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DOSSIER EMPRESARIAL 1-7 DE NOVIEMBRE DE 2013 Gestión 14 L a innovación y el juego se están convirtiendo en el tándem perfecto con el que cada vez más empresas españolas intentan fidelizar a consumido- res y usuarios. La trasposición del mundo del videojuego al entorno empresarial se conoce como gamificación, una ténica que arrancó en España hacia el año 2010. Pero es ahora cuando más se está hablando de ella. «Se trata de una herramienta que se utiliza mucho en marke- ting y en el área de los Recursos Humanos. Se basa en técnicas de enganche, como la consecución de objetivos, trofeos... y se utili- za para generar un mayor com- promiso entre los empleados, o bien, para fidelizar a clientes y aumentar las ventas», explica Mercedes Gómez, directora ge- neral de la Asociación Nacional de Gamificación (Anagam). Una de las primeras empresas españolas que apostó por la ga- mificación fue BBVA y lo hizo, además, a lo grande. La entidad lanzó en el año 2012 el llamado BBVA Game, una plataforma que se ha convertido en un ejemplo de fidelización en todo el mundo. «Esta iniciativa nació con la in- tención de impulsar el uso de la banca online en la que el usuario acumulaba puntos por realizar operaciones desde la página web de BBVA», expli- ca la directora general de Anagam. «También buscaba rejuvenecer un poco su cartera de clientes. Yo creo que ha al- canzado ambos objetivo», concluye. MÁS EJEMPLOS. Si BBVA Game es un ejemplo de cómo una empresa consolidada utiliza la gamificación, Karmacracy se sitúa en el polo opuesto para con- vertirse en un ejemplo de cómo este tipo de técnicas pueden ayudar a impulsar el crecimien- to de nuevos proyectos. Se trata de una aplicación desarrollada en el País Vasco a través de la cual los usuarios pueden compartir contenido en las redes sociales. Y a medida que comparten conte- MÓNICA ALONSO MADRID Los videojuegos no son sólo para divertirse El uso de dinámicas de juego en el ámbito empresarial, o gamificación, empieza a ser una técnica recurrente en España TRIBUNA EVA LEVY SOCIA DE EVA LEVY &PARTNERS H orarios racionales ya. Ése es el lema, o más bien el grito, del Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, que se cele- brará en Zaragoza los días 5 y 6 de noviembre. Detrás está el incombustible Ignacio Buque- ras (Arhoe) y la Comisión Na- cional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás países de la UE. Pocas cosas hay más inteli- gentes y difíciles que estirar las horas para que den de sí todo lo posible. Por eso me ha molestado escuchar comenta- rios entre burlones y fatalistas sobre cambiar los horarios, es- pecialmente por parte de per- sonas 'mediáticas' y 'progresis- tas', es decir, que se consideran avanzadas y preocupadas por el bienestar social. Reclamar horarios raciona- les no tiene nada que ver con volvernos aburridos. Es una caricatura tan burda como preguntar qué pasará si todo cierra a las seis de la tarde: pues que habrá policías, médi- cos, bomberos, técnicos y todos los trabajadores necesarios al pie del cañón, como siempre. Además, aburrirse es prerro- gativa de cada uno y habría que medir en la balanza ese posible 'peligro' con los reales del es- trés, la baja productividad y la reducción del espacio personal. Lograr la famosa fórmula 8+8+8 (trabajo, tiempo libre, descanso) puede ser difícil en algunos casos, pero no impo- sible para la mayoría, y los resultados se harían notar más pronto que tarde. Recuerdo un informe del Observatorio efr ( Fundación Másfamilia, Tatum, Fundación Adecco y Análisis e Investiga- ción) de hace un par de años. Ligaba el bienestar de los hijos y sus resultados escolares, que tanto nos preocupan, con una mejor relación con sus padres y al disfrute de tiempo en común. Situaban la tasa de fracaso escolar en la 'aburrida' Europa en el 15,4%, mientras que en España eran un 31,4% los chicos que no lograban rematar secundaria. También el contacto con el alcohol, el tabaco y las drogas empieza entre los jóvenes españoles cuando apenas son adolescen- tes, precocidad vinculable con la falta de tiempo que estimule Ocho por tres a los padres a introducir pau- tas y disciplina. Los horarios no serán el único factor de los proble- mas familiares, pero no hay que descartarlo. Sin tiempo, las tareas domésticas son una carga irritante, guisar desaparece bajo los precoci- nados, también cenar juntos y cualquier actividad extra divertida. Quien llega tarde a casa (padre, madre o ambos) tiene poco tiempo para otra cosa que solucionar proble- mas a toda prisa (o ignorarlos) y derrumbarse en el sofá –ni- ños incluidos- para distraerse viendo programas que, como ha denunciado Arhoe, termi- nan pasadas las 23,30 (el 90%) y las 24 h (55%). En cualquier país, esos programas de máxima audiencia se ofrecen a espectadores que llevan ya un tiempo en casa, han terminado sus tareas, incluso han cenado. En nuestro caso, suponen 53 minutos de sueño menos que otros europeos, aunque el despertador sonará a la misma hora que en Bru- selas. Las facturas de la falta de sueño en salud y producti- vidad superan con creces las 'molestias' que pudiera supo- ner reajustar los horarios. No hay criterios objetivos para defender nuestros hora- rios. En el estudio del observa- torio, prácticamente todas las empresas consultadas enten- dían la necesidad de implantar medidas de conciliación por su impacto del 100% en el bien- estar emocional de empleados y colaboradores, del 81% en el rendimiento escolar de los hijos, del 64% en la relación con el entorno y del 24% con el bienestar físico. Me pregunto qué será lo que opinan sobre ello los defenso- res de nuestros 'divertidos' horarios. Y LOS HORARIOS RACIONALES NO NOS CONVIERTE EN ABURRIDOS nido en Twitter, Facebook o LinkedIn a través de su plataforma van recibien- do puntos y colec- cionando insignias que les ayudarán a mejorar su reputación. Poniendo a su servicio la ga- mificación consiguen que los usuarios se sientan motivados a compartir contenido. «Creemos que la gente que usa nuestra he- rramienta se divierte mucho», considera Alex Dolara, CEO de Karmacracy. «Se están ha- ciendo muchas cosas y muy bue- nas en España relacionadas con la gamificación, lo único es que al final de lo que más se habla es de lo que se hace en Silicon Valley», se queja el CEO de esta aplicación que cuenta ya con más de 10.000 usuarios, que ya han generado 60 millones de clicks en la herramienta. Unas cifras obtenidas, en parte, por el uso de la gamificación. Y D. E. Mercedes Gómez es la directora general de la asociación Anagam La frase «SE HACEN COSAS MUY BUENAS RELACIONADAS CON LA GAMIFICACIÓN EN ESPAÑA» Alex Dolara CEO de Karmacracy Karmacracy es una de las empresas españolas que utiliza la gamificación NO HAY CRITERIOS OBJETIVOS QUE DEFIENDAN NUESTRO HORARIO

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DOSSIER EMPRESARIAL1-7 DE NOVIEMBRE DE 2013Gestión14

La innovación y el juego se están convirtiendo en el tándem perfecto con el que

cada vez más empresas españolas intentan fidelizar a consumido-res y usuarios. La trasposición del mundo del videojuego al entorno empresarial se conoce como gamificación, una ténica que arrancó en España hacia el año 2010. Pero es ahora cuando más se está hablando de ella.

«Se trata de una herramienta que se utiliza mucho en marke-ting y en el área de los Recursos Humanos. Se basa en técnicas de enganche, como la consecución de objetivos, trofeos... y se utili-za para generar un mayor com-promiso entre los empleados, o bien, para fidelizar a clientes y aumentar las ventas», explica Mercedes Gómez, directora ge-neral de la Asociación Nacional de Gamificación (Anagam).

Una de las primeras empresas españolas que apostó por la ga-mificación fue BBVA y lo hizo, además, a lo grande. La entidad lanzó en el año 2012 el llamado BBVA Game, una plataforma que se ha convertido en un ejemplo de fidelización en todo el mundo. «Esta iniciativa nació con la in-tención de impulsar el uso de la banca online en la que el usuario acumulaba puntos por realizar operaciones desde la página web de BBVA», expli-ca la directora general de Anagam. «También buscaba rejuvenecer un poco su cartera de clientes. Yo creo que ha al-canzado ambos objetivo», concluye.

MÁS EJEMPLOS. Si BBVA Game es un ejemplo de cómo una empresa consolidada utiliza la gamificación, Karmacracy se sitúa en el polo opuesto para con-vertirse en un ejemplo de cómo este tipo de técnicas pueden ayudar a impulsar el crecimien-to de nuevos proyectos. Se trata de una aplicación desarrollada en el País Vasco a través de la cual los usuarios pueden compartir contenido en las redes sociales. Y a medida que comparten conte-

MÓNICA ALONSOMADRID

Los videojuegos no son sólo para divertirseEl uso de dinámicas de juego en el ámbito empresarial, o gamificación, empieza a ser una técnica recurrente en España

TRIBUNA

EVA LEVYSOCIA DE EVA LEVY &PARTNERS

Horarios racionales ya. Ése es el lema, o más bien el

grito, del Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, que se cele-brará en Zaragoza los días 5 y 6 de noviembre. Detrás está el incombustible Ignacio Buque-ras (Arhoe) y la Comisión Na-cional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás países de la UE.

Pocas cosas hay más inteli-gentes y difíciles que estirar las horas para que den de sí todo lo posible. Por eso me ha molestado escuchar comenta-rios entre burlones y fatalistas sobre cambiar los horarios, es-pecialmente por parte de per-sonas 'mediáticas' y 'progresis-tas', es decir, que se consideran avanzadas y preocupadas por el bienestar social.

Reclamar horarios raciona-les no tiene nada que ver con volvernos aburridos. Es una caricatura tan burda como preguntar qué pasará si todo cierra a las seis de la tarde: pues que habrá policías, médi-cos, bomberos, técnicos y todos los trabajadores necesarios al pie del cañón, como siempre. Además, aburrirse es prerro-gativa de cada uno y habría que medir en la balanza ese posible 'peligro' con los reales del es-trés, la baja productividad y la reducción del espacio personal.

Lograr la famosa fórmula 8+8+8 (trabajo, tiempo libre, descanso) puede ser difícil en algunos casos, pero no impo-sible para la mayoría, y los resultados se harían notar más pronto que tarde.

Recuerdo un informe del Observatorio efr ( Fundación Másfamilia, Tatum, Fundación Adecco y Análisis e Investiga-ción) de hace un par de años. Ligaba el bienestar de los hijos y sus resultados escolares, que tanto nos preocupan, con una mejor relación con sus padres y al disfrute de tiempo en común. Situaban la tasa de fracaso escolar en la 'aburrida' Europa en el 15,4%, mientras que en España eran un 31,4% los chicos que no lograban rematar secundaria. También el contacto con el alcohol, el tabaco y las drogas empieza entre los jóvenes españoles cuando apenas son adolescen-tes, precocidad vinculable con la falta de tiempo que estimule

Ocho por tres

a los padres a introducir pau-tas y disciplina.

Los horarios no serán el único factor de los proble-mas familiares, pero no hay que descartarlo. Sin tiempo, las tareas domésticas son una carga irritante, guisar desaparece bajo los precoci-nados, también cenar juntos y cualquier actividad extra divertida. Quien llega tarde a casa (padre, madre o ambos) tiene poco tiempo para otra cosa que solucionar proble-mas a toda prisa (o ignorarlos) y derrumbarse en el sofá –ni-ños incluidos- para distraerse viendo programas que, como ha denunciado Arhoe, termi-nan pasadas las 23,30 (el 90%) y las 24 h (55%). En cualquier país, esos programas de máxima audiencia se ofrecen a espectadores que llevan ya un tiempo en casa, han terminado sus tareas, incluso

han cenado. En nuestro caso, suponen 53 minutos de sueño menos que otros europeos, aunque el despertador sonará a la misma hora que en Bru-selas. Las facturas de la falta de sueño en salud y producti-vidad superan con creces las 'molestias' que pudiera supo-ner reajustar los horarios.

No hay criterios objetivos para defender nuestros hora-rios. En el estudio del observa-torio, prácticamente todas las empresas consultadas enten-dían la necesidad de implantar medidas de conciliación por su impacto del 100% en el bien-estar emocional de empleados y colaboradores, del 81% en el rendimiento escolar de los hijos, del 64% en la relación con el entorno y del 24% con el bienestar físico.

Me pregunto qué será lo que opinan sobre ello los defenso-res de nuestros 'divertidos' horarios. Y

LOS HORARIOS RACIONALES NO NOS CONVIERTE EN ABURRIDOS

nido en Twitter, Facebook o LinkedIn a través de su plataforma van recibien-

do puntos y colec-cionando insignias que les ayudarán

a mejorar su reputación. Poniendo a su servicio la ga-mificación consiguen que los usuarios se sientan motivados a compartir contenido. «Creemos que la gente que usa nuestra he-

rramienta se divierte mucho», considera Alex Dolara, CEO

de Karmacracy. «Se están ha-ciendo muchas cosas y muy bue-nas en España relacionadas con la gamificación, lo único es que al final de lo que más se habla es de lo que se hace en Silicon Valley», se queja el CEO de esta aplicación que cuenta ya con más de 10.000 usuarios, que ya han generado 60 millones de clicks en la herramienta. Unas cifras obtenidas, en parte, por el uso de la gamificación. Y

D. E.

Mercedes Gómez es la directora general de la asociación Anagam

La frase

«SE HACEN COSAS MUY BUENAS RELACIONADAS CON LA GAMIFICACIÓN EN ESPAÑA»

Alex DolaraCEO de Karmacracy

Karmacracy es una de las empresas españolas que utiliza la gamificación

NO HAY CRITERIOS OBJETIVOS QUE DEFIENDAN NUESTRO HORARIO