revista de enero 2012

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Año 4 N˚ 38 • ENERO DE 2012 • Revista Mensual Gratuita, Culiacán, Sin., Mex. Mi paz les dejo, mi paz les doy

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revista vida eterna enero 2012

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Page 1: revista de enero 2012

Año 4 N˚ 38 • ENERO DE 2012 • Revista Mensual Gratuita, Culiacán, Sin., Mex.

Mi paz les dejo,mi paz les doy

Page 2: revista de enero 2012

Pág 2 Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Encontrar a Cristo y estar unidos a Él son los deberes de los Cristianos, que han de vivir tanto mediante la participación en elsacramento del Sacrificio de Cristo, como mediante la participación en el sacramento de la ofrenda de los pobres.

• Norberto Rafael Orozco Camacho, Director • Gerardo Daniel Orozco Alfaro, Director Comercial • María Del Carmen Alfaro Jiménez, Relaciones Públicas • Joszy Magnolia Orozco Alfaro, Coordinador Editorial • Diseño Editorial, Sergio Abitia Reyes • Colaboradores: Ilmo. Mons. Manuel Silva Rodríguez • Ing. Al-fonso Antonio Cruz Alvarez e Ing. Juan Carlos Aguirre, Web Site • Ada Patricia Villalaz . Vida Eterna Reserva de Derechos: 04-2009-111317530400-102. Anun-cios y publicaciones contáctenos en: [email protected] o [email protected] al Tel: 754-0750, Cel: 6671 024171 y 6671 034688 Nextel: 52*14*4777 y 52*14*55195. Si usted desea adquirir esta revista mensualmente en su hogar o comercio lo puede hacer por medio de un solo donativo, el cual será valido por los 12 meses del año favor de contactarnos. Si usted tiene un testimonio de fe y desea publicarlo, envíelo a nuestros correos electrónicos para analizarlo y publicarlo si así creemos conveniente. Impreso en los talleres de El Debate de Culiacán. Cada articulo es solo responsabilidad de quien lo escribe.

Directorio

A nuestrocorazón

Aguanta un poco más

Donde está la felicidad

En los momen-tos críticos

Evangelios

Yo creoLa parte más

importante del cuerpo

Algo te espera Gratitud

Déjatetransformar

Conquistate

ÁbreteEn este año que

comienza

Bendicionespara ti

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Agustín de Hipona

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SUMARIO

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Editorial SALMO 1

Los dos caminos. —Lo que uno siembra en su vida, lo habrá de cosechar . Los que observan la ley de Dios tendrán la felicidad en esta vida y en la otra. Los que la rechazan no prosperarán. Este primer salmo nos habla de la felicidad, al igual que el primer discurso de Jesús que comenzará con: ¡Dichosos!

1 Dichoso el hombre que no va a reuniones de malva-dos, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones,

2 más le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día.

3 Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta.

4 No sucede así con los impíos: son como paja llevada por el viento.

5 No se mantendrán en el juicio los malvados ni en la junta de los justos los pecadores. Porque Dios cuida el camino de los justos y acaba con el sendero de los malos.

SALMO 2Los dos reinos. —Esta lucha entre los reyes de la tie-

rra y el Elegido de Dios es un anuncio del libro del Apocalipsis. Dios ha venido a los hombres: Su presencia es un desafío a los que quisieran ser señores del mundo; no habrá paz duradera en esta tierra.

1 ¿Para qué meten ruido las naciones y los pueblos meditan vanos planes?

2 Se sublevan los reyes de la tierra, y sus fuerzas unen los soberanos en contra del Señor y de su Ungido.

3 «¡Vamos, dicen, rompamos sus cadenas y su yugo quebremos!»

4 El que se sienta en los cielos se sonríe, el Señor se burla de ellos.

5 Luego les habla con enojo y su furor los amedrenta: 6 «Yo soy quien ha consagrado a mi rey en Sión, mi

monte santo.» 7 Voy a comunicar el decreto del Señor: El me ha di-

cho: «Tú eres hijo mío, yo te he engendrado hoy. 8 Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propie-

dad, los confines de la tierra.9 Las regirás con un cetro de hierro y quebrarás como

cántaro de arcilla.» 10 Pues bien, reyes, entiendan, recapaciten, jueces de

la tierra.11 Sirvan con temor al Señor, besen, temblando, sus

pies;12 no sea que se enoje y perezcan, pues su cólera es-

talla en un momento. ¡Felices los que en él se refugian!

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Pág 3Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Que la luz de la estrella de la esperanza ilumine profundamente tu corazón.

Que la paz permanezca en tu interior aun en medio de las dificultades.

Que Dios te colme de bendiciones y que la alegría te acompañe a donde quiera que vayas.

Que la sencillez y la humildad permanezcan siempre en tu interior y las conserves siempre.

Que alimentes cada día la fe y que no alimentes al orgullo para que muera solo.

Que no permitas que se apaguen la llama del amor, la fe, la confianza y la esperanza, eso mantiene iluminado y encendido tu interior.

Que estires rápido la mano para brindar ayuda y que no la estires solo para pedir.

Que escuches con atención y paciencia a los que te hablan, siempre hay algo importante que aprender.

Que trates a todos tal como te gustaría que te traten a ti.

Que no grites ni menosprecies a nadie todos merecen respeto.

Que confíes en Dios y en ti, solo así podrás conseguir éxito en tu vida.

Que tengas un corazon limpio, una conciencia buena y una fe sincera.

Que ames con hechos y de verdad, no de labios y de palabras para afuera.

Que no te molestes por nada, antes examinen tu cora-zon con serenidad y quietud.

Que primero razones antes de que reacciones, nunca tomes una decisión cuando estés enojado o molesto.

Que Dios es tu amparo y fortaleza en los momentos de dificultades, es tu escudo y quien día tras día sobre-lleva tus cargas y que con confianza podrás decir DIOS

es quien me ayuda no temeré jamás, pongo mi vida y todo mi ser en las manos de él porque él me bendice siempre.

Te deseamos un año abundante de bendiciones, pros-peridad, dicha y felicidad, son nuestros mejores deseos.

Bendiciones para tí

Fotos: Internet

Si compartimos el pan Celestial, ¿cómo no compartir el pan terrenal?Didaje

Lo mejor siempre pasa en...

Por Rafael Orozco

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Pág 4 Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

La hija de un hombre le pidió al Sacerdo-te que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el Sacerdote llegó a la habitación del enfermo, en-contró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una si-lla al lado de su cama, por lo que el Sacerdote asumió que el hombre sabía que vendría a verlo. Supongo que me estaba esperando -le dijo -No, ¿Quién es usted? -dijo el hombre- soy el Sacer-dote que su hija llamó para que orase con usted, cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo estaba viniendo a verlo. -Oh sí, la silla -dijo el hombre enfermo- ¿Le importa cerrar la puerta? El Sacerdote sorpren-dido la cerró. Nunca le he dicho esto a nadie, pero... toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerla. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración. Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: José, esto de la oración es simple-mente tener una conversación con Jesús. Así es corno te sugiero que lo hagas... Te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente de ti, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado hacerla, pues Él nos dijo: “Yo estaré siempre con ustedes”. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora mismo. Así lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues me internaría de inmediato en la casa de los locos.

El Sacerdote sintió una gran emoción al escu-char esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerla. Luego hizo una oración con él, le extendió una bendición, los santos óleos y se fue a su parroquia. Dos días después, la hija de José llamó al Sacer-dote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó: -¿Falleció en paz? -Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso. Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde, ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respec-to de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo en-contré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto? El Sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió: -Ojala que todos nos pudiésemos ir de esa manera. séñame a amarte en cada uno de mis hermanos”.

Amado corazón: Tú no estás solo, jamás lo estarás. Dios está contigo en cada segundo de tu vida, más cerca que tus propios sentimientos. Sólo es tu idea la que te hace creer que Dios te puede abandonar, pero esto es imposible.

Te voy a explicar: Dios está en el aire que estás respirando y te da la vida.

Si te pones, la mano en el corazón. El sol que nos viene alumbrar cada mañana es una bendición de Dios para ti, para que vivas y seas feliz.

¡Tú no tienes por qué estar triste nunca! El estado natural del hombre es la alegría, lo que pasa es que vivimos queján-donos por todo lo malo, en vez de dar gracias por todo lo que tenemos y esto nos pone tristes.

Comienza ya a dar gracias por el aire que respiras, cada objeto de ves-tir o de adorno que llevas en el cuerpo, por la cama que tienes, por cada pedacito de comi-da que te llevas a la boca, por cada canción que te sa-bes. Cada vez que pienses en quejarte, busca algo por lo cual dar gracias a Dios.

Acostúmbrate a decir por todo “GRACIAS PADRE”.Tú vas a ver como tu mundo va a cambiar. Comienza a son-

reírle a todo, y no importa lo que te diga la gente, es mejor sonreír que estar mal encarado. Sonríele al guardia, al médico, al abogado, barrendero, al ascensorista, al cajero, a los que

cocinan, al chofer, a la enfermera. Sonríele al mundo y verás que el mundo te sonreirá también. El rencor y el odio son la madre de la infelicidad.

Comienza a perdonar ya a todo el mundo, no importa lo que te hayan hecho o dicho, eso es problema del que conde-na; el tuyo es el de perdonarlos. Diles: Te doy mi amor y mi perdón.

Si hablan mal de ti, te critican o te condenan, eso no im-porta, de los más grandes seres se han dicho las peores cosas. Piensa: Si eso lo dicen , ¿dónde está lo que hacen? Yo soy un ser que hago y con eso me entiendo con los que hacen y

no con los que dicen. Decir, cualquiera dice: para hacer hay que sa-ber y yo soy un ser de acción.

Si has perdido algo o te han robado, eso tampoco importa. Acuérdate que lo ver-daderamente valioso y eterno en ti nadie te lo puede quitar, es tu SER y tu derecho soberano de sentir y pensar. “Lo maravillo-so de cuando se pier-de es que siempre nos queda Dios”.

Acostúmbrate a ben-decir en vez de malde-

cir o decir malas palabras y verás que las cosas se transforman. Di constantemente a todas las cosas y a todas las personas, no importa lo que sean, hagan o digan, “Dios te Bendice”.

Cada vez que no sepas qué hacer y estés desesperado y no te acuerdes de nada, repite simplemente el nombre de Dios, tantas veces como te sea necesario y verás milagros.

Escucha, nunca sabes, si dirán las palabras justas que estabas espe-rando.

Abre, nunca sabes, si era la persona que siempre soñaste.

Despierta, nunca sabes, si ese día cambiará el resto de tu vida.

Habla, nunca sabes, si tus palabras despertarán sentimientos en perso-nas insospechadas.

Cambia, nunca sabes, si el nuevo camino, te traerá nuevas alegrías.

Analiza, nunca sabes, si la situa-ción que te acongoja, está disfrazada de oportunidad.

Arriesga, nunca sabes, si tus movi-

mientos audaces, serán el comienzo de una cadena de éxitos notables.

Camina, nunca sabes, si tus hue-llas, serán el camino que sigan aque-llos que confían en Ti.

Perdona, nunca sabes, si las ofen-sas son en realidad pruebas que te ayudan a crecer.

Estimula, nunca sabes, si tus ac-ciones generarán acontecimientos a tu favor.

Agradece, nunca sabes, si lo bueno o lo malo que te sucede, es ni más ni menos, que la señal, de que el Buen Dios, te está poniendo

Comer este alimento y beber esta bebida significa permanecer en Cristo.

La silla vacía A nuestro corazón

A prueba

Agustín de Hipona

1 y 2.- www.motivaciones.org 3.- Vol. 1 Jorge Amando Vázquez Rodríguez De la metáfora a la metamorfosis Fotos: Internet

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se quedaron pren-dados de una hermosa tacita. “¿Me permite ver esa taza?” preguntó la señora, “¡nunca he visto nada tan fino!” En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia: “Usted debe saber que yo no siem-

pre he sido la taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era solo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma. Llegó el momento en que me desesperé y le grité: “¡Por favor...ya déjeme en paz...!” Pero mi amo sólo me sonrió y me dijo: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”

Después me puso en un horno. ¡Nunca había senti-do tanto calor! toqué a la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer los labios de mi amo que me decían: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo.”

Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. No se cómo no acabó con-migo. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias pintu-ras...Sentía que me ahogaba...

“Por favor déjame en paz”, le gritaba a mi artesano; pero él sólo me decía: “Aguanta un poco más, toda-vía no es tiempo.”

Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el primero. Ahora si pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo.”

Me pregunté entonces si había esperanza si logra-ría sobrevivir aquellos tratos y abandonos. Pero por alguna razón aguanté todo aquello. Fue entonces que se abrió la puerta y mi artesano me tomó cari-

ñosamente y me llevó a un lugar muy diferente. Era precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas, verda-deras obras de arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños. No pasó mucho tiempo cuando des-cubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo!

Mi artesano entonces me dijo: “Yo se que sufriste al ser moldeada por mis manos, mira tu hermosa figura. Se que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia, se que sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la finura de tu presencia y la pintura te provocaba nausea, pero contempla ahora tu hermosura y, ¿si te hubiera dejado como estabas?

“¡Ahora eres una obra terminada! ¡Lo que imaginé cuando te comencé a formar!”.

Querido hermano que lees. Usted es una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios. Confíate en Sus amorosas manos aunque muchas veces no compren-das por qué permite tu sufrimiento. AGUANTA UN POCO MAS Y SERÁS EL HIJO/A QUE EL SOÑÓ PARA TODA LA ETERNIDAD...

Así como el barro está en manos del alfarero que lo moldea a su voluntad, así también están los hombres en las manos del que los ha hecho: tra-ta a cada cual como mejor lo estima. Eclesiástico 33,13

Aguanta un poco más

Foto: Internet

La certeza de que Dios nos ha llamado a tener comunión con El y entre nosotros,tiene en la Eucaristía el signo real de su actuación más profunda. Giuseppe Betori

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

En el principio de los tiempos se reunieron varios demo-nios para hacer una de las suyas. Uno de ellos dijo: Debemos quitarle algo a los hombres, pero, ¿Qué? Después de mucho pensar uno dijo: ¡Ya sé!, vamos a quitar-les la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar.

Propuso el primero: Vamos a es-conderla en la cima del monte más alto del mundo. A lo que inmedia-tamente repuso otro: No, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la en-cuentra uno, ya todos sabrán dónde está. Luego propuso otro: -Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Y otro contestó:

No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien cons-truirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará.

Uno más dijo: Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.

Y le dijeron: No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.

El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchan-do atentamente cada una de las propues-tas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: -Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la en-cuentren.

Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo: -¿Dónde? El demonio respondió: -La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocu-

pados buscándola fuera que nunca la encontrarán. Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

Según la antigua leyen-da, había un hombre llama-do Haakon que cuida una ermita. A ella acudía la gente a orar con mucha devoción. En esta ermita había una cruz muy antigua. Muchos acu-dían ahí para pedirle a Cristo algún milagro.

Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor, lo im-pulsaba un sentimiento gene-roso, se arrodillo ante la cruz y dijo: -Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz.

Y se quedo fijo con la mi-rada puesta en la escultura, como esperando la respuesta.

El Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amo-nestadoras:

-Siervo mío, accedo a tu de-seo, pero ha de ser con una condición.

-¿Cuál Señor? –Pregunto con acento suplicante Ha-akon- ¿es una condición di-fícil? ¡Estoy dispuesto a cum-plirla con tu ayuda Señor! Respondió el viejo ermitaño.

-Escucha: Suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre.

Haakon contestó: ¡Os lo

prometo, Señor! Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció el ermitaño, colgado con los clavos de la cruz. El Señor ocupaba el puesto de Ha-akon.

Y este, por largo tiempo cumplió el compromiso. A nadie dijo nada, pero un día, llego un rico, después de haber orado, dejó allí olvi-dada su car-tera. Haakon lo vio y callo.

Ta m p o c o dijo nada cuando el pobre, que vino dos ho-ras después y se apropio de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se la había apropiado. El rico se volvió al joven y le dijo iracundo: -¡Dame la bolsa que me has robado!

El joven sorprendido repli-có: -¡No he robado ninguna bolsa!

-¡No mientas, devuélvemela enseguida! -¡Le repito que no he cogido ninguna bolsa!

El rico arremetió furioso contra él. Sonó entonces una voz fuerte: -¡Detente! El rico miro hacia arriba y vio que

la imagen le hablaba. Ha-akon, que no pudo perma-necer en si-lencio, grito defendiendo al joven, in-crepó al rico por la falsa a c u s a c i ó n . Éste quedó anonadado y salio de la ermita. El

joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.

Cuando la ermita quedo a solas, Cristo se dirigió a él y le dijo: -Baja de la cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silen-cio.

-Señor, ¿Cómo iba a permi-tir esa injusticia?

Se cambiaron los oficios. Jesús ocupo la cruz de nuevo

y el ermitaño se quedó ante la cruz.

El Señor, siguió hablando:-Tú no sabes que al rico

le convenía perder la bol-sa, pues allí llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El pobre, por el contrario, tenia necesi-dad de ese dinero e hizo bien al llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser gol-peado, sus heridas hubiesen impedido realizar el viaje que para el resultaría fatal. Aho-ra, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y él ha perdido la vida. Tú no sabias nada, yo si sé, por eso callo”.

Y el señor nuevamente guardo silencio.

Muchas veces nos pregun-tamos porque razones Dios no nos contesta. ¿Por qué razón se queda callado Dios? Muchos de nosotros quisiéra-mos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero, Diosa no es así. Dios nos responde aun con el silencio. Debemos aprender a escu-charlo. Su divino silencio son palabras destinadas a conven-cernos de que, Él sabe lo que esta haciendo.

En su silencio nos dice con amor: confíen en Mí, que sé bien lo que debo hacer.

¿Por qué te confundes y te agitas ante los pro-blemas de la vida?

Déjame el cuidado de todas tus cosas y en todo te ira mejor. Cuando te abandones en mi todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra tus ojos del alma y dime con calma: “Jesús yo en ti confío”.

Evita las preocupaciones y angustias y los pensa-mientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Aban-dónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.

Dime frecuentemente: “Jesús, yo confío en ti”. Lo que mas daño te hace en tu razonamiento y tus pro-pias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: Jesús, yo confío en ti, no seas como el paciente que le pide al medico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.

Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si crees que las cosas em-peoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía.

Continua diciéndome a toda hora: “Jesús, yo confío en ti”. Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inúti-les. Las fuerzas de la oscuridad quieren eso: agitar-te, angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en Mí, abandónate en Mí, así que no te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jesús, yo confío en ti y veras grandes milagros, te lo prometo por Mi AMOR.

¿Dónde está la felicidad?Mensajede Jesús

La Eucaristía nos ofrece un alimento divino tan fortalecedor, que el mundo,la carne y el demonio ya no pueden hacer nada contra nosotros. Alberto Magno

1 y 2.- Vol. 1 Jorge Amando Vázquez Rodríguez De la metáfora a la metamorfosis Fotos: Internet

Escuchando en silencio 2

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

ALMA DE CRISTO, SANTIFÍCAME Santifica mi memoria, mi entendimiento, mi voluntad.

Santifica OH Jesús, mis pensamientos, mis palabras, mis afectos, mis acciones, mi corazón: Te has dado todo a mí, y yo quiero darte todo a Ti.

SANGRE DE CRISTO, EMBRIAGAMEOH Jesús; todos tenemos sed de felicidad, pero la busca-

mos sin encontrarla jamás.Que Tú sangre preciosa deje caer en nuestro corazón una

gota de alegría divina, un Minuto de celestial embriaguez, que nos hagan olvidar la tierra y suspirar por el cielo

AGUA DE COSTADO DE CRISTO, LAVAMEAgua divina lava mi corazón, Purifica mi alma, apaga el

fuego de mis pasiones, y alivia las almas del purgatorioPASIÓN DE CRISTO, CONFORTAMEOH dolor, fruto del pecado del hombre Tú has abrumado

al hijo de Dios en su Pasión y en la cruz pero al contacto de Jesús, has sido consagrado, y eres ahora la fuerza y el tesoro de las almas

OH BUEN JESUS, ESCUCHAMEEstablece tu morada en mi corazón: en el coloco el trono

de tu gloria y de tu amor, y yo vendré sin cesar anonadarme a los pies de mi Padre, de mi Salvador y de mi Glorificador

ENTRE TUS LLAGAS ESCONDEMELlagas divinas, retiro sagrado de las almas santas, sed mi

asilo, mi hogar, mi lecho de reposo, La celda de mi alma solitaria, y en fin la puerta de mi eterna salvación

NO PERMITAS QUE ME APARTE DE TIRetenme, guárdame: Yo quiero unirme a Ti por los lazos,

de la fe y del amor, que esas cadenas de oro no se rompan jamás.

DEL ENEMIGO MALO DEFIENDEMEQue el recuerdo constante de Tu presencia me libre de to-

das las asechanzas del enemigo y de las seducciones de los malos descúbreme las astucias del demonio, sus mentiras e ilusiones. Presérvame de sus ataques, o permanece a mi lado para defenderme y ser mi victoria en el combate

A LA HORA DE MI MUERTE, LLAMAMEMándame ir a Ti, para que con los Santos te alabe y te

bendiga por los siglos de losSiglos. A…M…E…N…

En algún momento de nuestra vida pasamos por situaciones difíciles, momentos críticos o de crisis, son dificultades que se presentan día con día y que mu-chas veces no sabemos cómo enfrentarlas, nos toman por sorpresa, o nos les damos la importancia necesaria a un problema hasta que hace crisis en nosotros, nos encierra como en cuatro paredes sin puertas ni ven-tanas, no encontramos la salida, no podemos ver más allá de nuestros ojos y no tenemos soluciones, estamos presos en nuestros miedos, entonces nos comenzamos a preocupar a estresar, cuando estés pasando por este momento acude al Señor, y ora pidiendo su ayuda para que te de fortaleza, confianza y sabiduría, para enfrentar esos momentos críticos y que muchas de las veces son de tristeza, de angustia y dolor, no estamos preparados para enfrentar un momento crítico, una situación que se presenta de repente y en esos momentos decisivos tomamos decisiones equivocadas, o simple y sencilla-mente no las tomamos, no sabemos cómo actuar y reac-cionamos a una situación en lugar de razonar lo que está sucediendo con calma, serenidad y paciencia, nos encerramos en nosotros mismos y no encontramos sali-das, no tenemos respuestas, no tenemos ánimo.

Algunas veces perdemos la confianza en nosotros mis-

mos y no tomamos decisiones por temor a equivocar-nos, tenemos miedo hasta de lo que decimos y hacemos y eso nos lleva a sentirnos en momentos de crisis a sen-tirnos estresados, quiero decirte una cosa que solo no se equivoca aquel que nunca intenta nada, ese nunca se equivoca porque nunca hace nada, tu no seas de esos, en los momentos críticos pídele al Señor que te ilumine y te de fuerza para que tomes las decisiones, los momen-tos críticos, no esperan, pero si pueden hacer crisis en tu vida, hasta llegar a sentirte menospreciado y misera-ble, porque la crisis ya no solo la tienes por fuera sino también en tu interior, en tu mente, en tu corazon, y eso te hace sentirte triste, solo y quizás hasta abandona-do. Pero solo deseo que recuerdes esto, el Señor nunca te deja solo ni te abandona, él está contigo siempre en los momentos de angustia, en los momentos de dolor y enfermedad, el estará contigo a tu lado ministrando su amor.

Confía en Jesús que está contigo y pídele que te de la sabiduría y la fuerza para que enfrentes los momentos críticos con decisión, no le pidas al Señor que te quite las tormentas, sino que solo no permita que te hundas en ellas, los problemas no se resuelven huyéndoles o sa-cándoles la vuelta, sino enfrentándolos con firmeza y fortaleza, no con miedo y debilidad, las tormentas son para fortalecerte y mantenerte firme.

En la vida pasamos por momentos de crisis, bien pue-de ser económica, de trabajo, nerviosa, de tristeza, en fin, existen muchos momentos de esos, pero si te tomas de la mano del Señor, le presentas todos y cada uno de tus momentos y le pides con fe y confianza que te ayude a pasar por esos momentos amargos por los que estás pasando, seguramente él te tomara con su diestra pode-rosa y te ayudara, quizás esos momentos no pasaran tan rápido como tu deseas pero son para que te vayas trans-formando, renovando, esos momentos difíciles son para que te levantes y veas que con Jesús todo es posible, el solo quiere lo mejor para ti.

En los momentos críticos

Foto: Internet

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Todo el universo no vale nada en comparación con este Dios que es mío, en la grutadonde quiso nacer… y en la locura del amor de la santa Eucaristía. Josemaria Escriva

Por Rafael Orozco

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Pág 8 Vida Eterna

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DOMINGO 15EVANGELIO JUAN 1:

35-42

Jesús llama a sus prime-ros discípulos

Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Mientras Jesús pasaba, se fijó en él y dijo: «Ese es el Cordero de Dios.» Los dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: «¿Qué buscan?» Le contestaron: «Rabbí (que significa Maes-tro), ¿dónde te quedas?» Jesús les dijo: «Vengan y lo verán.» Fueron, vieron dón-de vivía y se quedaron con él aquel día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, el hermano de Simón Pe-dro, era uno de los dos que siguieron a Jesús por la pala-bra de Juan. Encontró pri-mero a su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías» (que significa el Cristo). Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas» (que quiere decir Piedra).

DOMINGO 22EVANGELIO MARCOS

1:14-20

JESÚS LLAMA A SUS CUATRO PRIMEROS

DISCIPULOSDespués de que tomaron

preso a Juan, Jesús fue a Ga-lilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Renun-cien a su mal camino y crean en la Buena Nueva.» Mientras Jesús pasaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano An-drés que echaban las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme y yo los haré pescadores de hom-bres.»

Y de inmediato dejaron sus redes y le siguieron. Un poco más allá Jesús vio a Santiago, hijo de Zebedeo, con su her-mano Juan, que estaban en su barca arreglando las re-des. Jesús también los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los ayudantes, lo siguieron.

DOMINGO 29EVANGELIO MARCOS

1: 21-28

Jesús enseña y sana a un endemoniado

Llegaron a Cafarnaúm, y Jesús empezó a enseñar en la sinagoga durante las asam-bleas del día sábado.

Su manera de enseñar im-presionaba mucho a la gen-te, porque hablaba como quien tiene autoridad, y no como los maestros de la Ley. Entró en aquella sinagoga un hombre que estaba en poder de un espíritu malo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé que tú eres el Santo de Dios.» Jesús le hizo frente con autoridad:

«¡Cállate y sal de ese hom-bre!» El espíritu impuro re-volcó al hombre en el suelo y lanzó un grito tremendo y luego salió de él. El asombro de todos fue tan grande que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? Una doctrina nueva, y ¡con qué autoridad! Miren cómo da órdenes a los espíritus impuros ¡y le obedecen!» Así fue como la fama de Jesús se extendió por todo el territorio de Ga-lilea.

DOMINGO 05 FE-BRERO

EVANGELIO MARCOS 1: 29-39

Numerosas curacionesAl salir de la Sinagoga, Je-

sús fue a la casa de Simón y Andrés con Santiago y Juan. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, por lo que en seguida le hablaron de ella. Jesús se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. Se le quitó la fie-bre y se puso a atenderlos. Antes del atardecer, cuando se ponía el sol, empezaron a traer a Jesús todos los enfer-mos y personas poseídas por espíritus malos. El pueblo entero estaba reunido ante la puerta.

Jesús sanó a muchos enfer-mos con dolencias de toda clase y expulsó muchos de-monios; pero no los dejaba hablar, pues sabían quién era.

Oración nocturna de JesúsDe madrugada, cuando

todavía estaba muy oscu-

ro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron a buscarlo, y cuando lo en-contraron le dijeron: «To-dos te están buscando.» Él les contestó: «Vámonos a los pueblecitos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he salido.» Y Jesús empezó a visitar las sinagogas de aquella gente, recorriendo toda Galilea. Predicaba y expulsaba a los demonios.

DOMINGO 12 FE-BRERO

EVANGELIO MARCOS 1: 40-45

Curación de un leprosoSe le acercó un leproso,

que se arrodilló ante él y le suplicó: «Si quieres, pue-des limpiarme.» Sintiendo compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero, queda limpio.» Al instante se le quitó la le-pra y quedó sano. Enton-ces Jesús lo despidió, pero le ordenó enérgicamente: «No cuentes esto a nadie, pero vete y preséntate al sacerdote y haz por tu pu-rificación la ofrenda que or-dena la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacer tu de-claración.» Pero el hombre, en cuanto se fue, empezó a hablar y a divulgar lo ocurri-do, de tal manera que Jesús ya no podía entrar pública-mente en el pueblo; tenía que andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente venía a él de todas partes.

Agenda litúrgica 2012 Fotos: Internet

Si la gente considera el valor de la Eucaristía, el acceso a las iglesias seria controlado por la fuerza pública.Teresa de Lisieux

EVANGELIOS

Invocar a Dios en la prueba.—La Bi-blia no conoce la desesperación. Aun en las situaciones más difíciles, cuando el ser hu-mano está quebrantado por la desgracia, la inquietud o el peso de sus pecados, siempre le queda una salida.

Todos nuestros caminos, aun los peo-res, pueden desembocar finalmente en un Amor más fuerte que todas las fuerzas de este mundo.

1 A ti, Señor, elevo mi alma, 2 a ti que eres mi Dios. En ti he confiado,

que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos.

3 Los que esperan en ti no serán confun-didos, pero sí lo serán quienes te mienten.

4 Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos.

5 En tu verdad guía mis pasos, instrúye-me, tú que eres mi Dios y mi Salvador.

Te estuve esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de mí.

6 Acuérdate que has sido compasivo y ge-neroso desde toda la eternidad.

7 No recuerdes las faltas ni los extravíos de mi juventud; pero acuérdate de mí se-gún tu amor.

8 El Señor es bueno y recto; por eso mues-tra el camino a los que han pecado.

9 Dirige los pasos de los humildes, y muestra a los sencillos el camino.

10 Amor y lealtad son todos sus caminos, para el que guarda su alianza y sus man-datos.

11 ¡Rinde honor a tu nombre, Señor, y perdona mi deuda, que es muy grande!

12 En cuanto un hombre teme al Señor, él le enseña a escoger su camino.

13 Su alma en la dicha morará, y sus hijos heredarán la tierra.

14 El secreto del Señor es para quien lo teme, le da el conocimiento de su alianza.

15 Mis ojos nunca se apartan del Señor, pues él saca mis pies de la trampa.

16 Mírame y ten compasión de mí, que estoy solo y desvalido.

17 Afloja lo que aprieta mi corazón y haz-me salir de mis angustias.

18 Contempla mi miseria y mi fatiga y quítame de encima todos mis pecados.

19 Mira cuántos son mis enemigos y con qué odio violento me persiguen.

20 Defiende mi vida, líbrame: no quede confundido por haber confiado en ti.

21 Integridad y rectitud me guardarán; en ti, Señor, he puesto mi confianza.

22 Oh Dios, redime a Israel de todas sus angustias.

Salmo 25

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La Eucaristía es la Iglesia “en botón” la iglesia es la Eucaristía “florecida”.Piero Coda

www.motivaciones.org Fotos: Internet

Que con paciencia y bondad podre encontrar el amor.

Que debo de tener una esperanza nueva, para no sentirme triste.

Que tener sueños es bue-no, pero es mejor hacerlos realidad.

Que construyendo un mejor hoy, podre disfrutar de un mejor mañana.

Que lo importante no es lo que diga, sino lo que de verdad haga.

Que en el dolor y el su-frimiento encuentro la

fortaleza y el consuelo.Que las tormentas de la

vida no son para que sufra sino para que aprenda de cada una de ellas.

Que cuando consuelo a alguien, me consuelo a mí mismo.

Que nunca es tarde para pedir perdón, eso me sana y me hace sentir mejor.

Que las bendiciones que Dios me da, debo de agra-decerlas diariamente.

Que por más veces que me caiga, Dios no me de-jara tirado ni me abando-

nara.Que el amor de Dios,

ama a los que no nos de-jamos amar.

Que el amor de Dios obra en lo imposible y todo lo hace posible.

Que el inmenso amor de Dios, sana lo incurable.

Que el amor de Dios mira lo invisible y escucha lo inaudible.

Que solo la luz de Dios, es capaz de iluminar los corazones que se encuen-tran en oscuridad.

Que cada vez que me

quiebro como una vasija de barro es solo para po-der transformarme en una mejor persona.

Que no importa cuán-tas veces me quiebre, sino cuantas me renueve y transforme.

Que los problemas no son para siempre, pasaran como el día y la noche. Que cuando la desgracia me alcance, le mirare fija-mente a los ojos y le diré, mi Dios es más grande que tú, podrás vencerme a mí, pero contra los dos no podrás.

Que si en estos mo-mentos está tu vida sin control, permite que Dios, sea el conductor de tu vida, él tiene el manual de tu existencia. Que si alguna vez te sien-tes solo, triste y abandona-do, no desesperes confía en Dios que es tu amigo siempre fiel, nunca te deja solo.

Que junto a Dios, siem-pre encuentro: la paz, el amor, la esperanza, la fe, la luz, la confianza, la pa-ciencia, la alegría, la bon-dad, la humildad, y le doy gracias por todo lo que me bendice siempre, por que sin el nada de esto sería posible.

Yo creoPor Rafael Orozco

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Misterio que desorienta la razón humana: la vida se alimenta con la muerte.Solo en la Eucaristía la vid se alimenta con la Vida. Hélder Cámara .

2

Mi mamá solía preguntarme cuál era la parte más importante del cuerpo. Yo solía contestar lo que entonces creía que era la respuesta correcta. Cuan-do era niña pensaba que los sonidos eran muy im-portantes, así es que dije: “Mis oídos Mami”. Ella dijo: “No creo, mucha gente es sorda. Pero sigue pensando en ello y yo te volveré a preguntar pronto”. Pasaron muchos años antes de que me volviera a pre-guntar. Desde mi primer intento había estado pen-sando en cuál sería la respuesta correcta, así es que en una nueva ocasión dije: “Mami, la vista es muy importante para todos, así es que deben ser los ojos”. Ella me miró y dijo: “Es-tás aprendiendo muy rápido, pero la respuesta no es correcta porque hay mucha gente ciega”. Un poco aturdida continué mi búsqueda por la respues-ta correcta y, con los años, mi madre me volvía a hacer la misma pregunta y su respuesta era siempre la mis-ma: “No, pero cada día te vuelves más inteligente”. El año pasado murió mi abuelo. Todos estábamos doli-dos, lastimados por la pérdida. Todos llorábamos, hasta mi padre lloraba. A él lo recuerdo muy bien, porque era la primera vez que lo veía llorar.

Mi madre me miró justo cuando era el momento de darle el último adiós a mi abuelo y me preguntó: “¿Sabes cuál es la parte más importante del cuerpo?”

Yo no podía creer que me estuviera preguntado eso jus-to ahí, en un momento así. Siempre pensé que era un

juego entre las dos. Ella vio la confusión en mi cara y me dijo: “Esta pregun-

ta es muy importante hija. Demuestra que en realidad has vivido todos estos años. Por cada parte del cuerpo que tú me dabas como respuesta, te he dicho que estabas mal y he tratado de explicarte el porqué. Pero, hoy tienes que aprender esta importante lección de vida”.

Ella me miró con ternura, como sólo las madres lo pue-den hacer. Vi sus ojos llenarse de lágrimas cuando me de-cía: “la parte más importante del cuerpo es tu hombro”.

Confundida le pregunté: ¿Cómo? ¿Por qué? Lo que me decía pa-recía no tener sentido, llegué a pensar que su dolor era tan gran-de que empezaba a decir incohe-rencias. Entonces ella me dijo: “Porque puede detener la cabe-za de un amigo, un familiar o un desconocido cuando llora. Todos necesitamos un hombro para llo-rar alguna vez. Sólo espero que

tengas el suficiente amor y algún amigo que tenga siempre un hombro en el que puedas llorar cuando te sientas triste, sola, cuando creas que no tiene senti-do seguir, que la vida es injusta y que nada sale bien”. En ese momento supe que lo más importante no es tanto “el hombro”; sino, el consuelo de saber que hay alguien que nos acepta y ama incondicionalmente.

Con el tiempo olvidamos lo que nos dicen o hacen otras personas; pero, nunca olvidamos cómo nos hacen sentir...

Tomado de “La Prensa” suplemento “Desde la fe” n.257 febrero 2002, p.5

Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos, cuan-do un día se le apareció Jesús y le dijo: “Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante un año”. El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras; pero, obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró.

Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero no con-seguía moverla ni un milímetro. A las pocas semanas llegó el diablo y le puso pensamientos en su men-te: “¿por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo no seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin senti-do. Debes alejarte, ya que es estú-pido que sigas empujando esa roca, nunca la vas a mover”. El hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad, y aunque no entendía se mantuvo en pie, con su decisión de empujar.

Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba aquel hombre empujaba la enorme roca sin po-der moverla, mientras tanto su cuerpo se fortalecía, sus

brazos y piernas se hicieron fuertes por el esfuerzo de to-dos los días. Cuando se cumplió el tiempo, el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: “Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro”. Y se sentó a llorar amargamente pensan-do en su muy evidente fracaso. Jesús apareció en ese mo-mento y le dijo: “¿Por qué lloras? ¿Acaso no te pedí que

empujaras la roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. No has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan”.

Muchas veces, al igual que este hombre, vemos como ilógicas las si-tuaciones, problemas y adversidades de la vida, y empezamos a buscarle lógica, nuestra lógica a la voluntad de Dios, viene el enemigo y nos dice que no servimos, que somos inútiles

o que no podemos seguir. El día de hoy es un llamado a “empujar”, sin importar qué tantos pensamientos de duda ponga el enemigo en nuestras mentes, pongamos todo en las manos de Jesús, y Él, por medio de su volun-tad nunca nos hará perder el tiempo, más bien nos hará ser más fuertes.

Esta es una verdadera historia de algo que sucedió apenas hace algunos años en la UCS.

Había un profesor de filosofía que era profundamente un ateo declarado. Su primera meta en una clase exigente era pasarse el semestre completo intentando probar que era imposible que Dios existiese.

Sus estudiantes temían discutir con él por su lógica im-pecable. Por veinte años había enseñado en esta clase y NADIE había tenido el valor de enfrentársele. Claro que algunos discutieron alguna vez en clase con él, pero nadie se le había enfrentado realmente (verán lo que quiero decir luego). Nadie se le enfrentaba porque tenía una reputa-ción.

Al final de cada semestre, el ultimo día, decía a la clase de 300 estudiantes.

¡Si ay alguien en esta clase que aún cree en Dios, que se ponga de pie!

En veinte años, nadie, nunca se puso de pie. Todos sa-bían lo que haría después. Diría, “Porque alguien que cree en Dios es un tonto. Si Dios existiese, podría tener este pedazo de tiza y evitar que caiga al piso y se quiebre. Algo tan simple como eso para comprobar que es Dios, pero no puede hacerlo”.

Y todos los años soltaba la tiza sobre el piso del salón para que se destrozara en pedazos. Los estudiantes no podían hacer nada, excepto observar. Muchos de los estudiantes estaban convencidos de que Dios no podía existir. Cier-tamente, un número de cristianos se había deslizado en la clase, pero por 20 años habían tenido mucho miedo como para ponerse de pie.

Bien, algunos años atrás, había un estudiante de primer año que se matriculo en la clase. Era cristiano, y había es-cuchado las historias sobre el profesor.

Tenia que tomar la clase por que era un pre-requisito para su maestría. Y estaba asustado.

Pero tres mese antes, ese semestre, oró cada mañana para tener el valor de ponerse de pie sin importar lo que dijera el profesor o lo que pensara la clase. Nada de lo que dijeran o hicieran podría quebrantar su fe; esa era su esperanza.

Finalmente llego ese día. El profesor dijo:-¡Si ay alguien en esta clase que aun cree en Dios, que se

ponga de pie!El profesor, y la clase de 300 estudiantes lo miraron

asombrados, mientras se ponía de pie al final de la clase.-El profesor gritó:-¡TONTO! ¡Si nada de lo que he dicho todo el semestre

te ha convencido de que Dios no existe, entonces eres un tonto! ¡Si Dios existiese, podría detener este pedazo de tiza y evitar que caiga al piso y se quiebre!

Procedió entonces al soltar la tiza, pero se le resbalo de los dedos, hacia la manga de su camisa, a los pliegues de su pantalón, recorriendo toda su pierna y su zapato. Y mien-tras chocaba al piso simplemente rodó, SIN ROMPERSE.

El profesor se quedo con la boca abierta mientras obser-vaba la tiza. Levanto la mirada hacia ese muchacho y luego salio corriendo del aula.

El joven que se había puesto de pie procedió a caminar hacia el frente de la habitación y compartió su fe en Jesús por la siguiente media hora.

300 estudiantes permanecieron y le escucharon mientras les contaba del amor de Dios hacia ellos y de su poder a través del Señor Jesús, hijo de María.

La parte más importante del cuerpo

Empuja

Historia del gis

1 y 2.- Vol. 2 Jorge Amando Vázquez Rodríguez Obras son amores y no buenas excusas 3.- Volumen 1 Jorge amando Vázquez Rodríguez De la metáfora a la metamorfosis Foto: Internet

1

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Page 11: revista de enero 2012

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Cuando el camino se hace cues-ta arriba, NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal - como a veces sucede - NO ABAN-DONES.

Cuando quieras sonreír y sólo pue-das suspirar NO TE CAIGAS.

Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres compañe-ros de lucha, NO TE APURES.

¡Hay manos que sostienen las tu-yas!

Cree y siente en cada minuto de

tu vida, deja que tu alma “vuele li-bre “por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no pue-de alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.

Cierra los ojos por algunos minu-tos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.

Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo ¡INTENTA!

No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero,

miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír fue-ron las cosas que nos hicieron llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.

Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día si-guiente.

No te quedes en el medio del ca-mino, porque allá.

¡ALGO TE ESPERA!

Algo te espera

Foto: Internet

He aquí el Pan de los Ángeles, que se ha convertido en alimento de los peregrinos: es el verdadero Pan de los hijos.De la Secuencia “Lauda

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

El sagrario nos garantiza que Jesús ha levantado su tienda en medio de nosotros.

1.-Vol. 2 Jorge Amando vazquez Rodriguez Obras son amores y no buenas excusas 2.- www.motivaciones.org Foto: Internet

Madre Teresa de Calcuta

En el Brasil un grupo de científicos vistó a una tri-bu indígena, en la selva. Dialogaron con los indios so-bre distintos temas y así hablaron sobre Dios:

-¿Le rezan ustedes a Dios?-Por supuesto que le rezamos a Dios.-¿Y qué le piden?-Qué le vamos a pedir si Dios nos da todo.-Entonces, ¿para qué le rezan a Dios?-Le rezamos a Dios para darle gracias por lo mucho

que nos da cada día.¿Hago yo lo mismo todos los días? ¿Doy gracias sin

cesar por tantos beneficios? Ojalá esté afiliado al club de los agradecidos y no al club de los ingratos.

Ojalá el cálido aroma de la gratitud me acompañe siempre y sea consciente de que en la balanza de la vida el bien pesa mucho más que el mal.

Si el fardo de la aflicción amenaza con doblegarnos, debemos apreciar lo positivo y orar con un sentido re-conocimiento y una perfecta alabanza.

Siempre he admirado a Roberto Carlos quien se olvida de la prótesis que lleva y canta jubiloso: Por eso digo, te agradezco, Señor, un día más...te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor.

La gratitud es una puerta abierta al optimismo. Nada mejor que dar gracias sin cesar. Es la mejor plegaria.

Durante muchos años un herrero trabajó con ahín-co, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedi-cación, nada parecía andar bien en su vida; muy por el contrario sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

Una tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía com-pasión por su situación difícil, le comentó:

“Realmente es muy extra-ño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comen-zado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mun-do espiritual, nada ha me-jorado”.

El herrero no respondió enseguida, él ya había pen-sado en eso muchas veces, sin entender lo que aconte-cía con su vida; sin embar-go, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, co-menzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:

“En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto? primero, caliento la chapa de acero a un calor in-fernal, hasta que se pone al rojo vivo, enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le apli-co varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma

deseada, luego la sumerjo en “un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.

Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente”.

El herrero hizo una larga pausa, y siguió: “a veces, el acero que llega a mis ma-nos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una bue-na hoja de espada y enton-ces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería”.

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: “Sé que

Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me

siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la ‘única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pon-gas en la montaña de fierro viejo de las almas”.

Tomado de www.aciprensa.com/historias

Gratitud

Como templar el acero

2

1

Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital... sus pacientes eran adolescentes... Cier-to día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba inter-nado en un orfanato...

Cuando era muy pequeño, su padre murió... vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año... a los 13 muere su abuelo, y tres meses después su madre en un accidente... Sólo llegaba al consultorio y se sen-taba mirando las paredes, sin hablar. Estaba pálido y nervioso...

Este médico no podía hacerlo hablar. Compren-dió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse, y él, por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho.

Optó por sentarse y observarlo en silencio, acom-pañando su dolor.... Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: “Ven la semana próxima si gustas... duele ¿verdad?...” El muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada... sólo lo miró y se fue...

Cuando volvió a la semana siguiente... el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez... así pasaron varios meses... sin hablar... pero él notaba que David ya no parecía nervioso... y su palidez había desaparecido... Un día mientras el doctor miraba la cabeza del mu-chacho mientras él estudiaba agachado en el table-ro... pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación... De pronto... David alzó la vista y lo miró: “Le toca” - le dijo.

Ese día empezó a hablar, hizo de amigos en la es-cuela, ingresó a un equipo de ciclismo y comenzó una nueva vida... su vida. Posiblemente el médico le dio algo... pero también aprendió mucho de él... Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable... a estar presente cuando alguien lo necesita... a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia... un corazón que escuche.

Un corazón que escuche

Page 13: revista de enero 2012

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

El amor natural quiere tres cosas: la presencia de la persona amada, su completa posesión y una unión perfecta con ella. Jesús satisface plenamente, en el orden sobrenatural esta ley del amor con la Eucaristía.

Pedro Julián Eymard

Fotos: Internet

Cada inicio de año iniciamos como macetas de ba-rro bien formadas, pero recuerda que durante el año te vas a quebrar muchas veces, no es para que quedes roto y triste, sino para que seas transformado por el Maestro en una maceta más fuerte, bella y firme. Si no sufrimos quebraduras, nunca sabremos si nos hemos transformado, si nos hemos levantado, por eso el Maes-tro te quiere transformar, levantar y animar, a que sigas siempre adelante, aun en los momentos más difíciles de tu vida, este año confía en el Maestro de todo corazón y veras cuantas bendicio-nes recibirás.

Cada vez que te quie-bres sentirás que no te podrás componer por-que estas hecho añicos, sentirás que la mano del Maestro no te podrá reconstruir, sentirás que será la última vez que te quiebras, te sentirás como olvidado y aban-donado, pero no es como tu deseas sino como el Maestro quiere y el desea lo mejor para ti, por eso te transforma y renueva cons-tantemente para hacer de ti una mejor persona, más sencilla, más humilde, mas paciente, mas bondadosa, así te ama el Maestro con un amor infinito .

Cada vez que te quiebres pensaras que ya no tienes ningún valor, porque eres barro quebrado, pero el Maestro te juntara y empezara de nuevo un proceso de construcción que no será muy agradable para ti, te mojara, te meterá al fuego muchas veces y con sus ma-nos te ira formando, con un mejor carácter, con más firmeza ,con más durabilidad, porque cada vez te hace mejor, de manera que la mano del Maestro te moldea con el fin de convertirte en algo bello y hermoso, su

obra maestra eres tu, en esa nueva obra que se ha con-vertido tu vida.

Cada vez que te quiebras y crees que no valió la pena por aquellas cosas que te esforzaste tanto, que no va-lió la pena luchar, que no valió la pena tanto desvelo y piensas que ya no existe ningún motivo para seguir viviendo, solo recuerda que el Maestro te creo con un propósito concreto y que ese propósito no es simple, sino que pasaras por múltiples facetas, es para que te realices, para que logres el éxito, porque siempre habrá

algo nuevo por realizar, no te desanimes, cuan-do termina un sueño no querrá decir que no ten-dremos otros sueños, re-cuerda que los éxitos y los fracasos se alternan cons-tantemente, que la deses-peración y la tristeza no son eternas, pasaran de tu vida así como llegaron, siempre existe un mayor motivo para seguir ade-lante, puede que lo mejor te esté esperando justo un

poco más adelante, precisamente en el siguiente paso que tienes que dar, no te desanimes y toma la mano del Maestro y déjate conducir por él, permite que el Maestro haga todo lo que quiera de ti, que te moldee con sus manos suaves y tiernas, aunque para ti parezcan ásperas, deja que te meta al agua hasta sentir ahogarte, solo así te podrás ablandar, que te mata al fuego que sentirás que te estas quemando, pero es para hacerte más resistente y en todo ese proceso, solo será para ha-certe más fuerte, más bella, más firme y te aseguro que el Maestro siempre hará lo mejor por ti y para ti, por-que el Maestro es Jesús y él siempre te ama, porque tú eres lo más importante para él.

Déjate transformarPor Rafael Orozco

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

La Eucaristía es el acto de amor por excelencia, porque es el don del Padre: el Hijo mismo. Giovanni Martinico

5.- Vol. 2 Jorge Amando Vázquez Rodríguez Obras son amores y no buenas excusas Fotos Internet

Hoy deseo sugerirte que hagas una experiencia con-tigo mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean.

Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo una semana: “Hoy seré feliz. Expulsaré de mi es-píritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me que-jaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala.

Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que me desagrada, no me mortifica-ré ni me lamentaré, más bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo supe-rarme, debo tener el dominio de mí mismo.

Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pe-

queños y no pensaré en mis fracasos.Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los de-

fectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada. Tendré presente que mu-chos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz

pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mis Hoy.

No pensaré en el pasado ne-gativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón” olvidare cualquier momento desagra-dable y solo recordare aquellos que me llenan de alegría, me dedicare a escuchar más y ha-blar menos, me dedicare a con-solar a los que estén pasando por un dolor así me consolare yo también. Me alegrare con

los que se alegran, sonreiré con los que sonríen, cultiva-re la paz con amor y alegría, seré sensillo y humilde en lo que haga o en lo que hable.

Existe un solo camino para lle-gar: ponerse en marcha.

Empezar a caminar de nuevo con esperanza.

De nada nos sirve mirar atrás, re-crearnos en un tiempo muerto, en-redarnos más y más en la telaraña de un triste recuerdo.

No debe asustarnos este abismo de 365 días.

Camino largo, a veces tranquilo, otras con miles de complejidades, a veces las horas llegan a agotarnos, otras veces se oscurecerán nuestros ojos con graves problemas que so-lucionar.

El tiempo pasará a nuestro lado dejándonos huellas blancas sobre la frente y ojeras malvas en nuestros ojos. Pero también traerá sonrisas y vendrán momentos y días felices.

Que no nos asuste, no, ese vacío abierto a nuestros pies. Tenemos alas para volar. Alas nuevas, que se logran con sacrificio, buena volun-tad, mucho trabajo, una gran sonri-sa al amanecer y una pausada sereni-dad cuando termina el día.

No, no nos dejemos llevar por el egoísmo, que nos hace dar vueltas sobre nuestro propio yo, sin pensar que aquí no estamos para eso, aquí

estamos de paso.Ceder en nuestros diferentes pun-

tos de vista. Aquietar la lengua cuando vamos a juzgar sin conoci-miento de causa. Dar nuestro tiem-po a quien lo necesita.

Animo, Levántese, retome el camino, vuelva a comenzar la lucha, Eso hace que cualquier debilidad pierda la apariencia de derrota.

Aprenda a descubrir aspectos po-sitivos en todas las situaciones ne-gativas o difíciles. Agradezca con alegría todo lo que tiene, en lugar de sentarse a llorar por lo que le fal-ta. Dele valor a lo que le queda, en lugar de pasarse lamentando todo el tiempo por lo que perdió.

Acepte lo que venga con valentía y esperanza, identifique y analice

serenamente cuáles son sus proble-mas y después trabaje positivamente para resolverlos. Use su imagina-ción. Recurra a su creatividad. Pien-se en todas las soluciones posibles.

Hágale frente a las dificultades sin murmurar, sin autocompasión, sin

buscar culpables. Tenga paciencia. Es el arma más poderosa contra la mayoría de todos los males.

Conquístate

365 días

Crezca

Señor:Cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida.Cuando tenga sed, mándame alguien que necesite bebida.Cuando tenga frío, mándame alguien que necesite calor.Cuando tenga un disgusto, preséntame alguien que necesite

consuelo.Cuando mi cruz se haga pesada, haz que comparta la cruz

de otro.Cuando esté pobre, ponme cerca de alguien necesitado.

Cuando me falte tiempo, dame alguien que necesite unos minutos más.

Cuando sufra una humillación, dame la ocasión de alabar a alguien.

Cuando esté desanimado, mándame alguien a quien tenga que dar ánimo.

Cuando sienta necesidad de comprensión, de los demás, mándame alguien que necesite la mía.

Cuando sienta necesidad de que me cuiden, mándame al-guien a quien tenga que cuidar.

Cuando piense en mí mismo, atrae mi atención hacia otra persona.

Hazme digno, Señor, de servir a mis hermanos, que viven y mueren pobres y hambrientos en este mundo de hoy.

Dales, a través de mis manos, el pan de cada día; y dales paz y alegría, gracias a mi amor comprensivo. Señor, crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar los hechos de la vida coti-diana, a fin de que podamos vivir, dentro de una más grande plenitud.

Tú, acogiste humilde y paciente los fracasos de tu vida que te llevaron hasta los sufrimientos de tu crucifixión; Ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada día como ocasión, para crecer y para asemejarnos más a ti.

Haznos capaces de mirar esas pruebas con valentía y manse-dumbre, llenos de confianza, porque tú nos sostienes.

Permítenos comprender que no llegaremos a la plenitud de la vida, si no morimos sin cesar a nosotros mismos, a nuestros deseos egoístas, porque solamente si morimos contigo podre-mos resucitar contigo. ¡Que nada, de ahora en adelante, nos haga sufrir o llorar hasta el punto de olvidar la alegría de tu Resurrección!

Tú eres el sol que resplandece del Padre; tú eres la esperanza de la eterna felicidad; tú eres el fuego del amor que incendia

Jesús, no tienes manos. Tienes sólo nuestras manos, para construir un mundo donde habite la justicia. Jesús, no tienes pies. Tienes sólo nuestros pies para poner en mar-cha la verdadera libertad y el amor. Jesús, no tienes labios. Tienes sólo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia a los pobres.

Jesús, no tienes medios. Tienes sólo nuestra acción para lo-grar que todos los hombres sepan que son hermanos. Jesús, nosotros somos tu Evangelio, el único que la gente puede leer si nuestras vidas dan testimonio. Jesús, danos tu fuerza y tu luz para desarrollar nuestras cualidades y continuar tu obra aquí y ahora.

Tomado de 11 Agenda ama de casa 2002” BUENA PRENSA, p.24

Oración de laMadre Teresa

Somos tu evangelio

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Pág 15Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

A la Eucaristía está unida misteriosamente también la Iglesia, que con Cristo es oferente y ofrenda al Padrepara la renovación de la alianza en la remisión de los pecados.

Serafino Zardoni

«Ábrete» (Mc 7,31-37)Jesús pasó por Sidón y le presentaron

un sordo que, además, apenas podía ha-blar.

Él le tocó los oídos y la lengua y, mi-rando al cielo, le dijo: «Ábrete».

Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la lengua y hablaba sin difi-cultad.

La gente decía: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.

Le vamos a llamar Mari. Ama a sus abuelos. Les ha dedicado su vida hasta dejar la salud. Vive con ellos en una re-sidencia.

«Lo único» especial que hace es estar con ellos, escucharles y «perder el tiem-po» en sus habitaciones… Y, con ella, los abuelos se abren y confían.

¡Que unos abuelos se sientan acogidos es una auténtica victoria!

Le llamaremos Isaac. Ama a los niños. Les ha dedicado su vida hasta renun-ciar a muchas otras cosas. Es hermano y maestro.

«Lo único» especial que hace es estar con ellos y escucharles y «perder el tiem-po» sentado a su lado… Y, con él, los adolescentes se abren y confían. ¡Que unos adolescentes se sientan escuchados es verdaderamente un milagro!

Al siguiente le pondremos por nombre Juanjo. Ama a los jóvenes socialmente marginados.

Les ha dedicado su vida hasta dejar pa-sar oportunidades.

Vive por ellos. «Lo único» especial que hace es estar con ellos y escucharles y

«perder el tiempo» con ellos… Y, con él, los marginados se abren y confían.

¡Que unos marginados sean y se sien-tan amados es a todas luces un triunfo!

Y también Beatriz. Ama a los recién lle-gados. Les dedica su ilusión aún joven. «Lo único» especial que hace es abrirles puertas a sus vidas...

Con ella, el extranjero empieza a ser y a sentirse de casa. ¡Que el extranjero sea de casa es un gran paso!

Y tú, ante tu hermano o hermana, ¿qué haces para ayudarle, para que se abra?

Haz que oiga tu voz Jesús, yo también necesito que me abras el corazón y la mente.

Líbrame de la insensibilidad y la indi-ferencia que no me dejan escuchar los gritos de los necesitados, cercanos o le-janos.

El miedo al esfuerzo y el egoísmo me lleva a asegurar mi bienestar, y hace de mí un sordo de conveniencia; prefiero pensar que tengo razones para no escu-char el grito de los hermanos necesita-dos.

¡Dame un corazón semejante al tuyo!

Ábrete

Fotos: Internet

Page 16: revista de enero 2012

Pág 16 Vida Eterna

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Culiacán, Sinaloa, México, Enero de 2012.

Hechos 20:35

Con este ejemplo les he enseñado claramente que deben trabajar duro para ayudar a los débiles.Recuerden las palabras del Señor Jesús: «Hay mayor felicidad en dar que en recibir.»

Fotos: Internet

En este año que comienza

Señor, en este año que comienza ayú-danos a ser un puente de paz, de alegría, de esperanza, de consuelo, de bendición y de luz, para que iluminemos intensamente los corazones de los que nos rodean.

De paz para que en los momentos de difi-cultades podamos conservar la calma, la se-renidad y la paciencia aun en medio de los problemas y los enfrentemos con sabiduría.

De alegría para que cada día permanezca-mos con una sonrisa amable y sincera, aun-que estemos pasando en medio de problemas, de tristezas y de dolor.

De esperanza para que nunca la perdamos en ningún instante de nuestra vida y que po-damos animar a nuestro prójimo, con una esperanza nueva sabiendo que tu Señor siem-pre deseas lo mejor para nosotros.

De consuelo para consolar al angustiado, desconsolado y que esté pasando por un do-lor, por una dificultad, para escucharle con atención, para prestarle la ayuda necesaria, si nos consolamos unos y otros nos sentiremos mejor.

De bendición para que cada día colmes de bendiciones y prosperidad a cada uno de los que permanecen con nosotros en todo ins-tante de nuestros días.

De luz para que ilumines Señor a todos los que están en medio de la oscuridad y que tu luz brille intensamente en cada corazon, que tu rostro brille intensamente de alegría e ilu-mines sus días.

GALERIAS SAN MIGUEL, TE DESEA

TENGAS UN AÑO LLENO DE PAZ,

FELICIDAD, ÉXITO, PROSPERIDAD,

BENDICIONES, SUEÑOS E ILUSIONES.

Galerías ilumina tus díasen este 2012