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Arturo Génova

El Viaje del Héroe

Me gusta la idea de los superhéroes anónimos. Como bien sabemos,

el viaje del héroe es la estructura básica de muchas narraciones. Chris

Vogler, a partir del trabajo previo de Joseph Campbell, describe este

patrón narrativo mediante la siguiente secuencia circular de estados:

1. Mundo ordinario: El mundo normal del héroe antes de que

la historia comience.

2. La llamada de la aventura: Al héroe se le presenta un

problema, desafío o aventura.

3. Reticencia del héroe: El héroe rechaza el desafío o aventura,

principalmente por miedo al cambio.

4. Encuentro con el mentor: El héroe encuentra un mentor

que lo hace aceptar la llamada y lo informa y entrena para su

aventura o desafío.

5. Cruce del primer umbral: El héroe abandona el mundo

ordinario para entrar en el mundo especial o mágico.

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6. Pruebas, aliados y enemigos: El héroe se enfrenta a

pruebas, encuentra aliados y confronta enemigos, de forma que

aprende las reglas del mundo especial.

7. Acercamiento: El héroe tiene éxitos durante las pruebas.

8. Prueba difícil o traumática: La crisis más grande de la

aventura, de vida o muerte.

9. Recompensa: El héroe se ha enfrentado a la muerte, se

sobrepone a su miedo y ahora gana una recompensa.

10. El camino de vuelta: El héroe debe volver al mundo

ordinario.

11. Resurrección del héroe: Otra prueba donde el héroe se

enfrenta a la muerte y debe usar todo lo aprendido.

12. Regreso con el elixir: El héroe regresa a casa con el elixir y lo

usa para ayudar a todos en el mundo ordinario.

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Características del Héroe

Hay algunas características del héroe que me gustan mucho:

Hace lo que los demás consideramos imposible. Aunque

quizá, si nos pusiéramos a ello, si realmente quisiéramos…

Provoca una indudable admiración con un toque de envidia.

Es humilde. Siempre está diciendo que cualquiera en su lugar

lo habría hecho igual, o que era su obligación, o peor aún, que

no lo pensó, que simplemente lo hizo. Su humildad es algo

odiosa porque es el espejo mágico en el que vemos reflejados

como podríamos llegar a ser si quisiéramos de verdad.

Está solo. Por la naturaleza de su actividad extraordinaria no

hay muchos héroes. Nosotros solo podemos aspirar a

acompañarles de vez en cuando, pero ni soñamos con aliviar

su aislamiento.

Muestra una voluntad inquebrantable, aunque por dentro

esté hecho papilla o lleno de dudas; asume, entre otras cosas,

la responsabilidad de su imagen ante los demás, del ejemplo

que supone. A los simples mortales nos agota solo verlo y es

excusa para nuestra pereza.

El héroe actúa. Nosotros pensamos, elaboramos estrategias y

tácticas, evaluamos riesgos y beneficios… Esperamos

secretamente que los problemas se resuelvan, o que venga

nuestro superhéroe favorito a hacerse cargo de ellos.

Es valiente. No es que no tenga miedo, es que no se deja

dominar por él, sólo faltaría. Si nosotros estamos hartos de

vivir entre el miedo y la pereza, él está harto de estar harto.

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Mi Héroe

A mí me gusta trastocar las cosas, así que el viaje clásico prefiero

comenzarlo con el héroe ya metido en faena, en plena lucha para alcanzar

ese objetivo imposible.

Por otra parte, hay una heroína en concreto que me ha gustado

siempre: Superwoman. Ella es esa incansable mujer, directora y

trapecista estrella en un circo de múltiples pistas: madre, hija, esposa,

amante, amiga, hermana, empleada, jefa… Tiene un par de superpoderes

que la hacen excepcional: se hace cargo, y resuelve. Está empeñada en

que todo en su vida esté bajo control. Pero, seguramente, es infeliz.

Mi heroína se llama Marina. Tiene 50 años, de hecho los cumple el

día que comienza esta historia. Puede ser cálida y tranquila, o brava e

indomable, como su nombre indica. No es muy guapa, pero sí

decididamente mona.

Marina está en un taxi. Quiere llegar rápido al vestíbulo del hotel

donde le espera su jefe para una brevísima reunión con un cliente de

fuera. Quiere terminar pronto esa reunión imprevista para llegar a su

casa donde sabe que los suyos la esperan. De un enorme bolso saca su

móvil para contestar un wasap a su amiga del alma, enviar un correo a su

padre recordándole su cita de mañana con el cardiólogo, mientras le

indica al taxista que tome la próxima por la derecha y luego dos más allá

a la izquierda, que se llega antes, envía otro correo a un empleado para

que no se olvide repasar la presentación del viernes, un nuevo wasap…

Marina es superwoman. Si tuviera un minuto para ella y se parase

a pensar, diría… ¿y qué? Solo le interesa lo que pueda ayudarla a tener su

mundo bajo control, no puede soportar la incertidumbre. Marina quiere

ser feliz; o por lo menos cree que quiere serlo. Pero tiene un terrible,

implacable enemigo que se lo impide: ella misma. Este archienemigo se

representa en la historia mediante su hermana gemela, su alter ego

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bohemia y libre, la que la conoce como si fuera ella misma y solo con

existir la hace quedar en evidencia; o eso cree ella. Su hermana Áurea no

aparece en esta historia pero siempre estará presente. Una llamada, una

foto en el móvil. Marina la quiere y la odia al mismo tiempo, como se

quiere y se odia ella misma.

Marina saca un espejo del bolso, se retoca el carmín y se ahueca la

melena. No, no es muy guapa, pero sí decididamente mona. Paga al

taxista antes de que pare y cierre la carrera, quédese la vuelta. Salta a la

calle, se frena en la puerta del hotel, respira, y entra en el vestíbulo. Un

empleado se le acerca y le indica que la están esperando en un pequeño

reservado. Ay, madre, esto se va a alargar demasiado. En el reservado no

hay nadie, se quita el abrigo y se sienta nerviosa. Mira el móvil, nada

nuevo.

De repente entran todos. Todos. Allí están sus pequeños, y también

la mayor. Su marido, su jefe, su padre, su amiga. Áurea no está, pero

están todos, cada uno con un paquete en las manos, sonriendo. Todos la

abrazan y la besan en una meleé agobiante.

Marina desenvuelve los regalos con muchos nervios. La han

sorprendido con esta fiesta; la esperaba en casa. Unas botas de caña alta,

sin tacón, muy cómodas. Unos leggins, quizá algo demasiado atrevidos,

ya no tiene edad. Una camiseta térmica de manga larga muy ajustada, le

viene bien para ir a pilates. Unos guantes largos hasta mitad de

antebrazo, ¿cuándo se los pondrá? Unas enormes gafas de sol con

sujeción elástica que, sorprendentemente, le gustan. Y una pequeña capa

de seda, ¿una capa?, ¿quién lleva hoy una capa? Ahora que se da cuenta,

todos sus regalos son prendas de vestir. Les mira sorprendida, pero lee

en sus caras que hay algo más, algo que aún no ha visto. Busca entre los

restos de los envoltorios por si había alguna tarjeta o un objeto pequeño.

Los demás ríen sin darle ninguna pista.

Suena su teléfono. Es Áurea.

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—Cariño, me ha sido imposible estar allí contigo, ya sabes, pero

estoy al tanto de todo, como si te estuviera viendo. Ahora quiero que te

imagines con todos tus regalos puestos; sí, todos a la vez: botas, leggins,

camiseta, guantes, gafas y capa. Verás que los colores combinan bastante

bien, gris, negro y burdeos. Imagínate vestida con todo ello. ¿Lo tienes?,

pues así es como te vemos todos los que te queremos. Es tu uniforme

oficial de Superwoman. Y ahora, mi regalo, que es también el de todos

ellos: tienes siete días de vacaciones de todo y de todos; no tienes que ir

al trabajo, ni ocuparte de nada en casa; de hecho, tienes reservada una

habitación para ti en un hotel del centro. Cada uno de estos siete días de

ocio lo dedicaremos a algo relacionado con cada uno de los que te

quieren, pero siempre en plan muy tranquilo, para que sean unas

verdaderas vacaciones.

Así que aquí tenemos el personaje, Marina, Superwoman, a la que

de un plumazo han sacado durante siete días de su ámbito de control.

Ahora tendrá que vivir siete aventuras distintas que la trasformarán,

probablemente en contra de su voluntad.

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Narración Transmedia

En cuanto al proceso en sí de nuestra Narración Transmedia, me

gustaría que compartiéramos un mínimo de ideas para que el trabajo

conjunto sea lo más coherente posible:

Vamos a construir un Universo Narrativo en el que conviven

varios hilos narrativos

Queremos que disfrutar de esta narración sea un proceso de

descubrimiento, de inmersión en la historia, quizá con varios

niveles de profundidad, y no solo una lectura secuencial

(¿múltiples puntos de acceso, rabbit holes?)

Invitaremos al público a explorar el mundo de los personajes

y a participar con sus contenidos originales, con lo que éste se

transformará en prosumidor (productor+consumidor)

Estableceremos algunos gaps estratégicos que faciliten las

nuevas aportaciones

Quizá podamos expandir la historia hasta el mundo real,

facilitando la experimentación de la aventura

Podríamos utilizar los recursos de la gamificación (puntos,

insignias y tablas comparativas) para favorecer la afección

hacia la historia

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Organización

Y en cuanto a la organización y realización de los trabajos, tengo

varias preguntas:

¿Habrá un único Director o Productor Transmedia?

¿Necesitamos crear una Biblia Transmedia?

¿Cómo se validarán las aportaciones de los prosumidores

para que se conserve la coherencia (y la calidad) de la

historia?

¿Qué recursos, medios y plataformas utilizaremos?

En caso de que sea necesario financiar algunos gastos, ¿lo

haremos con aportaciones propias, utilizaremos

crowdfunding?, ¿venderemos algún tipo de merchandising?

Los diferentes grupos de trabajo, ¿tendrán alguna

coordinación entre sí?