resumenes

7
Resumenes 1905 Cependant, les deux questionnaires de niveaux classaient les fumeurs dans des groupes he te rogeÁ nes, et classaient de manieÁ re incorrecte de nombreux fumeurs occasionnels et ex-fumeurs, ce qui suggeÁ re qu’un modeÁ le aÁ 5 stades ne traduit pas bien la re alite . Ceci peut re¯e ter des probleÁ mes conceptuels sous-jacents, notamment le fait que la de ® nition classique des stades comprenne des dimensions se pare es et incompleÁ tes (comportement actuel, tentatives pour arreà ter, intention de changer, temps ). Des deÂveloppements the oriques et me thodologiques seront neÂcessaires pour surmonter ces probleÁmes. Resumenes MIGUEL CASAS Unidad de Toxicomanias, Programa Sant Pau-CITRAN, Hospital de Santa Creu i Sant Pau, C. Antoni M. Claret, No. 167, 08025 Barcelona, Spain Editorial: Adio s a una institucio n u nica Robin Room La ª Addiction Research Foundation (ARF)º (Fundacio n de Investigacio n sobre Adicciones) se fusiono en 1998 en un conglomerado psiquia trico, el ªCentre for Addiction and Mental Health (CAMH)º (Centro para Adicciones y Salud Mental). La ARF, fundada en 1949, anÄ adio las sustancias psicoactivas en 1961 a su cometido inicial, el alcoholismo. Despue s de renunciar a su responsabilidad en el sistema provincial de atencio n al alcoholismo y las drogodependencias alrededor de 1970, las o® cinas regionales del ARF se convirtieron en centros de prevencio n comunitaria y formacio n sobre tratamientos, a la vez que los programas de tratamiento del ARF se consolidaron en un Instituto Clõ  nico en Toronto. Ya en 1970, el ARF tenõ  a un papel importante en la investigacio n y la polõ  tica internacionales. En un entorno de investigacio n con una autonomõ  a poco corriente, los cientõ  ® cos del ARF abordaban cuestiones fuera del consenso Norte Americano, importando nuevos pensamientos europeos sobre epidemiologõ  a y polõ  tica del alcohol, ampliando las discusiones sobre la reduccio n de los perjuicios del consumo de drogas y la polõ  tica de la nicotina en el tabaco, y siguiendo enfoques cognitivo conductuales con el consumo de alcohol controlado como objetivo terape utico aceptado. El presupuesto del ARF fue recortado en ma s de un tercio durante los anÄ os 90, re¯ejando una disminucio n en la preocupacio n canadiense por el alcohol y las drogas. Sin embargo, quiza s fue entonces cuando el ARF estuvo ma s cerca del acierto como agencia provincial basada en el conocimiento. A pesar del compromiso de la nueva directiva del CAMH con la investigacio n, el personal investigador ha disminuido y parece haber una menor dedicacio n a la aplicabilidad polõ  tica, al coste-e® cacia y a una base de evidencias para los servicios clõ  nicos. El reto del CAMH es conseguir que una institucio n que opera en un marco psiquia trico pueda mantener e incrementar la ® rmeza y la amplitud de miras u nica del ARF en las a reas multidisciplinarias de los problemas del alcohol, el tabaco y las drogas. El libro blanco del Reino Unido sobre el tabaco: una luz de esperanza o una maula? Robert West & Peter Hajek El 10 de diciembre de 1998 el gobierno del Reino Unido publico un importante documento de polõ  tica sobre el tabaco, en el que se expone una estrategia exhaustiva para reducir las muertes y

Upload: miguel-casas

Post on 06-Jul-2016

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Resumenes 1905

Cependant, les deux questionnaires de niveaux classaient les fumeurs dans des groupes he te rogeÁ nes,et classaient de manieÁ re incorrecte de nombreux fumeurs occasionnels et ex-fumeurs, ce qui suggeÁ requ’un modeÁ le aÁ 5 stades ne traduit pas bien la re alite . Ceci peut re¯ e ter des probleÁ mes conceptuelssous-jacents, notamment le fait que la de ® nition classique des stades comprenne des dimensionsse pare es et incompleÁ tes (comportement actuel, tentatives pour arreà ter, intention de changer, temps). Des de veloppements the oriques et me thodologiques seront ne cessaires pour surmonter cesprobleÁ mes.

Resumenes

MIGUEL CASAS

Unidad de Toxicomanias, Programa Sant Pau-CITRAN, Hospital de Santa Creu i SantPau, C. Antoni M. Claret, No. 167, 08025 Barcelona, Spain

Editorial: Adio s a una institucio n u nica

Robin RoomLa ª Addiction Research Foundation (ARF)º (Fundacio n de Investigacio n sobre Adicciones) sefusiono en 1998 en un conglomerado psiquia trico, el ª Centre for Addiction and Mental Health(CAMH)º (Centro para Adicciones y Salud Mental). La ARF, fundada en 1949, anÄ adio lassustancias psicoactivas en 1961 a su cometido inicial, el alcoholismo. Despue s de renunciar a suresponsabilidad en el sistema provincial de atencio n al alcoholismo y las drogodependenciasalrededor de 1970, las o® cinas regionales del ARF se convirtieron en centros de prevencio ncomunitaria y formacio n sobre tratamientos, a la vez que los programas de tratamiento del ARF seconsolidaron en un Instituto Clõ nico en Toronto. Ya en 1970, el ARF tenõ a un papel importante enla investigacio n y la polõ tica internacionales. En un entorno de investigacio n con una autonomõ a pococorriente, los cientõ ® cos del ARF abordaban cuestiones fuera del consenso Norte Americano,importando nuevos pensamientos europeos sobre epidemiologõ a y polõ tica del alcohol, ampliando lasdiscusiones sobre la reduccio n de los perjuicios del consumo de drogas y la polõ tica de la nicotina enel tabaco, y siguiendo enfoques cognitivo conductuales con el consumo de alcohol controlado comoobjetivo terape utico aceptado. El presupuesto del ARF fue recortado en ma s de un tercio durante losanÄ os 90, re¯ ejando una disminucio n en la preocupacio n canadiense por el alcohol y las drogas. Sinembargo, quiza s fue entonces cuando el ARF estuvo ma s cerca del acierto como agencia provincialbasada en el conocimiento. A pesar del compromiso de la nueva directiva del CAMH con lainvestigacio n, el personal investigador ha disminuido y parece haber una menor dedicacio n a laaplicabilidad polõ tica, al coste-e® cacia y a una base de evidencias para los servicios clõ nicos. El retodel CAMH es conseguir que una institucio n que opera en un marco psiquia trico pueda mantener eincrementar la ® rmeza y la amplitud de miras u nica del ARF en las a reas multidisciplinarias de losproblemas del alcohol, el tabaco y las drogas.

El libro blanco del Reino Unido sobre el tabaco: una luz de esperanza o una maula?

Robert West & Peter HajekEl 10 de diciembre de 1998 el gobierno del Reino Unido publico un importante documento depolõ tica sobre el tabaco, en el que se expone una estrategia exhaustiva para reducir las muertes y

1906 Resumenes

a¯ icciones causadas por el consumo de tabaco. E sta ha sido una gestio n pionera en su abordaje decuestiones legislativas, ® scales, educativas y de tratamiento, y en la provisio n de fondos nacionalespara incorporar el tratamiento de la abstinencia de tabaco en los principales servicios proporcionadospor el Sistema Sanitario Nacional (NHS). Esta editorial se centra en la provisio n de servicios detratamiento y examina algunas cuestiones importantes de implementacio n que deben ser atendidas.Mientras que la mayor parte de los bene® cios de la intervencio n del NHS para la salud pu blica sederivara n del asesoramiento de los me dicos generales, esta actividad no ha sido subvencionada ysigue habiendo serias dudas acerca de si los me dicos generales asumira n esta actividad ma s de lo queya lo hacen actualmente. Respecto al tratamiento especializado, las evidencias indican que lademanda actual puede cubrirse con una o dos clõ nicas por 500,000 habitantes. La presenteplani® cacio n parece implicar una sobre provisio n de servicios que no son sostenibles por la infrautilizacio n de los consumidores de tabaco. El proporcionar una amplia gama de servicios comunitar-ios ma s alla de las clõ nicas especializadas puede tambie n desviar a los consumidores de tabaco deenfoques de elevada calidad basados en la evidencia. Durante el primer anÄ o de implementacio ndebera prestarse una especial atencio n para asegurar que se da una respuesta adecuada en el caso deque se evidencie lo anterior.

Transiciones en el consumo de drogas: desasociar sustancia de võ a de administracio n

John Strang

En un experimento de laboratorio quiza s queramos examinar el grado en que distintas võ as deadministracio n in¯ uyen en los efectos de una sustancia en particular. De forma similar, se podrõ aexplorar la relacio n de la võ a con los efectos y perjuicios de la sustancia, sin tener en cuenta lasustancia que se esta utilizando. En el mundo real, el aumento en la diversidad de las võ as deconsumo ofrece nuevas oportunidades para estudiar los danÄ os. Los futuros estudios del potencial dedependencia de nuevas sustancias deben tener en cuenta la aportacio n que hacen los cambios en lavõ a de administracio n. Las transiciones son un a rea importante de estudio, como demuestranrecientes informes sobre cambios en las võ as de administracio n. Darke et al (en este nu mero)muestran como los individuos se mueven entre sustancias. El comprender mejor las transiciones tieneimplicaciones para la polõ tica de prevencio n del consumo de sustancias: por ejemplo, dandooportunidades a las intervenciones en la transicio n de võ as de administracio n; y senÄ alando el caminohacia posibles tratamientos nuevos.

Una investigacio n con® dencial de las muertes relacionadas con metadona

R. T. A. Scott, M. J. H. Jay, R. Keith, J. S. Oliver & M. T. Cassidy

Objetivo: evaluar la aceptabilidad y utilidad del proceso de ª Investigacio n Con® dencialº paraexaminar las muertes relacionadas con metadona. DisenÄ o: una auditorõ a de la asistencia a pacientes.Localizacio n: Glasgow, Escocia. Participantes: todos los me dicos que habõ an atendido a un pacienteque sufrio una muerte relacionada con metadona en sus u ltimos 14 dõ as de vida. Mediciones: seevaluo la asistencia me dica en cada caso mediante una revisio n por colegas profesionales, y losresultados de estas evaluaciones fueron devueltos al clõ nico/s responsable/s. Hallazgos: (1) El procesode la auditorõ a se completo en 32 de los 34 casos informados (94%). (2) 28 de los 33 me dicos (85%)consideraron la auditorõ a u til. (3) Como resultado de la investigacio n, la mayorõ a de me dicos cuyomanejo del paciente habõ a suscitado crõ ticas tenõ an la intencio n de modi® car sus pra cticas. (4) Seidenti® caron de® ciencias en la asistencia clõ nica en 18 casos (56%) y problemas en la organizacio nde servicios en 22 (69%). Conclusiones: (1) Se hallo que el modelo de auditorõ a utilizado fuealtamente aceptable para los participantes. (2) Los episodios de asistencia no del todo satisfactoriaque se descubrieron proporcionaron oportunidades bene® ciosas para mejorar el tratamiento futurode pacientes a los que se receta metadona

Transiciones entre la inyeccio n de heroõ na y anfetamina

Shane Darke, Sharlene Kaye & Joanne Ross

Objetivos: evaluar en consumidores actuales de heroõÂ na y anfetaminas por võÂ a intravenosa hasta que

Resumenes 1907

punto su historia de consumo inyectado representa una transicio n de la anfetamina a la heroõ na.DisenÄ o: estudio transversal. Localizacio n: Sydney, Australia. Participantes: 151 principales consumi-dores de heroõ na i.v. y 145 principales consumidores de anfetaminas i.v. reclutados a trave s deanuncios, intercambios de agujas, clõ nicas de mantenimiento con metadona y de palabra. Hallazgos:

se detectaron seis patrones importantes de transicio n: heroõ na-heroõ na (N 5 61), anfetaminas-heroõ na(N 5 60), heroõ na-anfetaminas-heroõ na (N 5 30), anfetaminas-anfetaminas (N 5 80), anfetaminas-heroõ na-anfetaminas (N 5 41) y anfetaminas (N 5 24). Un ana lisis de regresio n logõ stica que predecõ ala presencia o ausencia de transicio n de la sustancia original principal indico que el tiempo de latrayectoria de inyeccio n, los anÄ os de educacio n y la sustancia original inyectada, eran predictoresindependientes. Por lo tanto, cuanto ma s tiempo hacõ a que se inyectaban mayores eran la probabil-idades de una transicio n. Si la sustancia original inyectada era anfetamina, mayor era la probabilidadde una transicio n; y cuantos ma s anÄ os previos de educacio n menores las posibilidades de unatransicio n. Conclusiones: mientras que habõ a una pequenÄ a preponderancia de movimiento de lainyeccio n principal de anfetamina a la inyeccio n principal de heroõ na, tambie n se daba unmovimiento en la direccio n opuesta. El consumo de heroõ na no es necesariamente un ® n constanteen las trayectorias del consumo inyectado.

Pacientes con doble diagno stico en el tratamiento del abuso de sustancias psicoactivas: La

relacio n entre contender en general y hacer frente a una sustancia especõ ® ca con los

resultados al cabo de un anÄ o

Franz Moggi, Paige Crosby Ouimette, Rudolf H. Moos & John W. FinneyObjetivos: este estudio examino las habilidades para contender en general y para hacer frente a unasustancia especõ ® ca y su relacio n con el clima del tratamiento, la atencio n continuada, y elfuncionamiento al cabo de un anÄ o despue s del tratamiento, en pacientes con doble diagno stico (esdecir, la concurrencia de abuso de sustancias y trastornos psiquia tricos). DisenÄ o: En un estudioprospectivo multice ntrico, se evaluaron pacientes con doble diagno stico que participaban en untratamiento para el abuso de sustancias, al inicio del mismo, en el alta y en un seguimiento al cabode un anÄ o. Localizacio n: los pacientes fueron reclutados de 15 programas de tratamiento para elabuso de sustancias, que fueron seleccionados de un grupo ma s amplio de 174 programas detratamiento hospitalario en el ª Department of Veterans Affairs Health Care Systemº (Departamentode Veteranos de Guerra del Sistema Sanitario). Participantes: un total de 981 pacientes con doblediagno stico participaron en el estudio. Mediciones: las evaluaciones incluyeron las habilidades paracontender en general y para hacer frente a una sustancia especõ ® ca, el clima del tratamiento, laatencio n ambulatoria continuada, la abstinencia, y los sõ ntomas psiquia tricos clõ nicamentesigni® cativos. Hallazgos: los pacientes con doble diagno stico mejoraron modestamente en cuanto asus habilidades para contender en general y para hacer frente a una sustancia especõ ® ca a lo largo delperõ odo de seguimiento de un anÄ o. Los pacientes en programas con un ª clima de tratamiento dedoble diagno sticoº y que participaron en ma s grupos de auto ayuda de 12-etapas, mostraronligeramente ma s bene® cios en cuanto al afrontamiento adaptativo. Tanto el contender en generalcomo el hacer frente a una sustancia especõ ® ca estaban asociados con la abstinencia, aunquesolamente el contender en general se relacionaba con la ausencia de sõ ntomas psiquia tricossigni® cativos. Conclusiones: resaltar las habilidades para contender en general y para hacer frente auna sustancia especõ ® ca en el tratamiento del abuso de sustancias puede reducir el consumo desustancias de los pacientes con doble diagno stico tras el tratamiento, y mejorar su funcionamientopsicolo gico.

Efectos reforzadores, subjetivos y psicomotores del sevo¯ urano y el oxido nitroso en

voluntarios sanos consumidores moderados de alcohol

James P. Zacny, Debra Janiszewski, Parvine Sadeghi & Matthew L. BlackObjetivos: caracterizar los efectos reforzadores, subjetivos y psicomotores del sevo¯ urano, unaneste sico vola til, en concentraciones subaneste sicas en humanos que presentan abuso de sustancias.

1908 Resumenes

Adicionalmente, se incluyo una concentracio n de o xido nitroso en el disenÄ o para comparar ycontrastar los efectos conductuales de un aneste sico gaseoso y uno vola til. DisenÄ o: experimento demedidas repetidas, doble ciego y controlado con placebo. Localizacio n: laboratorio de psicofarma-cologõ a humana. Participantes: catorce voluntarios sanos consumidores moderados de alcohol.Intervencio n: en cada una de cuatro sesiones, los sujetos primero probaron oxõ geno-placebo y unfa rmaco activo (concentraciones ® nales tras una inspiracio n normal de 0.2, 0.4 y 0.6% desevo¯ urano y 30% de o xido nitroso en oxõ geno) y luego escogieron entre ambos. Mediciones: estadode a nimo y rendimiento psicomotor durante los ensayos de probar las sustancias, y la eleccio n defa rmaco o oxõ geno-placebo durante el ensayo de eleccio n. Hallazgos: el 71% de los sujetos eligioÂo xido nitroso, y el 50%, 57% y 50% de los sujetos escogieron sevo¯ urano 0,2, 0,4 y 0,6%,respectivamente. Ninguno de los fa rmacos fue elegido a niveles que superaran el azar. Tanto elsevo¯ urano como el o xido nitroso deterioraron el rendimiento psicomotor y produjeron cambios enel estado de a nimo. Hubos diversas diferencias en los efectos subjetivos entre el sevo¯ urano y el o xidonitroso a concentraciones consideradas equivalentes en cuanto a su efecto aneste sico. Finalmente,aunque el sevo¯ urano no funciono como reforzador en la mayorõ a de sujetos analizados, huboevidencias de que el sevo¯ urano actuaba como reforzador en algunos de los voluntarios: los sujetosque eligieron inhalar sevo¯ urano en vez de oxõ geno-placebo tendõ an a describir una gama de efectospositivos con sevo¯ urano durante el ensayo de probar sustancias, en relacio n con los sujetos queescogieron oxõ geno-placebo en vez de sevo¯ urano. Conclusiones: aunque el sevo¯ urano no funcionoÂcomo reforzador en la mayorõ a de sujetos analizados, la correspondencia entre los efectos subjetivospositivos del sevo¯ urano y la subsiguiente eleccio n de sevo¯ urano sugiere que el fa rmaco aneste sicovola til puede actuar como reforzador en algunos consumidores moderados de alcohol.

Conductas de riesgo de VIH en hombres homosexuales que consumen esteroides anaboli-

zantes

Graham Bolding, Lorraine Sherr, Mark Maguire & Jonathan Elford

Objetivos: examinar las conductas de consumo i.v. y sexuales de hombres homosexuales en Londresque consumen esteroides anabolizantes u otras sustancias para realzar la forma fõ sica (que llamare-mos AS). DisenÄ o: estudio prospectivo transversal mediante cuestionarios autocumplimentados.Localizacio n: cinco gimnasios del centro de Londres. Participantes: 1004 hombres homosexuales queutilizaron los gimnasios en septiembre-octubre de 1997. Mediciones: la proporcio n de hombres queinforman de (i) inyectarse AS, (ii) compartir agujas, (iii) coito anal sin proteccio n (UAI) y condicio nde VIH desconocida. Hallazgos: de 1004 hombres, 136 (13.5%) eran consumidores actuales de AS(con un intervalo entre los 5 gimnasios de 2.7% a 21.2%, p , 0.001), y 81 (8.1%) se inyectaban AS(con un intervalo de 0.4% a 17.5%, p , 0.001). Ninguno manifesto que compartiera una aguja conotros consumidores y ma s del 90% dijeron que siempre utilizaban unidades desechables en envasessellados. Entre los consumidores habituales de AS, el 20.9% (28/136) informaron de UAI concondicio n de VIH desconocida, comparado con un 12.9% (107/827) de los no consumidores(p 5 0.02), una diferencia que siguio siendo signi® cativa despue s de ajustar los datos con los factoresde confusio n (razo n de probabilidad ajustada 5 1.75, IC 95% 1.05, 2.91, p 5 0.03). Conclusiones:

mientras que uno de cada diez hombres incluidos en este estudio se inyectaba esteroides anabolizan-tes u otras sustancias para realzar la forma fõ sica, ninguno manifesto compartir agujas. Sin embargo,los consumidores de esteroides eran ma s propensos a informar de UAI con condicio n de VIHdesconocida que otros hombres, una diferencia que se mantuvo tras ajustar los datos con los factoresde confusio n. Dado que cualquier cambio en las pra cticas de inyeccio n podrõ a aumentar drama tica-mente el riesgo de transmisio n del VIH en esta poblacio n, se recomienda la observacio n decomportamientos para monitorizar conductas de riesgo entre hombres homosexuales que consumenesteroides anabolizantes, asõ como programas dirigidos a la prevencio n del VIH.

Narraciones sobre la recuperacio n de conductas adictivas

Vilma HaÈ nninen & Anja Koski-JaÈ nnesObjetivos: el propo sito de este estudio era conocer las formas en que las personas que se hanrecuperado de diversas adicciones entienden y exponen su proceso de cambio. Materiales: el material

Resumenes 1909

de investigacio n consistio en 51 historias autobiogra ® cas de personas que habõ an podido dejar suadiccio n al alcohol, a mu ltiples drogas, al comer compulsivo, a fumar tabaco, al sexo y al juego.Me todos: primero se de® nio la lo gica ba sica de cada narracio n. Luego las narraciones se clasi® caronsegu n lo que indicaban como la clave de la recuperacio n. Se construyeron historias compuestas y seanalizaron en relacio n con sus signi® cados emocionales, causales, morales y e ticos. Hallazgos: elana lisis revelo cinco tipos de historias distintas de entre estas autonarraciones: la historia AA, lahistoria de crecimiento, la historia de codependencia, la historia de amor, y la historia de maestrõ a.Todas ayudaron a hacer comprensible la adiccio n y la recuperacio n, liberaban al protagonista de laculpa, y tenõ an un ® nal feliz con el que se realizaban los valores de la historia. Cada tipo de historiaera contada predominantemente por representantes de un sexo y una adiccio n concretos. Conclu-

siones: al igual que hay diversas maneras de superar conductas adictivas tambie n hay distintas formasde interpretar el cambio. Se podrõ a alentar a las personas que intentan superar conductas adictivasa utilizar la reserva cultural de historias para crear una narracio n que se ajuste a su propia experienciade vencer su particular adiccio n.

El programa ª interlockº de Alberta: Evaluacio n de un programa provincial dirigido a la

reincidencia de la conduccio n de vehõ culos bajo los efectos del alcohol (DUI)

Robert B. Voas, Paul R. Marques, A. Scott Tippetts & Douglas J. BeirnessObjetivos: este estudio se disenÄ o para determinar la e® cacia de ª interlocksº de seguridad frente alconsumo de alcohol en la reduccio n de las reincidencias de primeras y segundas infracciones porconduccio n de vehõ culos bajo los efectos del alcohol (DUI). Tambie n evalu a la efectividad global delos programas ª interlockº en los que tõ picamente so lo una pequenÄ a proporcio n de infractores DUIeligen instalarse ª interlocksº . DisenÄ o: se compararon los expedientes de conduccio n de los infractoresDUI que participaron en programas interlock durante 6 meses -los que presentaban una primerainfraccio n- y durante 2 anÄ os -los reincidentes por segunda vez- con infractores similares que eligieronno participar. Localizacio n: un programa provincial en Alberta, Canada . Participantes: se analizaronlos expedientes de 35,132 conductores sancionados por DUI entre el 1 de julio de 1987 y el 30 deseptiembre de 1996. Mediciones: infracciones DUI repetidas durante y despue s del perõ odo deª interlockº . Hallazgos: mientras los infractores tuvieron ª interlocksº en sus vehõ culos, la reincidenciade DUI se redujo sustancialmente. En cuanto el ª interlockº era retirado del vehõ culo y losparticipantes eran rehabilitados, su õ ndice de DUI era el mismo que el de otros infractores, indicandoque el ª interlockº reducõ a la reincidencia mientras estaba colocado. Dado que so lo un 8.9% deconductores candidatos eligio participar en el programa ª interlockº , dicho programa no aumentoÂsigni® cativamente la efectividad global de la provincia en el manejo de los infractores DUI.Conclusiones: los ª interlocksº se asocian con una importante reduccio n de la reincidencia de DUImientras permanecen en el vehõ culo del infractor. Sin embargo, dado que pocos infractores eligenparticipar, el programa so lo produce una pequenÄ a (5.9%) reduccio n global del õ ndice de reincidenciade todos los infractores DUI.

Monitorizacio n conductual de infractores DUI con el registrador ª interlockº de ignicio n

Paul R. Marques, Robert B. Voas, A. S. Tippetts & Douglas J. Beirness

Objetivos: evaluar los patrones de concentracio n de alcohol en sangre (BAC) y conduccio n devehõ culos registrados en el registrador de ignicio n ª interlockº , y evaluar si este registro de aconteci-mientos es una medida de resultados u til para una intervencio n conductual. DisenÄ o: ana lisisdescriptivos de datos del registrador y ana lisis multivariante de los predictores de BACs elevadosasociados a una intervencio n motivacional para infractores por conduccio n de vehõ culos bajo losefectos del alcohol (DUI) que utilizan un ª interlockº . Localizacio n: dos centros de serviciosª interlockº en Alberta, Canada . Participantes: 1309 infractores DUI primerizos y reincidentes queaccedieron a participar durante la instalacio n de ª interlocksº . Intervencio n: una intervencio n deservicios humanos (orientacio n de apoyo) basada en entrevistas motivacionales y asesoramientopragma tico fue realizada con usuarios de ª interlockº en Calgary, pero no con los usuarios de

1910 Resumenes

ª interlockº en Edmonton, Canada . Mediciones: este informe resume los patrones y predictores deadvertencias (0.02± 0.039%) (20± 39 mg/dl) y suspensos (3.04%) (340 mg/dl) de BAC para ma s de3 millones de pruebas de alcohol dentro del vehõ culo. Los datos provienen de tres fuentes:expedientes de conductores, cuestionarios, y el ª interlockº . Hallazgos: desde el principio hasta ® naldel perõ odo del ª interlockº , hubo una disminucio n lineal signi® cativa en la proporcio n de conduccio nde vehõ culos con BAC positivo en relacio n a la conduccio n de vehõ culos total. Despue s de controlarlas infracciones previas, los datos demogra ® cos, y los niveles de consumo de alcohol descritos por lossujetos, los infractores en la localidad de la intervencio n (Calgary) tenõ an menos probabilidades dehaber registrado suspensos de BAC que los infractores en la localidad control (Edmonton). Lospatrones temporales de los suspensos BAC con el ª interlockº re¯ ejan los perõ odos de riesgo elevadode arrestos por DUI y de accidentes mortales relacionados con el alcohol. Conclusiones: el ª interlockºbloquea con e xito el consumo de alcohol y la conduccio n de vehõ culos durante los perõ odos de riesgoelevado. Los datos preliminares del registrador sugieren que la intervencio n del servicio puede estarin¯ uyendo en la conducta DUI.

Es cierto que los ricos se mueren jo venes? Mortalidad relacionada con el alcohol y la clase

social en Gran BretanÄ a, 1988± 1994

Larry Harrison & Eric GardinerObjetivos: determinar si la clase social tiene una in¯ uencia importante en la mortalidad relacionadacon el alcohol en la poblacio n general y econo micamente activa de Gran BretanÄ a. DisenÄ o y

Participantes: la regresio n de Poisson de los õ ndices de mortalidad causados directamente por elconsumo de alcohol, segu n edad, sexo y clase social en Inglaterra, Gales y Escocia. Mediciones: lamedicio n de la mortalidad relacionada con el alcohol es el total de muertes de las categorõ as ICD-9:291; 303; 357.5; 425.5; 535.3; 305; 790.3; y 571.0Ð 571.3, a lo largo del perõ odo de siete anÄ os de1988 a 1994. La medicio n de clase social es la clasi® cacio n de empleo del Registro General Brita nico,utilizada para codi® car el censo y los datos de los certi® cados de defuncio n. Hallazgos: los õ ndices demortalidad relacionados con el alcohol son ma s elevados en los hombres con empleos manuales quecon empleos no manuales, pero la magnitud relativa depende de la edad. Los hombres de edadesentre 25 y 39 anÄ os en la clase de empleo manual no especializado tienen de 10 a 20 veces ma sprobabilidades de morir por causas relacionadas con el alcohol que aquellos que pertenecen a la clasede los profesionales, mientras que los hombres entre 55 y 64 anÄ os en la clase de empleo manual noespecializado so lo tienen de 2.5 a 4 veces ma s probabilidades de muerte. Para las mujeres conempleos remunerados no hay una gradacio n de clases consistente; las mujeres ma s jo venes de lasclases de empleo manual tienen ma s probabilidades de morir por causas relacionadas con el alcohol,pero en las mujeres ma s mayores son las que pertenecen a la clase profesional las que sufren unamortalidad elevada. Conclusiones: la clase social es un factor de riesgo de mortalidad relacionada conel alcohol en Gran BretanÄ a, aunque esta mediado por la edad y el sexo. El alcohol parece ser similara otras sustancias psicoactivas en cuanto a que el consumo problema tico esta unido a factores deestructura social, tales como la pobreza, las desventajas y la clase social. Ello sugiere que lasintervenciones dirigidas a la reduccio n de la pobreza y la desigualdad tienen el potencial para reducirlos niveles actuales de perjuicios relacionados con el alcohol entre los grupos ma s pobres de lacomunidad.

Una comparacio n de dos medidas de las etapas de cambio en la abstinencia del consumo

de tabaco

Jean-Francois Etter & Thomas V. PernegerObjetivos: comparar 2 cuestionarios utilizados para identi® car las etapas de cambio de consumidoresde tabaco actuales y pasados: un cuestionario convencional de 5 items y un cuestionario alternativode 1 item. DisenÄ o y localizacio n: encuestas por correo de 1167 consumidores en algu n momento detabaco en Ginebra (Suiza), realizadas en 1997. Se clasi® co a los participantes en 5 etapas:precontemplacio n, contemplacio n, preparacio n, accio n y mantenimiento. Otras preguntas abarcaron

Resumenes 1911

conductas, actitudes y autoe® cacia relacionadas con el consumo de tabaco. Hallazgos: so lo el 62%de los participantes fueron clasi® cados en la misma etapa por los dos cuestionarios (kappa ponder-ado 5 0.69). El cuestionario de 5 items produjo ma s falta de datos (8%) que el cuestionario de 1 item(2%, p , 0.001). Con el cuestionario convencional, la etapa de precontemplacio n incluyo a un grupode consumidores que no tenõ an ninguna intencio n de dejar de fumar y a un grupo ma s propenso alcambio, y la etapa de preparacio n incluõ a so lo un 43% de personas que habõ an tomado la ª decisio n® rmeº de dejar de fumar en los pro ximos 30 dõ as. Utilizando el cuestionario alternativo, la etapa decontemplacio n fue tambie n bastante heteroge nea. La etapa de accio n incluyo a ma s de un 35% depersonas que au n fumaban ocasionalmente, con cualquiera de los cuestionarios utilizados. Conclu-

siones: el cuestionario de un solo item fue mejor en cuanto a evitar las respuestas que faltaban. Sinembargo, ambos cuestionarios clasi® caron a los fumadores en grupos heteroge neos, y ambosclasi® caron mal a muchos fumadores ocasionales y exfumadores, lo que sugiere que un modelodiscreto de 5 etapas no se ajusta bien a la realidad. Esto puede re¯ ejar cuestiones conceptualessubyacentes, especialmente que la de® nicio n cla sica de etapas incorpora dimensiones separadas,aunque de forma incompleta (conducta actual, intentos de dejar el consumo, intencio n de cambiar,tiempo). Se requieren tanto desarrollos teo ricos como metodolo gicos para superar estosproblemas.