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origenes América y el Oriente Próximo Entre los estudiosos e investigadores hay consenso para señalar que las culturas de Europa y América tuvieron su origen en influencias venidas del Oriente Próximo. Esto quiere decir que ambos continentes fueron poblados por remotas civilizaciones que, después de una larga travesía, se establecieron en estas tierras originando los periodos pre-históricos: Paleolítico, Neolítico y el de La edad de los metales. Pintura rupestre(Cueva de Lascaux, Francia) La base económica -basada en la caza, la pesca y la recolección de productos silvestres- así como algunos sistemas de comunidad primitiva como el matriarcado, ya habían sido desarrolladas por las primeras civilizaciones asentadas en los valles del Nilo (Egipto), del Eufrates y Tigris (Mesopotamia) y del Valle del Indo (Indostán). Guanacos (Toquepala, sur del Perú) Caballo (Cueva de Lascaux, Francia)

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origenes

América y el Oriente Próximo

Entre los estudiosos e investigadores hay consenso para señalar que las culturas de Europa y América tuvieron su origen en influencias venidas del Oriente Próximo. Esto quiere decir que ambos continentes fueron poblados por remotas civilizaciones que, después de una larga travesía, se establecieron en estas tierras originando los periodos pre-históricos: Paleolítico, Neolítico y el de La edad de los metales.

Pintura rupestre(Cueva de Lascaux, Francia)

La base económica -basada en la caza, la pesca y la recolección de productos silvestres- así como algunos sistemas de comunidad primitiva como el matriarcado, ya habían sido desarrolladas por las primeras civilizaciones asentadas en los valles del Nilo (Egipto), del Eufrates y Tigris (Mesopotamia) y del Valle del Indo (Indostán).

 

Guanacos (Toquepala, sur del Perú)

Caballo (Cueva de Lascaux, Francia)

Estas culturas se desarrollaron 3,500 años antes de Cristo y, sin duda, la domesticación de las plantas y animales, la elaboración de utensilios así como la escritura, representan grandes conquistas para la humanidad entera. Se sabe que a finales del cuarto y a comienzos del tercer milenio -antes de Cristo- la escritura ya estaba en uso en estos tres valles.

El Asia

Hay, sin embargo, teorías que sostienen que América habría sido poblada por civilizaciones venidas del Asia. Atravesando el Estrecho de Bering -que es la parte donde más se aproximan Asia y América- los antiguos asiáticos se habrían establecido en tierras americanas. Esta teoría la sostuvo, entre otros, el cronista español y sacerdote jesuita José de Acosta , autor de "Historia Natural y moral de las Indias".

 

 

Vendedora del mercado de Pisac, Perú

En este vasto conjunto de hipótesis, la teoría de que América habría sido poblada por habitantes europeos fue desechada por la simple deducción de que si los europeos habrían llegado a América, lo lógico era que éstos habrían traído e impuesto sus productos originarios como el trigo, el arroz o las herramientas agrícolas. Sin embargo, en la antigua América sólo se conocían los frutos propios como el maíz y la papa.

MaízPapas y cuyes

El origen bíblico de América

Cuando América fue descubierta en 1492, algunos cronistas y el propio Cristóbal Colón -asombrados por la magnitud y la armonía entre el hombre y la naturaleza- creyeron haber encontrado en estas tierras pacíficas e infinitas el Paraíso Terrenal. Desde entonces se difundió la hipótesis de que América habría sido poblada por hebreos, y más precisamente por las 10 Tribus Perdidas de Israel.

 

Colón (Grabado de Carracciolo, 1596) Valle Sagrado (Cusco, Perú)

Los chinos

Por su parte, el arqueólogo aleman Max Uhle (1856-1944) reveló asombrosas similitudes entre la cultura china y la mexicana, al establecer un paralelismo entre el calendario chino y el mexicano. Uhle señaló que los orientales habrían llegado primero a México y de allí habrían pasado al Perú.

Max UhleCalendario azteca

Los polinesios

La teoría de que los primeros pobladores de América habrían sido polinesios es una de las más sólidas. Por ejemplo en la lengua de los Maoríes o habitantes polinesios de Nueva Zelandia, la caracola -instrumento musical marino- se llama putoto; en tanto que en la lengua quechua de Perú y Ecuador su nombre es pututu. Entre los mayas de Yucatán se llama jotuto.

Campesinos tocando pututu (Calca, Perú)

  

Pututeros cusqueños (Procesión de Corpus)

Pulse aquí para ver el vídeo

Desde luego que ésta es apenas una muestra de las coincidencias lingüístico-semánticas y fonéticas en el léxico de culturas aparentemente disímiles. Palabras como pukara (fortaleza), waka (objeto sagrado) y awki (deidad) tienen el mismo significado en el maorí polinesio y en el quechua de la región andina de América.

Con todo, se deduce que las primeras civilizaciones americanas surgieron sobre una base indígena pre-existente, las mismas que fueron enriquecidas por el aporte traído por los polinesios y otras culturas que confluyeron hacia América. Desde el principio de este periodo formativo, el maíz fue la planta de la civilización americana, y el tejido uno de los oficios en el que alcanzaron un gran desarrollo.

 

Manto Paracas (Litoral peruano)

Detalle de un poncho, Cultura Inca (Litoral peruano)

LAS CULTURAS CENTROAMERICANAS

Sin lugar a dudas, la civilización maya es una de las más antiguas que se asentaron en las regiones centroamericanas de El Petén (Guatemala) y Yucatán (México), así como en las zonas vecinas de Tabasco, Chiapas y Belice.

Xochiquetzal, deidad maya de las flores y el amor

Templo maya, Palenque (Guatemala)

En el Valle de México se desarrolló la cultura oaxaca que fue la base de la civilización olmeca que trabajó la piedra y el barro. Fueron, sin embargo, los mayas los que alcanzaron notable esplendor al haber creado, entre otros, una escritura jeroglífica contenida en su subyugante calendario.

Guerreros toltecas, Tula (México) Ruinas de Monte Albán, México

Asimismo, fueron diestros arquitectos que diseñaron por primera vez los techos de bóveda, y refinados ceramistas y escultores. Su lengua, el maya, o maya-quiché se habló en vastas regiones centroamericanas. Su periodo de esplendor fue entre los años 300 y 900 de nuestra era.

Piedra del Sol, calendario azteca

Detalle: Genealogía azteca

Los zapotecas fueron otra gran civilización ubicada en el estado de Oaxaca (México). Los restos arqueológicos de Monte Albán revelan el indiscutible desarrollo alcanzado en arquitectura, escultura y astronomía. Una cultura vecina de la zapoteca fue la mixteca que se asentó en la región oeste de Oaxaca. La civilización totonaca se estableció en el Golfo de México. Las grandes civilizaciones que alcanzaron a ver los conquistadores españoles en el siglo XVI, fueron las de Teotihuacán (noreste de ciudad de México) y la de Tarasca (estado de Michoacán), que formaban parte del poderoso imperio de los aztecas.

Detalle de un códice azteca

Templo dedica

Las Culturas de Suramérica

La cultura Ancón-Supe fue una de las civilizaciones más antiguas del Perú precolombino. Ubicada al norte de la ciudad de Lima, en la costa central del Perú, y por la cercanía del mar, fue esencialmente una civilización de pescadores primitivos. El arqueólogo aleman Max Uhle que hizo excavaciones en 1904 la señaló como la más antigua, opinión que sería corroborada después por el gran investigador peruano Julio C. Tello (1880-1947).

Julio C. Tello, arqueólogo peruano

Antiguo Perú (1929), la obra más representativa de Tello.

Ubicada en los Andes centrales (departamento de Ancash, región Wari), la civilización Chavín de Huantar fue la otra gran cultura del Perú antiguo cuyo notable legado constituyen, principalmente, las edificaciones arquitectónicas (galerías subterráneas y laberínticas) así como delicados trabajos en metal y finos textiles. Estudiosos como Julio C. Tello señalan a esta cultura como la madre de las civilizaciones andinas posteriores. Su periodo de desarrollo alcanza entre los años 900 y 200 antes de Cristo.

Bajo relieve de aves míticas, Chavín de Huántar (Norte del Perú) Cabeza-clava, Chavin de Huántar

En el sur, y más propiamente en la zona del altiplano (entre Perú y Bolivia), la cultura Tiawanaku fue las más relevante. Esta notable civilización prehispánica -asentada a orillas del lago Titicaca- se desarrolló en dos periodos: el primero entre los años 300 y 900 de nuestra era y, el otro entre los años 900 y 1200 de nuestra era. Su importancia es tal que para el estudio de otras culturas, la Tiawanaku sirve como referente principal. Por esta razón, las antiguas civilizaciones andinas se clasifican en pre-Tiawanaku, Tiawanaku y post-Tiawanaku.

Puerta del Sol, Cultura Tiawanaku (Bolivia) Plaza central, Tiawanaku

Surgida en el periodo pre-Tiawanaku, la cultura mochica ubicada en los valles norteños de Chicama, Moche y Virú (costa norte, departamento de La Libertad, Trujillo) alcanzó un desarrollo magistral en la detallada elaboración de íconos antropomorfos y representación de rituales trabajados en metal y cerámica. Otro de sus legados son los adoratorios en barro: monumentales construcciones de pirámides escalonadas. Los mochicas fueron pescadores, agricultores y guerreros irreductibles.

Lago Titicaca (frontera Perú-Bolivia)

Cerámica Moche (Norte del Perú)

Otra cultura que floreció en la costa norte del Perú (valles de Pisco, Ica y Nazca) es la civilización Nazca cuyo desarrollo alcanzado en cerámica fue notable. Muchos estudiosos afirman que a esta cultura pertenecen las famosas líneas de Nazca, gigantescos trazos y dibujos de animales en la arena que sólo pueden verse desde la altura. Por estos misteriosos dibujos se les atribuye también su dominio de la astronomía.

Líneas de Nazca, litoral peruano

Cerámica nazca

Vasija nazca

A diferencia de las otras, la cultura Tiawanaku -asentada en la ribera sur del lago Titicaca- no fue una urbe sino un centro religioso a donde confluían en peregrinación los habitantes de todas las regiones. Fue una de las civilizaciones que trabajó espléndidamente enormes bloques de piedra para construir adoratorios. El aymara idioma nativo de los tiawanakus, se expandió y sobrevivió incluso a la imposición del quechua durante el periodo Inca. Su investigador más dedicado es Arturo Posnansky.

Ruinas de Salasasa (Bolivia)Monolito, Tiawanaku

Dentro del periodo Tiawanaku -años 900 y 1200 de nuestra era- en la costa norte del Perú se irguió la cultura Chimú cuyo legado más importante lo constituyen la Fortaleza de Paramonga, las ciudadelas de Chan Chan (Valle de Moche) El Purgatorio (Lambayeque) y de Pacatmanú (Pacasmayo).

Detalle: Ciudadela de Chan Chan (Norte del Perú) Construcciones de barro: Chan Chan

Por esta misma época, en la costa central surgieron dos grandes reinos: el de Cuismancu (cerca de Lima: distritos de Lurín y Chancay), y el de Chuquimancu ( Mala, Chilca y Cañete). En el límite de estos dos reinos contiguos se encontraba Pachacamac el santuario dedicado al Dios Creador que la cultura Inca respetará y asimilará a su panteón mitológico.

Cultur quechua

Los Incas 

Manco Cápac, fundador de la estirpe inca

(Dibujo del cronista indio Felipe Guamán Poma)

 

La leyenda de los Hermanos Ayar

Después de un diluvio, y cuando las aguas volvieron a su cauce normal, el dios Sol dio vida a los primeros mortales que se originaron en Pacarictambo o "morada de la procreación". Allí, en las altas cuevas de Tamputoco o "recinto de las ventanas" habían tres socavones: Maras Toco "cueva salada", Sutic Toco "cueva húmeda" y Capac Toco "cueva de la abundancia".

De las dos primeras salieron las etnias Maras y Tambos, sin dejar mayor progenie en el mundo, y de la última descendieron los hermanos Ayar, los hijos preferidos del Sol. Como la misión era poblar el mundo, el dios Sol les confirió una mujer a cada hermano. Así, Ayar Manco -el mayor- tuvo como esposa a su propia hermana Mama Ocllo; Ayar Auca a Mama Huaco; Ayar Uchu a Mama Raura, y Ayar Cachi a Mama Cora.

 

Rito inca (Dibujo de Guamán Poma)

Ordenados por su padre, los hermanos se encaminaron hacia el Sur, pero en la larga travesía por los páramos y los llanos andinos, el temperamento rebelde e incontrolable de Ayar Cachi -el menor- exacerbó el recelo de sus hermanos que utilizando un ardid hacen que Cachi vuelva a Tamputoco donde es encerrado para siempre.

Dicen que la fuerza de sus gritos hizo brotar los manantiales y discurrir los ríos. Alcanzados por la maldición del hermano menor, Ayar Uchu se convirtió en una montaña pétrea; Ayar Auca pereció ahogado en un río, y solamente Ayar Manco y sus hermanas viudas llegaron al Cusco.

Recopilación y versión de Odi Gonzales

Mitología Andina: El origen del hombre

Dentro de la vasta mitología que configura el pensamiento quechua, existen muchos sobre el origen del hombre andino. Los mitos más recurrentes afirman que los hombres surgieron espontáneamente de sus pacarinas o lugares de origen. En las leyendas y relatos orales, los indígenas afirman hasta hoy provenir de fuentes, cerros, lagunas o cuevas.

 

Llamado a los Apus, del artista peruano Luis Solorio (técnica mixta, 1996)

Sin embargo en las crónicas -redactadas a partir de testimonios del siglo XVI para adelante- fueron los supremos dioses los que crearon a los hombres. No se sabe si junto a estos mitos ya existía la "idea" de la concepción del universo en tres niveles: Hanaq pacha (el mundo de arriba, donde moran los dioses), Kay pacha (la tierra o el mundo de los vivos), y Ukhu pacha (el subterráneo o mundo de los muertos).

Los ciclos míticos: Viracocha y Ayar

El reino de los dioses civilizadores Viracocha y Ayar se extendió en la zona sur del antiguo Perú. Mas, esto no quiere decir que los ciclos míticos de Viracocha y Ayar se hayan desarrollado paralelamente, ni que sean contemporáneos a otros reinos de la costa como el de Huarochirí, ni a la estirpe de Manco Cápac y Mama Ocllo, ancestros de la cultura inca. En el ciclo de los Viracochas hay, ciertamente, una gran confusión al exisitir hasta 4 dioses con el mismo nombre. Investigadores como María Rostworowski afirman, sin embargo, que se trata de un solo dios y tres "servidores" que peregrinan por el mundo andino con distintas misiones.

El Viracocha Principal I, tiene diversos nombres: Tecsi Viracocha o Pachayachachic (Hacedor de todas las cosas); representa la sabiduría, la capacidad para ordenar el mundo y las cosas. Generalmente a esta deidad se le relaciona con el origen del agua y las técnicas de navegación. Al Viracocha II, Imaymana

Viracocha, se le relaciona con las propiedades curativas de las plantas y las labores agrícolas. Al Viracocha III, Tocapo, se le relaciona con los tejidos. Y, finalmente, al Viracocha IV, Taguapaca o Tunupa, se le relaciona con la procreación de la fauna marina, pero también con la desobediencia y la rebeldía.

 

Monolito Raymondi. Representación de un dios felino.

En la antigüedad, existieron igualmente otros ciclos míticos que reinaron en diversas regiones del Perú. Por ejemplo, el de Con (costa norte), Chincha (valle de Chincha), Cañaris (Quito), Ancasmarca (valle surandino del Cusco), Tumbe (Tumbes), Tumayricapa (Tarma y Huánuco), Raco (zonas frías del altiplano), Naimlap (Lambayeque), Illapa (sierra sur), Guari, Libiac (sierra central y nor-central), Catequil, Piguerao (sierra norte), Chicopaec, Aiapaec (costa norte), Urpay Huachac, Auca Atama (valle de Lima), entre otros.

Es importante señalar que todos estos ciclos míticos estuvieron, al parecer, vigilados y regulados por Pachacamac, el gran dios invisible, con quien termina y comienza cada ciclo, al cabo de un desastre (cataclismo o diluvio). Pachacamac es el generador permanente del pachacuti o renovación del mundo, es decir, el fin de un Presente y el inicio de Otro, por lo que, por más de una razón, constituye el eslabón con la dinastía inca.

Manco Cápac y el reino Inca

Para muchos estudiosos, el periodo Inca comienza con la pareja conformada por Manco Cápac y Mama Ocllo que ya no son deidades creadoras, sino los civilizadores hijos del Sol y, por lo tanto, intermediarios con los hombres. Surgidos por mandato divino -de las espumosas aguas del lago Titicaca- llegan al mundo para enseñar a los hombres los diversos oficios y el culto solar. Tanto el emperador Intip Churin (hijo del Sol) como el Purun runa (simple mortal), tenían fundamentalmente dos deidades: El Sol (dios visible y generador de todo lo existente), y el temido Pachacamac (deidad invisible pero presente). Sin embargo, el panteón de los dioses andinos tiene numerosas deidades menores y locales, igualmente venerados con fervor.

Así, se tiene a las Huacas (corporizadas en hombres, montañas, ríos, animales, frutos, rocas); Mamacocha (el mar); Illapa (el trueno); Pachamama (la madre tierra); Mamaquilla (la madre luna); Apu (el espíritu de las montañas), etc. Asimismo, los incas distinguían tres niveles espaciales donde moraba todo: Hanaq Pacha, mundo de arriba, donde vivían los antiguos creadores, los constructores; Kay Pacha, este mundo, habitado por los hombres, los animales, la naturaleza; Ukhu Pacha o el mundo de abajo, donde moran y viajan los muertos.

 

Nevado Awsangate (Cusco, Perú)

Los antiguos manuscritos andinos

Los dioses

"En tiempos muy antiguos existió una deidad llamada Yanamca Tutañamca. Después vino otro dios llamado Huallallo Carhuincho que venció [a Tutañamca]. Cuando [Huallallo Carhuincho] alcanzó el poder, ordenó al hombre que sólo tuviera dos hijos. A uno de ellos lo devoró y al otro lo dejó con vida...Tiempo después, apareció otro dios llamado Pariacaca que expulsó a los hombres de sus territorios...En aquél tiempo existió también una huaca [deidad] de nombre Cuniraya. Pero no sabemos si Cuniraya fue antes o después de Pariacaca, o si ese Cuniraya existió al mismo tiempo o junto con Viracocha, el creador del hombre. [Entonces] la gente en los adoratorios clamaba: "Cuniraya Viracocha, hacedor del hombre, hacedor del mundo, tú tienes cuanto es posible tener, tuyas son las chacras [campos de cultivo], tuyo es el hombre: yo".

"Dioses y hombres de Huarochirí". Cap. I. Recopilación de Francisco de Avila (s.XVI). Traducción del quechua: José María Arguedas.

 

Icono Moche (Norte del Perú)

Dioses y hombres de Huarochirí

Documento singular Dioses y hombres de Huarochirí fue un manuscrito conformado por testimonios recogidos en quechua -la lengua nativa de los andes- por el sacerdote cusqueño Francisco de Avila a fines del siglo XVI, en la provincia de Huarochirí, perteneciente a la arquidiócesis de Lima. Editado parcialmente por Herman Trimborn (Leipzig, 1939) y por Hipólito Galante (Madrid, 1942), con traducciones al alemán y al latín (del que se hizo la primera traducción al español); su edición completa y cuidada fue asegurada definitivamente por el Museo Nacional de Historia y el Instituto de Estudios Peruanos de Lima, en 1966, con la primera traducción directa del quechua al español a cargo de José María Arguedas, quien dio, por lo demás, el título al manuscrito aún sin nombre.

Señalada por el propio Arguedas como "la obra quechua más importante de cuantas existen", Dioses y hombres de Huarochirí es un invalorable texto que ofrece un cuadro completo y coherente de la mitología, de los ritos y de la sociedad en una provincia del Perú antiguo.

 

 

El Popol Vuh

Entre Dioses y hombres de Huarochirí y el Popol Vuh -el libro sagrado de los maya/quiché- hay sorprendentes similitudes, no obstante provenir de regiones distintas y pertenecer a épocas más o menos diferentes.

 

 

En el capítulo 2 de "Dioses y hombres..." se relatan las andanzas del dios Cuniraya Viracocha un obsesivo caminante que peregrina por el universo bajo la apariencia de un individuo harapiento.

En estas circunstancias Cuniraya encuentra a la bella Cahuillaca a quien empreña valiéndose de un ardid: cuando ésta descansa apaciblemente bajo un árbol de lúcumo, Cuniraya -convertido en pájaro- inyecta su semen en una lúcuma que deja caer delante de Cahuillaca que devora la sabrosa fruta quedando embarazada del dios. Asimismo, en los primeros capítulos del Popol Vuh -el antiquísimo manuscrito centroamericano, rescatado en el s. XVIII por el fraile Francisco Ximénez- aparece una doncella debajo de un árbol de sabrosos frutos. Es allí donde la encuentra el Supremo Maestro Mago, uno de los hacedores del mundo.

La doncella desea un fruto de aquel árbol y la deidad le indica que simplemente extienda la mano con la palma abierta. Entonces, en ese instante, el dios "lanzó con fuerza una densa saliva en la mano extendida de la joven", quedando de esta manera preñada del Supremo Maestro. Esa saliva fue, naturalmente, el semen divino del que nació la humanidad.

Mercado de Chichicastenango (Guatemala)

Historia y teoría de la Arqueología

Excavación arqueológica.

El nacimiento de la Arqueología es anterior al de la disciplina prehistórica, cuando los primeros exploradores del pasado se consagraron al estudio de los grandes monumentos de la Antigüedad clásica, el antiguo Egipto y el Próximo Oriente, o, si no disponían de tan espectaculares vestigios, se dedicaron al coleccionismo de antigüedades. Ambas tendencias contribuyeron al nacimiento de la Arqueología precientífica, al desarrollo del método de excavación y reconstrucción, al conocimiento de la estratigrafía y a la creación de sistemas de clasificación de artefactos. Por no hablar de la creación de un corpus gráfico tan valioso como los de David Roberts y Frederick Catherwood, o de la creación de los primeros fondos museísticos. Desde la idea del anticuario y del historiador de las grandes civilizaciones antiguas, hasta la actualidad ha habido una importante evolución.

Del mito al logos en arqueologíaLo cierto es que durante toda su existencia, el ser humano ha sido consciente de que tenía un origen, de que había nacido en algún momento del pasado: todos los pueblos, primitivos o no, tienen tradiciones sobre su propia creación. Curiosamente, algunos, como los griegos o los hebreos, ven en ésta al ser humano como una degeneración de un modelo superior, una entidad divina de la que el hombre sería una pobre imitación decadente o impura. En el caso de los hebreos, existe una promesa de redención mesiánica, idea que ha pasado a la tradición cristiana.

Un ejemplo opuesto lo proponen filósofos también clásicos que consideran al hombre la medida de todas las cosas (Protágoras de Abdera), el cambio de mentalidad es propio de la filosofía helenística. Diodoro Sículo, admitiendo ser humano como un animal más, advierte que, debido al estímulo de la necesidad, la sociedad y el lenguaje, se alza sobre el resto hasta convertir en el rey de la creación, en resumen, como el último escalón del progreso biológico. La misma idea es descrita con una admirable perspicacia por el poeta romano Lucrecio:

«Al principio, los hombres vivían como los animales, sin el arado y sin herramientas de hierro con que trabajar los campos, plantar o talar árboles. Estos hombres primeros comían sólo lo que el sol y la lluvia proporcionaban: carecían de ropas y no construían moradas permanentes, sino que vivían en cuevas y en chozas de ramas y hojarasca»

De Rerum Natura

La idea del Hombre como centro del universo se transmitió, después de mucho tiempo, a los filósofos humanistas:

«Tú (que eres por naturaleza un espíritu lúcido, bueno, inmortal, capaz de la eterna estabilidad, de la eterna verdad y del inmenso bien) recuerda que, cuando alcances la divinidad, verás, desde la cumbre, que tú mismo estás en todas las cosas»

Marsilio Ficino

Objetos procedentes de África.

El humanismo coincide con las exploraciones portuguesas y españolas, la colonización europea de América y la instalación de factorías portuguesas en África tuvo una consecuencia secundaria. Ciriaco Pizzecolli también conocido como Ciriaco d'Ancona o Ciríaco de Ancona ( Ancona c.1391 – Crémona c. 1455), fue un viajero y coleccionista de antigüedades italiano. Fue de los primeros humanistas del Renacimiento que estudió personalmente los restos físicos del mundo antiguo, y por tal motivo es recordado como el padre de la arqueología. Otros exploradores trajeron objetos de los pueblos que estaban conociendo, y ciertos estudiosos enseguida se percataron que otros objetos, muy parecidos, podían encontrarse entre las ruinas antiguas de la propia Europa (herramientas talladas en piedra, armas de cobre, joyas...). Las culturas recién descubiertas eran consideradas primitivas, eran menospreciadas, pero algunos europeos, con gran amplitud de miras, se dieron cuenta de que en Europa, forzosamente, hubo una fase pretérita en la que la cultura también era primitiva (entre ellos, Ulisse Aldrovandi (1522-1605), de la universidad de Bolonia, que suponía que estos objetos fueron usados antes de que el hombre descubriese el hierro; su mente era demasiado abierta para la época ya que fue acusado de hereje). El Renacimiento también es el inicio de la actividad arqueológica propiamente dicha, aunque con un objetivo exclusivamente enfocado a al inspiración artística: Brunelleschi, el famoso arquitecto, fue uno de los primeros en excavar ruinas romanas, Miguel Ángel, si no participó, al menos asistió a las excavaciones de las Termas de Caracalla, quedándose atónito ante el conjunto escultórico de Laocoonte, que apareció entre sus escombros. En 1550, el arquitecto Domenico Fontana seguía la tradicional costumbre de estudiar viejas ruinas romanas, cuando descubrió Pompeya, sin embargo no prosiguió sus trabajos y la ciudad volvió a caer en el olvido hasta el siglo XVIII.notas 1

Pompeya es, intrínsecamente un capítulo aparte en la historia de las excavaciones, pero por sí mismos, los trabajos emprendidos allí en los siglos XVII y XIX no suponen ningún avance ni en el método ni en el concepto de la Arqueología, por eso dejaremos a sus excavadores para otro artículo (que esté más relacionado con la cultura clásica y la historia del Arte), incluido el mitificado Winckelmann.

En efecto, los trabajos de arqueología clásica no aportaban nada nuevo porque se limitaban a desenterrar grandes monumentos, pero no planteaban ningún problema nuevo sobre la verdadera Prehistoria humana. Es más, se adaptaban perfectamente a las ideas religiosas sobre la historia del hombre, y más en el caso del cristianismo, ya que proporcionaban un contexto a la vida de Jesucristo y sus discípulos. Por otro lado, este tipo de actividades se extendió fuera de Europa, despojando las áreas colonizadas de sus más ricos tesoros: obeliscos, cerámicas, frescos, sarcófagos, esculturas, incluso edificios enteros, fueron usurpados a sus verdaderos dueños para enriquecer los fondos de grandes museos como el Louvre, el British, el Pergamon de Berlín o el Metropolitan de Nueva York.

[editar] La antigüedad del ser humano

Podemos atribuir la ruptura con las ideas religiosas sobre la creación del ser humano a excepcionales figuras del siglo XIX. Por ejemplo, Charles Lyell, que había publicado en 1833, sus «Princples of Geology», explicando con bastante precisión el proceso de erosión y sedimentación de estratos y calculando la edad de la Tierra muy por encima

de las ideas imperantes en la fecha, a saber, la cronología bíblica calculada por Ussher y la teoría catastrofista que reinterpretaba el Diluvio Universal.notas 2 El mismo año de la publicación del geólogo británico, el belga Schmerling había excavado la cueva de Engis, en la región de Lieja, demostrando que en el mismo estrato geológico había restos de rinocerontes, mamuts y otros fósiles (algunos humanos, pero en muy mal estado) junto con útiles de sílex. La revelación fue tan increíble que ni siquiera Lyell le dio crédito.

La primera reconstrucción del Hombre de Neandertal en 1888.

Cuatro años después, el francés Boucher de Perthes había hallado hachas de pedernal en las terrazas del río Somme, a más de 20 metros de profundidad y en asociación con fósiles de elefante y otros animales extinguidos. Publicó sus hallazgos en varios libros, uno de los cuales tuvo cierta repercusión en Londres. Varios aficionados se trasladaron a Abbeville para visitar la zona y colaboraron en las excavaciones del investigador francés; enterado de los detalles, Lyell claudicó y llegó a la conclusión de que su antigüedad era como mínimo de cien mil años.

Esto ocurría en 1848, el mismo año en que se descubría el primer cráneo de Neandertal en Forbes Quarry, Gibraltar, sin embargo, este hecho fue silenciado. Darwin ya había desarrollado su Teoría sobre la evolución, que no se atrevió a publicar hasta 1859 en el libro «El origen de las especies». Por entonces otro cráneo encontrado en el valle Neander, en la localidad de Feldhofer, Alemania, había salido a la luz, esta vez sí se le dio publicidad, pero se supuso que era una persona con graves malformaciones. En 1866 nuevos restos fueron hallados en la cueva Trou de la Paulette (Dinant, Bélgica), y se parecían mucho a los hallazgos de Engis, Gibraltar y Düsseldorf. Cuando, al poco tiempo, en 1871, Darwin publicó «El origen del hombre», donde defendía nuestro desarrollo biológico desde un animal similar al mono, ya se había llegado a la convicción de la existencia de una especie extinguida de humano primitivo, el Hombre de Neandertal, llamado así en honor al valle del río cercano a Düsseldorf donde se hallaron los restos más conocidos. La teoría se corroboró en 1891, cuando Eugène Dubois divulgaba la existencia, en la isla de Java, de huesos de una especie más primitiva aún. Al considerarlo mitad hombre, mitad mono, su descubridor le bautizó como Pithecanthropus erectus (Hombre-mono que camina erguido) y, aunque ahora se sabe que era completamente humano, durante mucho tiempo fue equiparado al eslabón entre nuestra especie y los primates superiores.

Comparativa de la anatomía de los primates superiores.

En esta fase, pues, se produce un importante ruptura que marcará el devenir de la ciencia prehistórica: se reconoce la enorme antigüedad de la especie humana (los historiógrafos suelen elegir el año 1859 como punto de inflexión), lo que plantea no pocos dilemas. El más importante, quizá, es el papel que va cobrando la ciencia frente a la religión. Porque la lucha de Lyell, Darwin, Schmerling, Boucher de Perthes y otros, es una lucha entre las creencias religiosas que ellos mismos tenían y las evidencias científicas que ellos mismos comprobaban. Esta rivalidad entre ciencia y religión no debe minimizarse, pues se extendió a toda la sociedad cultivada de la época. No se trataba ya de un problema de interpretación histórica del pasado, era mucho más: en muchos casos fue utilizada con el fin de demostrar el imparable progreso de la verdad científica. Era, en resumen, una lucha maniquea entre dos supuestas verdades absolutas, la religiosa y la científica.1 Si comprendemos esto, compenderemos el durísmo trance por el que tuvieron que pasar muchos de los investigadores de la época, hasta que por fin se logró (mucho más tarde) compaginar ambas cosas.

El descubrimiento del «Hombre Solo» por Eugène Dubois no fue un hecho aislado en la historia de la Paleoantropología, sino que está contextualizado en una serie de hallazgos que, quizá en su momento no tuvieron suficiente significación, pero que, con el tiempo, han ido encumbrándose por su trascendencia. La siguiente línea del tiempo, que va desde la recuperación de los huesos del valle Neander, en 1856, hasta 1930 puede dar idea de lo que estamos diciendo, a destacar, el hallazgo, en 1924 del primer Australopiteco por Raymon Dart, el «Niño de Taung» (en Sudáfrica), un homínido prehumano de extraordinaria antigüedad, que, como el caso del Hombre del Neandertal, no fue asimilado por la comunidad científica hasta algún tiempo después.2

Cronología de los hallazgos de homínidos entre 1855 y 1930

[editar] Culturas y tipos (nace el Evolucionismo)

Artículo principal: Evolucionismo (arqueología)

Durante mucho tiempo, la arqueología avanzó sólo por adicción o por las mejoras en las técnicas del trabajo de campo o de laboratorio, pero sin planteamientos científicos honestos. De ahí surgió el viejo adagio: «Los arqueólogos de campo excavan en la basura, los arqueólogos de laboratorio escriben basura» (Paul Bahn). Efectivamente, los especialistas en arqueología y prehistoria se confundían porque ninguna de las dos disciplinas había sido definida, salvo en los aspectos prácticos. No había un cuadro filosófico claro, se excavaba, a menudo, como otro medio de explotación colonial, o se anteponía el prestigio personal del arqueólogo a la protección del yacimiento, se buscaban tesoros y se despreciaba lo cotidiano.

Primeras herramientas conocidas en Europa.

Eso sí, a través de la detallada definición de los artefactos arqueológicos nacieron los tipos arqueológicos; por medio de sus similitudes y diferencias, la arqueología tradicional aprendió a crear los primeros modelos abstractos, los tipos y las culturas. Los tipos, a través de sus relaciones, de su idiosincrasia, de su ausencia o presencia, de su estilo..., servían para establecer grupos humanos, es decir, culturas. Se fue mucho más allá, tomando un préstamo de la paleontología, se desarrolló el concepto de «fósil-guía», un tipo de artefacto arqueológico que distinguiría la idiosincrasia de una cultura frente a otras, de modo que su presencia permite distinguirlas fácilmente. Las culturas se vinculan a un tiempo y a un lugar, eran manifestaciones equivalentes a los tipos, pero aplicables a pueblos con rasgos peculiares, diferenciables que, generalmente se equiparaban a etnias. De este modo la cultura arqueológica devino en ser lo mismo que la cultura material. No obstante se entendían los cambios de un modo simplista, un determinismo lineal teleológico: las leyes humanas conducían indefectiblemente al progreso. Y el paradigma del progreso era Europa. De un modo u otro, los arqueólogos habían encontrado la justificación del origen de su cultura, de su supuesta superioridad sobre el resto del mundo, en especial, la burguesía que, paradójicamente, recurría a las tradiciones del pasado para explicar su ascenso social y para justificar sus actividades

como un beneficio para la humanidad. Es lo que se dio en llamar la «teoría genealógica».1

Pioneros en este terreno son los daneses Thomsen y Worsaae, creadores de la idea de las tres edades de la Prehistoria (edad de Piedra, edad de Bronce y edad de Hierro), completada por Lubbock (Paleolítico y Neolítico). Todo esto ocurría a mediados del siglo XIX (la época de las grandes revoluciones burguesas); al mismo tiempo que Darwin, Lyell, Perthes y los descubridores del Hombre de Neandertal libraban sus respectivas batallas. Sin duda fueron unas décadas prodigiosas, no tanto para el avance científico, cuanto para el cambio de mentalidad hacia la Prehistoria; pero también tristes, porque se demostró que la ciencia no era inicua y que podía ser manipulada con fines espurios.

Poco después, el inglés Pitt Rivers desarrolló la idea de que todo el material arqueológico podía ordenarse según las secuencias tipológicas. Afortunadamente Pitt Rivers se esmeró en su tarea, incluyendo en sus tipologías, no sólo objetos raros o valiosos, sino también ejemplares ordinarios y cotidianos. Otros logros de este insigne investigador de túmulos y poblados británicos es que sus excavaciones eran ejemplares: llevaba un diario, realizaba planos y perfiles, dibujos detallados y reconstrucciones. Puede decirse que Pitt Rivers transformó el oficio de anticuario en el de arqueólogo e influiría decisivamente en el desarrollo de un método científico de excavación.

[editar] Ex Oriente lux (nace el Difusionismo)

Artículo principal: Difusionismo (arqueología)

Palacio de Cnosos, en Creta, excavado y reconstruido por Arthur Evans a partir del año 1900.

La arqueología tradicional nació en el marco de una Europa colonialista, lo que condicionó su forma de interpretar los aspectos culturales. Los europeos enseguida asignaron a ciertos puntos geográficos el papel de núcleos culturales difusores de los que partían todas las grandes innovaciones. Es lo que se llama difusionismo.notas 3 El difusionismo se aplicó sobre todo a momentos posteriores al Neolítico, éste y otras innovaciones posteriores se propagaron por el mundo desde allí (la agricultura, la ganadería, la escritura, la rueda, el estado…), incluyendo los megalitos, que serían pobres imitaciones de las pirámides egipcias. El difusionismo llegó a extremos propios de las ciencias ocultas, o de las seudociencias, a las que han alimentado durante décadas.

La fascinación por Oriente, espoleada por los descubrimientos de Schliemann en Troya (1870) y en Micenas (1876), hace que la arqueología occidental tenga un cuarto de siglo admirable en tierras de Oriente Medio: en el año 1900 sir Arthur Evans comenzaba a excavar en Cnosos, desvelando la civilización minoica; en 1903, en un trabajo ímprobo de seriación, Flinders Petrie ordenaba cronológicamente miles de tumbas egipcias de Naqada, Hu y Abidos, obteniendo la primera secuencia de faraones de las dos primeras dinastías del antiguo Egipto.3 En 1904, simultáneamente, Ernesto Schiaparelli descubría la tumba de Nefertari y Pumpelly y Shmidt descubrían los kurganes escitas de las estepas de Turquestán en Annau; en 1906 Winckler excavaba Hattusas, la capital de los Hititas; Angkor, la antigua capital del Imperio Jemer, comienza a ser estudiada por arqueólogos franceses en 1907; en 1918 Thomson y Hall excavaban Eridu, en 1921 Anderson había descubierto Yang Shao Tsum, al tiempo que Sahni trabajaba en Harappa y Banerji en Mohenjo-Daro que, con la contribución de Marshall en 1923, adquirían carta de identidad como cuna de la civilización del Indo. Ese mismo año el Illustrated London News anunciaba que Lord Carnarvon y Howard Carter habían entrado en la tumba intacta del faraón Tutankamón. Hasta ese mismo año, en que concluía el protectorado británico sobre Egipto, la mitad de lo excavado se lo quedaba el estado egipcio y la otra mitad los arqueólogos, sin embargo, no ocurrió más y las piezas de la fastuosa tumba quedaron en su país de origen. En fin, este pasmoso periodo se cierra con Leonard Wooley excavando las Tumbas reales de Ur en 1926.

El estandarte de Ur: la «Cara de la Guerra». Descubierto por Leonard Woolley en los años 20, se encuentra actualmente en el Museo Británico de Londres.

No es de extrañar esa desmesurada obsesión de los arqueólogos por el difusionismo. Sin embargo, el difusionismo parece una mera anécdota a causa de la falta de base epistemológica de la arqueología tradicional. Los grandes descubrimientos se sucedían, pero no existía ninguna intención, ni deseo por desarrollar un corpus científico que sustentara todos estos avances. Incluso cuando esta mentalidad cambió, el investigador se limitaba a acumular datos (eso sí, contemplando hasta el detalle más nimio), a clasificarlos, a ordenarlos cronológicamente y a desarrollar especulaciones históricas fuera del marco científico, sin formular hipótesis (por supuesto sin contrastarlas), sin generar conceptos claros, sin generalizar, sin buscar leyes científicas. Era común que primase el estrellato de algunos investigadores, o de algunos yacimientos, en detrimento de la humildad frente a la incapacidad científica o de la salvaguada del patrimonio. Pero

supuso, al menos, el intento de crear un segundo paradigma en esta disciplina, el Difusionismo arqueológico.

[editar] Difusionismo contra evolucionismo

Estela de Copán, por Frederick Catherwood.

Mientras los apabullantes descubrimientos en Oriente parecían indicar que toda civilización tenía un origen común, a mediados del siglo XIX ciertos arqueólogos americanos comenzaron a contradecir con hechos estas ideas. Por ejemplo Benjamin Norman, seguido por John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, dieron a conocer las ruinas de Chichén Itzá en 1839 y de otras ciudades del Yucatán en 1840. Desde entonces comenzó un expolio vergonzoso cuya culminación sería la adquisición de los terrenos (por 75 $) por parte de Edward Herbert Thompson en 1901, el cual se dedicó a saquear su patrimonio hasta el que gobierno mexicano pudo evitarlo, otorgando en 1924 la excavación de la ciudad arqueológica a la dirección de Sylvanus Morley de la Universidad de Harvard. Poco después, en 1939, se fundaba el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con el objeto de preservar y promover el patrimonio histórico y paleontológico de México.

Las exploraciones se extendieron hacia los Andes, gracias en gran parte a la labor del peruano Julio César Tello, que, a principios del siglo XX dio a conocer, entre otras, la cultura Paracas y la cultura Chavín y reivindicó la envergadura cultural para las culturas andinas equivalente a las mesoamericanas. Aunque destaque, por su carácter más novelístico que científico, el descubrimiento de Machu Picchu por Hiram Bingham en 1911.

Desde que Stephens dio a conocer sus descubrimientos en el Yucatan en el año 1841 («Incidents in Central America, Chiapas and Yucatan»), hasta que Julio César Tello

difundió los primeros datos sobre el sitio arqueológico de Chavín en 1919, tuvieron lugar otros hallazgos relevantes: como los de Cyrus Thomas en los Montículos del valle del Ohio en 1887. En 1908 fue descubierto el llamado «Pozo de las Osamentas» de MacJunkin, en Folsom, Nuevo México. Teoberto Maler divulgaba sus hallazgos sobre Yaxchilán en 1903 y, más tarde, otros restos de la cultura Maya. En 1906 el yacimiento anasazi de Mesa Verde fue declarado Parque Nacional de los Estados Unidos y al año siguiente todo el Chaco de Nuevo México se convirtió en Monumento nacional. En 1916, Sylvanus Morley descubrió el primer calendario maya en Uaxactún (Guatemala). Entonces, se planteó el problema del origen de una serie de civilizaciones, como las americanas, que nacieron sin relación con las del resto el mundo, aisladas y que, a pesar de ello, alcanzaron niveles culturales equivalentes. La consecuencia más inmediata fue que las teorías del Evolucionismo Autóctono marcaron un tanto al Difusionismo. Pero, mientras que para unos, este difusionismo era puro y mero determinismo cuasi biológico, otros simplemente veían un paralelismo no determinista, aunque sí, en parte causalista multilineal, ramificado, arborescente y compatible con la idea de los préstamos culturales.

Con el tiempo, ciertas zonas del continente americano se demostraron especialmente activas, especialmente creativas, por lo que el difusionismo acabó calando también, aunque por poco tiempo, en América, de la mano de Clark Wissler (1870-1947). Sin embargo, el difusionismo americano es mucho más moderado que el del Viejo Continente.

[editar] La arqueología cultural historicistaAl mismo tiempo que en el Extremo Oriente se daba esta orgía arqueológica y en América se daban cuenta de su potencial, en Europa occidental se daban pasos decisivos para el desarrollo de la arqueología prehistórica. Hablamos sobre todo de Francia, donde se libró la batalla de la estratigrafía para determinar la secuencia del Paleolítico. Poco antes de morir, en 1898, Gabriel de Mortillet había establecido la sucesión cultural en las siguientes fases: Achelense, Musteriense, Solutrense y Magdaleniense. Sobre esta base, excavando innumerables cuevas, Henri Breuil refundió progresivamente el cuadro general del Paleolítico, dándolo por bueno en 1932: a las culturas señaladas por Mortillet añadió un Abbevillense, previo al Achelense; también estableció unos niveles anteriores al Solutrense, que denominó Auriñaciense. Poco después Denis Peyrony, rival de Breuil, enriqueció la secuencia con el Châtelperroniense y el Gravetiense (ambos surgidos de la división del Perigordiense). Previamente, los geólogos Bruckner y Penk, estudiando los depósitos del Danubio, establecieron en 1903 la existencia de cuatro glaciaciones cuaternarias que bautizaron con nombres de afluentes de este gran río: Gunz, Mindel, Riss y Würm (Breuil se apresuró a correlacionar las culturas con las cuatro glaciaciones).notas 4

Cueva de Mas d'Azil, sitio epónimo del Aziliense

La Ferrassie da nombre a una facies Musteriense

Cueva de Le Moustier, epónimo del Musteriense

La Micoque, que da nombre al Micoquiense

Todas estas aportaciones surgen de una metodología meramente estratigráfica, pero a veces carecían de deontología. Muchos yacimientos fueron literalmente vaciados en una loca carrera por ser el primero en establecer la secuencia. Breuil y Peyrony son el ejemplo más dramático del sacrificio de toneladas de estratos arrojados a las graveras, sin un momento de respiro para meditar. Era como un choque de trenes en el que pareció vencer Breuil, pues sus teorías prevalecieron, pero, en realidad, todos salimos perdiendo, pues la cantidad de información que se perdió jamas podría ser sustituida.

«Ello explica por qué lo que se sabe de los más grandes yacimientos paleolíticos cabe en algunas cortas páginas, excepción hecha del sílex. Incluso para el sílex puede discutirse hasta lo infinito sobre las verdaderas divisiones de los periodos, como si Carlomagno, Jules Ferry y Cicerón fuesen objeto de discusiones en cuanto a su orden cronológico»

André Leroi-Gourhan, op. cit. página 151

Recientemente, un arqueólogo danés definió esta ansia por excavar para ver qué pasa como una enfermedad que atacaba a ciertos científicos, la llamó «la rabia del arqueólogo».4

«Cuyos síntomas consisten en una inevitable tendencia a destruir la mayor extensión posible del yacimiento que se excava, para obtener el máximo de información y en el sagrado nombre de la ciencia arqueológica»

página 62

Ésta era la triste ralidad que rodeó a los hoy afamados arqueólogos franceses de principios del siglo XX. Para ellos, la Prehistoria no llegaba más allá de ser una mezcla de Paleontología e Historia de las culturas. Cierto que se creó un cuerpo enorme y coherente de conocimientos, pero la Prehistoria tenía una exigencias muy superiores. Por eso, a lo más que se llegó fue a una sucesión lineal de culturas, unas tras otras, dividiéndose como ramas de un árbol, caminando indefectiblemente hacia el progreso, hacia la luz. La descripción y la búsqueda de similitudes entre grupos tipológicos es muy importante para la Arqueología cultural, de ahí el interés en la taxonomía. Lo cierto es que la mayor parte de las innovaciones técnicas de la arqueología (sobre todo la prehistórica) proceden de la escuela historicista. No sólo hablamos de la recopilación de un impresionante registro, también de los procedimientos de trabajo. Pero este paradigma tradicional renunciaba, generalmente, a la inferencia y a la generalización, por lo que sus logros son, casi todos, descriptivos, esto es, de muy bajo nivel epistemológico; como mucho se alcanza un nivel epistemológico medio, pero nunca el más elevado.5 El resultado es una serie de conclusiones estructuradas de manera similar a la de los historiadores: son empíricas, narrativas e ideográficas, es decir, sin posibilidad de verificación científica.

Pero en 1925 había ocurrido un hecho tan crucial como cualquier descubrimiento arqueológico, el australiano Vere Gordon Childe editaba «Dawn of the european civilization», que, en palabras de Glyn Daniel es «no sólo un libro de una incomparable erudición arqueológica, sino también un nuevo punto de arranque para arqueología prehistórica».6 En él desarrolla sus teorías sobre el impacto Indoeuropeo en el origen de la civilización occidental. A pesar de sus tendencias marxistas, el tema resultó muy delicado, si se tiene en cuenta su coincidencia con el ascenso del fascismo. En cualquier caso, Childe realizó un análisis multidisciplinar de gabinete (de hecho no era especialmente destacable como arqueólogo de campo) del problema indoeuropeo, analizando la lingüística, los movimientos migratorios, las invasiones, etc. Repitió sus estrategias multidisciplinares sobre el Neolítico, más desarrolladas en el campo teórico que en el práctico, siendo el creador de la expresión Revolución Neolítica, como contraposición a la Revolución industrial. Childe nunca renegó del difusionismo, pero sin llegar a conclusiones lunáticas como las que hemos ejemplificado, es lo que se ha llamado «difusionismo modificado». De hecho, al explicar los cambios en las sociedades antiguas, Childe asumía la influencia de otras culturas. Los grandes cambios, tales como la Revolución Neolítica, los atribuyó a algún foco de irradiación.

Proto-Indoeuropeos en el4º milenio   a.   C.

Indoeuropeos en el3 er milenio   a.   C.

Indoeuropeos en el2º milenio   a.   C.

Indoeuropeos en el1 er milenio   a.   C.

Expansión indoeuropea estudiada por Gordon Childe:Obsérvese cómo las culturas no forman una unidad ni en su evolución ni en su difusión

A partir de ahora ya no se hablaría de una simple sucesión de culturas: el modelo cambió, las ramas del árbol no crecían independientes, se mezclaban unas con otras, se entrelazaban, se retorcían e iban hacia atrás a veces. Se produjo la renovación teórica de lo que se ha dado en llamar Arqueología Cultural Historicista: los arqueólogos comprendieron que las culturas se influían mutuamente, pero también que competían y se solapaban; y que ciertos “estilos” en los tipos de artefactos eran una demostración de enlaces socio-culturales, migraciones, invasiones o procesos de difusión cultural. Como diría Matthew Johnson, ya no sólo se trataba de crear una sucesión de culturas colocadas unas sobre otras, sustituyéndose sin relación aparente entre ellas, como en una torre, o, mejor, como en el horario de una agenda; a partir de ahora también había que dibujar mapas llenos de manchas con flechas que iban de aquí para allá.7 Aunque Johnson no lleva el símil hasta sus últimas consecuencias, los arqueólogos parecerían jefes de estación organizando horarios e itinerarios, pero no de trenes, sino de culturas prehistóricas; ignorando por completo a los pasajeros, a los individuos.

[editar] Arqueología tecnológica

A falta de avances epistemológicos, la arqueología tradicional renunciaba a indagar aspectos psicológicos y sociales de las culturas que estudiaba, reconociendo que de hacerlo se incurriría en una especulación completamente vana. Pero tras la Segunda Guerra Mundial pudieron favorecerse y reforzar su trabajo con la ayuda de numerosos avances técnicos susceptibles de ser aplicados en Arqueología: la sedimentología desarrolada por Wadell desde 1932; también era conocida desde los años 30, la datatación por dendrocronología desarrollada por Andrew Ellicott Douglass y la palinología fue introducida en las excavaciones por los ingleses Hyde y Williams en 1944. La prospección aérea se desarrolla en los 50 gracias a la labor del francés Roger Agache y el inglés Osbert G. S. Crawford. La datación por 14 C fue desarrollada por William Libby entre 1945 y 1949; el refinamiento del sistema de excavación cuadricular por coordenadas cartesianas y siguiendo los estratos naturales, por parte de Mortimer Wheeler en 1954,8 las aportaciones en la cronología del Cuaternario (geomorfología cuaternarista), el descubrimiento de la cronología isostática para las playas fósiles; los descubrimientos paleoantropológicos de Louis Leakey desde finales del los 50; el desarrollo de la tipología lítica por François Bordes, la introducción de

cálculos matemáticos sencillos.notas 5 La aplicación de los estudios de microfauna por Chevchenko y el primer estudio integral del medio ambiental en Star Carr (Inglaterra) por el arqueólogo Grahame Clark, ambos en los años 50... En general la Arqueología prehistórica desarrolló una serie de procedimientos prácticos apoyados en los descubrimientos de otras ciencias más avanzadas, casi todas procedentes del campo de las Ciencias naturales o, incluso, de la Ingeniería.

«En la segunda mitad del siglo XX, se puede ver una regresión muy clara de las excavaciones "salvajes" emprendidas sin fines precisos, simplemente porque se encuentra "apasionante" (¡es el término que siempre se usa a este respecto!) desenterrar tal o cual vestigio del pasado»

Laet, op. cit. página 244

Sin embargo, todavía hoy se ven ejemplos del intento de vaciado total de yacimientos por el mero hecho de prestigiar tal o cual región, tal o cual universidad, tal o cual equipo investigador. Todavía es necesario recordar que el arqueólogo, el prehistoriador, no es un excavador, es un investigador cuyo objetivo primordial es la protección de un patrimonio arqueológico que no le pertenece. La excavación debe ser el último recurso, el principal, pero no el primero:

«Lo que supone un verdadero crimen para la ciencia es la explotación desconsiderada de yacimientos no amenazados, como son las cuevas, y la ausencia de una protección absoluta sobe todo lo que reposa en la tierra»

André Leroi-Gourhan, op. cit. página 149

[editar] Las tendencias actualesActualmente el Historicismo cultural sobrevive en muchas zonas del globo, si bien matizado e influido por la renovación constante de la teoría arqueológica. Hoy día, este paradigma ya se atreve a realizar inferencias sobre estructuras económicas en los periodos más antiguos de la Prehistoria, y, a medida que ésta avanza, ya se incluyen también deducciones sociales e, incluso, espirituales, aunque, en este ámbito, como diría Gabriel Camps, «campa la especulación».9 El énfasis principal de los modernos seguidores de este paradigma es el establecimiento de una cronología precisa, concentrarse en la minuciosidad del trabajo de campo (la excavación, la tipología, la tecnología, en fin, los datos empíricos, con una impresionante panoplia de ciencias auxiliares). Igualmente en el ámbito de la antropología física, se centran en descripciones precisas de cada medida o cada coeficiente óseo, huyendo de las generalizaciones, lo que conduce a la multiplicación de las subespecies humanas perfectamente situadas cronológica y culturalmente, pero mal relacionadas genéticamente.

A partir de los años 60, el panorama comenzó a cambiar, apareciendo más enfoques científicos, muchos de los cuales tenían pretensiones nomotéticas, que, mal o bien enfocadas, beneficiaron y enriquecieron las perspectivas epistemológicas de la Arqueología y la Prehistoria. La prueba radica en que ya hay, por fin, manuales universitarios que no se limitan a explicar la mecánica del trabajo arqueológico, o la simple sucesión de culturas, atreviéndose a enfrentarse a los problemas de interpretación teórica de los resultados. El desarrollo de la teoría arqueológica ha acarreado la imposibilidad de abarcar todas las tendencias, siendo unas claramente

mayoritarias («archaeological mainstreams») y otras muy localizadas («Archaeological minorities»), lo que no les quita valor epistemológico, pero sí dificulta su acceso.

[editar] La renovación del Historicismo: el Paradigma de Bordes

Véase también: François Bordes

[editar] La Nueva Arqueología anglosajona

Artículo principal: Arqueología procesual

La Arqueología procesual, también llamada Analítica o Nueva arqueología nace en el ámbito anglosajón en los años 60, aunque tiene precedentes. Su máximo exponente es el estadounidense Lewis Binford10 seguido de los británicos David L. Clarke11 y, ya en las últimas décadas del siglo XX, Colin Renfrew;12 su extensión es amplia: Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Holanda, países escandinavos... La arqueología procesual se manifiesta abiertamente en contra del historicismo arqueológico por su falta de inquitetud científica y por la carencia de un enfoque o paradigma explícito. De hecho, la arqueología procesual defiende la aplicación del Método científico, a veces de un modo muy rígido, propio de las Ciencias naturales y por la enorme influencia de la Antropología social y de los planteamientos de la Filosofía analítica, tanto anglosajona como de la Escuela de Viena.

Los esquimales fueron uno de los pueblos tomados por Lewis Binford para establecer comparaciones con el Musteriense europeo por medio de la traducibilidad.

Por otro lado, la nueva arqueología, o como quiera calificársele, define los grupos humanos como sistemas culturales completos y abiertos, sujetos a los estímulos del medio ambiente. La cultura de estos grupos tiene una serie de elementos inmateriales y otros materiales, estos últimos son los que se conservan en los yacimientos. Nutriéndose de las teorías antropológicas sociales, los procesualistas dividen cada sistema cultural en subsistemas (cuyo número y concepción depende del investigador) que abarcan aspectos: económicos, tecnológicos, psicológicos, espirituales y organizativos. Todos ellos se interrelacionan con el entorno, adaptándose para asegurar la subsistencia del grupo.

Dado que en los yacimientos sólo conservamos restos de la cultura material, ésta debe ser estudiada como un reflejo subsidiario de todo el sistema cultural. Por tanto, el enfoque de su análisis debe ir dirigido a asignar un papel a cada resto arqueológico, para que represente cada uno de los subsistemas (traducibilidad). De este modo, sería posible reconstruir los subsistemas desaparecidos a partir de las huellas que dejan en la cultura material. Para ello, es decir, para recuperar los aspectos inmateriales, hay que emplear la inferencia antropológica. Lo malo es que este tipo de procedimiento inductivo es eficaz en tanto que los restos son más completos, están mejor contextualizados y, especialmente, si son más recientes. Cuando el contexto es relativamente completo, es factible inferir aspectos económicos, sociales, espirituales e, incluso, ideológicos...

En América y Australia, además de muchos países del Tercer Mundo, se ha mantenido una continuidad cultural entre los primitivos actuales, o indígenas, y sus antepasados prehistóricos. Esto facilita la inferencia y la extrapolación etnológica. en cambio, en Europa hay un profundo hiato (periodo sin sedimentación). , sobre todo, respecto a la Edad de Piedra. A pesar de ello la arqueología procesual ya ha calado en el Paleolítico del Viejo Mundo 13 al tiempo que ha fracasado en su aplicación a yacimientos complejos que abarcan periodos históricos (clásicos, medievales, etc. ). Pero donde las inducciones analíticas han avanzado ostensiblemente es en la investigación de los periodos de la Prehistoria posteriores a la edad de Piedra (no es lo mismo aplicar el procedimiento a una flecha Hopi que a una hoja de laurel solutrense; pero si hablamos de la revolución Neolítica, o del fenómeno megalítico, la cosa cambia).

Tras la inferencia, es necesaria la verificación. Aquí es donde más críticas ha recibido la nueva arqueología; pues, aunque se postula como seguidora de las ciencias duras, sus procedimientos de contrastación de hipótesis son bastante débiles. Realmente se basan en la llamada «Teoría de Nivel Medio» desarrollada por Binford y que, simplificando mucho, se puede explicar como una extrapolación de los datos etnográficos a los arqueológicos. Después de décadas de ensayos, la realidad ha proporcionado algunos aciertos, pero se ha demostrado que el procedimiento de Binford llega a ser demasiado reduccionista en la mayoría de los casos.

[editar] La Arqueología estructuralista: el Paradigma de Leroi-Gourhan

Véase también: André Leroi-Gourhan

[editar] La Arqueología marxista moderna

El marxismo, desde sus inicios, nace muy ligado a la creación de una teoría de alto nivel que explique la evolución histórica. No es raro, pues, que haya sido aplicado a la Prehistoria.14 Los trabajos de Marx apenas hacían referencia a los periodos primitivos, tanto por la época en la que los escribió (a mediados del siglo XIX apenas se sabía nada de las etapas preliterarias de la humanidad), como el lugar en el que se inspiró, el que mejor conocía, la Europa de la Revolución industrial. Sin embargo Engels hizo un intento de acercarse al mundo primitivo en su libro «El Origen de la familia, la propiedad privada y el estado» (1884). Su acercamiento fue meramente especulativo y con escaso fundamento. Su interés es más testimonial que científico.

Suele decirse que Gordon Childe es uno de los primeros arqueólogos marxistas, pero su marxismo es más ideológico y personal que epistemológico. En realidad la Arqueología Marxista comenzó a desarrollarse con fundamento después de la Segunda Guerra Mundial, tanto en países comunistas como capitalistas. especialmente en Francia. Figuras como W. Raczkowski en Polonia; el checo Robert Malina (afincado en Estados Unidos), los rusos Sergei A. Semenov o Leo S. Kleijn y el chino Jia Lampo. De origen occidental, Maurice Godelier, Marshall Sahlins (en su primera etapa) o Jonathan Friedman, son algunos de sus principales representantes.

Estatua sedente del príncipe Gudea, patesi de la ciudad-estado sumeria deLagash. Agricultura + GanaderíaN L \___________ ___________/A A \ /C |I Propiedad Colectiva—>Excedentes de producciónM A \__________________ _______________________/I U \ /E T |N O Necesidad de un control del excedenteT R NACE LA AUTORIDADO I | D Surgimiento de conflictos internos A / \D D / \E La autoridad se La clase dominante hace hereditaria se une \________________ ____________________/ \ / | Modo de Producción COMUNIDAD DOMINADAAsiático (a partir de | Godelier) Clase explotada

Sus principios fundamentales se basan, lógicamente, en la aplicación del Materialismo histórico: Las formaciones sociales humanas tienen un orden regido por las relaciones de producción. Éstas, en su conjunto, forman la llamada Infraestructura de la sociedad. Pues bien, la infraestructura establece la conciencia del ser humano, su

psicología, su organización jerárquica, jurídica y política, es decir, su Superestructura (y no al revés, como sostenían otros cuadros teóricos sobre las sociedades humanas).

La poderosa influencia de la Infraestructura sobre la Superestructura es fundamental, pero no necesariamente determinista o mecanicista (tal concepto depende de las diferentes tendencias dentro del marxismo). Por otra parte, dentro de la Infraestructura, las relaciones de producción son lo más importante, ya que, en su seno, se desarrolla la dialéctica, el conflicto interno que, en resumidas cuentas, es el motor de la Historia.

Es decir, los desequilibrios, las asimetrías, las crisis dentro de las relaciones sociales de producción son la causa que provoca los cambios, las innovaciones, las regresiones, lo que suele denominarse progreso. En una sociedad contemporánea capitalista, la lucha de clases es el fenómeno dialéctico que estimula los cambios históricos. Pero en la Prehistoria, los causantes fueron otros.

Técnicamente, para el paradigma marxista, durante la Prehistoria hay dos grandes episodios: el primero sería el llamado Comunismo primitivo, el segundo es el Modo de Producción Asiático (ambos separados por lo que Gordon Childe denominó Revolución neolítica). Para los arqueólogos marxistas ha sido factible establecer las causas de la dialéctica interna dentro de las relaciones de producción del Modo de Producción Asiático, ya que éste posee indicadores tales como la autoridad, la riqueza, la guerra, la esclavitud y, en resumidas cuentas, la explotación de unos por otros.15

El mayor problema al que se han enfrentado ha sido encontrar el motor del cambio en el Comunismo Primitivo, pues éste, generalmente ha sido visto como un sistema relativamente estable y coherente. Sin embargo, en las últimas décadas, numerosos investigadores han logrado desbaratar la imagen idílica de que las sociedades primitivas son armónicas; al contrario, se está viendo que todas ellas tienen contradicciones debidas a factores que hasta ahora habían sido difíciles de percibir: la jerarquización por sexo y edad, la dualidad caza-recolección (ya que la caza suele ser más prestigiada, pero la recolección es más constante y eficaz, con lo que realmente se estaba planteando ya, desde el Paleolítico una teoría del valor trabajo), los problemas de integración social, la propia evolución biológica y la poderosa influencia del entorno ambiental que, a fin de cuentas, se convierte en el medio de producción por excelencia.16

Véase también: MarxismoVéase también: Materialismo históricoVéase también: Conflicto social

[editar] La Arqueología postprocesual

Artículo principal: Arqueología postprocesual

En los años 80, un nuevo movimiento surgió en la arqueología anglosajona. Sus protagonistas fueron Michael Shanks, Christopher Tilley, Daniel Miller y, sobre todo Ian Hodder. Debido a que cuestionaban el procesualismo o Nueva arqueología y a que se basaban en presupuestos postmodernos, recibieron la etiqueta de Arqueología postprocesual. A diferencia del procesualismo, reniegan de la capacidad de alcanzar verdades absolutas por medio del Método científico, asegurando que cada investigador lleva a cabo su trabajo, no sólo desde un paradigma, sino también fuertemente influido

por sus circunstancias personales y su experiencia vital y laboral. Por lo tanto, niegan a la Arqueología la capacidad de seguir el camino de las ciencias duras.

Una mujer kuna junto a sus típicos paños bordados o molas: un objeto cuyo papel, en la actualidad, ya es difícilmente interpretable: ¿social, artístico, económico?.

En efecto, si consideramos que en la arqueología de campo cada fenómeno es singular, por más que comparta con otros ciertos rasgos comunes, y, sobre todo, si aceptamos que cada yacimiento es único, su estudio, su excavación nunca puede ser equiparada a un experimento de laboratorio, pues es un proceso destructivo e irrepetible. La arqueología se convierte, entonces, en un procedimiento relativo cuyo método no sólo consiste en analizar los restos procedentes de una excavación, sino también las actitudes y opiniones que suscita. Este enfoque es radicalmente opuesto al procesualismo, ya que reconoce que cada miembro del equipo puede, debe, brindar su diferente interpretación de los hechos, construyendo el pasado intersubjetivamente.

¿Qué beneficio puede reportar esto? En primer lugar, el enriquecimiento del debate teórico, que se estaba esclerotizando de nuevo; en segundo lugar, dejar paso a interpretaciones alternativas que hasta el presente habían sido marginadas por la jerarquía científica oficial impregnada de machismo, academicismo, racismo, europeocentrismo o neocolonialismo;... pueden ser puestos en tela de juicio y discutidos sin que haya asimetrías institucionales. Los postprocesualistas atacan al Método científico como un enfoque dictatorial impuesto por Occidente y que, a veces, antepone el progreso a la deontología. La protección de patrimonio cultural y arqueológico de un pueblo, de una región, se convierte en uno más de sus fines. Los postprocesualistas defienden que la moral debe controlar a la ciencia, incluso, que debe servirse de ella para lograr sus objetivos de justicia e igualdad.

Al margen del punto de vista ético o crítico, defienden la validez de las ciencias blandas, como la Historia, e incluso niegan la supuesta superioridad de las ciencias mal llamadas exactas. Curiosamente, los estudios postprocesualistas no carecen de mérito científico. Paradójicamente, sugieren que el protocolo debe seguirse lo más fielmente posible: los procedimientos científicos deben ser respetados porque la experiencia indica que el método permite avanzar (no siempre en la dirección adecuada). Aunque eso no hace que se elimine el relativismo: en esto no aceptan el falsacionismo popperiano, se puede contrastar una hipótesis favorablemente muchas veces, y, por supuesto, no basta una negativa para refutarla. Esto no quiere decir que todo valga.

Debido al relativismo y a la crítica de las jerarquías, el postprocesualismo es, a menudo, una etiqueta que se coloca a todo arqueólogo que se rebela contra el sistema. Lo cual es un error, pues hay muchos que siguen paradigmas marxistas, feministas, en favor de los derechos de los indígenas... Además, la libertad interpretativa ha conducido a multitud de escuelas locales, dentro de este paradigma, si bien, casi todas ellas comparten un nuevo acercamiento al Historicismo Cultural (cauteloso, eso sí), gracias a que este dispone de herramientas de trabajo de campo, para periodos remotos, más potentes que el procesualismo, más enfocado éste a la interpretación teórica y a a la etnología, y no a la Historia.

[editar] Véase también Filosofía de la Historia Historiografía

[editar] Notas1. ↑ Aunque no se ha podido demostrar, la leyenda dice que Fontana descubrió

frescos eróticos y, por temor a la Inquisición o por sus propias convicciones, decidió volver a enterrar lo excavado e irse a otro lugar

2. ↑ En 1650, James Ussher, arzobispo de Armagh (Irlanda del Norte) escribió que la Tierra había sido creada por Dios en el año 4004   a.   C. , dos siglos más tarde, el vicerrector de la universidad de Cambridge, John Lightfoot especificaba que tal acontecimiento tuvo lugar el 23 de octubre

3. ↑ En el fondo los europeos se arrogaban ese papel en los momentos que vivían, se veían como los difusores del progreso frente al resto del mundo menos desarrollado. Esa extrapolación fue una intensa influencia en los puntos de vista arqueológicos; pero también llegó a ser una obsesión enfermiza para muchos investigadores

4. ↑ Aunque actualmente el modelo de las cuatro glaciaciones ha sido ampliamente superado por las modernas técnicas científicas, increíblemente éstas siguen siendo tomadas como referencia en estudios actuales: Episodios geoclimáticos del Cuaternario

5. ↑ El verdadero desarrollo de los cálculos matemáticos comenzó en los 60 pero de un modo muy restringido (al aparecer la segunda y tercera generación de ordenadores o computadoras), fue en los años 70 con la aparición de los primeros ordenadores personales cuando eclosionaron los cálculos más complejos aplicados a los datos arqueológicos (conviene, en este sentido revisar la bibliografía especializada, por ejemplo: Shennan, Stephen (1992). Arqueología cuantitativa. Editorial Crítica Arqueológica. ISBN 84-7423-529-4.), a lo que se añadieron capacidades gráficas, el proceso de textos, y, especialmente, la utilización de bases de datos.

[editar] Referencias1. ↑ a b Richard, Nathalie (1993). «Nouvelle s perspectives de l'Histoire de la

Préhistoire». Bulletin de la Société Préhistorique Française Tome 90 (Numéro 1). ISSN

0249-7638. (página 11) 2. ↑ Lumley, Henri (1984). Origen y evolución del Hombre. Ministerio de Cultura.

Depósito Legal M-35.674-1984. 3. ↑ Aunque el trabajo fue ejemplar, basado en la tipología cerámica, Petrie se

excedió en datar la primera dinastía (en torno a los 5 510   a.   C. ): Quesada Sanz,

Fernando (1988). «Flinders Petrie y el nacimiento de la arqueología del Antiguo Egipto». Revista de arqueología Año XIX (Nº 209). ISSN 0212-0062. (páginas 32-33)

4. ↑ Fernández Martínez, Víctor M. (Segunda reimpresión de 1991). Teoría y método de la Arqueología. Editorial Síntesis. ISBN 84-7738-076-7. (página 62)

5. ↑ Fernández Martínez, op. cit., página 228 6. ↑ Daniel, Glyn (1973). El concepto de Prehistoria. Editorial Labor. ISBN 84-335-

5704-1. (página 76) 7. ↑ Johnson, Matthew (2000). Teoría arqueológica. Editorial Ariel, Barcelona.

ISBN 84-344-6623-6. (página 35) 8. ↑ "El perfeccionamiento de los sistemas de excavación arqueológica ha tenido

lugar lejos de la Zona Mediterránea y Oriente Medio, donde era costumbre «proporcionar monumentos e inscripciones sin refinamientos inútiles". Son palabras de André Leroi-Gourhan (Quinta edición de 1980). «Problemas metodológicos, las excavaciones y las doctrinas de investigción». La Prehistoria. Editorial Labor, Barcelona. ISBN 84-335-9309-9. (página 150). En cambio, los investigadores estadounidenses, o del norte de la Europa atlántica (donde los grandes vestigios monumentales son más bien raros), se esforzaron por hallar el medio de extraer de sus "sencillos" yacimientos toda la información posible; entre ellos destacó, como acabamos de mencionar, Mortime Wheeler, que con su bagaje británico, aplicó las ideas de su maestro Pitt Rivers, pero depurándolas extremadamente en las ruinas de la ciudad pakistaní de Harappa: Laet, Sigfried J. de (1981). «La Arqueología y la Prehistoria». Corrientes de investigación en las Ciencias Sociales Volumen II (páginas 233-292). Tecnos, Unesco. (página 243 y )

9. ↑ Camps, Gabriel (1981). Manuel de recherche préhistorique. Doin Éditeurs, París. ISBN 2-7040-0318-1.

10. ↑ Binford, Lewis (1988). En busca del pasado. Editorial Crítica (Barcelona). ISBN 84-7423-342-9.

11. ↑ David L. Clarke (1968-1984, edición póstuma revisada por Bob Chapman). Arqueología Analítica. Ediciones Bellaterra, S.A. (Barcelona). ISBN 84-7290-040-1.

12. ↑ Renfrew, Colin y Bahn, Paul G. (1993). Arqueología : teorías, metódos y práctica. Editorial Akal (Madrid). ISBN 84-460-0234-5.

13. ↑ Gamble, clive (1990). El poblamiento paleolítico en Europa. Editorial Crítica (Barcelona). ISBN 84-7423-445-X.

14. ↑ Fernández Martínez, Víctor M. (1991). Teoría y Método de la Arqueología. Editorial Síntesis, Madrid. ISBN 84-7738-076-7. (páginas 247-260)

15. ↑ Godelier, Maurice (1991). Esquemas de evolución de las sociedades. Editor Miguel Castellote, Madrid. ISBN 84-7259-006-2.

16. ↑ Scarduelli, Pietro (1977). Introducción a la Antropología Cultural. Editorial Villalar (Madrid). ISBN 84-7427-021-9. (Páginas 81)

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Culturas prehispánicas de PerúHistoria de Hispanoamérica. Civilizaciones precolombinas. Civilización andina, cupisnique, chavín, paracas. Reino cusco. Imperio inca

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Culturas prehispánicas de Perú

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA

FACULTAD DE INGENIERÍA DE MINAS, GEOLOGÍA Y CIVIL

Escuela de Formación Profesional Ingeniería Civil

Departamento Académico de Educación y Ciencias Humanas

Trabajo Monográfico:

Culturas Prehispánicas del Perú

CURSO : CIENCIAS SOCIALES

SIGLA : CS - 121

CICLO ACADÉMICO : 2002 - I

PROFESOR :

ALUMNO :

FECHA DE ENTREGA : 10 - 09 - 02

Ayacucho - Perú

2002

Dedicatoria

A:

Túpac Amaru...

inspiración de rebeldía...

a la tiranía....

de los dominantes del mundo....

PRESENTACIÓN

Realizar, el presente trabajo, ha sido para mí una gran oportunidad, que ha permitido acercarme a conocer más la historia del pasado prehispánico, si bien, tenía un conocimiento referencial, esta vez he podido apreciar el gran desarrollo alcanzado por estas culturas, en todo el proceso de su evolución.

El presente trabajo, no es un estudio completo del amplio tema de la historia prehispánica del Perú, es sólo una apreciación del Texto de Macedo, el cual he tratado de sintetizar apoyándome en otras bibliografías.

Para un completo entendimiento del tema o un profundo análisis del texto encargado, se requiere mucho más tiempo, debido a nuestra carga académica; es por eso, que el resumen que aquí hago, es sencillo y de apreciación.

A.R.F.R

(el alumno)CONTENIDO

INTRODUCCIÓN AL TEMA

CAPÍTULO I

LOS ANDES CENTRALES

CAPÍTULO II

ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

NUESTROS ORÍGENES

CAPÍTULO III

LOS PRIMEROS HOMBRES ANDINOS

PERÍODO LÍTICO(10 000 - 6 000 a.C)

LOS PRIMEROS CAZADORES Y RECOLECTORES ANDINOS

PERÍODO ARCAICO (6 000 - 1 800 a.C)

ARCAICO INFERIOR: APARICIÓN DE LA AGRICULTURA

ARCAICO SUPERIOR: LOS HORTICULTORES ALDEANOS

CAPÍTULO IV

LA CIVILIZACIÓN ANDINA

PERÍODO FORMATIVO (1 800 A 200 a.C)

ORÍGENES DE LA CIVILIZACIÓN ANDINA

EL FORMATIVO INFERIOR (1 800 - 900 a.C)

CERRO SECHÍN

CULTURA CUPISNIQUE

EL FORMATIVO MEDIO

LA CULTURA CHAVÍN

El Templo Viejo.-

El Templo Nuevo.-

LA CULTURA PARACAS

Paracas Cavernas.-

Paracas Necrópolis.-

EL FORMATIVO SUPERIOR

LA CULTURA HUARÁS

LA CULTURA SALINAR

BAÑOS DE BOZA O MIRAMAR

TABLADA DE LURIN II - III

LA CULTURA PUCARÁ

CAPÍTULO V

PERÍODO DE DESARROLLOS REGIONALES

(200 a.C - 700 d.C)

LA CULTURA VICÚS

LA CULTURA GALLINAZO O VIRÚ

LA CULTURA MOCHE

Arquitectura Moche

La Muerte y Costumbres Funerarias.-

El Señor de Sipán

LA CULTURA CASMA

LA CULTURA LIMA

Playa Grande.

Maranga.-

LA CULTURA NASCA

LA CULTURA CAJAMARCA

LA CULTURA RECUAY

LA CULTURA TIWANAKU

Tiwanaku Temprano(100 a.c. y 500 d.C.)

Tiwanaku Clásico

Tiwanaku Post Clásico o Decadente(1000 a 1300 d.C)

CULTURA HUARPA

CAPÍTULO VI

EL IMPERIO WARI

(700 a 1100 d.C)

LA CIUDAD WARI

EXPANSIÓN DE WARI

LA CULTURA LAMBAYEQUE

CAPÍTULO VII

LOS ESTADOS REGIONALES TARDÍOS

(1100 a 1470 d.C)

LA CULTURA CHIMÚ

La Ciudad de Chanchán

LA CULTURA CHANCAY

LA CULTURA CHINCHA

LOS REINOS LACUSTRES ALTIPLÁNICOS: COLLA Y LUPACA

Sillustani

LAS CULTURAS LOCALES: CHURAJÓN, CHIRIBAYA Y CHUQUIBAMBA

Churajón.-

Chiribaya.-

LAS CULTURAS DE LA COSTA: SAN MIGUEL Y GENTILAR

Arica I (San Miguel).-

Arica II (Gentilar).-

LA CULTURA CHACHAPOYAS: CUELAP, CHIPURIC Y REVASH

Cuelap.-

Chipuric.-

Revash.-

LA CULTURA HUANCA

LA CONFEDERACIÓN CHANCA

CAPÍTULO VIII

EL REINO DEL CUSCO

EL GRAN IMPERIO DE LOS INCAS

EL IMPERIO DE LOS INCAS (1400 - 1532)

El Cusco.-

Machu Picchu.-

Administración Inca.-

Estructura Social y Política.-

Ciencia.-

Agricultura.-

La Religión.-

Cerámica.-

Música y Danza.-

Otras Características de los Incas

CONCLUSIONES

Esquema de la Evolución de las Culturas Prehispánicas del Perú

INTRODUCCIÓN AL TEMA

Entender la sociedad prehispánica de nuestro país, es quizás más fácil, partiendo desde el punto de vista del gran desarrollo alcanzado por la sociedad Inca. Así, para llegar a este grado de desarrollo a pasado, desde el hombre más primitivo, cazador y recolector; inclusive desde cómo llega a América, según teorías científicas que cada vez se verifican.

El incario no surgió en forma espontánea, sino que fue el producto de dos mil años de expansión tecnológico y cultural de los diferentes pueblos que habitaban los Andes tropicales. Es así que actualmente se propone una división cronológica de la historia andina por horizontes, con las épocas de expansión de las grandes culturas a través del territorio, intercalados por períodos intermedios que corresponden a los florecimientos locales. De este modo, un intermedio temprano procedió a un horizonte temprano (Estado Chavin, siglo X a. C.), seguido por un intermedio medio (Mochica, Nazca), continuado luego por un horizonte medio (Tiahuanaco, Wari; siglo V de nuestra era), que a su vez dio a un intermedio tardío (Chimu, Chincha, Chancay) que termino con la expansión Inca u horizonte tardío (siglo XI de nuestra era).

Los pueblos andinos prehispanicos alcanzaron altos niveles de desarrollo tecnológico y cultural. Se destacaron en diferentes artes, como la música, la fabricación de tejidos, la alfareria y la arquitectura. Lograron un manejo eficiente de los ambientes en que vivían, gracias al profundo respeto y la veneración que profesaban a la naturaleza; ella les otorgaba alimentos, medicinas y otros recursos naturales necesarios para la subsistencia. Este respeto y esta veneración los llevaron a erigir grandes obras arquitectónicas con el propósito de honrar a sus dioses, quienes se manifestaban a través de los fenómenos naturales que, en su totalidad, conformaban el cosmos en el que desarrollaban sus vidas.

Uno de los dioses más antiguos probablemente sea con. Según el historiador Eugenio Alarco, la designación genérico de esta divinidad era Con, aunque este nombre varía de

acuerdo con la región geográfica y la época: puede ser Kon, Kontiki, Pachakamac o Wiracocha, esta última denominación proviene de Tiahuanaco y prevalece hasta los tiempos del Tawantinsuyo. La mitología andina lo representa como un felino demoníaco, armado de grandes poderes destructores. Cuando estaba encerrado en las montañas, producía temblores y terremotos, y si andaba suelto, ascendía, bramando, las cumbres de las cordilleras, y envuelto en negras nubes, arrojaba relámpago, rayos y granizo.

En lugares como el templo de Chavin de Huantar -principal centro religioso de la cultura Chavin -se llevaron a cabo las primeras ceremonias litúrgicas y sacrificios humanos con el fin de saciar a esta divinidad felínica.

La adoración a estos dioses provenientes de la naturaleza -como dijimos -no sólo se manifiesta mediante la construcción obras arquitectónicas, sino que además se encuentra bien representada en diferentes expresiones artísticas.

Es así que la música pudo haber constituido un factor destacado para la difusión de la influencia Chavín, Wari, Tiahuanaco e Inca en las diferentes épocas. Con respecto a la alfarería, cabe destacar que los máximos logros probablemente los hayan alcanzado -durante el intermedio medio -las culturas Mochica y Nasca, ubicadas en las costas del océanos Pacífico.

He aquí, presento, un breve análisis de esta evolución.

CAPÍTULO I

LOS ANDES CENTRALES

El área Andina Central comprende gran parte de lo que ahora se conoce con el nombre de Perú.

Su geografía está definida por la Cordillera de los Andes. A este territorio es común dividirlo en tres grandes regiones: Costa, Sierra y Selva. Conocido como Costa la parte situada entre el mar y la cordillera de los andes, gracias a las precipitaciones en la sierra la costa no es totalmente un desierto, pues encontramos ríos transversales que bajan de la cordillera rumbo océano y forman valles que son oasis. Por otra parte la Sierra está situada entre las alturas de complejas geografías, con quebradas, cuestas, mesetas y cimas muy elevadas y la última región conocida como Selva, es la región que está interrelacionado con el río Amazonas, donde existe abundante vegetación.

Esta forma tradicional de división, hoy es reemplazado por otras formas; la división regional más aceptada por su carácter científico es la del eminente geógrafo Javier Pulgar Vidal, que distingue ocho regiones naturales, de acuerdo a su ordenamiento de occidente a oriente y son los siguientes:

Chala(Costa).- Parte que comprende desde el nivel del mar hasta los 500 metros de altitud.

Yunga.- Localizada entre los 500 y 2300 metros de altitud.

La Quechua.- Ubicada a partir de los 2300 hasta 3500 metros de altitud, es un terreno semiárido con precipitaciones durante el verano; el relieve es abrupto y los valles muy estrechos, los ríos y riachuelos son torrentosos.

Suni.- Comprende desde los 3500 hasta los 4000 mestros sobre el nivel del mar. Lo propio de esta eco región es su clima frío, húmedo, nublado de grandes precipitaciones e intensas heladas, aquí se encuentra la caña brava nombrada suni.

Jalca o Puna.- Está localizado entre los 4000 a 4800 metros sobre el nivel del mar, en esta eco región predominan las mesetas y pisos serpenteados, no faltando suelos altamente escarpados sobrepasando los 4500 metros. Existe más de 1200 lagos y lagunas en la mayoría con totorales. Es una región fría y carente de agricultura activa, pero es rica en ganadería de auquénidos propios de la zona.

Janca.- Comprende entre los 4800 a 6768 metros sobre el nivel del mar, se tipifica por su piso escarpado, por donde se deslizan una multitud de riachuelos que nacen en las lagunas.

La Selva Alta o Ruparupa.- Situada al este, entre los 400 a 1000 metros sobre el nivel del mar. Tiene un clima caluroso, su orografía es compleja, atravesada por ríos y contrafuertes cordilleranos, valles profundos, abundan ríos y riachuelos torrentosos. Su fauna es de tipo amazónico.

La Omagua o Selva Baja.- Está localizada entre los 400 a 80 metros de altitud, es un bosque tropical, de clima muy cálido, alta humedad relativa y precipitaciones concentradas en verano, su suelo es de relieve plano y ondulado. Existen abundantes ríos caudalosos y de tranquilo movimiento. En los meses de lluvias inundan los bosques. Su fauna es considerable y diversificada al extremo de que ésta eco región concentra el 50% de especies peruanas. Hay más de 800 especies de aves y la ictiofauna se calcula en más de 2000.

Los Andes Centrales evidentemente en su totalidad ha constituido un área cultural, es decir una región en la que las sociedades componentes compartían un porcentaje importante de sus rasgos culturales por encontrarse estrechamente relacionados.

Por ello podemos decir que todos los grupos humanos de los andes basan su subsistencia en la agricultura y el pastoreo, todos ellos utilizaron las mismas plantas y animales domésticos meros de la zona. Para la agricultura utilizaron un sistema de irrigación complejo y el uso de andenerías y fertilizantes.

Los estándares de asentamientos, la unidad política y la estratificación clasista de la sociedad existieron mucho antes de que los incas formaran un imperio organizado. En síntesis la arqueología ha demostrado que el patrón cultural de los Andes Centrales se gestó en la gran época llamada “precerámica” o “arcaico” (6000 - 1800 a.C) y persistió con modificaciones intermedias hasta el tiempo de la conquista española en 1532.

Los Andes Centrales se estudia a través de la historia desde las primeras épocas conocidas, siguiendo su desarrollo mediante los principales períodos, hasta llegar a su culminación con el Imperio Inca.

CAPÍTULO II

ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

El período que se denomina como Pleistoceno dio origen a la primera edad de la sociedad humana, llamada de recolectores o salvajismo.

Los Australopithecidos fue un grupo de habitantes, principalmente del continente africano. Hace dos millones de años o más, un sector de ellos había logrado la adaptación humana para subsistir, se trataba del Homo Habilis, que ya era un hombre, los instrumentos que usaron para suministrarse alimentos fueron objetos trabajados socialmente.

El tránsito entre el Homo Erectus y el Homo Sapiens no fue solo un cambio de características físicas, si no principalmente un desarrollo de nuevas técnicas en la recolección de alimentos. Con los Neanderthalenses, una de las ramas precedentes a los Sapiens, aparecen las Puntas de Piedra que ulteriormente va a conducir la utilización de Punta Arrojadiza que va alejar definitivamente del peligro del directo enfrentamiento del hombre con los animales más grandes y salvajes.

En el Salvajismo todas las actividades creativas del hombre estaban basadas en el mejoramiento de recursos para la recolección.

El Homo Sapiens, creció en poder y en número y tuvo necesidad de buscar nuevos horizontes para el abastecimiento de alimentos, por el cual invadieron el mundo en su totalidad. A causa del crecimiento demográfico y los cambios ambientales se produjeron corrientes migratorias a distintos lugares.

En esta época el hombre descubre el fuego y usa la piel de animales como vestimenta. Este fue el estado de evolución que el hombre emigró a América hace unos 20 000 años a partir de un avanzado grupo de cazadores recolectores que aproximadamente duró miles de años.

NUESTROS ORÍGENES

El hombre americano no es genuino de este continente, él llegó hace unos 20 000 años durante la última glaciación llamada en América Wisconsin que ocurrió entre los 70 000 y 10 000 a.n.e.

La mayoría de científicos concuerdan que llegó ya en su forma evolucionada como Homo Sapiens originario del continente asiático a través del estrecho de Bering, primero llegaron al norte y luego emigraron al sur en distintas direcciones. Las evidencias científicas permiten asegurar que durante el avance de los hielos del pleistoceno, el estrecho de Bering estaría convertido en un puente terrestre a causa del descenso de las aguas oceánicas. Los inmigrantes que llegaron a Sudamérica no vivían todo el tiempo en el mismo sitio, de modo que estaban en constante movimiento, fue de ese modo que llegaron al Perú, desde el Norte hace 12 000 años.

CAPÍTULO III

LOS PRIMEROS HOMBRES ANDINOS

PERÍODO LÍTICO(10 000 - 6 000 a.C)

LOS PRIMEROS CAZADORES Y RECOLECTORES ANDINOS

Los cambio climáticos afectó considerablemente a los grandes animales que moraban el Ande. Hacia los 12 000 años a.C. desapareció la fauna propia de la época y aparecieron nuevas especies como el guanaco, la vicuña descendientes del paleolama entre reemplzado de los animales extinguidos. Junto a esta fauna y coincidiendo con la iniciación del período llamado Holoceno o Post - Glacial que sigue al pleistoceno aparecieron los primeros cazadores que invadieron los Andes procedentes desde América del Norte, pasando por el estrecho de Panamá.

Estos grupos elaboraban finos instrumentos de piedra, tales como puntas de proyectil, foliáceas y pensuculares, los portadores de esta industria empezaron a establecerse por primera vez a lo largo de los Andes hace más o menos 10 000 años a.C. Eran eminentemente cazadores y recolectores que principalmente ocuparon las cuevas altoandinas, especializándose en la caza de camélidos y en la recolecta de raíces y tubérculos propios de la zona. Estos grupos han dejado algunas expresiones artísticas, en sus pinturas rupestres en las que representaron escenas de cacería de guanaco. Los sitios conocidos de este período con como: Pachamachay, Telemachay, Ushcumachay, Panalauca, en Junín; Pikimachay y Puente en Ayacucho; Guitarrero y Quisquipunku en Ancash; Talara, Cumbe, en Cajamarca; Paiján en la Libertad; Ranracancha en Cerro de Pasco, etc.

En la Costa Central, entre Lima y Ancón se han descubierto industrias del período lítico llamado Chivateros I, de los grandes bifaces y zona roja; sin embargo algunos estudiosos consideran que los grandes bifaces que caracterizan esta industria de Chivateros I, no son instrumentos terminados, son simplemente preformas. La mala calidad del material ha producido una gran cantidad de estas piezas desechadas que se encontraron en estas canteras.

PERÍODO ARCAICO (6 000 - 1 800 a.C)

Este período está caracterizado por el desarrollo de las culturas de cazadores y recolectores nómadas que continúan su tránsito; se da una tendencia de desarrollo en la recolecta, alcanzando la categoría de recolecta selectiva y racional que consistía en la diferenciación de semillas y plantas. Con esto se empieza la agricultura incipiente cuyo inicio se produce hacia los 6 000 años a.C.

El hecho más importante que produjo el descubrimiento de la agricultura fue el tránsito del nomadismo al sedentarismo y la agricultura se convirtió en la actividad principal basada en la economía de subsistencia. Este período comprende dos etapas:

ARCAICO INFERIOR: APARICIÓN DE LA AGRICULTURA

Es una etapa que se caracteriza por un estilo de producción predominantemente recolector. Las evidencias más antiguas de cultivadores se encuentra en la Sierra, porque en esta región la agricultura como un modo de producción andino alcanzó un desarrollo grande denominado complejo cordillerano. En las Costa la actividad de subsistencia fue la marina, pero como actividad complementaria aparece la agricultura incipiente. En este período los tejidos son fabricados con técnicas pre-telar, estos son principalmente el entrelazado, anillado y anudado. Es esta etapa no se conocía el algodón.

ARCAICO SUPERIOR: LOS HORTICULTORES ALDEANOS

Entre los años 2 500 y 1 500 a.C. en la Costa se encontraban sedentarizados ya numerosos grupos que participaban de un estándar de vida común. La subsistencia era de la riqueza del mar y de la horticultura. En la Sierra en la Fase Chihua de Ayacucho se domesticó completamente el llama, el cuy y plantas como la calabaza, zapallo, quinua, amaranto, la lucuma, el algodón y algunos tubérculos.

Los horticultores aldeanos también construyeron edificios públicos de índole ceremonial como el llamado paraíso en el valle del Chillón, Cerro Paloma II, en la Cuenca de Chilca; Huaca de los Ídolos de Áspero, en Supe; Huaricoto y la Galgada, en Ancash; Huacamola en Cajamarca; Piruro en la Cuenca alta del río Marañón(Huánuco); Las Salinas de Chao y Alto Salaverry, en La Libertad; Cotos-Mito cerca de la ciudad de Huánuco que consiste en un complejo de edificios religiosos, en uno de los cuales aparece una manos cruzadas a la que posiblemente se rendía culto.

Las plantas cultivadas frecuentemente son: el frijol, los pallares, el algodón, el ají, la jiquima, el pacae, la lucúma y ciruela del fraile.

Como puede observarse durante durante esta época se manifiestan de modo general, una serie de cambios, innovaciones importantes, y se encuentra el germen de muchos de los elementos culturales que caracterizan a la gran civilización andina.

CAPÍTULO IV

LA CIVILIZACIÓN ANDINA

PERÍODO FORMATIVO (1 800 A 200 a.C)

ORÍGENES DE LA CIVILIZACIÓN ANDINA

Es la etapa en que se presentan las primeras manifestaciones de la alta cultura de la sociedad andina y está fundamentada por el desarrollo de la agricultura, la aparición de la cerámica y el desarrollo de la metalurgia.

Es entre los años 2 000 a 1 500 a.C. que convergen los factores señalados y la sociedad cambia notablemente para dar paso a una nueva formación social, cuyo punto culminante se logra entre los 900 a 200 a.C. Con todo lo que se conoce con el nombre de Chavín, con el cual se inicia la civilización andina conforme al planteamiento del arqueólogo peruano Julio C. Tello.

El Período Formativo comprende tres etapas: Formativo Inferior, Formativo Medio y Formativo Superior.

EL FORMATIVO INFERIOR (1 800 - 900 a.C)

El Formativo Inferior se refiere a los grupos formativos pre-Chavín que son precedentes en relación con Chavín, sobre los cuales se superpuso Chavín; la cerámica era heterogéneo, no muestran evidencias de corresponder a una forma cultural definida.

Los grupos Pre - Chavín estaban basadas en una economía agrícola y funcionaban dentro de una estructura aldeana y dependían más de los productos cultivados que de la recolección. En Huánuco aparece la cerámica más antigua llamada Kotosh-Wayrajirca con una antigüedad de 1800 años a.C. A partir de entonces se desarrollarán los centros ceremoniales, con esculturas monumentales de barro o piedra.

CERRO SECHÍN

Sechín está ubicada a 5 km. Y hacia el Sur-Este de la ciudad de Casma, del departamento de Ancash.

Sechín comprende un complejo arquitectónico de siete edificaciones, seis construidos con piedras y mortero de barro, y uno con adobes cónicos y troncos cónicos unidos con barro.

El edificio principal ocupa la parte central, otros cuatro se disponen lateralmente en pares a él. La última edificación está detrás del edificio principal. Todo este complejo arquitectónico configura un Templo-Palacio correspondiendo al desarrollo de una cultura local llamada Sechín y antes de la influencia Chavín en la zona, calculándose su antigüedad en 1500 años a.C.

CULTURA CUPISNIQUE

Está localizado al norte del Valle de Chicama en el departamento de La lIbertad, el cual se desarrolló entre los años 800 a.C. y 200 a.C. tiene nexos con Chavín, pero desarrolló características originales. El arte de Cupisnique, a pesar de tener elementos de Chavín, posee rasgos artísticos que lo distinguen de otros estilos de la época. Se nota en la cerámica, en la arquitectura, en la talla de hueso y piedra y otras manifestaciones. La cerámica Cupisnique es de color pardo y negruzco.

Los diseños están hechos a base de incisiones y con relieves. Los Cupisniques emplearon la piedra como una de las materias primas para la fabricación de sus abalorios y utensilios; en cuanto a la arquitectura; además de los estudios realizados por Larco Hoyle en los Valles de Cupisnique y Chicama, en los últimos años una serie de proyectos de campo se ha llevado a cabo en una extensa zona del valle de Casma.

La construcción monumental puede caracterizarse como un Complejo en forma de “U”, construidas sobre una plataforma de dos niveles, de 5 metros de altura, con una escalinata central que vincula la base de la plataforma en el extremo norte del complejo.

No se sabe mucho sobre las posiciones religiosas de los Cupisniques, sin embargo estudiosos como los esposos Burger establecen que una de las divinidades importantes que conforman el Panteón de la Religión Cupisnique fue al parecer la Araña.

EL FORMATIVO MEDIO

El Formativo Medio es una etapa que se refiere a la gran expansión de Chavín hasta Ayacucho e Ica por el sur y hasta cerca de Ecuador por el norte.

En esta etapa se produjo el asentamiento definitivo del sistema agrícola. Los habitantes vivían en aldeas asociadas a grandes centros ceremoniales de forma piramidal. En esta etapa se construyeron los más colosales centros ceremoniales, y se puede apreciar la gran importancia que tuvo la religión en esta época.

El más resaltante de estos centros ceremoniales es el Chavín de Huantar.

LA CULTURA CHAVÍN

En las afueras del distrito de Chavín de Huantar y provincia de Huari, se encuentra ruinas de un gran templo que es uno de los monumentos arqueológicos más colosales para el Perú. El Centro Ceremonial de Chavín de Huantar es uno de los monumentos arqueológicos más importantes para el Perú, tanto por su valor histórico como por su belleza y configuración.

Sobre su origen de Chavín el Dr. Julio C. Tello plantea que se trata de una cultura de origen selvático, que había logrado su esplendor cultural en Chavín de Huantar, y a partir de donde se expandió por todo el territorio andino; en contra de esta posición Rafael Larco Hoyle defendió el origen costeño de Chavín y señaló su centro en el valle de Nepeña.

Gracias a las excavaciones contemporáneas se sabe que los edificios fueron hechos como parte de dos grandes proyectos cada uno con sus modificaciones y ampliaciones respectivas, los cuales se habrían ejecutado entre 1200 a.C. y 200-300 a.C.

En la época más antigua, llamada Urabariu, se comenzó a construir el Templo Viejo, ulteriormente en la época Chakinani se construyó el Templo Nuevo y se produjo una gran cantidad de esculturas.

El Templo Viejo.-

Está construido por un edificio en forma de “U” que encierra un atrio hacia el Este y que podría tener alguna relación con la salida del sol; el ídolo de piedra más importante de Chavín es conocido como el “Lanzón”

El Templo Nuevo.-

Se construyó como resultado de nuevas ampliaciones, en donde las instalaciones precedentes pasaron a un nivel subdiario. Este edificio estaba totalmente rodeada por una cornisa de piedras que tenían imágenes de aves, serpientes y felinos, grabados en sus lados visibles y que estaban inmediatamente encima de las cabezas clavas.

Gracias al Dr. John Rowe se sabe que los monolitos de Chavín pertenecen a diferentes fases; así el “Lanzón” corresponde a la fase antigua de arte de Chavín, después se habría hecho el “Obelisco de Tello” las esculturas de la Portada Negra y Blanca y la “Estela de Raimondi”. La cerámica Chavín tuvo un importante desarrollo; es monocroma(negro, gris, marrón); aunque hay también vasijas de color beige y rojo. Los diseños están hechos a base de incisiones; al igual que en las tallas líticas, en la cerámica, se representan felinos, águilas, serpientes, saurios y peces.

RICHARD L. BurgerL ha establecido una secuencia de cuatro períodos de la cerámica Chavín: Urabarriu(1200 - 800 a.C); Ofrendas(800-600 a.C); Chakinani(600 - 400 a.C); Rocas o Janabarriu(400 - 200 a.C).

Según GUILLERMO Lumbreras, el estilo Chavín se presenta en cuatro variantes: Ofrendas, Dragoniana, Floral y Qotopkyo.

Además de la gran cantidad y desarrollo de la arquitectura lítica o alfarería, hay también hermosos trabajos de lapislázuli, turquesa, madera, concha marina y hueso.

Dentro de la gran variedad de cultivos que aparecen en esta época, el maíz se convirtió en el alimento básico. La economía estaba basada en la agricultura, complementando con la caza, recolección y pesca; en esta época la demografía aumenta. La agricultura y la ganadería han sido la principal fuente de subsistencia.

LA CULTURA PARACAS

Se desarrolló entre los 700 y 200 años antes de nuestra era. Se extendió aproximadamente desde Cañete por el norte hasta Yauca por el sur y de la que Ica fue un centro importante.

La cultura Paracas recibió fuerte influencia de la cultura Chavín, sin embargo dio origen a un fenómeno nuevo y sobre esas bases se desarrolló la cultura Nasca.

Fue descubierto por Julio C. Tello quien separó la cultura Paracas en dos épocas que denominó Paracas Cavernas(con tumbas en forma de “cavernas”) y Paracas Necrópolis(con tumbas enterradas en un cementerio), siendo la primera la más antigua. El estilo paracas se ha subdividido en 10 fases secuenciales de las cuales las primeras 8 representan paracas Cavernas y las últimas 2 Paracas Necrópolis. Los antecedentes sobre la aparición de esta cultura no están bien definidos.

Paracas Cavernas.-

Esta etapa se caracteriza por sus vasijas de cuerpo esférico de dos picos cortos unidos por una asa puente. Los tejidos de Paracas han entrado a la historia por su belleza y la habilidad técnica que representan. En Paracas Cavernas además de las técnicas de un solo elemento como las redes, el tejido de aguja, el torcido y el trenzado, se hizo amplio uso del brocado, bordado, telas simples y pintadas y telas dobles.

Paracas Necrópolis.-

Es la precedente de la fase temprana de la cultura Nasca, y se distingue por su mundialmente famosos “mantos” de bordados policromados con figuras hieráticas.

Los fardos funerario de Paracas Necrópolis no tiene comparación, tanto por la cantidad como por la calidad de las telas que envuelven la momia. Los cadáveres sentados en cuclillas en sus canastas muestran cráneos trepanados y cabezas deformadas intencionalmente. Los mantos fueron prendas de vestir y luego funerarias que cubrían todo el cuerpo colocado sobre la espalda o sobre la cabeza. Lo resaltante de los hombres de Paracas, es la práctica de trepanas los cráneos, la técnica de los orificios se efectuaban en Paracas Cavernas y la Técnica circular era empleada tanto en Paracas Cavernas como Necrópolis.

La cosmovisión de los paracas es un caso muy especial como único en la historia de la humanidad, el culto a los muertos que se refleja en sus complicadas tumbas y por el uso de gran cantidad de tejidos que se enterraban, nos demuestra que el sentido de la muerte era un pensamiento constante del hombre de paracas. En su arquitectura Paracas no levantó grandes centros ceremoniales como en la costa central y norte.

EL FORMATIVO SUPERIOR

La primera integración panandina, a pesar de la diversidad socio geográfica entre costa, sierra y ceja de selva, tuvo lugar durante la expansión de Chavín, con mucha continuidad en sus manifestaciones culturales, tanto en el tiempo como en el espacio. Luego con la aparición de nuevos grupos se rompe esa unidad y se da la primera diferenciación regional, con influencias de las culturas emergentes, lo cual condujo al regionalismo que se estableció hasta nuestros días. En esta etapa la agricultura progresa tecnológicamente y la culminación de la domesticación de todas las plantas y animales que el hombre andino conoció.

Del Formativo Superior proceden diversas manifestaciones estilísticas tales como Huarás en Ancash, Salinar en el Valle de Chicama; Baños de Boza y Tablada de Lurín II-III en la Costa Central; Chanapata, en el Cusco y Pucará, en Puno.

LA CULTURA HUARÁS

Se encuentra localizado en el pueblo de Huarás, pero recientemente el centro más importante fue hallado en los recientes trabajos de Chavín de Huantar. La presencia de la población Huarás o Blanco sobre Rojo produjo la total desaparición de los chavinenses; el período Huarás se distingue por la presencia de la cerámica decorada en líneas blancas sobre fondo natural o rojo razón por la cual análogamente se llama Blanco sobre Rojo; sus principales estatuas son de carácter antropomorfo, las aldeas Huarás se ubican casi siempre sobre los chavinenses. Los yacimientos Huarás más conocidos son: pumayaku, Huari, Coto, Wilka Wain, Marcará, etc.

LA CULTURA SALINAR

El área principal de desarrollo de Salinar fue el valle de Chicama hasta el puerto Guañape.

La cerámica es de color claro y pintado con colores blanco y rojo, rasgos que motivaron la denominación del estilo Blanco sobre Rojo, las formas principales son las vasijas con asa estribo, botellas con gollete cilíndrico y figuras de hombres y animales; las edificaciones fueron hechas con adobes odontiformes, cónicos en forma de tortas y modeladas con la mano.

La localización de evidencias arqueológicas permiten tipificar la Cultura Salinar, como una sociedad con organización compleja y avanzada.

BAÑOS DE BOZA O MIRAMAR

Esta forma fue descubierto en el Valle Chancay y se encuentra distribuido entre los valles Chancay, Ancón, Chillón, Rímac y Lurín.

La cerámica es generalmente sencilla de aspecto basto; ofrece cierta homogeneidad en sus formas y decoraciones. La forma de vasija mamiforme muy común en los estilos Playa Grande, empieza a modelarse durante Baños de Boza.

TABLADA DE LURIN II - III

Las ruinas de Tablada de Lurín se encuentra adyacentes al pueblo de San Francisco de Lurín; se localiza 25 km. Al sur de Lima y a 7 km. Al noreste del Santuario de Pachacámac.

En su cerámica predominan la forma globular. Las ollas han sido los especimenes más populares, siguen en importancia los cántaros y platos. La cerámica que caracteriza a Tablada de Lurín es el ceramio denominado frijoloide.

LA CULTURA PUCARÁ

Es una de las culturas más importantes del altiplano. Se encuentra en la provincia de Lampa, departamento de Puno a 3950 m.s.n.m. Pucará es el precedente de Tiwanaku.

El edificio más grande e importante se conoce con el nombre de Kalasaya. Está conformada por un sistema de plataformas en cuyo cima se hallan unos recintos en forma de “U”. No se sabe a cerca de otros aspectos y se supone que su subsistencia se basaba en la caza, la pesca, el pastoreo y la agricultura.

La cerámica Pucará representa formas complejas que van desde lo más naturalistas hasta los estilizados y geométricos, y se parece mucho a la cerámica de Paracas.

El estilo Pucará coexiste con el Tiwanaku temprano más conocido como estilo Queya y algunas de sus estructuras muestran una clara relación con éste, pero desaparece cuando Tiwanaku llega a su apogeo. Es muy importante la lítica Pucará. En general tiene dos grandes grupos: las estatuas y las estelas. Las estatuas representan seres humanos y uno de ellos es la tipificación de un ser quizás divino que sostiene una cabeza trofeo en la mano por lo que es conocida como el “Degollador”; las estelas muestran diseños de animales, seres humanos o complicadas formas geométricas.

CAPÍTULO V

PERÍODO DE DESARROLLOS REGIONALES

(200 a.C - 700 d.C)

En esta etapa ocurre una de los más altos niveles de desarrollo tecnológico, lográndose mejores ejemplos del arte peruano prehispánico. Este desarrollo trae como consecuencia la autonomía de las diversas regiones y su consolidación interna desarrollándose culturas fuertemente regionales.

La regionalización están grande en este período que no existe horizontes estilísticos; en general desde los centros de poca concentración poblacional, se avanza hacia una formación compleja de poblados, por otra parte tanto en la sierra como en la costa se alcanza la cúspide de la perfección en las artesanías, la cerámica, los tejidos, la metalurgia y otros objetos de arte. Se da el desarrollo de la agricultura con sistemas de irrigación e indican un manejo avanzado de la tecnología hidráulica. Las culturas que caracterizan este período son: Gallizano o Virú, Vicus, Moche, Lima, Nasca, Cajamarca, Recuay, Huarpa y Tiwanaku.

LA CULTURA VICÚS

La denominación Vicús se debe al nombre del lugar donde se encuentra el más notable cementerio. La mayor parte de los objetos correspondientes a esta cultura no tienen los datos que los arqueólogos necesitan para realizar una investigación científica a cerca de este pueblo, y que la depredación que ocasionó el saqueo ha sido irreversible. Se encuentra tumbas de varios tipos, siendo el más común en forma de bota con diferentes variaciones. La característica más importante de esta cultura es la cerámica de excelente acabado y presencia, en Vicús se encuentran características que lo vinculan con Cupisnique, Salinar, gallinazo y Moche. Fue una cultura que fusionó elementos del área norte y ecuatorial de los Andes. La metalurgia tuvo notable desarrollo, son abundantes los hallazgos en cobre y plata, bañados en oro, etc.

La figura central de la mitología Vicús es un personaje al que se ha denominado “Demonio de las Cejas Predominantes” ya que este es el rasgo más característico y permanente y el elemento que distingue a este personaje de las clásicas divinidades de la cultura Moche.

LA CULTURA GALLINAZO O VIRÚ

Se desarrolló en la Costa Septentrional, aproximadamente entre los años 200 a.C. a 500 d.C. Su nombre proviene de la Huaca Gallinazo de la hacienda el Carmelo del Valle Virú. Se caracteriza por su cerámica decorada con técnica negativa, que tiene nexos con la cerámica de Recuay y Vicús; el modelo de las viviendas es una sola habitación, y excepcionalmente los dos compartimentos.

Es importante indicar que la ulterior cultura Moche, con una cerámica, textilería y objetos de metal artística y técnicamente superiores recibió de la cultura Virú, lo mejor de las atenciones tanto pública como profesional.

Se economía se basó en la agricultura, la pesca, la caza la recolección. Nada o poco se sabe de las creencias religiosas de estos grupos humanos.

LA CULTURA MOCHE

La cultura Moche situó su desarrollo en la costa Norte entre los años 200 a.C. y 700 d.C. Ocupó el Valle de Ancash, La Libertad, Piura y Lambayeque.

El centro de mayor importancia es el del Valle Moche, donde se encuentran las principales edificaciones como la Huaca del Sol y la Huaca de la Luna, que deben corresponder a un complejo sistema de superestructura.

Se le conoce con el nombre de Moche, en referencia a la lengua Muchik que se hablaba en aquella región, los moches se particularizaban por su alfarería bricoma moldeada o modelada lo cual ha hecho que se convierta en una fuente invalorable para el conocimiento de la vida de este pueblo. Por otro lado las escenas de la vida sexual fueron plasmadas con mucho realismo, fueron también notables tejedores, crearon tejidos de extraordinaria belleza, éstos fueron variados y muy finos. La religión en esta etapa tuvo mucha importancia, hay un dios llamado Ai-Apaec, hay otros dio llamado “si” o dios lunar, se practicaron los sacrificios humanos frecuentemente. La sociedad moche fue una sociedad meramente belicosa, la guerra se practicaba casi permanentemente. En la cultura Moche se dio una gran estratificación social y una fuerte estructura militar; el poder lo tenían los sacerdotes guerreros; la realeza Moche estaba rodeado de fino arte creado por cientos de especialistas. Mostraron su riqueza llevando tocados de cabeza de oro y plata y ropa suntuosa. Cuando morían eran enterrados con sus riquezas; los más importantes eran sepultados acompañados por otras personas, probablemente sacrificadas para acompañar a los señores en el otro mundo. La técnica hidráulica logró un importante desarrollo que facilitó una alta producción agrícola. El comercio tuvo gran importancia, mantuvieron intercambio con zonas tan alejadas como la selva amazónica; también se desarrolló la pesca a base de redes, anzuelo y balsa de totora o “caballito de totora”. Igualmente fueron perfectos cazadores, especialmente de los cérvidos que existían en las serranías y las lomas incidentalmente utilizaron la técnica del “chaco”(rodeo). La caza fue una actividad privilegiada de los sacerdotes guerreros, que se acompañaban con perros y muchos sirvientes.

Arquitectura Moche

En Moche las casas son de techo a media agua y aberturas geométricas en las paredes como ventanas. Los monumentos arquitectónicos más importantes son: La Huaca del Sol, que es una gran pirámide de 50 m. de altura construida con adobes pequeños de forma

rectangular y la Huaca de la Luna que es más pequeña con cuartos grandes decorados con hermosos frisos. Otros centros ceremoniales fueron las Huacas de Cortada, Huaca Cartavio, Huaca Blanca, Huaca Galindo. En Empeña está el gran centro de Panamarca con magnífica pintura mural en las habitaciones interiores. En Chicama la Huaca de Mollocope y en el Valle de Virú el grupo Huancapo.

La Muerte y Costumbres Funerarias.-

La muerte para ellos no era el fin. La muerte representaba sólo un tránsito de esta vida a la otra vida. En realidad el enterramiento estaba en concordancia con la importancia de la muerte, pues si había sido poderoso en vida podía seguir siéndolo después de fallecido. Los jefes y sacerdotes eran enterrados con más objetos y eran más ricos que la gente común. Algunos personajes más ricos eran sepultados acompañados por otras personas probablemente sacrificados para acompañar a los señores en el otro mundo. En el valle de Virú, en la Huaca de la Cruz se encontró una tumba mochica de un alto personaje que se supone Vicario del Ai-Apaec, junto a éste se hallaba una talla de madera que podría ser representación de dicha divinidad, mujeres sacrificadas y un sirviente acompañaban al ilustre difunto.

El Señor de Sipán

En 1987 en Sipán, pequeño poblado del Departamento de Lambayeque, el Arqueólogo Walter Alva descubrió en el centro de una gran plataforma de barro conocida como “Huaca Rajada”, la tumba de un gobernante, guerrero y sacerdote a quién llamó con el nombre Señor de Sipán. La Huaca Rajada ha sido un repositorio de élite, perteneciente a la cultura Moche.

El Señor de Sipán descansaba en una caja mortuoria, se encontraba rodeado de ocho esqueletos de sirvientes, tres concubinas, dos guerreros, un niño, un guardián, un vigilante, además de dos llamas y un perro. En otro pequeño cuarto cercano se disponían centenares de vasijas, algunos ornamentos, comida y otro hombre para cuidarlos. El cuerpo del Señor de Sipán y sus acompañantes estaban encubiertos por numerosas ofrendas, tales como joyas, vestidos, armas, cetros, sonajeros, tocados, emblemas, y atuendo de oro, cobre dorado y piedras semipreciosas. El Señor de Sipán gobernó entre los siglos II y III de nuestra era.

LA CULTURA CASMA

Recibe su nombre del Valle de este nombre, situado en el departamento de Ancash. El tipo o estilo Casma está compuesto por platos, tazas, trípode, cántaros globulares con decoración pictórica y en relieve. En las vasijas figurativas están representadas figuras humanas en diversas funciones y actitudes, divinidades humanas, personajes en tumi o cuchillo en la cabeza, figuras de aves míticas. En el núcleo de dispersión de la cerámica casma se ha identificado una serie de castillos y murallas de piedra. El más conocido es chankillo.

El conjunto chankillo, más conocido como fortaleza, está formado por tres murallas que siguen a un plano ovalado, encerrado en el piso superior y central dos recintos circulares y un ambiente dividido en cuartos de planta cuadrangular ubicados en un segmento opuesto y diferente a los circulares. Tanto los muros de circunvalación de chankillo como las demás edificaciones fueron levantadas en piedra en piedra irregular, pero dispuestas simétricamente con sus parámetros planos y revestidos de barro; el espesor oscila entre 1,50 y 1,80 y la altura de los muros entre 3,20 y 4,80 m. A este complejo se les atribuye una función defensiva y astronómica-calendárica, en relación con los trece meses del año lunar.

LA CULTURA LIMA

El área de expansión de esta cultura comprende los Valles Chancay, Ancón, Chillón, Rímac y Lurín. Se considera que tiene dos componentes conocidos como Playa Grande y Maranga que no son sino fases de desarrollo de la misma cultura.

Playa Grande.

Desde el punto de vista cerámico representa el cambio de Miramar que usaba dos colores(negro sobre blanco) al tricolor negro, blanco y rojo y cuya decoración se caracteriza por un motivo decorativo de serpientes o peces muy estilizados y representados entrabados y por eso llamado “interlocking” Va asociada con arquitectura monumental de estructura piramidal y centro urbanos construidos en piedra, con adobes pequeños y tapia. A esta modalidad corresponden los edificios piramidales de Cerro Trinidad en Chancay y Cerro Culebra en el Valle Chillón con murales policromados con figuras de animales de cuerpos entrelazados y que debieron cumplir funciones asociadas con el culto.

Maranga.-

El oltro componente Maranga se distingue por su cerámica que tiene un englobe anaranjado fino y delgado. Aparece un nuevo color, el gris que se suma a los colores rojo, blanco y negro utilizado en el estilo Playa Grande. Las formas más usuales son las botellas con pico cónico y asa tubular que une la parte superior del cuerpo esférico con la mitad del pico.

Se ve pues, que la Costa Central es una especie de crisol en el que se mezclan las tradiciones provenientes del norte, del sur y de las serranías. Lo demuestran la convergencia de las tradiciones urbanas, la de los centros ceremoniales con edificaciones piramidales escalonadas que es norteña, la ciudad sin grandes centros ceremoniales que vienen del sur, y las construcciones en piedra de tipo serrano.

LA CULTURA NASCA

Nasca ubicada en el departamento de Ica, es una de las más famosas culturas en el mundo por la belleza de su cerámica policromada. Su ámbito de desarrollo estuvo en los

Valles de Chincha, Pisco, Ica, Nasca, Acarí, Yauca y su centro estuvo en la cuenca del Río Grande. Nasca es la continuación de tradición Paracas.

La cerámica Nasca y la cultura en general, ha sido dividida en cuatro grandes períodos:

Fase I.- Conocido como Nasca Inicial. Constituye la etapa de transición entre Paracas y Nasca. Aparece la pintura pre-cocción o cocida la fuego, que reemplaza a la post-cocción y resinosa de paracas.

Fase II.- La cerámica es principalmente naturalista, muy refinada, las vasijas son englobadas de rojo con diseños de plantas, frutas y animales. Las vasijas son botellas de doble pico y asa puente, tazas, platos. Están delineadas con variedad de hasta 11 colores con sus graduaciones. Por otro lado, la cantidad de temas mitológicos sujetos a convenciones estrictas es muy amplio.

Fase III.- Se producen variaciones en el estilo. Las figuras de las vasijas son más angulares y altas se agregan las representaciones en forma de volutas, hay vasos tabulares, los diseños son figuras realistas de guerreros y agricultores sobre fondo blanco. Aumentan los diseños de cabezas trofeo.

Fase IV.- Se producen importantes contactos con áreas como Ayacucho y Lima y finaliza con la invasión Wari.

También confeccionaron extraordinario mantos y camisas bordadas y cubiertas de plumas. Prepararon abanicos, adornos, penachos, gorros, ramilletes y juguetes. Estos productos sólo aparecen en tumbas con ajuar funerario privilegiado, no así en los comunes.

En Nasca existió una fuerte estratificación social, los sacerdotes - guerreros tenían una oposición superior al resto del pueblo.

Se ve que en la religión hay una serie de seres míticos en muchas casos representados en forma de animales o seres fantásticos, que cumplen funciones en el cosmos y mucho de los cuales encuentran antecedente en la mitología Paracas.

En todos los entierros abundan las ofrendas, principalmente de objetos cerámicos y alimentos, pero no se acostumbra colocar animales.

Las cabezas trofeo entre los Nasca alcanzan un especial significado. Además de ser el diseño que más se repite en los tejidos y ceramios, también aparecen en los enterramientos.

Los Nasca fueron también excelentes agricultores. Todavía queda mucho de sus sistemas de canales y acueductos que permitieron llevas agua a los valles, incorporando extensas tierras a la agricultura. Como ejemplo de lo trabajos hidráulicos se señalan los canales de Ocaña, Matará, Uchulla, Tejeje, Bisambra, Aja, Curve, Llicuas, Soisnaguito, Copara y la famosa toma de la Achirana. Algunos de estos sitemas siguen siendo utilizados por los agricultores modernos.

En vinculación con la agricultura, el calendario y la astronomía dibujaron inmensos diseños, muchos de ellos complejos, que se conocen como “las líneas de las pampas de Nasca”. Estas huellas han sido avistadas en la pampa de ingenio, la pampa San José y la Pampa de Socos, donde están dibujadas gigantescas figuras de animales, plantas y figuras geométricas, muchos de las cuales se cruzan y confunden. Siendo casi imposible de percibir a simple vista y desee el suelo el contenido global.

Fue Paul Kusok el primero en mostrar interés por éstas líneas, relacionándolo con la astronomía. Mas tarde María Reiche, dilecta seguidora de Kusok, continuó con las observaciones iniciadas por su maestro.

LA CULTURA CAJAMARCA

Esta región septentrional de la sierra peruana también representa un área más o menos uniforme y que puede ser diferenciado geográfica y culturalmente. El valle interandino de Cajamarca fue el centro de desenvolvimiento máximo y exclusivo de esta civilización(Cajamarca), desde la región de Hualgayoc, Yanacancha hasta el río Crisnejos, y forma parte del área atribuida a la Cultura Marañón.

La cultura Cajamarca se caracteriza por su cerámica blanco-amarillenta elaborada a base de caolín que a veces está engobada. La cerámica Cajamarca denominada cursivo floral corresponde al período Wari, sus dibujos son líneas hechos con pincel dejando un aspecto “cursivo”. La característica particular y única de la cerámica es el uso del caolín, en algunos casos semejante a la loza china ha permitido señalar como centro de producción al Valle cajarmarca.

LA CULTURA RECUAY

Se desarrolló principalmente en el Callejón de Huaylas, pero se extendió hasta el norte a la Provincia de Pallasca. En la vertiente costera alcanza las partes altas de los Valles Moche, Chao, Virú, Santa, Empeña y Casma.

El inicio de Recuay se sitúa a principios de nuestra era y el fin hacia el año 600 d.C.

Los asentamientos más importantes fueron Catac, Araucay, Tambo, Jancu, Upayacu y el Centro Ceremonial de Pasas. En este último sitio las edificaciones se emplazan en las laderas del cerro “La Capilla”, terrenos aledaños y en su cumbre destaca un gran recinto curvado conteniendo cuartos, tumbas y otros elementos aflorantes.

Además de la cerámica, lo que ha hecho famoso a Recuay es su escultura lítica, consistente en lajas de piedra labrada, prismática y estatuarias, talladas en relieve o incisos. Representan guerreros, mujeres con largas trenzas y con capucha o manto, personajes sentados con las extremidades cruzadas, felinos, aves, “maquetas”, copas con pedestal, etc. También hay cabezas clavas antropomorfas y con expresiones felínicas.

Por su misma posición geográfica Recuay ha tenido relaciones con muchas culturas y diurecta o indirectamente hubo influencias, sobre todo estilísticas. En algunos casos como dador y otras como receptor.

LA CULTURA TIWANAKU

Se desarrolló en el sitio que lleva su nombre aproximadamente entre los años 200 a.C. y 1300 d.C. Ha sido dividido en tres épocas denominadas Tiwanaku Temprano, Clásico y Post Clásico o Decadente.

Se encuentra ubicada al sur del Lago Titicaca, sobre territorio boliviano a una altura de 3842 m.s.n.m. Alcanza su importancia en los primeros dos o tres siglos antes de nuestra era y luego se extiende a toda la cuenca del lago.

Tiwanaku Temprano(100 a.c. y 500 d.C.)

Se inicia el desarrollo de una arquitectura monumental y se produce un gran apogeo agrario.

El conjunto arqueológico se encuentra al Norte del pequeño poblado homónimo y ocupa un área entre 300 a 400 hectáreas. Está compuesto por grandes unidades de edificación, ámbitos de planta rectangular superados por espacios abiertos que podrían haber servido como calles.

Tiwanaku es considerado en gran centro ceremonial habitada por personas importantes dedicado atender los servicios de culto entre los edificios ceremoniales, el más importante es el denominado Kalasasaya, ubicado en el centro del conjunto. En su esquina noroeste se encuentra la célebre “Puerta del Sol” se trata de un monolito en forma de portad, labrado en una sola pieza, a partir de un bloque de andesita, mide 3 metros de altura por 3,75 metros de ancho. Debemos señalar que el nombre Puerta del Sol, que seguimos utilizando por costumbre es invención del siglo pasado y carece de razón de ser. Otro edificio ceremonial importante es el Templo Semi Subterráneo ubicado al este de Kalasasaya.

La edificación con volumen dominante en la conocida como Akapana y se encuentra al Este. Al sur de la llamada Avenida Norte se encuentra los restos de Pumapunku.

Tiwanaku Clásico

La cerámica es fina y con gran variedad en formas y diseños decorativos. Las formas más frecuentes son Vasos en forma de Kero con la parte más angosta al centro, cántaros semiglobulares.

Tiwanaku Post Clásico o Decadente(1000 a 1300 d.C)

Debió ser una época de cambios, ya que se modificaron los motivos religiosos que aparecen en la cerámica. Hacia al año 1300 d.C el fenómeno Tiwanaku termina, no se conocen aún las causas de este colapso., pero parece haber sido internas. Hay evidencia de un colapso agrario masivo que pudo haber sido consecuencia de la desintegración política del imperio.

CULTURA HUARPA

Es una cultura regional de la zona de Ayacucho, de donde surge su denominación en referencia la río Huarpa, afluente del mantaro. Antecede a la cultura Wari. La cultura Huarpa es conocido principalmente por su cerámica, que se caracteriza por una tradición

decorativa, en donde la pintura negra sobre una superficie blanca es el aspecto dominante.

Desde sus orígenes Huarpa mantenía relaciones muy estrechas con los de Ica y Nazca, esto se comprueba en la coparticipación del tratamiento general de la forma. Huarpa fue una población grande. Las pequeñas unidades de población fueron de carácter aldeano, ligados a complejos agrarios. Son notables los trabajos de hidráulica y la habilitación de tierras de cultivo mediante la construcción de andenes.

Se desconocen las causas que originaron la declinación de Huarpa, sólo se sabe que en un momento dado se abandonaron los antiguos asentamiento Huarpa y las nuevas poblaciones se aproximaron a las zonas con riesgo estable.

CAPÍTULO VI

EL IMPERIO WARI

(700 a 1100 d.C)

Como hemos visto anteriormente en Ayacucho existió la cultura Huarpa, la cual desarrolló importantes contactos económicos con Nasca, permitiendo que se produjera en Ayacucho un notable desarrollo de la producción artesanal.

La presencia de Tiwanaku en Ayacucho se debe a la imagen de una divinidad que aparece grabado en la “Puerta del Sol” de Tiwanaku. Esta imagen al igual que sus ángeles aparecen dibujada en unas grandes urnas ayacuchanas que se conocen como estilo Conchopata, pues este es el sitio donde se encontró ella por primera vez.. Conchopata no fue una gran ciudad, pero tuvo una extensión considerable de ocupación no aglutinada. Estas son las condiciones que permiten el tránsito el tránsito de Huarpa a Wari. Entre los años 560 a 600 d.C. se desarrolló una cerámica ceremonial conocida como “Robles moqo”, que tiene un área mayor, que involucra al menos las regiones de Ayacucho, Ica - Nasca, el Valle del Santa y por la sierra hasta el Callejón de Huaylas. Es una primera fase del Imperio Wari.

LA CIUDAD WARI

Está ubica a 25 km. Al noreste de Ayacucho. Fue la capital de un complejo estado imperial, cuya área de influencia cubría desde Cajamarca y Lambayeque por el Norte, hasta Moquegua y Cusco por el Sur.

Cubre una extensión aproximada de 120 hectáreas en su parte más densa, donde vivieron algunos miles de familias. La ciudad está construida con piedras rústicas, con murallas muy altas hechas de piedra y barro, con terrazas y plataformas hechas también con ese material.

En la ciudad de Wari, se puede observar edificaciones monumentales como edificios públicos de varios tipos, mausoleos, templos y residencias, siendo las más conocidas el sector denominado Uspa Qoto, Capillayoq, en el sector llamado Cheqowasi hay unas cajas de piedra muy bien labradas, son una especie de mausoleos con varias cámaras; son subterráneos. Debieron servir para la preservación de cadáveres de importantes dignatarios de la ciudad. Al pie de los muros que delimitan los edificios hay una gran red de canales para el abastecimiento del agua.

En la ciudad de Wari se producían finísima cerámica policroma, bellos tejidos también policromos, pequeñas esculturas de turquesa, joya y otras artesanías.

EXPANSIÓN DE WARI

Dentro de las tres grandes épocas de Wari, la segunda época(siglo VII-X) es de máximo apogeo y está representado por el estilo de cerámica llamado propiamente Wari, con sus variedadses regionales: Viñaque, Atarco, Pachacámac, Qosqopo, etc. Ésta es la Época Imperial Wari, cuando su expansión alcanza Lambayeque y Cajamarca por el Norte y llega hasta Moquegua y Cusco por el Sur.

Los Wari introducen una concepción nueva de la vida urbana, implantando el modelo de gran centro urbano amurallado. Las ciudades Wari más conocidas son Pikillaqta en el Cusco y Wiracoha pampa en Cajamarca, que a su vez son los territorios extremos del imperio.

Wari basó principalmente su economía en la explotación imperial, es decir en la explotación de las colonias que fue conquistado mediante la guerra, tanto los tributos de las colonias como otros factores de dominación, permitieron el mantenimiento de esta gran ciudad.

La tercera época es de declinación y descomposición política económica de Wari, con el abandono de la ciudad y la pérdida de su control sobre las antiguas colonias.

Después del siglo XI, los pueblos sometidos al imperio Wari retoman su camino independiente de desarrollo, y Ayacucho ingresa a un etapa de franco subdesarrollo con abandono del patrón de vida urbano y retorno a una reducida población rural aldeana, similar a las tempranas fases de Huarpa.

LA CULTURA LAMBAYEQUE

Estuvo integrada por los Valles de la Leche, Lambayeque, Reque, Saña y Jequetepeque.

Surge alrededor del año 750 d.C. y se mantuvo vigente hasta el año 1375 d.C. Alcanzó su máximo esplendor durante su fase media (950 a 1050 d.C.) época en que controló o influenció a buena parte de la Costa peruana. La cultura Lambayeque es el resultado de la tradición norteña Moche que la unirse con la influencia sureña de Wari, creó un nuevo sistema cultural, ideológica y tecnológicamente autónoma.

Es esta época se dio gran impulso a la arquitectura monumental, con el desarrollo de enormes zonas ceremoniales funerarias como la Huaca La Ventana, Huaca Corte, Huaca la Merced, Huaca Loro, Ingeniero y Rodillona.

Sicán ubicado en el Valle la Leche, en la región de Batán Grande, en el departamento de Lambayeque habría sido el gran centro ceremonial y funerario de esta cultura. Posteriormente el centro político se trasladó al Oeste de Batán Grande al sitio de El Purgatorio, cerca de Túcume, que es un sitio muy grande con una serie de pirámides truncas, plataformas, recintos amurallados y cementerios.

La cultura Lambayeque es conocida por su cerámica y sobre todo por las llamadas “Huacos Rey”.

El Señor de Sicán

Sicán es el nombre de una ciudad ceremonial. Sicán quiere decir “casa de la luna” en la antigua lengua muchic.

En la parte norte del templo monumental llamado “Huaca Loro”, el Proyecto Arqueológico de Sicán (PAS), descubrió la tumba intacta de un personaje de la nobleza de Sicán Medio (900 a 1100 d.C.).

El noble tenía 50 años de edad y 1,60 m. de estatura. Se le encontró sentado con las piernas y los brazos cruzados. Estuvo acompañado por dos mujeres jóvenes y dos niñas posiblemente sacrificados.

La tumba contenía cerca de 100 ornamentos personales de oro, unalitera desarmada, cientos de implementos de bronce aproximadamente 50 kg. de cuentas collares de diferentes tipos de conchas tropicales importantes de la costa ecuatoriana.

CAPÍTULO VII

LOS ESTADOS REGIONALES TARDÍOS

(1100 a 1470 d.C)

A esta etapa corresponden las culturas Chimú, Chancay, Chincha, Colla, Lupaca, Churajon, Chiribaya, Chuquibamba, Gentilar, San Miguel, Chachapoyas, Huanca, Chanca y el reino del Cusco.

LA CULTURA CHIMÚ

Está ubicada en el Valle del Moche, Departamento de la Libertad. Comprende los Valles de Chicama, Moche, Virú y Chao.

El estado Chimú basó su poder en la guerra de conquista y fue un estado despótico, existió una fuerte estratificación social. Las artesanías importantes fueron la textil, la metalúrgica, la de la escultura en madera, trabajos en turquesa, concha y hueso.

La Ciudad de Chanchán

Fue la ciudad más importante y capital de Chimú, ubicada en el centro del reino Chimú, cerca de la ciudad de Trujillo.

Sobre un área de 14 km2 se dispersan plazas; templos piramidales; restos de palacios; construcciones intermedias; barrios populares; depósitos;

talleres; cementerios en los alrededores; murallas; muros decorados con relieves de figuras geométricas, estilizaciones zoomorfas y seres mitológicos; caminos e instalaciones agrícolas en la periferia así como  un vasto sistema de acueductos subterráneos y acequias construidas para traer agua desde enormes distancias que testimonian el nivel alcanzado por esta cultura extendida en la costa peruana.

LA CULTURA CHANCAY

Se desarrolló entre los años 1200 y 1470 d.C., tiene su centro en el Valle de Chancay, situado aproximadamente a 70 km. al norte de Lima. Los cementerios en Chancay son importantes, tanto por su naturaleza y tamaño, como por la gran cantidad de ofrendas, de tejidos, cerámica y objetos de metal.

La cerámica fue tratada con criterio industrial, pues incluía desde la utilización de moldes hasta la cocción no controlada de gran cantidad de objetos, lo que ha hecho famosa a la cultura Chancay con sus tejidos, que se distinguen por su calidad.

Comercio fue una actividad muy importante que permitió conectar el Valle de Chancay con el Norte y el Sur Costeño y con la Sierra.

LA CULTURA CHINCHA

El Valle de Ica, situada al Sur de Lima, es uno de las más extensas e importantes de la Costa. En esta región donde antes florecieron las culturas Paracas y Nasca, después de la caída del imperio Wari (1100 d.C) se formó la Cultura Chincha.

La arquitectura más notable e impresionante de Chincha corresponde a construcciones de Tapia. Los sitios monumentales más importantes han sido Centinela de Tambo de Mora, La Centinela de San Pedro y la Huaca de Tambo de Mora. La Cumbe fue probablemente la Capital.

Chincha fue conquistada por los Incas durante el reinado de Pachacútec Inca Yupanqui y anexada definitivamente al imperio durante el gobierno de Túpac Inca Yupanqui, hacia el año 1476 d.C.

LOS REINOS LACUSTRES ALTIPLÁNICOS: COLLA Y LUPACA

Después de la decadencia de Tiwanaku, surgieron una serie de reinos en la denominada provincia del Collao, cuya extensión geográfica corresponde a la actual cuenca del lago Titicaca y su área de influencia inmediata. El ámbito original de estos reinos estuvo en torno al Lago Tititcaca, posteriormente se expandieron hacia las costas de Arequipa, Moquegua, Tacna y Arica donde tuvieron colonias, los reinos más poderosos e importantes fueron el Colla y el Lupaca, ubicados en la región occidental del lago.

Sillustani

Es uno de los sitios más famosos de Puno por la belleza de sus torres funerarias llamadas “Chullpas”. Están construidas a manera de torres macizas, redondeadas en su base, tienen unos pequeños mausoleos abovedados, donde se depositan los cadáveres. Sillustani corresponde a la época incaica.

LAS CULTURAS LOCALES: CHURAJÓN, CHIRIBAYA Y CHUQUIBAMBA Churajón.-

EL NOMBRE PROVIENE DE LAS RUINAS DE Churajón, ubicada al Este de la ciudad de Arequipa. Es un extenso poblado consistente en un laberinto de paredes que encuadran y encierran numerosas habitaciones, patios y pequeñas plazas y cementerios.

Chiribaya.-

Está ubicada a 7 km. del Puerto de Ilo, en el departamento de Moquegua. El sitio aparte de un conjunto de cementerios es un gran poblado con sacas de plantas rectangulares y paredes de quincha. El tratamiento de las vasijas Chiribaya es más fino que Churajón.

Chuquibamba.-

Este estilo se encontró por primera vez en la provincia de Condesuyo de Arequipa. Abarca los valles de siguas, majes y la parte alta de Ocaña, hasta el río Colca. Son

comunes los cántaros y cuencos con asa laterales y formas varias, distintas a la de Churajón.

LAS CULTURAS DE LA COSTA: SAN MIGUEL Y GENTILAR

En los Oasis costeños entre Arequipa y el río Loa, surgieron en un momento dado agricultores con formas culturales avanzadas. A las de la región Norte se les conoce como la Cultura Arica, y a los del Sur como la Cultura Atacama. LA cultura Arica fue dividido en dos fases:

Arica I (San Miguel).-

Esta cerámica se encuentra asociada a los cementerios con tumbas circulares.

Arica II (Gentilar).-

Esta cerámica se encuentra asociada a grandes sitios de vivienda.

LA CULTURA CHACHAPOYAS: CUELAP, CHIPURIC Y REVASH

Particularmente de la región comprendida entre Chachapoyas y Leimebamba, se conoce la secuencia de tres estilos alfareros: Cuelap, Chipuric y Revash que cronológicamente estaría comprendidos entre 1100 d.C. y 1532 d.C.

Cuelap.-

Constituye una de las mayores y más importantes construcciones de piedra de la región.

Chipuric.-

Se caracteriza principalmente por sus estatuas funerarias depositados en los barrancos difícilmente accesibles.

Revash.-

Es sensiblemente posterior a Chipuric y en cierto momento corresponde a la ocupación Inca de la zona.

LA CULTURA HUANCA

De acuerdo a las informaciones históricas a partir del Siglo XVI se identifica con el término Huanca a un grupo étnico que desde mediados del Siglo IX d.C. ocupó los territorios de las actuales provincias de Jauja, Huancayo y Concepción; y que hacia 1460 fue incorporado al Tawantinsuyo por Túpac Inca Yupanqui.

Las poblaciones Huancas más conocidas son: Tunanmarca, Shutuy, Patarcoto y Cotocoto.

LA CONFEDERACIÓN CHANCA

El territorio Chanca se extendía desde las montañas de Huanta en Ayacucho, hasta margen izquierda del Apurímac, incluyendo toda la cuenca del río Pampas, que cubren sectores de los actuales departamentos de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica. Al

parecer su lengua era el aymara. Estuvieron confederados con los Huancas (Huancayo) y los Coros ( Huancavelica).

Si los Chancas hubieran vencido a los Incas en la batalla del Cusco, el Imperio que en el s. XVI encontraron los españoles habría tenido quizás como capital la ciudad de Vilcashuamán y se hubiera llamado Imperio Chanca y no Imperio Inca. En tal caso ahora quizás sabríamos de los Incas como sabemos de los Chancas. Porque cada vencedor escribe la historia a su manera.

Para algunos arqueólogos, la sociedad chanca implicó un retroceso, desde el punto de vista urbano, por comparación con Wari. Su modelo de asentamiento más generalizado habría sido el de las pequeñas aldeas (aproximadamente 100 casas)... Otros estudiosos consideran, en cambio, que los Chancas llegaron a tener algunas grandes poblaciones...

Los entierros son de dos tipos: Unos en Mausoleos y otros simplemente en la tierra. Existen también entierros hechos en cuevas o abrigos de roca.

CAPÍTULO VIII

EL REINO DEL CUSCO

EL GRAN IMPERIO DE LOS INCAS

La dinastía que fundaron fue el Hurin Cusco(Bajo Cusco), lo cual llegó a comprender los siguientes incas: Manco Cápac, Sinchi Roca, Lloque Yupanqui, Mayta Cápac y Capac Yupanqui.

La segunda dinastía llamada Hanan Cusco(Alto Cusco) fue establecida por Inca Roca, en ella reinaron: Inca Roca, Yahuar Huaca, Wiracocha Inca, Pachacuti Inca Yupanqui. Es apartir del segundo gobernante hasta el octavo que comienza el conflicto con los Chanca.

EL IMPERIO DE LOS INCAS (1400 - 1532)

Los límite del Imperio Incaico eran: al Norte el Río Ancasmayo, ubicado en Pasto al sur de Colombia; al sur el río Maule, ubicado en la parte central de Chile, al oriente la selva amazónica.

Los incas fueron la civilización más compleja que se desarrolló en la América del Sur, constituyendo un vasto imperio que abarcó los actuales países de Perú, Bolivia, gran parte de Ecuador, el noreste de Argentina y el norte de Chile.

El origen de los incas se remonta al siglo XII de la era cristiana, cuando tras una larga migración se asentaron las primeras familiares en el valle de Cuzco. Todo este proceso nos ha sido narrado en el mito fundacional inca, que considera a Manco Capac como su primer gobernante y fundador de la ciudad del Cuzco.

Una serie de tribus, como los huallas, alcabizas y poques, poblaban entonces estas tierras y los incas tuvieron que luchar por muchos años para consolidar su dominio sobre el valle hacia el siglo XIV.

Bajo el reinado del noveno Inca Pachacuti (1438-1471) se inició la expansión de los incas, tras vencer a la poderosa Confederación Chanca que asolaba al Cuzco. Desde entonces, los ejércitos incas fueron incontenibles y rápidamente sometieron a los lupacas y collas de la actual Bolivia, a los huancas y tarmas del valle del Urubamba y penetraron hacia el norte hasta la futura ciudad de Quito. Entre las campañas de Pachacuti sobresalio aquella que culminó en la sujeción del pujante señorío Chimú, empresas que fue liderada por el hijo de Pachacuti, Topa Inca Yupanqui en 1465.

Tupac Inca Yupanqui o Túpac Inca fue el mayor conquistador y el verdadero organizador del Tahuantinsuyo o imperio de los cuatro lados. Un territorio de diversos terrenos y climas muy marcados Tahuantinsuyo. Su reinado se extendió entre 1471 y 1493, durante el cual se agregaron al poderío inca inmensas regiones como el altiplano boliviano, el norte y centro de Chile, el noroeste argentino, hasta Mendoza y algunas regiones selváticas. luego de estas conquistas, Túpac Yupanqui se abocó a la administración de tan extenso imperio, repartiendo las tierras y perfeccionado las instituciones que tendrían a su cargo el manejo del Tahuantinsuyo. Con Huayna Capac (1493-1525) se cerró el ciclo de las grandes conquistas incas, interrumpido bruscamente por la presencia europea en Centroamérica, cuyas enfermedades se adelantaron a los conquistadores y terminaron con la vida del inca.

El Cusco.-

Capital del Imperio dividida en: Hanan Cusco y Hurin Cusco, y en trece barrios. En el cusco vivían los incas de la sangre real, los sacerdotes, los militares, los curacas y principales de todos los pueblos y sus sirvientes.

También fue donde funcionó el Yachay Wasi o Casa del Aprendizaje, especie de Universidad. Asimismo el Aclla Wasi o casa de las escogidas., y todas las instituciones importantes del imperio.

Machu Picchu.-

Ubicada a 112 km. de la ciudad del Cusco y a 2500 m.s.n.m. se asienta sobre la cima del cerro del mismo nombre, rodeado de una vegetación propia de ceja de selva. Es considerado un santuario sagrado.

Administración Inca.-

Todos los miembros del Imperio debían prestar el servicio militar, todas las armas eran hechas por el estado (hondas,, lanzas, flecha). Al conquistar el territorio , la tercera parte iba a la comunidad, la otra parte para el Estado Inca y la otra parte para el dios Inti (emperador). Las tierras de la comunidad eran repartidas por el jefe o curaca (funcionario menor), le entregaba a cada familia un tupu (pedazo de tierra). Las tareas agrícolas se efectuaban en forma comunitaria, luego los mismos trabajaban las tierras del estado y las tierras del dios Inti.

Estructura Social y Política.-

Los incas dieron vida a uno de los primeros totalitarismos de la historia. No eran socialistas, ya que había entre ellos una marcada diferenciación de clases. En cambio, no puede negarse que fueron totalitarios, pues su estado, el Imperio, regulaba por completo la vida humana aún en sus aspectos más íntimos y personales. La célula inicial y fundamental de la sociedad inca era el ayllu, un clan compuesto por varias familias amplias -relacionadas consanguíneamente- y dueño colectivo de cierta cantidad de tierra agrícola, en la cual habitaba. El parecido con el calpulli azteca es notorio. Como el calpulli, también, el ayllu asignaba temporalmente, “prestaba”, lotes de tierra a sus miembros, para que los cultivasen. El tamaño del lote dependía de las necesidades personales y familiares del respectivo beneficiario, y bastaba para satisfacerlas, pero sólo en lo indispensable… la subsistencia mínima. Esto dejaba, en cada ayllu, tierras sobrantes, cuyo destino explicaremos pronto.

Componían el ayllu los puriq, vale decir, todos los varones cuya edad y salud fuesen compatibles con el trabajo agrícola. Estos puriq y sus familias ( en conjunto, los hantunruna) fueron la clase popular. Sobre ella, con el crecimiento del Imperio, se fue constituyendo una pirámide… una vasta red de funcionarios organizados en forma jerárquica. El último en importancia - o sea, el más cercano a la base, al pueblo- tenía a su cargo diez puric. De aquí podemos deducir el impresionante volumen de la burocracia incaica. Se ha calculado que por cada 10.000 habitantes del Imperio, existían 1.331 funcionarios.

La capa superior de la pirámide eran los nobles, los orejones, llamados así por los pesados aros metálicos que usaban, y que los deformaban las orejas. De allí salían los altos funcionarios administrativos, militares y religiosos, que gobernaban el imperio. Nos falta la cúspide de esta pirámide social: el emperador, el Sapa-Inca, dios e hijo y descendiente de dioses, todopoderoso, vitalicio, pero cuyo cargo no era estrictamente hereditario: a su muerte, su sucesor sería quien él hubiese elegido al efecto, generalmente entre los hijos de la Coya o esposa principal (pues como sus nobles, el monarca practicaba la poligamia), quien solía ser, además, su propia hermana o una parienta próxima. El Sapa-Inca vivía aislado de la plebe, y aun de la nobleza, en medio de un lujo desbordante y de la aterrorizada veneración de sus súbditos.

Existían, además grupos sociales difíciles de jerarquizar, gente extraída de su ayllu y no protegida, en consecuencia, por las tradiciones de éste. Eran:

- Los yanaconas, sirviente hereditarios, casi esclavos, del sapa-Inca y de la nobleza.

- Las mujeres escogidas -por su hermosura- las acllacuna que eran destinadas al servicio religioso ( las célebres “vírgenes del sol”), a esposas de nobles, o a concubinas del Sapa-Inca.

- Los súbditos comunes del imperio, los hatunruna, agricultores, guerreros del montón y pequeños burócratas, gozaron de una muy reducida, así nula libertad personal.

El puriq no podía cambiar de habitación ni de trabajo. Debía casarse a los veinte años. De lo contrario, el estado le seleccionaba mujer y lo forzaba al matrimonio; no había en el Imperio solteros por voluntad propia. La poligamia estaba prohibida al plebeyo. Incluso se le vedaba cerrar la puerta de casa, a fin de que los burócratas imperiales tuviesen la posibilidad de entrar a aquélla y revisarla, en cualquier momento.

Un funcionario del Imperio distribuía las tierras del ayllu. El exceso, a menudo considerables, se repartía en dos grandes lotes, uno para el Sapa-Inca y el otro para el sol ( o sea, se le destinaba a financiar el gasto del culto religioso). Estos lotes eran laborados y cosechados por los puric del ayllu correspondiente.

Los puriq enseguida, debían cumplir con la mita… turno anual de trabajo, por lo común utilizando obras públicas. La leyenda indígena narraba que un emperador incaico, no teniendo ninguna función útil para la mita de una año. Le asignó la tarea de cambiar un cerro de lugar, desde el suyo original a otro distinto.

La raíz de la reglamentación tan minuciosa y asfixiante ( de la cual hemos dado apenas algunos ejemplos) ha debido ser la dificultad de distribuir y de emplear óptimamente dos recursos vitales para una nación de agricultores, y escasísimos en la sierra: el terreno cultivable y el agua de riego. Interesa anotar que la producción de la “tierra del Sapa-Inca”, en los ayllus, se guardaba en almacenes imperiales, y servía para evitar hambrunas durante la época de escasez; se repartía, entonces, gratuitamente.

Ciencia.-

Alcanzó escaso desarrollo. No conocieron los incas la escritura. Su astronomía fue imperfecta, pero les permitió elaborar un calendario de doce meses lunares, más los días complementarios. Su invento de mayor ingenio sería el quipu. Lo constituía un cordón central, del cual salían numerosos cordones laterales. En estos había una serie de nudos. Era un instrumento para memorizar cifras importantes. Los diversos trenzados y colores de los cordones indicaban distintos tipos de objetos (por ejemplo, clases de armas en un arsenal) y los nudos señalaban las cantidades de cada clase. Tenía, además. Otras aplicaciones, muy complejas.

Agricultura.-

La agricultura una parte fundamental para los incas. Los agricultores utilizaban métodos muy adelantados de cultivo y, en la época de la conquista española los antiguos americanos eran los mejores cultivadores de plantas del mundo. Las patatas de los Andes forman parte de la contribución a la dieta de los europeos. La mano de obra humana era el elemento vital, ya que sólo disponían de la llama, que podían acarrear cargas muy pequeñas. Los métodos de labranza dependían del clima y de la geografía de la zona.

Para conseguir mayor rendimiento de sus cosechas, los incas empleaban ingeniosos métodos de allanar el terreno formando terraplenes y de riego en las laderas de los terrenos montañosos. Construir terrazas significaba que podían utilizar más tierra para cultivar y también ayudaba a resistir la erosión del viento y la lluvia. Estas terrazas están en Machu Picchu.

Empleaban distintos tipos de abono como pescado podrido, excremento humano y animal, guano de covaderas etc…

En la zona andina, el cultivo del suelo era la base de la vida. Los agricultores cultivaban sus cosechas valiéndose de herramientas sencillas como útiles para excavar, para deshacer terrones de tierras y azadas.

La Religión.-

La religión influía en casi todos los aspectos de la vida de los incas. Uno de los muchos focales de sus ritos religiosos eran las edificaciones sagradas, o templos, dedicados a sus dioses. En la región andina todo el mundo adoraba a una diversidad de santuarios y objetos y a las fuerzas naturales asociadas a ellos, conocidas como huacas. En la religión oficial del estado inca, el dios más importante era el sol. Era una fuerza dominante y un símbolo de prestigio y poder. Los incas adoraban al sol fundamentalmente para que les proporcionara abundantes cosechas.

Los principales templos incas dedicados al culto del sol fueron construidos por el gobierno durante el imperio inca. En Machu Picchu, hay una piedra que servía de reloj de sol y permitía a la gente calcular el solsticio de verano (21 de junio) para celebrar el importante festival del dios sol.

La divinidad fundamental era Huiracocha (Pachacamacen la costa), dios creador, eterno, omnipotente y un tanto alejado: su intervención en los asuntos humanos se producía sólo excepcionalmente. Esta intervención fue dejada, más bien, a las deidades menores, representativas de las fuerzas de la naturaleza: las principales, el Sol (Inti) con especial dedicación a la agricultura, que se representaba como un disco áureo con rayos, la Luna (Quilla), ligada a la cuenta del tiempo y al calendario, primera deidad femenina. De este matrimonio descendían los incas. El Dios del Trueno (Illapa), dueño del agua para los cultivos, la Tierra (Pachamama) y el Mar (Mamacocha).

Pero adicionalmente, había una religión animista. Es decir, se suponía que en una multiplicidad de objetos y lugares- las huascas- alentaban espíritus y fuerzas sobrenaturales, capaces de beneficiar o dañar. Por tanto, debía temérseles y honrárseles. Eran manifestaciones de Huiracocha. Una huaca característica fue la apacheta, pequeño montón de piedras a la vera del camino, en un lugar difícil. El indio que pasaba añadía una piedra más, o una ofrenda distinta, al montón.

Existía un sumo pontífice Uillac Umu, de él dependían los sacerdotes.

Fue común la creencia en la vida futura, después de la muerte física. Eran enterrados con toda clase de objetos que pudieran serle útiles. Mediante el estudio de los objetos encontrados en las tumbas, los códices prehispánicos y los primitivos manuscritos coloniales, los arqueólogos pueden deducir algunas de sus creencias sobre la muerte y la otra vida.

En la sociedad andina se cuidaban las momias como si estuviesen vivas. Los vivos consultaban a menudo a sus difuntos sobre temas importantes. Con ocasión de festivales especiales, las momias de los emperadores eran paseadas por las calles.

Mientras más objetos colocaban en una tumba, más rico era el individuo. En muchas tumbas andinas han encontrado figurillas de madera, que representan al hombre. Pero tumbas repletas de objetos de oro y en las que el cuerpo del difunto había sido preparado con más esmero, indican que no todos eran iguales.

En cuanto al culto -complejo y de creciente boato y misterio, llegó a centrarse en Inti, el Sol, y a ponerse al servicio de la expansión del Imperio, y de la grandeza y divinización del Sapa-Inca: el sacerdote supremo era hermano de aquél. Existieron sacrificios humanos, pero únicamente en circunstancias excepcionales, era corriente estrangular ritualmente mujeres,, o también la víctima era despellejada viva

También celebraban festividades religiosas todos los meses del año. Estas son las celebraciones de Septiembre dedicadas a diversas diosas. Esta festividad se celebra bajo el patrocinio de los dioses del sol y de la luna.

Cerámica.-

La cerámica decorada es uno de sus logros más impresionantes. Los ceramistas no utilizaban el torno alfarero, fabricaban una gran variedad de tipos, que pintaban, esculpían o tallaban con fines decorativos. Las mejores piezas de cerámica eran para los ricos o para uso rituales. La cerámica de uso diario era más sencilla. Puesto que no disponían de sistema escrito, la cerámica es una fuente valiosa de

información de las sociedades que la fabricaron sus ideas religiosas y sus influencias culturales.

Música y Danza.-

La música las canciones y la danza eran parte importante de la vida de los incas. Escenas de gente ejecutando música y bailando decoran muchos vasos de cerámica. Los instrumentos más corrientes eran las sonajeras, los pitos, las trompetas, las flautas, las campanillas de cobre y las caracolas marinas. Los instrumentos de cuerda eran prácticamente desconocidos para los incas, la música no era muy variada y, a menudo, los instrumentos musicales sólo tocaban un tono. Para esta civilización, la música y la danza estaban íntimamente ligadas a la religión. Todo el mundo desde los gobernantes hasta los campesinos tomaban parte en danzas ejecutadas especialmente para sus dioses.

La mayoría de los instrumentos incas eran de viento y de percusión, el instrumento andino más corriente tocado era la siringa o zampoña. Normalmente eran de caña o cerámica. Sus delicados sonidos se originan al soplar por un extremo de los tubos de la zampoña.

Otras Características de los Incas.-

GUERRA E IMPERIO: Los incas eran experimentados y valientes guerreros, gracias a o cual se formó el gigantesco imperio antes señalado. Abarcaba 500 tribus indígenas diversas. Excepto algunas de las selvas y nuestros araucanos, ellas no pudieron resistir el avance incaico.

El Imperio Inca fue muy distinto al azteca. Al revés de éste, los incas incorporaban el territorio de los vencidos al dominio y soberanía imperial, como una provincia más, y le imponían no sólo tributos -pagaderos, si era posible, en sustancias preciosas -, sino, además, sus propios gobernantes y leyes, y hasta su propia religión, todo sin miramiento alguno.

Si un pueblo en derrota no se sometía a esto de buen grado, los incas simplemente lo deportaban en masa, a vivir entre otras naciones del Imperio, más dóciles a su yugo. Y lo sustituían, en su antiguo hábitat, por colonias de aquellas naciones dóciles. Estas colonias pacíficas y pacificadoras fueron llamadas mitimaes.

La dirección del imperio, férreamente centralizada en el Sapa-Inca, tenía como sede el Cuzco. Mas para fines administrativos, se encontraba dividida en cuatro regiones o suyos, cada una a cargo de una especie de virrey muy poderosos…, pero que se humillaba hasta la nada frente a su emperador. Por eso el Imperio Incaico era el Tahuantisuyo, “las cuatro regiones del mundo”, cuyas líneas divisorias se intersectaban en la capital, “ombligo de la tierra”.

El gobierno de tan vasto Imperio fue facilitado por el perfeccionadísimo sistema de comunicaciones de los incas, que se basaba en:

o La red de caminos. Surcaba ella el imperio en todas direcciones. Los caminos con orientación norte-sur fueron dobles: uno corría por la costa y otro por la montaña. En el desierto, eran sólo huellas, marcadas con estacas; en la sierra, eran escalas talladas en la roca viva; en las zonas pantanosas, iban sobre terraplenes. Ríos y quebradas se atravesaban por puentes colgantes. A trechos tenían posadas públicas con provisiones, llamadas tambos.

o Los chasquis, correos, que se relevaban como una posta, y que llevaban noticias, quipus mensajes, y aún cargas livianas, con increíble velocidad se sostiene que el Sapa-Inca comía en el Cuzco, diariamente, pescado fresco traído de la costa por los chasquis

o - Los visitadores, altos y secretos funcionarios, dependientes del emperador en persona y que recorrían el Imperio constantemente, de incógnito, para inspeccionar e informar sobre todo cuanto pudiese interesar al soberano.

CAZA Y PESCA: La caza y la pesca constituían actividades importantes en la región andina. La carne y el pescado formaban parte de la dieta alimenticia, dependiendo de lo que hubiera disponible en la zona. La vida animal en los Andes era más abundante en las altas montañas del Norte, donde existían grandes mamíferos, como las vicuñas, parientes salvajes de las llamas, y los venados. Estos animales se cazaban con arcos y flechas. Pescaban toda clase de animales, desde mariscos a grandes peces y mamíferos marinos, con redes arpones o cañas. Los anzuelos

los preparaban con púas resistentes de cactus, con conchas con huesos y anzuelos de cobre.

Muchos oficios, como la pesca, se transmitían de padres a hijos. A los niños se les enseñaba a pescar desde muy temprana edad y a los 14 años salían a pescar solos.

Los cazadores y los soldados incas empleaban hondas como armas de largo alcance. Las fabricaban de lana de llama trenzada. La piedra se coloca en la parte central. Sujetando ambos extremos, se hacía girar la honda por encima de la cabeza. Al soltar uno de los extremos la piedra salía disparada hacia su objetivo con gran precisión. La herida infligida por la piedra podía ser mortal.

HABITANTES DE LOS ANDES: Los habitantes de la zona andina habitaban en zonas altas o en zonas costeras. Construían sus ciudades de forma que se adaptaran a su localización, con materiales que se encontraban en la región. La construcción típica de las zonas altas tenía un tejido inclinado de paja y paredes de mampostería. En la costa, los edificios solían tener paredes de ladrillos de barro (adobe) recubiertos de barro pintado y techos planos. Las ciudades elevadas como Machu Picchu, no podían adaptarse a una disposición regular, al contrario que las ciudades de las zonas costeras llanas como Chan Chan. Los primeros edificios utilizados como hogares se remontan al siglo VI a. De c. Las construcciones públicas, tales como edificios del gobierno, almacenes, puentes y canales, las edificaban los contribuyentes, como una especie de impuesto, proporcionando el estado los materiales.

Los incas son famosos por sus excelentes construcciones en piedra. Los canteros cortaban enormes bloques de piedra y arena húmeda para pulirlos. Los bloques encajaban tan bien unos con otros, que no se necesitaba argamasa.

La ciudad inca de Ollantaytambo contiene algunos de los restos arquitectónicos más impresionantes de Perú. Cada bloque fue cortado con toda precisión y colocado en una posición específica.

La capital religiosa y política de los incas, Cuzco, está situada en el corazón de los Andes, rodeada de montañas. La ciudad estaba dividida en secciones por calles estrechamente pavimentadas, diseñadas para representar las cuatro partes del imperio azteca. Tenía plazas para ceremonias, palacios y templos. En el centro de la ciudad sólo vivían los gobernantes y la nobleza.

Cuzco estaba protegida del enemigo por la fortaleza de Sacsahuamán, construida en una empinada colina que domina la ciudad por el norte. Se ha calculado que su ejecución duró 70 años y que en ella trabajaron 30.000 hombres. La fortaleza era de piedra extraída allí, dándosele forma individual a cada gigantesco bloque. Tres impresionantes muros de piedra, de 16m de altura, protegían la fortaleza.

Los palacios incas disponían a veces de baños de piedra, hundidos en el terreno, para que los reyes descansaran y se bañaran. El agua discurría hasta el baño por unos canales de piedra. Los baños Tambo Machoy, situados cerca de Cuzco, fueron construidos en el lugar de un manantial sagrado.

Situada estratégicamente en el borde del imperio inca, la apartada ciudad de Machu Picchu fue construida, probablemente, a finales del siglo XV. Un fue descubierta por los conquistadores españoles y su existencia no se conoció hasta 1911. El lugar es un asombroso ejemplo de arquitectura inca: una fortaleza natural protegida por empinadas pendientes, rodeada de elevados picos montañosos y a la que sólo se podía acceder por un punto. De sus 143 edificios de granito, unos 80

eran viviendas y el resto edificios de ceremonias, tales como templos. En Machu Picchu se encontraron muchas momias, la mayoría de ellas mujeres.

VIDA FAMILIAR: El padre trabajaba para sustentar a su familia y pagaba impuestos; la madre trabajaba en el hogar, ayudaba a su marido en el trabajo y se ocupaba de los hijos. Los incas plebeyos tenían que educar a sus hijos

Los incas consideraban importante que una pareja casada tuviera hijos, las mujeres incas al dar a luz recibían ayuda, cuando daban a luz, de mujeres que habían tenido gemelos y de sus vecinas. Tras el parto, la madre y el recién nacido se bañaban en el río. El cordón umbilical no se tiraba, sino que se guardaba en la casa. Las obligaciones de las mujeres variaban según el rango.

EN CASA: Vivían en casas sencillas, muchas de ellas de una sola habitación principal y muy poco mobiliario. Las casa incas eran de piedra o de adobe.

El tipo más corriente de casa inca, tanto si era de adobe como de piedra, era rectangular, con techo de paja y normalmente de una sola habitación. En las casas incas no había mobiliario. Los bloques de piedras empleados en la construcción de las casas estaban tallados de forma que encajaban perfectamente unos con otros y no era necesario emplear cemento.

En la región andina podía reconocerse la posición de una persona por el tipo de vasija que utilizaba para beber. Los campesinos bebían en vasijas de cerámica. Algunas personas acaudaladas bebían en vasijas de oro o plata.

COMIDA Y BEBIDA: Comían de forma muy sencilla. El maíz era el alimento principal de su dieta alimenticia, junto con vegetales tales como frijoles y calabazas. Las patatas y la quinua, una especie de grano. Con el maíz se preparaba una especie de gachas, que recibía el nombre de capia, también habitualmente se comían tortas de maíz. Uno de los platos favoritos de los incas eran los tamales, una especie de envoltura de maíz cocido al vapor y relleno de vegetales o carne, lo habitual era comer dos veces al día

Los incas y sus antecesores comían la tierra carne de la llama. Sin embargo, lo hacían con moderación, ya que la llama les era útil para otros mucho menesteres.

Las patatas eran plantas nativas de la región andina y constituían una parte importante de su dieta alimenticia. Los andinos cultivaban cientos de diferentes variedades de patatas.

COMERCIO Y TRIBUTOS: Los plebeyos eran los que sostenían el estado con el pago de sus impuestos. Las personas de alto rango no pagaban impuestos, como tampoco los pagaban los enfermos e incapacitados. En el territorio inca, cada provincia tenía que pagar al gobierno cantidades específicas en concepto de tributo.

Los incas guardaban toda clase de provisiones en almacenes utilizados por los funcionarios del gobierno y por los necesitados a causa de una enfermedad o después de una crisis o en caso de sitio. Los mantenían repletos de artículos tales como armas, tejidos, patatas y maíz.

EL GUERRERO: La guerra forma parte normal de la vida, las ciudades estados frecuentemente luchaban entre sí. En el pueblo inca se educaban en el arte de la guerra y se fomentaba la combatividad.

Los incas añadían territorios recién conquistados a sus imperios, a medida que aumentaban su poderío y riqueza, sentían sed de nuevas conquistas que enriquecieran el estado y aumentaran la gloria del emperador.

MEDICINA: Los tratamientos de las enfermedades eran una mezcla de magia y un cierto conocimiento del cuerpo. Además las comadronas, los curanderos y los médicos eran frecuentemente mujeres bien versadas en el empleo de las hierbas. Los incas creían que la enfermedad obedecía a una causa sobrenatural. Los incas utilizaban orina para bajar la fiebre y a menudo se sangraban, los cirujanos incas practicaban orificios en el cráneo y amputaban miembros si era necesario, utilizaban cuchillos de obsidiana y lancetas para practicar la cirugía.

Diversas plantas y hierbas se utilizaban con fines medicinales. El guaco se tomaba para tratar el reumatismo y para tratar picaduras de animales venenosos. Algunas raíces se empleaban especialmente, para tratar enfermedades del riñón y las judías redondas se tomaban para los problemas de la circulación. La quinina procedente de la corteza de una árbol peruano, se tomaba, a pesar de su sabor amargo, para prevenir y tratar la malaria

ESCRITURA Y CUENTAS: Cuidaban de dejar constancia de sus hechos. Los incas consignaban información sobre tributos y géneros almacenados en el quipu, una combinación de cuerdas con nudos. Muchas imágenes, o glifos, eran pictogramas, en los que un objeto se representaba por un dibujo

HILADO Y TEJIDO: Ningún otro pueblo de las Américas ha dejado tal tesoro de maravillosas telas tejidas como los antiguos peruanos. Sus tejidos, exquisitamente trabajados, han sobrevivido en tumbas de las zonas de Perú de clima desértico. La tradición de hilar y tejer la practicaban todas las mujeres. Hilaban y tejían para satisfacer las necesidades de sus familias y también contribuían con artículos tejidos al pago de tributos e impuestos de sus gobernantes. Los textiles se tejían principalmente de lana de alpaca y de lana de llama.

La mayoría de los tejidos peruanos antiguos aparecían decorados con motivos que variaban desde formas geométricas abstractas, cuadrados rectángulos y gracas, hasta imágenes estilizadas de aves, peces, animales y seres humanos, los incas también eran expertos bordadores. Creaban imágenes fantásticas sólo con unas pocas puntadas.

Las agujas eran herramientas útiles para tejer y se guardaban en alfileteros. Las agujas se utilizaban para coser y para tejer. Eran de espinas de cactus o cobre.

A los hombres y mujeres se les exigía tejer, hilar, fabricar cuerdas y telas para el imperio como forma de impuesto. Las mujeres tejían mientras que los hombres hacían bordajes y ropas.

VESTIDO Y ACCESORIOS: La forma de vestir reflejaba la clase social de una persona. La gente de buena posición llevaba ropas de buen material, con adornos primorosos de colores vivos. Los incas fabricaban sus telas a partir de la lana, aunque en la costa se prefería el algodón. La gente común llevaba telas de lana de alpaca, mientras que los nobles las llevaban de lana sedosa de vicuña.

Los hombres peruanos llevaban una pequeña bolsa bajo el manto, colgada del hombro. En ella llevaban hojas de coca para masticar y amuletos

En la región andina la gente llevaba gorros de punta, de lana o algodón. Los incas hacían sandalias con cuero del cuello de la llama. En potras regiones, las sandalias eran de lana o, de fibra de áloe.

En algunas tumbas peruanas antiguas se han descubierto ponchos finamente tejidos envolviendo momias.

TRABAJOS CON PLUMAS: Los colores vivos y el brillo natural de las plumas de las aves tropicales las convertían en un objeto valioso para el comercio y el pago de tributos. Las aves tropicales se cazaban y se criaban en cautividad por sus plumas, con las que se conseguían los más asombrosos dibujos y modelos. Los incas utilizaban las plumas como parte de su indumentaria y elaboraban con ellas tejidos para ocasiones especiales. También las utilizaban para decorar tocados y túnicas y preparar mosaicos, plumas pegadas a un soporte, con los que adornaban objetos duros como escudos.

Los antiguos peruanos fabricaban abanicos de colores vivos con plumas de aves tropicales. Estos abanicos se utilizaban para refrescarse en climas cálidos. Los peruanos fabricaban muchos objetos prácticos con plumas, especialmente de loros y cotorras, que eran sus aves preferidas.

METALES PRECIOSOS: La tradición peruana de elaborar objetos magníficos a partir de metales preciosos comenzó hace 3.500 años, antigüedad de las piezas de metalistería más remotas encontradas en los Andes. Poco a poco se fueron desarrollando métodos para trabajar los metales y estos se usaron ampliamente en América del Sur antes de la Era Cristiana. Algunos de los metales preciosos más corrientes de las Américas eran el oro, la plata y el platino. Principalmente se empleaban combinaciones de oro y plata y de cobre y oro, llamadas tumbaga. Dado el valor del oro, llevar joyas de este metal era signo de riqueza y poder de una persona. Cuando moría una persona rica, su tumba se llenaba de objetos de oro y plata, incrustados de piedras preciosas.

La mayoría del oro utilizado por los indios peruanos se obtenía en placeres fluviales en los que el oro se encuentra cerca de la superficie. Empleaban varillas endurecidas al fuego para remover la tierra y bandejas de poco fondo para transportarla y lavarla.

Los incas elaboraban vasijas y estatuas utilizando el método de vaciado, vertiendo metal fundido en un molde.

PIEDRAS PRECIOSAS: A los incas les gustaban toda clase de piedras y sus expertos artesanos hacían objetos exquisitos a partir de ellas. Los incas preferían la turquesa, que incrustaban en objetos de oro y plata.

MÁSCARAS: Durante cientos de años se han llevado máscaras fabricadas con materiales tales como el oro, la obsidiana, algunas de ellas con incrustaciones de turquesas y coral. Las máscaras se colocaban habitualmente sobre las momias enfardadas para proteger al difunto de los peligros de la otra vida. También se llevaba en festivales. Para los incas la música y la danza eran una forma de expresión religiosa, las máscaras y los vestidos tenían un significado simbólico.

En enterramientos peruanos se han encontrados máscaras de todas las formas, colores y tamaños. Las tumbas Chancay del sur del Perú contenían figuras sentadas, ataviadas con telas extraordinarias y máscaras de madera. Muchos de estos objetos se enterraban con los difuntos como ofrendas a los dioses.

CONCLUSIONES

Tanto en el Norte de Perú como en el Sur, tuvo lugar el desarrollo de Culturas cuya expansión siguió caminos diferentes:

En el Norte era vital encontrar “tierras vacías de hombres” para acaparar territorios con posibilidad de ser cultivados por irrigación artificial, en los oasis. Esto generó cruentas guerras cuya finalidad era hacer desaparecer toda traza del contrario para ocupar su territorio e implantar los sistemas de regadío. En el Sur la expansión se basaba en el sometimiento  de las poblaciones conquistadas, pero no la eliminación física de sus habitantes, sino el aprovechamiento de estos por cuanto pudieran suministrar materias primas especificas o productos ya elaborados: lanas, textiles,  obras metalúrgicas, etc.

La división entre las Culturas que estamos acostumbrados a utilizar de modo sistemático y casi matemático, ha sido creado por los arqueólogos con fines metodológicos. Es lo que se conoce como “Cultura Arqueológica”, pero en realidad se trata de la continuación de tradiciones locales muy largas, que pueden estar o no sometidas a las influencias extrañas más o menos fuertes. Por tanto, el esquema no debe ser tomado dentro de una rígida estructura inamovible, entendiéndose, repito, que las variaciones y el paso de una etapa a otra no se dan radicalmente, sino dentro del contexto progresivo de cambios sucesivos.

Estos cambios, en el contexto peruano en muchos casos fueron producto de  modificaciones climátológicas extarordinarias que, especialmente en zonas ya de por si hostiles, como puedan serlo lugares sin un gran suministro de agua potable, supusieron la debilitación y el abandono de territorios. Posteriormente, el desarrollo de culturas vecinas pasan a ocupar esos nichos en acciones invasivas, y en ellos se asientan tanto o bien ya han vuelto a un estado habitable, o los desarrollos técnicos aportados por la nueva cultura permiten una adaptación vital en ese lugar, antes impensable sin ellos.

En los Andes Centrales los principales problemas que afrontaron sus pobladores fueron :

1) Los relacionados con el agua.

2) Los relacionados con el tipo de suelo

En la Costa hay una ausencia permanente de lluvias y en la Sierra llueve tres meses al año. Así, en la costa Norte de Perú sólo se puede cultivar con riego. El riego se encuentra regulado por las vertientes que bajan de la cordillera de los Andes y depende de las variaciones estacionales. Por tanto, más importante que desarrollar instrumentos para roturar el suelo y cortar los árboles, fue lograr un manejo racional del tiempo.

En la Costa Norte, a pesar de la presencia del desierto de Sechura, existen algunos lugares fértiles u oasis, que se disponen como collares de perlas en torno a los rios que bajan de la Sierra. En la zona central y Sur nos enfrentamos al extenso desierto de Atacama, un desierto sin oasis, donde no es posible desarrollar la agricultura.

Es de este modo que en Perú se habla del

-- “Norte Fértil”, zona que incluye a Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash y Lima.

-- “Sur Desértico”, que abarca desde Lima hasta el NorChile.

Como el maiz es un cultivo que precisa agua, sea por riego natural o artificial, este cultivo se desarrolla en el Norte Peruano, en donde constiuye la base de la alimentación. Por eso a las culturas que existieron en esta subregión se las llama “Culturas del Maiz”.

En el Centro y Sur de los Andes de Puna la base alimenticia es la papa y las culturas que alli se desarrollaron son las llamadas “Culturas de la Papa”.  En estas dos últimas regiones el cultivo del maiz solo es posible en lugares restringidos. Esto hizo que se e concediera al maiz un caracter ritual, y en especial en tiempo del Incario, su consumo se reservara las élites. En la Costa Norte del Perú (“Norte Fértil”), donde se desarrollaron las “Culturas del maiz”, hay que preveer las avenidas de agua mediante un CALENDARIO preciso, porque hay muchos meses en los que los rios están casi secos pero en verano las aguas inundan los valles producto del deshielo en la Sierra, los cauces se llenan y a veces se desbordan, incluso se generan nuevos cauces. Estas circunstancias obligaron a que desde tiempos remotos ya se se DESARROLAARAN formas de MEDICIÓN, CÁLCULO y PREDICCIÓN DEL TIEMPO. Esto implicó el surgimiento de PERSONAS ESPECIALIZADAS  en estas actividades. Quienes dominaban los conocimientos astronómicos poseían un recurso vital para la comunidad...

Estos especialistas, ASTRONOMOS en realidad, desarrollaron instrumentos de observación de la Luna, el Sol y las estrellas en general y a base de observaciones fueron elaborando distintos tipos de CALENDARIOS, cuyas evidencias arqueológicas todavía existen. Las observaciones suponían una ACTIVIDAD PERMANENTE, por lo que estos especialistas convirtieron a los OBSERVATORIOS en lugares permanentes de trabajo y fijaron alli sus residencias. La observación de los astros y la relación de estos conocimientos y otros como era el de la población de conchas de moluscos bivalvos marinos del género Spondylus (“mullu”) en ciertas zonas de la costa  Ecuatoriana, con la actividad agrícola tenía un contenido RITUAL y SAGRADO, de ahí que estos ESPECIALISTAS eran, al mismo tiempo SACERDPTES.  Es así como en los mencionados LUGARES DE OBSERVACIÓN surgieron grandes TEMPLOS.

En el interior de los templos se han encontrado inmensos almacenes para guardar los productos que los agricultores entregaban a los Sacerdotes a cambio de sus conocimientos. A los sacerdotes también se les ofrecían objetos de cerámica, e incluso se les ofrendaba con el propio trabajo.  De hecho, los templos fueron construidos merced a ese trabajo ofrendado y se pueden considerar las primeras obras públicas.

Con todo ello, sucedió que las DIFERENCIAS TECNOLÓGICAS  de los pueblos permitieron:

1) Que se diera un DESARROLLO REGIONAL distinto.

2) Que el PODER de los SACERDOTES REBASARA EL LIMITE DE LAS COMUNIDADES DE ORIGEN y alcanzara a aquellas de menor desarrollo. Al crecer el poder de los Sacerdotes, tiene lugar a la aparición de de Estados Teocráticos Incipientes. La adoración a determinados dioses se difunde en lugares alejados de donde se originaron y se dan FENÓMENOS DE CORRIENTE CULTURAL como Chavin, o más tarde Tiahuanaco, por ejemplo.

En estas condiciones se produjo una inversión de las relaciones entre la comunidad y los especialistas. Ya no era la comunidad la que orientaba y decidía las condiciones del desarrollo sino los especialistas. Estos hechos están ligados al proceso de DESARROLLO REGIONAL y a la transformación de la sociedad neolítica  en una Sociedad Urbana.

La REGIONALIZACIÓN se produjo en la medida en que dichos especialistas se dedicaron adominar los recursos regionales, sacando el máximo provecho de los recursos locales.

Aparecieron algunas regiones especialmente prósperas, de donde surgieron estados teocráticos como el de Moche, con una capacidad de fertilizar los desiertos, con inmensos proyectos hidráulicos y con el uso de fertilizantes orgánicos de origen animal, como el guano, extraido de lejanas islas. Igualmente Chavin, Cupisnique, Recuay y Cajamarca, en el mismo “Norte Fértil”, tuvieron un desarrollo agrícola que rebasó el límite de los conos aluviales, que eran los lugares naturalmente fértiles, y se extendieron sobre las pampas que los rodeaban para sembrar maiz, frijol y algodón. Por ser culturas costeñas, también utilizaban productos procedentes del mar. Esta producción, no sólo satisfacía sus necesidades sino que podía generar una cantidad sobrante o excedentaria. Este crecimiento económico también se acompañaba de una diferenciación social (clases sociales).

Pero este crecimiento urbano produjo a la larga, un desequilibrio entre las necesidades de consumo, siempre en aumento, y la producción agrícola. Esto es muy comprensible, pues recordemos que estas culturas se desarrollaban en un medio árido, un medio que no les permitía la expansión de la frontera agrícola para ampliar el territorio útil: sus limites  se establecían en la medida en que se podía canalizar artificialmente el suministro irregular de agua procedente de  los valles... Más allá de las zonas de irrigación artificial, aguardaba el árido desierto...

En consecuencia se explica que la única forma de expansión de una Cultura  era la que se basaba en la GUERRA. El objeto de estas guerras era obtener “tierras vacías de hombres”. Por tanto la expansión cultural costeña siempre  venía acompañada, en un momento u otro, de guerras por conquistar  zonas irrigables y desplazar de ellas a su habitantes para ser suplantados por los vencedores. En el Sur  la situación varía: La Costa, sin oasis alguno, es extremadamente árida y hostil a la sentamiento humano. En la Sierra y el impredecible altiplano en la Sierra complicaría igualmente la supervivencia.

En la Costa evolucionaron Paracas y Nazca. En el altiplano, Tiahuanaco.

Paracas (Paracas Cavernas y Paracas Necrópolis) aprovecharon las aguas freáticas bajo las arenas del desierto, al igual que quienes les siguieron, los Nazca. Desarrollaron la textilería gracias a la apropiación de los algodones de las regiones del norte y del sur y de la lana de los camélidos de la puna.

 Por contra Tiahuanaco se desarrolló bien en los distintos pisos ecológicos y estableciendo las necesarias colonias, alcanzó una gran difusión y con ella se establecieron importantes edificaciones y manufacturas.

En la región del Cuzco, ubicada entre el “Norte Fértil” y el altiplano del Tiahuanaco, se desarrolló una cultura pobre y de baja productividad, pero ello obligó a sus miembros a establecer costosas y monumentales obras de terrazamientos (andenes), drenaje e irrigación. En Ayacucho, en lugar de desarrollarse estados teocráticos, se constituyeron curazcazgos y pequeños reinos. En este área se desarrolló la cultura Huarpa, que lejos de construir templos, construyeron palacetes. En esta zona, la falta de posibilidades agrícolas permitió el pastoreo y el uso de recusros mineros.. En este caso se desarrolló una importante actividad textil y metalúrgica que permitió realizar intercambios a larga distancia.

En el siglo XII, una tribu de indios de América del Sur que vivía en las montañas del Perú se instaló en el fértil valle del Cuzco. A fines del siglo XV ya había conquistado un vasto territorio de más de un millón de kilómetros cuadrados y con una población que superaba

los 15 millones de habitantes. Los incas dominaron este territorio gracias a su poderosos ejército y a la fabulosa redes de carreteras con que lo cuadricularon. Los emisarios se turnaban (no tenían caballos ni vehículos) y recorrían hasta 240 km diarios para recoger y entregar mensajes que llegaban y salían de Cuzco, la capital. A la cabeza del Imperio estaba el jefe inca, adorado como un dios y con poder absoluto sobre todos sus súbditos. Pero cuando en 1525 murió el jefe Huayna Capac, los dos rivales que se disputaban el trono provocaron una guerra civil. En 1532 llegó un destacamento militar español y encontró un país sumido en el desorden. Derrotó con facilidad al ejercito inca, y el Imperio quedó en manos de los españoles. El último emperador de los incas fue Tupac Amaru, que murió decapitado en Cuzco (Perú) en 1572

RESUMEN DEL DESARROLLO DE LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS EN EL PERÚPeríodo LITICO

 

 

(10.000 - 6.000 a.C)

Período ARCAICO

 

 

(4.000 -1.200 a.C.)

 

Arcaico Inferior

 

(4.000 - 2.500 a.C.)

 

Arcaico Superior

 

(2.500 -1.200 a.C.)

FORMATIVO

 

 

(1200 - 200 a.C.)

 

Cerro SECHÍN

Costa Central

 

 

Cultura CHAVÍN

Sierra Norte

(1200 - 200 a.C.)

 

Cultura CUPISNIQUE

Costa Norte

(800 - 200 a.C.)

 

Cultura PARACAS

Costa Sur

(700 a.C. - 200 d.C.)

 

Cultura SALINAR

Costa Norte

(500 a.C. - 100 d.C.)

 

Cultura HUARÁS

Sierra Norte

(200 a.C. - 200 d.C.)

 

Cultura PUCARÁ

Altiplano Titicaca

(100 a.C. - 300 d.C.)

DESARROLLOS REGIONALES

 

 

(100 a.C.  - 700 d.C.)

 

Cultura VICÚS

Costa Norte

(100 a.C. - 400 d-C.)

 

Cultura GALLINAZO o VIRÚ

Costa Norte

(100 a.C.  - 500 d.C.)

 

Cultura MOCHE

Costa Norte

(200 a.C. -700 d.C.)

 

Cultura LIMA

Costa Central

100 d.C. -650 d.C.)

 

Cultura NASCA

Costa Sur

(200 d.C.  - 700 d.C.)

 

Cultura CAJAMARCA

Sierra Norte

(200 d.C. - 1300 d.C.)

 

Cultura RECUAY

Sierra Norte

(200 a.C. -550 d.C.)

 

Cultura TIWANAKU

Altiplano Titicaca

(200 a.C -800 d.C.)

 

Cultura HUARPA

Sierra Central

(200 a.C. - 550 d.C.)

 HUARI

Cultura Wari

 

(700 d.C - 1.100 d.C.)

ESTADOS REGIONALES TARDIOS

 

 

(1.100 d.C. - 1.440 d.C.)

 

Cultura LAMBAYEQUE

Costa Norte

(800 d.C. -1.400 d.C.)

 

Cultura CHIMÚ

Costa Norte

(1300 d.C. - 1440 d.C.)

 

Cultura CHANCAY

Costa Central

(1.200 d.C. -1.470 d.C.)

 

Cultura ICA-CHINCHA

Costa Sur

(1100 d.C. - 1440 d.C.)

 

Reinos AYMARAS

Altiplano titicaca

 

 

Cultura CHACHAPOYAS

Oriente

(700 d.C. - 1500 d.C.)

 

Cultura HUANCA

 

 

 

Cultura CHANCA

Sierra Central

(1250 d.C. - 1440 d.C.)

 

Reino del CUSCO

 

 

IMPERIO INCA

Cultura INCA

 

(1.400 d.C. - 1.532 d.C.)

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