tesis nancy amor

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AGRADECIMIENTOS. ☺ A la Dra. Maria E. Rodríguez Pérez, por su apoyo y preocupación constante,

por su humanismo y sensibilidad envidiable.

☺ A la Dra. Leyda Cruz Tomás, quien hizo suyo este empeño, por sus valiosas

ideas y complicidad en el tema.

☺ Al Dr. Luis Alfredo González Collera, por su fraternal ayuda, no solo científica,

sino por su espíritu de éxito y amor gigantesco para conmigo.

☺ Al MSc. Tomás Puentes por sus aportes certeros y por su colaboración

desinteresada.

☺ A mi niño, por el tiempo que no le dediqué, por los cuentos que no le leí, por

los besos que no le di... mientras realizaba este importante trabajo.

☺ A mi amiga Mavi por su incondicional amistad, la cual considero un premio de

la vida. ¡Gracias por acompañarme, alentarme y aconsejarme en este

empedrado camino!

☺ A mis compañeras del Dpto. Preescolar, especialmente a Luly, por incitarme a

luchar hasta el final.

☺ Al Consejo de Dirección del C.I. “Amiguitos de la Ciencia” , “XI Festival”,

“Isabel Rubio”, por apoyarme en pequeñas – grandes cosas; las que hicieron

posible llevar al final este feliz empeño.

☺ A la maestra de Computación Ana Yansy Castillo por la solidaridad expresada

a lo largo de esta jornada.

☺ Al diseñador Pedro Carvajal por los detalles finales, los que engrandecieron

esta obra.

☺ A todas mis amigas que se desvelaron por facilitarme los medios,

demostrándome una vez más que, sembrar amigos es tener cosecha toda la

vida.

☺ A la vida por tornarse, a veces, áspera y amarga, pero no ha logrado disminuir

la miel de mi alma. ¡ GRACIAS!

INDICE. Pág. Introducción. 1 Capitulo I: Fundamentos teóricos en el estudio del desarrollo

socio – afectivo del niño de primer año de vida. 9 I. 1: La situación social del desarrollo del niño de primer año de vida. 9

I. 1. 1: El desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida. 18

I. 2: La familia: vía fundamental en el desarrollo socio – afectivo del

niño de primer año de vida. 28

Capitulo II: Metodológico. 38 II. 1: Metodología utilizada con los diferentes métodos empleados. 38 II. 2: Caracterización general de la muestra. 46

II. 3: Estado actual del desarrollo socio – afectivo del niño de primer

año de vida. Diagnóstico y/o caracterización. 49

II. 3. 1: Características personales de los niños. 56 II. 3. 2: Representación socio afectiva sobre los hijos. 57

II. 3. 3: Influencia socio – afectiva de los padres. 63 II. 3. 4. Análisis del Programa “Educa a tu hijo”. 65 Capitulo III: Manual de orientación familiar. 66 III. 1: Elementos teóricos metodológicos de base. 66 III. 2: Manual de orientación familiar dirigido a la estimulación del

desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida. 73 III. 3: Validación del Manual de orientación familiar por criterio de

expertos. 89

Conclusiones. 92 Recomendaciones. 94 Referencias bibliográficas. 95 Bibliografía. 98

Anexos. 104

RESUMEN

La imperiosa necesidad de orientar a la familia sobre la estimulación del desarrollo

del niño durante el primer año de vida, desde lo socio – afectivo y las insuficiencias

en el orden teórico y metodológico, para concebir el proceso educativo desarrollador,

en las condiciones del hogar, motivaron a la autora a elaborar un Manual de

Orientación Familiar para la estimulación temprana del desarrollo socio – afectivo del

niño de primer año de vida.

Como punto de partida se efectúa una valoración de las distintas posiciones en el

estudio y orientación del desarrollo socio – afectivo, indagando a través de la

observaciones, situaciones experimentales, encuestas y entrevistas, la situación

actual de dicho desarrollo y la influencia ejercida por parte de la familia en sus

hijos.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto se propone un Manual de orientación

familiar, el cual contiene un conjunto de orientaciones educativas, concebidas con un

lenguaje directo, claro y asequible, en aras de potenciar el desarrollo socio –afectivo;

visto a través de todos sus componentes, es decir, el estado emocional; las

relaciones socio – afectivas; la comunicación y la autonomía. En este sentido, dicho

manual facilita la estimulación del área socio – afectiva en el primer año de vida de

manera oportuna, consciente y planificada a la vez que favorece el protagonismo de

la familia, en el sentido amplio.

Todo ello constituye un importante tributo a las ciencias psicológicas, en tanto

permite incentivar en los padres el rol educativo a partir del carácter activo en la

educación y desarrollo de su hijo/a; además de significar un valioso material de

consulta para investigadores u otras personas interesadas en esta temática.

Introducción.

Es la educación cubana fiel exponente ante el mundo de la culturación de un pueblo,

la cual tiene como misión fundamental la formación integral de la personalidad,

desde edades tempranas.

La etapa preescolar es el período donde transcurre la formación inicial de la

personalidad del niño. Por la importancia que reviste esta etapa, el estado cubano

ha priorizado el desarrollo de alternativas, que permiten darle atención educativa a

los niños comprendidos en estas edades y que no asisten a las instituciones

infantiles educacionales; a través del Programa de atención social comunitaria

“Educa a tu Hijo”.

El funcionamiento de dicho programa, tiene como esencia, la preparación de la

familia, tanto de manera individual como grupal, para que esta estimule el desarrollo

integral de sus hijos al máximo de sus posibilidades en las condiciones del hogar.

Teniendo en cuenta lo antes planteado y a partir de las demandas a escala

internacional, las realidades latinoamericanas y el contexto nacional, hoy cobra aún

mayor vigencia el siguiente planteamiento: “El hogar es la primera escuela del niño y

sus padres sus primeros maestros, por lo que es necesario aprender a educar a los

hijos”. (1) Es precisamente en el seno familiar donde el niño inicia su actividad como ser

social, participando con los adultos en las diferentes situaciones del quehacer de la

vida cotidiana. Para garantizar que la familia pueda enfrentar la educación de sus

hijos, con mayores posibilidades, es preciso un perfeccionamiento de las

orientaciones que esta recibe, para estimular el desarrollo de sus hijos, dentro de las

que se destaca el área socio afectiva del niño durante el primer año de vida.

“Los niños son como espejos, en

presencia de amor, es amor lo que

reflejan”.

Anthony de Mello.

Lo anterior presupone según (Colectivo de autores) del Instituto de la Infancia (1976)

que: “el niño de primer año de vida necesita ser estimulado convenientemente. En

primer lugar, requiere de la estimulación afectiva, es decir, sentirse seguro del amor,

de sus padres o adultos que lo cuidan. Sin el cariño, los halagos, las caricias no se

puede lograr que el niño se sienta emocionalmente estable y esté en condiciones de

ir desarrollando todas sus capacidades físicas y psíquicas”. (2). Dichos fundamentos forman parte de la extraordinaria intención del programa”Educa

a tu Hijo”, en los diferentes años de vida, lo que en la actualidad se ha convertido en

uno de los principales lineamientos de la educación Preescolar en Cuba. A diez años

de creado este programa en el curso escolar 2002 – 2003 se concibe dentro de las

transformaciones de la Educación Preescolar el perfeccionamiento del mismo, en

aras de elevar la calidad de la atención educativa que se le brinda a los niños de

cero a seis años, que no asisten a los círculos infantiles, objetivo este que

permanece en el actual curso. Todo ello supone el diseño, implementación,

seguimiento y evaluación de un plan de acción con el objetivo (dentro de otros) de

elevar el nivel de participación y preparación de las familias, en la estimulación del

desarrollo de sus hijos desde el embarazo, donde cobra singular importancia el

desarrollo socio – afectivo.

A tono con dichas exigencias los grupos coordinadores en las diferentes instancias

han trazado acciones que permiten cumplir con tales propósitos. Todo este esfuerzo

se materializa en los Consejos Populares, en los que los diferentes agentes

educativos de la comunidad, que representan a los sectores que la componen

orientan a los ejecutores voluntarios que atienden a la familia.

En la atención a familias con niños de cero a un año de vida, son generalmente los

médicos y las enfermeras los que promueven esta orientación, capacitados

fundamentalmente por el jefe de grupo básico y por la promotora de educación del

Consejo Popular. Dicha atención se efectúa en las consultas de puericultura o niño

sano, a partir de la colaboración también de los círculos infantiles, como centros

capacitadores de la comunidad, más preparados en la orientación metodológica y

confección de accesorios o juguetes, para estimular el desarrollo de los niños. En

estas consultas se les demuestra a las madres, las diferentes alternativas para

potenciar el desarrollo de sus hijos; en tal sentido se entiende que, debía actuarse

con mayor vehemencia en la estimulación de la comunicación afectiva, como

actividad esencial, de este grupo etáreo lo cual garantiza la adquisición de todos los

logros a alcanzar por el niño.

Según J. Pérez (1982) varios son los autores que coinciden en que la satisfacción

adecuada de las necesidades afectivas es esencial para la salud mental presente y

ulterior del niño (Spitz, Bowlby, Ribble, Harlow y otros). Al respecto M. Ribble (1937)

citado por el propio J. Pérez (1982) afirma que: “el recién nacido necesita un largo e

interrumpido período de cuidados maternos consistentes y hábiles, que deben ser

suministrados preferentemente por un solo individuo, sea la madre o un sustituto.

Esta estrecha relación es necesaria para contrarrestar la ansiedad biológica y

mantener la integridad física mientras el sistema nervioso madura”. (3). Es evidente también, que no solo en la etapa neonatal sino durante todo el primer

año de vida, la comunicación emocional con el adulto es la actividad fundamental, a

través de la cual el niño se desarrolla. Muchas son las investigaciones que

demuestran la necesidad que tiene el infante, desde las primeras edades de

comunicarse, pero en lugar de palabras, lo hace a través de las miradas, mímicas,

gestos, sonrisas, movimientos, hasta llegar a formas superiores de comunicación

como es el lenguaje.

La vía fundamental para que el bebé logre un óptimo desarrollo lo constituye el

afecto que le profesen los seres más cercanos, fundamentalmente la madre; todo lo

cual es mediado por la dependencia del lactante y la incondicional colaboración del

adulto ante sus necesidades, estableciéndose entonces las relaciones socio

afectivas entre ambos, todo lo cual tributa además al enriquecimiento de diferentes

vías de comunicación, no solo con los más allegados, sino con vecinos y extraños.

Todo ello va garantizando paulatinamente un mayor desarrollo de la independencia

cognoscitiva y social, de ahí la importancia de atender temprana y oportunamente el

desarrollo del pequeño.

Dichos fundamentos se convierten en una necesidad permanente de preparación de

la familia, de modo que le permita cumplir a plenitud la misión que la sociedad le ha

encomendado, por lo que es imprescindible brindarle las herramientas pertinentes a

tales efectos.

Para ello debe garantizarse, la unificación de criterios en el desarrollo de

conocimientos y habilidades en los padres que le permitan potenciar, a su vez el

desarrollo del niño, en el primer año de vida, desde lo afectivo. No es menos cierto,

que la preparación que estos reciben, por los médicos, enfermeras, instructores del

Inder, promotores culturales, brigadistas sanitarias, entre otros, no satisface las

expectativas de una correcta estimulación del desarrollo socio –afectivo en este

período de vida.

Los retos actuales de la Educación cubana, para convertir a las familias

potenciadoras del desarrollo de sus hijos, parten de considerar el primer año de vida,

en la base fundamental de este desarrollo, a partir de la estimulación socio –

afectiva.

Este decir teórico, ha sido abordado por investigadores foráneos como M. I.

Lísina(1981), H. Wallon (1954) R. Spitz (1944), entre otros y cubanos, como E.

Álvarez (2001), M. E. Grenier (2003) y L. Cruz ( 2004) quienes han destacado la

importancia de la comunicación afectiva y su papel en la formación del vínculo

afectivo o Relación de Apego en el primer año de vida.

En tal sentido, E. Álvarez (1999), constató en su investigación que la mayoría de las

madres disponen de poca preparación psicológica para el desempeño del rol

materno lo que afecta la formación del vínculo adecuado. M. E. Grenier (2003), por

su parte corrobora una insuficiente orientación y preparación de los agentes

educativos, encargados de la orientación a la familia con niños de primer año de

vida, a fin de lograr un vínculo afectivo adecuado con los mismos.

En la mayoría de estos estudios, se observa que los mismos se han centrado en

determinar las principales causas y los agentes que deben promover el surgimiento

del vínculo adecuado, en cambio no se han realizado en igual medida, estudios

encaminados a la orientación a la familia acerca de cómo lograr el vínculo adecuado

con sus hijos.

Por su parte, y en relación con ello, L. Cruz ( 2002) ha obtenido importantes

resultados en los programas de estimulación temprana que ha dirigido, dentro de los

que se destaca la aparición de una nueva forma de comunicación en la actividad

conjunta entre el niño y el adulto; constatando que esta puede apreciarse

claramente siempre que el adulto participe en la actividad con el niño y prime la

comunicación entre ambos; por lo que la autora de esta investigación, estando de

acuerdo con dichos resultados, considera pertinente incluirlos en las orientaciones

que se le ofrecen a las familias con niños de o a 1 año de vida.

A estos criterios se une el hecho de que el actual programa “Educa a tu Hijo” (folletos

del 1 al 4), sin dejar de reconocer el impacto que ha tenido desde su concepción

hasta los momentos actuales, por su carácter preventivo y social, no aborda de

manera detallada, todos y cada uno de los elementos que conforman el área socio -

afectiva, por ejemplo: la relación de apego, las diferentes formas de comunicación,

la mediación de la madre entre el niño y los desconocidos, entre otros.

Cada una de las posiciones asumidas en torno a la estimulación del desarrollo socio

– afectivo, evidencian una interpretación particular en relación con esta compleja

arista de la formación de la personalidad del niño, lo cual corrobora que estamos

ante un tema que aún no ha sido agotado y que reclama de la psicología educativa y

del desarrollo que se profundice al respecto en virtud de contribuir al mejoramiento

del subsistema de Educación Preescolar, por vía no institucional.

Por otro lado, en visitas a consultorios médicos, en Pinar del Río, en análisis de

documentos, entrevistas realizadas a familias, en intercambios científicos

metodológicos, entrenamientos metodológicos conjuntos y en la propia experiencia

profesional de la autora, se constata que en la realidad pedagógica existe escasez

bibliográfica para tratar el tema en cuestión, además de insuficiencias en los padres

para estimular el desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida, limitando

ello sus roles correspondientes en el cuidado y la educación de sus hijos durante

este período de la vida, tan tierno e insuperable.

En tal sentido, se presenta entonces, en la realidad educacional de hoy, el siguiente

problema:

• ¿Cómo contribuir a la preparación de la familia, de P. del Río para estimular

el desarrollo socio – afectivo de sus hijos en el primer año de vida?

Para la solución del problema nos trazamos el siguiente objetivo:

• Proponer un manual de orientación familiar, dirigido a la estimulación del

desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida.

Para dar respuesta a este objetivo se hacen las siguientes preguntas científicas:

• ¿Qué enfoque teórico metodológico asumir para el estudio y la orientación del

desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida?

• ¿Cuál es el estado actual del desarrollo socio – afectivo del niño de primer

año de vida, en el municipio P. del Río?.

• ¿Qué nivel de preparación posee la familia para estimular el desarrollo socio –

afectivo del niño de primer año de vida?

• ¿Qué actividades proponer para el desarrollo socio - afectivo del niño de

primer año de vida, teniendo en cuenta los componentes que integran esta

área de desarrollo?

• ¿Qué criterio de valoración utilizar para constatar el grado de validez del

manual de orientación familiar, dirigido a la estimulación del desarrollo socio

– afectivo de los niños de primer año de vida?

Para responder a las preguntas antes formuladas es necesario llevar a cabo las

siguientes tareas científicas:

• Revisión bibliográfica del tema y asunción de una posición teórica

metodológica para este estudio.

• Diagnóstico y/o caracterización del estado actual del desarrollo socio –

afectivo de los niños de primer año de vida del municipio Pinar del Río.

• Elaboración de una encuesta que permita constatar el nivel de influencia de

las familias sobre el desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida.

• Elaboración de un manual de orientación familiar, dirigido a la estimulación

del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida.

• Valoración del grado de validez del manual de orientación familiar, dirigido a la

estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida,

mediante el criterio de especialistas.

En virtud de alcanzar los objetivos planteados se desarrolló una investigación de tipo

metodológica, la cual permitió revelar las relaciones causales, de nuestro objeto de

estudio. En este sentido se particulariza en los siguientes métodos de investigación: En el nivel teórico: El análisis y la síntesis, inducción – deducción y el histórico –

lógico, los que permitieron procesar la información de las diversas fuentes

consultadas y de los datos obtenidos en la constatación realizada.

En el nivel empírico: La observación en condiciones naturales a los niños, las

entrevistas a las madres, las situaciones experimentales a sus hijos, tomadas de la

Investigación Nacional de Crecimiento y Desarrollo (2003) y encuestas a otro grupo

de familias; así como el análisis de documentos para la constatación empírica del

problema.

El criterio de expertos para la constatación del grado de validez del manual de

orientación familiar que se propone.

Los datos de la investigación se procesaron a través del análisis cuantitativo

(porcentual) y del análisis cualitativo de los mismos. Aporte práctico:

• La caracterización del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de

vida, del municipio P. del Río.

• Un manual de orientación familiar que posibilita, según los indicadores

pertinentes, realizar la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de

primer año de vida.

Aporte Metodológico:

• Un instrumento para la constatación del nivel de influencia que ejerce la

familia en cuanto a la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de

primer año de vida.

Las bases teóricas metodológicas de la tesis están sustentadas en una

concepción desarrolladora a la luz del enfoque histórico cultural del psiquismo

humano, teniendo como máximo exponente a L. S. Vigotsky y sus continuadores.

La novedad científica de la presente investigación consiste en que por primera vez

desde la psicología educativa se elabora un manual de orientación familiar, dirigido a

la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida, en

Pinar del Río.

Los contenidos de la memoria escrita se estructuran en una Introducción, tres

capítulos, conclusiones, recomendaciones, bibliografía y anexos. En el Capítulo I se realiza una valoración crítica de los diferentes enfoques y aportes que abordan el

desarrollo socio- afectivo del niño de primer año de vida, enfatizando en el papel de

la familia, con respecto a la estimulación de dicho desarrollo, a partir de lo cual se

plantean las bases teóricas de la presente investigación. En el Capítulo II se

explicita la metodología utilizada, a partir de la forma de proceder con cada uno de

los instrumentos y métodos empleados; así como la constatación empírica del

problema que se aborda en el presente trabajo. En el Capítulo III se presenta el

diseño de un manual de orientación familiar, dirigido a la estimulación del desarrollo

socio – afectivo del niño de primer año de vida, en Pinar del Río, el cual consta de

una fundamentación teórica, objetivos generales y específicos, orientaciones para su

implementación y las concepciones que lo sustentan; refleja este capítulo además la

valoración del grado de validez del manual, a través de la consulta a expertos.

CAPÍTULO I: FUNDAMENTOS TEÓRICOS EN EL ESTUDIO DEL DESARROLLO SOCIO – AFECTIVO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA.

La afirmación de que la edad temprana constituye la etapa fundamental en todo el

desarrollo de la personalidad del niño, resulta ampliamente compartida por todos los

psicólogos y pedagogos que se han ocupado, desde distintas posiciones de los

problemas de la educación, el desarrollo y la formación del ser humano. Dentro de

esta etapa cobra vital importancia el primer año de vida, por la gran disposición que

posee el cerebro del niño para desarrollarse, mientras más estímulos sensoriales

sean recibidos.

En tal sentido, en esta investigación se pretende analizar los fundamentos teóricos

que a lo largo de la historia han sido revelados en cuanto a la situación social del

desarrollo del niño de primer año de vida, como punto de partida para poder

comprender la evolución cualitativa del mismo, destacando en ello la actividad

fundamental en la cual este se desarrolla, es decir, la comunicación emocional con el

adulto; así como el papel que desempeña la familia, principalmente la madre, como

primera y principal estimuladora del desarrollo socio emocional de sus hijos en dicha

etapa, desde una perspectiva histórico – cultural.

I.1. LA SITUACIÓN SOCIAL DEL DESARROLLO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA. El estudio del desarrollo del individuo en las diferentes etapas de la vida se debe

emprender a partir de la relación que establece el sujeto con el entorno que le

rodea, sobre todo, el social.

“..Muchas cosas que necesitamos

pueden esperar, el niño no…No les

podemos decir mañana, su nombre es

hoy”.

Gabriela Mistral.

Esta afirmación es posible cuando se tiene en cuenta un concepto clave de la teoría

psicológica histórico – cultural, la categoría Situación Social del Desarrollo, la que

es definida como aquella relación peculiar, única, especial e irrepetible entre el sujeto

y su entorno (4). En el caso de la Situación Social del Desarrollo del niño de primer año de vida

es generalmente, la figura materna la que media en el sistema de relaciones niño –

realidad. Esta figura viabiliza la posibilidad de que el niño cada vez se acerque más

al conocimiento de dicha realidad, garantizando con ello un desarrollo paulatino de

los procesos biopsíquicos del bebé, en aras de resolver su incorporación y

adaptabilidad a los procesos de la vida y su transformación ascendente.

El niño nace biológicamente facultado para aprender y la madre es la mediatizadora

entre el niño y la realidad, que le rodea, posibilitando esta que el niño aprenda y se

desarrolle, por lo que la característica esencial que distingue la situación social del

desarrollo del niño de primer año de vida, es precisamente la dependencia que este

posee del adulto (madre o cuidador) para poder satisfacer no sólo sus necesidades

básicas sino también las de movimientos, las de estimulación sensorial y

principalmente la necesidad de comunicación y de vínculo social con las personas.

Luego entonces, para hablar de S. S. D en el primer año de vida, se retoma lo

planteado en investigaciones realizadas, por H. Wallon (1954) y M. I. Lísina. (1974-

1981) con respecto al niño de esta edad. Ellos afirman que en la edad temprana

surgen las actitudes hacia las otras personas y se definen las formas de interacción

del niño con el mundo que le rodea.

Debe tenerse en cuenta, además los criterios que plantea L. Cruz (1998) cuando

expresa: “las formas de interacción e interrelación de niño de primer año de vida, con

el mundo circundante, son los criterios que dan una imagen socialmente concreta del

mundo interno infantil (5). Se comparten los criterios de L. Cruz y se considera además que por las escasas

posibilidades objetivas que tiene el bebé para satisfacer sus necesidades tanto

biológicas como sociales se ve obligado a un vínculo afectivo privilegiado que

engendrará mayores niveles de desarrollo personológico siempre que ocurra en

condiciones adecuadas de vida y educación.

Tal planteamiento hace aludir a la autora de algo expresado por L. I. Bozhovich

cuando refiere:” el contenido de la vida psíquica del niño en el primer año de vida, se

caracteriza primeramente por sensaciones afectivamente matizadas y después por

impresiones vividas de una manera globalmente afectiva, o sea, en la conciencia del

niño están representados, en primer lugar los componentes emocionales

relacionados con influencias directamente perceptibles por él. (6). La autora enfatiza también que en este proceso de comunicación sólo se promoverá

el vínculo afectivo si el allegado se dirige al niño mediante la comunicación

emocional directa, interpreta sus señales, responde a sus llamados de forma

sistemática, oportuna, utilizando diferentes medios de comunicación, contactos

físicos, intercambios de miradas, cambios tónicos, mímicas y mimos. El pequeño por

su parte, comenzará a “comunicarse”, respondiendo con la sonrisa social, el

complejo de animación o con formas más elementales del lenguaje gestual, mímico y

oral.

Es justamente la iniciativa anticipadora de la madre, como plantea M. I. Lísina,

durante el proceso de ayuda la condición fundamental para que se desarrolle el

proceso de comunicación.

En este mismo orden de ideas, D. J. Winnicot (1995) precisa: “que la madre se

entrega desinteresadamente, y en su gestión de ayuda aprende a reconocer

diferentes manifestaciones en el niño, señales que indican lo que él quiere y la

urgencia de su necesidad. (7). En este sentido, a partir de la interacción sistemática, organizada entre el niño y la

madre, esta logra desarrollar habilidades, las que le permiten actuar lo más rápido

posible, buscando así la mejor manera para calmar su angustia, no sólo por lo que

ella sobreentienda, de la manifestación práctica que percibe en el bebé, sino por sus

propios indicios de sus expresiones afectivas emocionales.

Todo ello presupone, el planteamiento de Venguer (1976) que expresa: “en el

período de la lactancia se manifiesta claramente la ley general del desarrollo

psíquico del niño, los procesos y cualidades psíquicas se van formando en él bajo la

influencia decisiva de las condiciones de vida, enseñanza y educación. (8).

Por tal motivo, la autora de este trabajo está de acuerdo y toma como punto de

partida las teorías de Vigotsky y sus continuadores, sobre el carácter social del

desarrollo psíquico y el papel determinante de las relaciones del niño con el medio

donde se analiza e interpreta el desarrollo psíquico como un producto del proceso de

apropiación de las distintas formas de la experiencia social. Es decir, el desarrollo

siempre ocurre bajo la influencia de la educación, esta va delante y lo conduce.

Es evidente entonces, que el papel con los otros y sus relaciones, es una premisa

importante en la vida del niño, por lo que se reitera en este caso el rol de la madre en

este sentir comunicativo.

Al respecto y haciendo referencia a la comunicación L. Cruz (2001) explica su

esencia, al concebirla como un proceso activo a través del cual el niño se

interrelaciona con otras personas y satisface diferentes necesidades personales de

índole afectivas, cognitivas y reguladoras, siendo la vía fundamental que este tiene

para diferenciarse de los otros, adquirir su conciencia personal.

No obstante, los estudios sobre la comunicación en edades tempranas tiene sus

antecedentes en las investigaciones de M .I. Lísina (1974), quien tiene en cuenta

cuando aborda la primera forma de comunicación, el complejo de animación

como uno de los elementos de la comunicación emocional.

La comunicación personal situacional del niño con el adulto o comunicación emocional directa, según la autora, aparece desde los seis primeros meses de

vida. Puede observarse cuando el niño aún no domina los movimientos

prensores de carácter concreto y las relaciones del niño con su medio están

mediatizadas por las interrelaciones que se dan con los adultos más cercanos.

Dicha forma garantiza la satisfacción de las necesidades orgánicas del pequeño,

transcurre de manera independiente fuera de cualquier otra actividad,

constituyendo la actividad principal del niño en este momento. Las operaciones o

medios de comunicación utilizados son básicamente los mímicos expresivos.

Esta comunicación considera, tiene en el pequeño el aspecto de complejo de

animación. Se evidencian como componentes de la conducta: la concentración, la

mirada, las vocalizaciones y la animación motriz.

Además tiene gran importancia para el desarrollo psicológico del niño ya que esta

buena voluntad del adulto despierta en el niño vivencias positivas se intensifica su

actividad general, lo cual se expresa en la tendencia a la interacción con el adulto y

en la familiarización con los objetos del medio circundante, por lo que se ven

activadas acciones perceptuales ya sean del analizador visual y auditivo. De modo

general se van sentando las premisas para el vínculo con el mundo de los objetos.

Esta comunicación no es sólo proceso y perfeccionamiento de transmisión de

información, sino fuente de desarrollo general del niño.

Otra forma de comunicación expuesta por la autora es la comunicación práctico-

situacional o trato de colaboración, transcurre aproximadamente desde los seis

hasta los dos años, consiste en el desarrollo de la comunicación dentro de la

interacción práctica del niño y del adulto, y de la relación de la actividad comunicativa

con esta interacción, surge por la necesidad de colaboración y atención con el adulto.

Las operaciones fundamentales de la comunicación están dadas mediante las

acciones con los objetos. Esta forma de comunicación garantiza en el niño el logro de

un resultado práctico, a pesar de sus ilimitadas posibilidades.

Durante la colaboración del adulto en esta actividad práctica con el niño este último

percibe su actitud benevolente. Este tipo de comunicación también favorece el

desarrollo del niño, en tanto el va descubriendo las propiedades de los objetos, puede

realizar acciones imitativas apropiándose de los modos de accionar con ellos,

manifiesta vivencias emocionales positivas, surge y se desarrollo su lenguaje y

cualidades de la atención.

En esa interacción, es donde comienza a desarrollarse la comunicación madre –

hijo, caracterizada en estos primeros meses por ser emocional directa, como bien

reafirma L. Cruz (2000), esta depende del adulto, lo que hace que sea bipersonal.

Las manifestaciones que expresan los niños en los contactos físicos sistemáticos, son

las caricias, mímicas, miradas y otros intercambios, por lo que la necesidad de

comunicación se desarrolla muy ligada a las de alimento, sueño, movimiento y

actividad.

El primer sujeto de comunicación para el bebé es la madre, la cual debe iniciar la

misma desde la vida intrauterina y en los primeros instantes en que lo tenga en sus

brazos.

Apoyando la idea anterior, es menester resaltar los criterios de F. Pinto (2003), quien

enfatiza la importancia de explicarle reiteradamente a la madre, antes del propio

parto que el hijo viene preparado para conocerlos y comunicarse con ellos y que a la

vez ellos están preparados para tal evento, apunta además, que durante las primeras

horas de nacido se le debe dar la oportunidad a la madre de permanecer en

contacto piel con piel; se le debe enseñar, agrega, que el bebé tratará de

comunicarse con sus padres a través de un tenue lenguaje mímico gestual, que ellos

descubrirán de manera intuitiva e inequívoca.(9). Desde los dos meses y medio de vida se puede constatar en los niños la existencia

de la necesidad de comunicación, un estadio que expresa emociones positivas en

respuesta a la estimulación externa, lo cual genera el surgimiento de la necesidad de

impresiones externas. Estas emociones se presentan en la forma del llamado

“complejo de animación”

La existencia de la necesidad de comunicación desde el segundo mes y en algunos

niños a finales del primero, considerando la sonrisa social y el complejo de

animación como las primeras manifestaciones que indican en el niño la aparición del

estado de ánimo positivo, surgido en su relación con el adulto, la necesidad por otra

persona y la aceptación del adulto que lo cuida, fue constatada por L. Cruz. (1985).

El complejo de animación consolida esta comunicación donde los contactos íntimos y

los sistemas de comunicación desformalizados madre –bebé se caracterizan por

mirarse fijamente durante largos períodos de tiempo, empleando vocalizaciones,

haciendo énfasis emocional en ellos, se tocan, abrazan y acarician.

En tal sentido, para H. Wallon (1964), expresa que con el complejo de animación

termina el período del recién nacido y comienza una nueva situación social del

desarrollo, llamada por él simbiosis afectiva, la que describe como la unidad

indestructible entre el niño y la madre. En la misma, se produce una contradicción: el

niño necesita del adulto, pero no tiene formadas conductas sociales, específicamente

humanas que le permiten interactuar con él. Esta contradicción se resuelve por el

cambio de relación del adulto con el niño en proceso de la comunicación y la

actividad. (10). En esta relación tan estrecha, la simbiosis entraña una dependencia mutua íntima de

procesos biológicos (relacionados con la supervivencia del niño) y psicológicos

(relacionados con su profunda relación afectiva), entre dos organismos que no

pueden funcionar independientemente, de tanto que necesitan uno del otro. Es decir,

no se trata de una mujer satisfaciendo, complaciendo las necesidades de un niño,

sino que hay que valorarlo como la interacción entre una madre y su bebé,

influyéndose mutuamente, aunque por supuesto, la influencia que ejerce la mamá es

mucho mayor.

Al referirse a la comunicación emocional Shapiro (1997) insiste en que en las familias

donde los sentimientos se expresan y examinan abiertamente, los niños desarrollan

el vocabulario para pensar en sus emociones y comunicarlas. En las familias donde

se suprimen los sentimientos y se evita la comunicación emocional, es más probable

que los niños sean emocionalmente mudos. (11). Queda claro entonces que la comunicación desarrolla cognitivamente al niño, lo cual

es determinante en la formación de sus representaciones. A esta idea M. I . Lísina

(1974) agrega: “ a los fines de la comunicación, a los niños les resulta necesario

aprender a percibir las influencias de los adultos y esto estimula la formación en los

pequeños de acciones perceptivas con los analizadores visual, auditivo y otros.

Asimiladas en la esfera “social” estas adquisiciones comienzan después a utilizarse

también para la familiarización con el mundo objetal, lo que conduce a un progreso

general significativo de los procesos cognoscitivos de los niños”. (12). Por otra parte, en estudios realizados por L Cruz (2003) con respecto a la

comunicación durante el primer año de vida, reafirma lo expuesto por M.I.Lísina con

respecto a la existencia de la comunicación emocional directa en este período, no

obstante, L Cruz constata además, que la comunicación emocional directa varía

según el desarrollo alcanzado por el niño, tornándose a partir del segundo semestre

más motivada y activa por parte de él.

En ese mismo orden de ideas, L. Cruz. (2001) constató, en investigaciones

realizadas, una nueva forma de comunicación, no encontrada por M. I. Lísina: la Comunicación con el Adulto Desconocido mediatizado por el Adulto Conocido observándose en esta edad una apertura hacia las interrelaciones sociales con las

personas desconocidas, siempre que los adultos le propicien un espacio para la

comunicación y se desarrolle en presencia y con la colaboración del adulto conocido,

el cual sirve de intermediario en la comunicación del niño y el extraño, decodificando

la información que trata de transmitir este último en la cual el tono de voz y los

contactos visuales juegan un papel esencial.

Por otra parte, esta autora destaca que en condiciones de estimulación, a finales de

primer año de vida, la comunicación comienza a relacionarse con la actividad del

niño con los objetos, o sea durante las acciones conjuntas, a esta forma le llamó

Comunicación con el Adulto mediatizada por las Acciones Lúdricas y Objetales; donde dicha comunicación está vinculada a las acciones con los objetos

o al juego sin objetos, condicionada fundamentalmente por la forma en que el

adulto organice sus influencias en el proceso de la actividad.

Declarando tres niveles, en el primero, la necesidad de contacto con el adulto es

más importante que las acciones con objetos. Las acciones con objetos son medios

comunicativos utilizados por los niños para establecer el contacto emocional con el

adulto; en el segundo nivel, se aprecia la concentración de los niños en la

actividad práctica. En este nivel la comunicación con el adulto se establece sólo al

inicio de la tarea, aunque sí solicita de su ayuda para realizar correctamente las

acciones con objetos.

Y por último el tercer nivel: Se caracteriza por el vínculo entre la comunicación y la

actividad objetal en este nivel la comunicación se desarrolla durante el proceso de

acciones conjuntas, la cual es enriquecida de acuerdo a la calidad de la actividad.

Todo este análisis permitió, a L. Cruz (2003) llegar a la conclusión, de que la

comunicación durante el proceso de acciones conjuntas con el adulto, es la que más

propicia el desarrollo psíquico del niño desde los seis meses hasta los tres años.

La autora de esta investigación está de acuerdo con esta forma de comunicación, al

llevar implícito como sustrato teórico el supuesto vigostkiano, que cobra mayor

vigencia en nuestros días, como lo es la zona de desarrollo próximo, al declararse

que lo que el niño es capaz de hacer hoy con la ayuda del adulto, mañana lo hará

por si solo.

Todo este análisis hecho hasta aquí, conduce a la autora a la reflexión, de que los

cambios que se producen en el niño de primer año de vida, que enmarcan desarrollo

de su personalidad, tienen que ver directamente con el papel que juegan los adultos

como mediadores de la comunicación y de la actividad con objetos. Es decir, dichos

cambios ocurren gracias a la actividad conjunta, donde el adulto juega un papel

directriz en la orientación del aprendizaje de los niños de esta edad.

Como se ha podido apreciar, en todo el desarrollo del infante, el adulto resulta el

mediador más importante entre este y la realidad y si el vínculo afectivo que

establece con el pequeño está mediado por el amor, el cariño y el afecto, este

logrará entonces, adaptarse al medio, descubrir el mundo, relacionarse no sólo con

las personas más allegadas, sino con los desconocidos, con los coetáneos, además

de desarrollar su intelecto; todo ello lo alcanzará, a niveles superiores.

Así entonces, este decir teórico, denuncia lo referido a la unidad de lo afectivo y lo

cognitivo, en la edad en cuestión; en tal sentido, y para una mejor visión de esta

unidad se explicita que desde que el niño nace comienza a ser influido por el medio

circundante, si tiene a su alrededor personas adultas que hablan con él, que lo tratan

con cariño, que le enseñan las cosas que le interesan, que le proporcionen un clima

emocional favorable, de forma tal que se sienta plácido y a su vez le permitan

desarrollar percepciones visuales y auditivas y ejercitar su destreza manual; a través

de la manipulación de objetos el niño irá desarrollando todas sus capacidades

físicas, psíquicas e intelectuales. Esta combinación de lo afectivo y lo cognitivo en los

niños pequeños, es un paso obligatorio de estimulación de los padres para con sus

hijos, en el primer año de vida; no solo para que viva más feliz, sino para que

acumule los conocimientos necesarios, que le permitan trascender armónicamente a

las sucesivas etapas de su desarrollo ontogenético.

I.1.1 EL DESARROLLO SOCIO – AFECTIVO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA. Al hablar del desarrollo socio afectivo del niño de primer año de vida, se hace

necesario partir de que los primeros contactos sociales de este se producen con su

madre, mientras lo lacta, lo que produce en él bienestar, satisfacción, dando lugar

ello, a las primeras emociones del niño.

Al respecto, existen diferentes investigaciones en las cuales se reafirma que los

primeros contactos piel con piel traen muchos beneficios para el psiquismo del niño,

en lo que respecta a los efectos sedantes y en las emociones positivas que los

mismos suscitan. A Perinat 1998 (13). Es evidente, además que en el acto de mamar se van sentado las bases para que

se produzca la comunicación, dado por la estimulación que favorece la madre, con el

niño, al mimarlo, mirarlo, gesticularle, etc, lo cual es asimilado por el bebé con gran

agrado.

Desde que el niño nace es capaz, también, de expresar mediante un “grito”, las

sensaciones desagradables, relacionadas con la necesidad de alimentarse, dormir,

etc., pero estas son emociones elementales de vital importancia para el desarrollo de

los mecanismos de adaptación del niño al medio externo.

Esta etapa es superada rápidamente y va pasando a otra forma de expresión, de

emoción, menos violenta: el llanto.

En tal sentido, en ocasiones, cuando los hijos lloran, las madres dicen

sencillamente: “ es majadero y caprichoso, déjalo que llore “…En este momento,

ellas no piensan si al niño se le ha pasado la hora del alimento; si el niño no pudo

dormir las horas necesarias o si lo despertó un ruido; si el niño no se ha bañado y

está molesto; si el niño no se ha estimulado correctamente; si no ha sentido que lo

quieren o si no se le ha proporcionado una forma agradable de jugar o

entretenerse.(14). Inmediatamente cuando el niño llora se debe indagar la causa del llanto; el llanto es

la palabra del niño pequeño, a través de él dice todo lo que diría si pudiera hablar.

Las interacciones entre el niño y la madre, desde los primeros días de nacido, se

van tornado cada vez más cariñosas, cordiales, estrechas lo cual hace que crezca

sano y feliz, encontrando en el adulto seguridad y confianza al proporcionarle este

como diría Winnicott (1995) lo que el niño necesita en el momento adecuado.

En este mismo orden de ideas, es importante señalar, el criterio de C. Trevarten

(1975) de que “en la interacción madre hijo, este último capta la actitud del otro, que

resuena emocional y motivante y que a la vez, genera reciprocidad” (15); lo que

evidencia que no dependa únicamente de la madre el vínculo afectivo, sino de cómo

el pequeño se representa a esta.

En consonancia con tal planteamiento L. Cruz (2000) expresa: “la incapacidad del

niño para elicitar la interacción con el adulto no implica que pueda ser considerado

como un ser pasivo. El niño no recibe pasivamente las influencias del adulto, sino

que de acuerdo con sus posibilidades él acepta y reacciona ante tales influencias”. (16). Este vínculo afectivo propicia que alrededor del segundo o tercer mes de vida surjan

los primeros estados afectivos positivos. En el caso de la sonrisa social, elemento

expresivo de las emociones positivas, se manifiesta más tarde que el grito,

demostrando esto satisfacción o comodidad, mediante una expresión tranquila del

rostro.

Después del tercer mes de vida el niño manifiesta desagrado, cuando el adulto lo

abandona; pero igual que no sonríe a esta edad cuando se le ofrece cualquier cosa,

con excepción del rostro humano, tampoco manifestará desagrado si se le quita un

juguete, solo cuando el adulto se marcha comienza el niño a llorar. Paulatinamente,

en dicho período, se va formando en el niño una reacción emotiva motora especial,

dirigida al adulto denominada “complejo de animación”; dando con ello inicio a la

primera forma de comunicación con los adultos que le rodean.

La comunicación del niño con los adultos y con sus coetáneos varía y se complica a

lo largo de la infancia, adquiriendo diferentes formas, que posibilitan al niño, asimilar

con la ayuda de los allegados, conocimientos, hábitos y formar vivencias. En cada

etapa de la comunicación, en el primer año de vida, el papel del adulto es vital, por lo

que la autora de este trabajo, afirma que la familia puede ejercer una influencia en el

desarrollo socio – afectivo de sus hijos más positiva, en la medida en que esté

preparada para ello, pues todos los miembros de esta deben conocer las diferentes

formas de comunicación del niño en este período, a partir de la comunicación

emocional con el adulto, la comunicación en el juego, sin objetos( la mocita, torticas,

tope-tope, etc.), juegos con objetos lo que permitirá más tarde la acción conjunta con

el adulto, como forma de comunicación que más propicia el desarrollo psíquico

desde los seis meses hasta los tres años.

Es importante destacar, que en el transcurso de los meses se van consolidando no

sólo las formas de expresión, de comunicación, sino las relaciones de apego infantil,

matizadas estas por su carácter selectivo, las que dependen de la forma de cargar el

niño, las habilidades para manipularlo, como la aceptación del niño y la sensibilidad

de la madre al responder a sus señales, elementos estos descritos por L. Cruz

(2001).

La relación de apego hacia determinada persona, generalmente hacia la madre, la

expresa el niño a través de sentimientos positivos y estables, reflejados en

conductas tales como: gritos, sonrisas, vocalizaciones, gestos cuando se relaciona

con dicha figura privilegiada o a través de sentimientos de ansiedad o angustia

cuando se separa de ella, reflejando con ello, llanto, vigilancia y seguimiento visual y

auditivo y movimientos de aproximación y búsqueda hacia la persona más allegada,

lo que garantiza en el niño seguridad.

Sobre ello L. Cruz (2001) constató que en los primeros meses no existe el apego en

el niño sino formas de interacción privilegiadas las cuales se caracterizan por ser

rítmicas, lo que le proporciona al adulto adaptarse a los cambios del infante,

anticiparse a su comportamiento a fin de facilitar dicha interacción.

En esta interacción de los primeros meses el niño también aprende a conocer las

características personales de la madre, en cuanto a la voz, perfume, formas de

arrullarlo, etc.; aceptando aquellas personas que por tales características se

asemejan a la madre o cuidador.

En este sentido, ha sido objeto de estudio por varios autores la relación social y

afectiva que se logra entre el niño y el adulto. Por ejemplo: R.Spitz (1958) hace

referencia a cómo es la percepción afectiva del niño, caracterizándola más

pronunciada que la del adulto por limitarse a experiencias de afecto con este durante

los tres primeros meses de vida. Él analiza cómo la actividad afectiva de la madre es

la que sirve de orientación al lactante, ya que este no cuenta con un sistema sensorial

desarrollado desde el punto de vista psicológico y puede ser que ni físico, también

refiere como la actividad afectiva de la madre es la que sirve de orientación al

lactante. Explica también como los sentimientos, respuestas y comportamientos

afectivos de las madres estarán influidos por las actitudes y por la personalidad de su

hijo, o sea el bagaje congénito del hijo ejerce su influencia en la madre. Es importante

destacar, como el autor considera la contradicción que se da entre la madre como

una personalidad ya formada y el niño como una individualidad en formación, pero no

los valora como dos personas que interactúan sistemáticamente y que a partir de esta

contradicción se produce el desarrollo.

Por su parte J.Bowhy (1969), quien es considerado el creador de la Teoría del

Apego, la define como “la propensión que muestran los seres humanos para

establecer sólidos vínculos afectivos con otras personas determinadas” (17). Dicho criterio tiene carácter biologicista al enfocar el surgimiento de la relación de

apego como una disposición innata, al nacer, en relación con su madre o cuidador.

Idea esta refutada por numerosos autores, dentro de los que se destaca E. Álvarez

(1999) cuando apela:” el bagaje congénito le permite al niño la subsistencia en los

primeros momentos de la vida, pero no puede obviarse que el factor social

representado por la madre y por los adultos que rodean al niño comienzan a ejercer

su influencia desde los primeros momentos que se establece la relación madre –

hijo, relación que por su naturaleza tiene un origen social. (18). Hecho este con el que la autora de esta tesis está de acuerdo, puesto que la

relación de apego es una necesidad social, a partir de la capacidad que va

desarrollando el niño para establecer el vínculo con otras personas, la cual el adulto

puede apoyar y desarrollar como punto de partida para las relaciones

interpersonales; donde el papel de los otros es una fortaleza para el desarrollo de las

mismas.

Entre los tres y cinco meses el niño comienza a discriminar al allegado y manifiesta

preferencia por los que lo cuidan, no obstante, aún no expresa rechazos por los

desconocidos.

En este mismo período aproximadamente, es importante además señalar dentro de

las emociones del niño, “la reacción de miedo”, la que se produce entre los tres y

seis meses de vida y se dirige a un objeto o persona con la cual ha tenido

percepciones desagradables, huyendo ante ellos siempre que se les presente.

Más tarde entre el sexto y octavo mes se produce en el pequeño una transformación,

la discriminación diacrítica, puesto que ahora distingue entre el amigo y el extraño,

rehusando todo contacto con este último.

A este fenómeno descrito R. Spitz (1946) le denominó la angustia de los ocho meses, lo que representa para dicho autor una etapa en la organización psicológica

del pequeño; puesto que la percepción del rostro del extraño la confronta con los

vestigios de memoria del rostro de la madre, comprobando que es diferente y por

ende rechaza al desconocido.

Ya a partir de los seis meses el niño manifiesta una clara diferenciación del allegado,

a finales del año él ya tiene un sistema o estilo de apego bien definido. Relación esta

descrita por L. Cruz (2004) al expresar que: “ la conducta de apego se basa en las

imágenes y vivencias sobre las experiencias de las relaciones que despiertan dichas

figuras privilegiadas, tiene la función de buscar seguridad en la persona, impulsando

al niño a aproximarse a ella a través de contactos físicos o distantes, mediante

miradas, gestos, actitudes. (19). Y. Sánchez (2000), citado por M. E. Grenier (2003 )agrega que: “en la conducta de

apego el bebé cambia y modifica su comportamiento con el fin de mantener el

contacto con la madre donde la mirada, la sonrisa y el llanto son las herramientas

que usa para llamar su atención, siendo estos elementos de interacción social.” (20). Criterios estos con los que está de acuerdo la autora de esta investigación, ya que es

evidente la gran necesidad que tiene el niño desde los primeros días de nacido, de

recibir una influencia positiva, congruente, sistemática, lo que le permitirá más tarde

no solo relacionarse con su madre, sino con el resto de las personas.

Por otra parte M. D. S. Ainsworth (1973- 1978- 1984) señaló que las conductas de

los niños después de un período de separación de las madres al reunirse con ellas,

varían en dependencia de la calidad del apego. Para dicha autora la relación de

apego se clasifica en cuatro tipos: relación de apego segura, relación de apego insegura y evasiva, relación de apego insegura dependiente y relación de apego insegura desorganizada y desorientada. En cada relación las

características de las madres son diferentes. En la relación de apego segura la

madre es accesible a las señales del niño rápida y precisa en su respuesta.

En la evasiva la madre se muestra impaciente en el cuidado del niño, le disgusta

atender sus necesidades físicas y tiende a evadir la responsabilidad de la crianza del

niño.

En las relaciones inseguras dependientes la madre es insensible al tiempo y ritmo

del niño, a sus señales de desconfort.

En el apego inseguro desorientado, la madre tuvo pérdidas personales en su

niñez, una infancia infeliz o un hogar disfuncional. (21). Dicha autora en sus estudios constató que el apego seguro es el más frecuente en

las muestras estudiadas, lo cual tiene niveles de coincidencia con los resultados de

algunas de las investigaciones, de autores cubanos.

Los resultados de F. Lecannelier (2004) reafirman que la incidencia del apego en el

niño es determinante, porque quienes han experimentado vínculos seguros durante

la infancia han demostrado ser personas más sanas mentalmente, con más

confianza, un mayor potencial intelectual, una mejor relación hacia los otros, una

mayor autoestima y una capacidad especial de regular los sentimientos, el lenguaje y

el sistema nervioso. (22). Un importante aporte también lo constituye los resultados de F. López (2001) ya que

apartir sus investigaciones refiere la existencia de tres etapas en la formación del

apego, las cuales comienzan por las personas sin reconocimiento de las figuras;

posteriormente entra en interacción con las figuras familiares privilegiadas para él,

sin desechar la relación con los extraños y finalmente establece la relación con la

figura privilegiada, tornándose angustiado ante su separación(ansiedad de

separación) .

La primera fase ocurre de cero a tres meses y está dada por la orientación del niño

hacia las personas sin reconocimiento de las figuras que le cuidan, es decir, desde

los primeros momentos de la vida el niño manifiesta sus necesidades, a través del

llanto, donde la prontitud del adulto, su rostro y su voz se convierten en estímulos

para detenerlo, esto hace que el bebé aprenda que no debe llorar intensamente para

conseguir que se le atienda y comience a reconocer los cuidados de la madre.

No obstante a ello, no se puede hablar todavía en esta etapa de apego porque los

niños no conocen aún las figuras familiares, no las distinguen de los extraños; como

bien diría Olson (1981), citado por F. López (1984), se trata de un reconocimiento de

recurrencia de algunos aspectos perceptivos, de algo que ha experimentado

anteriormente, pero todavía no existe un esquema perceptivo de los atributos

constantes y relevantes del familiar, por lo que si otra persona le prodiga cuidados

similares, los aceptarán como si fuera el allegado (23). La autora de este trabajo considera que a pesar de que el pequeño aún no es capaz

de identificar a la figura que le prodiga los cuidados sistemáticos, sí internaliza la

eficacia de los mismos, por lo que si estos son continuos, oportunos y sobre todo

cargados de una gran dosis de afecto, dicha persona, sea la madre o no, pudiera

constituir más tarde la figura de apego, por lo que en esta etapa se logra el inicio de

la diferenciación de algunas características de la madre o cuidador.

En la fase dos, determinada por la interacción privilegiada con las figuras familiares

sin rechazar a los extraños (3-7 meses). En dicha etapa se da en los niños como

conductas más sobresalientes, la sonrisa diferencial, siendo más espontánea, más

frecuente y amplia para el familiar que para los demás, vocalizaciones con mayor

frecuencia en la interacción con el familiar; llora cuando este sale de su campo

perceptual y no con otra persona y cesa de llorar cuando el familiar lo levanta en

brazos.

Estas interacciones sincronizadas, según Stern (1977), citado por M. E. Grenier

(2002) son los que más responden a la formación del apego seguro.

La autora considera que si bien en la primera fase no existe una identificación de la

figura de apego, en este período ya es perceptible en el niño un reconocimiento de

las conductas positivas de la figura de apego, así como el carácter repetitivo,

afectivo y estable de las interacciones, hacen posible que pueda diferenciar estas

condiciones de otras, pero aún no puede constatar por sus características

psicofisiológicas que esta influencia provenga propiamente del familiar.

Y por último la fase 3 (8-12 meses). Vinculación y miedo a los extraños. En esta

etapa ya se consolida la relación de apego con una figura específica, siendo la

madre la base de la seguridad, a partir de la cual el niño inicia su exploración, pero

convencido de que la madre está alerta, mirándole y disponible a él.

Para dicho autor la contrapartida del apego es el miedo a la persona extraña, esto

ocurre cuando el niño no controla la aproximación con el desconocido y el mismo se

da de manera inesperada, rápida y fría.

Por el contrario si es el niño quien controla el encuentro, o sea, el extraño es visto

llegar, se aproxima lentamente, es pasivo, interactúa con la madre, es posible que en

este caso el niño no solo, no exprese miedo, sino que puede mostrar además

curiosidad y conductas hacia el desconocido.

La autora de esta tesis considera que en esta reacción ante el extraño se denota la

representación que tiene el niño de la figura de apego, las cuales constituyen el

motor impulsor en su relación con el mundo y con las demás personas.

Ampliando lo anteriormente descrito, en cuanto a las relaciones del niño con los

desconocidos L. Cruz (2000) constató que cuando un desconocido estimula al bebé,

se requiere de un período de tiempo prolongado de familiarización para que los niños

se acerquen y establezcan con él un contacto emocional directo. Apunta además,

que los niños al extraño lo miran directamente a los ojos, con expresión seria o

alegre, en dependencia de las características individuales de los niños y de los

adultos, pero rápidamente sus miradas se trasladan a los objetos personales de este

o a los del lugar donde se encuentran, o intentan mediante gestos, mímicas y

expresiones orales llamar la atención del adulto hacia esos estímulos; percibiéndose

con ello la individualidad como característica personológica en el niño de primer año

de vida.

Como bien se ha podido apreciar, en los diferentes estudios realizados, el adulto

allegado ocupa un lugar fundamental en las relaciones con los desconocidos, como

intermediarios entre estos y los niños, así mismo la madre, como figura de apego,

tiene la misión de facilitar las relaciones con los familiares allegados, destacando en

tal sentido, que la madre con su proceder puede lograr que el padre se convierta

también en una figura de apego, lo que tributa también al adecuado desarrollo del

infante.

Con relación a la relación padre – hijo P. Arés (1990) alude :” La afectividad del

padre con su hijo, depende del grado de comportamiento afectivo que él tenga para

con su bebé, de sus propias características de personalidad, así como de si el hijo

gratifica o no sus expectivas como padre”. (24). Precisamente, dicha autora apunta además, que el desenvolvimiento defectuoso de

la figura paterna, ya sea por ausencia física o emocional, es un factor de riesgo para

las alteraciones psicológicas infantiles y la propia dinámica familiar.

En tal sentido, numerosos autores han revelado, también que la incapacidad de las

madres para satisfacer las necesidades del bebé trae aparejado una distorsión en el

desarrollo infantil; destacándose dentro de ellos, R. Spitz (1946), quien estudió

profundamente los efectos de las relaciones inadecuadas madre – hijo, explicando

las graves consecuencias para el desarrollo de los infantes el déficit afectivo y/o

abandono materno.

Entre las formas de relaciones, se encuentran, el rechazo manifiesto, la

inconsistencia materna, las actitudes maternas de sobreprotección y de rechazo

reprimido y las relaciones madre – lactante impropias, las cuales provocan graves

consecuencias en la salud y el desarrollo de los bebés.

Las conductas más frecuentes ante estas situaciones en los infantes se encuentran

el rechazo al pecho, el llanto continuo con aferramiento a todo lo que se le acerca,

chillidos, pérdida de peso y estancamiento en el desarrollo, rechazo al contacto,

entre otros.

Dicho autor, en sus estudios corroboró, que en dependencia del grado de afectación

de la relación madre – hijo, será la repercusión en el desarrollo. Si la privación del

cuidado es parcial y se restituye el vínculo establecido con la figura materna, el bebé

se recupera rápidamente. En cambio, si la privación del cuidado es total y los niños

no han establecido el vínculo con la madre, se produce en ellos una disminución de

la resistencia a las infecciones que lo pueden llevar a la muerte.

Estas investigaciones de R. Spitz han sido tomadas en cuenta, por todos los

estudiosos de las relaciones de apego, a lo largo de la historia, pues constituyen un

valioso aporte, al revelar que la deprivación afectiva de los padres hacia sus hijos

traen aparejado trastornos emocionales y alteraciones de la personalidad que serán

reflejados más tarde en la vida del sujeto.

En otros estudios, por ejemplo, el proyecto de intervención temprana Madre –Bebé

de Venezuela, citado por M. E. Grenier (2002), desarrolló una estrategia de

intervención educativa basada en las concepciones de Bowlby para incrementar la

calidad y cantidad de interacción de las madres de bajo nivel socio – económico y

sus niños.

Estas y otras investigaciones, han sido tomadas en cuenta , de todo lo cual se

puede generalizar que, si el vínculo afectivo que tiene el niño, desde los primeros

días de nacido, es seguro, es decir, basado en relaciones profundas, relajadas, por

los cuidados tiernos, sensibles e inmediatos, de sus padres, entonces se sentirá

confiado y verá al mundo como un regazo de bienestar, donde podrá establecer

relaciones, más tarde, con sus compañeros, educadores, maestros, de manera

afable y emprendedora. Por todo ello, se reafirma que la calidad de los vínculos

futuros del niño estará en dependencia de la calidad de apego que tenga en su

infancia; que el niño logrará mayor independencia en años posteriores en la medida

que más seguridad se le ofrezca, durante el primer año de vida y que elevando el

nivel de relación íntima y personal entre el adulto y el niño, se desarrolla emociones

positivas en estos.

Queda claro entonces, que una necesidad bien desarrollada en los niños es la de

contar con padres con los que puede identificarse, puesto que el niño toma imita,

reacciona y utiliza de múltiples maneras la conducta de sus padres, la interrelación

entre ellos.

La familia, por ende, como escenario fundamental para el desarrollo socio afectivo

del niño de primer año de vida, debe ser preparada para que ejerza una correcta

influencia que garantice el exitoso desarrollo del infante.

I. 2. LA FAMILIA: VÍA FUNDAMENTAL EN EL DESARROLLO SOCIO – AFECTIVO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA. Un aspecto ampliamente abordado en el trascurso de este trabajo lo constituye el

papel protagónico de la familia en el desarrollo del lactante, desde lo afectivo, por lo

que se enfatiza en alta medida los valores que posee la familia como bien dirían

muchos sociólogos, como la célula básica de la sociedad.

La familia desempeña un papel formativo fundamental, pues los padres educan a sus

hijos según sus propios patrones morales. Los estímulos que niños y jóvenes reciben

y los ejemplos que observan en el seno familiar tendrán gran importancia en la

formación de hábitos y actitudes en su conducta fuera del hogar. (25). Este planteamiento, lleva la autora de esta tesis a meditar que, la familia es el primer

grupo de referencia para cualquier ser humano, como célula comunitaria existente en

todo tipo de sociedad.

Es en la familia además donde se adquieren las primeras nociones culturales y

estéticas y los valores a ellas asociados. Debido a la fuerte presencia que tiene la

familia en la educación más temprana del niño, su papel es extraordinariamente

importante en la configuración del mundo de valores de esa conciencia en

formación; la función que en este sentido juega la familia es en realidad insustituible.

Su importancia es tal que se puede afirmar que es ella de acuerdo a sus

posibilidades y limitaciones, quien facilita o limita los procesos de desarrollo que

afectan a sus integrantes. Si su acción es adecuada, los resultados favorecen a la

propia sociedad.

G. Nimnicht (2005) apunta sobre esta idea que: “ la familia es agente educativo por

excelencia, el aprendizaje por imitación, determinante en los niños, es uno de sus

productos. Más adelante agrega que al fin y al cabo en la mayoría de los casos, la

familia es la única influencia educativa permanente en la vida del niño, los

educadores van y vienen, pero la familia permanece”. (26). Los valores adquiridos en edades tempranas quedan casi siempre más arraigados

en la estructura de la personalidad, lo cual hace más difícil su cambio. De ahí la

importancia de que esa educación primera sea lo más adecuada posible. Siempre

presentará muchas más dificultades reeducar que educar. Sin embargo, en muchas

ocasiones los padres no tienen plena conciencia de la gran responsabilidad que

recae sobre ellos la educación de sus hijos o simplemente, no están lo

suficientemente preparados para asumirla.

A la luz de nuestros días y debido a los constantes cambios socio familiares que se

están gestando en el ámbito global e incluso nacional hacen que algunos patrones

existentes en las familias tiendan a modificarse, digamos por ejemplo, si antes

predominaba el rol paterno en el seno familiar hoy no ocurre totalmente así, ya que

en muchos casos el papel predominante lo ocupa la mujer; en tal sentido se

encuentran también las llamadas madres solteras, que asumen la educación de sus

hijos sin contar con la presencia del hombre; a partir de aquí se habla de familia

monoparentales. (27). A pesar de los enormes cambios que se han producido en la sociedad en cuanto a

los modos de hacer parejas, los modelos de paternidad, nada ha atentado en contra

de la desaparición de la familia como grupo, muy por el contrario dicho grupo ha

sabido sobreponerse a estas transformaciones, por lo que mantiene su existencia.

La propia dinámica del desarrollo científico – técnico y las nuevas posibilidades que

tiene la mujer ha ido de un plano meramente dependiente a una posición de

independencia económica, haciéndose esto cada vez más acentuado, hoy día se

tiende a establecerse un mayor nivel de cooperación en las tareas del hogar, se

reparten las responsabilidades, se aboga por la igualdad de género, etc. Siendo

consecuentes con ello, se logra una influencia formadora y objetiva en los hijos que a

la postre también serán padres fortaleciendo el fenómeno de la “coeducación”.

El estado mediante sus leyes regula la cooperación entre los padres e hijos de forma

tal que entre ellos exista un nivel de relaciones coherentes y estáticas, capaz de

propiciar un ambiente familiar que contribuya a la formación integral de las nuevas

generaciones, desde el nacimiento, desarrollando en estos sentimientos de

cooperación y ayuda mutua con sus familiares y demás miembros de la sociedad. En

esta aspiración juega un papel formativo fundamental el ejemplo positivo de los

padres y demás miembros que conviven en la familia.

Lamentablemente muchas veces no se está lo suficientemente preparados para

llevar adelante esa empresa, es por ello, que la calidad de la crianza y la calidad de

los hijos estará en dependencia de la preparación que tengan los padres; siendo esto

de gran interés para la autora de este trabajo en el primer año de vida.

En Cuba el embarazo precoz a criterio de M. Torres (2003), presenta un incremento

importante a partir de 1992. Lo que más que un evento feliz, se convierte en un

grave conflicto familiar y personal. Aparecen nacimientos de hijos no planificados y

no deseados, entonces los abuelos asumen el rol de padres y ellos el de hermanos

mayores de sus hijos. Gran confusión para esa descendencia, donde se contaminan

y cruzan la paternidad compartida por muchos, originando una situación de riesgo

para este menor (28). Actualmente en Cuba, la familia nuclear básica se ha ido desplazando, dando paso a

una mayor existencia de familias extendidas o ampliadas y monoparentales, lo que

sin lugar a dudas hace más complejo el sistema de relaciones. Al respecto M. Torres

(2004), expresa que en unos casos la excesiva cantidad de personas y las

diferencias generacionales y en otras por el carácter incompleto de la relación,

producen ruidos en el sistema que ponen en peligro el funcionamiento familiar.

No obstante, se sabe que la mujer madre, tanto la trabajadora como la que se ocupa

de los quehaceres de la casa es una creadora activa de la familia y de las

condiciones necesarias para la vida y la educación de los niños. Aquí entra la

atención de los miembros de la familia (preparar la comida, lavar, limpiar, la casa,

etc.), la educación de los hijos.

De la madre depende, como expresara L. Cruz (1987) y A. Martínez (1987), la

creación en el hogar de una atmósfera psicológica de comprensión mutua, la

elaboración de las orientaciones de las familias, la organización del tiempo libre, etc.,

en lo que depende además las relaciones recíprocas y el grado de participación del

padre en la vida de las familias. Sin embargo, con agudeza se plantea el problema

de la necesidad absoluta de aliviar un poco a la madre y de distribuir más justamente

entre los cónyuges los deberes de la casa y la educación de los niños.

No es menos cierto además, la expresión de P. Arés (1999) cuando refiere: “en la

prisa de la vida cotidiana, las ansiedades por las múltiples responsabilidades a

cumplir, en ocasiones hace que los padres obren de forma inadecuada y creen un

ambiente de tensión que no favorece el normal desarrollo del niño. (29). La autora de este trabajo considera que, además de la premura por resolver los

problemas que se le presentan a la familia cotidianamente, se le suma el poco

conocimiento de las particularidades psicológicas de sus hijos, por lo que no se logra

calidad en la interacción entre padres – hijos, desde las primeras edades, ante estas

y otras situaciones de la vida, por lo que enfatiza además, que nada debe

entorpecer este vínculo, ya que son numerosos los estudios que han demostrado la

importancia para la formación y desarrollo del individuo, nacer y crecer en una familia

armónica.

En este sentido P. L. Castro (1996), al estudiar la labor educativa que realiza la

familia afirma con certeza que esta es el nido del amor. En una familia unida

saturada de amor, creativa y llena de ejemplos constructivos se estructura la

plataforma ideal de un correcto proceso educativo. (30). En las relaciones familiares posee un gran valor formativo el carácter emocional, el

sello afectivo que prime entre los padres e hijos marcando con ellos las experiencias

de los niños. En el hogar los niños aprenden a querer, a defenderse, a atacar, pero

también aprenden a respetar a los adultos. Todo esto lo asimilan sin que los adultos

se lo propongan muchas veces.

Es por ello que se contempla dentro de los mensajes básicos a la familia en el

programa de educación comunitaria Para la Vida (1992), que “dar amor a los hijos

es satisfacción y deber. La mejor forma de educar es mediante el amor, lo que no

significa consentir, sobreproteger, dejar de existir”. (31). Al respecto M. Torres (2003), agrega que el afecto nunca es demasiado. Lo que

puede hacer daño es el tratamiento educativo inadecuado, desde un manejo afectivo

hipertrofiado, que se disfraza en una actitud de mucho amor, como sería la conducta

sobre protectora o permisiva de algunos padres.

Se demuestra amor desde que el niño nace, en el propio acto de lactar, en ese

contacto piel con piel, de manera sistemática, con lo que el niño no solo se alimenta,

sino que recibe ternura y seguridad siendo por ende la madre la iniciadora y la

principal figura de apego para el bebé, ella es la mediadora de las relaciones

posteriores que el infante puede establecer con otras personas, aunque también los

papás son especialmente importantes.

Aunque por razones biológicas la madre, en las primeras etapas de la vida de su

bebé ocupa un lugar primordial, el padre es una figura necesaria y muy importante

para el desarrollo de su hijo/a y podrá ser reconocido con mayor precisión, claridad y

prontitud en la medida en que más tempranamente ( y con la mayor calidad posible)

entre en contacto con su hijo y participe de la relación que mantienen madre –hijo.

Subvalorar el rol del padre fue lo que hicieron mucho tiempo algunos psicólogos

creyendo que el mismo, como frustración benéfica y necesaria comenzaba en el

tercer o cuarto año de vida. Sin embargo, por estudios realizados en países

desarrollados como EUA, Noruega, Canadá, comenzó a ponerse en duda estas

consideraciones, tanto que en su lugar se empezó a creer que este papel es

importante y necesario para el desarrollo armónico del niño, desde los primeros años

de vida. Se ha demostrado que los niños que han sufrido la ausencia del padre, en

este tiempo de su vida, muestran una mayor inadaptación que los que se vieron

privados de este a edad más avanzada. (32). El papel de la figura paterna para el presente y futuro desarrollo del niño es

sumamente importante, ya que este también le proporciona amor, cuidado y

seguridad, por lo que como bien expresa E. Gutiérrez (1999): “no es cierto que padre

es cualquiera, son muchos más felices los niños que pueden contar con el padre y la

madre”. (33). El padre con su presencia transforma la díada, en tríada, da paso a la triangulación,

que será más posible y benéfica, en la medida en que más pronto tenga lugar y

mientras más conscientes son, ambos padres, de la necesidad de que esta se

produzca y mientras más interesados, activos se muestran en garantizar su

surgimiento y mantenimiento.

A criterio de M. Torres la familia se estructura como un sistema total, que se

comporta como una red familiar triangular, mamá, papá e hijos. En esos triángulos se

establecen vínculos biológicos, afectivos, como expresión de la unión de los

componentes del triángulo. Es una necesidad y realidad de la familia vincularse. Se

requiere de un contacto de calidad, especialmente en el orden afectivo, si rivales.

Desde las primeras etapas del desarrollo evolutivo el niño debe encontrar un

contexto familiar rico en la transmisión de los afectos, lo que representa un nutriente

fundamental para su desarrollo. No es suficiente decirles a los niños que lo quieren,

hay que demostrarlo con caricias, abrazos, ternura y estímulos. También se les debe

brindar un modelo adecuado de expresividad afectiva entre sus padres. En esta

etapa una de las principales formas de aprendizaje es la imitación. El niño dice y

hace lo que escucha decir y ve hacer a sus padres, hermanos y otras personas.

Si los padres entre ellos no son cariñosos, no se miran, no se dicen palabras tiernas

y dulces, no se debaten sus desacuerdos y se reconcilian por mucho que le den al

niño, es difícil que este logre una adecuada expresividad emocional. Existe en

muchos padres el prejuicio de que si ellos como pareja hacen públicas sus

expresiones amorosas, pueden despertar en los hijos manifestaciones sexuales

prematuras. Expresar el afecto, no implica violentar la intimidad sexual de la pareja,

todo lo contrario en la medida que más amor prodiguen los padres mayores

posibilidades tendrán sus hijos no solo de ser sociables, cariñosos, sino que más se

apegarán a ellos.

Por otra parte, los hermanos tienen también, un destacado papel en la relación de

apego, ello empiezan a relacionarse con mayor frecuencia con los “recién llegados”,

a partir de los seis meses de vida de estos. El sistema relaciones de la familia sufre

cambios, pero si es bien manejado por todos, se logrará que lo hermanos se quieran

y apoyen.

P. Arés (1990), reafirma además, que los abuelos pueden constituir figuras de apego

muy importante para los bebés y que en la familia cubana actual estos son figuras

significativas para los niños.

Aunque es importante destacar que en estas relaciones los abuelos se convierten en

mediadores más cercanos de los niños y en ocasiones está presente la permisividad

y la sobreprotección, aspectos estos que inciden en el apego.

Otros investigadores cubanos, han revelado la importancia del vínculo afectivo en el

primer año de vida, lo cual ha sido objeto de Tesis de Maestría, dentro de los que se

destaca E. Álvarez (1999) quien recomienda la realización de futuras investigaciones

para la realización de un conjunto de orientaciones a las madres sobre cómo

relacionarse de manera adecuada con sus hijos a fin de favorecer su desarrollo y

más recientemente M. E. Grenier (2002), propone un programa de capacitación

dirigido a los agentes comunitarios, para que estos eleven la calidad en la orientación

a las familias con niños de o- 1 año de vida, aunque sólo se centra en las

Relaciones de Apego, dentro del desarrollo socio afectivo del niño de primer año de

vida.

Dichas investigaciones han sido objeto de análisis en la presente tesis por cuanto, se

considera que una adecuada vida afectiva del ser humano trae una influencia

trascendental en la calidad de esta; así como en el desarrollo integral de su

personalidad.

Para garantizar una adecuada vida afectiva a los niños de primer año de vida es

importante que los padres conozcan y favorezcan las relaciones de apego, las

condicionantes para que estas se produzcan y su importancia; las relaciones con los

familiares allegados y con los desconocidos; así como las formas de comunicación y

los medios afectivos que se deben emplear en ellas, donde la espontaneidad no

puede ser la regla, ya que el adulto debe saber que es necesario persuadir al niño

para que realice las acciones en el juego, debe además brindarle modelos para que

él lo imite, donde el reconocimiento es fundamental no sólo para el desarrollo socio

afectivo sino cognoscitivo de pequeño.

Las especificidades anteriores, que tipifican el desarrollo socio afectivo en el primer

año de vida, deben constituir parte de los saberes de la familia, como célula básica

primaria, encargada de la promoción de tan importante arista de desarrollo de los

niños de la edad temprana.

Apoyado en tales fundamentos J. Rivero (2005), como experto de la UNESCO,

establece diferentes prioridades estratégicas para la educación temprana en el

nuevo milenio, destacando dentro de ellas, la vinculación de la familia como agente

educador y socializador, propiciando la reflexión y comprensión de su papel en el

desarrollo de la infancia. La tarea de orden hoy, es convertir a cada familia potenciadora del desarrollo infantil,

garantizando que se produzca un proceso dialéctico en el cual influyen una gran

cantidad de condiciones y factores de manera interactuante y multideterminada;

aporte este realizado por J. A. Gutiérrez, G. Arias y T. Tintorer (1998), bajo la

concepción vigotskiana de que la enseñanza promueve y guía al desarrollo, donde

Vigotsky al establecer la categoría de zona de desarrollo próximo tiene presente el

papel de los otros, que incluye al adulto u otro coetáneo, pero no siempre esos otros

resultan potenciadores del desarrollote individuo.

En el artículo: “Últimos aportes de la investigación en el conocimiento de los menores

y su familia” el Dr. G. Arias(2001 ) plantea que:” el proceso estimulativo y promotor

del desarrollo según se observa en las familias que llamamos potenciadoras del

desarrollo es aquel donde se asume una adecuada comprensión de cómo se

produce el desarrollo infantil, que puede tomar en cuenta o no las condiciones

biológicas, pero que considere que el papel de la familia y de los agentes sociales y

culturales son esenciales, que piense en la necesidad de la estimulación cognitiva y

la creación de un ambiente emocional afectivo positivo”.(34). Sin dudas, en cada una de las características que identifican a las familias

potenciadoras del desarrollo está implícito el papel de una adecuada comunicación

estructurada sobre la base del respeto, ayuda, establecimiento de límites y el empleo

de un estilo democrático en la educación.

Todas las familias independientemente de su nivel cultural y ocupación son las

primeras educadoras de sus hijos, es por ello que convertir a la familia en verdaderos

objetos promotores y potenciadores del desarrollo infantil constituye una misión

priorizada del sistema educacional cubano, desde los primeros años de vida.

En tal sentido, se convierte en objeto central de la Educación Preescolar Cubana la

preparación de las familias como principales estimuladoras del desarrollo de sus

hijos, en las dos vertientes de actuación, la institucional y la no institucional.

La atención educativa a las familias con niños del primer año de vida, se realiza

mediante el Programa: “Educa a tu Hijo”. Este Programa Social, cuenta con la

participación de diferentes agentes educativos de la comunidad, los que establecen

interrelaciones de trabajo, por lo que tiene como pilares fundamentales la

intersectorialidad en la ejecución del mismo y la capacitación de los grupos

coordinadores, a cada nivel . (35). Son generalmente los médicos de la familia de APS los que se encargan de esta

labor, orientados fundamentalmente por la promotora de Educación, el promotor de

Cultura e Inder del Consejo Popular.

Dominar la concepción y procedimientos didácticos para la actividad conjunta, que

en los lactantes, se constituye en cotidianeidad sistemática mediante la estimulación

adecuada del adulto, debe ser comprendida por los agentes educativos y la familia.

Esta modalidad de atención, se inicia, ya antes del nacimiento, durante el embarazo,

mediante la orientación sistemática, por el médico y la enfermera de la familia y otros

ejecutores, así como en las consultas de atención prenatal.

Su propósito es preparar a madres y padres en los distintos aspectos a tener en

cuenta desde el propio embarazo y nacimiento del bebé, para la estimulación de un

favorable desarrollo. Después del nacimiento, hasta el primer año de vida, se

orientan de manera individualizada en las consultas de “niño sano” ó “puericultura”,

llevadas a cabo tanto por el médico de Atención Primaria de Salud como por los

pediatras, donde a partir de la concepción de los tres momentos que conforman las

actividades, en cualquier modalidad de atención. Se les demuestra a las madres

cómo estimular el desarrollo del niño, después se les debe orientar cómo más

pudieran hacerlo, a través de qué medios, juguetes, es decir, otras alternativas de

estimulación y en el próximo encuentro se debe constatar lo orientado a partir de los

logros y dificultades que evidencie la familia para estimular a su bebé, teniendo en

cuenta las particularidades de la edad.

No obstante, no podemos convertir a la familia en teóricos de la estimulación

temprana porque lo que ellos requieren son recursos, herramientas para enfrentar el

reto que les ha planteado la vida y al cual deben darles respuestas.

Muchos han sido los avances en este empeño, no obstante la estimulación del

desarrollo del niño de primer año de vida, de manera consecuente es una tarea aún

difícil para los padres; todo lo cual refuerza los fundamentos de la autora, sobre la

necesaria orientación familiar, ya que a esta le corresponde una participación

especial en los programas de estimulación temprana, como una de las principales

acciones de prevención, en la que deben asumir de forma adecuada los roles

correspondiente en el cuidado y educación de sus hijos durante este periodo etáreo,

llevando como eje central la estimulación del desarrollo socio afectivo; pues si el

niño se siente querido, seguro, confiado, estará alegre y se dispondrá a tomar sus

alimentos, dormir, accionar con los objetos, comunicarse con las personas, etc.,

cubriendo de esta manera sus necesidades sobre la base de estados emocionales

positivos, los que coadyuvan un desarrollo favorable de su intelecto.

CAPÍTULO II: METODOLÓGICO. II. 1: METODOLOGÍA UTILIZADA CON LOS DIFERENTES MÉTODOS EMPLEADOS. Esta investigación se clasifica dentro del tipo de investigación metodológica. En la

misma se detallan las características que distinguen el desarrollo socio – afectivo de

los niños de primer año de vida de la Zona de Referencia Urbana del Municipio Pinar

Del Río, así como la preparación que poseen e influencia que ejercen las familias

de los niños/as en este desarrollo.

Para la realización de esta investigación fue necesario la utilización de métodos teóricos:

♣ Inducción – Deducción: Fue utilizado para la constatación empírica del

problema, en tanto, permitió analizar en cada uno de los instrumentos

aplicados los elementos que constituyeron regularidades, desde la dimensión

positiva hasta la negativa, así como las principales causas, congruencias y

diferencias en los resultados arrojados del procesamiento de cada uno de ellos.

Todo lo cual permitió realizar niveles de generalización y exclusión de toda la

información tabulada.

♣ Histórico – Lógico: Se empleó para el estudio cronológico de los conceptos,

principios, teorías e investigaciones en cuanto al desarrollo socio – afectivo, la

situación social de desarrollo del niño de primer año de vida y la influencia de la

familia en ese desarrollo. Todos estos supuestos teóricos permitieron asumir una

posición en cuanto a la interpretación y solución del problema.

♣ Análisis – Síntesis: Posibilitó el estudio de las teorías a fines con los objetivos

propuestos en dicha investigación, así como identificar las principales

regularidades que tipifican el problema utilizando para ello los diferentes

instrumentos aplicados y los documentos normativos y metodológicos para

proyectar de forma concreta el manual complementario de orientación familiar,

dirigido a la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año

de vida. Este método permitió en los criterios dados por los especialistas buscar

aquellas sugerencias en correspondencia con las intenciones declaradas, en

aras de su perfeccionamiento.

Los métodos empíricos empleados fueron: La observación, las situaciones

experimentales, la entrevista y encuesta a la familia; así como el análisis de

documento y la consulta a expertos a través del método Delphi.

Se utilizó además la estadística descriptiva la cual permitió procesar los datos en

porcentuales y sus resultados expresarlos en tablas y gráficos. La información obtenida en las observaciones, situaciones experimentales y

entrevistas a la familia, fue analizada y tabulada para constatar el problema, mientras

que el análisis de documento y la encuesta a la familia elaborada por la autora, fueron utilizadas como complemento en su constatación empírica.

La guía de observación aplicada fue tomada de la Investigación Nacional de

Crecimiento y Desarrollo en el año 2002, específicamente del área socio afectiva,

bajo la coordinación de L. Cruz y E. Álvarez, donde Pinar del Río fue objeto de la

misma, y su finalidad fue constatar la estabilidad emocional en las relaciones familia

niño, así como en la atención de los padres a las necesidades de sus hijos.(Anexo I ).

Para ello se concibieron los siguientes indicadores:

♣ La conducta de la madre y el padre en su relación con el niño.

♣ La atención de los padres a las necesidades del niño.

♣ La sensibilidad de la madre a las necesidades del niño.

♣ La presencia del apoyo de los adultos allegados en las actividades que el niño

realiza.

♣ La comprensión y velocidad de la respuesta de la madre y el padre a la

reclamación del niño.

♣ La aceptación del niño por parte de los adultos allegados.

♣ La estabilidad emocional de las relaciones madre – hijo y padre – hijo.

♣ Se realizaron como mínimo tres observaciones, con un tiempo de duración

de veinte minutos, a diferentes situaciones de la vida cotidiana como son:

Alimentación, aseo, sueño, vigilia etcétera, donde se reflejó qué hacía el

niño, qué hacían los adultos y una breve descripción de la situación

ambiental en la cual transcurrió la actividad.

Dichos resultados fueron vertidos en tablas, hallándose por cada indicador los

distintos niveles de frecuencia, expresados en porcentuales, lo que es

complementado con el análisis cualitativo de los indicadores concebidos.

Este análisis permitió identificar cuáles de estos indicadores se encontraba en la

dimensión positiva o negativa, determinando las características que tipifican el

desarrollo socio – afectivo en los niños muestreados, así como la incidencia de la

familia para el desarrollo de este aspecto en sus hijos.

Otro método utilizado fue la Situación Experimental, aplicándose diferentes

situaciones según el período etáreo, dichas situaciones se subdividen en diferentes

etapas. Estas también fueron aplicadas por un colectivo de investigadores de la

Investigación Nacional de Crecimiento y Desarrollo en el año 2002, donde se incluyó

la Provincia de Pinar del Río. En la misma se tiene en cuenta las características de

algunos logros fundamentales del desarrollo socio emocional del niño de primer año

de vida: (El complejo de animación, la noción corporal a través de la imagen

especular, el vínculo afectivo del niño con la figura de apego, ya sea madre o padre,

la comunicación del niño con el adulto, y la asimilación de la ayuda del adulto en las

actividades). (Anexo II ).

Estas situaciones experimentales fueron diseñadas para aplicarlas en los niños de

cero a seis meses, de cuatro a doce meses, y de ocho a doce meses; o sea, de

acuerdo con cada período, se aplicaron tantas situaciones como correspondieran.

Cada situación experimental fue realizada por la madre, con previa orientación sobre

cómo hacer, registrándose por escrito cada comportamiento del niño de acuerdo a la

situación dada, las cuales fueron analizadas, hallándose el rango de frecuencia por

cada reacción. Este resultado se vertió en una tabla y se halló el rango general de

estas conductas, complementándose con un análisis valorativo de cada resultado

obtenido de acuerdo a las reacciones de los niños, destacando aspectos positivos y

negativos en cada uno de ellos, sus relaciones evidentes y el predominio de una u

otra reacción.

El resumen integrador y relacional de los elementos más relevantes obtenidos en el

instrumento, se realizó teniendo en cuenta las posibles inferencias positivas y

negativas, en relación con los aspectos que se constatan.

Empleando la información arrojada de las observaciones y las situaciones

experimentales, se evalúo el desarrollo socio – afectivo de los niños teniendo en

cuenta indicadores (Anexo III ). Estos evalúan las reacciones del niño, desde los

primeros meses hasta el año de vida; dichas reacciones fueron expresadas en

respuestas a las rutinas cotidianas y a la estimulación de la madre, el cuidador o

persona allegada. La escala valorativa empleada para su evaluación estuvo

determinada en dos dimensiones, es decir, se registró si el niño fue capaz de

reaccionar o no.

Los indicadores del once en adelante caracterizan el desarrollo en el segundo

semestre de vida, y se exploran en los niños comprendidos en estas edades, no

siendo necesario comenzar por los indicadores correspondientes al primer semestre,

salvo que el niño no dé aún la respuesta correcta según su etapa, y entonces sea

necesario explorar desde indicadores anteriores.

Se utilizó la Entrevista (Anexo IV), en la constatación del problema, la que fue

también aplicada por un conjunto de investigadores implicados en la Investigación

Nacional de Crecimiento y Desarrollo en el año 2002 en la Provincia; esta se llevó a

cabo de la siguiente manera:

Se colegió previamente con la familia con respecto al horario y fecha de realización.

Este encuentro inicial se aprovechó para la familiarización con ellos, así como para

conocer las condiciones materiales y sociales del hogar. El instrumento se aplicó a la

madre y al padre del niño en el hogar, y siempre que fue posible a ambos. Contó

con un espectro de 55 preguntas, las que permitieron conocer el desarrollo socio

emocional del niño de primer año de vida. En el caso en que la información ofrecida

por la familia no fue válida se retomó la pregunta o se hicieron preguntas de apoyo:

Ejemplo, en la pregunta, ¿cómo es su hijo? Se realizaron preguntas de apoyo tales

como: ¿Qué hace el niño durante el día?, ¿Qué hace cuando la ve o la escucha? En

las preguntas con varios incisos se persuadió, para que las contestaran todas.

También se ofrecieron ejemplos de respuestas para que eligieran. Se insistió en

respuestas descriptivas para conocer sobre el tema.

El procesamiento se realizó teniendo en cuenta cada uno de los ítems,

cuantificándose su frecuencia de ocurrencia a partir del análisis porcentual en cada

pregunta, lo cual permitió realizar un análisis intuitivo de las principales regularidades

constatadas.

Para lograr una caracterización socio – afectiva de estos niños más precisa, se

concibieron tres categorías, en las que se describe su comportamiento a partir de la

integración de los tres instrumentos aplicados, tomando como punto de partida la

tabulación de los datos cuantitativos en tablas de doble entrada, donde se reflejaron

dichas informaciones (Anexo V); para una mejor comprensión de la misma. Esta se

refleja como sigue:

TABLA I: Categorías e indicadores para la caracterización socio – afectiva. CATEGORIAS INDICADORES INSTRUMETONo De TABLA

*Desarro Desarrollo emocional.

Positivo:( Mímica alegre, movimientos, gestos)

Negativo: (Mímica triste, movimientos, gestos y llanto).

Entrevistas.

Observacione

Anexo VA

Nivel de actividad.

Alto, medio, bajo. Entrevistas. Anexo VB

Intensidad de las reacciones.

Rápido, menos rápido y lento.

Entrevistas.

Anexo VB

Nivel de excitabilidad y sensibilidad.

Excitables, medianamente excitables, y poco excitables.Entrevistas. Anexo VB

Características

personales

de los niños. Adaptabilidad.

Personas desconocidas y a lugares nuevos.

Entrevistas.

Anexo VB

Conciencia corporal.

Realidad de la imagen, realidad del objeto y realidad demismo.

Situación experimental

Anexo VB

Relaciones socio- afectivas.

-Relaciones de apego (Seguras, inseguras ambivalentes).

-Relaciones con el desconocido (Discrimina y no discrimina).

-Relaciones con los iguales (Sociables y poco sociables

Situación experimental.

Observacione

Entrevistas.

Anexo VC

Anexo VE

Comunicación.

- Emocional directa.

- Mediante acciones lúdricas y objetales.

Situación experimental.Entrevistas.

Anexo VD

Representación socio afectiva del niño.

Centrada en lo físico, en lo afectivo y en lo cognitivo.

Entrevistas

Anexo VIF

Influencia socio afectiva de los padres

Atención.

Presencia y apoyo.

Comprensión.

Velocidad y precisión.

Estabilidad.

Entrevistas.

Observacione

Anexo VIIEB

Por último se realizó además la encuesta a la familia (Anexo VI) con la finalidad de

conocer el nivel de preparación que posee para estimular el desarrollo socio –

afectivo del niño de primer año de vida, lo cual fue constatado a partir de las

siguientes categorías:

♣ Orientaciones recibidas sobre la atención del hijo/a.

♣ Guía para desarrollar las actividades.

♣ Comunicación familia – niño.

♣ Diferenciación de los diferentes tipos de llanto.

♣ Atención ante el llanto.

♣ Tipos de juego de la familia con el niño.

♣ Conocimiento de los logros del área socio – afectiva.

En dichas categorías se integran las preguntas que conforman el cuestionario, el cual

fue concebido a partir de preguntas generales para todas las familias y según el

trimestre de vida de los niños, responderán preguntas específicas, todo lo cual es

reflejado en una tabla, donde se realiza un análisis a partir de aquellos datos

representativos de mayor o menor porciento, lo que permitirá determinar las

fortalezas y debilidades de la preparación e influencia que ejerce en el desarrollo

socio – afectivo del niño de primer año de vida; así como las especificidades, en

cada trimestre de vida.

El análisis cuantitativo de los resultados se realizó a través del diseño experimental

no paramétrico, empleando para ello la estadística descriptiva, a partir de la

distribución de frecuencias, la realización de tablas e histogramas.

La información obtenida en cada uno de los instrumentos fue vertida en tablas a

partir de la frecuencia en el comportamiento de cada uno de los indicadores

evaluados, realizándose para ello un cálculo porcentual, que reflejó el nivel de

representatividad de cada indicador concebido, tanto en el desarrollo socio emocional

del niño, como para el nivel de influencia que ejerce la familia en ese propio

desarrollo.

A partir de toda esta tabulación se realizó el análisis cualitativo, donde se describen

de manera sucinta y mancomunada las características que distinguen el desarrollo

socio – afectivo del niño de primer ano de vida, así como las respuestas de la familia

a las necesidades del niño, en este caso la responsividad, la sensibilidad, la relación

de apego, la relaciones socio – afectivas entre otras categorías descritas

anteriormente.

El comportamiento de estas categorías fue ilustrado a partir de histogramas tomando

diferentes tipos en su representación como histogramas de barra y polígonos de

frecuencia. El análisis de documento, específicamente el análisis tradicional clásico, fue

también utilizado, a través de él, se realizó un análisis profundo del Programa “Educa

a tu Hijo” (Folletos del uno al cuatro).

En dicho programa, se realizó una lectura analítica del contenido del área socio –

afectiva; se precisó el nivel de profundidad del tratamiento del contenido del

área socio – afectiva, así como la variabilidad de las actividades en dicha área;

además de establecer la relación existente entre las diferentes actividades del área y las particularidades del desarrollo, en cada trimestre de vida; por último se

valoró el contenido correspondiente en cada aspecto analizado y sus relaciones,

destacando las posibles estrategias de cambio y desarrollo del área socio – afectiva

en el primer año de vida, a partir de aquellas acciones que por su importancia no

deben faltar en el accionar educativo de la familia.

Con la intención de valorar el grado de validez del Manual de orientación familiar,

dirigido a la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de

vida, se utilizó la Consulta a expertos lo que condicionó la elaboración definitiva de la

propuesta pretendida.

El método empleado consiste en la utilización sistemática del juicio intuitivo de un

conjunto de expertos, a partir del cual se considera que puede obtenerse un

consenso de opiniones informadas. Cada individuo catalogado como experto vierte

sus criterios subjetivos acerca del tema objeto de investigación. Se asume además

como procedimiento del método Delphi, el de autovaloración de los expertos, por

considerar que en la misma este refleja sus competencias y las fuentes que le

permiten argumentar sus criterios.

De esta forma se determina el coeficiente de competencia K1 de los sujetos

seleccionados, como expertos potenciales, tales coeficientes se conforman a partir de

otros dos: El coeficiente de competencia del experto sobre el problema que se

analiza, determinado a partir de su propia valoración. Para determinarlo se pide al

experto que valore su competencia sobre el problema en una escala de cero a diez.

En esta escala, el 0 representa que el experto no tiene conocimiento alguno sobre el

tema y el diez representa que posee una valoración completa sobre el mismo. De

acuerdo a su autovaloración este ubica su competencia en algún punto de la escala y

el resultado se multiplica por 0.1 para llevarlo a la escala de 0 a 1. El coeficiente de

argumentación (K), estima a partir del análisis del propio experto, el grado de

fundamentación de sus criterios. Para determinar este coeficiente se le pide al

experto que ubique el grado de influencia (Alto, medio, bajo), que tiene según su

criterio cada una de las fuentes. La suma de los criterios obtenidos, a partir de las

selecciones realizadas por los expertos, es el valor del coeficiente K 1 como promedio

de los anteriores.

El coeficiente de competencia tiene un valor comprendido entre 0.25 (mínimo posible)

y 1 (máximo posible). De acuerdo con los valores se asume un criterio parta decidir si

el experto debe ser incluido y el peso que deben tener sus opiniones. Los valores de

K1 considerados para determinar la inclusión de los sujetos como expertos fueron:

06, 07,08 y 09.

Para la aplicación del Delphi se utilizó un cuestionario de autovaloración con dos

propósitos esenciales:

1. Seleccionar a los expertos dentro de un grupo de expertos potenciales, en este

caso fueron 33 sujetos. (Anexo VII ).

2. Recopilar la información empírica necesaria de los sujetos seleccionados como

expertos, a partir de su propia autovaloración sobre el tema. (Anexo VIII). En

este caso fueron seleccionados 30 a los cuales se les entregó un documento

que contenía los elementos fundamentales de esta investigación y un

cuestionario donde a partir de 5 indicadores, representados en 8 juicios o

valoraciones se somete a la valoración individual de cada experto, la propuesta

realizada. El cuestionario contiene además dos preguntas generales (9 y 10).

(Anexo IX ).

La descripción de todos los procedimientos a tener en cuenta en la aplicación,

interpretación e integración de los resultados, según los métodos utilizados, son

aplicados en la muestra que se explicita en el próximo epígrafe.

II.2 CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LA MUESTRA. Para esta investigación se seleccionó como muestreo el estratificado; seleccionando

varios grupos muestrales los que se representan a continuación:

TABLA II: Niños del Consejo Popular Ceferino Fdez. Viñas, del Municipio Pinar del Río.

Sexo Raza Apgar

Edad F % M % N % B % M % 6 - 10 %

0 -3 meses 3 6 3 6 _ _ 5 10 1 2 6 12 3 – 6 meses 8 16 6 12 3 6 10 20 1 2 14 28 6 –9 meses 7 14 10 20 2 4 13 26 2 4 17 34 9 – 12 meses 10 20 3 6 __ _ 13 26 _ _ 13 26 Total 28 56 22 44 5 10 41 82 4 8 50 100

De una muestra de 50 niños, el 56% pertenece al sexo femenino y el 44% al

masculino, El 82% son de raza blanca, predominando esta, y solo un 10 y 8%

pertenecen a la raza negra y mestiza respectivamente. Por otra parte el 100% de la

muestra se encuentra en un rango entre seis y diez puntos en el test de apgar; es

evidente que todos los niños muestreados presentaron buena vitalidad al nacer, por lo

que no necesitaron de la orientación de especialistas a través de la consulta de

neurodesarrollo en dicha etapa.

Un segundo grupo lo constituyen las familias de los 50 niños, representados

anteriormente.

TABLA III: Familias del Consejo Popular Ceferino Fdez. Viñas del municipio Pinar del Río.

Tipo de Familias Proyecto Hijo Condiciones materiales y organización del hogar

Edad de los Niño

Cant de

Flias Nu-

clear % Ext. % Des. % No

Des.

% B % R % M %

0-3 6 1 2 5 10 6 12 - - 5 10 1 2 - -

3-6 14 8 16 6 12 14 28 - - 14 28 - - - -

6- 9 17 7 14 10 20 17 34 - - 16 32 - - 1 2

9- 12 13 4 8 9 18 13 26 - - 13 26 - - - -

Total 50 20 40 30 60 50 100 - - 48 96 1 2 1 2

Según la cantidad de familias exploradas, el tipo que predomina es la extensa,

representada en un 60% de la muestra, el resto de la muestra (40%) corresponde al

tipo nuclear. En cuanto al proyecto hijo se conoció que el 100% de los niños fueron

deseados. Las condiciones materiales y de organización del hogar son buenas en el

96% de los sujetos investigados.

Un tercer grupo aleatorio lo constituyen 50 familias, las que sus hijos no fueron

objeto de estudio en la Investigación Nacional de Crecimiento y Desarrollo, estas

familias pertenecen al mismo consejo popular “Ceferino Fernández Viñas” del

municipio Pinar del Río, en la misma se tomó como punto de referencia la edad de su

niño/as. La muestra quedó conformada de la siguiente manera: TABLA IV: Familias encuestadas del Consejo Popular “Ceferino Fernández Viñas” del municipio Pinar del Río.

Familias

Edad de los niños/as Cant. Porc.

0-3 meses 13 26%

3-6 meses 13 24%

6-9 meses 13 26%

9-12 meses 12 24%

Total 50 100%

El cuarto grupo de estudio estuvo representado por 20 expertos, que tuvieron a su

cargo la valoración preeliminar de la calidad del suplemento de orientación, cuya

selección se realizó, a través del método Delphi.

TABLA V: EXPERTOS.

Expertos Total Categoría Científica Profesores de la Universidad de Pinar del Río 6 Doctores Profesores del ISP Rafael. M. de Mendive. 12 Doctores (3) y Master (9) Metodólogos de Educ. Prov. y Mpal. (Preesc). 8 Diplomantes Docentes de la Educación Preescolar. 4 Diplomantes

La anterior distribución se corresponde con el siguiente porciento por categoría

científica, según el total de expertos encuestados:

La confiabilidad de la valoración emitida por el grupo seleccionado depende del

número de expertos, su estructura por especialidades y sus propias características

De los expertos analizados: 9 son doctores (30 %), 9 son master (30 %) y 12 (40 %)

son licenciados, con Diplomados cursados y con experiencia en la edad temprana. De

ellos 6 compañeros laboran en la Universidad de P. del Río, 12 trabajan en el

Instituto Superior Pedagógico “Rafael M. de Mendive”, 8 en la Dirección municipal y

provincial de Educación y 4 son docentes de la Educación Preescolar.

Una vez realizado el análisis de la autovaloración de los expertos fueron excluidos del

estudio los sujetos 3, 17 y 32, pues su autovaloración como se puede observar en el

anexo (VII), fue clasificada como baja, razón por lo que aportaciones sobre el tema de

investigación de la presente tesis no son significativas.

II.3 ESTADO ACTUAL DEL DESARROLLO SOCIO – AFECTIVO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA. (DIAGNÓSTICO Y/O CARACTERIZACIÓN). Los resultados arrojados a partir de la aplicación de los diferentes métodos

explicitados anteriormente, en la muestra objeto de análisis, además de servirle a la

autora para la constatación empírica del problema, permiten caracterizar el desarrollo

socio – afectivo del niño de primer año de vida, la que se describe a continuación.

II.3.1 CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE LOS NIÑOS. Dentro de las características personales que más se evidencian en los niños del

período objeto de análisis, se constató que en el 100% de la muestra, predomina el

estado emocional positivo, expresándolo principalmente a través de los movimientos

Categoría Científica

Doctores % Master % Diplomantes % Total

9 30 9 30 12 40 30

(83,2%) y sonrisas (91,5%). Estos resultados y los siguientes se muestran en la tabla V.

Las causas que más provocan la alegría son, el juego (48,2%), y la música (44%).

Otra de las causas que más suscitan alegría y placer principalmente en los últimos

períodos (6-9 y 9-12) son los paseos (73%).

Al referirnos al llanto como reacción emocional negativa, se conoció que a pesar de

que los padres expresan que sus hijos no son llorones y que sólo lo hacen ante las

rutinas cotidianas (hambre, sueño, etc.), se corroboró en las observaciones que en el

64 % este llanto es provocado por la interrupción de la actividades y en el 50 %

cuando los adultos no lo atienden oportunamente. Las reacciones de miedo se

expresan fundamentalmente a través del llanto (51%), aunque también se manifiestan

en menor medida a través de gestos y contracciones. En tal sentido, se conoció que

las principales causas que provocan el miedo están dadas en los ruidos, los gritos y

los cambios bruscos de posición.

La cólera es otra emoción negativa constatada entre los 6 y 12 meses

aproximadamente comportándose en el (54%), las expresiones que la tipifican son: el

llanto (62%), los gestos (fruncir el seño) (42,1%) y los gritos (53%).

De manera general, se puede referir, que aunque la mayoría de las familias declaran

que el estado emocional que predomina en sus hijos es positivo, es evidente que

estos también expresan reacciones emocionales negativas principalmente el llanto y

lo que es más importante aún para la autora de esta investigación es el hecho de

que el llanto en los niños es provocado principalmente por la falta de atención y

estimulación durante la vigilia, el juego y además por la interrupción brusca a las

actividades, sin tener en cuenta las vivencias emocionales que puede estar

experimentando el niño ante tales actividades.

Indicador Parámetros

Predominio Posit Predominio Negativo Expresiones Cantidad % Cantidad % Sonrisa Movimiento

Llanto Miedo Cólera

Estado Emocional. 50 100 28 64 91,5% 83,2% __ __ __

Actividad Excitabilidad Adaptabilidad

Alto

Medio

Bajo Excitable Medianamente

excitable Poco excitables Personas desconocidas Situaciones Nuevas -Individualidad

86% 14% __ 94% 6% __ 34% 56%

Figura Central de Apego Tipos de Apegos

Seguro

Madre

Padre Abuelos Otros

Madre Padre Relaciones de Apego

60% 16,6% 26,6% 62% 7%

Acciones que realizan

Lo mira Sonríe Lo toca Lo besa Le da juguete No se relaciona Relaciones con

Coetáneos. 36,6% 61,5% 20% - 45% -

Comunicación Emocional Directa Comunicación mediante acciones lúdricas y objetales

Mirad Besos Gestos Caricias Palabras Juego con Objetos Juego sin Objetos Comunicación.

30% 90% 28% 60% 64% 72,5% 34,1% Imagen del adul Imagen del objeto Imagen del si mismo Imagen del objeto real

Conciencia corporal

33,2%

41%

43,6%

19%

TABLA V: Características personales de los niños del primer año de vida.

52

Las características que distinguen la individualidad le siguen a continuación: En

cuanto al nivel de actividad de los niños observados se corroboró que en el 86 %

predomina el nivel alto, las principales manifestaciones de este nivel de actividad se

reflejan a través de los movimientos y las acciones. Al mismo tiempo se observó

rapidez en sus reacciones, comportándose en igual magnitud (86%), mientras que el

nivel medio en la actividad está representado por un 14%.

Los resultados con respecto al nivel de excitabilidad y sensibilidad en los niños

arrojan un comportamiento similar a los descritos anteriormente, puesto que el 94%

de la muestra en los diferentes trimestres de vida y en ambos sexos, se excitan

fundamentalmente ante las actividades de juego, acciones con objetos y el juego con

otras personas. El nivel de excitabilidad alcanza supremacía en el 74% de los casos

ante los estímulos como los ruidos, gritos y regaños. Este último fundamentalmente

en los niños del subgrupo de 9 – 12 meses.

La adaptabilidad tuvo un comportamiento favorable, ya que se constató que los

niños, objeto de análisis, son fácilmente adaptables a nuevas situaciones (56%) y a

personas desconocidas (34%).

Con respecto al desarrollo alcanzado por los pequeños en la conciencia corporal, se

constató a través de las situaciones experimentales ‘’ imagen especular’’ que algunos

niños le dan realidad a la imagen, es decir, tocan la imagen del adulto (33,2%), la del

objeto (41%) y la de sí mismo reflejada en el espejo (43,6%). Excepcionalmente en el

período 9 – 12 meses algunos niños (19%) buscan el objeto real, viran la cara

después de haberse vistos reflejados en el espejo. Todo lo anteriormente expuesto, evidencia que las características personales que

más distinguen a los niños observados se expresan como sigue:

Pobre desarrollo de la conciencia corporal (43,6%), adaptables a nuevas situaciones

(56%) y a personas desconocidas (34%); activos y rápidos 86%; excitables y

sensibles (94%); fundamentalmente ante las actividades de juego, acciones con

objetos y juego con otras personas, lo que corrobora algo expresado anteriormente

con respecto a la necesidad que poseen los niños de que se les estimule su

desarrollo y de que se les atiendan no solo las necesidades básicas, sino las

53

relacionadas con el juego y las acciones con objetos, por la gran importancia que

reviste esto para su desarrollo tanto socio emocional como intelectual.

Las relaciones socio – afectivas del niño en esta etapa se explicitan de la siguiente

forma:

Las relaciones de apego en los niños muestreados fueron constatadas en diferentes

etapas, descubriendo que en el subgrupo 6 – 9 meses para el 52,3% de los niños la

madre constituye la figura central de apego y las demás figuras de apego son las

abuelas (34%) y los padres (16%). De manera que, todos los niños de este subgrupo

son capaces de discriminar al allegado del desconocido, lo que se manifiesta en

respuestas de alegría y acercamiento al allegado en el 97% de los casos.

En el período de 9 – 12 meses, al igual que en el período anterior, la mayoría de los

niños se apegan a las madres (62%), aunque también se desarrollan los apegos con

otros familiares cercanos, principalmente con los abuelos (52%), con el padre (40%) y

con los vecinos (16%). De manera general se conoció, que con respecto a la figura

central de apego, el 60% de los niños tienden a apegarse a la madre, el 26,6% se

apegan a la abuela y el 16,6% lo hacen con los padres.

En tal sentido también se constató en las observaciones realizadas que el tipo de

apego que predomina es el apego seguro, con respecto a las madres (62%), siendo

ellas las que más aceptación y estabilidad manifiestan en la atención al niño.

Las manifestaciones a través de las cuales los niños expresan el apego están dadas

frecuentemente, en estar tranquilos con los adultos, tocarlos, mirarlos, sonreírles y en

el período de 6 – 9 meses, además de estas expresiones, los acarician.

A partir de lo antes descrito se puede resumir que, si bien es cierto que la figura de

apego la constituye principalmente la madre, esta aparentemente se aprecia que no

ha mediado suficientemente para introducir a otros miembros de la familia en la

relación íntima con el niño, de manera que coadyuve a que estos también devengan

en figuras de apego.

Otra de las características que tipifican el desarrollo socio – afectivo del niño lo

constituye la relación con las personas desconocidas. En este sentido se comprobó

54

que en el subgrupo de 0 – 3 meses la mayoría de los niños no le sonríen al

desconocido, solo miran en un 69%.

En el período de 3 – 6 meses sólo el 44% de la muestra discrimina al desconocido,

manifestado en que, un 21% se pone serio ante su presencia, el 23% lo rechaza,

huyendo ante el extraño, aferrándose a su figura de apego; mientras que el 54% le

sonríe y el 46% se queda tranquilo con él.

La diferenciación del extraño es muy evidente entre los 6 y 9 meses. Las principales

conductas de los pequeños ante estos son: rechazar y llorar (58%), mirar serio (40%),

y sólo un (2%) sonríe y trata de comunicarse.

Por otra parte, en la propia relación con el desconocido se hizo evidente, que la

orientación del niño fue en un 63,6% hacia el objeto primeramente y después hacia la

persona desconocida que se lo muestra, corroborándose también que los niños solo

interactúan con el desconocido en presencia y con la ayuda de la madre (73,5%).

Cuando el niño se separa de la madre, al interactuar con el extraño se pudo apreciar

la reacción de angustia por parte del hijo, esta reacción se constató a partir de

diferentes etapas en la muestra estudiada las cuales se exponen a continuación:

La reacción de angustia ante la separación de la madre se manifiesta en la mayoría

de los niños (95,1%) de los subgrupo de 6 a 9 y 9 a 12 meses. El 73,2% de los

sujetos manifiesta esta angustia principalmente a través del llanto.

Después de la interacción con el desconocido, en el rencuentro con la madre el

77,1% de los niños del subgrupo de 6 a 9 meses manifiestan alegría, mientras que

en el subgrupo 9 a 12 meses el 61% le es indiferente su presencia, solo el 39%

expresa alegría con el reencuentro.

Las reacciones más frecuentes del niño al quedarse solo en la habitación fueron el

llanto en el 73,4% de la muestra, en ambos subgrupos y el 16,1% mostró indiferencia

ante la ausencia de la madre.

Con respecto a la reacciones del niño en el rencuentro con la madre, después de

haberse quedado solo se comporta como sigue: En el subgrupo 6 a 9 el 79% de los

niños se acercan a la madre y le tiran los brazos y el 9% se le acerca y juega;

mientras que el subgrupo 9 – 12 meses el 41% se le acerca, la besa y acaricia, el 7%

55

se le acerca, trata de comunicarse y el 26% no se muestran interesados por su

presencia. En ningún subgrupo se observan manifestaciones de rechazo a esta

figura.

Como se puede apreciar en los subgrupos, correspondientes al segundo semestre de

vida, las reacciones de angustia ante la separación de la madre son más evidentes,

además de constatar en el subgrupo 9 – 12 meses una apertura social hacia las

personas desconocidas, ya que después de discriminarlas le sonríen y tratan de

comunicarse con ellas.

Las relaciones con los iguales comienzan en el trimestre 3 – 6 meses pero más

pobremente, ya que sólo el 21% mira a los otros niños; mientras que en el subgrupo

de 6-9 meses ya se observan avances en tal sentido, percibiéndose además de las

miradas (87%), que los niños se tocan entre ellos, representado en el 35, 7 %. En

cambio los niños de 9 – 12 meses manifiestan acciones tales como, compartir

juguetes (45%), tocarse (59%), mirarse (89%) y sonreírle al otro en el 61,5%.

Es evidente entonces, que si bien en el subgrupo 0-3 meses no se observan

relaciones con los iguales a partir de los tres meses, estas relaciones sociales van en

aumento, expresándolo a través de las variadas manifestaciones. El desarrollo de

estas relaciones con los iguales depende de la posibilidad de situaciones que

favorezcan las mismas, particularmente con otros niños de igual o mayor edad.

La comunicación emocional directa y los medios afectivos en la comunicación

con el adulto se comportan de la siguiente forma:

Los medios más utilizados por la familia para comunicarse en los inicios del período

están dados en besos (70%), caricias (60%) y más tarde en los subgrupos 6-9 y 9-12

meses con palabras (64%); siendo la figura materna (85,7%) la que más se comunica

con el niño. Los medios de comunicación menos frecuentes son las miradas (30%),

mímicas (34%) y gestos (28%).

La mayoría de los niños durante el proceso de alimentación miran a las madres,

principalmente de 0 – 3 y de 3 – 6 meses, aunque también es frecuente que le

toquen el pecho (41%). En los subgrupos mayores 6 – 9 y 9 – 12 meses, una minoría

de los pequeños (4%) logra comunicarse a través de la palabra y a jugar con la

56

madre. Sin embargo, no se aprovechan suficientemente por parte de la familia, los

diferentes procesos para comunicarse con el niño.

Según datos obtenidos en la situación experimental ‘’complejo de animación’’,

aplicado a los niños de cero a seis meses, dicha reacción emotivo motora surge

alrededor de los tres meses de nacido. La conducta sonriente, caricias y conversación

del adulto son los estímulos que más propician el complejo de animación. En el

subgrupo 3 – 6 meses se observan de manera más clara y frecuente las

manifestaciones del complejo de animación (las miradas, sonrisas y movimientos)

ante el rostro sonriente del adulto.

A partir del segundo semestre aparece la comunicación durante el juego con y sin

objetos. En el 72,5% de los niños predomina el juego sin objetos, tales como la

‘’tortica’’, ‘’el pollito’’, ‘’las palmaditas’’, ‘’hacer gestos de decir adiós’’ etcétera. En un

34,1% solamente se evidenció el juego en la actividad conjunta.

De manera general, se puede concretar que el proceso de comunicación familia - niño

en la muestra estudiada no se establece predominantemente a través de la palabra.

Resulta importante destacar este hecho, , en tanto se considera que el lenguaje

verbal es un medio imprescindible, no sólo para transmitir ideas, conocimientos, sino

emociones y sentimientos positivos hacia el infante y que insuficientemente explotado

por la familia. La comunicación oral debe estar presente en cada una de las

interacciones que se establezcan con el pequeño, es decir, en las rutinas cotidianas

de aseo, sueño, alimentación, aspecto este no constatado en la muestra explorada.

Un comportamiento similar se observa en cuanto a la atención de los niños por parte

de los miembros de la familia, ya que la mayor atención la reciben de la madre. Un

dato interesante encontrado es que el resto de la familia incluso el padre interviene

pobremente en la atención al bebé.

II.3.2 REPRESENTACIÓN SOCIO – AFECTIVA SOBRE LOS HIJOS. En lo relacionado con la representación socio – afectiva que tienen las familias de sus

hijos, se constató a través de la entrevista, que las madres hacen referencia a

características psicológicas como: alegre (54%), tranquilo (44%) y cariñoso (44%);

mientras que los padres se refieren a características físicas (41,7%).

57

TABLA VI: Representación socio – afectiva de los padres con respecto a sus hijos.

Indicado- res

Parámetros Positivos y Negativos

Alegre Cariñoso

Sociable

Bueno Majadero

Llorón Enfermizo Inapetente

Centrado en lo

afectivo 35%

___ ____ ___ 38%

24%

28%

Inteligente Curioso Centrado en lo

cognitivo ___ _____

Bonito Hermoso Saludable Activo

Tranquilo Centrado en lo físico

___ ____ ____ 44% 34%

Como se observa las cualidades elicitadas son predominantemente afectivas, aún

cuando el instrumento aplicado enmarca aspectos cognoscitivos. En tal sentido, las

madres agregaron otros elementos a dicha representación, también desde el punto

de vista afectivo, brindando ello mayor aporte a esta descripción. Por otra parte, la

constatación de los agrados y desagrados sobre las cualidades y características de

los niños arrojó que siguen siendo las cualidades de ser: activo (44%), alegre (35 % )

y tranquilo (34 %) las que más aceptan las familias de sus hijos, y entre las que

menos aceptan están: el llanto (38 %), la inapetencia (28 %) y que sean enfermizos

(24 %). Todos los padres tienden a destacar características positivas de los hijos y

rechazan las negativas.

De manera general, podemos decir que en la muestra estudiada, la sociabilidad vista

en la representación socio – afectiva que tienen los padres de sus hijos, está dada en

una dimensión afectiva positiva, la cual se basa en las características: activo, (44%)

alegre (35%) y tranquilo (34%), mencionadas anteriormente como sus preferidas.

II.3.3 INFLUENCIA SOCO – AFECTIVA DE LOS PADRES. En lo que respecta a las influencias socio – afectivas de los padres expresadas a

través de las entrevistas y las observaciones permitió corroborar, que las acciones

que más prefieren los niños que hagan las madres son las relacionadas con el juego

58

(36%), que lo acaricien, que le hablen (28 %) y que lo carguen (24 %). Estos

resultados y los siguientes se muestran en la tabla VIII. Por otra parte, lo que más le gusta a los niños que le haga la figura paterna es que lo

paseen (34%), que lo carguen (28%) y que lo acaricien el (18%), dichas acciones van

aumentando en frecuencia en los subgrupos mayores.

Tabla VIII: Influencia socio – afectiva de los padres.

Vigilia Juego Rutinas Solo Comunicarse Frecuencia Frecuencia Frecuencia Frecuencia 1 2 3 1 2 3 1 2 3 1 2

3

Indicadores

M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P Frecuencia Atención

43 39 43 39,4 98 77

Presencia y apoyo

89 88 89, 96 89 88

Comprensión

98 69 7

Rápido y Preciso

Rápido e Impreciso Lento y Preciso Lento e Impreciso Velocidad y precisión

Madre 98,2%

Padre

Madre

Padre

Madre

Padre 34,7%

Madre Padre 56,3

Leyenda: 1-Siempre 2- Frecuentemente 3-Algunas veces. Es significativo señalar que la frecuencia de atención de las familias a la vigilia y al

juego se encuentra en la escala de “algunas veces”. La mayor atención se le presta a

las rutinas cotidianas, como el aseo, sueño y alimentación, representado en la escala

59

con la frecuencia de “siempre” en el 98% de las madres, en tal sentido los padres

evidencian ello según la escala “algunas veces” (77,3%).

La atención de las madres a sus hijos se manifiesta incluso cuando estas realizan las

actividades domésticas, ya que el niño permanece cerca de ellas, en la cuna, corral o

en el coche.

Por otra parte, la presencia y apoyo de las madres en las rutinas cotidianas y en las

actividades se pudo corroborar que tiene un comportamiento similar a los descritos

anteriormente, puesto que el 96% de la muestra se ubica en la escala ‘’siempre’’;

mientras que en el juego y en las actividades para comunicarse el 88% se encuentra

en la escala ‘’frecuentemente’’. Sin embargo, los padres se ubican en la escala ’’a

veces’’ en los procesos de alimentación, sueño; en el juego y en los momentos solo

para comunicarse representado en el 89%; en el caso del proceso de aseo se

ubicaron en la escala ‘’nunca’’ para un 100 %, lo que resulta significativo ya que

pudiera estar generado por creencias que tienen en tal sentido.

La comprensión de la madre tiene un comportamiento similar a los descritos en el

indicador anterior puesto que en las rutinas cotidianas el 98,2% de la muestra

responden ‘’siempre’’ ante las señales del niño, aunque se hace significativo el hecho

de que las actividades para solo comunicarse con él tienen un comportamiento

promedio (69%) en la escala frecuentemente. Los padres por su parte se ubican en el

78.6% en la escala ‘’a veces’’ solo para comunicarse y el resto en ‘’nunca’’, lo cual

también es relevante en tanto la figura paterna queda algo relegada con respecto a la

comprensión de las reclamaciones del niño.

Por último, se constató la velocidad y precisión de las respuestas del niño por parte

de ambas figuras, en el caso de la madre el 98,2% son rápidas y precisas a las

señales del niño; mientras que los padres son lentos e imprecisos (56,3%) y lentos y

precisos (34,7%).

En esta categoría se puede señalar, que son las madres las que más presencian y

apoyan con comprensión, rapidez y velocidad las rutinas cotidianas y dentro de ellas

las de alimentación, aseo, sueño, quedando la atención al juego y la vigilia más

relegadas; tanto por los padres como por las madres, ubicándose en la escala de

‘’algunas veces’’. Algo significativo en este sentido es el hecho, de que ambas figuras

60

parentales establecen la relación con el niño sin que medie el objeto o las acciones

en dicha interacción, a pesar de la importancia que tienen ellas para la formación y

desarrollo socio – afectivo e intelectual del niño.

Para lograr mayores niveles de profundización acerca de la preparación de la familia en la estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de

vida, se aplicó además la encuesta a un grupo de padres. Los resultados más

significativos arrojados en la misma se reflejan en el gráfico que le sigue. Al respecto se conoció lo que: las orientaciones recibidas por las madres por

parte de los médicos y enfermeras están referidas fundamentalmente a: acerca de la

lactancia materna (100%); la alimentación (100%); los accidentes en el hogar (100%);

importancia de la higiene (100%), y demostraciones de ejercicios (100%). Por el

contrario otros temas de interés aparecen menos frecuente como: la importancia del

cariño (63%), el horario de vida (33%) y la actitud de ambos padres en cada contacto

con el niño (44%) , aspectos estos cardinales en el desarrollo socio – afectivo del niño

de primer año de vida.

Por otra parte, se constató que las madres se guían para realizar las actividades, principalmente por sugerencias de otras personas (66. 6%), demostraciones de los

médicos y las enfermeras (66. 6%) y el carné de salud del niño/a (66. 6%). Los

folletos del programa “Educa a tu Hijo”, sólo alcanzan el 16. 6%, ya que no lo poseen

y lo consultan con poca frecuencia, aspecto este que se revierte en la preparación de

la familia para poder estimular el desarrollo de los niños.

61

Fuentes de

información.

Más frecuente. ♣ Lactancia Materna.

♣ Alimentación.

♣ Accidentes en el hogar.

♣ Importancia de la higiene.

♣ Gimnasia para el bebé.

Menos frecuente. ♣ Horario de vida.

♣ Importancia de la comunicación.

♣ Importancia del cariño.

♣ Actitud del padre y la madre

ante las señales del bebé.

Médicos y

enfermeras.

(66. 6 %)

Carné de

Salud.

(66. 6 %)

Otras

personas.

(66. 6 %)

Educa a

tu Hijo.

(16 %)

Orientaciones

recibidas.

62

También se pudo conocer que el 100% de las madres encuestadas consideran

importante comunicarse con su hijo, no obstante sólo un 16. 6% fundamentan que

cuando es adecuada contribuye al posterior desarrollo del bebé, los demás centran su

atención en ideas tales como que : a través de la comunicación se educa al niño; este

aprende; conoce a la madre, etc.. Sin embargo, no hay una clara concepción de que

la comunicación es la vía fundamental a través de la cual la familia influye en todo el

desarrollo del lactante.

La atención de las madres ante el llanto de los niños/as se comporta diferente en

los dos semestres de vida, ya que en los primeros seis meses el 66% de las madres

encuestadas dejan lo que están haciendo y atienden al bebé, el resto buscan otras

alternativas para calmar el llanto, como llamar a otra persona para que lo atiendan, lo

duermen para continuar sus labores, etc. Mientras que en el segundo semestre, la

actitud de las madres respecto al llanto del bebé cambian en cierta medida, ya que el

44% de la muestra expresa que lo dejan que llore un poco, por la falsa creencia de

que de esta manera se fortalecen los pulmones y otras porque dicen que sus

pequeños sólo quieren estar cargados, que están “malcriados”. Aquí es importante

destacar que las alternativas que escogen las madres ante el llanto del niño/a el 83.

3% no se corresponde con la demostración de afecto o la realización de juegos,

constituyendo este aspecto de particular importancia en la constatación realizada.

En cuanto a la diferenciación de los tipos de llanto el 66. 6% de las familias

encuestadas manifestaron conocer las causas de tal expresión en sus pequeños, las

que se refieren fundamentalmente a: sentirse mal, tener dolor o hambre y un 43%

expresan que sus hijos/as están malcriados porque cuando los cargan dejan de

llorar, evidenciándose con ello creencias erróneas con relación a las necesidades del

bebé.

63

Muy en correspondencia con la responsividad de las figuras parentales se comporta

los tipos de de juegos que desarrollan las madres con los hijos puesto que el 100%

de la muestra expresa que sí juegan con su pequeño y fundamentalmente estos son

juegos sin objetos (mocita, torticas, etc.) y juegos con juguetes. Sin embargo, no se

aprecia en los niños del subgrupo mayor destreza en el juego de acciones conjuntas

entre el adulto y el lactante, lo que es verdaderamente importante para el desarrollo

socio emocional del mismo y esto evidencia que no se practica habitualmente en la

casa.

También se puede apreciar que en el indicador relacionado con el conocimiento de los logros del desarrollo, el 74.2% de la muestra de padres, no posee

conocimientos sobre los mismos, referidos al área socio – afectiva, en los diferentes

trimestres. Los sujetos expresan en sus respuestas aspectos referidos al desarrollo

psicomotriz, por ejemplo (mantiene la cabeza firme estando cargado, agarra

casualmente objetos, se sienta con apoyo o por sí solo, emite sonidos etc.),

relegando a un segundo plano (26%) adquisiciones tales como: sonreír ante el rostro

del adulto, prestar atención cuando escucha su nombre y otros logros estos propios

del desarrollo socio – afectivo del bebé.

Todo este análisis realizado hasta aquí, demuestra que la familia muestreada

presenta limitaciones en cuanto a los conocimientos que poseen para estimular el

desarrollo socio – afectivo de sus hijos de manera consciente, planificada, oportuna y

consecuente, lo que justifica investigaciones como la que se presenta.

II.3. 4. ANÁLISIS DEL PROGRAMA “EDUCA A TU HIJO”. Atendiendo a este criterio, es necesario centrar la atención en el estudio del problema

a partir del análisis minucioso del contenido del programa “Educa a tu Hijo”

(Folletos del uno al cuatro), por ser estos los principales documentos por donde la

familia cubana se orienta para educar a sus hijos, desde el nacimiento.

En tal sentido el análisis del contenido de los folletos se realizó teniendo en cuenta los

siguientes indicadores: - Nivel de profundidad del tratamiento con que se aborda el contenido del área socio – afectiva, - Nivel de variabilidad de las actividades y -Relación existente entre las diferentes actividades del área y las particularidades del desarrollo en este periodo etáreo.

64

En lo que respecta al primer indicador: (Nivel de profundidad del tratamiento del contenido) se pudo constatar que: 1. No se explicita suficientemente en las

orientaciones dadas, que la comunicación emocional es la vía fundamental a través

de la cual la familia puede influir para propiciar el aprendizaje del niño. 2. La

comunicación emocional es tratada en todos los subgrupos, pero en el sub-período

de cero a tres meses, no se destaca el papel que pueden jugar otras figuras

familiares, principalmente el padre, abuelos y hermanos, para el desarrollo de esta

forma de comunicación. 3. No se enfatiza el papel de la madre como mediadora de la

comunicación que deben establecer los demás miembros de la familia con el niño/a,

sobre todo en los subgrupos mayores.

4. En el sub. - período de tres a seis meses, el afecto y el cariño, no solo son

necesarios para garantizar seguridad en el niño, como se orienta en el actual

programa. Con ello se garantiza además el vínculo íntimo y personal hacia las

personas que le prodigan amor, propiciando con estas la relación de apego, la cual no

debe desarrollarse únicamente con la madre, sino con todos los miembros de la

familia.

5. En el programa actual no se describen las características con que debe satisfacer

la madre la atención del niño: (rapidez, sensibilidad, comprensión, precisión,

perspicacia, entre otras). Estas características constituyen las bases fundamentales

para la formación de la relación de apego.

6. Tanto en este período de tres a seis meses como en el de seis a nueve meses al

hacer referencia a la comunicación del niño con el adulto no conocido no se detalla

cómo debe producirse el encuentro para favorecer el proceso comunicativo, es decir,

falta el tratamiento a la figura de la madre como mediadora en este encuentro, ya que

con su participación posibilita el intercambio entre niño y adulto desconocido.

En cuanto al indicador del nivel de variabilidad en las actividades se aprecia que:

1. En el subgrupo nueve a doce meses, se trata de manera escueta las

orientaciones sobre cómo jugar con el niño. Estas actividades pudieran brindarse de

manera más amplia, mostrando cómo el adulto puede estimular, persuadir, brindar

modelos para que el niño lo imite, y también reconocer las adquisiciones del bebé por

pequeñas que sean.

65

En cuanto al indicador que se refiere a la relación existente entre las actividades que brinda el programa “Educa a tu Hijo” con las particularidades del desarrollo

del niño en esta etapa, se constató que: 1. En el trimestre de cero a tres meses no

se declara el grado de sensibilidad y disponibilidad que deben manifestar los

miembros de la familia con relación a los diferentes estados emocionales del bebé, es

decir la prontitud y sistematicidad en la atención a sus señales lo que contribuye a

que se sientan las bases para que los adultos que lo atienden se conviertan en

figuras de apego seguras.

Por último, en el subgrupo nueve a doce meses no se precisa en las orientaciones a

la familia que para desarrollar las actividades con el niño, es indispensable partir de lo

que ya ha adquirido; lo que él necesita y centrar los esfuerzos en lo que al niño le

falta, utilizando para ello mecanismos de comunicación como la valoración de lo que

va alcanzando.

Otro aspecto que la autora considera que no está debidamente tratado en el trimestre

es la implicación de los coetáneos ya sean familiares o vecinos en las acciones

conjuntas, en las que otros niños también pueden brindar modelos de acciones con

objetos y de socialización, que sean asimilados por estos, todo lo cual promueve el

desarrollo cognoscitivo y socio – afectivo en la etapa que se investiga.

También fue poco abordado la importancia de resaltarle a la familia que durante la

realización de la actividad conjunta debe primar la comunicación afectiva con el niño

ya que la misma contribuye a enriquecer la calidad de a actividad y las posibilidades

de elogiar y conocer los logros que va alcanzando el lactante, es decir, hacer ver la

influencia de la comunicación en el proceso de actividad conjunta.

Por otra parte, durante la actividad conjunta no se precisa a la familia que los niños

no sólo pueden expresar su necesidad hacia la colaboración del adulto en la

actividad, sino sus necesidades personales de contacto emocional y de sentirse

valorado por él, hecho este que se logra bajo la influencia de la comunicación.

Todo este análisis permitió determinar que aunque dicho programa brinda

orientaciones relacionadas con el área socio – afectiva, existen limitaciones en tal

sentido, por cuanto no se detallan con la profundidad requerida ni de manera variada

las orientaciones que en este se ofrecen, además de que no se incluyen todos los

66

elementos que conforman el área socio – afectiva. Dicha constatación refuerza los

fundamentos de la autora de la imperiosa necesidad de orientar cada vez mejor y de

manera consciente, sistemática, oportuna, planeada a las familias, en aras de

dotarlas de todos los procedimientos necesarios para potenciar el desarrollo socio

afectivo de sus hijos durante el primer año de vida, esfera esta que tributa y favorece

el desarrollo de las diferentes adquisiciones.

Le corresponde entonces, al desarrollo que alcance el niño durante el primer año de

vida, el mérito de constituir la base para el posterior desarrollo en la esfera socio -

afectiva y a los padres y familia en general, la misión de potenciar el mismo para

lograr hombres y mujeres sanos y felices.

CAPÍTULO III: MANUAL DE ORIENTACIÓN FAMILIAR DIRIGIDO A LA ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO SOCIO AFECTIVO DEL NIÑO DE PRIMER AÑO DE VIDA.

En el presente capítulo se explicita un Manual de orientación familiar, dirigido a la

estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida, en aras

de potenciar aún más esta importante área de desarrollo, teniendo presente algunos

criterios teóricos referidos por los distintos autores que la han abordado, y los

resultados del diagnóstico del estado actual del objeto que se investiga.

Tomando en consideración las necesidades que, junto a la prioridad que hoy tiene la

atención a los niños de cero a tres años, se considera necesario la elaboración de

este programa.

“Para amar a un hijo nunca es tarde. Para darle lo mejor de ti, nunca demasiado temprano”.

67

III.1 Elementos teóricos metodológicos de base. Fundamentación. En los momentos actuales ha cobrado mayor auge la toma de conciencia acerca de

la importancia de la estimulación temprana del desarrollo de los niños, desde las

primeras edades, incluyendo en ello la estimulación intrauterina, siendo por ende la

madre la primera estimuladora de dicho desarrollo.

Está comprobado científicamente que el sistema nervioso de los niños de 0 a 3 años

de edad, posee una enorme plasticidad cerebral; período que en condiciones de vida

y educación estimuladora, se constituye en un elemento esencial de su desarrollo, de

modo particular en la esfera socio - afectiva, donde el primer año de vida.

del individuo resulta decisivo.

En tal sentido, la característica más distintiva del niño de primer año de vida, es que

es esencialmente afectivo. La comunicación afectiva con el adulto es su actividad

fundamental, ya que todo debe estar matizado por el cariño, desde el tono de voz, la

sonrisa, miradas, gestos, hasta las palabras. Todo ello crea en el pequeño un estado

de ánimo positivo, aumenta el tono vital general, se hace más fuerte su actividad

propia, favoreciendo el rápido desarrollo sensoriomotriz del niño.

Ahora bien, ¿conocen todos los padres las características psicológicas de sus hijos

durante el primer año de vida?. Estas y otras interrogantes constituyen motivo de

preocupación para los psicólogos y pedagogos que se dedican al estudio de las

edades Tempranas y Preescolar. De hecho la Educación Preescolar, en nuestro país

ha establecido como prioridad: la atención a los niños de 0 a 3 años y el trabajo con

la familia.

La familia desempeña un extraordinario papel en la formación y desarrollo de sus

hijos. Los patrones de conducta que el niño percibe, los conocimientos que se les

trasmite y sobre todo el afecto y la comunicación, basada en el respeto y el amor son

determinantes en la presente y futura vida del infante; lográndose con ello la

integración de lo afectivo y lo cognitivo desde el propio nacimiento.

Desde esta perspectiva, la familia constituye un factor primordial en el logro de tal

empeño, pues como primera escuela y primeros maestros, están llamados a

estimular el desarrollo de sus hijos, desde la más temprana edad. Al mismo tiempo la

68

familia para llevar a cabo este comprometedor objetivo demanda ser preparada para

cumplir con éxito esta función social.

En correspondencia con tales ideas la atención del desarrollo de los niños de 0 a 1

año de vida en Cuba, forma parte del modelo pedagógico del programa “Educa a tu

Hijo”, el cual tiene como misión permanente elevar el nivel de preparación de la

familia para que esta estimule el desarrollo de sus hijos al máximo de sus

potencialidades.

En la serie de cuatro folletos del programa “Educa a tu Hijo” se ofrecen orientaciones

educativas para la estimulación del desarrollo de los niños en el primer año de vida,

en la que se tiene en cuenta la necesidad de mostrar afecto a los niños en todo

momento, lo cual le dará seguridad; sin embargo la autora de esta tesis considera

que este aspecto del desarrollo psíquico se trata con menor minuciosidad que el

desarrollo intelectual. Al material le falta argumentación sobre la importancia de la

comunicación emocional como actividad fundamental de la etapa y el papel de la

madre como mediadora en la relación con las demás personas, tanto familiares

como desconocidas, y del rol del padre, la comunicación en la actividad conjunta,

importancia de la relación de apego, etc. todo lo cual aunque está presente no está

suficientemente explicitado.

También en el Manual de Apoyo al promotor (No. 2) se aborda la necesidad de

orientar a la familia sobre la importancia del afecto y de una atmósfera de amor y

estrecha relación con el niño. No obstante, este aspecto no se trata con profundidad

ni se explicita cómo llevarlo a la práctica.

Sobre la base de la problemática descrita surge la idea de elaborar este Manual de

orientación familiar (como complemento del programa “Educa a tu Hijo”) el cual está

dirigido a los padres en aras de potenciar aún más el desarrollo socio – afectivo de

los niños durante el primer año de vida. Este manual servirá además, de material de

apoyo a todos los agentes educativos en su labor de orientación a la familia.

Objetivo general: Brindar a la familia orientaciones educativas que le permitan

estimular el desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida de manera

consiente, planificada y sistemática.

Objetivos específicos:

69

• Contribuir a la adquisición de conocimientos básicos, por parte de la familia,

acerca de las acciones a realizar en el primer año de vida de su bebé, que

promueva el desarrollo socio afectivo del mismo.

• Promover cambios de actitud en la familia en cuanto a la comunicación que

debe establecer con el niño/a para potenciar su desarrollo.

• Favorecer el protagonismo de la familia, a partir del carácter activo en la

educación y desarrollo de su hijo/a.

• Incentivar el rol educativo de la figura paterna.

• Fomentar en el niño de primer año de vida un estado emocional positivo, visto

a través de la comunicación con los allegados y extraños, en aras de elevar su

desarrollo socio emocional.

PRINCIPIOS EN LOS QUE SE SUSTENTA EL MANUAL DE ORIENTACIÓN FAMILIAR. La propuesta elaborada en esta investigación está sustentada en un conjunto de

principios, unos tomados de los establecidos en los documentos normativos para la

organización y funcionamiento del Programa “Educa a tu hijo”, otros del sistema de

principios didácticos de la enseñanza, adecuados al contexto de la Educación

Preescolar y otros elaborados sobre la base de los principios y categorías del

enfoque socio histórico cultural de Vigotsky y continuadores.

1. El papel de las condiciones de vida y educación en el desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida. El desarrollo socio – afectivo en el primer año de vida está condicionado por las

relaciones que imprescindiblemente el lactante establece con el adulto allegado, todo

lo cual se desarrolla en situaciones sociales muy concretas y particulares. Es a partir

de esta interacción en la propia actividad y comunicación que el niño asimila los

modelos de comportamientos, estilos de comunicación, los procedimientos en la

realización de acciones, todo lo cual tributa a la formación de las relaciones socio –

afectivas con los allegados y demás personas; así como a su desarrollo integral.

2. El papel protagónico de la familia en el desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida.

70

Al nacer el niño se encuentra en un proceso de adaptación al medio, con escasas

posibilidades para ello, su principal “salvadora” en este tiempo es la madre, quien

satisface sus necesidades básicas y de seguridad de manera anticipada. No

obstante otras personas del hogar como abuela y papá adquieren un sentido

particular para el bebé por la resposividad, comprensión, sensibilidad, y prontitud

con que se respondan a sus señales.

Todo ello engendra a partir del papel protagónico de la familia y de la preparación

que esta posea, un cauce decisivo de la integración personológica del niño que crece

y se desarrolla.

3. El carácter activo del niño en el proceso socio – afectivo. Abordar el carácter activo del niño en el proceso socio afectivo requiere un análisis

en el se incluya la actividad y la comunicación. La apropiación de la experiencia

social acumulada por parte del niño no solo va a depender de la familia, sino que

está en estrecha relación con su propia actividad, pues las propiedades y facultades

psíquicas se forman y dependen de ella. Si la actividad no es rica, tomando en

consideración las necesidades e intereses del niño, visto a través de la comunicación

emocional con el adulto, y si este no juega un rol activo en el proceso, la adquisición

del conocimiento y la formación de la cualidad psíquica será pobre y fragmentada y

nunca alcanzará los niveles de desarrollo que cuando el mismo es adquirido en un

proceso de actividad efectiva.

4. Unidad de lo afectivo y lo cognitivo. Este postulado nos orienta hacia la relación dialéctica que debe darse entre el

conocimiento y el afecto para que se produzca el desarrollo; teniendo gran vigencia

para comprender la significación especial que adquieren los procesos afectivos en el

marco familiar y el condicionamiento que le impregnan al desarrollo de los procesos

cognitivos, por lo que este principio ofrece la necesidad de establecer en el hogar por

parte de la familia, vínculos afectivos adecuados basados en la comprensión,

prontitud, resposividad, colaboración, en fin propiciando un apego seguro, desde

muy temprano.

5. La relación enseñanza- desarrollo en el proceso socio – afectivo.

71

Durante el primer año de vida la familia juega un rol esencial en la orientación del

proceso de asimilación por el niño de las relaciones con el mundo que le rodea, lo

cual no puede concebirse sin la participación del adulto, que es quien organiza las

condiciones y el sistema de influencias educativas, para que el niño con la aplicación

de niveles de ayuda pueda pasar del desarrollo actual al potencial. El adulto siempre

va a formar parte del proceso enseñanza-desarrollo del niño, ya que por si solo es

incapaz de alcanzar todos los logros del desarrollo esperables para dicha etapa.

6. La flexibilidad metodológica. Este principio permite que se pueda seleccionar de manera creadora los métodos,

vías y medios que sean idóneos para ofrecer orientaciones a la familia, de manera

que se tenga en cuenta también las posibilidades de enriquecer el Manual

complementario de orientación familiar y de que se puedan realizar adecuaciones a

dichas orientaciones, en correspondencia con las necesidades que se vayan

presentando tanto en la familias como en los niños.

VIABILIZACIÓN, FORMA DE PROCEDER Y EVALUACIÓN DEL MANUAL DE ORIENTACIÓN FAMILIAR. La instrumentación del Manual de orientación familiar fue elaborado para ser

aplicado en las familias del Consejo Popular de referencia urbano, en el Municipio

Pinar del Río, denominado “Ceferino Fernández Viñas”, como primer escenario

donde en la provincia se experimentan las investigaciones educativas. Este deberá

formar parte de los temas de capacitación que reciben los diferentes miembros del

grupo de base, todo lo cual puede ser realizado por la autora de esta investigación.

Además de la implementación, se realizará el seguimiento y evaluación de los

resultados los que serán tomados en consideración para la generalización del mismo

en otros contextos, realizando de antemano las adecuaciones que se deriven de las

regularidades declaradas a partir de su puesta en práctica.

Este material constituye de hecho, una bibliografía de consulta la que debe ser

objeto de análisis en los Grupos Básicos del Consejo Popular, donde el

representante de salud y/o psicólogo o la promotora de educación capacita a los

restantes agentes educativos, por ser los médicos y enfermeras de atención primaria

de salud, los principales orientadores a las familias con niños de 0 a 1 año de vida.

72

Transformar y cambiar los modos de actuación de las familias a partir de la

centralización de la relación afectiva es precisamente el modelo de intervención que

deben adoptar los agentes educativos, sin obviar el programa original “Educa a tu

Hijo”.

La propuesta que aquí se ofrece complementa, enriquece la calidad de la relación

afectiva padres – hijos, a partir de la cual se potencian las demás áreas de

desarrollo.

Es de gran importancia en este proceso de estimulación convertir las tareas

cotidianas del hogar en fuentes de estimulación para el desarrollo infantil, es decir,

en el baño, en la alimentación, vigilia, entre otras todo lo cual llegará a

demostrársele a los padres por las diferentes vías que se asuman en el proceso de

intervención. Siguiendo las siguientes Orientaciones: 1. No es necesario seguir un orden jerárquico en las actividades propuestas.

2. Se pueden adecuar las actividades a partir de las condiciones reales de las

familias.

3. Las actividades no deben aplicarse al unísono, sino que ha de tenerse en

cuenta los logros alcanzados por el niño antes de realizar las mismas.

4. Pueden agregarse otras actividades a partir de alternativas que garanticen

elevar el desarrollo socio – afectivo, según posibilidades de los niños y

familias.

5. No se deben violentar algunas actividades, pues existen logros propios en

cada trimestre que deben tenerse en cuenta.

6. Las actividades se deben realizar cuando el niño esté dispuesto.

7. Se debe aprovechar cada instante para de manera oportuna realizar las

actividades con el niño.

8. Se debe evaluar la efectividad de las actividades concebidas a partir del

vencimiento por parte del niño de los logros que se expresan en cada

trimestre de vida.

EVALUACIÓN: La medición, control y valoración de los logros alcanzados por los

niños puede hacerse teniendo en cuenta los indicadores que se exponen

seguidamente, los cuales se precisan por constituir elementos necesarios para la

73

estimulación del desarrollo socio – afectivo del niño de primer año de vida, visto a

través de la comunicación emocional con el adulto como actividad fundamental.

Ellos son :

-Logros en la realización de las diferentes actividades:

Asimilación por parte de los niños de los niveles de ayuda. Independencia en la realización de las actividades.

Aceptación de la actividad.

Incorporación de elementos personales en la realización de la actividad.

-Calidad de las interacciones socio afectivas niño- adulto:

Polaridad afectiva.

Aceptación extendida de las interacciones personales.

Placer manifiesto.

Nivel de entusiasmo y simpatía.

Nivel de empatía emocional comunicativa. Otros.

Otras vías de instrumentación del Manual de Orientación Familiar pueden ser en la

Radio Local, en los cursos de Superación de Directoras y Subdirectoras de círculos

infantiles, Cursos de Superación de promotoras del programa “Educa a tu Hijo”, en

los programas de Psicología Infantil, en la carrera de Educación Preescolar como

material de consulta y en soporte magnético en las Sedes Universitarias.

A partir de lo que representa la intersectorialidad, cada representante de la

comunidad puede aportar diversas alternativas que contribuya a la divulgación de

estas orientaciones a las familias de los lactantes, por lo que pueden ser

incorporados además en las orientaciones de los Obstetras que atienden las

consultas de las embarazadas; así como material de trabajo en las Casas de

Orientación a la Mujer, en el Consejo de Atención a Menores, los Centros de

Diagnóstico y Orientación, así como en los Campamentos de Aseguradas y Centros

Penitenciarios.

Este decir teórico permite refutar que el Manual de orientación diseñado responde a

los retos actuales de la educación, a la vez que ofrece a los agentes educativos

encargados de la orientación a las familias con niños de 0 a 1 año de vida, un

74

importante recurso para lograr un proceso de cambio y transformación de las familias

en potenciadoras del desarrollo infantil, desde lo afectivo teniendo en cuenta una

concepción desarrolladora.

III. 2. ORIENTACIONES EDUCATIVAS. PERIODO DE CERO A TRES MESES.

PRESENTACIÓN: Mamá, papá, familia: En el folleto No 1 de la colección “Educa a

tu Hijo” se ofrecen recomendaciones para que conozcas mejor a tu niño y así

contribuir conscientemente en su desarrollo. En este Manual ampliamos estas

orientaciones, las cuales están dirigidas básicamente a mantener una relación más

intima, segura, placentera y feliz con el bebé, todo lo cual te va a permitir disfrutar de

la primera infancia del niño con mayor satisfacción y regocijo, así como

proporcionarle al pequeño seguridad y confianza para que pueda adaptarse y

desarrollarse mucho mejor en la nueva vida que inicia.

Durante este período observarás en tu bebé que: mira tu rostro cuando lo

amamantas, reacciona con alegría cuando escucha tu voz o lo miras, mira con

atención a la cara de quien lo cargue, deja de llorar y se calma cuando la cargan y

mira con mayor frecuencia a las personas que a los objetos. Sigue las instrucciones

que te ofrecemos y no te arrepentirás.

☺ En el primer mes de nacido debes responder de manera inmediata a sus

llamadas y necesidades, pues tú eres para él como una parte más de su

cuerpo, eres quien mejor lo entiendes y comprendes, por lo cercana que

estás. Él aprende a conocerte por tu olor y tono de la voz.

☺ Atiende el llanto del niño con prontitud, disposición y sistemáticamente pues

es señal que necesita algo: está húmedo, tiene hambre, quiere que lo cambies

de posición o que juegues con él.

☺ Poco a poco irás aprendiendo a identificar las causas del llanto del niño, lo

cual es una poderosa señal para atraer a todos en el hogar, además que te

permitirá responder pronta y adecuadamente a sus señales, por ejemplo:

75

El llanto de dolor comienza de momento y se caracteriza por no ser constante,

sino que cesa y continúa.

El llanto por hambre, frío o incomodidad es constante, tras un comienzo suave

va aumentando.

El llanto continuo también se da en los niños alimentados, abrigados y

cómodos, cuando están solos, este no es provocado por ninguna de las causas

mencionadas y para detenerlo es necesario arrullarlo y hablarle.

Cuando el niño esté despierto, tranquilo y contento, háblale, sonríele, realice

gestos que puedan llamar su atención.

☺ Evítale al niño los gritos, los ruidos, las

formas bruscas y torpes al cambiarlo de

posición, pues esto puede provocarle

malestar, miedo o llanto en él.

76

☺ Si estás incomoda no le hables al niño porque él entiende tus gestos, mímicas,

etc.

☺ Comunícate con el niño con palabras aunque él no comprenda tu lenguaje oral,

lo pone contento y le da seguridad. También debes prestarle mucha atención a

los tonos de la voz (los que deben ser suaves, moderados y melodiosos); los

gestos, la forma de tomarlo en los brazos, las caricias. Él se percata de la forma

en que lo atiendes, a lo que puede responder con gruñidos, sonrisas, miradas,

etc., todo lo cual es su modo de comunicarte contigo.

☺ Siempre que lo vayas a alimentar, asear, dormir o jugar díselo antes con

palabras dulces y cariñosas, por ejemplo: ¡Vamos a bañar al nené!, ¡que rico!

También puedes acariciarlo.

☺ Cántale canciones no sólo para dormir al niño

sino cuando lo asees y juegues con él, esto lo

pondrá muy contento y desarrollará su lenguaje.

Próximo a los 3 meses observarás en tu niño

una manifestación muy especial de

comunicación, fijando en unos instantes la

mirada hacia ti, su papá, su abuela, seguido

de sonrisas, vocalizaciones (ooo, eee) y

movimientos de manos y pies. Aprovecha

estas situaciones y háblale al niño

expresivamente, a través de gestos, miradas

y mimos afectuosos y juguetones. Esto

provocará en él gran alegría, evidenciado ello

su primera forma de comunicación contigo,

papá y demás familiares.

77

El cuidado y atención del niño es cuestión no

sólo tuya sino del papá, haz que este se

sensibilice y participe en su atención

afectivamente al responder a sus llamadas, no

solo para que juegue con él, sino para que

cambie sus pañales, lo asee, lo alimente.

Estimula al padre cuando lo haga, ayúdalo

cuando lo necesite, para que no crea que es un

acto de solidaridad, sino que es también su

responsabilidad y deber para con su pequeño

hijo. Recuerda que el niño necesita también de

su papá para crecer feliz.

☺ Tu respuesta inmediata cuando él te necesita le da seguridad.

☺ Aunque el niño necesita de tu tiempo no dejes de comunicarte con él, pues

solo así podrá desarrollarse plenamente.

☺ Recuerde que demostrándole de manera expresiva tu afecto y cariño

provoca en él sentimientos positivos hacia los demás familiares, amigos y

vecinos, en sus relaciones posteriores.

☺ Establece una organización en la vida del niño para asearlo, alimentarlo,

dormirlo; esto también es importante para su desarrollo.

☺ Enséñalo a esperar. Si estás ocupada háblale, dale palmaditas, hazle ver

que está acompañado pero que debe esperar que lo atiendas.

78

PERÍODO DE TRES A SEIS MESES. ¿Han visto cuánto ha crecido y aumentado el niño? ¡Qué felices nos sentimos

cuando nos sonríe plácidamente y hasta con carcajadas, pareciera que el mundo se

resume en tal inocencia!.Ya en esta etapa puede además, sonreír ante la presencia

de los objetos y juguetes, reconocer y reaccionar ante las personas desconocidas,

entre otras.

Este premio de la vida les debe dar fuerzas para continuar preocupándose por que

sea cada vez más sano y feliz. Para ello te brindamos las orientaciones que siguen:

☺ Puedes utilizar algunos juegos para provocar su alegría, por ejemplo:

Sólo a través del amor, el afecto y la

armonía, el niño podrá crecer en óptimas

condiciones durante el primer año de

vida.

Con un pañal te tapas el rostro y dile

¿Dónde está mamá? Después te

destapas y dices ¡ AQUÍ! ¡ Qué lindo

está el nené!; o puedes jugar al tope –

tope, aserrín – aserrán.

79

☺ Con el niño en brazos acércalo al espejo y sonriente dices ¡Mira quién está

aquí! – el nené o su nombre - ¡Qué lindo!, o puedes hacer el juego de “tra”, lo

separas un momento lo vuelves a presentar al espejo para que se busque.

☺ Evita gritar cerca del niño. Esto al igual que los ruidos y las formas

bruscas al cambiarlo provocan en él malestar, miedo e inseguridad.

☺ Si el niño está entretenido con algún objeto, no le interrumpas la

orientación hacia el objeto, puesto que esto puede entristecerlo y hasta

hacerlo llorar. Comunícate con él mediante el objeto.

☺ Relaciónate con el niño de manera afectuosa para que sienta placer, agrado y

alegría.

☺ Si se despierta de mal humor, bravo o lloroso, dale tiempo. Trátalo con cariño

y suavemente. Háblale bajito. Verás cómo se le va pasando y así no se le

refuerza ese comportamiento negativo.

☺ El afecto y el cariño que le brindas a tu niño no sólo contribuye a su seguridad,

sino que con ello propicias una relación más intima y estrecha entre ambos, lo

cual debe ser expresado además por todos los miembros de la familia,

especialmente por el papá.

☺ Debes saber que para que se produzca entre ambos una relación íntima y

segura se hace necesario que seas, sensible, comprensiva, rápida y que

respondas con precisión y eficientemente las solicitudes del niño.

Cántale canciones mientras lo alimentas o

aseas, por ejemplo: ¡qué rico el baño!,

verás cómo se dispone a hacerlo.

80

☺ Algo interesante que debes conocer… “el niño en un futuro podrá ser más

sociable y curioso si encuentra a una persona a quien apegarse

tempranamente, es decir, con quien relacionarse desde muy cerca.

☺ Alrededor de los 6 meses propicia que el niño se relacione con personas

nuevas, no conocidas, para ello conversa afectivamente con esa persona y

sirve de enlace entre el niño y ella, sirviendo de mediadora entre ambos, para

que no se angustie al ver al extraño. Puedes también, mirar al desconocido y

luego al niño, repite varias veces esta acción para que el niño lo mire.

☺ Si tienes necesidad de dejarlo con otra persona, debes hablarle, decirle por

ejemplo:” Mamá se va pero vuelve pronto”; motivarlo con un juguete o algo

que le guste, es decir, debes preparar el niño para este cambio.

☺ Recuerda mantener con tu niño una comunicación sistemática, la que no debe

ser solo cuando lo asees, duermas, alimentes, sino que debes establecerla

también para estimularlo y jugar con él. Verás qué feliz se siente.

☺ Comunicarte con tu niño es salud y desarrollo para él, no hacerlo es

hacer que se sienta solo, inseguro.

☺ Aunque enfrentes alguna situación triste o desagradable evita

trasmitirle esas emociones negativas al niño… medite antes de

atenderlo. Refréscate...

☺ Haz que papá se relacione con el niño tanto como tú; verás qué felices

son.

81

PERÍODO DE SEIS A NUEVE MESES.

Han pasado ya seis meses desde que tu niño nació. ¡Cómo ha cambiado! Ahora es

capaz de conocer las personas que lo atienden, mostrando predilección por una

persona determinada( mamá, papá, abuela); puede sentir por momentos angustia o

tristeza cuando se separan de él, además de reaccionar ante los cambios de voz, de

realizar gestos, miradas, mímicas y repetir sílabas seguidas, por ejemplo (ba, ba,

ba), todo ello para que le presten atención. También puede hacer acciones de

imitación como: torticas, mocita, adiós y cuando está en presencia de personas

extrañas puede llorar, ponerse serio, rechazando todo contacto. ¿Qué hacer entonces para que se sienta más feliz?

☺ A partir de este período se estrechan aún más las relaciones entre el niño y la

mamá o quien lo cuida, por lo que se hace más evidente “la relación de

apego”. El niño puede sentir tristeza o angustia por tu separación

manifestándolo con llanto. No te aflijas por esto recuerda que es algo normal

en esta edad.

☺ No te molestes o impacientes porque el niño llore cuando tú te alejes y deje de

hacerlo cuando regreses o lo cargues en brazos, esto significa que existe una

relación íntima y estrecha entre ambos (apego), muéstrale confianza y

seguridad, con gestos y palabras dulces, verás cómo sonríe y balbucea

No hay segunda oportunidad

para la infancia.

82

fuertemente. Todo esto es señal de que reclama tu atención y tus palabras y

sobre todo tu presencia.

☺ Si tienes necesidad de separarte por un largo tiempo del niño, ayúdalo a que

se acostumbre a la otra persona, aunque sea su abuela, no lo hagas de

manera brusca, comparte un tiempo con los dos hasta que él se familiarice

con la nueva cuidadora. Algo importante es que debes explicarle a la otra

persona cuáles son las reacciones del niño cuando te alejas de él, para que

pueda calmarlo mejor, es decir, si llora, si se enrojece, etc.

☺ Al regresar al lado de tu niño, después de un largo período de separación,

acarícialo, bésalo, háblale con emoción, demuéstrale cuánto lo amas.

☺ Si el niño siente temor cuando llega una persona desconocida apóyalo,

bríndale seguridad habándole afectivamente al desconocido y

presentándoselo hasta que poco a poco se familiarice con él. Recuerda que a

todos los niños les pasa igual en esta edad, no te impacientes por eso.

☺ Evita provocarle al niño miedo ante los gritos, los ruidos y las formas bruscas

al cambiarlo de posición.

☺ Para lograr una mayor disposición del niño en el juego, en el baño o en la

alimentación, cántale canciones propias para su edad, la música le

proporciona gran alegría.

☺ Entre los 7 u 8 meses ya el niño manifiesta sus preferencias con una persona,

es decir, ya ha establecido el apego bien diferenciado, casi siempre contigo,

mamá, por lo que debes propiciar que se relacione con los demás familiares

para que encuentre a alguien más con quien apegarse, sobre todo con el

papá, para ello debes ser la facilitadora de esa relación.

A los 8 meses aproximadamente se va a

hacer más notable la intranquilidad,

angustia y sobre todo el temor ante la

presencia de un desconocido cuando tú no

estás presente. No lo dejes mucho tiempo

solo, apóyalo trasmitiéndole seguridad, tus

palabras, tu tono de voz, tus gestos

ayudarán a que no se angustie. También

debes explicarle al extraño cómo es el niño,

cuáles son sus preferencias hábitos

83

☺ Cuando el niño necesite adaptarse a lugares nuevos, personas desconocidas,

actúe con serenidad aún cuando te sientas triste, sin hacer comentarios

desfavorables en su presencia y si te es imprescindible separarte no te

desesperes, recuerda que él entiende los gestos, miradas o palabras que

digas; hazle entender al desconocido que debe actuar de igual manera.

☺ Si el niño comienza a explorar todo lo que le rodea, a jugar, esto indica que el

apego es seguro, mantente atenta en el caso de que manifieste ansiedad o

temor, apóyalo desde donde estés.

☺ Si está entretenido durante cierto tiempo con los juguetes, esto es muy

positivo para su desarrollo. No lo interrumpas bruscamente, sé cariñosa y

verás que así no llora, ni se molesta, ni se angustia.

Interactúa con el niño en el juego con los

juguetes, no necesita una cantidad y variedad

extrema de ellos, mientras jueguen debes

mencionarle los nombres de los juguetes, cómo

son, cómo hacen. Por ejemplo: Se le muestra

el juguete y se le pregunta: ¿qué es? – la

84

☺ Recuerda que es importante que los demás familiares se comuniquen con el

bebé de manera afectiva y cariñosa. Tú eres la mediadora para que esto se

logre.

☺ Insiste para que los demás miembros de la familia le hablen al niño

correctamente, sin tratarlo como más pequeño (ñoñerías).

☺ La relación íntima, estrecha y segura que tú establezcas con tú bebé le hará

sentirse protegido y confiado.

☺ Los niños que tienen relaciones afectivas estables con sus padres, en el futuro

tienen mayor confianza en ellos, se adaptan con mayor facilidad ala institución

infantil y escolar y aprenden más fácilmente.

☺ Continúa con un horario estable para satisfacer sus necesidades principales

como alimentación, aseo y sueño.

85

PERÍODO DE NUEVE A DOCE.

Muy pronto todos estaremos celebrando el primer año del niño, ¡Cuánta emoción!,

¡cómo ha crecido y se ha desarrollado!, pero en este proceso toda la familia ha

desempeñado un importante papel. Ya es capaz de comunicarse con mamá, papá y

con otros familiares, reclama su ayuda en la actividad que realiza con los objetos y

juguetes a su alcance. Reconoce a sus familiares y personas cercanas, le muestra

su cariño y reclama que lo quieran. Ahora comienza el último trimestre de su primer

año de vida y deben continuar brindándole amor, afecto y seguridad. Para ello te

sugerimos las siguientes recomendaciones:

☺ Continúa brindándole apoyo y seguridad como hasta ahora, sigue las

orientaciones del trimestre anterior.

¡Disfruta cada instante de esta

primera etapa de la vida del bebé,

no lo dejes para después!

86

☺ Recuerda que las canciones infantiles le proporcionan al bebé gran alegría,

mientras se alimenta, juega y se baña; además si continúas enseñándoselas

se las aprenderá muy pronto.

☺ No le grites y evita los ruidos y las formas bruscas al cambiarlo de posición

que le dan miedo e inseguridad..

☺ Continúa esforzándote por mantener el mismo horario para alimentarlo,

asearlo, jugar y dormirlo. Esto contribuirá a que se sienta más feliz y estable

emocionalmente.

☺ Al igual que la música, los paseos le proporcionan al niño alegría y placer,

esfuérzate y complace este deseo con frecuencia, invita entonces a papá y

demás familiares.

☺ Si tiene cerca a un niño de su propia edad ofrécele la oportunidad de

que se miren, toquen y jueguen, esto le proporciona gran alegría y estimula el

establecimiento de relaciones con sus iguales.

En este período debes estimular a tu niño para

que juegue con los objetos en el corral o en el

piso, bien limpio. Le mostrarás qué puede

hacer con los juguetes de modo que aprenda a

entretenerse de forma independiente. Trata de

que te imite y de orientarlo hacia algo en

específico; así contribuyes al desarrollo de su

Aprovecha en los paseos para que

se relacione con las personas,

permite que juegue o se vaya con

ellas.

87

☺ Es importante que participen en el juego con juguetes con el bebé; que le

enseñe qué hacer con los mismos, para ello debes comunicarte con palabras

suaves, melodiosas, en un tono adecuado, por ejemplo: puedes enseñarlo a

armar una pirámide con cajas de diferentes tamaños para lo cual debes

demostrarle primero cómo hacerlo y elogiarlo cuando logre hacer la figura

que le has enseñado.

☺ Debes dirigir el juego con los juguetes u objetos a partir de las acciones que

el niño no ha logrado todavía, demostrándole qué debe hacer y elogiando sus

avances expresivamente.

☺ Para que el niño logre realizar determinada acción con los juguetes, es

necesario que te sientes junto a él y le muestre qué acciones puedes hacer

con ellos, es decir, puedes poner un bloque encima de otro, tapar y destapar

una cajita, etc. Debes tratar de que él te esté observando para que pueda

hacerlo por sí solo. Si se desespera por hacerlo antes de la demostración,

con mucho cariño logra que te observe para que después te imite.

☺ Cuando el niño esté entretenido jugando aprovecha y siéntate a su lado, toma

sus juguetes y enséñale por ejemplo: cómo hacer una pirámide, ordenar los

juguetes, tapar y destapar una caja, abrir y cerrar un pomo; mientras lo estés

haciendo, háblale con alegría para que él te imite, celébralo cuando lo haga

bien.

88

☺ Próximo a los once meses puedes enseñarle dos juguetes que nombren lo

mismo (perro y perro), pero que sean diferentes en cuanto a tamaño, color

forma, etc. Le harás las preguntas correspondientes ¿qué es esto? ¿dónde

está el perro? ¿cómo hace el perro? ¿y esto qué es? (otro perro) ¿y cómo

hace? (jau, jau) puedes poner uno al lado del otro y le vuelves a preguntar

para que mire a uno y al otro. También puedes hacer como si le dieras de

comer al perro y dejar que después él también lo haga. Esto puedes repetirlo

con dos pelotas o cualquier objeto o juguete del que tengas dos ejemplares

diferentes. A través de la actividad con el juguete estimulas la comunicación y

el desarrollo del lenguaje de tu bebé.

.

◦ Aprovecha cada situación del día para demostrarle al niño qué hacer con los

objetos, juguetes, cómo se nombran, cómo suenan etc.

◦ Muéstrale tu amor en cada ocasión, cada día.

◦ Cada día el niño/a será más independiente y sociable si todos en el hogar se

lo proponen.

◦ Los logros alcanzados por el niño/a hasta el momento son la garantía de un

futuro sano y feliz..

◦ Para enfrentar la educación del niño en lo adelante busca siempre

orientaciones y no dejes que el reloj marque las horas sin que tú y la familia

hayan hecho algo a favor de su desarrollo.

89

☺ RECUERDEN SIEMPRE TODOS EN EL HOGAR QUE... La educación comienza con la vida y para ello los padres tenemos que prepararnos cada día, a fin de que nuestros hijos crezcan sanos y felices.

III.3. VALIDACIÓN DEL MANUAL DE ORIENTACIÓN FAMILIAR.

Una vez concluido el Manual de orientación familiar, su evaluación se realizó

mediante el criterio de expertos (Anexo VII), los cuales por su experiencia profesional

en Educación, en la Educación Preescolar, en el Programa “Educa a tu Hijo” y en la

docencia en la formación de estudiantes de la carrera Educación Preescolar se

consideran idóneos para ofrecerlos.

Al analizar la valoración de los expertos acerca del tema objeto de estudio, se

tuvieron en cuenta una serie de sugerencias, que posibilitaron perfeccionar el Manual

de orientación familiar, que finalmente se propone, ellas son:

- Incluir en la instrumentación la forma de proceder y la evaluación de las

orientaciones educativas.

- Incluir una breve caracterización de los logros del desarrollo, en el área

socio – afectiva, por cada trimestre de vida.

¡Aprovecha estas oportunidades

pues este tiempo no retornará!

90

- Utilizar un lenguaje directo en las orientaciones educativas.

Teniendo en cuenta las sugerencias anteriores y otras consideraciones derivadas de

ellas, se procede a la elaboración definitiva del Manual de orientación familiar. El

análisis de la información ofrecida por estos, respecto al nivel de importancia de los

indicadores sometidos a su consideración, revela los siguientes resultados:

Frecuencias Absolutas

Indicadores C1 C2 C3 C4 C5 TOTAL 1-Relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar. 20 9 1 0 0 30 2-Relevancia del sistema de orientaciones educativas. 23 4 3 0 0 30 3- Relevancia de la estructuración del Manual de orientación familiar. 28 1 1 0 0 30 4-Utilidad de las orientaciones para la instrumentación. 19 7 4 0 0 30 5- Utilidad práctica para la familia del Manual propuesto. 28 1 1 0 0 30

Frecuencias Acumulativas Indicadores C1 C2 C3 C4 C5 TOTAL 1-Relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar. 20 29 30 0 0 30 2-Relevancia del sistema de orientaciones educativas. 23 27 30 0 0 30 3- Relevancia de la estructuración del Manual de orientación familiar. 28 29 30 0 0 30 4-. Utilidad de las orientaciones para la instrumentación. 19 26 30 0 0 30 5- Utilidad práctica para la familia del Manual propuesto. 28 29 30 0 0 30

Frecuencias Relativas Acumulativas

Indicadores C1 C2 C3 C4 C5 TOT.1- Relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar. 0.6666 0.9666 1.0 0 0 30 2-.Relevancia del sistema de orientaciones educativas. 0.7666 0.9000 1.0 0 0 30 3- Relevancia de la estructuración del 0.9333 0.9666 1.0 0 0 30

91

Manual de orientación familiar. 4- Utilidad de las orientaciones para la instrumentación. 0.6333 0.8666 1.0 0 0 30 5- Utilidad práctica para la familia del Manual propuesto 0.9333 0.9666 1.0 0 0 30 Imagen de frecuencias relativas acumulativas por la inversa de la curva normal. (IFRAICN)

Indicadores C1 C2 C3 VT P N-P 1- Relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar. -0.43 -1.83 -4.0 -626 -1.25 -0.052-Relevancia del sistema de orientaciones educativas. -0.73 -1.28 -4.0 -6.01 -1.20 -0.103- Relevancia de la estructuración del Manual de orientación familiar. -1.50 -1.83 -4.0 -7.33 -1.47 0.17 4-. Utilidad de las orientaciones para la instrumentación -0.34 -1.11 -4.0 -5.45 -1.09 -0.215- Utilidad práctica para la familia del Manual propuesto -1.50 -1.83 -4.0 -7.33 -1.47 0.17 Puntos de corte -0.90 -1.58 -4.0 -3238

La consulta a los expertos permitió arribar a consenso, respecto al nivel de

importancia de los aspectos evaluados. La totalidad de los expertos reconocen la

relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar, señalándolos el

97% de ellos (29) como muy adecuados y bastante adecuados y el 3% (1), como

adecuado. Reconocen la relevancia del sistema de orientaciones educativas,

señalándolo como muy adecuado y bastante adecuado el 90% (27), y como

adecuado el 10% (3). En relación con la relevancia de la estructuración del Manual

de orientación, el 97 %(29) de los expertos considera que es muy adecuada y

bastante adecuada y el 3% (1), la califica como adecuada. En cuanto a la utilidad de

las orientaciones para la instrumentación el 87% (26) opinan que estas son muy

adecuadas y bastante adecuadas, mientras que el 3% (4), las cataloga como

adecuadas. Por último, la utilidad práctica para la familia, del Manual de orientación

familiar es considerada muy adecuada y bastante adecuada, por el 97% (29) de los

expertos, y como adecuada por el 3% (1) de estos.

92

Consideran además los expertos que el Manual de Orientación familiar que propone

la autora, en su integridad logra combinar coherentemente, el aspecto teórico y el

práctico, en su unidad dialéctica, respondiendo así a la necesidad de preparación

que poseen los padres en Pinar del Río, en los momentos actuales, en aras de lograr

una verdadera estimulación del desarrollo socio – afectivo de sus hijos durante el

primer año de vida. Como resultado de la consulta a expertos se puede constatar en

gran medida la funcionalidad del manual presentado, su nivel de pertinencia al

contexto para el cual fue creado y su claridad por parte de los ejecutores del mismo

para su aplicación en la práctica educativa de sus hijos.

El Manual de orientación familiar propuesto, unido al bosquejo teórico de la

presente tesis se convierte en un reto de preparación para los padres y familia, en

general, responsabilizados con la formación integral de los niños durante el primer

año de vida, donde la esfera socio – afectiva constituye un pilar fundamental de su

desarrollo y preparación para la vida.

CONCLUSIONES GENERALES.

1) La presente tesis cumple con los objetivos propuestos y es generalizable a la

población estudiada.

2) La realización del diagnóstico del estado actual del problema, permitió

identificar:

2.1. Dificultades referidas al desarrollo socio – afectivo de los niños:

◦ La relación de apego se establece predominantemente con la madre, siendo

limitada con el padre u otros familiares.

◦ Las relaciones con las figuras no conocidas son pobres y tienden a ser

negativas.

◦ Poco predominio de la comunicación durante la actividad conjunta.

- Prevalencia del juego sin objetos, durante la actividad.

◦ Pobre desarrollo de la conciencia corporal.

2.2. Dificultades en el nivel de preparación de los padres en cuanto a:

93

˚ Conocimientos de la actividad fundamental de la etapa.

˚ Conocimientos de los logros del desarrollo, del área socio – afectiva.

˚ La estimulación del desarrollo del niño de manera consciente, oportuna y

dirigida.

2.3. En el programa “Educa a tu hijo” no se desarrollan temas tales como:

˚ El predominio de la comunicación emocional con los familiares cercanos al

niño.

˚ El uso de la palabra como medio fundamental para la comunicación.

˚ La comunicación durante la actividad conjunta y el uso de los objetos en la

misma.

˚ La mediación de la madre para: propiciar la relación de apego con el padre u

otros familiares.

- El vínculo emocional del niño con el adulto no conocido.

- El desprendimiento del niño con su figura de apego.

- La adaptabilidad a nuevas situaciones.

˚ La presencia y apoyo del padre en las rutinas cotidianas.

˚ El rol protagónico de la madre en la educación del desarrollo socio – afectivo

del niño.

3) El Manual de Orientación Familiar propuesto en esta tesis adquiere una

significación práctica en tanto, brinda orientaciones que enriquece y

complementa el programa original “Educa a tu hijo”, facilitando la obtención de

información necesaria y objetiva para estimular dicho desarrollo.

4) Como pruebas de constatación del grado de validez de la propuesta realizada

se aplicó la Consulta a Expertos, a través del Método Delphi, los cuales

reconocieron el nivel de factibilidad, fiabilidad, pertinencia y claridad del Manual

de Orientación Familiar propuesto, para la estimulación del desarrollo socio –

afectivo de los niños de primer año de vida, de Pinar del Río.

94

RECOMENDACIONES:

1. Se sugiere la introducción y generalización del Manual de Orientación Familiar

en todos los Consejos Populares de la provincia, con el fin de consolidar su

validez y perfeccionamiento.

2. Se debe introducir en la capacitación que reciben los grupos coordinadores

del programa “Educa a tu Hijo” a diferentes instancias, metodólogos

municipales y provinciales, promotoras de educación y principalmente en los

grupos básicos de salud, por ser ellos los ejecutores más cercanos a la

familia, en esta modalidad de atención.

3. Elaborar otras orientaciones educativas que vinculen el desarrollo socio –

afectivo con otras áreas del desarrollo, en este año de vida.

4. Realizar talleres de divulgación, publicaciones y otras vías que den a conocer

la propuesta.

95

5. Evaluar el impacto del Manual de orientación familiar, tanto en la familia como

en los niños.

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SPITZ, R. (1970). El primer año de vida del niño. Editorial Juan Bravo S.A.

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103

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TORRES, M. (2003). Familia unidad y diversidad. Editorial Pueblo y Educación,

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T. V. Editorial Pueblo y Educación, La Habana.

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Editorial Científico técnico. La Habana.

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www. Scielo.php=es

ANEXO I.

Guía de observación. Asunto. El papel del adulto en el desarrollo socio – afectivo del niño/a de primer año de

vida.

Objetivo. Constatar el papel del adulto en el desarrollo socio – afectivo del niño/a de primer

año de vida.

Para llevar a cabo las observaciones sé deberán considerar las siguientes categorías.

• La conducta de la madre y el padre en su relación con el niño/a.

• La atención de los padres a las necesidades del niño/a.

• La sensibilidad de la madre a las necesidades del niño/a.

• La presencia del apoyo de los adultos allegados en las actividades que el niño /a realiza.

• La comprensión y velocidad de las respuestas de la madre y el padre en la reclamación

del niño/a.

• La aceptación del niño/a por parte de los adultos allegados.

105

• La estabilidad de las relaciones madre hijo/a y padre hijo/a.

Actividad Duración de la ¿qué hace él ¿qué hacen los Situación Observada observación niño(a)? Adultos? Ambiental

ANEXO II. Situaciones experimentales

Situaciones experimentales para aplicar solo a los niños de 0 a 6 meses de vida.

Complejo de animación. A Acostado el niño en la cama, en posición de decúbito supino (boca arriba).

1. El adulto le presenta su rostro al niño, primero de frente y luego de perfil.

2. El adulto frente al niño, le presenta su rostro sonriente.

3. El adulto frente al niño, le conversa.

4. El adulto frente al niño, lo acaricia.

5. El adulto frente al niño, le sonríe, le conversa y lo acaricia.

Discriminación de la madre allegada (madre, padre o persona que cuida al niño). De 4 a 12

meses.

B Rodear al niño con un grupo de personas dentro del cual se encuentra el allegado al niño.

Registrar si el niño discrimina a la persona allegada.

106

Orientación del niño hacia el objeto o persona.

C El niño cargado en brazos de la madre se coloca de frente a la persona desconocida la

cual tiene en unas de sus manos un objeto o juguete nuevo. Registrar la orientación del niño

y como la manifiesta.

Imagen especular.

1. Colocar al niño frente al espejo, llamarlo por su nombre, mientras ve la imagen

especular del adulto que lo llama y la suya propia.

2. Colocar al niño frente al espejo, mostrarle la imagen especular de un objeto o

juguete.

3. Colocar al niño frente al espejo, de manera que solo vea su imagen especular.

Relación de apego o vínculo afectivo con la madre.

Situaciones experimentales solo para aplicar a los niños de 8 a 12 meses.

D Comportamiento del niño con relación a la figura del ¨apego¨, la madre y una persona

extraña.

1. La madre pone al niño en el piso, después de 3 minutos entra una mujer

desconocida para el niño y conversa con la madre. Después la desconocida trata

de jugar con el niño. La madre suavemente, abandona la habitación pero deja algo

de ella (su cartera), como señal de que volverá.

2. La madre se va por 3 minutos, durante ese tiempo la desconocida interactúa con

el niño y le da confort, si protesta por la ausencia de la madre. También se implica

en el juego del niño con los objetos.

3. La madre regresa y la desconocida se va. Después de tres minutos la madre

vuelve a irse y deja solo al niño en la habitación.

4. Después de quedarse solo el niño durante 3 minutos, entra la desconocida e

intenta interactuar con el niño.

5. Después de 3 minutos, sale la desconocida y se queda el niño con la madre. Ella

realizara acciones conjuntas con el niño.

107

ANEXO III.

INDICADORES. 1. Mira a la cara de la madre cuando lo alimenta.

2. con alegría a la voz y al la mirada de la madre.

3. Mira con atención el rostro del adulto que lo carga.

4. Reacciona en un estado de éxtasis al observar el rostro de la madre.

5. Deja de llorar y se calma cuando lo cargan.

6. Mira con mayor frecuencia a las personas que a los objetos que le rodean.

7. Presenta una reacción emotivo motora especial (sonrisa, movimientos de piernas y

brazos, emisión de sonidos guturales), ante la presencia y estimulación del adulto.

8. Ya no solo se anima ante la presencia del adulto, sino además sonríe y reacciona

con alegría ante la presencia de los objetos y juguetes.

9. Sonríe plácidamente ante la presencia del rostro del adulto.

10. Sonríe a carcajadas ante el contacto social.

11. Reconoce y reacciona activamente ante la presencia de personas desconocidas.

12. Reacciona con angustia ante la separación de la madre.

108

13. Reacciona con ansiedad y angustia (se pone serio al mirar al adulto, llora, rechaza el

contacto y el ser cargado) ante la presencia de extraños.

14. Puede alborotar en demanda de atención social a través de gestos, mímicas,

vocalizaciones, cambios posturales y matices de la mirada.

15. Presenta reacciones emocionales negativas (grito, cólera llanto) ante determinadas

situaciones del medio que inciden en su comportamiento.

16. Reacciona ante el cambio de entonación de la voz del adulto.

17. Hace acciones de imitación que evidencian un mayor nivel de sociabilidad (tortica,

mocita, adiós, entra).

18. Muestra predilección por una persona determinada (madre, padre, abuelos etc.).

19. Se comunica con el adulto durante la actividad con los objetos.

20. Busca la comunicación del adulto como colaborador de la actividad.

21. Se orienta en la actividad a través de la comunicación y la colaboración del adulto.

22. Manifiesta alegría cuando el adulto lo estimula ante sus éxitos en las acciones con

objetos.

23. Reacciona emocionalmente ante la presencia de animales.

ANEXO IV.

ENTREVISTA A LOS PADRES

DATOS GENERALES N° de orden: ____________________ Nombre y apellidos del aplicador _____________________________________________

Nombre y Apellidos del niño ______________________________ Edad: _______

Meses y días

Fecha de nacimiento _____ _____ _____ Fecha de entrevista: _____ _____ _____

(día) (mes) (año) (día) (mes) (año)

Sexo: Masculino Femenino

¿Fue su hijo deseado? SI____ NO____.

Apgar____.

Personas que se ocupan de la crianza del niño.

Tipo de familia: Nuclear_______Extendida_______.

Condiciones materiales del hogar B R M

1. ¿Cómo es su hijo? Háblenos del niño

109

2. ¿Qué es lo que más le gusta a usted del niño?

3. ¿Qué es lo que menos le gusta a Ud. del niño?

4. ¿Qué es lo que más le gusta al niño que Ud .le haga?

5. ¿Qué es lo que más le gusta que le haga el papá?

6. ¿Cómo es el estado emocional del niño? (alegría – tristeza)

7. ¿Cómo expresa su hijo las emociones de alegría o tristeza?

8. ¿Considera a su hijo un niño activo o pasivo? ¿Por qué?

9. ¿Considera a su hijo un niño rápido o lento en sus reacciones? ¿Por qué?

10. ¿Se excita el niño fácilmente?

11. ¿Qué es lo que excita al niño?

12. Su hijo se adapta con facilidad:

a) a nuevas situaciones, por ejemplo, a cambios en el horario (describir).

b) a lugares nuevos.

c) a personas desconocidas.

13. ¿A qué estímulos es su hijo sensible? (describir)

a) al contacto afectivo

b) a los ruidos

c) a los cambios de posición

d) otros

14. ¿Es su niño llorón? ¿Por qué?

15. ¿Conoce Ud. por qué llora el niño?

16. ¿Emplea su hijo diferentes tipos de llanto para comunicarse con Ud.? (describir)

17. ¿Se da el niño con todas las personas? ¿Con cuáles?

18. ¿Cómo pasa el niño la mayor parte de su tiempo, acompañado o solo?

19. ¿Quién acompaña más al niño?

20. ¿Dónde está el niño cuando Ud. realiza sus tareas domésticas?(describir)

21. ¿Cuáles son las situaciones en las cuales el niño se relaciona más con Ud.?

22. ¿Se apega el niño a alguna persona? ¿A quién?

23. ¿Qué hace el niño cuando se apega a alguna persona? (describir)

24. ¿Reconoce el niño su voz o su cara?

25. ¿A quién más reconoce el niño?

26. ¿Qué hace el niño cuando está junto a otros niños de su edad?

27. I) ¿Cómo Ud. acostumbra a comunicarse con su hijo?

110

a) miradas

b) mímicas, gestos

c) caricias

d) besos

e) conversación

II) ¿Cómo acostumbra el padre a comunicarse con el niño?

28. ¿Qué hace su hijo cuando Ud. lo amamanta o lo alimenta de alguna manera? (describir)

29. ¿Qué hace su hijo cuando Ud. le conversa?

30. ¿Entiende su hijo el tono de su voz, su mímica y gestos? (ejemplificar)

31. ¿Acostumbra Ud. a cargar al niño? Describir (¿cuándo?, frecuencia).

32. ¿Qué prefiere el niño: que Ud. lo cargue, que lo tenga en sus piernas, que juegue junto a

él en la cama o corral?

33. ¿Qué hace el niño cuando Ud. le muestra alguna acción nueva o graciosa?

34. ¿Cómo Ud .valora la conducta del niño ante determinadas acciones?

35. ¿Qué hace el niño cuando Ud. lo valora? (describir)

36. ¿Qué hace el niño cuando llega una persona desconocida a su casa?

37. ¿Cómo se comporta el niño cuando lo pasean? (describir)

38. ¿Se pone bravo el niño?

39. ¿Cómo demuestra que está bravo?

40. ¿Qué lo hace “ponerse bravo”?

41. ¿Su hijo manifiesta alegría?

42. ¿Qué y quién lo pone alegre?

43. ¿Cómo se comporta cuando se pone alegre?

44. ¿Le gusta al niño la música o que le canten? ¿Qué música o canción le gusta más?

45. ¿Qué hace cuando oye música o cuando le cantan?

46. ¿Cómo reacciona el niño ante los ruidos?

47. ¿Cómo reacciona ante los cambios de posición? (describir)

48. ¿Manifiesta el niño algún miedo o temor?

49. ¿Cómo reacciona el niño cuando tiene miedo?

50. ¿Es un niño celoso?

51. ¿A quién cela el niño?

52. ¿Qué hace cuando está celoso?

53. ¿El niño imita algún gesto, acción o emisión verbal? (describir)

111

54. ¿A quién más imita el niño?

55. ¿Qué hace Ud. cuando el niño la imita?

ANEXO V

Características de la personalidad V.A Desarrollo emocional Tabla- Estado emocional.

Estado emocional Expresión de las emociones Sexo

Alegre Triste Inexpresivo Movim. Mímicaalegre

Mímica triste Gestos LlantosEdad

F M F M F M F M F M F M F M F M F M 0-3 3-6 6-9 9-12

Totales Tabla V.A – Motivos más frecuentes del llanto en los niños.

Edad Sexo Rutinas cotidianas Falta de atención

112

Sueño Alimento Higiene Toilet No lo cargan

No lo estimulan

No lo cambian

de posición

Se siente mal

(meses)

F M F M F M F M F M F M F M F M F M 0-3 3-6 6-9 9-12

Totales Tabla V.A – Motivos más frecuentes de alegría en los niños.

Sexo Causas que ponen al niño/a alegre

Que lo paseen

Que se comuniquen con él

Que lo cambien de

posición

Que lo acaricien (le hagan cosquillas) Juego Que le

canten Edad

(meses)

F M F M F M F M F M F M F M 0-3 3-6 6-9

9-12

113

Tabla V.A – Reacciones de miedo en los niños.

Sexo Reacciones Causas Manifestaciones

Ruidos Gritos Cambios

de posición

Llanto Gestos ContraccionesEdad F M SI NO

F M F M F M F M F M F M 0-3 3-6 6-9

9-12 Totales

Tabla V. B – Reacciones de cólera en los niños.

Sexo Reacciones Llanto Gestos Gritos Edad F M

F M F M F M

6-9

9-12

Totales

114

V.B Individualidad. Tabla – Manifestaciones de la individualidad en los niños.

Sexo Actividad Manifestaciones Excitabilidad Causas Adaptabilidad

Alto Med. Bajo Mov Mim Gest Acc. Exc. Med Exc

Poco

Exc J Alim Reg Grit Ruid As N.

Sit. L.

Nue. Per. D.

Edad F M

F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M 0-3 3-6 6-9 9-12

Total

Leyenda Med. : Medio Mov. : Movimiento Mim. : Mímica Gest. : Gestos Acc. : Acciones Exc. : Excitado Med. Exc. : Medianamente Excitado Poco Exc. : Poco Excitado J. : Juegos Alim. : Alimentación Reg. : Regaños Grit. : Gritos Ruid. : Ruidos As. : Aseo N. Sit. : Nuevas Situaciones L. Nue. : Lugares Nuevos Per. D. : Personas Desconocidas

115

116

V. C. Relaciones socio – afectivas. Tabla – Relaciones de apego.

Figura central de apego Tipos de apegos Manifestaciones Sexo

Mamá Papá Abuelos Otros Seg. Inseg. Ambiv. Besos Caricias Risas Tranquilidad Miradas JuegosEdad F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M F M

3-6 6-9

9-12 Total

115

Tabla V. E – Relaciones del niño con los coetáneos.

Sexo Reacciona Manifestaciones

Sensible Poco Sensible Mira Sonríe Lo toca Lo besa Da un

juguete No se

relaciona Edad F M F M F M F M F M F M F M F M F M

0-3 3-6 6-9

9-12 Total

116

V.D Comunicación. Tabla – Tipos de comunicación y medios afectivos.

Sexo Tipos de comunicación y medios afectivos

Emocional Medios afectivos Comunicación

mediante acción lúdica y objetales

Miradas Gestos Besos Caricias Palabras Sin Con

Edad F M

SI NO N Flia N Flia N Flia N Flia N Flia Objetos Objetos0-3 3-6 6-9

9-12

117

TABLA VI.F.: Representación socio – afectiva de los padres con respecto a sus hijos.

Indicado- res

Parámetros Positivos y Negativos

Alegre Cari Ñoso

Socia ble

Bueno Maja dero

Llorón Enfermizo Inapetente

Centrado en lo

afectivo

Inteligente Curioso Centrado en lo

cognitivo

Bonito Hermoso Saludable Activo

TranquiloCentrado en lo físico

118

Tabla VII. Influencia Socio – afectiva de los padres

Vigilia Juego Rutinas Solo Comunicarse Frecuencia Frecuencia Frecuencia Frecuencia 1 2 3 1 2 3 1 2 3 1 2

3

Indica dores

M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P M P Frecuencde Atenci

Presen- cia y apoy

Com Prensión

Rápido y Preciso

RápidoImpreciso

Lento y Preciso Lento e Impreciso Veloci- dad y presión Madre

Padre

Madre

Padre

Madre

Padre

Madre Padre

Leyenda: 1-Siempre 2- Frecuentemente 3-Algunas veces

119

ANEXO VI. Encuesta a la familia.

Objetivo: Constatar el nivel de preparación que posee la familia sobre el desarrollo y

educación del área socio – afectiva del niño de primer año de vida.

Consigna: La información que puedes brindarnos al respondernos las preguntas que a

continuación te hacemos resulta de gran valor para contribuir a la orientación que se nos

brinda, actualmente a las madres con niños de 0 – 1 año de vida, por eso es de vital

importancia que respondas con toda sinceridad.

Cuestionario: 1. ¿Qué orientaciones ha recibido por el médico y/o enfermera del consultorio sobre la

atención del niño (a)? Marque con una (x) según corresponda.

a. ____ Lactancia materna.

b. ____ Alimentación a incorporarle según la edad.

c. ____ Los accidentes en el hogar

d. ____ Importancia del cariño y el afecto entre el niño y la familia.

e. ____ Importancia de la higiene

f. ____ Demostraciones de cómo hacerle ejercicios, conversarle, enseñarle objetos

g. ____ Importancia del cariño.

h. ____ Horario de vida.

i. ____ Actitud del padre en cada contacto.

j. ____ Otras. ¿Cuáles? ____________________________________________.

2. Para realizar las actividades con el niño en la casa se guía por: (Marque con una (x)

según considere).

a. ____ Sugerencias de otras personas.

b. ____ Experiencia que posee.

c. ____ Folletos del programa “Educa a tu hijo”.

d. ____ Demostraciones dadas por el médico y la enfermera.

e. ____ Carnet de vacunación del niño.

f. ____ Otras. ¿Cuáles? _______________________________________________.

3. ¿Considera importante comunicarte con tu hijo?

120

a. Si_____ No_____

b. ¿Por qué?

4. ¿Cuándo el niño llora sabes siempre porqué lo hace?

a. Si_____ No_____

b. Enumere

__________________________________________________________________________

______________________________________________________________________

5. ¿Qué hace usted cuando su hijo quiere algo y en ese momento no puede atenderlo?

Seleccione de las siguientes alternativas las que tomaría en su caso:

a. ____ Dejo lo que estoy haciendo y lo atiendo.

b. ____ Llamo a otra persona para que lo atienda.

c. ____ Dejo que llore un poco.

d. ____ Lo complazco y dejo tranquilo.

e. ____ Lo duermo para continuar mis labores.

6. Desarrollas algún tipo de juego con el niño.

a. Si_____ No_____

b. ¿Cuáles?

__________________________________________________________________________

______________________________________________________________________

7- ¿Conoce usted los logros del desarrollo del niño según la edad que tiene actualmente?

a. Si______ No____

b. Enumere___________________________________________

___________________________________________

8- ¿Desea abordar alguna idea que no haya sido tratada?

121

ANEXO VII.

Cuestionario de auto evaluación de los expertos. Objetivo: Constatar la validez del Manual de orientación, así como los fundamentos y

estructuración del mismo.

Nombre y apellidos: ---------------------------------------------------------------

Calificación profesional: Master ----------- Doctor -----------

Tiempo de trabajo en la educación ------------------

Estimado profesor (a):

Con la finalidad de completar la utilización del método de consulta a expertos, necesitamos

su colaboración. Sus criterios son de gran valor en la determinación y perfeccionamiento de

los indicadores propuestos para constatar la validez del Manual de orientación familiar,

dirigido a la estimulación del desarrollo socio afectivo en el primer año de vida.

Con el propósito de determinar el dominio que usted posee sobre este objeto reclamamos

que responda de la forma más objetiva posible.

1- Marque con una (x), en la casilla que le corresponde al grado de conocimientos que usted

posee sobre el tema, valorándolo en una escala de 1 a 10.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

2- Autovalore el grado de influencia que cada una de las fuentes que le presentamos a

continuación, ha tenido en su conocimiento y criterios sobre el tema.

Grado de influencia

Fuentes de argumentación. (alto) (medio) (bajo)

a- Análisis teóricos realizados por usted.

b- Su experiencia práctica obtenida.

c- Estudio de trabajos de autores nacionales.

d- Estudio de trabajos de autores extranjeros.

e- Su propio conocimiento del estado del problema.

122

f- Su intuición.

3- A continuación se le pide su opinión respecto al grado de importancia que se le concede a

cada uno de los indicadores planteados. Los indicadores potenciales se le presentan en una

tabla, solo deberá marcar en una celda su opinión relativa al grado de importancia de cada

uno de ellos, atendiendo a la escala siguiente:

C1- -------- Imprescindible para medir la variable.

C2- -------- Muy útil para medir la variable.

C3- -------- Útil para medir la variable.

C4- -------- Poco importante para medir la variable.

C5- -------- Nada importante para medir la variable.

123

ANEXO VIII.

Resultados de la auto evaluación de los expertos encuestados

Experto Análisis Su propia Experiencia

T.Autores Nacionales

T.AutoresExtranjerosSu intuición

Kc Ka K Clasificación

E1 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 1,0 0,9 Alto E2 0,3 0,4 0,05 0,05 0,05 0,9 0,9 0,9 Alto

E3 0,2 0,2 0,05 0,05 0,05 0,3 0,2 0,2

Bajo

E4 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 0,8 0,8 Medio E5 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 1,0 0,9 Alto E6 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,8 0,9 Alto E7 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 0,9 0,8 Medio E8 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 0,8 0,8 Medio E9 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,9 0,9 Alto E10 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 0,9 0,8 Medio E11 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 1,0 0,9 Alto E12 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,8 0,9 Alto E13 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,5 0,5 0,6 Medio E14 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 1,0 0,9 Alto E15 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 1,0 0,9 Alto E16 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,6 1,0 0,8 Medio

E17 0,1 0,4 0,05 0,05 0,05 0,2 0,3 0,2

Bajo

E18 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 1,0 0,9 Alto E19 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 0,9 0,9 Alto E20 0,3 0,4 0,05 0,05 0,05 0,7 0,7 0,7 Medio E21 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,8 0,9 0,9 Alto E22 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,8 0,5 0,7 Medio E23 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,9 0,9 Alto E24 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,7 0,5 0,6 Medio E25 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 0,9 0,8 Medio E26 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,9 1,0 0,9 Alto E27 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,8 0,9 Alto E28 0,2 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 0,9 0,8 Medio E29 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,9 0,9 0,9 Alto E30 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,7 0,5 0,6 Medio E31 0,2 0,4 0,05 0,05 0,05 0,6 0,5 0,6 Medio

E32 0,2 0,2 0,05 0,05 0,05 0,3 0,1 0,2

Bajo

E33 0,3 0,5 0,05 0,05 0,05 0,7 1,0 0,9 Alto

124

ANEXO IX.

Cuestionario método Delphi. Estimado profesor (a): Reclamamos su colaboración, con el fin de que valore la propuesta que le presentamos. La totalidad de las preguntas deben ser contestadas en una escala de 1 a 5. Nombre ----------------------------------- Años de experiencia ------------

A continuación le presentamos un conjunto de indicadores, cinco en total, representativos del documento que se valora, a los cuales debe asignarle un valor de 1- 5 puntos, correspondientes a las siguientes categorías: C1: muy adecuado; C2: bastante adecuado; C3: adecuado; C4: poco adecuado y C5: nada adecuado.

INDICADORES

1-Relevancia de los fundamentos del Manual de orientación familiar.

2-Relevancia del sistema de orientaciones educativas.

3- Relevancia de la estructuración del Manual de orientación familiar.

4- Utilidad de las orientaciones para la instrumentación.

5- Utilidad práctica para la familia del Manual propuesto.

Instrucciones: Para recopilar su opinión marque con una equis (X) el juicio o valoración que más se acerque

a la suya según los ítems siguientes:

No. Items MA BA A PA NA

1 La concepción teórica en la que se sustenta el Manual

de Orientación familiar incluye los componentes del

área socio – afectiva, desde una perspectiva

desarrolladora, de manera...

2 En la elaboración del sistema de orientaciones

educativas se logra una contextualización del

contenido, a partir de las necesidades de los niños y

familias, de manera...

125

3 En el Manual propuesto se logra la correspondencia

entre los logros del desarrollo de los niños y las

posibilidades y necesidades de las familias de forma....

4 Los componentes del área socio – afectiva, es decir, el

estado emocional, las relaciones sociales, la

comunicación y la autonomía, al formar parte de los

saberes de la familia permite producir cambios y

transformaciones de los modelos educativos de los

padres, lo que se califica como...

5 La estructuración del Manual de orientación permite

concebir la estimulación del desarrollo socio – afectivo

como un proceso continuo, objetivo y concreto, lo cual

se considera...

6 Las diferentes vías de instrumentación; así como los

procederes explicitados en el Manual de orientación

familiar, garantizan su implementación, seguimiento y

evaluación de manera...

7 El manual propuesto contribuye tanto a la preparación

de la familia como en el desarrollo socio – afectivo de

los niños, de manera...

8 Las orientaciones educativas que se ofrecen a las

familias garantizan la estimulación del desarrollo socio

– afectivo de forma objetiva, precisa y viable, lo cual

considero como...

9- Exponga, según su criterio, en qué medida el Manual de orientación familiar

propuesto puede ayudar a la familia para estimular el desarrollo socio – afectivo de

sus hijos durante el primer año de vida?

10-¿Qué sugerencias y recomendaciones puede ofrecer usted para el

perfeccionamiento de dicho Manual?