teoría y práctica numero 9

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Mayo de 2015 ¡Sin teoría revolucionaria no hay acción revolucionaria! Revista de teoría y política del Partido Popular Socialista de México 9 Sobre el proceso electoral de 2015 / PPS de M. Plataforma Electoral del Partido Popular Socialista de México La Tormenta, el Centinela y el Síndrome del Vigía / El SupGa- leano Reflexión en medio del combate / Cuauhtémoc Amezcua Dromundo Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad / Pablo González Casanova Recuento de los daños, tras poco más de 30 años de neoliberalismo en México / José Santos Cervantes / Martha Elvia García García El pensamiento lombardista y el mundo de hoy / Martín Tavira Urióstegui Nuestro derecho a ser Marxistas-Leninistas / Fidel Castro Ruz La reconstruccion del poderio militar ruso y la reconfiguracion geopolitica del pacífico / Ana Teresa Gutiérrez del Cid El melodrama griego, o ¿quién realmente quiere qué? / Immanuel Wallerstein Actitud de los comunistas ante los otros partidos de la oposición / Marx y Engels. Acerca de la necesidad de construir y fortalecer el partido revolucionario de la clase trabajadora / V I Lenin Resolución sobre los sesenta años de luchas de nuestro partidoy de vigencia del marxismo-leninismo-lombardismo / PPS de M.

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Teoría y Práctica Numero 9, revista del Partido Popular Socialista de México, mayo de 2015

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  • Mayo de 2015

    Sin teora revolucionaria no hay accin revolucionaria!

    Revista de teora y poltica del Partido Popular Socialista de Mxico 9

    Sobre el proceso electoral de 2015 / PPS de M. Plataforma Electoral del Partido Popular Socialista de Mxico La Tormenta, el Centinela y el Sndrome del Viga / El SupGa-leano Reflexin en medio del combate / Cuauhtmoc Amezcua Dromundo Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad / Pablo Gonzlez Casanova

    Recuento de los daos, tras poco ms de 30 aos de neoliberalismo en Mxico / Jos Santos Cervantes / Martha Elvia Garca Garca El pensamiento lombardista y el mundo de hoy / Martn Tavira Uristegui Nuestro derecho a ser Marxistas-Leninistas / Fidel Castro Ruz La reconstruccion del poderio militar ruso y la reconfiguracion geopolitica del pacfico / Ana Teresa Gutirrez del Cid El melodrama griego, o quin realmente quiere qu? / Immanuel Wallerstein Actitud de los comunistas ante losotros partidos de la oposicin / Marx y Engels. Acerca de la necesidad de construir y fortalecer el partido revolucionario de la clase trabajadora / V I Lenin Resolucin sobre los sesenta aos de

    luchas de nuestro partidoy de vigencia del marxismo-leninismo-lombardismo / PPS de M.

  • Sobre el proceso electoral de 2015 2

    Plataforma Electoral del Partido Popular Socialista de Mxico. 5

    Tres enfoques sobre los mtodos vlidos para enfrentar al capitalismo hoy I. La Tormenta, el Centinela y el Sndrome del Viga / El SupGaleano 8II. Reflexin en medio del combate / Cuauhtmoc Amezcua Dromundo 15III. Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad / Pablo Gonzlez Casanova 22

    Recuento de los daos, tras poco ms de 30 aos de neoliberalismo en Mxico 4. Del capitalismo de estado al estado neoliberal / Jos Santos Cervantes* 295. Reformas y Contrarreformas a la Constitucin / Martha Elvia Garca Garca. 39

    El pensamiento lombardista y el mundo de hoy Martn Tavira Uristegui 47

    Nuestro derecho a ser Marxistas-Leninistas Fidel Castro Ruz 53

    La reconstruccion del poderio militar ruso y la reconfiguraciongeopolitica del pacfico

    Ana Teresa Gutirrez del Cid* 55

    El melodrama griego, o quin realmente quiere qu? Immanuel Wallerstein 77

    Actitud de los comunistas ante los otros partidos de la oposicin Marx y Engels. 79

    Acerca de la necesidad de construir y fortalecer el partido revolucionariode la clase trabajadora

    V I Lenin. 80

    Resolucin sobre los sesenta aos de luchas de nuestro partido y de vigencia del marxismo-leninismo-lombardismo 81

    ndice

  • Nm. 9, Mayo de 2015

  • 2E l 7 de junio se realizarn las elecciones fede-rales para la renovacin del Congreso de la Unin, en un escenario nacional caracterizado por la agudizacin de las contradicciones sociales y una crisis general como resultado de la aplica-cin de las polticas neoliberales durante ms de treinta aos, a cargo de los gobiernos derechistas y proimperialistas que se han sucedido durante este tiempo, dejando como saldo un pas en quie-bra y dependiente del extranjero.

    Una lacerante realidad marcada por la des-igualdad social, la pobreza, los bajos salarios, la precarizacin laboral y el desempleo que azota al pueblo trabajador, reduciendo dramticamen-te sus condiciones y expectativas de vida, en contraste con el despilfarro de la llamada cla-se poltica y la insultante riqueza acumulada en manos de unos cuantos multimillonarios benefi-ciarios de las perniciosas polticas del gobierno y la indigencia del pueblo.

    Un contexto econmico desfavorable a la na-cin mexicana como resultado de la aplicacin indiscriminada de las instrucciones de los orga-nismos de dominacin mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) y otras ms al servicio del imperialismo, aplicadas sumisamente por las distintas adminis-traciones neoliberales. Labor servil en la que el gobierno de Pea Nieto ha sido campen en el entreguismo lacayuno de la riqueza nacional a los extranjeros, los recursos naturales y humanos, la industria energtica e incluso la desnacionaliza-

    cin del Estado, convertido hoy en el instrumento de dominacin neoliberal, haciendo de Mxico el paraso del capital trasnacional.

    Un sistema poltico corrupto y antidemocr-tico, dominado por la hegemona neoliberal que ejerce un poder tan avasallador que los partidos polticos terminan adheridos a la veneracin id-latra de la economa de mercado, abdicando de cualquier propsito emancipatorio por el confort que les permite el acceso al poder y el dinero fcil. Un rgimen poltico diseado para dar continui-dad al modelo neoliberal ofreciendo infames ventajas y privilegios que se compran con la sub-ordinacin abyecta al sistema. Una estructura electorera diseada para impedir la participacin de las organizaciones polticas que no estn dis-puestas a plegarse al modelo privatizador.

    Este proceso de crisis y retroceso poltico que sufre Mxico, ha tenido como legtima respues-ta popular una amplia y vigorosa movilizacin social de resistencia que crece en todo el pas. Desde las justas reivindicaciones de la clase tra-bajadora en defensa de sus conquistas laborales, hasta la gran movilizacin digna y heroica en-cabezada por los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa secuestrados por el Estado neoliberal, pasando por el levantamiento masivo de jvenes indignados, el reclamo de los pueblos a su derecho a la tierra, la defensa de los recursos energticos y el respeto al sufragio uni-versal que copiosamente se ha volcado en urnas en distintas ocasiones reclamando la salida de los neoliberales del poder y un cambio democrtico

    Sobre el proceso electoral de 2015

    PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MEXICO LLAMAMIENTO AL PUEBLO DE MEXICO

    www.ppsm.org.mx

  • 3verdadero, demostrando con ello la madurez po-ltica y el grado de conciencia y organizacin al que ha llegado el pueblo mexicano.

    En este complejo escenario se realiza el ac-tual proceso electoral, cercado por el gobierno reaccionario y sus aliados: los partidos polticos corruptos, los monopolios televisivos y la mafia capitalista de poder quienes pretenden evitar a toda costa la posibilidad de un cambio profun-do que ponga fin al entreguismo neoliberal. Para ello, desde tiempo atrs han recurrido a todo tipo de maniobra poltica, treta jurdica o accin ilegal con el inters de impedir al pueblo el ejercicio pleno de sus derechos democrticos cerrando paulatinamente la va democrtica electoral. Es el caso, por ejemplo, de la cancelacin indebida del registro al Partido Popular Socialista, hoy de Mxico, imposibilitando desde hace casi veinte aos la representacin poltica electoral del par-tido revolucionario de la clase obrera en Mxico.

    En estas condiciones, luego de que el pueblo mexicano se movilizara masivamente durante los comicios de 1988, 2006 y 2012 por la presi-dencia de la Repblica, reclamando el respeto a su voluntad democrtica, y luego de sucesivas burlas electorales, reacciona con desconfianza sobre la viabilidad democrtica y la validez del sufragio, exhibiendo la decadencia a que ha llega-do el rgimen poltico, luego de tres dcadas de neoliberalismo.

    Ante esta condicin de sombro peligro que representa la imposicin fraudulenta del modelo proimperialista que lleva a la desaparicin de las premisas para el desarrollo progresivo de Mxico, a la cancelacin definitiva de la exigua vida de-mocrtica del pas y a una actuacin cada vez ms violenta y excluyente por parte de la dictadura de la burguesa neoliberal en el poder, el Partido Popular Socialista de Mxico llama al pueblo trabajador; al conjunto de fuerzas populares, de-mocrticas y patriticas a evitar la consumacin

    de los planes de los enemigos del pueblo mexica-no; a que, sin dejar de ser partidarios de formas superiores de organizacin poltica y social por las que luchamos, las que tendrn que ser una realidad en su momento histrico, hoy defenda-mos palmo a palmo las condiciones democrticas arrancadas por el pueblo mexicano en aos de lu-cha tenaz.

    Por esta razn, llamamos a la defensa del dere-cho del pueblo al sufragio universal y su validez, a no ser indiferentes en modo alguno respecto del tipo de rgimen poltico que nos oprime; a pro-nunciarnos en las urnas por la nica alternativa poltica de masas con registro electoral que podra contribuir en el corto plazo al proceso de rectifi-cacin del rumbo de nuestra Patria, para avanzar por la va nacional independiente: el Movimiento de Regeneracin Nacional, MORENA; organi-zacin poltica surgida del amplio movimiento social mexicano en defensa de nuestros recursos energticos y la lucha democrtica, integrada por una numerosa base popular, combativa y crtica, cuyo principal dirigente, Andrs Manuel Lpez Obrador, se ha pronunciado de manera pblica, clara e indudable en contra de las privatizaciones y el conjunto de contrarreformas neoliberales; el nico tambin que ha incorporado tales ideas en sus documentos y propsitos de gobierno, par-ticularmente los insistentes llamados a revertir las reformas estructurales llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos neoliberales que hemos padecido y que debemos sacar del poder como condicin necesaria para avanzar con progreso, independencia y bienestar social.

    En este mismo sentido, convocamos a con-vertir este proceso electoral en una gran escuela de masas para elevar la conciencia del pueblo mexicano precisando con claridad las verdaderas causas del desastre nacional; convencerlo de que no hay ningn sistema social que no sea suscepti-ble de cambios profundos en sentido progresivo; de que este rgimen capitalista de explotacin es

    Segundo trimestre de 2015, Nmero 9.

  • 4transitorio y de que en la medida de que se afir-me su conciencia antimperialista, aumentarn las posibilidades del mejoramiento de su existencia. De que solamente desplazando del gobierno a los neoliberales, como primer paso, ser posible en lo inmediato avanzar con progreso, democracia y justicia social. De que solamente librndonos de la influencia del imperialismo y sus agentes en la vida del pas podremos avanzar con independen-cia y soberana nacional.

    Ni una privatizacin ms! Ni una contrarrefor-ma estructural ms! A recuperar todos los bienes de los que nos han despojado! Desmontemos el

    infame Estado neoliberal! A construir un nuevo rgimen popular y antimperialista, como instru-mento para la liberacin nacional!

    A votar por MORENA!Viva Mxico!

    Mxico, abril de 2015. Por la Liberacin Nacional

    y el SocialismoEl Comit Central del Partido Popular Socialista de Mxico.

    www.ppsm.org.mx

  • 5Nuestra organizacin poltica a partir de su nacimiento en 1948, como Partido Popular (PP), despus como Partido Popular Socialista (PPS) y ms recientemente, desde 1998 como Partido Popular Socialista de Mxico (PPSM), invariablemente ante cada proceso electoral ha formulado una plataforma, derivada de su pro-grama permanente, y la ha presentado como propuesta al pueblo y a sus fuerzas susceptibles de compartir algunos objetivos concretos de ca-rcter antimperialista, democrtico y popular. En este documento recoge las demandas ms urgen-tes por las que a su juicio es indispensable luchar en lo inmediato, en el camino de la transforma-cin de la realidad con rumbo a la liberacin nacional y el socialismo.

    En el actual proceso, en que por una parte el PPS de Mxico sigue sin el registro electoral que le fuera arrebatado de manera arbitraria por el gobierno de Salinas, y por otra, participa por vez primera MORENA; siendo ste el nico partido con registro electoral cuyo principal dirigente se ha pronunciado de manera clara e indubitable contra las privatizaciones y las dems reformas neoliberales; y el nico tambin que incluye tales ideas en sus documentos, declaramos que es asi-mismo el nico partido con registro con el cual encontramos coincidencias programticas de significacin.

    Coincidimos y valoramos principalmente los insistentes llamados de Andrs Manuel Lpez Obrador a revertir las llamadas reformas es-tructurales llevadas a cabo por los sucesivos

    Plataforma Electoral del Partido Popular Socialista de Mxico.

    gobiernos neoliberales que hemos padecido des-de 1982 a la fecha.

    En ese camino, es decir, ratificando la pro-puesta fundamental de MORENA de no slo dar marcha atrs a las citadas contrarreformas pri-vatizadoras (sobre los recursos energticos y minerales, la educacin, el trabajo, las telecomu-nicaciones, las carreteras, etc.); sino establecer con absoluta claridad las normas constitucio-nales que le garanticen al pueblo y la nacin no volver a sufrir despojos similares ni otros; el PPS de Mxico pone a consideracin del pueblo mexicano, de las fuerzas progresistas y en parti-cular de los candidatos a diputados federales del MORENA, las siguientes propuestas sustanciales para legislar con el fin de alcanzar:

    La Independencia Nacional:

    Retomar el proyecto histrico de desarrollo de nacin por la va independiente, recu-perando la soberana poltica y econmica nacional.

    Recuperar para la nacin la propiedad ex-clusiva e inalienable del espacio areo, el del suelo y del subsuelo, dentro del territorio nacional y los lmites marinos de acuerdo al derecho internacional.

    Nacionalizar al Estado, ponindolo al ser-vicio de la nacin y el pueblo mexicanos, substituyendo al que hoy han impuesto los

    Segundo trimestre de 2015, Nmero 9.

  • 6neoliberales al servicio del imperialismo, la oligarqua y los monopolios extranjeros.

    Legislar para revocar el conjunto de contrarre-formas neoliberales llamadas estructurales.

    Establecer lmites y condiciones a la inver-sin extranjera.

    Recuperar el carcter, inembargable, inalie-nable, e imprescriptible de la tierra para los campesinos.

    Poner lmites a la propiedad privada rural y urbana.

    Derogar aquellas disposiciones que permiten -abierta o subrepticiamente- la venta a ex-tranjeros de las playas y tierras en las zonas fronterizas.

    Derogar el Tratado de Libre Comercio e im-pulsar la diversificacin del mercado externo, as como la integracin y cooperacin con los pueblos hermanos de Amrica latina y El Caribe.

    Dotar al Estado mexicano de las herramien-tas jurdicas para que participe directa y exclusivamente en la produccin de bienes y servicios, de carcter estratgico y prioritario.

    Reforma en materia educativa que no slo restituya y consolide la educacin pblica y gratuita en todos sus niveles sino que tambin enfatice permita dar prioridad a la formacin de cuadros de carcter tcnico, cientfico y humanstico para desarrollar las fuerzas pro-ductivas, la ciencia, la tecnologa y la cultura, as como para el desarrollo de la investigacin cientfica y tecnolgica.

    Educacin para la liberacin nacional al mar-gen de las instrucciones de la OCDE y otros

    organismos internacionales de dominacin colonial, desarrollando un proyecto educa-tivo y una pedagoga mexicana a todos los niveles para liberar a Mxicode la dependen-cia y el atraso.

    Reformas en materia agraria y agropecua-ria para garantizar un sistema de vida digno y decoroso a los campesinos y pequeos y medianos productores y para alcanzar la so-berana alimentaria.

    Defensa del agua, los recursos naturales, el maz., etc.

    Derogar la ley general de aguas, que permi-te la privatizacin del elemento vital negando a los mexicanos el derecho humano a este recurso.

    Derogar las disposiciones de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que otorga a agentes extranjeros la posibilidad de portar armas en territorio nacional.

    Revisar la situacin de la deuda externa con el fin de impedir el saqueo de capitales.

    Nacionalizar el crdito.

    Restablecer una poltica internacional digna, independiente y soberana, no alineada al impe-rialismo; sino latinoamericanista, solidaria con todos los grupos y mecanismos para la coo-peracin integracionista entre los pueblos de Amrica Latina que se vienen edificando como resultado de los procesos de liberacin que se viven en numerosos pases de nuestra regin.

    Un Rgimen Democrtico:

    Sacar a los neoliberales del poder y juzgarlos como traidores a la patria.

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  • 7 Tomar las medidas legislativas necesarias para hacer realidad el concepto constitucio-nal de democracia establecido en el Artculo Tercero que la considera como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento de la poblacin.

    Establecer la revocacin del mandato para to-dos los puestos de eleccin popular.

    Establecer el plebiscito y el referndum que sean vinculatorios

    Cambiar radicalmente el sistema poltico electoral y acabar con todos los privilegios que se otorgan a los partidos polticos.

    Asegurar el verdadero derecho a la infor-macin revocando las concesiones a los monopolios televisivos y dando garantas a las nuevas formas de comunicacin e infor-macin alternativas como las redes sociales electrnicas.

    Acabar con la criminalizacin de la protesta social y garantizar de manera irrestricta los derechos de libre manifestacin de las ideas y de asociacin poltica.

    Libertad a los presos polticos y de conciencia.

    Hacer justicia sobre el crimen de Ayotzinapa y castigar ejemplarmente a los verdaderos au-tores intelectuales.

    El Bienestar Popular y la Justicia Social

    Promover el mercado interno, mediante el aumento de la produccin y del consumo de las masas populares.

    Echar abajo la contrarreforma laboral recupe-rando el sentido original de la legislacin del

    trabajo y garantizando los derechos de la cla-se trabajadora con la tutela del Estado.

    Reformar la legislacin laboral y de seguridad social (Ley del IMSS y Ley del ISSSTE) para garantizar a los trabajadores la estabilidad en el empleo y un salario digno y decoroso, con prestaciones econmicas y de seguridad social.

    Recuperar el poder adquisitivo de la clase tra-bajadora estableciendo las medidas jurdicas, polticas e institucionales necesarias para ga-rantizar el salario constitucional.

    Destinar mayor presupuesto para el deporte, cultura y recreacin.

    Garantizar los derechos de la juventud a la educacin, al trabajo, la cultura, el deporte, la recreacin y participacin poltica.

    Estatizar los fondos y sistemas de pensiones y jubilaciones.

    Reiteramos, esta es la plataforma poltica m-nima que el PPS de Mxico pone a consideracin del pueblo, de las fuerzas progresistas y en parti-cular de los candidatos a la Cmara de Diputados del Congreso de la Unin del Movimiento Regeneracin Nacional (MORENA).

    Mxico, Abril de 2015

    Por la Liberacin Nacional y el Socialismo

    Comit Central del Partido Popular Socialista de Mxico

    Segundo trimestre de 2015, Nmero 9.

  • 8E l 3 de mayo pasado se inici en Oventic, Chiapas, el Seminario de reflexin y anlisis El pensa-miento crtico frente a la hidra capitalista, organizado por el EZLN. En la convocatoria destac la crtica que la parte convocante hizo de lo que llam mtodos viejos, como las marchas, reales o vir-tuales; con elecciones, con encuestas, con mtines, como si nada cambiara; como si el Estado tuviera las mismas funciones que hace 20, 40 0 100 aos, como si no se viniera encima una catstrofe; como si la hidra capitalista no hubiera regenerado sus mltiples cabezas.

    Teora y Prctica reproduce a continuacin tres puntos de vista distintos sobre los asuntos plan-teados: el del propio EZLN que qued de manifiesto en la Convocatoria al evento citado, suscrita por el Subcomandante Galeano, antes Subcomandante Marcos, documento que se titula La Tormenta, el Centinela y el Sndrome del Viga; el segundo, Reflexin en medio del Combate, presentado por Cuauhtmoc Amezcua Dromundo, y el tercero, Crisis terminal del capitalismo o crisis terminal de la humanidad, de Pablo Gonzlez Casanova.

    Tres enfoques sobre los mtodos vlidos para enfrentar al capitalismo hoy

    http://enlacezapatista.ezln.org.mx/registro-al-seminario-de-reflexion-y-analisis-el-pensamiento-critico-frente-a-la-hidra-capitalista/

    Si usted ha sido invitada, invitado, invitadoa como ponente, una misiva parecida a sta le lle-gar por el mismo medio en que se le contact. La diferencia estriba en que la carta invitacin a ponentes tiene una clusula secreta.

    Bien, la invitacin es, como quien dice, la envoltura.

    Dentro, ms abajo y a la izquierda, est

    POR EL SUP GALEANO

    Abril del 2015.A loas compaeroas de la Sexta:A loas interesadoas:

    Aunque no lo parezca, sta es una invitacin o un reto?

    Si usted es adherente a la Sexta, si usted es de un medio libre, autnomo, pensamiento cr-tico, entonces tome como suya esta invitacin al Seminario El Pensamiento Crtico frente a la Hidra Capitalista. Si, adems de aceptar la invi-tacin, quiere asistir, por favor siga este link:

    I. LA TORMENTA, EL CENTINELA Y EL SNDROME DEL VIGA

    www.ppsm.org.mx

  • 9El Reto.

    Oh, lo s. Los clsicos inicios de las reflexiones zapatistas: desconcertantes, anacrnicos, desubi-cados, absurdos. Como no queriendo, como as noms, como ah les dejamos, como ah lo vean, como va en su cuenta. Como si aventa-ran una pieza de un rompecabezas y esperaran a que se entendiera que no estn describiendo una parte de la realidad, sino que estn imaginando la imagen completa. Como que miran el rompe-cabezas ya completado, con sus figuras y colores cabales, pero con los bordes de las piezas visibles, como sealando que el conjunto lo es gracias a las partes, y, claro, que cada parte adquiere su senti-do en su relacin con las otras.

    Como si la reflexin zapatista emplazara a ver que falta lo que falta, y no slo lo que hay, lo que se percibe como inmediato.

    Algo como lo que hizo Walter Benjamin con el Angelus Novus de Paul Klee. Al reflexionar sobre la pintura, Benjamin la completa: ve al ngel, pero tambin ve lo que el ngel ve, ve ha-cia dnde es arrojado por lo que ve, ve la fuerza que lo agrede, ve la huella brutal. Ve el rompeca-bezas completado:

    Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En l se muestra a un ngel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paraliza-do. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; as es como uno se imagi-na al ngel de la Historia. Su rostro est vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, l ve una catstrofe nica que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera l detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraso sopla un huracn que se enre-da en sus alas, y que es tan fuerte que el ngel ya no puede cerrarlas. Este huracn le empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual da la es-

    palda, mientras los escombros se elevan ante l hasta el cielo. Ese huracn es lo que nosotros lla-mamos progreso. (X, Tesis sobre filosofa de la historia)

    Entonces es como si nuestras reflexiones fue-ran un reto, un enigma del Acertijo, un desafo de Mr. Bane, un comodn en las manos del Guasn mientras inquiere Por qu tan serios?.

    Como si el gato-perro, sper hroe y sper vi-llano, Sherlock y Moriarty, irrumpiera acosando con preguntas: qu miramos?, por qu?, hacia dnde?, desde dnde?, para qu?

    Es como si lo pensramos al mundo, cues-tionando su torpe girar, debatiendo su rumbo, desafiando su historia, disputando la racionali-dad de sus evidencias.

    Es como si, por un momento apenas, furamos

    El Centinela.

    Usted puede ver que, por lo regular, en una instalacin militar hay puestos en su periferia. Se les llama Puestos de Observacin, Puestos de Guardia o Puestos del Viga. El trabajo de esos puestos es vigilar los alrededores y los accesos al establecimiento, de modo de saber qu o quin se aproxima o se mueve o permanece en los alre-dedores del lugar. Bien, ese puesto de vigilancia (en los campamentos zapatistas le decimos la posta, ignoro la razn; por ejemplo, decimos te toca la posta a las 0000 hrs, el relevo de la posta es a las 1200", etc.), avisa o advierte al resto de la instalacin, y contiene o detiene a quien trata de ingresar sin autorizacin. Quien ocupa el puesto de observacin es el guardia, el viga, el centinela. Adems de observar y estar atento a lo que ocu-rre, el centinela es quien da la voz de alarma en caso de ataque y frente a cualquier eventualidad.

    Segundo trimestre de 2015, Nmero 9.

  • 10

    Segn nosotras, nosotros, zapatistas, la re-flexin terica, el pensamiento crtico tiene ese trabajo de centinela. A quien trabaja con el pen-samiento analtico, le toca el turno de guardia en el puesto del viga. Podra extenderme sobre la ubicacin de ese puesto en el todo, pero por aho-ra slo baste plantear que es una parte tambin, nada ms, pero nada menos. Digo esto por aque-llos, aquellas y aquelloas (no olvidar la equidad de gnero y el reconocimiento de la diversidad) que pretenden:

    O estar por encima y afuera del todo, como algo aparte, y se esconden detrs de la impar-cialidad, la objetividad, la neutralidad. Y di-cen que analizan y reflexionan desde la asep-sia de un imposible laboratorio materializado en la ciencia, la ctedra, la investigacin, el libro, el blog, el credo, el dogma, la consigna.

    O trastocan su papel de vigas y se adjudican el de nuevos sacerdotes doctrinarios. Siendo apenas centinelas, se comportan como si fue-ran el cerebro dirigente que muta en tribunal penal a conveniencia. Y desde ah ordenan lo que debe hacerse, juzgan y absuelven o con-denan. Aunque hay que reconocerles que el hecho de que nadie les haga caso, marcada-mente la realidad siempre rebelde, no los in-hiba de su delirio (etlico, no pocas veces).

    El centinela tiene que ver con el puesto del vi-ga en cuestin. Pero ya volveremos sobre esto en alguna de nuestras intervenciones en el seminario.

    Por ahora, baste decir que, abrumado, sobre-pasado por la tarea de observacin crtica en un mundo tramposamente instantneo, en su turno en el puesto de guardia, el vigilante puede caer en

    El Sndrome del Viga.

    Bien, pues resulta que el centinela agota su capacidad de vigilancia despus de un perodo.

    Este agotamiento (al que nosotras, nosotros, zapatistas, llamamos el sndrome del viga) consiste, grosso modo, en que la persona que est en el puesto de vigilancia desarrolla, despus de un tiempo de estar de guardia, una especie de percepcin en bucle o constancia de la per-cepcin. Es decir, reproduce en su percepcin consciente una y otra vez la misma imagen, como si nada se alterara, o como si los cambios fueran parte de la misma normalidad de la imagen. Tiene que ver, supongo, con algo de percepcin visual, pero tambin con el deseo de que nada altere la rutina. As, por ejemplo, el vigilante no desea que un peligro aparezca, y ese deseo lo traslada a lo que vigila. Todo est bien, no va a pasar nada malo, se repite una y otra vez, y eso se traslada a su valoracin de la realidad. Su objetivo es poder entregar un reporte de vigilancia lacnico: sin novedad.

    Esto que les explico es producto de una ob-servacin emprica, no de un estudio cientfico. A lo largo de aos y aos de vigilancia, es lo que concluimos de nuestra propia (y reducida) expe-riencia. Con la persistente duda de si ciencia o usos y costumbres, preguntamos con alguien que s le sabe a eso de la neurociencia. Nos dijo que el fenmeno existe, aunque no est precisado el mecanismo que lo provoca (antes de que quieran degollarme las distintas corrientes o posiciones en psicologa, aclaro que lo nico que confirm es que el fenmeno es real, comprobable). Ahora bien, por qu se da? bueno, ah vanlo ustedes -sera bueno que, ya en eso, se pongan de acuer-do en cul es el objeto de conocimiento de la ciencia de la psicologa-.

    Bueno, esa persona nos explic lo que es la atencin selectiva y nos mand un libro de sos de los de antes (o sea que se entiende lo que ex-plica). Palabras ms, palabras menos, se trata de que slo atendemos una pequea parte de lo que vemos en un determinado momento e ignoramos el resto. Bueno, pues ese resto que ignoramos

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  • 11

    es la ceguera al cambio o ceguera por inaten-cin. Es como si, al filtrar las partes de la imagen que vemos, nos volviramos ciegos a lo que no seleccionamos como importante.

    Por ahora no desarrollaremos esto, pero, en re-sumen, el sndrome del centinela consiste en que:

    a) No se vigila el todo, sino slo una parte de ese todo.

    b) Cuando se cansa, la guardia no percibe los cambios que se presentan en la zona vigila-da porque le son imperceptibles (es decir, no son dignos de atencin).

    Para contrarrestar eso, usamos varios recursos:

    Uno de ellos es la vigilancia no directa, la vi-sin perifrica o, en trmino coloquiales, mirar por el rabillo del ojo. Esto es que la mirada indirecta permite detectar alteraciones de la ru-tina. Tambin debe de haber una explicacin de esto en la neurociencia, pero creo que nos falta estudio.

    Otras formas de solucionar la fatiga del cen-tinela, son: poner dos o ms vigas cubriendo el mismo punto; o reducir el tiempo de vigilancia y aumentar la frecuencia del relevo.

    Puede y hay otras formas de que la tarea del centinela se cumpla.

    Pero lo importante es que hay que estar avi-zores de cualquier seal de peligro. No se trata entonces de advertir el peligro cuando ya est presente, sino de mirar los indicios, valorarlos, interpretarlos, en suma, pensarlos crticamente.

    Por ejemplo: esos nubarrones en el horizonte, significan que viene una lluvia pasajera, cul es su intensidad, se dirige hacia ac o se aleja?

    O se trata de algo ms grande, ms terrible, ms destructivo? Si es as, habr que alertar a tod@s de la inminencia de

    La Tormenta.

    Bueno, el asunto es que lo que nosotros, no-sotras, zapatistas, miramos y escuchamos es que viene una catstrofe en todos los sentidos, una tormenta.

    Pero, resulta que nosotras, nosotros, za-patistas, tambin miramos y escuchamos que personas con grandes conocimientos dicen, a ve-ces con su palabra, siempre con su actitud, que todo sigue igual.

    Que lo que la realidad nos est presentando, son slo pequeas variaciones que no alteran en nada importante el paisaje.

    O sea que nosotras, nosotros, zapatistas, ve-mos una cosa, y ellos ven otra.

    Porque vemos que se sigue recurriendo a los mismos mtodos de lucha. Se sigue con marchas, reales o virtuales, con elecciones, con encuestas, con mtines. Y, de manera concomitante, surgen y se desarrollan los nuevos parmetros de xi-to, una especie de aplausmetro que, en el caso de las marchas de protesta, es inverso: mientras ms bien portada sea (es decir mientras menos proteste), mayor su xito. Y se hacen organiza-ciones partidarias, se trazan planes, estrategias y tcticas, haciendo verdaderos malabares con los conceptos.

    Como si fueran equivalentes Estado, Gobierno y Administracin.

    Como si el Estado fuera el mismo, como si tu-viera las mismas funciones de hace 20, 40, 100 aos.

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    Como si el sistema fuera tambin el mismo y mismas las formas de sometimiento, de destruc-cin. O, para ponerlo en trminos de la Sexta: las mismas formas de explotacin, represin, discri-minacin y despojo.

    Como si all arriba el Poder hubiera manteni-do invariable su funcionamiento.

    Como si la hidra no hubiera regenerado sus mltiples cabezas.

    Entonces pensamos que en nosotros o en ellos, hay el sndrome del centinela.

    Y nosotros, nosotras, zapatistas, miramos de reojo esos movimientos en la realidad. Ponemos entonces ms atencin, subimos a lo alto de la ceiba para tratar de ver ms lejos, no lo que pas, sino lo que viene.

    Bueno, pues lo que vemos no es nada bueno.

    Vemos que viene algo terrible, ms destructi-vo si posible fuera.

    Pero otra vez vemos que quienes piensan y analizan nada dicen de eso. Siguen repitiendo lo de hace 20 aos, 40 aos, un siglo.

    Y vemos que organizaciones, grupos, colecti-vos, personas, siguen en lo mismo, presentando falsas opciones excluyentes, juzgando y conde-nando a lo otro, a lo diferente.

    Y ms: desprecindonos por lo que decimos que vemos.

    Entonces, pues ya ve usted, somos zapatistas. Y eso quiere decir muchas cosas, tantas que en los diccionarios de su lengua de usted no existen palabras para eso.

    Pero tambin quiere decir que siempre pensa-

    mos que podemos estar equivocados. Que tal vez todo sigue sin cambios fundamentales. Que tal vez el Mandn sigue mandando igual que hace dcadas, siglos, milenios. Que puede ser que lo que viene no es algo grave, sino apenas una descompensacin, un reacomodo de sos que ni la pena valen.

    Entonces o nada de pensamiento, de anlisis, de teora, o lo mismo de siempre antes.

    Entonces nosotros, nosotras, zapatistas, pen-samos que tenemos que preguntar a otros, a otras, a otroas, de otros calendarios, de geogra-fas distintas, qu es lo que ven.

    Creo que es como cuando a un enfermo le di-cen que s, que ya est muy grave, o sea que est cabrn, decimos ac. Y entonces pues, como quien dice, hay que buscar una segunda opinin.

    Entonces decimos que est fallando el pensa-miento, la teora. Sea que falla la nuestra, sea que fallan los otros pensamientos. O tal vez fallan los dos.

    Entonces, pues somos desconfiados, des-confiadas, como de por s. Pero s un poco lo confiamos las compaeras, compaeros y com-paeroas de la Sexta. Pero bien sabemos que el mundo es muy grande, y que hay otros, otras, otroas, que tambin le hacen a eso de pensar, analizar, mirar.

    Entonces pensamos que necesitamos pensarlo al mundo, y tambin pensar as su calendario y su geografa de cada quien.

    Y pensamos que ms mejor si hacemos aho-ra s que como un intercambio de pensamientos. No como se dice un intercambio de mercancas, como en el capitalismo, sino como si dijramos que echemos trato de que yo te lo digo mi pensa-miento y t me lo dices el tuyo. O sea como una reunin de pensamientos.

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  • 13

    Pero entonces no pensamos que es una reu-nin as noms, sino que tiene que ser grande, muy grande, mundial se dice.

    Y, bueno, nosotros, nosotras, zapatistas, no conocemos mucho. Si acaso y batallando, algo lo sabemos de nuestroas compaeroas, compaeras y compaeros de la Sexta.

    Entonces vemos que a esas reuniones de pensamientos en algunas partes les dicen semi-narios, creemos que porque seminario quiere decir semillero o sea que ah se hacen semillas que a veces rpido cran y a veces tardan.

    Y entonces decimos que hagamos un se-millero de ideas, de anlisis, de pensamientos crticos de cmo est actualmente eso del siste-ma capitalista.

    Entonces el seminario o semillero no es un slo lugar ni en un slo tiempo. Sino que tarda y es en muchas partes.

    Y entonces pues por eso decimos que es dis-locado, o sea que no todo en un slo lugar, sino que muchas partes y en muchos lados. Y decimos que es mundial, bueno, pues porque en todos los mundos hay pensamientos crticos, que se estn preguntando qu pasa, por qu, qu hacemos, cmo, y esas cosas que se piensan en la teora.

    Pero entonces, pensamos, en algn lado em-pieza y en un tiempo.

    Entonces, pues, empieza en un lugar ese se-millero colectivo, y ese lugar es en un caracol zapatista. Por qu? Bueno porque ac los pueblos zapatistas lo usamos el caracol para alertar y para llamar al colectivo.

    As que, por ejemplo, si hay un problema de la comunidad, o un asunto que hay que resolver, pues se toca el caracol y ya todo el pueblo sabe

    que hay reunin del colectivo para que el pensa-miento hable su palabra.

    O para ver cmo hacemos para resistir.

    As que digamos que el caracol es uno de los instrumentos del centinela. Con l avisa que hay un peligro.

    Entonces el lugar es, pues, un caracol zapatis-ta: el caracol de Oventik, montaas del sureste mexicano, Chiapas, Mxico.

    Y la fecha del inicio es el 3 de mayo. Por qu el 3 de mayo?

    Bueno, en nuestros pueblos es el da de la siembra, de la fertilidad, de la cosecha, de la se-milla. Es el da de la Santa Cruz.

    En los pueblos se acostumbra sembrar una cruz en donde nace el ro, el arroyo o el manantial que le da vida al poblado. As es como se seala que ese lugar es sagrado. Y es sagrado porque el agua es la que da la vida. Entonces el 3 de mayo es el da de pedir el agua para la siembra y la bue-na cosecha. Van entonces los pobladores a donde nace el agua a darle ofrendas. O sea que como que le hablan al agua, le dan sus flores, le dan su taza de atole, su incienso, su caldo de pollo sin sal. En otros pueblos le dan una copita de trago, pero en los pueblos zapatistas est prohibido el alcohol y entonces le dan refresco al agua. El caldo de pollo que se le da al agua es sin sal, para que no se seca el agua. Al mismo tiempo que estn en esa ce-remonia de ofrenda, tocan msica y empiezan la bailadera tod@s, ni@s, joven@s, ancian@s. Ya cuando termina la ofrenda, empieza la conviven-cia del pueblo. Se reparten la comida que llevan: atole agrio, pollo, frijol, calabaza. Todo lo que es comida, ah lo comen en colectivo, junto al naci-miento del agua. Ya terminado eso, regresan en sus casas. Y ya por pura alegra, le siguen a la bai-ladera en el pueblo y comen en comn y toman

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    caf con pan. Tambin hay compas zapatistas que son albailes, y entonces tambin lo celebran y cuentan que hacen una cruz de cualquier madera que encuentran y la ponen cuando empiezan la construccin. Dicen que porque es su responsa-bilidad del trabajador. O sea que el trabajador se hace as responsable de la construccin y le echa ganas para que queda bien, porque va en su cuen-ta que quede bien.

    Entonces pues ya lo sabe usted. Ah lo vea. Si acepta o no el reto, va en su cuenta.

    Ojo: lo que sigue es slo para ponentes. O sea que slo va a ir en las invitaciones formales que se les mandan a l@s ponentes. No lo ande usted publicando porque es una

    Clusula Secreta:

    Todo esto es para que usted entienda, como quien dice, el contexto del seminario.

    Qu esperamos de usted?

    Pues que entienda que vienen personas de muy lejos, que hacen el sacrificio de su paga y su tiempo para llegar a escuchar lo que usted va a exponer. No vienen por ocio, ni porque vayan a ganar algo. No vienen por moda o ignorancia. Vienen porque tal vez ven esos nubarrones en sus horizontes, porque las lluvias y vientos ya los azotan, porque el hambre de tratar de entender no se sacia, porque sienten que la tormenta se acerca.

    As como nosotros, nosotras, zapatista, le respetamos a usted, as le pedimos que respete a esas personas. Habr un@ que otr@ colad@, pero la mayora son nuestr@s compas. Son per-sonas que viven y mueren luchando, sin que nadie, como no seamos nosotros, nosotras, za-patistas, les lleve la cuenta. No hay para ell@s

    museos, ni estatuas, ni canciones, ni poemas, ni sus nombres estn en vagones del metro, calles, colonias. Son nadie, cierto. Y no a pesar de eso, sino precisamente por eso, para nosotras, noso-tros, zapatistas, son todo.

    Entonces, no se ofenda usted, pero no traiga consignas, dogmas, autos de fe, modas; no repi-ta lo que ya dijeron otros antes o en otro lado; no aliente el pensamiento haragn; no trate de im-poner el pensamiento dogmtico; no difunda el pensamiento mentiroso.

    Le pedimos que traiga su palabra y que ella provoque el pensamiento, la reflexin, la crtica. Le pedimos que prepare su mensaje, que lo afile, que le saque brillo. Que con l honre no a la aca-demia y a sus pares, sino a quien lo recibe, ya sea como sacudida, o como bofetada, o como grito.

    La semilla que para este seminario o semillero le pedimos, es la que cuestione, provoque, alien-te, impulse a seguir pensando y analizando. Una semilla para que otras semillas escuchen que hay que crecer y lo hagan segn su modo, segn su calendario y su geografa.

    Oh, s, lo sabemos: no ver ni engrosado su prestigio, ni su cuenta bancaria, ni su caudal de fama. Tampoco ver si consigui nuevos seguido-res, discpulos, rebaos.

    Es ms, el nico indicio de xito no lo ver, y ser que en muchas partes, en otros calenda-rios y en geografas diversas, otras, otros, otroas, desafen todo y discutan, debatan, cuestionen, critiquen, imaginen, creen.

    Eso le pedimos. Eso, slo eso.

    Desde la conserjera de la Escuelita, habilita-da ahora como Oficina de protocolo, diseo e impresin de invitaciones para bodas, XV aos, divorcios, bautizos, graduaciones frustradas,

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    seminarios y otros, y colgando unos letreros que dicen Hoy no se fa, maana tampoco, Salvavidas sobre pedido, Lleve su catalejo pira-ta, bara-bara-todo-legal-mi-buen-qu-pas,

    En este establecimiento no se discrimina por ra-zn de su miopa.

    EL SUPGALEANO.

    MXICO, ABRIL DEL 2015.

    * Presidente del Partido Popular Socialista de Mxico.

    II. REFLEXIN EN MEDIO DEL COMBATE

    Contribucin al Seminario de reflexin y an-lisis El pensamiento crtico frente a la hidra capitalista.

    POR CUAUHTMOC AMEZCUA DROMUNDO*

    Con un saludo fraterno a los compaeros zapatistas.

    Convocan ustedes a la reflexin y al anlisis; en nuestro caso, gustosos atendemos el convite y lo ha-cemos por este medio, escrito.

    La convocatoria sugiere estos temas:

    a) En dnde est la sociedad humana hoy y a dn-de va? Si consideramos que no todos miramos las cosas de igual manera ni escuchamos lo mismo, quines tienen la vista ms penetrante y el odo ms fino, quienes observan un entorno reposado, donde las hojas de los rboles casi ni se mueven, o los que otean en el horizonte una furiosa tempestad, terrible y destructiva?

    b) Si consideramos que las cosas cambian, por qu algunos recurren a los mismos mtodos de lucha, como marchas, elecciones, encuestas y mtines? Ser que el Estado tenga las mismas funciones de hace 20, 40, 100 aos? Ser que

    el sistema ejerza las mismas formas de explo-tacin, represin, discriminacin y despojo? Acaso la hidra capitalista no ha regenerado mltiples cabezas?

    c) Y si es as, cmo entonces vamos a destruir al mtico monstruo, cmo nos vamos a liberar de l, cmo vamos a transformar el mundo?, reco-rriendo caminos conocidos, o inventando otros nuevos, nunca antes transitados por pueblo alguno?

    Les comento en seguida nuestras opiniones, compaeros, y les agradezco que escuchen nues-tra palabra:

    1. Todo cambia, hoy ms rpido que nunca.

    En el caso del Partido Popular Socialista de Mxico pensamos que nada est fijo. Todo cambia poco a poco, de manera paulatina, como las mon-taas esculpidas por el viento que durante cientos o miles de aos parecieran estar iguales; como las caadas excavadas por los ros. Pero todo cambia tambin en su esencia, en su naturaleza misma, dejando atrs lo que fue para convertirse en algo nuevo y diferente. Cambian las montaas y cam-

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    bian los ros. Cambia la Tierra y el Universo todo. Cambia el entorno natural que nos rodea. Cambia la naturaleza y cambiamos los humanos. Cambia el sistema social y econmico, cambia el Estado, cambian las relaciones de produccin, cambian las formas de represin que la clase dominan-te ejerce a travs del Estado y por otros medios. Todo cambia, todo se mueve, a veces lenta, cuan-titativamente; otras, dando formidables saltos, transformando la esencia, la naturaleza del fen-meno que se observe.

    Los cambios en las sociedades hoy se estn dando a mayor velocidad, de manera vertigino-sa, as lo vemos nosotros, los del Partido Popular Socialista de Mxico.

    2. La sabidura de los viejos y el desdn de los necios.

    No siempre hubo vida en la Tierra pero tras un largo proceso de pequeos cambios acumu-lativos, vino un salto cualitativo y de pronto apareci como algo nuevo con respecto de la materia inorgnica. No siempre existimos los hu-manos, hombres y mujeres, pero llegamos, tras una serie de complejas transmutaciones; cambios dialcticos de calidad, que en todo cuanto existe slo pueden darse despus de una larga acumula-cin de los otros cambios, los lentos, los cambios de grado o cantidad; as lo explicaron nuestros viejos sabios, nuestros compaeros entraables, nuestros abuelos queridos bien podemos consi-derarlos as, con cercana y afecto-- Carlos Marx y Federico Engels, nuestros antecesores en la lu-cha revolucionaria.

    Hay quienes no los valoran. Hay quienes los desdean. Pero no son los pueblos. Los pue-blos aprecian mucho la sabidura de sus viejos. Nosotros tambin. Slo los necios y los enemigos

    de clase menosprecian su saber, que por otra par-te la vida misma confirma da con da.

    3. Qu vemos desde nuestra atalaya, quietud o tempestad?

    Los hombres y mujeres slo podemos vivir en sociedad, nunca en aislamiento; pero las socieda-des tambin cambian; fluyen igual que los vientos y los ros, da con da se mueven un poquito, tan lentamente que no podemos notarlo. Sin embar-go, un buen da el suelo social retumba, se abre y brota un torrente de ardiente lava. El volcn so-cial vomita fuego; la vieja sociedad desaparece arrasada, y surge una distinta y superior, porque elimin de su seno las contradicciones que ani-quilaron la que exista. Son los cambios sociales de cantidad y de calidad.

    Coincidimos con ustedes, compaeros zapa-tistas: desde nuestra modesta atalaya nosotros, los del PPS de Mxico, tampoco vemos quietud. Pero no vemos que una tempestad nos amena-ce, nicamente. Percibimos que el asunto es ms complejo, porque hoy los pueblos se mueven con rapidez. Vemos y escuchamos cmo en Grecia y en Espaa nuestros hermanos viven un notorio despertar, por lo que hace a Europa; pero ocu-rri lo mismo aun antes en Venezuela, Bolivia y Ecuador; en toda Amrica Latina.

    Miramos y escuchamos a nuestros pueblos hermanos avanzando a zancadas hacia su libe-racin en muchas partes, pero tambin vemos cmo el imperialismo los contraataca con furia y con insidia. Los pueblos y los explotadores de los pueblos estamos prendidos en rudo combate en muchas trincheras simultneas; nadie pide tre-gua, nadie la da. As vemos la realidad dominante en el mundo de hoy, y la de Mxico, tambin.

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    4. El capitalismo, su edad y su mortalidad.

    Los sistemas sociales, como los hombres y las mujeres, tambin nacen, se desarrollan, en-vejecen y mueren; ninguno es eterno. Antes, mucho antes de nuestro tiempo, existi una so-ciedad en que los humanos, hombres y mujeres, colaboraban todos para resolver los problemas de la subsistencia; no haba unos que explotaran a los dems: se le llam comunidad primitiva. Luego vino una muy distinta, en que unos pocos eran dueos de muchos humanos, los podan comprar y vender, como si fueran animales de carga, y as tambin podan aduearse de sus hi-jos y explotar su trabajo sin lmite alguno: se le llam esclavismo. Y otra despus, tambin con explotadores y explotados pero con reglas di-ferentes, que se llam feudalismo. La primera dur cientos de miles de aos; la segunda, algu-nos milenios solamente, y la tercera, alrededor de un nico milenio; cada una ha durado un poco menos que la anterior.

    El capitalismo es relativamente joven, si se compara con la historia de la humanidad. En tanto que los humanos existimos desde hace casi dos millones de aos, el capitalismo surgi apenas unos pocos cientos atrs. Pero es sufi-cientemente viejo por cuanto a sus capacidades de sobrevivencia que ya se agotan sin remedio; sus contradicciones congnitas maduran con mayor velocidad que las de los anteriores mo-dos de produccin. Acaso el sistema capitalista va a desaparecer igual que la comunidad primitiva, igual que el esclavismo como modo de produccin dominante en el mundo, igual que el feudalismo? S, no hay razn alguna para suponer que este sistema pudiera ser una excepcin de la regla ge-neral. Cundo? Nadie puede decir en qu fecha ni a qu hora, porque nadie lo sabe, pero caer; es inevitable.

    5. El sistema capitalista y la Hidra.

    Pero no se ha anunciado la desaparicin del ca-pitalismo varias veces, en el pasado? No es verdad, que sin embargo, todava est all? S, eso es cier-to. Por qu?

    Porque ha sucedido lo mismo que cuando un humano enferma de gravedad, muchos piensan que quiz pronto va a morir, pero puede aliviarse, sa y varias veces ms. El sistema capitalista tiene tiempo que dej atrs su juventud y su madurez, y entr en la vejez con sus achaques y enferme-dades frecuentes y cada vez ms graves, que ha podido sobrevivir hasta ahora. Enfermedades provocadas por sus contradicciones internas, in-salvables, ya mencionadas; enfermedades que tambin incluyen la lucha de clases que en el sis-tema es inevitable y que a fin de cuentas es la que lo habr de liquidar.

    La niez de todos los pueblos del mundo ha incluido sueos y mitos. En la antigua Grecia tu-vieron entre sus figuras mitolgicas la Hidra de Lerna, una monstruosa serpiente con varias cabe-zas que arrojaban un aliento venenoso: quien lo aspirara mora sin remedio. Lo peor era que cada vez que alguien cortaba alguna de sus cabezas, le salan dos, de modo que en vez de sucumbir se fortaleca. El capitalismo ha sido comparado con esa figura porque, como ya se dijo, varias veces se ha deseado y hasta anunciado su inminente desaparicin y no ha ocurrido; por eso, algu-nos han credo que tiene la capacidad de hacer que le broten cabezas nuevas; que puede rein-ventarse o revitalizarse. Los del Partido Popular Socialista de Mxico no compartimos esa supo-sicin. Nosotros pensamos que la enfermedad del sistema capitalista aun no era mortal en tal o cual momento del pasado en que as se crey; o dicho en las palabras que nuestro viejo y sabio compaero de luchas, Carlos Marx nos ense, pensamos que sus contradicciones internas an no haban alcanzado su agudizacin mxima. Aunque

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    por otra parte pensamos que el capitalismo bien puede ser comparado con la Hidra por otra razn ms vlida: porque es un sistema social tan horri-ble y mortfero como la Hidra, porque su aliento txico es asesino.

    6. El neoliberalismo: un capitalismo peor que el de ayer.

    Pero entonces, acaso el capitalismo no sufre cambios? Acaso el de hoy es igual al que fue en otros tiempos? No podemos decir eso.

    Todo cambia, el capitalismo tambin. El capi-talismo de hoy no es idntico al de hace cuarenta aos, antes de la globalizacin neoliberal; ni el de entonces era idntico al de mediados del siglo XIX, antes que apareciera el imperialismo. El ca-pitalismo es mutante en ese sentido, en tanto que con el tiempo, conforme va acumulando edad y achaques, se modifican algunas de sus caracters-ticas, magnitudes, formas y mecanismos, pero no sus rasgos fundamentales, no su esencia; sta no cambia mientras el capitalismo exista. Quienes nos proponemos destruirlo y construir una socie-dad superior, tenemos la obligacin de estudiar constante y profundamente a nuestro enemigo y todos los cambios que registre; as pensamos no-sotros, los del PPS de Mxico.

    El neoliberalismo es el capitalismo de hoy, uno mucho peor que el que le antecedi, aqul que llamaron keynesiano. Mucho ms destructivo del aire, del agua, del suelo, de todo el medio am-biente, aunque el capitalismo siempre lo fue. El neoliberalismo es mucho ms saqueador de los recursos naturales y de todas las formas de rique-za de los pueblos del mundo, para concentrarla en ciertos territorios dominantes, aunque hay que tener claro que desde hace cosa de un siglo cuan-do el capitalismo entr en su etapa imperialista, tuvo esa caracterstica. Y es ms concentrador de

    la riqueza tambin en un menor nmero de in-dividuos cada vez, aunque el sistema capitalista siempre lo ha sido. El neoliberalismo sin dejar de ser capitalismo y sin dejar de ser imperialismo, ha acentuado todas las rapacidades que tuvo en otros tiempos. El neoliberalismo amenaza con destruir toda forma de vida y al planeta mismo. El neoli-beralismo es el capitalismo en estado de avanzada senectud que ha acentuado todos sus viejos de-fectos; es el capitalismo imperialista en estado de descomposicin.

    7. No existe un capitalismo bueno ni uno con rostro humano.

    Acabar con el capitalismo es el objetivo his-trico de todos los pueblos del mundo. Slo liquidando ese sistema podremos poner fin a tantos males que origina. Porque no existe un capitalismo bueno, ni uno que tenga ros-tro humano; jams lo ha habido; su naturaleza es perversa. Tampoco se puede volver a etapas anteriores del sistema, como especular algunos, porque stas correspondieron a otras edades de ese modo de produccin, que quedaron atrs para siempre. Igual que una mujer o un hom-bre anciano, por mucho que lo desee no puede volverse joven, tampoco este sistema puede re-gresar, por ejemplo, del capitalismo monopolista que surgi en su proceso de envejecimiento-- al de libre concurrencia, de sus aos juveniles. De igual manera, llegado a una ms acentuada ve-jez, la etapa del imperialismo, el capitalismo no puede atrs para convertirse en lo que antes fue. Tampoco puede dejar de ser neoliberal, como lo es hoy, para regresar al de la poca keynesiana, al que tambin llamaran del Estado de bienestar. La nica salida definitiva est en destruirlo y for-jar una sociedad superior, la sociedad socialista. As lo vemos los del Partido Popular Socialista de Mxico desde nuestra modesta atalaya.

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    8. La liberacin nacional, camino al socialismo.

    Pero vemos tambin que no todos los pueblos del mundo estn exactamente en las mismas con-diciones por cuanto al desarrollo de sus fuerzas productivas; tampoco son idnticas, por tanto, sus relaciones de produccin, aun estando todos inmersos en un sistema capitalista mundialmente dominante. Por eso es natural que existan distin-tas metas de plazo inmediato para unos y otros pueblos, en su camino al mismo objetivo histri-co, el socialismo.

    Numerosos pueblos, entre ellos el de Mxico y los de Amrica Latina, en general, tenemos un capitalismo dependiente, no dominante. Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y otras potencias europeas que arribaron de manera temprana al modo capitalista de produccin tienen el otro, el dominante, porque desarrollaron su capitalis-mo antes, como era natural que sucediera. En ese proceso, llegaron al momento en que sus capitales saturaron sus mercados internos y desbordaron sus fronteras. Es decir, en esas potencias el capi-talismo madur y envejeci, llegando a la etapa del imperialismo, en los mismos aos en que nuestros pases todava tenan como predomi-nantes los modos de produccin semiesclavista y feudal. Al invertir aqu sus capitales exceden-tes, con ellos conocimos el capitalismo. Pero fue un capitalismo dependiente, que no desa-rroll nuestras fuerzas productivas propias, sino las perpetu atrasadas y las mantuvo endebles. Uno que no nos industrializ ni gener cadenas productivas. Uno que saque nuestros recursos naturales y sobreexplot a nuestros trabajadores. Uno que en vez de capitalizarnos nos descapitali-z. As ha sido, as es el capitalismo dependiente que impera en nuestra regin. El neoliberalismo vino a intensificar todos esos rasgos.

    Al no desarrollar nuestras fuerzas productivas, ese capitalismo no poda crear y no cre la base

    material que es indispensable para la construc-cin de un modo de produccin ms avanzado, el sistema socialista, segn nuestro sabio abuelo, Carlos Marx. Antes que desapareciera la Unin Sovitica, sta supla con generosidad solidaria ese enorme vaco histrico, esto es cierto; gracias a la Unin Sovitica fue posible poner en marcha la construccin del socialismo en China duran-te largos aos, e iniciarlo en Cuba, por citar dos de los muchos otros ejemplos que podran darse. Pero no existiendo ms esa fuente de recursos, plantearse la construccin del socialismo desde una base material que no existe, no pasa de ser una vana ilusin; antes tenemos que construir esa base material de manera urgente.

    Por esa sencilla razn, el pueblo de Mxico y los dems de Amrica Latina en su camino al socialismo tienen como meta inmediata la libera-cin nacional respecto del imperialismo; porque slo destruyendo las relaciones capitalistas-de-pendientes de produccin podrn crear la base material para, en su momento, construir la socie-dad socialista. Y mientras ms pronto logren la liberacin nacional, ms pronto podrn crear esa base y darse de manera directa a la otra tarea, de la edificacin socialista.

    9. La liberacin nacional y el problema del neoliberalismo.

    Nosotros, los del Partido Popular Socialista de Mxico observamos que, siendo el neoliberalis-mo el capitalismo imperialista acentuado, de hoy, es decir, la forma en que se dan las relaciones ca-pitalista-imperialistas de produccin en nuestros das, la lucha contra el neoliberalismo es la tarea medular que debemos plantearnos todos los que aspiramos a liberar a nuestros pueblos del impe-rialismo como meta inmediata, y a construir el socialismo, como objetivo histrico.

    Luchar contra el neoliberalismo, pensamos,

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    es combatir al imperialismo y por la liberacin nacional; y destruir al imperialismo como fen-meno mundial equivale a crear las condiciones para el triunfo de la revolucin socialista toda la Tierra.

    10. Marchas, elecciones, mtines; mtodos de lucha viejos y desechables? No lo creemos as, en modo alguno.

    Aqu parece ser que despus de varias coin-cidencias tendremos algunas discrepancias, compaeros zapatistas. Nosotros, los del Partido Popular Socialista de Mxico observamos que los pueblos escogen sus mtodos de lucha en funcin de numerosos elementos y no como modas pasa-jeras. Escogen los que van siendo indispensables en cada momento, las que resultan eficaces para los fines que persiguen.

    Desde luego desechamos las encuestas; no son, nunca han sido parte de los mtodos de lu-cha revolucionaria de los pueblos.

    Pero para ir de lo general a lo particular, em-pezaremos por preguntarnos, qu mtodos de lucha son ms viejos, cules son ms recientes? Qu fue antes en el tiempo, las marchas y mtines o la insurreccin armada? O acaso la lucha electo-ral es ms antigua que la construccin de comunas autogobernadas?

    Les comento, compaeros zapatistas: hace exactamente dos mil 88 aos estall una violen-tsima insurreccin armada, tan vigorosa que la humanidad jams la ha olvidado. La Historia la registra como la Guerra de los Esclavos o la Guerra de los Gladiadores y puso a temblar al Estado esclavista romano de la poca. La en-cabez Espartaco, extraordinario lder que, a diferencia de la Hidra de Lerna, s fue un perso-

    naje realmente existente, aunque con el tiempo alcanz una dimensin mtica, como tambin le ocurri a nuestro Emiliano Zapata. La rebelin armada es una forma de lucha muy, pero muy vieja, aunque no necesariamente inservible en nuestro tiempo o en el tiempo por venir; a pe-sar de los muchos cambios que se han dado no podramos desecharla en todos los casos y para siempre. Pero tampoco es necesariamente la me-jor en este momento histrico concreto.

    Les comento algo ms: Har cosa de 1700 aos, los libertos, antiguos esclavos que fueron liberados por sus amos romanos, junto con otros ex esclavos que lograban escapar de ellos, for-maron comunidades autnomas que gobernaron por s mismos, a las que se dio el nombre de colo-nias. Fue una forma eficaz de liberarse del Estado esclavista. A pesar de ser muy antiguo, es otro mtodo de lucha que hoy mismo se usa en algu-nas partes, como ustedes lo saben bien. Como se ve, los mtodos de lucha no se pueden regir por los criterios de que sean viejos o nuevos.

    11. Los mtodos de lucha y la cuestin de la unidad.

    Sobre este asunto, nosotros, los del Partido Popular Socialista de Mxico pensamos que to-dos los mtodos de lucha son vlidos y todos merecen nuestro respeto. Es mejor que un grupo de hombres y mujeres emprendan la lucha con un mtodo, el que sea, cualquiera que escojan, a que se mantengan al margen. Pensamos tambin que es mejor que cada vez haya menos grupos lu-chando, pero que vayan siendo ms grandes, ms vigorosos, mejor organizados, surgidos de la uni-dad de muchos pequeos. Pensamos que lo peor de que existan muchos grupos diversos es que anden pelendose entre ellos.

    Es decir, pensamos que es necesario construir

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    la unidad, hasta llegar a contar con una organiza-cin revolucionaria del pueblo, muy grande, muy poderosa, muy bien organizada, que sera inven-cible. Para caminar con ese rumbo, pensamos que un primer paso consiste en que todos apren-damos a vernos con respeto. A no pelear entre nosotros ni descalificar pblicamente nuestros mtodos de lucha ni nuestras lecturas de la reali-dad, que sean diferentes. Pensamos que debemos crear las condiciones para sentarnos, en privado, a intercambiar ideas sobre todas estas cuestiones de los mtodos, de las lecturas diferentes, con tenacidad y paciencia, y echando mano slo de nuestras reflexiones, para zanjar las discrepan-cias por medio del convencimiento, del arribo conjunto a posiciones comunes. Porque en la medida en que logremos construir convicciones compartidas, slo en esa misma medida podre-mos edificar la indispensable unidad. Y porque desunidos, no venceremos.

    12. Qu mtodo de lucha proponemos en este momento, en concreto?

    Pondremos a su consideracin, por ltimo, el mtodo que de acuerdo con nuestras reflexiones es el mejor en este momento concreto, no para hacerlo tema de ria con nadie, sino con el ni-mo de aportarlo para las reflexiones colectivas. Lo diremos con pocas palabras; es entendible que se puede hablar sobre el asunto con am-plitud, vindolo con distintos enfoques, desde diversos ngulos, razonando y comparando con otros mtodos a debate. Pero pensamos que un escenario como ste no es el ms adecuado para hacerlo as. Sera ms conveniente discutirlo tan ampliamente como sea necesario en una mesa de anlisis establecida con el fin particular de avanzar hacia acuerdos unitarios. Pensamos que algn da no distante podremos tenerla entre va-rios movimientos y organizaciones que estamos

    inmersos en la lucha, pero dispersos hasta hoy, lamentablemente.

    Nosotros, los del Partido Popular Socialista de Mxico, compaeros zapatistas, pensamos que el mtodo de lucha revolucionaria ms eficaz, ms til en el caso de Mxico hoy, es la combinacin de la lucha poltico-electoral con las movilizacio-nes populares de todos tipos, paros, bloqueos, huelgas y mtines, todo ello enfocado a echar a los neoliberales del poder, como meta inmedia-ta. Echarlos y dotarnos de un gobierno que ya no sea neoliberal, sino nacionalista, antimperia-lista y popular. Un gobierno que ya no privatice ni haga ms reformas estructurales, sino que, impelido por grandes movilizaciones populares, empiece a revertir todo lo que los neoliberales han hecho para mal del pueblo a lo largo de ms de treinta aos.

    Cuando logremos lo anterior, estaramos en-trando en un proceso muy parecido con los que se estn dando ahora mismo en varios pa-ses de Amrica Latina, nuestra regin; como en Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros ms. Todos estos procesos exitosos han avanzado gracias a la combinacin de la lucha poltico-electoral con las movilizaciones populares de todos tipos. En con-traste, desde 1979 ningn proceso de cambios y transformaciones a favor de los pueblos ha sido exitoso por otras vas. Por qu? Porque las con-diciones geopolticas, econmicas, militares, y tecnolgicas del mundo de nuestro tiempo as lo han establecido. Aplicando nuestro anlisis a la lucha prctica, hemos decidido convocar a todo el pueblo de Mxico a votar por MORENA en las elecciones que ahora mismo estn en proceso.

    Muchas gracias, compaeros zapatistas, por haber convocado a este seminario; y gracias por haber escuchado nuestra humilde palabra.

    Les reitero mi saludo fraterno en nombre del Partido Popular Socialista de Mxico.

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    PABLO GONZLEZ CASANOVA*Cada movimiento emancipador actuar a su modo, desechando recetasNecesario, redefinir palabras como libertad, justicia y democraciaExiste una guerra mundial no convencional hecha de muchas guerrasLa poltica de la zanahoria y el garrote contra Rusia, el gran fracasoLa enorme contribucin de creencias y reli-

    giones a la emancipacin de nuestra Amrica es uno de los grandes legados que tenemos y al que se aadi entre luchas contra las oligarquas y los imperios, la fuerza de un liberalismo radical, que ms que una ideologa es parte esencial de nuestra cultura, tan viva hoy en la lucha por la libertad como en la nueva y enredada lucha de clases y contra el imperialismo.

    La creacin de espacios laicos en plazas, es-cuelas y universidades dio a la lucha por la Independencia y la libertad armas notables que se renovaron por pensadores, polticos y revo-lucionarios del ms alto nivel. Muchos de ellos desde el siglo XIX han enriquecido nuestras re-voluciones con los ms variados combates y pensamientos. En todos estos sobresalen, con va-liosas aportaciones, los zapatistas y sus sucesores en Mxico y La Lacandona, as como los descen-dientes de Tpac Amaru y otros movimientos indios de Amrica del Sur, que desde hace ms de 500 aos no han dejado de combatir por sus tierras y sus ideas, y a los que el movimiento bo-liviano, con Evo Morales y lvaro Garca Linera, enriquecen con planteamientos de una democra-

    cia y un socialismo pluritnicos.

    A esa variedad de luchas se aaden otras ms que siguiendo la va pacfica de la Unidad Popular y de Salvador Allende en Chile, dan hoy primor-dial importancia a que del ejrcito salgan quienes apoyen a su pueblo con frrea lealtad y profun-do compromiso moral e ideolgico. El general cristiano y revolucionario Hugo Chvez, diestro en la teora, la poltica y las armas, aadi a la memoria y la imaginacin creadora de los movi-mientos anteriores la contribucin insistente de que el socialismo ser obra del pueblo o no ser, y al mismo tiempo reformul los planteamien-tos bolivarianos que enriquecen a la Revolucin Latinoamericana y que contribuyen a unir en un proyecto comn, contra las intervenciones extranjeras, a todos los dirigentes de Amrica Latina tengan la ideologa y la posicin polti-ca que tengan para que se unan en la defensa de sus integrantes, a fin de que, como un solo blo-que, acten en un mundo dominado por bloques. Al mismo tiempo que Chvez plante ese pro-yecto continental y por un mundo en que impere la paz, en su pas se propuso emprender una cla-ra lucha por la democracia, la independencia y el socialismo. Chvez se sum as a quienes en Amrica Latina han hecho importantes contri-buciones a la emancipacin y la vida humana, desde Cuba, Chile, el Sureste Mexicano, Bolivia y Ecuador.

    La originalidad de esas contribuciones, y el hecho de que Amrica Latina haya sido califi-cada como la regin de avanzada mundial en los nuevos planteamientos por la emancipacin, nos induce a pensar en trminos locales y uni-versales, sin esperar a que stos nos vengan de

    III. CRISIS TERMINAL DEL CAPITALISMO O CRISIS TERMINAL DE LA HUMANIDAD

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    Heidelberg o Pars como originales a copiar, y sin olvidar que cada movimiento emancipador actuar a su modo, desechando recetas que su-puestamente se deben aplicar en todo tiempo y lugar, pero aprovechando conceptos derivados de las ms variadas experiencias, y que se repiten aqu y ahora, y aun en esas ms concretas hay que ver cmo se comportan en las circunstancias en que cada movimiento acta.

    Con este nimo tenemos hoy que redefi-nir claramente el mundo que queremos para que se vea que no estamos hablando por hablar. Tenemos que redefinir y materializar palabras como libertad, justicia y democracia, de las que muchas veces se ha perdido la atencin, la me-moria y la prctica de su significado verbal y actual. Redefinirlas y materializarlas es parte de una tarea universal, pues en un momento de crisis mundial de las ideologas, como el que vivi-mos, nosotros mismos usamos esas palabras sin ver cmo las hemos redefinido y cmo las hemos materializado.

    Estoy seguro de que ningn mensaje es ms urgente y necesario que plantear la preservacin de la vida en la Tierra, la emancipacin del ser humano, y la organizacin local, regional y glo-bal de colectividades y colectivos de jvenes, de pueblos, de trabajadores, de campesinos, de pro-fesionales, que honren su palabra, articulen su voluntad y materialicen su experiencia, dominen su informacin, y su forma de dialogar y acordar con serenidad y firmeza para defender efectiva-mente la libertad y la vida.

    No quiero extenderme mucho. Me limitar a definiciones que tengan que ver con la lucha ac-tual, real y material.

    * * *

    Empezar por la palabra democracia, que es la ms vinculada al qu hacer y cmo hacerlo, la

    ms instrumental. Por democracia entendemos que las grandes decisiones las tome el pueblo, y que en ltima instancia sea comportamiento obligado que el pueblo diga qu hacer o qu me-dida tomar, y que en las decisiones de riesgo se diga antes de la decisin cul medida se debe to-mar y qu riesgos es preferible asumir?

    Para que no se quede en palabras reconocer que corresponde al pueblo eso que llaman soberana, hoy podemos combinar las tcnicas ms antiguas de la democracia directa, en localidades o empre-sas donde todo mundo se conoce, con las nuevas tcnicas de la comunicacin, informacin, orga-nizacin. Con unas y otras podemos enfrentar los problemas a resolver, pero ya sin contraponer como un todo abstracto las organizaciones hori-zontales y las verticales, sino viendo qu tipo de organizaciones pueden permitirnos el logro ms eficiente de nuestros proyectos emancipadores.

    En terrenos como los rganos de defensa, y muchos de gobierno y administracin, en espe-cial los de servicios especializados como la salud, la construccin urbana o de presas y caminos, y otros servicios de gobierno, de defensa y edu-cacin, podemos combinar las organizaciones de tareas jerrquicas con organizaciones de ta-reas coordinadas y, al mismo tiempo, podemos promover las organizaciones de comunidades y sistemas de comunidades, de cooperativas y sis-temas de cooperativas, aisladas o relacionadas entre s.

    En la organizacin de la vida, y de la democra-cia, a los flujos de informacin se aadirn los de bienes y servicios. Y en toda esta organizacin de organizaciones, las vanguardias y los especia-listas tomarn muy en cuenta las experiencias pedaggicas del aprender a aprender, las que nos vienen de Paulo Freire entre muchos otros, y en que para la defensa y el gobierno de regiones y naciones enteras por ellas mismas, ha destacado la revolucin cubana, lo que le ha permitido re-

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    sistir ms de 50 aos de bloqueo imperialista, y mantenerse como estrella solitaria, tras la dram-tica cada del campo socialista. Semejante poder de la pequea isla de Cuba slo puede explicar-se si est uno abierto a entender que en la gran lucha por el mundo moral y combativo, Cuba construy y materializ una nueva categora, la del Estado-Pueblo, o Pueblo-Estado.

    A esas experiencias se aade en forma, no menos creadora, la que por la autonoma, la li-bertad, la justicia y la democracia emprendieron el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional y los descendientes de los pueblos mayas, que hoy nos convocan, y cuyas aportaciones al dilogo po-ltico, al aprender a aprender del discurso que combina narrativas, reflexiones, razn e imagina-cin, se aade una estrecha unin o fusin entre actos y palabras, entre palabras-cosas-creaciones, caminos todos que han sido y son objeto de ad-miracin mundial, en especial por la juventud. Todos ellos tambin explican la capacidad de re-sistir asedios y embates ms de 20 aos.

    * * *

    En cuanto al esbozo combativo de la libertad, debo decir que en la libertad veo entre los mu-chos sentidos que tiene el que destaca moral y poltica, as como el de quienes no temen cono-cer la verdad sobre el mundo en que vivimos ni las mejores formas de enfrentar los problemas por poderosos y agresivos que sean los intere-ses que amenazan Para conocer nos dijo un miembro de la Junta de Buen Gobierno de una comunidad de la Selva lo primero que tenemos que hacer es perder el miedo. Jams haba odo expresar de manera tan clara esa teora del co-nocimiento ni exponer un problema que atae a pueblos y letrados, sobre todo ahora en que la moral se ha ido a la guerra. Y aqu empiezo a ha-blar de la moral de la integridad, de la que cuida quien tiene una conducta intachable. Y ms aho-ra que el enemigo, entre modelos y escenarios

    formalizados, virtuales y reales, usa la clsica po-ltica de la zanahoria y el garrote.

    Un hombre ntegro, intachable est al amparo de los chantajes y presiones del enemigo a quien se vendi

    Al que se vende le recuerda quien lo compr: Remember, you are my man. (Noms acurdate que ya te compr y de lo que puedo decir y hacer decir de ti)

    El vendido vive bajo la amenaza de que den a conocer sus manchas y tachas quienes lo com-praron, y hasta de ser condenado por los jueces, si no obedece en todo lo que le exige, aunque sea ms y ms.

    Si la libertad se da en los orgenes del pensar, decir y hacer, la libertad se enriquece con la bata-lla de quien ni se vendi ni se rindi.

    * * *

    Acerca de la justicia es importante recordar que estamos luchando tanto por la justicia perso-nal como por la social. Nada menos que por una y otra, construidas desde abajo y por los de abajo, y con vanguardias que aprenden al ensear y ense-an al aprender, y que hacen del discurso poltico un discurso pedaggico, y de su ensear un ense-ar con el ejemplo de su conducta.

    El que la justicia sea con todos y para todos implica no quedarse en la defensa de los propios derechos e intereses. Ha de recordar lo que dijo Mart: Patria es humanidad. Ni yo, ni los mos, ni individualismo, ni clientelismo, ni tribalismo an-tiguo o moderno.

    La lucha por la justicia a personas y colectivi-dades replantea los derechos humanos en serio, y no como mero bla-bla-bla. Quien lucha por la justicia de todos y cada uno tiene que estar cons-

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    ciente de que en esta guerra que vivimos, a la campaa que nuestros enemigos hacen para que predomine el individualismo y el consumismo que tanto les sirve para su poltica de corrupcin con represin, y de zanahoria con garrote la lu-cha por la justicia tiene que plantearse como una poltica que se propone dar trmino a la sociedad de consumo, a la produccin de lujo y de basura y que, al mismo tiempo respeta, como poltica, las grandes obras de arte de nuestros antepasados, sean arqueolgicas o histricas, artsticas, cient-ficas o folclricas.

    Pero entre nuestras prioridades morales y ma-teriales est dar trabajo y con qu trabajar a los despojados, a los excluidos, a los marginados, a los desregulados, a los inmigrantes y trabajado-res informales, sin papeles, a los sin techo, sin pan o tortilla, y en este continente, a los pue-blos originarios que todava sufren las lastras del colonialismo material y mental, as como a los descendientes de los esclavos africanos, que con las injusticias sufren la discriminacin de ser africanos.

    * * *

    Para lograr esas metas forzosamente tene-mos que plantear la organizacin de la vida en torno a los valores de la libertad, la justicia y la democracia materializadas, frente a la falsa y mutilada cantinela de los derechos humanos pi-soteados por los que hoy dominan de arriba abajo con sus corporaciones y complejos, sus estados, gobiernos y mercados, todos al servicio de la acu-mulacin de su poder, utilidades y riquezas.

    La solucin de tamaos problemas no se dar por un camino corto ni acostumbrado, ms bien obedecer a una guerra que ya se declar, como puede comprobarse en todas partes, y en que se combinan como armas principales la corrupcin, la represin, y, cuando es el caso, la negociacin. Digo que ya se declar una guerra mundial no

    convencional que realmente es guerra, que es mundial, y que se est librando en nuestro pas y en todos los pases del mundo, sin decir que ya se declar y que ya lleva tiempo de llevarse a cabo.

    Si no la vemos, si no nos percatamos de que existe es porque se trata de una guerra hecha de muchas guerras, y unas se dice que son contra el terrorismo y entre terroristas, otras que de sus atrocidades slo son culpables los musulmanes que hoy representan lo que para Hitler fueron los judos, otras que son de sectas de musul-manes en que combaten sunitas contra chitas, otras entre unas bandas de narcotraficantes por el extenso dominio de los mercados y as suce-sivamente, todas con motivos variados segn el tipo de luchas que pueden distraer la atencin de la verdadera lucha de la guerra de recolonizacin del mundo, que de paso encubre los magnficos negocios que con ellas hacen complejos y cor-poraciones con la venta billonaria de aviones, barcos de guerra, armas de largo y corto alcan-ce, municiones y aprovisionamientos de toda especie, incluso humanitarios, as como con in-mensos prstamos impagables que ya ni siquiera para el desarrollo desequilibrado sirven, a cuyas colosales ganancias se aaden los despojos de los deudores que se quedan sin ciudad, sin casa, sin tierras, agua, servicios elementales, hospitales, escuelas, mdicos y medicinas, vida, con millones de ellos debilitados por hambrunas, pandemias, virus genticamente modificados como el bola, entre otros.

    Los pases metropolitanos, sede de corpora-ciones y complejos civilizados y cristianos, desde sus comandos de guerra y mira, juegan con sus computadoras en el diseo de esta guerra de crueldades y confusiones que creen poder ganar, con muy pocas bajas de sus fuerzas y ninguna en las ms altas y cercanas.

    A los muchos recursos econmicos que la gue-rra les reporta ponen toda su atencin y ninguna

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    a los sufrimientos que provocan. Son presidentes, gerentes, gobiernos y comandos eficaces y efi-cientes que maximizan su poder y utilidades, ya sea en esas formas indirectas y confusas, ya con guerras y medidas abiertas que ponen al orden del da lo que Harvey ha llamado economa por desposesin y que en realidad es economa por despojo, abierto y encubierto, formal e informal, directo y subrogado, con ejrcitos de lnea y con bandas criminales y sdicas debidamente entre-nadas, todas al servicio consciente o inconsciente de complejos y corporaciones que sacan billones y billones de los pobres de la tierra y de los recur-sos de la Tierra...

    * * *

    A qu seguir? A palabras necias odos sordos. O como deca aquel presidente norteamericano: They say, what do they say? Let them say!(Dicen, qu dicen? Qu digan!). Es cierto; ms que ago-tar nuestra atencin con crticas a los seores del poder y del dinero, tenemos que preguntarnos cules son las salidas posibles de este infierno, y cmo podemos hacer posible lo que ahora parece imposible a nivel mundial y en la mayora de las naciones: construir y crear la libertad, la justicia y la democracia.

    La guerra mundial actual no slo es la que llaman los expertos una guerra de espectro com-pleto, es decir, no slo se lleva a cabo en el terreno militar, sino en el econmico, el poltico, el ideol-gico, el informtico, el social y cultural en todos se da la guerra, pero como si no bastara, la guerra tambin combina el mundo espectacular y el mun-do real, las fuerzas mercenarias de viejo y nuevo tipo con los ejrcitos de lnea, los escenarios de guerra de distraccincon los de guerra realmente existente de los opresores contra los oprimidos, de los explotadores contra los explotados.

    Para el renovado engao se usan las computa-doras con escenarios deguerra virtual y de guerra

    real, de guerras de dominacin y acumulacin y de guerras a modo

    Es cierto, en medio de tanta pericia que has-ta asusta, los neoliberales de la globalizacin no pueden impedir un enorme fracaso: nada menos que no pueden, como queran, ser una gran po-tencia unipolar, y en los hechos, el Gran Fracaso se manifiesta cuando quieren usar la poltica de la zanahoria y el garrote contra el antiguo imperio ruso, durante un tiempo integrado en la Unin Sovitica, y en el que esa poltica no funciona. En la crisis de Ucrania con su presidente nazi, apoya-do por el Bloque Occidental, Rusia no abandona sino abiertamente apoya, en lo poltico y en lo militar, a la gran poblacin rusa que all vive, y que ha sido golpeada por el nazi y sus aliados.

    Tras todos los castigos de Occidente, Rusia les recuerda, por si lo olvidaron, que es una colosal potencia nuclear, absolutamente temible, y cuyas clases dirigentes muestran la decisin de man-tener con sus posesiones el poder que les da, el inmenso bloque a que cada vez se suman otras naciones, que a ms de disponer de armas nuclea-res y sistemas de lanzamiento altamente temibles y eficaces, cuentan con el poder de sus propias corporaciones y complejos en que a la cultura del manejo empresarial aaden la del manejo estatal. (Y aqu hablo en trminos puramente coyuntura-les y tcticos).

    En todo caso, semejante descalabro del pro-yecto unipolar que Immanuel Wallerstein anunci no le quita al Bloque Occidental su in-mensa prepotencia ni su gran ceguera. Hasta hoy parece incapaz de ver la lucha que no pue-de ganar. Est como ofuscado frente a una crisis que ninguno de los dos bloques puede superar Y esta tesis, lejos de corresponder a falta de co-nocimientos o meros deseos, est plenamente comprobada en unasociedad del desconocimien-to como la del Bloque Occidental, que dispone de conocimientos notables de que tan orgullo-

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    sa est, y con fundada razn, mientras al mismo tiempo no quiere ver, ni deja ver los que sin la menor duda implican su condicin terminal.

    * * *

    Voy a enunciar el problema cientfico ms im-portante en toda la historia pasada y actual, y a terminar con unas observaciones y una pregunta.

    Mis observaciones:

    1. Si esta guerra se est llevando a cabo en-tre confrontaciones y negociaciones, el objeto de unas y otras es cambiar la correlacin de fuerzas en relacin con el estado inicial de las fuerzas de dominacin y las fuerzas rebeldes, para nosotros emancipadoras. Por todo eso, en el terreno de las negociaciones, la guerra se perder si la colusin, cooptacin y corrupcin ganan en ellas.

    2. La guerra se est librando entre el Bloque Occidental y el Bloque Oriental. La guerra se per-der si los del Bloque Occidental logran derrocar a Putin y en su lugar como un nuevo acuerdo de clase global dejan que las fuerzas dominantes de Rusia coloquen a un representante de las corpo-raciones rusas.

    3. Si la guerra entre bloques se detiene por un acuerdo globalizador, a muy poco tiempo y aun-que se repartan el mundo como se lo repartan, tarde o temprano tendr que renacer y aumentar la competencia mundial entre uno y otro bloques en necesaria lucha por los mercados y los recur-sos naturales, lucha que por lo dems ya est ocurriendo.

    4. Con la alianza de los bloques de comple-jos y corporaciones seguir desenfrenadamente la destruccin de la tierra y de sus recursos sub-terrneos y de la superficie terrestre: marinos, forestales, agrcolas, acuticos, y de la capa atmos-

    frica que envuelve a la Tierra. Indefectiblemente se probar que la maximizacin de utilidades y riquezas destruir la biosfera, es decir, todo lo que hay de vida en la Tierra. Afirmacin que nada tiene de catastrofista y que est cientfica-mente comprobada por cientos de cientficos del ms alto nivel.

    5. Dado el clima creciente de tensiones y am-biciones dominantes, patolgicas y venales, con fomento organizado, subsidiado y entrenado de odios colectivos y de innumerables crueldades, la destruccin mutua asegurada que hace aos fue doctrina militar oficial es ms vigente que nunca. Corresponde a una tesis plenamente vlida con el tipo de armamento actual y con los numero-sos pases que disponen del mismo, que no slo son muchos, sino estn inmersos en la cultura del odio

    6. Necesario y perfectamente posible es comprobar que las ciencias de los sistemas au-torregulados y complejos que se manejan para entender y activar al sistema capitalista tienen una gran fiabilidad y exactitud en el estudio e impulso de numerosos problemas, pero que son totalmente incapaces de entender los problemas cientficos prohibidos por quienes los contra-tan y mandan, y si los entienden, los grandes estadistas y exitosos banqueros y gerentes de los-complejos militares-empresariales, los decision Makers, es decir, quienes toman las decisiones dominantes y soberanas, son totalmente incapa-ces de aplicarlos.

    7. Como no solamente vemos que existen cla-ros indicios de la crisis del capitalismo y tambin de la crisis de la vida humana, y que muchos de ellos o estn prohibidos, o son perseguidos, o son desatendidos, o no pueden ser atendidos, con-sideramos necesario que para enfrentar con la mayor seriedad y libertad cientfica la defensa de la vida humana y de la vida en la Tierra deben analizar el perfil de una guerra como la actual

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    que se da en varios campos, al mismo tiempo o sucesivamente.

    Mirando la historia reciente de las guerras que por todo el mundo y en todos los terrenos y ni-veles se dan, advertimos no slo cmo han sido, sino cmo sern las luchas y guerras futuras, for-males e informales, con fuerzas armadas de lnea y muchas otras subrogadas.

    Todas o casi todas las guerras han ocurrido y van a ocurrir entre represiones, corrupciones y negociaciones, y como lo ms probable es que as sigan ocurriendo es muy importante tener conciencia de que tras las dos realidades con-frontadas se encuentran dos teoras. Realidades y teoras tienen un carcter histrico y variaciones en la geografa y en la organizacin de las partes considerables, pero entre variaciones hay fen-menos que muestran repetirse una y otra vez.

    Las dos teoras en guerra son entre: UNA: La que corresponde a la teora crtica y al marxismo clsico que destacan la lucha de clases, es decir, la lucha entre los explotadores y los explotados, entre los opresores y los oprimidos que es la lucha por la libertad, por la justicia, por la demo-cracia, por la autonoma y por la vida. FRENTE A ELLA SE ENCUENTRA: La lucha global neolibe-

    ral y neoconservadora, cuyoatractor principal es la maximizacin de utilidades, poder y riquezas y que para lograr sus metas emplea mltiples re-cursos, entre los que destacan los que rompen el inters general y de la clase que busca liberarse. Fomentando en sus miembros el individualismo con elyo frente al nosotros, con el nosotros fren-te a los muchos, excluyendo a los que sufren la explotacin y la opresin como trabajadores in-formales, como pueblos y pases despojados de sus tierras cultivables, de sus energticos, de la produccin de sus alimentos, del agua de sus ma-nantiales, sus ros y sus lagos

    Tal es la guerra que se ha dado y que se va a dar entre represiones, entre corrupciones y en-tre negociaciones. Y en las tres formas de guerra, de igual importancia ser mantener y fortalecer la moral personal y la moral colectiva, la moral de lucha y la moral de cooperacin y de compar-ticin, la moral de servicio pblico en la defensa, y en la produccin, y la moral en el respeto a las personas y sus diferencias

    Oventic, 6 de mayo de 2015

    (*) Ponencia presentada en el seminario El pensamiento crtico frente a la hidra capitalista, organizado por el EZLN

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    POR JOS SANTOS CERVANTES*

    4. DEL CAPITALISMO DE ESTADO AL ESTADO NEOLIBERAL

    Prembulo a la aplicacin del proyecto neoliberal impulsado en nuestro pas por el imperialismo

    Los cambios ocurridos en el mundo, la poltica impulsada por el imperialismo para someter an ms a los pases dependientes como el nuestro y el propio desarrollo de la sociedad mexicana, fueron creando las condiciones para que se pro-dujera un cambio brusco y radical en la poltica econmica de nuestro pas.

    Como antecedente podemos citar el hecho de que durante el gobierno de Luis Echeverra lvarez (1970-1976), se compraron empresas para salvarlas de la quiebra y rescatar as a sus propietarios. Esas empresas no fortalecieron ni cuantitativa ni cualitativamente al sector estatal de la economa, ya que no se ubicaban en las ra-mas fundamentales que contribuyen al desarrollo econmico independiente o al bienestar popular. Sin embargo, sirvieron de pretexto a los neolibe-rales para justificar, inicialmente, su proyecto privatizador.

    Otros antecedentes importantes fueron los que se dieron durante el gobierno de Jos Lpez

    Recuento de los daos, tras poco ms de 30 aos de neoliberalismo en Mxico

    (Segunda parte)

    * Secretario General del Partido Popular Socialista de Mxico.

    Portillo (1976-1982), en relacin con la poltica monetaria, reduciendo las tasas del encaje legal a que estaba obligada la banca privada y al cam-biar de acuerdo con las instrucciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) la poltica cam-biaria. Y por primera vez, una empresa que se encontraba en manos del Estado, la Renault, fue vendida a sus antiguos propietarios y aunqu