Si bien en la actualidad, existen nuevas tecnologías que han ido sustituyendo, paulatinamente, al dibujo de rostro tal y cómo se lo conoce, es necesario que le perito conozca los fundamentos que rigen la figura humana ya sea para realizar manualmente la tarea pericial o resolverla utilizando alguna herramienta digital, ya sea en casos donde es necesario proporcionar alguna imagen del agresor, proyectar el paso del tiempo en las personas o realizar cotejos para colaborar con la investigación.

Anatomía Artística

La Anatomía es la disciplina que estudia la estructura de los organismos vivos con la descripción sistemática de sus partes dentro del conjunto.

La anatomía artística se limita a estudiar aquellas partes que repercuten directamente en la apariencia de una figura como su esqueleto, músculos y tendones superficiales, etc. Aunque la anatomía general abarca otros seres vivos como los animales o las plantas, el término anatomía artística se refiere frecuentemente a la anatomía del cuerpo humano. El estudio de la anatomía artística incluye aprender las tensiones y deformaciones que acompañan al movimiento y las emociones o los cambios en la morfología de una figura según la edad, sexo o raza.

Esta representación se ve sujeta a la mirada histórica del hombre es así que en la Grecia Clásica se representan los cuerpos humanos idealizados con las proporciones del canon de belleza imperante.

Durante la Edad Media y hasta la llegada del Renacimiento, rara vez se representa en Europa el cuerpo humano desnudo por el pudor impuesto por el cristianismo.

A finales de la Edad Media, especialmente en Florencia, se combinan una serie de factores que propician una revolución en el campo de anatomía: La Admiración por la escultura griega. Los artistas, pintores y escultores, reavivan el interés por la representación del cuerpo humano como algo hermoso y que merece ser celebrado en su plenitud.

Así surge el Naturalismo, el conocimiento se ha de obtener de la observación del natural. En vez de copiar la idealización griega se intenta reproducir al realidad tal cual se observa de esta manera el estudio de la anatomía humana se traduce en representaciones correctas del cuerpo humano.

El artista carece de los conocimientos y prejuicios de los médicos al observar los cadáveres y captura lo que ve. De esa manera, a la vez que evoluciona la representación del cuerpo humano en el arte, contribuyen al conocimiento anatómico médico y a la manera en que la sociedad ve y acepta el cuerpo desnudo. Un momento histórico que demuestra cómo el arte puede cambiar el mundo.

Muchos artistas famosos estudian anatomía del natural, algunos incluso practican sus propias disecciones, fijando los nuevos criterios de la representación del cuerpo humano. Entre ellos: Miguel Ángel, Rafael, Durero, Verrochio y Mantegna, siendo los apuntes anatómicos de Leonardo da Vinci los más célebres. De hecho, la ciencia natural ha adoptado para sus ilustraciones la metodología de Leonardo basada en la técnica sistemática y rigurosa de los estudios arquitectónicos: la representación de formas tridimensionales en planos, secciones y vistas en perspectiva.

La Cabeza

Esquema óseo

El cráneo es una caja ósea que contiene y protege al cerebro, el cerebelo, el tallo cerebral y los órganos de la visión, olfato y oído. Posee forma ovoide, con una capacidad de entre 1400 a 1500 CC.

Se divide en bóveda y base, cuyo límite está marcado por una línea que pasa por el surco naso frontal, los arcos orbitarios, la línea curva superior del occipital, y la protuberancia occipital interna. Se puede describir una superficie exterior y una interior. A su vez, el esqueleto de la cabeza se divide en dos partes: el esqueleto del cráneo y el esqueleto de la cara.

1- Parietales:

Son dos huesos pares y en forma de cuadriláteros lisos, forman las paredes laterales y el techo del cráneo, y se unen entre sí en la parte superior de la cabeza. Se fusionan articuladamente con los huesos occipitales, esfenoides, temporales y frontal.

2- Frontal:

Es un hueso impar cóncavo, forma la parte anterior del cráneo, presenta los senos frontales y es parte integrante de las órbitas de los ojos, se une con los huesos nasales, lacrimales, etmoides, maxilar, los parietales y el malar. Este es tal vez el hueso más resistente de la cabeza.

3- Temporales:

Son dos huesos que conforman la región lateral por debajo de los parietales, ayudan a la formación de la base del cráneo, alojan los órganos del oído, y se unen con el esfenoides, el parietal y el occipital.

4- Occipital:

Constituye la parte posterior del cráneo, es de forma cóncava y convexa, se da como el punto de apoyo de la cabeza sobre la primera vértebra cervical, en cuya articulación presenta un agujero (el agujero magno), que da paso a la médula espinal y a la comunicación entre la masa encefálica y la médula ósea y a otros órganos que van al cerebro.

5- Esfenoides:

Este hueso tiene forma de ala y está constituido por seis prolongaciones; se conoce como un hueso medio. Forma parte de las fosas nasales, se encuentra en la base del cráneo y por delante del temporal, en sí mismo se articula con todos los huesos del cráneo.

6- Malar o cigomático:

Forma parte de los huesos de la cara, es par. Ser encuentra por debajo de loas orbitas oculares y por encima de la ramas de la mandíbula.

7- Maxilar inferior o mandíbula:

Hueso impar, situado en la parte inferior de la cara. Presenta dos ramas ascendentes y una media, donde se ubican las piezas dentarias. Es el único que posee una articulación móvil.

8- Hueso nasal:

Es un hueso único que se encuentra en la línea media de la cara. Constituye la parte posterior del tabique nasal.

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Músculos de la cabeza

1- Temporal:

Es largo, plano y radiado, cuya base se halla dirigida arriba y atrás y desde donde sus fascículos convergen hacia la apófisis coronoides del maxilar inferior. Eleva el maxilar superior, los haces posteriores regresan el cóndilo atrás, luego de movimientos de propulsión o lateralidad, que lo llevan adelante.

2- Masetero:

Se encuentra en la parte lateral de la cara, es corto, grueso, rectangular, alargado de arriba hacia abajo y se extiende desde el arco cigomático a la cara externa de la rama ascendente del maxilar superior.

Eleva la mandíbula, del maxilar inferior, aunque puede colaborar en la protrusión (desplazamiento de un órgano o estructura hacia adelante) simple por medio de su haz superficial y hacia atrás por el profundo. Juega un papel principal en el cierre cuando es protruido simultáneamente, toma parte también en los movimientos laterales extremos del maxilar, se considera que actúa proporcionando fuerza para la masticación.

Músculos cutáneos:

Son músculos que tienen inserción cutánea, tienen tres características comunes principales: todos poseen una inserción móvil cutánea; todos están inervados por el nervio facial y por todos están agrupados alrededor de los orificios de la cara y son constrictores o dilatadores de estos orificios.

3- Frontal:

Es un músculo plano, delgado y cuadrilátero. Se encuentra en el sector de la frente. Eleva y desciende la piel de la frente moviendo las cejas y el cuero cabelludo.

Psíquicamente: Indica sensibilidad ante situaciones y hechos. Preocupación.

Frontal externo:

Eleva la parte superior de los extremos de las cejas, formando las arrugas arqueadas a los lados de la frente.

Psíquicamente: Puede indicar la capacidad de sorpresa. También relacionado con la curiosidad intelectual que encontramos en los sabios, inventores y creadores.

4- Músculo piramidal:

Son dos pequeños haces carnosos, delgados, alargados sobre la parte superior del dorso de la nariz, a cada lado de la línea media. Este es antagonista de la porción interna del frontal, atrae hacia abajo a la piel del espacio interciliar. Empuja hacia abajo la raíz de la nariz, formando pequeños pliegues.

Psíquicamente: Puede indicar sensibilidad de la persona.

5- Orbicular de los párpados :

Es ancho, delgado, cuyas fibras concéntricas se disponen alrededor del orificio palpebral. Aproxima los bordes libres de los párpados y produce la oclusión de la hendidura palpebral (es la abertura natural que existe entre los párpados y que le da su forma característica al ojo), contribuye a la progresión de las lágrimas hacia los puntos lagrimales movilizándolas de afuera hacia adentro al mismo tiempo que las comprime de adelante hacia atrás y por último dilata el saco lagrimal por medio del fascículo que se inserta en su cúpula.

Psíquicamente: Indica que la persona se protege y preocupación. Demasiada concentración. También aporta creatividad y sentido de la estética.

6- Superciliar:

Es aplanado y delgado, se extiende a lo largo de la parte interna del arco superciliar, desde la extremidad interna de este arco a la piel de la ceja. Levanta la parte interna de la ceja, mientras tira hacia abajo y hacia adentro sus dos tercios externos, presiona la parte alta de las cejas, acercándolas entre ellas. Produce dos arrugas de interciliares verticales, que podrán ser a veces muy profundas.

Psíquicamente: Indican concentración, meticulosidad, afición a la lectura. Atención sostenida durante largo periodo de tiempo. Reacciones rápidas a las impresiones exteriores.

Superciliar vertical:

Físicamente: Acerca las cejas de modo que forma una o dos arrugas horizontales interciliares en la raíz de la nariz.

Psíquicamente: Indica obstinación y tozudez. También puede indicar tenacidad y perseverancia en las ideas. Es la arruga de la ira y la crispación.

7- Transverso de la nariz :

Es un músculo aplanado, triangular y delgado, se extiende transversalmente en la parte media de la nariz desde el dorso de este órgano hasta la fosa canina. Tira la piel del ala de la nariz hacia afuera y dilata las narinas.

Psíquicamente: Indica crispación y protección. Es un signo de nerviosismo, hace que la persona acumule tensión. Aporta fidelidad.

Elevador superficial:

Empuja hacia arriba la nariz, produciendo arrugas verticales en la raíz.

Psíquicamente: Percepción de lo desagradable. La persona capta fácilmente las situaciones difíciles. Otorga la capacidad de percibir los defectos. Es señal de amargura, disgusto y falta de optimismo.

Elevador profundo:

Eleva el labio superior, mostrando el canino. Al mismo tiempo, también baja la punta de la nariz, dando un aspecto borbónico.

Psíquicamente: Indica rechazo y despecho. Acción de ofensa y de ataque al exterior.

8- Dilatador de las narinas:

Es pequeño, delgado, plano, triangular, cuyas fibras se extienden en el espesor del ala de a nariz desde el surco naso labial hasta el borde externo de la narina correspondiente. Lleva el ala de la nariz hacia fuera y así aumenta el diámetro transversal de las narinas. Suelen ser aletas “vibrantes”.

Psíquicamente: Indica deseos profundos de sentir en el plano afectivo. La reacción con lo que el individuo experimenta, la delata este músculo. En las relaciones amorosas, ayuda a la expresión de los sentimientos e indica si la sensación es compartida.

9- Músculo buccinador:

Es aplanado, ancho, irregularmente cuadrilátero, está situado en la parte profunda de la mejilla, entre los dos maxilares y la comisura de los labios. Tiran hacia atrás de las comisuras labiales y alargan la hendidura u orificio bucal. Cuando la boca está distendida expulsan el contenido, al soplar o silbar. A su vez empujan el contenido de la boca hacia los dientes en la masticación.

Psíquicamente: Es indicador de un placer físico. Colabora en la sonrisa del labio inferior.

10- Músculo cuadrado del mentón:

Es aplanado, cuadrilátero, situado sobre la parte lateral del mentón y del labio inferior, entre el maxilar inferior y el labio inferior. Tira hacia abajo y hacia fuera la mitad correspondiente del labio inferior.

Psíquicamente: Es el músculo de los osados y valientes. Energía y buena vitalidad para emprender los proyectos.

11- Músculo de la borla del mentón :

Son pequeños haces situados a cada lado de la línea media, en el espacio triangular comprendido entre los dos cuadrados del mentón. Estos son elevadores del mentón y del labio inferior. Eleva el labio superior, provocando el encogimiento de la barbilla y en según el caso, algunos surcos en el mentón.

Psíquicamente: Indica dudas y la persona no se decide a dar el primer paso. También otorga prudencia.

12- Músculo cigomático menor :

Delgado, estrecho, alargado paralelamente al borde externo del elevador profundo. Tira hacia arriba y hacia fuera del labio superior. Contribuye a la expresión de la tristeza.

Psíquicamente: Indica sufrimiento y molestia. Siempre indica dolor moral y psíquico.

13- Músculo cigomático mayor :

Es aplanado, acintado y se extiende por fuera del anterior, desde el hueso malar a la comisura de los labios. Lleva la comisura de los labios hacia fuera y hacia arriba. Si el Buccinador y el Cigomático mayor se contraen al unísono, producen la sonrisa, que variará según la intensidad de la contracción.

Psíquicamente: Señala sensación de placer, generalmente moral y sentimental.

14- Músculo risorio de santorini :

Extremadamente delgado, triangular, extendido en la parte media de la mejilla, desde la región maseterina a la comisura del labio. Tira hacia afuera y hacia atrás de la comisura del labio, agrandándola.

Psíquicamente: Indica independencia en la forma de actuar y objetividad.

15- Músculo triangular de los labios:

Es ancho, aplanado, delgado, triangular extendido entre el maxilar inferior y la comisura de los labios. Atrae la comisura hacia abajo y hacia fuera.

Psíquicamente: Indica desilusión y pesimismo. Es el músculo de la Desesperanza e indica que la persona se esperaba más.

16- Músculo orbicular de los labios :

Ocupa el grosor de los dos labios, elíptico y está formado por fibras dispuestas concéntricamente en torno al orificio bucal. Se compone de dos partes, una periférica u orbicular externo y otra central u orbicular interno. Ocluye o cierra el orificio bucal.

Orbiculares internos:

Físicamente: Aprieta y comprime los labios hacia adentro.

Psíquicamente: Es un movimiento de auto defensa. Es indicador de que no se aceptan las influencias ni pensamientos externos.

Orbiculares externos o incisivos:

Físicamente: Acerca las comisuras entre sí, como ocurre cuando besamos o soplamos, empequeñeciendo la boca.

Psíquicamente: Siempre es indicativo de algún deseo, dando la apariencia de esperar algo. Es de tendencia infantil.

17- Músculo elevador superficial :

Del ala de la nariz y del labio superior: es delgado, acintado, alargado en el surco naso geniano, desde el borde interno de la órbita hasta el labio superior.

Físicamente: Atrae hacia arriba el ala de la nariz y el labio superior.

Psíquicamente: es indicativo de alegría, ayuda a la expresión de sentimientos.

La Mímica

Es difícil y poco adecuado atribuir una función única y principal a cualquier músculo excepto por conveniencia. Ciertos músculos producen, al contraerse, una expresión que le es propia, e implican por sinergia la contracción de otros músculos que completan dicha expresión. A esto se los agrupa en músculos de la mímica. Estos se dividen cuatro grupos:

Mímica de la alegría:

Esta se manifiesta en la cara mediante una elevación general de los orificios transversales. Todos los músculos susceptibles de elevar estos orificios producen una expresión de contento con sus diferentes matices. El músculo elevador del labio superior pone de manifiesto en el rostro una ligera satisfacción. No obstante, su contracción exagerada se traduce, al dilatar las narinas, en una satisfacción vana u orgullosa. El músculo risorio es un atributo especial del hombre, como su nombre indica es un músculo de la risa, o mejor dicho, de la sonrisa, ya que se combina su acción con la del músculo orbicular de la boca. La alegría desbordante y la risa son la acción del músculo cigomático mayor, este músculo provoca el ascenso de la comisura

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labial, eleva e hincha las partes blandas de la región del pómulo y provoca una ligera elevación del párpado inferior. Es el músculo de la alegría que expresa, según el grado de contracción, la sonrisa o la risa franca. La conexión entre el músculo cigomático con el músculo orbicular del ojo son el origen de los pliegues que se forman en el ángulo lateral de los párpados y que acompaña a la risa. Esta acción unida a la del músculo risorio y a la del músculo elevador del labio superior y del ala de la nariz, es necesaria para dar al rostro una expresión de completa alegría. Por el contrario, su contracción aislada en un rostro por lo demás inmóvil da la impresión de una risa forzada o de una mueca.

El hoyuelo que se observa en ciertas personas se debe a un intervalo especialmente grande entre los músculos cigomático mayor y risorio cuando se contraen de forma simultánea.

Mímica de la tristeza:

El descenso de las hendiduras transversalmente de los orificios de la cara refleja tristeza. En un principio, el músculo cigomático menor, debería ser un músculo de la alegría por su acción de elevar el ángulo de la boca, pero tira en sentido inferior del músculo orbicular de la boca, crispa un poco al rostro al llorar y contribuye a la expresión de la tristeza. El músculo corrugador de la ceja eleva la cabeza de la ceja, tira inferior y medialmente de sus dos tercios laterales y da a la fisonomía una expresión de sufrimiento. Este fruncimiento de las cejas comporta pliegues o arrugas verticales que son el signo de la tristeza. No obstante, participa junto con otros músculos en la expresión de acciones concretas, como la atención. El músculo depresor del ángulo de la boca es también un músculo de la tristeza ya que tira en sentido inferior y medial de la comisura labial, y alarga el surco naso labial. Este músculo confiere al rostro un aire sombrío. A veces su contracción voluntaria es utilizada para contener el llanto, asegurando así una oclusión de los labios que viene a reforzar la producida por el músculo orbicular de la boca y la del maxilar y mandíbula, debida al músculo masetero. El músculo elevador del ángulo de la boca también se considera un músculo de la tristeza por su acción concentrada en la comisura labial, que desciende causando pliegues oblicuos. Esta acción de observa en el rostro taciturno o también en la expresión del disgusto. El músculo depresor del labio inferior y el músculo mentoniano, que actúan verticalmente sobre el labio inferior, lo hacen descender directamente y lo evierten, dando al rostro un aspecto desdeñoso.

Mímica de la atención:

La atención y la concentración del pensamiento se manifiestan por la acción conjugada de los músculos orbiculares: músculo orbicular del ojo, músculo orbicular de la boca y músculos de la frente. La atención es, de hecho, un estado de tensión en que la máscara facial limita el juego de sus aberturas. La zona frontal del músculo occipito-frontal es el músculo esencial de la atención, ya que interviene en la mirada intensa que se asocia a la fijación del ojo. Eleva la ceja y aumenta la acción de su antagonista, el músculo orbicular del ojo. Los músculos orbiculares del ojo y de la boca tienden a actuar simultáneamente, lo cual provoca la oclusión de las hendiduras palpebrales y bucales, mientras el músculo orbicular del ojo estrecha la hendidura palpebral, la piel de la región temporal se tensa y la de la mejilla se eleva hacia el ángulo medial del ojo. De manera concomitante, las fibras de los músculos orbicular de la boca, elevador del labio superior y cigomático mayor actúan sobre la mecánica de los labios. El músculo orbicular de la boca, cierra la boca tanto durante el esfuerzo intelectual como durante el esfuerzo físico, traduce tanto la contención del espíritu como la decisión o la energía. El músculo depresor del tabique nasal deprime el ala de la nariz, dando así al rostro un aire de atención concentrada.

Mímicas emotivas:

El sufrimiento, la impaciencia, la cólera y las grandes emociones se acompañan de una mímica facial característica, debida a los “músculos trágicos”. La contracción exagerada del músculo superciliar de la ceja puede manifestar no sólo el dolor sino también la tortura moral, o incluso la impaciencia o la cólera. La manifestación de esta última hace intervenir la porción alar del músculo nasal que dilata el orificio nasal. Finalmente, el músculo frontal, al hacer descender la piel de la frente, que tensa formando un surco transversal en el espacio interciliar, contribuye a expresar el dolor intenso o dar al rostro un aspecto agresivo. La acción combinada del músculo cigomático mayor, que eleva la comisura labial, y el músculo nasal, que dilata las narinas, y el músculo orbicular de la boca, que provoca la formación de una boca anhelante, puede dar al rostro una expresión de deseo sensual.

A continuación se presenta un esquema ilustrativo de la dirección de los movimientos de los músculos faciales, para la conformación de las distintas expresiones.