una chica y un muchacho

14
Unachicay un muchacho Lucila Chaparro y Cristela Macin

Upload: cristelamacin

Post on 10-Jul-2015

549 views

Category:

Entertainment & Humor


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Una chica y un muchacho

Una chica y un muchacho

Lucila Chaparro y Cristela Macin

Page 2: Una chica y un muchacho

Mi biografía

Ojos cafés. No azules ni verdes, solo cafés. Mi nombre es Pablo. Común, ya sé. No hay mucho de mí que contar, además de que tengo veinte años recién cumplidos – el viernes pasado – y jamás me enamoré de verdad. Hasta que la vi. ¿Será que es posible sentir esa sensación por alguien a quien no conoces, sino que solo la has visto pasar caminando a tu lado?

Page 3: Una chica y un muchacho

Comprendan, no soy un genio

Resultó ser, que el primer día de Facultad ella estaba ahí. Sentada sola. Era nuestra nueva compañera, y como yo estaba solo (mis amigos ya tenían compañero para el trabajo) el profesor me dijo que me sentara con ella. Feliz, lo hice. Su nombre era Natalia. Ubiqué mi silla a su lado y sin querer le derramé el colorante azul de un recipiente.

Page 4: Una chica y un muchacho

Cinco perritas tiene mi tía

Avergonzado, me disculpé. Le ofrecí un pañuelo para secarse, pero lo rechazó. Había manchado su camisa rosada favorita. Me hubiera ofrecido a acompañarla a la lavandería, pero tenía prisa. Mi tía me esperaba en su casa con milanesas. Al llegar a su casa, me contó que había adoptado una perrita más. “¡Dios, cuantos perros más puede tener!” pensé. Ya era la quinta. Al oír el nombre del can, me sorprendí. Natalia ladraba alegremente mientras la acariciaba. ¿Qué raras casualidades, no?

Page 5: Una chica y un muchacho

Igual que un náufrago

Page 6: Una chica y un muchacho

Por fin llegamos al palacio

Elegante y espaciosa, fueron las palabras que pensé al entrar en esa casa. Era impresionante como un padre poderoso podría construirle a una casa semejante a su hija, mis padres solo me habían alquilado un departamento y me enviaban lo justo y necesario para vivir cada mes. ¡Guau! Pensé cuando me mostró mi habitación, era un lujo. Claro que me iba acostumbrar.

Page 7: Una chica y un muchacho

Detective

Los días pasaban rápido y mi amor por ella seguía creciendo. Amaba ese hermoso aroma que dejaba al pasar a mi lado, la manera en que reía, su forma de caminar con el movimiento suave de sus caderas y como su pelo rubio era agitado por el viento. Realmente, la amaba, y cada día me enamoraba más y más. Un día de esos, me llamó desde la Biblioteca del Campus para que buscara en Internet el nombre de un libro que necesitaba para Psicología. Cuando comencé a navegar por Internet, noté que había dejado su casilla de correos abierta. Y como quién no quiere la cosa, entre en los mails enviados por un tal Fabrizio Leroy:

Natalia:Te juro por Dios que si llegas a decirle algo sobre nuestro “asunto” a alguien, en especial a Laura, te vas a arrepentir. Pero, ¿quién era ese tal Leroy que la amenazaba? ¿Cuál era el “asunto” del que hablaba? Ante las dudas, lo busqué en Google y lo que encontré de él fue que tenía 27 años; hacía dos que se había recibido de abogado; vivía por Cochabamba al 900; estaba casado con Laura Giménez y no tenía hijos.¿Cuál era su relación con Natalia?

Page 8: Una chica y un muchacho

Mis ojos ¿son interesantes o solo son ojos?

Esa noche, ella trajo dos tazas de café cuando nos sentamos en el sofá a mirar la televisión, comenzamos a charlar, y de la nada, después de un silencio, ella me dijo: - Los ojos son lo más importante en una persona. Te hacen saber qué es lo que quiere y qué piensa. Hay ojos tristes y cansados, otros por su color, resaltan, pero para mí, los ojos más interesantes son los que te comprenden en tus malos momentos. Nunca antes había pensado de esa manera. Y en ese momento, noté que miraba mis ojos y yo los suyos. Los suyos tenían unas motas marrones inmersas en el verde del iris. Noté que su ojo izquierdo estaba algo hinchado y de un color más oscuro que el de su piel. Su vano intento de cubrirlo con maquillaje no había funcionado, no me cabían dudas de que tenía el ojo morado. -Nati, ¿qué te pasó en ese ojo?-¿Qué? Ah, no, nada…No esperé otra respuesta de ella y entonces, las palabras salieron de mi boca sin querer:-Fue Fabrizio, ¿no? – pregunté enojado.

Page 9: Una chica y un muchacho

La batalla

Page 10: Una chica y un muchacho

AmorEl hecho de que lo había tomado por sorpresa, por lo que no pudo defenderse y que su esposa no estuviera en casa habían facilitado mucho las cosas. Imagínense como hubiera gritado si lo hubiera visto.Cuando llegué a la casa de Natalia, ella estaba histérica. Me pedía explicaciones como ¿qué le hiciste? ¿Lo golpeaste? ¡Dios mío! ¿Estás bien? Me limité a decirle: -Natalia, eres lo mejor que tengo y te juro que no voy a permitir que un idiota como él te amenace y menos, que te golpee.-Tú también eres muy importante para mí.Su mirada expresaba ternura y me abrazó. Después, dulcemente puse mi mano en su barbilla e hice que me mirara. Nuestras miradas se encontraron y en ese momento, supe que ella era lo que me faltaba, lo que necesitaba y que podría permanecer toda la vida mirándola así. Observando el lunar que tenía debajo de su ojo derecho y como sonreía de un lado un poquito más que otro, en fin observando todos sus defectos que la hacían perfecta a mis ojos. Ella se acercó y me besó. Esas personas que dicen que se escuchan campanas y fuegos artificiales se equivocaban. Fue mucho más que eso. Ese solo beso significó más para mí que cualquier cosa. Podría morir mañana, pero si de una cosa jamás me arrepentiría sería de haberla conocido. Sinceramente, estaba loco por Natalia Torres.

Page 11: Una chica y un muchacho

Continúa la guerra

Desperté a su lado la mañana siguiente. Me apoyé en la almohada y la miré durante un rato preguntándome qué había sido lo que había visto en mí aquella belleza. Ella se despertó y bajamos a desayunar. En eso, suena el timbre, y Natalia abre. Luego de unos cuantos minutos que no volvía, grité: - ¿Quién es, Nati? Y escuché que una voz grave, nada parecida a la de Natalia decía: ¿Con quién estás? Era Fabrizio que entraba a la casa por el living. Me vio y, enfurecido vino hacia mí. Él lanzó el primer golpe, pero yo no tardé en responder. Después de varios golpes y patadas, Natalia gritó: - ¡NOOOO! ¡Fuera de mi casa Fabrizio o llamaré a la policía! Golpeado, Fabrizio salió corriendo e insultándonos. Ya no nos molestaría más.

Page 12: Una chica y un muchacho

Nos invitan a una fiesta

Pasó un año. Natalia cumpliría veintiuno, y yo como su novio quería que lo disfrutara. Aunque ella se enojara, yo iba a organizarle una fiesta sorpresa. Desde el día en el que fui a vivir con ella, empecé a reunir dinero para una casa y un auto, consiguiendo un trabajo como profesor suplente en la Facultad de las materias que ya había cursado. El auto lo alcancé a comprar en cuotas y casa ya no necesitaba, porque vivía con ella. En cuanto al cumpleaños, contraté un yate (lo que me costó meses de ahorros), al DJ y la comida. Solo me faltaba invitar a nuestros amigos. Todo iba a ser perfecto.

Page 13: Una chica y un muchacho

¡Qué mal estuve!

Page 14: Una chica y un muchacho

“ Para mí, tu eres perfecta”