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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE PSICOLOGÍA CALIDAD DE VIDA: APORTES DEL INVENT E VIDA PERCIBIDA Y Dra. Isabel M. Mikulic Prof. Titular Regular T. y T. de Explo FICHA DE CATEDRA: N 3 ARIO DE CALIDAD D DEL INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO A LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA ración y Diagnóstico Módulo I, Cátedra I 1

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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

CALIDAD DE VIDA:

APORTES DEL INVENT E VIDA PERCIBIDA Y

Dra. Isabel M. Mikulic Prof. Titular Regular

T. y T. de Explo

FICHA DE CATEDRA: N 3

ARIO DE CALIDAD D

DEL INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO

A LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

ración y Diagnóstico Módulo I, Cátedra I

1

2

DICE

DUCCIÓN

APORTES DEL INVENTARIO DE CALIDAD DE VIDA PERCIBIDA.

LA MUESTRA

LIDAD

S

2.3 AD

3. SEGU NTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO.

RI

LUACIÓN

INICA Y DE PROGRAMAS.

VENTARIO ORIGINAL.

RUPOS SELECCIONADOS

VITAL.

LIDAD DE

VIDA Y FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN

3.9.4 CONCLUSIONES

IN

1. INTRO

2.PRIMERA PARTE:

2.1 INVENTARIO DE CALIDAD DE VIDA PERCIBIDA (ICV)

2.2 PROPIEDADES PSICOMETRICAS

2.2.1 CARACTERÍSTICAS DE

2.2.2 VALIDEZ

2.2.3 CONFIABI

2.2.4 NORMAS LOCALE

MINISTRACIÓN DEL ICV

2.4 EVALUACIÓN DEL INVENTARIO DE CALIDAD DE VIDA

2.5 INTERPRETACIÓN DEL ICV

NDA PARTE: APORTES DEL INVE

3.1 INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO ( CRI)

3.2 OBJETIVO DEL CRI

3.3 DESCRIPCION DEL C

3.4 ADMINISTRACION Y EVA

3.5 APLICACIÓNES EN EVALUACIÓN CL

3.6 CONSTRUCCION DE LA PRUEBA ORIGINAL

3.7 CARACTERISTICAS PSICOMETRICAS DEL IN

3.8 APLICACIÓN EN INVESTIGACIÓN

3.9 ADAPTACIÓN A NUESTRO MEDIO

3.9.1 CARACTERISTICAS DE G

3.9.2 COMPARACION DEL AFRONTAMIENTO POR CRISIS

3.9.3 ANÁLISIS DE CORRELACIONES ENTRE AFRONTAMIENTO, CA

3

4. APORTES A L

5. ANEXOS INV

ICV

AMIENTO (CRI)

AS DEL CRI

LO DE EVALUACIÓN Y PERFIL

A PERSPECTIVA DE CALIDAD DE VIDA (ICV)

ENTARIO DE CALIDAD DE VIDA

5.1. HOJA DE RESPUESTAS DEL

5.2 PROTOCOLO DE EVALUACIÓN Y PERFIL

5.3 NORMAS LOCALES

5.4 TABLAS

6 ANEXOS INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONT

6.1 HOJA DE RESPUEST

6.2 PROTOCO

6.3 TABLAS

7. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

4

1. INTRODUCCION Las pruebas de evaluación psicológica constituyen una de las herramientas más

importantes con la que contamos los psicólogos para la investigación y la práctica

profesional. Como sucede con cualquier otra tecnología científica, los instrumentos

Esta situación tan extendida como

de evaluación psicológica pueden ser usados de forma correcta o incorrecta, en

cuyo caso se corre el riesgo de un grave perjuicio para los involucrados en el

proceso evaluativo o en la investigación. En múltiples ocasiones nos hemos

preguntado ¿por qué se hace un uso incorrecto de los instrumentos de evaluación

psicológica? Anastasi (1987) sugiere tres razones posibles: a) intención deliberada

de deformar la verdad, b) negligencia, y c) insuficiente conocimiento de los

instrumentos evaluativos. La autora remarca esta última explicación como la causa

más frecuente del uso inadecuado de las pruebas de evaluación psicológica. Si este

fuera el caso en nuestro país, y creo que no dista demasiado de la realidad

planteada en otros contextos, necesitamos reflexionar sobre qué podemos hacer

para solucionar este problema. En realidad, existen diversas fuentes potenciales de

error en el uso de instrumentos de evaluación psicológica. Eyde y colegas (1993)

identificaron algunas de las más frecuentes: desconocer la necesidad de usar

diversas fuentes de información convergente, tomar decisiones importantes

solamente en función de los puntajes obtenidos en un instrumento, el uso irrestricto

de tests por parte de personas no entrenadas, realizar inferencias que exceden los

límites impuestos por el propio instrumento, etc.

El uso incorrecto de las técnicas, tanto en el plano de la investigación como en el de

la intervención, se produce en diversos campos de aplicación de la Psicología:

educacional, organizacional, clínico, jurídico, etc.

preocupante nos impulsa a pensar en instrumentar estrategias para afrontar este

problema tales como la restricción al acceso de los instrumentos o, mejor aún, la

capacitación y especialización en el uso de los mismos. Es decir, por un lado,

plantear restringir el acceso, en este momento totalmente “libre” a los instrumentos

de evaluación psicológica, condicionándolo a la demostración de la capacidad y

entrenamiento habilitante de quienes deseen utilizarlos tanto en el quehacer

profesional como en el investigativo. En tal caso, solamente podrían utilizar tests

quienes se hayan especializado y tuvieran el entrenamiento necesario para ello. En

este sentido, cabe recordar el sistema de clasificación de la American Psychological

Association, que categorizó los tests en tres niveles A, B y C. Esta clasificación fue

implementada para mostrar el diferente grado de especialización y experticia que

5

r de una valoración realizada por personas expertas en el área de

requiere el uso de los diferentes instrumentos. Así, en el grupo A se incluyen los

tests de rendimiento y de conocimiento, en el grupo B se encuentran los tests

colectivos de aptitud e inteligencia, y en el C encontramos los individuales de

inteligencia y personalidad y las técnicas proyectivas. Sin embargo, aun cuando

lográramos implementar esta restricción, que implicaría un cambio importante en el

estado actual de situación, esta restricción por sí sola no nos garantizaría que los

instrumentos de evaluación psicológica reciban un uso adecuado tanto a nivel

interventivo como investigativo. Moreland, Eyde, Robertson, Primoff y Most (1995) y

Simner (1996) demostraron empíricamente que la especialización académica como

único factor asociado con niveles de restricción al uso de instrumentos de

evaluación, no asegura un mejor uso de los instrumentos. Por tanto, al

entrenamiento y capacitación de posgrado en instrumentos específicos y con

acreditación de los conocimientos adquiridos y las prácticas realizadas, deberíamos

sumar la capacidad de autoevaluación de las propias competencias como un factor

crucial ante la decisión de utilizar un determinado instrumento evaluativo. A los

psicólogos que utilizan técnicas les cabe la responsabilidad en la constante

especialización y actualización en el uso de instrumentos de evaluación psicológica,

partiendo del supuesto de que si un profesional está suficientemente capacitado y

entrenado en la práctica con instrumentos de evaluación se reduce la probabilidad

de que estos no sean correctamente utilizados (Fremer, 1996; Martínez, García y

Muñiz, 2000).

Al centrarnos en las pruebas, encontramos que sería importante que todo psicólogo

pudiera dispone

evaluación psicológica que informaran la calidad técnica de los instrumentos,

construidos y adaptados, en nuestro medio. En Holanda, por ejemplo, es la

Asociación Psicológica Nacional la que se encarga de revisar los instrumentos que

están en el mercado y publicar una guía con toda la información actualizada para los

profesionales que utilizan pruebas. En Inglaterra se aplica un sistema similar, solo

que los expertos que evalúan la calidad técnica de los instrumentos provienen de las

editoriales de los mismos. Lo propio está sucediendo en otros países como España

que ha formado ya una Comisión de Tests dentro del Colegio Oficial de Psicólogos

con esta finalidad. Existen organizaciones como la Federación Europea de

Psicólogos o la Asociación de Psicólogos Americanos, que desde hace algún tiempo

se encuentran publicando códigos deontológicos y éticos, que incluyen la

problemática de la construcción y uso de los instrumentos. También existen

organizaciones, como las nombradas que han establecido standards específicos o

lineamientos a tener en cuenta, dando orientación a los profesionales en aspectos

6

cidos y adaptados de una

la palabra y el

centrales de la práctica interventiva e investigativa con instrumentos, abarcando

tanto su construcción como su adaptación y aplicación.

Es que un aspecto muy importante en el uso de instrumentos de evaluación es

cómo éstos han sido construidos o si han sido tradu

cultura a otra, especialmente en lugares donde se habla más de una lengua. En

1994, la Comisión Internacional de Tests, mejor conocida como ITC, en conjunto

con otras siete organizaciones internacionales publicaron el borrador de las Normas

para la Adaptación de Instrumentos de Evaluación Psicológica de un idioma y

cultura a otro idioma y cultura. Estos lineamientos son útiles a la hora de adaptar

instrumentos y al aplicarlos podemos revisar dichos principios para los casos

particulares, tanto en el área investigativa como interventiva, en nuestro medio. En

general, tanto para los psicólogos interesados en utilizar un instrumento construido

en otra cultura o idioma como para quienes deseen realizar trabajos de

investigación transculturales, será decisivo conocer y tener en cuenta los

lineamientos sugeridos por la ITC ya que son los que han sido adoptados por los

psicólogos de todo el mundo, probando tener cada vez mayor validez. Siguiendo

dichos principios y en total acuerdo con la guía de procedimientos específicos para

la correcta adaptación de los tests de Hambleton (1994); dos especialistas en el

tema Fons J.R. van de Vijver de la Universidad de Tilburg (Holanda) y Chantale

Jeanrie de la Universidad de Labal en Québec (Canadá); han propuesto en el 28

Congreso Internacional de Psicología celebrado en Beijing (China) en Agosto del

2004, una metodología de trabajo para la adaptación y validación de instrumentos

de evaluación psicológica, cualquiera sea su aplicación. Esta propuesta incluye

analizar teórica y metodológicamente el “background” o sea los antecedentes de los

instrumentos a utilizar. Esto significa que el aspecto crucial en esta etapa será

hallar las equivalencias. ¿Qué tipo de equivalencias nos ocuparán?

Por una parte la Equivalencia Lingüística. Esta equivalencia implica realizar un

mapa de los aspectos lingüísticos del significado: el significado de

significado de la oración, dedicando especial atención al orden de las palabras y a la

presencia de giros idiomáticos. Por otra parte, debemos considerar la Equivalencia

Psicológica, o sea la necesidad de realizar un mapa de los significados psicológicos

considerados en dicho instrumento. Esto nos remite al eterno dilema de la

psicología transcultural ¿un constructo tiene la misma función psicológica en todos

los idiomas? Para lograr una buena traducción y adaptación de un instrumento de

evaluación construido y validado en otro contexto que el propio, se deben combinar

estas consideraciones y garantizar una buena equivalencia en las adaptaciones.

¿Qué significa hallar la equivalencia en las adaptaciones? Significa establecer la

7

dos por

de al menos cinco jueces bilingües. Ellos

Luego, dos investigadores o especialistas estudiarán los resultados obtenidos y

seleccionarán los items adaptados. Además se deberán realizar los cambios

Equivalencia estructural, es decir, conocer si el instrumento evalúa el mismo

constructo subyacente en todas las versiones Aquí tiene un rol importante el análisis

factorial. En cambio en la otra Equivalencia a establecer la Métrica, que nos

permitirá conocer si los puntajes de las distintas versiones son comparables, nos

prestará ayuda el Análisis del Funcionamiento Diferencial de los Items y la detección

de los sesgos en los items o “ítem bias”. Es decir que al análisis comparativo entre

instrumentos de medida como conjunto de items, se debe agregar el estudio de sus

componentes individuales que evalúe el funcionamiento diferencial como paso

previo a una posterior evaluación del sesgo o falta de equivalencia métrica.

Sintetizando, en la experiencia desarrollada por los autores antes citados y

siguiendo los lineamientos de la International Test Comisión publica

Hambleton en 1994, para realizar la adaptación de un instrumento se deberían

contemplar los siguientes pasos: a) Primer paso: Traducción: un número importante

de traductores, al menos cuatro traductores con conocimientos académicos en

Psicología deben traducir en forma independiente el mismo instrumento. A cada uno

de los traductores se le entrega instrucciones sobre el tipo de traducción a realizar y

el tipo de ítem que se espera obtener.

b) Segundo Paso: Este se centra en la adaptación, en la que se someterá a cada

ítem traducido al análisis de un grupo

deberán evaluar en una escala de cuatro puntos la equivalencia conceptual

respondiendo a la consigna: “Comparando con el significado del ítem original, el

significado del ítem que se ha traducido es

1. idéntico

2. bastante similar

3. bastante diferente

4. diferente

necesarios en los items que así lo requieran a fin de obtener la versión final del

instrumento. Como último paso, se ha de realizar una prueba piloto a cargo de dos

investigadores o especialistas con entrevistas semidirigidas que permitan conocer la

opinión de los participantes respecto de los items que presentan dificultad en el

instrumento. Este proceso es por demás complejo y detallado, pero finaliza con un

instrumento adaptado que nos permite acceder a un último paso, no por último

menos importante.

8

A través de la administración y el estudio del funcionamiento de la versión final

obtenida se buscará obtener la consistencia interna de la prueba, comparando el

Alpha de Cronbach obtenido en cada versión y el original del autor; y estudiar la

equivalencia de constructo que consiste en analizar hasta qué punto las pruebas

evalúan lo mismo en ambos grupos culturales. Cuando se superan los problemas

derivados de la traducción, se debe indagar en la distinta relevancia o familiaridad

de los items en los dos idiomas y para ambas culturas. Los conceptos de un idioma

tienen dimensiones semánticas que no necesariamente coinciden con su traducción

literal a otro idioma, se produce una falta de concordancia semántica. Es muy

necesario un estudio normativo que evalúe las dimensiones semánticas de las

palabras para que se produzca una concordancia semántica que garantice la

igualdad en la familiaridad y significatividad de los términos. Contar con pautas

normativas objetivas basadas en la frecuencia de uso de las palabras es esencial

para alcanzar la equivalencia semántica y en consecuencia la equivalencia métrica.

Resumiendo, si queremos obtener instrumentos con equivalencia conceptual,

lingüística y métrica; debemos realizar un trabajo fundado en habilidades y

conocimientos de especialistas que tengan en cuenta la cultura, el idioma, las

metodologías de investigación y el correcto uso de los procedimientos estadísticos.

O sea que la calidad de la adaptación de una prueba es el resultado de la calidad de

los diversos pasos y de la cadena de sucesivas decisiones interdependientes que se

deben tomar. En este sentido es destacable el análisis de los “sesgos” o “bias” que

se encuentran en los items y en los instrumentos como un punto a tener en cuenta

al seleccionarlos para su adaptación. Adaptación que como bien planteamos

anteriormente es una de las tantas situaciones problemáticas referidas a los

instrumentos de evaluación que debemos afrontar en nuestro quehacer investigativo

o interventivo.

La necesidad de contar con instrumentos que sean buenas adaptaciones, ha sido

una de las conclusiones obtenidas en la reciente investigación realizada por Muñiz y

Fernández-Hermida (2000). Dicha investigación, en la que intervinieron diversos

países de Europa y que permitió estudiar las actitudes de los psicólogos hacia las

técnicas de evaluación psicológica, mostró que los propios profesionales de la

psicología reconocen no haber recibido suficiente capacitación durante su formación

de grado en el área evaluativa. Otro resultado interesante de esta investigación

transcultural, y que coincide con trabajos previos de Poortinga y colegas (1982), es

que permitió observar la actitud positiva de los profesionales de la psicología frente

al uso de instrumentos, ya que los consideran una fuente excelente de información

9

si se los utiliza en forma conjunta y adecuada con otros medios de recolección de

información. Los instrumentos más utilizados siguen siendo las Escalas Weschler

(WAIS y WISC), el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota (MMPI),

el Test de Raven, el Test de Bender y el Cuestionario de Personalidad de Eysenck

(EPQ); demostrando un claro predominio de los instrumentos psicométricos sobre

los proyectivos. En este punto encontramos un interesante contraste con los

resultados obtenidos para el mismo período por Muñiz, Prieto, Almeida y Bartram

(1999) en América Latina donde los instrumentos más utilizados son los tests

proyectivos. Otro punto interesante a tener en cuenta en cuanto al tema de los

instrumentos de evaluación es que los profesionales de la psicología tanto en el

área de la investigación como en la de intervención han incorporado muy poco el

uso de instrumentos provenientes de los últimos avances en técnicas psicométricas

como las que derivan de los modelos de la Teoría de Respuesta al Ítem. Pareciera

existir en nuestro entorno académico y científico, una especie de actitud

conservadora en el uso de los instrumentos de evaluación, probablemente debida a

que los profesionales de la psicología se sienten satisfechos con el funcionamiento

de los tests clásicos o porque se ignora que existen nuevas aunque aún escasas

alternativas.

Arribamos así al punto crucial: el desarrollo de nuevos instrumentos de evaluación

psicológica en los contextos donde se han de utilizar tanto para la investigación

como para la intervención. En “Un modelo para evaluar la calidad de los tests

utilizados en España” Gerardo Prieto de la Universidad de Salamanca y José Muñiz,

actual presidente de la Comisión de Tests del Colegio Oficial de Psicólogos de

España, establecen que para mejorar el uso de los tests, además de restringir el

acceso de los usuarios, permitiendo su empleo solamente a profesionales

debidamente capacitados y acreditados; e incrementar la formación de los

profesionales, es menester fomentar la investigación para desarrollar pruebas

eficientes o sea construir nuevas pruebas, adaptar ecológicamente las desarrolladas

en otros países y revisar periódicamente la calidad técnica de las ya disponibles. Y

aunque lo ideal sería avanzar en los tres sentidos, encontramos que es prioritario en

nuestro medio el primer punto enunciado: construir nuevas pruebas.

A continuación presentaremos la construcción de una prueba para evaluar Calidad

de Vida percibida y la adaptación de una prueba para evaluar Respuestas de

Afrontamiento, en el contexto de las investigaciones realizadas y los estudios de

validación efectuados.

10

PRIMERA PARTE:

2. APORTES DEL INVENTARIO DE CALIDAD DE VIDA PERCIBIDA

Al estudiar la Calidad de Vida debemos comenzar por reconocer que muchos de los

progresos en la psicología clínica tienen sus orígenes en aplicaciones de la psicología

experimental al área clínica. Por ejemplo, en gran parte, la terapia cognitiva se ha

nutrido de las aplicaciones de la psicología experimental en el campo del aprendizaje,

de lo social y de lo evolutivo, etc. (Craighead, Kazdin y Mahoney, 1994). Sin embargo,

sorprendentemente, los psicólogos clínicos han ignorado por mucho tiempo la gran

cantidad de bibliografía empírica que existe sobre calidad de vida, satisfacción de vida

y bienestar subjetivo; y sus aplicaciones clínicas potenciales. Esta bibliografía, que es

abundante, actualmente incluye el trabajo de sociólogos y psicólogos sociales, y tiene

aplicaciones en diversos ámbitos como la evaluación psicológica de la salud, las

intervenciones y el planeamiento de tratamientos; también es útil para definir la salud

mental y la adaptación positiva, y para entender numerosos desórdenes psicológicos

y, especialmente, la depresión.

En el recorrido bibliográfico que nos marca este tema, podemos observar cómo la

satisfacción de vida se homologa con la Calidad de Vida y se refiere a la evaluación

subjetiva que realiza una persona del grado en el cual sus necesidades, deseos y

metas más importantes se encuentran realizadas. Desde estos modelos de Calidad

de Vida o satisfacción de vida, se asume que la satisfacción de vida total de una

persona consiste en una amplia suma de satisfacciones en áreas particulares de la

vida que son valoradas o juzgadas importantes, considerando que es un estado

fluctuante y no un rasgo constante. La satisfacción de una persona en un área

particular de su vida estará, así, integrada por cuatro componentes:

a) las características o circunstancias objetivas presentes en un área,

b) cómo percibe e interpreta la persona un área,

c) la evaluación que hace la persona de la satisfacción en esa área, basada en la

aplicación de promedios de satisfacción o realización

d) El valor o importancia que la persona asigna al área en relación con su felicidad

o bienestar total.

Las características objetivas de un área de la vida contribuyen a los juicios sobre la

satisfacción de una persona, como por ejemplo cuando la satisfacción de una persona

con su trabajo está basada en el trabajo en sí mismo, el sueldo, las relaciones con los

compañeros de trabajo y el jefe, el ambiente de trabajo y la seguridad laboral, etc. La

percepción e interpretación subjetiva de una persona de las características de un área

11

también influirán su satisfacción con dicha área, tal como cuando el sujeto distorsiona

una realidad objetiva en una situación determinada ya sea hacia el lado positivo o

negativo de la misma. Además de ser una parte constitutiva de la puesta a prueba de

la realidad, este componente de la realidad de los juicios sobre la satisfacción de una

persona, incluye la forma en que dicho sujeto interpreta la realidad o el conjunto de

circunstancias. Esta interpretación incluye el tomar decisiones sobre las implicancias

que un conjunto de circunstancias tenga para la autoestima y el futuro bienestar.

Desde la teoría de la Calidad de Vida y de la satisfacción de vida, se integran afecto y

cognición para definir el bienestar de un sujeto. La satisfacción de vida y los afectos

positivos y negativos se conciben como componentes de un constructo más amplio de

bienestar subjetivo o felicidad. Se asume que los correlatos afectivos del bienestar

subjetivo provienen ampliamente de los juicios cognitivamente basados sobre la

satisfacción de vida (Lazarus, 1991). Las características percibidas de un área de la

vida se evalúan a través de categorías referidas al grado de satisfacción que reflejan

las aspiraciones y metas en un área particular de la vida. Eso significa que una

persona decidirá si sus necesidades y aspiraciones han sido cumplidas en un área de

vida que valora. Las personas se sentirán más satisfechas cuando perciban que sus

niveles de satisfacción han sido cumplidos y menos satisfechas cuando no suceda

ésto.

La teoría de la Calidad de Vida propone que la satisfacción de una persona en un área

particular de vida se evalúe teniendo en cuenta tanto su importancia o valor antes de

que dicho nivel de satisfacción con esa área entre dentro de la ecuación que incluye el

contexto total de la satisfacción de vida. Así, la satisfacción en áreas muy valiosas de

vida se asume que tiene una influencia en las evaluaciones de la satisfacción de vida

total mayor que las áreas que tienen igual grado de satisfacción pero que son

juzgadas como de menor importancia para el individuo. La teoría de Calidad de Vida,

así planteada, presume que la satisfacción de vida es el aspecto más importante del

bienestar subjetivo ya que asume que los elementos afectivos provienen de los juicios

de satisfacción (Ferrans & Powers, 1992, George & Bearon, 1980). Una vez que se

realizan y asocian los juicios sobre satisfacción de vida y se discriminan ambos

afectos, tanto positivos como negativos, se asume que estas emociones afectarán, en

su momento, las evaluaciones cognitivas de la satisfacción. Se plantea una medida de

"causalidad bidireccional" entre pensamientos y emociones (Lazarus, 1991; Lazarus &

Folkman, 1984). En síntesis, la satisfacción de vida en su conjunto y los afectos

negativos y positivos se combinan para formar un constructo de nivel superior que es

la Calidad de Vida.

12

El modelo de Calidad de Vida se relaciona, por otra parte, con conceptos tales como

depresión y desórdenes psicológicos, al asumir que, por ejemplo en el caso de la

depresión por insatisfacción esta es causada por una combinación de una

desesperanza y autoevaluación negativa, que a su turno se basa en repetidos

fracasos en poder satisfacer aspiraciones y concretar expectativas personales en

áreas de la vida sumamente valoradas por el sujeto. Si recorremos el camino desde

los lugares más distantes hasta los más inmediatos de la secuencia de sucesos que

llevan a la depresión por insatisfacción, podemos llegar a la hipótesis de que la baja

satisfacción respecto de la vida en general puede causar disforia, que a su vez sirve

de motivación a los sujetos para realizar esfuerzos para incrementar los grados de

satisfacción con sus vidas. La mayoría de las personas tienen éxito en sus esfuerzos

por alcanzar sus logros, y por lo tanto aumentan su satisfacción con la vida y reducen

la intensidad y frecuencia de los afectos negativos, e incrementan la frecuencia e

intensidad de los afectos positivos en sus experiencias. En cambio, aquellos que

devienen en una depresión por insatisfacción no tienen éxito al tratar de aumentar su

satisfacción en áreas valiosas y, por lo tanto, fracasan en incrementar el grado de

satisfacción que tienen con toda su vida. Es más, se transforman en personas

desesperanzadas que se culpan a sí mismas por haber fracasado en la consecución

de la satisfacción; como parte de una evaluación general negativa de sí mismos. Esta

autoevaluación negativa, consistente en cinco procesos y estructuras cognitivas, se

resume en: una mayor atención focalizada en sí mismos, culparse a sí mismos,

autocrítica con fracasos repetidos frente a los intentos realizados para incrementar la

satisfacción con la vida, baja autoeficacia con respecto a las áreas valoradas de vida;

y baja autoestima. Está generalmente aceptado que la mayoría de las depresiones,

son depresiones por insatisfacción y que otros desórdenes relacionados con ello

pueden también deberse a una falla repetida al tratar de tener más satisfacción en

determinadas áreas valiosas de la vida de una persona. Estos desórdenes incluyen,

por ejemplo, el abuso de alcohol y drogas, la ansiedad generalizada, y los desórdenes

psicofisiológicos.

Finalmente, al analizar el constructo Calidad de Vida creemos oportuno realizar un

recorte que contemple un enfoque ecológico al estilo del modelo propuesto por Vaux

(1990) al plantear el tema del apoyo social, de acuerdo con el cual los recursos

sociales, las conductas de apoyo, las valoraciones subjetivas, etc. no son propiedades

estáticas de la persona o del entorno sino que reflejan las transacciones dinámicas

que se producen entre las personas y sus contextos de vida. De acuerdo con el

modelo de Vaux, este proceso complejo que contempla el concepto de calidad de vida

estaría determinado por factores personales, sociales y ecológicos. De igual modo,

13

tomando el marco teórico sustentado por Sarason (Sarason , 1992) postularíamos la

interacción entre tres conjuntos de variables o contextos: intrapersonal, interpersonal y

situacional; para explicar la relación entre conceptos como apoyo social y bienestar

personal o calidad de vida. En síntesis, existe gran cantidad de material teórico

referido al multidimensional concepto Calidad de Vida que no ha logrado ser

operacionalizado a través de instrumentos de evaluación psicológica válidos y

confiables que permitieran el avance científico requerido por este importante indicador

psicológico. Esta es la razón que animó a investigar en este tema con la finalidad de

diseñar un instrumento de evaluación que permitiera abordar dicho constructo.

2.1 Inventario de Calidad de Vida Percibida (ICV) La aparición de este concepto como tal y el interés por la evaluación sistemática y

científica del mismo no es tan lejana. Hacia la década del 60 surge la necesidad de

medir las consecuencias de la industrialización en el bienestar humano y es así que

desde las Ciencias Sociales se desarrollan indicadores sociales, estadísticos que

permitían medir datos y hechos vinculados al bienestar social de la población.

Luego, estos indicadores pasaron de hacer referencia a condiciones objetivas, de

tipo económico y social, a contemplar la inclusión de elementos subjetivos. Hacia los

fines de la década del 70 y comienzos de los 80 se comienza a diferenciar entre los

indicadores sociales y el concepto Calidad de Vida. Así éste último constructo

comienza a perfilarse como multidimensional e integrador de diversas áreas de la

vida de una persona, incluyendo componentes subjetivos y condiciones objetivas.

Como hito importante se reconoce la inclusión de Calidad de Vida, como tal, en las

publicaciones “Social Indicators Research” (1974) y “Sociological Abstracts” (1979).

Desde entonces hasta el momento este concepto ha sido utilizado en ámbitos muy

diversos, como son la salud, la salud mental, la educación, la economía, la política y

el mundo de los servicios en general. Si bien no se ha logrado consenso para su

definición y evaluación, Felce y Perry (1995) encontraron que son cuatro los

modelos conceptuales existentes: a) como calidad de las condiciones de vida de

una persona, b) como satisfacción experimentada por una persona con dichas

condiciones vitales, c) como combinación de componentes objetivos y subjetivos, es

decir, Calidad de Vida definida como la calidad de las condiciones de vida de una

persona junto con la satisfacción que ésta experimenta; y , d) como combinación de

las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de

valores, aspiraciones y expectativas personales.

Dennis, Williams, Giangreco y Cloninger (1993) al analizar la evaluación de dicho

concepto históricamente, reconocen que los enfoques se han concentrado

14

básicamente en la polaridad Cuanti-Cuali. Los enfoques cuantitativos han tenido

como objetivo operacionalizar la Calidad de Vida estudiando indicadores: Sociales

(condiciones externas relacionadas con el entorno como la salud, la educación, el

vecindario, la vivienda, la recreación, la amistad, etc.); Psicológicos (reacciones

subjetivas del individuo a la presencia o ausencia de determinadas experiencias

vitales); y Ecológicos (ajuste entre los recursos del sujeto y las demandas del

ambiente). Los enfoques cualitativos se centran en las percepciones de los sujetos

sobre sus propias experiencias vitales, desafíos y problemas.

Entre las Ciencias de la Salud, este término ha derivado en uno nuevo: Calidad de

Vida Relacionada con la Salud. Numerosos trabajos de investigación científica lo

usan con la finalidad de evaluar intervenciones en pacientes con cáncer, HIV, asma,

esclerosis múltiple, discapacidades diversas, etc. También desde la Psicología se

realizan evaluaciones de Calidad de Vida para valorar programas y terapias para

enfermos crónicos. Es un concepto guía adoptado por programas de

desinstitucionalización y acceso al empleo por parte de personas con discapacidad

y se ha convertido en diversos ámbitos en un lenguaje común de quienes pretenden

evaluar resultados.

Por todas estas razones y, en especial, por nuestro interés en la evaluación

psicológica y la construcción de instrumentos en el contexto en donde se han de

aplicar llegamos a la necesidad de desarrollar el ICV. El Inventario de Calidad de

Vida percibida (ICV) ha sido desarrollado con la finalidad de tener un instrumento

que permitiera evaluar un constructo multidimensional que incluye tanto los

aspectos positivos como los negativos en relación no solo a la salud mental del

evaluado sino también a toda su vida cotidiana, trabajo, estudio, finanzas, ambiente

físico y social, etc. Siguiendo la teoría de la Calidad de Vida que plantea que existe

un número finito de áreas de la vida de una persona que pueden identificarse para

poder explicar el bienestar y la satisfacción que una persona experimenta con su

vida, hemos trabajado en la delimitación conceptual de dichas áreas. Se realizó una

revisión exhaustiva de la bibliografía internacional, especialmente de los estudios

que identificaban áreas específicas de la vida que estuvieran asociadas con la

satisfacción vital y el bienestar (Andrews y Whitey, 1976; Campbell, 1976; Diener,

1984; Flanagan, 1978; Veenhoven, 1984). Se revisaron instrumentos existentes

para la evaluación de Calidad de Vida y Calidad de Vida Relacionada con la Salud,

en los diversos ámbitos de aplicación y para diversos grupos según etapa del ciclo

vital (niños, adolescentes, adultos y ancianos). A partir de dichas revisiones y de las

entrevistas con informantes claves expertos en la temática, fue posible seleccionar

primeramente 16 áreas que requirieron su ampliación a las definitivas 18 áreas que

15

han demostrado estar asociadas empíricamente a la satisfacción vital y al bienestar

de las personas, incluyendo: Salud, Autoestima, Valores, Religión, Finanzas,

Trabajo, Recreación, Estudio, Creatividad, Solidaridad, Amor, Amigos, Hijos,

Parientes, Casa, Vecindario, Comunidad y Ambiente. Cada área de la vida evaluada

por el ICV refleja un factor, personal o contextual, de peso, para poder explicar el

funcionamiento de una persona en su medio natural.

El modelo de Calidad de Vida que trabajamos supone que las personas perciben

características o sucesos objetivos y los evalúan en base a sus expectativas

personales o a una satisfacción personal promedio y esa satisfacción ponderada por

la importancia o el valor asignado a ese factor es la que conforma, conjuntamente

con otras correspondientes a diferentes áreas de la vida de la persona, su

satisfacción vital o Calidad de vida.

Con este instrumento se han realizado una serie de investigaciones en diversos

contextos como el hospitalario y el carcelario (Mikulic, 2003). En una investigación

realizada en contexto rural (Mikulic, 2000) se utilizó este inventario para evaluar la

Calidad de Vida en diversas provincias, considerando población rural desde una

concepción estadística (personas que viven en lugares cuyo tamaño del núcleo de la

población no supera los 2.500 habitantes). Participaron de esta muestra intencional

rural 53 sujetos provenientes de las siguientes provincias: Tucumán, Catamarca,

Provincia de Buenos Aires, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos, Misiones, Chubut,

Río Negro y Tierra del Fuego. También se seleccionaron 52 participantes

provenientes de un contexto urbano por excelencia como es la Ciudad de Buenos

Aires con sujetos provenientes de barrios ubicados en áreas que fueron

contrabalanceadas en función a las zonas demarcadas según el Anuario Estadístico

de la República Argentina, INDEC 1999. Como síntesis de los estudios de correlación

y análisis de regresión realizados a fin de explicar la calidad de vida percibida en

contexto urbano y rural, pudimos concluir que:

Al explicar la calidad de vida percibida, la interacción entre las variables sexo, edad

y religión era signficativa al 5% con un F = 3.731 p=0.08. Con lo cual se reforzó la

necesidad de incluir constructos como “espiritualidad o religión” al evaluar este

constructo. En tal sentido, la interacción más fuerte con calidad de vida percibida

demostró concentrarse en tener una creencia religiosa y practicarla con un F=3.97

p=0.05 significativa al 5%.

El estudio alcanzado por los sujetos mostró ser un predictor de la calidad de vida

percibida significativo al 5% con un F = 2.48 y p = 0.03, ya que el nivel educativo

alcanzado permite diferentes accesos a empleos y trabajos que a su vez equivalen

a diferentes niveles de ingresos.

16

Los estresores vitales y los recursos sociales demostraron explicar el 21% de la

varianza con una correlación con contexto urbano que explica el 45%.

En el contexto rural, los estresores correspondientes al dominio Salud y Vivienda y

Vecindario explicaron el 30% de la correlación con calidad de vida percibida,

mostrando la importancia de evaluar la calidad ambiental.

En los factores ambientales encontramos que en el contexto urbano no se

producían diferencias significativas; en cambio, en el contexto rural encontramos

que existían diferencias significativas entre la calidad de vida percibida entre los

habitantes de las distintas provincias. Especialmente: provincia de Buenos Aires y

Tucumán (t = 2.205 p≤ 0.05); las provincias del Sur (t = 3.565 p≤ 0.05);

Mesopotamia y Tucumán (t = 2.721 p ≤ 0.05) y Catamarca y Tucumán ( t = -2.256

p≤ 0.05).

Estos y otros resultados nos confirmaron la necesidad de evaluar los factores

contextuales así como los personales al medir la Calidad de Vida percibida.

2.2 Propiedades Psicométricas 2.2.1 Características de la muestra

A fin de analizar las propiedades psicométricas del instrumento, se trabajó con una

muestra intencional compuesta por 90 participantes adultos a los que se evaluó

mediante las forma papel y lápiz de los instrumentos ICV y WHOQL,

autoadministrados. Los evaluadores fueron previamente capacitados en el uso de

ambas técnicas y en su totalidad formaban parte del equipo de investigación

UBACYT. Se realizaron dos administraciones, con una distancia de 4 semanas

entre el test y el retest.

Los participantes, mitad hombres y mitad mujeres, tenían una edad promedio de

34,87 años (SD 14,65) en un rango entre los 18 y 80 años, con una distribución en

percentiles que se reproduce en la Tabla 1. Los participantes tenían una escolaridad

promedio de 8 años (SD 1.85) en un rango que oscilaba entre 4 y 10 años. (Ver

Tabla 2) El estado civil de los participantes se repartió mayoritariamente entre

solteros (56.7%) y casados (34.4%) con algunos casos de concubinato (2.2%),

separados (3.3%) y viudos (3.3%). (Ver Tabla 3)

En base a dicha muestra, y con el objetivo recortado de analizar las propiedades

psicométricas del instrumento se obtuvieron los siguientes resultados:

2.2.2 Validez Validez de Constructo: Este inventario refleja de manera directa la teoría de Calidad

de Vida que lo sustenta: a) por la manera en que define satisfacción con la vida, b)

17

porque la satisfacción vital total se obtiene a través de la sumatoria de las

satisfacciones percibidas en cada área vital específica, c) por la manera en que se

promedia la Satisfacción con la Importancia asignada a cada área y d) por las 18

áreas que se valoran. La satisfacción vital que equivale a la calidad de vida de una

persona se refiere a la evaluación subjetiva que realiza una persona del grado en el

cual se ven cumplidos sus deseos, metas y necesidades. La distancia percibida

entre lo que la persona tiene y quiere tener en las áreas vitales evaluadas determina

su satisfacción o insatisfacción.

Este instrumento responde a un modelo lineal y sumatorio, en el cual la satisfacción

vital total de una persona está integrada por la satisfacción que la persona percibe

en áreas específicas que son valoradas o no como importantes para la misma. Así

la satisfacción de una persona en un área específica de su vida está compuesta por

cuatro elementos: a) las características objetivas del área, b) la forma en que la

persona percibe y evalúa el área, c) la evaluación que realiza la persona en dicha

área considerando el promedio o lo esperable de lograr en dicha área, y d) el valor o

importancia que la persona otorga a un área en relación a su bienestar general.

Las características objetivas de un área vital contribuyen a la evaluación de la

satisfacción ya que las personas, por ejemplo al evaluar el área trabajo, tienen en

cuenta el sueldo que reciben, los compañeros de trabajo y los jefes que tienen, el

ambiente de trabajo, la seguridad en el trabajo, etc. La percepción y evaluación

subjetiva de las características de un área vital también influyen ya sea que se

produzca una distorsión positiva o negativa en la forma en que la persona evalúa

sus situaciones vitales, por ejemplo cuando la persona atraviesa situaciones

complejas como estar en prisión y las consecuencias que ello tiene en su

autoestima o en su salud. La persona evalúa las características percibidas de un

área vital teniendo en consideración determinados parámetros de cumplimiento de

expectativas de logro y aspiraciones en dicha área específica. La persona decide si

sus necesidades y expectativas en un área particular se han cumplido o no; y se

sentirá más satisfecha cuanto más cerca se encuentre de cumplirlas.

Validez Concurrente: Hemos buscado establecer la validez concurrente de este

instrumento, poniendo en relación los puntajes del ICV con un criterio

contemporáneo aceptado del desempeño de la variable Calidad de Vida que mide.

Encontramos que la prueba con mayor validación internacional en la medición de

Calidad de Vida y que goza de mayor prestigio por la calidad que sustenta y sus

propiedades psicométricas demostradas en la bibliografía disponible, es la WHOQL.

Esta prueba desarrollada por la Organización Mundial de la Salud se encuentra

18

integrada por una serie de escalas que evalúan Calidad de Vida en un sentido

amplio (Sartorius, 1993)

Se administró esta técnica conjuntamente con el ICV con la finalidad de contrastar

dicho instrumento y el WHOQL, en la escala correspondiente. Se obtuvo un

coeficiente de 0.73, p< 0.001, indicando una validez adecuada. Si bien esta validez

cuenta con un valor relativo ya que se trata de un criterio externo que también

adolece de los errores de todas las pruebas, consideramos que este procedimiento

es de práctica común y el instrumento seleccionado cuenta con una validez

reconocida internacionalmente.

2.2.3 Confiabilidad Test-Retest: La estabilidad temporal de los puntajes del ICV se estudiaron utilizando

un intervalo de cuatro semanas entre la primer y la segunda administración a la

misma muestra de 90 participantes. Resultó tener un coeficiente test-retest de 0.82,

estadísticamente significativo al p<.001, para dicho intervalo de cuatro semanas.

Consistencia Interna: La confiabilidad que se ha obtenido a través del Coeficiente

Alfa de Cronbach es de 0.85. Para obtener este coeficiente no se han utilizado los

puntajes brutos sino la suma de los promedios de satisfacción ponderados. Un ítem

individual de esta prueba es el producto del valor asignado en Importancia y el

asignado en Satisfacción dividido el número de áreas de la vida de la persona en la

cual ésta ha registrado el 1 para Importante o el 2 para Muy importante. Por lo tanto,

el puntaje correspondiente a un ítem individual depende de las respuestas a todos

los otros ítems. Por eso, calcular el coeficiente alfa con los puntajes brutos del ICV

no es lo adecuado debido a la dependencia de los puntajes de los ítems de las

respuestas a los otros ítems que no observa el supuesto de errores no

correlacionados. Usar la suma de los puntajes de satisfacción ponderados para

obtener el coeficiente alfa ha sido considerado un buen sustituto (Frisch, Cornell,

Villanueva, Retzlaff; 1992), y es lo que se ha realizado en este trabajo.

2.2.4 Normas Locales Para construir las normas locales para esta prueba se realizaron los siguientes

pasos:

• Selección de una muestra de estandarización (baremación)

• Administración del instrumento a dicha muestra

• Construcción de base de datos e ingreso de datos

• Depuración de datos a partir de análisis de frecuencias

19

• Análisis de las características socio-demográficas de la muestra: edad,

género, nivel de instrucción, residencia, nacionalidad, estado civil.

• Comparación de las características socio-demográficas de la muestra

seleccionada con los valores poblacionales de capital y gran buenos aires

según datos del último censo (fuente: INDEC)

• Análisis de normalidad (distribución normal de las puntuaciones)

• Obtención de las puntuaciones originarias (puntajes brutos)

• Transformación de puntuaciones originarias en puntuaciones derivadas

(puntuaciones t y puntuaciones percentilares)

Para la adaptación métrica del Inventario de Calidad de Vida a nuestro medio

participaron 587 sujetos de Capital Federal y Gran Buenos Aires. La totalidad de la

muestra es de nacionalidad Argentina. Dentro del rango de edad estudiado (20-60

años), la media obtenida es 36 años (SD=10,5). La variable género se distribuye en:

56% mujeres, 44% hombres, siendo la media de edad para cada grupo de 36 años

(SD=10). En cuanto al nivel de instrucción: el 20% refiere tener estudios primarios

completos, el 25% estudios secundarios, mientras que el restante se polariza entre:

3% primario incompleto, 10% terciario completo, 32% universitario incompleto y el

10% universitario. El 53% de la muestra es soltero, y el restante se distribuye entre:

27% casado, 12% juntado y 8% separado.

Se compararon las medias de edad y género con los valores poblacionales de

Capital y Gran Buenos Aires observando una configuración similar en dichas

variables. En la distribución según género el porcentaje en el Censo INDEC para

dicha región muestra 52% mujeres y 48% hombres y en la variable edad para el

rango entre 20 y 60 años el promedio femenino es 37,05 y el masculino 37,04.

En cuanto a los puntajes correspondientes a las Normas Locales de esta prueba

podemos observar que en las distintas áreas de la vida se toman en cuenta los

puntajes en Satisfacción y en Importancia mostrando el grado en que tales variables

se encuentran presentes en cada sujeto. Luego estos puntajes transformados en

puntajes T, permiten comparar sujetos de una misma población no clínica, siendo la

media de 50 y el desvío standard de 10. Así los puntajes transformados obtenidos por

los sujetos se interpretan teniendo en cuenta su distancia de la media en términos de

su desvío standard, por ejemplo un puntaje T 40 muestra un puntaje que se encuentra

a un desvío estándar debajo de la media. Los percentiles que se pueden obtener con

estos puntajes describen la posición exacta del evaluado con respecto a su grupo

normativo de referencia. Los percentiles muestran el porcentaje de sujetos que en la

muestra de estandarización tuvieron puntajes superiores o inferiores al puntaje de un

20

sujeto evaluado en particular. Las normas locales obtenidas en Puntajes T y

Percentiles se encuentran en la sección Anexos.

2.3 Administración del ICV El ICV es un inventario de papel y lápiz consta de 18 ítems, cada uno de los cuales

representa un área de vida de las personas. En la primer hoja se presentan las

instrucciones para que el evaluado comprenda la consigna y un ejemplo de la tarea.

En la segunda hoja el instrumento cuenta con la definición operacional de cada una

de las áreas, que la persona puede leer antes de responder sobre el grado de

importancia y de satisfacción que estas áreas tienen para la misma. En la tercer hoja

se presenta el perfil a partir del cual se realizara la evaluación.

El inventario de calidad de vida puede ser administrado por el evaluador o

autoadministrable, en forma individual o colectiva. Puede ser aplicado a población

adulta, de 18 años en adelante.

2.4 Evaluación del Inventario de Calidad de Vida

El inventario de Calidad de vida se puede evaluar en aproximadamente 5 minutos. Los

puntajes correspondientes a cada respuesta relacionada con importancia son:

IMPORTANCIA PUNTAJE ASIGNADO

NO IMPORTANTE 0

IMPORTANTE 1

MUY IMPORTANTE 2

21

Los puntajes correspondientes a Satisfacción son:

SATISFACCION

INSATISFECHO SATISFECHO

MUY

INSATISFECHO

-3 PUNTOS MUY SATISFECHO 3 PUNTOS

BASTANTE

INSATISFECHO

-2 PUNTOS BASTANTE

SATISFECHO

2 PUNTOS

POCO

SATISFECHO

-1 PUNTO POCO

SATISFECHO

1 PUNTO

Estos puntajes se colocan en las columnas correspondientes a Importancia y

Satisfacción por área de vida y se multiplican. El producto bruto obtenido de esta

multiplicación se coloca en la tercer columna representada en la hoja de respuestas.

Así por ejemplo, si la importancia asignada por la persona al área salud es de 1 (

importante) y su satisfacción en esta área es de – 2 (bastante insatisfecho), el

producto obtenido será de – 2. Este puntaje posteriormente debe ser marcado en el

perfil correspondiente. Para las siguientes áreas se procede de la misma forma.

Para obtener el índice de Calidad de Vida Total, se suman todos los puntajes brutos

obtenidos en cada área de vida y se los divide por él numero de áreas que se han

respondido. (ANEXOS 5)

2.5 Interpretación del ICV La interpretación del Inventario de Calidad de Vida percibida, comienza solamente

cuando se ha comprobado la validez del protocolo. Hay tres posibilidades para la

interpretación de esta prueba:

a) Determinar la Calidad de Vida Total del evaluado;

b) Analizar los puntajes brutos, T y percentilares obtenidos; y

c) Evaluar los puntajes parciales para cada área de vida,

La Calidad de Vida Total de un sujeto se puede clasificar como Alta, Promedio, Baja y

Muy Baja. Los individuos comprendidos entre el Percentil 1 y el 27 se caracterizan por

ser relativamente infelices y corren el riesgo de tener problemas psicológicos y de

salud en el futuro. Las personas por sobre el percentil 28 están libres de distrés

psicológico y cuentan con importantes recursos psicosociales

Los sujetos que tienen altos puntajes en el ICV se perciben muy felices en su vida

cotidiana y con un buen nivel de realización personal, son muy exitosos y obtienen lo

que desean de la vida; y pueden satisfacer sus necesidades básicas y conseguir las

22

metas en todas o en la mayoría de las áreas de la vida que valoran. Debido a que sus

necesidades, deseos y metas han sido satisfechas, no se encuentran bajo distrés

psicológico. Los puntajes altos denotan personas resistentes al estrés ya que cuentan

con apoyo psicológico, social y contextual. Personas que se rodean de circunstancias

y relaciones de vida gratificantes. Pueden tener la habilidad de resolver problemas por

sí mismos y tienen un buen sentido de la realidad, como habilidad para poder percibir

el mundo precisamente sin hacer distorsiones negativas significativas. Estas personas

no transforman todo en una catástrofe, sobretodo cuando se les presenta un

problema. Tienen la habilidad de obtener metas que son casi un reto. También,

establecen prioridades, así ellos pueden concentrar sus energías en aquellas

situaciones de la vida que les son gratificantes y controlables; y les restan importancia

a las áreas que no pueden satisfacer o controlar. En general, son personas que viven

vidas equilibradas, con un buen grado de satisfacción proveniente de diversas áreas

de su vida. Con este tipo y variedad de recursos, son personas que pueden afrontar el

estrés o los problemas de salud sin tener que sufrir consecuencias importantes para

su salud mental y funcionamiento.

Las personas que tienen bajos puntajes en este inventario, se autoperciben,

generalmente, como infelices e insatisfechas; en algún sentido fracasan en tratar de

obtener lo que quieren de la vida, y no son capaces de satisfacer sus necesidades

básicas y conseguir sus metas en diversas áreas importantes de la vida. Sin embargo,

pueden conseguir algo de satisfacción proveniente de algunas áreas de vida, lo cual

sirve para que en el tratamiento se motiven esfuerzos tendientes al cambio. A pesar

de que pueden no mostrar signos visibles de distrés, pueden sufrir de algún desorden

psicológico o médico, especialmente de depresión clínica. A este tipo de personas

sería conveniente evaluar más exhaustivamente en sus trastornos médicos y

psicológicos del tipo de depresión, ansiedad, abuso de alcohol y drogas, desórdenes

psicofisiológicos, problemas de interrelación o de salud que pueden estar causadas o

contribuir a su baja calidad de vida. La satisfacción con el trabajo y con la forma en

que se trabaja, se resiente debido a los niveles de infelicidad (Rain, Lane & Steiner,

1991). Este tipo de sujetos se beneficia al encarar el tratamiento de los problemas

referidos al diario vivir o a la satisfacción con la vida, para así aliviar sus problemas

médicos o psicológicos, aumentar su calidad de vida y prevenir problemas de salud.

En general, son personas colaboradoras con los tratamientos debido a que significan

para ellos una manera de reducir el distrés y la infelicidad. De todas maneras, se

deben realizar reevaluaciones periódicas para controlar el progreso en el tratamiento y

ver si requieren un tipo de intervención diferente o adicional para mejorar.

23

En cuanto a la evaluación de áreas de vida específicas, tiene una doble vía de acceso:

por un lado, cada una de las secciones y sus puntajes; y por el otro, el listado de

problemas que interfieren con la satisfacción del sujeto en cada área. Con esta

información se puede interpretar el inventario y planificar, por ejemplo, un tratamiento

psicoterapéutico en el cual se tenga :

a) Una evaluación completa y precisa de los problemas del evaluado;

b) Una evaluación de la forma en que se van desarrollando, interrelacionando o

agravando los problemas del sujeto; y

c) Una planificación de las prioridades y objetivos en cuanto al tratamiento de los

mismos.

Desde el punto de vista de la investigación (Kazdin, 1993, Grant, 1994) se sugiere que

el realizar un plan basado en las áreas de insatisfacción del sujeto para su tratamiento

lleva a cambios clínicos significativos en cuanto a depresión, satisfacción de vida y

autoeficacia, que previenen futuros problemas de salud. Los cambios positivos en

algunas áreas llevan a cambios en la satisfacción en áreas que no fueron objeto de

tratamiento; por ejemplo, un paciente que ha observado un incremento en la

satisfacción con su Vecindario a pesar de estar internada, este cambio refleja el

componente cognitivo de la satisfacción de vida. Los cambios de un área que se

generalizan en cambios en otras áreas se deben a que los sujetos aprenden a no

distorsionar sus percepciones de la realidad y a tener una actitud más realista de lo

que es la satisfacción promedio.

Toda la amplia y detallada información que se puede obtener en cada área, no

siempre se pone de manifiesto en las entrevistas debido a las limitaciones en tiempo y

en áreas de vida que pueden ser tratadas. Por eso el uso de este instrumento puede

complementar, con un bajo costo en tiempo y esfuerzo por parte del evaluado, la

información requerida por el psicólogo para la comprensión de los diversos problemas

complejos a evaluar.

SEGUNDA PARTE:

3. APORTES DEL INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO

Los programas de salud comunitaria supusieron la puesta en práctica de numerosas

reflexiones teóricas sobre el factor protector que tanto los factores personales como

los contextuales poseían sobre la salud y el bienestar de las personas. Ya en 1939, H.

Dunham observa la importancia de que el paciente psiquiátrico, una vez recuperado,

se reintegrara en su comunidad; para lo cual la comunidad debía proveerle los

24

recursos necesarios para que el paciente restablecido pudiera afrontar la búsqueda de

ayuda y apoyo durante el proceso de reinserción a su vida comunitaria. Años después

Duhl (1963) estudiando problemas comunitarios, recomienda el aprovechar los

recursos comunitarios. Así se consolida una tendencia a analizar y tener en cuenta

tanto los recursos sociales disponibles en la comunidad como las respuestas de

afrontamiento instrumentadas por las personas que deben enfrentar algún problema

específico, cubriendo los niveles de prevención e intervención.

Con el surgimiento del movimiento de salud mental comunitaria se impulsa la

deshospitalización a favor de ambientes naturales; y crece la evidencia ecológica

proporcionada tanto desde dentro como desde fuera de los centros de salud mental

que muestra que una comunidad atomizada y disgregada fomenta la aparición de

problemas emocionales en sus miembros (Hughes et al., 1960). Los pilares del estudio

de la salud mental ahora se centran en el afrontamiento, el estrés y el apoyo social

que demuestran tener un real valor teórico y estar en relación, directa e indirecta, con

el proceso salud - enfermedad en las personas y el bienestar en la comunidad.

Es así que la conceptualización de los procesos de afrontamiento es un aspecto

central en las teorías actuales sobre la adaptación de las personas y el proceso de

estrés que las mismas enfrentan en su vida cotidiana. El afrontamiento se enfoca

como un factor estabilizador que puede ayudar a los individuos a mantener su

adaptación psicosocial durante períodos de alto estrés (Lazarus y Folkman,1984;

Moos y Schaefer, 1993). Sin embargo, carecemos de una comprensión adecuada de

muchos mecanismos básicos, por ejemplo, necesitamos aprender cómo pueden

moderar los factores contextuales el rol del afrontamiento en el proceso de adaptación.

Fleishman (1984) define el afrontamiento como las respuestas cognitivas o

comportamentales “para reducir o eliminar el distrés psicológico o las condiciones

estresantes”. Las teorías contemporáneas enfatizan los aspectos multidimensionales

de los procesos de percepción y afrontamiento. Si las tuvieramos que resumir diríamos

que los investigadores han usado dos perspectivas conceptuales para clasificar las

estrategias de afrontamiento. Un punto de vista pone énfasis en la orientación o foco

del afrontamiento, ya sea focalizado en un problema o en una emoción, mientras que

el otro privilegia el método del afrontamiento, ya sea cognitivo o conductual (Lazarus y

Folkman, 1984; y Moos y Schaefer, 1994).

Las investigaciones focalizadas en el apoyo social y el afrontamiento, han demostrado

que existen evidencias de que el apoyo social (Cohen y McKay, 1984 ; y Thoits, 1985)

influye en las estrategias de afrontamiento en las que se comprometen los sujetos bajo

estrés. Por ejemplo, Lazarus y Folkman (1984) definieron los recursos tales como el

apoyo social como aquello con lo que un individuo “cuenta para afrontar” y ellos

25

plantean que tales recursos “preceden e influencian el afrontamiento”. En forma

similar, Thoits (1986) postula que el apoyo social bajo la forma de consejo y aliento

puede incrementar la posibilidad de que una persona elija una estrategia como la

resolución activa de un problema, la búsqueda de información, etc.

En síntesis, para nuestro modelo ecoevaluativo y sobre la base de éstos y otros

descubrimientos relacionados (Cronkite y Moos, 1984) proponemos un modelo

general del afrontamiento donde los recursos sociales o contextuales y los personales

se relacionan con la salud mental y el bienestar psicológico tanto directa como

indirectamente, a través de respuestas de afrontamiento adaptativo (Hollahan y Moos,

1992). También, presumimos que la relativa fuerza de las asociaciones predictivas en

este modelo general del afrontamiento varía de acuerdo con los factores moderadores

contextuales (Hollahan y Moos, 1991). En tal sentido Moos y Shaefer (1993) plantean

que “los procesos de afrontamiento de aproximación deberían ser más efectivos en

situaciones que sean valoradas como cambiables y controlables… el estilo de

afrontamiento de un sujeto necesita ajustarse con la situación”.

3.1 Inventario de Respuestas de Afrontamiento (CRI) El Inventario de Respuestas de Afrontamiento cuyos autores son Rudolf H. Moos y B.

Moos, es una prueba que permite analizar la interacción entre el individuo y su entorno,

a través de uno de los conceptos centrales a tener en cuenta, que es el afrontamiento

definido como aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes

que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son

evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo (Lazarus &

Folkman, 1984). Este instrumento ha sido traducido y adaptado a nuestro medio en el

contexto de diversos trabajos investigativos realizados por la Dra. I. M. Mikulic y su

equipo de investigación UBACYT, tal como se comenta en el apartado

correspondiente.

3.2. Objetivos El inventario CRI, desde un marco conceptual ecológico social, combina dos

perspectivas al evaluar el afrontamiento de un sujeto, por un lado considera la

orientación o el foco del afrontamiento y por el otro el método de afrontamiento. Desde

el foco de afrontamiento, las respuestas se dividen en: aproximación y evitación. Cada

uno de estos dos grupos de respuestas se divide en dos categorías que reflejan los

métodos de afrontamiento cognitivo y conductual. En general, el afrontamiento de

aproximación se focaliza en el problema y refleja los esfuerzos cognitivos y

26

conductuales para manejar o resolver los estresores vitales. En cambio, el tipo de

afrontamiento por evitación tiende a estar centrado en una emoción; refleja intentos

cognitivos y conductuales para evitar pensar en un estresor y sus implicancias, o para

manejar el afecto asociado al mismo.

3.3. Descripción del CRI El Inventario de Respuestas de Afrontamiento (CRI) evalúa ocho tipos diferentes de

respuestas de afrontamiento a circunstancias vitales estresantes. Estas respuestas se

clasifican en ocho escalas Análisis Lógico (LA), Revalorización Positiva (PR),

Búsqueda de Apoyo y Orientación (SG), Resolución de Problemas (PS), Evitación

Cognitiva (CA), Aceptación o Resignación (AR), Búsqueda de Gratificaciones

Alternativas (SR), y Descarga Emocional (DE). Las primeras cuatro escalas forman un

primer conjunto que evalúa el afrontamiento en su faceta de aproximación y las otras

cuatro escalas forman un segundo conjunto que evalúa la faceta de evitación. En cada

uno de estos dos grupos, las primeras dos escalas evalúan las respuestas cognitivas,

y la tercer y cuarta escala las respuestas conductuales del afrontamiento, según se

sintetiza en el siguiente cuadro:

AFRONTAMIENTO

Respuestas de Aproximación Respuestas de Evitación

COGNITIVO CONDUCTUAL

1. Análisis Lógico

2. Revalorización Positiva

3. Búsqueda de Orientación y

Apoyo

4. Resolución de Problemas

5. Evitación Cognitiva

6. Aceptación /Resignación

7. Búsqueda de Gratificaciones

Alternativas

8. Descarga Emocional

Cada una de estas ocho dimensiones o escalas está compuesta por seis items. Al

responder este cuestionario, los sujetos seleccionan y describen un estresor reciente y

puntual y usan una escala de cuatro puntos que varía entre “Nunca” y “Muchas veces”

para puntuar cada uno de los cuarenta y ocho items sobre afrontamiento. Este

inventario también incluye un conjunto de diez items que suministran información

27

sobre la forma en que el sujeto evalúa el problema seleccionado y sus consecuencias.

Estos diez items cubren el contexto del estresor con información sobre si era

esperado, si había ocurrido anteriormente, y, también, si el sujeto ha reaccionado

como si fuera una amenaza o un reto. También, se evalúa la percepción del individuo

sobre la causa del estresor y si ha sido o no resuelto el problema. Estos items han sido

incluidos en razón de la probada relación existente entre las respuestas de evaluación

y afrontamiento, por ejemplo, en el caso de que las personas perciban un estresor

como un desafío son más propensas a afrontarlo activamente.

También se puede obtener una versión ideal del CRI, en la que el sujeto evaluado

indica el mejor modo de enfrentar un problema o estresor, según su opinión. Este

inventario se puede usar con personas adultas en población normal, pacientes

clínicos, psiquiátricos y drogadictos. Es adecuado para la evaluación de sujetos de 18

años de edad o más, y se puede administrar como una entrevista estructurada o como

un inventario autoadministrable, en forma individual o colectiva.

3. 4 Administración y Evaluación El CRI es un inventario de papel y lápiz que consta de una serie de preguntas a

contestar en el protocolo de respuesta. En la primer hoja se presenta las instrucciones

para que el evaluado complete la primera parte y conteste los diez items sobre la

evaluación del evento estresante o problema definido por el mismo. La segunda parte

presenta los 48 items referidos al afrontamiento.

Para la forma autoadministrada del CRI-A se entregan los materiales y se pide al

evaluado que lea las instrucciones para completar el inventario. Cuando la

administración es grupal, se leen las instrucciones en voz alta mientras los evaluados

siguen la lectura en sus propias copias. Una vez leído y entendido el tipo de tarea a

realizar, se solicita completar los datos sociodemográficos antes de contestar los items

siguientes. Si existen preguntas se contestan clarificando el significado de los términos

pero teniendo cuidado de no influir ni en un sentido ni en otro las respuestas. Se debe

alentar a los sujetos indecisos a contestar teniendo en cuenta lo que sucede “en la

mayoría de las veces” o “la mayor parte del tiempo”. Se debe controlar que cada hoja

de respuestas esté completa e incluya los datos sociodemográficos. Si existieran

preguntas sin contestar es necesario que se completen antes de proceder a la

evaluación del protocolo, aunque el evaluado deba contestarlas telefónicamente.

El CRI es fácil de administrar en forma de entrevista ya que todos sus items están

formulados en forma de preguntas. Se siguen los procedimientos comunes a la

entrevista, por ejemplo se establece y mantiene un buen rapport con el sujeto, se

explica el propósito de la prueba, se leen los items y se anotan las respuestas.

28

Algunas personas dan respuestas más detalladas de lo que la prueba requiere, en

ese caso, es conveniente escucharlas, tomar nota y comentar si hay más preguntas al

respecto y, también que se quiere tener un panorama integrador de sus habilidades

para el afrontamiento. Cuando el evaluado se siente cansado o cuando han pasado

más de treinta minutos, es conveniente realizar un descanso de al menos cinco

minutos antes de completar el resto de la prueba.

El Inventario de Respuestas de Afrontamiento se puede evaluar en aproximadamente

cinco minutos. Se suman los valores de los items ubicados en cada columna y luego

se dividen por el número de ítems contestados, se coloca el valor así obtenido debajo

de cada columna junto a las iniciales correspondientes a la Respuesta de

Afrontamiento evaluada. En la primera columna, por ejemplo se suman los valores de

los items 1, 9, 17, 25, 33 y 41 para obtener el valor total, que luego se divide por 6 en

caso de haber sido todos contestados, y el número resultante se escribe en el espacio

correspondiente a la primer columna de “Análisis Lógico” cuyas iniciales “AL” figuran

debajo. El mismo procedimiento se realiza con las siguientes escalas y sus valores.

a) Respuestas “Missing”

Cuando faltan datos se hace más difícil obtener los puntajes del CRI. Hay que revisar

la hoja de respuestas cuando la entregan los evaluados y observar si existen

preguntas para las cuales se han hecho círculos alrededor de los números de los

items (indicando que si se quieren contestar) o si se ha señalado con “NA” para

informar que ese ítem “no es aplicable” al evaluado. Si el evaluado deja otras

preguntas sin contestar, se le debe pedir que las complete. Si no se lo puede

encontrar personalmente, ni telefónicamente, se debe determinar si los datos serán

válidos para su evaluación e interpretación.

Si solamente se han completado entre uno y tres items por escala no se podrá obtener

ningún puntaje en dichas escalas, si al menos cuatro o cinco items tuvieran respuesta

en una escala se podrá proceder del siguiente modo: sumar los items contestados y

aplicar un factor corrector. Por ejemplo, si una persona contestó cuatro de los seis

items de la Escala Análisis Lógico, se suman esos cuatro valores (el resultado oscilará

entre 0 y 12 puntos en vez del esperable para los seis items que cubre de 0 a 18).

Luego se multiplicará la suma por la razón obtenida de 18 sobre 12. Esto corrige la

suma para que la amplitud de valores sea la misma que si hubiesen sido contestados

los seis items de la escala total. Si el evaluado contesta cinco de los seis items de la

escala, se suman los valores de estos cinco items y se multiplican por la razón

obtenida de 18 sobre 15.

b) Puntajes y Perfiles

29

En el perfil se trasladarán los puntajes brutos obtenidos como promedio de los ítems

contestados por escala, para cada una de ellas. Para completar los perfiles se colocan

los puntajes brutos de cada escala en el espacio correspondiente al final del área

seleccionada. Para empezar se situará la columna de Análisis Lógico (AL) en el perfil

de Respuestas de Afrontamiento. En esta columna se hará un círculo en el número

que corresponda al puntaje bruto de Análisis Lógico del evaluado. Cuando todos los

puntajes están localizados se unen y se traza una línea contínua que muestra un

gráfico con las respuestas del inventario y sus puntajes. Cada perfil se marca con

líneas horizontales

3.5. Aplicaciones en Evaluación Clínica y de Programas Esta prueba tiene algunas aplicaciones potenciales en el área de las descripciones

clínicas de los casos, la planificación del tratamiento y la evaluación de programas.

Esta prueba puede ayudar a describir las respuestas de afrontamiento de una persona

ante una circunstancia estresante específica o problema en su vida, controlar la

estabilidad y el cambio de tales respuestas de afrontamiento, comparar a los sujetos y

grupos, y examinar cómo los nuevos sucesos de vida afectan a la manera en que las

personas los afrontan y también cómo cambian las respuestas de afrontamiento esa

situación de vida del sujeto y su funcionamiento.

La versión ideal del CRI consiste en pedir al sujeto que exponga en forma separada,

cuál es la mejor manera de enfrentar una situación estresante específica. Sirve a los

clínicos para obtener información sobre el repertorio de respuestas preferidas por los

evaluados. Las diferencias entre los estilos preferidos y los reales indican puntos

interesantes para el área de la intervención.

En el caso individual, se pueden evaluar con esta prueba el predominio de la

respuesta de aproximación o de evitación, o de la cognitiva sobre la conductual, en

cuanto a las estrategias de afrontamiento. También se pueden describir la estabilidad

de un tipo de afrontamiento a lo largo del tiempo y bajo las mismas circunstancias

estresantes, o con diferentes tipos de estresores. Por ejemplo, el predominio de las

respuestas de Evitación Cognitiva puede indicar que el sujeto se puede beneficiar del

entrenamiento de sus habilidades conductuales. Más aún el CRI permite comparar el

estilo de afrontamiento y analizar las relaciones existentes entre las circunstancias de

vida estresantes, el afrontamiento y los resultados del tratamiento.

3.6. Construcción de la Prueba Original a) Las Cinco Etapas de la Construcción de la Prueba

El Inventario de Respuestas de Afrontamiento ha sido construído en cinco etapas:

30

• Identificación de los dominios del afrontamiento, creación y reducción de un

conjunto de items obtenidos de los datos suministrados por diferentes tipos de

muestras (pacientes alcohólicos, deprimidos y normales de control).

• Construcción de un inventario preliminar de 32 items.

• Ampliación del número de items del inventario para cubrir otras dimensiones

adicionales del afrontamiento.

• Prueba de campo inicial y revisión posterior en base a los datos obtenidos en

entrevistas realizadas a una muestra de pacientes con artritis, depresivos y

alcohólicos; y adultos sanos.

• Segunda prueba de campo y revisión final del inventario en base a datos obtenidos

en un grupo de 1,800 adultos que participaron en un estudio sobre personas

normales y con problemas de alcoholismo.

ETAPA 1: IDENTIFICACION DE DOMINIOS EN EL AFRONTAMIENTO Y CREACION

DE UN INVENTARIO PRELIMINAR

En la primer etapa se usó un marco conceptual inicial para seleccionar un conjunto de

items y categorizarlos dentro de los dominios del afrontamiento que se centran en el

foco y en el método. Los items seleccionados respondieron a las descripciones de

cómo las personas afrontan una amplia gama de transiciones de vida y crisis vitales

(Moos y Tsu, 1976); a continuación se consideraron las respuestas de afrontamiento

de las personas a enfermedades físicas serias y a la hospitalización (Moos y Tsu,

1977). Con estos procedimientos se obtuvo un inventario de 19 items que fue utilizado

para evaluar pacientes alcohólicos, sus esposas y personas sin problemas con la

bebida en un grupo control (Billings y Moos, 1981).

ETAPA 2: CONSTRUCCION DE UN INVENTARIO PRELIMINAR

A partir de los resultados obtenidos y del análisis conceptual de la versión inicial se

amplía la perspectiva utilizada para evaluar las dimensiones del afrontamiento (Moos y

Billings, 1982). Para realizar una prueba empírica de este enfoque se pidió a un grupo

de pacientes depresivos y a otro de sujetos no depresivos de control, que

seleccionaran un estresor reciente y que describieran con qué frecuencia utilizaban

cada una de las 32 respuestas cognitivas y conductuales de afrontamiento. Se

construyeron nuevos indicadores de respuestas de aproximación cognitiva y

conductual; y de evitación (Holahan y Moos, 1987) así como también indicadores de

tres tipos de respuestas centradas en el problema y dos tipos en la emoción (Billings y

Moos, 1984). Esta versión del inventario está incluido en el Protocolo de Salud y Vida

Cotidiana (Moos, Cronkite y Finney, 1990). Este se usó en estudios con pacientes

depresivos, sus esposas y un grupo control de sujetos no depresivos y sus esposas.

ETAPA 3: AMPLIACION DEL GRUPO DE ITEMS

31

Los resultados de dicho estudio mostraron la necesidad de ampliar la cantidad de

items para evaluar más adecuadamente las dimensiones del afrontamiento en lo

referente a: revaloración positiva, evitación cognitiva y búsqueda de gratificaciones

alternativas. De tal manera que fue necesario realizar un nuevo análisis de contenido

de cómo las personas afrontan la enfermedad física y otras crisis vitales (Moos y

Schaefer, 1984, 1986). Así se amplió el número de indicadores seleccionados para

cubrir las diferentes dimensiones del afrontamiento. Se estableció un criterio específico

para clasificar items y excluir los que fueran redundantes, poco claros, complejos o

poco frecuentes. En base a entrevistas piloto se volvieron a escribir los items

clarificándolos y modificando el formato y el lenguaje del inventario. Todo ello condujo

a una versión revisada del inventario.

ETAPA 4: PRUEBA INICIAL DE CAMPO Y REVISION DEL INVENTARIO

Se administró el protocolo resultante a tres grupos de pacientes (N = 20 en cada

grupo) y un grupo de control de personas sanas (N = 20) quienes participaban en un

estudio sobre estresores de vida y recursos sociales (Moos, Fenn, Billings y Moos,

1989). En cada uno de los tres grupos: pacientes con artritis, depresivos y alcohólicos;

se solicitó describir un evento reciente estresante y luego colocar un puntaje en una

escala de cuatro puntos al contestar a cada uno de los items sobre afrontamiento. Se

analizó esta información y se obtuvo una versión del inventario compuesta por 72

ítems de un grupo de indicadores de afrontamiento que reflejaban ambas categorías:

el foco y el método (Moos, 1988). Los indicadores mostraron consistencias internas

aceptables y no estaban influídos por la deseabilidad social. Sin embargo, algunos de

los indicadores estaban altamente intercorrelacionados.

ETAPA 5: PRUEBA DE CAMPO. REVISION DEL INVENTARIO FINAL Y

RECOLECCION DE LOS DATOS NORMATIVOS.

Se realizó un nuevo trabajo de campo con la versión de 72 ítems que fue administrada

a 1800 adultos, algunos de los cuales eran sujetos con problemas de alcoholismo. La

muestra incluía 1100 hombres y 700 mujeres, el promedio de edad era 61 años y el

90% era Caucásico. En cuanto a su estado civil: el 69% era casado, el 19% era

separado o divorciado y el 7% era viudo. Los evaluados tenían una educación que

superaba el primario completo y un nivel socioeconómico medio alto. El análisis de los

datos obtenidos en este estudio llevó a la versión actual de esta prueba compuesta por

48 items distribuidos en ocho escalas que reflejan tanto el afrontamiento por

aproximación como por evitación.

b) Criterios Utilizados para Construir los Indicadores de Estresores y Recursos

Para construir el contenido y encarar la validación del CRI, se definieron dominios

específicos, se prepararon items que se ajustaran a las definiciones de los

32

constructos, y se seleccionaron los items que no solamente se relacionaran

conceptualmente a una dimensión sino que también mostraran empíricamente

pertenecer a dicha dimensión. Para aumentar la claridad, cada ítem se colocó en

solamente una dimensión. En cada etapa de la revisión, se aplicaron cuatro criterios

para seleccionar los items y construir las dimensiones.

1. Significado de los Items: Para ubicar un ítem en una dimensión se debe juzgar que

dicho ítem se refiere conceptualmente a esa dimensión, eso significa que el ítem

debe tener un contenido adecuado y válido. Tres jueces experimentados deben

concordar en este criterio. Se eliminaron items que eran difíciles de comprender,

que correspondían a varias dimensiones, que no podían ajustarse confiablemente

a un dominio conceptual, o que se prestaran a confusión.

2. Distribución de los items: Cada ítem que conste de más de un punto debe tener

una variada distribución en la respuesta. Específicamente, se seleccionaron items

en los cuales los evaluados usaron la escala de respuesta de 4 puntos.

3. Interrelación de los items: Para construir las escalas con una consistencia interna

de moderada a alta, se calcularon las correlaciones ítem-escala y se cambiaron los

items que correlacionaban más con otra escala que con la propia. También, se

eliminaron los items con baja correlación en cualquier escala.

4. Independencia de las escalas: Para aumentar la claridad conceptual y minimizar

las repeticiones entre dimensiones, se colocó a cada ítem en una sola dimensión.

Se unieron dimensiones que eran conceptualmente similares y que se encontraban

altamente correlacionadas para reducir la redundancia y acortar el inventario. Al

final se obtuvieron ocho escalas con seis items cada una tal como se describe en

el siguiente cuadro:

33

ESCALAS de AFRONTAMIENTO del CRI

ESCALA de AFRONTAMIENTO DESCRIPCION

Respuesta de Aproximación

1. Análisis Lógico

2. Revalorización Positiva

3. Búsqueda de Apoyo /Orientación

4. Resolución de Problemas

Intentos cognitivos de comprender y prepararse

mentalmente para enfrentar un estresor y sus

consecuencias.

Intentos cognitivos de construir y reestructurar

un problema en un sentido positivo mientras se

acepta la realidad de una situación.

Intentos conductuales de buscar información,

apoyo y orientación.

Intentos conductuales de realizar acciones

conducentes directamente al problema

Respuestas de Evitación

5. Evitación cognitiva

6. Aceptación o Resignación

7. Búsqueda de Gratificaciones

Alternativas

8. Descarga Emocional

Intentos cognitivos de evitar pensar en el

problema de forma realista.

Intentos cognitivos de reaccionar al problema

aceptándolo.

Intentos conductuales de involucrarse en

actividades substitutivas y crear nuevas fuentes

de satisfacción.

Intentos conductuales de reducir la tensión

expresando sentimientos negativos.

3.7. Características Psicométricas del Inventario Original Se explicitarán características psicométricas obtenidas por los autores ya que la

prueba adaptada se encuentra en su etapa de validación. Los autores se basan en

34

trabajos de campo realizados con muestras de adultos alcohólicos, pacientes

depresivos y con artritis y grupo de control normal.

ESCALAS DE AFRONTAMIENTO: Realizadas las medias, los desvíos y la

consistencia interna (alfa de Cronbach) de las ocho escalas, en forma separada

para hombres y mujeres. Las mujeres muestran tener mayor cantidad de

respuestas de afrontamiento en las ocho áreas, comparadas con los hombres,

especialmente en Búsqueda de Apoyo y Orientación, Búsqueda de Gratificaciones

Alternativas y Descarga Emocional. En este sentido, Hinrichsen (1991) encontró

que las mujeres buscaban más apoyo que los hombres y Whitsett & Land (1992)

demostraron que comparadas con los hombres las mujeres utilizan más

estrategias cognitivas-activas y conductuales en el afrontamiento. Las

desviaciones standard de las escalas demuestran que hay una considerable

variación entre todas las escalas de afrontamiento y las consistencias internas de

las escalas son moderadas para ambos sexos. Los datos de las pruebas de campo

muestran que las escalas están minimamente correlacionadas con la deseabilidad

social.

ASOCIACION ENTRE ESCALAS DE AFRONTAMIENTO: Al examinar las

asociaciones entre las escalas de afrontamiento y se encontraron

intercorrelaciones moderadas demostrando que las personas que utilizan un tipo

de respuestas de aproximación también usan las de evitación, en parte debido a

que aquellas personas que experimentan más estresores severos tienden a

emplear todas las estrategias de afrontamiento posibles. Los resultados también

reflejan que la naturaleza recíproca y dinámica de las relaciones entre

aproximación y evitación, y entre cognitivo y conductual en el proceso de

afrontamiento y en el estrés. Por ejemplo, un hecho traumático puede,

inicialmente, provocar una respuesta de Búsqueda de Ayuda y Orientación y luego

de la expresión de emociones, pasado el tiempo, se recurra a la Resolución de

Problemas y la Búsqueda de Gratificaciones Alternativas, como respuestas más

importantes.

ESTABILIDAD DE LAS ESCALAS DE AFRONTAMIENTO: Más del 90% de los

evaluados en la última prueba de campo participaron en un estudio longitudinal en el

que completaron el CRI nuevamente luego de 12 meses. Las escalas se mantenían

relativamente estables a través del tiempo, especialmente Revalorización Positiva,

Búsqueda de Apoyo y Orientación, Evitación Cognitiva y Descarga Emocional. Las

menos estables a lo largo del tiempo son el Análisis Lógico y la Resolución de

Problemas. La tendencia de los sujetos a utilizar las respuestas por aproximación y

evitación en el afrontamiento permanecen estables a lo largo de intervalos mayores

35

(2 o 3 años) (Swindel, Cronkite y Moos, 1989). En realidad existe cierta consistencia a

través del tiempo en las respuestas de afrontamiento de los sujetos a pesar de la

variedad de circunstancias estresantes que ellos deben enfrentar.

CORRELACIONES ENTRE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO Y

CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS: Al correlacionar las escalas de

afrontamiento con características sociodemográficas como edad, educación, estado

civil y raza, los autores hallaron las asociaciones más fuertes, tanto en hombres como

en mujeres, con educación y confirmaron anteriores resultados (Billing y Moos; 1981,

1984) que mostraban que los evaluados de mayor nivel educativo tienden a usar

respuestas de evitación, en especial la Evitación Cognitiva, la Aceptación o

Resignación y la Descarga Emocional. Y son menos propensos a usar la

Revalorización Positiva.

3.8. Aplicaciones en Investigación

A continuación se describen algunas aplicaciones del CRI, que los estudios publicados

por R. Moos y otros autores aportan incluyendo datos sobre validez predictiva,

concurrente y de constructo de las diversas escalas. Los puntos centrales que se han

desarrollado han sido las diferencias entre grupos en cuanto a: respuestas de

afrontamiento, determinantes de tales respuestas, tipo de relación con las

consecuencias de tales problemas, tipos de relación con salud y bienestar psicológico.

a) Diferencias por Grupos en Respuestas de Afrontamiento: Se han estudiado las

diferencias en las respuestas de afrontamiento en los siguientes grupos:

Diferencias entre pacientes alcohólicos y no alcohólicos: La prueba de campo final

con la que se elaboraron los baremos de la versión actual incluyó 501 sujetos

alcohólicos (387 hombres y 114 mujeres), identificados con un inventario de 17

items referido a problemas con la bebida (Finney, Moos y Brennan, 1991). Se los

contrastó con un grupo de 609 personas sin problemas con la bebida y se observó

que los sujetos con problemas con la bebida utilizaban menos las respuestas de

aproximación en el afrontamiento. Esta diferencia se mantuvo significativa después

de controlar la severidad y tipo de estresor sobre el que se focalizaba el evaluado y

el número de sucesos de vida negativos vivenciados en el año anterior. En una de

las pruebas de campo realizadas, se compararon las respuestas de afrontamiento

de los pacientes alcohólicos activos y los pacientes depresivos, con artritis y los

adultos normales de control. Los pacientes alcohólicos se diferenciaron de los

restantes grupos en los cuatro índices de afrontamiento por evitación. Nace, Davis

y Gaspari (1991) compararon pacientes drogadictos con desórdenes de

personalidad con drogadictos sin trastornos de este tipo, hallando que los primeros

36

utilizaban más la Descarga Emocional y menos la Resolución de Problemas como

respuesta de afrontamiento

Diferencias entre pacientes depresivos y casos control: Luego de comparar a los

pacientes depresivos con los casos de control y con los pacientes con artritis y

alcohólicos, se comprobó que utilizan más que los otros tres grupos, las

respuestas de afrontamiento: Evitación, Aceptación o Resignación y Descarga

Emocional. Y, a su vez, usan menos que los otros tres grupos, las respuestas de

afrontamiento por aproximación, especialmente la Revalorización Positiva. Con lo

cual se observa un serio déficit en tal sentido.

Diferencias entre pacientes clínicos: En sucesivas pruebas de campo, los autores

de la prueba comprobaron que los sujetos con uno o más diagnóstico médico

informaron menos uso de respuestas de afrontamiento por aproximación, que los

sujetos sanos (Holahan, Moos y Brennan, 1991). Rosenberg, Peteron y Hayes

(1987) con este inventario encontraron que los pacientes depresivos hospitalizados

utilizaban más las estrategias de evitación que las de aproximación en cuanto al

afrontamiento. En general, los resultados de variadas investigaciones han

demostrado que las diferencias individuales en el afrontamiento están más

asociadas a los problemas psicológicos (tales como disfunciones del

comportamiento y del carácter) que a problemas médicos. Es más, algunos

enfermos a pesar de su enfermedad física afrontan efectivamente sus problemas,

e inclusive mantienen un adecuado funcionamiento psicológico o vivencian un

crecimiento personal (Schaefer y Moos, 1993).

b) Los Determinantes de las Respuestas de Afrontamiento: En el modelo de

afrontamiento de Moos (Moos, 1988; Moos y Swindle, 1990), se postula que las

características específicas de una crisis o transición vital focalizada y la evaluación

que un sujeto hace de la situación contextualizan las selecciones de respuestas

específicas de afrontamiento. Otros aspectos del sistema de variables a cargo de

la persona como las variables sociodemográficas y otros factores personales y un

sistema ambiental más amplio (tal como recursos sociales y estresores de vida),

también influyen en la selección de respuestas de afrontamiento.

Tipo, severidad y evaluación de estresores: Al centrarse en cómo influían el

número de sucesos vitales estresantes vivenciados en el último año, el tipo y

severidad del estresor focalizado y el grado en que tal estresor fue vivenciado por

el evaluado como un reto, se pudo lograr una clasificación en ocho categorías de

estresores que luego se redujeron a tres: enfermedades, familia y amigos; y

finanzas y trabajo. El tipo de estresor también influye en las respuestas de

afrontamiento ya que por ejemplo los estresores debidos a enfermedades físicas

37

promueven mayor cantidad de respuestas de afrontamiento activo conductual y los

debidos a relaciones interpersonales más de afrontamiento focalizado en la

emoción (Billings y Moos, 1981).

La severidad de los estresores focalizados fue ponderada según los estudios de

Holmes y Rahe (1967) y Dohrenwend, Krasnoff, Askenasy y Dohrenwend (1978);

demostrándose que varían las respuestas de afrontamiento en relación a la

severidad del estresor (Holahan y Moos, 1987). A mayor cantidad de sucesos de

vida negativos y estresores crónicos menor uso de la respuesta de afrontamiento

Resolución de Problemas y más uso de la respuesta de evitación Descarga

Emocional (Fondacaron y Moos, 1989). En cuanto a la evaluación de los

problemas, se ha demostrado que cuando los estresores son evaluados como un

reto tienden a provocar respuestas de afrontamiento de aproximación más que de

evitación. En síntesis, tanto el tipo como la severidad y la evaluación realizada de

los estresores influyen en las respuestas de afrontamiento. Los estresores severos

movilizan más respuestas de ambos tipos y cuando persisten, se aumentan las

respuestas de evitación en detrimento de las de aproximación, especialmente de la

Resolución de Problemas.

Recursos sociales y afrontamiento: Hay mucho interés en estudiar cómo los

recursos sociales influyen en el afrontamiento y la adaptación. La mayoría de los

estudios han considerado al afrontamiento y el apoyo social como procesos

separados y han analizado en forma independiente sus efectos sobre la relación

entre estresores de vida y desórdenes. Sin embargo, los recursos sociales pueden

influir en la adaptación al facilitar el uso de estrategias de afrontamiento más

activas. Al estudiar, los autores del CRI, las relaciones entre los recursos sociales y

la familia y los amigos; por ejemplo, encontraron que éstos pueden contribuir a una

buena adaptación de la persona a su contexto al hacer decrecer en el sujeto el uso

de estrategias de evitación frente a los problemas y ayudándolos a cambiar (Moos

y Moos, 1992). También se encontraron asociaciones entre los ambientes

familiares y las respuestas de afrontamiento de los cónyuges, en general, las

personas que viven en ambientes con familias cohesivas y orientadas al logro de

determinados objetivos se inclinan por el uso de estrategias centradas en el

problema o de aproximación. La independencia de la familia también se asocia al

uso de éstas respuestas. En cambio, los miembros de familias orientadas al

conflicto y controladoras, usan las estrategias de evitación en el afrontamiento

(Billings y Moos, 1982). Los recursos financieros pueden proteger a una persona

de la necesidad de tener que adoptar estrategias de evitación al proveerle una

manera de cambiar o moderar las circunstancias estresantes que lo rodean

38

(Holahan y Moos, 1987). Al tener los medios económicos para solventar una

variedad de alternativas de afrontamiento, los sujetos más seguros desde el punto

de vista económico pueden tener una orientación más fuerte al encarar las

consecuencias de los estresores de vida. En relación a los recursos provenientes

del contexto laboral, existen asociaciones probadas con la selección de respuestas

de afrontamiento (Fondacaro y Moos, 1987). En general, cuanto más

comprometida y apoyada se encuentra una persona en su medio laboral más

tiende a buscar apoyo y orientación; y percibe la situación como menos estresante.

En síntesis, además de los estresores de vida, los recursos personales y sociales

influyen en las respuestas de afrontamiento seleccionadas por los sujetos ya que

generalmente facilitan un afrontamiento más activo, aunque puedan llevar a un

menor uso de las respuestas de Resolución de Problemas, cuando el sujeto pasa

por una crisis aguda en alguna enfermedad. Los recursos económicos y

personales, tales como la confianza en sí mismo y el optimismo, reduce la

tendencia a seleccionar estrategias de evitación en el afrontamiento.

3.9. Adaptación a nuestro medido Esta prueba ha sido administrada como inventario autoadministrado en su versión “real”,

ya que se solicita al evaluado relatar un problema real que ha debido enfrentar y sobre el

que contestará las preguntas. Se ha utilizado en la investigación realizada sobre Crisis

Vitales en el contexto del Proyecto de Investigación UBACYT P 015.

A fin de poder explicar los trabajos investigativos realizados con este instrumento será

menester aclarar el criterio de conformación de los grupos estudiados. Los

participantes en estos grupos se caracterizaban por haber atravesado una crisis vital,

razón por la cual será necesario previamente definir este concepto. El término “crisis”

deriva etimológicamente de un vocablo griego, que significa separación y elección

(Diccionario de la Real Academia Española, 2001), definiéndose con estas dos

acciones un proceso dinámico compuesto por un período, en el que deben producirse

una separación (de algo - alguien), antes de que pueda darse una elección (de algo-

alguien) como expresión de una evolución madurativa; y entre ambos un tiempo, un

antes y un después. En el marco de las ciencias sociales este concepto ha recibido

distintas significaciones, de acuerdo al enfoque epistemológico predominante en los

diferentes estudios y autores. Es posible distinguir en este sentido, un enfoque en el

que la situación de crisis es concebida como un momento de catástrofe, de disrupción,

con mayor énfasis en los aspectos negativos (Hamilton y Mc Cubbin, 1983; Cohen y

Ahearn, 1989), y un enfoque desde el cual se le asigna un valor positivo, de desafío,

39

maduración y crecimiento (Caplan, 1966; Melillo y Suarez Ojeda 2004). Siguiendo los

lineamientos propuestos por esta última perspectiva de desarrollo reciente, podemos

definir crisis vital como aquellos puntos transicionales que suponen situaciones nuevas

que el individuo no puede manejar con los mecanismos de superación habituales,

exigiendo la movilización de nuevos recursos, y que pueden representar una

oportunidad de crecimiento (Caplan, 1966). Las crisis vitales pueden llegar a

constituirse en confrontaciones constructivas que permiten a las personas desarrollar

nuevas habilidades para enfrentar su realidad, una nueva perspectiva de su situación

vital, o nuevos recursos personales y sociales. Es decir, que los sucesos estresantes

pueden beneficiar al sujeto hasta el punto de permitirle apreciar la vida de otra manera

y madurar psicológicamente (Mikulic, 1998). Si

consideramos que el ciclo vital de una persona esta formado por todos los sucesos

que ha tenido que enfrentar desde su nacimiento hasta su muerte (Schulz & Rau,

1985), es posible distinguir momentos relativamente apacibles y estables alternando

con otros donde aparecen nuevas exigencias y demandas, necesitándose un periodo

de transición entre los estadios del ciclo vital para adecuarse a estas. Se necesita

tiempo para desprenderse de una situación pasada y adaptarse a otra nueva. Otras

veces los cambios, por el contrario, marcan un período de crisis: ya sean internos o

externos; enfrentan a la estructura mental y emocional de la persona con exigencias

que sobrepasan la capacidad de adecuarse a ellos, se quiebra el orden previo, y

sobreviene una crisis. Estas últimas son las denominadas "crisis accidentales" o crisis

inesperadas o imprevisibles, en las que estarían incluidas tanto las crisis cotidianas

como separación, pérdidas, muerte, enfermedades, como los desastres y las

catástrofes. Es decir, existen sucesos que la mayoría de las personas enfrentan

durante determinados periodos, por ejemplo la jubilación; y que por ello pueden

considerarse sucesos temporalmente normativos o propios del desarrollo. Mientras

que otros no se corresponden con etapa alguna de la vida del individuo, y en este

sentido pueden considerarse sucesos temporalmente no normativos (Schulz y Rau,

1985). Al considerar los sucesos vitales por los que atraviesan los sujetos a lo largo de

su ciclo vital, será importante tomar en cuenta la distinción entre sucesos normativos y

no normativos, ya que la predictibilidad de un suceso vital tiene un peso fundamental

al evaluar los recursos de que se disponen y la adecuación de los mismos. La

predictibilidad y la frecuencia de los acontecimientos a los que se encuentra expuesta

una persona, permite, en primer lugar, que la persona desarrolle una adaptación o

preparación previa, y en segundo lugar, que el contexto brinde sistemas formales o

informales de apoyo para ayudarla a afrontar dicho evento (Caplan, 1966). De modo

que, como plantea Moos (1993) las características y naturaleza de los sucesos a los

40

que se enfrentan los sujetos influyen en la disponibilidad y movilización de recursos,

así como también en las modalidades de afrontamiento de los mismos. Desde el

modelo de afrontamiento que plantea el autor antes mencionado, las características

específicas de una crisis o transición vital y la evaluación que un sujeto hace de la

situación, contextualizan las selecciones de respuestas específicas de afrontamiento.

En este sentido, se ha observado que sucesos tales como enfermedades físicas

tienden a promover mayor cantidad de respuestas de afrontamiento activo conductual

y los debidos a relaciones interpersonales más de afrontamiento focalizado en la

emoción (Moos, 1986). En esta misma línea Holahan y Brennan (1987) demostraron

que varían las respuestas de afrontamiento en relación a la severidad del estresor. A

mayor cantidad de sucesos de vida negativos y estresores crónicos menor uso de

respuestas por aproximación al problema y más uso de respuestas por evitación. En

cuanto a la evaluación de los sucesos vitales estresantes, se ha demostrado que

cuando los estresores son evaluados como un desafío tienden a provocar respuestas

de afrontamiento por aproximación más que de evitación. De modo que tanto el tipo

como la severidad y la evaluación realizada de las situaciones de crisis influyen en las

respuestas de afrontamiento, lo que evidencia la necesidad y la pertinencia de

considerar el interjuego que se establece entre las modalidades de afrontamiento y la

especificidad de la situación de crisis por la que atraviesa el sujeto. En el trabajo

investigativo que presentamos, se postula como objetivo analizar las modalidades de

afrontamiento implementadas ante situaciones no normativas, desde el punto de vista

del ciclo vital, como son el encarcelamiento, la migración y la separación o divorcio.

Cuando hablamos de afrontamiento nos referimos a aquellos esfuerzos intrapsíquicos

y orientados a la acción (cognitivos y conductuales), en aras de manejar demandas

internas y ambientales que ponen a prueba o exceden los recursos personales, al ser

valorados como excesivos por el individuo en relación con los recursos de que dispone

o cree disponer (Lazarus y Folkman, 1986). Al estudiar el afrontamiento desde esta

perspectiva contextual y transaccional, se pondera una forma específica de interacción

en la que hay efectos retroactivos entre las variables personales y situacionales; y, por

tanto, una causación recíproca. En esta investigación, para poder estudiar la relación

existente entre dichas variables personales y contextuales, ha sido necesario

seleccionar algunos sucesos vitales que por los cambios que conllevan en la vida de

las personas, se proponen como más significativos para el presente estudio. Los

eventos estresantes seleccionados generan una ¨transición ecológica” entendiendo

por tal los cambios en la posición de una persona dentro del ambiente ecológico en el

que está inmersa, como consecuencia de un cambio de rol, de entorno, o de ambos a

la vez (Bronfenbrenner, 1987). Además, estas complejas problemáticas influyen en la

41

disponibilidad de recursos y modalidades de afrontamiento implementadas, así como

en la configuración de factores de riesgo y protección. Dado que la situación de crisis

supone un estado temporal de desorganización, caracterizado principalmente, por la

incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos

acostumbrados para la solución de problemas, es posible identificar factores

específicos de dicha transición que pueden operar como riesgo, y por tanto aumentar

la probabilidad de generar un desajuste psicosocial (Munist, 2002). Pero al mismo

tiempo, en tanto crisis no solamente implica aumento de vulnerabilidad sino también

oportunidad de crecimiento, es importante identificar aquellos aspectos protectores

que pueden concebirse como fortalezas del individuo y/o de su entorno que aumentan

su capacidad para afrontar las adversidades y transformarlas en circunstancias

fortalecedoras a través de estrategias de afrontamiento exitosas (Kotliarenco, 2000). El

propósito de este trabajo investigativo ha sido integrar en un marco comprehensivo las

características de las personas (demográficas y de personalidad), las de la situación

motivo de la crisis o transición vital y las del contexto (ambiente físico, familiar y social)

porque consideradas en su interdependencia permiten analizar de manera más

exhaustiva el complejo fenómeno que se advierte en aquellos individuos que a pesar

de vivir condiciones adversas logran alcanzar una buena calidad de vida desplegando

conductas resilientes. En este sentido, otro objetivo fundamental de este trabajo ha

sido plantear una evaluación psicológica centrada en las fortalezas y recursos de los

sujetos, más que en los trastornos o déficit, planteando la posibilidad de un nuevo

enfoque evaluativo que desde la Psicología Positiva permita incluir dimensiones tales

como esperanza, confianza, optimismo, sentido del humor, etc.

En esta investigación se ha seleccionado una muestra intencional constituida por

tres grupos de 30 sujetos cada uno y un grupo control de una muestra intencional de

65 sujetos que no sufrieron las crisis vitales a estudiar. Para la conformación del grupo

de internos se contó con la colaboración de diversas cárceles de la Provincia de

Buenos Aires, en el marco del convenio con el Ministerio Público de la Defensa. En el

marco del Programa “Fundando Redes frente a la Migración Chubutense”, de la Casa

de la Provincia del Chubut, se realizó la selección de la muestra de migrados.

Se tomaron como criterios de inclusión:

- Residencia en Buenos Aires (Ciudad / Provincia de Buenos Aires)

- Que registren tan solo uno de los siguientes sucesos vitales enunciados en la Escala

de Holmes Y Rahe (1967) Social Readjustment Rating Scale (SRRS):

1. Migración

2. Divorcio

3. Encarcelamiento

42

- Que el suceso vital tuviera más de un año y menos de tres años de ocurrido.

Todos los participantes fueron evaluados por psicólogos pertenecientes al equipo

UBACYT que lleva adelante la investigación, especialmente entrenados en las

técnicas administradas; y se contó con el consentimiento informado de los mismos.

3.9.1 Características de los grupos seleccionados: a) Divorciados: (N=30). La totalidad de los sujetos son argentinos y residen en su

mayoría en Capital Federal (94%). La variable género se distribuye

equitativamente mitad hombres y mitad mujeres. En un rango de edades

comprendido entre 18 y 60, la media de esta muestra es de 38 años (SD = 8). En

cuanto al nivel educativo, el 53% de los casos refiere haber completado sus

estudios universitarios, mientras que el restante se distribuye entre universitario

incompleto (15%), terciario (12%) y secundario (20%).

b) Personas privadas de libertad: (N= 30) La totalidad de la muestra es Argentina y

residía antes de su detención en Provincia de Buenos Aires. El 90% de los casos

es de sexo masculino; el 53% es soltero y el 33% se encuentra en concubinato. En

cuanto al nivel de instrucción, el 53% refiere tener el primario completo y el

restante se polariza entre primario y secundario incompletos. Respecto a la edad,

dentro del rango estudiado (18 a 60 años), las edades de 20 a 30 años concentran

el 73% de los evaluados. La media de edad obtenida es de 27 años (SD= 5).

c) Migrados: (N=30) La totalidad de la muestra es Argentina y reside actualmente en

Capital Federal. El 71 % de los casos es de sexo femenino, y en un su mayoría el

estado civil es soltero (94%). En cuanto al nivel educativo, la totalidad de los

sujetos se encuentra realizando sus estudios universitarios, motivo principal de la

migración, y refiere no estar trabajando. Respecto a la edad, dentro del rango

estudiado (18 a 60 años), la media es de 20 años (SD= 2).

d) Población general: (N=65) La totalidad de la muestra es de nacionalidad

argentina, de los cuales el 41% reside en Capital Federal, y el restante en

Provincia de Buenos Aires. El 56% de los casos es de sexo femenino; el 44% es

soltero, mientras que el restante se polariza entre estado civil casado (38%) y en

concubinato (18 %). En cuanto al nivel de instrucción, el 46 % refiere tener los

estudios secundarios completos, mientras que el restante se distribuye entre

estudios terciarios y/o universitarios completos (30%) e incompletos (24%).

Respecto a la edad, dentro del rango estudiado (18 a 60 años), la media es de 36

años (SD= 10).

43

Para la selección de los sucesos estresantes a estudiar se ha utilizado la Escala de

Acontecimientos Vitales Estresantes (SRRS) de Holmes y Rahe (1967), en la cual se

enumeran una serie de acontecimientos asociados con diferentes grados de estrés y

medidos en unidades de cambio vital en personas normales. La escala fue construida

después que cientos de personas con diferentes historias vitales, cuantificasen el

grado de ajuste relativo que necesitaron para adaptarse a los cambios producidos por

diversos acontecimientos significativos vividos, entre ellos la separación o divorcio, el

encarcelamiento y la migración.

La batería de instrumentos administrada consistió en:

a) Inventario de Personalidad de California (H. Gough 1957. Tercera Revisión 1996.

Traducción y Adaptación: Isabel. M. Mikulic

b) Inventario de Estresores de Vida y Recursos Sociales, (LISRES- Moos, R. & Moos,

B.; 1994. Traducción y adaptación: Isabel M. Mikulic.

c) Inventario de Respuestas de Afrontamiento. (CRI- Moos, R. & Moos, B.; 1994.

Traducción y adaptación: Isabel M. Mikulic.

d) Inventario de Calidad de Vida. (ICV- Adaptación: Isabel M. Mikulic)

e) Entrevista Estructurada para evaluar Factores de Riesgo y Protección (EERA- I. M.

Mikulic, M. Crespi, 2003).

Se analizarán los resultados obtenidos con los tres últimos instrumentos que

operacionalizan las variables en estudio: El Inventario de Respuestas de

Afrontamiento (CRI), el Inventario de Calidad de Vida percibida (ICV) y la Entrevista

Estructurada para evaluar Factores de Riesgo y Protección y Fuentes de Resiliencia

(EERA), que permite evaluar la dinámica entre factores de riesgo y factores, y fuentes

de resiliencia que operan como protección en distintos niveles del marco ecológico en

el que el sujeto esta inmerso: personal, familiar, relaciones con pares y macrosocial.

El estudio de las respuestas de afrontamiento ante las distintas crisis vitales evaluadas

presenta las siguientes características (Anexo: Tabla 1 y Gráfico 1):

• Respecto al fenómeno migratorio, se observa un patrón de respuestas de

afrontamiento con características similares al de la muestra de divorcio, es decir

que si bien las respuestas focalizadas en el problema se encuentran dentro de la

media indicando su implementación ante esta situación, tienden a movilizarse en

mayor grado las repuestas focalizadas en la emoción, principalmente la Evitación

Cognitiva, la Búsqueda de Gratificaciones Alternativas y la Descarga Emocional

(Ver Anexo Tabla 1).

• En el caso de los sujetos que han atravesado una situación de divorcio, si bien las

respuestas por aproximación al problema como son el Análisis lógico (M= 11;

SD=3), la Revalorización positiva (M=11, SD=3) y la Resolución del Problema

44

(M=11; SD=3) se encuentran dentro de la media indicando la utilización de este

tipo de respuestas ante dicho suceso, se observa que las estrategias de

afrontamiento más utilizadas por esta muestra son las respuestas evitativas de

Búsqueda de Gratificaciones Alternativas y de Descarga Emocional (Ver Anexo

Tabla 1). Es decir que ante la transición ecológica que representa el divorcio los

sujetos tienden a involucrarse en actividades substitutivas y crear nuevas fuentes

de satisfacción, como forma de afrontar el evento estresante, así como también se

evidencian intentos conductuales de reducir la tensión que el mismo genera a

través de la descarga y expresión de sentimientos negativos.

• Al evaluar la distribución de respuestas de afrontamiento en la muestra de

personas privadas de libertad se evidencia un mayor uso de respuestas de

afrontamiento por evitación, mientras que las respuestas por aproximación al

problema como son el análisis lógico, la búsqueda de apoyo, la revalorización

positiva, muestran un nivel inferior al promedio (Ver Anexo, Tabla1). Es decir que

ante la situación específica de privación de libertad, los sujetos tienden a

implementar en mayor grado respuestas tales como: la Evitación Cognitiva (M=11;

SD=4), que supone el evitar pensar en el estresor de manera realista; la

Aceptación o Resignación (M=11; SD=3), que refiere a la aceptación de lo

inevitable de la situación sin intentos de resolución de la misma; la Búsqueda de

Gratificaciones Alternativas (M=7; SD=3), que implica buscar nuevas fuentes de

satisfacción; y la Descarga emocional (M=6; SD=2), a través de la cual se busca

reducir la tensión mediante la expresión de sentimientos negativos. Este patrón de

respuestas ya ha sido observado en anteriores investigaciones (Mikulic, 1998;

Crespi, 2004), en las que se evaluó el afrontamiento en detenidos primarios y

reincidentes, y en liberados condicionales. El encontrarse detenido constituye una

transición ecológica en la que intervienen variables que escapan al control de los

individuos, y en donde la capacidad de acción se ve seriamente perturbada,

restringiendo la posibilidad de movilizar recursos conducentes a la resolución de tal

problemática (Mikulic, Crespi, 2004). Esto permite entender la mayor utilización

que hacen los detenidos de las respuestas de afrontamiento no focalizadas en el

problema, hecho que muchas veces llega a configurar una situación de riesgo en

tanto conlleva un posicionamiento pasivo por parte de los sujetos, que en algunos

casos se asocia con la percepción de no poder operar sobre una realidad que

genera sufrimiento, para modificarla a través de los propios medios.

• Al evaluar las repuestas de afrontamiento correspondientes a la muestra de

población general se evidencia que tanto las respuestas focalizadas en el

45

problema como las focalizadas en la emoción presentan un nivel promedio,

existiendo así una distribución equilibrada entre las mismas.

3.9.2 Comparación del Afrontamiento por Crisis Vital Para evaluar la presencia de diferencias significativas entre los grupos que han

atravesado distintas situaciones vitales estresantes y la muestra de población general

que no ha debido sobrellevar ninguno de los tres sucesos estresantes enunciados; se

utilizó el test no paramétrico de Kruskai-Wallis, el cual permitió identificar diferencias

significativas (al 1% y 5%) en las escalas de Análisis Lógico, Revalorización Positiva,

Evitación Cognitiva, Aceptación, Búsqueda de Gratificaciones Alternativas y Descarga

Emocional (Anexo, Tabla 2).A través del Test no paramétrico de Mann-Whitney, se

hallaron diferencias significativas entre el grupo de Población General y el de

Migración, en las respuestas de afrontamiento focalizadas en la emoción,

particularmente en las respuestas de Evitación Cognitiva y en la de Búsqueda de

Gratificaciones Alternativas (Anexo Tabla 3). En ambos casos los puntajes más altos

corresponden a la muestra de migrados. Se observaron también diferencias

significativas entre la muestra de Divorciados y la de Población General, en la escala

de Búsqueda de Graficaciones Alternativas y de Descarga Emocional (Anexo Tabla

4), siendo la muestra de divorciados la que obtuvo los puntajes más elevados.

Es en la muestra de personas que se encuentran privadas de libertad, donde se

evidencian mayores diferencias respecto al grupo de Población General, tanto en el

afrontamiento activo o focalizado en el problema, como en las respuestas evitativas.

Dentro de las respuestas por aproximación, existen diferencias en las escalas de:

Análisis Lógico, Búsqueda de Apoyo y Revalorización Positiva. En todas ellas el

puntaje más alto corresponde a la muestra de Población General. Mientras que en las

respuestas evitativas o focalizadas en la emoción, se observan diferencias en las

escalas de Evitación Cognitiva y de Aceptación o Resignación, siendo el grupo de

sujetos privados de libertad el que obtuvo los puntajes más elevados (Anexo Tabla 5).

Ello permite inferir que ante la situación específica de ¨encontrarse detenido¨, los

sujetos tienden a responder mediante estrategias focalizadas en la emoción, evitando

pensar en el problema de manera realista, y aceptando la situación con poco uso de

estrategias más activas como la revalorización positiva o el análisis lógico.

46

3.9.3 Análisis de Correlaciones entre Afrontamiento, Calidad de Vida y Factores de Riesgo y Protección

El estudio de las respuestas de afrontamiento ante situaciones estresantes o adversas

es sumamente importante si se quiere evaluar la configuración de factores de riesgo y

protección presente en cada caso. En efecto, el tipo particular de respuesta que el

sujeto implemente para manejar las demandas específicas externas y/o internas

percibidas como excedentes o desbordantes puede resultar un factor de riesgo que

coloca al individuo en situación de vulnerabilidad, o bien, constituir un factor que opera

como protección ante el carácter adverso de tales demandas. Asimismo, distintas

investigaciones han puesto en evidencia la relación que existe entre las estrategias de

afrontamiento y su influencia en la valoración positiva o negativa de la calidad de vida

de los sujetos (Díaz Corral, 2003). En términos generales se ha observado que estilos

de afrontamiento activos o focalizados en el problema correlacionan positivamente con

la satisfacción experimentada en la calidad de vida. Mientras que las respuestas por

evitación se asocian con menor satisfacción percibida respecto a la misma (López

Martínez, 1997).

Al evaluar las correlaciones lineales entre los constructos: afrontamiento, calidad de

vida y factores de riesgo y protección, en las distintas crisis vitales analizadas se ha

observado que:

• En la muestra de migrados existen correlaciones significativas entre la escala de

Factores Protectores Personales de la Entrevista EERA tales como y las

respuestas de afrontamiento por aproximación al problema (Análsis Lógico: “r”de

Pearson = .465; Búsqueda de Apoyo: “r”de Pearson = .379 y Revalorización

Positiva: “r”de Pearson = .525). Esto significa que las respuestas de afrontamiento

que impliquen un posicionamiento activo por parte de los evaluados se asocian

con factores que operan como protección ante la transición ecológica que

representa la migración.

• En la muestra de divorciados se han observado correlaciones significativas entre la

Calidad de Vida Percibida y la respuesta de afrontamiento Análisis Lógico (“r” de

Pearson=.455), así como entre la respuesta de afrontamiento de Resolución de

Problemas y la Escala de Factores Protectores Personales de la EERA. Tal como

se señaló anteriormente el tipo de afrontamiento activo parece operar como

¨buffer¨ ante los potenciales efectos negativos de los estresores de vida, y en un

sentido que correlaciona con la calidad de vida positiva.

• Respecto a los sujetos que se encuentran privados de libertad, se observa esta

misma tendencia: existen correlaciones positivas entre los factores protectores

personales de la EERA y la respuesta de afrontamiento de Búsqueda de Apoyo

47

(¨r¨de Pearson=.442), así como entre el Indice de Calidad de Vida Percibida (ICV)

y los factores de protección (EERA) (¨r¨de Pearson=.584.). Mientras que se

evidencian correlaciones negativas entre la Calidad de Vida (ICV) y las escalas de

Factores de Riesgo de la EERA (¨r¨de Pearson= -.518)

• En la muestra de Población General (sin suceso vital estresante), el patrón de

correlaciones observado sigue los lineamientos de lo obtenido en otras

investigaciones tal como se detalló anteriormente: existen correlaciones positivas

entre la Calidad de Vida y las Escalas de Factores Protectores (EERA) (¨r¨de

Pearson=.259), mientras que la relación es negativa con las escalas de Factores

de Riesgo (¨r¨de Pearson= -.375) (Ver Anexo Tabla 6). Asimismo se hallaron

correlaciones positivas entre las respuestas de afrontamiento de Búsqueda de

Gratificaciones Alternativas, Revalorización Positiva y Análisis Lógico y las escalas

de Factores Protectores, y en este mismo sentido se evidencian relaciones

negativas entre las escalas de afrontamiento focalizadas en la emoción como son

la Aceptación y la Descarga Emocional y los Factores de Protección.

3.9.4 Conclusiones

Los resultados obtenidos permiten arribar a algunas conclusiones como por ejemplo

que en aquellos grupos que se encuentran atravesando una situación vital estresante

como divorcio o migración, las respuestas focalizadas en el problema muestran un

nivel promedio y, en este sentido, no se observan diferencias respecto a los

participantes correspondientes a población general que no han sobrellevado dichas

crisis vitales. En cambio, existen diferencias significativas en las respuestas centradas

en la emoción, particularmente en la Búsqueda de Gratificaciones Alternativas, la

Evitación Cognitiva y la Descarga Emocional. Los grupos con crisis vitales muestran

puntajes más elevados en tales respuestas, lo que permite afirmar, tal como observó

Moos (1986) que las características específicas de una crisis o transición vital y la

evaluación que un sujeto hace de la situación, contextualizan e influyen en la selección

de respuestas de afrontamiento.

El grupo que más se diferencia de la muestra control de población general, es el

compuesto por sujetos privados de libertad. En estos participantes se ha podido

identificar un patrón de respuestas de afrontamiento caracterizado por un predominio

de las de evitación sobre las de aproximación al problema. Las estrategias cognitivas y

conductuales se instrumentan ambas como métodos, pero en una particular

48

combinatoria. Entre las respuestas cognitivas se utilizan menos el Análisis Lógico y la

Revalorización Positiva y entre las respuestas conductuales se utilizan más la

Búsqueda de Gratificaciones Alternativas y la Descarga Emocional, con lo que las

estrategias seleccionadas pueden constituirse en factores de riesgo en tanto se

centran en la reducción de la tensión o el posible acting out que implican un peligro

potencial ante esta crisis vital específica pues no fortalecen el control emocional

(Moos, 1986).Tal como se evidenció en anteriores investigaciones (Font Guiteras,

1990; López Martínez, 1997) el afrontamiento forma parte de los recursos psicológicos

de cualquier individuo, y es una de las variables intervinientes o participantes en los

niveles de calidad de vida percibida y el bienestar psicológico. Se ha podido observar

que ante las distintas transiciones ecológicas analizadas en este estudio, las

respuestas que implican un afrontamiento activo presentan una relación positiva con la

Calidad de Vida percibida por los participantes; y pueden considerarse como factores

protectores en el afrontamiento de las mismas. Lo inverso puede plantearse respecto a

las respuestas de evitación, que dependiendo de la situación vital especifica pueden

constituirse en factores de riesgo, menoscabando la Calidad de Vida percibida por los

sujetos. A través de este trabajo se ha intentado brindar un aporte al estudio del

afrontamiento de crisis vitales como divorcio, migración y privación de libertad, desde

una perspectiva del afrontamiento que privilegie su relación con la Calidad de Vida

percibida por los sujetos. En este sentido, el enfoque de la Psicología Positiva

aplicado a la evaluación psicológica de estas transiciones vitales permite ampliar el

horizonte investigativo históricamente centrado en el potencial patológico para incluir

un incipiente análisis de las emociones positivas, el bienestar psicológico y la felicidad,

(Carr, 2004). El análisis integral de estas variables es sumamente importante si se

pretende generar intervenciones que promuevan calidad de vida y bienestar en el

afrontamiento de las distintas crisis vitales, de manera de reducir el aspecto de riesgo

que las mismas encierran y de potenciar su carácter de oportunidad y crecimiento.

Moos (1993) ha estudiado las conexiones entre las respuestas de afrontamiento y el

bienestar, adaptación y calidad de vida de los sujetos demostrando la trascendental

importancia que tiene el afrontamiento activo de los situaciones estresantes de vida

más que la aceptación pasiva de las mismas. Por ello es importante tener en cuenta la

especial combinatoria de respuestas de afrontamiento que producen los sujetos

evaluados y realizar su adecuado análisis como elemento de incalculable valor en la

evaluación de la Calidad de Vida Percibida por los propios evaluados.

49

4. APORTES A LA PERSPECTIVA DE CALIDAD DE VIDA

Moos (1993) ha estudiado las conexiones entre las respuestas de afrontamiento y el

funcionamiento del sujeto, y ha encontrado interesantes aportes. Las respuestas de

aproximación en el afrontamiento se encuentran asociadas con la mejor resolución de

los problemas y con mejores funcionamientos en cuanto a las respuestas por evitación

que se asocian con peores consecuencias. La resolución de una situación estresante

está más asociada a la capacidad de implementar una estrategia de Revalorización

Positiva, que al uso de una Búsqueda de Apoyo y Orientación o una de Evitación

Cognitiva. Esta última estrategia, especialmente característica de la baja confianza en

sí mismo, y la de Descarga Emocional; están asociadas con síntomas depresivos y de

enfermedad física (Billings y Moos, 1984).

La estrategia de Búsqueda de Orientación y Apoyo puede estar asociada con un

funcionamiento personal deficitario debido a que, por sí sola, no es suficiente para

enfrentar un problema, cuando esta respuesta de aproximación se acompaña de otras

como la Revalorización Positiva o la Resolución de Problemas, es más probable que

se obtengan efectos positivos. Otro aporte importante es el resultado de los estudios

longitudinales realizados en plazos de dos a diez años que ha permitido demostrar

que, a pesar de que las respuestas de afrontamiento son específicas para la situación;

parecen reflejar un aspecto de las tendencias personales que se mantienen

constantes y que se refieren al funcionamiento de una persona a lo largo de su vida

(Finney y Moos, 1991). Con respecto al funcionamiento familiar, se ha demostrado que

los evaluados que conjuntamente con sus parejas utilizaban estrategias de evitación,

tenían hijos con problemas emocionales, de ansiedad y depresión (Moos y Billings,

1982), y que estas estrategias son un factor de riesgo para el funcionamiento de los

niños y las familias. Al trabajar con pacientes depresivos y sus familias, se ha podido

comprobar que el uso de las estrategias de afrontamiento centradas en el problema,

servía de “buffer” ante los potenciales efectos negativos de los estresores de vida

(Mitchell, Cronkite y Moos, 1983). Del mismo modo al estudiar a los pacientes con

SIDA que utilizan estrategias activas de afrontamiento tanto cognitivas como

conductuales se encontró que se deprimen menos, tienen más amigos íntimos y más

confianza en sí mismos. En síntesis, en todos los estudios se rescata el valor

fundamental de las intervenciones al promover el afrontamiento activo más que la

aceptación pasiva de una enfermedad o problema. Además, el objetivo más apropiado

en una intervención cuando se privilegia el objetivo estrategias de afrontamiento es el

trabajar sobre las respuestas de evitación, porque constituyen un factor de riesgo que

empobrece los efectos de una recuperación. Es que el uso de respuestas de evitación

50

frente a estresores vitales es un factor de riesgo que predice distrés y desadaptación

tanto en adultos individuales como en sus familias (Holahan y Moos, 1987). En

cambio, los recursos sociales y personales como la confianza en sí mismo, el

optimismo y el apoyo familiar; están asociados con estrategias de aproximación, y

éstas a su vez están asociadas con un bienestar personal estable (Holahan y Moos,

1991).

51

5.ANEXOS

INVENTARIO DE CALIDAD DE VIDA ( I.C.V) Dra. Isabel M. Mikulic

INSTRUCCIONES Este cuestionario le pregunta sobre su grado de satisfacción con diversas partes de su vida

tales como su trabajo o sus amigos. También le pregunta si estas cosas son importantes para

que Ud. sea feliz. Todas las palabras tienen una definición en este inventario a fin de que Ud.

pueda leer y pensar en lo que quiere decir cada palabra al responder las preguntas. No hay

respuestas correctas o incorrectas, lo que importa es que Ud. conteste siempre teniendo

solamente en cuenta sus sentimientos y opiniones. Conteste lo que mejor describa lo que Ud.

siente o piensa.

A continuación encontrará un ejemplo de cómo responder seleccionando una respuesta en

cada opción. Importante significa en qué medida esa parte de su vida le hace sentir más feliz.

Satisfactorio significa en qué medida se cumplen sus necesidades, metas y deseos en esa

área de su vida. Luego de completar este ejemplo proceda a rellenar el cuadro de la página

siguiente, colocando los números correspondientes tal como en este ejemplo.

EJEMPLO: AMBIENTE es el conjunto de factores contextuales referidos tanto a lo climático como a lo

arquitectónico propio del entorno de la persona (Ej. Ruidos, contaminación ambiental, lluvias,

viento, etc.).

35. ¿Cuán importante es su AMBIENTE para su felicidad?

_______⏐________⎮________⎮________

No Importante Importante Muy Importante

36. ¿Cuán satisfecho está Ud. con su AMBIENTE?

___⎮____⏐____⎮____⎮____⎮____⎮____

Muy Bastante Poco Poco Bastante Muy

INSATISFECHO SATISFECHO

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

Esta es una versión experimental de la prueba y su uso está restringido a los fines de

investigación en la Cátedra Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Módulo I. Cátedra I.

Prof. Titular: Dra. Isabel María Mikulic. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires

1. Salud: es sentirse bien físicamente, sin dolores ni enfermedades.

52

2. Autoestima: significa respetarse a sí mismo y gustarle a uno mismo su forma

de ser con sus virtudes y defectos, éxitos y fracasos, y la habilidad para

manejar los problemas.

3. Metas y valores: son creencias sobre qué es lo más importante en la vida y

cómo debe vivir una persona, tanto ahora como en el futuro. Esto incluye sus

metas en la vida, lo que cada uno piensa que está bien o mal y la finalidad y el

significado de la vida tal como cada uno lo siente.

4. Religión: es el conjunto de sentimientos y creencias que las personas

profesan en su relación con la divinidad, y las normas morales y las prácticas

que realizan para darle culto.

5. Finanzas: abarca el dinero que se gana, los bienes que se poseen y la

creencia de que se dispondrá del dinero y de los bienes que se necesiten en el

futuro.

6. Trabajo: se refiere a la profesión, oficio, o a como utilizar el tiempo. Puede

incluir el trabajo del ama de casa o la ocupación del estudiante porque incluye

las obligaciones que tiene cada uno, el dinero que gana y la gente con quien

trabaja.

7. Recreación: es lo que cada uno hace con su tiempo libre para divertirse,

relajarse o gratificarse. Incluye visitar amigos, mirar películas, practicar un

hobby, deporte, jardinería, etc.

8. Estudio: significa obtener nuevas habilidades e información acerca de aquello

que le interesa. Incluye leer libros, tomar clases de computación o cualquier

otra materia.

9. Creatividad: consiste en usar la imaginación para encontrar nuevas y más

inteligentes formas de resolver problemas cotidianos, o tener un hobby como la

pintura, la fotografía o el tejido. Puede incluir la decoración de la propia casa,

tocar un instrumento musical o encontrar una estrategia nueva para resolver un

problema en el trabajo o en otro ámbito.

10. Solidaridad: significa ayudar a otros en sus necesidades o ayudar a hacer de

la comunidad un lugar mejor para vivir. Puede concretarse por cuenta propia o

en un grupo, como la iglesia o un partido político; puede incluir el trabajo

voluntario o el dar dinero como donativo. Implica ayudar a personas que no son

familiares o amigos.

11. Amor: es una relación cercana y romántica con otra persona, generalmente

incluye tanto los sentimientos amorosos, la necesidad de ser comprendido y

cuidado como las relaciones sexuales con otra persona.

53

12. Amigos: son personas a las que se conoce bien y a las que se aprecia;

personas con quienes se comparten momentos de diversión y con quienes

existen intereses comunes. Incluye personas con quienes se conversa sobre

los problemas personales y que reciben y prestan ayuda.

13. Hijos: se refiere a los vínculos con hijos/hijas. Incluye cómo se lleva cada uno

con ellos cuando los cuida, cuando los visita o cuando juega con ellos.

14. Familiares: se refiere a los vínculos con padres, hermanos, hermanas,

abuelos, tías, tíos y familia política en general. Incluye cómo se lleva cada uno

con ellos cuando hacen cosas juntos tales como visitarse, salir de paseo,

ayudarse mutuamente, conversar, etc.

15. Vivienda: es el lugar donde cada uno vive, puede ser una casa o un

departamento, si tiene patio o jardín. Incluye la percepción que cada uno tiene

de la misma, si es linda o si es grande, y de lo que ha pagado o paga por su

compra o alquiler.

16. Vecindario: es la zona más próxima a la casa de cada uno. Incluye la

percepción que se tenga del mismo, de las personas que lo habitan, por

ejemplo si está limpio, lindo, si se registran delitos, si existen vínculos con los

vecinos, etc.

17. Comunidad: es la ciudad entera, el pueblo o el área rural donde cada uno

vive. Incluye la percepción que cada uno tiene de esta área, de las personas

que la habitan. Incluye los lugares de diversión como plazas, parques,

restaurantes, clubes deportivos, etc. También se puede tener en cuenta si hay

trabajo en la zona, la contaminación o inseguridad vivida, el precio de los

artículos o los impuestos que se pagan por vivir en ella.

18. Ambiente: es el conjunto de factores contextuales referidos tanto a lo climático

como a lo arquitectónico propio del entorno de cada uno, por ejemplo ruidos,

lluvias, viento, etc.

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

Esta es una versión experimental de la prueba y su uso está restringido a los fines de

investigación en la Cátedra Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Módulo I. Cátedra I. Prof. Titular: Dra. Isabel María Mikulic. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires

54

IMPORTANCIA SATISFACCION

No

imp.

Imp. Muy

imp.

Muy Bastant

e.

Poco Poco Bastant

e

Muy AREAS

1. Salud

2. Autoestima

3. Valores

4. Religión

5. Finanzas

6. Trabajo

7. Recreación

8. Estudio

9. Creatividad

10. Solidaridad

11. Amor

12. Amigos

13. Hijos

14. Parientes

15. Casa

16. Vecindario

17. Comunidad

18. Ambiente

IMPORTANTE INSATISFECHO SATISFECHO

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

Esta es una versión experimental de la prueba y su uso está restringido a los fines de investigación en la Cátedra Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Módulo I. Cátedra I.

Prof. Titular: Dra. Isabel María Mikulic. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires

55

Inventario de Calidad de Vida – I. C .V Dra. Isabel María Mikulic

Nombre y Apellido.................................................................................................................................................

Fecha.................... /.......................... /........................Edad .............................. Sexo..........................................

Estado Civil ........................................................ Nivel de Instrucción...................................................................

Nacionalidad ...................................................... Ocupación.................................................................................

IMP. SAT. INSATISFACCION SATISFACCION AREAS

1. Salud _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

2. Autoestima _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

3. Valores _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

4. Religión _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

5. Finanzas _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

6. Trabajo _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

7. Recreación _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

8. Estudio _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

9. Creatividad _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

10. Solidaridad _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

11. Amor _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

12. Amigos _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

13. Hijos _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

14. Parientes _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

15. Casa _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

16. Vecindario _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

17. Comunidad _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

18. Ambiente _____ x ____ _____ -6 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 6

___________ / _________= TOTAL AREAS C.V.

Percentil

T

CALIDAD DE VIDA TOTAL USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

Esta es una versión experimental de la prueba y su uso está restringido a los fines de

investigación en la Cátedra Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Módulo I. Cátedra I.

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5.3 NORMAS LOCALES

La evaluación del Inventario de Calidad de Vida se realiza teniendo en cuenta que:

1. Los puntajes brutos obtenidos en Importancia deben multiplicarse por los

puntajes brutos obtenidos en Satisfacción.

2. Los puntajes brutos parciales obtenidos en cada una de las áreas deben

sumarse y luego dividirse por el número de áreas evaluadas.

3. Los puntajes brutos finales así obtenidos deben ser transformados de acuerdo

con las siguientes tablas:

PB ICV PERCENTIL T PB ICV 73-70 6

-1,00 3 71-65 5 0,00 5 64-58 4 0,25 7 57-50 3 0,50 9 49-43 2 0,75 11 42-36 1 1,00 15 35-28 0 1,06 16 27-23 -1 1,25 21 1,50 23 1,75 29 2,00 35 2,25 43 2,50 50 2,75 55 3,00 61 3,25 68 3,50 71 3,75 75 4,00 85 4,25 91 4,50 96 4,75 97 5,00 99

57

5.4 Tablas

Tabla 1. Estadísticos correspondientes a Edad (N = 90)

Percentiles de la variable edad

5% 10% 25% 50% 75% 90% 95%

19,00 20,00 25,00 29,00 41,50 59,00 63,00

Media Desv{io Mínimo máximo

34,87 14,65 18,00 80,00

Tabla 2. Estadísticos correspondientes a Años de Escolaridad (N = 90)

Variable N Mínimo Máximo Media Desvío

Años de

escolaridad 90 4 10 8,22 1,85

Tabla 3. Estadísticos correspondientes a Estado Civil

(N = 90)

Estado Civil Frecuencia Porcentaje

Soltero 51 56,7

Casado 31 34,4

Concubinato 2 2,2

Separado 3 3,3

Viudo 3 3,3

Total 90 100,0

58

6 ANEXO INVENTARIO DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO ( CRI)

Inventario de Respuestas de Afrontamiento - CRI

Autor: Rudolf H. Moos, Ph. D. Traducción y Adaptación: Dra. Isabel María Mikulic

Instrucciones

Este cuestionario contiene preguntas que se refieren a aquellos problemas

significativos que han tenido trascendencia en su vida. Por favor, piense en los

problemas mas importantes o las situaciones mas estresantes que le hayan sucedido

en los últimos doce meses ( por ejemplo, problemas con un familiar o un amigo, la

enfermedad o muerte de un pariente o amigo, un accidente o enfermedad, problemas

económicos o de trabajo, etc.). Elija uno de ellos y descríbalo brevemente en los

espacios correspondientes. Si no ha tenido ningún problema relevante, escriba una

lista con los problemas menos importantes que ha enfrentado en este último tiempo y

luego elija uno de ellos para relatarlo.

Datos PersonalesNombre y Apellido...................................................................................................

Edad..........................................................Sexo........................................................

Estado Civil................................ Nivel de Instrucción.............................................

Nacionalidad........................................Ocupación....................................................

Lugar y Fecha……………………………………………………………………...

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

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Describa el problema o situación: ...........................................................................................................................................

...........................................................................................................................................

...........................................................................................................................................

...........................................................................................................................................

...........................................................................................................................................

..........

Conteste, por favor, cada una de las preguntas que se refieren al problema o situación

que describió anteriormente, haciendo una cruz en el casillero seleccionado.

Hacer una cruz en “N” si su respuesta es NO Hacer una cruz en “GN”si su respuesta es GENERALMENTE NO

Hacer una cruz en “GS” si su respuesta es GENERALMENTE SI Hacer una cruz en “S” si su respuesta es SI

N GN GS S

1. ¿Tuvo que enfrentar un problema como este antes?

2. ¿Sabía que ese problema le iba a pasar?

3. ¿Tuvo tiempo para prepararse para enfrentar este

problema?

4. ¿Cuando sucedió este problema, ¿Pensó en él como una

amenaza?

5. ¿Cuando sucedió este problema, ¿Pensó en él como un

desafío?

6. Este problema, ¿Fue causado por algo que Ud. hizo?

7. Este problema, ¿Fue causado por algo que alguien hizo

además de Ud.?

8. ¿Hubo algo positivo al enfrentar este problema?

9. ¿Se resolvió este problema o situación?

10. Si el problema está resuelto, ¿Se resolvió en forma

favorable para Ud.?

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

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60

0 Si su respuesta es NUNCA. 1 Si su respuesta es UNA O DOS VECES. 2 Si su respuesta es ALGUNAS VECES. 3 Si su respuesta es MUCHAS VECES.

0 1 2 3

1. ¿Pensó en diferentes formas de solucionar estos

problemas?

2. ¿Se dijo cosas a sí mismo para sentirse mejor?

3. ¿Hablo con su esposo/a u otro familiar sobre estos

problemas?

4. ¿Hizo un plan de acción para enfrentar esos problemas y

lo cumplió?

5. ¿Trató de olvidar todo?

6. ¿Sintió que el paso del tiempo cambiará las cosas, que

esperar era lo único que podía hacer?

7. ¿trató de ayudar a otros a enfrentar problemas similares?

8. ¿Se descargó con otras personas cuando se sintió

enojado, deprimido, bajoneado o triste?

9. ¿Trató de salir de la situación, como para verla desde

afuera y ser más objetivo?

10. ¿Se dijo a Ud. mismo que las cosas podían ser peores?

11. ¿Habló con algún amigo de estos problemas?

12. ¿Se esforzó tratando de hacer algo para que las cosas

funcionaran?

13. ¿Trató de evitar pensar en el problema?

14. ¿Se dio cuenta que no tenía control sobre los

problemas?

15. ¿Se dedicó a nuevas actividades como nuevos trabajos

o distracciones?

16. ¿Hizo algo arriesgado tratando de tener una nueva

oportunidad?

17. ¿Se imaginó, una y otra vez, qué decir o hacer?

18. ¿Trató de ver el lado positivo de la situación?

19. ¿Habló con algún profesional (médico, sacerdote, etc)?

20. ¿Decidió lo que quería hacer y trató firmemente de

61

conseguirlo?

21. ¿ Se imaginó o soñó un tiempo o un lugar mejor del que

Ud. vivía?

22. ¿Pensó que el destino se ocuparía de todo?

23. ¿Trató de hacer nuevos amigos?

24. ¿Se mantuvo alejado de la gente en general?

25. ¿Trató de preveer o de anticiparse a cómo resultaría

todo?

26. ¿Pensó cuánto mejor estaba Ud. comparándose con

otras personas con el mismo problema?

27. ¿Buscó la ayuda de personas o de grupos con los

mismos problemas?

28. ¿Trató de resolver los problemas, al menos en dos

formas diferentes?

29. ¿Evitó pensar en el problema, aún sabiendo que en

algún momento debería pensar en él?

30. ¿Aceptó los problemas, porque pensó que nada se podía

hacer?

31. ¿Leyó, miró televisión, o realizó alguna otra actividad

como forma de distracción?

32. ¿Gritó como forma de desahogarse?

33. ¿Trató de encontrarle alguna explicación o significado a

esa situación?

34. ¿Trató de decirse a sí mismo que las cosas mejorarían?

35. ¿Trató de averiguar más sobre esa situación?

36. ¿Trató de aprender cómo hacer más cosas por sí

mismo?

37. ¿Deseó que los problemas hubieran desaparecido o

pasado?

38. ¿Esperó que sucediera lo peor?

39. ¿Le dedicó más tiempo actividades recreativas?

40. ¿Lloró y descargó sus sentimientos?

41. ¿ Trató de preveer o de anticiparse a los nuevos pedidos

que le harían?

42. ¿Pensó cómo podrían estos sucesos cambiar su vida en

un sentido positivo?

62

43. ¿Rezó pidiendo ayuda o fuerza?

44. ¿Tomo las cosas de una por vez?

45. ¿Trató de negar lo serio que eran en realidad, los

problemas?

46. ¿Perdió la esperanza de que alguna vez las cosas

volvieran a ser como eran antes?

47. ¿Volvió al trabajo o a otras actividades que lo ayudaran a

enfrentar las cosas?

48. ¿Hizo algo que pensó que no iba a funcionar, pero por lo

menos intentó hacer algo?

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Inventario de Respuestas de Afrontamiento – CRI - C

Autor: Rudolf H. Moos, Ph. D. Traducción y Adaptación: Dra. Isabel María Mikulic

1 2 3 4 5 6 7 8 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

9 10 11 12 13 14 15 16 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

17 18 19 20 21 22 23 24 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

25 26 27 28 29 30 31 32 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

33 34 35 36 37 38 39 40 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

41 42 43 44 45 46 47 48 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3 0 1 2 3

A L R B A R P E A B G DE

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

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PERFIL Datos PersonalesNombre y Apellido...................................................................................................

Edad..........................................................Sexo........................................................

Estado Civil................................ Nivel de Instrucción.............................................

Nacionalidad........................................Ocupación....................................................

Lugar y Fecha……………………………………………………………………...

3 3 3 3 3 3 3 3

2 2 2 2 2 2 2 2

1 1 1 1 1 1 1 1

A L R B A R P E A B G DE

USO EXCLUSIVO PARA INVESTIGACION

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TABLA 1. RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO POR CRISIS VITAL

Privación de Libertad

(30 casos)

Divorcio (30 casos)

Migración (30 casos)

Pob.General (30 casos) Escala

Media Desv. típ. Media Desv.

típ. Media Desv. típ. Media Desv.

típ. AL 8,57 3,32 11,03 3,35 11,94 3,69 11,50 3,09R 11,63 3,09 11,31 3,26 10,89 4,21 11,17 3,76BA 7,60 3,44 9,90 3,29 8,89 3,36 10,20 4,16RP 8,57 3,21 11,07 3,34 10,60 4,09 11,07 3,46E 11,43 3,79 8,21 3,48 9,77 3,23 7,20 3,64A 10,80 3,16 8,24 3,86 9,37 3,97 7,43 3,23BG 7,27 3,25 10,72 3,34 10,60 4,76 8,13 3,43DE 5,83 2,04 8,55 3,20 7,89 2,99 6,67 3,30

AL: Análisis Lógico

R: Revalorización Positiva

BA: Búsqueda de Apoyo

RP: Resolución de Problema

E: Evitación Cognitiva

A: Aceptación o Resignación

BG: Búsqueda de Gratificaciones Alternativas

DE: Descarga Emocional

TABLA 2. COMPARACION DE RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO: DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS (Test no paramétrico de Kruskal-Wallis)

Chi-

cuadrado gl Sig.

Asintót. AL 16,677 3 ,001**R ,313 3 ,958BA 7,780 3 ,051RP 9,136 3 ,028* E 18,685 3 ,000**A 14,175 3 ,003**BG 17,899 3 ,000**DE 13,991 3 ,003**

* Signif. Al 5%

** Signif. Al 1%

66

TABLA 3. COMPARACIÓN DE LAS RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO ENTRE POBLACIÓN GENERAL Y MIGRADOS (Test de Mann-Whitney)

* Signif. Al 5%

** Signif. Al 1% TABLA 4. COMPARACIÓN DE LAS ESCALAS DE AFRONTAMIENTO ENTRE POBLACIÓN GENERAL Y DIVORCIADOS (Test de Mann-Whitney)

U de Mann-

Whitney W de

Wilcoxon Z Sig. asintót. (bilateral)

AL 404,500 839,500 -,465 ,642 R 413,500 878,500 -,328 ,743 BA 425,500 890,500 -,145 ,885 RP 432,500 897,500 -,038 ,970 E 362,000 827,000 -1,112 ,266 A 397,000 862,000 -,579 ,563 BG 253,000 718,000 -2,770 ,006** DE 294,500 759,500 -2,141 ,032*

* Signif. Al 5%

** Signif. Al 1%

U de Mann-

Whitney Z Sig. asintót. (bilateral)

AL 469,000 -,740 ,459R 516,000 -,119 ,905BA 462,000 -,834 ,404RP 508,000 -,225 ,822E 321,000 -2,697 ,007**A 379,500 -1,922 ,055BG 344,500 -2,383 ,017*DE 430,500 -1,251 ,211

67

TABLA 5. COMPARACIÓN DE LAS ESCALAS DE AFRONTAMIENTO ENTRE POBLACIÓN GENERAL Y SUJETOS PRIVADOS DE LIBERTAD (Test de Mann-Whitney)

U de Mann-

Whitney W de

Wilcoxon Z Sig. asintót. (bilateral)

AL 230,500 695,500 -3,263 ,001** R 410,000 875,000 -,594 ,552 BA 293,500 758,500 -2,325 ,020* RP 270,000 735,000 -2,680 ,007** E 192,000 657,000 -3,827 ,000** A 204,500 669,500 -3,657 ,000** BG 377,000 842,000 -1,085 ,278 DE 351,000 816,000 -1,474 ,140

* Signif. Al 5%

** Signif. Al 1%

GRÁFICO 1. RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO POR CRISIS VITAL

0

2

4

6

8

10

12

14

AL R BA RP E A BG DE

pob.general migración divorcio priv.de libertad

68

GRÁFICO 1. RESPUESTAS DE AFRONTAMIENTO POR CRISIS VITAL

0

2

4

6

8

10

12

14

AL R BA RP E A BG DE

pob.general migración divorcio priv.de libertad

69

69

TABLA 6. ANALISIS DE CORRELACIONES ENTRE CALIDAD DE VIDA, AFRONTAMIENTO Y FACTORES DE RIESGO Y PROTECCION

Muestra Escala ICV AL R BA RP E A BG DE ICV 1 -,007 ,170 ,204 ,037 -,090 -,131 ,194 ,049 Fppers ,584(**) -,091 ,239 ,442(*) -,029 -,285 -,127 ,054 -,086 Fpforig ,305 -,042 ,195 ,047 -,130 ,279 ,157 ,176 ,217 Fpfact ,445 -,270 -,395 ,464 ,058 -,182 -,065 -,022 ,017 Fpsoc ,706(**) -,369(*) -,147 ,151 -,231 -,147 -,114 -,088 -,236 Frpers -,611(**) ,182 ,181 -,138 -,044 ,159 ,100 -,052 ,219 Frforig -,518(**) ,125 -,087 -,122 -,006 -,199 -,181 -,091 -,160 Frfact -,021 ,059 ,454 -,470 -,319 ,222 ,117 -,023 -,096 Frsoc -,643(**) ,080 -,173 -,544(**) ,025 -,081 -,004 -,213 ,048

carc

elar

io

Fresil ,342 -,016 ,263 ,436(*) ,329 -,012 ,129 ,285 ,297 ICV 1 ,455(*) ,351 ,100 ,365 -,184 -,031 ,142 -,006 Fppers ,168 ,041 ,158 ,152 ,417(*) -,190 -,403(*) -,015 ,115 Fpforig ,358 ,075 ,321 -,239 ,177 -,297 -,350 -,361 -,211 Fpfact ,289 ,153 ,367 ,137 ,263 -,310 -,144 -,470(*) ,004 Fpsoc ,319 ,066 -,038 -,059 ,139 -,113 -,313 -,001 -,010 Frpers ,330 ,364 ,147 ,214 ,033 ,253 ,613(**) ,274 ,220 Frforig -,070 ,250 -,232 ,260 -,179 ,297 ,520(**) ,418(*) ,380 Frfact ,046 ,235 -,181 -,030 -,152 ,368 ,153 ,587(**) ,358 Frsoc -,253 -,326 -,312 -,241 -,334 ,486(*) -,122 ,110 -,127

divo

rcio

Fresil ,102 ,043 ,274 ,051 ,220 -,392(*) -,086 -,411(*) -,130

ICV 1 ,059 ,082 ,259 ,329 -,039 -,165 ,020 -,121 Fppers ,492(**) ,465(**) ,170 ,379(*) ,525(**) -,288 -,214 -,124 -,310 Fpforig ,329 ,008 ,027 ,076 ,042 -,087 -,010 -,073 -,196 Fpfact Fpsoc ,116 ,159 ,266 ,207 ,242 -,078 ,161 ,007 ,110 Frpers -,406(*) -,031 ,043 -,416(*) -,303 -,083 ,375(*) ,260 ,244 Frforig -,231 ,163 ,198 ,141 ,140 ,157 ,137 ,085 ,344(*) Frfact -,144 -,563 -,215 -,452 ,080 -,643 ,361 -,786 ,014 Frsoc -,096 ,056 -,083 -,263 -,049 -,199 ,035 ,136 -,002

mig

rado

s Fresil ,348(*) ,305 ,189 ,365(*) ,176 -,048 ,053 -,135 -,063

70

70

ICV 1 -,096 ,073 ,017 -,034 -,011 -,106 ,208(**) -,048 Fppers ,259(**) ,185(*) ,098 ,093 ,370(**) ,023 -,196(*) ,210(**) -,164(*) Fpforig ,164(*) ,005 ,029 ,054 ,108 -,099 -,195(*) ,160(*) -,017 Fpfact ,342(**) ,110 ,051 ,013 ,081 -,102 -,177 ,221(*) ,010 Fpsoc ,288(**) ,111 ,050 ,082 ,193(*) -,068 -,094 ,225(**) ,006 Frpers -,187(*) ,134 ,111 -,173(*) -,036 ,157(*) ,154(*) -,028 ,251(**) Frforig -,152 -,006 -,071 -,167(*) -,047 ,139 ,198(*) -,119 ,085 Frfact -,443(**) -,024 ,096 -,082 ,011 ,100 ,236(*) -,086 ,129 Frsoc -,375(**) ,036 -,043 -,147 -,105 ,183(*) ,160(*) -,209(**) ,004

gene

ral

Fresil ,257(**) ,059 ,211(**) ,241(**) ,158(*) ,019 -,056 ,264(**) ,036 * La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

71

71

7. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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