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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
MONOGRAFÍA DE GRADO DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
POLÍTICA EXTERIOR COLOMBIANA HACIA CHINA: 2002-2006
JAVIER FRANCISCO GÓMEZ
DIRECTOR: RALF LEITERITZ
LECTOR:
JUAN FELIPE MORENO
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Tabla de Contenido
1. Introducción.................................................................................................................3 1.1 Marco Teórico......................................................................................................4
2. China y Colombia.......................................................................................................9 2.1 ¿Qué busca China en Latino América?...........................................................9 2.2 Antecedentes de las relaciones sino-colombianas hasta el año 2002.....13
2.2.1 Administración Samper.................................................................................15 2.2.2 Administración Pastrana...............................................................................18
2.3 Relaciones Comerciales...................................................................................19 Importaciones de Colombia por país de origen..........................................................22
2.4 Organismos de Cooperación...........................................................................22 3. Las tres dimensiones ...............................................................................................25
3.1 Intención.............................................................................................................25 3.2 Disposición.........................................................................................................30 3.3 Estructura...........................................................................................................31
4. Recomendaciones....................................................................................................36 5. Conclusiones.............................................................................................................43 6. Anexos........................................................................................................................45
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Política Exterior Colombiana Hacia China: 2002-2006 Una Invitación al Cambio
Borrador 1. Introducción A comienzos del siglo XXI el área del Pacífico se consolidó como el mayor centro
financiero, comercial e industrial del mundo, generó más del 50% del PIB mundial
y una gran parte de las transacciones de bienes y servicios internacionales. En la
cuenca del Océano Pacífico convergen más de 30 economías cuya población
supera los 2.800 millones de personas. Estas cifras se deben en gran medida al
surgimiento y modernización de los países asiáticos, particularmente los del
sudeste asiático y el increíble crecimiento de China. Como tal, la forma de
modernización asiática, con la alta congruencia entre los sectores públicos y
privados en el diseño y aplicación de programas para el largo plazo, imprimió un
sello especial a la cooperación en el Pacífico (Fescol, 2005). Estos procesos de
cooperación han logrado despertar un interés en Colombia para vincularse a este
desarrollo y hacer parte del futuro global donde el Pacífico tendrá un papel
preponderante y donde la ubicación geográfica de Colombia brinda
oportunidades únicas para beneficiarse. Sin embargo es importante resaltar que
estos intereses no han logrado trascender y sólo recientemente pareciera que se
está gestando una congruencia, por lo menos en cuanto a mostrar interés, por
parte de la academia, el sector público, el sector privado y la sociedad en
general.
La política exterior colombiana ha estado enfocada principal y casi
exclusivamente hacia los Estados Unidos ha estado marcada por un carácter
clientelista, y, recientemente, ha estado enfocada en la internacionalización del
conflicto armado. Por estas razones, entre otras, pareciera que se ha evitado
mirar por ejemplo que China ha tenido un crecimiento económico que promedia el
9% durante los últimos 25 años, que actualmente su comercio exterior asciende a
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851.000 millones de dólares ocupando el tercer lugar en volumen del mundo y
que, según datos del Banco Mundial el IDH chino en 1975 era de 0.521 y que en
2003 ya estaba en 0.721. También pareciera que no se ha advertido que la
balanza comercial con China ha sido crecientemente deficitaria, pasando de
US$326 millones en 2000 a US$1.380 millones en 2005 a US$1.451 en 2006
(Fuente, Dane/DIAN Mincomercio 2007).
Este trabajo encuentra su punto de partida en el reconocimiento a la importancia
que tiene y tendrá China en el orden global durante el siglo XXI y como tal el
carácter urgente que se debe tener para replantear la forma en que nos
acercamos al gigante asiático y como tal a toda la región del Pacífico. Este
trabajo buscará hacer una contribución al estudio de esta área convencido de que
sólo en la medida que se dediquen recursos a su investigación podrá construirse
el capital humano que en un futuro sabrá aprovechar las ventajas que se
presentan. Es así como este trabajo buscará hacer un análisis de la política
exterior colombiana con respecto a China en el período comprendido entre los
años 2002 y 2006 siguiendo el modelo de análisis de política exterior propuesto
por Walter Carlsnaes en el capítulo sobre política exterior del Handbook of
International Relations (2002). A continuación se hará una descripción del modelo
y una vez terminada ésta se mencionará el orden de los capítulos de este trabajo.
1.1 Marco Teórico Existe una cierta incomodidad cuando llega el momento de escribir sobre política
exterior ya que parece que dos personas no pueden definirla de la misma
manera, los desacuerdos en la forma de acercarse al problema parecen estar
demasiado asentados ya que todavía no sabemos lo suficiente acerca de ella
como para diferenciarla de todas las demás áreas de la política pública’ (Cohen y
Harris, 1975: 318). Según Carlsnaes, estos autores señalan una doble
problemática que ha ocupado un lugar central en la historia del análisis de política
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exterior. El primero de los problemas tiene que ver con qué constituye el reino
explicativo de la política exterior; básicamente qué es lo que debe explicar. El
segundo asunto que resulta problemático es la selección de los instrumentos de
análisis que sean teóricamente factibles para el estudio de la política exterior, ya
que dependiendo de la naturaleza de la explicación que se quiera dar, ésta tiene
implicaciones en los tipos de factores que se puedan usar para explicarla en sí.
Según Carlsnaes (2002) existe un consenso relativamente estable en cuanto a lo
que al reino explicativo se refiere. Sin embargo este no parece ser el caso para el
segundo problema mencionado. Según el autor “el relativo consenso que existe
actualmente puede verse en lo que él identifica como una especificación de la
unidad de análisis que enfatiza la naturaleza deliberada de las acciones de
política exterior, un enfoque en la política y en el rol vital de las fronteras del
estado” (Carlsnaes, 2002: 335). Siguiendo esta línea de pensamiento Carlsnaes
hace la siguiente definición de política exterior que será la guía de este trabajo:
“la política exterior consiste de dichas acciones que, expresadas claramente en la
forma de metas, compromisos y/o directivas, y perseguidas por representantes
gubernamentales actuando en representación de sus comunidades soberanas,
son dirigidas hacia objetivos, condiciones y actores –tanto gubernamentales
como no-gubernamentales- a los cuales quieren afectar y que se encuentran más
allá de su legitimidad territorial” (Carlsnaes, 2002: 335).
La discusión sobre los factores explicativos que han caracterizado el análisis de
la política exterior, según Carlsnaes, ha estado cruzada por cuatro elementos que
se entrecruzan entre si en una matriz de dos por dos. Por un lado se encuentran
los componentes ontológicos que buscan establecer dónde se encuentran las
dinámicas fundacionales de los sistemas sociales (bien sea en el individuo –
individualismo- o en las estructuras sociales –holismo-). De esta forma el
individualismo sostiene que “las explicaciones sociales de carácter científico
deben ser reducibles a las propiedades o a las interacciones de individuos que
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existen independientemente los unos de los otros” mientras que el holismo
sostiene que “los efectos de las estructuras sociales no pueden ser reducidos a
agentes que existen independientemente los unos de los otros y sus acciones”
(Wendt, 1999: 26). Por otro lado, los otros dos componentes de la matriz se
refieren a la aproximación epistemológica al estudio de la política exterior,
básicamente preguntándose si dicho análisis debe hacerse desde una
perspectiva objetivista o si más bien debería hacerse desde una perspectiva
interpretativista. Carlsnaes resume esta problemática en la siguiente tabla-matriz
que busca mostrar las perspectivas en que se han producido los acercamientos
al estudio de la política exterior:
Ontología Epistemología Holismo Objetivismo
Perspectiva Estructural
Interpretativismo Perspectiva social-institucional
Individualismo Perspectiva basada en la agencia
Perspectiva del actor interpretativo
Tomado de: Carlsnaes, Walter. (2002). ‘Foreign Policy’, en Walter Carlsnaes, Thomas Risse y Beth A. Si mmons (Eds.), Handbook of International Relations. London: Sage Publications Ltd. Pg. 336 Según Carlsnaes esta tabla permite clasificar las diferentes aproximaciones que
se han dado en el análisis de la política exterior. Sin embargo para él también es
una forma de mostrar el principal problema que encuentra en esta área y es que
esta tabla no es adecuada para hacer un análisis empírico como tal. Para
Carlsnaes “en los ‘juegos que los actores reales juegan’ la acción es siempre la
combinación de un comportamiento con propósito, factores sicológicos cognitivos
y de varios fenómenos estructurales que caracterizan a las sociedades y sus
ambientes” (Carslnaes, 2002: 336). Por lo tanto las explicaciones de las acciones
de política exterior deben ser capaces de dar motivos que no excluyan o
privilegien algún tipo de explicación particular de antemano.
Para solucionar esta situación, Carlsnaes propone que en lugar de pensar
guiados por una lógica de exclusión mutua, se debe considerar el marco de
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análisis de forma tripartita con una aproximación en tres dimensiones
explicativas: una dimensión intencional (1), una dimensión disposicional (2) y una
tercera dimensión estructural (3).
Aunque analíticamente autónomas, Carlsnaes sugiere que estas tres
dimensiones son concebidas de forma muy cercana ya que pueden ser unidas de
una forma lógica, paso a paso, para exhibir explicaciones más exhaustivas de las
acciones de política exterior. Esto significa que “una explicación teológica (1)
únicamente en términos de la dimensión intencional es totalmente posible,
basado bien sea en presunciones estrictamente racionales o en modos más
tradicionales de análisis de intenciones” (Carlsnaes, 2002:343). Esto también
significa que “se puede escoger profundizar el análisis al proveer una
determinación causal (2) de la política, en donde los factores que caracterizan la
dimensión intencional están explicados en términos de los factores sicológico-
cognitivos que han llevado a un actor dado a tener cierta preferencia o intención
en una situación particular y no otra” (Carlsnaes, 2002:343). Donde la distinción
entre estas dos dimensiones puede hacerse al considerar la primera como
únicamente intencional y la segunda como la explicación de cómo dicha intención
se ha convertido en sí misma, básicamente cómo la intención en cuestión se ha
convertido en la intención de un actor específico; en este explicar cómo se
construyeron los objetivos y las metas de política exterior de Colombia hacia
China. Finalmente, “la tercera dimensión está basada en la presunción de que los
comportamientos intencionados nunca son perseguidos por fuera de una serie de
determinantes estructurales, los factores de este tipo deben poderse figurar
causalmente (3) en nuestras predicciones de los comportamientos intencionados”
(Carlsnaes, 2002:343). Esta relación entre la estructura y la acción de política
exterior puede ser bien restrictiva o permisiva, es decir la estructura puede
ayudar a que dichas acciones se lleven a cabo o puede limitar o condicionar su
alcance, consiguiendo de esta forma afectar causalmente las acciones de la
política exterior
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Por lo tanto este trabajo en su segundo capítulo hará una revisión de los
antecedentes de política exterior colombiana hacia China, las labores realizadas
antes de 2002, se presentará un pequeño resumen de las relaciones bilaterales,
las relaciones comerciales, las relaciones a través de organismos de cooperación
y los intereses chinos en la región. El tercer capítulo tratará el análisis de las tres
dimensiones propuestas por Carlsnaes. El cuarto capitulo intentará hacer, basado
en la revisión y el análisis anterior, unas recomendaciones para el cambio en la
política exterior colombiana hacia China y en términos generales.
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2. China y Colombia 2.1 ¿Qué busca China en Latinoamérica? Las relaciones sino-latinoamericanas son el resultado de procesos históricos,
políticos y socio-culturales que las enmarcan y enriquecen (Cesarín, 2006). Para
no extender mucho la recomposición histórica de las relaciones sino-
latinoamericanas se podría comenzar desde el período de Mao Zedong y su
teoría de los tres mundos, donde el primero correspondía a las superpotencias
(EEUU y URSS), el segundo a los países industrializados de alto nivel (Europa
Occidental y Japón), y el tercero el mundo campesino (Asia, África y ALC). De
esta forma las congruencias sino-latinoamericanas recaían en el potencial que
ambos presentaban como protagonistas de la revolución mundial. Para los
sesenta se impone en China la Revolución Cultural y estas proyecciones
resintieron en ALC; el ideal de un nuevo revolucionario alentó revoluciones en
México por ejemplo. Adicionalmente “el no alineamiento en política internacional,
con el proceso de descolonización como trasfondo, acercó las posiciones de
intereses de China y ALC en la búsqueda de autonomía política y alternativas
para el desarrollo económico” (Cesarín, 2006:118).
En los setenta se recomponen las relaciones entre Estados Unidos y China y de
esta forma se rompe la barrera latinoamericana, se abre paso al reconocimiento
diplomático del país asiático y a un progresivo desarrollo de las relaciones
comerciales. Adicionalmente, a finales de la década de los setenta, la reforma
económica y de apertura impuesta por Deng Xiaoping cambiaba la forma en la
que China se relacionaba con el mundo y prometía oportunidades para los países
latinoamericanos que por ese tiempo estaban ávidos por diversificar sus
relaciones políticas y económicas. Esta apertura llevó a concretar varios
intercambios económicos y científico-tecnológicos y a fomentar la promoción de
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la cultura, enmarcadas en una acción político-diplomática Sur-Sur que alimentaba
la cooperación entre las naciones en desarrollo.
Durante los ochentas las relaciones se fueron fortaleciendo y Latinoamérica
encontraba en China un socio político y económico. Sin embargo los avances de
la experiencia reformista china se separaban bastante de los modelos
implementados en ALC que pasaba por una crisis económica y por transiciones
políticas. Después de las manifestaciones de Tiananmen y su crudo
aplastamiento, China se aísla internacionalmente y es precisamente
Latinoamérica la que le da la posibilidad de reparar su imagen internacional en
los noventas, pues le abre sus puertas a mandatarios y a mayores intercambios.
Sumado a esto, en los ochentas existían tensiones entre ALC y China por la
situación de Taiwán pues los países de América Central y Paraguay reconocen
diplomáticamente a Taiwán.
“La Posguerra Fría constituyó una etapa signada por la intensificación de
contactos políticos y el intercambio económico (comercial, científico-tecnológico y
financiero). China y ALC coincidían en la aplicación de ‘reformas estructurales’
bajo el paraguas impuesto por la globalización” (Cesarín, 2006:119). El aumento
del comercio, las frecuentes visitas de alto nivel político, misiones empresariales
y la radicación de capitales chinos en la región fueron los ejes de la densa malla
de relaciones y nexos establecidos durante los noventa.
Existen tres constantes en la percepción china sobre ALC: “a) China reconoce el
predominio de visiones críticas en ALC sobre el papel desempeñado por Estados
Unidos, b) ALC es considerada una extensa región geográfica y una rica dotación
de recursos naturales (hoy imprescindibles para sostener su acelerado
crecimiento económico), y c) los países latinoamericanos representan un frente
de lucha determinante en su puja con Taiwán (de los 27 países que reconocen
diplomáticamente a Taipei, 12 son latinoamericanos)” (Cesarín, 2006:120).
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Inversamente, de ALC a China se reconoce que el ‘modelo chino’ ha ganado
prestigio y reconocimiento en ciertos círculos intelectuales y de planificación
sobre políticas públicas. Un prestigio que se admira en el reconocimiento del
desarrollo autónomo de los chinos.
La estrategia de aproximación de los chinos consiste en una operación de
‘múltiples rayos’ donde busca gobiernos, empresarios y partidos políticos que
pueda considerar amigos. La acción china en ALC se despliega en varios frentes
simultáneos: bilateral, subregional e interregional. “El peso de la relación política
y económica sino-latinoamericana reside en un conjunto de países (Argentina,
Brasil, Cuba, Chile, México, Panamá, Perú y Venezuela) considerados
determinantes en la formación de consensos políticos regionales, y relevantes
por su poderío económico y dotación de recursos humanos” (Cesarín, 2006:121).
A nivel económico los intercambios entre China y Latinoamérica se
complementan entre sí más de lo que compiten y la creciente demanda China de
petróleo, alimentos, materias primas y minerales es satisfecha por productores
latinoamericanos. Adicionalmente, vale la pena mencionar que las importaciones
chinas a la región registraron un incremento del 600% entre 1999 y 2004 (Fescol,
2005:5), y que China ya es el tercer socio comercial de Colombia (Fescol,
2006:6).
A nivel subregional, China ha establecido un Mecanismo de Diálogo con el
MERCOSUR y la Comunidad Andina de naciones (CAN). “El despliegue político-
diplomático de China en la región se observa en su activa inserción en el sistema
interamericano: en 1990 estableció un Mecanismo de Diálogo con el Grupo de
Río; en 1994 fue el primer país asiático con categoría de observador en la
Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); fue admitida en el Banco de
Desarrollo del Caribe en 1994 y, a partir de 2004, como Observador Permanente
en la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Parlamento
Latinoamericano; además, aspira a ser miembro extrarregional del Banco
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Interamericano de Desarrollo (BID). Organización transpacíficas, como el Foro de
Cooperación América Latina-Asia del Este (FOCALAE), amplifican su inserción
en instituciones y organizaciones intergubernamentales latinoamericanas”
(Cesarín, 2006:123-124).
Considerando lo anterior, es importante tratar de señalar cómo Colombia puede
acoplarse a estas posiciones. De acuerdo a las tres visiones que China tiene de
la región mencionadas anteriormente, el caso colombiano presenta grandes
retos. Primero vale la pena destacar que en Colombia son muy pocas las
posiciones críticas hacia los Estados Unidos y en contraste se puede ver una casi
irrestricta alineación de los intereses colombianos con los estadounidenses (más
recientemente el apoyo a la intervención en Irak, apoyando a Estados Unidos y
contradiciendo principios históricos de la política exterior colombiana). Este
acercamiento históricamente ha logrado que a Colombia le cueste trabajo mirar
hacia otros países diferentes a Estados Unidos y en contraste mantenga una
política de respice polum. Esta situación no sólo deja clara una diferencia a nivel
latinoamericano (aún más actualmente donde se puede ver que casi todos los
países de la región están buscando expandir sus horizontes) sino que también se
convierte en un obstáculo: por ejemplo el apoyo colombiano a la invasión a Irak
rompió una tradición internacional colombiana que fomentaba las relaciones sur-
sur y defendía sus principios. Adicionalmente esto puede no ser visto con buenos
ojos por parte de varios países asiáticos que recientemente han cuestionado con
mayor fuerza el papel de los Estados Unidos en el orden global. El segundo
punto, relacionado con la gran cantidad de recursos naturales, parecería
presentar una ventaja competitiva. Sin embargo actualmente en Colombia no
existe un conocimiento científico completo que permita saber qué se tiene, dónde
se tiene y cómo puede ser usado. Es decir estamos sentados sobre una gran
cantidad de recursos naturales que desconocemos en buena medida y que al
mismo tiempo no sabemos cómo aprovechar. Adicionalmente se están llevando a
cabo políticas públicas que van en detrimento de los recursos naturales del país
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(fumigaciones, recortes presupuestales en parques nacionales, etc.). Por lo tanto
a pesar de todas las ventajas que pueda ofrecer el país en este campo, es uno
en el que no se puede pensar que nos movamos con tranquilidad. En el tercer eje
de la visión china si podemos tener un papel significativo. Colombia sí ha
mantenido en organismos multilaterales y en visitas y acuerdos bilaterales el
reconocimiento del asunto de Taiwán como un asunto interno del gobierno chino.
2.2 Antecedentes de las relaciones sino-colombianas hasta el año 2002 El 7 de febrero de 1980 Colombia estableció relaciones diplomáticas con la
República Popular China y las rompió con Taiwán. Esta determinación se tomó
porque el Gobierno colombiano reconsideró la importancia de China en el orden
mundial y le apostó a la idea que lleva a pensar que se convertirían en una
potencia mundial. Es importante señalar que este reconocimiento diplomático
oficializado en Nueva York, se dio después de que Estados Unidos reconociera a
China y mucho después que tantos otros países latinoamericanos. Se puede
sugerir incluso que este paso no se dio hasta que no se contó con el guiño
estadounidense. Considerando el tiempo, este momento en la historia coincide
con la administración Turbay, quien desde su campaña electoral había
mencionado el tema de China y la importancia para el país.
Las relaciones sino-colombianas durante el gobierno de Turbay se iniciaron con
gran pompa y mucho interés, tanto así que el primer embajador colombiano en
China fue el reconocido empresario Julio Mario Santodomingo. Sin embargo toda
esta algarabía y manejo mediático del asunto no debe confundirse con grandes
logros. Es necesario comprender que a pesar de la pompa éstos eran hasta
ahora los primeros acercamientos oficiales y como tal se debía esperar un tiempo
a que se construyeran algún tipo de relaciones. De esta forma dicha
administración enfatizó su labor en profundizar el conocimiento entre las dos
culturas y en fomentar los acercamientos entre funcionarios del alto gobierno. De
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esta forma se hizo fuerte hincapié en los intercambios entre miembros del Partido
Comunista Chino (PPC) y senadores colombianos, destacando la visita del
Vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional, el señor Ngapoi Ngawang
Jigme. Por el lado colombiano, el Canciller en ese momento, el señor Carlos
Lemos Simmonds visitó la República Popular China y se reunión con Deng
Xiaoping quien en aquel entonces era el Presidente del Comité Asesor del PPC.
La administración Betancur mantuvo la misma línea de la administración
inmediatamente anterior: buscando el fortalecimiento del intercambio cultural y
los intercambios entre miembros del alto gobierno. Se manejaba un tema de
élites y se podría decir que estos intercambios respondían a caprichos o favores
políticos en mayor parte y no necesariamente a labores que en efecto estuvieran
enmarcadas dentro de un plan de acción comprehensivo y coherente. Durante
esta administración, en 1985, el entonces Canciller, el señor Augusto Ramírez
Ocampo realizó una visita oficial al país asiático donde se entrevistó con el
Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Wu Xueqian. Durante esta visita se
formaron acuerdos que comprendían el intercambio de notas, buscaban la
cooperación y buscaban establecer un sistema de asistencia técnica entre los
dos países.
La administración Barco hizo un esfuerzo por desarrollar una política exterior que
no mirara exclusivamente hacia los Estados Unidos y como tal trató de ampliar
los horizontes en la región asiática. Enmarcada en estos esfuerzos se puede
resaltar la invitación que hicieron la Cámara de Representantes y el Senado de la
República de Colombia al vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional, el
señor Haung Hua, para que visitara el país. Dicha visita se llevó a cabo y como
resultado de la misma se creó el Grupo de Amistad Colombo-Chino conformado
por funcionarios de ambos gobiernos y cuya misión era estimular los diferentes
temas de la agenda bilateral y fomentar la cooperación técnico-comercial.
Adicionalmente el Presidente Barco organizó una visita oficial a los países de
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Corea del Sur, China y las Filipinas. Lamentablemente por cuestiones de salud
no pudo realizar el viaje y en su lugar envío como representación a su Ministro de
Defensa el General Rafael Samudio. Durante la visita se firmaron dos convenios,
el primero establece la cooperación técnica China para un estudio de factibilidad
para la elaboración en zonas cafeteras de briquetas de carbón y el segundo, por
medio del cual se exime el visado a los pasaportes diplomáticos de los dos
países (Minrelex, estrategia de Cooperación en el Pacífico).
El gobierno de Gaviria continúa con estos buenos oficios y con la cordialidad en
las relaciones. Adicionalmente recibe la visita del Ministro de Asuntos Exteriores
de China, el señor Qian Fichen, en la cuál se firma un protocolo de mecanismos
de reuniones regulares entre los ministros de relaciones exteriores de los dos
países y un intercambio de notas para la provisión de préstamos y concesiones
por parte de China a Colombia. Durante esta administración, también en 1991, el
Canciller Luis Fernando Jaramillo viaja a China donde se reúne con altos
funcionarios del PCC y se firma un acuerdo sobre el intercambio de notas para
lograr la expansión del alcance de la exención de visas mutuas.
2.2.1 Administración Samper
La administración Samper evidenció un crecimiento y una intensificación de las
relaciones con China que no se había visto antes. Es importante contextualizar
estos acercamientos en el marco de la situación de la administración Samper.
Por todos los asuntos relacionados con la financiación por parte del narcotráfico
de su campaña presidencial se encontró en graves problemas con el gobierno de
los Estados Unidos, quien lo omitió como interlocutor válido y hasta la retiró la
visa. Por lo tanto las relaciones con el polo eterno se vieron afectadas y la
necesidad de buscar nuevos aliados se hizo apremiante. Adicionalmente al
Presidente Samper le correspondió llegar a la presidencia de los No Alineados y
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esta nueva posición le ayudó a buscar nuevos aliados después del rechazo
estadounidense.
Durante la administración Samper puede resaltarse el interés por aumentar el
tamaño de la agenda bilateral, que buscaba compromisos que se extendieran
más allá de las buenas relaciones características y de los acercamientos que
fomentaran el comercio. De esta forma ingresaron a los temas de la agenda la
búsqueda de la concertación de posiciones y apoyo mutuo en temas como la
seguridad, el desarme, la defensa de los Derechos Humanos y el narcotráfico. En
octubre de 1996, Samper es el primer Presidente de Colombia que realiza una
visita oficial a China y marca un precedente que las siguientes administraciones
han mantenido.
La visita de la delegación colombiana estuvo compuesta por los ministros de
Hacienda y Comercio Exterior y empresarios buscando oportunidades. Durante
esta administración también vale la pena resaltar la visita oficial de Pilar Gaitán,
Viceministra para Europa, Asia, África y Oceanía a China, donde se entrevistó
con el señor Hu Jintao quien en ese momento ocupaba un alto cargo en el PCC.
Adicionalmente, el Presidente Samper, en su condición de presidente de los No
Alineados fue invitado a la ceremonia de recuperación de la soberanía de Hong
Kong.
Durante la visita de octubre de 1996 se adquirieron los siguientes compromisos
(Ministerio de Relaciones Exteriores. Informe del viaje de Ernesto Samper a
China, 1996):
Compromisos Políticos
- Reiteración de la invitación a China a los eventos de los países No
Alineados NOAL.
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- El apoyo de China para el ingreso de Colombia como miembro de pleno
derecho al Foro de Cooperación Asía Pacífico (APEC por su nombre en
inglés) y la participación dinámica de China y Colombia dentro de las
organizaciones de Cooperación en el Pacífico como lo son el Consejo de
Cooperación Económica del Pacífico (PECC, por su nombre en inglés), y
el Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico (PBEC, por su nombre en
inglés).
- El apoyo colombiano para el ingreso de China como miembro del Banco
Interamericano de Desarrollo BID.
- El voto negativo contra las resoluciones de China en la Comisión de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
- Desestimular a los países centroamericanos para que no acepten a
Taiwán como país observador del Parlamento Latinoamericano.
Compromisos de Cooperación
- La pronta reunión de la Comisión Mixta de Cooperación y de la Comisión
Mixta de Comercio.
- El préstamo por parte de China de 20 millones de yuanes.
- Promoción de proyectos sobre la asistencia técnica en centrales
hidroeléctricas y en materia carbonífera.
- Facilitación de visas para ciudadanos chinos, con el fin de estimular la
inversión de empresas chinas.
Si bien la administración Samper intentó fortalecer las relaciones bilaterales sus
esfuerzos no fueron recompensados. Los intercambios comerciales no tuvieron
grandes cambios (por lo menos no en beneficio de Colombia), las relaciones se
mantuvieron en lo cordial y amigable sin trascender en la agenda y gran parte de
la importancia de estos contactos recaía exclusivamente en que Samper fuera en
ese momento el presidente de los No Alineados. Adicionalmente la crisis asiática
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de 1997 hizo que el gobierno chino enfocara gran parte de sus esfuerzos en no
caer y no alterar sus indicadores macroeconómicos.
2.2.2 Administración Pastrana
Durante la administración Pastrana se mantuvieron las visitas de funcionarios de
alto nivel entre las dos partes. Se destaca en 1999 la visita oficial del Presidente
Pastrana a China donde se entrevistó con varios miembros del PCC y de la
Asamblea Popular. Es importante destacar que en esta visita también estuvieron
representantes de varios sectores empresariales del país que fueron con la
intención de hacer presentaciones de los productos colombianos. Sin embargo en
estas exposiciones quedó evidenciado el atraso de los comerciantes
colombianos, por ejemplo en los pequeños volúmenes que manejaban para un
mercado tan extenso y para las disposiciones de importación del gobierno chino y
la falta de recursos para lograr una comunicación efectiva. Los comerciantes
colombianos, en términos generales, viajaron con poco conocimiento del país que
visitaban y con la idealización más fundamental que se tiene con China, aquella
que dice que si cada chino compra una taza de café (o del producto que sea)
entonces con eso es suficiente. Es en estos primeros acercamientos donde
queda en evidencia que los buenos oficios que se habían mantenido casi por 20
años no contribuyeron en gran medida a entender a la contraparte china y mucho
menos para entrar a negociar con ella. Las relaciones siempre fueron muy
cordiales pero poco trascendentes (y su manejo por lo general siempre fue más
social y de favores políticos que consecuente con las necesidades del país) por lo
tanto cuando llegó la oportunidad para capitalizar no hubo grandes éxitos. Sin
embargo de esta situación es positivo rescatar que el interés privado por China
se ha mantenido y se ha convertido actualmente en un motor de los
acercamientos entre los dos países.
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En la administración Pastrana queda claro un desaceleramiento con respecto a la
anterior. La nueva alineación con los Estados Unidos, el Plan Colombia y la
desintegración de las conversaciones de paz en el país, guiaron la política
exterior hacia otros destinos. Europa y Estados Unidos se convirtieron en los
puntos más importantes y Asia pasó a un segundo o tercer plano. Adicionalmente
para el momento de la administración Pastrana se acabó el término de
presidencia de los No Alineados y la participación en este tipo de relaciones no
continuó siendo efectiva.
2.3 Relaciones Comerciales Las relaciones comerciales sino-colombianas han sido considerabemente pobres
a través de los años, si bien en los últimos cinco se puede apreciar un aumento
en los valores totales transados. En términos generales la balanza comercial
siempre ha sido negativa para Colombia. A pesar de esto, China cada vez se
afianza más como uno de los principales socios comerciales de Colombia y como
tal debería considerársele con mayor importancia. En el período comprendido
entre 1991 y 2006, sólo en 1991 y 1995 se puede apreciar un número favorable
en la balanza comercial para Colombia. Desde 1996 en adelante el déficit ha
aumentado todos los años. Uno de los cambios más significativos se da en el
bienio 1991-1992. Pasamos de tener un saldo en balanza comercial positivo de
14.343 millones de dólares en 1991 a un salgo negativo de 15.446 en el 92; un
cambio de casi 30 millones de dólares en tan sólo doce meses. No existen
estudios que puedan asegurar que esto responde a la apertura económica que se
llevó a cabo durante la administración Gaviria que comenzó en 1991. Sin
embargo estas cifras sí permiten sentar un precedente sobre la competitividad del
país en este momento con respecto al gigante asiático. Los siguientes años, de
1992 y 1993, y las pequeñísimas cifras que se registran en las exportaciones
hacia el gigante asiático, dan evidencia de la falta de competitividad de las
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exportaciones del país. En estos años el país exportaba en promedio un poco
menos de trescientos mil dólares por mes a China.
Tabla 1 Año Exportaciones Importaciones Balanza Comercial 1991 17.250 2.907 14.343 1992 3.508 18.954 -15.446 1993 3.782 54.562 -50.780 1994 1.815 30.631 -28.816 1995 44.127 38.867 5.260 1996 6.890 38.317 -31.427 1997 12.603 49.737 -37.134 1998 8.689 201.901 -193.219 1999 15.364 202.807 -187.492 2000 29.317 317.329 -288.912 2001 19.298 428.428 -409.130 2002 24.369 483.768 -459.399 2003 81.190 631.133 -549.222 2004 137.503 1,067.692 -930.189 2005 236.688 1,616.821 -1,380.133 2006 452.420 2,219.273 -1,766.853
Fuente: Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) y Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, oficina de asuntos comerciales de Asia. En millones de dólares.
Las cifras en cuanto a la balanza comercial con China no dejan de ser
preocupantes. Entre 1999 y 2006 las importaciones colombianas de productos
chinos se multiplicaron por diez al igual que la balanza comercial que se
multiplico, manteniendo su valor negativo por un poco más de 9 veces. Es
importante destacar que desde el dos mil cuatro se ve un incremento notable en
las exportaciones colombianas a territorio chino, sin embargo estas cifras deben
verse con cautela. En este caso deja de ser suficiente mirar las cifras en términos
de exportaciones/importaciones/balanza comercial únicamente y se vuelve muy
importante mirar el tipo de productos que se están exportando y las cantidades
que éstas representan en el consolidado.
En la tabla 1 de los anexos se puede apreciar la discriminación, de acuerdo a la
sección del arancel, suministrada por la DIAN, de los productos que Colombia
exporta a China entre los años 2004 y 2006. Según esta tabla a principal sección
21
del arancel de exportaciones colombianas hacia China es ‘Metales comunes y
manufacturas de esos metales’. Cuando se habla de metales comunes y
manufacturas de éstos metales, se refiere principalmente a fundición de hierro y
acero, ferro níquel, cobre y manufacturas de cobre y aluminio y sus manufacturas
principalmente. En dicho rubro se puede apreciar un crecimiento durante todos
los años, cercano a doblarse con el año inmediatamente anterior. Para 2004 este
rubro representó en exportaciones un valor de 113,059 millones de dólares,
convirtiéndose de esta forma en el ganador indiscutido de las exportaciones
colombianas a China. Después de este rubro, lo siguen en términos generales las
exportaciones de pieles, cueros y manufacturas de estos materiales, químicos y
máquinas y aparatos eléctricos (electropartes principalmente). Según esto, en
metales comunes y manufacturas de dichos metales Colombia concentró el
82.2% de sus exportaciones hacia China en 2004, el 90.8% en 2005 y el 94% en
2006. Tenemos un aumento en los volúmenes de exportación (gracias a los
minerales y al ferroníquel) pero somos casi totalmente dependiente de ellos para
nuestro intercambio con China. Estamos vendiéndoles productos con cero o muy
poco valor agregado y recursos que se agotan, por lo tanto el panorama se deja
ver un tanto desolador.
Por otro lado en 2004, las exportaciones Chinas hacia Colombia presentan un
panorama completamente opuesto. Si bien las exportaciones Chinas están
creciendo, dichas exportaciones no se basan en un solo producto sino que su
diversidad es inmensamente mayor que la de las exportaciones colombianas.
Según el ´Perfil Comercial de la República Popular China’ elaborado por el
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en 2004, “las
importaciones chinas han sido muy diversificadas, teniendo en cuenta que en el
2004 se hicieron importaciones por más de 3300 posiciones arancelarias a 10
dígitos”. Es tanta la diversidad que se puede ver en las exportaciones chinas que,
en contraste con los minerales colombianos que sumaron en 2004 un poco más
del ochenta por ciento de las exportaciones hacia China, la principal sección de
22
arancel de exportaciones chinas a Colombia, ‘grúas de pórtico’ sólo alcanzó una
participación del 5,66% del total.
Es importante considerar también el puesto que ocupa China como proveedor de
Colombia de acuerdo al porcentaje en dinero que las importaciones de ese país
representan. Desde el 2000 hasta el 2006 China ha incrementado su porcentaje
en la cantidad total de importaciones, casi triplicando su participación en ese
período. En 2000 el de China se importaba el 3,1% del total de las importaciones
colombianas y para el 2006 ya se posicionaba con el 8,5%. Ese 8,5 por ciento de
las importaciones provenientes de China, posicionan al país asiático como el
tercer proveedor más importante de Colombia en el mercado internacional,
siguiendo muy de cerca de México, el segundo y un distante tercero en cuanto a
Estados Unidos nuestro principal socio comercial.
Tabla 2 Importaciones de Colombia por país de origen
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Estados Unidos 33,7% 34,4% 31,7% 29,4% 28,9% 28,3% 26,4% Venezuela 8,2% 6,2% 6,2% 5,2% 6,5% 5,7% 5,7% México 4,7% 4,7% 5,3% 5,4% 6,2% 8,3% 8,8% Brasil 4,4% 4,5% 5,1% 5,5% 5,8% 6,5% 7,2% Japón 4,6% 4,4% 4,9% 4,6% 3,8% 3,3% 3,6% China 3,1% 3,7% 4,2% 5,0% 6,4% 7,6% 8,5% Otros Países 41,4% 42,1% 42,6% 44,9% 42,4% 40,3% 39,8% Fuente: Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIA N) y Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, oficina de asuntos comerciales de Asia. 2.4 Organismos de Cooperación Hablar de los organismos de cooperación que comprenden el Sistema de
Cooperación de Pacífico Asiático es de gran importancia en este trabajo ya que,
como se verá más adelante, una de las actividades puntuales de la política
exterior colombiana es precisamente fortalecer la participación en los sistemas de
cooperación regional. Por lo tanto una pequeña revisión de estos organismos y
del papel de Colombia en ellos es importante para comprender los logros
23
obtenidos en los mismos y para, en páginas siguientes, analizar esta dimensión
de la política exterior colombiana con respecto a Asia.
La Cuenca del Pacífico comprende 4 agrupaciones de Estados cercanos
geográficamente entre si: la Cuenca Americana (Canadá, Estados Unidos,
México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia,
Ecuador, Perú y Chile), la Cuenca Australia Pacífico (Australia y Nueva Zelanda),
la Cuenca Oceánica (Micronesia, Melanesia y la Polinesia), y finalmente, la
Cuenca Asia Pacífico (Rusia, República de Corea, Japón, China, Tailandia,
Vietnam, Camboya, Malasia, Singapur, Filipinas, Brunei Darussalam, Indonesia y
Timor Oriental). De esta forma, alrededor del Pacífico convergen más de 30
economías de tres continentes, cuya población supera los 2.800 millones de
personas, equivalente más o menos al 45% de la población mundial. Durante las
últimas dos décadas esta zona (principalmente por el crecimiento de Nafta y los
países Asiáticos) se ha convertido en un polo de desarrollo y crecimiento
económico de comercio e inversión a nivel internacional, fortalecido por las
estrategias informales de integración y cooperación libres de regulaciones
legales. Estas estrategias informales y esfuerzos de integración y cooperación
son lo que llamamos el Sistema de Cooperación de Pacífico que actualmente
está conformado por tres organismos: el PBEC (Pacific Basin Economic Council),
PECC (Pacific Economic Cooperation Council) y APEC (Asia Pacific Economic
Cooperation); y adicionalmente por el FOCALAE (Foro de Cooperación América
Latina – Asia del Este).
Los tres primeros organismos mencionados acá se caracterizan por hacer un
gran énfasis en el desarrollo de las relaciones comerciales, manteniendo fuertes
vínculos con el sector de la empresa privada y desarrollan sus actividades a
través de grupos especializados de trabajo. Como norma general de los tres, las
decisiones se toman por consenso (por ejemplo los nuevos ingresos deben
contar con el apoyo de todos los miembros) y dichas decisiones están
24
enmarcadas en el principio de regionalismo abierto que rige estas instituciones.
Colombia es miembro pleno desde 1994 tanto del Consejo de Cooperación
Económica del Pacífico (PECC) como del Consejo Económico del Pacífico
(PBEC), desde 2001 del Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este
(FOCALAE) y busca ser miembro del Foro de Cooperación Económico de Asia
Pacífico (APEC).
25
3. Las tres dimensiones 3.1 Intención Como se mencionó anteriormente el análisis de la dimensión intencional busca
realizar una explicación de la política exterior basada principalmente en términos
de las meta establecidas y de ciertas preferencias. Tomando como guía este
principio y siguiendo la definición de política exterior propuesta por Carlsnaes,
este capítulo establecerá las metas, compromisos y/o directivas perseguidas que
guiaron la política exterior colombiana hacia China durante el período
comprendido ente los años 2002 y 2006.
Los objetivos de la política exterior colombiana para este período están
contenidos en el documento publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores
llamado ‘Plan Estratégico 2003-2006 Sector de Relaciones Exteriores’ derivado
de los contenidos del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2002-2006 “Hacia un
Estado Comunitario”. Dicho documento establece la visión del ministerio, el
objetivo general que persigue, los objetivos específicos de la cartera y, un poco
más elaborados para cada objetivo, estrategias, programas y actividades para
llevarlos a cabo.
El objetivo general del Plan Estratégico 2003-2006 del Ministerio de Relaciones
Exteriores establece tres ejes principales. El primero trata acerca de la influencia
y la intersección entre la agenda doméstica y la agenda internacional. “La política
exterior se armonizará con las prioridades de la política doméstica para contribuir
a la efectiva materialización de las mismas” (Minrelext, 2003). El segundo eje que
trata hace referencia a la búsqueda de responsabilidades compartidas ante
ciertos problemas que identifica en el país y la búsqueda de una participación de
la comunidad internacional en su resolución. “A la luz del principio de
responsabilidad compartida, se dará prioridad a aquellos asuntos en los cuales a
comunidad internacional tiene un papel preponderante para su solución, tales
26
como el problema mundial de las drogas y sus delitos relacionados (lavado de
activos, tráfico de armas, municiones y explosivos; desvío de precursores
químicos, entre otros), el terrorismo y a corrupción”. (Minrelext, 2003). Finalmente
el tercer eje establece la importancia que recae en el ministerio para lograr que la
comunidad internacional comprenda adecuadamente la realidad colombiana.
El Plan Estratégico 2003-2006 constaba de siete objetivos específicos: (Minrelext,
2003)
1. Defender la soberanía nacional e impulsar e desarrollo integral de las
fronteras.
2. Consolidar relaciones bilaterales estratégicas.
3. Defender y promover los intereses nacionales en el escenario multilateral.
4. Apoyar las políticas del Plan Nacional de Desarrollo en el ámbito
internacional.
5. Mejorar la comprensión de la realidad del país en el exterior.
6. Fortalecer los vínculos con las comunidades colombianas en el exterior.
7. Fortalecer institucionalmente el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al mirar las estrategias, programas y actividades puntuales de cada objetivo, sólo
en el segundo se hace algún tipo de referencia a las relaciones con Asia o China
específicamente. Sin embargo puede decirse que para los objetivos tres, cuatro y
cinco, existen dinámicas de desarrollo que abarcan a todos los países y a
organizaciones multilaterales en las cuales el gigante asiático tiene relevancia.
En el segundo objetivo ‘Consolidar las relaciones bilaterales estratégicas’ se
especifica una estrategia para acercarse a los países asiáticos. La cuarta
estrategia de dicho objetivo dice así: “Fortalecer las relaciones bilaterales,
multilaterales y de cooperación económica regional con Asia y el Pacífico”
(Minrelext, 2003).
27
Dicha estrategia tiene tres programas guía y cada uno de éstos cuenta con una
actividad puntual como se transcribirán a continuación: (Minrelext, 2003)
Programa: Fortalecimiento del diálogo político bilateral y multilateral.
Actividad: Fortalecimiento de las relaciones bilaterales con países estratégicos de
Asia y de la cuenca del pacífico (Japón, China, Corea, Malasia, Australia e India)
mediante la promoción de visitas de alto nivel y reuniones especializadas.
Programa: Promoción de los intereses económicos, comerciales y de inversión.
Actividad: Fortalecimiento de la participación en el sistema de cooperación
regional (PECC, APEC, PBEC, FOCALAE).
Programa: Impulso a la inserción de Colombia en la cuenca del Pacífico.
Actividad: Apoyo a la vinculación económica, académica y empresarial a los
asuntos de la cuenca del Pacífico.
La labor de estos programas y sus estrategias y actividades tuvo su punto
cumbre durante la visita oficial del Presidente Uribe a la República Popular China,
enmarcada en su gira asiática, en abril de 2005. En dicha visita oficial el
Presidente colombiana viajó acompañado de una buena parte de su gabinete de
ministros, más de treinta académicos y una misión empresarial que en número
sumaban más de 140 personas de diferentes sectores de la economía nacional.
Fuera de los actos entre gobiernos y las reuniones del Presidente Uribe con su
colega chino Hu Jintao, dicha gira tenía dos componentes fundamentales, el
primero era la visita de los académicos y el Presidente a la Universidad de Beijing
con la intención de fortalecer los lazos académicos entre los dos países, y el
segundo una macro rueda de negocios que se realizó en Beijing hacia el final de
la visita.
28
A nivel diplomático los presidentes de los dos países acordaron relanzar,
después de 25 años de haber sido establecidas y conmemorando la fecha, las
relaciones diplomáticas entre los dos países. Esto con el fin de darle un nuevo
impulso a la dinámica entre los dos países y buscando generar nuevos espacios
de acercamiento. Por su parte el Presidente chino demostró su interés por
fortalecer las relaciones entre los dos países en temas políticos, económicos y
culturales, incluso señalando que visitaría a Colombia en un futuro (en fecha por
definir todavía). Por su parte el mandatario colombiano agradeció al gobierno
chino su apoyo a la Política de Seguridad Democrática, en la lucha contra e
terrorismo y el narcotráfico (más adelante se especificará un poco más en qué
consiste este apoyo). Adicionalmente expresó el interés del gobierno colombiano
en que empresas chinas inviertan en Colombia en los sectores relaciones con
exploración de petróleo, la industria textil el sector agropecuario y el turismo. Es
más, en esta visita se logró que el gobierno chino incluyera a Colombia como un
destino turístico recomendado para ciudadanos chinos (aunque en Colombia no
existe un solo destino turístico que esté en capacidad de recibir turistas chinos y
por lo menos atenderlos en su propia lengua).
Por otro lado se le solicitó al gobierno chino su apoyo para el ingreso de
Colombia a la APEC cuando venza la moratoria de diez años (es decir en 2007).
El Presidente chino respondió favorablemente a esta solicitud y especificó que
cuando venza la moratoria y llegue el momento apoyarán dicho ingreso.
En el campo académico se dieron intercambios entre los sectores de ambos
países a través de las universidades e intercambios entre profesores. En este
campo es importante resaltar la solicitud que hace el Presidente Uribe a la contra
parte china. El Presidente solicita y pide que se logre un intercambio para que la
universidad colombiana reciba apoyo tecnológico chino. En palabras del
mandatario mientras en China, “La presencia masiva de la academia colombiana
en China y particularmente en la Universidad de Pekín, lleva un mensaje: la
29
necesidad de apoyarnos mutuamente en el propósito de una educación universal,
científica y de masas” (Minrelext, 2006:244). En todas los documentos de la visita
se hace referencia al apoyo tecnológico, sin embargo no se menciona nada sobre
el intercambio cultural y lingüístico que debe darse para que este paso sea
posible. Se lee en los documentos que el intercambio tecnológico es un tema de
disposición y pareciera que no considera nada más. Cierto es que se necesita la
voluntad, pero antes de realizar un intercambio de este tipo es necesario hablar el
mismo idioma, y no sólo el mismo idioma en términos tecnológicos sino el mismo
idioma de lenguaje. Pensar que los intercambios pueden resultar sencillos sin
considerar las barreras culturales y de lenguaje lo que muestra es un total
desconocimiento de la realidad de dichos intercambios. Las intenciones están
mal armadas y se entrecruzan con los intereses inmediatos. No hay una
coherencia entre el corto, mediano y largo plazo, no existen planes elaborados
que consideren estas tres dimensiones en el tiempo y puntualicen estrategias
para cada momento.
En el campo de la misión empresarial se destaca la inversión de la empresa
china FAW, la fábrica de camiones más grande de China, en Colombia, para
montar una planta en Pereira para ensamblar buses de Transmilenio. Por lo
demás no se encontraron cifras concretas de la cantidad de negocios cerrados en
esta macro rueda o de los montos transados si éste fue el caso.
La cooperación entre los dos países y al apoyo a las iniciativas del gobierno
colombiano, se pueden resaltar las palabras de la Canciller Carolina Barco: “el
Presidente pidió de nuevo toda la solidaridad para luchar contra los terroristas y
es en ese sentido que se ha vuelto a hacer este llamado en el cual le solicita a
China, al igual que a todos los otros países, que se unan con nosotros en esta
condena y en esta lucha. Es un apoyo sobre todo político y para seguir luchando
en los foros internacionales y, en nuestras relaciones bilaterales, para afrontar de
30
una manera decidida el terrorismo. China es un país que está comprometido en
la lucha contra el terrorismo.” (Minrelext, 2006:246).
3.2 Disposición ¿Cómo se han construido las posiciones de la política exterior colombiana hacia
China? Uno de los principales ‘constructores’ de las posiciones de la política
exterior china es la figura del presidente. El Ministerio de Relaciones exteriores
coordina todas las labores asociadas con la política exterior del país pero siempre
atado a las directrices puntuales del presidente y a los decretos que así
especifican las labores del ministerio. Por lo tanto uno de los componentes más
importantes es no sólo la política del gobierno de turno sino la personalidad del
gobernante. Para este período las relaciones exteriores están enmarcadas bajo la
política de Seguridad Democrática y como tal sus objetivos están atados a la
misma. La búsqueda de una mejor comprensión de la situación del país, la
negación de un conflicto armado sustituido por una amenaza terrorista y el deseo
por mantener niveles macroeconómicos crecientes debido al nuevo ambiente de
seguridad que se va sintiendo en el país.
Por otro lado a construcción de esta amenaza terrorista tiene su punto de partida
en los atentados del once de septiembre y a la alineación del gobierno
colombiano con la lucha contra el terrorismo en todo el mundo. Estas posiciones
plantean una posición que resulta difícil de mantener. Por un lado se busca ayuda
para luchar contra esta amenaza terrorista pero al mismo tiempo se trata de
mostrar un panorama alentador sobre la situación del país. Básicamente se
envían dos mensajes contradictorio, por un lado se pide ayuda porque la
situación desborda las capacidades domésticas y por el otro se dice que las
capacidades son fantásticas y que lo que hay es que aprovechar la oportunidad
para estar, trabajar e invertir en Colombia.
31
Otro componente importante de la construcción de la agenda es el fuerte carácter
interdoméstico que se le da a la labor en política exterior. Esta conjunción del
entorno internacional y la situación política doméstica, llevada al extremo hace
que las prioridades internacionales ocupen un segundo lugar y se supediten a la
política interior. De esta forma situaciones como la desmovilización paramilitar, la
reelección presidencial y la guerra contra las FARC (asuntos de política interior)
adquieren una alta trascendencia en la política exterior, opacando otros
esfuerzos. A los chinos la verdad poco les interesan estos asuntos y todo lo que
los rodea. Para ellos sólo resultan trascendentes cuando alguno de estos asuntos
elimina las garantías comerciales o de cualquier tipo de intercambio que se haya
constituido. El pragmatismo chino (reflejado y guiado por la frase de Deng
Xiaoping que dice que no importa el color del gato, lo que importa es que cace
ratones) hace que para ellos estas situaciones no sean atractivas, por lo tanto
cuando se llevan estos temas al escenario internacional con ellos se encuentra
un desinterés por su parte.
Por otro lado es importante mencionar que no son muchos los estudios que se
han hecho sobre Asia y China en el país. Esta poco bibliografía y el poco
conocimiento que se tiene hace que no se pueda pensar en diferentes
alternativas. Existe todavía un alto desconocimiento de la cultura china, sus
comportamientos, su lenguaje, las posibilidades de mercado y las posibilidades
de intercambios culturales.
3.3 Estructura Como se mencionó anteriormente la relación entre la estructura y las acciones de
política exterior puede ser bien por un lado permisiva o por el contrario de tipo
restrictivo. Esto se debe principalmente a los efectos que tiene la estructura en el
posicionamiento de los diferentes agentes dentro de las acciones de política
32
exterior y al mismo tiempo a las identidades que ayuda a construir en dichos
agentes que a su vez moldean su desempeño.
“Aunque generalmente no es considerada como una aproximación al análisis de
la política exterior, es obvio que el tipo de enfoque que generalmente va bajo el
nombre de institucionalismo neoliberal es relevante para el estudio de la política
exterior tanto como el realismo y el neorrealismo en sus diferentes
configuraciones” (Carlsnaes, 2002:337). Y para el caso de a política exterior
colombiana con respecto a China plantea un primer enfoque que sirve para mirar
la dimensión estructural. En términos generales, el institucionalismo neoliberal
plantea que el estado es el principal actor en el sistema internacional, un sistema
internacional que es anárquico y dónde el comportamiento de los estados está
determinado por la maximización del valor y las ganancias. Contrario al realismo
que entiende que las restricciones de las acciones de los estados en el escenario
internacional dependen de su poder relativo, el institucionalismo neoliberal
considera que las acciones de los estados no están limitadas por su poder sino
que en cambio están enmarcadas dentro de un sistema internacional que puede
ser afectado positivamente por las instituciones que ahí se encuentren, donde se
intercambia información y se comparten unas leyes comunes, que permitan a los
estados establecer diálogos. Este conjunto de instituciones permiten que los
estados puedan cooperar entre sí, a pesar de la anarquía del sistema, para
perseguir las preferencias de cada estado y maximizar sus intereses.
En el caso colombiano pareciera que buena parte de su política exterior con
respecto a la región de Asia Pacífico y a China específicamente estaría guiada
por esta aproximación de tipo institucionalista neoliberal. Los objetivos y las
actividades de política exterior colombiana hacia Asia buscan promover la
inserción y participación de Colombia en los organismos multilaterales del
sistema de cooperación del Pacífico (PECC, PBEC, APEC y FOCALAE). La
búsqueda constante de la participación en estos organismos denota una creencia
33
firme en las posibilidades de cooperar para obtener resultados ventajosos para el
país. Del mismo modo se hace una apuesta fuerte por el fortalecimiento y la
participación en otros escenarios como la ONU y a OMC. Esta tendencia es
compartida por la contraparte China, que como se mencionó anteriormente busca
insertarse en diferentes instituciones de Latinoamérica como el BID, MERCOSUR
y la CAN. De esta forma se puede comprender el énfasis tan marcado que la
política exterior colombiana pone en la participación en los organismos
multilaterales y el interés tan alto en la cooperación.
Otro tema que tiene cabida en la estructura es el carácter personalista de las
relaciones exteriores en Colombia. De la misma forma que se mencionó que este
componente ayuda a definir las posiciones de política exterior, también tiene una
influencia a nivel estructural. De acuerdo al mandato constitucional y a lo
establecido en el Plan Estratégico 2003-2006 Sector de Relaciones Exteriores, “al
MRE le corresponde, bajo a dirección del Presidente de la República proponer,
orientar, coordinar y ejecutar la política exterior de Colombia y administrar el
servicio exterior de la República” (Minrelext, 2003:6). De acuerdo a esto hay una
gran importancia de a figura presidencial en el desarrollo de la política exterior, y
como se pudo ver en el recuento de las relaciones sino-colombianas, las
acciones de política exterior hacia China están muy atadas a la voluntad del
mandatario de turno. Por ejemplo el ímpetu que puso Samper se contrasta con
los nuevos intereses de Pastrana (recomponer las relaciones con Estados Unidos
y acercarse a Europa). Las dinámica de las relaciones fluctúa dependiendo del
mandatario, por lo tanto estructuralmente hay una precondición que moldea los
acercamientos con China. Adicionalmente es importante mencionar que los
nombramientos en embajadas y consulados recaen en la figura presidencial y en
muchos casos estos puestos no son otorgados por mérito sino responden a
relaciones políticas domésticas. Por ejemplo en China no se ha tenido un solo
embajador que hable mandarín o que por lo menos tenga un pequeño
conocimiento del idioma. De ahí que en el caso de la política exterior hacia China
34
en el período 2002-2006 la figura del Presidente sea tan importante, sus labores
de cierta forma aceleran o desaceleran dependiendo de sus prioridades. Las
prioridades establecidas no caracterizan las relaciones con China como una
prioridad. La guerra contra el terrorismo, a la cual Colombia se ha unido
irrestrictamente condicionan los acercamientos con otros países. Adicionalmente
es importante mencionar que contrario a la percepción que se tiene de los países
europeos e incluso de Estados Unidos, los países asiáticos y China
particularmente, no son países que dan ayudas internacionales o que juegan el
papel de benefactores y vigilantes. Si bien por ejemplo tienen un puesto en el
Consejo de Seguridad de la ONU a los chinos poco les interesa contribuir
económicamente con iniciativas como el Plan Patriota o vigilar de cerca las
condiciones de los trabajadores o de los sindicalistas. Esta forma de acercarse a
otros países de Colombia, con una mano estirada, no funciona con los países
asiáticos y se debe dar un giro a toda la política exterior colombiana para no
pensar en términos de qué me pueden dar, sino qué podemos hacer juntos por
mi.
Otro nivel estructural que vale la pena resaltar es de tipo organizativo. Analizar
los condicionamientos que pone en el desarrollo de la política exterior colombiana
hacia China su organización. Como se mencionó anteriormente el Ministerio de
Relaciones Exteriores es el encargado de ejecutar la política exterior de Colombia
y de administrar el servicio exterior. Para el caso de China se cuenta con una
embajada en Beijing (que tiene una oficina de Proexport) y un consulado en Hong
Kong. Dentro del ministerio los temas relacionados con Asia se manejan en la
Dirección de Asia, África y Oceanía bajo la supervisación del Viceministerio de
Relaciones Exteriores. Mientras que en el Ministerio América y Europa tienen su
propia Dirección, para el caso de Asia, esta es compartida con otros dos
continentes (dos continentes que por cierto también han sido olvidados por la
política exterior colombiana).(Ver Tabla 3 en los Anexos). Esta situación pone de
manifiesto la importancia que tiene el tema dentro del Ministerio. Adicionalmente
35
pareciera que dentro de esta cartera hay una alta rotación del personal o por lo
menos mucha salidas y entradas. En el tiempo que llevó a cabo esta
investigación hubo tres interlocutores sobre el mismo tema, en el mismo puesto,
con quienes fue necesario realizar un empalme porque la persona que estaba
antes a cargo no había hecho una entrega del cargo y estos nuevos miembros
hasta ahora estaban familiarizándose con sus nuevas labores. Otro aspecto
estructural que vale la pena manejar es el de las relaciones entre la embajada en
Beijing y el consulado en Hong Kong. Estas relaciones parece que funcionaran
bajo el esquema en que funcionan Hong Kong y China continental, dos sistemas
un gobierno. Lo que pasa es que entre Hong Kong ya se comienza a ver una
harmonización de las relaciones y se notan intercambios más provechosos (claro
con ciertos inconvenientes principalmente de tipo político-democrático). Según
palabras de la que en 2005 era la cónsul de Colombia en Hong Kong, Olga Lucía
Forero, el consulado no se habla con la embajada y son muy pocas las cosas que
tienen en común y los temas que manejan. Es decir no existe una agenda
compartida que permita unificar los esfuerzos tanto de la embajada como de la
oficina de Proexport con el consulado. Son agentes autónomos según explicaba
la funcionaria.
Siguiendo con el tema de la representación a través de embajadas y consulados
es importante mencionar que la administración Uribe inició su labor en cuanto a
política se refiere cerrando embajadas y consulados en diferentes partes del
mundo con el objetivo de reducir costos burocráticos, sin tener en cuenta los
costos que esto puede representar para el país. En el caso asiático, cerraron por
ejemplo las embajadas en Australia y Malasia entre otros. Estos cerramientos lo
que hacen es debilitar la posición del país en la región y sobre cargar otras
embajadas (en este caso es la embajada de Japón la que quedó encargada de
suplir el vacío y en el caso de Australia un cónsul honorario que hay en Sydney).
36
4. Recomendaciones Para reorientar la política exterior colombiana deben tomarse diversas medidas
en varios campos de acción. Para estas recomendaciones se usará información
del caso chileno y diferentes recomendaciones de grupos de interés del país.
“Uno de los pilares de la política exterior impulsada por el Gobierno de Chile es el
‘regionalismo abierto’, que apunta a la necesidad de desarrollar una relación con
todas las áreas geográficas del mundo desde una perspectiva regional-
latinoamericana.” (Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Política de Chile
hacia Asia y el Pacífico: 2007). Colombia debería interpretar este concepto del
regionalismo abierto y usarlo para sustituir el peso que tiene en la lógica de la
política exterior colombiana la agenda doméstica.
Las primeras ideas sobre el regionalismo abierto en América Latina se originaron
en la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) en 1994 con la
publicación del programa del ‘Regionalismo Abierto’. “El documento original de
CEPAL define al regionalismo abierto como un proceso que busca ‘conciliar’ por
un lado la ‘interdependencia’ nacida de acuerdos comerciales preferenciales y
por el otro la interdependencia ‘impulsada básicamente por las señales del
mercado resultantes de la liberalización comercial en general’, donde las
‘políticas explícitas de integración sean compatibles con las políticas tendientes a
elevar la competitividad internacional y que las complementen’.” (Gudyans, 2005).
En la concepción de la CEPAL este proceso de integración era
fundamentalmente de tipo comercial basado en la disminución de aranceles y la
apertura de los mercados al exterior. El regionalismo abierto está centrado
principalmente en el mercado (dejando por fuera temas políticos, ambientales,
fronterizos o incluso el rol del ciudadano común y corriente). Colombia debería
adoptar estos principios, que por cierto son los mismos bajo los cuales se rige el
APEC (al cual se quiere ingresar con tanto interés) para de esta forma cambiar la
37
perspectiva sobre sus oportunidades de mercado, como país exportador y las
bondades de la globalización. Quiérase o no, el país está en medio de un
proceso de globalización no sólo económico, sino cultural, social, político y por lo
tanto la forma de mirar esta realidad debe ser alterada. Al cambiar este enfoque y
empezar a pensar en qué se puede vender, cómo se puede salir, a dónde se
puede llegar, se cambia la perspectiva de la mano estirada. Se deja de pensar en
términos de qué pueden hacer por mi y se pasa una dinámica de qué vamos a
hacer hoy para mejorar las cosas. Este cambio debe permear todas las
instituciones nacionales. Para esto puede ser ventajosa la alta importancia de la
figura presidencial de Uribe Vélez. Siendo optimistas, tal vez muy optimistas, el
liderazgo que esta figura puede ejercer, haciendo los cambios necesarios ahora,
puede dejar para un futuro un país donde las instituciones tengan esta
mentalidad y de esta forma se pase a las diferentes esferas de la sociedad civil.
Siguiendo con la línea propuesta por el caso chileno vale la pena resaltar que
para Chile “la intensificación de sus relaciones con las naciones asiáticas se ha
convertido en una política de Estado” (Ministerio de Relaciones Exteriores de
Chile, Política de Chile hacia Asia y e Pacífico: 2007). Esto significa que
trasciende más allá del gobernante de turno, es una prioridad del establecimiento
y como tal se mantiene constante sin importar los individuos que ocupen sus
plazas. Este cambio sería de vital trascendencia en la formulación de la política
exterior colombiana, no sólo para el caso Chino sino para la amplia gama de
temas que se deben tratar. Al lograr que esto se convierta en una política de
Estado se rompería con la dinámica que se señaló anteriormente, donde la
vitalidad de las relaciones con China recae en el ímpetu que el gobierno de turno
ponga. Es cierto que a dedicación a un tema cambia radicalmente su capacidad
de acción y su posición en la agenda, sin embargo al considerarlo como una
constante siempre va a mantener un ritmo y será trascendente. El país no se
puede quedar esperando a que llegue un presidente que decida que es el
momento de cambiar porque probablemente nos quedaremos esperando o
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pasará mucho tiempo si algunas figuras que no comprenden la importancia de
mirar hacia Asia se perpetúan en el poder.
Por otro lado los acercamientos con Asia y con China deben regirse por la
convicción de que para construir relaciones fructíferas, estables y provechosas se
debe conocer a la contraparte. Es cierto que el presupuesto de investigación y
desarrollo del país es muy muy bajo, pero se deben, y de forma urgente, asignar
recursos para investigar profundamente estos mercados y culturas junto con
estrategias de divulgación y de transmisión de este conocimiento a los sectores
empresariales, de servicio público, medios y jóvenes. El papel de las
universidades es vital en este campo. Resulta reconfortante que varias
universidades en el país se han acercado más y más a China (Universidad de
Pamplona, Universidad de los Andes, Universidad del Norte, Universidad Jorge
Tadeo Lozano, por nombrar algunas solamente), empezando a traer profesores
para dictar clases de chino y ampliando la oferta de cursos sobre estudios
asiáticos.
Las relaciones con estos países y con el resto del mundo deben ir más allá del
discurso que solicita ayuda contra el terrorismo, de la posición en que se espera
que los países o las organizaciones multilaterales nos ayuden. Es cierto que no
todo puede hacerse solo y que Colombia es un país que requiere ayuda en
muchos temas, pero hasta que no empecemos a vernos como agentes capaces y
esa actitud se propague por toda la sociedad más allá de una campaña de
publicidad llena de ‘pasión’, la situación no cambiará enormemente. Estos
cambios sólo se lograran a medida que se tenga una mayor comprensión de lo
que hay afuera de nuestras fronteras, en otras regiones, en otros países y a
medida que la agenda doméstica no se sobreponga totalmente a la agenda
internacional del país.
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A nivel comercial es importante diversificar los mercados y no sólo los mercados,
también es importantísimo ampliar la oferta de productos de exportación.
Colombia no puede seguir siendo un país que exporta principalmente materias
primas. Para esto se deben invertir sumas importantes de dinero en procesos de
industrialización locales, tecnificación del campo y seleccionar una serie de
industrias que a futuro podrían presentar grandes oportunidades de mercado
para el país (Etanol, combustibles alternativos, maderas, muebles, textiles, entre
otros). Es necesario aumentar el valor agregado de nuestras exportaciones y
capitalizar las ganancias monetarias que esto tendría.
Siguiendo con el ejemplo chileno, según cifras del Banco Central de Chile y de
información publicada por la Dirección Asia Pacífico del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Chile, la estructura de las exportaciones chilenas al mundo en
2006 presenta los siguientes porcentajes: NAFTA 22,%, Europa 29%, América
Latina 13%, Asia 33% y otros 3%. Tienen mercados diversificados que no
dependen de una sola región o de un solo país. En el caso colombiano, según
cifras proporcionadas por DANE/DIAN, para el año 2005 de las exportaciones
colombianas al mundo 74,9% fueron para América (donde el 42% del total de las
exportaciones colombianas va para Estados Unidos), el 17,7% va para Europa, el
6,9% va para Asia y el 1,5% va para China. Contrario al caso Chileno donde sus
exportaciones están diversificadas en varios mercados y varios países, el caso
colombiano presenta por un lado una fuerte relación con Estados Unidos y por
otro con la región americana. No se ha expandido nuestra oferta al resto del
mundo, nos hemos mirado más allá de las fronteras del continente y por lo tanto
estamos desaprovechando posibilidades. Adicionalmente la conveniencia
geográfica hace que nuestra infraestructura portuaria y aeroportuaria no sea la
mejor (no hay una necesidad por aumentar los niveles pues la cercanía y los
volúmenes hacen que sea manejable la situación). Se debe invertir en
infraestructura (vías, puertos, aeropuertos, tecnologías de información) para
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facilitar los intercambios como país, para hacer más atractivo el país a la
inversión extranjera.
Por otro lado la diversidad de productos debe aumentarse. Mauricio Reina,
investigador asociado de Fedesarrollo comenta, “los exportadores colombianos
deben apresurarse a mirar hacia otros mercados, específicamente Asia”. Como
se mencionó anteriormente las exportaciones a China recaen casi
exclusivamente en los minerales que son recursos que se agotarán. En el caso
chileno presenta por ejemplo una alta influencia del cobre en sus exportaciones
pero nunca al nivel de los minerales en Colombia. Como se puede ver en la tabla,
las exportaciones de sobre y los desperdicios de sobre no exceden el 50% de las
exportaciones hacia China por ejemplo. Y además alrededor de la industria de la
explotación del cobre se ha montado una industria de valor agregado en la venta
de cátodos y secciones de cátodos. Sumando estos dos (una materia prima y
otro con valor agregado) se alcanza casi el setenta o setenta y cinco por ciento
de las exportaciones, lo cual en un futuro será riesgoso para Chile. Sin embargo
para el caso colombiano presenta la posibilidad de vender materia prima y a
mismo tiempo generar una industria local que procese esa materia prima para
venderla procesada y no esperar a que no la devuelvan, más cara, procesada en
otro país.
Principales productos chilenos exportados a China y su participación en el total (Cifras en millones de dólares)
Año 2005 Año 2006 Productos Monto Porcentaje Monto Porcentaje
Minerales de cobre y concentrados 1.471,7 33,1 2.304,5 45,1 Cátodos y secciones de cátodos 1.806,2 40,6 1.690,3 33,1 Celulosa de coníferas a la sosa 214,4 4,8 205,1 4,0 Harina de pescado 67,6 1,5 89,0 1,7 Celulosa de maderas distintas a las coníferas 67,7 1,5 81,7 1,6 Los demás desperdicios del cobre 27,6 0,6 73,1 1,4 Fuente: en base a cif ras del Banco Central de Chile. Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Chile. Dirección de Asia Pacíf ico.
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Llama la atención en las exportaciones chilenas hacia China la presencia de
celulosa de coníferas y la celulosa de maderas diferentes a las coníferas. Según
estimaciones de la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT),
para el año 2010, China tendrá un déficit de 64 millones de metros cúbicos, que
representa un aumento del 16% con respecto a 1998. Para ese momento la
demanda china de madera abarcará el 28% de la oferta mundial convirtiéndose
en el principal comprador de maderas tropicales y sus derivados (muebles, papel,
madera natural, etc). Según un informe publicado por la Revista Dinero (Ed. 290,
Nov 9, 2007) en Colombia hay cerca de 25 millones de hectáreas de suelo
productivo apto para el negocio forestal comercial y sin embargo sólo se
aprovecha el 1% de las áreas. Por lo tanto sí hay posibilidades y renglones en la
economía mediante los cuales se puede diversificar la oferta. Otros países de la
región ya se están moviendo en esa misma línea y han concentrado sus
esfuerzos en Asia. Por lo tanto diversificar las exportaciones tanto en regiones
como en productos es de vital importancia para reorientar la política exterior
colombiana.
A nivel organizacional deben hacerse cambios radicales en el Ministerio de
Relaciones Exteriores y en la forma de ver el crecimiento, funcionamiento y
gastos del Estado. El ahorro en departamentos compartidos (como la Dirección
de África, Asia y Oceanía), el cierre de embajadas, en no inauguración de nuevos
consulados, puede ser muy alto en términos monetarios, en un peso tras otro,
pero está resultando un gran costo para la expansión del país. Cerrar embajadas
es cerrar la oportunidad de conocer nuevas posiciones, nuevos mercaos, nuevas
culturas. Es cerrar las puertas del país, es nuevamente mandar mensajes
cruzados, por un lado decir que si que queremos abrazar al mundo y cambiar la
percepción y llenarnos de ‘pasión’ pero al mismo tiempo darle la espalda a las
posibilidades. Es cierto que tener embajadas, consulados y puestos abiertos no
garantiza que éstos hagan bien su trabajo, pero sí son un punto para potenciar.
Cerrar embajadas y representaciones es negar la posibilidad de mejorar y es
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incurrir en futuros costos cuando sea necesario reabrirlos y recorrer una nueva
curva de aprendizaje. Para el caso chino es necesaria la apertura de un
consulado en Shanghai junto a una oficina de Proexport en la misma zona para
capitalizar en las oportunidades comerciales que se aprecian en esa zona. Es
vital la coordinación entre los diferentes órganos que hacen presencia en China,
no se puede continuar con que la embajada haga algo por su lado y el consulado
otra cosa por el suyo, la coordinación de tareas, funciones y objetivos debe ser
prioridad de la representación extranjera del país.
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5. Conclusiones
El análisis en tres dimensiones de las relaciones sino colombianas permite
identificar varias debilidades de la política exterior colombiana. También permite
establecer relaciones entre diferentes componentes y por lo tanto amplía el rango
de sugerencias y recomendaciones que pueden hacerse al respecto. Se
enriquecen las posibilidades a medida que se comprenden más las dinámicas
detrás de la formulación de la política exterior hacia China. Lamentablemente lo
que se puede apreciar en el análisis es que como país estamos muy quedados
en mirar al Asia y ya se empieza a notar considerablemente comparando con
otros países. Pero descubrir que hay fallas y que muchas cosas podrían ser
mejores no es terrible. Terrible resultaría levantar las banderas y hacer sonar las
alarmas y que en unos años todo siga igual. Por eso, este trabajo es un llamado
al cambio. Hay que seguir profundizando en esta área de conocimiento, hay que
seguir creando visiones de mundo que podamos compartir e intercambiar entre
todos nosotros como colombianos, para así fortalecer nuestra posición y al
mismo tiempo capitalizar las oportunidades que se presentan.
Se espera que se hayan identificado las relaciones entre la estructura, cómo ésta
afecta los puntos de formulación de la política exterior y las debilidades que ella
misma. Por eso, este es el momento de iniciar el cambio, de alterar las
estructuras que han guiado la política exterior hacia China, fomentar el
aprendizaje y imprimirle a la política exterior metas a corto, mediano y largo plazo
que trasciendan las administraciones y se conviertan en proyectos nacionales. No
existe una sola política pública que pueda desligarse de todo lo demás, hay una
conexión entre todo, hay una conexión de nosotros con China. Y entender el
mundo globalizado es aceptar que somos parte de él y que podemos aprovechar
las bondades que ofrece entre las dificultades que presenta. Este cambio,
reclamamos desde acá, no debe hacerse pensando solamente en China, debe
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abarcar la conciencia de todo el país. Debe extenderse por diferentes áreas y
traspasar todas las barreras de la política exterior.
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6. Anexos Tabla 1
Exportaciones colombianas totales a China 2004 2005 2006 2007
Ene-Jul
Sección del arancel FOB (US$)
FOB (US$)
FOB (US$)
FOB (US$)
I Animales viv os y productos del reino animal
405,956 515,462 345,494 88,382
II Productos del reino v egetal 718,584 1,378,087 1,495,500 591,820 IV Productos de las industrias
alimentarias; bebidas, líquidos alcoheli
1,479,331 801,763 415,309 207,931
V Productos minerales 6,394,163 0 10 0 VI Productos de las industrias químicas
o de las industrias conexas 3,003,393 7,147,897 2,750,792 3,693,983
VII Plástico y sus manuf acturas; caucho y sus manuf acturas 2,558,669 1,593,320 3,473,665 1,273,823
VIII Pieles, cueros, peletería y manuf acturas de estas materias 6,461,186 8,014,623 10,066,345 11,243,515
IX Madera, carbón vegetal y manuf acturas de madera; corcho y sus manuf acturas
29,785 196,403 1,492,921 1,543,163
X Pasta de madera o de las demás materias f ibrosas celulósicas; papel 323,565 342,211 148,619 55,606
XI Materias textiles y sus manufacturas 1,217,038 153,089 83,557 192,857 XII Calzados, sombreros y demás
tocados, paraguas, quitasoles, bastones
18 25 0 0
XIII Manuf acturas de piedra, yeso fraguable, cemento, amianto (asbesto)
569 0 0 11,479
XIV Perlas f inas (naturales) o cultivadas, piedras preciosas o semipreciosas 330,022 0 20,498 19,985
XV Metales comunes y manufacturas de estos metales 113,059,205 215,029,082 425,381,076 455,591,627
XVI Máquinas y aparatos, material eléctrico y sus partes
1,264,518 1,293,006 6,546,506 2,724,430
XVII Material de transporte 52,819 211,102 86,513 2,052 XVIII Instrumentos y aparatos de óptima,
f otografía o cinematografía 127,577 3,811 25,440 3,836
XX Mercancías y productos div ersos 77,224 665 85,963 28,173 XXI Objetos de arte o colección de
antigüedades 0 8,300 2,200 8,950
Total 137,503,622 236,688,846 452,420,408 477,281,609 Participación por Sección. Fuente: Departamento Administrativo Nacional de estadísticas DANE - Cálculos Proex port-Colombia
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Tabla 2 Relaciones Comerciales Colombia China
Año Exportaciones FOB
Importaciones CIF P.Compra
Importaciones CIF P.Origen
Balanza Comercial P.Origen
Comercio Global
P.Origen 2000 29,4 87,4 355,8 -326,4 385,2 2001 19,9 121,6 475,4 -455,5 495,3 2002 29,8 157,5 532,8 -503,0 562,6 2003 82,6 208,3 688,7 -606,1 771,3 2004 137,5 376,6 1.067,7 -932,0 1,203,4 2005 236,7 573,6 1.616,8 -1.380,1 1.853,5 Tomado de Fescol Policy Paper 24 ¿Qué podemos hacer cuando China despierte? (2006)
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Referencias
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