un barrio de historias "un paseo por pueblo nuevo"

3

Introducción …………………………………….4

Localización …………………………………….5

Vida cotidiana en el barrio ………………………..6-8

Calle Alcalá …………………………………….9-10

Plaza Quintana ……………………………………11

Plaza Reverencia ………………………………….12

Plaza Ciudad Lineal ………………………………13-14

Cines ……………………………………………15-16

Iglesias……………………………………………..17

Recuerdos ……………………………………….18-19

Parque Ascao ……………………………………....20

Parque Arriaga …………………………………….21

Cementerio Almudena ……………………………22-23

Colegio Mª Inmaculada……………………………24

Colegio Joyfe ……………………………………25

Colegio San jose ………………………………….26-27

Colegio Mirasierra ………………………………..28

Anécdotas ………………………………………..29

Procesos ………………………………………..30-31

Autores …..……………………………………...32

Protagonista …...…………………………………33

Participantes .....…………………………………34

4

Un barrio con muchas historias por contar. Unos testigos privilegiados, los y las mayores de

Pueblo Nuevo, que nos hablan de la transformación que ha sufrido barrio en las últimas

décadas. Para comprender el presente es esencial conocer el pasado. “Un barrio de histo-

rias”.

Esta iniciativa se ha impulsado desde Servicios Sociales del Distrito Ciudad Lineal, los

Centros de Mayores Municipales y el equipo de Intervención Comunitaria Intercultural de la

Obra Social “la Caixa” promovido por “La Rueca” Asociación.

Han participado un grupo de personas mayores que acude a estos centros. Se les propuso

que contasen y mostrasen los cambios en la vida del barrio, comparando el antes y el ahora.

Ha sido un proceso de seis meses del que, además, han formado parte un grupo de jóvenes

que colaboran con La Rueca Asociación y otros voluntarios y voluntarias, quienes han ense-

ñado a las personas mayores a utilizar cámaras de fotos y a escanear fotos antiguas. Al mis-

mo tiempo que grababan todos los lugares del barrio más significativos para ellos y ellas.

Las personas mayores, por otro lado, han sido y seguirán siendo las encargadas de ilustrar a

las nuevas generaciones sobre los cambios acontecidos en el lugar donde desarrollan sus

proyectos de vida.

Este librillo de imágenes y palabras es tan solo una pequeña muestra de lo visto y contado

en estos meses, y uno de los productos de un proyecto que ha salido adelante gracias a un

importante esfuerzo colectivo.

Los y las mayores nos invitan a realizar un paseo por el barrio y conocerlo desde una pers-

pectiva diferente, realizar un viaje mental en el tiempo e imaginárnoslo décadas atrás. Gra-

cias a sus relatos nos percatamos, por ejemplo, como la mayoría de aceras que hoy pisamos

eran antes barrizales o que el lugar que ahora ocupa una de las avenidas principales era ante-

s un riachuelo. También evocar la fuente donde tiempo atrás los y las vecinas se arremolina-

ban para lavar la ropa; hoy allí se sitúa la nueva parada de metro a la que tan rápido nos

hemos acostumbrado. Con sus palabras, aún nos parece oír los ecos del bullicio de la única

taberna que había en el barrio.

Los lugares cambian, las personas van y vienen. Pueblo Nuevo, un pueblo no tan nuevo...

pero a la vez más nuevo que nunca.

6

“La historia de Madrid está encerrada

entre puertas; Puerta Toledo, Puerta Al-

calá... dentro, el Madrid de los Borbo-

nes. Poco a poco se empiezan a extender

muchos pueblos alrededor. Del kilómetro

0, en la Puerta del Sol, sale la calle Al-

calá. Después, la Puerta de Alcalá era la

continuación de uno de los cierres de

Madrid. De allí salía la Carretera de

Aragón, que hoy día es la NII, que iba a

Aragón y Barcelona, más tarde se le

llamó Avenida de Aragón. El 90% de la calle de Aragón es en la actualidad la calle Alcalá.

Pueblo Nuevo era un barrio muy normalito, de los de antiguamente...ahora está totalmente

edificado. Está situado en el km 6”. Nos cuenta Antonio durante el recorrido realizado por

las calles de Pueblo nuevo

El paisaje urbano ha cambiado mucho en estas últimas décadas. Los y las mayores del ba-

rrio lo recuerdan muy cambiado a nivel visual, y destacan que antes era casi todo casas ba-

jas. Hoy en día quedan dos o tres, como las que hay detrás del Colegio San José Salesianos.

Como bien nos cuenta Angelines: “Todas estas casas siempre han existido, aunque ahora

están pintaditas, antes eran más a lo pobre. Así eran por dentro... teníamos el patio donde

lavar, el servicio compartido, ahora estas están arregladas y vivía gente. Enfrente de todas

estas casas había chabolas”

Un paseo por Pueblo Nuevo

Casas bajas del barrio

7

Estructura física del barrio

“En aquellos tiempos, todo era de piedra caliza

y los caminos de barro”. En la foto contigua se

puede observar el paisaje urbano décadas atrás,

muy diferente al actual, donde predominan blo-

ques de cuatro o cinco pisos.

Sor Isidora nos lo cuenta: :“Esto eran casitas pe-

queñas, las calles sin asfaltar se nos quedaban

los pies pegados en el barro. Una vez iba yo con

una hermana la calle Emilio Ferrari arriba y las

2 a la par nos quedamos sin un zapatos y nos

quedamos en el barro. Había que ir a coger el tranvía, por la parte de atrás era todo cam-

po”.

Los hábitos cotidianos también han cambiado mucho,

por ejemplo, la forma de lavar y recolectar el agua era

muy diferente en aquel entonces, como bien nos cuen-

tan los vecinos y vecinas del barrio mientras vemos

una de las antiguas fuentes que quedan ya desde hace

mucho tiempo:

“A esta fuente veníamos a por el agua. Antes ahí hab-

ía otra y la quitaron, y esta fuente pues... tendrá 50

años. Pero como esta fuente había muchísimas en el

barrio. Había otra en la esquina de Emilio Ferrari,

donde la farmacia, esa hasta hace bien poco. Ahora

no se puede beber porque no cae. Para beber agua

teníamos que ir a estas fuentes a por ella. La que viv-

ía cerca enchufaba una goma, y hacíamos un pilón de

piscina y la llenábamos por la noche cuando no había

tanta gente, esperábamos a las dos o tres de la maña-

na y luego lo hicimos para que se bañasen los críos”


8

Otro cambio considerable ha sido el tema

de los transportes: “Para salir del barrio

a la ciudad tenías que ir en tranvía” cosa

que contrasta con el Metro y autobuses

varios que hay ahora en Pueblo Nuevo.

Concretamente, el Metro de la Almudena

fue inaugurado el año pasado. Las fotos

que se muestran en la página nos permi-

ten hacernos una idea de lo mucho que ha

cambiado la locomoción en el barrio.


9

La bulliciosa calle Alcalá, que marca la frontera

norte del Barrio de Pueblo Nuevo, ha sido des-

de los inicios y sigue siendo uno de los referen-

tes principales del barrio, y una de las arterias

principales de toda la ciudad de Madrid. Está

poblada de comercios de todo tipo, y es contan-

te el ir y venir de las gentes por sus aceras. El

caminar por estas calles nos transporta a la gran

ciudad, dejando atrás el acogedor ambiente de

pueblo que se respira en el núcleo del barrio.

“Al principio de la calle Álcalá, empezan-

do por la plaza de Ciudad Lineal había

una academia de corte y confección don-

de muchas mujeres íbamos a aprender,

ahora es una tienda de unos chinos”. Nos

comenta María Luisa, una de las testigos

privilegiadas de los cambios que ha sufri-

do la zona, que también nos ilustra sobre

otros puntos de interés de esta ca-

lle:“Madrid terminaba en la Plaza de Ventas. A partir de ahí ya era un pueblo nuevo, hasta

la Cruz de los Caídos. La mayoría de las casas eran de dos plantas, hasta lo que es ahora

“Punto Roma”, donde había tres chalecitos. Y después en la primera planta de pisos y aba-

jo tiendas. Por ejemplo, mi padre tenía una droguería perfumería.

“Más adelante en la Calle Alcalá está la cerve-

cería “Bocatas”, que es de toda la vida, sigue

con las mismas raciones e comida” Nos puntua-

liza también Eusebia.


La calle Alcalá, la más cosmopolita

Bar Anci, conocido como “Bocatas”

10

Otros comercios que siempre recuerda la gente mayor del barrio

son las vaquerías, unos negocios que se encargaban de ordeñar

la leche de las vacas y distribuir la leche a la gente, las casas y

los comercios.

“Justo detrás de la

calle Alcalá está la

calle Río Huya, impor-

tante en esa época porque había una vaquería

muy famosa, donde te daban la leche que saca-

ban de las vacas en ese momento, actualmente es

un Mercadona”. De una vaquería donde se ob-

tenía la leche por métodos tradicionales a un

Mercadona, donde nos encontramos con “bricks”

de leche que hasta llegar al supermercado han su-

frido complejos procesos industriales inimagina-

bles en aquel momento.

“Todo eran vaquerías, eran muy grandes y con

muchas vacas. Las vacas las veías, e ibas con tu

cacharrito. La leche la tenías que cocer, y tenias

que venir con botas “katiuskas” por que era un

barrizal, por eso se llama la Calle del Rio Huya”.

Nos cuenta de nuevo María Luisa, que también nos

habla de otros cambios en los comercios de antes y

ahora: “También en esta calle había una fábrica de

galletas muy conocida, nuestros hijos se alimenta-

ban con esas galletas, ahora es una tienda de de-

portes Don Chema”

La única casa baja que queda en la calle Alcalá es

la Casa de los Camineros, popularmente conocida

como “la Casa de las Muñecas”. Como ya se ha se-

ñalado anteriormente, el predominio de casa bajas

tiempo atrás era lo habitual.


Caminando hacia Río Huya

Una casa baja como salida de otra época

Antigua vaquería del barrio

11

Esta bulliciosa plaza, situada aproximadamente en el

número 360 de la calle Alcalá, punto de encuentro de fami-

lias generación tras generación, es también conocida como

“la plaza de los cromos” según nos cuenta Alfonsa, “en es-

ta plaza siempre han venido los padres con sus hijos a

cambiar cromos los sábados y los domingos por la maña-

na, ahora también se hace”.

Esta plaza también ha cam-

biado mucho. Según Francisco, “esta plaza era campo,

más tarde se usó como batería rusa de aviones antiaéreos.

Todo esto pertenecía a Vicálvaro, posteriormente constru-

yeron el ayuntamiento de Vicálvaro y los juzgados Al lado

de los juzgados había un taller de carros, donde te arre-

glaban las ruedas”.

Son abundantes los comercios en los alrededores de la

plaza. Dolores y Alfonsa nos hablan de estos comercios: “En uno de los laterales hay un

edificio que lleva toda la vida, son todo comercios. Todo era más barato que ahora”

“Había una tienda muy famosa, que se llamaba el Sepu. Se decía que “quien calcula, com-

pra en Sepu”, y es donde está ahora el Corte Inglés”. La cervecería Docamar, una de las

más conocidas del lugar, fue inaugurada en 1963 y continúa en la actualidad “famosa por

sus patatas bravas”.


Recordando la antigua plaza

Plaza de Quintana

12

Se trata de una plaza modesta, pero muy señalada por la gente

del barrio, conocida por algunos negocios de la zona, y un lu-

gar importante de reunión de jóvenes. Se sitúa junto al Cole-

gio Conde de Romanones. Años atrás se conocía como “Plaza

de Isabeles”.

“En una de las esquinas de la plaza estaban los famosos pin-

chos morunos, en “el bar cojonudo”, ahora es el restaurante

O Donell” Nos cuenta Manolo.

“En la otra parte de la plaza estaba la tienda de electricidad,

tiene una peculiaridad; tienen todas las cosas de electro-

domésticos sin tener que ir al centro, y no ha cambiado” Nos

señala también Eusebia.

Junto a la plaza se encuentra el Colegio Conde de Romanones, otro lugar clave de la zona

“Detrás del Colegio Conde de Romanones, que era un antiguo hospital, había una fábrica

de motos llamada Cofersa. Fueron los que hicieron las

primeras motos de pocas cilindradas, tiraban las ca-

denas y los niños las cogíamos para volver a hacerlas

de nuevo” Nos vuelve a contar Manolo a modo de

anécdota.


Comercios de toda la vida

Colegio Conde de Romanones

Recorriendo la plaza

13

Esta plaza simbolizaba en su día el final de Madrid,

tras el alargamiento de la calle Alcalá desde la Puerta

de Alcalá, con lo que a lo largo de estos años ha ido su-

friendo muchos cambios. “Esta zona era de chalets de

veraneo para gente de nobleza”, nos cuenta Manolo.

“La parte derecha de la plaza, donde está el centro co-

mercial, era un aparcamiento de barro y lleno de char-

cos que ha estado hasta hace poco tiempo, hasta el 93,

además, anecdóticamente, se montaba en navidades un

mercadillo. Enfrente, había una gasolinera y al lado el

quiosco, que todavía está”, también recuerda Vicente.

Manolo también nos cuenta acerca de uno de los sucesos importantes del pasado que acon-

tecieron en esta plaza, “la Cruz de los Caídos en medio de la plaza se hizo para conmemo-

rar el 20 de noviembre, los caídos de la parte de la derecha, y venían los falangistas a can-

tar sus canciones. Este monumento lo quitó un concejal, Chamizo, por mayoría absoluta se

votó, para dejar que existieran dos Españas”


14

Pese a que todo el mundo conoce esta plaza co-

mo la Plaza de Ciudad Lineal, y el Metro actual

toma este nombre, no siempre se ha llamado

así.“Esta plaza se llamaba Plaza de las Harinas,

porque había una fábrica de harinas que sale a

la calle Ministerio, ahora es un edificio de pi-

sos”

Si salimos por la calle Germán Pérez Carrasco

en dirección a la Plaza de la Reverencia, nos

encontramos con algunos lugares importantes

para los vecinos y vecinas, como bien nos seña-

la Manolo:

“Aquí había un matadero muy conocido, en la

época de la guerra, los niños nos íbamos a sa-

car unas pesetillas, sacando los huesos de allí, que después los vendíamos a la trapería del

señor Luis”

“Más adelante, en el número 42 había una cha-

carrería, una tienda de productos alimenticios

de la señora Petra y el señor Carmelo, este fue

muy importante porque fue un comisario políti-

co, pertenecía a la falange y dominaba el ba-

rrio”


15

Uno de las aficiones de la gente del barrio siempre ha sido ir al cine. Antes había numerosos

cines donde pasar el día viendo películas, ahora han desaparecido todos los de la zona. Los

más recordados son los descritos a continuación.

“Aquí estaba el Cine de las Pipas, lo que ahora es un Fitness Madrid. Bueno, era el Cine

de Los Arcos, apodado el Cine de las Pipas” nos cuenta Manolo en la calle Germán Pérez

Carrasco. Abrió en el año 1934, y se transformó en un almacén hasta que fue demolido.

Fue levantado cerca del Cine Mundial en el nº 178 de

la Carretera de Aragón , lo que hizo que su apertura

se retrasara. Nos cuenta Maria Luisa: “Era un cine de

invierno, pero por detrás había un cine de verano.

También era parte del cine Lepanto”

El día 31 de Agosto sufrió un incendio y cerró en

1980 para convertirse definitivamente en los “Salones

Capitolio”, donde se celebraban muchas bodas. Fun-

cionó hasta los años 90.


16

En 2005 pasaría a ser una tienda de Zara, que continúa en la actualidad. “A lo mejor si ibas

a un cine de estreno podía costar 10 pesetas.” Recuerda Dolores mientras paseamos.

Sus puertas fueron abiertas el 8 de Marzo de 1954,

estaba situado en la Carretera de Aragón nº 124 y

tenía un aforo para 1500 butacas.

En 1997 sufrió un incendio mientras se proyectaba

la película “Rescate”, los daños materiales le hicie-

ron permanecer cerrado, a pesar de sobrevivir al in-

cidente se vio obligado a cerrar para siempre en

Agosto de 2005.

“Aquí antes estaba el cine Aragón. Es último que

se ha quitado de los tres que había, muchas veces

los domingos o los sábados por la mañana te

echaban para los niños” dice Isabel mientras

Francisco cuenta que “contaba con un salón de

bodas y bautizos”.


17

Las iglesias siempre han aportado mucho a los ba-

rrios y comunidades. Son, además de lugares para

profesar la fe a determinada religión, espacios de

encuentro entre la población más diversa y un re-

curso de ayuda para las personas necesitadas.

Dos de las parroquias más importantes del barrio y

principal referente de personas mayores son la de

San Romualdo y la de Santo Tomás Apóstol. La

primera ha ido creciendo progresivamente con el

barrio.

La parroquia San Romualdo está ubicada en

plena calle Ascao, una de las calles principa-

les, y está situada junto al Parque Ascao. So-

bre la segunda, la de Santo Tomás Apóstol,

nos cuenta Isabel: “Pues era un local, y lo re-

formaron e hicieron una iglesia, y de eso hace

ya mas de cincuenta años. El párroco siempre

decía que la iban a hacer nueva, pero que se

han ido los párrocos. Se iba uno, venia otro...

y siempre con lo mismo, pero ya lo hemos

conseguido, y menos mal, ya esta la tenemos echa”

18

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Los parques del barrio también han tenido su particular

evolución., “este parque antes no existía, era un tejar y

casas bajas alrededor”, nos cuenta Ángela.

El Parque Ascao, antes un tejar, es ahora un parque muy

popular. El metro contiguo tiene el mismo nombre. La

referencia de este lugar es tan importante que hasta ve-

cinos y vecinas conocen la zona como “El Barrio de As-

cao”.

.

Cerca del Parque de Ascao se encuentra la Casa Acacio, un lugar emblemático que empezó

como un comercio de ultramarinos y ahora es una jamoneria-charcuteria, como nos cuenta

Ángela: “pues nada, pues que eso, que se ve de cristalera todo eso era la tienda de ultrama-

rinos y era un bar, y luego cuando han reformado todo eso se han trasladado aquí, y lo han

hecho mucho mas moderno y no es como tienda de ultramarinos, es como una jamonería y

charcutería y ahí tienen de todo”.


Antes un tejar, hoy un parque con mucha vida

21

Actualmente el Parque de Arriaga, uno de los

parques más importante del barrio, cuenta con

pistas para practicar deporte, un carril bici, par-

ques infantiles, terrenos de césped y arena. Ele-

mentos que hacen de él un lugar perfecto para

pasar el día, aunque no siempre fue así.

Arriaga es ahora un parque con menos pendientes

y para mas agrado de las personas. Nos cuenta

Julián “Había un terraplén que se usaba como

un campo de fútbol, era bien grande. Ahora lo

han allanado un poco, pues había una cuesta

enorme. En el solar jugábamos al fútbol, pero no

estaba hecho de campo. Aquí nos vestíamos, en

lo que es el “Día” ahora; eran unos locales co-

merciales y ahí teníamos un local “La caseta”,

sin ducha y sin nada”.

Hoy nos habla Julio de otros cambios en los alrededores del parque, donde todo era campo

“Todo eso era el cerro de la vaca, porque era campo todo eso, y empezaba aquí. Y era todo

esto donde han hecho las casas nuevas.”


Antigua pendiente en lo que hoy es el parque Arriaga

22

El Cementerio fue construido a finales del siglo XIX, era llamado “Cementerio de Epide-

mias” en sus orígenes. Es el cementerio más impor-

tante de la ciudad y uno de los mayores de Europa

central. El número de personas inhumadas en él a lo largo de su

historia (aproximadamente cinco millones) sobrepasa

al de los actuales habitantes de la ciudad. “Aquella torreta

que se ve enfrente es donde está el crematorio de la

Almudena” como nos indica Isabel, desde fuera se

puede observar el crema-

torio

En su interior alberga la Antigua Necrópolis del este y el ce-

menterio civil, en el cual se halla también el pequeño cemente-

rio hebreo. En el ce-

menterio civil descan-

san componentes de la

Legión del Cóndor que

apoyaron en combate al

ejército franquista, así

como víctimas de los fusilamientos realizados en las

tapias, entre las que destacan Las 13 Rosas, un gru-

po de trece jóvenes, la mitad de ellas miembros de

las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). “Ahí está la tumba de Pablo Iglesias, la pasio-

naria, entre muchos nombres ilustres” como nos informa Francisco.


Entrada al cementerio civil

23

Como anécdota de vivencias en el cementerio, Car-

men nos cuenta: “cuando éramos crías de catorce o

quince años veníamos unas pocas por aquí, porque

los novios de entonces venían a las tapias del ce-

menterio y al tejar que

había donde el oratorio”

Una zona cercana al actual Me-

tro de la Almudena es también uno de los lugares señalados por los

y las mayores de la zona. Mercedes nos cuenta: “Enfrente de las

puertas había una fuente, se llamaba “La Manga”, era de hierro y

ahí es donde veníamos a lavar. Tendíamos la ropa por aquí para

que se secara, porque había, como ahora, cardos y hierba salva-

je... Y ahí veníamos con el barreño y luego al agua, y luego a la

carretera a tirarla”

Nos sigue contando Mercedes acerca de los hábitos de esta zona de

lavar y punto de encuentro de gente del barrio:“Luego, ahí enfrente es donde estaban las

cuevas, en un terraplén grande, y vivía gente. Estaban junto a un barranco, y había un

sembrado. Al lado del terraplén había casas bajas y las cuevas eran todo eso de arriba. La-

vabas y tendías la ropa en el suelo, a secar al sol. Como antes no había lejía ni nada de eso

la recogías, la aclarabas, y venías por la mañana, a las 10, y a lo mejor no te ibas hasta las

6 de la tarde”


Antes una fuente, hoy una plaza con para-

da de metro.

En el cementerio Donde la “Manga”

24

Un colegio lleno de historias situado en nuestro barrio es el

colegio Mª Inmaculada, en la calle Ascao, conocido popular-

mente por su diseño colonial como “El Castillo”. Fue funda-

do en 1942 por la Madre Emilia Igartúa Landecho, esclava

del sagrado corazón de Madrid y guía espiritual de

“Congregaciones Marianas A.C.I.” con el mas claro objetivo:

dar enseñanza de calidad a un barrio en crecimiento en ese

entonces, Pueblo Nuevo. Nos cuenta Mercedes, que en sus

tiempos de niñez fue a este centro educativo cuando tenía 7 u

8 años. “Yo venia al colegio desde que era pequeña y todo

muy bien, estaba con la señorita María Luisa y jugaba ale-

gremente con todos las niñas en el patio “

Es uno de los más famosos centros de enseñanzas del barrio,

el cual siempre se recuerda por su tiempo presente en el ba-

rrio y mas aun por lo mas significativo, su fachada, ese cen-

tro con forma de castillo, el cual está muy cuidado teniendo

en cuenta los 70 años desde su creación. Como se aprecia en

las imágenes, ha cambiado poco.

Antiguas alumnas del colegio Mº Inmaculada


La vuelta al colegio, un grupo de ex alumnas se reencuentran

25

El Joyfe, unos de los colegios privados mas antiguos de

Ciudad Lineal, está situado en la calle Vital Aza nº 65.

Nos trasladamos con Isabel, cuyo hijo asistió al colegio

y nos cuenta como ella vio el centro docente en todo el

tiempo que ha pasado: “Mi hijo vino aquí con 7 años y

sus profesores eran Don Enrique y Mª Rosa y como era

nuevo el cole, pues no había muchos profesores... con la

señorita Mª Rosa metían en la misma clase a muchos ni-

ños y niñas. En ese entonces no había piscina, y aun no estaba dotada de este ala el centro.

Tenían un patio muy hermoso donde mi hijo jugaba al baloncesto. Una vez, le rompieron un

diente con la pelota porque él era el que arbitraba con el pito, y le pusieron aquí de mote en

el colegio “el diente”, jeje”

Ya en el Aula Magna, Isabel junto a sus tres

amigas nos hablan de sus experiencias en el

centro: “Esto es el Aula Magna, donde hacen

las conferencias, las reuniones de los padres...

cuando mi hijo asistía a este centro, esto no

existía, esto todo es nuevo, pues yo esto no lo

había visto”. Cuenta también el tiempo que el

hijo estuvo escolarizado: “Pues mi hijo tiene

unos 43 años, y vendría cuando tenia unos 6 ó

7 años, porque iba primero a Emilio Ferrari,

arriba, cuando era pequeñito, allí le daban de

comer, en la guardería...y luego ya le cambiamos aquí, cuando era mayorcito”.


26

El colegio San José Salesianas, uno de los más antiguos del Distrito de Ciudad Lineal, ubi-

cado en el barrio de Pueblo Nuevo, lleva ya más de 70 años de docencia. Desde sus inicios

en 1942, ha sufrido grandes cambios, tantos estéticos como en su sistema de docencia, te-

niendo en sus inicios 250 alumnas. En el convento vivían cuatro hermanas. En los años si-

guientes se fueron agregando más tipos de enseñanzas, como son los talleres de costura y

talleres de alfombras, que dieron resultado porque los años posteriores siguieron funcionan-

do con éxito.

En la actualidad, es un colegio privado concertado, el cual trae muchos recuerdos de sus

años de apertura del centro. En el paseo por el barrio Carmen, Julio y Angelines, se encon-

traron con Sor Isidora, su antigua profesora.

Nos cuenta Sor Isidora sus recuerdos de esos años:

“Era una escuela pequeñita, que llevaban unas se-

ñoras, y luego ya la asociación de señoras católi-

cas en Madrid. Era su colegio, pues nos trajeron a

nosotras. Al estar aquí las hermanas era una obra

social; además del colegio venían señoras que iban

por el barrio ayudando a la gente y entonces vieron

la necesidad de poner una ayuda porque entonces

no tenía la gente seguridad social, ni médicos, es cuando pusieron el dispensario, al que

venía un medico ayudante del Gregorio Marañón. Nos encargábamos de muchos tipos de

enfermedades y hasta venían ginecólogos. Teníamos especialistas de niños, operábamos de

la garganta también, hacíamos análisis… poníamos hasta 200 inyecciones diarias”.


27

Este colegio también ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, tanto en su estructura como

en su docencia: “El edificio ha cambiado, el sótano ahora es un teatro grande con butacas,

al otro lado al lado del pórtico está el comedor para los niños, y la otra parte del colegio se

usa para las actividades extraescolares” Nos sigue contando Sor Isidora. Según Car-

men:“Cuando nosotras éramos niñas, no había profesoras, eran monjas, ahora es de niños

y de niñas, antes no, pero lo que más me gusta es que han vuelto algunas de las monjas an-

tiguas” Angelines nos dice: “El colegio está muy bien, pero a mí en particular me gustaba

más antes, era más pequeño, más acogedor, como una familia”

Otras anécdotas de este gran centro educativo nos las cuentan Ángela y Carmen “Algunas

monjas eran muy buenas y otras tenían muy mala leche. Y nos pegaban cada pellizco, a mi

por lo menos. Sor Agustina me pegaba cada pellizco…”. “Aquí todo esto eran las viviendas

de ellas y las cocinas. Y cuando nos pegaban íbamos a la monja, ésa era en la que nos íba-

mos a apoyar: “Que nos a pegado sor esta”, y Sor Frutos nos apoyaba, nos daba un beso,

nos daba una caricia, y no te creas que a las otras les agradaba que hiciera eso, que se las

ponía muy mala leche”.


Un colegio con muchas historias

28

El Colegio Mirasierra es un centro educativo creado por quienes se unieron al servicio de la

enseñanza, entendiendo que, al agruparse en cooperativa, nos hacemos todos responsables

por igual de la acción educativa.

Esta ubicado en la calle Ascao Nº 33, y data de mas de 50 años de docencia en nuestro ba-

rrio, como bien puede apreciarse en la foto central, impartiendo lecciones a toda persona

que pase por el centro.


29

En estos meses de recuerdos y recorrido por el

barrio también ha habido lugar para las anécdo-

tas. A continuación se ha seleccionado una pe-

queña muestra de estas pequeñas historias coti-

dianas:

“En una fuente, siempre hacíamos como un

pilón de piscina y lo llenábamos. Por la noche,

cuando no había tanta gente, esperábamos has-

ta las 2 o 3 de la mañana, lo preparábamos para

que se bañasen los críos” (Angelines)

“A la fábrica de las galletas venían a comprar las galletas recientitas, y olía por aquí que

era una maravilla. Eran baratas, había algunas que están rotas y eran mas baratas, tenían

un sabor parecida a las galletas Chiquilín” (Eusebia y Vicenta)

“El marido se iba de caza, y el encargado de la peluquería estaba liado con la mujer. El en-

cargado se metió en el armario y cuando estaban en la cama, el marido les pego un par de

tiros a cada uno. Se enteró de esto el marido porque estaba la madre lavándose la cabeza, y

estaba el padre al lado. Le dijo el hijo, “anda papi, por qué tu no nos lavas la cabeza igual

que fulanito (que no me acuerdo como se llamaba el novio), porque él le lava la cabeza a

mamá” y de ahí se entero del rollo que se traía su íntimo amigo con su mujer. Ahí es cuando

se guardó en el armario, y fue cuando hizo pum pum a los dos” (Francisco y Alfonsa)

“En ese edificio tenía la busca un tal Juan. Un día, se

les cayó una gallina al pozo, se bajó el padre a sacar-

la, y había tal cantidad de gas que se quedó dentro,

como no salía, se metió el hijo mayor y también se

quedó. Tuvieron que sacar a los dos los bomberos. La

busca era recogida de residuos en Madrid para apro-

vechar lo que se podía, y alimentar a los animales que

tenían” (Francisco)


32

Fernando Arias Rodríguez

Cristina Jaén Sánchez

Iván A. Piña Roja

Ronny González Méndez


34

Centro de Mayores de Ascao

García Martín, Dolores

Baos Zazo, Mercedes

Lillo López, Isabel

Martín López, Alfonsa

Sueiro Izquierdo, Pilar

Galve Pinel, Mercedes

Galve Pinel, Ángela

Alba Salobral, Julio

Carmona Sánchez, Isabel

Muñoz Batanero, Francisco

Guerrero González, Alicia

Román García, Carmen

García González, Joaquina

Centro de Mayores Príncipe de Asturias

Riesgo Fernández, Antonio

Calle Gómez, Eusebia

Rojo Pareja, Pilar

Serrano Pascual, Vicente

De Miguel, Vicenta

Erraquin Valande, Jacinto

Jaraba Raya, Juan

Benito Morales, Marina

Gutiérrez de Blaz, Manuel

Herrero Fuentes, Predestimacion

Sánchez Aliende, Mª Luisa

Voluntarios y Jóvenes del barrio

Dueñas Molina, Jóse Antonio

González Dueñas, Ricardo

Drame, Abdramane

Romero Campos, Francisco José

Trobo, Dan

Fátima

Animadoras socioculturales de los Centro

de Mayores

Carolina Redondo Rodríguez

Carla Delicado Trapero


un barrio de historias "un paseo por pueblo nuevo"

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