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ÍNDICE

Prefacio de Sri Daya Mata . . . . . . . . . . . . . . . X

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XIII

1. Nuestro infinito potencial . . . . . . . . . . . . 3

2. Fortaleza en la adversidad . . . . . . . . . . . . 12

3. La superación del sufrimiento . . . . . . . . . 24El poder curativo de Dios . . . . . . . . . . . . . 31El poder de las afirmaciones y de la

oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34Técnica de las afirmaciones . . . . . . . . . . . 36Cultiva la fe en Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

4. Seguridad en un mundo inestable . . . . . . 48

5. Sabiduría para resolver problemas y tomar decisiones en la vida . . . . . . . . . . . 57Cómo desarrollar el discernimiento . . . . 60La intuición: discernimiento del alma . . 65

6. Cómo lograr tus metas . . . . . . . . . . . . . . . 69Usar la fuerza de voluntad dinámica . . . . 69Afrontar constructivamente el fracaso . . 73Concentración: la clave del éxito . . . . . . 76Creatividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78Cómo obtener el éxito en todos los

aspectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83El valor del entusiasmo . . . . . . . . . . . . . . 85Abundancia y prosperidad . . . . . . . . . . . . 88

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7. La paz interior: antídoto contra las tensiones, la preocupación y el temor . . . 93El nerviosismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95La preocupación y el temor . . . . . . . . . . . 98

8. Manifiesta lo mejor de ti . . . . . . . . . . . . . 107La introspección: el secreto del progreso . . 110Cómo vencer las tentaciones . . . . . . . . . . 112La actitud correcta respecto a los errores

del pasado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119Adquirir buenos hábitos y erradicar

hábitos indeseables . . . . . . . . . . . . . . . . 123

9. La felicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131Actitudes mentales positivas . . . . . . . . . . 131Liberarse de los estados de ánimo

negativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136El servicio a los demás . . . . . . . . . . . . . . . 141Las condiciones interiores de la

felicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142

10. Cómo llevarse bien con los demás . . . . . 148La actitud frente a las relaciones

inarmónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148Cómo desarrollar una personalidad

armoniosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152La superación de las emociones

negativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155El perdón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161


VII

11. Amor incondicional: el perfeccionamiento de las relaciones humanas . . . . . . . . . . . . 165El equilibrio entre las cualidades

femeninas y las masculinas . . . . . . . . . 167El matrimonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171La amistad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

12. Comprender el sentido de la muerte . . . . 184

13. La meta suprema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198Dedica tiempo a Dios en tu vida . . . . . . . 200La práctica de la presencia de Dios . . . . . 206Establece una relación con Dios . . . . . . . 211La prueba de la respuesta de Dios . . . . . . 213El elemento personal en la búsqueda

de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216

Reseña del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224

Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236

Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248

Índice


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CAPÍTULO 1

Nuestro infinito potencial

Cuando comenzamos a comprender al ser hu-mano en su totalidad, nos damos cuenta de que no es un simple organismo físico. En su interior exis-ten numerosos poderes cuyo potencial emplea — en mayor o menor grado — para adaptarse a las condi-ciones de este mundo. Este potencial es muchísimo mayor de lo que el ser humano común cree.

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Detrás de la luz de cada bombilla se encuen-tra una gran corriente dinámica; debajo de cada pequeña ola se halla el vasto océano, que se ha transformado en muchas olas. Lo mismo sucede con los seres humanos. Dios ha creado a todo ser humano a su imagen1, y le ha dado libertad. No obstante, olvidas la Fuente de tu existencia y el inigualable poder de Dios, que es una parte inhe-rente de ti. Las posibilidades de este mundo son ilimitadas; el progreso potencial del hombre es ilimitado.

! ! !

El verdadero Tú es la Fuente prolífica de todo poder; el tú cotidiano, en cambio, es sólo un fragmento de cuanto puede exteriorizarse

1 Génesis 1:27.


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o manifestarse. El Tú esencial es infinito en su potencialidad.

! ! !

Lo que eres es muy superior a cuanto objeto hayas podido anhelar o a toda persona que hayas deseado ser. Dios se manifiesta en ti en una forma única, como no se expresa a través de ningún otro ser humano. Tu rostro es distinto de cualquier otro rostro; tu alma es diferente de todas las de-más. Te basta contigo mismo, ya que en tu alma yace el mayor de los tesoros: Dios.

! ! !

Todos los grandes maestros declaran que den-tro de este cuerpo mortal reside el alma inmor-tal, una chispa de Aquello que sostiene todo lo creado.

! ! !

¿De dónde proviene nuestra verdadera per-sonalidad? Proviene de Dios, que es Conciencia Absoluta, Existencia Absoluta y Bienaventuranza Absoluta. […] Al concentrarte en tu interior, pue-des sentir directamente la divina dicha del alma, no sólo dentro de ti sino también fuera. Si logras permanecer en ese estado de conciencia, tu perso-nalidad exterior se desarrollará y se tornará atra-yente para todos los seres. El alma fue creada a semejanza de Dios, y cuando nos establecemos en la conciencia del alma, nuestra personalidad co-mienza a reflejar la bondad y la belleza divinas.



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Ésa es tu verdadera personalidad. Todas las demás características que pones de manifiesto son — en mayor o menor medida — injertos, pero no tu au-téntico «yo».

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El impulso que nos urge a manifestar la mayor nobleza en nuestras acciones y en nuestra manera de ser, a expresar lo más hermoso de que somos capaces, es el impulso creador que motiva todo logro elevado. Nos esforzamos, en verdad, por al-canzar la perfección en este mundo porque anhe-lamos recobrar nuestra unidad con Dios.

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El alma es absolutamente perfecta, pero, cuando se identifica con el cuerpo en forma de ego2, su expresión se distorsiona debido a las im-perfecciones humanas. […] El Yoga nos enseña a conocer la naturaleza divina que mora en cada uno de nosotros. A través de la meditación yóguica po-demos saber que somos dioses3.

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El reflejo de la luna no puede verse clara-mente en aguas agitadas. Pero cuando la superfi-cie del agua está en calma, la imagen de la luna

2 Véase egoísmo en el Glosario.3 «Yo había dicho: “Vosotros sois dioses, todos vosotros, hijos del Altísimo”» (Salmos 82:6). «¿No está escrito en vuestra Ley: “Yo he dicho: dioses sois”?» (San Juan 10:34).


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se refleja en forma perfecta. Otro tanto ocurre con la mente: cuando se encuentra en calma, nos es dado contemplar en ella el claro reflejo de la lu-minosa faz del alma. Como almas somos reflejos de Dios. Cuando, por medio de la práctica de las técnicas de meditación4, eliminamos del lago de la mente los pensamientos inquietos, nos es posible contemplar nuestra alma, un reflejo perfecto del Espíritu, y tomar plena conciencia de que el alma y Dios son Uno.

! ! !

La realización del Ser5 consiste en saber — física, mental y espiritualmente — que somos uno con la omnipresencia de Dios; que no necesitamos orar para que ésta venga a nosotros, que no sólo estamos próximos a ella en todo momento, sino que la omnipresencia de Dios es nuestra propia omnipresencia, y nuestro ser es y será invariablemente siempre parte de la Divinidad. Lo único que necesitamos hacer es tomar mayor conciencia de ello.

! ! !

4 «Aquietaos y sabed que Yo soy Dios» (Salmos 46:10). Técni-cas científicas de meditación del yoga, cuya aplicación nos ca-pacita para alcanzar un estado de calma y recogimiento de la conciencia y percibir la presencia de Dios en nuestro interior. Paramahansa Yogananda enseña dichas técnicas en las Lecciones de Self-Realization Fellowship — recopilaciones de sus clases y charlas —, que constituyen una completa serie de lecciones aptas para su estudio en el hogar. Las Lecciones pueden solicitarse a la Sede Internacional de Self-Realization Fellowship.5 Véase Ser en el Glosario.



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Concentra la atención en tu interior6. Sentirás un nuevo poder, una nueva fuerza y una nueva paz, en el cuerpo, la mente y el espíritu. […] Cuando comulgas con Dios, cambias tu condición de ser mortal por la de inmortal y, al hacerlo, se rompen todas las ataduras que te limitan.

! ! !

Existen en tu interior yacimientos inexplora-dos de energía. Tú utilizas inconscientemente esa energía en todos tus actos y obtienes así ciertos resultados; sin embargo, tus logros serán mucho mayores si aprendes a controlar y emplear cons-cientemente dichos potenciales interiores.

! ! !

Poca gente en este mundo trata conscien-temente de desarrollar las potencialidades del cuerpo, de la mente y del alma. El resto de las per-sonas son víctimas de las circunstancias del pa-sado, se arrastran pesadamente por la vida — em-pujadas por los malos hábitos del pasado —, se hunden impotentes bajo el peso de esa influen-cia y sólo recuerdan cosas tales como: «soy una persona nerviosa», «soy un debilucho», «soy un pecador», etc.

A cada ser humano le corresponde la decisión final de cortar las cuerdas de su esclavitud con la

6 «Ni se dirá: “Vedlo aquí o allá”, porque, mirad, el Reino de Dios está dentro de vosotros» (San Lucas 17:21).


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