“BALTAZAR. El niño perdido”. Allá a mediados de los 70tas se construyó la represa que llamaron “Cerrón Grande” que inundo muchas tierras fértiles y poblados cercanos al rio lempa en el que sus pobladores habían hecho una larga vida, sin mencionar que también se inundaron los vestigios de dos ciudades del periodo clásico tardío maya conocidas como las flores y santa María, todo el espacio se conocía como Cerrón Grande pero hecho dicho daño de gran magnitud salió de todo ello un lago artificial que en sus inicios no era nada agradable su vista pero los que lo estaban promoviendo ya con fines lucrativos comenzaron a hacer creer que dicho lago como le nombraban era la octava maravilla siendo bautizado con el nombre “Suchitlán” esto era la parte que correspondía y estaba frente al pueblo de Suchitoto por ello ese nombre lo demás de dicho embalse que eran más de 300 km2. Fue el nombre arriba mencionado. (Cerrón Grande).

La historia que de niño recuerdo me remonta precisamente a la fiebre de las lanchas que comenzaron a llegar a “La Haciendita de San Juan” que fue lo único que no se inundó y sirve de puerto para las lanchas y el Ferri que actualmente lleva a la gente hacia el otro lado del embalse. Un domingo estando reunidos la familia Flamenco que visitaba la iglesia en la que nos reuníamos mi amigo Baltazar hijo de Don Jesús Flamenco le pidió que si les podía ir a dar una vuelta en una lancha que paso cerca de ellos en un remolque y se veía bien bonita y nueva, él, que amaba a su hijo mucho, le dijo que si y después del mediodía se fueron a dar la vuelta.

Pero no todo siempre es perfecto en la vida salieron en la lancha todos los Flamencos y demás personas a dar la vuelta en las aguas del lago cuando una tormenta que se avecinaba se abrió dando origen a una torrencial lluvia que debido al movimiento que hacia la gente dio vuelta la lancha y eso fue lo que termino en una fatal tragedia ahogándose varias personas ese día incluido mi amigo BALTAZAR, a el no pudo Don Jesús rescatarlo porque el salvo a su esposa y la otra hija Carmencita. Tardo varios días en flotar su cuerpo y pude ver como su papa le sentía, así fue de triste la vida de Balta mi amigo con él nos reuníamos en la escuela dominical en la iglesia misión centroamericana de Suchitoto.

Dicen los pescadores y personas lugareñas que al pasar por las laguneras y lugares muy solitarios del Suchitlán, allá por el Cerro Colorado han visto que desde una lancha solitaria un niño pide que le ayuden pero cuando llegan al lugar no hay nadie, es Baltazar, que aún está pidiendo ayuda para que lleguen a rescatarlo.