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de la iglesia: causas, que, sin embargo., solo el Obispo

es el Juez llamado á estimar cuando son justas

3.°—Que según las Anotaciones De Lucci al Conci-

lio de Trento, dis. 15 n. 15, es recomendable y confor-

me á la mente del Tridentino la costumbre «reducen-

di omnes prcebendas, tottanque mensae capitularis

assem ad formam distributionurn.»

4.°—Que en el presante caso se negaron con razón

al referido Canónigo todos los frutos de la prebenda,

por todo el tiempo que faltó de su diócesis, por que no

tuvo causa de excusa admitida en derecho, ni permiso

del Prelado, con lo que hubiera podido alcanzar las

rentas de su canongía que se reparten íntegramente,

según la costumbre y los estatutos del Cabildo, en

distribuciones cotidianas.

O B I S P A D O DE B A R C E L O N A .

Copiamos del Boletín Eclesiástico de Barcelona:

«El Emmo. y Rvmo. Sr. Cardenal Perfecto de la Sa-

grada Congregación del índice, con oficio de fecha 29

de Agosto próximo pasado, Nos ha comunicado la im-

portante resolución del tenor siguiente:

«Roma, de la Secretaría de la Santa Congregación

del índice, lia 29 de Agosto de 1887.

—Illmo. y Rvmo. Señor y Hermano. Han sido eleva-

vadas A la «Sede Apostólica humildes preces de algu-

»uos fieles de esa diócesis, quienes desean saber cuál

»es el genuino significado de la carta acerca del Opús-

c u l o del Pbro D. Félix Sarda y Salvanv que tiene por

»título, El liberalismo es pecado, dirigida á tu gran-

Pontificia de Salamanca

363 »deza por el Rvdo P. Secretario de la Sagrada Con-

»gregación del Indice el 10 de Enero del corriente año.

»Las razones que han dado lugar á las dudas y an-

»siedades, lian nacido de que a lgunos lian querido

»extender los conceptos de esta carta á las cuestiones

»políticas que hierven entre los católicos de España;

»de lo que hánse seguido acres disputas entre los es-

»critoresde periódicos, aptas para perturbar concien-

»cias y para fomentar disensiones.

('Examinadas detenidamente por orden del Sumo

»Pontífice las susodichas preces, se ha visto claramen-

»te que las alabanzas que la carta del padre Secretario

»tributa al opúsculo mencionado, de las cuales dedu-

»cía principalmente el motivo de dudar, se refieren

»únicamente á las tesis en abstracto y á los principios

»generales de la doctrina que el Sr. Sardá ha expuesto

»clara y ordenadamente, según las enseñanzas de la

»Iglesia, pero no á algunas proposiciones incidentales

»ó alusiones allí tal vez contenidas que miran al orden

»concreto de los hechos ó al estado de las cosas políti-

»cas de España,, pues no huvo intención alguna ni pro-

»pósito de tocar á estas cosas. Por lo cual de ninguna

»manera estuvo ni pudo estaren la mente de la Sagra-

»da Congregación una más lata interpretación de estas

»alabanzas, ó él proferirlas en favor de los secuaces de

»un partido político y de su modo de proceder con de-

»trimento de otro partido, como algunos han pretendí-

»do. Carecen, por lo tanto, de fundamento los temores

»de errar de aquellos católicos que, dejando aparte la

»autoridad de los escritores privados en la defensa de

»los derechos de la Religión y trato de los asuntos, si-

»gueñ como norma de su conducta los solemnes docu-

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364 »mentos y enseñanzas del Romano Pontífice, princi-

pa lmente aquellos que han sido expuestos en las car-

»tas Encíclicas Cam multa é Inmortale Dei. Cierta-

m e n t e los que siguen fiel y sinceramente esta segurí-

s i m a norma propuesta por la Santa Sede á todos los

»fieles, y singularmente á los españoles, p c i e n estar

»seguros de que no solo cumplirán la obligación que

»á todos los católicos se ha impuesto, sino que aun se-

»rán dignos de alabanza, habiéndose asustado, por

»tanto, sin motivo,, por las interpretaciones menos rec-

»tas que á la cai ta suscrita por el Secretorio del índi-

»cehan sugerido las pasiones políticas.

»Teniendo en cuenta esta Sagrada Congregación to-

adas estas cosas, ha juzgado necesario escribir á tu

»grandeza esta carta para que, hecha del dominio pú-

»blico, se restituya en esas regiones la legítima y ver-

»dadera interpretación á las alabanzas que ha mereci-

»do el Sr. Sarda por su opúsculo y se remueva toda

»ocasión de ulterior perturbación de las conciencias, ó

»de acres disputas que, siendo estériles para el bien,

»produjeron siempre perniciosos efectos en detrimen-

»tode la Iglesia, cuyo fin es la salvación de las almas

\>yel reinado de la verdad y de la justicia.

. »Entretanto pido para tí al Señor toda suerte de

»prosperidades y felicidades, v me suscribo con toda

»la expresión de mi afecto.

»De tu grandeza adictísimo servidor Fray Thomas

»María, Card. Martiuell, Obispo de Sabina, Prefecto.

»—Fray Gerónimo Pío Sacchcri'; de laOrd. de. Predi-

cadores, Secretario.—Al ilustrísimo y reverendísimo

»Sr. D. Jaime Catalá y Albosa, Obispo de Barcelona.

»—Barcelona.

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