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Pastos, paisajes culturales entre tradición y nuevos paradigmas del siglo XXI Celia López-Carrasco Fernández María del Pilar Rodríguez Rojo Alfonso San Miguel Ayanz Federico Fernández González Sonia Roig Gómez I

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  • Pastos, paisajes culturales entre tradición y nuevos paradigmas

    del siglo XXI

    Celia López-Carrasco FernándezMaría del Pilar Rodríguez Rojo

    Alfonso San Miguel AyanzFederico Fernández González

    Sonia Roig Gómez

    I

  • II

    © Los autores© De la presente edición1.ª edición 2011

    Edita: Sociedad Española para el Estudio de los Pastos.Edición coordinada por: López Carrasco, C.;

    Rodríguez Rojo, Mª P.;San Miguel Ayanz, A.;Fernández González, F.;Roig Gómez, S.

    Maquetación: José-Luis B. QuiñonesImágenes portada: Los autoresImpresión: Icono

    Depósito Legal: M-ISBN: 978-84-614-8713-4

  • INDICE

    COMITÉ CIENTÍFICO ...................................................................................................

    PRESENTACIÓN ..........................................................................................................

    PRIMERA PARTEBOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

    CAPÍTULO INTRODUCTORIO:La vegetación de la provincia de Toledo.F. Fernández-González ....................................................................................................................

    Efecto del pastoreo sobre la diversidad vegetal del pasto denso de montaña (Habitat 6230)A. Etxeberria, A. Aldezabal, N. Fernández, M. Azpiroz, L. Uriarte y N. Mandaluniz ............................................

    Efecto del pastoreo sobre la distribución vertical de raíces del pasto denso de montaña (Habitat 6230): evidencias preliminaresN. Fernández, A. Aldezabal y N.A. Lascurain ..........................................................................................

    Efecto del pastoreo en la resiembra de Vicia ervilia (L.) Willd. en cultivos de secanoA.B. Robles, J. Ruiz-Mirazo y J.L. González-Rebollar .................................................................................

    Cambios en la fenología del matorral mediterráneo tras el cese del pastoreoC. Parejo Farnes, J.M. Mancilla Leyton y A. Martín Vicente ........................................................................

    Resultados preliminares de la influencia del pastoreo en la descomposición de acículas de Pinuspinea (L.) en un sistema silvopastoral de DoñanaJ.M. Mancilla Leyton, V. Sánchez Lineros, R. Fernández-Alés y A. Martín Vicente .............................................

    Pastoreo y diversidad florística en el sistema cereal-ovino manchego: entre la tradición y el abandono.R. Pérez Badia, R. Caballero y F. Fernández-González ..............................................................................

    Atajos para medir la diversidad biológica. Un ejemplo con especies indicadoras vs. parámetrosedáficos en prados de la reserva de la biosfera de Urdaibai.J.A. González Oreja, S. Mendarte, C. Garbisu, F. Blanco y EI. Albizu .............................................................

    Estudio de especies pascícolas de Lanzarote en su hábitat. I Características edafo-climáticas.E. Chinea, C. Batista, J.A. Guerra y A. Rodríguez-Rodríguez .......................................................................

    Estudio de especies pascícolas de Lanzarote en su hábitat. II Composición mineral.E. Chinea, C. Batista, J.L. Mora y A. García-Ciudad ..................................................................................

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  • Estudio de especies pascícolas de Lanzarote en su hábitat. III Composición orgánica.E. Chinea, C. Batista, J.L. Moya y B. García-Criado ..................................................................................

    Biodiversidad de plantas vasculares en cuatro dehesas mediterráneas bajo un gradiente climático.R. Benavides, R. Alonso Ponce, J.M. García del Barrio y S. Roig .................................................................

    Los pastos en las pistas de Lugar Nuevo y Selladores-Contadero (Sa de Andújar, Jaén): Tipología,calidad y distribución espacial.F. Gómez Manzaneque, F. Martínez, C. Morla y S. Roig .............................................................................

    Estudio comparativo de dos subespecies de Trifolium subterraneum en el límite septentrional dedistribución de la subespecie oxaloides.J. Pastor .......................................................................................................................................

    Cambios en la composición florística, diversidad y calidad, a escala de parcela, en un prado demontaña pirenaico.R. Fanlo, M. Pallares, D. Villalba, D. Cubiló y E. Molina .............................................................................

    Efecto de la matorralización en la estructura florística de los pastos del P.N. del Moncayo (Zaragoza).R. Giménez, A.J. Aguirre y D. Gómez García ...........................................................................................

    Recuperación del matorral tras desbroce mecánico y quema en pastos de la sierra de Aralar y Belate (Navarra).D. Gómez García, A.J. Aguirre y X. Lizaur Sukía .......................................................................................

    Evolución de la estructura florística tras 18 años de exclusión del pastoreo en pastos subalpinos del P.N. de Ordesa y Monte Perdido (Huesca).D. Gómez García y R. García-González .................................................................................................

    Variaciones de la vegetación en prados sometidos a siega y abandono en la montaña de León.R. García, C. Valdés, M. Rodríguez, R. Peláez y A. Calleja ..........................................................................

    Diversidad fitocenótica y especies indicadoras de los pastos herbáceos del Sistema Ibérico en Castilla-La Mancha.M.P. Rodríguez-Rojo, J. Madrigal, S. Sardinero, V. Bouso y F. Fernández-González .....................................

    Valor pastoral de las comunidades vegetales presentes en el tramo toledano de La Cañada Real segoviana.J. Rojo, M.P. Rodríguez-Rojo, A. González Condado, C. Vaquero, F. Fernández-González y R. Pérez-Badia ............

    Efecto de la disponibilidad de nitrógeno en la germinación de especies herbáceas de un coscojar mediterráneo.M.E. Pérez Corona, D. García Hita, C. García Muñoz, P. Hurtado, A. Lafuente, C.R. Ochoa-Hueso y E. Manrique ......

    Evolución temporal y espacial de especies cespitosas en el campo de golf de Guadiana, Badajoz.F. Garrido, O. Santamaría y L. Olea .....................................................................................................

    El hongo endofítico Epichloë festucae y la tolerancia al estrés salino en Festuca rubra.B.R. Vázquez de Aldana, A. Álvarez Martín, A. García-Ciudad, I. Zabalgogeazcoa y B. García Criado ....................

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  • Efecto alelopático de especies invasoras de ribera sobre la germinación de especies del sotobosque.M.E. Pérez Corona, E. Crespo, J. Rodrigo, J.A. Santos, P. de Las Heras, P. Castro-Díez y B.R. Vázquez de Aldana ...

    Respuesta del crecimiento y de la calidad nutritiva de Bromus hordeaceus al incremento de ozonotroposférico y disponibilidad de nitrógeno.J. Sanz, V. Bermejo, R.B. Muntifering, I. González-Fernández, H. Calvete y R. Alonso ......................................

    Evaluación de metales pesados en las clorofilas de gramíneas pascícolas de una mina toledanaabandonada mediante la aplicación del método “Gauss Peak Spectrum”.M.J. Gutiérrez-Ginés, J. Pastor, C. Bartolomé y A. Hernández ....................................................................

    Propiedades químicas y concentración de metales pesados en suelo y planta tras el aporte depurines en pradera.M.D. Báez, A. Louro López, J.F. Castro Insua y M.I. García Pomar ..............................................................

    SEGUNDA PARTEPRODUCCIÓN VEGETAL DE PASTOS

    CAPÍTULO INTRODUCTORIO:La dehesa: reflexiones de un ganadero.L. Olea Márquex de Prado .................................................................................................................

    Evaluación del ataque de Helminthosporium turcicum en maíz forrajero.M.J. Bande-Castro, A. Prieto Fernández y J. Piñeiro-Andión .......................................................................

    Rediseño del marco de siembra en maíz forrajero.A. Blas Morente, P. Barreiro Elorza, G.S. Días da Costa, H. Griepentrog y C.G. Hernández Díaz-Ambrona ..............

    Evaluación agronómica de variedades locales de maíz en un sistema de agricultura sostenible.L. Campo Ramírez, A.B. Monteagudo y J. Moreno-González .....................................................................

    Comparación en maíz forrajero de la fertilización tradicional con los nuevos fertilizantes nitrogenados.M.I. García Pomar, D. Báez Bernal, A. Louro López y J. Castro Insua ..........................................................

    Efecto de dos sistemas de manejo (convencional y ecológico) en la producción y principiosnutritivos del maíz forrajero para ensilar.J. Vanegas Ruíz, F. Vicente, M. González Arrojo, A. Argamentería, B. de la Roza-Delgado y A. Martínez-Fernández ...

    Factores que afectan al valor nutritivo del ensilado de maíz: variedad, fecha de siembra y grado demadurez.F. Opsi, R. Fortina, G. Borreani, E. Tabacco, R. Bodas y S. López ...............................................................

    Comparativa del potencial forrajero de variedades híbridas e híbridos de maíz para el cultivo ecológico.A.B. Monteagudo, L. Campo, B. Salleres y J. Moreno-González .................................................................

    Influencia del número de pastoreos invernales sobre la producción y composición del cultivo dealfalfa en regadío.C. Chocarro, J. Lloveras y R. Fanlo .......................................................................................................

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  • Evolución anual de la producción de forraje y del contenido en proteína bruta de un cultivo dealfalfa CV. Aragón.I. Delgado, F. Muñoz, M. Joy y D. Andueza ............................................................................................

    Desarrollo agromorfológico y contenido en proteína bruta de dos tipos de esparceta durante elprimer ciclo productivo.S. Demdoum, F. Muñoz e I. Delgado ....................................................................................................

    Influencia de micorrizas y fertilización mineral en el estado nutricional de la cebada.A. García-Ciudad, C. Petisco, B.R. Vázquez-de-Aldana, M.A. Jiménez Mateos, V.O. González, L. García-Criado y B. García-Criado ...........................................................................................................................

    Producción de biomasa y estado nutricional en el primer corte de cultivos forrajeros de cortaduración en Asturias.J.A. Oliveira-Prendes, E. Afif-Khouri y J.J. Gorgoso-Varela ...........................................................................

    Estudio de producción de biomasa en poblaciones de trébol blanco y violeta de la cordilleracantábrica para su uso en praderas.J.E. López Díaz, J.A. Oliveira-Prendes y E. González Arráez ........................................................................

    Mejora de praderas por siembra sin laboreo.J. Piñeiro-Andión, N. Díaz-Díaz, M.J. Bande-Castro y J. Fernández-Paz .........................................................

    Nuevas leguminosas anuales como cultivo de invierno en rotaciones forrajeras intensivas de Galicia.I.- Rendimiento en materia secaG. Flores, J. Piñeiro, N. Díaz, J. Valladares, B. Fernández-Lorenzo, A. González-Arraez, M.J. Bande-Castro,S. Pereira-Crespo y C. Resch ..............................................................................................................

    Valor alimenticio de especies productivas en prados de montaña.R. Peláez, S. Andrés, C. Valdés, R. García y A. Calleja ..............................................................................

    Efecto de la frecuencia de corte en los rendimientos de Brachiaria híbrido CV ‘mulato’ en eltrópuco húmedo de Honduras.A. Mendoza, O. Barrantes, A. Broca, R. Reiné y C. Ferrer ..........................................................................

    Calidad de Brachiaria híbrido CV ‘mulato’ en el trópico húmedo de Honduras: épocas de mínima yde máxima precipitación.A. Mendoza, O. Barrantes, A. Broca, R. Reiné y C. Ferrer ..........................................................................

    Capacidad de rebrote del triticale de doble aptitud (forraje y grano): influencia de la densidad desiembra y la dosis de nitrógeno.F. Llera Cid, V. Cruz Sobrado, A.M. Rivera Martín y F. Rodríguez Moreno ........................................................

    Estudio de la tasa de ahijamiento e índice de supervivencia del triticale de doble aptitud (forraje y grano).F. Llera Cid, A.M. Rivera Martín, V. Cruz Sobrado y F. Rodríguez Moreno ........................................................

    Influencia del aporte durante cuatro años consecutivos de fósforo, potasio y otros nutrientes sobrela producción, composición botánica y calidad de pasto de dehesa.O. Santamaría, M.J. Poblaciones, L. Olea, S. Rodrigo, J. Guerra y T. García-White ...........................................

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  • Efecto del manejo de residuos de Lolium multiflorum dejados en campo sobre la faunamicrobiana y la actividad enzimática del suelo.L. San Emeterio, L. Múgica, L. Canals y R. M. ........................................................................................

    Efecto de la profundidad de siembra en la emergencia de especies pratenses.B.R. Vázquez-de-Aldana, A. García-Ciudad, A. Álvarez y B. García-Criado ......................................................

    Obtención de un índice de ensilabilidad adaptado a zonas templado-húmedas a partir de una población de forrajes de parámetros de sensibilidad conocida.A. Martínez-Fernández, M. González Arrojo, A. Soldado y A. Argamentería .....................................................

    Validación de la tecnología NIRS como herramienta para el control de calidad de forrajes.A. Soldado, A. Martínez-Fernández, F. Vicente y B.de La Roza-Delgado ........................................................

    Aplicación de la técnica NIRS para la estimación de la composición química del sorgo forrajero, pasto del Sudán e híbridos de sorgo X pasto del Sudán.M.J. Bande-Castro, S. Pereira-Crespo, N. Díaz-Díaz y J. Piñeiro-Andión ........................................................

    Estimación de la proteína no degradable en el rumen de pastos de la montaña leonesaempleando el CNCPS (Cornell).C. Valdés, S. Andrés, F.J. Giráldez, R. García, R. Peláez y A. Calleja ..............................................................

    TERCERA PARTEPRODUCCIÓN ANIMAL CON BASE A PASTOS

    CAPÍTULO INTRODUCTORIO:La ganadería extensiva en Castilla-La Mancha.A. Daza ........................................................................................................................................

    Análisis de la información contenida en la base de datos “Pastos Españoles (SEEP)” para la obtención de tablas de racionamiento.M. Maroto Molina, A. Gómez Cabrera, J.E. Guerrero Ginel, A. Garrido Varo y D. Pérez Marín .............................

    Predicción de la composición botánica de la dieta de herbívoros silvestres mediante NIRS.E. Albanell, J. Bartolomé, I. Cristobal y J. Cassinello .................................................................................

    Caracterización de los estiércoles generados en explotaciones de ganado doméstico en Navarra.J.M. Mangado y L. Garraza ............................................................................................................

    Balance de nitrógeno en vacas de leche en pastoreo.A.I. Roca-Fernández, MªD. Báez Bernal y A. González-Rodríguez ................................................................

    Efecto del pastoreo rotacional simplificado sobre la producción lechera de vacas frisonas y normandas.A.I. Roca-Fernández, L. Delaby, A. González-Rodríguez, Mª.E. López-Mosquera, Y. Gallard y S. Leurent ...............

    Efecto de la disponibilidad diaria de hierba sobre la producción y calidad del pasto y de la leche envacuno.A.I. Roca-Fernández, A. González-Rodríguez y O.P. Vázquez-Yáñez ...............................................................

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  • Estudio de sistemas de acabado de corderos en producción ecológica: efecto de la alimentación y el sexo.V. Cañeque, C. López-Carrasco, O. López, M. T. Díaz, M. Ramos, A. Rivas, I. Muiño y J. de la Fuente ...................

    Efecto del sexo y del sistema de alimentación sobre las características de la canal y calidad de lagrasa de terneros de raza avileña-negra ibérica.A. Daza, A. I. Rey, C. López-Carrasco y C. J. López Bote ...........................................................................

    Producción de cerdos ibéricos de montanera en la provincia de Badajoz (Extremadura. España).J. Gonzalo, S. Morales, M.J. Poblaciones y L. Olea ..................................................................................

    Consumo de boj balear (Buxus balearica Lam. 1785) por el extinto Myotragus balearicus Bate 1909.J. Bartolomé, C. Retuerto, X. Martínez, J. Antoni Alcover, P. Bover, J.Cassinello y E. Baraza ................................

    El ganado vacuno en el mantenimiento y recuperación de pastos en áreas abandonadas.Fertilización y dispersión de especies.M.J. Leiva Morales, J.M. Mancilla Leyton y A. Martin Vicente .....................................................................

    Pastoreo por caprino en zonas abandonadas en el espacio natural de Doñana. Producción ycomposición de pastos.M.J. Leiva Morales, J.M. Mancilla Leyton y A. Martin Vicente .....................................................................

    Aversión condicionada a hojas de olivo en ovino.C.L. Manuelian, E. Albanell, A.A.K. Salama y G. Caja ...............................................................................

    Evaluación de la vulnerabilidad del suelo a la degradación por pastoreo y estimación de lacapacidad de carga física en explotaciones ganaderas de montaña mediterránea y tropical.R. Blanco Sepúlveda ........................................................................................................................

    Objetivos empresariales y familiares de los ganaderos de sistemas ovinos en un espacio de altovalor ambiental.B.A. Zamudio, E. Manrique y A.M. Olaizola ............................................................................................

    CUARTA PARTESISTEMAS Y RECURSOS SILVOPASTORALES

    CAPÍTULO INTRODUCTORIO:De cómo las dehesas se confundieron con su nombre. Reflexiones sobre la génesis histórica delos sistemas adehesados.F.J. Ezquerra Boticario ......................................................................................................................

    Efecto de la sequía en el estado y fenología de masas de Quercus ilex en dehesas del suroeste de Madrid.R. Benavides, A. Lázaro y F. Valladares .................................................................................................

    ¿Influye la cubierta vegetal bajo el dosel arbóreo sobre el contenido en nutrientes y el estadohídrico de la hoja de encina en la dehesa?A.M. García Moreno, M.D. Carbonero Muñoz, F. Moreno Elcure, J.R. Leal Murillo,M.T. Hidalgo Fernández y P. Fernández Rebollo .......................................................................................

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  • Biomasa ramoneable procedente de resalveos sobre tallares envejecidos de encina.J.A. Bravo Fernández, D. Barrero Gamonal, G. Martínez González, R. Serrada Hierro y S. Roig Gómez .................

    Composición en ácidos grasos y tocoferoles de la bellota de encina en el CIA “Dehesón delEncinar”, Toledo.C. López-Carrasco, A.I. del Rey, A. Daza y C. J. López Bote .......................................................................

    Composición en ácidos grasos y tocoferoles del pasto herbáceo de otoño en una dehesa toledana.C. López-Carrasco, A. I. Rey, A. Daza y C. J. López Bote ...........................................................................

    La composición química de la bellota en la dehesa. Influencia del peso.M.D. Carbonero Muñoz, A. García Moreno y P. Fernández Rebollo ..............................................................

    Efecto de las heladas sobre la capacidad germinativa de bellotas de encina.M.R. Chambel, M. Couto, J. Antón, C. López-Carrasco, S. Mutke y S. Roig ....................................................

    Interés del uso de praderas perennes como cubiertas vegetales en viñedos mediterráneos.J. Gulías, A. Pou, M. Tomás, H. Medrano, M.A. Conesa y J. Cifre ................................................................

    Respuesta al abonado, acolchado y ramoneo de tres arbustos forrajeros en ambientes semiáridos.M.E. Ramos Font, A.B. Robles, J. Ruiz-Mirazo y J.L. González Rebollar ........................................................

    Rendimiento productivo y composición química del arbusto forrajero Tithonia diversifolia en unazona del valle del Cauto, Cuba.D. Verdecia, J. Ramírez, R. Bodas, I. Leonard, F.J. Giráldez, S. Andrés, A. Santana, R. Herrera y S. López .............

    Contribución de las cubiertas permanentes de especies de leguminosas a los serviciosecosistémicos en un olivar castellano-manchego.A.J. Hernández y J. Pastor .................................................................................................................

    Optimización según criterios económicos del diseño de sistemas silvopastorales en áreas agrícolasabandonadas de Galicia.M. Pasalodos-Tato, T. Pukkala, A. Rigueiro, E. Fernández y R. Mosquera .......................................................

    Efecto del tipo de fertilizante sobre el pH, la producción y el contenido en potasio y fósforo en unsistema silvopastoral de Pinus pinaster Aiton.M.R. Mosquera-Losada, V. Argibay y A. Rigueiro-Rodriguez ........................................................................

    Efectos de la gestión del sistema silvopastoral del monte Pinar Grande (Soria) sobre la producciónde hongos silvestres comestibles.F. Martínez-Peña, R. Alonso Ponce, J. Aldea, T. Ágreda, L.M. Fernández-Toirán y S. Roig ...................................

    Desbroces con siembra para el fomento del conejo de monte.F. Guil, F. Silvestre, R.Moreno-Opo, M. Martínez-Jáuregui, M. Fernández-Olalla y S. Agudín ...............................

    Selección y desplazamiento de bellotas y hayucos por la fauna en una antigua dehesa mixta derobles y hayas: efectos de la calidad y localización de la semilla.R. Perea García-Calvo, A. San Miguel Ayanz y L. Gil Sánchez .....................................................................

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  • Evaluación de la percepción de las poblaciones locales de los cambios de usos del suelo enpaisajes culturales agrosilvopastorales en dos zonas de diferente desarrollo.A.J. Rescia y M.E. Pérez-Corona .........................................................................................................

    Respiración del suelo en zonas riparias: efecto de la materia orgánica, de la vegetación herbácea y de la biomasa de raíces.T. Martínez, L. González y J.A. Delgado .................................................................................................

    Flujos de CO2 del suelo en una dehesa del centro peninsular.C. Uribe, L. Hernando, M. Roman, S. Roig y R. Inclán ..............................................................................

    Variaciones estacionales de óxido nitroso en praderas de pastoreo en Galicia.A. Louro López, D. Báez Bernal, M.I. García Pomar y J. Castro Ínsua ...........................................................

    Resistencia a la penetración en suelos de dehesa. Variación a lo largo del año e influencia delcontenido de carbono.F. Moreno Elcure, M.D. Carbonero Muñoz, A.M. García Moreno, J.R. Leal Murillo, M.T. Hidalgo Fernándezy P. Fernández Rebollo .....................................................................................................................

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  • Isabel Albizu Beitia (Neiker-Tecnalia)Dolores Báez Bernal (CIAM Xunta Galicia)María José Bandé Castro (CIAM Xunta GaliciaOlivia Barrantes Díaz (Univ. Zaragoza)Juan Busqué Marcos (CIFA-Cantabria)Rafael Caballero G. de Arévalo (CCMA-CSIC)Alfredo Calleja Suárez (Univ. León)Laura Campo Ramírez (CIAM Xunta Galicia)Rosa María Canals Tresserras (Univ. P. Navarra)María Dolores Carbonero Muñoz (Univ. Córdoba)Eduardo Chinea Correa (Univ. La Laguna)Cristina Chocarro Gómez (Univ. Lleida)Begoña de la Roza Delgado (SERIDA)Ignacio Delgado Enguita (CITA Zaragoza)Rosario Fanlo Domínguez (Univ. Lleida)Rocío Fernández Alés (Univ. Sevilla)Federico Fernández González (Univ. Castilla La Mancha)Pilar Fernández Rebollo (Univ. Córdoba)Gonzalo Flores Calvete (CIAM Xunta Galicia)Ricardo García Navarro (Univ. León)Antonia García Ciudad (IRNASA-CSIC)Antonio González Rodríguez (CIAM Xunta Galicia)Jose María Herranz Sanz (Univ. Castilla La Mancha)Jaume Lloveras Vilamanya (Univ. Lleida)Celia López-Carrasco Fernández (JC Castilla La Mancha)Enrique Manrique Persiva (Univ. Zaragoza)Adela Martínez Fernández (SERIDA)Antonio Martínez Martínez (SERIDA)Leopoldo Olea Márquez Prado (Univ. Extremadura)Rosa Pérez Badía (Univ. Castilla La Mancha)Cristina Pérez-Carral Lorenzo (Univ. Huelva)Juan Piñeiro Andión (CIAM Xunta Galicia)Beatriz R. Vázquez de Aldana (IRNASA-CSIC)Reiné Reiné Viñales (Univ. Zaragoza)Ana Belén Robles Cruz (EE Zaidín- CSIC)María del Pilar Rodríguez Rojo (Univ. Castilla La Mancha)Sonia Roig Gómez (Univ. Politécnica Madrid)Jabier Ruiz Mirazo (EE Zaidín- CSIC)Gregorio Salcedo Díaz (IES La Granja. Cantabria)Alfonso San Miguel Ayanz (Univ. Politécnica Madrid)Leticia Sanemeterio Garciandía (Univ P. Navarra)Oscar Santamaría Becerril (Univ. Extremadura)Santiago Sardinero Roscales (Univ. Castilla La Mancha)

    COMITÉ CIENTÍFICO

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  • PRESENTACIÓN

    Castilla – La Mancha, en general, y Toledo, en particular, son tierras de diversidad,pero también de encuentro, de integración. Lo son desde los puntos de vista geográficoy biológico, y también, gracias a su larga historia, desde el humano y el cultural.Precisamente una de las consecuencias de ese largo proceso de co-evolución de dife-rentes sociedades y culturas con nuestro variado medio natural es el dominio de paisa-jes humanizados, o culturales, como indica el lema de la L Reunión Científica de laSociedad Española para el Estudio de los Pastos. Se trata de sistemas productivos que,como la dehesa o los mosaicos de bosque, matorral, pastos herbáceos naturales y cul-tivos, son esenciales para generar empleo y riqueza y para hacer posible el desarrollo ruralsustentable. Pero su interés no es sólo productivo; son también ecosistemas que des-empeñan una vital labor de regulación y que albergan elevados niveles de biodiversidad,de lo que es buena prueba que Castilla – La Mancha contribuye a la red Natura 2000con casi dos millones de hectáreas, lo que representa un 23% del territorio regional y un13,6% de toda la superficie de la red en España. Son sistemas que atesoran un valiosopatrimonio cultural y que contribuyen a satisfacer la creciente demanda de paisaje, re-creo y tranquilidad de una sociedad cada vez más urbana. Para finalizar, son también sis-temas antiguos, creados por sociedades con necesidades muy diferentes de las actua-les y que, como ellas, gracias a su diversidad y versatilidad, han sabido y podido adap-tarse a la aparición continua de nuevos paradigmas.

    Los pastos, en sus diversas variantes (naturales y sembrados, herbáceos, arbustivosy arbóreos) forman parte esencial del medio natural y contribuyen, de forma sustancial,al bienestar de la sociedad mediante servicios de abastecimiento, de regulación y de ca-rácter cultural. Precisamente por ello, para garantizar su persistencia y su eficiencia en lasatisfacción sostenida de las necesidades humanas, es hoy más imprescindible quenunca su conocimiento científico. A ello, con un planteamiento pluridisdisciplinar y de in-tegración, se dedica la Sociedad Española para el Estudio de los Pastos. Espero que lastrabajos que incluye esta publicación, que ha generado su L Reunión Científica y hoy tengoel placer de presentar, contribuyan a hacer posible ese objetivo y nos permitan conocer,conservar y aprovechar racionalmente ese valioso patrimonio del que todos somos res-ponsables.

    Jose Luis Martínez GuijarroConsejero de Agricultura y Medio Ambiente

    Junta de Comunidades de Castilla La Mancha

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  • PARTE PRIMERA

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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  • CAPITULO INTRODUCTORIO

    LA VEGETACIÓN DE LA PROVINCIA DE TOLEDO

    F. FERNÁNDEZ-GONZÁLEZ *

    RESUMENSe presenta una sinopsis de la vegetación de la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha,

    España central). Tras un resumen de las características geográficas, fisiográficas, climáticas ylitológicas de la provincia, se describen sus principales unidades biogeográficas, incluyendo lahistoria de usos del territorio. Se relacionan las comunidades vegetales que conforman la vege-tación de los dos sectores principales reconocidos, agrupadas por tipos de hábitats, con comen-tarios sobre su problemática e interés de conservación.

    Palabras clave: tipos de hábitats, comunidades vegetales, biogeografía, conservación deflora y vegetación, España central.

    FITOGEOGRAFÍA DE TOLEDOLa distribución de la flora y las comunidades vegetales toledanas está condicionada en pri-

    mer término por la compleja litología de la provincia. Ésta, de 15370 km2 de extensión, tieneforma rectangular, con su eje mayor, de casi 200 km, orientado en sentido este-oeste, a lolargo del valle medio del Tajo y entre las dos cordilleras que lo flanquean, el Sistema Centralal norte y los Montes de Toledo al sur. Los relieves de estas cordilleras, labrados en rocas silí-ceas paleozoicas, y los glacis sedimentarios que se extienden a sus pies, dominan el tercio oc-cidental y noroccidental de la provincia y su franja meridional, conformando un territorio de sue-los silíceos que desde el punto de vista biogeográfico se enmarca en el denominado sectorToledano-Tagano. En contrapartida, el centro de la fosa del Tajo, entre Talavera de la Reina yToledo, y el tercio oriental de la provincia, están ocupados por terrenos sedimentarios arcillo-sos, calcáreos o yesíferos, que se adscriben biogeográficamente al sector Manchego (Fig. 1 y2). Estos dos sectores, que se reparten casi equitativamente la superficie provincial, son la re-presentación local de las dos provincias biogeográficas del interior peninsular: MediterráneaIbérica occidental (subprovincia Luso-Extremadurense) y Mediterránea Ibérica central (sub-provincia Castellana), diferenciadas por la preponderancia de sustratos silíceos y calcáreos, res-pectivamente (Rivas-Martínez et al., 2002).

    La altitud media de la provincia es de 600 m y la variación altitudinal moderada, exce-diendo apenas el millar de metros (300 m en el Tajo a su salida de la provincia y 1447 men las cumbres de los Montes de Toledo). Por ello, el clima es más homogéneo que la lito-

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    * Instituto de Ciencias Ambientales, Universidad de Castilla-La Mancha, 45071 Toledo (España)

  • logía. De acuerdo con las clasificaciones climáticas usuales en el estudio de la vegetación,la gran mayoría del territorio provincial encaja en el tipo mesomediterráneo seco (Rivas-Martínez, 2007), con un marcado contraste estacional (inviernos fríos y veranos calurososy muy secos), como corresponde a su ubicación en el interior peninsular. Las lluvias son mo-deradas, principalmente primaverales y otoñales, con totales anuales comprendidos entre350 y 600 mm en la mayor parte del territorio, que se reducen progresivamente hacia eleste, donde en algunas localidades de La Sagra y la cuenca guadianesa se roza el clima se-miárido. La precipitación alcanza sus mayores valores en el occidente provincial, más ex-puesto a los temporales ábregos, de forma que los valles del Tiétar y del Alberche y los re-lieves de los Montes de Toledo gozan de climas subhúmedos; en las cumbres de la sierrade San Vicente y de los Montes probablemente se superan los 1000 mm, valores propiosdel ombrotipo húmedo. En estas montañas se alcanzan temperaturas propias del clima su-pramediterráneo por encima de los 1000 (±50) m, lo que supone apenas un 3% de la su-perficie provincial. Los enclaves más cálidos se sitúan en los riberos occidentales del Tiétary del Tajo, así como en los afluentes del Guadiana en su tramo del Cíjara.

    El análisis detallado de las dos principales unidades biogeográficas toledanas permiteconcretar otros aspectos. En lo que respecta al sector Toledano-Tagano, al norte del Tajo losgrandes relieves del Sistema Central quedan fuera de la provincia (Fig. 2), adentrándose enToledo sólo su contrafuerte meridional, el bloque granítico del Piélago, con la Sierra de SanVicente como accidente principal, prolongado hacia el noreste por la Sierra de Higuera yhacia el suroeste por las lomas graníticas del Berrocal de Talavera, que deslindan las cuen-cas del Tiétar y Alberche. Estas últimas están rellenas de sedimentos más o menos areno-sos, que enlazan con los del Campo de Talavera y la Campana de Oropesa; en algunos en-claves, como en el río Guadyerbas, tributario del Tiétar, o en la confluencia del Alberche conel Tajo, los depósitos arenosos son tan potentes y tamizados que cobijan algunas plantasespecialistas de este tipo de sustratos desfavorables por su movilidad y escasa capacidadde retención hídrica. Las cuencas del Alberche y del Guadarrama están separadas por unlomo sedimentario de arenas con matriz arcillosa (arcosas de la facies Madrid), que ocupael norte de la comarca de Torrijos, y en el que escasean los elementos florísticos ibéricossuroccidentales, por lo que fitogeográficamente se ha adscrito al sector Guadarrámico (Fig.2), el más continental e interior de la provincia Mediterránea Ibérica occidental.

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

    Figura 1.- Las comarcas de la provincia de Toledo (fuente: Diputación de Toledo).

  • Los Montes de Toledo constituyen la vértebra toledana de la denominada cordilleraOretana, que corre paralela al Sistema Central al sur del Tajo, y está conformada por un la-berinto de sierras labradas en granitos, migmatitas, pizarras y cuarcitas; la mayor dureza deestas últimas ha actuado como principal condicionante del relieve. Las sierras occidentalesde La Jara son ligeramente más lluviosas, en tanto que en el macizo central (Rocigalgo,1447 m; Corral de Cantos, 1419 m) se hallan las mayores extensiones supramediterráne-as. Las sierras orientales pierden altitud progresivamente, se van tornando más secas y searticulan en dos alineaciones, que discurren una hacia Mora y otra hacia Madridejos. Al nortey al sur de las sierras y en las depresiones internas se han depositado abanicos de sedimen-tos rojizos, con bancos superficiales de cantos cuarcíticos, que reciben el nombre de rañas.Otra unidad original de este conjunto es la denominada Meseta Cristalina (comarca de LaSisla), una rampa granítica completamente arrasada por la erosión, exceptuando unospocos ‘montes-isla’, que se extiende desde el pie de los relieves septentrionales de losMontes hasta la fractura por la que discurre el cauce del Tajo.

    El territorio toledano adscrito al sector Manchego es más homogéneo desde el puntode vista climático, puesto que prácticamente en su totalidad encaja en el bioclima meso-mediterráneo seco, pero encierra una notable variabilidad litológica que permite reconocervarias unidades. De oeste a este, la comarca de Torrijos, surcada por el Guadarrama, estácaracterizada por arcosas con matriz arcillosa más o menos calcárea, de tonos ocres (fa-cies Toledo), que se van tornando grisáceas hacia occidente, hasta las inmediaciones deTalavera. Al este del Guadarrama se extiende la comarca de La Sagra, ocupada por margasverdosas y grises oscuras –que asientan los suelos más feraces de la provincia– y margasyesíferas; la arcillosidad de los suelos favorece los fenómenos de endorreísmo y la acumu-lación local de sales. En la Mesa de Ocaña las margas yesíferas están coronadas por unacobertera calcárea pontiense, elevada a unos 800 m de altitud. Por último, la ‘Mancha gua-dianesa’ invade el ángulo sudoriental de la provincia, en las cuencas del Cigüela y Riansares,

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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    Figura 2.- Fitogeografía de la provincia de Toledo y territorios limítrofes. Sectores Toledano-Tagano (T-T),Manchego (M), Guadarrámico (Gu) y Bejarano-Gredense (Gr), estos dos últimos pertenecientes a la

    subprovincia Carpetana (Sistema Central). Para facilitar las referencias se incluyen las principales zonasribereñas de ríos y lagunas (R).

  • tributarios del Guadiana. Aquí el espesor del manto sedimentario es menor, lo que permitela emergencia de algunos isleos metamórficos a modo de apéndices orientales de losMontes (Sierra del Romeral en Villafranca y cerros de Lillo, Corral de Almaguer, PuertoLápice, etc.). La llana topografía, apenas incisa por cauces fluviales, favorece la formaciónde cuencas endorreicas con lagunas temporales o permanentes, en su mayoría salobres porlas aportaciones de los estratos yesíferos subyacentes.

    La separación entre los sectores Toledano-Tagano y Manchego dista de ser nítida. Poruna parte existen transiciones entre las arcosas predominantemente silíceas o calcáreas dela comarca de Torrijos, que se complican además en las superposiciones con las terrazasfluviales del Tajo y sus principales afluentes. Por otra, en el primero de los sectores existendiversos afloramientos de rocas metamórficas calcáreas, como los mármoles deMontesclaros (Sierra de San Vicente) o de algunos enclaves salpicados por los Montes deToledo. La Meseta Cristalina es otro territorio complejo, por la presencia de migmatitas car-bonatadas por alteración, pizarras verdosas carbonatadas y mármoles, que asientan sue-los calcáreos sobre los que prosperan comunidades vegetales de tipo manchego, forman-do mosaicos y mezclas con las comunidades silicícolas que medran en las facies no carbo-natadas.

    USOS DEL TERRITORIOLa historia de usos del territorio constituye el tercer factor modelador de la distribución

    de las comunidades vegetales. La provincia de Toledo tiene en la actualidad casi dos ter-cios de su superficie dedicados a cultivos agrícolas, a los que cabe agregar cerca de un 15%(entre dehesas, matorrales y pastos desarbolados) transformado principalmente por usosganaderos. La distribución de los usos del territorio sigue también patrones fitogeográficos,puesto que la agricultura se ha concentrado secularmente en los terrenos sedimentarios,fáciles de arar y más productivos, del sector Manchego (exceptuando los yesos), ademásde las arcosas y parte de las rañas, mientras que los usos ganaderos y forestales se hanorientado hacia los sustratos silíceos y las áreas de montaña.

    La transformación del paisaje se produjo en varios pulsos, que comienzan en el Neolíticocon las primeras deforestaciones asociadas a incendios, cultivos de cereal y leguminosas yactividad ganadera. La agricultura se expandió durante el período romano, cuando se intro-dujeron probablemente la vid y el olivo, y posteriormente durante la dominación árabe, conexcepción de los siglos de inestabilidad bélica. El pulso definitivo se inicia tras la recoloni-zación cristiana del territorio, entre los siglos XI (reconquista de Toledo) y XIII (batalla deNavas de Tolosa); a finales de este último siglo se instaura la organización ganadera de LaMesta. A tenor de las crónicas, a principios del siglo XVI la deforestación era ya extensiva enlas comarcas del centro y el este de la provincia, hasta el punto de que ya habían empeza-do a promulgarse normativas protectoras de los bosques. A esta expansión progresiva delos usos agropecuarios escaparon las áreas de montaña: La Jara, principal recurso forestalde la comarca de Talavera; la sierra de San Vicente, hasta la que llegaba el perímetro deabastecimiento de Madrid; y los Montes de Toledo, cuya explotación forestal (leña, carbo-neo y roturaciones temporales en las rañas) fue estrechamente vigilada desde la ciudad deToledo, su propietaria entre 1284 y 1835.

    Las desamortizaciones de la segunda mitad del siglo XIX acarrearon una serie de rotu-raciones y esquilmas locales de los recursos forestales en estas áreas hasta entonces bienconservadas, que se prolongarían en la primera mitad del siglo pasado. Sus efectos, no obs-tante, serían moderados por la nueva estructura latifundista de la propiedad y el progresi-vo abandono posterior de los usos agropecuarios tradicionales, de forma que durante el úl-timo medio siglo se ha registrado una recuperación de los montes por dinámica natural y

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

  • por reforestaciones practicadas sobre todo con pino resinero (Pinus pinaster). En la déca-da de 1980 se configuran los aprovechamientos cinegéticos hoy predominantes en las sie-rras, y se inician las reforestaciones de tierras agrarias, con lo que se consolida la recupe-ración forestal de los últimos decenios. En la actualidad, tres sistemas ganaderos extensi-vos operan en el territorio (Caballero et al. 2010): el sistema cereal-ovino manchego, lossistemas de dehesa del occidente provincial, con ovino y bovino; y los sistemas cinegéticosde ungulados, extendidos en los Montes de Toledo y en algunas fincas del noroeste de laprovincia. Los dos primeros registran declives mientras que el último constituye un elemen-to emergente en la economía de las áreas rurales, con problemas locales debido a las ten-dencias hacia la intensificación.

    De acuerdo con el Tercer Inventario Forestal Nacional de 2004 (Martínez Sánchez-Palencia y Marco, 2006), los bosques y formaciones arboladas apenas ocupan un 25% deltotal de la superficie de la provincia de Toledo, lo que supone las tres cuartas partes de susuperficie forestal. Dominan las formaciones de frondosas (75%, principalmente encinares),seguidas de las masas mixtas (13%, repartidas entre encinares con enebros y masas dequercíneas y pinos) y de coníferas (12%, principalmente pinares resineros de plantación re-ciente).

    La población de la provincia asciende a unos 700000 habitantes, aunque su distribu-ción territorial es muy desigual, puesto que sólo las comarcas de Toledo y Talavera (Fig. 3)alcanzan densidades elevadas, seguidas por el pasillo de La Sagra; en el resto de las co-marcas la densidad es inferior a 40 hab./km2, siendo La Jara la más despoblada (9hab./km2).

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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    Figura 3.- Pisos bioclimáticos de la provincia de Toledo: termotipos mesomediterráneo (MM) ysupramediterráneo (SM) y ombrotipos seco (SE), subhúmedo (SH) y húmedo (HU); ‘i’ y ‘s’ denotan los

    horizontes inferior y superior de cada ombrotipo. Cartografía basada en el índice de termicidad y elíndice ombrotérmico anual de Rivas-Martínez (2007) calculados a partir del Atlas Climático de

    Ninyerola et al. (2005).

  • LA VEGETACIÓN DEL SECTOR MANCHEGOEn los apartados que siguen, se exponen sucintamente los principales tipos de vegetación

    representados en los dos sectores de la provincia de Toledo. En aras de la brevedad, se seña-lan sólo algunas de las especies directrices de cada uno de ellos; para descripciones más ex-haustivas puede consultarse la bibliografía que se cita a lo largo del texto, así como varias mo-nografías sobre la flora (Charco et al., 2008) o sobre la vegetación (Laorga, 1986; Ruiz, 1986;Rivas-Martínez et al., 2001; Peinado et al., 2008). Aquellas especies incluidas en el CatálogoRegional de Especies Protegidas de Castilla-La Mancha se destacan con un asterisco (*) trassu nombre científico. La clasificación de la vegetación se emplea hoy generalizadamente parareconocer los tipos de hábitats, unidades en las que se basa también la priorización de obje-tivos para las estrategias de conservación de la biodiversidad (EC, 2007). Por ello, tras elnombre, resaltado en negritas, de cada tipo de vegetación, se indica mediante un exponentecon las letras D o C, respectivamente, si el correspondiente tipo de hábitat se halla incluidoentre los de interés europeo de conservación de la Directiva 92/43 de la UE (D), o entre loshábitats de protección especial de Castilla-La Mancha (C) (Martín et al., 2003; Fernández-González et al., 2009; Ruiz y Serrano, 2009; VV.AA., 2009). El mapa de la Figura 4 resumelas unidades de vegetación potencial natural reconocidas en el territorio.

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

    Figura 4.- Principales series de vegetación de la provincia de Toledo (de Rivas-Martínez 1987, conpequeñas modificaciones): encinares toledano-taganos (Pyro-Quercetum rotundifoliae) típicos (PQr),

    con quejigos (PQrb), termófilos con acebuches y esparragueras blancas (PQro) y termófilos conlentiscos (PQrl); encinares manchegos (Asparago-Quercetum rotundifoliae) (AQr); encinares

    guadarrámicos (Junipero oxycedri-Quercetum rotundifoliae) (JQr); alcornocales (Sanguisorbo-Quercetumsuberis) (SQs); quejigares levantinos (Cephalanthero-Quercetum fagineae) (CQfc); melojares toledano-

    taganos meso- (Arbuto-Quercetum pyrenaicae) (AQp) y supramediteráneos (Sorbo torminalis-Quercetumpyrenaicae) (SQp); melojares y pinares supramediterráneos carpetanos (LQp) y series de la alta

    montaña gredense (AM); series de vegetación ribereña de ríos y lagunas (VR).

  • Bosques y matorralesAunque los encinares(D) basófilos mesomediterráneos manchegos se considera que

    constituyen la vegetación potencial natural de la porción toledana del sector, los vestigiosque subsisten son escasos y están acantonados en pequeños relieves que han escapadoa las transformaciones agrícolas extensivas o en algunas fincas que los han conservado ex-cepcionalmente. Tampoco quedan testimonios de quejigares levantinos(D), aunque esteárbol (Quercus faginea subsp. faginea) tiene una presencia dispersa en el tercio oriental dela provincia e incluso llega a ser localmente abundante en algunos de los barrancos que cir-cundan la Mesa de Ocaña, no lejos de las representaciones de quejigar mesomediterráneoque hay en el entorno de Chinchón, al sur de Madrid. Las superficies ocupadas por el pinocarrasco (Pinus halepensis), del que existen masas de aspecto seminatural al este del lími-te provincial, parecen tener su origen en repoblaciones. Los coscojares(C) (Quercus cocci-fera), como etapa arbustiva preforestal están algo más extendidos en los terrenos calcáre-os y yesíferos, aunque sin ocupar grandes extensiones. En su composición intervienen al-gunas especies protegidas como el espantalobos (Colutea hispanica*) o las efedras (Ephedraspp.*). Por último, los retamares(D) de retama común o de bolas (Retama sphaerocarpa)ocupan extensiones relevantes sobre todo en los terrenos arcósicos, en los que los usos ga-nadero y agrícola debieron compartir en mayor medida el territorio.

    En los matorrales basófilos manchegos se distinguen los propios de suelos calcáreosmás o menos decapitados o degradados, y los de suelos yesíferos. Los matorrales calcí-colas(D) presentan fisonomías variadas, dependiendo de las especies dominantes: romera-les (Rosmarinus officinalis), a menudo con romerina (Cistus clusii), aliagares (Genista scor-pius, G. pumila), salviares (Salvia lavandulifolia), espliegares (Lavandula latifolia) o tomilla-res (Thymus spp., Teucrium spp.). La riqueza florística, sobre todo de labiadas y cistáceas,es considerable, aunque se empobrece sensiblemente en las arcosas de la comarca deTorrijos. Genista pumila y Astragalus clusianus diferencian el territorio manchego-guadianés.

    Las estepas yesíferas(DC) han escapado relativamente a las transformaciones agríco-las a causa de su limitada productividad, y se hallan bien representadas en las comarcasde La Sagra y la Mesa de Ocaña, donde conforman paisajes únicos en Europa, dominadospor matorrales de gipsófitos que alternan con espartales, albardinares y costras de musgosy líquenes. Jabunos (Gypsophila struthium), garbancillos (Ononis tridentata subsp. tridenta-ta) y otros caméfitos (Helianthemum squamatum, Thymus lacaitae, Lepidium subulatum,Centaurea hyssopifolia, Teucrium pumilum*, Vella pseudocytisus*) son abundantes en el ma-torral. El mayor LIC de la Red Natura 2000 dedicado a este tipo de hábitat se halla en elnorte de Toledo, en la margen izquierda del Tajo.

    El predominio de litologías blandas hace que las comunidades de roquedoscalcáreos(DC) estén muy pobremente representadas en la Mesa de Ocaña, donde tambiénse conservan en ambientes rupestres algunas surgencias con formación de tobas calcáre-as(DC).

    Los pastizalesLa preponderancia del uso agrícola limita la extensión de los pastos en el sector

    Manchego. Los más aparentes en el paisaje son los espartales de Stipa tenacissima, deinconfundible aspecto amacollado, tolerantes a la sequía y capaces de estabilizar suelos pen-dientes, pedregosos, arcillosos o yesíferos. Sobre suelos calcáreos o margosos poco pro-fundos prosperan, aunque poco abundantes en el territorio, los cerverales(D), pastizales vi-vaces de Brachypodium retusum y otras gramíneas de pequeña talla, ricos en anuales y amenudo con participación de caméfitos. En suelos profundos, más o menos arcillosos, y si-tuaciones topográficas que favorecen la permanencia de humedad, crecen los fenalares(D)

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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  • de Brachypodium phoenicoides, en los que además pueden ser frecuentes ciertas especiesde orquídeas silvestres, lo que realza su interés florístico. Territorialmente son más frecuen-tes en el entorno de bosques ribereños, como las olmedas, aunque también ocupan situa-ciones favorecidas ligadas a los bosques y arbustedas esclerofilas.

    Dentro de los pastizales anuales basófilos(D), bien representados en todo el sector yen los afloramientos de rocas metamórficas carbonatadas de la Sisla, los Montes de Toledoy el entorno de la sierra de San Vicente, se distinguen también los de litosuelos calcáreosy los de yesos; estos últimos, con interesantes endemismos (Chaenorhinum reyesii,Ctenopsis gypsophila, Linaria glauca), cuentan con excelentes representaciones en La Sagray la Mesa de Ocaña. Los majadales basófilos(D), ligados al pastoreo intenso, principalmen-te de ovino, ocupan superficies más reducidas y están dominados por Poa bulbosa,Convolvulus lineatus, Plantago albicans y diversas especies de Medicago y Astragalus.

    Exigencias hídricas moderadas, pero mayores que las de los fenalares, son propias delos juncales mediterráneos de junco churrero(D) (Scirpoides holoschoenus), frecuentes alo largo de ríos, arroyos y vaguadas de todo el territorio. Mediante pastoreo intensivo pue-den transformarse en gramales, céspedes típicamente mediterráneos, densos y producti-vos, de grama (Cynodon dactylon), tréboles (como Trifolium fragiferum) y ciperáceas (Carexdivisa y otras especies).

    La vegetación ribereña y los humedales manchegosLa litología y geomorfología del sector Manchego es poco propicia para el desarrollo de

    cauces fluviales importantes, que se reducen en su porción toledana al Tajo y los tramosbajos de sus afluentes. Las olmedas(D) (Ulmus minor), que son los bosques de vega basó-filos que pueden ocupar posiciones más alejadas de los cauces, han sufrido intensas trans-formaciones agropecuarias a causa de la feracidad de sus suelos y quedan pocos y frag-mentarios enclaves, muy afectados además por los episodios de grafiosis e incluso por in-vasiones de ailantos. En cambio, las alamedas(DC) o choperas, bosques ribereños de grantalla que ocupan la primera franja de aluviones estabilizados junto al cauce, sometidos a in-undación al menos parcial durante las avenidas, se hallan bien representados a lo largo delrío Tajo y de sus afluentes principales en la mitad oriental de la provincia. Junto al álamo blan-co (Populus alba) y el chopo (Populus nigra), dominantes, son frecuentes otros árboles ri-parios (olmos, fresnos, almeces –Celtis australis–, sauces arbóreos –Salix alba–, etc.). Lassaucedas arborescentes(DC) colonizadoras de aluviones y riberas castigadas por la erosiónde las avenidas son también escasas en el sector, por el desarrollo limitado de la red fluvialy la regulación hidrológica de los cauces principales; Salix purpurea y S. alba suelen ser lossauces dominantes sobre litologías carbonatadas. Además, en los cauces que discurrensobre yesos, así como en los tramos fluviales en los que el agua contiene sales derivadasde los mismos, como ocurre en la comarca de La Sagra, el papel de las saucedas es des-empeñado por los tarayales(DC), constituidos por varias especies de Tamarix, potentes fre-atófitos tolerantes a la salinidad y a la desecación superficial del suelo, que por ello son tam-bién los únicos árboles capaces de colonizar las riberas de las lagunas salobres. Por su ca-pacidad dispersiva y de colonización, sauces y tarays ocupan con rapidez medios perifluvia-les alterados, como canteras de áridos, huertas abandonadas, etc.

    Los salobrales son frecuentes en el sector Manchego, debido a la llana topografía, lasomera incisión de la red fluvial y la abundancia de sustratos yesíferos, que favorecen la for-mación de cuencas endorreicas con acumulación de cloruros y sulfatos. Existen también al-gunos saladares empobrecidos y deteriorados en la comarca de Talavera, ligados a surgen-cias de aguas freáticas profundas cargadas de sales. La disposición de la vegetación en lossaladares manchegos se acomoda a los gradientes combinados de hidromorfía y de salini-

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

  • dad (Cirujano, 1980, 1981); la concentración de sales en los horizontes superficiales delsuelo está regida por lavados ascendentes durante los períodos de desecación y movimien-tos laterales hacia el fondo de los vasos lagunares durante los períodos de inundación, deforma que el estrés salino para las plantas aumenta hacia las zonas de mayor acumulaciónde sales y en los períodos en los que la desecación del suelo favorece la emergencia de eflo-rescencias salinas. Así, sobre suelos ligeramente salinos que permanecen secos en super-ficie la mayor parte del año, se desarrollan los albardinares(DC), caracterizados por Lygeumspartum, que forma densas fajas anulares en torno a los vasos lagunares. En los albardi-nales con eflorescencias salinas tienen su óptimo algunas de las plantas protegidas de lossaladares manchegos: Limonium spp.* (con varios endemismos manchegos), Lepidumcardamines*, Senecio auricula subsp. castellanus* y el coralillo (Microcnemum coralloi-des*), a los que cabe añadir el endemismo toledano recientemente descrito y quizá extin-to, Helictotrichon devesae. Sobre los suelos fuertemente salinos de las depresiones endo-rreicas, saturados de agua durante los inviernos y primaveras lluviosos, pero secos y con eflo-rescencias salinas durante el verano, se desarrollan los almarjales(DC), comunidades de pe-queñas matas leñosas postradas, con hojas o tallos suculentos, dominadas habitualmen-te por el almarjo o almajo dulce (Suaeda vera subsp. braun-blanquetii) y más raramente porel almajo salado (Arthrocnemum macrostachyum*) o la sapina (Sarcocornia perennis subsp.alpini*). Las comunidades de salicor(DC) (Salicornia patula) ocupan los claros de los almar-jales y son las que más se adentran en las costras salinas, a las que tiñen de tonos rojizosal final del verano. En cambio, sobre suelos salinos que mantienen la hidromorfía y por tantono alcanzan un estrés osmótico tan elevado, prosperan los juncales salinos(DC) de Juncusgerardi, J. subulatus o J. maritimus. El pastoreo en estas comunidades favorece el desarro-llo de gramales salinos(DC) (Aeluropus littoralis) con puccinelias (Puccinellia fasciculata, P.caespitosa, P. hispanica, P. lagascana), llantenes marinos (Plantago maritima subsp. serpen-tina), junquillos negrales (Schoenus nigricans), etc. Por último, en los claros pastoreados oalterados entre la vegetación vivaz se desarrollan pastizales anuales halonitrófilos(DC) ca-racterizados por el albohol manchego (Frankenia pulverulenta) y diversas gramíneas comoSphenopus divaricatus, Parapholis incurva o Hordeum marinum.

    La vegetación acuática halófila(C) comprende diversas especies (Ruppia spp.,Zannichellia spp., Althenia spp.) raras en su distribución provincial y algunas protegidas(Althenia orientalis*, Zannichellia contorta*), a las que cabe añadir las diminutas praderassubacuáticas de hepáticas del género Riella*, igualmente protegidas. Tanto en aguas salo-bres como en aguas dulces más o menos eutrofas, otro tipo destacable de vegetación su-mergida es el constituido por las comunidades de ovas(DC), con distintas especies de cará-ceas, varias de ellas protegidas, que tapizan los fondos lagunares y constituyen una fuentealimenticia principal para la fauna acuática, incluyendo varias anátidas. Los tapices de ovasson particularmente sensibles a la eutrofización y a las alteraciones hidrológicas de los sis-temas lagunares.

    Los helófitos de gran porte están presentes en las lagunas con mayor permanencia dela lámina de agua: los carrizales (Phragmites australis) y espadañares (Typha latifolia, T.dominguensis) forman galerías densas a lo largo de las riberas de ríos y lagunas en las quenidifican y se cobijan diversas aves acuáticas; las formaciones de castañuelas(C)

    (Bolboschoenus maritimus) reemplazan a las precedentes en aguas más salinas; por últi-mo, los masiegares(DC) de Cladium mariscus*, propios de aguas eutrofas o subhalófilas conrégimen de inundación suficientemente estable, son escasos hoy en la provincia a causade la temporalidad de la mayoría de las lagunas y su variado grado de alteración.

    Aunque la flora ligada estrictamente a los humedales comentados en este apartado re-presenta aproximadamente el 10% del total provincial, conforma el cortejo florístico con

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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  • mayor proporción de especies protegidas (Cirujano et al., 1992; Cirujano y Medina, 2002),a las que cabe añadir el importante componente faunístico. La vulnerabilidad de los hume-dales, consecuencia de sus patrones naturales de distribución, extremadamente fragmen-tados, y de su dependencia de la calidad y cantidad del abastecimiento hídrico, ha deter-minado la creación de un buen número de espacios protegidos y su futura gestión integra-da en la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda (García del Castillo et al., 2011).

    Habitats agrícolas y ruderalesConstituyen la vegetación dominante en los paisajes fundamentalmente agrícolas del

    sector Manchego, así como en las áreas urbanas y periurbanas; a través de la red de ca-minos, senderos e infraestructuras, penetran en casi todos los paisajes, incluso en los másnaturales, donde su presencia se reduce notablemente. Cerca de un 40% de las especiesde la flora toledana se hallan vinculadas a este tipo de comunidades, lo que no debe sor-prender si se considera la gran extensión provincial dedicada a la agricultura. Por ello, la pér-dida de biodiversidad en estos hábitats causada por la intensificación de usos afecta a ungran número de especies y una gran proporción del territorio (Concepción, 2011), aunquelos problemas de conservación no sean tan específicos como en otros tipos de hábitats.

    La vegetación arvense está constituida por las denominadas malas hierbas de los cul-tivos agrícolas, de las que unas florecen en primavera (mesegueras) y otras en verano-otoño en los cultivos de secano; en los de regadío la floración es siempre tardía. Su com-posición florística revela diferencias entre los distintos tipos de sustratos (silíceos duros opedregosos, arcosas arenosas, arcosas carbonatadas, suelos calcáreos y yesos), más acu-sadas en las primeras y menos en las últimas. A las comunidades mesegueras correspon-de el mayor repertorio de especies y son también las más afectadas por la intensificaciónagraria (laboreo excesivo, aplicación masiva de herbicidas y fertilizantes, reducción de lin-des y otras superficies no cultivadas).

    El complejo de la vegetación ruderal prospera en los baldíos y solares más próximosa la habitación humana, sobre suelos reiteradamente alterados y a menudo enriquecidosen nitrógeno (comunidades de malvas, cenizos o jaramagos); en los suelos pisoteadosde caminos, senderos y bordes de carreteras (vegetación viaria); en los suelos periódica-mente alterados de lindes y márgenes transitados -comunidades de cebadillas (Hordeumleporinum), jaramagales, cardales (Carduus, Cirsium, Silybum) y tobares (Onopordum) desuelos removidos, etc. Comunidades subnitrófilas florísticamente afines a las de jarama-gos y cebadillas, pero con predominio de otras gramíneas pueden ocupar extensiones im-portantes en áreas pastoreadas que ocasionalmente se roturan, como ocurre en los eria-les a pastos intercalados en zonas agrícolas, o en las dehesas con parcelas rotatorias decultivo. Las comunidades de egílopes (Aegilops spp.) sobre distintos sustratos, las ter-mófilas de trigueras (Stipa capensis) y los pastizales de avenas (Avena spp.) y viboreras(Echium spp.) comunes en algunas rañas adehesadas, son ejemplos de estos pastizalessubnitrófilos. Los herbazales escionitrófilos tienen un carácter más seminatural que lostipos comentados, porque se desarrollan en ambientes semisombríos, usualmente fores-tales, en los que el aporte de nitrógeno proviene en gran parte de la descomposición dela hojarasca acelerada por la mayor radiación que reciben las zonas aclaradas o por laremoción asociada al tránsito de ganado. En los ambientes de bosques ribereños y ca-ducifolios son frecuentes los herbazales presididos por la cicuta mayor (Conium macula-tum), la correhuela mayor (Calystegia sepium) o las aliarias (Alliaria petiolata). En los bos-ques esclerofilos existen comunidades de significado similar, pero dominadas por plan-tas anuales y de menor porte, como el anís gitano (Anthriscus caucalis) y el mastuerzoamargo (Cardamine hirsuta).

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

  • Los suelos alterados de bordes de caminos y campos abandonados pueden asentartambién vegetación leñosa de pequeño porte que reemplaza progresivamente a las comu-nidades pioneras anuales. Entre los matorrales nitrófilos más frecuentes se hallan los bo-linares, dominados por matas de los géneros Santolina y Helichrysum, los sisallares (Salsolavermiculata), de mayor porte, y los ontinares (Artemisia herba-alba). En los suelos pertur-bados o pastoreados con acumulaciones de sales medran los matorrales halonitrófilos(DC),como los tomillares saperos (Frankenia thymifolia) y los orzagales (Atriplex halimus; la orza-ga se emplea en la revegetación de taludes); en estas comunidades tiene su única locali-dad toledana y castellano-manchega el jopo Cynomorium coccineum*. Las arbustedas decambrón (Lycium europaeum) que existen en algunas localidades, siempre cerca de núcle-os urbanos, tienen también un significado ruderal.

    LA VEGETACIÓN DEL SECTOR TOLEDANO-TAGANO

    BosquesLa diferente historia de usos y la mayor variabilidad climática del territorio toledano-ta-

    gano han favorecido una notable diversidad forestal, sobre todo en las áreas de montaña(Fernández-González y Pérez Badia, 2004). El mayor LIC regional de la Red Natura 2000es el designado para los Montes de Toledo, y está en tramitación la declaración como es-pacio protegido de la sierra de San Vicente (Ruiz y Serrano, 2009; Fernández-González etal., 2009).

    Los encinares silicícolas(D), de amplia distribución mesomediterránea luso-extremadu-rense, constituyen el tipo de bosque con mayor extensión actual y potencial. Su amplio in-tervalo altitudinal entraña algunas variaciones de interés. En los enclaves más térmicos delos valles del Tiétar y del Tajo se enriquecen con esparragueras blancas (Asparagus albus),acebuches (Olea europaea var. sylvestris) y arrayanes (Myrtus communis), e incluso, en losriberos del Cíjara, lentiscos (Pistacia lentiscus); estos encinares termófilos(CD) están inclui-dos entre los hábitats de protección especial. En ombroclimas seco-superiores y subhúme-dos, así como en algunas umbrías y vaguadas, incorporan quejigos lusitanos (Quercus fa-ginea subsp. broteroi) y otros elementos más exigentes en el sotobosque, formando bos-ques mixtos frecuentes en los Montes de Toledo y en algunas zonas de los valles del Alberchey el Tiétar. Además, ascienden a cotas supramediterráneas en las solanas abruptas de losMontes de Toledo, empobreciéndose aún más en elementos esclerofilos.

    La menor productividad agrícola de los sustratos silíceos ha favorecido los usos gana-deros, que en amplias extensiones se han basado en el ahuecado de los encinares (tam-bién de los alcornocales) para extender pastos de elevada diversidad florística, alternadosa veces con ciclos de laboreo y cultivo, en los sistemas de dehesa(DC), ampliamente repre-sentados en este sector, donde ocupan más de 100000 ha (21% de la superficie forestalde la provincia). La conservación de las dehesas está hoy sometida a presiones contrapues-tas: el abandono del uso ganadero por falta de rentabilidad, la intensificación promovida porla mecanización y los problemas de regeneración del arbolado (San Miguel, 1994; Pulidoet al., 2002).

    Los alcornocales(D) tienen su óptimo en el cuadrante suroccidental peninsular, en cli-mas termo- y mesomediterráneos subhúmedos y húmedos pero con sequía estival acen-tuada. Sin ser abundantes, en Toledo cuentan con buenas representaciones en las sierrascentrales y occidentales de los Montes de Toledo. En ellas el alcornoque (Quercus suber)suele estar acompañado de algunos caducifolios, como quejigos, arces o robles, ademásde encinas. Aunque desdibujados por el uso agropecuario del territorio, merecen menciónlos fragmentos de alcornocal localizados sobre arenales en las inmediaciones de los ríos

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  • Guadyerbas y Tiétar, desde el Baldío de Velada hacia los llanos de Oropesa y su prolonga-ción en la comarca extremeña del Campo Arañuelo. Sus etapas seriales (codesedas, jaguar-zales y diversos pastizales sabulícolas) albergan elementos de gran interés florístico y bio-geográfico.

    Aunque el enebro de miera (Juniperus oxycedrus subsp. badia) es un acompañante ha-bitual de encinares y alcornocales, se torna dominante y llega a formar masas casi purasen algunos lomos y cresteríos cuarcíticos, laderas rocosas abruptas y berrocales graníticos,en los que la menor profundidad de suelo y la exposición a vientos desecantes son desfa-vorables para las quercíneas. Estos enebrales arbóreos(DC) llegan a alcanzar portes de másde 10 m de altura, tienen una estructura más abierta, y son más pobres en flora forestalque otros bosques esclerofilos (Cano et al., 2007). Aparecen a lo largo de todas las serra-nías paleozoicas de la provincia, destacando los de la sierra de San Vicente, cuya especta-cularidad realzan; los del berrocal de Nombela, y, en los Montes de Toledo, los de la Sierrade La Rabera, en Mora.

    En la provincia de Toledo los pinares apenas mantienen alguna población natural, conla excepción de los pinares de pino piñonero(D) (Pinus pinea) que existen al norte de la pro-vincia, en suelos arenosos sueltos de la zona de Almorox, y de los que hay referencias his-tóricas muy antiguas. El resto de los pinares de la provincia son introducidos, destacandopor su extensión los de pino rodeno o resinero (Pinus pinaster). El pino albar (Pinus sylves-tris) es testimonial en la provincia, con repoblaciones localizadas en San Pablo de los Montesy en la sierra de San Vicente.

    Los melojares(DC) (bosques de roble melojo o rebollo, Quercus pyrenaica) tienen su óp-timo en suelos silíceos y climas supramediterráneos subhúmedo-húmedos. En la provinciase localizan en los macizos más elevados de los Montes de Toledo, donde ocupan exten-siones importantes, y en la Sierra de San Vicente, por encima de los 900-1000 m, aunqueen umbrías y vertientes lluviosas descienden, con algunas modificaciones florísticas, a cotasmesomediterráneas. En el estrato arbóreo, además del roble melojo suelen hallarse mos-tajos (Sorbus torminalis*), arces (Acer monspessulanum*) y algún otro caducifolio. Los me-lojares de la sierra de San Vicente son particularmente ricos en flora protegida (Cantó,2004; Mateo y Pajarón, 2009).

    El quejigo lusitano (Quercus faginea subsp. broteroi) es acompañante habitual deotros bosques silicícolas de quercíneas, pero también forma bosques propios (quejiga-res lusitanos(D)) en algunas umbrías, vaguadas y piedemontes del noroeste (Sierra de SanVicente, Oropesa) y suroeste (Montes de Toledo) de la provincia. Su sotobosque es afínal de los otros bosques mencionados, con algún elemento indicador de hidromorfía tem-poral (Cano et al., 2004). Por último, otro tipo de bosque minoritario en la provincia sonlos castañares(D) (Castanea sativa), que cuentan con núcleos de árboles aislados en losMontes de Toledo y una representación más relevante en la Sierra de San Vicente, en con-tacto con melojares, quejigares y encinares y claramente manejada para su aprovecha-miento forestal.

    La impermeabilidad del zócalo paleozoico toledano-tagano y las precipitaciones relati-vamente cuantiosas de las áreas de montaña, han favorecido el desarrollo de una red flu-vial con ríos principales de curso permanente, aunque con estiajes estivales acusados, quecobijan una variada vegetación ribereña. Las fresnedas(DC) (Fraxinus angustifolia) prosperantípicamente en suelos de vega raramente inundables y se conservan buenos ejemplos,sobre todo en áreas de montaña, donde pueden formar la única galería ribereña en vagua-das o en arroyos con poco caudal y estiaje acusado. A menudo aparecen ahuecadas parafavorecer prados aprovechables en verano. En la primera banda adyacente a los cauces flu-viales de cierta envergadura se desarrollan las saucedas arborescentes(DC), que sobre te-

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

  • rrenos silíceos están presididas habitualmente por Salix salviifolia. Las alisedas(DC) (Alnus glu-tinosa*) reemplazan a las alamedas en ríos y arroyos de caudal permanente y aguas oligó-trofas, pobres en nutrientes. Están bien representadas en el Alberche y el Tiétar y en el tramoinferior del Tajo, pero son más escasas en los afluentes que avenan los Montes de Toledo.Cuando están bien conservadas, su sotobosque alberga un buen número de lianas, hele-chos y otras especies protegidas. Las saucedas negras(DC) (Salix atrocinerea) reemplazana las alisedas, con las que comparten elementos del cortejo florístico, en arroyos de menorenvergadura y con estiaje más acusado, como ocurre hacia los tramos de cabecera o enlos afluentes secundarios.

    En las cabeceras fluviales de los Montes de Toledo aparecen otros bosques ribereñosminoritarios pero de gran interés. Los abedulares(DC) de Betula pendula subsp. fontqueri var.parvibracteata* subsisten en algunos arroyos de caudal exiguo pero permanente, con aguasnacientes oligótrofas o incluso acidificadas y distróficas por la influencia de turberas (Sánchezdel Álamo et al., 2010). Cuando se desarrollan en barrancos abruptos, como en el arroyodel Chorro y en Robledo de Montalbán, el abedul convive con otros árboles riparios y conacebos (Ilex aquifolium*), tejos (Taxus baccata*) y serbales (Sorbus aria*, S. domestica*).Su composición florística tiene también relaciones con la de las alisedas; en el conjunto delos abedulares de los Montes se ha detectado un total de 25 especies de plantas amena-zadas. En barrancos similares, aunque con caudales más irregulares, del macizo central delos Montes de Toledo y de las sierras de La Jara, se localizan algunas tejedas(DC) yacebedas(C), de parecido significado reliquial y que muestran también problemas de rege-neración. Por último, los bosquecillos de Prunus lusitanica* o loreras(DC), cuentan con suslocalidades ibéricas más interiores en algunos barrancos umbrosos de los Montes, uno deellos en La Jara toledana (garganta de las Lanchas). El loro, de hábito perennifolio lauroi-de, como el acebo, exige humedad freática permanente, que en estos biotopos le procu-ran los nacientes o veneros que drenan la montaña.

    Arbustedas y matorralesEn la provincia de Toledo se pueden reconocer varios tipos de arbustedas esclerofilas

    (madroñales, coscojares, acebuchales), ligadas dinámicamente sobre todo a los bosquesesclerofilos; y arbustedas caducifolias (zarzales o rosaledas, tamujares), propias de am-bientes ribereños. Otro grupo particular es el dominado por diversas leguminosas arbusti-vas (retamares, escobonales, codesedas y cambrionales). A su vez, dentro de los matorra-les se diferencian jarales, jaral-brezales y jaguarzales. El último inventario forestal atribuyealgo más de un 8% de la superficie provincial a matorrales y pastizales (monte no arbola-do), si bien su extensión real es bastante mayor porque parte de la superficie forestal arbo-lada contiene también vegetación arbustiva.

    Los madroñales(C) (Arbutus unedo) se relacionan dinámicamente con alcornocales,quejigares lusitanos, encinares con quejigos y melojares mesomediterráneos, pues su óp-timo territorial se halla en terrenos silíceos y climas al menos subhúmedos. Los coscojares(C)

    (Quercus coccifera) tienen algunas originales representaciones sobre sustratos silíceos enalgunos enclaves de los Montes de Toledo, asociadas a encinares y en algún caso con cos-cojas arborescentes de hasta 4 m de altura. En los enclaves más térmicos y secos de lostramos occidentales del Tiétar y el Tajo aparecen acebuchales(DC) dominados por el olivo sil-vestre o acebuche (Olea europaea var. sylvestris) al que acompañan esparragueras blancas(Asparagus albus) y otros elementos termófilos.

    Los zarzales o rosaledas son formaciones arbustivas caducifolias y espinosas ligadasdinámicamente en el territorio a los bosques riparios. Junto a zarzamoras (Rubus ulmifolius,entre otros) y rosales silvestres (Rosa spp.), son comunes otros espinos como el majuelo

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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  • (Crataegus monogyna), el endrino (Prunus spinosa), etc. Los tamujares(DC) son caracterís-ticos de las ramblas –arroyos de flujo irregular y esporádico– del occidente de la provincia.El tamujo (Flueggea tinctoria) es un raro arbusto dioico endémico del suroeste peninsular–sus parientes más próximos viven en el centro de Asia y en Sudáfrica–, que coloniza losaluviones silíceos, arenosos o pedregosos, de ramblas y márgenes de cursos de agua. Porúltimo, un tipo particular de arbusteda riparia corresponde a los brezales de galería(C) debrezo blanco portugués (Erica lusitanica*), que se desarrollan a lo largo de algunos arroyosde pequeño o mediano caudal en los Montes de Toledo.

    Los retamares(D) de retama común o de bolas (Retama sphaerocarpa) tienen su ópti-mo en suelos poco degradados, a menudo pastoreados, de áreas mesomediterráneas deombroclima seco; en terrenos silíceos incorporan a menudo escobas blancas (Cytisus mul-tiflorus) o escobones (C. scoparius). Hacia los territorios subhúmedos toledano-taganos losretamares son reemplazados progresivamente por escobonales(D), en los que intervienen lasescobas antes citadas y Cytisus striatus subsp. eriocarpus; en el piso supramediterráneo seincorporan además Genista cinerascens y G. florida, comunes en las orlas retamoides delos melojares. En las cumbres de los Montes de Toledo y de la Sierra de San Vicente apa-rece, aunque escaso, el codeso Adenocarpus argyrophyllus*, y en la del Rocigalgo subsis-te una población de Echinospartum ibericum*, cambrión espinoso supra-oromediterráneocuya distribución principal se halla en el Sistema Central. Estas codesedas con genistasconstituyen las arbustedas de leguminosas más orófilas de la provincia. Otro tipo bien dis-tinto son las codesedas sabulícolas(C) de Adenocarpus aureus, que crecen en los intere-santes arenales del Alberche y del Tiétar.

    Los matorrales propios de sustratos silíceos se desarrollan en suelos más degradadosy acidificados que los de las arbustedas. Los más extendidos son los jarales, dominados pordistintas especies de jaras (Cistus ladanifer, C. monspeliensis, C. salviifolius, C. albidus, C.laurifolius) y otras cistáceas (Halimium viscosum), aparte de romero (Rosmarinus officina-lis) y aulagas (Genista hirsuta); y los jaral-brezales(D), caracterizados por la presencia de va-rios brezos (Erica australis, E. umbellata, E. scoparia, Calluna vulgaris) pero con participa-ción y a veces dominancia de jaras (Cistus populifolius, C. psilosepalus*, C. ladanifer), otrascistáceas (Halimium ocymoides) y leguminosas (Pterospartum lasianthum). Los jarales to-leran mejor la sequía y ocupan las áreas mesomediterráneas secas, aunque se extiendentambién por las subhúmedas del noroeste provincial y pueden ascender hasta cotas supra-mediterráneas en laderas soleadas y bien drenadas. Los jaral-brezales son dominantes enlas rañas y relieves subhúmedo-húmedos de los Montes de Toledo y La Jara, reaparecien-do también en la vertiente septentrional del valle del Tiétar. En algunos jarales supramedi-terráneos oretanos se localiza el endémico Teucrium oxylepis subsp. marianum*. Los jaguar-zales sabulícolas(C) se localizan en los arenales del Baldío de Velada, donde tienen sus úni-cas poblaciones regionales el jaguarzo amarillo Halimium calycinum* y las raras Thymelaealythroides* y Mercurialis elliptica*.

    PastizalesLos berceales son pastizales duros de gran talla dominados por el berceo (Stipa gigan-

    tea), típicos de suelos silíceos relativamente profundos y bien drenados, arenosos o roco-sos, en los pisos meso- y supramediterráneo. Sobre suelos más delgados, pedregosos y amenudo asociados a afloramientos extensos de roca, principalmente en cotas supramedi-terráneas, prosperan los tomillares silicícolas, ricos en pequeños caméfitos y herbáceas vi-vaces y anuales (Thymus zygis, Plantago holosteum, Jasione sessiliflora, Koeleria crassipes,Dianthus toletanus*, Armeria genesiana*, etc). En suelos silíceos profundos y con cierta hi-dromorfía primaveral se instalan los vallicares vivaces, prados densos de talla media, con

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    PASTOS, PAISAJES CULTURALES ENTRE TRADICIÓN Y NUEVOS PARADIGMAS DEL SIGLO XXI

  • dominancia de Agrostis castellana y otras gramíneas, que se agostan a lo largo del verano,aunque pueden segarse en los sitios y años más productivos. Suelen aparecer en topogra-fías suaves que favorecen la retención hídrica, o en vaguadas o depresiones, asociados enel primer caso a melojares y alcornocales y en el segundo a bosques ribereños como las fres-nedas.

    Los pastizales anuales silicícolas se hallan ampliamente extendidos en los territo-rios toledano-taganos; aparte de los tipos habituales sobre suelos de texturas más omenos gruesas, cabe reseñar otros dos tipos particulares, con flora especializada: los pas-tizales anuales crasifolios, dominados por pequeños terófitos suculentos del géneroSedum (crasuláceas), que colonizan delgadas capas de suelo sobre afloramientos exten-sivos de rocas silíceas; y los pastizales anuales sabulícolas(C), con especies adaptadasa sobrevivir en arenas casi puras, que cuentan con buenas representaciones en los are-nales del Alberche y Tiétar, así como en pequeños enclaves de acumulación de arenasfinas ubicados en las arcosas de la comarca de Torrijos. De carácter transicional hacia losprados higrófilos son los vallicares anuales(C) de Agrostis pourretii, pastizales anuales si-licícolas de mediana talla sometidos a breves períodos primaverales de hidromorfía. Sepueden hacer extensivos en dehesas de quercíneas sobre topografías suaves, con dre-naje lento de las aguas primaverales, o en el dominio de las fresnedas; es típico que for-men cinturones alrededor de las lagunas temporales mediterráneas que salpican las de-hesas y rañas del occidente provincial.

    Los majadales(D), bien representados en el complejo de pastizales de las dehesas deloccidente provincial, son un tipo particular de pastizales xerófilos o moderadamente higró-filos, habitualmente dominados por Poa bulbosa, con aspecto de céspedes ralos con unagran variedad de hierbas anuales y vivaces rastreras o amacolladas, así como bulbosas, entrelas que predominan gramíneas y leguminosas (sobre todo Trifolium y Ornithopus), que lesconfieren valor nutricio y palatabilidad (Galán et al., 2000). Están ligados al pastoreo inten-so, principalmente de ovino. Un último tipo de pastizales xerófilos y termófilos que cabe men-cionar para el territorio son los cerrillares de Hyparrhenia hirta, gramínea de distribución pa-leotropical que forma macollas de talla media, más o menos abiertas, en taludes y roque-dos muy soleados.

    Los prados higrófilos encierran también una gran diversidad, aunque su extensión po-tencial se halle notablemente limitada por su dependencia de la capa freática. Los jun-cales mediterráneos de junco churrero(D) (Scirpoides holoschoenus) y los gramales deCynodon dactylon son frecuentes a lo largo de ríos, arroyos y vaguadas de todo el terri-torio. Los verdaderos prados juncales(DC) requieren suelos en los que la capa freática semantiene cerca de la superficie todo el año, y que incluso pueden experimentar inunda-ciones someras temporales. Los más frecuentes en la provincia son los de Juncus acu-tiflorus y J. effusus, aunque su distribución se restringe a las áreas montañosas y lluvio-sas de los Montes y la Sierra de San Vicente. Por pastoreo y generalmente exceso decarga ganadera, se favorece a los juncales glaucos (Juncus inflexus) con mentas (Menthasuaveolens) y acederas (Rumex crispus, R. conglomeratus). El pastoreo intenso pero de-bidamente ordenado permite conformar los prados de diente, céspedes densos, muy pro-ductivos, que se mantienen verdes y aprovechables a diente por el ganado durante todoel verano, y en los que son dominantes diversas gramíneas (Cynosurus cristatus, Loliumperenne, Poa pratensis, Holcus lanatus, Phleum bertolonii, etc.), tréboles (Trifolium re-pens, T. pratense) y muchas otras especies. Por sus exigencias hídricas, estos prados sóloestán representados, y escasamente, en las montañas de la provincia, ligados a fresne-das o saucedas en fondos de valle y vaguadas. Un último tipo de prado higrófilo digno demención son los cervunales(DC), céspedes graminoides de Nardus stricta (cervuno) que

    BOTÁNICA Y ECOLOGÍA DE PASTOS

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  • tienen su óptimo en las altas montañas silíceas, y de los que hay pequeñas representa-ciones en las cumbres de la Sierra de San Vicente y, más empobrecidas aún, de losMontes de Toledo. Además de las mencionadas, en el conjunto de los prados higrófilostienen su óptimo un buen número de especies protegidas, como Scutellaria galericula-ta*, Lobelia urens*, Succisella microcephala*, Pedicularis sylvatica* y varios narcisos(Narcissus spp.) y orquídeas.

    Humedales, lagunas temporales y turberasLa vegetación hidrófila del sector Toledano-tagano es también muy variada y a la vez muy

    diferente a la del sector Manchego. Las comunidades flotantes de lentejas de agua(D)

    (Lemna minor, L. gibba, Azolla filiculoides) son comunes en aguas remansadas y relativa-mente eutrofizadas. Las comunidades de ninfeidos(DC) o nenúfares (Nuphar luteum* yNymphaea alba*, a los que cabe añadir Potamogeton natans y Myriophyllum verticilla-tum*) son, dentro de la vegetación acuática enraizada, las más exigentes en cuanto a pro-fundidad y persistencia del agua; actualmente han devenido muy escasas en la cuenca delTajo, a causa de la contaminación de las aguas, aunque cuentan todavía buenas represen-taciones en la del Guadiana. Menores exigencias tienen las comunidades de potámidos(D)

    (Potamogeton spp.), relativamente frecuentes en pequeñas lagunas y en cauces fluviales,y las comunidades de batráquidos(D) (especies de Ranunculus del subgénero Batrachiumy de Callitriche), que en primavera cubren de flores blancas los cauces fluviales de aguasmás o menos limpias y las lagunas temporales.

    En los ríos y arroyos de cauces silíceos es frecuente el desarrollo de una primera bandade helófitos dominada por comunidades de grandes cárices(C), tenaces frente al embatede las avenidas y asociados a menudo a las alisedas y saucedas negras riparias. Carex reu-teriana es común en aguas fluyentes y C. paniculata subsp. lusitanica en aguas tranquilassometidas a procesos de desoxigenación. Otras comunidades de helófitos de menor porteson comunes en lagunas temporales, arroyuelos y acequias, como las de esparganios(Sparganium erectum subspp.); las de nabos del diablo (Oenanthe crocata), que forman her-bazales en cauces silíceos pedregosos o rocosos; las de juncos de espiga (Eleocharis pa-lustris) y gramas de cien pies (Glyceria declinata), las de berros (Rorippa nasturtium-aqua-ticum) y apios (Apium nodiflorum), etc.

    En el occidente provincial las lagunas temporales mediterráneas(DC) constituyen eltipo de humedal más frecuente, con comunidades diferenciadas por la duración del perío-do de inundación y ricas en especies anuales, entre las que cabe mencionar a los juncosenanos (Juncus bufonius, J. tenageia, J. capitatus, etc.), cicendias (Cicendia filiformis,Exaculum pusillum), hipéricos (Hypericum humifusum, H. elodes*, H. tomentosum), cardosde charcas (Eryngium galioides, E. corniculatum), poleos (Mentha cervina, Mentha pule-gium), litorelas (Littorella uniflora*), varias gramíneas (Antinoria agrostidea, Chaetopogonfasciculatus) o los curiosos helechos de los géneros Isoetes (I. velatum*, I. setaceum*, I.hystrix*) y Marsilea (M. strigosa*) (Brullo y Minnisale, 1998; Molina, 2005). En torno a losvasos laguna