los queel dios deJacobfue identificadoconEl Betel yel diosdeIsraelconEl berit. Enel sur, Bersebfue el lugar en el que se identific el dios deIsaac con El Olam. Igualmente, en Mambr, eldios de Abrahn fue identificadoconel Shaddai(diosde la montaa). Enefecto, parecequeen lasmontaas de Jud, el dios El era veneradobajoesta denominacin. All fue precisamente dondela"leyendacultual"(" mitodeorigen") del lugarsanto de Mambr fue adoptada y transformadapor el clandeAbrahn.964. La "leyenda cultual"o"mito de origen" de MambrLatradicinsagradadeMambr contabaque,en aquellosparajes, se habanpresentado enciertaocasina un personaje ilustre de la regin tresseres celestes anuncindole el nacimiento de unhijo. Como en las otras "leyendas cultuales" o"mitos deorigen" delos otros centros sagrados,tambin enla de Mambr se deca ose daba aentenderqueel acontecimientohabatenidolugarhacatantotiempo quenadie eracapazdepreci-sar muchos detalles. Recordemos, una vez ms,las "sagas" de la pre-historia de Islandia.Es interesanterecordar enestemomento queen las leyendas de otrospueblosse han conservadoigualmente relatos de apariciones de seres celes-tesencargados deanunciar el nacimientodealgnpersonaje. Por ejemplo, los griegos contaban ensusleyendas que sehabanaparecido tres diosesal padre de Orinpara anunciarle el nacimientodesu hijo. Noesextrao, pues, queencontremosuna leyenda de este tipo enMambr.CuandoelclandeAbrahnadoptla"leyen-dacultual" deMambr, previa transformacin, eldios de Ab