bestiario (c)

20

Upload: c-quevedo-a

Post on 25-Jul-2016

281 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

Esta obra se distribuye bajo una Licencia CC BY 4.0 carlosquevedo.blogspot.com - 2012

TRANSCRIPT

Page 1: Bestiario (C)
Page 2: Bestiario (C)
Page 4: Bestiario (C)

Bestiario

Carlos Quevedo Arteaga

2012

2da edición, 2015

Esta obra se distribuye bajo una Licencia

Creative Commons Atribución 4.0 Internacional

(CC BY 4.0)

issuu.com/cquevedoa

Page 5: Bestiario (C)
Page 6: Bestiario (C)
Page 7: Bestiario (C)

NOCHEFUEGO

Algunas veces el fuego

le hace el amor a la noche

la roza

con sus dedos

sus pechos montañosos

joviales del trigal

extiende un calor intenso

elevándose

sobre su monte de venus

lo vuelve

c

e

n

i

z

a

s

orgásmicas

para el recuerdo.

Page 8: Bestiario (C)

MY KILLER, MY LOVE

Escribo tu nombre

en el índice de búsquedas en mi portátil

la ventana blanca comienza a colgar imágenes

íconos y logotipos

mientras el resplandor del espejo

o tu recuerdo

_insistencia de esta memoria mía_

me susurraba smashing pumpkins

♫ disarm you with a smile

and leave you like they left me here

to wither in denial ♪

con el pelo ondeando

de un lado a otro

en slow motion

♫ the killer in me is the killer in you

mylove,

i send a smile over to you ♪

y sonríes

Page 9: Bestiario (C)

la pantalla blanca

que indexa objetos de la nada

se detiene

resultados aparecen

en el índice de mi portátil

si escribo tu nombre:

[doscientosocho]

me pregunto si

t o d a s

eres tú.

Page 10: Bestiario (C)

NO ERES TÚ

Los paseos y las veredas se cierran, se entrecruzan, se

intercambian, la calle del hambre se vuelve la calle de

cualquier otra cosa. Jim Carrey y Kate Winslet corren de la

mano en el eterno resplandor de todos mis recuerdos, corro

yo y detrás de mí corres tú. Algo que aún no defino viene tras

nosotros también y le huyo, pero también huyo de ti.

Surge una librería donde vendían comida china. Una señora

amable nos ofrece cotufas y antes de tomarlas se vuelve un

aviso de seguros. Apresuro mi paso y tú el tuyo. El camino

andado se borra y ya no es nada. Encontramos una salida y

ahí te encuentras gente, se saludan y se hablan, y yo

aprovecho para devolverme.

Nada es lo que era, el laberinto ha cambiado y sé que es un

sueño, pero necesito saber que puedo escapar sin

despertarme. Avanzo, corro como Mr. Nobody tras el tren,

sin moverme. Todo es confuso, como un sueño mal

recordado. La nueva salida es una cerca de alfajol nada

alta que trepo para llegar al otro lado, pero apareces y te

acercas al borde sin cruzar. ¿De verdad te ibas sin despedirte?,

sonreíste. Me acerco y en silencio intento besarte en la boca,

pero algo lo impide y no eres tú.

Page 11: Bestiario (C)

La escena se oscurece y lo que sea que me perseguía

reaparece y se vuelve hombre con puños que quieren

golpearme, y me dejo, pero sólo porque sé que es un sueño y

porque el laberinto ha cambiado en una estructura sin

salida. Todos los puños dan contra mí y yo doy contra todos

los puños.

Sé que hay sangre aunque no la veo y tú me dices que me

detenga aunque yo no hago nada, hasta que caigo al suelo y

soy polvo de huesos y moretones que no duelen nada y me

dices un montón de cosas que censuro en esta historia y que

no respondo para no despertar, y te acercas para levantarme,

por si no estoy bien. Y tomo con mis manos tu rostro y te

digo en voz baja las únicas palabras que pronunciaré en este

sueño: te voy a extrañar.

Intento besarte la frente y no sé si es porque es un sueño,

pero algo me lo impide (porque despierto) y no eres tú.

Page 12: Bestiario (C)

RETINASTILLA

Eres una astilla

incrustada

perenne

en mi pupila

no tiene caso cerrar los ojos

aún te puedo ver bailar.

Page 13: Bestiario (C)

“MARIANITIS”

a José De Vizia

El nombre de una mujer me delata.

J.L. BORGES

Que no sabía lo que tenía, le dijo el doctor, que él se

encontraba en una serie de casos no diagnosticados que

pasaban por lo mismo, pero que no podía hacer nada más. A

todo ese conjunto de síntomas -añadió-, recientemente lo

habían llamado marianitis, porque no podía llamarse de otra

forma. Le recetó un reposo de 7 días y benzodiazepinas una

vez por noche y gabapentina para cuando el dolor se hiciera

insoportable. Saber eso no lo tranquilizó, al contrario, darle

un nombre lo hizo pensar sistemáticamente en cada una de

las variables que condicionaban su pesar.

Pasaban las doce de la medianoche y se tomó un par de

benzodiazepinas, aunque el médico sólo le había prescrito

una. No tuvo dolor esa noche, pero tuvo un sueño:

Subía las escaleras del edificio donde vivía y en uno de los

pasillos venía, llevaba un golden retriver tirando de una

Page 14: Bestiario (C)

cadena marrón y ni siquiera notó que él estaba ahí. Él se

regresó sin saber hacia dónde irse a esconder. Subió un par de

pisos más y se sintió estúpido, se asomó a la casa de su vecino

y ella estaba sentada en la sala. ¿Qué es esto?. Bajó las escaleras

tan rápido que no se dio cuenta de que el escenario había

cambiado. Hacía frío y la plaza en la que se había convertido

todo habían tres chicas. Ahora sabía que todo eso no podía

ser sino otro sueño. Las chicas no las conocía pero ellas a él

sí. Cuando se volvió un instante, una de ellas le habló: "¿Estás

nervioso?". Él se detuvo y la miró, allí estaba, con su cabello

largo y suelto, sentada sobre sus piernas recogidas y con la

misma sonrisa que él nunca podría olvidar. Ella primero

sonrío, luego soltó una carcajada rápida. Lo señaló en el

corazón y dijo: "Tu corazón late muy muy rápido". Se

encontró desprotegido, desnudo, en plena plaza de noche, su

corazón podía verse latir, tras la escasa capa de fibras

musculares del pecho. "Ven y dame un beso", se burló. Se

tapó bruscamente con sus manos y estaba otra vez en su

cama. El corazón le latía rápidamente.

Recordó haber asistido a todos los médicos posibles, a

decenas de especialistas y no consiguió curarse el insomnio, ni

el dolor de barriga, ni la fatiga (y todo parecía indicar que

nada mejoraría). Mucho menos la ansiedad, o el pánico de

Page 15: Bestiario (C)

encontrarse desprotegido en el bus, o en un café, o en la cola

de un banco al pedirle el bolígrafo a alguien cuando había

olvidado llevar el suyo. Descubrirse expuesto con su nombre

tatuado. Frente a la gente, igual que el espejo.

Marianitis, se dijo para sí, intentando justificar lo que el sueño

que acababa de tener. Marianitis, se hizo eco. El dolor se había

hecho insoportable nuevamente y se tomó un par de pastillas.

El reloj de la mesita marcaba las 4:32 am.

Intentó dormirse de nuevo porque debía salir temprano a

hacer unas diligencias, pero no quería encontrarse con nadie

en esa ciudad tan pequeña. No quería que nadie lo notara

extraño, enfermo. Seguía con la sensación de que en cualquier

momento se quedaría desnudo, que su madre o sus amigos, o

sus compañeros de trabajo lo notarían y que terminarían

haciendo las preguntas correctas y él no sabría como ocultar

el nombre que lo delataba, ese nombre que le dolía en todo el

cuerpo.

Page 16: Bestiario (C)

VERSOMUJER

a Sue

¿Qué le haces a mi vida, mujer

,

que la

des

co

ces

entre un verso

y el otro?

Page 17: Bestiario (C)
Page 18: Bestiario (C)
Page 19: Bestiario (C)

@cquevedoa

carlosquevedo.blogspot.com

2015

Page 20: Bestiario (C)